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PSICOLOGÍA

Psi (Ψ), letra griega comúnmente asociada con la psicología.

La psicología[1] (también sicología, de uso menos frecuente)[2] (literalmente «estudio o tratado del
alma»; del griego clásico ψυχή, transliterado psykhé, «psique», «alma», «actividad mental», y λογία,
logía, «tratado» o «estudio») es, a la vez, una profesión, una disciplina académica[3] y una ciencia
que trata el estudio y el análisis de la conducta y los procesos mentales de los individuos y de grupos
humanos en distintas situaciones,[1][3][4][5][6] cuyo campo de estudio abarca todos los aspectos de
la experiencia humana[7] y lo hace para fines tanto de investigación como docentes y laborales,
entre otros. Existen diversas perspectivas psicológicas,[8] cada una con sus propias teorías y
metodologías, y en comparativa pueden coincidir, influirse, solaparse o incluso ser contradictorias e
incompatibles;[9] esta variedad da pie a múltiples acepciones y abordajes.[10] Algunos enfoques —
como en el humanismo— consideran que el método científico no es adecuado para investigar la
conducta; otros tales como el conductismo lo emplean para comportamientos observables que
pueden ser objetivamente medidos.[5]

Por medio de sus diversos enfoques, la psicología explora conceptos como la percepción, la
atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, el pensamiento, la
personalidad, las relaciones personales, la conciencia y la inconsciencia. La psicología emplea
métodos empíricos cuantitativos y cualitativos de investigación para analizar el comportamiento.
También se pueden encontrar, especialmente en el ámbito clínico o de consultoría, otro tipo de
métodos cualitativos y mixtos. Mientras que el conocimiento psicológico es empleado
frecuentemente en la evaluación o tratamiento de las psicopatologías, en las últimas décadas los
psicólogos también están siendo empleados en los departamentos de recursos humanos de las
organizaciones, en áreas relacionadas con el desarrollo infantil y del envejecimiento, los deportes,
los medios de comunicación, el mundo del derecho y las ciencias forenses. Aunque la mayor parte
de los psicólogos están involucrados profesionalmente en actividades terapéuticas (clínica,
consultoría, educación), una parte también se dedica a la investigación, desde las universidades,
sobre un amplio rango de temas relacionados con el comportamiento y el pensamiento humano.

Etimología

El vocablo griego ψυχή (psykhé) significa «alma», «mente», «aliento», «vida», «viento frío», «soplo
helado» y era representado simbólicamente con una mariposa,[11][12] mientras que -λογία (-logia)
describe al «habla» o el «discurso», «tratado», «doctrina», etc.;[13] por tanto, psicología significa
literalmente «estudio del alma» y denota al «estudio de la mente».[14]

La palabra psicología fue utilizada por primera vez en lengua latina por el poeta y humanista cristiano
Marko Marulić, en su libro Psichiologia de ratione animae humanae a finales del siglo XV o a
comienzos del XVI,[15] y también se cita la obra de un autor alemán, Rudolf Göckel, que publicó el
texto Psychologia hoc est de hominis perfectione, anima, ortu (Marburg, 1590).

El término se difundió a través de la Reforma protestante en Alemania y los escritos de Philippe


Melanchthon, y también se encuentra el término en francés, por ejemplo en el texto Psichologie ou
traicté de l'apparition des esprits, de Noël Taillepied (1588).[16] En cuanto a la lengua inglesa, la
primera referencia conocida de psychology apareció en la obra de Steven Blankaart, en 1694.[17]
El término no ganó popularidad en el ámbito ilustrado sino hasta el uso del mismo a cargo del filósofo
alemán Christian Wolff, quien lo usó en sus obras Psychologia empirica (1732) y Psychologia
rationalis (1734).[14]

Ámbito científico

Las distintas escuelas, teorías y sistemas psicológicos han enfocado sus esfuerzos en diversas
áreas, existiendo desde los enfoques que se centran exclusivamente en la conducta observable
(conductismo), pasando por los que se ocupan de los procesos internos tales como el pensamiento,
el razonamiento, la memoria, etc. (como el cognitivismo) o las orientaciones que ponen el acento en
las relaciones humanas y el pensamiento humanista de la posmodernidad y en la comunicación
basándose en la teoría de sistemas, hasta los sistemas psicológicos que focalizan en los procesos
inconscientes (como el psicoanálisis o la psicología analítica). El alcance de las teorías abarca áreas
o campos que van desde el estudio del desarrollo infantil de la psicología evolutiva hasta cómo los
seres humanos sienten, perciben o piensan; cómo aprenden a adaptarse al medio que les rodea o
resuelven conflictos.

Para algunos autores, como los de la corriente académica anglosajona del Behavioural sciences, el
ámbito de investigación y acción de la psicología científica es exclusivamente el comportamiento
humano, distinguiendo solo tres áreas: ciencia de la conducta, ciencia cognitiva y neurociencia.

Como disciplina científica, registra las interacciones de la personalidad en tres dimensiones:


cognitiva, afectiva y del comportamiento. Es materia de controversia si acaso otras dimensiones
(como la moral, social y espiritual, incluyendo las creencias religiosas) de la experiencia humana
forman o no parte del ámbito de la psicología, como asimismo, en qué medida el abordaje de tales
aspectos puede ser considerado científico.

Métodos de investigación en psicología

En cuanto a la metodología utilizada, la psicología ha discurrido tradicionalmente por dos opciones


de investigación:

La psicología entendida como ciencia básica o experimental, enmarcada en el paradigma positivista,


y que utiliza un método científico de tipo cuantitativo, a través de la contrastación de hipótesis, con
variables cuantificables en contextos experimentales, y apelando además a otras áreas de estudio
científico para ejemplificar mejor sus conceptos. Los métodos empleados dentro de esta perspectiva
son los siguientes: investigación correlacional, investigación experimental, observación naturalista,
estudio de casos, encuesta.[18] El primer laboratorio de estudio de la psicología experimental fue
fundado en el año 1879 por el psicólogo alemán Wilhelm Wundt.

Se ha intentado comprender el fenómeno psicológico en su complejidad real, desde una perspectiva


más amplia pero menos rigurosa, mediante la utilización de metodologías cualitativas de
investigación que enriquecen la descripción e interpretación de procesos que, mediante la
experimentación clásica cuantificable, resultan más difíciles de abarcar, sobre todo en ámbitos
clínicos. A diferencia del método experimental naturalista, la investigación de enfoque sociocultural
no se ocupa del estudio de procesos específicos o variables aisladas, producidas o analizadas
experimentalmente, sino que procura una explicación de los fenómenos en su dimensión real,
asumiendo la realidad del sujeto como un escenario complejo de procesos integrados e
interrelacionados, tanto en el individuo como en su mundo sociocultural, y con una perspectiva
histórico-biográfica, en el entendido de que ningún proceso puede ser aislado y, más aún, de que se
trata de procesos irreversibles.

Organizaciones científicas en psicología

Los psicólogos suelen estar organizados localmente en colegios profesionales y también en


asociaciones científicas, que pueden ser de carácter local, nacional, continental y mundial. En el
caso de los colegios profesionales, estos cumplen una función normativa, ya que en muchos países
se exige al psicólogo poseer una autorización para ejercer su profesión, a lo que se denomina
indistintamente licencia, colegiatura o registro, entre otras formas. No existe un colegio profesional
internacional; cuando un psicólogo necesita ejercer su actividad profesional en un país diferente a
aquel en el que ha obtenido su titulación, debe revalidar su título y obtener una nueva licencia.

La Unión Internacional de la Ciencia Psicológica (IUPSyS, por sus siglas en inglés) es la entidad que
representa a la psicología en el mundo, congregando a los comités nacionales que representan a las
Asociaciones de Psicólogos de cada país. Una de las asociaciones de psicólogos más importantes
es la Asociación Psicológica Estadounidense (APA, que ha publicado normas para la elaboración y
publicación de trabajos científicos ampliamente difundidas y utilizadas en varios ámbitos de la
ciencia. En América Latina, destaca la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP). En el 2002, se
fundó la Unión Latinoamericana de Entidades de Psicología (ULAPSI),[19] con el propósito de
generar una comunidad científica y profesional de los psicólogos de esta región, a fin de generar
alternativas conceptuales y prácticas que correspondan a las grandes necesidades y a la diversidad
cultural de estos países; pretende una psicología con compromiso social y combatir el tradicional
colonialismo científico para dialogar de manera crítica con los conocidos psicólogos europeos,
asiáticos y norteamericanos.

Cronología de las escuelas psicológicas

Las siguientes son las principales escuelas o tendencias en la historia de la psicología:[20][21][22]

1879, psicología experimental, estructuralismo, W. Wundt

1896, psicoanálisis, Sigmund Freud

1913, conductismo, John Broadus Watson

1954, terapia racional emotiva conductual, Albert Ellis

1960, terapia cognitiva, Aaron T. Beck

1967, psicología cognitiva, Ulric Neisser

1962, psicología humanista, Asociación Estadounidense de Psicología Humanista

1940, terapia Gestalt, Fritz Perls

Teorías y sistemas psicológicos

El psicoanálisis
El psicoanálisis es un método de exploración que, creado por el neurólogo austríaco Sigmund Freud,
tiene como objetivo la investigación y el tratamiento de los problemas emocionales desde el punto de
vista: de la infancia de la persona, de la interpretación de los sueños, de los actos fallidos y de la
técnica de asociación libre, entre otras.[23]

Freud complementó la "psicología de la consciencia" de Wilhelm Wundt con su "psicología del


inconsciente". Contrariamente a los anteriores enfoques, centrados en la investigación de
laboratorios, el psicoanálisis no intenta ser una ciencia pura. Su interés no recayó en la acumulación
de conocimientos sobre la mente normal, si no en la aplicación inmediata de una nueva manera de
tratar a individuos que manifestaban un comportamiento anormal. Extrajo mucho más de sus datos
de observación clínica que de la experimentación controlada en el laboratorio. Freud creía que
poderosos impulsos biológicos, principalmente de naturaleza sexual, influían en el comportamiento
humano. Opinaba que estas tendencias eran inconscientes y que creaban conflictos entre el
individuo y las normas sociales.[24]

El conductismo

La psicología conductista norteamericana se forjó como una disciplina naturalista con inspiración en
la física (en oposición a la psicología fundada por Wundt, quien en 1879 creó el primer laboratorio en
Alemania); se caracteriza por recoger hechos sobre la conducta observada objetivamente, y a
organizarlos sistemáticamente, elaborando teorías para su descripción, sin interesarse demasiado
por su explicación. Estas teorías conductistas se basan en el método científico, y procuran conocer
las condiciones que determinan el comportamiento de cualquier animal, siguiendo el esquema
causa-efecto, y permiten en ocasiones la predicción del comportamiento y la posibilidad de intervenir
en ellas. Es una psicología que se orienta más hacía la producción tecnológica.[18]

Uno de los defensores más importantes del conductismo fue Burrhus Frederic Skinner, quien escribió
diversos trabajos con gran controversia acerca de diferentes técnicas psicológicas para la
modificación del comportamiento. Una de sus principales técnicas fue el condicionamiento operante,
forma de aprendizaje a consecuencia de estímulos reforzadores del ambiente. El fin de las teorías de
Skinner era crear una sociedad en completa armonía.

