Você está na página 1de 78
Peer er eee ee contamporéneas resulta incomprensible cuando se soslaya un eo es ee pee ee eet ene Peete ce een See ee a eres ee een een insuficencins dela democraca y dela justcia, sin hacer uso de eee ec eat ee En este brillante ensayo, Axel Honneth el represontante més Peete ett eer sete eta redefine, desde la perspectiva de una teoria dl reconacimiento, Se oe eee CLE do en la relacion con el mundo se hen perdido los componentes Se ee ee nuestra vida socal es necesario recurrir al concepto de reiicacion Prey en ee ee ence Poe g cee ere oc en ry See) ees red Pee we) ci) AXEL HONNETH Reificacién PANO Pe eI} Perrot} cores Ayana C abellt 30/mery 11 Axel Honneth Reificacién Un estudio en la teoria del reconocimiento Del mismo ator ‘Traducido por Graciela Calderon ‘aluch por el econocimiont: por una promis mol eles confesses, Baelons, 997 Rediribctn 0 reconcininto? Made, 3006 The eritque of pone Reflective aes aerial 0 theory (Sule in Contemporary German socal though) Massachuset, 395) The sage for rection: The mal grammar of ci confit (Studies in Contemporary German cel hough), Massachusetts 996 as Andee der Goch Auteur prakichen Philosophie Prankfor 2000 Leiden an Unbesinohie Eine Restuaisierung der Hegelian Rectphlnophie, rar, 3001 Bef as der Mang Padasien ds geseigen Kapitan Frankf, 2002 Kase Americus Zar morsliche Gramma Tosi Kofi, Fant, 203 Unibarkt Stasionen ener Theorie der trek, Frankfst 2003 Selslte der Krtcher Tore (Gbudene ‘Avjbe), Wiesbaden, 2006 ‘conocimiento Hoonsth Axl eliacn un esto en a tora dl racoocinents = ead, - Buenos Aires Katz, 2007, 184. em ‘Tradcdo por Grocala Calder ISBN 997-285.57-7 4 Festa Moora, 1. Caer, Greil, td. I. Tilo cop180 Primera elicin 2007 Kate Batre Sinleir 2945, 528 1425, Buenos Aires sennlatzeitorecom ‘Tilo de la icin original: Werdinglichung. . Eine anarkennungstheoretsche Studie = ‘© Suhriamp Verlag Frankfurt am Main, 2008 ISBN Argentina: 9871285-57-7 ISBN Espana: 84-585187-5-4 El confenid intelectual do ata ars encanta oles por dieraas lees y usados iteraioals ‘ne proton Ta eproducia integra o extacada, realizada pr cualauie precedent ue no canta on la auterizacn expos delete isto do clecién: that kant Iimpeso en la Argentina por Latingefice SR, Le echo ol epi quo area ley 11.723. ? wu e Prefacio Introduccion 1 LA REIPICACION EN LUKACS. 1, DELUKACS A HEIDEGGER ¥ DEWEY HI LA PREEMINENCIA DEL. RECONOCIMIENTO IN. LA REIFICACION COMO OLVIDO DEL RECONOCIMIENTO ‘¥, CONTORNOS DE LA AUTORREIFICACION ‘Vi, FUENTES SOCIALES DE LA REIFICACION {Indice de nombres Prefacio El presente estudio es la versién revisada y ampliada de las “Tanner Lectures”, que ofteci en marzo de este fio en la Universidad de Berkeley. Motivado por circunstancias actuales, me habia propuesto refor- ‘molar un tema significativo del marxismo occidental de manera tal que sus contornos te6ricos y su urgen- cia fueran comprensibles para los ofdos analiticos del piiblico de Berkeley; y, obviamente, también queria, tratar de que el concepto del reconocimiento resultara fecundo para un tema que pertenece al legado no elabo- rado hasta hoy de la tradicion de la Teoria Critica. Si no interpreté mal las reacciones del publico, parece haberse tendido un puente entre Frankfurt y Berkeley; sobre todo los tres “respondants” que fueron invita- dos para comentar mis exposiciones —Judith Butler, Raymond Geuss y Jonathan Lear~ me hicieron ver claramente con sus objeciones singularmente inteli- _gentes y comprometidas que mi exposicion fue seguida con genuino interés. En el momento de revisar el By reiacion manuscrito traté de considerar sus propuestas y sus recomendaciones, y también las indicaciones que en Frankfurt ne hicieron Rahel Jaeggi y Christopher Zurn, A todosellosles estoy agradecido por su animadsa critica ami manuscrito, En la editorial, Bva Gilmer hizo todo lo posible para que mis conferencias fueran publica- das rapidamente; también a ella quiero hacerle llegar mi ageadecimiento. ‘Axel Honneth Frankfurt del Main, mayo de 2005 Se ‘Toda reificacién es un olvido. ‘Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialéctica de la lustracién Hl saber se basa alin en el reconocimiento. Ladivig Wittgenstein, Sobre la certeza wen Introduccién En los paises de habla alemana, durante las décadas de 1920 1930 el concepto de “eificacin” fue un leit- _motiv de la ertica social y cultural En esta expresién yen otros conceptos vecinos parecian concentrarse, ‘oino en un espejo ustorio, las experiencias histéricas ‘que marcaronala Repiiblica de Weimar bajo la presién. del reciente desempleo y de las crisis econémicas: las ‘elaciones sociales daban la impresién de una instru- ‘mentalidad flay calculadorarel amor artesano