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SOBRE
COMPETITIVIDAD
Por:
Dr. Nicolás Ardito Barletta
Director General
Centro Nacional de Competitividad
(Panamá, Republica de Panamá)
NOTAS SOBRE COMPETITIVIDAD
INDICE
La Infraestructura de la Competitividad......................... 12
La Importancia de la
Competitividad Nacional
¿Por qué necesitamos ser lo más competitivos posibles como país? Por las
mismas razones que las empresas necesitan serlo: para aumentar sus mercados,
para mejorar la rentabilidad de su inversión, para reducir los riesgos implícitos en
las fluctuaciones económicas normales, para mantenerse por delante de las
empresas con las cuales compite en su género de producción. Desde luego, para
la empresa su marco de referencia es su mercado nacional e internacional (si es
que exporta). Para el país, su ámbito de acción es el mundo en general y más
específicamente, el Hemisferio Occidental donde están hoy en día sus principales
mercados y suplidores.
Hay una condición de país única que determina la importancia de ser competitivos.
Nuestro mercado propio, tan pequeño, (sólo 3 millones de habitantes) hace
obligante (sin opciones) vincularnos más a mercados más grandes, vía
exportaciones, para poder crecer dinámicamente en forma sostenida. Sin ello, el
país no tendría suficientes divisas para pagar las crecientes importaciones y el
servicio de la deuda externa y no aumentaría su productividad, en grado suficiente,
por limitaciones del pequeño mercado interno. Para poder exportar lo suficiente
tenemos que ser competitivos.
La acción del gobierno y las políticas públicas son determinantes para un buen
clima de negocios. También lo son las instituciones y las reglas del juego, la gente
capacitada, la infraestructura física, la información, la transparencia y un sistema
judicial efectivo. En última instancia, la competitividad es importante para lograr un
mayor desarrollo humano con oportunidades para todos y con la integración de los
pobres al desarrollo. Estos loables objetivos se realizan mejor con la participación
creativa de toda la gente en la producción de bienes y servicios y en el bienestar
que podemos derivar de ello. En economía todo depende de todo lo demás.
La Competitividad de la
Posición Geográfica
Por un lado, el Canal, con toda su tecnología ha hecho posible el proveer a los
barcos en tránsito de una variedad de servicios tales como de agencias navieras,
de combustible, de logística de compañías navieras, reparación y mantenimiento
de barcos. También es la pieza angular para el éxito de la Zona Libre de Colón, de
los puertos de transbordo de contenedores, del ferrocarril, de los cruceros de
turismo y de Zonas Procesadoras de Exportación, entre otros. Estas actividades
de servicios conforman el Sistema Económico del Canal (SEC) que generan el
42% de las exportaciones panameñas.
Por otro lado, el sistema monetario (dolarizado), la definición territorial del sistema
tributario y leyes especiales, han propiciado el desarrollo de actividades como el
Centro Bancario, la marina mercante, servicios de abogados, de seguros, de
certificación y clasificación de naves, de telecomunicaciones y de turismo del
corredor de tránsito, que también crecen dinámicamente. La infraestructura aérea
y los reglamentos correspondientes han dado vida al movimiento intermodal de
carga aérea, trabajando en conjunto con la Zona Libre y con los puertos, y
también al tránsito (hub) de pasajeros. Junto con el SEC, este complejo de
actividades internacionales de la posición geográfica, genera el 61% de las
exportaciones del país.
El Capital Humano y la
Tecnología en la Competitividad
La Institucionalidad y
la Competitividad
Decía el economista Douglas North, Premio Nobel, que “si las instituciones
premian la piratería, se invierte en piratería; si premian la productividad, se invierte
en productividad”. Las instituciones son esenciales para la actividad humana en
general y para una eficiente y dinámica actividad económica en particular.
La Infraestructura de
la Competitividad
Este es el caso para carreteras, avenidas y calles como también para agua,
alcantarillados y electricidad. Así lo hicimos en los 70’s con buenos resultados.
Los planes preliminares se convierten en proyectos, con sus análisis económicos,
financieros y de ingeniería, y se le da prioridad con base a análisis de Costo /
Beneficio social. No con base a clientelismo, si no a conceptos y sistemas
profesionales. Estas metodologías aplican también cuando son proyectos
privados, como ahora son la electricidad, la telefonía, y los puertos. En todos los
casos la cooperación público-privada es necesaria.
