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LA CULTURA ANDINA

Según Rostworowski (1999), la cultura andina es una de muchas realidades, de


totalidades sociales y saberes negadas y silenciadas por la supresión y
marginación; activamente producidas como “no existentes”; en el mejor de los
casos, como irrelevantes experiencias primitivas, con rasgos comunitarios
llamativos, pero no importantes, en cualquier caso atrasados e irremisiblemente
superados por la evolución histórica; reducidas a expresiones particulares de
supuestas leyes universales, otra forma, algo variada, de lo mismo; o
desvirtuadas y satanizadas para justificar la violencia de la invasión y el saqueo
como “misión civilizatoria”. Se le nombró y midió desde los parámetros
hegemónicos, diferentes, ajenos y contrarios. Muchos de los registros históricos
que quedan, y a los cuales está obligado a recurrir cualquier estudio, son en sí
mismos visiones tergiversadas, coloniales, negadoras. En cinco siglos de
invasión y saqueo europeo a América Latina, el etnocidio, asesinato masivo de
alrededor de 50 millones de indígenas y el secuestro y esclavización de
alrededor de 20 millones de afrodescendientes, se fundió con el “epistemicidio”,
el exterminio simbólico de estos pueblos como productores de conocimiento.

ANTECEDENTES:

La cordillera Andina representa aproximadamente 30% del territorio peruano,


recorre el país de sur a norte desde Bolivia hasta Ecuador, cruzando por cientos
de Valles interandinos. La diferencia altitudinal entre los altos picos de más de
6000 msnm y los profundos valles genera diversos climas y una rica variedad de
especies animales y de plantas. De todas las especies andinas las más
resaltantes son los camélidos americanos representados por 4 especies: llama,
alpaca, guanaco, y la vicuña. Siendo las dos últimas en amenaza, por lo que el
estado ha creado parques y reservas con el fin de protegerlas. La vicuña posee
la fibra animal más fina conocida, los tejidos de ella tienen buen valor en el
mercado internacional. Los lagos y ríos están habitados por dos especies
foráneas: la trucha y el pejerrey, los cuales han desplazado a las especies
nativas. El pico más alto es el Huascarán con 6740 mts y hay al menos otros 20
que sobrepasan los 6000 mts. La cordillera está dividida en tres ramales
orientados de sur a norte; la cordillera occidental o de la costa, la cordillera
central y la cordillera oriental o amazónica. De ellas, la cordillera oriental por estar
pegada al llano amazónico, es la que alberga la mayor biodiversidad del país y
una de las más altas del planeta. Los derechos lingüísticos son parte integral de
los derechos humanos fundamentales, tanto individuales como colectivos, tales
derechos se refieren a aquellas prerrogativas que parecen atributos naturales y
evidentes para todos los miembros de las mayorías lingüísticas dominantes: el
derecho de usar su propia lengua en cualquier contexto cotidiano y oficial,
particularmente en la educación, como también, que las opciones lingüísticas del
sujeto sean respetadas y que este no sufra alguna discriminación por la lengua
que habla. La población andina, vivió en los Andes, por más de 20000 años,
estableciendo un modelo de vida basado en una agricultura y ganadería
sustentables. Esta población constituyó una sociedad en armonía con el
medioambiente y con altos valores de complementariedad y reciprocidad.

¿QUIÉNES ERAN LOS INCAS?

Inca es una palabra que proviene de la lengua quechua, y quiere decir "rey" o
"príncipe". Es el nombre que se daba a los soberanos precolombinos de Cuzco,
que establecieron un vasto imperio en los Andes en el siglo XV, muy poco antes
de la conquista española.

Los Incas eran grandes conquistadores, su imperio estaba ubicado en América


del sur. Iba desde el norte de Chile al sur de Colombia, cubriendo los territorios
actuales de Bolivia, Perú, Ecuador hacia el Pacífico. Su territorio se situaba en
parte sobre la cordillera de los Andes.

.Los incas establecieron la última y más desarrollada de las antiguas


civilizaciones andinas.

