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EXÉGESIS JONÁS CAPÍTULO 2

JHON FREDY ALVARADO CERVANTES

CÉSAR CARHUACHÍN

Teólogo

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA REFORMADA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES

PROGRAMA DE TEOLOGÍA

Barranquilla D.E.I.P., Atlántico

Abril de 2018
EXÉGESIS JONÁS 2

Crítica Textual

En el segundo capítulo de Jonás encontramos 4 variantes, las cuales trataremos de manera

particular para verificar si alteran o no el sentido del texto.

La primera variante a–a la hallamos en el versículo 4, la cual nos indica que se suprima ya sea

hl2wxm5 «profundo» o .yM3y! bb1l5B3 «en el corazón de los mares». No se nos indica en que

manuscritos o códice se suprime alguna de las palabras antes mencionadas. Lo que si se puede

afirmar es que suprimir hl2wxm5 «profundo» afecta considerablemente el texto a pesar que en el

versículo anterior esté haciendo mención que Yahvé hace que un gran pez se trague a Jonás. En

cambio suprimir .yM3y! bb1l5B3 no afecta considerablemente el sentido del texto, ya que el

contexto se ha hecho mención del mar. La Biblia Hebraica Stuttgartensia opta por la lectura más

larga del texto y considera que es la más apropiada.

La segunda variante a que encontramos en el versículo 5 nos propone que la palabra ]5a1

«pero» sea cambiada por ]ya4 «cómo», ya que confrontándolo con la Versión griega de

Teodoción lo traduce con la palabra pw:V «de algún modo», porque tal vez debe ser insertada la

palabra alo «no», es decir, en un sentido negativo. La propuesta es traducir ¿cómo volveré a

contemplar…? analizando de esta manera es preferible hacer esta traducción, porque el contexto

textual lo permite. En cambio dejarlo sin la inserción corremos el riesgo de modificar

sustancialmente el sentido del texto, es decir que es preferible la lectura larga del texto. Además
la dependencia de la Versión griega de Teodoción es del Texto Masorético consonántico del

Oeste.

La tercera variante a la encontramos en el versículo 7 nos dice que probablemente se debe leer

yw$x5q!l5 y hay que transponer posterior a .yrh. Es decir la propuesta dada en la variante es

transponer la frase base [cimiento] de los montes… antes del verbo yT3d%ry! ( traducido como

«descendí», por tal motivo la traducción quedaría así: descendí al cimiento de los montes. La

forma estilística del texto es embellecida y no es traumático hacerlo en el sentido meramente

textual.

La cuarta variante a está ubicada en el versículo 9 donde se nos dice que proponen yr$mvm

«practicante de», es decir, en singular y otros .yrmVoh1 « los practicantes de», es decir, en plural

con artículo definido. La primera propuesta de colocarlo en singular afecta sustancialmente el

sentido que se viene dando en el contexto textual inmediato, por ende, no es preferible la primera

proposición de la variante. En cambio la segunda propuesta si es más factible.

Crítica Literaria

Este capítulo de Jonás manifiesta dependencia en algunos Salmos. Tenemos un problema de

delimitación en algunas traducciones, ya que en el capítulo 1 en dichas traducciones tiene 17

versículos, terminando el capítulo con: Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a

Jonás… (RV60) Esta delimitación del primer capítulo carece de argumento, ya que afecta

directamente la unidad temática principal del capítulo 2. Por tal motivo incluimos este versículo

en el capítulo 2.
La perícopa haya en el capítulo 2 de Jonás la llamaremos Jonás en el vientre del pez y su

oración al Señor.

1. Jonás es tragado por el gran pez (2:1-2): Al iniciar el capítulo se hace un enganche

literario con la conjunción con artículo definido w! Algunas traducciones colocan como por

ejemplo la Dios Habla Hoy: entre tanto… En esta subunidad temática nos muestra como Yahvé

ordena al gran pez que trague a Jonás y cómo este inicia una oración a Yahvé.

2. Oración e himno de acción de gracias (2:3-10): En la segunda subunidad temática inicia

con un cambio de la narrativa del relator a un discurso en primera persona (Jonás). Además hay

un cambio de estilo literario, es decir, viene de un texto narrativo a uno poético/hímnico.

