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POLITICA OBRERA

suplemento periódico junio de 1965

LA REVOLUCION DOMINICANA
Pág. 6

LA GUERRA DE VIETNAM
Pág. 11

POLITICA NACIONAL
Pág. 1

EL CONVENIO DE LA CARNE
Pág. 5
romo parte lie las larcas organi­
zativas. políticas o ideoló^ii’Hs que el
conjunto de Política Obrera está rea­
lizando para In edición de un periódico
revolucionario, se encargó al comité
de redacción nombrado para tal elec­
to. como tarea previa, la edición «le un
folleto sobre los aspectos mas relevan­
tes de la realidad nacional e interna­
cional. Este es el que ahora damos a
conocer.

COMITE DE REDACCION:

Jorge Altamire
Roberto Gramar
Sergio Berutti
Sobre la Realidad Nacional
K 1 que el alzamiento de un pequeño país contra pugnada por la A rgentina en la IX Reunión de
el imperialismo yanqui y la burguesía local se ha­ Consulta de la OEA (111(14): el derecho de inter­
ya transformado en un gran problema político para vención abierta por parte del imperialismo en el
América Latina e inclusive para el mundo entero, caso de “agresión subversiva o guerra revoluciona­
demuestra una vez más el alto grado de ¡nterre- ría”. .. contra la opresión del imperialismo. C uan­
lación existente entre los acontecimientos políti­ do la radicalización del proceso revolucionario po­
cos y económicos internacionales y nacionales, en ne en peligro los intereses del imperialismo, ias
la época de 'vigencia de una política y economía fórmulas tradicionales del derecho internacional
mundiales. Esto evidencia, de hecho, el carácter burgués, como el tan mentado “principio de no in
internacional del proceso revolucionario dominicano tervención” son tirados al cajón de los trastos vie­
en su conjunto. jos y son sustituidos por la acción directa en de­
Por este hecho, la revolución dominicana se trans­ fensa de la propiedad imperialista y burguesa. Por
formó en el elemento catalizador de la vida poli « so Zavala O rtíz afirm a "debemos mantener el prin­
tica nacional en el últim o periodo y perm itió des cipio de no intervención, evidentemente, pero m ien­
mular las actitudes políticas de las diferentes cla­ tras no exista el peligro de que se repita el caso
ses y los itrupos <|ue las representan. ( lib a ” (Prim era Plana, 11-565).
I*a política del gobierno respecto al problema I.a colectivización de la agresión yanqui a la Re
dominicano no siguió un curso uniforme. Siendo la pública Dominicana planteaba a la burguesía ar­
política exterior de la burguesía una continuación gentina el necesario envío de tropas para asumir
de su política interior, la posición argentina refle­ el compromiso contraído
jó la tendencia del gobierno hacia un acuerdo con En esta cuestión se centró el problema sobre la
el imperialismo yanqui como las contradicciones de política nacional.
esta tendencia.
El proceso a través del que se desenvuelven Es evidente que el problema dominicano no le
estas contradicciones es complejo. cayó en un momento oportuno ai gobierno. El ac­
tual proceso de entrega económica paulatina al
Primeramente el gobierno afirm a no tener su­ imperialismo yanqui el gobierno pretendía hacerlo
ficientes elementos de juicio para tom ar una posi­ lo suficientemente dilatado como para poder ir m a­
ción. pues hay que ju zgar “los hechos evidentes y niobrando sobre el conjunto de las clases con el
los ocultos o causantes". Pero lo real es que toma objetivos de ir mejorando sus posiciones en la corre
una posición proyanquí porque ante el hecho evi lación de fuerzas, evidentemente deteriorada por su
dente del desembarco yanqui no se pronuncia en política proimperialista, vacilante y pequeño bur
contra y, al mismo tiempo, da los elementos para guesa, deterioro acentuado por la derrota de las
una justificación de la agresión yanqui al prevenir elecciones del 14 de marzo de 1965.
sobre la posibilidad de que en la República Dorni Así es que sí bien el gobierno devalúa la mone­
nícana exista una “agresión subersiva o guerra re da, aumenta las tarifas de servicios públicos, man
volucionaria” contra la opresión yanqui. da una misión a íefinanciar la deuda, empieza a
E n 2V lugar, en la O EA vota a favor de una modificar más hacia la derecha su política petro­
fuerza ínteramericana. La esencia del fundam en­ lera, etc., no acepta de buenas a primeras las im ­
to de este voto lo aclara Zavala Ortiz días des­ posiciones del capital finaciero internacional: ne­
pués: “ para que no siempre aparezcan los EEU U gativa a la reducción tajante del ritmo inflaciona­
como el único país que hace algo por otro o, cuan­ rio, a las limitaciones crediticias, a la violenta re
do menos, que impide la expansión de la guerra ducción del déficit de las empresas estatales, al
revolucionaria en el mundo” (L a Nación 10-5-65). acuerdo “ Stand by” con el FM I. Por otru parte
En el debate parlam entario del 6 de mayo, Zavala trata de aum entar el control de precios, reglamen­
O rtíz reconoce demagógicamente para consumo in ta le ley de medicamento, aplica las retenciones,
tem o que fue incorrecta la intervención yanqui todo lo cual provoca acervas criticas por parte di1
sin consultar a la O EA y plantea, entonces, para A C IE L (declaración 22-5-66).
solucionar el problema, una alternativa reacciona En el plano político el deterioro dio curso a las
lia de otro tipo: una fuerza de la O EA para que tendencias centrifugas en el seno de la UCR.P (In ­
colectivice la agresión. transigencia N acional; Acuña, Bassi y el grupo de
El problema dominicano dio así pie para la apli­ senadores radicales que pidió las reuniones con el
cación práctica de la reaccionaria doctrina pro­ Poder Ejecutivo; posteriormente, Páez Molina y