Para poder administrar mejor un territorio tan extenso, los Incas lo dividieron en
cuatro regiones que partían desde la capital, Cuzco significaba "ombligo".
Chinchasuyu, Antisuyu, Contisuyu y Collasuyu. Estas zonas se dividían en
provincias y ciudades, compuestas por "ayllus".

LA ECONOMÍA:

La economía Inca, dirigida por el estado, era sobre todo agraria, y se basaba en
cultivos como la papa y el maíz.
Las tierras pertenecían al estado y se repartían cada año entre diversos
estamentos sociales. Pues no existía la propiedad privada.

las mejores tierras eran del rey , que eran cultivadas por los peones o purics.

La ganadería era también muy importante. Destacaban los rebaños de llamas,


alpacas y vicuñas, que procuraban carne, leche y lana, y se utilizaban también
para el transporte.

El comercio no tuvo gran desarrollo, pese a la construcción de una extensa red


de caminos, debido que se desconocía el uso de la rueda.

Tampoco se conocía la moneda, por lo que se pagaba mediante trueque o


trabajo.

RELIGIÓN:

La principal función integradora de esta sociedad estratificada la desempeñaba


la religión; rendía culto al dios creador del universo “Viracocha”, al dios “sol” inti
y a la tierra “la Pachacamac”, simbolizado por el Inca, y a otras divinidades
menores como Quilla, que era la diosa de la luna. A los espíritus maléficos los
llamaron "Zupay", y a los que hacían el bien "huincha".

Las ceremonias religiosas estaban vinculadas con las cosechas. Los Incas
pensaban, como todos los pueblos agrarios, que realizando determinados ritos
en honor a la "Pacha Mama, la madre tierra, garantizarían su alimentación".

CAMINOS:

Los Incas idearon una excelente red de comunicación de más de 6.000 Km. de
longitud, con caminos y postes. Una noticia tardaba cinco días en recorrer los
2.000 Km. entre Quito y Cuzco.

Los caminos eran construidos por los purics o peones ayudados por esclavos de
ellos, quienes eran de otros pueblos a los cuales los Incas dominaban. Para la
construcción se utilizaban piedras de hasta 1,5 m2 (metro cuadrados), las
piedras se colocaban una pegada a la otra. Aún no se sabe cómo trasladaban
esas gigantes piedras desde Cuzco hasta Quito, pues no se conocía la rueda.

Aquellos caminos eran necesarios por dos motivos:


Para el rápido desplazamiento de sus ejércitos por todo el imperio.

Como medios de comunicación para sus rápidos servicios de Chasquis.

LA AGRICULTURA:

La mayor preocupación de los habitantes del ámbito andino prehistórico fue


lograr la mayor producción agrícola posible. La configuración del país fue un
constante reto para la población que tenía que vencer costa, la sierra, punas,
selvas. Para cada uno de aquellos medioambientes tan distintos unos de otros
tuvieron que idear técnicas apropiadas de cultivo y aprovechamiento.

Lo que fue de aquella colmena humana altamente organizada se puede ver hoy
en día en las ruinas de su capital, de sus vías de comunicación y de las terrazas
escalonadas construidas para sus cultivos de regadío. Extendiéndose por varios
kilómetros, descendían las montañas en sucesivas curvas de nivel,
construyéndose a veces plataformas en pendientes de 45 grados. Eran irrigados
por un amplio sistema de canales, acueductos y diques, tendidos a través de la
serranía, cuyo flujo era rigurosamente controlado por los funcionarios imperiales,
y fertilizados con guayo traído de la costa. En estos cultivaban más de cien
especies vegetales, la mayor parte de ellas domesticadas originalmente.

