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Corrientes del pensamiento de las ciencias

sociales:

Definiciones básicas

Corriente de Pensamiento

Es una perspectiva, un enfoque, una teoría sobre un área específica, que


intenta definirse por medio de ideas que se han comprobado por medio de
diversos experimentos y la observación de campo.

Son una denominación genérica para las disciplinas que reclaman


para sí mismas la condición de ciencias, que analizan y tratan distintos
aspectos de los grupos sociales y los seres humanos en sociedad,
ocupándose tanto de sus manifestaciones materiales como de las
inmateriales.

En general, las siguientes disciplinas han sido consideradas por un


número amplio de autores como ejemplos de Ciencias Sociales:
. - Ciencias relacionadas con la interacción
social:
Antropología, Historia y Geografía humana, Economía, Psicología
Social, Sociología, Politología.

.- Ciencias relacionadas con el sistema cognitivo humano:


Lingüística, Psicología.

.- Ciencias relacionadas con la evolución de las sociedades:


Arqueología, Demografía, Ecología Humana.

.- Disciplinas conectadas con las Ciencias Sociales


Existe un conjunto de disciplinas, a veces mal llamadas "Ciencias
Sociales aplicadas", que hacen un uso colateral de desarrollos de las
Ciencias Sociales propiamente dichas para mejorar procesos
organizativos o enseñanza:

Administración de Empresas, Administración, Bibliotecología,


Contabilidad, Comunicación Social, Comunicología, Mercadotecnia,
Pedagogía y Trabajo Social.

Corrientes de pensamiento de las Ciencias Sociales

A lo largo de la historia ha habido diferentes y extensas corrientes en


las ciencias sociales, entre ellas se menciona el Capitalismo y el
Marxismo, las cuales aún hoy en día se puede encontrar en la mente
de muchas personas alrededor del mundo. También existen algunos
enfoques relacionados con el Estructuralismo se observa al hombre
desde afuera y como las estructuras como las psicológicas,
económicas y sociales, son fundamentales para formar al ser humano.
El Funcionalismo en el área de la psicología es totalmente acertada,
estudia como la función del cerebro determina la forma de actuar de
una persona y como esto ha ayudado en la Pedagogía. El Positivismo
es una ideología centrada en métodos científicos en vez de abrirse a
otras creencias o posibilidades.

A sí mismo el Modernismo fue una corriente alentadora llena de


cambios y ambiciones y a su vez el Postmodernismo, la cual es la
corriente que siguen muchas personas hoy en día, es una corriente
desalentadora, despreocupada y sin ideales. En fin, las Ciencias
Sociales son importantísimas y están presente en la vida cotidiana,
habrá nuevas corrientes del pensamiento así como cesaran o
evolucionaran otras, pero siempre existirán mientras haya una
sociedad que se encuentre de acuerdo con ciertas ideologías.

Materialismo

En términos generales, el Materialismo es la doctrina según la cual


todo lo que existe es materia, es decir, solo existe, en última instancia,
un solo tipo de realidad que es la realidad material. La materia es, así,
el fundamento de toda realidad y la causa de todas las
transformaciones que se dan en ella.
Los orígenes del Materialismo son muy antiguos. Para Demócrito y
Epicuro (342- 270 a. C.) los elementos últimos de la realidad son los
átomos, partículas indivisibles e indestructibles que se mueven en el
espacio vacío. Las cosas físicas, animales y los hombres están
formados por átomos. Cuando cualquiera de ellos se desintegran se
forman nuevas combinaciones de átomos. El pensamiento es una
forma de sensación que, a su vez, es explicada como una forma de
cambio que se produce en el alma de las personas. El alma resulta de
la combinación de átomos que provienen de los objetos exteriores los
cuales entran al cuerpo a través de los sentidos. Cuando la persona
muere, el alma se desintegra en sus átomos componentes.
En el siglo XX el Materialismo está representado de manera principal
por el Materialismo Dialéctico y por el Fisicalismo. El Materialismo
Dialéctico es la posición filosófica de Marx y Engels, para ellos, la
naturaleza es la materia que tiene existencia con independencia de
ser pensada. El pensamiento y los fenómenos mentales se desarrollan
a partir de la materia y deben ser explicados en términos físicos.

El Materialismo Dialéctico tiene como una de sus preocupaciones


centrales el cambio de la realidad. Consecuentemente, considera al
mundo como un proceso en el cual, históricamente, se dan fenómenos
nuevos y cada vez más complejos a partir de los más simples,
siguiendo las leyes de la Dialéctica:
 Ley de Transformación de los cambios cuantitativos en
cualitativos.
 Ley de Interpenetración de los opuestos que reconoce la
existencia de contradicciones en la naturaleza.
 Ley de la Negación de la Negación, o sea, una situación dada es
reemplazada por otra, de tal modo que lo nuevo surge de la
negación de la situación anterior y ésta es de nuevo negada y
reemplazada, por otra nueva situación, ejemplo: el Feudalismo
es negado por el Capitalismo; éste, a su vez, será negado por el
Socialismo.

El término Dialéctica en la filosofía de Marx y Engels deriva del


concepto de Hegel para referirse al proceso de cambio en la historia y
en la naturaleza. Pero mientras para este último, la base de tal
proceso era el espíritu, para los primeros esa base era la materia. De
ahí que se diga que la Dialéctica de Hegel fue puesta de cabeza por
Marx y Engels.

La segunda forma de Materialismo presente en el siglo XX es el


Fisicalismo, propuesto por algunos miembros del Positivismo Lógico o
conocidos como el Círculo de Viena. Según ellos, un enunciado solo
tiene significado si puede ser verificado. Con relación a enunciados de
tipo psicológico, ellos solo tienen significado si se expresan en una
conducta corporal. De este modo, la Psicología es una parte de la
Física.

Al respecto, conviene hacer notar que el Conductismo que admite solo


los datos que pueden ser observados es una forma de Fisicalismo.

Capitalismo

Es un sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de


negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios
mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los
mercados.

Por extensión se denomina capitalista a la clase social más alta de este sistema
económico o "burguesía", también a la forma común que tendrían los intereses
individuales de los propietarios de capital, en tanto accionistas y patrones de
empresas. También se denomina capitalismo a todo el orden social y político
(legislación, idiosincrasia, etc.) que orbita alrededor del sistema y a la vez
determina estructuralmente las posibilidades de su contenido.

El origen del capitalismo como sistema


económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVI en Inglaterra
sustituyendo al Feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre
han tenido una fuerte tendencia a "realizar trueques, cambios e intercambios
de unas cosas por otras". De esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y
la economía de mercado, se le atribuye un origen espontáneo o natural dentro
de la edad moderna.

Este impulso natural hacia el comercio y el intercambio fue acentuado y


fomentado por las Cruzadas que se organizaron en Europa occidental desde el
siglo XI hasta el siglo XIII. Las grandes travesías y expediciones de los siglos
XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el comercio, sobre todo
tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en Europa de ingentes
cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras. El orden
económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que
predominaba lo comercial, es decir, cuyo objetivo principal consistía en
intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no
se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.

Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una de


las figuras más características del capitalismo, el empresario, que es, según
Schumpeter, el individuo que asume riesgos económicos no personales. Un
elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de
obtener beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la
posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son
dos resultados posibles, por lo que el papel del empresario consiste en asumir
el riesgo de tener pérdidas o ganancias.
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la
filosofía del Renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de
forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados
nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento
y desarrollo del capitalismo en las naciones europeas. Este crecimiento fue
posible gracias a la acumulación del excedente económico que generaba el
empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor
crecimiento, lo cual generó industrialización en las regiones del norte de
Europa.

Para definir el Capitalismo es necesario describir todos sus principios básicos,


ya que si bien existe un consenso sobre su definición, este es de un nivel muy
básico y suelen confundirse las características atribuidas al capitalismo
(algunas suelen ser erróneas) con el capitalismo como sistema.

Una de las interpretaciones más difundidas señala que en el capitalismo, como


sistema económico, predomina el capital sobre el trabajo como elemento de
producción y creador de riqueza. El control privado de los bienes de capital
sobre otros factores económicos tiene la característica de hacer posible
negociar con las propiedades y sus intereses a través de rentas, inversiones,
etc. Eso crea el otro distintivo del capitalismo que es el beneficio o ganancia
como prioridad en la acción económica en función de la acumulación de
capital que por vía de apropiación lockeana puede separarse del trabajo
asalariado.

En las democracias liberales se entiende muchas veces el capitalismo como un


modelo económico en el cual la distribución, la producción y los precios de
los bienes y servicios son determinados en la mayoría de las veces por alguna
forma de libre mercado. Ciertas corrientes de pensamiento discuten si esta es
la definición exacta de capitalismo o si sólo se trataría de una de sus
características (necesaria para el marxismo, contingente para la
socialdemocracia, y aparente para el mutualismo). Generalmente, el
capitalismo se considera un sistema económico en el cual el dominio de la
propiedad privada sobre los medios de producción desempeña un papel
fundamental.

