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LA VIDA DESPUES DE LA TECNOLOGIA

Décadas antes de completar el siglo L surgieron grandes inventos, muchos


de ellos muy de agrado para la humanidad pues en lugar de caminar se tele
transportaban, ya no solo usaban los autos voladores, pues eso había
quedado en el pasado, ahora la tecnología era así cada vez más avanzada.

Cada año salía una nueva cosa, algo más novedoso para los inquilinos de
la Tierra, algo que simplemente con su aparición desterraba las otras cosas
ya existentes.

En estos años habitantes de este planeta ya lo tenía todo, todo o al menos


muchas de las cosas obtenidas los favorecían, pero otras los destruían y de
una manera caótica puesto a que cada vez más se contaminaba el
ambiente, cada invento propuesto y expuesto a la humanidad la destruía sin
darse a notar a simple vista por los demás, pero si nos deteníamos a
analizar, cada invento hecho lejos de favorecer mas solo traía consigo
graves consecuencias, muchas de ellas irremediables y descontroladas.

Las innumerables muertes no eran por enfermedades, ahora ya no era por


desnutrición, la cuestión era que las muertes en estas épocas eran
causadas por las diferentes guerras que los países enfrentaban todo por
conseguir el poder de la nueva era. Ver como cada vez era inevitable que
alguien esté pasando por la calle y que por el simple hecho de que ve que
alguien tiene un nuevo aparato tecnológico similar o más avanzado que el
suyo, simple y llanamente iniciaban un conflicto tan amplio que hasta se
atacaban con sus rayos laser en frente de todos.

En mi opinión añoro vivir en aquella época en la que, según leí en algunos


documentos virtuales, todo era más tranquilo, la sencillez de las personas
valía mas que todo estos aparatos, jamás nadie se preocupaba por lo que
tenía el otro sino que era la forma de ser de la otra persona la más
admirada.
Esa vida tranquila, humilde y sencilla era fantástica; hologramas de la
historia presentando esas vidas eran fabulosos, pues cada vez que las veía
solo quería haber estado en aquellos tiempos tan tranquilos y pacíficos.

Y así fue como se me ocurrió la idea de experimentar en carne propia lo que


es vivir en esa vida, valga la redundancia, así que viaje en una máquina del
tiempo, remontándome al año 500.
La vida ahí no era lujosa, no era conflictiva, todo era tan sereno, tan
tranquilo, no es su totalidad pero comparada con la época de la que yo
provenía, eso era magnifico. Era hermoso todo, la vida era distinta en todas
las dimensiones o desde todos los ángulos en los que la mirara.

Desde mi punto de vista podría decir que el planeta en ese entonces era lo
mejor que había visto en todos mis 20 años de vida, era algo fabuloso ver el
pasto verde y recién llenos de rocío, no solo verlos holográficamente, era
hermosa la sensación de sentir el dulce aroma de las rosas, el poder
tocarlas y saber que eran reales, no solo artificiales que eran con las que
adornaban las casa, nunca olvidare la sensación de un aire puro y el oír de
las aves.

Aunque todo era perfecto, al menos para mí, debía de regresar a mi época,
tenía que volver a ver el mundo agonizante.
Al llegar a mi vida actual lamente tanto mi estadía en la era equivocada,
pero lo único que me quedaba era aceptar la realidad, y el hecho de que
eso lo habíamos provocado nosotros mismos.

La ciencia y tecnología había avanzado tanto que todo era automático, la


gente estaba tan conforme con ello que no le importaba el planeta sino las
nuevas comodidades que ahora tenían.
Llego el momento en que el planeta ya no aguantaba más y tuvimos que
buscar un nuevo hogar para vivir.

Durante tres meses el científico Wawichart se dedicó a la perfección de la


máquina que sería un portal hacia otra dimensión. Él junto a sus ayudantes
perfeccionaron dicha maquina en tan corto tiempo que incluso se dieron el
lujo de ir visitando las dimensiones para elegir cual sería la nueva habitada
por todos nosotros. Aun con todas las precauciones tomadas, aun con todos
los preparativos no se dieron cuenta que la dimensión escogida era muy
pequeña para todos nosotros. Así que para aquellos que no alcanzamos
cupo ahí tuvimos que utilizar el portal y transportarnos hacia Marte.

Como en siglos anteriores ya habían demostrado que Marte si estaba apto


para ser habitado, nosotros fuimos hasta allá para convertirlo en un nuevo
planeta con vida.
Por supuesto que en el trayecto de ocupar un nuevo lugar para vivir,
ninguno de los habitantes pudieron desprenderse de la tecnología y a lugar
que iban llevaban todos los inventos que habían destruido el planeta Tierra.

-Y ese fue el testimonio que mi abuela dejo, y por lo visto la vida ahora no
se puede dar sin tecnología, sin que cada día salga algún aparato novedoso
y dañino para todos nosotros y para Marte.

