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HISTORIAS PARA REFLEXIONAR

LA HISTORIA DEL CARPINTERO


(Ap. de nuestro amigo José Guadalupe Torres)

Había una vez un viejo carpintero que, cansado ya de tanto trabajar, estaba
listo para acogerse al retiro y dedicarle tiempo a su familia.

Así se lo comunicó a su jefe, y aunque iba a extrañar su salario, necesitaba


retirarse y estar con su familia; de alguna forma sobrevivirían.

Al contratista le entristeció mucho la noticia de que su mejor carpintero se


retiraría y le pidió de favor que si le podía construir una casa más antes de
retirarse.

El carpintero aceptó la proposición del jefe y empezó la construcción de su


última casa pero, a medida que pasa el tiempo, se dió cuenta de que su
corazón no estaba de lleno en el trabajo.

Arrepentido de haberle dicho que sí a su jefe, el carpintero no puso el esfuerzo


y la dedicación que siempre ponía cuando construía una casa y la costruyó con
materiales de calidad inferior.

Esa era, según él, una manera muy desafortunada de terminar una excelente
carrera, la cual le había dedicado la mayor parte de su vida.

Cuando el carpintero terminó su trabajo el contratista vino a inspeccionar la


casa.

Al terminar la inspección le dió la llave de la casa al carpintero y le dijo: "Esta


es tu casa, mi regalo para tí y tu familia por tanto años de buen servicio".

El carpintero sintió que el mundo se le iba...

Grande fue la verguenza que sintió al recibir la llave de la casa, su casa. Si tan
sólo el hubiese sabido que estaba construyendo su propia casa, lo hubiese
hecho todo de una manera diferente.

UN REGALO MUY GRANDE


(Escrito por nuestro amigo Francisco Flores)

Comienza cuando perteneciendo a uno de esos grupos de la iglesia,


organizamos un evento en donde debíamos pedir juguetes a la gente para ser
regalados a los niños que no tuvieran la posibilidad de recibir regalos. El salón
se llenaba de gente para donar, mientras compartíamos chocolate y galletas yo
me encargaba de recibir los juguetes y revisar la condición de los mismos y
otros cantaban villancicos.
En eso, se me presenta una ancianita de edad avanzada de ropas un poco
desgarradas y maltratadas por el tiempo, de olor fétido que reinaba en el salón.

- "Le puedo ayudar en algo" le dije.

- "Vengo a donar esta muñeca"

Viendo la muñeca y siendo el encargado de revisar la calidad de las


donaciones, debía notar que la muñeca estaba sucia, le faltaba un ojo y tenía
años de deterioro; pero comprendí que debía recibirla al ver su rostro: lleno de
entusiasmo por contribuir a esta buena acción. Tomé la muñeca y la coloqué
donde estaban los demás regalos, le comenté que podía tomar chocolate
caliente y galletas, pero ella salió del salón sin probar alimento alguno.

De inmediato dejé de pensar en lo que había ocurrido gracias a la cantidad de


trabajo que tenía.

Días después, el día del evento llegó, la gran multitud de niños ansiosos por
recibir regalos hizo que tuviéramos que formarlos uno por uno para que fueran
tomando su regalito; el evento fue todo un éxito.

Al término del mismo, noté que sólo quedó la muñeca sobre la mesa de
regalos. Sin darle tanta importancia dejé que las cosas pasaran y
comenzamos a limpiar y recoger todo.

A la salida, emprendí la caminata por la plaza Morelos para tomar el camión


que me llevaría a mi casa, contento por la buena acción que como grupo
hicimos.

Al llegar al cruce de Morelos con Juárez que es donde estaba la parada del
camión, alguien me habló mientras me fumaba un cigarro.

- "Joven, joven".

Era la viejecita sentada en el piso, atendiendo un puestecito de dulces.

- "¿Se acuerda de mí?"

-"Sí, cómo no; contesté confuso por la pregunta y aún sorprendido de


encontrarla en ese lugar.

- "¿Cómo les fué, les gustó mi regalo?" - Me dijo.

En ese momento no me dió tiempo de recapacitar sobre quién era... tenía la


misma mirada que aquella noche en que me dió la muñeca.

- "¡Sí, claro! los niños se pelearon por ella, tanto, que tuvimos que sortearla
para ver quién se quedaba con ella..." - le respondí.
La anciana me miró con ojos de ternura, como advirtiendo mi falsa respuesta, y
con ojos humedecidos, no sé si por sentimiento o por lo frío del viento que esa
noche corría en esa esquina, solamente responde:

- "Gracias, muchas gracias".

Ella siguió con su vendimia y yo aborde el camión.

Tratando de no dejar salir mi llanto, jamás la volví a ver.

Creo que ese fué el mejor regalo de aquella Navidad…..

EL TREN DE LA VIDA
(Aportación de nuestra amiga Sonia Campos)

Hace tiempo. leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren. Una
lectura extremadamente interesante, cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje en tren, repleto de embarques y desembarques,


salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos casos y de
profundas tristezas en otros. Al nacer nos subimos al tren y nos encontramos
con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros
en este viaje (nuestros padres).

Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación


dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.

No obstante, esto no impide que se suban otras personas que serán muy
especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores
maravillosos.

De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un
simple paseo. Otros encontrarán solamente tristeza en el viaje. Y habrá otros
que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo
necesite. Muchos al bajar, dejarán una añoranza permanente. Otros pasarán
desapercibidos, que ni siquiera nos daremos cuenta que desocuparon el
asiento.

Es curioso que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se


acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el
trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el
viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos. Pero
lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra
persona ocupando el asiento. No importa; el viaje se hace de este modo: lleno
de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas… Pero nunca habrá
regresos.
Entonces hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de
relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de
ellos. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán
titubear y probablemente precisaremos entenderlos. Nosotros también
titubearemos y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos y


mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está
sentado en el asiento de al lado.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia… creo que sí.

Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar
que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de
que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción
de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron. Lo que me
hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera
valioso.

Amigo mío, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila y que
haya valido la pena.

Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro


asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que permanezcan en el
viaje.

A tí, que eres parte de mi tren, te deseo un… ¡¡¡Feliz viaje!!!.

TODOS SOMOS IGUALES


(Aportación de nuestra amiga Angélica García Schneider)

El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero


el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el
corazón habla la boca. Lucas 6:45

En un pueblo, gobernaba un hombre famoso por sus abusos de autoridad y su


desprecio hacia las clases más humildes. Con frecuencia hacía fiestas a las
cuales invitaba sólo a la gente más acaudalada de la localidad, gente como él,
indiferente a las necesidades de los pobres.

Un día llegó al pueblo el señor Freyman, un empresario muy rico, quien


pensaba instalar una gran industria en el lugar, lo cual significaría un gran
progreso y fuentes de trabajo para los lugareños. El mismo gobernador fué a
recibir al empresario, le ofreció su casa y lo acompañó a ver el terreno.

Esa noche, ofreció una fiesta en su honor, en donde, como siempre se reuniría
la crema y nata del pueblo.
Estaban en medio del banquete, cuando a un mozo se le cayó una bandeja con
vasos, haciéndose trizas en el suelo, justo enfrente del gobernador y su
invitado.

¡Pero que no te fijas imbécil?- le gritó el gobernador al muchacho, quien muy


asustado procedió a recoger los vidrios. El hombre no cesó de insultarlo, hasta
que terminó de recoger todo. El empresario se quedó observando la escena,
muy conmovido y también indignado, pero lo disimuló.

Después que se hubo ido el muchacho, se dirigió al gobernador: - Señor


gobernador...¿le puedo hacer una pregunta? - Por supuesto, mi estimado señor
Freyman- respondió zalamero el gobernador. - ¿Si esos vasos se me hubieran
caído a mí, qué hubiera pasado?, ¿me habría usted insultado como lo hizo con
ese pobre muchacho?

El gobernador se turbó por la pregunta y respondió: - ¡Por supuesto que no


señor Freyman, cómo cree! - ¿Y por qué no? También se hubieran roto los
vasos. - Pero no es lo mismo...¡cómo iba yo a ofenderlo a usted! - Ah, ¿y por
qué a ese muchacho sí? - Pues... es solo un indio... un desarrapado... - Es un
ser humano, igual que usted, igual que yo- declaró firmemente el empresario. -
¡Pero cómo se va a comparar con nosotros ese pobre diablo! - Ese pobre
diablo, como usted lo llama, merece respeto y consideración. El hecho de no
poseer bienes, no hace a un hombre menos merecedor de estos.

Las palabras del empresario se escuchaban claras y decididas en el comedor,


pues todos los invitados se habían quedado en silencio, asombrados, viendo
como el gobernador, era avergonzado por su invitado de honor.

¡Ah que señor Freyman, me resultó usted predicador!- trató de bromear el


gobernador, para disimular su malestar.

No, señor gobernador, estoy hablando muy en serio.

Bueno, pero no es para tanto jeje...

Pues quiero que sepa, que yo fuí como ese muchacho, yo servía mesas en la
taberna de mi pueblo...

¿Pero cómo es posible?

Así es, señor gobernador. Yo vengo de una familia muy pobre, empecé a
trabajar desde los doce años. No le voy a contar mi historia, pero quiero que
sepa que porque he estado abajo, sé cómo se siente ser tratado como usted ha
tratado a ese muchacho. Y una cosa le aseguro, yo soy la misma persona,
ahora que tengo dinero, que cuando no lo tenía y eso, gracias a los valores que
me enseñó mi madre. Porque el hombre no vale por lo que tiene, sino por lo
que es. Hay muchos ricos que no valen nada y muchos pobres que valen oro.
Todos nacemos igual: sin nada y todos morimos igual: sin nada. No importa si
en este mundo fuimos ricos o pobres, cuando lo dejamos, nada material nos
llevamos. Todos nos hemos de presentar ante Dios de la misma manera, para
El somos todos iguales, así que si para El somos todos iguales, ¿quiénes
somos nosotros para hacer diferencias?

El empresario terminó de hablar y calmadamente prosiguió con su cena,


dejando a todos consternados y pensativos, especialmente el gobernador,
quien esa noche había recibido la lección más grande de su vida.

Porque no hay acepción de personas para con Dios. Romanos 2:11

MIS GALLETITAS
(Aportación de nuestro amigo Francisco Flores "Pako")

Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran


aeropuerto. Como debía de esperar un largo rato, decidió comprar un libro y
también un paquete con galletitas. Se sentó en una sala del aeropuerto para
poder descansar y leer en paz.

En el asiento de enmedio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó


a leer. Entre ellos dos, quedaron las galletitas.

Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió
indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera
más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se olvide!".

Cada vez que ella tomaba una galletita, el hombre también tomaba
una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.

Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "¿Qué hará ahora este
abusador?".

Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.

¡Ah, no!...Aquello le pareció demasiado. Se puso a bufar de la rabia. Cerró su


libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en
el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba
su paquete de galletitas... intacto, y cerradito.

¡Sintió tanta vergüenza! Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba.


¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!

El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso,


consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para
explicar o pedir disculpas.

Pero sí para razonar:


¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos
observar mejor?
¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?

Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:

1.- Una piedra, después de haber sido lanzada.


2.- Una palabra, después de haber sido proferida.
3.- Una oportunidad, después de haberla perdido.
4.- El tiempo, después de haber pasado.

PAN CON MANTEQUILLA


(Aportación de nuestra amiga Angélica García Schneider)

Los adultos siempre se están quejando por todo. Mi papá anoche se quejaba
porque nos habían subido la renta y ya no le alcanzaba para pagar las cuentas.
Mi mamá lloraba. Mis hermanos y yo, los observábamos desde las escaleras.
Siempre se quejaban de nuestra pobreza y nuestras carencias.

- No veo que nos falte nada, tenemos una casa, una cama, agua y comida...-
dijo mi hermano Juan.
- Es verdad- respondió mi hermana Blanca. Así, convencidos de tener la razón,
nos fuimos a la habitación. Nos subimos los tres a nuestra única cama y nos
acostamos.

El frío se colaba por las rendijas de las paredes de madera, pero gracias a
Dios, juntos nos calentábamos unos a otros. Eso era bueno. Después empezó
a llover y tuvimos que poner recipientes donde caían las goteras, pero gracias
a Dios, no caían goteras sobre nuestra cama y eso era bueno también.

A la mañana siguiente, bajamos a desayunar. Mamá dijo que solo había pan
con mantequilla. Ella me miraba con tristeza y le pregunté:

- Mamá, ¿por qué estás triste?


- Porque quisiera tener algo más para darles de desayunar.
- ¡Pero si a mí me encanta el pan con mantequilla, mamá!- ella sonrió
dulcemente- y me lo comí hasta la última migaja.

Nos fuimos a la escuela y pasamos por un charco que había quedado de la


lluvia y se nos metió el agua en nuestros zapatos rotos. Nos reímos
despreocupadamente y seguimos nuestro camino. En el recreo, todos los
demás niños llevaban sus frutas y sandwiches para comer, nosotros no
llevábamos nada, pero qué bueno, porque así tendríamos más hambre al llegar
a casa y nos comeríamos todo lo que mamá nos diera.

Salimos de la escuela y nos fuimos corriendo a casa. Teníamos mucha


hambre. Llegamos directito a la mesa (después de lavarnos las manos). Mamá
nos dijo muy triste, que lo único que había para comer, era pan con
mantequilla.

- ¡Qué rico mamá!- y mis hermanos y yo, lo comimos felices y contentos.

Después de que hicimos la tarea, salimos a jugar. Nos divertimos mucho


imaginando que los charcos eran grandes océanos y el lodo, montañas que
subíamos y bajábamos con facilidad.

Llegó la hora de la cena y pude notar que mamá lloraba, al servirnos pan con
mantequilla nuevamente. Entonces le dije:- Mamá, no estés triste, si a nosotros
nos gusta el pan con mantequilla- mis hermanos asintieron y esa noche
comimos nuestros panes con mantequilla con más ganas que nunca, para que
ella viera lo felices que estábamos. Después nos fuimos a acostar y
agradecimos a Dios por aquel día tan estupendo y por el delicioso pan con
mantequilla.

¡Ay quien viera la vida como un niño!. Habría menos personas infelices en el
planeta. Estamos inmersos en un mundo tan materialista, que no somos felices
si no tenemos lo que se anuncia en la televisión, queremos tener la ropa de
última moda, queremos auto último modelo, queremos tener lo último en
tecnología...Codiciamos, anhelamos, envidiamos, y no nos damos tiempo para
vivir y disfrutar lo que realmente vale la pena.

