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SINÓPSIS HITÓRICA ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA

GENERAL “FRANCISCO DE PAULA SANTANDER”


1940-2008
TABLA DE CONTENIDO
PRÓLOGO

“Imponente se presenta a la vista el conjunto de lujosos pabellones situados al


suroeste de Bogotá, donde funcional la Escuela de Policía “General Santander”,
motivo de admiración no sólo de los colombianos sino también de muchos
extranjeros ávidos de conocer los progresos de nuestras instituciones y
compararlos con los de sus patrias lejanas. Formando amplias avenidas
rodeadas de primorosos prados y jardines se yerguen las construcciones en
armoniosa combinación de estilos a la cual concurren a la par que la belleza
arquitectónica, el confort y comodidad que ofrece la justa distribución de todas
sus dependencias. Sus altas mansardas, el sitio pintoresco y sus modernos
equipos provistos con verdadera largueza para los distintos servicios de la
Escuela, nos dejan la impresión de estar contemplando alguna Universidad de
Inglaterra o una cinta cinematográfica del “trotamundos, posiblemente por el
contraste que forman con las capuchas de penitente de los ranchos de la
sabana y la pobreza de los barrios al sur de la cuidad o por la impresión que,
sin cansar la esperanza, nos han ido dejando los muchos sitios semisalvajes
que todavía se encuentran en nuestro territorio”.

Con alada visión pensaron los meritorios funcionarios a quienes correspondió


iniciar esta obra, dejando a la posteridad un receptáculo material digno de la
Casa Madre de una de las primeras Instituciones del país, donde sus miembros
mantienen el fuego sagrado de las virtudes policivas y llenos de orgullo, con
íntimo alboroza se unen a todos los colombianos que la visitan, para reconocer
complacidos el elevado patriotismo con que se llevó a cabo.

La Escuela “General Santander”, como la Escuela Militar para el Ejército, será


el órgano de mayor influencia en las reformas sustanciales de la Policía
Nacional, y en sus aulas se irá cristalizando con el correr de los tiempos, la
verdadera unidad de doctrina que orientará, uniéndolos con estrecho lazo, a
todos los guardianes del orden y salubridad públicos.
Capitán GERARDO AYERBE CHAUX
1944
CAPITULO I

VISIÓN Y MISIÓN
VISION

Al año 2010, la Policía Nacional de Colombia, conjuntamente con la comunidad


y las autoridades, trabajará en la consolidación de la convivencia y seguridad
ciudadana para construir un país en paz. 1

MISION

Formar integralmente a los futuros oficiales de la Policía Nacional,


fortaleciéndolos con los valores institucionales que le permitan desarrollar sus
funciones con profesionalismo, en cumplimiento de las necesidades de
seguridad de la comunidad. 2

1
Formulación Estratégica Institucional 2007 – 2010.
2
Resolución No. 03028 del 270807, artículo 1º.
CAPITULO II

INFORMACIÓN GENERAL ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA “GENERAL


FRANCISCO DE PAULA SANTANDER”
LOCALIZACIÓN
El inmueble se encuentra localizado en la calle 44 sur No. 45ª – 15, localidad
seis (6), Tunjuelito, sur occidente de la ciudad de Bogotá D.C.

ESCRITURA
La Policía Nacional posee tres escrituras del predio que acreditan su propiedad,
tal como se relaciona a continuación:

Escritura 855 del 07/03/1955, Notaría 1 Círculo de Bogotá.


Escritura 1558 del 04/05/1956, Notaría 1 Círculo de Bogotá.
Escritura 1597 del 08/05/1956, Notaría 8 Círculo de Bogotá.

CERTIFICADOS DE TRADICIÓN Y LIBERTAD


El inmueble tiene tres Matrículas inmobiliarias expedidas por la Oficina de
Registro de Instrumentos Públicos de Bogotá, zona sur, así:

Matrícula 50S 96348


Matrícula 50S 464044
Matrícula 50S 184952

UBICACIÓN DEL PREDIO


El predio se encuentra ubicado en el sector sur occidental de la ciudad de
Bogotá, rodeado por viviendas de estrato tres, correspondiente a los barrios
Muzú, Villa Mayor, Claret, Cármen, Fátima y Venecia, está comprendido entre
los siguientes linderos:

Por el norte, con la Autopista Sur; por el occidente, con las instalaciones de la
Fábrica de Confecciones y Lavandería del Fondo Rotatorio de la Policía
Nacional, así mismo con el Colegio Nuestra señora de Fátima y el Barrio
Venecia; por el oriente con el barrio Villa Mayor y por el sur con las
instalaciones de la Dirección de Transportes DITRA.
VÍAS DE ACCESO
En el sector se encuentran las siguientes vías, en su orden de importancia:

Autopista sur: Flujo en dos sentidos, con carriles de circulación mixta y de


tránsito exclusivo para el Sistema de Transporte Masivo TRANSMILENIO, con
separador central, andenes y puentes peatonales.

Avenida carrera 33: Flujo en dos sentidos, cada uno con dos carriles, con
separador central y andenes peatonales.

Avenida Batallón Caldas: Flujo en sentido sur – norte, de dos carriles y andenes
peatonales.

Carrera 48 sur: Flujo en un solo sentido, norte – sur, de dos carriles y andenes
peatonales.

Calle 49 sur: Flujo en un sentido norte – sur, dos carriles, con andenes
peatonales.

Es importante destacar la cercanía del predio con la Avenida carrera 68, de la


misma forma que la Avenida Carrera 50, que comunican la ciudad con la parte
norte. Adicionalmente, el sector cuenta con suficientes vías internas en regular
estado de conservación.

EQUIPAMIENTO URBANO
Alumbrado Público: El sector donde se encuentra ubicado el predio, cuenta con
alumbrado público en sus alrededores perteneciente a la malla eléctrica del sur
de la ciudad, en buen funcionamiento.
Servicios Públicos: El sector cuenta con los servicios públicos básicos
instalados, de acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, red de teléfonos y
recolección de basuras, servicios complementarios como gas natural y red de
televisión por cable (cablecentro).

Transporte Público: La infraestructura vial del sector permite que el predio tenga
el servicio de transporte público, atendido por rutas de bus ejecutivo, colectivo,
busetas, buses, taxis y troncal del Sistema de Transporte Masivo
TRANSMILENIO.

ZONIFICACIÓN DEL SECTOR Y REGLAMENTACIÓN


De conformidad con las normas vigentes establecidas por la Oficina de
Planeación de la ciudad de Bogotá D.C, el inmueble se encuentra ubicado en el
sector código 002405 01 01 000 00000; según el Acuerdo 06 de 1990 y sus
Decretos reglamentarios, la zona se encuentra reglamentada así:

CÓDIGO C–I–I–I
TRATAMIENTO CONSERVACIÓN URBANÍSTICA
ÁREA DE ACTIVIDAD ZONA INSTITUCIONAL
USOS PRINCIPALES INSTITUCIONAL

AVALUO DEL PREDIO


(Último avalúo según visita realizada durante los días 22 y 23 de agosto de
2000).

TERRENO

Área 599.272,02 M2 a $80.000/M2 $47.941.761.600,00


Valor total del Terreno $47.941.761.600,00
CONSTRUCCIONES Y ANEXOS

Área 47.432 M2 $11.640.725.000,00


Valor total de las Construcciones y Anexos $11.640.725.000,00

CERRAMIENTO

Longitud 680ML A $60.000/ML $40.800.000,00


Área 3864 M2 a $45.000/M2 $173.880.000,00
Valor total Cerramiento $214.680.000,00

ZONAS DURAS 1 (vías, parqueaderos y servicios públicos).

Área 50.741 M2 a 30.000/M2 $1.522.230.000,00


Valor total Zonas Duras 1 $1.522.230.000,00

ZONAS DURAS 2 (peatonales y plazoletas)

Área 14.026 M2 a 12.000/M2 $168.312.000,00


Valor total Zonas Duras 2 $168.312.000,00

TOTAL AVALÚO COMERCIAL $61.487.708.600,00

La información presentada, corresponde al “Avalúo Comercial”, realizado por


parte de un personal del Área Administrativa y Financiera de la Dirección
General, bajo la asesoría y supervisión del Instituto Geográfico Agustín Codazzi
como requisito del Curso “Avalúos Especiales” que realizaron en el año 2000.
Dicho informe fue presentado el día 29 de agosto de ese mismo año ante el Área
Administrativa y Financiera de la Escuela.

Es de anotar que para todos los efectos legales, el señor Director General de la
Policía Nacional expidió la Resolución No. 4916 de 2007, según la cual
CAPITULO III

LIBRO HECHOS Y CRÓNICAS


1940 – 1999

A continuación se retoman los contenidos del libro “”Escuela Nacional de Policía


General Santander – Hechos y Crónicas 1940 – 1999, publicado con ocasión de
59º Aniversario de la Escuela
ANTECEDENTES

Primeros pasos en la realización de un centro docente donde la institución pudiera


ofrecer a sus hombres una formación adecuada, con miras a brindar un mejor servicio
a la sociedad y enfrentar los retos del nuevo siglo
Como un aporte a la investigación sobre la evolución en Colombia de la ciencia y la
educación policial, se presenta esta recopilación histórica en torno al origen y
desarrollo de la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula
Santander”.

La serie de datos que se ha tratado de reunir y estructurar, para dar cuerpo a un


historial, se remonta al año 1912, época cuando la Policía Nacional contaba con
solo cuatro lustros de existencia como organismo estatal, creado por el Doctor
Carlos Holguín en 1891, con las modalidades funcionales deseadas por el insigne
experto en la materia, Comisario francés Juan María Marcelino Gilibert. Dos
décadas que, en realidad, se reducen a escasos diez años, si se tiene en cuenta
que la conflagración nacional de “Los Mil Días” había extinguido, entre las nacientes
instituciones, la de la Policía.

Fueron, pues, los albores de este siglo, testigos de un nuevo empeño de nuestros
gobernantes por congregar, bajo sus banderas y para servicio de sus mismos
gobernadores, los puñados de hombres de buena voluntad que tras la cruenta
guerra quisieron ayudar a su desgarrada Patria a restañar tantas heridas y
engalanaría con la presea del orden y el afianzamiento de la recién recuperada paz
nacional.

Hasta 1912, los movimientos de quienes integraron la nueva Policía se orientan


hacia la organización de los efectivos humanos y la obtención de elementos
materiales que coadyuvan con la faena de la restauración. El factor de preparación
del factor humano, es decir la capacitación intelectual, física y jurídica, no se tiene,
no puede tenerse en cuenta y es preciso relegarla, casi, podría decirse, que a un
forzoso olvido a favor de la reintegración numérica y material.

Más cuando la vida nacional ha normalizado sus cauces y la Policía ha logrado


recobrar su carácter de institución vigorizada por nuevos deseos de prestar a la
patria y a la sociedad los servicios que ésta le exige, renace la conciencia de la
calificación: impera la necesidad de dar calidad a los hombres y por ende al
conjunto, y es entonces cuando el factor antes desatendido de la formación pasa a
ocupar lugares de preeminencia en los planes de los altos jefes: dotar a cada
individuo de un acopio de conocimientos y ejercitarlo físicamente en un tren
disciplinario para recibir mayor rendimiento en su ejercicio.

Así, entonces, el año de 1912 marca el comienzo de la ejecución de los planes


educativos del hombre-policía. ¿Cómo se desarrollaron estos planes? ¿Qué
vicisitudes afrontaron?. Lo dirá nuestra historia a lo largo de esta narración. Lo
importante es definir el jalón y señalar este año como el primer peldaño que serviría
a la Policía Nacional de Colombia para elevarse hasta donde ha llegado hoy, esto
es, a un plano de superioridad en el cual el oficial es hombre de genuina carrera
policial, que ha depurado su espíritu con severas disciplinas, enriqueciendo su
mentalidad con abundantes y bien orientados estudios y acrisolado su vocación con
nobles enseñanzas de doctos maestros que tuvieron el encargo de hacerle
comprender la grandeza de su misión y enseñarles a amar a su Policía, como la
guardiana de la legalidad, la garantía de la convivencia social, la mejor predicadora
del buen nombre de la Patria y, por encima de cualquier otra concepción, “La fuerza
al servicio del Derecho”.

1912 – PRIMEROS PASOS HACIA UNA ESCUELA

El 10 de julio de 1912, el periódico capitalino “El Nuevo Tiempo” publicaba un


artículo “suelto” sobre la labor adelantad por el doctor Gabriel González, Director de
la Policía Nacional en aquella época. En tal escrito se refería el cronista a la
creación de una escuela de policía que vendría a satisfacer la imperiosa necesidad
que, desde que se organizó el cuerpo en 1891 por Juan María Marcelino Gilibert,
era palpable, pues hasta los veinte años de fundada aún no se había establecido un
instituto dedicado a la capacitación del personal. Esta deficiencia tenía como única
causa la escasez misma de personal, puesto que si los miembros de la Policía
ingresaban a cursar estudios de adaptación policial, como de adelantos de la
misma, la ciudad habría quedado en gran parte sin vigilancia. De todas maneras los
organizadores veían claramente la necesidad de centralizar la instrucción policial en
forma metódica.
El citado periódico comentaba, acerca de la fundación de esta primera escuela de
policía, que: “Según nos dice el doctor Gabriel González, Director General del
cuerpo, irán los agentes a su mando el tiempo suficiente para instruirse en la
materia de su destino. La instrucción y preparación de policiales será hecha por
personas versadas en ese ramo, y no permanecerán en la escuela por más de tres
meses a lo sumo. Para no descuidar el servicio urbano, se formarán grupos de 50
hombres, hasta que luego de año y medio haya evolucionado el personal del
cuerpo, Una vez instalada la escuela para los agentes, se establecerá un
departamento especial para instruir los oficiales de las distintas divisiones. Es de
esperarse, pues, que al fin se forme en Colombia carrera e instrucción policial”.

RESULTADOS DE ESTA ESCUELA


La escuela funcionó inicialmente con algún éxito. Empero, al poco tiempo fue
cerrada por la visible escasez de personal, ya que por ese entonces la cuidad de
Bogotá contaba con 300 agentes para el servicio. La labor docente no fue
suspendida en forma definitiva, sino que fue efectuada en las correspondientes
unidades en donde se dictaban determinadas enseñanzas, según las necesidades
del sector correspondiente.

1914 – CREACIÓN DE UNA ESCUELA DE DETECTIVES

Consideraba el doctor Gabriel González que más que la formación del personal de
vigilancia, era necesaria la capacitación de un buen Cuerpo de Policía Secreta.
Dadas las características de la época, gestionó ante los poderes centrales la
expedición de un decreto creador de la escuela de detectives, que se constituía en
la primera que se establecía en Colombia.

El decreto fue el No. 311 de fecha 13 de marzo de 1914, firmado por el Presidente
Carlos E. Restrepo y su ministro de gobierno, Clodomiro Ramirez, al cual le siguió el
orgánico No. 102 del 3 de abril del mismo año. Las autoridades locales y nacionales
estuvieron de acuerdo con el Director de la Policía en cuanto a su preocupación por
el fenómeno de la cultura y el adelanto policial del personal de la institución. Como
se recordará fue el doctor González quien, en marzo de 1912, fundó la “Revista de
la Policía Nacional”, precisamente con el objeto, de obtener una divulgación cultural
y mantener una instrucción entre los miembros del cuerpo a su cargo.

PRIMERA REGLAMENTACIÓN PARA UNA ESCUELA

El sentido del decreto 311 y del orgánico 102 del 3 de abril de 1914, se
complementan maravillosamente, porque establecen inicialmente las bases de una
auténtica organización, en cuanto a la tecnificación de la policía colombiana. En
seis capítulos concienzudamente estudiados, el Decreto 102 expone la naturaleza
de la Escuela de Detectives, su organización, sus fines y sus disposiciones
generales. Para que se aprecie el alcance modernista de los delineamientos de tal
escuela, transcribimos el artículo 3 del decreto en mención: “Este establecimiento
tiene por mención especial la de procurar el adelanto científico de los sistem as de
policía, alejando, en lo posible, de esta institución la manera empírica de proceder y
atendiendo así la necesidad, creciente cada día, de prevenir, evitar y reprimir con
mejor éxito, la criminalidad de Colombia”.

La dirección de la escuela creada en virtud del decreto aludido estuvo a cargo del
señor Eduardo D. Toro Pereira, funcionario experto en materia de investigación y en
todo lo relacionado con sistemas de seguridad.
EL PENSUM
Comprendía materias tan importantes como Ciencias naturales (profesor el doctor
Eduardo González Camargo), criminología (profesor doctor Gabriel González),
Medicina Legal (doctor Gabriel Camargo), Francés (señor Rubén de J. Quevedo),
Grafología (José Vicente Gamboa), Taquigrafía (Víctor M. Quijano); Topografía y
Dibujo (doctor Rosas) y Fotografía (señor Darío Vargas).

La escuela funcionaba en el local central de la Policía, con 15 alumnos.


En vista de la importancia que tenía para el país la Escuela de Detectives la Policía
de Antioquia se apresuró a solicitar autorización para enviar a Bogotá algunos de
sus mejores agentes como alumnos, solicitud que fue aceptada por el doctor Gabriel
González quien exhortó a los demás departamentos a seguir el ejemplo, en atención
a que el entrenamiento en la escuela redundaría en beneficio institucional y en
provecho de todo el país.

1916 – MISIÓN ESPAÑOLA

Por Decreto No. 1143 del 3 de Julio de 1916, el gobierno nacional por encargo del
señor ministro de Colombia en España, en ese entonces el doctor Guillermo
Camacho Carrizosa, contrató en la capital española a dos prestigiosos oficiales
pertenecientes a la “Guardia Civil Española” que fueron el comandante José Agudo
Pintado y el Capitán José Osuna y Pineda.

Los mencionados oficiales se dieron a la tarea de organizar nuevos métodos de


investigación, cuyo objeto era el de formar hábiles detectives bajo los nuevos
sistemas de la dactiloscopia. Sus cátedras llegaron a implantar el método
monodactilar creado por Federico Oloriz, en armonía con sistemas de Bertillon.

El comandante José Agudo Pintado regresó a su país el 1 de noviembre de 1917


por motivos de salud. El capitán José Osuna, quien reemplazó con éxito la
ausencia de su compañero, cumplió una encomiable labor en los aspectos de
dactiloscopia, así como también en organización de las guardias civiles de
Cundinamarca, Boyacá y Tolima, obra que realizó hasta el 30 de Junio de 1920,
fecha cuando regresó a España en cumplimiento del contrato, que ya le había sido
prorrogado.

La Escuela de Detectives tuvo una duración de cuatro años al cabo de los cuales se
clausuró por falta de recursos económicos, lo cual afectó las labores encomiables
de la época.
1919 – LEY PRIMERA SOBRE CREACIÓN DE UNA NUEVA ESCUELA DE
POLICÍA

Por iniciativa propia, el doctor Marco Fidel Suárez presentó a consideración del
Congreso un proyecto de ley sobre la creación de una escuela de policía, iniciativa
que obtuvo su aprobación, mediante la Ley 14 de 1919 del 8 de septiembre.

Dicha ley tenía por finalidad crear un centro de preparación policial en forma
permanente, en donde los jefes, oficiales, agentes y demás funcionarios lograran
alcanzar una adecuada instrucción general que redundara en el progreso y
desarrollo de la institución.

Igualmente establecía la adjudicación de tres becas a cada uno de los


departamentos, como también autorizaba la contratación de tres instructores
extranjeros, por los que destinaba para eso la suma de $800.000.oo.

1919 – MISIÓN FRANCESA

El 23 de noviembre de 1920 llegó al país una comisión francesa de policía integrada


por los señores instructores Albert Bringe y Georges Drouot, quienes, contratados
por el gobierno central, cumplirían entre otras, la fundón de renovar métodos de
vigilancia y disciplina, en igual forma como funcionaban los sistemas de la policía
francesa.

Esta misión presentó magníficos proyectos sobre detectivismo y extranjería, pero


por razones de orden fiscal no fue posible su realización y se dio término a las
actividades de estos técnicos franceses.
1924 – NUEVO ENSAYO PARA EL FUNCIONAMIENTO DE UNA ESCUELA DE
INVESTIGACIÓN

El Decreto No. 544 del 3 de abril crea y organiza, nuevamente, el funcionamiento de


la denominada “Escuela de Investigación Criminal”, denominación técnicamente
correcta.
A este instituto concurrieron los empleados del ramo de la Policía investigativa. Fue
suprimida un año después por razones de ausentismo y falta de apoyo económico,
como había sucedido ya con similares centros docentes creados para estos efectos
por la Policía Nacional.

1927 – SE INSISTE EN LA CREACIÓN DE UN CENTRO EDUCATIVO


PERMANENTE

Durante el gobierno del doctor Miguel Abadía Méndez es nombrado para ocupar la
dirección de la Policía Nacional, el destacado jurista doctor Manuel Vicente Jimenez,
quien se interesa enormemente por la instrucción de investigación centralizada en
una nueva escuela de policía, objetivo que se logró mediante el Decreto No. 163 de
fecha 23 de junio de 1927.

Estudiados los antecedentes de las fallas sucedidas en las anteriores escuelas de


policía, el doctor Manuel Vicente Jimenez concretó la nueva organización para este
centro policial, así:

a Sección de vigilancia,
b Sección de detectivismo,
c Sección policía de investigación, y
d Sección de aprendizaje técnico.

Ante la posible estabilidad de este nuevo instituto de policía, cuyo objeto era el de
impartir una eficiente formación técnica, se contrataron los servicios de un experto
profesor. El nombramiento que recayó en la persona de don Enrique Medina Artola,
de nacionalidad argentina, conocido profesor técnico en esta rama científica.

El mencionado instructor implantó en Colombia el Sistema dactiloscópico de su


compatriota el doctor Juan Vucetich.

Se contribuyó así, con la implantación de nuevos sistemas de enseñanza de


tendencia científica, a que se otorgarán diplomas de “Perito en Identificación”, entre
otros a los siguientes señores: Luís Rojas Borda, jefe por esa época de la Oficina de
Investigación, Miguel González, Carlos Saúl Hernández, Jorge López, Alberto Paz
Cardona y Alfonso Buitrago.

Una vez sentadas unas sólidas bases para la reorganización de la Oficina de


Identificación, como resultado de la continuidad docente de la escuela de policía, el
señor Medina Artola regresó a su país en el año de 1929, época en que se volvieron
a interrumpir, inexplicablemente, las labores de esta entidad.

Son demostraciones claras de las grandes dificultades que se afrontaban en


formación del hombre policía, sin embargo, las personas que habían recibido en
estos dos años la instrucción impartida se convirtieron en profesores de las
diferentes unidades, en una labor de enseñanza esporádica, hasta el año de 1930,
cundo se concretó la idea de crear otra vez, una nueva escuela de policía con
carácter nacional que se denominaría Escuela de Policía Nacional.

1930 – DECRETO No. 1873 POR EL CUAL SE REORGANIZA LA POLICÍA Y SE


CREA LA “ESCUELA DE POLICÍA NACIONAL”.

El Poder ejecutivo tenía ya formado un criterio, con base a las experiencias y los
experimentos con las desaparecidas escuelas de policía, sobre la gran necesidad
de establecer, con estabilidad y firmeza, un centro de formación nacional en donde
se fusionaran las pequeñas escuelas que funcionaban en diversas unidades en todo
el país. En consecuencia, dentro del decreto reorgánico de la Policía para ese
entonces, se introdujo un artículo pertinente en el cual se creaba la “Escuela
Nacional de Policía” para las ramas de detectivismo, vigilancia y sección
preparatoria para aspirantes.

Al curso de Vigilancia ingresaron 18 comisarios y 47 aspirantes, los cuales el 16 de


marzo de 1931, concluyeron su curso en un brillante acto de clausura que fue
presidido por el ministro de gobierno, doctor Carlos E, Restrepo y por el director de
la institución doctor Alfonso Araujo.

Parece ser que la Escuela de Policía Nacional sufrió, por desgracia, la misma suerte
que las anteriores. Se desintegró como centro docente por motivos presupuestales.
Pero al igual que en las pasadas épocas, las divisiones continuaron preparando
personal en Vigilancia y Detectivismo, de acuerdo con las actividades locales, sin
que aún se llegara a plasmar la idea de un instituto exclusivo para la formación de
los oficiales de policía. Entre otras razones porque cada policía departamental o
municipal los escogía a su gusto y sin requisitos de formación profesional.

1935 – UNA BASE GESTORA PARA LA IDÓNEA PREPARACIÓN DEL OFICIAL


DE POLICÍA

En El año de 1935 desempeñaba la Dirección de la Policía el doctor Andrés Rocha,


quien la recibió del anterior director, Alberto Pumarejo, e inició la encomiable labor
de gestar una pronta y adecuada preparación del oficial de policía, obviando en lo
posible las razones negativas del factor presupuestal. El hecho se sucede al
presentarse un informe, con destino al sucesor, doctor Alejandro Bernate, quien
recibe la dirección de la institución el 23 de agosto de 1935. En dicho documento se
emite el siguiente concepto:

“Escuela de oficiales: sería más económicos y se obtendrían mejores resultados


para conseguir buenos oficiales de policía, en lugar de abrir una escuela para ese
asunto, hacer un arreglo con la Escuela Militar de manera que allí pudieran cursarse
las materias necesarias para ser un buen oficial de policía”. Era una propuesta
descabellada, pero explicaba una sentida e indispensable búsqueda de la formación
de los mandos institucionales para evitar la irregula y “partidilla” manera de escoger
y nombrar los oficiales y suboficiales.

Más adelante, en su informe, el doctor Andrés Rocha se refiere a la Escuela de


Detectives en los siguientes términos: “En nuestro país se es detective por afición o
intuición pero no por estudios serios, científicos, suficientes y prácticos, sin los
cuales obra milagros el individuo que descubre la pista de los autores de un crimen,
de un robo, de un atentado cualquiera; y si a eso se agrega que el personal de
detectives es ridículamente insuficiente, la eficacia de los servicios de seguridad es
casi ninguna”.

La anterior afirmación demuestra que las escuelas de detectives, creadas años


atrás, no operaron con los resultados y la eficiente continuidad que sus fundadores
esperaron, pues en realidad se requería con urgencia una instrucción inicial y básica
en el ramo de la Vigilancia.
¿CÓMO NACE LA ESCUELA DE POLICÍA “GENERAL SANTANDER”?

Inicios de la creación de nuestra Alma Mater, cómo se fue proyectando y cuáles


fueron sus primeras construcciones que sirvieron de base para lograr lo que es hoy
la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula Santander”.
VISIÓN DEL DOCTOR ALEJANDRO BERNATE: UNA ESCUELA DE POLICÍA EN
FIRME

El doctor Alejandro Bernate, nombrado director de la Policía Nacional mediante


Decreto No. 1503 de 1935 – en el gobierno del doctor Alfonso López y el ministro de
gobierno el doctor Darío Echandía – fue en realidad quien dio el paso para la
creación de una definitiva escuela de policía con, carácter nacional, como un centro
docente con todas las características de orientación y preparación para lo que
debería ser un semillero de los futuros miembros de la Policía, como Colombia lo
esperaba.

En efecto, Alejandro Bernate, por intermedio de la Caja de auxilios de la Policía


Nacional, adquirió un lote de 14.917 metros cuadrados en el sitio que se
denominaba finca “Muzú”, al sur de la capital y con destino a la construcción de los
locales de la escuela de policía. En esta forma disentía, con toda razón, de la
opinión del doctor Rocha en cuanto a contratar la instrucción de los oficiales de la
Escuela Militar. Bernate, al lograr esta feliz adquisición, pensó que en realidad el
mejor camino sería contar con unas verdaderas instalaciones para la Policía,
propias para la formación del personal, porque, precisamente, al poseer locales de
su patrimonio, no se vería más tarde en el predicamento de disolverse como las
anteriores, por la falta de ellos.

A la vez, el director Bernate señalaba con clara visión que era hora de iniciar la
genuina carera profesional del funcionario de policía. Su iniciativa fue, pues, el
comienzo de la Estabilidad, principalmente de la carrera profesional del oficial de
policía en Colombia y también del resto del personal, pues allí se capacitaría
igualmente, suboficiales, detectives y agentes.

1936. DECRETOS No. 1715 y 1277 / NACE LA ESCUELA DE POLICÍA


“GENERAL SANTANDER”

El 18 de julio de 1936, el presidente de Colombia, Alfonso López expidió el Decreto


1715 que se refiere a la creación de escuelas, pero es en el año siguiente, con el
Decreto 1277 de julio 7, cuando se sientan las bases legales para la inicialización de
la Escuela “General Santander”, destinada a la formación y perfeccionamiento del
personal de oficiales, suboficiales, detectives y agentes de policía de Colombia. El
instituto funcionaría, como escuela de iniciación para la preparación técnica del
nuevo personal de la Policía en la rama del Servicio rural, urbano, aduanas,
fronteras terrestres, y marítimas, ferrocarriles y sanidad, y, como escuela de
aplicación para el perfeccionamiento del personal en servicio.

El citado decreto, sin considerandos, contenía 13 artículos de los cuales uno, el


número 11 se refería a la creación de escuela de policía. El texto decía: “El
gobierno establecerá la escuela o escuelas de policías necesarias para atender a la
formación de los oficiales, suboficiales y agentes, como también para el
perfeccionamiento del personal en servicio. En consecuencia dictará los
reglamentos que fueran del caso”.

LA OPINIÓN DE LA MISIÓN CHILENA

El Coronel de Carabineros Armando Romo Boza, jefe de la Misión Chilena que por
esa época prestaba sus servicios a la Policía Nacional de Colombia (había llegado a
comienzos del año de 1936 en una misión compuesta por el capitán Berlamino
Torres Vergara y el Teniente Emilio Oelskers Holstein), escribió acerca del articulo
11 del Decreto en cuestión siguiente:

“Comentarios al Decreto No 1715 julio 18 de 1936: también será de trascendental


importancia para la Policía la creación de la escuela de que habla el articulo 11, ya
que sin ella es imposible formar una oficialidad homogénea y suficientemente
preparada, ni perfeccionar en forma completa al personal en actual servicio; la
escuela será el crisol en que se funda el porvenir brillante que espera a la policía de
este país pues tenemos la convicción de que, tarde o temprano, ella ha de ser una
sola en toda la República, unificación que vendrá como una consecuencia natural de
la convicción a que han de llegar los gobernantes y la sociedad toda de que la
unidad de acción es la única que puede contra restar con el éxito de la perniciosa
influencia de la criminalidad, pues en ésta, como en todas las cosas de la vida, la
unión hace la fuerza.”

En cumplimiento de lo establecido en el Decreto 1715, al año siguiente, el


Presidente dictó el señalado con el No. 1277 de julio 7, en virtud de cuyo articulo
primero se creaba la Escuela de Policía “General Santander”, como un centro de
preparación técnica de todo el personal de la Policía Nacional, y como escuela de
aplicación para el perfeccionamiento personal.

Además, el mencionado Decreto dispuso el envió a Chile de una comisión de


oficiales y suboficiales de la Policía Nacional para que, en misión de estudios,
practicara en los servicios de la policía e hiciera los cursos de perfeccionamiento
necesarios, esta disposición tan conveniente y oportuna, no tuvo realización por
circunstancias que se ignoran, caso muy frecuente en la historia de la Policía
Nacional de entonces.

1937 – UNA VISIBLE PREOCUPACIÓN

En julio de 1937 el doctor Alfredo Navia, Director General de la Policía Nacional


preocupado por la función efectiva de la escuela, publicaba en un informe lo
siguiente:

“Otra preocupación – dice-, y en la cual me acompañan el señor Subdirector de la


Policía Coronel Mutis y el Teniente Emilio Oelskers de la misión chilena, es la
fundación de la escuela de policía. Yo considero esa idea salvadora para la Policía
Nacional. No se puede aspirar a ser un cuerpo de policía en regla si no se prepara
al personal convenientemente por medio de un régimen técnico. Se necesita que el
oficial de policía se preparo en una escuela donde aprenda a darse cuenta de la
misión social tan alta que le esta encomendada.

En este instituto hay que modelar la nueva conciencia del servidor público llamado
policía en un ambiente de estudio que levante el nivel intelectual y le dé el aspecto
de una carrera profesional. Las proporciones de la creación de este instituto podrán
apreciarse por los grandes beneficios que reportara al contar con oficiales bien
preparados que le inspiren la debida confianza”.

DECRETO No. 1277 de 1937 (Julio 7)

“Por el cual se crea la Escuela, se dispone el envío de una comisión de Policía


al exterior y se ordena la construcción de un edificio”.

El Presidente de la República de Colombia, en uso de la atribución que le


confiere el artículo 11 del decreto legislativo No. 1715 de 1936

DECRETA:

Artículo 1. Dependiente de la Dirección General de la Policía, créase la Escuela


Nacional de Policía General Santander, para la formación y perfeccionamiento
del personal de oficiales, suboficiales y agentes de Policía de la República.
Esta institución funcionará como Escuela de iniciación para la preparación
técnica de nuevo personal de policía en los ramos de servicio urbano, aduanas,
fronteras terrestres y marítimas, ferrocarriles, sanidad, etc., y como Escuela de
aplicación para el perfeccionamiento del personal actualmente en servicio.

Artículo 2. Por medio de decretos posteriores se dictará el reglamento orgánico


de estudios y de régimen interno de la Escuela y se fijará su personal.

Artículo 3. Con el fin de preparar los oficiales y suboficiales que han de formar
la planta directiva y de instrucción de la Escuela de Policía, autorizase al
Director General de la Policía para enviar al exterior, por el término de diez y
ocho meses, una comisión de oficiales y suboficiales que en misión de estudios
practique en servicios de policía y haga cursos de perfeccionamiento en una
escuela especializada en la materia. Esta comisión podrá ser integrada hasta
por un mayor, uno o dos capitanes, tres tenientes, dos subtenientes y cinco
suboficiales.

Este personal disfrutará, mientras permanezca en el exterior, de las


asignaciones que hoy tiene y deberá adquirir, para con el Gobierna nacional, el
compromiso de prestar sus servicios a la Policía Nacional, por un lapso no
menor de tres años, una vez terminados sus estudios.
Artículo 4. Por la Dirección General de la Policía se fijarán las condiciones que
debe reunir el personal que forma la comisión de estudios y los compromisos
contractuales de fianza y servicios a que debe quedar sometido.

Artículo 5. Los gastos de pasajes de ida de la comisión serán de cargo del


tesoro nacional, con imputación al capítulo de gastos de material de la Policía
Nacional.

Los pasajes de regreso serán costeados en su totalidad por los oficiales y en un


cincuenta porciento por los suboficiales.

Artículo 6. La Dirección de la Policía elaborará el presupuesto de gastos


indispensables para el funcionamiento de la Escuela y el Ministerio de Gobierno
solicitará del Congreso Nacional la apropiación de las partidas respectivas.

Artículo 7. El personal de que trata el artículo 3 podrá ser aumentado con


oficiales de las divisiones de las policías nacionalizadas de los Departamentos,
cuyas Asambleas hayan dado la respectiva autorización y voten las partidas
necesarias para sufragar los gastos de sus comisionados.

Los oficiales a que se refiere este artículo, serán escogidos por los respectivos
Gobernadores, de acuerdo con el Director General de la Policía Nacional.
Artículo 8. Autorizase al Director General de la Policía Nacional para construir
por administración directa o por medio de contrato, con fondos de la Caja de
Auxilio de la Policía, los edificios necesarios para el funcionamiento de la
Escuela de Policía, en el lote denominado Muzú, que la Caja compró con tal
objeto.
Artículo 9. La Escuela Nacional de Policía principiará a funcionar tan pronto
como se terminen los edificios, que deberán tener una capacidad mínima para
quinientas unidades, distribuidas en personal de planta y cursos de aspirantes y
de aplicación para oficiales, suboficiales y agentes.

Artículo 10. El contrato o contratos que celebre la Dirección de la Policía


Nacional en cumplimiento del presente Decreto, serán sometidos a la
aprobación del Poder Ejecutivo, de acuerdo con el artículo 15 del Decreto 1988
de 1927.

Artículo 11. Los planos de las obras, como distribución de los edificios,
pabellones, etc., deberán ser sometidos al estudio y aprobación de la Sección
de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Artículo 12. El presente Decreto principiará a regir desde su fecha.

Dado en Bogotá a 7 de Julio de 1937.

Doctor ALFONSO LÓPEZ


El Ministro de Gobierno

Doctor ALBERTO LLERAS CAMARGO


Presidente de la República 3

3
Diario Oficial No. 23562 del 240837, p. 377
LOS PLANOS DEL INSTITUTO. DISPOSICIÓN TÉCNICA INICIAL

En la Dirección de la Policía, por encargo del propio Director doctor Navia, se


estudiaron y corrigieron los planos elaborados por los arquitectos Carlos Martínez
Cárdenas, Santiago Trujillo Gómez y la firma Coleman, eminentes profesionales y
constructores de la época.

En ese momento, la actividad primordial de la Dirección se encamina entonces


hacia la construcción de los locales en donde habrá de funcionar la escuela que se
denominará “General Santander”, como un homenaje al ilustre estadista, el primero
que se preocupó por organizar un cuerpo de seguridad en las naciente República.

Los planos del Instituto. Disposición Técnica Inicial

El programa, elaborado cuidadosa e inteligentemente, comprende todos los


servicios necesarios para el funcionamiento de esa nueva y compleja entidad y
abarca los pabellones que a continuación y de una manera sucinta, se enumeran:

1. CUERPO DE GUARDIA
Para la atención del público, control y seguridad del cuartel, aquí residen los
centinelas en sus garitas y torres de observación, el cuerpo de guardia, y sus
jefes. Existen además las dependencias para la atención del público, la
profilaxia la central de telefonía y los calabozos.
2. DIRECCIÓN
Es la parte destinada a la administración; tienen en este edificio su despacho
los comandantes, los escribientes, la contaduría y sala de profesores en le
primer piso; en el segundo piso, están los dormitorios individuales para los
oficiales alumnos de los cursos de aplicación.
3. ALMACENES GENERALES
En los locales de este edificio se almacenarán aquellos enseres necesarios
para la dotación del personal y que son de uso diario o permanente.

4. CASINO DE OFICIALES
En la planta baja de este edificio están los comedores y sus adyacentes, los
juegos y la biblioteca; en el segundo piso, los dormitorios individuales con las
toilettes respectivas de los oficiales de planta de la escuela.

5. ALMACEN GENERAL DE ARMAMENTO


En los sótanos de este edificio así como en su primer piso se almacenaran las
municiones y las armas necesarias para la enseñanza.

6. ENFERMERIA
La enfermería estará dotada de todos los elementos que la ciencia médica
exige para este tipo de servicios. Tendrá una capacidad para cincuenta camas
en dormitorio común, mas unas seis camas para infecciosos; el servicio estará
dotado de un gabinete dental, laboratorios y cuarto de rayos X.

7. ESCUELAS DE ENSEÑANZA
Estos edificios, en numero de 2, cada uno con 4 aulas tipo escuela primaria,
estarán destinados para clases de los futuros suboficiales y aspirantes a
oficiales.

8. LABORATORIOS CRIMINOLOGICOS

9. CASA DEL COMANDANTE


10. DORMITORIOS DE ALUMNOS
De dos pisos para 250 alumnos.

11. DORMITORIOS PARA ASPIRANTE A OFICIALES


De dos pisos con capacidad para 120 alumnos en cada pabellón.

12. PATIOS DE FORMACION

13. CASINOS Y COMEDORES


Edificio donde funcionaran los comedores y los servicios de economato; en el
segundo piso casinos, biblioteca y peluquería para aspirantes y oficiales y
suboficiales.

14. COCINA Y DEPENDENCIA

15. INSTALACIONES SANITARIAS

16. PESEBRERAS
De tipo “cabeza contra el muro” con capacidad para 160 caballos.

17. PICADERO “CERRADERO”

18. PICADERO “CUBIERTO”


Entre los picaderos una tribuna común

19. VETERINARIA HOSPITAL


Dependencia de caballerizas

20. HERRERÍA

21. TALLERES
Los talleres necesarios para la marcha normal de la escuela, como carpintería,
sastrería, armería, zapatería.

22. GARAJES
23. GIMNASIO CUBIERTO
Edificio de entretenimiento de gimnasia, boxeo y esgrima.

24. ESTADIO
El estadio, tipo olímpico, tendrá una capacidad para cuatro mil personas. Todos
los deportes al aire libre tendrán lugar en este centro deportivo donde se
entrenaran además las otras unidades de policía de la ciudad; canchas de tenis
y de básquetbol completarán el estadio.

25. TRIBUNA DEL ESTADIO

26. PISCINA ”TIPO OLIMPICA”

27. CAMPOS DE TENIS

LA URBANIZACIÓN

La urbanización se llevó a cabo teniendo en cuenta el movimiento general, de la


población del conjunto, que era, aproximadamente, de unas 600 personas. Los
edificios estarán colocados de acuerdo con las necesidades de los servicios, relación
y afinidad de unos a otros; las calles anchas previstas tendrán como fin principal y
casi único, facilitar las formaciones, instrucción, revistas, desfiles y ensayos varios.

La red del alcantarillado fue un problema que con esmero resolvió el municipio. El
acueducto y el alumbrado serán servicios que se instalaran a su debido tiempo, por
las respectivas empresas.

ARBORIZACION
Se plantaran los árboles adecuados y pastos artificiales para formar prados y
contribuir al embellecimiento del instituto.

ARQUITECTURA
La arquitectura, desprovista de ornamentos inútiles; la luz y aireación son los
factores que han guiado al arquitecto en la elaboración de los planos. El colorido de
los edificios será juiciosamente estudiando y se preferirán los tonos vivos por ser
esta parte de la sabana un tanto triste, quizá por el aspecto árido de los alrededores
y también por tener una atmósfera gris, color motivado tal vez por la vecindad del
horizonte siempre nublado de los paramos de Cruz Verde.

COMIENZOS DE LOS TRABAJOS

El 28 de diciembre d 1937 los terrenos de la denominada finca “Muzú” se vieron


invadidos por ingenieros, arquitectos, maestros y obreros. Con actividad entusiasta
comenzó en esta fecha la labor de construcción de la escuela, que habría de quedar
terminada en 1940. La policía vigilaba las labores y estaba atenta a todo cuando
fuera necesario para garantizar continuidad en las obras y éxito en los propósitos.

El Doctor Carlos Martínez Cárdenas, como arquitecto constructor del proyecto, inicia
la obra, cuyo periodo de realización era de 9 a 10 meses. En los primeros siete
meses estuvieron listos la enfermería, dos bloques para instrucción, comedores,
cocina, dormitorios y casino de oficiales. El estilo arquitectónico de la obra se debió a
una fuerza circunstancial, pues la teja que se debía usar era de tipo español pero
tenia el problema de ser muy pesada, de difícil almacenamiento y por lo tanto exigía
cerchas mas sólidas y fuertes; además no había la seguridad de conseguirla toda.
Se procedió, entonces a adquirir teja tipo holandés que era más liviana, de más fácil
almacenamiento y adquisición. No se hizo en concreto por su costo; se hizo sobre
cemento, material que brindaba economía ya que la tonelada valía de $60 a $65.

Los trabajos se comenzaron por la frontal o sea por la guardia, para que estas
edificaciones sirvieran como almacenes de los materiales de las mismas. Otras
servirían como oficinas de control. El presidente López propuso, con una visión
futurista, comprar los terrenos aledaños a la escuela para que se pudieran construir
en ellos una pista para avionetas y helicópteros.

En 1938 correspondió continuar la construcción de la escuela, al doctor Juan Uribe


Duran Director General, quien con autorización del gobierno nacional, mediante el
Decreto No 820 (Marzo de 1938), gestionó un préstamo al Banco Central
Hipotecario. Obteniendo el dinero, las obras de construcción se adelantaron con
notable celeridad el 5 de agosto de 1938, para celebrar la terminación de los
trabajos más importantes, se realizó una esplendida revista precedida por el señor
Presidente y sus Ministros.

IMPULSO FINAL DE LA OBRA

Al iniciar su gobierno, el señor presidente de la República doctor Eduardo Santos,


designó para ocupar el cargo de Director General de la Policía Nacional al señor
General Alfredo Azuero Arenas, quien de inmediato, al igual que sus antecesores,
terminó la labor de complementar los trabajos de la Escuela de Policía “General
Santander”.

El Gobierno llevó a las cámaras legislativas los proyectos de la ley tendientes a


obtener las partidas presupuestales con el fin de dotar de los elementos necesarios
para la pronta apertura de las labores docentes de la escuela, noche de aspiración y
ferviente anhelo de la Policía Nacional y el Gobierno colombiano.

ESTADO DE LA OBRA Y SUS COSTOS HASTA EL AÑO 1938

El informe rendido por el General Azuero Arenas ante el diario capitalino “Actualidad
Diaria”, se refería al estado y costo de la obra, así:

“Hasta ahora es de $488.621.89. El área total construida alcanza a 12.917 metros


cuadrados, lo que da un promedio de $33.85 por metro cuadrado.”

“El costo, en cifras redondas e incluyendo el arreglo de avenidas, patios y andenes,


sueldo de inventores, planos, terrenos, etc., será de $561.409.63. Este dinero ha
sido suministrado por la caja de prevención Social de la Policía Nacional, Institución
propietaria de la Escuela, de modo que no le ha presentado ningún desembolso a la
Nación.”.

LOS EDIFICIOS

A la fecha son dieciocho (18) los edificios que ya están terminados. El primero de
ellos es una torre que impresiona. En su parte principal están las oficinas y locales
de ese organismo. Hay un amplio salón para el despacho de oficial de guardia y las
otras dependencias están hechas con criterio moderno de higiene, comodidad y
seguridad. En la planta baja del se construyeron calabozos, un sitio apropiado para
las armas, enfermería, radio-recepción, teléfonos sanitarios, etc. En la parte más alta
a unos treinta metros, la garita con su centinela, y encima, superándolo todo de
Colombia

En el edificio del hospital hay capacidad para ochenta pacientes, sala de


operaciones, departamentos aliados para las enfermedades contagiosas, dentistería,
consultorio, sol y aire.

Vista General de los


dormitorios.

El edificio central es de los dormitorios y comedores, dependencias que serán las


principales para la vida de los agentes de planta. Es amplísimo y esta
arquitectónicamente dispuesto como un “H”. En sus salones hay luz, ventilación y
confort. Los colores de sus pisos y paredes influyen de modo definitivo en el ánimo
del que los asea.
Los salones de clase en el edificio de la Escuela son ocho y tienen cada capacidad
para 50 alumnos; ocupa dos pabellones aislados y gemelos, cuya construcción está
absolutamente terminada. Nada olvidaron los arquitectos, y sobre las barandas de
cemento, macetas vegetales ya florecieron y subrayan de vivo colorido las ventanas.

Las pesebreras son dos, muy amplias, con capacidad para ciento cincuenta
caballos, cada una de ellas. Su construcción responde al mismo estilo de toda la
obra, y en su interior, las bestias gozarán de amplitud, comodidad e higiene. Existe
igualmente un pabellón de veterinaria con sala de operaciones y cuadras especiales
para el tratamiento de los casos delicados de las bestias.

En el pabellón de Comando funcionarán las oficinas administrativas de la Escuela y


despacho de los oficiales, también tienen algunos dormitorios para el servicio
nocturno de dirección, salones para los profesores, sanitarios y todas las oficinas.
Muy cerca del comando están los almacenes con bodegas amplísimas para
conservación de útiles, víveres y enseres.

Las anteriores dependencias se complementan con dos pabellones para los talleres
y garajes. En la primera de tales estructuras se instalarán la sastrería, la zapatería,
la talabartería, la mecánica y la herrería. Así la Escuela “Santander” tendrá
asegurada su vida interior absolutamente propia.

La lavandería es quizá una de las mas admirables instalaciones que todavía no esta
completa, aún cuando están aquí todas sus parte. Será la mas grande y mejor del
país. Servirá para lavar la ropa. De tres mil hombres en forma rápida, higiénica y
económica, de modo que todo el personal podrá enviarla allí.

El casino: en el edificio del casino hay el mismo ambiente sobrio de las otras
dependencias, aún cuando tiene mayor elegancia, pues será el centro social de la
institución. El parque del piso, las pantallas y el estucado de las paredes son
artísticos y armoniosos. El salón de recepciones es amplio y atrayente. Posee
biblioteca fumoir y salón de baile, comedores y bar. En el piso alto están los
dormitorios de la oficialidad, con sus baños.
Casino Mayor

Hasta el momento se ha trabajado aproximadamente durante un año y un mes. El


primer “Barrazo” se dio el 28 de diciembre del año 37, y la última teja se colocara
muy próximamente. Los detalles que faltan son, en verdad, secundarios, de
decorado.

Trujillo Gómez y Martínez Cárdenas, y la constructora Coleman & Cía. Han sido los
encargados de la construcción. Esta última firma merece una felicitación de parte de
la Policía Nacional por el cumplimiento exacto que dio a su contrato en costo y
tiempo. Además mereces especial atención el arquitecto Carlos Martínez y su
compañero Manuel Robayo, quienes trabajaron incansable y talentosamente.

En adelante, y de acuerdo con los planos y proyectos originales, se deben construir


las siguientes dependencias complementarias: polígono de tiro, picadero, piscina,
picadero descubierto, gimnasio cubierto y estadio, con costo aproximado de $
131.500. Pero todas ellas son relativamente secundarias y para su terminación se
espera que ayuden en algo nuestro tesoro. En todo caso, en lo hecho se podrían
alojar ya con comodidad y provecho los quinientos estudiantes, entre oficiales y
agentes, para el cual está calculado el establecimiento. Ese número será renovado
continuamente por que se cree que puedan venir aspirantes de todo el país.
1940 – 1990

SEIS DÉCADAS DE HISTORIA

Pasos iniciales para las labores académicas, normativas y reglamentarias que


marcaron la pauta del funcionamiento docente de la Institución.

Memorias y crónicas de sus egresados que nos hacen evocar momentos


inolvidables de aquellas épocas, así como la descripción de diferentes actividades
que contaron con la presencia de ilustres personajes en nuestra Alma Mater.
LA DECADA DE LOS 40
LOS OBJETIVOS DE LA ESCUELA

Podemos destacar algunos aspectos del Decreto No. 776 del 14 de abril de 1940, el
cual defina la Escuela como una institución de carácter civil con régimen y disciplina
militares y, además, constituye el Departamento Docente de la Policía Nacional.
Depende de la Dirección general del cuerpo y está a cargo de un Director, de libre
nombramiento y remoción del Gobierno, que tiene la responsabilidad de la marcha y
finalidad del instituto, para lo cual goza de la autonomía indispensable en la
organización, dirección y régimen interno del mismo.

El sistema de la escuela es el de internado, su disciplina es la que corresponde a


una institución militar, y en su organización, dirección y reglamentación, queda
sujeto a las normas generales contenidas en el referido decreto y a las especiales
que establezcan los reglamentos que dicte la dirección de la misma.

El artículo 2° del citado decreto señalaba el objeto de la Escuela, así: “La


preparación del personal de oficiales y suboficiales y demás funcionarios técnicos y
administrativos de la Policía Nacional; el perfeccionamiento de este personal y en
general la unificación de los sistemas vigentes en el país sobre el servicio público de
policía”.

INICIACIÓN DE LABORES DE LA ESCUELA DE POLICÍA

La iniciación de las labores docentes de la “Escuela de Policía General Santander”


tuvo lugar el 16 de Mayo de 1940, fecha ésta que marca una nueva etapa en la vida
policial del país.

La realización, por tanto tiempo esperada, de este ferviente anhelo institucional, ha


sido una de las más gratas para el cuerpo de Policía, y el mandatario que la hizo
viable unió indisolublemente su nombre, no sólo al próspero porvenir de es obra,
sino, de manera especial, al cariñoso reconocimiento de quienes forman parte de
dicho cuerpo, y únicamente desean su continuo progreso y perfeccionamiento.
Por Decreto 945 de 1940 (mayo 15) se dictó el reglamento orgánico de la Escuela,
siendo derogado más tarde por el Decreto 1158 del mismo año, que reorganizó el
instituto y dictó en definitiva su reglamento.

Este último estableció la finalidad de la Escuela, cursos que funcionarían,


condiciones de admisión, documentación para la admisión, solicitudes y trámite,
exámenes para el ingreso, incorporación a la escuela, prendas y equipo que deben
llevar los alumnos, pénsum de estudios, calificaciones y su equivalencia, y personal
para cada curso.
Determinó el personal directivo, el de administración, el militar, el docente y el
auxiliar; fijó sus sueldos y dictó las disposiciones generales reglamentarias.

El Decreto 1216, de junio 21 de 1940, designó el personal de la Escuela de Policía


General Santander, nombrado Director al Coronel Pablo Aza Terán, así como el
personal directivo, docente, administrativo, de sanidad y auxiliar.

Bajo la dirección del Coronel Aza Terán, del Mayor Nieto Umaña, del Capitán Emilio
Camargo, de los oficiales de planta, del Prefecto de estudios Doctor Luís Alberto
Pinzón, y de los Profesores de la Escuela, se llevó a cabo el primer curso de
aspirantes a oficiales, compuesto por 45 alumnos, y de aspirantes a Agentes,
formado por 200 alumnos, así como un curso de perfeccionamiento para
Suboficiales.

1940. Cadetes del


primer curso
En desarrollo del Decreto reorgánico No. 85 de enero 18 de 1943 se expidió el
Reglamento que para la fecha contenía el Objeto y Finalidad de la Escuela:

“Artículo 1°.- La escuela de Policía “General Santander”, tiene por objeto esencial la
preparación y el perfeccionamiento profesional de los oficiales, suboficiales, agentes
y detectives que requiere la Policía Nacional para el cumplimiento de su misión
constitucional.

Artículo 2°.- El régimen interno de la Escuela y sus relaciones de servicio y de


mando con las demás dependencias de la Institución, será el militar. Quiere decir
esto, que la organización, funcionamiento de los servicios y procedimientos en el
mando y dirección del Instituto, estarán orientadas por los principios y las reglas
militares pertinentes.

Artículo 3°.- El Ejército y la Policía, aún cuando tienen sus diferencias esenciales,
tienen también elementos comunes afectos a su organización y desarrollo. La
disciplina, que quiere decir orden; y el adiestramiento en el manejo de las armas,
con bases fundamentales de la organización de un cuerpo armado. Sin embargo,
así como la disciplina que tiende a formar el carácter del individuo y a mantener la
cohesión del conjunto, debe ser a todo momento sostenida y robustecida, la
instrucción militar para la Policía debe tener sólo una intensidad apropiada a la de
una labor auxiliar en la búsqueda del objetivo principal: preparación y
perfeccionamiento profesional policial. Es decir, que la preparación militar debe
ser un medio y no un fin”.

PRIMER DIRECTOR DE LA ESCUELA

Concluidos en gran parte los trabajos de construcción, así como los de dotación de
los elementos indispensables para el funcionamiento de la Escuela, se inició en
firme la organización del instituto y con este propósito el ejecutivo expidió la
siguiente norma:
DECRETO No. 343 de fecha 21 de febrero de 1940

“Por el cual se crea un puesto en la Policía Nacional y se hace el respectivo


nombramiento”

Artículo 1º. – Créase el cargo de Director de la Escuela de Policía “General


Santander”, con una asignación mensual de trescientos cincuenta pesos ($350), y
nombrándose para desempeñar tal empleo al doctor Luís Andrés Gómez.

Comuníquese y cúmplase, dado en Bogotá a 21 de febrero de 1940.

Firmado

Dr. EDUARDO SANTOS,


Presidente de la República

Dr. ALFONSO ARAUJO,


Ministro de Gobierno

Dr. CARLOS LLERAS RESTREPO,


Ministro de Hacienda y Crédito Público

Como se observa, el señor presidente de la República, doctor Eduardo Santos M.,


designó al primer director de la Escuela “General Santander” en la persona del
doctor Luís Andrés Gómez, prestigioso abogado bajo cuya rectoría se iniciaron las
labores docentes el 16 de mayo de dicho año.

El doctor Gómez inició las gestiones preparatorias para el funcionamiento de la


Escuela, y alcanzó a dirigirla durante algunos días, siendo reemplazado por el
Coronel Pablo Aza Terán, a quien correspondió organizar en definitiva la correcta
marcha de este Instituto.
PRIMER HOMENAJE A LA MEMORIA DEL GENERAL SANTANDER EN LA
ESCUELA QUE LLEVA SU NOMBRE

“La efigie del Hombre de las Leyes – dice el ilustre historiador Cuervo – debería
presidir todas las reuniones de la Policía de la Nación, como el mejor homenaje y
más justo reconocimiento al gobernante que la organizó y protegió dándole normas
de pulcritud administrativas que en el correr de los años se han afianzado en
beneficio de la comunidad”.

No supuso quizá el ilustre historiador doctor Luís Augusto Cuervo, cuando habló en
el Capitolio Nacional sobre el desvelo del Hombre de las Leyes por lo relativo a la
organización policial en nuestro país que, poco tiempo después, el gobierno
nacional, como el mejor homenaje y el más justo reconocimiento al gobernante que
organizó el país dándole normas de dignidad y pulcritud, escogiera el nombre
General Santander“, para el que fuera uno de los primeros y más prestigiosos
institutos policiales de América Latina.

Mayo 6 de 1940. Con


motivo de la celebración
del primer centenario de
la muerte del General
Francisco de Paula
Santander, la Escuela de
Policía “General
Santander” inauguró un
busto como homenaje al
“Hombre de las Leyes.”

1940 – DECRETO No. 609 PERSONAL DIRECTIVO Y ADMINSITRATIVO DE LA


ESCUELA Y SUS SUELDOS

Con el Decreto en mención, dictado el 30 de marzo de 1940, y firmado por el doctor


Eduardo Santos, Presidente de la república, se establecieron los sueldos mensuales
para el personal directivo y administrativo del instituto; así:
Un prefecto de estudios $250.00
Un secretario $160.00
Un secretario auxiliar $120.00
Dos mecanógrafos $160.00
Un capellán y profesor de religión $ 80.00
Un contador pagador $200.00
Un contador $160.00
Un mayordomo almacenista $120.00
Un ecónomo $100.00
Un médico profesor $200.00
Un practicante $ 80.00
Un enfermero $ 60.00
Un portero $ 60.00
Un tenedor de libros, auxiliar 1°, con $160.00
Un tenedor de libros, auxiliar 2°, con $150.00
Un tenedor de libros, auxiliar 3°, con $140.00
Un tenedor de libros, auxiliar 4°, con $110.00

Así mismo, mediante el Decreto No. 777de abril 19 de 1940, el señor Presidente de
la república le asigna un automóvil para la dirección y profesorado, un camión para
la proveeduría y un bus para la movilización del personal.

JUEVES 16 DE MAYO DE 1940, INICIACIÓN DE LABORES

El Decreto No. 945 contenía 67 artículos de los cuales el 66 señalaba la fecha de


iniciación de labores. Según su texto esta fecha debería ser la del primero de mayo.
Como ocurre muy a menudo, la falta de algunos “toques finales” impidió comenzar
clases el día indicado.

El 16 de mayo tuvo lugar, en la horas de la mañana, la tan esperada apertura del


instituto policial, con grandes expectativas y con futuro promisorio para la sociedad y
los integrantes del cuerpo institución Policía Nacional.
RECUERDOS DE AQUELLA FECHA

A continuación transcribimos una reseña de este trascendental momento histórico,


se trata de una crónica del mayor Luís Eduardo Ospina Navia, tomada de la
“Revista de la Policía Nacional” del año de 1965:

“Era el 16 de mayo. Día feliz; lucia sus galas de luz una de esas mañanas
esplendidas de este paraíso de los Andes que es Bogota. Cielo de purísimo azul, sol
a raudales, un delicioso frío que tonificaba los nervios por ser moderado y un
ambiente de quietud general en la gran ciudad, a pesar de que el país entero
participaba del inquietante problema que hacia solamente ocho meses se había
cernido sobre el mundo entero con el desencadenamiento de la segunda guerra
mundial.

Desde muy tempranas horas de aquel histórico jueves 16 de mayo empezaron a


invadir los patios del cuartel general de la policía, en la calle 9ª. Con carrera 9ª,
caras juveniles, extrañas para mi muchas de ellas. Risueña casi ninguna. O sin el
casi. En todas se traslucía ese vago temor “a lo desconocido”, esa intranquilidad
por estar frente a algo que iba a ser para todos una nueva vida.
Hasta el patio entraban en policromo desfile madres, padres, hermanos, hermanas y
novias d los jóvenes que ese día se retiraban de la vida puramente civil para varar
una nueva profesión. Era de ver que de suplicas les hacían ciertas hermosas
criaturas de rostros angelicales a sus adorados “príncipes azules” que ahora
empezaban, según ellas, a perder colorido a esfumarse, tal vez a desvanecerse por
completo. “Mucho juicio”, “no me olvides”, “no te vayas a engreír con el uniforme”,
“escríbeme si no puedes volver a la ciudad”… una de ellas, si mal no recuerdo la
novia de N. se empeñaba en subir al bus de los aspirantes para acompañarlo hasta
la escuela. Desde luego, no se lo permitió y hubo de resignarse a despedirlo en la
puerta del cuartel general.

El intenso estado nervioso que imperaba entre los 58 muchachos agolpados en el


patio del cuartel general comenzó a ceder cuando el mayor Luís Nieto Umaña se
presentó, ordenó silencio y pronuncio una estupenda arenga matizada de frases
llenas de optimismo y de gracejo. Esbozo un porvenir halagador; pintó, por decirlo
así, pajaritos de oro y sostuvo el concepto de quienes ahí estaban reunidos serían
en poco tiempo auténticos y brillantes servidores del país, admirados por la mayoría
y respetados por toda la sociedad. Media hora duro la florida exposición. Media hora
que sirvió para que de ese momento en adelante la alegría y el entusiasmo se
apoderaran aun de los más reconcentrados.

La partida hacia la escuela. Se dio la señal de partida. En tropel los muchachos se


lanzaron hacia un bus amarillo, de servicio urbano, que esperaba frente a las
puertas del cuartel. Yo subí de los primeros. No creo pecar de inmodestia si digo
que ni un solo momento sentí el menor temor; al contrario, sentí inmenso placer. Yo
había salido de la Escuela Militar de Cadetes y estaba perfectamente al tanto de lo
que era una disciplina y de lo que significa la vida de un futuro oficial.

El bus se lleno de jóvenes y de maletas; en la calle, centenares de parientes y de


curiosos presenciaban, con exceso de curiosidad, la escena y hasta comentaban
que se trataba de un reclutamiento para enviar combatientes a la guerra europea.
Hacia las 11:00 arrancó el bus a y a lo largo de la calle 9ª vibró un fuerte coro que
cantaba: “Sebastián, rómpete el cuero”, canción de moda, entonada en esta
mañana con una energía juvenil, como autentico desafió al incierto futuro y como
recurso, también, para ocultar cierto malestar que algunos experimentaban como
consecuencia de un poquitin de licor de la noche anterior. Porque esa es la verdad.
Algunos habíamos ingerido un buen número de copas para celebrar la “despedida”
y así, cantando y pensando llegamos a la imponente fachada de la Escuela de
Cadetes. Las edificaciones, iniciadas en 1937, estaban ya terminadas; no así los
patios y avenidas, que ostentaban un lugar empedrado similar al de las calles de
algunas ciudades en la época de los españoles.

Descendimos en silencio, no era para menos; aquí la cosa cambiaba ya, se ponía
seria, por decirlo así. Ante nuestras interrogadoras miradas fueron apareciendo,
tocadas de seriedad casi alemana, las figuras del comandante de curso, capitán
Emiliano Camargo Rodríguez, del teniente instructor Cadena Ariza y sobre y sobre
todo del señor director de la escuela doctor Luís Andrés Gómez. El recibimiento fue,
empero, muy cordial: “sigan en silencio, no fumen, abotónense bien ese saco y
pónganse a órdenes del capitán Camargo”. Por un momento nos distrajimos
contemplando el precioso paisaje de los predios de la Escuela; en realidad esto ha
sido encantador; pensaría uno encontrarse en amenos chalets ingleses o alemanes
rodeados de hermosos jardines y en los alrededores espaciosos terrenos de la
sabana, que invitaban al deporte, al esparcimiento y aun a la poesía. De pronto
tronó la voz de mando: “formar aquí”; en pocos minutos estuvimos correctamente
formados frente al almacén para recibir equipo y prendas. Se nos dieron las
explicaciones del caso y se nos condujo al dormitorio; ya sabíamos pues, donde
íbamos a dormir. Pero también sabíamos como tendríamos que portarnos porque a
cada paso se escuchaba la palabra disciplina y , a manera de cauda sonora, la
palabra “chilena” . Es de anotarse que no pocos echaban ojo y preguntaban
tratando de averiguar donde quedaba el comedor. Muy humano el detalle sobre todo
porque ya se tenía la impresión de que el factor “vitaminas” no era uno de las más
estimulantes como no lo ha sido en ningún internado de este país.

