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Etiología, diagnóstico y tratamiento de mordidas cruzadas en la dentición primaria

R1 Fernando Cuamatzin García

Introducción

Reconocer las condiciones que predisponen a los niños pequeños para desarrollar maloclusiones es
una parte fundamental de cualquier evaluación pediátrica dental. Detectar estas condiciones en la
dentición primaria puede permitir monitorear o intervenir en una base efectiva. Decidir cuándo
tratar un problema ortodóntico en la dentición primaria es un tema controvertido.

La mordida cruzada posterior se ha definido como una discrepancia transversal en la relación de los
arcos en donde las cúspides palatinas de uno o más de los órganos dentarios superiores posteriores
no ocluyen en la fosa central del diente inferior opuesto. Puede ser unilateral o bilateral cuando el
paciente muerde en máxima intercuspideación, la mordida cruzada usualmente se describe en
término de que dientes (maxilares o mandibulares) se encuentran desplazados de su posición
normal. La mayoría de las mordidas cruzadas posteriores en la dentición primaria son unilaterales.

La prevalencia reportada de mordida cruzada posterior en la dentición primaria varía de 1% a 16%,


dependiendo de la población estudiada, con las poblaciones caucásicas generalmente exhiben una
mayor prevalencia que las poblaciones africanas o asiáticas. La proporción de las mordidas cruzadas
en la dentición primaria que persisten a una dentición permanente varía, estudios longitudinales
reportan entre 55% a 92% de maloclusiones que fallan en autocorregirse mas allá de la dentición
primaria.

Etiología

Una discrepancia transversal en la relación de los arcos dentales provocando una mordida cruzada
posterior puede deberse a factores esqueletales o dentales, o a menudo combinaciones de los dos.
Problemas transversales en la dentición primaria pueden llevar a interferencias oclusales,
particularmente en la región de caninos, que a su vez puede causar un cambio funcional de la
mandíbula anterior o lateralmente.

Las mordidas cruzadas en la dentición primaria comúnmente resultan de un maxilar estrecho como
consecuencia de factores genéticos o ambientales, o usualmente una combinación de los dos.
Pacientes con Clase II con una severa discrepancia esqueletal antero posterior pueden presentar
una mordida cruzada posterior bucal completa. Pacientes con Clase III pueden presentar mordida
cruzada posterior bilateral con anchos de arcos mandibulares y maxilares normales. El crecimiento
transversal puede verse obstaculizado por interferencia con la sutura palatina media en una
temprana edad, como la que se ve en pacientes con paladar hendido que se han sometido a una
reparación quirúrgica del defecto. Estos pacientes están predispuestos a desarrollar mordidas
cruzadas posteriores porque la reparación temprana del defecto (antes de los 2 años de edad), para
facilitar el habla adecuada, provocan cicatrices e inhibición del crecimiento medio facial.

Influencia de los tejidos blandos y hábitos

Durante este periodo de crecimiento rápido; el tamaño y posición de la lengua, respiración bucal,
succión no nutritiva (dedos, chupones) y hábitos de postura mandibular, pueden contribuir a
desarrollar una mordida cruzada posterior. En el manejo de la mordida cruzada, estas influencias
deberían tomarse en cuenta e implementarse estrategias para la corrección de los hábitos, de ser
posible antes de realizar un tratamiento ortodóntico.

El destete temprano y la succión no nutritiva también han sido asociadas con mordida cruzada
posterior, y se ha sugerido que ésta fue causada por una interferencia en el desarrollo normal de las
crestas alveolares y del paladar duro como resultado de una actividad muscular comparativamente
baja asociada con alimentación con biberón.

Hábitos en la postura de la mandíbula como rutinariamente mantener abierta la boca, pueden


inhibir el crecimiento transversal. Debido a que la lengua no se encuentra posicionada en el maxilar
para contrarrestar el efecto que ejerce la mejilla hacia adentro. La obstrucción de la respiración,
muchas veces debida a un aumento de las adenoiodes, genera una alteración en la postura de la
cabeza, respiración bucal predisponiendo al paciente a desarrollar mordida cruzada posterior.

