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Teoma ice) are| de la ética ya A Ne ioe Sau eR Lu) Prirs VICTORIA CAMPS BREVE HISTORIA DE LA ETICA RBA “ehtapacacion © vcore Gms 23 © denen RBA Lites 820 ‘rd: Ding 89-018 Baha aioe Prima bie me des rms ga06 0%) dt pet enti pr ‘Medeor ema pectin ce, ‘soo ec ore aken epsCae {Ge pte ome eps mo Jeane pet veer oo meee a 6, 1% 5 16 18 1» CONTENIDO. Prélogo Los softs y crates. Las primeraspregontas Paton La ciudad juts Aritteles. La vida Buena 1a ica letra, Como hay gue vive? 1a ica medieval. Teor de Dion FL Renan, Laivencién de suet Hobe. Lacie del miedo Spinora, La ic de a aleria - Locke, El primer libealismo Hume. El sentido moral ‘Rousseau, El indviduo conta la sociedad Kant. La autonomia moral - Hegel y Mare. La historia como progreso moral Bentham y Mil La ica de a felicidad Schopenhauer Kierkegaard, Nietsche, El individuo conta a moral La tia analitica Raves. El debate sobre la jusicia [a dtica dela comunicacion Pragmatistas, comunicarsasy epublicanos 2 Laéticaaplcada Notas Indice onoméstco 5 35 a 99 ny 40 138 7 194 236 asa 268 289 am 333 354 369 5 “7 2 PROLOGO Cuando empect a dar clases en la Universidad Auténoma de Barcelona el libro de Alasdair MacIntyre, Breve histo- de a ica, me fue de una ayuda impagable. Enconté en 4/el guién que una neta como yo necestaba para expli- ‘ear della forma més fundamencada y segura la materia que tenfa entre manos. Escrito con lacapacidad de sintessy la claridad caracteriatica de los flésofor anglosaiones, era, ademas, el manual mis alaleance de los alumnos de los cursos elementals, Sigo pensando que el enfoquehistrico xl nds pertinente y elms pedagdgieo para introducie a alguien en la filosofia. No hay, a mi jucio, mejor manera ‘de ensefarareflexionar sobre la moral que tatar de com: prender lo que hicieron los pensadores que investigaron antes sobre la materia y escribieron largamente sobre ela Foeron estas razone las que me impulsaron a acoger con ‘usin la sugetencia de Joaquim Palau, decor de RBA y an ‘iguo alumno de mis cases, de que escribiera un texto simi slide Maclntyre, qe él ecordaba con simp. Ya jubilada de a obigaion de ensefia, he abordado est libro como una es- pecie de eapirlacén de os mais de cuarenta aos ranscuri- ‘dos como profesora de éica. Olé este texto pueda tener a utldad que el etado libro de Maclnyre tuvo para my ha ‘enido para mis alumnos,y sea, como me ecurié también a ‘ni, unincentvo para inmersén mis personaly extens en los textos dels flbuolos que aqui se mencionan slo de paso. ’ 10 mor060 ‘Alsi, sn embargo, 0 be pensado sl en ls pro= fesores yen lor estudiantes universitaris. En unos tepos tan rrbulentosydesoietadon como los que vives, que bligan a relerive «la ein sobre todo para lament 50 fusenci, una introduccén al tema como la qu se ofrece ‘gu pede ayudar «emender mejor de qué hablamos cuan- do aladmos al deber moral la responsabilidad, ls valores oa justia Son concepts cominmenteuiizaos desde puesto de que son de sobs conocidos por todos no hace faa profundzar en ellos. No obmane s sighfiado cs ompleoy cuenta con una lana historia cay conoiento ontibuye 4 una compensa mis riguosay mens fala 4 lop mibmos. He procradocontar la storia dela forma inde clara y sencila que me ha sido posible con el fn de ha- cera acesible cuslguet stor interesado po el oxigen ye earl de la ica. ra que s atreve a acta en ercunstanias dificles y que no dduda en responder de sus actos. As el pensamento moral se haa ido deteniendo en el andlisis de los conceptos ms bi cos, ensuevoluciny ene planeamiento de las preguntas, ‘que no ha dejado de suet la distinc ente el bien ye tal 2Cudl es el fundamento de dichaditincin? :Podemos Tegar a ener unos crieros cierto que nos sevan para Hae B rxov0co las obligaciones morales? ¢Tales eriterios son unversales © hay, po el contaro, tantas morales como épocas y culturas? Sila moral se nos presenta como un deber 0 ona presrip- 6a, contaria de entrada ls inclinaciones y los descos, {quien tiene autoridad para imponer esos deberes?zPor qué hay que ser moral? Qué es lo especifico del deber moral? as preguntas no han cambiado mucho, pero sla forma de plantearlasy de dares respuesta. EI comportamiento moral ha sido objeto de preacupa ‘in para los fildsofos por lo menos por dos razones. Ha preocupado el destino de la person, ss ins en esta vida, ‘su razén de se 6, como suele decits, el sentido que tiene vivie 2Qué es vive bien? 2En qué consiste una vida buena? La segunda preocupacin fundamental ha sido la conviven- cia. ,Cémo regular la vida en comin preservando al mismo tiempo la autonomia de cada indviduo? Esta lima cues- tig vinela muy dreceamente la cic ala politica, hasta el ‘punto de que, como se pode vera lo argo de este libro dll separa la una dela otra en la mayor dela tors filossfcas, Desde ls dflogosplaénicos, una de las catego tas éccas mis discutdas ha sido la justice. Pero discurie. sobre la justicia, ces slo una cuestidn éica es tambien politica? Si entendemos, como lo entendi Kanto lo ent Aeron los teicos dl conteat social, que wna de as fuentes 4el derecho es la moral, y que es desde la moral desde donde debe fandamentasey corregirse el derecho positive, zn0 es ineitable vincuar la ica a la politica? a preocupaciin por una vida buena o porla mejor forma de ive en eambio, acerca la tcaa la edcacin moral, En Sefar cia, spor tl entendemos tatar de comprender 3 los {ilsofos, noes educar mocalmente. Sin embargo, es posible que la historia de a flosofia moral ayuda abordae machas de lar dudas que asalzan al educador. Dudas o confsones procedentes, en algunas ocasione, de la estecha identifica mm1000 8 iin entre la moral y una confi religiosaconcreta. Todos los Flsofos han vivido esa identificaciony han lochado por trascenderlay entender ef porgué de a moral dese la razén, sms all dl soporte dela fe en un Dios. El esfuero por ex: plicarracionalmente la distnein entree bien ye mal Forma pare dl progreso de ls mente humana y del progseso moral ‘mismo. Sin perseverar en ese esfuerzo no se lga a entender que la reflexion sobre la moral sea a su vez, una reflex ‘oe Ia mejor forma de convivie para lo sereshumanos en ociedades deolgicay culeralmente diversas 1 flosoia moral no e+ ella misma moralizante, pero ‘tampoco es neutral, como no puede sero ninguna de scien ‘as que estudian el comportamiento humano. Cada fildsofo, al hacer flosofia, prosigue Ia historia interna de su propia isciplin y se debe al mismo tempo ala historia externa, al. contexto social, cultural y politico en el que se encuentra y ‘el que nunca puede sustrerse dl todo por mucho qi bis ‘gue aleanza esa maxima abstraesion en que se mueve laf losofia. Por otra pare, hay rasgos dela vida personal que levan al autor de algo en principio tan aséptico como una historia dela ica a selecciona y poner mis énfasisen unos fildsofos y en unos aspectos de pensamiento queen otros. Es imposible ere pasado sin prejuicios. Y menos, el pasado de la ies Cada eval tiene ibnofos de su devocia yuna sing lar querencia hacia textos que le han sido especialmente ela vesa labora de entender un concepto o un argumento, ola hora de tener que explicar aun pensador. Reecribir la histo- ‘ia de la tea ex repensarla desde el presente a Iz de los problemas y de las crcunstancias expecfcas que hoy nos ‘gobi, Esa quid wala labor mis nteresante quel flor ia puede aportara nuestro tiempo convuls y confuso, esx 50 de ideas y poco prclive a demorarse en el pensamicato. Entiendo Ia historia de la étca como un work in pro ress, una obra que va progresando a medida que descubre 4 rx01060 maties y razones nuevas y se fija en las insuficiencias de afrmaciones anteriores, Dicho de un modo mis aserivo: a historia dela dics es la historia de un progreso moral. Es cierto que la historia dela humanidad no produce esa im- presi, La acumulain de guerra, destrcc y violencia ue la han jalonado siempre, mas bien parece mostrarnos due las costumbres se pervieten en Ingar de mejorar. Aun 5, no exeo disparatada la afirmacién de que el punto de ‘sta moral ha ido progeesando con su desarrollo teérico. Dos rasgos cada ver mis sobresaliences lo indican: Ia con- cdencia reciente de la autonomia de la persona como un ‘valor ierenunciabley a extensién del dignidad a todos los Ihombresy no soa un selecto grapo de piviegiados. pual> dad y libertad son los dos valores bisicos del constituciona- smo politico, la base también de los derechos fundamenta- Jes, Al pensamiento dco se debe el haber ido articulando :azones cada vez mis poderosasy reconocidas para insta rarlas como valores irrenunciables. Somos indudablemente mds libees y mis iguales que cuando Arstteles 0 Kant ‘enunciaron sus teorias morales. Lo que no significa que ls rjeresy Ios hombres de hoy sean mejores que ls del pasa- do. Ni que no haya que seguir recordando que a realidad refleja mal ese progrso y que existen constants y justifies dds temores de etroceso hacia opresiones y dscriminacio- res que creiamos ya obsolets. Pence ala tozuder de los hechos, slo cabesubrayar el valor de una teria ética viva “Mientessexstan pincipiesyrazones bien formulados desde os que critica las ropelias morales y los atropllos contra los derechos humanos,tendremos un asidero al que agarrar- ‘no para seguir lachando por el progreso de la cvilizac Espero que el lector de este lbeo va confirmada esa teria septembre de 2012 1LOS SOFISTAS Y SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGUNTAS La reflexion sobre la moral empieza propiamente con los sofistas que protagonizan los didlogs socraticos de Plan. Estamos en el siglo va.C., la época del miximo esplendor de Atenas, splendor no so politico y econémico, sino cul- tural. Una época gloriosa para la sociedad, la lieratara are y a fosofia. En ella vvieron Pecicles, Fidias,Sfoces, ‘Anaxigorasy los grandes sfists: Protigoras, Pridico, Hi as, Gorgias y, Finalmente Sécrates. Dice Hegel que slos Sofisas fueron los hombres cultos dela Grecia deentoncesy los propagadores dela culture. De ahi que la sofistica se haya vinculado con la Tustracingrega, cone afin de acu- dir ala eaa6n para resolver las preguntas més imporeanes {que asaltan ala mente humana. Los libros de filsofia expi- «can que éstasignifieael paso del mito al gos, dela expica- idm magica y fantasiosa a la argumentacin raional. De hecho, sin embargo el mito no desaparece, los sofos si juen acudiendo a la mitologia para argumentar sus teoriasy hacer més viva suenseBanza. Lo que ocute ex que a expli- «exci mica se utiliza ahora s6lo como recurso, el recurso 21] ein para exponer una idea, pues, por sf sol, el mito yaesinsufciete para responder los grandes nterrogances Como son insuficientes los oriculos, porque hace flea no slo tener unas mximas 0 guns de conduct, sino tambien inguin el porqué dels costumbres y en Ia azén de ser de las leyes, Hay que sestrjarse la mente, pensa, extract 6 nave misrontA De 24 rica el lenguajerodo el potencal que atesora para planter pre- suns y persuadi de la verdad de ls valores que se van sdescubriendo, Ya no es legtimo aceptar décilmente lo que viene dado, hay que disutirioyenmendaro sies preciso. Ea ‘una palabra, lo que la flosofiapretende x hacer hombres culos, que significs hombres citicosy rflexivos, no com placientes sin mis con la realidad. La filosofialevaba ya més de wn siglo de andadura, con los filésofos presociticos. El pensamiento reflexvo tenia ya tun notable desarrollo, Pero el tems de los presocriticos ha bia sido sobre todo la naturalezay slo excepcionalmente el ser amano o a sociedad. El gio hacia laprctca lo dan los sofisas. Cutivan la retrieay se autodenominan «aaestos 4e virtud>, porque ensefian el saber moral como un saber ‘tl que puede ayudar a los hombres a vivir bien y a tener to en el gobierno dela ciudad. Bn la tansmision de ese saber es fandamental el dominio del lenguajes de abt el fer. vor porlaelocuencia y ls figuras dela retSrea. La sofistica tuvo mala prensa porque no todos os sistas fveron honcados, tambien los hubo manipuladoresy sine crpulos Paton se encargs de dengrarlos todos por gia concienzudamente,presentindolos en continua polemica con Séerates, quien, pese a mantener una posicion ambivalente frente a la sfistica, siempre acababasaliendo el més a so de la contienda. La autoadjudicacién del nombre de sa- bios it, yo modestos«amantes dela sabidura> (phi losophoi, nto al oct de maestros de virad x cambio de ‘unos stipends, al parece no siempre médics, es acarreé a reputacion de mercaderes del conocimientoy, peor ain, de algo tan etéreo y dscutible como el conocimiento moral. ‘Mas atin cuando esos sabios que pretendian enseha I vie tu hacian gala de un escepticismo que sélo producia des- concierto y tea el conacimiento moral dem relativism {qu provocaba en los imelocutores mis dudas que certeras. 