Você está na página 1de 3

Algunas consideraciones sobre el Principio del Interés Superior del Niño,

a propósito de un aniversario más de la aprobación de la Convención


sobre los Derechos del Niño por parte del Estado Peruano (03 de agosto e
1990)

Luis Martín Lingán Cabrera

Este 3 de agosto se celebra un aniversario más de la expedición de la


Resolución Legislativa Nº 25278, mediante la cual el Perú aprobó la
Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional que reconoce
diversos derechos de los niños, y establece responsabilidades de los Estados
para hacerlos efectivos.

La Convención sobre los Derechos del Niño consta de 54 artículos. En el


artículo 3.1 se recoge el renombrado Principio del “Interés Superior del Niño”,
en los siguientes términos: “En todas las medidas concernientes a los niños
que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los
tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una
consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”

Si bien en la Constitución Política peruana de 1993 no se ha recogido de


manera expresa el Principio del Interés Superior del Niño, el Tribunal
Constitucional Peruano (en adelante TCP), en la sentencia emitida en el
Expediente Nº 2132-2008-AA, señala: “El principio constitucional de protección
del interés superior del niño, niña y adolescente constituye un contenido
constitucional implícito del artículo 4º de la Norma Fundamental en cuanto
establece que “La comunidad y el Estado protegen especialmente al niño, al
adolescente, (…)” (Véase fundamento 5 de la sentencia
en http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/02132-2008-AA.html )

El Principio del Interés Superior del Niño sí ha sido estipulado expresamente en


el Código de Niños y Adolescentes peruano, aprobado por Ley Nº 27337, en
cuyo artículo IX del Título Preliminar se establece lo siguiente: “En toda medida
concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los
Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos
Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la
acción de la sociedad, se considerará el Principio el Interés Superior del Niño y
el respeto a sus derechos”

Sin embargo, tanto en la Convención de los Derechos del Niño, Constitución


Política peruana de 1993 y Código de los Niños y Adolescentes peruano, no se
ha definido qué debe entenderse por este Principio, no se ha delineado su
amplitud o límites. Es entonces que a nivel de doctrina y jurisprudencia se ha
ido estableciendo algunos lineamientos para la aplicación de este principio tan
importante para la protección efectiva de aquel sector de la población que
merece una atención especial como es la niñez.

El TCP en la sentencia emitida en el Expediente Nº 2132-2008-AA, respecto al


Principio del Interés Superior del Niño, ha señalado: “De este modo, el principio
constitucional de protección del interés superior del niño, niña y adolescente se
constituye en aquel valor especial y superior según el cual los derechos
fundamentales del niño, niña y adolescente, y en última instancia su dignidad,
tienen fuerza normativa superior no sólo en el momento de la producción de
normas, sino también en el momento de la interpretación de ellas,
constituyéndose por tanto en un principio de ineludible materialización para el
Estado, la sociedad en su conjunto y la propia familia, incluidos claro está el
padre, la madre o quien sea el responsable de velar por su derechos
fundamentales” (Véase fundamento 10 de la sentencia
enhttp://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/02132-2008-AA.html )

Por su parte, en la sentencia emitida en el Expediente Nº 2079-2009-HC, el TCP señala que “…


es pertinente subrayar que el deber de velar por el interés superior del niño y sus derechos, así
como por la responsabilidad de su tutela, compete no sólo al Estado sino a lacomunidad toda.
Sin embargo, esto último no significa que en sede constitucional se termine validando cualquier
tipo de acciones que tome determinada institución, la comunidad o el propio Estado so pretexto
de la salvaguardia del interés superior del niño presuntamente afectado, sino que para que ello
ocurra, la vulneración a este derecho debe desprenderse de cada caso concreto (caso por
caso), como ocurre en el presente hábeas corpus cuyo objeto, entre otro, persigue la reposición
del derecho a la libertad de locomoción de las favorecidas”
(Véasehttp://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/02079-2009-HC.html)

Entonces, de lo señalado por el TC en la sentencia antes indicada, se puede colegir que no se


puede establecer a priori los casos o supuestos en los que se puede resolver un asunto
acudiendo al principio del interés superior del niño, sino que su aplicación podrá hacerse
teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso concreto, sometido a consideración de
alguna autoridad o la sociedad civil misma, que también está obligada a acatarlo.

