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Quisiera aclarar que esto no es un curso de retratos ni de dibujo, ni de ninguna otra cosa. Es
simplemente una explicación de cómo hago mis retratos, sin animo de dar lecciones a nadie.
Soy consciente de que a los veteranos no les servirá para nada. A los menos experimentados, pero que
ya tienen su propio sistema, quizá les despierte algo la curiosidad. Y los iniciados sin experiencia tal vez
puedan encontrar algo que les sea útil.
Por lo tanto me conformo con que a aquellos a los que les gustaría hacer retratos pero aún no se han
decidido no les asuste demasiado y desistan de ello. En cualquier caso esta hecho con la mejor voluntad
aunque no guste a nadie.
A los que se decidan a replicar este dibujo, o hacer cualquier otro retrato siguiendo mi procedimiento, les
sugiero que para dibujar fijen el papel sobre una tabla lisa y rígida pero ligera y sobre un caballete la
mantengan en posición vertical (casi a nivel y plomada) ya que colocar el papel inclinado (y mucho más
horizontal) ocasiona una visión distorsionada de lo que dibujamos. Recuérdese el clásico ejemplo del
círculo que se va convirtiendo en elipse, cada vez con un eje menor más pequeño, a medida que se va
inclinando ante nuestros ojos hasta transformarse en una simple línea. Pues eso es exactamente lo que
sucede cuando el soporte sobre el que dibujamos no está perfectamente perpendicular a nuestra mirada,
lo que se acentúa cuanto mayor es el formato del papel o lienzo. Terminada la obra y al colocarla en
posición vertical, que es la suya natural, descubrimos los errores de proporciones ocasionados no por
nuestra mano sino por nuestro ojo.
Recomiendo que se fije el papel al tablero con cinta de pintor (de carrocero le llaman en otros lugares)
por sus cuatro lados de manera que quede un “margen” de papel cubierto por la cinta que no se
manchará al pintar y que al despegarlo dejará esos márgenes del papel limpios.
Materiales
En cuanto a materiales, yo he utilizado un papel Canson, mi-teintes, gris flanelle, de 160 gramos, por
que me gusta el papel casi liso, aunque puede usarse cualquier otro adecuado para pastel.
Naturalmente quien quiera puede utilizar el material que más le guste, mejor conozca o le resulte más
fácil de conseguir.
--Estudio de la modelo
ESTUDIO DE LA MODELO
ANALISIS DEL ROSTRO
FOTO 0
Igual que es necesario hacer un estudio físonómico del rostro del retratado, es muy importante analizar
los aspectos expresivos para conseguir reflejar la personalidad, el estado emocional o al menos la
expresión instantánea del rostro.
Para ello empezaremos por los criterios objetivos y desde arriba hacia abajo:
Aspecto general: Presencia elegante y sencilla. Aparenta ser delgada, sana, joven, amable, simpática,
feliz, confiada, soñadora y serena.
Mirada: risueña, inteligente y despierta. Mirar directamente a los ojos indica sinceridad y seguridad en sí
misma. Su mirada directa a nuestros ojos, lo que constituye un “contacto visual” total, invita a acortar las
distancias pública, social y personal, pero “nos corta” invadir su distancia íntima.
Predominio de la boca con labios grandes, voluptuosos y sensuales. Su sonrisa es, según las normas de
la Kinésica una “sonrisa superior de alta intensidad” ya que abre la boca pudiéndose ver casi todos los
dientes lo que transmite sensación de felicidad.
FOTO 1
FOTO 1.- Como veréis he trazado una vertical que pasando por el punto medio entre las pupilas lo hace
también por el eje de la nariz y justo el centro de la boca. De hecho pasa exactamente entre los incisivos
centrales.
La 1, marca el que será el punto más alto del dibujo coincidente lógicamente con la parte superior del
cabello.
La 4, señala el final de la nariz estableciendo la longitud que deberá tener en nuestro dibujo.
La 5, limita con el perfil de la barbilla los que nos da la altura total de la cabeza en relación con la línea
número 1.
Y finalmente la 6, nos servirá de guía para colocar las clavículas en el lugar correcto.
Si os tomáis la molestia de observar con atención, comprobaréis que las distancias entre líneas es
exactamente la misma, por lo que la cabeza-cuello de la modelo se divide en cinco secciones con alturas
completamente iguales.
Y el rostro propiamente dicho en tres secciones iguales, es decir las distancias 2-3, 3-4 y 4-5 son
idénticas.
Esto quiere decir que el rostro de Megan cumple el canon con gran precisión, puesto que su simetría
horizontal y proporciones verticales son simplemente perfectas.
He trazado además otras tres paralelas, rectas discontinuas, que servirán de guía para identificar
correctamente la situación de otros elementos importantes.
La línea 3A, la he trazado limitando con el párpado inferior de su ojo derecho y sirve para verificar que su
ojo izquierdo está ligeramente más alto a pesar de ser un retrato de un rostro perfectamente frontal y sin
ningún vencimiento de la cabeza ni a un lado ni al contrario.
La línea 3B, nos indica donde se ubican las ventanas nasales, que veréis que además es tangente con el
borde inferior del lóbulo de la oreja.
La 4A, la tracé por debajo justo del borde inferior de su labio superior, y nos permite apreciar que las
comisuras están muy ligeramente por encima de esta recta.
Bien, la distancia entre la recta 3B y la 4A es igual a la distancia entre la recta 4A y la 4B. Esto, que es
puramente casual ya que dependerá de la amplitud de su sonrisa, nos sirve para establecer las
proporciones correctas.
FOTO 2
FOTO 2.- En esta ocasión tracé una recta horizontal, que pasa por debajo de sus pupilas, tocando su
derecha mientras que la otra queda ligerísimamente por encima, pero lo está.