0S SrIsTASY SOCRATES LAS RIMERASPREGUNTAS 37 “Todo muy propio de un pensamientoilastrado —Io sabemos hoy—, pero dificil de asmilar como tal en su momento. Los sofiscas superon aprovecharse de una sociedad en a que la religibn no era un vehicula de cultura, no contenia enseian- 23 alguna, no habia una case sacerdoral administadora de ‘unos libros sagrados que cerraran el paso ala reflexion per sonal, Fra ademas, una sociedad que acababa de inventarse Ia democracia, donde todos los hombeeslibees ten‘an dere- ‘hoa hablag a cultivar el conocimientoy a participa acti- vamente en el gobierno dela ciudad. Una sociedad, final mente, en la que se notabs la influencia de las invasiones eras, el incremento del eomercoy de los viajes que eneen- taba sla gente con diferentes clturasponiendo de manifis- to que lo que era bueno en Persia nolo ea en Atenas y lo ‘que vais en Egipto no valia en Megara. Muchos fueron los factores que propiciaron el vuelo intelectual que se produce con los sostasy que pone en primer lugar al hombre como objeto dereflexién, yala palabra como instrumento de per SER BUENO, SER EL MEJOR, SER VIRTUOSO Agathés (sbveno») esl concepeoéico por antonomasia. La “ica ela reflexin sobre lo bueno, sobve la mejor manera 4e vivs, lo que hoy llamamos eexcelencia» ylosgriegos la ‘maron aretésviruds). En sus origene, la ca es el pensi~ ‘miento sobre Ia vida excelente 9 vida virwoss. ‘Muchos libros de érica empiczan refiriéndose a los poe- ‘mas homéricos como el lugar donde encontamos los prime: ros eemplos de view o de vida buena Sin dada, el mundo ‘que relat Homero posela ya un étbos, una manera de ser moral, Lo que no habia entonces era filosoia, flexion s0- bre la moral, No habia preguntas ni dudas sobre si los hé * aaave mistonA o6 14 rica roes dels Iida merecian ser reconocidos como «los mejo- ress (arstoi,evando la medida de Ia vet era valor que se mostraba, mejor que e ningin otro escenario, en la guerta Nadie lo dudaba, porque la guerra era la stuacin naural ‘el hombre: como habis dicho Heréclito, Ia guerra es se padre de rods as cosas ‘ero lo que determinaba el significado de lo bueno no era sé la realidad incuestionada de a guerra. Es que ser bueno ‘omo poder llegar a nerlo era algo que derivaba dela matora- leza de cada uno en una época en a que no se discuia la cexistencia de un arstoeracia natural Era aise —el me jor»—el que nacia para selo, no el que seo proponia, entre ‘ours razones porque nadie que no tuiera un orgen Singu- lar podia proponerse mejorar. La exceenciay la virtd, en ‘onsecuenca, eran patrimonio de unos poco, las casas ns nobles, de as que sala los gueerezos. La virud fundamen- tal era el alos entendido, por supuesto, como valor fisico, capacidad de vencer en el combate. Una virtud eminente- mente masculina, como no podia ser de otra manera. Ser bueno era, as, ser Gly liso (para la guerra) ee valent, ser asttoy ener éxito enloscombaces. Deir de alguien que ‘ra agathés no era hacer un juicio moral, ino deseibir ana posicn social y unas capacidades personales unidas 2 la buena fortuna. Como lo era también llamar a alguien kak, ‘malos,a saber, de origen humidey bajo. Dice Héctor en lt ‘hada: “Que al menos no perez sn esfuerz y sin gloria, sino tras una proeza cuya fama llegue alos homires fu turos!.' Lo que uno es expaz de hace, en vrtad de una condisin social que le ha tocado en suerte y no ha eleido, ‘lo quel depara lo mis alo a lo que uno pueda apirar: a ‘memoria ye reconocimiento social Ta reatitva identification del agathé come guerrero y cl valiente marea una pauta que estar siempre presente en cl significado de la moralided. Con una diferencia: ese valor 108 SOISTASY SGCRATE. a8 PIMIEAS PREGIONTAS 19 «que, en principio, sfisco y tiene que ver con la fuerza €on Ts ageesvidad y con la formacion técnica del guctreno, se convertich mas adelante en valor psiquico, eapacidad dea rodominio, valor como esfverzo para vencer los desos as pasionesinconvenientes con vistas ala excelencia ala que hhay que aspicaz Por oua part, la equiparacon del mejor con el hére soslaya una de ls cvestiones mis dscuidas Tego por los fildsofos del periodosoeritico: ila viet e5 ‘una © mille, Dicho de forma ms simple: si poseer una ‘vitud implica posers todas, pues, de entrada, se hace di- fil aceptar que el vaiente, solo por sero, sea a la ver el. compendio de todas Iasvitudes. Pero el mundo homérico reduce todas las virodes a una sola, y see bueno significa crtar en posesién de todas ls cuales valoradas ela s0- edad grega: coraje béico y habiidad en la gueera ast ‘como éxito en la misma.* EL éthos homérico es muy simple. Es dudoso que a los personajes homéricos se es pueda arbi algo parecido ala responsabilidad. Desempetan la funcin que el destino les ha orgado: el re, la funcin de gobernar el padre defami- lia, ln de proceper alos suyos la mujer lade ser discret, ‘asta y fel. En ningin caso puede hablarse propiamente de tun agente moral ue decide qué debe hacer, porque uno vive condicionado por su wert al naces una suerte imposible de ambiae Un hijo sordo 0 mudo no es un hijo real, dice He- ‘6doto. Sin cludadano maltrats a una anciana 0 aun ni, hay gue rcriminarle su cobardia 0 sv arroganca, no que n0 ‘tongue elrspeto y la consderaci debidos a las ancianas 1 los nos. De ahi que no se pueda hablar de responsabi- lidad, porque no la hay si uno hace lo que le cocresponde, no To gue elge. Lo que hay que saber esa funcién que compete ‘cada uno y adeeua el eaticter ala misma. Esa faci de los oles de cada no, reconoeidos como tales por Ia socie~ dad ha levado «entender la cultura homérica como una t= pica cultura de la vergienza», en contraposicin a la ecu ‘ura dela culpa», posterior ma elabocada y donde s entrar «en juego la responsabilidad individual.” El hoe griego bus- 2, por encima de cualquier ota cosa, el reconocimiento so- ‘aly cl aplauso de los dems euando cumple su cometide 3 Ia perfeccion, PROTAGORAS! £1 ORIGEN DEA MORALIDAD La sofistica viene a subvert todas esas nocionescxy0 sign ficado habia sido fjado por una ley natural incuestionable ‘que colocaba a cada uno en su lug, introduce esceptics- ‘mo y relativism en el pensamiento. Los sofstas tuvieron ‘donde aprender porque, como se ha dicho hace un momen 1, las guerra, las colonizacionesy el comerco levaban 3 ‘uestionar la cgi de los concepts. Con Ia acufacién de la moned, Teognis observa la confusin que se vierte sobee lo que debe ser considerado bueno y virtoso: «Para la ma- yori de los hombres, sélo hay una viet: ser rico». Por su parte, Tacdides y Hesiodo esciben textos memorables 50- bre Is evolucin del lenguae la transformacion el signif ‘ado de las palabras por causa de los acontecimientosy la mezela de culeras. Tuciides registra la corrupeia del ln fuaje a raie de la revolucin de Corfi con estas palabras profusamente recordadas durante milenios: signified de as palabras ya no tee la mises elacin cow las oss» El obra temeraramente es considerado vat eal [a eaperspradens, cobards la moweracin xl dina ela debi sabelo todo e 0 hacer mada En Los trabajos y los dias, también Teogns lamenta no po- der seguir lamando sjustos- a quienes lo son de verdad por- 10S SOMISTASY SOCRATES. LAS PRIMERAS PREGLTAS| 21 {que es malo ser justo si el injusto logra converte en el rejor». Los sofistas buscan una salida al desconciero mo: 3, y lo hacen planteando una pregunra que vaa dat fils6 ficamente mucho juego: las leyes morals son physis 0 no ‘mos?, ison naturales convencionales? Los dos sofistas mis conocides y espetados en su po, Protigoras y Gorgias, hicieron gala de la relatividad de cua quier forma de conocimiento asi como del poder dl len- _zuae para justifcar cualquier opinin 0 punto de vista. Pro: tigoras (c 485 @.Crc. 411 &.C) era originario de Abdera ¥ via por toda Greviadifandiendo sus enseBanzas, Sein Diogenes Laetco, su tratado de reviricay dialeica se pro- ‘nia mostrar que cualquier sis podia defenders el argue mento era iil. Tod lo que es sofstasenseiahan pertenecia alimbito de a dé, dea opin, y no dea verdad: +Can- 4o sopla el viento, nos tiemblan y otros nos no podem, pues, afimar que este viento sea en si mismo fri». Con res ecto a la reign, no dad en declararse agndstico com la entencia,harto conocida: «Acerca de ls dios n0 sabre decir los hay o no Tos hay, pues son muchas las cosas que prohiben el saberlo, ya la oxcuriad del asunto, ya la breve- ad de la via del homes Pero laafrmacin gue sintetza clescepticisma yl cardcterconvencional que revit el cono- , su oficio consist en i por las ciudades enseando re- ‘rica como e mejor insteumento para dirmir ls cuestiones twéricas y prdcticas que preocupan 2 los humanos. Al c= ‘mienzo del ddlogo que estamos analizando, erates acude 4 casa de Protagoras, donde lo encuentra acomparado de sofstas epaseindose y cautivindo a quienes lo escuchan, ‘como Orfeo, com la masica de sus palabras. Le confiesa que Hipdcrates, que lo acompaia, desea apuntasea su magise 10S SOFISTASY SOCRATES. AS PRIMERAS PREGUNTAS 27 rio, pues quire gar a ser «lustre en la ciudad, por lo que Protigoras se iene halagado y no duda en dar buena cuen- ta del arte que culiva. Desafiando a las malas lenguas qe, por temor 0 por envidia,recelan dela Sofistics, rotigoras ‘no duda en mostrar sus cata: «Soy un soft y me propon- 10 instru el espirita de los hombese: Yo, desde lego afro qu clare de los sistas e tig, bens quelo maneaban nz lo arones de sna, emeto- ss de los encores que ssa, s fabrcatow wm dens 7 To ‘cultaon, los uno com Is poe, como Homer, Hesodo y Siménides, yes, en cambio, on ts eligionry riclon, camo lon dips de Orfeo y Musso, Algunos otros, ome Jos Trelis bra cs pits sinker sa sno, Hetodco de Selim, en otros wom ciadadano de ‘Megas. ¥ com la msc io dara vcr Agatcley gue cera un gran Sofi, y,asimisn, Poder de Coos, yot08 At pues, los sofistas trasladan al pensamieno y la argu: mentacin fo que ances y de ota forma hicicran la poesia Ia risia, incluso la gimnasia: el eultvo del expeta 0 la «acion de los jévenes. Pero eso es lo que Séerates empezars de inmediato@ cuestionarle, una ver hechas as presentacio- ‘nes oportunas. Con la ironia que lees propia y que conver- tiré en st manera de filosoat, no dua en slr al paso de la vtocomplacenca del sofia con eta fase: «{Qué hermoso ‘objeto cintfico te has apropiado, Protigorss, si es que lo tienes dominado! Porque yo eso, Protigoras, no rela que fuera enseiable, y, al decitlo ui ahora, no sé eémo deacon: fas, Fl dardoestéenel aire y contiene un edmulo de dadas ‘no por inexplcitas menos adivinables:zno peca de atrogan- te quien se atribuye el weal de «maestro de view? 2Quién potee el saber sufciente para poder ensefiar a comportarse decuadamente? Es mis, zn0 es contradicorio con el ese 8 EVE HISTORLA DEL ECA ticismo y l elativimno de la sofstca el erigcse en maestro de moral en cualquier Iugar en el que uno se encuentre? {Como un orginario de Abdera —Protigorat— se atreve a Aecices a Tos ateninscs cues deben set sus virtdes y si deben © no cumplir sus lyes si al mismo tiempo se hace profesion de rlativismo? Precsamente el mito de Prometeo es el recurso con el aque Protigoras pretende acabar convenciendo a Sécrates y Al esto de los contertulios dl valor y la vabilidad del come- sido al que se ha entregado. La virud es ensefiable y debe haber maestros que lo hagan, porque ast se desprende del ‘manaato de Zeus a Hermes: tdos os cidadanos deben ad ‘iri a virud porque de no hacerlo, no pode segue vi viendo en la ciudad, Pero crates no ests tan convencdo. Por una parte si todos deben poseer esas virtues, zpor qué ‘anos pocos deben considerarse ms exceentes que el resto nel conocimiento de Ia vied? Quién los ha hecho exper- ‘os en moral? En lo que a la vitud conciere, no debria, estar en condiciones de opinar cualquiera? La tess de Protigoras, en principio, es inequivoca: en sfecto, todos deben conocer y practical justia, pcs 88 «sa viru fundamental, pero es un hecho que a0 todos lo hacen, y a és0s hay que settles y castigaros afin de que acaben haciendo lo que deben. Es curioso —apostillaProté- ‘ras que slos hombres de bien enseBan las dems cosas fs hjos, pero éta no, observa qué extrafias resulta personas de bien. La obscrracén nos suena todavia hoy ‘ea ensedanza dela moral nadie quiere hacerse cargos 80 ‘obstant, tiene que haber alguien encargado de esa mision imprescindible par a comsnidad, Pero volvamos al dislogo plarénico, La discusién es larga y, como siempre, se pietde ‘en menudencas que parecen apartanos del tema esencal ue, sn embargo, e recupera al final del didlo. Socrates. ha ido derivando hacia la tsi de que la ved es una cen 105 SOFSTASY SOCRATES, LAS PMEEAS PREGUNTAS 29 cla, ya que el virtuoso —el justo, el decente—lo es porque conoce qué es la justia, No discure que la. vietad pueda aprenders, sino que deba haber maestros que la ensedien, Porque, a su