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INDICE

I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 1
II. OBJETIVOS ............................................................................................................................. 2
2.1. Objetivo general ............................................................................................................ 2
2.2. Objetivos específicos ..................................................................................................... 2
III. MARCO TEÓRICO ............................................................................................................... 3
3.1. ¿QUÉ ES EL NIÑO? ......................................................................................................... 3
3.2. EVOLUCIÓN DE LA DEFINICIÓN DE EL NIÑO.................................................................. 3
3.3. EL NIÑO CANÓNICO Y EL NIÑO MODOKI ¿SABEMOS TODO ACERCA DE EL NIÑO? ...... 7
3.4. LAS ONDAS KELVIN Y SU RELACIÓN CON EL FENÓMENO EL NIÑO ............................. 11
3.5. REGIONES DE REFERENCIA PARA EL MONITOREO DEL NIÑO ..................................... 13
3.6. UNA DEFINICIÓN OPERACIONAL DE EL NIÑO PARA LA REGIÓN COSTERA DEL PERÚ: 15
3.7. CARACTERÍSTICAS DE EL NIÑO EN EL PERÚ................................................................. 15
3.8. IMPACTOS DE EL NIÑO DE INTENSIDAD FUERTE A EXTRAORDINARIA ....................... 16
3.9. LOS MEGA-NIÑOS DE LOS ÚLTIMOS CINCO SIGLOS.................................................... 19
3.10. EL NIÑO EN EL PERÚ: REGISTRO HISTÓRICO ........................................................... 26
3.11. LA MAGNITUD E INTENSIDAD ................................................................................. 27
3.12. LOS DAÑOS CAUSADOS POR EL FENÓMENO DE EL NIÑO ....................................... 28
IV. MATERIALES Y MÉTODOS................................................................................................ 34
4.1. MATERIALES ................................................................................................................ 34
4.2. MÉTODOS .................................................................................................................... 34
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES .............................................................................................. 39
5.1. RESULTADOS ............................................................................................................... 39
5.2. DISCUSIONES ............................................................................................................... 40
VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES .......................................................................... 41
6.1. CONCLUSIONES ........................................................................................................... 41
6.2. RECOMENDACIONES ................................................................................................... 42
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ....................................................................................... 43
I. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es una recopilación y resumen de algunos trabajos, busca


presentar una introducción a través de los conceptos fundamentales sobre el
Fenómeno y su relación con los desastres.
Este informe ha sido tratado desde diversos puntos de vista por numerosos autores,
es que el Fenómeno de El Niño no es necesariamente un desastre. El Fenómeno de
El Niño es un fenómeno natural que puede convertir en desastrosa la realidad que
se vive, especialmente entre los pobladores de menores recursos económicos.
Los lamentables acontecimientos climáticos de los últimos años han mostrado la
gran vulnerabilidad de ciudades y centros poblados, así como de muchas estructuras
que, lamentablemente, han fallado. La experiencia vivida ha mostrado que los daños
causados por los Mega-niños han sido generalmente muy grandes. El Niño es una
anomalía. Para entender en qué consiste, primero hay que conocer el estado normal
del Pacífico. Es una variación climática de intensidad variable que se presenta
aproximadamente cada 4 a 7 años. Por su naturaleza, principalmente oceanográfica,
es predecible hasta con un año de antelación, y con mayor precisión, con 3 meses de
anticipación.
El Fenómeno de El Niño tiene impactos globales en el planeta y tiene su origen en
la interacción océano atmosfera, el interés por profundizar las investigaciones sobre
tan importante tema se despertó a partir del catastrófico Mega-niño de 1982-1983.
El efecto en el continente se manifiesta alterando el régimen de caudales de los ríos.
Desde entonces ha aumentado la probabilidad de que se presente nuevamente el
Fenómeno, con características desastrosas, por eso l a necesidad de intensificar
nuestro estudio y conocimiento de las lluvias que eventualmente se presenta en la
costa norperuana.
La ocurrencia de un desastre causa un gran impacto en la población, pero una vez
que ha pasado existe la tendencia a olvidarlo. Una de las características de los
desastres es que casi siempre se les trata como una emergencia, como algo
extraordinario y transitorio, que no ha ocurrido nunca y que, por lo tanto, lo más
probabl e es que no vuelva a repetirse. El reconocimiento de esta realidad debe
ayudarnos en la gran tarea de la prevención.

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II. OBJETIVOS

2.1.Objetivo general

 Conocer los aspectos generales sobre el fenómeno de El Niño


2.2.Objetivos específicos

 Conocer los intervalos de los mega-niños


 Conocer las anomalías de temperatura y precipitación.
 Adquirir conocimientos sobre el impacto del Fenómeno de El Niño
en las obras de ingeniería.
 Estudiar los índices de evaluación del fenómeno El Niño.
 Conocer las instituciones que monitorean y pronostican el niño.

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III. MARCO TEÓRICO

3.1. ¿QUÉ ES EL NIÑO?

Según (SENAMHI, 2014) Afines del siglo XIX, los pescadores del
norte del Perú apreciaron que todos los años hacia finales de diciembre,
cerca de la Navidad, solía ocurrir un incremento de la temperatura del
agua del mar, la cual era observable a lo largo de la costa norte.
Atribuyeron este calentamiento a la llegada de una corriente marina de
aguas cálidas a la que llamaron la corriente de “El Niño”.
La presencia de estas aguas cálidas a lo largo de las costas peruanas, es
un fenómeno recurrente que tiene una duración de varios meses. Ahora
sabemos que este calentamiento marino-costero se acentúa cada cierto
número de años, siendo una manifestación de los cambios que ocurren
en las capas superficiales y subsuperficiales del océano. Esto está
vinculado a interacciones complejas con la atmósfera que se producen
en el Océano Pacífico ecuatorial, a miles de kilómetros de la costa
peruana.

Figura 2.1. El SENAMHI monitorea permanentemente


las condiciones del clima.
Fuente: SENAMHI.

3.2.EVOLUCIÓN DE LA DEFINICIÓN DE EL NIÑO

Según (SENAMHI, 2014) El significado del fenómeno El Niño ha


ido cambiando a lo largo de los años. En algunos países de Sudamérica
como Perú y Ecuador, se denomina “El Niño” al incremento de la

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Temperatura Superficial del agua del Mar (TSM) en el litoral de la costa
oeste de Sudamérica con ocurrencia de lluvias intensas. Antes, era
considerado como un fenómeno local. Actualmente, se le reconoce como
el principal modulador de la variabilidad climática interanual en todo el
mundo.

El término “El Niño” comprende los cambios observados en la TSM en


el Pacífico ecuatorial central, así como los cambios de la presión
atmosférica en el Pacífico, desde Australia (Darwin) hasta Tahití
(Pacífico tropical central– oriental). En los últimos años, para centrar la
atención en el proceso de la evolución de las temperaturas de la superficie
del océano y en los vientos, los científicos han sectorizado la franja
ecuatorial del Océano Pacífico en cuatro cuadrantes.

Figura 2.2. Las cuatro regiones del Océano Pacífico en las


que los científicos centran su atención para estudiar los
vientos, las temperaturas de la superficie del mar y las
precipitaciones.
Fuente: NOAA (Administración Nacional para el Océano y la
Atmósfera de los Estados Unidos de Norteamérica. Por sus
siglas en inglés: National Oceanic and Atmospheric
Administration-NOAA.

