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Introducción
Este texto fue originalmente escrito para artistas y tiene el propósito de articular
práctica y teoría del arte en el ámbito de una concepción de la percepción vital como
Introducción.................................................................................................. 1 base del arte y como origen de toda posibilidad de expresión humana. El concepto de
Para-deigma.................................................................................................. 2 “percepción vital” refiere inicialmente al aspecto más orgánico posible, pero ya, desde
una óptica del observador que se sabe “ser orgánico” y “pensante”, una vez eso, la pres-
Forma............................................................................................................ 4 encia del “ser aquí” en cuanto presencia fenomenológica es base de toda creación en
arte. Dicho de otro modo; es inicialmente la dimensión de la “vivencia” experimentada
Imagen y percepción................................................................................. 7 por el artista que permite sus procesos creativos. Sin embargo esto no solo como modo
El Marco anatómico-fisiológico................................................................... 8 de ser y sí también, como tema y medio potencial de investigación.
Desde múltiples perspectivas se exploran algunas ideas que devienen de diver-
El “amor desinteresado”. Kant.................................................................. 12 sos campos disciplinarios y teorías afines, de modo a dejar evidente la complejidad del
proceso artístico como articulación entre práctica y teoría. Se trata de la cuestión de lo
Imagen Eidética........................................................................................... 13 vital en el arte y en lo conceptual, como punto de partida que termina por remitir a lo
que Peirce denomina; semiosis.
Buena Forma. Gestalt.................................................................................. 16
El Pensamiento Visual. Arnheim.................................................................. 17 Esta postura plantea también la identificación de algunas estructuras concep-
tuales que de “algún modo parecen surgir” del campo de la teoría (así lo vería un artista,
La Teoría de La Formatividad. Pareyson....................................................... 19 al menos) y pueden ser usadas como “herramientas” para la apreciación, exploración,
análisis y producción del hecho artístico, reitero, desde la perspectiva del propio artista
El retorno a las esencias. Merleau-Ponty........................................................ 20 y su acción vital. De hecho, para el artista todo tema e inclusive la “mera ensoñación” es
pretexto para su poder creativo. Toda imagen es pretexto y todo pretexto es imagen.
Imagen, función y conocimiento..................................................................23
La Semiótica de Peirce................................................................................ 26 En lo personal se trata de tendencias, teorías o áreas disciplinarias que han ser-
vido de referencias cognitivas o marco para el desarrollo de textos teóricos sobre pro-
Las categorías en Peirce............................................................................... 29 cesos productivos, y también como estímulos creativos o estéticos del propio trabajo
artístico (en mi condición de artista). Algunas de las mismas son exploradas, siempre a
Los componentes de la tríade del signo en Peirce......................................... 29 modo de ejemplo, sin establecer necesariamente una jerarquía axiológica entre ellas.
Las Tricotomías que se derivan de la tríade en Peirce................................... 31 En este sentido no se trata de una selección exhaustiva y mucho menos “defin-
itiva” y sí de experiencias prácticas/teóricas que han sido esenciales al desarrollo de
La definición de signo en Peirce................................................................... 32 la investigación en arte, en la particular experiencia de este autor. Esto implica que las
referencias cognitivas y teóricas aquí tratadas fueron objeto de confrontación y alquimia
La semiosis como recurso epistemológico y acto sistémico............................. 32 con procesos poéticos y conceptuales concretos y son aquí, referenciados para mostrar
el uso de recursos y estrategias de aproximación conceptual y de praxis al hecho artísti-
Bibliografía..................................................................................................... 33 co o si se prefiere a un particular proceso de creación.
“La hipótesis que guiaba el estudio afirmaba que cuando se manifiestan los Esta teoría propone que la capacidad de los organismos en reaccionar y adaptarse
sentimientos existen una implicación importante de las áreas del cerebro que reciben al medio no es el producto de una transferencia de instrucciones o informaciones y sí, de
señales procedentes de partes diversas del cuerpo, con lo que cartografían el estado un proceso de selección en constante variación, que exige una generación continua de
actual del organismo. Dichas áreas cerebrales, situadas a varios niveles del sistema funciones en el cerebro. La propia génesis de los organismos a partir de su formación,
nervioso central, incluye la corteza cingulada, dos de las cortezas semato sensoriales no se da como un proceso programado de antemano y sí como un proceso selectivo
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y altamente “creativo” a varios niveles. Esto sería posible gracias a los mecanismos de El “amor desinteresado”. Kant.
cambio sinápticos que terminan creando repertorios que funcionan como “mapas” y que
facilitan las “decisiones”, productos de la conducta y de la experiencia del sistema, como Durante el siglo XIX se levantan una serie de interesantes teorías que tienen por
un todo. base el concepto de “forma” como un elemento directivo de la práctica del arte. Muchas
Las señales que definen el repertorio en cuestión tienen una naturaleza adaptable de estas teorías tienen su origen en los conceptos filosóficos desarrollados por Kant
en función de que las conexiones son bidireccionales y recursivas en un proceso paralelo y posteriormente aplicados al campo del Arte. Kant, oponiéndose a la tradición que le
y distribuido que producen repertorios capaces de producir otros. precede, sustenta que la obra de arte no es una mímesis ni es un reflejo metafísico de
la realidad. Para Kant la obra de arte es producto del sentimiento, como modo de ex-
La cuestión es que estos mapas pueden referir a los sentimientos y las emociones presión de lo universal en lo particular y por lo tanto una condición necesaria a nuestra
y más, que dichos mapas pueden ser alterados por la urdimbre de la construcción sim- existencia. De este modo Kant termina por reconocer un carácter epistemológico sobre
bólica que parece retrotraerse sobre las funciones biológicas básicas. los modos de percepción y de la sensibilidad.
Edelman considera que también a un nivel psicobiológico existen sistemas de “Entretanto, por medio de ciertas características, sean directamente (directe) o por
valores que son el resultado de la evolución de la conducta y experiencia de la espe- rodeos (indirecte) todo pensamiento tiene que referirse a intuiciones en nosotros y de ese
cie. Proyecciones simbólicas originadas como necesidad del organismo que busca el modo a la sensibilidad, no hay otra manera de que los objetos nos puedan ser dados”.
equilibrio social y colectivo. Estos sistemas de valores perciben la conducta adaptativa (Kant, 1983, Pg. 39)
y provocan una selección de eventos a nivel neuronal de modo a escoger la opción más
apropiada a determinada situación o contexto. Por otra parte, ni siempre, según Edel- La representación del espacio y el tiempo, tal como podemos percibirlos, es
man, estas opciones seleccionadas serán necesariamente las establecidas para la sobre- posible gracias a una intuición que es captada por nuestros sentidos. Kant llama esto
vivencia y preservación del organismo. Al fin y al cabo nos distinguimos por ser seres de “formas del sentir” para hacer contraste con las “formas del pensar” identificada por
simbólicos. él como capacidad de producir y sintetizar conceptos. De acuerdo con Kant, el cono-
Los procesos producidos por la relación entre los “mapas” a través de la selec- cimiento es posible gracias al equilibrio entre estas dos formas del conocer. Gracias a
ción neuronal y de los cambios sinápticos crean una representación espacio-temporal estas concepciones, Kant se transforma en el primer filósofo que atribuye autonomía
continua de objetos y eventos. Será en el umbral de este proceso donde encontraremos al proceso estético. Su investigación en este sentido se basa en el examen de los juicios
aquello que podríamos llamar; conciencia, en la medida que ella se entiende como un teóricos, prácticos y estéticos con el fin de verificar la validez del conocimiento científi-
proceso dinámico; “virtual”. co, estableciendo la necesidad del juicio estético en la medida en que este no se origina
ni en la razón pura ni en la razón práctica.
