Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
¿QUÉ HACER?
Venezuela, 27 de febrero de 1989 ¿Culto al espontaneísmo?*
La protesta popular del 27 de fe- sus Escritos Políticos). Es así importancia para la trascen-
Contenido: brero de 1989 ha sido catalogada como el 27 de febrero se con- dencia y permanencia de los
tradicionalmente como una expre- vierte en un hito de nuestra cambios revolucionarios en el
VENEZUELA: sión espontánea del pueblo vene- historia contemporánea, pro- tiempo, más esto no implica
1 zolano ante un sistema socio- ducto no sólo de las múltiples que se subestime el valor de las
Venezuela, 27 de febre-
político y económico que ahogaba violaciones de los derechos acciones populares espontáne-
ro de 1989 ¿Culto al
a los sectores más empobrecidos humanos llevadas a cabo por el as; tal como el mismo Lenin
espontaneísmo? de la sociedad y los condenaba a la gobierno de CAP,
COLOMBIA: indigencia, no obstante, sería ne- sino por su confi-
Nace la Red Colombia- cesario preguntarse si este espon- guración como el
na Contra la Gran Mi- 2 taneísmo de la protesta popular elemento de im-
nería Transnacional. no implica de por sí un ejercicio pulso para la orga-
reflexivo en torno a los símbolos nización popular
LATINOAMERICA: más contundentes de la opresión de la sociedad
El papel de la academia. capitalista. venezolana (sin
¿Herramienta de trans- 3 obviar las formas
- organizativas ya
formación social? La explosión social de febrero de
4 existentes para
1989 es la consecuencia política
de varias décadas de gobiernos 1989).
ineficientes, desvinculados de la
realidad social y económica de los Conforme con ello, resultaría
sectores más empobrecidos, y de erróneo concebir a los sucesos diría: no se trata de rendir cul-
la traidora aplicación de un pro- del 27 de febrero como un to al espontaneísmo, sino de
grama de ajuste estructural neoli- hecho aislado, contrariamente entender su papel en la lucha
beral por parte del gobierno éstos se convierten en el signo histórica, así como también de
“populista” de Carlos Andrés unificador de décadas de opre- comprender los retos teóricos,
Pérez (CAP), en ese sentido, si sión, teniendo que lo que sur- políticos y de organización que
bien la población venezolana no gió como un hecho espontáneo de ello derivan para la lucha
salió a la calle con un elaborado se ha convertido a posteriori anticapitalista.
contenido programático, si salió a en un proceso de organización
atacar a los símbolos más cerca- popular que inició a través de En ese sentido, las protestas
nos de su explotación y su empo- un ciclo de protestas que per- populares del 27 de febrero de
brecimiento. El autobús y los seguía la reivindicación de los 1989 constituyen el punto de
abastos fueron los primeros ataca- derechos de la población, que quiebre de mayor envergadura
dos, pero a ellos le siguieron los continuó con el proceso orga- en los últimos tiempos de la
comercios de electrodomésticos, y nizativo por el reclamo de sociedad venezolana, con-
lo que fue criminalizado como muertos y desaparecidos, pero formándose como el momento
vandalismo no era más que la que fue dando lugar a la lucha unificador que posibilitaría no
reacción de una sociedad empo- por la transformación del siste- sólo la llegada al poder del
brecida ante un sistema que os- ma político y económico neoli- presidente Chávez, sino todo
tenta permanentemente bienes a beral… Por lo que una vez más un período de crecimiento de
los que no puede acceder. es necesario recordar a Rosa la organización popular. Orga-
Luxemburgo cuando señala nización que sin duda debe
Asimismo, el espontaneísmo del que: “las revoluciones no se seguir fortaleciéndose, cons-
27 de febrero despertaba en cien- aprenden en la escuela”, y es la truyéndose y reconstruyéndo-
tos de personas -“como un sacudi- organización el producto de la se sin perder de vista la forma-
miento eléctrico”- el sentimiento y lucha. ción política pero a la vez sin
la conciencia de clase, producto subestimar a los poderes crea-
del “carácter intolerable de su exis- Sin embargo, a 21 años del dores de los sectores popula-
tencia social y económica” (tal “Caracazo” es claro que la for- res.
como diría Rosa Luxemburgo en mación política de los procesos
organizativos resulta de suma
*Rene Olvera Salinas, Historiador por la Universidad Autónoma de Querétaro, México y actualmente estudiante de la
Maestría en Estudios Latinoamericanos, de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.
