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SOCIEDAD Y literatura

Cuerpo y sexualidad desde una teología crítica


y emancipadora
Daniel Pacheco H.*

Recibido: Julio 2011 • Aceptado: Setiembre 2011

Resumen
El objeto central de análisis de este artículo es el cuerpo humano, especialmente en su dimen-
sión integral de la sexualidad. En primer lugar, se hará un breve recorrido histórico sobre
algunas importantes ideas sobre el cuerpo y la sexualidad desde la teología y la tradición
filosófica occidental. En un segundo punto, se reseñará los puntos polémicos de la enseñanza
actual del magisterio católico y de otras tradiciones cristianas sobre el cuerpo y la sexualidad.
En la tercera parte analizaremos la visión del cuerpo en la modernidad, y varios problemas
que sufren los cuerpos de hombres, mujeres, niños y jóvenes en el mundo actual. Por último, se
ofrecerá una propuesta de equilibrio desde una teología que busque la liberación y el desarro-
llo humano integral desde las dificultades del ser humano hoy.

Palabras clave: Cuerpo humano, Sexualidad, Teología crítica, Filosofía occidental, Magisterio
católico, Modernidad, Desarrollo humano integral.

Abstract
The main objective of the analysis in this article is the human body, especially in its integral
dimension of the sexuality. First, it will be done a brief historical tour about the main ideas
of the body and the sexuality from the theology and philosophical occidental tradition. Sec-
ond, it will be shaped the main points of the current education of the catholic and Christian
traditions about the body and the sexuality. Third, we will analyze the vision of the body in
the modernity, and several problems which the men, women, children, and younger’s bodies
suffer in the current world. Finally, it will be offered a proposal of the balance since a theology
which looks for the release and the human integral development from the difficulties of the
human being nowadays.

Key words: Human body. Sexuality. Critical theology. Occidental Philosophy, Catholic
teaching. Modernity. Integral human development.

* Posee un Bachillerato en Antropología Social de la Universidad de Costa Rica y una Maestría en


Teología por parte de la Universidad Estatal a Distancia. Sus investigaciones se centran en el campo
de la teología moral y en el desarrollo humano de comunidades vulnerables.

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Introducción en general en torno al ser humano,
para proponer un balance justo
En el relato La colonia peniten- sobre la situación del ser humano
ciaria, Franz Kafka se nos ofrece hoy, y las exigencias que éste hace a
una pertinente metáfora de la si- la teología hoy actualmente.
tuación que atraviesan muchos se- Este ejercicio no pretende ser
res humanos hoy, particularmente solamente una crítica contra las
en su dimensión corporal. En el tradiciones y lo antiguo. Aún en
cuento, un condenado a muerte va nuestra metáfora inicial del relato
a recibir un terrible castigo por vio- de Kafka, las ideas y visiones de
lar una ley que no le fue explicada, mundo del viejo general que ejerce
por medio de una máquina cuyo el castigo no son condenadas tan-
proceso es más importante que la to por su contenido, sino por su
vida humana o que la justicia y los método. Así pues, descubriremos
derechos humanos. el valor que la tradición cristiana
La máquina de la colonia pe- ofrece sobre algunas dimensiones
nitenciaria, que inflinge castigos del cuerpo, y veremos cómo es ne-
incomprensibles sobre el cuerpo, cesario que esta tradición dialogue
se mantiene gracias a viejas leyes y busque mutua iluminación con
incompatibles con las auténticas las nuevas exigencias y los nuevos
exigencias humanas, semejante a contextos del mundo actual.
muchas estructuras de pensamien- Al tratar el problema del cuer-
to y poder obsoletas que siguen po, es posible ser tachado de mate-
gobernando este mundo, aún siglos rialista, algunos quizá incluso –en
después de que se anunciara que la un claro eclipse conceptual– cali-
razón gobernaría con justicia. La ficarán la legítima preocupación
metáfora kafkiana es de especial por lo corporal como hedonismo
interés para el presente ensayo por- o parcialidad sobre un aspecto de
que nos encontramos con un apa- lo humano1. Al hablar aquí del
rato que marca la carne, el cuerpo
de un individuo que clama al me-
nos por una explicación o por una 1. Desde los antiguos filósofos clásicos, entre
oportunidad de respuesta ante la ellos Demócrito y Epicuro, el materialismo
realidad que se presenta. es una correinte filosófica opuesta al idea-
lismo, que abarca no sólo una visión del
En este estudio, identificare- mundo, sino también la ética, la política, la
mos cómo a lo largo de la historia economía y cultura de la sociedad. En el si-
y en la actualidad existen varias glo XIX alcanza un repunte con los aportes
de Marx y de Engels, sobre todo en la crítica
“máquinas kafkianas” o conjun- económica, política e histórica de la socie-
tos de ideas en torno al cuerpo y dad. Para ampliar en los aspecos éticos y

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cuerpo no pensamos en inmedia- enseñanza actual del magisterio
tez, hedonismo o materialismo, católico y de otras tradiciones cris-
sino que deseamos enfatizar una tianas sobre el cuerpo y la sexuali-
dimensión básica del ser humano, dad, descubriendo el valor de sus
que junto con lo psíquico, lo bioló- enseñanzas, y reflexionando sobre
gico, lo social y lo espiritual, con- aquellos puntos que parecen no
forman al ser humano completo. responder adecuadamente a mu-
Más aún, en determinados chas exigencias del humano hoy.
momentos esta dimensión alcanza En la tercera parte analiza-
especial relevancia, como cuando remos la visión del cuerpo en la
nos referimos al hambre física real modernidad, y varios problemas
de miles de millones de personas en que sufren los cuerpos de hom-
el mundo actual, la cosificación de bres, mujeres, niños y jóvenes en el
la mujer prostituida, en la falta de mundo actual.
movimiento de los presos, en el mo- Por último, intentaremos ofre-
vimiento obligado de los migran- cer una propuesta de equilibrio
tes, y muchas otras situaciones. desde una teología que busque la
En la primera parte de este liberación y el desarrollo humano
ensayo, haremos un breve reco- integral desde las dificultades del
rrido histórico en torno a algunas ser humano hoy en América La-
importantes ideas sobre el cuerpo tina, que enfrenta dos problemas
y la sexualidad desde la teología y distintos pero relacionados: por un
la tradición filosófica occidental, y lado la pobreza y la falta de opor-
descubriremos que existe un tema tunidades que sufren millones de
transversal en todo esto que sigue habitantes; por otro lado el mate-
vigente hasta hoy: la visión de la rialismo, egoísmo y visión parcial
mujer como peligrosa, opuesta a sobre el cuerpo y el ser humano y
una supuesta naturaleza humana su cuerpo como mera carne vacía,
“auténtica masculina” y junto con como mercancía.
ella el velo de silencio y negatividad En cuanto al método por uti-
ejercido sobre la sexualidad. lizar, haré una apuesta doble, con
En un segundo punto, vere- epistemologías que recorren cami-
mos los aspectos polémicos de la nos diferentes pero con un mismo
fin. Se empleará la tradición teoló-
gica histórico-crítica para el análisis
de determinados fragmentos bíblicos
políticos se recomiendan las obras Gilles Li- y las enseñanzas de los padres de la
povetsky, La era del vacío, y la de Raymond
Aron, Dimensiones de la conciencia histórica. Iglesia, para posteriormente acer-
2. Es pertinente recordar que según algunas carnos al método teológico pastoral

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latinoamericano estipulado en Pue- “homo-humus” donde permanece
bla y retomado en Aparecida: ver, el cuerpo tanto en la vida como
juzgar, actuar. Lo anterior nos per- después de la muerte. La tierra no
mitirá inducir las exigencias que la sólo está viva y es fecunda, sino que
realidad plantea a la teología. también es la dadora de vida.2 Nó-
A lo largo del texto lanzaré tese quw en estas referencias míti-
preguntas relevantes para nuestra cas sobre la fecundidad, lo terreno,
realidad actual latinoamericana y la fertilidad, se revisten de un pro-
para construir una teología que li- fundo carácter femenino. Eliade
bere no sólo al cuerpo y la sexua- señala que muchas culturas hacen
lidad, sino al género humano en un vínculo simbólico dual entre la
todas sus dimensiones integrales. tierra arada y la vagina de la mujer;
en relación con el arado y el falo del
Una visión crítica de la historia varón (Eliade 1972:220-239).
del cuerpo y la sexualidad y su Sin embargo, creo que no es
relación con el cristianismo necesario analizar antiguos mitos
fundantes de las cosmovisiones
Ubiquémonos por un momen- para descubrir que lo femenino
to en los orígenes de la historia hu- siempre se ha asociado a lo sexual,
mana, en esa dimensión mítica de lo corpóreo, la fertilidad. Hoy, la
la cual se nutre toda cosmovisión. publicidad, los medios de comuni-
Al pensar en los orígenes de nues- cación, el cine, y la televisión siguen
tra visión religiosa actual sobre el arrojando sobre lo femenino esa
cuerpo y lo sexual, debemos retro- excesiva carga explícita de sexuali-
ceder a los grandes mitos fundantes dad, corporalidad, morbo, que es
sobre la tierra, la mujer, la fecundi- oculto y al mismo tiempo deseable,
dad y la fertilidad. El gran historia- secreto pero reconocido, prohibido
dor de las religiones Mircea Eliade pero buscado por todos.
señala que desde las cosmogonías
griegas, se señala que Gaia, la
Tierra, se autofecunda para dar a teorías paleontológicas y antropológicas,
luz a un ser igual a ella con el cual las primeras representaciones de divinidades
poder unirse, dándose así la duali- en el paleolítico y en el neolítico son de mu-
jeres, todas ellas con rasgos de embarazos,
dad primigenia cielo-tierra, donde amamantamiento y fecundidad. De ahí se
la tierra es madre y el cielo padre. puede derivar que, probablemente, el con-
Muchos rituales y mitologías de cepto humano de Dios nació siendo mujer y
después debido al reforzamiento de modelos
todo el mundo ubican a la tierra patriarcales, las imágenes de Dios se volvie-
como madre, como fecundadora ron masculinas. Véase Rodríguez, P. (2000)
y dadora de la corporeidad, del Dios nació mujer. Ediciones B, Barcelona.
3. La tradición sacerdotal (abreviada P) es, de

