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COMPOSICIÓN Y DINÁMICA. LA
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA.
MÉTODOS DE DETERMINACIÓN Y DE
CORRECCIÓN
1. INTRODUCCION
La atmósfera terrestre es la cubierta gaseosa que envuelve la Tierra. Esta cubierta gaseosa, tras
recibir la energía calorífica emitida por el sol, es la causante de los estados del tiempo
meteorológico y del clima. Constituye un eficaz filtro que retiene un 57% de la energía procedente
del Sol, disminuyendo, al mismo tiempo, la tasa de energía irradiada por el planeta Tierra al
espacio interestelar, evitando por tanto el enfriamiento del planeta.
Como consecuencia de la compresibilidad de los gases y de la atracción gravitatoria terrestre, la
mayor parte de la masa de la atmósfera se encuentra comprimida cerca de la superficie del
planeta, de tal manera que en los primeros 15 Km se encuentra el 95% del total de su masa. Sin
embargo, las proporciones de los diferentes gases, lo que coloquialmente se conoce como aire, se
mantienen casi inalterables hasta los 80-100 Km. de altitud (homosfera), el resto tienen una
composición más variable (heterosfera). El límite superior de la atmósfera se estima alrededor de
los 10.000 Km de altura donde la concentración de gases es tan baja (prácticamente despreciable)
que se asemeja a la del espacio exterior, aunque algunos autores ponen el límite en 30.000, otros
40.0000…
Además de los gases, en la composición de la atmósfera también aparecen líquidos (agua
líquida en las nubes) y sólidos como polen, esporas, polvo, microorganismos, sales, cenizas y agua
sólida en las nubes formando minúsculos cristales de hielo
La troposfera
En primer lugar, está la troposfera que es la parte más baja de la atmósfera, el límite es muy
variable, dependiendo fundamentalmente de la altitud y de la estación del año considerada. Tiene
un espesor medio de 12 Km en invierno y de 15 Km en verano. En el ecuador la troposfera llega a
16 Km, y en los polos sólo a 8 Km. La temperatura desciende gradualmente a medida que aumenta
la altitud, creándose un gradiente térmico, que tiene un valor de -6,4°C/Km. Según este gradiente
el límite superior de la troposfera toma valores de —45°C en los polos y de —80°C en el Ecuador.
Sin embargo, los tres o cuatro mil metros reflejan la influencia directa del terreno, que se
manifiesta en una acentuada agitación mecánica de estos niveles por obra del rozamiento con las
irregularidades topográficas (capa geográfica o turbulenta) y en el alto contenido de partículas
contaminantes tanto de origen natural como industrial, por esto en esta capa el gradiente de
temperatura no es del todo constante, mientras, que sobrepasados estos tres o cuatro mil metros,
el gradiente térmico mantiene una acentuada constancia.
Sobre la troposfera se encuentra una delgada zona de transición, denominada tropopausa, de gran
interés en las predicciones meteorológicas, y se caracteriza por una inflexión en el gradiente de
temperatura. A partir de la tropopausa la temperatura tiende a estabilizarse, e incluso a aumentar.
En la troposfera los movimientos son verticales y horizontales.
La estratosfera
La siguiente capa es la estratosfera, que se extiende hasta los 50 Km. La densidad del aire es ya
muy baja y los movimientos del mismo de carácter preponderantemente horizontal, de donde le
viene el nombre. En ella se filtra la radiación ultravioleta procedente del sol, que es absorbida por
el oxígeno, para transformarse en ozono. Ello determina que esa radiación ultravioleta de efectos
letales para los seres vivos, no alcance la superficie de la Tierra, y que la formación y ulterior
descomposición del ozono calienten la estratosfera, por ser este último proceso de carácter
exotérmico.
Se diferencian dos zonas: La primera zona que llega hasta los 30 Km la temperatura aumenta muy
poco, la segunda zona, de los 30 a los 50 Km, la temperatura aumenta a un ritmo constante hasta
llegar a los 800 C. Al alcanzar esta temperatura y altura, se produce una nueva inversión de
temperaturas, es la estratopausa, que da paso a la siguiente capa, o la mesosfera.
La mesosfera
Se extiende desde el límite superior de la estratosfera (Estratopausa) hasta los 80-90km de altura
en que acaba la homosfera. La temperatura vuelve a descender, partiendo de 0ºC a los 50km
alcanzando valores de -142 a unos 80km. Se separa de la siguiente capa por la mesopausa.