Podemos decir que dentro de esta subunidad temática hay relaciones de dependencia literaria, en

las siguientes columnas mostraremos dicha dependencia:

En mi angustia clamé a Yahvé y él me A Yahvé, en mi angustia, grité y me

respondió. (v. 3a) respondió. (Salmo 120:1)

Desde el seno del abismo grité y tú me Invoqué tu Nombre, Yahvé, desde lo hondo

escuchaste. (v. 3b) de la fosa. (Lamentaciones 3:55)

Pero tú sacaste mi vida de la tumba, Yahvé, Tú Yahvé, sacaste mi vida del Seol, me

Dios mío. (v. 7b) reanimaste cuando bajaba a la fosa. (Salmo

30:4)

En Yahvé está la salvación (Salmo 3:9a)


¡La salvación viene de Yahvé! (v. 10b)
Esta oración de Jonás tiene una estructura literaria similar a los llamados Salmos de acción de

gracias, que describen un peligro ya pasado, reconocen al Señor como salvador y concluyen con

la promesa de ofrecer sacrificios en el templo de Jerusalén.

3. Jonás es vomitado por el gran pez (2:11): esta subunidad temática es justificada porque

inicia con la conjunción en artículo definido w! representando un giro lingüístico. Además hay

cambio de discurso personal (oración de Jonás) a uno narrativo hecho por el relator del libro de

Jonás.

Crítica de Género y Forma

Es enriquecedor saber que el capítulo 2 de Jonás en cuanto a su género literario es un Salmo.

Y que en su forma es un canto de acción de gracias, como lo afirmamos anteriormente.

Género Formas Características de la Estructura de la Forma Sitz im lebem

Forma

Salmo Acción de Este salmo de súplica a) Llamada a Yahvé Litúrgico y

Gracias / y acción de gracias es (v.3) cúltico

Súplica carácter individual b) Cuerpo de la

súplica (4-9)

c) Final y Acción de

gracias (v. 10).

Lo determinado por el análisis de la crítica de Género y Forma realizado al capítulo 2 de

Jonás nos lleva a apreciar que es una interpolación esta unidad temática dentro del libro en su

totalidad.
Crítica de la Tradición

En el capítulo 2 de Jonás resaltan dos tradiciones teológicas: lWa6v5 (Seol) en 2:3,7 y |v6d%q2

lk1yh4 (Santo Templo) en 2:5,8.

lWa6v5 (Seol): El nombre más usual de la mansión de los muertos es Seol. El origen y la

etimología son inciertos. La mansión de los muertos también recibe el nombre de Abaddon,

significa perdición, es decir, la morada de los muertos. Tiene su paralelo en la tumba (qereb, Sal

88:12) y con el Seol o se le asocia con el Seol y con la muerte (cf. Job 26:6; Prov.27:20; Job

28:22). Muchos indicios nos hacen sospechar que primitivamente los hebreos, al igual que los

egipcios y muchos otros pueblos antiguos y no civilizados, han creído que el muerto residía en la

tumba, que recibe el apelativo de “casa para la eternidad” en la inscripción funeraria de Ahiram y

en Salmo 49:12.

¿Qué relación establecen entre la tumba y el Seol? ¿Creían que el muerto estaba a la vez en su

tumba y en el Seol, o que, una vez sepultado el cuerpo, podía el alma a capricho acompañarle o

irse con las demás almas al Seol? En primera instancia las palabras de Jaco, que dice unas veces:

“yo bajaré a la tumba” (Gen 47:30), otras: “yo bajaré al Seol” (Gen 37:35). ¿Se identificaba en

cierto modo la tumba con el Seol, como lo insinúa igualmente el paralelismo establecido entre

Abaddon y la tumba (Sal 88:12), y con más frecuencia entre Seol y la fosa (bôr, Is 14:15) o el

pozo (šaḥat, Sal 16:10; Jonás 2:3,7)?