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Así pues, si queremos esbo- en el pensamiento… decir que la
zar una historia sobre lo corporal filosofía ha sido masculina no es so-
y lo sexual, debemos ubicar un lamente constatar el hecho de que
hilo conductor en lo femenino, en fuera inventada y escrita por hom-
bres, si no detectar en ellas las hue-
la historia de la mujer. La autora
llas de un régimen de pensamiento
Agacinski precisamente hace este centrado en lo masculino o, dicho de
recorrido, donde demuestra que otro modo, androcentrado, régimen
en los últimos 2000 ó 3000 años, lo unas veces explícito y otras veces
femenino ha sido frecuentemente implícito (Agacinski 2005:5).
asociado a lo sexual, terrenal, cor-
poral, mientras que el varón, pro- Al leer estas reflexiones de
totipo de la creación, es y se asocia Agacinski, me es imposible dejar
a la razón, lo etéreo, lo metafísico. de pensar que muchas otras formas
La denuncia que nos plantea de humanidad, además de la mujer,
Agacinski en su obra La metafísica han sido excluidas de la confor-
de los sexos no es una mera anécdo- mación del pensamiento cristiano,
ta. Ésta descubre que la producción como lo son la juventud, la niñez, o
intelectual de toda nuestra tradi- las personas con colores de piel os-
ción judeocristiana, base de nues- curos. El cuerpo solamente blanco,
tra cosmovisión, ha sido pensada, masculino y adulto, fue durante si-
redactada e interpretada por varo- glos el único autorizado para ofre-
nes, y esto le da un carácter especial cer formas de ver el mundo.
a la antropología filosófica, donde Agacinski nos ofrece un cla-
el varón será siempre el Yo, el que se ro panorama sobre el papel de la
asimila al género humano. Durante mujer en la tradición del Antiguo
siglos y hasta hace pocas décadas, y el Nuevo Testamento, que se cen-
“hombre” era sinónimo de nuestra tra en los dos prototipos de mu-
especie, sin que mediara conflicto jer establecidos y contrapuestos:
político o lingüístico alguno: Eva y María.
En el Antiguo Testamento,
… hasta ahora siempre se ha encontramos dos relatos de la
pensado en el hombre genérico creación del mundo y el género
como sujeto masculino. Todos humano. El de la tradición sacer-
los términos neutros como el dotal3, posterior cronológica y
sujeto en general o el indivi-
duo indeterminado no hacían
si no ocultar la situación y el
acuerdo con la Hipótesis documentaria, la
punto de vista sexuado del fi-
más reciente de las cuatro fuentes a partir
lósofo, haciendo pasar por uni- de las cuales se escribieron los libros del Ta-
versal el sello de lo masculino naj (para los judíos) o Antiguo Testamento

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literalmente, establece la creación ante Dios. Sin embargo, el segun-
de la mujer a partir de la costilla do relato de la creación de la mu-
del hombre, posee mucha más re- jer a partir de la costilla del varón,
levancia en la construcción del edi- sí hace referencia a la creación de
ficio androcentrado de la tradición los sexos y los cuerpos. El gran pro-
judeocristiana que el relato prime- blema de esta interpretación es que
ro de la tradición Yahvista4 donde parece dejar solamente al alma la
ambos géneros se crean al mismo posibilidad de parecerse a Dios; de
tiempo. Para salir de este embrollo esta forma, discreta e implícitamen-
literario, que parece ofrecer dos op- te, se iguala el cuerpo masculino a la
ciones excluyentes dentro del relato imagen de Dios, mientras que lo fe-
del Génesis, Agustín estipula que menino, relacionado por excelencia
la unicidad señalada en el primer con lo corporal y lo sexual, no tiene
relato no toca lo corporal y se re- el privilegio de Adán de ser imagen
fiere solamente a lo espiritual, di- espiritual y corporal de Dios (Aga-
mensión en la cual la dignidad de cinski 2005:116). Podemos reflexio-
todos los seres humanos es igual nar, a partir de este relato, en torno
a la creación del género humano que
existen muchas posibilidades de in-
terpretación que pueden desembo-
(para los cristianos), datada entre los siglos
VI a. C. y V a. C. Se estima que esta fuente car en una supuesta inferioridad de
data de una época cercana a la caída del rei- la mujer, del cuerpo humano y de
no de Israel en el norte; sus autores serían
los sacerdotes de Jerusalén. Se interesa por
la sexualidad, los cuales son señala-
las genealogías, ritos, leyes y fechas (Re- dos como causa y consecuencia del
cuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/ pecado y la muerte; mientras que es
Tradici%C3%B3n_sacerdotal consultado
23-9-2010).
prácticamente imposible, a partir
4. La Tradición yahvista (abreviada Y), de de estos relatos, inferir una inferio-
acuerdo con la Hipótesis documentaria, es ridad de lo masculino o de lo espiri-
una de las cuatro fuentes principales a par-
tir de las cuales se escribieron los libros del
tual respecto de otras dimensiones
Tanaj o Antiguo Testamento, datada entre integrantes del género humano.
los siglos X a. C. y IX a. C. Es la fuente más En el Nuevo Testamento, nos
antigua, y sus relatos representan la mitad
del Génesis y la primera mitad del Éxodo,
encontramos con la nueva Eva en
además de fragmentos de Números. Sus María de Nazaret. El papel deter-
autores suelen designar a Dios con el nom- minante de María en la economía
bre Yahvé (o más bien YHWH); suelen
describir a Dios con reacciones y actitudes de la salvación se basa en que Je-
humanas, como un Dios familiar y cerca- sucristo, al ser verdadero hombre,
no (Recuperado de http://es.wikipedia.org/ requiere de una natalidad, y la na-
wiki/Tradici%C3%B3n_yahvista consultado
23-9-2010). talidad de Jesús requiere de la ma-
5. Quizá lo más escandaloso de la sexualidad y ternidad de María. El cuerpo de la

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mujer es el lugar donde Dios entra la encarnación se da una relación
a la carne y al tiempo. Sin embargo, vertical del espíritu con la carne.
con el pasar de los años y el desa- Ciertamente, mucho de lo que
rrollo de la comunidad cristiana, hoy en occidente consideramos
se fue desarrollando poco a poco como parte de nuestra visión de lo
una clara dualidad entre la primera corporal, es herencia de la tradición
mujer, Eva, causa del pecado y la grecorromana, y del cristianismo
caída del género humano (es decir que se desarrolló dentro de esta tra-
de la caída de los varones), y su dición histórica. La obra de Peter
contraparte, María, a través de la Brown El cuerpo y la sociedad. Los
cual este pecado encuentra reden- hombres, las mujeres y la renuncia
ción. Para Orígenes de Alejandría, sexual en el cristianismo primitivo
a través de María se ha liberado la (1988) nos da insumos muy ricos
debilidad del sexo femenino como para comprender los primeros mo-
causa de la caída; y para Ireneo de mentos del cristianismo y su visión
Lyon, el nudo de la desobedien- del cuerpo y la sexualidad, visiones
que sin dudad alguna nos influyen
cia de Eva fue desanudado por la
áun hoy.
obediencia de María (Agacinski,
El autor Brown hace énfasis en
2005:100-109) María, desexuada
la complejidad de los cambios su-
gracias a la obra del Espíritu y el
fridos en el mundo grecorromano
género humano en su totalidad,
cuando incursionó la nueva visión
feminizado en el motivo del matri-
de mundo que traían los cristianos,
monio de Cristo con su Iglesia, es el que se ubicaron en una cultura con
prototipo de mujer. Jesús de Naza- una percepción ya de por sí muy
reth, varón que ha asumido nuestra rica y compleja sobre el cuerpo.
carne masculina después de pasar Hay que comprender que muchas
por la carne femenina, es el ideal de estas tradiciones sobre lo corpo-
al que debemos avanzar. La pareja ral no son viables en sus aplicacio-
original conyugal Adán-Eva, man- nes cotidianas, ya que respondían a
chada por el necesario defecto de la visiones de mundo y a contextos de
sexualidad, ahora es sustituida por salvación muy diferentes a los que
una nueva pareja humana desexua- debemos priorizar hoy día.
da, constituida por madre e hijo Brown inicia su estudio acla-
(Agacinski, 2005:97). De ese modo, rando el panorama respecto de la
la generación carnal, que necesita visión grecorromana sobre el cuer-
de las mujeres, se sustituye por un po y la sexualidad. Aclara que en
modelo de generación masculina la antigüedad, la mortalidad era
autónoma, donde en el esquema de sumamente alta, por lo que era