Se puede ver a nivel regional. Por ejemplo, la Región Interoceánica incluye los
sistemas intermodales de transporte internacional con su complemento local. La
complementación natural entre las infraestructuras del Canal, de los puertos, del
ferrocarril, de los aeropuertos, de la carretera transístmica, como las de acceso de
ambos lados del Canal en el Pacifico y en el Caribe, las avenidas y calles que
La Empresa y
la Competitividad
Los índices del World Economic Forum han precisado algunos componentes útiles
para evaluar comparativamente la capacidad estratégica y de operaciones. En
temas como el uso de licencias extranjeras como fuente de nuevas tecnologías, la
intensidad de mercadeo y el uso de compensación por objetivos, la gerencia de
Panamá está bien clasificada. En otros aspectos, tales como gerencia profesional,
gastos en Investigación y Desarrollo (I+D), delegación de autoridad, Panamá está
peor clasificada.
Si bien es cierto que el mercado premia a los eficientes y castiga a los ineficientes,
el mismo solo funciona adecuadamente con reglas institucionales que aplican en el
mercado y también dentro de las empresas. Como estas son parte del tejido
socio-económico del país, sus acciones tienen consecuencias para otros sectores,
empresas y personas. Solo basta recordar experiencias durante el período 2000-
03, dentro y fuera de Panamá, cuando conglomerados empresariales sufrieron
descalabros por manejos internos desacertados que también afectaron a
propietarios, bancos y cliente en formas injustas y peligrosas. Este costo y riesgo
se puede reducir con una mejor gobernabilidad corporativa.
La regla general es que la libre competencia en los mercado permite que los
precios reflejen los costos de producción, evitando la creación de rentas
monopolísticas perjudiciales al consumidor. La libre competencia se fortalece con
la libre entrada de inversionistas a los sectores de producción, con la apertura
comercial con los mercados internacionales que amplia la oferta de bienes y
servicios en el mercado local, y con la regulación o introducción de mecanismos de
competencia en los monopolios naturales.
La Competitividad Nacional
y las Pequeñas y Microempresas
Las pequeñas y microempresas constituyen más del 90% del total de empresas
existentes. Aunque tal vez sólo representan el 30% de la producción nacional,
están constituidas por un porcentaje alto de la población, generan más empleo por
unidad de inversión que las empresas grandes, complementan la función
económica de empresas grandes produciendo bienes que éstas necesitan como
insumos, agregan muchos bienes y servicios que necesita el mercado local y
también contribuyen con exportaciones.
El Desarrollo Humano y
la Competitividad
El desarrollo humano es a la vez necesario para incrementar la productividad de la
Nación e indispensable para aumentar el bienestar y las libertades de todos los
ciudadanos. El desarrollo social es un complemento íntimamente vinculado con el
desarrollo humano, ya que implica la cohesividad de la comunidad, la cual se logra
con valores culturales compartidos, con la comunicación eficiente y efectiva entre
Sabemos que 38% de los panameños (1.2 millones de habitantes) son pobres, que
el 19% viven en pobreza extrema y que del total de los pobres 800,000 se
encuentran en áreas rurales. Su desarrollo humano es bajo, su vinculación con el
mercado económico es mínima, su productividad es muy baja como también su
participación política y social. Del total de pobres, 57% son menores de 20 años,
36% son adultos en capacidad de trabajar. “La incorporación eficaz
de toda la población a la
La mayor incorporación de toda esa población, con su producción, al comercio y
capital humano incrementado, vinculándose a a los vínculos que crean
actividades económicas que aumenten su producción los mercados económicos
e ingresos, con apoyo de más capacitación, asistencia redunda en beneficio de
técnica, crédito y vinculación con los mercados y un país más integrado,
sistemas de información, aceleraría su integración a la estable y cohesionado.”
economía nacional mejorando la competitividad del
país y el bienestar de esa población.
El Mercado y la
Competitividad
Sin embargo, “el mercado” como sistema para guiar la actividad económica es
sujeto de desconfianza, sospechas y oposición por parte de grupos ideológicos,
políticos y organizaciones clientelistas. Lo ven como la causa de la pobreza y de
desigualdades e injusticias sociales y, en su poco conocimiento de realidades
económicas, quisieran eliminar su funcionamiento, o sea, volver a esquemas de
decisiones económicas centralizadas.
