QUÉ NECESITAN LOS ADOLESCENTES...

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( ,\¡)e¡-iciicias. En este caso nuestra función es establecer emim Perspectiva general práctica de las áreas clave del
ticelir «¡Ya te lo dije!» , y ayudarlos a reflexionar sobre lo ocu1 ¡k 1 () desarrollo adolescente
y [k) que pueden aprender de la experiencia.
No obstante, también debemos reconocer qu e los acontecirnien- Antes veamos cómo se desarrolla la identidad a lo largo de la
J, , vitales pueden suponer un trastorno y un desafío importantes adolescencia.
lata el flujo del desarrollo. En distintos períodos de la adolescencia

celen producirse ciertos «desbarajustes del desarrollo»: Segunda etapa de la escuela primaria/
Primera etapa del instituto

· Segunda etapa de la escuela primaria/Primera etapa del institu~ j:

convertirse en hermano o hermana mayor de un hermano o una
iermana-, hacer frente a las mudanzas familiares; afrontar un divor -
io, hacer frente a la muerte de un familiar-, hacer frente al consumo
le drogas o al comportamiento delictivo de un compañero de clase.
· Segunda etapa del instituto: afrontar un divorcio; hacer frente
la muerte de un familiar-, cambios en la situación laboral de los pa -
Ires- hacer frente al consumo de drogas, el comportamiento delicti -
~o, una lesión o una muerte violenta, un embarazo, un suicidio, el
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1H o el sida de un compañero de clase.
Visión general
Existen dos áreas muy destacadas:
· Ser consciente de los factores sexuales, reconocer y aceptar los
cambios corporales, reconocer las conductas sexuales inapropia-
das y resistirse a ellas.
· Desarrollar técnicas para analizar situaciones sociales
estresantes, identificar sentimientos y objetivos, poner en práctica
técnicas de petición y rechazo.
Competencias clave y áreas para desarrollar confianza

Sentimientos
Las listas coinciden en parte y, por supuesto, esto no son más que
lirectrices. En todos estos casos el mejor consejo que podemos dar a · Tener conciencia de la propia identidad y ser autocrítico.
:)s padres es que sigan proporcionando amor, risas, límites y lazos · Armonizar los sentimientos contradictorios de uno mismo.
)ara ayudar a los adolescentes a experimentar el sentido del aprecio,
Pensamientos y actitudes
a pertenencia, las competencias y la confianza, y las contribuciones.
· Reconocer la importancia del abuso del alcohol y las drogas y su
Is más, la A, la P y las C se pondrán en duda cuando se produzcan
prevención.
lesbarajustes. Las identidades de los adolescentes no son tan sólidas
· Establecer normas de salud.
omo para no verse afectadas por las crisis. Nuestra labor de padres
· Fijar objetivos realistas a corto plazo.
s mantener el vehículo del desarrollo en la carretera con todas las
· Ver las dos caras de los problemas, las disputas y las discusiones.
cedas en movimiento.
· Comparar las capacidades con los criterios ajenos, propios o
¿Y qué combustible tienen que suministrar los padres o encargare
normativos; considerar las capacidades a la luz de las reacciones
de que consigan sus hijos? La inspiración, la imaginación, la de los demás.
ale-,ría, el optimismo, el humor, el afecto, el apoyo, la firmeza, la
· Reconocer la importancia de las afirmaciones sobre uno
segurilad, unos valores claros y, quizá, lo más importante, el mismo y los premios que uno mismo se concede.
respeto. 'cesto que son adolescentes experimentarán emociones
intensas a lo argo del trayecto, especialmente en momentos difíciles. Acciones
Con nuestro ,poyo estas emociones no les impedirán avanzar ni los · Iniciar actividades propias.
encaminarán ri. la dirección equivocada. Las aspiraciones de los · Dotes de mando emergentes.
adolescentes pueten convertirse en éxitos en la edad adulta.
 QUÉ NECESITAN LOS ADOLESCENTES...

PREPÁRESE PARA EDUCAR A UN ADOLESCENTE, .

inejores experiencias. En este caso nuestra función es establecer em - Pe rsp ectiva gene ra l p rá ct ica de las áreas clave
patía, no decir «¡Ya te lo dije! », y ayudarlos are flexionar sobre lo ocu - de l desarrollo adolescente
rrido y lo que pueden aprender de la experiencia.
No obstante, también debemos reconocer que los acontecimien - Antes veamos cómo se desarrolla la identidad a lo largo de la
tos vitales pueden suponer un trastorno y , un desafío importantes adolescencia.
para el flujo del desarrollo. En distintos períodos de la adolescencia
Segunda etapa de la escuela primaria/
suelen producirse ciertos «desbarajustes del desarrollo»:
Primera etapa del instituto

· Segunda etapa de la escuela primaria/Primera etapa del institu to:
convertirse en hermano o hermana mayor de un hermano o una
hermana; hacer frente a las mudanzas familiares; afrontar un divor -
cio-, hacer frente a la muerte de un familiar-, hacer frente al consumo
de drogas o al comportamiento delictivo de un compañero de clase.
· Segunda etapa del instituto: afrontar un divorcio; hacer frente a
la muerte de un familiar; cambios en la situación laboral de los pa -
dres-, hacer frente al consumo de drogas, el comportamiento delicti -
vo, una lesión o una muerte violenta, un embarazo, un suicidio, el
VIH o el sida de un compañero de clase.
Visión general
Existen dos áreas muy destacadas:
· Ser consciente de los factores sexuales, reconocer y aceptar los
cambios corporales, reconocer las conductas sexuales inapropia -
das y resistirse a ellas.
· Desarrollar técnicas para analizar situaciones sociales
estresantes, identificar sentimientos y objetivos, poner en práctica
técnicas de petición y rechazo.
Competencias clave y áreas para desarrollar confianza

