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Traducción de
FLORENTINO M. TüRNER ROBERT K. MERTON
y RUFINA BORQUES

TEORIAYESTRUCTURA
SOCIALES
Introducción de
MARIO BuNGE

D
FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
MÉXICO
Primera edición en inglés, 1919
Segunda edición en inglés (revisada y aumentada), 1957
Tercera edición en inglés (revisada y aumentada), 1968
Primera edición en español, 1964 A la memoria de CHARLES H. HOPKINS,
Segunda edición en español, de la tercera en inglés, 1980 amigo, maestro y pariente
Tercera edición, 1992
Cuarta edición, 2002

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(
Título original:.
)\ .·
Social Theory and Social Slructure
© 1949,1957, The Free Press
© 1968, Robert K. Merton
© 2002 (por la Introducción), Mario Bunje

D. R.© 1964, FoNDO DE CuLTURA EcoNÓMICA


D. R.© 1992, FoNDO DE S. A. DE C. V.
CuLTURA EcoNÓMICA,
D. R.© 2002, FoNDO DE CuLTURA EcoNÓMICA
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14200 México, D. F.

ISBN 968-16-6779-4 (cuarta edición)


ISBN 968-16-3945-6 (tercera edición)
ISBN 968-16-0252-8 (segunda edición)
Impreso en México
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1

rr1 SOBRE LAS TEOR!AS SOCIOLOGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 57

Las ideas germina les en tales teorías son característicamente senci !las:
II. SOBRE LAS TEORíAS SOCIOLóGICAS
piénsese en Gilbert acerca del magnetisrno, en Boylc acerca de la presión
DE ALCANCE INTERl'viEDJO atmosfcrica, o en Darwin acerca de la formacl(m de los atolones de coral.
~ Gilbert comienza con la idea relativamente sencilla de que puede concebirse
·~
~ CoMo muchas palabras excesivamente usadas, la palabra teoría :unena7.:~ la Tierra como un imán; Boyle, con la idea sencilla ele que puede conce-
birse la atmósfera como un "m:u de aire"; Darwin, con la idea de que se
l:R!
quedar vacía de sentido. La misma diversidad de cosas a que se aplica, desde
pequeíias hipótesis ele trabajo, pasando por especulaciones generales pero
\'agas y desordenadas hasta los sistemas axiomáticos del pensamiento el
pueden concebir los atolones como crecimientos, hacia arriba y hacia aba jo,
de coral, en islas que desde hacía tiempo se habían sumergido en el mar.
Cada un;:¡ de estas teorías nos ofrece una imagen que origina inferencias.
empleo de la pala·bra con frecuencia oscurece el entendimiento en vez de
aclararlo. Para tomar un solo ca~o: si se piensa en la atmósfera como un mar de
a·ire, en ton ces, como infiriú Pascal, debe ha her menos presión de aire en
A Jo largo de este libro, el término teo,.ía socio/r)[!.ic<! se refiere a grupos la cima de una montaíia que en su hase. La idea inicial sugiere así hipó-
de proposiciones lógicamente interconectados, de los que pueden derivarse tesis específicas que se someten a prueba al ver si sus inferencias son confir-
uniformidades empíricas. Constantemente enfocamos lo que he denominado madas empíricamente. La propia idea se prueba por su fertilidad al observar
teorlas de alcance intermedio: teorías intermedias entre esas hipótesis de la gama de problemas teóricos e hipótesis que permiten identificar, nuevas
trabajo menores pero necesarias que se producen abundantemente durante características de la presión atmosférica.
las diarias rutinas de la investigación, 1 y los esfuerzos sistemáticos totaliza- De la misma manera, la teoría de los grupos de refeTencia y la privación
dores por desarrollar una teoría unificada que explicara todas las unifonni-
dades observach¡_s de la conducta, Ja organización y los cambios sociales.~ relativa comienza con la sencilla idea, iniciada por James, Baldwin y Mead,
y desarrollada por Hyman y Stouffer, de que la gente toma las normas de
La teoría intermedia se utiliza principalmente en sociología para guiar la otras personas importantes como base de su propia apreciación y evaluación.
investigación empírica. Es una teoría intermedia a las teorías generales de Algunas de bs inferencias extr:1ídas de esta idea van contra lo que pudiera
los sistemas sociales que estim demasiado lejanas de los tipos particulares

esperar el senticlo común, b:~sado en un grupo no ex:11ninaclo de supuestos
de conduct<J, de organización y de! cambio sociales para tomarlas en cuenta "evidentes". El sentido común, por ejemplo, sugeriría que cuanto mayor
en lo que se observa y de las descripciones ordenadamente detalladas de sea la pérdida real experimentada por una familia en un desastre general,
particularidades que no están nada generalizadas. La teoría de alcance inter- más agudamente se sentirá privada. Esta cre_encia se basa en el supuesto,
medio incluye abstracciones, por supuesto, pero están lo bastante cerca de no examinado, de que la magnitud de la pérdida objetiva está relacionada
los datos observados para incorporarlas en proposiciones que permitan la linealmente con la apreciación subjetiva de la pérdida, y que esta aprecia-
prueba empírica. Las teorías de alcance intermedio tratan aspectos delimi- ción se limita a la experiencia propia. Pero la teoría ele la privación relativa
tados de los fenómenos sociales, como lo indican sus etiquetas. Se habla nos conduce a una hipótesis muy distinta: que las propias apreciaciones
de una teoría de los grupos de Teferencia, ele la movilidad social, o ele con. dependen ele las comparaciones que la gente hace de su propia situación
flicto ele papeles y de la formación de normas sociales, así como se habla con la de otra gente, las cuales se perciben como comparables entre sí. Esta
ele una teoría de los precios, ele una teoría de los gérmenes o de una teoría, por tanto, sugiere que, en condiciones especific<Js, las familias que
enfermedad, o ele una teoría cinética de los gases.
1 sufren serias pérdidas se sentirán menns privadas que las que sufren pcque-
"Una 'hipótesis de trabajo' es algo más que el procedimiento del sentido común
íias pérdidas si están en situaciones que las llev<Jn a compararse con gentes
utilizado por todos nosotros todos los días. Al encontrar ciertos hechos, ciertas explicaciones que sufren pérdidas aún más graves. Por ejemplo, hay personas en la zona
opuestas nos vienen a la mente, y procedemos a comprobarlas", James B. Conanr, On de mayor dalio ele un desastre, que, aun cuando considerablemente afecta-
Understanding Science, New Haven: Y ale University Press, 19+7, p. 137, n. 4.
~
das, son las más capaces de ver a otras a su alrededor que han sido más
Esta discusión se basa en una crítica del artículo de Parsons, y la amplía, sobre la severamente afectadas. La investig:~ciún empírica sostiene la teoría ele la
posición de la teoría sociológica en las reuniones de 194 7 de la Americnn Sociological
privación relativa, antes que los supuestos del sentido comün: "el sentimiento
Society como se publicó en forma resumida en American Sociological Review, 19<t9, pp. 13,
16+-8. También se basa en discusiones subsecuentes: R. K. Merton, "The role-set: problems de haber salido relativamente mejor que otros se incrementa con la pérdida
in sociologicaJ theory", The British ]ournal of Sociology, junio de 1957, 8, 106-20, en objetiva hasta la categoría de la pérdida mayor", y solamente entonces dis-
108-1 O; R. K. Ivferton, "Introduction" a Social Organiza/ion under Stress: A Sociologica/ minuye. ·Esta pauta se refuerza por la tendencia ele las comunicaciones
Reuiew of DiJaster Studies, de Al len Barton, Washington, D. C.: Academia Nacional de públicas a centrarse en "las 1•/ctimas tnás ex11·emr.s [que] ti·ende a fijarlas
Ciencias-Consejo Nacional de Investigación, 1963, XVII-XXXVI en XXIX-XXVI.
como gntpo de referencia, frente al cual incluso otras víctimas pu;;den com-
56 pararse favorablemente". A medida que se desarrolla la investigación, se
58
TEOR!A SOCIOLóGICA
SOBRE LAS TEORíAS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 59
encuentra que estas paut<ts de auto-apreciaCton a su vez afectan la distri-
bución ele la moral 3en Ia comunidad ele los sobrevivientes y su motivación como otros de esta tradición. llegó a formulada desde hace tiempo recono-
cida observación básica ele que cada persona en la sociedad inevitablemente
q<~o
Para ayudar a otros. Dentro ele un tipo de conducta particular, por tanto,
1, «ori, do '' pciv,óón cd,6v, no, conduce ' un gcupo de hipóte;¡, ocupa múltiples categorías y que cada una de éstas tiene su papel asociado.
Pueden someterse a prueba empírica. La conclusión confirmada puede en. Es en este punto donde las imágenes ele la teoría del grupo de papeles se
:¡~: tonces darse bastante simplemente: cuando pocos están dañados c;¡si en el apartan ele esta tradición largo tiempo establecida. La diferencia inicialmente
,, es pequeiía -algunos didan tan pequeña que llega a ser insignificante-,
rnisrno grado, el dolor y la. pérdida de cada uno parecen grandes; cuando
muchos están dañado.s en grado sumamente ·variado, incluso pérdicbs bas- pero el cambio ele! ángulo ele la vision produce diferencias teóricas oda vez
tante grandes parecen pequefías cuando se comparan con las mayores. L;¡ más fundamentales. La teoría del grupo de papeles comienza con el concepto
P:obabiJidad de que se hagan comparaciones es afectada por la visibilidad de que cada situación social implica no un solo papel asociado, sino una
d¡ferente de las pérdidas de mayor o menor grado. serie ele· papeles. Este rasgo de la estructura social origina el concepto del
La especificidad de este ejemplo no debe oscurecer el carácter más generar grupo de papeles: ese complemento de las relaciones sociales en las que. las
personas están involucradas sencillamente porque ocupan una situación social
q~e
de la teoría de alcance intermedio. Obviamente, la conducta de la gente
se enfrenta a un desastre general solamente es parte de una serie infi- particular. Así, una persona de la categoría de estudiante de medicina desem-
llltarnente vasta de situaciones particulares, a las que la teoría de los grupos peíi.a no sólo el papel de estudiante frente a la situación correlativa ele sus
de referencia puede aplicarse de manera instructiva, como ocurre con la maestros, sino también una serie de otros papeles que lo relacionan de ma-
nera diversa con otros en el sistema: otros estudiantes, médicos, enfermeras,
~eoría
teoría del cambio en la estratificación social, la teoría de la autoridad,
la de Ia interdependencia institucional, o ]a teoría de la anomia. Pero trabajadoras sociales, técnicos, médicos y demás. Asimismo, la situación de
maestro de escuela tiene un grupo de papeles distintivos que lo relacionan
r>a~o
es Jgualmente claro que tales teorías de alcance intermedio no se h<1n deri-
80
lógicamente de una sola téoría ele <!plicación general de los sistemas no sólo con la situación correlativa, la del alumno, sino también con los
CJa]es aunque, una vez desarrollada, aquéllas pueden ser consistentes con colegas, el director de la escuela y el superintendente, la Junta de Educa-
una. Además, cada teoría es más que una mera generalización empírica, un•a ción, las asociaciones profesionales y, en los Estados Unidos, con las orga-
Proposición aislada que resume las uniformidades observadas ele las relaciones nizaciones patrióticas locales.
entre dos o más variables. Una teoría comprende un conjunto ele suposiciones Obsérvese que el grupo de papeles difiere ele lo que los sociólogos han
de las cuales se han derivado las generalizaciones empíricas. descrito ampliamente como "papeles múltiples". Este último término tradi-
1 cionalmente se ha referido no al complejo ele papeles asociados con una sola
~entificar
?tro caso de teoría de alcance intermedio en sociología puede arudarnos
a su carácter y sus usos. La teoría ele los grupos de papeles situación social, sino a varias situaciones sociales (a menudo, en diferentes
cornlenza con la imagen ele cómo se organiza b. posición social en la estruc-4 esferas institucionales) en que se encuentra la gente; por ejemplo, una per-
sona podría tener diversas categorías, como médico, marido, padre, profesor,
~trnósfera
tura social. Esta imagen es tan sencilla como la imagen de Boylc de la
feligrés, miembro del Partido Conservador y capitán del ejército. (Este com·
s~
como si fuera un mar de aire, o la de Gilbert ele la Tierra como
1
fuera un imán. Pero como con todas las teorías ele alcance intermedio, plemento ele categorías distintas ele una persona, cada una con su propio
: n _ernbargo, la prueba radica en no valerse ele la respuesta inmediata a
grupo ele papeles, es un grupo de situaciones. Este concepto origina su pro-
as Ideas que las originaron como obvias o extraiías, sino como derivadas pia >erie de problemas analíticos, que se exalllinan en el Capítulo XI.)
do uu, tomü mJ, gencc,J, o <on<ebid, pm tntoc un tipo pmind<t de
Problemas. Hasta este punto, el concepto ele grupo de papeles es solamente una imagen
para pensar en un componente ele la estructura social. Pero esta imagen es
un principio, no un fin, pues nos conduce directamente a ciertos problemas
so~tal, una tradición sociológica constantemente la utiliza
A Pesar de los significados tan diversos dados al concepto de poúrión
analíticos. La noción del grupo ele papeles nos lleva al punto a la inferencia
un~
reiCr·ir1e a
p;¡¡-;¡
Posición en un sisten1a social, con su serie distimiva de dereclJol y obli- de que las estructuras sociales enfrentan a los hombres con la tarea de
1
gac1011es
0 designadas. En esta tradición, COiliO lo ejemplifica R;dpli r .inton, ;trticular los componente> de innumerables grupos de p-apeles; es decir. la
tarea funcional de arregl;írselas ele alguna manera para organit.ar ésta.\ de
'ocur)·¡n
' "<cpto ,.,hciott,do de lpopd "do! "1 1t·efim
. 1" '" cond<u. '" de l<o '1"'
;1.~
1 . .. . 1 modo que se oblcng~ un g-rado apreciable de regularidad social, suficiente
' una Sltuanon, cont lleta onentac a lana as expectacwnes j>ifJJt;H
te Otros (quienes otorgan los derechos y exigen l;ts obligacione,). l.intun, para permitit· a la mayoría ele las personas la mayor parte del tiempo con·
1 ~
1
B
arton, op. cit., pp.li~-61,i0-72 r la Int,·oducción, XXIV-xxv.
tinu;Jr con su> asuntos sin llegar a paralizarse por los conflictos extremos
de sus grupos ele papeles.
Las Páginas siguientes están tomacias de Merton, "Thc rnic-.let'", op. cit. Si c,t;< idea relati\'amente sencilla del grupo de papeles tiene un valor
<l·,·n ¡,o. gc·ttcrad prohlent«s dilet·enciado<; p;tra la itWeótigación sociolr'>gica.

~-
61
SOBRE LAS TEORIAS SOClOLóC\C.\.S DE. ALC:\);CE !;\TER'.!ED\0

TEORlA SOCIOL6GICA E.st~ opinión :·azonablemente heterodns:t puCLk i\1\,\lar,e al yo\úor :'

na,\icioll~tl
c:-:.atl:tllar la teona de lo> grupos t\e papel.:'' r<llll'' teol'Í:t de alcttH.C uHcr-
El concepto de grupo de papeles lo hace. 5
Plantea el problema general pero
cilte~oría sociec~aü
1necho. Nos apartamos del collCC[Jto :d su¡Joller que wu snb
definido de identificar los mecanismos sociales ~s decir, 1os procesos socia- en la implica, no un , 0 ¡0 p:tpe\. -;\no uu:t serie tic l_':rpc\t>"
les que tiem·n consecuencias designadas para partes designadas de la estruc- asoctados, que relaoona.n al t.¡ue ocup; 1 111 n ctLc~nría con otr:rs Üt\·ers:rs.
tura social-. los cuales expre.>an las expectativas de Jos del grupo de Segundo, ?~serva1~1os ~ue este concepto de grupo de p:rpde,; origina .¡•rc-
papeles, lo suficiente para reducir los conflictos del que ocupa una categoría. b\elnas teoncos dtsttntlVOS, hipót6is y, por l:l ntn, h ¡11 \·e,ti:c-;:tcit\n ctn l'ntc<.
Origina el problema ulterior de descubrir cómo surgen estos mecanismos ún problema b:ásico es el de identificar lch 111 ecanÍ,tltos ;,nci:des que :llticu\:nt
de m:111er:t que podamos también explicar por qué los mecanismos no operan el grupo ele papeles y reducen los conl\icto> entre el\o,;. Tct·ccro. el n:n-
cficzmncnte o no surgen en algunos sistemas soci::lles. Por ültimo, al igual cepto de grupo de papeles dirige nuestra atcncit'nl ll:<ci~•
el l'rohletna csauc-
que l;t teoría de la presión atmosférica, la teoría del grupo de papeles señala wral de identiEicar los arreglos sociales que integran y tam\Jit:n npnne!l \;ls

ate~K¡,·111
dircel:lntettlc la investigación empírica pertinente. Se han escrito monog-ra- expectativas de varios miembros del gru pu de pauc\e"i. El concepl<> de pa-

cat~~orias. ¿o'>~no
fi:¡s sohrc las funciones de diversos tipos de organización formal, empírica- peles múltiples, por otra. parte, li111i ta nuestra a un pt"oblct\l:t dis-

t\ttba~
mente h:tsadas ele las dimensiones teóricas de cómo operan en la pr{tctica los tinto y sin dutla importante: los indil'irl1ws que ocup:tn
gn:pos de papeles." •. resuelven las muchas demandas a veces conl\ictÍYa' que result:tn ele.
I.:t teoría de los grupos de papeles ilustra otro aspecto de las teorías socio- categorías? Cuarto, el concepto üe grupo de papele' 1ws \k,·;r ;t otra 111tetTO· 1

J/,gicns de ;¡!canee intermedio. Frecuentemente son congn1entes con una gante de cómo surgen estos mecanismos sociales: la res¡wcsta a cst:l P'e~'· '·JU
di vcrsiclad de los llamados sistemas de la teoría wciológica. Ha.~ta donde se nos permite explicar muchos ejen1plos concrettJS en los cuales el grupo de
puede decir, la teoría de Jos grupos ele papeles no es incongruente con
bíol(·l~ica
papeles funciona indicazmente. (Esto no supone que t(l(\GS los n1ecanisnws
orientaciones teóricas tan amplias como la teoría marxista, el análisis fun- sociales son funcionales, así como la teoria de la evoluciún no

scciolú~ica
cion;¡J. el conductismo social, la sociología integral tle Sorokin o la teoría implica el supuesto comparable ele que no hay desarrollos disluncicnales.. )
de la :1cc·i('m de Parsons. Esta puede ser una horrenda observación para Por último, la lógica del análisis que muestra est<l teoda de
aquellos de nosotros que hemos sido preparados para creer que los sistemas alcance intermedio es desarrollada totalmente en términos de los clementes
del pcmamicnto sociológico son conjuntos de doctrina estrechamente enla- de la estructura. social, más que para proporcionar de-l[ripciunes históricHs
zados y mutuamente excluyentes. Pero en realidad, como observaremos pos- concretas de sistemas sociales particulares. Así, b. teoría ck alcance inter-
Lerionncnte en esta íntroclucci{Jn, las teorías sociológicas generales son lo meclio nos permite tra>cender el falso problema de un conHicto teórico entre
suf"icientemente laxns, internamente diversificadas y tr~slapadas mutuamente lo nomotético y lo idiotético, entre lo general y lo totalmente particular.
que una tcorírt drtda de alcance intermedio, que tiene una medida de con- entre la teoría sociológica generalizadora y el lli>toricísmo.
firmaci{,n empírica, puede a menudo Sllbsumirse en teoría> comprensivas, Por todo esto, es evidente que según la teoría del grupo de papeks
ellas mismas discrepantes en algunos aspectos. siempre hay un potencial para diferentes expectaciones entre los de\ grupo
de papeles, en lo que se refiere a cLtál es la conducta apropiada para quien
r. Para una primera vcrsJOn de esta idea en desarrollo, véase a :Merton, "The social- ocupa una categoría. La fuente b:.\sica de este potencial para el conJ!icto
cultural cnvironmcnt and anomie'', c:1 la crlición de Hclen L. Witmcr y Ruth Kotinsky, -y es importante observar una vez más que en este punto estamos a la par
New Perspeclit·e for Research on ]tweni/e Delinquency, Jnfonne de una conferencia sobre con teóricos generales tan distintos como \\Lux y Spencer, Simttlel, Sorok.in
la importanci:~ e interrelaciones de ciertos conceptos de la sociología y la psiquiatría en la y Parsons- se encuentra en el hecho estrnctural de que otros nliembro>
delinruenria, rPalizada el 6 y i de mayo de 1955. (Washington, D. C. Departamento de de un grupo de papeles son capaces de ocupar varias posiciones sociales que
Salud, Educación y Bienestar de los Estados Unidos, 1956), pp. 24-50, en 47-48.
difieren de las del que ocupa la categorLt en cuestión. En la n1edicb en
r. Si hemos de juzgar a rartir de 1?. dinámica del desarrollo en la ciencia, esbozada en
la parte prcceclcntc de esta introducción, las teorías de alcance intermedio, estando cerca que esos miembrcs de un grupo de papeles están :;ituados c\ivers;tn1ente en la
del frente de investigación de la ciencia, son particularmente buenas para ser productos ele estructura social, pueden tener intereses y sentimientos, valores y expectati-
dc,cuhrimicntos múltirles y aproximadamente simult;íneos. La idea central del grupo de pa- vá.s morales, que di[ieren de los del que ocupa una categoría. Esto, después
peles fue desarrollada independientemente en la importante monografía empírica de Neal de todo, es uno de los principales supuestos de la teoría marxista, como lo
Grnss, Warcl S. Masen y A. W. McEachern, Explorations in the Role Analysis: Studies of es ele _muchas otras teorías sociológicas: la dilerenciación social genera in-
the School SujJerintendency Role (Nueva York: John Wiley & Sons, Inc., 1958). !mpor-
tereses distintos entre los individuos situados diversamente en la estructura
tantcs ampliaciones de la. teoría junto con la investigación empirica se encontrarán en
las monografías siguientes: Robert L. Kahn, et al., Organizational Stress: Studies in Role de la socieuad. Por e¡empto, los mietnbros de un consejo escolar con fre-
Conflict and Ambiguity (Nueva Ynrk: John Wilcy & Snns, 1964). Véase pp. 11-17 and cuencia pertenecen a esLnttos sociales y económicos que ditieren significaliYa·
passim; D~niel Katz y R<Jhcrt L. Kahn, The Social Psychology of Organizations (Nueva
York: Jnlm Wilc)" & Sons, 1965), p. 172 sr. y pauim.
TEORIA SOCIOLOG1C.\
;'()i:Ja: LAS TEOR.iAS SOCIOL6GlC.-\S DE ,\LC:\='ICE INTER1-.1EDIO GS
mente del estrato del maestro de escuela. Los inte1·eses, valores y cxpectati 1·as
de los miembros del consejo han de diferir, por consiguiente, de los de]
.~ometiclo expectacione~
tma :; ;qJOc;díptica. No estauws listos. At'111 110 ,e ha hecho el trabajo
maestro, quien puede ser asi a conflictivas de estos prep;¡r;¡ toriu sufi~:ie~1 te. .
o aquellos miembros de su grupo de papeles: coleg:¡s profesionales, miembros Un sentJdo htstonco de los e<J.mbJantes contextos intelectuales de la
influyentes del consejo escobr y, digamos, el Comité An1ericanista ele la , 1:ciolo¡!;Í;¡ debe .,er lo bastante humilde para liberar a aquellos optimistas

Legión A"'"'""· Un <lemcn<o e<luocico '"'"''' pO<·o <mo puecle >ec j<o. de e;,ta esperanza extra vagante. Por una parte, algunos aspectos ele nuestro
¡,¡
gaclo como secundario por otro, o como una eh ra suhve¡·sirin, por un ter- pasado hi.>tórico todavía permanecen en gran pa 1 ~e con nosotros. Debemos
coco. Lo que .,in d<ub " ""''"''"'' 1'"' unu ca"·'"''' lo e<, "' nn gcodo recordar que la primera sociología se desarrollú en una atmósfera inte-

trav0.~
identificable. para los ocupuntes ele otr;1.5 categorias que estructuralmente lectual 7 en la que se introducían por todos L1dos sistemas filosóficos gene-
están relacionados a de su grupo de papeles con otros que, por su r;des. Cualquier filósofo del siglo XVIIJ y de los albores del xrx que se
'¡: p;¡rte. ocupan diferentes posiciones en la sociedad.
\ respet~u-a, tenía que desarrollar su propio sisten1; 1 filosófico, siendo los más
Como teoría de alc;¡nce intermedio, pues, la teoría de los grupos ele
p:~peles
conocidos únicamente Kant, Fichte, Schelling y Hegel. Cada sistema era una
COlllienza con un concepto y sus indgenes asociadas y genera una ,,puesta personal por la concepción clefinitiYa del universo, de lo material,
serie ele problemas teóricos. Así, la supuesta base estructural para ];¡ per- de la naturaleza y del hombre.
turbación potencial ele un grupo ele papeles plantea una doble pregunta Esto~ intentos de los filósofos por crear sistemJs totales sirvieron de
(la cual, como lo mue.stra la historia, no había surgido en ausencia ele la Jlloclelo a los primeros sociólogos, y así el siglo XIX fue un siglo de sistemas
teoría): ¿Qué mecanismos soci;iles, .o;i los hay. funcionan para contrarrestar óociológicos. Algunos de los padres fundadores, como Comte y Spencer,
la inestabilidad. teóricamente .supue.o;ta, de Jos grupos de papeles? Y, correla- estaban imbuidos del esprit de syslcme, expresado en sus sociologías y en
tiv;¡mente, ¿en qué circunstanci;t.5 no funcionan estos mecanisn1os sociales, el resto ele sus filosofías de largo alcance. Otros, como Gumplowicz, \Vard
con la resultante ineficacia, confusión y conflicto? Como otr;ts cuestiones que y Gidc.lings, posteriormente trataron de dar una legitimidad intelectual a
históricamente han brotado de la orientacirín general del ;¡n;ilisis funcional, esta "nueva ciencia de un tema muy antiguo". Esto requería que se cons-
éstas no suponen que los grupos de papeles invariablemente funcionan con truyera un marco gener'\1 y definitivo del pensamiento sociológico en lugar
una eficiencia esencial. Esta teoría ele alcance ill!ermeclio no está intere- de desarrollar teorías especiales destinadas a guiar la investigación de pro-
sada en la generalización histórica de! grado en que prevalece un orden blemas sociológicos específicos dentro de un marco provisional y en
1'·
! o conflicto social en el mundo, sino, en camiJio, en el problema analítico evolución.
ele identificar los mecanismos sociales que producen un grado mayor de Dentro ele este contexto, casi todos los pioneros ele la sociología trataron
rJ orden o menor
entr;¡ran en juego.ele conflicto ele lo que se ohtendría si estos mecanismos no de mo<.lelar su propio sistema. La multiplicidad de sistemas, cada uno de
' ellos con pretensiones ele ser la genuina sociología, llevaron, muy natural-
mente, a la formación de escuelas, cada un:~ de ellas con su grupo ele
maestro-s, discípulos y epígonos. La sociología no sólo se diferenció de otras
StHEMAS COMPLETOS DE LA TEORÍA SOCIOLÓGJCA disciplinas, sino que se diferenció internamente. Esta diferenciación no era,
.-;in embargo, cuestión ele especializaci<Jn, como en las ciencias, sino más bien
La búsqueda de las teorías de alcance intermedio exige ele! sociólogo un como en filosofía, cuestión de sistemas completos, tÍpicamente sostenidos como
compromiso diferente que .la btísqueda ele una teoría totalizadora. En las llltttuamente excluyentes y dispares. Como lo observó Bertrand Russell a
siguientes páginas supongo que esta búsqueda de un sistema total de teoría propósito de la filosofía, est;¡ sociología total no captó "la ventaja, compa-
sociológica, en que toda suerte de observaciones de cada aspecto ele la con- rada con las [sociologías] ele los constructores ele sistemas, ele ser capaz de
d '""· m g"' iución y ""' bio, wc¡, '"· """'"'"" "'"'' 1" ego w 1ng<e resolver sus problemas uno a la vez, en lugar de tener que inventar de una
prefijado, implica el mismo desafío jubiloso y la misma pequeña promesa plumada un bloque teórico ele todo el universo [sociológico]".s
que los graneles sistemas filosóficos totalizadores que han caído en merecido Los socirílogos han seguido otro camino en su deseo ele establecer la
desuso. El problema puede unirse fácilmente. Algunos sociólogos todavía legitimidad intelectual de su disciplina: han tomado su prototipo de sis-
escriben como si esperasen, aquí y ahora, la formulación de la teoría socio- tem:~s ele la teoría científica en lugar ele sistemas filosóficos. Esta vía también
lógica general, lo bastante amplia para abarcar grandes cantidades de detalles Ita llevado a veces al intento de crear sistemas totales ele sociología, meta
exacta m en te observados ele l;:¡ conducta y organización sociales, y lo bas-
"n" hu ni¡,.., pm di cigic· ¡, ""''' ón de mi b de in ""<ig<clocc, ' pco-
' Véase el trabajo clásico de 'John Theoclore Mcrz, A Hi.<tory of EurojJean Thought
in the Nineteenth Century (Edimburgo y Londres: William Blackwood, 1904), 4 vols.
blocn, de '"'"'''"'"" cmp!cico. Yo cocc;ide>·o ''" como ccccnci' pccmo. 8 Bcrtrand Rusoell, A History of We<tem Philosuphy (Nueva York: Simon and Schuster,
19t:i), p. ll3+

i.,._
soBRE LAS TEORlAS SOCIOLóGICAS Df. ALCANCE INTERMEDIO 65
64 TEORiA SOCIOLóGICA

que frecuentemente se basa· en una o mfts de tres básicas concepciones Viendo esto, :muchos sociólogos wwan los logros de la física coruo nor111a
erróneas sobre las ciencias. P'" '" pcopl• ap«d>óón. Qulam comp•m< '"' bkep< con '"' hamanm
La primera concepción errónea supone que los sistemas de pens;uniento ás grandes. Ellos, también, quieren contar. Y cuando se hace evidente que
pueden desarrollarse efectivamente ante una gran masa de observariones un üwen d <udo ¡¡,;ro ni la "paódad de "'"" ol golpe mm<al de '"'
111
b;ísicas que se han acumulado. Conforme a esta opinión, Einstein podría hermanos mayores, algunos sociólogos se desesperan. Comienzan a pregun-
haber seguido de inmediato a Kepler, sin necesidad de los siglos ele investi- tarse: ¿Es realmente posible una ciencia de la sociedad si no instituimos un
~acic'!n y pensamiento sistemático acerca de los resultados de la investigación
,isterna total de sociología? Pero esta perspectiva no toma en cuenta el hecho
que se necesitaron para preparar el terreno. Los sistemas de sociología que de que, entre la física del siglo xx. y la sociología del siglo xx, se levantan
parten de este supuesto t:icito son muy parecidos a los introducidos por
mil<' de millon<' de hm><·homb« de lnv<"'""lón wntlnu•, dl"lplinada
los l\;¡cedores de sistemas en medicina en un lapso de 150 años: los sistemas v acumulativa. Quizás la sociología todavía no ha madurado para tener su
{
Einstein porque todavía no ha encontrado su Kepler, sin hablar de su Newton,

l1 ele Stahl, Boissier ele Sauvages, Broussais, .John Brown y Benjamín Rush.
Hasta bien entrado el siglo x1x, personajes eminentes ele la medicina pen·
saron que era necesario desanollar un sistema teórico de la enfermedad
Laplace,
Tercero:Gibbs, Maxwell los
en ocasiones, o Planck.
sociólogos interpretan mal el estado real de la
teoría en la:> ciencias Hsicas. Este error resulta una ironía, pues los Eísicos
mucho antes que la anterior investigación empírica se hubiera desarrollado
.1 están de acuerdo en que no han logrado un sistema teórico que abarque
'.1¡! aclecuadamente.o Estos senderos ya se han cerrado en medicina, pero est;¡
todo, y la mayoría ve pocas perspecüvas de ello en un futuro cercano. Lo
clase ele esfuerzo todavía resurge en sociología. Es esta tendencia la que
r l!evú al bioquímico y sociólogo por vocación, L. J. Henderson, a observar:
que caracteriza a la física es una serie de teorías especiales, de mayor o
·~~ menor grado, junto con la esperanz.a, históricamente fundamentada, de que

1
¡~ En su e\·olución, se observa una diferencia entre la mayoría de los sistemas cons- éstas continuarán con juntándose en familias de teorías. Un observador se·
ñala: "Aunque la mayoría de nosotros abriga la esperanza, es cierto, de
truidos en las ciencias sociales y los sistemas del pensamiento y clasificación en l~s
cic·ncías naturales. En las ciencias naturales tanto las teorías como los sistemas des. poseer una futura teoría que lo abarque todo, unificando los diversos postu-

1 !J
criptivos se desarrollaron mediante la adaptación al incremento ele! cono~imíento y
expericnci~• de los científicos. En las ciencias sociales, los sistemas a menudo surgen
completanu:nte fonnados rk la mente de un hombre. Entonces pueden ser muy dis-
cutidos si atraen la atención general, pero es rara la modificación progresiva de adap.
lados de la física, no la espera antes ele proseguir con los importantes asuntos
de la ciencia." n l\fás recientemente, el físico ter'lrico Richard feynmann
informó con desmayo que: "Hoy nuestras teorías de la física, las leyes ele
la física, son una multitud de partes diferentes y ele piezas que no embonan
!ación como ¡·esultado de los esfuerzos conjugados de un gran ntímero de hombres.w todas muy bien." J:! Pero quizás sea más elocuente \a observación hecha por
uno de los teóricos más genera les, quien dedicó los últimos al10s de s\\
1 La segunda concepción errónea sobre las ciencias físicas radica en el vida a la búsqueda incansable, pero vana, "de una base teórica unificadora
supuesto eq uivocaclo ele la contemporaneidad histórica, de que todos los para todas estas disciplinas particulares, consistente en un mínimo de con·
pwductos culturales que existen en el mismo momento de la historia tienen ceptos y relaciones fundamentales, del que todos los conceptos y relaciones
el mismo grado de madurez. En Fealidad, para percibir aquí las diferencias de las disciplinas particulares pudieran derivarse por un proceso lúgico".
se debería alcanzar un sentido de la proporción. El hecho de que la disci-
plina de la física y ll disciplina de la sociología son, ambas, identificables
A pesar de su propio compromiso profundo y solitario con esta hú~queda,
en la mitad del siglo x.x, no significa que los logros de una deban ser
investi~a.ción
Einstein observó:
medida para la otra. Cieno, Jos científicos sociales de hoy viven en un La mayor parte de la física se dedica al desarrollo de las diversas
tiempo en el que la física ha alcanz;tdo un grado comparativamente alto y ramas de la física, en cada un<1 de las cuales el objeto es la comprensión teórica de

si~ucn
una precisión de la teoría y el experimento, un gran ar:;enal ele instrumentos rampas más o menos restringidos de la experiencia, y en cada uno de los ruales bs
de investigación y una abundancia de prod.uctos laterales Lecnológicos. leyes y los conreptos relacionados lo más estrechamente posible con la

experi.enci;¡l:l
D Wi!frcd Trotter, Callee ted Papers ( Oxford University Press, 194!), p. 150. La histo-
l Hcnry 1\!argenau: "Tite basis of theory in physics". Manuscritos inédito•, 19.¡.9,
ria de los hacedores de sistemas se rel'ata en cada historia de la medicina; por ejemplo,

1~
1
Fielding H. Garrison, An lrztroduction lo the History of Medicine (Filadelfia: Saunders,
Richard Feyninan, The Character o{ Physical Law (Londres: Cox & Wyman, Ltd.,
pp. 5-6.
1929), y Ralph H. lviajor, A History of Medicine (Oxford: Blackwell Scientific Publi-
cations, 1954), 2 vols.
Pri~e
" .'\\hert
1965), p. 30. Einstein, "Thc fundamentals of theoretical physics", citado en Great Essays
10 Lawrence J. Henderson, The Study of Man (Filadelfia: University of Pennsykania
b)' 1Nobel Winners, de L. Hamalian y E. L. Volpe, eds. (Nueva York: Nonnday
Press, 19·H), pp. !9-20. Subrayado de R. K.. Merton. Por cierto, todo el libro puede leer/u
con provecho la mayoría de Jos S<lciólogos. Prc>', !960).\'P· 219-230 en \a 220.
·'1'
r
66
TEORlA SOCIOLóGICA

Estas observacio11es podrí;m ponder-arlas aquellos socicílogos que esperan SOBRE LAS TE.ORIAS SOCIOLóGl"CAS DE ALCANCE INTERME.DIO 67
un sólido sistema general de la. teoría sociológica en nuestra época, o poco
p:tra dar, en ese entonces, una curacic'>n o incluso un preventivo para las
después. Si la ciencia de la física, con sus siglos ele ampliadas generaliza.
enfermedades cudíacas. Si el problema se hubiera reconocido ampliamente
ciones teóricas, no lla conseguido desarrollar un sistema teórico que com.
-·véase L-t tasa creciente de muertes por trombosis coronaria!- su impor-
prenda todo, entonces a fortinri la ciencia ele la sociologíJ, que sólo ha
tat~cia mislll:l habría oscurecido Lt ruestión enteramente independiente ele
comenzado a ac:unhdar generalizaciones tecíricas basadas empíricamente, ele
cu:'tn adecuado era el conocimiento ITlédico de IGSO (o 1850 o 1950) para
grado modesto, harí<t bien en moderar sus aspiraciones de un sistema tal.
resolYer 1111a serie ele otros problem:ts de L-t salud. Y es precisamente esta
,,'·' falta de ló~ica la qtte subyace en untas demandas prácticas que se hacen
~~­
:t bs ciencias sociales., Como b guerra, la explotación, la pobre~:a, la dis-
PRESIONES UTILITARIA.) PARA SlSTFl\1,\S TOTALES DE SOCIOLOGÍA
¡;: criminación ncizll y la i nsegmiclac1 psicológica son plagas de las sociedades
r.·t
1ii 1 noclern<Js, b ciencia social debe justificarse aportando soluciones a todos
La conviccwn existente entre algunos sociólogos de que debemos, desde
i¡; ahora, lograr un gran sistema teórico no sólo e.s resultado de una compara-
estos problemas. Empero, los científicos sociales pueden no estar mejor
¡,~ cirín fuera de lugar con las ciencias físicas, sino que también es una respuesta
rquipados par;¡ resolver estos problemas urgentes hoy día ele lo que estaban
Jos 111éc!ícos. como Harvey o Sydenha m, para identificar, estudiar y curar la
a .la posición ambigua ele la sociología en la sociedad contemporánea. La
misma incertidumbre acerca de si el conocimiento acumulado de la socio- 1mmbosis coronaria en ](i55. Sin emb<Jrgo, como lo atestigua b historia,
,lfif'i 1: 1 insuficiencia ele Lt medicina par:t enfrentarse a este problema particulitr
logía. es adecuado para satisfacer las graneles demandas que le hacen los
11 o significa que ctreciera ele posibilidades de desarrollo. Si todo el mundo
'·'
!; políticos, los reformadores y reaccionarios; los hombres de negocios y el
apoya solamente lo que es seguro, ¿quién apoyar;í, en cambio, lo que está
gobierno, los rectores y estudiantes de las universidades, provoca una con-
vicción excesivamente celosa y defensiva por parte de algunos sociólogos por venir?
i\fi hincapié en b brecha que existe entre los problemas pdcticos asig-
de que, de alguna manera, ellos deben estar al nivel de estas exigencias,
por prematuras y extravagantes que sean. lt<t<los al sociMogo y el estado de su conocimiento acumuLtdo y su capacidad
110 significa. por supuesto, que el sociólogo no deba tratar ele desarrollar ele

