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INDICE

PORTADA…………………………………………………..
INDICE……………………………………………………….
DEDICATORIA……………………………………………….
AGRADECIMIENTO………………………………………
JUSTIFICACION………………………………………………
OBJETIVOS
INRODUCCION
MARCO TEORICO
RECURSOS
METODOLOGIA
CONCLUCIONES
RECOMENDACIONES
DEDICATORIA

A Dios Todopoderoso por darnos el ser y la sabiduría; siempre nos haz


ayudado a salir adelante, en todo momento. En especial en los más
difíciles.
Queremos extender un profundo agradecimiento a nuestros padres
respectivamente, porque fueron ellos quienes nos guiaron en todo el
transcurso de este trabajo planificado y laborioso, también queremos
agradecer a nuestro licenciado “José Miguel Gavilanes” quien fue el quien
nos ha guiado en esta etapa donde hemos podido apreciar lo hermoso que
es la filosofía visto desde un punto estudiantil y aplicado.
Las palabras se nos quedan cortas para expresar el agradecimiento y
sacrificio puesto por cada persona que ha integrado este grupo de trabajo
AGRADECIMIENTO

En primer lugar queremos agradecer el apoyo brindado por la


institución en la cual estudiamos, el prestigioso colegio “JORGE
ALVAREZ”, por el apoyo y la facilidad ante las necesidades
brindadas, en segundo lugar agradecer a las biblioteca pública de
la ciudad de pillarlo, igualmente por prestarnos las facilidades
necesarias a la hora de leer libros para auto aprender acerca del
tema hablado a continuación, finalmente se nos quedan las
palabras cortas para poder expresar el un agradecimiento fraterno
a cada institución que nos brindó sus servicios para que nosotros
podamos terminar de manera satisfactoria este proyecto.
JUSTIFICACION
El tema a mencionar a continuación se ha hecho con el afán de divulgar y dar a
conocer de mejor manera y de una manera más detalla como fue el “segundo
periodo clásico”, además el simple hecho de tocar un tema filosófico nos ha hecho
pensar que otras alternativas podríamos encontrar en ese tema, y nos hemos dado
cuenta que esta la idea obscuranturisada hablando de un contexto general, por lo
cual queremos esclarecer dichos pensamientos y así poder fomentar una cultura
más progresista.
El tema lo realizamos para poder dar nuestro punto de vista acerca del tema tratado,
conociendo así de esa forma como el mundo moderno es simplemente resultado
de los hechos ocurridos en el pasado, por lo tanto es muy importante saber temas
de alto interés filosófico, sin embargo hay temas de la filosofía que nunca serán
resueltos pues no hay una verdad absoluta, y ese es el tema fundamental donde se
ha buscado por siglos una respuesta a las mismas, es por eso que aparecen distintos
periodos filosóficos y a su vez distintas corrientes filosóficas, para ellos también
hemos realizado este informe, con el fin de saber el contexto en el cual se
encontraban cada una de esta teorías o corrientes filosóficas también llamadas.
En fin simplemente en este informe damos algunas posibles respuestas a los temas
tratados y explicamos más ampliamente los mismos temas.
OBJETIVOS

- Dar a conocer de manera más amplia y detallada cada uno de los


temas especificados a continuación, con el fin de esclarecer
algunas dudas que existan en un párrafo o en un tema en si.
- Investigar más a fondo los temas tratados por la filosofía
kantiana y los análisis hechos por el filósofo Hegel
- Conocer en forma amplia los pormenores de la filosofía
planteada en este tema con la ayuda de instrumentos pedagógicos,
tales como libros, divagaciones, restos arqueológicos, etc.
INTRODUCCION

En un primer lugar, Kant no acepta el racionalismo porque se encierra solo


en la razón y no en la realidad propiamente dicho, el conocimiento universal
y necesario depende de la razón pura, es por eso que Kant busca tomar las
ventajas del empirismo y del racionalismo y eliminar al mismo tiempo sus
inconvenientes, después Hegel, se apoya en tres aspectos fundamentales:
primero, la Lógica o el ser en sí; expone la esencia del Absoluto en sí misma;
tradicionalmente, esto correspondía a la metafísica; pero, para Hegel todo lo
racional es real y todo lo real es racional, por tanto Metafísica y Lógica son
lo mismo. Segundo, la naturaleza o el ser otro; define el Absoluto como
pensamiento que se piensa a sí mismo, es decir, Dios; pero no el Dios
cristiano trascendente, pues el Absoluto de Hegel es el proceso de su propio
devenir.
El primer y más célebre adversario de los hegelianos, y de Hegel mismo, fue
el gran representante de los pesimistas, el alemán Arthur Shopenhauer
(1788-1860). Su principal obra, El mundo como voluntad y como
representación (1818), es un intenso himno contra la vida, sin que la
contradicción asuste a su autor. La existencia no es, según Schopenhauer, el
fruto del Espíritu que plantea la batalla para dominar el curso de los
acontecimientos.
MARCO TEORICO

EL SEGUNDO PERIODO CLASICO

Immanuel Kant (Prusia, 22 de abril de 1724-ibídem, 12 de febrero de 1804) fue


un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante
del criticismo y precursor del idealismo alemán. Es considerado como uno de los
pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. Además se
trata del último pensador de la modernidad, anterior a la filosofía contemporánea que
comienza con el pensador Hegel.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura, calificada
generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía. En ella se investiga
la estructura misma de la razón. Así mismo se propone que la metafísica tradicional se
puede reinterpretar a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas
metafísicos cuando entendemos y relacionamos la fuente con los límites del
conocimiento.
Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética;
la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La
metafísica de las costumbres que tiene dos partes, una centrada en la ética, la doctrina de
la virtud, y la otra centrada en el ius, la doctrina del derecho.2
Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la
religión y la historia creyendo haber logrado, inclusive, un compromiso entre
el empirismo y el racionalismo. Aceptando que si bien todo nuestro conocimiento
empieza con la experiencia, no todo procede de ella,3 dando a entender que la razón juega
un papel importante.
Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serían
completamente subjetivos si no hubiesen sido subsumidos por la razón pura, y que usar
la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.
El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, puesto que
proyectó la filosofía más allá del debate entre el empirismo y
el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos
expandiendo y complementando el sistema kantiano de modo que con él justificaban
el idealismo alemán. Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la
filosofía analítica y continental

Un riguroso análisis del "período prescritico" muestra el proceso de formación de Kant


y como su atracción por la ciencia va moldeando su método crítico. A partir de ahí se
analiza el uso teórico de la razón en el periodo crítico, la fundamentación de la moral y
la de la facultad de juzgar, para acabar mostrando el criticismo como el hilo conductor
de toda la obra kantiana.
Resumen: Este artículo propone la interpretación del prólogo a la segunda edición de la
Crítica de la Ratón Pura como núcleo del relativismo kantiano y, por tanto, como el
advenimiento de una nueva metafísica que lucha por superar tanto el realismo como el
idealismo. De manera introductoria, se ofrece un status quaestiouis de los estudios
críticos existentes sobre la "revolución copernicana" kantiana al que sigue un primer
conjunto de consideraciones teóricas sobre esta revolución basadas en la noción de
analogía. A continuación, se expone el principal asunto teórico: la revolución
metodológica de la metafísica es planteada como vía hacia el relativismo crítico,
fundamentado en el seguro camino metodológico de las matemáticas y de la ciencia de
la naturaleza.
Kant uso mucho la frase “ a priori” que significa nada más que una cosa o situación que
sucede en un determinado momento, sabiendo el significa de esta frase se puede
entender de mejor manera la filosofía planteada por Kant.