Es en estos niveles donde los meteoritos que entran en la atmósfera terrestre se tornan
incandescentes por el rozamiento con el aire (estrellas fugaces)
La termosfera o ionosfera
Aquí se da otra inversión de temperatura que vuelve aumentar paulatinamente hasta tomar
valores de 1.100°C a 1.600°C, se trata de la última zona, la termosfera, su límite con la mesosfera
se denomina mesopausa.
Homosfera
La Homosfera, que tiene un espesor de 80 Km, formada por una mezcla homogénea de gases. La
composición química expresada en % en volumen es la siguiente:
Oxígeno (O2) 21 %
CO2 0.035 %
El CO2 se encuentra únicamente en las capas más bajas de la homosfera, y su concentración tiene
una gran influencia en el clima. Un descenso de 0,015% descendería 5ºC la temperatura de la
tierra, pero como lo que se está dando es un aumento de su concentración debido a la quema de
combustibles fósiles entre otras cosas, se da un aumento de efecto invernadero.
El vapor de agua también está solo en la parte más inferior de la troposfera y su contenido y
concentración es muy variable.
Heterosfera
La Heterosfera está formada por cuatro capas, cada una de las cuales está formada por una
composición química distinta. En la heterosfera se produce una decantación, estando los gases más
pesados en la capa inferior y los más ligeros en las superiores. Comienza después de la mesopausa
en la termosfera.
COMPOSICIÓN DE LA HETEROSFERA
Si en épocas anteriores fueron sucesos naturales los que influían temporalmente en la situación de
la atmósfera, tales como erupciones volcánicas, tormentas de arena o incendios, en nuestra época
es la actividad misma del hombre la responsable de una contaminación de la atmósfera en
constante aumento. Como es un aumento constante, la atmosfera no tiene tiempo para recuperar
su estado inicial por autodepuración.
A. La presión atmosférica
La presión atmosférica se representa trazando líneas, llamadas isóbaras, que unen puntos de igual
presión atmosférica (cada 4 milibares). En la atmósfera existen zonas de elevadas presiones
(anticiclones) y zonas de bajas presiones (borrascas o ciclones). El gradiente de presión hace que el
viento se desplace desde los anticiclones hacia las borrascas. El viento será tanto más intenso
cuanto mayor sea la diferencia de presiones entre anticiclones y borrascas.
B. Los vientos
Es el desplazamiento del aire desde los núcleos de alta presión o anticiclones hasta los de baja
presión o borrascas. Este movimiento es interferido por la Fuerza de Coriolis, de forma que el
desplazamiento del aire se hace oblicuo a las líneas isóbaras.
Con el nombre de frentes se conocen los contactos entre masas de aire de distintas características.
En latitudes medias los frentes más frecuentes son los frentes fríos, que se producen cuando se
encuentran masas de aire polar con masas de aire tropical, originando borrascas ondulatorias,
donde la masa de aire frío desaloja a la masa de aire caliente hacia arriba. En los frentes cálidos la
masa de aire caliente y más ligera remonta a la masa de aire frío.
Existen también los denominados vientos locales, que pueden ejercer una influencia notable en
ciertas regiones geográficas. Los más importantes son:
– Brisa marina: el viento sopla durante el día de mar a tierra y durante la noche
de tierra a mar, suaviza las temperaturas de las zonas costeras.
– Vientos de montaña y valle: el aire se desplaza durante el día del valle hacia
las cumbres a lo largo de las laderas y por la noche desciende de la montaña al valle.
A. Circulación atmosférica general
Debido a que la radiación solar calienta de forma distinta la superficie de la Tierra, las zonas
ecuatoriales son más cálidas que las zonas polares. Esto permite pensar que el aire caliente
ecuatorial menos denso se eleva, y que el aire frío polar más denso, desciende y se desplaza al
ecuador para sustituir al aire cálido. Es decir, se formaría una circulación superficial de aire frío
desde los polos al ecuador que, al calentarse, ascendería circulando hacia los polos, donde al
enfriarse, volvería a iniciar el ciclo. Se originarían 2 células convectivas, una en cada hemisferio.
El modelo anterior no es real porque sólo sirve para cuerpos estáticos, en La Tierra debido a la
rotación terrestre (de oeste a este) y a la diferente velocidad tangencial de las distintas latitudes,
todo móvil que se desplace desde el polo Norte al ecuador, siguiendo un meridiano, sufrirá una
desviación a la derecha.