La mayor parte de los estudios se realizan en seres humanos. No obstante, es habitual que la
psicología experimental realice estudios del comportamiento animal, tanto como un tema de estudio
en sí mismo (cognición animal, etología), como para establecer medios de comparación entre
especies (psicología comparada), punto que a menudo resulta controvertido, por las limitaciones
evidentes derivadas de la extrapolación de los datos obtenidos de una especie a otra. La tecnología
computacional es otra de las metodologías utilizadas para elaborar modelos de conducta y realizar
verificaciones y predicciones.

El cognitivismo

La psicología cognitiva es una escuela de la psicología que se encarga del estudio de la cognición,
es decir, de los procesos mentales implicados en el conocimiento. Se define a sí misma como
heredera de la ciencia fundada por Wundt (Leipzig, 1879) y está enfocada en el problema de la
mente y en los procesos mentales. Tiene como objeto de estudio los mecanismos de elaboración del
conocimiento, desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y
razonamiento lógico. Lo «cognitivo» se refiere al acto de conocimiento, en sus acciones de
almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de
los sentidos. Metodológicamente, más que en la experimentación (como el conductismo), se ha
apoyado en modelos, también computacionales e informáticos, para llegar a la explicación de los
diversos procesos cognitivos que son de su interés. La investigación cognitivista en los campos del
juicio y de la toma de decisiones han tenido un gran impacto en otras disciplinas como la economía
(véase Daniel Kahneman, 2006).

La psicología humanista

La psicología humanista es una corriente dentro de la psicología que surge en la década de los
sesenta del siglo XX. Esta escuela enfatiza la experiencia no verbal y los estados alterados de
conciencia como medio de realizar nuestro pleno potencial humano. Surge como reacción al
conductismo y al psicoanálisis y se propone la consideración global de la persona, basándose en la
acentuación en sus aspectos existenciales (la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, la
historicidad). Critica el posicionamiento de la psicología como una ciencia natural, porque este
reduciría al ser humano solo a variables cuantificables y critica además, en el caso del psicoanálisis
y el conductismo, la excesiva focalización en los aspectos negativos y patológicos de las personas.
Uno de los teóricos humanistas más importantes, Abraham Maslow, denominó a este movimiento «la
tercera fuerza», por tratarse de una propuesta crítica, pero a la vez integradora de las dos teorías
(aparentemente opuestas) de la psicología de la época: el conductismo y el psicoanálisis.

La psicobiología

La psicobiología o biopsicología es un sistema psicológico,[25] que considera que la psicología es: el


estudio científico de la conducta y de la mente (si existe), de los animales dotados de un sistema
nervioso que los capacite por lo menos para percibir y aprender; considera que los animales capaces
de percibir y aprender son: a) los mamíferos (incluyendo el ser humano), y b) las aves; se considera
predominantemente una ciencia biológica y secundariamente una ciencia social, y se basa en el
materialismo como filosofía. (Bunge y Ardila, 2002;[26] Gadenne, 2006[27]). La psicobiología
incorpora los objetivos del conductismo y va más allá; la psicobiología no se limita a describir la
conducta, sino que la intenta explicar en términos neurobiológicos. El fin último de la psicobiología es
la construcción de teorías, tanto generales como específicas, capaces de explicar y predecir hechos
conductuales y mentales en términos biológicos.

El estructuralismo

Este sistema fue fundado por Wundt. Se le denomina estructuralismo por la finalidad con que fue
creado, ya que sus miembros estaban preocupados por el descubrimiento de la «estructura». Los
estructuralistas emplearon el método experimental, optando por la introspección para relatar tan
objetivamente como sea posible, la experiencia consciente durante el proceso de captar y juzgar los
estímulos. Descubrieron que los procesos conscientes consisten fundamentalmente en tres
elementos: sensaciones, imágenes y sentimientos.

El asociacionismo

El asociacionismo constituye un principio psicológico que afirma que todo lo conocemos por medio
de los sentidos, y surge la pregunta siguiente: «entonces, ¿de dónde vienen las ideas complejas,
que no son directamente sentidas?». La respuesta a esta pregunta nos proporciona el primer
principio de la Asociación: «Las ideas complejas provienen de la asociación de otras más simples.»

La psicología de la Gestalt

El surgimiento (en Alemania) de la Gestalt, como teoría psicológica, completa el panorama de la


psicología centroeuropea, junto al estructuralismo, el funcionalismo, que nacieron hacia finales del
siglo XIX y principios del siglo XX, y particularmente, junto al psicoanálisis.[cita requerida]

Con fuerte acento en el idealismo trascendental kantiano, la Gestalt referirá la organización de la


percepción en el sujeto a un marco estructurador de lo real a priori, esto es, independientemente de
la experiencia.

La noción de Gestalt es introducida por Christian Von Ehrenfels en 1890, como «forma»,
«estructura» (eso significa, justamente, la palabra Gestalt en alemán), al descubrir que una misma
melodía podría ser tocada sobre distintas notas, al tiempo que las mismas notas en distinto orden
daban lugar a una tonada distinta. Siendo que la tonada se da a la percepción, sucede que la
totalidad estructural, o sea, la forma, la pone el sujeto.

De acuerdo con Kurt Koffka (1935), la aplicación de Gestalt significa «determinar que partes de
naturaleza pertenecen a todos funcionales, para descubrir su posición en ellos, su grado de
independencia relativa y la articulación de grandes todos en sub-todos» La fórmula fundamental de
la teoría Gestalt, puede ser expresada de la siguiente forma: «Hay todos cuyo comportamiento no
está destinado por sus elementos individuales, sino donde los procesos parte se encuentran
determinados por la naturaleza intrínseca del todo». Es la esperanza de la teoría Gestalt el
determinar la naturaleza de tales todos.

El funcionalismo

Como su nombre indica, es una corriente enfocada a la función de la mente y no tanto a su


estructura. Es decir, cómo interactuamos como individuos con nuestro entorno y cómo nos
desenvolvemos en el medio. Un ejemplo que ilustra esta corriente es la función del corazón.
Tácitamente la importancia de este órgano radica en bombear la sangre a todo el cuerpo para que
funcione correctamente, no importando así si es de metal o de plástico.

Psicología básica

La psicología básica es la parte de la psicología que tiene como función fundamental la recopilación
y organización estructurada de conocimientos nuevos acerca de los fundamentos de actuación de
los procesos psicológicos básicos, como la percepción, la atención, la memoria, el lenguaje, el
aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas. Por otra parte, la psicología aplicada (ver
más adelante), busca solucionar problemas prácticos por medio de la aplicación y la transformación
a diferentes contextos, de los conocimientos generados por la psicología básica.

La psicología, por abordar al individuo humano, constituye un campo de estudio intermedio entre «lo
biológico» y «lo social». Lo biológico se presenta como substrato del sistema psíquico.
Progresivamente, y en la medida que la comprensión del funcionamiento del cerebro y la mente han
avanzado, los aportes de la neurobiología se han ido incorporando a la investigación psicológica a
través de la neuropsicología y las neurociencias cognitivas, Teoría de las Ciencias Humanas.
Funciones psicológicas

Tradicionalmente, estas funciones han sido estudiadas por la Psicología cognitiva, y se han
planteado para cada uno diferentes modelos que explican sus mecanismos a la base. Pero, al
menos en su definición, se puede describir lo siguiente:

 Atención: comprendida como el mecanismo mediante el cual el ser humano hace conscientes
ciertos contenidos de su mente por encima de otros, que se mantienen a un nivel de
consciencia menor. El estudio de la atención ha desarrollado modelos para explicar cómo un
organismo dirige este proceso de focalización consciente de varios objetos en forma
simultánea o secuencial. Una de las principales preguntas en el estudio de la atención es
sobre la utilidad de este mecanismo y su relación con el estudio del aprendizaje y la
conciencia.
 Percepción: entendida como el modo en que el cuerpo y la mente cooperan para establecer la
conciencia de un mundo externo. Algunas de las preguntas en el estudio de la percepción
son: ¿cuál es la estructura mental que determina la naturaleza de nuestra experiencia?,
¿cómo se logran determinar las relaciones entre los elementos percibidos?, ¿cómo
discriminamos entre los distintos elementos para nombrarlos o clasificarlos?, ¿cómo se
desarrolla durante el ciclo vital esta capacidad?, etc.
 Memoria: proceso mediante el que un individuo retiene y almacena información, para que
luego pueda ser utilizada. Permite independizar al organismo del entorno inmediato (es decir,
de la información existente en el momento) y relacionar distintos contenidos. El estudio de la
memoria ha intentado comprender la forma en que se codifica la información, en que se
almacena, y la manera en que se recupera para ser usada.
 Pensamiento: puede ser definido como el conjunto de procesos cognitivos que permiten al
organismo elaborar la información percibida o almacenada en la memoria. Este ámbito ha
implicado clásicamente el estudio del razonamiento y la resolución de problemas.
 Lenguaje: se puede definir como un sistema representativo de signos y reglas para su
combinación, que constituye una forma simbólica de comunicación específica entre los seres
humanos. En relación a este tema, la investigación ha girado en torno a preguntas como: qué
tipo de reglas se establecen para el manejo del lenguaje, cómo se desarrolla el lenguaje en el
transcurso del ciclo vital, qué diferencias hay entre el lenguaje humano y la comunicación en
otras especies, qué relación existe entre lenguaje y pensamiento.
 Aprendizaje: El aprendizaje ha sido definido por la psicología como un cambio en el
comportamiento, no atribuible al efecto de sustancias o estados temporales internos o
contextuales. La capacidad de «aprender» permite al organismo ampliar su repertorio de
respuestas básicas, estando el sistema nervioso humano particularmente dotado de una
plasticidad notable para generar cambios y aprender nuevos comportamientos.

El aprendizaje es un metaproceso psicológico en el que se ven implicados el lenguaje, el


pensamiento, la memoria, la atención, etc. Es para la psicología una de las principales áreas de
estudio y aplicación, al responder a uno de los llamados conceptos centrales de la disciplina: la
generación de cambio en los sistemas individuales y colectivos. Esta define procesos de aprendizaje
conductual y procesos de aprendizaje cognitivo, según impliquen un cambio en la conducta o un
cambio en el pensamiento.
Psicología del aprendizaje

La psicología del aprendizaje se ocupa del estudio de los procesos que producen cambios
relativamente permanentes en el comportamiento del individuo (aprendizaje). Es una de las áreas
más desarrolladas y su estudio ha permitido elucidar algunos de los procesos fundamentales
involucrados en el aprendizaje como proceso completo:

 aprendizaje vicario
 condicionamiento clásico
 condicionamiento operante
 habituación
 sensibilización

Básicamente existen dos teorías que explican el aprendizaje tanto humano como animal: el
conductismo y el constructivismo (ver constructivismo), también conocido como cognoscitivismo. Se
diferencian en las suposiciones iniciales que consideran como ciertas y que utilizan como base de
sus teorías. En el conductismo, se consideran dos principios:

 El principio de equipotencia, que afirma que los procesos de aprendizaje animal y humanos
son los mismos.
 El principio de fidelidad, según el cual los registros sensoriales son copia fiel de la realidad. Un
principio de origen empírico. (véase empirismo).