1. El problema del Conocimiento

En esta corriente filosófica que se deriva de la ilustración hay que tener en cuenta
que Kant parte de los conocimientos aportados por las dos ciencias que existían
entonces. Newton acababa de establecer los principios de la ciencia Física, y
muchos conocimientos Matemáticos habían sido formulados a través de diversos
teoremas desde la antigüedad. Aunque Kant asumirá parte de lo dicho por Humé
("despertar del sueño dogmático de la razón"), sin embargo no asumirá sus
conclusiones escépticas….
-De este modo Kant pretende fundar una nueva filosofía, el “idealismo
transcendental”, que pretende ser una síntesis del empirismo en la medida en que
“Todo conocimiento objetivo comienza con la experiencia”, y del racionalismo
pues “no todo conocimiento se reduce a la experiencia” para superar el
Dogmatismo (que pretende conocerlo todo) y el Escepticismo que niega el
conocimiento objetivo y necesario de "las cuestiones de hecho".
- En la Crítica de la Razón Pura analiza cómo el conocimiento tiene dos "fuentes"
o troncos": un aspecto "sensible" (Sensibilidad, que analiza en la Estética
transcendental, donde se nos "dan" los objetos) y otro "inteligible"
(Entendimiento, que estudia en la Analítica Transcendental, para averiguar cómo
"pensamos" los objetos, pero con orígenes sensibles - no desconectados
abstractamente de la intuición sensible).
- Kant se propondrá llevar a cabo una crítica o análisis (filosófico, desde la “razón
filosófica”) para intentar averiguar qué es lo que permite que ambos saberes,
Matemática y Física, alcancen un “conocimiento objetivo” (universal y necesario,
a través de lo que llama "juicios sintéticos y a priori") de los objetos de sus
respectivos campos reales, para luego intentar averiguar si la Metafísica es similar.
- Esta tarea la lleva a cabo en su obra “Crítica de la Razón Pura (teórica)” y la
“originalidad” de dicho análisis consistirá en afirmar que ambos tipos de juicios
(de saberes) nos proporcionan conocimiento acerca de la experiencia (son
sintéticos, "empíricos"), pero además son “necesarios” (a priori) y “universales”.
La respuesta kantiana cosiste en decir que es así, que son "conocimiento objetivo"
porque la estructura formal (la forma) de los conocimientos matemáticos y físicos
la pone el Sujeto (Espacio, Tiempo y 12 Categorías), no el “objeto” conocido (su
materia -noúmeno-). A esta visión o perspectiva se la conoce como "giro
copernicano" (((si Aristóteles o Sto. Tomás decían que el Entendimiento agente
"abstraía" las formas, Kant -tras la Inversión Teológica- dirá que el sujeto "pone"
las formas de los objetos conocidos. También se podría decir que, de un modo
semejante a como San Agustín puso en la mente de un Dios planificador y creador
del mundo las Ideas de Platón (el “mundo de las ideas”), Kant dirá que el hombre
pone las formas))).
- La “materia” de dichos objetos de conocimiento provendría de una realidad
desconocida (noúmeno) que no podemos conocer “objetivamente”, pues Kant
afirma que tal realidad sería inteligible sólo para un sujeto con facultades
puramente intelectuales (como el Dios de Santo Tomás), que no dispusiera de
Facultades sensibles (Sensibilidad) por no tener “cuerpo”. El Noumeno sería
accesible a un sujeto capaz de captar la realidad independientemente de las
características espaciales, temporales y categoriales con las que el hombre "com-
pone" (o “filtra”) formalmente la realidad, por lo que sólo capta "fenómenos".
Kant colocará en la “mente” humana (una especie de Entendimiento Agente) la
estructura formal (la Forma) de dicho mundo, al menos en su dimensión física
("teórica"). El hombre no captaría en los objetos dichas propiedades estructurales,
formales, sino que las “pone” él.
-Desde dicha Filosofía se podría justificar que la “razón” humana hace posible, a
través de sus “formas a priori” de la Sensibilidad y del Entendimiento, un
conocimiento objetivo, universal y necesario ("científico"). Dichas formas serían
el fundamento de las Matemáticas como ciencia ( que estudia en la Estética
Transcendental, donde deduce el Espacio y el Tiempo como "intuiciones puras",
como "formas a priori", de la sensibilidad") y de la Física como ciencia (que
estudia en la Analítica Transcendental, donde deduce los "conceptos puros" o
Categorías, como "formas a priori del entendimiento") Así «Las condiciones de
posibilidad del conocimiento de los objetos son las mismas condiciones de
posibilidad de lo objetivable>> Y dicho conocimiento no es posible sin una
"síntesis transcendental" o Apercepción Transcendental (Conciencia de sí, similar
al Ego cartesiano): «No pueden darse en nosotros conocimientos, como tampoco
vinculación (nexos) ni unidad entre los mismos, sin una unidad de conciencia que
preceda a todos los datos de las intuiciones>>.
- Esta crítica tendrá para Kant una importante repercusión en el terreno de
la Filosofía (de la Metafísica), que se ocupa de Ideas (no de conceptos científicos,
o "categoriales"), pues Kant, en la Dialéctica Transcendental, intentará saber si la
filosofía puede llegar a obtener conocimientos similares a los de las Ciencias
matemáticas y físicas: ¿Acaso son posibles los juicios sintéticos a priori en la
Metafísica?, y su contestación será negativa (la metafísica, o Filosofía, no es una
“ciencia” en dicho sentido), pues las Ideas son Totalizaciones abstractas de
conceptos y van más allá de la “experiencia” manifestada en los “fenómenos” (no
se aplican los conceptos a intuiciones) y, por tanto, tales Ideas hacen referencia a
un Noúmeno cuya existencia no podemos “conocer objetivamente”, pero que
necesariamente tendríamos que plantear o suponer (Pensar, según la terminología
kantiana en la Dialéctica Transcendental, donde supone Ideas -ilusiones
transcendentales- ligadas a la existencia del Alma, del Mundo y de Dios), sobre
todo para dar sentido a nuestra existencia como personas en el uso práctico de la
Razón (recordemos la tendencia a "creer" en tales sustancias de Humé, aunque
no fuera demostrable su existencia). El conocimiento humano implicaría una
progresiva totalización que comienza por las intuiciones, pasa por los conceptos,
y finaliza con las ideas (aunque sólo los conceptos aplicados a intuiciones permiten
un "conocimiento objetivo")