juiio,elconocimiento de lavetud, en realidad, ya esti en nosoeros, La teria de que la vitud es conoci ‘micaro es una de las teria sociticas ms frmes..y ms falsas, lo veemos lego. Contra esa idea, Protigoras se ne sg. Considerar que I viet sea una ciencia, que pueda ser conocida como las demas ciencias, pues tal afiemacion se ‘ontradice com lo esencial de Ia sfistica. Portales decrote- oss a legado a una conelusn paradojca sla vrtad es encia (0 conocimiento) —ess de Socrates, sera ensesia~ ble, como lo es cualquier ciencia sila vireud no es ciencia tess de Protigoras—, difeilmente pode ense aria nadie. I propio Séerats se rcrimina con asombro el absurdo al ‘que han legado con su prlia discus. ‘Com ocurre con todos los diflogos de Plain, éste acaba sin conclusiones, abierto a que el debate coatinde oto di Ora ve, si quieres nos ocuparemos de esor ice un resi nado Protigoras al despedirse. Se ha seguido discutiendo, en efecto, pero ni Sérates i Plata ni nadie hasta hoy ha dado ‘ela clave de lo que debe ser la enseianza de la moral Enel siglo xxt nos lo seguimos pegunando, Socrates, sin embargo, tiene la respuesta. Su esis esque el . Con su decision paradajca, en realidad Sdcrats destruye la wei: u eave stoma DE La erca ddad» det pueblo riego en nombre de una justca superior ‘que acabaré manifstandose: ‘Tales siempre a poi yl destino de los hoe del isto sia universal que hacen nacer un mundo nevocuyo pris seals en contr dicen con el mundo antedor lo desing: loshéroes aparece, pus, como la violencia ue iafinge ley. Pereen eno indivdoaly peo perece solamente el individ, noe principio en él encirndo, que la pena impuesta a aqul 0 alana & desta" PLATON, LA CIUDAD JUSTA El método socritico se basa en el andlsis de los concepts, que sera la clave dela ivestgacin filosGficay, en particu lay, de la ca. , pero tambien, scarier». Tener un buen déimon requere ese ingredente Aue slo aports la sere, pero también el efuerzo por fora tm carter virwoso. Ser feliz no ext al akance de cualquie- ra, la suerte debe acompanarnes, hay que haber nacido en el. lugar adecuado para poder consegitlo. Pero también hay ve gandrselo. ‘Aristtclesadvierte desde el principio la ambigiedadin- twinsecaal concept de felicidad. No hay que dejarse embau- «ar por éeidenifiear la felicidad con cualquiera de los ob jetvos que los humanos aspicanalcanzar en esta vida. No nasve stoma Be LA rick tordos saben en qué consiste ser feliz ni qué hay que hacer puta legar a seco. La mayoriaentiende que la felicidad ests ‘nel places en I iquera en el éxito 0 en el honor El punco ‘de partida ara aclarar el concepro y no equivocarnos tiene ‘que sr ése: pate de lo que a mayora de a gente ere. Esa ‘sla pare empirica dea étieaaisotlica. Antes de exponer ‘3 tori, se pregunta: qué piensa la gente? ¢Que cree la mayoria que esa felicidad? En seguida aide que la mayo- fla se equivoc, pues nicl honor ni Ia riqueza el éxito on fines en si mismos. Queremos el éxt, la hoara, el dinero, porque pensamos que todo ello nos har flices, pero no est ‘laro que ésta sea la mejor manera dealcanzar nuestro fn ‘Aungue el dinero y el éxito ayudan, sin dada yerea quien reduce la fclicidad ala posesion de honors o de siqueza. La felicidad, de nuevo, dependert de que se realice 0 no sla foncin propia del hombres, su fin. La pregunta es abor {cu ese fin?, pues parece que estamos encerrados en un ‘lecuos el hombre ha de realizar sa fin, que es su bien, y és no tiene otro nombee que el de «felicidad. Pero no sabre- ‘mos en qué consare la felicidad sin averguar antes el ese. fin del hombre. zMero juego de palabras? ¢Llegaremos a saber cudl el fin qu de veras nos hace fics? 'No nos hagamosilusiones.Arsterles, pese a despreci lo genealy lo abstract, no ateriza mucho en sus definicio- nes, Nos dick que exe bien o fin det hombre que reporta la felicidad consiste en algo asi como actuar bien como seres hhumanor, llega a ser excelents. Dicho de otra forma, des ‘cubriry realizar nuestra humanidad, nuestra natualezahu- ‘mana. Inssween que el Bien, con mayisculas, yen general n0 cist; los bienes son diversox: el bin, come le ocure al sex, ‘se dice de muchas maneras», Cada cosa tiene su fin o bien especfico, y determinaso es determinar In naturalena de cada cos. El bien del enfermo e la salud, como el bien ‘el pobre e fa riqueza El bien dl esclavo es obedecer a su aniston, ta DA nue ° amo, y el bien de a mujer, ocuparse dels taeas doméstias, Asi de claro. Por encima de todos ellos hay un bien mayor y exclsivo del se libre, ee bien del hombre libe, el nico que puede dedicarse a dempo complet acjercer sts obliga. ‘vamenteracional, pues dare compone de tes pate: la ‘vepetativa, la sensitivaylaraciona. La primera nos interesa poco, ya que ela que compartimos con todos ls seres ve ‘os Pero el ama sensiiva es importante, porque, aunque es itraciona, participa también dea raz6n ¥, a menudo lucha contra cla tata de anlara haciendo alee mis ol sent tient. Los dseosy la razn no siempre van al unisono,y ‘0 es algo que una teoria ia no puede ignorar pues, silo hace, acaba sin poder expliar por qué el er humano parece conace el bien, pero se slate mds araido por el mal y su ‘umbe a él, De acuerdo con sa division tipartta del alma, las vides pertenecerin Ia parte sensitiva 0 ala intelec: tual, con lo que podremos diferencia dos tpos de vitudes: las easy las dianoéicas. Lo veremos a continuacién. 14 vuerup como Tian MEDIO, Antes de referirnos la tori de las vires hagamos alga rns cals en la bigrafia de Arisételes. Nacié en Estagca (Macedonia) en el 384 .C. Era hijo de médico, lo que pa~ rece que le predispaso desde oven a la observacin centi- -AnisTOvELES. LA VIDA ENA o «a, como también a ver en la medicna el modelo de lo que ‘debia sercurar las amas de sus vicios, que er la tarea de la ‘ca. Fue discipulo de Platn en la Academia de Arenas. A Ja muerte de Plat ereclama el ey Filip Il de Macedonia para que sea preceptor de su hijo el futuro Alejandro Mag: ‘no, forjador del Imperio griego que absorber las cidade Estado donde se habianformado las primeras democraciar, ‘especialmente Atenas. Al egresar a Atenas, Aristteles fun dda su propia escuela, el Lice, donde ensela y desaroll el. Pensamiento que afos mais tard ex compilado y consttuye « conjunto de su obra. Cuando Alejandeo mucre,tene que hie de Atenas por ser macedonio y se refgia en la isla de aba, doade muere en el 332 a.C. La proximidad de Aristéeles con la medina y con la politica activa explican algo de a teria ica de las virrades Yen especial de la importancia dada a las virodes propia mente +tiass, relacionadas con las costumbres o con eso ue los griegos llamaban éthos, més que om el intelecto 0 «on la razdn, El término geiego que teadvcimos como «vir tud> es areté, que significa la excelencia de una cosa 0 81 ‘manera de ser espctica»,Sicada cosa realza una funciay puede akanzar la excelencia al hacerlo, tambign la accién humana tendré su propia excelencia: -Decimos gue la fan- im del hombve es una cierta vid, y sta es una actividad el alma y unas accones, y lade hombre bueno esas mis- ‘mas costs bien y hermosamente,y eada uno se realira bien sari su propa vetad.» Asi as virtues humanas se rad cen en una cierta forma de vivig de rlacionarse con los ‘otros, de buscar Ia felicidad. Que la étca se plasme en as costumbres no implica que toda lls seam igualmente bue- ‘as ni todas favorezcan la vida en comin, Pore contrario, selecionar unas vitudes y descchar uno vision ex una mas nera de dstinguitlas buenas costumbres, los buenos hibitos las buenas actitudes dels que nolo sony deben coregise. @ nave mistont De 14 rica Por eo a tora de ls vues como micleo de la ie re= mite directamente ala educacin, pues esa través dela edu- ‘cacién como se adgueren los hibitosy las costumbres mas ‘onvenintes para Ia vida en sociedad. La vineulaién dela ‘rica con Ia educaci6n le confire a aquéla su vertiente mis. Drictica uno se hace vireuoso a través de un largo aprendi- Ze, habinuindose a actuar de un modo especial acostum- Iruindose ano ser eobitdeo iatemperante a fuerza deinten- tarlo una y ota vez. Nuestro estudio, nose cansa de repeie. [Aisteles en sus Etieas, «no es terico como ls otros (pues investigamos no pata saber qué es la virwd sino para ser buenos, ya que de otro modo ningin beneficio sacariamos decla)> EL see humano, que va en busca de su bien o de aquello ‘que puede hacel liz, ended que aprender a vivir de ac 4 con la vrrud. Para emperas, pues, ht de queda claro que ‘adie nace siendo buena persona o virwosa. Las virudes se van adguiriendo a fuera de pracicarlas. «Ninguna de las ‘irtaes étcas xe produce en nosotros por nauraleza, puesto {ve ninguna cosa que existe por natualeza se modifica por ‘costumbres.’Esla primera lcci que hay que aprender: la tia as vets actin sobre aquellos aspects de la exis tencia humana que son modifiable, pues si 0 fuera asi, no podria habarse de actos volumtaris, ls Unios suscepibles {e ser evaluados como bacnos © malos. Hay aspectos de ‘neste exstencia que no podemos cambiar: 90 podemos de jae de ser morales ni dejar de envejecer, pero si podemos tmoderar nvestro enfado, ser mis generosos, set mis ecuini- mes. La 6ca se aplica slo a aquello que puede ser de otra ‘manera, porgue nos lo proposemos y queremos que sea as También hay que hurer al juicio éico la acciones realiza- das por constrcciGn o desde Is igrorancia, ya que étas no ton voluntariss, no se eealizn libeemente. EL énasis en la acct voluntaia, tema del libro Il de a Etiea a Nicémaco, ARISTOTELE. La VIOA mE 6 pone de manifesto el caricter no innato, adquirdo, de ls virrudes incluso de lo vicios. El mero desco no conduce ala irra, hace fla digi, es decir, querer aguelo que es con- veniente para uno mismo y para el cojuneo dela sociedad, Las palabras clave para entender el sentido de as virtades avistotdicas on «moderacione y «medida, Pornaturalera, cl ser human tiendea hacer lo que es placentero ya evitar lo doloroso: «La virtud moral, en efecto, se relaciona con los placeresy dolores, pues hacemos lo malo a causa del places, nos apartamos del bien a causa del dolor» El problema es ‘que muchas veces lo que produce placer es malo y lo bueno ‘a acompatiado de dolor Por eso hay que aprender sitwar 1 placer y el dolor en st haga coma regla de nuestra vida Por eso hace falta educacin 0 aprendizaje para aprender a legrarsey a entristecerse cuando es debido. Lo importante a retener agui es qu, al cambiar el sentido del placer o del dolor, no estamos equiparando la vida vetuosa a una vida sacrificada ys alicientes.Aritéels tiene muy claro desde 1! principio que el bien y la miseria o el surimiento son i compatibles, en ningsn eas puede hacernos ices el males- tar Por eso se trata de entender adecuadamment le marivos de placer deforma que la persona acabe sntiéndose a gusto siendo buena persona aunque le eueste. Lo bueno y lo bello ‘mos, Evita ser cobardeo temerario ante el pelgros via ser tacato 0 excesivamente espléndido ene! manejo del dinero desea los honoresdebidos, pero no deja de tener prtensio- ‘es, pues es ambicioso en la medida adecuada (magnénimo);, ‘no es envidiogo ni dese el mala nadie, pero sabe indignarse cuando I stucion lo exige. En sf mismas las pasiones no son buenas ni malas, salvo cuando en ella hay exceso 0 de- fecto: Por ciemplo, cuando tenemos las pasones de temor, os apenas, compasion,y placer y dolor en genera cabene nis lnc, yninguno de los os et bie pero tenemos ‘ets pasiones cuando e bid, y por aguas cos y hacia ‘gues perwnas debi, y pore motive y la manera que © debe, eatoces hay untrmino medio y excelent en lo ar ca preciamente avin Aunque no todas ls pasioneso aciones son susceptibles de ser virwosas 0 vicosas. Algunas son itrnsecarente malas {mo admitentérmino medio. Por ejemplo, entre las pasio- essa malignidad, a desvergenza la enviias 0 entre as teciones, vel adulerio, el robo y el homicidios." Sea como fea, encontrar cee término meio earateristico de la vide ‘virtuoso es secil, entre otras cosas porque no hay cr terios generals, no hay feemulas, para determinar el emi ‘no medio de cad caso El inca erterio es la moderacion a ‘medida, eno pasare por exceso ni quedarse corto por de- fecto. Por eso hay que subrayar la importancia del apeendi- anisronELs. 