por las «cosas habfa cedido evidentemente frente a una actitud de dsposicién puramente instrumental, aun las expe- riencias inteiores de os sujetos permitfan entrever el hhelado de una docilidad interesadaeSin embar- 40, era necesaria la presencia de énimo de un filésofo comprometido intelectualmente para que estas dfu- endencias pudieran ser comprendidas bajo el deno- ‘minador tinico de “reificacién’s y fue Georg Lukécs juien, en la colecci6n de ensayos Historia y conciencia 12 | eecacioN de clase; publicada en 1925, loge6 forjar este concepto clave mediante una audaz recopilacién de motivos provenientes de la obra de Karl Marx, Max Weber y Georg Simmel. En el centro de ese volumen, impul- sado por la esperanza de una revolucién inminente,se encuentra el largo ensayo en tres partes titulado La reifcacin ya conciencia del proletariado"} que alent6 a fil6sofos y a soci6logos de toda una generacion a analizar las formas de vida imperantes en ese enton- ces como consecuencias de la reificacion social? No obstante, en la época posterior a la finaliza- cion de la Segunda Guerra Mundial la categoria de “reificacion” perdi la posicion central que tenia como diagndstico dela época. Como sila ruptura dea civ liaaci6n que signified el Holocausto hubiese paral 2ado toda aficién especulativa de diagnéstico social de largo aleance, la mayoria de los teéricos sociales y 1 Georg aks, Gece nd Kinser (933), en Werke (Graken x), Newey Bel, 98,1. pp. [ad 3: Historia y concent de ast Mexico Grab 196)- 2 Georg Lubes "Die Veeinglchung und das Bewaftscin des Proletariat" [La reifcacion yl concencia dl proleariado), nib, ppasrsr. 23 Vase Matin ay "Georg Llics and the orgs ofthe Western smart paraigna’en Marion and tly. The adventures ofaconcep rom Lukes Habermas, Cambridge, 1984 CaP. [Andrew rat y Paul Breines, The yourg Lukes hors of Western marin, Nace York 3975. oaenvc | 13 de os flésofos se conformaban con analizar las insu- ficiencias de la democracia y de la justicia, sin hacer uso de conceptos patolégicos como “reificacién” 0 ScomercializaciOn’. Aunque estas perspectivas pervi- ‘vian naturalmente en los escritos de la Escuela de Frankfurt, especialmentte en los trabajos de Adorno, ‘yaunque durante la movilizacion estudiantl volvis a flamear breveménte el recuerdo del estudio de Julkics el proyecto de analizar la reificacion parecia {finalmente ser parte de un pasado muy lejano. Incluso, ‘elhablar de “reificacién” podia parecer el sintoma de querer empecinadament ser parte de una época cultu- ‘al que habia perdido su legitimacién por la posgue- 1ra,las reformas culturales y las innovaciones en la cori Solo en el presente mas reciente se multiplican los {ndicios de que esta situacidn podria volver a cambiar avez més. Como un fragmento no elaborado porla sofia, retorna la categoria de la“veificacion” desde abismo insondable de la Repiiblica de Weimar y se corpora nuevamente a la escena del discurso inte- ‘ate porsemplo, aro Certs ct al, Goh wd Klsnenbowuien heute Disko und Dokumentation [storia concienca de clase hoy. Daca y documenta), ‘Asterdam cl Share Rei, N® 357; atta Matzner (ed), etic uke (Las na pieza dei, Prank dl Main ore 14 1 reo lectual Son tres, sino cuatro los indicios que permi- ten sustentar la conjetura de que hay un cambio de tendencia enel diagnéstico dela época, En primer lugar ~y de forma atin no muy lamativa-, puede sefialarse laexistencia de una cantidad de novelas y relatos recien- tes que diseminan un aura estética de la economiza- «ion furtva de nuestra vida cotidiana:a través del tipo de medios estilisticos utiizados 0 de la eleccién del ‘vocabulario empleado, estos estimonios iteraris insi- man que observan el mundo como si sus habitantes, esencialmente, se trataran a simismos y trataran alos demas como objetos inanimados, es decir sin un vesti- gio desensibilidad o del itento de una toma de pers- pectiva. Lalsta de los autores que podrian mengionarse eneste contexto comprendea los escritores norteame- ricanos Raymond Carver y Harold Brodkey, pasando. ppor el enfant terrible de la literatura francesa, Michel Houellebecq, hasta las escritoras de habla alemana Elfriede Jelinelcy Silke Scheuermann 5 Aunque en estas 45 Reyenond Carver Warde du ie endlich il cn, Bela, Erailangen 2000 [ta exp: Quieres cr fv declare, por fiver, Barcelona, Anagraa, 97] Harold Brody, Unsold Nuke ash Sores, Rebel bei Hamburg, 990 (ade: Relator aa manera cas lia, Bareclona, Anagram ‘gots Michel Houeleboc,Aurrtng de Kempfeone ein, 1999 [ad. esp: Amplain decane de baal, Barely -Anageaa, 201; Eliede Jeink, Die Kerri, Reinbel be Hamburg 8 (ade La pina, archos, Anagraen, _ mgenacaon | a5 obras narrativas la reificaciOn esté presente s6lo como tun estado de dnimo