No hubo clase el primer día; el viernes y el sábado tuvimos orden cerrado; aquello
era duro especialmente para los civilistas, es decir quienes habíamos egresado de
colegio donde siempre fuimos tratados con exquisita delicadeza; jamás pensaron
que tendrían que arrojarse boca abajo con un fusil en la mano, ni asolearse horas
haciendo toda clase de movimientos pesados, pero al verdad es que todos eran
valientes y estaban resueltos a afrontar lo que fuera.

Claro que las cosas habían sido posibles dentro de una absoluta normalidad; pero
esta normalidad la quebrantaban los brigadieres, personajes que se complacían en
hacerles imposible la vida a los pobres civilistas. Los brigadieres fueron escogidos
entre los cadetes de la Escuela Militar. Yo fui uno de ellos, los otros eran: Ricardo
Durán, Diego Antonio Marque Silva, Antonio Arciniegas Castilla y Hernando Cortes
Ligueros, este último brigadier mayor; Ricardo Duran había sido oficial de la guardia
de cundinamarca; entre los brigadieres recuerdo a González Peláez Ocampo e
Isaías Cuervo Ramírez; este había sido empleado civil de la policía.
Pero, a pesar de los brigadieres y sub-brigadieres y de todo aquello que tenia visos
de disciplina y de dureza, pronto nos hicimos todos al ambiente. Hasta llegaron a
gustarnos las clases del capitán Camargo Rodríguez, quien gozaba de la justa fama
de buen deportista, como que había ganado varios campeonatos. El capitán nos
dictaba las clases prácticas y organizaba los deportes que en esa época se
limitaban al fútbol y al basketbol.

Grupo de la primera
compañía, tomando de los
corredores de una de las
aulas, se observa en primer
lugar a los cadetes,
(aspirantes a oficiales) y a
los aspirantes a
suboficiales. Mayo de 1940.

El lunes 20 comenzaron las clases con toda formalidad, de acuerdo con el pénsum
señalado. Todos los que tenemos la suerte de vivir aún, recordamos la más difícil;
era la de Policía Preventiva, dictada por el doctor Lleras Pizarro, profesor de honda
versación en la materia y exigente en alto grado. En cambio se nos hacía
amenísima la clase del mayor Nieto Umaña, sobre táctica y otras materias
policiales; era que el señor mayor, como ex20oficial de la guerra contra el Perú,
conservaba recuerdos que para el eran valiosísimos y no había clase en que no nos
contara sus afanes, pero eran hechos de tanta turbulencia que nosotros con todo y
ser todavía muchachos ingenuos, no se lo creíamos; sin embargo las clases del
mayor Nieto Umaña gustaban ya a ellas acudíamos con euforia.

Costumbres uniformes y salidas. Sobra decir que al día siguiente de nuestra


llegada tuvo lugar la peluqueada general; los cachacos adictos a la aristocrática
gomina sufrieron por ello una pequeña decepción, pero se resignaron. No había
más remedio tampoco. El uniforme era cerrado, con cinturón universal; en una
presilla atravesada aparecían vistosas las iniciales de la escuela (al estilo de la
Misión Chilena).

El casino de la escuela era algo sensacional; no tenia ningún asiento; nos


sentábamos en el suelo y hacíamos así gratas fiestas de compañeros, durante las
cuales José Antonio Ramírez Merchán, se lucía remedando a los grandes políticos
de la época. La escasez de recursos no era obstáculo para la abundancia de la
alegría. Las salidas tenían lugar los días jueves en traje civil. Era corriente. Por
gracia de la confiancita, no encontrar uno su vestido cuando iba a sacarlo para
ponérselo: ya otro más madrugador se lo había llevado. Y entonces no quedaba otro
camino que hacer uno lo mismo: “tomar prestado” el vestido de otro compañero, sin
su consentimiento, desde luego. Planes de ayuda mutua y acción comunal que
suelen ponerse en práctica en las escuelas.

Las salidas las aprovechamos para visitar a la familia y a la novia, obviamente, pero
también era común encerrarnos en cierto establecimiento llamado: “La covacha”
cuyo dueño era el carabinero Melgarejo, donde vendían un néctar de maíz de
mucha solicitud. Un buen día, por cierto, los señores brigadieres convencieron al
oficial de servicio, ST. Pantaleón J. Cepeda para que fuera a conocer “la covacha” y
a probar el amable licor que allí se expendía. El ST. Cepeda llevaba varios años de
carrera policial sin haber cometido la más leve falta. Sin embargo, ese día tuvo la
mala suerte de ser sorprendido en la covacha por el propio capitán Camargo.
Huelga todo comentario. El escándalo fue general y hubo también degradación
general; el suscrito quedó muy parado en esa ocasión por haber tenido la fortuna
de no encontrarse en la Covacha, en el triste momento de la “pichoneada”; también
frecuentábamos los cafés, nuestros favoritos eran el Colombia, el Molino y el real.
No íbamos propiamente a tomar tinto; había otras cosas muy baratas y sabrosas y
como en la época no existía ni lo Policía de control ni la militar, podía uno estar a
sus anchas, controlado solamente por su sentido de responsabilidad, el cual a ratos
se distinguía y surgían así las mas movidas grescas con estudiantes de colegios y
aun de universidades.
Desde luego, de todo esto nos arrepentimos hoy, y de ninguna manera veríamos
con buenos ojos que nuestros cadetes se sintieran halagados por un sistema de
vida que hoy seria anacrónico y peligroso.

El recorrido de la Escuela al centro de la ciudad lo hacíamos a pie hasta el barrio


Santander; aquí podíamos tomar el tranvía que cobraba cinco centavos. A veces el
conductor nos permitía montar gratis, siempre que no fuéramos mas de cuatro y sin
ocupar asiento; el regreso era igual, en tranvía hasta el barrio Santander y de ahí en
adelante infantería hasta la escuela. Llovía a veces horriblemente, pero no por eso
se privaba nadie de salir ni mucho menos de regresar.

Fue una época feliz a pesar de la ruda disciplina, el agua helada con que nos
bañábamos a las cinco de la mañana y a pesar de las dificultades en general con
que adelantábamos nuestros estudios. Había sinceridad en nuestros corazones y,
por encima de todo, un alto deseo de servirle a la sociedad.”

OTRAS NORMAS ORGÁNICAS DEL INSTITUTO

En búsqueda de soluciones óptimas para un buen funcionamiento de la escuela, se


dictan diversas normas, entre las cuales se han de citar las siguientes:

DECRETO No. 999 DEL 24 DE MAYO DE 1940


A ocho días de estar funcionando el Instituto, el gobierno nacional dicta el decreto
999 adicional del 945, que se refería a becas, partidas destinadas a alimentación y
lavado de ropa de los alumnos. Según esta providencia los alumnos eran becados
por el gobierno nacional, el cual fijaba las partidas de $20.00 mensuales para
alimentación y lavado de ropa de los aspirantes a oficiales.

DECRETO No. 1158 DEL 18 DE JUNIO DE 1940


Un mes después de la apertura de tareas en la Escuela, se produjo otro decreto del
ejecutivo nacional, el 1158, por el cual se derogaban el 776 del 14 de abril y el 945
de mayo. Esta nueva norma integrada por 54 artículos, versaba sobre la
reorganización de la Escuela. En realidad se trataba del mismo Decreto 945, con
algunas modificaciones en los pénsumes. Aquí se actualizaba a las necesidades
vividas por el personal de la administración y las plazas de profesores, con sus
respectivas asignaciones; igualmente se establecía el personal de sanidad, de
casinos, etc.

Panorámica de la Escuela; a la izquierda, el pabellón de la Dirección y administración,


enseguida un aula de los aspirantes

1940. Escuela de Policía


“General Santander”,
parque que circunda el
busto del General
Francisco de Paula
Santander.
PRIMEROS CADETES
En aquel entones, los cursos que se fueron realizando en el instituto no tuvieron ni
denominaciones, ni nomenclatura.

PRIMERA PROMOCIÓN 1940


(Hoy Simón Bolívar)

Acosta R. Hugo
Anzola P. Ramiro
Arciniegas Castilla Antonio
Ayala Vargas Joaquín
Baquero Peña Jorge E.
Barrera Rincón Hernando
Bejarano M. Alfonso
Benítez Reina Pedro J.
Bonilla R. Roberto
Borda Junguito Jorge E.
Calderón H. Hugo
Camacho Leyva Bernardo
Camargo Rodríguez Héctor
Cárdenas Arboleda Luís A.
Carrera D. Alfredo
Correal Morales Hernando
Cortes Rigueros Hernando
Cuervo Ramírez Isaías
Durán Cordovez Ricardo
Erazo. D. Alberto
Escobar Hernández Alfonso
Espitia José S.
Fandiño Herrera Guillermo
Ferro Carlos H.
Florez C. Julio C.
Forero peña José I.
Gómez Jaime R.
Gómez R. Constantino
González L. Alberto
Heredia Forero Carlos
Herrera Mendoza Héctor
Leyva Durán José I.
Maldonado Aza Eduardo
Márquez Silva Diego
Mendoza de la T. Guillermo
Mosquera Mosquera Juan F.
Ospina Navia Luís E.
Peláez O. Gonzalo
Pereira Montoya Hernando
Polania puyo Ernesto
Quevedo Tobón Guillermo
Quijano Medina Álvaro
Ramírez Merchán José A.
Ramírez T. José M.
Ramiro Mario
Ramos Barrera Víctor
Rodríguez G. Gustavo
Silva Silva Santiago
Tobon Gallego Pablo E.
Valencia Ramírez Alberto
Vargas Camelo Álvaro
Villa V. Carlos

CLAUSURA DE ESTUDIOS

El 19 de enero de 1943, se realizó la ceremonia de clausura de un nuevo año de


estudios llevado a feliz termino, la cual contó con la ilustre presencia del señor José
Maria Barrios, Director General de la Policía, el señor doctor Darío Samper,
secretario general del cuerpo, la alta oficialidad de la institución, miembros del
cuerpo diplomático y una selecta concurrencia.

A las 10 y 30 de la mañana, formado el batallón Escuela en traje de gala en el patio


principal, se dio comienzo al acto con los honores al pabellón nacional, el cual era
portado por uno de los oficiales de planta y su escolta respectiva.

Rendidos los honores al señor Director General, se inicio el número de gimnasia


sueca, a cargo del señor subteniente José Joaquín Ayala Vargas, alumno fundador
del instituto y quien demostró con este la excelente disciplina y preparación del
personal, severamente vestido de blanco.

Acto seguido los alumnos del curso de suboficiales dirigidos por el profesor Miguel
A. Valderrama, presentaron una muralla de esgrima de daga, la cual resulto muy
lucida porque se hizo notoria la uniformidad en los movimientos y la seguridad que
los futuros instructores tienen en el manejo de las armas blancas, resaltando la
importancia de esta instrucción.

Número bastante llamativo fue el que presentó el señor Subteniente Luís Arturo
Cárdenas Arboleda, también alumno fundador del curso de oficiales con la bellísima
revista de gimnasia rítmica con armas, a los acordes de un vals de Strauss,
ejecutado maravillosamente por la banda de la Policía Nacional. Todo ello
constituye una demostración clásica del nivel cultural alcanzado por los alumnos de
la escuela en este sentido, pues no solamente se apreció la destreza en el manejo
de las armas, sino también la memoria, la atención y el oído musical de los
educandos, factores que el público supo apreciar y celebró con sus caluroso
aplausos.

Para finalizar la revista, el señor Subteniente Alberto Guzmán Aldana, de los


carabineros de la Policía Nacional, nos presentó una espectacular demostración
ecuestre, la cual puso de relieve la insuperable preparación técnica de los jinetes y
al agilidad de los famosos caballos de la institución, que han hecho eco en el
público.

Terminada la gran revista que fue planeada de antemano por la Dirección de la


Escuela, y que gustosos presenciamos, el señor director general del cuerpo pidió el
juramento de rigor a los alumnos, y a continuación, en elocuentes frases, exhorto a
todo el personal de la Policía Nacional y en especial a los alumnos que recibían su
grado, para que se guiaran siempre por el sendero invariable que las leyes han
trazado para el correcto desempeño de la función policial, al mismo tiempo que
expresaba su deseo y el del gobierno por hacer de la Escuela de Policía una
institución modelo.

Posteriormente se realizó la lectura del acta por la cual la junta de ascensos de la


institución concedía el ascenso a aquellos alumnos del curso de suboficiales que
cursaron, con provecho, haciéndose acreedores a tal distinción.

Bellísimos trofeos fueron entregados a los mejores alumnos, entre ellos, el de


esfuerzo personal, al agente Marco Lino Urrego; segundo de esfuerzo personal, al
cabo Luís María Lozano Martínez; tercero de esfuerzo personal, al agente Jorge
Enrique Lamprea Ospina. El premio de aprovechamiento, concedido al mejor
estudiante, Sargento Bolívar Guerrero; el premio para el mejor compañero,
concedido al agente Heliodoro Caballero H.; el premio de tiro, al cabo Luís Alberto
Sánchez Enciso y el premio para el mejor jinete, concedido al sargento Luís E.
Jiménez R.

Verificada la repartición de premios y diplomas se sirvió, en el casino de los señores


oficiales del instituto, una copa de champaña a las altas autoridades que asistieron a
la revista; pocos momentos después se hacían los honores a la salida del señor
director general del cuerpo y de las altas autoridades.

En síntesis, la revista que presenciamos dejó en nuestro ánimo el orgullo de


pertenecer al cuerpo policial colombiano y la magnífica preparación de los alumnos
de la Escuela de Policía “General Santander”.
OTRAS PROVIDENCIAS

Durante el año de 1941 se expidieron para la Escuela las siguientes providencias:


Decreto No. 72 del 21 de enero, por el cual se suprimían algunos empleos; decret o
N. 481 del 13 de febrero, por el cual se crearon plazas de profesores de policía
judicial, contabilidad y religión; Decreto No. 817 del 30 de abril por cuyo medio se
aumentarán las asignaciones de algunos profesores de esgrima y topografía.

UNA PRUEBA DE LA EFICIENTE ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO

Durante este mismo año de 1941 el Ministerio de Gobierno ordenó una detenida
visita a la escuela, con el fin de percatarse como se desarrollaban los pénsumes, y
de la marcha general del establecimiento, la cual fue practicada por el doctor
Enrique Acero Pimentel, alto funcionario del ministerio y posteriormente secretario
general del mismo. El doctor Acero pasó por todas las aulas, practicó exámenes,
revisó trabajos y habló con diferentes alumnos. Su informe al Ministro fue altamente
favorable para la escuela.

Por su parte, los asesores militares de la Embajada de los Estados Unidos en


Colombia, visitaron en marzo, las dependencias con el fin de tomar nota sobre los
detalles de su organización y funcionamiento. Su concepto fue elogioso para el
instituto.

¿POR QUÉ SE CONSTRUYÓ LA ESCUELA DE POLICÍA EN TERRENOS DEL


SUR DE BOGOTÁ?

Las siguientes son las razones por la cuales se justificó, en su época, la


construcción de la escuela al sur de la ciudad:

El simple hecho de ubicar la escuela en un lugar cuyo clima hace que se le tenga
como sano físicamente, es para el espíritu un lugar de trabajo, porque todas las
facultades se sienten allí siempre dispuestas para el estudio y la dedicación
constante de la ejecución de los planes de la pedagogía trazados.

Por otra parte no podía escogerse el Norte de Bogotá para su construcción. A


muchos se les ha ocurrido criticar esto, pero es lo cierto que su actual situación es
mejor, ya por su emplazamiento, que constituye para el sur de la ciudad un motivo
de estímulo para la urbanización de ese sector, ora por las ventajas de que goza y
que para el fin buscado son obvias, y nada dejan que desear. Respuesta del capitán
Emiliano Camargo en 1942.

Sin embargo, había otros factores que era necesario tener en cuenta y que en
efecto se tuvieron antes de tomar la decisión de la ubicación. Cerca de la finca
“Muzú” funcionaba un puesto de Policía para la vigilancia del sector. Esta era la
única construcción que se levantaba en los alrededores de la finca y prestaba un
excelente servicio, especialmente para el control del abigeato.

Por otra parte, el sitio de “Muzú” dominaba la entrada de la carretera de Girardot a


Bogotá. El establecimiento de un centro policial allí constituía un refuerzo, por así
decirlo, para la vigilancia. El sector carecía de transporte. El tranvía llegaba hasta el
barrio Santander y para la división Bogotá era extremadamente difícil la movilización
del personal en los diferentes turnos.

Por tanto, el hecho de ubicarse allí la Escuela de Policía, era un valioso aporte a la
tranquilidad de las gentes de la región.

“UN GRAN CONCURSO HIPICO EN LA ESCUELA GENERAL SANTANDER”

La información pertinente, tomada de los archivos de la “revista de la Policía


Nacional”, nos cuenta:

En los predios de la escuela “ General Santander” se llevó a cabo el martes 10 de


agosto de 1943,k un festival hípico auspiciado por la Dirección General de la
Policía, organizado por los oficiales del escuadrón de carabineros y con la
colaboración de los señores oficiales de la escuela, al cual asistieron, el señor
presidente de la República y su señora esposa, el señor Ministro de Gobierno y su
esposa y los señores Ministros de Guerra y Educación Nacional, el señor Director
General de la Policía Nacional y familia, varios miembros del Congreso, Nacional,
altos oficiales del ejército y de la policía, los señores directores de departamento y
jefes de oficina de la policía, un selecto grupo de damas de nuestras sociedad y
gran cantidad de púbico.

El Programa acordado contempla tres números de los cuales uno estuvo a cargo de
un equipo de carabineros, consiste en un juego llamado “Butaca”, que resulto muy
interesante y del cual salió vencedor el dragoneante Ricardo Salamanca Torres. El
segundo estuvo a cargo de un equipo de suboficiales del escuadrón de carabineros
en el que se disputaron el campeonato de salto largo.

Fueron participantes el alférez Carlos D. Cortés T.; el sargento Luis E, Jiménez M.,
el cabo Ernesto y dragoneante Rafael Sierra Ch. Fue este número por demás
interesante si tiene en cuenta que el éxito alcanzado. Obtuvo el primer puesto el
Sargento Jiménez en el caballo “Zipa” con un salto de 8 metros de largo; el segundo
lo logro el dragoneante Sierra en el caballo “ingles” con un salto de 7.20 mts. Es de
anotar que fue batido el record nacional que estaba en 7.20 mts. Con los 8 metros
impuestos por el sargento Jiménez. Estos dos números fueron organizados y
dirigidos por el teniente Alcides Reyes M. actual encargado del comando de la XI
División a donde pertenece el escuadrón de carabineros. A los ganadores se les
concedieron premios donados por el mismo escuadrón.

Como tercer número se presento una pista para oficiales que resulto muy lucida.
Integraron el equipo los mayores Emiliano Camargo y Luis Nieto Umaña; los
capitanes Jenaro Rozo Osorio y Daniel Salazar F; tenientes Alcides Reyes M.,
Alberto Guzmán A. y Antonio Arciniegas C. y los subtenientes Hernando Pereira M.
y Francisco Fonnegra Pardo. En esta prueba se jugaron dos premios: una copa
donada por la señora doña Eliana Cuellar de Barrios, que le fue adjudicada al
subteniente Hernando Pereira M. quien obtuvo el primer puesto en el caballo
“Lautaro” pasando la pista con 0 faltas. El segundo – un bello motivo hípico –
donado por la escuela de Policía “General Santander”, le fue entregado al teniente
Alcides Reyes M., quien lo obtuvo en el caballo “Halcón”, pasando la pista con una
falta.

CURSOS ESPECIALES

El decreto 1718/43 estableció cursos especiales, de carácter intensivo, para la


preparación de los oficiales, sin perjuicio de los que se veían desarrollando. Los
cursos seguidos por profesionales de la carrera de Derecho aspirantes a
comandantes de policía, con fundamento en el decreto dicho.

EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
En uso de las facultades extraordinarias conferidas por la ley 5ª. De 1943,

DECRETA:

Artículo 1: Mientras la Escuela de Policía “General Santander” no pueda, por razón


de su reciente fundación, dotar la Policía Nacional del personal de oficiales en el
número y con los conocimientos requeridos para la prestación, el gobierno no
establecerá cursos especiales, de carácter intensivo; previa selección entre el
personal que acredite, a satisfacción del Gobierno, poseer conocimientos suficientes
para ingresar a dichos cursos.

Es entendido que estos cursos especiales no alteran en manera alguna la marcha


normal de los que siguen en la escuela de policía “General Santander”.

La Dirección General de la Policía Nacional, por medio de resoluciones sujetas a la


aprobación del ministerio de Gobierno, establecerá las condiciones de admisión y
los reglamentos de trabajo de los cursos a que se refiere este artículo.
Artículo 2º. – Los aspirantes deberán acreditar, además de los conocimientos
mínimos que para cada caso se requieren, poseer aptitudes físicas que los
capaciten para la carrera, condiciones de conducta irreprochable, de honorabilidad y
de excelente reputación social.

Además cada aspirante suscribirá un contrato con la Dirección de la policía Nacional


en virtud de la cual se obligue, bajo caución que el Director señalará en cada caso,
a efectuar los estudios y entrenamientos reglamentarios y aprestar sus servicios,
una vez obtenido el grado correspondiente, en los lugares a donde fuere destinado
durante un lapso no menos de dos años.

Artículo 3º: - Durante el término del contrato el funcionario tendrá obligación de


depositar, por conducto del cajero o habilitado de la Policía, el 20 por ciento de su
sueldo en cuenta especial en la Caja Colombiana de Ahorros, sobre la cual sólo
podrá girar al vencimiento del contrato o a su retiro de la Policía, mediante el
comprobante correspondiente expedido por el Director. Pero en caso de
destitución, de expulsión o de baja por mala conducta, las sumas depositadas
quedaran a favor de la Caja de Protección Social de la Policía Nacional. En el
contrato respectivo se incorporaran estas condiciones.

Artículo 4º- Los oficiales que hayan cumplido satisfactoriamente con todas y cada
una de las obligaciones contraídas en el respectivo contrato, tendrán derecho a
tomar parte en los concursos que organizará el Gobierno para constituir comisiones
de especialización en policía, que se enviarán por cuenta del Estado a los países
extranjeros de más alta técnica policial, con el fin de que perfeccionen sus
conocimientos.

Artículo 5º.- El Gobierno establecerá por medio de decreto reglamentario, el


escalafón del personal de oficiales y suboficiales de la Policía y fijará, además del
tiempo de servicio, los conocimientos mínimos que en cada grado deban poseerse
y los exámenes que se requieran para alcanzar cada ascenso.

Artículo 6º.El Gobierno, por conducto del Ministro de Educación Nacional, procurará
que en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional yen las demás
facultades de derecho departamentales y privadas se organicen, con la
cooperación de la Dirección General de la Policía Nacional, cursos voluntarios de
especialización policiva.

El Gobierno adoptará las medidas necesarias para que los cargos de jueces de
instrucción, jefes de seguridad, comandantes de división y demás relacionados con
los servicios de policía e investigación, se llenen de preferencia con el personal
aprobado en estos cursos.

Artículo 7º.- Los gastos que demande el cumplimiento de este decreto se


atenderán con las partidas que se apropien en los respectivos presupuestos para
sostenimiento de la Policía Nacional. Las asignaciones del personal docente, de los
aspirantes y de los demás empleados, las señalará el Gobierno por medio de
decretos reglamentarios.

Artículo 8º.- Este decreto rige desde su fecha.

Comuníquese y publíquese:
Dado en Bogotá, a 1 de septiembre de 1943.
Firmado

ALFONSO LÓPEZ
Presidente de la República

DARIO ECHANDIA
Ministro de Gobierno

ARCESIO LONDOÑO PALACIO


Ministro de Hacienda y Crédito Público

RAFAEL PARGA CORTÉS


Ministro de Educación Nacional
DETERMINACIÓN DE LOS CURSOS ESPECIALES PARA LA
PREPARACIÓN DE OFICIALES DE LA POLICÍA

Mediante el Decreto 1719/43 y la Resolución 491 del mismo año (sep. 10), se
fijaron las asignaciones y requisitos para los alumnos de los cursos, autorizados por
el acto 1718 de 1943, quienes posteriormente fueron dados de alta como
comandantes, abogados de la Policía Nacional.

DECRETO NÚMERO 1719 DE 1943


“Por el cual se fijan las asignaciones a los alumnos de los cursos
especiales para preparación de oficiales de la Policía” Nacional.

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

En uso de sus facultades legales,

DECRETA:
Artículo 1º- De conformidad con el artículo 62 del decreto extraordinario No. 1718
del 1 o. de septiembre en curso, fíjense las siguientes asignaciones a los alumnos
de los cursos especiales para preparación de oficiales de la Policía Nacional:

a. En el primer mes de estudios del curso, cincuenta pesos mensuales por


alumno.
b. En el segundo mes de estudios, cien pesos mensuales por alumno.
c. Del segundo mes en adelante hasta la terminación del curso, ciento Cincuenta
pesos mensuales.

Artículo 2º.- Los alumnos que por razón de sus calificaciones sean dados de alta
como comandantes de división devengarán durante el término de su contrato una
asignación de $250.oo.

Artículo 3º.- Este decreto rige desde su fecha.


Dado en Bogotá, a 1 de septiembre de 1943.

Firmado.

ALFONSO LÓPEZ
Presidente de la República

DARIO ECHANDIA
Ministro de Gobierno

ARCESIO LONDOÑO PALACIO


Ministro de Hacienda y Crédito Público
RAFAEL PARGA CORTÉS
Ministro de Educación Nacional

RESOLUCION No. 491 DE SEPTIEMBRE 12 DE 1943

Por la cual se abre un curso de preparación especial para oficiales de la Policía


Nacional.

EL DIRECTOR GENERAL DE LA POLICIA NACIONAL

En uso de sus facultades legales y especialmente de las que le confiere el


Decreto No. 1718 de 10 de septiembre del año en curso,
RESUELVE:

Artículo 1.- Abrecé un curso de aspirantes a oficiales en la Policía Nacional para el


grado de Comandantes de división.

Artículo 2.- Para ingresar al curso se requieren las siguientes condiciones:


a. Nacionalidad colombiana por nacimiento,
b. No ser menor de 26 años ni mayor de 35,
c. Tener buena conducta y reputación social y profesional,
d. Tener una estatura mínima de 1.62 centímetros;
e. Ser abogado graduado o haber terminado estudios de derecho en facultad colom-
biana reconocida por el Estado. La terminación de los estudios incluye la aprobación
de los exámenes preparatorios correspondientes a los tres primeros años, y
f. Tener aptitud física y mental.

Artículo 3.- Las anteriores condiciones se acreditarán:

La nacionalidad y la edad con la partida de nacimiento.

La conducta y reputación social y profesional, con certificados expedidos por el


rector o decano de la facultad en donde se hayan cursado estudios, de los jefes o
superiores bajo cuyas órdenes hayan trabajado y de dos ciudadanos de reconocida
honorabilidad.

Los estudios de derecho, con el certificado expedido por la respectiva facultad o


escuela, debidamente autenticado.

La aptitud física y mental por medio de exámenes que se practicarán por el Departa-
mento de Sanidad de la Policía Nacional y por el Laboratorio de Psicotecnia de la
Facultad de Medicina de Bogotá.

Artículo 4.- Los aspirantes deberán presentar sus solicitudes y documentación antes
del 20 de septiembre próximo a la Dirección General de la Policía Nacional. Entre el
20 y el 27 del mismo mes se calificarán las condiciones de los aspirantes y se
celebrarán los contratos correspondientes.

Artículo 5.- Los aspirantes que hayan suscrito sus contratos respectivos se
presentarán en la Dirección de la Escuela de Policía "General Santander" el 27 de
septiembre a las 5 de la tarde, con el siguiente equipo:
Una bata de baño, pantuflas para baño, cuatro toallas pequeñas, seis vestidos
interiores, seis camisas, seis pijamas, una docena de medias, una docena de
pañuelos, dos talegos marcados para ropa, tres sábanas blancas, tres sobresábanas
blancas, dos colchas blancas, cuatro fundas, dos almohadas de 0.36 x 0.75, un
colchón de lana de 0.80 x 1.80, un petate de 75 x 1.75, una máquina de afeitar, una
brocha, un jabón para la barba, un jabón para el baño, un cepillo de dientes, un
cepillo para el cabello, un cepillo para la ropa, un cepillo para el calzado, una peinilla,
una pasta dentífrica, un caja de betún negro, un par de zapatos estilo militar, un par
de botas estilo guayo, un par de zapatos de goma, blancos, un cortaúñas, una lima
para las uñas, cuatro corbatines blancos, un candado pequeño.

Comuníquese y sométase a la aprobación del Ministro de Gobierno

Dado en Bogotá, a 1 de septiembre de 1943


Firmado

ALFONSO ARAUJO
Director General de la Policía Nacional

LUIS EDUARDO PÁEZ


Secretario General

CONDICIONES PARA ASCENSO Y JUNTA DE ASCENSO

El Decreto 2310 de 1943 (Nov. 26), reglamentó la carrera del personal uniformado y
estableció que el movimiento de ascenso a cualquier grado dependería,
invariablemente, del resultado obtenido en los cursos o de preparación o de
perfeccionamiento seguidos en la "Escuela de Policía".

Por este mismo decreto se creó la Junta de ascensos integrada, entre otros, por el
Director de la Escuela de Policía.
REORGANIZACIÓN DEL DEPARTAMENTO DOCENTE DE LA POLICIA
NACIONAL

Por medio del Decreto 421 de 1944, febrero 28, se legisló original y muy
acertadamente en el sentido de unificar los sistemas técnicos y científicos
empleados por la institución, bajo la supervigilancia de la Escuela “General
Santander” como máxima entidad educativa policial.

Con tal fin se dividió en seis grupos la instrucción encomendada a este plantel, así:
instrucción jurídica, técnica, de organización, administración y documentación,
física, militar y secundaria.

El capítulo IV se refiere al personal directivo, docente y administrativo, donde se


dispone que el director sea un civil abogado titulado.
Se creo el consejo de profesores, encargado de revisar en su seno y prestarles final
aprobación a los pénsumes, programas, métodos y practicas de instrucción de los
cursos. Dicha entidad fue compuesta por el director y el subdirector de la escuela y
los profesores titulares de instrucción, pero a sus deliberaciones podrán concurrir,
en virtud de autorización consignada en el artículo 9º del Decreto, los profesores
agregados y los jefes de departamento o de sección de la Policía Nacional.

Los artículos 18 y 19 del Decreto facultan al director de la escuela para reglamentar,


por medio de resoluciones sujetas a ulterior aprobación de la Dirección General, las
funciones y atribuciones de todos los empleados dependientes de él y el régimen de
administración del plantel.

Estableció dos clases de profesores: profesores titulares de tiempo completo y


profesores agregados. Dispuso que los primeros serían los jefes de la instrucción de
aquellas materias que, de acuerdo con los pénsumes determinados por la Dirección
de la Escuela, correspondiera a cada uno de los siguientes grupos: instrucción
jurídica, instrucción técnica, organización, administración y documentación,
instrucción física, e instrucción militar.
El artículo 7º. Del decreto anteriormente citado, dispuso que la escuela tendría
tantos profesores agregados como fuera necesario para el completo desarrollo de
sus planes de instrucción, los que serían nombrados por medio de resolución de la
Dirección de la Escuela, aprobada por la Dirección General de la Policía Nacional.

Facultó a la Dirección de la Escuela para que, mediante resoluciones debidamente


aprobadas por la Dirección General de la policía Nacional, fijara los cursos de
preparación, de perfeccionamiento y de extensión para todos los grados y
categorías de funcionarios de la Policía, lo mismo que los pénsumes, programas y
términos de estudio, los que no podrían adoptarse sin la aprobación del consejo de
profesores.

Estableció para los alumnos de los cursos de preparación una beca de $30
mensuales para atender los gastos de alimentación, lavado, y útiles de enseñanza.

OTRAS NORMAS PARA LA CABAL ADMINISTRACIÓN

El Decreto 1181 del 15 de mayo de 1944, estableció que los oficiales y los
suboficiales de la policía, fueran escalonados interinamente mientras acreditaban su
capacidad profesional por medio de la aprobación de un curso seguido en la Escuela
de Policía "General Santander".

El Decreto 1305 del 31 de mayo de 1944, en su artículo 10° dispuso que:

«Corresponde a la Escuela de Policía "General Santander", la función profesional de


los funcionarios de la Policía, en sus diversas categorías y la supervigilancia de la
instrucción que se imparta en las distintas dependencias de la Institución.»

El Decreto 2621 del 4 de noviembre de 1944, reglamentó el 2310 de 1943 en el


sentido de establecer que la capacidad profesional señalada por esta disposición
como uno de los requisitos indispensables para el ascenso, se comprobará en todos
los casos, «por las calificaciones obtenidas en los cursos o exámenes para ascenso,
hechos en la Escuela "General Santander"».

La Ley 74 de 1945, autorizó al Gobierno para comprar a la Caja de Protección


Social, los edificios que ocupa la Escuela de Policía "General Santander".

LA INSTRUCCIÓN FÍSICA EN LA ESCUELA DE POLICÍA (1944)

El siguiente es, en síntesis, el plan que adopta la escuela en el año citado:

Uno de los grandes grupos en que se encuentra dividida la instrucción en la Escuela


"General Santander", de acuerdo con la nueva orientación docente, lo constituye la
instrucción física. Este grupo comprende los siguientes ramos: gimnasia, deportes,
defensa personal y equitación.
La defensa personal se clasifica en boxeo, lucha y esgrima.

La finalidad que persiguen todos los grupos de instrucción es la de capacitar, en la


mejor forma, a los agentes y oficiales para el buen desempeño de sus funciones.

De manera que, si los grupos de instrucción jurídica, técnica, organización


secundaria y militar buscan la preparación intelectual y profesional del alumno en
cualquiera de los cursos de preparación o perfeccionamiento, la instrucción física
tiene como objetivo agregar a esa preparación profesional la capacidad física en
todos sus aspectos y hacer posible la aplicación de los conocimientos en todas las
circunstancias por una destreza corporal adaptada a las mismas.

Para cumplir con esa finalidad primordial, la instrucción física en la escuela


comprenderá en detalle los siguientes ramos de instrucción:

a. Teoría de la instrucción física,


b. Gimnasia educativa,
c. Ejercicios de aplicación policial,
d. Ejercicios atléticos, y
e. Deportes.
Las sesiones teóricas tienen por objeto d.ar a conocer a todo el personal las
finalidades de la instrucción, la importancia y utilidad del ejercicio físico, normas
pedagógicas y fisiológicas para la enseñanza, etc., de tal manera que la ejecución y
luego la instrucción no sean un asunto puramente mecánico, sino que tanto la una
como la otra sean practicadas con plena conciencia de lo que se está haciendo,
con conocimiento de los fines que se persiguen y del beneficio que se está
recibiendo o proporcionando.

Las sesiones prácticas de gimnasia educativa se desarrollarán, progresiva y


metódicamente, para dar al organismo salud, fuerza, resistencia y agilidad, en forma
armónica.

En resumen, se trata de llegar al más alto grado posible de perfeccionamiento físico.

Los ejercicios de aplicación policial tienen por objeto obtener el máximum de trabajo
útil con el menor esfuerzo y gasto de energías para resistir las fatigas y vencer los
obstáculos naturales y artificiales que encuentre el agente u oficial de policía,
adiestrándolo en los ejercicios físico-naturales útiles a su profesión.

Por lo tanto, constituyen la rama más importante de la instrucción física pues van
encaminados en forma directa a la práctica de aquellos actos físicos que con más
frecuencia se le pueden presentar.

Todos estos ejercicios buscan desarrollar en el individuo la mayor iniciativa,


resistencia y agilidad, colocándolo, para su ejecución en las condiciones más
próximas a la realidad.

La clasificación de los ejercicios de aplicación se desprende de los mismos actos


que ejecuta el funcionario de policía durante sus comunes actividades: resistencia a
la fatiga y capacidad de marcha en todos los terrenos; destreza para el lanzamiento
de bombas de gas, cables de salvamento y escalas; conocimiento de las diferentes
maneras de transportar los elementos que necesita y el personal que no puede
moverse por sus propios medios; habilidad para salvar los obstáculos que se le
presentan, y por último, el desarrollo completo de su capacidad de defensa para
poder repeler, dominar y conducir a los lugares convenientes a todos aquellos que le
opongan resistencia a su actuación legal, sin recurrir a sus armas de fuego, sino en
los casos extremos.

Los ejercicios atléticos y los deportes no buscan hacer de los alumnos de la escuela,
atletas en todo el significado de la palabra. Únicamente, por la escasa duración de
los cursos, se persigue dar un conocimiento general y práctico de las condiciones y
finalidades del atletismo, la organización de competencias, y desa1l'ollar todos
aquellos valores morales que la práctica de los deportes despierta en el individuo:
virilidad, compañerismo y sentido de la cooperación.

La equitación se enseñará, por ahora, al personal del curso de aspirantes a oficiales,


con miras a capacitar a todos los futuros oficiales de la Policía para montar y
conducir correctamente el caballo, en tal forma que en un futuro cercano puedan
constituirse con facilidad los cuadros de oficiales de los cuerpos de la policía rural. A
este ramo de capital importancia profesional se le dedicará toda la atención que
requiere.

ANÉCDOTAS DEL BRIGADIER GENERAL (r) ROBERTO MEJÍA SOTO, 1944

Cuando llegamos a la escuela por primera vez, funcionaban allí varios cursos: uno
para cadetes, otro para agentes, uno para detectives y el de escuadrón de
carabineros.
Los cadetes que venían de otras fuerzas llegaban con la ilusión de encontrar en la
escuela un paraíso. Pero se equivocaban, porque la disciplina para la instrucción
era tan severa que, comparada con la de otras instituciones, resultaba mucho más
drástica.

Las materias teóricas eran igualmente difíciles y quien perdiera tres en el trimestre,
debía retirarse. Recuerdo una anécdota muy especial con el profesor Lleras Pizarro,
de la materia de constitucional. En esa época se tenía la costumbre de abandonar
el salón cuando los profesores no llegaban durante los primeros 15 minutos de la
clase. Cierto día el profesor Lleras no llegó a tiempo y nosotros salíamos al prado.
Más tarde llegó y entró al aula vacía; tardó un rato, salió, subió a su auto y se
marchó. Entramos al salón y encontramos el tablero lleno de escritos que
deberíamos aprender y tareas para realizar, todo para la siguiente clase. Por
supuesto, nos "rajamos", pero aprendimos la lección.

Todas las actividades se hacían de prisa y quien no lo hiciera bien, debía


someterse a castigos como el famoso" cuatro vientos" que consistía en ubicarse en
una silla ubicada en una de las esquinas de los pabellones, durante varias horas,
con el dril puesto y sin chaqueta. Las faltas más graves como las peleas o los
retardos se pagaban con el calabozo.

Cuando salíamos a terreno nos daban un trozo de panela o bocadillo con pan;
solamente cuando recibíamos la orden podíamos comer el tan apreciado refrigerio.
Quien ya lo hubiere hecho sufría severos castigos.

En la revisión del aseo de las dependencias, los tenientes Reynel y Cortés, entre
otros, examinaban los sitios más inusuales y recónditos. Un aseo mal hecho nos
podía dejar sin salida. Y ni hablar de la salida: la revista era desde la punta del
cabello hasta la punta de los pies. Podíamos permanecer fuera desde la una de la
tarde y a las siete de la noche, el personal debía estar formado. ¡Pobre de quien no
lograra llegar a tiempo!.

En la construcción de la Escuela había sobrado ladrillo que se encontraba en lugar


de la guardia. Durante la noche debíamos transportarlo en hilera, hasta donde
hoyes el polígono. Eran largas jornadas de castigo que nos dejaban las manos
ampolladas y nos ocasionaban un dolor insoportable al otro día, en las prácticas de
orden cerrado. Quien no hiciera los ejercicios a pesar del dolor, era nuevamente
castigado. Fue así como en estas idas y venidas logramos graduamos el 22 de
diciembre de 1944.
NÓMINA DE PROFESORES DE LA ESCUELA "GENERAL SANTANDER"
EN LOS AÑOS DE 1944 Y 1945

Como se puede observar en los nombres y sus posteriores realizaciones


intelectuales, la nómina de profesores era escogida y digna de encomio.

Dr. Miguel Lleras Pizarro, Introducción al Derecho y Constitución Nacional.


Dr. Alvaro Leal Morales, Introducción al Derecho y Constitución Nacional.
Dr. Alfonso Castilla Sáiz, Organización, Documentación y Administración.
Teniente José J. Ayala, Organización, Documentación y Administración.
Dr. Roberto Pineda Castillo, Policía de vigilancia.
Comandante Gustavo Romero Conti, Policía especial.
Dr. Luis Alberto Pinzón, Policía Especial.
Sr. Víctor Martínez Rivas, Policía de tránsito.
Dr. Francisco Bruno, Procedimiento penal.
Dr. Gerardo Cabrera Moreno, Código penal.
Comandante Diógenes Osorio Q., Nociones de Código penal y de Procedimiento
penal. Dr. Carlos Arturo Cabal, Procedimiento penal.
Dr. Carmelo González Cortina, Investigación.
Dr. Luis Jaime Sánchez, Psicología.
Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo, Historia de Colombia.
Dr. Rodrigo Durán Cordobés, Higiene y primeros auxilios.
Dr. José Francisco Parra, Higiene y primeros auxilios.
Capitán Carlos Gómez Arenas, Conocimiento de armas, Equitación.
Capitán Luis González L, Régimen de instrucción.
Capitán Enrique París, Educación física.
Sr. Alvaro Quintero, Defensa personal.
Sr. Federico Freese, Inglés.
Sr. Julio Bohórquez, Cívica, Lenguaje, Aritmética y Geografía.
ABRIL DE 1945

PRIMER GRUPO: instrucción jurídica. Titular Dr. Roberto Pineda Castillo.


(Encargado de la clase de Policía de vigilancia)

Agregados:
Dr. Carlos Arturo Cabal, Derecho y Procedimiento penal.
Dr. Francisco Bruno, Derecho y Procedimiento penal.
Dr. Enrique Lara Hernández, Derecho penal.
Dr. Álvaro Leal Morales, Derecho civil.
Dr. Gonzalo Vargas Rubiano, Derecho civil.
Dr. Miguel Lleras Pizarro, Derecho de policía.
Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo, Sociología general.
Dr. Hernando Durán Dussán, Constitución nacional.
Dr. Héctor Martínez Guerra, Legislación extranjera.
Comandante Alberto Lara Navarro, Policía de vigilancia.
Dr. Carmelo González Cortina, Sociología delictiva.
Dr. Leopoldo Uprimuy, Ética profesional.
Dr. Luis A. Pinzón, Policía especial.
Dr. Luis J. Sánchez, Sociología y Psicología delictiva.

SEGUNDO GRUPO: instrucción técnica.

Agregados:
Dr. Camelo González Cortina, Investigación delictiva.
Dr. Louis Ghisletti, Elementos de pedagogía y Pedagogía aplicada.
Dr. Vicente Castellanos, Elementos de pedagogía y Pedagogía
aplicada. Sr. Felipe Toro Arenas, Contabilidad.
Dr. Carlos Vargas Rengifo, Medicina legal y primeros auxilios.
Dr. Francisco Parra, Higiene.
Dr. Luis Jaime Sánchez, Sicología. .
Dr. Víctor Martínez Rivas, Policía de tránsito.
TERCER GRUPO: instrucción táctica.
Titular mayor Gabriel París G. (Encargado de las clases de Servicio en campaña y
Táctica policial)

Agregados:
Capitán Enrique París, Teoría del mando.
Capitán Luis M. González, Teoría del mando.
Capitán Luis M. González, Conocimiento de armas.
Coronel Jorge Mogollón M, Conocimiento de armas.

CUARTO GRUPO: instrucción física. Titular Profesor Wolf Ruvinski.

Agregados:

Teniente Alberto Herrera, Equitación.


Sr. Miguel Valderrama, Esgrima.
Sr. Alvaro Quintero, Defensa
personal

QUINTO GRUPO: Organización, Administración y Documentación.

Agregados:
Dr. Luis Thorin Casas
Capitán Alberto Ruiz Novoa
Dr. Alfonso Castillo Sáiz
Teniente 10. José J. Ayala

SEXTO GRUPO: instrucción secundaria. Titular señor Julio Bohórquez (Encargado


de las clases de Cívica, Lenguaje, Aritmética y Geografía).

Agregados:
Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo, Historia de Colombia.
Señor Federico Freese, Inglés.
REGLAMENTOS DE LA ESCUELA

(RESOLUCIÓN No. 99 DE 1945)


El Instituto en sus inicios exigía la comisión de ciertas disposiciones que
reglamentaría sus actividades y sus símbolos, dado su carácter y propósitos. Ellos
son dignos de destacar en la historia de la Dirección de la Escuela de Policía
"General Santander". Por medio de la resolución señalada se reglamente la
transmisión del mando en la Dirección de la Escuela.

El Director de la Escuela de Policía "General Santander", en uso de sus atribuciones


legales y en especial de la que le confiere el Decreto Ley 421 de 1943

RESUELVE:

Artículo 1º.- Cada vez que el Gobierno Nacional nombre un nuevo director para la
Escuela, la entrega del mando se verificará en una ceremonia a la cual concurrirán
todos los profesores oficiales y alumnos de la escuela.

Artículo 2º.- El Director General de la Policía o su representante presentará ante el


personal de la Escuela, al nuevo Director, señalando el número del decreto por
medio del cual fue nombrado, e invitando a todos a acatarlo y respetarlo.

Artículo 3º.- Cumplida la presentación el Director saliente entregará el símbolo de la


autoridad que consiste en una Constitución Nacional que lleva encima una espada
en la cruz de cuya empuñadura estará grabado el escudo de la Escuela. Este
símbolo que representa el mismo lema del Escudo "La fuerza al servicio del
derecho", será entregado a un alumno de los cursos de agentes, escoltado por dos
alumnos del curso de cadetes. Al hacer su' entrega, el director saliente pronunciará
la siguiente fórmula:

Señor Director:
Devuelvo a quienes fueron mis subordinados, el símbolo de la Escuela
"General Santander". Ellos os lo entregarán confiadamente, porque saben
que la autoridad que se os ha discernido la ejerceréis íntegra, en su servicio.
Enseñad con vuestro ejemplo a mantener incólume el lema de nuestro
escudo: VISJURI DESERVIAT.

Artículo 4.- El agente presentará el símbolo al director entrante, quien colocará la


mano sobre él y pronunciará la siguiente fórmula:

Sobre el símbolo que representa el lema de nuestro escudo y ante mis subordinados
prometo ejercer el mando que hoy recibo en beneficio de los que en la escuela se
educan para mejor servir los intereses del pueblo.

Prometo trabajar sin desmayo, con toda la capacidad de mi mente y la energía de mi


voluntad, en guarda de las tradiciones de la Escuela y conservación de su honor,
espíritu y prestigio.

Prometo no apartarme del encargo de servicio que recibo y legarlo íntegro y sin
mancha a mi sucesor.

Artículo 5.-lnmediatamente el agente entregará el símbolo al Director entrante, quien


lo mantendrá en sus manos mientras todos los asistentes cantan el himno de la
Escuela.

Comuníquese y publíquese.

Dado en Bogotá, a 22 de septiembre de 1945.

Firmado

MIGUEL LLERAS PIZARRO


Director

MARIO PINZÓN SARMIENTO


Teniente ayudante
Teniendo en cuenta la reglamentación indicada en el recuadro, se transcribe
igualmente en el que fue su bellísimo himno original.

EL PRIMER HIMNO DE LA ESCUELA DE POLICIA "GENERAL SANTANDER"

CORO

Alto horizonte del desvelo en la nocturna


travesía vigilia bajo el claro cielo lucha en el
tránsito del día voy desde el pueblo hasta mi
anhelo y del deber a la alegría.

Desde la luz de la alborada


hasta la noche innumerable, el alma alerta en
la mirada y el corazón insobornable.

Estoy al pie del horizonte al deber arduo


consagrado, seguro el pecho como un monte
de su alto fuego coronado.

Corno el soldado en la trinchera o el


marinero navegante, insomne al filo de la
espera listo a la urgencia del instante.

Así resigna la jornada mi vida al signo de la


suerte, corno bandera desplegada al viento
libre de la muerte.

UN PRECURSOR DEL DERECHO DE POLICÍA


Dr. Roberto Pineda Castillo
Por Decreto No. 2312 del 15 de septiembre de 1945, el Gobierno Nacional nombró
Director de la Escuela de Policía" General Santander" al Dr. Roberto Pineda
Castillo en reemplazo del Dr. Miguel Lleras Pizarro, quien presentó renuncia de su
cargo.

El doctor Roberto Pineda Castillo nace en Bogotá, el día 8 de abril de 1911 en el


hogar formado por el abogado Roberto Pineda Ruiz y la señora Bethsabe Castillo.
Contrae matrimonio con la señora Hersilia Camacho Molano, unión de la cual
nacen Roberto y María Hersilia.

Cursa sus estudios secundarios en el colegio Gimnasio Moderno de la ciudad de


Bogotá, y luego ingresa a la Universidad Nacional para adelantar la carrera de
Derecho y Ciencias Políticas. Ahonda en el estudio de las disciplinas jurídicas y
posteriormente realiza la especialización en ciencias penales, sobre todo, en un
área poco explorada de las ciencias jurídicas, como es el Derecho de policía,
campo en el cual es considerado en Colombia como creador, con el doctor Miguel
Lleras Pizarro. Ejerce los cargos de Juez del Circuito, Magistrado del Tribunal
Superior de Bogotá, Miembro de la Comisión Nacional de Instrucción Criminal,
Magistrado del Tribunal de Gracia de la Jurisdicción Ordinaria, Director del
Ministerio de Justicia y Director de la Guardia Civil Municipal.

En 1941 ingresa a la Escuela como profesor de Derecho de policía y


posteriormente orienta la cátedra de Policía de vigilancia, desde donde comienza
su penetración observante de la práctica policial, inclinándose por el estudio del
Derecho de policía hasta el punto de ser considerado uno de los precursores de la
investigación en materia de policía y gran impulsor del estudio de estos temas en
varias universidades del país.

En 1945 el Dr. Alberto Lleras Camargo y el General Carlos Vanegas 10 seleccionan


para regir los destinos de la Escuela de Policía" General Santander" cargo que
desempeñó hasta 1947. Años más tarde ocupa el cargo de jefe del Departamento
de Ciencias Jurídicas, en el Alma Máter de la institución. Además, integra las
comisiones redactoras del Código Nacional de Policía en 1948 y 1969, el cual se
consolidó mediante el Decreto 1355 del 4 de agosto de 1970. Las revistas "Policía
Nacional" y "Escuela de Cadetes de Policía" se han visto enriquecidas con sus
múltiples artículos sobre la doctrina policial, hoy considerados como los cimientos
jurídicos de la teoría del Derecho de policía en Colombia.

El doctor Pineda Castillo dirigió la escuela con amplia autonomía, destacando de su


gestión:

- Organización del Consejo de Profesores.


- Organización del servicio de biblioteca.
- Producción de once textos escritos por profesores los cuales formaron parte de
la colección "Biblioteca Policial".
- Aprobación de la resolución mediante la cual se estableció el 16 de mayo como
"Día de la Escuela". De su producción escrita podemos destacar:

- "Panorama de Cuatro Vidas", novela publicada en 1934,


- "Muchedumbre", relato publicado en Bogotá en 1942.
- "La Policía: doctrina, historia, legislación", publicado en 1950.
- "Derecho de Policía", tomo I, ensayos, Plaza y Janés.
Su magistral obra fue recopilada bajo el título "Doctrina del Derecho de Policía en
Colombia"

Se exalta el interés demostrado por el doctor Pineda Castillo durante su brillante


trayectoria, entregada a la institución policial y quién nos deja en sus escritos, el
sendero y la guía permanente para las nuevas generaciones constituye un ejemplo
digno de imitar.

EL ESFUERZO DOCENTE DE LA ESCUELA

Para conocer y dejar expresa de su estilo y conceptos, se transcribe uno de sus


discursos principales, pronunciados en este instituto por el director de la Escuela de
Policía Dr. Roberto Pineda Castillo, el día de la clausura de estudios del plantel en el
año de 1946:

«Señor Presidente, señor Ministro de Gobierno, señor Director General, Señores:

»No es esta la primera vez que nos reunimos en este sitio y con ocasión semejante
a la de hoy. Desde hace seis años lo venimos haciendo periódicamente, al finalizar
los cursos del primer semestre, en un día cualquiera de julio, y en el mes de
diciembre, precisamente a mediados de él.

»Han transcurrido seis años, y nosotros no hemos sentido el correr de ese tiempo a
pesar de que hemos lanzado a la vida profesional bastante más de un millar de
hombres y hemos perfeccionado no menos de doscientos funcionarios. Pero he aquí
que de pronto, frente a estas cifras y frente a ese número de años, descubrimos que
vamos alcanzando madurez, y entonces se nos suspende el ánimo, y una curiosidad
que no podemos disimular nos lleva a preguntamos si en verdad hemos sido fieles a
los destinos de esta escuela, o si por el contrario, hemos defraudado las esperanzas
de quienes, al ordenar estas construcciones, pensaron que podían ser ellas a
manera de fortalezas listas a arrojar sobre el campo abierto de la Policía Nacional
una juventud resuelta y digna de alcanzar las más elevadas distinciones dentro del
tan discutido y a veces menospreciado ajetreo del servicio público.

A otros corresponderá decidir, en la oportunidad debida, si hemos acertado en la


dirección y organización de esta escuela. Nuestros inmediatos superiores, cuando
sea el caso, dirán la última palabra sobre la bondad de nuestros métodos y sobre los
resultados obtenidos. Habrá quienes dentro de algún tiempo pueden opinar con
fundamento sobre si hemos sabido educar y hemos instruido bien a nuestros
alumnos. Pero en cuanto al destino de esta escuela y a la orientación misma de la
Policía, nos sentimos deudores de una explicación que no puede darse íntegra de
una vez, sino por partes, y así lo hemos venido haciendo en los momentos solemnes
de nuestra vida institucional.
»Esta escuela, y todo lo que con ella se relacione, es fruto de muchos cerebros y de
distintas influencias. De manera que poco importa que ayer hablara uno, y hoy otro,
porque todo obedece a un plan ampliamente discutido y unánimemente acordado.
Lo que ayer se dijera en este mismo sitio, y hoy se diga, es el pensamiento de todos
los miembros de la escuela expresado por la palabra de uno entre tantos.

»La escuela considera que su misión no es tan sólo la de instruir funcionarios la de


perfeccionados en la técnica del oficio policiaco.

»Tampoco la de proporcionadas una educación conveniente, aunque una y otra


cosa, instrucción y educación, las procure por todos los medios y en la mejor forma
posible. La escuela considera que su misión va más allá del campo docente. Toca
los lindes de la especulación científica y, por otro lado, llega hasta el centro mismo
de las realizaciones tangibles y efectivas de la policía.

»¿Cómo ha dirigido su plan de estudios, cuál es su política en materia de


educación, que ha hecho en favor de la ciencia y de qué puede ufanarse en el
terreno de las realizaciones prácticas? Dar públicamente cuenta de lo anterior, es
un deber, y no un motivo de literaria disertación.
»La Escuela no ha aspirado a vivir, ni ha vivido nunca de apariencias. Todo aquí es
auténtico y no postizo. Ese el secreto de nuestra vida. Tampoco la Escuela ha
afirmado nunca con presunción, como innegables, principios sujetos a examen y
contradicción. En todo momento ha estado lista a reconocer sus errores y no pocas
veces y no en pocas materias ha rectificado sus programas y se ha orientado por
caminos distintos a los señalados en un primer momento. En materia de
instrucción, ha terminado por aceptar, tal corno lo proponen los más avanzados
pedagogos, que debe enseñarse únicamente lo que puede aprender el estudiante
medio, principio de economía docente de urgente aplicación en la policía. Debido a
las necesidades del servicio, que no permiten cursos sino de mediana y a veces de
escasa duración, ha reducido y espera reducir todavía más los puntos de los
programas de estudio, hasta dejar únicamente en ellos lo que la práctica y la
discusión han acabado por señalar corno básico en la instrucción policíaca. No
sería honrado sostener programas que no pueden cumplirse, ni dar enseñanzas
que nuestros estudiantes, por falta de otros conocimientos, no están en condiciones
de captar ni de asimilar en debida forma. Uno de los defectos capitales de nuestra
universidad y de los colegios de segunda enseñanza, reside precisamente en que
se elaboran programas muy sugestivos, pero que no pueden cumplirse a cabalidad,
de donde resulta que los estudiantes adquieren conocimientos parciales de una
materia, sin que les sea dado llegar a adquirir una visión general de ella, que es, a
nuestro juicio, lo fundamental. Quizá las deficiencias que algunos han advertido en
buena parte de los profesionales de hoy, se deban, en mucho, a ese sistema de no
agotar las materias, sino de contentarse con enseñar y aprender trozos de ellas.
Reducida la enseñanza a lo fundamental y girando toda consideración sobre las
capacidades del estudiante medio, se puede y se debe ser muy rígido en la
calificación. La nota baja no sólo pondrá de presente que las dotes intelectuales del
alumno están por debajo del término medio, sino que, además, carece de los cono-
cimientos esenciales. Su incapacidad profesional no puede ponerse entonces en
duda, porque el sistema para medida tampoco se presta a incertidumbre.

»Consecuentes con lo que dejamos expresado, hemos venido exigiendo, y


exigiremos más y más nuestros profesores, poder de síntesis. En realidad, la
experiencia nos ha confirmado que el profesor incapaz de ese poder, no lo es de
verdad, de donde hemos deducido que sólo quien es capaz de encerrar el
contenido de una materia abstrusa en un gráfico purísimo, merece el nombre de
profesor.
»Uno de los mayores peligros de nuestra instrucción profesional reside en que ella
forzosamente roza aspectos numerosos de la ciencia jurídica, y no es posible hacer
del funcionario de policía un jurista a carta cabal, so pena de perderlo
irremediablemente para el servicio policíaco, cuyo desempeño requiere nociones de
Derecho, pero no abogados en trance de litigar y discutido todo. Esto se relaciona,
en cierto modo, con el llevado y traído problema de las diferencias entre el científico
y el profesional. Creemos que al funcionario de policía hay necesidad de no
vinculado a lo problemático, aún cuando esto pudiera darle cierta agilidad y
agudeza mental.
»Cierto que en Derecho no es posible la exactitud de las Matemáticas, pero
debemos hacer esfuerzos y cuánto no hemos hecho por dar soluciones simples y
rotundas a las innumerables cuestiones de orden legal que angustiosamente
confronta nuestra policía por falta de disposiciones encaminadas directamente a
reglamentar el régimen de prevención.

»Nuestra instrucción jurídica busca, pues, lo fundamental y no vacila en la aventura


de dar soluciones concretas.

»En el campo de la educación hemos introducido sistemas desde hace tiempos


experimentados y aceptados como excelentes en otros centros docentes y que, sin
embargo, por un falso concepto de la disciplina y tal vez por una equivocada
apreciación del sentido de la jerarquía, se habían considerado como impropios para
la escuela y para la policía.

»El funcionario de policía, a diferencia del militar, obra casi siempre en forma
individual y atenido exclusivamente a su propio criterio. Por la naturaleza misma del
servicio de policía y por la forma como éste se presta, no es corriente, es
excepcional, que el funcionario actúe bajo el influjo de una orden superior precisa y
terminante. La mayor parte de las situaciones que debe resolver el funcionario de
policía se presentan en forma de casos aislados en la calle que requieren una
inmediata y adecuada solución. Es más: el sistema de la obediencia absoluta, tan
atenuado ya en los mismos cuerpos militares, no rige en la policía. El funcionario
policíaco está autorizado para examinar las órdenes, y constituye un deber suyo
ineludible el llamar la atención al superior cuando las órdenes resulten contrarias al
régimen legal o no sean convenientes. Sólo la insistencia del superior obliga al
subalterno, a menos que la orden conduzca manifiestamente a la comisión de un
delito, porque en este caso el subalterno jamás debe obedecer. "El no presentar al
superior dice el reglamento de disciplina para la Policía Nacional-,las observaciones
necesarias a aquellas órdenes que puedan tener alguna consecuencia indebida,
demuestra falta de carácter y falta de interés por el servicio".
»Desarrollar hasta el máximo el grado de responsabilidad de los funcionarios de
policía, es labor primordial de la escuela. El sentido de responsabilidad no se
desarrolla si no se dan determi1i.adas condiciones, una de las cuales es la
libertad, lo que excluye todo sistema de vigilancia, encierros y prohibiciones
generalizadas a la mayor parte de las actividades del individuo. Desembocamos
así en la disciplina de confianza o disciplina consciente, como otros la denominan,
y que es el procedimiento a que nos hemos acogido y que aspiramos que rija en
todas las reparticiones de la Policía Nacional. La dignidad del hombre depende de
la fortaleza de su carácter. Nosotros detestamos la adulación y todos nuestros
esfuerzos se dirigen a inculcar principios de altivez y dignidad en nuestros
educandos, haciéndolos independientes pero no insubordinados, amigos del
superior, pero no incondicionales de él.

»La policía y el ejército son grupos en forma. Por eso son plenamente capacitados
para influir, para dirigir a las masas en ciertos aspectos de su conducta social. La
vida nacional necesita de núcleos fuertes capaces de impulsada hasta los más
elevados planos de la cultura y de la civilización. Se ha pensado en el ejército,
debe pensarse también en la policía que tiene un contacto tan directo y tan
especial con el pueblo. El señor presidente nos hablaba otro día de la función
educadora de la policía. En su reciente discurso en la escuela militar le atribuía
igual función al ejército. Noble e innegable tarea esta de nuestra fuerza pública,
inexplorada entre nosotros, pero urgente. "Papel benéfico, hecho de amor y no de
indiferencia, para algo y no contra algo", "con un ideal, no con apetitos; con
deberes, y no solamente con derecho", según palabras célebres de un oficial del
ejército de Francia; la policía y el ejército, como grupos en forma, pueden
convertirse en los grandes educadores de toda la nación. Sin disciplina social no
puede haber asomos de verdadera cultura ni puede aspirarse a una gran
civilización.
»La disciplina social exige acatamiento de las normas de conducta colectiva y
abnegación. La abnegación la hemos definido corno el sentimiento que induce a
sacrificar los intereses personales en bien del servicio o de los demás, cuando
dicho sacrificio no lo exige el deber o cuando exista para el cumplimiento de éste,
derecho a excusarse. La policía y el ejército son las entidades llamadas a inculcar
en nuestro pueblo esas virtudes de disciplina social y abnegación.

»Decía uno de nuestros profesores que toda nación bien constituida tiene vastas
zonas de entendimiento entre los partidos políticos. Y anotaba que las primeras
grandes zonas de entendimiento deben ser la política internacional, las relaciones
entre la Iglesia y el Estado, la administración de justicia, la policía y el ejército.
Esas zonas de entendimiento no son otra cosa que zonas neutrales, ajenas a los
intereses partidarios, que sólo responden al interés común de todos los
colombianos, y que, por consiguiente, no se guían por consideraciones de grupo,
sino por motivos nacionales y de estricta legalidad.

En cuanto a nosotros se refiere, deseosos como los más, de contribuir a la


grandeza de nuestra Nación, no hemos ahorrado esfuerzos en procurar hacer de
la policía, para siempre, una gran zona de entendimiento entre los partidos
políticos. Y es esta nuestra más notable contribución, en el terreno de las
realizaciones prácticas, a la obra en que se haya desempeñado el señor
Presidente de la República secundado en este caso en buena forma por el señor
director general del cuerpo de la Policía Nacional.

»Debido al apoyo ilimitado e inteligente que en todo momento se nos ha prestado, la


Escuela de Policía puede ufanarse de haber participado en forma decisiva en la
elección le un procedimiento que excluye, en la escogencia del personal, la intriga,
para atenerse sólo a la capacidad. Debido igualmente a ese apoyo, la carrera
policíaca es una realidad. , también por esa atención que se nos ha prestado, rigen
hoy en el cuerpo de la Policía Nacional sistemas antes no ensayados, se acepta el
criterio de defensa como única justificación del empleo de las armas, se respeta y
consulta permanente la voluntad de la ley se está en un todo o comienza a estarse a
los principios de la táctica policíaca que se asan en la astucia, en la prevención, en
la vigilancia constante, en la amonestación simple, y no en la represión ni en el uso
irreflexivo de la fuerza que conduce al terror y al odio.

