Ficha de ampliación Unidad 2 -Tema 2

Mutualismo y comensalismo
Mutualismo
El mutualismo es un tipo de interacción simbiótica, por lo que ambos involucrados
presentan una relación muy cercana, que incluso puede durar toda la vida. Existen
diferentes grados de vinculación entre los mutualistas, de acuerdo con el tiempo que dure
la interacción y el grado de dependencia que experimenten los organismos participantes.

Si los mutualistas participan de la relación solo durante algunas etapas de sus vidas o
desarrollan la interacción con diferentes especies, se trata de una interacción mutualista
facultativa. Un ejemplo de este tipo de interacción es la relación entre los polinizadores
(abejas, abejorros, mariposas, entre otros) y las plantas. En esta interacción, el
polinizador obtiene el néctar del cual se alimenta, mientras el polen se adhiere a sus
patas, de tal manera que, al visitar otra flor, la planta se beneficia al ser polinizada.

Si los mutualistas tienen una relación con una

única especie y además esta es de largo plazo, de
modo que llega incluso a durar toda la vida, se
trata de una interacción mutualista obligada. Un
ejemplo de este tipo de interacción es la relación
entre las hormigas del género Pseudomyrmex y los
árboles de acacia.

En esta interacción, la acacia produce en sus hojas

unas pequeñas cápsulas llenas de azúcar y
proteínas de las cuales se alimentan las hormigas,
y está cubierta de unas espinas que las hormigas
ahuecan y utilizan como refugio. Por su parte, las
hormigas se encargan de alejar a todo depredador
herbívoro que intente alimentarse de la acacia y
además mantiene el terreno alrededor de la planta
libre del crecimiento de otras especies que puedan
competir por recursos, como nutrientes y agua. La
acacia y las hormigas del género Pseudomyrmex
no pueden vivir separadas.

 En este ejemplo, la relación mutualista

es facultativa, dado que los insectos visitan
plantas de varias especies y las plantas
también utilizan polinizadores diferentes.

Otros ejemplos de mutualismo:
Pez payaso y anémona.
 El pez payaso utiliza a la anémona como refugio,
ya que esta posee numerosos tentáculos
urticantes, venenosos para el resto de los
organismos pero inofensivos para el pez. De esta
manera, el pez payaso se encuentra protegido y
tiene un lugar donde hacer su nido y, al mismo
tiempo, protege a la anémona de sus predadores.
 Entre las acacias y algunas hormigas se
presenta una relación mutualista obligada,
en la que las primeras son defendidas por
las hormigas de otros depredadores, y a la
vez estas obtienen alimento y refugio.
Hormigas y pulgones
 Los pulgones son pequeños insectos que se
alimentan de la savia de las plantas. Algunas
hormigas se dedican a protegerlos de sus
depredadores y, a cambio, los pulgones las
recompensan con unas gotas azucaradas que
secretan y que les sirven de alimento a las
hormigas.
El comensalismo

El comensalismo es una interacción biológica que tiene relación con la alimentación. En

este caso, un organismo, el comensal, se alimenta de los restos de comida o desechos
orgánicos que deja el otro organismo. En algunos casos el comensal puede también
ocupar refugio u otros recursos que el otro organismo le otorgue. La simbología que
describe el comensalismo es (+/0), lo que indica que una especie, el comensal, se
beneficia al recibir alimento u otro recurso, mientras que la segunda especie participante
no se beneficia ni se perjudica por la interacción.

El comensalismo es un tipo de simbiosis, por lo que involucra una relación de convivencia

estrecha por un tiempo prolongado entre los dos miembros de la interacción. En la
mayoría de los casos, la relación es tan íntima que el comensal está condicionado a
utilizar siempre como hospedero a individuos de la misma especie.

Algunos ejemplos de comensalismo:

Tiburón y pez rémora

 La rémora es un pez de tamaño mediano que

se sitúa bajo el vientre del tiburón. En esta
posición, aprovecha los restos de alimento que el
tiburón desperdicia y permanece protegida de
sus depredadores, ya que muy pocas especies
enfrentan al tiburón.

Ballena franca y ciámidos

 Los ciámidos (popularmente llamados piojos de

ballena) son unos pequeños crustáceos sésiles, es
decir, incapaces de desplazarse por sus propios
medios. Por esta razón, se adhieren a la piel de las
ballenas, con lo cual consiguen ser transportados a
través de aguas ricas en nutrientes, donde se
alimentan los cetáceos.