que crea un clima, en anélisis - sociolégicos recientes se la estudia como una forma ‘odificada del comportamiento humano, En el rea dela sociologia cultural o de la psicologia social, hay enlaactualidad innumérables estudios quedetectan en Jos sujetos una tendencia creciente a simular deseos 0 sentimientos, por oportunismo, hasta que los experi- ‘mentan como componentes dela propia personalidad ‘una forma de la automanipulacion emocional, que Lukas tenia en mente cuando se reeria al periodismo ‘como una “prostituci6n” de ‘vivenciasyconvicciones”” yyeia en él un altimo grado de reificacion socal ‘gpa Silke Scheuermann Reiche Madche.Eathingen [Machachas ras, Naraciones], Frankfurt del Mai, 2005. Ends ets obras terra eteazan a percepeion de | “ifcacinesy a observacion de fenémenosdeallenacion. ‘Un ntentoexcepcinal de reenstrair ete segundo concep de “slenacisn’ [Enterdung, tambien proveiente de a wacin rai fel que ews a abo Rael Jae en Enema. Zar AKtuaitt es soalphlopicker Probies (Aeacon. ‘cera den staldad de un problema fst socal ‘Franke Main 200. 6 Wesun disco el ead de Atle Rssel Hochschild, Das sphaufc Here Zur Kommersialierg der Gof (El corazin ‘omprada. Acerca dels comerciaizain de los sentiments), ‘Frankfort de Main/Nueva York, 90 1 Georg Lakies,"DieVedingiching und das BewuBescin ds 16 | stFicacion Por cierto, en tales diagnésticos acerca de una tendenciaa gerencar los sentimientos el concepto de “eifcacin” aparece tan poco explicitado como en la :mayoria de los tstimonioslitearios que propagan una atmésfera defi objtivided y manipulaién, Esto s6lo vara en la tercera clase de textos que permiten supo- ner un regreso de la temética dela reificacin en la actuaidad, También, en los slkimos tiempos, dentso 4elatica 0 de a filosofia de la morallse encuentran esfuerzos de asir te6ricament tales fenémenos socia- Jes como se le podrian haber presentado a Lukacs en su andlisis. En ellos se usa'con frecuencia y expresa- rente el concepto de “teficacin’” sin por ello esta- blecer una conexin con el texto fuente: es as como Martha Nussbaum, en estudios recientes, se refiere lespecificamente ala “reifcacin” para designar formas foes fc otras personas, mientras que Elisabeth Anderson prescinde del concepto, pero analiza fenémenos cara- mente comparables del distanciamiento que produce Jo econémico en nuestrascondiciones de vida En tales 1 Martha Nusbaum, "Veringkchung” [Relic], en Konstan der Liebe, de Beles und de Faroe Drei Phiosopiche Aut [La contri dl amo, el eas dt ‘uiddo. Tes ates osofcos), Satan 2003, pp. 9036 9 BlrabethAndewson, Value etic and oconomiss, Catbrdge (oun, apssen especial eps. vy vie twrronucion 1 37 nt ‘contextos ticos, e habla de“eificacion”o de proce- ss relacionados en un sentido decididamente norma- tivo: esto significa un comportamiento humano que {quebranta nuestros principios morales o éticos en {tanto ot70s sujetos no son tratados de acuerdo con sus alidades humanas, sino como objetos insensibles, jnertes, es deci, como “cosas” o "mercaneias”; y los fenémenos empiricos alos queesos andisis hacen refe- encia abarcan tendencias tan distmiles como el ‘reciente alquiler de vientres, el surgimiento de un mercado de relaciones amorosaso la expansion explo- della industria del sexo.” Finalmente, es posible delinear un cuarto contexto ‘eniel que en la actualidad vuelve a usarse la categoria de “reificacion” para caracterizar conceptualmente procesos lamativos de nuestro presente, En el campo delasdiscusiones que seentablan en los éltimos tiem- pps acerca de los resultados y las repercusiones socia~ lesde la investigaciones del cerebro, noesinfrecuente escuchar que el abordaje estrctamente cientiticodelata cen este caso una actitud reificante: el propésito -asi reza el argumento- de explicar el sentir y el actuar 20 Stephen Wilkinson Bodies forsale ethics and exploitation inthe human body rade, Lanes, 200; tae tambien el actealo pera de Rabe Jog “Der Mart und sein rei [EL mercado 0 precio en Date Zech Posphie [Revi Alemans 4: Fos 0 47,6399 7987-1004 18 | ansvcacion hhumanos mediante el mero andlisis de las conexiones neuronales en el cerebro es abstraido de todo saber del mundo de la vida y con ello se esta tratando al ser humano como a un autémata sin experiencia, en “ltimo término, como una cosa. Como en los planteos ‘ticos antes mencionados, también aqui se adopta «esencialmente este concepto para caracterizar un que- brantamiento de principios morales: el hecho de que en la observacion neurofisiol6gica del ser humano parentemente no se toman en cuenta sus cualidades personales es considerado como un caso de “reifica- ign” Por ende, en ambos contextos, las connotacio- nes ontolégicas que sin dada tiene el concepto con sualusién a las meras costs ocupa un rol subordinado, ‘marginal: un comportamiento determinado;"*veifi- cante’ es considerado dudoso 0 falso.no porque atente contra presuposiciones omtologicas de nuestro actuar 1 Jorgen Habermas, Theories Komniatven Hands, Frankfurt del Main py tad ep: Tota dela econ comunicsv, Maid Taurus. 