1
(iuinond). líelo no l<> suficiente rumo para que I» Kl l.'í de mayo se posterga la conferencia «le
UCKI* iiiviiln el privilegio ilc set, por ahora. la Cancilleres de la OKA que debía iniciarse en R io
alternativa más sólida para las clases dominantes vi 20. con el voto en contra de la Argentina. A la
en función di- cualquier perspectiva de reacomoda- Argentina le resultaba conveniente como elemento
miento político y de eventual enfrentamiento abier de presión política sobre el Congreso una resolu­
lo respecto al peronismo. ción de la O E A de compromiso «le los estados
Ks en el desarrollo de este proceso cuando apa miembros con la política yanqui; por el contrario
rece como factor acelerante la presión yanqui exi­ los )E. UU. hace postergar la conferencia porque
giendo una definición sobre el problema dominica­ teme un gran fracaso. Pero, a su vez, el gobierno
no y apresurando las definiciones gubernamentales. maniobraba con las Fuerzas Armadas mostrándo­
La necesidad de! imperiuli mo yanqui de impedir le su voluntad de mantener su posición firme.
n tcxln costa una nueva modificación de la corre Ante la indefinición de conjunto del gobierno, la
lación de Tuerzas en su zona de influencia directa presión de las Fuerzas Armadas, como avanzada
se constituye en un fuerte factor de presión so- de los intereses imperialitsas, para el envió de tro­
bu- las burguesías latinoamericanas para que lo pas su intensifica llegándose al más alto grado de
acnnip.men en diclri acción, justificándola y colec­ tensión entre los militares y el gobierno durante
tivizándola. la administración Illia. K.sta tensión expresa la
Kl gobierno argentino se encuentra: a) "con una presión imperialista, por un lado, y la necesidad
misión que <lama tolerancia para las deudas argen- de estabilidad interior de la burguesía, por ei otro.
l ñas; atado a un pacto de ayuda m ilitar que, con E l 18 de mayo el gobierno plantea que necesita
mayor o menor fuerza lo supedita al Pentágono; reexaminar el problema para determinar “ si aún
<n tratativas con las compañías petroleras norte cabe el envío de fuerzas para colaborar con el m an­
americanas; bajo la metralla ideológica del canci­ tenimiento del orden”. I’ara ese entonces el gobier­
ller y. quizás, del ministro de Defensa; y ante la no de Johnson manda la misión Bundy a la Repú­
posibilidad de irritar a los mandos militares me- blica Dominicana para buscar la formación de un
■limite una condena a los desembarcos. . ” (Prim e­ "gobierno democrático” anticomunista de coalición
ra Plana, ll-5-t«5) y l>) ante el temor como gobier entre las camarillas militares, el imperialismo y
no burgués tanto de la revolución dominicana como sectores de la clase media, es decir, de sectores
di- posible,s levantamientos en América Latina, por de Caamaño.
ejemplo; Venezuela, Colombia, (iuatem ala Uolivia l a contradicción en la política norteamericana
y la actual tensión en el Uruguay, que evidente­ motivada por su debilidad y la fuerza relativa de
mente afectarian también su estabilidad. Todos es­ la revolución desubicó a lu burguesíu argentina y
tos factores hacen que justifiquen, en los hechos, la a algunas burguesías latinoamericanas
invasión yanqui y apoye la creación de una fuerza Esto acentuó las contradicciones del gobierno. Lu
inteiúinei ¡cana para la guerra contrarrevolucio­ burguesía no sólo tuvo que afrontar las contradic­
naria. ciones derivadas del capitalismo nacional sino que
Pero al mismo tiempo la presión yanqui convul debió cai-gar con las contrudic;-ion&¿ del propio ca­
sior.a la situación nacional y origina desequilibrios pital financiero internacional.
en las condiciones de estabilidad política de la bur­ J.as Fuerzas Armadas pretendían y pretenden
guesía. desconocer los derechos de la democracia burgue­
El 28 de abril el bloque justicialista repudia la sa que le incumben al Poder Legislativo (autori­
agresión yanqui. El 2 de mayo la Democracia zación del Congreso para el envío de tropas al ex­
Cristiana y el Socialismo (Argentino presentan un terior). “En esta política de impedir el funciona­
proyecto parlamentario de condena a la agresión miento de la mismísima democracia burguesa se
norteamericana y “ requieren la separación de los comprueba la profunda naturaleza reaccionaria de
EE. l'U . del sistema interamericano y de los or­ al burguesía en la época del imperialismo y su
ganismos que lo constituyen" ( La Nación, 3-5-65). tenaz e irresistible tendencia a la dictadura abier­
Kl I el M il) y el Justicialism o piden una interpo­ ta, es decir, al fascismo.” (Política Obrera, 10-6-65,
lación parlamentaria al canciller. El 0 la Cámara Pág- !>). Elmejoramiento de las posiciones políticas
tle Diputados de la Provincia de Buenos Aires con­ de los militares pentagonistas puede por ello provo­
dena la agresión yanqui y defiende el principio de car un mayor golpe a los derecha- políticos del prole
no intervensíón. El partido oficialista si bien avala tunado.
la politii-n oficial por boca del diputado León (Pre La contradicción entre la necesidad de estabili­
sálente Comisión Relaciones Exteriores), afirma dad política interior del capitalismo nacional y la
que ‘‘ningún soldado argentino irá a la República presión mundial del imperialismo, el gobierno la
Dominicana” (La Nación. 7-5-65). ha resuelto parcialmente alargando el maniobreo,
Los actos y movilizaciones de la pequeña hur pero esto ha desgastado las relaciones con las
guesia estudiantil se intensifican al mismo tiem­ Fuerzas Armadas sin dejar de ser un remedio de
po que la Cámara de Diputados de la Nación, con corto plazo.
el aval de la IJCRP, aprueba una declaración que En condiciones de dominio por parte del impe­
condena a la intervención de EE. U U., exige el rialismo de la política y economía mundiales, el
retiro de las tropas yanquis, ,-atifica lo. principios de grado de independencia de las políticas nacionales
autodeterminación de los pueblos y de no inter­ de las burguesías semícoloniales es lim itado y mez­
vención y afirma su prerrogativa sobre el envío quino. La demostración cabal la dio en esta opor­
de tiopus al exterior (14 de mayo). tunidad el capitalismo argentino puesto que sus
Todos estos acontecimientos sumados a la derro­ vacilaciones e indefiniciones se dieron en el marco
ta sufrida el 14 de marzo de 1965, evidenciaban del proimperialismo al cual nunca intentó, ni lo
la dificultad de una posición gubernamental de com­ puede por su condición histórica, superar.
promiso total cen los yanquis por la gran convul­ El fracaso casi total de la Conferencia de C an­
sión política que provocaría. Es así que el gobier­ cilleres del Cono Sur tuvo un efecto contraprodu­
no, en función de su desequilibrio interior, comien- cente para el gobierno; hizo descender sus accio­
a maniobrar. nes, ya muy bajas, en el panorama continental, y

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al mismo tiempo agudizó las tensiones en el Heno seen sus automóviles |mr el centro, es decir, opo­
del gabinete El único resultado iine tuvo el inten ner la burocrueiu sindical a lu burocracia estatal.
tn fue el (oinpiomlso ile lu» militares argentinos La elase obrera que va a ser la reul perjudicada
■le acceder »l pedido del coronel /entono Annyn por esta ofensiva, permanece totalmente ajena al
(canciller Boliviano) "de al m us livianas y immi problema.
dones pala hacer frente a sus conflictos con los El peronismo demostró no superar el terreno del
mineros bolivianos" (Confirmado, 27-5-05). unt¡imperialismo burgués, terreno tan umplio y a
La capacidad de maniobra entre las clases, pul­ la vez tun mezquino que entran el M ID , lu Demo-
parte del gobierno ha sufrido un deterioro con la eiacia Cristiana, el Demócrutu Progresista, el So­
crisis dominicana. Ui tensión con las Fuerzas A r­ cialismo Argentino, lu U CR I v sectores de la
madas y las opiniones contrapuestas en el seno l'C R P .
del gabinete han afectado tanto la estabilidad po­ Los únicos que se han movilizado frente u la
lítica como la unidad partidaria. agresión yanqui son sectores de lu pequeñu hur
Los elementos que van a definir el próximo cur­ guesíu. Este es un fenómeno políticumente impor­
so de la situación son: a) la vigencia del todavía tante. pues verifica las tendencius centrífugas que
no solucionado problema dominicano; h) la presión provoca la acción del imperialismo sobre las capas
yanqui para la constitución de una fuerza Ínter medías. Pero para la valoración política de esta
americana permanente (próxima Conferencia de actitud de lus capas medias no nos colocamos des­
Cancilleres en W ashington); c) el grado de ines­ de el punto de vista de la m ojigatería de los gru ­
tabilidad de los demás capitalismos latinoam eri­ pos pequeños burgueses que necesariamente caen
canos (Colombia, Venezuela, Bolivia, etc.). en lu upologiu de lu cluse media, sino que desde
El proletariado no se debe engañar por la re­ el punto de vista del proletariado revolucionario.
lativa ambigüedad con que el gobierno actúa fren­ Un ejemplo del prim er punto de vista es “ P a­
te a la cuestión dominicana. La no ejecución, por labra Obrera" (N “ :!8 (¡), que al referirse al acto
ahora, del plan Zavala Ortiz-Suáre* no quiere de­ del 12 de mayo afirm a “ no fue un acto de masas
cir que el mismo no esté latente en la política de sino un acto de direcciones comprometidas. Pero
las clases dominantes.. Su ejecución va a ser un este hecho que no es una crítica, no le resta m ag­
profundo golpe a los derechos políticos de la clase nitud a lu concentración”, y luego dice: “ E l acto
obrera. Por eso es una tarea de fundam ental im de lu vanguardia antiim perialista tiene, sin cm
portancia la movilización revolucionaria del prole­ liargo, en un sentido, un siginifícado histórico,
tariado contra esta amenaza imperialista “puesto que hu sellado" la unidad pura la acción
El peronismo se lia comportado en todo este pro­ concreta entre el movimiento obrero, el m ovim ien­
ceso como un partido burgués más. Se ha integra­ to estudiantil y la cluse medía” . Toda estu valora
do plenamente al juego hipócrita del parlam enta­ cuín: 1 ) hace lu upologiu a lu movilización anti-
rismo y la política burguesa. Realmente se está imperiulistu sin señalar su limitución fundam en­
cumpliendo la promesa del burócrata Niembro de tal: el predominio pequeñoburgués; 2 ) oculta lu
que se dedicaríun a hacer una “acción p o sitiv a "..., hipocresía de lu dirección peronistu que no m ovi­
para los intereses de la burguesía. lizó u los obreros pura el acto pero sí se llenó la
El peronismo se ha mostrado sólo “ju rídica" y boca de hermosas declaraciones, vacuas de conte
“constitucionalmente” como el polarizador del sen­ nido; 3) no señala el hecho de que por dársele am ­
timiento antiim perialista del proletariado y las ca­ plitud (hablaron hasta gorilas, como De Vedia y
pas medias y. por lo tanto, no debe ocultarse el Muñiz) se le restó profundidad política, lo cual
hecho de que la burocracia peronista 110 ha promo perm itió el auge de los grupos provocadores; 4)
vido ni una sola movilización obrera, por la de­ es absurdo hablar de la presencia del movimiento
fensa de lu revolución dominicana, contra la poli- obrero porque éste brilló por su ausencia.
tica proimperialista del gobierno y por la defensa Todo esto evidencia las características del a n ti­
de los derechos políticos del proletariado frente n imperialismo pequeñoburgués: lucha contra el im ­
la ofensiva de la avanzada del imperialismo, las perialismo en general, dentro del marco de lu de­
Fuerzas Armndas. “ De esta incapacidad (del pe­ mocracia burguesa. Es tan am plio que incluye a
ronismo) de ser nacionalista revolucionario se de­ los gorilas y tun estrecho que excluye 11 lu clase
riva su incapacidad pura movilizarse por sus pro­ obrera.
pios derechos democráticos habida cuenta de que Mientras que la izquierda pequeño burguesa cen­
esto significa la movilización masiva y consecuen­ tra su program a en la “autodeterminación de los
te del proletariado.” (Política Obrera frente ul re pueblos” en abstracto sin cuestionar las vacila­
turno de Perón). ciones del centrismo que hace fracasar las revolu­
La dirección peronista no organizó una sola ma cione1, nosotros reivindicamos el carácter perma
nifestación masiva del proletariado argentino ni nente de la revolución antiim perialista, es de­
siquiera el 1" de mayo, frente a la ofensiva im ­ cir, con la democracia del proletariado armado y
perialista tanto sobre la hermana República Domi­ el desarrollo de la revolución agraria.
nicana como sobre la Argentina, a través de las Nuestro punto de vísta se refirm a en la valo
últim as m eiidus del gobierno (devaluación moneta­ ración que hacemos del acto del Í 2 de mayo: lo
ria, alza del costo de la vida, aumento de las ta ­ apoyamos como movilización antiim perialista, pe­
rifas de los servicios públicos, renegociación de la ro criticamos su predominio pequeño burgués. Lo
deuda, posible renegociación de los contratos pe decisivo es la m ovilización del proletariado; si ello
troleros, etc.)- Hizo aprobar sin movilización, ni no ocurre aquí no pasa nada.
discusión previa con la clase los convenios textil, La poca asistencia del proletariado a los actos
maderero y de la carne con porcentaje de aumen­ señala el reflujo en que se halla la clase obrera,
to que se los devorará rápidamente el incesante pero tam bién, y sobre todo la acción de la burocra­
aumento del costo de la vida. cia peronista para mantenerlo y acentuarlo habi­
A un mes de la ofensiva del Ministerio de Tra­ da cuenta que ello le permite un juego más libre
bajo sobre la CGT, lo único que ha hecho ésta fué en la política burguesa.
m ovilizar a unos cuantos burócratas para que pa­ Decíamos en nuestra anterior publicación (De-