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necesario que cada mujer tuviera alguna, estaba presente en la Roma
varios hijos, y por lo tanto la sexua- antigua. La relación sexual era un
lidad estaba fuertemente ligada a la momento casi patológico durante
necesidad de reproducción. A pesar el cual los varones perdían el con-
de esto, la institución de la virgini- trol de sí mismos, y donde las mu-
dad era altamente valorada en el jeres les robaban la energía que les
mundo antiguo, siendo una opción permitía seguir siendo varones, co-
de las élites, ya que sólo los filóso- rriendo el peligro de volverse afemi-
fos y las jovencitas de las más altas nados. Esto era una causa más para
familias podían acceder a la exube- promover la continencia sexual en-
rancia de la virginidad consagrada. tre los más excéntricos y poderosos
Esta institución era vista en el mun- personajes. El acto sexual no era,
do antiguo no como el culmen de sin embargo, algo totalmente malo
la entrega libre y el ideal humano, para los romanos, sino extrema-
sino como una excentricidad ejem- damente necesario que encerraba
plar, necesaria para el desarrollo de determinados peligros, y que los
lo religioso (Brown, 1988:22-25). caballeros más educados podían
En el mundo grecorromano, controlar (Brown 1988:37-40)
el papel más débil era sin duda el
de la mujer, que era una especie de Debemos tener cuidado de no sa-
varón fallido, lo opuesto del ideal car de todas estas advertencias la
conclusión de que los hombres del
humano, la dimensión húmeda y
siglo II estaban obsesionados por el
fría de la humanidad, de la cual
miedo al sexo. Muy por el contra-
los varones tenían que luchar por rio, consideraban que el acto sexual
alejarse. Las enseñanzas médicas era uno de los muchos aspectos de
de Galeno demostraban esta infe- su vida que podían poner bajo su
rioridad de la mujer. Por el contra- control mediante el buen sentido
rio, los varones debían aplicar una y la educación. Acomodados, bien
suave violencia con los más débiles ejercitados y alimentados, sabían
e inferiores, a saber las mujeres y cómo contrarrestar los peligros
los esclavos. La vida familiar y la que pudieran acompañar a sus pe-
institución del matrimonio no se riódicos y sin lugar a dudas placen-
teros desembolsos de espíritu vital
consideraban como una unión de
por medio de un régimen de dieta
amor, sino como un serio contrato
y ejercicio juiciosamente elegido…
social, microcosmos que definía la los caballeros preocupados por la
continuidad de la sociedad romana salud, escribió Galeno, hacían el
(Brown 1988:30-36). amor incluso cuando el acto no les
El problema de los peligros del reportaba ningún placer en especial
placer sexual es algo que, sin duda (Brown 1988:40).

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Las mujeres tenían que sopor- y novedosa: la renuncia absoluta
tar en el imperio romano múltiples con fines de salvación. Si bien los
humillaciones, menosprecios, do- filósofos antiguos ya predicaban
lores y otros padecimientos pro- la superioridad del espíritu respec-
pios de su lugar como criaturas to del cuerpo, y a practicar el do-
inferiores a los varones. Quedarse minio de las pasiones corporales,
vírgenes era más bien un privilegio los cristianos van más allá, como
que les permitía huir de muchos lo demuestra Clemente de Alejan-
sufrimientos. Los cristianos here- dría para quien el ideal cristiano
daron muchos rasgos de esta po- es “no sentir en absoluto el deseo”
sición inferior de las mujeres, pero (Clemente, Stromateis. Citado por
mejoraron un poco las condiciones Brown 1988, 56).
de justicia para las mismas y pro- En medio de este amplio y
movieron la mitigación de varios complejo panorama grecorromano
de los rasgos más abrasivos de la respecto del cuerpo y la sexuali-
vida matrimonial para ellas (Brown dad, nos encontramos con la otra
1988, 48). vertiente de la cual bebe la tradi-
Podemos afirmar con Brown ción cristiana sobre este tema: el
que el mundo grecorromano de- judaísmo. Para los hebreos, la no-
finitivamente no era el mundo del ción fundamental de “pureza del
libertinaje que quizá se ha filtrado corazón” era la que regía lo relacio-
hasta nuestros días.5 Para Brown, nado con lo corporal y el compor-
el cristianismo tomó lo mejor de tamiento social. Esta noción daba
la ética gentil respecto del matri- indicaciones acerca de cómo huir
monio, el cuerpo y la sexualidad, de la lascivia, la codicia y los celos,
y resaltó una dimensión especial además de ser una regulación ética
de carácter solamente masculino.
Las mujeres no sólo no estaban lla-
la corporalidad grecorromana que podemos
madas a cumplir con las exigencias
reconocer en nuestros días es la reconoci- de la pureza del corazón, sino que
da práctica de los grandes señores de tener suelen ser señaladas como causa de
relaciones sexuales con sus jóvenes sirvien-
tes, tanto femeninos como masculinos. El
desviación (Brown 1988: 60-68).
autor Brown señala que esto se debe a que En época de Jesús, la presencia
los cuerpos de los sirvientes eran propiedad de santos varones profetas, asce-
absoluta de su señor y esto era socialmente
aceptado en Roma (1988:44). Los cristia-
tas y asexuados era común y se les
nos rompen claramente con esta práctica veía como líderes en cuanto al tema
al denunciar la doble moral romana que de esta pureza de corazón. Juan
condena la infidelidad femenina mas no el
adulterio masculino.
Bautista y su primo Jesús de Na-
6. Es importante resaltar este detalle exegético. zaret eran claros ejemplos de estos

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predicadores que renunciaban al causa del Reino, el celibato y el ma-
matrimonio y se dedicaban a di- trimonio dejan de ser realidades na-
fundir mensajes sociales y morales turales o fatalidades sufridas para
que iban siempre primordialmen- reflejar el uno al otro, y el uno por
el otro, a la gracia de Dios que hace
te dirigidos a los varones: “Pero
posibles la libertad y la vocación
yo os digo que todo el que mira a
humanas. (Picado, 2006:111)
una mujer para desearla, ya adulte-
ró con ella en su corazón” (Cf. Mt Continuando con su análisis
5,28) “Porque de dentro, del cora- histórico del pensamiento cristia-
zón de los hombres, proceden los no, Agacinski recuerda que Pablo
pensamientos malos, fornicaciones, estipuló claramente que “No hay
hurtos, homicidios” (Cf. Mc 7,21) judío ni griego, no hay esclavo ni
(Brown, 1988:73) hombre libre, no hay macho ni
Respecto de las enseñanzas hembra, porque todos vosotros no
del Nuevo Testamento en torno al sois si no uno en Cristo Jesús.” (Cf.
cuerpo y la sexualidad, debemos Gal 3,28). Pero esta supresión de
recordar que Jesús siempre se refe- las desigualdades concernientes a
ría al tema dentro de un horizonte lo sexual parece darse sólo en una
de justicia, redefiniendo institucio- dimensión espiritual. Pablo nunca
nes como el matrimonio, que en abogó por la supresión del orden
adelante no se concebirán desde el social, donde las mujeres siguieron
mero legalismo, sino que pasarán sometidas a sus maridos y los escla-
a ser una promesa. Por ejemplo, vos a sus señores. La asimetría en
según la interpretación de Picado las relaciones sexuales, se basa en
Gatjens, la indisolubilidad del ma- la inminente cercanía del fin con la
trimonio se basa principalmente en segunda venida de Cristo, y es es-
una premisa de justicia para con la tipulada claramente en 1 Cor 11,3:
mujer, antes que consideraciones “Ahora bien, quiero que entiendan
históricas y jurídicas. Las inno- que Cristo es cabeza de todo hom-
vaciones de Jesús en esta materia bre, mientras que el hombre es ca-
abarcan también una innovadora beza de la mujer y Dios es cabeza
visión del celibato y la familia: de Cristo” (Agacinski, 2005:59-61)
El análisis de Picado Gatjens
En Mt 19,10-12, Jesús arranca
es un poco más benévolo con Pa-
(separa) el matrimonio de su mera
necesidad “natural”. Renunciando blo, y parte de una exégesis más
Él mismo al matrimonio, instituye estricta sobre los textos neotes-
el celibato como vocación posible y tamentarios. Para este autor, en
de golpe revaloriza de igual modo Pablo el cuerpo y su sexualidad
el matrimonio como vocación. A inherente nunca es algo trivial, y

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de nuevo la dignidad e importan- venida de Cristo.6 El cuerpo en la
cia del cuerpo viene de su íntima teología paulina tiene sin duda una
relación con el Espíritu Santo que determinada dignidad, e importan-
en él habita: “¿No sabéis que sois cia, ya que es la prefiguración de lo
santuario de Dios y que el Espíri- futuro, de la gloria que le aguarda
tu Santo habita en vosotros?” (Cf. al ser humano cuando pronto Cris-
1 Cor. 3,16). Esta aseveración de to vuelva:
Pablo sobre la relevancia del cuer-
po en relación con el Espíritu que En las epístolas de Pablo se nos
se nos ha dado, sirve como base presenta el cuerpo humano como
para construir una teología de la en una fotografía tomada a contra-
sexualidad que repudia la fornica- luz… perecedero, débil sembrado
ción que viola el cuerpo, y por lo en ignominia (Cf. 2Cor 12,2)…
tanto corrompe el sentido original el cuerpo en Pablo tenía mucho de
“vasija de tierra”. Pero ya brillaba
de la pertenencia del cristiano al
en él de alguna forma el mismo es-
Cuerpo de Cristo, garantía de liber-
píritu que había sacado de la tum-
tad y de plenitud humana (Picado
ba el cuerpo inerte de Jesús: “Para
2006:116). que la vida de Jesús se manifieste
El aparente rechazo de Pablo a también en nuestra carne mortal”
lo corporal-carnal y su preferencia (2Cor 4,11) (Brown 1988:77).
por la virginidad y el celibato, viene
de la certeza que tiene el autor de La dignidad del matrimonio,
que los y las vírgenes pueden dedi- las uniones conyugales y la sexua-
carse mejor a la construcción del lidad en general en Pablo, vienen
Reino, ante la inminente segunda de la metáfora entre el amor conyu-
gal y el amor de Cristo a la Iglesia,
donde los matrimonios son signo
de la presencia gozosa de Cristo.
Pablo y muchos otros de su generación esta- De esta misma dignidad están re-
ban convencidos de que Jesucristo volvería
en pocos años, y que el juicio se daría antes vestidos los célibes quienes en toda
de que acabara su vida. Debido a esta certe- su vida consagrada ejemplifican la
za que tenían muchos de los creyentes en las
primeras décadas del movimiento de Jesús,
entrega de Cristo para con la Igle-
es comprensible que Pablo plantee cierto sia (Picado 2006:119).
grado de repudio hacia la formación de fa- Pablo tiene en su obra dos
milias y la procreación: esto no es necesario
si la segunda venida de Jesús y el juicio están
prioridades claras: por un lado la
cerca, y por esta razón Pablo sugiere “Her- inminencia del fin de los tiempos
manos, permanezca cada cual ante Dios y la pronta segunda venida de Je-
en la condición en que fue llamado” Cf. 1
Cor.7,24 (Picado 2006:117). sucristo, y por otro lado la adap-
7. Nada es más sorprendente para un observa- tación de la rígida moral judía a la

