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Tejidos vegetales
1.1 Resumen
Después del crecimiento del embrión en la semilla, la formación de nuevas células queda
casi enteramente restringida a losmeristemas: tejidos permanentemente jóvenes, cuyas
células se dividen mitóticamente.
Las células originadas por estos meristemas sufrirán un proceso de diferenciación hasta
transformarse en diferentes tipos celulares. De este modo los tejidos se diferencian como
grupos de células organizadas estructural y funcionalmente.
El cuerpo de los vegetales está constituido por dos tipos de tejidos: meristemas o tejidos
embrionales (derivados del embrión) y tejidos adultos. Dichos tejidos se hallan formados
por células iguales (tejidos simples) o por agrupaciones de células diversas (tejidos
complejos).
Introducción
La Histología Vegetal es el estudio específico de tejidos vegetales que son los grupos de
células que generalmente realizan las mismas funciones. A su vez están separados bajo la
clasificación de meristemos (pudiendo ser tejidos meristemáticos o embrionarios) y tejidos
adultos (que son los tejidos permanentes de la planta).
Por tejido se entiende el conjunto de muchos protoplasmas revestidos de membrana e
íntimamente unidos entre sí, originados por división de otros protoplasmas, según las tres
direcciones del espacio. Cuanto más elevada es la organización de una planta, mayor es el
número de clases de tejido que componen su cuerpo.
Una clasificación simple de los tejidos sería: Tejidos simples y Tejidos compuestos.
Si atendemos a su función, los tejidos se pueden clasificar en los siguientes tipos: Meristemos,
Parénquima, de Sostén, Vasculares, Protectores y Secretores.
Desde el punto de vista ontogénico las clases de tejidos de los cormófitos pueden reunirse en
dos grandes grupos: Tejidos embrionarios o Meristemos y Tejidos definitivos o Adultos, ya
diferenciados.
Antecedentes
Cuando hablamos de las características de los tejidos de las plantas tenemos que tener en
mente la historia ocurrida hace 500 millones de años, cuando las plantas conquistaron la
tierra. El medio terrestre ofrece ventajas respecto al medio acuático: más horas y más
intensidad de luz, y mayor circulación libre de CO2. Pero a cambio las plantas tienen que
solventar nuevas dificultades, casi todas relacionadas con la obtención y retención de agua,
con el mantenimiento de un porte erguido en el aire y también con la dispersión de las semillas
en medios aéreos. Para ello las plantas agrupan sus células y las especializan para formar
tejidos con funciones determinadas que sean capaces de hacer frente a estas nuevas
dificultades. A su vez los tejidos se agrupan para constituir órganos.
Para superar un medio ambiente variable y seco, aparece un sistema protector formado por
dos tejidos: la epidermis y la peridermis. Las células de estos tejidos se revisten de cutina y
suberina para disminuir la pérdida de agua, controlando de esta manera la transpiración y
regulando el intercambio gaseoso. Para mantenerse erguidas sobre la tierra las plantas tienen
un sistema de sostén representado por dos tejidos: colénquima y otro más especializado
denominado esclerénquima. Sin embargo, uno de los hechos más relevantes en la evolución
de las plantas terrestres es la aparición de un sistema conductor capaz de comunicar todos los
órganos del cuerpo de la planta, formado por dos tejidos: xilema, que conduce mayormente
agua, y floema, que conduce principalmente sustancias orgánicas. Sólo hablamos de
verdaderos tejidos conductores en las plantas vasculares.
Finalmente, las plantas producen semillas, dentro de las cuales se forma el embrión, que se
desarrolla y crece gracias a la actividad de los tejidos embrionarios o meristemáticos. Los
meristemos están presentes y activos a lo largo de toda la vida de la planta. Todos estos
tejidos, excepto los meristemos, han derivado a lo largo de la evolución de otro tejido poco
diferenciado llamado parénquima, que se mantiene en las plantas actuales y que realiza
múltiples funcione
Marco teórico
Las células de las plantas presentan una estructura denominada pared celular que recubre
externamente a su membrana plasmática. Está sintetizada por la propia célula y es
imprescindible para ella, puesto que aporta la rigidez necesaria en ausencia de un
citoesqueleto bien desarrollado, del cuál carecen las células de las plantas.
Son las plantas que presentan crecimiento secundario. Todas las células de las plantas
diferenciadas contienen lámina media y pared celular primaria más o menos gruesa pero sólo
unos pocos tipos celulares tienen además pared celular secundaria.
A partir del estado embrionario las plantas se desarrollan y crecen gracias a la actividad de los
meristemos. El primer crecimiento de todas las plantas, y único en algunos grupos, es el
crecimiento en longitud. Éste se denomina crecimiento primario, y corre a cargo de la actividad
de un grupo de células meristemáticas que se sitúan en los ápices de los tallos y raíces, así
como en la base de los entrenudos. Estos grupos de células forman los meristemos primarios.