Este fenómeno físico que recibe el nombre de fuerza o efecto de CORIOLIS, influye en la circulación
atmosférica general: Se forman tres células convectivas en cada hemisferio, dos directas en las
zonas polar y ecuatorial, y otra inversa en latitudes medias, representadas por dos zonas de altas
presiones (los polos y sobre 25-30°) y dos de bajas presiones (5°-ecuador y 55°). Como resultado
de este esquema tricelular en cada hemisferio, se produce una distribución latitudinal de zonas de
alta y baja presión:
A su vez, esto produce una alternancia latitudinal de los vientos: los levantes polares, westerlies o
vientos de poniente y alisios.
A la zona de choque entre los alisios del norte y los alisios del sur se le llama zona de calmas
ecuatoriales o zona de convergencia intertropical (ZCIT). Esta última zona no se sitúa exactamente
sobre el ecuador, sino que sufre desplazamientos hacia el norte o hacia el sur principalmente de
carácter estacional o condicionados por los monzones locales.
Como consecuencia de la inclinación del eje de rotación de La Tierra, a lo largo de las estaciones,
las células convectivas se desplazan en dirección N-S produciendo las breves estaciones lluviosas
en las zonas subtropicales, la llegada de aire polar en las zonas templadas, etc.
A. Nubosidad y precipitación
Tras esta fase y una vez superado el punto de rocío vuelve a enfriarse más pero ahora según el
Gradiente Adiabático Húmedo (GAH), a razón de 0,6°C por cada 100 metros, produciéndose la
precipitación.
Realmente y en condiciones normales, este gradiente es de sólo 0’65°C cada 100 m, debido al
enfriamiento producido en la superficie por la evaporación del agua. Dicha circunstancia impediría
el ascenso vertical del aire, dado que, si una masa de aire ascendente se enfriase adiabáticamente,
a razón de 1°C cada 100 m (G.A.S.), pasaría a tener una temperatura menor y una densidad mayor
que las del aire estático circundante, cuya temperatura viene marcada por el G.T.V., lo cual
constituye una imposibilidad física.
Cuando hay condiciones de estabilidad atmosférica (G.A.S. > G.T.V) se produce un ascenso
paulatino de aire caliente, hasta que su temperatura se iguala con la de la atmósfera circundante.
– De tipo orográfico, cuando el aire caliente y húmedo remonta una cadena montañosa, se
enfría y da lugar a precipitación en la ladera de barlovento, llegando a la ladera de
sotavento el viento seco. A este fenómeno se le llama efecto Fóehn.
– De tipo convectivo, que se da por ascenso vertical directo del aire recalentado por contacto
con el suelo, provocando tormentas más o menos violentas.
A. Tipos de precipitación
– Lluvia: Se produce por la coalescencia de numerosas gotas de pequeño tamaño que dan
lugar a gotas mayores, incapaces de mantenerse en suspensión. Cuando su diámetro es
menor de 0,5 mm constituyen la llovizna.
– Nieve: Constituida por masas de cristales de hielo formados directamente a partir del vapor
de agua atmosférico allí donde la temperatura del aire es inferior al punto de congelación.
Son cristales planos hexagonales o prismáticos.
– Granizo: Son formas redondeadas de hielo con una estructura interna en capas
concéntricas, de 0,5-5 cm de media, sólo se forman en los cumulonimbos donde existen
fortísimas corrientes de aire ascendentes. Las gotas de lluvia son arrastradas a grandes
alturas donde se congelan para volver a caer y mantenidas en suspensión cada granizo
crece por la unión de nuevas gotas hasta precipitar.
– Rocío: Se produce en la superficie terrestre cuando ésta y las partículas de vapor de agua
contenidas en el aire sufren un enfriamiento por pérdida de calor, se alcanza el punto de
rocío (temperatura a la cual el aire está saturado) y se enfría algo más.
– Escarcha: Es igual al rocío, pero se produce cuando la temperatura está por debajo de 0°C.
– Niebla: Condensación de las masas húmedas de aire en las capas inferiores de la atmósfera.
A. Tipos de nubes
Según su forma
Según su altitud
Según su estratificación
Según su estructura
El aire es una mezcla de gases y no un gas en sentido estricto. La composición y las cantidades
relativas de gases que forman la atmósfera han cambiado gradualmente a lo largo de millones de
años, en la misma medida que ha evolucionado la geografía terrestre y la vida misma.