LA TRILOGÍA INCA: EL CÓNDOR, EL PUMA Y LA SERPIENTE

En Cusco se puede ver las representaciones de animales son comunes, pero las
que más se repiten son tres y estos son los cóndores, pumas y serpientes, y es
porque estos animales fueron considerados sagrados en la mayoría de culturas
andinas, y aún más en la época de los Incas. La cultura inca también tuvo una
trinidad sagrada. El enorme cóndor andino, la serpiente y el puma,
representaron, el cielo, la tierra y el mundo de los muertos. Ahora bien, tenga en
cuenta que el cóndor no caza, se alimenta de los muertos; el puma es paciente
y fuerte; la serpiente se arrastra y renace cuando cambia de piel. Uno de los
templos más importantes de la ciudad inca de Machu Picchu, está dedicado a
esta enorme ave, pero no solo de nombre, el ave esta tallada en 3 dimensiones
sobre el templo, mientras su cabeza se encuentra a manera de altar en el suelo
del mismo..
El Cóndor para los Incas

El ritual andino conocido como Yahuar Fiesta, se celebra en el departamento de


Apurímac, en él se ata a un cóndor al lomo de de una bravo toro; no obstante,
esto es una tortura para el cóndor de 15 kilos de peso, que tiene que mantenerse
sobre el lomo de un bravío toro de alrededor de 600 kilos, mientras este trata de
liberarse del ave. Este ritual representa la cultura andina (el cóndor) sobre la
cultura de los conquistadores (el toro traído luego de la conquista). No obstante
para los apasionados de la cultura andina, estas circunstancias despojan al
cóndor de su majestuosidad y de su misterio, por el que tanto fue adorado por
los incas. Tenga en cuenta que aun ahora, en algunos pueblos andinos alejados,
el cóndor es aun un animal temido. El mensajero de los dioses y quien une el
Hanan Pacha con el mundo de los vivos.

El Puma para los incas

El Puma es un símbolo de fuerza, sabiduría e inteligencia, y es probable que esta


sea la razón de la planificación urbana de ciudad del Cusco, cuando fue la capital
del imperio de los incas: sí, la ciudad del Cusco tenia forma de Puma, y aunque
en la actualidad se necesita mucha imaginación para ver al puma en los mapas
de Google, hay muchos mapas antiguos en los museos de la ciudad, donde
podrá ver el Cusco, con forma del puma, donde la cabeza se encuentra en la
fabulosa fortaleza de Sacsayhuaman; el puma representa al Kay Pacha (mundo
de los vivos).

La Serpiente para los Incas

La serpiente representó el infinito para los Incas, la serpiente simboliza el mundo


de abajo o mundo de los muertos, el Ukhu Pacha. Representa cuando las
personas abandonan el mundo terrenal para unirse al mundo de los espíritus.
DIFICULTADES EPISTÉMICAS DE LA RECONSTRUCCIÓN DE
LA CULTURA ANDINA

La re-construcción seria y rigurosa de la cultura andina, ancestral y permanente


hasta hoy, presenta enormes dificultades de entrada, de carácter epistémico, es
decir, desde dónde, desde quién, y cómo, se busca conocerlas, re-construirlas,
pensarlas. En primer lugar, se trata del esfuerzo adicional, lleno de riesgos, que
implica re-construir lo que ha sido descalificado, negado, invisibilizado y
silenciado, tanto teóricamente como en la práctica histórica, por las formas de
conocimiento y de pensar hegemónicos. El "otro" que se busca re-construir, en
este caso lo andino, fue considerado una forma de barbarie, de ignorancia, de
estado de naturaleza, casi al borde de lo no humano.

Podemos diferenciar una serie de obstáculos que dificultan la reconstrucción de


la cultura andina entre las cuales podemos señalar:

a.- La subjetividad investigativa y la visión euro centrista de la cultura andina

La visión de la cultura andina, durante siglos, ha obviado dos aspectos que son
fundamentales en su interpretación y análisis:

1. que hasta quien se considere el más objetivo especialista está prisionero de


sus experiencias, de los valores dominantes de su sociedad, de las tradiciones,
de los estereotipos de su entorno. La mirada es predominantemente eurocéntrica
de la historia;

2. que cualquier teórico y/o académico que se aproxima a cualquier disciplina


sea del ámbito que sea, y de forma especial en las humanidades, lo hace desde
la perspectiva de su ámbito cultural, nacional o ideológico y establece una
elaboración teórica según esos valores. Por lo tanto, nadie es independiente; el
teórico y/o académico se puede aproximar más o menos a la objetividad, pero
nunca a la independencia.