1
Esta convicción supone, erróneamente, que una ciencia debe ser adecuada
tnanera creciente la teorí:t ¡.>;ener:1l, o que no clebZt t;-abajar en la investiga-
para satisfacer todas las exigencias, inteligentes o estúpidas, que se le hagan.
ción clirectamellle a¡J! icahle a los problemas pr;'tc-ticos urgentes. Sobre todo,
Esta convicción se basa implícitamente en el supuesto sacrílego y masoquista
110 signilict que lm socit'>logos deban buscar por todos lados el problema
1 de que se debe ser omnisciente y onmicompetente, de que reconocer menos
pragm;íticamente trivial. Los diferentes sectores de la gama de la investiga-
que el conocimiento total es reconocer la ignorancia total. Así, sucede a
1 menudo que los exponentes de una disciplina nueva muestran pretensiones
ción bz'tsic:1 y de la teoría tienen diferentes prob:1bilidacles de ser afines a
extravagantes de sistemas totales ele teoría, adecuados a toda la gama de problemas prácticos particulares; poseen dil"erentes potenciales de perti-
1 problemas que esa disciplina abarca. Es a este tipo de actitud al que se nencia.14 Aclem<ís, es importante restZtblecer el sentido histórico de la pro-
porción. La urgencia o magnitud de un problema social pr<'tctico no implica
refirió Whiteheacl en el epígrafe de este libro: "Es característico de una
ciencia en sus primeras etapas. . . ser ambiciosamente profunda en sus su inmediata solución. 1 " En cua lq uiet· momento dado, los hombres ele ciencia
propósitos y trivial en el tratamiento ele los detalles." están cercanos a la solución de algunos problemas y alejados de otras. Debe
recordarse que la necesidad es sólo la madre de la invención; el conoci-
A semejama de los sociólogos que irreflexivamente se comparan con los
científicos físicos contemporáneos, porque viven en el mismo instante de 11liento socialmente acumulado es el padre. /\ menos que ambos se con-
la historia, el público común y sus tomadores de decisiones a menudo yerran juguen, la necesidad es estéril. Por supuesto, en un futuro puede concebir,
al hacer una apreciación definitiva de la ciencia social sobre la base de su cuando se haya acoplado adecuadamente. Pero el consorte necesita tiempo
capacidad para resolver los problema.~ urgentes de la sociedad actual. El 1' E.sta concepción se desarrolla en "Basic research and potentials of relevance", de
masoquismo fuera de lugar del científico social y el sadismo involuntario R. K. Mcrton, American Beha1'ioral Scientist, mayo de 1963, VI, 86-90, sobre la base
del público resultan, ambos, ele no recordar que las ciencias sociales, como de mi anterior discusión, "The role of app1icd socia[ science in the fonnation of policy",
toda ciencia, se desarrollan continuamente y que no existe ninguna dispo- Ph•losophy of Science, 1949, 16, 161-81.
¡¡¡ Como puede verse en detalle en obras como las siguientes: The Uses of Sociology,
sición providencial que asegure que en cualquier momento dado se adecuará
a toda la serie de problema.~ que confrontan los hombres. En la perspectiva
de Paul F. Lazarsfeld, William Scwell y Harold Wilensky, eds. (Nueva York: Basic Books);
Applied Sociology: Opportitnities and Problerns, de Alvin W. Gouldner y S. M. Miller
histórica esta expectación equivaldría a tener prejuzgados para siempre la (Nueva York, The Free Prcss, 1965): Mass Societ)" in Crisis: Social Problems and Social
categoría y el futuro de la medicina en el siglo XVII conforme· a su capacidad Pathology, de Bernard Rosenberg, Israel Gerver y F. Wilfiam Howton (Nueva York: The
MacMillan Company, 1964); Social Science and Social Pathology, de Barbara Wootton
(Nueva York: The MacMillan Company, 1959).
68
TEOR lA SOCfOLOGICA
SOBRE LAS TEORíAS SOCIOLOGJCAS DE ALCANCE INTERMEDIO 69
(y maiHenimiento) si ha de alcamar ei tamaño y el vigor necesarios para
satisfacer las demandas que se le harán. El reórico sociológico que se compromete exrlusi¡,amenle con la expl0tación
La orientación del libro hacia la relación <.le la sociülogía actual y los de un sistema total con sus abstracciones extremas corre el riesgo de r.j'le,
problemas prácticos de la sociedad es casi la misma que su orientación hacia al igual 'que con la decoración moderna, ~1 mobi:iario de su mente sedt
la relación de la sociología y la teoría sociológica general. Es una orienta. exiguo e incómodo.
ción de desarrollo, más que una que descanse en las súbitas mutaciones El camino hacia los esquemas generales eff.ctivos en sociologia solamente
de un sociólogo que repentinamenre produce soluciones a los grandes pro- se obstruirá, como en l0s primeros días c!e ia sociología, si cada sociólogo
blemas sociales o a una simple teoría g·eneral. Aunque esta orientación no carismático trata de desarrollar su propio sistema general de teoría. La per-
tiene pretensiones maravillosamente dramáticas, ofrece una valoración razo- sistencia de esta práctica sólo pt~ede caus:>.r ]a balcanización de !a socio-
nablemente realista de la condición actual de la sociología y de los caminos logía, con cada principado regido por H~ propio sistemc. tcl'nico. Aunqt:e
por los que en realidad se desarrolla. este proceso ha marcado perióclicamen.&e e! desarrollo de otras ciencias
: ~ -notablemente la química, la geología y la medicina- no necesita repro-
ducirse en sociología si <~prendemos de la histori8. ele la cieP.ci<'.. Nosotros
Los SISTEMAS TOTALES DE LA TEORÍA. Y LAS TEORÍAS los sociólogos podemo~ conten<phr una teoría sociológica progresivamente
DE ALCANCE INTERMEDIO general, que, en lug::n de partir de b cabeza de un hombre, consolide gra·
dualmente las teorías de alcance intermedio, de manera qtte és~as se vuelvan
Por tcdo esto, parecería razonabl;: suponer que la sociología avanzará en la casos especiales de iormub.ciones m:\.s generales.
medida en que su interés principal (aunque no exclusivo) esté en el desa. El desarrollo ele la teoría sociológica sugiere que es necesario hacer hinca-
rrollo de las teorías de alcance intermedio, y se retardará si su atención pié en esta orientación. Obsérvese cuán pocas, cuán diseminadas y cuán
primordial se centra en el desan·ollo de Im si:;temas sociológicos totales. Tan insignificantes son las hipótesis sociológicas específicas que se derivan de
esto es así que, en su di~curso en la Escuela de Economía de Londres, un esquema conceptual maestro. Las proposiciones de una teo:-ía generaliz.:-
T. H. Marsha]] abogó por "los peldaiios sociolúgicos intermedios". 1" Nuestra dora van tan adelante de las teorías especiales confirmadas que siguen
tarea principal de hoy es desarrollar las teorías especiales aplicables a siendo programas irrealizados y no cunso/idaciones de teorías que al [Jrin·
gamas conceptuales limitad:~s; teorías, por ejemplo, de la conducta diver. cipio parecían discretas. Por supuesto, como han indicado Talcott Parsons
gente, las consecuencias imprevistas de la acci(¡j¡ intencionada, la percepción y Pitirim Sorokin (en Sociological Theories of Today), recientemente se ha
social, grupos de referencia, control social, la interdependencia de !;~,,
insti. logrado un avance significativo. La convergencia gradual de las corrientes
tuciones sociales, en lugar de buscar inmediatamente la estructura con. de la teoría en sociología, psicología social y antropología, registra grandes
ceptual total que sea adecuada para derivar estas y otr~s teorías de alcance
intermedio. avances teóricos, y promete aún más. 17 Sin embargo, una gran parte de lo
17 Doy importancia a las observaciones hechas por 'Talcott ?arsons en su alocución
La teoría sociológica, si ha de avanzar de manera significativa, debe pro.
como presidente a la Sociedad Americana de Sociología, subsecuente a mi fonnulación de
ceder sobre estos planes interrelacion::lflos: l) desarrol !ando teorías es pe. esta posición. Por ejemplo: "Al final de este camino de creciente frecuencia y especificidad
ciales de las cuaJes derivar hipótesis que se puedan investigar empíricamente y de los islotes del conocimiento :eórico radica su estado ideal, científicamente hablando,
2) desarrollando, no revelando stíbitameme, un es<Juema conceptual pro. donde la ma}'OTÍa de las hipótesis operacionales reales de la investigación em;:>Írica se
gresivarnente
las más general que sea adecuado para consolidar los grupos de
teorías especiales.
derivan directamente de un sistema general teórico. En cualquier frente amplio ... sola-
nlentc en física se h": logrado este estado en cualquier ciencia. No podernos esperar estar
a la vista de él. Pero esto no quiere decir que, por lejanos que estemos d~ la meta, sean
Concentrarse totalmente en las teorías especi<1les es arriesgarse a salir fútiles los pasos dados en esa dirección. Por el contrario; cualquier paso real en esa dirección
con hipótesis específicas que sirven pa1·a aspectos limitados de la conducta es un avance. Solamente al término de este punto se convierten las islas en una masa
social, organización y Calllbio, pero que son mutuamente incompatibles. continental.
Concentrarse totalmente en uu esquema maestro conceptual para derivar Por lo menos, entonces, la teoría general puede proporcionar un marco de amplia
todas las teorías subsidiarias es arriesgarse a producir eq ui va lentes socio. orientación (n.b.) .. . Puede también servir paca codificar, interrelacionar y hacer accesible
lógicos del siglo xx de los graneles sistemas filosóficos del pasado, con toda una vasta cantidad de conocimiento empírico existente. También sirv~ ¡¡ara llamar la
atención sobre los huecos que existen en nuestro conocimiento, y aportar reglas para la
su sugestiva variedad, su esplendor arquitectónico y su esrerilidad científica.
crítica de las teorías y generalizaciones empíricas. Por último, aun si no pueden derivarse
sistemáticamente (n.b.) es indispensable para el esclarecimiento sistemático de los pro-
11: El discurso fue pronunciado rl :? 1 de febrero de 19+6. Está impreso en blemas y la formulación fructífera de· hipótesis" (las cursivas son mías).
at the Cros.rroad.r, de T. H. Marshal! (Londres: Heincmann, 1963), pp. 3.24. Sociology Parsons, "The prospects nf sociological theory", American Socíological Revíew, febrero
de 1950, p. 15, 3·16 en 7. Es significativo que un teórico general, como Parsons, reconozca
·~.
l
sOBRE L."<S 'TEOR1AS SOCIOLOGlCAS DE ALCANCE INTERMEDIO 71
70 TEOR1A SOCIOLóGICA
sociológica total, aquí y ahora, describieron la política como un retroceso
que ahora se describe como teoría sociológica consis·te en orientaciones gene- de aspiraciones correctamente elevadas. La tercera respuesta es intermedia.
mles hacia datos; sugiriendo tijJos de ''ariablcs que las teorías deben, de Reconoce que el hincapié en teoría de alcance intermedio no significa la
alguna manera, lomar en cuenta, más que declamciones Ferificables, clam- ;ttención exclusiva a este üpo ele teorización. En su lugar, ve el desarrollo
mente formuladas, de las relaciones entre las variables esjJecijicadas. Tenemos de una teoría más general, que surgiría mediante las consolidaciones de las
muchos conceptos pero pocas teorías confirmadas; muchos puntos de vist0. teorías de alcance intermedio, antes que brotar, dé una sola vez, del tra-
pero pocos teoremas; muchas "aproximaciones" pero pocas terminaciones.
bajo de teóricos individuales de gran escala.
Quizás algunos cambios ulteriores de hincapié serán para bien.
Consciente o inconscientemente, los hombres destinan sm escasos recursos
tanto a la producción de la teoría sociológica como a la producción de EL PROCESO DE POLARIZACIÓN
accesorios de plomería, y su destinación refleja sus suposiciones subyacentes.
Nuestra discusión sobre la teoría de alcance intermedio en sociología pre- {'.otno la mayoría de las controversias en las ciencias, esta disputa sobre el
tende hacer explícita una decisión política a la que se enfrentan todos 1o.\ destino de los recursos intelectuales entre las diferentes clases de trabajo
teóricos sociológicos. ¿A cuál dedicar la mayor parte ele nuestras encrgh~ sociológico, abarca un conUicto social, y no meramente una crítica inte-
colectivas y recursos?: ¿a la investigación de las teorías confirmadas {[e lectual.'~ Es decir, la disputa es menos una cuestión de contradicciones entre
alcance intermedio o a la investigaciÓn de un esquema conceptual que lo ideas sociológicas substantivas que de definiciones que compiten sobre el
incluya todo? Creo -y las creencias están, por supuesto, notablemente su- papel del sociólogo que se considera más efectivo en esta época.
jetas a error- que las teorías ele alcance intermedio son las que prometen Esta controversia sigue el curso clásicamente identificado del conflicto
más, con tal que su búsqueda se conjugue con un interés continuo por social. El ataque va seguido por el contraataque, con la alienación progre-
siva entre las partes en conflicto. A su debido tiempo, puesto que el conHicto
'-~
consolidar las teorías especiales y convertirlas en grupos más generales de
conceptos y proposiciones mutuamente consistentes. Aun así, debemos adop- público, se convierte en un combate de categorías más que en una bús-
tar la concepción provisional ele nuestros hermanos mayores y de Tennyson: queda de la verdad. Las actitudes se polarizan, y entonces cada grupo de
sociólogos empieza a responder en gran parte a versiones estereotipadas
Nuestros pequdíos sistemas tienen su día; de lo que el otro dice. Los teóricos de alcance intermeJ.io son estereotipados
tienen su dfa y dejan de ser. como meros ollateadores o descubridores de hechos o como meramente sació-
gratos descriptivos. Y los teóricos cuyo objetivo es la teoría general son
estereotipados como inveteradamente especulativos, completamente desintere-
RESPUESTAS POLARIZADAS A LAS TEORÍAS DE ALCANCE INTERMEDIO sados de la apremiante evidencia empírica o como comprometidos inevitable-
mente con las doctrinas que están formuladas ele tal manera que no pueden
Puesto que la política de centrarse en las teorías sociológicas de alcance
intermedio se propugnó por escrito, comprensiblemente se han polarizado comprobarse.
Estos estereotipos no están totalmente desligados de la realidad; como 1a
las respuestaé ele los sociólogos. De manera general, parece que estas respues- mayoría de los estereotipos, son exageraciones inHexibles de las tendenci<ls
tas estuvieron regidas ampliamente por las propias normas de trabajo de los o atributos reales. Pero en el curso del conflicto social, llegan a ser estereo-
sociólogos. La mayoría de éstos que habían emprendido una investigación tipos auto-confirmados a medida que los sociólogos se apartan de la expe-
empírica teóricamente orientada estuvieron conformes con una política que riencia que podría obligarlos a modificarlos. Los sociólogos de cada campo
meramente formulaba lo que ya había elaborado la filosofía. Y a la inversa, desarrollan percepciones altamente selectivas de lo que realmente sucede en
la mayoría de los que estaban comprometidos con el estudio humanista de la el otro campo. Cada campo ve en el trabajo del otro primordialmente lo
historia del pensamiento social o que trataban de desarrollar una teorb que el estereotipo hostil le ha preparado a ver, y entonces toma una obser-
vación ocasional como filosofía permanente, un hincapié como un compro-
1) que de hecho la teoría sociológica general rara vez proporcione hipótesis específicas miso total. En este proceso, cada grupo de sociólogos llega a estar cada ve1.
para ser derivadas de ella; 2) que, en comparación con un campo como el de la física, menos motivado a estudiar el tra\.Jajo del otro, puesto que, de manera pa-
dichas derivaciones para la mayoría de las hipótesis son un objetivo remoto; 3) que la tente, no contiene ninguna verdad. Escudriñan los escritos del grupo externo
teoría general solamente proporciona una orientación general y 4) que sirve como base nada más para encontrar municiones para nuevas descargas de fusilería.
para codificar generalizaciones empí1~cas y teorías específicas. Una vez reconocido todo
esto, los sociólogos que se han comprometido con el desarrollo de la teoría general n" lo Las páginas siguientes están tomadas de "Social conflict in styles of sociological
difieren gran cosa, en principio, de los que ven la mejor promesa de la sociología de hoy work", de Merton. Transactions, IV Congreso Mundial de Sociología, 1961, pp. 3, 21-46.
en el desarrollo de teorías de alcance intermedio, y en consolidarlas periódicamente.
1

t
¡
r•
TEORíA SOClOLOGICA
SOBRE LAS TEORIAS SOCIOI.OG!Ci\S DE ALCANCE INTERMEDIO 73
El pm<.:eso de alienacirín y esteteotipanon recíproca probablemente se re.
fuerza por el gran aumento de la publicación de escritos sociolcígicos. Como siones, que agotan las energías de los enfrascados en remedos de batallas
muchos otros científicos )' académiccs, los sociólogos no pueden "mantenerse intelectu<tles, pueden ayudar a enderezar el desequilibrio acumulativo en la
al paso de lo que se est:i puhlicando en ese campo. Deben hacerse más y ciencia. No hay una forma híciJ de determinar el empleo óptimo de los
lll:is selectivos en su lectura. Y esta c¡·eciente selectividad lleva de inmediato, recursos en un campo de la ciencia, en parte debido al desacuerdo esenci;tl
a aqueJios que inicialrnente. eran hostiles a un tipo particular de trabajo que existe sobre los criterios de lo óptimo.'~ El conflicto social suele enco-
asociológico,
abandonara su dejar de C>tudiar la::: publicaciones que podían haberlos llevado
estereotipo. narse en sociología siempre que una línea particular .tle investigaciún -cliga-
1nos, de grupos pequei"ios o de sociedades mundiales-. o un grupo particular
Estas condiciones tienden a estimular la polarización de las 1Cleas. Las de ideas --digamos, an<ilisis funcional o marxismo-, o un modo particu-
orientaciones sociológicas que no son sustancialmente contraclictoriJ.s son l<lf de investigar -digamos, encuestas sociales o sociología histórica- ha
con.sideradas como .>i lo fueran. Conforme a estas posiciones ele todo o nada, absorbido la atención y las energías de un número dpidamente creciente de
la investigación sociológica debe ser estadística o hist6rica; o bien las grandes sociólogos. Esta línea de desarrollo podría lleg-ar a ser popular debido a
cuestiones y problemas ele la época deben ser los t'tnicos objetos ele estudio, yue ha demostrado ser efectiva al tratar cienos problemas intelectuales o so-
o bien estas cuestiones reacias deben evitarse totalmente porque no son ciales, o porque es ideológicamente an{¡Joga. Los campos o tipos de, trabajo
propias para la investigación científica, etc., etc.
actualmente impopular.es se quedan con pocos reclutas !.le calidad, y, con
El proceso del conflicto social se detendría a la mitad y se convertiría en conocimientos disminuidos, este tipo de trabajo llega a ser menos atractivo.
una crítica intelecwal si se pusiera un alto al desdén recíproco que a menudo Si no fuera por estos conflictos, el reino de las ortodoxias y los desequilibrios
caracteriza estas polémicas. Pero las batallas entre sociólogos ordinariamente teóricos en la distribución del trabajo socioló¡¡;ico sería, incluso, más notable
no ocurren dentro del marco social que .<;e requiere para que la no reciproci- de lo que es. Así las ruidosas protestas que aseguran que problemas, métodos
dad del afecto actúe con regulariclacl. Este contexto requiere una diferencia- y orientaciones teóricas descuidados merecen una atención más concertada
ción conjuntamente reconocidá ele categoría entre las panes, al menos con
est~i
-inclúso (uando esas protestas van acompañadas por ataques extravagantes
respecto aJ asunto en cuestión. Cu<lll</(J esta diferenciaci6n de categoría
.~u
contra la línea dominante de desarrollo- pueden <1.yudar a diversificar el
presente, como en el caso del abogado y cliente o el psiquiatra y su trabajo sociológico al modificar la tendencia a concentrarse en un rango
paciente, una norma técnica ligada a Ja categoría de m<'ts autoridad de la estrecho de problemas. Una mayor heterodoxia, a su vez, aumentan las pers-
relaciún impide la reciprocidad de lo.1 sentiJnientos expresados. Pero la con. pectivas de aventuras científicamente produéti\•as, hasta que éstas se con-
troversia científica, típicamente, tiene lugar dentro ele una ccmpañía de vierten en nuevas ortodoxias.
iguales (por mucho que las situaciones de las panes puedan diferir) y, aún
m;\s, tiene lugar en público, sujeta a la observacic'm ele iguales. Así, la retó-
rica se enfrenta a la retórica, el desdén al desdén, y las soluciones intelec- RECONOCIMlt-:NTO DE LA POLÍTICA DE LA TEORÍA DE ALCANCE INTERMEDIO
tuales se subordinan a la ha talla por la categoría.
Todavía más, en las controversias polarit.<tdas no hay lugar para un tercero Como hemos observado previamente, la resonancia del hincapié hecho en
no comprometido que pudiera convertir el conflicto social en una crítica la teoría ele alcance intermedio es especialmente notable entre los sociólogos
intelectual. Cierto, algunos sociólogos no adoptarán la posición de todo o que están reali1ando investigaciones empíricas orientadas teüricamente. Por
nada que se espera en el conflicto social. Pero, típicamente, éstos serían los ello, la política de las teorías sociol(lgicas de alcance intermedio ha tomado
no combatientes atrapados en el fuego cruzado de los campos hostiles. Se arraigo hoy día, mientras que las primeras versiones -que exan1inaremos
les cuelga la etiqueta de "meros eclécticos", haciendo así innecesario para los ahora- no lo hicieron. Es un sentido bastante preciso de la frase familiar,
dos campos el examinar lo que esta terccr·a posición afirma, o cu;ín v<ilida es; ''el tiempo no había llegado". Es decir, hasta las dos o tres últimas décadas,
o, se les llama "renegados" c¡ue han abandonado las veruades doctrinarias; o con excepciones notables, Jos sociólogos tendían a dedicarse más a la bús-
quiz;ís Jo peor ele todo, son tibios o simples mirones, y por timidez o conve.
queda de la teoría totalizadora, unificada o al trabajo empírico descriptivo,
niencia,
mal huyen del
sociológico conflicto fund;tment<d entre el bien sociológico puro y el
puro. con poca orientación teórica en ambos casos. El resultado era que pasaran
inadvertidos los alegatos en pro de la política ele la teorí..a de alcance in-
Pero hrs polétnicas en la ciencia tienen .'\us funciones y sus disfunciones. En termedio.
el curso ele] conflicto social, los asuntos cognoscitivos se tergiversan al ponerse
al servicio ele la victoria sobre el contrario. Sin embargo, cuando el conllicto 1
~ El físico y estudiante de la ciencia política, Ah·in M. Weinberg, ha tratado este
se regula por una comunidad de igu;:¡Jes, incluso las polémicas con sus clistor. problema. Véase el capítulo lll de "The Choices of Big Sciencc", en su libro Refle,tion>
on Big Science (Cambridge, Mass.: The lvl. I. T. Press, 1967).
7-t
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,',
TEOR1A SOCIOLóGICA

Empero, como lo he observado en otra parte,~ 0


esta polítJca no es nue\';¡
SOBRE LAS TEORlAS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 75

ni extraíia; tiene raíces históricas bien establecidas. i\I{ts que nadie antes son clemasiaclo generales e incluyen demasiado pocas circumtancias para ciar suficiente·
que él, Baconenhizo
intermedios" hincapié en la primordial importancia de los "axiomas
la ciencia: indicación de lo que sucede en los casos individuales, donde las circunstancias son
casi siempre sumamente numerosas. Por tanto, en la importancia que Bacon asigna,
en coda ciencia, a los principios intermedios, es imposible estar en desacuerdo con él.
Sin embargo, no conviene permitir que la inteligencia salte y se remonte de los Pero considero que ha e.Haclo radicalmente equivocado en su doctrina respecto a la
ltechos a las leyes más elevadas y generales (tales como los primeros _principios ele [orm::t en la que ha de llegarse a estos axioma la media... (es decir, la inveterada
la naturaleza y de las artes, como se les llama), y dándoles una incontestable autori- aclicción ele Bacon a la inducción total, que no deja lugar alguno para la de-
dad, establezca segt'tn esas leyes generales, las secundarias, COillQ siempre hasta altor;¡ ducción).23
se ha hecho, a causa de estar inclinado el espíritu humano por tendencia natural
y además por estar formado y habituado a ellos desde largo tiempo por el uso de Escribiendo casi al mismo tiempo que J\:fill, pero, como lo muestra la
demostraciones completamente silogísticas. i\fucho habrá que esperar de la cienri:t experiencia histórica; sin tener el mismo efecto sobre sus contemporáneos,
cu:¡ndo el espíritu ascienda por la verdadera escala y por grados sucesivos, de los Le>l'is recurre a Bacon para fundamentar las "teorías limitadas" en la
hedws a las leyes menos elevadas, después a las leyes medias, elev;indose rn;is y m;í,
hasta que alcance al fin las más generales de todas. ciencia política. Plantea la idea ulterior de que un gran número de teoremas
v:diclos pueden desa!Tollarse al restringir la observación a determinadas clases
Las leyes menos elevadas no difieren mucho ele la simple experiencia; pero eso,
principios supremos y muy generales que la razón en la actualidad emplea, están ele comunidades:
fundados sobre nociones abstractas y carecen de solidez. Las leyes intermedias, al
contrario, son los principios verdaderos, sólidos y vívidos en cieno modo, en los que ... podemos formar teorías limitadas, predecir tendencias generales y leyes predo-
descansan todos los negocios y las fortunas humanas; por encima cle ellos, finalmente, minantes ele causa, las que podrían no ser ciertas, en su mayoría, si se hacen exten-
están Jos pr·incipios supremos, pero construidos ele tal suene, que no sean abstractos siYas a toda la humanidad, pero que poseen una presunta verdad si se limitan a ciertas.
y que los principios intermedios los determi.nen.21 naciones ...
. . . es posible ampliar la reg-ión de las políticas especulativas. consecuentemente con
Bacon, a continuación, cita una versión más antigua: la verdadera expresión ele los hechos, al estrechar el grado ele la observación, y al
confinarnos nosotros mi:<mo6 a una clase limitada de comunidades. Mediante la adop-
ción ele este método, podemos aumentar el número de los verdaderos teoremas polí.
Y Platón, en su Te.eletes, observó: "Que los paniculares son infinitos, y las gene.
ralidac!es m;ís elevadas no dan la suficiente dirección; y que el meollo ele todas las ticos los cuales pueden tomarse ele los hechos, y, al mismo tiempo, darles más ple-
ciencias, lo que hace que difiera el artista del inexperto, están en las proposiciones nitud. vida y sustancia. En lu¡¡;ar ele ser meras gcneralicbcles vacías y pobres, se
la experiencia."~
yintermedias, las que, en todo conocimiento paniculilr est<in tomadas cle la tradicióu parecen a los i'vledia Axioma/a de Bacon, los que son expresiones generalizadas del
hecho, pero que sin embargo, están lo suficientemente cerca ele la práctica para servir
ele guias en las cuestiones ele la vida.2<
Asi como Bacon cita a Platón como su predecesor, así lo hacen John Stuan
J'viill y George Cornewa!J Lewis citando a Bacon como el suro. Si bien l'viilJ Aunque estas primeras formulaciones cli fi eren en los detalles -el contraste
difiere ele Bacon sobre el modo lógico ele conectar "las leyes más generales" entre Bacon y l\fill es particularmente notable- todas hacen hincapié en
con los "principios interll!edios", le hace eco en estas palabras: la importancia estratégica ele una serie graduada ele teorías intermedias em-
píricamente confirmadas.
Bacon ha observado juiciosamente c¡ue los axiomnta media de toda ciencia consti- Después de aquellos primeros días, formulaciones similares, aunque 110
tuyen principalmente su Yalor. Las generalizaciones m;ís bajas, en t;mto explicadas y idénticas, han sido avanzadas por Karl l\Iannheim, en su concepto ele "prin-
resueltas por· los principios intennedios ele los que son las consecuencias, tienen sólo cijJia media"; por Adolf Lüwe, en su tesis ele que "los principios sociológicos
la imperfecta exactitud ele las leyes empíricas; mientras que las leyes más generales intermedios" relacionan lo económico con el proceso social; y por Morris
00
Ginsberg, en su examen del tratamiento que da Mill a los prinC!pws inter-
~
1
Merton, R. K., "The role-set", British fourna/ of Sociology, junio de 1957, p. 108. medios en la ciencia social_2;; Por el momento, pues, existen suficientes prue-
Francis Bacon, Restauratio .Magna. Nouum Organum, Nueva Atlántida, Libro I,
Aforismo CIV, Ed. Porrúa, México, D. F., 1975, pp. 72-73. Véase también los Aforis-
2:1 John Stuart Milis, A System of Logic, Londres, Longmans, Creen and Co., 1865,
mos LXVI y CXVI del Libro I. Hcrbocrt Butterfield señala que Bacon parece así en "forma
454-5. Mili explícitamente aplica la misma concepción de leyes del cambio social como
curiosa y significativa ... haber previsto la estructura que la ciencia tomaría en el futuro",
principios intermedios, ibid., 520.
The Origins of Modern Science, 1300.]800, Londres, G. Bell & Son, 19+9, pp. 91-9:!.
2! George Cornewall Lewis, A Treati.<e on the Methods of Observation and Rea.soning
"" Francis Bacon, The Advancemerzt of Learning_. Works, editadas por Basil Montague,
Londres, William Pickering, 1825, Il, 177. Véase también 181 in Politics, o p. cit., II, 11, 127; también 200, 20+-5.
2:; Estas formulaciones han sido recientemente seiíaladas por Seymour :tvfartin Lipset
en su Introducción a la edición norteamericana de Class, Citizenship and Social Deuelop-
76
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¡
TEORIA SOCIOLúGICA

b,. ¡><n·a inúiQc que la. <eoci" de aleone< in<ecmeúio en ;oóologin ''"' sOBRE LAS TEORíAS SOCIOL6GICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 77
;ido defendid,; poc """ho; de nu<stm; ontece>ot·e. in<electunl<s. P"o '""
Esta resonancia de la teoría ele alcance intermedio acontece entre los.
modificar el credo de los oscurantistas, si la filosofía funcional encarnada en
esta orientación no es totalmente nueva, es por lo menos cierta. sociólogos con una variedad de orientaciones teóricas generales, con tal de
que tengan interés en la importancia empírica de la teoría. Así, Arthur K.
C;:¡si nadie discute que las formulaciones bien conocidas de Bacon no
Davis, orientado hacia la teoría marxista, sugiere que el caso de
fueron adoptadas por los sociólogos porque no había sociólogos para examj.
nar la pertinencia ele sus concepciones. Apenas es más problemático que las
"las teorías de alcance intermedio" en contraste con el enfoque más general de·
formulaciones de Mil! y Lewis, casi 240 años después, tuvieran poca reso .. Parsons, estaba bien concebido ... Un enfoque de alcance intermedio -análisis em-
nancia entre los científicos sociales; l¿¡s disciplinas estaban entonces sola. pírico en un medio conceptual limitado- parece asegurar más firmemente el ron-
mente en sus inicios. Pero ¿por qué las formulaciones ele Mannheim, Lüwe tacto continuo necesario con las variables empíricas.:n
y Ginsburg, hechas en los treintas de este siglo, encontraron tan poca respues-
ta en la bibliografía sociológica del período inmediatamente siguiente? Sólo Hace una década, Peter H. Rossi; hombre profundamente dedicado a la
después de formulaciones similares hechas por Marshall y por mí en los investigación empírica y observador de la historia reciente ele la sociología,
últimos aí'íos de la década de los cuarentas, encontramos una amplia discusión observó las complejas consecuencias de una formulación explícita del caso

~alüodo
y aplicación ele esta orientación a la teoría sociológica. Sospecho, aunque no en pro de las teorías de alcance intermedio:
he todo el t"b>jo """"'" po<a inve;tigac " " coe.tión, que lo
difundida resonancia ele la teoría ele alcance intermedio en las últimas déca- La concepcwn de las "teorías de alcance intermedio" logró amplia aceptación
das se debe en parte al surgimiento ele un gran número de investigadores tanto entre los sociólogos orientados primordialmente hacia la investigación, como
sociológicos
mente que realizan investigaciones basadas empíricamente y teórica-
aplicables. entre los interesados en la teoría. Aún es muy pronto para poder estimar el g-rado en
que esta idea afectará las relaciones entre teoría e investigación en la sociología
Una pequeña muestra del reconocimiento de la política ele la teoría de norteamericana. Hasta ahora, su aceptación ha traído consigo ventajas condicionadas.
alcance intermedio ilustrará la base de esta resonancia. Revisando el desa- En el lado negativo, los investigadores que han sido vulnerabks a la acusación de
"meros empiri~tas" tienen, en esta concepción de la teoría, una forma conveniente·
·duye
rrollo que:
de la sociología en las pasadas cuatro décadas, Frank Hankins con-
de elevar la categoda de su trabajo sin cambiar su forma. En el lado positivo, ha ten-
elido a mejorar la categoría de la investigación que se guía por consideraciones tecí-
ricas de naturaleza limitada; por ejemplo, el estudio de grupos pequeños. En opinión
las teorías del alcance intermedio parecen. . . tener mayor significación explicativa de quien esto escribe, se puede obtener un gran beneficio esencialmente reorientando·
[que las teorías sociológicas totales]. Aquí se ha hecho mucho en relación con la la actividad teórica ele los amplios esquemas teóricos a niveles que estén más estrecha-
comuniwión de "'""· b'>tc"<ilimión de lo; d"''· In bnm'<ocin, lo; gcnpn; P'· mente ligados con las capacidades actuales ele nuestra técnica de investigación.2S
·c¡ueños de vario.> tipos y otros aspectos importantes de la totalidad social. [Y entonces,
'" In fnn"< ¡Mb,;""" de todo n nodo, Hnwkin; cm•dnyc)' Aco;n cncnn;cemn; q>>< En esta serie de observaciones es de gran interés la abstención de Rossi
solamente ésas tengan un valor realista y práctico.2G
de tomar una posición polarizada. El concepto de las teorías de alcance
intermedio no ha sido, en ocasiones, de lo más apropiado para justificar un
ment, de T. H. Marshall, Nueva York: Doublcday, 1964, XVI. Las citas son para Karl conjunto de investigaciones descriptivas, las cuales no reflejan de manera
B~co
Mannheim, Mensch und Gesellschaft in Zeitalter des Umbaus, Leiden, 1935 y }dan and alguna una orientación teórica. Pero el mal uso de una concepciún no consti-
Snáuy in ""As, of R""""'""'""· Nn<>o y.,,,, Hnunnn, & Cn, 1950, 173.90;
tuye una prueba de su valor. Al final, Rossi, en tanto que sociólogo com-
Adn]f Lnwo, E'"""•mú ond Sn<infngy, L.nd<o;, Allon & Unwin, 1935; y Mncri; Gi,bocs,
.Sociology, Londres: Thornton Butterworth, Ltd., 1934. En e] momento de enviar este libro prometido con la investigación sistemática empírica por sus implicaciones
a la imprenta, me llegó una relación detallada de estos mismos antecedentes históricos teóricas, apoya esta política como alguien que capta el interés aunado de la
con una crítica exhaustiva: C. A. O. van Nieuwenhuijze, lntelligible Fields in the Social investigación empírica con la importancia teórica.
Sciences, La Haya: Mouton & Co., 1967, cap. I: "The Quest for the Manageable Suicidio, la monografía de Durkheim, es quizás el ejemplo clásico del
mb<o J., tondn; do nkonco in<o~odin¡
S ociar Unit - Is There a Middle Range?" Este trabajo plantea varias cuestiones serias
tnd0; oll.,, on mi "'inión, mn o;d•=odn<>o y
empleo y clesarroll:o ele la teoría ele alcance intermedio. Por tanto, no tiene
nada de sorprendente que sociólogcs de la tradición de Durkhein'l como
ninsnno do oll" "'' m,, oll' do nno ce>puo;<o is.,.lmont¡ oocin. Pocn oo •innd do qno
. ·este
liado libro
que está ahora
merece en producción,
la discusión esta opinión debe· seguir sin la base del análisis dcta-
de Nieuwenhuijze.

F~nk Ho"ki~. "A fn,•.,.., P<opocti;e", Soúolng, ond S núof Rou ""'·
" Arthur K. Davis, "Social theory and social problcms", Philosophy and Phenomenol-
·pp. " 40, 391-8H.en 398. 195 6, ogical Research, diciembre de 1957, pp. 1!l, 190-208 en 194.
~s Peter H. Rossi, "Methods of social research, 19+5-55", en Suciology in the Uniteá
Stat es of A merica: A T rend Re.port, e d. por Hans L. Zetterberg (París: Unesco, 1956),
pp. 21-34 en 23-2+.
78 ...
TEORlA SOCIOLóGICA

~1l
SOBRE LAS TEORíAS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 79
Arman el CuvilJier hayan apoyado esta reorien tación teonca. La discusión
de Cuvillier nos recuerda que la teoría de alcance intermedio se ocupa de que tanto Zetterberg como _!VIalewski trascienden la tendencia polarizaclora
la investigación microsociológica y macrosociológica, de los estudios experj. de considerar la teoría ele alcance intermedio como una serie de desconecta-
nJeiHales de los grupos pequerios así como del análisis comparativo de aspec. das teorías especiales. Indican, mediante preceptos y ejemplos detallados,
tos específicos de la estructura social. Que las investigaciones macrosocioló. cómo las teorías especiales han venido consolidándose en grupos de teoría
gicas no presuponen un sistema toral de la teoría sociológica es la opinión que se amplían sucesivamente. Esta misma orientación manifiestan Berger,
también adoptada por David Riesman, quien sostiene que es mejor "estar Zelditch, Anclerson y sus colaboradores, quienes consideran las teorías ele
trabajando en el rango intermedio, hablar menos de 'grandes descubrí. alcance intermedio como aplicables a todas las situaciones que muestran
mientos' o30 ele la investigación 'b:ísica' y tener menos pretensiones por
cloquiera". aspectos específicos de los fenómenos sociales, y que pasan a demostrar el
empleo de uEa variedad de dichas teorías}15
Podría suponerse que las tradiciones europeas duraderas de trabajar hacia Un inventario sistemático de las teo1·ías de alcance iraermedio clesarro1la-
los sistemas totales de sociología llevarían a repudiar la teoría ele alcance das eil las últimas décadas estaría fuera del marco de estas páginas. Pero
intermedio como orientación preferida. Sin embargo, no e.s exactamente así. quizá un ejemplo pequeño y arbitrario pueda mostrar la diversidad de pro-
Al examinar la histeria reciente del pensamiento sociológico y al hacer con. blemas y temas que tratan. El punto esencial es que éstas son teorías funda-
'1 ieturas sobre los desarrollos futuros, un observ·aclor ha expresado la esperanza mentadas empíricamente -que abarcan grupos de hipótesis confirmadas-
;1 que "/o, leo,.;"' dd mogo medio" .eclucicán ./,; pum; polémico; '"'" J.., y no sólo elatos descriptivos organizados o generalizaciones empíricas o hipó-
"escuelas del pensamiento sociológico" y contribuirán a. su continua conver- tesis que lógicamente son dispares y desconectadas. Un grupo acumulativo
gencia.31 Otros han realizado análisis detallado.~
ele la estructura lógica de ele dichas teorías ha surgido en la investigación de las burocracias; especial-
este tipo de teoría; especialmente, Filippo Barbano, en una extensa serie mente por Selznick, Gouldner, Blau, Lipset-Trow-y-Coleman, Crozier, Kahn
1
1
de monografías y artículos dedicados a la "theorie di media portata".·>2
Quizás el análisis más minucioso y detallado de la estructura lógica de la
y Katz, y una larga lista de otros investigaclores. 3 6 Raymond Mack ha desa-
rrollado una teoría de alcance intermedio del subsistema ocupacional; Pelle-
1 teoría de alcance intermedio ha sido desarrollado por Hans L. Zetterberg grin, una teoría del ascenso a las posiciones más altas en los grupos; Junkichi
en su monografía Teorz'a y verificación en la sociolog!a .3:! y por Andrzej Abe, una teoría intermedia basada en datos microscópicos y macrosociológi-
Malewski en su libro Ve111alten und Interahtion.-H Lo más importante es cos que relaciona las pautas ele la conducta divergente con la estructura de
2 las comunidades; Hyman, la consolidación de las uniformidades empíricas
D Armand Cuvillier, O u va la sociologie /ran•·aise? (París: Libraire Maree! Rivierc &
en la opinión pública en una teoría compleja; Hillery, una consolidación de
1958).
Cie., 1953) y Sociologie et problemes actuels (París: Libraire Philosophique ]. Vrin, las uniformidades demográficas."

30 David Riesman, "Sorne observations on thc 'older' and the 'newer' social sciences", Siebeck), 1967. Su libro emtmera la bibliografía completa de los articulas singularmente
en The State of the Social Sciences, ed. por L. D. White (Chicago: Thc University of perceptivos y rigurosos de Malewski, uno de los sociólogos polacos más capaces, que puso
Chicago Press, 319-39, en 339). La orientación anunciada de Ricsman debería leerse a fin a su vida cuando sólo tenía 34 años. Pocas otras personas en nuestros días han logrado
la luz de la observación de Maurice R. Stein, que pronto estudiaremos, de que la teoría desarrollar con la misma claridad y rigor los nexos entre la teoría marxista y determinadas
ele alcance intermedio "rebaja" los "esfuerzos profundizadores al interpretar la sociedad teorías de alcance intermedio. Véase su artículo de gran importancia: "Der empirische
moderna hechos por hombres como ·C. Wright Nfills y David Riesman ... " Cehalt dcr Theorie des historischen Materialismus", Kolner Zeitschríft für Soúologie und
31 Safustiano del Campo en Revista de Estudios Político<, enero-febrero, 1957, 208-13. Socialpsychologie, 1959, pp. 11, 281-305.
3·2 La larga lista de los trabajos de Barban o incluye: Teoría e ricerca nella sociología .15 Berger, Zelditch y Anderson, Sociological Theories in Progress, op. cit., en 29
contemporanea (Milán: A. Giuffre, 1955), esp. en pp. 100-108; "La metodología della y pa.rsim.
ricerca ne!la sua impostaáone teorica ", Sociología, julio-septiembre, 1958, 3, 282-95; 36 Philip Selznick, TVA and the Grass Roots (Berkeley: University of California Press,
'"Attivita e programmi di gruppi riccrca socioJogica ", Ji Político, 195 7, 2, 3 71-92; "Struttu.re 1949) ; A. vV. Gouldner, Patterns of Industrial Bureaucracy ( Glencoe: The Free
e funzioni sociali: J'emancipazione strutturale in sociologia", Quaderni di Scienze Sociali, Press, 1954); P. M. Blau, The Dynamics of Bureaucracy (Chicago: University of Chica.
abril de 1966, 5-1-38. Siguiendo las mismas líneas, véase también: Gianfranco Poggi, go Press, 1963), 2• ed.; S. M. Lipset, Martin Trow y James Coleman, Union Democracy
"Momento
Socia/e, tccnico de
septiembre e 1961,
momento metodológico ne!la ricerca", Bollettino de/le Ricerche
1, 363-9. (Nueva York: The Free Press, 1956). Una consolidación de las conclusiones teóricas
de estas monografías la ofrecen James G. March y Herbert A. Simon, Organizatíons
:¡a On Theory and Verification in Sociolo.gy, Totowa, N. ]. The Bedministcr Press, (Nueva York, 1938), 36-52. Como ejemplos importantes de la teoría de alcance inter-
1'-'65, tercera edición ampliada. Véase también: Zetterberg, "Theorie, Forschung· und medio en este campo, véase Miche! Crozier, The Bureaucratic Phenomenon ( Chicago: The
PcaxisEnke
nand in der Soziologie",
Verlag, 1961 ), en
I, Handbuch der empirischen Sozialforschung (Stuttgart: Ferdi.
Band, 64-104. University of Chicago Press, 1965), Kahn y Katz, op. cit.
.17 Raymond Mack: "Occupational determinatedness: a problem and hypotheses in
::; Traducido del polaco por Wolfgang Wehrstedt. Tubinga: J. C. B. Mohr (Paul role theory", Social Forces, octubre 1956, 35, 20-25; R. ]. Pellegrin: "The Achievement
of high statuses", Social Forces, octubre 1953, 32, 10-16; Junkichi Abe: "Sorne problems of
IJO lt
TEORlA SOCIOLóGICA '

Exi'"· 'in emb,cgo, un, b.,, mocho m;, W<»idec,b]e que "'" de ¡¡,., SOBRE LAS TEORíAS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 81

"""'' ejempl" poca '"luoc l• pme.ue ociemodón de Jo, 'ociólogo; haci;


J., "o"" de •k•nce in<ennedio. E, úmbólico que Somkin, ounq"e mm. RECHAZO DE LA TEORÍA DE ALCANCE INTERMEDIO
¡n·omecido peuon,lmence con el de;orrollo d, lo "ocio wdológico en ''''"
'-'COlo, "P"id" >ece. o<o.-go un lug" imponon<e ' 1> ceo.-¡, de olocnc,
En virtud de que tanta tinta sociológica se ha derramado en el debate sobre
in <enned io. En "' ú himo libm, peciódi" men <e '<con oc, 1o' de,'<co]]o,
las teorías de alcance intermedio, puede ser útil examinar las críticas que se
"6.-ico, ac•uo]e, poc "' copocidod poc, " ' •om,do., en cuen" '"" 1, le han hecho. A diferencia de los sistemas sencillos de la teoría sociológica,
"unifo.-midode. de g•mo medio". Po,- ejempfo, '"'" uno '"ie de inve.,
se ha dicho, las teorías de alcance intermedio apelan a las bajas ambiciones
•igodone. ""di,.ic, en 'oeiologio y 1" enenencco in;.,fiden<e,, po.-que
intelectuales. Pocos han expresado esta opinión con más elocuencia que
"no no, d•n unifonni dode. /l"nec,]e, o de 'gonw incecmedio', ley e., ,.,,.,. 1"·
Robert Bierstedt, cuando escribe:
o 16.-mu]o, ,áJid, p.,, •oda, lo; •iempo' y pm ¡,. di!ecen,,, ;odedode,"_
En o•co P''" u•ilüo So.-okin "" "Í<<cio ""' '>loca,- h inve,.igoci,;., Hasta nos ha invitado a renunciar a aquellos grandes problemas de la sociedad
wmempodoeo, que ""' cei,indiC>do •i "hubieco de'Cubieno un g.-upo de humana en que se ocuparon nuestros antecesores en la historia del pensamiento social
unifo.-midode.. uni>enoJe,, o, po.- lo men,_ .. 'de gom, incemoedio' oplico. y, en su lugar, buscar lo que T. H. Marshall denominó, en su conferencia en la
hle< • muchO< pe'<on,., gmpo, y "'''"'""· Y en ou-o •i•io má, con,ide.-, Universidad ele Londres "peldaños intermedios" y otros sociólogos a partir de enton-
>ceptobb r, <ipologí"' >eleccioo,d, de ;i,n"n" '"''""'" ,i "como ... ces, "teorías de alcance intermedio". Pero ¡qué ambición tan anémica es ésta! ¿Nos
'genecoJi,.cione< de g,.,, in •e.-med ;,, '. . . no 'on e>ogecod, y gene e,"'""" empeñaremos en obtener una victoria a medias? ¿Dónde están las visiones que
exeai,.men<e". En '" '"i<ión de lo c·eci"He i"'e.<igoción en '<niolng;,, nos atrajeron inicialmente al mundo del conocimiento? Siempre habia pensado que los
So.-okin difecencio "<egó.-i.,memc ene ce "de"" be i e hecho;" y "un i [uno i- sociólogos también sabían soñar y que creían, con Browning, que la ambición de un
d•de. de genecolidod de 'gcodo medio' ", Lo p•ime.-o engendco "m,en,¡ hombre debería exceder a su capacidad.3o
Lo segundo,
p """'e" hace '"" poc·ol, ·;,, fonno üvo ', vin '>loe cogn O'<i •i '" /l"l>ee" 1".
<e loco],
Se podría inferir de esta cita que Bierstedt preferiría aferrarse a la opti-
mista ambición de desarrollar una teoría general totalizadora antes que
imdigib!e un, kl" de ocomcn.,.,,.,o, hinócimv '"''•i•o; que de "'" "''"eco """ aceptar la "ambición anémica" de la teoría de alcance intermedio. O que con-
incompren,iblcv. Sin "'" ge..,,¡;,ocione,, evtomov complec"'""" pen/id"' en e_, sidera las soluciones sociológicas a los grandes y urgentes "problemas de

~g/"
>el., y '"' hecho• inl<cminnble., '''"'" ¡>neo ><n<ido en <uv cómo y '"' pcnqni Con la sociedad humana" como la piedra de toque teóricamente importante de la
"'"' c,,.,, pcincipn/ev q•>e nnv vinnn de gnio, no; pndemm nele•uu en In sociología. Pero ambas inferencias evidentemente serían equivocadas, pues
onueidod aproximada.>
limitadas, y preva]ecierncs.·~~
de In >elco. Tn/ e.; el pope/ cognocci¡i;o de "'" cegl"' y unifonnldnde.; la teoría de alcance intermedio a menudo es aceptada por aquellos que
ostensiblemente la rechazan. Así, Bierstedt continúa para decir que "en mi
opinión una de las obras más grandes de la investigación sociológica jamás
So.-okin cepudü "'' e" fo,.,, ido hle P"i ón poe ¡ , hecho, que '"' "' bien conducida por alguien es The Protestant Ethic and the Spirit of Capitalism,
"'"'"" que '<.eh h; ideo; vociológico; que "'o' hecho; ejemplilic;m; ,,_ de Max Weber." Yo no cuestiono esta apreciación de la monografía de
enmiendo J, <eo,;, de gnmo ince.-medio como guJ., "'" lo in'<.•<ig,ión; ·weber -aunque yo propondría Suicidio, de Durkheim para esa elevada
logía gener'41.
y continóo pcefiüendo, ""' vi mi"''"· '" h,;,qued, de '"' -'i"""' de vnn,. posición- pues, al igual que muchos otros sociólogos familiarizados con la
biblioteca de críticas que se ha acumulado en torno al trabajo de 'iNeber,
continúo considerándola una contribución importante. 40 Pero encuentro

polm.,·o~
R<oi,w, iolio, 1957, ), 3-B; He,r,,. H,.,.,,
Opioioo Q""""''·
"Tn~cd
1ile ' " " "'d hi.,oóei<, <hroo g h •h o n n.l ,,;, o f de Ji oq "'"c' ", ] opo o m S "<io 1"g ;,ol
o <hoo" oJ '"blie noloi"o", PobJ,<
de 1957, 21, 54-60; C.ocgo liill.,,, "T owood n eon- 3V Robert Bierstedt, "Sociology and Human Learning", American Sociological Review,
ceptllalization of demography", Social Forces, octubre, 1958, 37, 45-51. 1960, pp. 25, 3-9,. en 6.
40 Incluso he continuado alguna de las implicaciones de la teoría especial de Weber
" Somkln, Sooiologi<ol Th<oo;., o/ Todo¡, 106, 121, 645, 175. Eo "' .,,;¡., '''""·
·~iologlo"
m •o <o oigo"''" ' di '<e m, Soro klo "" "' "" do o m bi >ol eoci o h"'o "'"' gm od" ,;.,,m" de la in:erdependencia de las institllcirmes sociales en una monografía, cubriendo casi el
mismo período de \.Ycber, que examina la interdependencia funcional entre la ciencia,
do ' '" "''""" do ""'"" '""•m•dio" "' '"'"" de "'"'' omhlool""'" Peco

'"~'""""'"" '"'"''~
concebida como institución social, y las instituciones económicas y religiosas contemporáneas.
"" " '""'" p "' "r" '""o oqo i' • onq"' r""' p "'" '""" " "'"" '1 ''"· "" ,, ,,' ""' i "'" ''. Véase: Science, .Technology and Society in Seventeenth Century England in Osiris: Studies
r.. '"' ''"' vieodo oignlll,. <ioo " q"' """'"' '""'"" '""'i"'" on the History and Philosophy of Science, and on the Hütory o{ Learning and Culture,
metido coo
embargo lo bóvq"'do
se inclina hacia de d""""""
la posición "" ''""""
tornada en estawmpldo
discusión.de In '""i" ><>cinl6gi,, olo ed. por George Sarton (Brujas, Bélgica: St. Chaterine Prcss, Ltd., 1938); reeditada con
¡· una nue·;a introducción (Nueva York: Harvard Fertig, Inc., 1970); Harpcr & Row, 1970).
Allnque Weber tenía solamente unas CLiantas frases sobre la interdependencia del purita-

J
'Si
82
~
TEORIA S0CfOL6GICA.

