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VISIÓN Y MISIÓN
VISION
MISION
1
Formulación Estratégica Institucional 2007 – 2010.
2
Resolución No. 03028 del 270807, artículo 1º.
CAPITULO II
ESCRITURA
La Policía Nacional posee tres escrituras del predio que acreditan su propiedad,
tal como se relaciona a continuación:
Por el norte, con la Autopista Sur; por el occidente, con las instalaciones de la
Fábrica de Confecciones y Lavandería del Fondo Rotatorio de la Policía
Nacional, así mismo con el Colegio Nuestra señora de Fátima y el Barrio
Venecia; por el oriente con el barrio Villa Mayor y por el sur con las
instalaciones de la Dirección de Transportes DITRA.
VÍAS DE ACCESO
En el sector se encuentran las siguientes vías, en su orden de importancia:
Avenida carrera 33: Flujo en dos sentidos, cada uno con dos carriles, con
separador central y andenes peatonales.
Avenida Batallón Caldas: Flujo en sentido sur – norte, de dos carriles y andenes
peatonales.
Carrera 48 sur: Flujo en un solo sentido, norte – sur, de dos carriles y andenes
peatonales.
Calle 49 sur: Flujo en un sentido norte – sur, dos carriles, con andenes
peatonales.
EQUIPAMIENTO URBANO
Alumbrado Público: El sector donde se encuentra ubicado el predio, cuenta con
alumbrado público en sus alrededores perteneciente a la malla eléctrica del sur
de la ciudad, en buen funcionamiento.
Servicios Públicos: El sector cuenta con los servicios públicos básicos
instalados, de acueducto, alcantarillado, energía eléctrica, red de teléfonos y
recolección de basuras, servicios complementarios como gas natural y red de
televisión por cable (cablecentro).
Transporte Público: La infraestructura vial del sector permite que el predio tenga
el servicio de transporte público, atendido por rutas de bus ejecutivo, colectivo,
busetas, buses, taxis y troncal del Sistema de Transporte Masivo
TRANSMILENIO.
CÓDIGO C–I–I–I
TRATAMIENTO CONSERVACIÓN URBANÍSTICA
ÁREA DE ACTIVIDAD ZONA INSTITUCIONAL
USOS PRINCIPALES INSTITUCIONAL
TERRENO
CERRAMIENTO
Es de anotar que para todos los efectos legales, el señor Director General de la
Policía Nacional expidió la Resolución No. 4916 de 2007, según la cual
CAPITULO III
Fueron, pues, los albores de este siglo, testigos de un nuevo empeño de nuestros
gobernantes por congregar, bajo sus banderas y para servicio de sus mismos
gobernadores, los puñados de hombres de buena voluntad que tras la cruenta
guerra quisieron ayudar a su desgarrada Patria a restañar tantas heridas y
engalanaría con la presea del orden y el afianzamiento de la recién recuperada paz
nacional.
Consideraba el doctor Gabriel González que más que la formación del personal de
vigilancia, era necesaria la capacitación de un buen Cuerpo de Policía Secreta.
Dadas las características de la época, gestionó ante los poderes centrales la
expedición de un decreto creador de la escuela de detectives, que se constituía en
la primera que se establecía en Colombia.
El decreto fue el No. 311 de fecha 13 de marzo de 1914, firmado por el Presidente
Carlos E. Restrepo y su ministro de gobierno, Clodomiro Ramirez, al cual le siguió el
orgánico No. 102 del 3 de abril del mismo año. Las autoridades locales y nacionales
estuvieron de acuerdo con el Director de la Policía en cuanto a su preocupación por
el fenómeno de la cultura y el adelanto policial del personal de la institución. Como
se recordará fue el doctor González quien, en marzo de 1912, fundó la “Revista de
la Policía Nacional”, precisamente con el objeto, de obtener una divulgación cultural
y mantener una instrucción entre los miembros del cuerpo a su cargo.
El sentido del decreto 311 y del orgánico 102 del 3 de abril de 1914, se
complementan maravillosamente, porque establecen inicialmente las bases de una
auténtica organización, en cuanto a la tecnificación de la policía colombiana. En
seis capítulos concienzudamente estudiados, el Decreto 102 expone la naturaleza
de la Escuela de Detectives, su organización, sus fines y sus disposiciones
generales. Para que se aprecie el alcance modernista de los delineamientos de tal
escuela, transcribimos el artículo 3 del decreto en mención: “Este establecimiento
tiene por mención especial la de procurar el adelanto científico de los sistem as de
policía, alejando, en lo posible, de esta institución la manera empírica de proceder y
atendiendo así la necesidad, creciente cada día, de prevenir, evitar y reprimir con
mejor éxito, la criminalidad de Colombia”.
La dirección de la escuela creada en virtud del decreto aludido estuvo a cargo del
señor Eduardo D. Toro Pereira, funcionario experto en materia de investigación y en
todo lo relacionado con sistemas de seguridad.
EL PENSUM
Comprendía materias tan importantes como Ciencias naturales (profesor el doctor
Eduardo González Camargo), criminología (profesor doctor Gabriel González),
Medicina Legal (doctor Gabriel Camargo), Francés (señor Rubén de J. Quevedo),
Grafología (José Vicente Gamboa), Taquigrafía (Víctor M. Quijano); Topografía y
Dibujo (doctor Rosas) y Fotografía (señor Darío Vargas).
Por Decreto No. 1143 del 3 de Julio de 1916, el gobierno nacional por encargo del
señor ministro de Colombia en España, en ese entonces el doctor Guillermo
Camacho Carrizosa, contrató en la capital española a dos prestigiosos oficiales
pertenecientes a la “Guardia Civil Española” que fueron el comandante José Agudo
Pintado y el Capitán José Osuna y Pineda.
La Escuela de Detectives tuvo una duración de cuatro años al cabo de los cuales se
clausuró por falta de recursos económicos, lo cual afectó las labores encomiables
de la época.
1919 – LEY PRIMERA SOBRE CREACIÓN DE UNA NUEVA ESCUELA DE
POLICÍA
Por iniciativa propia, el doctor Marco Fidel Suárez presentó a consideración del
Congreso un proyecto de ley sobre la creación de una escuela de policía, iniciativa
que obtuvo su aprobación, mediante la Ley 14 de 1919 del 8 de septiembre.
Dicha ley tenía por finalidad crear un centro de preparación policial en forma
permanente, en donde los jefes, oficiales, agentes y demás funcionarios lograran
alcanzar una adecuada instrucción general que redundara en el progreso y
desarrollo de la institución.
Durante el gobierno del doctor Miguel Abadía Méndez es nombrado para ocupar la
dirección de la Policía Nacional, el destacado jurista doctor Manuel Vicente Jimenez,
quien se interesa enormemente por la instrucción de investigación centralizada en
una nueva escuela de policía, objetivo que se logró mediante el Decreto No. 163 de
fecha 23 de junio de 1927.
a Sección de vigilancia,
b Sección de detectivismo,
c Sección policía de investigación, y
d Sección de aprendizaje técnico.
Ante la posible estabilidad de este nuevo instituto de policía, cuyo objeto era el de
impartir una eficiente formación técnica, se contrataron los servicios de un experto
profesor. El nombramiento que recayó en la persona de don Enrique Medina Artola,
de nacionalidad argentina, conocido profesor técnico en esta rama científica.
El Poder ejecutivo tenía ya formado un criterio, con base a las experiencias y los
experimentos con las desaparecidas escuelas de policía, sobre la gran necesidad
de establecer, con estabilidad y firmeza, un centro de formación nacional en donde
se fusionaran las pequeñas escuelas que funcionaban en diversas unidades en todo
el país. En consecuencia, dentro del decreto reorgánico de la Policía para ese
entonces, se introdujo un artículo pertinente en el cual se creaba la “Escuela
Nacional de Policía” para las ramas de detectivismo, vigilancia y sección
preparatoria para aspirantes.
Parece ser que la Escuela de Policía Nacional sufrió, por desgracia, la misma suerte
que las anteriores. Se desintegró como centro docente por motivos presupuestales.
Pero al igual que en las pasadas épocas, las divisiones continuaron preparando
personal en Vigilancia y Detectivismo, de acuerdo con las actividades locales, sin
que aún se llegara a plasmar la idea de un instituto exclusivo para la formación de
los oficiales de policía. Entre otras razones porque cada policía departamental o
municipal los escogía a su gusto y sin requisitos de formación profesional.
A la vez, el director Bernate señalaba con clara visión que era hora de iniciar la
genuina carera profesional del funcionario de policía. Su iniciativa fue, pues, el
comienzo de la Estabilidad, principalmente de la carrera profesional del oficial de
policía en Colombia y también del resto del personal, pues allí se capacitaría
igualmente, suboficiales, detectives y agentes.
El Coronel de Carabineros Armando Romo Boza, jefe de la Misión Chilena que por
esa época prestaba sus servicios a la Policía Nacional de Colombia (había llegado a
comienzos del año de 1936 en una misión compuesta por el capitán Berlamino
Torres Vergara y el Teniente Emilio Oelskers Holstein), escribió acerca del articulo
11 del Decreto en cuestión siguiente:
En este instituto hay que modelar la nueva conciencia del servidor público llamado
policía en un ambiente de estudio que levante el nivel intelectual y le dé el aspecto
de una carrera profesional. Las proporciones de la creación de este instituto podrán
apreciarse por los grandes beneficios que reportara al contar con oficiales bien
preparados que le inspiren la debida confianza”.
DECRETA:
Artículo 3. Con el fin de preparar los oficiales y suboficiales que han de formar
la planta directiva y de instrucción de la Escuela de Policía, autorizase al
Director General de la Policía para enviar al exterior, por el término de diez y
ocho meses, una comisión de oficiales y suboficiales que en misión de estudios
practique en servicios de policía y haga cursos de perfeccionamiento en una
escuela especializada en la materia. Esta comisión podrá ser integrada hasta
por un mayor, uno o dos capitanes, tres tenientes, dos subtenientes y cinco
suboficiales.
Los oficiales a que se refiere este artículo, serán escogidos por los respectivos
Gobernadores, de acuerdo con el Director General de la Policía Nacional.
Artículo 8. Autorizase al Director General de la Policía Nacional para construir
por administración directa o por medio de contrato, con fondos de la Caja de
Auxilio de la Policía, los edificios necesarios para el funcionamiento de la
Escuela de Policía, en el lote denominado Muzú, que la Caja compró con tal
objeto.
Artículo 9. La Escuela Nacional de Policía principiará a funcionar tan pronto
como se terminen los edificios, que deberán tener una capacidad mínima para
quinientas unidades, distribuidas en personal de planta y cursos de aspirantes y
de aplicación para oficiales, suboficiales y agentes.
Artículo 11. Los planos de las obras, como distribución de los edificios,
pabellones, etc., deberán ser sometidos al estudio y aprobación de la Sección
de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.
3
Diario Oficial No. 23562 del 240837, p. 377
LOS PLANOS DEL INSTITUTO. DISPOSICIÓN TÉCNICA INICIAL
1. CUERPO DE GUARDIA
Para la atención del público, control y seguridad del cuartel, aquí residen los
centinelas en sus garitas y torres de observación, el cuerpo de guardia, y sus
jefes. Existen además las dependencias para la atención del público, la
profilaxia la central de telefonía y los calabozos.
2. DIRECCIÓN
Es la parte destinada a la administración; tienen en este edificio su despacho
los comandantes, los escribientes, la contaduría y sala de profesores en le
primer piso; en el segundo piso, están los dormitorios individuales para los
oficiales alumnos de los cursos de aplicación.
3. ALMACENES GENERALES
En los locales de este edificio se almacenarán aquellos enseres necesarios
para la dotación del personal y que son de uso diario o permanente.
4. CASINO DE OFICIALES
En la planta baja de este edificio están los comedores y sus adyacentes, los
juegos y la biblioteca; en el segundo piso, los dormitorios individuales con las
toilettes respectivas de los oficiales de planta de la escuela.
6. ENFERMERIA
La enfermería estará dotada de todos los elementos que la ciencia médica
exige para este tipo de servicios. Tendrá una capacidad para cincuenta camas
en dormitorio común, mas unas seis camas para infecciosos; el servicio estará
dotado de un gabinete dental, laboratorios y cuarto de rayos X.
7. ESCUELAS DE ENSEÑANZA
Estos edificios, en numero de 2, cada uno con 4 aulas tipo escuela primaria,
estarán destinados para clases de los futuros suboficiales y aspirantes a
oficiales.
8. LABORATORIOS CRIMINOLOGICOS
16. PESEBRERAS
De tipo “cabeza contra el muro” con capacidad para 160 caballos.
20. HERRERÍA
21. TALLERES
Los talleres necesarios para la marcha normal de la escuela, como carpintería,
sastrería, armería, zapatería.
22. GARAJES
23. GIMNASIO CUBIERTO
Edificio de entretenimiento de gimnasia, boxeo y esgrima.
24. ESTADIO
El estadio, tipo olímpico, tendrá una capacidad para cuatro mil personas. Todos
los deportes al aire libre tendrán lugar en este centro deportivo donde se
entrenaran además las otras unidades de policía de la ciudad; canchas de tenis
y de básquetbol completarán el estadio.
LA URBANIZACIÓN
La red del alcantarillado fue un problema que con esmero resolvió el municipio. El
acueducto y el alumbrado serán servicios que se instalaran a su debido tiempo, por
las respectivas empresas.
ARBORIZACION
Se plantaran los árboles adecuados y pastos artificiales para formar prados y
contribuir al embellecimiento del instituto.
ARQUITECTURA
La arquitectura, desprovista de ornamentos inútiles; la luz y aireación son los
factores que han guiado al arquitecto en la elaboración de los planos. El colorido de
los edificios será juiciosamente estudiando y se preferirán los tonos vivos por ser
esta parte de la sabana un tanto triste, quizá por el aspecto árido de los alrededores
y también por tener una atmósfera gris, color motivado tal vez por la vecindad del
horizonte siempre nublado de los paramos de Cruz Verde.
El Doctor Carlos Martínez Cárdenas, como arquitecto constructor del proyecto, inicia
la obra, cuyo periodo de realización era de 9 a 10 meses. En los primeros siete
meses estuvieron listos la enfermería, dos bloques para instrucción, comedores,
cocina, dormitorios y casino de oficiales. El estilo arquitectónico de la obra se debió a
una fuerza circunstancial, pues la teja que se debía usar era de tipo español pero
tenia el problema de ser muy pesada, de difícil almacenamiento y por lo tanto exigía
cerchas mas sólidas y fuertes; además no había la seguridad de conseguirla toda.
Se procedió, entonces a adquirir teja tipo holandés que era más liviana, de más fácil
almacenamiento y adquisición. No se hizo en concreto por su costo; se hizo sobre
cemento, material que brindaba economía ya que la tonelada valía de $60 a $65.
Los trabajos se comenzaron por la frontal o sea por la guardia, para que estas
edificaciones sirvieran como almacenes de los materiales de las mismas. Otras
servirían como oficinas de control. El presidente López propuso, con una visión
futurista, comprar los terrenos aledaños a la escuela para que se pudieran construir
en ellos una pista para avionetas y helicópteros.
El informe rendido por el General Azuero Arenas ante el diario capitalino “Actualidad
Diaria”, se refería al estado y costo de la obra, así:
LOS EDIFICIOS
A la fecha son dieciocho (18) los edificios que ya están terminados. El primero de
ellos es una torre que impresiona. En su parte principal están las oficinas y locales
de ese organismo. Hay un amplio salón para el despacho de oficial de guardia y las
otras dependencias están hechas con criterio moderno de higiene, comodidad y
seguridad. En la planta baja del se construyeron calabozos, un sitio apropiado para
las armas, enfermería, radio-recepción, teléfonos sanitarios, etc. En la parte más alta
a unos treinta metros, la garita con su centinela, y encima, superándolo todo de
Colombia
Las pesebreras son dos, muy amplias, con capacidad para ciento cincuenta
caballos, cada una de ellas. Su construcción responde al mismo estilo de toda la
obra, y en su interior, las bestias gozarán de amplitud, comodidad e higiene. Existe
igualmente un pabellón de veterinaria con sala de operaciones y cuadras especiales
para el tratamiento de los casos delicados de las bestias.
Las anteriores dependencias se complementan con dos pabellones para los talleres
y garajes. En la primera de tales estructuras se instalarán la sastrería, la zapatería,
la talabartería, la mecánica y la herrería. Así la Escuela “Santander” tendrá
asegurada su vida interior absolutamente propia.
La lavandería es quizá una de las mas admirables instalaciones que todavía no esta
completa, aún cuando están aquí todas sus parte. Será la mas grande y mejor del
país. Servirá para lavar la ropa. De tres mil hombres en forma rápida, higiénica y
económica, de modo que todo el personal podrá enviarla allí.
El casino: en el edificio del casino hay el mismo ambiente sobrio de las otras
dependencias, aún cuando tiene mayor elegancia, pues será el centro social de la
institución. El parque del piso, las pantallas y el estucado de las paredes son
artísticos y armoniosos. El salón de recepciones es amplio y atrayente. Posee
biblioteca fumoir y salón de baile, comedores y bar. En el piso alto están los
dormitorios de la oficialidad, con sus baños.
Casino Mayor
Trujillo Gómez y Martínez Cárdenas, y la constructora Coleman & Cía. Han sido los
encargados de la construcción. Esta última firma merece una felicitación de parte de
la Policía Nacional por el cumplimiento exacto que dio a su contrato en costo y
tiempo. Además mereces especial atención el arquitecto Carlos Martínez y su
compañero Manuel Robayo, quienes trabajaron incansable y talentosamente.
Podemos destacar algunos aspectos del Decreto No. 776 del 14 de abril de 1940, el
cual defina la Escuela como una institución de carácter civil con régimen y disciplina
militares y, además, constituye el Departamento Docente de la Policía Nacional.
Depende de la Dirección general del cuerpo y está a cargo de un Director, de libre
nombramiento y remoción del Gobierno, que tiene la responsabilidad de la marcha y
finalidad del instituto, para lo cual goza de la autonomía indispensable en la
organización, dirección y régimen interno del mismo.
Bajo la dirección del Coronel Aza Terán, del Mayor Nieto Umaña, del Capitán Emilio
Camargo, de los oficiales de planta, del Prefecto de estudios Doctor Luís Alberto
Pinzón, y de los Profesores de la Escuela, se llevó a cabo el primer curso de
aspirantes a oficiales, compuesto por 45 alumnos, y de aspirantes a Agentes,
formado por 200 alumnos, así como un curso de perfeccionamiento para
Suboficiales.
“Artículo 1°.- La escuela de Policía “General Santander”, tiene por objeto esencial la
preparación y el perfeccionamiento profesional de los oficiales, suboficiales, agentes
y detectives que requiere la Policía Nacional para el cumplimiento de su misión
constitucional.
Artículo 3°.- El Ejército y la Policía, aún cuando tienen sus diferencias esenciales,
tienen también elementos comunes afectos a su organización y desarrollo. La
disciplina, que quiere decir orden; y el adiestramiento en el manejo de las armas,
con bases fundamentales de la organización de un cuerpo armado. Sin embargo,
así como la disciplina que tiende a formar el carácter del individuo y a mantener la
cohesión del conjunto, debe ser a todo momento sostenida y robustecida, la
instrucción militar para la Policía debe tener sólo una intensidad apropiada a la de
una labor auxiliar en la búsqueda del objetivo principal: preparación y
perfeccionamiento profesional policial. Es decir, que la preparación militar debe
ser un medio y no un fin”.
Concluidos en gran parte los trabajos de construcción, así como los de dotación de
los elementos indispensables para el funcionamiento de la Escuela, se inició en
firme la organización del instituto y con este propósito el ejecutivo expidió la
siguiente norma:
DECRETO No. 343 de fecha 21 de febrero de 1940
Firmado
“La efigie del Hombre de las Leyes – dice el ilustre historiador Cuervo – debería
presidir todas las reuniones de la Policía de la Nación, como el mejor homenaje y
más justo reconocimiento al gobernante que la organizó y protegió dándole normas
de pulcritud administrativas que en el correr de los años se han afianzado en
beneficio de la comunidad”.
No supuso quizá el ilustre historiador doctor Luís Augusto Cuervo, cuando habló en
el Capitolio Nacional sobre el desvelo del Hombre de las Leyes por lo relativo a la
organización policial en nuestro país que, poco tiempo después, el gobierno
nacional, como el mejor homenaje y el más justo reconocimiento al gobernante que
organizó el país dándole normas de dignidad y pulcritud, escogiera el nombre
General Santander“, para el que fuera uno de los primeros y más prestigiosos
institutos policiales de América Latina.
Así mismo, mediante el Decreto No. 777de abril 19 de 1940, el señor Presidente de
la república le asigna un automóvil para la dirección y profesorado, un camión para
la proveeduría y un bus para la movilización del personal.
“Era el 16 de mayo. Día feliz; lucia sus galas de luz una de esas mañanas
esplendidas de este paraíso de los Andes que es Bogota. Cielo de purísimo azul, sol
a raudales, un delicioso frío que tonificaba los nervios por ser moderado y un
ambiente de quietud general en la gran ciudad, a pesar de que el país entero
participaba del inquietante problema que hacia solamente ocho meses se había
cernido sobre el mundo entero con el desencadenamiento de la segunda guerra
mundial.
Descendimos en silencio, no era para menos; aquí la cosa cambiaba ya, se ponía
seria, por decirlo así. Ante nuestras interrogadoras miradas fueron apareciendo,
tocadas de seriedad casi alemana, las figuras del comandante de curso, capitán
Emiliano Camargo Rodríguez, del teniente instructor Cadena Ariza y sobre y sobre
todo del señor director de la escuela doctor Luís Andrés Gómez. El recibimiento fue,
empero, muy cordial: “sigan en silencio, no fumen, abotónense bien ese saco y
pónganse a órdenes del capitán Camargo”. Por un momento nos distrajimos
contemplando el precioso paisaje de los predios de la Escuela; en realidad esto ha
sido encantador; pensaría uno encontrarse en amenos chalets ingleses o alemanes
rodeados de hermosos jardines y en los alrededores espaciosos terrenos de la
sabana, que invitaban al deporte, al esparcimiento y aun a la poesía. De pronto
tronó la voz de mando: “formar aquí”; en pocos minutos estuvimos correctamente
formados frente al almacén para recibir equipo y prendas. Se nos dieron las
explicaciones del caso y se nos condujo al dormitorio; ya sabíamos pues, donde
íbamos a dormir. Pero también sabíamos como tendríamos que portarnos porque a
cada paso se escuchaba la palabra disciplina y , a manera de cauda sonora, la
palabra “chilena” . Es de anotarse que no pocos echaban ojo y preguntaban
tratando de averiguar donde quedaba el comedor. Muy humano el detalle sobre todo
porque ya se tenía la impresión de que el factor “vitaminas” no era uno de las más
estimulantes como no lo ha sido en ningún internado de este país.
No hubo clase el primer día; el viernes y el sábado tuvimos orden cerrado; aquello
era duro especialmente para los civilistas, es decir quienes habíamos egresado de
colegio donde siempre fuimos tratados con exquisita delicadeza; jamás pensaron
que tendrían que arrojarse boca abajo con un fusil en la mano, ni asolearse horas
haciendo toda clase de movimientos pesados, pero al verdad es que todos eran
valientes y estaban resueltos a afrontar lo que fuera.
Claro que las cosas habían sido posibles dentro de una absoluta normalidad; pero
esta normalidad la quebrantaban los brigadieres, personajes que se complacían en
hacerles imposible la vida a los pobres civilistas. Los brigadieres fueron escogidos
entre los cadetes de la Escuela Militar. Yo fui uno de ellos, los otros eran: Ricardo
Durán, Diego Antonio Marque Silva, Antonio Arciniegas Castilla y Hernando Cortes
Ligueros, este último brigadier mayor; Ricardo Duran había sido oficial de la guardia
de cundinamarca; entre los brigadieres recuerdo a González Peláez Ocampo e
Isaías Cuervo Ramírez; este había sido empleado civil de la policía.
Pero, a pesar de los brigadieres y sub-brigadieres y de todo aquello que tenia visos
de disciplina y de dureza, pronto nos hicimos todos al ambiente. Hasta llegaron a
gustarnos las clases del capitán Camargo Rodríguez, quien gozaba de la justa fama
de buen deportista, como que había ganado varios campeonatos. El capitán nos
dictaba las clases prácticas y organizaba los deportes que en esa época se
limitaban al fútbol y al basketbol.