s
e la ra c ii'» sobre la República Dominicana, 10-5-65). imperialista que va a provocar el saber que dos
i|in* el proletariado argentino so Iih IIii c ii m m en ministros lian cuido por ser proyanquis.
crucijada iiulitirii. I-is condiciones políticas desde 2) No salida do ningún soldado argentino para
entonces no cambiaron fundamentalmente. formar el ejército de la contra involución
Kl conjunto ilc lu política gubernamental mues­
tra lin a acentuación «le la iluminación imperialista. 3) Por el retiro de la A rgentina de la OKA. m i­
Si bien el plan /.avala Ortiz-Suárez como instru­ nisterio de colonias de los yanquis.
mento del dominio imperialista no se puso en eje-
clic ion. las perspectivas para la intensificación de 41 Luchar contra la agresión yanqui luchando
la entrega a los yanquis se vislumbra claramente, contra la actitud proimperialista del gobierno na­
tanto en el campo económico como en el político. cional y la amenaza de las fuerzas armadas y el
"1.a inovitabilidad de que a la medida de la de­ gobierno mismo contra los derechos políticos «le la
valuación le sigan y acompañen otras de igual osen clase obrera.
cia reaccionaria y orientadas en el mismo sentido,
determina el carácter de conjuntu que tiene la po­ — POR LA S A L ID A IN M E D IA T A A LA C RI
lítica gubernamental" (Política Obrera, Frent • a la SIS F IN A N C IE R A , lo cual implica:
devaluación m ondaria, 26 4 <15. púg. 3).
1) Monitoria unilateral «le la deuda externa
Si bien el eje de la política nacional se centró
2) Estricto control de cambios.
e la revolución dominicana, no se debe dejar de
señalar que continúa intensivamente el aumento 3) Abolición del secreto comercial y apertura de
del costo de la vidu. I j i revista burguesa C O N F IR ­ los libros de las empresas monopolistas.
MADO (7/5 (¡5) muestra cómo la «levaluación del
14', produjo un aumento de precios de los produc­ 4) Precios máximos y control do precios, a tra ­
tos «le la "canasta fam iliar” en monos do un 209! vés de la apertura de los libros.
promedio, llegando en algunos cusos al 40'/, (hue
vos y queso). Aumentaron también la leche y el 5) Moratoria de la deuda con las empresas petro­
pan y se anuncian nuevos aumentos de combusti­ leras por el petróleo comprado por Y P F y ocupa
bles y posiblemente de las tarifas eléctricas (Cla­ ción inmediata y total de las áreas.
rín. U7/6/H5).
¡V el gobierno decía que la devaluación no iba 6)Salario mínimo vital y móvil de * 23.000, que
a producir un aumento de precios mayor del VA! lia exigido la C(JT y eliminación de las quitas zo­
Kvideutemente, el peso do la crisis la paga el pue­ nales,
blo trabajador. Por otra parte, las últim as medidas 7) Rechazo del Plan Im perialista de Desarrollo
en m ateria de política internacional si bien con listas medidas no pueden caminar si no son
grandes vacilaciones, muestran una orientación en arrancadas por el proletariado y ni no son efec-
lo general proimperialista. tivizada* por el CON TRO L O B R E R O de la pro­
1.a liase fundamental que encuentra el imperia­ ducción. de la comercialización y del dinero. No
lismo para acentuar su dominación a través de la puede haber una salida inmediata independiente a
servil burguesía argentina es el retroceso existen­ la crisis financiera y a la subordinación política si
te en las luchas proletarias. la burguesía ha de controlar la explotación del pro­
1.a burguesía argentina demostró su impotencia letariado y no el proletariado controlar las ganan
en la política exterior y su claudicación al imperia cias de burguesía y su utilización.
lismo on la política económica y financiera .
El principal impedimento para imponer estas me­
Nuestro país bajo la dirección de la burguesía didas es la inexistencia de una dirección que movi
es una semicolonia del imperialismo yanqui. lice al proletariado por estos objetivos y, por en­
de, incapaz de constituirse en instrumento de con­
Sólo el proletariado revolucionario puede plan­ trol. “ Pero al mismo tiempo que el proletariado
tear una alternativa independiente del imperialis­ carece de una dirección revolucionaria tam bién es­
mo, tanto en la política internacional como en la tá careciendo de una alternativa a esa dirección,
nacional. es decir, de una organización y un programa verda­
deramente de vanguarJia — P O L IT IC A O B R E R A es
I j > lucha por esa alternativa independiente pa el embrión de esta organización y de este progra
sa. en la actual etapa, por el levantamiento del si­ ma— y ahi radica el núcleo central de su debili­
guiente programa, ya planteado por PO L IT IC A dad. Por lo tanto, la lucha para imponer este
O B R E R A on sus publicaciones del 26 y 30 de abril programa exige lo mismo que exige la emancipn
y el 10 de mayo de 1965 (PO frente a la devalua­ ción definitiva de los trabajadores: el partido re­
ción monetaria y PO frente a la agresión imperia­ volucionario, es decir, la fusión revolucionaria de
lista a la República Dominicana) y que sigue en PO L IT IC A O B R E R A con la vanguardia del pro­
pie con toda vigencia, como única alternativa in­ letariado.
mediata a la subordinación política y a la crisis
financiera con que la burguesía arrastra a nues­ "L o fundam ental es que con este programa y es­
tro país. te documento en la mano cada compañero se trans­
forme en su propagandista, nuclee a su alrededor
— P O R E L C A M B IO D E LA PO LIT IC A E X T E ­ a los mejores elementos de la vanguardia e insista
R IO R A R G E N T IN A , lo cual implica: mediante ello en imponer en su fábrica y sindicato
este programa como resolución. ESTA T A R E A ES
1) Arrancar al gobierno con la movilización pro­ LA U N IC A Q U E T IE N E S E N T ID O D E S D E E L
letaria las renunciaa de Zavala O rtiz y Suárez. Es PUNTO DE VISTA D E L P R O L E T A R IA D O R E ­
probable que después vengan otras dos porquerías. V O L U C IO N A R IO ”.
Lo que importa es el gran impulso a la lucha anti­ 29- 6-68