Es importante comprender lo que se entiende por propiedad privada en el


capitalismo ya que existen múltiples opiniones, a pesar de que este es uno de
los principios básicos del capitalismo: otorga influencia social a quienes
detentan la propiedad de los medios de producción (o en este caso el capital),
la burguesía, dando lugar a una relación jerárquica de funciones entre el
empleador y el empleado. Esto crea a su vez una sociedad de clases
estratificadas en relación con el éxito económico en el mercado de consumo,
lo que influye en el resto de la estructura social según la variable de capital
acumulada; por tal razón en el capitalismo la pertenencia a una clase social es
movible y no estática.

Sobre la propiedad privada, el capitalismo establece que los recursos


invertidos por los prestadores de capital para la producción social, deben estar
en manos de las empresas y personas particulares que los adquieran. De esta
forma a los particulares se les facilita el uso, empleo y control de los recursos
que utilicen en sus labores productivas, de los que, a fines empresariales,
podrán usar como mejor les parezca.

Marxismo

Es un método de análisis político-económico, o también un


movimiento político y social, o una doctrina, nacida a partir de la
década de 1840, siendo su mayor expositor y fundador Karl Marx
(filósofo alemán), quien utilizó al marxismo como método para el
análisis del capitalismo.

También tuvo gran importancia dentro del marxismo Friedrich Engels,


filósofo alemán, de ideas revolucionarias, que contribuyó intelectual y
moralmente con el marxismo. Engels era además un buen amigo de
Marx, y ambos se complementaban muy bien, potenciando así el
poder del marxismo en todos sus aspectos.

Marx tuvo dos grandes influencias filosóficas: la de Feuerbach, que le


aportó y afirmó su visión materialista de la historia, y la de Hegel, que
inspiró a Marx acerca de la aplicación de la dialéctica al materialismo.
Aunque para su trabajo de disertación doctoral eligió la comparación
de dos grandes filósofos materialistas de la antigua Grecia, Demócrito
y Epicuro, Marx ya había hecho suyo el método hegeliano, su
dialéctica. Ya en 1842 había elaborado su Crítica de la Filosofía del
Derecho de Hegel desde un punto de vista materialista. Pero a
principios de la década del 40, otra gran influencia filosófica hizo
efecto en Marx: la de Feuerbach, especialmente con su obra La
Esencia del Cristianismo. Tanto Marx como Engels abrazaron la crítica
materialista de Feuerbach al sistema hegeliano, aunque con algunas
reservas. Según Marx, el materialismo feuerbachiano era
inconsecuente en algunos aspectos, idealista. Fue en las Tesis sobre
Feuerbach (Marx, 1845) y La Ideología Alemana (Marx y Engels,
1846) donde Marx y Engels ajustan sus cuentas con sus influencias
filosóficas y establecen las premisas para la concepción materialista
de la historia.
Si en el idealismo de Hegel
la historia era un devenir de continuas contradicciones que
expresaban el autodesarrollo de la Idea Absoluta, en Marx son el
desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción
las que determinan el curso del desarrollo socio-histórico. Para los
idealistas el motor de la historia era el desarrollo de las ideas. Marx
expone la base material de esas ideas y encuentra allí el hilo
conductor del devenir histórico.

El marxismo es denominado también “socialismo científico”, pues si


bien no se puede hablar de ciencia dentro de la política, con
demasiada rigurosidad, el marxismo tiene una base económica, y su
plan se acerca al método científico lo más posible. El marxismo gira
principalmente en torno a las relaciones socioeconómicas que
caracterizaban a la Europa del siglo XIX en el momento posterior al
estallido de la Revolución Francesa y en el período histórico en el cual
la industrialización cambió profundamente las formas sociales y
económicas conocidas hasta el momento. Para el marxismo la base
de la organización social era la división de clases, concepto
ciertamente complejo que hasta el día de hoy genera conflictos en
torno a su definición. Para Marx y otros filósofos contemporáneos tales
como Engels, la sociedad capitalista se dividía en clases según se
poseyeran los medios de producción o se poseyera fuerza de trabajo.
Mientras los capitalistas, dueños del dinero y de los medios de
producción actúan en la teoría marxista como los explotadores que
obligan a ingentes cantidades de seres humanos a convertirse en
simple fuerza de trabajo, los trabajadores serían, a pesar de su falta
de reconocimiento y poder, los responsables de llevar a cabo la
revolución proletaria. Esta revolución proletaria significaría la toma del
poder de esos medios de producción, que no pueden pertenecer a
otros que a quienes los manejan día a día en las fábricas, y a la
instauración de gobiernos en los cuales los derechos trabajadores y
sociales sean reconocidos. La culminación de esta revolución era para
Marx la instauración de la dictadura del proletariado y la consiguiente
desaparición de lucha de clases.

El Capital, es una obra de tendencia económica y política, escrita por


Marx, y se considera como el escrito más valioso y destacado del
Marxismo, en el cual se reflexiona y analiza el capitalismo. Como su
nombre lo da a entender, y las leyes de su dinamismo. Este libro es
una pieza trascendental en el pensamiento político de todas las
épocas. Marx publicó tan sólo el primer tomo del libro “El Capital”;
luego de su fallecimiento los otros tres tomos fueron, a partir de los
manuscritos de Marx, editados y dados a conocer gracias a Friedrich
Engels. La ideología marxista conserva entre sus pilares
preponderantes: la dialéctica materialista, el materialismo histórico, y
la lucha de clases.

La dialéctica materialista expresa, en líneas generales, que cada idea


lleva, da origen, y conserva en sí misma, su propia negación, o idea
opuesta; es decir, por ejemplo: se nos hace difícil entender qué es la
luz, sin conocer previamente qué es la oscuridad. Esta teoría hace
posible interpretar a la historia de manera dinámica, en donde cada
proceso histórico se relaciona con el anterior.

El materialismo histórico explica que la historia está determinada por


los factores económicos, y fundamentalmente, el fenómeno de la
producción. La lucha de clases, por otro lado, significa dentro del
marxismo, la creencia en la lucha entre clases poseedoras y
desposeídas, desde siempre, cada una peleando por el poder: las
clases poseedoras por conservarlo, y las desposeídas por obtenerlo.

Estructuralismo
El estructuralismo es una de las teorías más estudiadas en Psicología
y se refiere a la teoría fundada por Edward B. Titchener (1867-1923),
con el objetivo de describir la estructura de la mente en términos de
los elementos más primitivos de la experiencia mental.

Esta teoría se centró en tres cosas: los elementos individuales de la


conciencia, cómo se organizan en las experiencias más complejas, y
cómo estos mentales fenómenos correlacionados con los eventos
físicos. Los elementos de estructura mental de sí mismos, de tal
manera de permitir que la experiencia consciente. Para estudiar la
conciencia utilizaban como método la introspección para describir
detalladamente las sensaciones, emociones y pensamientos de las
personas en determinadas situaciones.

Titchener Introdujo la medición y el experimento en esta disciplina, que


hasta entonces había sido una rama de la filosofía. Wund y Titchener
pensaban que la misión de la Psicología consiste en identificar los
elementos básicos de la experiencia y en demostrar cómo se
combinan. A esta escuela del pensamiento se le llama
Estructuralismo. Titchener es el fundador de la teoría del
estructuralismo debido a que fue alumno de Wilhelm Wundt en la
Universidad de Leipzig, Titchener tuvo ideas sobre cómo funcionaba la
mente y que estaban muy influenciados por la teoría de Wundt de
voluntarismo y sus ideas de la asociación y la percepción (las
combinaciones de activos y pasivos de elementos de la conciencia,
respectivamente). Titchener intentó clasificar las estructuras de la
mente, al igual que los químicos clasificar los elementos de la
naturaleza en la tabla periódica.

Funcionalismo

Es una corriente filosófica influida por el pragmatismo americano y el


evolucionismo que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del
XX en Estados Unidos. Frente al estructuralismo propuesto por
Titchener, el funcionalismo pretendió estudiar la mente para
comprender cómo las distintas propiedades y características de ésta
facultan al individuo para el desenvolvimiento en su medio.

El estructuralismo se preocupó, fundamentalmente, por la estructura


de la mente, mientras que el funcionalismo por su función. Como
consecuencia del punto de vista evolucionista, según el cual el hombre
no presenta diferencias absolutamente insalvables respecto de las
otras especies animales, el funcionalismo se preocupó por la
investigación de la mente de los animales, y como consecuencia de
que la mente interacciona con el entorno merced a la conducta del
individuo, el análisis de la conducta también fue tema destacado.
William James, James R. Angell, y John Dewey son los funcionalistas
más importantes.

