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Índice
Preludio
Orígenes
Hijos de la Revolución
Véase también
Referencias
Preludio
Véase también: Edad Media
Después de varios siglos de dominación, el Imperio Romano en el año 476 irrevocablemente se dividió. La parte oriental del mundo
romano se convirtió en el Imperio Bizantino y la parte occidental se fracturó en una serie de reinos que, en conjunto representan una
sombra del águila romana antigua. Sin embargo, a pesar de estos enormes cambios geopolíticos, una constante permaneció para dar a
Europa una cierta sensación de unidad y estabilidad: elcristianismo. Originalmente insultados como una secta marginal, los cristianos
fueron perseguidos durante siglos después de la muerte de Jesús, pero pronto se extendieron de manera eficiente en todo el imperio a
pesar del acoso constante por parte de las autoridades romanas, apelando especialmente a los pobres y aquellos en la parte inferior de
la escala social. Cuando Constantino integró a los cristianos en la vida romana en el
siglo IV, el escenario estaba listo para la eventual
dominación de la religión cristiana. Si bien el Imperio romano se hundió y se dividió, el cristianismo se arraigó suficientemente en el
tejido de la sociedad para sobrevivir al caos socio-político que caracterizó el período.
El surgimiento del Renacimiento en el siglo XV también contribuyó a debilitar las incondicional sumisión a la Iglesia mediante la
revitalización del interés por la ciencia y en el mundo clásico. En el siglo XVI, la Reforma Protestante se desarrolló a partir de
sentimientos que vieron a la Iglesia como una orden opresora dominante demasiado involucrado en la estructura feudal y señorial de
la sociedad europea. En respuesta a la Reforma Protestante, la Iglesia puso en marcha la Contrarreforma para contener la propagación
de esos sentimientos, pero este esfuerzo en última instancia, desentrañó en la Guerra de los Treinta Años, un conflicto mortal europeo
que duró desde 1618 hasta 1648. La guerra vio a las fuerzas católicas sufrir enormes derrotas, y la unidad religiosa de Europa se hizo
añicos.
En Inglaterra, las disputas entre el Parlamento y el rey Carlos I provocó una masiva guerra civil en la década de 1640. Carlos fue
ejecutado en 1649 y en última instancia, el Parlamento logró (con la Revolución Gloriosa de 1688) el establecimiento de una
monarquía limitada y constitucional, después de siglos de caos. Estos frenéticos eventos desataron un diluvio de diálogo social y
político en los círculos intelectuales ingleses. Los principales aspectos de la ideología liberal sur
gió de estos debates.
Orígenes
Véase también: Edad Moderna
En los inicios del liberalismo, el fundador del pensamiento liberal como una ideología distinta y a
menudo identificado como el "padre del liberalismo", fueJohn Locke, un médico y filósofo inglés
cuyas palabras más tarde inspiró revoluciones. Locke debatía sobre controversias políticas con
algunos de los intelectuales más famosos de la época, pero su mayor rival fue Thomas Hobbes. El
liberalismo se origina en una disputa entre Hobbes y Locke analizaron la política de la época y no
estuvieron de acuerdo en varias cuestiones sustanciales, a pesar de que sus argumentos, en lo
posterior, inspiraron las teorías del contrato social que resumía la relación entre las personas y sus
gobiernos. Sus simpatías políticas y afiliaciones sin duda inspiraron sus ideas. Hobbes apoyó la
monarquía y Locke respaldaba al Parlamento. Hobbes era un partidario de la autoridad
centralizada y dictatorial. Locke prefería a la legislatura porque se sentía que el Parlamento
John Locke es
encarnaba la voluntad del pueblo. Locke desarrolló una noción política relativamente radical que considerado como el
le valió el sobrenombre de la paternidad liberal, argumentando que el gobierno requiere el "padre del liberalismo"
consentimiento de los gobernados. En su influyente obra Dos tratados sobre el gobierno civil (en por sus importantes
inglés:Two Treatises of Government) de 1660, texto fundacional de la ideología liberal, dio una aportaciones a la
idea general de sus principales ideas. Una vez que los humanos salieron de su estado natural y las filosofía liberal. Locke
coherentemente
sociedades formadas, Locke alegó lo siguiente: "Lo que comienza y, de hecho, constituye toda
describió algunos de los
sociedad política no es más que el consentimiento de cualquier número de hombres libres capaces principios elementales
de alcanzar una mayoría para unirse e integrarse en una sociedad. Y esto es lo único que hizo o del movimiento liberal
pudo dar inicio a cualquier gobierno legítimo en el mundo". La insistencia estricta en que el naciente, como el
gobierno legítimo no tiene una base sobrenatural era una clara ruptura con la mayoría de las derecho a la propiedad
tradiciones de gobierno anteriores. Un científico político describió esta nueva forma de pensar de privada y el
consentimiento de los
la siguiente manera: "En la concepción liberal, no hay ciudadanos en el régimen que puede
gobernados.
pretender gobernar por derecho natural o sobrenatural, sin el consentimiento de los gobernados".