2 LA ETICA KANTIANA

La ética kantiana se engloba dentro de las éticas del deber que niegan que
se pueda justificar y fundamentar la corrección moral de una acción en sus
buenas consecuencias. En lugar de centrarse en las consecuencias, las
éticas de deberes se centran en el deber. Consideran que hay principios o
normas que deben respetarse. De ahí que estas teorías se conozcan como
"éticas de principios".
Contrariamente a lo que plantean muchas teorías consecuencia listas, el
filósofo alemán Immanuel Kant (1724- 1804) afirmó que la felicidad no es
siempre buena porque a veces conduce a la arrogancia y porque un
espectador razonable e imparcial no sentirá nunca satisfacción al
contemplar a una persona a quien siempre le va todo bien, pero cuya
felicidad es inmerecida ya que su voluntad no manifiesta ningún rasgo de
bondad.
Según Kant, lo único absolutamente bueno, siempre y en toda situación,
es a buena voluntad. Y decir que una persona actúa por buena voluntad
equivale a decir que actúa por respeto al deber y no solo conforme al
deber. Se puede actuar conforme al deber, pero por motivos interesados,
esto es, movido por inclinaciones, deseos, ventajas o consecuencias
beneficiosas. En cambio, actuar por respeto al deber es tener como único
motivo el propio deber, el deber puro.
Ahora bien ¿qué significa actuar por deber? El deber es un imperativo. Un
imperativo sin condiciones, un imperativo absoluto o categórico. Sin
embargo, no nos lo impone ni la sociedad, ni una autoridad externa, ni
Dios, ni nuestras propias inclinaciones o creencias: nos lo imponemos
nosotros mismos en tanto que seres racionales. Actuar por deber es
obedecer la voz de la razón que hay en nosotros. La persona que escucha
y se guía por la razón actúa como corresponde a un ser racional, Para
nosotros, humanos, la voz de la razón se nos impone como un deber
porque somos seres racionales imperfectos. Y somos imperfectos porque
estamos dotados de deseos e inclinaciones que nos impulsan en sentido
distinto al de la razón. Si fuésemos seres racionales perfectos, dotados
solamente de razón, la voz de la razón no nos parecería un deber, sino
que la seguiríamos espontáneamente.
¿Y cuál es la voz de la razón? ¿Cuál es el deber que la razón nos impone,
que nos imponemos en tanto que seres racionales? Según Kant, la razón
prescribe la ley según la cual han de vivir los seres racionales: la ley moral.
Y esta ley moral, que se dirige a los mismos seres racionales que la dictan,
ha de ser tan formal- tan universal y racional, diríamos- que no contenga
referencia alguna a circunstancias particulares- a deseos o inclinaciones,
por ejemplo. Es como si la razón dijera: "Actúa solo según una máxima
(norma o regla) tal que puedas al mismo tiempo querer que se convierta
en ley universal". Kant denomina a este imperativo de la razón, del cual
ofrece hasta cuatro formulaciones distintas, "imperativo categórico". Otra
formulación interesante es la siguiente: "Actúa de tal modo que trates a la
humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro,
siempre y al mismo tiempo como fin, nunca simplemente como medio".
Actuar correctamente nos obliga a no tratar a las personas- incluso a uno
mismo- sólo como medios, sino como fines en sí mismas: las personas
merecen respeto.
La ley moral expresada en el imperativo categórico se concreta en normas
morales que constituyen nuestras obligaciones o deberes. Para conocer
cuáles son esas normas, es decir, para saber si una determinada norma
es compatible con la ley moral hay que comprobar si es universalizable: si
se puede pensar o querer que sea ley universal, es decir, que todos la
cumplan. Una norma es moral si y solo si es universalizable. Cabe afirmar,
por tanto, que para Kant la corrección moral de una acción, o la obligación
moral de realizarla, se justifican solo por la existencia de principios y
normas morales que deben respetarse. A su vez, el fundamento de las
normas morales reside en la exigencia de universalizabilidad de la razón.
Kant propone dos criterios para comprobar la universalizabilidad de una
norma. El 'primero es el criterio de auto contradicción: hay normas que es
imposible pensar que sean leyes universales, ya que si todo el mundo las
cumpliera no se podrían realizar. Si para salir de un apuro económico pido
prestado dinero prometiendo devolverlo aun a sabiendas de que no lo
hará, la norma que justifica mi acción ("hay que hacer promesas falsas")
sería irrealizable al universalizarse. Si todo el que se encontrara en un
apuro prometiera algo con la intención de no cumplirlo, las promesas se
harían imposibles, porque nadie creería lo que se le promete. En un mundo
en que todas las promesas hechas en un momento difícil fuesen falsas,
sería lógicamente imposible hacer en un momento difícil una promesa,
porque al saber que era falsa todos sabrían que no era una promesa.
El segundo es el criterio de la inaceptabilidad: hay normas que es
imposible querer que sean leyes universales, ya que si todo el mundo las
cumpliera resultarían inaceptables para los seres racionales. Si una
persona renuncia a ayudar a otra que está en dificultades. Aún pudiendo
ayudarla, la norma que justifica su acción ("no hay que ayudar a nadie si
no se obtiene beneficio, aunque no cause inconveniente") sería
inaceptable al universalizarse. Esta norma no podría ser querida por un
ser racional, dado que es racional pensar que puede haber muchos casos
en que se necesitará la ayuda de otras personas.
Kant divide los deberes que emanan de las normas morales en deberes
estrictos o perfectos (no admiten ser limitados por otros deberes) y
deberes meritorios o imperfectos (admiten ser limitados por otros deberes)
y en deberes hacia uno mismo y deberes hacia los demás. Esto da cuatro
clases: deberes perfectos hacia uno mismo (conservar la propia vida),
deberes perfectos hacia los demás (no mentir, no hacer promesas falsas,
cumplir las promesas), deberes imperfectos hacia uno mismo (cultivar los
propios talentos) y deberes imperfectos hacia los demás (contribuir a su
felicidad, ser generoso).
Kant supone que las normas morales al ser universalizables no admiten
excepciones. Eso significa, en primer lugar, que obligan a todo ser racional
y, por tanto, nadie es excepcional y, en segundo lugar, significa que han
de cumplirse en toda circunstancia so excepción, sean cuales sean las
consecuencias: nada cambia si, en un caso determinado, tendría mejores
consecuencias no decir la verdad.
Con todo, según Kant, el valor moral de una acción no es sólo la
conformidad con las normas morales que constituyen el deber. Una acción
conforme al deber es simplemente una acción correcta. Su valor moral
depende del motivo por el cual ha sido realizada. Y el único motivo que
otorga valor moral a una acción es realizarla por respeto al deber. El
tendero que no pide un precio excesivo al comprador inexperto actúa
honradamente, de conformidad con el deber, pero dado que el motivo de
esta acción podría ser o la inclinación- querer aumentar la clientela, por
ejemplo- o el deber- querer cumplir el deber-, solo tendrá valor moral, si su
motivo ha sido este último. En definitiva, lo único que da valor moral a una
acción es la intención: actuar por respeto al deber. Esto es la buena
voluntad.
Esta teoría también tiene ventajas e inconvenientes. De la ética kantiana
se han destacado algunas características que la puedan hacer
convincente. En primer lugar, la preeminencia de que goza la razón, al
convertirse en el fundamento último de la moral. En segundo lugar, que las
acciones correctas dependan de normas morales parece captar el carácter
de obligatoriedad- y no de deseo, aunque racional- que tiene la moral. En
tercer lugar, el carácter universal de las normas morales, que hace que
nadie pueda considerarse una excepción, introduce el carácter de
imparcialidad que tiene la moral. Y finalmente, que el auténtico valor moral
resuda en la intención, ya que parece más digno de valor moral decir la
verdad porque es un deber, que hacerlo por inclinación egoísta.
Los críticos han objetado a Kant el carácter absolutista de su teoría, es
decir, que no atienda a las circunstancias particulares de cada caso y, por
tanto, que los deberes morales no tengan nunca en cuenta las
consecuencias de las acciones. Si el deber obliga a no mentir, las
consecuencias de que una persona que esconde en la buhardilla a una
familia judía diga la verdad a una patrulla nazi pueden ser tan perjudiciales
que parecería una inmoralidad confesar la verdad.
Otra objeción es que la teoría kantiana no parece que pueda resolver el
problema del conflicto de normas. Si algunos deberes, como los deberes
perfectos, no admiten ser limitados por otros deberes, y esto significa que
se han de cumplir en toda circunstancia, muchos dilemas pueden resultar
irresolubles. Si por cumplir una promesa no se puede salvar una vida, se
incumple este deber. La alternativa es salvar una vida, pero incumplir la
promesa. Se haga lo que se haga parece que algún deber no se puede
cumplir.
Por último, los objetores consideran que la universalizabilidad no es el
fundamento adecuado de las normas morales. Por una parte, no parece
necesaria, porque puede haber normas morales que no sean
universalizables (amar a los enemigos). Por otra parte, la
universalizabilidad no es suficiente, porque hay normas universalizables
que no son morales (poner una flor en el balcón) e incluso que son un
deber moral no cumplir
(ser cruel: una persona racional a quien no importara vivir en un mundo
cruel y padecer la crueldad de los demás podría universalizarla).

EL IDEALISMO DE HEGEL
Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Stuttgart, 27 de agosto de 1770–Berlín, 14 de
noviembre de 1831) fue un filósofo alemán. Recibió su formación en el Tübinger
Stift (seminario de la Iglesia Protestante en Wurtemberg), donde trabó amistad
con el futuro filósofo Friedrich Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin.
Le fascinaron las obras
de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant, Rousseau, así como
la Revolución Francesa, la cual acabó rechazando cuando esta cayó en manos del
terror jacobino. Murió víctima de una epidemia de cólera, que hizo estragos
durante el verano y el otoño de 1831. Fue el padre del historiador Karl von
Hegel (1813-1901).
Considerado por la historia clásica de la filosofía como el representante de «la
cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico» y como
un revolucionario de la dialéctica, habría de tener un impacto profundo en
el materialismo histórico de Karl Marx. La relación intelectual entre Marx y
Hegel ha sido una gran fuente de interés por la obra de Hegel.

EL ABSOLUTO Y SU DEVENIR

Hasta Hegel el Absoluto se concebía como Absoluto de la razón. Como actividad


cognoscente que se conoce a sí misma, es decir, autoconocimiento o
autoconciencia. Para Hegel el absoluto seguirá siendo pensamiento que se piensa
a sí mismo, pero esta autoconciencia no será un principio autosuficiente para
deducir de sí toda la realidad o para fundarla como manifestación suya. Este
conocimiento, en Hegel, no es un punto de partida sino un resultado cuyo proceso
alberga toda la realidad. La autoconciencia implica un salir de sí para volver sobre
sí y poseerse plenamente. Pero este salir de sí no es separable del volver en sí sino
que forman un todo constitutivo. Por tanto toda la realidad es proceso de
autoconocimiento que es el Absoluto; estamos hablando de un panteísmo. El
Absoluto es conocimiento de sí, pero al ser proceso (salir de sí para volver en sí) se
conoce como tal y, conociéndose, conoce sus diversas partes y la diversidad de
estas.
El absoluto, por tanto, no es trascendente sino inmanente; lo infinito existe sólo
en lo finito, el Absoluto es su misma manifestación. Por su parte lo finito no tiene
su plenitud en su sola finitud sino que es sólo un momento de lo infinito, es decir,
su realidad radica en la relación con lo infinito, como parte momentánea
constitutiva del Absoluto (al margen de lo Absoluto lo finito es pura abstracción).
Por otro lado la verdad de lo finito se encuentra en su articulación en el Absoluto,
pues su integración en lo Absoluto afirma su condición de finito. De este modo la
verdad absoluta es el sistema del Absoluto. Teniendo en cuenta todo esto Hegel ha
de negar que el Absoluto sea y se dé en una auto evidencia inmediata, pues el
Absoluto es concepto, es idea, es conocimiento mediato (por proceso, racional).
Por otro lado, si el Absoluto es proceso no puede ser estático, sino que es
movimiento: es salir de sí para volver en sí para poseerse plenamente y, en
consecuencia, la realidad es el mismo regresar del Absoluto hacia sí mismo. De
este modo el mundo y el ser humano son el camino hacia la constitución del
Absoluto y se conocen (el mundo y el ser humano) en su relación con el Absoluto
como momentos en su proceso.

