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PODER - CUERPO
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Poder-Cuerpo 10 7
106 Michel Foucault
sería muy frágil. Si es fuerte, es debido a que produce efectos
cuerpo que es preciso y suficiente para el funcionamiento de positivos a nivel del deseo -esto, comienza a saberse- y
una sociedad capitalista como la nuestra? Pienso que desde el también a nivel del saber. El poder, lejos de estorbar al saber,
siglo XVIII hasta comienzos del XX, se ha creído que la lo produce. Si se ha podido constituir un saber sobre el cuerpo,
dominación del cuerpo por el poder debía ser pesada, maciza, es gracias al conjunto de una serie de disciplinas escolares y
constante, meticulosa. De ahí esos regímenes disciplinarios militares. Es a partir de un poder sobre el cuerpo como un
formidables que uno encuentra en las escuelas, los hospitales, saber fisiológico, orgánico ha sido posible.
los cuarteles, los talleres, las ciudades, los inmuebles, las El enraizamiento del poder, las dificultades que surgen para
familias... y después, a partir de los años sesenta, se da uno desprenderse de él, provienen de todos estos lazos. Por esta
cuenta de que este poder tan pesado no era tan indispensable razón la noción de represión, a la que se reducen generalmente
como parecía, que las sociedades industriales podían contentar- l os mecanismos de poder, me parece muy insuficiente y posi-
se con un poder sobre el cuerpo mucho más relajado. Se blemente peligrosa.
descubre entonces que los controles de la sexualidad podían Q. C.: Usted estudia los micro poderes que se ejercen a nivel
atenuarse y adoptar otras formas..: Queda por estudiar de qué cotidiano. ¿No descuida el aparato de Estado?
cuerpo tiene necesidad la sociedad actual.
M. F.: En efecto, los movimientos revolucionarios marxistas
Q. C.: ¿Su interés por el cuerpo se separa de las interpreta- y marxistizados desde finales del siglo XIX han privilegiado el
ciones actuales?
aparato de Estado como blanco de la lucha.
M. F.: Me separo, me parece, a la vez de la perspectiva ¿ A qué ha conducido esto en último término? Para poder
marxista y paramarxista. Respecto a la primera, no soy de los l uchar contra un Estado que no es solamente un gobierno, es
que intentan estudiar los efectos del poder a nivel de la necesario que el movimiento revolucionario se procure el equi-
i deología. Me pregunto, en efecto, si antes de plantear la valente en términos de fuerzas político-militares, en consecuen-
cuestión de la ideología, no se sería más materialista estudiando cia, que se constituya como partido, modelado -en el
la cuestión del cuerpo y los efectos del poder sobre él. Porque lo i nterior--- como un aparato de Estado, con los mismos meca-
que me fastidia en estos análisis que privilegian la ideología, es nismos de disciplina, las mismas jerarquías, la misma organiza-
que se supone siempre un sujeto humano cuyo modelo ha si- ción de poderes. Esta consecuencia es pesada. En segundo
do proporcionado por la filosofía clásica y que estaría dotado l ugar, la toma del aparato de Estado --y esta fue una gran
de una conciencia en la que el poder vendría a ampararse. discusión en el interior mismo del marxismo-- ¿debe conside-
Q. C.: Pero hay, en la perspectiva marxista, la conciencia rarse como una simple ocupación con eventuales modificacio-
del efecto del poder sobre el cuerpo en la situación de trabajo. nes o bien ser la ocasión de su destrucción? Usted sabe cómo se
M. F.: Ciertamente. Pero en la medida en que hoy las ha zanjado al final el problema: es preciso minar el aparato,
reivindicaciones ya no son las del cuerpo asalariado sino las del pero no hasta el final ya que desde el momento en que la dicta-
salario, no se oye casi hablar de ellas en cuanto tales. Todo dura del proletariado se establezca, la lucha de clases no estará
sucede como si los discursos «revolucionarios» estuviesen pene- sin embargo terminada. Es pues preciso que el aparato de
trados de temas rituales que se refieren a los análisis marxistas. Estado esté suficientemente intacto para poder utilizarlo contra
Y si bien existen cosas muy interesantes de Marx sobre el l os enemigos de clase. Se llega así a la segunda consecuencia: el
cuerpo, el marxismo --en tanto que realidad histórica- las ha aparato de Estado debe ser reconducido, al menos hasta un
ocultado terriblemente en provecho de la conciencia y de la cierto punto, durante la dictadura del proletariado. En fin,
i deología... tercera consecuencia: para hacer funcionar estos aparatos que
Es preciso asimismo demarcarse de los paramarxistas como están ocupados pero no destruidos, es preciso acudir a los
Marcuse que da a la noción de represión un papel exagerado. técnicos y a los especialistas. De este modo se utiliza la antigua
Ya que si el poder no tuviese por función más que reprimir, si clase familiarizada con el aparato, es decir, a la burguesía. He
no trabajase más que. según el modo de la censura, de la exclu- ahí lo que pasó en la URSS. No pretendo en absoluto negar
sión, de los obstáculos, de la represión, a la manera de un gran l a importancia del aparato de Estado, pero me parece que
superego, si no se ejerciese más que de una forma negativa,
entre las condiciones que deben reunirse para no repetir la des industriales, se instauró un aparato punitivo, un dispositivo
experiencia soviética, para que no encalle el proceso revolucio- de selección de los normales y anormales. Será preciso que haga
nario, una de las primeras cosas que deben comprenderse es más adelante la historia de lo que ocurrió en el siglo XIX,
que el poder no está localizado en el aparato de Estado, y que mostrar cómo, a través de una serie de ofensivas y de
nada cambiará en la sociedad si no se transforman los contraofensivas, y de efectos y de contraefectos, se ha podido
mecanismos de poder que funcionan fuera de los aparatos de llegar al enormemente complejo estado actual, y al perfil
Estado, por debajo de ellos, a su lado, de una manera mucho contemporáneo de la batalla. La coherencia no resulta de la
más minuciosa, cotidiana. Si se consiguen modificar estas realización de un proyecto sino de la lógica de las estrategias
relaciones o hacer intolerables los efectos de poder que en ellas que se oponen unas a otras. Hay que edificar la arqueología de
se propagan, se dificultará enormemente el funcionamiento de l as ciencias humanas en el estudio de los mecanismos de poder
l os aparatos de Estado. Otra ventaja de hacer la crítica a nivel que se han incardinado en los cuerpos, en los gestos, en los
ínfimo: no se podrá reconstituir la imagen del aparato de comportamientos.