Señor Presidente, señores:


No por casualidad, no por una coincidencia, damos hoy por clausurados cursos tan
distantes como el de aspirantes a comandante y aspirantes a agente. Es tradición de
la escuela preparar simultáneamente oficiales y agentes subalternos. El agente
instruido y ducado de cierta manera necesita un oficial de igual conformación.
Conviven en esta escuela superior y subalterna. Fuera del servicio todos reciben
igual trato y no hay separaciones ni privilegios. Pretendemos de esta manera
inculcar en todos los funcionarios de policía un sentimiento genuinamente
democrático y lograr una unión más firme un conocimiento más íntimo entre todo el
personal de la institución. Gran cosa, por cierto que esta escuela no esté destinada a
una clase especial de funcionarios, sino a todos los funcionarios de la Policía
Nacional.

Señores sub-comandantes:

»¡Llegasteis un día a esta escuela y qué poco sabíamos de vosotros y cuánto nos
desconocíais Os alejáis después de una estadía prolongada que ha servido para
que la escuela nos entregue incondicionalmente lo mejor de ella: su ciencia y su
espíritu. Habéis hecho un esfuerzo digno de alabanza y al coronar hoy
brillantemente vuestros estudios superiores, la escuela se siente orgullosa de
vosotros.

»Señores sub-comandantes y señores agentes:

No convirtáis vuestra profesión en un simple medio de vida. Que seáis unos


convencidos de vuestro oficio para que podáis vivir alegres y en paz con vosotros
mismos.

»Señor Presidente:

El Congreso acaba de expedir una ley que beneficia grandemente al personal


uniformado de la Policía. La Nación puede estar segura que la Policía le devolverá
en servicio todo lo que de ella reciba y bastante más, si fuere necesario.»
MODELO DE LA PROMESA DE LOS SUBCOMANDANTES Y DE LOS AGENTES

Los señores sub-comandantes y agentes al terminar sus cursos prestaban el


juramento que la Escuela propone en tal ocasión a sus alumnos y que dice así:
señores sub-comandantes y agentes:

¿Juráis por vuestro honor de caballeros cumplir lealmente y hacer cumplir la


Constitución y las leyes de la República, velar continuamente por el mantenimiento
de la tranquilidad, seguridad y salubridad pública, y, en fin, impedir que sufra
mengua el Imperio del Derecho?

¿Prometéis consagrar vuestros esfuerzos, noblemente, para proteger al débil, para


ayudar al desvalido, para educar al niño y para ejercer con justicia la autoridad que
hoy se os confía, entregados por entero al servicio del pueblo sin distinciones de
personas ni de categorías?

¿Prometéis tratar a vuestros subalternos con energía, sin violencia, con equidad, sin
debilidad, y a vuestros superiores respetar y obedecer en todos los aspectos del
servicio?

¿Si fuere necesario, prometéis llegar hasta el sacrificio en cumplimiento de vuestro


deber para con la Patria y para con el pueblo?

La respuesta de los juramentos era:

¡Lo juro y lo prometo!

Se cerraba el juramento en la siguiente forma:

Si así cumpliereis, que el pueblo os recompense y si no, que él mismo os lo


demande.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS CURSOS EN LA ESCUELA "GENERAL


SANTANDER"

El día 6 de febrero de 1946 comenzaron a funcionar en la Escuela de Policía los


siguientes cursos:
1. Aspirantes a agentes.
2. Aspirantes a oficiales (1 er año)
3. Aspirantes a oficiales (2° año)
4. Perfeccionamiento de cabos.
5. Perfeccionamiento de tenientes segundos.

Mediante la resolución No. 4 de 1946 de enero 28, se fijaron las materias teóricas y
prácticas para cada uno de los cursos, de la siguiente forma:

MATERIAS DEL CURSO DE ASPIRANTES A AGENTES

Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Policía de tránsito, Lenguaje, Cívica, Aritmética, Geografía de
Colombia, Historia de Colombia, Higiene y primeros auxilios, Nociones de Código y
Procedimiento penal, Policía especial, Legislación interna de la policía.
Materias prácticas:
Conocimientos de armas y tiro, Defensa personal, Gimnasia y atletismo, Orden
cerrado, Empleo de gases, Organización de la Policía Nacional y Régimen interno
de las divisiones, Instrucción táctica en el terreno, Esgrima de daga, Esgrima de
bastón de mando, Deportes.

MATERIAS DEL PRIMER AÑO DEL CURSO DE ASPIRANTES A TENIENTES


SEGUNDOS

Materias teóricas:
Introducción al Derecho, Derecho penal, parte general, Derecho público general,
Teoría general de organización y administración, Táctica policíaca, Investigación
criminal, Psicología, Fisiología, Higiene y primeros auxilios, Conocimiento de
armas.

Materias prácticas:
Tiro de fusil, Orden cerrado, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia y atletismo,
Esgrima de daga, Esgrima de bastón de mando, Defensa personal, Deportes.
MATERIAS DEL SEGUNDO AÑO DEL CURSO DE ASPIRANTES A TENIENTES
SEGUNDOS

Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Derecho penal, (parte especial), Procedimiento penal,
Legislación interna de la policía, Técnica topográfica de policía, Constitución
Nacional, Policía especial, Pedagogía, Sociología criminal, Policía de tránsito,
Teoría del mando, Prácticas de laboratorio de investigación policíaca.

Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Orden cerrado, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia
y Atletismo, Defensa personal, Equitación, Deportes, Esgrima de florete, espada y
sable y Empleo de gases. La intensidad de esta materia será de una hora al mes. El
comandante del curso determinará los días y horas en que deba darse ésta
instrucción.

MATERIAS DEL CURSO DE PERFECCIONAMIENTO DE CABOS

Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Constitución Nacional, Código penal, Procedimiento penal,
Policía especial, Legislación interna de la policía, Higiene y primeros auxilios,
Teoría del mando, Táctica policíaca, Conocimiento de armas, Aritmética y
elementos de contabilidad

Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Instrucción táctica en el terreno, Orden cerrado,
Gimnasia y atletismo, Defensa personal, Esgrima de daga, Esgrima de bastón de
mando, Empleo de gases, deportes.

MATERIAS DEL CURSO DE PERFECCIONAMIENTO DE TENIENTES


SEGUNDOS

Materias teóricas:
Constitución Nacional, Código penal, Procedimiento penal, Policía de vigilancia,
Legislación interna de la policía, Pedagogía, Teoría del mando, Táctica policíaca,
Conocimiento de armas, Policía especial, Teoría general de organización y
administración, Higiene y primeros auxilios.

Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia y atletismo,
Defensa personal, Equitación, Esgrima de florete, Deportes.

CREACIÓN DEL "DÍA DE LA ESCUELA"

El 15 de mayo de 1946 se creó, por Resolución No. 38, el Día de la Escuela de


Policía, el cual debería realizarse cada año el 16 de mayo, como conmemoración la
fecha en que se iniciaron las labores académicas.

RESOLUCIÓN No. 38 de 1946 (MAYO 15)

“Por la cual se establece el16 de mayo como día de la Escuela y se dictan


disposiciones para su celebración”.

EL DIRECTOR DE LA ESCUELA DE POLICÍA "GENERAL SANTANDER",

en uso de sus facultades legales y 'considerando:

1º.- Que el día 16 de mayo de 1946 se iniciarán las labores docentes en la


Escuela de Policía "General Santander";
2º- Que esta fecha marca la iniciación de una era de firme adelanto técnico en La
Policía Nacional;
3º- Que es un deber de la Dirección de la Escuela destacar ante todos los
Funcionarios de la policía aquellos hechos de mayor trascendencia en la historia
de la institución, y

4º- Que la Escuela "General Santander" debe; conmemorar en forma Perdurable


dicho acontecimiento, resuelve:
Artículo1 - Institúyase el16 de mayo como el día de la fiesta oficial de la Escuela.

Artículo 2.- Por resolución posterior la Dirección de la Escuela acordará los


programas para la digna celebración de esta fiesta.

Artículo 3.- Por resolución posterior la Dirección de la Escuela apropiará de su


presupuesto ordinario los fondos que sean necesarios para el cumplimiento de
esta resolución.

Artículo 4.- Sométase a la consideración de la Dirección General y, si fuere


aprobada, cúmplase.

Dada en Bogotá, a 15 de mayo de 1946.

Firmado

ROBERTO PINEDA CASTILLO,


Director Escuela de Policía" General Santander"

MY. ENRIQUE PARIS DURAN,


Subdirector

APROBADA

DR. CARLOS VANEGAS M.


Director General

JESUS M. CORREA RENGIFO


Secretario General

REQUISITOS PARA ASCENSO DECRETO 1021 DE 1946(Abril 2)

El decreto mencionado estableció, entre otras cosas, que para obtener el grado de
teniente segundo de la Policía Nacional, se requería ser bachiller y aprobar el curso
correspondiente a la Escuela de Policía "General Santander", condición esta última,
para ascender también a teniente primero, así como a sub-comandante y a
comandante segundo.

DISTRIBUCIÓN DE LOS OFICIALES DE PLANTA DE LA ESCUELA "GENERAL


SANTANDER" EN EL AÑO DE 1946

Capitán Enrique París D. (E.N.), Sub director de la Escuela.


Teniente 10. Bernardo Camacho L., Oficial de administración.
Capitán Luis M. González. (EN.), Comandante del curso de aspirantes a oficiales.
Capitán Libardo Latorre (EN.), Comandante del curso de perfeccionamiento de
tenientes segundos. Sub-Comandante Jorge De Mendoza, Comandante del curso
de aspirantes a agentes.
Teniente 1°. Jaime E. Reinel, Comandante de la sección" A" del curso de aspirantes
a oficiales.
Teniente 2°. Luis Tejada Zapata, Comandante de la sección "B" del curso de
aspirantes a oficiales.
Teniente 1°. Pedro A. Mendoza G., Comandante de la sección 10. del curso de
aspirantes a agentes.
Teniente 2°. Roberto Prieto Conde, Comandante de la sección 2a. del curso de
aspirantes a agentes.
Teniente 2°. Luis R. Díaz, Comandante de la sección 2a. del curso de aspirantes a
agentes. Teniente 2°. Pedro A. Vargas, Comandante del curso de perfeccionamiento
de cabos.
Teniente 2°. Nicolás Ríos Mesa, Ayudante de la Dirección de la Escuela.
Teniente 2°. Eduardo Guerrero Córdoba, Ayudante de la oficina de administración.

CLAUSURA DE ESTUDIOS EN LA ESCUELA DE POLICÍA AÑO DE 1946

Al respecto informaba la Revista de la Policía Nacional:


«El pasado 24 de julio tuvo lugar en la Escuela de Policía "General Santander", la
clausura de estudios de los cursos de aspirantes a tenientes primeros, a sargentos
y a agentes, la cual se verificó de acuerdo con el siguiente programa:

1. Presentación de la Escuela
2. Honores a las banderas
3. Honores al Excelentísimo señor Presidente de la República
4. Nombramientos y ascensos
5. Discurso del Director de la escuela y juramento de los cursos
6. Entrega de premios
7. Entrega de la medalla Policía Nacional
8. Discurso del Director General
9. Discurso del Excelentísimo señor Presidente de la República 10. Discurso del
doctor Mariano Ospina Pérez
10. Desfile
11. Honores al Excelentísimo señor Presidente de la República.

PREMIOS:
»Premio de esfuerzo personal: teniente segundo Pedro A. Torres Figueroa, cabo
Gustavo Adolfo Buitrago y agente Carlos Abel Morales.

»Premio de tiro: teniente segundo José David Castro Páez, cabo Epifanio
Hernández López y agente Luis Francisco Urazán Ortegón.
»La Dirección General de la Policía ofreció un premio para el alumno que obtuvo
las mejores calificaciones en los cursos que se clausuraron. Fue adjudicado al cabo
Misael Dueñas Aguirre.

»El comando de la División Cundinamarca, ofreció un premio al cabo Epifanio


Hernández López, por haber obtenido el primer puesto entre los tres suboficiales de
la institución que hicieron el curso en la escuela».

CLAUSURA DEL PRIMER CURSO SEMESTRAL DE 1947.

Al respecto informaba la Revista de la institución:


«El día 12 de julio del presente año se clausuró, en forma solemne, con asistencia
del excelentísimo señor Presidente y del señor Ministro de Gobierno, el curso de
perfeccionamiento de tenientes primeros y de preparación de agentes.

»A dicho curso asistieron los


oficiales: »Tenientes primeros:

Cuervo Ramírez Isaías


Gómez Rojas Josu
García Silva Juan
Guzmán Aldana Alberto
Meneses Rodríguez J.
Aguirre Olarte Anselmo
Arciniegas Castilla Antonio
Silva Afanador Arturo
Duarte Eslava Joaquín
Rubio Rubio José A.
Riaño Ruge Marco T.
Puerto Rodríguez Luis
Ospina H. Hernando
Romero Santander Luis
Soto Grajales Pedro A.
Mendoza Rodríguez Andrés
Castro Rodríguez Fabio

»En la misma fecha, fueron incorporados a la Policía Nacional, como agentes, 250
aspirantes, que durante su permanencia en la escuela demostraron suficiente
aptitud y aprobaron los exámenes en las materias cursadas».

CONCURSO HÍPICO POR LA COPA "REPÚBLICA DE VENEZUELA"

La revista de la Policía Nacional informaba al respecto la publicación oficial


citada:
«El 29 de noviembre de 1947 y con motivo de la clausura de estudios de la Escuela
de Policía, se llevó a cabo el tradicional concurso hípico que celebra anualmente la
oficialidad de la institución para adjudicar la Copa "República de Venezuela", trofeo
gentilmente donado por la embajada de nuestro hermano país y que viene
disputándose desde hace varios años.

»Para este trofeo, que se disputa todos los años por equipos representativos de las
unidades acantonadas en la guarnición de Bogotá, se halla establecido que la
unidad que lo conquiste por tres veces consecutivas, lo poseerá definitivamente.
Como la escuela lo había conquistado por dos veces, el concurso de este año
revistió especial interés, ya que los participantes por el plantel lucharon con
denuedo por obtenerlo nuevamente y de modo final.

»La copa fue ganada en este año por el señor teniente segundo Roberto Pinzón,
del grupo de carabineros, quien montaba el caballo "Piropo", que efectuó el
recorrido sin ninguna falta.

»El concurso llamó especialmente la atención porque, sin duda alguna, ha sido el
mejor que se ha presentado, si se tiene en cuenta la magnífica demostración de
experiencia y agilidad en los jinetes y adiestramiento en los caballos de que se hizo
gala. Por esta circunstancia merece una felicitación el señor capitán Antonio
Arciniegas, del grupo carabineros, quien tuvo a su cargo la preparación y
organización del certamen hípico que comentamos.

»Los jinetes que intervinieron en esta prueba en representación de sus unidades,


fueron los siguientes:

»Por el grupo de carabineros:


Comandante Jenaro Rozo Osario, en el caballo" Andalien".
Capitán Antonio Arciniegas C, en el caballo "Inglés".
Teniente 2°. Roberto Mejía S., en el caballo "Cucarrón".
Teniente 2°. Roberto Pinzón M., en el caballo "Piropo".
Teniente 2°. Nicolás Ríos, en el caballo "Rifeño".
»Por la Escuela de Policía:
Capitán Isaías Cuervo R., en el caballo "Duque". Teniente
1°. Bernardo Camacho L., en el caballo "Otelo". Teniente
2°. Luis Tejada Z., en el caballo" Alcatraz". Teniente 2°.
Guillermo Contreras C, en el caballo "Cerezo". Teniente 2°.
Luis A. Rubio P, en el caballo" Arlequín".

»Por la división Cundinamarca:


Teniente 2°. Alberto Bernal, en el caballo "Benur".

»Por la primera división:


Teniente 2°. Juan B. Godoy, en el caballo "Lunar".

»Por el grupo circulación:


Teniente 1°. Francisco Fonnegra P, en el caballo "Halcón".
Teniente 2°. Alfredo Medina, en el caballo "Calibío".

»El orden de clasificación fue el siguiente:


1 er puesto Teniente Roberto Pinzón, del grupo carabineros con 0 faltas.
2°. puesto Teniente Luis A. Rubio, de la Escuela de Policía con 0 faltas.
3er. puesto Teniente Roberto Mejía, del Grupo de carabineros con 2 faltas.
4°. puesto Teniente Bernardo Camacho, de la Escuela de Policía con 2 faltas.

»Sin duda alguna, los instantes más intensos del concurso, en los que el público
participó con la más emocionada expectativa, fueron aquellos en que se decidió el
ganador del cuarto puesto, entre el capitán Antonio Arciniegas y el teniente
Bernardo Camacho, quién resultó vencedor, dominando magistralmente la máxima
altura de 1,40 m., después de cuatro carreras consecutivas.

CRÓNICA “LA ESCUELA Y EL 9 DE ABRIL DE 1948”

“Cuando mataron a Gaitán yo estaba almorzando en mi casa y de inmediato me


traslade para la escuela; afortunadamente llegué sin contratiempos. En la Esuela
teníamos un problema muy serio; había un personal de agentes de Santander del
Sur de la Policía nacionalizada que habían tenido un problema en Bucaramanga. La
ciudadanía los rechazaba en una forma violenta y decidieron enviarlos para Bogotá
a hacer un curso en la Escuela General Santander. Cuando llegaron nos dimos
cuenta que eran unas personas supremamente peligrosas y venían con sus propios
mandos departamentales. Yo, como jefe de administración de la escuela, los recibí
en la estación de la Sabana y se les explicó como era esto. El problema se presentó
cunado se les dijo que en el instituto no necesitarían las armas, porque la función
principal no era la guerra, sino la actividad intelectual y que estas se guardaban en
armerillos bajo llave, a lo cual replicaron que no las entregaban y empezaron a
dormir con las mismas.

9 de abril de 1948. El “Bogotazo”.

El 9 de abril cuando se presentaron los hechos el mayor del ejército Alfonso


Ahumada Ruiz, quien era subdirector encargado de la Policía Nacional, ordenó
enviar a un personal de cadetes para defender el palacio de la Policía Nacional.
Ellos llegaron a la dirección y al momento de desembarcar dieron muerte al cadete
Moncayo.

La Escuela, por su parte, se quedó en poder de los carabineros, quienes hacia las
4:00 de la tarde de tal día, decidieron rebelarse. En determinado momento sentimos
en la “avenida del Trabajo” un ruido intenso producto de la colisión del camión en
donde se transportaban; fuimos a auxiliarlos y en ese preciso instante un sargento
que llevaba el mando del grupo de carabineros me encañonó empleando malas
palabras y diciendo “usted que hace aquí, mi teniente” ; seguidamente reaccioné al
observar que el fusil que portaba se encontraba asegurado, saqué mi revolver
rápidamente, lo monté y le quité el arma haciéndolo desistir de sus acciones
rebeldes; después de aquel incidente los carabineros partieron hacia sus
alojamientos.

Al cabo de un tiempo el capitán Alcides reyes me dijo: “Camacho, el gobierno se


tiene que caer… por tal razón necesito que me garantice la salida ya que contamos
con el personal de Santander”. En consecuencia partieron hacia el centro de Bogotá
al mando de este. Encargados de la Escuela quedamos el capitán Silva y yo; nos
reunimos en la oficina luego de la partida del personal hacia el centro de Bogotá
para discutir el tema referente a la seguridad de la escuela, porque los carabineros
revoltosos estaban a cargo de la guardia. Éramos 20 con algunos hombres de
confianza y reforzamos la guardia, le dije a un suboficial: “Necesito la munición
asignada a la compañía de cadetes”. Respondiéndome que no había. Por tal motivo
tomamos con los oficiales la siguiente decisión: utilizar munición de fogueo y 50
cartuchos para patrullar la Escuela, ya que en la radio decían que la iban a atacar.
Estaba lloviendo fuerte hacia las seis de la tarde y empezamos a recorrer la Escuela
con el grupo de oficiales con todas las medidas de seguridad. Al repartir la munición
les impartí instrucción sobre el manejo de esta: “¡Si vienen a atacarnos utilizamos la
munición de fogueo para ahuyentar a la gente, pero si alguno decide aventurarse y
atentar contra la seguridad de la escuela lo damos de baja solamente en última
instancia!”. ¡no podemos desperdiciar la munición! La verdad es que así duramos
tres días hasta calmarse un poco la situación en Bogotá. Afortunadamente, la
guardia no intentó nada pero nosotros desconfiamos totalmente de ella.

En el momento más álgido del 9 de abril me comuniqué con mi capitán Silva y le


dije: “¿Qué ordena mi capitán?” –El a su vez me respondió- “¡Mire Camachito oiga
la radio, Bogotá está en llamas, ¡Virgen Santísima estoy aterrado…!” y le respondí:
“Yo también lo estoy pero hay que trabajar, la Virgen nos puede ayudar a bien
morir”. Debido al estado de nerviosismo de mi capitán, y previendo que podía
desmoralizar a la poca gente bajo nuestro mando, no tuve mas remedio que
solicitarle que se retirara a su habitación ubicada en el segundo piso del casino de
oficiales, explicándole que estaba sereno y que podía pensar con mayor prudencia.
Consulté la decisión con el Dr. Carlos Arturo Cabal Sanclemente Director de la
Escuela, quien la aprobó y así tome el mando del instituto.

El 10 de abril llamé al mayor Ahumada a la Dirección de la Policía, contándole lo


sucedido con el capitán Silva, para cuidar mi buen nombre como oficial, ya que s
podía decir que me había insubordinado recluyendo a mi capitán en su recámara. Mi
mayor apoyó la decisión y además me dijo que abandonáramos la escuela,
destruyéramos el armamento y nos dirigiéramos al batallón de artillería en donde se
nos recibían, pero yo le expresé, respetuosamente, que no la abandonaría y decidí
ver cuanto éramos capaces de aguantar.

Así pasaron los días 11 y 12 de abril, ya esta normalizado el orden publico en


Bogotá como consecuencia de los refuerzos que habían llegado de Boyacá. Los
cadetes duraron aproximadamente 15 días en las instalaciones de la Dirección de la
Policía y realizaron labores de vigilancia por la ciudad.

El 12 de abril llegó a la Escuela un refuerzo del batallón de artillería, al mando del


capitán Alfonso mejía Valenzuela, en compañía del coronel López, para llevarse el
armamento que quedaba de reserva en el instituto, sin dar tiempo de realizar un
inventario de entrega. Nos dejaron solo las armas de los oficiales. El capitán Alfonso
Mejía tomó el mando de la escuela y de esta forma pasó el chaparrón del 9 de abril.

Yo continué como oficial administrativo de planta. A los pocos días después del
nueve de abril me llamaron de la Dirección de la Policía y me ordenaron que
alistara alojamiento para 1200 personas; dos días después llegaron al mando del
señor teniente coronel Willy Holman Restrepo, los oficiales del ejercito: capitán
Hernando Currea Cubides y el capitán Jaime Durán Pombo, Landazabal y
matamoros, entre otros. En ese entonces, en la Policía no se tenían recursos para
albergar tal cantidad de gente, porque no se contaba con alojamientos y cada
policía tenia su colchón, la institución lo único que brindaba era el catre; en esa
oportunidad se pudo dar alojamiento a tal cantidad de gente pero de difícil manera.
Se equiparon y se recibieron a 1100 soldados con sus cuadros de mando.
Rápidamente se organizó el plan de estudios y los horarios para comenzar a dar la
instrucción al personal, ya que con tal tropa se iba a organizar una policía militar que
en el futuro se encargaría de la seguridad de Bogotá.

Las prácticas de estudios se dividieron en academia para oficiales y clase para el


resto de personal. Yo me desempeñe como profesor en el área de policía de
vigilancia, en la academia de oficiales. Las clases para oficiales comenzaban a las 8
de la mañana en el salón de conferencias del casino. Esta instrucción duro tres
meses hasta el día 16 de julio fecha en la cual la policía militar desfilo por Bogotá
con el nombre de policía para tomar la seguridad de la ciudad. Estaba organizada
en cuatro divisiones: la de la calle 4 y la octava, la de la calle 19 y la calle 40. Los
cuadros de mando de la escuela fueron todos oficiales del ejército, y debido a que
el decreto presidencial del 9 de abril liquidaba la Policía Nacional. Esta policía
militar, a mi juicio, fue excelente, porque posmilitares le pusieron un gran interés y
trataron de prestar un servicio mejor que el de la misma Policía. Todo el grupo se
incorporó definitivamente a la Policía nacional para comenzar de esta manera una
nueva etapa en la institución”.

(R)
Mayor General Bernardo Camacho Leyva

CRÓNICA “LOS CADETES EN EL PALACIO DE LA POLICÍA”

Hechos del 9 de abril de 1948:

“Vivía el país tiempos de sangre y de terror por culpa de los partidos tradicionales,
enfrentados en una cadena interminable de odios y mutuas represalias. No se
puede sacar en limpio ninguno de los dos, pues emulaban en salvajes actos de
ferocidad recíproca. La división del partido liberal aseguró la presidencia del doctor
Mariano Ospina Pérez. Su gobierno encontró una oposición violenta por parte del
liberalismo y un hecho pavoroso precipitó la explosión del volcán político: el infame
asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, líder popular y esperanza de redención social, el
9 de abril de 1948.

La Policía, inicialmente, fue incriminada del atroz delito. Ante la aviesa sindicación y
dolida por ella por la desaparición del insigne jefe, violó la Ley, incumplió su
juramento y se sumó a la insurrección estallada en Bogotá. Hubo excepciones
honrosas y valientes.

La noticia del asesinato se regó como pólvora, a través de la radio, acompañada de


la incitación a la revuelta, al saqueo, al incendio, a la fuga de los presos, todo eso en
un lenguaje encendido por el odio y quizás también por el dolor de aquella muerte.
Las arengas tuvieron su efecto inmediato, las gentes se volcaron a las calles,
empezaron los incendios, el tiroteo con las armas, y Bogotá se convirtió en una
hoguera cuya humareda subió en altísimas columnas que cubrían los cerros de
Monserrate y Guadalupe. Ya en la tarde los cadáveres, por montones, yacían
regados en las calles.

En ese tiempo treinta cadetes adelantábamos el curso para oficiales en la Escuela


de Policía General Santander, curso del cual, yo era el brigadier mayor. El señor
mayor Alfonso Ahumada se desempañaba a la sazón como subdirector encargado
de la policía Nacional. Ante la arremetida de la chusma contra la sede de la
dirección donde se encontraba el coronel Virgilio Barco, director general, transmitió
la orden a la escuela para que los cadetes fueran de inmediato trasladados para la
defensa del Palacio; nuestro comandante era el Teniente Ernesto Polania Puyo; con
él y con el capitán cesar Augusto Cuellar Velandia, en el bus de la escuela, y entre
un tiroteo seguido, no se como pudimos llegar a nuestro destino. Infortunadamente
al desembarcar, se sufrió la baja del cadete Gerardo Moncayo y la herida del cadete
Noel Delgadillo Parra.

Ya en el interior del palacio se distribuyeron los servicios de seguridad y se empezó


a contener el avance de los revoltosos. El pertrecho era poco, los fusiles viejos. En
la noche la situación era angustiosa; ante ello el mayor Ahumada me ordeno
recoger a los cadetes para que los voluntarios salieran con el a desalojar los
alrededores ocupados por los atacantes. Salimos y en el momento en que
avanzábamos por la calle 9 con la carrera 8, bajaba despavorido el doctor Guillermo
León Valencia buscando refugiarse en la casa de la familia cantillo que vivía
enseguida del palacio de la Policía. El doctor valencia abrazó al mayor Ahumada y
le pidió que lo escoltara, así lo hicimos con buen respiro, pues las noticias de la
radio habían dado por cierto que los cadáveres de varios líderes conservadores,
entre ellos el del doctor Valencia, se balanceaban colgados en los faroles de la
plaza de Bolívar. Se consiguió limpiar bastante la zona infestada por la chusma. Sin
embargo el teniente Polania fue gravemente herido por un disparo que le destrozo la
mandíbula.

Diez o quince días duramos en el palacio prestando el servicio de guardia. Muchos


hechos sucedieron durante ese lapso, algunos que no podemos dejar de mencionar,
como el heroísmo del señor Aranguren que, cayéndole tiros en el conmutador que
manejaba no lo abandonó, asegurando así las comunicaciones. Otro caso fue la
muerte del conductor Carrizosa, persona muy afable que se había ganado el afecto
de nosotros los cadetes; no se por que motivo perdió la razón y pasó algo extraño
en el zaguán del palacio, el caso fue que recibió un disparo que lo mató.

Vale la pena traer a colación otro episodio, no solo como recuerdo de los numerosos
sucesos de la época, sino también como lección policiva. Los cadetes salíamos con
oficiales del ejercito a patrullarla ciudad para acompañarlos en misiones especiales;
dentro de ellas me correspondió ir con un teniente para practicar con una patrulla, el
allanamiento de una casa del norte de la ciudad. Se cree que los saqueos fueron
autoría de clases inferiores. La guerra degrada los sentimientos casi en forma
general y por ende no fue extraño que personas acaudaladas se confundieran con
la chusma para perpetrar actos vandálicos. En efecto, el allanamiento obedecía a la
denuncia puesta contra un personaje muy conocido, por su participación en el
saqueo a unas joyerías. Al presentarnos a su residencia y requerirle su
consentimiento para llevar a cabo la diligencia, se encendió en protestas y
denuestos contra todos nosotros por el abuso de ser capaces de ofender su
dignidad, su prestigio y sus servicios. El teniente, con mucha calma, le dijo que solo
estaba en cumplimiento de una orden, pero que si se oponía, tendría que hacer uso
de la fuerza. Entramos, se requisó minuciosamente la residencia y no se encontró
nada de lo que se buscaba. ¡Quien dijo miedo! Cuando al salir, el teniente le ofreció
excusas y quiso despedirse, el caballero exigió reparación por el daño moral
inferido, fue hasta vulgar en sus expresiones y estaba en el colmo de su ira; cuando
de pronto, un soldado dejo caer accidentalmente su fusil, golpeando una gran moya
de barro que tenia una bellísima palma; al instante, rota la vasija, vimos
estupefactos, rodar por el suelo una cascada de joyas y relojes. Al personaje en
silencio, lo condujimos al juzgado”.

No menos interesante fue este acto de audacia y valor:

“El teniente Puerto Rodríguez, un extraordinario oficial, astuto, decidido, con un gran
don de mando, no era de escuela, pero sus meritos lo llevaron mas tarde a ser, con
el grado de coronel subdirector de la Policía Nacional. El ejecuto la orden del señor
mayor Ahumada, de reforzar los efectivos del palacio con agentes de la escuela.
Con una estratagema que puso en evidencia su sagacidad y su coraje, formo el
personal, le explico la orden recibida, que era salir al trote y al paso desde la
escuela hasta el palacio de la Policía, para defenderlo de los insurrectos que lo
tenían en su mira; les agregó que esa marcha era mortal si ellos se manifestaban
amigos del gobierno, pues los revoltosos armados se habían tomado la ciudad.
Había así que apelar a una trama, el gritaría vivas al partido liberal y abajos al
gobierno, alo que ellos contestarían en coro fuerte esas exclamaciones. Des esta
manera ganaron el palacio de la policía, seguidos por una turba numerosa que se
había sumado a su paso por el camino. Al llegar al palacio detuvo la marcha y con
una proclama explico a la gente que los había seguido y a los que estaban atacando
el edificio de marras, que dejaran penetrar primero la compañía de agentes y que
una vez adentro, el saldría para franquearles la puerta. Así aconteció y cuando hubo
entrado el último hombre, dio media vuelta a la compañía y una ráfaga cerrada puso
pies en polvorosa a los insurrectos.

Regresamos al 9 de abril. El presidente Ospina estaba inaugurando una exposición


agropecuaria en CORFERIAS; cuando volvía para palacio escuchó la noticia del
asesinato de Gaitán y las informaciones de que varios cadáveres de jefes
conservadores pendían de los faroles en la plaza de Bolívar; que miles de gentes
se organizaban para tomarse el palacio, para apresar al presidente y darle el mismo
trato que a sus copartidarios ya sacrificados.

El doctor ospina le dio la orden al sargento conductor que impulsara el vehiculo a la


máxima velocidad. Al llegar a la séptima, observó que una inmensa multitud
avanzaba vociferante, pasando la plaza de Bolívar para seguir a palacio. Siendo la
puerta de este inmueble no muy ancha y el vehículo bastante grande, había que
hacer el ingreso en dos tiempos, eso hubiera sido mortal. Por el miedo o por la
responsabilidad y con toda la adrenalina seguramente salida a raudales, el
conductor entró el vehículo de una vez y fue cerrada la puerta por lo centinelas, en
el momento mismo en que llegaba el tropel que empezó a forzarla.

Todo predecía que Ospina debía renunciar o fugarse; el ejército no alcanzaba a


mantener el orden, la situación era apurada. Para salvar al presidente, el único
remedio era asegurarle su fuga, cosa que fue preparada con todo rigor. Cuando los
militares llegaron a decirle que podía abandonar el palacio, y que debía hacerlo
porque ya no podían responder más por su seguridad, el doctor Ospina Pérez con
una gran serenidad dijo una frase que está esculpida en la memoria de quienes
vivieron esos momentos y que luego la han repetido en muchas ocasiones: “El
presidente no se fuga, porque para Colombia más vale un presidente muerto que un
presidente fugitivo”.

Simultáneamente, por todas partes se incitaba al doctor Darío Echandía, para que
se tomara el poder, pero este gran hombre –como quizá no lo habrá por mucho
tiempo-, respondió finalmente con otra frase que está grabada en la memoria
nacional: “¿y el poder, para que…?”

Estos dos gigantes de Colombia la salvaron de la guerra civil y el uno como


presidente y el otro como ministro de gobierno, se dieron a la tarea de pacificar los
ánimos de aquellas gentes hambrientas de sangre y de poder. Papel preponderante
desempeñó doña Bertha Hernández de Ospina Pérez, pasando a la historia como
una heroína por la fogosidad de sus actuaciones en su lucha frontal contra la
insurrección en aquellas jornadas del 9 de abril. Tuvo con algunos de mis
compañeros, los cadetes Zambrano, Ávila, Chacón y otros, una actitud muy noble
cuando fueron apresados por equivocación y conducidos al Batallón Guardia
presidencial. Zambrano fue reconocido por el entonces capitán Eyerbe, quien puso
en conocimiento de doña Bertha la situación de estos cadetes; intervino ella de
inmediato para que se los entregara al señor capitán Cesar Augusto Cuellar y se les
regresara a su base.

Luego, de una plumada, por decreto presidencial, la policía, toda, fue dada de baja.
Quedo en pie solo el grupo de cadetes que volvimos a la escuela a continuara el
curso. Para mi esto fue apresurado. Muchos oficiales, como Ramírez Merchán
comandante de la Policía en Santander y el teniente Gordillo habían defendido con
su vida el orden, como igualmente en Bogota el comandante Guzmán Aldana y los
oficiales de la Escuela General Santander. Finalmente el orden interno del país se
loe confió al ejercito y se organizó la Policía Militar. Su comandante fue el coronel
Willy Colman, un oficial que no ha tenido par hasta hora, por los excelentes servicios
prestados a través de una clara inteligencia, sentido del mando y por su decisión de
restablecer el orden contra todas las dificultades que se presentaron . Se rodeo a
demás de unos oficiales que el mismo escogió, los cuales dejaron historia por el
entusiasmo con que acompañaron a su comandante y por el balance grande de sus
tareas. Varios de ellos alcanzaron más tarde el generalato como fueron los tenientes
Landazabal, matamoros, Robledo…

»Para preparar estos oficiales y su tropa se organizaron cursos rápidos en la


Escuela de Policía "General Santander" .Las clases profesionales de Policía las
impartían los señores tenientes Bernardo Camacho Leyva, Tejada Zapata Contreras,
Rubio Parra y Mejía Soto. Ya el teniente Camacho Leiva había defendido la escuela
contra los insurrectos.

»Para ser sincero, yo no vi con buenos ojos que este personal militar saliera en tan
corto tiempo a prestar el servicio, cuando ya nosotros, cori más de un año de
preparación, permanecíamos a la espera por la prolongación de nuestros estudios,
para recibir el grado de oficiales.
»Yo había conocido al doctor Mariano Ospina Pérez en Caramanta, mi pueblo
natal, por una coincidencia muy extraña. Me desempeñaba como vicerrector del
colegio de Bachillerato en Yolombó, Antioquia. Tenía solo 19 años, pero me
confiaron esa responsabilidad. Volví a mi tierra por una temporada de vacaciones y
cuando apenas había entrado a mi casa, me dijeron que una comisión de señoras y
señores quería hablarme; se trataba de que el señor presidente de la República en
una correría por el occidente del país llegaría esa tarde al pueblo. Todo estaba
preparado para la ocasión, pero a última hora el orador que lo acogería había
enfermado y me solicitaron con angustia que yo lo remplazara; les agradecí mucho
esa distinción, pero les puse de presente varias dificultades para aceptarla. El
presidente era conservador y mi familia liberal, mi hermano con su mujer e hijos
habían tenido que abandonar el pueblo, de la noche a la mañana, para librarse de
la muerte, amenazados por los amigos del gobierno. Y además, según ellos, el
presidente venía en camino y estaría llegando en dos horas. ¿Con qué tiempo
organizaba yo un discurso? El caso fue que me comprometieron y tuve que
acceder a tan obligante invitación. La plaza, como las calles del pueblo estaba
engalanada y me convencí que la recepción era bipartidista como la comisión me lo
había asegurado. Ya en el balcón con el presidente aliado, empecé mi bienvenida
cuando, en el horizonte fue asomando, una luna cuyo recuerdo por su belleza
nunca se podrá borrar de mi memoria. El astro, la animación de la gente y el honor
de dirigirme a una figura egregia, de prosapia histórica, me inspiraron unas
palabras que el presidente al responderlas me elogió con frases de admiración por
mi juventud y la altura de los conceptos.

»Terminado el recibimiento me invitó a acompañarlo a Medellín. No era posible


para mí, pues el sueldo de maestro no me alcanzaba para tanto, pero sí lo
acompañé hasta Valparaíso. En el camino le conté quien era, que hacía y además
mi proyecto de irme a Bogotá, pues había tenido información de los cursos de
policía para oficiales.

»En tono muy coloquial, como él solía hacerla en sus charlas personales, me dijo
que si en algo podía ayudarme cuando fuera a la capital, no dudara en llamarlo; ello
contó con toda la gallardía de doña Bertha, su esposa. Eso me dio coraje, renuncié
a la vicerrectoría y con dinero que me prestaron viajé a Bogotá, con la intención de
ingresar a la policía. No fue posible, pues el curso había empezado hacía un mes.
No me quedó más remedio que acudir al presidente. Pedí la audiencia, pero me
dijo la secretaría. que en 15 días me la podrían conceder. Le repliqué que si ella le
comunicaba al doctor Ospina de quién se trataba, quizá me recibiría antes y así
fue. Lo enteré entonces de mi dificultad para ingresar al curso de oficiales, hizo
llamar al director general de la policía, pero no encontrándose en su despacho,
ordenó un~ esquela de presentación que yo le llevé al señor director, con la
satisfacción de que ya él estaba enterado telefónicamente del objeto de mi visita.
Así pues, pude ingresar a la escuela y agregarme a los 29 compañeros del curso
conocido hoy con el nombre Antonio José de Sucre.

»Con base pues en estos antecedentes, y en que había conservado alguna


amistad con doña Bertha de Ospina, resolví enviarle una carta al señor presidente,
pidiéndole su intervención ante el señor director general de la policía, para que nos
graduaran con anticipación a la fecha fijada, pues para el gobierno, nosotros con
nuestra preparación, éramos más útiles prestando el servicio como oficiales que
permaneciendo en la escuela.

»Cometí una falta disciplinaria, ya que esa carta la envíe sin seguir el conducto
regular. Así, entonces, el señor general Régulo Gaitán, enterado de Palacio sobre
mi solicitud y puesta a su consideración, se trasladó a la escuela y le dijo al director
de ésta que lo condujera al aula donde estábamos. Allí visiblemente contrariado,
preguntó quien era el brigadier mayor Echeverry. Le respondieron que estaba
hospitalizado, y ante ello sólo se limitó a recordarles a los cadetes la obediencia al
conducto regular y la sanción que comportaba su transgresión. No obstante no tuve
castigo y sí la satisfacción de que nos graduaran 6 meses antes del término fijado.»

Coronel (h) Bernardo Echeverry Ossa


CRÓNICA "UN HOMENAJE AL SEÑOR TENIENTE GENERAL GUSTAVO ROJAS
PINILLA, NUEVO COMANDANTE DE LAS FUERZAS MILITARES" 1952

«Los hechos trágicos del 9 de abril seguían oyéndose a lo largo del tiempo, con un
fragor que no se extinguía, sino que aumentaba siniestramente con el correr de los
días. El sectarismo político subía a espantosos grados de ebullición salvaje. La
policía seguía siendo utilizada por los partidos tradicionales como un instrumento
para golpearse mutuamente; las gentes seguían enconadas por el odio que les
inspiraban sus jefes contra sus respectivos opositores. Decenas de policías morían
víctimas de infames emboscadas, destrozados sus cuerpos, martirizados ante la
presencia popular que encuadraba sus quejidos lastimeros, con sus siniestras
carcajadas. El partido liberal, por boca de uno de sus más connotados jefes, había
prohibido a sus copartidarios hablarle a los conservadores, lo que trajo como
consecuencia que hermanos con hermanos o padres con hijos o ciudadanos, unos
con otros, ni siquiera se saludaran. Una masacre en el Tolima había hecho
pedazos, abaleado primero y luego cortado en trozos, al sargento Puyo y a sus
agentes. Se cometió el error de traerlos a Bogotá para enterrarlos en el cementerio
central. Aquello fue aprovechado por el sectarismo conservador y con unos
conmilitones suyos programaron en Chocontá una serie de desórdenes en la capital
de la República, para el 6 de septiembre de 1952.

»En el sepelio hubo tres discursos, entre ellos el mío que conmovió a la enorme
multitud que había acompañado a los cadáveres hasta su destino final después de
haber desfilado por la carrera séptima. Los disturbios no se dejaron esperar. Ya
todo estaba preparado desde el día anterior; se incendiaron las instalaciones de los
periódicos "El Tiempo" y "El Espectador" y las casas de los expresidentes Lleras
Restrepo y Alfonso López Pumarejo.

»Esta era la continuación de la orgía pirotécnica desatada en esta ciudad, iniciada


con el incendio que los liberales habían protagonizado, reduciendo a cenizas el
periódico" El Siglo" y la casa del líder conservador Laureano Gómez quien tuvo que
refugiarse con su familia en alguna casa de un amigo durante varios días, para
librarse de la muerte.
»Era imposible que la República continuara esta cadena de crímenes; la policía
tenía que ser lo que Gilibert le había imprimido como principio inspirador de su
filosofía: una institución apolítica, sentada sobre bases éticas y técnicas al servicio
de todos los colombianos para la realización de su tranquilidad.

»Yo había entablado una relación cordial con el señor general Gustavo Rojas
Pinilla, a raíz de la cercanía con algunos amigos comunes, y, no obstante siendo yo
un oficial con el sólo grado de teniente, siempre me distinguía con su amabilidad.
Esto me permitió contarle varias veces nuestra inquietud por la suerte de la policía,
colocada en el Ministerio de Gobierno, un ministerio eminentemente político.

»Dio la buena casualidad que el señor general fue designado comandante de las
Fuerzas Militares. Convine entonces, con el señor mayor del Ejército Efraín
Villamizar, para la época director de la Escuela de Policía "General Santander",
donde yo estaba como oficial de planta, rendirle, por parte de la Policía, un
homenaje al señor general con ocasión del honor con que lo había distinguido el
gobierno nacional.

»El señor mayor Villamizar no quiso llevar la palabra y me encomendó esta misión.
El ágape se hizo donde hoyes el campo de paradas de la Escuela, con la presencia
multitudinaria de personalidades de todos los partidos políticos, de la industria, del
comercio, del clero, etc., y naturalmente de oficiales del ejército y la policía. Tan
distinguida celebración, estaba presidida por el presidente encargado, el doctor
Roberto.

Urdaneta Arbeláez, por su ministro de gobierno, el doctor José Ignacio Andrade y


por otros miembros del gabinete presidencial. Audazmente planteé en ese
ofrecimiento mi obsesión porque la policía pasara a depender del Ministerio de
Guerra como único expediente para que no fuera más instrumento del morbo
político, que le había ocasionado la desconfianza nacional y males casi
irreparables.
»Y hasta allí no era muy grave la cosa; pero sí, cuando a renglón seguido,
manifesté con clara falta de respeto él presidente encargado, que Colombia sólo se
salvaría si el señor general tomaba las riendas del gobierno. El presidente se quiso
levantar para abandonar la escuela, pero su ministro de gobierne lo detuvo con una
seña en la pierna y algo le dijo al oído. Terminado el acto los miembros del
gobierno no atendieron una invitación al casino de oficiales que estaba programada
y apresuradamente se dirigieron a la ciudad.

»Este acto fue un sábado. El lunes siguiente yo estaba dado de baja. La exigencia
ante el alto gobierno por parte del señor general GUSTAVO ROJAS PINILLA
permitió mi reintegro. Los acontecimientos que sucedieron luego ya no son parte de
la historia de esta escuela.»

Coronel (h) Bernardo Echeverry Ossa

PROPÓSITOS DESPUÉS DE 1948

En el tiempo transcurrido entre el 9 de abril de 1948, después de liquidada la Policía


nacional, en la escuela se instruye, como se vio anteriormente, un personal militar
para formar lo que se denominó “Policía Militar”, a quien se le señaló la función de
vigilar a Bogotá en reemplazo de la policía.

Sin embargo el instituto, ya en el año 1949 se fue abandonando en equipos e


instalaciones hasta que se dispone, en coordinación con la misión inglesa
recientemente contratada por el gobierno y con base en un nuevo estatuto organizar
para la Policía Nacional (Decreto 2136/49), el nuevo funcionamiento del instituto con
unos cursos extraordinarios de cadetes y otros de suboficiales, detectives y agentes,
que se inician en febrero del año 1950 y terminan en diferentes fechas del mismo
año.

En su momento estos programas se consideraron el comienzo de una nueva policía


y por ello, el curso de cadetes de 1950, se graduó el 16 de diciembre del citado año
con la denominación de primer curso de una época renovadora. Posteriormente en
1950, se elaboró una nomenclatura para todos los curso de cadetes que, desde la
fundación de la Escuela de Policía “General Santander” en 1940, se habían
cumplido en el Alma Mater. Entonces, este primer curso se denominó “Juan José
Rondón” y por culpa ajena se le generalizó el nombre de los “sabios”.

Después del receso de la escuela en el año de 1948, se han concentrado en ella,


con el fin de adelantar curso de información, un número apreciable de alumnos.
Además de dichos cursos, se suceden uno cuatro cursos de información de
periodos relativamente muy breves, circunstancia esta que fue la resultante del
estado de emergencia y de la necesidad de buscar la uniformidad entre oficiales de
diferentes procedencias y, posteriormente como resultado de los escalafones de
oficiales y suboficiales, dispuestos por el general Rojas Pinilla en 1953.

Esta nueva etapa del servicio activo está muy supeditada a las disciplinas del
ejército que imponen los mandos militares que dirigen los destinos del cuerpo y del
instituto. El alumno no puede atender durante ella sino a las prescripciones del
orden docente y al imperio de los reglamentos de la escuela, sin preocupación
distinta de aquella que lo trajo a estos claustros y que se sintetiza en las palabras:
responsabilidad, lealtad y trabajo.

Los cursos de perfeccionamiento son obligatorios para todos los oficiales,


suboficiales, agentes y detectives de la Institución, actualmente en servicio, y serán
eliminados los que no reúnan las condiciones que se determinaron.

El departamento de instrucción y formación del personal, en el proyecto de


reglamento de la carrera de oficiales, recoge y detalla estos antecedentes, para
erigir también como requisito indispensable para el ascenso en los diferentes
grados, la aprobación de un curso de perfeccionamiento.
LA DECADA DE LOS 50
APUNTES SOBRE EL INGRESO DEL PRIMER CURSO DE CADETES DESPUÉS
DE LA DESINTEGRACIÓN DE LA POLICIA NACIONAL EN 1948

(Narración den los integrantes del curso 8, hoy Juan José Rondón 1999)

Transcurría el mes de diciembre del año de 1949, cuando se dieron a conocer por la
prensa del país, las visitas que harían las autoridades incorporadotas de la escuela
de Policía General Santander, a las diferentes capitales de los departamentos.

El entonces director de la escuela, mayor del ejército Daniel Cuervo Araoz,


acompañado de los medios de sanidad de la policía, doctores Plata Bermúdez y
Carlos vargas Rengifo –posteriormente nuestro profesor de medicina legal,
reemplazado por el doctor Carlos Cortes Maal, quien como escalafonado llegó a
coronel- médico, pasaron revista a los jóvenes que se presentaron, y escogieron a
aquellos que llenaban los requisitos pertinentes.

Ya en enero de 1950 fueron notificadas, en su mayoría, las personas aceptadas, y


su entrada al instituto se llevó a cabo en posprimeros días del mes de marzo de
1950, cuando fuimos recibidos, casi en la misma forma y con las mismas voces con
que hoy se saludan y proceden a adaptarse al sistema castrense que se ha venido
utilizando tiempo atrás.

Todo estaba preparado para el recibo, pero quizás lo más contrastante e incómodo
fue la forma de entregar “las prendas” o uniformes, fuera de la fementida amistad
demostrada por los llamados “brigadieres”, quienes, tal vez fracasados en su carrera
militar, no todos habían sido incorporados a la Escuela con las mismas costumbres
(maculas unas, “disciplinarias”,otras) y debido a sus conocimientos primarios en
cuanto a los métodos que, para las actividades en centros de índole similar, se
estilan.

Sin embargo, y a pesar de los Brigadieres y de algunos oficiales malgeniados o


gruñones la vida era llevadera, en principio, no así cuando se van acentuando los
malos tratos y la aplicación irregular e inconciente de sanciones, antelas nimiedades
o a petición de algunos brigadieres o comandantes de sección.

Los cuadros demando de la Escuela, en aquel entonces, fueron: como Subdirector


actuó inicialmente el Subcomandante, Mayor ® del Ejercito Luís Alejandro
Cárdenas, quien le entregó al Subcomandante, Mayor de Infantería de Marina
Carlos Rodríguez Téllez, hijo del General Amadeo Rodríguez; y como Director, el
Mayor del Ejercito Daniel Cuervo Araoz, persona simpática, cordial y amable.

Como Comandantes de la Compañía de Cadetes estuvieron: Teniente del Ejercito


Jorge Fonseca Ayala, Comisario Jefe Bernardo Camacho Leiva y Comisario
Roberto Panzón Meléndez.

Como instructores, Comandantes de Sección, tuvimos al Subcomisario Guillermo


Contreras Cabra, excelente oficial con habilidad extraordinaria para poner apodos a
los Cadetes, los que hicieron carrera a la par con los futuros oficiales o si no que lo
digan el tuso, chicle, el egipcio, cubio, carrataplun , la novia, la nodriza, pocos ojos ,
el chuzque, el pollo , el pato , arboloco, cañamazo, pluto, mojojoi , morrocoy,
bombillo, caribe soy, pitico, muerto lavado, el obispo, jeta de llanta, brazo de loza ,
nimbus, ratón de panadería , lobo marino, el copetón , Mr moto, y muchos otros que
se nos escapan. También en los subcomisarios comandantes de sección Manuel
José López Gómez, Mario Zambrano Camader y Bernardo Echeverri Ossa.

Además, formaban parte, como Jefe de los diferentes ser vicios y dependencias, los
siguientes oficiales: Comisario jefe Ignacio Cañón (OFL Retirado del Ejercito);
Comisarios: Luís Tejada Zapata, Ciro A. Dueñas Perilla y Eduardo Vergara Ramírez.
Subcomisarios: Carlos Guevara, Maximiliano Otero Rodríguez y Luís España
Pabon.

Entre el personal no uniformado rememoraremos al señor Almacenista Víctor Mejia,


un paisa simpático, amplio y grosero; (padre del General del Ejercito Mejia Henao);
el pagador de quien , a pesar de su importancia, no recordamos su apellidos, el
todavía preciado, reconocido y viejo palafrenero, don Justo, el enano José Eusebio
Pardo Pardo, de choachi, y con familiares sacerdote y monja, pícaro inmemorable; y
todos aquellas viejas y viejos servidores de la Escuela; sin olvidar a los Sargentos
Primeros ( tan importantes, capaces y servidores) Alférez Jiménez, Inspector Jefe
González, inspector Valenzuela, distinguido hurtado, y otros que la memoria infiel ,
quizás por los años, no pudimos identificar plenamente como el inolvidable AF,
secretario de la Compañía, de nombre Rodolfo, para más señas Pastuso.

Cuando llegamos a este Campus, apenas se había hecho mantenimiento y


conservación de los salones, dependencias administrativas y dormitorios,
almacenes y el rancho – nombre extraño y raro para la mayoría de nosotros;
también estaban funcionando la lavandera y las peluquerías en las cuales se daban
el gran lujo de tumbar melenas y peinaditos especiales de algunos; lo que eran las
pesebreras, campos de juego, avenidas, polígono, (otra palabra desconocida para
los legos) y el picadero ( verdadero lugar en que nos picaban hasta la conciencia),
estaban cuasi abandonados, o por lo menos con un pésimo mantenimiento. Pero lo
que mas mal andaba eran los caballos, cerreros y cuasisimarrones, que amansaron
con nuestro desconocimiento en la materia y después de tanto trote, monte y
desmonte y friegue que friegue – por no decirlo de manera más burda-.

Las clases de Equitación fueron el martirio para casi todos los reclutas y la felicidad
y hazme reír de los instructores que se dieron el lujo de hacer desbocar muchos de
esos animales y cogerle odio a tal actividad, aún en aquellos que sabiendo montar
nunca lo habían hecho en tan atropelladas circunstancias.

Otra cosa de recordar eran las angustiosas y ridículas acostadas, momentos de


recreación para los Brigadieres y algunos oficiales, asi como las levantadas súper
rápidas y tempranas.

Todas estas cuestiones afectaron a muchos y a otros los enfermaron, como sucedió
con el cadete collazos cuyos pies necesitaban zapatos cuarenta y tres y le dieron
unas botas treinta y nueve, lo que le hizo disminuir el tamaño de los dedos, con sus
dolorosas consecuencias. Así mismo, tal pérdida de libertades y disminución de
derechos – pues la verdad ha de ser dicha – llevó a unos buenos cadetes a tomar la
decisión de retirarse, y, no propiamente con la debida solicitud, sino por los potreros
aledaños y solitarios de aquellos memorables tiempos. Recordamos,
particularmente, a Humberto Pérez y a Germán Sánchez (actualmente presidente
de la “Fundación Amigo Policía” de Medellín), magníficos jóvenes y prometedores
ciudadanos policías. También tomaron las de Villadiego otros compañeros como
Valencia Rengifo, Corzo Ramírez, Forero Caraballo y Alfredo Naranjo.

En semejante frío, - porque entonces si hacia frío en esta sabana, el uniforme


estaba compuesto por pantalón y camisa de dril, color habano,; gorro de la misma
tela y color; botas media – caña, de color marrón y un sacón del mismo color, vieja
prenda ésta, ya en desuso y mugrienta, dejada por la policía militar, reemplazo de la
que fue policía nacional hasta el año de 1948. Empero, eran tan heladas las noches
y las madrugadas que ni el fastidio de esas prendas sucias ya nos afectaban,
porque calmaban en gran parte el impacto de aquellas temperaturas, cuado los
bogotanos usaban pesados sobretodos, rapapolvos, guantes, sombrero y bastón, y
las señoras preciosos y pesados abrigos con pieles, zapatotes, sombreros y
guantes o manguitos.

Nos tocó, pues, a los cadetes del año 50, ya “ad portas” de los 50 años de
graduación e incorporación a la Policía Nacional, mediante otro invento para estos
futuros hombres policías; las “obras públicas”. Idea que fue del subcomisario
Echeverri Ossa que, con su célebre “libreta de infracciones y denuncias”; a la
recogida asignaba “tareas” para cumplimiento inmediato; desyerbar la Escuela,
rehacer el campo de tiro y desmontar con las uñas los rastrojos otros muchos
lugares, con las uñas, porque las herramientas e instrumentos para tal efecto
apenas llegarían a una docena ¡y en qué condiciones, por Dios! Pero él, que en su
infinita bondad, no abandona a sus almas angustiadas, nos iluminó para que los
escombros que recogíamos en la zorra halaba una mansa mula, los negociáramos
en la tienda “Cuartillo de queso”, en inmediaciones de la Escuela, por gaseosas,
cigarrillos, bizcochos agrios y hasta cerveza, cuando no uno que otro aguardiente
que con el frío que taladraba, sabía a néctar.
¡¿Y qué decir de los “piñerolos” – Otro vocablo extraño que ni siquiera figura en el
diccionario – y el orden abierto de los sábados?! - Consideremos que aquello podía
compararse – guardadas las proporciones, ¡Claro está! – con los circos romanos.

Las clases eran un gran descanso, pero muchas veces no se aprovechaban porque
eran para dormir, a pesar de las instrucciones del comisario jefe Cañón, -casi tan
pequeño como el enano Pardo- a quien nadie obedecía. Debe destacarse que la
Misión Inglesa se preocupó sobremanera lograr una buena formación y el primer
texto que publicaron es, todavía un elemento docente digno de mostrar por su
método y contenido eminentemente policial, aunque algunas veces pobre en sus
consideraciones. Tal libro se denomina “Curso inicial para reclutas de la policía en
materias policivas”, publicado en 1952 por la Imprenta Nacional de Bogotá y de
cuyas enseñanzas nosotros recibimos varios folículos en 1950, aunque sin las
reflexiones que en forma más amplia podía haberse hecho con respecto a su
pedagogía. El Alma Máter contaba con profesores muy notables, como fueron el
eminente científico y laboratorista José María Garavito Baraya; el médico forense
Juan Uribe Cualla; y el médico Cortés Maal.

Las materias prácticas o militares, como también se les llamaba, eran enseñadas
por el personal de oficiales, comandantes y jefes de oficinas.

Al graduarnos, la “línea de mando” era así: doctor Laureano Gómez, Presidente de


la República; doctor Domingo Zarasti, Ministro de Gobierno y Teniente Coronel del
Ejército, en servicio activo; Alberto Gómez Arenas, Director de la Policía Nacional; y
el comandante Alfonso Lamo Pulido, (mayor retirado del ejercito) Director de la
Escuela General Santander.

Este primer curso de cadetes de una “nueva época” se finalizó el 17 de diciembre de


1950, lo cual demuestra que fue extraordinario por su corta duración y la necesidad
que tenía la Policía Nacional de nuevos mandos. El fue llamado, posteriormente y
cuando se elaboró la nomenclatura de todas las promociones. “Juan José Rondón”,
aunque popular e irónicamente, -para algunos- aún hoy, se les conoce como el
curso de los sabios. Fue el primero en lograr que cinco de sus integrantes fuesen
generales en el alo de 1975, en lo cual tuvo influencia definitiva el Mayor General
Henry García Bohórquez.

PRIMER CURSO DE PERFECCIONAMIENTO DE OFICIALES 1953

El día 15 del mes de junio se inició el primer curso de perfeccionamiento de


oficiales en la escuela "General Santander". Para tal fin, la Dirección General, por
Resolución No. 1335 del 28 de mayo de 1953, aprobó el prospecto de admisión
para los oficiales que sean llamados a adquirir mayores conocimientos y a
perfeccionar los ya adquiridos, en todo lo relacionado con la carrera de policía.

MISIÓN ESENCIAL DE LA ESCUELA


La Escuela de Policía "General Santander" es la unidad de origen de la oficialidad.
Vale decir, que es el instituto en cuyos claustros se forman moral, intelectual y
físicamente, quienes vayan a constituir luego el cuadro de mando superior. Esta
misión esencial de la escuela es la razón de su existencia, su primordial objetivo y
su más alta dedicación. Para cumplirla a cabalidad la escuela no se conforma con
preparar tenientes segundos, sino que debe promover periódicamente cursos de
perfeccionamiento para los distintos grados de la jerarquía en el propósito de
reafirmar, ampliar y procurar nuevos conocimientos, propendiendo, mediante tarea
tan extensa, a la mejor ilustración del cuerpo de oficiales, hasta hacerlos más
capaces y conscientes en el desempeño de su vasta acción sobre la sociedad y tan
trascendente en lo que concierne a la paz, al orden y a la seguridad pública.

En desarrollo y aplicación de estos programas se inicia en 1953 un curso para


tenientes primeros con un año o más de antigüedad, sobre bases prolijamente
calculadas y con el ánimo de comunicar un fuerte impulso a esta importante
jerarquía, escalón y antesala de los capitanes que, a su turno, son maestros de sus
compañeros y artesanos de la prosperidad dentro de las fuerzas nacionales de
policía.
MATERIAS INTELECTUALES
Servicio de policía, Procedimiento penal, Sociología criminal, Régimen de
administración y mando, Medicina legal, Matemáticas (Aritmética comercial y
Contabilidad) y Táctica y servicio en campaña.

INSTRUCCIÓN PRÁCTICA Y EDUCACIÓN FÍSICA


Tiro, equitación, defensa personal, esgrima, gimnasia y estudio.

Alternamente al desarrollo de este pensum de enseñanza, los oficiales alumnos


recibirán conferencias tendientes a divulgar conocimientos de cultura general.

AUXILIO DE CARÁCTER ADMINISTRATIVO


La Dirección General de la Policía Nacional, en el propósito de contribuir a
solucionar los problemas de carácter económico que surjan para los oficiales con
motivo de su destinación al curso, ha determinado auxiliarlos con una partida
mensual de sesenta pesos ($60.00), moneda corriente, por cada uno de los
alumnos, con destino a cubrir total o parcialmente los gastos de alimentación.
La cantidad de dinero resultante será girada directamente a favor de la
administración, de la escuela por la caja general de la policía, a la presentación de
la respectiva cuente

DISPOSICIÓN DE ORDEN FISCAL


De conformidad con la Resolución No. 57 de 1953 (enero 14), que establece el
pago' sueldos por la contaduría de la unidad o cuerpo de Policía en donde el
personal se encuentre en comisión del servicio, los haberes de los oficiales
alumnos serán cubiertos po la pagaduría de la Escuela "General Santander".

CERTIFICADOS DE ESTUDIO
Al término del curso, la Dirección de la Escuela entregará al oficial un certificado (
estudios cuyo modelo será presentado para la aprobación de la Dirección General,
y E el informe que haya de ser rendido al Departamento de personal se establecerá
el orden de la antigüedad, en consonancia con los resultados generales de los
exámenes, prev advertencia que tal orden de puestos logrados será tenido en
cuenta para su antigüedad en el escalafón de oficiales.
OFICIALES QUE INTEGRAN EL CURSO
Estudiadas las hojas de vida y previo concepto de la junta asesora, la Dirección
General de la Policía Nacional llamó al primer curso de perfeccionamiento en la
Escuela "General Santander", por Resolución No. 1495 del 6 de junio de 1953 a los
tenientes primero:

Ibáñez Losada José María


Castro Álvarez Alfredo
Rojas Currea Hernando
Gómez Vásquez Aldemar
Rey Pedraza Pedro Antonio
Castillo Ruiz Mario
González Rivera Luis Alberto
Rojas Ramírez Félix
Londoño Cárdenas Fabio
Cerón Salazar Efraín
Fernández Castro Gilberto
Salamanca José Nemesio
Arévalo Calderón Luis E.
Collazos Silva Jorge E.
Calderón Á vila Otilio
Acosta Carlos Eduardo
Parada Guerra Segundo
Camargo Villamizar José A.
Carrillo García Francisco
Rodríguez R. Jorge Hernando
Torres Salgado Armando
Ortíz M. Humberto
Esteban Sáchica Aníbal
Barragán Salguero Alfonso
Camelo Jiménez Álvaro
González Sánchez Enrique
Del Portillo Carrasco Jaime
Gelves Esteban Rafael María
Fernández Valdés Jaime
Galindo Alba José Vicente
De la Rosa Peña Luis
Tello R. Cesar Augusto
Ortíz Prada Hugo José
Osorio Cuervo Jorge Enrique
Naranjo Franco Francisco
Garay Vera Jesús María
Garcés Solarte Adolfo León

Este grupo, casi en su totalidad (con excepción de Osorio Cuervo Jorge E.),
constituía el curso primero de la misma época, posteriormente denominado 80
"Juan José Rondón", corno se narró anteriormente.