En el contexto de la explicación de la filosofía de Hegel (no es, por tanto, un


término acuñado por el propio filósofo), la expresión tríada dialéctica se utiliza
para hacer referencia a la materialización ontológica de la dialéctica en forma de
una concepción de la realidad como proceso circular,1 proceso desarrollado en tres
momentos y movido por el principio de la contradicción.
Esta tríada dialéctica refleja, entonces, la realización dinámica de la razón
absoluta, esto es, de la Idea.
Esos tres momentos del proceso dialéctico se corresponden con las expresiones
acuñadas por Fichte de tesis, antítesis y síntesis:
Tesis._ El primer momento se corresponde con el estar en sí. Es el momento de la
posición abierta a la inmediatez y situada en la indeterminación: la revelación del
aspecto abstracto que es accesible al entendimiento; el ser es visto como identidad,
pero no en su totalidad.
Antítesis._ Ocurre entonces que, haciendo uso de la razón, lo que está en sí sale de
sí y se niega a sí mismo en lo otro, llegándose así al segundo momento que se
corresponde con el ser para sí. Se produce la negación o contradicción del primer
momento, provocándose una auto-escisión, una alienación u objetivación.
Síntesis. El tercer momento se corresponde con el ser en y para sí: el Ser real, la
Totalidad que ha sido alcanzada por la razón. Se produce la negación de la
negación, llegándose a la superación (no a la negación de la antítesis) y, en
definitiva, a la auto-reconciliación del ser. Esta síntesis, de inmediato, se vuelve a
convertir en una tesis.
Aplicados a la Idea, estos tres momentos se corresponden con otros tantos
fundamentales: como Lógica (la Idea en sí y para sí misma); como Naturaleza (la
Idea sale fuera de sí misma y se exterioriza); y como Espíritu (la Idea vuelve a
recogerse en sí, retornando a sí misma).
En el pensamiento de Hegel se impone una concepción dinámica de la realidad que
continuamente se desarrolla en medio de tensiones y oposiciones. Asimismo, el
conocimiento debe ser según la totalidad de la realidad, y no según momentos
aislados de la historia.

EL SISTEMA HEGELIANO

El sistema hegeliano es el desarrollo de una triada dialéctica: idea, naturaleza,


espíritu. Estudia la Idea en los tres momentos del método dialéctico: posición
(tesis), negación (antítesis), unificación (síntesis). La idea pura, fundamento de
toda existencia natural y espiritual, es el equivalente del pensamiento divino,
saliendo de sí misma para manifestarse como Naturaleza en el espacio y en el
tiempo, es la Idea exteriorizada. La Idea que retorna a sí misma después de esta
alineación, y deviene así espíritu real, pensamiento consciente de sí. La Razón, es
estudiada en la Filosofía de la naturaleza en tanto que se realiza en el universo, y
en la Filosofía del espíritu se realiza mediante el pensamiento y la actividad del
hombre.

1. La lógica. Debe considerarse como un sistema de determinación del


pensamiento en el que la oposición de lo subjetivo y lo objetivo desaparece. Las
categorías del pensamiento son las categorías del ser. Si el pensamiento lógico es
dialéctico, se debe a que el ser mismo es dialéctico. La dialéctica ideal es el reflejo
de la dialéctica real: el lógico debe pensar conforme a ella.
Tres grandes partes comprende la lógica hegeliana: la teoría del Ser, la teoría de la
Esencia y la teoría del Concepto.
a) Teoría del Ser. Estudia las categorías más simples y menos determinadas.
Comienza por la noción de Ser. El ser equivale a la nada. Esta contradicción se
resuelve en el devenir, el primer pensamiento concreto y por esto, el primer
concepto. Con esta noción, Egea se reúne con el viejo Heráclito: nada es estable
en el universo: todo está en continuo movimiento y el absoluto solo es un proceso
ininterrumpido de devenir.
Todas las categorías del ser se desarrollan a partir del devenir. El devenir,
simplificando la dialéctica hegeliana, es el paso de una cualidad a otra, cada una
de las cuales determina una existencia empírica, el movimiento dialéctico conduce
de la cualidad a la cantidad: cantidad excesiva (número), magnitud intensiva o
grado. Se llega así a la medida. El agua, por ejemplo, según su grado de
temperatura, permanecerá liquida o se tornará hielo o vapor.
b) Dialéctica de la infinitud. Hegel desarrolla su célebre dialéctica de la infinitud,
su concepción del infinito verdadero.
El infinito no debe concebirse como si fuese la progresión de lo finito que, al
avanzar, cede sin cesar sus límites, es el infinito malo o falso. El infinito debe
concebirse dialécticamente como realizándose en lo finito y mediante lo finito,
donde se manifiesta imponiéndose limites que, en seguida, niega: esta negación de
la negación es su afirmación. Para Hegel el infinito verdadero es la totalidad de los
momentos del ser que se determina en cada uno de los límites puestos por el
devenir universal
c) Teoría de la Esencia. La noción de medida lleva del ser a la esencia. Lo que se
esconde bajo los aspectos cambiantes de la existencia empírica. Lo que cae ante
los sentidos no es, por lo tanto, más que apariencia. El ser aparece así como
desdoblado. Los términos se oponen por parejas: identidad y diferencia,
fundamento y consecuencia, cosa y propiedades, fuerza y manifestación, interior
y exterior. Aun cuando estas categorías se excluyen, se requieren una a la otra. La
más ilusoria de las oposiciones es la de interior y exterior, ambas tienen el mismo
contenido. Debe decirse entonces, que el hombre no es nada más que la serie de
sus actos. Por tanto, lo que es puramente interior es completamente exterior.
Todos los términos que se oponen por parejas en la esfera de la esencia
encuentran finalmente su síntesis en la categoría de la realidad efectiva: El
fenómeno aquí es concebido como la manifestación total y adecuada de la esencia.
La realidad verdadera por oposición a la simple posibilidad o a la pura contingencia
es el ser necesario, la necesidad racional. Por eso, Hegel pudo escribir que lo
racional es efectivamente real y que lo efectivamente real es racional. Lo necesario
es la sustancia (sentido más verdadero), la causa (que se manifiesta por sus
efectos). Entre las causas y los efectos hay acciones reciprocas.
Con esta categoría se abandona la esfera de la esencia, para ingresar en la del
concepto, la de la totalidad inteligible que pone, al comprenderlas como sus
momentos, sus propias diferenciaciones y manifiesta así su libertad.
d) Teoría del concepto. Hegel estudia el concepto básico en tres aspectos:
) El concepto subjetivo que abarca tres momentos: el universal, el particular y el
individual. El concepto es el universal concebido como un pensamiento que se
concreta, se da un contenido al determinarse y particularizarse (base del juicio),
que es la partición primordial del concepto que separa de él lo particular. El juicio
liga la existencia de las cosas a su esencia universal. El razonamiento une estos
dos extremos y establece una mediación entre lo universal y lo individual por
intermedio de lo particular. Representa el Universal tal como se realiza en lo
individual, al particularizarse y al contrario. El razonamiento es el fundamento
esencial de toda verdad: para Hegel, todo es razonamiento del mismo modo que
todo es concepto.
Así pues, el concepto no es algo puramente subjetivo; se realiza en la totalidad
concreta que abraza y es, de esta manera concepto objetivo.
B) El concepto se objetiva en tres formas: el mecanismo, en el cual los objetos
están simplemente yuxtapuestos; el quimismo, en el que se atraen y se penetran
mutuamente; y la teleología, o sea, la finalidad orgánica en la cual el fin domina y
dirige la actividad de las partes.
C) La teleología prepara el advenimiento de la idea en la que el concepto retorna
a sí mismo por la unión de la subjetividad y la objetividad. La idea es la mas
elevada definición de lo absoluto, y puede ser concebida “como la razón de lo
finito y de lo infinito, del alma y del cuerpo, como la posibilidad que tiene en ella
su realización efectiva, como aquello cuya naturaleza solo puede ser comprendida
como existente”. “La Idea es la dialéctica misma que separa y diferencia
eternamente, y solo como tal es creación eterna, fuente eterna de vida y espíritu
eterno”. Si la idea parece contradictoria al entendimiento, se debe a que es
esencialmente proceso y solo existe por esta dialéctica.
En su Propedéutica Hegel dice: “Hay tres ideas: La idea de la vida, la idea del
conocimiento y del bien y la idea de la ciencia y de la verdad”. La idea en su forma
inmediata es la vida donde el alma realiza el concepto en el organismo. En la idea
del conocimiento se busca el concepto que debe ser adecuado a su objeto; en la
idea del bien, al contrario, el concepto aparece primero y debe ser realizado como
objetivo de la acción. El concepto supremo en la Idea absoluta, la unidad de la vida
y el conocimiento, el universal que se piensa y que al pensarse se realiza a sí mismo
efectivamente.