A continuación se presentan algunos casos en los que el TCP resolvió controversias jurídicas,
aplicando el interés superior del Niño:

-Expediente Nº 2132-2008-AA: El TCP declaró fundada una demanda de amparo presentada


por una señora contra resoluciones judiciales que declararon la prescripción de ejecución de la
sentencia sobre pensión alimenticia, en aplicación del artículo 2001, inciso 4º del Código Civil,
que establece que prescribe a los dos años la acción que proviene de la referida pensión. En la
sentencia, el TCP señaló “la medida estatal adoptada (artículo 2001º, inciso 4 del Código Civil),
que limita el derecho a la efectividad de las resoluciones judiciales y el derecho de los niños y
adolescentes a percibir alimentos –determinados en una sentencia–, no resulta
absolutamente necesaria para la consecución del objetivo que pretende, pues este pudo haber
sido conseguido mediante otras medidas igualmente idóneas, pero menos restrictivas del
aludido derecho fundamental, como por ejemplo el establecimiento de un plazo de prescripción
mayor, más aún si se tiene en consideración que ya el inciso 1) del mencionado artículo 2001º
del Código Civil establece la prescripción de la acción que nace de una ejecutoria (que puede
versar sobre cualquier asunto) en un plazo de 10 años. Resulta arbitrario que el legislador del
Código Civil haya fijado un plazo de prescripción de 2 años para aquella acción que nace de
una sentencia que fija una pensión de alimentos, pero que en el caso de la acción que nace de
una ejecutoria que fija cualquier otro tipo de pago haya establecido un plazo de 10 años, más
aún si se toma en consideración que el principio constitucional de protección del interés
superior del niño, niña y del adolescente (el mismo que se desprende del artículo 4º de la
Norma Fundamental) exige un trato especial respecto de tales menores de edad, no sólo en el
momento de la producción de normas, sino también en el momento de la interpretación de las
mismas. No se puede sostener que en un Estado Constitucional se respeta el principio de
interés superior del niño y del adolescente cuando se verifica que existen, de un lado, leyes que
establecen la prescripción en 2 años de la acción para cobrar las pensiones de alimentos de los
niños y adolescentes y, de otro lado, leyes que establecen la prescripción en 10 años de la
acción para cobrar cualquier otro tipo de deuda establecida en una ejecutoria” (Véase
fundamento 36 de la sentencia enhttp://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/02132-2008-
AA.html )

El TCP inaplica al caso concreto el artículo 2001 inciso 4 del Código Civil, en el extremo que
establece la prescripción a los dos años la acción que proviene de la prensión alimenticia, pues
lo considera inconstitucional, por “vulnerar el derecho a la efectividad de las resoluciones
judiciales y el derecho de los niños, niñas y adolescentes a percibir alimentos –determinados
en una sentencia–, además del principio constitucional de protección del interés superior del
niño, niña y del adolescente”

- Expediente Nº 2079-2009-HC: En el cual el TCP se pronuncia sobre una demanda de


Hábeas Corpus presentada por una madre contra empleadas del Puericultorio Pérez Araníbar,
quienes le negaron lleve los fines de semana a su domicilio a sus dos menores hijas que
habían sido internadas en la referida institución. Tal negativa fue debido a la existencia de una
denuncia por violencia sexual en agravio de una de las menores, dirigida contra una persona
que vivía en el domicilio a las cuales se las querías trasladar. La demandante alegaba que tal
accionar significa para ellas un daño psicológico y que, además, atentaba contra los derechos a
la libertad individual, integridad física y libertad de locomoción.

El TCP peruano declaró infundada la demanda de Hábeas Corpus, indicando en uno de los
fundamentos de la sentencia lo siguiente: “Es así que la medida adoptada por el Puericultorio
Pérez Araníbar a efectos de restringir la salida de la niñas favorecidas, en su momento, resulta
razonable y adecuada en términos constitucionales puesto que se justifica en el deber especial
de protección que la Constitución y las normas le han asignado frente a los menores que se
encuentran bajo su cuidado. Por consiguiente, la medida de protección cuestionada en el
presente caso resulta apropiada, razonable y válida en términos constitucionales en aplicación
del principio del interés superior del niño y del adolescente, y de la protección y promoción de
los derechos a la integridad física, integridad psíquica y el libre desarrollo de la personalidad de
las niñas favorecidas, expresión de salvaguardia delPuericultorio Pérez Araníbar frente al
presunto ilícito penal de carácter sexual que, conforme se advierte de los autos, es materia de
la correspondiente investigación preliminar en sede del fiscal de familia. (Véase fundamento 25
de la sentencia enhttp://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/02079-2009-HC.html )

Pues bien, como se ve en la jurisprudencia se va solucionando casos en los que se ven


involucrados derechos de los niños y niñas, aplicando el afamado Principio del Interés Superior
del Niño. Corresponderá a las autoridades actuar con sindéresis en su utilización, a fin de
cautelar los derechos de la niñez, sin afectar desproporcionadamente los derechos de otras
personas

Você também pode gostar