Los niños saben disfrutar el momento, saben usar su imaginación y encontrarle


gusto a la vida. Saben disfrutar un pan con mantequilla como el mejor de los
manjares, porque no están pensando en que otros tienen otras cosas mejores
para comer. Saben disfrutar de un juego con solo lodo, porque no están
pensado en que otros tienen juguetes de verdad. Saben encontrar lo positivo a
todo.Saben encontrar lo divertido aun teniendo los zapatos rotos...

Reencontremos esa alegría de vivir de la niñez, disfrutando todo lo que Dios


nos da, sin estar pensando en lo que tienen otros. Aprendamos a tomar solo lo
bueno de la vida y a saborearla, aunque solo tengamos pan con mantequilla
para comer. De nosotros depende convertirlo en un manjar.

LA CASCARA DE HUEVO
(Aportación de nuestra amiga Lilia Martínez)

"¡Te odio, Alicia!", le gritó Tom. "¡Más nunca vuelvas a entrar a mi cuarto! ¡Eres
una ladrona!"

"¡Eh, que dices!", llamó el abuelo, que venía por el pasillo. "¿De qué se trata
toda esta gritería?"

"Tom dice que yo le robé sus tijeras, pero yo no lo hice", gritó Alicia desde su
habitación. "¡Él es un mentiroso y también es mejor que no vaya a entrar en mi
habitación!", terminó de decir Alicia y cerró la puerta de un tirón.
Con un suspiro, el abuelo revisó la estancia. No pasó mucho tiempo antes de
que él descubriera las tijeras de Tom sobre la mesa del pasillo. Ambos niños,
muy enojados, insistieron en que el otro las había dejado allí. "¡Silencio!",
ordenó el abuelo. Les hizo señas de que les siguieran y se dirigió hacia la
cocina, donde puso un huevo y una taza vacía sobre la mesa.

"¡Alicia, rompe este huevo y échalo en la taza!", le dijo el abuelo.

Los niños se preguntaban dónde se dirigía el abuelo con todo esto, pero Alicia
obedeció. "¡Ahora, tú, pon el huevo de regreso dentro de la cáscara. Por favor,
en la misma forma en que estaba antes!", le dijo el abuelo a Tom. Tom frunció
el ceño.

"¿Qué quieres decir?", le preguntó. "Esto es imposible abuelo. Tú no puedes


arreglar un huevo roto".

"¿Igual que Humpty Dumpty, no?", dijo el abuelo con una risita. Entonces se
puso serio. "El punto es que hay otra cosa como Humpty Dumpty, algo que NO
puede ser arreglado fácilmente. Estoy pensando en los sentimientos. Niños,
ustedes se dijeron cosas feas entre sí. Recoger las palabras es algo tan
imposible como componer un huevo".

Ambos niños se sintieron mal. "Nunca se les olvide lo dañinas que pueden ser
las palabras", les advirtió el abuelo. "Dios dice que la lengua es como un fuego
que no puede ser apagado. Así es el gran daño que pueden hacer las palabras.

Aun cuando dices que lo sientes, esto no hace que se desaparezcan".

"Lo siento", Tom le dijo a su hermana. "Sí, ... bueno,... yo también", contestó
Alicia. "Puedes entrar en mi habitación, si lo deseas".

¿Qué tal Tú? ¿Tienes cuidado de las palabras que dices, o dices las cosas
antes de pensarlas? Aun cuando te disculpas, la otra persona puede que aún
recuerde esas palabras que dijiste.

Pídele a Dios que te ayude a controlar tu lengua.

PANTALONES MOJADOS
(Aportación de nuestra amiga
Blanca Nelly Monsivais)

Un niño de nueve años está ubicado en su pupitre y, de repente, hay un charco


a sus pies y la parte de adelante de sus pantalones esta mojada. Piensa que
su corazón se va a detener porque no puede imaginarse cómo ésto pudo haber
sucedido.

Nunca antes le había pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no
habrá final. Cuando las niñas se den cuenta, no volverán a hablarle mientras
viva.
El niño piensa que su corazón se va a detener; agacha la cabeza y dice esta
oración:
“¡Querido Dios, esta es una emergencia! ¡Necesito tu ayuda ahora! ¡Dentro de
cinco minutos estoy muerto!”

Al levantar la cabeza despues de su oración ve venir a la maestra con una


mirada que dice que ha sido descubierto. Mientras la profesora camina hacia
él, una compañera de nombre Susie va cargando un pez dorado en un acuario
lleno de agua. Susie se tropieza frente a la profesora e inexplicablemente
derrama toda el agua en el regazo del muchacho.

El niño aparenta estar enojado, pero al mismo tiempo esta diciendo dentro de
si: “Gracias, Señor! Gracias, Señor!”'

Ahora, de repente, en lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatía.


La profesora lo lleva rapidamente abajo y le hace poner unos shorts de
gimnasia mientras se secan sus pantalones. Todos los otros niños están
arrodillados limpiando alrededor de su pupitre. La simpatía es maravillosa.

Pero como así es la vida, el ridículo que le habría tocado enfrentar fue pasado
sobre alguien más: Susie. Ella trata de ayudar, pero le dicen que se quite: 'Has
hecho suficiente, torpe!’

Al final de la jornada, mientras están esperando el bus, el niño se dirige a Susie


y, en un murmullo dice: “Lo hiciste a propósito, verdad?”

Susie le responde, también en un murmullo: “Yo tambien mojé mis pantalones


una vez”.

Que Dios nos ayude a ver las oportunidades de hacer bien y de ser solidarios
con los que estan alrededor nuestro.

LA JARRA DE MAYONESA
Y DOS TAZAS DE CAFE

Cuando las cosas que suceden en nuestra vida se ven como si fueran
demasiadas como para tenerlas en control al mismo tiempo, cuando 24 horas
en un dia no son suficientes, entonces recuerda la jarra de mayonesa y las dos
tazas de café.

Ante sus alumnos de filosofía, un profesor traía consigo varios objetos. En su


discurso, el les mostró una jarra de mayonesa muy grande y vacía y la llenó
con pelotas de golf. Luego le preguntó a sus alumnos si la jarra estaba
llena. Ellos asintieron.

Entonces el profesor tomó una caja de piedras y las echó también dentro de la
jarra. Agitó con cuidado la jarra. Las piedras rodaron en las áreas abiertas que
había entre las pelotas de golf. De nuevo les preguntó a sus estudiantes si la
jarra estaba llena. Por segunda vez, todos estuvieron de acuerdo.
Después, el profesor tomó una caja de arena y la vertió en la jarra. Como ya
podrán imaginarse, la arena se deslizó por todos los huecos que había aún. El
les preguntó una vez más si la jarra estaba llena. Los estudiantes
despondieron al unísono “¡sí!”

El profesor entonces sacó dos tazas de café de debajo de la mesa y vertió su


entero contenido en la jarra llenando efectivamente el espacio entre la
arena. Los estudiantes rieron.

“Ahora,” dijo el profesor mientras las risas continuaban, “Quiero que


reconozcan que esta jarra representa su vida. Las pelotas de golf representan
las cosas más importantes de su vida: Su familia, sus hijos, su salud, sus
amigos y sus pasiones favoritas – y si todo lo demás desaparecieran y sólo
quedaran las pelotas de golf, su vida aún estaría llena.”

“Las piedras son las otras cosas que importan tal como su trabajo, su casa y su
carro.”

“La arena es todo lo demás: las cosas pequeñas. Si tú pones la arena en la


jarra en primer lugar, no habrá espacio por las pelotas de golf o las piedras. Lo
mismo sucede con tu vida. Si su dedicas todo tu tiempo y energía en las cosas
pequeñas nunca tendrás tiempo para las cosas verdaderamente importantes
para tí.”

“Pon atención a las cosas que son críticas para tu felicidad. Juega con tus
hijos. Date el tiempo para hacerte exámenes médicos. Invita a tu esposa a
cenar. Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y sacar la basura. Cuida tus
pelotas de golf primero, son las cosas que realmente importan. Pon tus
prioridades. ¡El resto es sólo arena!”

Uno de los estudiantes levantó su mano y le preguntó al maestro que


representaba el café. El profesor sonrió. “Es justo lo que estaba esperando
que preguntaras”.

“Su significado es que no importa que tan llena tu vida parezca estar, siempre
habrá espacio para un par de tazas de café con un amigo”.

MI PERRO FIEL
(Aportación de nuestra amiga Luz Nelly Méndez)

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pudieron tener un
hijo.

Para no sentirse solos compraron un cachorro y lo amaron como si fuera su


propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso
ejemplar. El perro los salvó en más de una ocasión de ser atacados por
ladrones.

Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.
Luego de siete años de tener el perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.
La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las
atenciones que tenían con el perro, Éste se sintió relegado y comenzó a sentir
celos del bebé; ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete
años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente dormido en la cuna y subieron a la


terraza a preparar una carne asada. Cual no fue la sorpresa cuando se dirigían
al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada,
moviéndoles la cola. El dueño del perro pensó lo peor y sacó el arma que
llevaba y en el acto mató al perro.

Corre luego al cuarto del bebé y encuentra una gran serpiente degollada. El
dueño comienza a llorar y exclamar:

¡He matado a mi perro fiel!.

Cuántas veces hemos juzgado a las personas, lo que es peor, condenamos sin
investigar a qué se debe su comportamiento. Muchas veces las cosas no son
tan malas como parecen, sino todo lo contrario.

La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien,


recordemos la historia del perro fiel.

Aprenderemos a no levantar falsedades contra una persona, hasta el punto de


dañar su imagen ante los demás. Debemos darnos cuenta que los sentimientos
de las personas son frágiles y fáciles de dañar, pero difíciles de sanar. Autor
anónimo.

EL JUEGO DE AJEDREZ
(Aportación de nuestra amiga Carolina G.)

Era una noche oscura y fría. Daniel bebía un café sentado en su sillón favorito
en la sala de su casa. Su familia dormía y èl reflexionaba tantas cosas que
perdió la noción del tiempo. Eran las tres de la mañana, llevó su tasa vacía al
lavaplatos, y abrió el refrigerador para prepararse un refrigerio. Cuando cerró la
puerta vio junto a él a una figura muy conocida, pero en nada preciada.

La espectral imagen le arrebató el sueño en un instante y lo miró fijamente y le


dijo con voz tenue:

- ¿Sabes bien a que he venido?

El asintió con la cabeza y dijo:

- Si. Lo sé. Ya es hora.

La muerte confundida le preguntó a su víctima.


- ¿No vas a llorar? Todos lo hacen, se arrodillan y suplican, juran que serán
mejores, ruegan por una oportunidad. ¿Tu por qué no?

Temeroso aún y con un nudo en la garganta, Daniel le respondió:

- ¿De que me sirve? Nunca me darás otra oportunidad. Tu solo haces tu


trabajo.

- Cierto, sólo hago mi trabajo.

- ¿Puedo despedirme de mi familia? cuestionó Daniel con la ligera esperanza


de recibir un si.

- Tú has dicho que solo hago mi trabajo, yo no decido la hora ni el lugar, mucho
menos los detalles.

- Lo siento.

- No tienes de que disculparte, poca gente piensa en su familia en vida pero al


llegar este momento, todos piden lo mismo.

- No lo entiendes - dijo Daniel con tono de reproche - yo perdí a mi padre


cuando tenia 15 años, y mi sufrimiento fue grande… pero mi hija menor tiene
tan solo 4, déjame decirle que la amo.

- Tuviste 4 años pare decírselo, tuviste muchos días libres, muchos


cumpleaños, fiestas y momentos en que pudiste decirle a tu hija que la amas.
¿Por qué solo pensaste en tu hija?

- Mi hijo mayor no me creería, y mi esposa, a ella no creo que le interese si la


amo o no. No hemos distanciado mucho. Pero mi niña, no hay día que entre yo
por la puerta y no este ahí para recibirme con un beso.

- Deja de hablar ya se hace tarde.

- Esta bien.

- Sabes, este momento hace que mucha gente haga conciencia de su vida.
Lástima que sea demasiado tarde.
Salieron ambos al patio; un extraño tren aguardaba en la calle y lo abordaron.

- No todo es aburrido en la muerte. No te puedo decir lo que pasará al llegar,


pero te propongo que juguemos ajedrez para matar el tiempo. Con una sonrisa
y una lágrima Daniel dijo: Que curioso, creí que no tenias sentido del humor.

El juego inició. Daniel no se calmaba aunque comenzó ganando, consiguió un


alfil y un caballo. Pero era obvio que eso no lo alegraba.

La muerte le preguntó: ¿A que te dedicabas en vida?


- Soy… es decir, era un simple empleado en una fábrica de calzado.

- ¿Obrero?

- No. Trabajaba en la administración.

- Ah. Supongo que tú te encargabas de ver si algo faltaba en producto o dinero.

- Si. En parte así era.

- No lo entiendo…

- ¿No entiendes qué?

- Porque ustedes teniendo tantas cosas que hacer se encierran en el trabajo,


se olvidan de los sentimientos, no les importan los demás, se vuelven egoístas
y violentos para que al visitarlos yo demuestren ternura, humildad, tristeza,
miedo, e incluso lloren. ¿Por qué esperar a que llegue yo, si ya nada podrán
hacer?

- No lo sé….

-En cambio yo, soy como un simple peón, haciendo lo que debo hacer y nada
más. Mientras ustedes son dueños de su propia vida, capaces de decidir que
harán con ella, ¿y para qué? Si su peor decisión es desperdiciar su vida.

- Te creí más cruel- comentó Daniel.

- Nada es lo que parece.

El silencio reinó por unos instantes mientras Daniel ponía en jaque a la muerte.

- Dime ¿qué pensabas cuando te casaste?

- Pensaba en ser feliz, en formar una linda familia, en formar parte de la


sociedad.

- ¿Y lo lograste?

-¿Es broma verdad? Me encontraste solo en mi cocina, durante la madrugada,


y te pedí despedirme de mi hija. Es obvió que no lo hice. Si hubiese mostrado
más amor a mi familia la despedida no hubiera sido necesaria.
Ya las lágrimas se habían secado del rostro de Daniel y de pronto exclamó
suavemente

- ¡Jaque Mate!

