PULIDO

El Pulido lo haremos con una pulidora profesional, las podremos encontrar de varios
fabricantes en el mercado.

Procedimientos a seguir:

1º tendremos que conseguir piedras de carborundio (hechas de piedra pómez con

partículas de diamante) normalmente vienen en forma de corona con seis trozos
separados entre sí , se parten tres pedazos y se acoplan en el plato de la pulidora , en
algunos platos van sueltas y en otros pegadas con pegamento de marmolista .

2º Las piedras se compran por el número de grano del grano por ejemplo 30 hasta 300 o
más

normalmente en obra se usa el grano 60 para desbastar , grano 120 para afinar el grano
60 y el 220 para afinar el 120 , con estas piedras principalmente se acabaría el trabajo
con la pulidora , en ocasiones se nos puede pedir que le demos una pasada más con una
piedra llamada corcho o chocolate o también otra llamada pulibrillo y es amarilla , se
usan para afinar mucho más la superficie del suelo pues son más blandas y rellenan
cualquier poro que se hubiera quedado y dan un acabado más transparente y brillante.
PIEDRAS DE PULIR Y SU MONTAGE
Esta piedra es de grano 60 y son las que desbastan las losas recién puestas

Esta es de grano 120 y afinan a la anterior

Y esta es de grano 220 y afina a la anterior y en la mayoría de los trabajos es la que

acaba la superficie y la prepara para el tratamiento de Abrillantado
EL DEPOSITO DE AGUA

El depósito de agua debe llevar suficiente agua

para realizar nuestro trabajo.

En cada obra debemos seguir todos los pasos

anteriores antes de llenar el depósito de agua,
de lo contrario nos costaría mas el montaje de
la pulidora en el plato, porque con el depósito
lleno habremos agregado de 50 a 100 litros de
agua, lo que nos dificulta el levantamiento de la
máquina.

Durante el pulido vigilaremos la cantidad de agua que contiene el deposito, cuanto más
lleno = más peso, mejor comen las piedras y avanzamos mas.

Como vemos en esta imagen el deposito tiene un volante forrado de goma para
facilitarnos el movimiento de la máquina y también evitar que nos dé corriente, esto es
tan importante como llevar puestas unas botas de agua para impermeabilizar y
aislarnos , vamos por protección y prevención de accidentes .

También dispone de una llave que abre y cierra el paso del agua a la salida del depósito y
regula la cantidad de agua que necesitamos.

Muy importante: Abrir el grifo de agua antes de poner en marcha la máquina, para que
las piedras tengan la suficiente agua para empezar a trabajar, de no ser así forzaríamos
el arranque y marcaríamos el suelo.

También muy importante: Al terminar el trabajo parar la maquina antes que cerrar el
grifo, porque si cerramos el agua primero las piedras trabajan sin agua y pueden
quemar la losa en que hemos terminado y en algunos casos de mármoles blancos o
delicados un a marca difícil de quitar.

Esto es muy importante primero apago la máquina , luego el agua , esto es válido tanto
para las piedras del grano 30,60,80,100,120,220 y el resto , las ultimas que afinan las
más peligrosas en dejar marcas cuando se para la máquina .
HORA DE COMENZAR A PULIR

Una vez que hemos montado la maquina con

piedras de grano 60 nos disponemos a revisar que todo esté en orden, depósito lleno de
agua, electricidad a punto.

Pues ala vamos a empezar a pulir:

1º Abriremos el grifo del agua situado en la parte superior del depósito, antes de ponerla
en marcha, lo que facilita el arranque del motor y que le cueste a las piedras deslizarse
mejor sobre el suelo.

2º Abriremos el grifo de agua lo suficiente como para que las piedras trabajen con
soltura, pero sin dejar escapar agua innecesaria.

3º Arrancamos la maquina con el interruptor de encendido y sujetamos la maquina muy

bien por el volante de goma.

4º Una vez en marcha la maquina pondremos nuestra pierna derecha o izquierda ,

dependiendo del lado de la máquina que nos coloquemos , apoyada a la pared del
depósito y con la rodilla o el muslo , controlaremos la dirección de la máquina , si
empujamos en una dirección la pulidora volverá otra vez a nosotros y así dando pasadas
controlaremos el pulido.
RAQUETA O RASTRILLO LIMPIA SUELO

El Pulidor en este punto trabaja con dos herramientas importantes.

1º La pulidora y 2º la raqueta

La función de la raqueta nos ayuda principalmente a ver cómo estamos dejando las
esquinas de las losas y si necesitamos darle más pasadas hasta dejarlas totalmente lisas.
También nos ayuda a recoger el agua sucia resultante de haber desbastado el suelo.

Normalmente el pulidor pone su mano derecha o izquierda en el volante de la máquina y

desde ahí controla la pulidora y también el grifo del agua, cerrándolo o abriéndolo según
sea necesario, y en la otra mano siempre la raqueta, para controlar el avance y los
resultados del pulido.
EL PULIDO EN SI MISMO

No todos los suelos son iguales, de hecho en las obras nos encontramos de todo, baldosas
unas más hundidas que otras, mal lechadas y con juntas abiertas e incluso mal puestas y
a veces en un salón nos encontramos desniveles justo en el centro.