Estado en el interior de los movimientos revolucionarios. Q. C.: ¿Cuál es el papel del intelectual en la práctica
Q. C.: Centrémonos precisamente en las ciencias humanas, militante?
M. F.: El intelectual no puede seguir desempeñando el
en el psicoanálisis en particular.
M. F.: El caso del psicoanálisis es efectivamente interesante.
papel de dar consejos. El proceso, las tácticas, los objetivos
Se estableció contra un cierto tipo de psiquiatría (la de la dege- deben proporcionárselos aquellos que luchan y forcejean por
neración, del eugenismo, de la herencia). Esta práctica y esta encontrarlos. Lo que el intelectual puede hacer es dar instru-
teoría --representadas en Francia por Megnan-, han consti- mentos de análisis, y en la actualidad este es esencialmente el
tuido su gran rechazo. Entonces efectivamente, en relación a papel del historiador. Se trata en efecto de tener del presente
dicha psiquiatría (que continúa siendo por otra parte la una percepción espesa, amplia, que permita percibir dónde
psiquiatría de los psiquiatras de hoy), el psicoanálisis ha jugado están las líneas de fragilidad, dónde los puntos fuertes a los que
un papel liberador. Y en ciertos países (pienso en el Brasil)
él psicoanálisis jugó un papel político positivo de denuncia de la se han aferrado los poderes --según una organización que
cumple ahora 150 años---, dónde estos poderes se han implan-
complicidad entre los psiquiatras y el poder. Observad lo que
tado. Dicho de otro modo, hacer un croquis topográfico y
sucede en los países del Este, los que se interesan por el psicoa- geológico de la batalla... Ahí está el papel del intelectual. Y cier-
nálisis no son los psiquiatras más disciplinados...
tamente no en decir: esto es lo que debéis hacer.
No es menos cierto que en nuestras sociedades, el proceso
continúa y está investido de forma distinta... El psicoanálisis, Q. C.: ¿Quién coordina la acción de los agentes de la polí-
en algunos de sus logros, tiene efectos que entran en el marco tica del cuerpo?
del control y de la normalización. El psicoanálisis encuentra M. F.: Es un conjunto enormemente complejo en relación
una de sus posibilidades de emergencia en el gran esfuerzo de al cual uno se ve obligadoado a preguntarse en último término
disciplinarización y de normalización desarrollado durante el cómo ha podido ser tan sutil en su distribución, en sus
siglo XIX. Freud lo sabía bien. En realidad en el terreno de la mecanismos, sus controles recíprocos, sus ajustes, siendo así que
normalización era consciente de ser más fuerte que los otros. no existió nadie que planificase el conjunto. Es un mosaico muy
Entonces ¿a qué viene ese pudor sacralizante que consiste en entrelazado. En ciertas épocas aparecen agentes de coordina-
decir que el psicoanálisis no tiene nada que ver con la ción... Tomemos el ejemplo de la filantropía a comienzos del
normalización? siglo XIX: ciertas personas vienen a inmiscuirse en la vida de
Q. C.: A través de sus estudios sobre la locura y la prisión se l os otros, de su salud, de la alimentación, de la vivienda... Tras
esta función confusa surgieron personajes, instituciones, sabe-
res... una higiene pública, inspectores, asistentes sociales, psi-
asiste a la constitución de una sociedad cada vez más.discipli-
naria. Esta evolución histórica parece estar guiada por una
lógica casi ineluctable. cólogos. Más tarde, en la actualidad, asistimos a una prolifera-
M. F.: Intento analizar cómo, al comienzo de las socieda- ción de categorías de trabajadores sociales...
110 Michel Foucault
7.
PREGUNTAS
A MICHEL FOUCAULT
SOBRE LA GEOGRAFIA*