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La industria del libro es siempre una incógnita.

Una equis donde se entrecruzan variables que


determinan, en última instancia, cuál es la relación de nuestra sociedad con la literatura en términos
comerciales.
La Cámara Argentina del Libro acaba de publicar las novedades editoriales declaradas ante la
Agencia Argentina de Registro de ISBN (por sus siglas en inglés: Número Estándar Internacional de
Libros) bajo el título Informe de producción del libro argentino 2017. El ISBN es como el DNI del
libro y de allí se desprenden datos sobre la industria que ponen en cifras concretas su
funcionamiento y dice, de forma irreductible, que la producción de libros bajó: de 129 millones de
ejemplares en 2014 (año en que se dio el mayor pico y luego de ahí, la bajada pronunciada), a
84 millones en 2015, 63 millones en 2016 y 51.330.138 en 2017. Sin embargo, en cantidad
de títulos publicados, hay una lee mejoría: de las 27.900 novedades que se publicaron en 2016,el
año pasado los editores publicaron un total de 28.440.
"Hablamos siempre de la producción en la primera tirada, no tenemos registro de reimpresión",
aclara la licenciada Diana Segovia, gerente de la CAP, en diálogo con Infobae Cultura acentuando
las limitaciones: quizás son los menos, pero en el caso de que un libro supere las expectativas de
venta y se mande a reimprimir en el mismo año, al no cambiar el ISBN, no hay registro de nuevos
títulos.

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