Además, algunos grupos de plantas también pueden crecer en grosor, un tipo de crecimiento
denominado crecimiento secundario, y lo hacen gracias a la actividad de los meristemos
secundarios.
Los tejidos se derivan por proliferación y diferenciación de una célula llamada cigoto. El cigoto
origina al embrión que está latente en la semilla. Durante la germinación de la semilla, el
embrión da lugar a una planta adulta, con órganos que están formados por tejidos
meristemáticos y adultos.
Los tejidos pueden ser clasificados tomando en cuenta la capacidad de reproducción, el grado
de diferenciación y especialización que representan sus células y básicamente la función que
puedan desempeñar. En base a estos criterios, existen dos grandes grupos:
MERISTEMOS:
Los meristemos son los responsables del crecimiento permanente de las plantas y están
presentes durante toda la vida de éstas. Las células meristemáticas presentan las
características citológicas de las células indiferenciadas. Son pequeñas, isodiamétricas y
tienen una pared celular primaria delgada. Su citoplasma contiene características propias,
como abundantes ribosomas, un retículo endoplasmático rugoso escaso, el complejo de Golgi
muy desarrollado para fabricar los componentes de la pared celular, numerosos proplastidios,
muchas y pequeñas vacuolas y un protoplasma desprovisto de inclusiones. El núcleo, con
mucha cromatina condensada, es grande y se sitúa en posición central. Las células
meristemáticas son células totipotentes, están continuamente dividiéndose por mitosis y
posteriormente se diferencian para originar el espectro entero de tipos celulares de una planta
adulta.
La clasificación de los meristemos se realiza en base a su posición en el cuerpo de la planta.
* Meristemo Apical Radical Meristemos primarios: son los responsables del crecimiento en
longitud de la planta por lo que sus células se dividen por tabicación anticlinal. Dentro de ellos
tenemos los meristemos apicales que se sitúan en el ápice del tallo y de cada rama, y en el
ápice de la raíz principal y de las raíces secundarias. En el primer caso están protejidos por
los primordios foliares, mientras que en el segundo por la cofia o caliptra. Estos meristemos se
denominan meristemos apicales caulinares y meristemos apicales radicales, respectivamente.
En cada meristemo apical nos encontramos células que forman la protodermis, que origina la
epidermis, el procambium, que produce los tejidos conductores primarios (xilema y floema
primarios), y el meristemo fundamental, que dará lugar al resto de los tejidos de la planta.
* Meristemos intercalares: Como su nombre indica, se encuentran intercalados entre tejidos no
meristemáticos. Los mejor conocidos son aquellos localizados en los entrenudos
(principalmente la base del entrenudo) y en la vaina de las monocotiledóneas.
* Meristemos secundarios, también llamados laterales. Éstos son responsables del
crecimiento en espesor por lo que sus células se dividen según planos periclinales (planos de
división paralelos a la superficie del tallo o de la raíz. Estos meristemos no existen en muchas
plantas herbáceas, como la mayoría de las pteridofitas y monocotiledóneas, ni en
determinados órganos como las hojas. Hay dos tipos de meristemos secundarios:
1. Cambium vascular: que origina los tejidos conductores secundarios (xilema y floema
secundarios), y el
2. Cambium suberoso o felógeno: que origina la peridermis. Ambos meristemos se disponen,
como un cilindro continuo o como un anillo incompleto formando bandas, entre el xilema
secundario y el floema secundario para el caso del cambium vascular o entre la felodermis y el
súber para el cambium suberoso o felógeno.
PAREQUIMA:
* Parénquima acuífero: Las células parenquimáticas que almacenan agua son grandes, de
paredes delgadas y con una gran vacuola donde se acumula el agua. En el citoplasma o en la
vacuola hay mucílagos, conjunto de sustancias que aumentan la capacidad de absorción y
retención de agua. Este parénquima es característico de las plantas que viven en climas
secos, denominadas plantas xerófitas.
TEJIDOS DE SOSTEN:
Están constituidos por células con paredes celulares gruesas que aportan una gran resistencia
mecánica. A pesar de compartir la misma función, estos tejidos se diferencian por la estructura
y la textura de las paredes celulares y por su localización dentro del cuerpo de la planta.