La concepción de que los sistemas buscan siempre una “buena forma” la ca-
pacidad de selección que se da como una articulación del modo como las neuronas se El juicio estético estaría así, en un sentimiento de placer o complacencia que se da
conectan, la “forma” como un recurso que la evolución utiliza para estructurar los siste- como producto del libre juego de nuestras facultades mentales, juego este que no puede
mas y su capacidad de adaptación, dejan en evidencia una íntima relación entre aquello ser reducido al concepto puesto que es universal e inmediato.
que entendemos como “forma” y los procesos vitales de nuestro sistema orgánico. A un
nivel más complejo de las funciones del cerebro se producen “construcciones”, se artic- Kant hace posible que se puedan proponer teorías y formas del conocimiento que
ulan “arquitecturas de la forma” en cuanto selección a nivel de neuronas, o de los mapas tienen por fundamento la “forma”, ahora en un contexto epistemológico.
virtuales por ellos creados, de modo a poder contar como consecuencia de esta activi-
dad dinámica y febril, con nuevas y diferenciadas posibilidades de forma e imagen y por El grupo más representativo de esta tradición pos kantiana es la llamada Escuela
ende de posibilidades de desarrollo. Nos preguntamos si tales estructuras no obedecen de Viena o Escuela de la Pura Visualidad, que concibe la obra de arte como un sistema
a estructuras isomórficas que resultan ser paradigmáticas para la estructuración de lo de puras relaciones formales. Vale la pena mencionar algunos autores importante que le
social y de la cultura y a los procesos creativos del arte. dan continuidad a esta tradición, tales como; W. Worringer que con su obra “Abstraktion
und Einfühlung” (abstracción y empatía) de 1908, propone las bases de lo que eventual-
mente será el Arte Abstracto en Kandinsky y R. Vischer, que siguiendo el pensamiento
de Hegel propone una “Simbología de las formas puras”.
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Entretanto con H. Wölfflin, con la publicación de su obra “Conceptos fundamen- La memoria eidética remite a una capacidad que se parece a una memoria virtu-
tales de la historia del arte” en 1915, vendría a establecer categorías estrictamente for- al, pues la misma imagen eidética parece ser capaz de presentarse tal como la imagen
males para el estudio del arte. Se trata de cinco pares de conceptos que se basan en captada de la realidad en el instante en que la percepción visual está siendo utilizada.
las oposiciones: línea/color, plano/profundidad, forma abierta/forma cerrada, unidad/ El aspecto a ser destacado es el hecho de que ella se presenta como una forma captada
multiplicidad, claridad/oscuridad. nuevamente pero que sin embargo conserva la forma y la impresión del primer contacto
Más tarde y todavía como consecuencia del formalismo kantiano las “formas sim- perceptual visual, de manera literal.
bólicas” de Cassirer y el “método iconológico” de Panofsky funcionaran como matrices
que darán origen a muchas de las teorías de la modernidad y contemporaneidad. A par- Podríamos identificar una cierta correlación entre esta “capacidad de recuperar
tir de esta coyuntura, la propia evolución del hecho y la obra de arte será sometida una la imagen” en cuanto mediación de sensación e imagen, con la concepción de la “forma
creciente producción y análisis conceptual que cuestiona y propone una mayor acepta- pura” en la Teoría de las Ideas de Platón, pues, siendo la imagen una construcción que
ción del estudio del arte desde sí mismo; la utilización de los recursos y procedimientos tiene por base sensaciones, sería posible remitir de un modo u otro, la existencia última
conceptuales para intentar dar cuenta de aquello que siempre ha sido el privilegio último de las ideas a procesos íntimos de nuestra vida biológica, que al final tienen la respons-
de la práctica del arte: la creatividad. abilidad por la estructuración de nuestro saber sobre el mundo.
El profesor Erich Jaensch, creador del término, define la imagen eidética del siguiente Esta capacidad en su aspecto visionario e imaginativo y en proporciones variadas;
modo: se considera una característica típica de los artistas y fundamental al proceso creativo,
reconocido de este modo por muchos estudiosos del tema. Esto acaba por colocarnos
“Las imágenes perceptivas ópticas (eidéticas) son fenómenos que toman una posición algunas interrogantes que a mi ver son fundamentales para nuestro propósito.
intermedia entre sensaciones e imágenes. Tal como las vulgares pos imágenes fisiológi-
cas, son siempre vistas en sentido literal y tienen esta propiedad necesaria sobre todas ¿Puede esta capacidad, reconstruir sensaciones de origen cognoscitiva y propon-
las condiciones probables y las comparten con las sensaciones…”(Read, 1982, pg. 54) er una nueva lectura de la realidad?
“Una persona dotada de memoria eidética, por ejemplo, podría confiar a su memoria un ¿Puede esta capacidad ser compartida por los individuos?
mapa de tal modo a poder leer el nombre de ciudades y ríos desconocidos u olvidados.
En una experiencia sobre imágenes eidéticas, realizada en la década de 1920 por August ¿En consecuencia de lo expuesto, podríamos pensar la imagen como un producto
Riekel, se solicitó a un niño de diez años que examinara una figura durante nueve se- real que de alguna manera regula y coordina la actividad vital, implicando este tipo de
gundos. Más tarde, en cuanto miraba una tela en blanco fue capaz de identificar detalles capacidad?
de La imagen como si esta todavía estuviera presente. Pudo contar el número de venta-
nas de una casa presente en un segundo plano y hasta el número de jarras de leche que
estaban dentro de un carro que pasaba por la calle…” (Arheim, 1971, pg. 99)
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Ver la sección “El Marco anatómico-fisiológico”.
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Buena Forma. Gestalt. relativa a la composición no aditiva del todo (no es la suma de los elementos percibidos
lo que nos da el sentido de lo percibido) y la segunda, relativa a la tendencia totalitaria
Gestalt es una palabra de uso común en el idioma alemán, que básicamente sig- de la percepción en asumir la “buena forma”, nos deja en evidencia que el sentido o sig-
nifica “forma”. Gestalt, también es un término que se utiliza para designar una serie de nificado de cualquier elemento en la percepción depende de su lugar y función dentro de
investigaciones científicas desarrolladas sobre el estudio de la percepción visual y que la totalidad. En el campo de la percepción el sujeto no es un simple receptor de estímu-
han pasado a ser conocidas gracias a los trabajos de los ya célebres científicos Kölhar, los, no es un simple espectador del mundo, él es un actor que a través de un proceso
Koffka y Wertheimer, seguidos por los trabajos en el campo de la psicología social de K. dinámico de autorregulación se comunica e interactúa con la realidad, de modo que en
Lewin. la mayoría de las ocasiones, si no en todas, el mundo para el sujeto es el resultado de
esta interacción.