1A IDA AUENA 6 Zaje y de la experiencia. Saber, po ejemplo, cules la me dda adecuada de la ira es algo que se aprende a base de ‘intentalo, con la prctica del ensayo el error. Nose puede determinar slo desde a ilculo racional. Cada individuo es Aistntoy ada staan demanda su propio temino medio. A veoes puede ser mejor inclinarse hacia el exees0, y tras, hacia el defect, Lo que ex un acto de valenia en na situa «6m puede no serlo en otra. Lo que es generosidad para el. ‘que tiene poco que da es acaera para el que tiene mucho. Por eso, porque las situaciones som distnta y variable, la sedquisicion de a virtues una trea larga, un cometido que ‘ocupa la vida enter De esta forma, la exclenca o Ia pereccién moral tal ‘como la entende Aristétles no es otra cosa que la perfec «6n tleoligica ser virtuoso es lograr ellos propio dela ‘manera de ser humana. El vcioso despedica ls potencili- dades humanas y desvia su exstencia hacia ua fin que no le omempond, gee no + propio de Ise 0 naralera Juco a las virudes étcas estén las dianoéicas oineectua- es, que son dos: a sabidura (sophia y la pradencia(phré- nis) La primera es a virtud mas exces, Ia actividad con- templaia, qu asimulaal hombre alos dies x26n por la cual Aristételes la considers una vietud bastante init, dado ‘que el ser humano ex socal por naturalezay sa finest en 1a accién, no en la conremplacién. La conremplacia o la ‘theora fue desarollada especialmente por los primerosfilé- soos, como Tales 0 Anasimandso, que fueron de todo me ‘os prietcos, como explica con soena Diogenes Lactcio a roptsito de Tales, que cayé en un pozo por extasiarse m= « save misroni De 1a rica rando al cielo. Lo que, por otro lado, es absolutamente ii yresencial para I ica es a vita dela prdenci. [a definicion queen la Eica a Nicimaco se da dela vi- td de a prudenciase parece macho a a defnicion de virtad ‘en general y contiene las mismas indeterminaciones que aca bhamos de ver La pradencia se define como «una disposicion prcica acompafada de la regla verdaderarespecto a lo qe ‘es bueno y malo para el hombres." Efctivamente a vietud te 3) una disposi, eto es, una tendencia a atuat b) de ‘acuerdo con a regia del bueno yl malo,es deci de acver- ‘da con el riterio del famoxo término medio que roda perso 1a debe saber encontrat. Por 60, la prudencia es una virtud incelectual, porque refer ala rela que guia la conducta y conforma is actitudes fin de que no se desvien en ningin ‘aso dela justa media, Mee referda ya al entorno médica ‘que invluye en el peasamiento arstotéico. Fn la literatura hipoceitica, phronein signifi pensar «sanamente, no pa toldgicamente. Se eniende por vsuno» lo aoemal, 10 n0 ex traio, Normalidad ala qu se leg a través de la modera: a, una doctrina muy presente en los preceptos de los Siete Sabios, en miximas como éstass La medida es lo mejor, «Domi el placers, -De nada demasiado, «Condcete a ti ‘nismo>, Conoce el momento oportano, Estima la pur senci "Escger lo oportano en cada eas, lo mis prudente, no consiste en aplicar una teoria ya conocida de antemano ni ‘na regla universal que vag pata todos los casos parecidos. Lo interesante de a peudencia es que en ella esti la rela, ero esa rgla no esi formulable ni generalizable. Es pru- dente realizar algunas acciones que nunca queriamos por si ‘mismas. Por ejemplo, puede ver pradente obedecer a rao de buen grado, tear por la borda las riqueras en caso de ‘aauragio,o deci, como hizo el propio Aristéeles, hui de Arenas para no ser acusado de dolteiay dar alos ate- nusrorues, 14 vipa ERs 6 nienses la oporrunidad de comerer un nuevo erimen contra la flosfia (como habian hecho anteriormente con Scrates condendndolo a muerte) Quite decir esto que Sécrates fue ‘menos prudente que Ariteles? Segurament Arstteles dic ‘a qu el curso de ls acontecimientos acaba determinando ‘uiles han sido las accionesprudentes, actos que no depen den silo del carécter de quien los ejecuta sino de otras cit ‘canstancis ajenas al sujeto, Nos encontramos de nuevo con la importancia que para ls griegos tiene la buena fortuna Pericles es, para Aristéeles, el ejemplo paradigmstico de hombre prudent: prictico, hombre de acién, exitoso, el ‘ran artifice de la democraca de la plentud ateninses. La indeteminacin del erterio dela prudencia pone de mani- fiesto una vez mas qu lo abstracto no sirve, que no hay un bien © mal absolueos lo que hoy es bueno, puede dear de serlo mafiaa; lo que en unas circunstancias fue ati, no lo serie otras. bien se dice de mochas maneras y se puede ser prudente de muchas maneras. Lo dijo aes Pindaro: «La virtud consistré en hacerlo que conviene ene nstane pre- sente» en reconocer elk), Pierze Aubenque, autor de la mejor interpretcién del ‘concepto de prudencia en Aristételes," seal com mucho certo la conexidn de dich vireo con la concepsin aio: tdica del isicay dela contingencia humana en un mundo Finalmente regido por el azar, esto es, por causs que la a ‘in ignora y no es eapaz de conocer. Si bien en el mundo supralunar,habitado por ls doses, todo es conocido, todo «sti ordenado, no existe el peligro nies nacesara la vieud, en el mundo subluna, habitado por los hombres, rodo es ontingene y precatio. Por exo hay que ser prudence, Hay. ve ser prudence porque no sabemos con seguridad cules, son Jos mejores medios para alcanzar nuestro fin ola opin legida. Ser pradene implica delibera, ponders, contraar opiniones, ya que no hay cencia dl término medio. De eta forma la vietad del prudencia es wna pra fundamental de a democeacia que s std inventando’en Arenas. Una insti- tucién fundamental de a democraciae a boul, el Consejo Ae los Quinientos, aya fancida es dliberar ants de dei Pltéa, Arstteles, y muchos pensadoresposterioresa ellos, no ereian que la demoeracia fuera el régimen ideal. As jico, la democracia es una forma de gobierno mediocre ‘que tefleja nuesta mediocridad, El ieal es el rey fildsofo ‘logurado por Platén, el que no necesita opinar porque ets fen posesion del epistame, el saber de lo que hay que hacer para gobernar bin. El problema es que es rey sabio no existe, por ello solo nos queda confiar en la experiencia, la ‘buena voluntad y ls fueras de los seresimperecros que Los intérprets de Aristteles han tedido aver en su te0- ta de las vires una mentaldad conservadora, de acepea- i del statu quay de identicacin de las dstneas viredes ‘como quela sociedad establece como normal in dda, hay indicios sobrados en Ia obra dl fidsofo paca llegar a esa conclusia, incluso la centralidad de la prudencia invita a suseibr dicha resis. Alasdair Macinyre se refiere alas vr- tudes arstoxlias como las manners propias del gentleman, tn tipo de persona que esté por encima del comin de los rmortalesy sabe que puede permits ser de una manera que al resto de personas les est vedada, De hecho, no hay nin ‘in flsofo que se susraiga a ese defecto de un pensamien- to pretendidamente universal (aunque ée no sea el caso de Aristtles,cuyaérca noes en absoloto universalist), pero fel refejo del sentir desu época Las vires de Aristtees son las aoepradas en la sociedad grega del siglo w a.C., ‘come lar de los flésofos medievales son cristianasy ls de Jos moderos son puritanas. Donde se ve con mayor plasti= «dad qué tipo de modelo propone Aristteles es en la virtud ‘dla magnanimidad, la grandeza de alma, una vitud que el. AxasrOreus, La vtos ates n virtuoso (valga la redundancia) no debe reir: consist en el ‘orgullo de saberse virtuoso y superior alos que no la son lo ‘que imprime en la personalidad no solo una manera espti- ‘tal sno conductual de ser y presentarse ante los demas Sin dejar de ealificar de conservadoray realist la éica arstotélica, es posible también ver en ela n aisbo de pen ‘samient trigico que pone de manifesto la escisin intinse- ca ala raz6m humana y [a indeterminacion radical que la consttuye. Es la interpretacién de Aubengue, para quien “Anitételes no es portavor de un «racionalismo tiunfante>, ‘sino mas bien de un sintelectualismo de los limites. La pr dencia no tiene mucho que vet con lo que hoy entendemos por este érmino, la precaucién y la cautela. La prudenciaes, por encima de todo, un saber uomano, yes un saber moral precsamente porque el saber humano ey linitado, Avben= «que sefla que, con la phrénéss se apela a un «pensamiento Fhumano» que resume vla antigua sabiduragriga de los ie mites. Es un pensamientoeigico porque vexala al hombre sin dvinizarlo lo pone en el centro desu ca, a sabiendas sd que la écica no es To més alto, que Dios esté pr encima elas caegoraséicas, o mis bien que la ia se consttuye nla distancia que separa al hombre de Dios. Pocos fil soos después de Aristtelssabrén mantener la ica en esa sutuacin onteriza,entela irra ye cielo, que es aque le corresponde.. Por todo lo dicho, la otra virtud intelectual, la sabiduria teérica © la vida contemplativa, le merece a Acsécles un juicio ambivalente. Desde el punto de vista wérico, debiera ser Ia maxima aspiracion del ser humano, pero es une asp ‘acid al mismo tempo excesiva. El saber préctico dl dente no proviene del heaven, la inca atvidad que pede ser autosufciente y cjercerse en solitari. No es un saber te6rico porque, por excelsa que se la teori, es una ativi> dad que no est refrida ala prdcrica 0 a la aecién politica, n nave misvoMA De 14 rca lauds propiamente humana, La toca, a contemplacin, et la manera de ser propia de los dioses, no lade fos humanos, aunque seguramente haya que deci que es la vida conten platva la que proporciona la flieided perfects. Pores, os dioses siempee serin mas flies que el mis sabio de los hombres, porque su vida es trangia inmune alas rurbu> lencias alos conilictos que invaden la vida de los humans. TA yOsTICINY TA ANISTAD Desde esa ansia de felicidad jams conseguda que nos cons- tituye se entiende la necesidad humana de tener amigos. Los dios slo se contemplan asf mismos, mientras que los hu: ‘manos, para contemplarse oconocerse, necesita alos dems hombres tienen que hacerlo través del espe del amigo. La amistad tiene una gran importanciaen la tice de Arist teles, que se expica, sin dda, por el sentimiento de solid Fidad que uni a los cidadanos que constituian la polis y ‘que pretendia extender la comunidad politica los lzos fa miliares yafecvs més propios de la vida privada. Tan im- portante es la amistad que, en Ia Fuca a Nicimaco, se le dedican al tema dos libros eneros, més espacio que a ningu- ta delasvirnads, La amistad wes una vir 0 algo acompa- fiado de vietud» y guarda una cera relacin con la justia, dado que ambas son imprescindibles 0 consustanciles ala comunidad poitia. Se afirma, incluso, que la amistad ." No slo exo, sino 4ve los mandats legals enen mis fuerza obigatoia ne las érdenes det padre. Hay que aprender de Esparta,aiade Aristécls, siempre dispuesto a eomparar las formas poi «as dels dstintos Estados, pues sla nia ciudad gue aha psocpado de educa des oxpaions dese ‘Ademas dela educacin, es centel la figura del legislador 10 del politico. ¢Cémo se enseia a ser politico y quién debe hacerlo? Es una pregunta interesante que nadie ha sido ca paz de resolver nunca de manera satisfactria, como, por ‘otra pare, pasa con la mayoxfa de las preguntas flosias. Aristéele desprecia Ia sufiiencia del sofista que se eree apto para enseiar politica cuando lo que hace ex confundir Ia com la retrica. El conocimient dels leyes ls consti ones seré una ayuda para aprender a gobernar, pero no servi de mucho sino se posen de antemano los hibitos neesaros para formarse wn buen juci. Todo son duds ¥ desde ells Aristelesvislumbra la nectsidad de ponerse a tlaborar lo que hoy Hamariamos una eciencia de la polti- «a>, que empiece por recopilar las constiroconesexisentes para compararas y valoarlas. ¥ fnaliza diciendo: «Des ‘puss de haber investigado estas cosas, tl ver estemos en mejores condiciones para peribie qué forma de gobierno es mejor y emo ha de ser ordenada cada wna, y qué leyes¥ costumbres ha de usar Empecemos, pues a habla de eto» aética, dicho de ota forma lvadiretamentea la politica ¥ debe realizars en ll, 4 LAETICA HELENISTICA, :COMO HAY QUE VIVIR? A partir dea ensefianza de Patny, en mayor med, dea influenciay el atactvo que tene la figura de Sécrates, apa ‘recenen Grecia una serie de tendencias losdfias que svelen cencuadrarse bajo el nombre de flosofias esculashelenis- ticas Las erean personajes que, de un modo w oto, se des ‘marean del modelo sstemtico y académico evade a cabo por Plat y Aristelesy cligen otras formas de hacer filo- sofa. Aungue la mayoria de ellos no dejan de tener un pen samientoexpeifico sobre la fs, Ia Lpica y demas ramas de a filsofa, el objetivo al que se dirigen es proponer una ‘special manera de vivir y de buscar a felicidad. Es por ello ‘que la mayora de tales escuela (los escépticos son una ex ‘cepein) no se limita a ofrecer una teoriaespecifiea sobre el ‘mundo o sobre el conocimient sn mis, sno que lo hace en la medida en que la tora sirve de base sla propuests de wna forma de vida, o sea, de una ica Enel siglo 1va.C:, que es cuando el hlensmno toma euer po. lidemocraia ateniense se ets desmoronanaes la ciudad Fstado en la que se fandaba la invencin de la democracia «sei cediendo ante el surgimiento de Estados de dimensiones mayors, en fs cuales se establecerd cierta distancia entre el. sgobernant y el gobernado, que no tiene nada que ver con la comunidad de itereses que exstiaen el nileo de