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La Unión Cívica Radical: fundación, oposición y triunfo (1890-1916)

Nacida formalmente en 1891, durante una profunda crisis económica y en momentos en que el tablado político
se hallaba fragmentado, la UCR se organizó con el objetivo de revertir los cambios introducidos por las
administraciones del ochenta en la vida política, social, económica e institucional del país. Su principal enemigo
fue el Partido Autonomista Nacional, coalición política que dominó la política del período. Para combatirlo, la UCR
empleó todos los métodos a su alcance: una fuerte organización partidaria, un discurso público ferviente, las armas,
el voto, las alianzas, la abstención electoral, y la competencia en los comicios luego de la reforma de 1912.

Gobierno y oposición durante la crisis de 1890.

Entre julio y agosto de 1889 una serie de reuniones tuvo lugar regularmente en la casa de Aristóbulo Del Valle
en la avenida Alvear, donde se discutió la posibilidad de organizar un partido de oposición que le hiciera frente al
PAN: mitristas, católicos, ex republicanos y bernardistas. Siendo imposible evitar que Juárez Celman se convirtiera
en presidente, el rol de Partidos Unidos se había reducido a ejercer una oposición simbólica al candidato del PAN.
Tres años más tarde, sus principales miembros (Mitre, Irigoyen, Estrada y el dueño de la casa) tenían un objetivo
común: revertir el cambio político que había tenido lugar durante la década del 80, en la que el PAN se había alzado
como una coalición nacional que unía una diversidad de intereses provinciales y que también disfrutaba de un
distinguido grupo de adherentes en Buenos Aires.
El presidente Juarez.Celman anunciaba a gritos desde inicios de 1889 que ya había elegido sucesor: su viejo
amigo cordobés, Cárcano. La Argentina se arrimaba al borde de la más aguda crisis económica que el país
experimentaría en la segunda mitad del siglo XIX. Algunos indicios de la inminente crisis ya habían comenzado a
sentirse desde mayo, cuando el gobierno se había visto obligado a anunciar un déficit comercial al que le siguió una
continua subida del precio del oro que empezó a inquietar a la población. La actividad política comenzaba a asomar
en Buenos Aires durante julio/agosto cuando se renovaban padrones para las elecciones de 1890 del congreso, y
del 92 en presidencia. La oposición universitaria en una organización llamada Unión Cívica de la Juventud, como
primera medida convoca a un acto público de oposición a Juárez Celman en el Jardín Florida el 1/9 de 1889.

Aristóbulo del Valle y Demaría se encargaron de convencer a los políticos de mayor prominencia de unirse a la
iniciativa de los jóvenes, y para el acto del 1 de septiembre la UCJ había recibido apoyos de Mitre, Alem y F. López.
Se acordó formalmente poner en marcha una organización política basada en la iniciativa de la UCJ. Se evitó hablar
de candidaturas, se decidió que Alem presidiría la nueva organización, ahora rebautizada Unión Cívica.
Pero no fue una organización política con fines electorales, su objetivo: a g i t a r a l a o p i n i ó n p ú b l i c a
contra el gobierno.
La Nación, el diario de Mitre, se apresuraba a definir a la agrupación como una congregación fortuita de
ciudadanos extraños a todo vínculo político.
La UC no fue organizada como un partido político sino como una cortina de humo para la preparación de una
revolución para derrocar al presidente. Para ese entonces los contactos con el Ejército ya habían sido iniciados, el
general Manuel J. Campos había aceptado ser el jefe militar del alzamiento y Leandro Alem su jefe civil. No había
planes para que la UC siguiera existiendo una vez cumplido el propósito. Después de abril del 90 Mitre parte a
Europa y deja la revolución en manos de Alem y Campos. Juárez Celman los subestimaba. Campos fue arrestado
pero los planes siguen.
La revolución de julio consistió en cuatro días de combate donde los rebeldes fueron vencidos. A pesar del
triunfo nacional, Juárez Celman es obligado a renunciar en agosto. Luego de la dimisión, el vicepresidente Pellegrini
asumió el gobierno y Juárez Celman se retiró de la vida pública. Su renuncia convirtió la derrota militar de la UC
en un triunfo político. Pero no bien la euforia de la renuncia comenzó a evaporarse afloraron las divisiones internas.
Pellegrini había nombrado a tres mitristas en su gabinete como uno entre los muchos gestos conciliadores que el
gobierno ofreció a la nueva oposición. Del Valle opinaba lo contrario, que la UC debía mantener su papel de
opositora. Alem (continuaba siendo el presidente de la UC) adoptó un punto de vista más extremo: la revolución
de julio no había acabado con Juárez Celman pero no con el PAN. Luego de la revolución de julio de 1890, en
septiembre la UC aprobó una Carta Orgánica que establecía que la selección de los candidatos partidarios se aprueba
la fórmula Mitre-Irigoyen.
Pero Mitre ya había considerado otras alianzas: luego de volver de Europa, anuncia el arreglo con Roca y se
decide que la UC y el PAN irían juntos. Esta sería una iniciativa de Roca, que no tenía fuerzas propias suficientes
para contrarrestar el poder de los juaristas. En mayo, cuando se da a conocer públicamente el acuerdo, Alem rompe
con Mitre y para junio se dividió formalmente en dos grupos:
 Acuerdistas (Unión Cívica Nacional)
 Antiacuerdistas (radicales)
La ruptura fue definitiva. Los radicales, liderados por Alem-Irigoyen, organizaron su propia convención partidaria
en agosto y eligieron la fórmula Irigoyen-Garro. En diciembre del 91, un grupo de ex juaristas, los
modernistas, lanzó la fórmula Roque Saenz Peña-Pizarro para las próximas presidenciales. Para evitarlo, Roca y
Pellegrini jugaron una última carta: a menos de dos meses de las elecciones, le ofrecieron a Luis Sáenz Peña, el
padre del modernista, la candidatura presidencial. El padre aceptó y el hijo retiró su candidatura y sube Luis Saenz
Peña en abril de 1892.