La muerte sonrió y dijo:

- ¡Felicidades!
Suspiró Daniel y respondió:

- Es una pena que no sirva de nada. No me importaba ganar de todos modos


ya estoy aquí. Un simple juego de ajedrez no aleja mi mente de mi familia, de
mis hijos, mi esposa. Las lágrimas brotaron de nuevo en el rostro de Daniel
quien se cubrió el rostro con ambas manos. Y mientras el sollozaba la muerte
exclamó: ¡Llegamos!

Daniel intentò calmarse y al abrir los ojos estaba de nuevo en su viejo sillón, se
secó las lágrimas... eran las 6 con 45 de la mañana. Y en lugar de gritar ¡Estoy
vivo! Como lo haría cualquier otro, salió al patio y dijo con voz tenue:

- Gracias.

Caminó de vuelta a su casa, entró a la habitación de su hija, la tomó en brazos


y fue donde su hijo dormía, le hizo cosquillas en los pies, y le dijo: ¡Hijo,
despierta es domingo!

- ¿Me despiertas para decirnos que es domingo?

- No hijo, los desperté para decirles que los amo.

No esperes jugar ajedrez o lo que sea, mucho menos pedir más tiempo; hazlo
ahora y dile a tus seres queridos que los amas……

METAFORA DE LA CASA BARCO


(Aportación de nuestro amigo Rafael de la Torre)

He utilizado mucho esta lectura como reflexión en reuniones y actividades con


compañeros de trabajo. Quiero compartirla con ustedes, espero se pueda
publicar.

Una familia había vivido por varias generaciones en una casa barco amarrada
en las orillas de un gran río. La casa estaba firmemente anclada a la orilla y no
se movía para nada. Todas las actividades diarias las realizaban desde esa
casa.

Una noche, sin previo aviso, las amarras se fueron aflojando, la casa empezó a
moverse. Primero lentamente en el flujo suave de esa parte del rio. Luego más
rápidamente según se adentraba en la corriente de aquel gran río.

Al despertar, uno por uno los miembros de esa familia, iban asombrándose con
el cambio inesperado de escenario. Los primeros en despertar se paralizaron
pensando en cómo iban a ejecutar las tareas de cada día ahora que las cosas
no eran como estaban acostumbrados. Insistían en preguntarse qué iban a
hacer, pues trataban de continuar con su rutina pero la misma no encajaba con
las nuevas circunstancias.
De pronto, uno de los miembros de la familia gritó –“Hay que moverse, la casa
está moviéndose río abajo. Tenemos que aprender a navegar. Hay que
manejarla para evitar que encalle y para dirigirla de nuevo hacia la orilla.”-

Pero los demás, seguían embelesados con el problema de cómo iban a hacer
lo que hacían todos los días ahora que las cosas eran bien distintas. El que
hizo el llamado se dedicó a tratar de prender el motor que hacía tiempo no se
usaba. Empezó a usar el timón, que estaba endurecido. Prendió la radio de
comunicación para pedir ayuda. Sonó la bocina para alertar a los otros botes
de que iban a la deriva.

Finalmente logró controlar la casa bote. Entonces, inició las maniobras para
acercarla a la orilla. Cuando finalmente atracó en la orilla los que estaban
pasmados dijeron –“Ahora sí podemos seguir con nuestras rutinas”- Y saltando
a la orilla reanudaron sus tareas.

LA CARRETA
(Aportación de nuestra amiga Paty Montañez)

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un


pequeño silencio me preguntó:
Además del cantar de los pajaros, ¿escuchas alguna cosa más?

Agudicé mis oidos y algunos segundos después le respondí: Estoy


escuchando el ruido de una carreta.

Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la


vemos?

Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuando una carreta esta
vacía... por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido
que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando


demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o
violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y que
menosprecia a la gente, tengo la impresión de oir la voz de mi padre
diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás


descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que
tienen es dinero.

Y nadie está más vacio que aquél que está lleno de egoísmo, de un supuesto
"Mi Mismo".

LA MENTIRA DESCUBIERTA
(Aportación de nuestra amiga Lina Rodríguez)
El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y el fundador del instituto M.K.
Gandhi para la Vida Sin Violencia en su lectura del 9 de Junio en la Universidad
de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo
de la vida sin violencia en el arte de sus padres:

Yo tenia 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo
había fundado a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban, en Sudáfrica,
en medio de plantaciones de azúcar.

Estábamos bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos
hermanas y a mi siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar
amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pido que le llevara a la ciudad para atender una


conferencia que duraba el día entero y yo salté a la oportunidad.

Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado
que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió
que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como llevar el auto al taller.

Cuando despedí a mi padre el me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p.m. y volvemos
a la casa juntos.

Después de muy rápidamente completar todos los encargos, me fui hasta el


cine más cercano. Me enfoqué tanto con la película, una película doble de John
Wayne que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé.

Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba


esperando. Eran casi las 6 p. m.

El me preguntó con ansiedad: ¿Por que llegas tarde? Me sentía mal por eso y
no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne entonces le
dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar...esto lo dije sin saber que mi
padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: Algo no anda! bien en la
manera que te he criado que no te ha dado la confianza de decirme la verdad.

Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a
la casa y pensar sobre esto.

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta
la casa por caminos que ni estaban cementados ni iluminados. No lo podía
dejar solo...así que yo manejé 5 horas y media detrás de él...viendo a mi padre
sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir.


Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso... Si me hubiese
castigado de la manera que nosotros castigamos a nuestros hijos... ¿hubiese
aprendido la lección?... No lo creo...

Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo...

Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la
memoria como si fuera ayer...

Esto es el poder de la vida sin violencia.

BAMBU JAPONES
(Aportación de nuestro amigo Patrocinio Vargas)

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de
buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien
cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada, jalándola
con el riesgo de echarla a perder, gritándole con todas sus fuerzas: ¡Crece, por
favor!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma
en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de
regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable.

En realidad, no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años,a tal
punto que, un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado
semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la


planta de bambú crece ¡mas de 30 metros! ¿Tardó sólo seis semanas crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba
generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el
crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces queremos encontrar


soluciones rápidas y triunfos apresurados, sin entender que el éxito es
simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. De
igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos
frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto
puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduracion del


bambú japonés y aceptar que -en tanto no bajemos los brazos - ni
abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, sí está sucediendo
algo..., dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando
los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se
materialice.

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes... quizá sólo estés echando


raíces....

LA BOTELLA
(Aportación de nuestro amigo Gerardo Quintero)

Queridos amigos de LECTURAS PARA COMPARTIR, el encontrarlos a


ustedes en la red ha sido una experiencia maravillosa, desde hace mas de 2
años he sido un incansable lector de sus magnificos temas, los
he recomendado a muchisima gente y estoy seguro que ellos tambien estan
felices de conocerlos. Hace tiempo habia estado por escribirles y les enviare
algun material que espero pueda servirles.

Que Dios les Bendiga y siga iluminando su camino.

Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte,


llegó a una cabaña vieja, desmoronada sin ventanas, sin techo. El hombre
anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde
acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto.

Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se


arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a
bombear sin parar, pero nada sucedía.

Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había
una botella vieja. La miró, la
limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: "Usted necesita
primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi
amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes
de marchar".

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua...


¡llena de agua! De pronto, se
vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en
esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo
del pozo, y podría tomar toda el agua que quisiese, o tal vez no, tal vez, la
bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada. ¿Qué debiera
hacer? ¿Derramar el
agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca... o beber el agua vieja
de la botella e ignorar el mensaje?

¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones


poco confiables escritas no se cuánto tiempo atrás?
Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a
bombear, y la bomba comenzó a
rechinar, pero ¡ nada pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces
de pronto surgió un hilo de
agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia...
Agua fresca, cristalina.

Llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su
contenido refrescante. Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la
llenó hasta arriba, tomó la pequeña nota y añadió otra frase:

"Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua, antes de obtenerla
nuevamente".

Hay muchas lecciones que podemos extraer de esta historia. Muchas veces
tenemos miedo de iniciar un
nuevo proyecto porque demandará una gran inversión de tiempo, recursos,
preparación y conocimiento. Muchos
se quedan parados satisfaciéndose con los resultados mediocres, cuando
podrían lograr grandes victorias.

Muchas veces tenemos grandes oportunidades que se nos presentan en la


vida y que pueden ayudarnos a ser
mejores personas o pueden abrirnos puertas nuevas que nos conducen a un
mundo mejor... pero tememos... no
confiamos.

La vida es un desafío, ¿por qué no nos arriesgamos?, ¿por qué no creemos?


El tren pasa algunas veces por nuestra vida cargado de cosas... podemos
arriesgarnos y subir... o dejarlo pasar... ¿Y si no vuelve? ¿Y si esa oportunidad
que hoy dejamos pasar no se repite?

LA FLOR
(Aportación de nuestra amiga Imelda Velázquez)
Mi madre siempre contaba una historia así:

Había una joven muy rica, que tenía de todo, un marido maravilloso, hijos
perfectos, un empleo que le daba muchísimo bien, una familia unida.
Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los
quehaceres le ocupaban todo el tiempo y su vida siempre estaba deficitaria en
algún área.

Si el trabajo le consumía mucho tiempo, ella lo quitaba de los hijos, si surgían


problemas, ella dejaba de lado al marido... Y así, las personas que ella amaba
eran siempre dejadas para después.
Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: Una flor
carísima y rarísima, de la cual sólo había un ejemplar en todo el mundo. Y le
dijo:
- Hija, esta flor te va a ayudar mucho, ¡mas de lo que te imaginas! Tan sólo
tendrás que regarla y podarla de vez en cuando, y a veces conversar un poco
con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y esas maravillosas
flores.

La joven quedó muy emocionada, a fin de cuentas, la flor era de una belleza sin
igual.

Pero el tiempo fue pasando, los problemas surgieron, el trabajo consumía todo
su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la
flor. Ella llegaba a casa, miraba la flor y las flores todavía estaban allá, no
mostraban señal de flaqueza o muerte, apenas estaban allá, lindas,
perfumadas.

Entonces ella pasaba de largo.

Hasta que un día, sin más ni menos, la flor murió. Ella llegó a casa ¡y se llevó
un susto! Estaba completamente muerta, sus raíz estaba reseca, sus flores
caídas y sus hojas amarillas.

La joven lloró mucho, y contó a su padre lo que había ocurrido. Su padre


entonces respondió:

- Yo ya me imaginaba que eso ocurriría, y no te puedo dar otra flor, porque no


existe otra flor igual a esa, ella era única, al igual que tus hijos, tu marido y tu
familia. Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero tú tienes que
aprender a regarlos, podarlos y darles atención, pues al igual que la flor, los
sentimientos también mueren.

Te acostumbraste a ver la flor siempre allí, siempre florida, siempre perfumada,


y te olvidaste de cuidarla.

¡Cuida a las personas que amas!

Acuérdate siempre de la flor, pues las Bendiciones del Señor son como ella, Él
nos da, pero nosotros tenemos que cuidar.

EL COFRE DE VIDRIOS ROTOS


(Aportación de nuestro amigo
José Guadalupe Torres)
Erase una vez un anciano que habia perdido a su esposa y vivia solo. Habia
trabajado duramente como sastre toda su vida. Pero los infortunios lo habian
dejado en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podia trabajar.

Las manos le temblaban tanto que no podia enhebrar una aguja, y la visión se
le había enturbiado demasiado para hacer una costura recta. Tenía tres hijos
varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban tan
ocupados con su propia vida que solo tenian tiempo para cenar con su padre
una vez por semana.
El anciano estaba cada vez mas débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos.

-No quieren estar conmigo ahora -se decia- porque tienen miedo de que yo me
convierta en una carga.
Se paso una noche en vela pensando que seria de el y al fin trazo un plan.

A la mañana siguiente fue a ver a su amigo el carpintero y le pidio que le


fabricara un cofre grande. Luego fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidio que
le diera un cerrojo viejo. Por último fue a ver a su amigo el vidriero y le pidio
todos los fragmentos de vidrio roto que tuviera.

El anciano se llevo el cofre a casa, lo lleno hasta el tope de vidrios rotos, le


echo llave y lo puso bajo la mesa de la cocina. Cuando sus hijos fueron a
cenar, lo tocaron con los pies.

-¿Qué hay en ese cofre? preguntaron, mirando bajo la mesa. -Oh, nada -
respondio el anciano-, solo algunas cosillas que he ahorrado.

Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un
tintineo. -Debe estar lleno con el oro que ahorro a lo largo de los años -
susurraron.

Deliberaron y comprendieron que debìan custodiar el tesoro. Decidieron


turnarse para vivir con el viejo, y asi podrían cuidar tambien de él. La primera
semana el hijo menor se mudo a la casa del padre, y lo cuido y le cocino. A la
semana siguiente lo reemplazo el segundo hijo, y la semana siguiente acudio el
mayor. Así siguieron por un tiempo.

Al fin el anciano padre enfermo y fallecio.

Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabian que una fortuna los
aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podian costearse un gasto grande con
el viejo. Cuando termino la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta
encontrar la llave, y abrieron el cofre. Por cierto, lo encontraron lleno de vidrios
rotos.

-Que triquiñuela infame! -exclamo el hijo mayor-. Que crueldad hacia sus hijos!

-¿Pero, que podia hacer? -pregunto tristemente el segundo hijo-.Seamos


francos. De no haber sido por el cofre, lo habriamos descuidado hasta el final
de sus dias.

-Estoy avergonzado de mi mismo -sollozo el hijo menor-. Obligamos a nuestro


padre a rebajarse al engaño, porque no observamos el mandamiento que el
nos enseño cuando eramos pequeños. Pero el hijo mayor volco el cofre para
asegurarse de que no hubiera ningun objeto valioso oculto entre los vidrios.
Desparramo los vidrios en el suelo hasta vaciar el cofre. Los tres hermanos
miraron silenciosamente dentro, donde leyeron una inscripcion que el padre les
habia dejado en el fondo: "Honrarás a tu padre y a tu madre"
LA PIEDRA DEL CAMINO
(Aportación de nuestra amiga María la Leona)
En un momento de nuestras vidas, nos encontramos con piedras en nuestro
camino, esas piedras son obstáculos que tenemos que vencer y por
consiguiente no llegamos a nuestras metas ni cumplimos propósitos. Las
personas reaccionamos de manera diferente ante esas piedras, por ejemplo.

Algunas personas solo vemos las piedras y seguimos de paso por nuestra vida
sin preocuparnos por ellas nunca.

