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Inspección
El abdomen del adulto normal no debe sobrepasar una línea imaginaria que
una la apófisis xifoides con el pubis. En el niño, el abdomen tiende a ser más
globuloso y redondeado; mientras que en el anciano se acumula tejido adiposo
en las zonas inferiores, con flojedad de los músculos de la pared. De existir
anormalidades, el paciente debe ser examinado en la posición de pie. El
ombligo consta de un rodete y de un surco umbilical, y en condiciones
normales se observa como una depresión que no debe protruir con la
bipedestación ni con las maniobras de Valsalva.
Auscultación
Palpación
Las uñas deben estar recortadas y las manos limpias, y se las debe calentar
antes de comenzar la palpación. El iniciar la palpación con manos frías puede
generar rechazo, contracción de la musculatura de la pared anterior y poca
colaboración por parte del paciente.
Palpación profunda. A través de la superficie palmar de los dedos que se profundizan en el abdomen, a
nivel de los cuadrantes derechos e izquierdos superiores e inferiores, se realiza la palpación profunda.
El hígado, que normalmente está cubierto por la caja costal, puede ser sentido
en ocasiones durante la inspiración profunda. El borde es firme, regular y liso, y
a veces se lo palpa sólo como una resistencia.
El polo inferior del riñón derecho puede ser palpado en sujetos normales, con
abdómenes delgados y relajados.
Con las manos yuxtapuestas, el colon sigmoide también puede ser palpado en
condiciones normales en la fosa ilíaca izquierda, reconociéndolo como un tubo
que rueda bajo los dedos del explorador; en ocasiones esta palpación puede
despertar ligeras molestias en el paciente. En la fosa ilíaca derecha
normalmente se puede palpar, con manos yuxtapuestas, el ciego, lo cual
despierta un ligero dolor. En los sujetos sanos y delgados, en ocasiones es
posible palpar el promontorio del sacro, que es de consistencia pétrea. En el
hipogastrio pueden palparse la vejiga distendida y el útero grávido.
Normalmente es posible palpar la aorta abdominal en los cuadrantes
superiores; en los inferiores se pueden sentir los pulsos ilíacos.
Maniobras para la palpación del
hígado. El hígado habitualmente se encuentra por debajo de la parrilla costal y
por lo tanto no es palpable. Cuando éste rebasa el borde óseo, como ocurre en
la inspiración profunda, ya sea porque el hígado está aumentado de tamaño o
descendido, se lo puede palpar. El hígado tiene amplia movilidad respiratoria,
con un borde que es romo o agudo.
También puede ser palpado con la mano derecha del explorador, situada en
una línea paralela a la línea hemiclavicular (figura 10-4, B), que percibirá con
los pulpejos de los dedos el borde inferior del hígado, que es sentido como un
resalto. La maniobra bimanual, con manos yuxtapuestas, "en gancho", y el
explorador mirando hacia los pies del paciente (figura 10-4, C), intentará palpar
el borde inferior del hígado en cada inspiración del paciente.
Percusión
La percusión debe ser suave, mediando entre cada golpe un tiempo prudencial,
para evitar que el sonido del golpe subsiguiente apague al del golpe anterior.
La percusión del hígado se ejecuta siguiendo la línea hemiclavicular (figura 10-
7); se comienza en el tercer espacio intercostal y se desciende espacio por
espacio. Al principio el sonido será sonoro debido a las características del
parénquima pulmonar, al llegar al cuarto-quinto espacio intercostal se obtendrá
un sonido submate por la interposición del pulmón sobre el borde superior del
hígado. Posteriormente el sonido será mate. Esta matidez no debe sobrepasar
hacia abajo el reborde costal, donde el sonido será timpánico. La matidez
hepática no debe sobrepasar en altura, a nivel de la línea hemiclavicular, los 10
cm.
La percusión del bazo debe ser una percusión suave. Con el paciente en
decúbito lateral derecho, se la inicia sobre la línea axilar media, donde se
obtiene un sonido sonoro por la presencia del tejido pulmonar. La matidez
esplénica se encuentra a nivel de los arcos costales noveno y décimo, y no
sobrepasa el undécimo arco costal; a nivel del décimo arco costal no debe
sobrepasar la línea axilar media.