La perspectiva eurocéntrica tiene su sustento en la imposición ideológica y de un


sistema de dominación que considera la idea de la "civilización occidental" como
el único modelo civilizatorio mundial al cual todas las demás civilizaciones deben
subyugarse a él. Occidente justifica las nuevas formas de colonialismo,
olvidando que su conquista fue posible a la fuerza a la violencia organizada y no
por la superioridad valórica. De esta manera, el tema de los derechos humanos
se ha transformado en el caballo de batalla para criticar los sistemas políticos,
económicos, sociales y culturales que Occidente no comparte.

Muchos de los registros históricos que quedan, y a los cuales está obligado a
recurrir cualquier estudio, son en sí mismos visiones tergiversadas, coloniales,
negadoras. Peor aún, aunque se ha contado con la permanencia de muchas
comunidades andinas, las propias estructuras teóricas y analíticas desde las que
inevitablemente se miran y estudian corresponden a las de esa razón
hegemónica y negadora en la que se ha formado académicamente desde hace
siglos a los investigadores, tendiendo a reproducir esa ceguera y sordera
epistémica, como lo señala Quijano: "Aplicada de manera específica a la
experiencia histórica latinoamericana, la perspectiva eurocéntrica de
conocimiento opera como un espejo que distorsiona lo que refleja".

Europa usa su propio patrón civilizatorio para "medir" a otras realidades. Y de


acuerdo a ese patrón el mundo latinoamericano es sencillamente "salvaje. Jorge
Hegel, monumento del pensamiento alemán plantea que el pueblo de los
americanos no es susceptible de ninguna forma de civilización e incapaces de
gobernarse están condenados a la extinción. Habla, sin apelación a nombre de
la humanidad, diciendo que son pueblos "sin historia". Pueblos en casi puro
"estado de naturaleza". Y como la naturaleza, sometidos, explotables. Consta
detalladamente en los registros de Archivo de Indias en España, que, sólo entre
1503 y 1660, 18.5000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata fueron
saqueados de América y llevados a Europa. Los indios fueron repartidos en
"encomiendas" como una nueva moneda corriente. "...lo mismo es dar a uno
quinientos pesos y mil de renta... a dárselos en indios que lo renten por vía de
encomienda..." (Autos de repartimiento. 1569). Y en las encomiendas se realiza
la obra civilizatoria. La enseñanza de la sanguinaria disciplina laboral en la
explotación intensiva de minerales y plantaciones. La importación de
enfermedades inéditas e indefectiblemente fatales para el sistema inmunológico
de los pueblos indígenas, tales como la malaria, la viruela y el sarampión. El uso
acostumbrado de perros salvajes, del garrote y de la carga a degüello con la
espada para mostrar a los díscolos las inapelables verdades del catolicismo.
Muerte se volvió equivalente de conquista… cualquier establecimiento español
comenzaba con edificar una horca… las enfermedades se propalan con los
barcos y sus ratas, los virus llegan incluso antes que la hueste de Pizarro.

A la destrucción de los territorios y los cuerpos, se sumó la de los espíritus. Se


