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LOS SIETE CONTRA TEBAS MITOLOGIA GREDOS (Sep Rodger ore eo dela novels 1 jun Caton Maren po el vou de a pervienci dl to, (©2015 RBA Contenido ire y Aor, SAO. (82016, RBA Cseeonls SA Relaine EDITEC Diebler ores Mart to baron temo neon ier Rtn Ges ‘Regain RBA ‘Ascaris en mica ic Alba Colon ‘Ascrt uen y onc: Maco én Scher Sdn Ofte ‘Reser todo on dco Ningun pare de ‘a plain pore er prods mend ‘mands porningin me sin pera dl edo ISBN (C976 81-75:3612.0 ISBN. 94-473-0653-6 plo ol 8418-2017 Ingen en Rode Imps Eigen Sa {0h el mds amado de os hones tds, hijo de Edipo! En su furor no iites «4 racundo hermano. Que combatan ‘entre los ages y cadens. Su sangre es expiable. Mas no hay silos que basen lava la nega marcha dew debe ftricitia Los-uere covmns Teas, Fs@vi.o DnaMtaris PERSONAE Los de Tebas ‘Emoctss ~ rey colérico de Tebas, no est dispuesto a ceder el trono a su hermano Polinices. (Caron ~ consejero del monarea, tio de Eteocles ¥ Polinices, vive ala sombra del poder del rey. ‘Taesias ~ oréculo ciego cuyas predicciones son tan certeras ‘como temidss. Maxcro ~ devoto hijo de Creonte. Isuane v Axricoxa ~ hermanas de Eteocles y Polinices. Los de Argos Pounicss hermano de Eteotlesycaullo de Argos tna desposar a Arga, quiere volver asu ciudad na, ‘Tes, pra ocupar el ono que le usurpé su hermano. ‘Apusto ~ rey de un tecio de Argos qu loge concentar cl poder de ozo tercio haciendo un pacto con Anfira0. “To caudilo de Argos, expulsdo de Calon tras matarasu hermano, yerno de Adrasto al casrse con Defi “Axrusnao ~ euado de Adrasto, vidente rey de una tecera parte de Argos Ins ~tercer rey de Argos que gobiera ha regin cent _Eniriue ~ esposa de Anfiarao,obsesionada con su decrepitud. ‘Caranzo ~ caudillo de Argos, grande como ‘una montaa Homepows ~ caudillo de Argos, fiero como PaxreNoPeo ~ caudillo de Argos, bello y corso, Errocio ~ el mis joven de lot caudillon, de gran valentia, ‘Ancia ¥ eset ~ las hijas casamenteras de Adrasto. ‘Anrtraa ~ esposa de Adrasto y reins de Argos. (GENEALOGIA DE LA FAMILIA REAL DETeaAs we ae ea || [ane Aha all a = eee i EL LEON Y EL JABALL L zrrimeer hacia seman que hala poo su man- ro benevolente sobre la atméfera de la bilante Argos y sobre el inimo de sus habitantes, que habian esperado con ansia la legada de la estacién tas un crudo invierno. Un fio ‘cortante, un viento géido y unas Iuviaspertinaces los aban ‘castgado sin clemencia durante demasiados das ¢intermi- nables noches, pero ahora todas eas penaldades comenzaban a parecer un Jejano recuerdo, El sol se habia aposentado cielo, caldeando sus piles y acariclando los murs de pie- cdra y mrmol de sus belas casas y sus majestosos templos. ‘Atraides por la bonanza, los argvos habian recuperado con. allborozo el vasto espacio de su igor, y all se detenian a char~ lar, a debati, a comercia, a celebrar sus fists y 2oficiar sus ritos, ajenos a los males de este mundo. Una brisa suave los arrullaba, la fragancia de los campos y los bosques que en- ‘volvian la ciudad los mecia. Las joradas transcutrian serenas armonia, a vida fia sin mis contratiempos. Solo aoe ar aor apace dpicentes que erbaraban as Siete ums vemolens que levnaban grandes polvaredas interruptan ssego Tego michcs eran como primer ciudad que fandaron tos hombres, Argos habia crecid ys habiaerado de calles se pentane lures magnifico vida por doquie Pero cuan- {Dini engrndaa mis ndiciado re vol sa woo. Habian pasado por un buen nimero de reyes, yno fueron pocos los Fpinntrsetodspuctos