di fíe il ><mnd li><· la a pcedoció n de Riec, <cdc .<obcc 1a O>o nogC<Iia de W eb, SOBRE LAS TEORÍAS SOC!OL6GICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 33
con b "<ú.-in q"< de>«rracio a ¡,, <coda, de olun<·e incecn,dio pw '"
eofe nni, mence pjJido; y •ingu lume n <e ún a m bidón, y, <¡ '" '<gocomeme está wal en la teoría reciente e:;. su generalidad y que simplement: [sic] redu-
""' monogcolia o, un excelence ejemplo de <eoúaac en d <ango medio; '"'' ciendo el nivel de la generalJdacl, podemos resolver todos [stc] los pro-
un pcoblema tojancemence ddimi"do, que <C>nl<a ejempJificodo en una blemas. "-!!!
;poco hiHóúco pmiwlac con impfincione. pac, """ •odedade> y on., Empero, clebe estar cLtro, por lo que hemos dicho de que los teóricos
<iecnpo., emple, una <eoda limit<d< •ob,. la; locm,_ en q"< e.nán '<l<cio del alcance intermedio no sostienen que las deficiencias de la teoría socio-
nado, el mmpcomi;o c·eligio,;o y la wnduc<a económie>; y wnnibuye a oo, Jócrica sean exclusivamente resultado de que sea excesivamente general.
<eoda en cima fonna má; genccal de lo, modo, de in<ecdependencia <:<neo ¡,~os ele ello. Las verdaderas teorías de alcance intermedio -teoría de la
lo; in"i<udone; wdab. ¿Se ha de """' a Webcc de ambición anémico, o disonancia, teoría .de la diferenciación social o teoda de los grupos de refe-
ecnoloc
de alcance "' «lomo 1'"' de>anollac una <eoda emplcicamen<e fund,neoead,
delimitado? rencia- tienen una gran generalidad, extendiéndose más allá de una época
histórica o cultura particular. 44 Pero estas teorías no se derivan de un
Biewedc <echo,. dicha <eocü, .<n<pecho que poc do; mone>; primeca "' sistema único y total ele la teoría. Dentro de limites vastos, concuerdan con
ob<ecvación de que '" <eodac; de al<ance in<ennedio "''n alejad,. de la, una variedad de orientaciones teóricas. Las confirma una variedad ele datos
n.•picacion" de nuece;o, nn<ececoe<, inteleccuaie, da o encendec <locamente empíricos, y si cualquier teoría general en efecto asevera que tales datos no
que este concepto es comparativamente nuevo, y por lanto nos es ajeno. pueden ser, tanlo peor para esa teoría.
Sin embacgo, mmo P<<>iamcnce yo he nb<emdo en <><e capitnlo y en on, Otra crítica sostiene que las teorías de alcance intermedio fragmentan el
partes, uanticipada.
mente la política de la teoría ele alcance intermedio ha sido repetida- campo de la sociología en teorías especiales y desconectadas. 45 Es cierto que
en sociología se han desarrollado tendencias hacia la fragmentación. Pero
Segnnd., Bim<edc pocece •nponec que ¡, temia de ol<ance i<Hecmedio esto difícilmente puede ser resultado de trabajar hacia las teorías de alcance
exduye completamente la inveHig<ción macro.;ociológico en que uno <eoúo intermedio. Por el contrario, las teorias de gama media consolidan, no frag-
particular genera hipótesis específicas para ser examinadas a la luz de datos mentan, los hallazgos empíricos. He intentado mostrar esto, por ejemplo,
ÚHemá<icameme nunido,_ Como hema, vüco, e.<<e '"P"e>to e.• infondndo. con la teoría del grupo de referenci~1, la cual une hallazgos de campos tan
En <ealidad, el l<obajo púncipoJ en la mmo.;ociologia <ompaca<ivn ce ba;a, dispares de la conducta humana como la vida militar, la raza y las rela-
hoy dia, p<incipalmcn<e en <eocia, "Pecific•• y delimüad,. de la, intmela- ciones étnicas, la movilidad social, la delincuencia, la política, la educación
<ion" emce lo> componente, de ¡, """""" ;ociaJ que pueden ;omece;,. y la actividad revolucionaria.4G

micc~
a Jo pcuebo empicica ;ü<emá<ic., o<ilünndo lo mi.•mo lógico y co;i lm Estas críticas representan muy claramente los esfuerzos por situar a la
mi,mo, <ipn.•
sociológica. ·lz de indicodo,e; que Jo; empleado.; en In inveHigoción teoria de alcance intermedio en el esquema contemporáneo de la socio-

<od~o-nado
logía. Pero el proceso ele polarización empuja a la crítica mucho más allá
La <endencio a polncim In, pcoblem, <eócico, en <écminm de de este punto, a la distorsión de la información ya disponible. Por otra
b expn,. o<m «üico, quien <ooviene la po.;ición de¡ <eó,ico de olc.nce parte, parecería imposible que alguien pudiera observar la posición anun-
imecmedio en la pwemión de hai>oc encocHcaclo una panacea poca una ciada por Riesman en apoyo a la teoría del alcance intermedio y seguir
<eocln mciológica concempodnea. De>pn¿, de ccconocec que la "mayocio sosteniendo que "las estrategias de gama intermedia ele exclusión" inclu-
de Jo, <<abajov de M,-_,¡,11 y Menon ,¡ mne<tcan el cipo de in<ec6 en lm yen un
jJroblemas por el que yo abogo aquí", Dahrendorf continúa dic)endo:
"Mi objeción a '"' lonnulocione, no eHá, poc tonto, dicigida caneca '-'<o> ataque sistemático dirigido contra aquellos artesanos sociológicos contemporáneos que
<coba jo.; •in o con <<o "' '"JMici6n <xplici<a [úc] de que <odo [úc] lo que tratan de trabajar en los problemas ele la tradición clásica. Este ataque general-
mente toma la forma ele clasificar dicho trabajo sociológico como "especulativo",

esf'~ciaJ
nismo y de la ciencia, una vez que yo comencé mi investigación, éstas adquirieron una "impresionista" o incluso directamente "periodistico". Así los sutiles esfuerzos por

p~tid,
importancia. Esta es precisamente la cuestión del trabajo acumulativo en la teoría
de 4''"""
trata io<ccmedio;
de extender el poo<o
la teoría a nuevas e< <a <oocio e iocc«isacióo '"'«edco<,.,_ ' "
de áreas empíricas. 4 3 Ralf Dahrendorf, "Out of Utopia: toward a reorientation of sociological analysis",

2 American ]ournal of Sociology, 1958, pp. 64·, 115-127 en 12'2-3.


Merton, "The role-set", Britislt ]ourna/ of Sociology. junio de 1957, p. 108.
1
H William L. Kolb ha visto esto con gran claridad, mostrando sucintamente que las
4 Para un resumen extenso de estos desarrollos, véase Robert M. Marsh, Comparatiue teorías de alcance intermedio no se limitan a sociedades históricas específicas, American
Bracc & World,
Sodo/o" .- Too,1967).
d o Cod,¡;,,,,, of C rou.Socó<ot A"''"' (N"''' Y oc k.- H,,,,,, ]ournal of Sociology, marzo de 1958, 63, SH-45.
4 5 E. K. Francis, Wissen.schaftliche Grundlagen Soziologischen Denkens, Berna: Francke
Verlag, 1957, 13.
46 Social Theory and Social Structure, 278-80. 97-98. 131-9•1
··r
~
soBRE LAS TEORII'o.S SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 35

34 TEORíA SOCIOLóGICA ,;,ko ,ob« ¡, inv«üg'ción empicid' «imp>·e;o en "" volumen e"á en
,;,.,e
~u"' p~ióon<> •~"'"''"
,\e;<le h"e " " ' de no cuo<to de •iglo. De;de entone<>, yo di"inguia
interpretar la sociedad moderna hecho:; por hon,bres como C. \Vright i\fills v Da•id 1
gene~li­
Riesman, los cuales están en ur:a relaciun org.iniu .:oil la tradición clásica solameure uno twia, un wu pn cle m lbgicomon" i o ad"
porque se atreven a tratar pr::>blema> gue e~tán <:!l el centro de la tradición, sisrem;i. cid ""' " decinn hipóuoi• cmnpcoh,bl" empü·icom<ntc, y uno
ticameJ,t•: ;;on mer~o::pr·~cicdos cl.'"ntro d.e la r:>rofesion.'' ,ói<O empicie>, un' pmpo.ición ,¡,¡,J, que "'""" ¡,. unHonnidad« oh-

d~
servadas ele las relaciones entre ños o rn;ís \·ariab1es. Empero, los académicos
Según esta pret-:nsión, Riesm:m es '':>istemáLicamente menospreciado" por n ac.;istas construyen teorías alcance intennedio en términos que están
los defensort:'s dd !nÍsm'J tip0 de teorja qn~ él defiende. Asimismo, aunque 1
cle.liber:tdamente e~daidos por estas formulaciones.
esta :.tfirmación 3ugiere que es h "est:rategia de exclll~·ión" de alcance inter. E.sta idea fals:1 p'.tede basarse f'll un compromiso con una teoría socioló-

ir.tc~medio.
rüedio la que "meQosprecia" el trahajo de C. \Vright Milis, es un hecho ' ' " "'"' y en el miedo ' que "" "'"' ' " amen,,da poc el p>pd de
que uno de los teóricos de la teorí;:¡ de alcance intermedio dio fuerte apoyo las teorías de alcance Debe observarse, sin embargo, que en la
a e~a parte del tra~ajo de Mills que ofrece análisis sistemáticos de la es<ruc- edicla en q·ue la orientaciór. teórica general proporcionada por el pensa-
t'.tra soci?.! y de 18 psicología sociaJ. 4 8 1niento marxis-ta 1lega a ser una guía para 1a investigación empírica siste-
de~arrollo espo~c!ales
111
Los Mtin:.os sociólogos soviéticos han llegado a interpretar "la conocida 111;'ttica, debe hacerlo <JSÍ mec:ónte el de teorías inter-
'teorí::t ·ie! ;:¡Jcance intermedio'" como una concepción positivista. Según medias. De otra aunera, como parece haber sido el case de estudios como
G. i\1. Acd;eeva, dicha teoría esti concebida la inYesti¡!;ación Sverdlov de las ?,ctitudes y conducta. de los obre·os . esta
orientación llevaría cuando ¡n{¡s a urn serie de ge!leralizaciones em?bcas
al r.ivel el~ un m-den ::ela:ivame!lt~ bajo cl.e abstracción, el cual en principio no va (como la ye]ación del nivel de educaóón logrado por los trab<>.ja¿ores con
más ai!á de las datos empíricos. El conocimiento "teórico" a este nivel está nueva- el número ele sus afiliaciones crganizativas, número de libros leídos, v cosas
mente en la categnría •le\ crm~ci'llir:nto empírico, pues la propia teoría se red u ce
en esencia al nivel de las g~neralizaci0n«:s empíricas ... 49
semejantes).
El capítulo precedente 3ugería oue lc>s s0ció;ogm qve están convencidos
Esta fal~a idea sobre h teoria de alcance intermedio requiere aquí poC3 de que existe una teoría cotal qlJe 8barca el "o:cance cornp:eto del conoci-