Los constructivistas, en cambio, niegan ambos principios e incluyen los factores cognitivos, socio-
culturales y emocionales como determinantes de las conductas. Entre ellos se destacan los
piagetianos (seguidores de las enseñanzas de Jean Piaget), quienes hablan del principio de
asimilación-acomodación como determinante del aprendizaje, según el cual cada individuo asimila
un nuevo conocimiento según su estructura cognitiva acomodándolo a los conocimientos previos,
eso explicaría porqué distintas personas aprenden diferentes cosas a partir de los mismos
estímulos.[cita requerida]

La psicología del aprendizaje cobra una gran importancia en la educación. Docentes y pedagogos
deben considerar aspectos tan importantes como la motivación, los intereses, las expectativas y
necesidades de los estudiantes.[cita requerida]

Psicología evolutiva o del desarrollo

Tiene como finalidad el estudio psicológico de las diferentes etapas de crecimiento y desarrollo del
ser humano, como lo manifestó Arnold Gesell. Busca comprender la manera en que las personas
perciben, entienden y actúan en el mundo y cómo todo eso va cambiando de acuerdo a la edad (ya
sea por maduración o por aprendizaje). A esta materia también se le conoce con el nombre de
«psicología del ciclo vital», ya que estudia los cambios psicológicos a lo largo de toda la vida de las
personas. Ese sería, por tanto, el objeto de estudio de la psicología del desarrollo.

La psicología del desarrollo está interesada en explicar los cambios que tienen lugar en las personas
con el paso del tiempo, es decir, con la edad. Dentro de esta área el foco de atención puede
centrarse en el desarrollo físico, intelectual o cognitivo, emocional, sexual, social, moral.
Siguiendo a Erik Erikson, esos cambios que se dan en las personas a lo largo de la vida pueden ser
explicados a través de unos factores que se encuentran enfrentados por parejas: la continuidad
versus discontinuidad, la herencia versus el ambiente, y la normatividad versus la ideografía.
También el contexto en el que se desarrollan los sujetos nos permite comprender mejor su evolución;
así, es necesario destacar el contexto histórico, el socio-económico, el cultural e incluso, el étnico,
por citar los más importantes. Finalmente, el desarrollo debe ser entendido como un proceso
continuo, global y dotado de una gran flexibilidad.

A lo largo del último siglo han sido varias las corrientes y los modelos teóricos que han aportado sus
descubrimientos e investigaciones para explicar el fenómeno del cambio. En general, cada uno de
estos modelos tiene sus propias explicaciones, a veces contradictorias, a las que se presentan
desde otras teorías. Esa diversidad de paradigmas explicativos enriquece la comprensión del
fenómeno del desarrollo. Entre los más significativos de estos modelos es necesario citar el
psicoanálisis, la psicología genética de Jean Piaget, el modelo sociocultural de Lev Vygotski, las
teorías del aprendizaje, el modelo del procesamiento de la información, y más recientemente, el
modelo ecológico y el etológico.

Los investigadores que estudian niños utilizan una serie de métodos únicos de indagación para
comprometerlos en tareas experimentales prediseñadas. Estas tareas a menudo semejan juegos y
actividades que resulten entretenidas para los niños, y al mismo tiempo útiles desde un punto de
vista científico. Además del estudio del comportamiento de niños, los psicólogos del desarrollo
también estudian a individuos en otras etapas vitales, y principalmente, los momentos en que se
producen las transiciones entre una etapa y otra (por ejemplo, la pubertad, o la adolescencia tardía).

Psicopatología o psicología de la anormalidad

La psicopatología es la rama de la psicología que describe los eventos que se presentan en la


conducta visible o no explícita en diversos trastornos de la conducta y los trastornos mentales, el
desarrollo y las consecuencias de estos comportamientos y condiciones psíquicas, tanto desde una
visión fenomenológica-clasificatoria, como circunscrita a una teoría o corriente particular.

Psicología del arte

Es el campo de la psicología que estudia los fenómenos de la creación y de la percepción artística,


desde un punto de vista psicológico. En colaboración con la estética y la crítica del arte, utiliza
teorías y métodos psicológicos para el análisis de los fenómenos y las producciones artísticas. La
investigación se desarrolla en varias direcciones: análisis del proceso creativo, de los productos
artísticos, de las relaciones entre el artista y la obra, y entre la obra y el usuario. La psicología del
arte utiliza los resultados de la investigación psicológica base, incluidas las técnicas experimentales,
los resultados comparativos y las investigaciones clínicas; aborda las áreas de estudio que se
refieren a los procesos cognoscitivos como la imaginación, la memoria, el lenguaje y la creatividad.
Aportes como los de Gustav Theodor Fechner, Sigmund Freud, la escuela de la Gestalt (dentro de la
que destaca el desarrollo de Rudolph Arnheim), Lev Vygotski y Howard Gardner han sido cruciales
en el desarrollo de esta disciplina.
Psicología de la personalidad

Durante el siglo XX, los psicólogos, al igual que los expertos en otros campos de la ciencia, se
preocuparon por extender las concepciones ya existentes, especialmente en medicina, sobre los
tipos de contextura física y sus relaciones con disposiciones comportamentales. A partir de este
conocimiento se diseñaron varios modelos de factores de la personalidad y pruebas para determinar
el conjunto de rasgos que caracterizaban a una persona. Hoy en día, la personalidad se entiende
como un conjunto organizado de rasgos, es decir comportamientos relativamente permanentes y
estables en el tiempo, que caracterizan a un individuo.

El estudio de la personalidad sigue estando de actualidad y se configura alrededor de tres modelos


válidos: el clínico, el correlacional y el experimental. El modelo clínico da prioridad al estudio a
profundidad de los individuos. El modelo correlacional busca explorar diferencias individuales
mediante estudios de tipo encuesta en grandes muestras de población. El modelo experimental
busca establecer relaciones causa-efecto a partir de la manipulación de variables. Si bien existen
diferentes posiciones respecto al nivel de cientificidad de cada modelo, en la actualidad cada uno de
ellos agrupa un conjunto de teorías de gran utilidad para el trabajo aplicado del psicólogo.

Uno de los modelos predominantes es el llamado modelo de cinco factores de la personalidad:


neuroticismo, extraversión, agradabilidad, apertura y conciencia.

Psicología aplicada

La psicología aplicada o profesional agrupa a las distintas vertientes de la psicología que tienen
aplicación directa en la solución de problemas y optimización de procesos humanos con fines
profesionales (de allí deriva su denominación como psicología profesional).

Muchos de los conocimientos de la psicología aplicada provienen de la psicología básica, sin


embargo cabe señalar que la aplicación profesional genera constantemente nuevo conocimiento de
orden conceptual y/o procedimental que muchas veces alcanza independencia del conocimiento
básico que le dio origen.

Las vertientes más conocidas en el rubro de la psicología aplicada son la clínica, la educativa, la
organizacional y la comunitaria (muchas veces denominada social o social-comunitaria); pero
también existen otras ramas de creciente desarrollo.

Psicología clínica

Se ocupa de la investigación de las funciones mentales de las personas que padecen sufrimiento, no
solo derivado por un trastorno mental sino también trastornos de orientación del desarrollo de las
potencialidades humanas. Puede usar como apoyo las diversas pruebas psicológicas que se han
creado, pero teniendo en cuenta que jamás una prueba reemplaza a la fuente del conocimiento, que
es la entrevista.[cita requerida]
Psicología educativa

Estudiante de psicología brindando un taller de psicología educativa a estudiantes de primaria.

La psicología educativa es el área de la psicología que se dedica al estudio de los fenómenos del
aprendizaje y técnicas para mejorar la enseñanza humana dentro de los centros educativos;
comprende el análisis de las formas de aprender y de enseñar.

Mediante el estudio de la psicología educativa se busca conocer los factores que han intervenido en
el desenvolvimiento de las potencialidades o aquellos que las dificultan.

Psicología infantil o infanto-juvenil

Es el estudio del comportamiento de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia, que
incluye sus características físicas, cognitivas, motoras, lingüísticas, perceptivas, sociales y
emocionales.

Los psicólogos infantiles intentan explicar las semejanzas y las diferencias entre los niños, así como
su comportamiento y desarrollo. También desarrollan métodos para tratar problemas sociales,
emocionales y de aprendizaje, aplicando terapias en consultas privadas y en escuelas, hospitales y
otras instituciones.

Las dos cuestiones críticas para los psicólogos infantiles son: primero, determinar cómo las variables
ambientales (el comportamiento de los padres, por ejemplo) y las características biológicas (como
las predisposiciones genéticas) interactúan e influyen en el comportamiento; y segundo, entender
cómo los distintos cambios en el comportamiento se interrelacionan.

Psicología social

La psicología social investiga la interacción de los seres humanos, sobre todo en grupos y
situaciones sociales, y subraya la influencia de las situaciones sociales en la conducta humana. La
psicología social trata de comprender el mundo social, a la vez que se interesa por la interacción
humana desde tres puntos de vista: psicológico, social y simbólico. Muchos procesos sociales
implican relaciones entre personas, o la vinculación de la gente a la sociedad y a sus instituciones, o
la presencia simbólica de la sociedad en la mente del individuo. El conocimiento psicosocial se aplica
en áreas como las formas de atracción interpersonal, relaciones internacionales, discriminación de
grupos minoritarios, publicidad, prejuicios, fanatismo, etcétera. La importancia de la matriz social en
la explicación de la conducta humana exige un examen de las nociones de socialización y cultura
humana, así como del pensamiento social: percepción (conocimiento de las personas), atribución
(conocer las causas de la conducta propia y ajena) y cognición (conocimiento de la «realidad
social»).[28]

Psicología industrial u organizacional

La psicología del trabajo y de las organizaciones, a veces también llamada psicología laboral o
psicología organizacional, deriva de lo que inicialmente se llamó psicología industrial (y aún se le
sigue llamando así, sobre todo en el ámbito de lo académico). Sin embargo, la posterior
incorporación de nuevos elementos, provenientes del área de estudio de la psicología social y
aplicados a las organizaciones, marca una diferencia que no sólo es terminológica, sino también
conceptual. Mientras la psicología organizacional enfatiza en un enfoque sistémico o estructural,
poniendo el acento en las relaciones y procesos de la dinámica de la organización, a la vez que
opera con una idea de organización más amplia, que incluye a las instituciones no laborales o
empresariales (escuelas, hospitales, etcétera), la aproximación al tema de la psicología del trabajo o
laboral se ocupa de todos los aspectos psicológicos del trabajo humano (tales como la ergonomía, el
análisis de puestos de trabajo, o la selección de personal), pero poniendo énfasis en el
comportamiento individual, en la manera en que el individuo actúa en su contexto laboral, en el
carácter de su relación individual con la organización empresarial en la que trabaja.

La denominación «psicología del trabajo y de las organizaciones» aspira a englobar ambos


enfoques, y tiene por objeto el estudio y la optimización del comportamiento del ser humano en las
organizaciones, fundamentalmente en contextos laborales, profesionales y empresariales
(industriales o no), pero también en otros ámbitos institucionales. Esta área de la psicología
constituye, junto a la psicología clínica y la psicología de la educación, uno de los tres grandes
ámbitos de aplicación de esta ciencia del comportamiento humano.