a mori a mat por haere con dl poder del orients poblacin. Damante generciones, 3 ‘nea que se enanchaban sos onters, Argos suis cruenton ‘confictos cuyas consecuencias sangrientas salpicaban mucho ‘nisl de hs puedes del plac rel rut de ex disput, lesan tuba vio cto el eno se dvd en wes artes, gue quedatan en mance de es aie eles sin. ’ pear de sere legim heredero al reinado, Adrao, hijo Se Tao —uno dels argonauta—,no cuvo tn cai- ofc pas accederltrono dew ecio de Argo. Ls rva- lidades dinisticas le obligaron a exiliarse en su juventud, No ante perdi el empo: heed el trono de Sicién de anos det acl y expos log unifcar ds partes del reine entegando en matrimonio a bella hermana Erle al rey de ott tec, advo Anfiarao, Fue procamado ‘ey de los dos terion unidos, mientras que lft gobernaba ‘el restante, la parte central. A pesar del pacto con Anfiarao, sin embargo, nun le habia perdonado que fuera él quien rtara as padre. Desde que Aniro osentba el tron, la ciudad haba se- hui los conictos pero tambien habia deteido su emp. Bad SS nan acia mucho tiempo que Is calles de Argos no bulian com Ia algarabia que la agitaba durante aquellajornada,con el pal pitar enérgico de toda la Helade. Agolpados delante de la e&- ciliata de entrada al palacio real y bajo los rayos benewolentes del so, los argivos se admiraban ante el expecticulo opulento e inusual que veian: fente a ellos, dirigiéndose en comitiva hacia Ia residencia del venerado soberano, se daban cita prin- cipes Hegados de todas las regiones, desde las mis cercanas a Jas mis remote. Ali estaban,desflando con todo el boato, a lomos de esplendorosos equinos y luciendo sus més relu- cients ropajes —no faltaban armaduras doradat, escudos o¢- tentosos, peplos deslumbrantes—, el espartano Tindireo, el ‘micénico Ameo, el cetense Glauco,el troyano Titono, el élido ‘Burito y muchos otros. Habian atrvessdo montafas, cruzado ros y surcado mares para tatar de convertne en lo elegidor de Adrast,y ¢s que el rey se habia cruzado con un nubarrén ‘oscuro en su ansiado horizonte limpido: su matrimonio con Angiteano habia dado como fruto ningén varén,y ahora se ‘ela en la obligacién de encontrar dos esposos para su hij en edad de casurse,Argia y Deipile -Elgran silén del palcio, anqueado por columnas y pOr= ticos, estaba abarrotado de grandes principes acompata~ dos de escoltas y amigos, que admiraban los ricos frescos y los frisos de las paredes. Las cara de los pretendientes mot- ‘raban una confianza en si mismos y una excinciéa que contrastaban con el rstro de Adrasto,sentado, casi hundido, en su fistuoso trono, desde el que presiia la ceremonia de bienvenida a sus huéspedes. El semblante del rey, que solia, exhibir una placidez que no era sino un refiejo de su ha- bitual estado de snimo, esaba ahora turbado por un gesto, ome en eee yore pce peat son ret re aoe ible a ee com de pean i pa ce tno coe ian D és, hasta el oriculo de Capea pire year entree Bas semi el a a aoa ee i aoe Tee ars pe a eee ena amon ae aa oericiais eee ores [Nita sii acolo muralla que prot a ciudad de in trasoae indeeadss,consruda con enormesbloques de pic- dm y sllads por pueras de la madera més recia en us siete magnifica aberars,podia ocular I desolacién que reiaba cen Tebas Haca yan abo que la desgracia se habia cebado onl fia rel los Lbdicidas,y por extension, con to- os os tebans. Baipo, el buen rey amadbo y respetado por su pueblo, el mooarea qu acceié al rono tras resolver, con dl solo uso desu intctigenca, el certo mortal de la pévfida ‘fing, habia sido