CURSO DE PERFECCIONAMIENTO DE SUBOFICIALES

La Dirección General, en el afán de mejorar profesionalmente sus cuadros


subalternos de mando, aprobó por Resolución No.754 de marzo 20 del año en
curso, el prospecto de admisión para el primer curso de perfeccionamiento de
suboficiales, del cual se extractan los siguientes apartes:

PROPÓSITOS GENERALES
La Escuela" General Santander" cumple la misión de formar oficiales para la Policía
Nacional, y ahora se impone la de convocar cursos de suboficiales nacionales y
departamentales, con el ánimo de perfeccionados profesionalmente a fin de que
todos sus actos estén encaminados en procura del bien de la comunidad
colombiana.

Este primer curso de suboficiales aspira a sentar, para los venideros, bases de
formación moral e intelectual que garanticen el cumplimiento irrevocable de los
deberes, cimienten el sentido de la responsabilidad, estructuren el espíritu de
lealtad a las instituciones legítimas, tecnifiquen al alumno y lo ilustren sobre el
conocimiento, que concurran a señalarlo como insuperable profesional de policía.

Si con el aporte de una definida voluntad de progreso por parte de superiores y


subalternos damos objetividad y vigencia a estos propósitos, habremos logrado un
avance notorio en cuanto concierne a los individuos y a la institución de la cual son
imprescindibles elementos.
LA ESCUELA COMO PLANTEL DE EDUCACIÓN
La Escuela l/General Santander" es un claustro en donde las virtudes cívicas
reciben la exaltación que merecen y son condenados los vicios con inexorable rigor.
La escuela, en sus programas de enseñanza, es exigente con el alumnado,
vigorosa en el mantenimiento de la disciplina, inalterable en la aplicación de las
normas que presiden sus variadas actividades, y tiene por bandera la justicia
entendida como el acto de premiar el bien y castigar el mal.

LA CONSCRIPCIÓN DE ALUMNOS
Para ingresar a este primer curso de suboficiales los aspirantes deben reunir los
siguientes requisitos:

1. Ser sargento primero o sargento segundo;


2. Ser colombiano por nacimiento;
3. No ser menor de 20 años ni mayor de 35;
4. Estado civil: preferiblemente soltero.

En lo tocante a documentación se requiere:

1. Ser remitido mediante nota oficial por el jefe de la respectiva repartición de


policía, si el alumno pertenece a la Policía Nacional y, con notas suscrita por el
respectivo gobernador del departamento, si el alumno pertenece a una policía
departamental;
2. Extracto de la hoja de vida, suscrito por el comandante de la división;
3. Certificado de aptitud física expedido por el oficial de sanidad de la división, que
comprenda;
Examen médico general;
Examen pulmonar radioscópico;
Examen de órganos de los sentidos.
Examen de sangre (serología).

CONDICIONES DE INCORPORACIÓN
Para que los alumnos queden incorporados en firme al curso de suboficiales, se
requieren las siguientes condiciones:

Que la Policía Nacional o la respectiva Policía Departamental haya creado,


mediante resolución o decreto, la beca o becas en la Escuela "General Santander",
y la haya adjudicado al alumno o alumnos que envíe.

DEL PLAN DE INSTRUCCIÓN


El plan de estudios y trabajo busca perfeccionar en 10 posible, moral, intelectual y
físicamente, a los educandos, de suerte que al devolverlos a sus unidades de
origen sean capaces de desempeñar pulcra y eficazmente sus funciones.

Materias intelectuales:

Táctica elemental, Castellano y redacción, Geografía de Colombia e Historia patria,


Servicio de policía, Código penal y Procedimiento, Régimen de administración y
mando, Antisociales, Primeros auxilios.

Instrucción práctica y educación física:


Defensa personal y gimnasia, tiro y conocimiento de armas, equitación, orden
cerrado.

Dentro del desarrollo de este pensum de estudios será dictado un ciclo de


conferencias de extensión cultural tendiente a divulgar conocimientos de gran
utilidad profesional.

El curso se inició el 22 de abril de los corrientes y terminó el 7 de septiembre de


este mismo año.
La Dirección General, por resolución No. 1084 del 4 de marzo del corriente año,
creó 13 becas, que fueron adjudicadas a la división "Bogotá" y la división "Servicios
Especiales", en la proporción de 8 para la primera y 5 para la segunda, de las que
disfrutaron cada uno de los suboficiales por un valor mensual de $100.00 para los
solteros y $60.00 para los casados.

ANÉCDOTAS DEL SEÑOR'MAYOR (r)


ALVARO ENRIQUE TOVAR TOVAR

«Desde el día que entramos a la Escuela como cadetes para realizar el curso de
oficiales de policía, la situación de orden público en todo el país venía siendo muy
grave. Tanto, que vivíamos acuartelados y las salidas o franquicias, los domingos o
feriados, eran muy limitadas. Dormíamos con las cartucheras repletas de cartuchos
7 mm. y' el fusil de dotación bajo la almohada. Un día que regresamos de
franquicia, 9 de junio de 1951, como a eso de las nueve de la noche, el
comandante de curso, capitán (E.N.) Muñoz Palacino, me llamó para ordenarme
que formara el personal de cadetes que habían llegado para nombrados de
servicio, con el fin de reforzar la guardia y distribuidos en patrullas, unos a pie y los
de la sección de carabineros en patrullas de a tres cadetes a caballo, para recorrer
la escuela. El cadete Rafael Patiño Novoa, joven, de constitución muy delgada,
pálido y muy débil, pero de una buena voluntad a toda prueba se ofreció para
prestar el servicio de patrulla montada. Yo no quería incluido en el servicio. Perp él
me dijo: "Mi brigadier mayor, deme un caballo que yo quiero prestar el servicio
montado". Le asigné un caballo manso, pero él insistió en que no fuera ese, sino el
que le tocaba en las clases de equitación. El equino era manso, pero pajarero,
como se dice en términos ecuestres; bueno, le dije, vaya cámbiese, póngase
briches, botas y polainas. El fue y se cambió, pero con el afán de regresar para que
no le quitaran el caballo que escogió, no se puso las botas ni las polainas; se quedó
con los zapatos de charol del uniforme de salida y así se montó para iniciar el
servicio de patrulla. Contaba el cadete Montagut Lázaro Víctor, que hacía parte de
la patrulla, que Patiñoles propuso dar una última vuelta a la escuela, ya que
terminaba las tres horas de turno y salieron por la parte que queda frente a la
capilla, para tomar la Avenida del Trabajo con dirección al polígono teniente Jerez
(otro de nuestros compañeros que mató la guerrilla que operaba en los Llanos,
cuando se encontraba de comandante del puesto de policía en Boca de Monte, hoy
Granada, Meta). Sería corno la una de la madrugada y el caballo de Patiño se
asustó con un pájaro que salió de entre los pinos; el equino se corrió bruscamente
a un costado, la hebilla del portacarabina se soltó y la carabina cayó dándole un
fuerte golpe a la grupa, lo que hizo que diera un fuerte salto sacando a su jinete de
la montura, pero corno no tenía botas ni polainas, el zapato de charol resbaló y se
metió en el estribo quedando la montura en el vientre, y colgando lo arrastró
desbocado, lanzando coces por la empedrada avenida, quedando en pedazos su
cuerpo, hasta destrozarlo totalmente. La muerte de nuestro compañero Patiño fue
terrible e impresionante)

Otro hecho se sucedió, el 22 de mayo de 1951 cuando el curso de cadetes estaba


en prácticas de tiro, en el polígono de la escuela y pereció trágicamente el cadete
Mario Vargas Castro.

CLAUSURA DEL III CURSO DE DETECTIVES DACTILOS COPISTAS


(18 de junio de 1952)

El día 18 de junio se clausuró en la Escuela" General Santander" el tercer curso de


detectives dactiloscopistas. Asistieron el señor Ministro de Gobierno, el señor
Gobernador del Departamento, el Prefecto de Seguridad Nacional, las altas
autoridades de policía residentes en Bogotá y numerosos invitados.

El Prefecto Nacional de Seguridad, doctor Enrique Vargas Orjuela, pronunció un


brillante discurso que fue unánimemente aplaudido. Luego se procedió a la entrega
de certificados de estudio y premios donados por el Departamento. Los agraciados
fueron los señores:

Tobías Zambrano Prieto. Premio en conducta de la Dirección de la Escuela.


Euclides Medellín Peña. Premio en compañerismo, de la Dirección General.
Ramón Aguilar Ortiz. Premio en aprovechamiento, del Departamento Nacional de
Seguridad.
Domingo González. Premio en esfuerzo personal, de la Inspección de Estudios de
la Escuela.
Álvaro González. Premio en espíritu profesional, del Departamento de seguridad.

A continuación el señor Ministro de Gobierno, doctor Luis Ignacio Andrade, recordó


en elocuentes palabras la significación del acto, las obligaciones de los nuevos
graduandos, el desvelado afán del Gobierno por tecnificar más y más este
importante Cuerpo de Policía Nacional y finalmente felicitó y alentó con patrióticas
palabras a los nuevos detectives dactiloscopistas.

En los sobrios salones del casino de la Escuela se ofreció una copa de whisky, y
más tarde, en la amplia avenida central se verificó la comida de camaradas a la que
asistieron, además de los graduados, todos los invitados.

LA FIESTA DEL CÁRMEN EN LA ESCUELA "GENERAL SANTANDER"


Agosto de 1952

Con el fin de celebrar la fiesta de la Santísima Virgen del Carmen, patrona de las
Fuerzas Armadas, la Escuela "General Santander", organizó varias competencias de
carácter militar, bajo la dirección del coronel Diógenes Gil. Entre las principales
destacamos la competencia de tiro y la de caballería denominada Ginkhana.

La Dirección de la Escuela ofreció varios premios para los vencedores en cada una
de las competencias. En la primera salió vencedora la escuadra comandada por el
sub director de la Escuela, comandante Millán, por la notable diferencia de
doscientos cuarenta y un puntos.
La prueba de caballería Ginkhana, resultó por demás amena y divertida. He aquí
una descripción de ella: cinco cadetes montados en pelo salen al tiempo y saltan el
primer obstáculo al final del cual encuentran los respectivos aperos. Ensillan en el
menor tiempo posible y luego salen hacia otro punto donde se encuentra un cadete
con un revólver, desmontan, hacen un disparo, montan nuevamente y se dirigen
hacia una mesa donde se encuentran varias agujas; desmontan, enhebran la aguja,
montan y se dirigen hacia un bar improvisado donde apuran a grandes tragos una
Coca-cola; salvan un nuevo obstáculo y se encaminan a otro sitio donde se hallan
limones sumergidos en recipientes llenos de agua, sacan el limón con la cabeza,
montan y escapan velozmente a comer, sin ayuda de las manos, un delicioso plato
de mermelada; montan nuevamente, desmontan, firman en un tablero, desensillan
y se presentan a dar parte del recorrido ante el director de la escuela, comandante
Roberto Torres Quintero.

El ganador de la Ghinkhana es quien haga el recorrido en el menor tiempo


posible.

He aquí los resultados:

1er Grupo.
Cadetes:
Rojas S' 40"
Sarmiento 6' 20"
Agreda 6' 22"
Moncayo 6' 25"
Blanco 8' 0"

2° Grupo
Cadetes:
Triana 6' 10"
Olarte 6' 11"
Romero 6' 35"
Sánchez 7' 16"

3er Grupo
Cadetes:
Sañudo 3' 30"
Suárez 3' 30"
Folleco 4' 15"
Rodríguez 4' 20"

Como decíamos, la prueba resultó divertidísima; apuros, falta de pericia en el trepar


a la bestia, caídas espectaculares, nerviosismo para enhebrar la aguja, dificultades
para sacar el limón, rostros llenos de mermelada y fatiga después de la jornada,
contribuían a hacer de la simpática Ginkhana un espectáculo capaz de hacer
desternillar de risa a un poste.

Con la entrega de los premios terminó la celebración del 16 de julio. El ganador de


la prueba de caballería fue el cadete José Rafael Sañudo, El Pastuso, quien
compartió honores con el cadete Suárez.

CRÓNICA DE POLICÍA "HOMENAJE EN MUZU AL EXCELENTISITÍMO SEÑOR


PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA"

Según lo narra la "Revista de la Policía Nacional", en este día de 1953, se celebra


en la escuela un espectacular acto que da lugar a otros muchos en que no se
observa la autoridad de otros tiempos en la Escuela "General Santander", el día 5
de julio el personal de las fuerzas de policía rindió un homenaje de admiración,
adhesión y respaldo al excelentísimo señor Presidente de la República, Teniente
General Gustavo Rojas Pinilla, durante el cual fue obsequiado con una artística
banda presidencial y otros muchos presentes.

Hizo entrega de ella el agente David Ariza Poveda comisionado por la policía quien
pronunció en el momento de la entrega las siguientes palabras:

"Excelentísimo Señor: en nombre de la Policía Nacional tengo el honor de colocar


sobre su pecho de guerrero eximio esta banda presidencial que la Policía le entrega
con júbilo y adhesión total".
Después, y en nombre de todo el personal de las Fuerzas de Policía, dirigió la
palabra el señor director general de la institución, Coronel Francisco Rojas
Scarpeta de cuyo texto dice:

«Excelentísimo señor:
»Cumple hoy la Policía Nacional uno de sus más caros deberes al traerlo a estos
predios, fragua y crisol de los cuadros de mando de la institución, para que, a la
antigua usanza, toméis posesión material de lo que os debe pertenecer en cuerpo y
en espíritu, como primer magistrado de la República.

»Plugo a la Divina Providencia, suprema dispensadora de títulos y preeminencias,


señalaras el sitio de honor y de responsabilidad en el momento histórico en el que
la nave del estado colombiano navegaba al garete, sin brújula, sin timón y sin guía
hacia el caos y la disolución.

»Una vida libre de mácula, una voluntad de consciente dominio, una inteligencia de
vastos horizontes, una conciencia de cristiana contextura, una voz de autorizada
jerarquía y una espada con brillo propio, son los preciados atributos de ese
epónimo capitán, son vuestras insignias, Excelentísimo señor Gustavo Rojas
Pinilla.

»Por eso, cuando se presentó el momento de la decisión y de escoger entre el


caos, la disolución y la guerra civil o el gobierno fuerte, dentro del. orden y la
libertad, por derecho propio fuisteis al solio de Bolívar. Y al vedas en él, Colombia
entera, estremecida de entusiasmo en todas sus clases y valores, os saludó como
allegado de la paz, de la concordia y de la tranquilidad para todos sus hijos. Ningún
ascenso más unánime se había prestado a hecho histórico alguno, después de
nuestro gran Libertador Simón Bolívar, que el que vos realizasteis. Por eso, de los
pechos de todos los buenos colombianos sólo salieron himnos de alegría y de loor.

»Necesitamos ampliar esta escuela y crear y organizar nuevas filiales en todas las
capitales de los departamentos para dar cabida en ellas a la juventud colombiana, y
poder dar a los cuerpos de policía los contingentes de oficialidad y tropas que han
de ir llenando las vacantes y atendiendo a los aumentos necesarios que demanden
la próxima nacionalización de la policía, con elementos de alma sana y de
capacidad técnica suficiente, imposible de lograr con los medios de que
disponemos hoy.

»Necesitamos hoy cuarteles cómodos e higiénicos para alojar a las unidades


policiales y garantizar así un buen servicio.

»Precisamos un servicio propio de sanidad en la institución para vigilar la salud, la


vida y el bienestar de todo el personal previniendo las enfermedades y atendiéndolo
debidamente en ellas. Sólo así tendremos hombres fuertes y sanos capaces de
desempeñar eficientemente su función policiva.

»Es inaplazable dotar a nuestros hombres de viviendas baratas para mejorar sus
condiciones de vida, así como también proporcionar educación gratuita a sus hijos,
construyendo escuelas especiales con este fin, ya que sus precarios salarios no les
alcanza sino apenas para atender escasamente sus necesidades. Y a esa misma
población infantil es preciso sacada del ambiente en que hoy se mueve,
procurándole distracciones honestas y sanas, pues solamente así podemos formar
el nuevo hogar de los que van a dedicarse de la vigilancia y protección de la vida,
honra y bienes de los asociados.

»En fin, nos sentimos obligados a proporcionar a todos estos buenos servidores
cuanto sea indispensable para su capacitación y bienestar ya que sobre sus
hombros pesa la responsabilidad de ayudar a obtener semejantes dones a todos
los residentes de Colombia sin cuidarse de distinguidos políticos, de casta, de
secta, de edad, de nacionalidad o de sexo.

»Con ello, solamente quiero adelantar en la tarea que me impuse hace siete
meses, cuando asumí el mando de la policía nacional y alcancé a captar algunos
de sus defectos y sus males, que empecé a corregir entonces hasta alcanzar sus
éxitos que se pudo anotar la Policía en la gloriosa jornada del 13 de junio, donde
sus fuerzas, sin una sola defección, sin una falla y sin un desaliento, marcharon
hombro a hombro con sus hermanas del Ejército, de la Marina y de la Aviación".

DE LA RESPUESTA DEL SEÑOR PRESIDENTE


Extractamos los párrafos siguientes:

«Señor coronel Francisco Rojas Scarpetta y compañeros de la Policía Nacional:

»Es para mí altamente satisfactorio y de profunda emoción este homenaje, que en


forma tan gallarda y magnífica me ofrece la Policía Nacional por intermedio de su
digno, eficaz y dinámico comandante, y por sus palabras llenas de vigor, de
compañerismo, y pletóricas de generosidad, que obligan mi espíritu a la mayor
gratitud y compenetración con sus necesidades y esperanzas.

»Asistimos hoya un gran resurgir de un alma colombiana que palpita en todas las
fuerzas vivas del país, y que empuja en los que estamos empeñados en tan grande
tarea a dar lo que esté de nuestra parte para emproar de nuevo hacia horizontes de
grandeza el legado glorioso que nos dejaron los libertadores, y el acervo doctrinal
cristiano que nuestras madres sembraron en el corazón de cada uno de nosotros:
porque pasado y porvenir debe reunirse en síntesis admirable para hacer de
nuestra patria lo que todos estamos soñando: un refugio común donde germine lo
noble y grande en el alma de la nación para superar sus instintos, disciplinar su
mente y empistar su vida hacia destinos eternos.

»Aprecio que las Fuerzas de Policía deben estar a la altura de la nación cívica, y
para ello es indispensable que su nivel espiritual, cultural, económico, y que los
instrumentos de que disponen, sean todos los días más adecuados y mejores, para
que puedan vivir decorosamente, y que sus hijos y familias tengan lo necesario;
porque si pretendemos que Colombia transforme sus métodos de vida y alcance
estadios de cultura superiores, es indispensable que los cuerpos encargados de
guardar el orden y la convivencia ciudadana gocen de tranquilidad económica para
que las dificultades de la vida íntima no acosen demasiado su espíritu, ni turben la
serenidad de sus actuaciones.
»Espero que con la incorporación de la Policía a las Fuerzas Militares se inicia esa
nueva vida de bonanza, unidad, mayor disciplina, mejores posibilidades y
completas garantías para todos los colombianos. Estamos convencidos de que la
Policía tiene funciones delicadas y poderosas: ella debe ser mensajera de paz en el
país; porque su continuo trato con los ciudadanos constituye la manifestación más
cercana del gobierno con el pueblo, y toda las gentes esperan su primera
protección del Estado a través de ella. De aquí pondremos todos nuestros
esfuerzos para que estos Cuerpos se coloquen a la altura de los mejores estados
cultos.

»En este régimen toda la nación colombiana debe sentirse segura, porque cuando
ella labora o reposa, hay centinelas que velan porque su descanso o trabajo no sea
interrumpido por quienes~ violan los elementales mandamientos de la ley natural y
divina, siembran la intranquilidad en los pueblos y atajan el proceso al que están
destinados. En Colombia ha terminado la zozobra; empieza la confraternidad, el
progreso y la esperanza.

»Señor Director General de la Policía, felicito a vuestra persona y al Cuerpo que


está bajo vuestras órdenes por los magníficos sentimientos y vocación de sacrificio
que os anima; estoy cierto que ellos se acrecentarán todos los días, de acuerdo con
el juramento que habéis prestado; el perfeccionamiento que toda labor humana
requiere y el anhelo de los colombianos de ver en vosotros los guardianes de su
honor de sus bienes y del tranquilo discurrir de su existencia».

NUEVOS CURSOS Y NUEVAS MATERIAS EN LA ESCUELA "GENERAL


SANTANDER". 1954

En un orden cronológico, el progreso docente de este centro policial se va


informando en la revista de la institución y para el año de 1954 nos dice:
La Escuela "General 5antander" es la cuna de la oficialidad de las Fuerzas de
Policía, y es por eso que la orientación que allí se dé a la formación de los futuros
cuadros de mando, repercute a través de todo el organismo en la nación.
Actualmente, y de eso ya hace varios años, este centro docente está dirigido por el
Mayor del Ejército Roberto Torres Quintero quien puede presentar un balance
amplio y halagador de sus realizaciones.

LOS NUEVOS CURSOS


En esta ocasión hecho de que se haya intensificado la preparación de los oficiales
con el aumento de materias docentes y la participación en ella de elementos de las
Fuerzas de Policía de países hermanos como Ecuador y Panamá, el director explica:
en lo que va corrido de 1954 la Escuela ha dictado tres tipos de cursos de gran
interés para las Fuerzas de Policía, porque indudablemente ello demuestra el gran
deseo de intensificar la enseñanza, dentro de la prospección adecuada que busca
un creciente mejoramiento del personal. El primero de esos cursos se refiere a la
formación intelectual y profesional de los tenientes primeros de la Policía. El
segundo, al mismo tipo de oficiales para los cuadros de mando. El tercero, destinado
a los cadetes, en la preparación e instrucción de nuevos oficiales del arma.

EL PERFECCIONAMIENTO
Dentro de ese planteamiento previo, el curso de oficiales está integrado por 23
oficiales colombianos que llegan a la escuela para optar al grado de capitanes, y 3
oficiales ecuatorianos a quienes el comando de las Fuerzas de Policía otorgó las
becas aceptadas por el gobierno de la República hermana. Este curso se inició en
marzo y es muy novedoso en cuanto al pensum de seis meses. respecto a éste se
pueden mencionar como asignaturas nuevas las de sociología criminal,
matemáticas, ética profesional y código penal militar, fuera de otras que la
complementan, entre las cuales la calidad del servicio de policía está establecida
sobre el método vivo que aconseja la pedagogía moderna para este tipo de
actividad intelectual.

LOS CUADROS DE MANDO


Respecto al segundo curso, los integrantes han tenido la oportunidad de visitar
todos los servicios públicos organizados en Bogotá y muchas fuentes de la
actividad industrial privada, para tener así una visión objetiva de la función que a la
policía corresponde como elemento de protección social. El curso está dirigido por
el teniente primero José María Ibáñez Lazada, quién realizó en la escuela los
primeros estudios de este tipo y obtuvo el primer puesto, gracias a su capacidad y
aprovechamiento.

EL TERCER CURSO
Sobre esta fase de la e{1$eñanza en la Escuela "General Santander", dijo el mayor
Torres Quintero: El curso de suboficiales es el segundo de esta clase ordenado por
el coronel Rojas Scarpetta, y obedece a un planeamiento minuciosamente
calculado que ha atraído la atención de los señores gobernadores y comandantes
divisionarios, hasta el extremo de que concurren a él alumnos procedentes de
Cundinamarca, Antioquia, Boyacá, Caldas, Atlántico, Córdoba, Magdalena, Nariño,
Santander y Tolima, fuera de los que se presentaron por parte de las divisiones
Bogotá y Servicios Especiales. El curso está formado por 38 alumnos y ha sido
dirigida en su fase final por el teniente Oscar Maya Orbegozo, quien ha puesto todo
su entusiasmo en el mejor éxito del mismo. Las principales materias en esta clase
de actividad se refiere a primeros auxilios, régimen de administración y mando,
táctica y servicio en campaña. Estas son asignaturas nuevas que capacitan
grandemente al alumnado para su desarrollo pleno en los mandos de tropa. Este
curso terminó a fines de marzo y los resultados obtenidos en él fueron reconocidos
ampliamente por el señor ministro de guerra y por el señor comandante de las
Fuerzas de Policía.

LOS CADETES
En cuanto a la instrucción y preparación de los cadetes, la escuela, conforme a los
deseos expresos del excelentísimo señor presidente de la República, ha abierto
este año un curso especial para bachilleres, cuya formación inicial se vio coronada
por el éxito en forma sobreabundante, porque el alumnado alcanzó el número de 51
alumnos seleccionados y a él concurrió también una delegación de estudiantes de
la República del Ecuador, compuesta por cinco cadetes, conforme las becas que el
gobierno colombiano concedió a ese país por intermedio del Ministerio de Guerra y
el Comando de la Fuerzas de Policía, a fin de optar al grado de oficiales para la
Policía Ecuatoriana. Este curso ha estado dirigido por el teniente primero Mario
Castillo Ruiz, quien fue un sobresaliente alumno en el primer curso de preparación
de oficiales.

SATISFACCIÓN
Para terminar, el Mayor Torres Quintero manifiesta: "Ambas circunstancias, la de
estar el curso compuesto por bachilleres y la de concurrir a él una delegación
extranjera tan lujosa, concurren a darle a la Escuela 'General Santander' el prestigio
docente que ha venido buscando y a cimentar su posición de unidad de
organización de la oficialidad que cada día sale de sus claustros con más sentido
profesional y con aquella ilustración y condiciones morales que permiten augurar a
esa oficialidad de las Fuerzas de Policía los más altos destinos."

LOS BIENES DE LA ESCUELA DE POLICÍA PASAN A LA NACIÓN

Mediante el Decreto 3075 de 1955 (Noviembre 25) se dispone la liquidación de la


Caja Protección Social de la Policía Nacional y, en consecuencia, parte de su pasivo
lo cede a favor de la Nación, para servicio de las Fuerzas de Policía, el activo
representado en sus bienes -contándose entre éstos' la Escuela" General
Santander" - y los ingresos de toda 'clase la nación acepta tal cesión.

OTRA ANÉCDOTA DEL MAYOR (r) ÁLVARO TOVAR TOVAR

Esta es una de las tantas que tienen referencia con el coronel Galindo alias
Cucarrón cuando estaba en comisión del ejército como director de la escuela.
Tomaba mucho trago, y por lo general llegaba a la oficina de la dirección en un
guayabo de padre y madre. Era el oficial más antiguo de los que se encontraban en
comisión en la Policía y cuando se ausentaba el general Deogracias Fonseca que
por ese tiempo ocupaba el cargo de director general de la Policía Nacional, él lo
reemplazaba. En reunión de oficiales de planta señor Coronel nos informó que como
ya terminaba el año, había un dinero del presupuesto que no se había gastado y
que tenía que devolverlo. Le propusimos que oficiara a la Dirección General
solicitando trasladar esa partida presupuestal que no se gastó a otro capítulo, para
poder asfaltar la Avenida del Trabajo. El Director General de la Policía, era el único
que podía ordenar los traslados presupuestales a otros capítulos del presupuesto
asignado en el año. En efecto el coronel Galindo ofició a la Dirección General
solicitando el traslado del sobrante para asfaltar la avenida. En esos mismos días,
el coronel Galindo quedó encargado de la Dirección General por ausencia del
general Deogracias Fonseca y al llegar al despacho, encontró en el escritorio el
oficio por el cual solicitaba el traslado en referencia; y ¡Qué mejor oportunidad para
él que podía aprobarlo! Pero seguramente llegó con su guayabo de costumbre y de
su puño y letra, en letras grandes escribió al margen ¡NEGADO! El dinero se
reintegró y la avenida se quedó sin asfaltar durante varios años.
REORGANIZACIÓN DE LA ESCUELA "GENERAL SANTANDER"

Una de las realizaciones más extraordinarias del régimen, en materia de policía, fue
la reorganización efectuada en la escuela.

El cambio de orientación impuesto por el gobierno al Alma Máter de la policía, lo


explican y lo justifican la necesidad de dotar al país de una institución policial
altamente tecnificada y el deseo del presidente de la República, y de sus
inmediatos colaboradores !n la dirección de policía y de la escuela, mayor general
Deogracias Fonseca E. y coronel :::arlos Galindo R, de transformar a la policía, en
un auténtico instrumento de cultura, de :civilización y de progreso, no ya al servicio
de un movimiento político sino de la comunidad entera.

La Escuela de Cadetes de Policía "General Santander", que celebra un nuevo


aniversario de su fundación, funcionaba en la práctica como una verdadera
universidad. Esto se puede apreciar a simple vista, tanto por el espíritu que rige su
plan de estudios, como por el funcionamiento en general.

La actividad docente se inicia a las seis de la mañana para concluir a las seis de la
tarde. La jornada de trabajo se halla dividida en dos períodos: durante toda la
mañana, y hasta las cuatro de la tarde, se desarrollan las clases y estudios
estrictamente intelectuales, y de 4 a 6 p.m. tiene lugar exclusivamente la instrucción
militar.

En esta forma se aprovechan con riguroso método pedagógico el tiempo


disponible, dejando la instrucción intelectual para el periodo más favorable.

El nuevo plan de estudios para cadetes y oficiales contempla todas las materias
que se cursan en una Facultad de Derecho. Se hace especial hincapié en el
estudio del derecho civil, del derecho Penal y del derecho administrativo, pero no
se descuidan las demás ramas jurídicas, hasta el extremo de existir cursos
regulares y seminarios periódicos de derecho laboral, derecho internacional y
criminología. El derecho adjetivo o procesal, tan importante y tan útil para el oficial
de policía, se cultiva cuidadosamente, versificándose su estudio de una manera
esencialmente práctica y metódica.

Para el desarrollo y aplicación de este novedoso plan de estudios, la escuela


cuenta con un selecto cuerpo de profesores civiles y militares, especializados en
materias policiales. El equipo docente de la escuela honraría a cualquier
universidad de prestigio: magistrados de la Corte Suprema de Justicia, como el
doctor Jorge Pachón Padilla, del Tribunal Superior de Bogotá, como el doctor
Ernesto Cediel Ángel, destacados elementos vinculados durante largos años al
Ministerio Público, como el Fiscal del Consejo de Estado, doctor Justo Franco. En
fin catedráticos de las distintas universidades de Bogotá y profesionales de
reconocido prestigio prestan sus servicios a la Escuela, con lo que se procura
infundir en los futuros oficiales de policía un riguroso criterio jurídico, que se
traduzca en un mejor servicio a la comunidad. En materia de derecho policial, la
escuela se honra con la colaboración de un especialista de talla y las condiciones
humanas del docto! Gustavo Samper Bernal, Contralor de Bogotá. El doctor
Samper Bernal, autor de un interesante Manual de policía municipal, es, con los
doctores Pineda Castillo, Cabal, Llera~ Pizarro y el mayor Camacho Leiva, uno de
los mejores abogados especializados en Derecho de Policía en sus diversas
ramas y aplicaciones.
La Filosofía del Derecho está a cargo del doctor Luis Alfonso Angarita; el Derecho
administrativo lo dicta el doctor Justo Franco, el doctor Mauricio Ospina Devia y el
doctor Publio Restrepo Jaramillo; los doctores Uribe C, Bernardo Quintero, Víctor
Calle, y Alfonso Ángel Delatorre, dictan Derecho internacional, administrativo y
comercial; el doctor Luis Gómez Mariño, presidente de la Corte Militar, dictan Penal
general y especial.

El Derecho civil, al que se ha prestado atención preferente, como materia decisiva


para la adquisición y fundamentación de un verdadero criterio jurídico, se ha puesto
bajo el cuidado de eminentes juristas, como los doctores Cediel Angel y Luis E.
Galindo. En Sociología criminal el joven penalista doctor Marco Antonio Fonseca
Truque viene dictando desde hace algunos años una serie de extraordinarias
conferencias que constituyen un valioso aporte científico.

Economía e Introducción al Derecho están a cargo de los doctores Marulanda


Uribe, el dinámico gerente de la Empresa Distrital de Buses y Ernesto Melendro
Lugo, asesor jurídico de la Escuela. El Derecho Constitucional General y
colombiano corren a cargo del doctor Ramón Alberto García.

Una de las mejores iniciativas del director de la escuela, coronel Carlos Galindo, fue
el establecimiento de los años 50 y 60 de bachillerato.

Con esta oportuna medida se ha duplicado el número de alumnos, y se les ha


podido dar una mejor instrucción militar y profesional.

El nuevo espíritu del instituto, impregnado de un intenso fervor por las ciencias
jurídicas, que hacen feliz y próspera la vida social, se haya enmarcado dentro de
una rígida disciplina militar, que ha permitido que la escuela se pueda parangonar
hoy con las mejores instituciones militares de carácter docente, del hemisferio.

Para una instrucción más adecuada y eficaz la escuela ha organizado, con


escrupuloso cuidado, sendos laboratorios de física, de química y biología, para el
bachillerato, y de dactiloscopia y antropometría, para los cursos de capacitación de
oficiales y de cadetes. Existe, así mismo, un excelente gabinete psicotécnico,
encargado de funciones muy delicadas, como las de observación o adaptación
profesional de los cadetes, bajo la responsabilidad del doctor Rubén Grinberg
Alurralde.

Funcionan en la escuela para la fecha dos cursos de quinto de bachillerato y uno de


sexto; tres cursos de bachilleres graduados, denominados IX, X, XI Y cursos
profesionales; un curso de capacitación de subtenientes, uno de tenientes y uno de
capitanes, y un curso especial de capacitación aduanera, este último corre por
cuenta de la escuela y de la respectiva escuela de las aduanas.

Siguiendo estrictamente las normas trazadas por el gobierno, la escuela cuida


esmeradamente la formación religiosa y bolivariana de los cadetes, inspirándoles,
en todo momento, un criterio patriótico de responsabilidad y espíritu de servicio.

El plan de estudios que ha dispuesto el Comando de las Fuerzas de Policía permite


que los cadetes actuales lleguen posteriormente al grado de mayores, con todos los
conocimientos de un abogado de extracción universitaria. Este hecho,
indudablemente, habrá de incidir en forma muy visible en la mejor prestación de
servicios a la comunidad.

Este centro docente está organizado de tal manera que los aspectos militar,
educativo y administrativo forman un todo perfectamente armónico y equilibrado.
La organización, básicamente, es como sigue: dirección y sub dirección;
departamento académico, del que dependen las secciones de incorporación y
documentación, instrucción militar y deportes e instrucción civil; asesoría jurídica,
dependiente del departamento académico; administración y pagaduría, y compañía
de servicios.

La organización militar, como es lógico, sigue las mismas normas que rigen en
general para las fuerzas armadas. Por este aspecto la instrucción es también
completísima en armamento y tiro, orden cerrado y abierto, gimnasia y deportes,
régimen de instrucción, administración y mando, táctica y lectura de cartas, con
permanentes ejercicios de práctica en terreno y en campaña.
Se ha puesto tan minucioso cuidado en el desarrollo del plan de estudios aprobado
por resolución No. 0095 que, para los cursos de capacitación para ascenso de
oficiales egresados de la escuela con anterioridad, se ha adoptado un plan
transitorio. El plan a que estarán sujetos en adelante, cadetes y oficiales, es tan
exacto y ponderado que el tiempo para el curso de cadetes se ha distribuido así:
1000 horas para el grupo de cultura policiológica; 875 horas para el grupo de
cultura militar; 450 horas para el grupo de cultura criminalística; 250 horas para el
grupo de cultura jurídico política; 100 horas para el grupo de cultura jurídico- social,
y 425 horas para el grupo de cultura física. En forma análoga se ha distribuido el
tiempo en los cursos de oficiales hasta el grado de mayores, inclusive; en este
último grado se contemplan, dentro de los grupos de cultura jurídicosocial,
materias tales como pruebas, servicios públicos nacionales, sucesiones y derecho
comercial (Instrumentos negociables).

RESOLUCION NÚMERO 5237 DE 1955 (Diciembre 10)

Por los cual se concede Licencia de funcionamiento a la Sección de Bachillerato


de la Escuela de la Fuerzas de Policía "General Santander", de Bogotá.

EL MINISTRO DE EDUCACIÓN NACIONAL

En uso de sus atribuciones legales, y


Considerando:

Que el señor Coronel Carlos Galindo R., Director de la Escuela de las Fuerzas de la
Policía "General Santander", de Bogotá, ha solicitado el permiso correspondiente
para la fundación de la Sección de Bachillerato de la misma, para los cursos quinto y
sexto;
Que el señor Coronel Carlos Galindo R. ha presentado la documentación exigida
por el Decreto No. 2208 de 1952, con lo cual acreditó que la fundación reúne los
requisitos señalados en dicha disposición.

RESUELVE:

Artículo 1.- Autorizase al señor Coronel Carlos Galindo R., para que lleve a cabo la
fundación de la SECCIÓN DE BACHILLERATO de la Escuela de las Fuerzas de
Policía "General Santander", plantel que se dedicará a la educación masculina, en la
ciudad de Bogotá (Cundinamarca), para los cursos quinto y sexto.

Comuníquese y cúmplase

Dada en Bogotá a 10 de diciembre de 1955.


Por el Ministro, autorizado por decreto No. 1954.

Firmado

FABIO VÁSQUEZ BOTERO


Secretario General

LA PRIMERA GRADUACION DE BACHILLERES

En el itinerario histórico del instituto tenemos que destacar esta primera graduación
de bachilleres la cual se realizó ello de abril de 1957, en sobria y elegante
ceremonia con la entrega del diploma respectivo. El hecho es de gran significación,
no sólo por el adelanto cultural que para la Policía representaba, sino por el aporte
educativo que hace la escuela al país, tan necesitado de institutos docentes. La
lista de los primeros bachilleres es la siguiente:

Aragón Mondragón Antonio


Ávila Rodríguez Eduardo
Cely Corredor Alonso
Casadiego Torrado Carlos A.
Cortés Torres Germán
Fortich Oñoro Ómar
Gaitán Higuera Carlos A
Guarín García José David
Martínez Zarama Hugo
Moneayo Barrera Aníbal
Quiñonez Quiñonez Camilo
Rosero Bucheli Luis E.
Sandoval Mosquera Hemán
Talero Suárez Enrique
Uribe Botero Jaime
Yidi Darboub Jaime

NOMENCLATURAS DE LOS CURSOS DE OFICIALES DE 1940 A 1957

RESOLUCIÓN NÚMERO 1805 DE MAYO 24 DE 1957

Por la cual se reglamenta la denominación y se establece el orden de las


promociones de oficiales de la Escuela de Policía "General Santander".
El Comandante de las Fuerzas de Policía, en uso de sus facultades legales y
CONSIDERANDO:

Que la Escuela de Policía "General Santander" fue fundada el 16 de mayo de 1940,


coma instituto para la formación de oficiales;

Que a partir de la fecha, mencionada, la citada Escuela ha graduado varias


promociones de oficiales, cuyo orden y denominación no. se hallan establecidos;

Que es preciso determinar el número de cursos, indicando su orden de acuerdo con


los hechos cronológicos y nominarlos teniendo en cuenta los nombres de los
principales hombres de la historia colombiana,
DECRETA:

Artículo 1.- Establéense el orden y la denominación de las promociones de oficiales


de los cursos de la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander", en la forma
que se señala a continuación:

Promoción No. 1-1940, "Simón Bolívar", al curso que terminó el 22 de noviembre de


1940.
Promoción No. 2- 1942, "Francisco de Paula Santander", al curso que terminó
estudios el 20 de marzo de 1942.
Promoción No. 3-1944, "Antonio Nariño", al curso que terminó el 30 de septiembre
de 1944.

Promoción No. 4-1945, "José María Córdoba", al curso que terminó ello. de enero
de 1945.
Promoción No. 5- 1946, "Atanasio Girardot", al curso que se clausuró el16 de
diciembre de 1946.

Promoción No. 6-1947, "Antonio Ricaurte", al curso que terminó el 27 de noviembre


de 1947.
Promoción No. 7-1948, "Antonio José de Sucre", al curso que se clausuró el11 de
julio de 1948.
Promoción No. 8-1950 "Juan José Rondón", al curso que terminó el 16 de diciembre
de 1950. (Primero de la nueva época en el historial policial.)
Promoción No. 9- 1952, "Carlos Holguín", al curso que se clausuró el 5 de febrero
de 1952.
Promoción No. 10-1952, "Juan María Marcelino Gilibert", al curso que terminó el 1
de octubre de 1952.
Promoción No. 11-1954, "Marco Fidel Suárez", al curso que se clausuró el 3 de
junio de 1954.
Promoción No. 12-1955, "Miguel Antonio Caro", al curso que terminó ello. de
marzo de 1955.
Promoción No. 13-1955, "José Vicente Concha", al curso que terminó el 25 de
agosto de 1955.
Promoción No. 14-1956, "Camilo Torres", al curso que se clausuró el 10. de
septiembre de 1956.
Promoción No. 15-1957, "Francisco José de Caldas", al curso que terminó ello de
abril de 1957.

Artículo 2.- Autorizase al director de la Escuela de Cadetes de Policía Escuela


"General Santander", para que elija los nombres de las futuras promociones de los
cursos de cadetes para oficiales, nombres que deberán presentarse al Comando
de las Fuerzas de Policía para su aprobación.

Artículo 3.- Queda prohibido el uso de cualquier otro orden o denominación


diferente a la que se reglamenta por la presente resolución.

Notifíquese y cúmplase.
Dada en Bogotá, D.E., a 24 de mayo de 1957.

Firmado

P.0.5. CORONEL GUILLERMO PADILLA


M. Jefe del Estado Mayor

Doctor CARLOS PORTOCARRERO MUTIS.


Secretario General

LA ESCUELA DE POLICÍA SE ORGANIZA COMO VERDADERO CENTRO


ACÁDEMICO

En 1957, con el fin de convertir la escuela en un verdadero centro académico, a la


altura de los planteles docentes que funcionaban en el país, el Presidente de la
República, emite el Decreto No. 0873, de abril del mismo año, el cual decía
textualmente.

El Presidente de la República de Colombia En uso de sus facultades legales, y


CONSIDERANDO:

Que se hace necesaria la reglamentación de los cursos para personal de alumnos


de la Escuela de Policía "General Santander";
Que así mismo se hace necesario establecer la distinción de "Alférez" para los
cadetes que hayan aprobado las dos (2) primeras etapas del curso profesional de
formación de oficiales,

DECRETA

Artículo1o. Con el fin de que la Escuela de Policía "General Santander" cumpla su


cometido académico, constará de tres (3) clases de cursos, a saber:

Cursos generales de bachillerato en los grados de 50 y 60 Años;

Cursos profesionales de formación de oficiales para bachilleres y

Cursos de capacitación para ascenso de los oficiales.

Artículo 2º.- A los cursos generales de bachillerato podrán ingresar aquellos


jóvenes que hayan cursado y aprobado 4º. o 5º. año de enseñanza secundaria.
Cumplidos los estudios de bachillerato, recibirán el correspondiente diploma que los
habilitará para ingresar al curso profesional de formación de oficiales.

Artículo 3º.- A los cursos profesionales de formación de oficiales para bachilleres,


cuya duración es de año y medio, podrán ingresar los bachilleres de colegios
aprobados oficialmente y los normalistas que tengan estudios equivalentes.

Parágrafo 1º .- Los cursos a que se refiere este artículo estarán divididos con el
objeto de seleccionar el personal, reagrupar los conocimientos y evitar la pérdida de
tiempo a quienes no muestren las disposiciones debidas, en tres (3) etapas de seis
(6) meses cada una. Dichas etapas se denominarán, en su orden: Preparatorio,
primera profesional y segunda profesional.
Parágrafo 2º.- Ningún alumno podrá pasar a la etapa subsiguiente sin que
previamente haya sido aprobado y juzgado idóneo hasta entonces para la carrera.

Artículo 4º - A los cursos de capacitación para ascenso ingresan los oficiales de


Policía hasta el grado de capitán, inclusive, para cumplir con uno de los requisitos
de ascenso que exige el decreto orgánico de la carrera (2295 de 1954).

Artículo 5º.- Los alumnos de los cursos profesionales y de formación de oficiales


que hayan cursado y aprobado de acuerdo con reglamentación dada por el
Comando de la Fuerza, los estudios intelectuales y prácticos correspondientes a las
dos (2) primeras etapas del curso profesional, serán nombrados "Alférez" por
decreto ejecutivo. El resto de alumnos, tanto de los cursos de bachillerato como de
los profesionales de formación de oficiales, se denominarán' "Cadetes", y serán
nombrados por resolución del Comando de las Fuerzas de Policía a propuesta de
la Dirección de la Escuela de Policía "General Santander".

Artículo 6º.- Los alumnos de la Escuela de Policía "General Santander" tendrán


como prestaciones sociales taxativas, asistencia médica, farmacéutica y quirúrgica,
odontológica y demás servicios de sanidad, con cargo al presupuesto del tesoro
nacional.

Artículo 7º- Los alféreces tendrán las atribuciones con mando inherentes a su distin-
ción, en relación con el personal de alumnos de la Escuela de Cadetes de Policía.

Artículo 8º.- De conformidad con el artículo 129 del Decreto No. 2209 de 1946,
reglamentario de la Ley 1 a de 1945, sobre servicio militar obligatorio, los alumnos
que se retiren en buenas condiciones de la Escuela de Policía "General Santander",
después de un año lectivo de estudios, en el curso general o en un curso
extraordinario, y que reúnan las condiciones militares indispensables, podrán
obtener libreta como reservistas de primera clase del Ejército. Quienes
permanezcan por más de un año en calidad de alumnos podrán obtener libreta
como suboficiales de la reserva, de acuerdo con sus especialidades y capacidades.
Los alféreces que hayan cursado por lo menos, la mitad de la última etapa
profesional y que se retiren del Instituto en buenas condiciones, podrán pasar a la
reserva con el grado de subtenientes.

Parágrafo 1º. Quienes se retiren en las condiciones señaladas en el presente


artículo, para obtener la libreta de servicio militar, o el escalafonamiento como
subtenientes de reserva, deberán elevar un memorial al Ministerio de Guerra
Dirección del Servicio Territorial-, acompañado de la certificación expedida por la
Dirección de la Escuela, en la cual consten: el tiempo de permanencia en el
Instituto, las notas obtenidas y el concepto sobre el arma o servicio en que se
intensificó la instrucción militar para la clasificación en la reserva.

Parágrafo 2º.- Cuando las condiciones del retiro obliguen a hacer efectivas fianzas
u otras obligaciones pecuniarias exigibles, el interesado no podrá obtener la libreta
de servicio militar o el escalafonamiento como Subteniente de reserva, según el
caso, mientras no haya cancelado dichas obligaciones.

Parágrafo 3º.- No se expedirá libreta militar a quienes no llenen los requisitos


exigidos en este artículo.

Artículo 9º.- Facúltese al Ministerio de Guerra para reglamentar por medio de


resolución los demás aspectos docentes de la fuerza no contemplados en el
presente decreto.

Artículo 10º - El presente decreto rige a partir de la fecha de su expedición y deroga


todas las disposiciones que le sean contrarias.

Comuníquese y cúmplase.
Dado en Bogotá a 27 de abril de 1957.

Firmado

General Jefe Supremo GUSTAVO ROJAS PINILLA,


Presidente de Colombia

Mayor General GABRIEL PARIS G.,


Ministro de Guerra
PRIMEROS ALFERECES DEL INSTITUTO

En virtud al Decreto No. 1339 de 1º. De Julio de 1957, fue conferido, por vez
primera el grado de “Alferez” a distinguidos cadetes de la Escuela General
Santander, a partir del primero de julio.

La lista de los cadetes a quienes les fue entregado el sable de alférez por primera
vez, es la siguiente:

VALENCIA ROMERO REINALDO BURGOS VELASCO LUIS LAUREANO


CASTILLO RENGIFO JAIRO CASTILLO CORRAL RAFAEL
CASTRO GARCIA ROBERTO MERA PAZ HUGO JOSE
CASTAÑO DUQUE FRANCISCO RNANDEZ RINCON ALVARO
TURCANAZA ROSERO TARSICIO ZARATE ANGULO GERMAN
MORENO ZAMBRANO JESUS A. VILLOTA DIAZ SILVIO HOMERO
SANTACRUZ CARRILLO MANUEL MARTINEZ ZAMBRANO JULIO C.
RESTREPO CORREA LUIS F. O MEARA SHEHOROER CIRO O.
MENESES CASTELLANOS JOSE A. OVIEDO PEREZ MANUEL
ALVAREZ CABONELL ALFREDO FEO BOHORQUEZ VICTOR H.
LASSO ORDOÑEZ LUIS ARIOSTO RODRIGUEZ AYCARDI DIMAS
ROBLEDO BOTERO JULIO SOSTO SALAZAR JULIO ENRIQUE
AMOR DICES JORGE MEDINA ALDANA HERNANDO
MAINIERI CANO BENITO A. MORA COLMENARES HECTOR A.
GOMEZ JARAMILLO JOSE I. BARRERA TORRES CIRO A.
SANTACRUZ GALEANO HERNAN QUIÑONES VALENCIA WALTER
SANCHEZ DIAZ MARCO TULIO BETANCOURT JIMENEZ GUILLERMO
PRIETO LAGOS JOSE EUDORO ALDANA CASTRO JAIME
CASTILLO RUIZ RENE RODRIGUEZ ESMERAL ALVARO
BARACALDO CASTAÑEDA HUGO SANCHEZ DIAZ JAIRO
NIETO LINARES GERMAN SANCHEZ DIAZ AUGUSTO
CALLE ALVAREZ OSCAR CACERES SANDOVAL SERGIO A.
LEAL VARON JAIME
BIENVENIDO MI ALFÉREZ

Algún viejo cronista sostenía que nada le sabía tan grato como redactar la historia
de su propia historia. Y en verdad que experimento un gran placer al narrar hechos
en los cuales tuve participación activa por mi condición de alumno de la Escuela de
Cadetes "General Santander" durante los años de 1.956 y 1.957, período en el cual
se surtieron los trámites, o mejor, se vivió la aventura que significó la creación del
distintivo de Alférez, que se concedió por primera vez a la promoción que felizmente
integré, en época que hace rato superó los cuarenta años.

Mirar hacia atrás, a esta altura y en este reposo que nos ofrecen los años y las
canas, nos llena de alborozo; y, volando con la imaginación revivimos momentos
que solazan el espíritu al rememorar una etapa de nuestras vidas, signada
solamente por las esperanzas y las ilusiones que cultivaban nuestros juveniles e
impetuosos corazones. Escribir sobre hechos que tuvieron ocurrencia por esas
calendas me obliga a recordar intensamente, como intensos fueron los momentos
que añoro.

Debo decir que la Escuela "General Santander" era más distante y más fría. Muy
despoblados sus contornos con excepción del barrio Ospina Pérez, de inauguración
reciente, por entonces. Las vías de acceso escasas y rodeadas de lodazales. Sus
imponentes edificaciones se destacaban en medio de un entorno que reflejaba las
necesidades de sus habitantes y el abandono de los poderes. Al llegar a la Escuela,
leíamos en la parte superior de la puerta de muralla un anuncio escueto, sobrio, sin
escudos ni adornos, que decía: "Escuela de Policía General Santander", lo que
sencillamente indicaba que sus aulas se ocupaban para formar hombres policías, y
en una época no muy lejana, sin tener en cuenta grados, rangos y jerarquías, pues
en ella se habían albergado aspirantes a oficiales, suboficiales, agentes, detectives y
dactiloscopistas, en una auténtica comunión de propósitos.

Sus instalaciones muy amplias, generosas en espacios; construidas con una clara
visión del futuro institucional. No existían el coliseo, el hermoso teatro, la biblioteca y
uno que otro edificio que hoy destinan para aulas o laboratorios. La "avenida del
trabajo" carecía de cinta asfáltica, por lo cual las clases de orden cerrado, esgrima
de bayoneta y gimnasia, se convertían en un verdadero tormento, que los superiores
exigían como parte esencial de nuestra formación profesional.

Todo enmarcado dentro de una gran armonía arquitectónica en la que sobresalía la


hermosa casa destinada para el director, rodeada de lagos y jardines.

Eran quince los oficiales de planta al mando del Coronel del Ejército Carlos Galindo
Rodríguez. Como Subdirector se desempeñaba Francisco Gómez Laverde, teniente
coronel del arma de artillería. El capellán también pertenecía al Ejército con el grado
de teniente y orientaba la cátedra de "Deontología Policial". Otro militar, el capitán
Armando Orejuela, era nuestro instructor de "Táctica y planas mayores" y hacía
poco tiempo había participado en la guerra de Corea, de donde regresó lleno de
medallas y condecoraciones. Esto puede explicar, y mucho, nuestra absurda
vocación cuartelaría.

El oficial policial de mayor antigüedad era el capitán Asdrúbal Romero Escobar,


caballero de excepcionales condiciones personales y profesionales; desempeñaba el
cargo de Jefe del Departamento Académico. Recuerdo también al capitán Francisco
Rodríguez Delgado, símbolo de la carabinaría, con un alma tan grande como su
propia corpulencia; a los tenientes Mario Castillo Ruíz, hombre de acción, de
carácter recio, y dueño de una gran capacidad creadora; Luis de Rosa Peña, señor
de cultos modales que reflejaban su fina estirpe; Álvaro Tovar Tovar, quien poseía el
don de mitigar los ratos de tedio con el apunte oportuno, el chiste mordaz o la
caricaturización exacta. Pedro Pablo Rojas Castro, un boyacense de elegante porte;
Luis Agreda Pinillo s, de baja estatura y corazón grande; Víctor Rodríguez Romero,
duro, recio y noble; Rafael Sañudo Trejos, sereno, reposado y leal; cerrando fila los
sub-tenientes Jorge Enrique Bulla Quintana, de buenas maneras y recto proceder y
Luis Humberto Jerez, un santandereano generoso, sano y tolerante. A todos ellos
nos vinculan indestructibles lazos de gratitud y afecto.

Había además otros personajes de inexcusable mención. Desde luego, justo, el


único policía que para identificarse no necesita de placa ni apellidos: manejaba el
casino de cadetes con las bondades de siempre y todavía, cercano ya a los noventa
años de edad, recorre las avenidas de la Escuela, por donde seguramente pasan
desfilando uno a uno, sus recuerdos. Conocimos también a un peluquero de apellido
Boada, con facha de barbero del viejo oeste que se solazaba arrasando nuestras
frondosas y engominadas caballeras de bachilleres recién graduados.

Al ingresar como alumnos nos dividieron en tres cursos: el profesional, integrado por
quienes habíamos terminado la secundaria, y otros dos grupos conformados por los
que se habían matriculado en quinto y sexto de bachillerato, modalidad académica,
abierta por primera vez a la juventud colombiana. En mi promoción tuve compañeros
inolvidables como Hernán y Manuel Santacruz, los hermanos Sánchez Díaz (Marco,
Augusto y Jairo) Laureano Burgos, Manuel Oviedo, Germán Zárate Angulo, Luis
Fernando Restrepo, Francisco Javier Castaño, Jorge Amor Díces, Rene Castillo
Ruíz, Álvaro Fernández, Rafael Castillo, Roberto Castro y cincuenta más que hoy
hacen parte de ese viejo álbum con fotografías en color sepia.

Carlos Casadiego Torrado, Alonso Cely Corredor, Enrique Talero Suárez y Jaime
Yidi Dabdoub, entre otros, pertenecían a sexto año. A quinto entraron Octavio
Vargas Silva, Armando Duarte, Roberto Mebarak Chaddid, Juan de los Santos Prieto
y muchos más que excusándome no menciono para evitar la innecesaria extensión
de esta cuartilla.
También la Escuela contaba con sesenta y seis cadetes que habían ingresado el
año anterior, fraccionados en dos grupos que llamaban antiguos (calendario A) y
semiantiguos (calendario B). Entre los primeros, que "ya tenían un año de papa", cito
algunos como Desiderio Vera Jaimes, José Ltús Vargas Villegas, Eduardo Pinilla
Mendoza, Yamil Gandur Tatar y Guillermo López Cabrera. Los semiantiguos eran
veintidós; entre ellos Oswaldo Caraballo, Jaime Cifuentes, Rodolfo Rassa, Ramón
Anaya y Gilberto Mora Colmenares. Abordarlos era una aventura pues se exigía
posición fundamental, a tres pasos de distancia y con la fórmula de "mi cadete",
mientras ellos bruscamente nos decían o mejor, nos gritaban "¡reclutas!"

Considero de justicia decir que era muy reconocido su nivel académico, pues
contaba con una planta de profesores, que realmente enaltecían al instituto, com o
Rafael Latorre Fonseca, Melendro Lugo, Cediel Ángel y Ramón Alberto García, el
popular 11 cachifo". Juristas insignes que ocupaban altísimas posiciones en el foro
colombiano y quienes nos legaron sabias enseñanzas con el mejor de los
ejemplos.

Había además dos" Alféreces". Aniceto González y otro cuyo nombre se pierde en
el lejano nubarrón de los tiempos. Se desempeñaban como comandantes de
guardia y habían alcanzado tal grado, que por entonces equivalía a la más alta
jerarquía dentro del escalafón de sub-oficiales.

Entre madrugadas, formaciones, aulas, trotes, carreras, saltos, servicios especiales


(volteo de hoy), botones pegados en papel mojado, cucarrones alineados, visitas
nocturna al picadero y dibujo de quinientos aviones para las dieciocho, transcurrió
un año, duran te el cual además estrenamos el uniforme de gala que consistía en
guerrera y gorra d, colores gris y verde, pantalón negro con trabilla y guantes y
fornitura blancas, con chapi plateada, como los botones (nos quedaron debiendo la
daga que sarcásticamente no decían que estaba en Buenaventura) y asistimos a
tres ceremonias: la correspondiente a día de la Escuela, la de graduación de la
promoción Camilo Torres y Tenorio y la del 5 de, noviembre a la que asistió, el
Presidente de la República vestido con uniforme de Teniente General de las
Fuerzas de Policía.
En el mes de agosto ingresó una nueva promoción y sus integrantes heredaron el
hiriente calificativo de reclutas. Era un grupo pequeño, creo que de veinticinco,
entre los cuales se destacaba el ex soldado del batallón Mac, Miguel Antonio
Gómez Padilla, a quien 35 años después le correspondió dirigir la institución en la
etapa más aciaga de la historia nacional. La verticalidad de sus actos, la
reciedumbre de su carácter, su don de gentes y el tino y la honestidad con que
cumplió su difícil misión le han asegurado por siempre un sitial de honor en los
anales institucionales.

No vacilo en afirmar que aquellos domingos sin salida eran lo más tedioso y
desesperan te. Algunos compañeros se recluían en las aulas para preparar
parciales, otros al picadero a pasar pista, los más se "bronceaban" en los prados y
no faltaban algunos que se distraían en un chico de billar, mientras nos azotaba la
nostalgia especialmente cuando escuchábamos canciones como "Tu duda y la
mía", "Nuestro juramento" o "Serenata sin luna" interpretadas por Olimpo
Cárdenas, Julio Jaramillo o Pedro Infante y cuyas tonadas llegaban de muy lejos a
través de un viejo "pick up" con sonido amplificado que los vecinos usaban para
animar sus convites barriales.

El año de 1.957 se inició con el ingreso de nuevas promociones. Recuerdo que por
es, fecha se matriculó en sexto de bachillerato un mozalbete inquieto, dinámico,
"espiritista" que procedía de Cali. Ese joven respondía al nombre de Humberto
Aparicio Navia sobresalía en todas las actividades, pero obviamente se mostraba
más en la deportiva. Quién iba a pensar entonces, que tras de esa atlética figura se
escondía un fino cultor de intelecto.

Fue una época de grandes conmociones políticas y sociales que anunciaban el


final de: régimen militar y presagiaban el estancamiento del colosal proceso de
cambio institucional que celebrábamos con justificado alborozo y reconocíamos
con gratitud al general presidente bajo cuya égida la Policía colombiana había
experimentado la más saludable de las transformaciones. Estos augurios que
nublaban el panorama y en ocasiones invitaban a: pesimismo. Nos hacía pensar
que con el advenimiento de un gobierno civil se desmoronaría esa sólida estructura
que constituía, a nuestro juicio, la fundamentación de un por. Venir más seguro.
Pero, sin duda alguna lo que más afectaba nuestros ánimos era pensar en la
posible frustración de un proyecto de decreto que muy confidencialmente había
elaborado el teniente Castillo Ruíz y que contenía la creación del distintivo de
Alférez Este propósito se justificaba plenamente. El número de cursos, alumnos y
actividades había crecido considerablemente y el sólo oficial de servicio se veía
impotente para controlar y manejar tan voluminoso y heterogéneo grupo. ¡Pero ah,
decepción! Muy pronto. nos enteramos que por los pasillos del Ministerio de Guerra
había surgido una sería y poderosa oposición a este general anhelo. Pero pudo
más la perseverancia de Castillo Ruiz y después de tanto "ires y venires, tantas
vueltas y revueltas" fue firmado el decreto No.0873 con fecha 27 de abril de 1957,
exactamente, trece días antes de la renuncia del General Rojas Pinilla. Dicen
algunas versiones, que fue ésta la última disposición que para las Fuerzas de
Policía dictó el régimen militar.

Ese mismo día, sin ceremonias ni solemnidades, formaron el curso, mandaron girar
a la derecha y luego una voz chillona ordenó lo siguiente: en hilera, por la derecha
al almacén de intendencia para recibir el sable de alférez, mar. La emoción alteró
las normas disciplinarias, rompimos fila, nos abrazamos, saltamos, gritamos vivas y
por último nos lanzamos al almacén en veloz carrera para salir armados con
hermosas espadas que convirtieron la Avenida del Trabajo como en un añejo
puerto de desembarco de piratas, corsarios y bucaneros, donde los sables brillaban
en un juego de inexperta y peligrosa esgrima. Vino luego la historia que el país
conoce y entre acuartelamientos, patrullajes, vigilancia y honores a los miembros
de la Junta Militar se fueron dos meses, durante los cuales, y después de haber
devuelto al almacén el viejo "mauser", nos dedicamos a ensayar manejos y a
paseamos arrogantemente por la Escuela en procura del más leve descuido de los
subalternos para hacerles sentir el peso de la superioridad y del mando.

Dos meses después, el 1º de julio de 1.957, por Decreto No. 1339 de la fecha y en
vistosa ceremonia, lucíamos el sable y los galones que nos distinguían como los
primeros alféreces de la Policía colombiana.

Al finalizar estas anotaciones de carácter histórico sobre un período crucial en la


trayectoria de la benemérita Escuela "General Santander", deseo representar la
voluntad general de los integrantes de la primera promoción de alféreces para
rendir un sentido tributo a la memoria del señor Teniente, por entonces, Jaime
Arudal Duque Rodríguez, nuestro comandante y quien, más que esto, era un
compañero, un amigo, un hermano y por qué no, un padre que sufría con nuestras
desdichas y gozaba con nuestros éxitos y a quien cuarenta y dos años después
quisiéramos depositar sobre su tumba un viejo y oxidado sable como símbolo de
nuestra gratitud eterna.

EAS. CIRO OLIVEROS O'MEARA S.


Profesor especialización en Seguridad integral
PRIMEROS JUEGOS DEPORTIVOS INTER ESCUELAS DE CADETES DE LAS
FUERZAS ARMADAS

En la Escuela de Cadetes de Policía, en la espléndida tarde del domingo 8 de


diciembre de 1957, se inauguraron solemnemente los primeros juegos deportivos
inter escuelas de las Fuerzas armadas, en los que habrían de participar las
Escuelas: Militar de cadetes, Naval de Cartagena, "Marco Fidel Suárez" de la FAC,
y la "General Santander", en cuya sede se realizaron las competencias.

La dirección general de los juegos corrió a cargo del coronel Carlos Galindo R; la
dirección técnica y la coordinación general fueron de cuenta del mayor Ignacio Val
derrama Díaz y del capitán Jaime Rubiano Santoyo, respectivamente; intervinieron
también como orientadores, el coronel César A. Cabrerat de la Federación Militar
de Deportes, y el teniente coronel José del Cármen Gómez, de la sección de
educación física de la misma Federación.

Los propósitos de las competencias programadas han sido los de estrechar los
vínculos de camaradería entre los cadetes y oficiales de las escuelas de las
Fuerzas Armadas, y fomentar, mediante el deporte, el atletismo y la gimnasia, el
espíritu de sana emulación y los hábitos de disciplina, caballerosidad e hidalguía
que deben distinguir a los miembros de las Fuerzas Armadas. Igualmente, estos
torneos dan ocasión a los competidores para prepararse convenientemente y
participar en posteriores competencias nacionales y aún internacionales.

