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Durante décadas el Estado y la sociedad guatemalteca fueron privados de sus derechos humanos fundamentales,
y esto afectó a la niñez, que estaba privada históricamente de educación, salud, respeto a su identidad cultural y
el derecho de expresarse y participar libremente en la sociedad. Recientemente se empieza a contrarrestar ese
retardo histórico.
La sociedad guatemalteca se ha visto profundamente afectada por el alto grado de concentración de la propiedad
y el ingreso. La concentración de la propiedad y de ingresos, y la pobreza generada, ha sido uno de los factores
que más ha influido en los conflictos sociales y políticos.
Tendencias socioculturales:
La sociedad guatemalteca tiende a discriminar a las niñas, adolescentes y mujeres.
La pobreza.
La discriminación cultural, estrechamente vinculada con la pobreza, en contra de grupos de población
indígenas ha sido constante desde tiempos coloniales. La vida después de la Independencia de Guatemala
profundizó el problema a través de la expropiación de tierras y la introducción de formas de trabajo
forzoso.
La población de ascendencia maya fue sujeto de represión política por muchos años. Cientos de
comunidades fueron aniquilados como resultado de la Política de Seguridad Nacional que ubicaba a los
pueblos indígenas como aliados de la guerrilla.
La cultura de violencia cono forma de resolución de conflictos a todo nivel estimula valores y prácticas.
Contratendencias socioeconómicas:
Ha existido un crecimiento económico sostenido durante los últimos 8 años, aunque esto no permite
concluir que necesariamente ha habido un mejoramiento del nivel de ingresos de la población pobre.
Nuevas dinámicas en el agro y la migración hacia Estados Unidos han provocado cambios importantes en
las relaciones económicas y sociales predominantes en las zonas rurales.
Sin embargo, el crecimiento económico enfrenta dificultades derivadas del aumento del déficit externo, el
cual a su vez presiona la estabilidad del tipo de cambio de la moneda nacional.
Contratendencias socioculturales:
Se han generado proyectos como la Reforma Educativa y reformas legales que pretenden establecer
condiciones de mayor equidad y respeto a la diversidad cultural del país. (derechos de los pueblos
indígenas)
Se ha dado un despertar de la identidad cultural de los grupos mayas a través de diversas organizaciones.
Esto se refleja en el creciente número de guatemaltecos que se reconoce como indígena y en el
incremento de su participación en grupos comunales y en la municipalidades.
Se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de las mujeres a través del diseño de una política
pública para promover la equidad de género.
Los orígenes del racismo y la discriminación contra los Pueblos Indígenas de Guatemala y contra los Pueblos
Indígenas de América, la encontramos en la invasión española.
CAUSAS:
Las causas reales fueron creadas por los colonizadores y sus descendientes y aprovechadas por el grupo
dominante, y/o gobierno de turno.
El propósito de mantener su dominio sobre los Pueblos Indígenas invadidos y colonizados, no justifica los
métodos represivos de control utilizados contra los pueblos que alzan sus voces pidiendo libertad, justicia, trato
digno; desvirtuando y destruyendo su cosmovisión, su religión, sus costumbres y su cultura en general, para
someternos a los intereses de la clase dominante, aprovechando las diferencias culturales de los pueblos
indígenas.
El aprovechamiento de las diferencias corporales tanto físicas, como la diferencia en el color de la piel; los
distintos idiomas, también fueron utilizados para mantenernos desinformados, confundidos y aislados, los
conflictos internos también fueron utilizados para realizar más fácilmente el saque contra nuestros pueblos.
Esto del fenómeno de la discriminación en Guatemala lo podemos corroborar solamente observando los hechos
que acontecen en al ámbito de los espacios públicos y privados, en los que es interesante ver cómo los seres
humanos se discriminan entre ellos mismos; algunos lo manifiestan en forma directa por medio de la expresión
verbal y otros la practican en forma oculta, de manera sutil.