Las listas coinciden en parte y, por supuesto, esto no son más que
directrices. En todos estos casos el mejor consejo que podemos dar a
los padres es que sigan proporcionando amor, risas, límites y lazos
para ayudar a los adolescentes a experimentar el sentido del aprecio,
la pertenencia, las competencias y la confianza, y las contribuciones.
Es más, la A, la P y las C se pondrán en duda cuando se produzcan
desbarajustes. Las identidades de los adolescentes no son tan sólidas
como para no verse afectadas por las crisis. Nuestra labor de padres
es mantener el vehículo del desarrollo en la carretera con todas las
ruedas en movimiento.
¿Y qué combustible tienen que suministrar los padres o encargarse
cíe que consigan sus hijos? La inspiración, la imaginación, la ale -
gría, el optimismo, el humor, el afecto, el apoyo, la firmeza, la seguri -
dad, unos valores claros y, quizá, lo más importante, el respeto.
Puesto elite son adolescentes experimentarán emociones intensas a lo
largo del trayecto, especialmente en momentos difíciles. Con nuestro
apoyo estas emociones no les impedirán avanzar ni los encaminarán
en la dirección equivocada. Las aspiraciones de los adolescentes pue -
den convertirse en éxitos en la celad adulta.
Sentimientos
· Tener conciencia de la propia identidad y ser autocrítico.
· Armonizar los sentimientos contradictorios de uno mismo.
Pensamientos y actitudes
· Reconocer la importancia del abuso del alcohol y las drogas y
s prevención.
· Establecer normas de salud.
· Fijar objetivos realistas a corto plazo.
· Ver las dos caras de los problemas, las disputas y las discusiones.
· Comparar las capacidades con los criterios ajenos, propios o
normativos; considerar las capacidades a la luz de las reacciones
de los demás.
· Reconocer la importancia de las afirmaciones sobre uno
mismo y los premios que uno mismo se concede.
Acciones
· Iniciar actividad es propias.
· Dotes de m ndo emergentes.
 PREPí\KLSE PARA EDUCAR A UN ADOLESCENTE...
1 QUÉ NECESITAN LOS ADOLESCENTES...
Qué podemos pedirles a las escuelas y cómo podemos contribuir a
asegurarnos que lo hagan
· Respetar el hecho de que los adolescentes necesitan válvulas
de escape físicas (reducir al mínimo el tiempo que deben
permanecer sentados/las clases tipo conferencia).
· Canaliza., la creatividad (por ejemplo, variar los artículos y
útiles para estudiantes, no hacer hincapié en los informes escritos).
· Ofrecer oportunidades para participar en el
establecimiento de reglas.
· Proporcionar pautas muy claras sobre el absentismo escolar, el
consumo de sustancias y el comportamiento violento, y asegurar-
se de que los adolescentes están enterados.
· Ofrecer oportunidades para establecer y revisar las normas y
los criterios personales, cumplir los objetivos académicos.
· Fomentar la participación en grupos relacionados con la
escuela, académicos, de atletismo u otros, además de grupos
vinculados a la escuela, pero fuera de ella.
Pertenencia
Cuestiones relativas a los compañeros
· Hablar con los adolescentes respecto a la elección de los amigos.
· Ayudarlos a desarrollar dotes de mando (frente al
seguidismo) con los compañeros.
· Ayudarlos a enfrentarse a los conflictos entre compañeros.
· Demostrar claramente que reconocemos y fomentamos
alternativas a la agresión y la violencia.
· Reconocer que la pertenencia y la inclusión son muy importantes.
Cuestiones relativas a la familia
· Esté preparado para el conflicto entre sus valores y los de los
compañeros en ámbitos como la indumentaria, la música, la
importancia de los deberes y el tiempo dedicado a ellos.
· Comparta con ellos y enséñeles cosas sobre las etapas en la vida
de los adultos y los padres.
· Fomente los rituales, incluso después de que se hayan producido
los «hitos del desarrollo» formales; no deje que la ostentación eclipse
el significado; las transiciones deben comprender aprecio,
pertenencia, capacidades y confianza, y contribuciones además de
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Áreas concretas para el aprecio y la contribución
· El funcionamiento de la democracia, el gobierno, la prensa y los
medios de comunicación.
· La importancia del medio ambiente (la Nave Espacial Tierra; la
tierra como hábitat, entorno ecológico; la interdependencia
global; los ecosistemas).
· El prejuicio, la libertad y la ciudadanía.
· Comprender y aceptar las diferencias en la comunidad de uno.
· Identificar las influencias de grupo negativas y resistirse a ellas.
· Participar en proyectos comunitarios.
· Aprendizaje de los papeles de liderazgo y formación en
los mismos.
Segunda etapa del instituto
Visión general
En esta etapa deberíamos preocuparnos menos por enseñar
«pequeñas» técnicas y más por cómo integran los adolescentes las
que ya poseen. El mejor momento para enseñar nuevas técnicas es
cuando los adolescentes reconocen que son necesarios para realizar
algo que ellos quieren realizar. He aquí las áreas en que los adoles-
centes necesitan técnicas para avanzar con confianza; luego presen-
taremos una lista de competencias que puede desarrollar de manera
prioritaria en sus hijos si experimentan dificultades en las áreas de
confianza.
Áreas para la confianza y el éxito
· Mantener relaciones positivas con los compañeros, los adultos,
las figuras de autoridad, quizá incluso los padres.
· Estar sano: dieta, nutrición, niveles de energía, sueño, cuidado
de la piel, higiene dental, higiene personal, ejercicio físico,
deporte, danza.
· Convertirse en un ciudadano culto, responsable, pacífico y
afectuoso; contribuir al servicio comunitario o proyectos ambientales,
comprender los elementos del gobierno y participar en ellos.
· Enfrentarse al amor y la pérdida, con los compañeros, en la
I familia.
· Funcionar con inteligencia emocional en el lugar de trabajo.
· Ganar y administrar dinero.
 QUÉ NECESITAN LOS ADOLESCENTES... Í')
¡'K'[ l'ARI:SE PARA EDUCAR A UN ADOLESCENTE...

· Planificar una carrera y prepararse para un papel de adulto.

Pertenencia
· Desarrollar objetivos e intereses personales: aficiones, clubes,
planes de educación futura. Cuestiones relativas a los compañeros
· Cumplir con las responsabilidades.
· Comportamiento eficaz en grupos de compañeros.
· Canalizar las ideas, la creatividad, el ingenio.
· Participación responsable y de liderazgo con los compañeros.
· Encontrar y cultivar la espiritualidad de uno.
· Utilizar técnicas de petición y rechazo.
· Iniciar y mantener amistades con chicos y chicas y relaciones ro-
Competencias a las que hay que estar atento
mánticas.
· Comprender la conducta responsable en los acontecimientos
· La escucha y la comunicación oral.
sociales.
· La competencia en la lectura, la escritura y el cálculo.
· Abordar el tema de la conducción bajo la influencia del alcohol.
· Aprender a adquirir técnicas.
· Técnicas de gestión personal: gestión del tiempo, Cuestiones relativas a la familia
establecimiento de prioridades, organización personal,
· Mantener un nivel de conexión, autonomía e
establecimiento de objetivos, planificación y autoseguimiento.
interdependencia mutuas.
· Evaluaciones personal y moral sinceras de sí mismo, los actos y · Hablar con los padres de las actividades cotidianas, aprender
las conductas.
técnicas para revelar cosas sobre uno mismo.
· Reconocer las consecuencias de las conductas arriesgadas · Prepararse para la educación de los hijos, las responsabilidades fa-
(actividad sexual, consumo de drogas), protegerse de las miliares.
consecuencias negativas.
__o ~ :
· Armonizar los sentimientos propios y ajenos.
· Adaptabilidad: razonamiento y solución de problemas creativos,
especialmente en respuesta a las barreras o los obstáculos. 1
· Sentirse orgulloso del trabajo realizado.

Qué podemos pedirles a las escuelas y cómo podemos

contribuir a asegurarnos que lo hagan
1 1

· Fomentar el reconocimiento de las virtudes personales.

· Ayudar a los adolescentes a trazar planes académicos realistas.
· Fomentar y enseñar la persistencia para alcanzar objetivos a
pesar de los reveses.
· Planificar la trayectoria profesional o posterior al instituto.
· Ofrecer oportunidades, ayudar a crear una participación en
grupos eficaz: dotes interpersonales, negociación, trabajo en equipo.
11
· Ayudar a los adolescentes a encontrar vías para contribuir a la
clase o la escuela (por ejemplo, servicio o actividades de voluntariado
en la escuela o la comunidad, servir de modelo de conducta para
estudiantes más jóvenes, ayudar a la gente mayor, las personas sin
techo, otros individuos necesitados).

