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b.- Debe ser externa, pudiendo provenir tanto de otra persona (que podría ser
res-ponsable del resultado que se produzca) como de fuerzas o sucesos que impidan
al sujeto controlar su actuación.
c.- Se excluye la fuerza moral o de inti-midación, que no anula el control sobre los
propios actos, ni la voluntad por comple-to, sino que ofrece motivaciones específicas
para actuar de la manera en que lo hace.
7. ¿Cuál es el asidero jurídico que abala como tales a los dos criterios anteriores,
explique?
8. ¿Qué supone la responsabilidad subjetiva o elemento moral de la
incriminación? Como usted podía definirla?
Es uno de los cuatro elementos constitutivos o generales de la infracción. Se le conoce
también como elemento subjetivo por el mismo es el resultado de la relación psicológica
entre el agente y el acto realizado. La falta de este elemento da lugar a que la infracción
deje de existir subjetivamente. Es el establecido por el artículo 320 del Código Penal
sobre golpes y heridas voluntarias, y analiza el aspecto psicológico de la infracción.
15. ¿En posible considerar culpable a quien actúe sin prever las consecuencias
de su acción lesiva?
Sí, porque no ha actuado con el cuidado requerido.
El volitivo, éste se encuentra en el ámbito de los deseos del sujeto, motivados por
estímulos originados en las necesidades de la contingencia humana; es aquí en donde
se encuentra, el querer, que propiamente afirma la voluntad de alterar el mundo
circundante al desencadenar el proceso causal, o bien, aceptar tal alteración,
absteniéndose de intervenir para que éste se interrumpa.
Dolo eventual: En torno al dolo eventual por otros denominados dolo condicional o dolo
indirecto, se han formulado diversas teorías.
21. Plantee la diferencia del dolo con la imprudencia. Explique de forma especial
el quid del dolo eventual con la Imprudencia
Mientras que la imprudencia es la falta de intención en el sujeto activo de provocar las
consecuencias del acto delictivo al no representarse mentalmente el resultado causado.
Por el contrario, la otra cara de la moneda es el “dolo” constituido por la intención de
cometer la acción delictiva en cuestión y, en consecuencia querer causar el resultado,
que en esta ocasión si han sido representadas mentalmente. Dicho de otra forma,
Cuando una persona realiza una acción de forma consciente y volitiva (es decir, con
voluntad de hacerlo) decimos que existe dolo. Si por el contrario la persona no era
consciente de ello o no tenía dicha voluntad, el delito se considera imprudente.
Lo que separa al “dolo eventual” de la “imprudencia consciente” es una línea muy frágil,
muy sutil.- En ambos concurre un determinado momento cognoscitivo que apenas
permite distinguir entre las dos especies. La delimitación de ello es un problema
procesal y como expresara de prueba, amén que, como veremos también a raíz de las
distintas corrientes existentes “es un problema de fondo”. Su determinación será una
cuestión netamente probatoria que puede llevar a controversias o a resultados dispares,
atento a la variedad de posiciones doctrinarias existentes.
25. ¿Qué se entiende por deber de cuidado como condición necesaria para
perseguir la imprudencia?
Se trata del cuidado necesario para el desarrollo de una actividad determinada; una
persona que no pueda observarlo está obligada a abstenerse de su realización, es por
tanto un deber objetivo. Es observar el cuidado necesario al efecto de evitar lesionar
bienes jurídicos, para lo cual debemos comprobar que no existan causas de
justificación, la capacidad del agente de poder motivarse conforme las exigencias que
imponen las normas y, por último, la ausencia de elementos exculpatorios.
El modelo del autor asume que las características personales del inculpado son un
factor que se debe considerar para justificar la imposición de la pena. Al sujeto activo
del delito (que en esta teoría suele ser llamado delincuente) puede adscribírsele la
categoría de persona desviada, enferma, desadaptada, ignorante, entre otros
calificativos.
- Fase Intermedia. Actos intermedios que no causan daño objetivo y que se expresan
en la determinación de cometer un delito o resolución manifestada.
La resolución manifestada se expresa en forma de: conspiración, instigación y
amenazas.
