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Kant, Immanuel. (1998). Crítica de la razón pura. Alfaguara: México D.F.

Experiencia:

“La experiencia es, sin ninguna duda, el primer producto surgido de nuestro entendimiento
al elaborar éste la materia bruta de las impresiones sensibles.” [A-1]. (Kant, 1998, p. 41)

Definición de a priori (y a posteriori):

“Dichos conocimientos universales, que, a la vez, poseen el carácter de necesidad interna,


tienen que ser por sí mismos, independientemente de la experiencia, claros y ciertos. Por
ello se los llama conocimientos a priori. Por el contrario, lo tomado simplemente de la
experiencia se conoce sólo, como se dice, a posteriori, o de modo empírico.” [A 2]. (Kant,
1998, p. 41)

El conocimiento a priori es necesario:

“Todo conocimiento que quiera sostenerse a priori proclama por sí mismo su voluntad de
ser tenido por absolutamente necesario; ello es más aplicable todavía a la determinación de
todos los conocimientos puros a priori, la cual ha de servir de medida y, por tanto, incluso
de ejemplo de toda certeza apodíctica (filosófica).” [A XV] (Kant, 1998, p. 11)

Primera definición de Trascendental (giro copernicano):

“Llamo trascendental todo conocimiento que se ocupa, no tanto de los objetos, cuanto de
nuestro modo de conocerlos, en cuanto que tal modo ha de ser posible a priori.” [A 12].
(Kant, 1998, p. 58)

La Crítica como fundamentación de la metafísica (diría Heidegger):

“No entiendo por tal crítica la de libros y sistemas, sino la de la facultad de la razón en
general, en relación con los conocimientos a los que puede aspirar prescindiendo de toda
experiencia. Se trata, pues, de decidir la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en
general y de señalar tanto las fuentes como la extensión y límites de la misma, todo ello a
partir de principios.” [A XII] (Kant, 1998, p. 10)

“En último término, la crítica de la razón nos conduce, pues, necesariamente a la ciencia.
Por el contrario, el uso dogmático de ésta, sin crítica, desemboca en las afirmaciones
gratuitas —a las que pueden contraponerse otras igualmente ficticias— y,
consiguientemente, en el escepticismo.” [B 23]. (Kant, 1998, p. 56)

Una definición de metafísica y de cómo ésta se extrae enteramente de la razón:

“En efecto, la metafísica no es más que el inventario de todos los conocimientos que
poseemos, sistemáticamente ordenados por la razón pura. En este terreno, nada puede
escapar a nuestra atención, ya que no puede ocultarse a la razón algo que ésta extrae
enteramente de sí misma.” [A XX]. (Kant, 1998, p. 13)

Las tareas de la razón:

“(…) es, por una parte, un llamamiento a la razón para que de nuevo emprenda la más
difícil de sus tareas, a saber, la del autoconocimiento y, por otra, (…) [la institución de] un
tribunal que garantice sus pretensiones legítimas y que sea capaz de terminar con todas las
arrogancias infundadas, no con afirmaciones de autoridad, sino con las leyes eternas e
invariables que la razón posee. Semejante tribunal no es otro que la misma crítica de la
razón pura.” [KrV. A XI-XII]. (Kant, 1998, p. 9)

Primera definición de fenómeno, de su materia –las sensaciones- y de su forma –la


intuición pura:

“El objeto indeterminado de una intuición empírica recibe el nombre de fenómeno. Lo que,
dentro del fenómeno, corresponde a la sensación, lo llamo materia del mismo. Llamo, en
cambio, forma del fenómeno aquello que hace que lo diverso del mismo pueda ser
ordenado en ciertas relaciones” [KrV. B 34]. (Kant, 1998, p. 65-66)

Definición de función // Distinción concepto/intuición // Definición de juicio:

“Todas las intuiciones, en cuanto sensibles, se basan en afecciones, mientras que los
conceptos lo hacen en funciones. Entiendo por función la unidad del acto de ordenar
diversas representaciones bajo una sola común. Los conceptos se fundan, pues, en la
espontaneidad del pensamiento, del mismo modo que las intuiciones sensible lo hacen en la
receptividad de las impresiones. Estos conceptos no los puede utilizar el entendimiento más
que para formular juicios. Como ninguna representación que no sea intuición se refiere
inmediatamente al objeto, jamás puede un concepto referirse inmediatamente a un objeto,
sino a alguna otra representación de éste último (sea tal representación una intuición o sea
concepto también). El juicio es, pues, el conocimiento mediato de un objeto y,
consiguientemente, representación de una representación del objeto.” [KrV. B 93] (Kant,
1998, p. 105)

“(…) todos los conceptos son funciones de unidad entre nuestras representaciones. En
efecto, para conocer el objeto se utiliza, en vez de una representación inmediata, otra
superior, la cual comprende en sí la anterior y otras más; de esta forma se sintetizan
muchos conocimientos posibles en uno solo. Podemos reducir todos los actos del
entendimiento a juicios, de modo que el entendimiento puede representarse como una
facultad de juzgar, ya que, según lo dicho anteriormente, es una facultad de pensar. Pensar
es conocer mediante conceptos. Estos últimos, en cuanto predicados de posibles juicios, se
refieren, a su vez, a alguna representación de un objeto todavía desconocido.” [KrV. B 94]
(Kant, 1998, p. 106)