Revista Año XI, N.º 23: 245-275, Enero-Junio 2012 255


diversa y un poco más abierta mo- La gracia apostólica del celibato
ral de los gentiles conversos. Con- era algo demasiado precioso como
siderando estas dos prioridades en para extenderse al total de la Igle-
sia… el matrimonio, lo mismo que
la obra paulina, podemos decir que
la esclavitud doméstica era una vo-
para Pablo lo más importante no
cación carente de encanto. No me-
es la renuncia absoluta a la sexua- recía demasiada atención mientras
lidad, sino que más bien la priori- la época actual se deslizaba silen-
dad es el mantenimiento del orden ciosamente hacia su final. El propio
familiar y social. La cercanía del acortamiento del tiempo muy pron-
Reino y la pronta vuelta de Cristo to la suprimiría (Brown 1988:90).
hacen que las comunidades judías
tuvieran que preservar el orden so- A pesar de todo lo anterior,
creo que podemos determinar que
cial; y la compleja y polémica inser-
la sexualidad, lo corporal y las
ción de gentiles al cristianismo hizo
uniones conyugales en el Nuevo
que Pablo o sus discípulos poste-
Testamento, nunca son algo nega-
riores, tuvieran que redactar nor-
tivo, pecaminoso o despreciable,
mas para todas las comunidades de
sino que se revisten, al igual que
conversos que respondieran a estas
todas las dimensiones humanas, de
tradiciones que los judíos no esta-
una dignidad venida de Cristo y del
ban dispuestos a variar dentro de
Espíritu Santo que habita en noso-
la naciente Iglesia. Muchas de estas tros, aunque sin duda la diversidad
prácticas y tradiciones en torno al de vocaciones, llamados y necesida-
cuerpo, la sexualidad, el lugar de la des de la iglesia naciente, hacían que
mujer y la familia, que hoy leemos determinados personajes, con un
como enseñanzas homogéneas de llamado particular a la castidad y
Pablo, son en realidad fruto de un la abstinencia, fueran los que redac-
intenso proceso de debates y nego- taran el itinerario moral. Problemas
ciaciones ante la inesperada diver- posteriores como la inferioridad de
sidad y amplitud de las nacientes la mujer o la percepción negativa
comunidades cristianas a lo largo del cuerpo y la sexualidad vienen
de todo el imperio. de interpretaciones dadas por de-
El celibato y la continencia tan- terminados contextos sociales, que
to para varones como para mujeres ignoraron parte de la enseñanza de
eran una gracia a la que no todos Jesús, o no supieron discernir que
podían estar llamados. El matrimo- las enseñanzas de Pablo respon-
nio no era una gracia como sí lo era dían a un momento histórico espe-
la castidad, y denotaba una ausen- cífico, donde la cercanía del Reino
cia de llamado total: y el patriarcado vigente ocultaban

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SOCIEDAD Y literatura
la relevancia del papel de la mujer. estas categorías dan al mismo tiem-
Recordemos que un análisis deta- po vida y muerte, ya que nos defi-
llado de las relaciones del Jesús his- nen como género humano con la
tórico con sus seguidoras, revela la dignidad de criaturas de Dios, y al
dignidad y el papel de las mujeres mismo tiempo nos condenan a los
en la comunidad original, al punto pesares de la vida terrena. Es ne-
de que ellas fueron testigos primor- cesario resaltar también la diversi-
diales de la pasión y testigos prime- dad de significados, comunidades
ros de la resurrección. y vivencias respecto del cuerpo, la
En torno al tema del varón, la sexualidad y la renuncia a los mis-
mujer, el cuerpo y la sexualidad en mos en el cristianismo primitivo, y
la Biblia, se revela que, al menos en por lo tanto no es posible aplicar
el desarrollo histórico del cristia- visiones reduccionistas respecto de
nismo, existe un gran drama en el este tema.7
cual se ha visto inmersa la humani- En el siguiente apartado ve-
dad desde que estos grandes mitos remos cómo todo este desarrollo
judeocristianos fueron construidos: histórico de ideas sobre el cuerpo
la mujer, y sus dimensiones básicas y la sexualidad se manifiesta en las
inherentes, sexo y corporalidad, orientaciones actuales de la teolo-
separan al varón de Dios, y por la gía ante el contexto y las exigencias
falta cometida por ella se les con- que la situación moderna plantea
dena a ellos y a sus descendientes sobre el tema del cuerpo.
a dos castigos contrapuestos pero
relacionados que son la muerte y
la necesidad de la reproducción
carnal. Posteriormente, la humani-
dad dividida por su sexuación, da
lugar a un proceso de cristiano de
redención que no necesita de sexua-
lidad para producir vida, como
sí lo necesitamos los hijos de Eva dor de las iglesias cristianas del siglo II que
la diversidad de significados que ya se había
(Agacinski , 2005:247). aglomerado en torno al hecho mudo de la
A través de esta lectura des- renuncia sexual… los diversos cristianismos
cubrimos que existe una relación que ahora se encuentran pulcramente, uno
al lado de otro en las bibliotecas de las es-
terriblemente contradictoria en la tanterías de las bibliotecas modernas eran a
historia de las ideas judeocristianas menudo desconocidos entre sí en aquel tiem-
respecto del cuerpo, la sexualidad y po. Cada uno de ellos delataba la presencia
silenciosa de su paisaje social y religioso ca-
la mujer que les contiene y les defi- racterístico (Brown 1988:100).
ne. Esta contradicción se da porque 8. El teólogo bíblico R. May aclara el pano-

Revista Año XI, N.º 23: 245-275, Enero-Junio 2012 257


Enseñanzas de la tradición la herencia de la tradición católica
eclesial sobre cuerpo ofrece una visión pertinente y un
y sexualidad8 diagnóstico eficaz en su magisterio
sobre problemas relacionadas con
Para efecto del análisis crítico el cuerpo y la sexualidad; pero es-
de las enseñanzas del magisterio ca- tas premisas teológicas derivan en
tólico, asumiré la siguiente premisa: conclusiones y aplicaciones prácti-
cas realmente desviadas de las exi-
gencias de la realidad moderna del
rama sobre las bases éticas de las Iglesias cuerpo y la sexualidad.
y movimientos cristianos en la actualidad, Reseñaré, pues, algunas de las
aclarando que existen dos vertientes his-
tóricas actuales claras. Por un lado la ética
más relevantes enseñanzas teológi-
tradicional protestante se basa en la Ley de cas católicas actuales respecto del
Cristo, en su Sola gratia, que se basa en el cuerpo y la sexualidad. Estas ense-
imperativo de la gracia y la libertad que Dios
le da al ser humano; solamente por medio de
ñanzas siempre parten de la premi-
la gracia de Cristo, el ser humano se salva. sa de la dignidad humana, venida
El paradigma protestante tiene la ventaja de del hecho de ser imagen de Dios.
que se centra en la libertad humana, pero
esta ventaja le hace caer en el peligro del in-
Afirma el Concilio Vaticano II:
dividualismo y en la pérdida de la dimensión
histórica de la tradición cristiana. May tam- La dignidad de la persona humana
bién señala otro problema recurrente respec- se hace cada vez más clara en la
to de la tradición ética protestante la cual conciencia de los hombres de nues-
tiene un fuerte énfasis en la pecaminosidad
del ser humano, paralizándole y coartando
tro tiempo, y aumenta el número de
sus iniciativas (R. May 2004:100-102). quienes exigen que el hombre en su
Por otro lado, tenemos la tradición católica actuación goce y use de su propio
se centra en el concepto de Ley Natural, ley criterio y de una libertad respon-
venida de Dios, ley que debe ser adoptada
sable, no movido por coacción, sino
por el hombre. Lo natural se corresponde
con lo ético. May señala que el hecho de que guiado por la conciencia del deber
esta Ley Natural sea una para la humanidad (Dignitatis Humanae, 1).
revelada por Dios, y nos ofrece criterios para
defender la unidad y la dignidad de toda la La encíclica Human Vitae de
humanidad a pesar de las diferencias cul-
turales, y para la unidad de las iglesias y la
Pablo VI, respecto de la natalidad
cultura. Sin embargo, existen también mu- humana, parte de un análisis justo
chas críticas a este paradigma ético de Ley de los problemas médicos, demo-
Natural. Su carácter inmutable limita en
cierto modo el libre actuar del ser humano
gráficos y socioeconómicos de la
y corre el grave peligro de confundir arreglos
históricos y culturales con leyes inmutables
sobrenaturales (May, 2004:104-105). Para
efectos de la presente investigación procura- de respuesta sobre el tema del cuerpo y la
ré reflexionar a partir de los aportes de am- sexualidad que responda a la tradición de las
bos paradigmas e intentaré aprender de las iglesias y la libertad humana.
críticas planteadas para ofrecer un intento 9. Como nota subjetiva, deseo señalar que