La mayoría de ellos concentran su atención en los cuadrantes Niño 3 y


Niño 3.4 para tratar de comprender la formación de este fenómeno.
Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados
Unidos de Norteamérica utiliza el Índice Oceánico El Niño (ONI, por sus

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siglas en inglés) para la identificación de El Niño y La Niña. Este índice
se calcula promediando 3 meses consecutivos la serie mensual de las
anomalías de la temperatura superficial del mar medidas en el Pacífico
tropical en la Región El Niño 3.4 (5ºN - 5ºS, 120º - 170ºW).
Se consideran episodios cálidos y fríos cuando el índice ONI supera el
umbral de +/- 0,5 ºC. Cuando dicho umbral es cubierto durante un
mínimo de 5 meses continuos, se definen como episodios El Niño (+) o
de La Niña (-).

Tabla 2.1. Umbrales para identificar la magnitud de El Niño/La Niña,


según la
NOAA en la región del Pacífico tropical Niño 3.4

El Niño – Oscilación del Sur (ENOS) es un evento natural de la


variabilidad climática en el que se interrelacionan el océano y la
atmósfera en la región tropical del Océano Pacífico. Éste término se hizo
conocido a partir de los años ochenta, cuando la comunidad científica
demostró que había una interacción entre el océano y la atmósfera que lo
explicaba. La fase cálida del ENOS corresponde a El Niño
(calentamiento oceánico e IOS negativo), mientras que la fase fría del
ENOS, corresponde a La Niña (enfriamiento oceánico e IOS positivo).

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Figura 2.3. Índice oscilación del sur, color azul (calentamiento
oceánico) y color rojo (enfriamiento oceánico).
Fuente SENAMHI.

Durante la fase cálida del ENOS (El Niño), la atmósfera tropical se


calienta y humedece alterando las zonas de tormentas, las que se
desplazan hacia el Pacífico oriental (costa sudamericana).
Si bien los peruanos estamos más interesados en lo que ocurre en las
cercanías de nuestras costas (cuadrante Niño 1+2), el impacto de las
anomalías océano- atmosféricas en la franja ecuatorial del Océano
Pacífico asociadas al ENOS no solo se limitan a los trópicos, sino que
tienen repercusiones en otras regiones del mundo a través de las
teleconexiones.

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Figura 2.4 Una vez desarrollado El Niño, se sabe que influye en los
patrones de temperatura y precipitación en muchas regiones del
mundo. Estos cambios, aunque varían ligeramente de un evento El Niño
a otro, son bastante consistentes en las regiones sombreadas
(anomalías de temperatura y precipitación por teleconexiones) entre
diciembre-febrero (arriba) y junio-agosto (abajo).
Fuente: Adaptado de NOAA Climate Prediction Center.

3.3.EL NIÑO CANÓNICO Y EL NIÑO MODOKI ¿SABEMOS TODO


ACERCA DE EL NIÑO?

Según (SENAMHI, 2014) la mayoría de los estudios de gestión de


riesgos analizan los impactos de los eventos “El Niño Extraordinario” de
1982/83 y 1997/98, debido a la cadena de impactos devastadores en el
Perú y otras regiones del mundo (Figura 5a y 5b).

Figura 2.5: Patrones de anomalía de temperatura superficial del mar


(en °C) durante “El Niño Extraordinario” 1982, periodo de invierno
(junio, julio y agosto).
Fuente: NOAA_OI_SST_V2 data products from PSD - SENAMHI.

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Figura 2.5: Patrones de anomalía de temperatura superficial del mar
(en °C) durante “El Niño Extraordinario” del año 1997, periodo de
invierno (junio, julio y agosto). Fuente: NOAA_OI_SST_V2 data
products from PSD - SENAMHI.

Hasta antes de El Niño de 1982/83, se había documentado varios eventos


conocidos como “Niño Canónico” (Rasmusson y Carpenter, 1982), en
función de su evolución temporal, es decir, cuando el calentamiento del
mar se inicia en la costa peruana durante el otoño y se extiende hacia el
oeste, con un máximo calentamiento en el Pacífico central-oriental
durante el verano siguiente (Figura 2.5). El Niño de 1982/83 rompió estos
esquemas.

Figura 2.6: Patrones de anomalía de temperatura superficial del mar


(en °C) durante “El Niño Canónico” 1965, 1969 y 1972, periodo de
invierno (junio, julio y agosto). Fuente: COBE-SST2/NOAA/OAR/ESRL
PSD – SENAMHI.

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Investigaciones recientes (Ashok et al., 2007; Ashok y Yamagata, 2009;
Takahashi et al, 2011) dan cuenta de otro patrón de anomalías de
temperatura superficial en el Pacífico central que no necesariamente llega
a acoplarse con el Pacífico oriental, constituyéndose en el segundo modo
dominante de variabilidad interanual en el Pacífico tropical, y se le
conoce como “Niño Modoki”, cuyas características incluyen el escaso
efecto en las temperaturas del agua, del aire y en las lluvias en la costa
peruana, aun cuando pueden seguir generando impactos remotos en otras
partes del Perú y del mundo. (Figura 2.6).

Figura 2.7. Patrones de anomalía de temperatura superficial del mar


(en °C) durante “El Niño Modoki” 1994, 2002 y 2004, periodo de
invierno (junio, julio y agosto). Fuente: NOAA_OI_SST_V2 data
products from PSD - SENAMHI.

Pero El Niño no actúa solo, sobre él se acopla otro fenómeno conocido


como la “Oscilación Decadal del Pacífico” (PDO por sus siglas en
inglés), la cual es una fluctuación natural que alterna fases de
calentamiento y de enfriamiento cada 20 o 30 años, detectable a través
de la medición de la temperatura superficial del Pacífico norte (al norte
del paralelo 20). Estudios indican que esta oscilación natural,
determinaría la frecuencia e intensidad de El Niño.
Hoy existe mucha incertidumbre en los centros mundiales de
investigación del clima en cuanto a la evolución de la intensidad y

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frecuencia de El Niño en el futuro, debido a la recurrencia de patrones
asociados a nuevos modos de variabilidad interanual, y al contexto del
cambio climático.

Figura 2.8. Representación de los procesos físicos asociados a El Niño.


a) Condiciones normales; b) Condiciones durante El Niño clásico o
canónico; c) Condiciones durante El Niño Modoki. Fuente: Ashok y
Yamagata, 2009.

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3.4.LAS ONDAS KELVIN Y SU RELACIÓN CON EL FENÓMENO
EL NIÑO

Según (SENAMHI, 2014)El Comité Multisectorial encargado del


Estudio Nacional del Fenómeno El Niño – ENFEN, sistemáticamente
monitorea y estima el arribo de ondas oceánicas Kelvin cálidas y frías a
nuestras costas. Esto con el fin de prever las variaciones de la temperatura
de la superficie del mar, su impacto en las temperaturas del aire y, de ser
el caso, su relación con las precipitaciones, cuando coincide con el
período lluvioso. En muchos casos su impacto es de corta duración en el
tiempo y en otros casos pueden ser el inicio de un episodio El Niño.

Cuando los vientos alisios (que soplan de este a oeste a lo largo del
ecuador) se debilitan en varias zonas del Pacífico ecuatorial, pueden
generarse ondas Kelvin oceánicas ecuatoriales cálidas (ondas de
gravedad modificadas por la rotación de la tierra) que se propagan hacia
las costas sudamericanas. Esto da como resultado el hundimiento de la
termoclina y un incremento en las anomalías de las temperaturas tanto en
la superficie del mar como debajo de ella.