1987), 36 | eencacio pt ‘mismo ycon el mundo se modifica de manera per rent, incluso se sled su ee. En est mismo context aparece también la pregunta acerca de si Lukécs n subestima gravemente la medida en la que las socie dades con alta diferenciacién, por razones que esta relacionadas con la€efectividad) necesitan que s ‘miembros aprendan a vincularse consigo mismos y con sus congéneres de manera estratégica siesto fue= ra as, una critica de la reificacién no deberia proces der de antemano de manera tan totaizadora como la de Lukics, sino que deberia delimitaresferas socia- les em las que esa conducta observadora, indolente, ‘ocupara un lugar egitim.” A continuacién, noes mi intencin tratarsisteméticamente todas estas cuestio= nes difusas y estos problemas individualmente; espero, antes bien, que a partir de una reformulacién dentro dela teoria dela accibn del concepto de reificacion de Laka, surja una perspectiva en la cual aquellas cues tiones no aclaradas pierdan su carécter dramitico y, cencambio, den higara especulaciones esclarecedoras, Lukécs a Heidegger ‘Dewey ‘ha mostrado que en el desarrollo de su critica dela jffcacién Lukacs oftece implicitamente dos alterna- as contradictorias para comprender su recurso una a“ verdadera’, no distorsionada de praxis humana, tuna de ellas,en la version “oficial”, parece querer jticar las prctcas de reificacin devenidas una “se- «da naturaleza’, enfrentindolas con el ideal de una faxis abarcadora, en la que toda realidad es gene- a en tltimo término por el trabajo dela especie. Mas ld del hecho de que este primer modelo descansa bre premisas idealistas también tiene que fracasar srque en él toda existencia de objetos, de lo no-pro- lucido, se vuelve un caso de reificaci6n. Sélo en su wunda alternativa parece tomar més en serio lo que ‘mismo afirma acerca del modo reducdo, puramente spservador’ de aquellas pricticas y actitudes que, en conjunto, conforman lo que describe como “reifi- acion’, puesto que en este abordaje “no oficial’, del ue se encuentran suficientes evidencias en el texto, se 17 Bata os a estatginseguida por Habermas a toma i rica dela reac en a tare de ls acinomae Vease gen Habermas, Theorie des kommunikation Hades op. iy ty caps 68. 38 1 Rescacion ‘mide l falta de postura reificante enfrentindola con, un ideal de praxis que est caracterizado por las cual ddades dela participacion activa y del compromiso exis- tencial: aqut falta todo matizidealista porque se trata de una forma especial de la interaccién antes que de una actividad productora de mundo. Si seguimos las sefales contenidas en tales razonamientos, nos topa ‘mos con tn impactante parentesco con ideas como las que fueron desarrolladas, poco tiempo después de la ‘genesis del texto de Lukics, por John Dewey y Martin Heidegger’ y ampliando el horizonte temporal hasta 1 presente, cabriaincluir también a Stanley Cavell en Ja serie de autores cuyos pensamientos se acercan ala segunda version de a critica de areificacién de Lukas? En primer lugar, me concentraré en un punto de convergencia entre Lukacs y Heidegger para poder seguir esclareciendo el concepto esbozado de praxis de implicacién, 1 Metso agen Marta Heidegger Sin nd Ze, ‘Tings, 967 trad. esp Sry empo, Madrid rota, 200) Jolin Dewey, Qulistives Deen” [Pensamntoculittiv) 1930], €2 Pibraphi and Zeaton [loot vaca, rankfurt del Mai, 203, p. 4-6 John Dewey,“Afekives Denken”[Pensamieato aft) [926 en sip. 7-34 2 Stanley Caell“Wiseen und Anethenaes” [ber yreconnct) en Davide Spry Espen Hammer (ds), Die Unb es CGevahnicen [La extanens lo ual, Frankfurt de Main, 200 p. 3-7. Vase eo que sigue capil 5. Ue LURACS A AIOEGGER OEHEY | 39 nel pasado se ha advertido con mucha frecuen- cia el hecho de que hay puntos de contacto en més de ion sentido entre el ensayo de Lukics y Ser y tiempo deHeidegger? y esta “afinidad electiva” intelectual se smabifiesta aun més claramente si ademés se consi- idera la eocién sobre Aribt6teles de Heidegger del aio 4924. Pata reconocer adecuadamentel primer punto de coincidencia entre ambos autores, es necesario jndicar primero que con su ensayo Lukécs se propone algo mis que hacer una critica de los efectos reifican- tes de la forma econémica captalistas antes bien, le importa demostrar que la filosofia moderna se ha {topado siempre con antinomias irresolubles porque, debido a su arraigo en a cultura cotidiana reifcada, huaquedado atrapada en elesquema de oposicion Sujeto y objeto’ El mismo propésito de criticarla filo- 5 Vase, entre oto Lien Goldmann, Lukes wl Heidegger ‘Nevyelasane Fragment, Darmstadt Need 3975 ade: Lahde y Heidegger Buenos Aires, Amoreort, 975) Gelman ‘omen os dos psaes de Sein und Zeit (op. 3p. 4547) €% Josque Heidegger habla expreamente deren" yen los «ques fee probalemente al famosa texto de Laks Lucien Goldmann op ita PP ys “4 Nastia Heidegger Greer de arsotlchen Philosophie [cnocpos fundamentals dea feof ritoeics em Gesetaugabe [Obras completa] 1, Frankfurt del Main, 2002, 5 Georg Luks, “Die Verdingichung und da Bewutcin des Proletariat’ op. tp 257-3975. p. 28738. 