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SOCIEDAD Y literatura
sociedad contemporánea (Human de su verdad interior, al ser privado
Vitae 2-3) y de una grandiosa de- artificialmente de su capacidad pro-
finición del amor conyugal como creadora, deja también de ser acto
auténticamente humano, pleno, fiel de amor. (Juan Pablo II 2007:738)
y fecundo (Human Vitae 9). Sin
Respecto de lo anterior, no
embargo, creo que no responde a la
niego la dimensión integral de la
especificidad de la situación de mi-
enseñanza de la Iglesia respecto
llones de parejas humanas hoy, y de
del amor sexual mostrado en es-
muchas culturas evangelizadas que
tas referencias del magisterio, ni
no encuentran respuesta en este
discutiré si sus enseñanzas contra-
documento a su dignidad humana,
dicen o no un sentido auténtico de
cultural y corporal.
libertad humana en la cultura ac-
Si bien en la actualidad las ense-
tual. Lo que sí es imposible negar,
ñanzas de la iglesia nos dicen que lo
es que las enseñanzas anteriores
primordial en las relaciones sexuales
no abarcan ni responden a la espe-
conyugales es el bienestar de los es-
cificidad médica, social, cultural,
posos, la encíclica nos recuerda que
económica de muchos bautizados
la unión matrimonial debe quedar
hoy. Y afirmo que cerrar la puer-
abierta a la transmisión de la vida y
ta a la especificidad humana y
no se puede desligar de sus dos sig-
cultural de determinados creyen-
nificados: el unitivo y el procreador
(Human Vitae 11-12). Al respecto tes, es ir en contra de su dignidad
de las anteriores consideraciones personal y social.
de la encíclica de Pablo VI, nos Una reflexión similar merece
aclara Juan Pablo II: el tema de la castidad y la virgini-
dad de los ministros de la Iglesia.
El acto conyugal “significa” no sólo Sin duda alguna, el celibato es un
el amor, sino también la fecundidad tesoro invaluable para la tradición
potencial, y por esto no puede ser católica. Por ejemplo, San Daniel
privado de su pleno y adecuado sig- Comboni no habría podido reco-
nificado mediante intervenciones rrer toda África con esposa e hi-
artificiales. En el acto conyugal no jos; o la beata Teresa de Calcuta
es lícito separar artificialmente el
no habría podido realizar su obra
significado unitivo del significado
de amor y esperanza si se hubiera
procreador, porque uno y otro per-
tenecen a la verdad íntima del acto casado en su natal Albania. El he-
conyugal: uno se realiza justamente cho de que los ministros y demás
con el otro y, en cierto sentido, el personas consagradas renuncien a
uno a través de otro. Por lo tanto en su dimensión sexual y afectiva en el
este caso el acto conyugal, privado matrimonio, y a hacerse “eunucos

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a sí mismos por el Reino de los el de la vergüenza ante la desnudez
Cielos” (Cf. Mt 19,12) es un teso- que viene como consecuencia del
ro ejemplar sobre la entrega libre pecado. Si antes del pecado los hu-
de amor a la comunidad eclesial y manos no tenían vergüenza, enton-
hacia los demás. Pero la especifi- ces la vergüenza por la desnudez es
cidad humana de cada ministro, y un problema de la aceptación del
las necesidades específicas de mu- yo según su justo valor frente al
chas comunidades, exige repensar otro (Juan Pablo II 2007:103).
los alcances de esta libertad y de Esta vergüenza original es el
esta entrega, que más bien puede fundamento antropológico y teoló-
ser contraproducente en términos gico que el papa esboza para iniciar
pastorales. No digo lo anterior su doctrina sobre el tema específi-
porque se debe renunciar al tesoro co del cuerpo, lo corporal, la car-
de la castidad y la virginidad de los ne. Esta vergüenza “no se explica
ministros y demás hermanos con- en el cuerpo mismo, en la sexuali-
sagrados, dejando por la libre esta dad somática de ambos, si no que
tradición, sino porque la experien- se remonta a las transformaciones
cia de nuestras comunidades mues- más profundas sufridas por el es-
tra que esta práctica no es valorada píritu humano.” (Juan Pablo II,
ni seguida en su dimensión integral 2007:221). El problema entonces
por muchos fieles y ministros, lo no se encuentra en el cuerpo hu-
cual exige que, desde la particula- mano, es la carne en sí, sino en la
ridad y especificidad de cada socie- consciencia humana que, dañada
dad, cultura y persona, se valoren por el pecado hace perder la liber-
los alcances reales de esta tradición. tad interior de donación mutua en-
La voluminosa obra Teología tre hombre y mujer en la sexualidad
del cuerpo. Teología del sexo de la matrimonial, creando así la concu-
masculinidad y la feminidad com- piscencia de la carne. Para Juan Pa-
pila diversas enseñanzas del papa blo II, el cuerpo y el sexo no son
Juan Pablo II, y ofrece una amplia malos en sí, sino que los hace malos
visión panorámica sobre los temas la consciencia humana y los pensa-
que tratamos. mientos de concupiscencia. La li-
La obra del papa inicia enfa- mitación de la sexualidad humana
tizando la unidad originaria del al ámbito matrimonial se basa tan-
hombre y la mujer, basándose en to en la doctrina del análisis de la
un magistral análisis exegético que antropología teológica del génesis,
no deja lugar a dudas respecto de la como en un análisis de los discur-
unidad en la dignidad del varón y la sos de Cristo en torno al adulterio
mujer, y tocan temas álgidos como y el matrimonio. Lo fundamental

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SOCIEDAD Y literatura
es que el matrimonio es una libre y y actos homosexuales...Sin embar-
plena entrega mutua del don de sí, go, en la discusión que siguió a la
y por lo tanto constituye el único publicación de la Declaración, se
ámbito en el cual la sexualidad se propusieron unas interpretaciones
excesivamente benévolas de la con-
ve libre de la concupiscencia (Juan
dición homosexual misma, hasta el
Pablo II 2007:232). punto de que alguno se atrevió in-
En un principio, tienen bastante cluso a definirla indiferente o, sin
sentido las enseñanzas de la iglesia a más, buena. Es necesario precisar,
través del papa sobre el matrimonio por el contrario, que la particular
y la sexualidad. Realmente, la di- inclinación de la persona homo-
mensión integral que implica el sexo sexual, aunque en sí no sea pecado,
humano necesita de una institución constituye sin embargo una tenden-
fuerte, de un compromiso, de una cia, más o menos fuerte, hacia un
mutua entrega, para que la sexuali- comportamiento intrínsecamente
malo desde el punto de vista mo-
dad cumpla con un verdadero papel
ral. Por este motivo la inclinación
de bienestar humano. Surgen aquí
misma debe ser considerada como
dos preguntas: ¿solamente el matri- objetivamente desordenada. (Carta
monio garantiza el compromiso hu- a los obispos de la Iglesia Católi-
mano necesario para una vivencia ca sobre la atención pastoral a las
segura e integral de la sexualidad? Y personas homosexuales, 3-4)
por otro lado, ¿hacemos referencia
solamente a las relaciones sexuales Esta perspectiva es profunda-
genitales con fines reproductivos al mente paradójica, ya que acepta
tocar este tema, o también abarca- una condición humana sin permi-
mos otras formas de sexualidad in- tirle ejercer su necesaria diversidad
herentes a la diversidad humana? y libertad integral, ya que la homo-
Una reflexión similar amerita sexualidad no es pecado, pero su
las enseñanzas de la Iglesia acerca ejercicio sí lo es; muchas acciones
de la homosexualidad. En pocas humanas específicas le son prohi-
palabras, la congregación para la bidas a los homosexuales, puesto
doctrina de la fe enseña que la con- que se da por sentado que, al ejer-
dición psíquica de la homosexuali- cer ciertas acciones, se las estará
dad no es pecado, pero el ejercicio impregnando de homosexualidad.
de esta condición, sobre todo el La Iglesia no sólo se refiere a que
ejercicio de la sexualidad, sí lo es: el homosexual no puede ejercer su
sexualidad, sino muchas otras ac-
La Congregación tiene en cuenta la ciones como la educación de niños,
distinción comúnmente hecha entre la convivencia con otros iguales, o
condición o tendencia homosexual el acceso a derechos civiles como

Revista Año XI, N.º 23: 245-275, Enero-Junio 2012 261


el crédito y la herencia de bienes una unidad íntima... ni el cuerpo
entre parejas. ni el espíritu aman por sí solos: es
Juan Pablo II continúa sus re- el hombre, la persona, la que ama
flexiones sobre la dignidad humana como criatura unitaria, de la cual
forman parte el cuerpo y el alma…
alcanzando el horizonte escatológi-
Si se elimina esta unidad, se pier-
co, ya que debemos recordar que la de el valor de la persona y se cae
resurrección de los cuerpos en un en el grave peligro de considerar
futuro celeste, es revelada por Jesús el cuerpo como un objeto que se
en su discusión con los saduceos puede comprar o vender (Deus
(Cf. Mt 22,25-29), que deja ver que Caritas Est, 5).
en “otro siglo” es decir, en un fu-
turo escatológico, los cuerpos per- Sin embargo, a lo largo de
manecerán en sexos diferenciados, toda esta obra, nos encontramos
pero no continuarán practicando con un mismo problema: una de-
la sexualidad relacionada con la fe- ficiente lectura de la diversidad de
la realidad; un mensaje pertinente
cundidad (Juan Pablo II, 2007:429).
que se pierde por problemas de co-
Esto nos plantea nuevas preguntas.
municación y prácticas pastorales
Afirmada la dignidad del cuerpo
concretas y eficaces; una absoluta y
humano que alcanza inclusive hori-
completa ausencia de diálogo con
zontes escatológicos, ¿no debemos
el mundo o con los fieles; una ho-
prefigurar desde ahora un esfuer-
mogenización del género humano
zo por dignificar miles de cuerpos
que no responde a las grandes dife-
humanos que sufren situaciones de
rencias y desigualdades del mundo
violencia, anulación? Los esfuerzos
actual.9 El error de los cristianos
de la Iglesia hoy, al menos en cuan-
to a los discursos teológicos, parece
ir en buen sentido.
me es imposible, como antropólogo social,
El magisterio del Papa Bene-
decir sencillamente que los católicos, o los
dicto XVI sigue esta misma línea, cristianos, se equivocan al defender un su-
una fuerte afirmación de la dig- puesto derecho natural, pues no es más que
una creación humana. Desde una perspec-
nidad y la vida humana, que se tiva teológica, antropológica, hermenéutica,
debe concretar en una sexualidad mítica, la cosmovisión cristiana reconoce y
responsable e integral que sólo explica maravillosamente un orden de mun-
do surgido desde un ser superior, que guía la
puede ser tal en la donación libre vida de los creyentes desde una perspectiva
y total que ofrece la institución de libertad. Sin embargo, me es imposible
del matrimonio. tolerar como teólogo la ausencia de diálogo
con aquellos que han decidido, con la liber-
tad que el mismo Dios le dio, no compartir
El hombre es realmente él mis- esta cosmovisión.
mo cuando cuerpo y alma forman 10. LeBretón tiene especial interés en desentra-