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Figura 2.9.- Anomalías12 de temperatura sub-superficial del mar.
Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera.
Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los
Estados Unidos de Norteamérica – NOAA.

Las ondas Kelvin se forman cerca de Indonesia (Pacífico occidental) en


una zona denominada como “piscina caliente”, el área más grande de
aguas cálidas de nuestro planeta. Estas ondas viajan hacia el este en
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dirección a Sudamérica, profundizando la termoclina. Su velocidad de
propagación es en promedio de 2 a 3 m/s, por lo que su arribo desde el
centro del Pacífico ecuatorial hasta nuestras costas demora unos dos
meses.

La Red-TAO (conjunto de boyas a lo largo del Pacífico ecuatorial) es uno


de los sistemas de observación más confiables para monitorear la
temperatura del agua de mar superficial y sub-superficial, los vientos, la
temperatura atmosférica y la humedad relativa en las regiones de
monitoreo de El Niño. La observación por satélites también juega un rol
importante ya que pueden medir la altura de la superficie del océano,
vientos superficiales, entre otros. Estas tecnologías, sumadas a los
modelos numéricos de propagación de estas ondas, permiten su rastreo y
la estimación de su llegada a las costas de Sudamérica.

3.5.REGIONES DE REFERENCIA PARA EL MONITOREO DEL


NIÑO

Según (SENAMHI, 2014)

Figura 2.10. Las 4 regiones del océano pacifico en las que los científicos
centran su atención para estudiar los vientos, las temperaturas de la
superficie del mar y las precipitaciones. La región el Niño 3.4 es la
intersección de Niño 3 y el Niño 4.
Fuente: SENAMHI

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CONDICIONES NORMALES

Según (SENAMHI, 2014)

Figura 2.11. Los vientos alisios soplan hacia el oeste y las aguas cálidas
se concentran en el océano pacifico occidental. Fuente:SENAMHI.

CONDICIONES EL NIÑO

Según (SENAMHI, 2014)

Figura 2.12. Los vientos alisios se debilitan, las aguas cálidas llegan a
las costas del norte del Perú y las aguas frías de la corriente peruana
(Humboldt), se alejan y se profundizan hasta 200 metros, la pesca
disminuye y el clima cambia.
Fuente: SENAMHI

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3.6.UNA DEFINICIÓN OPERACIONAL DE EL NIÑO PARA LA
REGIÓN COSTERA DEL PERÚ:

Según (SENAMHI, 2014) El Comité Multisectorial encargado del


Estudio Nacional del Fenómeno El Niño ENFEN, ha determinado un
índice para definir la ocurrencia y magnitud del fenómeno El Niño en la
región costera del Perú, denominado ICEN
(Índice Costero El Niño).

En este contexto, la declaración de condiciones El Niño del ENFEN


puede o no coincidir con los diagnósticos de la NOAA, debido a que la
NOAA se basa en el monitoreo de las anomalías térmicas del Pacífico
ecuatorial central (Región Niño 3.4), cuyas manifestaciones a gran
escala, dependiendo de su intensidad, alteran el clima mundial a través
de las teleconexiones, incluyendo el Perú.

El ICEN está basado en una media de tres meses consecutivos de


anomalías mensuales de la temperatura superficial del mar en la región
denominada Niño 1+2. Es decir, se denomina “Evento El Niño en la
región costera del Perú” (o expresión similar) al periodo en el cual el
ICEN indique “condiciones cálidas” durante al menos tres (3) meses
consecutivos (Figura 9).

Figura 2.13Índice Costero El Niño (ICEN). Eventos El Niño y La Niña


costeros indicados en rojo y azul, respectivamente. Fuente: ENFEN
3.7.CARACTERÍSTICAS DE EL NIÑO EN EL PERÚ

Según (SENAMHI, 2014) Durante el desarrollo de un episodio El Niño,


dependiendo de su intensidad y temporalidad, el comportamiento de las
condiciones meteorológicas en el territorio nacional se alteran,
provocando anomalías en el comportamiento de las lluvias y
temperaturas del aire, principalmente en la vertiente occidental y el

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Altiplano, tal como se puede apreciar mediante datos observados por el
SENAMHI durante los dos grandes episodios extraordinarios de El Niño
ocurridos en los años 1982/1983 y 1997/199813. (Tabla 2.2).

Tabla 2.2. Características de los dos episodios extraordinarios de El


Niño en el Perú.
Fuente: SENAMHI
Las manifestaciones de El Niño en el Perú, se resumen en la Tabla 2.3:

Tabla 2.3. Manifestaciones generales de El Niño


Fuente: SENAMHI
3.8.IMPACTOS DE EL NIÑO DE INTENSIDAD FUERTE A
EXTRAORDINARIA

Según (SENAMHI, 2014) Las variaciones del clima que el Perú exhibe
de un año a otro, conocido como variabilidad interanual, están en gran
medida determinadas por la presencia de El Niño. Los eventos extremos

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asociados a éste son los que causan impactos, afectando las condiciones
de vida de la población.

Al fenómeno El Niño de 1972/73 le llaman “El Niño olvidado” (Glantz,


1996), ya que si es comparado con los eventos extraordinarios de 1982/83
y 1997/98, pareciera ser cierta la afirmación; sin embargo, el Perú no lo
olvida. Es en el contexto de este Niño que se produce en el país el colapso
de la industria pesquera. Además, similares efectos ocurrían en el mundo:
Rusia registró una caída severa en la producción de granos, que la obligó
a importar grandes cantidades de trigo y maíz de Estados Unidos, lo que
significó una escasez de estos productos a escala mundial. La soya, un
alimento para consumo animal, reemplazaría al trigo en un momento de
crisis alimenticia global.

Las anomalías climáticas de principios de los años 70, según Glantz,


impulsaron no sólo las investigaciones oceanográficas, atmosféricas y
biológicas, sino que darían pie al desarrollo de un campo de investigación
multidisciplinaria que desde ese momento ha sido conocida como
Evaluación de Impactos Relacionados con el Clima. Tales evaluaciones
interrelacionan la variabilidad climática y las actividades humanas. Visto
así, el Perú muestra una gran vulnerabilidad ante las variaciones
climáticas drásticas, como los episodios extremos de lluvia y las altas
temperaturas asociadas a El Niño. Es una evidencia de ello las pérdidas
económicas que implicaron eventos como El Niño1982/83 (pérdidas por
US$ 3283 millones) y El Niño 1997/98 (causó daños estimados en US$
3500 millones), pérdidas equivalentes al 11,6% y 6,2% del PBI anual de
1983 y 1998, respectivamente.
En la Tabla 2.4 se resumen los impactos positivos y negativos de El Niño,
asociados al incremento de las temperaturas del aire y a las intensas
lluvias que se presentan durante episodios El Niño de intensidad fuerte a
extraordinaria.

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Figura 2.14 Efectos de las lluvias en Piura en 1998. Fotos aéreas del
Puente Bolognesi. Fuente: Luis Lévano - Diario El Tiempo (Piura)
Tabla 2.4. Impactos de El Niño en el Perú.

Fuente: SENAMHI
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Debe entenderse que no solo el fenómeno El Niño (dependiendo de su
intensidad) el que produce catástrofes en los países de la región. También
lo hacen los eventos que se presentan de manera regular como parte de
la variabilidad climática, sin estar necesariamente relacionados a El
Niño. La gestión de riesgos es un tema de actualidad, pues las
afectaciones por fenómenos climáticos extremos han ido
incrementándose (CAN, 2004).