40 | aariccidn sofia moderna siguiendo el hilo de su fijacién en dualismo sujeto-objeto se encuentra también com; punto de partida en Heidegger: como Lulkcs,tambig el autor de Ser y tiempo esté convencido de que a primado de la idea de una aprebensi6n neutral dell ‘realidad es responsable de las cegueras ontologicas ‘que han impedido que se diera una respuesta ade- ‘cuada a la pregunta sobre las estructuras de la exis. tencia del hombre, Naturalmente, en este contexto “Heidegger no comparte la intencién més amplia de Lukécs de atribuir la preferenciafilos6fica por el esquera sujeto-objeto ala forma de vida reificada de la sociedad capitalistaa Heidegger las ponderaciones tebrico-sociales le resultaron siempre tan extranas ‘que ni siquiera hizo el timido intento de cuestionat Tas races sociales de la tradicién de la ontologia que critica. Pero en la intencién de socavar 0 “destrair” Ia idea imperante segin la cual un sujeto epistémico se enfrenta con el mundo de manera neutral, con- cuerdan los dos autores de tal manera que ambos deben dfndir la propuesta de una concepeisn alter- nativa. ‘Como es sabido, Heidegger realiza esta tarea con a ayuda de un aniliss existencial fenomenolégico tendientea demostrar queen a ejecucién cotidiana de laexistencia (Dasein] el mundo siempre esta ya abierto: rnormalmente nos enfrentamos con la realidad no en De LUdcs a yeoecee vasa | gt postura de un sujeto cognoscente, sino que esta- 19s previamente tan pendientes de dominarla, que sella nos es dada como un campo de significacio- s practicas. El concepto que usa Heidegger para terizar la estructura de tal relacion prictica es el cura” [Sorge]“ que tiende un puente hacia las refle- jones que se encuentran en Lukécs cuando trata de ener un concepto ampliado de praxis a partir del taste com la conducta meramente observadora. Tal 10 ocurre con el concepto de “cura” en Heidegger, idea de una praxis de implicacin en Lukas tambien parece proporcionar la clave para refutar fundamen- jente Ia fijacién imperante al esquema sujeto- seo, pues ise supusiera tal forma de actuar el sujeto se enfrentaria de manera neutral con una realidad hay que conocer, sino que estara vinculada.2ella m interés existencial, de modo que ésta se presenta- siempre como accesible en una significacién cuali- iva, No obstante, en este segundo punto de contacto entre ambos autores debe atenderse el hecho de que “lukics, por cierto, parece proceder aqui de manera “muy distintaa Heidegger. Mientras que elautor de Ser _y tiempo se propone mostrar que el lenguaje menta- lista dela ontologia tradicional no hace mas que defor- {6 Huidepgr Sin wnd Zeit op ci ps7 $4.y Grudge der sriaachenPhsophie, pit, pps 56 42 | ecacON ‘marla manera en que miramos lo fctico del cari de cura de nuestra exstenca cotidiana,Lukics pa partir dela premisa totalmente diferente de que enel capitalismo la creciente reificacion ha destruido ya tod. posibilidad de una praxis de implicacién. Por ete ‘motivo, Lukes tal vez no entienda su propia empresa como un desvelamiento de una forma de exstencia del hombre ya dada para siempre, sino como un esbozode tuna forma posible en el futuro. En vista del problema ela ontologia tradicional, parti de esta diferencia de método resultaria que ~ diferencia de Heideggere Lulkécs no podria refutar la primacia de ésta sobre a base de a realidad fctica; antes bien econoceria forza samente en ella una expresién adecuada de las condi- ciones reificadas, que s6lo podrlan ser realmente superadas una vez superada la forma capitalist dela sociedad. (Con esta complicacién se aborda uno dels proble- ‘mas més dificiles que plantea el texto de Lukécs. Si se lo observa detenidamente, no queda tan claro si su argumentacién realmente leva a la conclusién de que el proceso de reificacién ha eliminado ya todos los elementos de una praxis “verdadera”, de implicacion, ;Pues-en particular en el iltimo capitulo de su ensayo, que trata dela“toma de conciencia” del proletariado— se encuentran numerosos pasajes que transmiten la impresion