Diagnóstico

A través de la historia clínica, examen del niño el sillón dental, obtención de modelos de estudio
(profundidad y ancho adecuados de la bóveda palatina, inclinación anormal de los dientes molares)
permitirá distinguir las mordidas cruzadas de origen dental de aquellas que son de origen esqueletal.
La naturaleza de la discrepancia esqueletal puede estudiarse a fondo a través de un análisis postero
anterior. Es importante remarcar que existen muy pocas mordidas cruzadas de origen dental
observadas en la dentición primaria, debido a que la mayoría de estas resultan de apiñamiento
dental, y un apiñamiento significativo en la dentición primaria es raro.

Una mordida cruzada posterior funcional en la dentición primaria resulta del cambio anormal en la
posición de la mandíbula debido a interferencias dentales. También puede deberse a una
constricción bilateral medial del arco superior que lleva a la mandíbula a desplazarse lateralmente
o anteriormente.

Beneficios de intervención temprana contra las consecuencias de una mordida cruzada posterior
no autocorregida

Función masticatoria y la articulación temporomandibular: interferencias oclusales son mas


prevalentes en niños con mordida cruzada posterior, las cuales pueden desencadenar bruxismo,
llevando a una pérdida significativa de la superficie dentaria. El efecto que éstas interferencias
oclusales tienen en la articulación temporomandibular no son claras, sin embargo las mordidas
cruzadas posteriores se relacionan consistentemente con problemas de la articulación
temporomandibular. Se piensa que se debe a una posición condilar asimétrica que se asocia al
cambio funcional de la mordida cruzada posterior.

Estética: Las maloclusiones son vistas como antiestéticas, pudiendo ocasionar estrés, disminuyendo
la autoestima del paciente.

Habla o deglución: Hay evidencia que sugiere que la mordida cruzada posterior se puede relacionar
con anormalidades del habla y voz nasal, así como dificultada para pronunciar sonidos como la “r”,
“s” y “l”.

Consideraciones de espacio: Expandir un maxilar estrecho incrementa el ancho y la circunferencia


de ambos arcos. Si es realizado antes de una formación completa de la raíz del diente permanente
puede ayudara promover la erupción normal, previniendo que la mordida cruzada persista en la
dentición mixta o permanente.

Modalidades de tratamiento

En general existen tres enfoques básicos para manejar la mordida cruzada posterior en la dentición
primaria:

1. Corregir cualquier hábito que ha contribuido a la etiología de la mordida cruzada.


2. Remover interferencias oclusales o generar un guía cuspídea que prevenga al paciente de
morder en una mordida cruzada funcional. Este enfoque debe ser considerado cuando
existe una mordida cruzada unilateral.
3. Expander activamente un maxilar colapsado usando aparatología removible o fija, para
mordidas cruzadas dentales y la mayoría de las formas esqueletales con una diferencia de
ancho de arco mayor a un milímetro, no se puede resolver removiendo las interferencias
dentales únicamente, y es necesaria expandir el arco.

Para la edad de 5 años la mayoría de los pacientes habrán desarrollado cierto nivel de iniciativa que
les permita cooperar con el tratamiento. Un factor que puede determinar si el tratamiento se
realizará en la dentición primaria es la presencia de los primeros molares, si no se encuentran
erupcionados pero las radiografías revelan que no hay hueso cubriéndolas, el tratamiento debe
retrasarse hasta la dentición mixta. Si la corrección de la mordida cruzada está indicada durante la
dentición temporal, hay ventajas y desventajas de los aparatos que pueden ser usados. La
aparatología removible es ventajosa porque requiere muy poco tiempo operativo. Aparatología fija
puede ser preferible debido a que dependen menos de la cooperación del paciente.

En término de efectos adversos de realizar un tratamiento correctivo de la mordida cruzada


posterior incluyen cooperación limitada de los pacientes jóvenes, irritación gingival y
descalcificación del esmalte. Otros efectos pocos comunes son modificaciones a la morfología nasal,
sensaciones de mareo y diastema transitorio entre los incisivos centrales debido a una expansión
maxilar rápida. También se puede presentar sensibilidad dental debido a desgaste selectivo.

Conclusiones

El tratamiento de las mordidas cruzadas posteriores de la dentición primaria solo puede


recomendarse cuando no tratar esta condición en la dentición primaria predispone el niño a
consecuencias perjudiciales a largo plazo. Una mordida cruzada posterior unilateral como resultado
de un desplazamiento funcional de la mandíbula es pensado que conlleva tal riesgo si no se corrige.

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