Otras, damos vueltas alrededor de una piedra, sea grande o pequeña pero no
queremos salir de ella.
Otros individuos solemos ponernos la piedra en la cabeza y no recapacitamos
que es bien fácil quitárnosla de encima.

Habemos semejantes que cuando vemos la piedra, solo la hacemos a un lado


con el pie y no nos detenemos a pensar que puede lastimarnos un dedo.

También hay seres que a pesar de que la piedra esta alejada de sus vidas,
corren a traerla, es decir la hacen propia.

Existen personas que no se molestan en nada, al contrario tienden a sentarse


sobre la piedra, mientras que otras brincan encima de ella; incluso algunas
gentes llenan de piedritas sus bolsas y hacen que el peso de las piedras no les
permitan caminar.

Si acaso tu llegaras a encontrarte con una piedra trata de trabajar en ella,


conviértela en una joya, aprende la lección y cuando lo hayas logrado sigue tu
camino porque en la vida te encontraras otras piedras que tendrás que esculpir
hasta hacer de ellas una verdadera obra de arte.

Maria*

CARTA PARA UN REY


(Escrito por nuestro amigo Dúber Villalobos)
Ojalá algún día pudiera recordar mi primer día en este mundo, mi primer llanto,
mi primer respiro, mi primer latido, mi primer suspiro, la primera vez que una luz
me obligó a cerrar los ojos seguido del mismo instante en la que los había
abierto, la primera vez que escuche a alguien, ¿Quien seria?, ¿Qué diría?... y
hasta lo que abre pensado y opinado de ello con mis primeras horas de vida...
pero no sé.

Como me gustaría recordar la primera vez que sentí muy cerca el seno de mi
madre, saber quien fue el primer ser que me dio un beso..., de seguro fue
ella..., pero aun no recuerdo nada, me gustaría saber quien fue la tercera
persona que me dijo “te amo”, pero no puedo, y así se que todo eso paso, eran
esas las primeras razones para decirte "gracias" y sin embargo no lo hice;
luego pasaron, meses y hasta años y vagos recuerdos llegan a mi mente. Mi
primer beso que de seguro no fue el primero, la primera vez que sentí miedo
pero podría asegurar que tampoco fue la primera, la segunda vez que lloré que
desde luego no fue la segunda, en fin no recuerdo "mis primeras veces" pero
ya desde ese momento sabía que no iban a ser las últimas...

... Y siguen pasando los años y recuerdo mi primer rabia, mi primer destello de
amor, mi primer ilusión, mi primer desilusión, y siguen llegando mis supuestas
"primeras veces", seria esto acaso mi Génesis, o quizás sea solo una
continuación o un punto y seguido en mi existencia en este espacio, puede ser,
todo en esta vida se vale, sobre todo en la mía que aprendí a sobrellevar “todo
lo que se vale”.

Seguí creciendo en el recuerdo, porque no he conocido él primer ser que se


haya sorprendido a si mismo creciendo (o al menos en esta vida), pero
acuérdate en esta vida se vale todo. Llego entonces cuando nací por tercera
vez y fue allí cuando si recuerdo todo, el doctor fue alguien llamado
Oportunidad que era un poco mas cortes que el de mi segundo nacimiento, y
también llore mas, mucho mas que aquel entonces en la cual creía haber
nacido, no hubo necesidad de abrir los ojos fue esa la razón por la cual volví a
nacer, y aun recuerdo que el doctor Oportunidad no me dejo cerrarlos cuando
la luz encandilaba mucho mas que mi segundo nacimiento, y por supuesto
recuerdo el primer ser que me beso, fue la primera razón de mis oídos de
escuchar un “te amo”, lo que dijo, pero esta vez no pude opinar nada, creo que
en mi segundo nacimiento si lo hice, el se llamaba Jesús, nadie en mis dos
últimas vidas me había impresionado tanto, pero “¡lastima!” me dije, mas que
como un consuelo que como una ironía.

Me dijo: “...no hay que enseñarte nada que no sepas, tan solo tienes que
encontrarlo, todo lo que yo hago es perfecto en el espacio donde esta, si no
hubieras servido en este espacio sencillamente no estuvieras aquí...”. Esto me
llenó aunque no me convenció, y volví a decir “¡lastima!”, esta vez si con mucha
ironía.

Comencé a crecer, y así descubrí que no era como mí segunda vida, que
crecías hasta que una determinada edad te dice ¡hasta aquí!, y siendo todavía
más cruel cuando crees que ya estas apto y no es así, allá lo superficial te
decías que subías para luego bajar, y aquí su ausencia gritaba recordándote
que esta vida creces y creces hasta que tu mismo digas ¡ya! . Es por eso
maestro que te escribo esta carta, para pasarte antiguas facturas de gracias
que no se porque idiota razón se quedad guardadas en las gavetas de nuestra
vida cotidiana.

Gracias por tantos momentos difíciles que solo tu y yo conocemos, gracias por
esos días que uno tras otro van rompiendo su “record” de paz y felicidad,
gracias por esos ideales que sembraste en mi, gracias por esas lagrimas que
derrame en cada uno de los espacios que un día respiré, gracias por tantas
cosas que en mi segunda vida hubiera llamado “casualidad” y que en esta
forman parte de mi día a día, gracias por tanta gente que me trato de hacer
daño, que de seguro que sin sus zancadillas no hubiera podido estar en esta
tercer vida escribiendo esta caria. Ojalá que el cartero seas tú, si tú, el que
esta leyendo esta carta, de verdad te lo agradecería.
Gracias maestro, Te amo...

EL CERDO Y LA CERDA
(Aportación de nuestra amiga Luisssy Uvalle)
Un cuento de Jorge Bucay

Había una vez un hombre que tenia una cabaña en las montaña y una 4x4 para
llegar alli.Cada sábado por la mañana el hombre conducía hasta su cabaña por
un peligroso camino de curvas cerradas ,abismos sin vallas protectoras y
engañosos virages.

Pero a este hombre no le molestaba el peligro. Después de todo tenia un


magnifico auto, era un excelente conductor, y conocía el camino como la palma
de su mano.

Una hermosa mañana de sábado, el hombre se dirigía a su cabaña, al


aproximarse a una de sus curvas favoritas redujo la velocidad, hizo los
cambios, y piso el freno preparándose para la curva que se encontraba a unos
cincuenta metros. De repente, del otro lado de la curva surgió un auto casi
fuera de control. El auto estuvo a punto de caer en el abismo pero en él ultimo
segundo su conductor consiguió ponerlo de nuevo en el camino, el auto
avanzaba zigzagueando.

¡Dios mío ¡, pensó, ¡va a chocar conmigo!, de modo que el hombre redujo la
velocidad hasta casi detener su 4x4.

El auto se abalanzo sobre el estrepitosamente. Justo cuando estaba a punto de


golpearlo, en él ultimo momento, se desvió bruscamente hacia su carril.

Al pasar junto a el una hermosa mujer asomo su cabeza por la ventanilla y le


grito a todo pulmón: "Cerdo!!!".

¿Que?, Pensó él. ¿Cómo se atreve a llamarme así? ¡Él estaba exasperado por
el insulto! . De manera que instantáneamente grito: "Cerda!!!" ,Mientras ella
continuaba su camino.

"Yo estaba en mi línea!!! Era ella la que venia de un lado a otro!", rezongo.
Luego comenzó a controlar su ira; sonrió y sé sintió complacido por su pronta y
aguda respuesta. "LE DI SU MERECIDO", pensó muy altivo.

Acto seguido, piso el acelerador a fondo, tomo velocidad alrededor de esa


ciega curva......! y se estrello con el cerdo!

MORALEJA:

En el mundo en que vivimos hoy en dia, estamos acostumbrados a recibir


malas noticias, palidas y solo negativas. Y es tanto el acostumbramiento que
sin darnos cuenta mas veces de lo que creemos, prejuzgamos casi todo el
tiempo. es como si estuvieramos automatizados a responder ante una "critica"
un "insulto". Bueno seria que en vez de responder enseguida, analicemos un
poco mas la situacion

EL EXITO ES LA CONJUNCION DE LA PREPARACION Y LA


OPORTUNIDAD.....¿USTED PODRA DISTINGUIR LA PROXIMA VEZ QUE LE
MUESTREN UNA OPORTUNIDAD ?.....O SOLO PENSARA QUE LO ESTAN
AGREDIENDO......

LA ORQUESTA DE MI COMPADRE
(Escrito por nuestro amigo Angel Lozano)
Animado por esta gran sección y por tu invitacion, Les platico este suceso que
me pasó,
Ya lo he platicado antes dos o tres veces , pero siempre me dan diferentes
interpretaciones,
Les suplico que lo lean. Por supuesto yo creo en las cosas de Dios pero
ustedes dirán lo que piensan.

En 1974 en el estado de Sonora tenia 23 años , y felizmente casado con 2


hijos, yo trabajaba en un expendio de gasolina Y a finales de diciembre el día
treinta , me invito mi compadre Chema a tocar en un pueblo de Sonora, El
tenia una orquesta, que tocaba en compañia de sus hermanos y me dijo, mira
compadre en la camioneta en que vamos ya no cabemos y los instrumentos
ocupan mucho espacio , así que si llevas el chilicote (Así le decían a mi carro
porque estaba pintado con un color rojo fuerte) iremos más cómodos y de paso
ganas un dinero para estas fechas de año nuevo, así que no lo pensé mucho.

Ese día treinta habia entrado a trabajar a la 6 de la mañana, y con la tarde libre
, ya íbamos rumbo al pueblo, tomamos la carretera principal de Hermosillo-
nogales y dos horas después a la altura de un lugar que se llama el Oasis,
tomamos una desviación de terraceria, rumbo al pueblo, pero como en esa
época había llovido mucho, el viaje se hizo lento , sin embargo una hora
después o un poco mas , llegamos a la entrada del pueblo, pero teníamos que
cruzar el río y como ese día estaba muy crecido, nos remolcaron con un
tractor, afortunadamente ya no tuvimos contratiempos y todo salió bien ,
llegamos.

Esa noche a las 8 de la noche ya estaba tocando la orquesta de mi compadre,


el ambiente estaba muy alegre y yo como todo joven me gustaba la diversion
, sin embargo esa noche pensando que otro dia en la mañana tendríamos que
volver. me dije , mejor me acomodo aquí en el carro , me duermo y mañana
me despierto descansado y listo para partir...

Sin embargo el sonido de la orquesta, y el bullicio no me dejaban dormir, y a


eso de las 11 de la noche , llega corriendo Pancho el hermano de mi
compadre, diciéndome , vamonos , pícale pronto de aquí porque me quieren
dar un plomazo (matar) --pero ¿que paso?-- le pregunté, no preguntes y
vámonos...

En eso llegan los demás, asustados, así que fuimos a despertar al tractorista
para que nos cruzara el río, y allí vamos nosotros con esa oscuridad entre
baches y piedras, y no vimos el letrero de la desviación, así que yo creo que
tomamos otro sendero, porque había muchos, y caminamos y caminamos, a
veces se atascaba la camioneta otras veces mi chilicote, ya se imaginaran
como andábamos llenos de agua y lodo pero con tanto ejercicio ni frío
teníamos o nos lo aguantábamos.

Después supe que Pancho, el hermano de mi compadre que era también el


director de la orquesta, estaba cobrando por cada canción que la gente le
pedía, y todo iba bien hasta que un familiar que había pagado la música por
adelantado, que Pancho no conocía, a el también le quiso cobrar y allí
empezó todo el problema..

Así que toda la noche caminamos, yo le echaba la culpa a Toño el otro chofer
y Toño me hechaba a mí la culpa de habernos perdido, por fin amaneció y con
el sol secando nuestra ropa seguiamos, caminando , hasta que por fin como a
eso de las 10 de la mañana llegamos a la carretera principal.

Dicen que todas las veredas conducen al camino principal , pero yo creo que
las recorrimos todas. , Cuando salimos a la carretera nos habíamos alejado
mas del oasis como una hora mas de camino, pero eso ya no importaba , al fin
estabamos en la carretera.

En ese tiempo la carretera estaba pavimentada pero a pesar de que era una
carretera muy importante porque circulaban muchos camiones de carga y
todo tipo de vehículos , la carretera era de dos carriles o sea el que viene y el
que va, pero, bueno ya íbamos a lo seguro, el problema fue . que al tomar la
carretera , mis acompañantes se acomodaron y se quedaron profundamente
dormidos, a mi me empezó a dar un profundo sueño y me decía , al menos ya
vamos a llegar al oasis , y si, cuando llegamos al oasis me baje me tome dos
cafés bien cargados para el sueño, lo normal es que allí podía haber
descansado, pero no podía porque ese mismo día tenia que trabajar a las dos
de la tarde y apenas tenia el tiempo justo.

Así que reanude mi camino, todavía me faltaban dos hora para llegar, y como
a los diez minutos me empezó otra vez a dar un intenso sueño, bueno pues
como todos dormían empece a hablar en voz alta, para mantenerme despierto,
después empece a cantar, no sé que tanto dure cantando, pero de pronto
empece a oír muy lejanos los ruidos que hacían los camiones de carga cuando
nos cruzábamos o cuando me rebasaban los transportes de pasajeros , y
empece a cantar mas fuerte.

Pero aun así , mi voz cada vez sé hacia más lejana.

La verdad es que ya ni la carretera veía, perdi el control de mi cuerpo... En ese


momento, le pregunte a mi Dios que me estaba pasando y sentí en ese
momento que mis párpados se cerraban.. ¡no! --me dije-- e inmediatamente
los abrí...

No sé lo que sucedió, pero cuando abrí mis ojos , estaba, dándome un baño
en mi casa, me recargué en la pared tratando de no caerme por la
confusión en que me sentí... -pensé-- ¿que pasó? cuando cerré por una
milésima de segundo mis ojos, al abrirlos ya estaba en mi casa,, así que
¿como es que llegue a la ciudad con todo el trafico del mundo por ser el día
ultimo del año?... repartí a todos mis compañeros de viaje en su
respectiva casa porque todos vivían en diferentes lugares y todavía llegué a
mi casa y me di un baño, , y que curioso , en ese momento como que no le di
tanta importancia...

Cuando sali del baño, Quecho mi mujer me dio de comer y me fui a trabajar,
llegué con muy buen tiempo y lo curioso es que me sentía, como si hubiera
descansado dos días seguidos , estaba contento , y esa tarde trabajé hasta
las diez de la noche , de allí me fui a mi casa , me esperaban mi mujer mis
hijos y una pareja que son mi compadre Abel y mi comadre Chole, compadres
de toda la vida.

