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Trucos de cocina
Como podéis observar en el blog, cada vez tenemos más recetas de nuestro vecino Marruecos. La
Para ocasiones especiales
cocina mediterránea es una de las más importantes del mundo y todos los países que la integran tienen
Recetas por temática muchas similitudes en su gastronomía. Las albóndigas de pescado preparadas con sardinas o
arenques son un plato marroquí clásico pero también muy famoso en las zonas costeras de España,
Recetas fáciles Italia y Grecia.
Cómo hacer… La variante que os presento hoy son unas albóndigas de caballa. Las he preparado con unas
caballas recién pescadas en la zona de Garrucha (Almería) por un amigo, Amor Fernández. Este
Libros de cocina
pescador amateur, que seguro en un futuro se dedicará a la pesca a jornada completa, me ha enseñado
Descargables gratuitos la delicadeza de este pescado, con un sabor sorprendente que he querido transmitir en estas
albóndigas marroquís. Las acompañan dos tipos de salsa, una salsa chermoula, muy aromática y
especiada, y una salsa de tomate casera, picante, salada y dulce a la vez.
No podía ser perfecto, para mi gusto tienen un montón de espinas, pero el trabajo merece la pena. En
este caso necesitamos quitar todas las espinas para comer las albóndigas sin problemas. Pero si las
preparáis abiertas a la parrilla o al horno siempre las podéis servir con ellas. Para quitarlas y no destrozar
el bicho necesitaréis unas pinzas y un poco de paciencia, pero una vez que le coges el tranquillo, os las
ventiláis en un santiamén.
Os dejo con esta receta de caballa, sarda, verdel o verta. Un plato donde notaréis la huella exótica de la
cocina marroquí. Una más de su gastronomía vibrante que refleja su grandioso pasado imperial y las
numerosas influencias absorbidas a lo largo de siglos de intercambios comerciales, invasiones y
conquistas. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
02. Picamos las caballas en trocitos (mínimo en trozos de 1 cm.) y repasamos muy bien para que no
lleve ninguna espina. Es muy importante que no se nos pase ninguna pues no es cómodo quitar
espinas mientras comemos. Reservamos en un bol.
03. Troceamos el pan en trozos pequeños y los añadimos al bol con el pescado.
04. Pasamos la cebolleta o cebolla y el apio por una picadora y juntamos con el resto de ingredientes.
Debe quedar muy picado, casi puré, para que no se noten los trocitos en las albóndigas.
05. Añadimos las 3 cucharadas de salsa chermoula y sal, esta última al gusto de cada uno.
Removemos muy bien hasta que se junten todos los ingredientes y sabores. Probamos de sal y si
es necesario añadimos un poquito más, no queremos que queden sosas. Dejamos reposar unos
minutos.
06. Prepararemos el resto de la receta en una cazuela baja o una buena sartén woll. Ponemos
abundante aceite de oliva virgen extra a calentar. Hacemos unas bolas bien compactas que no
sean muy grandes (tamaño pelota de golf) para que se hagan perfectamente por dentro. Nos
podemos ayudar de 2 cucharas, con práctica las harás en unos minutos sin mancharte, pero si no
le tienes pillado el punto, puedes hacerlas con la mano.
07. Las pasamos por un poco de harina de trigo. Freímos a fuego alto, vuelta y vuelta hasta que estén
doraditas.
08. Conforme vayamos haciéndolas las iremos colocando sobre papel absorbente. A nosotros nos
salieron unas 25 albóndigas, ideal para 4 personas, calculad que cada persona comerá unas 6.
09. Sólo falta la salsa de tomate, para prepararla tenemos que cortar previamente todos los
ingredientes. Sofreímos todo en una cacerola con el fondo grueso durante 10 minutos a fuego
vivo. Salpimentamos al gusto, añadimos el comino en polvo, el azúcar y la cucharadita de
pimentón de la Vera. Removemos durante unos minutos y vamos aplastando el contenido hasta
que tengamos una salsa espesa.
10. Si vemos que queda muy espesa podemos añadir unas cucharadas de agua. Si queremos la salsa
sin grumos, podemos tamizarla.
11. Una vez que tenemos la salsa en su punto, incorporamos las albóndigas a la cazuela y dejamos
cocinar a fuego medio durante 6 minutos hasta que se vaya espesando la salsa. Le damos la vuelta
a las albóndigas a mitad de cocción.
Como acompañamiento os recomiendo un arroz blanco cocido, algo sencillo para que las verdaderas
protagonistas sean las albóndigas. Esta preparación admite prácticamente cualquier tipo de pescado, ya
sea azul o blanco (merluza, bacalao…) y se puede preparar con otro tipo de salsa. No dudéis en
prepararlas en casa, a los niños les fliparán.
No dejéis de disfrutar de todas las recetas con pescado que tenemos en el blog, os aseguro que
encontraréis un montón de ideas y recetas variadas para hacer mucho más felices a los vuestros.
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