contraria. Lukécs -tomando prestado mu- De LUKAS A HLBEGSERY ewEY | 43 de Fichte- intenta mostrar que la superaci6n de ‘condiciones rificadas solo puede ser pensada como jgeto en el que la clase trabajadora toma concien- Ge os resultados ficticos de su capacidad de produc in, Precisamente porque el proletariado lleva una. 5 jente denigrada y cosificada —ast _resaeste pensamiento dialéctico— debe manifestarsele, " gomo en un yuelco espontaneo, el conocimiento de "gue los objetos sociales no son cosas, sino relaciones ~gntre hombres”? Si, por otra parte, les estamos aestas © qpeculacioneshist6rico-flosdficas todo exceso idea- Sporlsreducimosa cn cleo sobrio, queda declia Jaconstatacion de que la otra forma de praxis, la no yrificada, no se ha eliminado bajo las condiciones de a reificacién, sino que simplemente se ha sustraido ail conciencia, Como Heidegger, Lukécs también feponaa ‘que las condiciones reificadas s6lo consti uyen un marco de interpretacién flso, un velo onto- 1bgico detrés del cual se esconde la facticidad de la forma efectiva de a existencia humana) Si seguimos la interpretacion propuesta, frente ala ‘cual en el texto de Lukacs no se encuentra casi ninguna alternativa razonable, fectivamente ambos autores ‘oinciden en gran medida en el posicionamiento de 1 Georg Lakdcs,"DieVedinglchung und des Bewuftsin des Proletariat op. cit p-368. 44.1 anid De LUGS Agee wer | 45 sus respectivos conceptos de praxis las alusiones a ung praxis participativa quesse encuentran en Lukics qui ten designar, tanto como el concepto heideggeriang de “cura’, la orientacién préctica que caracteriza forma de vida humana porsu estructura, pues, contr riamente aa idea imperante, devenida “segunda natu. ‘aleza’ segdn la cual el hombre en primer hugar procu siempre legar a una aprehensién cognoscente y neu. tral de la realidad, ejecuta su existencia en un m de implicacion existencial, en el modo de una “preo ‘cupacién” que le permite que el mundo sea accesible para él pleno de significado, Esta cualidad elemental dela praxis humana debe estar presente aun en forma rudimentaria en aquellas condiciones sociales que como supone Lukécs- en gran medida han sucum: bdo a a reifcaci6n a causa dela propagacién del inte. ‘cambio de mercancias de otro modo Lukes no podri sostener que s6lo se requiere un acto de toma d conciencia (y no de anticipacién o de recuerdo) pa traer a la Tuzla facticidad de la implicacién préctica franqueando las elaciones socials reifcadas, En este sentido, ambos pensadores comparten la conviccién de que en medio del presente falso, cegado ontolé gicamente, deben estar desde siempre presentes aque- lla estructuras elementals de a forma de ida humana ‘que se caracterizan por la preocupacién y el interés existenciales. partir de esta coincidencia emana, por cierto,como tra consecueencia, el hecho de que Lukas y Heidegger coincidir también en un tercer y decisivo punto, Hasta aqui, mi reconstruccionsehalaba que para Lukes [e*eifcacion’ no designa un mero error categorial ni nquebrantamiento de eglas morales, sino una “acti- {ud 0 costumbre incarrecta, es decir, una forma de is que se tori iin habito, Sin embargo, esto no Slo como un velo eativo el hecho de la preacupacién yl impli debe suponer quella reificacién representa, no ‘yavuna forma incorrecta de una praxis vuelta habi- spre en forma rudimentaria, Hablar de condicio- “teificadas’, por lo tanto significara atribuir alos ctores que Viven bajo tales condiciones una compren- «sim errada de as practicas que,en realidad, ellos ejecu- ian siempre. Al mismo tiempo, estas interpretaciones incorrectas tampoco deben ser presentadas como si arecieran de toda influencia en las ejecuciones de accién delos sujetos, pues.en efecto, Lukes -del mismo modo que Heidegger- sostendria que el predominio de la escision sujeto-objeto, que la hegemonia del 46 | ReiaCioN esquema ontol6gico de “lo que esté ante los ojos% ejercen un efecto negativo, cuando no destruct en nuestra praxis de vida, Como consecuencia de complicacién adicional, ambos pensadores estén forza. dosa defender una tess que posee el siguiente conte nido:{a costumbee, devenida segunda naturaleza, de representarse la relacién con uno mismo y con a) entorno seguin un modelo de aprehensién neutral de datos césicos le confiere,a través del tiempo, inlusg 2 la praxis de la accn humana otra forma, rifcada ta, sin que por ello el carécter original de cura de aquella praxis pueda hacerse desaparecer del todo alguna ve2\Antes bien, esta cualidad previa debe estar siempre tan presente en la forma de un saber pretre= flexivoo de restos elementales de accién, que un anal sis critico podria volver a traerlaa la conciencia en, cualquier momento. Para completar