Sin embargo, en cuanto a nosotros concierne, el aire puede considerarse constante tanto a lo largo
del tiempo como del espacio
El nitrógeno y el oxígeno son los gases predominantes y juntos constituyen el 99% de la mezcla en
volumen. Casi toda la atmósfera restante está formada por argón y dióxido de carbono. El
porcentaje total en volumen de estos cuatro componentes, en aire seco y limpio, es del 99,99%.
El vapor de agua suele ser el quinto componente principal del aire limpio, no se encuentra
recogido en la tabla por encontrarse en cantidades variables.
Los óxidos de nitrógeno son producidos por descargas eléctricas durante las tormentas, mientras
que toneladas de monóxido de carbono son generadas en los incendios forestales.
La adición de cualquier sustancia alterará en cierto grado las propiedades físicas y químicas del aire
puro. Por tanto, esta sustancia podrá considerarse como un contaminante del mismo.
Todos los seres vivos respiran oxígeno y expulsan dióxido de carbono, por lo que estos gases son
vitales para cualquier forma de vida. Las plantas en la fotosíntesis asimilan dióxido de carbono y
regeneran oxígeno. Se mantiene de esta forma un equilibrio entre los dos gases, pero si el hombre
con la combustión aumenta la proporción de dióxido de carbono vertido a la atmósfera, se
produce una alteración climática, ya que deja pasar la radiación solar que llega a la superficie de la
Tierra, pero absorbe con gran facilidad la radiación saliente, produciéndose el efecto invernadero
excesivo. Cálculos recientes demuestran que la cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera
aumenta aproximadamente un 0,5 % de su concentración actual cada año. No está claro el efecto
de este incremento sobre la temperatura; algunas experiencias sugieren que un incremento del
10% puede elevar la temperatura media en una proporción de sólo medio grado centígrado. No
obstante, un incremento continuo puede conducir a una modificación eventual de las zonas
climáticas, con consecuencias provechosas o no, pero en cualquier caso mucho mayores de lo que
sugiere ese pequeño cambio de la temperatura media.
En el aire también existen partículas de polvo suspendidas, las principales son humo, sal, arena
fina y cenizas volcánicas. Las partículas con un radio superior a lOja no suelen ser transportadas
por el viento, bien se depositan por la acción de la gravedad o bien son arrastradas por la lluvia.
Las partículas más pequeñas permanecen suspendidas en el aire y tienen una función vital en la
formación de las nubes.
Óxidos de azufre: Son compuestos de vida corta, debido a su alta afinidad química. Están
presentes en el aire en pequeñas cantidades en ausencia de contaminación. Pero la
combustión de carbón, de fuel y algunos procesos metalúrgicos, han incrementado
notablemente su presencia en los últimos tiempos. En la combustión se produce primero SO^
gaseoso, que con el curso del tiempo es convertido en SO 42~ por oxidación. Estas sustancias se
encuentran entre los contaminantes atmosféricos más activos y producen los siguientes
efectos: Formación de aerosoles, acidificación de las precipitaciones y del agua superficial, y
sedimentación en superficies y efecto corrosivo.
Es necesario conocer la circulación horizontal y vertical del aire, para saber cómo se propagan los
contaminantes atmosféricos aprovechando esta circulación.
Propagación horizontal
Si en la capa de aire la temperatura desciende con la altura bastante menos de un grado cada
100 metros, los movimientos verticales del aire están muy limitados por lo que hay poca o
nula dispersión vertical de los contaminantes. En estas condiciones se dice que la clase de
estabilidad atmosférica es del tipo estable.
Cuando la temperatura del estrato desciende con la altura más de un grado cada 100 metros
de altura, la estabilidad atmosférica será del tipo inestable, estando los movimientos verticales
del aire muy favorecidos difundiéndose los contaminantes verticalmente hasta donde alcance
la inestabilidad.
Por último, si la variación de temperatura del estrato coincide con el gradiente vertical
adiabático, se tiene la estratificación indiferente o neutra, en la cual la dispersión vertical de
contaminantes no está limitada.
La contaminación atmosférica apareció primero como una molestia grave, para posteriormente
convertirse en una amenaza para la calidad de vida, ya que una contaminación excesiva puede
poner en peligro la salud y llegar a convertir a algunas zonas en lugares no aptos para ser
normalmente habitados. Los efectos producidos por la contaminación atmosférica dependen
principalmente de la concentración de contaminantes, del tipo de contaminantes presentes, del
tiempo de exposición y de las fluctuaciones temporales en las concentraciones de contaminantes,
así como de la sensibilidad de los receptores y los sinergismos entre contaminantes. Hay que tener
en cuenta la graduación del efecto a medida que aumenta la concentración y el tiempo de
exposición.