práctic::~s
discusión. Des¡més de codo, .::i capítulo sohre el "influjo de la teoría socio- miento sociológico pueden creer que la sociologia debe adecuane <>.qui y
a\lá a todas las demandas oye se k hacen. Esta c::or.cepción está
u :V[aurice X. Steir., "Psychoanalrü~ thought and ~ociological inquiry", Psychoanalysis por el rechazo de la :eoría de alcance intermedio, como se Ye en la siguiente
and the Psy,;hoi!n'llytic R•view. Verar.o de !962, 49, 21-9, en 23-4. Benjamín Nelson, el
editor de c>te r>Úm~to de la revista, observa: "T::>do t.~ma con la esperanza de llegar a observación de Osipov y Yovchulc
ser una cie!lr.ia cngend~a su enfoque 'de gam8. media'. El encono expresado contra este
desarrollo m~ parece en gran parte mal dirigido." "So,~iolog~ and psychoanalysis on tria!: Es bien conocida la opinión de P.lerton de que la sociología aún no está madura para
an epilogue,, ibid.~ pp. 144··60} P.n 153. una teoría comprensiva integral y que solamente J>ay una; cuantas teodas disponibles
4 8 l\1e refiero 2.quí al importante tr::~bajo teócico que Mili. desarrolló en colaboración en un nivel intennedio de abstracción, cuya si[!;nificación es relativa y 7t:mporal. Nos
con el autor iniciador, Hans Gerth: Character and Social Structure: The Psychology o/ sentimos justificados '' creer que e>t<' definici0n no pu-:de apiicarsf! a 1a sociología
cier,tífica marxista. La c::>!11prensión materialistJ c'.e h lli>toria, descrita p0r vez. pri-
h~
Social Institutions (Nueva York: Harcourt, Brace & Co., !953). En su introducción, des-
cribo ese notable trabajo como sigue: "Los autores no pretenden haber logrado una mera por Marx hace ap-roximadamente: i2.'J aí:os. úrlo compr:>bada por el tiempo y
síntesis totalmente ac.abada que incorpore todas las concepciones importantes de la psico- por todo el proceso del d10sarrollc loic-tórico. La comprensión materialista de la historia
logía y la sociología que infiuyen en la formación del carácter y la personalidad en el se basa en el estudio concrt:to de la vida· soci?.l. El surgimiento del marxismo en la
contexto de la estructura social. Esa meta, lo dejan bien claro, es todavía u.n objetivo década de lB40 y su ulterior desarroll0 se ha li?;ado o<gánicamente y apoyado en
distante y no un logro actualmente posible. Sin embargo, han sistematizado una parte
importante c1el campo y han proporcionado perspectivas a partir de las cuales se ha de la investigación de problemas scciales especificos.oo
examinar mucho de lo restante." Este tipo de trabajo académico en colaboración con
Gert es de un carácter muy diferente a otros libros de Mills, como Escucha, Yanqui: La Esta investigación de problemas sociales específicos -lo que Jos sociólo~os
~eneral
Revolución en Cuba y Las Causas áe la Tercera Guerra Mundial. Éstos no han sido soviéticos denominan "investigación sociológica concreta"- no se deriva
"degradados" por otros como "directam~nte periodísticos"; son periodísticos. P~ro este lógicamente de la orientación teórica del materiali>mo histórico.
juicio no se deriva de la orientación de la teoría del alcance intermedio.
4 9 Estas opiniones son expresadas por A. G. Zdra.vomyslov y V. A. Yadov en "On the r.o G. Ostpov y 1I. Yo,ochuk, "Some prtnciples of theory, problems and methods of
programming of concrete social investigations", Voprosy Filosofi, !963, 17, 8! y por G. M. research in sociology in the tJSSR: a Soviet ,-ie"·'', reeditado en Soviet Sociology: His-
Andreeva en "Bourgeois empiricar sociology seeks a way out of its crisis", Filosofskie torien[ Antecedents and Current A¡,praisa!s, editado por Alex Simirenk<:>, Chicago:
Nauki, 1962, 5, 39. Extractos de ambos articulas fueron traducidos por George Fischer en
Scienc• and .Politics: The New Socio/ogy in the Soviet Union, Ithaca, N. Y., Cornell Quacirangle Books, 19&6, 29.
University, 1954.
·r··
86
TEORJA SOCIOLóGICA
t
Y cuando no se han clesarroJJado teorías intermedias, estas inve.~tigilciones SOBRE LAS TEOR1AS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO S7
han tendido h<1cia el "empirismo práctico": la recolección metódica de sólo 1. Las teorías de alcance intermedio consisten en grupos lillliLados de
Ja información suficiente pam tomarse en cuenta al tomar decisiones prac.
suposiciones, ele las que se derivan lógicamente hipótesis específicas y son
ticas. Por ejemplo, ha habido varios estudios ele presupuesto del tiempo ele
confirmadas por la investigación empírica.
los trabajadores, parecidos a los estudios ele Sorokin en los primeros años
2. Estas teorías no permanecen separadas, sino que se reúnen en redes
de la década de 1930. Se pidió a los trabajadores que llevaran un reg-istro ele
rnás amplias de teorías, como se ilustra con las teorías del nivel ele aspira-
cómo distribuían su tiempo entre categorías como horas de trabajo. deberes
ción, grupo de referencia y estructura de oportunidad.
caseros, necesidades fisiológicas, descanso, tiempo dedicado a los niüos y
3. Estas teorías sori lo bastante abstractas para tratar diferentes esteras de
"trabajo social útil" (incluyendo la participación en consejos civiles, tribu.
Ja conducta social y de la estructura social, de modo que trascienden la mera
nales obreros, asistencia a conferencias o "trabajo cultural de masas"). El
descripción o la generalización empírica. La teoría del conflicto social, por
análisis de los presupuestos ele tiempo tiene dos objetivos: el primero iden.
ejemplo, ha sido aplicada a conflictos étnicos y raciales, al conflicto de clases
tificar y luego eliminar !os problemas en Ja eficiente distribución del tiempo.
y a conflictos internacionales.
' t Por ejemplo, se encontró que un obstáculo para la educación en escuelas
l
~~~ nocturnas para Jos trabajadores era que el tiempo fijado para los ex<írnenes
4. Este tipo de teoría pasa al través .ele la distinción entre problemas micro-
··~ sociológicos, como lo demuestra en la investigación de pequei'ios grupos, y
requería que se liberara a más trabajadores de sus trabajos de lo que se
los problemas macrosociológicos, como se prueba con los estudios compara·
podía hacer. El segundo objetivo de los presupuestos es hacer planes guías
tivos de la movilidad social y la organización formal, y la. interdependencia
para cambiar las actividades de los trabajadores. Por ejemplo, cuando Jos
de las instituciones sociales.
elatos de los horarios se ligaron con la investigación de las motivaciones 5. Sistemas sociológicos totales de las teorías -como el materialismo his-
de los trabajadores, se concluyó que podía contarse más con los trabaja-
tórico de Marx, la teoría de los sistemas sociales de Parson y la sociología
dores jóvenes para estudiar y ser "más activos para elevar la eficiencia del
integral de Sorokin- representan orientaciones teóricas generales, más que
trabajo". Estos ejemplos demuestran que es empirismo práctico, m:ís que
sisten:as rigurosos y bien construidos, contemplados en la btisqueda de una
formulaciones teóricas, lo que impregna esta investigación. Sus hallazgos
"teoría unificada'' en física.
están en el mismo bajo nivel de abstracción, como e] de la investigación 6. Como resultado, muchas teorías de alcance intermedio concuerdan con
de los mercados en otras sociedades. Deben incorporarse a teorías rn:ís abs-
toda una variedad de sistemas del pensamiento sociológico.
tractas de alcance intermedio si ha de salvarse la brecha entre la orientación
7. Las teorías de alGmce intermedio están típicamente en línea directa de
genet·al del pensamiento Illarxista y las generalizaciones empíricas."
1 continuidad coa el trabajo ele las formulaciones teóricas clásicas. Todos
somos herederos residuales de Durkheim y "Weber, cuyos trabajos proporcio-
nan ideas a seguir, ejemplifican tácticas de teorización, aportan modelos para
RESUMEN Y CONSIDERACIONES saber seleccionar los problemas, y nos instruyen a plantear cuesLiones teóri-
cas que se desarrollan a partir de las de ellos.
La revisión precedente ele los pros y contras polarizados de las teorías de 8. La orientación de alcance intermedio conlleva la especificación de la
alcance intermedio es suficiente para llegar a una conclusión: cada uno ignorancia. En lugar de pretender un conocimiento donde en realidad está
de nosotros es vulnerable perpetuamente al fariseísmo. Damos gracias por ausente, reconoce expresamente lo que debe aprenderse aún, con el objetivo
no ser como otros sociólogos que únicamente hablan en lugar de observar, de sentar las bases para un mayor conocimiento. No supone, por sí misma,
o sólo observan en vez de pensar. o solamente piensan en Jugar de poner que está a la par con la tarea de dar soluciones teóricas a todos los problemas
ius pensamientos a prueba con la investigación empírica sistemática. prácticos urgentes del día, sino que se aboca a aquellos problemas que
Dadas estas interpretaciones polarizadas de la teoría sociológica de alcance podrían escl<.>-:-ecerse ahora a la luz del conocimiento existente.
intermedio, puede ser ele utilidad reiterar los atributos ele esta teoría:
01

Este pasaje está basado en "Notes on Socio!'ogy in the USSR", de R. K. Merton y PARADIGMAS: LA CODifiCACIÓN DE LA TEORÍA SOCIOLÓGICA
Henry W. Riecken, Current Problems in Social-Behaviora/ Research (Washington, D. C.:
National Institute o[ Social and Behavioral Science, 1962), pp. 7-!4. Para un resumen Como hemos observado previamente, el principal interés de este libro radica
de una investigación sociológica concreta, véase A. G. Zdravomyslov y V. A. Yadov: en la codificación de la teoría esencial y de los procedimientos del análisis
347-66.
"Soviet workers' attitude toward work: an empirical study", en Simirenko, op. cit., cualitativo en sociología. Como se elabora aquí, b. codificación es la dispo-
sición ordenada y compacta de los procedimientos fértiles de la iuvestigacicín
y de los resultados esenciales que se obtienen con esta utilización. Este
r
'',
88
TEOFUA SOCIOLúGICA
t
SOBRE LAS TEOR1AS SOCIOLúGICAS DE ALCANCE INTERMEDIO 89
proceso continth la identificación y organización de lo que ha estado
implícito
de en el trabajo del pasado, y no en la invención de nuevas estrategias
investigación. mente cierta porque esté mal dicha, ni falsa porque esté magníficamente
dicha".
El siguiente capítulo, que trata del análisis funciona], propone un para. Sin embargo en forma notoria se oscurecen las exposiciones científicas con
digma como base para codificar el trabajo previo en este campo.'' Creo cosas sin importancia. En casos extremos, el duro esqueleto de hechos, infe-
que tales paradigmas tienen un gran valor propedéutico. En primer 2 lugar, rencias y conclusiones teóricas se recarga con la carne blanda de la orna-
exponen a la vista el conjunto de supuestos, conceptos y proposiciones hási. mentación estilística. Pero otras disciplinas científicas -la física y la química
cas que se emplean en un análisis sociológico. De esta suerte, reducen la van aquí acompañadas por la biología y la estadística- escaparon de este
tendencia inadvertida a ocultar el núcleo de] análisis detr;ís de un velo de interés desplazado por las gracias 1itera1'ias. Aferradas a los propósitos de
comentarios y pensamiento$ hechos al azar, aunque posiblemente muy ilus. la ciencia, esas disciplinas prefieren la brevedad, la precisión y la objetivi-
,.,
trativos. A pesar de la apúiencia ele inventarios ele proposiciones, la socio.
]oo-ía todavÍa tiene lJOc;¡~'fónaulas; es decir, expresiones simbólicas muy
dad a tipos exquisitamente rítmicos de lenguaje, a la riqueza de connota-
ciones y a la imaginería verbal sensible. Aun si no se está ele acuerdo con
abreviadas de relaciones entre variables sociológicas. En consecuencia, las la teoría de que la sociología debe en todos respectos ajustarse a la línea
interpretaciones sociológicas tienden a ser discursivas. La lógica del proce. señalada por la química, la física o la biología, no se necesita • argumentar
dimiento, los conceptos clave y las relaciones entre variables se pierden no que debe emular a la historia, a la filosofía discursiva o a la literatura.
pocas veces en un alud de palabras. Cuando esto ocurre, el lector crítico Cada uno a su tarea, y la tarea del sociólogo es presentar con lucidez el
tiene que buscar laboriosamente por sí mismo Jos implícitos supuestos del derecho a proposiciones lógicamente interconectadas y empíricamente con-
yautor. El paradigma
supuestos t<icitos. reduce esta tendencia del teórico al empléo ele conceptos firmadas acerca de la estructura de la sociedad y sus cambios, la conducta
del hombre dentro de esta estructura y las consecuencias sociales de esa
A esta tendencia de la exposición sociológica a hacerse prolija y no lücic!a conducta. Los paradigmas para el análisis sociológico tienen por objeto
contribuye la tradición -heredada un poco ele la filosofía, sobre todo de ayudar al sociólogo a realizar su tarea.
la historia, y en buena parte ele la literatura- que sostiene que las exposi. Puesto que la interpretación sociológica sólida implica de manera inevi-
ciones sociológicas deben escribirse vivaz e intensamente, manifestando toda table algün paradigma teórico, lo m<is discreto parece exponerlo al aire
la rica plenitud de la escena humana. El sociólogo que no rechaza esta libre. Si el verdadero arte consiste en oéultar todas las huellas del arte, la
elegante pero extraña herencia se apasiona en buscar la excepcional conste- verdadera ciencia consiste en revelar su andamiaje así como su estructura
lación de palabras que expresen mejor la particularidad .ele! caso sociológico terminada.
de que se trate, y no en destacar los conceptos y relaciones objetivos y
generalizables gt~e
ejemplifica; el nt.'tcleo de una ciencia, como distinta de
Sin pretender que esto sea toda la historia, sugiero que los paradigmas
para el análisis cualitativo en sociología tienen por lo menos cinco funcio-
las otras. Con excesi·•a frecuencia, lo animan en ese mal uso de sus verda- nes estrechamente relacionadas entre sí. 5 3
deras habilidades artísticas los aplausos de un público profano, que le dice, En primer lugar, los paradigmas tienen una función anotadora. Propor-
agradecido, que escribe como un novelista y no como un superdomesticado cionan una ordenación compacta de los conceptos centrales y de sus
y académicamente sumiso Doctor en Filosofía. No raras veces, paga por ese interrelaciones tal como se utilizan para la descripción y el análisis. El
aplauso popular, porque cuanto m<is se acerca a la elocuencia m<is se aleja exponer los conceptos en una extensión lo bastante pequei'ia para permitir
de la inteligencia. Pero hay que reconocer, como sugirió San Agustín hace su inspección simultánea es una ayuda importante para la autocorrección
mucho tiempo en una suave refutación, qtJe " ... una cosa no es necesaria- de las interpretaciones sucesivas, meta difícil ele alcanzar cuando los con-
ceptos están diseminados por toda la exposición discursiva. (Como lo indica
52 He expuesto otros paradigmas sobre la conducta social divergente en el capítulo VI
el trabajo de Cajori, ésta parece ser una .de ]as funciones importantes de
de este libro; sobre la sociología del· conoéimiento en el capítulo XIV también de este
libro; sobre el matrimonio interracial en ·"Intermarriage and the socia] stntcture", Psy. los símbolos matemáticos: proporcionan lo necesario para la inspección
chiatry, 1941, 4, 361-74; sobre e] prejuicio racial y la discriminación en "Discrimination simultánea de todos los términos que entran en el análisis.)
and the American creed", en Discrimination and Nationa! vVelfare, editores: R. !vi. En segundo lugar, los paradigmas disminuyen la probabilidad de incluir
Macher (Nueva York: Harper & Brothers, 1948). Debe observarse que el empleo del sin advertirlo supuestos y conceptos ocultos, ya que cada nuevo supuesto y
~~
término parad(gma hecho por T. S. Kuhn en su último libro sobre Ja historia y filosofia cada concepto nuevo lógicamente debe derivarse de los componentes previos
l'~::tse
de b c;cncia es mucho mác. amplio, t·efiriéndo,e conjunto básico de suposiciones adop.
'adore:::oluciones
lru por una disciplina ci..,ntífica en Lllla fa.sP. histórica particular;
cientifica.r. La estructura de
53 Para una apreciación crítica de esta discusión, véase "Sociological theory and the
ideal type", de Don !\fartinclale, en Lleweliyn Gross, ed., Symposium on Sociological
Theory (Evanston: Row, Peterson, 1959), pp. Si-91, en i7-80.
,.;...,

r
f
t
SOBRE LAS 1'EORiAS SOCIOLóGICAS DE ALCANCE 1N1'ERMEDlO
91

90 TEORíA SOCIOLóGICA
"""" wtiümble; ,; han de ten<> dnt óent;Gcn. " wn>idm wnw una
del paradigma o introducirse explícitamente en él. El paradigma suministra pcohuoóó n. En>P'.'?, lo> concepto> 1 ptocN imiw t<>' ind u;o del '"'' pe<·
así una guía para eYitar hipóteois nd hoc (es decir, irresponsables desde el
ccpci'o de lo> ;ooologm deben " ' «ptoduobk>, y lo> ;e;ultado> de ;u;
,,obo> wmpmbado> pm ottm. La ciencia, y e;<o induye a la ciencia ;odo·
punto de vista lógico).
tógioa. e; público, no pci<ada No e; que no;wo; \o; ,Qciólogo; tomune.
En tercer lugar, los paradigmas promueven la ncunwlnción de interpreta-
ción teórica. En efecto, el paradigma es la base sobre la cual se construye un q""amo; ;eduÜ> todO> lo> "''"'"' a nuo;ua pcopia pequeña e;t,cum, e;
;Olo que \"' wntcibucione. de lo> gmnüe. y ""'b"n 1" de lo> pequenm.
edificio de interpretaciones. Si no puede construirse un nuevo pi>o directa-
deben ser codificadas si han de promover el desanollo de la socíologia.
mente sobre estos cimientos, entonces debe tratársele como una nue1·a ala Todas las virtudes pueden convertirse fácilmente en vicios por el hecho
de la estructura total, y la base de los conceptos y supuestos debe ~unpliane
de llevarse al exceso, y esto es válido para el par"dignu sociológico. Es una
para sostener esta ala. Además, cada nuevo piso que pueda construir.'e .,obre
"""'""' P"' \a indolencia mm"L Equipado con an pmdigma, el ;oóó-
los cimientos originales fortalece nuestra confianza en su calidad e'>encial,
logo puede cerrar los ojos ante datos estratégicos que no se exigen de manera
así corno cada nueva ampliación, precisamente porque requiere cilllientos
'"'"'" en el pamdigma. Puede nanaloamaclo, de anteojo> de wnpaóa
adicionales, nos mueve a sospechar ele la solidez de la estructura original.
sociológiws en anteojeras sociológicas. El mal uso es consecuencia de la
Un paradigma que merezca gran confianza soportará en el molllento opor-
absolutización del paradigma y no utilizarlo como punto de partida a título
.~ tuno una estructura interpretativa de dimensiones ele rascacieto~, te,timo- de ensayo. Pero si se les reconoce como provisi.onales y cambiantes, destinados
niando cada piso sucesivo de la calidad sustancial y bien sentada de lo~ a ser modificados en el [uturo inmediato como lo han sido en el pasado
cimientos originales, en tanto que un paradigma defectuoso sopurt<tr;'t una
H destartalada estructura de un solo piso, en la cual cada conjunto nuevo de
reciente, estos paradigmas son preferibles a los conjuntos de supuestos
uniformidades requiere que se echen cimientos nuevos, ya que el original tácitos.
no puede soportar el peso de pisos adicionales.
En cuarto lugar, los paradigmas, por su disposición misma, sugieren la
tabulación cruzada sistemática de conceptos importantes y pueden sensibili-
11 zar al analista para problemas empíricos y teóricos que de otro modo poorb
1,: no advertír. 54 Los paradigmas promueven el análisis más que la de~cripción
'1' de detalles concretos. Dirigen nuestra atención, por ejemplo, hacia los
componentes de la conducta social, a los posibles esfuerzos y tensiones entre
los componentes, y de ahí a las fuentes de desviación de la conducta pres-
crita en forma normativa.
En quinto lugar, los paradigmas favorecen la codificación del análisi.;
cualitativo de una manera que se acerca al rigor lógico, si no al rigor empí-
rico del análisis cuantitativ.o. Los procedimientos para comput;tr medidas
estadísticas y sus bases matemáticas están codificados como cartabón; sus
supuestos y procedimientos están abiertos al escrutinio crítico de todos.
En contraste, el análisis sociológico de datos cualitativos a menudo re~ide en
un mundo privado de ideas penetrantes pero insondables y de conocimientos
inefables. En realidad, las exposiciones discursivas que no están basadas en
paradigmas a menudo incluyen interpretaciones perceptivas; como dice la
frase, son ricas en "atisbos iluminadores". Pero no siempre est<i cl<lro qué
operaciones, con qué conceptos analíticos estaban implícitas en esos atisbos.
En algunos círculos, la mera sugestión de que esas experiencias de índole
tan privada tienen que ser remoldeadas dentro de procedimientos pública-

54 Si bien expresan dudas acerca de los usos de la teoría sistemática. Josrph Hensman
y Arthur Vidich han expuesto admirablemente esta función heurística de !ns paradigmas
en su artículo instructivo: ''Social tl1eory in field rescarch", American fournal nf Sociology,
mayo de 1960, pp. 65, 577-84.
/<.tI3Ef!- K. fJIE/2fvN (/qqZ) Tecot 1.

E r::;+ r~C I--U1'70 <; OD'/'c/..l? € S/ 11 Ie 0/ ex


PI. qZ-IGO concepto ha sido simbolizado por diferentes palabras. La claridad del anali-
sis y la adecuaci6n de la comunicacion 'son victim as de este frivolo uso de
palabras. En ocasiones, el analisis sufre por el cambio inconsciente del con-
tenido conceptual de una palabra dada, y la comunicacion con los demaJ
se interrumpe cuando esencialmente el misll10 contenido es oscurecido por Ull
,1) HACIA LA CODIFICACION DEL ANALISIS FUNCIONAL EN SOCIOLOGIA grupo d~ palabras diferentes. No tenemos mas que seguir por breve espa,Gio-
los capnchos del concepto de "funci6n" para descubrir como la claridad",·
EL AN.-\LlSIS funcional es al mismo tiempo la mas prometedora y tal vez la conceptual se pierde y la comunicacion "e destruye con vocabularios de.••. '
menos codificada de las orientaeiones contemporaneas en los problemas de analisis funcional que compiten entre S1.
interpretacion sociologica. Habiendose desarrollado en muchos frentes inte-
lectuales a la vez, creei6 en retaws y remiendos y no en profundidad. Las
Tc'alizacionesdel ami1isis funcional bastan para indicar qu~ su gran promesa Una sola palabra, conceptos diferentes
se id. cumpliendo progresivamente, as'£ como sus deficiencias actuales ates-
tiguan la necesidad de revisar el pasado para construir mejor para el fu- Diferentes disciplinas y ellenguaje popular se apropiaron la palabra "funcion"
turo. Por 10 menDs, las revaloraciones ocasionales sacan a la discusion franca con el resultado no inesperado de que su significado se hace con frecuencia
muchas de las dificultades que de otra manera permanecerian tacitas e oscuro en sociologia propiamente diclia. Limitandonos unicamente a cinco
inexpresadas. acepciones comunmente atribuidas a esta palabra, olvidamos otr2>5muchas.
Como todos los sistemas interpretativos, el analisis funcional depende de Hayen primer lugar el uso popular, segun el cual funcicin se refiere a una
una triple alianza entre la teoria, el metodo v los datos. De 10s tres alia- reuni6n publica 0 a una festividad, habitualmente acoIIlpafiada de :esonan-
dos, el metodo es con mucho el mas debil. M~chos de los mas importantes cias ceremoniales. Puede suponerse que en este semido opera un titular de
de quienes practicaron el analisis funcional se dedicaron a formulaciones un periodico: "El alcalde Tobin no patrocina la funci6n social", porque la
teoricas y. a la aclaraci6n de conceptos; algunos se empaparon de datos noticia dice que "el alcalde Tobin anuncio hoy que no tiene interes en
directamente pertinentes a una estructura general de referencia; pero son ninguna fun cion social ni autorizo a nadie para vender boletos ni para vender
pocos los que rompieron el silencio que 'prevalece acerca de como se maneja publicidad para ningun asunto". Siendo tan comun este uso, rar~ vez entra
uno en el asunto del analisis funcional. Pero la abundancia y variedad de en la literatura academica para que contribuya mucho al caos que preva-
10s analisis funcionales imponen la conclusion de que se han empleado algu- lece en la terminologia. Evidentemente, esta acepcicin de la palabra es com-
nos m~todos y suscitan ademas la esperanza de que puede aprenderse mucho pletamente extrana al anaIisis funcional en sociologia.
con su inspeccion. Un segundo uso hace la palabra funcion virtualmente equivalente a la
Aunque los metodos pueden examinarse con provecho sin refereneia a palabra ocupacion. :Nlax Weber, por ejemplo, define la ocupaci6n como "eI
ninguna teoria ni a datos esenciales -la metodologfa 0 logica del procedi- modo de especializaci6n, especificacion y combinacion de la~ funciones de
miento tiene eso, naturalmente, por incumbencia suya-, las disciplinas emp!- un individuo en cuanto constituye para eI la base de una oponunidad cons'
ricamente orientadas son mejor servidas por la investigacion de los procedi- tante de tener ingresos 0 ganancias".l Este es un uso frecuente, en realidad
mientos si esta tiene debidamente en cuenta sus problemas teoricos y sus casi un uso tipico, de la palabra en algunos economistas que se re£ieren al
lesultados esenciales. Porque el uso de un "metodo" implica no solo l6gica "~nalisis funcional de un grupo" cuando exponen la distribuci6n de las ocupa-
sino tambien, quizas por desdicha para quienes tienen que luchar con las Clones en aque1 grupo. Puesto que es asi, puede ser conveniente seguir la
dificultades de la investigacion, los problemas pnicticos de alinear los datos sugerencia de Sargent Florence 2 de que se aelopte para esas investigaciones
seglin las exigencias de la teoria.. :Esta es nuestra ·premis<L,·
por 10 menos. la frase mas exactamente descriptiva ele "analisis ocupacional".
En consecuencia, emretejeremos nuestra exposici6n con la revision sistema- Un tercer uso, que representa un caso especial del anterior, se encuentra en
tica de algunas de las principales concepciones de la teoria funcional. el lenguaje popular y en la ciencia politica".La palabra funci6n se usa con
fre~uencia para re£erirse a actividades asignadas al que ocupa una situaci6n
SOCial,y mas en particular al que ocupa un cargo 0 puesto politico. £sto dio

1 Theory of Social and Economic Organization,por Max Weber, editado por TalCott
Desde sus mismo§ comienzos, el punto de vista funcional en sociologia ha Parsons (Londres, William Hodge and Co., 1947), '230.
caido en confusion terminologica. Con excesiva fl'ecuencia, se ha empleado 2 Statistical Method in Economic, por P. Sargent Florence (Nueva York, Harcourt.
una misma paiabra para simbolizar concept os diferentes, as! como el mismo Brace and Co" 1929), 357-58 n. .

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origen a la palabra funcionario, 0 empleado. Aunque en este sentido [un- l1luy de eerca aI concepto clave de funcion ado tado Dor
cion cubre el significado mas amplio que se Ie da en sociologia y antropolo- antropo16g1cos, pums 0 11l0derado"3 p lIas funcionalistas
gia, 10 mejor seria excluirla, porque distrae la atencion del hecho de que RadclifkBro.,W;:!es
,.---- ,-~- con' mue Ila ,:,r;.,eeueneIa , exnllcl -, t ' . . ,
no solo los ocupantes de determinados puestos desempeiian funciones, sino concepto de funci6n social con I. d 1 '1~ ,- 0 eh relaClOl1arsu ef!eaz
tambien un amplio margen de actividades estandarizadas, de procesos socia- ciencias bioI6gieas. Sostiene a Ie mo e 0 dana ogleo 9ue se encuentra en las
les, de tip os de cultura y de sistemas de creencia que se encuentran en la , a manera e Durkhelm "1 f '.
un proeeso fisiol6gico reeurrente es . ' ,que. a unClon de
sociedad. llecesidades (es deei~ las eond" ,pues, U?<i e.orrespondenela entre el y !as
" lClOllesnecesanas de ex' t .) d 1
Como fue introducida por primera vez por Leibniz, lapalabra [uncl6n Y en la esfera social en (lue I . h . ' IS'enGa e organismo".
&\ tiene su significaci6n mas precisa en matematicas, dondese-refierea' una
, ,-
esenoales", estan eonectados par r d ~ '
os seIes urn"nos mdiv:dual
'Q. ' 1,
"I'd
es, as Uill ades
::lJ variable considerada en relacioneon una 0 mas variables respedo de las f,ic~do, "la.flIll~i~J:),_de __t(}(la activi~a~s r~~:r~r~~~onessOClaIes,en un, todo uni-
.cuales pueae ser expresada .0 de cuyo valor depende el suyo; Este concerto, oehto, 0 una ceremcnia funebre, es el panel e, ~~l.como, e~,castigo de un
en ml sentido mas amplio (yean freeuencia mas impreciso) se expresa con en Ia vid,a social como unrodo O~ ' L ~que lciIa actl~l,C1a~Ee£resenta
frases como "iuterdependencia funcional" 0 "relaciones funcionales", tan fre.' ia conservacion de Ia eOI1tinuid<Id~~t;ll~tu~~aI~~~1tO, la aportaclOn que haee a
cuentemente adoptadas pOl' 105 cientificos sociales.1hCuandoMannheim observa· Aunque Malinowski difiere en aI un os
que "todo hecho social es una funci6n del tiempo y el Iugar en que se veri- Radcliffe-Brown se une a e'l g, aspectos de las formulaciones d"
' en eonvertn en lHlcle rl I 'I' . ~
fica", a CUat""1do un demografo dice que "105 indices de natalidad son una eI estudio del "pape! ue [1 ," . 0 ue ana ISISfuncional
funei6n de la situaci6n economica·', llaeen usa, manifiestamente, de ia aeep- s?ciedad". IV[aIino~skiqdice:~ ~~U~ld,ad:s,csocl~les0 e~It~rale.s] juegan en la
cion matematica, aunque la primera no se expone en forma de ecuaciones y SitoS, "que se propone Ia e l' _U:l, (Ie oUo pLmeras ueclaraclOues de proDo-
'
1os lllveles xp lCaClQnde los hechos . 1" i
Ia segunda S1.El contexto suele aclarar que la palabra funci611 se emplea en de desenvolvimie t· " antropo ogleos en todos
I - !1 0 Dor su tunclon jJor >l i ' 1
este senti do matematico, pero no es raro que los cientificos sociaies vayan centro del sistema interrraZ de Z't. ", e 'Jape. que representan
, i
Sl (entro
b,
del sistema, , ," 7
CU Ula, bar la manera co· I'
1710 se re aClOnan entre
;,1 Y vengan entre esta y otra acepeion relacionada con ella, aunque dife;:-entc, '

~..cn'.que implica tambien Ia idea de "interdependencia", "relaei6n -reciproca" 0 ~flHlo veremos en seguida con ai' d II r

';) "variaciones mutuamente dependiemes"" papel remesentado ~ 1" g~n eta e, Irases recurrentes como "~j
. l·, •.n e ~Istema socIal 0 cult 1" ' d ..-
, Es esta quinta. aeepcion Ia fundamen.tal para el .amilisis funeional tal como IlTIportante distincion "'ntre 1 .' ura. tlen en a oscurecer b
este se lia-piactieado ensociologia yen antmpologia social: Deri~/ado en parte y Como "lJroceso" N - concepto, de funei6n como "interdependenci~"
r ~

I ' 0 ne..esltamos detenernos ' b <t


del sentido matematieo nativo de la palabra, esteuso se toma con mas fre- ado que sostiene que toda parte de 1 '1 a9U1 a 0 servar que el postu-
cuencia explieitamente de las ciencias biologicas, donde se entiende que Ia deras con atras partes ',' I ~ ell tu.ra tlene algunas relaciones dura,
., que Uene a gun lU<Tardist 'nt" I
palabra funci6n se ,:reEierea Ios "proeesos vitales u organicos consider ados en a.penas si equiI)a aI'observad db' I 1'10 en a cultura total
. . or e campo 0 aI analista ' '
el respecto en que contribuyen al sostenimiento del organismo".4 Con modi- para eJ procedimiento T. .can una gUla especifica
'l ' ,LO meJor es que todo est p
ficaeiones apropiadas al estudio de la soeiedad humana, esto corresponde so a ne€csitamos r~r , £ ' 0 espere. or el momento
<:~onoceT que lormulaclOne ' ,
ampliado este concept d f ., , s mas reCIentes han aclarado y
o e "unClOnmedIante especificaciones ,progresivas, Asi,
3 Asi, Alexander Lesser: "En sus aspectos Icgicos esenciales; "que es una relaci6n fun-
5 Low' .
·cional? No es nada de clase diferente alas relaciones funcionales en otras campos de la , . Ie haee una distinci6n entre e! "f '. ,
·ciencia, Una relaci6n verdaderamente funcional es aquella que se establece entre dos 0 clOnahs-,?o moderado" dc un Thurnwald ~nelOnahsmo ?~ro-:, de un Malinowski y el "fun-
mas tenninos 0 variables tales que puede afinnarse que en determinadas condiciones defi- en segulda que ' '. . Aunque la dlstmclOn es acertada d"
nidas (que constituyen un tennino de la relaci6n) se observan ciertas expresiones determi- POl',R. R LOWi:o(t~:e~:tl~O:~ ~~~:~tros :r;:?6Shitos, The History of Ethn;lo;"catJ~~:o~~,r
nadas de dichas condiciones (10 que es el otro tennino de la relaci6n), L", relaci6n a h "On the r.once t,',' , an .,me art, 1937), capitulo 13, J'
Ameri . p of functIOn m SOCIal science" . 'I. R '
relaciones funcionales enunciadas de todo aspecto delimitado de la cuItura 'deben ser tales, el '. can Anthropologist, 1935, 395-6, Vease' ",' ~Ol, f, • ' Radcliffe-Brown. en
que expliquen ia naturaleza y el can'tcter del aspecto delimitado en condiciones definidas." , :eal lnstltuto Antropol6gico donde d' ,t~;nble; ,u ul,tl-,?,odIscurso presidencial ante
"Functionalism in social anthropology", en American Anthropologist, RS. 37 (1935), !Ill1) " de actividad socialmente' c't d ,Icde, . .. 0 defmJrla la funci6n social dp un
.386-93, en 392. ' re aei6n co ] . . " an anza 0 0 de un modo d ' -
a
4 Veanse, por ejemplo, lvIodern Theories of Development, pOl' Ludwig van Bertalanffy Analogame17te. e~t:t~:aa~:~~ ~,cuy~ eXist~~cia ,y, c~n~nuidad eh:c:ns~;:~:to~P~~~~i6:1u
(Nueva York, Oxford University Press, 1933), 9 ss" 184 ss,,' Principles of General Physio- de la seereci6n de J'ugos gg, t .' IVO,la funCIon flSlOloglca de los latidos del cora' .
stru as ncos cs su relaci6 1 zon, 0
10gJ', par W. M, Bayliss (Londres, 1915), donde expone sus investigaciones sabre las cture", en The ] I +' • n Con a estructura organica " "0 .1
ourna 0 the Royal A t' I' " ., n SOCIa
hormonas descubiertas por Starling y por el; Bodily Changes in Pain, Hunger, Fear and 7 1940, 70, Parte I, 9-1'0, - - n nropo oglcal Institute of Great Britain and
Rage, par. W. B. Cannon (Nueva York, Appleton and Co., 1929), 222 en que describe , por B. Malinowski en En 'I P d' " ,
Jas "funciones de emergencia del. sistema simpaticocsuprarrenal", 1925) l3?-33 (el b cdJc0 ae za Brztanntca, Primer voJumen
'~ su raya 0 es nuestro),
FUNCIONES MANIFIESTAS Y LATENTES
Kluckhohn: " ... una parte dada de 101cultura es 'funcional' en cuanta define
de milch os molivos y desempel-lar h '
un modo de reaccion que es adaptativo desde el purrto de vista de 101sociedad . , mucas funclOn L I
So~l, Clertamente, congruentes en prop' '1 es. as eyes del tiempo presente no
y acomodativo desde el punto de vista del individuo".8 mlsma situacion en Jas sociedade . OSIos 0 mollVOS; probablemente existia la
De esas acepciones de 101palabra "funci6n"; y solo hemos citado unas pocas s antlguas.9
sacadas de un conjunto mas variado, resulta claro que se incluyen muchos
At~nderemos primero a la lista de ala bras .
conceptos en la misma palabra. Esto invita a 101 confusion. Y cuando se al mlsmo concepto: finalidad f . p .
que ost~nslblemente se refieren
emp1ean muchas palabras diferentes para expresar el mismo concepto, se pro- cundari a, interes primordial, ~ro~~~~~~' 5~0~lVO, d~~tlllado, consideraci6n se-
duce una confusion mas embrollada. esas pillabms se agrupan en estn;ctura; d lllspeCO?n. revela claramente que
pleto distintas. A veces algunas d e reterenczas. conceptuales par com-
e l'd .'
y ma I ad- se refIeren a los fine
e esas pa abras
pI"
1 - .
motlvo,
d' .
eSlgnlO, proposito
d lEd s ex zcztos a que t' d I
e sta o. Otras -motivo co'd ., zen en as representantes'
. , nSl eraClOn secund . .
Entre el numeroso grupo de palabras que se usan indiferentemente y casi a que tzende fa victima del delito. Y las d a.na- se refleren a los fines
sinonimamente con "funcion", se cuentan actualmente uso, utilidad, pro- en la referenoa alas previsiones sub'e' os senes de palabras son iguales
posito, motivo, intenci6n, finalidad, consecuencias. 5i estas palabras y otras el concepto de funcion implica el u~/lV;Sd~ los resultados del castigo. Pero
analogas se usan para referirse al mismo concepto estrictamente definido, no menteel del participante. Lae"" Pfriti: e v~~ta del. observa~or, no necesaria.
seria l'llUY util, naturalmente, sefialar su numerosa variedad. Pero el hecho es ~~1Vas·"iJ&8e!f'1jf:tldes. .'no . ~ . f,unclOn SOCIal Se''feflere'aton~'ec,'U!e1'l'
queel1:1so iridisciplinado deesas palabras, con su refen:ricia conceptual ~inalid~des). Y el no dis~i~guir\~:te°~~:ones sUbjeti:Jas (prop6sitos,motivos,.,y
~stensiblemente amUoga, lleva a 'tlistanciamientos cad a vez mas grandes del i,Jas: dlsposi.Q.pJ.~ubjetiva~"IJeva inevita:~l~nsecuenclas soci~16gicas objetivas;)
analisis funcional estricto y riguifoso.L.asacepciones de cad a palabra que ai- ~~~cl?nal.1i eomo puede verse en el si u· e~ent,e a. confuslOn en el aniDisi§;ii>.
frereh mas bien que coinciden con 101acepci6n comun a todas ellas, se toman selldlan en cursiva las I b g leU.e panafo (en que tamb'I" .
pa a ras clave) : ,en se
(como base (en forma inconsciente) deinferencias queson cadavez mas dudo-
Sas 011.alejarse progresivamente del concepto centra1 de funcion. Uno 0 dos Se Jl(''''a al
-" ' extremo de la irrear I d
ejemplos haran ver 10 que el vocabulario cambiante contribuye a la multi- la. familia. Oimos que la familia ~~e~e~n :1
estud!o de las llamadas "funciones" de'
plicacion de confusiones. fltIC~de a la perpetuacion de las especies ~en~ funczones importantes en Ia sociedad"'
,unclOnes ecan6micas y religiosas y s' . a .a preparacion de los j6venes; desempefi~'
En el siguiente pasaje, tom ado de uno de los tratados mas inteligentes sobre Ils gentes .Ie casan y liene.n· h': ' a I suceslvamente. Casi se nos alienta a . '
sociologia del deli to, pueden descubrirse 10s cambios de sentido de palabras so . 1 I)OSporque t' . creer que'
- cIa es necesarias. En realid d 1 es an anSI'Osasde clesempefiar esas f . .
nominal mente sinonirnas y las discutibles inferenciasque dependen de esos fazones menos ron'" a , a&gentes se casan porque se enam ., unclones.
lantlGIS pero no menos oran, 0 por atras.
cambios. (Las palabras clave van en cursiva para ayudar a abrirse camino
funci6.n cte la.·familia, desde
de vista de los individuos es satl.PSfearcseonales·dLa
a traves de 101argumentaci6I1.) , r sus eseas La f ',
sacial es simplemente . II unClOn de la· familia,'"
, aqt,e.o para lo 'quela usa lu
Finalidad del castigo. Se hacen intentos para determinar la finalidad 0 funci6rt del . su mayorp t ' ,
pnmero actuamos, despues ex lieamos~r e raclOnalzzaciones de prdc<ticQ,s:
castigo en grupos distintos en diferentes momentos. Muchos inve'stigadores han insis-
tido en que detenninado'motlvo era el motivo del castigo. Por otra parte, se destaca r/lrlciones ;~u;:.~r~n~~r:~cta co~ princi;os socia'le~c~u~~~:/~~ r~zo~:~ .Pdersonales,.
COn Ios r . Clones tlenen una base I d . I a en que'
la funci6n del castigo en el restablecimiento de la solidaridad del grupo que habia I p ocesos sOClales en '"u rea, eben enunclarse en reI "
{Cseos L f' '1 e entran las ge t· aClOn
sido debilitada por el deli to. Thomas y Znaniecki han indicado que entre los campe- . . as unClOlles nacen d l' ,. n es con el l7ltento de satisfa
sinos polacos el castigo del clelito esta lf1·estlnado primofdialmende a restabJecer la concretas.lO e a IDteracclOlI de seres humanos concret dcer .suS'
. os y e fmu-
situaci6n que existia antes del deli to y' renovar ;.l solidaridad del grupo, y que
la venganza es una consideraci6n secundaria. Descle cste punta de vista el casti~(}
ataiie primordialmente al grupo y solo secundariamente al delincuente. Por otra es una interesante mezcolanza d _.
. una vasta confusion 5' ,e pequenos lslotes de claridacf
parte, se han sefialado como funci6ndel castigo la expiacion, la disuasion, la justicia, (subJetivos) con fun . . ( le:n~re que Identifica err6neamente
la reforma, el ingreso para el Estado y otras cosas. En el pasado como en el presehte p ClOnes obJetlvas) ab d mo-
no esta claro que cualquiera de esas cosas sea el motivo; el castigo parece proceder ues no hay por ue Sll on ' , an ona una lucida actitud
para casarse ("am ,~" per, como veremos en seguida 1
or, razones personales") 'd" ' que os
8 Navaho Witchcraft, por Clyde Kluckhohn, Trabajos del Museo Peabody de Arqueo- p' , . son 1 entICos alas fun-
rmcljJler of c' .
logia y Etnologia Americanas, Universidad de Harvard (Cambridge, Peabody Museum, . nrnmology por Ed . H '
1944), XXII, numero 2, 47 a. 1939), 2-t9-35.0,' Will. Sutherland, tercera edici6n (FiladelIia, ]. B.
POl' Wdlard Waller (Nueva YorkC d C .
, Or on ompany, 1938), 26.
FUNCIONES MANIFIESTAS Y LATENTES 99
ciones que desempeiian las familias (socializacion del nino) ,Adernas, no es
necesario suponer que las razones expresadas por la gente para su conducta La funcion de ~na usanza social narticular es la ..
("actuamos por razones personales") son la misma cosa que las consecuencias total como funclonamiento del ; t . aportacIon que hace a la vida social
s' t . 1 I - S!S ema social total Est "0
de esas normas de conducta, La disposicion subjetiva puede coincidir con la. IS ema SOCla (a estructura social total d ...a opmI n implica que un
de !as usanzas 3ociaJes. en Que aquella ~str~c~~a socIedad Juntamente con la totalidad
consecuencia objetiva, pero tambien puede no coincidir. Las dos varian inde-
p.ara seguir ex::;tiendo) tie~e cierto ti ~ de ' r~d se mamfresta y de las cuales depende
pendientemente. Pew cuando se dice que las gentes son inducidas a seguir cl'O?al. Podemos definirla como una ~t 'oUill ad que podemos llamar unidad fun-
una conducta que puede dar origen a funciones (no necesariamente buscadas), SOCIal EunClOnan juntas con un =aa' SI fU,a~1n en la que todas las partes del sistem'a
se ofrece un escape al mar turbado de la confusion.ll d' . is' 0 su lClente de arm' d
es eClr, sm producir conflictos persiste t oma 0 e congruencia intern a
Esta breve revision de terminologias encompetencia y sus infortunadas ment~rse,12 n es que 110 pueden resolverse ni regla~
consecuencias puede servir un poco de guia para esfuerzos ulteriores ·~n la
codificacion de los conceptos del analisis funcional. Habra lisa y llanamente . Pero resulta importante advertir u .
ocasion de limitar el uso del concepto sociolOgico de funcion, y habra nece- Clan de unidad funcional Com ql ~ ?espues pasa a describir esta no.
sidad de distinguir daramente entre categorias subjetivas de disposiciones y probaciones. . 0 una upotesls que requiere ulteriores COill.
categorias objetivas de consecuencias observadas. De otro modo puede llegar , Pareceria a primera Vista que Mali "
a perderse la sustancia de la orientacion funcional en una nube de defini- awskI
fica ~e este pos.tuiado cuando observ: "dlscute la aceptabilidad empi-
ciones confusas. cuai mduye a Radcliffe-Br " que la escuela sociologica" (en ]a
primit!vo" y "olvido al ind:;~o" ~1ero la solidaridad sociar del hombre
nowsk1 no s610 no abandona est d
d era no tarda en advertirse Que Mali.
Otro" Sigue habiando de las ra.c~ica~ oso supues~o, sino que lagra" anadirle
la cultura en su canJ'unto" ~y IIega a Y0ulas creenClas COElO funcionale<
.
""".,."
~ l"U<4
Principal, pero no unicamente, 108 analistas funcionales han aceptado en. para todo individuo de la socied d A / p~n,er que son tambien funcionales
general tres postulados relacionados entre si que, como ahora indicaremes, en 10 sobrenatural, escribe: a. s, re Inendose alas creencias primitivas
resultaron discutibles e innecesarios para la orientacion funcional.
Aqui la .. ,....
En esencia, esos !Jostulados sostienen, primero, que las actividades sociales 0p1ll1vn funcional es sometid .
o las partidas culturales estandarizadas son funcionales para todo el sistema demostrar de que manera la creenci a ~ la prueoa de fuego,., Esta obli ada a
la eficacia tecnica y econ6~ica por a
y ellrIto traba jan por la unificacion sOci~1 por
social 0 cultural; segundo, que todos estos renglones sociales y culturales desem- consecue . , l a cu tu~a en su co . t· ,
. nCla, por el bienestar biolegico I' nJu~ 0, e mdirectamente, en
pefian funciones sociologicas; y tercero, que son, en consecuencia, indispen- y menta de cada mzembro individual 14
sables. Aunque estos tres articulos de fe suelen verse juntos, 10 mejor es S' .
Iun solo supuesto sin lim' .
examinarlos separadamente, ya que cada uno de eUos da origen a sus propias
doblemente discutible. E1 que l~~C1ones.~s discutible, este doble supuesto es
y distintas difiCllltades. s
~e~te .f~nciones para la sociedad c~~r~~ as dculturales des.empenen unifonne_
os md1vIduos de la sociedad probable Sl era a como un SIstema y para todos
Postula-do de La unidad funcional de La sociedad y no un axioma. ' mente es una cuestion empirica de hewo
Kluckll h . . .'. ,
o n eV1dentement 'b
Radcliffe-Brown enuncio caracteristicamente este postulado en tenninos e\- dades hast a induir la de qU:I~:rf~~ el p~obIema,}a que ampl:la las posibili-
plicitos: 12 R ' as cu turales son acomodativas 0 adapta-
adchffe-Brciwn' "0 h
11 Estos dos ejemplos de confusi6n entre motivo y funci6n estan sacados de un almacen
nuestro) . . n t e concept of function" p
13 V' " ' 0 • cit" 397 (el subrayado es
ficilmente accesible de materiales adicionales de la misma clase. Rasta Radcliffe-Brown, ease Anthropology" d M]'
que de ordinario evita esta practica, de vez en cuando deja de hacer la distinci6n, Po~ functional analysis", d~l 'mi~mo~ ~:o:;~~r~:~nCi;., 132'l Y f"The .group and the individual
ejemplo: ".',' el cambio de regalos no servia a la misma finalidad que el comercio y, el H M l' . Ouma 0 Sociology, 1939, 44 938-64
trueque en comunidades mas desarrolJadas .. La finalidad a Ia cual servia es una finalidad. • a 1llowsb· "A th I ' ,
es . r' n ropo ogy", op cit 135 M]' k'
moral. El objeto del cambio era producir un sentimiento amistoso entre las dos personas . en,cI:" en sus ultimos escritos' En;;e ell . a 1ll,OWS1 sostuvo esta opinion sin
afectadas, y si no servia para eso fracasaba en su finalidad", dEl "objeto" de la transaccion 1ll.dlVldual in functional 1"" '. os, consultese, por ejemplo "Th '
esta visto desdc el punto de vista del observador, del participante 0 de los dos? Vease The
Contribuye ana YS1S, op. Clt., en 962-3' " ,e group
Andaman Islanders, pur A. R. Radcliffe-Brown (Glencoe, Illinois, The Free Press, 1948),
tambien satfs~: una parte,'. al funcionamiento integral de l~' ~vemos. que toda i~stitu_
84. (EI subrayado es nuestro.) que acabamos c;e las necesldades derivadas y basicas del indiv;dmumdad en conJunto,
nuestro) enumerar son gozados por cada . b . .u? " todos 10s bene_
, mum ro mdzvldual" (el subrayado
jJ/;;IIII/CJ/
) FUNCIONES MANIFIESTAS Y LATENTES

, d d a para la sociedad considerada realidad., Los uses 0 los sentimientos sociales pueden ser funcionaies para
. d' .d de la SOClea . unos grupos y disfuncionales para otros de la misma sociedad. Los antrop6-
tivas .. , para los III IVI uos " . E n primer paso necesano para per-
como una unidad perdurable.,15 ste es u 'd por Ia funcion imputada. logos citan can frecuencia la "acrecentacla solidaridad ele la comunidad" y
,. 1 mdad que es serVl a ,' , I el "acrecentado orgullo familiar" como ejemplos de sentimientos fUl1cional·
mitir la variaclOn en au" enlpirica tendremos ocaslOn (e
1 f ,> de la observaClon ' mente adaptativos. Pero, como indica Bateson entre otros,18 el aumento del
Obligados por a U3za iacion en esta unidad. "
ampiiar mas aun el margen ele var 1 'd de la unidad funcional no es ulli orgullo entre las familias inelividuaies puede servir con frecueneia Eara des-
Parece razonablememe claro que a i ela obacion emI)irica. Todo 19 truir la solidaridad ele una pequena comunidad local. No solo es contrario
d 1 alcance de a compr b'~
postulado que este fuera ~.., ' , s una variable empirica,lG que ram. 1" a Ia realidad con gran frecuencia el postulado de Ia unidad funcional, sino
contrano. EI gra~o de um~lcaClon e tiem 0 ue difiere en sociedacles dlfe: que tiene poco valor heuristico, ya que distrae la atencion del analista de
posibles consecuencias elispares de un renglon social 0 cultural dado (usanza,
Para Ia misma sOCledad de, uempo en Pd ybeqntener alO'un ?;rado de qlll-
d des humanas e b' .
creencia, norma de collducta, institucic\n) para diferentes grupos sociales 0
rentes .. Que todas las sOCle.a, " s una eticion de principlO, Pero n?
ficacion es cuestion de d~f1mclOn, y e d d P nl'fl'caci6n 'en (lue tolia act,i- para 105individuos de esos grupos.
. d' se alto gra 0 e u . • Si el volumen de observacion y de realidael que niega ei supuesto de la
.todas Ias socieda es uenen e d . ela es funcional I)ara el cOIlJunto
. 1 1 ente estan anza 'll unidad funcional es tan grande y tan Hcilmente accesible como hemo§ suge·
vidad 0 creenCla cu tura m ,'1' Ias gentes que Vlven en e a.
'de Iasociedael Y unifo~emente f~n~lOna, p~~lareallelad, que haber mirado a rido, es interesante preguntarse como puede suceder que Radcliffe·Brow1l. y
Radcliffe.Brown no hubiera nece,slta 0 melas, f" ele la adecuacion de su otras que siguen su orientacion hayan seguido aferraelos a ese supuesto. Una
. d 1 alogia para escon lal . pista posible ]a proporciona el hecho de que esta concepcion, en sUs formu·
su esfera favonta e a an tr~lnos variaciones ]mportantes
'd d f . 1 Porque encon. " . laciones recientes, ha sido desarrollada por 105 antTopologos sociales, esto es,
supuesto de la um a unClOna. . mos bl'o16gicos individuales, aun·
'f'
en el grado de um !CaClon aun . . entre orgams d' aqui con toda segufl'd a(.1
' pOI' individuos que se hallan interesados primordialmente en el estudio de
d tido comlm nos iga que '. , .. ' sociedades agrafas.
que un supuesto e sen, f ' n hacia un fin "umhcado .
todas las partes del orgalllsmO unClona En vista de 10 que Radin describio como "el cad.cter muy unificado de la
Consideremos solo esto: mayoria de Ias civilizaciones aborigenes", este supuesto puede ser tolerable·
., db' estrceho control mente adecuado para algunas, si no todas, las sociedades agrafas. Pero se paga
• . h r anismos lIWV wllften as aJo. ' .' .
Puede verse faClImente que ay 0 g : d'd de ~na parte importante de la, euales un castigo intelectual excesivo pasando este supuestoposiblemente util de· Ia