Grupo de la primera
compañía, tomando de los
corredores de una de las
aulas, se observa en primer
lugar a los cadetes,
(aspirantes a oficiales) y a
los aspirantes a
suboficiales. Mayo de 1940.
El lunes 20 comenzaron las clases con toda formalidad, de acuerdo con el pénsum
señalado. Todos los que tenemos la suerte de vivir aún, recordamos la más difícil;
era la de Policía Preventiva, dictada por el doctor Lleras Pizarro, profesor de honda
versación en la materia y exigente en alto grado. En cambio se nos hacía
amenísima la clase del mayor Nieto Umaña, sobre táctica y otras materias
policiales; era que el señor mayor, como ex20oficial de la guerra contra el Perú,
conservaba recuerdos que para el eran valiosísimos y no había clase en que no nos
contara sus afanes, pero eran hechos de tanta turbulencia que nosotros con todo y
ser todavía muchachos ingenuos, no se lo creíamos; sin embargo las clases del
mayor Nieto Umaña gustaban ya a ellas acudíamos con euforia.
Las salidas las aprovechamos para visitar a la familia y a la novia, obviamente, pero
también era común encerrarnos en cierto establecimiento llamado: “La covacha”
cuyo dueño era el carabinero Melgarejo, donde vendían un néctar de maíz de
mucha solicitud. Un buen día, por cierto, los señores brigadieres convencieron al
oficial de servicio, ST. Pantaleón J. Cepeda para que fuera a conocer “la covacha” y
a probar el amable licor que allí se expendía. El ST. Cepeda llevaba varios años de
carrera policial sin haber cometido la más leve falta. Sin embargo, ese día tuvo la
mala suerte de ser sorprendido en la covacha por el propio capitán Camargo.
Huelga todo comentario. El escándalo fue general y hubo también degradación
general; el suscrito quedó muy parado en esa ocasión por haber tenido la fortuna
de no encontrarse en la Covacha, en el triste momento de la “pichoneada”; también
frecuentábamos los cafés, nuestros favoritos eran el Colombia, el Molino y el real.
No íbamos propiamente a tomar tinto; había otras cosas muy baratas y sabrosas y
como en la época no existía ni lo Policía de control ni la militar, podía uno estar a
sus anchas, controlado solamente por su sentido de responsabilidad, el cual a ratos
se distinguía y surgían así las mas movidas grescas con estudiantes de colegios y
aun de universidades.
Desde luego, de todo esto nos arrepentimos hoy, y de ninguna manera veríamos
con buenos ojos que nuestros cadetes se sintieran halagados por un sistema de
vida que hoy seria anacrónico y peligroso.
Fue una época feliz a pesar de la ruda disciplina, el agua helada con que nos
bañábamos a las cinco de la mañana y a pesar de las dificultades en general con
que adelantábamos nuestros estudios. Había sinceridad en nuestros corazones y,
por encima de todo, un alto deseo de servirle a la sociedad.”
Acosta R. Hugo
Anzola P. Ramiro
Arciniegas Castilla Antonio
Ayala Vargas Joaquín
Baquero Peña Jorge E.
Barrera Rincón Hernando
Bejarano M. Alfonso
Benítez Reina Pedro J.
Bonilla R. Roberto
Borda Junguito Jorge E.
Calderón H. Hugo
Camacho Leyva Bernardo
Camargo Rodríguez Héctor
Cárdenas Arboleda Luís A.
Carrera D. Alfredo
Correal Morales Hernando
Cortes Rigueros Hernando
Cuervo Ramírez Isaías
Durán Cordovez Ricardo
Erazo. D. Alberto
Escobar Hernández Alfonso
Espitia José S.
Fandiño Herrera Guillermo
Ferro Carlos H.
Florez C. Julio C.
Forero peña José I.
Gómez Jaime R.
Gómez R. Constantino
González L. Alberto
Heredia Forero Carlos
Herrera Mendoza Héctor
Leyva Durán José I.
Maldonado Aza Eduardo
Márquez Silva Diego
Mendoza de la T. Guillermo
Mosquera Mosquera Juan F.
Ospina Navia Luís E.
Peláez O. Gonzalo
Pereira Montoya Hernando
Polania puyo Ernesto
Quevedo Tobón Guillermo
Quijano Medina Álvaro
Ramírez Merchán José A.
Ramírez T. José M.
Ramiro Mario
Ramos Barrera Víctor
Rodríguez G. Gustavo
Silva Silva Santiago
Tobon Gallego Pablo E.
Valencia Ramírez Alberto
Vargas Camelo Álvaro
Villa V. Carlos
CLAUSURA DE ESTUDIOS
Acto seguido los alumnos del curso de suboficiales dirigidos por el profesor Miguel
A. Valderrama, presentaron una muralla de esgrima de daga, la cual resulto muy
lucida porque se hizo notoria la uniformidad en los movimientos y la seguridad que
los futuros instructores tienen en el manejo de las armas blancas, resaltando la
importancia de esta instrucción.
Número bastante llamativo fue el que presentó el señor Subteniente Luís Arturo
Cárdenas Arboleda, también alumno fundador del curso de oficiales con la bellísima
revista de gimnasia rítmica con armas, a los acordes de un vals de Strauss,
ejecutado maravillosamente por la banda de la Policía Nacional. Todo ello
constituye una demostración clásica del nivel cultural alcanzado por los alumnos de
la escuela en este sentido, pues no solamente se apreció la destreza en el manejo
de las armas, sino también la memoria, la atención y el oído musical de los
educandos, factores que el público supo apreciar y celebró con sus caluroso
aplausos.
Durante este mismo año de 1941 el Ministerio de Gobierno ordenó una detenida
visita a la escuela, con el fin de percatarse como se desarrollaban los pénsumes, y
de la marcha general del establecimiento, la cual fue practicada por el doctor
Enrique Acero Pimentel, alto funcionario del ministerio y posteriormente secretario
general del mismo. El doctor Acero pasó por todas las aulas, practicó exámenes,
revisó trabajos y habló con diferentes alumnos. Su informe al Ministro fue altamente
favorable para la escuela.
El simple hecho de ubicar la escuela en un lugar cuyo clima hace que se le tenga
como sano físicamente, es para el espíritu un lugar de trabajo, porque todas las
facultades se sienten allí siempre dispuestas para el estudio y la dedicación
constante de la ejecución de los planes de la pedagogía trazados.
Sin embargo, había otros factores que era necesario tener en cuenta y que en
efecto se tuvieron antes de tomar la decisión de la ubicación. Cerca de la finca
“Muzú” funcionaba un puesto de Policía para la vigilancia del sector. Esta era la
única construcción que se levantaba en los alrededores de la finca y prestaba un
excelente servicio, especialmente para el control del abigeato.
Por tanto, el hecho de ubicarse allí la Escuela de Policía, era un valioso aporte a la
tranquilidad de las gentes de la región.
El Programa acordado contempla tres números de los cuales uno estuvo a cargo de
un equipo de carabineros, consiste en un juego llamado “Butaca”, que resulto muy
interesante y del cual salió vencedor el dragoneante Ricardo Salamanca Torres. El
segundo estuvo a cargo de un equipo de suboficiales del escuadrón de carabineros
en el que se disputaron el campeonato de salto largo.
Fueron participantes el alférez Carlos D. Cortés T.; el sargento Luis E, Jiménez M.,
el cabo Ernesto y dragoneante Rafael Sierra Ch. Fue este número por demás
interesante si tiene en cuenta que el éxito alcanzado. Obtuvo el primer puesto el
Sargento Jiménez en el caballo “Zipa” con un salto de 8 metros de largo; el segundo
lo logro el dragoneante Sierra en el caballo “ingles” con un salto de 7.20 mts. Es de
anotar que fue batido el record nacional que estaba en 7.20 mts. Con los 8 metros
impuestos por el sargento Jiménez. Estos dos números fueron organizados y
dirigidos por el teniente Alcides Reyes M. actual encargado del comando de la XI
División a donde pertenece el escuadrón de carabineros. A los ganadores se les
concedieron premios donados por el mismo escuadrón.
Como tercer número se presento una pista para oficiales que resulto muy lucida.
Integraron el equipo los mayores Emiliano Camargo y Luis Nieto Umaña; los
capitanes Jenaro Rozo Osorio y Daniel Salazar F; tenientes Alcides Reyes M.,
Alberto Guzmán A. y Antonio Arciniegas C. y los subtenientes Hernando Pereira M.
y Francisco Fonnegra Pardo. En esta prueba se jugaron dos premios: una copa
donada por la señora doña Eliana Cuellar de Barrios, que le fue adjudicada al
subteniente Hernando Pereira M. quien obtuvo el primer puesto en el caballo
“Lautaro” pasando la pista con 0 faltas. El segundo – un bello motivo hípico –
donado por la escuela de Policía “General Santander”, le fue entregado al teniente
Alcides Reyes M., quien lo obtuvo en el caballo “Halcón”, pasando la pista con una
falta.
CURSOS ESPECIALES
EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA
En uso de las facultades extraordinarias conferidas por la ley 5ª. De 1943,
DECRETA:
Artículo 4º- Los oficiales que hayan cumplido satisfactoriamente con todas y cada
una de las obligaciones contraídas en el respectivo contrato, tendrán derecho a
tomar parte en los concursos que organizará el Gobierno para constituir comisiones
de especialización en policía, que se enviarán por cuenta del Estado a los países
extranjeros de más alta técnica policial, con el fin de que perfeccionen sus
conocimientos.
Artículo 6º.El Gobierno, por conducto del Ministro de Educación Nacional, procurará
que en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional yen las demás
facultades de derecho departamentales y privadas se organicen, con la
cooperación de la Dirección General de la Policía Nacional, cursos voluntarios de
especialización policiva.
El Gobierno adoptará las medidas necesarias para que los cargos de jueces de
instrucción, jefes de seguridad, comandantes de división y demás relacionados con
los servicios de policía e investigación, se llenen de preferencia con el personal
aprobado en estos cursos.
Comuníquese y publíquese:
Dado en Bogotá, a 1 de septiembre de 1943.
Firmado
ALFONSO LÓPEZ
Presidente de la República
DARIO ECHANDIA
Ministro de Gobierno
Mediante el Decreto 1719/43 y la Resolución 491 del mismo año (sep. 10), se
fijaron las asignaciones y requisitos para los alumnos de los cursos, autorizados por
el acto 1718 de 1943, quienes posteriormente fueron dados de alta como
comandantes, abogados de la Policía Nacional.
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
DECRETA:
Artículo 1º- De conformidad con el artículo 62 del decreto extraordinario No. 1718
del 1 o. de septiembre en curso, fíjense las siguientes asignaciones a los alumnos
de los cursos especiales para preparación de oficiales de la Policía Nacional:
Artículo 2º.- Los alumnos que por razón de sus calificaciones sean dados de alta
como comandantes de división devengarán durante el término de su contrato una
asignación de $250.oo.
Firmado.
ALFONSO LÓPEZ
Presidente de la República
DARIO ECHANDIA
Ministro de Gobierno
La aptitud física y mental por medio de exámenes que se practicarán por el Departa-
mento de Sanidad de la Policía Nacional y por el Laboratorio de Psicotecnia de la
Facultad de Medicina de Bogotá.
Artículo 4.- Los aspirantes deberán presentar sus solicitudes y documentación antes
del 20 de septiembre próximo a la Dirección General de la Policía Nacional. Entre el
20 y el 27 del mismo mes se calificarán las condiciones de los aspirantes y se
celebrarán los contratos correspondientes.
Artículo 5.- Los aspirantes que hayan suscrito sus contratos respectivos se
presentarán en la Dirección de la Escuela de Policía "General Santander" el 27 de
septiembre a las 5 de la tarde, con el siguiente equipo:
Una bata de baño, pantuflas para baño, cuatro toallas pequeñas, seis vestidos
interiores, seis camisas, seis pijamas, una docena de medias, una docena de
pañuelos, dos talegos marcados para ropa, tres sábanas blancas, tres sobresábanas
blancas, dos colchas blancas, cuatro fundas, dos almohadas de 0.36 x 0.75, un
colchón de lana de 0.80 x 1.80, un petate de 75 x 1.75, una máquina de afeitar, una
brocha, un jabón para la barba, un jabón para el baño, un cepillo de dientes, un
cepillo para el cabello, un cepillo para la ropa, un cepillo para el calzado, una peinilla,
una pasta dentífrica, un caja de betún negro, un par de zapatos estilo militar, un par
de botas estilo guayo, un par de zapatos de goma, blancos, un cortaúñas, una lima
para las uñas, cuatro corbatines blancos, un candado pequeño.
ALFONSO ARAUJO
Director General de la Policía Nacional
El Decreto 2310 de 1943 (Nov. 26), reglamentó la carrera del personal uniformado y
estableció que el movimiento de ascenso a cualquier grado dependería,
invariablemente, del resultado obtenido en los cursos o de preparación o de
perfeccionamiento seguidos en la "Escuela de Policía".
Por este mismo decreto se creó la Junta de ascensos integrada, entre otros, por el
Director de la Escuela de Policía.
REORGANIZACIÓN DEL DEPARTAMENTO DOCENTE DE LA POLICIA
NACIONAL
Por medio del Decreto 421 de 1944, febrero 28, se legisló original y muy
acertadamente en el sentido de unificar los sistemas técnicos y científicos
empleados por la institución, bajo la supervigilancia de la Escuela “General
Santander” como máxima entidad educativa policial.
Con tal fin se dividió en seis grupos la instrucción encomendada a este plantel, así:
instrucción jurídica, técnica, de organización, administración y documentación,
física, militar y secundaria.
Estableció para los alumnos de los cursos de preparación una beca de $30
mensuales para atender los gastos de alimentación, lavado, y útiles de enseñanza.
El Decreto 1181 del 15 de mayo de 1944, estableció que los oficiales y los
suboficiales de la policía, fueran escalonados interinamente mientras acreditaban su
capacidad profesional por medio de la aprobación de un curso seguido en la Escuela
de Policía "General Santander".
Los ejercicios de aplicación policial tienen por objeto obtener el máximum de trabajo
útil con el menor esfuerzo y gasto de energías para resistir las fatigas y vencer los
obstáculos naturales y artificiales que encuentre el agente u oficial de policía,
adiestrándolo en los ejercicios físico-naturales útiles a su profesión.
Por lo tanto, constituyen la rama más importante de la instrucción física pues van
encaminados en forma directa a la práctica de aquellos actos físicos que con más
frecuencia se le pueden presentar.
Los ejercicios atléticos y los deportes no buscan hacer de los alumnos de la escuela,
atletas en todo el significado de la palabra. Únicamente, por la escasa duración de
los cursos, se persigue dar un conocimiento general y práctico de las condiciones y
finalidades del atletismo, la organización de competencias, y desa1l'ollar todos
aquellos valores morales que la práctica de los deportes despierta en el individuo:
virilidad, compañerismo y sentido de la cooperación.
Cuando llegamos a la escuela por primera vez, funcionaban allí varios cursos: uno
para cadetes, otro para agentes, uno para detectives y el de escuadrón de
carabineros.
Los cadetes que venían de otras fuerzas llegaban con la ilusión de encontrar en la
escuela un paraíso. Pero se equivocaban, porque la disciplina para la instrucción
era tan severa que, comparada con la de otras instituciones, resultaba mucho más
drástica.
Las materias teóricas eran igualmente difíciles y quien perdiera tres en el trimestre,
debía retirarse. Recuerdo una anécdota muy especial con el profesor Lleras Pizarro,
de la materia de constitucional. En esa época se tenía la costumbre de abandonar
el salón cuando los profesores no llegaban durante los primeros 15 minutos de la
clase. Cierto día el profesor Lleras no llegó a tiempo y nosotros salíamos al prado.
Más tarde llegó y entró al aula vacía; tardó un rato, salió, subió a su auto y se
marchó. Entramos al salón y encontramos el tablero lleno de escritos que
deberíamos aprender y tareas para realizar, todo para la siguiente clase. Por
supuesto, nos "rajamos", pero aprendimos la lección.
Cuando salíamos a terreno nos daban un trozo de panela o bocadillo con pan;
solamente cuando recibíamos la orden podíamos comer el tan apreciado refrigerio.
Quien ya lo hubiere hecho sufría severos castigos.
En la revisión del aseo de las dependencias, los tenientes Reynel y Cortés, entre
otros, examinaban los sitios más inusuales y recónditos. Un aseo mal hecho nos
podía dejar sin salida. Y ni hablar de la salida: la revista era desde la punta del
cabello hasta la punta de los pies. Podíamos permanecer fuera desde la una de la
tarde y a las siete de la noche, el personal debía estar formado. ¡Pobre de quien no
lograra llegar a tiempo!.
Agregados:
Dr. Carlos Arturo Cabal, Derecho y Procedimiento penal.
Dr. Francisco Bruno, Derecho y Procedimiento penal.
Dr. Enrique Lara Hernández, Derecho penal.
Dr. Álvaro Leal Morales, Derecho civil.
Dr. Gonzalo Vargas Rubiano, Derecho civil.
Dr. Miguel Lleras Pizarro, Derecho de policía.
Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo, Sociología general.
Dr. Hernando Durán Dussán, Constitución nacional.
Dr. Héctor Martínez Guerra, Legislación extranjera.
Comandante Alberto Lara Navarro, Policía de vigilancia.
Dr. Carmelo González Cortina, Sociología delictiva.
Dr. Leopoldo Uprimuy, Ética profesional.
Dr. Luis A. Pinzón, Policía especial.
Dr. Luis J. Sánchez, Sociología y Psicología delictiva.
Agregados:
Dr. Camelo González Cortina, Investigación delictiva.
Dr. Louis Ghisletti, Elementos de pedagogía y Pedagogía aplicada.
Dr. Vicente Castellanos, Elementos de pedagogía y Pedagogía
aplicada. Sr. Felipe Toro Arenas, Contabilidad.
Dr. Carlos Vargas Rengifo, Medicina legal y primeros auxilios.
Dr. Francisco Parra, Higiene.
Dr. Luis Jaime Sánchez, Sicología. .
Dr. Víctor Martínez Rivas, Policía de tránsito.
TERCER GRUPO: instrucción táctica.
Titular mayor Gabriel París G. (Encargado de las clases de Servicio en campaña y
Táctica policial)
Agregados:
Capitán Enrique París, Teoría del mando.
Capitán Luis M. González, Teoría del mando.
Capitán Luis M. González, Conocimiento de armas.
Coronel Jorge Mogollón M, Conocimiento de armas.
Agregados:
Agregados:
Dr. Luis Thorin Casas
Capitán Alberto Ruiz Novoa
Dr. Alfonso Castillo Sáiz
Teniente 10. José J. Ayala
Agregados:
Dr. Gabriel Giraldo Jaramillo, Historia de Colombia.
Señor Federico Freese, Inglés.
REGLAMENTOS DE LA ESCUELA
RESUELVE:
Artículo 1º.- Cada vez que el Gobierno Nacional nombre un nuevo director para la
Escuela, la entrega del mando se verificará en una ceremonia a la cual concurrirán
todos los profesores oficiales y alumnos de la escuela.
Señor Director:
Devuelvo a quienes fueron mis subordinados, el símbolo de la Escuela
"General Santander". Ellos os lo entregarán confiadamente, porque saben
que la autoridad que se os ha discernido la ejerceréis íntegra, en su servicio.
Enseñad con vuestro ejemplo a mantener incólume el lema de nuestro
escudo: VISJURI DESERVIAT.
Sobre el símbolo que representa el lema de nuestro escudo y ante mis subordinados
prometo ejercer el mando que hoy recibo en beneficio de los que en la escuela se
educan para mejor servir los intereses del pueblo.
Prometo no apartarme del encargo de servicio que recibo y legarlo íntegro y sin
mancha a mi sucesor.
Comuníquese y publíquese.
Firmado
CORO
»No es esta la primera vez que nos reunimos en este sitio y con ocasión semejante
a la de hoy. Desde hace seis años lo venimos haciendo periódicamente, al finalizar
los cursos del primer semestre, en un día cualquiera de julio, y en el mes de
diciembre, precisamente a mediados de él.
»Han transcurrido seis años, y nosotros no hemos sentido el correr de ese tiempo a
pesar de que hemos lanzado a la vida profesional bastante más de un millar de
hombres y hemos perfeccionado no menos de doscientos funcionarios. Pero he aquí
que de pronto, frente a estas cifras y frente a ese número de años, descubrimos que
vamos alcanzando madurez, y entonces se nos suspende el ánimo, y una curiosidad
que no podemos disimular nos lleva a preguntamos si en verdad hemos sido fieles a
los destinos de esta escuela, o si por el contrario, hemos defraudado las esperanzas
de quienes, al ordenar estas construcciones, pensaron que podían ser ellas a
manera de fortalezas listas a arrojar sobre el campo abierto de la Policía Nacional
una juventud resuelta y digna de alcanzar las más elevadas distinciones dentro del
tan discutido y a veces menospreciado ajetreo del servicio público.
»El funcionario de policía, a diferencia del militar, obra casi siempre en forma
individual y atenido exclusivamente a su propio criterio. Por la naturaleza misma del
servicio de policía y por la forma como éste se presta, no es corriente, es
excepcional, que el funcionario actúe bajo el influjo de una orden superior precisa y
terminante. La mayor parte de las situaciones que debe resolver el funcionario de
policía se presentan en forma de casos aislados en la calle que requieren una
inmediata y adecuada solución. Es más: el sistema de la obediencia absoluta, tan
atenuado ya en los mismos cuerpos militares, no rige en la policía. El funcionario
policíaco está autorizado para examinar las órdenes, y constituye un deber suyo
ineludible el llamar la atención al superior cuando las órdenes resulten contrarias al
régimen legal o no sean convenientes. Sólo la insistencia del superior obliga al
subalterno, a menos que la orden conduzca manifiestamente a la comisión de un
delito, porque en este caso el subalterno jamás debe obedecer. "El no presentar al
superior dice el reglamento de disciplina para la Policía Nacional-,las observaciones
necesarias a aquellas órdenes que puedan tener alguna consecuencia indebida,
demuestra falta de carácter y falta de interés por el servicio".
»Desarrollar hasta el máximo el grado de responsabilidad de los funcionarios de
policía, es labor primordial de la escuela. El sentido de responsabilidad no se
desarrolla si no se dan determi1i.adas condiciones, una de las cuales es la
libertad, lo que excluye todo sistema de vigilancia, encierros y prohibiciones
generalizadas a la mayor parte de las actividades del individuo. Desembocamos
así en la disciplina de confianza o disciplina consciente, como otros la denominan,
y que es el procedimiento a que nos hemos acogido y que aspiramos que rija en
todas las reparticiones de la Policía Nacional. La dignidad del hombre depende de
la fortaleza de su carácter. Nosotros detestamos la adulación y todos nuestros
esfuerzos se dirigen a inculcar principios de altivez y dignidad en nuestros
educandos, haciéndolos independientes pero no insubordinados, amigos del
superior, pero no incondicionales de él.
»La policía y el ejército son grupos en forma. Por eso son plenamente capacitados
para influir, para dirigir a las masas en ciertos aspectos de su conducta social. La
vida nacional necesita de núcleos fuertes capaces de impulsada hasta los más
elevados planos de la cultura y de la civilización. Se ha pensado en el ejército,
debe pensarse también en la policía que tiene un contacto tan directo y tan
especial con el pueblo. El señor presidente nos hablaba otro día de la función
educadora de la policía. En su reciente discurso en la escuela militar le atribuía
igual función al ejército. Noble e innegable tarea esta de nuestra fuerza pública,
inexplorada entre nosotros, pero urgente. "Papel benéfico, hecho de amor y no de
indiferencia, para algo y no contra algo", "con un ideal, no con apetitos; con
deberes, y no solamente con derecho", según palabras célebres de un oficial del
ejército de Francia; la policía y el ejército, como grupos en forma, pueden
convertirse en los grandes educadores de toda la nación. Sin disciplina social no
puede haber asomos de verdadera cultura ni puede aspirarse a una gran
civilización.