COLENQUIMA:
Es un tejido vivo formado por un solo tipo celular, la célula colenquimática. Presenta una
gruesa pared celular primaria caracterizada por engrosamientos distribuidos de manera
desigual y esto confiere al tejido gran fuerza de tensión y resistencia al estrés mecánico. Las
células colenquimáticas, al igual que las células parenquimáticas, son capaces de reanudar
una actividad meristemática gracias a que sus paredes celulares son primarias y no
lignificadas, a pesar de su grosor. Es un tejido poco extendido en el cuerpo de las plantas ya
que, por lo general, no está presente en las raíces ni tampoco en estructuras con crecimiento
secundario, donde es sustituido por el esclerénquima. Se sitúa en posiciones periféricas,
donde realiza mejor su función, bien justo debajo de la epidermis o separada de ella por una o
dos capas de células parenquimáticas. Forma una especie de cilindro continuo o bien se
organiza en bandas discontinuas. Sirve de soporte durante el crecimiento de tallos herbáceos,
hojas y partes florales de las dicotiledóneas. Está ausente en las monocotiledóneas.
Las paredes celulares de las células colenquimáticas tienen una gran cantidad de pectinas y
hemicelulosas, además de celulosa. Juntos confieren a este tejido sus características de
resistencia y flexibilidad. Precisamente estas características tisulares le han dado el nombre al
colénquima, que deriva de la palabra griega colla, que significa goma. Si a esto le sumamos
que es un tejido vivo, y por tanto con capacidad para desarrollar y engrosar sus paredes
celulares, podemos decir que es el tejido de sostén por excelencia de los órganos que se
están alargando, ya que tiene capacidad de adaptarse al crecimiento de cada estructura de la
planta en crecimiento.
Los distintos tipos de colénquima se caracterizan por el engrosamiento de sus paredes
celulares. Si la pared celular está engrosada de forma desigual pero no deja espacios
intercelulares tenemos:
* Colénquima Angular: En este tipo de colénquima los espesamientos de la pared celular se
producen en el ángulo donde convergen varias células, de ahí la ausencia de espacios
intercelulares. Este tipo de engrosamientos se disponen a modo de vigas que se orientan
longitudinalmente en el órgano, que le confiere una gran resistencia mecánica.
* Colénquima Laminar: En este tipo de colénquima los engrosamientos de la pared celular
primaria se manifiestan en las paredes tangenciales externa e interna, es decir, las paredes
paralelas a la superficie del órgano. Aunque el colénquima se encuentra principalmente en
órganos con crecimiento primario, en este caso se encuentra en un tallo con crecimiento
secundario.
* Colénquima Lagunar: Se parece al colénquima angular ya que los engrosamientos de las
paredes celulares primarias son mayores en el lugar donde confluyen tres células. Sin
embargo, dichos engrosamientos no obliteran completamente el espacio intercelular por lo que
se pueden observar espacios vacíos entre las paredes celulares de las células contiguas.
* Colénquima Anular: Este tipo de colénquima se distingue del resto por ser el único en donde
los espesamientos son uniformes alrededor de la célula. Esto hace que este tipo de
colénquima presente espacios intercelulares.
ESCLERENQUIMA:
A diferencia de la colénquima, presenta dos tipos de células con pared celular engrosada,
pero ésta es secundaria y lignificada en las células maduras. Las células esclerenquimáticas
maduras no contienen protoplasma y son células muertas. Gracias a la estructura de sus
paredes celulares el esclerénquima tiene una función muy importante en el soporte de los
órganos que han dejado de alargarse. Protegen las partes más blandas de las plantas y más
vulnerables a estiramientos, pesos, presiones y flexiones. Por eso aunque está distribuido por
todo el cuerpo de las plantas, ya sean estructuras con crecimiento primario o secundario, es
más abundante en tallos y hojas que en raíces.
Este tejido es complejo y los dos tipos de células que lo componen se distinguen
principalmente por su forma, su origen y su localización. Un tipo son las fibras, células
alargadas y fusiformes, y el otro las esclereidas, que son células variadas en su forma pero
típicamente más isodiamétricas que las fibras. El origen de estos dos tipos celulares no está
claro pero se propone que las fibras se originan por diferenciación de células meristemáticas y
las esclereidas a partir de células colenquimáticas o parenquimáticas que lignifican sus
paredes celulares.
Fibras: Son células alargadas de extremos puntiagudos, con una pared celular secundaria
más o menos gruesa con muchas capas y con un grado de lignificación variable. Se sabe que
la lignificación y la diferenciación de las fibras en los tejidos vasculares están influidas por las
hormonas vegetales como las auxinas y las giberelinas, que regulan la deposición de lignina
en la pared celular. La pared celular de la fibra madura puede ser tan gruesa que a veces
ocupa completamente el interior celular. La mayoría de las fibras son células muertas en la
madurez, aunque se han encontrado elementos fibrosos vivos en el xilema de algunas
dicotiledóneas. Debido a su resistencia a la tensión son de gran importancia económica y se
empaquetan por lo general formando hebras que constituyen la fibra comercial. Las fibras de
las hojas de algunas monocotiledóneas son comercialmente importantes en la manufactura de
la ropa y otros tejidos.