trató de la alucinante "extirpación de idolatrías". Sólo en el siglo XVII, al menos
tres grandes campañas de extirpación de idolatrías aterrorizaron a los pueblos y
comunidades de la actual sierra peruana. ¿Cuáles son los instrumentos a los
que recurren quienes combaten a la idolatría? … la cárcel y la escuela. Los
siervos del señor, obispos inquisidores Juan de Zumárraga de México, famoso
por su "amor a los indios", y Diego de Landa de Yucatán ejecutaron "autos de
fe", donde se procesó, sometió a tormento, colgó y quemó en la hoguera a miles
de indígenas, cientos de ellos niños, encabezados por el cacique de Tezcoco,
Carlos Chichicatécotl. Se destruyeron 5.000 esculturas, 13 altares, 197 vasos, y
27 "códices" mayas, pergaminos con su particular escritura. Todos únicos en su
especie. De incalculable, irreparable, valor cultural. Pedazos de un universo
humano completo perdidos irremediablemente. En Brasil, se prohibieron las
cosmovisiones Umbanda, Yoruba, Candomble, Santería; y la "capoeira", forma
de combate de los esclavos angoleños, camuflada de danza para evadir el
control esclavista, devenida en profunda expresión espiritual libertaria, fue
prohibida y severamente castigada. Tras la rebelión encabezada por Tupac
Amaru II y Tupac Katari, en los actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia,
Venezuela, Chile y Argentina, donde se estima que llegaron a morir en las
masivas represiones al menos 50 mil indígenas (algunos autores estiman hasta
100 mil), los españoles torturaron y masacraron a todos los parientes del inca
revolucionario hasta en cuarto grado de consanguinidad. Atacaron la centenaria
estructura de liderazgo de los "curacas". Prohibieron la enseñanza del quechua
y sus obras teatrales, la investigación sobre los incas y hasta la novela "los
Comentarios reales de los incas" de Garcilaso. Se ordenó la destrucción de las
indumentarias indígenas. Y hasta de los "quipus", sistema milenario de cuerdas
de lana o algodón con nudos de colores y trozos de maderas, que registraban la
matemática y la técnica de memoria histórica de esa civilización que aseguraba
los derechos sociales a todos y vivía en sagrada armonía con el universo;
conceptos tan inescrutables para los europeos como los propios quipus.
Prohibidos del quechua, quedaba terminante negado también que los indios
aprendieran a leer y escribir el español, y se abrogó todo privilegio económico a
las élites nobles indígenas. Arrancarles la piel social y la memoria. Ser olvidados,
analfabetos y pobres, ese sería el castigo de un pueblo entero.

b.- La "leyenda negra" de la cultura andina

Luego tenemos la llamada "leyenda negra" de la cultura andina, tergiversaciones


y distorsiones realizadas sistemáticamente con el objetivo político de justificar la
invasión y saqueo como obra "civilizatoria" frente a bárbaros, salvajes e
inhumanos, obstáculo difícil de salvar. Bajo la inspiración del mismo virrey… se
propaló una visión del pasado andino… con la finalidad de justificar la conquista.
Toledo enroló para este proyecto a Sarmiento de Gamboa, autor de la "Historia
Indica" en esa crónica… en el discurso toledano: los incas eran idólatras,
convivían con el diablo, ejecutaban sacrificios humanos y, por último, practicaban
la sodomía. Se construye así una estructura sutil de descalificación, legitimada
como conocimiento válido, sustentada en la autoridad de la "historia", asumida
como la "verdad", naturalizada como "realidad", indiscutible, "oficial". El
colonialismo, como hecho histórico, significó la formación de nuevas identidades
en América Latina, así en trescientos años las muchas identidades de diversos
pueblos y culturas, quedaron reducidas a una identidad racial inventada por los
colonizadores: indios, adjetivo deshumanizador, lleno de todo lo negativo.

COSMOVISION ANDINA

1. (HUK KAQ) El origen de la cosmovisión

La creencia en deidades sobrenaturales y la religiosidad humana es tan antigua


que se remonta a los propios comienzos de la historia humana, ante el miedo y
reverencia a lo sobrenatural y desconocido, en un comienzo lo sobrenatural era
la vida y la muerte, el nacer y el morir, las fuerzas naturales de la naturaleza,
como el rayo, la lluvia, el fuego, los terremotos, maremotos e inundaciones,
tornados, truenos, la erupción de volcanes, las auroras boreales, los arcoíris y
otros efectos naturales, así como la eterna pregunta de saber si hay vida más
allá de la muerte, de donde se viene al nacer, si hay otros mundos aparte del
nuestro.
Las fuerzas sobrenaturales de la naturaleza eran superiores a la fuerza física
humana, los hombres no podían controlar los desastres naturales, y desconocían
sus causas por tanto le temían.

Aparecieron en las tribus hombres capaces de conocer e interpretar estos


sucesos naturales de la tierra, estudiaban los desastres naturales, las señales
de los astros, las plantas medicinales buenas o dañinas para los humano y a
explicar a sus semejantes del porqué de la vida, la muerte y los sucesos
sobrenaturales, también se creía que estos sabios hombres podían controlar las
fuerzas de la naturaleza, visitar el mundo de los espíritus o implorar vía

ritos por la salvación de su tribu, ya que estos hombres generalmente ancianos


conociendo la naturaleza se anticipaban a los desastres naturales logrando que
su tribu sobreviva, incluso los hombres más fornidos y dedicados a la guerra, les
temían pues estos ancianos sabios conocían los secretos de lo desconocido, Así
empezaron a surgir lo que hoy se conoce como “chamanes” y así surge la
cosmovisión, antecesora de la religión que viene a ser la vida social organizada
de acuerdo a la cosmovisión.