LOS PROGRAMAS
Comprendían: ajedrez, atletismo saltos, garrocha, jabalina, disco y bala;
basquetbol, boxeo -todos los pesos-, ciclismo, equitación, esgrima, gimnasia,
levantamiento de pesas, lucha, natación, tenis, tiro y voleibol.

INAUGURACIÓN
Como se ha anotado ya, tuvo lugar el 8 de diciembre a las 3 de la tarde con una
ceremonia presidida por el señor Ministro de Guerra, brigadier general Alfonso Saíz
Montoya, y por el Comandante General de las Fuerzas Armadas, brigadier general
Alberto Gómez Arenas. En un discurso, de contenido deportivo y de encendido
entusiasmo, el coronel Carlos Galindo R. inauguró las competencias; sus palabras
fueron seguidas por las no menos fervorosas del brigadier general Gómez Arenas,
quién destacó la trascendental importancia que los deportes tienen dentro del
ámbito de las Fuerzas Armadas. El señor Ministro de Guerra tomó el juramento
olímpico y el torneo se inició con todo el entusiasmo que era de esperarse.

LAS DELEGACIONES
En la memorable gesta deportiva estaban representadas: La Fuerza Área de
Colombia, cuya delegación presidía el señor capitán Julio César Fernández; la
Naval de Cartagena, con el señor teniente de fragata Ciro Fernández como
presidente de delegación; la Militar bajo la Presidencia del señor teniente Roberto
Rodríguez; la de Policía "General Santander" presidida por el señor capitán Luis
Ospina Navia.

Todas las delegaciones estaban integradas por un considerable número de


deportistas, siendo la más numerosa la de la Armada, con 120 elementos.

LOS RESULTADOS
Los mayores triunfos fueron cosechados por la Escuela Naval de Cartagena, cuyos
muchachos se impusieron por un gran total de 167 puntos. La clasificación general
fue como sigue:

Primer puesto: Escuela Naval, con 167 puntos


Segundo puesto: Escuela de Policía, con 162 puntos
Tercer puesto: Escuela de Aviación, con 128 puntos
Cuarto puesto: Escuela Militar, con 121 puntos

Los primeros en cada caso se indican así:

Fútbol: FAC
Basquetbol: FAC y Armada
Voleibol: Escuela de policía
Equitación: Nieto L. Germán (Escuela de Policía) y Villota D. José (también
de E P.), primer y tercer lugar, respectivamente. En individual,
falta y fuer, de pista: Bernal Fernando (E.M) y Zárate Germán
(E.P), primer tercero respectivamente, en prueba de "todo
competidor".
Tiro:
Fusil militar: Rodríguez Hernando, de la FAC.
Fuego Central: Torres Moreno Aurelio (E.P.)
Match inglés: Galeano Hernando (E.P.) y Castro Alfonso (E.P.), primero y
tercero respectivamente.
Precisión: Santacoloma Joaquín (E.P.)
Fuego de silueta: Farfán Jaime (FAC).
Carabina 22: Murillo Salomón (FAC) y Galeano Hernado (E.P.), primero y
tercero, respectivamente.

Esgrima:
Florete Individual: Tavera Hernán (FAC).
Por equipos: Escuela Naval.
Lucha:
Peso mosca: Garavito Jorge (E.N.) y Bodensiek Jorge (E.P.), primero y
segundo
Peso gallo: Mojica Reinaldo (E.P.).
Peso pluma: Rodríguez Armando (E.N) y Molina Óscar (E.P.), primero y
tercero.
Peso liviano: Tarud Jaime (E.N.) y Vallejo Carlos (RP.), primero y segundo.

Boxeo:
Peso mosca: Gustavo Perdomo (E.N.).
Peso gallo: Mojica Reinaldo (E.P.).
Peso pluma: Villamil Jaime (E.N.) y Cortina Fernando (RP.), primero y
tercero. Peso ligero: Parada Luis (E.N.)
Walter ligero: Jaramillo Jorge (E.N.) y Madiedo Hernando (E.P.), primero y
tercero.
Walter: Acevedo Hernando (E.M.) y Soto Julio (E.P), primero y
segundo.

Levantamiento de Pesas:
Peso Pluma: Figueroa Juan (E.N.) y Morales Jaime (RP.), primero y tercer
Peso liviano: Montaña Jaime (E.N.) y Restrepo Cesáreo (E.P.), primero y
segundo.
Peso mediano: Tirado Néstor (E.N.) y Gómez Ignacio (E.P.), primero y segundo.

Tennis:
Sencillos: Acosta Marco (E.P.) y Villareal Filipo (E. P.), primero y segundo
Dobles: Escuela Militar.

Natación:
Caldas Vicente (E.N.), en los 400 metros y en 100 metros libres lo mismo que en los
100 metros de espalda.
Policía, en los 4 x 50. Y en los 200 metros pecho, Gobel Peter (FAC).

Gimnasia:
Individuales: Rueda Ricardo (FAC)y Moreno Alfonso (E.P.), primero y
tercero
Por equipos: FAC y Policía.

CLAUSURA Y PREMIACION
Se efectuó el día 15 de diciembre, a las 3 de la tarde en el estadio de la escuela,
con un programa especial en el que el señor coronel director de la Escuela Militar y
el señor coronel director de la Escuela de Cadetes "General Santander"
pronunciaron cálidas palabras alusivas a los actos que acababan de cumplirse. El
mismo día, en el Club Militar, el señor coronel Carlos Galindo, el teniente coronel
José del Carmen Gómez y el mayor Ignacio Valderrama Díaz presidieron la sesión
de premiación, que revistió una singular solemnidad.
Finalmente, debe destacarse la excelente voluntad manifestada por los cronistas de
El Tiempo, El Siglo, La República, El Independiente y Diario de Colombia, quienes
cubrieron todos los detalles técnicos y gráficos de los eventos para mantener
informado así al público sobre los grandes progresos que ha alcanzado el deporte
militar.

NOVEDADES EN LAS DIRECTIVAS DE LA ESCUELA "GENERAL SANTANDER"

A principios de 1958 fue nombrado como nuevo director de la escuela, el señor


teniente coronel Jorge Salcedo Victoria, distinguido oficial de artillería, natural de
Buga. Dicho oficial reemplazó en aquella oportunidad al señor coronel Carlos
Galindo R., designado por la honorable Junta Militar de Gobierno como Jefe Civil y
Militar del Quindío.

El nuevo director del instituto se propuso realizar, al frente del importante cargo que
se le ha confiado, una vasta labor docente y de tecnificación de la Policía, para que
la institución cuente cada vez más con la adhesión y confianza del público.

Al mismo tiempo fueron designados para importantes funciones directivas, dentro de


la escuela los siguientes oficiales de la policía: señor mayor Víctor Alberto Ramos
Barrera, subdirector; capitán J. Nicolás Ríos Mesa, jefe del departamento
académico; capitán Filipo Villarreal Revelo, jefe de la sección de estudios; capitán
Campos Elías Fajardo, jefe de la sección de incorporación, capitán Luis Ospina
Navia, jefe de la sección de instrucción militar y deporte; y capitanes: Jaime del
Portillo Carrasca y Luis Alberto González Rivera, comandantes de compañía.

OTRO ANIVERSARIO: DIECIOCHO AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL INSTITUTO

El 16 de mayo de 1958 la escuela cumplió su decimoctavo aniversario de


fundación, por cuyo motivo se celebró una animada fiesta a la que asistieron altas
autoridades, personal de las Fuerzas Armadas y gran número de invitados. Además
se realiza cuando ya la fuerza se encuentra t6do en manos de sus propios oficiales.

La fiesta se desarrolló de acuerdo con el siguiente programa:

5:00 Diana y alborada.


6:30 Desayuno especial
7:30 Izada del pabellón con todo el personal de la escuela.
8:00 Misa solemne.
9:30 Juramento de bandera del personal de cadetes, tomado por el señor
teniente coronel Comandante de la Fuerza.
Palabras del señor director encargado mayor Víctor Alberto
Ramos Barrera.
11:30 Concurso ecuestre.
1:00 pm Almuerzo de camaradas amenizado por la banda de la policía
5:00 pm Cocte1 bailable en el casino de cadetes.

Todos los actos revistieron el esplendor que era de esperarse dado el empeño con
que la dirección de la escuela y todo su personal había venido preparándose para
tal acontecimiento.

HOMENAJE A UN MÁRTIR DE LA INSTITUCIÓN

Mediante disposición del comando General de las fueras de policía el casino de


cadetes llevaría en adelante el nombre de “casino Gerardo Moncayo”, en recuerdo
del cadete que el 9 de abril de 1948 cayó acribillado frente al cuartel general,
cuando se enfrentaba a los amotinados, en actitud de defensa de las instituciones
patrias.

Es una de las primeras normas que expide un comandante de la fuerza, hijo


adoptivo fiel a ella y de grato recuerdo.
RESOLUCION NÚMERO 01186 DE 1958. (mayo 16)

Por la cual se exalta la memoria de un oficial. El Comandante de la Fuerzas de


Policía,
en uso de sus facultades legales, y

CONSIDERANDO:

Que el día 9 de abril de 1948, a las seis de la tarde, en el momento en que el


personal de cadetes de la Escuela "General Santander", correspondiente al
segundo y último año de estudios para adquirir el grado de subteniente, por llamado
imperioso de la Patria acudía con sus armas a la defensa y sostenimiento de la
Constitución y las leyes de la república, desde el edificio denominado en ese
entonces Palacio de Policía, el cual fue atacado incesantemente por los amotinados
y revoltosos en los mismos momentos en que se daba principio a la acción de
defensa, habiendo perdido la vida el cadete Gerardo Moncayo, causada por un
impacto de arma de fuego de parte de los sediciosos;

Que por Decreto 1541 de mayo 12 de 1948 se le ascendió póstumamente y se le


Confirió la Medalla de la institución en su más alto grado, y que es deber del
comando de las Fuerzas de Policía reconocer el valor y los méritos de sus
servidores apreciando lo que valen sus sacrificios y perpetrando su nombre para
eterna recordación,

RESUELVE
Artículo 1.- El Casino de cadetes de Policía de la Escuela "General Santander" se
denominará Gerardo Moncayo, en memoria del oficial que en aras del servicio
ofrendó su vida para mantener el imperio de la Constitución y las leyes.

Artículo 2.- El Director de la Escuela de Policía "General Santander", en ceremonia


especial colocará un retrato del occiso Gerardo Moncayo en el salón principal de di-
cho casino, retrato que deberá ser obsequiado por la Dirección de la Escuela.

Comuníquese y Publíquese.
Dada en Bogotá, D.E., a 16 de mayo de 1958.

Teniente Coronel SAULO GIL RAMIREZ SENDOYA,


Comandante de las Fuerzas de Policía.

Teniente Abogado GERARDO CUJAR ALBORNOZ


Secretario General, encargado.

EL PRIMER DIRECTOR EGRESADO


DE LA ESCUELA “GENERAL SANTANDER”

El martes 3 de junio de 1958 se posesionó como Director de la Escuela el señor


Teniente Coronel José Antonio Ramírez Merchán, primer egresado de sus propias
aulas que asumía su cargo y quien venia desempeñando la jefatura de la unidad de
Policía del Valle con extraordinario lucimiento.

El Teniente Coronel Ramírez Merchán recibió su grado de Subteniente en 1940 por


lo cual figuraba como miembro fundador. A ese mismo curso pertenecen los
oficiales superiores de la fuerza: Tenientes Coroneles: Ernesto Polania Puyo,
Bernardo Camacho Leyva y Juan Félix Mosquera; Mayor Víctor A. Ramos Barrera, y
Capitán Luís Ospina Navia. Este curso se distingue con la divisa del libertador, y
como puede apreciarse ha sido uno de los mejores que han egresado de este
plantel. Con inmediata la designación del Teniente Coronel Ramírez Merchán, el
señor Coronel Jorge Salcedo Victoria había entregado interinamente el señor Mayor
Víctor Ramos.
Coronel
JOSÉ A. RAMIREZ MERCHÁN
4-VI-58 al 25-IX-58

El cuadro directivo de la Escuela quedo integrado, pues, en esta forma: Teniente


Coronel Ramírez Merchán Director; Mayor Víctor Ramos Barrera, Subdirector;
Capitán Nicolás ríos meza, jefe del departamento académico, y capitán Humberto
Ortiz Muñoz, Jefe de Instrucción Militar y Deportes. Los demás oficiales de planta de
la Escuela eran: Capitán Alfonso Barragán Salguero, Capitán Oscar Maya
Orbegozo, Capitán Esteban Sáchica, Teniente Carlos Guerrero Rodríguez, Teniente
Alfonso Castro Rueda, Teniente Pedro Cárdenas Sánchez, Teniente Luís Estupiñán,
Teniente Miguel Díaz Pérez, Teniente Álvaro Padua Vallejo, Teniente Pedro Arias
Landazabal, Teniente Pedro Nel Torrente, Teniente Hernando Sarmiento Vela, y
Subtenientes: Germán Nieto Linares, Edgar Nieto, Luís Altamar Valdivia y Jorge
Enrique Coy Sánchez.
VISITA DEL PRESIDENTE
ALBERTO LLERAS CAMARGO AL ALMA MATER

El miércoles 11 de junio de 1958 el doctor Alberto Lleras Camargo, realizador de la


nacionalización de la Policía, visitó las diferentes dependencias de la Escuela, acto
que cumplió acompañado del señor Comandante General, del señor Jefe del Estado
Mayor y de otros oficiales Comandantes de Guarnición.

En su visita, el Presidente electo pudo darse cuenta del funcionamiento de todas y


cada una de las dependencias, observar sus instalaciones, inspeccionar su estado
general y tratar detenidamente con el personal encargado de cada sección sobre
asuntos de su jurisdicción.

A las 12 del día el doctor Lleras Camargo llegó a los edificios de la Escuela de
Cadetes “General Santander”, en Muzú, donde una concentración de oficiales y
personal no uniformado perteneciente a la institución lo esperaba para acompañarlo
por las diversas dependencias; éste, por su parte, con muestra de gran entusiasmo,
recibía las informaciones, hacia preguntas y departía con amplia cordialidad y
exquisita sencillez con todos y cada uno de los oficiales que se le acercaban.

A las cuatro de la tarde el señor Presidente se retiro, acompañado del señor


comandante General, Coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya, del señor Director de la
Escuela y de otros distinguidos oficiales comandantes de unidades. Entre el
personal quedo la más grata impresión por la visita del señor Presidente.

SEGUNDA MISION CHILENA

Mediante el contrato firmado entre los gobiernos de Colombia y Chile, llegó en julio
de 1958, la segunda misión chilena integrada por el Mayor Jorge Aranda Parra
como Jefe, el Capitán Braulio Saavedra Morales y el Capitán Arturo Toro Toro,
estos últimos como instructor de equitación y servicios policiales generales,
respectivamente. Posteriormente llegó el Capitán Eduardo Gordón Canas. Los
citados oficiales habían sido escogidos del Cuerpo de Carabineros de Chile por su
experiencia y técnica.

Integrantes de la Misión Chilena, al centro Mayor


Jorge Aranda Parra, a la izquierda Capitán Braulio
Saavedra Morales y a la derecha Capitán Arturo
Toro Toro.

La Misión Chilena tenía como objetivos la revisión de reglamentos y la asesoría


técnica a los directores de institutos de formación profesional con miras a dar a la
institución colombiana un carácter de avanzada en sus servicios. Ella permaneció
en Colombia cuatro años. Desde su llegada al país cada uno de sus integrantes
trabajo con denuedo en el cumplimiento de su misión, y fueron innegables sus
beneficios para la Policía. En cuanto a la equitación, el Capitán Braulio Saavedra
dirigió la terminación del picadero cubierto y planifico las instalaciones del jardín
hípico e la Escuela, dependencias que todavía hoy se distinguen entre las primeras
de su clase.

Durante la permanencia de la Misión Chilena en nuestra patria se adelantaron varios


cursos de instructores y de maestros de equitación, con resultados muy
satisfactorios, demostrados públicamente en numerosas revistas ante clubes y
expertos del país. Fue una época de verdadero auge de la equitación durante la
cual se formaron instructores y maestros de la Escuela.

OTRO ALUMNO EGRESADO DIRIGE LA ESCUELA

Desde el 18 de septiembre de 1958 se puso al frente de la Dirección de la Escuela,


el Teniente Coronel Bernardo Camacho Leyva, quien desde hacia algún tiempo
venia desempeñando el cargo de Comandante de la Unidad Bogotá.

Camacho Leyva se posesionó de la Dirección ante los señores Comandante


General, Coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya y Jefe de Estado Mayor, Coronel Luís
Puerto Rodríguez, otros oficiales de la fuerza y representantes de las otras fuerzas
armadas, del gobierno y la sociedad, en una brillante ceremonia realizada en el
estadio “Roberto Torres Quintero”.

Coronel
BERNARDO CAMACHO LEYVA
26-IX-58 al 12-V-59

El señor Teniente Coronel Camacho Leyva es el segundo Director de la Escuela


formado en ella misma; en efecto, era de la promoción Simón Bolívar, la primera de
la Escuela y correspondiente al año de 1940. De entones a esta fecha el Teniente
Coronel Camacho Leyva ha cosechado numerosos éxitos en su carrera, y ha
prestado invaluable servicios a la Policía, por lo cual disfruta de la más alta estima
entre todo el personal de la Institución, lo mismo que en los círculos oficiales del
país entero. De ahí, pues, que su nombramiento para tomar las riendas de esta
entidad forjadora de los futuros oficiales de la Policía haya sido aceptado con
muestras de la más viva simpatía por parte del alumnado y de todo el personal de la
fuerza.

35°. ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JUAN MARÍA MARCELINO GILIBERT

De gran festividad, se puede tildar la que se celebró el 11 de septiembre en la


Policía con ocasión del trigésimo quinto aniversario de la muerte del señor
comisario Juan María Marcelino Gilibert, ilustre oficial francés que imprimió una
nueva y maravillosa organización a la Policía colombiana.

Con asistencia del excelentísimo señor embajador de Francia, Monsieur Henri


Ingrand, del comandante de las Fuerzas de Policía coronel Saulo Gil Ramírez
Sendoya, de los jefes de sección. del cuartel general, de los comandantes de
unidad de la guarnición, de representantes del gobierno nacional, departamental y
municipal, se realizó en los predios del instituto, en dicho día, el programa cuyos
puntos se transcriben en el recuadro siguiente:

PROGRAMA DE CELEBRACIÓN DEL 35°. ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL


ORGANIZADOR DE LA POLICÍA NACIONAL

Para la conmemoración del trigésimo quinto aniversario de la muerte del


organizador de la policía de Colombia, señor comisario Juan María Marcelino
Gilibert se llevó a cabo el 11 de septiembre de 1958, en la Escuela de Policía
"General Santander" el siguiente programa:
8:45 a.m. Concentración de cadetes en la avenida principal de la escuela.
Formación de parada.
9:00 a.m. Honores al señor comandante de las Fuerzas de Policía
9:10 a.m. Honores a los pabellones de Colombia y Francia.
9:20 a.m. Misa campal por el alma del señor comisario Juan María Marcelino
Gilibert
9 :55 a.m. Lectura de las resoluciones por las cuales declara día especial para
las fuerzas de Policía el 11 de septiembre y se denomina la
avenida principal de la Escuela "General Santander", como Plaza
de Armas "Juan María Marcelino Gilibert ".
10:05 a.m. Entrega de las copias de las resoluciones en nota de estilo por el
señor comandante de las fuerzas de Policía al Excelentísimo señor
embajador de Francia y a los familiares de Juan María Marcelino
Gilibert residentes en Colombia.
10:10 a.m. Bendición de la Plaza de Armas "Juan María Marcelino Gilibert" por el
capitán capellán de la escuela.
10:15 a.m. Desfile de honor frente a las tribunas
10:30 a.m. Honores al señor comandante de las Fuerzas de Policía. (La comitiva
pasa al casino de oficiales).
10:40 a.m. Inauguración simbólica de la galería de oficiales egresados de la
Escuela de Policía "General Santander".
a. Lectura de la resolución respectiva.

b. Descubrimiento del mosaico de la décima promoción de oficiales


de las fuerzas de Policía Juan María Marcelino Gilibert.
10:50a.m Palabras alusivas del señor director de la Escuela "General
Santander".

El programa se. Cumplió cabalmente; en todo el país se conmemoró con efusividad


estas efemérides, se rindieron nuevos honores al "organizador", y se estrecharon
más aún los vínculos de acercamiento ya reinantes entre los oficiales de la
promoción décima, que se enorgullece de llevar el nombre de "Marcelino Gilibert".
RESOLUCIÓN NÚMERO 02811 DE 1958 (SEPTIEMBRE 5)

Por la cual se conmemora la muerte de Juan María Marcelino Gilibert


y se declara el11 de septiembre día especial para la Policía.
'El Comandante de las fuerzas de Policía, en uso de sus facultades legales, y

CONSIDERANDO:

1º. Que el día 11 de septiembre de cada año representa la fecha conmemorativa


de la muerte de Juan María Marcelino Gilibert;
2º . Que ~e trata de un eximio ciudadano francés a quien se le considera como el
fundador de la Policía Nacional organizada en Colombia;
3º. Que" se hace necesario exaltar ante la Nación con encomio excepcional, la
memoria que tan ilustre ciudadano;
4º. Que esto representa un vínculo muy especial de reconocimiento y comprensión
entre Colombia y específicamente entre las Fuerzas de Policía y la Nación de
Francia;
5º. Que es deber lleno de honor, conservar dentro de los anales de la Policía, la
exaltación de la figura de quien tiene parte en nuestra historia, allegamos una
institución imperecedera.

RESUELVE:

Artículo1o. Declárese el 11 de septiembre día especial para las Fuerzas de Policía,


en Memoria de Juan María Marcelino Gilibert;
Artículo 2º.- El las escuelas de Policía debe verificarse una ceremonia especial.
Artículo 3º.- En todas las unidades de Policía de Colombia se celebrará la fecha con
Severa ceremonial, que debe consistir, especialmente en:
Una misa a la que asistirán los cuadros demando y tropas disponibles.
Instrucción por parte del comandante respectivo a todo el personal concentrado,
explicando el sentido de la ceremonia, con acopio histórico alusivo a la fecha.

Honores simbólicos a la tumba de Juan María Marcelino Gilbert, colocando una


ofrenda floral en el cementerio.
Articulo 4º.Cada año los señores directores de escuela y los comandantes de
unidad informaran al comando de la fuerza sobre el desarrollo de sus programas
del 11 de septiembre.
Articulo 5º:'Transcríbase la presente resolución en nota de estilo al Excelentísimo
señor embajador representante del gobierno de Francia, acreditado en Colombia, y
a los familiares de Juan María Marcelino Gilibert residentes en la Nación.

Comuníquese, publíquese y cúmplase.

Dado en Bogotá D,E. a 5 de septiembre de 1958.

Coronel SAULO GIL RAMIREZ SENDOYA


Comandante de la Fuerzas de Policía,

Teniente Abogado GERARDO CUJAR ALBORNOZ


Secretario General encargado

SE CREA LA GALERÍA DE MOSAICOS DE OFICIALES Y SE BAUTIZA UNA


AVENIDA CON EL NOMBRE DE JUAN MARIA MARCELINO GILIBERT

El Comando General de la Policía honra la memoria del agregado de la Policía


Nacional mediante las resoluciones que en esta historia se transcriban.

RESOLUCION NUMERO 02812 DE 1958


(SEPTI EMBRE 5)

Por la cual se da denominación a una avenida de la Escuela "General Santander",


se ordena la inauguración de la creación del mosaico de oficiales, y se concede una
autorización.

El comandante de las fuerzas de policía, en uso de sus facultades legales, y


CONSIDERANDO:
1º.- Que por resolución No. 02811 se declaró el 11 de septiembre día especial de
las Fuerzas de Policía de Colombia, honrando la memoria de Juan María
Marcelino Gilibert, en el trigésimo quinto aniversario de su muerte;
2º.- Queja primera celebración oficial de esta fecha debe tener un auge de
Recordación Sobresaliente.
3º- Que en la, Escuela de Policía "General Santander" debe existir un monumento
en honor al fundador de la Policía Nacional en Colombia, a fin de que las
jóvenes promociones inspiren su profesión en las virtudes de estudio,
desprendimiento y consagración qué caracterizaron a este grande hombre.
4º.- Que es conveniente dar una denominación a la plaza de armas de la
Mencionada escuela.
5º.- Que no existe en ninguna de las dependencias del Alma Máter de las
fuerzas de Policía un símbolo que cristalice permanentemente la memoria de
la labor institucional;
6º.- Que la permanencia de una galería de oficiales confirma una secuencia
histórica, de tradición y espíritu de cuerpo que es preciso conservar y;
7º.- Que la décima promoción de oficiales "Juan María Marcelino Gilibert" solicitó
escalonar su mosaico en esa galería para la fecha del 11 de septiembre de
1958.

RESUELVE:

Artículo 1º. Denominase la avenida principal de la Escuela de Policía "General


Santander", "Plaza de armas Juan 'María Marcelino Gilibert".
Artículo 2º. -Fijase el día 11 de septiembre de 1958 para que en ceremonia
especial se otorgue, dicha denominación.
Artículo 3º..- En la misma fecha inaugurase la galería de oficiales de policía que
han egresado de la Escuela "General Santander" desde su fundación; para tal
efecto destinase un lugar de honor en el casino de los señores oficiales de la
nombrada escuela.
Artículo 4º.- De acuerdo con lo solicitado, autorizase a la décima promoción de
oficiales de las Fuerzas de Policía "Juan María Marcelino Gilibert" para que el
mosaico que la representa ocupe el lugar correspondiente en la galería de oficiales
de la institución.
Artículo 5º.- Transcríbase la presente resolución en nota de estilo al Excelentísimo
señor embajador del gobierno de Francia acreditado en Colombia, y a los
familiares de Juan María Marcelino Gilibert residentes en la Nación.

Comuníquese, publíquese y cúmplase.

Dada en Bogotá D.E., a 5 de septiembre de 1958.

Coronel SAULO GIL RAMIREZ SENDOYA


Comandante de las fuerzas de Policía,

Teniente abogado GERARDO CUJAR AALBORNOZ


Secretario General encargado.

DISCURSO PRINCIPAL EN LA CONMEMORACIÓN DEL TRIGÉSIMO QUINTO


ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JUAN MARÍA MARCELINO GILIBERT

Fue pronunciado por el Capitán Jacinto Nicolás Ríos Mesa, oficial de las primeras
promociones, hoy desaparecido. Decía entonces:

«Nuestras Fuerzas de Policía conmemoran hoy el trigésimo quinto aniversario de la


muerte de su organizador como entidad que por servir al Derecho honra a la Patria.
Nacido en Francia, era, pues, un intransigente amante de la libertad. Tras de
coronar carrera meritísima, iniciada en plena juventud luego de haber derramado su
sangre en gloriosas campañas y de prestar su esforzada colaboración a la policía
francesa, vino a Colombia, donde luchó incansablemente en favor de una institución
especializada, enemiga de la violencia y defensora de la justicia.
»Su tarea, años de ardua fatiga, no fue estéril; sembró él en nuestra entidad aquel
espíritu de superación que la ha distinguido aún en oscuros momentos. Si los
mezquinos propósitos, si las fuerzas del mal no han prevalecido ni podrán
prevalecer contra la policía colombiana, ello se debe a que las enseñanzas de su
organizador todavía permanecen en los hombres de buena voluntad que la
integran.

»De alma y temple superiores, modesto en extremo y de gran valor civil era don
Juan María Marcelino Gilibert. Quiso él una policía colombiana verdaderamente
técnica y ajena a todo morbo político, a cualquier influencia extraña a sus fines
porque desde su mocedad en la escuela de derecho de Tolosa comprendió la
urgencia de una fuerza que como la ley sirviese a la ciudadanía entera.

»Gracias a esos dotes que lo caracterizaron logró su cometido en época difícil en


que los odios heredados minaban la salud de Colombia a la que tanto amó y en la
expiró rodeado de gratitud general. Honorabilidad, pulcritud, disciplina, abnegación,
valor civil fueron las normas que sumadas al continuo esfuerzo intelectual, señaló
Gilibert a los integrantes de nuestras fuerzas y que en cualquier época constituye
programas suficientes a fin de lograr nuevos horizontes para fortuna de la policía.
Tales postulados son hoy esencia de este cuerpo, que tiene a su cargo la defensa
de caros valores nacionales.

»En testimonio de que sus enseñanzas y fatigas no fueron estériles, recordamos


hoy al barón de preclaras virtudes cuyo espíritu ha de continuar acompañando a
nuestra entidad, a esta institución a la que tan lealmente sirvió queriendo así
demostrar el amor por su nueva patria como cariñosamente llama!>a a Colombia.
»Quisiera hacer el elogio de las eximias cualidades de Juan María Marcelino
Gilibert, seguro de que cuanto dijera traduciría el sentimiento de todo aquellos que
conocen la labor del insigne hombre. Pero el temor a involuntarias omisiones me
obliga a apelar al cordial respeto con que evocamos su memoria para manifestar
que en esa forma correspondemos en mínima parte a sus ejecutorias, aunque
ofrecemos el límite máximo de nuestra gratitud.

»Aunque no ignoramos que queda largo camino de lucha para dar a la policía el
sitio ambicionado por su organizador, sabemos que ni el trabajo diario ni el desvelo
continuo son suficientes para lograr rápidamente la meta que él colocó, como su
espíritu, en cimas intemporales y perennes. Pero como él, con los pies en el suelo y
la mente en las estrellas, todos y cada uno de los miembros de la institución han de
propugnar por el progreso de la misma, ya que sus pequeñas o grandes
deficiencias, antes que obstáculos son acicate para obtener el triunfo o para saber
perecer en la demanda. Es que quienes respetan y hacen respetar el derecho
sirven a la patria y cuando se sirve a la patria no hay cansancio ni derrota.

»Las pautas trazadas por Gilibert cobran en el presente mayor importancia y


requieren plena aplicación, pues el logro de comunes anhelos por el bien de la
patria exige que las fuerzas de policía tengan la unificación inherente a sus mismas
funciones, que la profesionalización de la carrera constituya garantías de más
eficientes servicios que su independencia administrativa le permita pronta ejecución
de funciones, que su formación integral e intelectual esté a la altura de la misión
que le es propia y por consiguiente apartada de prejuicios y pasiones sectarias.

»Es obvio que 'únicamente los corazones rectos coadyuvarán a tales aspiraciones y
también es elemental que quienes no guarden en sus más íntimas fibras el
sentimiento y honor que calificó a Gilibert, jamás tendrán acogida dentro de las
fuerzas de Policía de Colombia. Porque Juan María Marcelino Gilibert no ha
muerto; a su nombre respondemos todos: ¡Presente!».

LA REVISTA "FUERZAS DE POLICÍA" CAMBIA DE SEDE

A partir del 1 de noviembre de 1958, las oficinas de la "Revista Fuerzas de Policía


se trasladaron a las instalaciones de la Escuela de Cadetes, en donde habían
estado en la década del 40, desde donde continuarán atendiendo todo lo
relacionado con el movimiento general de esta publicación.

Al trasladarse allí, le corresponde, por derecho, la dirección inmediata al teniente


coronel Bernardo Camacho Leyva, actual director de la Escuela de Cadetes
"General Santander".
El teniente coronel Camacho Leyva, como periodista que ha sido, y como antiguo
director de la revista, guarda por este órgano de difusión de la policía, especial
afecto. Siempre, aun sin estar directamente vinculado a ella, se ha desvelado por
su progreso general y le ha prestado toda clase de colaboración. Ahora, colocada
nuevamente bajo sus manos, recibe todas las facilidades para que continúe
cumpliendo la misión de ser el más completo pregón de cuanto ocurre en el
ambiente de la institución y, en particular, en su máximo instituto docente.

INAUGURACIÓN DE LA CAPILLA DE LA ESCUELA

El tercer puesto del programa preparado para el5 de noviembre del año 1958 en la
Escuela "General Santander" contempló la bendición de la capilla y celebración de
la santa misa.

Al acto asistieron el señor presidente de la República, miembros de las Fuerzas


Armadas y demás invitados, así corno el personal de la escuela.

La capilla, que es de construcción moderna, está ubicada en la parte más


occidental del plano de los edificios, cerca al estadio; plena de luz,
convenientemente aireada y con bancas cómodas. Este lugar destinado al culto y a
la meditación constituye una joya en el conjunto arquitectónico de la escuela y
guarda el estilo general de la misma.

Le impartió la bendición el exce1entísimo señor Obispo auxiliar de Bogotá


Monseñor Correa, y ofició el señor capellán general, presbítero y coronel del
Ejército, Pedro Pablo Ga1indo.

UN ANIVERSARIO MÁS, AÑO 1959

El 16 de mayo de 1959 la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander"


cumplió 19 años de existencia, motivo por el cual se celebró una espléndida fiesta
a la que fueron invitados el señor Presidente de la República y demás funcionarios
de la Presidencia, los ministros del despacho, el señor Arzobispo Primado, el señor
Procurador General de la Nación, el señor Presidente del Senado, el señor
Presidente de la Corte Suprema de Justicia, el señor Presidente del Consejo de
Estado, el señor Gobernador de Cundinamarca, el señor Alcalde de Bogotá y otros
distinguidos representantes del poder público el cuerpo diplomático, las misiones
militares, el señor comandante de las Fuerzas Armadas y además los comandantes
del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea; el señor jefe del Servicio de Inteligencia
Colombiano, representantes de la prensa, la radio y entidades sociales,
comandantes y oficiales de las diferentes unidades de policía.

La mayoría de los invitados honró con su presencia las ceremonias y eventos


efectuados e116 de mayo; quienes por razones de sus servicios no pudieron asistir
hicieron llegar a la escuela sus mensajes de agradecimiento y felicitación.

Fue una fiesta inolvidable y de hondo significado para la Policía: La celebración de


las experiencias logradas en 19 años de ardua labor en la forja de oficiales de la
institución al servicio de la patria.

PROGRAMA DE LOS ACTOS

Día Viernes 15.

Desde las primeras horas de la tarde, la escuela realiza una alegre fiesta con
vísperas generales: pólvora, piñata, vaca loca y un gracioso concurso de belleza
para coronar al más feo (resultado reservado), juegos varios, y al filo de la media
noche una deliciosa serenata a las diferentes compañías de cadetes. Momentos
inolvidables de la vida estudiantil que sabe amalgamar las asperezas de las
disciplinas con las trivialidades que dan expansión al espíritu y atemperan el ánimo
para el logro de un mejor equilibrio mental y un sistema más sano de vida.
Velada lírico-literaria.
Uno de los actos del viernes lo constituyó la elegante velada lírico-literaria que se
celebró en el salón de actos de la escuela, con participación de alféreces y cadetes
y cuyo programa fue el siguiente:

1. Himno de la Escuela. Coro general: cadetes.


2. Ofrecimiento del acto: teniente Ernesto Ríos García.
3. Ballet folclórico: cadetes 5° año de bachillerato.
4. "Los dos sargentos". Drama. Cadetes 6° año de bachillerato. Primer acto.
5. Los caballos de los conquistadores. Cadete Jorge Ortega Villamil, 5° año de
bachillerato. 6. "Los dos sargentos". (Acto segundo).
6. Murga. Cadetes de la escuela.
7. "Los dos sargentos". (Acto tercero).
8. Mantinata. Canción napolitana. Cadete Miguel Blanco. Acompaña al piano el
Cadete Jaime Buitrago Pinzón.
9. Ballet folclórico, 5° año de bachillerato.
10. Los dos sargentos (Acto cuarto).
11. Marcha final.

Día sábado16.

6:00 a.m. Diana y alborada.


7 :00 a.m. Desayuno especial.
8:00 a.m. Izada del pabellón nacional.
9:30 a.m. Tiro al platillo y demostración de esgrima. (El señor Presidente de la
República tomó parte en los ejercicios de tiro.).
10:30 a.m. Entrega de sables a los nuevos alféreces y palabras del comandante de
la compañía señor capitán Carlos Julio Cortés Gracía.
11:30 a.m. Graduación de alféreces, honores al pabellón y al señor presidente
de la República. Lectura del decreto de ascenso de los alféreces.
Entrega de diplomas y desfile ante el señor Presidente de la
República.
12:00 m. Presentación ecuestre bajo la dirección del señor capitán de la Misión
Chilena, Braulio Saavedra: Adiestramiento y recorrido de salto.
1:30 p.m. Almuerzo de camaradas con invitación especial.
3:00 p.m. Eventos deportivos.

Los diferentes números del programa se cumplieron cabalmente; el día fue de sol,
altamente favorable al desarrollo de la festividad; los invitados dieron realce con su
presencia y aplausos a todos los actos, y la jornada resultó de especial lucimiento.

En las últimas horas de la tarde los asistentes se retiraron gratamente


impresionados por el adelanto observado en todos los detalles, tanto de
construcción como de organización de este plantel formador de los oficiales de la
policía; todos felicitaron con efusión al señor comandante general y a la dirección
de la escuela, tanto por el alto valor del instituto, Alma Máter de la Policía, como por
la esplendidez de las festividades celebradas en este día de su decimonoveno
aniversario.

OFICIALES DE PLANTA Y PROFESORES DEL INSTITUTO 1959

Director:
Teniente coronel JUAN FÉLIX MOSQUERA MOSQUERA.

Subdirector:
Mayor ASDRÚBAL ROMERO ESCOBAR.

Inspector de estudios:
Capitán RENÉ GORDILLO LOPERA.

Jefe F-4 (Servicios):


Capitán GILBERTO FERNÁNDEZ CASTRO.

Oficial ayudanté de la Dirección:


Capitán ÁLVARO GÓMEZ MEJÍA.
Administrador de la Revista:
Teniente LINO ARTURO GIRÓN TRUJILLO.

Comandante de la compañía de servicios:


Sub teniente GUILLERMO GAITÁN HIGUERA.

Comandante de la compañía" A" de cadetes:


Capitán CARLOS JULIO CORTÉS GRACIA.
Comandante del primer pelotón:
"Teniente ÓSCAR HELD KLEE.

Comandante del segundo pelotón:


Teniente ÁLVARO PADUA VALLEJO.

Comandante del tercer pelotón:


Teniente ALFONSO GÓMEZ GARCÍA.

Comandante de la compañía "B" de Cadetes:


Capitán ONOFRE TORRES MÉNDEZ.

Comandante del primer pelotón:


Teniente ERNESTO RÍOS GARCÍA.

Comandante del segundo pelotón:


Teniente LUIS FRANCISCO OSPINA CUBILLOS.

Comandante del tercer pelotón:


Teniente ÉDGAR VITERY VALENCIA.

PROFESORADO UNIFORMADO
Teniente coronel Bernardo Camacho Leyva, Táctica policial.
Mayor (chileno) Jorge Aranda Parra, Sicología del mando.
Mayor Asdrúbal Romero Escobar, Técnica policial y planas mayores. Mayor médico
Hernando Plata Bermudez, Primeros auxilios.
Capitán (chileno) Braulio Saavedra M., Ceremonial y protocolo. Equitación. Capitán
Julio Cortés Gracía, Técnica policial y leyes especiales.
Capitán René Gordillo Lopera, Policía local y leyes especiales.
Capitán abogado Bernardo Echeverry Ossa, Técnica policial.
Capitán médico Hernán Cortés Maal, Medicina legal.
Capitán abogado Gerardo Cújar Albornoz, Penal militar.
~apitán Onofre Torres Méndez, Orden cerrado y escuela de mando. Teniente Luis
Francisco Ospina C., Armamento y tiro.

PROFESORES DE LOS CURSOS PROFESIONALES DE ASCENSO


Monseñor Rudesindo López Lleras, Derecho canónico.
Mayor Presbítero Ernesto Hernández B., Deontología.
Doctor Luis A. Arigarita G., Procedimiento penal colombiano.
Doctor Rafael Campo Restrepo, Penal especial.
Doctor Pedro Nel Córdoba Díaz, Psicología.
Doctor José Daza Dangond, Policía científica.
Doctor D' Orsonville Z. Mario, Hipología.
Doctor Roberto de Z ubiría, Derecho laboral.
Doctor Marco A. Fonseca Truque, Sociología criminal.
Doctor José María Garavito, Laboratorio forense.
Doctor Ramón A. García Momoy, Constitucional, Sociología general. Doctor Luis
Gómez Mariño, Penal militar, Procedimiento civil.
Doctor José Hurtado García, Oratoria.
Doctor Gonzalo Leytón López, asesor técnico del departamento académico,
Derecho penal general
Doctor Fabio Lozano Simonelli, Introducción del derecho.
Doctor Ernesto Melendro Lugo, Civil, Bienes.
Doctor Mauricio Ospina Devia, Derecho civil.
Doctor Carlos Paz Méndez, Economía general.
Doctor Guillermo Rivero Ángel, Administrativo general.
Doctor Félix Villamizar G., Psiquiatría forense.
Profesor Louis Klainbaun, Inglés.
Profesor Jorge Arévalo Garzón, Defensa personal
Profesor Vicente Castellanos, Pedagogía
Profesor, Alfonso Díaz Granados, Policía científica.

PARA CURSOS DE BACHILLERATO


Doctor Ernesto Camacho Leyva, Geografía económica
Profesor Ignacio Alfonso Acosta, Autores castellanos, Química, Filosofía, Literatura
Profesor Bernardo Herrera M., Latín.
Profesor Luis Lizarazo Castro, Química.
Profesor Jesús Medina Vasquéz, Cátedra bolivariana, Historia.
Profesor Marco A. Oliveros, Geometría y trigonometría, Física.

PROFESORES DE DEPORTES
Profesor Efraín Martínez López, Tennis.
Profesor Boris H. Rodríguez, Volley-ball
Profesor Alfredo Rodríguez Vargas, Pesas y boxeo. Profesor
Miguel Valderrama, Esgrima.
Profesor Ernesto Lamper, Atletismo.
Profesor Denis Troin, Gimnasia.
Profesor Andrés Acosta Manjarrés, Fútbol
Profesor José María Mosquera, Instructor banda de guerra.
REFERENCIAS DE LA PRENSA SOBRE "LA ESCUELA GENERAL SANTANDER"

«A los diecinueve, años, edad de cadete, la Escuela de Policía "General Santander"


reafirma su orientación civilista y civilizadora. Allí se prepara a los oficiales con
amplias perspectivas para que sean no sólo el dirigente técnico en las faenas
estrictamente militares, sino el cooperador cotidiano de la sociedad en los más
diversos frentes. Para ingresar a sus aulas necesita haber cursado los tres primeros
años de bachillerato. Allí lo termina y recibe además las enseñanzas especializadas
que agilicen su cuerpo y su mente para el desempeño de sus funciones. Se piensa
en esta forma, como lo han repetido sus dirigentes, el teniente coronel Bernardo
Camacho Leyva y ahora el coronel Juan Félix Mosquera Mosquera, preparar
oficiales para defender y servir al pueblo. Se busca por todos los medios que la
comunidad vea en el fondo de la rigidez y autoridad propia del cuerpo una
institución pronta a servirle en toda forma, capaz de colaborar en las tareas de
todos los días, lo mismo que en guarda del orden.

»Con motivo de su aniversario se han destacado numerosos aspectos de su


eficiencia, desde la disciplina hasta sus instalaciones confortables. Pero no se ha
mencionado el esfuerzo recio y firme del departamento académico bajo la dirección
del capitán René Gordillo Lopera y la asesoría técnica del doctor Gonzalo Leyva
López. Un equipo de profesores, reclutado en severo campo de los profesionales,
cumple sus funciones con entusiasmo, con dedicación, con esmero. Se trata en
general, de personas demasiado ocupadas en razón de sus actividades. Pero todas
ellas, al parecer, se han apasionado por la escuela, por su cátedra, y acuden con
mayor fervor; cada día. Saben que sus discípulos contribuirán decisivamente a
formar una Patria mejor, conviviente y libre.

»Dentro del propio servicio de la policía, el oficial podrá especializarse, según sus
aficiones. Se cuenta ya con ingenieros, con abogados, con agrónomos, con
veterinarios. De esta manera podrán ellos influir en el avance de la organización
logrando establecer cohesión con otras fuerzas, liquidando el concepto de que la
policía debe vivir aislada. Nada de ello. En la ciudad y en el campo ellos están
obligados a cumplir una tarea de paz y de pedagogía. Armados de conocimientos
técnicos pueden ser los orientadores del campesino, respaldar los programas de
acción del gobierno y de las entidades directoras del agro.

»Muy remota de propagandas espectaculares es la Escuela "General Santander",


qué está perfilando el futuro de Colombia con la formación de servidores, que
afiancen y defiendan sus mejores tradiciones civiles. De su programa de Educación
física, fuerte y severa, no es necesario hablar. Queremos apenas destacar la tarea
del departamento académico, amablemente incrustado dentro de la estructura,
como la contribución que las gentes de código y letras le entregan a una entidad en
armas, para lanzada al campo abierto de las realizaciones mejores.
«Si el ejército es para la guerra, la policía es para la paz. Y en ella, son ilimites los
horizontes de bien que pueden transitarse».
LA DÉCADA DE LOS 60
LOS MAESTROS DE EQUITACIÓN
Crónica por el MY. Víctor E. Rodríguez Romero

Cuando llegó la Misión Chilena me encontraba como instructor de cadetes en la


Escuela "General Santander" en el grado de Teniente, fuimos escogidos en enero
de 1960 por la Dirección General para el primer curso de Maestro de Equitación,
los compañeros:

T.E. Víctor E. Rodríguez Romero S.T. Manuel Vallejo Velo


T.E. Pedro Pablo Rojas Castro S.T. Yesid Aguite Coronado
T.E. Alberto Lindo Ortiz S.T. Danilo Pedroza Pedroza
T.E. Luis A. Tello Sánchez

Y como instructor del curso el Capitán Braulio Saavedra, con un horario de 7:00 a
12 materias prácticas (equitación); de las 14:00 a las 17:00 materias teóricas como
hipología, herraje, historia de los carabineros, pedagogía entre otras. Durante
nuestra permanencia construimos el jardín de salto y arborización de toda el área
costado sur de la escuela.

El capitán Braulio Saavedra de una responsabilidad exagerada, presentación


personal impecable y exigente en cada una de sus clases, no aceptaba ningún
acto de violen contra el caballo, siempre observando la metodología de convicción y
repetición de ejercicios o exigencias hasta confirmar la aceptación por parte del
animal.

La clausura de nuestro curso se realizó en abril de 1961.

LISTA DE OFICIALES DE PLANTA DE LA ESCUELA 1960

Teniente Coronel Mosquera Juan Félix M., Director de la Escuela.


Mayor Nicolás Ríos Mesa, Subdirector.
Capitán Mario Zambrano Camader. Jefe dpto. Académico.
Capitán José L. Luque Romero, Jefe administración.
Teniente Oscar Held klee, cdte. cursos de bachillerato.
Teniente Alfonso Gómez Garda, cdte I. pelotón profesional.
Teniente Darío Sánchez Guarín, cdte II, pelotón profesional.
Teniente Luis F. Ospina Cubillos, cursos de tiro.
Teniente Álvaro Novoa Morales, 6º. año de bachillerato.
Teniente Alonso Vera Jiménez, cdte 5º. año de bachillerato.
Teniente Miguel Vargas Prieto, cdte III pelotón profesional.
Sub-teniente Luis E. Altamar Valdivia, cdte 52. A bachillerato.
Sub-teniente Humberto Aparicio Navia, jefe de deportes.
Sub-teniente Jorge E. Sánchez Torres, cdte. carabineros.
Sub-teniente Alirio Rodríguez Casas, jefe rey. ay. Dirección.
Sub-teniente Manuel González Hemíquez, Cdte. Compañía de servicios.
Sub-teniente Harvey Borrero Calero, Jefe F1.

LLEGAN NUEVOS ALUMNOS A LA ESCUELA DE LA POLICÍA

Como se sucede periódicamente en el instituto, de acuerdo a sus programas de


incorporación y después de una escogencia cuidadosa, ahora nuevamente llegan
desordenadamente, en pequeños grupos y cargados de maletas, varias decenas
de jóvenes en traje de particular atravesaron la puerta de entrada de la Escuela de
Cadetes, en la capital de la República.

Pocas horas después los nuevos huéspedes de la escuela, uniformados, "rapados"


yen estricta formación, comienzan a recibir las instrucciones con las cuales se
inician en la carrera de policía.

Procedentes de todo el país, bachilleres recién graduados hicieron su entrada a la


escuela para comenzar un curso que culminará con su grado de subtenientes.

Los jóvenes, acompañados casi todos por sus familiares, no tardaron mucho en
quedar asimilados a su nueva vida. Distinguidos pocos minutos antes por sus
diversos trajes, por los tonos diferentes de las corbatas y aún por los distintos
cortes de cabello, quedaron rápidamente uniformados y ordenados con relación a
su estatura.

Como ocurre siempre al llegar, las costumbres estrictas de la disciplina fueron


involuntariamente desconocidas en algunos detalles por varios de los recién
ingresados: un cigarrillo encendido inoportunamente, un cambio de palabras en la
fila o un botón sin apuntar, motivaron las primeras reprimendas y comenzaron a
conducir a los jóvenes por el sendero de las normas que habrían de seguir en el
futuro.

Entre tanto, en decenas de hogares comenzó a verse realizada la aspiración de


tener" un policía en la familia". Y el ingreso de los jóvenes bachilleres abrió los
cursos regulares que se inician, simultáneamente, con las otras instituciones
hermanas.

FEBRERO 11 DE 1962 (de "El Tiempo")

CELEBRACION DE LOS 22 AÑOS DE FUNDADA 16 DE MAYO DE 1962

En esta fecha la Escuela conmemora el 22 aniversario de su fundación, con cuyo


motivo se programaron diferentes actos que se iniciaron a las 6 de la mañana, con
una alborada especial por parte de la banda del instituto, alrededor del mismo.

A las 8, toda la escuela se hizo presente en formación de parada para la izada del
pabellón Nacional.

A las 9:00, Monseñor Emilio de Brigard, Obispo auxiliar de Bogotá oficio una misa
solemne con asistencia de la alta oficialidad de la Policía.
A las 11:30 tuvo lugar la formación de parada para rendir honores a la bandera y al
señor Presidente de la República.

A las 12:15, en severa ceremonia realizada en la sala central del casino de


oficiales de la Escuela, el señor director coronel Juan Félix Mosquera, impuso el
anillo insignia del instituto al señor expresidente Eduardo Santos, otorgado por la
junta de adjudicación, según acta 6 del 10 de mayo de 1962.

LABORATORIO DE CRIMINALISTICA

Bajo la dirección del coronel José Manuel Mendoza, quien desde el 17 de julio de
1963 ocupo el cargo de director del instituto, se ha logrado la continuidad del
progreso en materia docente, imprimiéndole un carácter más científico, mediante
la instalación de un magnifico laboratorio de criminalística dotado de todos los
elementos necesarios para la preparación técnica de investigadores de la rama
criminal. En efecto, los modernos equipos y las instalaciones consultan en gran
parte los requerimientos de la actual ciencia investigativa y se ajustan a los
descubrimientos en esta importante materia.

NUEVA ESCALA JERÁRQUICA DE LOS OFICIALES

El Decreto 1559 del 30 de junio de 1964, modificó la jerarquía de los oficiales de la


Policía Nacional que comprende los siguientes grados, en escala descendente, así
como el tiempo mínimo de servicio en cada grado:

Oficiales generales

Mayor general
Brigadier general 3 años
Oficiales superiores
Coronel 4 años
Teniente coronel 4 años
Mayor 4 años

Oficiales subalternos
Capitán 5 años
Teniente 4 años
Subteniente 4 años

De acuerdo al anterior decreto es forzoso el retiro cuando cumplan las siguientes


edades en sus grados, así:

Subteniente 32 años
Teniente 36 años
Capitán 42 años
Mayor 8 años
Teniente coronel 52 años
Coronel 56 años
Brigadier general 60 años
Mayor general 63 años

LA ACADEMIA SUPERIOR DE POLICÍA: INNOVACIÓN EN LA DOCENCIA


POLICIAL

La entidad así enunciada aparece en la Policía Nacional como un paso de


desarrollo en la formación que ha de darse en el Alma Máter a su oficialidad
superior. Es el Decreto 349 del 19 de febrero 1964, en su artículo segundo, el que
dispone: "Créase la Academia Superior de Policía". Este curso deben adelantarlo y
aprobarlo los oficiales, en el grado de mayor, de conformidad con el Estatuto de la
carrera de oficiales de la Policía Nacional.

Mediante la Resolución 2175 del 26 de mayo de 1964, fueron llamados a esta


academia los siguientes mayores; sin el plan de estudios, ni los exámenes, ni las
exigencias que posteriormente se establecieron:
Luis H. Valderrama Núñez
Luis Eduardo Hernández León
José Joaquín Chacón Hernández
Marco Vinicio Prieto Reyes
René Gordillo Lopera
Gerardo Rojas Serrano
Bernardo Echeverry Ossa
Filipo Villarreal Revelo
Mario Ernesto Ávila Mora
Carlos Julio Cortés Gracia
Francisco Rodríguez Delgado

Los mayores relacionados anteriormente iniciaron sus estudios el primero de junio


de 1964.

VARIACIONES EN LA FORMACIÓN CULTURAL DEL INSTITUTO

Ellas se fundamentan en los siguientes aspectos:

1. Permanente acción de relaciones públicas;


2. Valioso aporte a la formación intelectual;
3. Auténtica cultura para beneficio de nuestros pueblos y para acrecentamiento
del buen hombre de la Policía Nacional.

Desde hace algunos años la escuela adoptó una modalidad dentro de sus
actividades culturales: La instauración del "viernes cultural", que consiste en una
serie de actos diametralmente opuestos a los que en el lenguaje popular de los
ciudadanos comunes y corrientes lleva la misma denominación.

En efecto, mientras en las esferas ciudadanas y, especialmente, en los círculos de


amigos pertenecientes a agremiaciones, a empresas, a universidades y grupos
diversos, el "viernes cultural" entraña un sentido de sarao, algo equivalente a
"correr la verbena"; en la escuela este nombre se reserva para una labor que, si
bien proporciona al espíritu del cadete el merecido descanso después de una
semana de sostenido trabajo intelectual y físico, también conlleva la valiosa ventaja
de un aporte a la formación intelectual y a la capacitación para el futuro ejercicio de
la profesión.

El viernes cultural se sucede así:

Todos los días de su nombre, a la caída del sol, el ambiente de la escuela empieza
a impregnarse de un entusiasmo especial del que participan igualmente superiores
y subalternos. Las puertas del teatro se abren de par en par y sus asientos se ven
ocupados por el personal, en amistosa compañía de los invitados de la sociedad.
Entre tanto, al proscenio ascienden grupos artísticos integrados por alumnos y
profesores y, para mayor atractivo, conjuntos de renombre nacional que acuden allí
accediendo a cordiales invitaciones de los organizadores.

La faena cultural, que es a la vez artística, se inicia hacia las siete de la noche y
comprende una rica variedad de actos que recuerdan las célebres veladas literarias
de los establecimientos educativos pero que las superan por cuanto la calidad de
los trabajos seleccionados y la de los artistas que intervienen hacen de cada
programa un espectáculo de categoría.

LOS ESPECTÁCULOS
El personal del plantel se divide, para las programaciones, en grupos según los
cursos. Tanto los cadetes como los oficiales que adelantan cursos de capacitación
para ascenso, elaboran programas en sana competencia por presentar cada uno el
mejor.

El espectáculo se compone de música, drama, poesía, comedia, monólogos líricos


o humorísticos, sainetes, alegorías, cuadros de costumbres, ballet, canto, etc. El
grupo encargado de un espectáculo debe procurar presentar, aparte del trabajo
realizado por sus propios elementos, una variedad a cargo de artistas de prestigio
nacional. En virtud de esta característica del "viernes cultural" han desfilado por el
teatro numerosas agrupaciones artísticas de las que actúan en las radiodifusoras y
en la televisión nacional.

COLABORACIÓN DE LAS EMPRESAS


Particulares. Indicio de las buenas relaciones existentes entre la Policía y la
sociedad es la manera admirable como empresas artísticas, empresas de
publicidad, emisoras, grupos teatrales, orquestas, conjuntos y asociaciones
similares acogen las invitaciones de la Escuela para sus "viernes culturales".
Desinteresadamente, con la mejor voluntad y con generosidad, las entidades a las
que se ha solicitado colaboración la han prestado, por lo cual todos los programas
presentados hasta ahora, pueden calificarse de buenos.

OBJETIVO PLANIFICADO
El "viernes cultural" se estableció, no solamente para atender a la sana norma de
proporcionar a la mente del educando un merecido descanso en sus disciplinas
habituales, sino también, para que el alumno asimile un justo sentido de la
organización de espectáculos culturales, para el mejor cumplimiento de sus
funciones en la vida profesional.

Según la concepción moderna, el oficial de policía no es solamente, en los pueblos


y ciudades, un guardián de la ley apostado en atalayas aisladas de la mentalidad
viviente de la población. Hoy el oficial es un amigo que debe convivir entre las
gentes del pueblo, ayudar al progreso material y espiritual de su circunscripción,
interesarse por el prestigio de su municipio o facción y, desde luego, ejercer una
permanente acción de relaciones públicas entre el pueblo y el hombre-policía, en
busca de la mayor estima de aquel hacia éste.

Por lo tanto, al oficial se le pedirá frecuentemente tomar parte activa, bien puede
ser, precisamente, en el esbozo de un programa, en el montaje de espectáculos
culturales, o en la organización de festejos de diversa índole. Es entonces cuando
el oficial echa mano de la experiencia adquirida en la Escuela mediante los "viernes
culturales". Y, algo más: sin que nadie se los solicite, el oficial deberá, en muchas
ocasiones, organizar por su cuenta actos que constituyan labor de relaciones
públicas. Las diversiones apaciguan los ánimos caldeados por la política o por la
situación de crisis. La Policía puede ayudar al pueblo a disipar tensiones y a crear
ambientes de concordia y tranquilidad a base de actividades artístico-culturales o
simplemente distractivas.
LA DÉCADA DE LOS 70
PISCINA SEMIOLÍMPICA

Esta necesaria obra se inició el 5 de enero de 1971 siendo Director de la Escuela el


señor coronel Pablo Rosas Guarín, y se puso en servicio durante la dirección del
señor coronel Fabio A. Londoño Cárdenas.

El monto total de ella fue de $5.873.265.89 y la construyó la firma Velandia Hnos. y


Asociados. Consta de dos partes: La piscina semi-olímpica y la zona de clavados,
que tiene las siguientes dimensiones, respectivamente:

12,90 X 25 (0,87 X 1,35) Y 12 X 9 X 3,80.

CREACIÓN DEL DISTINTIVO DEL INSTITUTO

En el año de 1971 se constituyó el distintivo mediante la siguiente disposición :

RESOLUCIÓN NÚMERO 003 DEL 12 DE MAYO DE 1971

Por la cual se crea un distintivo

El Director de la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander", en uso de


sus atribuciones legales; y

Considerando:
Que es un deber estimular a quienes se han distinguido por sus virtudes
profesionales y consagración en el servicio;
Que siendo la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander", el más importan-
te Centro educativo institucional, se hace necesario enaltecer a quienes de manera
sobresaliente hayan cumplido con los deberes propicios del oficial de planta;

Resuelve:
Artículo 1.- Créase el distintivo Escuela de Cadetes de Policía "General
Santander", como símbolo de reconocimiento que se otorgará a quienes hayan
prestado sus servicios como oficiales de planta del instituto.
Artículo 2.- El oficial que se haga acreedor a este merecimiento usará en la parte
superior y hacia el centro del bolsillo izquierdo de la blusa del uniforme, un
distintivo en crisocal dorado, forma suiza de fondo verde con el escudo de la
Escuela, recortado y esmaltado al fuego, en colores de joya reglamentarios, de
dos fijaciones de broche con una dimensión de 0.30 mm. de largo y 0.20 mm en
su parte más ancha.

Artículo 3.- El distintivo de que habla el artículo anterior será confeccionado con
cargo al presupuesto de la Escuela y se entregará con el diploma que lo acredite.

Artículo 4.- Son requisitos que dan derecho a los oficiales para recibir esta
distinción los siguientes:
a. Ser director del instituto, quien lo adquirirá por derecho propio.
b. Haber sido oficial de planta por un lapso no menor a un año.
c. Estar escalafonado como profesor de la Policía Nacional.
d. Estar clasificado en la lista uno o dos.
e. Tener en la actualidad derecho al anillo Escuela "General Santander".
f. No haber sufrido sanción disciplinaria dentro del tiempo exigido.
g. Haberse beneficiado la escuela con su trabajo o iniciativa cuyo valor sea un título
de orgullo y de prestigio para el Instituto.
h. Haber observado intachable conducta, tanto pública como privada y ejercido
ejemplarmente las virtudes policiales.
Artículo 5.- la adjudicación de este distintivo se hará mediante deliberación y fallos
de una junta integrada por el señor director como presidente, el subdirector, como
vicepresidente, y el Jefe de la sección docente como vocal. El oficial ayudante de la
dirección actuará como secretario.

Artículo 6.- Los miembros de esta junta tendrán voz y voto a excepción del
secretario, y sus decisiones se adoptarán por mayoría siendo requisito esencial la
asistencia de todos los integrantes.

Artículo 7.- La junta se reunirá cada vez que sea necesario una deliberación y será
convocada por su presidente.

Artículo 8- El otorgamiento del distintivo se hará mediante resolución de la Dirección


de la Escuela, que será publicada en la orden del día del instituto.
Artículo 9.- A los oficiales a quienes se otorgue el distintivo "Escuela de Cadetes de
Policía General Santander", se les entregará un diploma cuyas características y
especificaciones se señalan en esta providencia.

Artículo 10.- El diploma será un pergamino de 35 cms. de ancho por 25 de alto y


llevará la siguiente leyenda: "Escuela 'General Santander' -Dirección- Escuela de
Cadetes de Policía "General Santander". El Director de la Escuela, confiere la
presente distinción al Sr. en testimonio de sus virtudes profesionales y consagración
en el servicio".

Parágrafo 1.- El diploma llevará las firmas, en su orden, jefe sección docente,
subdirector y director de la escuela.

Artículo 11- El secretario de la junta llevará u n libro de actas, en el que resumirá el


curso y resultado de las deliberaciones y otro de entrega del distintivo en donde
quedará constancia del recibo del mismo..
Artículo 12.- Se perderá el derecho al uso del distintivo "Escuela de Cadetes de
Policía General Santander" por los siguientes motivos:

a. Por condena judicial;


b. Por condena del Tribunal Disciplinario; y
c. Por cualquier acto que afecte el honor y dignidad de la Policía Nacional.

Artículo 13.- La pérdida del derecho al uso del Distintivo "Escuela de Cadetes de
Policía "General Santander" se decretará mediante acta, previo informativo
levantado y fallo por la junta de que trata la presente resolución.

Artículo 14.- La presente resolución rige desde la fecha de su expedición.

Comuníquese y Cúmplase,
Dada en Bogotá D.E; a los 12 días del mes de mayo de 1971.

Firmado
CORONEL PABLO A. ROSAS GUARÍN,
Director Escuela.
Teniente LUIS MANUEL NIÑO ZAFRA Ayudante
Dirección.

UNA CAMPAÑA DE LOS ALFÉRECES

Dentro de las prácticas que el instituto desarrolla con sus alumnos, periódicamente,
se encuentran las llamadas" campañas" como parte básica de la instrucción en
"orden abierto" y preparación para la acción ante la subversión en todos los
rincones del país. Una de éstas se efectuó el 22 de julio de 1971 cuando marcharon
los alféreces hacia el Municipio de Mariquita, a fin de realizada con algunas
características diferentes.

En esta oportunidad se introdujeron nuevas técnicas y modalidades. Desapareció el


cariz de pelea entre "bandoleros y policías" y se hizo, en su totalidad, con un
'verdadero sentido contraguerrillero, ya que este aspecto es fundamental para el
desarrollo profesional en los nuevos oficiales de la Policía Nacional.
Las regiones de Mariquita, Cerro Gordo, Malabar, Las Lomas, Medina, La Mesa y
El Hatillo, fueron testigos de los patrullajes diurnos y nocturnos y de la incansable
labor desarrollada por los futuros subtenientes de la institución.