3.9.LOS MEGA-NIÑOS DE LOS ÚLTIMOS CINCO SIGLOS

Según (Rocha, 2002) Es importante mencionar, aunque sea muy


brevemente, datos del pasado que demuestran que la ocurrencia
esporádica de lluvias fuertes es una constante en la árida costa del norte
del Perú. Uno de los aspectos fundamentales para la evaluación del
impacto de los Mega-niños es el conocimiento de su probabilidad de
ocurrencia. Para ello necesitamos datos. Las mediciones son muy escasas
y muy recientes. Los datos del pasado son importantes porque nos
permiten establecer, aunque sea rudimentariamente, series históricas las
suficientemente largas como para inferir el periodo de retorno del
Fenómeno. Las fuentes de que se dispone para el conocimiento de las
lluvias del pasado en la costa norte del Perú son diversas y variadas.

La identificación y estudio de los Mega-niños del pasado forma parte de


una amplia investigación en curso, de la que se adelanta algunos
resultados, tal como puede verse en el cuadro adjunto Relación de Mega-
niños (1532-2010).

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Tabla 2.5. Relación de meganiños en el Perú.
Fuente: Arturo Rocha Felices (Abril 2011)

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A continuación, se hace un rapidísimo recuento de los Mega-niños de los
últimos cinco siglos que tuvo por objetivo de la investigación establecer
con un razonable grado de seguridad los Mega-niños ocurridos en los
últimos cinco siglos, a partir del registro histórico iniciado en 1532 con
la llegada de los españoles. El recuento se refiere exclusivamente a
aquellos Fenómenos de El Niño que por su magnitud pueden
considerarse Mega-niños, es decir, grandes Niños.

Para identificarlos se ha partido de los datos existentes en diversas


fuentes y se ha establecido las alteraciones climáticas presentadas en la
costa norte del Perú con las siguientes características:

a) Gran extensión de las lluvias; es decir, se excluye las lluvias locales y


sólo se considera aquéllas que cubrieron un área importante, lo
suficientemente grande como para inferir la presencia de lluvias
generalizadas en la región.
b) Gran duración de las lluvias; es decir, se excluye aquellos años en los que
las lluvias se presentaron por pocos días y sólo se considera aquellos años
en los que se sabe que las lluvias tuvieron duraciones medidas en
semanas.
c) Aumento de la temperatura ambiental; este es un dato casi imposible de
obtener en forma directa en las fuentes históricas muy antiguas, pero se
puede inferir dicho aumento a través de ciertos indicadores, tales como
los daños sufridos por las plantas, epidemias y plagas.
d) Avenidas y desbordes de ríos; este es un dato muy incierto y que tiene
que interpretarse a la luz de la realidad hidráulica existente en cada
momento y en cada río.
Se tiene así que en los 478 años comprendidos entre 1532 y el 2010 se
habrían presentado once Mega-niños. De ellos, los cinco que ocurrieron
en los últimos 120 años tienen, ciertamente, información mucho más
confiable y extensa. Precisamente, este periodo de 120 años se ha
empleado para contrastar la serie total. El primer Mega-niño del que
tenemos noticia cierta y detallada es el de 1578. Se trata del primer gran
Niño post incaico. Este gran acontecimiento hidrometeorológico del

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siglo XVI se manifestó mediante fuertes lluvias en la costa norte que
duraron aproximadamente dos meses. Se produjeron en Trujillo, Zaña,
Chiclayo, Lambayeque, Piura y otros lugares de la costa norte.

Durante el siglo XVII aparentemente no ocurrió ningún Mega-niño. Esto


puede haber sido así o, simplemente, que no se ha encontrado
información suficiente. Se tiene datos, muy incompletos, de grandes
lluvias en Trujillo y Zaña en 1624. Parecería que se trató de un Niño
importante, pero no se ha encontrado hasta la fecha elementos de
justificación suficientes para considerarlo un Mega-niño.

Durante el siglo XVIII el FEN se presentó varias veces, tres de ellas con
características de Mega-niño: 1720, 1728 y 1791. Las intensas lluvias de
1720, se produjeron también en Trujillo, Piura y Paita y tuvieron una
duración de varias semanas. El acontecimiento más impactante del
Mega-niño de 1720 fue la destrucción de la por aquel entonces próspera
y opulenta ciudad de Zaña, en el hoy departamento de Lambayeque.
Sin embargo, los daños no quedaron en lo descrito, ya que ocho años
después se presentó el Mega-niño de 1728. Se trata de un intervalo entre
Mega-niños sumamente pequeño. Ocurrieron grandes lluvias en Paita,
Piura, Sechura, Zaña, el valle de Chicama y Trujillo. En Chocope y
Trujillo llovió cuarenta días. En Zaña llovió doce días y “corrieron ríos
de agua por las calles”. Los Mega-niños de 1720 y 1728 fueron muy
próximos. Su impacto económico ha sido ampliamente estudiado y se ha
establecido con toda precisión la ruina agroeconómica que significó para
el norte, especialmente para
Lambayeque, la ocurrencia de dos grandes Niños con un intervalo de sólo
8 años. En 1791, es decir, 63 años después, se presentó el tercer Mega-
niño del siglo XVIII. Llovió fuertemente en toda la región. Dice
Eguiguren que “Las ciudades de Piura y Payta y casi todas las
poblaciones del departamento quedaron semi arruinadas, habiendo el río
arrastrado, el 7 de abril, el puente de Piura...”.
Luego de la gran sequía que hubo en los primeros años del siglo XIX
hubo en esta centuria tres Mega-niños: 1828, 1877-1878 y 1891. En

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1828, después de 37 años del último Mega-niño, hubo importantes lluvias
entre Trujillo y Piura que duraron catorce días y que configuraron el
primer Mega-niño del siglo XIX.
José Gregorio Paredes, citado por Eguiguren, menciona que en Piura
hubo “inmensas lluvias, tempestades de relámpagos y truenos,
desconocidos allí como en lo demás de la Costa, desbordes de ríos e
inundaciones. En el despoblado Sechura, hacia el punto dicho Cabo
Verde, se formó en la ocasión un nuevo y caudaloso río...”.

En 1877 y en 1878 se tuvieron nuevamente grandes lluvias, 49 años


después del anterior Mega-niño. En Chiclayo se produjeron fuertes
lluvias. En la ciudad de Lambayeque los daños fueron muy grandes y la
población fue auxiliada “por medio de embarcaciones que proveyeron
toda clase de útiles y recursos...”. Todos los pueblos y ciudades de la
región quedaron aislados.
Trece años después, en 1891, en la costa norte del Perú soportaron fuertes
y catastróficas lluvias; se trató del tercer del siglo XIX. El Mega-niño de
1891 es el primero de cuyo estudio tenemos noticia. Fue identificado
claramente como una anomalía climática cuyo origen se vinculó al mar,
como consta en las publicaciones de la época. Fue la primera vez que se
estudió ampliamente lo sucedido, hasta donde lo permitían los
conocimientos y mediciones existentes, y se planteó el origen oceánico
de la anomalía climática ocurrida.
En la costa norte se produjeron cuantiosos daños y se calcula que hubo
2000 muertos y 50 000 personas afectadas. En Piura y Tumbes se
produjeron lluvias extraordinarias que duraron más de dos meses, las que
causaron daños tremendos, pues fueron precedidas por varios años de
sequía. Hubo desbordes de ríos y grandes daños a la agricultura. En
Chiclayo y Trujillo se presentaron lluvias torrenciales que duraron más
de dos meses y hubo tempestades, truenos y relámpagos. Chimbote
quedó destruido en un 95%, Casma quedó en ruinas y Supe desapareció
por el embate de las aguas. En Lima también ocurrieron cuantiosos
daños, “el río Rímac se desbordó el 20 de marzo, anegando el puente
Balta y avanzado sin obstáculos hasta las estaciones del ferrocarril de