2. Filosofía de la naturaleza. La Naturaleza es la Idea bajo la forma de la alteridad,


la idea que sale de sí misma, se exterioriza, y luego de producir vida consciente,
retorna a sí, a interiorizarse en el pensamiento del hombre. El devenir de la
Naturaleza es una ascensión hacia el espíritu. La idea se manifiesta en la
Naturaleza por las leyes que la rigen. Esta impotencia de la Naturaleza de
permanecer fiel al concepto impone límites al pensamiento filosófico, que en este
terreno no puede deducir todo. La naturaleza debe considerarse como un sistema
de grados.
Hegel se ocupa de separar la dialéctica de la Idea inmanente a la Naturaleza, al
substituir en todas partes las categorías del entendimiento por las relaciones ideales
del pensamiento especulativo y distingue tres niveles de existencia: el mundo del
mecanismo, el mundo de la físico-química y el mundo orgánico.
El mundo del mecanismo es el de la materia y del movimiento, donde los
elementos actúan por atracción y repulsión. La forma abstracta de la exterioridad
es el espacio, la del devenir es el tiempo. La gravitación es una tendencia de la
materia a interiorizarse (subjetividad). El movimiento de los cuerpos celestes
manifiesta esta matemática de la Naturaleza.
La física tiene por objeto todos los aspectos propiamente cualitativos del mundo
material (luz, sonido, calor, electricidad) en el que todo se individualiza en
cuerpos. Pone de relieve los momentos de oposición y de conciliación mediante
los cuales se manifiesta en el mundo material la dialéctica natural, cuya forma mas
típica es la polaridad. El último término de los procesos físicos es el quimismo,
que permite el advenimiento de la vida.
La idea se desliga gradualmente en los procesos físico-químicos para liberarse en
el mundo orgánico donde el concepto se concreta cada vez más. En los procesos
químicos el organismo encuentra las condiciones de su existencia y debe resistirles
sin cesar para vivir. Como el ser viviente enfrenta un conflicto continuo con las
fuerzas exteriores, surge un sentimiento de angustia que siempre está ligado a la
vida, pero no solo la potencia de estas fuerzas exteriores consagra al viviente a la
muerte, sino también la inadecuación de su existencia individual a la
“universalidad concreta” constituye el concepto de la especie a la cual pertenece.
Aquí reside “su enfermedad originaria y el germen innato de la muerte”.
La filosofía de la Naturaleza es la parte más débil del sistema hegeliano.
La Naturaleza solo tiene valor, para Hegel, en la medida en que, al condicionar la
vida, hace posible el advenimiento de la conciencia y del pensamiento.
Contrariamente a Kant, no admiraba la “mala infinitud” del cielo y le gustaba decir
que las estrellas son “una erupción de granos luminosos en el cielo”.

3. Filosofía del Espíritu. Representa el coronamiento del sistema hegeliano, ya que


en el espíritu la Idea completa su desenvolvimiento, se concreta y logra
verdaderamente su realidad efectiva. La idea lógica y la Naturaleza son las
condiciones de la realización del espíritu, que es su verdad. Hegel Creo una
filosofía de la cultura humana y dio las bases filosóficas de las ciencias morales.
No se contentó con un estudio puramente psicológico de la vida interior (el espíritu
subjetivo); quiso estudiar también el espíritu en sus producciones exteriores: la
historia, el derecho, las costumbres (el espíritu objetivo) y en sus manifestaciones
más elevadas en las que el espíritu se encuentra verdaderamente a sí mismo: el
arte, la religión y la filosofía (el espíritu absoluto).
a) El espíritu subjetivo. Se presenta en diferentes niveles que son otros tantos
momentos necesarios del desenvolvimiento dialéctico del concepto del espíritu.
Hegel distingue así el alma (objeto de la antropología), la conciencia (objeto de la
fenomenología) y el espíritu (objeto de la psicología propiamente dicha). El alma
es el espíritu en tanto que depende de las condiciones naturales fisiológicas (raza,
temperamento, etc.) y puramente físicas (como, por ejemplo, el clima). La
conciencia psicológica es una “totalidad concreta” de determinaciones, en la que
cada parte tiene su lugar en función de las restantes. Reconoce que todo lo que
ocurre en el espíritu tiene su origen en la sensación y en el estado afectivo
elemental, pero rechaza al corazón y al sentimiento como criterios del bien moral
y de la verdad religiosa.” Es el pensamiento quien distingue al hombre del animal,
con el cual tiene en común la sensación y la afectividad elemental”. La vida
psicológica se separa del sentir a la conciencia de sí. Un factor importante del
progreso mental es el hábito. “El hábito es el elemento más esencial para asegurar
la existencia de toda espiritualidad en el sujeto individual”
La psicología debe estudiar el desenvolvimiento dialéctico inmanente de la
actividad mental. Es preciso que el espíritu revele su libertad llegando a
reconstruir racionalmente aquello que primero le fue impuesto como dato
inmediato. El espíritu teórico se manifiesta como conocimiento intuitivo confuso
ligado al sentimiento. El intermediario entre la intuición y el pensamiento es la
representación, que se presenta con la forma de la memoria-recuerdo, de la
imaginación y de la memoria verbal. Esta forma de memoria es la más importante,
puesto que es el instrumento del pensamiento y posibilita todas las operaciones
mentales superiores. Permite al pensamiento individual acercarse inmediatamente
a lo universal.
Al pasar al estudio del espíritu practico, Hegel muestra cómo el pensamiento se
determina en voluntad y como la voluntad debe elevarse por encima del
sentimiento para basarse sobre el pensamiento. “La verdad y la racionalidad del
corazón y de la voluntad pueden encontrarse solo en la universalidad de la
inteligencia, y no en la singularidad del sentimiento en tanto tal”.
Hegel vincula la dialéctica de las tendencias y de las necesidades con la Filosofía
de la Naturaleza y con la Lógica. La tendencia no es sino el hecho que una cosa
sea en sí misma y sea la carencia, lo negativo de sí misma; de aquí su esfuerzo por
salir de esta penosa contradicción, al intentar procurarse lo que le falta.
La dialéctica del amor esta esbozada en la Filosofía del Derecho:
“Amor, quiere decir la conciencia de mi unidad con otro y la unidad con el otro y
del otro conmigo. El primer momento en el amor es que yo no quiera ser para mí
una persona que se basta a sí misma y que si lo fuera me sentiría defectuosa e
incompleta. El segundo momento consiste en que yo conquisto mi ser en otra
persona. De esta forma, el amor es la más enorme de aquellas contradicciones, y
la solución es la unión moral de los seres”.
b) El espíritu objetivo y el espíritu absoluto. Estas dos piezas esenciales del sistema
hegeliano merecen un lugar aparte, pues están ligadas a la escisión entre la derecha
y la izquierda hegelianas que se manifestó, en esencia, en los planos religioso y
político.
c) La moral de Hegel. La moral ocupa un lugar muy reducido, y por ende,
fragmentario en la filosofía hegeliana. Está relacionada con sus concepciones
jurídicas y políticas así como con su psicología del espíritu práctico y su filosofía
de la religión.
La filosofía, tal como Hegel la concibe, no tiene como objetivo definir un ideal de
perfección inaccesible, sino comprender lo real, reconstruyéndolo dialécticamente
y reconociéndole así la racionalidad. Enfocada desde este punto de vista, la moral
comprueba que juzga.
Una oposición fundamental domina la moral hegeliana: la moralidad subjetiva y
la moralidad objetiva. La primera es la moralidad en el sentido kantiano, definida
por un criterio formal: la validez universal de la máxima de la acción, en esta
forma, solo se encuentra un fundamento abstracto que lleva a un formalismo vació,
y no aprehende los deberes y los derechos.
La verdadera moralidad es la moralidad objetiva, la que el hombre adquiere en las
sociedades que lo educan: la familia, la sociedad civil y, sobre todo, el Estado.
Integrándose conscientemente a ese todo concreto que es el organismo colectivo
del Estado, es como el hombre alcanza la verdadera libertad. Hegel reencuentra así
la noción kantiana de la autonomía y da forma concreta al criterio de la
universalidad: la participación en el espíritu colectivo.
d) La filosofía de la historia. La más popular de la obra de Hegel. La historia
universal, tal como la concibe, no es la historia original, ni la historia reflexiva que
quiere explicar los hechos y extraer lecciones practicas del pasado, sino la historia
filosófica que domina los acontecimientos desde un punto de vista universal e
intemporal. La Razón, para Hegel, es la sustancia misma de la historia. Piensa que
la razón gobierna el mundo y que en la historia, todo ha transcurrido racionalmente.
La historia es el desenvolvimiento de una lógica inmanente de la cual los grandes
personajes históricos son los instrumentos inconscientes. La fuerza de ellos radica
en la voluntad del Espíritu universal. En algunas épocas, la estructura del “espíritu
de un pueblo” se quiebra, pero la historia universal prosigue. Así es como se
manifiesta la dialéctica de la historia: los progresos de la humanidad se realizan
por contradicciones, colisiones (guerras, golpes de Estado o revoluciones) que
alcanzan un estado de cosas más verdadero. Los periodos de felicidad, de armonía,
de ausencia de contradicciones, no son periodos históricos.
No podemos analizar todo el contenido de la Filosofía de la Historia. La idea
directriz es que la historia universal es el progreso en la conciencia de la libertad.
e) La estética. Lo bello es lo absoluto en su existencia sensible, la Idea que se torna
transparente en los límites de la apariencia sensible. La función del arte es ser “el
mediador, el conciliador entre la realidad exterior sensible y perecedera y el
pensamiento puro entre la Naturaleza y la realidad finita, por una parte, y la libertad
infinita del pensamiento conceptual, por la otra. El elemento propio del arte es la
apariencia. El arte hace aparecer lo substancial, lo universal; destaca el verdadero
valor de las apariencias sensibles, les confiere “una realidad más alta, engendrada
por el espíritu”.
La obra pedagógica. Un aspecto menos conocido del pensamiento hegeliano. En
ellos se opone a los “nuevos” métodos pedagógicos que están en boga en su época
y que hoy vuelven a ser “nuevos”. Su principio fundamental es que el pensamiento,
como la voluntad, debe comenzar por la obediencia. Combate “el desastroso
prurito de querer llevar al alumno a un pensamiento personal”. Deben “extirparse
esos puntos de vista fantasiosos, esas ideas, esas reflexiones que la juventud puede
tener o fabricarse”. Asimismo combate los métodos que comienzan por lo concreto
sensible para dirigirse hacia el pensamiento; debe “comenzarse por lo abstracto y
tomarlo en sí y para sí”. Hegel alaba el estudio de la gramática: “Su materia, en
efecto, son las categorías, o sea, los propios productos, las propias determinaciones
del entendimiento; es en la gramática, entonces, donde el entendimiento comienza
su aprendizaje estudiándose a sí mismo”.