Šaḥat su sentido primero es: fosa cavada como trampa (Sal 19:13), en Job 9:31 como fosa

llena de inmundicia; por último: fosa, tumba (Sal 30:10). “la fosa de perdición” (Is 38:17) y la

“fosa de corrupción” (Sal 55:24). En Jonás 2:3,7 las palabras šaḥat y Seol son paralelos.
|v6d%q2 lk1yh4 (Santo Templo): El templo de Salomón fue el centro religioso de Israel, y

siguió siéndolo aún después de la separación de los dos reinos y a pesar de la erección, por

Jeroboam, de un santuario rival en Betel. Un profeta de Silo en Israel, Ahías, habla de Jerusalén

como de la ciudad elegida por Yahveh (1 Re 11:32), los fieles del reino del norte miraron

siempre hacia Jerusalén, y aún después de la caída de la ciudad, peregrinos de Siquem, de Silo y

de Samaria acudían para llevar ofrendas al templo en ruinas (Jer 41:5). Si Jerusalén llegó a ser la

ciudad santa, fue porque poseía el templo.

a) El Templo, Sede de la Presencia Divina: El Templo es la «casa» de Dios. Cuando se

introduce en él el arca, Dios toma posesión de su casa, la nubosidad llena el templo (1 Re 8:10),

la nubosidad que en los relatos del desierto señala la presencia de Yahveh en la tienda de reunión

(Ex 33:9; 40:34-35; Núm 12:4-10). Salomón, en el breve poema que pronuncia en la dedicación,

dice que ha construido para Yahveh «una morada, una residencia donde habite para siempre» (1

Re 8:13), y la oscuridad del debir, donde Yahveh domina sobre el arca y los querubines,

recuerda esta nubosidad (1 Re 8:12). Esta fe en la presencia de Yahveh en su templo es la razón

del culto que allí se celebra y de las iniciativas de los fieles. Un ejemplo impresionante nos lo

ofrece el gesto de Ezequías: cuando recibió la carta amenazadora de Senaquerib, «subió al

templo de Yahveh y la desplegó delante de Yahveh» (2 Re 19:14). La seguridad de que Dios

residía en el templo, la devoción a la «casa de Yahveh» o a los «atrios de Yahveh» se expresa

frecuentemente en los salmos, cuyos vínculos con el culto y con el templo son evidentes (Sal

27:4; 42:5; 76:3; 84; 122:1-4; 132:13-14; 134).

b) El Templo, Signo de Elección: Dios mismo escogió habitar entre los suyos, y escogió

habitar esta ciudad y este templo. El emplazamiento futuro fue designado por una teofanía (2

Sam 24:16). Yahveh hizo su elección de Sión como su sede (Sal 132:13), la montaña elegida por
Dios por morada (Sal 68:17, cf. 76:3; 78:68). Más todavía que la elección del pueblo, el

Deuteronomio pone de relieve la elección del lugar que Yahveh escogió entre todas las tribus

para establecer en él su nombre y hacerlo habitar en él (Dt 1:5), y la fórmula, completa o

abreviada, recurre veinte veces en el libro. Este «lugar» permaneció siempre anónimo, pero la

posteridad reconoció en él a Jerusalén y a su templo, donde la reforma de Josías centralizará el

culto. No obstante, la idea es anterior a Josías. Es un corolario de la elección de David y de la

permanencia de su dinastía en Jerusalén (cf. 1 Re 8:16; 1 Re 11:13,32). La idea se impuso

finalmente como lección de un acontecimiento histórico, cuando Jerusalén, bajo Ezequías, se vio

salvada del ataque de Senaquerib. Yahveh había cumplido su promesa: «Protegeré a esta ciudad

y la salvaré por causa de mí y de mi servidor David» (2 Re 19:34; Is 37:35). Quizá fuese

entonces cuando se forjó la fórmula del Deuteronomio, cuyo eco se halla en 1 Re 8:44,48;

11:13,32,36; 14:21; 2 Re 21:7; 23:27.