Estos actos no pueden ser sancionados porque están en el fuero interno del individuo.
Los actos descritos permanecen en el fuero interno del individuo. Por lo tanto, los actos
de la fase interna, no son punibles. Por las siguientes razones:
Por respeto al Principio “cogitationen poenam nemo patitur” , pues debe tenerse
presente que el delito es, antes que nada, acción.
Si esta en el fuero interno aún no hay acción, y para que haya acción, no bastan los
actos internos (elemento psíquico de la acción), sino que se requiere también la
exteriorización (elemento físico de la acción).
Porque lo anterior está apoyado por la Constitución que establece: las acciones que no
ofendan y no estén prohibidas no son sancionables.
7- ¿Por qué debe manifestarse la voluntad humana con actos en el mundo exterior
para ser castigada?
La conducta activa debe ser voluntaria. Si es involuntaria, por ejemplo en el Caso
Fortuito la acción se excluye del campo delictivo y por tanto no puede ser castigada. La
conducta debe estar dominada por la voluntad. Lo que excluye la conducta mecánica
como ocurre en los supuestos de fuerza irresistible (condición de fuerza proveniente del
exterior que actúa materialmente sobre el agente), acto reflejo (reacción automática y
simple a un estímulo) o actos realizados en plena inconciencia (sueño, sonambulismo,
hipnotismo). En estos supuestos no existe conducta, por tanto no hay delito.
14- ¿Cuál de las anteriores teorías le parece a usted más lógicas y por qué?
La de la causalidad, porque debe haber una relación entre el hecho y los resultados y
una causa que lo origine.
1.- Omisión propia: el delito cometido es la 'propia' omisión. Por ejemplo, si una persona
ante un accidente de tráfico con víctimas y pudiendo hacerlo, no presta auxilio.
2.- Omisión impropia comisión por omisión: Se habla de omisión impropia o de comisión
por omisión cuando una persona que tiene una posición de garante de un bien jurídico
afectado y, estando obligada de esta forma a realizar determinadas acciones, no las
cumple provocando consecuencias negativas.
19- ¿Que usted entiende por omisión pura?
Es el comportamiento pasivo, que se encuentra tipificado expresamente en la ley y que
el Derecho sanciona con una pena. Así, en esta clase de delitos hay que partir de la
base de que existe un peligro para el bien jurídico protegido, que se encuentra tipificado
legalmente, por lo que se espera que el sujeto realice una conducta (un deber
estrictamente penal) que impida la materialización de dicho peligro.
21- ¿Qué criterios han surgido sobre la valoración del posible castigo de los
resultados lesivos que tienen su origen en omisiones y cual ha primado?
Se ha establecido que «la pena del omiso podrá ser atenuada». Si bien es cierto que
esta atenuación en el Código penal es potestativa, también lo es que con ello se
evidencia una estructura conceptual de tratamiento diferenciado de la acción y la
omisión basada en el mero naturalismo con repercusión directa sobre la pena. Otros
consideran que tratada por igual que la acción desde la óptica de la pena, toda vez que
en un plano normativo acción y omisión expresan una unidad de sentido que excluye la
posibilidad de un tratamiento punitivo diferenciado. Este último aspecto es el que ha
primado, ya que la omisión puede ser causa de delito y por ende debe castigarse.
22- ¿En qué consiste la teoría de la equivalencia estructural?
Es la teoría que aspira a una cuasi identidad estructural basada en la utilización de los
mismos criterios de imputación, restringido el castigo a los casos que verdaderamente
pueda predicarse una identidad de sentido con la acción, evitando la ampliación de la
comisión por omisión a supuestos que carecen de los requisitos para esa equiparación,
a que había llevado la teoría de los deberes de garante, por ello, los supuestos de
comisión por omisión habrán de limitarse a los casos en los que existe un foco de riesgo
preexistente y absolutamente determinado sobre el que pesa un deber de vigilancia
asumido por el sujeto, quedando sensu contrario excluidos todos aquellos casos en los
que el resultado se produce como consecuencia del surgimiento súbito e inesperado de
un riesgo, aun cuando existiera un deber de garante extrapenal de velar por el bien
jurídico puesto en peligro.