La discriminación directa ejercida a través de la expresión verbal la encontramos en la calle, en los mercados, en
el transporte público, en los centros educativos, en las instalaciones deportivas, entre otros. En estos espacios o
lugares es común escuchar expresiones discriminatorias en voz alta como: “hijos de la Menchú” “vendedora de
tomates”, “María, ¿vienes a vender chichitos o tomates?”, “apúrate vos indio”, “india tu madre”, “ahí van algunos
inditos”, “negro, aquí está tu banano”, etc. Generalmente, estas frases son expresadas por gente mestiza o ladina
contra los indígenas y los negros, las cuales terminan en actos de expresión racista porque son dichos que
denigran tajantemente al otro, inferioriorizándolo racialmente. Aquí, la persona que discrimina tiene bien
interiorizado en la mente que es es superior racialmente al otro porque así le ha dicho la familia y los amigos.
En la discriminación que se practica en forma sutil, es decir, la expresada no en forma abierta, el discriminador
busca la forma de no hacer ver que está ejerciendo prácticas discriminatorias contra el otro. En este sentido, la
persona que discrimina muchas veces actúa en forma “políticamente correcta”, haciendo el esfuerzo de escuchar
al otro pero no lo toma en cuenta; es decir, en frente de tu persona dice sí a tus ideas o a tus peticiones pero muy
en el fondo te está diciendo no, ni si quiera te toma en cuenta más que para sus propios intereses personales.
Además, la discriminación practicada en forma sutil es expresada a través de las jerarquías, el status y/o los roles
sociales. Por ejemplo, la persona que cuenta con poder económico discrimina al que no lo posee, el alfabetizado
discrimina al analfabeto, los jefes y trabajadores oficina muchas veces discriminan al que hace los servicios de
limpieza, al mensajero, al jardinero, al barrendero, en ciertas ocasiones se aprovechan de ellos para ciertos
servicios personales. Estas otras formas de discriminación son tan evidentes en los diversos espacios laborales
tanto públicos como privados.
En este orden de ideas, la discriminación se vuelve un acto consciente en la persona que discrimina que al final de
cuentas termina convirtiéndose en un hábito. Por eso, existen discriminadores quienes disertan excelentes
discursos en contra del fenómeno de la discriminación y el racismo, pero muchos de sus prácticas cotidianas
llevan contenidos de actos de discriminación, donde muchas de las cuales son abiertamente racistas.
Obviamente, la discriminación lleva consigo fuertes consecuencias, las cuales, a veces son lamentables para las
personas que son las víctimas de este tipo de hechos. La discriminación, es un fenómeno social que afecta no
solo lo emocional sino también lo espiritual, lo económico y la propia autoestima. Por eso, es triste saber del caso
de muchos jóvenes de origen maya quienes ya no quieren portar el traje, se avergüenzan de hablar su idioma
materno, cambian sus apellidos (de origen maya); en última instancia, estos jóvenes han optado por esconder su
origen étnico por temor a ser discriminados; lo peor del caso estriba en que algunos de estos jóvenes mayas
terminan siendo discriminadores de su propia cultura. Por eso, en una conversación sobre este tema una
estudiante maya dijo que “muchas de las las mujeres indígenas que han abandonado el uso del traje (Maya) son
las que más discriminan”.
La mujer y la sociedad
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, para recordar la lucha de mujeres
trabajadoras en defensa de sus derechos sociales, se ha ido transformando durante siglos, dando pasos firmes en
la superación de la discriminación histórica en contra de estas.
En la actualidad, la mujer en la República Dominicana y a nivel mundial, no sólo es madre y esposa, sino que
también ocupa un rol laboral. Estas variaciones han producido que las mujeres se sientan más positivas y fuertes,
logrando una modificación en los ámbitos tanto laboral como político.
Tanto el hombre como la mujer han tenido que adaptarse a estos cambios, modificando conductas y hábitos que
creían tener arraigadas, como los quehaceres del hogar que eran exclusivo de las mujeres y los hombres solo eran
proveedores.
Compartir los roles es parte del proceso, de hecho hoy encontramos que los padres comparten más con sus hijos
/as, teniendo una relación más estrecha, ayudando a la madre a compartir los compromisos de la casa en todo el
sentido de la palabra.