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Desamparados y la Palma destruyendo los terraplenes y obras anexas e
impidiendo el libre tráfico de los convoyes”.
En 1925 y 1926, luego de 34 años, se presentaron dos Mega-niños
seguidos (en realidad, sólo el segundo responde a la definición
internacional del FEN) que fueron de gran extensión y duración. Fueron
los primeros de los cuatro Mega-niños del siglo XX. En aquella
oportunidad se midió un aumento de la temperatura del mar, la que puede
correlacionarse con el aumento de la precipitación. En 1925, año de
fuertes lluvias, la temperatura del mar frente al Callao aumentó unos 10
°C, que es un cambio de temperatura intolerable para los peces y se
produjo una gran mortandad como consecuencia de la cual “las playas
quedaron cubiertas de millones de peces muertos”.

Los Fenómenos de 1925 y 1926 abarcaron toda la costa norte y parte de


la costa central. Se caracterizaron por catastróficas lluvias, desbordes de
ríos e inundaciones que causaron enormes estragos, especialmente en el
departamento de Lambayeque. Schweigger señala que “los arenales al
sur de Pisco se convirtieron en pampas verdes con hierbas y flores”, tal
como había ocurrido en 1891. La zona de Pisco es excepcionalmente
seca, de modo que para que se produzca dicha vegetación tiene que haber
habido lluvias asociadas a un importante cambio del clima.

Durante el año hidrológico 1982-83 se hizo presente una vez más el


Fenómeno de El Niño, 57 años después del anterior, pero esta vez ya con
su nombre, pues los estudios científicos lo habían identificado como una
complejidad meteorológica oceanográfica que cubría una parte
importante de la Tierra. El tercer Mega-niño del siglo XX produjo una
severa modificación generalizada del clima en todo el Pacífico Sur, que
abarcó principalmente desde Indonesia hasta América del Sur y que
ocasionó considerables daños en Perú, Ecuador y Bolivia.

El año hidrológico 1982-83 fue, desde el punto de vista de las


precipitaciones, muy húmedo en la costa norte del Perú. Para describir y
evaluar la intensidad de los daños y el impacto del Mega-niño de 1983

24
en el Perú es necesario pensar en dos hechos fundamentales. De un lado,
el Intermeganiño fue muy grande. En los 57 años transcurridos la
memoria se debilitó y se perdió conciencia de que vivimos en una zona
en la que se producen esporádicamente grandes lluvias. De otro lado, el
desarrollo infraestructural alcanzado era mucho más grande que el que
había seis décadas atrás. Se había construido puentes y carreteras, las
ciudades habían crecido, la ocupación del territorio era intensa y se había
desarrollado los grandes proyectos de irrigación. Muchas de estas obras,
no todas, fueron concebidas como si no existiese la posibilidad de
grandes y catastróficas lluvias y el consiguiente aumento de las descargas
de los ríos. El FEN 1982-83 tuvo un fuerte impacto en la economía
nacional. Por ese entonces se comparó la magnitud de las lluvias y de las
descargas de los ríos con los registros históricos existentes, y se
concluyó, erróneamente, que se trataba de un fenómeno absolutamente
extraordinario, cuya probabilidad de ocurrencia sería muy baja y que, en
consecuencia, su periodo de retorno debía ser muy grande. Sin embargo,
contra todo lo que hubiese podido pensarse, 15 años después, en el año
hidrológico 1997-98 apareció nuevamente el Fenómeno, con
características similares y con una gran secuela de destrucción, muerte e
impacto económico. Se trataba del cuarto Mega-niño del siglo XX, el que
causó un gran impacto económico debido a su larga duración.
Estimaciones hechas por la Organización Meteorológica Mundial
(OMM) de Naciones Unidas concluyeron que se trataba “del fenómeno
meteorológico más violento vivido hasta el momento”.

En el Perú los daños fueron muy grandes. Se estimó que se destruyeron


880 km de carreteras y 58 puentes. El Colegio de Ingenieros del Perú
frente a la gravedad de la situación presentada publicó un libro sobre el
Fenómeno del Niño 1997-1998, que contiene las enseñanzas dejadas por
los hechos ocurridos.

25
3.10. EL NIÑO EN EL PERÚ: REGISTRO HISTÓRICO

Según (SENAMHI, 2014) En los últimos cinco siglos han habido por lo
menos 120 episodios El Niño, según las investigaciones históricas
recopiladas por Quinn W., Neal V., y Antúnez de Mayolo S. (1986, 1987;
IMARPE, 1999; INDECI, 2002).

A diferencia de los países del Hemisferio Norte, en el Perú la


instrumentación adecuada para la observación del clima se inicia recién en
la segunda década del Siglo XX y de manera puntual en algunas regiones
del país. Es a partir del año 1965, cuando la mayoría de las estaciones
meteorológicas e hidrológicas son instaladas en nuestro territorio, que se
inicia la observación climática de manera sostenida. Es por eso que el Perú
no cuenta con registros observacionales que reporten las manifestaciones
de episodios El Niño anteriores a esa fecha.

Sin embargo, diversas publicaciones dan cuenta de testimonios en relación


a la ocurrencia de este fenómeno. Por ejemplo, los boletines de la Sociedad
Geográfica de Lima publicados en diciembre de 1897, muestran
manuscritos de Antonio Raimondi sobre la oceanografía y climatología de
nuestro litoral, que reportan de la ocurrencia de eventos extremos
asociados al calentamiento marino-costero en el norte del país, lo que
según Eguiguren (1895) correspondería a un evento El Niño.
A continuación veamos unos fragmentos de este texto elaborado por
Antonio Raimondi en el siglo XIX: El Niño como tal, es conocido desde
que civilizaciones preincas como los Moche, los Lima y los Nazca se
asentaron en las costas del Perú antiguo. La geomorfología, los estudios
de sedimentos y la paleontología señalan que el Fenómeno El Niño ocurre
por lo menos desde hace 40,000 años. Además, estas investigaciones
arqueológicas demuestran que cambios drásticos del clima afectaron la
costa central del Perú (Cultura Lima, aproximadamente 400 d.C.)
La situación resultó ser especialmente dramática para la nación Moche en
la costa norte del Perú (200 – 700 d.C.). Todo indica que durante las

26
primeras décadas del siglo VII de nuestra era, esta próspera civilización
sufrió los estragos de un prolongado e implacable episodio El Niño.
Durante el siglo XX y hasta antes de El Niño extraordinario de 1997/98,
ocurrieron unos 25 episodios El Niño de diferente intensidad; las
referencias bibliográficas indican que los eventos El Niño de 1891 y 1925,
fueron eventos de intensidad comparable a los de 1982/83 y 1997/98. En
lo que va del siglo XXI, de acuerdo al índice ONI (Oceanic Niño Index)
de la NOAA, se han presentado cuatro episodios El Niño en el Pacífico
central; dos de intensidad débil (Años 2004/05 y 2006/07) y dos de
intensidad moderada (años 2002/03 y 2009/10).