Sobre esta línea he marcado los puntos A, “rabillo” de su ojo derecho. El B, lagrimal del mismo ojo. Y los
C y D, que corresponden a los respectivos de su ojo izquierdo.
Las distancias A-B y C-D, es decir el ancho de sus ojos son iguales. Y la distancia B-C, es decir la
separación de los lagrimales, es casi igual a las otras aunque muy poquito inferior. El canon dice que la
separación entre ojos debe ser igual al ancho del ojo, por lo que puede decirse que lo cumple.
He trazado cuatro verticales. Dos de ellas pasan por sus pupilas. Y se puede ver que la separación entre
ellas coincide con la anchura de la boca, pues son rectas que unen pupila con comisura.
Las otras dos verticales, las interiores, las bajé desde el borde exterior del lagrimal correspondiente, Y se
cumple que la separación entre ellas coincide básicamente con el ancho de la nariz, puesto que
determinan la anchura de las ventanas nasales. Se puede ver que la distancia entre las cejas coincide con
la de los lagrimales. Y por si fuera poco, también pasan exactamente entre las uniones de los incisivos
centrales y los incisivos laterales.
Lo que significa que los cuatro incisivos tienen la misma anchura que separación hay entre los lagrimales,
las cejas o las fosas nasales.
Todos estos datos que pudieran parecer superfluos nos ayudarán a conseguir no el parecido sino la
propia identidad con la modelo. Una vez más la señora Fox cumple con el canon.
FOTO 3
FOTO 3.- Para este estudio he dibujado tres triángulos equiláteros, inscrito el menor en el mediano y
ambos en el mayor, ya que los tres comparten dos de las rectas dibujadas.
El triángulo mayor está formado por la unión de los puntos A, B y C. Lo que viene a demostrar que la
distancia entre los extremos de los ojos es igual a la distancia entre cada extremo (“rabillo” del ojo) y el
centro del perfil inferior de su labio inferior. Ya habréis notado que los tres lados de este triángulo son
exactamente iguales.
La utilidad de esta figura geométrica reside en el hecho de que su lado F-G nos marca,
aproximadamente, la mitad de la longitud del cartílago nasal, que empieza donde termina el hueso
etmoides, es decir más o menos por donde están las sombras profundas bajos los párpados inferiores.
El centro del cartílago, marcado por la línea F-G, se nota también por el ensanche de la nariz que se
triangula a medida que baja hacia las ventanas nasales. Por encima de este ensanchamiento la nariz se
estrecha hasta llegar al hueso donde adquiere más luminosidad.
Es importante señalar que las distancias A-F, F-D, D-C, C-E, E-G y G-D son todas iguales.
O lo que es lo mismo las rectas A-C y C-B, se dividen en tres partes de la misma longitud.
FOTO 4
FOTO 4.- Una vez que en las fotos anteriores quedó analizada la estructura general del rostro de la
modelo y se trazaron las líneas básicas que pueden guiarnos en la reconstrucción lineal de su imagen,
ahora toca analizar el modelado del rostro, es decir las luces y sombras que le dan volumen y marcan el
relieve de la nariz, la parte de un rostro que más se acerca a nosotros, los pómulos, la barbilla y la
frente, así como también las partes protuberantes de las clavículas.
Esto que podría parecer relativamente sencillo no lo es tanto en una imagen tomada de frente si tenemos
en cuenta que el rostro está iluminado con una luz totalmente frontal, lo cual elimina las sombras que se
producen con una luz frontal elevada (cenital), lateral central o lateral elevada, contraluz, contrapicado o
incluso con una luz de relleno. O bien con una iluminación frontal pero con una pose en tres cuartos de
perfil.
A cambio contamos con la ventaja de que un retrato de frente es el más fácil de los posibles, lo que para
empezar es lo más conveniente.
Bien, sobre la foto he delimitado las zonas de luces y sombras, que no deberán trasladarse al boceto,
sino que nos servirán de orientación a la hora de aplicarlas realmente en nuestra obra ya que
sombreados tan tenues es fácil que pasen desapercibidos y si no los identificamos y hacemos los realces
y altas luces correremos el riesgo cierto de crear un rostro excesivamente plano. Las sombras y luces
sirven precisamente para despegar el rostro del fondo y que adquiera relieve, es decir el modelado que
corresponda a su construcción espacial.
FOTO 5
FOTO 5.- Este apunte rápido tiene por objeto definir las líneas principales del cabello, más exactamente
de la melena.
No he dibujado las líneas sobre la foto-modelo ya que al ser un cabello oscuro casi negro, probable
herencia de los antepasados indios de Megan, no se verían apenas como sí se ven las líneas-guía
trazadas en las anteriores.
El pelo, en una mujer, es el marco de su rostro. Por lo tanto tiene, en un retrato, tanta importancia como
le concede la propia modelo, es por ello que hay que resolverlo con la misma calidad que el resto de la
imagen. Muchos buenos retratos se arruinan por no haberle dedicado el estudio detenido que le
corresponde.
Este es un cabello sin ondas, rizos, cardados ni bucles. Tampoco es una melena con volumen y al ser de
un color bastante uniforme, sin mechas, trenzas, ni extensiones en principio no presenta grandes
dificultades.
Pero conviene tener estudiadas las líneas básicas para no tener que improvisar excesivamente sobre la
marcha, aunque en relación al cabello cuanto más sencilla sea su ejecución más convincente resulta.
Hay que entender que no se trata de dibujar “el pelo”, sino una melena que tiene una forma, plasticidad
y textura propia como tal, como conjunto de cabellos y no como pelos individuales que ”casualmente”
están juntos.
FOTO 6
FOTO 7
DIBUJO LINEAS .- Fotos 6 y 7
Por si alguien quiere entrenarse en el arte del retrato repitiendo este trabajo que explicaré paso a paso,
haré algunas sugerencias para que resulte más fácil empezar.