del sistema nervioso 0 de hormo~as, Ia percoinafreeuencia causara Ia mucrtc: mas, por esfera de Ias pequeiias sociedades con escritura a la esfera de Iasgrandes,
afectara fuertemente a, rodo :1 sls~ema,r~llcho mris correlacionados ell forma 11l11cho complejas y muy diferenciadas sociedaeles letradas. Quizas en ningun campo
otra parte hay orgamsmos mfellores arte del cuer!)o sMo causa una son mas notorios 10s peligros de esa transferencia de un supuesto que en el
, 1 'd'da hasta de una ~ran p I d
menos rigurosa, en que a per I "Ie' 105teJ'idos de remplazo, Muc tOS e anaIisis funcional de la religion. Esto merece un breve examen, aunque s6Io
, 1 d te Ia regeneraCion ( , , I d ·fe·
dificultad tempora uran , ' , , as defectuosa est'an tal'' mal untflcarlos que as Ib sea porque exhibe en atrevido relieve las falacias que se heredan al adoptar
105animales de orgamzaclOn m ,., '/I"}(l entre si. Asi, cuando fie ponc so re
con simpatia este supuesto sin cribarlo minuciosamente.
rentes part.es pue d en es
tar en OposlclOn ac,
'arte de 105brazos qUllaS , , f'
se cs'uerzan ,en
su espalda una estrella de mar cor~lente, PI tratan de volverlo cn cI sennda Interpretacion funcional de la religion, Al examinar el precio que se paga
'd entras os otros , 1' por la transferencia de este supuesto tacito de la unidad funcional desde el
volver al animal en un senti 0 ml '( " I ancmona de mar puede irse y (epr
contrario .. , A causa de su 'pobre !lmd;cac.l~~ ;' ~ll1aroea, de modo que el animal campo de grupos relaJivamente pequenos y apretados al campo de sociedades
una parte de su pie fuertemente _ a len ' mas diferenciadas y quizas mas defectuosamente unificadas, es uti! tener en
sufre una grave ruptura.l' cuenta el trabajo de 105 sociologos, en particular de los sociologos que sue1en
. . 'd 1 ' que serlo Il for· estar sensibilizados para Ios supuestos sobre los cuales, trabajan. Esto tiene
, . 1 caso de organismos l11dlVl ua es, uene
Si {esto es clerto en e , 1. Un interes pasajero por su conexion con la cuestion mas general de tratar
tiori\tratandose de sistem~s sOClaies comP ~J~~' ue el supuesto de la unidad de aplicar, sin modificacion apropiada, al estudio de sociedades can escri·
d t q
No'itay que ir mu.y leJos .rara lemos lal es can frecuencia COli trario a hI'- tura concepciones creadas y maduraclas en el estudio de sociedades agrafas .
. fJJn.ci6nal completa de la sOCledael ltllnana . .(Lo mismo puede decirse de la transferencia de pracedimientos y tecnicas de
kh h 46b' (el subravadoes nuestro). ,. Illvestigacion, pero de esto no tratamos aqui.)
15 Navaho de KI~c 0 n " d
Witchcraft, 'd'e unificacionsocial ticnc el mento ~as grandes generalizaciones, sin limites espaciales ni temporaIes, acerca de
, "
16 La primera reVISIOn h
que I),ze k
SOl'O111 e teonas
V'
f I
"Forms and problcms 0 cu ture-
, h ho Importante. ease la 'funcion integradora de la religion" se derivan en gran parte, aunque no
de que no perdio de vista ete ec Rural Sociology, 1936, 1, 121.41,344·74. . I
integration", par P. A, Sora 1I1'Se,n1 pOl'G. H,'Parker, citado par W, C, Alleeen Antma
Jsenp
t
17 The Elementary, Nervous, 1931) 81-82,
Aggregation (Universityof ChIcago ress, '
del. todo, desde luego, de observaciones en sociedades agrafas. No es ran~ Esta lista de hechos triviales relativos al papel de la religi6n en las socie-
que el cientifico social adopte implleita:nente.los res~ltados rela:tiv,~s. ~ esas dades alfabetizadas contempod.neas podria ampliarse mucho, y son, desde
sociedades y se extienda sobre- las fun ClOnes mtegraaoras de la rellglOn en ·luego, fiuy bien conocidos por Ios antropologos y los soci610gos funcionales
que describen la religion como unificadora, sin limitar el margen de estruc-
general.
S610 hay un paso de esto a afinnaciones como las siguientes: turas sociaies en que ese es realmente el caso. Es,,,,por 10 menos concebible
que una orientaci6n teorica derivada de la investigacion de sociedades agra-
Larazon por la eual la religion es necesaria esta mani.fiestamente e~. el hecho ?e fas haya servido para oscurecer datos de otTO modo conspicuos sobre el
que la sociedau humana realiza su imi~ad an~.e.t~do .nedJante la posesJOnen, camun R~pel funcional de la religion en sociedades multi-religiosas. Quizas la trans-
par sus individuos de ciertos valores Y[liles detlill.tlVOS.
Au?que eWbva~ores,Yfme.sson fereneia del supuesto de la unidad fUllcional cia por resultado la supresi6n
subjetivos, iniluyen en ]a conducta, y su integraclon permHe a esta sOCledaufunClonar de toda 1a historia de Ias guerras religiosas, de la Inquisici6n (que metio su
como un silStema.19 , • cuna en una sociedad tras otra) , de conflictos sangrientos entre grupos reli-
En una sociedad extremadamente avanzada construida sobre la tecnologia cwntl- giosos. Porque el hec.!l0 es que todo este material abundantemente conocido
fica, el sacerdocio dende a perder posicion, porque la tradici6n sagrad~ y el 5Upe~- es ignorado a favor de ejemplos sacados del estuclio de la religion en socie-
naturalismo decaen en el ambiente ... [pero] Nmguna soc!erlad h~ llegauo a secular~- d.ades agr~fas. Y es. un hecho aun mas sorprendente que el mismo trabajo
zarse tan por completo que liquidara enteramente la creenClaen hnes trasc:n~ental,es
cIt~do arnba, que sigue hablando de "la religion, que proporciona la unifi-
v en entidades sobrenatu~ales,Aun en una sociedad secularizada tiene que ex~stlr algun
~:sle-na ~~r~ 1a ;nte"'~aci(}'n
de valorcs de£initivos,9ara su expresion lritual .y <)0
para los canon en sentimientos, creencias y rilOs", no hace ni una sola referencia al
",I.
"j ~(.. •••• ',- ;::,.... ," -

reajustes emocionalesrequeridos por el desengafio, la rnuerte y 1a aesg-raCla.- papel posiblemente disgregador ~e Ia religi6n.
Tales aruilisis funcionales pueden significar, natural mente, que la religion
Partiendo de la orientaci6n de Durkheim, que en gran part,e e:taba basa~a opera la unificacion de quienes creen en los misrnos val ores religiosos, pero
en el esmdio de soeiedades agrafas, e~.,,jlJJ,tores tie~ a Qesta.~i!J:,,~fJlo no es probable que sea esto 10 que quieren decir, porque equivaldria mera-
las eop.~.~cueneiasaparentemente integradoras de l~ rehgl?n, y a olvldar rus mente a afirmar que toda coincidencia sobre cualquier tabla de valores pro-
.conseeuencias posiblemente desintegradoras en Clertos np~s ,de estructma duce 1a integraci6n.
s.0ci~~ :.$=.1:'9, tengamos en, c\:lenta'~iguien:es hed~os y las S.lg~l~ntes pregun- ~demas, esto es tam bien un ejemplo del peligro de tomar los supuestos de
tas: 11,Cuando en Ia mlsma socledad coexls~en dtferentes !eh~:o~es oem,ren l,m:dad fun~ional, que pueden ser una aproximacion razonable para algunas
con frecuencia hondos conflictos entre los dlferentes grupos relIglOsos. (pH~n- " socledades agvafas, como parte de un modelo implicito para un anali;;,is
sese 5610 en ]a enorme bibliografia sabre conflictos re1igiosos en las sOCledad.es funcional generalizado. Es caracteristico que en las sociedades agrafas no
europeas) . l,En que sentido, pues, contrib~y: la religi~ a ~nificar "Ia" S?Cle- ~uela l~ab:r .mas q~e. un sistema religioso, predominante, de suerte que aparte
dad en las numerosas sociedades mUlti-rehglOsas7.'~)~S eVldentemente Clertn de los mdlvlcluos dlSldentes, la pertenenCla a la sociedad total y la pertenencia
que la "sociedad humana realiza su unidad [,en la iflledld,a en que p:ese.n:a tal a Ia ~omunidad religiosa s?n virtualmente coextensivas, Es evidente que en
unidad] primordialmente mediante la posesl.6n en eamun pOT sus mdJ:lch:os este upo de estructura socIal, una tabla comun de valores religiosos puede
de ciertos valores y fines definitivos". l,Pero cmil es la prueba .que :ndlca tener como una de sus consecuencias el refuerzo de los sentimientos comunes
que las gentes "no religiosas", pongamos por caso, en nuestra propla sOCledad, Y,de la unificaci6n social. Pero esto no basta pOI' sl solo para hacer generaliza-
suscriban con menos frecuencia ciertos "valores y fines" comunes 9u.e las Clones defendibles sobre otros tipos de socieclad.
afiliadas a doctrinas rellgiosas? 3)/;lEn que sentido cont~ibuye la relIgIon a , !endremos ocasi6n de examinar otras implicaciones te6ricas del actual an;l-
unificar la sociedad general sl el contenido de su doct~ma y val ores chOCI hSls funciona1 de la religi6n, mas, por el momenta, esto puede ilustrar acerca
can el contenido de otros valores, no rehgiosos, sustentados por mucha gent~ de Ius, peligros que se heredan al adoptar sin limitaciones el postulado de
la unldad fnncional. Esta unidad de la sociedad total no puede afirmarse
en la misma sociedad? (Piensese, por ejemplo, en el con~licto ,entre.~a OpOSI-
cion de la Iglesia Catolica a la legislacion sobre el trabaJo de 10Smnos y 105 c?n proveeho previamente a la observaci6n. Es cuestion de hecho, y no mate-
na de opinion. La armaz6n teorica del analisis funcional debe requerir
valores seculares de impedir "Ia explotaeion de los jovenes que ~epende~ de -
sus mayores". 0 las valoraciones contradictorias del control de la natahdad expresamente que se especifiquen las unidades para las cuales es funcional
una manifestacion social 0 cultural dada. Tiene que admitir en forma ex-
pOl' diferentes grupos religiosos de nuestra soeiedad.)
pre~a que una manifestacion dada tenga consecuencias diferentes, funcionales
d~sfuncionales, para Ios individuos, 10s subgrupos y la estruCtlira y la cultura
A!~:::r;~cfa%~i~\e~;li~\~a:~f:~aY*)'i4t~
e~;v~~
o,~~f~i. e~~~~~~~:et
iel~~~~~:ad~' sOClalesmas amplias.
:~ Ibid., 246 (el subrayado es nuestro).
Pero sirve para recordarnos qu~ Jendremos que ~xplorar 105 tipos de funeiQnes
atribuidas par el socio10go. Por el momento, sugiere el supuesto provisional
Post1l1ado del funeionalismo llnivers&1 de que, aunque toda manifestacion de cultura 0 de estructura social puede
Picho muy sucintamente, este postulado a£irma 9-~letodas Ias form as sodales tener funciones, es prematuro afirmar inequivocamente que todas esas mani-
[estaciones tienen que ser [uncionales.
oculturales estandarizadas tienen fUnciones posltlvas. Como en otros aspe~-
tos de 1a concepcion funcional, :Malinowski f.Qr~este. en su forma mas El postulado del funciona1ismo universal es, naturalmente, producto de
la enconada, esteril y prolongada controversia sobre "supervivencias"que se
extrema: encendio entre los antropologos a principios del sigIo. La nocion de una
supervivencia social, es decir, segun 1as palabras de Rivers, de "una costum-
~lconcepto fnncional de la cultu),'ainsiste, r>,or10 tant?, e~ el principi~ de qu~
"", 'Z 0 tlPO
' d e (IV
"z' I Izaczon,
" 'oda costumbre " obJeto material , Idea y creenCla desem bre. . . [que] no puede explicarse por su uti1idad presente pero que solo se
~p:.tO( •
hace in teligible por su historia pasada",24 se remonta por 10 menos a Tud-
peiiim alguna funcion vital. .. 21
dides. Pero cuando las teorias evolucionistas de la cultura se hicieron promi-
Aunque, como hemos visto, Kluckhohn admite I~ var~a.clOn en Ia unidad nentes, el concepto de supervivencia parecio muy importante desde el punto
observada de una forma cultural, coincide con 'Malm0v.:s';'l en ,po~tular valor (~e vista estrategico para reconstruir "etapas de desarrollo" de culturas, par-
'£unciona1 para todas Ias formas de cultura que sobrevlv~n. ( Ml postulado tIcularrnente para sociedades agrafas que no tuviesen registros escritos. Para
basico ... es que no sobrevivc ni~guna form~ de cu~tura s,: n~ const1tuye. lIn~ los funcionalistas, que querian· alejarse de 10 que consideraban la "histo-
respuesta acomodativa 0 adaptanva, en algun senudo .. ,') Este funclOna ria" por 10 general fragmentaria y con frecuencia conjetliral de sociedades
lismo univP!'sal puede ser 0 no ser un postulado heunsuco; es? queda por agrafas, el ataque a 1a noci6n de 1a superviveneia adquirio todo el simbo-
ver. Pero debemos, estar dispuestos a adv<trtir que, aparta demaslado la<l!t:e"h- lismo del ataque a todo el sistema intelectua1mente antipatico de pensamiento
cion critica de"un "campo de consecuencias no funciona1es de £01'illas cuI- evolucionista. En consecuencia, quizas, reaccionaron en forma excesiva contra
~ste concepto central de Ia teoria evo1ucionista y formularon un "postu1ado"
tura1es existentes. . .." Ig-ualmente exag'erado segun el cual "toda costumbre en cualquier parte ...
En realidad, c~tando KIlickhohn quiere aclarar su Idea ads~nblendo £~l,n-
ciones" a cosas que aparentemente no ~a~,tienen, cae ~n nn. tlP.~ de func10n desempeiia alguna funci6n vital".
que habria que £undamentar par defznlewn y no. por lilvest:gaCl~n, desempe- Seria una lastima dejar que las po1emicas de los precursores antropolog-i-
fiada por todas las manifestaciones c1l1tura1esperslstentes. ASI, suglere que cos creasen en 1a actualidad brill antes exageraciones. Una vez descubiertas,
rotuladas y estudiadas, las supervivencias sociales no pueden ser exorcizadas
los botones hay mec:inicamente inutiles de las boca~~ngas de la chaqueta de u~ por un postulado. Y si no pueden presentarse especimenes de esas supervi-
emopeo desempefian la funci6n de conservar 10 fam1h~r, de. mantener un~ t~ad1- vencias, 1a querella se extingue por si misma. Puede decirse, ademas, que aun
cion. Las gentes en general se sienten mas comodas Sl adv1erten la contmu1dad cuando se descubran tales supervivencias en las sociedades con escritura con-
de ]a conducta, si se ven a SI mismas siguiendo las formas de conducta ortodoxas temporaneas, parecen aii.adir poco a nuestro conocimiento de 1a conducta
y socialmente aprobadas.~3. humana 0 de la dinamica del cambio social. No requiriendo su dudoso papel
como ma10s sustitutos de lit historia escrita, el soci610go que estudia las socie-
Esto pareceria representar el caso marginal en que e1 hecho de atribuir una dades con escritura puede prescindir de 1as supervivencias sin perdida apa-
[uncion afiade poco 0 nada a 1a descripcion directa d~ 1a norma de cultura rente. Pero no debe dejarse Ilevar, por una controversia arcaica e irrelevante,
o de Ia forma de conducta. Puede suponerse muy bIen que t~~os ~o~,e:;- a adoptar el postulado irrestricto de que todas las mani£estaciones culturales
cu1tura (q'ue se denominan vagamente tradloon) funciones vitales. Porque tambien esto e~ un problema para 1a
mentos consagra, dos de ." '1' d
t' I £uncion minima pero no exc!us1va, de conservar 10 faml lar, e . no una conclusion previa a eLLa.,M"fit'nomas util cgmo direc-
lenen a' 1 "f .,,, d Ia con
mantener una tradicion". Esto equivale a decir que a UnC1O? e. - tlv~"!~~~,txil},}'~~tigar
pareceria el supuesto provisional de que las£ormaoSmtltl'f-
formidad con toda practica consagrada es permitir. al confonms~a .evlta,r _las rales' p\:rslstentes tienen un saldo liquido de eonseeueneias funeionales tanto
. de otra manera incurriria al deSVlarse de Ia pracuca consa-
sanClOnes en que .' , . . d
grada. Esto sin duda alguna que es Clerto, mas dIhCllmente llustra na a. - us unnv
r,4 . ai' 10
. . "
socIOlogy,por W. H. R. Rivers,.en The Sociological Review, 1913, 6,
293305
-.' V'ea~e tamb"It;n 'rzm/.twe
p' .. Cu l ture, par E. B. Tylor '(Nueva York, 1874), en
~sP~CJaI I, 70-159'; y para una revision mas reciente de la materia, The History of Ethno-
~1 Malinowski: "Anthropology", op, cit., 132. (Las cursivas quizas son superfluas en. oglcal. Theory, de Lowie,44 ss., 81 s. Una exposicioninteligente y moderadadel problema,
vista del energicolenguaje del original.) aparece en Rules of Sociological Method, par Emile Durkheim, capitulo 5, especial-
22 Navaho Witchcraft, de Kluckhohn, 46, (EI 'subrayadoes nuestro.) mente en 91.
23 Ibid., 47.
. 'dad wanta para subgrupas sufi- La supuesta indispensabiIidad de la religion se basa, pues, en e1 supuesto
para la sociedad conslderaJa CoillOuna. um , f" 1"0 de h de hecho de que solo mediante d "culto" y las "prescripciones sobrenaturales"
. T'oc'erosos ar<l conservar Intactas esaS onnas pOl' mec I.. . puede tenerse e1 minimo necesario de "control sonre la conduct a humana" v
Clentemente r 1 ,p . , . d'recta "'sta formulaci6n evlta a ia vel
lograrse la "unifieacion de los sentimientos y las ereencias". '
c~acci6n dii~cc~:loa~:ll~}~~~~s~~~/~ ~o~ce~~arse- ~n funciones pos~~,iyasy
En resumen, el postulado de la indispensabiliclad tal como ordinariamen-
~ir~~:~~n~tenci6n del investigaclor tambien a atras opos de consecuent:lt"" te se enuncia eontiene dos aflrmaciones relacionadas entre sl, pero diferen-
ciables. Primero, se supone que hay ciertas funciones que son indispensables.
Rfi'etulado de la indispensabilidad en e1 sentido de que, si no se realizan, no persistira la sociedad (0 el grupo,
o el individua). Esto expresa, pues, un concepto de reqttL"itos previos fun.
. . d en"re 'OS cientificos sociales
E1 ultimo de este trio de pastula oSlcO~~:~igu~ 'L~ ambig{'iedad se hace cionales, 0 de condiciones previas funeionalmente ru!cEsarias para una weie-
- ncionales es, en algunos respectos, e mas". '...' dad (tendremos ocasi6n de examinar este concepto con algun detalle). En
~~idente en la declaraci6n arriba citada de Malmowsk1 al efecto de que segundo iugar, y esto es materia totalmente diferente, se supone que ciertas
b 1', terial idea y crePllcia,desem- formas cultu:ale~ 0 soeiales .son. indispensables pan' ]a realizaei6n ,de. ea,da
en todo tipo de civilizaci6n,toda CQstumre, 0 )Jeto.ma~ ", '... represellt~.nun paper una de esas fUnCHIDp.s. Estc Imphca el coneepw c.e ;;st".:ctrm.s espeClahzaua5
efian alguna funcion Vllal, tienen algUlla tarea <1
lie r~allL~li, .
P ue funciona,zu e irremplazable;, y cia origeu a toda suerte de (li£iC'Jltad;~ste6ricas. I'orq1.,e
indispensable dcntro dc un tod0 q no solo Duede dem05tra.rsc oue esto es manifiest;Jmente mutrario a 1a rea-
. / del todo claro si Malinowski aiinlla 13.indispensa- lidad, si~o que implica algurios supuestos seomdarios que infestaron el ami-
En este pasaJe no esta , .d ncia) que
bilidad de la funcion 0 de la cosa (costumbres, obJeta, I ea, cree - ' 11sisfuncional desde el comienzo mismo. Aparta b atenci6n del hecho de
desempefia la funcion, 0 de ambas. ",' 1 sicion ante- que difere;mcs estructuras sociales (y formas culturales) realizaron, en eir-
Esta ambi iieclad es llluy comun en la hteratura. AS1, ; exp?, , c cunstancias que hay que examinar, la5 funcioncs necesarias para la persis-
riormente ci~aclaque Davis y ~Ioo~e ~~~centiel i~~fs~~:a~~/~~~~o;;zt:r;~~ tencia de 10s grupos. Yendo mas lejos, tenemos que enundar un important!?
a prime:r:avist.a.s?stener que l~ znst,:tu:~zon,=sre~igi6n.. '. representa un papel 'teoremade analisis funcional: as! como La misma cosa -tmede tener multiples'"
IlIa religIOn es necesana..., ... 1 " . p funciones, asi puede la misma funcion ser desempefiadJlJ.di1Jersarnente por c"astl:s,
a eua, l' d' d" 26 Pero pronto se dela ver que no ~s diferentes. Las necesidades funeionales se consideran permisivas, y no deter-
unico e indispensable en a sooe a . ., ,:. /' i 11
1 . ,'t '0 de la religion 10 que se cO]1sideramdlspensaD.:e, smo mas 0 e minantes, de estrueturas soeiales espedficas: 0, en otras palabras, hay un
a, mstl ~Cl n collsiclera ue la religion desempefia t:ipicament~. Porque margen de variaeion en las estructuras que realizan la hmci6n en cuesti6n.
~:~nyCl~~rr~~~~ideran la r~igi6n indispensable por :cuanto f~nelOna fara (Los limites de ese margen de variacion impIican el concepto de coercion
hacer que los individuos de una socieclad aclopten "Clcrtos va ores Y me;; estructural, del que diremos algo mas en seguida.)
definitlvos en comun" . ll..Ft~contrastecon ef,te concepto implicito de fonmi.5 culturales indispensa-
Afiadase que esos valores y fines ,bles (instituciones, practicas estandarizadas, sistemas de creencias, etc.), hayj
· dl'VI'duosd' e ',a soricdad rues, el concepto de alternativas funcionales, 0 de equivalentes funcioT},ales,
·
tlenen... que uarecer1es a 1os ill l' -, es darposeed.ore~
]"o-ioso
de alguna .reali-
v rdonar iOsaapanenCl;l .
i '. a"de sustitutos funcionales. Este concepto es..ampliamente reconocido y usado,
·
dau, I pel de las creenCIasY e nto Ie Ib, ..
y e pa. . I I '. los fines y valores wmunes se conect~n per~ debe advertirse' que no puede alojarse comodamente en el mismo sistema
de Tealidad Mediante el ntua y a creenCla ,. d'
- . d' ' . . bol'u', ado pOl' obJ'etossagrados <concretos,mUll 0 que te6r:co que implica el postulado de la indispensabilid;td de formas cultura-
con Un mun 0 Imagmano'. slm . nificativo con los hechos y os csluerzos de 1'1
'J . .. les particulares.
a su vez se relaCIonade un modo slg b' . d y d Jos seres que
p

· d I . d"d Mediante cl culto de los 0 Jetos "agla os, ~ . Asi, despues de pasar revista a la teoria de Malinowski sabre "la necesidad
Vida e ill IVIuo. .' sobr-nah"'1J.1es Que son al mlSJl10
· b I' , 0 la aceptacion de prescnpclOnes ~,.,' • funcional de mecanismos como la magia", Parsons tiene f.l ruidado de haeer
sim 0 nan, aSIcom . lId cta .D'lman'lun poderoso control,
· 6digosde conducta se eJerceso)re a con u "• " ' . 1a siguiente afinnacion:
~:;~o~a sobre lineamient~s que sostienen la estructur;;,imdtucional Y conforman~
clola a los fines y valores definitivos.27 " .siempre oue cntran en la persecuci6n de metas emocionalmente importantes £ac-
2S Malinowski:"Anthropology",op. cit., 132 (el subrayadoe~nuest:o), . ,., tares.de incertidumbre, puede esperarse que, s1 no la magia, aparezcan fenomenos
26 Kin sleyDavisy WilbertE. Moore,op. cit., 244, 246.Vea:ze Ia,;n~s.rp;clente reVISIOn !unclOnalmente equiuakntes)l8
g 'D' Introducciona Religion Among ,he ,nmltwes, pOl'W. J.
de esta matena par " avlSen ThesuFree Press 1951) y las instructlVas ., mterpreaClOnes
t' funcio-
28 ESS4YS' in Sociologicai Theory, Pure and Applied, por Talcott Parsons (Glencoe,
Goode (GIencoe,IllmOlS, "
Illinois, The Free Press, 1949), 58.
nales de ese volumen,
::7 Ibid., 244-45 (el subrayadoes nuestro),
Los funcionalistas, que estan obligados por su teoria a esperar los efectos.
de esas pra.cticas simbOlicas unicamente sobre el estado de animo del indivi-
le)'os (Ie la insistencia tle Malinowski en que
Est0 esta muy
duo, y que, en consecuencia, conduyen que la pdctica magica es funcional,
, . . d' ensa"le dentro de la cultura. Sat isface
. r, no. funclOn
aSl, pues, la magla rea lza u
zn 1,'P
'f'
c
U
ninguno de los O/TOS factol'es
d I
e a
olvidan que esas mismas pra,cticas pueden a veces tomar el lugar de atras mas.
una neeeSl 'dad ele·finida que no puecle salls aceT eficaces.33 Y los tearicos que hablan de la indispensabilidad de practicas estan-
<:ivilizaci6n primitiva.2U darizadas 0 de instituciones que prevalecen a causa de su observada funci6n.
la ereencia y la de reforzar sentimientos coml.mes, deben buscar los sustitutos funcionales
Este doble concepto de la funcion indispensable, Y ge alternativas £un- antes de llegar a una conclusion mas veces prematura que confirmada.
aCClOn irremplazables exc1uye de plano el concepto e " 1!)e la revision de esta trinidad de postulado~ funcionales surgen v~ii1s con- )Ce/5
cionales. . f 'nciona1es 0 de equivalentes ~ideraciones basicas que deben ser comprendidas en nuestro esfuerzo para
En rea1idad, el con.cepto de. lalternatlvas to~a discipiina que adopt6 una codificar este modo de analisis. Al examinar, en primer lugar, el postulado
. I h areCldo repetl( amente en . . I de La unidad funcional, nos encontramos con que no puede suponerse la
£.unclOna,es, a ap 'l~" L lltl'I'lzan bastante por eJemplO, as
, f . 1 el ana 1SlS 0,' ' l' h 30 unificaci6n plena de todas las socierlades, sino que esta es una cuestion em-
armazon unClOna para . d' . dml'!'ablemente un trabajo de Eng IS .
. . . l' . s como 10 III Ica a . 1 Y pirica, de hecho, en la que debieramos estar preparados para encontrar un
Clenoas pSICOoglca , _ . b andose en pruebas expenmenta es
Y en neurologia, La~I:1ey se~~lo, a: de ue las neuronas estan especia- margen de grados de unificacion. Y al examinar el caso especial de las in-
o
dinicas, la inadecuaclOn ~e1 supu~s I "q Y en vez de eso sosdene que terpretaciones funcionales de la religion, fuimos advertidos de la posibilidad
lizadas para realizar funClOnes partlC1-: a~es , numero de estructuras de que, aunque la naturaleza humana puede ser de una pieza, no se sigue de
una funcion particular puetle ser reahza a por gran ahi que la estructura de las sociedades agrafas sea uniformemellle igual a
diferentes.31 , .' I mejor motivo para evit"dr ,la de las sociedades con escritura muy diferenciaclas. Una diferenci;l de
La sociologia y la antropologla sooal uenen e (ladas y para operar siste- grado entre las dos -por ejemplo, la existencia de varias religiones dispares.
. d' bTdad de estructuras ,
d postulado de la III Ispensa I 1 1 'fUl1cl'onales Y de sustitulOS fun" en la una y no en la otra •.. puede hacer arriesgado el paso entre ellas. Del
. 1 epto de a ternatlvas examen critico de este postulado result6 que una teoria del amilisis funcional
maucamente con e conc d te mucho tiempo al suponer
cionales. Porque asi como los 1egos errar~n ~lra:tras sociedades eran "meras tiene que requerit la especificaci6n de las lInidades sociales servidas por fu~-
que las "extrafIas" costu~br~s. y cree~c~as {e ncion'ales corren el riesgo de eiones sociales dadas, y hemos de admitir que los renglones de cultural4.~l1.en.
U
superstic, iones" , asi los oenuf!cos SOCIaes. d se a encontrar valor funcional .)i!.1v.~les consecuencias, unas funeionales y on'as quizas disfuncion<a1es.
rimero apresuran 0
errar por e1 otro extremo, P '. d no viendo que qued;:;n
,. creenoas' Y segun 0,
o adaptativo en esaspractlcas y .. I '£ ' e a 1as pricticas ostensible- tarse" la viruela en estados como Idaho, Wyoming y Montana, que, no teniendo Jeyes para,
. d 1'£' ntes de 'lcoon a a errars . la vacunacion obligatoria, podian jactarse de tener 'Unos 4 300 casos de viruela, en un
exclUIdos mo os (I el e' .. entre algunos funcionalIstas
. I A' rara la propenslOn ' perioao de cinco anos, al mismo tiempo que los estados mas populosos de Massachusetts,
mente {unclOna es .. SI, no es-. . II'gl'osos son funcibnales a
. 1 . .ertos rHOS y cree no as re Pennsylvania y Rhode Island, que tenian leyes de vacuna obligatoria, no tuvieron ni un
a condUIr que a magla 0 0 1 I confianza en si mismo del cre- solo caso de dicha enfermedad. Sobre las insuficiencias' del "sentido comun" en estas ma-
causa de sus efectos sobre e1 estado mentla 0 a s que esas pricticas magicas terias, vease The Patient's Dilemma, por Hugh Cabot (Nueva York, Reynal and Hitchok,
bien uede sucetler en a gunos caso '
yente. Pero muy P '11' adaI>tativas y las remplacen. 1940), 166-67.
eclipsen a pdcticas seculares aCCeSl) es y mas ' 33 Quizas deba advertirse que esta afirmacion esta hecha can pleno conocimiento de la
Como observo F. L. Well: observacion de Malinowski segun la ~uar los trobriandeses no sustituyen sus creencias y
practicas magicas por la aplicacion de la tecnologia racional. Sigue en pie el problema de
uerta en una epidemia de viruela puede vig.or~zar valorar el grado en que d desarrollo tecnologico es aminorado por la semidependencia de la
Colgar una herradura sabre la p., la viruela; csas ereencias y pracueas
la moral del habitante. pem no !lara desaparecer eeptL'!)les y el sentimiento de segu- magia para tratar el "margen de incertidumbre", Esta zona de incertidumbre probable,..
1 I' res a que son sus , mente no ~s fija, pero esta relacionada can la tecnologia de que se dispone. Los ritos.
no resistirfan Ias pruc las seelll,( '" , se evitclI las verdadcras pruebas.32 destinados a regular el tiempo, par ejemplo, pueden absorber facilmente las energias de los,
. 1 I
fie ae que dan se COllscrva s6 a mlcntras , hombres que d'e otra manera podrian reducir esa "zona de incertidumbre" atendiendo al
" ' 't 136 (el subrayado es nuestro). -, progreso de los conocimientos meteorologicos. Cada 'aso debe ser juzgado par si mismo.
2.9 Malinowski: "Anthrop?logy , o~. ~z " in the neuroses of deprivation", por Horace
Nos referimos aqui 'solo a la tendencia creeiente entre los antropologos ;ociales y los socio-
so "Symbolic versus functional eqUlva ent~ h I 1937 32 392-94.
Ab l nd Socwl Psyc oogy, " . logos a limitarse a los efectos "morales" observados de practicas sin fundarnento racional
B, English, en Journal 0 f .norm.a a ." K S Lashey. en Psychological Revzew, ni empirico, y renunciar al amilisis de las alternativas que podrian. ser posibles en una
31 "Basic neural mechamsms III behavIOr, par " ,
situacion dada, y la orientacion hacia "10 trascendental" y "10 simbolico" no enfoco la
1930, 37, 1-24. " "Dor F L Wells en Handbook of Social atencion sabre otras materias. Finalmente, hay que esperar que todo esto no sea mal interpre-
32 "Social maladjustments: adaptIve regressIOn,' j. p' . 1935) 880. La observacion
M b' (Clark Umverslty ress" " tado como una renovacion del racionalismo a veces ingenuo de la Epoca de la IIustracion.
Psychology, ed. por ~arl A. urc .'son Todavia en el decenio de 10s 1930 no "podIa eVI-
de Wells esta muy leJos de ser antlcua da,
La reVlSlon del segundo postulado, del funcionalismo universal, que di<t.e la oriemaci6n de los cientificos sociales conservadores que defenderian eI
que todas las form as persistentes de cultura son inevitablemente funcional;es, prese~te orden ~e cosas, tal como es, y que atacarian 1~ conveniencia del
dio por resultado otras consideraciones que deben resolverse por una actitud ::amhlO, pOl' moaerado que tuese. Segun esta opinion. el analista tuncional
codificada hacia la interpretacion funcional. Parecio no solo que debemos ;~n~r~ ~lstematicamente. la "advertencia de Tocqueville de no contundir 10
estar prep.arados para encontrar consecuencias tanto disfuncionales como ,-",mIlIa! con 10 ~ecesano: , .. 1as que llamamos instituciones necesarias no
funcionales de esas fonnas, sino que los teoricos se encontrarin a 10 ultimo ,on co~ fr~cuenCla otra cosa que instituciones a las que estamos acostumbra-
,con el difkil problema de crear un organo para valorar el saldo liquido de dos .. , Aun quedapo1' demost1'ar que el anaJisis funcional sea inevitable-
las consecuencias, si sus investigaciones han de tener algun efecto sabre la tee;- me.nte.presa d~ .esa atrayente falacia; pero, habiendo revisado el postulado de
nologia sociaL"En forma manifiesta, el consejo de un expeno basado solo 1a mdI.spensablhd~d, p~demos apreciar bien que este postulado, ~i se adopta,
en la valoracion de un margen limitado, y, quiZ<ls,arbitrariamente elegido, mu!' bIen puede Qar ongen a este cargo ideo16gico. l\1iIyrdales uno de 10s ~as
de cansecuencias que haya que esperar como resultado de la accion estudiada, reClentes y no el.mel1os tipico entre los criticos que denuncian la inevitabilidad
estari sujeto a elTOl'esfrecuentes y sera juzgado con razon como de poco de una tendenCla conservadora en el anal isis funcional:
,merito.
~,~fi!1ilp",4s:..J{1,in4i,5;p'~.11§J.!bilidad iwplicaba, segun vimos, dos pTOl'l0si- :. : ; si .~n~. ccsa tiene una "fune,io?," es buena a par 10 menos esencial. * La palabra
clones diferentes: una que afirma la indispensabilidad de ciertas funciones,y .funCJ~n puede cener senudo unzcamente en relaei6n can una jinalidad supuesta' *,o
SI e~a fmahdad queda indefinida a se supone ser el "interes de la sociedad" que n~ e
esto oa origen al concepto de necesidad f~inci()nal 0 de requisitos previos funf! def, e
:.n. '+
mas"
.d . .
que. a es~aelO consIderable para la arbitrariedad
,
en la imnlieacion
s
cionales; y otra que afirma la indispensabilidad de las instituciones sociales,
pra~tlea,. pero se da :a dl.reeeio~ principal: la descripci6n de las institucione; sociales
formas de cultura, etc., existentes, Y esto, cuando se discute adecuadamentet
en lelaczon con sus Tunczones tzene que llevar a una teleologia conservadora.:J5
da orig,li8'J;l:al com:eptede alternati~as funcionales,<o deequivalentes 0 susti-
,t~btas jilncionales.
Las observ~cio~es de ~yrdal son menos instructivas por su conclusion que
Ademas, la circulacion de estos tres postulados, cada uno de par si 0 en ~or sus prem.Isas. Porque, como hem os sefialado, ~e apoya en dos de 105pos-
concierto es la fuente de la acusacion comun de que el analisis funcional
lU~~dostan !:ecu~nte:ue,nte, adoptados pOl' los anahstas funcionales para llegar
implica inevitablemente ciertos compromisos ideologicos. Como esta es una a la .~cusaclOn Sl~l 11l.l1ItacIOnes de que quien describe las instituciones en
cuestion que vendri alas mientes una y otra vez al examinar las nuevas con- relacIOn con ,;us iuncIOn~s e:ta inevitablemente entregado a "una teleologia
cepciones del analisis funcional, 10 mejor es examinarla ahora, si nuestra ,-onservadora . Pero en nmgun lugar discute Myrdal la inevitabilidad d 1
atencion no ha de ser alejada de los problemas analiticos a estudio por el p t I d . ". e os
- os u a os mlsmos. Sera mte1'esante preguntar cuan ineluctable es la entrega
espectro de una ciencia social tefiida de ideologia. cuando uno ha escapado de las premisas.
En realidad, si el analisis funcional en sociologia estuviera entreO"adoa la
teleologia y no d' a l' '1 to
~ EL ANALISIS FUNCIONAL COMO lDEOLOGiA
e e ' ' ! . 19 mos r~~( a S1 a una te eologia conservadora, no tardaria
n eotar sometldo, Y, tamblen apropiadamente, a acusaciones mas duras que
esas. C~mo ha ocurndo frecuentemente con la teleologia en la historia del
EI analisls funcional como conse1lJador
rns~mIento h~mano, estari~ sujeta a una reductio ad absurdum. El analista
En muchos drculos y con creciente insistencia se ha dicho que, cualquiera u.ncIOnal podna entonces afrontar el destino de Socrates (aunque no par 1
mlsma razon' . d' D' a
que sea el valor del analisis funcional, esta encenado en unaperspectiva "con- a ) '. ~Ulen e~la que lOSnos puso la boca muy cerca de la nariz
servadora" (0 hasta "reaccionaria"). Para algunos criticos, el analisis funcio- p ra que pudIcramos dlsfrutar del olor de nuestra comida 36 0 como 1
teolog .. d' " os
nal es poco mas que una version de nuestros dias de la teoria del siglo XVIII os cnstlanos a IctOSa la argumentacion basada en el designio, podria
acerca de una identidad basica e invariable del interes publico y el interes
privado. Se Ie considera una version secularizada de la doctrina formulada
, * l?ebc advertirse que Myrdal acepta gratuitamente la teoria de la indispensabilidad
~on:~ llltrinseca a todo amilisis funcional.
por Adam Smith, por ejemplo, cuando en su Teoria de los sentimientos ~ Est,o, c~mo hemos visto, no 5610 es gratuito, sino falso.
morales, habla del "orden armonioso de la naturaleza, bajo "la guia divina, +, AqUl senala M}Tdal apropiadamente el dudoso y vago
f unclonal. postulado de 1a 'd d
Ulll a.
que promueve el bienestar del hombre mediante la accion de sus propensiones
individuales".'l4 Asi, dicen esos c1'iticos, la teoria funcional es simplemente 19~~ A:z. Ameri~(J.n Dilemma, por Gunnar Myrdal (Nueva York Harper and Brothers,
36\~:"~i~ 056 leI subrayado y las observaciones entre parentesis s~n n~estras).
34 "Adam Smith and Laissez Faire", por Jacob Viner, en Journal of Political 'Economy, -en su S· _gt?n t!Cne ~Igunas otras observaciones muy interesantes sobre pseudoteleolo ia
1937, 35, 206. czen.e In Antzqu,t)' (Londres, T. Butterworth, 1936), 160, ' g
ser embautado par un Ben Franklin que demostrase que Dios evidentemente E~ hecho de queunos,puedan considerar el analisis funcional como irrtri'n-\'
"quiere que empinemos el coda, porque nos hizo la articulacion del brazo ,~eOO!menteconservador y otros como intrinsecamente radical sugiere que~,
exactamente a la distancia necesaria para l1evar un vasa a la boca, sin que i~trinsecamente ~o p~ede s~r una cosa ni atra. Sugiere que ei analisis fun~
se quede corto ni pase la raya: Adoremos, pues, vaso en mano, esa benigna cronal puede no Imphcar ~:~glm ~arr:p~omiso ideologico intrinseco" ~unqU<~il
sabiduria; adoremosla y bebamos".37 0 podria darse a aseveraciones mas ~omo, ~tras formas ~e anahSI'i1''''S'tte1'(')loglco,~Hede est,aa:' imbuido deva:lbfes
serias, como Michelet, quien observ6 "cmin bellamente esta dispuesto todo .1~~q,Logac~de .~m¥JlI~'":lll,'lf~: A~ora ?ien, no es esta la primera vez que
porIa naturaleza. Inmediatamente que un nino viene al mundo, encuentra ~ un~ o~lenta~lOn ~e~nca ~n aenoa SOCIal 0 en filosofia social se Ie asignan
a una madre que esta dispuesta a cuidarlo" .38 Como cualquier OtTO sistema Imph~aclOnes IdeologIcas dlametralmente opuesta£l. Puede ser util, pOl' 10 tanto,
de ideas que bordea la 'teleologia, aunque procura no cruzar la frontera de e~~a.l11maruno d~ .10s mas ~otables ejemplos en que una concepcion socio-
aquel ter::torio ajeno e improductivo, el analisis funcional en sociologia est{t loglca y metodol~glca fue obJeto de las imputaciones ideologicas mas variadas,
amenazado de una reduccion al absurdo as! que adopta el postulado de que y cO~lparar ese e]emplo, en La medida de 10 posible, con el caso del analisis
todas las estructuras sociales existentes son indispensables para la satisfaccion funclOnal: EI .caso comparable es el del materialismo diaIectico. Sus portavoces
de necesidades funcionales notorias. s?n los hlstonadores de la economia, filosofos sociales y revoJucionarios prafe-
slOnales: Carlos Marx y su intimo auxiliar y colaborador Federico Engels.

Orientaciones ideologicas del Orientaciones ideologicas comparadas


Es muy interesante que otros hayan llegado a una conclusion exactamente mateTialisrno dialectico del anrilisis tllncional
wntraria a esta acusaci6n de que el analisis funcional esta intrinsecamente 1. "La mixtificacion que la dialec- 1. Algunos analistas funcionales han
condenado a pensar que todo 10 que existe es bueno y que este muncio es, tica sufre en manos de Hegel no Ie supuesto gratuitamente que todas las
en verdad, el mejor de los mundos posibles. Esos observadores, LaPiere por impiclio en absoluto ser el primero en estructuras sociales existentes desempe-
ejemplo, sugieren que el analisis funcional es una actitud critica en si en presp.ntar su forma general de funcio- nan funciones sociales indispensables.
nar de una manera amplia y conscien- Esto es pura fe, misticisrno, si se quiere,
cuanto al punto de vista y pragmitica en cuanto al juicio.
te. Con cl, ]a dialectica est,! cabeza y no el producto final de una inves-
abajo. Hay que ponerla otra vez dere- tigacion continuada y sistematica. EI
Hay ... una significacion mas profunda de 10 que puede parecer a primera vista
cha si se quiere descubrir la pepita postulado hay que ganarlo, no here-
en el paso de la descripcion estructural al analisis funcional en las ciendas sociales.
raczonal dentro de la cdscara mis/ica. darlo. si ha de ser aceptado por los
Ese paso representa una ruptura con el absolutismo social y el moralismo de la
teologia cristiana. 5i er aspecto importante de toda estructura social es su funcion, hombres de la ciencia sooia1.
se sigue de ahi que ninguna estructura puede ser juzgada solo como estructura. En 2. "En su fmma mixtijicada la dia- 2. Los tres postulaclos: unidad fun-
la practica esto quiere decir, por ejemplo, que el sistema de la familia patriarca! ICctica se puso de moda en Alemania. cional, universalidad e indispensabili-
es colectivamente valioso, solo si y en la medida en que fundone para satisfacer fines pOTque parecia transfigurar y glorifica~ dad, abarcan un sistema de premisa~
colectivos. Como estructura social, no tiene valor intrinseco, ya que su valor funcionaI el estado de cosas e:dstente. que tiene que !levar inevitablemente
variara de un momento a otro y de un lugar a otro.
a ]a glorificacion del estado de cosas
El punto de vista funcional aplicado a la conducta colectiva indudablemente afren- existeIlte.
tara a todos los que CTeen que las estn!cturas sociopsicologicas especificas tienen valores
intTinsecos. Asi, para quienes creen que un servicio eclesiastico es bueno porque 3. "En S1/ forma racional es esdtn- 3. En sus formas mas empiricamente
es un servicio eclesi{lstico, la afinnacion de que algunos servicios eclesiasticos son dalo y abominacion para la buro-uesia orientadas y analiticamente precisas. el
signos formales que estan vados de significacion religiosa. que otros son comparables
" ue'
y sus profesores doctrinarios, porq analisis funcional con frecuencia se
funcionalmente a representaciones teatrales, y que otras mas son una fonna de orgia abarca en su am plio y ajirmativo Teeo- considera con recelo por quienes creen
y, por 10 tanto, comparables a una juerga de borrachos, sera una afrenta al sentido nocimiento del estado de cosas exis- que una estructura social existente esta
comun, un ataque a la integridad de !as personas decentes, 0, por 10 menos. 19S tente, tambicn' al mismo tiempo, el fijada para la eternidad y libre de todo
desvarios de un pobre necio.a9 reconocimiento de la negacion de ese cambio. Esta forma mas exacta de ana-
estado [de cosas]. de su inevitable lisis funcional comprende, no solo el
b.undimiento;
37 Esto. en una carta de Franklin al abate Marellet, citado de las memorias de este e'studio de las tunciones de las estruc-
uIti::1OpOl' Dixon Wecter en The Hero in America (Nueva York, Scribner, 1941),53-54. turas sociales existen tes. sinotambiem,
BS Fue Sigmund Freud quien recogi6 esta observacoi6nen La mujer de Miche/et. el estudio de sus disfrwciones para in:
39 Collective Behavior, pOl' Richard LaPiere (Nueva York, McGraw-Hill, 1938), 55-56 dividuos. subgruposo estratos social€;&
(el subrayado es nuestro). diversamente situados. y para la socie-\!'
dad mas extensa.. Como veremos, suo ;ustificadas por eL momenta y las cir- apoyan mutuamente. En general, pa-
pone en forma provisional. que cuando cunstancias a que deben su origen. rece que la mayor parte de las socie-
el saldo liquido del conJunto de ~as dades estill unificadas hasta el punta
consecuencias de una estructura social en que muchos, 5i no todos, sus dife.
dada es claramente disfuncional,. se !'ente5 elementos estan redprocamente
produce una fuerte e insistente presl6n ajustados. Las estructuras socialesno
para cambiar. Es posiblc, aunque est,o tienen un surtido casual de atributos,
hav aun que com1?robarlo, que ~~s sino que estos estan interconectados en
ail~ de Ull puntG dado, esta preslo~ forma diversa y con frecuencia se apo-
inevitablemente dara por resultado dl- yan entre si. ~eco~?cer. esto ~o es
:ecciones del cambio social mas 0 menos '.lI:a afl:rmaClon sm cnnca de
predeterminadas. todo status quo; dejar de reconocerlo
es sucumbir a las tentaciones del uto-
4 Aunque el am\.lisis fundonal se pismo radical.
4. "porque considera toda for;na. his. ha .enfocado con frecuencia sobre la
toricamente producida en movlmlento estdtica de la estructura soc~al y .no 6. "Pero en las circunstancias mas 6. Los esfuerzos y las tensiones en
fluido, y por 10 tanto yene en cuen· sobre b dinamica del camb.1O social, nuevas y mas elevadas que gradun.l- una estructura social, que" se acumu·
ta su naturaleza pasaJera no menos esto no es inherente a ese sls~ema ?e mente .Ie desa:rrollan en su propio seno, Ian como consecuencias disfuncionales
aue su existencia momentdnea; porque ".. Por enfocars - sobre . dlsfunclO- todas pierden su vaiidez y su justifica· de elementos existentes, no son ence·
p
anaUSlS. .•
~o permite que .se Ie .imponga na~a, nes tanto como sobre fu~clOnes, este cion. Tic!1en que ceder el jugal' a rrados, enjaulados y confinados pOl'
y es en su esenCla cri tIca y revoluCIO- modo de analisis puede estImar .no s?lo formas mas elevadas Que a su vez tam· una planeaci6n social adecuada, y en
naria".40 las bases de la estabilida~ social smo bien decaeran y pere~er<l.n... momento oportuno preduciran el de-
tambien las Fuentes potenClales ~e c~m- rrumbe insdtudonal y un cambia so-
bio social. La Frase "formas hlst6r~c~- cialbasico. Cuanda este cambio ha
mente producidas" puede ser un utIl ido mas alIa de un punto dado y no
recordatorio de que las es.tructuras so- ficilmente identificable, suele decirse
dales esdn sufriendo tiplCamente un que ha aparccido un nuevo sistema
cambio perceptible. Quedan por des- social..
cubrir las presiones que actuan en favor
de diferentes tipos de cambio. En la 7. "El [e1 materialismo dialectico] re- 7. Pero hay que repetir ademas que
medida en que el analisis funcional vela el caracter transitorio de todo y ni el cambio ni la fijeza por sf solos
se enfoca completamente: so?re conse- en todo; nada puede perdurar ante el pueden ser objeto adecuado de estudio
cuencias funcionales, se mclma a una excepto el proceso ininterrumpido de para el artalista funcional. Cuando exa-
ideologia ultraconservadora; en la me- llegar y pasar... Ella (la dialectical minamos el cur50 de .Ja historia parece
dida en que se enfoca com?letamente tiene tambien, naturalmente, un Lado ba5tante claro que todas las grandes
sobre consecuencias disfunclOnales, se conservador: reconocc· que Las etapa; estructuras 30cialcs han side en su de-
inclina a una utopia ultrarradic;al. "En definidas del conocimiento y de la so- bido tiempo modificadas wmulativa-
su csencia", no es ni una cosa nl otra. ciedad estan justificadas par su tiempo mente <) &uprimidas de subito. En
y por las circuttstancias; bem solo hasta cualquier caso, no fueran fijadas eterna·
5. Reconociendo, como deben recono- ahi, EI conservadurismo' de este modo
5. " ... todas las situaciones hist~ri- mente ni irreductibles al cambio. Pero
cer que las estructuras sociales l:am- de ver Las cosas es relativo;pero
cas sucesivas son solo etapas translto- Sll en un momento dado de observaci6n,
bi;n sin cesar, los analistas funcionales caracter revoiucionario es absoluto, 10
rias del interminable desarrollo de ~a cualquier estructura social puede estar
tienen, no obstante, que exp~ora: los unico absoLuto que admife." 41
sociedad humana desde 10 mas ba)o pasablemente bIen adaptada a los va-
elementos de la estructura SOCialI.nter:
hasta 10 mas elevado. Todas las. etap~s lores subjetivos de mucha poblaci6n 0
dependientes Y que con frecuencla se
son necesarias, y en consecuenCla estan de la mayor parte de ella, y alas cir-
cunstancias objetivas que ha de con-
. esta citado sin supresiones ni afiadidos y s610con el
40 Hasta este momento el pasaJe " rt te de la fuente del materialismo diai6c-
subrayado adeeuado para destaear lo~as Iii: andiei6n espanola del Fondo de Cultura 41 Analogamente, este pasaje esta citado solo con Iasupresion de material no aplicable
tieo, que es El capital de Carlos ,ar:r. ay e c~n el subrayado nuestro, de Federico Engels, en Karl jl-farx, Selected Works (Moscu,
Eeon6mica, 13' reimpresion, 1978, MeXIco.) SOCledadEditorial Cooperativa, 1935), I, 422.
frontar. Reconocer esto es ser veraz para usar ese miedo para lIevarlo a donde quisieran", observ6 despues Jawaharlal
los hechos, no creer en una ideologia Nehru, a base de su propia experiencia, que "los unicos libros que los fun-
preestablecida. Y por la misma razon, cionarios ingleses recomendaban calurosamente [a los pres os politicos en la
cuando se observa que la estructura no India] eran libros religiosos 0 novelas. Es asombroso cuan caro es el caraz6n
se ajusta alas necesidades de la gente del gobierno ingles en el asunto de la J.·eligi6n y con cuanta imparcialidad
ni alas circunstancias igualmente 50-
estimula toda clase de religiones".44 Parece que hubiera una vieja y perdu-
lidas de accion, tambien hay que reco-
nocerlo. Quien se atreve a todo esto, rable tradicion que sostiene, en una forma 0 en otra, que la religion ha
puede liegar a ser un analista fun- servido para dominar alas masas. Parece, tambien, que el lenguaje en que
cional, quien se atreva a menos no 10 se expresa esa proposicion suele dar una pista para el compromiso ideolo-
sera.-i2 gica del auter.
i,Que sucede, pues, con algunos de los analisis funcionales actuales de la
Esta comparacion sistematica puede bastar para indicar que elanalisis f~n- religion? En' su uni£icacion critica de varias teodas importantes sabre socio-
cional 10 mismo que la dialectica, no implica necesanamente un comprom.lso logia de la religion, Parsons resume algunas de las conclusienes basicas que
ideolo~ico espedfico. No quiere esto decir 9-ue comp~omisos asi no esten IllI- han aparecido en relacion con la "significacion funcional de la religion":
pHeitos con frecuencia en las obras de an~lIstas func~onales. Pero esto pare(e
extrinseco y no intrinseco a la teoria funclOnak ,~qUl, como .e~ .estes departa- ... si las normas morales y 105 sentimientos en que se apoyan son de importancia
mentes de actividad intelectual, el abuso no mega la poslbllIdad del uso. tan primordial, (cuales son los mecanismos mediante 105 cuales se mantienen, aparte
de los procedimientos externos de imposicion? Durkheim tenia la opinion de que
Revisado criticamente, el anal isis funcienal es neutral en relaci~n con ~@S
los ritosreligiosos eran de primordial importancia como mecanismo para expresar y
grandes sistemas ideologicos. Hasta este pun to, y s610 e~ es:e se?~ldo restnn- l'eforzar los. sentimientos mas esenciales para la unificacion institucional de la
gido 43 es como las teerias 0 los instrumentos de las ClenClas hSlCas, que se sociedad. Es faci! ver que esto se enlaza claramente con las opiniones de Malinowski
pres~an indiferentemente a ser usados por grupos opuestos para fines que con sobre la importancia de las ceremonias funebres como mecanismo para reafirmar la
freneneia no forman parte de la intenei6n de los cientificos. solidaridad del gmpo en ocasion de fuertes tension,~s emocionales.Asi, Durkheim
rcsolvio ciertos aspectos de las relaci()nes espedficas entre la religion y la estrllctura
social mas agudamente que Malinowski, y ademas planteo el problema en una
La ideologia y el andlisis funcional de la religion perspectiva funcional diferente en cuanto que 10 aplico a la sociedad como un todo
haciendo abstraccion de situaciones particulares de tension y esfuerzo para el
Es instructivo volver de nuevo, aunque sea brevemente, a los e~t~dios ~o1Dre individuo.45
las funciones de la religion para mostrar c6mo la logica del amillSls ·funclOnal
es adoptada por personas de posiciones ideologicas opu~stas. Y ademas, al resumir un resultado esencial del gran estudio comparado sobre