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SOCIEDAD Y literatura
hoy no está tanto en tener una vi- Quizá debemos retomar esta pre-
sión errada del mundo, ni en ofre- misa que ofrece este autor. La di-
cer opciones imposibles respecto versidad de cuerpos, sexualidades y
de la realidad actual. El error más culturas no contraría los designios
notable se encuentra en la forma de de Dios, sino que ofrece nuevas for-
comunicarse y dialogar con las di- mas de llegar a Él.
versas cosmovisiones actuales, tan-
to entre los creyentes de cualquier Consideraciones sobre
religión, como entre los no creyen- algunos problemas del
tes y los indiferentes. cuerpo y la sexualidad en
La diversidad cultural y los lo- el mundo moderno
gros civiles contemporáneos no son
un ataque directo a la hegemonía o Seguiré las orientaciones de
a las enseñanzas eclesiales, sino que David Le Breton en su obra An-
son dimensiones que ofrecen nue- tropología del cuerpo y modernidad
vos caminos por los cuales muchos (2000) como marco conceptual y
seres humanos han decidido tran- de referencia para pensar muchos
sitar, caminos en los cuales es ne- problemas interesantes que se pre-
cesario también encontrar el amor sentan al pensar en la situación del
de Dios y en los cuales se puede cuerpo en tiempos modernos.
aprender muchas posibilidades de Le Breton señala que los
desarrollo humano; nuevas formas orígenes de nuestra visión de
de definir y reencontrar el misterio mundo en occidente actual, ba-
del amor de Jesús. sados en el renacimiento, el giro
Esto último tampoco quiere epistemológico copernicano y el
decir que se debe aceptar sin más cartesianismo de Descartes, cier-
todos los elementos del mundo tamente colocaron de nuevo al ser
moderno, porque sin duda alguna, humano en el centro del universo.
en muchos sitios del mismo, no se Pero al mismo tiempo, procesos
construye una humanidad mejor, como la visión mecánica y mate-
sino que se desarrolla una verdade- mática del mundo tuvieron un re-
ra cultura de muerte. Por ejemplo, sultado adverso en varios sentidos
Torres Queiruga se centra en un respecto del cuerpo humano. El ra-
elemento álgido específico respecto cionalismo hace que la naturaleza
de este tema como lo es la ciencia sea ahora un conjunto impersonal
genética. Ésta no ataca a nuestra de leyes por descubrir, donde el
concepción de Dios y del mundo, cuerpo y sus sentidos son ineficaces
sino que señala nuevos caminos para descubrir esta realidad,
para encontrarle (Torres, 2000:182). son fuente de engaño y sospechas,

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y el objetivo de la ciencia es aho- si fueran refacciones de un auto-
ra superar lo que percibimos con móvil Ford.10 (Le Breton, capítulo
nuestro cuerpo. El dualismo carte- 3, 2002: 72-82)
siano entre pensamiento y cuerpo, Continuando con la reflexión
coloca al pensamiento en primer sobre el cuerpo en la modernidad,
lugar antes que cualquier realidad Le Breton señala que en la actuali-
humana, evidentemente antes que dad existe un marcado dominio del
la corporal, cogito ergo sum. El in- sentido de la vista en la sociedad
tento de Descartes también pasó urbana contemporánea:
por comparar el cuerpo con una
máquina, hizo que el cuerpo se La mirada se convirtió en el sentido
hegemónico de la modernidad, la
des-simbolizara, dando pie a para-
proliferación de cámaras de video…
digmas biomédicos muy vigentes
muestra una derivación de las mira-
hasta hoy donde el cuerpo es visto das hacia una función de vigilancia,
como una máquina que en oca- de la que nada ni nadie escapan…
siones se descompone, carente de más allá del ruido y de los olores
significados especiales, que debe desagradables, la experiencia sen-
repararse en cada una de sus par- sorial del hombre de la ciudad se re-
tes por separado. duce, esencialmente a lo visual (Le
Basándose en esta visión de Bretón 2002:103).
mundo de la modernidad que aún
Otros sentidos, como el oído,
sigue vigente en occidente, hablar
se reducen en la ciudad moderna a
hoy del cuerpo implica necesaria-
ruidos constantes y a músicas estri-
mente referirse a la ciencia y la téc-
dentes, mientras que el olfato es el
nica biomédica-anatómica, que se
presenta como la única autorizada
para descifrar el cuerpo, excluyen-
do todo posible saber popular sobre
ñar ambivalencias en los paradigmas que
el mismo, y ofreciendo una visión analiza. Así dice al respecto de las relaciones
confusa a todos los que no somos entre ciencia y técnica con el cuerpo hoy:
expertos en el mismo. Esta visión “La técnica y la ciencia contemporánea
mantienen una relación asombrosamente
del cuerpo como máquina, como ambivalente con el cuerpo: éste es su anti-
piezas separadas en la medicina ac- modelo, aquélla lo rodea, intenta desemba-
tual conlleva, junto con grandes be- razarse de él, al mismo tiempo que intenta
sin cesar duplicarlo con sus medios torpe-
neficios para muchas personas que mente… la lucha contra el cuerpo desplie-
han salvado su vida, a situaciones ga su estructura oculta, lo reprimido que lo
tales como la necesidad de tráfico sostenía: el temor a la muerte. Corregir el
cuerpo, hacer de él una máquina es escapar
de órganos y sustancias humanas, de este plazo” (Le Breton 2002:81).
que ven las partes del cuerpo como 11. “En Costa Rica, el 20% de los embarazos se

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SOCIEDAD Y literatura
más despreciable de los sentidos en cuyos rendimientos hay que con-
la ciudad moderna, donde el hombre trolar y mejorar. O bien suprimir
lucha constantemente contra todo para que haya mejor funcionalidad.
aquello que huela, salvo en ciertas Cuerpo al que el hombre le debe la
precariedad y al que quiere volver
ocasiones relacionadas con el senti-
impermeable a la vejez o a la muer-
do del gusto, el cual se debe satisfacer te, al sufrimiento o a la enferme-
con velocidad y efectividad a través de dad” (Le Breton, 2002:249).
comidas y bebidas rápidas (Le Breton
Capitulo5,2002:91-119). Respecto de esta revisión que
Para finalizar respecto del hace el autor Le Breton sobre el
cuerpo en la vida moderna, Le Bre- cuerpo en el mundo moderno, po-
ton señala que hoy sigue existiendo demos rescatar un punto muy im-
una visión casi gnóstica del mismo, portante: el cuerpo y en general
donde constantemente intentamos el ser humano hoy exige ser sensi-
huir de este molesto arraigo carnal. bilizado, exige una respuesta a la
El cuerpo actualmente es objeto de multiplicidad de significados e im-
un amplio mercado de cosméticos, plicaciones que se desprenden del
productos para adelgazar y má- cuerpo y la sexualidad desde cada
quinas de ejercicios y para sentirse género, edad, cultura y condición
bien. Situaciones nuevas, como los socioeconómica.
embarazos fuera de la mujer con Muchos problemas relaciona-
los modernos procesos de ectogé- dos con el cuerpo, y con la digni-
nesis, la procreación sin sexuali- dad humana que le es inherente,
dad, los úteros ocasionales, y aún tienen que ver con lo antes estipu-
debates un poco lejanos como la lado por Le Breton. Gran número
clonación, reducen al ser humano a de embarazos de adolescentes que
lo genético, a un conjunto de par- no tienen las condiciones fisioló-
tes perfectibles, donde bajo cierto gicas, psíquicas y socioeconómi-
imaginario biológico, el hombre es cas para sostener una nueva vida;
sólo un epifenómeno, un simulacro millones de mujeres y hombres
de su propio cuerpo, y el compor- con imágenes distorsionadas de sí
tamiento y las relaciones humanas, mismos que recurren a la bulimia
son una especie de emanación de la y la anorexia como forma de tener
superficie del cuerpo (Le Breton, el cuerpo que desean y que nun-
2002 Capítulo 11,2002:217-249) ca les satisface, así como la nueva
pandemia de obesidad que reduce
“Para las orientaciones técnicas muchos años de salud y vida a mi-
y científicas de la modernidad, el llones de personas; y, por otro lado,
cuerpo es un bosquejo, un borrador nuevas formas de hedonismo que