142 UNA CAJA DE HERRAMIENTAS PARA EDUCAR...
respuesta a su contacto visual, el adolescente responde «¿Qué mi -
ras?» con desconfianza.
Decir las cosas adecuadas: Es más difícil de lo que parece, pero sin
duda es útil si no olvida mantener la calma. Las críticas, el sarcasmo, la
condescendencia, la falta de respeto, el fastidiar y el suplicar no
pueden considerarse cosas apropiadas. Diga lo que quiere decir de
manera directa. Hable de usted en lugar de acusar a su hijo. Por ejem -
plo, «Es muy , importante para mí que la casa esté limpia y agradecería tu
colaboración. Después de comer algo, pon los platos en el lavapla tos,
por favor, para que no tenga tanto trabajo por la noche». Esto
funciona mucho mejor que «Eres un holgazán. Nunca haces nada en
casa. ¿Crees que soy , tu criada? ¿Cuándo aprenderás a ser respon -
sable?».
Tono de voz: Sea consciente de qué dice y cómo lo dice. La gente
puede utilizar un tono de voz hiriente para disgustar a los demás sin
decir realmente nada inapropiado. Téngalo presente. Intente ser sin-
cero. Como dijo George Burras: «Si puedes fingir sinceridad, tienes el
éxito asegurado.»
No olvide utilizar estas técnicas al interactuar con su hijo adoles -
cente. Y tenga presente qué ejemplo da.
CONTRATOS
Otra herramienta especialmente valiosa al trabajar con los ado -
lescentes son los contratos. Son acuerdos negociados que definen cla -
ramente las responsabilidades de todas las partes y las consecuencias
resultantes, tanto positivas como negativas. El contrato es similar a la
gráfica de comportamiento que puede haber utilizado con sus hijos
pequeños, quizá para enseñarles a pedir para ir al lavabo, las tareas
domésticas o cómo trataban a su hermano. La principal diferencia en -
tre una gráfica de comportamiento y un contrato es también la princi -
pal diferencia entre la infancia y la adolescencia: el pro g enitor tiene
menos control y la opinión del adolescente tiene mayor peso. Esto es
bueno, por cierto, porque queremos que los hijos se vuelvan más in-
dependientes y se responsabilicen más de sí mismos.
Al elaborar un contrato es importante que todas las partes expon-
gan sus objetivos. El de los padres puede ser que los adolescentes aca-
ESP, AEDPY Y OTRAS 111
HERRA\l111:N-IAti.
n los deberes y tengan la habitación ordenada. El ele lo,_, a1 )K-,k t 11
puede ser conseguir que los padres los dejen en paz y
lora ya puede desarrollarse la relación entre los objetivos ele ti i wti
ros. Por lo general esto se pone en formato «si..., entonces...» .. «tia
acabas los deberes satisfactoriamente durante la semana, eritoiic(.,,.,
podrás salir con tus amigos el sábado.»
Es importante que util i ce factores de motivación que su hijo real -
mente desee, como tiempo con los amigos, bienes materiales o el uso
del coche familiar. Aunque siempre confiamos en que los valores in -
teriores de los adolescentes y sus relaciones con sus padres guíen su
comportamiento, también tenemos que ser realistas y a veces es nece -
sario confiar en la motivación externa. No nos referimos a sobornos,
sino a otras cosas que desean aparte de sentirse bien consigo mismos
y recibir amor de sus padres. El mundo en parte funciona así. Un mo -
tivo básico por el que la mayoría de nosotros hace su trabajo es para
recibir un sueldo.
Es importante llevar un seguimiento del contrato. Sin un segui -
miento frecuente y preciso el contrato no vale nada o, aún peor, pue de
llevar a un mayor conflicto si surge desacuerdo respecto a lo que las
partes hicieron o dejaron de hacer. Alguien tiene que responsabili zarse
del seguimiento y esto es más fácil si los objetivos son claros y
cuantificables. Si usted realiza un seguimiento del rendimiento esco -
lar, puede que tenga que implicar a la escuela. Si realiza el seguimien to
de una actividad doméstica, asegúrese de que está en casa para ob -
servar. Obviamente también habrá que realizar un seguimiento de las
consecuencias. Y, como liemos mencionado antes, quizá tenga que
utilizar consecuencias positivas y negativas.
Inicialmente los contratos deberían ser a corto plazo, quizá de
unas dos semanas de duración. Esto permite evaluar su viabilidad y
efectuar los cambios necesarios. Las consecuencias deberían ser lo
más inmediatas posibles-, si el premio tarda demasiado en llegar, a al -
gunos adolescentes les parecerá una eternidad y, por lo tanto, no se
sentirán motivados. Los objetivos realistas, alcanzables y deseables
suelen plasmarse en una motivación positiva.
ESTABLECIMIENTO DE LIMITES
Al pasar a la acción no olvide los límites. ¿Qué está bien y , qué no
lo está? Antes nos hemos referido a los límites en relación con la anil-
 S
144 UNA CAJA DE HERRAMIE\TA PARA EDUCAR...

cipación de resultados. No obstante, a veces se plantean límites res -

pecto a una relación. La relación con su hijo adolescente es su mejor
baza. Es valiosa, pero no puede jugar esta carta muy a menudo. Pue -
de darle valor jugando bien sus otras cartas (por ejemplo, utilizando
sus otras herramientas). Cuando recurre a su mejor baza, se la juega.
TERCERA PARTE
Por ejemplo, un adolescente decidió fumar. «Todo el mundo fu -
maba», dijo; además podía dejarlo cuando quisiera. No era adicto,
simplemente le gustaba. Sus padres «anticiparon resultados» en
vano; hacía tiempo que se había vuelto inmune a la propaganda con-
tra el tabaco. Hicieron contratos, pero en realidad no podían realizar is

el seguimiento de su hábito. Tenían que decirle simple y llanamente

cómo se sentían y que fumar no estaba bien. Le dijeron que tenían un
gran disgusto porque estaba haciendo algo que le hacía daño. Querían
a su hijo y por este motivo no podían limitarse a cruzarse de brazos y
decir que no pasaba nada o que se daban cuenta de que ellos no po -
dían hacer nada. Le hablaron de la cuestión con frecuencia, no de
modo fastidioso, sino con cariño y preocupación. Manifestaron su
desaprobación. Hablaron de sus sentimientos de preocupación y tris -
teza. A la larga el adolescente entendió el mensaje.
UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS:
EJEMPLOS PARA LA VIDA REAL
Observar los éxito
s de los demás puede mostrarnos nuevas posi-
bilidades, ampliar nuestras ideas, estimular nuestra creatividad. Pero su
experiencia nunca puede proporcionar modelos que funcionen del
mismo modo para nosotros. Es bueno ser curioso, es inútil creer que
ellos han descubierto nuestras respuestas.

Estas herramientas reflejan maneras de aportar amor, risas, lími -

tes y lazos a la educación diaria de los hijos. La tercera parte muestra MARGARET WIIEATLEY Y NIVRON YEl-INER-R,?GERS

distintos ejemplos sobre cómo se utilizan una o más herramientas en A Simple WaY

el contexto de situaciones reales progenitor-adolescente.

C>
13o UNA CAJA DE HERRAMIENTAS PARA EDUCAR.
SON LAS DIEZ DE LA NOCHE ¿SABE EN QUÉ
CANAL EMITE SU HIJO ADOLESCENTE?
En esta era de los medios de comunicación nos gusta utilizar ana -
logías de la televisión y el ordenador para comprender mejora los
adolescentes. Están en diferentes lugares a diferentes horas. Parte de
nuestro problema como padres consiste en sintonizar con el lugar en
que se encuentran y responder de manera apropiada.
A menudo los adolescentes envían señales que indican a sus pa -
dres qué sienten y qué necesitan. Estas señales difieren en función de
la cuestión o el problema y de qué esperan los adolescentes de sus pa -
dres (u otros adultos que respetan y con los que mantienen canales
abiertos de comunicación). Cuando los padres averiguan e n qué ca-
nal emite su hijo adolescente la recepción se vuelve más clara. Hay
menos interferencias y el mensaje puede recibirse y responderse con
precisión. He aquí la lista de los canales de emisión de su hijo ado -
lescente, seguida de una guía más exhaustiva. Observe que forma -
mos un acrónimo, AEDPY Jo sentimos, pero no podíamos evitar in -
cluir otro).
Canal A: Tengo que guardar las apariencias.
Canal E: Escúchame, por favor.
Canal D: Busco una discusión
C an al P : N e c es i t o a p o y o .
Canal N: Necesito ayuda.
Canal A: Tengo que guardar las apariencias. Por razones que he-
mos expuesto anteriormente los adolescentes son propensos a sentir
vergüenza. A veces la causa son los compañeros, pero los miembros
de la familia también pueden provocar sentimientos de vergüenza en za o
resentimiento. («Toca tan bien el piano. Toca para tu tío Leo y tu tía
Bea. Vamos. Tocará, le encanta. ¿No vas a tocar? Sé amable y toca.
¡Toca!») El canal A es pertinente cuando los adolescentes tienen que
enfrentarse a cierta revelación o incidente que ha expuesto uno o dos
defectos. El canal A también podría estar conectado si el adolescente
evita ver a ciertas personas o rechaza ciertas llamadas telefónicas. Us -
ted le proporcionará amor N , apoyo ayudándole a guardar las aparien-
cias, no haciéndole pasar más vergüenza. El canal Y es más general.,
abarca muchas situaciones pero con mayor frecuencia se centra en su
hijo y en una tarea o un objeto. El canal A es público-, implica a otra
ESP AEDPY Y OTRAS HERRAMIENTAS.. I si
gente y se centra en un contenido de programas muy limitado: cónw
guardar las apariencias. Permítanos observar que nos referimos al he
cho de que los adolescentes sienten vergüenza de sí mismos. Se da
por supuesto que sienten vergüenza de sus padres. No se conoce nin -
guna cura para esto.
Canal E: Escúchame, por favor. Sabrá que el canal E está
conectado cuando su hijo adolescente se dirija a usted para hablar o
deje entrever que pasa algo. (« ¡Ah! Nada... de verdad, fue bien.
Bueno. creo que fue bien, ¿Que cómo estoy? Esto... bien, más o
menos.») También es importante prestar atención al silencio-, si su
hijo adolescente anda por ahi y no habla, también puede ser una
señal de que realmente quiere decirle algo. Por este motivo la
educación de los hijos puede ser una labor que lleve mucho tiempo. A
veces tiene que darse un lapso de espera. Sería fantástico que todo el
mundo dijera qué necesita en un período de tiempo claro y breve, pero
no es así, especialmente en el caso de los adolescentes.
Con frecuencia su hi j o tendrá una confusión o una duda que cre-
erá que puede solucionarse hablando. No olvide que el canal E no es
«Dime que tengo que hacer, por favor» sino «Escúchame, por favor».
Escuchando y obteniendo información sobre sus sentimientos y su
perspectiva mantendrá el canal encendido y quizá les ayudará a resol -
ver lo que les preocupa.
Canal D: Busco una discusión. No le sorprenderá saber que
este canal va acompañado de interferencias. Las señales del canal D
comprenden conducta hosca o contraria, desafíos a su autoridad,
frases negativas y, nuestro favorito, mucho lenguaje corporal
negativo. Nada de lo que usted diga es correcto o ni siquiera
aceptable. ¿Por qué ocurre esto' No busque razones profundas. A
veces los adolescentes están llenos de disgusto o incluso
sentimientos tempestuosos o polémicos-. quizá simplemente busquen
tina discusión. Los padres cuyos hijos adolescentes emiten por el
canal D pero piensan que sus hijos emiten por el canal P (necesito
apoyo) o E (escúchame, por favor) van a pasarlo especialmente mal.
Cuanto más tiempo tenga sintonizado el canal D, más probable será
que se vea involucrado en un conflicto. A veces puede que usted
busque una discusión, pero si no es así, entonces tendrá que conectar
otros canales.
Advertencia: usted no puede hacer que sus hijos adolescentes pa -
sen del canal D a otro-, sólo ellos pueden cambiar de canal. Ellos con-