Otras veces los soladores y marmolistas ponen losas de mármol sin pulir y a veces no se
dan cuenta y pueden poner algunas losas de color más oscuro.

Por ejemplo poniendo por error uno dos losas grises en una solería totalmente blanca o
distintas betas.

Por eso es tan importante que nos demos cuenta al desbastar con la primera piedra, para
poder cambiarla a tiempo y terminar nuestro trabajo correctamente.

Es muy importante al pulir dar las pasadas de suficientes para dejar todas las esquinas
de las losas lisas y a su vez corregir posibles hendiduras provocadas por pasadas de las
piedras en la misma zona.
LECHADAS DE CEMENTO BLANCO O DE COLOR.

Después del pulido o devastado con la primera piedra limpiaremos bien con la raqueta
toda la superficie del suelo de restos de agua.

Una vez limpio el suelo observaremos junta por junta cada losa para ver si están dichas
juntas rellenas de cemento blanco o de color según el tono del suelo.

También es importante vigilar las juntas entre losas y rodapiés.

Si observamos que existen juntas a las cuales les falta parte de la lechada las
rellenaremos antes de pasar la siguiente piedra, por lo que actuaremos de la siguiente
forma:

1º Cogeremos cemento blanco y lo diluiremos con agua lo suficiente para que forme una
pasta homogénea pero no muy espesa y la esparciremos por el suelo; y con una raqueta o
aparato para limpiar cristales la extenderemos de forma que rellene cada junta
dejándola secar lo suficiente para poder pasar la siguiente piedra sin que se abra la
junta.

2º Observaciones: si tenemos juntas de otro color mezclar el colorante con el cemento

blanco con anterioridad a su esparcimiento.

En las próximas entradas explicaré otras opciones de aplicación de la lechada.

OTRA FORMA DE DAR UNA LECHADA DE
CEMENTO AL PAVIMENTO
Cuando son roturas en las losas y juntas abiertas, además de la lechada tradicional unos
días para que se ponga dura y así poder pasar la pulidora por la superficie sin que se nos
salga el cemento que pusimos.
Existen dos maneras más de dar una lechada al suelo:

1º Usaremos la pulidora y pondremos en el plato tres tacos iguales de madera, que

sustituyen a los tres pedazos de piedra.

2º Usar masillas con un secante de venta en las tiendas para pulidores, normalmente son
latas de un kilo y pueden venir en tono blanco o crema, a la cual mezclaremos con
distintos colorantes según sea el caso.

Al uso de la pulidora para dar la lechada de cemento al suelo se le llama taquear por lo
de los tacos de madera, que dicho sea de paso, si no tenemos tacos de madera
utilizaremos en su lugar las piedras del grano 220 o superior, que nos hacen el mismo
efecto.

1º Paso abrir un poco el grifo de agua antes de poner la pulidora en marcha y esparcir
por el suelo el cemento en seco y con la pulidora lo meteremos en las juntas , que
quedaran selladas y duras por el peso de la máquina y por el calor de la rotación .

Hay que tener mucho cuidado de no abrir mucha agua, solo la suficiente para que se
deslice la máquina.
AFINADO Y ACABADO CON LA PULIDORA

Una vez que hemos pasado la pulidora con la piedra de grano 60 y habiendo aplicado la
lechada correspondiente, si fuera necesario seguiremos con el siguiente paso:

Montamos en el plato de la pulidora la piedra de grano 120 y la colocamos en la

máquina.

Daremos pasadas en todas las direcciones hasta quitar todo arañazo o marcas de la
piedra anterior ( grano 60 ) en cada losa antes de seguir con la siguiente y así hasta
terminar de pasar la piedra a toda la casa o piso después de lo cual recogeremos el agua
para ver cómo nos ha quedado .

NOTA MUY IMPORTANTE nos debemos acordar siempre que utilicemos la pulidora de
los siguientes pasos.

1º llevar botas de agua, 2º primero abrir el grifo de agua antes que encender la máquina,
3º mano derecha al volante y la izquierda a la raqueta para limpiar el agua y ver el
trabajo, 4º al acabar de pasar la piedra primero apagar la máquina y después cerrar el
grifo del agua.

RECOGIDA DEL AGUA

Cuando terminamos el pulido, se nos queda el agua sucia que recogeremos con la ayuda
de la raqueta, un recogedor de basura y un cubo. (Este es el método tradicional y también
el más barato)
aunque muchos pulidores ya utilizan aspiradoras de líquidos.

Bajo ningún concepto tiraremos el agua de desperdicio a tuberías que podamos atascar,
pues llevan restos de cemento y otros residuos que siempre causan problemas.