Los dirigentes.
Cuando luego de la elección de Luis Saenz Peña se levantó el estado de sitio, los líderes radicales comenzaron a
reorganizar filas. Durante esta etapa fundacional de la UCR (1891-97) sus principales líderes fueron los presidentes
del partido Alem e Irigoyen.
*Alem: había abocado su vida a la política. Sus primeros pasos en la política habían sido en el autonomismo de
Alsina.
*Irigoyen: adinerado. Financiaba el periódico radical, El Argentino.
Una vez fundada la UCR, su campaña contra la situación política posjuarista, su rechazo a todo acuerdo contra el
Pan y particularmente su defensa del uso de la violencia como recurso legítimo para derrocar al gobierno invistieron
a los radicales de una identidad política distintiva que se mantuvo a lo largo de los 90.

Las palabras.
A través de su diario, El Argentino, los radicales articularon un discurso de rechazo a los cambios institucionales,
políticos, económicos e ideológicos que habían tenido lugar durante las administraciones de Roca y Juárez Celman.
Los radicales acusaban al gobierno de corromper las instituciones del país.
El discurso radical le dio al partido una idiosincrasia distintiva y dividió marcadamente las aguas entre el
gobierno y oposición, definiendo el espectro político de estos años. Era un discurso público destinado a legitimar
acción, articulando al mismo tiempo que sus líderes que aprestaban a organizar una serie de levantamientos armados
que estallaron finalmente durante julio, agosto y septiembre de 1893.

Las armas.
La presidencia de Luis Saenz Peña fue la más inestable administración que el país experimentó en la segunda mitad
del siglo XIX. La inestabilidad de la administración de SP se debió en gran medida al rápido colapso del acuerdo
Roca-Mitre que había hecho posible la elección del presidente.
El carácter impredecible de SP alentó una intensa competencia entre los partidos ya que todos se mostraban
ansiosos por una oportunidad de ejercer el poder. Uno de los principales organizadores de la UC original y uno de
los líderes de la revolución de julio de 1890, Del Valle se había retirado de la política activa en 1891, desilusionado
por la división de la agrupación. Una vez instalado en el Ministerio de Guerra, Del Valle demostró con prontitud
su determinación de arremeter contra dos de los pilares en los que se había basado el gobierno de Juárez Celman:
armas y finanzas. Decide ponerle fin al uso de guardias provinciales con usos políticos. Se ordena el desarme de
Buenos Aires y Corrientes.
En noviembre del 92, se llama a una Convención Nacional de la UCR. Al final de la jornada, Irigoyen dio a
conocer que la UCR había decidido desconocer la legitimidad del presidente. Significaba una declaración de guerra
al actual gobierno.
Las revoluciones de julio de 1893 fueron exitosas y por unos días las provincias quedaron al mando de gobiernos
provisionales radicales que se apresuraron a reemplazar las viejas autoridades en todo el territorio de las provincias.
El gobierno reaccionó. Del Valle fue obligado a renunciar luego de que el PAN, los modernistas y mitristas se
unieron en su contra. Se pone al frente del gabinete a Quintana, mitrista. Colocó al país en estado de sitio, prohibió
a la prensa publicar noticias políticas que no provinieran directamente del gobierno y clausuró periódicos. No
obstante sus duras medidas no sometieron a los radicales. Los planes para una revolución de alcance nacional
maduraron a lo largo de 1893. Alarmado por las convulsiones políticas, Saenz Peña recurre a Roca que fue
nombrado comandante en jefe del ejército y se le dio carta blanca para acabar con los levantamientos.
Las revoluciones del 93 aceleraron la restauración del poder de Roca ya que los temores de un colapso total del
orden constitucional hicieron que roquistas y modernistas se reunificaran para recuperar la supremacía política en
cuestiones de Estado.
Para la UCR, las revoluciones aumentaron su popularidad. La UCR gana las legislativas del 94 en Buenos Aires.
En consecuencia, el partido radical logró por primera vez una significativa representación en el Congreso.