Psicología comunitaria

Trabajan con los pobladores de una comunidad urbana o rural para el estudio de sus recursos
humanos y materiales, facilitando que satisfagan necesidades vitales como salud, educación,
vivienda, salubridad, alimentación, trabajo, deporte, recreación y otros.

Psicología de la salud

El conjunto de contribuciones científicas, educativas y profesionales que las diferentes disciplinas


psicológicas hacen a la promoción y mantenimiento de la salud, a la prevención y tratamiento en la
especialidad, a la identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la
enfermedad y las disfunciones relacionadas.

Psicología de la emergencia

Se dedica al diseño de intervenciones en poblaciones que han sufrido desastres, ya sea en los
momentos recientes o los mediatos, para aminorar las secuelas emocionales.

Psicología forense

Comprende un amplio rango de prácticas que involucran principalmente evaluaciones de capacidad


de los acusados, informes a jueces, abogados y testimonio en juzgados sobre temas determinados.
Entre ellos está la psicología criminal, consistente en estimar un perfil psicológico de un individuo
hipotético, que facilite la aprehensión de cualquier criminal, tomando en cuenta aspectos, conductas
y evidencias del sospechoso, se le conoce como psicología criminal.

Psicología del deporte

La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) define a la psicología del deporte como «el
estudio científico de los factores psicológicos que se asocian con la participación y el desempeño en
el deporte». Sus objetivos principales son apoyar a los atletas a aumentar su desempeño y
comprender el papel del deporte en la salud.[29]

Formación del psicólogo

Estudiantes utilizando una «Caja de Skinner» en el antiguo Laboratorio de Psicología Experimental


de la Facultad de Psicología de la Universidad de San Marcos. Lima, Perú, año 1999.

El término psicólogo tiene dos acepciones generales, por un lado es una persona que tiene un título
profesional en Psicología y que ejerce la práctica de la misma, para esto debe poseer el grado
académico de Licenciado/Graduado en Psicología y haberse colegiado en el Colegio de Psicólogos
de la jurisdicción donde ejerce. Cabe agregar en todo caso que no en todos los países la colegiatura
es obligatoria, sino voluntaria. Esto viene determinado por las leyes particulares de cada país.
Asimismo, en otros países como en Chile algunas escuelas de psicología ofrecen al estudiante la
opción de recibir solo el «título profesional» de psicólogo acreditado por una práctica profesional, y
no necesariamente el «grado académico» de licenciado en psicología, que implica para su
acreditación la elaboración de una tesis de grado.

En otro sentido, se entiende como psicólogo a toda persona que estudia el comportamiento humano
en sus diferentes ámbitos desde un enfoque científico. De ahí que personajes tan importantes como
Sigmund Freud, Carl Jung, Carl Rogers, Alfred Adler, Jean Piaget, Wilhem Wundt o Eric Berne, que
provienen de áreas tan dispares como la medicina, la biología y la física, sean considerados como
los padres de la psicología y que se les reconozca, dentro del gremio, su estatus como psicólogos.

En casi todos los países del mundo existen facultades o escuelas de Psicología en las principales
universidades tanto públicas como privadas. En las universidades que no poseen una facultad de
psicología, esta carrera suele estar adscrita a las facultades de ciencias sociales, humanidades y
ciencias humanas, dependiendo del país, de la institución y de la orientación de la formación.

El estudio de la psicología está especialmente difundido en Europa y Norteamérica; en América


Latina está en amplio crecimiento, encontrándose especialmente desarrollada en Sudamérica, donde
países como Argentina, Chile y Brasil son reconocidos en todo el mundo por sus aportes a la teoría,
especialmente en el área del Psicoanálisis. Otra área de estudio desarrollada en América Latina es
la psicología social y su aplicación comunitaria, donde países como El Salvador, Puerto Rico,
Venezuela y México han dado varios de los teóricos más importantes en este campo.

Aunque cada programa de instrucción en psicología varía según la institución que lo imparte, en
líneas generales los psicólogos deben tener formación en:

 Área sustantivo-psicológica
 historia de la psicología
 teorías psicológicas (psicoanálisis, conductismo, psicología humanista, cognitivismo,
psicología de la Gestalt, etc.)
 procesos psicológicos básicos: aprendizaje, memoria, inteligencia, percepción, emoción,
motivación, pensamiento, razonamiento, lenguaje, etc.
 bases biológicas del comportamiento: biología y fisiología generales; neuroanatomía y
neurofisiología; neuropsicología; psicofarmacología.
 psicología evolutiva y del desarrollo humano
 psicopatología o psicología de la anormalidad: elementos de psiquiatría, evaluación y
diagnóstico psicológico
 deontología (ética) psicológica

Área metodológica y de investigación

 diseño y manejo de técnicas de exploración proyectivas y psicométricas;


 metodología de investigación: estadística aplicada a la psicología; métodos cuantitativos de
investigación; métodos cualitativos de investigación; modelos matemáticos de los procesos
psicológicos;
 psicología experimental.

Área aplicada

 psicología del trabajo y las organizaciones (incluye la psicología laboral, del trabajo, industrial
y organizacional)
 psicología clínica
 psicología comunitaria
 psicología educacional
 psicología forense
 psicología social
 psicología del rumor

Área complementaria

 Antropología
 Epistemología
 Lingüística
 Lógica
 Sociología
 Teoría de las ciencias humanas
 Neuroeconomía
A estos aspectos se les suma la formación en ciencias básicas y en ciencias aplicadas, de acuerdo
con la estructuración y los objetivos de cada centro de estudios profesionales que imparte la carrera.

La psicología tiene un terreno amplio de aplicaciones, tantas como hechos humanos hay. Los
psicólogos frecuentemente optan por la especialización en un área de su preferencia (más del 60 por
ciento de ellos se dedican a la clínica), o a aquella que represente mayores retribuciones laborales, o
un mayor campo de trabajo (industrial-organizacional). Actualmente, la tendencia va más hacia la
integración interdisciplinaria de los diferentes campos y con carreras afines, en pos de una
comprensión de la complejidad del individuo, de su existencia y de su vida psíquica que permita
estudiar, investigar, teorizar, e intervenir de una forma más adecuada, más efectiva, y más real, en
los problemas que aquejan a la humanidad en su eterno devenir por la experiencia del sí mismo y de
los otros.

Diferencias entre psicología y psiquiatría

La psicología y la psiquiatría pueden ser confundidas debido a que una de las ramas de la
psicología, la psicología clínica, aborda el fenómeno de la salud mental al igual que la psiquiatría. La
psicoterapia psiquiátrica también ha difuminado todavía más los límites entre psiquiatría y psicología.
Las diferencias fundamentales radican en la formación recibida y el uso de medicamentos para el
tratamiento.

Otras acepciones de psicología

Diccionarios como el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española recogen otros
significados del término psicología, además de los ya desarrollados en este artículo, que no se
abordan centralmente en él o bien que no se mencionan de manera explícita:

«Manera de sentir de un individuo o de una colectividad».

«Capacidad para conocer y comprender la psicología de una persona».

«Síntesis de los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una nación».[1]

Psicología

Es bastante común pensar que los psicólogos y psicólogas se dedican a solucionar cierto tipo de
problemas personales de "pacientes". Problemas de tipo comportamental, como la adicción al
alcohol; de tipo emocional, como el dolor que produce la muerte de un ser querido, o relacionado con
patologías tratadas también desde la psiquiatría.

En definitiva, la psicología es, para una buena parte de la población, la práctica de realizar
psicoterapia, cuando no directamente algo que tiene que ver con los divanes, la hipnosis y el
psicoanálisis en general.

Las distintas especialidades (ramas) de la psicología

Sin embargo, si nos detenemos a examinar más detenidamente lo que es y lo que ha sido la
psicología a lo largo de la historia, nos daremos cuenta de que los ámbitos y campos en los que
puede ser aplicada son bastante más amplios de lo que parece sugerir la icónica imagen de
Sigmund Freud prestando servicios de psicoterapia. De hecho, la psicología puede tener tantas
facetas como actividades realiza el ser humano.

Eso es lo que hace que no exista una sola psicología, sino muchas ramas de la psicología que están
orientadas a distintos ámbitos de aplicación y diferentes objetivos. La psicología consistente en la
realización de psicoterapia con pacientes es, pues, solo una de las muchas especialidades que
existen dentro de la ciencia de la conducta.

Así que, si quieres saber cuáles son las diferentes ramas de la psicología y sus salidas laborales, te
irá bien leer lo que viene a continuación.

1. Psicología de las organizaciones y del trabajo

La psicología de las organizaciones y del trabajo (esta última conocida también como psicología
industrial) tiene que ver con la investigación y la intervención sobre trabajadores, con el objetivo de
encontrar las estrategias para hacer que su nivel de rendimiento sea óptimo teniendo en cuenta las
necesidades de cada uno de ellos y las de la organización en su globalidad. Es, por tanto, la
aplicación de la psicología al mundo laboral.

Las personas que se dedican a la psicología organizacional suelen trabajar dentro de los
departamentos de Recursos Humanos de las empresas, o bien pueden ofrecer sus servicios desde
agencias especializadas en la selección de personal, la impartición de cursos formativos, la creación
de dinámicas de trabajo más efectivas, etc.

Como las actividades que se realizan dentro de una organización son muy variadas, esta rama de la
psicología tiene, a su vez, muchas vertientes.

Una de sus facetas, por ejemplo, está orientada a aquello que hace que cada uno de los
trabajadores y trabajadoras, individualmente, rindan bien en su puesto de trabajo, ya sea
interviniendo sobre las herramientas con las que cuenta cada persona, estudiando sus fortalezas y
debilidades, realizando estudios de ergonomía para comprobar si trabajan o no de manera cómoda,
etc. Esta faceta de la especialización suele ser llamada psicología del trabajo, o industrial, ya que
tiene que ver más bien con el rendimiento de cada uno de los trabajadores y su entorno de trabajo
inmediato.

La otra faceta de esta especialidad de la psicología, en cambio, está orientada a las dinámicas de
trabajo y las relaciones entre las personas que componen la organización, y por lo tanto tiene que
ver con el clima laboral, los estudios de liderazgo, la resolución de conflictos de intereses, la creación
de flujos de comunicación eficaces, etc. Esta es la psicología organizacional.

La psicología del trabajo y las organizaciones es, además, la rama de la psicología que acostumbra
a tener una mayor salida laboral, y por lo tanto suele ser una opción profesional muy preciada.
Dentro de ella, la selección de personal tiende a ser la que crea más puestos de trabajo.

2. Psicología del marketing y del consumidor

La psicología del marketing nace a partir de la psicología de las organizaciones, en el sentido de que
está orientada a cubrir las necesidades del engranaje productivo de las empresas. En este caso,
estas necesidades consisten en dar salida a los productos o los servicios que se ofrecen, haciendo
que la potencial demanda de estos se dirija a la oferta de la empresa.

En resumidas cuentas, de entre todas las ramas de la psicología esta especialización se centra en
las investigaciones orientadas a crear servicios y productos atractivos para el cliente. Por tanto,
interviene en la creación del plan de marketing, la publicidad y el diseño del producto.