El servicio agotador, el clima extremo, las tareas encomendadas, los zancudos, las
emboscadas, las caídas espectaculares en la noche, el cambio de alimentación, la
apertura de trochas en extremos casi imposibles y las tácticas contra guerrilleras,
con toda su dilación y cuidado, sirvieron para templar el espíritu y preparar el
cuerpo de los jóvenes alféreces.

La nueva promoción de oficiales ya no llegará a sus guarniciones ignorando el


profundo y detallado problema de la lucha" antiguerrillera"; la experiencia vivida los
habilita para afrontar con aplomo las exigencias que sobre este aspecto se pueden
presentar.
NACE LA REVISTA ESCUELA DE CADETES DE POLICIA “GENERAL
SANTANDER”

Mediante la resolución No. 01407 del 30 de abril de 1975, emanada de la Dirección


General de la Policía, se crea la Revista Escuela de cadetes de Policía “General
Santander” y se faculta a su director para que proceda a su organización y
publicación respectiva. Según esta resolución la edición será trimestral y tendrá las
siguientes características: Tamaño 22x24 cms., 72 páginas interiores, carátula
impresa a cuatro colores; un cabezote en la parte anterior de la carátula con el
escudo del instituto; en la parte superior derecha el nombre de la revista y en la
primera página interior la bandera y la descripción del motivo de la carátula.

Pasados casi treinta y tres años, la


Revista de la Escuela ha publicado 117
ediciones.4

Después de muchas dificultades y por la perseverancia de la Dirección, así como


del equipo de oficiales, se llenan al fin todos los requisitos legales para editar la
revista de la escuela, bajo una doctrina exigente con la calidad cultural de su
contenido, y una seria y austera presentación gráfica.

4
Revista ECSAN
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
POLICIA NACIONAL

RESOLUCION NUMERO 01407 DE 1975 Abril 1975

Por la cual se crea la revista “Escuela de Cadetes de Policía General Santander”


EL DIRECTOR GENERAL DE LA POLICIA NACIONAL
En uso de sus facultades legales, y
CONSIDERANDO

Que el reglamento de publicaciones para la policía Nacional contempla una revista


como medios de divulgación, destinada a despertar en el personal de cadetes
aptitudes en los campos artísticos, literario y cultural en beneficio de su formación; y
que el sostenimiento de la publicación en referencia no implica erogación que afecte
el presupuesto;

Artículo 1º. Créase la revista “ESCUELA DE CADETES DE POLICIA GENERAL


SANTANDER” y facultase al director del instituto para que proceda a su
organización y publicación respectiva.

Artículo 2º. La edición será trimestral y tendrá las siguientes características: tamaño
22 x 24 cms., 72 paginas interiores, carátula impresa a 4 colores; un cabezote en la
parte anterior de la carátula con el escudo del instituto; en la parte superior derecha
el nombre de la revista y en la primera página interior la bandera y su descripción
del motivo de la carátula.

Artículo 3º. La presente resolución rige a partir de la fecha de su expedición.

Comuníquese y Cúmplase.
Dado en Bogotá, D.E a 30 de abril de 1975

Firmado

Mayor General HENRY GARCIA BOHOTQUEZ


Director General Policía Nacional
Dr. LUIS EDUARDO ACOSTA CALVACHE
Secretario General

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR: HACIA UNA NUEVA ETAPA

Después de diversas y continuadas gestiones, iniciadas en el período del coronel


Pablo A. Rojas Guarín, (1973) y mediante una estrecha relación con la Universidad
Javeriana y el ICFES se logran algunos avances en el campo académico: en
principio, la aprobación de la escuela como entidad universitaria. Mediante el
acuerdo No. 15 de enero 23 de 1976, el Instituto Colombiano para el Fomento de la
Educación Superior, concede Licencia de funcionamiento a los programas de
Licenciatura en Estudios Policiales y de Administración Policial a la Escuela de
Cadetes de Policía "General Santander", y mediante resolución 9354 de octubre 27
de 1976 el Ministerio de Educación aprueba los programas respectivos.

Así mismo, mediante resolución No. 10488 del 1 de diciembre de 1992 se modifica
el nuevo plan de estudios del Programa Formación Universitaria en Administración
Policial de la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander" y se dan a
conocer los principios generales del instituto-éticos, jurídicos, pedagógicos y
epistemológicos-, así como la finalidad y objetivos del instituto, acerca de los cuales
se había escrito en el año de 1975, período en el cual la escuela se transforma, de
una entidad con carácter de hacienda, en una institución con organización y
categoría universitaria.

CREACIÓN DEL "DÍA DEL RECUERDO"

En Lima, en 1976, asistí a los actos de aniversario de la Guardia Civil del Perú; uno
de ellos me entusiasmó, especialmente al ver la nutrida concurrencia de la
oficialidad en retiro en todos los grados. Allí todos dialogaban con los jefes y
comandantes en una demostración de camaradería francamente envidiable. En
este momento nació la idea de que nosotros podíamos hacer algo parecido. A mi
regreso al país, al poco tiempo recibí el alto honor de dirigir nuestra Alma Máter. Al
programar las festividades de aniversario, se incluyó, como acto especial,
naturalmente con la venia del mando de la época, lo que se llamó "El Día del
recuerdo" que, por fortuna, con el transcurso de los años no sólo se institucionalizó,
sino que se ha venido fortaleciendo, de tal forma que, anualmente, todos asistimos
y en esos momentos volvemos al pasado para ver con orgullo las duras horas de
disciplina y trabajo, al igual que los gratos y bellos momentos de amistad y
compañerismo. Ese día nos reunimos los compañeros del ayer a vivir por unos
instantes una de las emociones más hermosas del hombre: el recuerdo. En el
recuerdo estamos presentes con el orgullo de haber vivido y nos sentimos
orgullosos con la serenidad de los años, porque todavía podemos contemplar
optimistas el porvenir.

Lo importante fue encontrar en la programación del aniversario de la escuela unas


horas dedicadas al recuerdo de quienes nos formaron y gobernaron con acierto, de
quienes fueron nuestros compañeros y subalternos porque unos y otros nos dejaron
una estela luminosa, emociones vivas y evocaciones gratísimas que permitieron
fortalecemos en el ayer, afianzamos en el presente y vigorizar nuestra fe y
esperanza en el mañana.

»El motivo principal fue expresar un mensaje de cariño y respeto; era el anhelo, el
sentir de todo el personal en servicio activo hacia quienes, con abnegación, desvelo
y virtud, acrecentaron las bases de la Institución tutelar de la Patria. Darle un
mensaje de reconocimiento y gratitud y desde luego brindarles un merecido
homenaje, cálido y cordial a la indeclinable labor y al deber que cumplieron durante
una larga trayectoria de sacrificio personal y dedicación a la profesión policial
algunas veces heroica, sobrehumana e incomprendida.

»El encuentro en el "Día del Recuerdo" provoca, como ya lo he indicado, los


abrazos de viejos compañeros policías. Al soplar el rescoldo del tiempo se aviva el
fuego de las remembranzas de los que no están presentes y a través de los ojos
húmedos, se despierta la nostalgia por los que entraron en los umbrales eternos.
Todos estos acontecimientos no solamente conmueven sino además tienen la
importancia de robustecer más la fuerza solidaria de nuestra institución.»

Narración del señor Brigadier General (r) Luis Felipe Estupiñán Fuertes

NOMBRAMIENTO DE EMBAJADORES EN LAS CAPITALES DE LOS


DEPARTAMENTOS

El señor coronel Víctor Alberto Delgado Mallarino firmó la resolución 081 de


septiembre 27 de 1976 por medio de la cual se nombraron a unos embajadores de
la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander" en las capitales de
departamento, a personas ilustres, de magníficos antecedentes, tanto personales
como profesionales, y que se hubieran distinguido como impulsores del desarrollo y
el progreso en sus respectivas localidades.

Los nombramientos se hicieron en 18 departamentos, así: Atlántico, Antioquia,


Bolívar, Cauca, Cesar, Huila, Magdalena, Quindío, Santander, Sucre, Risaralda,
Nariño, Tolima, Valle, Chocó, Boyacá, Caldas, y Norte de Santander.

LA MUJER SE PREPARA PARA EL SERVICIO DE VIGILANCIA

El ingreso a la Escuela de cadetes “General Santander”, estaba llena de ilusiones,


interrogantes y expectativas enormes, ya que éramos las primeras cadetes en la
historia de las fuerzas armadas. Catorce jóvenes de diferentes departamentos, con
diferentes idiosincrasias, costumbre, sin maquillaje, de cabello corto, recorriendo la
rotonda y las aulas donde la presencia femenina era mirada con curiosidad,
admiración y cierto recelo. Era el reto de romper mitos y tradiciones.

Nuestros primeros guías en el quehacer policial fueron el comandante de compañía


capitán Alfonso Roa Heliodoro, un hombre fuerte y muy estricto especialmente con
nosotras.
El primer comandante de sección Teniente Raúl Gordillo, un hombre muy ágil e
impredecible, pero que estuvo poco tiempo al mando de la sección, en su replazo
llegó mi Teniente Héctor Guerrero Guzmán, siempre serio y muy radical. Todos nos
dejaron grandes enseñanzas pero lo más importante, ser siempre las mejores. A
ellos hay les agradezco no ser una mujer policía más, sino ser la Mujer Policía que
soy.

La permanencia en la Escuela fue todo un reto, teníamos una formación muy


exigente, tanto intelectual como física; nunca existió preferencia hacia nosotras por
nuestra condición femenina, al contrario fuimos tratadas como un Cadete más en las
filas.

Las lágrimas nunca fueron en público, nuestras almohadas fieles testigos de la


humanidad que brotaba de nuestros ojos, las cobijas el consuelo que cubría los
sollozos, pero esto jamás opacó mi ilusión de continuar, no me deje derrotar por la
adversidad y el difícil terreno que pisaba, el cual era cada día más estrecho e
insuperable, pero gracias a mi constancia y deseo verdadero lograba un efecto
contrario, recibía cada nuevo día con ánimo y amor hacia la profesión que había
escogido.

En cuanto a la parte académica, tuvimos aulas compartidas con nuestros


compañeros cadetes, logrando ocupar los primeros puestos por nuestro óptimo nivel
intelectual. Lo más complicado, la parte física, aquellas botas que nos quedaban
grandes, nos producían ampollas, pero logramos acostumbrarnos a ellas en medio
de las vueltas al pino solitario, en los reglamentarios rollos y flexiones. Siempre
respondimos bien, muchas veces llegamos entre las primeras como la cadete Luz
Marina Bustos, ejemplo de un excelente estado físico.

Recuerdo el primer día de terreno, alistamos morral, armamento y a recorrer


montañas del sur de Bogotá. Salíamos los sábados a la madrugada, los cadetes
masculinos no podían ayudar por eran sancionados. Llamábamos mucho la
atención de los habitantes del lugar por donde cruzábamos y nos decían “Oh
Mujeres Policías” y nos daban vivas “Viva la Mujer”. Esto nos atentaba a seguir
adelante.

1981. Primeras femeninas en


el servicio de vigilancia

En la entrega de armas nos dieron nuestro fusil, una ceremonia significativa ya que
éramos las primeras partícipes de tan importante evento, ¡que orgullo y que
felicidad!

El primer desfile, el 20 de julio, integrábamos la Banda de Guerra y salimos por la


carrera 68, sentí una emoción gigantesca cuando la multitud nos gritaba “Viva la
Mujer Colombiana”. El orgullo de ser mujer policía cada día era mayor, no
importaba estar doce horas de pie, no importaba estar sofocada por el calor… la
verdad, ya no importaba nada, estaba cumpliendo mi gran sueño.

Ascender a alférez fue subir un peldaño más nuestra vida policial, teníamos mando
sobre los cadetes, podíamos usar las botas altas, prestar el servicio de alférez de
escuela, lo cual molestaba a muchos porque no entendían como nosotras teníamos
tales atribuciones, pero sin embargo demostramos que podíamos dirigir, guiar y
ordenar sin sobrepasarnos, de una manera muy inteligente y sobre todo justa.

Llegaron las tan ansiadas prácticas de vigilancia, nos correspondió en la tercera


estación de policía, recorrimos la jurisdicción, en las patrullas atendiendo el llamado
por radio, acudiendo en auxilio de aquellas personas que requerían de nuestra
labor, y comprendí en estas prácticas que dar alivio o una voz de aliento a quienes
lo necesitaban, logrando fortalecer ni espíritu y en forma decisiva ni vocación
policial, que más pago que la sonrisa del agradecido y la satisfacción del deber
cumplido.

Después de tanto esfuerzo una justa recompensa; lograr ser una de las primeras
siete oficiales de vigilancia, que orgullosa me sentí, y me sentiré de haber escogido
la mejor profesión: “Ser mujer policía”.

Crónica por la Teniente Coronel Gladis Amparo Guevara Díaz

CARTA DE UN GENERAL A SU HIJO SUBTENIENTE

Óscar:
Tus padres, tus hermanos y amigos por estos días estamos de plácemes. Te
felicitamos. Nos sentimos orgullosos de ti pues nos has honrado, honras nuestra
familia. Hoy dieciséis de mayo de mil novecientos setenta Y ocho, te has hecho
acreedor a un título por mil motivos nobles. El Gobierno Nacional te lo otorga por
tus merecimientos personales. Quizá tardes un poco en entender y comprender
mejor la significación de este suceso y de lo que podrá representar para tu vida, en
tu propia realización como hombre al servicio de la sociedad. Podrás palpar por ti
mismo, lo que tal cosa significa, la de servir a los demás sin esperar nada, tal vez
unas simples "gracias", quizás una leve sonrisa o nada. Pero esto es un título
valioso que en marcarás en tu corazón como recompensa por tu dedicación al
prójimo. Ningún otro título ambiciones, porque esos los de colgar en la pared, un
día se deterioran y pierden su color, se acaban. En buena hora haces tu aparición
en la Institución de Policía por mí amada, respetada y humildemente servida. Pero
también llegas en momentos difíciles para la humanidad entera y por su puesto
para nuestra Colombia. Los policías sentimos especialmente la incorporación, la
confusión entre las gentes, las rivalidades, la falsedad, el egoísmo, la desigualdad y
qué sé yo, frente a cuya situación nuestra Policía quisiera hacer más para aliviar de
tanta angustia a nuestro pueblo.
El delito toma ventaja de la situación y nuestro hombre colombiano tal parece que
ha echado por la borda sus propios valores o lo que de ello pudiera quedarle. El
camino que llevamos, es un camino equivocado pues parece que conduce al
abismo donde se agita el caos, la inmortalidad y la pérdida de valores y principios.
Pero ése, Óscar, es precisamente el campo en el cual luchamos los policías del
mundo, tratando de impedir que la borrasca continúe en aumento. Cualquier acción
en tal sentido será valorada en su justa dimensión. La patria reclama de gentes con
vocación de servicio para combatir el gran mal que nos acecha. Por ello, será
recompensado con creces. Verás con el paso de los días la satisfacción que te
propicia esta profesión. Muy pocas instituciones como la nuestra facilitan la
aplicación de la doctrina cristiana y el cumplimiento de sus mandamientos. Debo
decirte que para mí también llegas oportunamente, cuando los de mi generación
avisamos los signos de los días pasados y aparecen las huellas del tiempo. Nos
asalta de pronto la idea de una falta de física energía, pero llegas tú y tus
compañeros con igualo superior ímpetu al mío, cuando años atrás empuñara la
espada, símbolo de una profesión, de una vocación de servicio, de una especial
autoridad moral, signo de fortaleza de amor por la patria. Es la misma que yo
recibiera de manos del señor Presidente de la República, al inicio de mi carrera. Es
la misma que he logrado conservar limpia y brillante para que tú ahora la lleves con
honor, dignidad, respeto y entendiendo la majestad de su significado. Su forma
recta y su acero lustroso te indican siempre la absoluta rectitud en tus acciones y la
pulcritud de tu conciencia. Pues no te olvides de tu conducta, tus procederes y tus
acciones, tendrás que dar cuenta a Dios, a la Patria, ya estas armas, la autoridad
que se otorgan y confieren implican grave responsabilidad como hombre, como
Oficial de la Policía y como Colombiano, Usarás todo esto solamente para proteger,
defender y ayudar a todos y entre ellos a los más necesitados, a los más débiles,
tal vez a los que andan enceguecidos o a oscuras. Espero, lo deseo de corazón y
conociéndote como te conozco, que un día puedas con la satisfacción de un buen
colombiano envainar tu espada con el honor que ella representa y cuando creas
que has cumplido tus deberes conforme al juramento que hoy acabas de hacer ante
Dios y ante la Patria, Tu Padre,
FRANCISCO J. NARANJO FRANCO.

El Inspector General de la Policía Nacional Brigadier General Francisco José


Naranjo Franco, hizo llegar la carta anterior a su hijo Óscar Naranjo Trujillo, hoy
teniente coronel, el día que recibió el título de Subteniente de la Institución en el
año de 1978.
LA DÉCADA DE LOS 80
AL FIN LLEGAN LAS DAGAS

En el campo de paradas, el día 12 de marzo de 1981, por primera vez en la historia


de la policía, se llevó a cabo la ceremonia de entrega de dagas a una compañía de
cadetes. A continuación transcribimos las palabras del capitán Marco Antonio
Gantiva Arias comandante de la Compañía SIMO Bolívar con ocasión de tal
entrega:

<<Nuestra alma máter se viste de gala para llevar a efecto tan importante
acontecimiento en la actividad policial y que marca una nueva página en la Historia
Institucional, cual es la entrega, por primera vez, de tan esperadas “Dagas”, a este
selecto grupo de cadetes componentes de la compañía Simón Bolívar,
acontecimiento que cristalizó el deseo latente en la mente de quienes pasamos por
esta escuela; se logra hoy gracias a la gestión del señor Director General de la
Policía Nacional Mayor General Pablo Rosas Guarín, quien así hace posible que
nuestros cadetes pasen a formar parte de las escuelas de formación de oficiales de
América latina, con símbolos que engalanan su presentación personal.

Tengo que recordarles también, señores cadetes, que las dagas representan el
símbolo las armas de nuestra república y que en épocas inmemoriales cautivaron a
reyes, tronos y dominaciones y siempre fueron portadas por éstos con hidalguía y
representaron su autoridad.
Adquieren ahora una nueva responsabilidad que demora la fortuna de pertenecer a
esta prestigiosa institución policial. Los exhorto a seguir adelante haciendo caso
omiso a los imponderables que hoy por hoy asoman a lo largo de nuestra existencia
y que influyen en nuestra voluntad aportando contra ellos iniciativas, campañas
emprendedoras, soluciones viables y positivas que muy seguramente serán el
cimiento de futuras generaciones. Escuchándolos pronunciar a viva voz el código
del honor, señores cadetes, se desprenden frases transcendentales para la vida
profesional de oficial, grado que muy pronto alcanzarán en este mismo campo de
paradas; pero no deben ser solamente unas frases que se enuncian, sino que ellas
deben representar la voluntad de nuestra acciones y el compromiso firma de
verdaderos caballeros que llevan por doquier el mandato constitucional de preservar
las instituciones legítimas y velar por la seguridad ciudadana y, en caso de
encontrarse en peligro, usar las armas en forma adecuada para su defensa.

Para finalizar, señores cadetes no olviden que estas dagas deben portarlas con
orgullo, desenvainarlas con valor y guardarlas con honor>>.

REFORMAS EN LA PLANTA FISICA Y NUEVOS EDIFICIOS

CLUB DE ALFÉRECES
El 2 de septiembre de 1983, los cursos 052 y 053, en un esfuerzo encomiable,
contribuyeron para la organización y donación del club de alféreces de la escuela,
obra que fue inaugurada en un acto presidido por el señor Mayor General Víctor
Alberto Delgado Mallarino, Director General de la Policía Nacional. Hoy en día
figura como alojamiento de una compañía de cadetes.

REMODELACION DEL COMEDOR DE ALUMNOS


En abril 8 de 1986, con la asistencia del director del instituto señor brigadier general
Miguel Antonio Gómez Padilla se llevó acabo la inauguración del comedor de
alféreces con un notable mejoramiento en su presentación, organización y estética,
porque este lugar no había sido tratado con el cuidado que merece.
BIBLIOTECA DE LA ESCUELA
Con fecha 16 de mayo de 1986 fue reinaugurada la biblioteca del instituto, con la
presencia del señor general Miguel Vega Uribe, ministro de defensa nacional, en
señor Obispo Castrense Víctor López y el señor Director del instituto brigadier
general Miguel Antonio Gómez Padilla. Se le dotó así, al centro docente de un
lugar más espacioso, con buena luz y espacios propios para el estudio, la
investigación y la consulta indispensable a los discentes.

Lleva el nombre del pensador, literato


y ex presidente de la República;
Marco Fidel Suárez.

EL TEATRO DEL INSTITUTO


En su inicial construcción el instituto no tenía teatro. Se improvisaba en un pabellón
dedicado a dormitorio, hacia la década de los cincuenta, en el costado izquierdo del
patio de formación en uno de los alojamientos que ocupa hoy en día una de las
compañías de cadetes. Este a su vez fue demolido hacia el año 1981.

Posteriormente funcionó donde hoy es la multimedia; con fecha septiembre de 1986


se iniciaron las primeras obras del actual y con fecha 5 de noviembre de 1988 fue
inaugurado oficialmente por el señor presidente de la República doctor Virgilio Barco
Vargas; bendijo la obra el Obispo castrense, Monseñor Víctor Manuel López Forero
y en mayo de 1997 se le denominó: "BG. Valdemar Franklin Quintero". Cuenta con
los espacios suficientes para los actos académicos, amplios escenarios y los
equipos necesarios para cinematografía y conferencias.
SIMPOSIOS INTERINSTITUCIONALES DE CRIMINALÍSTICA

Con el fin de concentrar los esfuerzos de las diferentes entidades oficiales, para
lograr una mayor tecnificación en la lucha contra la delincuencia; establecer un
intercambio de conocimientos, experiencias y recursos de los diferentes organismos
que auxilia a la rama jurisdiccional del poder público, y buscar la actualización de las
técnicas relacionadas con la investigación criminal, con fecha primero de diciembre
de 1986, en el antiguo auditorio del Instituto (hoy bloque de aulas), se realizó la
inauguración del “Primer Simposio Interinstitucional de Criminalística”, evento que
duró cinco días. A partir de esta fecha, y anualmente se han venido realizando los
seminarios. A partir de 1988, se inicia el ciclo de Simposios Internacionales que se
realizan cada dos años.

Con fecha 27 de septiembre de 1996 se crea la “Asociación Internacional de


Criminalística”, en el marco del VII Simposio Internacional e integrado por: Cuba,
Chile, España, Estados Unidos, Bélgica, Canadá, Francia, Gran Bretaña, México,
Suiza, Italia y Colombia.

INGRESO A LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE UNIVERSIDADES – ASCUN

Los primeros contactos para lograr el ingreso de la escuela a la ASCUN, se


realizaron en el año de 1975, entre el doctor Carlos Medellín, entonces presidente
de la asociación, y el Coronel Fabio A. Londoño Cárdenas Director de la Escuela.
Sin embargo la legalización y feliz aprobación de este ingreso, se cristalizó mediante
el acuerdo No. 4 del 14 de julio de 1988, cuando la Escuela de cadetes de Policía
“General Santander” ingresó a la Asociación Colombiana de Universidades con el
carácter de “Miembro Afiliado”, de conformidad con la solicitud del Instituto y el
concepto favorable del Consejo Nacional de Rectores.
CONVENIOS CON OTRAS UNIVERSIDADES

La década de los 90 se caracterizó por la celebración del primer centenario de la


Policía Nacional, varias reformas y la denominada “Transformación Cultural” se
pusieron en marcha, las cuales pretendían una integración con la comunidad y el
ofrecimiento de servicios de alta calidad. Uno de los aspectos más importantes de
esta apertura fue el intercambio con organizaciones similares, en su carácter, a la
Escuela, con las cuales ha venido intercambiando conocimientos permanentemente,
en diferentes niveles y órdenes, como por ejemplo en las asesorías para el
direccionamiento de la política, mediante cursos y seminarios de actualización.

El intercambio de servicios se da en dos sentidos: desde la Policía y para ella.


Ejemplo palpable es la colaboración prestada para la realización de programas de
televisión, servicios de participación comunitaria, coros, tunas o grupos musicales,
así como el servicio docente, en la preparación de profesionales en criminalística en
las facultades de derecho de diferentes universidades. Dicho intercambio inició con
las siguientes universidades:

ESCUELA DE EDMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS


Con el fin de buscar una permanente profesionalización del oficial de policía, se
acordó, a través del Ministerio de Defensa, un convenio con la Escuela de
administración de Negocios, para desarrollar el ciclo de formación universitaria en
Administración de Empresas y de estudios de postgrado, dirigido a oficiales activos
y en uso de buen retiro de la Policía Nacional, que hayan obtenido el titulo de
Tecnólogo en estudios Policiales o Administrador Policial.

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA


Se realizó un convenio de recíproca colaboración, mediante el cual la Escuela
imparte capacitación y actualización en Criminalística a las alumnos de quinto año
de Derecho y del postgrado de Derecho Penal y Criminología.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
Tiene por objeto el intercambio y apoyo a la formación profesional universitaria,
dirigida a la especialización en alta gerencia para coroneles y profesionales que
designe la Dirección General de la Policía Nacional. Igualmente, se llevó a cabo el
curso de formación pedagógica para 30 oficiales, durante el año de 1996, 30
oficiales y 30 del nivel ejecutivo en 1997.

FUNDACIÓN UNIVERSIDAD CENTRAL


En virtud del convenio con la universidad prepara oficiales y personal o uniformado,
este último propuesto por la Dirección Docente del Instituto, para cursar los
programas que brinda la institución universitaria en pregrado o postgrado, teniendo
en cuenta la homologación de semestres y materia cursadas por los oficiales en los
programas que ofrece la Escuela.

OTRAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR


También se vinculó a la Escuela de Administración Pública –ESAP-, la Universidad
Pedagógica Nacional, la Universidad Cooperativa de Colombia y UNISUR, con las
cuales se desarrollaron relaciones de cooperación e intercambio académico
informal, con el ánimo de garantizar una formación profesional policial de calidad, en
pro de los índices de rendimiento de la actividad policial. Es de anotar que las
relaciones con la Universidad Nacional provienen desde la fundación misma de la
Escuela cuando, en los años cuarenta, y mediante una estrecha colaboración, se
creó en la Universidad la primera cátedra de Derecho de Policía, formándose los
primeros comandantes abogados de la Policía Nacional para las antiguas
direcciones de Bogotá.
LA DÉCADA DE LOS 90
BODAS DE ORO DE LA ESCUELA DE CADETES

El día miércoles 16 de mayo de 1990 la Escuela cumplió 50 años de fundación,


dedicados a la formación y capacitación de oficiales de la Policía Nacional,
profesionales necesarios para mantener y establecer la convivencia social de la
nación colombiana, así como para hacer cumplir y respetar la Constitución Nacional
y las leyes de la República.

Con el fin de conmemorar, en forma ejemplar, y para destacar la trascendental


importancia que la efemérides tenía a nivel Institucional y nacional, se realizaron
actividades culturales, sociales, deportivas y ceremonias policiales, así:

CEREMONIAS
1. Entrega en custodia del estandarte de la Escuela de Cadetes de Policía
“General Santander”.
2. Conmemoración del Quincuagésimo aniversario de fundación de la Escuela de
Cadetes.

ACTOS
1. Semana santanderista.
2. Día del Recuerdo.
3. Recepción con motivo del aniversario del instituto.
4. Función de gala.
5. Festival de tunas universitarias
6. Campaña de Divulgación

OBRAS ADELANTADAS
1. Adecuación del centro de consultas.
2. Construcción entrada presidencial para recibir honores.
3. Arreglo de las instalaciones de la Capilla.
4. Adecuación aula de proyecciones
5. Adecuación estadero de cadetes.
6. Instalación de las oficinas de Telecom.
7. Pavimentación, repavimentación y señalización de avenidas.
8. Remodelación del frontis del Instituto.
9. Construcción de un aula ambiental.
10. Construcción de los stands de cafeterías.
11. Construcción de los comedores auxiliares.

Estas obras mejoraron notablemente la presentación y los servicios del Alma Mater
y dieron lugar a un merecido reconocimiento para el personal bajo cuya
responsabilidad se realizaron.

BANDA SINFONICA DE LA ESCUELA GENERAL SANTANDER

El día 15 de octubre de 1991 se inició el curso de aspirantes a cabos segundos en


la Escuela de suboficiales “Gonzalo Jiménez de Quesada”. Culminaron con éxito 16
aspirantes. El 31 de enero de 1992, fueron dados de alta y destinados a la Escuela
“General Santander” como integrantes de la banda de músicos. En el transcurso de
los dos meses siguientes se integraron a ella un dragoneante, un agente, y un
auxiliar de policía, lo cual aumenta la banda hasta 19 integrantes. El 25 de enero de
1993 se incorporaron 15 músicos más, los cuales fueron dados de alta el 7 de julio
del mismo año. Sucesivamente se incorporan, cada seis meses, pequeños grupos,
hasta conformar la actual Banda Sinfónica de la Escuela Nacional de Policía
“General Santander”.

NUEVA NORMA ORGÁNICA

Con el ánimo de unificar y mejorar la formación del hombre policía en todos los
centros docentes policiales del país, el Gobierno Nacional emitió el decreto que
aparece a continuación:
REPÚBLICA DE COLOMBIA
DECRETO No. 1686 DEL 27 DE JUNIO DE 1997

Por el cual se suprimen' y fusionan uñas dependencias de la Policía Nacional del


Ministerio de Defensa Nacional.

El Presidente de la República de Colombia

En ejercicio de las facultades extraordinarias otorgadas, por el artículo 30 de la Ley


344 de 1996, consultada la opinión de la Comisión de Racionalización del gasto y
de las finanzas públicas y previas asesorías del honorable Congreso de la República

DECRETA

CAPITULO 1

SUPRESIÓN Y FUSIÓN DE DEPENDENCIAS

Artículo 2.- FUSIÓN DE DEPENDENCIAS: Fusiónense a partir de la fecha de


publicación del presente Decreto, las siguientes dependencias de la Policía
Nacional

1. La Escuela de Cadetes de 'Policía "General Santander y la Dirección


docente en una dependencia que se denominará en adelante "Dirección
Escuela Nacional de Policía General Santander" de la Dirección General.

Artículo 4.- Funciones de la Dirección de la Escuela Nacional de Policía "General


Santander". Con base en lo dispuesto en el presente Decreto, las funciones de la
Escuela Nacional de Policía "General Santander" serán las siguientes:

1. Formular la política educativa a través de planes y programas.


2. Estructurar y desarrollar los programas académicos para la formación,
capacitación y especialización de oficiales y nivel ejecutivo, respecto de la
profesión de policía y especialidades que requiera el competente
cumplimiento de la misión institucional.
3. Establecer los criterios de admisión de aspirantes a las Escuelas Seccionales
de formación, que garanticen la vinculación de personas que vocación de
servicio y calidad humana.
4. Otorgar títulos de idoneidad de la profesión de policía, conforme a las
normas vigentes de Educación Superior.
5. Gerenciar los procesos de admisión, formación, educación continuada,
investigación y desarrollo tecnológico del Sistema Educativo Policial, que
aseguren la productividad y competitividad de la profesión de policía.
6. Establecer los criterios para la selección, formación, especialización y
capacitación de docentes.
7. Establecer alianzas estratégicas con centros educativos de nivel nacional e
internacional.
8. Asegurar un clima estudiantil que favorezca e desarrollo integral.

Artículo 8. Vigencia. El decreto rige a partir de la fecha de su publicación, y


deroga toda las disposiciones que le sean contrarias, en especial el artículo 2 de
la ley 180 de 1995.

Publíquese y cúmplase

Dado en Santafé de Bogotá D.C. a los 27 de junio de 1997.

A partir de ese momento la Escuela de Cadetes de Policía “General Santander”,


recibió la denominación de “Seccional de Cadetes y Alféreces”, acto que se
protocolizó mediante la Resolución No. 02810 del 02 de agosto de 2001, por la
cual se definió la estructura orgánica interna de la Dirección Escuela Nacional
de Policía “General Santander”, en el artículo 35, como una de sus Unidades
Desconcentradas.
CAPITULO IV

HECHOS Y CRÓNICAS
1999 – 2008
PARQUE “SAN FRANCISCO DE ASIS”

Este parque fue construido frente a la capilla de la Escuela “Cristo Sacerdote”,


por los oficiales del curso 072 de oficiales como un homenaje a la paz.

CONCURSO HÍPICO

En el mes de mayo del año 1999, la Federación Ecuestre de Colombia, la Liga


Deportiva Militar Ecuestre y el Club Hípico de la Escuela, organizaron el
concurso oficial de salto circuito A-B.5

PRIMER FESTIVAL INTERNO DE TEATRO

La Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces, realizó en el auditorio “Brigadier


General Valdemar Franklin Quintero”, el Primer Festival Interno de Teatro.

Bajo la dirección del maestro Jorge Arenas Bejarano, se presentaron las


siguientes obras:

LAS CONVULSIONES
Autor: Luís Vargas Tejada
Promoción: Gabriel González

MUTACION
Autor: Fernando Orozco
Promoción: Carlos Holguín

5
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 22
ESPERANDO LA CAPITANA
Autor: Jorge Arenas Bejarano
Promoción: Antonio Nariño

NO MAS SEXO POR FAVOR


Autor: Anónimo
Facultad de Criminalística y Promoción General Santander

MEJOR GRUPO
Promoción de Alféreces Antonio Nariño

MEJOR ACTRIZ
Subteniente Edna Rodríguez
MEJOR ACTOR
Cadete Héctor Betancourt 6

POLIDEPORTIVO Y PISTA DE CONDUCCIÓN APLICADA AL SERVICIO DE


POLICÍA

POLIDEPORTIVO

Inauguración del polideportivo y de la Pista de conducción de vehículos por parte del


Presidente de la República, Andrés Pastrana Arango, su señora Nohora Puyana, altos
mandos de las fuerzas Militares y de Policía.7

6
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 92
7
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 84
PISTA DE CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS

INFORMACIÓN GENERAL

Longitud total 1000 MTS.


Ancho mínimo 6 MTS.
Ancho máximo 10 MTS.
Velocidad máxima 80 KMS/HR
Velocidad mínima 20 KMS/HR.
Velocidad promedio 55 KMS/HR.

Velocidad crítica según:


Radios en curva 50 – 40 – 35 – 30 – 20 KMS/HR.
Radios de giro en curva 16.00 – 10.40 – 7.70 – 7.10 MTS.

Curvas con peralte

DISEÑO DE LA PISTA DE CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS


Material de construcción:
Capa asfáltica de 7.5 cms
Peso máximo permitido de 3 Ton.
Ingreso sólo con instructor
Únicamente vehículos de instrucción.

PISTA DE CONDUCCIÓN DE MOTOCICLETAS

INFORMACIÓN GENERAL

Pista compuesta de obstáculos y cross.


Longitud 1600 MTS.
Ancho 3 MTS.
Radios de giro de: 90º y 180º

DISEÑO DE LA PISTA DE CONDUCCIÓN DE MOTOCICLETAS


Ocho obstáculos:
Vara
Rampla pequeña
Frenada en seco
Giro en ocho
Giro helicoidal
Andén de equilibrio
Rampla grande
Escalera

Ejercicios en los desplazamientos sobre la moto


Ingreso a la pista sólo con conductor
Solo motocicletas autorizadas

1999 – VISITA DE PERSONALIDADES EXTRANJERAS A LAS


INSTALACIONES DE LA ESCUELA

El Inspector de la Policía de
Londres, Mike Nixon visitó las
instalaciones de la Escuela
Seccional de Cadetes y
Alféreces.8

8
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 86
Visita del Director del Cuerpo
Nacional de Policía de España
Juan Gabriel Cotino, al Alma Mater
de la Policía Colombiana.

Varios agregados de Policía


visitaron la Escuela con el
propósito de conocer sus
programas de formación policial.

Richard Linnhan, astronauta de la


NASA, visitó las instalaciones de la
Escuela donde intercambio
experiencias con los alféreces y
cadetes. Así mismo, saludo y
explicó los motivos de su misión a
los niños de Colombia, en el
parque Simón Bolívar. 9

9
Revista ECSAN, 85-86 (julio-diciembre 1999) Págs. 64-65
PROYECTO INSTITUCIONAL DE PEDAGOGÍA EN VALORES

Oficiales, personal del nivel ejecutivo, docentes de todas las áreas, y


profesionales de distintas especialidades se dieron cita en las instalaciones del
teatro Valdemar franklin Quintero, el 27 de octubre de 1999, con el fin de
concertar y afianzar las estrategias pedagógicas que orienten programas
sostenibles de fortalecimientos de valores, dirigidos a los alumnos de las
seccionales de formación como futuros profesionales de policía, al personal
uniformado en todos los grados y a sus hijos alumnos de los colegios de la
Dirección de Bienestar Social.

El encuentro se desarrolló en el “I Seminario Nacional de educac ión para la


Democracia hacia la creación de una cultura cívica”, fundamentado en los
principios de autoridad, justicia y responsabilidad. Este taller de capacitación y
formación fue dirigido conjuntamente por la Fundación Presencia bajo la
dirección de Susana Restrepo y dos expertos en currículo del Center For Civic
Education (L.A, California) Kennet Rodríguez y María Helena Ramírez, quienes
dieron comienzos a este gran proyecto institucional de Pedagogía en Valores
para la Policía en el tercer milenio que la oficina de Gestión Institucional se
propuso adelantar como una de las estrategias de acción del proceso de
Transformación Cultural y Mejoramiento Institucional de la Policía Nacional. 10

10
Revista ECSAN, 85-86 (julio-diciembre 1999) p. 12
SIGLO XXI
2000 – ENCUENTRO DE COMANDANTES EN LAS INSTALACIONES DE LA
ESCUELA

En el mes de febrero, se realizó en las instalaciones de la Escuela, la cumbre


de Comandantes de Policía.

El Presidente de la República Andrés Pastrana Arango, realizó la instalación del


evento en compañía del señor General Rosso José Serrano Cadena, los
Comandantes de Departamentos, Directores de Seccionales y entes
especializados, quienes presentaron el plan estratégico de trabajo de la Policía
Nacional para el nuevo milenio.

Este encuentro contó con la participación de importantes conferencistas y


representantes de varias agremiaciones, entre los que se destacaron: el doctor
Juan Carlos Linares, presidente de Career Managament Consultants; el doctor
Ramón Monrás, presidente de Asea Brown Boveri y el doctor Jaime Ardila,
presidente de Colmotores.

El evento se clausuró en las instalaciones de la escuela Seccional Gonzalo


Jiménez de Quesada y fue presidido por el Ministro de defensa, Luis Fernando
Ramírez Acuña; Ministro del Interior, Néstor Humberto Martínez y la cúpula
policial, luego de tres días de intenso trabajo, con miras al compromiso
institucional por la paz y por un comienzo del nuevo milenio con una mayor
seguridad para todos los colombianos.11

ACREDITACIÓN DE UNOS PROGRAMAS

Del 8 al 13 de mayo de 2000, se llevó a cabo la visita de Pares del Consejo


Nacional de Acreditación, doctores Daniel Héctor de la Colina de la República
11
Revista ECSAN, 87 (enero-marzo 2000) Págs. 10-11
de Argentina y Francisco José Sintura Varela, Vicefiscal General por Colombia,
para la evaluación externa de los programas de Administración Policial y
Criminalística.

Del informe oficial de lo pares para el Programa de Administración Policial de la


Escuela, se concluyó que reúne los requisitos de calidad máximas exigidos por
el Concejo Nacional de Acreditación; razón por la que los pares proponen sea
emitido un juicio favorable en su condición de evaluador final, para que el
Ministro de Educación expida el acto de acreditación.12

Como un hecho histórico en la actividad


académica e institucional, fueron
acreditados los programas de
Administración Policial y Criminalística, por
parte del concejo Nacional de Acreditación.

PRIMER CONGRESO IBEROAMERICANO DE DIRECTORES DE ESCUELAS


DE FORMACIÓN POLICIAL.

Del 16 al 19 de mayo del año 2000 se llevó a cabo en la Seccional de C adetes


y Alféreces, el “I Congreso Iberoamericano de Directores de Escuelas de
Formación Policial” evento asumido como una nueva opción de intercambio de
experiencias académicas, frente a las exigencias que la profesión demanda en
un mundo globalizado.

12
Revista ECSAN, 88 (abril-junio 2000) p. 71
Este espacio se constituyó en la oportunidad para que los Directores de
Escuelas de Formación Policial de Iberoamérica, estudiaran de manera
conjunta y críticas los desafíos que la profesión policial plantea, para lograr una
formación de calidad, pertinente a la misión encomendada: garantizar el
ejercicio de los derechos y libertades ciudadanas.

Los objetivos del encuentro fueron los siguientes:

1. Propiciar un espacio de reflexión académica en cuanto a la formación


policial de las diferentes escuelas de Iberoamérica, como medio para
lograr el mejoramiento continuo y la búsqueda de la calidad.

2. Compartir experiencias sobre los programas de formación, actualización


del talento humano y procesos de evaluación académica e investigación
y desarrollo tecnológico.

3. Establecer las bases para el intercambio y las acciones conjuntas en


materia educativa policial, dentro de un enfoque de desarrollo estratégico
en el contexto Iberoamericano.

El evento contó con la asistencia de los siguientes países: Argentina, Honduras,


Bolivia, México, Brasil, Nicaragua, Chile, Panamá, Costa Rica, Perú, El
Salvador, España, Estados Unidos, Venezuela, Guatemala y Colombia. 13

Ponencia presentada por el Señor Teniente Coronel, GUILLERMO J CHAVES


OCAÑA, Decano de la Facultad de Criminalística de la Escuela Nacional de
Policía General Santander, en el marco del I Congreso Iberoamericano de
Directores de Escuelas de Formación Policial

13
Revista ECSAN, 88 (abril-junio 2000) Págs. 28-29
PRUEBA PROFESIONAL PROYECTIVA
En desarrollo de la formación integral del hombre policía encontramos como
parte del plan de estudios, la Prueba Profesional Proyectiva, considerada como
la columna vertebral de la evaluación dentro del proceso enseñanza -
aprendizaje, la cual está diseñada de acuerdo con las áreas específicas que el
estudiante adelanta durante el transcurso de su etapa de formación, para optar
el título de Administrador Policial y Profesional en Criminalística.

La valoración de las dimensiones, intelectual, socioafectiva y física dentro del


proceso de formación del talento humano, se constituye en un requisito
indispensable para garantizar la calidad que el hombre Policía debe tener en el
ejercicio del servicio a la comunidad, como garante de las libertades y derechos
ciudadanos.

Con este marco ideológico, dentro de la reglamentación de la Prueba


Profesional Proyectiva, la Escuela Nacional de Policía General Santander,
emitió la Resolución No. 084 del 9 de diciembre de 1999 donde contempla la
estructura, aplicación, desarrollo y factores a evaluar de la misma.

APLICACIÓN
La Prueba Profesional Proyectiva se aplica en la Seccional de Cadetes y
Alféreces a los estudiantes bachilleres y Cadetes Profesionales, que aprueben
el V y II periodo académico respectivamente, siendo su aprobación requisito
esencial para el ingreso al VI y III periodo; en las demás seccionales se aplica a
los estudiantes que culminen satisfactoriamente el III periodo en la formación
para patrulleros.

PRINCIPIOS
La Prueba Profesional Proyectiva está orientada bajo los principios de
obligatoriedad, transparencia, imparcialidad, publicidad, objetividad y oralidad.
OBJETIVO
Identificar los niveles de aprendizaje alcanzados por el estudiante durante el
período de formación y ejercitar su aplicación mediante el desarrollo de
ejercicios prácticos, con el fin de entregar a la sociedad, un hombre policial
integro en las dimensiones del desarrollo humano, como gestor de procesos
comunitarios y promotor de las normas de convivencia ciudadana.

REQUISITOS DE APLICACIÓN
1. La tabla de calificación será de uno punto cero (1.0) a cinco punto cero
(5.0).
2. Para la aprobación de cada examen se debe obtener una calificación no
inferior a tres punto cinco cero (3.50).
3. La calificación final de cada examen será el resultado obtenido en el
promedio de las calificaciones de las pruebas que lo conforman.
4. Los resultados generales de la prueba se incorporarán como un periodo
académico, a los promedios de cada alumno, determinando la
antigüedad en la promoción.
5. La pérdida de un examen implica su habilitación, debiendo presentar
todas las pruebas que lo conforman.
6. La presentación de una habilitación exige la cancelación previa de los
derechos académicos establecidos por la Escuela.
7. La pérdida de una o más habilitaciones, se procederá de acuerdo con lo
establecido en el Reglamento Académico.
8. La pérdida de tres o más exámenes constituye la pérdida del periodo de
los preparatorios y se procederá de acuerdo con lo establecido en el
Reglamento Académico.

DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA PRUEBA


La Prueba Profesional Proyectiva está constituida por cinco (5) exámenes así:

1. Del área de Fundamentación


2. Del área de Complementación Policial
3. Del área Física
4. Conducción Aplicada al Servicio Policial
5. Tiro

Cada examen estará conformado por pruebas especializadas en cada área.

Ahora se hará una descripción detallada de cada examen.

1. Examen del área de fundamentación

Está integrado por dos pruebas: casuística y puestos de mando.

Prueba de casuística
Es aquella donde el estudiante desarrolla un caso de Policía de acuerdo a sus
conocimientos y aptitudes, teniendo en cuenta los siguientes parámetros.

1. Se presenta en forma individual


2. El estudiante acudirá a un banco de casos, donde al azar se le asignará
uno de ellos.

3. El tiempo para solucionar el caso y preparar la exposición es de media hora


máximo.

4. Ante el jurado, se expondrá la solución del caso en un tiempo de 10


minutos.
5. Para el desarrollo del caso y la presentación de la exposición ante los
jurados, podrá consultar y utilizar todos los medios didácticos que considere
necesarios.
6. Al finalizar la exposición, los jurados informarán al estudiante la calificación
obtenida.
Se evalúa
a. Desarrollo del procedimiento (antes, durante y después)
b. Aplicación adecuada de legislación vigente
c. Dominio, seguridad y claridad de la sustentación
d. Empleo de ayudas didácticas

Prueba de puesto de mando


Para su desarrollo está dispuesto el simulador de operaciones policiales, donde
un grupo conformado por tres estudiantes, desarrollan un caso de Policía, con
el concurso y participación activa de los integrantes de acuerdo con sus
conocimientos, habilidades y destrezas, bajo la orientación de un Oficial director
del ejercicio y siguientes parámetros.

1. El tiempo para la preparación y desarrollo de la exposición es de dos


horas máximo.
2. Ante el jurado conformado por dos Oficiales, se expondrá la soluc ión del
caso en un tiempo de 20 minutos.
3. Finaliza el ejercicio con la judicialización del caso a través del informe
policial.
4. Al término de la exposición, previa evaluación, el jurado informará los
resultados al estudiante.
5. Puede consultar textos y emplear cualquier tipo didáctico para la
exposición.

Se evalúa

a. Empleo adecuado del talento humano


b. Trabajo en equipo
c. Utilización adecuada de los medios logísticos, armamento, vehículos y
demás elementos del servicio.
d. Desarrollo del procedimiento (antes, durante y después)
e. Aplicación adecuada de legislación vigente
f. Apreciación de situación
g. Apreciación de Inteligencia

Examen Complementación Policial


El examen de complementación policial se realiza en forma escrita, de manera
individual y abarca los temas desarrollados en las áreas jurídicas, humanísticas
y administrativas. Es diseñado, aplicado y evaluado por los Coordinadores de
los Departamentos de Complementación Policial, con el equipo de docentes de
las respectivas áreas.

Para su desarrollo se debe tener en cuenta:


A. A partir de la construcción de un caso de Policía, se genera un cuestionario
escrito, donde se involucre el conocimiento de las tres áreas.
B. Las preguntas son claras, precisas y pertinentes a los temas que se
proponen, buscando examinar en el estudiante sus conocimientos y la forma
como los aplica en el desarrollo de un procedimiento policial.
C. El cuestionario está acompañado de instrucciones de manejo para su
aplicación, calificación y normas para la interpretación de resultados.
D. El examen contiene varios tipos de preguntas en forma de test, selección
múltiple, falso y verdadero, apareamiento, etc, descartando las de
complementación.

Examen físico
La valoración de la aptitud física cuando el desarrollo motor de la persona es
uno de los factores que tienen gran impacto en el servicio policial, es uno de los
requisitos esenciales para el control de la calidad que debe tener el hombre
policial en el ejercicio del servicio, por tanto los exámenes físicos se aplican con
el objeto de verificar que los estudiantes estén preparados para afrontar
cualquier circunstancia en la cual tengan que poner en ejercicio su capacidad
física y motriz.
Las pruebas que conforman la presente batería están integradas por: el cross,
fuerza de brazos en barra fija, abdominales y natación. Estas pruebas, miden la
resistencia general aeróbica y son evaluadas de acuerdo a tablas
preestablecidas por los docentes de educación física, teniendo en cuenta el
tiempo de preparación de los estudiantes a evaluar.

A. La prueba se cross mide la resistencia general aeróbica y cardio pulmonar


del estudiante, a través de un recorrido perimetral en el circuito de la
Escuela, propendiendo por ejecutarla en el menor tiempo posible.
B. La prueba de abdominales pretende medir la fuerza - resistencia de la
musculatura flexora del tronco, sobre las piernas, en una unidad de tiempo.
C. La prueba flexiones de brazos en barra fija, busca medir la fuerza flexora
de los brazos y dorsal del tronco.
D. La prueba de natación fue diseñada por los instructores de la asignatura,
conforme a los conocimientos adquiridos por los estudiantes. Esta se
desarrollará con el objeto de evaluar las habilidades y destrezas que se
posee en el agua, demostrando que esta capacitado para afrontar cualquier
situación que se le pueda presentar en el desarrollo del servicio policial.

La prueba se subdivide en 3 pasos o etapas a saber:


- Velocidad y habilidades para pasar tres obstáculos
- Prueba de confianza, decisión y arrojo.
- Prueba de resistencia cardio pulmonar y técnica de estilo.

Examen de tiro
Busca que el estudiante demuestre acertadamente las habilidades y destrezas
adquiridas en el manejo de las armas de fuego en operaciones tácticas. Está
compuesto por pruebas en las cuales se utilizan armas con munición calibre
9mm y 38 largo. Son aplicadas sobre pistas diseñadas por los instructores de
tiro, que permiten evaluar al estudiante habilidades como: la precisión, potencia,
confianza y velocidad que ha adquirido durante todo su proceso de formación.
Es necesario que las pistas de tiro tengan un razonamiento práctico, simulando
situaciones que podrían presentarse en la vida real.

Examen de Conducción Aplicada al Servicio

El examen de conducción aplicada al Servicio de Policía está compuesto por


dos pruebas; conducción de vehículo y conducción de motocicletas, las cuales
tienen por objeto valorarlos conocimientos, habilidades y destrezas adquiridas
por el estudiante en el desarrollo del proceso de formación; para lo cual se
realizarán ejercicios en pistas diseñadas por los instructores de la asignatura,
para que el estudiante demuestre sus capacidades en cuanto al manejo del
tiempo, aprovechamiento de espacios, tiempos de reacción, uso de vías,
distancias, procedimientos con el manejo de automotores y el empleo de los
medios técnicos que tiene acondicionados una patrulla o una moto para la
prestación del servicio y desarrollo de la función policial.

A. Ejercicio con automóvil

Paso de la pista canadiense con cronómetro.

La prueba de conducción de vehículos consiste en recorrer la pista canadiense


superando los diferentes puntos de dificultad que se encuentran en ella y al
término de este recorrido el alumno realizará un viraje para quedar en sentido
contrario y dar marcha atrás con el vehículo en slalom superando seis conos los
cuales se encuentran a una distancia de ocho metros cada uno al termino de
los cuales culminará la evaluación al alumno. De esta manera se pretende
demostrar el sentido de observación, las habilidades y destrezas adquiridas
durante su proceso de formación, de acuerdo con los siguientes parámetros.

1. Al momento de recibirse la señal para abordar el vehículo se inicia la


prueba, calificándose todos los movimientos que se realicen según formato
preestablecido.
2. Se establece tiempo mediante cronómetro como limitante de calificación así
como los conos de tal forma que, si no llega a derribar ningún cono y realiza
el tiempo mínimo la nota será de 5.0 y así seguidamente de acuerdo a la
tabla establecida.
 Máxima nota 5.0
 Tiempo standard de la prueba 120 segundos

3. Una vez culminada la prueba el jurado deberá calificar el formato,


informando al estudiante quien lo firmará con nombre claro y cédula de
ciudadanía.
4. NOTIFICACION: Se hará en el momento en que el jurado haga firmar al
estudiante el formato de evaluación.
5. HABILITACION: Se hará en la fecha y hora señalada en el cronograma. Si
se llegase a perder la prueba se perderá la asignatura y se enviará a
Consejo Académico.

B. Ejercicio con motocicleta


La prueba en general consta de cinco (5) ejercicios básicos a saber:

1. Utilización, empleo y manejo de armas cortas por parte del piloto, con la
motocicleta en movimiento.
2. Paso de la vara horizontal a una altura de 1,35 mts.
3. Frenada de precisión
4. Paso y superación de conos en slalom
5. Paso de ocho conos

Descripción del Ejercicio


La prueba está diseñada en un espacio de 100 metros, que como marco de
referencia habrá un cono en cada extremo, partiendo del primer cono a
velocidad, el alumno dispara desde la misma y enfunda nuevamente, pasando
por detrás del cono; en velocidad pasará por debajo de la vara horizontal, luego
se encontrará con un obstáculo para frenada de precisión, posteriormente
encontrará los conos para el paso en slalom y para finalizar la prueba se
encontrará el ocho diseñado con conos donde luego de realizarlo tendrá que
llegar al cono inicial donde se contabilizará al tiempo final.

Se evalúa:

1. Utilización, empleo y manejo de armas cortas


El alumno deberá estar en capacidad de hacer uso de su arma de dotación
(armamento corto), desplazándose y con su motocicleta en movimiento, desde
la posición normal de conducción, o sea sentado, y ubicado de pie sobre los
descansa pies de la máquina.

2. Paso de la vara horizontal


El alumno estará en capacidad de superar un obstáculo de vara horizontal a
una altura aproximada de 1.35 mts, haciendo uso de cualquiera de las tres
posiciones vistas en la asignatura a saber:
- Inclinado de frente
- Acostado sobre el sillín
- En cuclillas al lado izquierdo de la motocicleta apoyado en el descansapies del
mismo extremo.

3. Frenada de precisión
En este ejercicio se pretende que el alumno de un acertado, efectivo y oportuno
uso de los mandos de frenos tanto de la llanta trasera como de la delantera.

4. Paso de conos en slalom


Se pretende que con el ejercicio que el alumno esté en capacidad de esquivar y
superar diez conos en Slalom o zig zag con el fin de observar en el piloto el
control sobre el acelerador, la aplicación y uso del sistema de frenos, y correcto
empleo del embrague para la superación de los obstáculos.

5. Paso de ocho con conos


En este ejercicio el alumno deberá demostrar su dominio sobre la motocicleta
en aspectos tales como:

- Manejo de la dirección

- Utilización del acelerador

- Empleo del embrague

- Uso correcto del sistema de frenos

La anterior prueba está diseñada par ser superada en un tiempo no mayor de 2


minutos, teniendo en cuenta que por cada cono que el alumno derribe se
deberá descontar de su nota final una décima de unidad (0,1), y por cada cinco
segundos por encima del tiempo establecido deberá descontarse de su nota
final dos décimas de unidad (0,2).

ANULACIÓN DE LAS PRUEBAS

Se considera anulada una prueba, en el evento que el alumno emplee medios


irregulares o fraudulentos para alterar los resultados de las mismas, para
conocer previamente los temas de las pruebas, suministre o altere información
escrita o verbal a otros alumno; sin perjuicio a la acción disciplinaria a que diere
lugar. La calificación de la prueba anulada por fraude será de uno punto cero
(1.0).

PÉRDIDA DEL PERÍODO ACADÉMICO

El estudiante perderá los Prueba Profesional Proyectiva y por consiguiente el


período, en los siguientes casos:
- Cuando pierda tres o más exámenes
- Cuando pierda la prueba profesional proyectiva se perderá de acuerdo con
lo establecido en el reglamento académico.14

2000 – XVIII JUEGOS INTERESCUELAS DE CADETES

Durante el mes de agosto se realizaron, en la Escuela Militar de cadetes José


María Córdova, los XVIII Juegos Interescuelas de Cadetes, siguiendo los
parámetros deportivos trazados por el Ministerio de Defensa como medio
fundamental para lograr la integración y estrechar los lazos de amista entre los
cadetes de las diferentes fuerzas, como símbolo de unidad en el compromiso
del servicio a la Patria.

Culminados los juegos se coronó campeón la Escuela Militar de Cadetes José


María Córdova y de Subcampeón la Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces,
el tercer puesto lo ocupó la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suarez de la
Fuerza Aérea y el cuarto puesto le correspondió a la Escuela Naval de Cadetes
Almirante Padilla de la Armada Nacional. 15

PUESTO ESCUELA MEDALLAS


1º ESMIC 67
2º EGSAN 53
3º EMAVI 23
4º ENAP 14

14
Memorias I Congreso Iberoamericano de Escuelas de Formación Policial (16 al 190500)
15
Revista ECSAN, 89 (julio-septiembre 2000) Págs. 54-55
EL PROCESO DE INVESTIGACION EN LA SECCIONAL DE CADETES Y
ALFERECES

El desarrollo y fomento de la investigación en la Escuela Seccional de Cadetes


y Alféreces se convierte en un imperativo, si se tiene en cuenta el reto
modernizador al que se enfrenta el país en el nuevo siglo y el milenio que
comienzan, pues, sin un avance coherente entre la educación y la investigación
en cierta medida no es posible un desarrollo en el contexto de la modernidad
universitaria.

La necesidad de formar “una comunidad académica altamente calificada con


dominio y capacidad de acción sobre le saber”, requiere de un procesen el cual
tanto docentes como estudiantes dediquen esfuerzos para consolidar y
promover una cultura investigativa que implique cambios en la práctica
pedagógica y educativa de la institución.

En el marco antes descrito la Dirección Escuela Nacional de Policía General


Santander, propone desde su visión una institución con avances e innovaciones
fundamentadas en procesos de investigación aplicados al mejoramiento del
servicio; por otro lado, desde la Misión y el Plan de Transformación Cultural y
Mejoramiento Institucional se establece como criterio desarrollar el proyecto de
“Potenciación del Conocimiento”, en donde se fundamenta la formación del
futuro Oficial de Policía en metodologías activas que propicien la investigación,
la participación y el trabajo en equipo; desde luego con la intención clara de
hacer a la institución mas eficiente y con mas proximidad hacia la comunidad
colombiana.

En los últimos años, la Escuela ha experimentado la necesidad de centrar su


deber ser educativo en la investigación, dejando atrás todo pasado
caracterizado por el predominio de la actividad docente entendida en muchos
casos como simple transmisión de conocimientos. Porque la actividad de
investigación no surge como consecuencia de una norma que decreta la
creación de grupos y centros de investigación por doquier, que determina
soberana y autónomamente cuales son las líneas de investigación y cuales los
problemas que deben ser abordados. Los grupos de investigación constituyen
realidades primeras de las que conviene partir: son sus dinámicas las que es
preciso desencadenar en el conjunto de la vida académica, con el único objeto
de que la Seccional sea transformada en los términos que esta nueva actividad
impone. Por ello, son los oficiales, docentes y estudiantes, quienes deben
generar y facilitar la interiorización de una cultura que facilite la construcción del
conocimiento a partir de la investigación.

Estos planteamientos revisten importancia fundamental para el desarrollo


académico de la Seccional, por cuanto en primer lugar posibilitan la articulación
de la investigación y la docencia en el marco de la educación policial, y en
segundo lugar fortalece la capacidad investigativa entorno a la misión de formar
profesionalmente a los oficiales de la Policía nacional que requiere Colombia en
el contexto del fundamento legal de la educación superior como lo es la Ley 29
de 1999 “Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología”, la Ley 30 de 1992 y la Ley
General de educación 115 de 1994. 16

2001 – SE INAUGURA UN MODERNO BLOQUE DE AULAS

16
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) Págs. 22-23
Con la presencia del General Luís Ernesto Gilibert Vargas Director de la Policía
Nacional y el Brigadier General Héctor Darío Castro Cabrera, Director de la
Escuela Nacional de Policía General Santander, se inauguraron las nuevas
aulas académicas para la Seccional de Cadetes y alféreces. Este edificio se
materializó en donde funcionaba el antiguo auditorio del Instituto.17

Miembros de Agencias Americanas de Seguridad como el F.B.I. y el Departamento de


Justicia de los Estados Unidos, visitaron las instalaciones de la Escuela,
específicamente las áreas académicas destinadas a la capacitación en Investigación
Criminal. 18

2001 – PRIMER CURSO DE OFICIALES DE LA RESERVA

El Curso de Oficiales de la Reserva de la Policía Nacional, encuentra su marco


legal dentro del decreto 1791 del 14 de septiembre del año 2000, cuando en su

17
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) p. 52
18
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) p. 54
artículo 81 dice: son profesionales de la Reserva de la Policía Nacional, los
profesionales con título de formación universitaria. Conforme a las normas de
educación superior vigentes en todo tiempo, que en forma voluntaria, ad
honorem, se vinculen a la Policía Nacional a través de cursos especiales. La
Dirección General de la Policía Nacional presentará para aprobación del
Ministro de Defensa Nacional las normas para los profesionales oficiales de la
reserva.

Parágrafo. También podrán pertenecer al cuerpo de profesionales oficiales de


la reserva, los aviadores civiles con licencia vigente expedida por el
departamento Administrativo de la Aeronáutica civil, en la modalidad de piloto
de transporte de línea y/o piloto comercial de helicópteros.

La Decanatura de la Facultad de Administración Policial en cumplimiento de lo


dispuesto por la Dirección de la Escuela Nacional de Policía General Santander,
diseñó el plan de estudios que se transcribe a continuación:

ASIGNATURAS INTENSIDAD HORARIA

Desarrollo histórico de la Policía 20

Régimen instit5ucional 28

Ceremonial policial 20

Filosofía policial 10

Fundamento, conocimiento y prácticas de tiro 20

Derecho de Policía 20

Inteligencia 20

Policía Judicial 20
Comunicaciones policiales 20

Procedimientos básicos de reacción frente al delito 30

Seminario de COPES 1 día-ESJIM 8 hrs

Práctica: Policía Judicial 1 día-EGSAN 8 hrs

El ciclo de conferencias comenzó el 6 de febrero con la asistencia de 35


personas, que fueron seleccionadas por varios señores generales. 19

OFICIALES PROFESIONALES DE VIGILANCIA

Con la incorporación de 89 cadetes profesionales en el mes de junio del año


2001, la Policía Nacional comenzó uno de los proyectos mas ambiciosos en la
búsqueda por lograr la vinculación de personas con carreras liberales, que
aportaran sus conocimientos a la Institución, pero a la vez tuvieran la formación
de un oficial de vigilancia para afrontar las necesidades institucionales como
cualquier oficial de fila.

Al comienzo el panorama era incierto, debido a las expectativas que se


formaban por saber cómo serían los resultados de la primera incorporación de
oficiales profesionales de vigilancia. Y es que esto no era para menos, ya que
era un proyecto totalmente diferente a cualquier otro, porque si bien es cierto,
ya existían en la Institución oficiales administrativos, estos a pesar de tener un
titulo profesional, no traspasaban sus labores al campo de la vigilancia sino
simplemente lo competente a su carrera.

Es así que este grupo comienza el curso de oficial de la Policía Nacional, con la
misma formación de un oficial de fila, pero con la única diferencia que estaría

19
Revista ECSAN, 93 (julio-septiembre 2001) p. 40
pernoctando durante un año en las instalaciones de la Escuela en lugar de tres,
debido a su bagaje académico, pero con las mismas obligaciones y los mismos
derechos que cualquier otro cadete del Instituto.

Un año después de iniciado el proyecto institucional este se hizo realidad al


graduarse el 14 de mayo del año 2002, la primera promoción de oficiales
profesionales de vigilancia, quienes con un selecto grupo de oficiales de fila,
conformaron el curso 078 Mayor Germán Arturo Ruíz Marín.20

2002 – XIX FESTIVAL DEPORTIVO DE CADETES

En el año 2000, La Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces fue seleccionada


como sede del XIX Festival Deportivo de Cadetes, al culminar los encuentros
deportivos en la escuela Militar de Cadetes José María Córdova.