Locke tenía otros oponentes intelectuales, además de Hobbes. En el primer tratado, Locke dirigió
sus armas en primer lugar a uno de los decanos ingleses del siglo XVII de la filosofía conservadora: Robert Filmer. La obra
Patriarcha de Filmer (1680) abogó por el Derecho divino de los reyes, apelando a la enseñanza bíblica, afirmando que el poder
otorgado a Adán por Dios dio a los sucesores de Adán en la línea masculina de descendencia de un derecho de dominio sobre todos
los otros seres humanos y criaturas en el mundo. Sin embargo, Locke estaba en desacuerdo muy a fondo y obsesivamente con Filmer,
tanto que el "Primer Tratado" es casi una refutación frase por frase del Patriarcha. Reforzando su respeto por el consenso, Locke
argumentaba que "la sociedad conyugal se compone por un pacto voluntario entre hombres y mujeres". Locke sostenía que la
concesión de dominio en el Génesis no era el de los hombres sobre las mujeres, como Filmer creía, sino de los seres humanos sobre
los animales. Locke no era ciertamente un feminista para los estándares modernos, pero logra convertirse en el primer pensador
liberal importante en la historia de una igualmente importante tarea en el camino de hacer el mundo más plural: la integración de la
mujer en la teoría social.
La historia del liberalismo continuó después de Locke. El filósofo francés René Descartes cuestionó en el siglo XVII si hubiera
creencia alguna que uno podría sostener a priori. Concluyó que la propia existencia "pienso, luego existo" y la existencia de una
deidad sobrenatural fueron tales dos creencias.
Las colonias estadounidenses habían sido leales súbditos británicos durante décadas, pero las tensiones entre ambas partes se
exacerbaron en la Guerra de los Siete Años, que duró entre 1756 y 1763. La guerra vació las arcas públicas británicas y forzó a la
monarquía a exprimir más y más recursos de sus reclacitrantes colonias. Las colonias resintieron estos impuestos sin representación y
decidieron, después de una miríada de discusiones internas y peticiones al gobierno británico, que declararían la independencia y
encararían las consecuencias. La Declaración de Independencia, escrita por Thomas Jefferson, se hizo eco convincentemente de John
Locke: Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por
su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.1 Los
enfrentamientos militares en la Guerra de Independencias de los Estados Unidos empezaron en 1775 y acabaron en 1781, cuando el
ejército franco-estadounidense combinado con la flota francesa embotelló miles de tropas británicas en la Batalla de Yorktown. La
Revolución estadounidense acabó en 1783 con el Tratado de París, en el cual los británicos reconocían la independencia de las
colonias en América.
Después de la guerra, las colonias debatieron sobre cómo seguir adelante. El primer intento de cooperación apareció en los Artículos
de la Confederación, los cuales fueron finalmente vistos como demasiados inadecuados para proveer seguridad o incluso un gobierno
funcional. Las colonias decidieron en la Convención Constitucionalen 1787 resolver los problemas derivados de los Artículos de la
Confederación. La resultanteConstitución de los Estados Unidos fue un documento monumental en la historia de los Estados Unidos
así como en la mundial. En el contexto de la época, la Constitución era un documento extremadamente revolucionario y liberal. Los
estadounidenses evitaron el sistema monárquico y establecieron una república, sentando las bases para más de dos siglos de
expansión democrática liberal a lo largo del globo. La Constitución reveló el grado en el que la Ilustración había influido en las
colonias estadounidenses. La fábrica básica del nuevo gobierno estadounidense se levantó desde la páginas de un filósofo francés, el
Barón de Montesquieu, cuyo libro El espíritu de las leyes (1748) sentó las bases para una república con tres ramas de gobierno: el
poder ejecutivo, el legislativo y el judicial.2 Los políticos y teoricistas estadounidenses que crearon la Constitución también tenían
una gran influencia de las ideas de Locke. Como un historiador escribió: "La adopción estadounidense de la teoría democrática que
todos los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los gobernados, como ya había sido puesto en la Declaración de
Independencia, fue histórica".3 La Revolución estadounidense fue una lucha importante en la historia liberal, y fue rápidamente
seguida por la más importante: laRevolución Francesa.