»La disciplina social exige acatamiento de las normas de conducta colectiva y
abnegación. La abnegación la hemos definido corno el sentimiento que induce a
sacrificar los intereses personales en bien del servicio o de los demás, cuando
dicho sacrificio no lo exige el deber o cuando exista para el cumplimiento de éste,
derecho a excusarse. La policía y el ejército son las entidades llamadas a inculcar
en nuestro pueblo esas virtudes de disciplina social y abnegación.
»Decía uno de nuestros profesores que toda nación bien constituida tiene vastas
zonas de entendimiento entre los partidos políticos. Y anotaba que las primeras
grandes zonas de entendimiento deben ser la política internacional, las relaciones
entre la Iglesia y el Estado, la administración de justicia, la policía y el ejército.
Esas zonas de entendimiento no son otra cosa que zonas neutrales, ajenas a los
intereses partidarios, que sólo responden al interés común de todos los
colombianos, y que, por consiguiente, no se guían por consideraciones de grupo,
sino por motivos nacionales y de estricta legalidad.
Señores sub-comandantes:
»¡Llegasteis un día a esta escuela y qué poco sabíamos de vosotros y cuánto nos
desconocíais Os alejáis después de una estadía prolongada que ha servido para
que la escuela nos entregue incondicionalmente lo mejor de ella: su ciencia y su
espíritu. Habéis hecho un esfuerzo digno de alabanza y al coronar hoy
brillantemente vuestros estudios superiores, la escuela se siente orgullosa de
vosotros.
»Señor Presidente:
¿Prometéis tratar a vuestros subalternos con energía, sin violencia, con equidad, sin
debilidad, y a vuestros superiores respetar y obedecer en todos los aspectos del
servicio?
Mediante la resolución No. 4 de 1946 de enero 28, se fijaron las materias teóricas y
prácticas para cada uno de los cursos, de la siguiente forma:
Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Policía de tránsito, Lenguaje, Cívica, Aritmética, Geografía de
Colombia, Historia de Colombia, Higiene y primeros auxilios, Nociones de Código y
Procedimiento penal, Policía especial, Legislación interna de la policía.
Materias prácticas:
Conocimientos de armas y tiro, Defensa personal, Gimnasia y atletismo, Orden
cerrado, Empleo de gases, Organización de la Policía Nacional y Régimen interno
de las divisiones, Instrucción táctica en el terreno, Esgrima de daga, Esgrima de
bastón de mando, Deportes.
Materias teóricas:
Introducción al Derecho, Derecho penal, parte general, Derecho público general,
Teoría general de organización y administración, Táctica policíaca, Investigación
criminal, Psicología, Fisiología, Higiene y primeros auxilios, Conocimiento de
armas.
Materias prácticas:
Tiro de fusil, Orden cerrado, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia y atletismo,
Esgrima de daga, Esgrima de bastón de mando, Defensa personal, Deportes.
MATERIAS DEL SEGUNDO AÑO DEL CURSO DE ASPIRANTES A TENIENTES
SEGUNDOS
Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Derecho penal, (parte especial), Procedimiento penal,
Legislación interna de la policía, Técnica topográfica de policía, Constitución
Nacional, Policía especial, Pedagogía, Sociología criminal, Policía de tránsito,
Teoría del mando, Prácticas de laboratorio de investigación policíaca.
Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Orden cerrado, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia
y Atletismo, Defensa personal, Equitación, Deportes, Esgrima de florete, espada y
sable y Empleo de gases. La intensidad de esta materia será de una hora al mes. El
comandante del curso determinará los días y horas en que deba darse ésta
instrucción.
Materias teóricas:
Policía de vigilancia, Constitución Nacional, Código penal, Procedimiento penal,
Policía especial, Legislación interna de la policía, Higiene y primeros auxilios,
Teoría del mando, Táctica policíaca, Conocimiento de armas, Aritmética y
elementos de contabilidad
Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Instrucción táctica en el terreno, Orden cerrado,
Gimnasia y atletismo, Defensa personal, Esgrima de daga, Esgrima de bastón de
mando, Empleo de gases, deportes.
Materias teóricas:
Constitución Nacional, Código penal, Procedimiento penal, Policía de vigilancia,
Legislación interna de la policía, Pedagogía, Teoría del mando, Táctica policíaca,
Conocimiento de armas, Policía especial, Teoría general de organización y
administración, Higiene y primeros auxilios.
Materias prácticas:
Tiro de pistola y revólver, Instrucción táctica en el terreno, Gimnasia y atletismo,
Defensa personal, Equitación, Esgrima de florete, Deportes.
Firmado
APROBADA
El decreto mencionado estableció, entre otras cosas, que para obtener el grado de
teniente segundo de la Policía Nacional, se requería ser bachiller y aprobar el curso
correspondiente a la Escuela de Policía "General Santander", condición esta última,
para ascender también a teniente primero, así como a sub-comandante y a
comandante segundo.
1. Presentación de la Escuela
2. Honores a las banderas
3. Honores al Excelentísimo señor Presidente de la República
4. Nombramientos y ascensos
5. Discurso del Director de la escuela y juramento de los cursos
6. Entrega de premios
7. Entrega de la medalla Policía Nacional
8. Discurso del Director General
9. Discurso del Excelentísimo señor Presidente de la República 10. Discurso del
doctor Mariano Ospina Pérez
10. Desfile
11. Honores al Excelentísimo señor Presidente de la República.
PREMIOS:
»Premio de esfuerzo personal: teniente segundo Pedro A. Torres Figueroa, cabo
Gustavo Adolfo Buitrago y agente Carlos Abel Morales.
»Premio de tiro: teniente segundo José David Castro Páez, cabo Epifanio
Hernández López y agente Luis Francisco Urazán Ortegón.
»La Dirección General de la Policía ofreció un premio para el alumno que obtuvo
las mejores calificaciones en los cursos que se clausuraron. Fue adjudicado al cabo
Misael Dueñas Aguirre.
»En la misma fecha, fueron incorporados a la Policía Nacional, como agentes, 250
aspirantes, que durante su permanencia en la escuela demostraron suficiente
aptitud y aprobaron los exámenes en las materias cursadas».
»Para este trofeo, que se disputa todos los años por equipos representativos de las
unidades acantonadas en la guarnición de Bogotá, se halla establecido que la
unidad que lo conquiste por tres veces consecutivas, lo poseerá definitivamente.
Como la escuela lo había conquistado por dos veces, el concurso de este año
revistió especial interés, ya que los participantes por el plantel lucharon con
denuedo por obtenerlo nuevamente y de modo final.
»La copa fue ganada en este año por el señor teniente segundo Roberto Pinzón,
del grupo de carabineros, quien montaba el caballo "Piropo", que efectuó el
recorrido sin ninguna falta.
»El concurso llamó especialmente la atención porque, sin duda alguna, ha sido el
mejor que se ha presentado, si se tiene en cuenta la magnífica demostración de
experiencia y agilidad en los jinetes y adiestramiento en los caballos de que se hizo
gala. Por esta circunstancia merece una felicitación el señor capitán Antonio
Arciniegas, del grupo carabineros, quien tuvo a su cargo la preparación y
organización del certamen hípico que comentamos.
»Sin duda alguna, los instantes más intensos del concurso, en los que el público
participó con la más emocionada expectativa, fueron aquellos en que se decidió el
ganador del cuarto puesto, entre el capitán Antonio Arciniegas y el teniente
Bernardo Camacho, quién resultó vencedor, dominando magistralmente la máxima
altura de 1,40 m., después de cuatro carreras consecutivas.
La Escuela, por su parte, se quedó en poder de los carabineros, quienes hacia las
4:00 de la tarde de tal día, decidieron rebelarse. En determinado momento sentimos
en la “avenida del Trabajo” un ruido intenso producto de la colisión del camión en
donde se transportaban; fuimos a auxiliarlos y en ese preciso instante un sargento
que llevaba el mando del grupo de carabineros me encañonó empleando malas
palabras y diciendo “usted que hace aquí, mi teniente” ; seguidamente reaccioné al
observar que el fusil que portaba se encontraba asegurado, saqué mi revolver
rápidamente, lo monté y le quité el arma haciéndolo desistir de sus acciones
rebeldes; después de aquel incidente los carabineros partieron hacia sus
alojamientos.
Yo continué como oficial administrativo de planta. A los pocos días después del
nueve de abril me llamaron de la Dirección de la Policía y me ordenaron que
alistara alojamiento para 1200 personas; dos días después llegaron al mando del
señor teniente coronel Willy Holman Restrepo, los oficiales del ejercito: capitán
Hernando Currea Cubides y el capitán Jaime Durán Pombo, Landazabal y
matamoros, entre otros. En ese entonces, en la Policía no se tenían recursos para
albergar tal cantidad de gente, porque no se contaba con alojamientos y cada
policía tenia su colchón, la institución lo único que brindaba era el catre; en esa
oportunidad se pudo dar alojamiento a tal cantidad de gente pero de difícil manera.
Se equiparon y se recibieron a 1100 soldados con sus cuadros de mando.
Rápidamente se organizó el plan de estudios y los horarios para comenzar a dar la
instrucción al personal, ya que con tal tropa se iba a organizar una policía militar que
en el futuro se encargaría de la seguridad de Bogotá.
(R)
Mayor General Bernardo Camacho Leyva
“Vivía el país tiempos de sangre y de terror por culpa de los partidos tradicionales,
enfrentados en una cadena interminable de odios y mutuas represalias. No se
puede sacar en limpio ninguno de los dos, pues emulaban en salvajes actos de
ferocidad recíproca. La división del partido liberal aseguró la presidencia del doctor
Mariano Ospina Pérez. Su gobierno encontró una oposición violenta por parte del
liberalismo y un hecho pavoroso precipitó la explosión del volcán político: el infame
asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, líder popular y esperanza de redención social, el
9 de abril de 1948.
La Policía, inicialmente, fue incriminada del atroz delito. Ante la aviesa sindicación y
dolida por ella por la desaparición del insigne jefe, violó la Ley, incumplió su
juramento y se sumó a la insurrección estallada en Bogotá. Hubo excepciones
honrosas y valientes.
Vale la pena traer a colación otro episodio, no solo como recuerdo de los numerosos
sucesos de la época, sino también como lección policiva. Los cadetes salíamos con
oficiales del ejercito a patrullarla ciudad para acompañarlos en misiones especiales;
dentro de ellas me correspondió ir con un teniente para practicar con una patrulla, el
allanamiento de una casa del norte de la ciudad. Se cree que los saqueos fueron
autoría de clases inferiores. La guerra degrada los sentimientos casi en forma
general y por ende no fue extraño que personas acaudaladas se confundieran con
la chusma para perpetrar actos vandálicos. En efecto, el allanamiento obedecía a la
denuncia puesta contra un personaje muy conocido, por su participación en el
saqueo a unas joyerías. Al presentarnos a su residencia y requerirle su
consentimiento para llevar a cabo la diligencia, se encendió en protestas y
denuestos contra todos nosotros por el abuso de ser capaces de ofender su
dignidad, su prestigio y sus servicios. El teniente, con mucha calma, le dijo que solo
estaba en cumplimiento de una orden, pero que si se oponía, tendría que hacer uso
de la fuerza. Entramos, se requisó minuciosamente la residencia y no se encontró
nada de lo que se buscaba. ¡Quien dijo miedo! Cuando al salir, el teniente le ofreció
excusas y quiso despedirse, el caballero exigió reparación por el daño moral
inferido, fue hasta vulgar en sus expresiones y estaba en el colmo de su ira; cuando
de pronto, un soldado dejo caer accidentalmente su fusil, golpeando una gran moya
de barro que tenia una bellísima palma; al instante, rota la vasija, vimos
estupefactos, rodar por el suelo una cascada de joyas y relojes. Al personaje en
silencio, lo condujimos al juzgado”.
“El teniente Puerto Rodríguez, un extraordinario oficial, astuto, decidido, con un gran
don de mando, no era de escuela, pero sus meritos lo llevaron mas tarde a ser, con
el grado de coronel subdirector de la Policía Nacional. El ejecuto la orden del señor
mayor Ahumada, de reforzar los efectivos del palacio con agentes de la escuela.
Con una estratagema que puso en evidencia su sagacidad y su coraje, formo el
personal, le explico la orden recibida, que era salir al trote y al paso desde la
escuela hasta el palacio de la Policía, para defenderlo de los insurrectos que lo
tenían en su mira; les agregó que esa marcha era mortal si ellos se manifestaban
amigos del gobierno, pues los revoltosos armados se habían tomado la ciudad.
Había así que apelar a una trama, el gritaría vivas al partido liberal y abajos al
gobierno, alo que ellos contestarían en coro fuerte esas exclamaciones. Des esta
manera ganaron el palacio de la policía, seguidos por una turba numerosa que se
había sumado a su paso por el camino. Al llegar al palacio detuvo la marcha y con
una proclama explico a la gente que los había seguido y a los que estaban atacando
el edificio de marras, que dejaran penetrar primero la compañía de agentes y que
una vez adentro, el saldría para franquearles la puerta. Así aconteció y cuando hubo
entrado el último hombre, dio media vuelta a la compañía y una ráfaga cerrada puso
pies en polvorosa a los insurrectos.
Simultáneamente, por todas partes se incitaba al doctor Darío Echandía, para que
se tomara el poder, pero este gran hombre –como quizá no lo habrá por mucho
tiempo-, respondió finalmente con otra frase que está grabada en la memoria
nacional: “¿y el poder, para que…?”
Luego, de una plumada, por decreto presidencial, la policía, toda, fue dada de baja.
Quedo en pie solo el grupo de cadetes que volvimos a la escuela a continuara el
curso. Para mi esto fue apresurado. Muchos oficiales, como Ramírez Merchán
comandante de la Policía en Santander y el teniente Gordillo habían defendido con
su vida el orden, como igualmente en Bogota el comandante Guzmán Aldana y los
oficiales de la Escuela General Santander. Finalmente el orden interno del país se
loe confió al ejercito y se organizó la Policía Militar. Su comandante fue el coronel
Willy Colman, un oficial que no ha tenido par hasta hora, por los excelentes servicios
prestados a través de una clara inteligencia, sentido del mando y por su decisión de
restablecer el orden contra todas las dificultades que se presentaron . Se rodeo a
demás de unos oficiales que el mismo escogió, los cuales dejaron historia por el
entusiasmo con que acompañaron a su comandante y por el balance grande de sus
tareas. Varios de ellos alcanzaron más tarde el generalato como fueron los tenientes
Landazabal, matamoros, Robledo…
»Para ser sincero, yo no vi con buenos ojos que este personal militar saliera en tan
corto tiempo a prestar el servicio, cuando ya nosotros, cori más de un año de
preparación, permanecíamos a la espera por la prolongación de nuestros estudios,
para recibir el grado de oficiales.
»Yo había conocido al doctor Mariano Ospina Pérez en Caramanta, mi pueblo
natal, por una coincidencia muy extraña. Me desempeñaba como vicerrector del
colegio de Bachillerato en Yolombó, Antioquia. Tenía solo 19 años, pero me
confiaron esa responsabilidad. Volví a mi tierra por una temporada de vacaciones y
cuando apenas había entrado a mi casa, me dijeron que una comisión de señoras y
señores quería hablarme; se trataba de que el señor presidente de la República en
una correría por el occidente del país llegaría esa tarde al pueblo. Todo estaba
preparado para la ocasión, pero a última hora el orador que lo acogería había
enfermado y me solicitaron con angustia que yo lo remplazara; les agradecí mucho
esa distinción, pero les puse de presente varias dificultades para aceptarla. El
presidente era conservador y mi familia liberal, mi hermano con su mujer e hijos
habían tenido que abandonar el pueblo, de la noche a la mañana, para librarse de
la muerte, amenazados por los amigos del gobierno. Y además, según ellos, el
presidente venía en camino y estaría llegando en dos horas. ¿Con qué tiempo
organizaba yo un discurso? El caso fue que me comprometieron y tuve que
acceder a tan obligante invitación. La plaza, como las calles del pueblo estaba
engalanada y me convencí que la recepción era bipartidista como la comisión me lo
había asegurado. Ya en el balcón con el presidente aliado, empecé mi bienvenida
cuando, en el horizonte fue asomando, una luna cuyo recuerdo por su belleza
nunca se podrá borrar de mi memoria. El astro, la animación de la gente y el honor
de dirigirme a una figura egregia, de prosapia histórica, me inspiraron unas
palabras que el presidente al responderlas me elogió con frases de admiración por
mi juventud y la altura de los conceptos.
»En tono muy coloquial, como él solía hacerla en sus charlas personales, me dijo
que si en algo podía ayudarme cuando fuera a la capital, no dudara en llamarlo; ello
contó con toda la gallardía de doña Bertha, su esposa. Eso me dio coraje, renuncié
a la vicerrectoría y con dinero que me prestaron viajé a Bogotá, con la intención de
ingresar a la policía. No fue posible, pues el curso había empezado hacía un mes.
No me quedó más remedio que acudir al presidente. Pedí la audiencia, pero me
dijo la secretaría. que en 15 días me la podrían conceder. Le repliqué que si ella le
comunicaba al doctor Ospina de quién se trataba, quizá me recibiría antes y así
fue. Lo enteré entonces de mi dificultad para ingresar al curso de oficiales, hizo
llamar al director general de la policía, pero no encontrándose en su despacho,
ordenó un~ esquela de presentación que yo le llevé al señor director, con la
satisfacción de que ya él estaba enterado telefónicamente del objeto de mi visita.
Así pues, pude ingresar a la escuela y agregarme a los 29 compañeros del curso
conocido hoy con el nombre Antonio José de Sucre.
»Cometí una falta disciplinaria, ya que esa carta la envíe sin seguir el conducto
regular. Así, entonces, el señor general Régulo Gaitán, enterado de Palacio sobre
mi solicitud y puesta a su consideración, se trasladó a la escuela y le dijo al director
de ésta que lo condujera al aula donde estábamos. Allí visiblemente contrariado,
preguntó quien era el brigadier mayor Echeverry. Le respondieron que estaba
hospitalizado, y ante ello sólo se limitó a recordarles a los cadetes la obediencia al
conducto regular y la sanción que comportaba su transgresión. No obstante no tuve
castigo y sí la satisfacción de que nos graduaran 6 meses antes del término fijado.»
«Los hechos trágicos del 9 de abril seguían oyéndose a lo largo del tiempo, con un
fragor que no se extinguía, sino que aumentaba siniestramente con el correr de los
días. El sectarismo político subía a espantosos grados de ebullición salvaje. La
policía seguía siendo utilizada por los partidos tradicionales como un instrumento
para golpearse mutuamente; las gentes seguían enconadas por el odio que les
inspiraban sus jefes contra sus respectivos opositores. Decenas de policías morían
víctimas de infames emboscadas, destrozados sus cuerpos, martirizados ante la
presencia popular que encuadraba sus quejidos lastimeros, con sus siniestras
carcajadas. El partido liberal, por boca de uno de sus más connotados jefes, había
prohibido a sus copartidarios hablarle a los conservadores, lo que trajo como
consecuencia que hermanos con hermanos o padres con hijos o ciudadanos, unos
con otros, ni siquiera se saludaran. Una masacre en el Tolima había hecho
pedazos, abaleado primero y luego cortado en trozos, al sargento Puyo y a sus
agentes. Se cometió el error de traerlos a Bogotá para enterrarlos en el cementerio
central. Aquello fue aprovechado por el sectarismo conservador y con unos
conmilitones suyos programaron en Chocontá una serie de desórdenes en la capital
de la República, para el 6 de septiembre de 1952.
»En el sepelio hubo tres discursos, entre ellos el mío que conmovió a la enorme
multitud que había acompañado a los cadáveres hasta su destino final después de
haber desfilado por la carrera séptima. Los disturbios no se dejaron esperar. Ya
todo estaba preparado desde el día anterior; se incendiaron las instalaciones de los
periódicos "El Tiempo" y "El Espectador" y las casas de los expresidentes Lleras
Restrepo y Alfonso López Pumarejo.
»Yo había entablado una relación cordial con el señor general Gustavo Rojas
Pinilla, a raíz de la cercanía con algunos amigos comunes, y, no obstante siendo yo
un oficial con el sólo grado de teniente, siempre me distinguía con su amabilidad.
Esto me permitió contarle varias veces nuestra inquietud por la suerte de la policía,
colocada en el Ministerio de Gobierno, un ministerio eminentemente político.
»Dio la buena casualidad que el señor general fue designado comandante de las
Fuerzas Militares. Convine entonces, con el señor mayor del Ejército Efraín
Villamizar, para la época director de la Escuela de Policía "General Santander",
donde yo estaba como oficial de planta, rendirle, por parte de la Policía, un
homenaje al señor general con ocasión del honor con que lo había distinguido el
gobierno nacional.
»El señor mayor Villamizar no quiso llevar la palabra y me encomendó esta misión.
El ágape se hizo donde hoyes el campo de paradas de la Escuela, con la presencia
multitudinaria de personalidades de todos los partidos políticos, de la industria, del
comercio, del clero, etc., y naturalmente de oficiales del ejército y la policía. Tan
distinguida celebración, estaba presidida por el presidente encargado, el doctor
Roberto.
»Este acto fue un sábado. El lunes siguiente yo estaba dado de baja. La exigencia
ante el alto gobierno por parte del señor general GUSTAVO ROJAS PINILLA
permitió mi reintegro. Los acontecimientos que sucedieron luego ya no son parte de
la historia de esta escuela.»
Esta nueva etapa del servicio activo está muy supeditada a las disciplinas del
ejército que imponen los mandos militares que dirigen los destinos del cuerpo y del
instituto. El alumno no puede atender durante ella sino a las prescripciones del
orden docente y al imperio de los reglamentos de la escuela, sin preocupación
distinta de aquella que lo trajo a estos claustros y que se sintetiza en las palabras:
responsabilidad, lealtad y trabajo.
(Narración den los integrantes del curso 8, hoy Juan José Rondón 1999)
Transcurría el mes de diciembre del año de 1949, cuando se dieron a conocer por la
prensa del país, las visitas que harían las autoridades incorporadotas de la escuela
de Policía General Santander, a las diferentes capitales de los departamentos.
Todo estaba preparado para el recibo, pero quizás lo más contrastante e incómodo
fue la forma de entregar “las prendas” o uniformes, fuera de la fementida amistad
demostrada por los llamados “brigadieres”, quienes, tal vez fracasados en su carrera
militar, no todos habían sido incorporados a la Escuela con las mismas costumbres
(maculas unas, “disciplinarias”,otras) y debido a sus conocimientos primarios en
cuanto a los métodos que, para las actividades en centros de índole similar, se
estilan.
Además, formaban parte, como Jefe de los diferentes ser vicios y dependencias, los
siguientes oficiales: Comisario jefe Ignacio Cañón (OFL Retirado del Ejercito);
Comisarios: Luís Tejada Zapata, Ciro A. Dueñas Perilla y Eduardo Vergara Ramírez.
Subcomisarios: Carlos Guevara, Maximiliano Otero Rodríguez y Luís España
Pabon.
Las clases de Equitación fueron el martirio para casi todos los reclutas y la felicidad
y hazme reír de los instructores que se dieron el lujo de hacer desbocar muchos de
esos animales y cogerle odio a tal actividad, aún en aquellos que sabiendo montar
nunca lo habían hecho en tan atropelladas circunstancias.
Todas estas cuestiones afectaron a muchos y a otros los enfermaron, como sucedió
con el cadete collazos cuyos pies necesitaban zapatos cuarenta y tres y le dieron
unas botas treinta y nueve, lo que le hizo disminuir el tamaño de los dedos, con sus
dolorosas consecuencias. Así mismo, tal pérdida de libertades y disminución de
derechos – pues la verdad ha de ser dicha – llevó a unos buenos cadetes a tomar la
decisión de retirarse, y, no propiamente con la debida solicitud, sino por los potreros
aledaños y solitarios de aquellos memorables tiempos. Recordamos,
particularmente, a Humberto Pérez y a Germán Sánchez (actualmente presidente
de la “Fundación Amigo Policía” de Medellín), magníficos jóvenes y prometedores
ciudadanos policías. También tomaron las de Villadiego otros compañeros como
Valencia Rengifo, Corzo Ramírez, Forero Caraballo y Alfredo Naranjo.
