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UNIVERSIDAD FINIS TERRAE

FACULTAD DE EDUCACIÓN, PSICOLOGÍA Y FAMILIA

PEDAGOGÍA EN EDUCACIÓN MEDIA

PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

PROFESORA JOSEFINA VICUÑA

BULLYING: RASGOS PRINCIPALES, FACTORES


INTERVINIENTES Y EL ROL DEL DOCENTE EN SU PREVENCIÓN

MARÍA CONSTANZA BARRERA GUICHARD

MAGDALENA PAZ MEJÍA MENDOZA

FRANCISCO MILLAR MÜLLER

MAITE MUÑOZ LARRONDO

Santiago, Chile

16 de mayo de 2017
Índice Página
Introducción 2

Antecedentes e investigaciones previas ​ ​ 3

Prevalencia mundial y chilena ​​ 5

Factores de riesgo y protectores 8

● Características físicas 8
● Autorregulación emocional 8
● Autoestima 9
● Mentalidad fija ​ ​ ​9

● Familia ​ ​ 9
● Apego ​ ​ 9
● Institución escolar 10

Consecuencias a corto plazo 11

● Agredidos ​ ​11

● Acosadores y espectadores 11

Consecuencias a mediano plazo ​ ​ 11

● Agredidos 11
● Agresores 12
● Espectadores 12

Consecuencias a mediano-largo plazo 13

● Agredidos 13
● Agresores 13

Rol del docente en la prevención del bullying 13

Conclusión ​ ​ 15
Introducción

Los niños que crecen en un entorno afectivo tienden a desarrollar futuras


relaciones positivas. Es decir, si se quiere construir una sociedad con individuos
que se respeten mutuamente, se les debe proporcionar un ambiente basado en el
afecto, ya que, si un niño se desarrolla en un ambiente positivo influirá
enormemente la manera en que se relacionen con los demás. Asimismo, la
conceptualización de la violencia, así como el aprendizaje de conductas violentas
también está fuertemente influido por el tipo de valores sociales que imperan en el
entorno del niño, por ende, si se les proporciona un ambiente violento,
propenderán a tener actitudes violentas.

En 1996, la Asamblea número 49 de la Organización Mundial de la Salud


(OMS) declaró la violencia como un problema importante de Salud Pública en
1
constante aumento en todo el mundo . Esto, para llamar la atención acerca de las
serias consecuencias a corto y largo plazo de la violencia, tanto para individuos
como para las familias, comunidades y países.

El tipo de violencia que va dirigida de un estudiante a otro se le conoce


actualmente como ​bullying​. Esta palabra proviene del inglés (​bull​=toro), y
considera un conjunto variado de conductas que incluye desde la violencia física
hacia un compañero, hasta la agresividad verbal, ya sea de manera directa
(insultos, discriminación, etc.) o indirecta (rumores en el aula, calumnias por redes
sociales, etc.).

En Chile y el mundo, el ​bullying es una problemática actual relevante, ya


que existen altos porcentajes de agresión escolar en todos los países del mundo.
Según estudios internacionales (TIMMS), Chile está entre los cinco países con
más porcentaje de acoso escolar (La Tercera, 2012), afectando al desarrollo de
dicha etapa. En vista de lo anterior, el presente informe tiene como objetivo
establecer los antecedentes y la prevalencia que estos poseen tanto en el mundo,

1
http://www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/summary_es.pdf
como en Chile. Se abordarán e investigarán los factores de riesgo, y las medidas o
acciones que pueden tomar los docentes para prevenir este acoso en el contexto
nacional.