Los óxidos de nitrógeno son contaminantes igualmente peligrosos para la salud. La mayor parte de
los estudios relativos a los efectos de los óxidos de nitrógeno se han ocupado, sobre todo, del NO 2
ya que es el más tóxico. Los efectos producidos sobre los animales y los seres humanos afectan,
casi por entero, al tracto respiratorio. Se ha observado que si una concentración media de NO 2 de
190 u.g/Nm3 supera el 40% de los días, aumenta la frecuencia de infecciones de las vías
respiratorias en la población expuesta.
Otros tipos de contaminantes que afectan a la salud del hombre son los oxidantes fotoquímicos.
Se han realizado estudios epidemiológicos en la ciudad de Los Ángeles y no se descubrió ningún
aumento de la mortalidad como consecuencia de episodios de contaminación fotoquímica, cuando
las concentraciones de oxidantes variaban entre 0,5 y 0,9 p.p.m. No obstante, se ha observado que
los oxidantes fotoquímicos tienen efectos nocivos sobre la salud, produciendo irritación de los ojos
y mucosas. Afectan especialmente a personas con afecciones asmáticas y broncopulrnonares, en
los que se han observado crisis asmáticas y disminución de la función pulmonar cuando las
concentraciones atmosféricas de oxidantes eran superiores a 500 ug/Nm 3.
Los metales tóxicos presentes en el aire representan una amenaza para la salud humana cuando
se inhalan en cantidades suficientes, debido a la tendencia que presenta el organismo a su
acumulación. Por su importancia se destaca la importancia del plomo.
Los compuestos inorgánicos del plomo atmosférico son absorbidos por el hombre, principalmente
a través del sistema respiratorio, alcanzando el torrente sanguíneo aproximadamente el 35% del
plomo inhalado por los pulmones. Una vez incorporado el plomo a la corriente sanguínea, una
parte se almacena en los huesos y otra se expulsa por la orina, en una continua fase de renovación
en el organismo. A partir de ciertas cantidades puede producir efectos adversos en el
comportamiento, afectan a la inteligencia de los niños y puede ser causa de anormalidades en los
fetos de las madres gestantes. Los adultos, por lo general, son menos sensibles que los niños a los
efectos del plomo, pero una acumulación excesiva en el organismo puede producir serios e
irreversibles daños en el sistema nervioso provocando una enfermedad conocida como
saturnismo. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda para los sectores de población
más sensible, que la concentración en sangre de plomo no supere los 30 jig/100 mi con el fin de
prevenir los efectos nocivos para la salud. Para el resto de la población se consideran dentro de la
normalidad concentraciones de 40 u.g/ 100 mi.
Otras sustancias tóxicas presentes en el aire tales como el cadmio, amianto, el cloruro de vinilo,
varios compuestos orgánicos halogenados y el benceno, pueden provocar modificaciones
genéticas y malformaciones en los fetos, siendo algunos de ellos cancerígenos. No obstante, no se
sabe todavía que efectos pueden producir sobre la salud humana una exposición prolongada a
bajas concentraciones de estas sustancias.
Para detectar la contaminación del aire existen las redes de vigilancia y control, que miden los
niveles de inmisión y emisión de contaminantes. La vigilancia controla los niveles de inmisión y por
medio de modelos matemáticos realiza la predicción para posteriormente tomar las medidas de
corrección y prevención. El control se ejerce sobre los focos de emisión.
Por lo general, la toma de muestras incluye la separación del contaminante del seno del gas por
filtración o por retención en un absorbente líquido.
Para instalar la red de vigilancia hay que tener en cuenta diferentes factores como son: los
geográficos, meteorológicos, demográficos, localización de edificios, actividades industriales y
fuentes de emisión. Hay que planificarla a largo plazo, con una capacidad dos o tres veces mayor
que la necesaria en el momento de su instalación.
Las redes pueden ser manuales o automáticas. Las redes manuales lo que tienen son captadores
para los diferentes contaminantes que se deseen medir, por lo que posteriormente hay que
recoger las muestras y llevarlas al laboratorio para que sean analizadas. Las redes automáticas
llevan analizadores computarizados, con lo cual ellos mismos realizan la captación, recogida y
análisis de los datos, enviando los resultados a las centrales de datos.
Normalmente primero se establecen las redes manuales para observar si el lugar elegido es el
correcto y posteriormente se automatizan, ya que éstas dan valores reales de los contaminantes,
puesto que pueden dar valores puntuales o medios.