3.11. LA MAGNITUD E INTENSIDAD

Según (Rocha, 2002) Desde el punto de vista del ingeniero proyectista las
manifestaciones de la magnitud del Fenómeno están dadas
fundamentalmente por los incrementos de temperaturas (aire y mar),
precipitación, escorrentía y caudales de sólidos arrastrados por las
corrientes fluviales. Así por ejemplo, en la cuenca del río Piura durante el
año hidrológico 1997- 98, la precipitación acumulada en los cuatro meses
de mayor lluvia alcanzó el valor de 21,600 millones de metros cúbicos. La
descarga máxima fue de unos 3500 m3/s.

Estas son medidas de la magnitud del Fenómeno. Para una apreciación más
amplia del FEN es necesario considerar su extensión y su duración.
Muchas veces la extensión del Fenómeno es tal que compromete una parte
importante del planeta.

Algunas veces la duración ha sido de varios años. A modo de ejemplo


bastaría con recordarlo ocurrido con la inundación de Zaña, para la que
intensidad (daños) del Mega-niño de 1720 fue de tal duración que hasta
ahora se viven sus efectos.

La intensidad de los daños que se experimenta ante el Fenómeno de El


Niño depende de la vulnerabilidad de la zona afectada. Un fenómeno

27
natural extraordinario, aunque sea de gran magnitud, no tiene por qué
producir necesariamente un desastre. En todo caso, los desastres
producidos por muchos fenómenos naturales se deben al desconocimiento
que tenemos de la naturaleza, a la falta de planificación y de previsión en
el diseño y en la construcción de las infraestructuras, a la irresponsabilidad
o a la pobreza, pero nada de esto implica que se trate necesariamente de
“desastres naturales.”

Muchas veces se hace un uso ambiguo o inadecuado de la expresión


“desastres naturales”. Se suele considerar, por ejemplo, que una ciudad
construida en las orillas de un río, que no tenga defensas ni encauzamiento,
que es invadida por las aguas provenientes del desborde fluvial, ha sufrido
un desastre natural que es consecuencia de un “castigo divino”, de la
“furia del río”, de la “fuerza de las aguas” o “del rigor de la Naturaleza”.
Últimamente se diría que la destrucción se debió al “Fenómeno de El
Niño”. Estas explicaciones no permiten avanzar mucho en el
esclarecimiento de las causas de lo ocurrido.

3.12. LOS DAÑOS CAUSADOS POR EL FENÓMENO DE EL NIÑO

Según (Rocha, 2002), Es muy útil describir y sistematizar los diferentes


daños que ocurren o pueden ocurrir durante los grandes Niños. Es difícil
realizar una clasificación rigurosa de los daños, pero se ha intentado
hacerlo, en forma preliminar, considerando los aspectos más importantes.
Sin embargo, debe señalarse que la relación tentativa adjunta que se ha
preparado de los Aspectos Involucrados en los Daños Asociados a los
Grandes Niños tiene el carácter más general posible. Se debe considerar
que algunos daños que hace siglos podían ser enormes, como las
epidemias, ahora no lo son tanto y, en cambio, otros que antes no existían,
como podría ser la rotura de una gran presa, ahora sí son posibles.
La intensidad con la que se manifiesta el FEN en cada lugar y en cada
momento depende no sólo de su magnitud, sino de diversos factores
vinculados fundamentalmente al grado de desarrollo físico alcanzado,

28
tanto en lo que respecta a la cantidad y a la calidad de las infraestructuras,
como a la eficacia de las acciones de protección y prevención.
RECURRENCIA

Según (Rocha, 2002) De lo expuesto y del examen del cuadro adjunto


Relación de Mega-niños (1532-2010) se concluye que contrariamente a lo
que a veces se dice, los Mega-niños no son cíclicos ni periódicos; son
estocásticos. Ocurren en cualquier momento, a veces con intervalos muy
grandes y, otras, muy pequeños. El carácter estocástico del FEN tiene que
examinarse desde el punto de vista de la ingeniería y a la luz de la
Oceanografía, la Meteorología y la Hidrología. Usualmente el FEN, que
puede empezar en cualquier momento, se desarrolla durante el año
hidrológico que empieza en septiembre u octubre y termina al año
siguiente. Por ello los Niños, especialmente los grandes Niños, suelen
designarse con un bienio, es decir, dos años sucesivos. Usualmente, por
simplicidad, se designa al Fenómeno sólo con el año correspondiente al
segundo.

¿PARA QUE CONOCER LA OCURRENCIA DE EL NIÑO EN EL


PASADO?

Según (Seiner) Existe alguna relación entre el proceso de deforestación y


la frecuencia de aparición de fenómenos tipo El Nino? Estamos seguros de
que el análisis de la recurrencia histórica de El Nino ayudara a tener un
registro más completo sobre la evolución del paisaje peruano en los
últimos siglos y a conocer el peso de factores locales (deforestación) sobre
su frecuencia de ocurrencia.
Sin embargo, hay un segundo elemento. Conocer la recurrencia histórica
de El Nino puede ser una herramienta útil para el establecimiento de
programas de mitigación de desastres.
Sabida es la alta vulnerabilidad del territorio peruano, agravada más aun
por el desordenado proceso de urbanización conocer el comportamiento
de El Niño en el pasado podría ayudar a establecer los parámetros dentro
de los cuales se desarrollaron sus efectos. Terrenos aparentemente idóneos

29
para la ocupación humana podrían estar ubicados en zonas donde
antiguamente pudo registrarse una inundación o un huaico. La población
humana concentrada en tales lugares estaría así enfrentada a la
probabilidad de una nueva ocurrencia del fenómeno, aunque con efectos
más devastadores. Creemos que si es posible considerar el conocimiento
histórico como una suerte de insumo para planificar las políticas de
prevención del presente. Así la Historia podría enriquecerse con las
aplicaciones prácticas derivadas de su información y disminuir la
vulnerabilidad del territorio.

CONSECUENCIAS

Según (SENAMHI, 2014) En condiciones No-Niño, las lluvias se


localizan en el sureste de Asia, pues la formación de nubes y consecuente
la precipitación está asociada al aire ascendente que proviene del
calentamiento del agua en esa zona del Pacífico. En cambio, el Pacifico
Oriental (cerca de América) es relativamente seco.
Durante "El Niño", por diferencia en la presión atmosférica, los vientos
Alisios se debilitan o dejan de soplar. El máximo de temperatura
superficial del mar que había en la zona occidental gradualmente se
desplaza hacia el este y, alrededor de seis meses después, alcanza la costa
de América del Sur, en el extremo este del Pacífico. El desplazamiento del
máximo de temperatura superficial del mar va acompañado de un
enfriamiento relativo en el Pacífico Occidental, es decir, cerca de Asia.