Antecedentes e investigaciones previas

Para contextualizar los términos utilizados en las siguientes páginas


utilizaremos las siguientes definiciones:

Agresividad Conflicto Violencia Bullying

Corresponde a un Involucra a dos o más Existen diversas Es una manifestación de


comportamiento defensivo personas que entran en definiciones de violencia violencia en la que un
natural, como una forma de oposición o desacuerdo según la perspectiva que se estudiante, es agredido/a o
enfrentar situaciones de debido a intereses, adopte. Todas tienen en se convierte en víctima al
riesgo; es esperable en verdadera o aparentemente común dos ideas básicas: ser expuesta, de forma
toda persona que se ve incompatibles. -El uso ilegítimo del poder y repetida y durante un
enfrentada a una amenaza de la fuerza, sea física o tiempo, a acciones
que eventualmente podría Conflicto no es sinónimo psicológica. negativas que llevan a cabo
afectar su integridad de violencia, pero un mal - El daño al otro como una uno o más compañeros/as.
La agresividad no implica, manejo de la situación consecuencia. Se puede manifestar por
necesariamente, un hecho puede generar una maltrato psicológico, verbal
de violencia. respuesta violenta o físico que puede
ser presencial, es decir
directo, o mediante el uso
los medios tecnológicos
actuales.

Tabla basada en datos de las Orientaciones para abordar la violencia escolar en las comunidades
educativas del Ministerio de Educación, 2011.

Es así como es posible determinar que las características principales del


bullying ​son su carácter sistemático y la intencionalidad de causar daño. Según
Jorge Varela (2013), es importante considerar también la desigualdad de status
que ocurre entre el acosador o agresor, y la víctima.

La violencia la clasificaremos en las siguientes modalidades: ​Física: cuando


hay empujones o golpes. Verbal: consistente en insultos en público y/o en privado.
Psicológica: cuando existe una persecución, intimidación, chantaje, amenaza,
incluyendo gesticulaciones y obscenidades a través de señas, miradas o
expresiones corporales. ​Por exclusión social: se presenta cuando el estudiante
que es víctima es excluido o aislado de la convivencia escolar. ​Cibernética
(ciberbullying)​: se caracteriza por el acoso por medios electrónicos, ya sea que se
trate de internet, páginas web, redes sociales, blogs, correos electrónicos o
mensajes por celular.

Se estima que el bullying ha estado presente desde que se instauraron las


aulas de clases, pero recién a fines del siglo pasado diversos investigadores han
dirigido sus estudios a este fenómeno, ya que ha tenido un aumento progresivo y
ha desarrollado una complejidad preocupante.

Todas estas investigaciones tuvieron su origen con los trabajos del Profesor
2
de Noruego de psicología Dan Olweus a partir del año 1970 en adelante . Este
autor realizó una descripción (1993) que hasta el día de hoy es aceptada y
acertada: “Un alumno es agredido o se convierte en víctima, cuando está expuesto
de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas ​que lleva a cabo otro
alumno o varios de ellos”. Se habla de acción negativa cuando alguien inflige daño
3
de manera intencionada, o intenta infligir malestar a otra persona .

Dan Olweus (2001) ha identificado tres actores como condición para que se
presente el ​bullying​:

1.- Un agresor, que por lo general es poco reflexivo, se frustra fácilmente, es


impulsivo y no tiene sentimientos de culpabilidad.

2.- ​Una víctima​, que por lo general suele ser pasiva (baja autoestima, débil,
sumisa) o provocadora (conflictiva y descontrolada)

3.- ​Los espectadores, ​los cuales se subdividen en: ​los activos​, que - aunque no
suelen iniciar la conducta agresora- participan activamente una vez iniciada. Y ​los

2
http://olweus.sites.clemson.edu/history.html
3
https://monite.org/incidencia/
pasivos​, que no toman parte activa en las agresiones, pero disfrutan de ellas.

Olweus investigó cerca de ochenta mil estudiantes, trescientos a


cuatrocientos profesores y mil padres entre varios períodos de enseñanza. El
programa de intervención propuesto por Olweus tenía como característica
principal determinar reglas claras contra el Bullying en las escuelas, alcanzar una
participación activa de parte de los profesores y padres, aumentar la
concientización del problema y proveer apoyo y protección a las víctimas.

De todos los datos obtenidos a partir de los estudios de Dan Olweus, y


4
referidos a la muestra total, los más ​relevantes fueron : un 15 % de alumnos
participaban en las acciones intimidatorias, como víctimas o como agresores; el
9% eran víctimas, el 7% agresores y el 1,6% habían participado como agresores y
como víctimas; el género del agresor y de la víctima solía ser masculino; había
menos agresiones físicas en los cursos superiores que en los inferiores; las
agresiones solían ser realizadas por compañeros del mismo curso o de cursos
superiores.