3
(sigue)... que brinda el espacio académico para la visibilización de
tales estructuras de poder, es necesario esta lucha pero no es
suficiente, quedarse ahí implicaría fortalecer la relación do-
Sin embargo, Beverly, identifica dos proyectos
minante/dominado. La salida la encuentro en plantearnos la
diferentes y antagónicos, dentro de los pro-
posibilidad de un trabajo “académico” paralelo a las institu-
pios Estudios Subalternos: 1) el de represen-
ciones, que en determinado momento subvierta al trabajo
tar al subalterno desde la academia, y 2) el de
académico oficial y a las instituciones que lo cobijan. ¿De qué
la auto-representación del subalterno mismo.
manera? Es difícil delinearlo aquí pero pienso en la experien-
Para el autor, la segunda opción es inviable
cia de México: la experiencia zapatista de educación, en las
puesto que el carácter negativo de la identidad del subalter-
Universidades de la Tierra en Chiapas y Oaxaca, o en las ex-
no impide su realización. Por el contrario Beverly apela a
periencias locales de pequeños colectivos que echan a andar
que sólo es posible la visibilización de cómo el saber produ-
proyectos de investigación y pedagogía.
cido desde la academia está estructurado por la ausencia,
dificultad o imposibilidad de la representación del subalter- ----------------------------
no, lo que desembocaría en la redirección hacia la democra-
tización e igualitariedad de la academia y en consecuencia
del orden social.
No obstante, a mi modo de ver, Beverly está partien-
do de un supuesto que no comparto (entiendo que obedece a
su lugar de enunciación): el que el límite del investigador es
el acercamiento al subalterno pero que nunca será subalter-
no (aunque “vayamos al pueblo”). Considero que si bien las
estructuras de la academia como la universidad, la epistemo-
logía, la metodología pertenecen a una estructura dominan-
te, el investigador comparte la condición de subalternidad,
en tanto que nuestra inclusión a dicho sistema conlleva a la
carencia de auto-representación de nosotros mismos (en
tanto que buscamos en ella la transformación social), esto
tanto en las universidades norteamericanas como latinoame-
ricanas, y no veo el porqué no podamos compartir las histo-
rias de subalternidad con otras experiencias de subalterni-
dad similares. No comparto tampoco otro de los límites del
investigador, propuesto por Beverly, éste es el de sólo llegar
a “una amistad concreta con el subalterno”, y no derivar en
un acompañamiento no-vanguardista, tanto del otro-
subalterno al investigador-subalterno y viceversa. Pienso
que con este límite se esta dejando de lado la reproducción
de las relaciones de poder dominante/dominado que trae
consigo la academia.
Ejemplifiquemos esta última aseveración. En institu-
ciones como las universidades, existen proyectos que tien-
den a desarrollar nuevas formas de pedagogía, epistemolog-
ía y metodología más democráticas, como las propuestas por
los Estudios Subalternos. Tales proyectos son financiados
por los Ministerios o Secretarias de Educación de los países
correspondientes, a través de sub-organismos o programas
de “calidad”. Los investigadores para adquirir dichos recur-
sos “camuflageamos” los objetivos de tal manera que no pa-
rezcan críticos al sistema. Sin embargo los beneficios que
acarrean estos proyectos para la transformación social son
escasos si tenemos en cuenta que para obtener tales recur-
sos, el investigador tiene que cumplir con “indicadores” pre-
cisos de “calidad”, determinados por los propios Ministerios Si deseas visibilizar alguna noticia
o Secretarias de educación , que a su vez responden a los sobre tu país, y a través de tu co-
indicadores de las instituciones de capital mundial. Pondere- mentario puedes mostrar otra ca-
ra de la realidad latinoamericana,
mos el balance.
envíala y opina sobre ella.
En estas condiciones ¿Podemos considerar ello co-
mo fisuras en el sistema que tienden a la transformación de perspectivasdelquehacer@gmail.com
las relaciones de poder? A mi parecer, la respuesta es negati-
va, sin embargo, con ello no estoy negando las posibilidades
4