El origen de la Gestalt puede ser asociado a la Teoría de la Pura Visibilidad de la
Escuela de Viena, pasando por la Teoría de la Empatía de Worringer y por las propuestas Otro de los principios fundamentales de la Gestalt es el del Isomorfismo, que
de Von Ehrenfels; estas podría ser las bases que permitirá la génesis de un análisis ex- consiste en la creencia de que hay un paralelismo estructural entre modos y procesos de
perimental de las formas, una psicología de las forma que a la postre se conocerá como percepción y modos y procesos fisiológicos, de modo a que ambos conformen un siste-
Gestalt. ma. En la psicología de la Gestalt, las estructuras perceptuales y la organización cerebral
suponen una correspondencia topológica, tanto que los datos del espacio y tiempo ar-
La Gestalt, básicamente, supone la percepción como una captación de rasgos ticulan estructuras semejantes a estas tipografías. En este sentido podrían considerarse
estructurales genéricos que implican un conjunto de fuerzas en equilibrio. La idea pro- del mismo modo otros conceptos relacionados al concepto de estructura, tales como:
puesta por Von Ehrenfels, retomada después por el estructuralismo es la de que “el sistema, organismo y modelo, conceptos fundamentales al estructuralismo. Pensar en un
todo es algo más que la suma de las partes”. La misma se transformó en un emblema sistema implica aceptar una situación relacional y necesariamente jerárquica. En el caso
de la Gestalt y tiene el mérito de demostrar que la percepción funciona como un pro- del concepto de organismo, la idea fundamental es la de “organización viviente y autóno-
ceso sistemático desde la captación inicial del estímulo, de modo a funcionar estruc- ma” y en el caso del concepto de modelo se implica la idea de que sea un referente, una
turalmente y de manera dinámica sobre todo el sistema, eliminando la posibilidad de muestra de un sistema. Vemos que en todos estos casos el concepto de “forma” resulta
que se pueda explicar el fenómeno de la percepción desde una perspectiva únicamente fundamental para poder penetrar en la complejidad de los llamados sistemas, organis-
mecánica. mos o modelos cuando queremos visualizarlos en el quehacer artístico y estético.
“En el ensayo que dio a la Teoría de la Gestalt su nombre, Christian Von Ehrenfels
demostró que si doce observadores escucha cada uno, uno de los doce tonos de una El Pensamiento Visual. Arnheim.
melodía, la suma de sus experiencias no corresponde a la experiencia de alguien que
oye la armonía entera.” (Arheim, 1991, pg. 4) Las investigadoras brasileñas Icleia Borsa Cattani y Annateresa Fabris, en una
tentativa de aproximar “aquello que es de la percepción” con “aquello que es del ra-
La forma percibida no es la imitación fiel de un objeto o de la realidad exterior y zonamiento” al nivel de la investigación “en artes” y “sobre artes” retoman el concepto
si una forma significante; el acto de ver consiste en percibir conjuntos formales signifi- de Pensamiento Visual, desarrollado por Arnhein en su ya clásica obra “El Pensamiento
cantes. Las lecturas de estas formas significantes se basan en dos principios fundamen- Visual” de 1969.
tales para la Gestalt: el “equilibrio” y el “pattern”. Evidentemente, el equilibrio se refiere
a la distribución de las fuerzas percibidas, en cuanto que el “pattern” tiene a ver con el “Se partimos del presupuesto de que el arte es intraducible, asumiremos el hecho
modo como se estructuran estas fuerzas. Lo percibido siempre ocurre como un sistema de que todo discurso será parcial, que ninguno podrá contener la verdad de la obra, pero
de tensiones, donde la simplicidad representa la mejor manera de actuar. La reducción que sin embargo podrán contribuir para su entendimiento. Más de que la búsqueda de
de los objetos a los trazos esenciales permite escoger un mejor “pattern”. Como vemos, una verdad ontológica o real de la obra, la investigación se ocupará del rigor del análisis
la idea de totalidad está implícita en la lógica de la Gestalt, una totalidad que es el re- que le permita calificarse de investigación, aliando la sensibilidad del mirar a la profun-
sultado de la aprensión de cualidades que conforman la complejidad de la percepción. didad de la formación teórica. El pensamiento Visual norteará tanto la investigación en
Arte como sobre Arte. La única diferencia podrá estar en la intensidad de la presencia
Resulta interesante observar que las dos leyes propuestas por Kölher, la primera del Pensamiento Visual en cada modalidad de investigación”. (Cattani, 2002, pg. 38)
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“Puede afirmarse por tanto, que a partir de las Teorías de Francastel y Arnheim El Pensamiento Visual se propone como una alternativa a la dialéctica percep-
que el pensamiento visual es un sistema coherente de pensamiento, dotado de un modo ción/pensamiento. Resulta interesante destacar que la investigación en el campo del
de expresión propio, enteramente suficiente que en la etapa de su difusión histórica y arte a nivel universitario se enfrenta a la misma problemática que se origina en nuestra
critica, es transpuesto en términos de lenguaje para traer su contribución al desarrollo tradición clásica; al intentarse conciliar un sistema epistemológico que tiene por base
teórico del pensamiento colectivo. Es necesario enfatizar una vez más que los mecanis- el razonamiento, no se puede apelar al mismo perfil que le justifica, de modo que se ve
mos del pensamiento visual no son los mismos que rigen las funciones lingüísticas. La en la necesidad de identificar otro perfil (u otros perfiles) que pueda dar cuenta de sus
lengua por su vez no es la única posibilidad de expresión del pensamiento, del mismo premisas.
modo que la imagen no es una traducción fiel de la realidad exterior. Imagen y ra-
zonamiento como enseña Arnheim, constituyen una realidad única: esta se realiza por
medio de propiedades estructurales inherentes a la imagen, aquellas que deben de ser La Teoría de La Formatividad. Pareyson.
formadas y estructurada de manera inteligente, haciendo posible tales propiedades”.