Algunas investigaciones importantes que vinieron después de Olweus son las


de ​Erling Roland (1949-)​, quién llevó a cabo un programa de investigación sobre la
manera de alcanzar la paz y el orden en el aula, ​David P. Farrington (1944-)​, quién
estudió el comportamiento criminal juvenil y ​Stanley M. Davis (1939-)​, quien
estudió la intimidación en las aulas y capacitó personal escolar en distintos países
para la prevención de ésta. Aun así, las investigaciones de Dan Olweus siguen
siendo unas de las más importantes en esta materia.

Prevalencia mundial y chilena

En Chile y el mundo, el bullying es una problemática importante, ya que se


ha detectado y comprobado que los estudiantes que sufren de acoso escolar
tienen un menor rendimiento académico en comparación a los que no.

4
http://www.conflictoescolar.es/2007/09/resultados-mas-relevantes-de-los-estudios-de-dan-olweus/
Nuestro país, según la encuesta desarrollada por el informe de 2011 de
Tendencias en el Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias​, (TIMSS), se
encuentra entre los cinco países con más acoso escolar, obteniendo el quinto
puesto detrás de Tailandia, Qatar, Bahrein y Marrueco, y con las mismas tasas
que Nueva Zelandia, Omán y Emiratos Árabes. Según se desprende de dichos
resultados, en los países donde hay un alto porcentaje de víctimas de intimidación,
el rendimiento escolar es menor. De hecho, en Singapur – el país con mejor
rendimiento-, los índices de violencia llegan sólo al 23%. En Chile, los estudiantes
víctimas de bullying habitual promediaron 468 puntos, 31 menos que quienes casi
no lo sufrían, cifra similar al promedio internacional. “’A mayor disciplina y menor
violencia escolar, mejores serán los resultados académicos de los alumnos’,
asegura Retamal”​ ​(La Tercera, 2012).

En Chile, el ​bullying es un problema que se ha ido acrecentando a medida


que pasan los años. Un estudio realizado por el MINEDUC el año 2011 a niños de
8° básico, indica que 1 de cada 10 niños ha declarado haber sido víctima de
bullying​, mientras que un 25% de ellos asegura sufrirlo todas las semanas.
Además, 1 de cada 5 estudiantes asegura que son comunes las amenazas u
hostigamientos entre sus compañeros. Es decir, también existe un alto porcentaje
de educandos que son testigos del bullying, por tanto, si bien no son víctimas o
victimarios, sí son conscientes del problema.

Las regiones que lideran el acoso escolar en Chile son las de Arica y
Parinacota y de O’Higgins, con un 10,6% y 10,2%, respectivamente, muy por
sobre el promedio nacional de 9,2%; y la región en la que se registra mayor
frecuencia del bullying es la Región Metropolitana (MINEDUC, 2011).

Cabe destacar, que en los establecimientos educacionales con mayor


porcentaje de acoso escolar, se registran resultados académicos más bajos, y
justamente los colegios o escuelas con porcentaje más alto de bullying son los de
los sectores socioeconómicos medio y medio bajo.
(Fuente: MINEDUC, 2011)

Existen distintos tipos de hostigamientos, como, por ejemplo: el ​bullying en


el aula de clases, el ​ciberbullying ​(acoso por medio de redes sociales), ​bullying
homofóbico. Además, este se presenta de diversas formas: físico, psicológico,
sexual y verbal.

Según un estudio realizado por la Fundación Todo Mejora en el año 2016 a


estudiantes entre 7° básico y IV medio, las razones más frecuentes para sufrir de
bullying ​son las siguientes:
Factores de riesgo y protectores.

Dentro del fenómeno del bullying existen diversos factores que pueden
incrementar o disminuir su probabilidad de ocurrencia (factores de riesgo y
protectores, respectivamente).