Nos tocó, pues, a los cadetes del año 50, ya “ad portas” de los 50 años de
graduación e incorporación a la Policía Nacional, mediante otro invento para estos
futuros hombres policías; las “obras públicas”. Idea que fue del subcomisario
Echeverri Ossa que, con su célebre “libreta de infracciones y denuncias”; a la
recogida asignaba “tareas” para cumplimiento inmediato; desyerbar la Escuela,
rehacer el campo de tiro y desmontar con las uñas los rastrojos otros muchos
lugares, con las uñas, porque las herramientas e instrumentos para tal efecto
apenas llegarían a una docena ¡y en qué condiciones, por Dios! Pero él, que en su
infinita bondad, no abandona a sus almas angustiadas, nos iluminó para que los
escombros que recogíamos en la zorra halaba una mansa mula, los negociáramos
en la tienda “Cuartillo de queso”, en inmediaciones de la Escuela, por gaseosas,
cigarrillos, bizcochos agrios y hasta cerveza, cuando no uno que otro aguardiente
que con el frío que taladraba, sabía a néctar.
¡¿Y qué decir de los “piñerolos” – Otro vocablo extraño que ni siquiera figura en el
diccionario – y el orden abierto de los sábados?! - Consideremos que aquello podía
compararse – guardadas las proporciones, ¡Claro está! – con los circos romanos.
Las clases eran un gran descanso, pero muchas veces no se aprovechaban porque
eran para dormir, a pesar de las instrucciones del comisario jefe Cañón, -casi tan
pequeño como el enano Pardo- a quien nadie obedecía. Debe destacarse que la
Misión Inglesa se preocupó sobremanera lograr una buena formación y el primer
texto que publicaron es, todavía un elemento docente digno de mostrar por su
método y contenido eminentemente policial, aunque algunas veces pobre en sus
consideraciones. Tal libro se denomina “Curso inicial para reclutas de la policía en
materias policivas”, publicado en 1952 por la Imprenta Nacional de Bogotá y de
cuyas enseñanzas nosotros recibimos varios folículos en 1950, aunque sin las
reflexiones que en forma más amplia podía haberse hecho con respecto a su
pedagogía. El Alma Máter contaba con profesores muy notables, como fueron el
eminente científico y laboratorista José María Garavito Baraya; el médico forense
Juan Uribe Cualla; y el médico Cortés Maal.
Las materias prácticas o militares, como también se les llamaba, eran enseñadas
por el personal de oficiales, comandantes y jefes de oficinas.
CERTIFICADOS DE ESTUDIO
Al término del curso, la Dirección de la Escuela entregará al oficial un certificado (
estudios cuyo modelo será presentado para la aprobación de la Dirección General,
y E el informe que haya de ser rendido al Departamento de personal se establecerá
el orden de la antigüedad, en consonancia con los resultados generales de los
exámenes, prev advertencia que tal orden de puestos logrados será tenido en
cuenta para su antigüedad en el escalafón de oficiales.
OFICIALES QUE INTEGRAN EL CURSO
Estudiadas las hojas de vida y previo concepto de la junta asesora, la Dirección
General de la Policía Nacional llamó al primer curso de perfeccionamiento en la
Escuela "General Santander", por Resolución No. 1495 del 6 de junio de 1953 a los
tenientes primero:
Este grupo, casi en su totalidad (con excepción de Osorio Cuervo Jorge E.),
constituía el curso primero de la misma época, posteriormente denominado 80
"Juan José Rondón", corno se narró anteriormente.
PROPÓSITOS GENERALES
La Escuela" General Santander" cumple la misión de formar oficiales para la Policía
Nacional, y ahora se impone la de convocar cursos de suboficiales nacionales y
departamentales, con el ánimo de perfeccionados profesionalmente a fin de que
todos sus actos estén encaminados en procura del bien de la comunidad
colombiana.
Este primer curso de suboficiales aspira a sentar, para los venideros, bases de
formación moral e intelectual que garanticen el cumplimiento irrevocable de los
deberes, cimienten el sentido de la responsabilidad, estructuren el espíritu de
lealtad a las instituciones legítimas, tecnifiquen al alumno y lo ilustren sobre el
conocimiento, que concurran a señalarlo como insuperable profesional de policía.
LA CONSCRIPCIÓN DE ALUMNOS
Para ingresar a este primer curso de suboficiales los aspirantes deben reunir los
siguientes requisitos:
CONDICIONES DE INCORPORACIÓN
Para que los alumnos queden incorporados en firme al curso de suboficiales, se
requieren las siguientes condiciones:
Materias intelectuales:
«Desde el día que entramos a la Escuela como cadetes para realizar el curso de
oficiales de policía, la situación de orden público en todo el país venía siendo muy
grave. Tanto, que vivíamos acuartelados y las salidas o franquicias, los domingos o
feriados, eran muy limitadas. Dormíamos con las cartucheras repletas de cartuchos
7 mm. y' el fusil de dotación bajo la almohada. Un día que regresamos de
franquicia, 9 de junio de 1951, como a eso de las nueve de la noche, el
comandante de curso, capitán (E.N.) Muñoz Palacino, me llamó para ordenarme
que formara el personal de cadetes que habían llegado para nombrados de
servicio, con el fin de reforzar la guardia y distribuidos en patrullas, unos a pie y los
de la sección de carabineros en patrullas de a tres cadetes a caballo, para recorrer
la escuela. El cadete Rafael Patiño Novoa, joven, de constitución muy delgada,
pálido y muy débil, pero de una buena voluntad a toda prueba se ofreció para
prestar el servicio de patrulla montada. Yo no quería incluido en el servicio. Perp él
me dijo: "Mi brigadier mayor, deme un caballo que yo quiero prestar el servicio
montado". Le asigné un caballo manso, pero él insistió en que no fuera ese, sino el
que le tocaba en las clases de equitación. El equino era manso, pero pajarero,
como se dice en términos ecuestres; bueno, le dije, vaya cámbiese, póngase
briches, botas y polainas. El fue y se cambió, pero con el afán de regresar para que
no le quitaran el caballo que escogió, no se puso las botas ni las polainas; se quedó
con los zapatos de charol del uniforme de salida y así se montó para iniciar el
servicio de patrulla. Contaba el cadete Montagut Lázaro Víctor, que hacía parte de
la patrulla, que Patiñoles propuso dar una última vuelta a la escuela, ya que
terminaba las tres horas de turno y salieron por la parte que queda frente a la
capilla, para tomar la Avenida del Trabajo con dirección al polígono teniente Jerez
(otro de nuestros compañeros que mató la guerrilla que operaba en los Llanos,
cuando se encontraba de comandante del puesto de policía en Boca de Monte, hoy
Granada, Meta). Sería corno la una de la madrugada y el caballo de Patiño se
asustó con un pájaro que salió de entre los pinos; el equino se corrió bruscamente
a un costado, la hebilla del portacarabina se soltó y la carabina cayó dándole un
fuerte golpe a la grupa, lo que hizo que diera un fuerte salto sacando a su jinete de
la montura, pero corno no tenía botas ni polainas, el zapato de charol resbaló y se
metió en el estribo quedando la montura en el vientre, y colgando lo arrastró
desbocado, lanzando coces por la empedrada avenida, quedando en pedazos su
cuerpo, hasta destrozarlo totalmente. La muerte de nuestro compañero Patiño fue
terrible e impresionante)
En los sobrios salones del casino de la Escuela se ofreció una copa de whisky, y
más tarde, en la amplia avenida central se verificó la comida de camaradas a la que
asistieron, además de los graduados, todos los invitados.
Con el fin de celebrar la fiesta de la Santísima Virgen del Carmen, patrona de las
Fuerzas Armadas, la Escuela "General Santander", organizó varias competencias de
carácter militar, bajo la dirección del coronel Diógenes Gil. Entre las principales
destacamos la competencia de tiro y la de caballería denominada Ginkhana.
La Dirección de la Escuela ofreció varios premios para los vencedores en cada una
de las competencias. En la primera salió vencedora la escuadra comandada por el
sub director de la Escuela, comandante Millán, por la notable diferencia de
doscientos cuarenta y un puntos.
La prueba de caballería Ginkhana, resultó por demás amena y divertida. He aquí
una descripción de ella: cinco cadetes montados en pelo salen al tiempo y saltan el
primer obstáculo al final del cual encuentran los respectivos aperos. Ensillan en el
menor tiempo posible y luego salen hacia otro punto donde se encuentra un cadete
con un revólver, desmontan, hacen un disparo, montan nuevamente y se dirigen
hacia una mesa donde se encuentran varias agujas; desmontan, enhebran la aguja,
montan y se dirigen hacia un bar improvisado donde apuran a grandes tragos una
Coca-cola; salvan un nuevo obstáculo y se encaminan a otro sitio donde se hallan
limones sumergidos en recipientes llenos de agua, sacan el limón con la cabeza,
montan y escapan velozmente a comer, sin ayuda de las manos, un delicioso plato
de mermelada; montan nuevamente, desmontan, firman en un tablero, desensillan
y se presentan a dar parte del recorrido ante el director de la escuela, comandante
Roberto Torres Quintero.
1er Grupo.
Cadetes:
Rojas S' 40"
Sarmiento 6' 20"
Agreda 6' 22"
Moncayo 6' 25"
Blanco 8' 0"
2° Grupo
Cadetes:
Triana 6' 10"
Olarte 6' 11"
Romero 6' 35"
Sánchez 7' 16"
3er Grupo
Cadetes:
Sañudo 3' 30"
Suárez 3' 30"
Folleco 4' 15"
Rodríguez 4' 20"
Hizo entrega de ella el agente David Ariza Poveda comisionado por la policía quien
pronunció en el momento de la entrega las siguientes palabras:
«Excelentísimo señor:
»Cumple hoy la Policía Nacional uno de sus más caros deberes al traerlo a estos
predios, fragua y crisol de los cuadros de mando de la institución, para que, a la
antigua usanza, toméis posesión material de lo que os debe pertenecer en cuerpo y
en espíritu, como primer magistrado de la República.
»Una vida libre de mácula, una voluntad de consciente dominio, una inteligencia de
vastos horizontes, una conciencia de cristiana contextura, una voz de autorizada
jerarquía y una espada con brillo propio, son los preciados atributos de ese
epónimo capitán, son vuestras insignias, Excelentísimo señor Gustavo Rojas
Pinilla.
»Necesitamos ampliar esta escuela y crear y organizar nuevas filiales en todas las
capitales de los departamentos para dar cabida en ellas a la juventud colombiana, y
poder dar a los cuerpos de policía los contingentes de oficialidad y tropas que han
de ir llenando las vacantes y atendiendo a los aumentos necesarios que demanden
la próxima nacionalización de la policía, con elementos de alma sana y de
capacidad técnica suficiente, imposible de lograr con los medios de que
disponemos hoy.
»Es inaplazable dotar a nuestros hombres de viviendas baratas para mejorar sus
condiciones de vida, así como también proporcionar educación gratuita a sus hijos,
construyendo escuelas especiales con este fin, ya que sus precarios salarios no les
alcanza sino apenas para atender escasamente sus necesidades. Y a esa misma
población infantil es preciso sacada del ambiente en que hoy se mueve,
procurándole distracciones honestas y sanas, pues solamente así podemos formar
el nuevo hogar de los que van a dedicarse de la vigilancia y protección de la vida,
honra y bienes de los asociados.
»En fin, nos sentimos obligados a proporcionar a todos estos buenos servidores
cuanto sea indispensable para su capacitación y bienestar ya que sobre sus
hombros pesa la responsabilidad de ayudar a obtener semejantes dones a todos
los residentes de Colombia sin cuidarse de distinguidos políticos, de casta, de
secta, de edad, de nacionalidad o de sexo.
»Con ello, solamente quiero adelantar en la tarea que me impuse hace siete
meses, cuando asumí el mando de la policía nacional y alcancé a captar algunos
de sus defectos y sus males, que empecé a corregir entonces hasta alcanzar sus
éxitos que se pudo anotar la Policía en la gloriosa jornada del 13 de junio, donde
sus fuerzas, sin una sola defección, sin una falla y sin un desaliento, marcharon
hombro a hombro con sus hermanas del Ejército, de la Marina y de la Aviación".
»Asistimos hoya un gran resurgir de un alma colombiana que palpita en todas las
fuerzas vivas del país, y que empuja en los que estamos empeñados en tan grande
tarea a dar lo que esté de nuestra parte para emproar de nuevo hacia horizontes de
grandeza el legado glorioso que nos dejaron los libertadores, y el acervo doctrinal
cristiano que nuestras madres sembraron en el corazón de cada uno de nosotros:
porque pasado y porvenir debe reunirse en síntesis admirable para hacer de
nuestra patria lo que todos estamos soñando: un refugio común donde germine lo
noble y grande en el alma de la nación para superar sus instintos, disciplinar su
mente y empistar su vida hacia destinos eternos.
»Aprecio que las Fuerzas de Policía deben estar a la altura de la nación cívica, y
para ello es indispensable que su nivel espiritual, cultural, económico, y que los
instrumentos de que disponen, sean todos los días más adecuados y mejores, para
que puedan vivir decorosamente, y que sus hijos y familias tengan lo necesario;
porque si pretendemos que Colombia transforme sus métodos de vida y alcance
estadios de cultura superiores, es indispensable que los cuerpos encargados de
guardar el orden y la convivencia ciudadana gocen de tranquilidad económica para
que las dificultades de la vida íntima no acosen demasiado su espíritu, ni turben la
serenidad de sus actuaciones.
»Espero que con la incorporación de la Policía a las Fuerzas Militares se inicia esa
nueva vida de bonanza, unidad, mayor disciplina, mejores posibilidades y
completas garantías para todos los colombianos. Estamos convencidos de que la
Policía tiene funciones delicadas y poderosas: ella debe ser mensajera de paz en el
país; porque su continuo trato con los ciudadanos constituye la manifestación más
cercana del gobierno con el pueblo, y toda las gentes esperan su primera
protección del Estado a través de ella. De aquí pondremos todos nuestros
esfuerzos para que estos Cuerpos se coloquen a la altura de los mejores estados
cultos.
»En este régimen toda la nación colombiana debe sentirse segura, porque cuando
ella labora o reposa, hay centinelas que velan porque su descanso o trabajo no sea
interrumpido por quienes~ violan los elementales mandamientos de la ley natural y
divina, siembran la intranquilidad en los pueblos y atajan el proceso al que están
destinados. En Colombia ha terminado la zozobra; empieza la confraternidad, el
progreso y la esperanza.
EL PERFECCIONAMIENTO
Dentro de ese planteamiento previo, el curso de oficiales está integrado por 23
oficiales colombianos que llegan a la escuela para optar al grado de capitanes, y 3
oficiales ecuatorianos a quienes el comando de las Fuerzas de Policía otorgó las
becas aceptadas por el gobierno de la República hermana. Este curso se inició en
marzo y es muy novedoso en cuanto al pensum de seis meses. respecto a éste se
pueden mencionar como asignaturas nuevas las de sociología criminal,
matemáticas, ética profesional y código penal militar, fuera de otras que la
complementan, entre las cuales la calidad del servicio de policía está establecida
sobre el método vivo que aconseja la pedagogía moderna para este tipo de
actividad intelectual.
EL TERCER CURSO
Sobre esta fase de la e{1$eñanza en la Escuela "General Santander", dijo el mayor
Torres Quintero: El curso de suboficiales es el segundo de esta clase ordenado por
el coronel Rojas Scarpetta, y obedece a un planeamiento minuciosamente
calculado que ha atraído la atención de los señores gobernadores y comandantes
divisionarios, hasta el extremo de que concurren a él alumnos procedentes de
Cundinamarca, Antioquia, Boyacá, Caldas, Atlántico, Córdoba, Magdalena, Nariño,
Santander y Tolima, fuera de los que se presentaron por parte de las divisiones
Bogotá y Servicios Especiales. El curso está formado por 38 alumnos y ha sido
dirigida en su fase final por el teniente Oscar Maya Orbegozo, quien ha puesto todo
su entusiasmo en el mejor éxito del mismo. Las principales materias en esta clase
de actividad se refiere a primeros auxilios, régimen de administración y mando,
táctica y servicio en campaña. Estas son asignaturas nuevas que capacitan
grandemente al alumnado para su desarrollo pleno en los mandos de tropa. Este
curso terminó a fines de marzo y los resultados obtenidos en él fueron reconocidos
ampliamente por el señor ministro de guerra y por el señor comandante de las
Fuerzas de Policía.
LOS CADETES
En cuanto a la instrucción y preparación de los cadetes, la escuela, conforme a los
deseos expresos del excelentísimo señor presidente de la República, ha abierto
este año un curso especial para bachilleres, cuya formación inicial se vio coronada
por el éxito en forma sobreabundante, porque el alumnado alcanzó el número de 51
alumnos seleccionados y a él concurrió también una delegación de estudiantes de
la República del Ecuador, compuesta por cinco cadetes, conforme las becas que el
gobierno colombiano concedió a ese país por intermedio del Ministerio de Guerra y
el Comando de la Fuerzas de Policía, a fin de optar al grado de oficiales para la
Policía Ecuatoriana. Este curso ha estado dirigido por el teniente primero Mario
Castillo Ruiz, quien fue un sobresaliente alumno en el primer curso de preparación
de oficiales.
SATISFACCIÓN
Para terminar, el Mayor Torres Quintero manifiesta: "Ambas circunstancias, la de
estar el curso compuesto por bachilleres y la de concurrir a él una delegación
extranjera tan lujosa, concurren a darle a la Escuela 'General Santander' el prestigio
docente que ha venido buscando y a cimentar su posición de unidad de
organización de la oficialidad que cada día sale de sus claustros con más sentido
profesional y con aquella ilustración y condiciones morales que permiten augurar a
esa oficialidad de las Fuerzas de Policía los más altos destinos."
Esta es una de las tantas que tienen referencia con el coronel Galindo alias
Cucarrón cuando estaba en comisión del ejército como director de la escuela.
Tomaba mucho trago, y por lo general llegaba a la oficina de la dirección en un
guayabo de padre y madre. Era el oficial más antiguo de los que se encontraban en
comisión en la Policía y cuando se ausentaba el general Deogracias Fonseca que
por ese tiempo ocupaba el cargo de director general de la Policía Nacional, él lo
reemplazaba. En reunión de oficiales de planta señor Coronel nos informó que como
ya terminaba el año, había un dinero del presupuesto que no se había gastado y
que tenía que devolverlo. Le propusimos que oficiara a la Dirección General
solicitando trasladar esa partida presupuestal que no se gastó a otro capítulo, para
poder asfaltar la Avenida del Trabajo. El Director General de la Policía, era el único
que podía ordenar los traslados presupuestales a otros capítulos del presupuesto
asignado en el año. En efecto el coronel Galindo ofició a la Dirección General
solicitando el traslado del sobrante para asfaltar la avenida. En esos mismos días,
el coronel Galindo quedó encargado de la Dirección General por ausencia del
general Deogracias Fonseca y al llegar al despacho, encontró en el escritorio el
oficio por el cual solicitaba el traslado en referencia; y ¡Qué mejor oportunidad para
él que podía aprobarlo! Pero seguramente llegó con su guayabo de costumbre y de
su puño y letra, en letras grandes escribió al margen ¡NEGADO! El dinero se
reintegró y la avenida se quedó sin asfaltar durante varios años.
REORGANIZACIÓN DE LA ESCUELA "GENERAL SANTANDER"
Una de las realizaciones más extraordinarias del régimen, en materia de policía, fue
la reorganización efectuada en la escuela.
La actividad docente se inicia a las seis de la mañana para concluir a las seis de la
tarde. La jornada de trabajo se halla dividida en dos períodos: durante toda la
mañana, y hasta las cuatro de la tarde, se desarrollan las clases y estudios
estrictamente intelectuales, y de 4 a 6 p.m. tiene lugar exclusivamente la instrucción
militar.
El nuevo plan de estudios para cadetes y oficiales contempla todas las materias
que se cursan en una Facultad de Derecho. Se hace especial hincapié en el
estudio del derecho civil, del derecho Penal y del derecho administrativo, pero no
se descuidan las demás ramas jurídicas, hasta el extremo de existir cursos
regulares y seminarios periódicos de derecho laboral, derecho internacional y
criminología. El derecho adjetivo o procesal, tan importante y tan útil para el oficial
de policía, se cultiva cuidadosamente, versificándose su estudio de una manera
esencialmente práctica y metódica.
Una de las mejores iniciativas del director de la escuela, coronel Carlos Galindo, fue
el establecimiento de los años 50 y 60 de bachillerato.
El nuevo espíritu del instituto, impregnado de un intenso fervor por las ciencias
jurídicas, que hacen feliz y próspera la vida social, se haya enmarcado dentro de
una rígida disciplina militar, que ha permitido que la escuela se pueda parangonar
hoy con las mejores instituciones militares de carácter docente, del hemisferio.
Este centro docente está organizado de tal manera que los aspectos militar,
educativo y administrativo forman un todo perfectamente armónico y equilibrado.
La organización, básicamente, es como sigue: dirección y sub dirección;
departamento académico, del que dependen las secciones de incorporación y
documentación, instrucción militar y deportes e instrucción civil; asesoría jurídica,
dependiente del departamento académico; administración y pagaduría, y compañía
de servicios.
La organización militar, como es lógico, sigue las mismas normas que rigen en
general para las fuerzas armadas. Por este aspecto la instrucción es también
completísima en armamento y tiro, orden cerrado y abierto, gimnasia y deportes,
régimen de instrucción, administración y mando, táctica y lectura de cartas, con
permanentes ejercicios de práctica en terreno y en campaña.
Se ha puesto tan minucioso cuidado en el desarrollo del plan de estudios aprobado
por resolución No. 0095 que, para los cursos de capacitación para ascenso de
oficiales egresados de la escuela con anterioridad, se ha adoptado un plan
transitorio. El plan a que estarán sujetos en adelante, cadetes y oficiales, es tan
exacto y ponderado que el tiempo para el curso de cadetes se ha distribuido así:
1000 horas para el grupo de cultura policiológica; 875 horas para el grupo de
cultura militar; 450 horas para el grupo de cultura criminalística; 250 horas para el
grupo de cultura jurídico política; 100 horas para el grupo de cultura jurídico- social,
y 425 horas para el grupo de cultura física. En forma análoga se ha distribuido el
tiempo en los cursos de oficiales hasta el grado de mayores, inclusive; en este
último grado se contemplan, dentro de los grupos de cultura jurídicosocial,
materias tales como pruebas, servicios públicos nacionales, sucesiones y derecho
comercial (Instrumentos negociables).
Que el señor Coronel Carlos Galindo R., Director de la Escuela de las Fuerzas de la
Policía "General Santander", de Bogotá, ha solicitado el permiso correspondiente
para la fundación de la Sección de Bachillerato de la misma, para los cursos quinto y
sexto;
Que el señor Coronel Carlos Galindo R. ha presentado la documentación exigida
por el Decreto No. 2208 de 1952, con lo cual acreditó que la fundación reúne los
requisitos señalados en dicha disposición.
RESUELVE:
Artículo 1.- Autorizase al señor Coronel Carlos Galindo R., para que lleve a cabo la
fundación de la SECCIÓN DE BACHILLERATO de la Escuela de las Fuerzas de
Policía "General Santander", plantel que se dedicará a la educación masculina, en la
ciudad de Bogotá (Cundinamarca), para los cursos quinto y sexto.
Comuníquese y cúmplase
Firmado
En el itinerario histórico del instituto tenemos que destacar esta primera graduación
de bachilleres la cual se realizó ello de abril de 1957, en sobria y elegante
ceremonia con la entrega del diploma respectivo. El hecho es de gran significación,
no sólo por el adelanto cultural que para la Policía representaba, sino por el aporte
educativo que hace la escuela al país, tan necesitado de institutos docentes. La
lista de los primeros bachilleres es la siguiente:
Promoción No. 4-1945, "José María Córdoba", al curso que terminó ello. de enero
de 1945.
Promoción No. 5- 1946, "Atanasio Girardot", al curso que se clausuró el16 de
diciembre de 1946.
Notifíquese y cúmplase.
Dada en Bogotá, D.E., a 24 de mayo de 1957.
Firmado
DECRETA
Parágrafo 1º .- Los cursos a que se refiere este artículo estarán divididos con el
objeto de seleccionar el personal, reagrupar los conocimientos y evitar la pérdida de
tiempo a quienes no muestren las disposiciones debidas, en tres (3) etapas de seis
(6) meses cada una. Dichas etapas se denominarán, en su orden: Preparatorio,
primera profesional y segunda profesional.