Esa noche fue inolvidable, festejamos el nuevo año, tomamos unas cervezas y
recibimos el nuevo año bailando, todo el dia estuve muy activo y esa noche del
dia primero me acoste ya muy entrada la noche, porque no tenia sueño... aún
hoy, no le hallo explicación...

¿porque ese bienestar me duro toda la semana?


¿que pasó en la carretera?
¿alguien manejó por mí mientras dormia?...

LA CARTA DE UN HOMBRE EN COMA


(Aportación de nuestra amiga Paty Montañéz)
Esta es una carta que imaginariamente se autoescribió un hombre que estando
en coma, su cerebro estaba conciente y estaba a punto de morir. Esto viene
en un pequeño libro: el esclavo...se los recomiendo .

Estimado amigo:

Me llamo amigo porque eso es lo que quiero ser conmigo mismo ahora. Por
mucho tiempo yo fui mi peor enemigo, de hecho, fui mi unico enemigo.

Fui yo el que permitió que el miedo dominara mi vida. Fui yo el que se aferró a
las penas del pasado para llenar mi presente de sufrimiento.

Era mi propia voz la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no


merecer lo bueno y me hacia sentir menos que los demás.

Fui yo mismo el que me llené de inseguridades y dudas, de celos y


resentimientos. Fui yo mismo el que me juzgué y me critiqué en todo lo que
hacia. Yo mismo afecté mi salud y mi bienestar y fui yo mismo el responsable
de los problemas de mi vida. En mí estaba la solución y en mí estaban todas
las respuestas.

Fui yo mismo el acusado, el juez y el verdugo de mi propia vida. Yo mismo


dicté las sentencias y yo mismo me impuse los castigos. Y, sin
embargo......hoy me perdono todo, porque me doy cuenta que siempre hice lo
mejor que pude. Comprendo que fui un ser sensible y vulnerable como lo son
todos los seres humanos y que las experiencias de
mi vida moldearon mi personalidad. Hoy rechazo la culpa que siento por mis
errores ya que en nada ayuda y nada soluciona.

Aprendí tarde, que yo era capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y
de las situaciones que me rodearon. Tarde comprendí que yo era mi propio
dueño, que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era un
esclavo de las ciscunstancias y que en mí estaba el poder de mejorar, de
cambiar y de vivir en armonía.

Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las perdidas y heridas
que todos compartimos.

Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oir, de sentir, de saborear, la


oportunidad de compartir con otros mi vida y la oportunidad de amar a mis
semejantes.

Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mi mismo.

Hoy rompo las cadenas con las que yo mismo me até.

Hoy me perdono por todos mis errores.

Hoy admito que nadie tiene control sobre mis sentimientos.

Hoy me declaro libre de todas mis heridas.

Hoy es un buen dia para morir.

Me quiero

Atentamente,

La persona mas importante de mi vida.

Yo.

¿QUIEN MUERE?
(Aportación de nuestra amiga Yamelin)
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,repitiendo todos
los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un
color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco
y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que
rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los
tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo,
quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no
se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no
encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la


lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandonando un proyecto antes de iniciarlo, no


preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le
indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige
un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida


felicidad.

Pablo Neruda.

LAS DOS MUJERES QUE AMO


(Aportación de nuestro amigo Víctor Aguinaga)
Las Dos Mujeres Que Amo Después de 21 años de matrimonio, descubrí una
nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había
comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
- "Tú sabes que la amas", me dijo un día, tomándome por sorpresa. "La vida
es demasiado corta debes dedicar tiempo".
- "Pero yo te amo a ti- protesté.
- "Lo sé. Pero también la amas a ella".
La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, quien
era viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos
hacían que solo la visitara ocasionalmente.
Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.
- "¿Qué te ocurre? ¿Estás bien?", me preguntó. Mi madre es el tipo de mujer
que una llamada tarde en la noche o una invitación sorpresiva es indicio de
malas noticias.
- "Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo", le respondí.
- "Los dos solos". Reflexionó sobre ello un momento. "Me agradaría
muchísimo", dijo.
Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo,
me encontraba algo nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... y
¡Por Dios!, cuando llegué a su casa, advertí que ella también estaba muy
emocionada con nuestra cita. Me esperaba en la puerta con su abrigo puesto,
se había rizado el cabello y usaba el vestido con que celebró su último
aniversario de boda,su rostro sonreía e irradiaba luz como un ángel.
- "Le dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron
muy impresionadas", me comentó mientras subía a mi auto. "No pueden
esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada".
Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero sí acogedor, mi madre se
aferró a mi brazo como si fuera "La primera dama". Cuando nos sentamos, tuve
que leerle el menú. Sus ojos solo veían grandes figuras. Cuando iba por la
mitad de las entradas, levanté la vista; mamá estaba sentada al otro lado de la
mesa y me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaban en los labios.
- "Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño", me dijo.
-"Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el
favor", respondí.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, solo
ponernos al día con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine.
- "Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar", dijo mi madre cuando
la llevé a casa? Asentí.
- "¿Cómo estuvo tu cita?", quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.
- "Muy agradable... mucho más de lo que imaginé?", contesté.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido que
no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre con copia de un cheque
del restaurante a donde habíamos cenado mi madre y yo y una nota que
decía: "La cena la pagué por anticipado, estaba casi segura, de que no podría
estar allí, pero igual pagué 2 platos; uno para ti y el otro para tu esposa, jamás
podrás entender lo que aquella noche significó para mí? Te amo".
En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo: "TE AMO" y de
darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida
será más importante que Dios y tu familia... dales tiempo, porque ellos no
pueden esperar.
VIVIR CON ILUSION
(Aportación de nuestra amiga Liliana Dumrauf)
Unos obreros estaban picando piedra frente a un enorme edificio en
construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:

¿Qué están haciendo ustedes aquí?

El obrero lo miró con dureza y le respondió:


- ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras
como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea
usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de ingenieros, arquitectos,
pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en
la obra el pellejo.

El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.

-Aquí, como usted bien puede ver, picando piedra para levantar este enorme
edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no
hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos.
Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que
estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:

-Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las


generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir
constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres.
Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.

El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una


misma realidad.

Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como


pasión, aventura y desafío.

Piensa que el mundo es un infierno y lo será.

Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será.

Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta sentirnos parte de las buenas
obras.... De tí depende!

EN EL CAMINO APRENDÍ
(Escrito por Rafael Amor)
www.rafaelamor.com
En el camino aprendí,
que llegar alto no es crecer,
que mirar no siempre es ver
ni que escuchar es oír
ni lamentarse sentir
ni acostumbrarse, querer...

En el camino aprendí
que estar solo no es soledad,
que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreír
y que peor que mentir
es silenciar la verdad.

En el camino aprendí
que puede un sueño de amor,
abrirse como una flor
y como esa flor morir,
pero en su breve existir,
fue todo aroma y color.

En el camino aprendí,
que ignorancia no es no saber,
ignorante es ese ser
cuya arrogancia más vil,
es de bruto presumir
y no querer aprender.

En el camino aprendí
que la humildad no es sumisión,
la humildad es ese don
que se suele confundir.
No es lo mismo ser servil
que ser un buen servidor.

En el camino aprendí,
que la ternura no es doblez,
ni vulgar la sencillez
ni lo solemne verdad,
vi al poderoso mortal
y a idiotas con altivez.

En el camino aprendí
que es mala la caridad
del ser humano que da
esperando recibir,
pues no hay defecto más ruin
que presumir de bondad.

En el camino aprendí,
que en cuestión de conocer,
de razonar y saber,
es importante, entendí,
mucho más que lo que vi
lo que me queda por ver...

RAFAEL AMOR®

¿Y TU QUE ERES, ZANAHORIA, HUEVO O CAFE?


(aportación de nuestro Mario Jimenez)

Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le
resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que
se daría por vencida. Estaba cansada de luchar.

Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas
con agua y las colocó sobre fuego
fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo.

En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos


de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su
padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó
en un bowl.
Sacó los huevos y los colocó en otro bowl. Coló el café y lo puso en un tercer
bowl.

Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"

"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que
estaban blandas.

Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara,


observó el huevo duro.
Luego le pidió que probara el cafe. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico
aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, Padre?" El le explicó que


los tres elementos habian enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo,
pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte
y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había
vuelto débil, fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior


líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había
endurecido.

Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua
hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu


puerta, ¿cómo respondes?.
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

¿Y cómo eres tú?

¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero, que cuando la adversidad y el
dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Es decir, poseías un


espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un
despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te sigues viendo igual, pero eres
amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?

¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento


que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza
su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen
peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad?

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

EL DIA EN QUE ME VOLVI INVISIBLE


(aportación de nuestra amiga Lorena Armenta)
No se a como estamos. En esta casa no hay calendarios y en mi memoria los
hechos estan hechos una maraña. Me acuerdo de aquellos calendarios
grandes,
unos primores, ilustrados con imagenes de los santos, que colgabamos al lado
del tocador... pero ya no hay nada de eso, todas las cosas antiguas han ido
desapareciendo. Y yo, yo tambien me fui borrando sin que nadie se diera
cuenta.

Primero me cambiaron de alcoba, pues la familia crecio. Despues me pasaron


a
otra mas pequeña aun, acompañada de mis biznietas. Ahora ocupo el desvan,
el
que esta en el patio de atras. Prometieron cambiarle el vidrio roto de la
ventana,
pero se les olvido, y todas las noches por alli se cuela un airecito helado que
aumenta mis dolores reumaticos.

Desde hace mucho tiempo tenia intenciones de escribir, pero me pasaba


semanas
buscando un lapiz y, cuando al fin lo encontraba, yo misma volvia a olvidar
donde
lo habia puesto. A mis años, las cosas se pierden facilmente; claro que es una
enfermedad de ellas, de las cosas, porque estoy segura de tenerlas, pero
siempre
se desaparecen.

La otra tarde caí en cuenta de que mi voz tambien ha desaparecido. Cuando


les
hablo a mis nietos o a mis hijos, no me contestan. Todos hablan sin mirarme,
como
si yo no estuviera con ellos escuchando atenta lo que dicen.

A veces intervengo en la conversacion, segura de que lo que voy a decirles no


se le
ha ocurrido a ninguno y les van a servir de mucho mis consejos.

Pero no me oyen, no me miran, no me responden. Entonces llena de tristeza,


me
retiro a mi cuarto antes de terminar de tomar la taza de cafe. Lo hago asi, de
pronto,
para que comprendan que estoy enojada, para que se den cuenta que me han
ofendido y vengan a buscarme y me pidan perdon. Pero nadie viene.

El otro dia les dije que cuando me muriera entonces si me iban a extrañar.

El nieto mas pequeño dijo: "¿Y es que estas viva, abuela?..." Les cayo tan en
gracia,
que no paraban de reir. Tres días estuve llorando en mi cuarto, hasta que una
mañana entro uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos
dias me dio.

Fue entonces cuando me convenci de que soy invisible, me paro en medio de


la
sala para ver si aunque sea estorbo, me miran, pero mi hija sigue barriendo sin
tocarme, los niños corren a mi alrededor, de uno a otro lado, sin tropezar
conmigo.

Cuando mi yerno se enfermo, tuve la oportunidad de serle util; le lleve un te


especial
que yo misma prepare. Se lo puse en la mesita y me sente a esperar que se lo
tomara.
Sólo que estaba viendo television y ni un parpadeo me indico que se daba
cuenta de
mi presencia. El té poco a poco se fue enfriando. Mi corazon tambien.

Un viernes se alborotaron los niños y me vinieron a decir que al dia siguiente


nos
iriamos todos el dia de campo. ¡Me puse muy contenta! ¡Hacia tanto tiempo
que no
salia y menos al campo! El sabado fui la primera en levantarme. Quise arreglar
las
cosas con calma. Los viejos nos tardamos mucho en hacer cualquier cosa, asi
que me
tome mi tiempo para no retrasarlos. Al rato entraban y salian de la casa
corriendo y
echaban las bolsas y juguetes al carro. Yo ya estaba lista y muy alegre me pare
en
el zaguan a esperarlos...

Cuando arrancaron y el auto desaparecio envuelto en bullicio, comprendi que


yo no
estaba invitada, tal vez porque no cabia en el auto o porque mis pasos tan
lentos
impedirian que todos los demas corretearan a su gusto por el bosque. Senti
clarito
como mi corazon se encogio, la barbilla me temblaba como cuando uno no
aguanta
las ganas de llorar.
Vivo con mi familia y cada dia me hago mas vieja, pero cosa curiosa, ya no
cumplo
años. Nadie lo recuerda. Todos estan tan ocupados...Yo los entiendo, ellos si
hacen
cosas importantes. Rien, gritan, sueñan, lloran, se abrazan, se besan. Y yo no
sé a
que saben los besos. Antes besuqueaba a los chiquitos; era un gusto enorme
el que
me daba tenerlos en mis brazos, como si fueran mios. Sentia su piel tiernita y
su
respiracion dulzona muy cerca de mi. La vida nueva se me metia como un
soplo y
hasta me daba por cantar canciones de cuna que nunca crei recordar. Pero un
dia
mi nieta Laura, que acababa de tener un bebe, dijo que no era bueno que los
ancianos besaran a los niños por cuestiones de salud. Ya no me acerque mas,
no
fuera a ser que les pasara algo malo por mis imprudencias. !Tengo tanto miedo
de
contagiarlos!

Yo los bendigo a todos y les perdono, porque: ¿Que culpa tienen los pobres de
que
yo me haya vuelto invisible?

EL ARBOL DE MANZANAS
(aportación de nuestro amigo Victor Aguinaga)
El miembro #200

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo


amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el
tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra. El amaba al
árbol y el árbol amaba al niño.

Paso el tiempo y el pequeño niño creció y él nunca mas volvió a jugar alrededor
del enorme árbol. Un día el muchacho regreso al árbol y escucho que el árbol
le dijo triste: “ Vienes a jugar conmigo?” .... Pero el muchacho contesto “ya no
soy el niño de antes que juega alrededor de enormes arboles” lo que ahora
quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos. “Lo siento, dijo el árbol,
pero no tengo dinero...... pero te sugiero que tomes todas mis manzanas y las
vendas, de esta manera tu obtendrás el dinero para tus juguetes, y el
muchacho se sintió muy feliz, tomo todas las manzanas y obtuvo el dinero y el
árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el
dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regreso y el árbol se puso feliz y le preguntó:


“Vienes a jugar conmigo?.....” no tengo tiempo para jugar debo de trabajar para
mi familia, necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos, puedes
ayudarme? .........lo siento, pero no tengo una casa, pero........ tu puedes cortar
mis ramas y construir tu casa”. El joven corto todas las ramas del árbol y esto
hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca mas volvió.......desde esa
vez el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regreso y el árbol estaba encantado.