EI papel social de la religion fue, desde luego, repetldame~te. observado e saciologia de la religion, Parsons observa que "quizas el rasgo mas sorpren-
interpretado a 10 largo de muchos siglos. El n;¢cle? de la contl~~~dad en tales dente del analisis de Weber es la demostracion de la medida en que precis a-
observaciones consiste en 'destacar la importanCla de la relIgIOn como un mente las variaciones en los valores y las metas sancionadas por la sociedad
medio institucional de control social, ya sea en el concepto de Plat6n de "men- en la vida secular corresponden alas variaciones en la filosofia religiesa pre-
tiras nobles"; 0 en la opinion de Aristoteles de que opera "con la v~st~ pues,ta dominante de las grandes civilizaciones" .46
en la persuasion de la multitud"; 0 en el juicio equiparable de PO~lbJ(~segun De manera similar, al explorar el papel de la religion entre 5ubgrupos ra-
el cual "las masas ... solo pueden ser dominadas por terrores nllstenosos y ciales y etnices en los Estados Unidos, Donald Young sefiala la estrecha
rniedos tragicos", Si Montesquieu ~bserva de los legisladores ro~anos que carrespnndencia entre sus "val ares y metas socialmente sancionados en la
trataban de "inspirar mieclo a los dlOses a un pueblo que no temla nada, y vida secular" y su "filosofia religiosa predominante":
42 Se admite que este parrafo violentael intento originariodel bardo, pero se espeta.que
Ia ocasi6njustifique la falta. . , Una funcion que puede desemr.efiar una religion minoritaria es la de la concilia-
43 No debe tomarse esto comonegaci6ndel importante hecho de que los..valores, Im~!I- cion con una sitllacion social inferior y sus consecuencias discriminatorias. Prueha del
cita y explicitamentereconocidosdel cientificosocialpueden contribuir a flJar su elecclOn servicio religioso de ~sta fundon puede encontrarse entre todos los pueblos minori-
de problemaspara la investigaci6n,su formulaci6nde esosproblemasy, en consecu~ncla' ..Ia
utilidad de sus resuftadospara determinadosprop6sitosy no.para otros. ~ues~ra ~flfmaclOn 44 .. Toward Freedom, por JawharlarNehru (Nueva York, John Day, 1941),7.
no significa.mas que 10 que dice: el analisisfuncionalno tle?e compromlsomtrmseco con 45 Essays in Sociological Theory, por Talcott Parsons, 61 (el subrayadoes nuestro).
ning(incampo ideol6gico,comoexplicapor 10 menosel estudlOque precede. -16 Ibid., p. 64.
tarios norteamericanos. Par otra parte, pueden desarrollarse tambien instituciones zar 10s sentimientos
sociedad" '_.' mas esen Claes,
dT. '. 1 para la umncaClOn .. , , . institucional de la
religiosas cle tal suerte que sean una incitacion y un apoyo a la rebelion contra la marxistas'. qqu~L.as no, 1 leran ~atenalmente en su estructura analitica de los.
situacion de inferioridad. Asi, el indio cristianizado, reconociendo las cxcepciones, , menes, SI su met:ifora del "opio d 1 "
enunciado neutral de u h h . , e as masas se convierte e,n un
tendia a ser mas sumiso que el pagano, Cultos especiales como los asociadas can el
como un mecanismo soc7al e~ a SOCIal,dlc~n tambien que la religion opera
usa del peyote, la Iglesia cuaquera india y la danza de los espectros, que contienen
como sagrados ent p ra rdormar Clertos sentimientos tanto seculares.
elementos cristianos y nativos, fueron intentos predestinados a crear modos de ex pre- . re sus creyentes. '
sion religiosa adaptados alas CiTcunstancias del individuo y del gTllPO, EI ultimo, can La dlferencia aparece s610 d .,
su insistencia sobre un milenio seguro de libertad respecto del hombre blanco, altnta hecho comunrnente aceptado c~anl 0 en~~adnen cuestlOn valomciones de e;;e
la rebelian violenta, EI cristianismo del negro, a pesar del aprcciable estimulo de fieren solo a "unT ., " ,n ~ me 1 a en que los funcionalistas se re-
CTitica verbal del orden existente, fomenta la aceptacian de las inquietudes presentes
I lcaCIon mstltuclOnal" sin explo 1 d' f
cuencias de la unificacion b ' d' - ~ar as 1 erentes conse··
con el conocimienta de tiempos mejores en la vida futura. Las numerosas variedades se limitan ~ una interpr:~ac~~~I~~:"rn=1va~ores y de mte::ses .~lUydiferentes,
de cristianismo y el judaismo traidos par inmigrantes de Europa y de Mexico, a cepto lisa y llanamente formal U ", °lrque la umfIcaclOn es un con-
pesar de elementos nacionalistas comunes, tambit}n insistian en Tecompensas futums , na SOClec ad puede estar 'f' d b
nonnas de castas estrictas de re ' ,. . um"lCa a so re
y no en la accion directa inmediata}7 sociales subordinados asi com glme~tao~n i de la docilidad de los estratos
abiertas y amplias zon'as de a to pue ~.(e~ta~a sobre norm as de movilidad;
Estas diversas y esporadicas observaciones, con su procedencia ideologica u oexpreslun e mde d ' d . ' ,
traws sociales temponlmente b' Y pen enCla ,e JUlClOentre es-
notablememe variada, presentan algunas analogi as funclamentales. En primer
limitaciones, que toda reli i6n :~OSt~ en cuanta los ~1arxlstas aErman, sin
lugar, tad as eHas hacen caso omiso de las consecuencias de sistemas religio-
nido doctrinal y su f'orma dgeor . ~s,partes, cualqUlera que sea su conte-
sos espedficos para 10s sentimientos, las definiciones de situaciones y la acci6n , ganlzaCIon es" 1 ." d 1
se atienen a interpretaciones f' e OplO e as masas, tambien
predominantes. Las consecuencias mas observadas con mayor frecuencia son puramente ormales sin adm'( d
el refuerzo de las normas morales vigentes, su aceptaci6n docil, el aplaza- tra ser el caso el parrafo fIe Donald Youn ' 1 1:,. como emues-
minadas estructuras sociales " g, .que algunas rehglOnes en deter-
miento de ambieiones y placeres (si la doctrina religiosa 10 exige), y cosas , Slrven para actlvar mas 1
analogas~ Pero, como observa Young, han servido tambien, en determinadas aCCl6nde las masas. Es pues 1 l ,." que para a etargar, la
va
gi6n, y no en la logica 'del a~'~?' ad oraClon de esas funciones de la reli'"
circunstancias, para provocar la rebeli6n; 0 como demostro "Weber, las reli- marxistas Y son l' l .a ISIS, onde se separan los funcionalistas y los
giones sirvieron para motivar 0 para canalizar la conducta de gran numero . a~ va oraClOnes las que p ,
16gico en las boteHas del f ' 1"' ernllten verter contenido ideo-
de hombres y mujeres hacia la modificacion de estructuras sociales. Seri'a unClOna Ismo,48 Las boteHas mismas son neutrales.
prematuro, par 10 tanto, conduir que tada religion, en tad as partes, tiene
48 Este tipo de quid pro quo es quizas mas '
solo la consecuencia unica de fomentar la apada de las masas. frecuencia, el acuerdo fundamental e
.
I "/' , cdomun de, 10 que su.ele sospecharse, Can
n e ana ISIS e una sltuaci' t I
En segundo lugalr, la opinion marxista impHcitamente, Y la opini6n funcio- P
or e esacuerdo fundamental
I d
I " .,
en a vataracton de aq ell '
on es ota mente eclipsado
,.
nalista expHcitamente, afirman el punta fundamental de que los sistemas de s~pone err6neamente que Ios adversarios difie u a SltU~Cl,On,En consecuencia, se-
tlvos, cuando difieren unicamente en sus tab;:; en sus proce~;mlentos Y' lo?,ros cognosci-
religion afeetan a la conducta, que no san meros epifen6menos, sino deter-
sorprendente caso reciente de los debates c de v,alore:, ~Iensese, por e]emplo, en el
minantes de la conducta en parte independientes. porque tal vez no es 10 Y Harold Laski donde ~e suponia !mY ontroverslas publicas entre Winston Churchill
mismo que "las masas" acepten 0 no acepten una religi6n particular, como t b' genera ente por el mismo Ch . 'II
es a an en desacuerdo en la premisa esencial de' . ~rcfil entre otrus, que
no es 10 mismo que un individuo fume 0 no opio. mente en tiempo de guerra que en tiem d que el cambl? SOCial se acepta mas facil-
En tercer lugar, las teodas mas antiguas, 10 mismo que la marxista, t1'atan de los escritos de ambos individuos: pO e paz, Mas comparense los siguientes parrafos.
de las consecuencias difereneiales de las creencias y los ritos religiosos para
"L a an,tlgua
. estructura de tiempo de paz , "L a a~mos ' f era de guerra permite, y aun
diferentes subgrupos y estratos sociales -par ejemplo, "las masas"-, como,
d: Ja socledad habia sido sustituida y la lInpone, lr:novaclones y experimentos que
para este punta, hace rambien el no ma1'xista Donald Young. EI funciona- VIda
d d hab'la sloe
'd Ievada a extrafia in tensi- no s?n P?~lbles cuando la paz se restablece.
lismo no se !i111ita,como hell10s vista, a explorar las consecuencias de la aa por el e~salm? de la guerra, Bajo L.a mvaSlQn de nuestra habitual rutina de
religion para "la sociedad como un toelo", qU,ella mlstenosa mfluencia hombres y Vida nos ,acostumbra a 10 que William Ja-
C
En cuarto lugar, empieza a manifestarse la sospecha de que los funcioi'la mud]eres habian sido perceptiblemente exal- mes
I llamo la costumbre vital de ro mper con
ta os por enClma . d e Ja muerte, el dolor y as costumbres., , Nos vemos estimufados
listas, can su insistencia sobre la religion como rnecanismo social para "1'efor- Ih'os afanes.' L a Un!'d a d y Ia camaraderia se a hacer' esfuerzos, )' hasta a sacrifl' cws,
. que
47 Donald Young, American Minority Peoples (Nueva York: Harper, 1937), 204 [se alJlan hecho posibles entre individuos cla- no sa blar;'0s que podiamos hacer, Ef peli-
han agregado las cursivas], Un analisis funcional de la Iglesia de los negros en los Estados se~ y naciones, y se hicieron mas f~ertes gro :o~u~ crea una base .•. bal'a un nuevo
Dnidos puede verse en George Eaton Simpson y J. Milton Yunger, Racial and Cultural mten,tras duraron fa presion host!l y la causa companerzsmo cuyo futuro depende pOl'
comun. Pero ahora eJ ensalmo esta roto: completo de que sus cimientos sean provi-
Minorities (Nueva York: Harper & Brothers, 1953),522-530.
para sus contenidos, y puede~ servir igual:llent: ?ien como recipientes para
un veneno ideo16gico que para un nectar IdeologlCO.

demasiado tarde para unos prop6sitos, de- sionales 0 permanentes. ·Si son provisiona-
masiado pronto para otros, y demasiado les, el final de la guerra parece la vuelta a Predominio de la ol"ientacidn jundonal
subitamente para todos. Gada pais vlctorlOSO todas 11Uestrasdiferencias anteriores exacer-
baj6 a sus antiguos niveles y a sus anteno- badas hasta el decuplo por los graves pro. La orientacion funcional no es nueva, desde luego, ni se limita alas ciencias
res ordenamientos; pero estos u1timos dieron blemas que aquella ha dejado:' "Sostengo, sociales. En reaIidad, salio tarde al escenario sociologico, si ha de juzgarse
la impresi6n de haber sufrido mu?~os des- por tanto, que los cambios que necesitamos por suoanterior y extenso uso en una gran diversidad de otras disciplinas.49
perfectos, su fabrica estaba debdltada .y podemos hacerlos por consenso gen~ral en La orientaci6n central del funcionalismo --expresada en la practica de inter-
resquebrajada, parecieron angostos y antl- un periodo en que, como ahora, las CIrcuns-
cuados." tancias hacen recordar a los individuos sus
pre tar Ios datos sentando sus consecuencias para grandes estructuras en que
"AI pasar el ensalmo pasaron. !ambitin, identidades y no slls diferencias." . estan comprendidos""':' se ha encomrado virtualmente ell toelas las ciencias
precisamente cuando las nuevas dlhcultades "Podemos iniciar ahora esoscamblOs por· del homhre: biologia y fisiologia, psicologia, economia y derecho, antropo.
estaban en su apogeo, gran parte de 105 que elambiente esta preparado para reci· logia y sociologia.r.oEl predominio del punto de vista fUllcional no garantiza
poderes excepcionales de guia y de con-
trol. " Para las fieIes masas cargadas de
bidos. Es muy dudoso que podamos hacer·
los por cons en so general cuando no haya van a seguir sin cambio hasta que Uegue la paz, y que, en consecuencia, ninguno de los
.
.afanes la victoria rue tan compleJa, que no ese ambiente. Es sumamente dudoso, por- instrumentos para el cambio social en gran escala estad. a disposici6n de la naci6n para
parecia necesario prolongar el esf~erzo; .. que el esfuerzo que la guerra requiere pro· fines en los que Itaya acuerdo". Rez:olution of Our. Time (Nueva York, Viking Press, 193+,
Una gran fatiga dominaba la aCClOn co,ec- ducira en muchos, sobre todo en los que 185, 187, 193, 227-8, 309. A menos que Churchill haya olvidado su analisis de las conse.
tiva. Aunque todos los elementos subversl- se han mostrado con formes en suspender cuencias de la primera guerra, es indudable que e1' y Laski coincidian en el diagn6stico de
;,-os procuraron afirmarse, el furor revolu- los privilegios, una fatiga, un ha';'br~ ,d~ que un cambio social importante y deliberadamente efectuado era improbable en la era
.cionario, como todas las demas formas de las viejas formas a la que sera d,f,CII inmediata de la posguerra. Es evidentc que 1a diferencia estaba en la 'apreciaci6n de la
,energia psiquica, se habia extinguido." . oponerse." conveniencia de instituir c::lmbios deliberados. (En ninguna de las dos columnas las cursivas
son de Ios autores.)
"La intensidad de dos esfuerzos suscIta- "En todas las revolucioncs hay un pe-
dos por el peligro naciona~ ex?edieron en riodo de inercia en que la fatiga del esfuer. Puede seiialarse de pasada, que la expectativa misma en que coincidian Churchill y
rnucho las capacidades ordmanas de seres zo impone una pausa en el proceso de Laski -0 sea, que el periodo de la posguerra en Inglaterra seria una epocade letargo e
humanos. Todas· estaban engranadas ~ una innovacion. Es natural que ese periodo indiferencia de las masas para el cambio institucional planeado-- no fue totalmente con-
altura anormal. Una vez desapareCldo. ~~ sobrevenga con el cese de. las hostilida~es. firmada por el curso reaLde los acontecimientos. D~spues de la segunda gran guerra
supremo incentivo, todo el mundo adqulTlo Desputis de vivir en las clmas la constltu· Inglaterra no rechaz6 punto por punto la idea del cambio planeado.
conciencia de la severidad del esfuerzo. Un cion humana parece pedir zranquilidad y 49 Se ha seiialado rcpetidas veces la actualidad de un punto d" vista funcionalista. POl'
grande y general.rela.iamient~' y el des~ens? reposo. Insistir; en el periodo de. pausa, en ejemplo: "EI hecho de que se advierta la misma tendencia en todos los campos del pensa.
a los nive7es ordmanos de vida. eran m:nz- que nos apercibamos para la aCClOnen una llliento, demuestra que hay ahora una orientaci6n general a interpretar el mundo en rela-
nentes. Ninguna comunidad hublera POdIdo nueva y dificil jornada, sobre todo para ci6n con la interconexi6n de funcionamiento y no por unidades sustanciales separadas.
seguir usando riqueza y energia .vital a se- una jornada hacia 10 desconocido: es pe- Alberto Einstein en fisica, Claudio Bernard en fisiologia, Alexis Carrel en biologia, Frank
mejante velocidad. Mas que mnguno f,ue dir 10 imposible ... Cuando termm:n .!a.s Lloyd Wright en arquitectura, A. N. Whitehead en filosofia, W. Koehler en psicologia,
manifiesto el esfuerzo en las altas Jerar?uws hostilidades contra el nazismo, los mdlVl- Teodoro Litt en sociologia, Hernlann HeUer en ciencia politica, B. Cardozo en derecho:
de los trabajadores del cere bro. Traba!aron duos necesitardn, mas que nada, una rutina tad os estos hombres representan diferentes culturas, diferentes paises, diferentes aspectos de
sostenidos por el estimulo que ahora Iba ~ de pensamiento y de costumbres que .~o la vida humana y del espiritu humano, y sin embargo todos enfocan sus problemas con
desaparecer. "Puedo trabajar hasta que Cal- imponga a SitS mentes la penosa adaptaclOn un sentido de'realidad' que mira no a la sustancia material sino a la interaccion funcional
ga" fue suficiente mientras tron6 el can6n a una excitacion perturbadora." para la comprensi6n de los fen6menos." Law Without Force, por G. Niemeyer (Princeton
y marcharon los ejercitos. Pero ahora era University Press, 1941), 300. Esa abigarrada compania sugiere de nuevo que el acuerdo en
la paz, y en todas ~artes se, !,izo evidente el punto de vista funcional no tiene por que implicar identidad de filosofia politica 0 social.
el agotamiento nervlOSO y f!Slco, antes no 50 La bibliografia que comenta la tendencia al funcionalismo es casi tan numerosa y esta
sentido 0 desdenado." considerablemente mas extendida que las diversas bib.liografias cientificas que representan
la tendencia. Las limitaciones de cspacio y el interes por la pertinencia inmediata limitan el
Los gibbonescos pasajes de Ia primera columna son, na:u;almente, d~ Churchi1~b:;
numero de tales referenc.ias que tienen que ocupar aqui el lugar de una revisi6n y estudio
Winston Churchill de entre las dos gllerras grandes, que escnbta retrospect1Var;'e(~e ~. 'extensos de esos desenvolvimientos colaterales del pensamiento cientifico.
las consecuencias de la primera de ellas: The World Grisi~, voL 4, The Aftermat I on re~
En 10 que hace a la biolcgia.. una fuente general, ahora clasica, es Biological Principles:
Thornton Butterwort h ,1 '928) , no
J,
31, 33 . Las observaclOnes .de 1a segunda
d' columna
1 l't'soa A Critic~11 Study, por J. H. Woodger (Nueva York, Harcourt Brace and Co" 1929),
1 d H old Laski escritas durante la segunda Guerra Mundlal para eClr que a po I IC,
en espeCIal 327 ss.. Como rnateriales correlativos, se indican por 10 menos 105 siguientes:
::1 ;r. ~~urchill e; "el aplazamiento deliberado d.e toda cuesti6n con~idera~a 'contr~v.e,r-
.Modern Theories of Development, pelr :iertalanffy, op. cit., particularmente 1-46, 64 ss.,
tible' hasta que se obtenga la victoria y esto slgmhca ... que las relaclOnes ae producclOn
ss.; The Interp.retation of. Deuelopment and Heredity: A Study in Biological Method, por
par si mismo su valor cientifico, pero indica que la experiencia cumu1ativa , La est~llc.tura lo¥ica del experimento, por ejemp1o, no es diferente en
impuso esta orientacion a los observadores disciplinados del hombre como orga- h;~l:~,~u~~lca 0 P~lc~loSi~,aunque l~~ hip6tei3 sustantivas, los instrumentos.
nismo bio16gico, actor psicologico, miembro de una sociedad y porrador de cul- tc ... _.,),
.L".

conce
••
1

Ao, baslcos y las dlflcult~de"
.cJ. '!
')ra'ctl'cas rue
n d en d'f'
1 enr enor-
tura. Mas inmediatamente pertinente es la posibilidad de que 1a experiencia ~eme~te. Nl dlf:eren en s~ estructura l6gica, en, antropologia, sociologia 0,
anterior en otras disciplinas pueda proporcionar modelos metodo16gicos Miles blOlogla: los sustrtutos parClales del experimento: la observaci6n controlada
para el anilisis funcional en sociologia. Aprenderde los canones de procedi- el estudlO comparado y el metodo de "discernir". •
mientoanalitico en esas disciplinas con frecuencia mas exactas, no es, sin ~l examinar brevemente la 16gica del procedimientode 'Cannon en fisio-
embargo, adoptar sus concepciones y tecnicas espedficas, ni sus limites, patro- l,ogla bu~camos, J;lues,, un. modelo metodo16gico que quizis pueda ser deri-
nes y recipiemtes. Valerse de la logica del procedimiento empleado can exita \ ado haCla la soclOlogla sm adoptar las infortunadas homologias de Cannon
en las ciencias bio16gicas, pOl' ejemplo, no es reincidir en aceptar las analogias. entre l.a ~stTIlctura de los organismos bio16gicos y la de la sociedad.51 Sus.
y las homologias en gran parte no pertinentes que durante tanto tiempo pr~~edllTIIentoss~ formaron un poco del modo siguiente. Adoptando la orien-
fascinaron a los devotos de la sociologia organicista. Examinar 1a estTIlC- tacIOn de ClaudIO Bernard, Cannon empieza por indicar que el organismo
tura metodol6gica de las investigaciones bio16gicas no es adoptar sus concep- nece,:lta un estado relativamente constante y estable. Una tarea del fisi6logo
tos esenciales. conslste" pues. en dar "una ec-'I)osicicn concreta y detallada de 10s modos d
conse"'Ulf estados Derman~ t " \ 1 ' e
" ,'.:,." - ~n es .}.. reVIsar las numerosas exposiciones "con-
E. S. Russel' (Oxford, Clarendon Press, 1930), en esp. 166·280. Estudios proie!i.:os pueaea
eel", :: ~~rZ;;'J.~las" .ilccilas.por Cannon, hallamos que el modo 'general de
verse en los escritos menos instructivos de W. E. Ritter, E. B. Wilson, E. Ungexer,
J. Schaxel, ]. von Uexkiill, etc. Pueden consultarse con provecho los trabajos de J. Needham, formulaczon e: ,mv~n.able, mdepen.dientemente del problema de que se trate.
porejemplo: "Thoughts on the problem of biological organization", en Scienctia, agosto Una. for~ulaclOn tlplca es _como slgue:. "A fin de que la sangre.,. sirva de
de 1932, 84-92. medl? Clrculante, desempena?-do las dlversas funciones de portador comtin
En 10 que toca a la fisiologia, tenganse en cuenta los escritos de C. S. Sherrington, de ahme.ntos y desechos... , tlene que haber medias de retenerla siempre que
W. B. Cannon, G. E. Coghill,. Joseph Barcroft, y en especial los siguientes: The Integrative
~~y~!elIgr~ de escape," 0, para dtar otra e~posici6n: "Si la vida de la cdula
Action of the Nervous System, por C. S. Sherrington (New Haven, Yale University Press,
1923); Bodily. Changes in Pain, Hunger, Fear and Rage, por W. B. Cannon, cap. 12, y
'" contlllua~ ... , l~ sangre. .. debe £lUll' con suficiente velocidad para
The Wisdom of the Body, por el mismo (Nueva York, W. W. Norton, 1932), todos menos entreg~r alas celulas. VIvas eI (~eces~rio) suministro de oxigeno,"
el'desgraciado epilogo sobre "homeostasis social"; Anatomy and the Problem of Behavior, d Ha~lendo es~a~leCldo las eXlgenczas del, sistema organico, Cannon pasa
por G. E. Coghill (Cambridge University Press, 1929); Features in the Architecture of espues a descnbIr en detalle los diferentes mecanismos que funcionan para
Physiological Function, por Joseph Barcroft (Cambridge University Press, 1934). satlsfacer esas eXi~encias (por ejemplo, los complicados cambios que condu-
En 10 referente a psicologia, son oportunas virtual'mente todas las aportaciones basicas a
c:n a. la .coagulacI6n, la contracci6n local de los vasos sanguineos dafiados.
la psicologia dinirnica. Seria no solo poco ingenioso, sino enteramente exacto, deci!' que las
concepciones freudianas son instimos con funcionalismo, ya que los conceptos principales se ~le~tsmllluye la ~~avedad de la .hemorragia; la r;ipida formaci6n de coagulos
refieren invariablemente a una estructura funcional (0 disluncional). Para una concepcion o t a?t.e,la secrecIO~~~ adrenalma y la acci6n de esta sabre el higado. ~tc.) .
de otro orden, vease "Functionalism", por Harvey Carr, en Psychologies of 1930, dirigida ur:~no;en su descnpCl?~ de 10s diferentes dispositivos bioquimicos que ase-
por Carl Murchison (Clark University Press, 1930); y como uno de los muchos articulos ~om e adecuado SU~TIlllIStro de oxigeno al organismo nonnal y los cambios
que tratan sustancialmente de este conjunto de concepciones, vease "Homeostasis as an f ~ensadores que tlenen lugar wando alguno de dichos dispositivos no
explanatory principle in psychology", por J. M. Fletcher, en Psychological Review, 1942, unclOna adecuadamente.
49, 80-87. Una exposicion de la aplicacion del punto de vista funcional a la personalidad, Si se formula 1 1" d .
consta en el capitulo I de Personality in Nature, Society and Culture, ed. por Clyde hace evid ,~?glca e est,a actltud en sus terminos mas generales, se
Kluckhohn y Henry A. Murray (Nueva York, A. A. Knopf, 1948), 3-.332. Han sido amplia- 1 ente 1a slgmente suceSlOnde pasos relacionados entre sf. En primer
mente reconocidos los importantes respectos en que el gropo de Lewin se orienta hacia el llgar, quedan sentadas ciertas exigencias funcI"onales d 1
e os organismos, que
funcionalismo.
;-'1 Com .. , .
Por 10 que toca al derecho, vease e1 trabajo critico de Felix S. Cohen titulado "Tras- siendo ins 0 se bllilsmuoant~normente, el epilogo de Cannon a Sll Wisdom of the Body sigue
cendental nonsense and the functional approach", en Columbia Law Review, 1935, XXXV; upera e como e]emplo de los infru t
una rnentalid d d" 'd . c uosos extremos a que se ve arrastrada aun
809-849, y las nurnerosas citas que contiene. a IstmgUl a una vez que p' 1 •
organismo b' 1; . . e;n leza a sacar ana oglas y homologfas esenciales
En 10 relativo a sociologia y antropologia, vease la breve muestra de citas a 10 largo de , s 1OOglCOS.y SIstemas soclales. Yease, par ejemplo, su comparaci6n entre
todo este capitulo. El volumen editado par Robert Redfield proporciona' un puente util y vi mtlercelular flUlda del cue:ro y los canales, rios y ferrocarriles por los que-
sobre el abismo oue can excesiva frecuencia separa las eiencias biol6gicas de las soeiales. n
tipo de aenel ,os productos de la granJa y de la fabrica, de la milia y del bosque" Estc
"Niveles de Unifi~aci6n en Sistemas Biologicos y SociaJes", Biological Symposia, 1943, VIII. Srhaef.fl' nya,ogla, desarrolJado anteriormente en copiosos volumenes par Rene Worm
Un esfuerzo importante dirigido a exponer la estructura conceptual del analisis funcional, e, mcent Small y S ' s,
escritos de C' ?;ncer entre otros, no representa el valor distintivo de 10s
The Social System, por Takett Parsons (Glencoe, Illinois, Free Press, 1951). ,annan para el soclOlogo.
hay que satisfacer si estos han de sobrevivir 0 funcionar con alglin grade de mente en las l)aginas ant' 1 . .
eficacia. En segundo lugar, hay una descripci6n conereta y detallada de los enores a exammar cr1tIcamente los vocabuiar'
postulados, conceptos e imputaciones 'd 1" h . lOS,
.dispositivos (estructuras y procesos) mediante los cuales esas exigencias son em 0 EI . d' . 1 eo oglCas a ora cornentes en este
tipicamente satisfechas en casos "normales". En tercer lugar, si se destruye ~ccf6~ . p~r~ 19ma los un.e :n forma compacta, permitiendo asi la ins-
~iendo dSlII~U tadnea~de lIDSpnnClpales ::equisitosdel analisis funcional y sir-
alguno de los mecanismos tipicos para satisfacer esas exigencias, 0 si funciona • e ayu a pClra a auto-correc16 d . .
en forma inadecuada, el observador es sensibilizado para la necesidad de des- resultado d T 'I d 1 l. n e mterpretaoones provisionales
.' 1.ICl : ograr cuando los conceptos est{m diseminados y escondido~
cubrir mecanismos de compensaci6n (si los .hay) que desempeiien la nece- en una pagma tlas otra de una exposici6n discursiva 52 EI paradl'gm
saria fun cion. En cuarto lugar, e implicita en todo 10 que precede, hay una senta el nueleo d . . . a pre-
'I
f unClOna. e conceptos, procedlmlentos e inferencias del ana'II'Sl'S
exposiei6n detallada de la estructura mediante la cual actuan las exigencias '
funeionales, asi como una exposici6n detallada de 105 dispositivos mediante Sobre toda, debe advertirse que el ar d'
los cuales se realiza la funcian. de categorias introducidas de novo, sirfo ;a~g~i:nn~::p~:r:?-ta ~,n .~uerl]3o
Tan bien establecida esta la 16gica. del analisis funcional en las ciencias conceptos y problemas ue se han 'm 1 lcaCIon e os
bio16gicas, que los requisitos para un analisis adecuado llegan a ser casi asunto CTitica de la investi acf(m 1 puesto a nuestra a~e.n::ionen el examen

de caj6n. No pasa 10 mismo en sociologia. Aqui, encontramos concepciones refereneias a 1"


,
!.
y la teona actuales en anahSls funcional. (Las
uS se~ClOnesprecedentes de este capitulo most~~nin '
extraordinariamente variadas del destino apropiado de 105 estudios sobre habra preparado la base para cada d 1 ,."" que se
an:ilisis funeional. Para unos, este consiste sobre todo (0 aun 5610para eso) paradigma.) una e as categonas lllcorporadas en el
en establecer relaciones empiricas entre "partes" de un sistema social; para
otros, consiste en mostrar el "valor para la sociedad" de una practica social-
I. Las cosas a las que se atribuyen funciones
mente estandarizada 0 de una organizaci6n social; y para otros consiste en
exposiciones de los fines de Iits organizaciones sociales formales.
Todo el campo de datos socioI60'ic d
Al examinar el variado conjunto de anal isis funcionales en sociologia, se sometido, a ana/1-'
" f'
ISISunclOnai b
EI req os
" pue e someterse, y gran parte de eI fue
f d
hace evidente que los soci6logos, al contrario, digamos, de los fisi6logos, no represente una cosa estandarizada e~I~~~irun amental es .que :1 objeto de analisis
trabajan tipicamente con procedimientos inteligibles desde el punto de vista peles sociales,.normas institucionale~ .' norrr:ada y rerteratlva), tales como pa-
operativo,. no relinen en forma sistematica tipos necesarios de datos, no culturalmente normadas no .'lPro::esos soclales,llormas culturales, emociones
, rmas socIaes Instrumentos de c I .I
emplean un cuerpo comlin de conceptos y no utilizan los mismos criterios de Pregunta fundamental' 'Que d b·' . ontro sOCIa,etcetera.
d d . , e e entrar en el protocolo de b ., d
validez. En otras palabras, encontramos en fisiologia un cuerpo de concep- a a para que pueda someterse a a aI' " f' . , . 0 servaClOne Ia cosa
. n ISIS uncIOnaiSlstematlco?
tos, procedimientos ydesignios uniformes, y en sociologia una abigarrada
selecci6n de conceptos, procecFmientos y designios, que dependen, a 10 que 2. Conceptos de disposiciones subjetivas (motivos, prop6sitos)
parece, de los intereses y los gustos de cada sociologo. Con toda seguridad,
esta difereneia entre las dos discip1inas tiene algo -quizils mucho- que ver En aiglin momento el aT' f . ,
con diferencias en d caracter de 105datos examinados por el fisiologo y por ~ente con alguna conce ~i~~sl~e u~clOna~su~?ne mvaria.ble:n~nteu. opera explicita-
SIstemasocial Como de!ostr' I md.otlvaclOnde Ios mdlvlduos·Implicita en un
el soci6logo. Las oportunidades hasta cierto punto grandes de trabajo experi- ', ,. a e estu 10 que precede Ios d d' ,
subJetlva se mezclan
, de manera recuente y e 6 '
f conceptos
I e ISPoslci6n
.
mental en fisiologia son, como es cosa trillada, dificilmente igualadas en·
nados con ellos pero diferentes de .rr ne~ ~on as Conceptos,relacio_
sociologia. Pero esto no basta para explicar la ordenacion sistematica del Yconducta. ' consecuenclasoJjJetlvasde actitudes, creencias
procedimiento y de los conceptos en un caso, y e1 caracter frecuentemente
obPregulnta fundamental: ,En que tipos de analisis basta
incoordinado y no rara vez de£ectuoso del procedimiento y los conceptos en servacas como datos, como dadas, y en cuales SOIl con tomar motivaciones
la soeiologia funcional. como p' bl ,. consideradas apropiadamente
10 emattcas, como derivables de otros datos?

1\'1
)J> UN PARADlGMA DE ANALISIS FUNCIONAL EN SOClOLOciA
3. Conceptos de
consecuenczas
" ,
obJettvas (funciones, disfunciones)

Hemos observadodos tipo d' .


Como paso inicial y reconocido de tanteo en direccion a la codificaci6n del concepcionescorrientes de ";U~:~6~~mantesde confusi6n que envuelven las diversas
analisis funcional en sociologia, exponemos un paradigma de los conceptos
y problemas centrales en este pun to de vista. No tardara en hacerse evidente 52 Para Hna b ' ., .
que 105 principales ekmentos de este paradigm a han aparecido progresiva- veaseIa not breve exposlclonde la fmalidad de los paradigmas analiticoscomo este,
a so re paradigmasen otro lugar de este volumen.
tanto,. examinar
" un campo d e Ull!'d a d es para las cuales una cosa tiene consecuenclas
1) La tendencia a limitar las observaciones sociologicas alas aportaciones posi- prevl.stas;
oenel al v Imellv.lduos en posiciones soris.le< diferentes, sub gr u Pos el sistema socl'al
tivas de una entidad sociologic;:. al sistema social 0 cultural en que esta compren. "f '0'. ' os I'
sIstemas cu'turales
' . (Term'
\ ,mo 1"oglCamente esto supone' los conceptos de
unCI n pSleo oglca, funcion de grupo, fundon socl'al,'f' unci6n cultural, etc.).
-dida; y
2) La tendencia a confundir la categoria subjetiva de motivo, 0 mavil, con la
-categoria objetiva de juncian. 5. Conceptas de exigencias funcianales ( neces!dades,
, -requisitos previas)
Se necesitan distinciones conceptuales apropiadas para eliminar esas confusiones.
El primer problema exige un concepto de consecuencias multiples y un sa/do Inc~ustada en todo amilisis funcional ha al ,",c ,'~~ ; , •.
liquido de una suma °ag-regacion de consecuencias. l.as e~Igencias funcionales del sistema estu~'alu·C 'VHcepc,on: tacIta 0 expresa, de
este sIgue siendo uno de 105mas nebulosos Ie o. '~;omo se ad:Ier~e e~ otro lugar,53
Funciones son las consecuencias observadas que favorecen la adaptaci6n 0 ajuste
de la teorh fun6ona1 '1"1" 1 '! mpLJ.amente mas dlscutlbles conceptos
-de un sistema dado; y disfunciones, las consecuencias observadas que aminoran la
adaptacion a ajuste del sistema. May tambien la posibilidad empiric;;. de consecuencias tiende a ser taut~16gi~0 l~t·e~.1~~/;:c;~:
',liveneia" de un sistema d d'.
tS.OCl'~iogo::
e~ concepto de e~i~encia funcional
. d' _lenae a ImItarse a las condICIones de "super-
afuncionales, que son simplemente ajenas al sistema en estudio. a a, tieD e a abarcar "necesid d " b' 16 . .
En todo caso dado, una COGapuede tener consecuencias funcionales Y dishmcio- como en la obra de Malinowski. ' a es 10 glcas y soclales,

nales, originando el dificil e importante problema de formular canones para "alorar Esto implica el dificil proble . de II '
el saldo liquido del agregado de consecuencias. (Esto es, naturalmeme, mas impor- ',ler5ales contra especific~s)' .~a d. ~~ta) ecer tzpas .de exigencias funcionales (uni-
gencias, etcetera. ' , plo_e mucntos para vahdar 105 supuestos de esas exi-
tante en el uso del am\.lisis funeional para orientar la formaci6n Y ejecucion de
una politica.) co~:g::~ii~!~~~;a;:~~::~af~ue s~ ilec~sita p<ira establecer la validez de una vatiable
EI segundo problema (que nace de la facil confusion de moti',lOs y funcioues) noS .. . en sItuaelOnes en que es impracticable 1a expen·menta.
obliga a introducir una distincion conceptual entre 105 caS0S en que el prop6sito CIon ngurosa?
subjetivo coincide con 1a milseeuencia objetiva, y 105 casas en que dlvergen. ste
Funciones manifiestas son las consecuencias objetivas que contribuyen .1.1 ajv
() adaptacion del sistema y que son buscadas y recanocidas por 105 participantes en G. Canceptos de las mecanismas mediante ios cuales "'e realizan las funciones

el sistema; EI analisis
Funcianes /at'entes son, correlativamente, las no buscadas nl reconoddas." [isiolo fa lafuncional
. ,en SbCl?
. Iogla,
'J .
0 mlsmo que en otras disciplinas como la
Pr,egunta fundamental: I.Cuales son 10s efecws de la transEormaciol1 de una funci6n ~ y pSlcologla, reqUlere una exposici6n "concreta y detallada" d 1
anteriormente latente en una funcilSn manifiesta (que implica el problema del papel mecamsmos
canismos .quel' actuan
,'; para realizar .u na f unclon
. . d eh'b erada. Esto se refiere; no ae me-
05
del conocimiento en la conduct~ humana y 105problemas de 1a "manipuladon" de la e' .pSICOoglcos: sm~ a .me~alllsmos sociales ~s deci:r, la di',lisi6n en a
condueta humana) ? dliv~;:~:m;~~~~~~l ~;~t:nJ.~laes
s:n:t~tuci~na!les, la ordenac!6n jerarquica de ',laror~s~l~~
, a u os ntua es y ceremomales etc)
hoy regunta fundamental'
P y correspondientps' ,Cu'l
. a es e.1" lIl',lentano de mecanismos
, ••
sociales disponihles
4. Conceptos de la unidiJd servida pOT la funcit5n
psicolog;cos?- 'Que -, tS°ngamos por ca~a, a los grandes in',lentarios de mecanismos
funcion~ . ' d IPro emas. metodol.6glcos estan impHcitos en la percepcion del
Hemos abservado las dificultades implicitas en el heche de limiiar e! analis!s a
mlento e as mecamsmos sOClales?
funciones desempeiiadas para "la wciedad", ya que la's casas pueden ser luncionales
para unos individuos y subgrupos y disfuncionales para otros. Es necesario, por 10
7. Conceptos de alternativas funcianales (equivalentes a sustitutas funcionales)
* Las relaciones entre las "conseeueneias imprevistas" de la aeeion, y !a:; "funeiones
latentes" pueden definirse c1aramente,ya que estan implicitas en la seeei6n preeedente del Comofu~cional
bilidad hemos ',listo una ve
d~ est ~ban'dona~os el gratUlto
t z qu: a. . supuesto de la indispensa-
paradigma. Las eonseeuencias no buseadas de la accion son de tres tipos: conce to de alte . rue u.ras ,0Clales partlculares, necesitamos inmediatamente un
1) las que son funcionales para un sistema deliberado, y comprenden ias funciones sobre ~l mar'gen r~;tvlvaarS,
e9.,Ulv alen t0essustitutos funcionales. Esto enfoca la atenci6n
zacton as! p eb.en
l las €osas q d 1
Tatentes; estudio, satisfacer una e' .... ue pue en, en e caso sometido a
2) las que son disfuncionales para un sistema deliberado, Y comprenden las disfunciones y 10 inevitable. xlgencla tunclOnal; y descongela la identidad de 10 existente
latentes; y
3) las que son ajenas al sistema, al euar no afectan nl funcional ni disfuncionalmente;' Pregunta fundamental' Pu"st I d ..,
es decir, la clase de eonsecueneiasafuncionales que desde el punta de vista pragym\.- ~sa~;ap~~~e~~e a~~~~n~~Ve~
;~~;;~~~~ ~xi:~f~~:~~~~.~t~l:~~fi~~p~;i~~n~;~:;~l~;~~
tieDcarecen de importancia. a lCa e con .recuenCla en sltuaclOnes sociol6gicas en
Para una exposieion preliminar vease "The unanticipated consequences of purposive 5H "DO .
'Socialaction", por R. K. Merton, en American Sociological Review, 1936, 1, 894-904; para Amer' ISeUSI?n~f Parsons; "Position of sociological theory", por' R.
1949, 13, 164.68.
!can Soczolog!cal Review, K. Merton, en
la tabulaci6n de IDStipos de consecueneias, ',leaSe Religion Among the Primitives, de
32-33.
gran escala, (que procedimientos practicables de investigacioll se acercan m;rs a la Esta importancia de 10 estatico no es, sin embargo, inherente. a la teoria deJ
analisis funcional. Es mas bien una importancia adventicia que nace del in teres de
16gica del experimento?
los primeros funcionalistas antropol6gicos en contrarrestar tendencias anteriores a
escribir hisrorias conjeturales de sociedades analfabetas. Esta practica, util en el
8. Conceptos de contexto estructural (0 coeTci6n estntctuml)
momento en que fue introducida por primera vez en antropologia, persisti6 desven-
EI margen de variacion de las cosas que pueden desemperiar funciones delibetauas tajosamente en la obra de algunos soci610gos funcionales.
en una estructura social no es ilimitado (y esto ha sido repetidamente observado en El concepto de disfunci6n, que implica el concepto de esfuerzQ, tirantez y tensitlm
el estudio que precede). La interdependencia .de los elem:nros de. una estructura en el nivel estructural, proporciona una actitud analltica para el estudio de Jia
social limita las posibilidades efectivas de camblO 0 a~ternatIvas funclOn~les. E:, c~n- dinamica y el cambio. d~6mo se observan disfunciones contenidas en una estructura
cepro de coercion estructural corresponde, en la zona. ae la estructura sOCIal: al pn.~- particular, de modo que no produzcan inestabiJidad? (La acumulaci6n de tensiones
cipio de las posibilidades limitadas" de Goldenwe1S~r en una e~fera mas amph.l. y esfuerzos produce una presion hacia el cambio en tales direcciones que es probable.
Ei no reconocer la pertinencia de la interdependenCla y las coerClones. estructurales que conduzcan a su reduccion?
cancomitantes conduce a una idea ut6pica en la que se supone taCltamente q~' Pregunta fundamental: (El interes que predomina entre los analistas funcionales ..
ciertos elementos de un sistema social pueden ser eliminados sin afectar al.resto del por el concepto de equilibria social distrae la atencion de 105 fenomenos de desequili-
sistemx. Esta consideraci6n es admitida tanto por los ciend~icos sociales. marxl~t~: (por brio social? (De que procedimientos se dispone que permitan al soci610go medir mas
ejemplo, Carlos Marx) como por los no marxistas (por ejemplo, Malmowskl):" . adecuadamente ]a acumulaci6n de tensiones y esfuerzos en un sistema social? (En
Pregunta fundamental: (Hasta que punto un c~ntexto ~structural d~do lr.m~ta d que medida el conocimiento del contexto estructural permite al sociologo prever las.
maro-en de variaci6n en las cosas que pueden satrsfacer eflcazmente exrgenClas fUll- direcciones mas probables del cambio social?
cion~les? 'Encontramos, en circunstancias que aun hay que determ!nar, una zona de
indiferen~ia, en la que cualquiera de un gran numero de alternatrvas puede desem- 10. Problemas de validacion del andlisis funcional
peiiar la funci6n?
A 10 largo del paradigma se ha llamado la atenci6n repetidamente hacia 105 puntos;
9. Conceptos de dindmica y de cambio especificos en quedeben set validados supuestos, atribuciones y observaciones.55 Esto
tequiere, sobre todo, una formulaci6n rigurosa de los procedimientos del analisis socio-
Hemos sefialado que el analisis funcional tiende a en[ocarse sobre la est.Hica de la
16gico que mas se acerquen a la logica de la experimentaci6n. Ordenar una revision sis-
estructura social y olvida el estudio del cambio estructural. tematica de las posibilidades y limitaciones del andlisis comparado (cultural y de grupo) .
54 Palabras de MarJe anteriormente citadas document an esta afirmaci6n. pero no son . ~regunta fundamental: (Hasta que punto est<! limitado el anaIisis funcional por la
mas, desde luego, que unos pocos de los muchos lugares en que Marx destaca,. en efecto, dlflcultad de localizar muestras adecuadas de sistemas sociales que puedan someterse
la importancia de tomar en cuenta el contexto estructural. En A ~ontnbutlOn to the a un estudio comparado (semiexperimental)? 5tl

Critique of Political Economy (que apareci6 en 1859 y fue p~b1Jcada" d~ n~evo ell
Selected Works, de Carlos Marx, op. cit., L, 354-71), observa, pore]emplo: Nmgun orden II. Problemas de las implicaciones ideoldgicas del andlisis fundonal
social desaparece nunca antes de que todas las fuerzas productlVas para las cuales hay
lugar en eI se hayan desarrollado; y no aparecen llunca ~elacio.nes mas e!evadas de pro- En .un~ secci6n anterior se subrayo que el analisis funcional no dene ninglin com-
duccion antes de que las condiciones materiales de su exrstenCla hayan madurado en el promlSO mtrinseco con ninguna posici6n ideol6gica. Esto no niega el hecho de que
seno de la vieja sociedad. Por 10 tanto, la huma~idad 5610 s: senali' las tare as que puede
55 Por este pun to, es evidente que eonsideramos el analisis funcional como un metodo
realizar; pues, observando el asunto mas d:temdament~, srempre enco~:raren:os que la
tarea nace solo cuando las condiciones matenales necesanas para su solucron eXIsten €I por para la interpretacion de datos sociologicos. Esto no es negar el importante papel de !a
10 menos estan en proceso de forrnaci6n" (p. 357). Quizas la mas famosa de sus numerosas orientacion funcional para sensibilizar al sociologo a la recoleccion de tip os de datos que
referencias a la influencia coercitiva de una estructura social dad a se encuentra. en .el de otro modo pueden ser olvidados. Quizas es innecesario repetir el axioma de que los
d arrafo de El Dieciocho Brumario de Luis Napoleon: "El hombre hace su hlstona, coneeptos que uno tiene det'erminan la inclusion 0 la exclusion de datos, de que, a pesar
segun 0 p '. . 'd 'I' ?e la etimologia de la palabra, los datos no son dados, sino que son "arbitrados" con Ia
pero .no la hace con cualquier tela: no la hace con c~r~unstanCl~S escogl as por e, smo
con las que encuentra a mana." (De,la parafra~is del ongmal,pubhcada en Selected Works, Inevitable ayuda de cOllceptos. En el proceso de hacer una interpretaci6n funcional, el
de Marx, II, 315.) Por 10 que yo se, A. D. Lmdsay. es el. mas penetr~nte de,los com.en:a- analista sociologico encuentra invariablemente necesario obtener datos diferentes de Jos
. t senalaron las implicaciones teoricas de a£rrmaclOnes como esas. Vease su hbnto inicialmente buscados. La interpretacion y la recolecci6n de datos estan, pues, inextricable-
ns as que . d U' . l) 1931) . I . mente entretejidas con el conjunto de conceptos y proposiciones reJativas a esos conceptos.
Karl Marx's Capitai: An Introductory Essay (Oxfor mverslty;. ress, , especla-
Se ampHan estas observaciones en el capitulo II.
mente en 27-52. . ..,
M Social Structure, de George P. Murdock (Nueva York, Macmillan, 1949), basta para
Y par a otro lencruaJ'e
"
con un contenido ideologico total mente dlferente e lmphcaclOnes
. , ul 1 d f 'd
teoricas esencialmente analogas, 'lease Malinowski: "Dada una necesl.daCl.c. tura e 1m a, demostrar que procedimientos como los que implica eJ examen crucial de la cultura son
los medios de satisfacerla son pocos en numero, y por 10, tanto el. dlSPOSltlvo cultura,l ~ue muy prometedores para tratar ciertos problemas metod·ologicos de analisis funcional. Veanse
entra en existencia como respuesta a la necesidad est a detenmnado _dentro de hmltes tambib los procedimientos de anaEsis funcional en Marriage, Authority, and Final Causes,
estrechos", "Culture", Encyclopedia of the Social SCIences, op. Clt., 620. . por George C. Homans y David M. Schneider (Glencoe, The Free Press, 1955).
los anaUsis funcionales particulaTes y las hip6tesis particulares formulada.s Ror fun. breves aplicaciones solo de las primeras partes del paradigma a un numero
cionalistas pueden tener un papel ideo16gicoperceptible. Asi. pu~s,.el sigmente se rigurosamente limitado de casos de an;\lisis funcional en sociologia. Y, de
convierte en un problema especifico para l~ so,:iologia del conoCl':me,nt~:tEn qui!;;; vez en cuando, se usaran esos pocos casos como trampolines para estu-
medida la posici<\nsocial del sociologo funCl.ona~(por .eJeu:plo,.en re,aClOncon .un cliar problemas especiales que sean imperfectamente ilustrados por 105 casos
"cliente" particular que autoriz6 una investigaClon daaa) ImplI~~ ~na ~ormulaCH'm" en cuestion.
de un problema y no otra, afeeta a sus supuestos y conceptos y llmlta e1 campo de
inferencias que pueden sacarse de sus datos? .. .. '\\\\
Pregunta fundamental: tC6mo se puede dcscubrir el tinte Ideol6g!code ~n amlhm ~ CONCEPTOS SOMETlDOS A ANALISIS FUNCIONAL
funcional y en que grade nace una ideologia particular de los supuestos b~SICOS ~d~p-
tados por el sociologo? tSe relaciona la incidencia de 10s supuestos Con la pOSICIOn A primera vista pareceria que la pura des{.Tipci6n del concepto °
renglon que
social y el papel de investigador del soci6logo? va a analizarse funcionalmente plantea pocos problemas, en todo caso.
Quiza podria describirse el concepto "en la forma mas completa y exacta"
Antes de pasar a un estudio mas extenso de algunas partes de este para- posible. Pero, despues de pens arlo, es evidente que esa maxima casi no Ie
digma, aclaremos los usos a los que se supone que pu~de aplicarse. Despues proporciona guia alguna al. observador. Piensesc en la situacioo de un neOfito
de todo, pueden multiplicarse interminablemente taxlllomlas de conceptos funcionalmente orientado y armado solo con dicha m;\.xima como ayuda para
sin que avancen sustancialmente Jas tare as del analisis sociologico. ~Cuales son, contestar a b pregunta: ,;Que tengo que observar, que es 10 qqe tengo qu~
pues, las finalidades de este paradigma y como puede usarse? illcorporar a mis notas de campo, y que puedo omitir sin daiio~
Sin suponer que pueda clarse ahora una respuesta detallada y minu(';iosa
Finalidades del pamdigma al observador de campo, podemos, no obstante, advertir que la pregunta se
legitima por si misma y que ya se han dado en parte contestaciones implicitas.
La primera y mas importante finalidad es proporcionar, una guia co?i{i~ada Para hacer ostensibles esas contestaciones implicitas y para codificarlas, es
provisional para analisis funcionales adecuados y frucufer0s. Esta fmahdad necesario enfocar casos de analisis funcional con la pregunta: ,;Que clases drt
implica, evidentemente, que el paradigma contiene el conjunto minim~ .~e datos han sido incluidos consecuentemente, sin tomar en cuenta el concepto
conceptos con que el soci(}logo tiene que operar para llevar a cabo un anallSls sometido a andlisis, y por que fueTOn incluidos esos y no otTOS?
funcional adecuado y, como corolario, que puede ser usado aqui y ahara Pronto resulta manifiesto que la orientacion funcionalista determina en
como una guia para el estudio aitico de los analisis e~,istente~. Se .pr0J:l0ne, gran parte 10 que se incluye en la deseripciondel concepto que va a inter-
pues, ser una guia compacta y concisa para la form~laclOn de mve~tlgaclOnes pretarse. Asi, la descripcion de una actuacion magica 0 de una ceremonia
en analisis funcional y como una ayuda para localIzar las aportaclOnes y las no se limita a la exposicion del conjuro 0 formula, del rito y de los ejecu-
deficiencias distintivas de investigaciones anteriores. Las limitaciones de espa- tantes. Induye una exposicion sistematica de las personas que participan y
cio solo nos permitiran aplicar secciones lim:tadas del paradigma a la aprecia- de 105 espectadores, de los tipos y las proporciones d,e la interaccion entre
cion eritica de una lista escogida de casos adecuados. participantes y auditorio, de los cambios en estos. tipos de interaccion en el
En segundo lugar, el paradigm a se propone llevar directamente a los pos.t~- curso de la ceremonia. Asi, la descripcion de las ceremonias hopi para atraer
lados y los supuestos (con frecuencia dcitos) suhyacentes en el anahsls la lluvia, por ejemplo, comprende mas que las acciones aparentemente orien-
funcional. Como hemos advertido en partes anteriores de este capitulo, algu- tadas a la intervencion de los -dioses en fenomenos meteorologicos. Abarca
nos de esos supuestos son de importancia fundamental, otros son insignifican- illformes de las personas que estan comprendidas en distintas formas en el
tes y puede prescindirse de ellos, y otros aun son dudosos y hasta erroneas. tipo de conducta. Y la descripcion de los participantes (y los espectadores)
En tercer lugar, el paradigm a procura sensibilizar al sociologo no solo para se hace en terminos estructurales, es decir, situando a las personas en sus
las implicaciones estrictamente cientificas de diferentes tipos de analisis fun- posiciones sociales interconectadas.
cional, sino tambien para sus implicaciones politicas y a veces ideologicas. Un as breves citas haran ver como empieza el analisis funcional con el regis-