No hay que confundir esta forma de funcionalismo con el


funcionalismo filosófico: en este último caso, se trata de una filosofía
de la mente preocupada por caracterizar lo psíquico, tarea en la que
concluye que lo mental se define siempre por la función que cumple
en relación a las necesidades del organismo. Para esta teoría lo
importante en los estados y procesos mentales no es la estructura
física que sirve de soporte a los mismos (como lo fundamental para
ser un corazón es su capacidad para bombear la sangre a la totalidad
del cuerpo, no el hecho de que sea de metal o biológico).

Con esta tesis, el funcionalismo se convirtió en el fundamento


filosófico del paradigma cognitivo en Psicología: para entender la
mente podemos prescindir de la comprensión de la base física en la
que toma cuerpo, pues lo esencial es el tipo de procedimientos que
sigue al realizar una tarea, y su valor en relación a la totalidad del
sistema. La metáfora del ordenador es la consecuencia lógica de
estas tesis filosóficas.
Positivismo

En un sentido amplio, el Positivismo es la escuela filosófica según la


cual todo conocimiento, para ser genuino, debe basarse en la
experiencia sensible. El progreso del conocimiento sólo es posible con
la observación y el experimento y, según esta exigencia, se debe
utilizar el método de las ciencias naturales. La pretensión de algunos
filósofos de buscar conocimientos por medio de especulaciones
metafísicas son intentos perdidos, si bien la Filosofía debería tener
como única tarea la de hacer comprensibles los métodos de las
ciencias naturales y desarrollar, además, las concepciones generales
que se derivan de las resultados de las diferentes ciencias
particulares.

Francisco Bacon (1561


- 1626), que puede ser llamado el padre de la escuela, a la cual dio su
nombre, sostiene que los filósofos no deben buscar más allá de los
límites de la naturaleza. Hay hechos que deben ser abordados sin
ninguna concepción previa y algunos de esos hechos positivos deben
ser aceptados por la fe en la experiencia. Saint Simón aplica la
palabra positivo a las ciencias que se basan en los hechos que han
sido observados y analizados.

Augusto Comte (1798 - 1857) tal vez es el autor más identificado con
esta escuela_ destacó el término ya acuñado en el título de su obra
principal Curso de Filosofía positiva (1830- 1842) para poner de
relieve que la función de la teoría consiste en coordinar los hechos
observados por las ciencias y de ninguna manera buscar las causas
de su ocurrencia.
La posición central de Comte se caracteriza por su manifiesta aversión
al espiritualismo metafísico y religioso y su admiración por los poderes
y realizaciones exhibidos por el pensamiento científico. En este
sentido, y de manera que lo acerca fuertemente al tipo de postura
asumida por Bacon en el siglo XVII, el interés principal de Comte no
consiste en elaborar un nuevo sistema filosófico, sino en promover
una profunda reforma social.
En cuanto tal reforma requiere de una radical transformación
intelectual, Comte desarrolla su posición positivista. Tal concepción
destaca la importancia del espíritu científico en la sociedad: para
Comte, las diferentes ciencias representan una alternativa de
conocimiento de carácter unitario. Esta unidad que, más allá de las
diferencias, observa las diferentes disciplinas científicas, está
asegurada por el apego de todas ellas al método científico. La unidad
del método asegura la unidad de la ciencia.

Comte busca aplicar al campo de la actividad humana el método


científico de tal manera que se pueda generar un tipo de conocimiento
sobre el hombre y la sociedad con la solidez de lo obtenido en las
ciencias naturales: en este intento, insiste en la primacía del concepto
de proceso y se preocupa, de manera particular, por ofrecer una
explicación científica sobre los procesos históricos. El objetivo de
Comte es descubrir las leyes que explican el devenir histórico.
(Echeverría. Introducción a la filosofía moderna. 1988, pág. 113).

Respecto del objetivo buscado por Comte debe recordarse su ley de


los Tres Estadios. Después de los estadios teológico y metafísico
vendría el estadio positivo o científico en el cual se sustituyen las
explicaciones metafísicas por las explicaciones propiamente
científicas. El pensamiento de Comte ejerció una importante influencia
en las concepciones metodológicas de Emile Durheim, en el campo de
la sociología.

Positivismo logico
El Positivismo Lógico, conocido también como Empirismo Lógico, es la
corriente surgida a fines del decenio de 1920, y cuyos principales
representantes se agruparon en el llamado Círculo de Viena: Schlick,
Carnap, Neurath, Frank, Kauffman, Gödel entre otros. Su posición
básica se funda en el Neopositivismo de Mach, Pearson y de algunos
empiristas ingleses, como Hume. Posteriormente, recibieron la
influencia de Wittgenstein.
El núcleo del Positivismo Lógico está constituido por un Empirismo
total, apoyado en los recursos de la Lógica moderna, una alta
valoración de la ciencia, un rechazo también total a la metafísica y al
propósito de unificar el lenguaje de las diferentes ciencias con un
denominador común en el lenguaje de la física (fisicalismo).

Para esta escuela, una proposición sólo tiene sentido si se apoya en


un modo efectivo de verificación. Como dicen: El significado de una
proposición es su modo de verificación. Las proposiciones que no se
apoyan en un modo de verificación por la experiencia, de manera
sensible, no pueden ser verdaderas ni falsas. Por lo tanto, solo las
proposiciones empíricas son auténticas proposiciones. Como los
enunciados de la metafísica no pueden ser probados por la
experiencia, son pseudoproposiciones o proposiciones sin sentido, sin
significado.

Una característica importante del Círculo de Viena es su apoyo en la


Lógica moderna. Sus trabajos se exponen con todo rigor con el
propósito de eludir la ambigüedad. En esta regla radica su aporte a la
expresión más clara de los contenidos del trabajo científico.

La influencia del Positivismo Lógico es clara en la metodología


cuantitativa de las Ciencias Sociales y, en particular, en investigadores
como Paul Lazarsfeld, Herbert Hyman, Raymond Boudon y un gran
número de sus seguidores.

Modernismo

Fue una corriente del pensamiento que se desarrolló en la Edad Media


baja (siglos XVII y XVIII); inspirada y fundamentada en el pensamiento
de Descartes (racionalismo), sacando de allí sus ideas básicas. La
modernidad se caracterizó por la racionalización de la existencia tanto
es así que llego a hablarse de "La diosa razón".

Este pensamiento fue marcado por el surgimiento de grandes utopías


sociales, políticas, económicas, culturales, tecnológicas, industriales,
etc. Los ilustrados creyeron en la cercana victoria sobre la ignorancia y
la servidumbre por medio de la ciencia; los capitalistas confiaban en
alcanzar la felicidad gracias a la racionalización de las estructuras
sociales y el incremento de la producción; los marxistas esperaban la
emancipación del proletariado a través de la lucha de clases. En lo
que todos estaban de acuerdo (a pesar de las grandes diferencias
ideológicas) era en que "se puede". Lo resaltable de éstas era la
búsqueda del bien común ("El todos antes que el Yo"), y la confianza
que éstas tenían en la razón y en los valores del "hombre".

El hombre modernista era un hombre comprometido con la


humanidad, creía en ésta y en su avance. Creía en la razón Universal
y en que a través de ella se podía llegar a la pura verdad. El hombre
modernista era un hombre enamorado de la vida, con un proyecto
claro e ideales firmes; los cuales no estaba dispuesto a canjear por
bienes materiales.

El modernista es un hombre, básicamente optimista, no acepta el


mundo en el cual le tocó vivir, pero tiene esperanza de cambiarlo. El
hombre moderno convencido de que se puede cambiar la sociedad
compromete su presente por un futuro mejor, para él y para "todos".
Fue una época de grandes dictaduras y tiranías, posiblemente por el
compromiso de los hombres con la sociedad.

En filosofía, el modernismo reacciona contra el positivismo,


interesándose por la teosofía de Annie Besant y Helena Blavatsky, así
como por los estudios de Max Nordau sobre la degeneración, y las
nuevas filosofías de la vida de Henri Bergson y Arthur Blondel.
Postmodernismo
A cada generación le gusta identificarse con una gran figura mitológica
o legendaria que es reinterpretada en función de los problemas del
momento. Los hombres modernos gustaron identificarse con
Prometeo, que, desafiando la ira de Zeus, trajo a la tierra el fuego,
desencadenando así, el progreso de la humanidad.