¿Vienes a jugar conmigo?........volvió a preguntar el árbol. El hombre contestó:


“Estoy triste y volviéndome viejo, quiero un bote para navegar y descansar.
¿Puedes darme uno?....”el árbol contesto: usa mi tronco para que puedas
construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. El hombre corto el tronco y
construyo su bote, luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de mucho tiempo y el árbol le dijo, lo siento


mucho, pero ya no tengo nada que darte, no siquiera manzanas........el hombre
replicó: No tengo dientes para morder; ni fuerza para escalar...... por ahora ya
estoy viejo.

Entonces el árbol con lagrimas en sus ojos le dijo: realmente no puedo darte
nada, la única cosa que me queda son mis raíces muertas. Y el hombre
contesto yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar, estoy tan
cansado después de tantos años. Bueno las viejas raíces de un árbol, son el
mejor lugar para recostarse y descansar, ven siéntate conmigo y descansa, el
hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lagrimas.

Esta es la historia de cada uno de nosotros, el árbol son nuestros padres,


cuando somos niños, los amamos y jugamos con mama y papa....... cuando
crecemos los dejamos. solo regresamos a ellos cuando los necesitamos o
estamos en problemas, no importa lo que sea, ellos siempre están ahí para
darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Tu puedes pensar que el
muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a
nuestros padres.....

Por favor envía este mensaje a tus amigos y siempre ama a tus padres.

LAS 3 BARDAS
(aportación de nuestra amiga Laura Cantú)
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de Socrates y empezó a decir:

Maestro, quiero contarte como un amigo tuyo estuvo hablando de ti con


malevolencia...

Sócrates lo interrumpió diciendo: ¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las


Tres Bardas lo que me vas a decir?

¿Las Tres Bardas?

Sí -replicó Socrates- La primera es la VERDAD ¿Ya examinaste


cuidadosamente si
lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos.

No... lo oi decir a unos vecinos...


Al menos lo habras hecho pasar por la segunda Barda que es la BONDAD. Lo
que
me quieres decir es por lo menos bueno?

No, en realidad no; al contrario...

¡Ah! -interrumpió Socrates- Entonces vamos a la Ultima Barda. Es


NECESARIO que
me cuentes, eso?

Para ser sincero, no; necesario no es.

Entonces -sonrió el sabio- Si no es VERDADERO, ni BUENO, ni


NECESARIO....

Sepultémoslo en el Olvido.

LA MAMA MAS MALA DEL MUNDO


(Aportacion de nuestro amigo Enrique Tachiquín)

Nosotros tuvimos la mamá más mala del mundo, mientras otros niños comían
lo que querían, nosotros teníamos que desayunar cereal, huevos, leche y pan
tostado. Cuando otros niños tomaban muchos refrescos y comían sin cesar
dulces, pasteles y muchas botanas, nosotros teníamos que comer frijoles,
aguas frescas, verduras, carne y pescado.

Cuando fuimos creciendo se hizo más mala, nuestra madre insistía en saber
donde estabamos, parecía que estabamos encarcelados. Tenia que saber
quienes eran nuestros amigos o con quien andábamos y lo que estábamos
haciendo a cada instante. Nos insistía mucho en que si decíamos que nos
íbamos a tardar una hora en algo o en algún lugar, debíamos tardarnos
solamente una hora.

Pero siguió siendo cada vez más mala. Me da vergüenza admitirlo, pero hasta
tuvo el descaro de romper la ley federal del trabajo de los niños. Nos enseñó a
lavar nuestros trastes, tendíamos nuestras camas, barríamos y trapeábamos
nuestra recamara, lavábamos nuestra ropa, nos mandaba a la tienda de la
esquina a que le hiciéramos mandados y aprendimos cosas muy crueles como
cocinar y otras que de plano no queremos recordar. Nos parece que se
quedaba despierta toda la noche pensando que podía hacernos al día siguiente
para molestarnos.

Cuando llegamos a la adolescencia fue más sabia y nuestras vidas se hicieron


más terribles. Siempre insistía en que dijéramos la verdad y que le tuviéramos
confianza. Nadie nos podía chiflar o tocar el claxon para que nosotros
saliéramos corriendo, pues nuestros amigos tenían que tocar la puerta de
nuestra casa y preguntar por nosotros. Se convirtió en una metiche total; quería
que le informáramos el nombre de cada amigo; quienes eran sus padres, a que
se dedicaba nuestro amigo y sus padres donde vivían; a que escuela asistía
nuestro amigo y que estudios cursaba y muchas cosas más, sobre todo cuando
queríamos ir a alguna fiesta, ya ustedes se han de imaginar. Por eso digo que
nuestra madre fue un fracaso completo.

Sin embargo ha pasado el tiempo y ninguno de nosotros ha sido arrestado por


vago, ebrio o por tener problemas con drogas. No hemos participado en actos
de violencia.

Cada un de nosotros estamos trabajando para lograr un mejor futuro y solo


nuestro esfuerzo será lo que nos haga cada día mejor. A nadie podemos culpar
de nuestro futuro, cualesquiera que sea, nuestra madre hizo que nos
convirtiéramos en adultos educados, respetuosos, honestos y trabajadores.

Ahora que soy madre, estoy educando a mis hijos con las mismas enseñanzas
y de la misma manera que mi madre nos educo. Me siento muy orgullosa
cuando mis hijos me dicen que soy mala, muy mala madre. Verán, les digo, con
el tiempo ustedes le darán gracias a Dios por haber tenido, como yo la tuve, la
mamá más mala del mundo.

RANA DE POZO
(Aportación de nuestra amiga Aidita)
En un pozo profundo vivÌa una colonia de ranas. Llevaban su vida, tenían
sus costumbres, encontraban su alimento y croaban a gusto haciendo
resonar las paredes del pozo en toda su profundidad. Protegidas por su
mismo aislamiento, vivían en paz, y sólo tenían que guardarse del pozal que,
de vez en cuando, alguien echaba desde arriba para sacar agua del pozo.
Daban la alarma en cuanto oían el ruido de la polea, se sumergían bajo el
agua o se apretaban contra la pared, y allí esperaban, conteniendo la
respiración, hasta que el pozal lleno de agua era izado otra vez y pasaba el
peligro.

Fue una rana joven a quien se le ocurrió pensar que el pozal podía ser una
oportunidad en vez de un peligro. Allá arriba se veía algo asÌ como una
claraboya abierta, que cambiaba de aspecto según fuera de día o de noche,
y en la que aparecían sombras y luces y formas y colores que hacían presentir
que allí había algo nuevo digno de conocerse.

Y sobre todo, estaba el rostro con trenzas de aquella figura bella y fugaz que
aparecÌa por un momento sobre el brocal del pozo al arrojar el cubo y
recobrarlo,
todos los días en su cita sagrada y temida.

La rana joven habló, y todas las demás se le echaron encima:

Eso nunca se ha hecho. Sería la destrucción de nuestra raza. El cielo nos


castigará,
te perderás para siempre. Nosotras hemos sido hechas para estar aquí, y aquí
es
donde nos va bien y podemos ser felices. Fuera del pozo no hay nadie que se
atreva a violar las sabias leyes de nuestros antepasados.
¿Es que una rana jovenzuela de hoy puede saber más que ellos?"

La rana jovenzuela esperó pacientemente la próxima bajada del pozal. Se


colocó
estratégicamente, dio un salto en el momento en que el pozal comenzaba a ser
izado y subió en él ante el asombro y el horror de la comunidad batracia. El
consejo de ancianos excomulgó a la rana prófuga y prohibió que se hablara de
ella. Había que salvaguardar la seguridad del pozo.

Pasaron los meses sin que nadie hablara de ella y nadie se olvidara de ella. Un
buen día se oyó un croar familiar sobre el brocal del pozo, se agruparon abajo
las curiosas y vieron recortada contra el cielo la silueta conocida de la rana
aventurera. A su lado apareció la silueta de otra rana, y a su alrededor se agru-
paron siete pequeños renacuajos.

Todas miraban sin atreverse a decir nada, cuando la rana habló: "Aquí se está
maravillosamente; hay agua que se mueve, no como allá abajo, hay unas fibras
verdes y suaves que salen del suelo y entre las que da gusto moverse, hay
muchos bichos pequeños muy sabrosos y variados, cada día se puede comer
algo diferente. Hay muchas ranas de muchos tipos distintos, y son muy buenas.
Yo me he casado con ésta que está aquíÌ a mi lado y tenemos siete hijos y
somos
muy felices, Aquí hay sitio para todas, porque esto es muy grande y nunca se
acaba de ver lo que hay allá lejos."

De abajo, las fuerzas del orden advirtieron a la rana que, si bajaba, sería
ejecutada
por alta traición; ella dijo que no pensaba bajar y que les deseaba a todas que
lo
pasaran bien, y se marchó con su compañera y los siete renacuajitos. Abajo
en el
pozo hubo mucho revuelo. Algunas ranas quisieron comentar la propuesta,
pero las
autoridades las acallaron enseguida y la vida volvió a la normalidad de siempre
en el
fondo del pozo. Al día siguiente, por la mañana, la niña de las trenzas rubias se
quedó asombrada cuando, al sacar el cubo con agua del pozo, vio que estaba
lleno
de ranas.

En sánscrito hay una palabra compuesta para designar a una persona estrecha
de
miras, que se conforma con oír lo que siempre ha oído y hacer lo que siempre
ha
hecho, lo que hace todo el mundo y lo que, según parece, han de hacer todos
los
que quieran seguir una vida tranquila y segura. La palabra es "rana de pozo", y
ha
pasado del sánscrito a las lenguas indias modernas, en las que se usa con el
mismo
sentido. A nadie le gusta que se la digan. Aun así, el mundo está lleno de
pozos, y
los pozos llenos de ranas. Y las niñas con trenzas siguen llevándose sustos de
vez
en cuando por la mañana.

Por Carlos G. Vallis

DOS HOMBRES
(Aportación de nuestra amiga Lorenia Salas)
Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto
semi-privado del hospital. A uno de ellos, se le permitía sentarse durante
una hora por la tarde, para drenar el líquido de sus pulmones. Su cama
estaba al lado de la única ventana de la habitación. El otro tenía que
permanecer acostado de espalda todo el tiempo. Conversaban incesantemente
todo el día y todos los días; hablablan de sus familias, sus hogares, empleos,
experiencias durante sus servicios militares y sitios visitados durante sus
vacaciones.

Todas las tardes, cuando el compañnero ubicado al lado de la ventana se


sentaba, se pasaba el tiempo relatándole a su compañero de cuarto, lo que
veía por la ventana. Con el tiempo, el compañero acostado de espalda que no
podía asomarse por la ventana, se desvivía por esos períodos de una hora,
durante los cuales, se deleitaba con los relatos de las actividades y colores del
mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bello lago, los patos y cisnes se deslizan
por el agua, mientras los niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago, los
enamorados se paseaban de la mano entre las flores multicolores, en un
paisaje
con árboles majestuosos y en la distancia, una bella vista de la Ciudad.

A medida que el señor cerca de la ventana, describía todo esto con detalles
exquisitos, su compañero cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco.

Una tarde le describió un desfile que pasaba por el hospital y aunque él no


pudo
escuchar la banda, lo pudo ver a traves del ojo de la mente, mientras su
compañero
se lo describía. Pasaron los días y las semanas, y una mañana, la enfermera al
entrar para el aseo matutino, se encontró con el cuerpo sin vida del señor cerca
de
la ventana, quien habia expirado tranquilamente, durante su sueño; con
tristeza,
avisó para que trasladaran el cuerpo.

Al otro dia, el otro señor, con mucha tristeza pidió que lo trasladaran cerca de la
ventana, a la enfermera le agradó hacer el cambio y luego de asegurarse que
estaba
cómodo, lo dejó solo. El señor con mucho esfuerzo y dolor, se apoyó en un
codo,
para poder mirar al mundo exterior por primera vez, finalmente, tendría la
alegría de
verlo por si mismo, se esforzó para asomarse por la ventana y lo que vió, fue la
pared
del edificio de junto, confundido y entristecido, le preguntó a la enfermera, que
sería
que lo que animó a su difunto compañero a describir tantas cosas maravillosas
fuera
de la ventana, la enfermera le respondió que el señor era ciego y no podia ver
ni
siquiera la pared de enfrente, ella le dijo: "Quizás solamente deseaba animarlo
a
usted".

Epilogo
Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros, a pesar de nuestra propia
situación.
La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es
compartida, se
duplica. Si deseas sentirte próspero, basta con contar aquello que posees y
que no se
puede comprar con el dinero. Se ignora el origen de este relato; este
proporciona mucha
alegria, satisfacción y suerte si se comparte con otras personas.

No lo guardes sólo para tí mismo. ¿Te gustó?

LA SOPA DE PIEDRA
(Aportación de nuestra amiga Aidita)
Un peregrino muerto de hambre llegó a un pueblo y, como en todos lados
donde pedía
comida se la negaban porque su aspecto era bastante especial, pensó en
hacer algo
para conseguir alimento. Dijo tener una piedra má-gica con la que podía hacer
la sopa
más rica del mundo.

Una vecina le preguntó qué podía hacer para lograr-lo, y el peregrino le pidió
una olla
enorme con agua has-ta la mitad. Hicieron un buen fuego y pusieron el agua a
hervir,
con la piedra dentro, a la vista de todos en medio de la plaza.

La gente, movida por la curiosidad, se fue acercando. Era algo raro en el


pueblo, porque
los vecinos nunca ha-cían nada juntos. El peregrino probó el agua cuando ya
estaba tibia
y dijo que era exquisita, pero que estaría mucho mejor si alguna vecina
aportaba dos
docenas de choclos.

Y muchísimo mejor si alguien ponía cebollas, y si otro agregaba zapallo.

Así, el peregrino logró que todos los vecinos pusieran algo: sal, batatas, papas,
trozos
de carne de puchero, za-nahorias y muchas, incontables, cosas más.