(Fabris, 1991, pg 12) En la filosofía del siglo XX, surge una teoría de gran importancia epistemológica
para el arte, la Teoría de la Formatividad. Propuesta por Luigi Pareyson, esta teoría re-
Arnheim se antepone a cualquier idea que separe percepción y pensamiento. toma dos grandes tradiciones antiguas vinculadas a la tradición aristotélica. La primera
Considera que por una cuestión del diseño de nuestra epistemología básica la percep- trata de la concepción del arte como “poiêin” (hacer) y la segunda incorpora el concepto
ción fue excluida del proceso del pensamiento. Para él los esquemas gestálticos tradu- de organismo. La teoría de Pareyson es contraria al idealismo de Croce, su maestro, en
cen operaciones cognitivas que no son como las del razonamiento per se y que inclusive el sentido de que Croce propone como principios fundamentales de su teoría estética la
pueden constituirse en base de la capacidad de pensar. intuición y la expresión, en cuanto que Pareyson propone una estética de la producción
y por ende de la “formatividad”. La cuestión fundamental en la Teoría de la Formatividad
“La gran virtud de la visión no solo consiste en que se trata de un medio altamente es que el paradigma de toda su estructura es la “forma en cuanto formante” a través de
articulado, sino que su universo ofrece información inagotable y rica sobre los objetos un proceso que de algún modo imita el proceso orgánico.
y acontecimientos del mundo exterior. Por tanto la visión es el medio primordial del
pensamiento”. (Arnheim, 1971. Pg. 18) “Formar, significa antes de más nada, hacer. Estos es Poiêin en griego. Es sobret-
odo necesario recordar que el hacer es verdaderamente un formar solamente cuando no
Considerando las funciones de la imagen, Arnheim las clasifica en represent- se limita a ejecutar algo ya idealizado, a realizar un trabajo ya preestablecido o a apli-
ación, símbolo y signo. Una imagen actúa como una representación cuando funciona car una técnica ya predispuesta o a someterse a reglas ya prefijadas y sí, cuando en el
como un enunciado de cualidades visibles, en la medida que se da por un proceso de propio curso de la operación se inventa el modus operanti, cuando la regla de la obra es
abstracción que dispensa la percepción directa de los sentidos. Una imagen actúa como definida en cuanto se hace, cuando se la concibe ejecutando y se proyecta en el propia
un símbolo, cuando su capacidad de abstracción es tan alta, que es necesario hacerla acto que se realiza. Formar por tanto significa hacer, pero un hacer tal que, al hacer, al
convención para que pueda ser asimilada, esto supone una carga cultural, intelectual y mismo tiempo se inventa el modo de hacer”. (Pareyson, 1984, pg. 59)
especifica muy diferenciada. Una imagen actúa como signo cuando denota un contenido
particular sin reflejar sus características visualmente. En este sentido, todo objeto visual Pareyson propone una estética del proceso y el fundamento de su propuesta es el
es un signo, ya que puede ser percibido de manera simple o como un elemento que hace concepto de Formatividad, que como se ha mencionado se deriva de ideas desarrolladas
parte de una estructura. por Aristóteles. En bases a esta concepción, Pareyson establece dos tipos de abordaje
al análisis de la obra de arte. Existe un abordaje “Estético” cuando su paradigma es la
¿Sería posible pensar sin imágenes? reflexión, el estudio conceptual, filosófico y especulativo de la obra y existe un abordaje
poético cuando se trata de un programa de arte, de un carácter operativo, de un hacer
Podemos efectuar un experimento sencillo, cerrar los ojos e intentar identificar que al hacer establece sus propias reglas, cuando su paradigma es el proceso de pro-
nuestros pensamiento y verlos internamente en su estructuración, luego nos salta a la ducción. De este modo el aspecto esencial del arte es su aspecto productivo, realizador
vista que todo lo que imaginemos o pensemos se nos aparece antes de cualquier cosa y ejecutivo. En este sentido; invención.
como imagen, como forma, aún los conceptos más abstractos o intelectuales lo hacen
de esa manera. “De modo que se puede decir que la actividad artística consiste primeramente en
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“formar”, esto es, exactamente en producir y realizar, lo que es al mismo tiempo, inven- se propone una nueva aproximación al problema de los conceptos a través de aquello
tar, figurar descubrir. Los conceptos de forma y de formatividad parecen, por tanto, los que él llamo de “epoché” o “reducción fenomenológica” que consiste básicamente en
más indicados para calificar, respectivamente, el arte y la actividad artística.” (Pareyson, una especia de suspensión del juicio, del acto de pensar. Esta actitud pretende dejar de
1984, pg. 32) lado todo un abordaje del conocimiento que se identifica con la tradición platónica-car-
tesiana a través de la adopción de un tipo de conocimiento que nos coloca en el mundo
Pareyson, se coloca de este modo, en una tradición que maneja una concepción y no frente a él. Ahora se trata de la percepción de un sujeto que está inserido desde
de la obra de arte como siendo análoga al concepto de organismo, en cuanto capacidad el principio dentro de todo lo que le es ofrecido como experiencia. Para el arte, hay un
de generarse, auto regularse y alcanzar autonomía. Una tradición que además de refer- aspecto de importancia transcendental en este tipo de conciencia.
irse a Aristóteles, implica una tendencia que se consolida, para dar alguno ejemplos; en
las nociones de La relación entre arte y naturaleza desarrollados por Goethe, la “vida de “El milagro de la conciencia es hacer aparecer por la atención a los fenómenos ca-
las formas” de Focillon, los conceptos de totalidad y estructura de la psicología de la paces de restituir la unidad del objeto siempre en una nueva dimensión, en el momento
forma, las ideas de organización y organicidad de Whitehead, los conceptos de acabado que ésta es destruida. De este modo la atención no es una asociación de imágenes ni
y éxito en Dewey, entre otros, que conciben la obra de arte como siendo un organismo el retorno sobre sí mismo de un pensamiento señor de sus objetos y sí la constitución
con estructura interna y dotado de una legalidad que le valida. activa de un nuevo objeto que tematiza y explícita aquello que hasta entonces solo se
ofreciera como horizonte indeterminado” (Merleau-Ponty, 1999.Pg. 59)
El retorno a las esencias. Merleau-Ponty. La reducción fenomenológica implicaría en dos fases: La reducción eidética y la
reducción transcendental. La reducción eidética suspende el juicio y se detiene en las
Sin embargo sería la filosofía de Merleau-Ponty que aproxima la experiencia representaciones, la reducción transcendental una vez alcanzada la anterior se dirige a
artística a la fenomenología y particularmente a la experiencia concreta del mundo. la conciencia pura. (Mondin, 1985, vol. 3. Pg. 185)
Merleau-Ponty oponiéndose a aspectos desarrollados por Descartes y Kant 4 en lo rel-
ativo a las condiciones epistemológicas del conocimiento humano, nos remite a una No debemos entender que la reducción eidética en la medida que suspende todo
epistemología basada en una “experiencia del mundo”. Aquí el sujeto se relaciona con juicio reduce el conocimiento a la experiencia sensible y sí, que lo que hace es ignorar
el mundo de un modo distinto, la existencia no se define por los procedimientos de la tanto el sujeto cognoscitivo y el objeto de conocimiento para concentrarse en la natu-
razón y sí por una determinada conciencia de “ser en el mundo”. raleza de esa relación.