Desde ese momento las directivas del instituto comienzan a diseñar una
estructura deportiva de tipo gerencial, mediante la cual se pudiera planificar y
ejecutar dicho evento, para lo cual se contó con la presencia de personas
expertas y conocedoras en organización y desarrollo de eventos deportivos,
nombrándose un gerente y subgerente, así como oficiales responsables de los
escenarios, el protocolo, aspectos financieros, información y prensa, asesoría
técnica y estadística.

El lanzamiento del XIX Festival Deportivo de Cadetes, se realizó el día 19 de


julio, en el casino de oficiales, con la asistencia del Inspector General de la
Policía nacional, directores de las diferentes escuelas de formación, delegados
del Comité Olímpico Colombiano, Coldeportes, Presidentes de las

20
Revista ECSAN, 111 (julio 2006) p. 40
Federaciones patrocinadoras y representantes de cada fuerza. Se presentó un
video promocional, donde participaron los deportistas de las diferentes
escuelas, y se rindió un homenaje a María Isabel Urrutia, ganadora de una
medalla olímpica en levantamiento de pesas, así como a otros destacados
deportistas, quienes han dejado en alto el nombre de Colombia.

Durante diez días se desarrollaron las justas, del 16 al 24 de agosto del


presente año, cuya finalidad fue la selección de deportistas de alto rendimiento,
para que representen a la Federación Deportiva de las Fuerzas Armadas y al
país, en los diferentes campeonatos nacionales e internacionales del deporte
militar y asociado; así mismo, estrechar los lazos de amistad, solidaridad y sana
competencia entre los integrantes de la Fuerza Pública.

De izquierda a derecha: Coronel Héctor García Guzmán (Escuela Nacional de Policía


General Santander); BG. Mario Enrique Correa Zambrano, (Escuela Militar de Cadetes
José Maria Córdova); BG. Eduardo Behar Benítez, (Escuela Militar de Aviación Marco
Fidel Suárez), y Contralmirante Alberto Rojas Torres (Escuela Naval Almirante Padilla).

El evento culminó el 24 de agosto coronándose campeona de las justas la


escuela Seccional de Cadetes y Alféreces, y se clausuró con una ceremonia
especial, donde se le entregó el estandarte de los juegos al Brigadier General
Eduardo Behar Benítez, Director de la Escuela Militar de Aviación, próxima
sede del festival deportivo. 21

2002 – X SIMPOSIO INTERNACIONAL DE CRIMINALÍSTICA

A partir del año 1986, La Escuela Nacional de Policía General Santander, se


comprometió con el avance científico y técnico de la criminalística, a través de
la creación de un espacio académico que permitiera compartir experiencias e
investigaciones, estrechar vínculos y afianzar la cooperación institucional, en
este importante campo del conocimiento.

El acto de instalación del X Simposio Internacional de Criminalìstica contó con la


presencia del Ministerio de Defensa Nacional, la Procuraduría y la Fiscalía General de
la Nación

21
Revista ECSAN, 97 (julio-septiembre 2002) Págs. 6-7,19.
Fue así como en ese año se realizó el I Simposio Interinstitucional de
criminalìstica, a nivel nacional, con participación de diferentes instituciones,
entre ellas: Departamento Administrativo de Seguridad –DAS-, Instituto de
Medicina Legal, Universidad Nacional e Instituto de Asuntos Nucleares, En este
evento se trataron temas relacionados con la evidencia física, la grafología, la
adulteración de medicamentos, la falsificación de papel moneda, los delitos
bancarios transnacionales y fraude financiero, los cuales todavía tienen vigencia
en la actualidad.

En el año de 1988, con el fin de promover el intercambio más allá de las


fronteras patrias, se llevó a cabo el II Simposio Interinstitucional y I Internacional
de Criminalística, con participación de expertos de Argentina y Estados Unidos.
Este encuentro académico, reunió a investigadores, magistrados, jueces,
abogados y profesionales que de alguna manera coadyuvan en la
administración de justicia, quienes compartieron nuevos conocimientos en las
áreas de medicina legal, dactiloscopia, delincuencia juvenil, identificación de
drogas y falsedad documental.

En el siguiente año, se desarrolló el III Simposio Interinstitucional y II


Internacional, en el cual se destacaron las ponencias sobre criminalidad
económica, policía judicial y bipelmatoscopia como medio de identificación de
cadáveres.

De aquí en adelante, la Escuela institucionalizó este encuentro con la ciencia


cada dos años, en el que se han divulgado los nuevos avances científicos y
técnicos en el campo de la criminalística y se ha reflexionado sobre el impacto
de la criminalidad en la sociedad colombiana. 22

22
Revista ECSAN, 98 (octubre-diciembre 2002) Págs. 6-7.
VIII SEMINARIO NACIONAL DE DERECHO DE POLICÍA

Ceremonia de instalación de Octavo Seminario Nacional de Derecho de Policía.


Aparecen de izquierda a derecha los señores: doctor Gustavo Gómez Porras, BG. ®
Carlos Alberto Pulido Barrantes, General Teodoro R. Campo Gómez, BG. Héctor
García Gómez Guzmán, doctor Leonel Olivar Bonilla y Coronel Javier Martínez Orive.

PRECURSORES DEL DERECHO DE POLICÍA EN COLOMBIA

Doctor
MIGUEL LLERAS PIZARRO

Abogado, egresado de la Universidad Nacional de Colombia. Ingreso a la


Escuela General Santander como profesor de cátedra de policía de vigilancia el
15 de abril de 1940; se retiro el 20 de junio del mismo año por reorganización
del instituto.

Nuevamente se reincorporo el 1 de julio de 1940 a sus labores académicas del


alma mater policial, esta vez impartiendo la cátedra de constitución nacional. El
1 de abril de 1944 paso a ocupar el cargo de abogado jefe de la sección
jurídica. Posteriormente fue nombrado Director de la escuela General
Santander, y después y después de 5 años de acertado liderazgo, renuncio.

La gestión y estudios realizados por este eximio hombre de la Policía


colombiana, hizo de su época un “renacimiento” de lo policial, y del instituto un
centro de investigación, promoción y desarrollo de la ciencia jurídica y la
disciplina en general.

Ocupó el cargo de consejero de estado; sus fallos y salvamentos de voto fueron


polémicos porque siempre partió de principios filosóficos y jurídicos definidos,
los cuales hizo respetar en sus razonamientos. Fue magistrado de la Corte
Suprema de Justicia en 1979.

Su tesis de grado “Derecho de Policía, ensayo de una teoría general”, escrita en


1943, fue laureada por la Universidad Nacional de Colombia.

Doctor
ROBERTO PINEDA CASTILLO
Abogado egresado de la Universidad Nacional de Colombia en la década de los
años 30. Su trabajo de grado se denominó premonitoriametne “Divagación
fundamental, tratado general de la nacionalidad. Hacia una teoría general de
nuestra nacionalidad”.

Ejerció su profesión con lujo de competencia y supremacía ética. En 1940


ingreso como profesor de la Escuela de Cadetes de Policía General Santander,
y con el entonces, también profesor del instituto Doctor Miguel Lleras Pizarro,
inicio los estudios de investigaciones necesarias para construir una nueva
ciencia: el Derecho de Policía. Tal como aparece prologado en el año 1943,
quizá el “ensayo general” de una teoría de derecho de Policía de Miguel Lleras
Pizarro, el primero en su clase en el mundo, que vio la luz debido al impulso
propinado por Pineda Castillo

En 1945, el doctor Pineda ocupó el cargo de Director del Alma Mater policial,
por elección del presidente de la República Alberto Lleras Camargo, quien
concretó la nacionalización de la Policía en 1962.

Sus obras: La Policía: doctrina, historia, legislación, 1950. Doctrina de Policía


en Colombia.23

TEMATICA ABORDADA EN DESARROLLO DEL SEMINARIO

TEMA EXPOSITOR
Doctor LEONEL OLIVAR BONILLA.
El derecho de Policía y la Constitución
Ex presidente del Tribunal Superior
Política de Colombia
Militar

23
Revista ECSAN, 100 (abril-junio 2003) Págs. 5-6.
Doctor GUSTAVO GÓMEZ PORRAS.
Teoría General del Derecho de Policía
Docente universitario
Jurisprudencia del Consejo de Estado Doctor JESÚS MARÍA CARRILLO.
y las decisiones policivas Consejero de Estado
BG. Edgar Pena Velásquez. Docente
Análisis de los medios de policía
universitario
Doctor ARMANDO BORRERO
Jueces de Paz
MANCILLA. Docente universitario
Doctor HERNANDO HERRERA
Sentencias de la Corte Constitucional
VERGARA. Ex magistrado de la Corte
sobre policía
Constitucional
El nuevo Código de Policía de Bogotá
Doctor ANTANAS MOCKUS
y sus aportes a la convivencia
SIVICKAS. Alcalde Mayor de Bogotá
ciudadana
El Código de Policía un manual de Doctor DAVID LUNA SANCHEZ.
convivencia ciudadana Concejal de Bogotá D.C
BG. FABIO ARTURO LONDOÑO
Una nueva tesis: la seguridad CÁRDENAS. Director especialización
democrática en seguridad Escuela de estudios
Superiores de Policía
MG. VICTOR MANUEL PÁEZ
Medidas correctivas en el Código
GUERRA. Inspector General de la
Nacional de Policía
Policía Nacional
MG. HECTOR DARIO CASTRO
La Policía Nacional y el cumplimiento
CABRERA. Subdirector General de la
de los fines del Estado
Policía Nacional
Funciones del alcalde como jefe de MG. CARLOS ALBERTO PULIDO
policía y la Policía Nacional BARRANTES. Docente universitario
Desarrollo urbanístico y espacio Doctor JUAN JESÚS RODRIGUEZ
público VARGAS. Docente universitario
Ampliación de la cobertura del servicio GR. TEODORO R CAMPO GÓMEZ.
de policía y su incidencia en la Director General de la Policía
convivencia pacífica Nacional

2004 – XI SIMPOSIO INTERNACIONAL DE CRIMINALISTICA

La Escuela “General Santander” invitó a un selecto grupo de conferencistas


nacionales e internacionales para estudiar a fondo la entrada en vigencia del
nuevo Sistema Penal Acusatorio.

El XI Simposio Internacional de Criminalìstica realizado en la Escuela abordó el


tema de la investigación criminal en el Sistema Penal Acusatorio. De vital
importancia para la policía, pues, a partir de enero de 2005 y de acuerdo con
las nuevas disposiciones que contemplan el Código Penal, la Institución asumió
las funciones de Policía Judicial bajo los parámetros impuestos por este
sistema.

Por la trascendencia del evento y su temática, se invito a un selecto grupo de


expositores tanto nacionales como internacionales. La apertura del simposio
contó, entre otros, con la presencia del Fiscal General de la Nación, Luís
Camilo Osorio, el Procurador General, Edgardo Amaya Villazón. Así mismo, la
asistencia como ponente de la Vicefiscal de los Estado Unidos, Mary Lee
Warren, José Navarro, ex agente del FBI, David Seoane, Jefe del Grupo
Antiterrorismo en España y la Doctora Maria Dolores Sánchez, ex sub-directora
de Servicios Forenses de Medicina Legal.
El XI Simposio Internacional de Criminalística se realizó entre el 6 y l 8 de
octubre en el Centro Social de Oficiales de la Policía. 24

PROYECTO CULTURA DE LA LEGALIDAD

Desde el año 2004 y gracias a coordinaciones realizadas en la ciudad de


Washington D.C con la ONG “National Strategy Information Center”-NSIC-, la
Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces ha liderado este programa, el cual
está diseñado para impartir a las nuevas generaciones de oficiales de la Policía
el conocimiento, las actitudes y competencias requeridas para convertirse en
líderes efectivos, fomentando el apoyo social a favor del estado de derecho.

El proyecto “Cultura de la Legalidad”, debe ser conocido, interiorizado e


implementado por todas y cada una de las personas que integran la Policía
Nacional. He aquí la importancia de preparar desde su proceso de formación al
Talento Humano que protagonizará los nuevos estadios sociales en Colombia,
los cuales demandan un cuerpo de Policía más profesional, comunitario y líder
por naturaleza.

El 4 de abril del año 2008, el mando institucional consciente de la importancia


de este proyecto, expidió la Directiva Permanente No, 021 “Instrucciones para
el desarrollo del Programa Cultura de la Legalidad en la Policía Nacional”, en
donde se nombra al Jefe del Grupo de Desarrollo Curricular de la Escuela de
Cadetes como Coordinador del Programa Cultura de la Legalidad ECSAN.

2005 – INTERCAMBIOS CON OTRAS ESCUELA DE POLICÍA

En el marco de la celebración de la ceremonia de graduación de un nuevo


curso de oficiales en la hermana República de Ecuador, una comisión de
24
Revista ECSAN, 105 (octubre 2004) Págs. 6-7.
estudiantes de la Seccional de Cadetes y Alféreces, viajó al vecino país en
donde tuvieron la posibilidad de compartir sus experiencias con personal de
otras Escuelas de Formación policial de América Latina.

VIVENCIAS EN EL ECUADOR
“Quienes pudimos estar en Ecuador damos gracias a Dios y al mando
institucional por habernos permitido ser parte de la comisión de un oficial y diez
alféreces que representamos a la Policía Nacional en lo que serían los actos
ceremoniales y protocolarios correspondientes a la graduación de la 66
promoción de subtenientes de línea y al aniversario No. 67 de la Policía
nacional ecuatoriana. Esta experiencia empezó el pasado 27 de febrero y
terminó el 5 de marzo, en la cual pudimos intercambiar experiencias con las
delegaciones de la Escuela de carabineros de Chile y la Escuela de Policía de
Perú.

Nuestro arribo a la Escuela superior de Policía General Alberto Enríquez Gallo,


el día 27 de febrero, estuvo lleno de expectativas por parte de los integrantes de
nuestra comisión, pero con la presencia de una gran hospitalidad que auguraba
que todo iba a salir bien.

La Escuela Superior de Policía, ubicada aproximadamente a unos 4 KM. De la


ciudad de Quito, vía a la cuidad Mitad del Mundo, tiene la configuración que se
esperaría de una escuela de formación de oficiales, con la diferencia en el
pequeño tamaño con que cuenta ésta, la organización en cuanto a edificaciones
de la escuela, y la existencia dentro de la misma de un centro de instrucción
para el Grupo de Intervención y Rescate –GIR-, grupo operativo de carácter
urbano.

Los integrantes de los cursos que ingresan anualmente para la realización de


un período de formación de cuatro años, son cadetes hasta el momento que
egresan como oficiales, ligándose necesariamente la distinción entre
promociones al momento de formación en que se encuentran, y con el que se
denominan “cadetes de primer año, segundo año, tercer año y cuarto año”. Es
de anotar que hay un personal femenino, alrededor de 30 por promoción.

Para terminar, queremos decirle a todos los policías de Colombia que nuestra
institución es la más bella y hermosa de todo el globo terráqueo, y que en
nuestras manos está su fortalecimiento y engrandecimiento para seguir
gozando con la aceptación de todo el pueblo colombiano. Gracias Policía
Nacional de Colombia”.25
Alférez. GERMÁN GARCÍA GARCÍA

Esta invitación fue extendida nuevamente a la Escuela Seccional de Cadetes y


Alféreces por parte de la Policía Nacional de Ecuador en el año 2006, para lo
cual una delegación conformada por un oficial y 10 alféreces al mando de la
señora Capitán Velquiz Marina Pinto Caro.

Paso de la delegación de la Escuela frente a la tribuna de honor

25
Revista ECSAN, 106-107 (octubre 2004-marzo 2005) Págs. 50-51
2005 – VISITA DE PERSONALIDADES A LAS INSTALACIONES DEL ALMA
MATER DE LA POLICÍA NACIONAL

Visita del señor presidente de la


Republica, Álvaro Uribe Vélez a las
instalaciones del alma mater policial.
Durante su recorrido observó las
caballerizas, acompañado por el señor
Mayor General Jorge Daniel Castro
Castro, Director General de la Policía
Nacional.

Visita del señor Vicepresidente de la


Republica de Colombia Doctor
Francisco Santos Calderón al Alma
Mater de la Policía Nacional, durante
sus recorridos fue acompañado por el
señor Coronel Álvaro caro Meléndez.

La delegación del gobierno Paraguayo en


un recorrido por las instalaciones de la
Escuela de izquierda a derecha los
señores: Oscar Latorre, Fiscal General;
Felipe Roberty, Embajador en Colombia;
Rogelio Benítez Vargas, Ministro del
Interior de Paraguay; Cr. Álvaro Caro
Meléndez, Director Escuela; Roberto
González Segovia, Ministro de Defensa
del Paraguay y Tc. Sergio López.
El 24 de febrero la Escuela Nacional de Policía recibió la visita de una delegación del
Gobierno Americano en sus instalaciones, de izquierda a derecha los señores: Lizette
Yrizarry, Subdirectora de la DEA en Colombia; David Gaddis, Director de la DEA en
Colombia; Maria Margarita Zuleta, Directora de la Oficina Presidencial contra la
Corrupción; Coronel Álvaro Caro Meléndez, Director de Escuela; Kevin Whaley,
Director de Operaciones Internacionales de la DEA; John Mackey, asesor del Comité
de Relaciones Internacionales del Congreso de los EE.UU; Frank Soranello, Jefe de
Operaciones Especiales DEA Colombia; Coronel ® Jack Smith, Presidente Strategic
Inter Ing.26

ALTA CALIDAD CON SELLO DE EXCELENCIA

En el año 2000 el Gobierna Nacional a través del Ministerio de Educación, por


la resolución No. 1678 del 21 de junio reconoció por un término de cuatro años
la alta calidad del programa de Administración policial, por lo que en año 2001
mediante decreto No. 1008 del 29 de mayo de 2001 se le confiere la Orden de
la Educación y a la Fe Pública Luis López de Meza, estímulo que se le otorga
sólo a las instituciones y a los programas, que sometiéndose voluntariamente al

26
Revista ECSAN, 106-107 (octubre 2004-marzo 2005) Págs. 61,69,65.
proceso de acreditación, comprueba la alta calidad de sus programas
académicos, su organización, funcionamiento y cumplimiento de su función
social; los pares académicas representantes del estado recomiendan otorgar a
la institución el reconocimiento público, generando así credibilidad y confianza
en la sociedad colombiana.

Mediante visitas realizadas en años posteriores por parte de algunos delegados


del Consejo Nacional de Acreditación, quienes escucharon a la comunidad
académica, verificaron la autoevaluación que exige la Ley y la documentación
pertinente, se obtuvo un informe favorable por parte de los mismos, en el cual
se exalta la alta calidad de los programas ofrecidos en la Escuela.

Es así que el 9 de marzo del año 2005, mediante resolución No. 745 el
Ministerio de Educación Nacional renovó la acreditación por un término de cinco
años del programa de administración Policial, lo que indica que la Escuela
pertenece al grupo que ofrece educación con la más alta calidad en el país.27

2005 – VENEZUELA, EXPERIENCIA SIN IGUAL

Una comisión fue escogida para asistir a la celebración del aniversario de la


Escuela de Oficiales de la Guardia Nacional.

“Tal vez una de las mayores alegrías y experiencias gratas para disfrutar en la
vida, es un viaje a una tierra nueva, aún más cuando existe la gloria
incomparable de representar a un país y a una institución.

En la memoria quedó grabado ese viernes 5 de agosto. En medio de la alegría,


la incertidumbre y la ansiedad, utilizamos la mayor energía positiva que

27
Revista ECSAN, 108 (agosto-octubre 2005) Págs. 31-32.
teníamos para que el viaje fuera viable, nos dirigimos al aeropuerto para
abordar con destino a la ciudad de Cúcuta y así cruzar con orgullo, aquel
puente transnacional que nos permitiera colocar nuestros pies en Venezuela.
Al llegar a San Antonio, en el Estado de Táchira, un avión de la Guardia
Nacional nos esperaba, con el fin de trasladar a la comisión, con destino a la
ciudad de Caracas.

El fin de la comisión, en estas bellas tierras, era asistir a la celebración del


Quincuagésimo noveno aniversario de la escuela de Formación de Oficiales de
la Guardia Nacional, instituto universitario militar, que tiene como objetivo
primordial, la formación integral de los nuevos oficiales en el grado de
subteniente, que la República vecina requiere”.28

Cadete JUAN GABRIEL RAMIREZ RODRIGUEZ

LA MÁS GRANDE INCORPORACIÓN EN LA HISTORIA DE LA ESCUELA DE


CADETES

El 22 de enero del año 2006, la Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces fue


testigo de la incorporación más grande que se haya visto en la historia
institucional. Se incorporaron 460 jóvenes como lo demanda nuestra
comunidad, lo que demuestra que la Policía Nacional sigue a la vanguardia sin
escatimar esfuerzos para formar los líderes del futuro, en un país que así lo
exige.

Cada año muchas familias colombianas despiden con ilusión a sus hijos en las
instalaciones de la Escuela, con el anhelo de verlos convertirse en los mejores
hombres, mejores personas, en seres humanos al servicio de los demás, pero

28
Revista ECSAN, 109 (diciembre 2005) Págs. 31-33.
sobre todo, convertirse en oficiales de la Policía Nacional de Colombia, y verlos
cumplir su gran sueño, servir a la Patria con transparencia y verdad. 29

SE RETOMAN LOS JUEGOS INTERCOMPAÑÍAS

Cinco años después, la Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces tiene la


oportunidad de llevar a cabo los Juegos Intercompañías bajo los preceptos de
la sana competencia, energía, dinamismo y el trabajo en equipo de las
diferentes compañías que conforman el Alma Mater.

Es así que desde el 9 de septiembre del año 2006 y hasta la f echa se han
realizado cuatro justas deportivas de este tipo, mediante las cuales se ha
optimizado la calidad de vida del personal de alféreces y cadetes y los lazos de
amistad que se verán afianzados en el devenir de su carrera policial.

A continuación se relacionan las compañías que ocuparon los primeros puestos


en cada uno de estos eventos:

FECHA PRIMER PUESTO

Septiembre de 2006 Compañía Simón Bolívar

Marzo de 2007 Compañía General Santander

Octubre de 2007 Compañía Carlos Holguín

Marzo de 2008 Compañía Gabriel González

29
Revista ECSAN, 110 (Marzo 2006) Págs. 30.
SEXAGÉSIMO SÉPTIMO ANIVERSARIO DEL ALMA MATER DE LA POLICÍA
NACIONAL

La conmemoración de los 67 años de la Escuela de Cadetes de Policía General


Francisco de Paula Santander va más allá de la importancia institucional de
este centro educativo, porque no sólo es su pasado lo que congrega alrededor
de esta celebración, sino las metas que debemos alcanzar con éxito en el
inmediato futuro para garantizar que la Policía Nacional cuente con hombres y
mujeres formados con excelentes calidades y cualidades. 30

ACTIVIDADES REALIZADAS CON MOTIVO DEL 67º ANIVERSARIO

1. Transmisión en directo del programa del Canal Caracol Día a Día, desde el
campo de ceremonias de la Escuela.
2. Participación de una delegación de la Escuela en el programa Sábados
Felices.
3. Realización del I Seminario de Policía de Vigilancia en el teatro BG.
Valdemar Franklin Quintero, donde se trataron temas relacionados con la
vigilancia comunitaria, la Ley 906 y el primer respondiente, Código de
Policía, Ley de Infancia y Adolescencia, entre otros.
4. Alborada
5. Celebración del Día del Docente.
6. Publicación de una separata en el diario El Tiempo, que fue distribuida a
nivel nacional con una circulación de más de 235.000 ejemplares.
7. Ceremonia para la entrega de dagas al personal de la compañía Carlos
Holguín.
8. Concierto de Yolanda Rayo en el teatro BG. Valdemar Franklin Quintero.
9. Día del Recuerdo.

30
Editorial Revista ECSAN, 115 (abril-junio 2007) p. 2.
10. Festival de Tunas.
11. Cena con ex directores del Alma Mater.
12. Sesión solemne de la Academia de Historia Policial.31

SESENTA AÑOS DESPUÉS…

Tal vez el único honor más grande a que a alguien le publiquen la tesis de
grado es que esta vuelva a ser publicada, y más si es sesenta años después.
Eso le sucedió a Álvaro castaño Castillo, quien en 1947 se graduó con honores
de Derecho en la Universidad Nacional gracias a su trabajo “La Policía, su
origen y destino. El 22 de mayo, en el aniversario 67 de la Escuela de Cadetes
de Policía General francisco de Paula Santander, será lanzado nuevamente.

“En esa época yo pensaba hacer una tesis sobre Derecho Diplomático, pero
cuando le llevé el primer borrador a mi tutor, Miguel Lleras Pizarro, entonces
Director de la Escuela, me dijo que me dejara de bobadas, que mejor me
dedicara a estudiar las instituciones que estaban en crisis, concretamente la
más abnegada de todas: la Policía”, recuerda Castaño. Ese consejo dio origen
a tres años de investigación y a un producto que, como advierte su autor, “tiene
tanta vigencia como en el pasado, por el momento que vive el país”, por lo cual
no se le cambio ni una coma. Consciente de ello, el General Carlos Alberto
Pulido, presidente de la Academia de Historia Policial Nacional, tuvo la
iniciativa. La portada del nuevo libre tiene la imagen del Quijote: “fue el primer
policía conocido y los de hoy deberían seguir su ejemplo. Él protegía a quienes
lo necesitaban”.32

31
Revista ECSAN, 115 (abril-junio 2007) Págs. 52-57.
32
Revista SEMANA (mayo 21 2007) p. 92
XXI – FESTIVAL INTERESCUELAS DE CADETES

El 3 de junio del año 2007, se llevaron a cabo los actos protocolarios para la
inauguración de la XXI versión de los Juegos Interescuelas en las instalaciones
de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova.

Los cadetes y alféreces que representaron nuestra Escuela, compitieron en las


pruebas deportivas y demostraron su hidalguía, dando lo mejor de sí para
imagen y prestigio tanto personal, como Institucional.
Los valores infundidos en cada uno de los centros de formación de oficiales, se
vieron reflejados durante las competencias resaltando la caballerosidad, el
respeto, la solidaridad y el juego limpio.

Finalmente, este XXI Festival Interescuelas contribuyó para que los directivos,
entrenadores y deportistas unieran y estrecharan lazos de compañerismo y
fraternidad.

Una vez más la delegación deportiva de la Escuela Militar de Cadetes General


José María Córdova, ocupó el primer puesto, seguidos por la Escuela Seccional
de Cadetes y Alféreces.

SE RENOMBRA EL ALMA MATER DE LA POLICÍA NACIONAL

El 26 de junio de 2007, el Director General de la Policía Nacional en uso de las


facultades que le confirió el artículo 2º, numeral 8º del decreto 4222 del 23 de
noviembre de 2006, expidió la Resolución No. 02169 “por la cual se definió la
estructura orgánica interna y se determinaron las funciones de la Escuela de
Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander”.
Con este acto administrativo, la Escuela dejó atrás su antigua denominación de
Seccional de Cadetes y Alféreces y retomó el nombre del ilustre prócer de la
libertad de nuestro país, el cual le había sido quitado cuando se fusionaron la
Dirección Docente de la Policía y la Escuela de Cadetes de Policía en el año de
1997.

HOMENAJE A LA ESCUELA MILITAR DE CADETES GENERAL JOSÉ MARÍA


CÓRDOVA

La Escuela, en el marco de la inauguración de los Juegos Intercompañías, el 6


de octubre del 2007 se realizó un homenaje a la Escuela Militar de Cadetes
General José María Córdova en su centésimo aniversario de fundación. En
este solemne acto se condecoró la bandera de la ESMIC y se entregó una
placa y el distintivo de la ECSAN a su director, el Brigadier General Hugo
Rodríguez Durán.

BILINGÛISMO – LA REVISTA DE LA ESCUELA INGRESA EN UNA NUEVA


ERA

Después de enormes esfuerzos y coordinaciones lideradas por el Coronel Janio


León Riaño, Director de la Escuela, para el mes de septiembre del año 2007 y
por primera vez en la historia de su revista, ésta es publicada a partir de la
edición No. 116 en dos idiomas (español-inglés).

Gracias a esta iniciativa, se ha logrado posicionar al Alma Mater de la Policía


Nacional y a este medio informativo a nivel nacional e internacional por la
calidad y pertinencia de sus contenidos.
20 DE JULIO – SAN ANDRÉS Y PROVIDENCIA

Como un hecho histórico y por iniciativa del Gobierno Nacional, el Día de la


Independencia colombiana fue conmemorado en la Isla de san Andrés y
Providencia en el año 2007.

Además de contar con la rigurosidad del desfile de cerca de 800 integrantes de


las Fuerzas Militares y de Policía, con el Bloque de Héroes de Guerra, el Bloque
Histórico y los cadetes de las escuelas de formación, entre otros, 2.500
estudiantes de los colegios del archipiélago se tomaron la Calle Newball
durante más de dos horas.

La Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander,


comprometida con este representativo evento dispuso de un selecto grupo de
hombres y mujeres entre oficiales, alumnos y personal de planta que labora en
el Instituto, al mando del Coronel Janio León Riaño, para la excelente
presentación de la Escuela en representación de la Policía Nacional.

El desfile militar se realizó desde la Sociedad Portuaria, pasando por el Coral


Palace, la Calle Newball, la Barracuda, el estadio y finalizó en la sede del Grupo
Aéreo del Caribe. Como siempre, nuestra Escuela se distinguió por su
uniformidad, mística, gallardía y sentido de Patria que la han caracterizado en
este tipo de actos y que por otra parte la encumbran como una de las mejores
de su género en Latinoamérica.33

UNA ESCUELA CON RECONOCIMIENTO NACIONAL

Durante los últimos años, la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco


de Paula Santander, gracias a la elegancia, mística y disciplina demostrada en

33
Revista ECSAN, 116 (julio-septiembre 2007) Págs. 9-11.
cada una de las actividades que lidera; ha representado a la Policía Nacional en
diferentes eventos en todo el territorio nacional, dando cuenta de la calidad de
los hombres y mujeres que la conforman.

Algunos de los eventos en los cuales la Escuela viene participando son:

1. Ceremonia en Honor a la Virgen de Topo (Boyacá).


2. Feria de Manizales (Caldas).
3. Feria de Cali (Valle del Cauca)
4. Carnaval de Negros y Blancos (Nariño)
5. Aniversario del Departamento de Quindío (2006)

ADECUACIÓN Y MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES

Son muchas las obras adelantadas por quienes han tenido el honor de
desempeñarse como Directores del Alma Mater de la Policía Nacional durante
la última década, con el fin de preservar el Instituto donde se han formado
generaciones de oficiales que han dedicado y ofrendado sus vidas por la noble
institución policial y ofrecer a sus actuales residentes las comodidades para
garantizar su formación integral, entre ellas tenemos:

COMEDOR DE CADETES
En el año 2005, se realizó el reforzamiento estructural de este sitio
(sismoresistencia), labor que se vio afianzada con la dotación de mesas, sillas y
modernos medios audiovisuales para ofrecer mayor comodidad al personal.
BLOQUE DE AULAS
Reforzamiento estructural de las antiguas aulas ubicadas en la Avenida General
Santander y en inmediaciones de la Avenida Chile.

Bloque de aulas ubicadas


sobre la avenida Chile, el
cual hace parte de aquellos
sometidos a reforzamiento
estructural

ALOJAMIENTOS MASCULINOS

2005 – 2007.
Reforzamiento
estructural de
los alojamientos
masculinos
BLOQUE ACADÉMICO

2007 – Reforzamioento estrucutral del Bloque Académico

2007 – Reforzamiento estructural bloque de la Guardia y Tesorería


2007 – Repavimentación de las Avenidas de la Escuela

Otras obras que han cambiado la presentación general de las instalaciones han
sido:

Reforzamiento estructural y adecuación de la Plazoleta de Comidas.


Mantenimiento de las cubiertas de los diferentes bloques y edificios de la
Escuela.
Mantenimiento general del Polígono Teniente Jerez.
Mantenimiento del casino de Suboficiales.
Mantenimiento y adecuación del Estadero de Cadetes (Cancha múltiple -
piscina).
Ubicación de silletería fija en la tribuna del campo de paradas.
Mantenimiento de los vitrales de la Capilla “Cristo Sacerdote”.
Adecuación del alumbrado público de las instalaciones.
SISTEMATIZACION DE LA BIBLIOTECA MARCO FIDEL SUAREZ DE LA
ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA GENERAL FRANCISCO DE PAULA
SANTANER”

2004 – CREACIÓN BASE DE DATOS ISIS Y ADAPTACIÓN BASE DE DATOS


BIBLIOGRAFICAS.

Esta base de datos permite sistematizar la biblioteca a través de:

Normalización del código de colección:


Implementación modulo Bibliográfico y de inventario
Implementación modulo de Circulación y Préstamo.
Desarrollo e implementación de un catalogo de consulta de la base de
datos bibliográfica bajo entorno WEB.

Para este proceso se contó con capacitación del sistema y aplicativos


implementados, teniendo en cuenta la siguiente temática:

Adaptación de base de datos Isis


Generalidades del sistema Winisis
Técnicas de captura, consulta e impresión bajo Winisis
Generalidades del Sistema Integrado de biblioteca (S. I. B.)
Módulo de Inventario (Entrada, Consulta)
Módulo de Circulación y Préstamo (Entrada, Consulta)
Módulo de Mantenimiento y Administración del Sistema
Módulo de consulta bajo entorno Web
El soporte de la base de datos se realizo a través de un ingeniero que diseñó
los módulos de aplicación, base de datos, de consulta bibliográfica, modulo de
inventario y modulo de captura.

Es de anotar que en la actualidad se cuenta con 22.000 ejemplares y 12.400


títulos, para consulta.

Así mismo, en la actualidad se han gestionado cuarenta dos convenios ínter


bibliotecarios y once canjes con entidades públicas y embajadas, que permiten,
de acuerdo a la especialización de cada universidad, tener acceso a
información bibliográfica de estas a través de una autorización de las bibliotecas
responsables, y un funcionario encargado de facilitar el préstamo al usuario.
Este proceso es reciproco, no tiene ningún costo, su adquisición radica en
convenios suscritos entre las instituciones de educación superior.

EL IMPULSO HACIA LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

Para el primer trimestre del año 2007 se implementó en las instalaciones de la


Escuela de Cadetes, el sistema de Internet inalámbrico denominado Wi Fi.

Gracias a esta herramienta tecnológica, la Unidad se ubica a la altura de las


mejores entidades educativas del país y se facilita el proceso enseñanza –
aprendizaje de los alféreces y cadetes que la integran.

La incorporación de las tecnologías de información y comunicación en el ámbito


académico ha traído consigo no sólo el dar soporte a las actividades
curriculares y de investigación, sino que ha propiciado el intercambio de
información entre estudiantes y docentes de una manera dinámica, a través e la
Red, es el elemento que ha dado origen al establecimiento de nuevos
ambientes de aprendizaje, basados en el uso de Internet como medio difusor de
conocimiento.
CAPITULO II

EVOLUCION DE LA ESTRUCTURA ORGANICA


A lo largo de su corta historia, han sido varias las reestructuraciones que ha tenido
la Escuela desde su creación, su primera estructura orgánica se caracterizo por la
existencia de cuatro áreas funcionales adscritas a la Dirección.

ORGANIGRAMA No. 1

(DECRETO No. 945 DEL 15 DE MAYO DE 1940)

En la segunda estructura cabe destacar que el Director de la Escuela además de


conservar su nivel jerárquico, es investido con las funciones que el Ministro de
Educación asignaba a un rector de Instituto de Educación Superior.

ORGANIGRAMA No. 2

(DECRETO No. 85 DEL 18 DE ENERO DE 1943)


Igualmente se observa gran desarrollo en la organización, en dos aspectos:

Se diferencian las dependencias de línea y las de accesoria, lo cual refleja un


avance importante para la época.

Se especializa el trabajo al crear cinco áreas o secciones funcionales, y se


definen para cada una, las respectivas sub.-áreas o agrupaciones.

Para el año de 1957, se mantienen los cursos de bachillerato, de formación y de


capacitación para oficiales, las áreas funcionales se reducen a dos: administrativas
y académica.

Esta estructura permanece hasta el año 1966 cuando la Escuela pasa a depender
del Estado Mayor.

ORGANIGRAMA No. 3
En la siguiente estructura, la Escuela es un organismo dependiente de la
Subdirección General de la Policía Nacional. Se crean dos subdirecciones y la
decanatura de estudios, con seis departamentos académicos .

ORGANIGRAMA No. 4

En el quinto organigrama la Dirección de la Escuela depende de la Dirección


Docente y se regresa a una sola Subdirección, a la que se adscriben la decanatura,
la sección administrativa y una nueva dependencia denominada Comando de
Agrupación.

ORGANIGRAMA No. 5

Mediante Resolución 10487 se crea la Subdirección Académica de la cual depende


toda la parte docente del instituto y la Subdirección Administrativa encargada de la
parte financiera (01/12/92).
ORGANIGRAMA No. 6

Con fundamento en las facultades otorgadas por el articulo 30 de la Ley 344 de


1.996 “Por la cual se dictan normas tendientes a racionalización del gasto publico”,
el Presidente de la Republica expidió el 27 de julio de 1997, el Decreto 1686 “Por el
cual se suprimen y fusionan unas dependencias de la Policía Nacional”.

Así, el numeral 1 del articulo 2 del citado decreto, dispone la fusión de la Escuela de
Cadetes de Policía General Santander con la Dirección Docente, en una sola
dependencia que se denomino “Dirección Escuela Nacional de Policía General
Santander”, adscrita a la Dirección General de la Policía Nacional.

Lo anterior con el ánimo de unificar y mejorar la formación del hombre policía en


todos los centros docentes policiales del país.

Mediante Decreto 2158 del 1 de septiembre de 1997 emanando del Ministerio de


Defensa Nacional, la Dirección de la Escuela Nacional de Policía “General
Santander” pasa a depender de la Subdirección General, conformada por 5 áreas y
en el articulo 15 del mencionado Decreto faculta al Director de la Policía Nacional
para desarrollar internamente la estructura orgánica de acuerdo con las
necesidades institucionales y con la Resolución No. 01987 del 14 de julio de 1998
se desarrolla la estructura orgánica y se determinan los procesos de la Dirección
Escuela Nacional de Policía “General Santander” como puede observarse en el
cuadro siguiente:
ORGANIGRAMA No. 7

Mediante Resolución No. 02810 del 02 de agosto de 2001, se definió la


estructura orgánica interna de la Dirección Escuela Nacional de Policía “General
Santander”, en su artículo 35 se enumeró como una de sus Unidades
Desconcentradas a la Escuela Seccional de Cadetes y Alféreces (dejando a un
lado el nombre que la caracterizó durante tantos años), con la siguiente
estructura:

1. Dirección
1.1 Consejo de Admisiones
1.2 Consejo Académico
1.3 Gestión
1.4 Secretaría Académica
1.5 Asuntos Jurídicos y Disciplinarios
1.6 Bienestar Universitario
1.7 Telemática
1.8 Áreas
1.8.1 Admisiones
1.8.2 Académica y Educación Continuada
1.8.3 Investigación
1.8.4 Administrativa y Financiera
2007- SE RENOMBRA EL ALMA MATER DE LA POLICÍA NACIONAL

El 23 de noviembre de 2006, el Gobierno Nacional expidió el Decreto No. 4222,


modificando parcialmente la estructura del Ministerio de Defensa Nacional, en lo
que hace referencia a la estructura de la Policía Nacional, dando origen a la
Dirección Nacional de Escuelas mediante la Resolución No. 02045 del 15 de
junio de 2007, con la misión de “direccionar la formación y capacitación integral
del talento humano de la Policía Nacional, a través del Sistema Educativo
Policial, en cumplimiento de las funciones de docencia, investigación y
proyección social, con el fin de contribuir a la satisfacción de las necesidades de
seguridad y convivencia ciudadana”. La cual en su artículo 30 concibe a la
escuela de Cadetes de Policía General francisco de Paula Santander, como
una de sus Unidades desconcentradas encargadas de orientar la política
educativa de la Facultad de Administración Policial.

En uso de las facultades conferidas por el artículo 2° numeral 8° del Decreto


4222 del 23 de noviembre de 2006, el señor Director General de la Policía
Nacional de Colombia firmó con fecha 26 de junio de 2007 la Resolución No.
02169 “por la cual se define la estructura orgánica interna y se determinan las
funciones de la Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de Paula
Santander”, con la misión de “formar integralmente a los futuros oficiales de la
Policía Nacional, fortaleciéndolos con los valores institucionales que le permitan
desarrollar sus funciones con profesionalismo, en cumplimiento de las
necesidades de seguridad de la comunidad”.

Mediante este acto administrativo se recuperó para la Escuela tan excelso


nombre y se determinó una nueva estructura orgánica para cumplir con su
misión, así:

1. Dirección Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de


Paula Santander”.
1.1 Comité Académico
1.2 Secretaría Privada
1.3 Planeación
1.4 Bienestar Universitario
1.5 Atención al Ciudadano
1.6 Seguridad
1.7 Telemática
1.8 Registro y Control
1.9 Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos
1.10 Evaluación y Calidad
1.11 Comunicaciones Estratégicas

1.12. Subdirección Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco


de Paula Santander”.

1.12.1 Comando de Agrupación

1.12.1.1 Comandos de Compañía


1.12.1.2 Grupo Deportes

1.12.2 Área Acadêmica

1.12.2.1 Grupo de Desarrollo Curricular


1.12.2.2 Grupo de Seguimiento Académico
1.12.2.3 Grupo de Medios Educativos
1.12.2.4 Grupo de Educación Continuada

1.12.3 Área de Investigación

1.12.3.1 Grupo de Formación y desarrollo para la Investigación


1.12.4 Área Administrativa y Financiera

1.12.4.1 Grupo de Contratos


1.12.4.2 Grupo de Apoyo al Servicio Policial
1.12.4.3 Grupo de Talento Humano
1.12.4.4 Grupo Financiero
1.12.4.5 Grupo Remonta y Veterinaria

El 27 de agosto de 2007, el señor Director General de la Policía Nacional firmó


la Resolución No. 03028 “Por la cual se define la estructura orgánica interna, se
determinan las funciones de la Escuela de Cadetes de Policía “General
Francisco de Paula Santander y se deroga la Resolución 02169 del 260607”,
siendo ésta la que determina la estructura vigente para el Alma Mater de la
Policía Nacional.

1. Dirección Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco de


Paula Santander”. (ECSAN)

1.1 Comité Académico (COMAC)


1.2 Secretaría Privada (SEPRI)
1.3 Planeación (PLANE)
1.4 Telemática (TELEM)
1.5 Asuntos Jurídicos, Derechos Humanos y Atención al
Ciudadano (ASJUD)
1.6 Comunicaciones Estratégicas (COEST)
1.7 Registro y Control (RECON)
1.8 Seguridad (GRUSE)
1.9 Bienestar Universitario (BIUNI)
1.10. Subdirección Escuela de Cadetes de Policía “General Francisco
de Paula Santander”. (SUGES)

1.10.1 Comando de Agrupación (COGRU)

1.10.1.1 Comandos de Compañía (COCOM)


1.10.1.2 Grupo Deportes (GRUDE)

1.10.2 Área Académica (ARACA)

1.10.2.1 Grupo de Desarrollo Curricular (GUDEC)


1.10.2.2 Grupo de Seguimiento Académico (GUSAC)
1.10.2.3 Grupo de Medios Educativos (GRUME)
1.10.2.4 Grupo de Educación Continuada (GRECO)

1.10.3 Área de Investigación (ARINV)

1.10.3.1 Grupo de Formación y desarrollo para la Investigación


(FODIN)

1.10.4 Área Administrativa y Financiera (ARAFI)

1.10.4.1 Grupo de Contratos (GRUCO)


1.10.4.2 Grupo de Apoyo al Servicio Policial (GASEP)
1.10.4.3 Grupo de Talento Humano (GUTAH)
1.10.4.4 Grupo Financiero (GRUFI)
1.10.4.5 Grupo Remonta y Veterinaria (GRURE)
CAPITULO III

FORMACIÓN ACADÉMICA
En su comienzo la Escuela se orientó a la preparación del personal de oficiales,
suboficiales, agentes y demás funcionarios técnicos y administrativos de la Policía
Nacional, a perfeccionar el personal en servicio y a unificar los sistemas vigentes.
Para el año 1945 y con la dirección de los prestantes abogados de la Universidad
Nacional de Colombia Miguel Lleras Pizarro y Roberto Pineda Castillo, se orientó la
formación hacia cuatro aspectos: conciencia jurídica, mentalidad civil, dominio de la
técnica, moral personal y profesional.

Con los sucesos del “Bogotazo” y el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril
de 1948, se suspendió la policía y se clausuro la actividad de la Escuela. En 1950
se reiniciaron las labores y la Escuela se dedicó a la formación de la oficialidad de la
Institución.

En 1956 existían tres clases de cursos: estudios de 5 y 6 de bachillerato, formación


profesional para oficiales y capacitación para ascenso en la carrera policial. En 1964
inicia su funcionamiento la Academia Superior de Policía para el perfeccionamiento
de la formación de los oficiales.

ORIENTACIÓN ACADÉMICA A PARTIR DE 1997. NACIMIENTO DE LA


ESCUELA NACIONAL DE POLICÍA “GENERAL SANTANDER”

Desde el año de 1997 la Escuela Nacional de Policía General Santander, inicia todo
un proceso de construcción de un Proyecto Educativo Institucional, que permitiera
traducir las acciones de análisis, reflexión y búsqueda colectiva de lo que quería
llegar a ser como institución educativa de la Policía Nacional al año 2010,
interpretando lo policial en razón de su contexto inmediato y la educación superior
colombiana, en virtud de la vinculación con el Estado y la sociedad como
legitimación de los estudios y de la formación policial a través de directrices
definidas en la Ley 360 de 1992, que reorganiza la educación superior en Colombia.

El Proyecto Educativo Institucional es la vida de la institución construida por su


comunidad académica, en consonancia con la filosofía de la policía, su misión y
visión institucional. Por ser un proceso dinámico, compromete en su
perfeccionamiento y aplicación a directivos, docentes, estudiantes y demás
integrantes de la comunidad educativa.

La Escuela entiende su compromiso educativo, al propiciar el ambiente que permita


el crecimiento del futuro profesional de policía dentro de las dimensiones
espirituales, físicas, intelectuales y socio-afectivas en el marco del desarrollo
humano integral, para que posea la capacidad de prestar un servicio que garantice
las condiciones de seguridad y de tranquilidad publicas a la sociedad que lo
requiera.

PROGRAMAS ACADEMICOS ORIENTADOS POR LA ESCUELA NACIONAL


DE POLICIA “GENERAL SANTANDER” HASTA EL AÑO 2004

La Escuela ofrece programas en los niveles técnico, tecnológico y de educación


superior de acuerdo con la tradición propia y con la normatividad interna y de
regulación por parte del Estado, para las instituciones educativas. Los programas
de nivel técnico y tecnológico son ofrecidas al personal del nivel ejecutivo y los de
pregrado y postgrado al personal de oficiales desde los estudiantes Cadetes hasta
Subtenientes, Tenientes, Capitanes, Mayores Tenientes Coroneles y Coroneles.

La Escuela ha diseñado un plan de estudios para la formación y el


perfeccionamiento profesional de la oficialidad con los programas de pregrado en
Administración Policial y en Criminalística que se orientan a profesionalizar la
carrera policial para el ejercicio de la función directiva y gerencial del servicio, de
conformidad con los artículos 70. y 190. de la Ley 62 de 1993.

La estructura de los programas ofrecidos a los oficiales concibe tres niveles de


intervención como son los de formación universitaria, cursos de profundización
para ascenso y un nivel de formación avanzada.
El primer nivel se desarrolla en la Escuela Nacional de Policía "General Santander"
y comprende un ciclo básico organizado en odio períodos. Los primeros seis
períodos de formación se clasifican en:

Adaptación: Identificación:
Proyección Profesional: Evaluación Profesional Proyectiva:

1 ° Y 2° semestre

3° Y 4° semestre 5° y 6° semestre

Se realiza al final del 5°. semestre

Concluidos estos tres años de formación universitaria, el oficial egresa con el grado
de Subteniente. Durante el 7°. y 8°. semestre se realiza la práctica policial en
diferentes unidades de la Policía Nacional. Esta práctica está fundamentada en dos
áreas: Policial e Investigativa, que realiza el oficial con el acompañamiento de un
tutor asignado. Una vez aprobada esta práctica policial se otorga el título de
Administrador Policial.

El segundo nivel se desarrolla en el Centro de Estudios Superiores de Policía y


comprende los cursos de "Capacitación, perfeccionamiento o actualización
preparatoria para el desempeño", para ascenso en el escalafón de oficiales en los
diferentes grados, desde Sub teniente hasta Mayor.

El tercer nivel es de Formación Avanzada y se proyecta en el Centro de Estudios


Superiores de Policía. Uno de sus programas es el de la Academia Superior de
Policía para los oficiales en el grado de Mayor cuyo plan académico responde a las
necesidades de Especialización en Seguridad Integral y se ofrece con una duración
de un año en coordinación con universidades que asumen la orientación de los
seminarios de Desarrollo de habilidades y Técnicas de negociación, Planeación
Estratégica, Fundamentos de Gerencia y Sistemas de Información con un enfoque
en alta gerencia. La Escuela también tiene la responsabilidad de organizar eventos
de formación dirigidos a los oficiales superiores en los grados de Mayor, Teniente
Coronel y Coronel.

En el programa de Administración Policial, el modelo por ciclos se aplicó 'hasta bien


entrada la década de los noventa, cuando se produjeron las reformas de la Ley 30
de 1992. Un elemento para anotar es el aligeramiento en los procesos de formación
que se produjo en el sentido de bajar el grado en el cual se impartieron los títulos
de tecnólogo y de profesional, inicialmente en Teniente Coronel, luego en Mayor y,
finalmente, en el curso de Sub teniente a Teniente, en el último plan de Estudios de
1997. Un plan de transición cubre actualmente las necesidades de Tenientes y
Capitanes, por el desfase que se ha presentado y que establece secuencialidades
específicas para cada cohorte. Esta situación evidencia otra característica y es la
flexibilidad del plan de estudios cuando se aplica a cada promoción particular con la
introducción de elementos del nuevo plan de estudios sobre la trayectoria que cada
una lleva en su proceso de formación profesional.

En conclusión, el programa de Administración Policial se ha mantenido a lo largo de


la vida de la EGSAN, pero adquiere rasgos definitorios como oferta de formación
profesional a partir del reconocimiento como Institución de Educación Superior, en
1976. Los rasgos esenciales se han sostenido, no así los rasgos contingentes
representados en la denominación, la intensidad, las as~gnaturas, el grado en el
cual se otorga el título y el camino que recorre cada cohorte. Ello permite afirmar
que el programa tiene tradición dentro de la EGSAN, en la Institución Policía
Nacional y en el organismo del Estado encargado del fomento, la inspección y
vigilancia de la Educación Superior, inicialmente el ICFES y recientemente el CESU
de conformidad con la Ley 30 de 1992. Obviamente, los mismos oficiales que han
transitado por estos programas, ya sea como alumnos, como docentes o como
administradores, dan un aval de reconocimiento a los planes que han contribuido a
cimentar la tradición del programa en la única institución de formación colombiana
de oficiales de policía.
La EGSAN es considerada el Alma Máter de la cual han derivado su formación los
oficiales y ello atribuye un status de legitimidad en el interior de la Institución. Por
otra parte, nadie estaría de acuerdo en prescindir de ella ni de cambiar
radicalmente la tradición alcanzada. La renovación que implica el plan de
Transformación Cultural, el Sistema Educativo Policial, los nuevos planes de
estudio y la estructuración de la Escuela Única suponen una gradualidad en los
cambios ajustados a una planificación de aplicación progresiva.

PREGRADO

La Escuela ofrece dos programas: Administración Policial y Crirninalística,


debidamente reconocidos por las autoridades de la educación superior colombiana.
La Escuela corno institución de educación superior.

Si la institución tuvo un piso jurídico sólido corno entidad del Estado, también lo
tuvieron sus programas desde la creación hasta la actualidad. Toda la trayectoria
histórica ha sido determinada por los marcos normativos que le han dado la
legitimidad para ser ofrecidos a la población y para alcanzar su finalidad de
formación de las nuevas generaciones de oficiales de la Institución. La relación con
el ICFES ha .sido permanente para atender los requerimientos del Estado sobre el
carácter de educación superior de la Escuela.

El primer acto oficial de este organismo con respecto a la Escuela fue el Acuerdo
No.15 del 23 de enero de 1976 expedido por la Junta Directiva del ICFES mediante
el cual se concedió licencia de funcionamiento para poner en marcha los
programas de Licenciatura en Estudios Policiales y Administración Policial.

Cinco áreas compusieron el plan de estudios: Estudios profesionales policiales,


Estudios auxiliares de apoyo policial, Estudios complementarios, Ciencias jurídicas,
Ciencias de la comunicación y el comportamiento y Matemática, Estadística y
Administración. El Manual de Instrucción para cadetes, alféreces y oficiales se
expidió el 2 de marzo de 1976, por resolución No.1343 de la Dirección General de
la Policía. Allí se establecieron los programas regulares conducentes a título en los
niveles de licenciados y de administradores.

En 1977 ingresa la primera promoción de 12 mujeres y 9 hombres aspirantes a


oficiales de los servicios profesionales de diferentes disciplinas. A partir de este
año, la Escuela ha asumido la preparación de oficiales que, extraídos de diferentes
profesiones para las cuales fueron preparados por universidades oficiales y no
oficiales, optan por la vida y el ejercicio policial.

El Decreto Ley 080 de 1980, orgánico de la educación superior, impulsó el


desarrollo de los programas y les dio un respaldo importante. La aprobación seguía
vigente, corno quedó confirmado por el Decreto 2725 de 1980, y se ratificaron los
títulos expedidos, aunque de manera provisional en tanto debían ajustarse a los
nuevos requerimientos de la Ley. Una de las consecuencias más visibles fue la
cancelación de la Licenciatura y el paso a un programa por ciclos.

La razón de este cambio, se derivó de la decisión de asignar el concepto de


licenciatura para los programas con contenido y orientación hacia la educación en
sus diferentes campos. Quienes se dedicarían profesionalmente a la docencia
adquirirían títulos de Licenciado en un campo particular. Este no era precisamente
el caso de la formación policial. Por esta razón se abolió la licenciatura, que se
ofreció hasta 1982 cuando egresó la última promoción con este título, y se la
sustituyó por los dos ciclos: el primero de nivel tecnológico y el segundo de nivel
profesional. La reorganización del programa correspondió a una conciliación entre
las necesidades institucionales y la nueva normatividad a los cuales se adaptó la
Escuela.

Los dos ciclos se pensaron de manera secuencial a lo largo de doce períodos


académicos, inicialmente, que llevaban el proceso de formación desde el alumno
bachiller recién incorporado, hasta los altos grados de la oficialidad. El primer
programa por ciclos se ofreció de la siguiente manera:
PERIODOS GRADO EN LA TÍTULO
ACADÉMICOS INSTITUCIÓN OTORGADO

1 Cadete
2 Cadete
3 Cadete
4 Alférez
5 Alférez
6 Alférez
7 Sub teniente a Teniente
8 Teniente a Capitán TECNÓLOGO
9 Capitán a Mayor
10 Mayor
11 Mayor
12 Mayor a Teniente Coronel ADMINISTRADOR
POLICIAL

La aplicación de este plan de formación a lo largo de los doce períodos implicaba


una extensión en el tiempo. En efecto, los seis primeros períodos se cubrían dentro
de la Escuela de una manera secuencial. A partir del 7º período, se producía una
alternación entre los cursos de ascenso y la práctica profesional establecida, que
en unos casos era de cuatro o de cinco años que mediaban entre un grado policial
y el llamamiento a curso de ascenso.

En el año 1983 mediante Decreto 2137 se modificó la Estructura Orgánica de la


Escuela. En esta reestructuración se creó el Departamento de Estudios
Criminalísticos, como una unidad académica adscrita a la Decanatura de la
Facultad de Administración Policial y más tarde se conformó la Facultad de
Criminalística la cual, junto con la de Administración Policial, depende de la
Subdirección Académica.
En el año 1985 la reflexión permanente sobre la pertinencia del currículo para
satisfacer las necesidades de formación y profesionalización de los oficiales, bajo
la orientación del Brigadier General Miguel Antonio Gómez Padilla como Director
del Instituto, condujo a un estudio evaluativo que concluyó en una reforma
sustancial que, sin alterar las estructuras curriculares generales, incrementó en un
año el tiempo de permanencia en la Escuela, para el desarrollo de los seis
primeros semestres de formación.

En el año 1987, empezó a regir una nueva propuesta académica, siendo Director de
la Escuela e impulsor del proceso de implementación curricular el Brigadier General
Rafael Guillermo Muñoz Sanabria, en la cual se fortaleció el campo de formación
específica profesional, la preparación física y deportiva, asignación de franjas de
estudio independientes e investigación para los alumnos con la finalidad de orientar
y facilitar el desarrollo de la disciplina y la técnica policial.

El programa vigente de Administración Policial goza de prórroga automática


mediante la Resolución No.003404 del 23 de diciembre de 1993 y en virtud del
Acuerdo 133 de 1991, del ICFES.

La calidad en la formación del personal de la Policía Nacional, es el compromiso


que con responsabilidad, ha asumido la comunidad académica, para ofrecer al país
un servicio policial altamente calificado.

FORMACIÓN UNIVERSITARIA, POR CICLOS, EN CRIMINALÍSTICA

Mediante la Resolución 1201 del 4 de marzo de 1988, la Dirección General creó en


la Policía Nacional el programa de formación universitaria por ciclos, y facultó a la
Escuela para que realizara los trámites necesarios ante el ICFES y demás
autoridades para obtener las correspondientes licencias. La directiva 029 del 10 de
mayo de 1988 operacionalizó en la Institución la puesta en marcha del programa en
criminalística e impartió también las órdenes e instrucciones a diferentes
dependencias de la escuela para tal efecto.

El Acuerdo 080 del 7 de julio de 1988 emanado del ICFES, concedió la licencia de
funcionamiento al Programa de Criminalística hasta el 30 de junio de 1993. A partir
del 11 de julio de 1988 se implementó, legalmente, en el instituto dicho programa,
único en su género en Colombia, con la participación de 30 subtenientes
seleccionados entre quienes voluntariamente se inscribieron.

En el año de 1991 el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación


Superior, ICFES, mediante resolución No.002891 de octubre 2, autorizó el cambio
de denominación al primer ciclo de Tecnología policial y Criminalística por la de
Tecnología en Criminalística y al segundo ciclo de Administración Policial y
Criminalística por el de Criminalística de la Escuela de Policía "General Santander",
con domicilio en Santafé de Bogotá.

POSTGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL


La Especialización en Seguridad Integral se diseñó en 1993 y se puso en
funcionamiento en 1994, con sede en el centro de estudios superiores de policía.

El título de "Especialista en seguridad integral" se otorga a los candidatos que


aprueben el programa y cumplan con los requisitos exigidos por la Dirección del
Postgrado, de conformidad con la normatividad de la Educación Superior para este
nivel de formación avanzada.

ESPECIALIZACIÓN EN INVESTIGACIÓN CRIMINAL


Mediante la Resolución 040 del 19 de marzo de 1998, se crea el Programa de
Especialización en Investigación Criminal dirigido a miembros de la Policía
Nacional, profesionales en áreas afines a la Criminalística y funcionarios de
organismos responsables de administrar justicia, para contribuir al
perfeccionamiento profesional de los participantes, su sede es la Escuela General
Santander.

PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL

En cumplimiento de lo dispuesto en el capítulo V de la Ley de Educación Superior


(Ley 30 de 1992), que trata lo relativo al Sistema Nacional de Acreditación, cuyo
objetivo fundamental es garantizar a la sociedad que las instituciones de educación
superior cumplan con los más altos requisitos de calidad y realicen sus propósitos y
objetivos, la Escuela Nacional de Policía "General Santander" desarrolló su
Proyecto Educativo Institucional (PEI).

Mediante el PEI, la Escuela declara ante sí misma, la Institución policial, la


comunidad académica nacional e internacional y la sociedad colombiana en
general, lo que ella es como institución universitaria en correspondencia con la
misión que debe cumplir.

Desde esta perspectiva, el PEI se entiende como un proyecto en permanente


construcción, un ir siendo y haciendo que se abre camino y que alcanza su objeto y
finalidad en consonancia con las percepciones, intereses, expectativas y
esperanzas de la comunidad académica, dentro de la cual se desarrolla, valida, y
prospecta.
FORMACIÓN ACADÉMICA DEL ALMA MATER DE LA POLICIA NACIONAL A
PARTIR DEL AÑO 2004

Durante el primer semestre del año 2004, con la entrada en vigencia del nuevo
Plan de Estudios para la Seccional de Cadetes y Alféreces (el cual contempla
los programas de Administración Policial y Especialización en Servicio de
Policía), se delegó a la Escuela de Policía Judicial, la responsabilidad de dictar
el programa de Criminalìstica. Lo anterior permitió unificar el proceso de
formación del personal de oficiales bajo un mismo programa.

EL SISTEMA EDUCATIVO POLICIAL

El Sistema Educativo Policial como Proyecto Educativo Institucional, emerge de


una concepción autónoma y fortalecida de nuestra propia identidad; es el
componente estructural que en esencia pretende impregnar los espacios
académicos de una dinámica propicia para que el aprendizaje significativo y el
desarrollo de competencias policiales, sean el fundamento de la misión que
soporta la razón de ser de la Escuelas de formación policial.

COMPONENTES BÁSICOS
Modelo Pedagógico
El Currículo
El Plan Estratégico Institucional
La Estructura Orgánica
El Marco Legal
El Proyecto Educativo Institucional
Procesos y Procedimientos Curriculares

La convergencia de estos componentes, debe fortalecer las competencias del


Saber, Saber Hacer y Ser, garantizando el desempeño exitoso del egresado.
CONCEPTO Y FUNCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO POLICIAL
Es el proyecto institucional conformado por un conjunto de componentes que
interrelacionados permiten diseñar, desarrollar y evaluar el proceso educativo
con sentido pedagógico y en coherencia con la misión institucional.

Su principal función es orientar, promover y proyectar la política educativa de la


Dirección Escuela Nacional de Policía “General Santander” (hoy Dirección
Nacional de Escuelas).

OBJETIVOS DEL SISTEMA EDUCATIVO POLICIAL


Consolidar un sistema educativo flexible y dinámico, que responda en
magnitud y pertinencia a la dinámica actual del servicio de policía, en
aspectos de cobertura, calidad y oportunidad.
Planear la actividad académica en el ámbito de la política institucional,
para decidir acerca de las acciones y estrategias que orientan los
procesos pedagógicos y administrativos propios de cada programa.
Mejorar de manera continua la calidad educativa, a partir de la
autoevaluación, como la actividad que convoca y moviliza la comunidad
académica de las Escuelas de Policía, en torno a la misión y visión
institucional.
Apropiarse del Sistema Educativo Policial como una herramienta
pedagógica, que permita a las Escuelas de Policía operacionalizar los
procesos académicos, como guía para el desarrollo de la gestión
académica.
Incorporar al diseño, desarrollo y evaluación curricular, el modelo
pedagógico de formación por competencias, orientado a vincular lo
educativo con el desempeño laboral.
Contribuir a la formación integral de un profesional de policía, que reúna
las condiciones que la sociedad exige, comprometido con la seguridad,
en el ámbito de los valores y la cultura policial en derechos humanos y el
derecho internacional humanitario.
Enunciar y explicar los fundamentos teóricos y prácticos
correspondientes al cumplimiento de las funciones sustantivas de la
educación superior: docencia, investigación y proyección social.
Describir las bases pedagógicas y axiológicas que han de orientar las
políticas educativas de la Dirección Nacional de Escuelas.

PRINCIPIOS DEL SISTEMA EDUCATIVO POLICIAL


El Sistema Educativo Policial está fundamentado en principios que orientan el
quehacer de las Escuelas de la Policía Nacional. Estos principios son los
siguientes:

Calidad para la profesionalización del servicio


Pertinencia
Desarrollo proyectivo
Participación
Cultura de la Legalidad. Compromiso institucional e individual
Cultura policial en Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario.
Formación en principios y valores
Gestión humana y calidad de vida óptima
Educación basada en el Humanismo
Cobertura

FUNCIONES SUSTANTIVAS
Para la Dirección Nacional de Escuelas, como institución de educación superior,
las funciones esenciales o sustantivas son las de la docencia, investigación y
proyección social, concebidas como imprescindibles por hacer parte de su
naturaleza, la cual responde a la formación integral de los hombres y mujeres
de la Policía Nacional.