lapis. Empieza «palpate la anttesis entre el individ yel Estado, ‘que serd uno de los problemas los que deba enfrentarse a fo nave mstonia BF xa frick reflexion moral y politica. Cunden Ia desitsin y el des: alieno, yl felicidad pasa aser un asunto privado. Ya n0 56 piensa en las vides propicias para una vida jsta en eo- min. Pore coatratio,asoma un individualism que se con- verti en la sefialcaracterstica del pensamiento occidental hasta hoy. Dea que uno de los rasgor més notables de as cas helenista sed la desvinculacion de a vida politica, un aleamiento que, en algunos casos, significa puro despeecio ‘or el poder politico y lo que repreventa a favor de una pro- puesta de vida que puede ir desde la indifeenci e incluso el ‘esdén por lo pblic hasta la oposicién a cualquier forma de convencién © normativiad, Los cinicos son el mejor cjemplo de tal atte. En eros casos, coms el de los epics +8080 los estoicos, la separacines mis proclamada que vi- vida, pues se trata de ildsofos que, de hecho, viven cerca de Ja politica o incluso parcipan activamente en lla. Aun asi, cl.contexto en el que se concbea si mismo cl ser humano ya ‘ne la comunidad politica eemplificada en la ciudad-Fst do, sino la comunidad de los humanos, Los filsofoshelenis- ‘as sn los primeroscosmopolitas Por lo que hae al contenido ico de sus doctrnas, no hay varacién en cuanto al cometido fundamental de lacs, que «a vida feliz, Uno de los problemas 2 resolver segura sien do, en consecuencia, mismo que ya lof para ls sofas, Socrates y Avistteles: fimo hacer compatible ls felicidad con a vrtad ola vida buena. s una evestin que se ha visto persstentemente en algunos de los ddlogosplanicos,don- dea duras penas se encuentran arguments para refutar el. hecho de que el mas felis es el trano, pew a que es quien ‘comete mayoresijusticias. La pregunta acerca de ses mejor ‘ulti una injsticia que cometera es recogida por Aritcles ensu Erica a Niedmaco para acaba dciendo que nina cosa nila ota son buenas, pues o mejor es no comete injsticias i suis, mismo Arstecles deca varias paginas de sus laca matanisica (COMO WAY QUE IVI? ica a combati las teorias hedonistas que idemtfican, as uicio demasiado algeement, la felicidad cone placer dane do a entender que todo placer es bueno. A pesar de ello, Aristeles ve resist a borrar el placer del discuso sobre las vierudes. Resuelve el problema afirmando que el vietsoso sient placer siendo como es Una slida no demasiado dis- tinea de la que ofrecen los epicireos e incluso los cinicos. ‘Un ikimo aspecto comin a las escuels ocorrientes hele nisticas es la afrmacién de la independencia del sabio, de a sutonufciencia como manera de ser feliz y, ala ver, buena petsona, Cada una de las filosofias propondeé modelos de ‘ida dstinto, pro las razones para hacerlo convergen en tna sola que noes dstnta dela raz6n que origina el pensa- meno eo griegos el objetivo del individuo es se feliz opo- nigndose a un mundo gue parece empefado en encontrar Ia felicidad de la manera inadecuada, ‘emennicos ¥ ctutcos Aritipo de Cirene (435 2.C3 56...) da nombre al grupo ‘de fil6sofos denominados sirenacos. Fue discipulo de S6- crates pero, a diferencia de éste,recibia un estpendio por sus ensfianzas, lo que le merec6 Ta reprobacin de su maes- tuo de Plauén. Se enorgallecia desu independency liber- tad. Al preguntarle alguien qué habia obtenido de la filono- fia, contest6tajante: «El poder conversar con todos sin miedo. Tanto de Aristipo como de sux coetaneos no quedan sino fragmentos de sus esrtes, recogidos la mayoria de ‘los en las Vidas de fos flsofos mas iusres de Didgenes Laetcio. propésito dela doctina de Aristipo, dive Laecio ‘queen el centro situaba el placer y el dolog, ya que todos los animales apetecen el primero yrechazan el segundo. La vida felino es otra cosa que «un agregado de placeresparticula- & save misroma pe 1a fica res por eo el placer o el delete debe se tendo por ikimo fin, Nada es apetecble por si mismo —eiquezas, honotes—, sino por el dlete que procua, Plain se referea la tora del placer de los czenaicos en el ilebo para refutarlas po: rniendo de manifesto qu a vida de place es vicion sino va acompaaada de sabia. Entre las cosas buenas se encuen- tra el placer cieflamente, pero en el timo lugar del era ‘quia, después de la media, la bllera, la ineligencia y la verdad. Para que se entienda mejor, Platon rubica su esis jngando con las siabas finales de los citenaios Aristpo y Espeusipo (recordemos que, en grego, ipo significa scaba- lo») y, para refutarlos, sentencia «Aun cuando todor los boueyes los caballos del mundo digan lo contri |. el placer esti en el quinto lugar dels valores. ‘Mas rompedores con lo establecido, y también més cer. ‘anos a experiencias contraculeurles propias de algunas ‘manifestaciones atuaes, son os cinicos que, a pesar de con Siderarsea si mismos mentores de una cirta forma de mor lidad, han acabado dando nombre aun adjtivo —sinico— contratio 2 toda connotacién de ejemplaridad moral. El fundador de esta corrente x Anistenes (444 3.C.-365 2.C), discipul y seguidor de Sécrates a quien admicaba profun- ddamente, desplazindose cada dia a Atenas desde El Pireo, , aunque lo mis aceptado es que deriva de la palabra kinos (-pertor) en alsin a a franqueza, desi: hibicién y desvergdenza de tales animales, acttudes que hi erom suyas los cinios yy muy especialmente, el més conoci- do de todos ellos, Digenes. ‘rica etenisrca. gcOMo Hay QUE vIVIe 8) A Didigenes de Sinope (. 412 .C-<. 324 2.C) se leco- roce como «Didgenes el cinicor, poes ha venido a ser el prototpo del personajeen custo. Didgenes Lareio cuen- £2 que fue hijo de banquero y que tuvo que hur de ste por haber falsificado Ta moneda. De esta forma ponia de ‘manifesto su desprecio por I riqueza material asf como el rechazo qe le product Ia sabidueia convencional, a favor dd un scinismo» que, asujuicio, era a inica forma acepea- ble de vida. Se formé en tales ideas com Ansstenesy luego las puso en prictca de un modo escandaloso,convitiendo al cnismo en un movimiento radicalmenteertico 0, como siiamos hoy, antisstema, Elcinismo de Didgenes tomaba como modelo de moral a vida natral entendiendo por tl la peacticada por los ani- males, una vida que, a su ui, la sociedad grega se habia do encargando de pervertir eon comportamientos y conven- cones artificiales. Proponia en consecuenca, una vuelea a la naturalera, que slo era posible alanzar a través de una dra dsciplna(dskesis) que hiciera del individwo un ser ab> solutamente bre y autosfcente. Son muchas ls anécdo- tas que reratan a Digenes como un anarquista insolent, ‘que o reconoce jerarquias ni leyes, estima alos esclavos y considera que el sabio noes nadie superiog, ino un ciudada- ‘no mis del mundo. Al sabio deberia gobemarle no la con ‘vencién sino a razén que coincide con lo «natural. Es ibe cl. que scomporta de acverdo con lo que el cuerpo le pide en cada instante sn atender a normas ni cédigos de buena ‘elucacia, Deambulaha con un hiculo y un rieron donde Tevabs todas sus perenencias. Come se le hacta dif en contrat tna habieacién donde viv, opt6 por refugarse en un cuba. Laerio le dedica varias paginas en ls que ses ‘eden andedoras ycitas profusamence recogidas después en Toslibros que relatan a vida de cinco por atonomasia, Por «ejemplo, al volver Didgenes de los juegos olimpicos, alguien % ‘nave aston DE 1A rica le pegunt6 si habia visto a mucha gent, ycontesté: «Gente, mucha; hombres, pcos», Cuando se le acercé Alejandro y le dijo: «Pideme lo que quieras», le expeté: «Que n0 me hagas sombra». En otra acasion en que Alejandro se le pre~ sent6 con estas palabras: «Yo soy Alejndeo, aque gran ‘rey lerespondié: -Y yo Diggenes, el cans. Y al preguntar Je qué acia pari quele llamaran wean, dij: «Halage alos ‘que dan, ladco a os que no dan, ya los malos los moeedo». Al vera unos diputados que levaban presoa unladen que habia robado una taza, coment «Los ladrones grandes lle- van al pequetior Pero de todos los cinicos quiz el mis influyente en su tiempo fue Crates, tanto por él mismo como por su mujer, Hiparquia, una dels escassflosofas conocida dela anti siedad griega. Crates reafiemé los principios ascéticos de sus antecesoresdicendo que la flosofia ea algo tan simple ‘como «una medida de babas y la ausencia de preocupacio- ress" Escribié macho y se eas6 con Hipargula que, catia da seducida por los discursos de Crates, no dudé en desa- fiar any sociedad griega e ise con él entregandose a la filosoiaen lugar de quedarse en casa dedicada a las fancio- nes propias de su sexo, EL pensamiento estoico ocupa un largo periodo de tempo, desde el siglo v a.C. hasta el siglo 1d. No puede decre ‘que el esoicismo sea exactamente una escuela, ino mas bien la doctina de un conjunto de fildsofos que comparte nas concepciones bisias y communes sobre el conocimient, la nnaturalera de las cosas y la ca. A partie de abi, la divers dad ente los dsintos extoicos es notable, Tanto enl filo: fia estoica como en la de Epicuro es dextacable qu, mis alls uericatmuanisrca. go0MO Hay QUE VIN? 85 el sistema que constrayen, se acercan a preocupaciones, ‘como Ia mverte 0 la vulnerabildad del ser humano, poco tratadasdiectament po el reso de fotos antguos 0 m0 .’ Conocemos la realidad a través de las representaciones que nos hacemos de ella, y la moral hh de consstir en aprender a acer un buen uso de as vepre- sentaciones, a saber, rizr deforma que no nos pestur- ben ni nos hagan suf ‘Con el dominio o la supresin de las pasiones se consigue africa nntantsnies oOMO MAY QUE VIR? 89 la auosucena, base uno smismo yo depend ni dcos viens dared dea versa J os bie tans En lad bmn hd orp a amar No obvant, a stosfiecia no conta Se reaean aes dsva del cairo del indo, dl saber ta pute ingicante de wa ela qo To envoele 9 {heel too: ahqu lor ior rtcendan valor de patos pomerarwncumealzao iele ‘todos os homes, Un ea de Gene signa Sree De tas Is cous buenas [| ninguna sta a visa ni ene tan ampli acién como la ign de hombeey hombre (ons tent en) una comunidad y reipocdad de nereesy amor al {ésero amano [qu se extend] primero bao forma de paren: feo del sangre, neg de pareneso por aan, luego po a tmstady por imo al ysino, al concudadano a aad po- lic ya humana eters Cicer 106 a: C43 4.C) no et propiament un ese, itampoco ufo, sino un policy rita sit trang contbuye macho ¥ muy psivamente a incr forte! leguae flosSco a It Quis inode en oma una fsa queria con el epareamo cays docerna no compart, porque las considera demasiado tte» encontr a fora de hacerlo acrindos os toon Fur sobre td wn gran divlgador dela losis Te estico qu infu derament en Cen fo Panc- cio (rts a.C-140 aC) gue perteneié al lade Sto tnedia. Ens cto la endl de comprontesc mas con Ia vid elle lve a abandonar gin como alg mnce tuo para fondamentat Ia es. Panecio dings donna ° neve msroma DE La fea ‘turalezas en el ser amano: una coma a todos y otra propia de cada indivduo. De esta forma quiso explicar la coexs tencia de unos deberes morales comines a todos y otros pat- ticulares de cada indviduo. La corxstencia de ambos debe es daba cuenta asu verde una étca personaly otra socal, ¥ pretenda superar el confcto persistente entre el compro miso con la sociedad y los intereses personales. De Panecio no se conserva ninguna obra, pero se sabe que escribié un ‘watado Del deber que inspied el De ofcis de Ccerén. Asi- mismo éte se vo impeldo por las enseRanzas de Panecio a entrar en a cuestién de la legitimidad dela guerra, la llama dda «guerra justa»y el derecho de gents, Con el Imperio romano florece el extoicismo medio, que ‘event con representantes variados¢iusres. El primero en l tiempo es Epicteto (55-15), todavia grego. Epictto era hijo de esclavo y él mismo fue también exclavo hasta que fe liberdo. La condcién de esclavo le eoniere el ilo de es ‘ico propiamente dicho, pecsamente el que da sentido al adjetivo eestoico= tal como lo seguimos utlizand hoy: es un ‘stoico que acepta con resignaié y com sabia ls de Savenencias 0 inforunios que la vida le depara. A juicio de Epicteto, es absurdo oponerie a la propia condicin scala que se, pues es consecuenia de Ia ley natural. La libertad ‘que cuenta es la ibertad interog, la del alma ola mente, que ‘sindependiente del sueimiento dl cuerpo, Un eclayo como 41 puede sr libre si lega a consderar que la ecavitud cor. poral es un accident, pes «no hay eslavitud mi vergonzo- 2 que la voluntarae. «Aguantay abstente> el consigna que debe sui el sbio. Epiteto enfatiza hata lo imposible la idea de que lo importante es dominar el pensamicato: ‘Cuando abraces atu hijo o a ta mujer, piensa que lo que abrazas es hurmanos entonces su muerte no te char. Estoicos mis clebres, por su vinculacin politics, fueron clemmperador Marco Aurelio (121-180) y Sénea (4 4,C-65) Lafmca umanisnica cOmo ar que viv? 91 Ambos recogen y desarrllan la doctria de Epicteto sobre el. sentido dela libertad y ve apoyaa en la creencia en a digni- dad de a persona, As scribe Séneca: Yewra quien ceyee que la exavited se apodera de txo el hombre, parte mejor est bre, Slo los euespos et se tos esclaiud y pueden set obo de domi, La mente es trey ea ibe y tan movble qu siquierapurde er ‘een der de eta ciel en que ext eneera pra que to we des ep y haga cosas ingetes alga hast elit ‘ito para hacer compa alos astros* ‘Séneca fe ol mas heterodoxo de los estoicos. Mareo Auelio ain escribié en grego, pero Sénecaya lo hizo en atin. Por ‘otra parte, Séneca desprecia las teorias ica yfisieas como fandamento de [a éties. Conta en el poder de as inicio nes. De la Epistola a Lucio es lactlebre frase Ducunt 10- lentem fata nolentem trahunt (El destino dirige a quien lo ‘consent, triciona « quien lo rechazas). De acuerdo con tll, la iberad consist en liberarse de todo lo que no de- pende de nosotros , ya que lo nico que depende de uno es 1 pensamiento el uro del pensamieno, dels representacio- ‘$0 Tos icon es a clave dela libertad. Tal concepcién de lo que significa Ser bre est estrechament relaconada con Ia autosufciencia: el sabio es el que consgue bastarse a sf ‘mismo, el que encuentra valor en lo que hace sin pensar en ‘resultados ni consecuencias. «Que conseguir si hicieraes0 ‘de mado vireuoso? El aberlo becho. Nada se te promete fuera del hecho mismo. La fuerza del sabio no radica en ser insensibe al dolor y alas dsgracas, sino en aprender a vivir con ella: wNo sentc la propia desgraia es impropio, del hombre, no soporaea es impeopio del varba"Parecido fs este fragmento de Matco Aurelio: «Si alguna cosa exte torre contrist, noes ella la que te contista; sino e juicio ‘ve te formas acerca de ella mismas pero en tu mano tenes > nave nstoma be 1a erica labor ese juiio al instante.’ O esta otra de Sénca: «Si ‘uicres que te diga la verdad, no creo queexsta para el hom- bre otra calamidad que la de pensar que existe en el mundo alguna cosa que sea para él una clamidad.= ‘a dignidad humana, valor fundamental para esto smo, se craduce en la capacidad del indviduo para digit su conducta a pesazde as adversidades y los contratiempeos. Una capacidad que noes privativa de madi, ya que la dgni- dad igualaa todos los hombres. Como coroari de a act- tud de Fpictero, es cloeuente este fagmento de Séneca: Son slavox. Antes bien, hombres. Son esavos— ‘sien camaradas. Son esclavos, Anes ben, amigos bu miles. Las costumbres 5 asda ada uno ax imo, el Papel social f da el caso Ex ciclo pero ied ibe en ‘usm al imo." Epicuro nace en Samos en el 341 a:C.y se tasada a Ate- nas encl 525,¢1afo de a muerte de Alejandro. Le toca vivir ‘unos tgmpos de seguridad econémica y poltica, de ruptu- ade los lazoscivicosy deileamiento de las estructurs de la polis, que Aristételes ain pretende salvar. No ve en la politics nada atractivo ni propcio para la felicidad. Su pro- puesta va disigida al inividuo y consists enna étca del places, entendido éste con divrsos matices yen un despre- ‘io de a vida pablica, como se desprende del lema que sin- tetza su ensefanza: «Vive en lo oculto=. A diferencia del ‘ada toda la teoria de Epic sobre a forma de vida moral- ‘mente més convenient y los peigros que la amenazan, el fundamental de los cuales es una visin equivocada dela eligion. Para entendela bin, sn embargo, e preciso cono- ‘cer algo sobre la concepeién del conocimiento y de a fsca . Esa opiniones no son sino “falsas suposiciones. Dela misma forma que es sabi re- chazar ideas sobre la divinidad carentes de fundamento, también hay que hacerlo con las opiniones que conducen a temer la muerte. Sitodo bien y todo mal reside en la sense ‘iin ls muerte ex privacién de sensacién, es absurdo tenet ‘miedo de morir yansiae a inmortalidad. La muerte no es ‘ada para nosotros, firma Epicuro con un argumento repe- tido hasta la saciedad, pues «cuando nosotros somos, la muerte no es presente y cuando la muerte est presente, entonees ya no somos nosotros.” Import librase de miedos y angusias porque el objetivo de a vida huena esl placer y la ausencia de sufrimieno. Se ‘onjugan en la ica de Epicuro dos elementos en principio incompatibes el hedonism, el placer como objetivo, y una austeridad implacable que, en realidad, nos dala verdadera medida dl placer que hay que buscar Epicuro piensa desde ‘Leuerpo, ha escrito Emilio Lied" Fente alas opiniones y Tas costumbees de los hombres, frente a las convenciones, el. ‘rctio para actuar esl que nos dicta nuestro cuerpo. Nila sociedad ni los doses deben decienos qué debemos haces, ‘3e conjunto de étomos que nos constiuye el que determina por dénde debemos i. Dect que el placer el nico fin del ser amano sigafica ‘enneiar a todo idealismo. Si Epicuro es materialista en a Fisica, oes eambién en adic, Pero esa volintad de no tras ender lo material no ex contraria una jerarquia de place res, otro aspecto de la austeridad como gu. Si bien todos los placer tenen sus races en el cuerpo, los del alma 00 superiones porgue dependen mis de nosotros: a través de la tsperanza del recuerdo, de la imaginacin, de la filosfi ppdemos representarnos lo que nos produce mayor places 96 nave msrona DELA fea Sieva como muestra de lo gue logran las facultadesespirtua- les este fragmento de la Carta Idomeo que nat los it mos dias de Epicure: ‘Teamscurcia laf en que agonizabs mi vida cuando tees riba estas palabras La enfermedad del extémagoy la ven roseuian su cys sin ada ya spremento des habitual agodera Pero a todas estas cons se opona el gozo del ala por el recuerdo de muciran paras conversions Alon pe Filosofer es, pues, el méximo placer? En cierto modo si, pues el placer se consigue con la atarax, que consist, 4s ‘vex, en Ia ausencia de miedos porque sha llegado ala con- viecin de que: 1) los doses no son temibles 2) tampoco lo «sla muerte; 3) es ci procuarse el bien; 4) es posible o- porta el dolor. Para esto sive ye ila ciencia de la natu raleza, que nos procuta estos evato principios: todos Ios Placeres son buenos, pero no todos hay que procirstselos, ‘todos los dolores son malos, pero no todos deben ser evita os. Para‘tonsepuiractuar de acuerdo con ello, el sabio ha de aprender aindependizarse de sus deseosy 2 deseats6l0 los placeres que él mismo puede procurass, x deci los pl cares espirituals, pues no todos le deseos son igualmente necesaros: «De los desos, unos son naturales ynecesarios, Otros, naturales y no necesaios. Ook no som naturales i nccesariog, sino que nacen dela vanaopinins. Saber discer- ni y tener disciplina para ceprimir lo no deseable son dos ‘medidas imprescindbles para ser un buen hedoniss: esti mar el placer por encima de todo, pero, al mismo tempo, ‘combinarlo con un principio irenunciablederacionalila ‘orden. Todo est dicho en esta frase lapidaria: «El mayor placer esti en beber agua cuando se tiene sed y comer pan ‘cuando s tiene hambres. l placer, ademis de ataraia, es autargnia,independen- Langa HELENisica ;cOMO HAY QUEM? 97 cia con respecto a los propios deseo las opiniones de los demas morzales. El sabio es el que consgue la independencia yy la seenidad de snimo que ésa aporta. Por eso Epicuro ‘opta por desentenderse dea politics, dado que a operativi- dad de la misma es esi nul, El sabio, por una parte, noes amiciow; por fra esti convencide de I impotencia hi ‘mana par transforma el mundo, As el epeieo se regia en-au sjardin» y opea por desdenar el poder. Le flosofia de Epicuro es exactamente una manera de vig um espa, mis que na doctrina. Por ello era impor: ‘ante la vida comunitaria, donde los miembros de la comu- nidad se contagiaban de una misma forma de entender la ida siguiendo en todo momento el ejemplo del mars, que xl que orienta sobre el sentido de a felicidad. Lo explica bien este: el epcurefamo era sum esprit que se encar- aba en pequefas coradias, donde se guardaba escrupulo- samente la palabra del sabio'y se hacia profesin de amistad, En an mundo en que los cuadros civil y familiares tendian a desaparece, Fpicuto supo fandar una nueva familia. Sin ‘dda 6c fue el secreto de su prolongado presigis.* Hemos dicho qu la éieaepicires es uilitaria, como lo cexelconocimiento de Ia natralra. Las virtudes vale son “tiles, pues el bien moral no significa nada si no est pre- sene el placer. Por eso hay que se justo, porque el justo sgoza de tanguilidad de dnimo, mientras que el njuto vive leno de euracda. Hay en Epicuro un embria de lo que Iuego seri el contrato social, pues eniende que a jsticia deriva de un pactor «Lo justo sgn la natralera ex un acuerdo del convenient para no hacerse dao unos 4 otros ‘i sufvielo. Ente los animales no hay usiia porque ellos ‘no pueden hacer pactos. Ademas, as leyes se justifican por ‘que von wiles ala comunidad que ls acepe y, cuando se ." Nadie se Io ‘om¢ en sero al principio, peo luego el poder del cristianis- ‘mo (o dela cristiandad, como matiz6 Kierkegaard) ha sido nmenso, especialmente en lo que se refire ala consteuccin, de una doctina moral, Flcristanismo es una religién, no una flosofa, Una reli dn que reconoce unos valores y propugna un modo de en- fender a vida que no aporta nada que signifique na ruptu ‘radical con lavisin estatficadayjerarquizada qu habia prevalecido en ls civilizaciones antiguas. Con una dferen- ‘ia no menor tiene la mirada puesta en otro mundo, no en ste. Jess viene a introduc unas erencias destinadas aver ‘ec vida como wn trnsit hacia un Reino de Dios que est fueradel mundo conocido yal que hay que llegar mediante la observacdn dela ley de Dios. Es una fede la que deriva, ‘ana doctrina moral euyo principal mandamiento es obede- ‘zr honear a Dios, yel segundo, amar a los hombres. La ‘moral cristina es una moral que, en principio, vale para ‘comunidades pequefias que desean separarse del resto de la sociedad no slo para vivir al marge y sepin su manera de ‘entender la vida, sino porque, con xa forma de vii, estén «jertiendo una oposicidn al poder politico imperial. Pedro, ante el Sanedrin que le prohibe seguir predicando dice sin ‘tapujos que shay que obedecer« Dios antes que a los hom- bres. los cristianos s los persige por ss exraia doc 1 rica MEDnEvAt MOK DE DIOS we ‘tings, como lade la resurrecién de lo muertos, y por el ‘aticter subversivo con que las preseatan y atacan los ci- ‘mientos del mayor imperio que nunca ha existido. Sa Dios ‘st por encima del poder terrenal. ‘La paradoja del ca erstiana radicaen que es una i que Abelardo refutaba. En una linea aut sicamentearstotdlia, Tomas de Aquino reconoce que, pa ‘aber lo que cada cosa tiene que hacer, basta conacer Ia de- Finicin de esa cosa y exgir que esa definicdn se reac. Se inca aqui, de una forma decidida, la doctina de la ley a ‘tual, que sera cave en a enseianza moral posterior hasta el. siglo xvu. La ly natural, en Toms de Aquino, e el puente necesario que une Isley eterna o divina com ls Jeyes hurma- ras, que son contingente, cambiantes y pueden estar equi vocadas. Ese puente que proporciona la ley natural permite _acepear el fundamento ikimo de la ley divina como algo 90 impuesto desde fuera, sino inrnseco a nuestra naturale Peto aungue esté ya en nosotros, a ley diva es necesaria. [Los porque la azn humana ine inte, ella sola no des- cubrela wotalidad de la ley natural, que oincde con lo reve> lado por Yahvé en el Decilogo. Por ello hay que acu ala revelacibadivina, aunque sempre teniendo claro que la ey divina no tiene nada de arbieario, sla inica ley posible de acuerdo con el protoipoo lo que debe ser el hombre. Dicho be dese defendido pabicament. indviduaismo del pensamiento humanista se pone de telieve incluso en los péneos iterarios de la épocs: cars, urobiografas, sentencas, proverbs, y entre los géneros Inds flodficos el dilogoy el ensayo. En pinta, et género preferido es erat, Los Ensayos de Montaigne, a quien © tibaye la invencin del téemino, estn escrtos en primera persona, Ia intospeccién es el método, como ya lo fue en Petrarca (Ad sepsum) y lo seri més tarde en Descartes, si wa RAVE HISTORIA DI LA Erick En La ersis de las ciencias ewropeas, Edmund Hust] Identifies adecuadamentee sentido del Renacizento, al que «alii como «un vraerevoluionario con respect al ior dlo medieval y de vuelta hacia el modelo de la humanidad ntgua. Lo qu alli se descubrié fue «lo esencil del hombre Antiguo», saber, la forma “los6fica” de exstenca: el dar sclibrementea si mismo, ala enera vida propia, regs fun ddadas en la pura ra26n, tomas del filosoflan Sin renezar dela teologa ni de Dios, se propugna na flosoaliberado- ra: «La filosofia, en cuanto teri, no slo hace libre a in vestigadr, sino a todos los hombres ilossficamente cultiva dos, A la auronomia teria, sigue la autonomia prietea-. Es un paso decisvo que preparaba al pensamiento para la rmodeenizacin que vendra a contnuacion, 113 de octubre