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Para hacerlo más sencillo, debes quedarte con la idea de que el viento es aire
en movimiento. Un gran flujo de aire que se mueve debido a diversas
circunstancias atmosféricas, por la acción del calor del Sol y los movimientos de
traslación y rotación de la Tierra.
Vamos a ver con detalle cómo se origina el viento. La superficie terrestre, por
efecto de las radiaciones solares, se calienta, y como consecuencia lo hace
también el aire en contacto con el suelo. El aire caliente, se dilata, se vuelve
más ligero, y luego se eleva. Algo que aprovechan unos aviones que son
capaces de volar sin motor.
Su sitio es ocupado por otro aire más frío, y por lo tanto, más pesado. El aire
caliente, al elevarse, se enfría y vuelve a descender. Al volver a estar en contacto
con el suelo se calienta de nuevo y el ciclo se repite.
Ahora, teniendo presente el hecho de que el aire frío pesa más (y por tanto
tiene una presión mayor) que el caliente, hagamos otra observación. No todos
los tipos de superficie terrestre se calientan en igual medida bajo los rayos
solares.
Ocurre por tanto que de día, en el mar, el aire es más frío que en la playa, esto
es, tiene más presión: por consecuencia el aire marino empuja hacia la tierra,
donde hay una presión menor, y se traslada allí.
Entre las distintas características del viento, son dos las que más interesan: la
dirección y la velocidad. Para averiguar la dirección del viento se usan simples
veletas metálicas en forma de saeta, gallo o avión, que miran habitualmente en
dirección contraria de la que procede el viento.
Otro instrumento que sirve para dar una indicación “a ojo” de la dirección y de la
intensidad del viento es la manga de viento, que se usa sobre todo en los
aeropuertos. Es una especie de tubo de tela abierto por dos lados y suspendido
encima de un palo.
Actualmente existen
los anemómetros digitales, que
pueden recoger los datos y elaborar
precisas gráficas e históricos y
enviarlos a los centros meteorológicos
en tiempo real.
TIPOS DE VIENTOS
Además de las brisas de los mares y de los montes, otros vientos periódicos,
muy frecuentes sobre todo en Asia meridional, son los monzones, originados
por los movimientos de aire entre masas continentales y océanos.
También son numerosos los vientos locales, que soplan en zonas particulares,
sin demasiada regularidad pero siempre en la misma dirección. Los marineros
han aprendido a reconocerlos desde la antigüedad, y los han llamado según la
dirección de que procede.
Las direcciones (norte, sur, este, oeste, noreste, noroeste, etc.), reunidas en un
dibujo, forman una figura llamada rosa de los vientos, la cual puede tener 8, 16
ó 32 puntas, a tenor del número de direcciones (y de los vientos
correspondientes) considerados.
Viento del norte: se le denomina tramontana. Un viento frío que en
invierno sopla con potencia en muchas zonas.
Viento del sur: también conocido como el viento del mediodía o
solano.
Viento del este: se le suele llamar comúnmente como viento de
levante.
Viento del oeste se le denomina de poniente y es el que sopla desde
el oeste.
Viento del noreste: sopla desde esta dirección y se conoce como el
gregal.
Viento del noroeste: comúnmente llamado mistral.
Viento del suroeste: conocido por los marineros y en la jerga como el
lebeche o abrego
Viento del sudeste: llamado también siroco. Es un viento de origen
africano que nace en el desierto del Sahara como un viento seco y
caliente, pero al pasar sobre el Mediterráneo se hace húmedo, y muy
fácilmente lleva lluvia. Provoca un calor bochornoso y particularmente
molesto.
COMO SE DIBUJA LA ROSA DE LOS VIENTOS
NOTA: Si hace la rosa en un papel (desde luego no está orientada), debe orientarla
con una brújula, gps, o cualqquier otro método eficiente