Además, durante "El Niño", la formación de nubes y precipitación también


emigra hacia América pues, como ya se mencionó, en la atmósfera se
produce una alteración del patrón de la presión atmosférica, que baja en el
lado este del Pacífico y sube en el oeste. A la aparición y desplazamiento
del máximo de temperatura se le ha nombrado más recientemente
"episodio cálido" y al sube -y- baja de la presión, Oscilación del Sur.
Modernamente se nombra al fenómeno ENOS (ENSO en inglés),
acrónimo de El Niño, Oscilación del Sur, denotando con ello el conjunto
de alteraciones en los patrones normales de circulación del océano y la

30
atmósfera.
Los cambios en la temperatura influyen en la salinidad de las aguas,
cambiándose, por lo tanto, las condiciones ambientales para los
ecosistemas marinos. Estos cambios afectan las poblaciones de peces,
especialmente en las áreas del Pacífico americano y, por ende, la actividad
pesquera en ellas. Los cambios en la circulación atmosférica alteran el
clima global, con lo que se afectan la agricultura, los recursos hídricos y
otras actividades económicas importantes en extensas áreas del planeta.

En términos prácticos, la ocurrencia de El Niño significa que muchas


regiones normalmente húmedas, como Indonesia, llegan a ser secas,
mientras que las áreas normalmente secas, como las de la costa oeste de
América, se humedecen con precipitaciones intensas.

Otros cambios se llevan a cabo; por ejemplo, la disponibilidad y


abundancia de las poblaciones de peces cambia en áreas costeras. Esto
tiene repercusiones no deseadas, con impactos adversos en la producción
y exportación pesquera y de otros productos alimenticios. Otros impactos
adversos incluyen un aumento en la frecuencia de incendios forestales,
inundaciones, erosión costera, alteraciones en el anidamiento de aves
marinas y en los arrecifes coralinos, así como la presencia de tormentas
tropicales.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Según (SENAMHI, 2014) Sin duda debemos intensificar el monitoreo y la


investigación multidisciplinaria como principal estrategia para generar y
gestionar conocimiento sobre El Niño. Otro aspecto, igual de importante,
es entender la dimensión social y económica de los efectos del clima en la
sociedad. Pronosticar los impactos de El Niño es complejo, pues cada
evento es diferente y único a la vez. Además, subyace el hecho de que no
todas las anomalías climáticas que se producen durante El Niño son
atribuibles al fenómeno, ya que éstas pueden ser parte de otras formas de
variabilidad natural.

31
Estos eventos asociados a la variabilidad climática, no solo afectan la
economía de los países que los experimentan, sino que traen una secuela
de impactos en su estructura social e incluso política.

Por lo tanto, se hace necesario evaluar la pertinencia de nuevas formas de


gobernanza que integren lo ambiental a las políticas de desarrollo. Esto
implica aprender a convivir con la variabilidad climática, valorar y
aprovechar los aspectos positivos del evento y mitigar los aspectos
negativos mediante políticas diseñadas para tal efecto.

ESTRATEGIA INTERINSTITUCIONAL PARA MONITOREAR Y


PRONOSTICAR EL NIÑO

Según (SENAMHI, 2014) En el Perú, el monitoreo de las condiciones


océano- atmosféricas lo realiza el Comité Multisectorial encargado del
Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), ente científico de
carácter oficial que reúne a investigadores de seis instituciones nacionales:

 Instituto del Mar del Perú – IMARPE.


 Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú – SENAMHI.
 Instituto Geofísico del Perú – IGP.
 Dirección de Hidrografía y Navegación – DHN.
 Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI.
 Autoridad Nacional del Agua - ANA.

Este Comité informa permanentemente a las autoridades y a la población


sobre las condiciones océano – atmosféricas, su relación con la ocurrencia
del fenómeno El Niño y sobre su evolución.

EL SENAMHI, como parte del ENFEN, es la institución encargada del


pronóstico de las condiciones atmosféricas conducentes a la ocurrencia
de eventos extremos asociados a El Niño, además de la evaluación y

32
monitoreo permanente de la circulación atmosférica en la región tropical
con fines de pronóstico de El Niño. Asimismo, difunde servicios de
información sobre El Niño/La Niña, así como avisos meteorológicos,
hidrológicos y climáticos.

Figura 15. Conferencia de prensa del Comité Multisectorial encargado


del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño - ENFEN (19/03/2014).
Fuente: SENAMHI.

33
IV. MATERIALES Y MÉTODOS

4.1.MATERIALES

a) Manual del Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres


PLANAGERD 2014 - 2021 (Objetivo Nacional y Objetivo Estratégico
1) del SENAMHI.

b) Manual del Programa Presupuestal 068: Reducción de Vulnerabilidad


y Atención de Emergencias por Desastres.

c) Manual y sitio web del Servicio Nacional de Meteorología e


Hidrología del Perú – SENAMHI Dirección General de Meteorología
- Dirección de Climatología.

4.2.MÉTODOS

a) según (TOGA) En el océano Pacífico tropical "El Niño" es detectado


mediante diferentes métodos, que van desde satélites y boyas
flotantes hasta análisis del nivel del mar, obteniendo importantes datos
sobre las condiciones en la superficie del océano. Por ejemplo, las
boyas miden la temperatura, las corrientes y los vientos en la banda
ecuatorial, toda esta información la transmiten a los investigadores de
todo el mundo.

Actualmente se monitorea el Océano Pacífico Tropical por medio de


un sistema de observación que incluye satélites. Muchos de estos
sistemas forman parte de un Programa sobre los Océanos Tropicales
y la Atmósfera Mundial (TOGA, siglas en inglés), cuyos datos sirven
como insumo para los modelos matemáticos que pronostican El Niño.

Como el ENOS se desarrolla en un espacio marítimo muy grande, se


decidió dividir el área que abarca el Océano Pacífico Tropical en
cuatro zonas:
34
Fuente: SENAMHI

Fuente: SENAMHI

1. Región NIÑO-1: entre 5º Sur y 10º latitud Sur y entre 90º


Oeste y 80º longitud Oeste.
2. Región NIÑO-2: entre 0º y 5º latitud Sur y entre 90º Oeste
y 80º longitud Oeste.

35
3. Región NIÑO-3: entre 5º N y 5º latitud Sur y entre 90º O
y 150º longitud Oeste.
4. Región NIÑO-4: entre 5º N y 5º latitud Sur y entre 160º
Este y 150º longitud Oeste.

b) Según (Schellnhuber, 2013) Washington, EE. UU. (AFP). Un nuevo


método podría anticipar la previsión del fenómeno del calentamiento
del océano conocido como El Niño y ayudar a las comunidades a
prepararse mejor para la pérdida de cultivos, las inundaciones y las
sequías que provoca, dijeron el lunes investigadores de Alemania.
El nuevo algoritmo de predicción se basa en las interacciones entre las
temperaturas superficiales del mar en el Pacífico ecuatorial y el resto
del océano, y sería capaz de advertir un evento de El Niño con un año
de antelación, en lugar de los actuales seis meses, indicaron los
científicos.
"Mejorar la preparación de las personas en las regiones afectadas,
proporcionando más tiempo de alerta temprana, es clave para evitar
algunos de los peores efectos de El Niño", dijo Hans Joachim
Schellnhuber, director del Instituto para la Investigación del Impacto
Climático, en Potsdam, Alemania.
La nueva técnica también parece más fiable que las previsiones
convencionales, indicaron Schellnhuber y sus colegas en el estudio
publicado en la revista estadounidense Actas de la Academia Nacional
de Ciencias (PNAS).
Los científicos analizaron más de 200 puntos de medición en el
Pacífico con datos que se remontan a la década de 1950. Las
interacciones entre puntos distantes ayudaron a predecir si el
calentamiento de El Niño podría suceder en el Pacífico ecuatorial
oriental.
Los científicos utilizaron este modelo en 2011 para predecir
correctamente la ausencia de un fenómeno de El Niño el año pasado,
cuando las previsiones convencionales dijeron erróneamente que
habría un calentamiento significativo del océano hasta bien entrado
2012.