La psicología del marketing y del consumidor se especializa en hacer que lo que ofrecen las
organizaciones sea lo más atrayente posible para el tipo de cliente al que quiere venderse el
producto o servicio, y también establece qué estrategias de comunicación son más útiles para llegar
a este. Se trata de una disciplina muy solapada con lo que tradicionalmente vienen haciendo las
agencias de medios y de publicidad, y es por eso que este tipo de psicólogos trabajan conjuntamente
con los profesionales de esos ámbitos.

Entre los activos más valiosos de la psicología del marketing y el consumidor se encuentra
el neuromarketing, que aplica técnicas propias de las neurociencias para ver de qué manera
responden los potenciales clientes o consumidores ante piezas de publicidad, diseños de packaging
(el embalaje del producto), etc. Los psicólogos publicitarios también pueden jugar un rol importante
en estos procesos de diseño según el modo en el que interpretan la lectura de patrones de
activación cerebral, el seguimiento del movimiento de la mirada ante un cartel de publicidad, etc.

Esta es una de las especialidades de la psicología más importantes en un contexto en el que los
consumidores son cada vez más inmunes y escépticos ante la publicidad.

3. Psicología clínica y de la salud

Esta es una de las ramas de la psicología más conocidas, si no la que más, y consiste en la
investigación e intervención centrada en los problemas psicológicos más o menos severos que
afectan a la calidad de vida de las personas. Si las alteraciones psicológicas tienen que ver con
trastornos mentales, los psicólogos clínicos trabajarán conjuntamente con otros profesionales de la
salud en el diagnóstico, pronóstico, intervención y control de las alteraciones psicológicas.

Las personas que pertenecen a esta especialidad de la psicología ofrecen un servicio


llamado psicoterapia y cuya forma, planteamiento y procedimientos pueden variar mucho, según la
orientación psicológica que se tenga y las herramientas con las que se cuente. Como consecuencia,
no todos los psicólogos de la salud trabajan del mismo modo ni cuentan con la misma formación,
aunque puedan ser incluidos dentro de la categoría de profesionales de la salud mental.

4. Sexología

La especialización de sexología dentro del ámbito de la psicología tiene que ver con la aplicación de
la psicología a la resolución de problemas de sexualidad. Se trata de una rama de la psicología
derivada de la psicología clínica y de la salud pero que, se orienta a los tratamientos sobre la vida
sexual de pacientes.

Aunque la psicología del ámbito de la sexología es especialmente útil para tratar disfunciones
sexuales, también puede jugar un papel muy importante a la hora de mejorar la vida sexual de
personas sin ningún trastorno de este tipo.
5. Neuropsicología

El sistema nervioso es la base de operaciones de todo lo que tiene que ver con nuestra conducta,
nuestras emociones y sentimientos y nuestra capacidad de pensar y comunicarnos, así que es
normal que una de las ramas de la psicología esté orientada hacia las neurociencias.

La neuropsicología es una especialización a caballo entre la neurología y la psicología, y su


razón de ser es el estudio de los procesos mentales y el funcionamiento del encéfalo cuando
hay alguna alteración en este.

La neuropsicología es especialmente útil en el estudio de lesiones cerebrales,


malformaciones, disfunciones y enfermedades que afectan al funcionamiento del sistema
nervioso. Así pues, las personas que de entre todas las ramas de la psicología opten por esta
especialización podrán dedicarse al estudio de las relaciones entre los procesos mentales (y
comportamentales) y lo que ocurre en el cerebro, para extraer conclusiones que permitan
realizar un diagnóstico, pronóstico, tratamiento y control de síntomas.

6. Psicología forense

Esta especialidad está orientada a cubrir necesidades que aparecen en el seno del sistema
judicial. Un psicólogo forense recopila, analiza y presenta pruebas de tipo psicológico que
van a ser tenidas en cuenta en procesos judiciales. Por ejemplo, puede evaluar a una persona
investigada para examinar la posibilidad de que tenga trastornos mentales, o bien aporta
pruebas que refuerzan la hipótesis de que una persona tiene falsos recuerdos.

A diferencia de lo que ocurre durante la psicoterapia, en la que también se recopila y se


analiza información relacionada con el comportamiento de una persona concreta, en la
evaluación psicológica forense los intereses del psicólogo o psicóloga y los de la persona
examinada no coinciden. De hecho, entre las tareas que tiene el psicólogo forense se
encuentra la de explorar la posibilidad de que la persona examinada esté mintiendo para
hacer valer una versión de los hechos que le beneficie.

Además de todo esto, la rama de la psicología forense está relacionada con la creación de perfiles
psicológicos de criminales para ayudar en las tareas de búsqueda y captura.

7. Psicología de la educación y del desarrollo

Casi todas las ramas de la psicología dirigen parte de su atención a los procesos de
aprendizaje, pero la especialización en psicología educativa dirige toda su atención hacia ellos. El
objetivo de esta rama es aplicar técnicas y estrategias para hacer que el aprendizaje se realice
de la manera más satisfactoria posible, haciendo que exista un buen encaje entre aprendices
y maestros.

Además, la psicología de la educación entiende el concepto "educación" en su sentido más


amplio. No tiene que ver solo con lo que hacen los jóvenes en la escuela, sino que sea aplica
a todos los ámbitos en los que el aprendizaje tenga un papel protagonista, ya sea en cursos
formativos de trabajadores o dentro de familias y comunidades que deben adaptarse a una
nueva situación.
De hecho, desde la psicología de la educación cada vez se le da más importancia a la
necesidad de concebir la educación como un trabajo en red, que se ejerce mucho más allá de
las escuelas y las academias. Es por eso que parte de los esfuerzos de los psicólogos de la
educación se dirigen a poner en contacto a diferentes agentes que, entre sí, tienen un papel
en la educación de un grupo de personas: maestros, trabajadores sociales, familiares, etc.

La psicología del desarrollo está muy relacionada con la psicología de la educación y a menudo se
las percibe como una misma cosa. Sin embargo, la primera está más orientada a los cambios
comportamentales que tienen que ver con el desarrollo madurativo de las personas y su paso
por las diferentes etapas de crecimiento, desde la niñez hasta la vejez.

Esto es utilizado desde la psicología educativa para establecer criterios que prmitan saber
cuáles son las capacidades y los límites de aprendizaje de las personas, dependiendo de en
qué etapa del desarrollo se encuentren. Por ejemplo, el hecho de que una niña tenga cinco años
permite presuponer que no será capaz de aprender contenidos que obliguen a la utilización
de de una lógica formal medianamente elaborada.

8. Psicología del deporte

La rama de la psicología del deporte tiene como fin implementar estrategias para hacer que el
rendimiento psicológico y físico de los deportistas los lleve a mejorar sus resultados, tanto en
lo que respecta a su rendimiento individual como en el que involucra a su cooperación y
coordinación con otras personas de su equipo (si hay equipos en el deporte en cuestión). El
objetivo es hacer que las dinámicas psicológicas, las estrategias aprendidas y el estado
emocional en el que se encuentra el deportista lo lleven a encontrarse en una situación
óptima para exprimir al máximo sus capacidades.

Los psicólogos y psicólogas que optan por esta rama intervienen en muchos de los procesos
que se abordan desde la psicología clínica y la educativa, como el seguimiento de
autoinstrucciones, el desarrollo de una buena autoestima y autoimagen, la resolución de
conflictos, los hábitos que tienen que ver con la comunicación durante las sesiones de
deporte, etc.

9. Psicología social

Esta es una de las ramas de la psicología más interesantes, ya que pone especial énfasis en
la dimensión de lo colectivo, las relaciones entre personas en un contexto. Así, la psicología
social está orientada a investigar el modo en el que la presencia de otras personas (ya sean
reales o imaginadas) afecta a los procesos mentales del individuo.

Se trata, por lo tanto, de una especialización que, aunque pertenece a la psicología, se acerca
a la sociología más que las otras ramas. Además, al ser uno de los grandes ámbitos de la
psicología, puede tener un importante papel en el resto de ramas de esta disciplina: en la
psicología de las organizaciones, en la educativa, etc.

10. Psicología comunitaria


La psicología comunitaria puede entenderse como una deriva de la psicología social
orientada a la investigación e intervención sobre problemas que afectan a comunidades
específicas y colectivos localizados de personas.

Su objetivo es generar tanto cambios materiales en el contexto de estas personas como


nuevas dinámicas de relaciones entre ellas que permitan que su calidad de vida y capacidad
de decisión mejoren.

Además, la estrategias de investigación e intervención de los psicólogos comunitarios


promueven la participación de los miembros de la comunidad en todo el proceso.

11. Psicología de pareja y familiar

Esta rama de la psicología puede entenderse como una especialización dentro de la


psicología clínica que también toma ingredientes de la psicología social y comunitaria y, en el
caso de los servicios de terapia de pareja, de la sexología. Se centra en la resolución de
conflictos en el seno de las familias, y las sesiones ofrecidas acostumbran a ser en grupo.

12. Psicología básica y experimental

La psicología básica es una rama de la psicología totalmente volcada en la investigación de


los procesos psicológicos más generales que tienen que ver con el comportamiento humano.
Está orientada al estudio de los procesos psicológicos típicos de los seres humanos maduros
y sanos, para descubrir tendencias y patrones que caracterizan a toda la población humana.

Esta especialidad de la psicología se encarga, por tanto, del estudio de los procesos
psicológicos básicos como la memoria, la atención, el razonamiento o la toma de decisiones,
poniendo mucho más énfasis en los mecanismos en los que se fundamentan estos que en el
modo en el que el contexto influye en ellos

Historia de la psicología

La psicología como parte de la filosofía

El estudio de la psicología y el conocimiento y diferenciación de los fenómenos o hechos


psicológicos son tan remotos como el origen de la ciencia en general. En su más antigua acepción,
la psicología, como tratado del alma humana, existe desde que la humanidad comenzó a hacer
filosofía y ciencia. La psicología más general, llamada después psicología filosófica o psicología
metafísica (o también psicología racional por algunos, pero que no se debe confundir con psicología
racionalista). Durante la primera etapa de su desarrollo, la psicología aparece sometida a la
concepción general del Universo. Sólo poco a poco logra precisión, y se va introduciendo no sólo la
observación sino también la experimentación (ya en el siglo XIX), haciendo de ella una disciplina
diferenciada, con un objeto delimitado, que se aborda ya empíricamente, ya experimentalmente, ya
filosóficamente O PN métodos empíricos y experimentales originales.

Sócrates y Platón plantearon el problema del ser humano y de su vida anímica. Mundo sensible y
mundo inteligible eran considerados en términos de lejanía y es precisamente el alma quien
establece el lazo de unión entre el auténtico ser y el engañoso mundo de lo sensible. Con Aristóteles
se funda la psicología como ciencia filosófica, y se llega a conocimientos que permanecen válidos,
como pueden ser: el problema relativo al modo de conocimiento o la distinción entre las vidas
vegetativa, sensible, y racional. Su tratado Peri Psichés ("Sobre el alma") constituye una verdadera
investigación científico-natural de los procesos biopsíquicos, aunque, como era inevitable en las
especulaciones de la época, intervengan elementos que no proceden de la experiencia directa, o que
dependen de una peculiar concepción del Universo.