Potocnjak, Berger y Tomicic - en su estudio ​Aproximación relacional a la


violencia entre pares (2011) - estipulan que es necesario revisar la percepción de
los propios adolescentes con respecto al bullying, para poder determinarlos. Así,
los adolescentes identificaron que los factores pueden ser considerados tanto de
riesgo y/o protectores, dependiendo si se encuentran o no presente. Dadas estas
características, se denominaron como “intervinientes”:

a) Características físicas: las características físicas pueden ser de riesgo o de


protección. Los agresores suelen ser más fuertes físicamente, mientras que
las víctimas suelen ser más débiles en este ámbito (Arroyave 2012;
Potocnjak et al., 2011).
b) Autorregulación emocional: un buen manejo de las emociones propias y de
la frustración es considerado un factor protector. Por el contrario, el poco
autocontrol es un factor de riesgo, puesto que los agresores tienden a ser
impulsivos y reaccionar fácilmente al conflicto, además de poseer poca
tolerancia a la frustración (Arroyave, 2012).
c) Autoestima: ​Se cree que tanto agresores, como víctimas y testigos, pueden
poseer bajos niveles de autoestima; estudios muestran que son frecuentes
las conductas agresivas, antisociales y la violencia escolar en personas con
baja autoestima (Rodríguez & Caño, 2012). Por otro lado, las víctimas son
más ansiosas, inseguras, y tienen una mala percepción de sí mismos
(Varela, 2012). Es preciso señalar que, si bien todas las dimensiones de la
autoestima son fundamentales - al momento de determinar si son un factor
de protección o de riesgo-, es la dimensión social la que permea a los tres
actores del bullying: la necesidad de pertenecer al grupo puede gatillar
conductas violentas (en el caso de los agresores); el silencio o la
provocación (en víctimas); y la complicidad (en testigos).
d) Mentalidad del desarrollo: la confianza que poseen los alumnos en ellos
mismos es vital en su formación. Por el contrarío, cuando el alumno posee
mentalidad fija - según lo planteado por Dweck (2007) - los resultados del
fracaso los atribuyen a factores o causas externas; la capacidad de
modificación consciente de sus actos en pos a la mejora son nulos,
determinando una resistencia al fracaso o malos resultados; y buscando
alcanzar sus objetivos. Los agresores, de esta manera, evitan esforzarse
para crear relaciones positivas y recrean malas prácticas en su ambiente y
relaciones.
e) Familia: el manejo de la disciplina (padres indulgentes o autoritarios); los
padres negligentes o demasiado sobreprotectores; las familias poco
cohesionadas; violencia intrafamiliar. Todos estos son factores que, si bien
no son determinantes, sí pueden constituir un riesgo.
f) Apego: las formas de apego inseguro y evitativo podrían asociarse a formas
potenciadoras del acoso entre iguales (acosador y/o víctima). Siendo el
evitativo el más relacionado con los agresores y el ansioso, con el ser
víctima de acoso (Magaz, Chorot, Sandín, Santed & Valiente, 2011).
Los niños y adolescentes requieren de “un espacio afectivo caracterizado
por la seguridad, contención y empatía, que les provea de una confirmación
de sí mismos, los valide con las complejidades propias […] y les asegure un
vínculo seguro, otorgándoles un sentido de pertenencia” (Potocnjak, Berger.
& Tomicic, 2011, p. 47). Por esto, es fundamental el rol de las figuras de
apego. Los padres o cuidadores, como figuras de apego primarias y los
profesores, como apego secundario, generando un cuidado afectivo de los
estudiantes.
g) Institución escolar: el manejo de la autoridad y disciplina puede ser un
factor de riesgo si se centra en lo punitivo y no en lo formativo. Por el
contrario, una institución que fomenta el buen clima escolar, a través de
herramientas de prevención e intervención, como el Comité de Convivencia
Escolar (o Consejo Escolar, en los colegios con subvención Estatal); y que
trabaja por generar una buena comunicación entre miembros de la
comunidad educativa, puede ser un factor protector.

Además, al entrevistar a estudiantes (Potocnjak et al., 2011), surgieron


otros factores a considerar, tales como el buen rendimiento escolar (protector) y el
aburrimiento (de riesgo). Por otro lado, Castillo-Pulido (2011), menciona estudios
de Joao Yunes y Tamara Zubarew que añaden factores como “[...] acceso a
armas, consumo de drogas, exposición a violencia en los medios de comunicación
y otros factores políticos, culturales y sociales [...]”.