En cada país existen normas para deshacernos de los residuos líquidos que debemos
obedecer.
ACABADO CON LA PULIDORA

Ya tenemos pasadas las 2 primeras piedras ( grano 60 y 120 ) y es ya el momento para

pasar la última piedra de grano 220 la cual nos dejara la superficie del piso ( suelo )
preparado para aplicar el abrillantado del suelo que veremos más adelante .

Después de pasar la pulidora con la última piedra a toda la casa y recogida toda el agua,
dejaremos secar el suelo para el siguiente paso, que será pasar una radial con plato de
goma y una lija a los filos entre las losas y el rodapié.

NOTA: Aunque con estas tres piedras ya quedaría realizado el pulido, podemos dar un
acabado mejor con unas piedras que tienen por nombre (corcho o chocolate y otras de
color amarillo que llamamos Pulibrillo) que la función que tienen es la de tapar más el
poro de las losas y realzar el brillo cristalino de la superficie.

Claro que el pasar todas estas piedras encarece el pulido, pero depende del cliente si
quiere pagar más o menos.

CONSEJOS Y ESPERIENCIA

A veces nos encontramos con solerías tapadas por lechadas de cemento antiguas o que
han tardado en llamarnos después de aplicar la lechada y cuando metemos la piedra de
grano 60 nos cuesta mucho trabajo el avanzar , en tal caso pondremos en el plato de la
pulidora piedras de grano 30 .

Pero estas dejan más arañazos que las de grano 60 por lo que después las afinaremos
con piedras de grano 80 y las siguientes.

También a veces nos tocara pulir solerías a las que habían puesto moqueta o losas de
Saipolan o Linoliun u otro tipo de material sujeto al piso por medio de pegamento.
Al retirar estos materiales nos queda una superficie llena de pegamento , que al tener que
pulir cuesta mucho , pues se derrite el pegamento y se pega en las piedras impidiéndolas
comer el suelo.

La solución a esto me la comento un marmolista hace ya unos veinte años al

encontrarme ante este problema y se trata de echar arena de rio y esparcirla por todo el
suelo.

La arena de rio hace las veces de diamante y no deja que se nos pegue el pegamento en
las piedras pudiendo avanzar más rápido y sin tanto esfuerzo, ahora que deja más
arañazos pero compensa.
SIGUIENTE PASO (LA RADIAL O ROTAFLEX)

Ya que hemos terminado la fase del pulido de las baldosas y acabado totalmente con la
pulidora y una vez el suelo este seco, daremos el siguiente paso:

Como cuando pasamos la pulidora por el filo del rodapié pegamos con la goma
protectora del plato de pulir, nos quedara unos 2 centímetros sin pulir a todo lo largo del
rodapié en el suelo de toda la casa.

Por lo que es muy importante pasar la Radial con lijas que nos pulan esos 2 centímetros
de la siguiente manera.

1º Pondremos un plato de goma flexible en la radial como se ve en la foto, que nos

ayudara a pasar el filo sin dejar marcas de las lijas.

2º Ahora acoplaremos al plato de goma la lija correspondiente, como estas dos.

Las lijas que normalmente ponemos los pulidores van desde las lijas de grano 60 a las de
120 y por ultimo las de grano 220.

Aunque a veces ponemos las de grano 80 y por ultimo las de grano 180.

El pasar las lijas tienen mucha importancia a la hora de un acabado exitoso , pues si
pasamos por ejemplo una lija de grano 60 y la última piedra es de grano 220 , cuando
abrillantemos se verá toda la superficie brillante pero los filos se quedaran opacos y el
trabajo estará incompleto .

Es muy importante pasar las lijas apropiadas y siempre la última lija debe ser del mismo
grano al de la última piedra, para que nos quede una superficie totalmente brillante y sin
defectos.
Para terminar con las lijas, os contare algunos trucos que me he encontrado a lo largo de
mi vida profesional como pulidor.

En una ocasión me encontré con unos compañeros que no sabían lo de las lijas y le daban
a los filos un producto para el cabello llamado en España brillantina, al principio queda
brillo pero al limpiar el suelo con detergentes, sorpresa desapareció el brillo.

En otra obra los pulidores me contaron que ellos compraban en el mercado tocino de
cerdo y se lo pasaban a los filos quedando estos engrasados y brillantes pero al limpiarlo
quedo como el caso anterior.

En otra obra en un hotel el maestro marmolista agobiado por el poco tiempo disponible
para entregar la obra me dijo que no pasara las lijas y en su lugar bajara a la cocina del
hotel y pidiera al cocinero un poco de aceite usado en la freidora y lo mezclara con un
líquido llamado pulimentin.
Así lo hice pues el que paga manda, pero estoy seguro de que cuando limpiaran el suelo se
vería el resultado de no pasar las lijas al completo.

Después de mi experiencia al pasar la radial y lijas al suelo es que si se pasan las lijas que
corresponden, el acabado será exitoso y no se puede comparar con los demás trucos por
rápidos que puedan ser.

Seamos honestos en nuestro trabajo y actuemos en consecuencia.