4
Sobre el Convenio del
Gremio de la Carne
Una cantidad numerosa di* sindicatos afiliados En prim er lugar, teniendo en cuenta la debilidad
a la Federación Gremial de la Carne lia aprobado del gremio, la dirección conjunta del movimiento
el convenio, que consiste en lo fundam ental en un sindical, la CGT. no hizo nada para que la solida
aumento del ÜO'/< para los nueve primeros meses ridad concreta y activa de In clase obrera reempla­
y del 15% para otros seis. En resumen, el 3fl% zara la debilidad del gremio frigorífico. En segun­
promedio con 15 meses de duración. do lugar, lu dirección de Recho sólo llamó a asam­
Este convenio es una miseria en todo sentido, y bleas después ile discutido el convenio con la patro­
para el gremio de la carne en particular, puesto nal y no antes, cuando podía recibir la orientación
ipie sus sueldos actuales son de los máH bajos entre que las bases querían imponerli», cuando aún si po­
el proletariado industrial. Este .'16% está muy por día plantear una política otal frente a la renova­
debajo del aumento del costo de la vida desde la ción del conveno. En tercer lugar, la dirección lia
firm a del convenio anterior, se calcula sobre sala­ mu a las asambleas por separado cuando lo que
rios que ya anteriormente eran muy bajos y no correspondía era una asamblea general; del modo
tiene ni remotamente en cuenta el alza de precios que lo hizo la dirección consiguió hacer cundir el
que habrá de operar e n ... ¡quince meses! Sin em escepticismo de los obreros de un frigorífico res­
bargo, el gremio lo ha aprobado pecto al otro. En cuarto lugar, insistiendo en la im ­
En la base de esta situación está la crisis de la posibilidad de la huelga, la dirección om itió señalar
industria frigorífica. Esta crisis, que se manifiesta otros métodos de lucha, como la ocupación de los
en la baja utilización de las empresas por el poco frigoríficos con rehenes, ya aplicado con éxito en
fuena miento, es un producto directo del parasitis­ algunas fábricas metalúrgicas; este método se de­
mo de la oligarquía ganadera, que en cien años no bió haber empleado mientras se discutía el conve­
pudo pasar del promedio de 40 millones de cabe­ nio. En quinto lugar, la división iM convenio del
zas, y del parasitismo de los monopolios extranje­ gremio de la carne en uno pura lu industria chica
ros que son incapaces de encarar la industrializa­ y otro para la grande debilita el frente obrero poi­
ción integral de la carne dado que para hacerlo que mientras un sector está en lucha el otro traba­
plantean una política gubernamental de destruc­ ja. Con esta lacra no pudo term inar ninguna direc­
ción de toda la actual red de comercialización in­ ción porque todas fueron y son burocráticas, es
terna (mataderos abastecedores y carniceros) y su decir, negocian por arriba y evitan a toda costa
monopolización absoluta del mercado interior. apoyarse en las bases.
Como se puede apreciar, la crisis de la industria
— que ha dejado 15.000 obreros en la calle— es la El gremio frigorífico debe enfocar los problemas
base material del miserable convenio y de la esca de raíz, atacando la fuente de sus penurias, es de­
sa capacidad de negociación que un ejército de des­ cir. la oligarquía y el imperialismo, exigiendo su
ocupados tan numeroso provoca. Esto demuestra expropiación y organizando desde ya y por toda
que no es posible una política sindical verdadera­ una etapa la lucha por conseguirlo. Esta expropia­
mente obrera si no inscribe en su program a la ex­ ción debe necesariamente plantearse con el control
propiación sin pago de toda la industria frig orí­ obrero de la industria. En la época del im perialis­
fica y la intervención, control y expropiación de mo, la corriente sindical revolucionaria «ólo puede
los monopolios ganaderos mantener la independencia de los sindicatos como
Sin embargo, sostenemos que aún en esta difícil organismos de clase y su efectividad, en lucha fron­
situación el gremio tenía un camino de lucha, pero tal contra la propiedad im perialista. Esta enseñan­
que éste fué concientemente saboteado por la direc­ za. el papel de la actual dirección y la necesidad
ción. y la dirección lo pudo sabotear por el reflu­ de una corriente revolucionaria en el gremio que
jo y debilidad que la desocupación ha provocado en levante estas banderas es lo que surge de la de­
el conjunto del gremio. rrota que el miserable convenio significa.

5
La Revolución Dominicana

Kn momentos do escribirse esta nota las negocia­ derrota de las fuerzas revolucionarias como la mis
ciones para solucionar la crisis dominicana s< en­ tificaciún del fracaso. Llam ar a las cosas por su
cuentran en un punto muerto, informadas por el in nombre es el primer deber de una auténtica van­
lento de los yanquis de form ar un gobierno de ccn guardia.
lio derecha en una situación que todavía no se aco­ El conjunto do nuestras provisiones sobre el des­
moda muy bien a la idea de la estabilización,, La en arrollo de la crisis dominicana ha quedado confir­
ci ui ijada revolucionaria que habíase señalado m mado por el desarrollo objetivo do los acontecimien­
nuestra declaración del ltl de mayo se está resol- tos. Para nosotros estaba claro un aspecto central:
v.elido a favor del imperialismo y de las burguesías o la revolución se profundiza o muere. De aqui no
lutinoamencans. podia deducirse, por supuesto, ninguna garantía do
un triunfo inmediato do profundizarse ol proceso,
1.11 estrategia del imperialismo en esta oportuni­ pero se señalaba aquel curso de los acontecimientos
dad ha sido muy clara. En lo que respecta al pro­ que más favorecía los intereses revolucionarios, que
blema especifico ne la República Dominicana su do­ los colocaba en una situación más apta para enfren
blo objetivo consiste en el aniquilamiento físico y tar al imperialismo, para plantear un combate a
político de los elementos revolucionarios — utilizando fondo y con perspectivas reales de triunfo. Frente
para esta tarea a sus fieles servidores encabezados « un punto de viraje pn el desarrollo histórico, los
por Imbert y Wessin y Wessin— paia monta) so­ elementos vacilantes y claudicantes levantan siem­
bre este aniquilamiento la constitución de un go­ pre la bandera del acuerdo y" la conciliación. Para
bierno "Constitucional’’, que permita mantener la ello, bajo la intensa presión ideológica y política de
continuidad de la dominación imperialista, legali las clases enemigas, refieren constantemente en
zándola de alguna forma Esta necesidad de legali­ forma exagerada la fuerza m ilitar del enemigo y
zación corresponde a la dificultad de consolidar un la debilidad de las revoluciones. Pretenden resol­
gobierno que no refleje un mínimo de compromiso ver los problemas de la lucha de clases en base a
con las capas medias aburguesadas. La vieja fór­ un esquema de contabilidad, con débitos y créditos.
mula de dominio, camarilla militar-aristocrática te­ De hecho, y no podia ser de otra manera, osta for­
rrateniente, se ha hecho bolsa. El nuevo intento con ma de plantear la cuestión termina por transform ar­
sectores medios, bastante difícil, sólo es solución do se en una glorificación del orden de cosas existente.
cortos alcances. Es decir, derrota m ilitar y política Aquí no se trata de dilucidar si la situación logísti­
de Caamaño, acompañada por el exterminio de sus ca y m ilitar do Caamaño permite su triunfo por
sectores de avanzada, para formar luego un gobier­ sobre la reacción dominicana y los “ marines” yan­
no encabezado por los elementos más podridos del quis. Si la política “es la expresión concentrada de
boschismo. En el marco continental, un objetivo lar­ la economía", puede afirmarse que lo m ilitar es la
gamente acariciado por el imperialismo, la conti expresión concentrada de la política (¡a insurrec­
nentaüzación de la represión popular, ha sido al­ ción obrera es el desarrollo extremo de esta con
canzado a través de la constitución de una Fuerza centración) y que es en el terreno de la lucha de
M ilitar Conjunta bajo el comando de la O EA. Este clases donde termina por resolverse. Esto nos lle­
es un triunfo importante para la reacción continen­ va a renglón seguido, a plantear la cuestión como
tal y sobre sus causas, objetivos y formas de en­ un problema continental y m undial. En últim a ins­
frentarlo debe meditar cuidadosamente la vanguar­ tancia, la situación de Caamaño, aislado en la parte
dia obrera de todo el continente. vieja de la ciudad de Santo Domingo, se resuelve
Este sería el balance de los acontecimientos que en el marco del combate entre el imperialismo y el
se puede extraer a más de un mes de comenzada la proletariado. La comprensión de esta cuestión es
lucha. Volvemos hoy a tocar la cuestión para contri­ decisiva para entender cuál es la form a de triunfar
buir a que este balance sea lo más lúcido posible, por sobre los “ marines" en la República D om ini­
para que ayude a la claridad y unificación del com­ cana, en el conjunto del continente, en todo el globo.
bate contra el imperialismo, para que se extraiga las El aspecto central de la actuul crisis dominicana
debidas experiencias. Nada hay tan penoso en una es el aislamiento al que se encuentran sometidos