FILOSOFIA DEL DERECHO

Hegel diferencia entre derecho y moralidad. El primero es el conjunto de normas


extrínsecas que son impuestas a los individuos de modo imperativo. La segunda,
por el contrario, es la suma de las normas objetivas colectivas que la conciencia
personal reconoce desde dentro.
La eticidad viene a ser la síntesis del derecho y la moralidad manifestada en la
familia, la sociedad y el estado. Este último es el momento más elevado de la ética
objetiva.
Por lo tanto, basándose en el método del conocimiento que proporciona
el materialismo dialéctico y apoyándose en las leyes, regularidades y categorías de
que arma el materialismo histórico, trata de aclarar las regularidades y leyes del
devenir histórico del fenómeno político – social que es el Derecho, busca poner de
manifiesto las últimas razones de su evolución, a partir de descubrir su esencia
compleja y multifacética, e intenta encontrar las regularidades del Derecho dentro
de sus múltiples y cambiantes expresiones, de tal modo, la Filosofía del Derecho
marxista se apoya en las conclusiones de la filosofía materialista avanzada, en los
aportes de la dialéctica en general y de las leyes del desarrollo histórico. Es una
disciplina cuyo objeto de conocimiento fundamental es el conocimiento de lo
jurídico. El conocimiento que se adquiere con base en la filosofía del derecho, es
en sí mismo, conocimiento jurídico, pero no como representación de las
instituciones jurídicas, sino como plano problemático sobre cómo
el derecho puede ser entendido.
REACCIONES AL CRITICISMOY AL IDEALISMO

EL IRRACIONALISMO DE SCHOPENHAUER
El primer y más célebre adversario de los hegelianos, y de Hegel mismo, fue el
gran representante de los pesimistas, el alemán Arthur Schopenhauer (1788-1860).
Su principal obra, El mundo como voluntad y como representación (1818), es un
intenso himno contra la vida, sin que la contradicción asuste a su autor. La
existencia no es, según Schopenhauer, el fruto del Espíritu que plantea la batalla
para dominar el curso de los acontecimientos. Esta convicción es sólo una ilusión,
una representación engañosa que oculta la verdadera esencia. Es otro el principio
del que proceden todos los acontecimientos: la Voluntad. Es la Voluntad la que
crea el horror de un mundo en que el odio y el dolor superan ampliamente el escaso
bien que se obtiene. ¿Qué es la vida, se pregunta el filósofo, sino un péndulo que
oscila continuamente entre el deseo más intenso y, un instante después, el
aburrimiento más mortal incluso ante lo que un momento antes nos había
seducido?, ¿por qué ese derroche de energías? Porque la Voluntad que reina no es
la voluntad de este o aquel hombre; es Voluntad en sí, ciego instinto de vivir,
irresistible impulso a querer y querer cada vez más. Ente metafísico, la Voluntad
es la única y verdadera cosa en sí, repite Schopenhauer citando a Kant, una fuerza
ciega que lleva a los hombres a dañarse recíprocamente por un beneficio que sólo
dura un instante. La mayoría se ilusiona creyendo seguir sus propios intereses,
cuando en realidad los hombres no son más que marionetas de este único, ciego e
irracional querer, que los utiliza para poderse dividir en un sujeto del querer y en
un objeto querido; división errada, engaño supremo, velo que cubre la esencia sin
piedad del mundo: existir en cuanto querer.
Para los individuos particulares sólo hay una posibilidad: romper la ilusión y dejar
de querer, de anhelar cosas y poderes. El primer grado de esta liberación coincide
con el arte como expresión de esta verdad: sólo hay alegría cuando por un
momento se suspenden las pasiones del alma en la contemplación de la belleza.
Siguen el arte, la justicia y la compasión. Ya que ambas consisten en una renuncia
a los intereses personales para obedecer la ley, en ellas se expresa el grado principal
de separación del instinto ciego del querer al que el hombre puede llegar cuando
se percata de que en el mundo no se produce una colisión entre libres voluntades
individuales sino sólo el teatro de la única Voluntad que sólo se quiere a sí misma.
El último grado de liberación está representado por la renuncia voluntaria a la vida,
por el reconocimiento en el principio de determinación (aquello por lo que una
cosa es ella misma y no otra) del engaño de la Voluntad, dedicándose a partir de
aquí a la negación de este "truco" de la Voluntad, en una palabra: dejando de querer
algo.
+ Schopenhauer y el "ascetismo"

Muy influido por las filosofías orientales, Schopenhauer dio el nombre de


"ascetismo" a este estadio supremo; pero no es difícil ver que el rechazo de la
Voluntad se realiza en un aristocrático distanciamiento de las causas terrenas, muy
prácticas y poco metafísicas, de la injusticia del mundo. Si es difícil no participar
en la descripción artística que Schopenhauer escenifica de los males del mundo, es
fácil, por el contrario, advertir que el análisis y las soluciones propuestas quedan a
un nivel más bien insuficiente.