Parágrafo 2º.- Ningún alumno podrá pasar a la etapa subsiguiente sin que
previamente haya sido aprobado y juzgado idóneo hasta entonces para la carrera.
Artículo 7º- Los alféreces tendrán las atribuciones con mando inherentes a su distin-
ción, en relación con el personal de alumnos de la Escuela de Cadetes de Policía.
Artículo 8º.- De conformidad con el artículo 129 del Decreto No. 2209 de 1946,
reglamentario de la Ley 1 a de 1945, sobre servicio militar obligatorio, los alumnos
que se retiren en buenas condiciones de la Escuela de Policía "General Santander",
después de un año lectivo de estudios, en el curso general o en un curso
extraordinario, y que reúnan las condiciones militares indispensables, podrán
obtener libreta como reservistas de primera clase del Ejército. Quienes
permanezcan por más de un año en calidad de alumnos podrán obtener libreta
como suboficiales de la reserva, de acuerdo con sus especialidades y capacidades.
Los alféreces que hayan cursado por lo menos, la mitad de la última etapa
profesional y que se retiren del Instituto en buenas condiciones, podrán pasar a la
reserva con el grado de subtenientes.
Parágrafo 2º.- Cuando las condiciones del retiro obliguen a hacer efectivas fianzas
u otras obligaciones pecuniarias exigibles, el interesado no podrá obtener la libreta
de servicio militar o el escalafonamiento como Subteniente de reserva, según el
caso, mientras no haya cancelado dichas obligaciones.
Comuníquese y cúmplase.
Dado en Bogotá a 27 de abril de 1957.
Firmado
En virtud al Decreto No. 1339 de 1º. De Julio de 1957, fue conferido, por vez
primera el grado de “Alferez” a distinguidos cadetes de la Escuela General
Santander, a partir del primero de julio.
La lista de los cadetes a quienes les fue entregado el sable de alférez por primera
vez, es la siguiente:
Algún viejo cronista sostenía que nada le sabía tan grato como redactar la historia
de su propia historia. Y en verdad que experimento un gran placer al narrar hechos
en los cuales tuve participación activa por mi condición de alumno de la Escuela de
Cadetes "General Santander" durante los años de 1.956 y 1.957, período en el cual
se surtieron los trámites, o mejor, se vivió la aventura que significó la creación del
distintivo de Alférez, que se concedió por primera vez a la promoción que felizmente
integré, en época que hace rato superó los cuarenta años.
Mirar hacia atrás, a esta altura y en este reposo que nos ofrecen los años y las
canas, nos llena de alborozo; y, volando con la imaginación revivimos momentos
que solazan el espíritu al rememorar una etapa de nuestras vidas, signada
solamente por las esperanzas y las ilusiones que cultivaban nuestros juveniles e
impetuosos corazones. Escribir sobre hechos que tuvieron ocurrencia por esas
calendas me obliga a recordar intensamente, como intensos fueron los momentos
que añoro.
Debo decir que la Escuela "General Santander" era más distante y más fría. Muy
despoblados sus contornos con excepción del barrio Ospina Pérez, de inauguración
reciente, por entonces. Las vías de acceso escasas y rodeadas de lodazales. Sus
imponentes edificaciones se destacaban en medio de un entorno que reflejaba las
necesidades de sus habitantes y el abandono de los poderes. Al llegar a la Escuela,
leíamos en la parte superior de la puerta de muralla un anuncio escueto, sobrio, sin
escudos ni adornos, que decía: "Escuela de Policía General Santander", lo que
sencillamente indicaba que sus aulas se ocupaban para formar hombres policías, y
en una época no muy lejana, sin tener en cuenta grados, rangos y jerarquías, pues
en ella se habían albergado aspirantes a oficiales, suboficiales, agentes, detectives y
dactiloscopistas, en una auténtica comunión de propósitos.
Sus instalaciones muy amplias, generosas en espacios; construidas con una clara
visión del futuro institucional. No existían el coliseo, el hermoso teatro, la biblioteca y
uno que otro edificio que hoy destinan para aulas o laboratorios. La "avenida del
trabajo" carecía de cinta asfáltica, por lo cual las clases de orden cerrado, esgrima
de bayoneta y gimnasia, se convertían en un verdadero tormento, que los superiores
exigían como parte esencial de nuestra formación profesional.
Eran quince los oficiales de planta al mando del Coronel del Ejército Carlos Galindo
Rodríguez. Como Subdirector se desempeñaba Francisco Gómez Laverde, teniente
coronel del arma de artillería. El capellán también pertenecía al Ejército con el grado
de teniente y orientaba la cátedra de "Deontología Policial". Otro militar, el capitán
Armando Orejuela, era nuestro instructor de "Táctica y planas mayores" y hacía
poco tiempo había participado en la guerra de Corea, de donde regresó lleno de
medallas y condecoraciones. Esto puede explicar, y mucho, nuestra absurda
vocación cuartelaría.
Al ingresar como alumnos nos dividieron en tres cursos: el profesional, integrado por
quienes habíamos terminado la secundaria, y otros dos grupos conformados por los
que se habían matriculado en quinto y sexto de bachillerato, modalidad académica,
abierta por primera vez a la juventud colombiana. En mi promoción tuve compañeros
inolvidables como Hernán y Manuel Santacruz, los hermanos Sánchez Díaz (Marco,
Augusto y Jairo) Laureano Burgos, Manuel Oviedo, Germán Zárate Angulo, Luis
Fernando Restrepo, Francisco Javier Castaño, Jorge Amor Díces, Rene Castillo
Ruíz, Álvaro Fernández, Rafael Castillo, Roberto Castro y cincuenta más que hoy
hacen parte de ese viejo álbum con fotografías en color sepia.
Carlos Casadiego Torrado, Alonso Cely Corredor, Enrique Talero Suárez y Jaime
Yidi Dabdoub, entre otros, pertenecían a sexto año. A quinto entraron Octavio
Vargas Silva, Armando Duarte, Roberto Mebarak Chaddid, Juan de los Santos Prieto
y muchos más que excusándome no menciono para evitar la innecesaria extensión
de esta cuartilla.
También la Escuela contaba con sesenta y seis cadetes que habían ingresado el
año anterior, fraccionados en dos grupos que llamaban antiguos (calendario A) y
semiantiguos (calendario B). Entre los primeros, que "ya tenían un año de papa", cito
algunos como Desiderio Vera Jaimes, José Ltús Vargas Villegas, Eduardo Pinilla
Mendoza, Yamil Gandur Tatar y Guillermo López Cabrera. Los semiantiguos eran
veintidós; entre ellos Oswaldo Caraballo, Jaime Cifuentes, Rodolfo Rassa, Ramón
Anaya y Gilberto Mora Colmenares. Abordarlos era una aventura pues se exigía
posición fundamental, a tres pasos de distancia y con la fórmula de "mi cadete",
mientras ellos bruscamente nos decían o mejor, nos gritaban "¡reclutas!"
Considero de justicia decir que era muy reconocido su nivel académico, pues
contaba con una planta de profesores, que realmente enaltecían al instituto, com o
Rafael Latorre Fonseca, Melendro Lugo, Cediel Ángel y Ramón Alberto García, el
popular 11 cachifo". Juristas insignes que ocupaban altísimas posiciones en el foro
colombiano y quienes nos legaron sabias enseñanzas con el mejor de los
ejemplos.
Había además dos" Alféreces". Aniceto González y otro cuyo nombre se pierde en
el lejano nubarrón de los tiempos. Se desempeñaban como comandantes de
guardia y habían alcanzado tal grado, que por entonces equivalía a la más alta
jerarquía dentro del escalafón de sub-oficiales.
No vacilo en afirmar que aquellos domingos sin salida eran lo más tedioso y
desesperan te. Algunos compañeros se recluían en las aulas para preparar
parciales, otros al picadero a pasar pista, los más se "bronceaban" en los prados y
no faltaban algunos que se distraían en un chico de billar, mientras nos azotaba la
nostalgia especialmente cuando escuchábamos canciones como "Tu duda y la
mía", "Nuestro juramento" o "Serenata sin luna" interpretadas por Olimpo
Cárdenas, Julio Jaramillo o Pedro Infante y cuyas tonadas llegaban de muy lejos a
través de un viejo "pick up" con sonido amplificado que los vecinos usaban para
animar sus convites barriales.
El año de 1.957 se inició con el ingreso de nuevas promociones. Recuerdo que por
es, fecha se matriculó en sexto de bachillerato un mozalbete inquieto, dinámico,
"espiritista" que procedía de Cali. Ese joven respondía al nombre de Humberto
Aparicio Navia sobresalía en todas las actividades, pero obviamente se mostraba
más en la deportiva. Quién iba a pensar entonces, que tras de esa atlética figura se
escondía un fino cultor de intelecto.
Ese mismo día, sin ceremonias ni solemnidades, formaron el curso, mandaron girar
a la derecha y luego una voz chillona ordenó lo siguiente: en hilera, por la derecha
al almacén de intendencia para recibir el sable de alférez, mar. La emoción alteró
las normas disciplinarias, rompimos fila, nos abrazamos, saltamos, gritamos vivas y
por último nos lanzamos al almacén en veloz carrera para salir armados con
hermosas espadas que convirtieron la Avenida del Trabajo como en un añejo
puerto de desembarco de piratas, corsarios y bucaneros, donde los sables brillaban
en un juego de inexperta y peligrosa esgrima. Vino luego la historia que el país
conoce y entre acuartelamientos, patrullajes, vigilancia y honores a los miembros
de la Junta Militar se fueron dos meses, durante los cuales, y después de haber
devuelto al almacén el viejo "mauser", nos dedicamos a ensayar manejos y a
paseamos arrogantemente por la Escuela en procura del más leve descuido de los
subalternos para hacerles sentir el peso de la superioridad y del mando.
Dos meses después, el 1º de julio de 1.957, por Decreto No. 1339 de la fecha y en
vistosa ceremonia, lucíamos el sable y los galones que nos distinguían como los
primeros alféreces de la Policía colombiana.
La dirección general de los juegos corrió a cargo del coronel Carlos Galindo R; la
dirección técnica y la coordinación general fueron de cuenta del mayor Ignacio Val
derrama Díaz y del capitán Jaime Rubiano Santoyo, respectivamente; intervinieron
también como orientadores, el coronel César A. Cabrerat de la Federación Militar
de Deportes, y el teniente coronel José del Cármen Gómez, de la sección de
educación física de la misma Federación.
Los propósitos de las competencias programadas han sido los de estrechar los
vínculos de camaradería entre los cadetes y oficiales de las escuelas de las
Fuerzas Armadas, y fomentar, mediante el deporte, el atletismo y la gimnasia, el
espíritu de sana emulación y los hábitos de disciplina, caballerosidad e hidalguía
que deben distinguir a los miembros de las Fuerzas Armadas. Igualmente, estos
torneos dan ocasión a los competidores para prepararse convenientemente y
participar en posteriores competencias nacionales y aún internacionales.
LOS PROGRAMAS
Comprendían: ajedrez, atletismo saltos, garrocha, jabalina, disco y bala;
basquetbol, boxeo -todos los pesos-, ciclismo, equitación, esgrima, gimnasia,
levantamiento de pesas, lucha, natación, tenis, tiro y voleibol.
INAUGURACIÓN
Como se ha anotado ya, tuvo lugar el 8 de diciembre a las 3 de la tarde con una
ceremonia presidida por el señor Ministro de Guerra, brigadier general Alfonso Saíz
Montoya, y por el Comandante General de las Fuerzas Armadas, brigadier general
Alberto Gómez Arenas. En un discurso, de contenido deportivo y de encendido
entusiasmo, el coronel Carlos Galindo R. inauguró las competencias; sus palabras
fueron seguidas por las no menos fervorosas del brigadier general Gómez Arenas,
quién destacó la trascendental importancia que los deportes tienen dentro del
ámbito de las Fuerzas Armadas. El señor Ministro de Guerra tomó el juramento
olímpico y el torneo se inició con todo el entusiasmo que era de esperarse.
LAS DELEGACIONES
En la memorable gesta deportiva estaban representadas: La Fuerza Área de
Colombia, cuya delegación presidía el señor capitán Julio César Fernández; la
Naval de Cartagena, con el señor teniente de fragata Ciro Fernández como
presidente de delegación; la Militar bajo la Presidencia del señor teniente Roberto
Rodríguez; la de Policía "General Santander" presidida por el señor capitán Luis
Ospina Navia.
LOS RESULTADOS
Los mayores triunfos fueron cosechados por la Escuela Naval de Cartagena, cuyos
muchachos se impusieron por un gran total de 167 puntos. La clasificación general
fue como sigue:
Fútbol: FAC
Basquetbol: FAC y Armada
Voleibol: Escuela de policía
Equitación: Nieto L. Germán (Escuela de Policía) y Villota D. José (también
de E P.), primer y tercer lugar, respectivamente. En individual,
falta y fuer, de pista: Bernal Fernando (E.M) y Zárate Germán
(E.P), primer tercero respectivamente, en prueba de "todo
competidor".
Tiro:
Fusil militar: Rodríguez Hernando, de la FAC.
Fuego Central: Torres Moreno Aurelio (E.P.)
Match inglés: Galeano Hernando (E.P.) y Castro Alfonso (E.P.), primero y
tercero respectivamente.
Precisión: Santacoloma Joaquín (E.P.)
Fuego de silueta: Farfán Jaime (FAC).
Carabina 22: Murillo Salomón (FAC) y Galeano Hernado (E.P.), primero y
tercero, respectivamente.
Esgrima:
Florete Individual: Tavera Hernán (FAC).
Por equipos: Escuela Naval.
Lucha:
Peso mosca: Garavito Jorge (E.N.) y Bodensiek Jorge (E.P.), primero y
segundo
Peso gallo: Mojica Reinaldo (E.P.).
Peso pluma: Rodríguez Armando (E.N) y Molina Óscar (E.P.), primero y
tercero.
Peso liviano: Tarud Jaime (E.N.) y Vallejo Carlos (RP.), primero y segundo.
Boxeo:
Peso mosca: Gustavo Perdomo (E.N.).
Peso gallo: Mojica Reinaldo (E.P.).
Peso pluma: Villamil Jaime (E.N.) y Cortina Fernando (RP.), primero y
tercero. Peso ligero: Parada Luis (E.N.)
Walter ligero: Jaramillo Jorge (E.N.) y Madiedo Hernando (E.P.), primero y
tercero.
Walter: Acevedo Hernando (E.M.) y Soto Julio (E.P), primero y
segundo.
Levantamiento de Pesas:
Peso Pluma: Figueroa Juan (E.N.) y Morales Jaime (RP.), primero y tercer
Peso liviano: Montaña Jaime (E.N.) y Restrepo Cesáreo (E.P.), primero y
segundo.
Peso mediano: Tirado Néstor (E.N.) y Gómez Ignacio (E.P.), primero y segundo.
Tennis:
Sencillos: Acosta Marco (E.P.) y Villareal Filipo (E. P.), primero y segundo
Dobles: Escuela Militar.
Natación:
Caldas Vicente (E.N.), en los 400 metros y en 100 metros libres lo mismo que en los
100 metros de espalda.
Policía, en los 4 x 50. Y en los 200 metros pecho, Gobel Peter (FAC).
Gimnasia:
Individuales: Rueda Ricardo (FAC)y Moreno Alfonso (E.P.), primero y
tercero
Por equipos: FAC y Policía.
CLAUSURA Y PREMIACION
Se efectuó el día 15 de diciembre, a las 3 de la tarde en el estadio de la escuela,
con un programa especial en el que el señor coronel director de la Escuela Militar y
el señor coronel director de la Escuela de Cadetes "General Santander"
pronunciaron cálidas palabras alusivas a los actos que acababan de cumplirse. El
mismo día, en el Club Militar, el señor coronel Carlos Galindo, el teniente coronel
José del Carmen Gómez y el mayor Ignacio Valderrama Díaz presidieron la sesión
de premiación, que revistió una singular solemnidad.
Finalmente, debe destacarse la excelente voluntad manifestada por los cronistas de
El Tiempo, El Siglo, La República, El Independiente y Diario de Colombia, quienes
cubrieron todos los detalles técnicos y gráficos de los eventos para mantener
informado así al público sobre los grandes progresos que ha alcanzado el deporte
militar.
El nuevo director del instituto se propuso realizar, al frente del importante cargo que
se le ha confiado, una vasta labor docente y de tecnificación de la Policía, para que
la institución cuente cada vez más con la adhesión y confianza del público.
Todos los actos revistieron el esplendor que era de esperarse dado el empeño con
que la dirección de la escuela y todo su personal había venido preparándose para
tal acontecimiento.
CONSIDERANDO:
RESUELVE
Artículo 1.- El Casino de cadetes de Policía de la Escuela "General Santander" se
denominará Gerardo Moncayo, en memoria del oficial que en aras del servicio
ofrendó su vida para mantener el imperio de la Constitución y las leyes.
Comuníquese y Publíquese.
Dada en Bogotá, D.E., a 16 de mayo de 1958.
A las 12 del día el doctor Lleras Camargo llegó a los edificios de la Escuela de
Cadetes “General Santander”, en Muzú, donde una concentración de oficiales y
personal no uniformado perteneciente a la institución lo esperaba para acompañarlo
por las diversas dependencias; éste, por su parte, con muestra de gran entusiasmo,
recibía las informaciones, hacia preguntas y departía con amplia cordialidad y
exquisita sencillez con todos y cada uno de los oficiales que se le acercaban.
Mediante el contrato firmado entre los gobiernos de Colombia y Chile, llegó en julio
de 1958, la segunda misión chilena integrada por el Mayor Jorge Aranda Parra
como Jefe, el Capitán Braulio Saavedra Morales y el Capitán Arturo Toro Toro,
estos últimos como instructor de equitación y servicios policiales generales,
respectivamente. Posteriormente llegó el Capitán Eduardo Gordón Canas. Los
citados oficiales habían sido escogidos del Cuerpo de Carabineros de Chile por su
experiencia y técnica.
Coronel
BERNARDO CAMACHO LEYVA
26-IX-58 al 12-V-59
CONSIDERANDO:
RESUELVE:
RESUELVE:
Fue pronunciado por el Capitán Jacinto Nicolás Ríos Mesa, oficial de las primeras
promociones, hoy desaparecido. Decía entonces:
»De alma y temple superiores, modesto en extremo y de gran valor civil era don
Juan María Marcelino Gilibert. Quiso él una policía colombiana verdaderamente
técnica y ajena a todo morbo político, a cualquier influencia extraña a sus fines
porque desde su mocedad en la escuela de derecho de Tolosa comprendió la
urgencia de una fuerza que como la ley sirviese a la ciudadanía entera.
»Aunque no ignoramos que queda largo camino de lucha para dar a la policía el
sitio ambicionado por su organizador, sabemos que ni el trabajo diario ni el desvelo
continuo son suficientes para lograr rápidamente la meta que él colocó, como su
espíritu, en cimas intemporales y perennes. Pero como él, con los pies en el suelo y
la mente en las estrellas, todos y cada uno de los miembros de la institución han de
propugnar por el progreso de la misma, ya que sus pequeñas o grandes
deficiencias, antes que obstáculos son acicate para obtener el triunfo o para saber
perecer en la demanda. Es que quienes respetan y hacen respetar el derecho
sirven a la patria y cuando se sirve a la patria no hay cansancio ni derrota.
»Es obvio que 'únicamente los corazones rectos coadyuvarán a tales aspiraciones y
también es elemental que quienes no guarden en sus más íntimas fibras el
sentimiento y honor que calificó a Gilibert, jamás tendrán acogida dentro de las
fuerzas de Policía de Colombia. Porque Juan María Marcelino Gilibert no ha
muerto; a su nombre respondemos todos: ¡Presente!».
El tercer puesto del programa preparado para el5 de noviembre del año 1958 en la
Escuela "General Santander" contempló la bendición de la capilla y celebración de
la santa misa.
Desde las primeras horas de la tarde, la escuela realiza una alegre fiesta con
vísperas generales: pólvora, piñata, vaca loca y un gracioso concurso de belleza
para coronar al más feo (resultado reservado), juegos varios, y al filo de la media
noche una deliciosa serenata a las diferentes compañías de cadetes. Momentos
inolvidables de la vida estudiantil que sabe amalgamar las asperezas de las
disciplinas con las trivialidades que dan expansión al espíritu y atemperan el ánimo
para el logro de un mejor equilibrio mental y un sistema más sano de vida.
Velada lírico-literaria.
Uno de los actos del viernes lo constituyó la elegante velada lírico-literaria que se
celebró en el salón de actos de la escuela, con participación de alféreces y cadetes
y cuyo programa fue el siguiente:
Día sábado16.
Los diferentes números del programa se cumplieron cabalmente; el día fue de sol,
altamente favorable al desarrollo de la festividad; los invitados dieron realce con su
presencia y aplausos a todos los actos, y la jornada resultó de especial lucimiento.
Director:
Teniente coronel JUAN FÉLIX MOSQUERA MOSQUERA.
Subdirector:
Mayor ASDRÚBAL ROMERO ESCOBAR.
Inspector de estudios:
Capitán RENÉ GORDILLO LOPERA.
PROFESORADO UNIFORMADO
Teniente coronel Bernardo Camacho Leyva, Táctica policial.
Mayor (chileno) Jorge Aranda Parra, Sicología del mando.
Mayor Asdrúbal Romero Escobar, Técnica policial y planas mayores. Mayor médico
Hernando Plata Bermudez, Primeros auxilios.
Capitán (chileno) Braulio Saavedra M., Ceremonial y protocolo. Equitación. Capitán
Julio Cortés Gracía, Técnica policial y leyes especiales.
Capitán René Gordillo Lopera, Policía local y leyes especiales.
Capitán abogado Bernardo Echeverry Ossa, Técnica policial.
Capitán médico Hernán Cortés Maal, Medicina legal.
Capitán abogado Gerardo Cújar Albornoz, Penal militar.
~apitán Onofre Torres Méndez, Orden cerrado y escuela de mando. Teniente Luis
Francisco Ospina C., Armamento y tiro.
PROFESORES DE DEPORTES
Profesor Efraín Martínez López, Tennis.
Profesor Boris H. Rodríguez, Volley-ball
Profesor Alfredo Rodríguez Vargas, Pesas y boxeo. Profesor
Miguel Valderrama, Esgrima.
Profesor Ernesto Lamper, Atletismo.
Profesor Denis Troin, Gimnasia.
Profesor Andrés Acosta Manjarrés, Fútbol
Profesor José María Mosquera, Instructor banda de guerra.
REFERENCIAS DE LA PRENSA SOBRE "LA ESCUELA GENERAL SANTANDER"
»Dentro del propio servicio de la policía, el oficial podrá especializarse, según sus
aficiones. Se cuenta ya con ingenieros, con abogados, con agrónomos, con
veterinarios. De esta manera podrán ellos influir en el avance de la organización
logrando establecer cohesión con otras fuerzas, liquidando el concepto de que la
policía debe vivir aislada. Nada de ello. En la ciudad y en el campo ellos están
obligados a cumplir una tarea de paz y de pedagogía. Armados de conocimientos
técnicos pueden ser los orientadores del campesino, respaldar los programas de
acción del gobierno y de las entidades directoras del agro.
Y como instructor del curso el Capitán Braulio Saavedra, con un horario de 7:00 a
12 materias prácticas (equitación); de las 14:00 a las 17:00 materias teóricas como
hipología, herraje, historia de los carabineros, pedagogía entre otras. Durante
nuestra permanencia construimos el jardín de salto y arborización de toda el área
costado sur de la escuela.
Los jóvenes, acompañados casi todos por sus familiares, no tardaron mucho en
quedar asimilados a su nueva vida. Distinguidos pocos minutos antes por sus
diversos trajes, por los tonos diferentes de las corbatas y aún por los distintos
cortes de cabello, quedaron rápidamente uniformados y ordenados con relación a
su estatura.
A las 8, toda la escuela se hizo presente en formación de parada para la izada del
pabellón Nacional.
A las 9:00, Monseñor Emilio de Brigard, Obispo auxiliar de Bogotá oficio una misa
solemne con asistencia de la alta oficialidad de la Policía.
A las 11:30 tuvo lugar la formación de parada para rendir honores a la bandera y al
señor Presidente de la República.