Los puntos en que un analisis funcional presupone un punto de vista politico tro (y preferiblemente, con diagramas) de las posiciones y las relaciones socia-
implicito y los puntos en que se re1'aciona con una "ingenieria social", son les de las personas que desarrollan 1a conducta que se observa.
cuestiones que tienen un lugar integral en el paradigma.
Esta notoriamente fuera de los limites de este capitulo explorar en detalle Ceremonial chiricahua de la pubertadpam muchachas: la familia domestica am-
los grandes y amplios problemas implicitos en el paradig~1a. Esto puede pliada (los padres y los parientes en situacion de poder ayudar financieramente)
aguardar una exposicion mas completa en un volume~ .dedlcado a ese_pro- sufragan los gastos de esta ceremonia de cuatro dias. Los padreseligen el momento
p6sito. En consecuencia, nos limitaremos en el resto aei presente estuCllo a y el lugar para la ceremonia. "Asisten todos 105individuos del campamento 0 ranche-
ria de la muchacha y casi todos los individuos del grupo local. Se ve tambien b~en para la eleccion de un conyuge. Esta norma caracteristica de eleccion reduce al mi.nimo
numero de visitantes de otros grupos locales y algunos viajeros de banderias extranas,
o elimina la seleccion del conyuge par 105 padres a por un grupo mas ampho de
cuyo numero aumenta a medida que transcurre el dla." El jete del. gTUP~ local, al parien tes.5~
cua! pertenece la familia de la illuchacha, habla ~ara dar !a bIen~e~Ida a l~s
visitantes. En resumen, esta exposicion llama la atencion en forma expl~cIta alas 5,- Este caso sugiere un segundo desideratum para un tipo de datos que han
guientes posiciones y grupos diferentemente complicados en la ~eremo~J.a;.l~ much~-
de incluirse en la exposicion del concepto sometido a analisis funcional. Al
cha; sus padres y familia inmediata; el grupo lo<;al, en especIal. el Jefe.. ,a .b.ana:I
describir la norma caracteristica (modal) para tratar un problema estanda-
representada por individuos de grupos locales extraiios, y la "tnbu por mdlvlduos
de oti'as banderias".57 rizado (eleccion de c6nyuge), el observador, siempre que es posible, indica
las principales alternativas que quedan excluidas. Esto, como veremos, sum.i-
Como veremos en momenta oportuno, aunque re1evante en es~e. p~nto, nistra pistas directas hacia el contexto estructural de Ia norma y, al sugenr
la mera descripcion de la ceremonia por las posiciones sociales. y.las atihaClO?eS materiales pertinentes para la comparacion, apunta hacia la validacion del
de grupo de 105 individuos diversamente complicados suml~lstra una plsta amllisis funcional.
importante para las funciones desempefiadas por la cere~~ma. En una pal~- Un tercer elemento integrante de la descripcion del concepto problema-
bra, sugerimos que la descripci6n estructural de los partlopantes ~n la actI- tico preparatorio del verdadero analisis £uncional -un requisito mas para
vidad analizada suministra hip6tesis para subsiguientes interpretaclOnes fun- preparar el especimen para el amiIisis- consiste en inciuir los "significados"
cionales. (0 significacion cognoscitiva y afectiva) de la actividad 0 norma para indivi-
Otro ejemplo had. ver tambien el caracter de estas descripciones en re- duos del OTUpO.En
b
realidad, como resultara evidente, una exposici6n plena-•
lacion con e1 pape!, la situacion, la "filiacion de grupo y las relaciones entre mente detallada de los significados atribuidos al concepto 0 renglon contn-
estas ':osas. buye mucho a sugerir lineamientos adeeuados de analisis funcional. Un caso
sacado de los numerosos an;ilisis funcionales de Veblen sirve ~ara ilustrar la
Respuestas estandarizadas a mirriri (obscenidades dirigidas a la propia herrnana) tesis general.
entre los murngin australianos. EI tipo estandarizado puede describirse de manera
muy breve: cuando un marido dirige una blasfemia a su mujer en presencia ~el La norma cultllral de consurno constJicuo:' el consumo ostensible de mercancias
hermano de esta, el hermano sigue la conducta aparentemente anomala de arr0.Jar relativamente caras "sig'nifica" (simboliza) la posesion de riqueza suficiente para
venablos a la mujer (no al marido) y a sus herman as. La descri~c~on de este lIpO "permitirse" tales gastos. La riqueza, a su vez, confiere honor. Las personas que
prosigue para incluir descripciones de la situacion so~ial de los partIclpantes. Las her- hacen un consumo ostentoso no solo obtienen placer con el consumo directo, sino
rilanas son individuos del clan del hermano; el mando procede de otro clan. tambien de la situacion elevada que se refleja en las actitudes y opiniones de otros
Notese ademas que 105 participantes estan lo~ali~ados de~t:~ de e~tructuras 50- que observan su consumo. Esta norma es sumamente notable entre la clase ociosa,
dales, y esa Iocalizacion es basica para el Subslgulente anahsls funoonal de esa es decir, entre 105que pueden abstenerse, y en gran parte se abstienen, de traba jo
conducta.58 productivo [esta es la situacion 0 pape! integrante de Ia descripcion J. Pero se difunde
a otros estratos que tratan de emular la norma y que asimismo sienten orr,-ullo
Como estos son casas sacados de sociedades agrafas, podd. suponerse que por 105gastos "superfluos". Finalmente, el consumo en terminos ostentosos tieI,de a
excluir otros criterios para el consumo (por ejemplo, un gasto "eficaz" de fondos).
esos requisitos para la descripcion son peculiares de materiales agrafos. Pero
[Esta es una referenda explicita a modos diferentes de consumo eclipsados por la
si atendemos a otros ejemplos de analisis funcionales de condu~tas qu.e se irnportancia cultural dada a la norma estudiada.] 60
encuentran en la sociedad occidental modern a, podemos descubnr el mlsmo
requisito asi como guias adicionales para los "datos descriptivos necesarias" 59 Sobre diferentes actitudes en relaci6n con el analisis funcional del "complejo del
arnor romantico", veanse Estudio del hombre, por Ralph Linton (F.e.E., 7' ed., 1963),
EI "complejo del amOT Tomantico" en la sociedad norteamericana: aunque .todas pp. 179-80, "Age and sexe in the social structure of the United States", por T. Parsons, en
las sociedades admiten "fijac:iones emocionales violentas ocasionales", la s~C1~.dad American Sociological Review, oct. de 1942, 7, 604-16, en especial en 614-16: "The kinship
norteamericana contemporanea figura. entre las pocas sociedades q~e capttallzan. system of the contemporary United States", por T. Parsons, en American Anthropologist,
1943,45, 22-38, en especial en 31-32, 36-37, ambos trabajos reproducidos en sus Essays in
fijaciones romanticas y en la creencia popular, por 10 menos, las convlerten en base·
Sociological Theory, op. cit:; "The social structure of the family", por T. Parsons, en The
Family: lis Function and Destiny, ed. por Ruth N. Anshen (Nueva York, Harper" 1949),
57 "An outline of Chiricahua Apache social organization", por Morris E.. Opl~r, en
173·201; "Intermarriage and the social structure", por R. K. Merton, en Psychiatry, 1941,
Anthropology of North American Tribes, ed. por Fred Eggan (Chicago, UnIversIty of
4, 361-74, en especial en 367.8; y "Socioiogical aspects of affectional frustration", por
Chicago Press, 1937), 173-239, en especial en 226-230 (el s.ubraya?oes nuestro). Isidor Thorner en Psychiatry, 1943, 6, e~ especial en 169-72.
58 A Black Civilization - A Social Study of an Australzan Tnbe, por W. 1. Warner
60 Teoria de la clase ociosa, por Thorstein Veblen, 1974, Fondo de Cultura Economica.
(Nueva York, Harper and Bros., 1937), 112-13. especial los capitulos II-IV.
Como es bien sabidn, Veblen atribuye diversidad de funciones a la norma descriptiva incluira) en la medida de lo posible, la enumeraci6n de las mati-
del consumo conspicuo: £ullciones de exaltaci6ll de la posicion social, de vac;ones, pem los motivos no deben confundirse, como hemos visto, con a) la
vacilacion de dicha posicion, de "buena reputaci6n", de ostentaci6n de pader nonw obietiua de conducta, ni b) con las funciones sociales de dicha norma.
pecuniario (p. 90). Estas consecuencias, expc:'imentadas por 105 participan- La mclusi6n de los motivos en la exposicion descriptiva ayuda a explicar. las
tes en la actividad narmada son agr<ldables y comribuyen mucho a explic<lr funciones psicol6gicas realizadas poria norma y can frecuencia resulta suges-
la continuidad de la norma. Las pistas hacia las funciones que se le atribu- tiva respecto de las funciones sociales.
yen las proporciona casi en su integridad la descritJ'Ci6n de la norma misma, Hasta ahara hemos venido examinando conceptos que son claramente prac-
que incluye referencias expHcitas a 1) la posi,'i6n social de 105 que exhiben ticas estandarizadas de creencias, nornias reconocidas como tales par los
diferencialmente la norma, 2) alte'nativas conacidas a la llorm2. de consumir participantes en la sociedad. Asi, individuos de una sociedad dada pueden,
pOl' ostentacion y "prodigalidad" y no por gace privado e "intrinseco" del en gradas diversas, describir 10&perfiles de la eeremonia chiricahua de la pu-
rengl6n de consuma; y 37 105 diferentes significados cultural mente atribuidos bertad, el tipo de mirriri murngin, el interes par el eonsuma conspicuo y 105
a la conducta del COIl.SJmO OSl:entosopor ios que participan en la norma y tabus sabre la exogamia. Todas estas son partes de la cultura manifiesta y,
por 108que la observan. como tales, son mas 0 menos plenamente conocidas par quienes participan
Esos tres ingredientes de 1:1deseripcion del eSDecimen que se analiza no 10 en esta cultura. Pero 10s cientificos sociales no se limitan a esas Ilormas
agotan de ni;;guna manera. Un p'rotocolo de~criptivo ~ompleto, adecuado manifiestas. De vez en cuando descubren una norma cultural cubierta, un
para el analisis funcional 5uhsiguiente, se extiende inevitablemente a un conjunto de pricticas 0 de creencias tan consecuentemente estandarizado
campo de consecuencias imnediatas p,icoiogicas y sociales de 1a conducta. CGIna las nonnas manifiestas, pero que no consideran los participantes como
POl' estas consecuencias pueden examiuarse con mayor provecho en conexi6n una actividad regulada mediante normas. Son muy abundantes 105 ejemplos
can 105 conceptos de funcioll. Aqui solo es necesario repetir que la descrip- de esto. As!, la estadistica revela que en una situaci6n de semi-castas como
cion del concepto 0 rengIOn no marcha de acuerdo can el capricho 0 la la que gobierna las relaciones negro-blanco en este pais, el tipo de matrimo-
intuici6n, sino que debe induir pOl' 10 menos esas tres caracteristicas del nio interracial que prevalece (cuando tiene lugar) es entre mujeres blancas
concepto, si e1 protocol a descriptivo ha de ser de valor optimo para el analisis y hombres negros (mas bien que entre mujeres negras y hombres blancos).
funcional. Aunque querla mucho par aprender acerca de los desiderata para Aunque esta norma, que podemos llamar hipogamia de casta, no esta institu-
la fase descriptiva del anilisis total, esta breve presentacion de modelos cionalizada, es persistente y notablemente estable.62
para el conteniao descriptivo puede bastar para indicar que los procedimien- o veamos otro ejemplo de una norma fijada pero aparentemente no
tos del analisis funcional plteden ser codificados, en definitiva hasta el punta reconocida. Refiere Malinowski que los trobriandeses dedicados cooperativa-
en que el trabajador sociol6gico de campo tenga un mapa 0 carta que guie mente a la tare a tecnica de construir una canoa se dedican no solo a esa tarea
la observaci6n. tecnica explicita sino tambien a establecer y reforzar relaciones interperso-
Otro caso es ejemplo de' un nuevo desideratum para 1a descripci6n del nales entre eUos durante aquel proceso. Muchos de los datos recientes sabre
concepto 0 rengl6n que va a analizarse. esos grupos primarios llamados "organizaciones infarmales" tratan de esos
tip~s de relaciones que observan los cientificos sociales peri:>que no son reco-
Tabu sabre la exogamia: cuanto mayor es el grado de solidaridad del grupo, mas nocldas, al men os en todas sus implicaciones, p~r los participantes.ro
marcado es el sentimiento contrario al matrimonio fuera del. grupo. "No importa . Todo esto apunta hacia un quinto desideratum para el pratocolo descrip-
emil sea 10.causa del deseo de solidaridad del grupo, .. " L"- exogamia significa 10. tlVO:deben incluirse en 10s protocolos del trabajador de campo regularida-
perdida de un individuo del grupo en favor de otm grupo a la incorporacion al
des de conducta asociadas a la actividacd nominalmente central (aunque no
grupo propio de personas que no fueron completameme socializadasen los valores,
sentimientos y practicas del intra_grupo.61 ~ormen,parte de la norma explicita de cultura), ya que esas regularidades
mconsclentes proporcionan con frecuencia indicios basicos para funciones
Esto sugiere un cuarto tip a de dato que hay que inclUlT en la descripcion 62 "Intermarriage... ", de Merton, op. cit.; Characteristics of the ·American Negro, ed.
del especimen social 0 cultural, con anteriaridad al amUisis funcionaL Inevi- por Otto Klineberg(NuevaYork,Harper, 1943).
tablemente, 105participantes en la practica sometida a examen tienen a.lgun , 63 EI redescubrimiento del grupo primario por quienesse dedican a estudiossocio16-
cuerpo de motivos para la confarmidad a para la disidencia. La exposici6n ~cos de la industriafue uno de los principalesalicientespara la acritud funcionalen las
mvestigaciones socio16gicasrecientes.Hay que hacer referenciaaqui alas trabajosde Elton
61 Interracial Marriage in Hawaii, por RomanzoAdams,especialmemeen 197-204; Roethlisbergery Dickson,WilliamWhyte y BurleighGardner, entre otros muchos.
"Intermarriage... ", por Merton, op. cit" especialmenteen 368·9; "Intermarriagein caste desde luego, las interesantesdiferenciasde interpretacion a que conducenlos
societies",por K. Davis,en American Anthropologist, 1941,43, 376-395. datos.
distintivas de la norma total. Como veremos, la inclusion de esas regulari. hablado haee mucho tiempo de "proceso latente" y de "configuraeion latente"-
clades "inconscientes" en el protocolo descriptivo orienta al investigaclor casi en relaci6n can procesos que estan por debajo del umbral de la observacion
inmediatamente hacia el analisis de la norma en relacion con las que hemos superficial) .
Hamado funciones latentes. La misma distincion fue hecha repetidas veces por los observadores de la
En suma, pues, el protocolo descriptivo debe incluir en la medida de conducta humana a intervalos irregulares en un espacio de muchos siglos.64
10 posible: Realm:nte, s~ria. desconcertante ver que una distincion que hemos llegado
a cc:nslderar iundamental para d analisis funcional no habia sido hecha por
1) localizacion de los participantes dentro de la estructura social, participaeion nadle de esa numerosa campania que adopt6 en decto la orientacion fun-
diferencial; cional. Solo necesitamos mencionar algunos de 10s que en los decenios re·
2) estudio de modos alternativos de conducta excluiclos por la importaneia dad a cientes hallaron necesario distinguir en sus interpretaciones espedficas de la
a la norma observacla (es decir, atenci6n no solo a 10 que ocurre, sino tambien a 10 conducta entre la finalidad perseguida y las consecuencias funcionales de
que es clesclefiaclo por virtud de la norma. ~xistente); . la accion.
3) los significados emotivos y cognoSCltlVOSatnbUldos por los participantes a
1a norma; George H. :Mead: ilG " ••• esa actitud de hostilidad hacia el infractor de la ley
4) distLncion entre las motivaClones para partlClpar en la norma y la conducta
tiene ia {mica ventaja [lease: fund6n latentel de unir a todos los individuos de la
objetiva que implica la norma; . ,
5) regularidades de conducta no reconocidas por los partlClpantes pero que, no co~unidad en la solidaridad emocio!:'ll de :;,~;;rr:cic;"'.. Aunque 105 esfuerzos humani-
tanos rmis admirables van seguramente contra 10, intereses individuales de muchos
obstante, estan asociadas a la norma central de conducta.
individuos de la comunidad, 0 no despiertan el interes ni _la imaginacion de la multi.
wd y dejan a la comunidad dividida e indiferente, el '!rito de Jadron 0 asesino
Es muy probable que estas desiderata para el protocolo del observ.ador • 0

armOlUza con complejos profundos, situados pOl' debajo de la superficie de los


esten lejos de ser completos. Pero p:?porcionax: .un paso .~e ta.uteo haCla la ~sfuerzos d.e individuos competidores, y los ciudadanos que estuviaon separados por
especificaci6n de puntos de observaclOn que faclhta el anaUSIS funCl.onal sub- mtereses dlvergentes se unen contra el enemigo comun."
siguiente. Estan destinados a ser algo mas espedficos que .la~ sugestlones que El analisis amilogo hecho par Emile Durkheim 66 de las funciones sociales del
suelen encontrarse en exposiciones generales de procedlmienws, como los c~stigo se enfoca tambien sob~e sus funciones latentes (consecuencia para la comu-·
que aconsejan al observador ser sensible al "contexto de situaei6n". uldad) y no se limita a funciones manifiestas (consecuencias para el delincuente) .
"'!'. G. Sumner:!l7 " ... desde los primeros actos por los cuales el hombre trata de
satIs,f~ce: nece~idades, carla acto se explica pOl' si misrno y no busca mas que la satis-
~ FUNcIONEs MANIFIESTAS Y LATENTES facclOn mmedmta. De necesidades recurrentes nacen luibitos para el individuo y cos·
tumbres para el grupo, oero esos resultados son consecuencias aue nunca son
Como se ha vista implicitamente en las secciones anter~?r:es,_la. distinc~6n consci.entes .ni previstas 0 b~scadas. No son advertidas hasta que lleva; mucho tiempo
de eXlStencla, y pasa aun mucho mas tiempo antes de que sean apreciadas." ·Aunque
entre funciones manifiestas y latentes fue ideada para evltar la 1l1advert~da
Csto no localiza las funciones latentes de acciones sociales estandarizadas Dara una
confusion:, que se encuentra con ll1ucha frecuencia en ~a literatura socio16gl~a, estructura social determinada, hace claramente la distincion basica entre fines bus-
entre motivaciones conscientes para la conducta sOCIal y sus conseCllencl.as cados y consecuencias objetivas; ..
objetivas. Nuestro examen de los vocabularios corrientes de a~alisis. ~unclO'
nal revelo cuan Ulcilmente, y cuan infortunadamente, puede ldenufrcar el , 64 Referencias a algunas de las mas importantes entre las primeras apariciones de la
sociologo motivos con fllnciones. Se indio) ademas que el motivo y la fu~- % " se en;.;onraran
dlstinci6n ' t' en "U nantlclpate
,. d consequences ... ", de Merton, op. cit.
cion varian cad a uno de por si y que el no registrar este hecho en una tern::- The psychology of punitive justice", por George H. Mead, en American Journal of
nologia consagrada contribuy6 9- la tendencia inc?ns~i;nte entre los soc:o- 1918, 23, 577.602, en especial 591.
logos a confundir las categorias subjetivas de motlvaClOn con las. categor~as Como se indico antes en este capitulo, Durkheim adopt6 un~ orientaci6n funcional en
objetivas de funcion. Este es, pues, el proposito central de seguir la praC~l~a su obra, " oper6, aunque con frecuencia sin noticia explicita, con conceptos equiva-
al de funci6n latente en todas sus investigaciones. La referenda del texto en este
no siempre recomendable de intioducir palabras nuevas en el vocabulano
es a, ','Deux lois de !'evolution penaie", en L'anni sociologique, 1899-1900, 4,
tecnico, que crece rapidamente, de la sociologia, pr~ctica que rl1l~chos.p'r~f~nos lsa ~w,s!On of Labor in. Society (Glencoe, Illinois, The Free Press, 1947.).
consideran una afrenta a su inteligencia y un delrto contra la mtehgibllrdad, G la, una entre sus muchas observaciones pertenece naturalmente a Folkways de
comun. . Sumner (Boston, Ginn and Co., 1906), '3. Su colaborador Alhen: G. Keller ~on.
d' . .~. ., ", - '
Como se reconocer<\. facilmente, adapte las palabras "manifiesto" y "laten- Istl~clOn en -£us propios escritos; 'lease, por ejemplo su Social Evolution (Nueva
te" de su uso en otro contexto par Freud (aunque Francis Bacon habla MacmIllan, 1927), en 93-95,
R. M. MacIver: 68 Ademas de los efectos directos de las instituciones, "hay mas
efectos;-, ." 'do de control que caen fuera de los prop6sitos dlrectos de los hombres .. , contribuyen a s~ aj:rste 0 adaptaeic\n y se esperan aS1; las segundas relativas
este tipo de forma reactiva de controL,. puede seT, aunque inesperado, un servicio a las cons~cuenc~as,}~e~p~radas y n~ rec~nocida3 del mismo orden.
profundo para la sociedad". Hay alg~~os mal~lO~ u~ que el oautlsmo de esta distincic\n puede servir
W. 1. Thomas y F. Znaniecki: 69 "Aunque todas las nuevas instituciones coopera· a un proP~SI,tOheunst~co mcorpo~~ndo.se a un aparato conceptual explicito,
tivas de campesinos polacos estan, pues, formadas con el deiinido proposito de ayudando ~"I tanto a 1a ,observaclOn sIs"em..(t·l·r~ "OillO'! - 'I' . .
E -', . L a. ~'" .~" 3.. aHa ISiS postenor.
satisfacer cienas necesidades especificas, su funci6n social no se limita de ningun
n anos f reCle~t7s, por eJemplo, la distincion entre funciones manifiestas
modo a su prop6sito explicito y consciente ... cada una de esas instituciones -drculo
lat~~tes .~e uulIzact2. en ana lisis de matrimonios inte:-T'aciales,70de estratifl
de la comuna 0 agricola, banco de prestamos y ahorros, 0 teatro- no es meramente caClOllsonal 71 de f,-ustracI'o'n ~t"qrtI'v 7" d
un mecanismo para la administraci6n de ciertos valores, sino tambien una asociaci6n • ;'. -.. ". ,'v a, ~ e 1as teonas ' i;OGGWglCi:S
, -, . de Veblen,13
de las or •.entaaones none amen canas predoillI'I'a'nto" h'l"'a '{1.1,.;- rJ 1
';.l-e a nro-
'1<
de personas, y se supone que cada individuo de ella participa en las actividades ..•~ .•• A 1. ';",.v ';'.t.£~'l...l ~"""l vJ.d,·"X

comunes como individuo vivo y concreto. Cualquiera que sea el interes camun oficial paganda
?vI " como
k' 7 ' un m.e alO ae control social 713 d'e la 'PI'l'~a
, ,." L .'.<.
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predominante, sabre el cual se basa la instituci6n, la asociaci6n como grupo con- • almows'I, 6 ae la hechieeria entre 105 n::lVaios,7 de p,r~hlema< 'd I. " .-
log];) de1 _. ;., 78.' " .',. v "e a ,0ClO-
creto de personalidades human as implica extraoficialmente otros muchos intereses; d ,'. .. c~nOdm.c;nto, ae la moda,79 de la dmamlGl de la personalidad 80
los contactos sociales entre sus miembros no se limitan a. su fina.lidad comtin, aunque e 1;1.$ m:dldas de scguridad nacional,81 de la dinamica sociai'interna d "1
esta constituye, por supuesto, la principal razon por la cual se forma la asociaci6n burOCY"l"'~ 8? 'r rl
. , ~ :' >e :lna
•a
, "',,~.L
,"d
g'!"a.;lGIVerSl a d de otros
.' py(>~)]emas soc1016g1ros . e a
y el vinculo mas permanente que la mantiene unida. Debido a esta combinaci6n de f L~ dlv<eTSlda~,"mismade las mater-ias ind~ca que ia distinci6n te6ric~ entre
un mecaLismo abstracto politico, econ6mico 0 racio"a; [lara 13. );\t.isfaccion de nece- U~~'.lOn.:~manm,;stas y.btentes no estivlllculada a un campo limitado y
sidades espedficas, con la unidad concreta de un grupo social, 1a nueva instituci6n
pat D.cu1"r de conducta humana. Pero queda allI' 'a ,'l'ran t~-;'a d . d '
es tambien el mejor vinculo intermediario entre ei grupo primario campesino y e! los u T . " b . 'u~, e III agar
sistema nacional secundario."
d ' so~ espe;C1:1coSa que puede aplicarse esta distincion, y a esta g.ran ta~ea
e~,1CO1<.15 paglnas restantes de este capitulo.

Estos y otros muchos observadores socio16gicos han distinguido, pues, de "Internlarriase


7(J and the. social structure" , de M"~cn 0"
vez en cuando, entre categorias de disposici6n subjetiva ("neeesidades, in- "!\..
71 'C.':" ,'J>.., . 11. c;t.
. 1 c?nceptuaJ analys\s of stratification", por Kingsley Davis en American Socio-
tereses, prop6sitos") y eategorias de consecuencias funcionales generaimente Ioglcal ReVIew, 1942, 7. 309-321. .., . ,
no reconocidas pero objetivas ("ventajas unieas", eonseeuencias "nunca cons- 72 Thorner, op. cit.., 'especialmente en 165.
cientes", "servieio ... inesperado para lasociedad", "{undon no limitada a su 73 Thorstein Veblen'· "'oci I T' A. K' .
"V bl h dr" u a ,leory, por '. . DaVIS, teslS doctoral, Harvard 1941 y
prop6sito explicito y consciente"). . eo e; o~ t: ec m~. of the Protestant Ethic", po\" el mismo, en Social FOlc~r. 1944
Como la ocasi6n para haeer la distinci6n se presenta con gran frecuencia, ~~u~;-~6~kT~. F;:uCawn Psychology and V<!ble:l.'s Soc:!!1 Th30ry, por Louls Scimcide~'
74" 0., mg, ,Town P;es3, 1948), en especial el c::l])it:llo 2.
y como la finalidad de un sistema conceptual es orientar la observaci6n ha- Some sources or Amencan hostility t.o RussI'a" por A '" D .
] ourn ai of Sociology, 1947, 53, 174-83. ' .. ".. 'avls,. en American
cia elementos destacados de una situaei6n y evitar el olvido inadvertido de esos
7G "Propaganda ad' I I"
elementos, pareeeria justificable designar esa distincion con un conjunto ade- Theory. n. socia contra ,por Talcott Parsons, en 5US Essays in Sociological
wado de vocablos. Esta es la raz6n de distinguir entre funciones manifiestas 76 "B '1 M" .
y funciones latentes, las primeras relativas alas consecuencias objetivas para Folklore, r~;l~~~6, ;~~~~~'~kl, 1884-1942", por Clyde Kluckhohn, en Journal of American
una unidad espeeificada (persona, subgrupo, sistema social 0 cultural) que
~~ ~:Iavaho Wit;hcraft, P?r Clyde Kluc.khohn, op. "it., especidmente en 46-47
• erton, caplt'U10 XlI de este voJumen. y ss.
79 "'F- h' ,. , I
68 Esto esta deliberadamente tomado de una de Ias primeras obras de MacIver: Commu- aS ln women s c othes and the American s06al 'Y'·,'m" p
\On B d B b
nity (Londres, Macmillan, 1915). La distinci6n adquiere mayor .importancia en sus escritos Y L , S. Lobel, en Social Forces 1952 31 121._nl • "",. '- or ernar ar er
SO HDynarnic theory of "Opr;. . ' t, , . ,J; ~ .,. ,
?ooteriores, y llega a ser element.o muy importante en su Social Causation (Boston, Ginn and tho B h . D" d ." ~ality , por O. H. Mowrer)' C. Kluckhohn en Personality
e ~vlzor Isor ers, ea. por J. M. Hunt (Nuev.;. York, :Ronald :Press 1944) 1
0

and Co., 1942), en especial 314-321, e informa fa mayor parte de su The More Perfect 69_135
Union (Nueva York, Macmillan, 1948). ...... , i"'speClamente en 72. " , ...,
81 """ .
69 El parrafo citado en e! te.xto es uno de' los muchos que con justicia indujeron a can- - ::;e~~nt.y ~easures and freedom of thought: an exploratory study of the impact of
siderar The Polish Peasant in Europe and America un "cla.sica socioI6gico". Vear...se las 0 "ana security programs", por Marie Jahoda
195 L., vI, v p. W Coo" on "al'e
296-333. ." . '~"'" Law Journai,
paginas 1426-7 y 1523 ss. Como se did mas tarde en este capitulo, las ideas y Ias distin-
ciones conceptuales contenidas en est.e pasaje, y hay otros mucnos como ef en punto a
riqueza de contenido. fueron olvidadas, 0 no fueron advertidas nunca, por 105 saci610gos
82 TV
•.
1
;n; the.1rass Roots, pOT Philip Se!znick (University of California Press 1949\.
0n ustT!~ B'~real1.cracy, por A. W.Gouldner (Glencoe, Ii1inois, The Fr~ ~,"
indust.riales que llegaron recientemente a formular Ia uoclan de "organizaci6n informal" , The DynamICs o( Bure(lucr~y, porP. M, .mati (University of Chicago p~ss ~:55;s:
en Ia industria. patterns m NU'·7 officer corps" , 1:'
'~or 4.......
A X D~vi< .... a •.., .,en SOf..ta
.'1 rorces,
~' 1948~,
Median~e la aplicacion sistematica del concepto de fund on latente, puede
desc~bnrse a veces que la conducta en apariencia irracional es positivamente
fun clOnal para el grupo. Si trabajamos con el concepto de funcion latente
no nos apresuraremos demasiado a conduir que si una actividad de un
Aclam el andlisis de normas sociales aparentemente irracionales. En pril?er ~po no consigue su finalidad nominal, su persistencia s6lo puede deseri-
lugar, la distincion ayuda a la imerpre:aci~n socio16?i~a de n~uchas pract1cas blrse como un caso de "inercia", "supervivencia" 0 "manipulacion de suh-
sociales que persisten aun cuando su fmahdad mamhesta eVI~entemente no grupos poclerosos de la sociedad".
se consigue. El procedimiento manido en esos casos fue p~ra dlferentes ,ob~er- . En realidad, alguna concepcion parecida a la de la funcion latente ha
vadores, en particular para observadores p~ofano~, re~enrse a esa~ pr~~t1cas sido e~pleada con mucha frecuencia, casi invariablemente, por los cientifi-
-como "supersticiones", "inacionalidades", "sImple merCIa .de la tradlclOn '. etc. cos.s~Clales que observaban una praetica estandarizada destinada a logTar un
En otras palabras, cuando la conducta del grup.o no conslg~e -y ~n reahdad ob]etlVo. que ~no sabe por la ciencia fisica bien acreditada que no puede-
muchas veces no puede conseguirla- su finalidad os~enslble, eX1~te la p~o- conseg~trS~ asz. Este serfa con toda daridad el caso, par ejemplo, de los ritos
pension a atribuir su existencia a falta de inteligencia, ~ pur~ 19n?ranCla, de los llldlOS pueblo, relativos a la lluvia 0 la fertilidad. Pero con una con-
a supervivencias, 0 a la Hamada inercia. Asi: la ceremoDl, h~Pl destm~d~ a ducta que no se dirige hacia un objetivo claramente inalcanzable, es menos
producir una lluvia abundante puede denommarse ~na pract1ca superStlClOSa probable que los observadores socioldgicos examinen las funciones colaterales-
de un pueblo primitivo, y se supone que esto agota el asunto. De~ observarse o latentr:s de la conducta.
que eso de ning1.lna manera explica la conducta del grupo. Es s1mpl~~n~,nte
un caso de rotulacion 0 etiqueteo; sustituye can el vocablo "superstlclOn el
.D.iri~~ la atencion hacia campos de investigacion fructiferos en teoria.La
am\.lisis del verdadero papel ~le esta conducta en la vida del grupo. Pero, dado
dIstmclO!: entre funci?nes manifiestas y latentes sirve ademas para dirigir
el concepto de fun cion latente, recordamos q~.e esa, con~ucta pue~ desem- la ate~clOn de los soaologos precisamente hacia las esferas de la conduGta.
penar una funcion para el grupo, aunque d1cha cUnClon pueda ,er muy
las actltu?es y las. ~reencias en que pueden aplicar mas con mayor provech~
remota de la finalidad declarada de la conducta. sus espeClales peTIClas. Porque, l,cmU es su tarea si se limitan al estudio de
El conce1)to de funcion latente amplia la atenci6n del observador mas aHa
f~nciones manifiestas? Se interesani entonces, en gran medida en determinar
de la cues~ion de si laconducta consigue 0 no su finalidad confesada. Al
SI una pl;a~tica instj~uida para ut.I proposj'o particular consi~ue en realidad
pasar por alto provisionalmente eso~ propositos exp~ici~os, dirige l~ at~n-
ese'propos~to. InvestIgad.n, por eJemplo, si un Si5[ema nuevo de pago de sa
cion hacia otro campo de consecuenClas: las que se relaClonan, por eJemplo,
lanos conslgue su dec1arado proposito de reducir el cambio de mano de ohra
can las personalidades individuales de los !lopi que intervie~en en Ia ~er~mo-
o de aumentar la prod~cci6n. Se. p:eguntaran si una campana de propa-
nia, y con la persistencia y continuidad del grupo mayor. 51 uno se hmI.tara
ganda ha logrado en reahdad su obJetivo de aumentar la "decision de luchar"
al problema de si existe una funci6n manifiesta (deliberada), se convlerte
a la "decision de comprar bonos de guerra", 0 la "tolerancia hacia otras
en un problema no para el sociologo, sino para el meteor610go. Y. segura-
grupos .etnicos". Ahora bien, esos son tipos de investigaci6n importantes y
mente nuestros meteor6logos estan de acuerdo en que la ceremoma de la
c?mpleJos; pero en 1a medida en que los sociologos se limiten a estudiar fun-
lluvia no produce lluvia; peTO esto no tiene nada que ver con el asunto.
ClOnes.manifiestas, 5U investigacion la fijan para eUos hombres practicos de
Es dedr, simplemente, que la ceremonia no tiene ese uso. te~nico, que esta
negoclOs (que sea un capitan de industria, un lider de un sindicato 0, posi-
finalidad de la ceremonia y sus consecuencias reales no c?mc?~en. Pero ~on
blerr:ente, un jefe navajo, e3 10 rnismo de momenta), y no los problf'mas
el concepto de funcian latente, continuamos nuestra inV~StlgaClon, Y exar~l1na:
tconcos que estan en el nudeo de la disciplina. Pero tratando ante todo eI
mos las conseeuencias de la ceremonia no para los dlOses de la lluvia III
c~mp? de las funclones manifiestas, el problema dave de si practicas u orga-
para los fenomenos meteorologicos, sino par~ el grup? que realiza la cere- TIlzaclOnes de!,h' .. ., 1.ogran conseguir sus objetivos, eI
lue~a<lamente l11stltmuas
monia. Yaqui puede eni:ontrarse, como indIcan mUCh?S observadores, que
se convierte en un industrioso y nabil registrador de la norma
la ceremonia tiene funciones en realidacl, pero fUilclOnes latentes 0 no
co:nducta completamente familiar. Las condiciones de la estimaci6n son
cleliberadas. -- , ~ limitadas 1101' la cuestidn que Ie plantean los hombres de negocios
Las ceremonias pueden realizar fa funcion latente de r~forzar la. iclenti~ad
teoncos, por ejemplo: l,Ha realizado tales y cuales propositos el nuevo
del grupo proporcionando una ocasion peri6dica en que. l?S i?divI~UOS dIse- program a de page de salarios?
minados de un grupo se reunen para entregarse a una actIv1daa c0rr:-un. Como Pero arriJ.ado con e,1 concepto d e £cunclOfi.atente,
1 .
• ,
el soci6logo extiende Sll
Durkheim entre otros indica hace mudlO tiempo, tales ceremomas son - un
. 1 e~ ~q~ellas direcciones mas prometedoras para el desanollo-
medio po; el cual se of~-eceexpresi6n colectiva a s'entimientos que, en un ana-
de ,a dlSClpJ.ma. Examina la practica social familiar (0 planeada)
lisis ulterior, resultan ser una fuente fundamental de unidad del grupo.
142
. _ . 1 a en consecuencia no reconocidas por S610 despues de prolongada~ investigaciones se Ie ocurrio al grupo inves-
Para descubnr las. funClOnes .atent-.s, y . Te tas) Examina ligador explorar las consecuencias de la nueva "situacion experimental" sobre
d d lueo-o que las fun ClOnesmam 1 s· . '
10 general (10 illlsmo, es ~ b' Ian de salarios para, pongamos por hs imagenes y los concept os que tenian de si mismos Ios trabajadores que
por ejemplo, las consecuenClas ~el nuev~ Pd los trabaJ'adores, 0 las conse- tomaban parte en el experimento, sabre las relaciones personaies entre los- in-
1 . d' t en que pstan oro-anlza os dividuos del grupo, sabre la coherencia y unidad del grupo. Como dice Elton
caso, e. sm lca 0 - b d 5610 para aumentar su recono-
cuencias de un programa de proragan an?, . . t mbien Dara que un Mayo, "e! fiasco de la iluminacion los habia puesto sobre aviso para la nece-
cido nrop6sito de despertar entuSlasmo patrtIOt1~O:n:I~~es:arsus ideas euando sidad de llevar registrDs muy minuciosos de todo 10 que ocunia en la sala
" d gentes se muestren renuen es a •
adem as de 10s dispositivos de ingenieria e industriales manifiestos. En conse-
gran numero e , .' . , resumen se sugiere que las aportaclOnes
difieren de la pohtlca ohClal, etc. En , .' d' I nente en el cuencia, las observaciones incluian no solo registros de cambios industriales
intelecmales distintivas del sociologo se encuentlran Plllell:~orc~:~tanlas fun- y tecnicos, sino tambien registros de cambios fisioiogicos 0 medicos, y, en
. 1 'as inesperadas (en tre as q
estudlO de as consecue~Cl . " . tudio de las consecuen-
p cierto sentido, de camblos sociales y antropo16gicos. Estos llltimos tomaron
ciones latentes) de practlcas sOClales,asl como en, el ~s 'f' t ) 8tl la forma de un diarlo que daba cuenta 10 mas completamente posible de los
t las funclOnes mam les, as ,
cias previstas (entre las que se cuen, an 1 mento en que la aten- acontecimientos reales de cada dia, , ." 85 En resumen, s610 despues de una
Hav algunas pruebas de que preClsame,ntde,en ,e. mOde l~s funciones mani- larga serie de experimentos que descuidaron por completo las funciones soc:a-
:. l' '1 pa~o el plano .u_
{;i6n mvestlgadora de os ~OCloogos f 'd hicieron sus aportaciones les latentes del experimento (como situaci6n social preparada) se introdujo
0
fiestas al plano de las funclOnes l~en~es ue c~a~e muy extensamente, pero esta estructura claramente socio16gica. "AI darn os cuenta de esto -escriben
mayores y distintivas. Esto pue e ocumen a los autores-, la investigacion cambio de caracter. Ya no se interesaron 10s
bastan\.n algunos ejemplos de pas.ada. ~, . ,.1 '~Ol.l"O 'bl'en saLido, las
p< investigadores por comprcbar los eiectos variables simples, En vez de un
TV t J!,tectr'C' ",-, ' -"
Estudios de la Hawt Jwrne v es ern. ," 1 '1 ~ de las relacio- experimento dirigido, 10 sustituyeron por la idea de una situacion social que
, " , e dedlc"on:t rroo emu
necesitaba ser descrita y comprendida como un sistema de elementos inter-
~:~~~~: ~~~~~;~n~~~~~nyv~:t~?i:~~:~"sdelos :~~bajabdO~esinbdlu~r;:l~~;;:r:~~~ dependientes." En ade1ante, como es ahora bien sabido, la investigaci6n se
d' f 6 la atenclOn so re pro e dirigio en gran medida a indagar las funciones latentes de practicas estan-
unos dos alios y me 10 se en oc , .' nsidad de Ia luz? Los resul-
lAfectan a la producci6n 105 camblO~ en la rlllt~imites no habia una relacion darizadas entre los trabajadores, de la organizaci6n informal que se produjo
tados iniciales m~strar.on que dentro d e a.~p 1~1 rendimiento de la produc- entre los trabajadores, de 10s juegos de estos instituidos por "sabios adminis-
uniforme entre IlummaCH'm y pro UCCI?n. 1 e aumento (0 se tradores", de grandes programas de consejos y conversaciones con 105 obre-
cion aumento tanto en e1 grupo expenmenta en qlue s ue no se hicieron ros, ete. El nuevo sistema conceptual altero el campo y los tipos de 105 datos
, . ' ., a en e1 grupo de contro en q recogidos en la investigacion subsiguiente.
disminuyo) la IlummaclOn com , . 'dores se limitaron pOl'
cambios en la iluminaci.6n. En s~n:a, los lllveStlga del concepto de fun- No hay mas que volver al parrafo citado arriba de la obra clasica de
entero a investigar fun ClOnes mamhestas. Ai c~recer cion a las come- Thomas y Znaniecki, de hace unos treinta afios, para reconocer la exactitud
ci6n social latente, no se prest6 inicialmente m,nguna ~ten 'dividuos de de la observacion de 511ils:
. . les del experimentO' sobre las relaClones enlre los m
euen,Clas SOCIarueba de control 0 sobre las relaciones ent.re los.obreros y las " .realmente 1a historia del estudio de "grupos primarios en 1a sociologia norteameri-
~~t~:~e~~~ la sal~ de prueba. En otras p~labras, los mv~;tlgad;::s .•~~~: Cana es un ejemplo supremo de las discontinuidades en el desaTTollo de esta disci-
dan de una estructura sociol6gica de referenCla y operaron shO°b co 1 do plina: un individuo a quien se reconoce como uno de los fundadores de la disciplina
t r610gos podia a er exp ora destaca un problema, que despues deja de ser estudiado, y unos alios mas tarde
nieros" (exactamente como un gropo d e me eo ,
vueIvea ser planteado can entusiasmo como si nadie hubiera pensado antes en eI.86
los "efectos" de la ceremonia hopi sobre la lluvla) .
.. , I are~e en Mass Persuasion, por Porque Thomas y Znaniecki habian insistido repetidamente en la opinion
83 Una breve ilustraci6n de esta proposlclOn~enerNaap y ~, H er 1946) 185-89;
Robert K. Merton, Marjorie Fiske y Alberta Curtls ( ueva orK,.. arp, , sociologica de que, cualquiera que fuese su principal finalidad, "Ia asociaci6n
c~:n.o grupo concreto de personalidad.es human as implica de manera no
Jahoda y Cook, oft cit.,. " una investi acion complicada se modi-
84 Se cita este comoestuUlO de un c~sode cOffilo 't de gsus rhsultados por la intro- ofloal or-ros muchos intereses; 10s contactos sociales entre sus miembros no se
, . , t' y en e carac er o.

fico completamente en Oflentacwn eonca " . L 1 "n del caso p<tra este
'd al de funclon latente. a e.ecclO
due cion de un concepto parecl 0 I ., lena de las interpretaciones que .105 85 The Sociai Problems of an Industrial Civilization, por Elton Mayo (Harvard Uni-
,. . rca desde luego a aceptaclOnp , ., d Press, 1945), 70.
proposlto. no ImpI , '. ' I diferenteslibros que exponen la inve5tlgaclOn.e
autores dleron a sus resUl,ado~.Entre os M nt and the Worker por F. J. Rocthhs-· S6 The Present State of American Sociology, por Edward Shils (Glencoe,Illinois, The
la vVesternElectric veasepartlcu!armente'. anageme1) , Press,1948), 42 (el subrayado es nuestro).
.
belger y W. J.. Dickson (Harvard UniverSItyPress, _939 .
limitan a su finalidad comun ... " En realidad, pues, se necesitaron aiios Un ejemplo de investigaci6n que usa implicitamente la nocion de funcion
de experimento para que Ia atencion del equipo de investigacion de Ia latente aclarara el sentido en que Ia "paradoja" -discrepancia entre la
Western Electric se fijara en las funciones sociales latentes de gmpos pri- funcion aparente, meramente manifiesta, y la verdadera tUl1cion, que incluye
marios que aparecen en las organizaciones industriales. Debe aclararse que no tambien funciones latentes- tiende a presentarse como resultado de la in-
se cita aqui este caso como ejemplo de propOsito experimental defectuoso; clusion de este concepto. Asi, volviendo al famoso amilisis del consumo cons-
no es eso 10 que inmediatamente nos in teresa. Se Ie considera solo como picuo heeho pOl' Veblen, no es casual que a este se Ie haya considerado un
ejemplo de Ia aplicabilidad para la investigacion sociol6gica delconcepto de analista social dotado de perspicacia para 10 paradojico, 10 ironico, 10 sati-
funcion latente y de 105 conceptos de amilisis funcional asociadas con el. rico. Porque estos son resultados frecuentes, si no inevitables, de aplicar el
Ilustra como Ia inclusion de este concepto (no tiene importancia que se usen eoncepto de funcion latente (0 su equivalente).
o no esas palabras) puede hacer sensibles a los investigadores sociol6gicos un La norma del consumo conspicuo. EI proposito manifiesto de eomprar bie-
campo de variables sociales importantes que de atra manera pasan inadvertidas. nes de c;nsumo es, naturalmente, la satisfacci6n de las necesidades -a las
La rotulacion explicita del concepto quizas pueda disminuir la frecuencia de cuales est{lI1explicitamente destinados esos bienes. Asi, 105 automoviles estan
las ocasiones de discontinuidad en las futuras investigaciones sociologicas.. destinados evidentemente a proporeionar cierta clase de transpor.te; las lim-
EI descubrimiento de las funciones latentes 1'epresenta progresos importan- paras, a proporcionar 1uz; 105articulos alimenticies, a proporcionar el sustento;
tes de los conocimientos sociol6gicos .. Hay otro aspecto en el que la inves- Jos productos artisticos rares a proporcionar placer estetico. Como esos pro-
tigacion de las funciones Iatentes representa una aportacion distintiva de los duet.os tienen esos uses, se supuso en general que tales usos abarcan todo
cientfficos sociales. Son precisamente las funciones latentes de una pnictica el campo de las funciones socialmente importantes. Veblen sugiere que era
o creencia las que no son de conocimiento comun, porque son consecuen- esa de ordinario la opini()n predominante (en la era prevebleniana, desde
cias sociales y psico16gicas inesperadas y por 10 general no reconocidas. Por luego) : "Se sostiene convencionaJmente que el fin de la adquisicion y acumu-
10 tanto, resultados concernientes a funciones latentes representan un aumento laci6n es el consumo de los bienes acumulados ... Al menos, se cree que esta
mayor de los conocimientos que resultados concernientes a funcionesmani- es l:J.fin:didad econ6mica legiLima de la adquisici6n, unica que la teoria debe
fiestas. Representan tambien mayor distanciamiento del conocimiento de tamar en cuenta." 88
"sentido comlin" acerca de la vida social. Como las funciones latentes se Pero --dice Veblen en sustancia- como sociologos debemos proceder a es-
apartan mas 0 menos de las funciones manifiestas declaradas, la investiga- tudiar las funciones latentes en la adquisicion, la acumulaci6n y el consumo,
cion que descubre funciones latentes produce con frecuencia resultados y esas funciones latentes se alejanmucho, en verdad, de las funciones mani-
"parad6jicos". La aparente paradoja nace de la radical modificacion de un fiestas. "Pero s()lo cuando se loma un sentido muy alejado de su significado
prejuicio popular familiar que ve una practica'o creencia estandarizada unica- ingenuo [0 sea, de la funci6n manifiesta] puede decirse que ese consumo
mente por sus funciones manifiestas, indicando algunas de sus funciones la- de bienes ofrece el incentivo del que deriva invariablemente la acumula-
tentes subsidiarias 0 colaterales. La introduccion del concepto de funcion cion." Y entre las funciones latentes: que ayudan a explicar la persistencia y
latente en la investigacion social lleva a conclusiones que revelan que "la la locaUzaci6n social de la norma de consumo conspicuo, figura su simboliza-
vida social no es tan sencilla como parece a primera vista". Porque mientras cion de "fuerza pecuniaria, y la adquisici6n y la conservaei6n por ese medio
las gentes se limitan a ciertas consecuencias (par ejemplo, a consecuencias de un buen nombre". EI ejercicio de una "discriminaci(}ll pUlltillosa" en la
manifiestas), es relativamente sencillo para ellas formular juicios morales excelencia de "la comida, la bebida, la vivienda, la servidumbre, los orna-
sabre la pra.ctica 0 creencia en cuesti6n. Las valoraciones morales, basadas mentos, las ropas, las diversiones", da por resultado no meramente los placeres
por 10 general en las consecuencias manifiestas, tienden a polarizarse en ter- directos derivados del consumo de articulos "superiores", sino tamhien, y
min05 absolutos de blanco 0 negro. Pero la percepcion de otras consecuencias esto es 10 mas importante seglill Veblen, una elevacidn 0 afianzamiento de
(latentes) complica el panorama con frecuencia. Los problemas de valoracion La posicidn social.
moral (que por ahora no son nuestro interes inmediato) y los problemas de La paradoja vebleniana es que la gente compra cosas caras no tanto por-
ingenieria social (que constituyen nuestro interes inmediato) 87 asumen las. que son mejores como porque son caras. En esto rige la ecuaci6n latente
complicaciones adicionales implicitas casi siempre en las decijiones sociales ("alto costo = sei'ial de alta posicion social") que Veblen destaca en su
responsables. an;\lisis funcional, y no la ecuaci6n manifiesta ("alto costo = excelencia de
105 benes") . Noes que niegue a las funciones manifiestas algun Iugar enel
87 Esto no es negar que la ingenieria social tenga implicaciones morales directas ni que
la tecnica y la moral esten inevitablemente entretejidas, pero no me propongo tratar este apoyo a lauorma del consumo distinguido. Tambien operan dichas funciones.
tipo de problemas en elpresente capitulo. Se estudian estos problemas en los capitulos VI,
xv y XVII; Y tambien Mass P,ersua5ion~ par Merton, Fiskp. y Curtis~ capitulo 7.
"Lo que acaba de decirse no debe ser interpretado en el sentido de que no Puesto que las valoraciones morales en una sociedad tienden a hacerse en
haya otros incentivos para la adquisici6n y acumu1aci6n que este deseo de gran parte por las consecuencias manifiestas de una practica 0 de un cO-
superar en situaci6n pecuniaria y conseguir asi 1a estima y la envidia de loe diga, debemos prepararnos para veT que e1 analisis por funciones latentes
semejantes. El deseo de una mayor comodidad y seguridad frente a 1a nece· en ocasiones va contra las valoraclOues morales predominances. POi'que 1,$
sidad esra presente en todos y cada uno de 10s estadios ... " 0 tambien: funciones 1atentes no oper8.n de ~a misma ffin.ne::l cue las conse~:J.encias IIla-
"SeDa aventurado afirmar .]u,s':'.,:; ::,,~mpreuna finaliJud provecno.:;a ell la ni~icCLZc" J "oS"" J"'~U::J."""i; L,asede tales juicios.' Asi, en grandes sectores
utilidad de todo articulo 0 servicio, por evidente que sea el hecho de que su de la poblaci6n norteamericana, la maquina politica 0 la "pandilla politica"
prop6sito primario y su elemento f'lndamental esten constituidos por el se consideran inequivocamente "malas" e "indeseables". Las bases de estos
derroche ostensible", y la estimaci6n social que de :l~1i se deriva.89 S610 que juicios morales varian algo, pero en sustancia consisten en serialar que las
/as funciones directas, manifiestas, no explican plenamente Las normas predo- maquinas 'politicas violan los c6digos morales; el favoritismo politico viola
minantes de consumo. Dicho de otra manera, si Ills funciones latentes de el c6digo de la selecci6n del personal a base de consideraciones impersonales
rejuerzo de la. posicion 0 de afianzamiento de la posicion se separaran de las y no de la lealtad a un partido 0 de aportaciones a los fondos del mismo; el
normas del consumo distinguido, dichas normas sufririan cambios graves de caciquismo viola e1 principio de que los votos deben basarse en la estimacion
un tipo que no preve el economista "tradicional". individual de los meritos de los candidatos y de las cuestiones politicas, y no
En estos respectos, el analisis que hace Veblen de las funciones latentes se en guardar lea1tad a un Hder feudal; el sobomo y el trafico con cargos publi-
aparta de Ja idea de sentido comun segun la cual el producto final del cos infringen las reglas de la correccion; la "proteccion" del delito viola de
consumo es "naturalmente, la satisfaccion directa que proporciona": "La manera manifiesta a ley y las costumbres, y asi sucesivamente.
gente come caviar porque tiene hambre; compra Cadillacs porque quiere el En vista de 105 multiples respectos en que las maquinas politicas, en gra-
mejor cache que pueda conseguir; tiene comidas alumbradas con velas por· dos variables, van contra las buenas costumbres y en ocasiones contra la ley,
que Ie gusta el ambiente tranquilo." La interpretacion de sentido comun es oponuno averiguar c6mo se las arreglan para seguir funcionando. Las
por motivos tnanifiestos elegidos cede el lugar, en el analisisde Veblen, a "explicaciones" familiares de la continuacion de la maquina politica no estan