EL EXISTENCIALISMO DE KIERKEGAARD

El antecedente más importante del existencialismo fue el filósofo danés Søren


Kierkegaard (1813-1855). Kierkegaard es considerado por muchos como el primer
filósofo existencialista en la historia de la filosofía. De hecho, él inventó el término
“existencialista” (aunque parece no haberlo usado para referirse a sí mismo). Hay
tres rasgos que hacen que lo podamos considerar como un filósofo existencialista:
1) su individualismo moral; 2) su subjetivismo moral; 3) su idea de angustia.
En contra de la tradición filosófica, que sostiene que el bien ético más alto es el
mismo para todos, Kierkegaard afirmaba que el bien más alto para el individuo es
encontrar su propia vocación. Él decía: “Debo encontrar una verdad que sea
verdadera para mí... la idea por la que pueda vivir o morir”. La idea que está detrás
es que uno debe escoger su propio camino sin la ayuda de normas o criterios
universales u objetivos. Se ha llamado a esta posición individualismo moral. En
contra de la posición tradicional de que el juicio moral involucra (o debe
involucrar) una norma objetiva de corrección o incorrección, Kierkegaard sostiene
que no se puede encontrar una base objetiva o racional en las decisiones morales.
La única base de una filosofía con significado es el “individuo existente”
(“situado”, podríamos añadir); la filosofía no tiene que ver con una contemplación
imparcial (objetiva) del mundo ni de descifrar la “verdad”. Para él, verdad y
experiencia están ligadas y hay que abandonar la idea de que la filosofía es una
especie de ciencia exacta y pura.
Posteriormente, los existencialistas seguirían a Kierkegaard al enfatizar la
importancia de la acción individual al decidir sobre asuntos de moralidad y de
verdad. La experiencia personal y actuar de acuerdo con convicciones propias es
esencial para llegar a la verdad. El entendimiento que de una situación tiene el
agente involucrado es superior al de un observador desinteresado. Los
existencialistas pondrán énfasis en la perspectiva subjetiva (lo que permite que
podamos llamarlos, en cierto sentido, subjetivistas). Esto hace que sean filósofos
asistemáticos. Se oponen a la existencia de principios racionales, objetivos y
universalmente válidos (como los que proponía Kant). En cierto sentido, los
existencialistas, a partir de Kierkegaard, son “irracionalistas”: no porque nieguen
el papel del pensamiento racional, sino porque creen que las cosas más importantes
de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia.
El existencialismo1 es una corriente filosófica que tuvo su origen en el siglo XIX y
se prolongó aproximadamente hasta la segunda mitad del siglo XX. Los filósofos
existencialistas se centraron en el análisis de la condición humana, la libertad y
la responsabilidad individual, las emociones, así como el significado de la vida.
No se trata de una escuela filosófica homogénea ni sistematizada, y sus seguidores
se caracterizan principalmente por sus reacciones contra la filosofía tradicional.
Actualmente se consideran tres tipos de "escuelas" existencialistas: el
existencialismo cristiano, el existencialismo agnóstico y el existencialismo ateo.
Nunca existió un acuerdo general sobre la definición de existencialismo. El
término a menudo es visto como una conveniencia histórica que fue inventada para
describir a muchos filósofos, en retrospectiva, mucho después de haber muerto.
De hecho, aunque generalmente se considera que el existencialismo se originó con
la obra de Kierkegaard, fue Jean-Paul Sartre el primer filósofo prominente en
adoptar el término para describir su propia filosofía. Sartre propone la idea de que
«Todos los existencialistas tienen en común la doctrina fundamental de que la
existencia precede a la esencia»2 lo que significa que la consideración más
importante para la persona es el hecho de ser un ser consciente que actúa de forma
independiente y responsable: «la existencia», en lugar de ser etiquetado con roles,
estereotipos, definiciones u otras categorías preconcebidas que se ajustan al
individuo: «la esencia». La vida real de la persona es lo que constituye lo que
podría llamarse su «verdadera esencia» en lugar de estar allí atribuido a una esencia
arbitraria que otros utilicen para definirla.
El problema fundamental de este filosofo reside en la manera manera como el yo,
en su actividad radicalmente personal, puede llegar a ser sujeto responsable.
Kierkagaar sost6iene que para que el yo llegue a su interioridad debe pasar por
estas tres etapas:
LOS TRES ESTADIOS EN KIERKEGAARD Tal vez el problema sobre el que gira todo
el pensamiento de Kierkegaard sea el de cómo dar sentido a la vida. Una vida y
tres posibilidades. Situando la existencia concreta en el núcleo de su pensamiento
–fue él quien forjó el adjetivo existencial – Kierkegaard, concibe la vida en tres
estadios, que (¡mucha atención!) no son tres etapas sucesivas o prefijadas de un
itinerario vital, sino cursos posibles para el rio de la vida. O lo que es lo mismo:
tres maneras de pensar, de vivir y de actuar concretas y que conducen a maneras
de ser y de actuar determinadas. Cada uno de estos estadios, y cada uno de los
abismos a que cada estadio nos aboca, implica una relación específica con uno
mismo y con el mundo. Muchas veces se reduce el pensamiento de Kierkegaard
a la tesis de los tres estadios y circula incluso una frase chistosa sobre eso:
Kierkegaard diluyó el agua de colonia en agua bendita. El agua de colonia es puro
estadio estético, naturalmente (¿?). Pero convendría ver la tesis en una
perspectiva claramente antihegeliana. Según Kierkegaard, Hegel ha construido
una dialéctica abstracta, especulativa. De lo que se trata es de entender la
dialéctica como algo enraizado en la vida (una vida que no se identifica con
ninguna postura previa, con ninguna teoría). La vida es una pasión interior que se
define de una manera básicamente negativa, como abandono de toda certeza.
No consiste en un profundizar sobre uno mismo, sino en un constante sufrimiento
vivido desde uno mismo. Pasar de uno de estos estadios a otro implica un salto
que transfigura www.alcoberro.info completamente la existencia. Y en este
sentido, la ironía tiene un papel fundamental en cada uno de los ‘saltos mortales’
que implica el cambio de perspectiva que opera en cada estadio. ESTADIO
ESTÉTICO: ‘Quiero gozar’, tal es el credo de Johannes el Seductor, el personaje
que encarna el estadio estético, bajo el signo de los placeres (In vino veritas). En
este estadio el hombre opta por sí mismo. , por su individualidad, por su
particularismo. Es el hombre del torbellino de las sensaciones; es una especie de
charlatán y coleccionista de instantes. El esteta se crea a sí mismo a partir de
nada. Pero el estadio estético en el fondo es ilusorio; la ilusión de la
autodeterminación conlleva una huida hacia adelante, que conduce a un impase,
a un sentimiento de vana repetición, en el límite mismo de la melancolía.
ESTADIO ÉTICO: Termina el mariposeo permanente y el individuo opta por la
seriedad de la existencia. Mientras lo estético es fugaz, lo ético es duradero. En
el estadio ético se sale de la prisión dorada del egoísmo para para entrar en el
ámbito de la responsabilidad y el deber. De ahí la apología del matrimonio,
emblema del estadio ético, pronunciada por el juez Wilhelm, el buen marido. La
unión conyugal es el ejemplo del cuadro sólido de la eticidad asumida en la vida
cotidiana. Mientras el esteta cree vivir sin limitaciones, el matrimonio es la
asunción de la limitación, de la determinación. Sin embargo, el estadio ético no
permite todavía una vida realmente singular, desligada de una comunidad.
ESTADIO RELIGIOSO: Llegar a ser cristiano, es la cosa más decisiva que le pueda
suceder a un hombre (Postescriptum definitivo y no científico a las migajas
filosóficas). El estadio religioso coincide con el gran salto a la fe. La fe se entiende
como expresión del abandono más absoluto (Temor y temblor). Ya el hombre no
se funda en sí mismo (estadio estético), ni en su comunidad (estadio ético), sino
en Dios, que es una experiencia del todo distinta de cualquier idea general que
pueda hacerse un filósofo. Para Kierkegaard el catolicismo no es ni una doctrina
ni un conjunto de dogmas, sino una comunicación que conduce a una gran
paradoja: encontrar la eternidad en el tiempo presente.
Según el filósofo Steven Crowell, definir el existencialismo ha sido relativamente
difícil, y argumenta que se comprende mejor como un enfoque general que se
utiliza para rechazar ciertas filosofías sistemáticas, y no como una filosofía
sistemática en sí.
Uno de sus postulados fundamentales es que en el ser humano
"la existencia precede a la esencia" (Sartre), es decir, que no hay una naturaleza
humana que determine a los individuos, sino que son sus actos los que determinan
quiénes son, así como el significado de sus vidas. El existencialismo defiende que
el individuo es libre y totalmente responsable de sus actos. Esto incita en el ser
humano la creación de una ética de la responsabilidad individual, apartada de
cualquier sistema de creencias externo a él.
En líneas generales el existencialismo busca una ética que supere a los moralismos
y prejuicios; esto, al observador neófito puede resultarle contradictorio, ya que la
ética buscada por el existencialismo es una ética universal y válida para todos los
seres humanos, que muchas veces no coincide con los postulados de las diversas
morales particulares de cada una de las culturas preexistentes.
Algunos consideran que el existencialismo en sí atraviesa a toda la historia de la
humanidad (por ejemplo en la sumeria Epopeya de Gilgamesh se encuentran
planteamientos llenos de angustia, esperanza, duelo, melancolía, anhelos de
eternidad, que luego reiterará siempre el existencialismo) ya que sus temas son los
capitales de cada ser humano y de todo el conjunto de la humanidad.