Aunque cuando ya se tiene experiencia no es necesario utilizar todas las líneas trazadas en las fotografías
1 a 3, cuya misión era ayudar a “ver”, ya que las tenemos las aprovecharemos para que encajar el
retrato de líneas nos resulte mucho más fácil.
Como veréis en la foto 6, he transferido a un solo papel todas las líneas dibujadas en las fotografías que
nos sirvieron de estudio. En la foto 7, se puede ver mejor, ampliada, parte de la “cara”.
Las líneas están trazadas con tal suavidad que apenas se ven en las fotos, pero es inevitable que sea así
por que luego hay que borrarlas.
Recomiendo que estas líneas se tracen MUY suavemente, sin apretar para no dejar surcos en el papel que
luego al sombrear se notan mucho y por que tienen que ser borradas una vez esté hecho el dibujo de
líneas.
Es lo mismo que haríamos si hubiesemos utilizado el metodo del cuadriculado del modelo y del soporte.
Lo ideal es usar un lápiz HB (nº 2 en código americano) con la punta afilada como una aguja, todas las
veces que haga falta.
Los lápices H (duros/claros) se afilan con punta fina y los lápices B (blandos/oscuros) con punta
redondeada, como la cabeza de un fósforo.
Ya que el grafito es graso y al borrarlo puede dejar manchas es preferible usar los H que son más duros y
penetran menos en el papel que los B y por ello se borran mejor. Los lápices de creta, de carbón,
sanguina, el pastel, la creta y el propio carboncillo están considerados como secos, no grasos.
Para borrar recomiendo gomas moldeables/maleables/amasables por ser más convenientes para no
dañar el papel y no se deberá restregar sobre éste sino usarla “empapando” como si se limpiara una
herida con algodón.
Como el dibujo que haremos será considerablemente mayor que el tamaño de las fotografías impresas,
máximo un A4, podemos ampliarla al tamaño que deseemos multiplicando las longitudes de las líneas en
las fotografías impresas por el factor de multiplicación que queramos.
Por ejemplo, si imprimimos las fotos-modelo en tamaño A4 y queremos hacer el dibujo en tamaño A3,
bastará con que multipliquemos todas las medidas que tomemos en A4 por 1,4141.
Es decir:
No obstante podemos ampliar por el número que queramos desde el 1,1 (prácticamente igual) hasta el 2,
que sería el doble o sea formato A2 (420 X 594 mm.), o por números mayores si queremos un retrato
gigante.
Si multiplicamos las medidas del A4 por 4 obtendremos un formato A0 (841 mm. x 1189 mm.)
También al revés, quien quiera un tamaño menor puede reducir a formato A5, dividiendo las medidas del
A4 entre 1,4141. O bien obtener un A6, dividiendo entre 2, o sea la mitad. Cada uno que elija el tamaño
que le resulte más cómodo. Yo la imprimí en A4 y para simplificar multipliqué por 1,40 por que en
realidad eso no es muy relevante.
Los formatos van reduciendose del 0 al 9, es decir A0, A1, A2, A3, A4, A5, A6, A7, A8 y A9
Siendo el formato A0 (841 x 1189 mm.) el más grande y el formato A9 (37 x 52mm.) el más pequeño.
A0 = 841 x 1189
A1 = 594 x 841
A2 = 429 x 594
A3 = 297 x 420
A$ = 210 x 297
A5 = 148 x 210
A6 = 105 x 148
A7 = 74 x 105
A8 = 52 X 74
A9 = 37 x 52
Una vez que se haya elegido el formato que se desee se trazará una vertical sobre el eje mismo del
papel.
A continuación trazamos arriba la línea 1, que figura en la foto 1, es decir la más alta de todas y
sucesivamente todas las paralelas hasta la linea 6, dejando entre ellas la separación que corresponda en
función de la ampliación que hayamos decidido.
A continuación trazamos las líneas de la foto 2 y 3 superponiendolas a las anteriormente trazadas. Para
situar estas líneas correctamente en el papel se tomara como referencia el eje vertical y la recta
horizontal que pasa por la barbilla (linea 5). Para los que hayan copiado las fotos 2 y 3, recomiendo que
las vuelvan a copiar pues los ejes vertical y linea 5 las cabo de añadir ya que no figuraban en la versión
inicial.
Más las cuatro marcas A, B, C, D de la foto 2, que indican la posición de los ojos
Cuando se trace la primera línea, la más alta (la 1) hay que tener la precaución de dejar espacio por
encima para que el dibujo no quede demasiado cerca del borde superior del papel.
FOTO 8
FOTO 8
Comienzo dibujando los ojos tomando como referencia las líneas trazadas en el papel que son réplicas de
las ya dibujadas sobre las fotografías y que nos sirvieron para estudiar las características de Megan.
Concretamente las fotos 2 y 3 son las que debemos tomar como modelos para dibujar los ojos,
atendiendo a la situación de estos con respecto a las lineas dibujadas sobre las fotos.
Recordad las marcas A, B, C y D dela foto 2, que delimitan la anchura de los ojos y su posición en el
papel. Y la lineas 3 y 3A de la foto 1, que nos indica la altura a la que deben situarse.
Este dibujo debe ser hecho en líneas, sin sombras ni exceso de detalles, muy esquemático por que
simplemente será la base para el dibujo con cretas o carbón.
Está dibujado con lápiz de creta negra, trazando suavemente sin dejar surcos sobre el papel y si es
necesario corregir algo usar gomas muy blandas, preferiblemente moldeables y hacerlo suavemente sin
dañar el papel.
FOTO 9
FOTO 9
Continuo con la nariz, muy simétrica sobre el eje vertical del rostro y teniendo en cuenta el ancho que ya
vimos que se corresponde con la separación entre ojos, según las lineas verticales interiores de la foto 2.