En resumen, el pensamiento de Aristóteles afirma al respecto lo siguiente: «psique» se identifica con


«vida» y «pensamiento racional humano», pues atribuimos vida a un ser cuando algunos de estos
procesos tiene lugar en él: razonar, percibir, movimiento y quiescencia en un lugar, movimiento
vegetativo, por ejemplo respiración, pulso, digestión, crecimiento, pensamiento. Se dan tres niveles
de lo anímico: el vegetativo, el sensorial y el racional. De la percepción y la representación se origina
la tendencia, pues donde hay percepción hay también placer y dolor, y donde éstos existen se da
necesariamente el deseo. Los estudios de Aristóteles influyen decisivamente en la tradición filosófica
posterior. Al traducirse sus escritos y sus comentarios al árabe y de éste al latín medieval, a partir del
comienzo del siglo XIII, los estudios psicológicos son sintetizados por los autores de este siglo.

De todas estas síntesis, la que ha persistido en la psicología moderna es la de Santo Tomás de


Aquino, que esencialmente distingue cuatro modos de relacionarse el humano con el mundo,
correspondientes a las cuatro potencias del alma: vegetativa, sensitiva, intelectiva y apetitiva. En
esta distinción, Santo Tomás concede una atención y trato especial al ser humano. De la humanidad
es característica, esencial y exclusiva, la potencia intelectiva de razonar y la de querer libremente la
irrupción del alma en el cuerpo humano por obra de Dios. Por tanto, como el ser humano solamente
por el entendimiento y la voluntad libre puede llegar a Dios, Santo Tomás estudia especialmente
como humano su alma intelectiva, dedicando apenas atención al componente del mecanismo animal
del humano en favor del estudio de la facultad superior. Esta postura tradicional, o esta atención
fundamental a lo más específico humano, sigue teniendo su influencia activa en la psicología
moderna en muchos autores, entre los que citemos a Viktor Frankl y a Régis Jolivet.

Pero, como se señaló, del estudio puramente metafísico o filosófico de la psicología se va llegando
poco a poco a un intentar reconstruir la síntesis general o filosófica con la mirada puesta en estudios
particulares de tipo empírico, como vemos en Descartes. Éste considera a la realidad compuesta de
dos especies fundamentales: la extensa y la pensante, la primera regida por un puro mecanicismo y
la segunda por la libertad; pero no consigue conectarlas bien, derivando de él racionalismos
materialistas o espiritualistas según que diversos autores otorguen primacía a una u otra realidad.
Christian Wolff fue el primero que, sistematizando el racionalismo de Leibniz, distinguió entre
psicología empírica y psicología racional, continuando así la desconexión racionalista; y de esa
síntesis wolffiana arranca Kant para elaborar su discutido pensamiento.

Empirismo y asociacionismo

En el siglo XVIII, la psicología que se estudia se aparta cada vez más de la metafísica, y continuando
en el racionalismo, postula una base que intenta ser más científica: la de no aceptar nada que no
proceda de la experiencia sensible. El ser humano, así, se considera esencialmente como cuerpo
(como realidad extensa), y entonces entre el ser humano y otras especies no habría más que una
diferencia de grado; el obrar humano sería resultado únicamente de un juego de fuerzas, estímulos
sensibles y reacciones de los sentidos. Ésta es la postura del empirismo.
Al empirismo ya no le interesa tanto la esencia del alma, sino sus manifestaciones y éstas centradas
en un conocimiento a través de la experiencia (Francis Bacon) y experiencia sensible (Thomas
Hobbes). John Locke hace la distinción entre experiencia interna (reflexión) y experiencia externa
(sensación). Su contribución más importante a la Psicología reside en que hizo explícitas las
posibilidades de una teoría de la asociación, que debía empezar con los datos de la experiencia y
elaborar las leyes que rigen las interrelaciones y sucesiones de unas experiencias con otras; el
germen del asociacionismo ya era evidente en la obra de Hobbes, la cual a su vez tiene
antecedentes en Aristóteles. La exposición de Locke de las consecuencias del empirismo y de la
posibilidad, mediante el análisis, de comprender el origen y organización de las ideas, dotó al
enfoque empírico de una mayor difusión y fortaleza.

Posteriormente, George Berkeley utilizó el concepto de «cualidades sensoriales» y se convirtió en


uno de los fundadores de la teoría de la asociación. Pero David Hume matiza mejor los términos:
sensación, representación e idea; las sensaciones son experiencias primarias capaces de dejar una
huella en la memoria y volver a presentarse como representaciones; estas representaciones son
paralelas a las sensaciones, salvo en la parte que la fantasía o la inteligencia altera por relación con
otras sensaciones; estas alteraciones pueden ser de cuatro tipos, según Hume: por semejanza,
contraste, vecindad y causalidad. Lo que se entiende por ideas se apoya sobre estas
representaciones, y para Hume lo único auténticamente seguro que nos acerca a la realidad serían
las sensaciones.

Johann Friedrich Herbart construye una psicología racional científica basada en una «mecánica de la
conciencia», como único soporte de los fenómenos psíquicos, sobre el que va a operar el
asociacionismo. Friedrich Eduard Beneke proclamó abiertamente que la psicología debía ser «la
ciencia natural del alma humana», y Rudolf Hermann Lotze intentó alcanzar una concepción
psicológica que satisficiera a las ciencias naturales. Es de destacar la obra de Thomas Brown, que
procuró dar un tratamiento empírico al problema de las conexiones mentales y emprendió el análisis
de los múltiples factores que determinan el curso de la asociación enunciando sus famosas «leyes
secundarias», según las cuales la vida psíquica no es una simple concatenación de datos de los
sentidos, sino que lo que la caracteriza es la capacidad de captar relaciones. Sus aportaciones
hicieron posible el desarrollo ulterior del asociacionismo con Herbert Spencer, Alexander Bain y
James Mill.

Si bien la línea clásica de la teoría asociacionista ha sido discutida, el asociacionismo dio vida a
muchos movimientos psicológicos; así, por ejemplo, inspiró gran parte de los trabajos iniciales de
Pierre Janet, de Sigmund Freud y de Carl Gustav Jung; perfiló los primeros trabajos sobre las
respuestas condicionadas; y sirvió de guía a los estudios sobre el aprendizaje efectuados por
Edward Thorndike y Hermann Ebbinghaus; también ha dado fuerza a la psicología humanista y
mantiene en la actualidad los orígenes humanistas en la psicología de la posmodernidad.

Comienzo de la psicología experimental

Gracias al enorme desarrollo de las ciencias naturales en la primera mitad del s. XIX y la aparición
del método científico-experimental, delimitándose del método científico-filosófico, se va delimitando
también el campo de lo psicológico o psíquico, como un conjunto de fenómenos peculiares,
observables y estudiables empírica y experimentalmente, atendiendo sobre todo a los datos de la
conciencia. Quedan así los problemas generales y el estudio de los seres sujetos de esos
fenómenos en el campo más propio de la psicología filosófica o Metafísica de los vivientes; aunque
muchos no se dan cuenta de ello, y erróneamente abandonan o, mejor, pretenden abandonar la
Filosofía. Pero como es imposible que el hombre abandone el conocimiento intelectual y filosófico,
aparecen multitud de pseudo filosofías o pseudo metafísicas como muestra la historia del
racionalismo, que interpretan muchas veces equívocamente los datos experimentales.

Con Wilhelm Wundt, creador en 1879 del primer laboratorio de psicología experimental en la
Universidad de Leipzig, la psicología comienza a estudiarse realmente con el método científico-
experimental. Los comienzos de esta psicología tienen su base más próxima en la psicofisiología;
efectivamente, todos estos primeros psicólogos experimentales son antes que nada fisiólogos. En
sus estudios sobre la sensación y percepción, Wundt basa su análisis científico en tres principios
experimentales: el principio de artificiosidad, que consiste en el poder de provocar la aparición del
proceso que se trata de estudiar mediante circunstancias establecidas con anterioridad; el principio
de verificabilidad de condiciones, y el principio de repetibilidad por el que cada resultado obtenido
debe someterse a una revisión repitiendo las investigaciones y las condiciones en que se realizó el
primer experimento. Así se introduce en líneas generales el método experimental. Pero Wundt
interpreta lo psíquico y lo físico simplemente como dos maneras diferentes de referirse a una misma
realidad; así, pues, todo fenómeno pertenece tanto a la psicología como a la física, y no distingue los
fenómenos que, aun teniendo repercusión física, son, sin embargo, algo más.

Para Wundt, el fenómeno psíquico, lo anímico, tiene carácter de proceso; es decir, los contenidos de
conciencia nunca son objetos constantes, sino fenómenos fugaces, que continuamente se suceden
unos a otros. Por tanto, y esto es lo importante, es imposible una observación exacta no fundada en
la experiencia; es, en consecuencia, absolutamente necesario un método experimental. Lo
importante no es conocer lo que el fenómeno sea en sí, sino «prever» el comportamiento de los
fenómenos; verificar hechos y comprobar leyes. Todos los contenidos de conciencia están
compuestos de unidades elementales: sensaciones y percepciones. Con esta restricción del campo
de la conciencia (quedan excluidos otros diversos datos y elementos), Wundt basará su psicología
en un estudio casi exclusivo sobre la sensación y la percepción y los problemas más directamente
suscitados por estos «elementos de conciencia».

Psicología fisiológica

Como un aspecto de la psicología en cuanto análisis experimental de los fenómenos de conciencia


puede entenderse, sin duda alguna, el empeño de medir las sensaciones. Esta faceta de la
psicología experimental, cuyo estudio persiste hasta nuestros días, tuvo lugar en la llamada
psicofísica y en la psicofisiología del siglo XIX. Los autores más relevantes de este movimiento son,
como corresponde al siglo, fisiólogos antes de psicólogos: Weber, Fechner y Helmholtz son los
principales representantes (psicología fisiológica).

Ernst Heinrich Weber, quien fundamentalmente era fisiólogo, trabaja con los sentidos de la vista y el
tacto y emplea el tradicional concepto de umbral; para estructurar de un modo científico estas
experiencias, se vio obligado a estudiar también las condiciones psicológicas indispensables para
asegurar la homogeneidad de los datos. Gustav Theodor Fechner, que no era fisiólogo sino físico,
realiza su trabajo con base en la teoría weberiana. Con su maestro y dentro del campo concreto de
la psicofísica intenta unir y relacionar los fenómenos mentales (psico) y los fenómenos corporales
(física). Es decir, intenta ver la relación entre las llamadas tradicionalmente «energías psíquicas» y
«energías físicas». Describe la relatividad de los fenómenos sensoriales. Y concluye con que la
acción de los estímulos no es absoluta sino relativa. Sobre esta base sistematizará Wundt su
psicología científica. Siguiendo esta directriz, Hermann von Helmholtz sistematiza los conocimientos
psicofisiológicos de las sensaciones auditivas y ópticas, basando su estudio en la sensación como
primicia de expresión del acontecimiento psíquico.

La introspección y la escuela de Wurzburgo

El estudio de los fenómenos físicos y fisiológicos correlativos con los hechos psíquicos pronto se vio
desplazado por la aplicación de la introspección al método experimental. Oswald Külpe (1862-1915),
discípulo y ayudante de Wundt, presenta como medio de investigación la introspección y demuestra
que es posible el estudio de los procesos psíquicos superiores de forma empírica. Para este autor el
método de la introspección es fundamental para la Psicología, hasta el punto de que constituye el
instrumento principal para el estudio de la naturaleza humana; sin él la psicología sería puramente
fisiológica, y en ella se estudiarían las estructuras y funciones aisladas de la conciencia o se
convertiría en física. Por ello propugna que la introspección tiene que transformarse en un verdadero
instrumento científico; es decir, tiene que ser sistemática y controlada.