El ámbito educativo ha sido un campo en el que las mujeres hemos logrados adelantos importantes en términos
de acceso y de rendimiento, llegado incluso a superar la situación de los hombres en nuestro país, y en varios
países del mundo. No obstante, en el ámbito político y laboral hemos avanzado, aunque persiste la desigualdad
frente a los hombres, donde pueden ser contadas las mujeres dominicanas que han ocupado posiciones
relevantes dentro del tren gubernamental, a lo largo de nuestra historia.
La socialización según género
Es un hecho generalmente aceptado que la socialización de los géneros es uno de los aspectos de mayor
importancia de la primera infancia, y que afecta tanto a los niños como a las niñas. Mediante la socialización de
los géneros en la primera infancia se sientan las bases de los estereotipos de género.
La socialización de los géneros en la primera infancia comienza al nacer y constituye un proceso de aprendizaje
cultural de los papeles asignados a cada uno según su sexo. Desde que nacen, los niños y niñas reciben trato
distinto por parte de los integrantes de su entorno social, y aprenden las diferencias que existen entre los niños y
las niñas y entre las mujeres y los hombres. Las expectativas de la sociedad y los padres con respecto a los niños y
a las niñas, la selección de juegos y juguetes según el género del menor y la asignación de tareas basadas en el
género tienden a definir un proceso de diferenciación social que se puede denominar “socialización de los
géneros”. En diversos puntos del mundo hay numerosos ejemplos de que la socialización de los géneros se
relaciona íntimamente con los valores étnicos, culturales y religiosos de cada sociedad. Y el proceso de
socialización de los géneros continúa durante toda la vida.
La socialización de los géneros es un proceso mediante el cual las personas aprenden a comportarse de
determinadas maneras, acordes con los creencias, valores, actitudes y ejemplos de las sociedades en que viven. El
proceso comienza no bien una mujer queda embarazada, cuando quienes la rodean comienzan a juzgar el valor
de los varones con respecto a las mujeres. Esas imágenes estereotipadas se perpetúan debido a que los
familiares, maestros y otros tienen expectativas distintas para los niños que para las niñas.
Los niños y las niñas quedan sujetos desde muy temprana edad a las normas que definen lo “masculino” y lo
“femenino”. A los varones se les dice que no deben llorar, que no deben sentir temor, que no deben perdonar, y
que deben ser enérgicos y fuertes. A las niñas, por otro lado, se les requiere que no sean exigentes, que
perdonen, que sean complacientes y que se “comporten como damas”. Esos papeles que se asignan a los niños y
las niñas en función de su género y esas expectativas que se cifran en ellos tienen profundas ramificaciones. En
muchas partes del mundo, las niñas son víctimas de discriminación en materia del cuidado, la atención de la salud
y los alimentos que reciben, lo que les lleva a creer que merecen que se les trate de manera diferente a los
varones. El grado de diferencia entre los géneros varía en todas las culturas con respecto a la salud, la nutrición, el
cuidado, las actividades en pro del desarrollo, la educación, la higiene y la protección en las diversas etapas de la
infancia
Por su parte, el rol reproductivo se refiere a las actividades domésticas que aumentan los recursos de la familia,
como son la crianza y el cuidado de las personas del ámbito familiar, así como cocinar, lavar, cultivar, recoger
agua, etc. Al ser actividades que no son consideradas trabajo no están valoradas económica ni socialmente. Por
último, el rol comunitario o de gestión de la comunidad hace referencia a la provisión y a la asignación de los
recursos comunitarios (como son la obtención y la distribución de insumos para consumo colectivo -agua,
servicios médicos, limpieza de infraestructura-) y a ser parte integrante de los comités comunitarios aunque, en el
caso de las mujeres, no en una posición de influencia y de toma de decisiones.
Cualquier proyecto que se centre únicamente en uno de los roles obviando los demás, corre un serio riesgo de
afectar al precario equilibrio de atender estos tres roles, llevando a sobrecargar a las mujeres con más actividades
y dificultando la posibilidad de que se incorporen a los procesos de desarrollo.