El existencialismo tiene sus antecedentes en el siglo XIX en el pensamiento de


Søren Kierkegaard y Friedrich Nietzsche. También, aunque menos directamente,
en el pesimismo de Arthur Schopenhauer, así como en las novelas de Fiódor
Dostoyevski. En el siglo XX, entre los filósofos más representativos del
existencialismo se encuentran Martin Heidegger, Karl Jaspers, Jean-Paul Sartre,
Miguel de Unamuno, 3 Simone de Beauvoir, Gabriel Marcel y Albert Camus.4

Sin embargo, el existencialismo adquiere su nombre en el siglo XX y,


particularmente, tras las terriblemente traumáticas experiencias que vivió la
humanidad durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.
Durante estos dos conflictos (que podrían ser calificados por una parte como casos
extremos de la estupidez que puede tener la humanidad y por la otra -concordando
con Hannah Arendt- como las formas en las que la violencia humana llega a su
apogeo con la banalización del mal) surgieron los pensadores que luego se
preguntaron ¿qué sentido tiene la vida?, ¿para o por qué existe el ser? y ¿existe la
libertad total?

Desarrollo en el siglo XX
El existencialismo nace como una reacción frente a las tradiciones filosóficas
imperantes, tales como el racionalismo o el empirismo, que buscan descubrir un
orden legítimo dentro de la estructura del mundo observable, en donde se pueda
obtener el significado universal de las cosas. Entre los años 1940 y 1950,
existencialistas franceses como Jean-Paul Sartre, Albert Camus y Simone de
Beauvoir dieron a conocer escritos académicos o de ficción que popularizaron
temas existenciales del tipo de la libertad, la nada, el absurdo, entre otros. Walter
Kaufmann describió el existencialismo como "el rechazo a pertenecer a cualquier
escuela de pensamiento, el repudiar la adecuación a cualquier cuerpo de creencias,
y especialmente las sistemáticas, y una marcada insatisfacción hacia la filosofía
tradicional, la cual tacha de superficial, académica y alejada de la vida".

Al existencialismo se le ha atribuido un carácter vivencial, ligado a los dilemas,


estragos, contradicciones y estupidez humana. Esta corriente filosófica discute y
propone soluciones a los problemas más propiamente inherentes a la condición
humana, como el absurdo de vivir, la significancia e insignificancia del ser, el
dilema en las guerras, el eterno tema del tiempo, la libertad, ya sea física o
metafísica, la relación dios-hombre, el ateísmo, la naturaleza del hombre, la vida
y la muerte. El existencialismo busca revelar lo que rodea a la humanidad,
haciendo una descripción minuciosa del medio material y abstracto en el que se
desenvuelve el individuo (existente), para que éste obtenga una comprensión
propia y pueda dar sentido o encontrar una justificación para su existencia. Esta
filosofía, a pesar de los ataques provenientes con mayor intensidad de la
religiosidad cristiana del siglo XX, busca una justificación para la existencia
humana.

El existencialismo, de acuerdo a Jean-Paul Sartre, dice que en la naturaleza


humana la existencia precede a la esencia (lo que para algunos es un ataque a
dogmas religiosos), pensamiento iniciado por Aristóteles, concretado por Hegel
(Fenomenología del Espíritu: «Si es cierto que el embrión es en sí un ser humano,
no lo es, sin embargo, para sí; para sí el ser humano sólo lo es en cuanto a razón
cultivada que se ha hecho a sí misma lo que es en sí». En esto y solamente en esto
reside su realidad'), y proseguido en Sartre, quien indica que los seres humanos
primero existimos y luego adquirimos esencia; es decir, sólo existimos y, mientras
vivimos, vamos aprendiendo de los demás humanos que han inventado cosas
abstractas; desde Dios hasta la existencia de una esencia humana previa, el
humano, entiende Sartre, se libera en cuanto se realiza libremente y esa es su
esencia, su esencia parte desde sí para-sí.

Tres escuelas de existencialismo


En términos de la existencia e importancia de Dios, hay tres escuelas de
pensamiento existencialista: el existencialismo ateo (representado por Sartre), el
existencialismo cristiano (Kierkegaard, Dostoievski, Unamuno o Gabriel Marcel)
y el agnóstico (Camus, Heidegger). Esta última propone que la existencia o la
inexistencia de Dios es una cuestión irrelevante para la existencia humana: Dios
puede o no existir. El problema, tan sólo por tener una idea firme, no soluciona los
problemas metafísicos del hombre.

Heidegger se distancia expresamente de Sartre en su Carta sobre el humanismo.


Buytendijk, psicólogo cercano a Heidegger, admite ser existencialista. Merleau-
Ponty es gran representante de la corriente, aunque manteniendo más nexos con la
fenomenología de Husserl. Martin Buber, por su parte, representa a una corriente
de existencialismo judío muy influida por el hasidismo. Mientras que Gabriel
Marcel y Jacques Maritain son encuadrables en un "existencialismo cristiano" no
tanto de línea kierkegaardiana sino más bien jasperiana/mounierista.
RECURSOS
RECURSOS HUMANOS
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RECURSOS OFIMATICOS
- Internet.
- Una computadora.
- 3 esferos.
- 50 hojas tamaño a4.
- Un cuaderno.
- Una impresora.

RECURSOSECONOMICOS O FINANCIEROS
- En total se gastó 20 dólares teniendo en cuenta que:
- En las impresiones del informe en si se gastó 10 dólares.
- En los apuntes de borrador se gastó 6 dólares .
- Y en el gasto de internet y computadora se ha gastado 4
dólares.
METODOLOGIA
En el presente informe se ha dado paso al método deductivo, donde se ha
buscado encontrar respuesta cada una de las interrogantes a razón de que:
El origen del método deductivo se atribuye a los antiguos griegos, con el filósofo
silogismo de Aristóteles, y posteriormente desarrollado por Descartes, Spinoza y
Leibniz .
En este tipo de razonamiento lógico, dada una generalización, permite inferir las
características. Las generalizaciones siempre se ven afectados por el
proceso inductivo y particularidades por deductivo. El razonamiento deductivo se
presenta las conclusiones que necesariamente debe ser cierto si todas las
premisas son verdaderas.
Su base es racionalista y asume que sólo la razón puede conducir al verdadero
conocimiento. Por lo tanto, la idea detrás del método deductivo es tener un
principio reconocido como cierto e incuestionable, es decir, una premisa mayor
de la que el investigador establece relaciones con una proposición particular, la
premisa menor. Ambos son comparados con, de razonamiento lógico, llegar a la
verdad de lo que se propone, o conclusión.
Es importante aclarar que la deducción no ofrece nuevos conocimientos, ya que
siempre conduce a la particularidad de una ley general anteriormente conocido.
El método deductivo sólo organiza y especifica los conocimientos que ya poseen,
desde un punto inteligible, es decir, la verdad general, ya se estableció, ir a otro
punto interior de este plan. Deductivo parte de una hipótesis general sin hacer
referencia al mundo real, pero con el científico, filósofo o pensador piensa en el
mundo. La fuente de la verdad para deductivista es la lógica para un inductivista
es la experiencia.
CONCLUCIONES
RECOMENDACIONES
ANEXOS
GLOSARIO
BIBLIOGRAFIA

-Libros
Edición: la ciencia de la logica
Autor: Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Fecha:……..
LINKS
-NOMBRE: EJEMPLO DE INTRODUCCION
-LINK: http://pasantiasyessicaroldan.blogspot.com/p/bienvenidos.html
-NIOMBRE: FILOSOFIA KANTIANA
-LINK: https://es.wikibooks.org/wiki/Filosof%C3%ADa_de_Kant
-NOMBRE: FILOSOFIA DE HEGEL
-LINK: http://www.uca.edu.sv/facultad/chn/c1170/aproximacionahegel.html

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