La Docencia
Se entiende la docencia como la práctica del docente para posibilitar con su
gestión, el perfeccionamiento de la persona en al integridad de su proyecto de
vida individual y colectivo, mediante procesos educativos formales y no
formales.

El docente asume el modelo pedagógico de formación basado en


competencias, el cual constituye una propuesta que parte del aprendizaje
significativo y se orienta a la formación humana integral, articula la teoría con la
práctica, promueve la continuidad entre todos los niveles educativos y entre
éstos y los procesos laborales y de convivencia; fomenta la construcción del
aprendizaje autónomo; orienta la formación y el afianzamiento del proyecto
ético de vida; busca el desarrollo del espíritu y la vocación del servicio como
base del crecimiento personal y del desarrollo social.

Se espera entonces, trascender a un modelo del desempeño idóneo a partir de


las competencias, en el marco del saber, el saber hacer y el ser, para superar
una docencia todavía anclada a la enseñanza tradicional, con escasa
articulación a las tecnologías de la información y la comunicación.

La Investigación
La investigación es considerada como una actividad intelectual de búsqueda y
confrontación de los conocimientos policiales en los variados campos de los
cuales se ocupa la institución. En consecuencia, se privilegia la investigación
aplicada en razón de la intencionalidad de dar respuesta a problemas
institucionales y del servicio. La conciencia de la necesidad de contar con
personas con capacidad de liderazgo en los conocimientos policiales, indica la
urgencia de desarrollar procesos de investigación formativa basados en una
pedagogía activa y en procesos de construcción del conocimiento, en donde los
estudiantes asuman riesgos intelectuales.

La Proyección Social
La proyección social se deriva de la necesidad de mantener una fluida
información de retorno del medio inmediato y mediato para adecuar la oferta a
los requerimientos de la demanda. En consecuencia, los vínculos con otras
entidades de educación superior, nacionales o extranjeras, son una permanente
necesidad que debe atender para proyectarse en ellas y en los ámbitos de
influencia. Los estudiantes en formación desarrollan programas con la
comunidad en los cuales no solamente se ejercitan en establecer relaciones
positivas con ella sino que contribuyen a consolidar la convivencia y la
participación en su propia seguridad. La escuela cuenta que tiene a su alcance
variadas formas de proyección hasta la sociedad en forma directa con las
demás unidades administrativas y operativas de la Institución, e indirectamente
a partir de los egresados de sus programas y las actividades que ejecutan en
cumplimiento de su misión.

Se conciben las tres funciones sustantivas, íntimamente vinculadas entre sí


como parte de la razón de su existencia. No le es dable prescindir de ninguna
de ellas porque las considera parte integral de su naturaleza. Los cambios en
el ambiente mediato e inmediato se reciben como indicaciones que llevan al
Instituto a la renovación constante de sus conocimientos, lo cual implica una
dinámica en las investigación; ésta, por su parte, contribuye a afianzar los
procesos de socialización interna en la formación de los nuevos miembros de la
Institución, para que se puedan proyectar a la sociedad de acuerdo con los
requerimientos del Estado, en virtud del cual goza de legitimidad, ante los
diferentes sectores sociales.

Todo esto implica una estrecha coordinación interna, pero sobre todo, la
obediencia a criterios comunes basados en los principios de coherencia,
integridad, pertinencia y universalidad. En la práctica se consolidan interfases
amigables entre las funciones sustantivas de tal manera que ellas se articulan
en la ejecución de las actividades específicas. La convivencia social pacífica, el
respeto de los derechos humanos y la paz como su condición necesaria,
estarán vinculados indisolublemente en la formación para el servicio policial.

La proyección social se concreta a través de diversas acciones, entre ellas;


campañas de prevención, fomento de los valores culturales, deportivos y
recreativos, asistencia, asesoría, consultorías, foros, seminarios, talleres,
cursos de capacitación, actualización, y extensión, prácticas de vigilancia y
trabajo en función del bienestar general y el logro de una cultura de convivencia
y paz.

MARCO PARA EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS POLICIALES

EL SABER (Conocimientos)
Contexto social a nivel local, regional y global
Normatividad Institucional y general
Conocer la Institución y su profesión.
Doctrina Institucional
Procedimientos policiales
Técnicas del acondicionamiento físico

EL SABER HACER (habilidades y destrezas)


Interpretar la realidad social y manejar crisis
Tomar decisiones y trabajar en equipo
Escuchar y comunicarse efectivamente
Integrar la comunidad al servicio de policía
Aplicar la doctrina y los procedimientos policiales
Transformar información en conocimientos

EL SER (actitudes y valores)


Justo
Líder
Solidario
Comprometido
Responsable
Innovador
Tolerante
Sentido de pertenencia
Ciudadano ejemplar

COMPETENCIAS FUNDAMENTALES PARA LA FORMACIÓN POLICIAL

Orientación del servicio a la comunidad


Investigador Social
Adaptabilidad
Educador
Autorregulación
Efectividad en el servicio
Resolución de conflictos
Generador y promotor de seguridad
Relaciones Interpersonales
Liderazgo
Condición física
Trabajo en equipo
COMPETENCIAS GENERALES PARA EL DOCENTE POLICIAL

Relaciones Interpersonales
Adaptabilidad
Actitud investigativa
Aprendizaje continuo
Autorregulación
Habilidad pedagógica
Habilidad comunicativa
Liderazgo
Trabajo en equipo 34

PLAN DE ESTUDIOS ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA “GENERAL


FRANCISCO DE PAULA SANTANDER”

MARCO LEGAL
Constitución Política de Colombia de 1991
Ley 30 de Educación Superior del 291292
Resolución 02668 del 110997, “por el cual se aprueba el nuevo Plan de
Estudios del Programa de Formación Universitaria en Administración
Policial y de cursos de ascenso de la Dirección Escuela Nacional de
Policía “General Santander”.
Resolución 745 del 090305 “por la cual el Ministerio de Educación
Nacional renueva la acreditación del Programa de Administración
Policial, ofrecido por la Escuela Nacional de Policía “General Santander”.
Resolución No. 5921 del 290906, “Registro Calificado del Ministerio de
Educación Nacional”.

34
Tomo IV, La Política Estratégica Educativa, “Sistema Educativo Policial”. Págs. 13-21, 43-46,
65.
Resolución No. 000446 del 110205, “por la cual se aprueba el plan de
estudios para el programa de Administración Policial”
Resolución No. 03505 del 130606, “por el cual se aprueba el plan de
estudios para la Especialización en el Servicio de Policía”.

DISEÑO DEL PLAN DE ESTUDIOS


El diseño de los planes de estudio, comprende tres campos de formación:

Policial:
Naturaleza y razón de ser del servicio de policía.

Jurídico:
Apoya el ejercicio profesional en relación con los procedimientos de
policía, fundamentados en las normas, para dar legitimidad al actuar
policial.

Humanístico y Administrativo:
Fortalece la gestión y da sustento ético al proceder policial.

SISTEMA DE CRÉDITOS ACADÉMICOS


En cumplimiento del Decreto No. 2566 de 2003, mediante el cual se establece
el crédito académico como mecanismo de evaluación de la calidad,
transferencia estudiantil y cooperación interinstitucional, La Dirección Nacional
de Escuelas, asumió el compromiso de su implementación.

Esta normatividad obedece a al necesidad de internacionalizar la educación,


unificando el patrón de medida de los programas universitarios, de tal manera
que los títulos obtenidos en un país, sean homologados en otro y se facilite la
movilidad estudiantil entre diferentes programas, a nivel nacional e
internacional. En el Decreto citado, el crédito se define como la unidad de
medida del tiempo de trabajo académico del estudiante, para alcanzar los
objetivos del aprendizaje.

Un crédito equivale a 48 horas de trabajo académico, que comprende las horas


de acompañamiento directo del docente y demás horas que el estudiante deba
emplear en actividades independientes de estudio, prácticas u otras que sean
necesarias para alcanzar las metas del aprendizaje y las competencias.

Una hora académica con acompañamiento directo del docente supone dos
horas adicionales de trabajo independiente en programas de pregrado y de
especialización, y tres en programas de maestría; sin embargo, el empleo de
una proporción mayor o menor de horas presenciales, frente a las
independientes, puede justificarse cuando la metodología específica de la
actividad académica así lo exija a cuando la complejidad para lograr la
competencia, lo requiere.

De acuerdo con la naturaleza del programa y con el fin de flexibilizar los planes
de estudio, deben implementarse créditos académicos obligatorios y electivos.

UN (1) CRÉDITOS= 48 horas de trabajo académico del estudiante


16 horas clase de aula – 16 horas prácticas – 16 horas independientes

ESTRUCTURA DEL PLAN DE ESTUDIOS PARA EL PROGRAMA DE


ADMINISTRACIÓN POLICIAL.

Siete periodos académicos, distribuidos en cinco niveles de formación (básico,


específico, valorativo, de prácticas y profesional).

Los primeros seis periodos académicos corresponden a seis meses cada uno y
el séptimo período se desarrollará en curso de ascenso de Subteniente a
Teniente.
Plan de estudios para el programa de Administración Policial
ESCUELA NACIONAL DE POLICIA GENERAL SANTANDER
VICERRECTORIA ACADEMICA
FACULTAD DE ADMINISTRACION POLICIAL

ASIGNATURAS ELECTIVAS PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN POLICIAL

Tipo NIVEL BÁSICO NIVEL ESPECÍFICO NIVEL VALORATIVO NIVEL PROFESIONAL

I PERÍDO II PERÍODO III PERÍODO IV PERÍDO V PERÍDO VII PERÍODO


Electiva
Comunicaciones policiales Policía de turismo Primeros Auxilios Primeros auxilios Contabilidad Financiera
Prevención y atención de
Matemáticas Matematicas Financiera Presupuesto Economía Formulación de Proyectos
desastres
Tiro Contabilidad Control de Estupefacientes Control espacio público Presupuesto

DISCIPLINARES
Equitación Equitación Equitación Equitación Auditoría y Control Fiscal Protección del medio ambiente

Ambientes educativos
Informática Técnicas Docentes Derecho internacional Lectura rápida
saludables

Desarrollo de proyectos
Control social Manejo de crisis
Derecho de familia Y Violencia comunitarios
Intrafamiliar Oralidad en audiencias
Técnicas grupales
públicas
Planeación estratégica Protección a Dignatarios

NO DISCIPLINARES
Redacción de textos escritos Comprensión de lectura

Culturales: Teatro,
Culturales: Teatro, banda de Culturales: Teatro, banda Culturales: Teatro, banda de Culturales: Teatro, banda de
banda de
ceremonias, coros, tuna, de ceremonias, coros, ceremonias, coros, tuna, ceremonias, coros, tuna, Comportamiento Social
ceremonias, coros,
orquesta tuna, orquesta orquesta orquesta
tuna, orquesta

Deportivas

LIBRES
Deportivas Deportivas Deportivas Deportivas
Fútbol, baloncesto, Deportivas
Fútbol, baloncesto, equitación Fútbol, baloncesto, Fútbol, baloncesto, equitación Fútbol, baloncesto,
equitación atletismo, Fútbol, baloncesto, equitación
atletismo, natación esgrima , equitación atletismo, atletismo, natación esgrima , equitación atletismo, natación
natación esgrima , atletismo, natación esgrima , etc
etc natación esgrima , etc etc esgrima , etc
etc

Total
Créditos 4 3 3 3 3 4

NOTA: AL INICIO DE CADA PERIODO SE PRESENTARAN A CONSIDERACION DE LOS ESTUDIANTES LAS ASIGNATURAS PARA SU ELECCION, LAS CUALES DEBEN
CORRESPONDER AL NUMERO DE CREDITOS ESTABLECIDOS EN EL PLAN DE ESTUDIO
*CADA ELECTIVA OTORGARA UN CREDITO
*PARA LAS ELECTIVAS LIBRES SE OTORGARA UN CREDITO POR CADA UNA (EJEMPLO: TEATRO 1 CREDITO FUTBOL 1 CREDITO)
NIVEL BÁSICO NIVEL ESPECÍFICO NIVEL DE PRÁCTICAS
CAMPOS ÁREAS
I PERIODO CD II PERIODO CD III PERIODO

HISTORIA, DOCTRINA Y 1 OPERACIONES POLICIALES 1


ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL
PLANEACIÓN DEL SERVICIO DE
3 1
SERVICIO DE POLICIA POLICIA
MANDO DIRECCIÓN Y LIDERAZGO I 1 MANDO DIRECCIÓN Y LIDERAZGO II 1 S
POLICIAL
E
ORDEN CERRADO 1 M
I
TIRO I 1 TIRO I I 1 N
A
1 1 R
POLICIA COMUNITARIA I POLICIA COMUNITARIA II
I
POLICIA JUDICIAL 3 PROCEDIMIENTOS DE POLICIA 3 O
POLICIA JUDICIAL JUDICIAL
D
INTELIGENCIA 1
INTELIGENCIA E

FORMACION POLICIAL
PREPARACION PREPARACION FISICA POLICIAL PREPARACION FISICA POLICIAL
1 1 O
FISICA BASICA APLICADA
P
PRACTICAS DE VIGILANCIA PRACTICAS DE VIGILANCIA URBANA
2 2 E
URBANA I II
R
PRACTICAS Y A
DOCUMENTOS PREPARACIÓN Y ADAPTACIÓN PREPARACIÓN Y ADAPTACIÓN
2 2 C
POLICIALES TÁCTICA I TÁCTICA II
I
O
CASUISTICA POLICIAL I 1 CASUISTICA POLICIAL II 1 N
E
INTRODUCCIÓN AL DERECHO Y S
1
DERECHO CONSTITUCIONAL

JURIDICA DERECHO DE POLICIA I 1 DERECHO DE POLICIA II 1 U


FUNDAMENTAL R
DERECHOS HUMANOS Y D.I.H 1 B
A
DERECHO PENAL Y DERECHO PENAL MILITAR Y
1 1 N
PROCEDIMIENTO PENAL PROCEDIMIENTO PENAL MILITAR
A
JURIDICA

FORMACION JURIDICA
DERECHO DISCIPLINARIO 1 DERECHO ADMINISTRATIVO 1 S
ESPECIAL
Y
ETICA PROFESIONAL Y CULTURA PROBLEMAS SOCIALES DE
1 1
DE LA LEGALIDAD SEGURIDAD
HUMANIDADES R
NEGOCIACIÓN Y RESOLUCIÓN DE U
1 R
CONFLICTOS
A
ADMINISTRACIÓN LOGÍSTICA 1 L
E
ADMINISTRACION GESTIÓN DEL TALENTO HUMANO 1 S

ADMINISTRATIVA
SISTEMA INTEGRAL DE GESTIÓN
1
PÚBLICA

FORMACION HUMANISTICA Y
INVESTIGACION INVESTIGACION APLICADA PARA EL
2
FORMATICA DESEMPEÑO PROFESIONAL
AMBIENTES EDUCATIVOS
ELECTIVAS SALUDABLES Y CULTURA DE LA 1 ORALIDAD EN AUDIENCIAS 1

Plan de estudios para la Especialización en el Servicio de Policía


SEGURIDAD PÚBLICAS

CREDITOS 25 25 4

DURACION TOTAL 20 Semanas 20 Semanas 4 semanas


TOTAL CREDITOS 54 - TOTAL INTENSIDAD HORARIA 2592 - DURACION UN AÑO
ESCUELA NACIONAL DE POLICIA GENERAL SANTANDER
VICERRECTORIA ACADEMICA

ASIGNATURAS ELECTIVAS DEL PROGRAMA - PROFESIONALES DE VIGILANCIA


TIPO DE ELECTIVA PERIODO I PERIODO II
Primeros auxilios y Prevencion y
Comunicaciones policiales
DISCIPLINARES Atencion de desastres
Policia de Turismo Equitacion
Informática Oralidad en audiencias publicas
NO DISCIPLINARES
Ambientes educativos saludables Derecho Internacional
Culturales: teatro, banda de Culturales: teatro, banda de
guerra, coro, tuna, orquesta guerra, coro, tuna, orquesta
LIBRES
Deportivas: fútbol, baloncesto, Deportivas: fútbol, baloncesto,
atletismo, natación, esgrima atletismo, natación, esgrima
TOTAL CREDITOS 1 1

NOTA: OBSERVANDO LA RELEVANCIA EN EL PROCESO DE FORMACIÓN, LOS ESTUDIANTES ADELANTARÁN LAS


ASIGNATURAS AMBIENTES EDUCATIVOS SALUDABLES Y ORALIDAD EN EL PRIMERO Y SEGUNDO PERÍODO,
RESPECTIVAMENTE.
* CADA ELECTIVA OTORGA UN CREDITO
* PARA LAS ELECTIVAS LIBRES SE OTORGARA UN CREDITO POR CADA UNA

PERFIL DEL EGRESADO Y SALIDA OCUPACIONAL DEL OFICIAL DE LA


POLICÍA NACIONAL

PERFIL DEL OFICIAL EGRESADO


Identificar y reconocer la problemática social.
Conocer e interpretar la historia y evolución de la Policía como Institución.
Planear y ejecutar actividades orientadas a la integración de la Policía con la
comunidad.
Aplicar las atribuciones de Policía Judicial, con fundamento en el sistema
penal acusatorio.
Diseñar, desarrollar y evaluar procedimientos policiales para la convivencia
ciudadana.
Recolectar, analizar y valorar la información con el fin de prevenir la
comisión de conductas delictivas.
Demostrar un proceder ético que lo caracterice como ciudadano ejemplar y
le permita ejercer la profesión con legitimidad.
SALIDA OCUPACIONAL DEL SUBTENIENTE
La gestión policial que cumplirá el subteniente esta enmarcada en la
dirección, supervisión, control y ejercicio del mando.
Cumplir y hacer cumplir las disposiciones emanadas de las autoridades
administrativas.
Responder por la reserva y seguridad de la información.
Organizar y supervisar los servicios de seguridad en la jurisdicción.
Colaborar con la rama judicial en labores investigativas facultadas por la
Ley.
Preparar, evaluar y mantener los planes operativos de acuerdo con las
disposiciones vigentes. 35

35
Plan de estudios de los programas de Administración Policial y Especialización en Servicio de
Policía, Área Académica ECSAN
CAPITULO IV

UNIFORMES

El proceso de innovación en el uso de los uniformes, desde su creación, se ha


orientado hacia las necesidades del servicio y a las exigencias de la vida
moderna.
1940. Uniformes de
campaña color gris claro,
utilizados por las
compañías aspirantes a
oficiales y suboficiales

1943. Uniforme guerrera


gris, presilla en tela,
pantalón azul oscuro con
vivos verdes y trabillas,
cuello y puños verdes. El
chacó de color azul se
utilizaba para labores
académicas y la gorra gris
con visera negra para las
salidas.

1944. Uniforme dril gris,


chapa plateada utilizado
para clases prácticas
1950 – 1952. Uniforme diario 1951. Uniforme utilizado por cadetes de ese año.
Color habano, botas media caña Se observan las jinetas del Brigadier Mayor
marrón; sacón carmelita (último a la derecha).
(herencia de los cursos de la
Policía Militar).

1953. Uniformes de la época


1955. Uniforme utilizado para 1960. Uniformes de los integrantes de los equipos
Salidas y ceremonias. Guerrera de esgrima, atletismo, fútbol, voleibol, pesas,
gris; cuello, puños y pantalón gimnasia, tenis, basketbol, béisbol y boxeo.
negro con franja lateral gris;
chapa y botonadura plateada.
después del año 56 el cuello y
puños fueron verde esmeralda,
años más tarde se suspendieron
estos colores

1960. Uniforme de salida, cadete, con botonadura


plateada, guerrera gris y pantalón negro.
1960. Uniforme de clases, color verde petróleo,
llamado “Pelo burro”, botones plateados y su
respectivo tarjetero, para salir se utilizaba la fornitura
blanca.

1960. Uniforme de campaña, nótese la malla de


color café en el casco, dril verde, chapa plateada,
las medias eran habanas

Década de los 70. Uniforme utilizado para diferentes


ceremonias policiales.
1975. Uniforme utilizado por
el personal integrante del
bloque de fusileros.

1978. Uniforme cadete de banda de guerra para


ceremonia policial.

1988. Uniforme para horas nocturnas (Chompa).


1990. Uniforme académico, el chacó con franjas de
colores según las presillas

1990. Uniforme utilizado por el Brigadier de


Servicio

1990. Uniforme académico femenino.


1994. Uniforme utilizado por los cadetes para puestos
de control.

1994. Se observa la utilización del dril con la camisa


empretinada, tarjetero fondo negro y letras amarillas

1994. Uniforme de Dacrón, con tarjetero metálico


(dorado)
1994. Uniforme denominado Fatiga o Guayabera.

1995. Uniforme de fatiga utilizado con chacó.

1996. Uniforme de clases con camisa color habano.


2008. Uniforme de salida, para cadetes que se
viene utilizando desde la década de los 80.

2008. Uniforme para la jornada académica


(chaquetilla)

2008. Sudadera para el desarrollo de la actividad


académica.
2008. Uniforme dril color verde, con botas media
caña y goleana.

2008. Uniforme utilizado por los diferentes servicios


de Escuela

2008. Uniforme para la celebración de actos


litúrgicos y otros eventos protocolarios
2008. Uniforme de gala para ceremonias
CAPITULO V

GALERIA DE DIRECTORES

1940 – 2008
GALERÍA DE DIRECTORES ESCUELA DE CADETES DE POLICIA
“GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER” 1940 – 2007

Doctor Brigadier General Coronel


LUÍS ANDRÉS GÓMEZ PABLO AZA TERÁN CARLOS PINZÓN AZUERO
16-V-40 AL 30-VI-40 1-VII-40 al 21-I43 23-I43al 2-I-45

Doctor Doctor Doctor


MIGUEL LLERAS PIZARRO ROBERTO PINADA CASTILLO CARLOS CABAL SANCLEMENTE
3-I-45 al 24-IX-45 5-II-47 al 21-IV-49 5-II-47 al 14-VI-49

Brigadier general Brigadier General Coronel


PABLO RODRIGUEZ ACHURY ERNESTO CARRASCO C. DANIEL CUERVO ARAOZ
22-IV-49 al 14-VI-49 15-VI- 49al 28-VII-49 29-VII-49 al 31-III-50
Comandante Coronel Coronel
ALFONSO LAMO PULIDO EFRAIN VILLAMIZAR FLOREZ HERNANDO TORRES QUINTERO
1-IV-50 al 15-II-51 16-II-51 al 10-X-51 11-X-51 Al 23-I-52

Teniente Coronel Brigadier General Brigadier General


ROBERTO TORRES QUINTERO CARLOS GALINDO R. JORGE SALCEDO VICTORIA
24-I-52 al 24-III-55 25-III-55 al 22-I-58 23-I-58 al 3-VI-58

Coronel Coronel Coronel


JOSE A. RAMIREZ MERCHAN BERNARDO CAMACHO LEYVA JUAN FELIX MOSQUERA M.
4-VI-58 al 25-IX-58 26-IX-58 al 12-v-59 13-V-59 al 17-VII-63
Coronel Coronel Coronel
JOSE MANUEL MENDOZA E. MANUEL JOSE LÓPEZ GÓMEZ NICOLAS RIOS MESA
18-VII-63 al 31-XII-65 1-I-66 al 15-I-69 25-I-69 al 28-I-75

Coronel Coronel Coronel


PABLO ROSAS GUARÍN ONOFRE TORRES MÉNDEZ LUÍS DE ROSA PEÑA
1-I-71 al 8-VI-73 9-VI-73 al 1-XII-73 1-XII- 73 al 10-XII-74

Coronel Coronel Brigadier General


FABIO A. LONDOÑO CÁRDENAS VÍCTOR A. DELGADO MALLARINO LUÍS E. ESTUPIÑÁN FUERTES
12-XI-74 al 10-V-76 10-V-76 al 16-VI-77 1-VI-77 al 8-IX-78
Brigadier General Brigadier General Brigadier General
ADOLFO LEON GÓMEZ ISAZA JORGE E. BULLA QUINTANA JORGE A. PINEDA OSÓRIO
8-IX-78 a 10-II-80 y 7-XII-81 al 9-IX-83 10-II-80 al 15-VI-80 15-VI-80 al 7-XII-81

Brigadier General Brigadier General Coronel


MIGUEL ANTONIO GÓMEZ PADILLA RAFAEL G. MUÑOZ SANABRIA JOSÉ D. RODRÍGUEZ ZAPATA
9-IX-83 al 2-XI-86 2-IX-86 al22-XII-87 27-XI-87 al 3-III-89

Coronel Brigadier General Brigadier General


Fabio Campos Silva JAIRO ANTONIO RODRÍGUEZ Q. TEODORO RICAURTE CAMPO GÓMEZ
4-III-89AL 25-I-91 25-I91 al 7-X-92 15-X-92 al 23-V-93
Brigadier general Coronel Brigadier General
ISMAEL TRUJILLO POLANCO GUSTAVO SOCHA SALAMANCA ALDEMAR BEDOYA BEDOYA
31-XII-93 al 22-II-96 12-III-96 al 19-I-98 12-I-98 al 2-IX-98

Brigadier General Brigadier General Brigadier General


JORGE ENRIQUE LINARES MÉNDEZ HÉCTOR DARÍO CASTRO CABRERA HÉCTOR GARCÍA GUZMÁN
03-IX-98 al 08-XI-00 09-XI-00 al 07-XI-01 08-XI-01 al 20-11-03

Brigadier General Coronel Coronel


MAURICIO GÓMEZ GUZMÁN HUGO FERNANDO RAMÍREZ VÁSQUEZ ÁLVARO CARO MELÉNDEZ
21-XI-03 al 26-VII-04 27-XII-04 al 14-XII-04 15-XII-04 al 21-VII-06
Coronel
JANIO LEÓN RIAÑO
22-VII-06 a la fecha
CAPITULO VI

SIMBOLOS DEL ALMA MATER


HIMNO DE LA ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA “GENERAL FRANCISCO DE
PAULA SANTANDER”

Vigente desde 1963, y aprobado por la Dirección General de la Policía, a través de


la Resolución No. 03935 del 22 de noviembre del mismo año, reemplazo el antiguo
y primer himno de la Escuela, cuyo compositor se desconoce.

El autor escribió la letra bajo seudónimo de Ernesto Recamares. La música la


compuso Heriberto Moran.

CORO

Adalides, Gallardos Marchemos


En la senda que marca el deber;
Nuestra fulgida espada es la ley
Con que patria nos dio Santander (BIS)

Santander, de las leyes el Hombre,


De orden paz y justicia baluarte,
A la escuela lego lustre nombre
Y en su numen y norte radiante.

Alma mater tus hijos te aclaman


Invencibles, unidos y grandes;
Y por cumbres de luz tu bandera
Es cual cóndor audaz de los Andes.

Caballero del orden, yo juro


Democráticamente luchar,
Vigoroso de cuerpo y de mente,
Por mi Dios, por Colombia y mi hogar

El deber y el honor son las normas,


Que en las lides o en paz bonanza
Por los ámbitos patrios pregonas,
¡Oh bandera de sol y esperanza”
MEDALLA “GENERAL SANTANDER”

En busca de una condecoración que premiara a los alumnos más destacados del
Alma Mater, finalmente se concreta, mediante Decreto 1161 de mayo 1 de 1965 la
creación de la Medalla “General Santander” como estimulo a los mejores alumnos
del plantel, en los siguientes casos:

a. A los oficiales del curso de academia superior que hayan obtenido u obtengan
el primer puesto, son un computo general de calificaciones no inferior a nueve (9)
sobre diez (10).
b. A los oficiales de curso de ascenso que obtengan el primer puesto con la
misma calificación anterior.
c. A alumno de ultimo año del instituto, en el curso de formación de oficiales, que
en su promoción al grado de subteniente obtengan el primer puesto con calificación
de nueve (9) sobre diez (10).

La medalla “General Santander” tendrá las siguientes características: consistirá en


una hoja similar a un heptágono de plata dorada, de tres milímetros de espesor por
cuatro centímetros de diámetro. Cada uno de los lados de hexágono tendrá en su
centro y en campo de plata la hoja de una espada dirigida hacia la circunferencia, de
donde saldrán por sus filos, en el último tercio, hojas de acanto que, a manera de
corchete, delineen la figura. Equidistante de las hojas de espada irá una de roble en
sinople, sobre una figura plana que se confunda, en su parte superior, con las de
acanto. En los espacios irán rayos triangulares hacia el centro común de la joya,
que en su interior presenta una estrella con siete (7) puntas principales y en donde
va, en alto relieve, la silueta de la cabeza del General Francisco de Paula Santander
y, en la parte inferior, la inscripción “las leyes os dará la libertad”. En el reverso, en
alto relieve, estará grabada la denominación de la medalla y, debajo, el nombre de
quien la otorga y fecha. La medalla llevará una argolla que lucirá una cinta de tres
centímetros de anchura por cinco centímetros de largo, de seda, con los colores de
la bandera de la Escuela “General Santander”.

Al ser otorgada por segunda vez, el color amarillo de la plaqueta estará dividido por
dos franjas verticales de color negro, de dos milímetro de ancho, colocados en
forma equidistante.

Cuando se otorgue por tercera vez, el color amarillo de la plaqueta se divide por tres
franjas verticales de color negro, de dos milímetros de ancho, colocados en forma
equidistante.

Esta medalla será acreditada por medio de un diploma en pergamino de veinticinco


centímetros de ancho, por treinta y cinco centímetros de alto, escrito en forma
horizontal.
LEMA DE LA ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA “GENERAL FRANCISCO DE
PAULA SANTANDER”

“LA FUERZA AL SERVICIO DEL DERECHO”


VIS JURI DESERVIAT

El espíritu que impregna la razón de ser del servicio preventivo, se advierte al


contemplar el lema de la Escuela de Policía, es decir al considerar ampliamente que
nuestra Institución esta al servicio del Derecho. En dicha frase está sintetizada la
sabiduría de la universidad policial, sapiencia que a los cadetes, alféreces y
oficiales, para que ellos, como teas encendidas, dentro de sus funciones educativas
o de mando puedan inculcar a los subalternos que el servicio de la Policía Nacional
descansa sobre este gran pilar el cual recibe la fortaleza de la autoridad que emana
de la Constitución Nacional. La divisa de honor de la Escuela invita y ordena a
conocer las leyes, estudiar la Constitución y, en fin, saber donde está el Derecho
para poder ejercer la fuerza al servicio del mismo. Es así como se puede apreciar
que los programas docentes presentan un panorama universitario; con estos temas
se logra un desarrollo normal de los cursos, con el fin de que en la conciencia de
cada cadete se forme y se estructure la esencia de la función que, en un futuro, al
ostentar su titulo, debe cumplir el novel oficial. Ningún otro emblema sintetiza de
forma amplia y, al mismo tiempo en tan breve palabras, al espíritu democrático de
Colombia.
EL ESCUDO DE LA ESCUELA Y SU HERALDICA

El antiguo escudo que distinguía el instituto no había sido estudiado heráldicamente,


lo cual dio lugar a que se dispusiera su reelaboración, fue así como por medio de la
Resolución No. 05033 del 1 de noviembre de 1964, emanada de la Dirección
General, se creó el nuevo símbolo, con la siguiente descripción:

ESCUDO:
Será acuartelado en cruz y con armas dispuestas en la siguiente forma: en el cuartel
superior diestro, sobre el campo de gules, una torre de oro en los cuarteles superior
siniestro en inferior diestro, sobre campo de plata, un león rampante de gules,
lamparazo de azur y empuñando una espada armada de oro y guarnecida en sable.
Sobre el todo, un escusón en sinople que ostenta una estrella de plata con cinco
puntas, tendrá bordura de oro laminas de sable colocadas en cruz cuya llama será
de gules.

CUARTELES:
Significado: El diestro superior, en campo de gules simboliza, fortaleza y victoria.
Virtudes sobre las cuales descansa el libro y la pluma que a su vez, representa el
labor docente del instituto. Los cuarteles siniestro superior y diestro inferior,
simbolizan por la plata del campo, pureza, integridad y firmeza, virtudes sobre las
cuales, descansa el león que representa por si mismo vigilancia, autoridad,
magnanimidad, bravura y lealtad. La espada significa por si misma justicia,
blasonada de oro magnanimidad, luz y sabiduría; La guarnición de sable simboliza
prudencia, rigor y honestidad, virtudes que constituyen las bases fundamentales de
la justicia,. El cuartel siniestro inferior simboliza, por el gules de su campo, fortaleza
y victoria, virtudes sobre las cuales descansa la torre, que a su vez significa
grandeza y elevación de miras, así también asilo y salvaguardia, cualidades
imprescindibles en el cuerpo de policía, el oro de que se está blasonada indica
nobleza, magnanimidad, luz, constancia y sabiduría.

Quienes llevan en su escudo de gules sobre el cual descansa el libro y la torre,


están obligados a socorrer a los oprimidos injustamente.

Quienes llevan la plata en su escudo (campo del cuartel) están obligados a amparar
huérfanos y a defender doncellas.

Quienes llevan en sus escudos el sinople, están obligados a remediar a paisanos y


labradores y luchar por la seguridad de la Patria.

El oro reclama el deber de aliviar a los pobres y defender a la Patria hasta morir por
ella.

Quienes llevan el sable en sus escudos están en la obligación de auxiliar a los


artistas y literatos y amparar a las viudas y desvalidos.

Quienes llevan azur en sus escudos están obligados a asistir prontamente a su rey
o señor y socorrer a sus fieles servidores.

ESCUSÓN
Por el campo de sinople, significa remediar, impedir un daño, socorrer una
necesidad, evitar un riesgo o peligro, prevenir. La estrella significa, por sí misma,
grandeza, luz, verdad, majestad y simboliza la prudencia.
BORDURA
La bordura simboliza la cota de armas del caballero y en este caso, blasonada de
oro, indica luz, constancia, sabiduría; las lámparas simbolizan el estudio y
blasonadas de sable indican honestidad y obediencia; la llama representa la luz
espiritual que debe acompañar al estudiante y blasonada de gules es insignia de
fortaleza.

ORNAMENTOS EXTERIORES
Timbre: Será un yelmo de plata que mirará a la diestra del escudo, con forro de
gules y visera de siete barras. Cimera: será de oro y gules con vueltas de sinople y
plata. Divisa: la formará una cinta ordeada de plata con la siguiente leyenda en
letras de sable: “LA FUERZA AL SERVICIO DEL DERECHO”.
LA BANDERA DE LA ESCUELA

La bandera de la Escuela es otro símbolo que


recuerda su historia y su ponderada misión; ostenta
los colores verde y amarillo y debe ser motivo de
culto y veneración del personal del instituto, porque
encarna, para los futuros oficiales, los más altos
ideales de honor, ejemplos de patriotismo y lealtad.

Sus características: Tiene 1.35 cms de largo por 1.10 mts de ancho y se divide en
dos fajas horizontales iguales; la faja superior de color verde, y la inferior es de color
amarillo; en el centro de las dos fajas va el escudo de la Escuela.
ANILLO ESCUELA “GENERAL SANTANDER”

Mediante Resolución No. 008 del 19 de abril de 1963, el señor Director de la


Escuela de Cadetes de Policía “General Santander”, creó la distinción “ANILLO
ESCUELA GENERAL SANTANDER”, como símbolo de reconocimiento que se
otorgará a los oficiales y servidores con tal categoría que se hayan destacado
por su esfuerzo, estricto cumplimiento del deber, nobles sentimientos
institucionales y reconocidas virtudes cívicas.

En el artículo 2 de la citada resolución se especificaban sus características:

“Será fabricado en oro de 18 quilates con un peso de 18 gramos. La parte


superior constará de una piedra “ágata” verde esmeraldina de forma ovalada,
con un largo de 14 por 10 milímetros de ancho, y superpuesto tendrá el escudo
de este instituto.

En la base de esta piedra y a su alrededor en la mitad superior, llevará un alto


relieve sobre un campo de 3 milímetros, la leyenda ESCUELA DE CADETES y
en la mitad inferior “GRAL SANTANDER”.

En el hombro izquierdo dentro de un círculo de 10 milímetro de diámetro,


ligeramente ovalado, llevará un alto relieve las iniciales del adjudicatario y en el
hombro derecho, sobre un campo bruñido, hojas y frutos del olmo.

En la parte inferior llevará gravado el día, mes y año que corresponda a la fecha
de su adjudicación.

La joya será entregada a su destinatario dentro de estuche de terciopelo.


Resolución por medio de la cual se crea al Anillo de la Escuela
DISTINTIVO ESCUELA “GENERAL SANTANDER”

Mediante Resolución No. 003 del 12 de mayo de 1971, el señor Director de


Escuela creó el Distintivo Escuela de Cadetes de Policía “General Santander”,
“como símbolo de reconocimiento que se otorgará a quienes hayan prestada
sus servicios como oficiales de planta del Instituto”.

Dicha Resolución proclamaba en su artículo 2: “el oficial que se haga acreedor


a este merecimiento usará en la parte superior y hacia el centro del bolsillo
izquierdo de la blusa del uniforme, un distintivo en crisocal dorado forma Suiza
de fondo verde con el escudo de la Escuela, recortado y esmaltado al fuego en
colores de joya reglamentarios, de dos fijaciones de broche con una dimensión
de 0.30 mm de largo y 0.20 mm en su parte más ancha”.
Resolución por la cual se crea el Distintivo de la Escuela
Después de esta Resolución, han sido varios los actos administrativos por
medio de los cuales se subrogó la disposición inicial en el siguiente orden:

Resolución No. 003 del 12 de mayo de 1971, “por la cual se crea el Distintivo
Escuela de Cadetes de Policía General Santander”.

Resolución No. 001 del 12 de febrero de 1975, “subroga la Resolución No. 003
del 12 de mayo de 1971 que creó el Distintivo Escuela de Cadetes de Policía
General Santander”.

Resolución No. 011 del 17 de marzo de 1995, “subrogó la Resolución No. 001
del 12 de febrero de 1971”.

Resolución No. 000077 del 19 de julio de 2006, “por la cual se subroga la


Resolución No. 011 del 13 de marzo de 1995”.

Siendo esta última la Resolución la que se encuentra vigente, dentro de la cual


el Distintivo se encuentra dividido en varias categorías para su otorgamiento,
según el artículo 2° de la nombrada Resolución, así:

“CATEGORIA ESCUDO DE ORO: Se le otorgará a aquellos oficiales que


ocupen o hayan ocupado la Dirección de la Escuela de Cadetes de Policía
“General Santander” siendo éste requisito único.

CATEGORIA ESPECIAL: Se le otorgará a aquellos oficiales, suboficiales, nivel


ejecutivo, agentes de planta y profesores que se hayan destacado en el
cumplimiento de su labor docente.

CATEGORIA EXTRAORDINARIA: Se otorgará a aquellas instituciones públicas


o privadas y a las personas naturales o jurídicas nacionales o extranjeras que
de una u otra forma hayan beneficiado al Instituto en sus aspectos materiales,
espirituales, docentes, culturales o de prestigio”.
GALARDONES RECIBIDOS POR LA ESCUELA DE CADETES DE POLICÍA
GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

UN RECONOCIMIENTO ÓPTIMO: “LA CRUZ DE BOYACÁ”

El 16 de mayo de 1960 el Presidente Alberto Lleras Camargo condecoró el pabellón


de la Escuela de Cadetes con la Orden de Boyacá, “Cruz de Plata”, otorgada en
reconocimiento a sus valiosos méritos ante el país por los veinte años de labores
casi consecutivas. A partir de esta fecha, la institución se ha visto galardonada con
diferentes condecoraciones que reflejan el aplauso público al gran esfuerzo docente
para la preparación de sus oficiales. Ellas son hasta la fecha:

16 de mayo 1960. El
señor Presidente Alberto
Lleras impone a la
bandera de la Escuela de
Policía “General
Santander” la
condecoración de la Cruz
de Boyacá como
distinción especial por sus
veinte años.

Mayo de 1990 “Orden Nacional al Mérito”


Agosto 24 de 1994 “Condecoración Adres Rosillo”
“Medalla Francisco Newball” en grado de Comendador; Gobernación del
Archipiélago de San Andrés y Providencia y Santa Catalina.
República de Colombia, Decreto No. 1188 del 9 de mayo de 1960 “Cruz de
Plata de la Orden de Boyacá”.

República del Perú, artículo 1º de la Ley 11394 de noviembre de 1978


“Orden del Mérito de la Guardia Civil del Perú”, en el grado Caballero.

Departamento de Boyacá, Decreto No. 0476 del 13 de mayo de 1982


“Condecoración en el grado de Gran Oficial de la Orden de la Libertad”.

Dirección del Centro de Instrucción de la Guardia Republicana del Perú,


Resolución Directorial No. 017 CIGRP/D del 5 de noviembre de 1984
“Medalla de Oro del Centro de Instrucción de la Guardia Republicana del
Perú”.

Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 146 del 4 de mayo de 1990 “Orden
Civil al Mérito Ciudad de Bogotá”, en el grado de Gran Oficial.

Fuerzas armadas de Honduras, Acuerdo No. 116 del Comando 11 de


noviembre de 1992 “Medalla al Mérito I Clase”.

Gobernación de Cundinamarca, Decreto No. 1084 del 15 de Mayo de 1995


“Gran Cruz de Oro de la Orden Civil Cundinamarquesa Antonio Nariño” en el
Grado de Granadino.

Concejo de Santafé de Bogotá, Resolución No. 000518 del 8 de abril de


1997 “Orden Civil al Mérito José Acevedo y Gómez” en el grado de Cruz de
Oro.
Departamento del Guaviare, Decreto No. 134 del 9 de mayo de 1999
“Condecoración Medalla de la Orden Nukak - Maku”.

Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 328 del 14 de mayo de 1997 “Orden
civil al Mérito Ciudad de Santafé de Bogotá”, en el grado Gran Oficial.

Ministerio de Educación Nacional, Resolución No. 1567 del 14 de mayo de


1997 “Condecoración Medalla Simón Bolívar”.

Comando General de la Policía Nacional de Bolivia, Resolución No. 124/99


del 08 de Mayo de 1999 “Condecoración Cordón al Mérito Policial”.

Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 606 del 26 de julio de 2001 “por el
cual se declara como Bien de Interés Cultural el eje central de la Escuela de
Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, para su
conservación integral”.

Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 532 del 14 de noviembre de 2007


“Orden Civil Mérito Ciudad de Bogotá” en el grado Gran Oficial. 36

36
Archivo General ECSAN
CAPITULO VII

PROMOCIONES EGRESADAS

PERSONAL EXTRANJERO FORMADO EN LA ESCUELA DE CADETES DE


POLICÍA GENERAL FRNACISCO DE PAULA SANTANDER
PROMOCIONES EGRESADAS

FECHA DE EGRESO
CURSO PROMOCION CANTIDAD PRIMER PUESTO
DIA MES AÑO
1 SIMON BOLIVAR 22 NOV 1940 39 AYALA VARGAS JOSE JOAQUIN
2 FRANCISCO DE PAULA SANTANDER 03 MAR 1942 19 ANDRADE BEDOYA JOSE MARIA
3 ANTONIO NARIÑO 30 SEP 1944 20 GUERRERO CORDOBA EDUARDO
4 JOSE MARIA CORDOBA 01 ENE 1945 65 GOMEZ CIFUENTES EDUARDO
5 ATANASIO GIRARDOT 16 DIC 1945 25 GOMEZ ACOSTA LUIS GABRIEL
6 ANTONIO RICAURTE 27 NOV 1947 21 CORREA EZEQUIEL
7 ANTONIO JOSE DE SUCRE 11 JUL 1948 27 AVILA MORA MARIO ERNESTO
8 JUAN JOSE RONDON 16 DIC 1950 82 DEL PORTILLO CARRASCO JAIME
9 CARLOS HOLGUIN 05 FEB 1952 79 VALDERRAMA VEGA ENRIQUE
10 JUAN Mª MARCELINO GILIBERT 01 OCT 1952 53 DIAZ PEREZ MIGUEL
11 MARCO FIDEL SUAREZ 01 JUN 1954 29 ROJAS RAMIREZ RAFAEL
12 MIGUEL ANTONIO CARO 01 MAR 1955 22 GOMEZ GARCIA ALFONSO
13 JOSE VICENTE CONCHA 26 AGO 1955 41 OSPINA CUBILLOS LUIS FRANCISCO
14 CAMILO TORRES TENORIO 06 SEP 1956 44 ROJAS ORJUELA SALOMON
15 FRANCISCO JOSE DE CALDAS 01 ABR 1957 20 BENAVIDES CARVAJAL EDUARDO
16 CUSTODIO GARCIA ROVIRA 21 SEP 1957 37 VALENCIA ROMERO REINALDO
17 JOSE ANTONIO GALAN 01 MAY 1958 21 LLANO RAMIREZ GILBERTO
18 GABRIEL GONZALEZ 01 DIC 1958 46 AYALA GIRALDO ENRIQUE
19 JULIO ARBOLEDA 16 AGO 1959 44 APARICIO NAVIA HUMBERTO
20 MANUEL MURILLO TORO 17 DIC 1959 62 GARRIDO FIGUEROA MANUEL
21 JOSE ACEVEDO Y GOMEZ 16 MAY 1961 87 LAMPREA MORENO LUIS ANTONIO
22 ALMIRANTE FULGENCIO PADILLA 16 DIC 1961 47 ARANGO GIL ALFREDO
23 JOSE ANTONIO PAEZ 01 DIC 1962 111 AMAYA PARDO MARIO RICARDO
24 JOSE HILARIO LOPEZ 05 DIC 1963 92 PELAEZ CARMONA OSCAR EDUARDO
25 RAFAEL NUÑEZ 04 DIC 1964 65 TELLO GARCIA LUIS ALFONSO
26 JORGE TADEO LOZANO 16 MY 1966 47 ROLDAN CARDENAS ANGEL AUGUSTO
27 FRANCISCO ANTONIO ZEA 14 DIC 1966 61 MORENO VEGA MANUEL GUILLERMO
28 ANTONIO BARAYA 29 NOV 1967 39 VALDERRAMA MESA JULIO
29 JOSE D. CAICEDO SANTAMARIA 1 DIC 1968 60 CADAVID LOPEZ JAIME ALBERTO
30 PEDRO ALCANTARA HERRAN 29 NOV 1969 95 GOMEZ NAVAS HECTOR AUGUSTO
31 CARLOS E. RESTREPO 01 DIC 1970 105 CASTRO CABRERA HECTOR DARIO
32 JOSE FELIX DE RESTREPO 10 DIC 1971 76 MORENO RAMIREZ MARCO ANTONIO
33 RAFAEL REYES 01 DIC 1972 86 SANTOS SOLANO HECTOR GUILLERMO
34 MIGUEL ABADIA MENDEZ 05 DIC 1973 109 CETARES CEPEDA FELIX ANTONIO
35 EDUARDO SANTOS MONTEJO 11 JUN 1974 63 PARRA VARGAS JESUS ORLANDO
36 ALFONSO LOPEZ PUMAREJO 01 DIC 1974 105 BAQUERO BAQUERO CRISTOBAL
37 GR. RAFAEL URIBE URIBE 01 NOV 1975 99 ESGUERRA MURIEL JAIME
38 TOMAS CIPRIANO DE MOSQUERA 16 MAY 1976 47 TORO DIAZ JOSE JAVIER
39 JOSE MARIA CARBONELL 05 NOV 1976 88 CASTAÑO GALLEGO LEON DARIO
40 CD. GERARDO MONCAYO 15 AGO 1977 37 PARRA GARZON RAFAEL
41 ST. LUIS GONZALO JIMENEZ 05 NOV 1977 93 ZAMBRANO RECALDE HUGO EDMUNDO
42 JULIO GARAVITO ARMERO 15 MAY 1978 23 NARANJO TRUJILLO OSCAR ADOLFO
43 RUFINO JOSE CUERVO 01 NOV 1978 93 NAVIA VELAZQUEZ JOSE
44 JUAN DEL CORRAL 16 MAY 1979 63 OSORIO VILLEGAS MARIO
45 LUIS LOPEZ DE MEZA 05 NOV 1979 130 GOMEZ MENDEZ JESUS ANTONIO
46 GUILLERMO LEON VALENCIA 16 MAY 1980 39 RAMIREZ VASQUEZ HUGO FERNANDO
47 AQUILEO PARRA GOMEZ 05 NOV 1980 81 NOVOA BERMUDEZ MANUEL ANTONIO
48 MG. JUAN FELIX MOSQUERA M. 16 MAY 1981 67 RIVERA PRIETO JAVIER MARTIN DE JESUS
49 ST. HECTOR F. TINJACA R. 05 NOV 1981 61 PATIÑO FONSECA FRANCISCO
50 TE. HERNANDO CAMELO CASTRO 16 MAY 1982 39 GUTIERREZ BELTRAN JAIME GERMAN
51 TE. JOAQUIN O. BOTERO VILLEGAS 05 NOV 1982 62 LEON RIAÑO JANIO
52 MY(s) BENJAMIN GUTIERREZ CRUZ 16 MAY 1983 218 ARZAYUS CRUZ MARIO HUMBERTO
53 CT. FELIX ANTONIO DIAZ MONTES 05 NOV 1983 78 MOLINA ORTIZ OMAR ALBERTO
54 TE. LUIS EDUARDO GIRALDO SANCHEZ 01 DIC 1984 159 LARA CONCHA HAROLD MARTIN
55 ST. LUIS GONZALO DALLOS GOMEZ 16 MAY 1985 140 GUERERO PATIÑO OMAR
56 MY. GUSTAVO GARCIA VELANDIA 01 DIC 1985 239 ATEHORTUA DUQUE OSCAR
57 CR. JAIME RAMIREZ GOMEZ 16 MAY 1987 207 TRUJILLO CARDENAS MELKIN GUGLIERMO
58 TC. JOSE AGUSTIN RAMOS RODRIGUEZ 16 MAY 1988 260 VARGAS MENDEZ JORGE OCTAVIO
59 BG. VALDEMAR FRANKLIN QUINTERO 01 NOV 1989 229 FERNANDEZ ARANGO JUAN CARLOS
60 ALBERTO LLERAS CAMARGO 02 NOV 1990 249 BUITRAGO ARIAS JUAN CARLOS
61 CENTENARIO POLICIA NACIONAL 05 NOV 1991 192 GOMEZ JUAN CARLOS
62 MY. ELKIN ROMAN CIFUENTES GOMEZ 05 NOV 1992 218 RODRIGUEZ MARTINEZ JUAN DARIO
63 BG. CARLOS ARTURO CASADIEGO 16 MAY 1993 289 SANCHEZ MOLINA JULIO CESAR
64 MY. PEDRO ALEJANDRO ROJAS 05 NOV 1993 299 NAVARRO ORTIZ JAVIER
65 CR. ALBERTO RAMIREZ GOMEZ 07 DIC 1993 123 BARON SALAZAR SEGUNDO SANTIAGO
66 CARLOS LLERAS RESTREPO 05 NOV 1994 129 OCAMPO BARRAGAN JAMER
67 TC. JOSE LUIS RAMIREZ CEBALLOS 05 NOV 1995 289 JIMENEZ ALVAREZ JOSE ALFREDO
68 MY. HUMBERTO ANTONIO CASTELLANOS 16 MAY 1996 102 GUTIERREZ RUEDA ANGEL DARIO
69 CT. DIEGO GONZALEZ QUINTERO 05 NOV 1996 232 GUTIERREZ SALAZAR ALEJANDRO
70 POLICARPA SALAVARRIETA 16 MAY 1997 75 TORRES SANCHEZ FLOVER ARGENY
71 DR. VIRGILIO BARCO VARGAS 05 NOV 1997 122 CORTES DUEÑAS OSCAR HERNAN
72 TC. JAIME ALBERTO CASTRO GUARIN 05 NOV 1998 195 LOZANO GONZALEZ HERNANDO
73 DR. MISAEL PASTRANA BORRERO 14 MAY 1999 178 COY ORTIZ RONALD HAYDEN
74 MY. WILSON QUINTERO MARTINEZ 05 NOV 1999 236 CARRILLO ALVAREZ MAURICIO ANDRES
75 TC. JAVIER ORTIZ VALENCIA 16 MAY 2000 126 ARDILA ROCHA CARLOS ANTONIO
76 GR. SAULO GIL RAMIREZ 03 NOV 2000 166 RODRIGUEZ ZARATE CESAR MAURICIO
77 DR. ROBERTO PINEDA CASTILLO 01 DIC 2001 114 BENAVIDES AMADOR JAIDER ARBEY
78 MY.GERMAN RUIZ MARIN 14 MAY 2002 84B,87P ARISTIZABAL RIASCOS CESAR ALBERTO
79 MG. MANUEL JOSE LOPEZ GOMEZ 05 NOV 2002 105 CASTRO POSADA JORGE DANIEL
80 MY. RAMON LANUSSE HORTA OSORIO 06 DIC 2002 158 PATIÑO GALVIS MAURICIO ALEJANDRO
81 DR. GILBERTO IGNACIO ECHEVERRI MEJIA 19 DIC 2003 152 MEJIA MONTOYA EDGAR ENRIQUE
82 TC. HENRY ANGARITA CALDERON 1 MAR 2004 73 P RIVERA ROJAS OSCAR ANDRES
83 TC.HERNANDO AUGUSTO SACHICA RENGIFO 1 DIC 2004 162 RAMIREZ CASTRO JUAN GABRIEL
84 MY. LEONARDO OSPINO PINTO 2 JUN 2005 172 B, 86P FERNANDEZ ALARCON ALVARO FRANCISCO
85 CT. FREDY ALBERTO SILVA GUARIN 6 SEP 2005 199 VALENZUELA OVIEDO ALVARO HERNANDO
86 MY. HAROLD PIMENTEL PARRA 3 ENE 2006 242 ARIAS PERALTA JOSE WILINTON
87 MG.DEOGRACIAS FONSECA 2 JUN 2006 77 P BURITICA TABARES CARLOS ARIEL
88 MY.ROSENDO VIGOYA UMAÑA 6 DIC 2006 172 RAMIREZ RODRIGUEZ JUAN GABRIEL
89 MY. JUAN CARLOS GUERRERO 21 JUN 2007 163 HERNANDEZ ELVIS HERNEY
89 MY. JUAN CARLOS GUERRERO 22 JUN 2007 94 P MALDONADO DEVIA JOHN ALEXANDER
90 DR. ALFONSO LOPEZ MICHELSEN 5 NOV 2007 154 TRIANA PALACIOS CRISTIAM CAMILO
PERSONAL EXTRANJERO EGRESADO DEL ALMA MATER

ACTO ADMINISTRATIVO NOMBRE PAIS


ACOSTA HIDALGO JOSE MEDARDO
LOPEZ BARRIONUEVO PLUTARCO
DECRETO No. 2301 DEL 26 DE AGOSTO DE 1995 LOPEZ JIJON LUIS GERMAN ECUADOR
SUAREZ MONCAYO GUILLERMO
VASCONEZ NUÑEZ VINICIO URCISINO
DECRETO No. 1027 DEL 12 DE MAYO DE 1961 MERCADO CARCAMO JOSE RIGOBERTO HONDURAS
MORALES ROMERO JORGE EDUARDO
DECRETO 3102 DEL 28 DE NOVIEMBRE DE 1962 HONDURAS
SIMON ROMERO CRISTOBAL
CESPEDES BARRIENTOS GUSTAVO BOLIVIA
DECRETO No. 2962 DEL 2 DE DICIEMBRE DE 1964
WONG GUIZADO GUILLERMO PANAMA
DECRETO No. 2941 DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 1968 DE GRACIA ESPINOSA AGUSTIN PANAMÁ
DECRETO No. 945 DEL 13 DE MAYO ESTRADA VELASQUEZ LIDIO BOLIVIA
MARTINEZ PICO FREDY EDUARDO
ECUADOR
ARMAS PEREZ GABRIEL MARCELO
DECRETO No. 1037 DEL 15 DE MAYO DE 1979
HERNANDEZ GUZMAN BASILIO
GUATEMALA
PANIAGUA GALICIA LUIS ARTURO
CAMBERO VILLAROEL FRANCISCO
BOLIVIA
GUARDIA MORENO GERMAN
DECRETO No. 2805 DEL 9 DE NOVIEMBRE DE 1979
JIMENEZ BUCHELI JORGE ENRIQUE
ECUADOR
BURGOS TERAN FERNANDO PATRICIO
CARRASCO JALDIN VICTOR HUGO
BOLIVIA
COSSIO SANCHEZ RAMIRO VIRGINIO
ROCHA ESCOBAR HUGO MARCELO
ECUADOR
ZUMARRAGA AGUINAGA GALLARDO
DECRETO No. 1192 DEL 11 DE MAYO DE 1981
VERGARA FRIAS JUAN EDILBERTO
MORA VILLAMONTE MARCOS MANUEL PANAMA
LYONS SANCHEZ SIDNEY
MORENO RECINOS MARCOS MANUEL GUATEMALA
BATISTA SANHEZ PEDRO
DECRETO No. 3093 DEL 28 DE OCTUBRE DE 1982 GORDON SALDAÑA LUIS ALBERTO PANAMA
PINZON HERRERA AGUSTIN
MORALES GALLO MARTIN AUGUSTO
RIVERA MUGURUZA MIGUEL ANGEL PERU
DECRETO No. 1391 DEL 13 DE MAYO DE 1983 VASQUEZ CARTY RICARDO SANTIAGO
RODRIGUEZ CEDEÑO NESTOR BOANERGES
PANAMA
RODRIGUEZ DE LA CRUZ ARMANDO ABDIEL
ESPINOSA LOPEZ EDWARD RANDO
PERU
TARAZONA MELITON ABEL JOSE
DECRETO No. 3487 DEL 28 DE NOVIEMBRE DE 1985
NOBOA YEPES WILLIAM RENATO
ECUADOR
VITERY ESTEVES BYRON EDUARDO
WILDER MANUEL CASTILLO SUBIRANA
BOLIVIA
CARLOS AGUILAR CORTÉS
DANIEL OMAR MATAMOROS AVILA
DECRETO No. 2450 DEL 24 DE OCTUBRE DE 1989 HONDURAS
NULMAN EDWIN RIVERA ORTEZ
RAFAEL ANTONIO VALLADARES
SALVADOR
FRANKLIN OSVALDO CACERES RIVAS
MAURO JOSÉ ENRIQUE VARGAS VILLASIS
DECRETO No. 2593 DEL 29 DE OCTUBRE DE 1990 ECUADOR
SALINAS SANANIEGO FAUSTO LENIN
ROMERO SEGOVIA HERNAN BOLIVIA
RESOLUCIÓN No. 7461 DEL 5 DE NOVIEMBRE DE 1991 ESCOBAR JARAMILLO JORGE LUIS
PANAMA
ESTRADA DELGADO ERIC EDUARDO
CARREÑO RUDAS WALTER ANTONIO
RESOLUCIÓN No. 11975 DEL 4 DE NOVIEMBRE DE 1993 PANAMA
CENEN CASTILLO
BROCE CORDOBA RICARDO ABEL
RESOLUCIÓN No. 10038 DEL 2 DE NOVIEMBRE DE 1995 CASTILLO GARCIA RICARDO MANUEL PANAMA
LUNA VELEZ ROBERTO AUGUSTO
ALONSO CORTES ROLANDO HUMBERTO
CORDOBA KING LUIS GABRIEL
VALDES SANTAMARIA IVERO IVAN
RESOLUCIÓN No. 5974 DEL 2 DE MAYO DE 1996 PANAMA
VEGA CASTRO ALMA IRANDA
CASTILLO SANTAMARIA ELMER NODIER
PEREZ CEDEÑO JAKELINE IVETH
NUÑEZ BAUTISTA YURI EMERIK
MORALES URROLA ANIBAL
MIRANDA GONZALEZ LUIS
IBARGUEN GONZALEZ FRAMKLIM
PANAMA
OLAYA SARJUN YIRA JUDITH
CORREA SANCHEZ ALBERTO
SANTAMARIA GARCIA KATIA YANETH
JIMENEZ GUERRA LUIS ALBERTO
RESOLUCIÓN No. 15102 DEL 5 DE NOVIEMBRE DE 1996 VILLAGRAN MELO ALBA ELIZABETH
GONZAGA BONILLA OLGA CRISTINA
CHAVEZ PASPUEL PACO MAURICIO
PRADO BALDEON MARIA BELEN
REINA HUERTAS ALEX ECUADOR
RIBADENEIRA CHAVEZ CRISTINA
HERMOSA VALLEJO LIDERMAN
SALCEDO ARIAS MARIA ALEXANDRA
MARTINEZ LUPERA HITLER ODIN
RESOLUCIÓN No. 05752 DEL 15 DE MAYO DE 1997 MALDONADO GONZALEZ GILBERTO PANAMA
HOWARD MIRANDA LESLIE
CASTILLO MARTINEZ EFRAIN ANTONIO
RESOLUCIÓN No. 13835 DEL 28 DE OCTUBRE DE 1997 MENDEZ CASTILLO VICTOR MANUEL PANAMA
DE LA ESPADA MENESES RIACURTE MIGUEL
AROSEMENA EDUARDO ENRIQUE
ARROYO MACIAS DANIEL SAMUEL
UREÑA MORENO JOANA MABEL
PANAMA
RESOLUCIÓN No. 03676 DEL 2 DE OCTUBRE DE 1998 DE GRACIA LUIS ANTONIO
GUARDIA MARTINEZ RUBEN ALEXIS
SUKLAL BARRIA SAID SOTTARY
PHILIPS BROWN HECTOR ARTURO
RESOLUCIÓN No. 00405 DEL 10 DE MAYO DE 1999 DELGADO DIAZ SERGIO ELPIDIO PANAMA
SANCHEZ TORRES ALEXANDER ANTONIO
SERRATO PITTI REINEL
MARTINEZ CHIRU BORIS
OBANDO ADAMES GERALDINE
RESOLUCIÓN No. 01044 DEL 29 DE OCTUBRE DE 1999 PANAMA
MORENO AVILA RUBEN DARIO
ORTIZ SANCHEZ LEANDRO
BOSQUEZ CORTES JORGE
JURADO LOPEZ RAFAEL ARNOLDO
JAEN JAEN GUILLERMO SAMUEL
PANAMA
DOMINGUEZ CISNEROS JORGE EFRAIN
VARGAS ORELLANA FERNANDO
RESOLUCIÓN No. 0592 DEL 9 DE MAYO DE 2000
TORRES CONTRERAS AMILCAR
CABALLERO JURADO ELMER DANIEL
PINTO QUESADA OMAR ABDIEL
RODRIGUEZ GRENALD LEANDRO
SOLIS VELASQUEZ LARRY
PEREZ BERRIO ADOLFO OMAR
PANAMA
CHU OLIVEROS PABLO
RESOLUCIÓN No. 1615 DEL 23 DE OCTUBRE DE 2000
BENITEZ ANGULO HUMBERTO ENRIQUE
BOZO VILLCA WILBER RENE
BOLIVIA
BRUB RIOS KURT GERMAN
VASCO TADEO RODRIGUEZ SAMUDIO
DECRETO No. 2580 DEL 30 DE NOVIEMBRE DE 2001 HECTOR DANIEL DE SEDAS CEDEÑO PANAMA
ALFREDO ARIAS RIOS
RODRIGUEZ GUERRA KENNETH
CANDANEDO AYALA EDMUNDO
DECRETO No. 0476 DEL 18 DE FEBRERO DE 2004 DE GRACIA BARRIA ORIELAUGUSTO PANAMA
MORENO MENDIETA MELQUIADES BERNAL
PORTUGAL OSCAR ANTONIO
BARBA GALLARDO VICTOR ALEXANDER
BELAFONTE LOPEZ LORENZO ANTONIO
DECRETO No. 4307 DEL 21 DE DICIEMBRE DE 2004 ESPINO MORENO CESAR ALBERTO PANAMA
PANG VIOLET JOSE ANTONIO
SANTAMARIA DE LEON LUIS CESAR
MARIANO ALMENDRA CEDEÑO
ALEXANDER ABDIEL HERRERA PINTO
DECRETO No. 4582 DEL 27 DE DICIEMBRE DE 2005 PANAMA
RODERICK SAMIR ALMENDRA BETHANCORT
AGUSTIN PINZON AGUILAR
ROBERTO CARLOS ANARIBE
DECRETO No. 3057 DEL 13 DE AGOSTO DE 2007 HONDURAS
JUAN CARLOS ESCOBAR FIGUEROA

Ver pie de página37

37
Archivo Oficina Registro y Control ECSAN
BIBLIOGRAFÍA

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