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Caamaíio y su» fuerzan. Este aislamiento no cae del Trujillo se planteó; “ ¿Que hacer con esus tres cuar­
cielo. m no que encuentra aun razone* en el conjunto tas partes de la industria y del comercio, con ese
de lu dlnámicH ol>jetivn seguida por lu revolución tercio de lu agricultura, del que Trujillo se había
Por un Indo, lu presencia de Inn tropas yanquis, apropiado? Sólo hnlilu una solución puru el truji-
abrumadora y masiva, efeetiviza el aislamiento en Uismo: la nacionalización, la reforma agraria, lu ex
la medida en que l>« relación de fuerzas favorece ¡iI propiación sin indemnización” (M. Boaquet en M ar­
imperialismo. (Contribuyen directamente a este ais cha. Mayo 14). I j i imposibilidad de resolver en for­
lamiento con su posición militui\ empujando a Cuu- ma centrista esta contradicción aniquiló al gobierno
maño hacia la zona sur de la ciudad, cortando, con de Bosch; provocó, luego del golpe del 24 de abril,
su “cordón de seguridad’’, lu comunicación entre las lu reacción de Wessin y Wessin, pura evitar ulte-
fuerzas constitucionales y apoyando con armas, rioridades mayores, ante lu radiculización de los
abastecimientos y posicionalmente, a Im bcrt Barre­ sans culottes, y precipitó la intervención del impe
ra.) Por el otro, no parece existir ninguna política tialism o verdaderamente a h u m a d o ante el arma
coherente que plantee el rompimiento del cerco, es­ mentó popular, al principio planteado como una me
to es, lu profundización de la revolución, su cone­ dída defensiva y transitoria de Caamaño.
xión con lu.< musas campesinas y con el resto de l<a- Y a hemos indicado que el “arm amento popular y
tinoainérica. V este es el nudo de lu cuestión. la lucha arm ada ya han sacudo a la revolución «le
El golpe de estado que ha dado origen a toda esta los cauces reformistas y burgueses. La población ar
situación fue planteado como un problema pu ra­ mada es un nivel de democracia que nada tiene que
mente dominicano y con una cuestión a resolver en ver con la democracia burguesa" ( Política Obrera,
forma burocrática por el ejército. U i cuestión de Declaración sobre la crisis dominicana del 30/4). Le
risiva en todo desarrollo revolucionario — la activi­ democracia burguesa vuelve a demostrar su naturale­
dad de las masas— se presentó sólo posteriormente za falaz y reaccionaria al manifestarse totalmente in­
y en una forma puramente empírica. A quí se en compatible con una actividad real de lus masas, aún
cucntra el fundamento más general del aislamiento siendo esta últim a restringida. Las tesis de la re­
de Caam año y de su debilidad frente al im perialis­ volución permanente vuelven a identificarse con el
mo. desarrollo objetivo. Si la social democracia de la II
Cómo se dio el golpe. U n grupo de oficiales del Internacional concibió al socialismo y al poder óbre­
ejército derriba a un triunvirato que obejtivamente lo como el resultado del lento desarrollo de las for­
ya no controlaba la situación y que había llevado al mas democrático burguesas, el stalinismo, por su
puis al borde de la anarquía, en virtud de la corrup­ ludo, identificó y computibilizó la revolución ag ra­
ción y los negociados. ria y democrática con la democracia burguesa, se­
parándolas de la dictadura proletaria. El leninisiuo-
I,a caída de Trujillo. que se hizo necesaria para trotskismo puso en claro que en las condiciones de
mantener la cuota azucarera dominicana en el mer dominación del capital financiero sobre el conjunto
cailo yanqui, hu desorganizado y desorientado a las del plunctu y con la madurez de lu economía m un­
cluse» dominantes de la isla El régimen se enfrenta dial para el socialismo, la democracia sólo se al
asi constantemente con la falta de concenso de las cunza a través del poder obrero, del armamento
masas, elemento central de toda estabilidad, y aún popular, de la aniquilación de la burguesía y el
más, con su actividad de oposición. El triunfo de imperialismo. Esta es la lógica de hierro que en­
Hosch, en 1963, es un reflejo de esto últim o. Con es­ cierran las acciones de Caam año y es la no com­
te polvorín debajo (“ Al morir Trujillo el país con prensión de esta lógica lo que lo lleva a un callejón
taba con dos tercios de campesinos sin tierras y de sin salida.
:15 a 10 % de desocupados. Pero 2.000 explotaciones
(0,7 '/< del número total) abarcaban más del 40 % A partir del momento en que son sobrepasados los
de las superficies cultivables y un 14 % de las fa ­ limites de la democracia burguesa, la presencia bru­
m ilias percibía el 75'/» de la renta nacional. En tal y masiva del imperialismo no hace m ás que pre­
comparación, la condición de los cubanos bajo B a­ cipitar los acontecimientos. Esta presencia se expli­
tista era envidiable." Marcha, mayo 14. Por su ca, como ya lo indicara Política Obrela, en sus de­
puesto, las condiciones no se modificaron en abso­ claraciones anteriores, por el rol de gendarme in­
luto desde entonces, y con una estructura económi­ ternacional que cumple el imperialismo nortéame*
ca débil y raquítica. la cam arilla que derribó a Bosch, ricano, en alianza con los sectores más reaccionairos
que hizo del negociado el eje de su política, debía del mundo entero. Los cuarenta mil “ marines” en
llevar fatalm ente las cosas a un estado insosteni­ Santo Domingo condenun a Caumuño a lu negocia
ble. El golpe contra Reíd C abial fue la expresión ción. u partir de su aislamiento- Pero esto es po­
de las tendencias prevalecientes a la eclosión, pero, sible por la propia lógica de la situación. Lo que
como lo demuestra el desacollo posterior, sin gene­ los Estados Unidos no han podido conseguir en el
rar ninguna situación estable. Este cambio de la si­ Vietnam — llevar al Vietcong a la mesa de nego­
tuación se da sin ningún program a político claro y ciaciones luego de un “ablandam iento" m ilitar— .
actuando las masas, al principio, como meras espec­ si lo han obtenido en la República Dominicana en
tadoras. poco menos de un mes y sin necesidad de emplear­
se a fondo.
Lu aparición de un ala democrática, proboschista.
apoyada por las clases medias urbanas, muchas de Ya habíamos visto que las masas jugaron un rol
ellas verdaderos sans culottes, trabajadores no pro­ totalmente pasivo en la caída del triunvirato. Esta
letarios, con proposiciones nacionalistas y antioli­ situación comenzó a alterarse en la medida en que
gárquicas, lleva la situación a una brusca agudiza­ fueron distribuidas armas entre los civiles. Pero esto
ción. Los sectores más encumbrados del Ejército, mismo se efectuó dentro de un marco estrecho. El
directamente ligados al imperialismo, reaccionan or­ sostén fundam ental de un gobierno revolucionario
ganizando una violenta y salvaje represión. La si­ es la actividad de lus masas, su decisión de triunfar
tuación de la República Dominicana tolera difícil­ o morir. Este sostén activo de las masas permite a
mente un punto intermedio entre la abierta entrega las tendencias más avanzadas profundizar el proce­
al imperialismo y la revolución. A la muerte de so, desembarazarse de los elementos claudicantes y