la tess asi esbo= zada, Lukicssélo deberia aNadirle que el surgimiento delascostumbres de pensamiento reifcantes no emana, | Respect del eaquems de "Vorhandoi” en Heeger, vase ‘Sein und Zeit op ci pss. Vea tambi el ‘ilarecimienio dela oporicn ente"Zahaceni (ala mano] y"Vorhandene” fant ls oos,en Huber L. Dee, Beinn the-werld commentary on Heidegger’ ing nd Tome, Divison Cambrdge()2991 94a ep. Serer mando. Comentario le Sec Primera de Set tiempo de Martin Heeger, se, Santagn de Chile, ‘Editi Cato Viento, 2003), De Luedes a eioecce voewey 1 47 to del predominio de una ontlogi incorrectacomo Jageneralizacin social del intercambio de mercan- (Gas, La crecientetransformacién de la forma de las cas sociales tendiente a un accionar indolente “gedebe alas imposiciones que en las costumbres de jnterpretaci6n de los sujetos ejerce la participacién ‘enprocesos de intercambio puramente calculadores ‘Con este resultado intermedio hemos llegado @ un ‘punto en el-que podemos acometer la cuestin de si “elconcepto heideggeriano de “cura” puede efectiva- ‘mente contribuir al esclarecimiento de la idea de praxis aque sitvid de base @ Lakécs para su critica dela rif ‘acidn. Se impone la conjetura de que esa fecundaci deideas es posible porque, en la segunda alternativa de ‘nterpretaci6n de su teoria, Lukics caracteriza las es- tructuras de la praxis original intentando definirlas mediante aquellas cuslidades que justamente pare- cenfaltarle ala conducta reificada, meramente obser- ‘dora: por este motivo, resulta entonces que el hombre en realidad siempre debe comportarse de la misma manera fespecto de su entorno, con implicacién einte- xfs, como lo consider6 también Heidegger en su con- ‘cepto de ‘cura’, A primera vista, ése no significa més que lo que en la actualidad se designa como “pers- pectiva participativa’, en oposicién a una perspectiva puramente de observador. Normalmente, los sujetos hhomanos participan en la vida social situindose en la 48 | rencacion perspectiva de quienes tienen enfrente,cuyos deseo actitudes y rellesiones han aprendido a comprende ‘como razones de su accionar. Si, por el contrario, ¢ adopcién dela perspectiva de otro no tiene lugae ende, se toma una postura puramente de ob: frente al otro, ellazo razonable de interaccién h se deshace, porque no esté proporcionado por a mtu comprensién de razones.AEntonces, los dos elemen cipativa’ son la toma de perspectiva yla comprensi de la accién, resultante de aqueéllal ¥ aqui la preg precisamente los aspectos a los que diigian pri dialmente la atencién Heidegger, con su concepto de cura’, y Lukas, con su idea de una praxis de impl cacién. Han detraducitse decuada y completament las intuiciones que unen a ambos pensadores con s critica dela primacta del esquema sujcto-obieto e Iatesis cde que en la praxis de vida la perspectiva parti 9 iawe como ejemplo dela ies dea "peapectivaprticipata Jaren Hata "Wat ei Univeral [gue prone dec la pragma universal] en Vrstudn wd 247 Theorie des tonmunlaiven Hamden rant et Maly, 1984p. 35-44 [tadesp Tie dea aecibn coma complements y estos previes Madi, Citar, 89); Daniel {C-Deanet, The inetiona stance, Cambridge (19) (ad. sp. La acid incon Barcelona, Geis 199 “animica po oe Lunds a pinecoeR y sewer 1 49 iva tiene siempre una necesaria preeminencia teal punto de vista dela mera observacibn? Contra tg habla ya el hecho de que Heidegger y también skics quieren que sus respectivos conceptos de praxis eanentendidos como abarcadores de la relacién del bre con sus congéneres y con el resto de sty rio, De acuerdo con sus ideas, en la interacci6 ana la actitud de “cura” o “implicacién’ no esta jd solo al otro sujeto, sino en principio a todo va, ausente dela idea de la comprensién “4 Hsdepger evita en plano ontlépco des anise dl Daten {ante conerpto de Gezersand [objeto] como ede Dig eo su ua, coloa por lo genera el trmino Ze atl como ‘ategoracompementara deo Zuhanden [ala manols se Marin Heidegae, Sei und Zito. ce 8 50 | eeCACON Be LUKAGS AIDES YBewEY | St elas zones para actua* Con ello se marca un lin muy tenue, pero tanto més decisivo, que separa, intuiciones de estos dos autores de las reflexioneg fundamentales que se formulan en la actualidad utile zando el concepto de actitud “comunicativa” o“intens cional”: mientras que con ello quiere destacarse gf hecho de que los seres humanos, en general, se come nican entre sf percibiéndose mutuamente en el rol de tuna segunda persona, Lukées y Heidegger apuntan a la idea de que tal actitud intersubjetiva esta sujeta pre viamente a un momento de apoyo positivo, de incl nacign existencial que no se manifesta suficientemente en la atribucin de la motivacién racional. Para entender mejor lo que expresa esta tess tiene