132 UNA CAJA DE HERRAMIENTAS PARA EDUCAR...
trolan el mando a distancia. Usted ni siquiera puede pulsar el botón
para quitar el volumen. Su única opción es esperar la pausa publicita-
ria, sufrir hasta el final del programa, levantarse y salir de la habitación
o hacerles saber que no quiere ver ese programa, pero que le gustaría
ver otro canal con ellos, preferiblemente P (apoyo) o Y (ayuda).
Canal P: Necesito apoyo. Incluso en el caso del adolescente más
equilibrado habrá momentos en que las cosas se pondrán difíciles.
Quizá Charlie tuvo un examen difícil o le fue mal en el partido o se
peleó con un amigo. Ante un nuevo desafío puede que detecte cierta
incertidumbre en el adolescente. Cuando Robin dé muestras de preo -
cupación, depresión o un poco de nerviosismo, probablemente esta -
rá emitiendo por el canal P. El método más eficaz de expresar apoyo
es el uso de las técnicas de interrogatorio y las paráfrasis que se expo -
nen en las páginas 137-139.
página
1
Y: Necesito ayuda. ¡Ojalá los adolescentes emitieran por este
canal más a menudo! No existe nada más gratificante para un padre
que oír: «Mamá, papá, necesito ayuda.» Por este motivo tuvimos hi -
jos, para proporcionar orientación, ayudarlos a crecer y crear unas
versiones perfectas de nosotros mismos.
Para desilusión de los padres, el canal Y suele estar conectado
sólo durante tareas muy específicas, como arreglar la bicicleta o el co -
che o hacer una tarea escolar, no para las grandes cosas, como «¿Qué
debería ser de mayor? ¿Cuándo crees que estaré preparado para man -
tener una relación seria? ¿Cómo puedo organizar mi vida para dar lo
mejor de mí y satisfacer todas las esperanzas que tenéis depositadas
en mí?»
Cuando observe indicios claros de frustración en su hijo, como
lanzar un bolígrafo u otros objetos sobre la mesa, quizá gruñir un
poco o incluso decir «me rindo», probablemente estará emitiendo
por el canal Y. Aunque quizá su bola de cristal le indique que diga «Te
ayudaré» o «No pensaba que pudieras hacerlo», creemos que la téc -
nica ESP es mejor que una bola de cristal, de modo que trate de con -
tener sus reacciones inmediatas y lea a continuación cómo seleccio -
nar y poner en práctica técnicas buenas para estas situaciones.
1
ESP, AEDPY Y OTRAS HERRAMIENTAS... 114
EMPATÍA Y PARÁFRASIS
En cuanto haya sintonizado con los sentimientos y necesidades
de su hijo adolescente, o al menos lo haya intentado con valentía,
establezca lazos de empatía con él. Exprese y muestre que
comprende cómo se siente y qué dice. Una manera de hacerlo es a
través de las paráfrasis. Limítese a repetir con otras palabras, sin
hacer una evaluación ni utilizar las técnicas ESP o AEDPY, cómo
han dicho que se sienten y qué piensan. («Has dicho que estás
frustrado y no crees que t us profesores se preocupen por ti.»)
Insistimos en que mostrar empatía no significa estar de acuerdo. A
menudo este simple acto de comprensión contribuye a abrir la
puerta de la com'Únicación y solucionar el problema. Una de las
cosas más importantes para todos es el mero hecho de que nos
escuchen de verdad y nos comprendan. Nos sentimos muy bien
cuando pasa esto. En cierto modo nos libera de la carga emocional
que sentíamos aun cuando realmente no pasara nada. Educar a
los hijos ya es bastante difícil. Ésta es una herramien ta simple y de
fácil uso-, cuando se utiliza a diario, probablemente es la más
poderosa. (Por cierto, funciona igualmente bien con el cónyu ge, el
jefe, los empleados y cualquier persona con que quiera llevarse bien.)
TÉCNICAS DE INTERROGATORIO
Otra técnica clave para evaluar una situación consiste en formu lar
preguntas. Cuantas más formule, más sabrá y más clara estará la
situación también para el adolescente. Tendrá que evitar la pregunta
«por qué», que no es una petición de información, sino que con
frecuencia se percibe como una acusación y, por lo tanto, provoca
una actitud a la defensiva. «¿Por qué lo has hecho ? »
automáticamente hará que el adolescente se retraiga o se enfade.
Asimismo, la respuesta frecuente al «por qué» es «no lo sé»,
«porque me da la gana» o el silencio. Pero la respuesta correcta suele
ser una variación de «es que, sabes, papá, a veces me ob-ldo de
analizar detenidamente la situación, evaluar las posibles
alternativas y prever las consecuencias de mis actos». Hemos oído
la pregunta «por qué» muchas veces, pero rara vez hemos oído a
un adolescente —o de hecho a cualquier otra persona— dar la
respuesta adecuada.
En lugar de «por qué», formule preguntas con «qué». «¿Qué
1 54 UNA CAJA DE HERRAMIENTAS PALA EDUCAR...
sientes? ¿Qué crees que siento yo? ¿Qué querías que hubiera pasado?
¿Cuál es tu objetivo en esta s i tuación? ¿Qué has probado y qué otras
cosas puedes pensar en hacer? ¿Qué crees que podría pasar si sigues
con esto?»
Es importante plantear preguntas abiertas antes que
preguntas cerradas. «Dime qué ha pasado, por favor» funciona mejor
que «¿por qué te metes siempre con tu hermano?». No tenemos que
presuponer cosas. En lugar de intentar adivinar qué pa ' sa o qué siente
el adolescente inicialmente, déle la oportunidad de expresarlo a su
modo. Tratamos de hacer que los adolescentes piensen por sí mismos
y cuánto más preguntemos, más pensarán.
Además de una pregunta abierta, generalmente después
de una pregunta tenemos qLtefoi-t?itileir otra; es la
regla de las dos preguntas. Le recuerda que debe mantener una actitud
de interrogatorio. Pregunte, por ejemplo, «¿cómo te sentiste después
de que dijera eso?». Después de la respuesta del adolescente,
pruebe «¿qué más sentiste?» o «¿cómo crees que se sintió ella?».
También recomendamos que utilice la técnica de Colombo. Esta
técnica lleva el nombre del personaje televisivo de Peter Falk, el te -
niente Colombo (esperamos que sigan emitiendo la serie, porque la
seguimos a efectos de investigación y formación). El teniente Colom -
bo, de una manera confusa y que desarma, plantea preguntas ob,,,~ias
o simplistas para poder comprender exactamente qué sucede. Con
esta estrategia o bien consigue la pequeña pista que lo ayuda a resol -
ver el caso, o bien pilla al sospechoso en tina contradicción que lo lle -
va a autoincriminarse. Por ejemplo, usted podría preguntarle al ado -
lescente directamente «¿por qué llegas a estas horas?» y estimular una
excusa y/o un argumento largo y tortuoso. 0 preguntar: «¿Qué hora
es? Pensaba que dijiste que volverías a las diez. ¿Qué ha pasado?
¿Adónde dijiste que ibas?»
En términos globales existe una relación inversamente . propor -
cional entre el tiempo que habla un progenitor y el que escucha
un adolescente. Recuerde cuando usted era un adolescente y su padre le
sermoneaba. Podría haber sido el sermón número 23: «Si no tienes la
habitación ordenada, cómo esperas vivir con alguien. Piensas que tu
mujer ordenará las cosas que tú desordenes. Pues bien, te espera tina
gran sorpresa, jovencito », etc. Cuando usted era un adolescente, ¿es -
cuchaba cuando le sermoneaban? Lo dudamos. Los adolescentes de
hoy toleran todavía menos «los sermones». Si pregunta en lugar de
sermonear aumentará las probabilidades de que lo escuchen.
ESP, AEDPY Y OTRAS HERRAMIENTAS.,
Estas herramientas para interrogar, comprender y establecer la -
zos de empatía le proporcionan un modo de evaluar la situación para
usted y su hijo adolescente. Es importante que mantenga la calma
durante todo el proceso. Estamos seguros de que no es necesario que
le digamos que su reacción emocional puede ser como añadir leña al
fuego. Su mantra debería ser «imantén la calma, mantén la calma,
mantén la calma! ».
MANTENGA LA CALMA
Una técnica para conseguirlo es una actividad denominada, ló g i-
camente, «mantenga la calma». Se trata de una técnica de respiración
adaptada de Lamaze. Imaginamos que si ayuda a las mujeres en el
parto puede ayudar a las personas a superar la adolescencia de sus hi -
jos, aunque sin duda el estrés de la adolescencia dura mucho más.
Tendrá que utilizar «mantenga la calma» cuando recoja las huellas
dactilares de sus sentimientos o se encuentre en una situación catali-
zadora.
He aquí los pasos de «mantenga la calma»:
1. Dígase a sí mismo: «Deténte y manténla calma.»
2. Inspire por la nariz mientras cuenta hasta cinco.
3. Aguante la respiración mientras cuenta hasta dos.
4. Espire por la boca mientras cuenta hasta cinco.
5. Repita los pasos anteriores según sea necesario.
También está bien marcharse y regresar cuando haya recobrado
la calma.
LA REGLA DE ORO DE 24 QUILATES
Aunque la hemos mencionado en el capítulo 1, es bueno analizar
con mayor detalle su funcionamiento como herramienta. Una cosa
que podría ayudarlo a mantener la calma al criar a un adolescente
(no, no nos referimos a un tranquilizante) es recordar que usted lo
quiere. De ningún modo quiere herirlo. Piense en cómo quiere que
los demás traten a su hijo. Nuestra regla de 24 quilates para la educa -
ción de los hijos es «trate a sus hijos como le gustaría que los tratasen
 140
UNA CAJA DE HERRAMIENTAS PARA EDUCAR...