El movimiento filosófico creado por Edmund Husserl (1859-1938) conocido como “El Yo, en cuanto conciencia pura trascendental se manifiesta en todos sus actos
Fenomenología, ha ejercido una gran influencia en grandes pensadores del siglo XX, en- cognitivos, apetitivos, volitivos, etc. como intencionalidad, como tendencia para un ob-
tre ellos Heidegger, Sartre y Merleau-Ponty y todavía en las disciplinas hermenéuticas de jeto” (Mondin, 1985. Tomo 3. Pg. 185-186)
Gadamer y Ricouer. Tal vez esto se deba al hecho de que la fenomenología antes de ser
una escuela filosófica se propone como un método epistemológico de valor indiscutible. Aquí, lo percibido no es el objeto material en sí, pero sí su esencia, es decir se
En lo particular, la fenomenología nace en las “Investigaciones Filosóficas” de Husserl trata de un conocimiento intuitivo de objetos ideales, donde la contemplación es una
como producto de la oposición a las ideas predominantes de su época, originadas en el posibilidad real. El pensamiento se fundamenta en relaciones, la intuición obra sobre ese
Positivismo y la Psicología que reducían todo acto cognoscitivo a un evento de naturale- tipo de relaciones y aquello con lo cual se relacionan y se dirige a su objeto de manera
za psicológica capaz de ser explicado plenamente por la razón científica. intencional. La relación del yo con el mundo implica desde ya la tendencia a la intencio-
Husserl sustentaba que el método científico es incapaz de explicar la naturaleza nalidad, puesto que no podemos separar nuestro yo de la existencia.
del conocimiento, porque el método como tal es producto del conocimiento. Así, Husserl
“Para los kantianos o neokantianos la conciencia es esencialmente asimiladora.
4 Para Husserl e los fenomenólogos la conciencia es como un foco luminoso proyectado
“Descartes y sobre todo Kant separaron el sujeto como conciencia, haciendo ver, que no podría apre- sobre las posibilidades infinitas de las apariencias, los aspectos y las presentaciones
henderse cosa alguna como existente, si primeramente no me experimento como existente en el acto de (Abschattungen). Las cosas no son contenido de la conciencia ni realidades que tran-
aprehenderla…”(Merleau-Ponty, 1999. Pág. 4) scienden absolutamente la conciencia. Las cosas existentes o no existentes, reales o
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irreales, son objetos intencionales para una conciencia que consiste en fluctuar de con- directa de la Teoría de las Ideas de Platón y si bien ha sido de gran utilidad en nuestro
tinuo en distintas dimensiones”. (Ferrater Mora, 1993. Pg. 49) desarrollo epistemológico no parece suficiente para comprender el conocimiento hoy.
En relación a la pintura, Merleau-Ponty es un autor que expresa de manera ejem- En términos prácticos esta característica hace, de un modo general, que sea
plar la relación entre el aspecto perceptivo y la visualidad propia de la pintura. En térmi- posible distinguir entre aquellas imágenes de nuestra percepción inmediata de lo que
no de la fenomenología, a través de un análisis fenomenológico de la percepción se pueda ser la realidad de esa realidad mental que construimos como imagen Sin embar-
trata de una operación sintética más práctica que intelectual. Merleau Ponty, concibe la go, para que ambas imágenes puedan suceder, la interacción con la realidad, aunque
percepción como una relación entre conciencia y mundo, percepción es percepción de ésta sea la realidad de nuestra imaginación, es fundamental. El tiempo hace posible que
las cosas, de objetos en el mundo pero con el envolvimiento del organismo que percibe la forma sea “cosa formante” pues la imagen de este modo, pasará a una existencia dif-
como un todo. La inserción de la conciencia en el mundo se da por el cuerpo y el len- erenciada del ente al llegar su vez de “ser existente”. Ser existente que se somete a las
guaje es su instrumento, es por esta razón que la experiencia del cuerpo es fundamental condiciones de la experiencia del mundo.
para entender esta relación así como la mediación del lenguaje en la relación. En la pin-
tura de alguna manera es el cuerpo como percepción en lo visible de la tela. En este espacio entre lo captado del mundo y lo mostrado nuevamente estaría el
fundamento de lo ¿humano? ¿Sería éste el espacio de lo simbólico, el espacio del espíri-
En la medida que Merleau-Ponty propone una relación entre el sujeto y el objeto tu y del arte?
que se diluye en la noción de existencia como experiencia de la percepción, propone de
esta manera, una superación de la noción dualista del idealismo clásico, hay algo en esto Como vemos, este aspecto formante de la forma está profundamente asociado
que nos remite a la experiencia del pintor delante de la tela. a los procesos de la percepción, del pensamiento y de la acción corporal desde una
perspectiva de respuesta primaria dentro del proceso evolutivo del hombre, estos es,
“Como se ve ya no se trata de activar en una dimensión las dos dimensiones de la no ocurre como consecuencia y sí como proceso esencial. Inclusive debemos referirnos
tela, de organizar una ilusión o una percepción sin objeto, cuya perfección seria pare- con la misma intensidad al aspecto netamente biológico. Si consideramos la imagen
cerse tanto cuanto posible, con la visión empírica. La profundidad pictural (y también como vehículo de conocimiento del mundo, como un modo por el cual nuestra psique
la altura y el acho pintados) viene sin saberse de donde a posarse y germina sobre el estructura el mundo y la imaginación como producto de las relaciones e interrelaciones
soporte. La visión del pintor no es más un mirar hacia el exterior, no es solamente una establecidas entre sistemas mentales y biológicos, podernos identificar como recurso
relación física óptica con el mundo. El mundo ya no está al frente del artista como repre- esencial a todas estas operaciones, aquello que entendemos aquí como “forma”. Que al
sentación: antes, es el pintor que nace en el medio de las cosas como por concentración ser identificada como tal, resulta posible aplicar procesos de adaptación, de variación y
y haciéndose a sí mismo como visible y el cuadro finalmente, no se refiere a lo que selección.
quiera que sea entre las cosas empíricas sino con la condición se ser primeramente auto
figurativo, el cuadro no es el espectáculo de alguna cosa a no ser siendo espectáculo de Forma en este sentido denota posibilidad y estructura, posibilidad en cuanto im-
nada, reventando la piel de las cosas para mostrar como las cosas se hacen cosas y el agen y estructura en cuanto percepción. Además implica el mundo tanto físico como
mundo se hace mundo”. (Merlau Ponty, 1975. Pg. 294) biológico; psicológico como epistemológico.
La imagen como proceso perceptivo adopta diversas funciones. Como visión in-
Imagen, función y conocimiento. telectual implica elementos pre-elaborados que no son solo el producto de la suma de
percepciones y sí, resultado de la actividad constructiva del pensamiento.
La actualidad nos permite concebir la imagen como “distanciamiento” del mundo.