expubado tas descubriese sus abyectos szimenes: parricdio e inceto. De nada le sivi6 asegurar que desconoda que el hombre al que habia matado en su Jenna en una refrega absurd fuera su padre, Layo,el n= owe eure yan an terior monarca dela ciudad quien lo habia epudiado al na- cer temeroso de una profeca del orfculo que habla desido. ‘Mis desgarradora ain fue su confesion respecto » Yocata, su exposs la madre de sus belloshijos —Eteoces, Poliicer Inmene y Antigona-—, la viuds de su propio pairs muses spo, hasta que fe demasado tarde, que la mujer cuyo a. crosanto campo habia labrado con la semilla deo ames ce, en realidad, la misma que lo habia shumbrado +l La tar _gedia deer el nimo del soberano y desu familia Yocasta $e quit la vida l conocer el aberrant engato en que habia vivido Edipo xe arrancé los ojos en un apo de loca alsa- ber de sus propios pecados. Fl rey strié ademas a repulea de su pueblo. mucho mis hirinte, lade sus propos jor va zones, que aceptaron sin oponer sestenca la condena del consejo que lo exiliaba sn disci, como a un pero sat- noso, de la ciudad que tanto lo baba idolatado. Al verse repudiado por sus hijos, los maldijo deseindoes que e ma taran por el trono de Tebas. Solo la menor de sus vstagos, ldots Assigns, lo acompat en ei vergonzant, ciéndole de Inz en su oscuridad y de alivio en su rrador dolor. i ne El vaio de poder en Tebas fue resucto por el consejo de ‘manera equtativa: queriendo evita at lucas raticidas que dirante generaciones habia tefido de sangre et y ottos suchos palacios, y puesto que los dos princes herederos Posefan cuaidades que los haan aptos para converse en soberanos, cordaron que se alternaran cada ao el read. Los dos Labdicidas, temeroso de que la fara de lor dioses cayese sobre ellos por los dats de ss progenitor, ceptaron 1s propuesta y acordaon que empezariareinando el mayor, sae ‘Ereocles.Polinices se exikié voluntariamente para evitar que ‘= cumpliera la mnaldicién de su padre; volvera, dijo, cuan— {0 el periodo hubiese vencido, Pero el veneno de la ambi- ‘Gib corra por as venas del mayor de 1s hijos de Eipo y ‘Yocasa, yadquirié mis virulencia con la fuerza que le daba retener cl ono. Los meses fueron discurriendo y su alma cenvileciéndose. Pass un aio. Pntado frente 2 Ia puerta de Electra, majes~ tuowamente fanqueada por dos grandiosas cores, Polinices es re ting hn es Se ca dara js dean doses. Se we “coined nt iSorclyipe eet ee na mes tee moan een -E dio producido por la flecha era terrible: haba atravesado cl cucllo del joven por debajo de la oejainquierda —destro- ando cuanta carne, misculos y arreias encontrd ass paso— ‘ysupuntaaflda sobresaliateida deescaraaatravésdesunuee, ahora abierta como una flor macabra Yaciendo de costado en ‘unrecodo somo del bosque,donde habia cafdofulminado tas ser aleanzado porl suet el muchacho se ahogaba en su propia sangre, que empupaba a irra oscura bajo su rosto y comenza- ‘bas anegarss pulmones Por puro instinto de supervivencia se ‘esforzaba hasta extenuaci6n intentando conseguiralgo dere, ‘yal uatar de respira, el flujo que rezumaba a borbotones por ‘aque! boqueteformabs un hervidero de burbujsrjiza que se hhinchaban brevementeyestallaban con un sonido menudo, casi ‘6mico. Con la inca mano que le quedaba libre —Ha otra es- taba aplastada bajo el peso de su propio cuerpo— trataba de ‘taponath brecha porla que se le escapaba la Vida, ntentando meaty at nc axrse al poco aliento que ya le quedaba. Tea ls oj may biertos, congelados en una exptesion de sorpresay pénic® «que