de 1517, el monje Martin Luerocuelga sus famosas noventay cinco tesisen la puerta dela iglesia del Palacio de Wittenberg con el propésco de mostrar pblia- mente su desacuerd con la deriva que habia ido tomando la Iglesia de Roma, escogiendo como pretexto de la protests la oposcin al strifico de indulgencas». Las indulgencias consistan en unas peebendss por las que a lo files se kes concedia Ia remisién parcial o total de sus pecados a cambio ‘derealizaralguna acim el peregrinae aun lagar santo. el ayuno)previamentefijd por la iglesia. Los abusos erecen tes deseneadenados por la concesin de indulgencis fueron la gota que colms el vaso de los muchos reparos conte la Iglesia caalica que Luteo habia ido acumlando dese sas aos de estudiante de teologa.lnfluido por la vocacion hu manista, Latero se habia propuesto estudiar teologia yendo. slirectamente alas fuente de la religion ertiana La letra HL RENACIMIENETO.LAINVENCION DEL SUETO 23 de as Esritaras, en especial ade las epistols de san Pablo, le fue ilaminando sabre lo que para él era el verdadero sen sido del pocado y Ia gracia divin Desde ese conccimiento de primera mano, prescindiendo dels interpretaciones me~ tiadas por las autoriadeseclesdotias, fue gestando una ‘uewa docrinay una nueva forma de entender la fe crs 1a, tiempo que cuestionaba el uso inadecuado de muchas prdeicas dela Iglesia, asi como las continuas injerencias de las atoridadeselesisticas en el poder temporal. Como era prevsible, todo ello provocs una larga y dura comfroneaci6n entre Luteo yl Iglesia de Roma, que acabé con la decision {al papa Lesin X de excomulpacle en el aio 1521. Exilado cn easillo de Warburg, Lutero lleva cabo la culminacion de su reforma, emprendié la traduccién de la Biblia al ale ‘min, faclitando asi so propagacion en lengua verndcula, y se eas6 con Catalina de Bora iniciando une ofensiva en con- tea del bat sacerdotal ya favor de una concepcin abier- ta dl sacerdoci cristiano. [La even dels indulgencias no es més que una anée- dota, pero muestra fehacintemente la perversin que m- ‘has pricticascristians estahan experimentando en manos ‘de unos cérigos y de na jerarquia cclesistica mis évidos de dinero y poder que de difundir la autenticidad del mensa~ je cristiano, Gracias la institucién dela confesin, al il se Te daba Ia oportunidad de areepentise de sus pecadosy re cabar el prdn que le concedia Dios mismo através de los ‘minstos de la iglesia, Com Is Hamadas «indulgenciase, el perdén se conterts en un timite por el que el individu se Timieabs a campli co unos eequisitos previamene estable- «dos que contribuan a reforzar el poder y la presencia de a Iglesia. Algunos teslogos medievaes Pedro Abelard es el. mejor ejemplo se habian opuesto ya a una prctica de a confesin desvirtuada y poco convincente. Con as indulges ‘las, no slo la confsign pera sentido, sina que se habia oy seve misront 14 rica encontrado un método para mantener llenas las atcas ele- slisticas. En un principio, sin embargo, la ntencé de Lite: 0.0 fue romper con la Iglesia. Era un monje agustno fil, devoto y medculso, que vivés atormentada por un fuerte seotimiento de culpabildad orginado, en gran part, por la ‘educacf estrica de su madre. Tenia un sentido abrumador del pecado y un pnico feroz ante el castigo implacable que podiasobrevenrle. No fueron silo los desmanes dela isti- ‘uci elesistca lo que le empaj a pensar en a neesidad 4e cambio. Tampoco fue la coneupiscenca lo quel vd a bjurar de elbaro, como quiso hacer erer la tradicion ca ‘lca. Foe una forma de ser especial, que alimentaba en ex- «ces los excripulos de pecado, el clo rligioso lo que mo- tiv6 su alejamiento de la ortadoxia, Una muestra de la ansiedad que no leabandonaba es este prrafo de las Tisch rede ‘Canndo yo ea eile no queria omiienada demi ez. Ape surado,absocbido po mis divers fancones,uardaba yom Hloray 4 menudo toda una semana, hase cl sibado «sees dos tes semanas. Lego me enceraba di een dow re dias seuidos, hasta habe scabado con todos mito Eat ‘me enlogucia. Paaba cuatro, cinco noche eters in era os ojos Cla como mero, sn seme! Lutero se desesperaba porque no podia conseguir a prfec- cién que Dios y él mismo le exigian. Fue esta angustia y ble nos posible que la razén humana lleue a conocer a Dios nia entender sas mandaesintos, aunque debe cum- plirlos Es ln natraleza ead y corrupta dl ser humano lo ‘que explica que ésta no pueda llegar nunca a congraciarse ‘Con Dios, lo puede confiar en que Dios, gratuitamente, 1 salve, A ilo de a lectura de los Salmosy de las Cartas de san Pablo, Lurero enconré Ia soli a la angusia que le inwa- ‘al no proporcionale la reign el consuelo que necesitar ta. Un passe de san Pablo le proporcon6laluz que buseaba: [No me avegenso del Evangel Ex el poder sar parse {gu ene fe—primero cl ado, pero también el ges pot {gee ah se revels la manera en que Dios cog lo malo, manera que empicea en la fey acaba en la como dice as crits Cana’ la ida el que sea justified por a fe. Lajostificacibn por la fey no por las obrases la doctina que Leterosusctibe y que, mis all de los cambios en Ia estuc tura elesistica,constituye el nieleo de la Reforma proses tante. Lutero es «fieista», porque pone por delante la fe, ‘entiende que una fe firme es lo nico que debe exigsele al treyente, dado que éste no puede esperar que sus obras lo tediman y lo santifiquen. «Pecesforiter sed eredefortiuse (ePeca fuerte, pero cree co mis fuerza) esl frase que sin- ‘etza la propuesta laterana, Segn Leto la slvacion de los pecados le adviene al ser humano s6lo por a feen Dios, ‘no por las obras que reaice para redimirse, ya que étas ‘nunea deanin de se imperfect yestarin lejos de coincidir ‘om la ley moral, Ockham sostenia que a ley de Dios obliga 16 neve stoma beta rica Porque viene de Dios, no porque sea racional desde el punto se vista de a racionalidad humana. Es tan inmensa Ia die- fancia entre la naturalezadivna y la humana que es absurdo ue el hombre pretenda acercarse ala mente divina. No es ‘que no deba cumplirla le, su oblgacié es obedecera, pero la remisdn de sus pecados le legaré por la geacia de Dios, no por el esfuerzo que ponga el reyente en adccuar sus de seosa la yoluntad divina Esa es la postura fideist, Ia que defiende la primacfa dela fe sobre la voluntad de hacer el bien, una manera de entender la eligi caracteristica del procestantsmo. La cuestién religiosa se convierty ai, en tuna relacion entre el individuo y Dios por la que aguél se pone en las manos del ser divino sin por hacer otra cosa que limitarse a esperar desu gracia a salvacin. Con la Reforma Iutersna, a moral queda apartada del magisterio de la Iglesia, porque ningin ser humano tiene atribaciones nautoridad suiciene para ergiree en intépre te dela voluntad divina. El otro aspecto de la Reforma 56 dlrige a mermat el poder de los principes del Iglesia vp rando el pode secular dl rligiso.Lutero pone en cuestin 1h mediacioneclesdstica en la telacion del hombre con Dios para realzar, en cambio, la autonomia del sujeto y tambien Ta soledad del mismo con respeto aun ser superio del que slo puede esperar benevolencia. Esa apuesta por la automo: mia de sujet frente al poder hizo que Luero sin dseaelo, ‘era envueltoen la revueta de fos campesinos de Suabia, que se sublevaron contra la dominacién de los nobles y espera- ‘ban recabar de Lutero el apoyo a sus rivndicacones. Pero Latero se neg6 a secundarlos, pues lo que él cestionaba era 1 poder de los ecesisics, noel de la nobless. Tampoco ‘queria indisponerse con ls princes. Pensaba qve el poder smundano y el rlgioso debian dicurre por caminos s_para- dos, ya él le ineresaba so el discuso relgioo. En conse ‘uencia, se nega reaecionar contra la represin que se ce BL AEKACIMIENTO, LINVENEION DEL SUJET 127 16 sobre los campesinos al ser derrotados, les do a espalda ¥ 99 hizo nada para evita la masacre que acabé con la re ‘welt. Mantuvo al propio la eonvccin conservadora de ‘quel principe et leitimado por Dios paraeercer el poder 1 eegulr Ia vida de los hombees, que, en este caso, slo son bditos. Por e10 no solo no ayudé a los campesinos, sino ‘que condené explcitamente la revulta por oponerse 2 una Autoridad que l no juzgaba cuestionable, En términos rei- ‘iors, lo importante es crery, dada la fe, todos ls hom- bres son igualmente pecadores santos, porque no son sus accines lo que los santiiea 0 deprava, es la fe en Dios fo nico que puede redimilos. CCom la Reforma protestant serompe,asimismo, la cin eatlica ente lo exterior y corporal y lo interior y espi> ritual, El uteranismo simplifiea los sacramentosy los rtos, redace la misaa su minima expresin, é de induigncias, elimina de las iglesias ‘88 Eugenio d'Or califcs el protestanismo como una rel- ‘dn abstract, incapaz de «pensamiento fgarativor. Por ‘qe To que vale en ella esa iteroridad religiosa, a relacién ‘el individoo con Dios, para Ia que la expresion exterior «5 tum estorbo y no una ayud: En Lutero convergen la Edad Medi, que muerey la Mo- denidad, que se avecina, La inistenca en separa el poder secular y el religioo recuerda las dos ciudades de san Agus- tin, Porlo que se refer ala moral, és sigue estando subor- dinada a Dios en tanto ests somerida al fe Pero la herencia ‘ockhamiat lleva a Lutero a techazar la auoridad de a Ige- sia de Roma y 4 aftanza a autonomia del sujet, a defender lib examen> a libertad para leer las Esriuras sin me Aiaciones auroritaras y dogidticas. Tanto en la acim mo- ral como en el conocimiento doctrinal, et individu est solo, no tiene gaeantas de que sus obra recibirin el bene plécia divino mi puede esta segro de que suinterpretacién ae nEVE HISTORIA DEA frien de los textos sagrados sea la verdadera. Bsa libertad indivi ‘dul se reafirma en a traduccion de la Biblia perpetrada por [Latero, una traduccin que se acerca al lenguaie vulgat del pueblo lano y que pone los textos sagrados al aleance de "odo el mundo y no slo del clero. En contra de las limitacio- nes cargadas de temoe por las que las autoridades cadlcas hhurtaban la lecara de la Bilis a los fees y censuraban las ‘aducciones, Lutero propugna una difsién abirta y una inerprtacin libre de los texto sagrados. Le secunda lain vencién de la imprenta, que permite propagar con mayor facilidad la obra esrita. Se nila un proceso de alfabeisa- in que se extender a las masas. La lctur ye acceto ala informacion ya no serin exclsivos de los monies y elesiss- ‘cos. A la vista de la deriva que la Reforma estétomando, desde la Iglesia de Roma se hacen eafueras improbos por ‘rent la expansién del slibee examen». El Concilio de Teen- 10 (1546) proclamaré la autoridad de la tadvcién de san Jesénmo la Vulgaa, com el fin de hacer manifest a igno> "ancia de los laicos. En los paises de tradicin cate, la Jectura libre de la Biblia a estado verada hasta hace muy poco. Antes de que el Cane Vaticano Il empezaraa into. Aucir aires mis fescs, para los espaols, por ejemplo, era ‘una sorpresacomprobar que, en los pases de tradiciin po- ‘estane la Biblia era un libeo de eabeceray su lugar natural cerala mesta de noche. La Reforma provestane es el producto de ana angustia. ‘ave personalzé en si mismo Martin Latero, pero que expre- ‘aba un sentir de a epoca. Con la cada del Impero romano, Europa se dispers6 en pedazos y tardé siglos en recuperst una ciertaidemtidad. El vacio que se produjo en cuanto a cstructuras de poder y normas de conducts supo aprove: charlo bien la Iglesia catlia, que se extendié facimente ‘como un imperio erstiano con pretensones de univers dad, Esa estrscura se rompe con la Reforina protestants, que, PL RENACIMIENTO.LATNVINGION DEL SUJET 139 sa vex, da respuesta I insepuridad y ala incertidumbre ‘erivadas de fin del feudalism. Desde el siglo tv, los indi- viduos que han vivido a Reforma dean de verse como tiem ‘bros de una estructura jerdrguica que determing el lugar que cada uno debe ocupar en la sociedad. Empieza a haber mis ‘movida, se descube el Nuevo Mundo, ycom él a existen- ca de culturas desconocidas, lo que abre las puerta a una ‘concepcin mis relaivista de las propia exeencias. Nada se susta al modelo de racionalidad medieval, que pareeia in- ‘cuestionable, Al mismo tiempo a Ilsia Oficial experimenca raves confit interos yuna crisis aguda de auoridad: a Santa Sede setaslads de Roma a Avignon en un momento ‘mero en sefala con dramatism la diferencia insalvabe en tre la vida terenal, donde dscurre la moral, y la otra vid, ‘doe nadie puede saber si merece. Ninginflsofo compre: 4i6 tan ben como el ecin mencionado Kierkegaard la a siedad que produce en el sujeto esa divisién entre dos man- dos que no convergen. Kierkegaard plasin6 ese sentimieno, sole todo, ens bo: El concepto de a amgustia, a Espa ue nave stom De La frica "a fue Miguel de Unamuno quien se hizo eo dela sensible dda lunerana y kirkegaardiana, especialmente viva en