Se imaginarán que, verdaderamente, salió una sopa extraordinaria, no por la


piedra sino
por los ingredientes que aportó la gente. Todos comieron y el peregrino si-guió
viaje no
sin antes regalarles la piedra que había que-dado en el fondo de la olla.

Para Pensar
Sin duda, era una piedra "mágica", porque, junto con el ingenio de ese hombre,
había
logrado que todos hicieran una enorme sopa para comer en comunidad.
Infinidad de veces, tenemos que poner a prueba nuestro ingenio para "hacer
comunidad"
allí donde la gente no se comunica. Es importante saber que, poniendo un poco
de
creatividad, se consiguen cosas verdaderamente sorprendentes.

PRESENTO MI RENUNCIA
(Aportación de nuestra amiga Alejandra Sandoval)
Por la presente presento mi renuncia a ser adulto.

He decidido aceptar la responsabilidad de tener 6 años nuevamente.

Quiero ir a McDonalds y pensar que es un restaurante de 5 estrellas. Quiero


navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al
agua.

Quiero pensar que los dulces es mejor que el dinero, pues se pueden comer.
Quiero
tener un receso y pintar con acuarelas. Quiero salir comodamente de mi casa
sin
preocuparme como luce mi cabello.

Quiero tener alguien que me arregle y me planche la ropa. Quiero regresar a


mi
casa a una comida casera y que alguien corte mi carne.

Quiero tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches. Quiero
recostarme a
la sombra de un viejo roble y vender limonada con mis amigos en un dia
caluroso de
verano.
Quiero abrazar a mis padres todos los dias y enjugar mis lagrimas en sus
hombros.
Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple. Cuando todo lo que
sabia
eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas; y eso no me molestaba,
porque
no sabia que no sabia y no me preocupaba por no saber. Cuando todo lo que
sabia era ser feliz porque no sabia las cosas que preocupan y molestan.

Quiero pensar que el mundo es justo. Que todo el mundo es honesto y


bueno.Quiero
pensar que todo es posible.

En algun lugar en mi juventud madure y aprendi demasiado. Aprendi de armas


nucleares, guerras, prejuicio, hambre y de niños abusados.

Aprendi sobre las mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento, enfermedad,


dolor y muerte. Aprendi que tu tienes que limpiar los inodoros. Aprendi de un
mundo en el que saben como matar y lo hacen.

Que paso con el tiempo que pensaba que todo el mundo viviria para siempre,
porque no entendia el concepto de la muerte, excepto cuando perdi a mi
mascota.

Quiero volver al tiempo cuando pensaba que lo peor que pasaba era que
alguien
me quitara mi pelota o me escogiera de ultimo para ser su compañero de
equipo.
Cuando no necesitaba lentes para leer. Oh que bella vida de aquellos años.

Quiero alejarme de las complejidades de la vida y excitarme nuevamente con


las
pequeñas cosas una vez mas.

Quiero regresar a los dias en que la musica era limpia y sana.

Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz porque
yo lo era. Quiero volver de nuevo a caminar en la playa pensando solo en la
arena entre los dedos de mis pies y la concha mas bonita que pudiera
encontrar,
sin preocuparme por la erosión y la contaminación.

Quiero pasar mis tardes subiendo arboles y montando mi bicicleta hasta llegar
al parque, sin la preocupacion de que me secuestren.

No preocuparme del tiempo, las deudas, o de donde sacar el dinero para


arreglar
el carro. Solo pensar en que voy a ser cuando sea grande, sin la preocupacion
de lograrlo o no.
Quiero vivir simple, nuevamente. No quiero que mis dias sean de
computadoras
que se inhiben, de la montaña de papeles en mi escritorio, de noticias
deprimentes,
ni de como sobrevivir unos dias mas al mes, cuando ya no queda dinero en la
chequera.

No quiero que mis dias sean de facturas de medicos o medicinas. No quiero


que
mis dias sean de chismes, enfermedades y la perdida de seres queridos.

Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apreton de manos, de la


palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, de los sueños, de la
imaginacion.

Quiero creer en la raza humana y quiero volver a dibujar muñecos en la arena


.......

Quiero volver a mis 6 años nuevamente ........

si no minimo a mis 16 - 20 .......

;)
Ale

La caja llena de besos

La historia va asi ...

Hace ya un tiempo, un hombre castigó a su pequeña hija de 3 años por


desperdiciar un rollo de papel de envoltura dorado.

El dinero era escaso en esos días por lo que explotó en furia, cuando vió a la
niña tratando de envolver una caja para ponerla debajo del árbol de Navidad.

Más sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre la mañana siguiente y


dijo:
-" Esto es para ti, Papito ".

El se sintió avergonzado de su reacción de furia, pero, volvió a explotar cuando


vió que la caja estaba vacía. Le volvió a gritar diciendo:
-¿Que no sabes que cuando das un regalo a alguien se supone que debe
haber
algo adentro?

La pequeñita volteó hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo:


¡Oh, Papito, no esta vacía, yo soplé besos adentro de la caja. Todos para ti,
Papi!
El padre se sintió morir; puso sus brazos alrededor de su hija y le suplicó que lo
perdonara.

Se ha dicho que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años
y
siempre que se sentía derrumbado, tomaba de la caja un beso imaginario y
recordaba el amor que su hija habia puesto ahí.

En una forma muy sensible, cada uno de nosotros humanos hemos recibido un
recipiente dorado, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos,
amigos,
familia o de Dios. Nadie podria tener una propiedad o posesión más hermosa
que ésta.

En el andén de la vida
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estacion le informaron que el tren en que
ella viajaria se retrasaria aproximadamente una hora.
La elegante señora, un poco fastidiada, compro una revista, un paquete de
galletas
y una botella de agua para pasar el tiempo. Busco un banco en el anden
central y
se sento preparada para la espera.

Mientras hojeaba su revista, un joven se sento a su lado y comenzo a leer un


diario.
Imprevistamente, la señora observo como aquel muchacho, sin decir una sola
palabra,
estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abria y comenzaba a
comerlas,
una a una, despreocupadamente.

La mujer se molesto por esto, no queria ser grosera, pero tampoco dejar pasar
aquella
situacion o hacer de cuenta que nada habia pasado; asi que, con un gesto
exagerado,
tomo el paquete y saco una galleta, la exhibio frente al joven y se la comio
mirandolo
fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomo otra galleta y mirandola la
puso
en su boca y sonrio.

La señora ya enojada, tomo una nueva galleta y, con ostensibles señales de


fastidio,
volvio a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.

El dialogo de miradas y sonrisas continuo entre galleta y galleta. La señora


cada vez
mas irritada, y el muchacho cada vez mas sonriente.
Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete solo quedaba la
ultima galleta.
"No podra ser tan caradura", penso mientras miraba alternativamente al joven y
al
paquete de galletas.

Con calma el joven alargo la mano, tomo la ultima galleta, y con mucha
suavidad, la
partio exactamente por la mitad. Asi, con un gesto amoroso, ofrecio la mitad de
la ultima
galleta a su compañera de banco.

-"¡Gracias!" - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.

- "De nada" - contesto el joven sonriendo suavemente mientras comia su mitad.

Entonces el tren anuncio su partida...

La señora se levanto furiosa del banco y subio a su vagon. Al arrancar, desde


la
ventanilla de su asiento vio al muchacho todavia sentado en el anden y penso:
"¡Que insolente, que mal educado, que sera de nuestro mundo!".

Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintio la boca reseca por el
disgusto
que aquella situacion le habia provocado. Abrio su bolso para sacar la botella
de
agua y se quedo totalmente sorprendida cuando encontro, dentro de su cartera,
su paquete de galletas intacto.

Cuantas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas nos hacen


valorar erroneamente a las personas y cometer las peores equivocaciones.

Cuantas veces la desconfianza ya instalada en nosotros, hace que juzguemos


injustamente a personas y situaciones, y sin tener un porque, las encasillamos
en
ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se
presenta.

Asi por no utilizar nuestra capacidad de autocritica y de observacion, perdemos


la gracia natural de compartir y enfrentar situaciones, haciendo crecer en
nosotros
la desconfianza y la preocupacion.

Nos inquietamos por acontecimientos que no son reales, que quizas nunca
lleguemos
a contemplar, y nos atormentamos con problemas que tal vez nunca ocurriran.

Dice un viejo proverbio...


Peleando, juzgando antes de tiempo y alterandose no se consigue jamas lo
suficiente,
pero siendo justo, cediendo y observando a los demas con una simple cuota de
serenidad, se consigue mas de lo que se espera.

El lobo y la cigueña
(aportación de nuestra amiga Graciela)
( LA FONTAINE )

Hicieron los lobos un dìa un gran festejo, y para ellos prepararon un rico festìn.

Como son animales siempre hambrientos, la comida fue devorada en menos


que
canta un gallo.

Un lobo, temiendo quedarse sin probar tantas cosas como habìa, comiò muy
de
prisa. Tanto que tuvo la mala suerte de que se le atravesara en la garganta un
hueso que casi lo ahoga. Empezò entonces a saltar y a correr desesperado y al
verlo, acudiò una cigüeña que casualmente por allì pasaba.

Por gestos le hizo entender el lobo què habìa sucedido, y compadecida la


cigüeña,
se dispuso a ayudarlo al momento.

Para eso introdujo su largo pico en la boca del lobo, llegò hasta el fondo de la
garganta y sacò el hueso atravesado.

Muy satisfecho, el lobo dio media vuelta para regresar inmediatamente al


banquete.

-Amigo lobo- -reclamò la cigüeña, con suavidad-, me debes la cuenta por mis
servicios
y ni siquiera me das las gracias.

-¡Estàs loca!- -respondiò el lobo-. ¿No tienes bastante con haber salido libre de
mi boca?

Eres tù quien debe agradecerme.

Es propio de los seres egoìstas no dar mèrito a la obra de los demàs.

CIRCULO DEL 99
(Aportacion de nuestra amiga Verónica Sánchez)
Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo
sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer
el desayuno y despertar al rey cantando y tarareando alegres canciones de
juglares. Una gran sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud
para con la vida era siempre serena y alegre.
Un día, el rey lo mandó llamar.
Paje - le dijo- ¿Cuál es el secreto?
¿Qué secreto, Majestad?
¿Cuál es el secreto de tu alegría?
No hay ningún secreto, Alteza.
No me mientas, paje. He mandado cortar cabezas por ofensas menores que
una mentira.
No le miento, Alteza. No guardo ningún secreto.
¿Porqué estás siempre alegre y feliz? eh? porqué?
Majestad, no tengo razones para estar triste. Su Alteza me honra
permitiéndome atenderlo. Tengo mi esposa y mis hijos viviendo en la casa
que la corte nos ha asignado. Somos vestidos y alimentados y además Su
Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos
algunos
gustos, ¿cómo no estar feliz ?
Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar - dijo el rey.

Nadie puede ser feliz por esas razones que has dado.
Pero Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo, pero
no hay nada que yo esté ocultando.
Vete! Vete antes de que llame al verdugo!

El sirviente sonrio, hizo una reverencia y salio de la habitacion. El rey


estaba como loco. No consiguio explicarse como el paje estaba feliz
viviendo de prestado, usando ropa usada y alimentandose de las sobras de
los cortesanos. Cuando se calmo, llamo al mas sabio de sus asesores y le
conto su conversacion de la mañana.
Porque El es feliz ?
Ah Majestad, lo que sucede es que él esta fuera del circulo.
Fuera del circulo ?
Asi es.
Y eso es lo que lo hace feliz ?
No, Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.
A ver si entiendo, estar en el circulo te hace infeliz.
Así es.
Y él no está.
Así es.
Y cómo salió ?
Nunca entró !
Qué círculo es ése ?
El círculo del 99.
Verdaderamente, no te entiendo nada.
La única manera para que me entendiera, sería mostrárselo en los hechos.
Haciendo entrar al paje en el círculo.
Eso, obliguemoslo a entrar.
No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.
Entonces habrá que engañarlo.
No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, él entrará solito,
solito.
Pero no se dará cuenta de que eso es su infelicidad?
Sí, se dará cuenta.
Entonces no entrará.
No lo podrá evitar.
Dices que él se dará cuenta de la infelicidad que le causará entrar en ese
ridículo círculo, y de todos modos entrar en el y no podrá salir?
Tal cual, Majestad, ¿está dispuesto a perder un excelente sirviente para
poder entender la estructura del circulo ?
Sí.
Bien, esta noche te pasaré a buscar. Debe tener preparada una bolsa de
cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!
Qué más ? Llevo los guardias por si acaso ?
Nada más que la bolsa de cuero. Majestad, hasta la noche.
Hasta la noche.

Así fue. Esa noche el sabio pasó a buscar al rey. Juntos se escurrieron
hasta los patios del palacio y se ocultaron junto a la casa del paje. Allí
esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela,
el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía:
ESTE TESORO ES TUYO. ES EL PREMIO POR SER UN BUEN HOMBRE.
DISFRUTALO Y NO CUENTES A NADIE COMO LO ENCONTRASTE.
Luego ató la bolsa con el papel, en la puerta del sirviente, golpeó y
volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban
desde atras de unas matas. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la
bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa
contra el pecho, miró hacia todos lados y entró en su casa. Desde afuera
escucharon la tranca de la puerta, y se arrimaron a la ventana para ver
la escena. El sirviente había tirado todo lo que había sobre la mesa y dejado
sólo la vela. Se había sentado y había vaciado el contenido en la mesa.
Sus ojos no podían creer lo que veían. Era una montaña de monedas de oro!
El, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de
ellas para él. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía
brillar la luz de la vela sobre ellas. Las juntaba y desparramaba, hacía
pilas de monedas. Así, jugando y jugando empezó a hacer pilas de 10
monedas: Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco,
seis, y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60 ...hasta que formó la
última pila: 9 monedas!!!!! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando
una moneda más. Luego el piso y finalmente la bolsa. "No puede ser ", pensó.
Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.
- Me robaron - gritó - me robaron, malditos !!! Una vez más buscó en la
mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió
los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como
burlandose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99
monedas de oro, "solo 99". "99 monedas de oro. Es mucho dinero", pensó...
Pero me falta una moneda. Noventa y nueve no es un numero completo -
pensaba. Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.
El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la
misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían
vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el
que asomaban sus dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa, y
mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió
la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer
cálculos.
Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda
numero cien?
Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro
hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más. Con
cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas
un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el
cálculo.
Si trabajaba y ahorraba su salario, y algún dinero extra que recibía, en
once o doce años juntaría lo necesario. "Doce años es mucho tiempo",
pensó.
Quizás pudiera pedirle a mi esposa que buscara trabajo en el pueblo por un
tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba su tarea en el palacio,
a las cinco de la tarde, podría trabajar hasta la noche y recibir algun a
paga extra por ello.