Podemos utilizar la imagen como un elemento que permite liberarnos de la percepción La imagen puede ser considera como una entidad en sí misma, “autónoma” en
directa del mundo, ya que ésta es capaz de “mostrarlo nuevamente”, ya en una operación cuanto suma total de los datos creativos, de los datos observados, de los datos sim-
aparentemente sin ninguna intervención de la percepción directa e inicial de los senti- bólicos y de la memoria. En el sentido investigativo de la Gestalt, en cuanto totalidad y
dos. Aquello que es nuestra imaginación nos permite la generación, selección y defin- plenitud de las experiencias, premoniciones y deseos del individuo de modo a aglutinar
ición de imágenes particulares. Nuestro proceso evolutivo nos ha permitido transformar las más diversas calidades de nuestra experiencia, no siempre bien aceptadas por la
lo que “sea” imagen en un concepto funcional. Este doble manejo es una consecuencia tradición epistemológica dominante, todavía que parte de la misma. (Dorfles, 1993)
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construir. La imagen considerada como una entidad autónoma y paradigmática permite
Según Dawes Hicks, (Hicks, 1925. Citado por Herbet Read, 1982.) La imagen re- una inserción epistemológica diferenciada que se relaciona con todas las posibilidades
mite a contenidos que aparecen como objetos de La memoria y La imaginación para vig- de nuestra experiencia y no solo con las condiciones impuestas por la epistemología
ilar el espirito cognitivo. Puede decirse que la imagen, más que un medio de percepción, oficial.
pasa a ser un instrumento de conocimiento, un factor importante para la comprensión
de la realidad externa e interna. El arte repite el ejercicio de esta condición. La forma como pensamiento se con-
figura y la materia de la cual construye su significación como operación que imita el
Como hemos podido ver, tanto las investigaciones sobre la estructura de la per- orden vital, y que al ejercitarse no se limita, porque es creación. De allí la capacidad
cepción o sobre las funciones de la imagen, parecen sugerir una naturaleza “Plástica” que posee el arte de contener y reflejar múltiples dimensiones de la realidad a la cual
del ser humano, pues la conformación perceptual obedece a reglas fundamentalmente accedemos, la capacidad de hacernos parte de todo acto y acción, en cuanto potencia y
plásticas. En el nivel más primitivo de la percepción, el proceso vital básico es el de la transformarnos en con la potencialidad de revelar aquello que desconocemos y hacer-
sensibilidad diferenciada (selección de la reacción al estímulo), de modo que cuando nos capaces de descubrirlo.
consideramos la gracia y elegancia de algo, esta percepción no se da como producto de
actos mecánicos o actos meramente combinados y sí como producto de una determi- Porque desde que la inteligencia humana fue consciente de la inserción de la ima-
nación que al ejercitarse se transforma en variaciones y posibilidades. Cuando deseamos gen en su universo, la historia de la imagen y la historia del arte están irrevocablemente
hacer algo con gracia y aptitud, debemos primero identificar la variación favorable en el unidas a la historia del individuo.
comportamiento que mejor se adapte a las condiciones. ¿No sería esto una característica
propia del ejercicio del arte?
La Semiótica5 de Peirce.
Este principio de variación favorable coincide con lo que en la Gestalt se identifica
como buena forma y refiere a una selección de respuestas a los estímulos, a una ca- La idea de que el lenguaje denota una estructura que conforma y determina lo
pacidad de decisión que no es enteramente lógica y que está siempre presente desde el que se conoce no es una idea nueva. Es la idea central de una larga tradición que se
individuo más primitivo. Se trata de un tipo de conocimiento amplio y no exclusivamente remonta al mundo griego de Platón, Aristóteles y los Estoicos, estos últimos inclusive,
lógico, de capacidades que no han sido desarrolladas de manera homogénea en nuestra son los primeros en proponer un modelo tríadico del signo, modo que sería adoptado
especie ni concretamente comprendidas por nuestro sistema epistemológico. posteriormente por Peirce.
El modo de inserción del ser en la naturaleza es la imagen y es también su for- Para los Estoicos la preocupación esencial fue definir el lenguaje y encontrar
ma de representarse. La condición fundamental de nuestra experiencia es la sensación, modelos de signos que tuvieran como base la propia materialidad del lenguaje. Lo que
punto inicial de toda percepción, a su vez la percepción es la condición fundamental y de esta propuesta inicial se deriva se conoce hoy como semiótica.
primera de todo conocimiento, materia prima del pensamiento. La imagen refleja de un En términos etimológicos la palabra semiótica se deriva del griego “semeion” que
modo u otro el camino del hombre en cuanto capaz de conocer y de pasar a conocerse. significa signo y de “sema” que puede ser traducido como señal o también, signo.
Es vestigio de la operación biológica y de la operación virtual del conocimiento, vestigio
que es capaz de revelar los paradigmas, las estructuras y tal vez, la propia esencia de la “Semio, es una transliteración latinizada de la forma griega semeio, y sus radi-
existencia. cales parientes sema(t) y seman han sido base morfológicas para varias derivaciones de
vocablos que le dan nombre a las ciencias semióticas” (Nöth, 1998, Pág. 21)
En fin, la imagen como elemento conceptual y aglutinador de un saber episte- Desde entonces es posible seguir la pista a la evolución de esta tradición, vale
mológico, que no se limita al conocimiento exclusivo de una estructura lógica, resulta
un recurso de gran eficacia al estudio de la historia de esta epistemología, sobre todo si
consideramos el concepto de forma y consecuentemente de imagen como el paradigma 5
esencial de su propia estructuración. La imagen, como condición necesaria a nuestro En 1969 la Asociación Internacional de Semiótica, por iniciativa de Roman Jacobson decidió utilizar
proceso perceptivo, nos revela no solo las condiciones biológicas de su existencia como el término Semiótica para unificar el uso de los términos semiología, semiótica y otros.
también la estructuración virtual del conocimiento que el proceso perceptivo es capaz de
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la pena, siguiendo a Nöth, presentar una breve síntesis de esta trayectoria. estudio del signo en el vientre de la vida social lo lleva a considerar el lenguaje como
una estructura paradigmática capaz de revelar mecanismos y procesos que relacionan
Sería en el campo de la medicina, donde la semiótica mostraría su primera utili- al individuo con la colectividad. De allí su importancia como modelo de una estructura
dad en el diagnóstico de signos de las enfermedades, sobre todo con el médico griego epistemológica contemporánea.