Y con su longitud que no debe sobrepasar la línea 4, que marcamos en la foto nº 1.
Finalmente la boca, observad que la boca debe tomar como referencia el triangulo D, C, E de la foto 3,
recordando que el punto más bajo del labio inferior queda a la altura del vértice inferior del triangulo que
forma con los extremos de los ojos conforme aparece marcado en la foto 3. Y fijandose en las lineas 4A y
4B de la foto 1. Y acabo con los surcos nasogenianos que son casi simétricos.
FOTO 10
Aquí se puede ver el dibujo básico del retrato casi completo, óvalo, cuello, clavículas y un inicio del
cabello.
Para dibujar el óvalo de la cara es importante recordar las líneas 2 y 5 de la foto 1, que nos limitan la
altura del rostro desde la barbilla hasta la raiz del cabello en la parte superior de la frente. Para dibujar el
óvalo propiamente dicho, tomaremos como referencia las distancias desde diferentes puntos del contorno
del mismo en relación al eje vertical que pasa por el centro de la cara.
Lo mismo para el perfil del cuello. Y para situar las clavículas en el lugar correcto deberemos atender a la
linea 6 de la foto 1, que nos indica el lugar exacto.
FOTO 11
FOTO 11
En este paso lo importante es el cabello del que he marcado las líneas más importantes que nos servirán
para hacer las sombras y las luces.
Para dibujar estas líneas principales, tendremos como referencia la foto 1. En esta foto el eje vertical
junto con las lineas horizontales 1 a 6, conforman un "cuadriculado" como el que normalmente se utiliza
para transferir fotos a un soporte de lienzo o papel. Así que iremos reproduciendo las lineas del cabello
"cuadro por cuadro". Para determinar la trayectoria de las lineas observaremos la distancia desde los
diferentes puntos de ellas con respecto al eje vertical y las lineas horizontales del "cuadrado" en el que
estemos trabajando.
No os obsesioneis con dibujar el pelo con exceso de lineas o detalles por que luego al pintarlo no nos
serviran de gran cosa. Dibujad solamente las lineas que aparecen en la foto 11. Lo importante es que
estas lineas esten en el lugar que corresponde.
En su lado izquierdo he improvisado el cabello que quedó cortado en la foto-modelo, aunque más
avanzado el dibujo decidí simplificarlo como podeis comprobar si lo comparais con el resultado final.
Se puede observar que he borrado todas las líneas que utilizamos para estudiar el rostro y que nos han
servido como guía para construir el dibujo.
Bien, pues ya esta terminado el boceto sobre el que construiremos nuestra obra. No importa que el
parecido no sea muy riguroso, en realidad en esta fase casi nunca se parece el boceto con el modelo o se
parece muy poco.
El parecido lo iremos consiguiendo conforme vayamos cubriendo este “esqueleto” de “carne” con planos
de tonos diferentes con los que modelaremos el retrato como si añadiésemos arcilla a nuestra obra para
darle volumen y tridimensionalidad.
Este es el material utilizado para este retrato. El lápiz grafito solo lo empleé para las rectas que sirvieron
para encajar el dibujo y que luego borré, a partir de ahí ya no se usa más. Sólo se utiliza el carbón y las
cretas.
FOTO 12
FOTO 12
Comienzo por definir con lápiz creta negro (también puede utilizarse lápiz Conté carbón) la circunferencia
de su iris derecho. Cuidando de hacer un círculo lo más perfecto posible y respetando los cortes que en
este círculo ocasionan los párpados.
Seguido marco de negro la pupila salvando el punto de luz que inmediatamente señalo con un lápiz
pastel blanco o similar. Obsérvese que el brillo blanco está dentro de la pupila, algo a la izquierda y que
ésta está en el centro del iris, por encima del diámetro horizontal y tocando el párpado superior.
Completo esta primera parte repasando el perfil superior e inferior del ojo y lagrimal, dándole la forma
que será definitiva.
FOTO 13
FOTO 13
En esta foto, se ve que he dado algo de gris medio en el iris y lo he difuminado. Luego sobre este gris he
dado suave algún moteado oscuro con la punta del difumino y sobre todo ello algunos claros con lápiz
blanco, sin dejar trazo, solo algo de color blanco para aclarar el gris medio en algunos sitios y dar
aspecto traslúcido al iris, que debe contener grises oscuro, medio y claro, sin negros ni blancos que se
reservan únicamente para la pupila y el brillo en ella.
FOTO 14
FOTO 14
En esta tercera foto veréis, que he dado blanco a la esclera (o esclerótica) y que con el difumino algo
manchado de carbón, muy poco, he oscurecido los extremos de la misma y remato poniendo un punto de
brillo en el lagrimal.
FOTO 15
FOTO 15
Sigo sombreando el entorno de los párpados para sobre esta sombra dibujar luego las pestañas, pero al
sombrear procuro no invadir el borde de los párpados ni el exterior del lagrimal, que es más claro.
FOTO 16
FOTO 16
En esta fase, con un lápiz carbón negro intenso, dibujo las pestañas, no una a una independientemente
sino como una forma compacta tal como el Rimmel las deja con efecto “postizas”. Aunque en las
pestañas inferiores al ser más cortas y menos abundantes dejo espacio entre ellas y hago algunas
individuales alternándolas con pequeñísimos puntos de luz que simulan humedad del párpado.
Finalmente hago una sombra oscura en la zona de la sien hasta algo más abajo del ojo y algo más arriba
de la ceja. Termino de dar sombras y luces en el entorno de los párpados y nariz, para sobre estos tonos
dibujar la ceja.
En esta fase se puede ver como la aplicación de la creta gris ha cubierto el soporte y ha hecho
desaparcer el moteado propio del papel presentando un aspecto más uniforme de color que se asemeja a
la piel humana.