Es importante señalar que la agresividad en general, y el bullying de modo


particular, deben ser entendidos como un proceso, en el cual intervienen distintos
factores, tanto biológicos, como ambientales, que se ven afectados por los
contextos de los distintos sistemas5 en los que se ve envuelto el niño o
adolescente, “permeados por la dimensión temporal” (Berger & Lisboa, 2009, p.
63). Así, para diseñar distintas estrategias de intervención y prevención, es
necesario integrar a los distintos componentes de la comunidad educativa, así
como también generar programas de formación a nivel sociocultural.

Consecuencias a corto plazo


Agredidos: ​Se ha comprobado en numerosas investigaciones que las
víctimas de bullying y de rechazo escolar presentan: Una imagen general más
negativa de sí mismas; desórdenes de atención y aprendizaje; pérdida de interés
en sus actividades favoritas; dificultad para disfrutar y falta de energía; deficiente
habilidad para relacionarse con los demás; sensibilidad hacia el rechazo y hacia
las críticas negativas; síntomas depresivos y ansiedad.

5
Según la teoría ecológica del desarrollo, de Urie Bronfenbrenner (1979).
La conciencia de culpa y la vergüenza son también reacciones habituales
en la víctima de la violencia. Aunque las personas que se encuentran en estas
situaciones necesitan que alguien los escuche, tienen tendencia a no hablar
porque sienten vergüenza de lo que les está pasando, y en ocasiones esto va
enlazada a una cierta culpabilidad.

Acosadores y espectadores

Los acosadores, a su vez, además de enfrentarse a un problema tan serio


como es utilizar la violencia como medio para conseguir un fin, ven incrementados
el riesgo de convertirse en víctimas de su propia violencia y la probabilidad de
delinquir en el futuro.Y los espectadores pueden ver inhibida su capacidad de
distinguir conductas positivas y negativas.

Consecuencias a mediano plazo.

Agredidos: ​El reiterado sufrimiento de agresiones se relaciona con un


mayor riesgo de sufrir trastornos de conducta y/o psicológicos. Si el bullying es
repetitivo e intenso, las consecuencias se agravan. Las consecuencias más
directas del bullying se pueden clasificar en personales, escolares y sociales:

a) Escolares: Miedo y rechazo al contexto en el que se sufre la violencia. En el


ámbito escolar se produce rechazo, miedo a ir a la escuela, por lo que se
produce una disminución del rendimiento y una mayor probabilidad de
fracasar escolarmente.
b) Personales: La imagen que terminan teniendo de sí mismos puede llegar a
ser muy negativa y afectar su autoestima, su conducta y su apariencia
física. Algunas víctimas pueden desencadenar conductas agresivas,
ansiedad, depresión y en casos extremos, ideas o intentos de suicidio.
c) Sociales: Pérdida de confianza en uno mismo y en los demás. El
aislamiento, el menor número de amigos provoca la ausencia de redes de
apoyo. En el futuro puede producir dificultades para establecer relaciones
de intimidad y confianza con otras personas.

Agresores

a) Escolares: Disminución del rendimiento escolar junto con un cambio en el


comportamiento habitual.
b) Personales​: Disminuye su capacidad de comprensión moral y de empatía.
c) Sociales​: Aislamiento social, pueden llegar a ser rechazados por miedo,
desprecio de sus conductas… por parte de los iguales. Además refuerza un
estilo violento de interacción.

Espectadores

Las respuestas de los espectadores de situaciones de maltrato pueden ser


variadas y pueden ir desde la indiferencia a la implicación, por ello las
consecuencias dependerán de la actitud y la conducta que asuman. Pero en
situaciones de bullying prolongado en las que no se produce intervención se
pueden producir las siguientes consecuencias: sensación de indefensión y de
miedo a poder ser víctima de una agresión similar; reducción de la empatía ante el
sufrimiento de los otros y aumenta la falta de sensibilidad, la apatía y la
insolidaridad.