LABORATORIO DE CRIMINALISTICA
Bajo la dirección del coronel José Manuel Mendoza, quien desde el 17 de julio de
1963 ocupo el cargo de director del instituto, se ha logrado la continuidad del
progreso en materia docente, imprimiéndole un carácter más científico, mediante
la instalación de un magnifico laboratorio de criminalística dotado de todos los
elementos necesarios para la preparación técnica de investigadores de la rama
criminal. En efecto, los modernos equipos y las instalaciones consultan en gran
parte los requerimientos de la actual ciencia investigativa y se ajustan a los
descubrimientos en esta importante materia.
Oficiales generales
Mayor general
Brigadier general 3 años
Oficiales superiores
Coronel 4 años
Teniente coronel 4 años
Mayor 4 años
Oficiales subalternos
Capitán 5 años
Teniente 4 años
Subteniente 4 años
Subteniente 32 años
Teniente 36 años
Capitán 42 años
Mayor 8 años
Teniente coronel 52 años
Coronel 56 años
Brigadier general 60 años
Mayor general 63 años
Desde hace algunos años la escuela adoptó una modalidad dentro de sus
actividades culturales: La instauración del "viernes cultural", que consiste en una
serie de actos diametralmente opuestos a los que en el lenguaje popular de los
ciudadanos comunes y corrientes lleva la misma denominación.
Todos los días de su nombre, a la caída del sol, el ambiente de la escuela empieza
a impregnarse de un entusiasmo especial del que participan igualmente superiores
y subalternos. Las puertas del teatro se abren de par en par y sus asientos se ven
ocupados por el personal, en amistosa compañía de los invitados de la sociedad.
Entre tanto, al proscenio ascienden grupos artísticos integrados por alumnos y
profesores y, para mayor atractivo, conjuntos de renombre nacional que acuden allí
accediendo a cordiales invitaciones de los organizadores.
La faena cultural, que es a la vez artística, se inicia hacia las siete de la noche y
comprende una rica variedad de actos que recuerdan las célebres veladas literarias
de los establecimientos educativos pero que las superan por cuanto la calidad de
los trabajos seleccionados y la de los artistas que intervienen hacen de cada
programa un espectáculo de categoría.
LOS ESPECTÁCULOS
El personal del plantel se divide, para las programaciones, en grupos según los
cursos. Tanto los cadetes como los oficiales que adelantan cursos de capacitación
para ascenso, elaboran programas en sana competencia por presentar cada uno el
mejor.
OBJETIVO PLANIFICADO
El "viernes cultural" se estableció, no solamente para atender a la sana norma de
proporcionar a la mente del educando un merecido descanso en sus disciplinas
habituales, sino también, para que el alumno asimile un justo sentido de la
organización de espectáculos culturales, para el mejor cumplimiento de sus
funciones en la vida profesional.
Por lo tanto, al oficial se le pedirá frecuentemente tomar parte activa, bien puede
ser, precisamente, en el esbozo de un programa, en el montaje de espectáculos
culturales, o en la organización de festejos de diversa índole. Es entonces cuando
el oficial echa mano de la experiencia adquirida en la Escuela mediante los "viernes
culturales". Y, algo más: sin que nadie se los solicite, el oficial deberá, en muchas
ocasiones, organizar por su cuenta actos que constituyan labor de relaciones
públicas. Las diversiones apaciguan los ánimos caldeados por la política o por la
situación de crisis. La Policía puede ayudar al pueblo a disipar tensiones y a crear
ambientes de concordia y tranquilidad a base de actividades artístico-culturales o
simplemente distractivas.
LA DÉCADA DE LOS 70
PISCINA SEMIOLÍMPICA
Considerando:
Que es un deber estimular a quienes se han distinguido por sus virtudes
profesionales y consagración en el servicio;
Que siendo la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander", el más importan-
te Centro educativo institucional, se hace necesario enaltecer a quienes de manera
sobresaliente hayan cumplido con los deberes propicios del oficial de planta;
Resuelve:
Artículo 1.- Créase el distintivo Escuela de Cadetes de Policía "General
Santander", como símbolo de reconocimiento que se otorgará a quienes hayan
prestado sus servicios como oficiales de planta del instituto.
Artículo 2.- El oficial que se haga acreedor a este merecimiento usará en la parte
superior y hacia el centro del bolsillo izquierdo de la blusa del uniforme, un
distintivo en crisocal dorado, forma suiza de fondo verde con el escudo de la
Escuela, recortado y esmaltado al fuego, en colores de joya reglamentarios, de
dos fijaciones de broche con una dimensión de 0.30 mm. de largo y 0.20 mm en
su parte más ancha.
Artículo 3.- El distintivo de que habla el artículo anterior será confeccionado con
cargo al presupuesto de la Escuela y se entregará con el diploma que lo acredite.
Artículo 4.- Son requisitos que dan derecho a los oficiales para recibir esta
distinción los siguientes:
a. Ser director del instituto, quien lo adquirirá por derecho propio.
b. Haber sido oficial de planta por un lapso no menor a un año.
c. Estar escalafonado como profesor de la Policía Nacional.
d. Estar clasificado en la lista uno o dos.
e. Tener en la actualidad derecho al anillo Escuela "General Santander".
f. No haber sufrido sanción disciplinaria dentro del tiempo exigido.
g. Haberse beneficiado la escuela con su trabajo o iniciativa cuyo valor sea un título
de orgullo y de prestigio para el Instituto.
h. Haber observado intachable conducta, tanto pública como privada y ejercido
ejemplarmente las virtudes policiales.
Artículo 5.- la adjudicación de este distintivo se hará mediante deliberación y fallos
de una junta integrada por el señor director como presidente, el subdirector, como
vicepresidente, y el Jefe de la sección docente como vocal. El oficial ayudante de la
dirección actuará como secretario.
Artículo 6.- Los miembros de esta junta tendrán voz y voto a excepción del
secretario, y sus decisiones se adoptarán por mayoría siendo requisito esencial la
asistencia de todos los integrantes.
Artículo 7.- La junta se reunirá cada vez que sea necesario una deliberación y será
convocada por su presidente.
Parágrafo 1.- El diploma llevará las firmas, en su orden, jefe sección docente,
subdirector y director de la escuela.
Artículo 13.- La pérdida del derecho al uso del Distintivo "Escuela de Cadetes de
Policía "General Santander" se decretará mediante acta, previo informativo
levantado y fallo por la junta de que trata la presente resolución.
Comuníquese y Cúmplase,
Dada en Bogotá D.E; a los 12 días del mes de mayo de 1971.
Firmado
CORONEL PABLO A. ROSAS GUARÍN,
Director Escuela.
Teniente LUIS MANUEL NIÑO ZAFRA Ayudante
Dirección.
Dentro de las prácticas que el instituto desarrolla con sus alumnos, periódicamente,
se encuentran las llamadas" campañas" como parte básica de la instrucción en
"orden abierto" y preparación para la acción ante la subversión en todos los
rincones del país. Una de éstas se efectuó el 22 de julio de 1971 cuando marcharon
los alféreces hacia el Municipio de Mariquita, a fin de realizada con algunas
características diferentes.
El servicio agotador, el clima extremo, las tareas encomendadas, los zancudos, las
emboscadas, las caídas espectaculares en la noche, el cambio de alimentación, la
apertura de trochas en extremos casi imposibles y las tácticas contra guerrilleras,
con toda su dilación y cuidado, sirvieron para templar el espíritu y preparar el
cuerpo de los jóvenes alféreces.
4
Revista ECSAN
MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
POLICIA NACIONAL
Artículo 2º. La edición será trimestral y tendrá las siguientes características: tamaño
22 x 24 cms., 72 paginas interiores, carátula impresa a 4 colores; un cabezote en la
parte anterior de la carátula con el escudo del instituto; en la parte superior derecha
el nombre de la revista y en la primera página interior la bandera y su descripción
del motivo de la carátula.
Comuníquese y Cúmplase.
Dado en Bogotá, D.E a 30 de abril de 1975
Firmado
Así mismo, mediante resolución No. 10488 del 1 de diciembre de 1992 se modifica
el nuevo plan de estudios del Programa Formación Universitaria en Administración
Policial de la Escuela de Cadetes de Policía "General Santander" y se dan a
conocer los principios generales del instituto-éticos, jurídicos, pedagógicos y
epistemológicos-, así como la finalidad y objetivos del instituto, acerca de los cuales
se había escrito en el año de 1975, período en el cual la escuela se transforma, de
una entidad con carácter de hacienda, en una institución con organización y
categoría universitaria.
En Lima, en 1976, asistí a los actos de aniversario de la Guardia Civil del Perú; uno
de ellos me entusiasmó, especialmente al ver la nutrida concurrencia de la
oficialidad en retiro en todos los grados. Allí todos dialogaban con los jefes y
comandantes en una demostración de camaradería francamente envidiable. En
este momento nació la idea de que nosotros podíamos hacer algo parecido. A mi
regreso al país, al poco tiempo recibí el alto honor de dirigir nuestra Alma Máter. Al
programar las festividades de aniversario, se incluyó, como acto especial,
naturalmente con la venia del mando de la época, lo que se llamó "El Día del
recuerdo" que, por fortuna, con el transcurso de los años no sólo se institucionalizó,
sino que se ha venido fortaleciendo, de tal forma que, anualmente, todos asistimos
y en esos momentos volvemos al pasado para ver con orgullo las duras horas de
disciplina y trabajo, al igual que los gratos y bellos momentos de amistad y
compañerismo. Ese día nos reunimos los compañeros del ayer a vivir por unos
instantes una de las emociones más hermosas del hombre: el recuerdo. En el
recuerdo estamos presentes con el orgullo de haber vivido y nos sentimos
orgullosos con la serenidad de los años, porque todavía podemos contemplar
optimistas el porvenir.
»El motivo principal fue expresar un mensaje de cariño y respeto; era el anhelo, el
sentir de todo el personal en servicio activo hacia quienes, con abnegación, desvelo
y virtud, acrecentaron las bases de la Institución tutelar de la Patria. Darle un
mensaje de reconocimiento y gratitud y desde luego brindarles un merecido
homenaje, cálido y cordial a la indeclinable labor y al deber que cumplieron durante
una larga trayectoria de sacrificio personal y dedicación a la profesión policial
algunas veces heroica, sobrehumana e incomprendida.
Narración del señor Brigadier General (r) Luis Felipe Estupiñán Fuertes
En la entrega de armas nos dieron nuestro fusil, una ceremonia significativa ya que
éramos las primeras partícipes de tan importante evento, ¡que orgullo y que
felicidad!
Ascender a alférez fue subir un peldaño más nuestra vida policial, teníamos mando
sobre los cadetes, podíamos usar las botas altas, prestar el servicio de alférez de
escuela, lo cual molestaba a muchos porque no entendían como nosotras teníamos
tales atribuciones, pero sin embargo demostramos que podíamos dirigir, guiar y
ordenar sin sobrepasarnos, de una manera muy inteligente y sobre todo justa.
Después de tanto esfuerzo una justa recompensa; lograr ser una de las primeras
siete oficiales de vigilancia, que orgullosa me sentí, y me sentiré de haber escogido
la mejor profesión: “Ser mujer policía”.
Óscar:
Tus padres, tus hermanos y amigos por estos días estamos de plácemes. Te
felicitamos. Nos sentimos orgullosos de ti pues nos has honrado, honras nuestra
familia. Hoy dieciséis de mayo de mil novecientos setenta Y ocho, te has hecho
acreedor a un título por mil motivos nobles. El Gobierno Nacional te lo otorga por
tus merecimientos personales. Quizá tardes un poco en entender y comprender
mejor la significación de este suceso y de lo que podrá representar para tu vida, en
tu propia realización como hombre al servicio de la sociedad. Podrás palpar por ti
mismo, lo que tal cosa significa, la de servir a los demás sin esperar nada, tal vez
unas simples "gracias", quizás una leve sonrisa o nada. Pero esto es un título
valioso que en marcarás en tu corazón como recompensa por tu dedicación al
prójimo. Ningún otro título ambiciones, porque esos los de colgar en la pared, un
día se deterioran y pierden su color, se acaban. En buena hora haces tu aparición
en la Institución de Policía por mí amada, respetada y humildemente servida. Pero
también llegas en momentos difíciles para la humanidad entera y por su puesto
para nuestra Colombia. Los policías sentimos especialmente la incorporación, la
confusión entre las gentes, las rivalidades, la falsedad, el egoísmo, la desigualdad y
qué sé yo, frente a cuya situación nuestra Policía quisiera hacer más para aliviar de
tanta angustia a nuestro pueblo.
El delito toma ventaja de la situación y nuestro hombre colombiano tal parece que
ha echado por la borda sus propios valores o lo que de ello pudiera quedarle. El
camino que llevamos, es un camino equivocado pues parece que conduce al
abismo donde se agita el caos, la inmortalidad y la pérdida de valores y principios.
Pero ése, Óscar, es precisamente el campo en el cual luchamos los policías del
mundo, tratando de impedir que la borrasca continúe en aumento. Cualquier acción
en tal sentido será valorada en su justa dimensión. La patria reclama de gentes con
vocación de servicio para combatir el gran mal que nos acecha. Por ello, será
recompensado con creces. Verás con el paso de los días la satisfacción que te
propicia esta profesión. Muy pocas instituciones como la nuestra facilitan la
aplicación de la doctrina cristiana y el cumplimiento de sus mandamientos. Debo
decirte que para mí también llegas oportunamente, cuando los de mi generación
avisamos los signos de los días pasados y aparecen las huellas del tiempo. Nos
asalta de pronto la idea de una falta de física energía, pero llegas tú y tus
compañeros con igualo superior ímpetu al mío, cuando años atrás empuñara la
espada, símbolo de una profesión, de una vocación de servicio, de una especial
autoridad moral, signo de fortaleza de amor por la patria. Es la misma que yo
recibiera de manos del señor Presidente de la República, al inicio de mi carrera. Es
la misma que he logrado conservar limpia y brillante para que tú ahora la lleves con
honor, dignidad, respeto y entendiendo la majestad de su significado. Su forma
recta y su acero lustroso te indican siempre la absoluta rectitud en tus acciones y la
pulcritud de tu conciencia. Pues no te olvides de tu conducta, tus procederes y tus
acciones, tendrás que dar cuenta a Dios, a la Patria, ya estas armas, la autoridad
que se otorgan y confieren implican grave responsabilidad como hombre, como
Oficial de la Policía y como Colombiano, Usarás todo esto solamente para proteger,
defender y ayudar a todos y entre ellos a los más necesitados, a los más débiles,
tal vez a los que andan enceguecidos o a oscuras. Espero, lo deseo de corazón y
conociéndote como te conozco, que un día puedas con la satisfacción de un buen
colombiano envainar tu espada con el honor que ella representa y cuando creas
que has cumplido tus deberes conforme al juramento que hoy acabas de hacer ante
Dios y ante la Patria, Tu Padre,
FRANCISCO J. NARANJO FRANCO.
<<Nuestra alma máter se viste de gala para llevar a efecto tan importante
acontecimiento en la actividad policial y que marca una nueva página en la Historia
Institucional, cual es la entrega, por primera vez, de tan esperadas “Dagas”, a este
selecto grupo de cadetes componentes de la compañía Simón Bolívar,
acontecimiento que cristalizó el deseo latente en la mente de quienes pasamos por
esta escuela; se logra hoy gracias a la gestión del señor Director General de la
Policía Nacional Mayor General Pablo Rosas Guarín, quien así hace posible que
nuestros cadetes pasen a formar parte de las escuelas de formación de oficiales de
América latina, con símbolos que engalanan su presentación personal.
Tengo que recordarles también, señores cadetes, que las dagas representan el
símbolo las armas de nuestra república y que en épocas inmemoriales cautivaron a
reyes, tronos y dominaciones y siempre fueron portadas por éstos con hidalguía y
representaron su autoridad.
Adquieren ahora una nueva responsabilidad que demora la fortuna de pertenecer a
esta prestigiosa institución policial. Los exhorto a seguir adelante haciendo caso
omiso a los imponderables que hoy por hoy asoman a lo largo de nuestra existencia
y que influyen en nuestra voluntad aportando contra ellos iniciativas, campañas
emprendedoras, soluciones viables y positivas que muy seguramente serán el
cimiento de futuras generaciones. Escuchándolos pronunciar a viva voz el código
del honor, señores cadetes, se desprenden frases transcendentales para la vida
profesional de oficial, grado que muy pronto alcanzarán en este mismo campo de
paradas; pero no deben ser solamente unas frases que se enuncian, sino que ellas
deben representar la voluntad de nuestra acciones y el compromiso firma de
verdaderos caballeros que llevan por doquier el mandato constitucional de preservar
las instituciones legítimas y velar por la seguridad ciudadana y, en caso de
encontrarse en peligro, usar las armas en forma adecuada para su defensa.
Para finalizar, señores cadetes no olviden que estas dagas deben portarlas con
orgullo, desenvainarlas con valor y guardarlas con honor>>.
CLUB DE ALFÉRECES
El 2 de septiembre de 1983, los cursos 052 y 053, en un esfuerzo encomiable,
contribuyeron para la organización y donación del club de alféreces de la escuela,
obra que fue inaugurada en un acto presidido por el señor Mayor General Víctor
Alberto Delgado Mallarino, Director General de la Policía Nacional. Hoy en día
figura como alojamiento de una compañía de cadetes.
Con el fin de concentrar los esfuerzos de las diferentes entidades oficiales, para
lograr una mayor tecnificación en la lucha contra la delincuencia; establecer un
intercambio de conocimientos, experiencias y recursos de los diferentes organismos
que auxilia a la rama jurisdiccional del poder público, y buscar la actualización de las
técnicas relacionadas con la investigación criminal, con fecha primero de diciembre
de 1986, en el antiguo auditorio del Instituto (hoy bloque de aulas), se realizó la
inauguración del “Primer Simposio Interinstitucional de Criminalística”, evento que
duró cinco días. A partir de esta fecha, y anualmente se han venido realizando los
seminarios. A partir de 1988, se inicia el ciclo de Simposios Internacionales que se
realizan cada dos años.
CEREMONIAS
1. Entrega en custodia del estandarte de la Escuela de Cadetes de Policía
“General Santander”.
2. Conmemoración del Quincuagésimo aniversario de fundación de la Escuela de
Cadetes.
ACTOS
1. Semana santanderista.
2. Día del Recuerdo.
3. Recepción con motivo del aniversario del instituto.
4. Función de gala.
5. Festival de tunas universitarias
6. Campaña de Divulgación
OBRAS ADELANTADAS
1. Adecuación del centro de consultas.
2. Construcción entrada presidencial para recibir honores.
3. Arreglo de las instalaciones de la Capilla.
4. Adecuación aula de proyecciones
5. Adecuación estadero de cadetes.
6. Instalación de las oficinas de Telecom.
7. Pavimentación, repavimentación y señalización de avenidas.
8. Remodelación del frontis del Instituto.
9. Construcción de un aula ambiental.
10. Construcción de los stands de cafeterías.
11. Construcción de los comedores auxiliares.
Estas obras mejoraron notablemente la presentación y los servicios del Alma Mater
y dieron lugar a un merecido reconocimiento para el personal bajo cuya
responsabilidad se realizaron.
Con el ánimo de unificar y mejorar la formación del hombre policía en todos los
centros docentes policiales del país, el Gobierno Nacional emitió el decreto que
aparece a continuación:
REPÚBLICA DE COLOMBIA
DECRETO No. 1686 DEL 27 DE JUNIO DE 1997
DECRETA
CAPITULO 1
Publíquese y cúmplase
HECHOS Y CRÓNICAS
1999 – 2008
PARQUE “SAN FRANCISCO DE ASIS”
CONCURSO HÍPICO
LAS CONVULSIONES
Autor: Luís Vargas Tejada
Promoción: Gabriel González
MUTACION
Autor: Fernando Orozco
Promoción: Carlos Holguín
5
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 22
ESPERANDO LA CAPITANA
Autor: Jorge Arenas Bejarano
Promoción: Antonio Nariño
MEJOR GRUPO
Promoción de Alféreces Antonio Nariño
MEJOR ACTRIZ
Subteniente Edna Rodríguez
MEJOR ACTOR
Cadete Héctor Betancourt 6
POLIDEPORTIVO
6
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 92
7
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 84
PISTA DE CONDUCCIÓN DE VEHÍCULOS
INFORMACIÓN GENERAL
INFORMACIÓN GENERAL
El Inspector de la Policía de
Londres, Mike Nixon visitó las
instalaciones de la Escuela
Seccional de Cadetes y
Alféreces.8
8
Revista ECSAN, 84 (abril-junio 1999) p. 86
Visita del Director del Cuerpo
Nacional de Policía de España
Juan Gabriel Cotino, al Alma Mater
de la Policía Colombiana.
9
Revista ECSAN, 85-86 (julio-diciembre 1999) Págs. 64-65
PROYECTO INSTITUCIONAL DE PEDAGOGÍA EN VALORES
10
Revista ECSAN, 85-86 (julio-diciembre 1999) p. 12
SIGLO XXI
2000 – ENCUENTRO DE COMANDANTES EN LAS INSTALACIONES DE LA
ESCUELA
12
Revista ECSAN, 88 (abril-junio 2000) p. 71
Este espacio se constituyó en la oportunidad para que los Directores de
Escuelas de Formación Policial de Iberoamérica, estudiaran de manera
conjunta y críticas los desafíos que la profesión policial plantea, para lograr una
formación de calidad, pertinente a la misión encomendada: garantizar el
ejercicio de los derechos y libertades ciudadanas.
13
Revista ECSAN, 88 (abril-junio 2000) Págs. 28-29
PRUEBA PROFESIONAL PROYECTIVA
En desarrollo de la formación integral del hombre policía encontramos como
parte del plan de estudios, la Prueba Profesional Proyectiva, considerada como
la columna vertebral de la evaluación dentro del proceso enseñanza -
aprendizaje, la cual está diseñada de acuerdo con las áreas específicas que el
estudiante adelanta durante el transcurso de su etapa de formación, para optar
el título de Administrador Policial y Profesional en Criminalística.
APLICACIÓN
La Prueba Profesional Proyectiva se aplica en la Seccional de Cadetes y
Alféreces a los estudiantes bachilleres y Cadetes Profesionales, que aprueben
el V y II periodo académico respectivamente, siendo su aprobación requisito
esencial para el ingreso al VI y III periodo; en las demás seccionales se aplica a
los estudiantes que culminen satisfactoriamente el III periodo en la formación
para patrulleros.
PRINCIPIOS
La Prueba Profesional Proyectiva está orientada bajo los principios de
obligatoriedad, transparencia, imparcialidad, publicidad, objetividad y oralidad.
OBJETIVO
Identificar los niveles de aprendizaje alcanzados por el estudiante durante el
período de formación y ejercitar su aplicación mediante el desarrollo de
ejercicios prácticos, con el fin de entregar a la sociedad, un hombre policial
integro en las dimensiones del desarrollo humano, como gestor de procesos
comunitarios y promotor de las normas de convivencia ciudadana.
REQUISITOS DE APLICACIÓN
1. La tabla de calificación será de uno punto cero (1.0) a cinco punto cero
(5.0).
2. Para la aprobación de cada examen se debe obtener una calificación no
inferior a tres punto cinco cero (3.50).
3. La calificación final de cada examen será el resultado obtenido en el
promedio de las calificaciones de las pruebas que lo conforman.
4. Los resultados generales de la prueba se incorporarán como un periodo
académico, a los promedios de cada alumno, determinando la
antigüedad en la promoción.
5. La pérdida de un examen implica su habilitación, debiendo presentar
todas las pruebas que lo conforman.
6. La presentación de una habilitación exige la cancelación previa de los
derechos académicos establecidos por la Escuela.
7. La pérdida de una o más habilitaciones, se procederá de acuerdo con lo
establecido en el Reglamento Académico.
8. La pérdida de tres o más exámenes constituye la pérdida del periodo de
los preparatorios y se procederá de acuerdo con lo establecido en el
Reglamento Académico.
Prueba de casuística
Es aquella donde el estudiante desarrolla un caso de Policía de acuerdo a sus
conocimientos y aptitudes, teniendo en cuenta los siguientes parámetros.