Sacó las cuentas: sumando su trabajo en el pueblo, y el de su esposa, en


siete años reuniría el dinero. Era demasiado tiempo!!! Quizás pudiera
llevar al pueblo lo que quedaba de comida todas las noches y venderlo por
unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para
vender... Vender... Vender... Estaba haciendo calor, para qué tanta
ropa de invierno? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios
llegaría a su moneda cien.

El rey y el sabio volvieron al palacio. El paje había entrado en el


círculo del 99... Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus
planes tal y como se le ocurrieron aquella noche.

Una mañana, el paje entró a la alcoba real golpeando las puertas,


refunfuñando y de pocas pulgas. Qué te pasa? - preguntó el rey de buen
modo.
Nada me pasa, nada me pasa.
Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.
Hago mi trabajo, no? Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su
juglar también ?

No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era


agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor.

Moraleja:
De Los Tres Tesoros de B. Rajneesh.
Qué pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos
cuenta, así, de golpe que nuestras noventa y nueve monedas son el cien por
ciento del tesoro. Que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo
nuestro, que nada tiene de más redondo cien que noventa y nueve, que esta
es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros, para que
seamos estúpidos, para que jalemos del carro, cansados, malhumorados,
infelices resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que
todo siga igual.......Cuántas cosas cambiarían si pudiésemos disfrutar de
nuestros tesoros tal como están aquí y ahora.

Media cobija
(aportación de nuestra amiga Alejandra Sandoval)
Esto está lindísimo. Espero que les guste!!!

(AUTOR: ANONIMO)

Don Roque era ya un anciano cuando murió su esposa, durante largos años
había trabajado con ahínco para sacar adelante a su familia. Su mayor deseo
era ver a su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás,
ya que para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.

A los 70 años Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo
y lleno de recuerdos.

Esperaba que su hijo, brillante profesionista, le ofreciera su apoyo y


comprensión,
pero veía pasar los días sin que este apareciera y decidió por primera vez en
su
vida pedir un favor a su hijo. Don Roque toco la puerta de la casa donde vivía
su
hijo con su familia. Hola papá! -Que milagro que vienes por aquí!

Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además estoy
cansado y viejo.

Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya sabes que
esta
es tu casa.

Gracias hijo, sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.

Entonces, no te molestaría que me quedara a vivir con ustedes? -Me siento tan
solo!.

Quedarte a vivir aqui?, si..... claro...... pero no se si estarías a gusto, tu


sabes, la casa es chica mi esposa es muy especial..... y luego los niños....

Mira hijo, si te causo muchas molestias olvídalo, no te preocupes por mí,


alguien me tendera la mano.

No padre no es eso, solo que.... no se me ocurre donde podrías dormir.

No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían.... o


solo que no te moleste dormir en el patio?

Dormir en el patio está bien.


El hijo de Don Roque llamó a su hijo Luis de 12 años. Dime papá.

Mira tu abuelo se quedara a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se
tape en la noche.

Si con gusto..... y donde va a dormir? En el patio, no quiere que nos


incomodemos
por su culpa.

Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En ese momento
llegó
su padre.

Que haces Luis? Por que cortas la manta de tu abuelo?

Sabes papá, estaba pensando.....

Pensando en qué? En guardar la mitad de la cobija para cuando tú seas viejo y


vayas a vivir a mi casa....

(Un padre mantiene a diez hijos, pero diez hijos no mantienen a un padre)

Eclesiastico 3,12-16; Proverbios 23,22; Mateo 15,14; Efesios 6,2)

LOS TRES ANCIANOS


(Aportacion de nuestra amiga Verónica Sánchez)
Antes de que lo lean contesten esta pregunta.
¿Que preferirian?
¿Exito,Abundancia o amor?
Solo pueden escoger UNA

Una mujer salio de su casa y vió a tres ancianos con largas barbas blancas
sentados al frente de su casa. No los reconoció.

Dijo "creo que no los conozco pero deben de estar hambrientos !!, por favor
entren y tengan algo de comer".

"Está el hombre de la casa dentro?" preguntaron. "No", dijo ella. El está fuera.
Entonces no podemos entrar, replicaron.

Al anochecer cuando su esposo llegó a casa, le contó lo que había ocurrido.


"Ve a decirles que estoy en casa e invítalos a entrar".

La mujer salió e invitó a los hombres a entrar.

"Nosotros no entramos a la casa juntos", replicaron. ¿Por qué?, quería saber


ella.
Uno de los ancianos explicó: "su nombre es ABUNDANCIA", dijo señalando a
uno de sus amigos, y luego dijo señalando al otro, "el es EXITO y yo soy
AMOR".

Luego agregó, ahora entra a tu casa y conversa con tu esposo sobre a cual de
nosotros quiere en su casa.

La mujer fué y le contó a su esposo lo que le habia dicho. Su esposo estaba


encantado, ¡que bonito!, dijo. Ya que este es el caso invitemos a la
ABUNDANCIA, déjalo entrar y que llene nuestra casa de ABUNDANCIA.

Su esposa no estaba de acuerdo. "¿Querido por qué no invitamos a


EXITO?" Su nuera estaba escuchando desde el otro lado de la casa. Saltó con
su propia sugerencia: "¿No sería mejor invitar a AMOR, nuestra casa se
llenaria de AMOR.?"

Escuchemos el consejo de nuestra nuera dijo el esposo a su esposa. Ve e


invita a AMOR para que sea nuestro invitado.

La mujer salió y le preguntó a los tres ancianos, ¿ quien de ustedes es AMOR?,


por favor entre y sea nuestro invitado.

AMOR se levantó y empezó a caminar hacia la casa. Los otros 2 se pararon


y lo siguieron.

Sorprendida, la señora le pregunto a ABUNDANCIA y a EXITO; solo invité a


AMOR, ¿ porqué vienen ustedes?.

Los ancianos replicaron juntos "si tu hubieras invitado a ABUNDANCIA o a


EXITO, los otros dos de nosotros nos hubieramos quedado afuera, pero como
invitaste a AMOR, a dondequiera que el vaya vamos nosotros con él.

Donde quiera que haya AMOR hay tambien ABUNDANCIA y EXITO.

CANSADO
(aportación de nuestra amiga Lorenia Salas)
Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente, camino a mi trabajo todos
los días. Llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar.

Voy a entrar al baño y mi hija de apenas un año y medio no me deja porque


quiere
jugar conmigo, no entiende que estoy cansado. Mi padre también me molesta
algunas
veces y entre patrones, clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero
paz.

Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de


olvidarme de
todo y de todos.
- Hola, vengo por ti.-

¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?

- Me manda Dios por ti. Dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de
descansar.-

Eso no es posible, para eso tendría que estar...

- Así es, si lo estás, ya no te preocuparás por ver a las mismas gentes, ni de


aguantar
a tu esposa con su guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste, ni escucharás
los
consejos de tu padre.-

Pero...que va a pasar con todo ?? ¿¿con mi trabajo ??

- No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu


puesto
y por cierto, esta muy feliz por que no tenía trabajo.-

¿¿Y mi esposa y mi bebé ??- A tu esposa le fue dado un buen hombre que la
quiere,
respeta y admira por sus cualidades y acepta con gusto todos sus guisos sin
reclamarle
nada. Y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera suya y por
muy cansado
que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella y son muy
felices.

- No, no puedo estar muerto.- Lo siento, la decisión ya fue tomada.

- Pero...eso significa que jamás volveré a besar la mejillita de mi bebé, ni a


decirle te amo
a mi esposa, ni darle un abrazo a mi padre. ¡NO, NO QUIERO MORIR,
QUIERO VIVIR!,
envejecer junto a mi esposa, ¡NO QUIERO MORIR TODAVIA....!

- Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno,


duerme para
SIEMPRE.

- NO, NO QUIERO, NO QUIERO, POR FAVOR DIOS....!!!!

-¿Qué te pasa amor?, ¿tienes una pesadilla?,- dijo mi esposa despertándome.

- No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé,
de mi familia,
de todo lo que Dios creó. ¿Sabes?, estando muerto ya nada puedes hacer y
estando vivo
puedes disfrutarlo todo.

¡QUE BELLO ES VIVIR PARA PODER SERVIR A MIS SEMEJANTES!!!!

Papá, ¿Cuánto ganas?


-Papá, ¿cuanto ganas por hora? - con voz tímida y ojo de admiración, un
pequeño
recibía así a su padre al termino de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso :


- Mira hijo, esos informes ni tu madre los conoce. No me moleste estoy
cansado.

- Pero papá- insistió - dime por favor, ¿cuanto ganas por hora? - La reacción
del
padre fue menos severa. Solo contestó : 200 pesos la hora.

- Papá, ¿me podrías prestar cien pesos? - preguntó el pequeño.

El padre, lleno de cólera y tratando con brusquedad al niño, dijo :

- Así que esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no me
molestes,
muchacho aprovechado.

Había caído la noche . El padre meditó sobre lo sucedido y se sintió culpable.


Tal
vez su hijo quería comprar algo. Para descargar su conciencia dolida, se
asomó al
cuarto de su hijo. Con voz baja preguntó al pequeño :

- ¿Duermes, hijo ?

- Dime papá- respondió entre sueños.

- Aquí tienes el dinero que me pediste - respondió el padre.

- Gracias, papá- contesto el pequeño. Y metiéndo su mano bajo la almohada,


sacó unos billetes.

- ¡Ahora ya completé, papá! Tengo 200 pesos. ¿Podrías venderme una hora de
tu
tiempo?

El capullo.

(Aportación de nuestro amigo José Luis)


Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para
poder
ver a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio que había un pequeño
orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa
luchaba por abrirlo mas grande y poder salir. El hombre vio que forcejeaba
duramente para poder pasar su cuerpo a traves del pequeño agujero, hasta
que
llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues
aparentemente
no progresaba en su intento. Pareció que se había atascado.

Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una


pequeña
tijera cortó al lado del agujero para hacerlo mas grande y ahi fue que por fin la
mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo al salir la mariposa tenía el
cuerpo muy
hinchado y unas alas pequeñas y dobladas. El hombre continuó observando,
pues
esperaba que en cualquier instante las alas se desdoblarían y crecerían lo
suficiente
para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.
Ninguna
de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en
círculos
con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas... Nunca pudo llegar a volar.

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de


la apertura
del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto
agujero, era la
forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus
alas, para
que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar. Libertad y el volar
solamente
podrán llegar luego de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha, también le
fue privada
su salud.

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si Dios nos
permitiese
progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No
podriamos
crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido. Cuanta verdad hay en
esto! Cuantas
veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando
esas tijeras
y recortando el esfuerzo para poder ser libres. Necesitamos recordar que
nunca recibimos
mas de lo que podemos soportar y que a traves de nuestros esfuerzos y
caídas, somos
fortalecidos, asi como el oro es refinado con el fuego. Nunca permitamos que
las cosas que
no podemos tener, o que no tenemos, o que no debemos tener, interrumpan
nuestro gozo
de las cosas que tenemos y podemos tener. No pensemos ni nos enfoquemos
en lo que no
tenemos, disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha
sido dado.

LA VIDA Y EL BUSCAMINA
(Escrito por nuestra amiga
María Victoria)
Muchas veces me pongo a pensar... y pasa por mi mente... ¿has jugado alguna
ves al busca mina? quizá deba interesarte el porqué de mi pregunta... es que
muchas veces he comparado a la vida con este simple juego...

Si...pensamos es prácticamente lo mismo... primero seremos principiantes...


Tendremos a nuestro alrededor pocas personas, pocas metas que cumplir y
por lo tanto pocas minas, también tenemos un tiempo... que para que nos sea
útil debemos observarlo y superarlo cada vez que lo volvamos a intentar...

Primero, debemos agrandar nuestros horizontes abriéndonos hacia nuestros


costados de la mejor manera que podamos hacerlo... si comparáramos a cada
numerito que allí aparecen con una persona... encontraríamos aquellos que
nos ayuda a seguir nuestro camino, a evitar las minas de la vida y a
protegernos,... también encontraremos aquellos que nos confunden y nos dejan
pensando... en algunos explotaremos y debemos volver a empezar... muchas
veces no sabremos que camino debemos seguir... que casillero pisar... y el
único aliento que nos queda es nuestro propio Instinto... porque no habrá
numerito que pueda ayudarnos. Quizás erremos el camino... y de nuevo al
comienzo...quizá no lo erremos... y debamos continuar con la mayor cautela
posible... pero sin miedo a equivocarnos, porque siempre habrá otra
oportunidad.

A medida que crezcamos ocuparemos nuevos lugares... seremos intermedios


con un poco de experiencia pero siempre presente a nuestros ojos dos
posibilidades: ganar o perder. Conoceremos nuevas personas... nuevos y mas
obstáculos se presentaran en el Camino. Mas adelante seremos expertos...
una tarea difícil de concretar... a la cual llegaremos si mantenemos la
esperanza y confiamos en nosotros mismos. Quizás no seamos expertos en
nuestras vidas... pero aumentaran las ganas se continuar hasta el final.

Al sumarse minas, se sumaran los problemas... deberemos ocupar mas tiempo


y pensar bien nuestros movimientos... con cada casillero deberemos pensar
distinto... pues no todos nos llevaran a la misma conclusión.

Vida, debemos entregar todo de nosotros mismos: paciencia, confianza, fe,


esperanza, ganas, tiempo y fuerzas para seguir adelante. Muchas veces
ganaremos y llenaremos de lagrimas nuestros ojos de tanta felicidad... otras
veces perderemos y las lagrimas caerán sin llamarlas... por eso te propongo
que tomes tu vida con amor y paciencia, con dedicación y tiempo, porque no es
solo un juego para ganar, también lo es para disfrutar...cada vez que caigas
vuélvete a levantar, y vuelve a comenzar, pero abre bien tus ojos que algunas
cosas pueden confundirte, tu sabes donde debes apoyarte, y que camino
debes seguir... y cuando no lo sepas recuerda que a veces el tiempo es la
mejor respuesta.

Y nunca olvides que si perseveras, ganarás.

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