Él y sus discípulos, la llamada escuela de Wurzburgo, entre los que se encuentran Narziss Kaspar
Ach, August Wilhelm Messer, Karl Bühler, Karl Marbe y otros, trataron de confirmar estos criterios
logrando una fenomenología de la vida psíquica. A través de la teoría del pensamiento sin imágenes
o de los estudios sobre la volición se llegó a la investigación de los niveles superiores del psiquismo,
en un grado tal, que, como señala Juan José López Ibor, la influencia de la escuela de Wurzburgo ha
sido decisiva en la evolución posterior de la psicología. Su interés por la psicología del pensamiento
y el decidido afán de orientar la investigación psicológica hacia esferas de la vida consciente distintas
de las sensaciones e imágenes tienen un valor de indudable interés.

La psicología de la forma

El fundamento científico de toda la psicología de la forma (traducción aproximada del término alemán
Gestalt, que también significa "configuración"), de que un todo no es igual a la suma de las partes,
no es un descubrimiento de los psicólogos alemanes de principio del siglo XX. Realmente, toda la
filosofía que ha criticado, y que no es, en una palabra, el mecanicismo, cree y conoce ese
fundamento. El cuerpo humano para todos los filósofos, excepto los mecanicistas, es algo más que
un agregado de partes; es unidad, totalidad organizada que supera la simple suma de sus partes.
Sin embargo, en la psicología experimental esta idea resulta nueva; tan nueva como que al principio
la psicología de la Gestalt fue tachada por los experimentalistas y empiristas de improcedente y
revolucionaria. La psicología de la forma tiene sus raíces en las observaciones de algunos discípulos
de Franz Brentano, como Carl Stumpf, Anton Marty, Alexius Meinong y especialmente Christian von
Ehrenfels: su verdadero fundador es Max Wertheimer y sus más importantes representantes,
Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.

Los gestaltistas no niegan de un modo absoluto el valor de las experiencias psicofísicas y


psicofisiológicas, pero coinciden con la psicología comprensiva y con la fenomenología en considerar
que ahí no acaba la realidad psíquica. Por otra parte, coinciden con el conductismo en su crítica del
predominio exclusivo de los métodos introspectivos, pero también acusan a los conductistas y a los
reflexólogos de haberse dejado arrastrar por el método de la asociación.
Von Ehrenfels se percató de que cualquier melodía era percibida por los sentidos y el psiquismo
como una forma que lleva en sí un ritmo y una peculiar relación de las notas musicales que
constituyen la esencia misma de esta melodía. La Gestalt de la melodía no es propiamente una
sucesión de notas (composición de elementos) sino un fenómeno de la totalidad. Los fenómenos
psíquicos están estructurados de la misma manera; por complejos que sean, un dato psicológico
constituye una Gestalt. Una frase, por ejemplo, no está constituida por una suma de letras o
palabras, sino que contiene primariamente un elemento suplementario que se estructura en una
forma. La publicación de Wertheimer sobre la percepción del movimiento aparente, dado a conocer
en 1912, fue la primera aportación de la escuela de la Gestalt. Pero fueron Köhler y Koffka quienes
elaboraron los conceptos fundamentales del gestaltismo.

La psicología de la forma tiene, pues, su punto de partida en el estudio de la percepción, pero pronto
aplicó sus principios al campo del pensamiento y de la inteligencia, al aprendizaje, memoria,
evolución psíquica, conducta, etcétera. Es decir, lo que en un principio se inició como un intento de
esclarecer el problema parcial de la percepción visual, terminó por exigir una revisión integral de lo
que algunos pensaban eran los principios fundamentales de la ciencia. Como hemos dicho, la
Psicología de la forma se pronuncia en contra del concepto según el cual los elementos,
considerados como existencias entre sí, constituyen la materia de que está formada la percepción.
En otras palabras: el elementalismo no sólo da una imagen falsa; impide además observar lo que
está frente a nosotros. El error de los elementos trae como consecuencia el de las asociaciones y el
análisis de la experiencia no es de ninguna manera idéntico a la experiencia original. El conductismo
no admite más que la experiencia objetivable, frente al introspeccionismo, cuyo método es una
observación interna de la mente. Sin embargo, la psicología gestaltista admite de alguna manera los
dos principios básicos de ambas direcciones: la conducta y la conciencia; pero no admite en modo
alguno el uso exclusivo de uno de ellos como método. En consecuencia, se erige en intermediaria y
participa a la vez de la conducta y de la conciencia, de lo experimentable y de lo no experimentable.

Desde el inicio de su historia el ser humano ha elaborado hipótesis y teorías sobre el funcionamiento
psicológico y los trastornos mentales. A pesar del predominio del método científico, a día de hoy
concepciones muy antiguas, como la atribución de las enfermedades a la acción de espíritus o la
separación entre el cuerpo y el alma, siguen teniendo cierta influencia.

Para hablar de la historia de la psicología es necesario remontarse a los filósofos clásicos; no


obstante, la disciplina que hoy conocemos no se desarrolló como tal hasta que se popularizaron las
obras de autores como Emil Kraepelin, Wilhelm Wundt, Ivan Pavlov o Sigmund Freud, en los siglos
XIX y XX.

Edad Antigua: inicio de la historia de la Psicología

El término psicología proviene de las palabras griegas “psyché” y “logos”, pudiendo traducirse como
“estudio del alma”. Durante la Edad Antigua se creía que los trastornos mentales eran consecuencia
de la posesión por parte de espíritus y demonios, y los tratamientos consistían en conjuros y
encantamientos a los que se atribuían efectos curativos.

Entre el siglo V y el IV a.C. filósofos como Sócrates y Platón realizaron aportaciones que serían
claves para el desarrollo de la psicología, además del de la filosofía. Mientras que Sócrates sentó los
fundamentos del método científico, Platón concebía el cuerpo como el vehículo del alma, verdadera
responsable de la conducta humana.

En esa misma época el médico Hipócrates estudió las enfermedades físicas y psíquicas mediante el
método inductivo y las atribuyó a desequilibrios en los humores o fluidos corporales. Esta tradición
sería recogida por Roma: la obra de Galeno, que desarrolló la de Hipócrates, es una de las mejores
muestras de la influencia griega en el pensamiento romano.

Edad Media: desarrollos y retrocesos

En la Edad Media el pensamiento europeo quedó dominado por el cristianismo; esto provocó
retrocesos claros en el progreso científico. Aunque las teorías grecorromanas de los humores
seguían vigentes, se combinaban de nuevo con lo mágico y lo diabólico: los trastornos mentales se
atribuían a la comisión de pecados y se “trataban” mediante rezos y exorcismos.

En cambio en el mundo árabe, inmerso en su edad dorada, la medicina y la psicología siguieron


avanzando durante el Medievo. Se describieron “enfermedades de la mente” como la depresión, la
ansiedad, la demencia o las alucinaciones, se aplicaron tratamientos humanitarios a quienes las
sufrían y se empezó a estudiar los procesos psicológicos básicos.

También se produjeron desarrollos relevantes en la psicología asiática. La filosofía hindú analizó el


concepto del yo, mientras que en China ya se aplicaban tests en el ámbito educativo y se llevó a
cabo el primer experimento psicológico del que se tiene constancia: dibujar un círculo con una mano
y un cuadrado con la otra para valorar la resistencia a la distracción.

Renacimiento e Ilustración

Entre los siglos XVI y XVIII, en el mundo occidental convivieron la concepción demonológica de la
enfermedad mental y el humanitarismo. La recuperación de la influencia de los autores clásicos
griegos y romanos tuvo un papel fundamental en esta segunda vertiente, que relacionaba los
trastornos psicológicos con alteraciones físicas, y no morales.

La palabra “psicología” se empezó a popularizar durante este periodo histórico. En este sentido
fueron especialmente importantes las obras de los filósofos Marko Marulic, Rudolf Göckel y Christian
Wolff.

Cabe destacar la influencia de filósofos como René Descartes, que contribuyó a la concepción
dualista que separaba el cuerpo y el alma, Baruch Spinoza, que la cuestionó, o John Locke, quien
afirmó que la mente depende de influencias ambientales. Asimismo el médico Thomas Willis atribuyó
los trastornos mentales a alteraciones en el sistema nervioso.

A finales del siglo XVIII también fueron muy influyentes Franz Joseph Gall y Franz Mesmer; el
primero introdujo la frenología, según la cual las funciones mentales dependen del tamaño de áreas
concretas del cerebro, mientras que el mesmerismo atribuía las alteraciones físicas y psicológicas a
la acción de energías magnéticas sobre los fluidos corporales.

La psiquiatría fue precedida por el alienismo, representado principalmente por Philippe Pinel y su
discípulo Jean-Étienne Dominique Esquirol. Pinel promovió el tratamiento moral de los enfermos
mentales y las clasificaciones diagnósticas, mientras que Esquirol fomentó el uso de la estadística
para analizar la eficacia de las intervenciones psicológicas.

Siglo XIX: nace la "Psicología científica"

A partir de la segunda mitad del siglo XIX el aumento de los conocimientos sobre la anatomía
cerebral hicieron que los procesos mentales se entendieran en mayor medida como consecuencias
de la biología. Destacamos las aportaciones de la psicofisiología de Gustav Theodor Fechner y las
de Pierre Paul Broca y Carl Wernicke en el campo de la neuropsicología.

También fue muy importante la influencia de la teoría de la evolución de Charles Darwin. El


evolucionismo sirvió de excusa a eugenistas como Francis Galton y Bénédict Morel, que defendían la
inferioridad de las personas de clase baja y de las que tenían trastornos mentales a través de la
sobrevaloración del peso de la herencia.

En 1879 Wilhelm Wundt fundó el primer laboratorio de Psicología Experimental, donde se


combinarían los conocimientos de distintas ramas de la ciencia; es por esto que se suele
llamar a Wundt “el padre de la psicología científica”, si bien antes de Wundt investigadores de
la psicofísica como Gustav Theodor Fechner ya habían preparado el camino para el
surgimiento de esta disciplina. Granville Stanley Hall fue el creador de un laboratorio similar
en Estados Unidos y fundó la American Psychological Association.

La psiquiatría se desarrolló en gran medida gracias a la obra de Karl Ludwig Kahlbaum, que
estudió alteraciones como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y a la de Emil Kraepelin,
pionero de las actuales clasificaciones diagnósticas basadas en los síntomas y en los signos,
así como en su curso.

Entre los antecedentes de la psicología actual también es necesario mencionar el


funcionalismo y el estructuralismo, dos escuelas muy influyentes durante los últimos
años del siglo XIX y la primera etapa del XX. Mientras que el funcionalismo de William James
estudiaba las funciones mentales, el estructuralismo de Edward Titchener se centraba en sus
contenidos, como las sensaciones o los pensamientos.

