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Agresividad química

La agresividad o ataque químico del terreno puede afectar a las estructuras que están en contacto
con él, en mayor o menor medida, afectando por tanto la durabilidad de esas estructuras y por
tanto su resistencia y estabilidad a lo largo del tiempo.

El principal agente agresivo del hormigón es el agua, bien directamente o bien como vehículo de
transporte de los agentes agresivos y ya que en el terreno nos podemos encontrar agua en forma
de niveles freáticos estables o colgados, condensaciones bajo cimentaciones o escorrentía
subterránea por riego o lluvia, incluiremos los daños originados por la agresividad de la misma al
hormigón. Las acciones debidas a agentes agresivos son:

Ataques por sulfatos.-El ataque de sulfatos ocurre donde hay concentraciones relativamente altas
de sulfatos de sodio, potasio, calcio o magnesio, tanto en suelos como en aguas subterráneas,
superficiales o en aguas de mar. También pueden ocurrir asociados a algunas instalaciones
industriales, desechos, aguas fecales o subproductos de cualquier tipo, acumulados de forma
incontrolada. Los sulfatos son muy solubles en agua y penetran con facilidad en estructuras de
hormigón expuestas a los mismos. Asociados sobre todo a rocas y procesos volcánicos, rocas y
minerales de origen evaporítico y alteración de sulfuros asociados yacimientos minerales, tenemos
importantes concentraciones de Yeso, Glauberita, Thenardita, etc, en la mayoría de nuestros
suelos. Dado que la presencia de sustratos y aguas sulfatadas en España es más que frecuente,
deberán tomarse precauciones en la construcción de obras de hormigón. El cemento es un polvo
finamente molido, compuesto principalmente por silicatos de calcio y en menores proporciones
por aluminatos de calcio, que, mezclado con agua se combina con ella, fragua y endurece a la
temperatura ambiente al aire o bajo agua.
Corrosióndelaceroestructural.
La corrosión es un proceso espontáneo que afecta de manera
continua al acero cuando éste está en contacto con aire y agua.
Cuanto más húmedo es el ambiente, más riesgo hay de que la
corrosión afecte de manera profunda al metal. Si hay condiciones
de salinidad o atmósferas contaminadas de ácidos, más agresivo
es el ataque, por lo que las estructuras en los primeros 100 m
junto a las costas marinas, o las situadas en instalaciones
industriales que generen gases, vapor o polvo de naturaleza
agresiva son las más vulnerables.

La corrosión provoca un aumento de volumen del acero, las


zonas corroídas se desprenden en forma de hojas, y pasan a
ocupar 10 veces el volumen del acero sano, por lo que 1 cm de
acero corroido equivale a 1 mm de sección perdida.

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