FOTO 17
FOTO 17
Para dibujar la ceja empiezo “manchándola” de gris oscuro de manera uniforme utilizando un difumino
como si fuese un lápiz. Luego con un lápiz creta negro afilado dibujo los pelos casi uno a uno
orientándolos en la dirección adecuada y dejando espacios más descargados que otros. Para terminar con
un lápiz carbón negro intenso dibujo pequeñas zonas oscuras sobre la ceja ya dibujada para simular
zonas mas espesas o en sombra.
Para acabar este ojo repaso sombras y luces en el entorno a pesar de que habrá que volver sobre ello
más adelante para dar unidad a toda la cara.
FOTO 18
FOTO 18
Como el procedimiento para dibujar el otro ojo es el mismo aquí dejo el resultado final de ambos ojos.
Aunque como ya vimos en el estudio de su rostro, su ojo izquierdo está algo más alto he procurado que
queden algo más parejos. Tampoco hay necesidad de destacar defectos que no aportan nada al retrato.
Aunque los ojos ya están prácticamente hechos, cuando el retrato este acabado habrá que retocarlo para
que armonice con el resto en cuanto a contraste, sombras, luces, brillos etc.
OJOS TERMINADOS
Este es el resultados definitivo de los ojos despues de acabado todo el retrato y repasado los detalles,
potenciados los brillos, sombras etc.
FOTO 19
FOTO 19
Para dibujar la nariz, comienzo dando color a las sombras oscuras y a las luces, luego fundo suavemente
ambas y acabo retocando las ventanas nasales, puesto que no estaban a la misma altura.
FOTO 20
FOTO 20
Con un lápiz creta negro perfilo las sombras y los bordes exteriores de la nariz y con un lápiz blanco abro
algunos toques de luz en la punta de la nariz y en el entorno exterior.
FOTO 20 Bis
FOTO 20 Bis
En esta fase acentúo las sombras y luces. Marco más los brillos. Inicio las lineas nasogenianas, que
marcan los pliegues de la cara entre las mejillas y el entorno de los labios. Y al tiempo procuro que la
zona superior de la nariz se extienda hasta los ojos. Quedando todo pendiente de una posterior
armonización con el resto de la cara.
FOTO 21
FOTO 21
Empiezo definiendo con lápiz creta negro los perfiles de los labios y los relleno de gris oscuro con un
difumino algo manchado de creta.
FOTO 22
FOTO 22
Aquí he marcado las zonas de brillos de ambos labios sin gran precisión, es sólo orientativo.
FOTO 23
FOTO 23
Este es un trabajo de más paciencia y detalle. He acentuado el oscuro de los bordes de los labios
precisando muy bien los perfiles, para ello he dado gris claro al entorno de la boca.
Después he dibujado el brillo, con pequeños trazos curvos para reproducir la carnosidad de los labios.
Y finalmente, con un cuidadoso moteado de oscuros y blancos he ido reproduciendo la textura de los
labios.
FOTO 24
FOTO 24
Para terminar la boca he dibujado los dientes. El proceso es similar al ya utilizado. Primero doy una capa
de blanco a todos los dientes con lápiz, luego lo difumino con un gris clarísimo. Con un lápiz negro suave
y un difumino muy afilado (yo afilo los difuminos con un cutter y luego lijo la punta con papel de lija del
número 0) dibujo las encías y los bordes de los dientes. Y finalmente hago los brillos de los dientes con
pequeños toques de blanco en sentido vertical, horizontal y pequeños puntos de luz.
Bueno como veis le he “recortado” algo los dientes por su derecha corrigiendo ese lado del labio inferior y
le he cerrado un poquito la bocaza para que no se le vea tanto diente. Espero que lo comprendáis…ella se
lo merece. Quizá le mejore su lado derecho del labio superior, será más adelante pues como siempre hay
que armonizarlo con el conjunto cuando el retrato esté casi acabado.
FOTO 25
FOTO 25
Señalo las zonas en sombra de la cara, con gris oscuro, sin gran precisión, son solo manchas para situar
las sombras
FOTO 26
FOTO 26
Aquí destaco con blanco, las zonas que serán más luminosas, también a grandes manchas.
FOTO 27
Fot 27
He fundido suavemente el gris oscuro de las sombras con el blanco de las zonas luminosas,
principalmente con el propósito de que desaparezca los rastros de la barra de creta.
FOTO 28
FOTO 28
Sobre la base anterior, que servía de orientación para las luces y sombras definitivas y para cubrir el
color del papel, vuelvo a marcar con gris oscuro las zonas de sombras tratando esta vez sí de no invadir
las que serán zonas de luz.
FOTO 29
FOTO 29
Difumino las sombras marcadas anteriormente procurando fundir suavemente los límites con las zonas
luminosas.
FOTO 30
FOTO 30
Muy suavemente y precisando mucho, destaco un poco más el contraste entre sombras y luces.
FOTO 31
FOTO 31
Así es como queda, de momento, el modelado del rostro hasta que una vez acabado todo el entorno,
cuello, cabello etc. hagamos los últimos retoques para armonizar todo el conjunto y que quede todo
integrado como resultado de una misma iluminación.
FOTO 32
FOTO 32
Para hacer el cuello y los hombros emplearemos el procedimiento habitual. Marcamos las zonas más
sombreadas, sin precisar excesivamente, pues es solo orientativo
FOTO 33
FOTO 33
Ahora señalamos las zonas más iluminadas, también con trazos gruesos pero siempre sin presionar sobre
el papel para que al difuminar no queden trazos.