36
Fuerzas naturales causan la Oscilación Sureña de El Niño (ENSO, por
sus siglas en inglés), que los investigadores describen como "el
fenómeno más importante de variabilidad natural del clima actual".
Este fenómeno ha sido identificado como el causante de sequías en
América del Sur, Indonesia y Australia, fuertes inundaciones en
lugares como Perú y Ecuador, y posiblemente crudos inviernos en
Europa, monzones inusuales en el este de Asia y huracanes en el
Caribe.
Los investigadores dijeron que la capacidad de predecir los episodios
de El Niño será más importante a medida que avance el calentamiento
global, posiblemente haciendo más intenso el ENSO y empeorando
sus efectos.
c) USO DE ÍNDICES DE EVALUACIÓN

1. El ÍNDICE DE OSCILACIÓN DEL SUR (IOS) es un valor que


se obtiene de la diferencia de los valores superficiales de presión
atmosférica entre la isla de Tahití y Darwin (Australia).

37
2. ÍNDICE OCEÁNICO EL NIÑO (ONI) para la identificación de
El Niño y La Niña. Este índice se calcula promediando 3 meses
consecutivos la serie mensual de las anomalías de la temperatura
superficial del mar medidas en el Pacífico Tropical en la Región
El Niño 3.4 (5°N – 5°S, 120° - 170°W).

3. El ÍNDICE COSTERO EL NIÑO (ICEN) está basado en una


media de tres meses consecutivos de anomalías mensuales de la
temperatura superficial del mar en la región denominada Niño
1+2. Es decir, se denomina “Evento El Niño en la región costera
del Perú” (o expresión similar) al periodo en el cual el ICEN
indique “condiciones cálidas” durante al menos tres (3) meses
consecutivos.

38
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES

5.1.RESULTADOS

39
Según (SENAMHI, 2014) En el Perú, el monitoreo de las condiciones
océano- atmosféricas lo realiza el Comité Multisectorial encargado del
Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), ente científico de carácter
oficial que reúne a investigadores de seis instituciones nacionales:

 Instituto del Mar del Perú – IMARPE.


 Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú – SENAMHI.
 Instituto Geofísico del Perú – IGP.
 Dirección de Hidrografía y Navegación – DHN.
 Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI.
 Autoridad Nacional del Agua - ANA.

5.2.DISCUSIONES

 La última vez que este fenómeno se dio con gran intensidad en nuestro
país, fue entre los años 1997 y 1998. Los departamentos de Tumbes,
Piura, Lambayeque, La Libertad e Ica, fueron los más afectados por El
Niño en esa ocasión.
 Los pescadores del puerto de Paita, al norte de nuestro país, lo
bautizaron como ‘El Niño’, en referencia a Jesucristo. Esto se debe que,
durante algunas temporadas, el agua de las costas del Pacífico se
calentaba en épocas navideñas.

40
 Cambia los patrones en el movimiento de las corrientes marinas,
provocando una superposición de aguas cálidas, sobre las aguas frías
que caracterizan a la corriente del Humboldt.
 Las consecuencias de este fenómeno en América del Sur, debido a las
alteraciones en la corriente del Humboldt, conllevan a pérdidas
pesqueras en ciertas especies, y el incremento o aparición circunstancial
de otras tantas.
 El Niño tiende a generar intensas formaciones de nubes, periodos de
gran humedad, baja presión atmosférica, lluvias torrenciales, pérdidas
agrícolas, olas de calor y violentos desplazamientos de tierra, conocidos
como huaicos.
 Este fenómeno puede significar para el país la pérdida económica de
actividades primarias. Además, ante el peligro inminente de los
huaicos, puede conllevar a pérdidas de hogares, infraestructuras y vidas.
 El Niño es un fenómeno meteorológico erráticamente cíclico, es decir,
que aparece sin una frecuencia determinada, en ciclos de tres a ocho
años. Este afecta principalmente a Sudamérica, en las costas del
Pacífico.

VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES


6.1.CONCLUSIONES

 El periodo de retorno de los Mega-niños en la costa norte peruana es


del orden de 38 años.
 En el fenómeno de El Niño de 1982-1983 las anomalías de
temperatura fueron de +8 °C (Chiclayo) y de +10 °C (Chimbote). La
anomalía de precipitación en la costa norte fue de 3000 mm entre
setiembre y mayo, mayores en Piura. En la sierra sur un déficit severo
de precipitación.
 En el fenómeno de El Niño de 1997-1998 las anomalías de
temperatura fueron de +8 °C desde Chiclayo al Norte Chico. La
anomalía de precipitación en la costa norte fue de 3000 mm entre
setiembre y mayo, en verano mayor en Piura y Tumbes; incrementos

41
de alrededor 2000% en algunas estaciones costeras norteñas:
Miraflores, Talara, Tumbes; lluvias intensas en Lambayeque; lluvias
en Lima. En la sierra sur un déficit de precipitación.
 En las construcciones de ingeniería la mayor parte de los daños se
origina en una inapropiada consideración de los aspectos hidráulicos.
 El Fenómeno de El Niño (FEN), con características de Mega-niño, es
una realidad que no puede ignorarse en la costa norte y central del
Perú, pues su periodo de recurrencia para la costa norte es del orden
de 38 años. En consecuencia, tenemos que convivir con el FEN y
aceptar que su presencia intensifica notablemente la interacción entre
la dinámica fluvial y el desarrollo urbano.
 Las obras de ingeniería son muy vulnerables al exceso de agua por
lluvia o por escorrentía, especialmente la base o el cimiento. Los
Mega-niños han causado en diferentes épocas enormes daños a las
ciudades y a las obras de ingeniería, los que podrían haber sido
menores mediante un adecuado planeamiento y diseño.

6.2.RECOMENDACIONES

 Debatir sobre si los datos proporcionados por el SENAMHI sobre el


conocimiento anticipado de la oportunidad en la que ocurrirá un
fenómeno de El Niño son confiables y hasta qué (SENAMHI, 2014)
punto, es decir el pronóstico, esto es importante para el manejo de
otros aspectos del comportamiento de las infraestructuras, así como
para contrarrestar determinados daños producidos por el Fenómeno
en otras actividades humanas.
 Generar conciencia de la importancia de La falta de planificación en
la ocupación territorial y en el desarrollo de las infraestructuras.
 Investigar sobre la relación que existe entre la magnitud del
fenómeno de El Niño y los diseños de las construcciones en las áreas
de influencia.
 Debatir sobre la magnitud y la probabilidad de ocurrencia. ya que
constituyen amenazas para las infraestructuras, y que pueden
eventualmente constituir desastres.

42
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Rocha, A. F. (2002). El Mega-Niño. Colegio de Ingenieros del Perú.Lima.


 Schellnhuber, H. J. (2013). Nuevo método permite pronosticar antes el
fenómeno de El Niño. Washington.
 Seiner, L. (s.f.). El fenómeno El Niño en el Peru. Reflexiones desde la
historia.Debate Agrario.Debate agrario.
 SENAMHI. (2014). El fenómeno EL NIÑO en el Perú. Dirección generl de
metereologia.Lima.
 TOGA. (s.f.). Cmo detectar el fenomeno del niño. Programa sobre los Océanos
Tropicales y la Atmósfera Mundial (TOGA).

43

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