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llevan a las personas a ejercitarse Necesidades pendientes para
en extremo e inyectarse drogas y liberar, emancipar y dignificar
someterse a dolorosas operaciones al ser humano hoy
para tener un cuerpo satisfactorio
a los ojos de la sociedad; así como A la luz del recorrido que he-
con los cuerpos degradados, aisla- mos realizado, podemos señalar
dos y destruidos por el consumo de varias necesidades y plantear pro-
drogas no sólo químicas, sino nue- puestas para que la teología de hoy
vas dependencias corporales como en nuestro contexto responda a las
adicción al sexo, a la pornografía y exigencias que plantean los seres
a la violencia. humanos desde su corporeidad.
Existen otros cuerpos de mu- Partiré desde una reflexión me-
chos seres humanos que sufren no todológica y epistemológica para
tanto por sus condiciones y deci- la teología hoy. Hemos observado,
siones sujetivas, sino más bien por a través de los análisis de deter-
las condiciones políticas, sociales y minados autores, que la teología
económicas de los contextos donde en todos sus ámbitos se ha escrito
viven, como lo son los cuerpos tor- siempre, en su inmensa mayoría,
turados y encarcelados por buscar por varones, consagrados, de edad
la libertad y la justicia en ciertos avanzada y principalmente ubica-
regímenes políticos; los cuerpos de dos en el primer mundo. Eviden-
los migrantes que caminan de sur temente, esta postura del autor
a norte buscando sueños bajo terri- dificulta el diálogo y el tomar en
bles condiciones de inseguridad y cuenta la postura del “otro”, que
discriminación; los cuerpos hacina- siempre es distinto por determina-
dos y encarcelados en las cárceles dos atributos que le son dados por
alrededor del mundo, muchas veces su corporalidad, ya sea otro feme-
sin una aplicación pronta y adecua- nino, joven, de piel negra u marrón,
da de la justicia; también los cuer- discapacitado, etc. La teología ac-
pos de mujeres y algunos hombres tual parece no preocuparse por el
sometidos a la explotación sexual; papel del autor y su lugar respecto
y los millones de cuerpos de niños, del otro. Y el problema viene cuan-
mujeres y hombres que mueren de do la homogeneidad de los autores
un hambre constante, causada por actuales de teología es tal, que se
la falta de solidaridad que parece hace imposible responder a la di-
reinar en el mundo. versidad inabarcable de cuerpos y

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SOCIEDAD Y literatura
culturas que conforman la comuni- torno al cuerpo y la sexualidad,
dad cristiana. buscando una visión soñada que se
De este problema metodoló- base en la diversidad, la justicia, el
gico se deriva un problema pas- amor y el espacio de cada ser hu-
toral y teológico. Si no se asume mano y las culturas; y en la lucha
la diversidad actual de culturas y por un futuro mejor basado en la
seres humanos que conforman el resistencia individual y organizada
cristianismo, no es posible dignifi- contra la opresión diaria que su-
car, liberar y emancipar, que es el fren mujeres, jóvenes y otros seres
deseo de amor que imprimió Dios humanos. (J. May 2010:69-75)
en toda su creación muy buena. Sin embargo, una propuesta de
Ciertamente, en determinadas este tipo pasa metodológicamente
ocasiones, esta libertad humana por una vivencia personal particu-
respecto del cuerpo y sus relaciones lar. La autora May asegura en su
con los otros, ha sido mal aprove- estudio que ella hace esta propues-
chada y ha causado mucho mal. A ta desde un horizonte de esperanza,
pesar de las múltiples situaciones sanación, perdón y reconciliación.
de pecado y cultura de muerte que
Ella relata su experiencia personal
se dan en varios locus de la cultura
como mujer en la cual sufrió una
moderna, es necesario pensar que
violación por parte de un podero-
muchas de estas libertades y diver-
so líder social y religioso, lo cual
sidades humanas son auténticas
constituyó un grave trauma para
expresiones que merecen toda la
su cuerpo y su sexualidad. A tra-
dignidad que la sociedad civil y la
vés de esta experiencia ella obtu-
religión pueden ofrecer. Esta diver-
sidad y dignidad no puede recibir vo la fuerza para exigir una ética
una respuesta adecuada por par- y una teología pertinente para las
te de la teología si solamente una situaciones que sufren millones de
pequeña porción homogénea de la personas hoy:
humanidad tiene voz en la produc-
Al final de cuentas, todo ha sido
ción teológica.
doloroso, pero no sin esperanza…
Quiero señalar en este lugar el Esta y muchas otras experiencias
aporte de la teóloga J. May quien propias y de otras personas me han
hace precisamente una aplicación inquietado en cuanto al papel de la
metodológica y pastoral como fe, de la iglesia y del pastoral en el
la que describo. En su obra Cor- discernimiento ético y de la nece-
poreidad, una reflexión ética sidad de trabajos pastorales para
teológica, la teóloga ofrece una prevenir la violencia y para ayudar
posibilidad ética y teológica en a las víctimas a descubrir posibili-

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dades de sanación y reconstrucción liberar y emancipar auténticamen-
de sus vidas (J. May 2010:105). te desde el cristianismo con sencillo
libertinaje, una especie de laissez
Estas reflexiones, además de faire, que más bien puede llevar a
muy pertinentes en cuanto a su una mayor opresión y confusión
contenido teológico y pastoral, en las relaciones humanas. Cuan-
presentan una premisa metodoló- do exigimos liberar y emancipar,
gica y epistemológica particular; es lo hacemos desde una perspectiva
el hecho de que la autora se coloca que implica liberarse de estructu-
en su situación humana y desde ahí ras y leyes injustas impuestas desde
plantea sus propuestas. Los autores diversas instituciones que atentan
de teología deben saber leer no sólo contra las posibilidades de desarro-
sus contextos sino que también de- llo integral del individuo.
ben saber leer su propia situación No es sencillo encontrar una
humana y reconocer que escriben definición clara y eficaz de lo que
desde determinada situación de gé- significa liberación humana desde
nero y cultura, para lectores y co- la tradición filosófica y teológica
munidades diversas. latinoamericana. Para los efectos
La tradición no está absolu- del presente ensayo, quisiera tomar
tamente mal, a pesar de sus pro- la propuesta de Hinkelammert, ba-
blemas de diálogo con el contexto sado en el pasaje del Génesis sobre
actual. Esta tradición cristiana de el sacrificio de Isaac por parte de su
las principales iglesias ofrece una padre Abraham. Recordemos que
base teológica que da bases para en este pasaje, Abraham recibe la
dignificar, liberar y emancipar al orden-ley de sacrificar a su hijo. Se-
ser humano. Pero claramente hace gún el análisis exegético de Hinke-
falta una praxis política real, exi- lammert, no nos encontramos ante
gencias concretas, acciones en con- una prueba específica y aislada so-
tra de la discriminación de ciertos licitada al patriarca Abraham por
grupos socioculturales que repre- parte de Dios, sino que se trata de
sentan la diversidad humana inne- una tradición instituida entre los
gable de la sociedad actual. pueblos nómadas y pastoriles a los
Así pues, es necesario asumir que pertenecía el Abraham. Enton-
un compromiso real por liberar y ces, nos encontramos ante una ley
emancipar al ser humano integral, que sacrifica al ser humano, una
presente con particular importan- ley injusta, que proclama la muer-
cia en su corporeidad. Pero ¿qué te en lugar de la vida. Al obedecer
queremos decir cuando exigimos al ángel que le ordena no sacrificar
liberar? No se puede confundir el a su hijo Isaac, el primer patriarca

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SOCIEDAD Y literatura
proclama que las leyes y estructu- él afirma su libertad afirmando la
ras injustas de este mundo, aunque vida, la vida de los otros y la suya.
aceptadas por la sociedad y la tra- Por eso no sacrifica a su hijo sino
dición, deben ser repensadas en fa- que lo destina a la vida y por lo tan-
to a su propia libertad (Hinkelam-
vor de los seres humanos:
mert 2000:16).
La sorpresa es que ahora aparece el
Este mismo concepto de vida
Ángel de Dios, que pide a Abraham
y libertad es el que deseo aplicar al
no sacrificar a su hijo. Pide violar
la ley, pide una transgresión de la reflexionar sobre la corporalidad,
ley de Dios. Pide un acto difícil la sexualidad y el bienestar huma-
que va a confrontar a Abraham con no en general. No quiero abogar
toda su cultura… Lo que le pide el por el libertinaje sexual y la arbitra-
Ángel, es hacerse libre y ponerse riedad en torno al propio cuerpo y
encima de la ley. Abraham obedece. el de los otros, sino que es necesa-
Por lo tanto no obedece a ninguna rio pensar siempre en el bienestar,
norma y ninguna ley. Al ser libre, la vida y el desarrollo integral del
Abraham es soberano frente a la ley ser humano.
(Hinkelammert 2000:16). Este análisis exegético de
Pero es importante recordar Hinkelammert critica muchas apli-
que este pasaje del Antiguo Testa- caciones de la ley natural estipula-
mento, no significa nunca liberti- da como base de la moral católica
actual. Reconocemos que mucha
naje, despreciar absolutamente la
de la luz que nos da esta ley na-
tradición, o dejar de lado las pa-
tural es buena, una auténtica bús-
labras de Dios transmitidas por la
queda de la afirmación de la vida
comunidad de Fe. Esta interpreta-
humana. Pero mucho de lo que
ción exegética particular del pasaje
hay en los alcances y aplicaciones
del sacrificio de Isaac, nos insta a
de esta ley natural hoy es, sin duda
repensar las leyes de nuestra cultu-
alguna, tradición cultural que no
ra, y a hacer una opción clara a fa-
permite emancipar auténticamente
vor del ser humano, aun en contra
a muchos seres humanos hoy día.
de aquellas leyes arraigadas en la
Es necesario discernir qué es cultu-
tradición, que implican la muerte
ra y qué es revelación, qué es odre
del hombre y la mujer:
y qué es vino al respecto de este
Esta afirmación de libertad, no es tema, para que las mujeres, jóvenes
la afirmación de ninguna arbitrarie- y personas con distintas percep-
dad frente a la ley. Abraham no es ciones culturales del cuerpo, ocu-
aquel que hace lo que le da la gana. pen el espacio que merecen en las
Abraham es libre, no arbitrario, comunidades cristianas. Debemos