Los votos.
El partido radical participó regularmente en elecciones a lo largo de los 90 en la ciudad y la provincia de BA.
Pero el sistema electoral de distrito único y de lista completa discriminaba negativamente contra los partidos
minoritarios. Su actuación electoral declina espectacularmente a partir del 98. El partido sufre una escalada de
fricciones internas que derivaron en separaciones insuperables. El estatus social no fue un factor crucial en la
determinación de las preferencias políticas de los votantes porteños. La UCR se convirtió en una fuerza rival en las
elecciones, que el PAN y la UCN se vieron regularmente obligados a formar coaliciones electorales en la ciudad
de Buenos Aires, ya que de no hacerlo eran derrotados por el partido radical.

La oposición parlamentaria.
El incremento de la participación radical en la cámara baja en el 94 aumentó las expectativas públicas sobre el
desenvolvimiento que esta oposición tendría en el congreso una vez alcanzada una voz significativa. El contenido
de los proyectos radicales revela un tema recurrente: apuntaban a restringir los instrumentos institucionales que
podían ser empleados por el gobierno con fines políticos.
Este era el objetivo por detrás de las propuestas para una mayor regulación de las intervenciones federales; para
remover al ejército nacional de las provincias y estacionarlo en las fronteras en épocas de paz, para mejorar el
control de las inscripciones en los padrones electorales. El único proyecto aprobado: uno de Alem para enmendar
la ley electoral vigente. Luego de la derrota de las revoluciones del 93, los radicales desviaron el foco de su
propaganda partidaria al aspecto económico.
Desde sus orígenes, la UCR se había mostrado contraria al sistema bancario vigente y a la creciente intervención
del estado en economía. Campañas en favor del libre comercio y la reducción de tasas aduaneras. La imagen de
Saenz Peña y su ministro Quintana estaban muy deteriorados.
En 1895, renuncian. Sus caídas representaron un punto de inflexión en la política nacional: marcaron la victoria
de Roca en la reconstrucción de su máquina política y en el liderazgo del PAN y también lo confirmaron como el
más probable candidato presidencial del partido para 1898-1904.

Las alianzas.
Desde fines del 84 el partido entró en franca decadencia producto del dilema en que se encontraban sus dirigentes.
La UCR se dividió internamente entre los que privilegiaban un cambio en la naturaleza del partido, aspirando a que
se abocara por completo a la competencia electoral y terminara con la retórica virulenta y el uso de las armas, y los
que se resistían a modificar los principios que habían dado vida a la organización. Sólo en Capital y en Buenos
Aires la UCR siguió siendo un partido de oposición independiente y relativamente fuerte. La UCR porteña tenía
una grave situación financiera. La clausura de El Argentino significó mucho para Alem. La UCR bonaerense estaba
bien bajo el mando de Yrigoyen. Los miembros de la UCR porteña aspiraban a reorganizarse bajo los mismos
principios intransigentes y revolucionarios que le habían dado al partido su sello original. Los dirigentes de la
provincia pretendían que la UCR adoptase una política más moderada y flexible.
1896: suicidio de Alem. La mayoría de sus contemporáneos comprendieron la muerte de Alem como un suicidio
político, es decir, el acto de un hombre público que pretende hacer de su propia muerte una declaración política.
Desde principios del 97 se dieron fuertes tensiones.
Se nombra a Irigoyen presidente de la UCR, sustentado por los alemnistas. En su primer día como presidente,
anuncia un acuerdo con la UCN para la fórmula UCR-UCN para las presidenciales. Esta alianza permitía a Irigoyen
neutralizar a la UCR bonaerense. La UCR Buenos Aires retira su apoyo, por lo que todas las facciones se presentan
por separado. Irigoyen accede a la gobernación de buenos aires.
Las dos facciones en que se había dividido la UCR nunca se reunificaron y la ruptura del partido radical en 1897
marca el fin del período fundacional del partido.

Reorganización, abstención y triunfo.