las iginas de El seniiento niga de la vida, EL segundo protagonist dela Reforma es Juan Calvino (1309-1564), télogo feaneés converido al protesantsmo, Siguid a Lutero en el rechazo Ia Iglesia de Roma y en la voluntad de ateners ala Biblia como nica autoridad doc- ‘tinal del mensaje cristiano, Calvino se estableci en Gine- ‘bra, desde donde difundi sus ideas y atrajo a muchos pari- ddarios. Mantuvo la tesis luterana de que no somos nadie ‘aa jugar la ley de Dios y que slo la praca puede jusif- ‘ar lo que hacemos. También consider que el orden polit- 0, especialmente el econdmic, tenia su propia justfca- cin. No obstante, Calvino y lo ealviistas constuyen un thos moral caracteistico que se apoya en el dogina dela predestnacin, Siuiendo a Latero,sostiene que Dios etd ‘an por encima de los hombres que ést0s no pueden asprar 4 redimirse de sus pecados por s solos. Todos estamos pre- destinados ala slvacino ala condena eterna, pues el des tino decada cual forma parte de desigaio divino en la medi- dda en que es el Creador absolato. Ahora bien, frente ala Jmpotencia propia dela mora lutrana, el calviisea vishim- ‘bra una clertaIuz y piensa que es posible ver en la dedica- ‘imal trabajo ciertas sefiles de salvacion Si Luteo desvar lociaé torlmente la obras humaas, Calvino erey6 que la cntrega a la profesida, ala actividad labora, es un servicio a Dios yuna forma de progreso moral. Concibié el éxito mun. sdano como una seal de la leecisn divina, En Calvino, la vid activa cobra una importaneia ain mayor que en Late- +0, de su concepcin de la moral deriva un étboe de trabajo, tuna valoracion de la producein y dels vires necesaras para que el trabajo produzca buenos resultados; virudes ‘como la eficienciay la renabilidad, pero también el ahoeeo, la renuncia a la osentacén yal desis, Con el calviis TL AEXACIMIENTO, LA INVENCION DEL SUJEIO, 132 smo se acept la usuta, prohibidapreviamente por caéicos ¥ proestantes. Se acepta que el dinero produzca dinero, lo ‘qe abit avi ala especlacin sn freno. Fue Max Webes, ‘con su estudio sobre La ética protestante y ef espirtw del ‘capitalism, quien devel ese ascetismo tipico del calvinis- ‘mo que dio inpulso al eaptalismo yal desenfreno produci- +o y financieto de temibles consecuencas, como estamos cexperimentando en estos momentos. En continuidad con el ‘ahandono de la vid contemplatva como forma de vida su- petiog que habia propiciado Lutero, el calinismo se agarra {un sentido de Ia voeacién o lamada divna, vocacin no relgiosa, sino profesional, que hace que cada hombre esé llamado a desempenar una tarea en este mando, actuando ‘sfcoao ejcutor dela abra de Dios. De esta forma, elogro Yla biaqueda de beneficos materiales adguiere una legii- ‘macidn sobrenarual. En sus dos excelentes estudios sobre la moral protestante (Protestantism y catoicismo como formas de existencia y EE protectantiamo 9 la moral), José Luis Aranguren puso un ‘empesio especial en distinguirl alone de Luter del de Cal- ‘in.’ En primer lugar, Later ye ateranismo son una mis ima cosa, porgue, come hizo notar Jacques Maritain —de ‘quien Aranguren recoge la cia, vel luteranismo no es un sistema claborado por Luter; eel desbordamiento del ind viuaismo de Luteo». Ello significa que el lteranismo bi ‘que entendelo «desde el alma de Lutero>, quien apostat6 ‘ebido a ss dnimo permanentemente angustiado y dsespe tado, Por el contraro, el calvinimno va mas all dl propio Calvino. Ademis, sel ealante de Luteroconsist6 en la an- _stia y la desesperacion el de Calvino y ls calvinstascon- Sistira'en el seelor el ccuidado>. La fe de Luteo es una sfe-fiducia», revere en esperanza; por el contrari, la fe de Calvino es una =feobediencia, que leva a seguir la lama de divina con ala deicacign y mixima solctud. ae nave mIsTORA be 1A Erica Uno y otro dan un paso decsivo a favor de a scculariza- «on y la privatizacion dela religin. Me he referido en va riasocasiones ala condicion de soledad dl individvo que no se ve amparado por la comunidad, tan esncial en la ética ips, enna Dis clos su mile id de creatura divina y hundida en la ciénaga del pecado ‘sti demandando. A partir de ahora, el valor que encarne el. indviduo sed la libertad para escoger cio vivir. Suits [nulindose por nocmas, pero étasno le vendrén impuestas desde fra, sino que tend que imponérels asi mismo, ‘como se veré con Kant, que consagra la autonomia de la ‘moral pevista ya por Leto, La Reforma protstane no leg los paises catdlcos en tre clos Espafa, Por el contatio, se produ en dichos pai- ses uma agresiva Contarreforma que tuvo consecuencias deplorables para el fururo del pesamiento, dela moral y de 1a politica. En los paises que luchaton por conservar a cual ‘quer precio la radicineatlicahacgndose impermeabless las ideas reformistas, nose produjo la independencia dl sis- tema politico con respecto la docrina y autorided de la Iglesia ni el proceso de seculatizaciin de la tnoral que se hace visible en la lstracién. En los paises protstantes, a «eligi se fe alejando de la moral eoletva, mientras qu, los eatlcos, eafimaron con fuerza los principios dog. matcos, lo que convitéalcaolicsmo en una religion cera ‘day opuesa por principio ls derechos y valores propicia os por la ieologi liberal. "BL RIAUISMo PoLiniCo Elinventor de lo que ha vid en lamas «realismo poiti- ‘0 es Maguiavelo. A élse le atribuye Ia defen de wna polite sin mora, la concepcin de a politica como volun EL RENACIOIENTO.LAIVENCION DELSUIO 133 tad de mantener el pode a cualquier precio, la tesis de que fin usifica los medios, y de que lo Gnico gue cuenta ala hhora de evaluar una accién politica son los resultados. Es clerto,en Maquiavelo estin todas lsideas «maquiavélicasy, eto reducir la obra de Maquiavlo a unos euantos tpieos Sescontextualizados del conjunto es iusto. En primer lu- {gm ay que tener en events cuando y por qué Maquiavelo ‘scribe st obra més famosa, El Princip, y qe se propone ‘con lla. También debemos considerar que, al mismo impo ‘que fue capaz de redactar un breviario de consejos para el. fobernantetersiblemente realists, dedicé muchas péginas a ‘xalary defender el ideati fepubliano, con ls os pues- tosen la Replica Romana, y con a nostalgia quel produ cia la estractura politica de as repblicasrenacenistas, que habia conocido de primera mano y cuya debilidad interna presagaba su propia extincién. ‘Nicolés Maquiavelo (1469-1527) fue ante rodo un polit «co, Nacis cuando Lorenzo de Médic egentaba la repablica {de Florencia, una de ls cinco potencias que en esa época, formaban Kelis. Visi en su juventud los aos de mayor apogeo de a cultura lorentna, Fue eanciler dela repablica de 1498 a 1512, afo en que la replica es derrorada. A parte de entonces, Maguavelo es desttido y obligado a ‘ivr en el ostracismo durante quince alos. Habia emperado fa redactar los Discusos sobre la Primera Década de Tito Livi ero, movido or el fracaso dela replica, abandon Ia obra empezada yse pone a edacta El Principe, que aca- ‘buen menos de un ao, Sean ss dos obras principales, muy dlstineas entre s, pes El Principe & un opisculo breve y bien articulado, mientras que los Discursos contienen rfl iones més desordenadas pero con mayor enjundiafilosfi> fa No son dos obras muy dispares en el sentido de que, en rmbos casos el mil ese mismo: extracr del historia y de la propia experiencia politica las ensefanzaspetinentes para 14 aus msronta De La frcy, hacer ver las causas de la debilidad de una eepiblia come la Aoentina y ena as aes deo que debe eel sad no: Lone le preocupa a Maguiavelo esa nstauracién de un orden nuevos, el nuevo Estado. El Principe atiende a ese objetivo de consrur un «prinipado nuevo, para lo que de anemano hay que averiguar y conocer la causas que han Hevado al hundimiento a otros principados. Pars consegnie sostener el nuevo orden ser presto saber combina litt yy ls foruia, dos conceptos fundamencales para articular ‘una neva organizacin politi, La forcuna es una amenaza {que puede desbaratar los proyectos del principe, pero la fortuna es posible domarla sin escatimae medio, eps la for- tuna es mujer yes necesario,sse quiere tenerla smisa, ca sigarlay golpearla» (la frase, dicho sea de paso, merece un lugar de honor en la antologia de la misginia). Doma la fortuna no es ota cosa que saber adaptarsea a «condicién de los rempose, pues la fortina «muestra su poder cuando ‘nohay una viru organizadsy preparada para hacete fren te ypor eso rueve sus impenss mas all, donde sabe que no schanconstuidolosespigonesylsdiquesparacontenera. éxito munca et asegurado, per el peti debe nen Se ha dicho que El Principe noes una teora politica, es tun manual de técnica polities, Los argumentos son utilica- ros. Las virtudes que debe cultivar el sberano no van an- to por si mismas como porque peoducen lax consecuencias ‘eseadas. No siempre sera bueno ser honeado, deci a ver: ‘dad ni ser amable. Lo que importa ese in, no los medios. Asi, César Borgia era considerado cruel por sus contempo: incos, pero fue capaz de restablecer el orden y la paz en la Romafa: «Debe, por lo ant, un principe no preocuparse de Ja fama de crs en cambio mantine asus sibditos uni os ylealess.? Tampoco es necesario que un prineipe man tenga todas las cualidades que se le suponen, pero importa {que =parerca tenerlas, puts quizé el tenelas le periudique, ‘evo ssi aparenta tenerasson ites. Maquiavelo quiere set pragmatico. No pierde el tiempo imaginando repiblicas y Drincipados ideale, pues ssiendo mi propésito ecibie algo {iil para quien lo lea, me ha parecido més conveniente ir siretamentea a verdad ral de a cosa que a la representa ‘idm imaginaria de la misma" Efecivamente, desde api ‘ul XV hasta el final va desgranando las ideas fundamenta- les de una politica realita que sieva para edificar un Estado fuerte y expansvo, como es el modelo del Estado moderno, tun propéstoradicalmente diferente de de sus contempori ‘nos creadores del géneroutépco, como Tomas Moro, Cam panella 0 Bacon. ero, como ha visto bien Miguel Angel Granada,’ Ma- ‘uiavelo nose sente a gosto con la esisin entre politica y ‘oral a intencin noes la que se le ha atibuido siempre: defender a ultanza la razén de Estado, El motivo del reais: ‘mo y dela dutera politica exhibidas en El Principe esté mis claro en los Discrsos y es el mismo que inspira la moral Tterana a maldad dela nauraleza humana. ios hombres ‘no son buenos por naturalera sino que tenden a incumplit las leyes cuando son contaras a su propio interés, si se de- ian llevar por as pasions y por la ambicén, es il acudit a la historia, prac en ella se eempliican las constants de la ‘aturaleza humana y se hallan modos de aprovechar lo buc- ‘no que hay en ella combati, en cambio, sus perversiones. Un politico debe proponere, por encima de todo, mantener Ia cohesion y el orden. Debe proveerse de armas para defen dere de lor enemigos exteriors y se hibil para evita la inestabilidad interior. Fl Prétipe es la obra de un hombre ‘ue se sientefracasado y que ama as pais. El tema no es a ‘rtd moral, sino la habiidad politica ‘Aungu hoy se impone la tora de que las dos grandes 136 ‘muve misroRt De 1a rca ‘obras de Maquiaveo, El Principe y os Discusos, compar- ten una misma filosofia politic, no siempre se ha considera- do as. La interpretacion de un Maguiavelo tus esper tm ¥ PO" Ue, poder ¥ conocer cues tc fos pnstcinsy pasiones de todos lox demds hombres (octsiones sitar De a misma forma que la ciencia descubre las lees dela naturaleza a partir de la observacin de las inceraciones fi sea, las leyes del comportamiento humano habrdn de ba ‘arc en el conocimiento mis cierto que tiene el hombre de ris: el que le proporcionan los pensamientos y deseos que gan su accion. Lo ms seguro y fable es el conoci- ‘iento reflexivo, los sucesos mentale, nestras apariencias y fanasias (sour seemings and fancies), saber cules son los objetos del dese y del odio que mueven al ser humane. Enel timo tramo de desarrollo dea escostic, la llamada sneoescolstican surge eliusaruralismo ol tora del dere- cho natural, ya anicipada por ls edlogos medievales,espe- «ialmente por Toms de Aquino, En Espa, el rail francis- ‘ano Francisco de Vitoria (1486-1546) y el jenita Francisco Suter (x548-1617) desarollan ampliamente esta doctina «con ideas novedosas, ese ala fliacinescolisica de ambos. ‘Conciben el derecho satural como distingo de aly postva ‘porgue no deriva dela voluntad humana, sino que est en a nataraleza humana per sey ex s. Elis naturale es aquello hhaia lo que ipsa natura immediate nclinat, aque hacia lo ‘ques inclina la misma nacuraleza. Se capta por la luz nati- ral, pues esti grabado en el corazin humano. Gracias al de- recho natural, Vitoria ve plausible la existencia de una eo- 4 ‘nav misronta De 1a rica ‘munidad mana universal, qu Ie va a dled os

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