Se evalúa
Examen físico
La valoración de la aptitud física cuando el desarrollo motor de la persona es
uno de los factores que tienen gran impacto en el servicio policial, es uno de los
requisitos esenciales para el control de la calidad que debe tener el hombre
policial en el ejercicio del servicio, por tanto los exámenes físicos se aplican con
el objeto de verificar que los estudiantes estén preparados para afrontar
cualquier circunstancia en la cual tengan que poner en ejercicio su capacidad
física y motriz.
Las pruebas que conforman la presente batería están integradas por: el cross,
fuerza de brazos en barra fija, abdominales y natación. Estas pruebas, miden la
resistencia general aeróbica y son evaluadas de acuerdo a tablas
preestablecidas por los docentes de educación física, teniendo en cuenta el
tiempo de preparación de los estudiantes a evaluar.
Examen de tiro
Busca que el estudiante demuestre acertadamente las habilidades y destrezas
adquiridas en el manejo de las armas de fuego en operaciones tácticas. Está
compuesto por pruebas en las cuales se utilizan armas con munición calibre
9mm y 38 largo. Son aplicadas sobre pistas diseñadas por los instructores de
tiro, que permiten evaluar al estudiante habilidades como: la precisión, potencia,
confianza y velocidad que ha adquirido durante todo su proceso de formación.
Es necesario que las pistas de tiro tengan un razonamiento práctico, simulando
situaciones que podrían presentarse en la vida real.
1. Utilización, empleo y manejo de armas cortas por parte del piloto, con la
motocicleta en movimiento.
2. Paso de la vara horizontal a una altura de 1,35 mts.
3. Frenada de precisión
4. Paso y superación de conos en slalom
5. Paso de ocho conos
Se evalúa:
3. Frenada de precisión
En este ejercicio se pretende que el alumno de un acertado, efectivo y oportuno
uso de los mandos de frenos tanto de la llanta trasera como de la delantera.
- Manejo de la dirección
14
Memorias I Congreso Iberoamericano de Escuelas de Formación Policial (16 al 190500)
15
Revista ECSAN, 89 (julio-septiembre 2000) Págs. 54-55
EL PROCESO DE INVESTIGACION EN LA SECCIONAL DE CADETES Y
ALFERECES
16
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) Págs. 22-23
Con la presencia del General Luís Ernesto Gilibert Vargas Director de la Policía
Nacional y el Brigadier General Héctor Darío Castro Cabrera, Director de la
Escuela Nacional de Policía General Santander, se inauguraron las nuevas
aulas académicas para la Seccional de Cadetes y alféreces. Este edificio se
materializó en donde funcionaba el antiguo auditorio del Instituto.17
17
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) p. 52
18
Revista ECSAN, 91 (enero-marzo 2001) p. 54
artículo 81 dice: son profesionales de la Reserva de la Policía Nacional, los
profesionales con título de formación universitaria. Conforme a las normas de
educación superior vigentes en todo tiempo, que en forma voluntaria, ad
honorem, se vinculen a la Policía Nacional a través de cursos especiales. La
Dirección General de la Policía Nacional presentará para aprobación del
Ministro de Defensa Nacional las normas para los profesionales oficiales de la
reserva.
Régimen instit5ucional 28
Ceremonial policial 20
Filosofía policial 10
Derecho de Policía 20
Inteligencia 20
Policía Judicial 20
Comunicaciones policiales 20
Es así que este grupo comienza el curso de oficial de la Policía Nacional, con la
misma formación de un oficial de fila, pero con la única diferencia que estaría
19
Revista ECSAN, 93 (julio-septiembre 2001) p. 40
pernoctando durante un año en las instalaciones de la Escuela en lugar de tres,
debido a su bagaje académico, pero con las mismas obligaciones y los mismos
derechos que cualquier otro cadete del Instituto.
Desde ese momento las directivas del instituto comienzan a diseñar una
estructura deportiva de tipo gerencial, mediante la cual se pudiera planificar y
ejecutar dicho evento, para lo cual se contó con la presencia de personas
expertas y conocedoras en organización y desarrollo de eventos deportivos,
nombrándose un gerente y subgerente, así como oficiales responsables de los
escenarios, el protocolo, aspectos financieros, información y prensa, asesoría
técnica y estadística.
20
Revista ECSAN, 111 (julio 2006) p. 40
Federaciones patrocinadoras y representantes de cada fuerza. Se presentó un
video promocional, donde participaron los deportistas de las diferentes
escuelas, y se rindió un homenaje a María Isabel Urrutia, ganadora de una
medalla olímpica en levantamiento de pesas, así como a otros destacados
deportistas, quienes han dejado en alto el nombre de Colombia.
21
Revista ECSAN, 97 (julio-septiembre 2002) Págs. 6-7,19.
Fue así como en ese año se realizó el I Simposio Interinstitucional de
criminalìstica, a nivel nacional, con participación de diferentes instituciones,
entre ellas: Departamento Administrativo de Seguridad –DAS-, Instituto de
Medicina Legal, Universidad Nacional e Instituto de Asuntos Nucleares, En este
evento se trataron temas relacionados con la evidencia física, la grafología, la
adulteración de medicamentos, la falsificación de papel moneda, los delitos
bancarios transnacionales y fraude financiero, los cuales todavía tienen vigencia
en la actualidad.
22
Revista ECSAN, 98 (octubre-diciembre 2002) Págs. 6-7.
VIII SEMINARIO NACIONAL DE DERECHO DE POLICÍA
Doctor
MIGUEL LLERAS PIZARRO
Doctor
ROBERTO PINEDA CASTILLO
Abogado egresado de la Universidad Nacional de Colombia en la década de los
años 30. Su trabajo de grado se denominó premonitoriametne “Divagación
fundamental, tratado general de la nacionalidad. Hacia una teoría general de
nuestra nacionalidad”.
En 1945, el doctor Pineda ocupó el cargo de Director del Alma Mater policial,
por elección del presidente de la República Alberto Lleras Camargo, quien
concretó la nacionalización de la Policía en 1962.
TEMA EXPOSITOR
Doctor LEONEL OLIVAR BONILLA.
El derecho de Policía y la Constitución
Ex presidente del Tribunal Superior
Política de Colombia
Militar
23
Revista ECSAN, 100 (abril-junio 2003) Págs. 5-6.
Doctor GUSTAVO GÓMEZ PORRAS.
Teoría General del Derecho de Policía
Docente universitario
Jurisprudencia del Consejo de Estado Doctor JESÚS MARÍA CARRILLO.
y las decisiones policivas Consejero de Estado
BG. Edgar Pena Velásquez. Docente
Análisis de los medios de policía
universitario
Doctor ARMANDO BORRERO
Jueces de Paz
MANCILLA. Docente universitario
Doctor HERNANDO HERRERA
Sentencias de la Corte Constitucional
VERGARA. Ex magistrado de la Corte
sobre policía
Constitucional
El nuevo Código de Policía de Bogotá
Doctor ANTANAS MOCKUS
y sus aportes a la convivencia
SIVICKAS. Alcalde Mayor de Bogotá
ciudadana
El Código de Policía un manual de Doctor DAVID LUNA SANCHEZ.
convivencia ciudadana Concejal de Bogotá D.C
BG. FABIO ARTURO LONDOÑO
Una nueva tesis: la seguridad CÁRDENAS. Director especialización
democrática en seguridad Escuela de estudios
Superiores de Policía
MG. VICTOR MANUEL PÁEZ
Medidas correctivas en el Código
GUERRA. Inspector General de la
Nacional de Policía
Policía Nacional
MG. HECTOR DARIO CASTRO
La Policía Nacional y el cumplimiento
CABRERA. Subdirector General de la
de los fines del Estado
Policía Nacional
Funciones del alcalde como jefe de MG. CARLOS ALBERTO PULIDO
policía y la Policía Nacional BARRANTES. Docente universitario
Desarrollo urbanístico y espacio Doctor JUAN JESÚS RODRIGUEZ
público VARGAS. Docente universitario
Ampliación de la cobertura del servicio GR. TEODORO R CAMPO GÓMEZ.
de policía y su incidencia en la Director General de la Policía
convivencia pacífica Nacional
VIVENCIAS EN EL ECUADOR
“Quienes pudimos estar en Ecuador damos gracias a Dios y al mando
institucional por habernos permitido ser parte de la comisión de un oficial y diez
alféreces que representamos a la Policía Nacional en lo que serían los actos
ceremoniales y protocolarios correspondientes a la graduación de la 66
promoción de subtenientes de línea y al aniversario No. 67 de la Policía
nacional ecuatoriana. Esta experiencia empezó el pasado 27 de febrero y
terminó el 5 de marzo, en la cual pudimos intercambiar experiencias con las
delegaciones de la Escuela de carabineros de Chile y la Escuela de Policía de
Perú.
Para terminar, queremos decirle a todos los policías de Colombia que nuestra
institución es la más bella y hermosa de todo el globo terráqueo, y que en
nuestras manos está su fortalecimiento y engrandecimiento para seguir
gozando con la aceptación de todo el pueblo colombiano. Gracias Policía
Nacional de Colombia”.25
Alférez. GERMÁN GARCÍA GARCÍA
25
Revista ECSAN, 106-107 (octubre 2004-marzo 2005) Págs. 50-51
2005 – VISITA DE PERSONALIDADES A LAS INSTALACIONES DEL ALMA
MATER DE LA POLICÍA NACIONAL
26
Revista ECSAN, 106-107 (octubre 2004-marzo 2005) Págs. 61,69,65.
proceso de acreditación, comprueba la alta calidad de sus programas
académicos, su organización, funcionamiento y cumplimiento de su función
social; los pares académicas representantes del estado recomiendan otorgar a
la institución el reconocimiento público, generando así credibilidad y confianza
en la sociedad colombiana.
Es así que el 9 de marzo del año 2005, mediante resolución No. 745 el
Ministerio de Educación Nacional renovó la acreditación por un término de cinco
años del programa de administración Policial, lo que indica que la Escuela
pertenece al grupo que ofrece educación con la más alta calidad en el país.27
“Tal vez una de las mayores alegrías y experiencias gratas para disfrutar en la
vida, es un viaje a una tierra nueva, aún más cuando existe la gloria
incomparable de representar a un país y a una institución.
27
Revista ECSAN, 108 (agosto-octubre 2005) Págs. 31-32.
teníamos para que el viaje fuera viable, nos dirigimos al aeropuerto para
abordar con destino a la ciudad de Cúcuta y así cruzar con orgullo, aquel
puente transnacional que nos permitiera colocar nuestros pies en Venezuela.
Al llegar a San Antonio, en el Estado de Táchira, un avión de la Guardia
Nacional nos esperaba, con el fin de trasladar a la comisión, con destino a la
ciudad de Caracas.
Cada año muchas familias colombianas despiden con ilusión a sus hijos en las
instalaciones de la Escuela, con el anhelo de verlos convertirse en los mejores
hombres, mejores personas, en seres humanos al servicio de los demás, pero
28
Revista ECSAN, 109 (diciembre 2005) Págs. 31-33.
sobre todo, convertirse en oficiales de la Policía Nacional de Colombia, y verlos
cumplir su gran sueño, servir a la Patria con transparencia y verdad. 29
Es así que desde el 9 de septiembre del año 2006 y hasta la f echa se han
realizado cuatro justas deportivas de este tipo, mediante las cuales se ha
optimizado la calidad de vida del personal de alféreces y cadetes y los lazos de
amistad que se verán afianzados en el devenir de su carrera policial.
29
Revista ECSAN, 110 (Marzo 2006) Págs. 30.
SEXAGÉSIMO SÉPTIMO ANIVERSARIO DEL ALMA MATER DE LA POLICÍA
NACIONAL
1. Transmisión en directo del programa del Canal Caracol Día a Día, desde el
campo de ceremonias de la Escuela.
2. Participación de una delegación de la Escuela en el programa Sábados
Felices.
3. Realización del I Seminario de Policía de Vigilancia en el teatro BG.
Valdemar Franklin Quintero, donde se trataron temas relacionados con la
vigilancia comunitaria, la Ley 906 y el primer respondiente, Código de
Policía, Ley de Infancia y Adolescencia, entre otros.
4. Alborada
5. Celebración del Día del Docente.
6. Publicación de una separata en el diario El Tiempo, que fue distribuida a
nivel nacional con una circulación de más de 235.000 ejemplares.
7. Ceremonia para la entrega de dagas al personal de la compañía Carlos
Holguín.
8. Concierto de Yolanda Rayo en el teatro BG. Valdemar Franklin Quintero.
9. Día del Recuerdo.
30
Editorial Revista ECSAN, 115 (abril-junio 2007) p. 2.
10. Festival de Tunas.
11. Cena con ex directores del Alma Mater.
12. Sesión solemne de la Academia de Historia Policial.31
Tal vez el único honor más grande a que a alguien le publiquen la tesis de
grado es que esta vuelva a ser publicada, y más si es sesenta años después.
Eso le sucedió a Álvaro castaño Castillo, quien en 1947 se graduó con honores
de Derecho en la Universidad Nacional gracias a su trabajo “La Policía, su
origen y destino. El 22 de mayo, en el aniversario 67 de la Escuela de Cadetes
de Policía General francisco de Paula Santander, será lanzado nuevamente.
“En esa época yo pensaba hacer una tesis sobre Derecho Diplomático, pero
cuando le llevé el primer borrador a mi tutor, Miguel Lleras Pizarro, entonces
Director de la Escuela, me dijo que me dejara de bobadas, que mejor me
dedicara a estudiar las instituciones que estaban en crisis, concretamente la
más abnegada de todas: la Policía”, recuerda Castaño. Ese consejo dio origen
a tres años de investigación y a un producto que, como advierte su autor, “tiene
tanta vigencia como en el pasado, por el momento que vive el país”, por lo cual
no se le cambio ni una coma. Consciente de ello, el General Carlos Alberto
Pulido, presidente de la Academia de Historia Policial Nacional, tuvo la
iniciativa. La portada del nuevo libre tiene la imagen del Quijote: “fue el primer
policía conocido y los de hoy deberían seguir su ejemplo. Él protegía a quienes
lo necesitaban”.32
31
Revista ECSAN, 115 (abril-junio 2007) Págs. 52-57.
32
Revista SEMANA (mayo 21 2007) p. 92
XXI – FESTIVAL INTERESCUELAS DE CADETES
El 3 de junio del año 2007, se llevaron a cabo los actos protocolarios para la
inauguración de la XXI versión de los Juegos Interescuelas en las instalaciones
de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova.
Finalmente, este XXI Festival Interescuelas contribuyó para que los directivos,
entrenadores y deportistas unieran y estrecharan lazos de compañerismo y
fraternidad.
33
Revista ECSAN, 116 (julio-septiembre 2007) Págs. 9-11.
cada una de las actividades que lidera; ha representado a la Policía Nacional en
diferentes eventos en todo el territorio nacional, dando cuenta de la calidad de
los hombres y mujeres que la conforman.
Son muchas las obras adelantadas por quienes han tenido el honor de
desempeñarse como Directores del Alma Mater de la Policía Nacional durante
la última década, con el fin de preservar el Instituto donde se han formado
generaciones de oficiales que han dedicado y ofrendado sus vidas por la noble
institución policial y ofrecer a sus actuales residentes las comodidades para
garantizar su formación integral, entre ellas tenemos:
COMEDOR DE CADETES
En el año 2005, se realizó el reforzamiento estructural de este sitio
(sismoresistencia), labor que se vio afianzada con la dotación de mesas, sillas y
modernos medios audiovisuales para ofrecer mayor comodidad al personal.
BLOQUE DE AULAS
Reforzamiento estructural de las antiguas aulas ubicadas en la Avenida General
Santander y en inmediaciones de la Avenida Chile.
ALOJAMIENTOS MASCULINOS
2005 – 2007.
Reforzamiento
estructural de
los alojamientos
masculinos
BLOQUE ACADÉMICO
Otras obras que han cambiado la presentación general de las instalaciones han
sido:
ORGANIGRAMA No. 1
ORGANIGRAMA No. 2
Esta estructura permanece hasta el año 1966 cuando la Escuela pasa a depender
del Estado Mayor.
ORGANIGRAMA No. 3
En la siguiente estructura, la Escuela es un organismo dependiente de la
Subdirección General de la Policía Nacional. Se crean dos subdirecciones y la
decanatura de estudios, con seis departamentos académicos .
ORGANIGRAMA No. 4
ORGANIGRAMA No. 5
Así, el numeral 1 del articulo 2 del citado decreto, dispone la fusión de la Escuela de
Cadetes de Policía General Santander con la Dirección Docente, en una sola
dependencia que se denomino “Dirección Escuela Nacional de Policía General
Santander”, adscrita a la Dirección General de la Policía Nacional.
1. Dirección
1.1 Consejo de Admisiones
1.2 Consejo Académico
1.3 Gestión
1.4 Secretaría Académica
1.5 Asuntos Jurídicos y Disciplinarios
1.6 Bienestar Universitario
1.7 Telemática
1.8 Áreas
1.8.1 Admisiones
1.8.2 Académica y Educación Continuada
1.8.3 Investigación
1.8.4 Administrativa y Financiera
2007- SE RENOMBRA EL ALMA MATER DE LA POLICÍA NACIONAL
FORMACIÓN ACADÉMICA
En su comienzo la Escuela se orientó a la preparación del personal de oficiales,
suboficiales, agentes y demás funcionarios técnicos y administrativos de la Policía
Nacional, a perfeccionar el personal en servicio y a unificar los sistemas vigentes.
Para el año 1945 y con la dirección de los prestantes abogados de la Universidad
Nacional de Colombia Miguel Lleras Pizarro y Roberto Pineda Castillo, se orientó la
formación hacia cuatro aspectos: conciencia jurídica, mentalidad civil, dominio de la
técnica, moral personal y profesional.
Con los sucesos del “Bogotazo” y el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril
de 1948, se suspendió la policía y se clausuro la actividad de la Escuela. En 1950
se reiniciaron las labores y la Escuela se dedicó a la formación de la oficialidad de la
Institución.
Desde el año de 1997 la Escuela Nacional de Policía General Santander, inicia todo
un proceso de construcción de un Proyecto Educativo Institucional, que permitiera
traducir las acciones de análisis, reflexión y búsqueda colectiva de lo que quería
llegar a ser como institución educativa de la Policía Nacional al año 2010,
interpretando lo policial en razón de su contexto inmediato y la educación superior
colombiana, en virtud de la vinculación con el Estado y la sociedad como
legitimación de los estudios y de la formación policial a través de directrices
definidas en la Ley 360 de 1992, que reorganiza la educación superior en Colombia.
Adaptación: Identificación:
Proyección Profesional: Evaluación Profesional Proyectiva:
1 ° Y 2° semestre
3° Y 4° semestre 5° y 6° semestre
Concluidos estos tres años de formación universitaria, el oficial egresa con el grado
de Subteniente. Durante el 7°. y 8°. semestre se realiza la práctica policial en
diferentes unidades de la Policía Nacional. Esta práctica está fundamentada en dos
áreas: Policial e Investigativa, que realiza el oficial con el acompañamiento de un
tutor asignado. Una vez aprobada esta práctica policial se otorga el título de
Administrador Policial.
PREGRADO
Si la institución tuvo un piso jurídico sólido corno entidad del Estado, también lo
tuvieron sus programas desde la creación hasta la actualidad. Toda la trayectoria
histórica ha sido determinada por los marcos normativos que le han dado la
legitimidad para ser ofrecidos a la población y para alcanzar su finalidad de
formación de las nuevas generaciones de oficiales de la Institución. La relación con
el ICFES ha .sido permanente para atender los requerimientos del Estado sobre el
carácter de educación superior de la Escuela.
El primer acto oficial de este organismo con respecto a la Escuela fue el Acuerdo
No.15 del 23 de enero de 1976 expedido por la Junta Directiva del ICFES mediante
el cual se concedió licencia de funcionamiento para poner en marcha los
programas de Licenciatura en Estudios Policiales y Administración Policial.
1 Cadete
2 Cadete
3 Cadete
4 Alférez
5 Alférez
6 Alférez
7 Sub teniente a Teniente
8 Teniente a Capitán TECNÓLOGO
9 Capitán a Mayor
10 Mayor
11 Mayor
12 Mayor a Teniente Coronel ADMINISTRADOR
POLICIAL
En el año 1987, empezó a regir una nueva propuesta académica, siendo Director de
la Escuela e impulsor del proceso de implementación curricular el Brigadier General
Rafael Guillermo Muñoz Sanabria, en la cual se fortaleció el campo de formación
específica profesional, la preparación física y deportiva, asignación de franjas de
estudio independientes e investigación para los alumnos con la finalidad de orientar
y facilitar el desarrollo de la disciplina y la técnica policial.
El Acuerdo 080 del 7 de julio de 1988 emanado del ICFES, concedió la licencia de
funcionamiento al Programa de Criminalística hasta el 30 de junio de 1993. A partir
del 11 de julio de 1988 se implementó, legalmente, en el instituto dicho programa,
único en su género en Colombia, con la participación de 30 subtenientes
seleccionados entre quienes voluntariamente se inscribieron.
POSTGRADO
Durante el primer semestre del año 2004, con la entrada en vigencia del nuevo
Plan de Estudios para la Seccional de Cadetes y Alféreces (el cual contempla
los programas de Administración Policial y Especialización en Servicio de
Policía), se delegó a la Escuela de Policía Judicial, la responsabilidad de dictar
el programa de Criminalìstica. Lo anterior permitió unificar el proceso de
formación del personal de oficiales bajo un mismo programa.
COMPONENTES BÁSICOS
Modelo Pedagógico
El Currículo
El Plan Estratégico Institucional
La Estructura Orgánica
El Marco Legal
El Proyecto Educativo Institucional
Procesos y Procedimientos Curriculares
FUNCIONES SUSTANTIVAS
Para la Dirección Nacional de Escuelas, como institución de educación superior,
las funciones esenciales o sustantivas son las de la docencia, investigación y
proyección social, concebidas como imprescindibles por hacer parte de su
naturaleza, la cual responde a la formación integral de los hombres y mujeres
de la Policía Nacional.
La Docencia
Se entiende la docencia como la práctica del docente para posibilitar con su
gestión, el perfeccionamiento de la persona en al integridad de su proyecto de
vida individual y colectivo, mediante procesos educativos formales y no
formales.
La Investigación
La investigación es considerada como una actividad intelectual de búsqueda y
confrontación de los conocimientos policiales en los variados campos de los
cuales se ocupa la institución. En consecuencia, se privilegia la investigación
aplicada en razón de la intencionalidad de dar respuesta a problemas
institucionales y del servicio. La conciencia de la necesidad de contar con
personas con capacidad de liderazgo en los conocimientos policiales, indica la
urgencia de desarrollar procesos de investigación formativa basados en una
pedagogía activa y en procesos de construcción del conocimiento, en donde los
estudiantes asuman riesgos intelectuales.
La Proyección Social
La proyección social se deriva de la necesidad de mantener una fluida
información de retorno del medio inmediato y mediato para adecuar la oferta a
los requerimientos de la demanda. En consecuencia, los vínculos con otras
entidades de educación superior, nacionales o extranjeras, son una permanente
necesidad que debe atender para proyectarse en ellas y en los ámbitos de
influencia. Los estudiantes en formación desarrollan programas con la
comunidad en los cuales no solamente se ejercitan en establecer relaciones
positivas con ella sino que contribuyen a consolidar la convivencia y la
participación en su propia seguridad. La escuela cuenta que tiene a su alcance
variadas formas de proyección hasta la sociedad en forma directa con las
demás unidades administrativas y operativas de la Institución, e indirectamente
a partir de los egresados de sus programas y las actividades que ejecutan en
cumplimiento de su misión.
Todo esto implica una estrecha coordinación interna, pero sobre todo, la
obediencia a criterios comunes basados en los principios de coherencia,
integridad, pertinencia y universalidad. En la práctica se consolidan interfases
amigables entre las funciones sustantivas de tal manera que ellas se articulan
en la ejecución de las actividades específicas. La convivencia social pacífica, el
respeto de los derechos humanos y la paz como su condición necesaria,
estarán vinculados indisolublemente en la formación para el servicio policial.
EL SABER (Conocimientos)
Contexto social a nivel local, regional y global
Normatividad Institucional y general
Conocer la Institución y su profesión.