i
tegias neficaces. ESP, AEDPY Y 0TR.-1S HERRAMIENTAS...
eficaces - En nuestro trabajo nunca se nos ocurriría utilizar
reiteradamente m é t odos ineficaces para solucionar un p r oblema, ¿Y ahora qué? Reflexione sobre las medidas que ha tomado s , ;I
i i i

pero, de algún modo, en la educación de los hijos solemos hacerlo. El
motivo es que a veces dejamos que la parte e mocional del c e r e b r o
anule a la parte pensante.
me a sus hijos adolescentes a reflexionar sobre las suyas. , ellos
consiguieron lo que querían? ¿Cómo se sienten todos ahon0 necesario
retroceder y seleccionar una opción diferente? ¿Era realit el objetivo?
.1

Por supuesto, d espués de pensar en qué hacer, te n emosque pre- Si funcionó, estupendo, no lo olvidemos para la próxima vez. Si no, no
ver, o i maginar, qué podría suceder. Si intentamos castigar al adoles- pasa nada, probaremos otra cosa.
cente sin salir, ¿qué podría pasar? Quizá se volverá más resentido y
hostil , o quizá e mpezará a darse cuenta de que ha blamos en serio y de
que ése es un límite incu estionable . No sa bemos qué ocurrirá ; usted
conoce a su h ijo mejor que nadie. Es necesario prever qué podría pa- PROCEDER
sar si usted hace algo.
Un proceso paralelo consiste en ayudar a su hijo a dolescente a Finalmente después de evaluar nuestros sentimientos y la situa-
ver qué podría pasar si él hace algo. Los ad olescentes no su elenpre- ción y seleccionar nuestro objetivo y nuestro plan, estamos listos
ver bien las con secuencias, en especial las con secuencias a largo pla- para proceder. ¡Tenemos que hacer algo! Está muy bien
zo. Suelen centrarse en la gratificación inmediata. Esto puede resultar comprender y planificar, pero ahora tenemos que hablar con el
peligroso,cuando racionalizan el hecho de fumar y se dicen así adolescente. Al hacerlo, tenga presente sus sentimientos, utilice las
¿D c técnicas de interrogatorio y dedíquese a solucionar problemas. Pero
m
ismos: «No tendré cáncer de pulmón hasta la mediana edad y pue- también debe:
do dejarlo antes.» A menudo es necesario que los padres los ayuden a
anticipar el futuro, incluso cuando niegan su existencia.
Al elegir tina solución hay que tener presente el obje tivo. Resulta UTILIZAR SUS MEJORES DOTES SOCIALES
interesante o bservar con cuánta frecuencia nos distraemos de lo que
tr
atamos de hacer. Pensamos en cosas y esto nos lleva a pensar en Ya mencionamos antes las mejores dotes sociales como parte de
otras cosas y, antes de darnos cuenta, no sabemos qué fue lo primero los principios básicos de la educación emocionalmente inteligente.
enquepensamos. Debe concentrarse y ayudar a su hijo en sus objetivos etí Las mejores dotes sociales son:
luego decidir Íjo a concentrar-
Postura corporal: ¿Qué le indica su lenguaje corporal no verbal al
jetivos. J IVOS y lue g e c i d i r qué hacer bas
ándose en esos ob- adolescente? ¿Mantiene usted una postura amenazadora? ¿Está de -
Ad
masiado relajado o se mantiene en pie con firmeza? La postura de su
emás de los objetivos necesitamos planes que nos a yu
cuerpo puede comunicar muchas cosas sobre la seriedad con que us -
den a al- ted se toma una cuestión y, si está dispuesto o no a comunicarse.
c 7 • e
anzarlos.¿Cuál es su plan ¿Qué puede hacer? ¿Qué stá dispuesto a
hacer? Una parte importante de su plan consiste en desarrollar estra-
Contacto visual o su ausencia- Muchas veces estamos tan distraídos
tegias para prever cualquier c o n tingencia, en otras palabras, ¿qué que ni siquiera nos damos cuenta de que no miramos a la persona
hará cuando surjan obstáculos o las cosas no d iscurran según lo pre- con que estamos hablando. Puede que hablemos con nuestro hijo
visto? En el ejemplo anterior de solicitud de ingreso en la univers' mientras preparamos la cena, leemos el correo o vemos la televisión.
dad, su plan consiste en ofrecer apoy o y ayudar a su hijo o a fijar obje -
Obviamente esto no favorece la comunicación. En nuestra vida hay,
tinos realistas. Un obstáculo para el plan puede ser que su cónyuge
demasiadas ocasiones en que hablamos con alguien pero en realidad
no esté de acuerdo y empiece a g ritarle a su hijo que deje de h o l g -
no estamos allí mentalmente. Seguimos en el trabajo, pensando en
near y «se ponga en movimiento» y rellene las solicitudes so penaaza
todos los problemas que ha habido o planificando todas las cosas que
nos quedan por hacer. Es importante detenerse y mirar a los adule,
 218 17TILIZAR LAS HERRAMIENTAS
MOTIVACIÓN, AUTOCONTROL Y GRATIFICACIÓN APLAZADA:
MÁS DIFICIL DE LO QUE USTED CREE
Casi todos los padres han pasado una noche en blanco, una tarde
con un nudo en el estómago o una mañana frustrada en que se han
planteado preguntas como estas:
¿Por qué está falto de motivación Bobby? Sólo quiere trabajar con el
ordenador y escuchar música.
¿Por qué no puede controlarse Lisa? No puede estar sentada en
un mismo sitio durante más de unos minutos.
Cada vez que suena el teléfono o si recibe un mensaje de sus ami-
gos, Nlelanie tiene que responder. ¿Por qué no puede esperar y termi nar
lo que tiene que hacer antes de hacer esas otras cosas?
Criar a un adolescente emocionalmente inteligente exige el esta-
blecimiento de bastantes lazos de empatía y bastante reflexión perso -
nal. Nosotros mismos no siempre mostramos una gran motivación,
autocontrol ni buena disposición para aplazar lo que queremos. He
aquí algunas cosas que puede hacer y que le ayudarán a ver con ma yor
claridad qué puede estar sintiendo su hijo adolescente y por qué
algunas de sus dificultades cuestan tanto de cambiar.
Primer paso: Piense en una ocasión reciente en que le faltó moti-
vación para hacer algo que sabía que debía hacer. ¿Qué era?
Segundo paso: Reflexione sobre qué dificultaba la realización de
esa tarea. ¿Qué le impedía empezar?
Tercer paso: Ahora piense en una ocasión en que pudo forzarse a
hacer al g o que había estado evitando. ¿Qué le hizo ponerse en mar -
cha? ¿Qué le permitió motivarse a sí mismo para abordar una tarea
que le había costado empezar?
Un grupo de padres con que trabajamos, en relación a por qué les
costó empezar, dijeron:
· No era una tarea divertida.
· No sabía por dónde empezar.
· Parecía tan larga, de tal magnitud que me daba miedo empezar.
· Soy un perfeccionista y no sabía cuál era el mejor modo de hacerlo.
· Tenía mejores cosas que hacer.
· Era una tarea aburrida.
· Pensé que no sería justo que me quedara atascado.
EL RINCóN CLÍNICO
· No comprendí qué debía hacer exactamente.
· Tenía miedo de no saber hacerlo y me daba vergüenza pedir iiy,tt(I,t
¿Cómo superaron estas dificultades? Los grupos de padres ofre -
cen sistemáticamente respuestas como estas:
· Desglosé la tarea en partes más pequeñas.
· Encontré a otras personas que me ayudaran.
· Me daba un premio cada vez que terminaba una parte.
· Dinero.
· Hablé con otras personas que se sentían igual e imaginamos cómo
podríamos hacer el trabajo en colaboración.
· No las superé-, no llegué a hacer la tarea.
· Tenía miedo de las consecuencias que acarrearía el no hacerlo.