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conservar el corazón de la mara- que son las verdaderas barreras por
villosa herencia antropológica del romper en el asunto de la inferiori-
cristianismo, pero descartando dad femenina en muchos momen-
tradiciones culturales occidentales tos y lugares en la actualidad.
caducas que en la práctica contra- Otro problema indudable de la
dicen una práctica auténtica de la realidad actual es el de la sexualidad
libertad y la emancipación humana de los jóvenes y adolescentes. Según
desde una perspectiva evangélica. mi experiencia personal de investi-
Esta es una tarea muy compleja gación antropológica en el campo,
para la teología y la Iglesia hoy, esta es una realidad vigente ante la
que no puede sencillamente obser- que no se puede seguir callando u
vando que más y más fieles pierda ofreciendo medidas propias de una
la esperanza y la fe por no sentirse moral casuística. En primer lugar,
acogidos por otros cristianos. hay que ceptar un secreto a voces:
Respecto del tema de la mujer, los jóvenes y adolescentes de hoy
su dignidad y su corporalidad, nos practican una sexualidad frecuen-
hemos encontrado con que una te y con múltiples manifestaciones,
exégesis estricta tanto de los textos desde las simples miradas, pensa-
del Antiguo como del Nuevo Tes- mientos, imágenes y roces, hasta la
tamento, dignifica a la mujer y la frecuente genitalidad con distintas
coloca en igualdad a los varones. parejas. Aceptar esta realidad coti-
Tradiciones profundamente arrai- diana es el primer paso para abar-
gadas a lo largo del mundo esta- car los problemas que acarrea. La
blecen la superioridad masculina sexualidad practicada por muchos
en cuestiones prácticas, a pesar de jóvenes y adolescentes actualmen-
la enseñanza de Jesucristo, que de- te carece de afectividad duradera,
muestra la igualdad y dignidad pri- está marcada por una fuerte ge-
mordial de la mujer. Discusiones un nitalización y, para empeorar el
poco más específicas y posteriores, asunto, sigue siendo tratada por
como la validez o viabilidad de la instituciones como las autoridades
ordenación sacerdotal femenina en de educación o la iglesia como un
la Iglesia Católica, son temas que tema tabú, del que no se puede ha-
van de la mano con la dignificación blar o discutir, a pesar de que está
integral a nivel global de la mujer plenamente vigente.11
y su cuerpo, y aunque en algunos
espacios de la sociedad civil se ha
buscado una igualdad nominal
da en mujeres menores de 18 años, y el 80%
para las mujeres, existen aún men- de los embarazos no planificados en féminas
talidades, esquemas y tradiciones de estas edades. En el 2009 resultaron 1 434

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SOCIEDAD Y literatura
Abogar por la abstinencia has- de construir compromiso huma-
ta el matrimonio no es, desde cual- no, descubrir la libertad auténtica
quier punto de vista sociológico o que se da en la entrega y que exige
educativo, una solución realista. preocupación auténtica por la vida
Los jóvenes viven una sexualidad del otro, bases para una práctica
muy activa y muchos la seguirán integral de la sexualidad. Acepta-
viviendo de este modo, ya que es mos, junto con la Iglesia Católica,
un tema profundamente arraigado que la abstinencia, la fidelidad y la
en la cultura actual. Tampoco es práctica de la sexualidad sólo den-
adecuada una visión del problema tro de una institución que provea
puramente biomédica, que se cen- el marco de seguridad necesario,
tra en evitar posibles enfermedades como lo es el matrimonio, serían
de transmisión sexual y embara- las mejores opciones para evitar
zos no planificados por medio de muchos problemas relacionados
métodos anticonceptivos, dejando con la sexualidad hoy. Pero los lla-
de lado la parte afectiva, psíquica mados de atención de la realidad
y espiritual del ser humano. Ni la nos hacen ver que esta vía es utó-
visión puramente biomédica ni la pica, ya que millones de personas
visión eclesial, toman en cuenta la en las diversas culturas globales
realidad observada reiteradamen- hoy practican una sexualidad que
te en las calles, donde los jóvenes no corresponde con la visión plan-
carecen de los insumos educativos, teada por la Iglesia.
culturales y económicos para vivir Dentro de este mismo ámbi-
una sexualidad informada, firme to de problemas, pero relaciona-
afectivamente y segura ante emba- dos claramente con una cultura
razos no deseados y enfermedades. de muerte, nos encontramos con
Es necesario que la teología y situaciones como la sexualidad
la práctica pastoral acepten estas desordenada, el hedonismo que
realidades, entrar en sincero diá- se manifiesta en el consumo de
logo con la ciencia y las autori- drogas, el tráfico internacional de
dades civiles para lograr el fin de personas para prostitución y la
ofrecer verdaderas posibilidades esclavización; son todos estos pro-
blemas de los cuerpos de millones
de personas hoy que no encuen-
jóvenes embarazadas en 401 centros edu-
cativos; 27 de los colegios reportaron 313 tran una respuesta eficaz dentro
casos. La mayor parte de estos casos se en- de las Iglesias, y que son objeto de
cuentra en el nivel de secundaria de las zonas un discurso teológico separado de
marginales” Tomado de Diario La Nación,
27-9-2010. aplicaciones pastorales efectivas.
12. Esta respuesta es dada por J. May en su obra De nuevo, negar y condenar estas

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situaciones no es una opción, sino iglesias y comunidades cristianas.12
que es necesario luchar efectiva- La solución no es la expulsión y
mente por una cultura de libertad el aislamiento, como se ha preten-
y emancipación, donde cada cris- dido, sino la aceptación de la rea-
tiano, apoyado por su comunidad lidad de ese otro, que está ya aquí
eclesial, se vea comprometido a so- con nosotros, construyendo igle-
correr a los que sufren estas situa- sia, sociedad y cultura, con nuevos
ciones de injusticia. problemas y nuevas propuestas, y
La homosexualidad es un de- responder auténticamente a la rea-
licado tema teológico y social, que lidad exige que se abra discusión
necesita abrir aún muchas puertas sobre el papel de los homosexuales
y mentes hoy. El discurso eclesial, en las comunidades cristianas, para
de aceptación y respeto hacia la co- liberar auténticamente a estas per-
munidad homosexual, demuestra sonas de muchas de las cadenas y
que existe ya al menos un portillo, silencios que la cultura actual les
pero con soluciones y salidas cla- impone por una vivencia determi-
ramente insuficientes. La opción nada de su corporalidad.
ofrecida, es decir el castramiento Otros problemas álgidos se dan
voluntario, demuestran una ne- respecto de diversidades innegables
gación de los derechos de vivir la presentes en la iglesia y que no tie-
corporalidad, y un énfasis desme- nen derecho a existencia o partici-
surado en la dimensión genital del pación plena dentro de la sociedad
individuo por parte de las Iglesias. civil y la comunidad cristiana. Me
El homosexual puede serlo, ya que refiero a los nuevos tipos de fami-
es su derecho y su condición psí- lia, conformadas por parejas de
quica, pero la Iglesia le solicita no
vivir su condición desde lo sexual
genital. Otras dimensiones integra-
antes mencionada, cuando ella hace la pre-
les, como la afectividad, la visión gunta a un ministro de su comunidad acerca
de mundo y los derechos civiles, no de cuándo la iglesia ordenará personas ho-
parecen tener campo de discusión mosexuales. El ministro le responde “esta
no es la pregunta correcta. La verdad es que
en la Iglesia. El problema es que los ordenan personas homosexuales todos los
homosexuales no sólo están pre- años… la verdadera pregunta es ¿cuándo
sentes con todas sus dimensiones van a dejar de fingir que no ordenan homo-
sexuales?” (May, 2010:95). Esta experiencia
humanas, sus problemas y sus dere- y realidad nos permite decir que el discerni-
chos en las congregaciones cristia- miento ético a lo interno de las iglesias es un
nas actuales, sino que es innegable proceso complejo y con muchos obstáculos.
Pero el primer paso debe ser reconocer la
que muchos homosexuales son or- realidad para responder a ella.
denados ministros en diferentes

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un solo sexo, por madres solas que humanidad, pero que con el paso
deben sufrir el doble de las cargas del tiempo se desvían de su obje-
económicas, emocionales y sociales tivo original de justicia y libertad
debido a su condición de soledad. para convertirse en cadenas para
También familias conformadas por el ser humano.
personas divorciadas. Todas estas La primera de estas leyes es la
nuevas conformaciones sociofami- ley de muchos grupos cristianos
liares pertenecen desde hace mucho actualmente, ley considerada na-
tiempo a nuestras comunidades tural que reviste en determinadas
cristianas, pero su diversidad y sus aplicaciones prácticas de carácter
derechos no encuentran respues- cultural sospechosamente similares
ta adecuada en la Iglesia. Al igual a determinadas prácticas occiden-
que las personas homosexuales, el tales-europeas sobre el cuerpo y la
problema no es si se acepta, si se sociedad. Si bien esta ley natural
permite integrar y se abren las puer- moral cristiana tiene en el fondo
tas a estas diversidades del género una invaluable e inmutable ense-
humano. El problema es que ya ñanza de dignidad y valor de la vida
están activamente participando de humana, en muchos momentos sus
nuestras comunidades cristianas, y interpretaciones y alcances parecen
en muchas ocasiones su auténtica contradecir las enseñanzas origina-
condición humana es tachada de rias de auténtica libertad humana.
pecado sin que medie atenuación Hemos observado cómo la diversi-
por sus consecuencias o su dignidad dad corporal y sexual particular de
humana y sus derechos civiles. muchas mujeres, jóvenes y culturas
se ven coartadas en su auténtica
Conclusión libertad por parte de enseñanzas y
tradiciones cristianas.
Hemos reconocido a lo largo de Por otro lado, tenemos una se-
este breve análisis dos tipos de leyes o gunda ley ofrecida como atractiva
convencionalismos culturales sobre el por la sociedad actual. Una ley ba-
cuerpo humano. Son leyes como las sada en el hedonismo, lo rápido y
aplicadas en la colonia penitenciaria pasajero, la satisfacción inmediata,
metafórica de Kafka, leyes que dañan el placer despreocupado que será
la integridad y la dignidad del cuer- mejor conforme tenga mayor cos-
po humano representado particular- to monetario. Esta ley, claramente
mente por su cuerpo; leyes-máquina contraria a una auténtica libertad
obsoletas cuyo significado distorsio- humana y a la dignidad integral
nado pretende en el fondo corregir del cuerpo y la persona, encuentra
y encaminar determinado tipo de una fuerte condena en los pasajes

Revista Año XI, N.º 23: 245-275, Enero-Junio 2012 273


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