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psicoanalítica
Teoría y Práctica
de la Motivación
y Promoción
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Sigmund Freud
Fue un médico neurólogo austríaco de origen judío, a quien se lo reconoce
como el “padre del psicoanálisis” y como una gran figura intelectual del
siglo XX.
A los fines de esta lectura, haremos una revisión de los conceptos más
representativos. Lógicamente, no serán abordados todos, pero sí aquellos
que nos permitan explicar conceptos vinculados con esta materia.
La estructura psíquica
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entonces, reprimimos, proyectamos, negamos, etc., como recurso que
contrubuye a mantener la salud (aunque no siempre se logre).
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Si consideramos el comportamiento de un recién nacido, vemos que el
llanto desgarrador por hambre suena muy similar a la sensación de frío,
incomodidad o molestia. Aunque una madre pueda reconocer esa
diferencia sutil en el modo de llorar del bebé, este sucumbe en llanto
cuando hay algo que lo aleja del placer que intenta conquistar de forma
permanente.
¿Cuántas veces hemos visto niños que no quieren compartir sus juguetes o,
a muchos de ellos, gritar sin cordura por un helado? Incluso, seguramente
los hemos visto “pasar al acto” (con un golpe, un grito o una acción
incorrecta) hacia los demás para conseguir lo que desean.
Así, lo que antes parecía impensado comienza a surgir, y ante cada acción
incorrecta, la culpa (como resultado de la conformación de un Superyó) se
hace presente. Este tópico es el que nos dice qué “se debe” y qué “no se
debe” hacer, y la fortaleza y la dureza con la que fue conformado marcan el
nivel de culpabilidad que nos acompañará a lo largo de nuestras vidas.
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actos, e inclusive más controladoras. Por el contrario, siempre
encontramos perfiles más osados, despreocupados y poco culposos.
Fuente: [Imagen sin título sobre niños corriendo]. (s. f.). Recuperada de https://goo.gl/NRFzhm
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El principio del placer
Si bien el trasfondo del deseo se presenta con tinte sexual, cuyo promotor
es el Ello, es nuestro Superyó y la fortaleza de nuestro Yo lo que nos
permite “mutar” ese deseo original y socializarlo. Es decir, nuestra
conducta manifiesta y consciente “esconde” un trasfondo primitivo, pero
lo hace a los fines de una economía psíquica y una convivencia social y
moralmente aceptada.
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busca el goce permanente y que no entiende de códigos solo hasta que la
sociedad imprime su marca. Es la fuerza de esta última (representada por
los primeros vínculos en un inicio y luego por las instituciones) la que
“modela” el comportamiento y genera un estilo, una personalidad, una
identidad, que surge como resultante de estas dos combinaciones en lucha
permanente por resaltar.
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Referencias
Freud, S. (1996). Trabajos sobre metapsicología. En Sigmund Freud, Obras
completas, vol. XIV (9.a ed.) (p 4-35). Buenos Aires: Amorrotu.
[Imagen sin título sobre niños corriendo]. (s. f.). Recuperada de:
https://unsplash.com/collections/243599/children?photo=zf9_yiAekJs