· Imaginé la tarea terminada y lo bien que me sentiría una vez
acabada.
¿Qué sentido tiene hacer esto? Pues bien, cuando su hijo adoles -
cente no realiza una tarea, la pospone, se distrae o no puede cambiar
un mal hábito o una conducta negativa, usted debe imaginarse a sí
mismo en circunstancias similares. Muy a menudo las cosas que tie -
nen que hacer los adolescentes no son muy persuasivas. Esto es muy
cierto en la actual sociedad dominada por los medios de comunica -
ción. Un poco más de empatía y ayuda al ocuparse de las emociones
de los adolescentes con amor, risas y lazos que respalden los límites le
cundirá mucho.
INDICIOS DE QUE EL ADOLESCENTE
NECESITA AYUDA EXTERNA
Algunas clases de cosas que pasan por la cabeza de los adolescen -
tes nos indican que es probable que saquen provecho de hablar con
alguien que no sea sus padres. Puede detectar estos indicios si obser va
atentamente hasta qué punto los adolescentes:
· Se menosprecian y hablan con pesimismo sobre el futuro y el
mundo en general.
· Evitan separarse de la familia o ciertos amigos íntimos con
elLilcllk", parecen mantener un vínculo poco saludable.
214 UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS
portante hacer saber a nuestros hijos adolescentes que estamos dis -
puestos a hablar y podemos hacerlo cuando ellos estén preparados.
Pregunte qué puede hacer para ayudar y qué pasará después: «¿En
qué puedo ayudarte?» «¿Qué va a pasar luego?» «¿Puedo ayudarte de
alguna forma?»
Proceder
Haga una crítica constrLictíva: Cuando nuestras relaciones con los
hijos adolescentes no están en su mejor momento, las cosas que pen -
samos que podrían ser útiles a veces pueden aumentar la distancia
que nos separa. Antes de hacer una crítica, asegúrese de que no dis -
fruta haciéndolo, que ofrece formas concretas de cambiar y que pue -
de hacerlo de modo tranquilizador. Si sigue estas tres directrices pue de
estar seguro de que su crítica es constructiva. Si no, quizá tenga que
replantearse lo que iba a decir o plantearse no decir nada.
EL ANQUILOSAMIENTO EN QUE CAEN
LAS FAMILIAS Y COMO PUEDEN
SUPERARLO
Cuando los adolescentes se meten en líos con frecuencia, sus fa- m
especie acaban en una especie de estado de crisis. Los hábitos empie-
11
zan a volverse inflexibles y los miembros de la familia, en especial los
adolescentes, caen en el «anquilosamiento». Hay ausencia de energía
positiva en la familia. Es como si todo el mundo tuviera niveles bajos
de hierro en la sangre y necesitara una infusión de vitaminas. Puede
resultar difícil salir de tales situaciones sin ayuda extra. Algunos
miembros de la familia pueden empezar a distanciarse y sentirse
marginados. El cuadro de la transfusión de inteligencia emocional
que figura en la página siguiente muestra exactamente a qué nos re -
1
EL RING: -1-1
QUÉ FOMENTA UNA SITUACIÓN FAMILIAR
EN QUE ES NECESARIA UNA TRANSFUSIÓN
DE INTELIGENCIA EMOCIONAL
Sobrecarga: todo el mundo trabaja demasiado, no hay suficiente di-
versión, no hay suficiente diversión familiar.
Injusticia: las personas de la casa reciben un trato diferente sin moti-
vos claros, como los hermanos de distinta edad.
Poca conexión: la familia no hace muchas cosas en familia, con los
parientes o con los amigos de la familia; cuando lo hacen, los adoles-
centes no participan; ni los padres ni los hijos adolescentes tienen
vínculos con la escuela o compañeros positivos.
Valores contradictorios: entre padres, entre padres y padrastros, en-
tre adultos y adolescentes.
Extremos de autonomía: cuando las reglas familiares para los ado-
lescentes suponen un control excesivo o no reciben un seguimiento
adecuado.
Premios escasos: falta de agradecimiento, tanto material como per-
sonal.
Cansancio: algunos miembros de la familia siempre parecen cansa-
dos o agotados a causa de las responsabilidades y el estrés del hogar.
Sin duda puede probar algunas cosas antes de buscar ayuda o in -
cluso mientras la busca. He aquí cómo proporcionar a su familia una
transfusión de inteligencia emocional:
· Aclare cuáles son los objetivos familiares y
cómo encaja todo el mundo: Cultive el autoseguimiento y
anime a las personas a hablar de cómo les va en relación con las
responsabilidades-, adopte la postura de que no es fácil ser una familia
hoyen día y que es necesario trabajar juntos, ayudarse mutuamente y
darse ideas.
· Haga valoraciones con cuidado: Cuando le diga a
un adolescente cómo lo está haciendo, há g alo con cuidado para no
pulsar el interruptor de off
212 UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS
Predecir: «Fracasarás.» «Nunca lo lograrás.» «Te dormirás.» «El pro -
fesor no te dejará...»
Es una variación de la anterior y ya hemos hablado de esta cues -
tión. Guarde su bola de cristal. No esté tan seguro de qué va a pasar.
Como decimos a los estudiantes cuyos padres los han convencido de
que tienen un futuro sombrío: inténtalo de todos modos. Puede que
alguien cometa un error administrativo de alguna clase, y te acepten a
ti y tu trabajo. Pero nos cuesta más convencer a los padres. Por lo tan -
to, ¡no haga predicciones! Como reza el dicho: «Ten cuidado con lo
que deseas, porque podría hacerse realidad.»
Profundizar/Penetrar: «Cuéntame todos los detalles.» «¿Qué hicis-
te? «¿Y luego? ¿Quién más había allí...?»
A los adolescentes no les gusta que los interroguen. Tienen la
sensación de que los apuntan con los focos y lo único que falta es la
inyección del suero de la verdad. Pero sobre todo tienen la sensación
de que no confiamos en ellos. Quizá tengamos un buen motivo para
no confiar en ellos. No obstante, si pretende que su relación progeni -
tor-hijo tome como modelo los interrogatorios policiales, es probable
interrogatorio
sólo genere resentimiento y evasión. Formule algunas preguntas
pero luego inhíbase. Guarde las otras indagaciones para después o
quizá pregúntese si de verdad necesita todos los detalles. Si no puede
evitar profundizar, probablemente surgirá un problema de confianza
entre usted y su hijo adolescente.
Perdonar: «No tienes por qué preocuparte.» «Te sentirás mejor.» «A
pesar de lo sucedido todo saldrá bien.»
Esto parece lo opuesto a buena parte de lo anterior, pero también
es importante. El adolescente no quiere que lo eduque la familia feliz o
el eterno optimista. ¿Hay, alguna forma de ser auténtico sin negar la
realidad? Con frecuencia los padres quieren y necesitan creer que las
cosas van a mejorar, porque no saben qué hacer y/o no saben cómo
dedicar tiempo a hacer lo necesario para cambiar las cosas. Padres,
cuanto antes se ocupen de los problemas, mejor estarán ustedes, sus
hijos y toda la familia. Cuando en lo más profundo de su corazón se -
pan que existe un problema, olvídense de negarlo. Pónganse manos a
la obra, utilicen sus lazos y proporcionen a su hijo o la ayuda que ne -
1
cesita.
EL RINCÓN CLÍNICO .' 15
TENDER PUENTES HACIA Y PARA
EL ADOLESCENTE ATRIBULADO
¿Cómo tender un puente positivo hacia su hijo atribulado? Real
mente es cuestión de concentrarse en ciertos aspectos de la técnica
ESP —evaluar, seleccionar y proceder—. He aquí nuestras técnicas