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enfrentar «1 imperialismo. Lu revolución cubana hn que profundicen sus relaciones con las masas cam ­
dado muestras suficiente» de este tipo de desarrollo. pesinas en particular, que organicen la resisteneiu
Caamaño. al principio, se enfrenta al hecho de que popular, en una palabra, que la revolución avance.
tiene el poder — o, por lo menos, parte del poder— Por eso el enemigo central de las revoluciones es
en sus manos, pero que no cuenta con la actividad de en este momento, el imperialismo yanqui presentí
las masas para sostenerlo. I.a distribución de armas en tierra dominicana y el primer objetivo es expul­
sólo resuelve el problema en forma parcial. Esta sarlo de allí
distribución adquiere un carácter empírico en la
medida en que no está dirigida ni controlada politi­ En definitiva, la lógica mediante la cual el con
camente por la vanguardia revolucionaria. I j i s m a­ tri.ino planteó y sigue planteando el curso de la
sas. y su vanguardia política en primer término, revolución dominicana lo ha llevado a la presente
deben formal organismos democráticos que contro­ encerrona. La vanguardia dominicana y la del con­
len y dirijan el armamento popular. Esto permite, junto del continente tiene que poner en claro los
ul mismo tiempo, que este armamento se extienda fundamentos de esta lógica y subvertirlos a través
a sectores cada voz más amplios de las masas, el de una política revolucionaria de masas. En estos
armamento de las zonas agrarias y su levantamien momentos, esta política pasa por la expulsión del
to revolucionario. Diversos voceros del imperialismo imperialismo de la República Dominicana, para im ­
han señalado que la revolución no progresa en el pulsar a fondo el armamento popular, la revolución
campo por la impotencia de los campesinos desar­ agraria, por lo tanto, el poder obrero. En su condi­
mados ante las tropas de Imbert. (Carlos Villar- ción semicolonial, la República Dominicana sufrirá
Borda, en La Prensa, mayo, 29). Claro está que la inevitablemente nuevas convulsiones y en función
extensión de la revolución a las zonas del interior, de esto hay que establecer lazos profundos con las
agrícolas por excelencia, plantea como cuestión in­ masas campesinas y ligarse políticamente a la lu­
mediata la revolución agraria y la expropiación de cha de las masas centroamericanas, por lo menos.
los ingenios azucareros, es decir, un ataque directo Esta ligazón hay que fundarla en que la tarea po­
a la propiedad burguesa e imperialista. Y esto co­ lítica es la dictadura proletaria, pero que a la or­
loca a la orden del dia el problema del poder; para den del día está el problema de la alianza obrero
enfrentar al imperialismo y a la burguesía, el po campesina, agrupando a las masas oprimidas de las
der tiene que pasar a manos del “joven, pequeño y ciudades ,y la lucha común de Centro-América con­
aguerrido proletariado dominicano, apoyado en las tra el imperialismo yanqui. El fervor, el entusias
masas campesinas y en la alianza con el proletaria­ mo y el heroísmo de las masas urbanas que acom­
do y e! campesinado de América L atina” (Declara- pañan a Caamaño proporcionan una profunda base
ciitn de Política Obrera del .'10 de abril). material para este proceso y lo colocan como paso
inmediato en la tarea de la profundización de la
Toda esta política no se improvisa ni en 24 lloras
revolución. El futuro es de la revolución, no de la
ni en un mis. Si bien la agudización del proceso a
estabilización!, y bis crecientes dificultades que en
través de fenómenos como lu lucha armada puede
cuontran lu O EA y los Estados Unidos para impo­
acelerar el surgimiento y consolidación de una di
ner sus soluciones de transacción asi lo demuestran
lección revolucionaria, esto debe apoyarse en toda
Lu fragilidad histórica del imperialismo ha que
una serie de requisitos; básicamente, la actividad
dado demostrada en la crisis dominicana por la ne­
de crecientes sectores de las masas y la existencia,
cesidad que ha tenido de una verdadera invasión
aún cuando sea dispersa, de núcleos de vanguardia
militar, con un pertrecho bélico de primer orden,
Todo este desarrollo es el que explica que Caá-
ante el menor atisbo de democracia popular. Un
maño haya quedado encerrado en un reducido sec­
corresponsal de La Prensa lia señalado muy lúcida­
tor de la ciudad, que se vea obligado a negociar
mente y cínicamente que “ Hay pocas dudas de que
con la OEA y con el imperialismo yanqui— a pesar
este episodio ha revelado que los Estados Unidos
de sus declarciones anteriores en contrario— y que
se sienta impotentes para detener el avance del co­
se desangren los sectores más combativos y valien
munismo por medios diferentes al de la fuerza arm a­
tes en escaramuzas aisladas y desesperadas. El sos­
da" (La Prensa 2fi de mayo). La burguesía sólo puede
tén de la masas — único fundamento material para
generalizar sus intereses particulares al conjunto
enfrentar ,il imperialismo— no surge al conjuro de
de la sociedad imponiéndolos por el poder de las ar
ninguna varita mágica ni de hermosas declaraciones
mas. La presencia del imperialismo en la República
o ampulosas promesas. Caamaño está pagando el
Dominicana ha deteriorado notablemente su posi­
precio de haber partido de un golpe de Estado pa
ción frente a las masas populares y a importantes
lacíego, para ser lanzado luego a una verdadera
sectores de las capas medias; un ideólogo del im ­
guerra civil.
perialismo señala a este respecto: "A fin de cuen­
La presencia masiva del imperialismo no hace tas, necesitaremos a Juan Bosch mucho más de lo
otra cosa que ponerle una coraza de hierro a esta que él jam ás nos necesitó a nosotros. Cuando tra i­
realidad, impidiendo su profundización y desarrollo. cionamos a los Juan Bosch del mundo tendremos
Si la concepción original del golpe no iba más allá en definitiva que traicionamos a nosotros mismos.”
de los límites de las oficinas gubernamentales y de (Teodoro Drapper, en La Prensa, Mayo 28). El im ­
los cuarteles militares, los “ marines” son los encar­ perialismo coloca así a crecientes masas de la po­
gados de vigilar que esto se mantenga asi, como blación ante la gran disyuntiva de nuestra época:
un problema a resolver en la mesa de negociaciones con el capital financiero hacia el fascismo o con el
entre burócratas y generales. Todos los intentos proletariado hacía la revolución. Lo ocurrido en el
yanquis de imponer a uno u otro gobierno de “Acuer­ Caribe cataliza el proceso seguido por muchos sec­
do” — al margen totalmente de la voluntad y el co­ tores medios, lo que otorga a la política revolu­
nocimiento de las masas populares— apuntan a cionaria la posibilidad inmediata de ganarlos para
este objetivo, una vez conseguido, como hemos apun­ nu fila .El imperialismo se cava su propia fosa!
tado, la aniquilación de los elementos más avanza­ La presión del imperialismo sobre las burguesías
do*. Lo que consiguen los “marines" en Santo Domin nacionales latinoamericanas ha acrecentado la ines­
go es evitar que avancen los sectores radicalizados, tabilidad interna de éstas, tal como ha sucedido