Estos chamanes son los antecesores más antiguos de los sacerdotes de las
religiones modernas, pueden haberse iniciado hace cuarenta mil o cincuenta mil
años en Asia central y septentrional, especialmente Siberia, donde hasta hoy
abundan.

La palabra chamán proviene de un vocablo de origen siberiano shaman que


identifica hombre-diosmedicina. El vocablo tungu original xaman contiene la raíz
scha, "saber", por lo que chamán significa "alguien que sabe, sabedor, que es
un sabio". Algunas investigaciones etimológicas explican que la palabra proviene
del sánscrito por mediación chinobudista al manchú-tungu. En Pali es schamana,
en sánscrito sramana es algo así como "monje budista, asceta". El término chino
intermedio es scha-men.

Para llegar a ser chaman, se debían reunir condiciones especiales, dado que al
ser los que trataban con el mundo sobrenatural, debían igualmente ser hombres
de origen sobrenatural o especial, cuya iniciación se daba por circunstancias
extrañas como un sueño donde los dioses lo llaman a ser iniciado, haber
sobrevivido al ataque de un rayo, o de un gran animal como un oso, un dientes
de sable, un tigre, el tener una enfermedad extraña o una deformación física,
tener figuras extrañas de nacimiento, o haber regresado de la muerte.

Los chamanes que con el tiempo formaron una casta dentro de la comunidad
humana debían regirse por una estricta iniciación y aprendizaje que duraba
muchos años, dentro de lo cual el iniciado debí cultivar sus saberes espirituales
y medicinales, las ceremonias y ritos, cantos, mantras, las leyendas
cosmogónicas, la astrología, conocer los equinoccios, solsticios, época de
siembra, los rigores del ayuno, la meditación, las dietas estrictas, las veladas, el
domino de la pesca, la caza y artes cotidianas.

En la visión de Mircea Eliade, investigador pionero sobre chamanismo, el


chamán es al mismo tiempo, el portador y hacedor de mitos, el místico extático,
el guía espiritual y el curandero de un grupo social. De tal forma que la sesión
chamánica viene a ser un evento de carácter público en el que la comunidad se
reúne para realizar un ritual según una intención particular: la curación de un
enfermo, la celebración de una fiesta religiosa, el entrenamiento de un nuevo
chamán, el inicio de la época de caza, siembra o recolección, el agradecimiento
o el apaciguamiento de la ira de los espíritus, el combate de una plaga o una
epidemia y sin sinnúmero de justificaciones más. Bajo esta óptica, el chamán
cura,

Sostiene la coherencia social y cultural de su pueblo, tiene un conocimiento


extraordinario de las plantas medicinales y ha conservado, en muchos casos, un
sorprendente manejo ecológico del medio ambiente.

Es con la aparición de los chamanes que se organizan las primeras tribus de


índole religiosa, muy diferentes a las tribus nómades y dedicadas a la caza donde
reinaba el guerrero más fuerte, las tribus chamánicas por el contrario tenían
como principal sujeto a los chamanes, y la cosmovisión religiosa que regía a la
comunidad mediante la construcción de templos de piedra o madera dentro de
los cuales habían tótems, figuras antropomorfas o zoomorfas representando a
animales cuyo significado era simbólico, buscaban representar las fuerzas de la
naturaleza atribuibles a dichos animales. A estos hombres que tenían como
fundamento la cosmovisión religiosa llamaremos “homo religiosus” para hacer
un estudio comparado.
La evidencia arqueológica demuestra que las tribus chamánicas, las formas
religiosas más antiguas de la humanidad, evolucionaron con el tiempo, hacia
sociedades más complejas mientras que algunas tribus aisladas continuaron con
sus formas iníciales de organización social durante miles de años incluso hasta
el día de hoy. Del núcleo de sociedades tribales con organizaciones sociales más
complejas surgieron las primeras culturas con un patrón religioso definido tras
un largo proceso de evolución religiosa de miles de años.