favoritas para dar un rumbo más positivo a las relaciones con los ado-
lescentes.
Evaluar
Establecer lazos de empatía: Sólo demuestre que
comprende los sentimientos de su hijo. No analice.
Pregunte acerca de los sentimientos de su hijo: «¿Qué
te pareció eso?» «¿Qué sentiste cuando te dijo eso?»
Exprese sus sentimientos respecto a lo que su hijo le
explica: «Cuando oigo hablar de accidentes como este siento
inquietud, porque me preocupa que puedas verte envuelto en algo
parecido y tú me importas.» Asegúrese de que utiliza esta «fórmula»:
«Cuando oigo hablar... siento... porque...» Quizá los adolescentes no
quieran oírlo, pero se darán cuenta de que realmente expresa la
preocupación que siente por ellos.
Reflexionar: Recuerde qué relación existe entre la situación
actual y una situación pasada que su hijo adolescente fue capaz de superar.
Pida mayor información: Pídale una descripción de la situación
en lugar de intentar hacer conjeturas o valoraciones. Es correcto
decir: «Sin más detalles me resulta muy difícil hacerte algún
comentario o saber a qué te refieres.»
Seleccionar
ofrézcase a dejarlo y hablar después:
Simplemente póngase a su disposición. Con las vidas ajetreadas que
llevamos es difícil encontrar tiempo para hablar en cuanto se plantea
una situación. Es muy, 1111
210 UTILIZAR L-kS HERRAMIENTAS
CAMINOS QUE CONDUCEN A LA PARÁLISIS:
DEMASIADAS «P» NO SON BUENAS PARA
USTED NI PARA SUS HIJOS ADOLESCENTES
Ciertas cosas que hacemos como padres son una
señal de que la relación con nuestros hijos puede
estar paralizada. Las siguientes palabras con P
describen cosas que hacemos como padres. No
obstante, cuando confiamos en ellas como método
principal para educar a los hijos es más, nuestro
método principal para interactuar con los
adolescentes— entonces debemos preocuparnos. Su
uso excesivo sugiere que nos hallamos en medio de
esa guerra a la que aludía antes Ginott. Cuando
sucede esto los padres también tienen que estar espe-
cialmente atentos a lo que hemos expuesto
anteriormente respecto a los lazos. A veces estamos
demasiado implicados en los asuntos de nuestros
hijos difícil y nos resulta difícil desconectar del
conflicto. Debemos buscar a miembros del personal
escolar, psicólogos escolares, consejeros de
orientación académica, asistentes sociales,
consejeros privados, líderes de grupos juveniles o
incluso miembros del clan familiar para que nos
presten ayuda y aporten el sentido de la objetividad.
Punición: «Si no haces, haré...» «Hazlo o ya verás.»
Si utiliza esto muy a menudo, especialmente para
pequeñas cosas en lugar de asuntos de máxima
prioridad, y si se da cuenta de que no funciona, es
hora de replantearse esta estrategia. El castigo es
un «arma» muy poderosa y volátil para educar a los
hijos. Puede causar mucho daño si no se utiliza con
cuidado o si se utiliza con demasiada frecuencia.
Prescribir: «Tienes que hacerlo.» «Harás XYZ en ABC ...
» hijos y determinar correctamente qué hay en su
Si el sello distintivo de los adolescentes es el
establecimiento de la conciencia de su identidad,
debemos darles un margen de libertad dentro de los
límites. Puesto que nos pondrán a prueba no
EL RINCON CLÍNICO
entregar dos trabajos.
Proclamar: «Es correcto.» «Tienes que...»
«Deberías...»
Es una variación de la prescripción. La gran
diferencia en este caso es que a muchos
adolescentes les molesta que los padres parezcan los
árbitros de lo que es correcto y que lo hagan sin una
explicación o, si se les pide, que les moleste darla. Los
adolescentes respetaran y aprenderán mas más si
oyen nuestras explicaciones.
Pontificar: «Cuando yo tenía tu edad...» «Recuerdo...»
«Una vez leí...»
Cierto grado de pontificación es saludable, pero
depende de cómo se haga. ¿Lo hace para reflexionar
y compartir, o lo hace para sugerir que los viejos
métodos siguen siendo los mejores? Si ve que pasa
mucho tiempo criando a sus hijos basándose en el
pasado, sin duda tendrá que distanciarse y
comprobar cómo reciben sus hijos sus recuerdos.
Presentar: «Lo que creo que deberías hacer es …. «Lo
mejor es que...»
Otra vez se trata realmente de una cuestión de
estilo. Por supuesto que presentamos cosas a
nuestros hijos, pero en un momento dado, en
especial cuando inician la última fase de la
adolescencia, debemos reconocer que pueden tener
una idea diferente de qué es «lo mejor».
Pronunciar una opinión: «No te esfuerzas.» «No te
importa.» «Eres un perezoso.»
Es muy difícil echar un vistazo al alma de nuestros
interior. Pero a medida que aumente nuestra
certeza de que nuestros hijos adolescentes son
«malos» —no nos andemos con rodeos— cada vez
nos costará más valorarlos, fomentar su pertenencia
y verlos como individuos que hacen contribuciones.
220 UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS
· Muestran una sensación general de preocupación, aprensión y
tensión que habitualmente va acompañada de síntomas físicos.
· Manifiestan temores específicos que parecen limitar su
actividad y sus contactos sociales; podrían implicar el miedo a
que los analicen, ser el centro de atención o hacer algo humillante.
· Repiten comportamientos compulsivos, rituales que
disminuyen la ansiedad pero parecen extraños y provocan una
reacción intensa si tratamos de cambiarlos.
· Piensan de forma obsesiva en ciertas personas, acontecimientos,
posibilidades, preocupaciones o temores que, a su vez, se
entrometen en situaciones y conversaciones a menudo de modo
inadecuado.
· Experimentan agudas crisis de pánico, sentimientos de
terror intenso, temblores, sudor, dificultad para respirar u otras
reacciones físicas intensas en respuesta a la posibilidad de que
ocurra algo, como estar en un lugar abarrotado de gente, hablar en
público, escoger un conjunto de ropa, ver a ciertos amigos o
miembros de la familia o posibles citas.
· Sufren reacciones de estrés, en respuesta a ciertos
acontecimientos-, las reacciones agudas deberían empezar a
remitir a las cuatro semanas del acontecimiento.
·
·
Sienten tristeza y desesperanza persistentes.
Se aíslan de los amigos y las actividades que antes les gustaban.
1 brá cómo tratarlo, sino también conseguir una mejoría. Algún día se
· Muestran una irritabilidad y una agitación crecientes.
· Modifican sus hábitos de sueño y alimentación.
· No se concentran, se vuelven olvidadizos.
· Tienen poca motivación y energía.
· Hablan periódicamente de la muerte y el suicidio.
· Muestran un descontento general con la vida.
· Se sienten alienados.
· Se relacionan con un grupo negativo de compañeros.
Si sospecha algo:
· No quite importancia a sus preocupaciones.
1
· No crea que el adolescente sólo necesita que lo tranquilicen.
· Sea paciente con el adolescente pero no con la situación.
· Mantenga los canales conectados, especialmente para el apoyo
y la ayuda.
· Escuche, escuche y escuche un poco más.
· No dude en hablar con el personai de la escuela, el médico de fa-
EL RINCÓN CLÍNICO
milia, miembros del clero o la policía si sospecha que su hip 1)()
dría hacer algo que le perjudicara a sí mismo o a otros (luego i c i i