En 1942, Camus sugirió que el símbolo más representativo de la


modernidad no era tanto Prometeo sino Sísifo que fue condenando
por los Dioses a hacer rodar sin cesar una roca hasta la cumbre de
una montaña, desde donde volvía a caer siempre por su propio peso.
Ahora, los posmodernos dicen: "Hace falta ser tontos para saber que
Prometeo no es Prometeo sino, Sisífo, y empeñarse una y otra vez en
subir la roca hasta lo alto de la montaña". ¡Dejémosla abajo y
disfrutemos de la vida!
La posmodernidad surge a partir del momento en que la humanidad
empezó a tener conciencia de que ya no era válido el proyecto
moderno; está basada en el desencanto. Los posmodernos tienen
experiencia de un mundo duro que no aceptan, pero no tienen
esperanza de poder mejorarlo. Estos, convencidos de que no existen
posibilidades de cambiar la sociedad, han decidido disfrutar al menos
del presente con una actitud despreocupada.
La posmodernidad es el tiempo del yo ("de él yo antes que él todos") y
del intimismo. Tras la pérdida de confianza de los proyectos de
transformación de la sociedad, solo cabe concentrar todas las fuerzas
en la realización personal. Hoy es posible vivir sin ideales lo
importante es conseguir un trabajo adecuado conservarse joven,
conservar la salud, etc. El símbolo de esta época ya no es Prometeo
ni Sísifo, sino Narciso. Los grandes principios éticos y morales de la
modernidad no se mantienen con carácter Universal, se entra en una
ética de la situación, "todo depende".
El hombre en la posmodernidad empezó a valorar más el sentimiento
por encima de la razón. Los posmodernos niegan las ideas de la
modernidad sin analizarlas, ya que esto supondría tomar en serio la
razón, rechazan con jovial osadía los ideales propuestos por los
modernistas. Y dicen que el deseo de saber demasiado sólo puede
traer males. Opinan que el "pensamiento débil" tiene dos grandes
ventajas: Buscar el sentido único para la vida conlleva una apuesta
demasiada alta (todo o nada).
Las grandes cosmovisiones son potencialmente totalitarias. Todo
aquel que cree tener una gran idea trata de ganar para ella a los
demás y, cuando estos se resisten, recurrirá fácilmente a la
implementación de la fuerza. El individuo posmoderno obedece a
lógicas múltiples y contradictorias entre sí. En lugar de un yo común lo
que aparece es una pluralidad de personajes. Todo lo que en la
modernidad se hallaba en tensión y conflicto convive ahora sin drama,
pasión ni furor.

El individuo posmoderno, sometido a una avalancha de informaciones


y estímulos difíciles de organizar y estructurar, está en un incierto
vaivén de ideas. El posmoderno no se aferra a nada, no tiene certezas
absolutas, nada le sorprende, y sus opiniones pueden modificare de
un instante a otro.

Debido a la falta de confianza en la razón hay una pérdida de


preocupación por la realización colectiva, y resalta un interés por la
realización de uno mismo. Esto se observa en el retorno a lo religioso:
hay un "boom" de lo sobrenatural y de las ciencias ocultas
(quiromancia, astrología, videncia, cartas astrales, cábalas, etc.). En la
posmodernidad, a diferencia de la modernidad, no hay prejuicio en
aceptar explicaciones por más irracionales que sean. Además de un
retorno de lo irracional; también retorna Dios. El Dios del individuo
posmoderno no pude ser demasiado exigente. Puesto que el individuo
posmoderno obedece a lógicas múltiples, su postura religiosa también
las tiene; estructura su mundo metafísico tomando ideas judaístas,
cristianas, hindúes y añadiendo, quizás, una pizca de marxismo y/o
paganismo.

Un modelo de sociedad postmodernista sería una conformada por


infinidad de micro colectividades heterogéneas entre sí. Los
posmodernos renuncian a discutir sus opiniones; "vive y deja vivir". El
individuo posmoderno renuncia a buscar un sentido único y totalizante
para la vida. La suya es una postura confortable, alérgica a las
exigencias radicales.
La posmodernidad, se caracteriza por:

.- El hombre es producto de un proceso natural de evolución, que


puede explicarse mediante la razón científica sin recurrir a fuerzas
ajenas a ese proceso.
.- El proceso de desarrollo evolutivo se desencadena por el
mecanismo de la competencia. La competencia genera el progreso no
solo de la especie humana en un entorno hostil, en el que se
sobrevivirá el más fuerte, sino del individuo humano, ya constituido de
ese ámbito hostil de la especie de la que forma parte.

El filósofo francés Jean-François Lyotard considera que la explosión


de las tecnologías de la información, y la consiguiente facilidad de
acceso a una abrumadora cantidad de materiales de origen en
apariencia anónimo es parte integrante de la cultura posmoderna y
contribuye a la disolución de los valores de identidad personal y
responsabilidad. Con todo, entiende la multiplicidad de estilos
posmodernos como parte de un ataque al concepto representativo de
arte y lenguaje, con lo que afirma más de lo que rechaza el
modernismo de altos vuelos y allana paradójicamente el camino para
su regreso triunfal.

Las Dos Revoluciones

Se consideran a la Revolución Industrial (1750) y a la Revolución Francesa


(1789) como los dos acontecimientos más importantes de la historia mundial y
que cambiaron con sus acciones el devenir histórico mundial hasta nuestros
días.

La Revolución Industrial
El inicio de la llamada Revolución Industrial, coincide con el período
donde un conjunto de invenciones e innovaciones conexionadas que
permiten lograr una enorme aceleración de la producción de bienes y
asegurar un crecimiento económico auto sostenido, independiente de
la agricultura. Como es sabido, se inició espontáneamente en
Inglaterra y se afianzó y convirtió en irreversible entre 1750 y 1850. Su
base estaba en el desarrollo de la industria manufacturera,
generalizando el uso de la máquina para reducir tiempos y coste de
producción.
El despegue inicial lo proporcionó la industria algodonera, al
multiplicarse fabulosamente la producción de tejidos por introducción
de telares mecánicos. Pero fue la siderurgia la que, al revolucionar su
tecnología de producción, produjo un impacto aún más decisivo,
puesto que repercutió en todo el desarrollo industrial posterior y, en
una buena medida, lo hizo posible. En efecto, una cadena de
perfeccionamientos en hornos y sistemas de fundición permite obtener
un hierro de alta calidad, capaz de sustituir ventajosamente a otros
materiales para mejorar muchas técnicas anteriores y construir nuevas
máquinas. Sólo el hierro permitió el desarrollo del ferrocarril, que venía
a sumarse a las importantes transformaciones del transporte, que ya
habían empezado a producirse: técnicas modernas de pavimentación
de carreteras y apertura de redes de canales. La disminución de
tiempos de desplazamiento e intercambio, que así se hizo posible,
inició la ruptura de las nuevas dimensiones espacio-temporales y las
relaciones de dependencia entre núcleos urbanos y rurales, propios de
la sociedad agrícola anterior.

Con posterioridad a este despegue la industrialización se difundió por


otros países de Europa y América, pasando por etapas parecidas de
aumento en la producción y repercusiones en las formas de vida
humana.
La industrialización tuvo repercusiones conmocionantes sobre las
ciudades. En primer lugar, porque a ellas vinieron a instalarse las
fábricas y, en segundo lugar, porque ello provocó amplios
movimientos migratorios de campesinos pobres, atraídos por el salario
industrial, para los cuales hubo que preparar acomodo. Las ciudades
atrajeron a la industria y la industria hizo crecer a las ciudades. Entre
1790 y 1841, Londres pasó de 1.000.000 de habitantes a 2.235.000.

Pero debe recordarse que la filosofía social dominante era del más
crudo liberalismo, que suponía una completa aceptación del principio
de Laissez Faire. Para el famoso economista Adam Smith, no había
que producir ninguna interferencia en el desarrollo espontáneo del
sistema económico, pues ello acrecentaba la productividad. Y David
Ricardo sostenía que la persecución del beneficio privado " esta
admirablemente conectada con la consecución del bien común”. Por
tanto, no es extraño que todo el proceso de transformación de la
ciudad que se produjo en aquellos momentos se desarrollase
libremente, sin controles ni directrices de ningún tipo. El crecimiento
urbano, producto de operaciones privadas movidas por la búsqueda
del máximo provecho, tanto para la instalación de fábricas como para
la creación de barrios obreros.
El resultado fue una dislocación y una degradación del espacio urbano
anterior, así como también una degradación del medio ambiente
circundante, de lo cual han quedado diversas clases de testimonios
dados por algunos contemporáneos. Desde las descripciones literarias
de Dickens, y los análisis de Engels, se nos muestra un panorama
lacerante. Por una parte, la destrucción de los valores de la ciudad
tradicional y la aparición de unas graves condiciones de
inhabitabilidad: contaminación de la atmósfera y del agua,
acumulación hedionda de detritus humanos e industriales, estrépito
fabril... Por otra parte, la inocua explotación del trabajador, con una
jornada de dieciséis horas y una " estabulación " precaria en los
hacinados conglomerados de viviendas de ínfima calidad producidos
por los especuladores.