ya no habia de abandonado hasta su timo alieno, tan cercano, Boqueabs angustioszmente como un per fiers del agua, sus piernas lazaban patadsciegas conta el suelo, los msculos de su espala se contaln con espamnos vio. Tentos. Igual que eljabali monstruono envio por la farina ‘Arceris habia sido abatido en ete mismo bosque, igual ue 1a bestia habfa expirado bajo esl de Etolia derotado por las fechas y las lanza de quienes le deron caza, ahora tamn- bin lo iba a hacer el hijo mayor del rey Eneo, Melanipo, So ‘otro hij, Tideo,con el arco todavia en la mano y en cuclilas junto a él miraba con tna mezcla de horror yfascinacion ‘cémo su hermano agonizaba hast mort "No hubo manera de que Tideo, con las manos todavia ‘manchadas por la sangre de sa hermano, convenciese a sa padre de que l muerte de Melanipo habia sido un acidente de cacerfa, Arrodilado ante 4, agurado asa tinica Banca donde dejé estampada la huela moja desu crimen— im ploré ax perdén: —iPadre! {Tienes que creerme! —Ie grabs roto por el Ianto y la angustia—. Qué clase de monstruo sn enraas seria yo si deseara la muerte de mi hermano? Pero Eneo no daba crédito ass palabras. EI ry no conse- guia comprender cémo Tideo habia podido confundir a Melanipo con un animal, como no habia sido capaz de darse cuenta antes de dsparar su cetera cha, de que aquel cuer- po que ahora yaia ier en el suelo de palcio er el de 2 propio hermano. Destrozado de dolor por la muerte del ma- yor de sus hijos el venerable rey de Cad habia dicho unas one af pronuncusts le doieron tanto come tee Peete rsacando be eta» dete Sr cl en voe dl me. Bites ae os a ora no pee do creer que seas macente! Por qué, como me Pronoweicd eee ee Sa ee aaa ern es Roar leyeppeliy opapereenryee eS tes eared pie eee eae sear Se aerate ee een pista ea Taian teeny es eee re Se Se Sapa eee ee a rae fa soe cararenG Se a ere eal Sela Saeed See eer Sapceien Gas ube ee ee ee Seneca Soe ae ee Sarees ceo pe ey diepais d Gale Ua cme aes ey matey pant De nada srvieron la proteas de Tico, las siplicas ante su padre y el conseo dela ciudad, £1 monares ao lo cy, Two werte de que el corazin del rey ain cobra ago de amor por 4 fie €30,9 410 80, lo que entd que Tideo fae se condenado a tna muerte segura De lo que no tls fe de la sentencia que le comic el mama Envoy gee habria de quedar para siempre grabada a forgo en su alae —Vete de Calidén, mal iyo. ;No woes munes mis! Desolado por el trato desu padre y nnéndose reps: deo por todos los habitants dela poblaciba —aque aeron silencioss alas calles para vero parar con la eprobacign dibujada en sus rostror—, Tideo abandoné para empresa patria. Cargado de un resenamicnto que crecia a cada paso que lo alejaba de su hogar, mt tan sqiiera vedio la welen para contemplar su ciudad una dla vez Se hizo un silencio respetuoso cuando Adrato se puso en pie y alz6 su voz para chrigise alos principes que se congre- faban en el san para dar buena cuenta del banquets reg - laciegay la alejarfa de los privilegios reales, sin los cuales m0 os se com BAS revive al tedio de sv existencia. stabs ahogin. pe nice ats on fovtndo e ls manos wn objeto envueko en un pafuelo rhe enka abvort, perdida en el refiejo que de st mis sms le deyolvia el espejo de mano que sostenga Polinices. Al feizcpio inchs le habia costado reconocesse en la imagen {ue via era lla aquella mujer resplandeciente que la mi- taba desde el oto lado del cristal? Bra saya quella piel que Ge repente habia recuperado la tersura de lajuventud,suyos aquellos labios que habian recobrado