Las fibras se clasifican según su posición topográfica en la planta. Las fibras extraxilares son
aquellas que se encuentran en el floema (fibras floemáticas), en la corteza (fibras corticales), o
bien rodeando haces vasculares (fibras perivasculares) y las fibras xilares se encuentran en el
xilema.
TEJIDOS CONDUCTORES:
La característica más llamativa que distingue a las plantas vasculares de las no vasculares es
la presencia en las primeras de tejidos vasculares especializados en la conducción de agua y
sustancias inorgánicas y orgánicas. Estos tejidos son el xilema y el floema. El xilema conduce
grandes cantidades de agua y algunos compuestos inorgánicos y orgánicos desde la raíz a las
hojas, mientras que el floema conduce sustancias orgánicas producidas en los lugares de
síntesis, fundamentalmente en las hojas, y los de almacenamiento al resto de la planta.
Ambos tejidos son importantes fisiológicamente, ya que las plantas para su crecimiento
necesitan agua y sustancias orgánicas, y también filogenéticamente, puesto que algunas de
sus células se han usado como caracteres para los estudios evolutivos. Durante el crecimiento
primario de la planta se forman el xilema y el floema primario a partir del procambium. Durante
esta formación se pueden distinguir varios estados como el protoxilema y el protofloema que
se forman en el estadio embrionario o en la fase postembrionaria, y posteriormente el
metaxilema y el metafloema que sustituyen paulatinamente a los anteriores durante el
crecimiento. Si la planta tiene crecimiento secundario se forma el xilema y floema secundario a
partir del cambium vascular, mientras que el metaxilema y metafloema dejan de ser
funcionales.
Los tejidos conductores son complejos y están formados por distintos tipos celulares, la mayor
parte de los cuales se originan de las mismas células meristemáticas. Por ello el xilema y el
floema se encuentran físicamente próximos en toda la planta.
Xilema: Conduce grandes cantidades de agua y algunos compuestos inorgánicos y orgánicos
desde la raíz a las hojas; también llamado leño, nos encontramos cuatro tipos celulares
principales: las traqueidas y los elementos de los vasos, que son las células conductoras o
traqueales, las células parenquimáticas y las fibras de esclerénquima, que funcionan como
células de almacenamiento y sostén, respectivamente.
Floema: Conduce sustancias orgánicas producidas en los lugares de síntesis,
fundamentalmente en las hojas, y los de almacenamiento al resto de la planta. Llamado líber o
tejido criboso, está formado por más tipos celulares que el xilema. Los elementos conductores
son la célula cribosa y los tubos cribosos y dentro de los elementos no conductores se
encuentran las fibras de esclerénquima y las células parenquimáticas. Las células
parenquimáticas pueden ser típicas y especializadas, acompañando estas últimas a los
elementos conductores.
TEJIDOS DE PROTECCIÓN:
Los tejidos de protección forman el límite externo de las plantas y se encuentran en contacto
con el medio ambiente. Hay dos tipos dependiendo de si la planta tiene crecimiento primario o
secundario, epidermis y peridermis, respectivamente.
Epidermis:
Peridermis:
Se forma en aquellas partes de la raíz y del tallo que presentan crecimiento secundario, por la
actividad del cambium suberoso o felógeno. Este meristemo secundario se origina de la
desdiferenciación de las células parenquimáticas o colenquimáticas que se encuentran debajo
de la epidermis, con lo que puede formar un cilindro completo o incompleto. Las células de
felógeno se dividen periclinalmente dando lugar a filas de células que se distribuyen de
manera desigual hacia dentro o hacia fuera. Las capas más externas son más numerosas, sus
células se suberifican y mueren formando el suber o corcho. Hacia dentro las células están
vivas en una disposición apilada formando la felodermis.
TEJIDOS DE SECRECIÓN:
1.5 Objetivos
general:
conocer todos los tipos de tejidos de la planta
especifico:
saber identificar los tejidos presentes en las partes de la planta
conocer el funcionamiento de las celulas en los tejidos
1.6 Metas
1.8 Metodología
materiales:
Computadora
Apoyo bibliografico ( libros)
Metodos:
1.12 Referencias
3. INFRAESTRUCTURA
el plantel cuenta con un laboratorio que es para el uso del personal de la institucion y es ahí en donde se
llevan a cabo las practicas de las diferentes materias en este caso de fisiologia vegetal.
4. RESUMEN PRESUPUESTO UTILIZADO PARA LA OPERACIÓN DEL PROYECTO
Material TOTAL
Copias $10
Carpeta $3
$13
TOTAL
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