El mercado económico realiza una labor gigantesca e impersonal y como tal tiene
comprobadas virtudes y limitaciones. Al reconocer que es indispensable para la
actividad económica, se puede proceder científica y pragmáticamente a acentuar
sus virtudes y a corregir o neutralizar sus limitaciones. Sus principales virtudes
están en fomentar la creatividad de la gente, en su flexibilidad, en su capacidad de
adaptación a nuevas realidades, en lograr una eficiente asignación de recursos
limitados para que sean más productivos, en generar y asimilar tecnología, en
canalizar la producción hacia las demandas manifiestas de los consumidores, en
usar el mecanismo de los precios para mandar señales simultáneamente a
productores y consumidores para reconciliar sus múltiples demandas y ofertas de
bienes y servicios. Sus principales limitaciones están en las fallas causadas por
falta de información, en la existencia de externalidades no reconocidas por los
precios privados, en la ausencia de competencia y libertad de entrada a los
negocios, o sea cuando hay monopolios, oligopolios y / o carteles y por falta o
defectos en las comunicaciones. La experiencia demuestra que estas fallas se
pueden corregir vía políticas públicas, una adecuada institucionalidad y una acción
complementaria del Estado produciendo “bienes públicos”; aquellos deseables y
valiosos para el bien común que un mercado privado no produce. La
institucionalidad, las normas y reglas del juego, son indispensables para el buen
funcionamiento de mercados; sobresalen, el derecho a la propiedad, respeto a los
contratos, la seguridad jurídica, y la seguridad social, entre muchas.
Las enormes desigualdades que nos marchitan no las causó el mercado; vienen
de las viejas tradiciones clientelistas, mercantilistas, segregacionistas por etnias,
razas, culturas y géneros, que hay que corregir vía políticas públicas que
contemplen el bien común. Por ello se necesitan un “buen mercado” y un “buen
gobierno” que oriente, guíe, facilite y complemente las acciones de ciudadanos
privados en el mercado. La gente y el Estado se reservan el derecho de orientar
al mercado, dentro de su naturaleza, para optimizar el bien común.
El Sector Público y
la Competitividad (1)
El peso del sector público en el desempeño de la economía, por ende en su
competitividad, es evidente. Se trata del uso de recursos públicos que representan
26% del PIB, de la formulación de políticas públicas que orientan e influyen sobre
la actividad privada, del establecimiento de las normas institucionales y “reglas del
juego” que enmarca la actividad ciudadana y de la provisión de servicios y bienes
públicos que apoyan la actividad económica y social de la comunidad.
los ciudadanos a la realización eficiente de sus metas en formas que agregan valor
al desarrollo nacional.
El Sector Público y
la Competitividad (II)
Si bien las políticas “macroeconómicas” para crear estabilidad y crecimiento son
poderosas, ya que orientan a todos los ciudadanos por caminos de oportunidades
reales, una vez creado el ambiente estable para crecer cobran singular importancia
las políticas “micro”, o sea las que permiten que funcionen los mercados y los
orientan para lograr metas nacionales. Las políticas micro pueden dejar que
funcionen los precios como guías a consumidores y productores o pueden
alterarlos para favorecer a sectores, regiones, industrias especificas o cierto tipo
de consumidores. Pueden subsidiar o penalizar, abrir o cerrar oportunidades,
desviar actividades. De esta capacidad es que se aprovechan los clientelistas
para obtener un beneficio propio, con frecuencia imponiendo un costo a la mayoría
del país y reduciendo la competitividad nacional.
Los subsidios pueden ser útiles pero no por sectores. Ejemplo, subsidios
tributarios o presupuestario a la aplicación de tecnologías, a la capacitación de la
gente, a las exportaciones, aplicadas en términos generales a todos los sectores
pueden inducir crecimiento mientras se aprende y se descubren nuevas opciones
con base a lo que los mercados señalen. Son neutrales entre sectores,
contribuyen a la competitividad y evitan distorsiones costosas.
El Sector Público y
la Competitividad (III)
Los recursos públicos son un instrumento esencial para lograr ese fin. El captar
recursos públicos vía los impuestos y asignarlos vía el presupuesto nacional, a la
formación del capital humano de los ciudadanos, de la infraestructura necesaria
para que actúen en sociedad y produzcan, a la provisión de la seguridad y el
ambiente para comunicarse, interactuar, convivir, producir, intercambiar y consumir
bienes y servicios, es el instrumento más idóneo para transferir recursos de los
que más tienen a atender las necesidades de todos, con énfasis en la
incorporación de los pobres. La cantidad de recursos asignados para la salud,
nutrición, educación, vivienda, infraestructura, necesidades básicas, de la
población y más importante aún, la efectividad y eficiencia del gasto, son los
factores primarios más importantes para el desarrollo humano. Invertir en la gente
le da contenido operativo a su libertad para realizarse y para vivir integrados a la
comunidad.