– Las decisiones deben de basarse en datos correctos obtenidos del conocimiento científico y
técnico, y de los procesos ecológicos y de la tecnología para el control de las fuentes de emisión.
– Los métodos a aplicar han de ser flexibles, de forma que puedan adaptarse al cambiante
desarrollo del conocimiento del problema y de las técnicas para resolverlo.
– Han de tenerse en cuenta las circunstancias tanto económicas como ambientales, siendo
necesario disponer de un buen sistema de análisis económico y de prioridades económicas.
Aparte de estos principios de carácter general es imprescindible para llevar a cabo un programa de
lucha contra la contaminación atmosférica una fuerte concienciación del público a través de una
información lo más amplia posible y una decidida voluntad política, ya que la promulgación de
leyes contra la contaminación atmosférica es una decisión de carácter político que necesita de
apoyo social.
Con la información disponible y a través de las técnicas que relacionan los costos y beneficios se
analizan las distintas opciones, eligiendo la más interesante como objetivo social. Una vez fijado el
objetivo y planteadas las prioridades de actuación, es necesario formular la estrategia a seguir para
su consecución.
Por lo tanto, para combatir la contaminación se deben de seguir dos estrategias, una fijar unas
normas de calidad del aire, que no deben sobrepasarse y otra controlar las emisiones mediante el
empleo de la mejor tecnología para la reducción de contaminantes. Además, la estrategia se debe
de fijar unas metas a conseguir, a corto, medio y largo plazo.
Se aplican en aquellas zonas en donde se superan regularmente los niveles admisibles de la calidad
del aire. Consisten, por lo general, en la adopción de medidas correctoras de la contaminación
atmosférica, en aquellos focos en funcionamiento que se considere contribuyen en mayor medida
a generar este tipo de contaminación. Estas medidas actúan disminuyendo la emisión de
contaminantes al mejorar los sistemas de depuración o mejorando las condiciones de dispersión
de contaminantes.
Entre los distintos tipos de medidas que se pueden adoptar para reducir la emisión de
contaminantes se pueden destacar las que actúan sobre los gases y humos, las que lo hacen sobre
el propio proceso tecnológico, o aquellas que inciden sobre los combustibles y materias primas
utilizadas.
Con el fin de evitar inconvenientes se considera que para proteger el medio hay que recurrir a la
aplicación de técnicas poco contaminantes y sin desechos. Estas técnicas tratan de atacar el
problema de la contaminación en el origen, desarrollando procesos técnicamente más eficaces en
el aprovechamiento de las materias primas y de los recursos energéticos consumidos.
Puesto que el uso de combustibles suele ser la principal fuente de contaminación; una medida
muy eficaz para combatir la contaminación es la reglamentación de las características, calidades y
condiciones de uso de los distintos combustibles sólidos y líquidos.
Otra de las acciones posibles para reducir la contaminación local es mejorar las condiciones de
dispersión de los contaminantes utilizando la capacidad de auto depuración de la atmósfera
mediante la elevación de la altura de chimeneas de las fuentes estacionarias, o modificando las
condiciones de emisión de los gases, tales como la velocidad y temperatura de salida de los
mismos.
Son aquellas dirigidas a evitar que aparezcan los problemas de contaminación. Entre las distintas
acciones posibles se puede destacar: la planificación urbana, los estudios previos de evaluación de
impacto ambiental, y el ahorro energético.
TROPOSFERA
ESTRATOSFERA
ESTRUCTURA
MESOSFERA
TERMOSFERA
HOMOSFERA
COMPOSICIÓN
LA ATMÓSFERA. ESTRUCTURA,
COMPOSICIÓN Y DINÁMICA
HETEROSFERA
LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA
LOS VIENTOS
DINÁMICA. LA CONTAMINACION ATMOSFERICA. METODOS
TEMA 11. LA ATMÓSFERA. ESTRUCTURA, COMPOSICIÓN Y
DE DETERMINACION Y DE CORRECCIÓN
CIRCULACIÓN ATMOSFÉRICA
EL AIRE QUE RESPIRAMOS
GENERAL
CONTAMINANTES PRESENTES EN LA
NUBOSIDAD Y PRECIPITACIÓN
ATMÓSFERA
CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA
PROPAGACIÓN DE LOS
CONTAMINANTES
DETERMINACIÓN DE LA
PRINCIPIOS GENERALES
CONTAMINACIÓN
MÉTODOS DE DETERMINACIÓN Y DE
CORRECIÓN