sentido repasar las nociones fundamentales que implicaen toda su extensin: se afirma que la relaci6n Por este motivo, supongo que la cuestin acerca Jos criterios para los procesos de reificacién debe planteada de otra maneraen tanto nos aferremos. Ja dea simplistasegin la cual toda forma de obse cién indolente se opone al reconocimiento previo Vease Andres Kahlmans, "Menschen im Bepbunges. MutmaSungen uber Hiforschang als soil Prasat, pegs, FEATS SOciALES De UL EISCACON | 242 [esque se les haba concedido anteriormente con toda ‘aturalidad en virtud dela precedencia social dl reco- ‘ocimiento. ¥, verdaderamente, una serie de intentos de explicacién del racismo o de la representacién ‘pornogrfica de las mujeres procede en conformidad con un patron de este disefio, Pero en un proceder tal zo esté en absoluto claro por qué una construccién de pensamiento 0 un sistema de descripcion deberia tener la fuerza necesaria para desmoronar y a poste- riori dejar fragmentado s6lo en lo social un hecho que deantemano era familia. En todo caso es difcilmente {imaginable que, como lo indice Jean-Paul Sartre en Reflexiones sobre la cuestion judia, los seres humanos seanllevados a negar empecinadamente las cualidades personales de miembros de otros grupos sociales s6lo ‘por via intelectuales Quiaé también en este caso tenga :mds sentido dar cuenta de la explicacién del elemento de la praxis, y partir de una conjuncién correlativa de praxis unilateral y sistema ideol6gico de convicciones: Ja praxis social de observar con distancia y aprehen- | Véase Jean-Paul Sate, "Oberegungen 2 Judeniaga en Dheregangen zu Jaderfae, Riek bei Harbur.934, p99 [tad esp: Reflexiones sore la ust jul, Bareona, See Baral 200]; ana ctc igulmeneconvncente dela xplicacion“inelectualzate" dela objeivacin delas mujeres ‘encuentra en Catharine MacKinnon minim unmade, Cambridge (8), 987 142 | eiicacitn der instrumentalmente a otras personas se perpetiiaen la medida en que encuentra un apoyo cognitivo me- diantetipificaciones reificantes,e, inversamente las descripcionestipificadoras obtienen un sustento m vacional en el hecho de que aportan el marco de inter pretacin adecuado para la praxis unilateral, G3) Yaen su estructura, el olvido del reconocimiento para con otras personas es tan distinto de aquel rev Jado porla negacién del cardcterarticulable del propio ‘yo que seria inverosimil suponer una misma causacién social para ambas formas de reificacion. Sibien pode- ‘mos conjeturar que, tanto en el caso de la reificacién intersubjetiva como en el de la autorreificacién, s6lo tara vex el sujeto se propone generarlas directamente ¥ Por lo tanto, en general son producidas anénima- ‘mente mediante la participacién en determinadas practicas, ello no significa que en ambos casos ~como presupuso Lukécs~ sean las pricticas mismas las que alientan la tendencia a adoptar una actitudreificante, Entonces,seomo serfan las prcticas sociales que tienen la cualidad de susctar una postura de autorreiticacion? [No es fil dar respuesta a esta pregunta, pero al final uiero porlo menos insinuaren qué direccién podria encontrarse una respuesta. ‘También la relacin del individuo consigo mismo ~as{ traté de demostrarlo- presupone un tipo espe- cifico de reconocimiento previo, porque cxige de noso- FUENTES SOCIALES De Lx AHFCACION | 243, ‘ros que entendamos nuestros deseos e intenciones ‘como tna parte de nosotros mismos que necesita ser articulada, En mi opinion, una tendenciaala autorrei- ficacién surge, por el contrario, cuando comenzamos (otra ver) a olvidar esta autoaprobacién preliminar al coneebir nuestras sensaciones psiquicas sélo como cobjetos para ser observados o produidos.Esevidente, pues, que hay que buscar las causas de las actitudes autorreificantes en pricticas sociales relacionadas en tun sentido amplio con la autopresentacién de lossuje- tos. Si bien es posible afirmar que en todo accionar social siempre es necesaria una referencia alos propios deseos e intenciones, se puetien distinguir, por certo, camppos de practicas institucionalizados amoldados fancionalmente a la presentacién de uno mismo: las entrevistas de empleo, determinadas prestaciones de servicios © las formas organizadas de intermediacién de parejas son ejemplos que saltan a la vista en un primer momento. El cardcter de este tipo de institu- ciones que exigen del individuo que se presente ast ‘mismo publicamente puede variar en un alto grado; el espectro podria abarcar desde organizaciones que dejan espacio para exploraciones experimentales de ‘uno mismo, hasta formas institucionales que invitan al sujeto solo a simular determinadas intenciones. [Ahora bien, sospecho que la tendencia ala autorreifi-

Você também pode gostar