Por ello las políticas públicas para el desarrollo humano comienzan con el
presupuesto nacional y se complementan con el fortalecimiento de las funciones
de los gobiernos locales, con la infraestructura y con el estimulo a la provisión, por
parte de la empresa privada, de los servicios colaterales necesarios para la
producción y venta de bienes y servicios, o sea para el desarrollo del mercado.
El Sector Público y
la Competitividad (IV)
Se puede agregar que no es factible tener un país moderno sin una administración
pública moderna, como en efecto existen en los países desarrollados. Para
lograrlo se necesita concertar la atención en tres grandes aspectos: la
organización institucional, los sistemas y procedimientos y el personal y
funcionariado. La organización institucional es importante dentro de cada entidad,
entre mandos superiores y medios y su capacidad de planear, ejecutar y evaluar
resultados. Aún más pertinentes son los sistemas y procedimientos internos para
“mover papeles”, otorgar permisos y licencias, facilitar las necesidades
ciudadanas. Y, desde luego, todo ello necesita personal calificado e idóneo,
motivado y con estabilidad en su empleo, conciente de que está allí para servir al
ciudadano. La carrera administrativa, científicamente estructurada, es una
necesidad. Esto implica despolitizar la administración pública.
El otro paso fundamental es lograr, como un acuerdo de Estado, entre las fuerzas
vivas y los partidos políticos del país, la aceptación de que hay tres niveles de
acción pública para lograr un mayor bienestar público basado, entre otras cosas,
en la competitividad. La gobernabilidad, que es el terreno propio de la políticas; las
políticas públicas, que definen los gobiernos elegidos para fomentar el desarrollo
nacional; y la administración pública para servir al ciudadano, ejecutar programas,
proveer continuidad y evaluar resultados. Esta última debe ser lo más profesional
y eficaz posible y debe estar alejada de la intromisión política partidista y solo
necesita responder a las “políticas públicas” que definen los gobiernos en función
política.
La Gobernabilidad y
la Competitividad
Ante las grandes disparidades aún existentes, una gobernabilidad eficaz necesita
crear convergencia de objetivos estratégicos y de medios e instrumentos para
realizarlos de manera tal que resulten, gradual y consistentemente, en la inclusión
de toda la población en la producción nacional y en sus beneficios. Esa
convergencia permite el funcionamiento estable y complementario del sistema
democrático de gobierno y de una economía eficiente de mercado con resultados
sociales satisfactorios. Los países desarrollados en general lo han logrado, ya que
la alternabilidad democrática en los gobiernos no cambia aspectos fundamentales
de su institucionalidad y de sus políticas económicas, solo causa giros leves y no
muy amplios, acentuando ciertas tendencias hacia "la derecha" o a "la izquierda",
alrededor del centro. Ello resulta ser consistente con un desempeño competitivo de
la economía. En América Latina el país que mejor lo ha logrado es Chile y es
clasificado como el más competitivo.
La Competitividad del
Sector Agropecuario
Para que todo lo anterior tenga éxito se requiere una coordinación sistemática y
sostenida dentro de las diferentes instancias gubernamentales involucradas, con
base a programas anuales de ejecución que se deriven de una orientación y
metas de mediano plazo, durante la vida de una administración gubernamental.
Esta coordinación entre el MIDA, el MICI y el MEF puede darse durante las vistas
presupuestarias anuales donde se establecen las prioridades presupuestarias y
también se pueden coordinar las políticas sectoriales para lograr los objetivos
definidos. Esto incluiría el establecimiento de metas y medición de resultados.
La Competitividad del
Sector Turismo
Si bien el turismo ha crecido a un ritmo dinámico, sabemos que otros países como
Costa Rica, República Dominicana y Puerto Rico tienen un nivel de turismo
bastante mayor, demostrando el potencial y a la vez lo que le falta a Panamá para
llegar a esos niveles.
Por el canal pasan más de 250 cruceros al año pero muchos aún no hacen escala
en Panamá. Por el Caribe circulan gran cantidad de cruceros, más de 150 de los
cuales ya están haciendo escalas en Colón cada año. El vertiginoso crecimiento
de las escalas de cruceros en Panamá podría aumentar si Panamá logra ser
reconocido por EE.UU. como “far distant port”, lo cual provee beneficios tributarios
y de reducción de costos a los cruceros que hacen escalas en esos puertos. Con
el crecimiento de la actividad en Panamá y la acumulación de capacidad y
experiencia, Panamá podría convertirse posteriormente en un “home port” (sitio de
inicio de la travesía del crucero), lo cual implica la llegada y partida de los
pasajeros por aire a tomar el crucero y posteriormente a volver a sus país y
significa un considerable aumento de gastos del turista y de los cruceros en
Panamá al hacer compras locales.