drá tiempo para disculparse si se equivocó); a menudo el hecho
no obrar basándose en una preocupación que resulta válida n o
puede compensarse en toda una vida.
Siga buscando oportunidades para proporcionar al adolescente la
A, la P y las C.
Alabe las virtudes del adolescente.
Con estos asuntos importantes y serios queremos adoptar una
postura más firme: Si está preocupado por su hijo
adolescente no le pregunte si quiere hablar con un
consejero o un profesional, llévelo a hablar con él.
Si cree que su hijo está sufriendo, su responsabilidad es ayu darlo.
No suponga que su hijo es «lo bastante maduro» para tomar sus
propias decisiones en cuanto a este tema. Usted es el progenitor y
sigue siendo su responsabilidad. Obviamente su hijo puede mostrar
una resistencia y una hostilidad extremas, puede culparlo a usted, de -
cirle que malgasta el dinero, etcétera. No se deje intimidar. Deje que
el profesional se preocupe de la resistencia del adolescente. Después
de todo, ése es su trabajo. Si la persona tiene experiencia no sólo sa -
sentirá orgulloso de pegar un adhesivo en el parachoques que rece:
«Arrastré a mi hijo adolescente a terapia.» Lo peor que puede suceder
es que el terapeuta le diga que su hijo no necesita terapia. Entonces al
menos usted podrá dejar de preocuparse por un tiempo.
DISCÚLPESE CUANDO PIERDA LA CALMA
Sí, a veces perderá la calma. ¿Por qué? Porque es un ser humano.
No puede sobrellevar una cantidad ilimitada de estrés., decepción y
expectativas no cumplidas. Otro motivo es que nuestros sistemas del
cerebro emocional, que están ligados a nuestra identidad, nos llevan
a sentirnos mal o incompetentes cuando los adolescentes no madu -
ran como nos gustaría. Justa o injustamente, estas clases de senti -
mientos intensos pueden conducir a arrebatos de ira.
¿Pero qué hacemos después? ¿Pueden borrarse las palabras hi -
rientes? En parte la respuesta es sí.
Para que una disculpa de los progenitores funcione se requiere
una comprensión profunda de los sentimientos del hijo adolescente,
232 UTILIZAR LAS HERRAMIENTAS
En cualquier familia con adolescentes es probable que las emo -
ciones sean más intensas que en las que no los hay ¡Bobadas! Y sin
duda los adolescentes experimentan unos sentimientos más intensos
que los que experimentaron de pequeños. Pero los sentimientos tam -
bién son mensajes y muchas veces los choques entre padres y adoles -
centes son consecuencia de la mala interpretación de lo que siente el
otro. A veces simplemente no nos damos cuenta de la intensidad de
los sentimientos ajenos.
Empecemos aclarando quién siente qué y qué . creen que habría
que hacer con esos sentimientos. Echa un vistazo al cuadro de las Te -
orías de las Emociones que aparece en esta página. Adolescentes, va-
lorad qué teoría (o teorías) describe mejor vuestras opiniones y tam -
bién lo que creéis que es válido para las otras personas que viven en la
casa. Padres, hagan lo mismo para ustedes, su hijo o hijos adolescen -
tes y los otros habitantes de la casa. Cuando hayan acabado compa -
ren las ideas. También comprueben si parece existir un enfoque fami -
liar global.
TEORÍAS DE LAS EMOCIONES
La teoría del volcán: Si no das salida a tus emociones, estallarás.
La teoría del maremoto: No pierdas el control o tus sentimientos
aumentarán hasta abrumarte.
La teoría ojos que no ven corazón que no siente: Si no piensas en tus
sentimientos, entonces desaparecerán.
La teoría vulcantana (de Star Trek): Tus emociones son irracionales e
ilógicas; sin duda son un obstáculo para la resolución de problemas.
La teoría de la visión cristalina: Tienes que ver tus emociones con la
mayo r claridad posible y la menor miopía, hiperme trop ía, astigma -
tismo o suciedad en los cristales, y luego hablar de ellas. A veces ac -
tuarás basándote en ellas, pero no siempre. Esto hará más daño que
bien.
XM
No existen respuestas correctas o equivocadas, pero cuando los
miembros de la familia tienen respuestas radicalmente diferentes y no
las comentan se arma la gorda. Obsérvese que a menudo no sabemos
exactamente cómo o por qué hemos adoptado la teoría o teorías que
A
ALGO PARA QUE LEAN LOS DOLESCENTES... 233
hemos adoptado. Normalmente está relacionado con nuestra educa -
ción. Les rogamos a todos que prueben la teoría de la visión cristalina
un poco más, ya que proporciona una útil flexibilidad. Las otras tie -
nen sus momentos de verdad, pero adolescentes y padres se meterán
en líos al intentar aplicar cualquiera de ellas de manera sistemática.
Cada sentimiento nos indica alguna cosa sobre nosotros mismos y
sobre algo ajeno a nosotros, sea lo que sea que llevó a ese sentimien to.
Fíjate en el siguiente ejemplo:
Miedo: Me encuentro ante un peligro físico inmediato, concreto y
abrumador.
Esto es lo que hace que el miedo sea tan... ¡aterrador! ¡Existe una
sensación de peligro! Por este motivo algunas personas pueden subir -
se a atracciones escalofriantes, enormes montañas rusas que los po -
nen boca abajo y del revés, o dejarse caer desde dos mil metros de al -
tura en un abrir y cerrar de ojos, y otros no pueden ni pensarlo. Los
que se suben no creen correr ningún peligro real; el resto de nosotros,
con frecuencia denominados padres (o, como dicen nuestros
hijos, cobardes), tenemos miedo. No hay motivo para hacer
algo que uno considera aterrador. Lo mismo es válido para cosas
como conducir bajo la influencia del alcohol o la marihuana.
Algunos adolescentes no ven con claridad el peligro que supone esto,
mientras que otros, y la mayoría de los padres, tendrían demasiado miedo
de las probables consecuencias. Obviamente el alcohol y las drogas
afectan al discernimiento, de modo que en cuanto una persona
empieza a beber, es posible que la situación le parezca fácil. Pero es
la influencia de la droga, no un cambio en la realidad del peligro.
Éste es un pequeño ejemplo de lo útil que resulta comprender los
mensajes que ocultan los sentimientos. Sin duda la vida de una fami -
lia emocionalmente inteligente es más sencilla si tenemos más claro
qué pasa con nuestros seres queridos.
Hagamos el test del CME (coeficiente del mensaje emocional). Lo
presentaremos en dos modalidades distintas y luego daremos las res -
puestas. En la primera modalidad, intenta averiguar qué mensaje
acompaña al sentimiento en cuestión. ¿Qué significa verdaderamente
el sentimiento? La segunda modalidad es un test de emparejamiento:
damos una serie de sentimientos y una serie de mensajes y tienes que
emparejarlos. Después de hacerlo te daremos la solución. Recuerda
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INDICE
A,,- FILIACION PERSONAL
B.- CERTIFICADO DE EGRESO NORMAL Y
TITULO EN PROVICION NACIONAL
C.- POST GRADO 0 DIPLOMADOS
D.- CARNET DE IDENTIDAD
E.-CERTIFICADOS DE NACIMIENTOS
F.-MEMORANDUM DE DESIGNACION

2009
COMANDO DE INSTITUTOS MILITARES
Unidad Educativa del Ejército
"La Paz" BOLIVIA

es,-¿=90 y patriotismo

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FILIACION PERSONAL
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