FOTO 34
FOTO 34
Como hicimos con el rostro lo difuminamos todo pero suavemente de manera que lo “oscuro” pase sobre
lo “claro” y viceversa, de modo que se obtenga un gris claro que en las zonas sombreadas queda más
oscuro y en las zonas iluminadas resultará más claro
Foto 35
FOTO 35
Perfilamos el óvalo de la cara con una sombra muy intensa, casi negra sin llegar a serlo, y procuramos
que sin perder la línea del perfil ésta quede ligeramente “fundida” con la sombra que la rodea para que
no quede un borde cortante ( lo que los “american painting” llaman “hard edge”) por que parecería una
máscara impuesta sobre un rostro oculto.
FOTO 36
FOTO 36
Extendemos sombra profunda hacia la masa del cabello y afinamos un poco más los perfiles de los
hombros.
FOTO 37
FOTO 37
Para contrastar los hombros con el fondo damos una ligera veladura de blanco sobre el fondo por encima
de ellos independientemente de que este sea o no el tono definitivo
FOTO 38
FOTO 38
Profundizamos las sombras sobre las clavículas, en el hueco entre ellas y en su lado derecho del cuello.
Realzamos las luces en los bordes de las clavículas, por debajo de las sombras hechas anteriormente
procurando que se funda, donde se tocan, sombra y luz para crear una zona intermedia de penumbra
que dará la sensación de la curvatura del hueso.
FOTO 39
FOTO 39
Comenzamos con el pelo. Aclaramos el fondo que limita con el cabello con un simple blanco para ocultar
el moteado propio del papel y "montando" un poco sobre este blanco pintamos la melena e incluso los
cabellos sueltos que la bordean.
Para ello manchamos de negro con un simple carboncillo difuminado, no muy intenso, la franja de pelo
exterior solo del lado que vamos a trabajar con el propósito de que sirva de referencia como la zona más
alejada de cabello que más vamos a oscurecer.
FOTO 40
FOTO 40
Volvemos a oscurecer con creta negra sobre la zona anteriormente marcada con el carboncillo,
difuminando ligeramente para que no queden trazos y aparezca como un tono uniforme.
Hecho esto, fundimos ligeramente el negro del pelo con el blanco del fondo en la línea en que entran en
contacto lo cual dará sensación de alejamiento y del "aire" que envuelve la figura, evitando el perfil
recortado.
Con un lápiz creta negro con la punta bien afilada trazamos cabellos sueltos y en ligero desorden
tratando de seguir los del modelo aunque esto no es imprescindible. Se pretende simular los cabellos que
se separan de la melena por el aire o el movimiento de la misma y de paso evitamos la sensación de
cabello aplastado.
Damos algunos toques de blanco con lápiz pastel, también muy afilado, siguiendo la caída del cabello,
para romper esa masa negra sin que se convierta en grisácea. Son como brillos aislados.
FOTO 41
FOTOS 41
Esta foto es para ver en detalle, en la zona media y baja de la melena, el procedimiento seguido con la
parte más alta.
FOTO 42
FOTO 42
Volvemos a manchar de carboncillo, como hicimos anteriormente, la franja del cabello más próxima a la
cara, dejando en reserva el mechón que se curva por debajo de la oreja hacia la barbilla que será aún
más claro. Con esto evitamos confundirnos y "pasarnos" con el oscuro invadiendo una zona que es más
clara, ya que aclararla sería más engorroso.
FOTO 43
FOTO 43
Oscurecemos algo más esta franja y teñimos muy oscuro casi negro la parte superior de la cabeza donde
la melena se dividirá en dos ya que en esta zona hay una sombra muy intensa casi negra.
FOTO 44
FOTO 44
Con el lápiz blanco afilado (todas las veces que sea necesario) trazamos líneas blancas que caerán dando
curvatura al cabello y simulando brillo. Esto tiene por objeto que la zona de sombra profunda que
pintamos anteriormente en lo más alto del cabello, tenga sus límites bien definidos. Pero esta "linea" que
separa la zona oscura del lateral del cabello más iluminado debe ser una "linea" irregular, como
quebrada, siendo que esa irregularidad la marcan los diferentes brillos más o menos intensos del cabello,
de lo contrario parecería un cabello "tallado" por planos que separasen lo oscuro de lo claro, perdiendo la
melena la sensación de "soltura" del cabello.
Aprovechamos para con lápiz negro dibujar las raíces del pelo que cae hacia la izquierda de la frente así
como dos pequeños mechones que caen por la sien. Con esto conseguimos que la "separación" cabello
/frente no tenga una frontera seca sino que sea unión suave, no fundida pero sí suave.
FOTO 45
FOTO 46
FOTO45-46
Terminamos este lado del pelo, con el mismo procedimiento, un fondo oscuro con zonas algo más claras
donde dibujamos la luz que se refleja, con ligeros trazos juntos de blanco con lápiz muy afilado dando la
curvatura que corresponde e intercalando entre ellos algunos trazos muy finos de negro intenso que
potenciarán los blancos. Pero estas líneas blancas, que simulan cabellos especialmente iluminados no
deben ser lineas contínuas. Deben ser interrumpidas a intervalos irregulares. Para ello con un lápiz negro
igualmente afilado sobreponemos sobre las blancas otras pequeñas lineas negras de modo que darán al
cabello sensación de brillos discontínuos.
FOTO 47
FOTO 47
Iniciamos el lado derecho del cabello. Primero con un gris claro a carboncillo cubriendo con un difuminado
suave toda la zona que vamos a trabajar con lo que eliminamos el color del papel.
Segundo con blanco (barra de creta o pastel) marcamos las zonas que reflejarán más luz que son
aquellas cuyas curvaturas las acercan más a nosotros.
Tercero difuminamos tanto el gris como el blanco procurando que se fundan suavemente en sus zonas de
contacto pero sin invadir demasiado la zona luminosa.
Cuarto, oscurecemos más con creta negra las partes del cabello más oscuras e intensificamos la parte
más luminosa con blanco muy limpio.