Sin embargo, hay que señalar que simultáneamente se desarrollaba


muchas veces la ciudad de una burguesía que se enriquecía en este
contexto político-económico. La profunda importancia que tiene esta
revolución, es su temprana consecuencia: la de cambiar
materialmente hablando, las condiciones sociales y las relaciones
sociales de producción que llevaron a diversos problemas
incontenibles qué, desde una perspectiva neo marxista se puede
afirmar que sólo faltaba que la burguesía adquiera su autonomía
política para establecerse como clase hegemónica en la sociedad, lo
cual no tardaría en gestarse años después se desataría la Revolución
Francesa

Revolución francesa

Los pensadores franceses admiraban la organización política, social,


económica y la filosofía inglesa. De esa admiración surgieron las ideas
principales de la Ilustración francesa: Fe en el progreso humano. Los
hombres mejoran a través de la educación. Libertad religiosa. Todos
los seres humanos son esencialmente iguales. El gobierno de un
pueblo surge por convenio de los ciudadanos. Tales ideas fueron
propugnadas por pensadores como Rousseau, Diderot, D'Alambert y
Voltaire. Se difundieron a través de la Enciclopedia y se apoyaron en
gran parte en el surgimiento de la Revolución francesa.
Tal como lo señala la historia Luis XIV, Luis XV y Luis XVI impusieron
la monarquía absoluta, restando privilegios a la nobleza y uniéndose a
la burguesía. Enfrentaron graves problemas económicos que no
resolvieron con poner impuestos. Entonces encargaron su solución a
los Estados Generales, asamblea formada por representantes de la
nobleza, el clero y el pueblo. Esta asamblea también fracasó. Los
representantes del pueblo formaron aparte la Asamblea Nacional, que
pronto incluyó a representantes de la nobleza y del clero, y que exigió
al gobierno importantes reformas.

Con el lema "Libertad, Igualdad, Fraternidad", el 14 de julio de 1789


dio inicio la Revolución Francesa, movimiento que derrocó a la
monarquía absoluta, proclamó los derechos del hombre e instituyó la
república. Hasta antes de 1789 el clero y la nobleza eran las clases
privilegiadas, exentas de determinados impuestos que campesinos,
comerciantes y artesanos estaban obligados a pagar. Otras
desigualdades que determinaron el levantamiento fueron, por ejemplo,
las cuotas por el derecho al uso de tierras que debían pagar los
campesinos, sin considerar el monto de la producción o si los cultivos
se habían perdido a causa de siniestros o inclemencias del tiempo.
Además de las cuotas que debían pagar al rey y la nobleza, los
campesinos debían también cumplir compromisos económicos con la
iglesia.
La manifestación de descontento fue resultado de muchos años de
silencio del pueblo ante el evidente dispendio de los tesoros de
Francia. Las extravagancias de Luis XIV y sus sucesores, el apoyo
económico que se otorgó a los estados de Norteamérica para obtener
su independencia y la frivolidad de María Antonieta fueron los últimos
golpes dados a la tolerancia popular. El 5 de mayo de 1789 se
reunieron los Estados Generales (la nobleza, el clero y el pueblo) que
se erigieron en Asamblea General Constituyente, se dejó claro que
sólo el pueblo y no el rey tenían poder de decisión sobre este órgano y
se anunció que se promulgaría una constitución. Posteriormente, el 14
de julio de 1789, la gente de París tomó la prisión real conocida como
la Bastilla, con lo que se dio por iniciado el movimiento revolucionario
y un comité de ciudadanos de clase media se hizo cargo del gobierno.

Poco a poco, en las provincias se imitó el procedimiento seguido en la


capital. En octubre, los monarcas fueron trasladados de Versalles a
París para ser vigilados más de cerca. En 1791 fue concluida la
Constitución y quedó abolida la nobleza, se impusieron limitaciones a
la monarquía, antes absoluta, y se dio a conocer la Declaración de los
Derechos del Hombre. Un intento de huida de los reyes con sus hijos
hizo crecer la desconfianza hacia ellos. Entonces fueron recluidos en
el palacio de las Tullerías que fue asaltado el 10 de agosto de 1792.
Un mes después se declaró abolida la realeza y en enero de 1793
Luis XVI fue enviado a la guillotina.

En 1792, gobernada por la Convención Nacional, se proclama la


República que subsiste pese a la oposición de la nobleza europea y a
la guerra de Austria y Prusia contra Francia. Durante la formación de
la República surge el Régimen del Terror, originado por el ansia de
poder y el temor de los grupos revolucionarios a una invasión
extranjera. Napoleón Bonaparte, militar al servicio de la Revolución,
preserva la hegemonía política de Francia, realiza grandes reformas,
pero suprime el régimen republicano nombrándose emperador.
Napoleón empieza a realizar una campaña con el fin de extender los
dominios de Francia, se apodera de España. Es vencido en 1815, en
Waterloo.

El estallido de la Revolución francesa representó para la Corona


española un nuevo y gran peligro. Aparte de lo que significaba en el
plano ideológico-político la caída del Antiguo régimen monárquico en
el país vecino, la amenaza inmediata de una guerra con Francia
pareció aumentar a causa de la "diplomacia de mano dura" del
ministro Floridablanca, que mostró una actitud inflexible de rechazo
frente a la revolución, lo que proporcionó a sus enemigos políticos una
oportunidad para intensificar las intrigas en su contra, haciendo ver a
Carlos IV la posibilidad de que la hostilidad de Floridablanca contra la
Revolución francesa pudiera inmiscuir a España en una guerra que no
estaba en condiciones de emprender.

La Revolución Francesa se limita a realizar las ideas ya elaboradas.


Por ejemplo, la doctrina de la división de los poderes de Montesquieu
la toma de la historia inglesa; la igualdad de los hombres ante la ley,
es un concepto elaborado por la filosofía racionalista y empirista
anterior; la supresión de los privilegios de la iglesia y de los feudales
es obra de Voltaire que, en trabajos preliminares a la revolución, había
discutido esas instituciones.

Por otra parte, los franceses conocían el movimiento emancipador de


las colonias americanas y muchos habían intervenido en la guerra de
éstas contra Inglaterra. La Revolución Francesa fue de carácter
burgués, entonces, fueron los intereses económicos los que la
impulsaron, fue el tercer estado que, sintiéndose cohibido
despóticamente por la Iglesia, la nobleza, y el absolutismo de los
reyes se levanta en defensa de sus propios intereses económicos.
Estructura Social Venezolana

Período meso indio


Los primeros grupos humanos que llegan a las tierras que hoy
conocemos como Venezuela lo hacen en el Pleistoceno Tardío
posiblemente desde el Norte y comienzan a ocupar la costa
septentrional del territorio venezolano. Taima-Taima, Muaco y El Jobo
en el estado Falcón son algunos de los lugares que presentan restos
de esta población. La presencia de estos grupos se remonta al menos
al 13000 A.C. Los humanos que vivían en lo que es actualmente el
estado Falcón compartían su hábitat con mega fauna como los
megaterios, los gliptodontes y los toxodontes. La fauna de los años
prehistóricos y precolombinos estaba formada en parte por dantas,
tigres dientes de sable, armadillos gigantes, entre otros.

Los arqueólogos identifican un período Meso indio entre el 7000-5000


A.C. y el 1000 A.C. En este período los grupos de cazadores de mega
animales pasan a formar estructuras tribales más organizadas.

Período indígena
El desarrollo que se produce aproximadamente a partir del 1000 A.C.,
pero muy diferente según las regiones, se conoce como el período
Indígena. Se produce un desarrollo de la agricultura entre diversos
grupos.

La población indígena al momento del primer contacto con los


europeos aproximadamente medio millón de personas habitando lo
que hoy es territorio venezolano, habría llegado, por el norte, desde la
región del Calabozo; por el oeste, de los Andes, y por el norte, del
Caribe. Los grupos indígenas más importantes eran los chibchas en
los Andes, los caribes, situados en casi todas las costas, y los
arawakos, asentados en parte de las costas y más al sur, y los wayúu,
o guajiros.
Los principales pueblos que habitaron el país fueron los de raza
Caribe y arawak. Las regiones de oriente, Guayana y centro del país
así como también partes de Zulia y los llanos fueron habitados por
tribus caribes quienes migraron de la cuenca del Amazonas en Brasil,
aunque después a causa de guerras territoriales ocuparon la costa
norte de Suramérica. Los arawakos provenientes de la Amazonía
occidental poblaron regiones del que es hoy el estado Amazonas, en
las planicies y buena parte del occidente y centro occidente del país,
los waraos se encontraban en los caños de la desembocadura del río
Orinoco, los Timoto-cuicas en las montañas de los Andes y también
los yanomamis en las selvas del Amazonas.

