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2002
Ubaldo González Pérez
EL CONCEPTO DE CALIDAD DE VIDA Y LA EVOLUCIÓN
DE LOS PARADIGMAS DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD
Revista Cubana de Salud Publica , julio-diciembre, Vol. 28, número 2
Sociedad Cubana de Administración de Salud
LA HABANA, CUBA
http://redalyc.uaemex.mx
Revista Cubana de Salud Pública
ISSN 0864-3466 versión on-line
En los finales del siglo XIX ocurría algo que simultáneamente actuó como
conquista y freno; la conquista fue el descubrimiento del papel de los
microorganismos y los medicamentos, el freno fue una interpretación
desmedida de la función etiológica de los microorganismos y el papel
terapéutico de los medicamentos y con ello la creencia en el fin de la
enfermedad, lo cual llevó a pensar que los medicamentos se comportarían
como las "balas mágicas" (Paul Ehrlich) que mataría a los microbios que
causaban las enfermedades, asumiéndose una posición dogmática y
triunfalista que menospreciaba la influencia de las condiciones de vida, la
cual distorsionó las grandes posibilidades de la investigación biológica en
medicina, amén de empobrecer los estudios biológicos en el curriculum de
muchas escuelas de medicina, específicamente con relación a los conceptos
de desarrollo, evolución, adaptación, agresión y respuesta, interacción
psicobiológica e interacción sociobiológica.
Durante las primeras tres cuartas partes del siglo XX, las limitaciones de los
conocimientos biológicos señaladas y la escasez paradójica de
conocimientos de ciencias sociales en medicina, llevó a olvidar y
menospreciar la importancia de las condiciones de vida2 expuestas por
Hipócrates en sus observaciones sobre las relaciones del hombre con la
alimentación, el ejercicio, el sexo, el descanso, y renacidas en forma de
promocionar una mejor vida, en condiciones de utopía social, en las obras de
Moro y Campanela; las de modo de vida argumentado por Ramazzini en su
obra "De morbis artificum diatriba" (1700) y los aportes de médicos y
filósofos que lograron explicar científicamente el paradigma que enfatiza el
determinismo economicosocial de la salud y la enfermedad durante la
segunda mitad del siglo XIX. Pero esto fue frenado y tergiversado por las
manifestaciones de poder de la comercialización de la medicina, las
transnacionales de los medicamentos y las modernas y costosas tecnologías
médicas y apoyados (por la formación recibida, desactualización o
ingenuidad) por los profesionales que solo entienden el enfoque curativo y
clínico de la medicina; lógicamente todo este fenómeno se ha comportado de
forma detractora o irreconciliable con la Atención Primaria, la Promoción de
Salud y la Medicina Social.3,4
Todo este acontecer y su análisis podrían alertar acerca del conflicto central
de las teorías del hombre, de su salud y su felicidad. Una parte considerable
de los investigadores están atrapados por una insuficiencia y retraso de la
conceptualización que se está utilizando, a causa fundamentalmente de un
débil trabajo de teorización y de integración del conocimiento, amén de las
presiones que ejercen los grupos de poder económico sobre el conocimiento
y el uso de la tecnología.
La mayoría de las polémicas sobre el concepto de "vida" tratan sobre la vida
biológica y no sobre la vida psíquica, social ni ética del hombre. Lo mismo
sucede con el concepto de "muerte". Otro tanto sucede con el concepto del
consentimiento informado, que se usa de forma genérica y abstracta, al
suponer que quien decide entendió la información, y que para él tiene el
mismo sentido personal, técnico y moral que posee para quienes se la
suministraron. También ocurre con el concepto de desarrollo y sus múltiples
interpretaciones. Estos ejemplos evidencian la crisis de la conceptualización
que propicia una "polémica entre sordos" en el mundo del conocimiento
médico y de la salud y en el de la ética, al inicio del nuevo milenio.
Por esta razón, cada comunidad y cada individuo debe determinar qué
entienden por calidad de vida, siempre que no se viole la ley, los intereses de
la mayoría o del otro, ni la moral vigente.
ecimed@infomed.sld.cu