2. (ISKAY KAQ) La religión más antigua de la humanidad.

Dentro de las primeras comunidades chamánicas de la humanidad surge una


división clara con respecto a la identidad de sus dioses o divinidades, esta
división la vemos claramente en las culturas de Mesopotamia, China y Siberia,
lo que nos llevará a entender el origen y evolución de la religión hasta nuestros
días.

En 1994 se descubre oficialmente en Turquía, un santuario arqueológico en


excavaciones llevadas a cabo por el Instituto Alemán de Arqueología (Deutsches
Archäologisches Institut) y los científicos turcos del Museo de Sanliurfa, bajo la
dirección del arqueólogo alemán Klaus Schmidt (1995–2000: Universidad de
Heidelberg; desde 2001: Deutsches Archäologisches Institut). En dichas
excavaciones descubrieron lo que vendría a ser el santuario religioso más
antiguo del mundo descubierto hasta el día de hoy , llamado Göbekli Tepe, cuya
antigüedad data de entre el 12.000 A.C y el 8000 A.C.

El complejo arqueológico de este santuario religioso está ubicado en la cima de


una cadena montañosa a una distancia de 15 km al nordeste de la ciudad de
Sanliurfa, antigua ciudad de Urfa/Edessa, en el sudeste de Turquía, cerca de la
frontera con Siria en la región montañosa donde nace el rio Éufrates que tiene
correlación con el Edén bíblico nombrado por los textos bíblicos del génesis.

LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA ANDINA PARA LA HUMANIDAD

Se expresa en sus principales logros culturales, como son la Comunidad Andina,


definida por su concepción de reciprocidad y de respeto entre los seres y la
Naturaleza, y la Sabiduría Andina que integra conocimiento y espiritualidad como
principios de vida.

La Cultura Andina, en cuanto sistema de pensamiento, constituye un cuerpo con


lógica propia: la lógica trivalente o también conocida como lógica incluyente.
Sustenta su pensamiento holístico expresado en su axioma "lliu ñoqanchispi
ñoqanchistaq lliupi", que significa "el todo en nosotros y nosotros en el todo".

La búsqueda de una identidad nacional peruana ha sido la gran aspiración que


políticos, caudillos e intelectuales han buscado para el país, desde la propuesta
criolla hasta el indigenismo más extremo. ¿Qué somos?, ¿cómo somos?, ¿qué
nos identifica como peruanos? Esta búsqueda, en pleno siglo XXI, continúa sin
resultados que satisfagan las expectativas latentes de identidad nacional, pese
a que contamos con mayores elementos de juicio que contribuyen a comprender
y perfilar mejor nuestra identidad.

En el Perú existe una tendencia a marcar y subrayar las diferencias culturales y


raciales, en contraposición al hecho que posibilitó la construcción de nuestra
historia nacional mestiza y para el que, desde el enfoque cultural e identitario,
resulta difícil encontrar un “término” que involucre y explique ese mestizaje.

Así, el Perú es cuna de múltiples culturas como la quechua y aymará, cuya


cosmovisión es distinta a la afroperuana, shipiba o aguaruna, también peruanas,
y las de éstas disímiles a la costeña o a la netamente occidental. En nuestro país
existe una apología a la diversidad cultural e identitaria, que subraya las
diferencias de origen y que tiene un prurito racial y cultural muy fuerte. Por ello,
no es extraño que escuchemos contraponer culturas, como la cultura indígena
vs. la occidental, o considerar a la nación aymará como algo distinto y antagónico
a las otras culturas. Siendo así, resulta difícil converger en una identidad nacional
que vertebre todas las manifestaciones del ser nacional. Es bueno precisar que
no se trata de sumar la diversidad cultural e identitaria existente en el Perú y
tener como resultado una nación supuestamente cohesionada.