La Revolución Francesa empezó en 1789 con la convocación de los Estados Generales en mayo. El primer año de la ´Revolución fue
testigo de como los miembros del Tercer Estado proclamaron el Juramento del Juego de Pelota en junio, la Toma de la Bastilla en
julio, la aprobación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en agosto, y la épica marcha sobre Versalles, que
forzó a la corte real a volver a París en octubre. Los años siguientes estuvieron dominados por tensiones entre varios asamblearios
liberales y conservadores monárquicos intentando frustrar las principales reformas. Se proclamó la república en septiembre de 1792 y
el rey Luis XVI fue ejecutado al año siguiente. Eventos externos también tuvieron un papel dominante en el desarrollo de la
Revolución. Las Guerras Napoleónicas empezaron en 1792 y dieron lugar a una serie de espectaculares victorias francesas: la
conquista de la península Italiana, los Países Bajos, y la mayor parte de los territorios al oeste del Rin -logros que fueron eludidos por
los anteriores gobiernos franceses durante siglos. Internamente, los sentimientos populares radicalizaron la Revolución, culminando
en el brutal Reinado del Terror entre 1793 y 1794. Después de la caída de Robespierre y de los jacobinos, el Directorio asumió el
control del estado en 1795 y mantuvo el poder hasta 1799, cuando fue sustituido por el
Consulado bajo Napoleón Bonaparte.
Napoleón gobernó como Primer Cónsul durante unos cinco años, centralizando el poder y racionalizando la burocracia en el camino.
Las Guerras Napoleónicas, que enfrentaron a los herederos de un estado revolucionario en contra de las viejas monarquías de Europa,
empezaron en 1805 y se prolongaron durante una década. Junto con sus botas y fusiles Charleville, los soldados franceses llevaron al
resto del continente europeo, la liquidación del sistema feudal, la liberalización de las leyes de propiedad, el final de los derechos
señoriales, la abolición de los gremios, la legalización del divorcio, la desintegración de guetos judíos, el colapso de la Inquisición, la
destrucción permanente del Sacro Imperio Romano, la eliminación de los tribunales de la iglesia y la autoridad religiosa, el
establecimiento del sistema métrico decimal, y la igualdad ante la ley para todos los hombres. Napoleón escribió que "los pueblos de
Alemania, de Francia, Italia y España, desean ideas de igualdad y liberales". Algunos historiadores sugieren que pudo haber sido la
primera persona en utilizar la palabra "liberal" en un sentido político. También gobernó a través de un método que un historiador
describió como "dictadura civil", que "atrajo su legitimidad de la consulta directa con el pueblo, en la forma de un plebiscito". Sin
embargo, Napoleón no estaba siempre a la altura de los ideales liberales que defendía. Su logro más duradero, el Código Civil, fue
"un objeto de emulación en todo el mundo" pero también perpetuó una mayor discriminación contra las mujeres bajo la bandera del
"orden natural".
Las persistentes ambiciones francesas en combinación con un largo conflicto contra Gran Bretaña, el fracaso del sistema continental,
y la catástrofe en Rusia condujo a la caída del Primer Imperio en 1815, en los campos de Waterloo, donde la Guardia Imperial hizo su
última parada en el marco del ritmo de la Marsellesa, que fue prohibida en la Restauración borbónica. Klemens von Metternich, el
canciller de Austria, construyó las bases de las décadas conservadores que se prolongaron hasta mediados del siglo XIX. Este periodo
sin precedentes de caos y revolución, sin embargo, había introducido en el mundo un nuevo movimiento e ideología que no tardarían
en recorrer el globo.
Hijos de la Revolución
El mundo después de la Revolución Francesa dio a los liberales una oportunidad para reformar las estructuras básicas de la sociedad.
Movimiento abolicionistas y sufragistas empezaron a cuajar en el siglo XIX a lo largo del mundo occidental. Lentamente pero a paso
seguro, las ideas democráticas se extendieron. El poder parlamentario en Gran Bretaña creció. Francia estableció una república
duradera en la década de 1870 y una guerra en Estados Unidos aseguró la supervivencia de esas nación y señaló el fin de la
esclavitud. Mientras tanto, una extraña variedad de sentimientos liberales y nacionalistas aparecieron en Italia y Alemania. Tales
países se convirtieron en naciones a finales del siglo XIX. La agitación liberal en América Latina alcanzó su punto álgido cuando la
región fue gradualmente integrada en los patrones políticos y sociales comunes del mundo moderno.
Los liberales después de la Revolución quisieron desarrollar un mundo libre de la intervención gubernamental, o al menos libre de
demasiada intervención gubernamental. Apoyaron el ideal de libertad negativa, el cual consiste en la ausencia de coerción y la
ausencia de coacción externas. Creían que los gobiernos eran cargas pesadas y querían que se mantuvieran fuera de las vidas de los
individuos. Los liberales presionaron a la vez para la expasión de los derechos civiles y de los mercados libres así como el libre
comercio como parte de la Revolución Industrial.
Véase también
Liberalismo
Liberalismo clásico
Social liberalismo
Referencias
1. Bernstein, p. 48.
2. Colton and Palmer, p. 320.
3. Roberts, p. 701.
4. Coker, p. 3.
5. Frey, Foreword.
6. Frey, Preface.
7. Ros, p. 11.
8. Hanson, p. 189.
9. Manent and Seigel, p. 80.
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