Por otra parte, en este siglo Jean-Martin Charcot y Josef Breuer estudiaron la hipnosis y la
histeria, desarrollando investigaciones e ideas que inspiraron a Sigmund Freud durante los
últimos años de este siglo. Mientras tanto, en Rusia apareció la reflexología de la mano Iván
Pávlov y Vladimir Bekhterev. Con estas aportaciones se establecieron las bases del
psicoanálisis y el conductismo, las dos orientaciones que dominarían la psicología de la
primera mitad del siglo XX.

El desarrollo en el siglo XX

Durante el siglo XX se establecieron las corrientes teóricas principales de la psicología


actual. Sigmund Freud, discípulo de Charcot y Breuer, creó el psicoanálisis y popularizó la
terapia verbal y el concepto de inconsciente bajo el prisma psicoanalítico, mientras que
autores como John Watson y Burrhus F. Skinner desarrollaron terapias conductistas
centradas en el comportamiento observable.
La investigación científica promovida por el conductismo acabaría llevando a la aparición de
la psicología cognitiva, que recuperó el estudio de los procesos mentales tanto elementales
como complejos y se popularizó a partir de los años 60. Dentro del cognitivismo se engloban
los tratamientos desarrollados por autores como George Kelly, Alfred Ellis o Aaron Beck.

Otra orientación teórica relevante es la psicología humanista, representada por Carl Rogers
y Abraham Maslow, entre otros. El humanismo surgió como una reacción al predominio del
psicoanálisis y el conductismo y defendió la concepción de las personas como seres libres,
únicos, tendentes a la autorrealización y con derecho a la dignidad.

Asimismo, los conocimientos sobre biología, medicina y farmacología aumentaron


enormemente durante el siglo XX, lo cual facilitó el predominio de estas ciencias por encima
de la psicología e influyó en el desarrollo de campos interdisciplinarios como la
psicobiología, la neuropsicología y la psicofarmacología.

Las últimas décadas

El desarrollo de la ciencia del comportamiento y de los procesos mentales ha estado marcado


por el desarrollo de las neurociencias y el diálogo constante con las ciencias cognitivas en
general, y con la economía conductual. Del mismo modo, las escuelas de la corriente
vinculada al psicoanálisis han perdido buena parte de su presencia y su hegemonía, si bien
se mantienen con buena salud en Argentina y Francia.

Esto ha hecho que actualmente prime una concepción de la psicología en la que las
neurociencias y la psicología cognitivista (con muchas aportaciones del conductismo)
intercambian entre ellas herramientas y conocimientos tanto en la investigación como en las
intervenciones.

Sin embargo, las críticas que el conductismo realizó contra las concepciones mentalistas y
subjetivistas de la psicología (que son aquellas que tratan "la mente" como algo separado del
contexto de una persona y las que parten desde las opiniones de la persona acerca de lo que
le pasa por la cabeza, respectivamente), siguen estando vigentes.

Esto hace que tanto el cognitivismo como el psicoanálisis y todas las perspetivas
pertenecientes a la psicología humanista sean duramente criticadas, entre otras cosas, por
trabajar a partir de conceptos muy abstractos y poco definidos bajo los cuales pueden
colocarse significados muy diversos y poco relacionados entre sí.

De todos modos, el conductismo sigue siendo una filosofía minoritaria en la psicología,


mientras que el cognitivismo goza de muy buena salud. Eso sí, la gran mayoría de
investigaciones en psicología cognitiva de tipo experimental son realizadas partiendo del
conductismo metodológico, lo cual lleva a algunas contradicciones: por un lado se tratan los
fenómenos mentales como elementos situados "dentro del cerebro" de la persona
(mentalismo) y por el otro se trata de estudiar este elemento creando estímulos y midiendo
respuestas objetivas
Psicobiología

La psicobiología o biopsicología, es la aplicación de los principios de la biología al estudio del


comportamiento de los animales, incluidos los humanos. Considera que los animales capaces de
percibir y aprender son: a) los mamíferos (incluyendo el ser humano) y b) las aves. Se considera
predominantemente una ciencia biológica y secundariamente una ciencia social, y se basa en el
materialismo como filosofía (Bunge y Ardila, 2002;[1] Gadenne, 2006[2])

La psicobiología adopta íntegramente la visión científica del mundo, que sostiene que los procesos
mentales son procesos cerebrales. Utiliza la matemática y la biología, en particular la neurociencia, y
por lo tanto la química y la física. Dentro de los enfoques científicos de la psicología (el mentalismo,
el Conductismo, el psicobiológico), se considera a la psicobiología como el enfoque más firmemente
implantado en el sistema del conocimiento científico.[3]

Problemática

La problemática de la psicobiología está formada por los hechos conductuales y mentales (procesos
cerebrales).

Incluye las problemáticas del conductismo y gran parte del mentalismo.

Ignora problemas del mentalismo como a dónde va la mente durante el sueño, el coma o la muerte.

Agrega problemas de la biología evolutiva y del desarrollo, que ignoraba el mentalismo.

Se pregunta en qué estado del desarrollo individual comienza la conciencia.

Plantea problemas concernientes a la lateralización cerebral, el lenguaje y la racionalidad.

Objetivos

La psicobiología incorpora a sus objetivos los objetivos del conductismo y va más allá. La
psicobiología no se limita a describir la conducta, sino que intenta explicarla en términos
neurobiológicos. El fin último de la psicobiología es la construcción de teorías, tanto generales como
específicas, capaces de explicar y predecir hechos conductuales y mentales en términos biológicos.

Metódica

La psicobiología utiliza los métodos de la neurociencia, el conductismo y la psicofisiología. Utiliza


plenamente el método científico, debido a que vigila y altera los procesos mentales, ya que los
considera procesos cerebrales. Utiliza por completo el método experimental, que emplea en la
actualidad una enorme variedad de técnicas precisas y sofisticadas.

Factores filogenético y ontogénico

Las características estructurales, fisiológicas y conductuales de cualquier persona son consecuencia


de dos factores: el filogenético y el ontogénico. El filogenético hace referencia a la historia evolutiva
de nuestra especie. Este factor se recoge en nuestros genes, a través de los cuales se transmiten,
de generación en generación, los logros adaptativos de nuestros ancestros que la selección natural
ha hecho posibles y que configuran las características generales de nuestra especie. El otro factor, el
ontogénico, se refiere a las circunstancias a través de las cuales el factor filogenético es modulado
por el medio ambiente interno y externo (factores epigenéticos) desde el momento en que comienza
nuestra vida; abarca, por tanto, el periodo que va desde la concepción hasta la muerte.

El factor filogenético determinará las características generales de nuestra especie, tales como el tipo
de órganos sensoriales que poseemos, los sistemas de regulación del medio interno, los sistemas de
locomoción etc., todos los cuales determinarán qué estímulos podemos captar y qué tipo de
respuestas podemos emitir.

Es evidente que, aparte de estas características generales de nuestra especie, existen variaciones
entre los individuos que la conformamos. Estas diferencias son causadas por la variabilidad genética
que presenta cualquier población humana y por el segundo factor a que hacíamos referencia como
determinante de la conducta de un individuo, es decir, la interacción entre el factor filogenético y el
ambiental.

Si el factor filogenético es el causante de las diferencias entre especies distintas, la variabilidad


genética y la interacción entre genes y ambiente, son las que hacen que los individuos de una misma
especie no sean idénticos ni morfológica, fisiológica o conductualmente. De esta forma podemos
concluir que la conducta de un individuo estará en función de su genotipo y de la interacción de éste
con el ambiente en que se desarrolle, pudiéndose hablar en términos generales de causas lejanas y
próximas de la conducta.

En este contexto, no cabe duda de que, dentro del conjunto de sistemas que regulan la actividad
biológica de los seres vivos, el sistema neuroendocrino, por la estrecha relación existente entre su
actividad y la conducta, es el más importante de cara a la explicación del comportamiento. Por tanto,
para comprender la conducta de un individuo, es preciso conocer, entre otras muchas cosas, las
características biológicas del mismo, cómo dichas características son determinadas por los genes,
qué mecanismos modifican la información genética a lo largo de la evolución y por último, cuáles son
las características del sistema neuroendocrino que permiten a éste regular la relación activa del
individuo con su medio ambiente, es decir, emitir un comportamiento.

FUNDAMENTOS DE PSICOBIOLOGÍA

Fundamentos de Psicobiología es una asignatura anual de 9 ECTS (Formación básica), situada en el


primer curso del Grado de Psicología con la que comienza a desarrollarse el currículum
psicobiológico.

La Psicobiología, como cualquier otra disciplina psicológica, tiene por objeto de estudio la conducta
humana, considerada ésta como una característica biológica en virtud de la cual cada persona
establece una relación activa y adaptativa con el medio ambiente. La Psicobiología, por tanto,
estudia las bases biológicas de la conducta humana, esto es, qué sistemas y procesos biológicos
nos permiten relacionarnos activamente y de una forma adaptativa con el conjunto de variables que
constituyen el medio ambiente en el que se desarrolla nuestra vida.

Fundamentos de Psicobiología aborda el estudio de las características de los sistemas y procesos


biológicos involucrados en la expresión de la conducta, que dependen del factor filogenético
(evolutivo), de las peculiaridades genéricas de cada infdividuo y de la interacción que establezca
nuestro organismo con el ambiente. El factor filogenético hace referencia a la historia evolutiva de
nuestra especie (recogida en la información genética que porta cada persona) que recoge todos los
logros adaptativos de nuestros ancestros. Por tanto, es el determinante de las características
generales de nuestra especie, tales como nuestro aspecto general, el tipo de órganos sensoriales
que poseemos, los sistemas de regulación del medio interno, los sistemas de procesamiento de la
información, los sistemas de locomoción, etc., que a su vez determinarán qué estímulos podemos
captar, cómo vamos a procesarlos y qué tipo de respuestas podemos emitir. El segundo factor, la
interacción con el ambiente, se refiere a las circunstancias a través de las cuales la información
genética guardada en nuestros genes (dispuesta en una combinación alélica única en cada
individuo) es modulada por el medio ambiente interno y externo (los factores epigenéticos) en que
nos desarrollamos, abarcando, por tanto, desde el momento en que comienza nuestra vida hasta su
final.

Si el factor filogenético es el causante de las diferencias entre las distintas especies, la variabilidad
genética (alélica) y la interacción entre genes y ambiente son las que hacen que los individuos de
una misma especie sean distintos a nivel morfológico, fisiológico y conductual. De esta forma,
podemos concluir que la conducta de un individuo estará en función de su genotipo y de la
interacción que éste establece con el ambiente en que se desarrolle y viva. En este contexto, no
cabe duda de que dentro del conjunto de sistemas que regulan la actividad biológica de los seres
vivos, el sistema neuroendocrino, por la estrecha relación que existe entre él y la conducta, es
fundamental para la explicación del comportamiento.

En definitiva, para comprender la conducta de un individuo es preciso conocer, entre otras muchas
cosas, las características biológicas del mismo, cómo y en qué medida dichas características se ven
influidas por los genes y la historia evolutiva que ellos guardan, qué mecanismos modifican esa
información genética a lo largo de la evolución y, por último, cuáles son las características del
sistema neuroendocrino que permiten regular y establecer una relación activa con el medio
ambiente, es decir, emitir un comportamiento. El estudio y comprensión de los mecanismos y
estructuras que subyacen a todos estos procesos constituyen los objetivos de la asignatura.

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