funciones latentes colaterales que son tambien, y quizas de manera mas signi- aqui en su lugar. Indudablemente, muy bien puede ser que si la "ciudadania
ficativa, realizadas par dichas practicas. Es indudable que en las ultimas respetable" estuviera a la altura de sus obligaciones politicas, 5i el cuerpo elec-
decadas el anaIisis vebleniano entr6 tan plenamente en el pensamiento po- toral fuese activo e ilustrado, si el numero de funcionarios electivos fuese
pular, que ahora se reconocen de modo general las funciones latentes. [Esto bastante menor que las docenas, y aun 105 centenares, que, se espera ahora
plantea el interesante problema de los cambios que tienen lugar en un tipo queel elector corriente valore en el curso de unas elecciones municipales, de
predominante de conducta cuando sus funciones latentes Began a ser general- distrito, de Estado 0 nacionales; si el cuerpo electoral fuera movido por las
mente reconocidas (y entonces ya no son latentes). No tendremos ocasi6n de "clases ricas y educadas sin cuya participacion -como dijo Byrce, no siempre
estudiar este import ante problema, en el presente libro.] de orientacion democratica- el gobiemo mejor formado tiene que degenerar
El descubrimiento de funciones latentes no solo hace mas precisos los con- rapidamente"; si se intr()dujeran esos y otros muchos cambios analogos en la
ceptos de las funciones desemperiadas por ciertas norm as sociales (como ocurre estructura politica, quizas pudieran evitarse de verdad los "males" de la ma-
tambien con los estudios sobre funciones manifiestas), sino que introduce quina politica.90 Pero debe observarse que no se hacen con frecuencia tales
un incremento cualitativamente diferente en el estado previo de ios cono- cambios, que las maquinas politicas tienen, como ei fenix, la cualidad de
cimientos. renacer, vigorosas y sin dario, de sus cenizas, y que, en suma, es.ta estructura
Impide la sustitueiOn del andlisis sociologico por juicios morales ingenuos; exhibe una vitalidad notable en muchas zonas de la vida politica norte-
81) Ibid., 40, 107. 'Se advertira en todo momenta que Veblen es aficionado a la termi-
nologia vaga. En los pasajes citados (y repetidamente en otros Iugares) emplea "incentivo", En consecuencia, del punto de vista funcional dimana el que de ordina-
"deseo", "proposito" y "finalidad" como terminos equivalentes: El dano no es grande porque (no invariablemente) esperemos que normas y estructuras sociales persisten
el contexto suele aclarar la acepcion deesas palabras. Pero es indudable que los propositos
e.xpresos de acomodarse a una norma cultural no son identicos de ningUn mog.o a tas fun"c • ,90 Estas "explicaciones" quieren ser "causales". ,Pretenden seiialar las circunstancias so-
,ciones latentes de la conformidad. Veblen 10 reconoce de vez en cuando. Por ejemplo: "Para Clalesen que las maquinas politicas toman existencia. En la medida en que son confirmadas
ser estrictamente exactos, no deberiamos incluir bajo el epfgrafe de derroche ostensible mas; la experiencia, esas explicaciones aumentan desde luego nuestro conocimiento del pro-
que aquellos gastos realizados a base de una comparacion pecuniaria hecha con proposito ~Por que las maquinas polhicas funcionan en unas zonas y en otras no? .~Como se
valorativo. Pero para incluir cualquier elemento bajo este epigrafe no es necesario que see perdurar? Pero no bastan estas explicaciones causales. Las consecuencias
Ie reconozca como derroche, en este sentido, por la persona que realiza el gasto." Ibid., 105, dicha maquina suplementan en gran medida, como veremos, la interpreta-
Cf. "Veblen on the dedine of the Prorestam Ethic", por A. K, Davis, op. cit.
l'ealicen funciones positivas que en aquelmomento no Tealizan en forma cont~apeso 'para tener al. gobierno en una especie de equilibrio mecanico por
adecuada otms normas y estructuras existentes, y se ocurre pensar que quizas medlO de una pugna amlstosa constante entre sus diferentes partes organicas'.
esa organizaclo'2 ::111blicamemedifamada satisface, en IllS presentes circuns- Desconfiaban del poder como peligroso para la libertad: en conseCl1~ncia,10
tancias funciones latentes fundamentales.1)l Un breve examen de analisis e~~a;,cieron p~ra e~;-arecerlo y levantaron vallas para impedir su concentra-
actuales de este tipo de estructura puede servir tambien para aclarar nuevas c~on . Es~a ,dlsperslOll del poder se encuentra no solo en el plano nacional
problemas de analisis funcional. S,I~O tamOlt.n. ::n las zonas locales. "En consecuencia -sigue observando
Algunas funciones de "Ia maquina politica. Sin tratar de entrar en las di- ~alt- cuando el pueblo 0 grupos particulares de el demandaron una accion
ferencias de detalle que distinguen alas divers as maquinas politicas -un positiva, nadie tenia autoridad suf:ciente para 8.ctuar. La maquina suministr6
Tweed, un Vare, un Crump, lln Flynn 0 un Hague no son en absoluto tipos un antidoto." 93 •

identicos de caciques-, podemos examinar brevemc:1te las funciones mv.s 0 La dispersion constituciol1c:1 del polleT nc s610 clificulta la decision y la
menos comunes ;; la maquina politica, como tipo generico de organizacion accion eficaces, sino que, cuando la accion tiene lugar, es definida y e~ce-
social. No intentamos pormenorizar todas las funciones dtversas de la 111;1- rrada dentro de consideraciones legalistas. En consecuencia se desarrollo
quina politica ni suponer que todas esas funciones son realizadas en forma "u~ ~istema rnu,cho mas humano de gobierno de partido, 'cuyo principal
amiloga por todas y cada una de las maquinas. obJetlvo no ~ardo en s~r,el sosla!'ar el gobierno porIa ley, " La ilegalidad de
La funcion estructural clave del cacique 0 jefe es organizar, centralizar y 1a demo~aCla. e~traoflCl~! fue sllnplem~~te el contrapeso ~el legalismo de la
mantener en buenas condiciones de funcionamiento "los fr:.lgmentos disemi- democraCla ofIClal. Hablendosele permltldo al abogado suoordinar la demo-
:1•.•.GOS "':c .l;(;,~1e::~' 4 11: ~;~lCl~: ~bj(,,_,1' ~.k~i~~" ·:Y:';'_~:_:'-.::.:::42. vrgalllt:acioil politlGI. c~acia a b , i;jd a recurrirse al C:ic:r~ll':;::;,,';;liberar a la vktima, cosa que
J'vIediame esta org:mizacion centralizada de poder politico, el cacique y su 111ZO hasta Clerto punto y mediante retribucion" ."4
aparato pueden satisfacer las necesidades de ciiierentes grupos de la comuni- Oficialmente: el poder politico esta disperso. Se idearon varies expedien-
dad mayor que no se sienten satisfechos con estructuras sociales legalmente tes muy conocldos para este objetivo manifiesto. No s610 se dio la familiar
concebidas y culturalmente aprobadas. s~paracion .de pode~es .entre las difer~ntes ramas del gobierno, sino que, en
POl' 10 tanto, para comprender el papd del caciquismo y de la maquina Gerta medlda, fue hmltada la tenenCla de los cargos y aprobada la rotacion
politica, tenemos que atender ados tipos de variables sociolOgicas: 1) el COll- en el poder. Y la esfera de poder inherente a cada cargo fue circunscrita en
texto estructural, que haee dificil, si no imposible, que estructuras con san- forma estricta. Pero, observa Sait en terminos rigurosamente funcionales:
don moral r.ealicen funciones sociales esenciales, dejando as! abierta la puerta "Es necesaria la jefatura; y puesto que no es £:lcil que se desarroIle dentro
alas maquinas politicas (0 sus equivalentes estructurales) para que realicen de la estructura constitucional, el cacique la suministra desde afuera en una
aquellas fundones, y 2) los subgrupos cuyas necesidades distintivas quedan forma imperfecta e irresponsable." 95
insatisfechas, excepto pOl' 10 que respecta alas funciones latentes que la ma- Dich~ ~n terminos mas generales, las deficiencias funcionales de la 'estruc-
quina realmente efectua.n2 '1I1~a ofzczal generan otm estructum (no oficial) pam satisfacer necesidades
Contexto estructural: La armazon constitucional de la organizaci6n poli- e~zste~tes de ma~era algo mas eficaz. Cualesquiera que sean sus origenes
rica norteamericana evita en forma espedfica la posibilidad legal de un hls~6ncos espe~if1cos, la inaquina. politica persiste como un aparato para
poder altamente centralizado y, como se ha<observado, asi "desalienta la for- satlsfacer necesidades de grupos dIversos de la poblacion que de otro modo
macion de una jefatura eficaz y responsable. Los redactores de la Constitu- no se satisfarian. Pero al examinar algunos de esos subgrupos y sus necesi.
cion, como observo vVoodrow Wilson, establecieron d sistema de control y dacle~caracteristicas, nos verernos Ilevados al mismo tiempo a un campo de
funclOnes latentes de la maquina politica .
~l Confio en que es supertluo afiadir que esta hip6tesis no "apoya Ja maquina politica"<
.Funciones de la mdquina poUtica para diversos subgrupos. Es bien sa-
La cuesti6n de si las disfunciones de dicha maquina superan a sus funciones, la cuesti6n
de si no se dispone de otras estructuras que puedan realizar sus funciones "in implicar
bldo que un~ fuente de iuerza de la m;iquina politica procede de sus rakes
l1ecesariamente sus disfunciones sociales, queda par estudiar en momenta adecuado. Aqui en la comumdad local y en las barriadas. La maquina politica no considera
no interesa documentar la afirmaci6n de que los juicios morales basados por compteto en". ai CUel'poelectoral como un masa amorfa e indeferencia.da de votantes. Can
una estimaci6n· de las funciones manifiestas de una estructura social son "irreales" en sen-
tido estricto, es decir, que no taman en cuenta otras consecuencias reales de aqueila IX DZ "Machi
,. ne, P 0 l't'
I ICal'" , par ~d
J:, war d MS'
. alt, en Encyclopedia of the Social Sciencills,
estructura, consecuencias que pueden proporcionar apoyo social basic a a la estructura. Como , .658 b (el subrayado' es nuestro); d. The Process of Government, por A. F. Bentley
se dira mas adelante, "las reformas sociales" a "la ingenieria social'" que ignoran fas fun- (ChIcago, 1908), cap. 2.
clones latentes 10 hacen a costa de sufrir desengaiios y efectos de bumerang. 1)4 Pro!!ressive
~ Democracy, par He r b'er t .'C ro Iy (N
_ ueva vI or k'. 19141" p. ~05 4, citado por
92 Una vez mas, como en casas anteriores, no examinaremos las posibles disfunciones de op. cit., 658 b.
la maquina politica. 95 Sait, op. cit., 659 a (el subrayacio es nuestro),
aguda intUlclon socioi,6gica, la maquina reconoce que cada elector es una Para muchos individuos, la perdida de la propia estimacion es un precio
persona que vive en una barriada espedfica, con problemas y necesidades demasiado alto por la asistencia legalizada. En contraste con el abismo
personales espedficos. Las cuestioEcS publicas son abstractas y lejanas; los entre 105 trabajadores de la casa de beneficencia, que con mucha frecuencia
problemas privados son extremadamente concretos e inmediatos. La maquina proceden de una clase social, un ambiente educativo y un grupo etnico dife-
no funciona adecuadamente apelando en general a los grandes intereses pu- rentes, el trabajador de barriada es "exactamente uno de nosotros", que com-
blicos, sino mediante relaciones directas, semifeudales, entre los representantes prende 10 que ocurre. La condescendiente y generosa dama dificilmente
locales de la maquina y los electores de su barriada. Las elecciones se ganan puede competir con el amigo comprensivo en un caso de necesidad. En esta
en el barrio. lucha entre estructuras competidoras para desempenar una funci6n que no-
La maquina establece sus vinculos con hombres y mujeres corrientes me- minalmente es la misma, de dar ayuda y apoyo a quienes 10 necesitan, es.
diante complicadas redes de relaciones personales, La politica se convierte notorio que el politico de la maquina esta mejor unificado con los grupos a
en lazos personales. El capitan de barrio "debe ser amigo de todos. simu- quienes sirve que el trabajador social impersonal, profesionalizado, social-
lando simpatia si no la siente por los infortunados, y utili~ando en sus buenos mente lejano y legalmente limitado. Y como el politico puede a veces influir
oficios los recursos que el cacique pone a su disposicion".96 El capitan de y manipular en las organizaciones oficiales para el otorgamiento de asisren-
barrio siempre es un amigo en la necesidad. En nuestra sociedad predomi- cia, mientras que el trabajador de bienestar no tiene practicamente influencia
nantemente impersonal, la maquina, mediante sus agentes locales, llena la sobre la maquina politica, esto solo contribuye a hacer mayor la e£icaciade
importante funci6n social de humanizar y personalizar tOM clase de ayuda aquel. Fue Martin Lomasny, cacique de Boston, quien describi6 mas familiar
a quienes la necesitan. Canastas de comida y trabajo, consejos legales y extra- y.quizas mas incisivamente esta funcion esencial cuando Ie dijo al curiosa
legales, arreglo de pequenos· conflictos con la ley, apoyo para conseguir una Lm~oln Steff:ns: "Cr~o qu: debiera. haber en cada barrio alguien a quien
beca politica para un nino pobre inteligente en un colegio local, atenci6n a pudlera acudlr cualqmer sUJeto-no lmporta de que se trate- para conseguir
los necesitados -todo el campo de crisis en que una persona necesita un ayuda.. Ayuda, /'comprende usted?, nada de vuestras leyes ni de vuestra jus-,
amigo, y, sobre todo, un amigo que conozca la linea y que pueda hacer tlCza, sIno ayuda." 98
alg-o--, todo esto encuentra a su disposicion en un aprieto al siempre servi- Las "clases menesterosas" constituyen, pues, un subgrupo para el cual la
cial capitan de barriada. ~aquina politica satisface necesidades que la estTUctura social legal no satis-
Para apreciar adecuadamente esta funcion de la maquina politica, es im- face en forma adecuada ni de la misma manera.
portante observar no s610 que da ayuda, sino la manera de darla. Despues Pa~a un segundo subgrupo (primordialmente los "grandes" negocios, pero
de todo, existen otros organismos para prestar ayuda. Las agencias de bienes- tam~len los "pequefios"), el cacique politico desempefia la funcion de pro-
tar, las casas de beneficencia, los consultorios de ayuda juridica, la asistencia P?rClOnar los privilegios politicos que implican ganancias economicas inme-
medica en hospitales gratuitos, las oficinas ptlblicas de ayuda, las autorida- dlataS. L~s empresas de negocios, entre las cuales las de servicios publicos
des de inmigraci6n: estas y otra multitud de organizaciones existen para dar (ferroc~rrll.es,transportes y companias locales de Iu: el(:ctrica, empresas de
los tipos mas diversos de asistencia. Pero en contraste con las tecnicas profe- C?~Ull1CaClo~es)sonlas mas noto~ias a este respecto, buscan e:cenciones po-
sionales del trabajador de bienestar social, que pueden representar tipica- llt~ca~espeClales que les permitan estabilizar su situaci6n y acercarse a su
mente en la mente de quien la recibe la fIfa y burocratica prestacion de ayuda ob~etlvode Itevar su~ ga~ancias al maximo. Es interesante que las empresas
limitada despues de una detallada investigacion del derecho legal que tiene qUleren con frecuenCla eVltar un caos de competen.cia no controlada. Esperan
a ella el "cliente", estan las tecnicas no profesionales del capitan de barriada, I~ mayor seguridad de un zar econ6mico que domine, reglamente y orga..
que no hace preguntas, que no exige el acatamiento de reglas legales para lllC: ~acompetenci~, siempre que ese zar no sea un funcionario publico cuyas
prestar atencion, y que no "husmea" en los asuntos privados.97 ~eclslOnesesten sUJetas al examen y al control publico. (Este ultimo seria el
con~r.oldel gobierno", y por 10 tanto tabtl.) El cacique politico llena esos
96 Ibid., 659 a. requISltOsde manera admirable.
97 Un contraste muy parecido con la politica oficiaI de bienestar se encuentra en 1.a Examinado, por un momento aparte de toda consideraci6n moral, el apa-
distribuci6n de ayuda a mano abierta y sin politica que Harry Hopkins hizo a los desocu-
pados en el Estado de Nueva York bajo el gobierno de Franklin Delano Roosevelt. Como ~~ colaborador de Hopkins). Roosevelt and Hopkins, An Intimate History, por Robert E.,
dice Sherwood: "Hopkins fue acremente criticado a causa de esas actividades irregulareS , erwood (Nueva York, 1948), 30.
por las ageneias de bienestar consagradas, las cuales dedan que no era 'una conducta 1931os Th.e. 1U t oOlOgrap
• 'j Zj' 0
fL' mco l n Steffens (Chautauqua, Nueva York, Chautauqua Press,.
profesional' dar boletos sin una investigaci6n completa sobre cada solicitante, sobre sUS . ), 618. Sacandolo en gran parte de Steffens, como el dice, F. Stuart Chapin exnone
recursos financieros y los de su familia y probablemente sobre su afiliaci6n religiosa. 'Harry con ,gran claridad las funciones de Ill. rnaquina poHtica. Vease su Contem/Jorary Ame;ican
dijo a las agencias que se fuesen ai diablo', dijo Goldberg" (el Dr. Jacob A. Goldberg e nstztutions (Nueva York, Harper, 1934), 40-54. .
rata politico que maneja el cacique est;l eficazmeme destinado a des~mpeiiar . Un terce,' czmjunto de fUl1ciones distintivas que reallza 1a maquina poli-
esas Iunciones con un minima de ineficacia. Con los hi10s de dlferentes t!ca para un subgrupo especial es la de proporcionar nuevos canales de movi-
secciones, ministerios y agencias gubernamenta1es en sus competentes manos, lidad so6al a quienes de otro modo estarian excluidos de los caminos mas
el cacique racionaliza las relaciones entre los negocios publicos y los pri- tradlcionales para el "ascenso" personal. Tanto las Fuentes de esta "nece-
vados. Sirve de embajador de la comunidad de l0s negocios en el cunpo pur sidad" especial (de movilidad social) como el aspecto en que la maquina
10 demas extraiio (y a veces enemigo) del gobierno. Y, en estrictos termi- politica viene a comribuir a la satisfaccl6n de dicha necesidad pueden com-
nos de negocios" esta bien pagado pOl' los servicios econ6micos que presta prenderse examinanclo la estructura de la cultura y ia sociedad en general.
a sus resperables dientes, los negocios. En un articulo titulado "An Apology COD:O es l)ieli."anido, la cuitura llorteamericana concede enorme Importancia
to Graft" (Apologia del soborno), Lincoln Steffens indica que "nuestro al dmero y al poder como meta legitima de "exito" para todos los individuos
sistema econamico, que ofrecia riqueza, poder y aplausos como premio alas de la s0c:e.:1:.:'': .. i;i!lUUe 110 es Ia unica en nuestro inventario de metas cul-
individuos bastanteatrevidos y h<ibilespara comprar mediante souorno ma- tur~l~s, sig~e figuran~io ~ntre las mas fuertemente cargadas de afecto y valor
dera, minas, campos petroliferos y privilegios y 'se saHan con 1a suya', era pOSltIVOS, Slll embargo, nenos subgrupos y ciertas zonas ecologicas son' nota-

culpable".99 Y, en una conferencia con un centenar de jefes de negocios de bles par Ia ausencia relativa de oportunidades para alcanzar esos tipos (mone-
Los Angeles, describi6 un hecho que todos ellos conodan bien: el cacique tario ~ de peeler) de 6.:ito. 'Tales subgrupos constituyen, en suilla, sub-
y su maquina eran parte integrante de-la organizaci6n de 1a economia. "Uste- poblaclOnes en que "la importaneia cultural dad:: a1 exito pecuniario ha sido
des no pueden construir ni explotar un ferrocarril, 0 un tranvia urbano, absorbida, pero en que hay poco acceso a m.ea/Ds iratiicionaies y legitimas
o una empresa de gz,s.agua 0 energia electrica, abrir y explotar una mina, 0 para alcanzar ese exito. Las oportunidades tradicionales de trabajo para 11$
tener bosques y explotar madera en gran escala, 0 lIevar un negocio pri:i1e- personas de [dichas zonas] se li111i[;;.ncasi pOl' completo it trabajo manual.
giado, sin sobornar, 0 contribuir a sobornar, al gobierno. Ustedes me dIcen Dada nuestra estigmatizacioncultural del trabajo manuaJ,1°1 y su correlativo
en privado que tienen que hacerlo, yaqui yo les digo semi-publicamente que el prestig,io ~el trabajo de "cuello blanco", es manifiesw que el resultado
tie~en que hacerlo. Y elIo es asi en todo el pais., Y esto significa que tene- es la. tende~Cla a lograr los objetivos culturalmente aprobados par tadas las
mos una organizaci6n de la sociedad en que, par alguna Tazon, ustecles y su rnedlOs pa'Slbles. POl' un lado, a esas personas "se les pide que orienten SD
dase, los lideres de la sociedad mas hahiles, mas imeligentes, mas imagina- conduc~ahacia la perspectiva de acumular riCJueza[y pader] y, par otTOlado,
tivas, mas Gsados e ingeniosos, estan y tienen que estar contra la sociedad y ~el~s n~egan en gran medida oportunidades efectivas para hacerlo de manera
BUS leyes y todas sus excrecencias." 100
1l1stituclOnal.
Como la demanda de servicios de privilegios especiales nace denu'o de la ,E.n este contexto de estructura social la maquina politica lIena la funcion
estructura de 1a sociedad, el cacique lIena diversas funciones para este segun- baslca de proporcionar caminos de movilidad social a quienes de otro modo
do subgrupo de negocios que buscan privilegios. Esas "necesidades" d~ los ('~tarian e~ desventaja. Dentro de ese contexto, hasta la cllaquina y la pan-
negocios, tal como ahora estan constituidos. no son adecuadamente cubIertas ddla politlcas corrompidas "representan el triunfo de 1a intellgencia amoral
par estructuras sociales tradiciona1es y culturalmente aprobadas: en conse- sobre el 'fracaso' moralmente prescrito cuando los canales de la movilidad
cuencia, la organizaci6n· extralegal pero mas a menos eficaz de la maquina
politica viene a proporcionar esos servicios. Adoptar una actitud exclusiva- ~~l Vease el- estudio de! Centro de Investigacion de la Opinion Nacional sobre la valo-
mente moral !lacia la "corrompida maquil1a poHtica" e5 pe.:-der de vista las T~cJOnde ocupaciones que documenta firmemente III impresion general de que las ocupa-
ClOnes:nanuales estan situadas muy abajo en la escala social de val ores, al1ln entre quienes
circunstancias eSlructurales mismas que enj1;endran el "mal" al que se ataca
se dedlc.an a un trabajo manual, considerese este ultimo punto en todas sus implicaciones.
en forma tan vigorosa. Adoptar un punto de vista luncional es proporcionar, En reahdad, Ia estructura social y cultural impone los val ores del exito pecuniario y de
no una apologia de la maquina politica, sino una base mas salida para modi- aun entre quienes se encuentran confinados alas estigmatizadas' ocupaciones manuales.
ficar 0 eliminar la maquina, siemjJTe que se hagan arreglos estructura1es so~re ese fonda, la poderosa motivacion para alcanzar ese tipo de exito por
especificos ya para eliminar las demandas efectivas de la comunidad de los medlO. Un barrendero, que coincide can otros nortcamericanos en la opinion de
negocios, ya, si tal es el objetivo, para salisfacer esas demandas por otros que ,ia ~e barrendero "es la mas baja de Ias ocupaciones bajas", dificilmente puede tener
de SI m1smo una imagen que Ie agrade; hace un trabajo de "pariaH en Ia misma saciedad
medios. que se Ie asegura que "todo el que tenga verdadero merito pucde ascender". Afiadase a
su reconoci:niento ocasional de que "el no tuvo las mismas posibiIidades que otros,
99 AutobiographJ' of Lincoln Steffens, 5iO.
100 Ibid .. 5i2-3 (el subrayado es nuestro), Esto ayuda a explicar, como observo Steffens 10 que qUlera?", y se percibe la enorme presion. psicologica que actua sabre el nara
despues del comisario de policia Teodoro Roosevelt, ,"Ia prominencia y respetabilidad de la puntuaclon" encontrando algun'medio, legal 0 no, de mejorar. Todo esto ~OllS-
los hombres y las mujeres que interceden por petardistas" cuando estos son detenidos en un ,,[ fonuo estructural y derivadamente psicol6gico para la "necesidad sociJ.!mellte indu,
en alglinOS grupos eie encontrar un camino accesible de movilidad social.
esfuerzo periodico para "limpiar la maquina poIitica", Cf. Steffens, 371 y passim.
vertical se cierran 0 se angostan en una sociedad que otorga un alto va~or
a la afluencia economica, el poder y la elevacion social para torios $US In- ~ociologico fundamental de la maquina en este respecto solo puede apreciarse
dividuos".102 Como advirtio un sociologo sobre la base de varios mos de en su forma mas plc'l si se abandonan temporalmente las actitudes de indig-
atenta observacion en una zona de barrios pobres: n~cion moral, para examinar con toda inocencia moral el funcionamiento
real de la organizacion. A esta luz, se hace maniEesto desde luego que el
El soci610go que deja a un lado las organizaciunes politicas y de trapisonda~ P?rque subgrupo del delincuente, el pandillero 0 el jugador profesional tiene analo-
son desviaciones de normas deseables, olvida con ello algunos eler,.:entos prmclp~l:s gias fundamentales de organizacion, demandas y funcionamiento con el sub-
de 1a vida de barrio.. . No descubre las funciones que desempeiian pa~~ los mdlvl- grupo de los industriales, los hombres de negocios 0 los especuladores. Si hay
duos las agrupaciones del barrio. Los irlandeses y los inmigTames taraws. hallaron un Rey de la Madera 0 un Rey del Petr61eo, tambien hay un Rev del Vicio
las mayores dificultades para encontrar ~u l~gar en nuestra .:structura sonal y eco- o un Rey del Racket. Si los negocios legitimos en crecimiento organizan sin-
n6mica urbana. ,Cree alguien que los mmlgrantes y sus hlJOS hab~an. ~ograd~ .su dicatos administrativos y financieros para "racionalizar" 0 "unifiear" zonas
actual grado de movilidad social sin conseguir e~ contr,?l de la ~rgamzaclOn poh~lca diversas de produccion y de empresas de negocios, asi el racket y el deli to
de alguna de nuestras mayores ciudades? Lo mlsm~ pue~e d~C1TSede las orgamza-
prosperos organizan sindicatos para poner orden en las zonas de otra manera
ciones de racket a intimidaci6n. La politica y la mtzmzdaczon: han pro~orc!Ona~o
un medio de movilidad social a individuos que, por su fondo etnzco y su baJa poszczon caoticas de la produccion de bienes y servicios ilicitos. Si los negocios legi-
social, no pueden avanzar par los cana I"es respeta bl es."103 timos consideran ruinosa e ineficaz la proliferacion de pequenas emr,resas
que sustituyen, por ejemplo, la cadena de almacenes gigantes con centenares
Esto constituye, pues, un tercer tipo de funcion ejecutada po: un grupo de tiendas, asi los negocios ilegitimos adoptan la misma actitud y sindican
el delito y el vicio.
diferenciado. Esta funcion, puede advertirse de pasada, l~ reah.za la mera
existencia de la maquina politica, porque es en la maq~ma mlsmaJond~ Finalmente, y en muchos respectos 10 mas importante, cxiste la analogia
estos individuos y subgrupos encuentran mas 0 menos s~t~sfechas sus neceSI- fundamental, si no la casi identidad, del papel economico de los negocios
clades inducidas por la culmra. Se refiere esto a los servlclos 9.ue e~ apara~o "legitimos" y de los negocios "ilegitimos". Unas y atras se dedican en
politico suministra a su personal. Pero visto en el contexto SOCIal mas ampho cierta grada a suministrar bienes y servicias para las que hay demanda eca-
que heroos expuesto, ya no parece tan meramente. un medio de mem:o pa~a n6mica. La moral aparte, unos y otros son negocios, empresas industriales
los individuos ansiosos de ganancias y de poder, smo como una provldencm y profesionales, que distribuyen bienes y servicios que alguna gente desea,
organizada para subgrupos de otro modo excluidos de la carrera por el memo para los que hay un mercado en el que bienes y servicios se convierten en
o en situacion desventajosa para tomar pa~t~ en ella. '", . " mercandas. Y, en una sociedad predominantemente de mercado, esperariamos
Asi como la maquina politica hace servlclos a los nego~los ".leg;-t~mos,,: que naciesen empresas adecuadas dondequiera que haya una demanda de
tambien funciona para hacer servicios no. di~ere~tes a negoclOs ,l1egltlmos . mercado para ciertos bienes y servicios.
centros de vicio, delitos, pandillas de innmldaClon. Una vez mas, el papd Como es bien sabido, el vicio, el deli to y los rackets son "grandes nego-
cios". Piensese solo en que se calcu16 que habia unas 500000 prostitutas
102 "Estructura social y anomia", de Merton, capitulo rv de este vol~en. . . profesionales en los Estados U nidos en 1950, y comparese eso con los 200 000
103 "Social organization in the slums", por William F. Whyte, en Amencan ~oclOlo~l~al
medicos y las 300 000 enfermeras profesionales reglstrados. Es dificil calcular
Review, febrero de 1943,,8, 34-39 (el subrayado es nues~ro). As~, pues, l~ maquma ~oh~lca
y la pandilla de intimidaci6n representan un caso espeCIal del 1'1?,O de aJustes orgamzatl:ros quien tiene la mayor clientela: los hombres y las mujeres profesionales de la
alas circunstancias descritas en el capitulo IV. Representan, adVlertase, un aJ1J.st~orgamza- medicina 0 los hombres y las mujeres profesionales del vieio. Es dificil, natu-
tivo: nacen y funcionan estructuras definidas para reducir algo las ~~udas tenslOne: y, los r~l~el1(e, ca1cular las partidus positivas economicas, los ingresos, ganancias y
problemas de 105 individuos attapados en el conflicto descrito entre ~l acento. cultural soore dlvH:lendos del juego ilegal en este pais, y compararlos can las partidas eco-
el exito para todos" y el "hecho socialmente estructurado de oport~n~dad;;s ~es.~~es par~. el ~6micas positivas, ingresos, ganancias y dividendos de, pongamos por caso, la
exito". Como indica el capituIo IV, son poslbles otros t1pos de aJuste malVwuat: de.lll-
.ll1dustria del calzado, pero es muy posible que las dos indus trias esten aproxi-
cuenda solitaria, estados psicopatol6gicos, rebeli6n, retraimie.'1.to por abandono .de ~etas
culturalmente aprobadas, etc. De manera amiloga, otros tipos de aJus:e .orgamza~lVo uene:r. madamente a la par. No existen cifras exactas sobre los gastos anuales en
1ugar d e vez en cuando' , el racket 0 la maquina politica no son .105 umcos
. L medios...,orgalll- prohibidos, y es probable que sean menores que los gastos en dulces,
dos de que se dispone para resolver esre problema socialmente mducldo. a paruclpaclon tambien es probable que sean mayores que los gastos en libras.
za ni;aciones r~volucionarias, por ejemplo, puede considerarse dentro de este contexto. Basta reflexionar un momenta para reconocer que, en term in as estricta-
en orga • .. ., d d t de
tro modo de aJ'uste organizativo. Se da aqUl notlcla teonca e to 0 es 0, ya que . econ6micos, no hay ninguna diferencia importante entre el suministro
como 0 . . " d . f' al y
otro modo podriamos ignorar los conceptos funclonales baslcos e SUStItUtOSunclO~ e~,
blenes y servicios licitos e ilieitos. El trMico de Iicores ilustra esto en
de equivalentes funcionales, los cuales se estudiaran por extenso en una pubhcaclOn
futura. ade:uada. Seria extravagante argumentar que antes de 1920 (en que
en vIgor la enmienda 18) , el suministro de licores constituia un servicio
econ6mico, aue de 1920 a 1933 su produccic'm y venta ya no constituia un Sin suponer que las paginas que anteceden agoten el capitulo de las fun-
servicio econ6mico prestado en un mercado, y que de 1934 hasta el presente ciones ni el capitulo de los subgrupos servidos por la maquina politica, pode.
toma de nuevo un caracter util. 0 seria economicamente (no moralmente) mos ver al menos que en la actiwlidad esta desempeiia algunas funciones
absurdo decir que 1a venta de licor de contrabando en el Eswdo seco de para diversos subgrupos que no desempeiian en forma apropiada estructuras
Kansas no es una reSDuesta a una demanda de mercado 10 mismo que la venta eulturalmente aprobadas 0 mas tmdicionales.
<ie licor pl'blicamen~e fabricado en el vecino Es~ad? humed? de Misso:ur~. S610 de pasada pueden mencionarse aqui algunas otras implicaciones del
Ejemplos de esta clase pueden, desde luego, multlplIcarse cas 1 hasta ~l m~l- amilisis fUllcional de la maquina politica, aunque evidentemente requieren
nito. GPuede sostenerse que en los paises europeos, donde la proStItuclOn ser tratadas por extenso. En primer lugar, el analisis que precede tiene impli-
esta registrada y legalizada, la prostituta presta un se,rvicio econ6mic?, r'." caciones' clirectas pan 1a ingenien'a social. Avucia a exnlicar par que los,
tras que en este pais, donde no est;t legalmente ,sanclOnada, 1a prostlluta n? esfuerzos peri6dic~s de "reforma politica", de ;'eliminar a los granuj;s", de
presta tal servicio? GO 'que el abortista profesi~nal esta en el, mercado eccno- "limpiar la C:lsa politica", son tipica (aunque no necesariamente) de cort,l
mico cuando ticne una situacian legal reconoClda, y que esm fuera del mer- duraci6n e ineficaces. Sirve de ejemplo de un teorema fundamental: todo
.cado econamico cuando es un tabu legal? GO que el juego satisface una de- intento de eliminaT una estTucium social existente sin suministmr otras es-
manda espedfica de pasatiempo en Nevada, donde. c,onstituye :1 mayor negocio tructUTaS adccu,iida:; pllm !Zenar las funciones que antes llenaba la organiza-
de las mayores ciudades del Estado, pero que dlhere esenClalmente en este cion abolida, estd condenado. al fracaso. (Noes necesario decir que este
respecto del cinemat6grafo en el Estado vecino de California? 104 , teorerna tiene alt:ance luuchouJayor que el caso singular de la illaquina poli-
El dejar de reconocer que esos ;rcgccios son s(llo moralmente 1. no ec~~~- tica.) Cuanda la "reiorma poJitica" se limita a la tarea manifiesta de "elimi-
micamente diferenciables de los negocios "legitimos", ha prodUCldo anallSls nar a los granujas", :;e entrega a poco mas que magia socio16gica. La reforma
confusos. Una vez reconocida la identidad de \JilOS y otros, podemos preyer puede durante algun tiempo sacar algunas figuras nuevas alas candilejas
que si la maquina politica desempei1a funci-?nes pa:a "los grandes ~egocios politicas; Duede servir a la funci6n social fortuita de asegurar una vez mas'
legitimos" sera muy probable que desempene !unClOnes no muy dlferentes al cuerpo ~lectoral que las virtu des morales siguen intact,~s y que en ultima
para "los grandes negocios ilegitimos". Y, desde luego, tal es el caso con instancia triunfarim; pueae efectuar en realidad un cambio en el personal
mucha frecuencia. de la m;tquina poHtica; y hasta puede, durante algun tiempo, l"e£re~lar de tal
La funcian distintiva de la maquina politica para su dientela de1incuen- modo las actividades de la maquina, que queden sin satisfacer Ias muchas
te, viciosa y de racket, es permitirle explotar la satisfaccilln de ?emanda~ necesidades que anteriormente satisfada. Pero no puede evitarse que, a menos
.econ6micas de un gran mercado sin la debida intervenciim del goblerno. ASI que la rdorma implique tam bien dar una forma nueva a la estructura social
comolos grandes negocios pueden ap~rtar fon~~s para l?s gastos, ~e guerra y politica, de tal suerte que las necesidades existelltes sean satisfechas por
del partido politico a fin de consegUlr un millimo d~ lllterv~nc:?n guber- otras estructuras, 0 a menos que implique un cambio que elimine por com-
riativa, asi tambien los gran des rackets y la gran delillcuenCla . .t.n ambos p.leto las necesidades, la maquina politica volveri a su lugar integrante del
casos, la maquina politica puede, en grados variables, dar "protecci6n". En SIstema social de casas. 13uscaT el cambia social sin el debido reconocimien-
ambos casos, son identic as muchas caracteristicas del contexto estructural: to ~e las funciones manifiestas )) latentes desempeizadas POT la organizaci6n
1) demandas de mercado para bienestar y servicio; 2) interes de los~xplota. soczal que sufre el cambio es inqlrriT en ritual social y no en ingenieria sociaL
dores en llevar al maximo las ganancias de sus empresas; 3) la necesldad de Los concertos de funciones manifiestas y latentes (0 sus equivalentes) son
un control parcial del gobierno, que de otro modo podria interven~r er: las elementos indispensables en el repertorio te6rico del ingeniero social. En este
actividades de los hombres de negocios; 4) la necesidad de una agencla ehcaz, sentido decisivo, tales conceptos no son "meramente" tearicos (en el sentido
poderosa y centralizada que proporcione un enlace dectivo de "los negocios" . de la palabra), sino que son sobre todo practicos. En la realizaci6n
con el gobierno. dehberada del cambo .social, s610 se les puede ignorar .al Drecia de aumentar
en _. forma notoria el rieso-o
D
de fracasar. • v J

104 Quizas la exposici6n mas perspicaz de este punto de vista os la que hicieron Ha\~kins Una segunda implicacian de este analisis de la m;\quina politica tambien
y Waner: "La prostituta, el rufian, el vendedor de narc6ticos, el que explota una sala de zonas mas amplias que la unica que nemos e~amin;do. Se 11a sena-
juego, cl vendedor de fotograiias obscenas, el contrabandista, eI abortista:. son todos ellos I",
a veces paradoja de que entre 10s que apoyan ]a maquina politica
productivos, todos producen servicios 0 bienes que 1a gente desea y esta d,spuesta a pa~~r,
tanto elementos "respetables" de la clase negociante, que son, des de
Sucede que la sociedad ha prohibido esos bienes y servicios, pero ]a gente slgue produclen-
dolos y la gente sigue consumiendolos, y una ley de la legislatura no hace que dejen de
contrarios al delincuente 0 al mcheter, como elementos notoriamente
formar parte del sistema economico," "Critical notes on the cost of crime", en Journal del bajo mundo, Y, a primera vista, se cita esto como caso
Cn:minal Law and Criminology, 1936, 26, 679-94, en 684. maridaJe muy extrafio. COIl frecuencia el ilustraclo juez tiene qtte senten-
ciar al mismo racketer al lado del eual estuvo sentado la noche anterior en p'0rtancia. Al preparar esta edicion incorpore a ella algunas de las amplia-
una cena informal de los figurones politicos. El fiscal del distrito se encuen- C1one~Y, correc~iones que se proderjeTon en el intervalo, pero aplace una
tra con el reo exculpado camino de la hahitacion reservada donde el cacique exposlClon detallada y extensa para un volumen ahorJ, ':.~ ')r'~DaT"lC:c1r.. Por
ha convocado a una reunion. El gran hombre de negocios puede quejarse consiguiente, puede ser litil en esta coyuntura cataiogar no tod'as, ni mucho
casi tan amargamente como el gran racketer de las aportaciones gravosas menos, sino solo algunas de las aportaciones teoricas, recientes al :milisis
que el cacique exige para ei fondo del partido. Los adversarios sociales se funcional en sociologia.
encuentran en la habitacion Hena de humo del politico de exito. La mayor aportacion en los ultimos aiios, fue, desde luego, la de Talcott
.).. :'~l!.z ..tel dnaLsis ~~ii:'l·;·.)nal,todo esto p no pareee pand6jico, natural- Parsons en The Social System (Glencoe, Illinois, The Free Press, If'51), suple-
mente. Como la maquina sirve 10 mismo al hombre de negocios que al delin- mentada por nuevas .obras de Parsons y sus colaboradores: Working Pap'ers
cuente, se entrecruzan 105dos grupos que en apariencia son antipodas. Esto m .th~ Theory of Actzon, por T. Parsons, R. F. Bales y E. A. Shils (Glencoe,
apunta hacia un teorema mas general: las funciones sociales de una organiza- 121mOls,The Free Press, 1953); Toward a General Theory of Action, e'd. por
cion ayudan a aderrni;wT la eslntctum (incluido el rec!utarniento del personal 1. Parsons y Eo A. 5hi15 (Cambridge, Harvard Univcl"SityPress, 2951). Las
comprendido en la estructura), asi como la estructura ay.uda a determinar ia aporta.ciones mas importantes de un libro tan amplio y tan 16gic;mente
eficacia can que se realizan las funciones. En relad6n con la situa.ci6n social, comphcado como The Socwl System no j)ueden seT facilmente distinguidas
el grupo de 105negocios y el grupo .delincuente son en realidad polos distintos. de sus desarrollo, ';()Lc:,:;xlale" .n;is provisionales y en ocasiones discutibles;
Pero la situacion social no determina por completo la conduct a ni las rela- los soci610gosempiezan ahara a ilacer las necesarias distinciones. Mas por las
ciones entre los grupos. Las £unciones modifican esas relaciones. DaQ.;l,' sus pruebas, tanto de in,' ,; ::llCS que arrancan de la, Eormulaciones de Parsons
necesidades distintiv~s, los diferentes subgrupos de :'a sGciedad en gene-ai estan {Ot1:(), de ,"-e';~slOnes
teoric~s.~riticas, e~ maniEiesto que esto representa un paso
"unificados", cualesquiera que sean sus deseos 0 intenciones personales, por deClslvo naC,l una expo~lclOn metodlca de ia teoria sociologica actual.
la estl"'.~cturacentralizadora que ,irve las diversas necesidades. En una frase The StruCi;ure of Society, de M. J. Levy, Jr. (Princeton University Press,
que implica muchas cosas y que requiere mas estudio, la estruciu,ra afecta a 1953), proceae en gran parte, como dice su autor, del sistema conceptual de
la funcian y la funcion afecta a la estruetura. Parsons, y ofrece una multiplicacion logica de numerosas categorias y con-
ceptos. Queda por ver si esas taxonomias de conceptos resultan adecuadas y
OBSERV AClONES FINALES
titiles en el anaIisis de problemas Jociologicos.
. Anilisis menos extensos, pero mas incisivos, de problemas teoricos selec-
Esta revision de algunas consideraeiones importantes sobre el analisi.s e~tr~c- clOnados ~e anal isis funcionales han aparecido en algunos trabajos que arran-
tural y funcional ha hecho poco mas que indicar algunos de los pnnClpales can de ~lv~rsas "zonas eulturales" de teoda sociolog;ica, como puede verse
problemas y posibilidades de este modo de interpretaci6~ sociol6gi.ca. Cada par !a slgUlente breve bibliografia. Quizis el mas penetrante y productivo
uno de los conceptos 0 renglones codificados en el paradlgma r~qUlere aela- ~e eilos es el par de trabajos relacionados entre si de Ralph Dahrendorf:
raciones teoricas constantes e investigaciones empiricas cumulauvas. Pero es Struktur und Funktion", en Kainer Zeilschrift fur Sozioloerie und Sozial-
evidente que en la teona funcional, despojada de los postulados tradiciona~es ~sy~hologie, 1955, 7, 492-519; Y de David Lock';ood: "Some r:rnarks on 'The
que la cercaban y con frecuencia la convertian en poco mas que una raoo- SOCla~System' ", en The British Journal of Sociology, 1956, 7, 1:14-146.Ambos
nalizacion actual de practicas existentes, la sociologia cornienza con u~ m~do trabaJos son casos ejemplares de teorizacion sistematica., destinada a senalar
de analisis sistematico y ernpiricamente relevante. Se espera que la dlrecClOn ;agu?as espedficas ~n .el estado ~ctua~,de la teoria funciona!. Una exposicic'''1
aou! indicada sugiera la factibilidad y la conveniencia de una mayor codifi- nednada y no polcmlca de la sl~uaclOn de la teoria funcional y de algunos
ca'cion del amilisis funcional. En momento oportuno, cada seccion del para- sus problemas clave no reSUCHosse encomrara en "Structural-functional
digma sera tratada en un capitulo documentado, analizado y codificado de . some problems and misunderstandings", por Bernard Barber, en
la historia del analisis funcional. Amencan Sociological Review, 1956, 21, 129-135. Un esfuerzo para aclarar
:~ ~mpo;ta~te ~roolema de la logica del anilisis implicito en la parte de la
"POST SCRIPTUM" BIBLIOGRAFICO Cl?logIa, tun clOnal destmada a interpretar tipos estructurales observado.,

Cuando fue escrito por primera vez en 1948 el trabajo anterior, constituY0
z
~n la. sOCl:da,~,10 realiz6 Harr C. .Bredemeier E!1 "The methodology of
e~l;etlOnal~sm, .en Am~rzca~ SOCIOlogIcal Review, 1955, 20, 173-180.Aunque
un esfuerzo para sistematizar .1os supuestos y las concepciones vrincipales de : e trabaJo atnbuye dlscutrblemente Clertos supuestos a v;llios analisis fun-
la teoda, entonces en lento desarrollo, del analisis funciollai en socioiogia. t,onales, q,ue examina, tiene e1 ciaro meriw de plantear 1'1importame cuestion
Ei qeszuTollode esta teoria sociologica adquiri6 desde entollces sefialada im- de la loglca adecuada del analisis funcional.
Sobre 1a peticion de los annop610gos de analisis funcional en la mciolo-
gia contemporinea (no en la ann-apologia, meramente), 'lease el instructivo
trabajo de :lford E. Spiro titulado "A typology of funct.ional analysis", en IV. INFLUJO DE LA TEORfA SOCIOL6GICA
E:c1Jlorations, 1953, 1, 8'1-95, '! el minucioso examen c:dtico de Raymond SOBRE LA INVESTIGACI6N EMPfRICA
Fil:then "Function", en Current Anthropology (dirigida por William L.
Thomas, Jr.), University of Chicago Press, 1956, ~37-258.
La difusi6n de 1a teoria funcional recientemente formulada en los Estados LA HISTORIA reci~~te de la teoria sociologica puede escribirse en gran parte
Unidos se manifiesta en una serie de examenes cdticos de dicha teoda e::: como la altern~:lOn de dos pnntos de vista opuestos. POl' una parte, obser-
. Bdgica, Francia, Italia y el Brasil. Entre los milS Imp0Itantes se cuentan: vamos a los soclOlogos que tratan sobre todo de genera1izar, de abrirse camino
"Fonction et finalite en sociologie", por Henri, Janne, en Cahien [mernatio- wdo 10rapid~mente po~ible hacia la formulacion de 1eyes sociologicas. Tienden
naux de Sociologie, 195'1, Ie 50-67, que 'intenta enlazar 1a teoria £uncional a valorar la llnpo:~anCla del trabajo sociologico en relacion con el alcance y
actual con la teoria anterior y contemporinea de fos 3Oci610g:)s£r.o'eses y con ]a demostrablhdad de las generalizaciones, .evitan la "nivialidad" de la
belgas. Una critica minucios:l del an<\.lisis hmcional en sociologia ia em- observaC;()!l detaIlad<t en pequeiia escala y buscan la grandeza de resumenes
prende Georges Gurvirch en "Le concept de structure socia1e", en Cahiers globales. E? e1 otro extremo se encuentra un intrepido grupo que no busca
lnternationaux de Soczowgie, 1955, 19, 3-44. Un amplio examen de 1a teoria c~n demasJa~o empefio las. implicaciones de sus investigaciones, pero que
funcicnal en sus relaciones con problemas seleccionados de investigacion so- tlen~ la conf:anza y la segundad de que 10 que dice es asi. Indudab1em.ente,
cio1ogica se encontrara en Teoria e Ricel"ca nella Sociologia Contemporanea, sus m.formacJOnes sabre hechos son comprobables y se comprueban con fre-
pOl' Filippo Barbano (Milan, Dmt, A. Giuffre, 19'sYi, Ensaio sabre o Metodo c~enCla; pew se eucuentran algo apurados para relacionar esos hechos entre
de I nterp1'etar;ao Funcionalista 'Ill. Sociologia, Dor Florestan Fernandes (Sao ~ ~ aun I,Jara exp1icar por que hicie::on ~~uellas observaciones y no otras.
Paulo, Universidade de Sao Paulo, Boletim N? liG. 1953), es una monogra- ar.l el pnmer grupo, el lema que 10 Jdenuhca parece ser en ocasiones: "No
fia informativa y sistem~itica que recompensa una kctura :lun tan apresurada sabemos SJ 10 (Jue decimos es verdad, pero pOl' 10 menos es importante."
y falible como ]a mia. Y el lema de los empiricos radicales podria ser: "Esto es demoslrable pero
£1 paradigm a expuesto en las paginas precetiemes fue formalizado de no podemos senalar su imuonancia" '
acuerdo'eon un conjunto abstracto de anotaciones destinadas a haeer mani- Cuale~quiera que sean l~s funda~entos para adheril-se a una u otra de
fiesto como se relacionan sus diferentes parte:; con elementos del punto de esas actItudes -diferentes, pero no necesariamente contradictorias explie<-
vista funcional en biologia. Vease "A formalization of functionalism, with , :a3 ",uministrarian 10s psicologos, los sociologos de los cona'cimie"tes
special reference to its application in the social sciences", en la proxima colec- y 105hJstona.d~res de la ciencia-,. es bastante claro que no hay base lrigica
ci6n de trabajos de Ernest Nagel titulada Logic j;!/ithouf iHetaphysics (Glen- que se sItue la una contra 1a otra. Las generalizaciones pneden ser mode-
coe. The Free Press, 1957). Para una aplieaciill1 deta!lada del pandigma, SJ no po~ clemen cia. por 10 menos con observaciones disciplinadas; las
vease "Social control in the newsroom: a functional an<llysis"', por 'Warren ng~rosas. y detalladas no tienen por que ser trivia1es porque
Breed, en Social Forces, 1955, 33, 326-335; "Noteo on Eskimo patterns 01 se eludan su pertmenCla y sus implicaciones te6ric:ls.
Suicide", por C. C. Hughes, en Southwestern Journal of Anthropolof!:Y, 1955. Acerca de todo esto habra indudablemente amplio acuerdo, si, en realidad
n, 327-338; "A social-psychological study of the aileged visitation of the no hay acuel-d ." P . '" .
'. . 0 u~~mme. ero esa mJsma unammldad mdlca que esas ob-
Virgin Mary in Puerto Rico", por Joan Chapman y i'vlichae1 Eckstein. en sel va.clO~es SOIl tnvlales. ;'vIas si una funci6n de la teoria es explorar las
Year Book of American Philosophical Society. i954. 202-206: The Horne and ~l1lphcaclOne: de 10 aparem' :nente evidente por .,i misl11o, no puede ser
Social Status,. por Dennis Chapman (Londres, Rcutiedil;e anJ Kegan Paul, 1ll0portullO .ll1vestigar 10 que suponen esos enunciados programiticos acerca
1955); The Freedom of Expression: A Study in Political ideals and Socio- de las reh~clOnes ,entre I" teoria sociol6gica y la investigacion empirica. Al
Psychological Realities, por Christian Bay (de pn'lxima aparici6n); "Diverse aSl, h.abra que realizar todos 105 esfuerzos posibies para evitar dete-
action and response to crime", por Michael Eckstein (de pr6xima aparici6n).; , eJemplos sacados de las ciencias "m~is maduras" -como !a £isica
Communication of Nlodern ideas and Knowledge in indian Villages, pOI' blOlogia-, no. porque estas no ofrezcan los problemas lr\gicos illlplicitos,
Y. B. Damle (Cambridge, Massachusetts Insliane of Technology, Center tor Sl~ 1l1ISmallladurez permite a esas disciplinas tratar [yucl/rem-
International Studies, 1955). Para un estudio interesame de consecuencias ma- •
abstl"'lcuones
c
.. . (el un on Ien e Ieva d 0 Ilasta un g;rado que, hay que reco-
nifiestas y latentes de la accion en relacion con irnilgenes de autojustificaciim no es a\1I1 el caso de la sociologia. Un lll'ullero Ill\lV elevauo de
y autofrustracion, vease el capituio S de The lmage, por Kenneth BoulJing ( ,~ohrc el, l11~tod~) .. ciel1lilico han fOi'llllllauo los requisiloS previos
(Ann Arbor, University of Michigan Press, 1956). Ie 1.1 leo!"!;1CH'lllilIC;I,pero, :il p:lrecer, COil I'recuencia 10 hau hecho

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