Los grupos humanos chibchas provenientes de la zona hoy conocida


como Colombia comienzan a entrar en territorio de los Andes
venezolanos. Aparecen grupos Caquetíos de Paraguaná. También se
producen pequeñas migraciones de grupos independientes que
pueblan la cuenca del Orinoco y otras reducidas zonas del país. Al
llegar los españoles existían en Venezuela numerosas etnias que
hablaban idiomas caribes, arawakos, chibchas, tupí-guaraníes y de
otras familias lingüísticas. Los aborígenes usaban tecnologías
rudimentarias para construir viviendas, terrazas, diques, canales de
riego, etc.

Habitaban en comunidades nómadas, agricultores sedentarios, como


los sembradores de maíz, cultivo que necesitaba de complejos
sistemas de riego y embalses para controlar ríos, había cazadores de
dantas y manatíes, recolectores de conchas marinas y pescadores, los
cuales utilizaban embarcaciones fabricadas con base en un tronco de
un árbol caído para transportarse, no derribaban una palma si no
había necesidad de ello. Unos adecuaban el terreno montañoso para
la agricultura construyendo terrazas, otros construían muros de piedra
en los valles para ordenar los sembradíos. En los Llanos, pueblos
originarios construyeron una extensa red de calzadas, las cuales
comunicaban a las aldeas, crearon los campos elevados que
incrementaban la producción agrícola en las zonas anegadizas, con lo
cual lograban dominar las inundaciones en las épocas de lluvias.

No solían traer materiales de regiones lejanas para construir sus


viviendas o sus instrumentos. Casas de piedra unifamiliares en las
regiones más frías, churuatas colectivas de madera y palmas
agrupaban al grupo familiar extendido, palafitos de wayúus y waraos
eran viviendas comunes apoyadas sobre pilotes en las lagunas y
manglares.
El trueque solía consistir en el intercambio de tubérculos de la
montaña por frutas de tierras bajas, maíz por huevos de tortuga,
pescado salado por yuca, y así sucesivamente. Los kariña lograron
desarrollar amplias áreas de trueque, cultivaban algodón, auyama,
árboles frutales y tabaco, los cuales cambiaban por canoas y
hamacas. También producían cestería, cerámica, adornos corporales
de plata, perlas, oro y carey de conchas de tortuga que encontraban
en zonas distantes de su hábitat. La vestimenta variaba según la
región, ya que se fabricaba con las fibras naturales que encontraban
en su entorno, así, atavíos de lana para el frío de los Andes y
guayucos para el calor.
Se sancionaba fuertemente la acumulación de distintas riquezas en
varias comunidades, ya que la propiedad era colectiva, la producción
era social y no individual, en la mayoría de esas comunidades la
comida solía prepararse para toda la población. Sin embargo,
pretensiones territoriales de algunas poblaciones agresivas
desembocaban en grandes guerras, ejércitos de hasta 40 mil hombres
combatieron en la guerra entre catuches y teques.

En otras regiones, los warao, huyendo de los caribes dejaron su


territorio ancestral, y encontraron un nuevo hogar dentro de los caños
del delta del río Orinoco. La organización social variaba según la
región, había algunos pueblos que se constituían en comunidades
tribales, jerarquizadas, con caciques y autoridades de paz, y otras con
una organización comunitaria donde sólo el chamán, curandero y guía
espiritual tenía un rango superior, usaban las plantas con fines
medicinales.

La conquista
La llegada de los europeos al territorio de la actual Venezuela se
produce en el tercer viaje de Cristóbal Colón (1498), y luego el
conocimiento de sus costas es completado por las expediciones de los
años siguientes, especialmente las de Alonso de Ojeda y Rodrigo de
Bastidas.

El lugar donde fondearon sería en una de las ensenadas conocidas


hoy como Güinimita, Ucarita, Patao o Vacua. Tradicionalmente, se
considera que el sitio donde desembarcaron se hallaba en la
ensenada de Macuro, en la desembocadura del río San Juan, donde
hoy se halla Puerto Macuro.
En la punta que llamó del Arenal (ahora punta Icacos) se les acercó
una canoa grande con 24 hombres armados con arcos y flechas, los
cuales le parecieron de muy buena complexión; pero no pudieron
entablar relación, ya que los indígenas les lanzaron flechas.
Bordeando la parte meridional de la isla, vislumbraron hacia el sur el
delta de un gran río, lugar que Colón denominó isla Santa; es la
primera visión de la América del Sur continental y de Venezuela.

Colón indagó dónde obtenían los indios el oro con el cual se


adornaban y todos le señalaban una tierra fronteriza de ellos, hacia el
poniente, pero le daban a entender que no fuese para allá, pues
estaba habitado por tribus caníbales; también preguntó dónde
encontraban las perlas y también le señalaron que al occidente y al
norte, detrás de esta tierra donde estaban. Prosiguió Colón su viaje
hasta el fondo del golfo, al que denominó Golfo de las Perlas, a pesar
de no haberlas encontrado allí, y torciendo hacia el sur entró en un
golfo muy grande y le pareció que en el mismo había 4 golfos
medianos y que de uno de ellos salía un río muy grande, que debe ser
el río Paria.

El 13 de agosto, Colón comenzó a navegar hacia occidente por la


costa septentrional de la península de Paria, poniendo nombres a las
islas y cabos, probablemente hasta Araya; avistó las islas de
Margarita, Coche y Cubagua, aunque no desembarcó en ellas. Le
gusta tanto aquella costa, regada por grandes ríos y de vegetación
exuberante, que se figura que allí es donde estaba el paraíso terrenal;
juzga que está en tierra firme, es decir, ante un continente, en otro
mundo, y que es una tierra infinita, pero aún estaba convencido de
que formaba parte de Asia. El 15 de agosto puso proa a La Española;
atrás quedaba lo que luego sería Venezuela, la tierra que él había
descubierto.

Si el descubrimiento de Venezuela corresponde a Colón, cuando tomó


posesión de la Tierra de Gracia, el reconocimiento de toda la costa
venezolana, desde Margarita al Cabo de la Vela, se debe a Alonso de
Ojeda. La expedición, a pesar de que regresó con perlas, recogidas en
Paria, granos de oro y esclavos, dejó pocos rendimientos económicos,
sin embargo, y como recompensa, Ojeda fue nombrado gobernador
de Coquivacoa (junio 1501) y se le permitió regresar a aquellas tierras,
excepto a Paria

El círculo de las exploraciones a las costas de Venezuela


subsiguientes al viaje de Colón, se cierra con la expedición, con fines
comerciales, de Rodrigo de Bastidas, sevillano, que salió de Cádiz en
octubre de 1500, acompañado por Juan de la Cosa y Vasco Núñez de
Balboa; pasaron por las Antillas Menores y siguiendo la ruta marcada
por Colón en su tercer viaje, recorrieron la costa venezolana este-
oeste; Bastidas exploró, pues, Boca de Serpiente, Boca de Drago y la
costa norte de Paria; continuando hacia el oeste, reconoció el golfo de
Coquivacoa y el Cabo de la Vela, y siguió por las costas colombianas
hasta la bahía del Retrete. Colón llegaría a estos lugares un año más
tarde, en su cuarto viaje, navegando en sentido inverso.

La colonia
Las dos expediciones dirigidas por Alonso de Ojeda en 1499 y 1502
dan inicio al proceso de coloniaje en las tierras venezolanas. Al
principio el incentivo es buscar el oro y las perlas de la relación
expuesta por Colón. Desde el punto de vista geográfico, estos viajes
sirven para que Juan de La Cosa, navegante y famoso cartógrafo
español, levante un mapa del Nuevo Mundo. Ojeda y sus hombres
consiguen oro y perlas con las cuales regresan a España En el viaje
de 1502, Ojeda recorre la costa de Paria hasta el Cabo de La Vela y
"rescata" oro, perlas e indios.

Con estas expediciones de Ojeda, también comienza en Venezuela el


comercio y la esclavitud de indígenas. Algunos son llevados hasta
España como botín y otros como mano de obra a las Antillas Mayores.
Las perlas propician el poblamiento en Cubagua, Margarita y Cumaná.
La finalidad en Cubagua es la explotación de los placeres perlíferos,
organizada desde las islas de La Española y San Juan. Así, del simple
"rescate" de comienzos del siglo XVI, se pasa a una intensa actividad
extractiva desde 1510 en un medio geográfico hostil.

La Corona castellana, al monopolizar los derechos de descubrimiento


y soberanía sobre los nuevos territorios, quiso controlar también la
emigración a ultramar. La Casa de Contratación, fundada en Sevilla en
1503, tenía, entre otros cometidos, el de regular y vigilar el movimiento
migratorio a las Indias. En 1510, el rey Fernando II el Católico, ordenó
a los empleados de este organismo que llevaran un registro de todos
los viajeros y que enviasen una copia a las autoridades de La
Española para facilitar el control de los recién llegados.