“Espacio y tiempo contienen lo diverso de la intuición pura a priori y pertenecen, no


obstante, a las condiciones de la receptividad de nuestro psiquismo la espontaneidad de
nuestro pensar exige que esa multiplicidad sea primeramente recorrida, asumida y unida de
una forma determinada, a fin de hacer de ella un conocimiento. Este acto lo llamo síntesis”
[KrV. B 102] (Kant, 1998, p. 111)

Definición de síntesis:

“Entiendo por síntesis, en su sentido más amplio, el acto de reunir diferentes


representaciones y de entender su variedad en un único conocimiento. Semejante síntesis es
pura si la variedad no está dada empíricamente, sino a priori (como la variedad en el
espacio y en el tiempo). [KrV. B 103]. (Kant, 1998, p. 111)

“Como veremos después, la síntesis es un mero efecto de la imaginación, una función


anímica ciega, pero indispensable, sin la cual no tendríamos conocimiento alguno y de la
cual, sin embargo, raras veces somos conscientes. Reducir tal síntesis a conceptos es una
función que corresponde al entendimiento. Sólo a través de semejante función nos
proporciona éste el conocimiento en sentido propio.” [KrV. B 103]. (Kant, 1998, p. 112)
“La lógica trascendental enseña (…) a reducir a conceptos, no las representaciones, sino la
síntesis pura de las representaciones. Lo primero que se nos tiene que dar para conocer
todos los objetos a priori es lo diverso de la intuición pura; lo segundo es la síntesis de tal
diversidad mediante la imaginación, pero ello no nos proporciona todavía conocimiento.
Los conceptos que dan unidad a esa síntesis pura y que consisten sólo en la representación
de esta necesaria unidad sintética son el tercer requisito para conocer un objeto que se
presente, y se basan en el entendimiento.” [KrV. B 104]. (Kant, 1998, p. 112)

Los conceptos puros del entendimiento o categorías:

“La misma función que da unidad a las distintas representaciones en un juicio proporciona
también a la mera síntesis de diferentes representaciones en una intuición una unidad que,
en términos generales, se llama concepto puro del entendimiento. Por consiguiente, el
mismo entendimiento y por medio de los mismos actos con que produjo en los conceptos la
forma lógica de un juicio a través de la unidad analítica, introduce también en sus
representaciones un contenido trascendental a través de la unidad sintética de lo diverso de
la intuición; por ello se llaman estas representaciones conceptos puros del entendimiento, y
se aplican a priori a objetos, cosa que no puede hacer la lógica general.” [KrV. B 104-B
105]. (Kant, 1998, p. 112-113).

¿Qué es la deducción trascendental de los conceptos puros del entendimiento?:

“La explicación de la forma según la cual los conceptos a priori pueden referirse a objetos
la llamo, pues, deducción trascendental de los mismos y la distingo de la deducción
empírica.” [KrV. B 117] (Kant, 1998, p. 121).

¿Por qué es necesaria la deducción trascendental de las categorías?

“En efecto, el que los objetos de la intuición sensible hayan de conformarse a las
condiciones formales a priori de la sensibilidad –que residen en el psiquismo- se desprende
con claridad del hecho de que, en caso contrario, no constituirían para nosotros objeto
ninguno.” [KrV. A 90]. (Kant, 1998, p. 124)

“Pues, en todo caso, los fenómenos podrían ser de tal naturaleza, que el entendimiento no
los hallara conformes a las condiciones de su unidad, con lo cual se hallaría todo en una
confusión tal, que en la serie de los fenómenos, por ejemplo, no se presentaría nada que
proporcionara una regla de la síntesis ni correspondiera, por tanto, al concepto de causa y
efecto, de forma que este concepto resultaría completamente vacío, nulo y desprovisto de
sentido. A pesar de lo cual, los fenómenos ofrecerían objetos a nuestra intuición, ya que
ésta no necesita en absoluto las funciones del pensar.” [KrV. B 123]. (Kant, 1998, p. 124)

Los conceptos puros del entendimiento exigen una necesidad y una universalidad que
solo es posible a priori, nunca empíricamente:

“Los fenómenos suministran casos de los que puede extraerse una regla según la cual algo
ocurre habitualmente, pero nunca una regla según la cual la secuencia tenga carácter
necesario. (…) La estricta universalidad de la regla no es tampoco una propiedad de las
reglas empíricas. Estas no pueden adquirir por inducción sino una universalidad
comparativa, es decir, una extensa aplicabilidad.” [KrV. B 124] (Kant, 1998, p. 125)

“La deducción trascendental de todos los conceptos a priori tiene, pues, un principio por el
que debe regirse todo la investigación y que consiste en que tales conceptos han de ser
reconocidos como condiciones a priori de la posibilidad de la experiencia, sea de la
intuición que hallamos en ésta, sea del pensamiento. Los conceptos que suministran el
fundamento objetivo de la posibilidad de la experiencia son, por ello mismo, necesarios”
[KrV. B 126] (Kant, 1998, p. 126-127)

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