Durante las primeras dos décadas del siglo xx la escena política nacional cambió velozmente. Uno de los aspectos
más notables de estos cambios fue su fragmentación, producto tanto de las divisiones dentro del PAN como del
surgimiento y crecimiento de los partidos políticos nuevos. Dentro del PAN, la victoria de Roca en reconstruir la
coalición nacional que lo llevó por segunda vez a la presidencia fue de vida breve y viejas griegas internas
terminaron en separaciones formales. La más importante: escisión de Carlos Pellegrini quien abandona el PAN en
1903. Las circunstancias se ponen más adversas al PAN luego de la muerte de Quintana en 1906. Lo sucede F.
Alcorta, quien se embarca en una campaña para desmantelar los últimos bastiones roquistas. La dirigencia radical
original se dispersó en 1898 y la estructura partidaria se derrumbó. Irigoyen ocupó la gobernación de la provincia
de BA (1898-1902) y durante su administración, los hipolistas fueron sus más enérgicos opositores.
La administración de Irigoyen sobrevivió gracias al apoyo de los pellegrinistas.
De la fusión entre el autonomismo y el bernardismo o ex alemnismo resultó la formación de los Partidos Unidos
en la provincia de BA, que llevaron a Ugarte a la gobernación luego de Irigoyen.
Lisandro de la Torre, el joven líder de la revolución santafesina de 1893, después de abandonar el partido en
1897, fundó la Liga del Sur, una organización política regional en la prov. De Santa Fe. En 1914 De la Torre se
convirtió en uno de los principales protagonistas del Partido Demócrata Progresista, el último y fallido intento del
PAN de organizar un frente político unificado.
La supervivencia del partido radical del siglo XX fue principalmente obra de H. Yrigoyen y de su círculo.
La reorganización partidaria comenzó en julio de 1903 con un acto conmemorativo de la revolución de 1890
ante un público de 50 mil personas. Los siguientes pasos fueron la organización de un Comité en Capital en
septiembre y de un Comité Nacional en febrero de 1904. Para la reorganización del partido, Yrigoyen acudió a la
simbología partidaria de la UCR original. Se demandaba el retorno de los derechos y libertades garantizados por la
Constitución y por la reconquista de la vida cívica y la austeridad democrática.

En la reconstrucción partidaria Y también acudió a la revolución, otro de los hitos sagrados de la UCR
decimonónica. Planeadas las revoluciones de 1904 todas estallaron en
1905 en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. Todas ellas fueron levantamientos cívicos militares con
distintos grados de injerencia de civiles y de militares según cada movimiento.
Pero finalmente todos los radicales se rindieron y muchos se dispersaron. Las revoluciones dieron nueva fuerza a
la reorganización del partido: se construyen comités provinciales. Estas organizaciones le confirieron al partido la
imagen pública de una organización que deliberadamente elegía la abstención política. Y supo emplear la
simbología partidaria para darle a su organización una imagen de continuidad con la inicial y disimular las tensiones
que habían existido durante los 90 entre tío y sobrino; entre el comité capitalino y el provincial. Y ejerció un estricto
y eficiente control sobre la organización del partido.
La UCR había comenzado a transitar por un nuevo camino ideológico.
Junto con las acusaciones de corrupción de las instituciones, aparecían nuevas recriminaciones sobre un progreso
insuficiente.
Se acusaba al gobierno de haber derrochado la riqueza del país, de someterlo al peso de una gran deuda, del
estancamiento del crecimiento demográfico y de que la argentina no ocupaba aún una situación de importancia en
el concierto internacional. A su vez, las viejas banderas del librecambio fueron guardadas,
La abstención electoral elegida por los líderes radicales de la primera década del siglo XX como arma partidaria
fue otro de los aspectos que diferenció a la nueva generación de su antecesora. La UCR decimonónica había
participado regularmente en elecciones en la ciudad y en la prov. de Buenos Aires durante la última década del
siglo pasado. Sin embargo, argumentando la ausencia de garantías para una competencia limpia, Y adoptó la
abstención electoral como bandera de lucha. La nueva estrategia fue sólo revocada luego de que el presidente R.
Saenz Peña, representando el espíritu innovador del centenario, le prometiera a Y una competencia electoral
equitativa y una pronta reforma electoral: padrón electoral permanente, representación de minorías y el voto
universal obligatorio. La UCR comenzó a participar en elecciones a principios de 1912, poco antes de que la reforma
fuera aprobada. Así, la UCR demostró una excelente organización de sus bases partidarias y un sistema de alianzas
provinciales, reflejo de las renombradas actitudes políticas de su líder, que en solo 4 años lo llevaron a su primera
presidencia.
Con el triunfo de las presidenciales en 1916 el radicalismo puso fin a una etapa de su historia como partido
opositor para comenzar una nueva era de 16 años consecutivos como partido en el gobierno.

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