La solicitud del permiso obligatorio, que cada emigrante debía obtener


antes de embarcarse, iniciaba un proceso administrativo y generaba
un expediente, en el que se recogían diversos aspectos de
identificación personal (sexo, edad y descripción física), así como una
información sobre la procedencia, el oficio, la limpieza de sangre y, en
algunas ocasiones, sobre la causa y objetivos del viaje. El empeño por
controlar el traslado de los pasajeros a América permitió acumular una
documentación de gran interés para los historiadores y para la
demografía histórica.

La Monarquía mantiene en todo caso su dominio incontestable, no se


desentiende de su obligación americana, ni deja nunca de estar
presente y actuante en ella; autoriza a los particulares, más los
fiscaliza en el cumplimiento de la faena, y en trueque de los halagos
que les ofrece, los obliga a las retribuciones correspondientes.

En este proceso surge la Capitulación, documento matriz de la


Conquista; que señala que bajo el principio de que las Indias eran
hacienda o propiedad privada de la Corona de Castilla, se crea en
Venezuela la Real Hacienda, institución mediante la cual se definían
los bienes que pertenecían a la Corona, o que ésta asumía como
suyos, de allí surgen las llamadas regalías.

Los Welser, familia de poderosos banqueros alemanes, celebran en


marzo de 1528 un contrato con Carlos I, rey de Castilla, quien a la vez
era Carlos V, emperador de Alemania, para la explotación y
poblamiento de la provincia de Venezuela. Ambrosio Alfinger es
nombrado gobernador y capitán general de la recién creada provincia.
En febrero de 1529 llegan las primeras naves de los Welser a las
costas de la "Coriana" con Alfinger al mando, vienen también los
agentes comerciales alemanes, las autoridades españolas en lo
económico y fiscal, y los representantes de la Iglesia.

De esta manera se inicia la conquista, exploración y dominación de


Venezuela. Los alemanes se dan a la tarea de recorrer el territorio,
estableciendo relaciones con las cercanas islas del Caribe,
conservando la sede del poder en la recién creada ciudad de Santa
Ana de Coro, único centro de control político y administrativo de la
provincia. Entre 1529 y 1542 organizan y emprenden desde Coro seis
entradas de conquista y reconocimiento "de la tierra adentro". A raíz
de estas jornadas surge la fundación de Maracaibo, como un puesto
de avance en la escalada exploratoria. A partir de 1545 con la
fundación de El Tocuyo, el proceso de conquista experimenta un
significativo cambio en la ocupación del territorio, ahora dirigido hacia
el interior de la provincia.
Este hecho se expresa particularmente en lo económico, al responder
a viejas peticiones de los vecinos, relacionadas con las mercedes de
tierras o repartimientos y las encomiendas de indios. Consolidada
política y económicamente cada nueva fundación, desde allí se
organizan y parten otras empresas de conquista y colonización que, a
su vez, reproduciendo las numerosas Ordenanzas de Poblamiento,
amplían y hacen más complejo el asentamiento español.

En uso de un derecho que juzgan perfecto, se inicia el regalismo más


personalista y absorbente de la época; los Reyes celebran
transacciones con sus vasallos y les hacen obsequio de derechos y
beneficios. Es así como surge el documento matriz de la Conquista:
La Capitulación, punto de arranque cierto para el Derecho de la
primera hora de América, éste empieza a formarse con esas normas
casuísticas, conjuntamente con las reglas y usos castellanos.

En esa especie de autorización consensual que es la Capitulación, la


Corona enumera las facultades que se reserva y las compensaciones
que reconoce a los factores de la operación, vale decir, los estímulos y
privilegios con los cuales retribuye a quienes con su dinero, energía y
audacia hacen posible las expediciones, y al frente de ellas vienen con
el título de Adelantados.
Las Capitulaciones eran títulos negociables, no muy diferentes, en ese
sentido, de lo que serían después las Concesiones para la explotación
de minerales y servicios en la época republicana. Las primeras fueron
para descubrimientos, después siguieron las de segundos viajes y
nuevas exploraciones, las de poblamiento, las dirigidas al ensayo de
rutas desconocidas, al establecimiento de centros urbanos, al rescate
e intercambio con los indios, y sobre todo a la búsqueda de perlas,
oro, palo brasil, etc.

Las Capitulaciones eran conocidas desde antes del "Descubrimiento"


de América. Más, en cuanto al Nuevo mundo se refiere, fue con
Cristóbal Colón con quien se celebró la primera Capitulación el 17 de
abril de 1492; ésta le consagra los títulos de Virrey, Almirante y
Gobernador de los territorios que descubra, y otras ventajas de
autoridad y pecuniarias máximas, prácticamente todo el poder
temporal de los Reyes en el ignoto hemisferio.

El 28 de junio de 1500 se suscribe la Capitulación a favor de Alonso


de Ojeda, para gobernar la isla de Coquivacoa, donde había visto la
Pequeña Venecia. Ese mismo año se suscriben Capitulaciones con
Rodrigo de Bastidas y Vélez de Mendoza, para descubrir islas y tierra
firme. En 1501 se Capitula con Vicente Yánez Pinzón y luego con
Diego de Lepe, para el rescate del oro, plata, cobre, estaño, azogue y
cualquier otro metal, esmeraldas, perlas, etc. Más adelante las
Capitulaciones se orientan a la incorporación de las tierras; de esa
clase son las que entre 1520 y 1526 se otorgan a favor de Bartolomé
de las Casas, Diego Caballero, y otros. Después las Capitulaciones
procuran principalmente la Colonización; como la que se pacta con los
Welser.
Con las Capitulaciones, también se aplicarán las leyes, las
instrucciones, los usos y costumbres de la guerra, los hábitos de
formación castrense y las reglas varias que desde la metrópoli se
traen con la cultura hispana al Nuevo Mundo.

Las capitulaciones que suscribe el Monarca son los ejercicios iniciales


de su soberanía sobre América; comenzaba a sí a disponer libremente
del inmenso bien que el "Descubrimiento" y la ocupación, y luego la
confirmación pontifical le había deparado. Se aspira a la sujeción
completa del Nuevo Mundo, bajo la inspiración exclusiva y para
beneficio determinante de la Corona. La dominación ha de ser integral;
España trata de superponerse enteramente al mundo descubierto, y
se empeña en hacer éste a su imagen y semejanza.

La penetración en el territorio de Venezuela, se acomete por los dos


costados del país: oriente y occidente. Bajo el signo de la paz empieza
la acción, sin embargo la conquista de Venezuela termina siendo de
las más sangrientas y desordenadas de América.

El primer establecimiento que adquiere rango de ciudad es Nueva


Cádiz, en la isla de Cubagua. Debe su nombre a una Real Cédula de
1528, cuando se llama Nueva Cádiz al pueblo de Cubagua. En la isla
existían rancherías desde 1512; la razón de su poblamiento estuvo en
los placeres de las perlas que allí había. A toda la costa se le llamó
Costa de las Perlas.

La destrucción de sus ostrales, las aperturas en un medio tan difícil, el


ataque de los indios Caribes, de piratas y la acción de la naturaleza,
obligan a emigrar hacia Margarita, constituyendo jurisdicción
simultánea en Margarita, Cumaná y Cabo de la Vela.

Cumaná, a orillas del río del mismo nombre, más tarde llamado
Manzanares, se inició como fortaleza dentro del plan de pacificación
de las expediciones de Gonzalo de Ocampo y Jácome Castellón, en la
década de 1520. Fue fundada con el nombre de Nueva Córdova, en
1562 por Fray Antonio de Montesinos. La rebeldía de los
Cumanagotos ante el intento de dominio español trajo grandes
enfrentamientos, que se acentuaron cuando se puso en práctica la
esclavitud y venta de indígenas, considerados como caníbales.
Barcelona, fue fundada en 1632 por Juan de Urpin, con el nombre de
Nueva Barcelona.
Coro, fue la primera ciudad fundada en la zona noroccidental, en la
región llamada "Coriana" por los indios Caquetíos, que la poblaban. El
poblamiento inicial se debe a Juan de Ampíes en 1527, agente de la
Corona en Curazao, Aruba y Bonaire. Tenía por cacique a Manaure.
Dos años después llegó Ambrosio Alfinger, del grupo de los Welser y
se estableció en Coro como fundador, en virtud de la Capitulación que
se le había otorgado a los Welser por la Corona.
El Tocuyo, fue fundado a orillas del río del mismo nombre por Juan de
Carvajal en 1545. Pasó a ser un centro económico de donde se
desplazaron grupos de colonizadores hacia el Occidente y el Centro
del país. El resultado fue: la fundación de Barquisimeto, fundada por
Juan de Villegas en 1552 a orillas del río del mismo nombre, que
significa río Turbio, en la zona de los indios Jiraharas.; la fundación de
Valencia, a orillas del río Cabriales, por Alonso Díaz Moreno en 1555.
En la región de Los Andes fueron fundadas Mérida, en 1558 por Juan
Rodríguez Suárez, San Cristóbal, en 1561 por Juan de Maldonado,
Trujillo, en 1558 por Diego García de Paredes; en las orillas del Lago
de Maracaibo, en 1570 fue fundada Maracaibo por Alonso Pacheco;
hacia los Llanos surgieron Barinas, fundada por Juan Andrés Varela
en 1577 y Guanare en 1591 por Juan Fernández de León; Carora fue
fundada en 1572 por Juan de Salamanca.