Doctrina Institucional
Procedimientos policiales
Técnicas del acondicionamiento físico
Relaciones Interpersonales
Adaptabilidad
Actitud investigativa
Aprendizaje continuo
Autorregulación
Habilidad pedagógica
Habilidad comunicativa
Liderazgo
Trabajo en equipo 34
MARCO LEGAL
Constitución Política de Colombia de 1991
Ley 30 de Educación Superior del 291292
Resolución 02668 del 110997, “por el cual se aprueba el nuevo Plan de
Estudios del Programa de Formación Universitaria en Administración
Policial y de cursos de ascenso de la Dirección Escuela Nacional de
Policía “General Santander”.
Resolución 745 del 090305 “por la cual el Ministerio de Educación
Nacional renueva la acreditación del Programa de Administración
Policial, ofrecido por la Escuela Nacional de Policía “General Santander”.
Resolución No. 5921 del 290906, “Registro Calificado del Ministerio de
Educación Nacional”.
34
Tomo IV, La Política Estratégica Educativa, “Sistema Educativo Policial”. Págs. 13-21, 43-46,
65.
Resolución No. 000446 del 110205, “por la cual se aprueba el plan de
estudios para el programa de Administración Policial”
Resolución No. 03505 del 130606, “por el cual se aprueba el plan de
estudios para la Especialización en el Servicio de Policía”.
Policial:
Naturaleza y razón de ser del servicio de policía.
Jurídico:
Apoya el ejercicio profesional en relación con los procedimientos de
policía, fundamentados en las normas, para dar legitimidad al actuar
policial.
Humanístico y Administrativo:
Fortalece la gestión y da sustento ético al proceder policial.
Una hora académica con acompañamiento directo del docente supone dos
horas adicionales de trabajo independiente en programas de pregrado y de
especialización, y tres en programas de maestría; sin embargo, el empleo de
una proporción mayor o menor de horas presenciales, frente a las
independientes, puede justificarse cuando la metodología específica de la
actividad académica así lo exija a cuando la complejidad para lograr la
competencia, lo requiere.
De acuerdo con la naturaleza del programa y con el fin de flexibilizar los planes
de estudio, deben implementarse créditos académicos obligatorios y electivos.
Los primeros seis periodos académicos corresponden a seis meses cada uno y
el séptimo período se desarrollará en curso de ascenso de Subteniente a
Teniente.
Plan de estudios para el programa de Administración Policial
ESCUELA NACIONAL DE POLICIA GENERAL SANTANDER
VICERRECTORIA ACADEMICA
FACULTAD DE ADMINISTRACION POLICIAL
DISCIPLINARES
Equitación Equitación Equitación Equitación Auditoría y Control Fiscal Protección del medio ambiente
Ambientes educativos
Informática Técnicas Docentes Derecho internacional Lectura rápida
saludables
Desarrollo de proyectos
Control social Manejo de crisis
Derecho de familia Y Violencia comunitarios
Intrafamiliar Oralidad en audiencias
Técnicas grupales
públicas
Planeación estratégica Protección a Dignatarios
NO DISCIPLINARES
Redacción de textos escritos Comprensión de lectura
Culturales: Teatro,
Culturales: Teatro, banda de Culturales: Teatro, banda Culturales: Teatro, banda de Culturales: Teatro, banda de
banda de
ceremonias, coros, tuna, de ceremonias, coros, ceremonias, coros, tuna, ceremonias, coros, tuna, Comportamiento Social
ceremonias, coros,
orquesta tuna, orquesta orquesta orquesta
tuna, orquesta
Deportivas
LIBRES
Deportivas Deportivas Deportivas Deportivas
Fútbol, baloncesto, Deportivas
Fútbol, baloncesto, equitación Fútbol, baloncesto, Fútbol, baloncesto, equitación Fútbol, baloncesto,
equitación atletismo, Fútbol, baloncesto, equitación
atletismo, natación esgrima , equitación atletismo, atletismo, natación esgrima , equitación atletismo, natación
natación esgrima , atletismo, natación esgrima , etc
etc natación esgrima , etc etc esgrima , etc
etc
Total
Créditos 4 3 3 3 3 4
NOTA: AL INICIO DE CADA PERIODO SE PRESENTARAN A CONSIDERACION DE LOS ESTUDIANTES LAS ASIGNATURAS PARA SU ELECCION, LAS CUALES DEBEN
CORRESPONDER AL NUMERO DE CREDITOS ESTABLECIDOS EN EL PLAN DE ESTUDIO
*CADA ELECTIVA OTORGARA UN CREDITO
*PARA LAS ELECTIVAS LIBRES SE OTORGARA UN CREDITO POR CADA UNA (EJEMPLO: TEATRO 1 CREDITO FUTBOL 1 CREDITO)
NIVEL BÁSICO NIVEL ESPECÍFICO NIVEL DE PRÁCTICAS
CAMPOS ÁREAS
I PERIODO CD II PERIODO CD III PERIODO
FORMACION POLICIAL
PREPARACION PREPARACION FISICA POLICIAL PREPARACION FISICA POLICIAL
1 1 O
FISICA BASICA APLICADA
P
PRACTICAS DE VIGILANCIA PRACTICAS DE VIGILANCIA URBANA
2 2 E
URBANA I II
R
PRACTICAS Y A
DOCUMENTOS PREPARACIÓN Y ADAPTACIÓN PREPARACIÓN Y ADAPTACIÓN
2 2 C
POLICIALES TÁCTICA I TÁCTICA II
I
O
CASUISTICA POLICIAL I 1 CASUISTICA POLICIAL II 1 N
E
INTRODUCCIÓN AL DERECHO Y S
1
DERECHO CONSTITUCIONAL
FORMACION JURIDICA
DERECHO DISCIPLINARIO 1 DERECHO ADMINISTRATIVO 1 S
ESPECIAL
Y
ETICA PROFESIONAL Y CULTURA PROBLEMAS SOCIALES DE
1 1
DE LA LEGALIDAD SEGURIDAD
HUMANIDADES R
NEGOCIACIÓN Y RESOLUCIÓN DE U
1 R
CONFLICTOS
A
ADMINISTRACIÓN LOGÍSTICA 1 L
E
ADMINISTRACION GESTIÓN DEL TALENTO HUMANO 1 S
ADMINISTRATIVA
SISTEMA INTEGRAL DE GESTIÓN
1
PÚBLICA
FORMACION HUMANISTICA Y
INVESTIGACION INVESTIGACION APLICADA PARA EL
2
FORMATICA DESEMPEÑO PROFESIONAL
AMBIENTES EDUCATIVOS
ELECTIVAS SALUDABLES Y CULTURA DE LA 1 ORALIDAD EN AUDIENCIAS 1
CREDITOS 25 25 4
35
Plan de estudios de los programas de Administración Policial y Especialización en Servicio de
Policía, Área Académica ECSAN
CAPITULO IV
UNIFORMES
GALERIA DE DIRECTORES
1940 – 2008
GALERÍA DE DIRECTORES ESCUELA DE CADETES DE POLICIA
“GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER” 1940 – 2007
CORO
En busca de una condecoración que premiara a los alumnos más destacados del
Alma Mater, finalmente se concreta, mediante Decreto 1161 de mayo 1 de 1965 la
creación de la Medalla “General Santander” como estimulo a los mejores alumnos
del plantel, en los siguientes casos:
a. A los oficiales del curso de academia superior que hayan obtenido u obtengan
el primer puesto, son un computo general de calificaciones no inferior a nueve (9)
sobre diez (10).
b. A los oficiales de curso de ascenso que obtengan el primer puesto con la
misma calificación anterior.
c. A alumno de ultimo año del instituto, en el curso de formación de oficiales, que
en su promoción al grado de subteniente obtengan el primer puesto con calificación
de nueve (9) sobre diez (10).
Al ser otorgada por segunda vez, el color amarillo de la plaqueta estará dividido por
dos franjas verticales de color negro, de dos milímetro de ancho, colocados en
forma equidistante.
Cuando se otorgue por tercera vez, el color amarillo de la plaqueta se divide por tres
franjas verticales de color negro, de dos milímetros de ancho, colocados en forma
equidistante.
ESCUDO:
Será acuartelado en cruz y con armas dispuestas en la siguiente forma: en el cuartel
superior diestro, sobre el campo de gules, una torre de oro en los cuarteles superior
siniestro en inferior diestro, sobre campo de plata, un león rampante de gules,
lamparazo de azur y empuñando una espada armada de oro y guarnecida en sable.
Sobre el todo, un escusón en sinople que ostenta una estrella de plata con cinco
puntas, tendrá bordura de oro laminas de sable colocadas en cruz cuya llama será
de gules.
CUARTELES:
Significado: El diestro superior, en campo de gules simboliza, fortaleza y victoria.
Virtudes sobre las cuales descansa el libro y la pluma que a su vez, representa el
labor docente del instituto. Los cuarteles siniestro superior y diestro inferior,
simbolizan por la plata del campo, pureza, integridad y firmeza, virtudes sobre las
cuales, descansa el león que representa por si mismo vigilancia, autoridad,
magnanimidad, bravura y lealtad. La espada significa por si misma justicia,
blasonada de oro magnanimidad, luz y sabiduría; La guarnición de sable simboliza
prudencia, rigor y honestidad, virtudes que constituyen las bases fundamentales de
la justicia,. El cuartel siniestro inferior simboliza, por el gules de su campo, fortaleza
y victoria, virtudes sobre las cuales descansa la torre, que a su vez significa
grandeza y elevación de miras, así también asilo y salvaguardia, cualidades
imprescindibles en el cuerpo de policía, el oro de que se está blasonada indica
nobleza, magnanimidad, luz, constancia y sabiduría.
Quienes llevan la plata en su escudo (campo del cuartel) están obligados a amparar
huérfanos y a defender doncellas.
El oro reclama el deber de aliviar a los pobres y defender a la Patria hasta morir por
ella.
Quienes llevan azur en sus escudos están obligados a asistir prontamente a su rey
o señor y socorrer a sus fieles servidores.
ESCUSÓN
Por el campo de sinople, significa remediar, impedir un daño, socorrer una
necesidad, evitar un riesgo o peligro, prevenir. La estrella significa, por sí misma,
grandeza, luz, verdad, majestad y simboliza la prudencia.
BORDURA
La bordura simboliza la cota de armas del caballero y en este caso, blasonada de
oro, indica luz, constancia, sabiduría; las lámparas simbolizan el estudio y
blasonadas de sable indican honestidad y obediencia; la llama representa la luz
espiritual que debe acompañar al estudiante y blasonada de gules es insignia de
fortaleza.
ORNAMENTOS EXTERIORES
Timbre: Será un yelmo de plata que mirará a la diestra del escudo, con forro de
gules y visera de siete barras. Cimera: será de oro y gules con vueltas de sinople y
plata. Divisa: la formará una cinta ordeada de plata con la siguiente leyenda en
letras de sable: “LA FUERZA AL SERVICIO DEL DERECHO”.
LA BANDERA DE LA ESCUELA
Sus características: Tiene 1.35 cms de largo por 1.10 mts de ancho y se divide en
dos fajas horizontales iguales; la faja superior de color verde, y la inferior es de color
amarillo; en el centro de las dos fajas va el escudo de la Escuela.
ANILLO ESCUELA “GENERAL SANTANDER”
En la parte inferior llevará gravado el día, mes y año que corresponda a la fecha
de su adjudicación.
Resolución No. 003 del 12 de mayo de 1971, “por la cual se crea el Distintivo
Escuela de Cadetes de Policía General Santander”.
Resolución No. 001 del 12 de febrero de 1975, “subroga la Resolución No. 003
del 12 de mayo de 1971 que creó el Distintivo Escuela de Cadetes de Policía
General Santander”.
Resolución No. 011 del 17 de marzo de 1995, “subrogó la Resolución No. 001
del 12 de febrero de 1971”.
16 de mayo 1960. El
señor Presidente Alberto
Lleras impone a la
bandera de la Escuela de
Policía “General
Santander” la
condecoración de la Cruz
de Boyacá como
distinción especial por sus
veinte años.
Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 146 del 4 de mayo de 1990 “Orden
Civil al Mérito Ciudad de Bogotá”, en el grado de Gran Oficial.
Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 328 del 14 de mayo de 1997 “Orden
civil al Mérito Ciudad de Santafé de Bogotá”, en el grado Gran Oficial.
Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto No. 606 del 26 de julio de 2001 “por el
cual se declara como Bien de Interés Cultural el eje central de la Escuela de
Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, para su
conservación integral”.
36
Archivo General ECSAN
CAPITULO VII
PROMOCIONES EGRESADAS
FECHA DE EGRESO
CURSO PROMOCION CANTIDAD PRIMER PUESTO
DIA MES AÑO
1 SIMON BOLIVAR 22 NOV 1940 39 AYALA VARGAS JOSE JOAQUIN
2 FRANCISCO DE PAULA SANTANDER 03 MAR 1942 19 ANDRADE BEDOYA JOSE MARIA
3 ANTONIO NARIÑO 30 SEP 1944 20 GUERRERO CORDOBA EDUARDO
4 JOSE MARIA CORDOBA 01 ENE 1945 65 GOMEZ CIFUENTES EDUARDO
5 ATANASIO GIRARDOT 16 DIC 1945 25 GOMEZ ACOSTA LUIS GABRIEL
6 ANTONIO RICAURTE 27 NOV 1947 21 CORREA EZEQUIEL
7 ANTONIO JOSE DE SUCRE 11 JUL 1948 27 AVILA MORA MARIO ERNESTO
8 JUAN JOSE RONDON 16 DIC 1950 82 DEL PORTILLO CARRASCO JAIME
9 CARLOS HOLGUIN 05 FEB 1952 79 VALDERRAMA VEGA ENRIQUE
10 JUAN Mª MARCELINO GILIBERT 01 OCT 1952 53 DIAZ PEREZ MIGUEL
11 MARCO FIDEL SUAREZ 01 JUN 1954 29 ROJAS RAMIREZ RAFAEL
12 MIGUEL ANTONIO CARO 01 MAR 1955 22 GOMEZ GARCIA ALFONSO
13 JOSE VICENTE CONCHA 26 AGO 1955 41 OSPINA CUBILLOS LUIS FRANCISCO
14 CAMILO TORRES TENORIO 06 SEP 1956 44 ROJAS ORJUELA SALOMON
15 FRANCISCO JOSE DE CALDAS 01 ABR 1957 20 BENAVIDES CARVAJAL EDUARDO
16 CUSTODIO GARCIA ROVIRA 21 SEP 1957 37 VALENCIA ROMERO REINALDO
17 JOSE ANTONIO GALAN 01 MAY 1958 21 LLANO RAMIREZ GILBERTO
18 GABRIEL GONZALEZ 01 DIC 1958 46 AYALA GIRALDO ENRIQUE
19 JULIO ARBOLEDA 16 AGO 1959 44 APARICIO NAVIA HUMBERTO
20 MANUEL MURILLO TORO 17 DIC 1959 62 GARRIDO FIGUEROA MANUEL
21 JOSE ACEVEDO Y GOMEZ 16 MAY 1961 87 LAMPREA MORENO LUIS ANTONIO
22 ALMIRANTE FULGENCIO PADILLA 16 DIC 1961 47 ARANGO GIL ALFREDO
23 JOSE ANTONIO PAEZ 01 DIC 1962 111 AMAYA PARDO MARIO RICARDO
24 JOSE HILARIO LOPEZ 05 DIC 1963 92 PELAEZ CARMONA OSCAR EDUARDO
25 RAFAEL NUÑEZ 04 DIC 1964 65 TELLO GARCIA LUIS ALFONSO
26 JORGE TADEO LOZANO 16 MY 1966 47 ROLDAN CARDENAS ANGEL AUGUSTO
27 FRANCISCO ANTONIO ZEA 14 DIC 1966 61 MORENO VEGA MANUEL GUILLERMO
28 ANTONIO BARAYA 29 NOV 1967 39 VALDERRAMA MESA JULIO
29 JOSE D. CAICEDO SANTAMARIA 1 DIC 1968 60 CADAVID LOPEZ JAIME ALBERTO
30 PEDRO ALCANTARA HERRAN 29 NOV 1969 95 GOMEZ NAVAS HECTOR AUGUSTO
31 CARLOS E. RESTREPO 01 DIC 1970 105 CASTRO CABRERA HECTOR DARIO
32 JOSE FELIX DE RESTREPO 10 DIC 1971 76 MORENO RAMIREZ MARCO ANTONIO
33 RAFAEL REYES 01 DIC 1972 86 SANTOS SOLANO HECTOR GUILLERMO
34 MIGUEL ABADIA MENDEZ 05 DIC 1973 109 CETARES CEPEDA FELIX ANTONIO
35 EDUARDO SANTOS MONTEJO 11 JUN 1974 63 PARRA VARGAS JESUS ORLANDO
36 ALFONSO LOPEZ PUMAREJO 01 DIC 1974 105 BAQUERO BAQUERO CRISTOBAL
37 GR. RAFAEL URIBE URIBE 01 NOV 1975 99 ESGUERRA MURIEL JAIME
38 TOMAS CIPRIANO DE MOSQUERA 16 MAY 1976 47 TORO DIAZ JOSE JAVIER
39 JOSE MARIA CARBONELL 05 NOV 1976 88 CASTAÑO GALLEGO LEON DARIO
40 CD. GERARDO MONCAYO 15 AGO 1977 37 PARRA GARZON RAFAEL
41 ST. LUIS GONZALO JIMENEZ 05 NOV 1977 93 ZAMBRANO RECALDE HUGO EDMUNDO
42 JULIO GARAVITO ARMERO 15 MAY 1978 23 NARANJO TRUJILLO OSCAR ADOLFO
43 RUFINO JOSE CUERVO 01 NOV 1978 93 NAVIA VELAZQUEZ JOSE
44 JUAN DEL CORRAL 16 MAY 1979 63 OSORIO VILLEGAS MARIO
45 LUIS LOPEZ DE MEZA 05 NOV 1979 130 GOMEZ MENDEZ JESUS ANTONIO
46 GUILLERMO LEON VALENCIA 16 MAY 1980 39 RAMIREZ VASQUEZ HUGO FERNANDO
47 AQUILEO PARRA GOMEZ 05 NOV 1980 81 NOVOA BERMUDEZ MANUEL ANTONIO
48 MG. JUAN FELIX MOSQUERA M. 16 MAY 1981 67 RIVERA PRIETO JAVIER MARTIN DE JESUS
49 ST. HECTOR F. TINJACA R. 05 NOV 1981 61 PATIÑO FONSECA FRANCISCO
50 TE. HERNANDO CAMELO CASTRO 16 MAY 1982 39 GUTIERREZ BELTRAN JAIME GERMAN
51 TE. JOAQUIN O. BOTERO VILLEGAS 05 NOV 1982 62 LEON RIAÑO JANIO
52 MY(s) BENJAMIN GUTIERREZ CRUZ 16 MAY 1983 218 ARZAYUS CRUZ MARIO HUMBERTO
53 CT. FELIX ANTONIO DIAZ MONTES 05 NOV 1983 78 MOLINA ORTIZ OMAR ALBERTO
54 TE. LUIS EDUARDO GIRALDO SANCHEZ 01 DIC 1984 159 LARA CONCHA HAROLD MARTIN
55 ST. LUIS GONZALO DALLOS GOMEZ 16 MAY 1985 140 GUERERO PATIÑO OMAR
56 MY. GUSTAVO GARCIA VELANDIA 01 DIC 1985 239 ATEHORTUA DUQUE OSCAR
57 CR. JAIME RAMIREZ GOMEZ 16 MAY 1987 207 TRUJILLO CARDENAS MELKIN GUGLIERMO
58 TC. JOSE AGUSTIN RAMOS RODRIGUEZ 16 MAY 1988 260 VARGAS MENDEZ JORGE OCTAVIO
59 BG. VALDEMAR FRANKLIN QUINTERO 01 NOV 1989 229 FERNANDEZ ARANGO JUAN CARLOS
60 ALBERTO LLERAS CAMARGO 02 NOV 1990 249 BUITRAGO ARIAS JUAN CARLOS
61 CENTENARIO POLICIA NACIONAL 05 NOV 1991 192 GOMEZ JUAN CARLOS
62 MY. ELKIN ROMAN CIFUENTES GOMEZ 05 NOV 1992 218 RODRIGUEZ MARTINEZ JUAN DARIO
63 BG. CARLOS ARTURO CASADIEGO 16 MAY 1993 289 SANCHEZ MOLINA JULIO CESAR
64 MY. PEDRO ALEJANDRO ROJAS 05 NOV 1993 299 NAVARRO ORTIZ JAVIER
65 CR. ALBERTO RAMIREZ GOMEZ 07 DIC 1993 123 BARON SALAZAR SEGUNDO SANTIAGO
66 CARLOS LLERAS RESTREPO 05 NOV 1994 129 OCAMPO BARRAGAN JAMER
67 TC. JOSE LUIS RAMIREZ CEBALLOS 05 NOV 1995 289 JIMENEZ ALVAREZ JOSE ALFREDO
68 MY. HUMBERTO ANTONIO CASTELLANOS 16 MAY 1996 102 GUTIERREZ RUEDA ANGEL DARIO
69 CT. DIEGO GONZALEZ QUINTERO 05 NOV 1996 232 GUTIERREZ SALAZAR ALEJANDRO
70 POLICARPA SALAVARRIETA 16 MAY 1997 75 TORRES SANCHEZ FLOVER ARGENY
71 DR. VIRGILIO BARCO VARGAS 05 NOV 1997 122 CORTES DUEÑAS OSCAR HERNAN
72 TC. JAIME ALBERTO CASTRO GUARIN 05 NOV 1998 195 LOZANO GONZALEZ HERNANDO
73 DR. MISAEL PASTRANA BORRERO 14 MAY 1999 178 COY ORTIZ RONALD HAYDEN
74 MY. WILSON QUINTERO MARTINEZ 05 NOV 1999 236 CARRILLO ALVAREZ MAURICIO ANDRES
75 TC. JAVIER ORTIZ VALENCIA 16 MAY 2000 126 ARDILA ROCHA CARLOS ANTONIO
76 GR. SAULO GIL RAMIREZ 03 NOV 2000 166 RODRIGUEZ ZARATE CESAR MAURICIO
77 DR. ROBERTO PINEDA CASTILLO 01 DIC 2001 114 BENAVIDES AMADOR JAIDER ARBEY
78 MY.GERMAN RUIZ MARIN 14 MAY 2002 84B,87P ARISTIZABAL RIASCOS CESAR ALBERTO
79 MG. MANUEL JOSE LOPEZ GOMEZ 05 NOV 2002 105 CASTRO POSADA JORGE DANIEL
80 MY. RAMON LANUSSE HORTA OSORIO 06 DIC 2002 158 PATIÑO GALVIS MAURICIO ALEJANDRO
81 DR. GILBERTO IGNACIO ECHEVERRI MEJIA 19 DIC 2003 152 MEJIA MONTOYA EDGAR ENRIQUE
82 TC. HENRY ANGARITA CALDERON 1 MAR 2004 73 P RIVERA ROJAS OSCAR ANDRES
83 TC.HERNANDO AUGUSTO SACHICA RENGIFO 1 DIC 2004 162 RAMIREZ CASTRO JUAN GABRIEL
84 MY. LEONARDO OSPINO PINTO 2 JUN 2005 172 B, 86P FERNANDEZ ALARCON ALVARO FRANCISCO
85 CT. FREDY ALBERTO SILVA GUARIN 6 SEP 2005 199 VALENZUELA OVIEDO ALVARO HERNANDO
86 MY. HAROLD PIMENTEL PARRA 3 ENE 2006 242 ARIAS PERALTA JOSE WILINTON
87 MG.DEOGRACIAS FONSECA 2 JUN 2006 77 P BURITICA TABARES CARLOS ARIEL
88 MY.ROSENDO VIGOYA UMAÑA 6 DIC 2006 172 RAMIREZ RODRIGUEZ JUAN GABRIEL
89 MY. JUAN CARLOS GUERRERO 21 JUN 2007 163 HERNANDEZ ELVIS HERNEY
89 MY. JUAN CARLOS GUERRERO 22 JUN 2007 94 P MALDONADO DEVIA JOHN ALEXANDER
90 DR. ALFONSO LOPEZ MICHELSEN 5 NOV 2007 154 TRIANA PALACIOS CRISTIAM CAMILO
PERSONAL EXTRANJERO EGRESADO DEL ALMA MATER
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Archivo Oficina Registro y Control ECSAN
BIBLIOGRAFÍA