Crítica de Redacción

Anteriormente hemos dicho que Jonás 2 es un Salmo y que dicho capítulo es una

interpolación textual, es decir, fue insertado para dar como texto final su inclusión. Este salmo de

gratitud por haber sido liberado es una interpolación que equivale a la plegaria pronunciada por

Jonás cuando se halla dentro del vientre del pez. Es posible que el himno sea un conjunto de

expresiones tomadas de Sal, o al menos un eco de estas composiciones. Hay muchos paralelos

(Sal 32:6; 42:8; 66:12; 69:2; 88:18) en los que el agua es símbolo de un peligro mortal. Pero

estos paralelos no han de interpretarse necesariamente como el resultado de una copia directa, ya

que pueden tener su origen en el trasfondo común y en el lenguaje estereotipado de este género

literario. En cuanto a la estructura, el himno de Jonás es semejante a otros himnos de acción de

gracias (Sal 18; 30; 31; 40:2-12; 66; 92; 116; 138), que incluyen una invocación al Señor, la
descripción de una grave calamidad en términos más bien difusos, el reconocimiento de Yahvé

como salvador, una lección religiosa y la promesa de ofrecer un sacrificio en el templo. Las

expresiones del himno que entona Jonás podrían ponerse en boca de cualquier otro israelita

liberado de un peligro. La razón de que haya sido considerado como el cántico más adecuado

para cantarse desde el vientre de un pez son las alusiones contenidas en los vv. 4.6-7.

Autor y fecha: Los comentaristas que han interpretado este libro como una narración

histórica identifican a Jonás con el profeta del siglo VIII que aparece en 2 Re 14,25 y le tienen

por autor del libro. Sin embargo, la mayoría de los investigadores actuales niegan que Jonás sea

el autor, y fechan el libro entre 400 y 200 a. C. Sus argumentos podrían resumirse como sigue. El

tono satírico que emplea el autor para hablar del profeta en tercera persona sugiere que no

hablaba de sí mismo. La ausencia de detalles significativos, tales como el país en que el gran pez

arroja a Jonás y el nombre del rey de Nínive, prueba que el autor no hablaba de acontecimientos

contemporáneos. El lenguaje del libro no es el que correspondería al siglo V. Un cierto número

de palabras empleadas en el libro no se encuentra en el resto del AT, sino únicamente en la

literatura hebrea tardía. El empleo de ciertos aramaísmos indica una fecha posterior al siglo V.

La mentalidad del autor encaja mucho mejor a mediados del siglo V. Otros libros del AT, como

Esd, Neh, Rut, atestiguan el hecho de que en el Israel posexílico había una fuerte corriente de

interés por la cuestión de las relaciones entre Israel y los demás pueblos, y esta actitud resultaría

un adecuado trasfondo para el tema de Jonás. Por estas razones, este libro, de autor desconocido,

ha de fecharse entre 400 y 200.

Integridad: La unidad de composición de este libro ha sido negada por algunos, que

encuentran en él aparentes interpolaciones y transposiciones. Pero los intentos que se han hecho

para recomponer el relato en su forma «original» dan la impresión de ser muy artificiales.
Los investigadores más recientes defienden la unidad de este libro en conjunto. Sin embargo,

los investigadores están de acuerdo en que el salmo del cap. 2 no encaja del todo bien en el

conjunto de la obra. Su lenguaje difiere del que se emplea en el resto del libro, que carece de los

aramaísmos que aparecen por todas partes. Más significativo, sin embargo, es que el sentido del

salmo parece indicar que, efectivamente, se halla fuera de contexto. Es un cántico de acción de

gracias, cuyo Sitz im Leben, al parecer, es la liberación de un peligro. El peligro de muerte se

expresa mediante el simbolismo del agua, pues para los israelitas, al igual que para los

babilonios, el mar era el reino de la muerte. El salmo de Jonás contiene expresiones que hacen de

él un cántico de acción de gracias apto para ser entonado por cualquier israelita que se sintiera

liberado de un peligro mortal. Pero no es precisamente el que podría cantar un individuo desde el

vientre del gran pez que se lo ha tragado. Más lógico hubiera sido que Jonás cantara este salmo

después de su liberación, cuando ya se encontraba en tierra firme. Opina que este salmo es una

composición independiente introducida en el relato por el mismo autor o por un interpolador.

Esto se haría para suplir la plegaria que se menciona en 2,2, sin tener en cuenta el que encajara

bien o no, o para dar expresión a la gratitud de Jonás por haber sido liberado, en cuyo caso se

hallaría fuera de lugar. El himno expresa la gratitud en un lenguaje típico de los salmos de acción

de gracias por la liberación de un peligro mortal, sin especificar las circunstancias concretas.

Pero ello no implicaría que no sea original, pues es frecuente que los salmos no se adapten a unas

circunstancias concretas.

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