Consecuencias a mediano-largo plazo

Las consecuencias del Bullying a mediano-largo plazo repercuten tanto en las


agresores como en los agredidos, de la siguiente manera (American Medical
Association, Stevens et. Al, 2002):
Agredidos: ​Presentan ansiedad, depresión, pensamientos suicidas y aislamiento
social; perciben la escuela como un lugar inseguro y se ausentan; deterioro de la
autoestima; fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el
desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general y
tendencia a la actuación predelictiva y la adicción a las drogas.

Agresores: Conducta antisocial y delincuencia o vandalismo, robos, ausentismo y


uso de drogas; patrón de conducta antisocial que continúa en adultez joven;
aumento en posibilidad de beber, fumar y ejecutar pobremente en la escuela y
experimentan dificultad en relaciones interpersonales en la adultez.

Rol del docente en la prevención del Bullying

Sin duda, el clima escolar cobra vital importancia en la etapa de formación de los
educandos. Este se refiere al ambiente establecido en las relaciones
interpersonales que sostienen todos los miembros de la comunidad educativa, el
cual determinará la distinción entre un ambiente positivo o negativo para el
proceso de formación.

En relación a la violencia, este factor se condice con el desarrollo de una buena


convivencia escolar, dado que el bullying o acoso escolar, es un factor común en
todas las escuelas, tanto fuera como dentro del aula.

La mediación dentro del aula está dada por la figura del docente, el cual es un
actor principal a la hora de identificar sucesos que afecten directamente al
desarrollo de la buena convivencia. Por lo tanto, es preciso establecer ciertos
patrones de conducta que han de tener los docentes para direccionar este proceso
en sus estudiantes.

“Desde los antiguos griegos, la figura del maestro ha sido definida como la piedra
angular de la educación. El profesor no sólo entrega conocimientos, sino que tiene
un rol de formador de la personalidad de sus alumnos, tal como lo reportan
Gyarmati, Ortúzar, Cereceda (1970).” (Arón & Milicic, 2004, p.18)

Por lo mismo, es preciso que el docente establezca una relación cercana y segura
con sus alumnos, es decir, entablar una relación desde un apego que instaure una
base de realidad desde la cual él pueda explorar su entorno.

La prevalencia del bullying, podría estar determinada dentro del aula por los
factores mencionados anteriormente, es por esto que la labor del docente
distinguirá el comportamiento de sus estudiantes respecto de sus pares,
incidiendo de manera positiva o negativa en sus relaciones.

“Un docente extremadamente normativo o que tiene dificultades para mantener el


orden en la sala, genera desagrado en los estudiantes, lo que induce a conductas
agresivas que favorecen el bullying. De igual forma, los docentes pueden
deliberada o inconscientemente inducir al bullying cuando manifiestan una actitud
negativa hacia un estudiante, lo que se transforma en una excusa para que sus
pares lo maltraten (Olweus, 1999).” (EducarChile, s.f.)

Tal es la relevancia del clima escolar, que el Estado de Chile ha diseñado una Ley
de Convivencia Escolar y un Reglamento de Buena Convivencia Escolar, que
actúa como una guía para los directivos y docentes de los establecimientos
educacionales del país.

Conclusión

El bullying - dentro del sistema educativo - es el daño o la intención de daño


que se genera de manera reiterada, y en un contexto de disparidad de poder. Los
modos son diversos: pueden ser psicológicos, verbales, físicos, sociales, sexuales
o cibernéticos. Independiente de la manera en que se manifieste, sus
consecuencias a corto, mediano y largo plazo, afectan el desarrollo de todos los
actores involucrados.

Debemos tener en cuenta que los niños crecen y se desarrollan con los
modelos que ven a su alrededor, por ende, es fundamental el papel que cumple la
familia y la sociedad respecto al entorno del niño en sus primeros años de vida.

Es de suma importancia, como docentes, saber identificar las conductas de


agresividad de parte de los alumnos, ya que, si se tratan a tiempo y de forma
efectiva se pueden evitar consecuencias graves tanto para el agresor, como para
la víctima, y los espectadores. Para esto, se deben considerar a todos los
miembros de la comunidad educativa, así como también el entorno socio-cultural
de los escolares, los medios de comunicación y las políticas gubernamentales que
promuevan una buena convivencia dentro del establecimiento educativo.
Referencias bibliográficas

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