Por otro lado, en el Perú encontramos nuevos procesos de expresión cultural e


identitaria que van más allá de las diferencias existentes; procesos culturales
que empiezan a darle nuevos rostros y formas a eso que llamamos peruanidad.
Desde el siglo pasado se empezó a vislumbrar señales de ello. Los pobladores
andinos no solo han poblado físicamente las grandes y pequeñas ciudades de la
costa. Son sus rostros, vivencias y expresiones culturales los que han dado lugar
a un mestizaje que, a las claras, pinta de cuerpo entero la realidad que se
avizora: un país con perspectivas históricas que sintonizan con las aspiraciones
de todos los peruanos y que se expresa en un término que aún tiene cierto lastre
despectivo, pero que ahora cobra valoración social y económica: “lo cholo”.
Término peyorativo –como lo sigue siendo la expresión “serrano” o “indio”– que
pone al desnudo un racismo aun insistente en algunos sectores de la sociedad
peruana.

Al respecto el testimonio de José María Arguedas, describiendo al Perú de los


años 20 del pasado siglo, es ilustrativo: “un ‘serrano’ era inmediatamente
reconocido y mirado con curiosidad o desdén; eran observados como gente
bastante extraña y desconocida, no como ciudadanos o compatriotas. En la
mayoría de los pueblos pequeños andinos no se conocía siquiera el significado
de la palabra Perú. Los analfabetos se quitaban el sombrero cuando era izada la
bandera, como ante un símbolo que debía respetarse por causas misteriosas,
pues un faltamiento hacia él podría traer consecuencias devastadoras. ¿Era un
país aquél que conocí en la infancia y aún en la adolescencia? Sí, lo era. Y tan
cautivante como el actual. NO era una nación”.

Esta descripción de Arguedas grafica con mucha claridad el desprecio racial


incubado en el corazón y en la cabeza de muchos peruanos. No hemos
terminado de construir nuestra nación y esto no será posible en tanto exista ese
tipo de actitudes excluyentes. Sin embargo, hoy es evidente que el contexto
social ha variado en algo. Los pobladores llamados andinos, amazónicos, etc.,
han encontrado canales alternos de expresión más allá de la música o el arte, y
participan cada vez en ámbitos como el empresarial llamado “emergente”.

En este contexto, a tono con las visiones antes reseñadas, existen dos
posibilidades que permita cohesionar a un país desmembrado. La primera es
que sigamos solo apostando por fortalecer identidades regionales en un país que
aún no termina por sentirse una nación. Tal postura es una visión errada de la
multiculturalidad, ya que solo afirma diferencias pero que no tiende puentes para
reconocer puntos en común, dejando de lado la posibilidad de construir un
proyecto de país.
Otra posibilidad es ir dándole forma a ese proceso que recorre el país de un
extremo a otro y que tiene distintas formas de expresión; eso que podemos
llamar la nueva peruanidad, que da cuenta de cómo el andino y el amazónico
que migraron a la ciudad no se separan social ni culturalmente de aquellos que
se quedaron en su lugar, no obstante los elementos de la modernidad que
trastocaron su vida, sea la ciudad, la radio, la televisión, el Internet, entre otros,
que deben ser utilizados también como parte de esa construcción.

¿Es posible entonces hablar de una identidad nacional chola en un país


multicultural y diverso como el nuestro? Al respecto, no se trata de soslayar y
dejar de lado la riqueza de la diversidad de culturas peruanas, sin embargo, es
innegable el sincretismo de la cosmovisión andina con la occidental. Y es que el
Perú de hoy se ha forjado a partir de esa fusión andino-occidental. Obviamente,
lo que a esta cultura aporta la cosmovisión andina es invalorable, si bien la
modernidad tiene factores más dinámicos; hay elementos andinos que son sellos
de la cultura peruana y nos hacen diferentes a las otras, por lo que el sistema
educativo debería recogerlos y expresarlos, el sistema político atenderlos y el
social recrearlos en nuestra integración nacional e inserción en la comunidad
mundial.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Investigación y estudios inkáicos (2012) Cosmovisión andina Limaq


Marka: Lima
 De la Vega, G. (1991) Comentarios reales de los Incas. Lima, Perú Fondo
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