Galeno de Pérgamo (139-199)
Saussure define El signo como una entidad síquica de dos caras, siendo una
En la Edad Media, dando continuidad a esta tradición, importantes estudios re- de ellas; un concepto (un significado) y la otra; una imagen acústica (un sig-
alizaron Roger Bacon, John Duns Scot y Willian de Okham en el ámbito de la teología y nificante). El signo no une una cosa con su nombre, pero sí realiza una operación
del trívium de las artes liberales. (Recordemos que en este periodo se reconocían siete en la cual une este nombre a un concepto que va más allá de su respectiva imagen
artes liberales; el trivio de las artes formales: Gramática, Retórica y Dialéctica y el cua- acústica. En Saussure un sistema de signos es un sistema de oposiciones que se
drivio de las artes reales: Aritmética, Geometría, Astronomía y Música.) basa en la arbitrariedad y la diferencia, a través de una cadena de relaciones de tipo
binario. La posición de cada signo en esa cadena de relaciones determinará el valor
Entre el siglo XVII y XVIII el Racionalismo y el Empirismo también se ocupan de del mismo.
esta tradición a través de filósofos como Leibniz, Francis Bacon, George Dalgarno y John
Wilkins. En el cuadro del Empirismo Británico podemos destacar Hobbes, Locke, Berke- Charles Sanders Peirce (1839-1914) filósofo norteamericano y estudioso de
ley e David Hume. Locke, en lo particular, es el primero en proponer el concepto de la lógica por el camino de la tradición estoica y aristotélica. Para él la semiótica
signo como un instrumento cognitivo. A partir del Iluminismo se destacan los alemanes puede ser considerada como una evolución de la lógica en la medida en que el es-
Christian Wolf, iniciador de una semiótica iluminista y Johann Heinrich Lambert, autor tudio de la significación es fundamental.
del primer tratado sobre una teoría general del signo titulado “Semiótica” de 1746. Vale
mencionar también a la escuela de Port-Royal, que a diferencia de los Estoicos proponen Peirce concibe la lógica como una ciencia de las condiciones necesarias para
un modelo “diádico” del signo. la consecución de la verdad, consciente de que tal consecución no puede realizarse
solamente por inferencia deductiva. Aquí, para Peirce resultan fundamentales los
El siglo XVIII asiste al nacimiento de la Estética, como “Ciencia de lo Bello” crea- datos aportados por la experiencia y la aportación de nuevas ideas que puedan jus-
da por Alexander Baumgarten en 1750, orientando investigaciones sobre los signos a tificar este aspecto desde la lógica de la investigación científica, condición necesaria
través de autores como Giambattista Vico, Condillac y Diderot. para sus inferencias. Peirce, a diferencia de Saussure, propone una relación tríadica
para el estudio del signo, relación que como ya fue dicho, sigue la tradición estoica
“El término griego Aísthesis, del cual se deriva Estética significa percepción de los la cual Peirce había estudiado de manera vehemente y de la cual se declara herede-
sentidos. De acuerdo con esto, Baumgarten definió la Estética como la ciencia de la cog- ro. Otra diferencia en relación a Saussure es que Peirce desarrolla una preocupación
nición perceptiva; scientia cognitionis sensitivae en contraposición a la lógica, definida de naturaleza ontológica sobre el objeto de sus estudios y de este modo no queda
como ciencia del conocimiento racional. Resulta interesante verificar que la especial- su semiótica restricta al campo de la lingüística.
ización de la nueva ciencia inaugurada por Baumgarten refiere directamente a un ramo
de la lógica que él denominaba semiótica. En su definición esa semiótica debía tratar de En función de esto, Peirce desarrolla tres categorías las cuales llamará de faneros-
signis pulchrae cogitatorum et dispositorum; “de los signos bellos en la cognición y la cópicas6 convencido que solo a través de una relación tríadica se podrá percibir la to-
disposición” (Nöth, 1998, Pág. 46) talidad de un fenómeno genuinamente significativo.
En el siglo XIX, autores como Fichte, el poeta Novalis, Hegel, Von Humbolt, Ber-
nardo Bolzano y Lady Victoria Welby le darán continuidad a esta tradición hasta el sur-
gimiento de Charles Sanders Peirce, punto de partida de la semiótica contemporánea.
Generalmente se acepta como creadores de la misma a Peirce e a Ferdinand de Saussure. 6
Peirce propone el concepto de fanerón como sinónimo de fenómeno, como la cosa que se presenta a nues-
Ferdinand de Saussure (1857-1913) lingüista francés y creador de la “Semiología” tra mente sea real o no. Y a pesar de que se trate de un análisis de naturaleza compleja, Peirce reconoce en
se dedicó a estudiar el lenguaje considerado por sí y para sí mismo. Su interés por el el límite inferior de este análisis la existencia de sensaciones brutas, indivisibles y sin partes analizables.
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Veamos también de manera sintética, los fundamentos básicos de la semiótica de que establecen la relación que instaura la función semiótica, estos son:
Peirce7.
Signo: el vehículo que permite la expresión
Interpretante: significado o intención del término
Las categorías en Peirce. Objeto: referente o estado de cosas
Las categorías faneroscópicas tratan de los modos o predicados que las cosas Entre el signo y el interpretante se establece una relación causal o de obligatorie-
pueden tener. Peirce, cuidadosamente, tomó en consideración y estudió de manera pro- dad; entre el signo y el objeto se establece una relación atribuida y entre el interpretante
funda las categorías que ya habían sido creadas por otros filósofos de la tradición occi- y el objeto se establece una relación, que en función del objeto, remite a un nuevo signo.
dental, tales como Aristóteles, los Escolásticos, Leibniz, Kant y Hegel, antes de llegar a
formular un esquema propio, en este esquema encontraremos las siguientes categorías: Generalmente se ofrece como una representación gráfica de la triada el denomi-
nado triángulo semiótico, derivado del modelo propuesto por Ogden y Richards:
Primeridad (firstness)
Segundidad (secondness)
Terceridad (thirdness)
Pensamiento o referencia
La Primeridad es La cualidad que se percibe, La relación del signo consigo mismo.
La Segundidad es la sustancia individual que es inherente a esta cualidad, esto es, la
relación de un primer ser con otro. La Terceridad es la relación que se puede establecer
entre esta substancia y otros sujetos de inherencia, estos es, la relación de un Segundo
con un Tercero, lo que implica en mediación y convención.
Así, en términos de estados mentales, por ejemplo, las categorías pueden ser
percibidas como:
7 Una representación como esta limita nuestra percepción del proceso de la semi-
osis al referir de una manera más rígida las relaciones de determinación del signo por el
Entre los estudiosos de Peirce existe el consenso de utilizar las referencias bibliográficas según los números objeto y del interpretante por el signo.
encontrados en el Collected Papers de Peirce, editados a partir de 1931 por Hartshorne, Weiss y Burks. No-
sotros también nos referiremos a este modelo de modo que al citar Peirce seguiremos el siguiente modelo En el sentido propuesto por Peirce, la triada conforma un proceso de semiosis
general: C.P. (Collected Papers) seguidos de números que se refierren respectivamente a los volúmenes y constante y repetido al infinito, por esto hemos adoptado el siguiente modelo:
parágrafos. Ejemplo: (Peirce, C.P. 2.274) = Peirce, Collected Papers, volumen 2, parágrafo 274. Cuando la
referencia obedezca a otra fuente o circunstancia esta será indicada textualmente.
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Interpretante Cuali-signo (qualisign) es una cualidad que es un signo. No puede actuar realmente
como signo hasta que se corporifique, pero esta corporificación nada tiene a ver con su
condición de signo.