la carnal sensualidad, suyes agueles ojos que volvian a desprender el intenso fue- go verde con el que habfan derreido el corazén de tantos hombres y sometido a voluntad de su marido? La emocién aque la embargaba la deé sin habla, ¢ incluso unas ligrimas se derramaron por sus mils. taba sobrecogida:no podia dejar de tocar, con un respeto reverencial, el hermosisimo collar dorado que lucia en su cuello y que habia obrado aque! milagro. Con tan solo colgarse la alhaja, habfa reeupe- ado toda la belleza que habfa ido perdiendo, dia a dia, en su Icha etérl conta el tiempo. ahora se veia tan radiante, tan espléndida, tan... joven, —Polinices —dijo sin aparcar la mirada de sus propios ojos en el relejo—, zque puedo offecerte a cambio de esta Joya? Dime, .qué deseas por ella? hijo de Edipo bajé el apo, que le tapaba el rosto. Exile sinié una punzada de dolor al ver c6mo desaparecia cara y apareca ance ella lade Polinices.La mirada de este ena dura, —Que pactamos hacia Tebas primero y més tarde hacia ‘Calid6n depende de ti Tideo y yo mismo no deseamos otra coum De manent Pais entre Efile el clr ded ue htt fit, ome os sea cov TS . as y recuperar aquello que coger se otf cig que embellece tu semblante ha perte- Fa esipe desde la noche de los tiempos, pero es- esi oto acnegires 3 cmb de que te Jeanie or ‘Ades yallanesavesto justo camino. Tr voure de a mojr ¢tansmut Fane puedo bacedo... —djo estas palabras con la voz qucbrata con la siplca rita en 58 00s vidriosos. Pero no rere Aafia po quien sua su matrimonio a habia he~ tho dexichala dede el mismo instante en que s consumé, Yala hombre goa cad on pad haa lo apaado hasa convertine en una sombra de la mujer radante que una vez fue. Nolo que de verdad la atormen- tabs era saber que sila expedicign para sa esposo moriria, tl como habia visumbrado en ma sueio tenebroso, porgue t20 cara como una Joa demasiado pesada sobre sus hijos, ‘Aemcéa y Aafloce, que Io dolaraben y que Ia acusarian a cla de serla responsable. Por macho que detestase a Anfiara, 10 pods caesigar an cremente alos hijos que habia engen- dea con ln arise a ser odiada por elo. Si uae decision —dijo Polinices con la vor géti- da quite el collar ydevutlvemelo, Erle se afer ala joya como si su vida dependiese de cla. Y alo seni: s remuncaba al coll, ambi lo hala 2 Inbellera que enc le confers, y ya nada podria evita que se mace ino unr ever hasta move de a= colli es lo nico que se interponia entre ela a impale decadencia de aca. Att Poinics compres <6 to qu cruzi por la mente de la mujer y volvi6 a alzat coun De manconta Al volverse a ver tan el espejo. tan explendon suspio audible y su boca dibuj6 una gran sone BS oO {anos dientes que nunca le habianperecido mn ae 370% Bl reflejo bored de su mente asus hijo i Bafle no hubiese sido la herman Iba degollado ali mismo. Habra guess 7 su sngse se derramaba por el sido el pac qed en su cara agonizante, le habia gotade ee feo la mujer en la que se hb tasormadrasepe ee te pattica, No habrla vero ni una grime pos ry nada de eso ocurri6, Cuando Erle comunih decay alsoberano, Anfiaao se qued petrificad ev unseen de paamo: su eapona lo enviaba a una muerte segs cas tio de un collar que hci gotecoen su cuelo aruda Tras excuchar la dein de ou hermana, dat eu a consejo de guerra € hizo un anucioolemne "Mis eles fees compar, «ead uno de wots on encargo que reunis a uesras tops ys dspongi pr Ta larga marc. Al alba del ece ls desde hoy patiemes hacia Toba. el rey, Anta Ie owe

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