Me doy cuenta que cada vez empora la vida con el paso de los años, nos
hemos convertido en una especie tan obsesionada con los avances y tan
aferrada a la vida fácil y sencilla, que comparo los años en actuales a los de
mi abuela, y los de ella a comparación, son más tranquilos que los de ahora.
Las cosas empeoraron, y aunque cada vez la tecnología es lo que nos rige,
también nos mata.

El intento de buscar un nuevo mundo mejor para todos, solo nos convirtió
en destructores de todo lo que habitaba en el antiguo hogar que
ocupábamos, porque en lugar de mejorar nuestras vidas solo conseguimos
horrores para nosotros mismos solo conseguimos destrucción y violencia
entre nosotros mismos, conseguimos desdicha y desunión entre todos
nosotros.

Mientras que en épocas antiguas, soñaban con autos voladores, con


edificios lujosos, con la mayor, más novedosa y admirable tecnología, con
todos los más mínimos detalles de una vida practica y de una forma
avanzada de hacer las cosas; nosotros admiramos la vida bastante perfecta
que ellos llevaban, nosotros deseamos no haber tenido jamás tanto ingenio
para construir un mundo perfectamente destructible para todo la que habita
en él. Y sin aun no nos destruye a nosotros o no nos destruimos a nosotros
mismo, bueno solo Dios sabe porque aún no se da esa destrucción de la
vida humana si de lo demás ya no queda ni rastro.

Ya no queda más, que solo los recuerdos y las historias de aquel planeta
azul bello y maravilloso que existía, solo quedan las ansias de haber
pertenecido a él, solo queda la añoranza de haber sido parte de una vida
casi perfecta. Nosotros mismos forjamos lo que merecemos, fuimos quienes
tomamos la decisión de regir nuestra vida a través de inventos y aparatos
científicos, bueno la ciencia avanzada es buena puesto a que se lograron
muchos resultados positivos, estos favorecieron en su tiempo de gloria a la
medicina, se descubrió la cura del sida, la cura del cáncer, y de muchas
enfermedades que antiguas eras las necesitaban. Pero una vez inventado
todo ello ya nada llamaba la atención por ello es que se empezaron a crear
o inventar cosas innecesarias como: maquinas que tele transportaban a
otros lugares en cuestión de segundos, aparatos mecanizados que solo con
pedirle una cosa te la daban instantáneamente. Se volvieron estas
maquinas, estos inventos, en gran ayuda y en gran mal para toda la
comunidad inquilina.

Crear algo se hizo tan usual que cada semana salía un objeto reciente, la
economía, si una de las ventajas es que la economía se desarrolló mucho y
de manera casi instantánea, no era problema para nadie ya, que
simplemente el producto comprado hace poco tiempo lo desechaban como
si fuera algo que se había obtenido desde hacía tiempo ya.

Si tan solo nada de esto hubiera pasado, si tan solo los laser no hubieran
llegado, si tan solo nuestro afán por el poder de dominar el mundo no nos
hubiera ganado, hasta llegar al extremo de destruir por lo que luchábamos,
por lo que deseábamos poseer, si tan solo hubiéramos sido más inteligentes
no para la invención de todo ello sino para la construcción de un mundo
mejor, no con la tecnología, no con cosas materiales sino con amor, con paz
y convivencia entre nosotros mismos.

Si tan solo eso hubiera pasado, no estaría yo aquí, lamentándome, no


estaría aquí anhelando haber conocido la vida desde otra perspectiva, no
estaría aquí en Marte siendo parte de la multitud dominante del futuro, que
no le basto con destruir su antiguo hogar, sino que ahora está haciendo lo
mismo con este nuevo planeta.

Y qué decir de aquellos que ocuparon la nueva dimensión, si son como


nosotros, con aparatos más llamativos, con más ideas de avances
científicos, que destruyeron más rápido la dimensión primero ocupada que
ahora necesitan y están invadiendo otra nueva.

Con todo ello no puedo dejar de sentirme culpable por todo el daño causado
al planeta que alguna vez a mis antepasados les brindo mucho, que una vez
nos brindó tanto, que alojo a tantos, y ver como terminamos pagándole y lo
inconscientes que fueron y que fuimos al seguir destruyéndolo a pesar de
saber que nosotros ahí solo estábamos de paso.
Ahora no solo agonizo el planeta azul, sino que el planeta rojo hace lo
mismo, cada día se enferma más con nuestras ideas, cada día se es
imposible tener una vida, cada vez más nos acercamos a ver como muere
el planeta, aquel que invadimos sin pedir permiso, aquel que cogimos y
destruimos.

Y así sin pensar al cabo de solamente un año con la inconciencia


consciente de muchos, con la desesperación de otros, y con el gran
resentimiento hacia la humanidad de mi pate, veíamos como se acercaba el
fin del planeta rojo.

De todo este embrollo lo último y único que pude escuchar, fue la voz de mi
pequeña hija diciéndome: “Jamás debimos ponernos en contra de lo
natural”.

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