Observaréis que he cambiado sobre la marcha el dibujo del cabello del final de la melena para
simplificarla y quitarle anchura a la parte baja del retrato que lo descompensaba hacia la derecha,
considerando que ahí irá una gran masa con un contraste tonal muy alto lo que atraería demasiado la
vista.
FOTO 48
FOTO 48
Con lápices negro carbón y blanco pastel, muy afilados con la punta como agujas, trazamos algunas
líneas que siguiendo la curvatura y caída del cabello simulen la luz que se refleja en ellos de forma
especialmente intensa.
Para acentuar la luminosidad no es necesario dar más cantidad de blanco, ni “apretar” más el lápiz contra
el papel eso JAMAS se hace, solo conseguiremos dañar el papel, basta con poner a su lado un tono muy
oscuro, negro o casi negro, el contraste hará el efecto deseado.
En términos generales en cualquier obra, el punto de máxima luminosidad está siempre acompañado por
el punto de máxima oscuridad.
FOTO 49
FOTO 49
Aquí se puede observar con detalle los cabellos sueltos que bordean el perfil de la cabeza, con el
propósito de darle cierto volumen, así como el perfil fundido con el fondo que evita el dibujo “recortado”
y consigue cierta perspectiva “atmosférica”, ese efecto óptico que hace que lo que está más alejado se
vea menos nítido.
FOTO 50
FOTO 50
Esta imagen nos da una idea de cómo va nuestra obra para poder apreciar que se va creando un dibujo
homogéneo en todo el trabajo, tanto en sus valores tonales como en su unicidad plástica.
En una obra, cualquiera que sea, todas sus partes deben estar tratadas con el mismo criterio: la misma
técnica, el mismo estilo, la misma calidad pictórica, la misma iluminación, el mismo valor tonal, es decir
debe ser una obra homogénea, es lo que se llama unicidad de la obra. De lo contrario parecería una obra
creada por partes y por diferentes autores o por un solo autor de ideas confusas.
FOTO 51
FOTO 51
FOTO 52
FOTO 52
En esta parte del pelo, como suele ocurrir en las puntas de las melenas, se observa como los cabellos se
despegan entre sí provocando un efecto esponjoso. Si no dibujamos estos cabellos sueltos daría la
sensación de puntas “engominadas”, como los bigotes de Dalí, que produciría un efecto poco o nada
natural.
FOTO 53
FOTO 53
Esta es la foto final de nuestro retrato. Antes de darlo por acabado retocamos los puntos de brillo y
sombras y algún detalle que haya que mejorar, como el perfil del óvalo de la cara y hombros para
suavizarlos y evitar el efecto ”recorte” y finalmente cubrimos todo el fondo.
Para ello lo difuminamos de forma masiva con un gris medio y luego lo aclaramos intensamente con
manchas más o menos circulares e irregulares de blanco difuminado para producir un efecto “aire”. Como
un cielo “emborregado”.
Veréis que comencé el fondo más claro abajo y he hecho un degradado irregular que se oscurece hacia
arriba, quedando la parte superior casi tan oscura como el cuerpo. Esto es con el propósito de equilibrar
la obra, intensificar la luz en el centro y provocar un efecto “enmarcado” del rostro de Megan.
Se puede notar que el rostro es mucho más luminoso que el cuello-hombros, precisamente para que la
cara concentre la atención del espectador, por que el entorno debe ser y es secundario.
Revision de la Obra
Finalizado el retrato, es conveniente examinar el resultado de nuestra obra para detectar posibles fallos
que hagan el trabajo irrecuperable y por tanto no debe ser entregado al cliente, para corregir aquellos
errores que tengan arreglo o para simplemente corroborar el éxito obtenido en nuestro trabajo.
Y ya que se trata de un retrato obtenido a partir de una fotografía, disponemos de la facilidad que da
poder comparar fotografía con el modelo. Me viene a la mente el “Método Comparativo” de Veredas., que
por cierto no sólo es un método que ayuda mucho a ver defectos, sino que también es de una crueldad
insufrible si esos errores son ya incorregibles. Este método no perdona por que no parte de la
subjetividad de una opinión, sino de la intransigencia de la geometría.
Bien, pues reproducimos sobre una fotografía de nuestra obra las mismas líneas-guía que en su momento
se trazaron sobre la foto modelo y solo basta con cotejar ambas y buscar las diferencias.
- Su ceja derecha en el dibujo no llega a tocar con la línea que se trazó por encima
- Su ceja izquierda en su extremo próximo a la nariz, en el dibujo, no traspasa la vertical que pasa por el
lagrimal.
- Su ojo izquierdo está más bajo que en la foto, en la que está más alto que el derecho, pero esta
“corrección” se hizo intencionadamente para evitar este pequeño defecto y que quedasen alineados.
- El lóbulo de la oreja es más pequeño que en la foto, también se hizo a propósito, la oreja grande afea y
no es significativo en este retrato
- El perfil de los dientes, especialmente a su derecha se rectificó para eliminar el efecto sierra para ello se
cerró ligeramente la boca.
- Se ha suprimido el zarcillo por ser poco elegante, demasiado grande y distraer mucho la vista.
-El óvalo de la cara en su lado derecho se estrechó a petición de los amigos foreros para mejorar la
simetría del rostro. La consecuencia es que hemos adelgazado la cara pero se mantiene íntegro el
parecido.
-Los dos mechones en curva casi cerrada de su lado derecho junto a la clavícula, los dibujé más altos
para que no quedasen tan cerca del borde del papel, pero cometí el error de subir al mismo tiempo la
clavícula con lo cual está más alta de lo que corresponde.
- El cabello que cae en su lado derecho de la cabeza a la altura de la frente le dí más volumen del que
tiene en realidad para igualarlo más con el de su lado izquierdo.