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en nuestro país. El imperialismo, y no puede dejar jia Ricart la confusión de algunos líderes nacio­
de hacerlo, socava la posición de sus propios alia­ nalistas de A mérica Latina, en totalmente falsa.
dos, asentados sobre una base semicolonial y a tra­ Plantearse el problema del Hocialísmo en la Repú­
sada demostrando lo falaz y mentiroso de I» de blica Dominicana está fuera de toda perspectiva
mocracia burguesa, con In que se pretende enca­ revolucionaria; sólo puede ser fruto de cuarenta
ñar a las masas Las burguesías, por su cuenta, años de ideología stalinista y del reinado de la
sólo han sido capaces de responder con mezquinas mitología del "socialismo en un solo país". Esta
medidas, que rayan en la hipocrecías. propia do los perspectiva no puede encararse desde un ángulo pu
cobardes. La cancillería chilena, “heroica" defenso ramente nacional; es la economía mundial en su
ra de la autodeterminación, por ejemplo, a todo lo conjunto la que está madura para el socialismo.
que atina es a no enviar su canciller a W ashing­ La República Dominicana 110 está madura para el
ton, y a hacerse representar por el embajador de socialismo, pero sí para la dictadura del proleta­
la O EA , a la reunión de consulta. Como sí con riado. en este sentido, la revolución es permanen­
esto se combatiera la presencia del imperialismo te. Esta discusión, además, carece de sentido des­
en Latinoamérica. El Uruguay, la Suiza de Amé pués de los acontecimientos. Ellos hablan por si
rica, que comenzara denunciando a los EE. UU. mismos El armamento de la población revolucio
ante el Consejo de Seguridad, da su voto favorable naria (necesario) hizo que la propia lógica de la lu­
para la designación del comando de la Fuerza In- cha de clases evidenciara que no hay salida inter­
teramericana, haciendo posible, de esta forma, que media entre la dictadura de la burguesía sosteni­
ésta últim a se constituya. El hecho objetivo es que da de uno u otro modo por el imperialismo y la
la población en armas — un conjunto de pocos m i­ dictadura del proletariado aliado a los campesi­
les de hombres, mal pertrechados y alimentados— nos y apoyado en el proletariado internacional y
puso en jaque al poder m ilitar de los EE. UU-, la revolución colonial.
que no pudo m anejar la situación discrecionalmente.
"Preguntado Lenin sobre si Rusia estaba madu
Para el imperialismo su dureza frente a la Re­
ra para el socialismo, señaló que había que hacer
pública Dominicana no está desvinculada de un
la revolución pa la saberlo; ésta era la única que
creciente intento de someter a Cuba. “ El gobierno
al romper la vinculación semicolonial de Rusia con
de Johnson parece, por su parte, decidido a alen­
el mercado m undial tensaba al máximo de us po­
tar y apoyar una nueva operación m ilitar contra
sibilidades históricas la perspectiva revolucionaría
Cuba. Los comandos antieastristas han retomado
del proletariado occidental. Al eliminar la distin
su entrenamiento en los campos de América Cen
ción entre naciones “m aduras" e “ inm aduras” , la
tral. Ciertamente, los vuelos de observación de los
revolución obrera abre la posibilidad histórica de
U-2 sobre Cuba nunca habían cesado, pero el r it­
la sociedad sin clases y al hacerse asi permanente
mo de operaciones de sabotaje efectuadas por los
en un nuevo sentido, es decir, en un sentido In­
comandos con base en La Florida o el Caribe, ha­
ternacional, la naturaleza social do la iw oluclón
bía decrecido en el curso de los seis últimos meses
se identifica con la clase que la conduce; se hace
de 1968. Después no cesn de intensificarse.
socialista.” (P O. N" 2/3.) ¡Así plantea la van­
guardia el problema! De triunfar la revolución en
Los instructores miembros de la “Special U. S.
la República Dominicana, en alianza con la Revo­
Forces”, transferidos de la antigua escuela de gue­
lución Cubana, el proletariado del conjunto de A m é­
rrilla de Fort-Gulick en la zona del canal de Pa­
rica Latina veria enormemente fortalecidas sus
nam á están listos a pa rtir “para todos los países
perspectivas de lucha contra el imperialismo. La
de América Latina donde sea necesario preparar
unidad proletaria del continente podría avanzar en
una acción m ilitar y psicológica contra las guerri­
forma decisiva, planteándose ya como una realidad
llas revolucionarias” ((L e Monde, semanal, 29 de
efectiva en el Caribe. El proletariado en el poder
abril-5 de m ayo). Esto torna aún más necesario li­
en la República Dominicana es una palanca del de
gar la Revolución Cubana a la lucha del conjunto
sarrollo socialista del continente. Esto es lo que
del continente, planteando como perspectiva estra­
está en juego, señor Iscaro. Es este aspecto de la
tégica la de los Estados Unidos Socialistas de Amé­
realidad, sin la comprensión del cual no podrá avan­
rica Latina zar el proceso revolucionario, el que no quieren
La debilidad de la vanguardia dominicana y la­
entender los pequeños burgueses y centristas de
tinoamericana se señala en el hecho de que 110
todo pelaje.
está en conidciones de plantearle al imperialismo
una estrategia continental que lo enfrente, una Lo sucedido en la República Dominicana no pue­
guerra de liberación del conjunto del continente, de comprenderse aisladamente, como un exabrup­
que ligue a la totalidad de las masas, unifique y to del imperialismo, como una manifestación de
profundice su desarrollo. desesperación. Es una política orgánica y concien-
En el acto del 12 de mayo realizado en Plaza temente dirigida. Esto es descaradamente adverti­
Congreso. Rubens Iscaro, hablando en nombre del do por los propios voceros del imperialismo. En el
P. C., señaló que “ En esta lucha (la dominicana) despacho ya mencionado de La Prensa podemos
no está en juego el capitalismo o el comunismo; leer que " ...e s ta operación (la ocupación de la Re­
lo que está en juego es al opresión o la soberanía” pública Dominicana) les sirvió (a los EE. U U .)
(Nuestra Palabra, 19 de m ayo). Un líder del mo­ para ensayar, en todos sus complejos detalles, cual­
vimiento 14 de junio, por otro lado, escribe que quier operación en gran escala que se puedan ver
“Hoy, por supuesto, está (la intervención yanqui) precisados a acometer en condiciones similares de
inscripta en la lucha m undial entre capitalismo ambiente, clima, geografía y población” y que “ los
y socialismo, aún cuando el socialismo ni siquiera dominicanos observan (con am argura) que sea su
está a la orden del día en la República Dominica­ país la primera nación americana donde se ensa
na” (Marcio Mejía Ricart, en Marcha, 21 de m a­ yan algunos de los métodos con que se sustituyen
yo). Esta form a de plantear la cuestión (que en los gobiernos en Vietnam del Sur" (op. cit.)- La
el caso de Iscaro) revela la estrechez m ental y el República Dominicana constituye, en este sentido,
carácter claudicante del stalmísmo y en el de Me- un trágico mentís a las ilusiones sembradas por