La fundación de Caracas por Diego de Lozada en 1567, no fue tarea


fácil, en virtud de la belicosidad de los aborígenes de la región (los
Teques y Caracas). El nombre original fue Santiago de León de
Caracas. La Guaira fue fundada en 1589 por Diego de Osorio.

La penetración en Guayana fue lenta debido tanto a la belicosidad de


los indígenas, como a la dificultad de penetración por el carácter
selvático de la zona.

En el siglo XVI hubo un intento de colonización por Antonio Berrío, que


tuvo su origen en Nueva Granada (actualmente Colombia). Berrío
fundó en 1592 a Santo Tomás de Guayana, a orillas del río Orinoco.
Las Provincias o Gobernaciones fueron las circunscripciones
territoriales que, junto con los Virreinatos, las Capitanías Generales y
las Presidencias, constituían las diferentes demarcaciones del Imperio
colonial español en América. En el proceso de su conformación,
surgieron los Cabildos, la Capitanía General de Venezuela, la creación
de la Real Intendencia de Hacienda y la Real Audiencia de Caracas.

Independencia de la República
En 1.770 se inician en Venezuela los movimientos pre-
independentistas. Es a finales del siglo XVIII cuando comienza a
manifestarse el descontento y las rivalidades existentes en la
Venezuela colonial. La diferencia entre los blancos peninsulares y los
blancos criollos es evidente.

Los blancos peninsulares tenían en sus manos todo el poder político,


mientras que los blancos criollos tenían en sus manos el poder
económico, el cual se encontraba coartado en su desarrollo por la
existencia de la Compañía Guipuzcoana, la cual monopolizaba las
exportaciones venezolanas. La influencia de las ideas revolucionarias
francesas había llegado al conocimiento de los blancos criollos y de
muchos esclavos. De allí que son ellos quienes van a manifestarse a
través de los movimientos precursores de la independencia
venezolana.

Causas internas y externas que condujeron al movimiento


independentista.

El movimiento de independencia de las colonias hispanoamericanas fue un


proceso de guerra que se desarrolló entre fines del siglo XVIII y comienzos
del siglo XIX (1.770 – 1.824).
Este movimiento es resultado de un proceso evolutivo que se venía gestando
durante los trescientos años de dominación española en América, además de
una serie de sucesos externos que influyeron en el ánimo de los americanos
para librarse del yugo español.

causas externas
Las causas externas del movimiento independentista fueron: La
filosofía de la Ilustración, la política Borbónica, la Revolución
Norteamericana, la Revolución Francesa, el incremento de la
penetración inglesa en América, la invasión de Napoleón Bonaparte a
España.
La Ilustración
Desde fines del siglo XVII y durante el siglo XVIII se inicia y desarrolla en
Europa un gran movimiento intelectual representado por filósofos que
analizan y critican los principales problemas de la época.
Los filósofos y enciclopedistas europeos ponen en evidencia la intolerancia y
la desmedida actuación de los monarcas absolutistas y sistemas de gobiernos
existentes en Europa por lo que criticaban: La monarquía absoluta, la
desigualdad social, la intolerancia religiosa y la censura de las
manifestaciones intelectuales Analizan el sistema económico mercantilista y
los problemas de la riqueza y del trabajo, para concluir proponiendo nuevas
formas de organización social, política y económica. Estas ideas de igualdad,
libertad, seguridad y fraternidad van a jugar una influencia decisiva en el
ánimo de los blancos criollos, quienes comienzan a conspirar en América para
erradicar del territorio el gobierno absolutista español. A este movimiento
intelectual se le denomina Ilustración, y tiene como máximos representantes a:
Voltaire, Gournay, John Locke, Montesquieu, Adam Smith, Rousseau,
Quesnay, Diderot, D’Alembert, entre otros.

En su gran mayoría, nuestros próceres eran conocedores de los principios


filosóficos y políticos del movimiento de la ilustración y de ellos se nutrieron
para estimular el proceso de independencia.

Los Borbones Españoles


La dinastía de los Borbones pertenece al grupo de monarcas
denominados “déspotas ilustrados”, porque los reyes que la formaron
recibieron notable influencia del movimiento intelectual de la
ilustración.
Pusieron en práctica una serie de reformas tales como el decreto de la
libertad de comercio para las colonias hispanoamericanas. Estas
reformas estimularon el desarrollo de la agricultura, la ganadería y el
comercio, a la vez que vitalizaron el sentimiento nacionalista de los
blancos criollos.

La Revolución Norteamericana
La independencia de las colonias norteamericanas influyo
poderosamente en la América española, porque fue el modelo hecho
realidad de lo que podía ser un pueblo consciente de su destino y con
vocación de libertad.
La independencia de los Estados Unidos repercutió notablemente,
tanto en Europa como en el resto de América.

• En Europa, estimula movimientos insurgentes en Holanda, Suiza,


Irlanda y Francia (Revolución francesa).
• En Hispanoamérica su influencia se manifiesta en las revoluciones
de las colonias que ansían independizarse de España. Es así como la
Constitución venezolana de 1811 consagró el régimen republicano y
acogió la división del Poder Público ideada por Montesquieu:
Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Además, dicha Constitución contiene
la Declaración de los Derechos del hombre.

La Revolución Francesa
La influencia de la Revolución francesa en el proceso de
independencia de Venezuela fue bastante limitada, solo se acogieron
sus principios filosóficos y políticos para justificar la separación de
Venezuela de la corona Española; pero a los blancos criollos no le
interesaba implantar la libertad y la justicia social, porque eran los
dueños de los esclavos.

El clero tampoco veía con agrado las acciones radicales de la


Revolución francesas, porque tenían la posibilidad de la confiscación
de sus cuantiosos bienes.

Penetración inglesa en América

La penetración inglesa en América fue estimulada por dos factores:


1) El desarrollo industrial y comercial de Inglaterra.
2) La necesidad que tenía Inglaterra de vender sus productos
industrializados al exterior, porque la demanda de su mercado interno
resultaba insuficiente para absorber la producción.
Ante el monopolio de la Corona española, tuvo que recurrir a acciones
como la piratería, el contrabando y la estimulación de la libertad de
comercio y de la independencia política de las colonias españolas.
Venezuela, era una de las colonias más importantes por su producción
agropecuaria y localización geográfica, recibió directamente el impacto
de esta política de Inglaterra, la cual se facilitaba por la existencia de
posesiones inglesas en las Antillas, sobre todo en Trinidad, a partir de
1797. Inglaterra apoyo abiertamente el proceso de independencia de
Venezuela:
• Desde Trinidad, llegaba abundante documentación que incitaba a la
independencia política.

• Prestó ayuda a las primeras tentativas de independencia; por


ejemplo, la segunda fase de la expedición de Francisco de Miranda,
en 1806, se organizó desde Trinidad.

• Durante el desarrollo de la guerra vinieron de Inglaterra importantes


contingentes que se incorporaron a la causa republicana.

Napoleón Bonaparte
Para 1807, Napoleón Bonaparte había ocupado la mayor parte de
Europa y se había convertido en el árbitro de la política del continente.
Solamente Inglaterra escapaba a esa denominación y había
comenzado a aplicar un riguroso bloqueo económico a los puertos
franceses.

Impotente para atacar directamente a Inglaterra, apeló también al


bloqueo económico, conformándose así un doble bloqueo:

• Prohibía a los franceses y a sus aliados todo comercio con Inglaterra.


• Pretendía con esto originarle una crisis económica y social que los
obligara a desistir de sus objetivos bélicos.
• Para que el bloqueo fuera efectivo era necesario que toda Europa
cerrara sus puertas al comercio inglés, y para lograrlo tuvo que
intervenir directamente en Portugal, España, los Estados Pontificios y,
más tarde en Rusia.

Causas Internas
Las causas internas del movimiento independentista fueron
fundamentalmente de orden económico y político, y estuvieron
estrechamente ligadas a los intereses de la clase de los blancos
criollos.
Esta clases social ejercía los cargos del cabildo o ayuntamiento, pero
le estaba vetado el ejercicio de los altos cargos políticos, militares y
eclesiásticos, los cuales eran ejercido sólo por los blancos
peninsulares, nombrados directamente por el rey de España.
En Caracas se conspira abiertamente contra la autoridad del capitán
general. El Cabildo decide asumir el gobierno de la provincia.
Argumentan que la Junta Central Gubernativa había declarado la
igualdad de derechos de todas las colonias y que el Consejo de
Regencia no tenía autoridad sobre estas tierras.

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