-El final del cabello sobre su hombro izquierdo es inventado por mí ya que ese lado de la foto aparece
cortado.
- Básicamente creo que tanto el parecido como la expresividad están conseguidos satisfactoriamente. Si
hay más defectos ya los descubriréis vosotros mismos. Yo sinceramente ya no los veo, es posible que sea
por estar saturado con esta imagen.
1.- Estudiar detenidamente las características anatómicas del rostro. Eso ayuda a “entenderlo” y facilita
el dibujo.
2.- Analizar la expresividad de los ojos, boca, etc. para poder representarla en el retrato y conseguir con
ello aumentar el parecido.
3.- Trazar sobre la imagen-modelo las líneas que nos servirán de guía para realizar el dibujo.
El eje vertical, y las horizontales que pasan por cejas, pupilas, final de la nariz, boca y barbilla son
obligatorias. Y son muy aconsejables la que pasan por la raíz del pelo en la frente, parte superior de la
cabeza y hombros o clavículas.
4.- Elegir el formato que se quiere utilizar y establecer la escala en relación a la foto-modelo.
5.- Repetir sobre el papel las líneas guía marcadas en la foto con la ampliación establecida en la escala.
6.- Hacer estas líneas con lápiz HB o de mayor dureza, no más blandos, y muy suavemente por que
habrán de ser borradas en fase posterior.
7.- Hacer el dibujo lineal, apoyándose en las líneas-guía con lápiz carbón y suavemente, sin “rayar” el
papel y sin exceso de detalle. Borrar líneas guía cuando esté hecho el dibujo.
8.- Empezar el dibujo a tonos por los ojos, primero el izquierdo, si se es diestro, continuar con nariz,
boca, óvalo de la cara, cuello, hombros y finalmente el cabello.
9.- Importante situar con exactitud la pupila y el punto de luz brillante que suele estar a su lado.
10.- Recordad que el iris es circular. La esclerótica no es blanca pura. Tiene sus variaciones tonales que
indican su curvatura La esclerótica que se ve forma parte de una esfera que es el globo ocular.
11.- Las pestañas superiores no se pintan individualmente sino formando parte de un cuerpo único.
12.- Las pestañas inferiores tienen su raíz en el borde del párpado, no más abajo como se suelen pintar
equivocadamente.
13.- La curvatura que siguen las cejas es muy importante por que contribuye mucho a la expresividad del
rostro.
15.- Al dibujar la nariz, procurad que las ventanas nasales estén en la misma línea y no remarquéis los
laterales de la nariz con lápiz. En realidad una nariz se dibuja más con luces y sombras que con líneas.
16.- Si la boca está cerrada la línea que marca la unión de los labios es absolutamente fundamental, esa
línea si está bien hecha bastaría por sí sola para lograr la identificación del retratado sin necesidad de
hacer el resto de la boca.
17.- Si la boca está abierta, no marquéis excesivamente la separación entre dientes, eso afea muchísimo.
Apenas debe notarse, debe ser un “juego” de luces y sombras muy sutil.
18.- Recordad que el labio inferior siempre es más grueso que el superior.
19.- Los pómulos no se “dibujan”, se “pintan” a base de sombras y luces. Las líneas nasogenianas más
de lo mismo.
20.- Las sombras en un rostro de mujer deben ser muy suaves y sin exceso de luz, pero deben estar lo
suficientemente contrastadas para que no parezca un rostro plano.
21.- Es preferible empezar las sombras con tonos medios y a partir de ahí oscurecer donde convenga. Y
reservar las zonas iluminadas siempre será mejor que aclarar con blanco por haberlas oscurecido más de
lo debido. Siempre quedan grises. Hay que procurar borrar lo menos posible a no ser que queramos
dibujar con la goma.
22.- Muchas correcciones dan sensación de suciedad al dibujo y la creta o carbón pierde potencia y
luminosidad cuanto más se mezcle, el papel no lo aguanta todo.
23.- Las transiciones de luz/sombra, en la curvatura de la piel, deben ser suaves sin bordes cortantes.
24.- Al pintar el cuello y la frente hay que tener la precaución de que no parezcan planos. Hay que darle
volumen con las sombras laterales principalmente.
25.- El perfil del óvalo de la cara debe fundirse ligeramente con su entorno. La unión frente/ cabello (o
sienes) debe ser suavizada, no debe parecer el pelo de “muñeca”, como implantado y muchísimo menos
como una línea cortante, sino como una frontera difusa.
26.- Al pintar el cabello pintar primero el fondo circundante para sobre él pintar la parte más exterior del
pelo.
27.- En un cabello negro o moreno acentuar las zonas de sombra con oscuro profundo. La transición
hacia la zona del cabello iluminada debe ser suave.
El cabello se debe tratar como masas tonales. Sobre la zona iluminada, trazar líneas de mayor brillo
especialmente finas.
28.- El cabello, aún tratándolo como masas, no como cabellos individuales, debe contener también
cabellos sueltos, finos como hilos en ligero desorden.
29.- El aspecto general del cabello debe ser de suavidad, con zonas de sombra intensas pero también con
luminosidad y brillos donde convenga.
30.- No reproduzcáis defectos físicos de vuestros modelos que no aportan nada al retrato. El que encarga
un retrato dibujado/pintado no quiere que le recuerden de por vida sus defectos. Para eso le basta
hacerse una fotografía. Lo que quiere es verse agraciado. Si no eres capaz de entender esto tan simple
no esperes que tu cliente te entienda a ti, por que él es el que paga. Guarda tu intransigencia para tus
autorretratos o no hagas retratos por encargo, por que tú no eres Francisco de Goya y como no lo serás
nunca tu retratos valen nada más que lo que tus clientes estén dispuestos a pagar por ellos.