9
el stulinismo sobre las posibilidades «le la "coexis- llamado de reconstrucción nacional, general Anto­
tencia pacifica" con el imperialismo. Estas ilusio­ nio Imbert Barreras, la de hoy fue un acto popu­
nes son "enrbrndas en el seno de los propios paí­ lar. La de ayer fue una manifestación de damas,
ses imperialistas y juegan un rol trágicamente esposas de empleados públicos y de militares en su
contrarrevolucionario en la educación del proleta mayoría, en tanto que la de hoy fue de obreros,
riado internacional. estudiantes y gente más modesta.” Por otro lado,
Es ahora muy evidente que la condición básica en el campo: “ .. . e l ambiente general en toda la
región (la de Santiago), asi como en las provin­
para el mantenimiento de la "coexistencia” es la
cias De I j i Vega y Moca es de tranquilidad, aun­
paralización del desarrollo revolucionario del mun­
que de tensión por los acontecimientos de Santo
do colonial y semicolonial y de la educación revo­
Domingo, y que, en todas partes aflora el descon­
lucionaria del proletariado de los países avanza­
tento hacia lu posibilidad de que el general Im-
dos. La vanguardia revolucionaria educa a las m u­
bert Barreras se consolide en el gobierno.. ., es
sas no para la coexistencia sino para la revolu­
tas manifestaciones posiblemente no han degene­
ción. Extraer las debidas enseñanzas de lu crisis
rado en actos más graves porque lu población está
dominicana es un deber irrenunciable de los obre­
desarmada ” ( I j i Prensa. Muyo, 2!».) Esto demues­
ros de vanguardia, de los activistas de lu clase
tra que pese til fortalecimiento del imperialismo y
en la fábrica y en el sindicato. Esta es una forma
de sus agentes, la energía revolucionaria no ha
de empezar a cobrarle ni imperialismo lu sangre
de nuestros valientes hermanos derramada en las decaído. Sigue dependiendo de la capacidad de los
culles de Sunto Domingo- elementos de vanguardia de la República Dom ini­
cana para extender la revolución al c a m p e s in a d o , on
Mientras tanto, lu lucha continúa. Las musas ur­ las difíciles circunstancias actuales que esta ener­
banas no cejan en su entusiasmo y se extiende el gía vuelva a darle un vuelco a la situación. Pelo
descontento entre la población campesina Caama­ también depende on una gran medida, que el lia
ño acaba de celebrar un m itin popular, pleno de lance do fuerzas en América Latina, se incline cada
entusiasmo: “ En contraste con la manifestación re- voz más contra ol imperialismo.
alisada ayer en la zona de refugio internacional,
frente a las oficinas del presidente del gobierno 27-5-65

.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . i.... .. . . . . . . . . . m u i. . . . m u i.. . . . . . m ín im u m ... .

DECLARACIONES DE DAVID E. preguntó a Bell por qué lu ayuda mili- §


BELL, Administrador del gigantesco tar a la Argentina parecía haber au |
programa de ayuda exterior (norteame­ mentado de 1,4 millones de dólares en f¡
ricano) al comparecer ante la Comi 1961 a 2,2 millones; 2,3 millones y se- I
sión de Relaciones Exteriores del Sena­ guidamente a 12,1 millones de dólares |
do Norteamericano el 29 de marzo de en 1964. Bell dijo que había habido un j
1965. importante programa de ayuda militar §
“No tenemos en verdad un progra­ para la Argentina, pero que éste había =
ma importante de ayuda en la Argen­ comenzado el año pasado. La respuesta |
tina. Les hemos hecho saber repetidas de Bell a una pregunta acerca del uso §
veces que estamos dispuestos a propor­ que proyectaba hacer la Argentina de j
cionarles asistencia cuando adopten el sus fuerzas militares fué suprimida, pe i
tipo de política que haría que nuestra ro dijo más tarde “que la finalidad del i
ayuda fuese una vredadera contribu­ esfuerzo es contribuir a la estabilidad |
ción al cambio que es necesario reali­ de la situación argentina” (La Nación, §
zar. En otra parte de su testimonio, se 29 de abril de 1965).

n w iiH iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiH iiiiiiiiiiiiiiiiiiH iiiiiiiiiiifiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiim iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiü

19
La Guerra en Vietnam

Los objetivos de In política norteamericana en de que esté fam iliarizado con la turbulenta historia
el S. K. asiático nunca han sido un secreto para las de Vietnam del Sur puede predecir con seguridad
masas trabajadoras del mundo y d» nuestro país. Es­ que el régimen de Q uat (actual primer m inistro)
to es completamente evidente. En ningún momento permanecerá en el poder por otras once semanas
la prensa imperialista con su burda y miserable u otras once h o r a s ...” “ La duración de Q uat está
propaganda pudo oscurecer la conciencia de que los basada en el simple hecho de que el Consejo de las
objetivos norteamericanos en Vietnam eran la defen F.K.A.A. está normalmente dividido en cuatro o cin­
sa del carácter colonial o semicolonial de este país, co grupos — ninguno, en apariencia, lo suficiente­
la defensa de la explotación del hombre por el hom­ mente poderoso para hacer triunfar un golpe de es
bre y el m antenimiento de todas las lacras de lu tado". (Time, 7/5/B5, pág. 1U) Y comentando una
sociedad capitalista-imperialista, es decir, I» preser­ de las tantas derrotas bélicas de las fuerzas contra-
vación de la miseria materiul y moral. revolucionarias en Survietnam, señala: “ .. como
Pero a partir de los bombardeos a Vietnam del para confirmar las razones que estén detrás de la
Norte a principios de febrero últim o y del acrecen­ decisión de W ashington de reforzar sus efectivos en
tamiento de las fuerzas terrestres yanquis en Viet el país, las tropas de Saigón dieron una demostra
n«m del Sur, los objetivos del imperialismo norte­ ción clínicamente perfecta de fatiga de guerra" (así
americano aparecen más concretos y específicos y, llaman a una paliza espantosa), “ Diagnóstico: fa ti­
por lo tanto, más amenazantes y peligrosos. Esta ga de guerra. Remedio: transfusión” (Es decir, más
amenaza y este peligro apuntan directamente a la tropas yanquis.) (Time, 30/4/65, pág. 23).
marcha de la revolución colonial en los países atra­ I * m ayor participación de fuerzas terrestres nor­
sados y a la integridad territorial y política de los teamericanas marca, a su vez, un fracaso importan
Estados Obreros- te de su política imperialista. El imperialismo fra n­
cés, en su momento, trató de ocultar el carácter co­
El aumento de la intervención yanqui en Vietnam lonial de su guerra, atenuar su debilidad financiera
debe ser entendido como un resultado del creciente y encarar las tensiones que en el pueblo francés
deterioro de sus propias posiciones en las personas creaba el reclutamiento de tropas, aumentando el
de sus testaferros vietnamitas contrarrevoluciona­ papel de los mercenarios del propio Vietnam y dan­
rios. Este deterioro no sólo estaba marcado por los do mayor lugar a las camarillas m ilitares internas
demoledores golpes del Vietcong, por la transforma y a sectores terratenientes y de la burguesía com­
ción <le la lucha guerrillera en lucha combinada de pradora. Esta política del imperialismo francés era,
guerrillas y de enfrentamiento de tropas semirre- en parte, un resultado de la presión norteamericana
gulares. sino tam bién por la vacilación y desconcier que. de este modo, pugnaba por colocar sus propios
to entre la misma burguesía vietnam ita como lo re- hombres en la dirección de la lucha, y por consi­
rificó la permanente seguidilla de golpes de esta guiente, en el control del poder. Pues bien, el envío
do. Es en estas condiciones que el imperialismo ñor de efectivos terrestres atestigua el fracaso de esta
teamericano decide volcar el peso de su poderío m i­ línea de acción. Esto de ningún modo quiere decir
litar directamente para contrabalancear las relacio­ que el imperialismo yanqui dejará de sacrificar san­
nes de fuerza en Vietnam. Al hacerlo, atestigua unu gre ajena en la defensa de sus intereses y tampoco
vez más el lazo entrañable que une a los reacciona­ abandonará, por el momento, el sostenimiento de go­
rios de todo el mundo, destaca al capitalismo fina n­ biernos fantoches que tanto sirven para justificar
ciero yanqui como el m áximo sostén de la buergue la pusilanim idad de las burguesías de los paiM s se-
sía mundial y pone de relieve que la revolución co ni ¡coloniales atadas de pies y manos al im perialis­
lonial es una expresión de la marcha de la revolu­ mo y de la aristocracia obrera de los países impe­
ción permanente a escala internacional. rialistas. Pero el aumento de efectivos terrestres
La propia prensa im perialista habla con toda fra n ­ hace regresar la lucha a lo que verdaderamente es.
queza de la corrupción y desconcierto de la burgue­ es decir, a un combate entre el imperialismo norte­
sía vietnam ita y de la necesidad, por consiguiente, americano y las fuerzas de liberación de Vietnam
de mvyor participación abierta norteamericana. “ N a­ del Sur. Y si se íeflexiona detenidamente esto es

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