Sin-signo (sinsign) es una cosa o evento existente y real que es un signo. Y solo lo puede
ser a través de sus cualidades, de tal modo que envuelve un cuali-signo, o mejor, varios
cuali-signos. Mas estos cuali-signos son de un tipo particular y solo constituyen un si-
gno cuando realmente se corporifican.
Legi-signo: (legisign) es una ley que es un signo. Normalmente esta ley es establecida
por el hombre. Todo signo convencional es un legisigno (sin embargo lo recíproco no es
verdadero). No es un objeto singular, más un tipo general que habiendo sido producto
de un acuerdo, será significante. (C.P. 244-246)
Signo Objeto La segunda tricotomía refiere a la relación entre el signo y su objeto:
Ícono: Signo que de algún modo se asemeja a lo que significa, de la forma como la fo-
tografía se asemeja al objeto fotografiado. El Ícono es una señal que se refiere al objeto
“Un signo, o Representamen, es un Primero que se coloca en una relación tríadica que denota, en virtud de ciertas características que le son propias.
genuina tal con un Segundo, denominado su objeto, que es capaz de determinar un
Tercero, denominado su Interpretante, para que asuma la misma relación tríadica con Índice: Signo cuyo significado se esclarece por medio de efectos por él producidos,
su objeto en la cual el propio está en relación al mismo objeto. La relación tríadica es como por ejemplo; la sombra, que puede ser un indicio de la posición del sol. El Índice
genuina, esto es, sus tres miembros están por ella ligados de modo tal que no consisten es una señal que refiere al objeto que denota en virtud del hecho de que realmente es
en ningún complejo de relaciones diádicas. Esta es la razón por la cual el Interpretante, afectado por el objeto.
o Tercero, no puede colocarse en mera relación con él mismo, del tipo de la asumida por
el Representamen. Tampoco puede la relación tríadica, en la cual el Tercero se coloca, Símbolo: Signo que se asocia a los objetos gracias a convenciones especiales, tal como
ser meramente similar para aquella en la cual se coloca el Primero, pues, eso haría de la es el caso de las palabras. El símbolo es un signo que se transforma en signo porque de
relación del tercero con el primero mera Segundidad degenerada. El Tercero debe real- ese modo él es entendido. (Peirce, C.P. 247-249)
mente colocarse en una relación de esa especie y así debe de ser capaz de determinar
un Tercero que le sea propio; pero, además, debe tener una segunda relación tríadica en La tercera tricotomía refiere a la relación establecida entre el signo y su interpretante:
la cual el Representamen, o mejor, la relación de este para con su objeto, será su propio
(del Tercero) objeto y debe ser capaz de determinar un Tercero para esa relación. Todo Rema: Es un signo que para su interpretante es un signo de posibilidad cualitativa. O
eso debe ser igualmente verdadero en relación al Tercero del Tercero y así en adelante sea, es entendido como representando esta o aquella especie de objeto probable.
indefinidamente. (C.P. 2.274)
Dicente o Dicisigno: Es un signo, que para su interpretante, es un signo de existencia
real. Por lo tanto no puede ser un Ícono, lo cual no le daría base para interpretarlo como
Las Tricotomías que se derivan de la tríade en Peirce. siendo algo que se refiere a una existencia real. Un dicisigno necesariamente envuelve,
como parte de él, un rema para describir el hecho de que es interpretado como siendo
por este indicado. Pero este es un tipo especial de Rema y a pesar de que le es esencial
Según Peirce los signos son divisibles en tres tricotomías, siendo que La primera al dicisigno, de modo alguno lo constituye.
de ellas se refiere a la relación del signo consigo mismo.
Argumento: Es un signo, que para su interpretante, es un signo de ley. Podemos decir
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que un rema es un signo que es entendido como representando su objeto apenas en sus a la especificidad de la pintura, cuyas formas se organizan en última instancia a través
caracteres; que un dicisigno es un signo que es entendido como representando su obje- de “qualias”8 y que en el caso de la pintura, conforman una “lectura del mundo”. Desde
to con respecto a una existencia real; y que un argumento es un signo que es entendido esta perspectiva cualquier elemento de la imagen pictórica puede ser considerado un
como representando su objeto en su carácter de signo. (C.P. 250-252) signo, un elemento que remite a una relación tríadica, él mismo, referente de su objeto
que en este caso es la imagen pictórica y que a su vez, remite al interpretante que no
Podemos decir que un rema es un signo que es entendido como representando su siendo ni el signo ni el objeto inicial, determina una significación que es, en última in-
objeto apenas en sus caracteres; que un dicisigno es un signo que es entendido como stancia, pensamiento y objeto de una nueva propuesta conceptual y un nuevo proceso
representando su objeto con respecto a una existencia real; y que un argumento es un de semiosis. Este carácter dinámico y múltiple de abordaje de la obra de arte abre nue-
signo que es entendido como representando su objeto en su carácter de signo. (C.P. vas posibilidades de comprensión y concepción del fenómeno artístico.
250-252)
“Un signo o un Representamen es un primero que está en relación tríadica genui-
na tal con un segundo, llamado su objeto y que es capaz de determinar un Tercero, lla-
La definición de signo en Peirce mado su Interpretante, para que asuma esa misma relación tríadica con su objeto, como
aquella en la cual se encuentra el mismo con respecto al mismo objeto. (Peirce,C.P.
Es un hecho reconocido por los estudiosos, que Peirce no solo elaboró múltiples 2.274)
definiciones del concepto de signo, si no que las transformaba de manera constante. Sin
embargo una de sus definiciones más conocida, sintética y clara, pero no por eso menos La aproximación al arte siempre se hace desde una plataforma que le precede.
compleja es: Esta plataforma tiene a ver con nuestra experiencia con el objeto de estudio y con los
recursos cognitivos que hemos adquirido, así pasamos al proceso de investigación
“Un signo o representamen, es aquello que, sobre cierto aspecto o modo, repre- desde un entrenamiento en determinadas disciplinas poéticas y estéticas (en el sentido
senta algo para alguien” de Pareyson: de los procesos productivos y los procesos conceptuales). Está por demás
(Something which stands... in some respect or capacity for something to somebody.) insistir en la importancia máxima que tiene el método de investigación adoptado, que
(Peirce, C.P.2. 228) debe ser capaz de garantizar las condiciones de validad del proceso de creación. La
dimensión abierta por el signo perciano que se dispara al infinito en un proceso, a su
Según esta definición, cualquier cosa puede ser considerada un signo, desde que vez, infinito de significación y sentido permite la inclusión de la experiencia íntima,
ella pueda contener alguna significación para alguien. En este proceso lo que sea el si- vital y epifánica experimentada por el artista. Desde la perspectiva de una episte-
gno no es más que una concepción que remite a la semiosis y de este modo ejerce su mología del arte se trata de un abordaje ontológico, epistemológico y semiótico, capaz
función semiótica por excelencia: El Pensamiento. de revelar nuevos modos y caminos de relación y desarrollo en los hechos y procesos
artísticos.
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