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Las enfermedades de transmisión sexual

(ETS) son infecciones que transmiten de una persona a otra a través del contacto sexual.
Las causas de las ETS son las bacterias, parásitos, hongos y virus. Existen más de 20 tipos
de ETS, que incluyen:

 Clamidia
 Herpes genital
 Gonorrea
 VIH/SIDA
 VPH
 Sífilis
 Tricomoniasis
La mayoría de las ETS afectan tanto a hombres como a mujeres, pero en muchos casos los
problemas de salud que provocan pueden ser más graves en las mujeres. Si una mujer
embarazada padece de ETS, puede causarle graves problemas de salud al bebé.

Los antibióticos pueden tratar las ETS causadas por bacterias, hongos o parásitos. No hay
cura para ETS causada por un virus, pero los medicamentos pueden ayudar con los
síntomas y mantener la enfermedad bajo control.

El uso correcto de preservativos de látex reduce enormemente, aunque no elimina, el riesgo


de adquirir y contagiarse con ETS. La forma más confiable de evitar la infección es no
tener sexo anal, vaginal u oral.
Clamidia

¿Qué es la clamidia?
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria
Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres pueden contraer
clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraer
clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto o la garganta.

¿Cómo se contrae la clamidia?


Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la
infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto.

Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene relaciones
sexuales sin protección con alguien infectado.

¿Quién está en riesgo de contraer la infección por clamidia?


La clamidia es más común en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más probable
que usted se contagie si no usa siempre un condón, o si tiene múltiples parejas.

¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?


En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta que la tiene.
Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si usted tiene síntomas,
éstos pueden aparecer varias semanas después de tener relaciones sexuales con una pareja
infectada.
Los síntomas en las mujeres incluyen:

 Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor


 Sensación de ardor al orinar
 Dolor durante las relaciones sexuales
Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor durante las
relaciones sexuales, náuseas o fiebre.

Los síntomas en los hombres incluyen:

 Secreción del pene


 Sensación de ardor al orinar
 Ardor o picazón alrededor de la abertura del pene
 Dolor e inflamación en uno o ambos testículos, aunque esto es menos común
Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en
hombres como en mujeres.

¿Cómo puedo saber si tengo clamidia?


La clamidia se diagnostica con pruebas de laboratorio. Su médico puede pedirle una
muestra de orina. En mujeres, a veces se utiliza un hisopo de algodón para obtener una
muestra de la vagina para detectar clamidia.

¿Cuáles son las complicaciones de la infección por clamidia?


En las mujeres, una infección de clamidia no tratada puede propagarse al útero y trompas
de Falopio, causando enfermedad inflamatoria pélvica. Esta condición puede causar daños
permanentes en el sistema reproductor. Esto puede provocar dolor
pélvico crónico, infertilidad y embarazo ectópico. Las mujeres que han tenido infecciones
por clamidia más de una vez están en mayor riesgo de complicaciones graves de salud
reproductiva.
Los hombres en general no presentan problemas de salud por la clamidia. A veces puede
infectar el epidídimo, el tubo por el que se trasladan los espermatozoides. Esto puede causar
dolor, fiebre y, en raras ocasiones, infertilidad.
La infección por clamidia también puede provocar artritis reactiva tanto en hombres como
mujeres. Este tipo de artritis ocurre como una "reacción" a una infección en el cuerpo.

Los bebés nacidos de madres infectadas con clamidia pueden contraer infecciones a los
ojos y neumonía. También puede ser más probable que el bebé nazca antes de tiempo.

La clamidia no tratada también puede aumentar sus probabilidades de contraer o transmitir


el VIH/SIDA.
¿Cuáles son los tratamientos para la clamidia?
La infección se cura con antibióticos. Es posible obtenerlos en una sola dosis, o puede que
tenga que tomar medicamentos durante siete días. Los antibióticos no curarán cualquier
daño permanente que haya causado la enfermedad.

Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la
infección haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete días
después de tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe tomar
medicamentos por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber terminado el
tratamiento.

Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos
tres meses después de finalizar el tratamiento.

¿Puedo prevenir la clamidia?


La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral.

El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el
riesgo de contraer y contagiar la clamidia.
El herpes genital

es una enfermedad de transmisión sexual con una incidencia de un caso cada 1000
personas aproximadamente. Está causada por dos virus, el herpes simple tipo 1 y el
herpes simple tipo 2. El tipo 1 habitualmente produce los herpes labiales o “calenturas”
y se transmite por las secreciones orales. Es el responsable de un 5-10% de los herpes
genitales y puede ser transmitido durante el sexo oral. El virus herpes simple tipo 2 es el
responsable de la mayoría de herpes genitales y se puede transmitir por secreciones
orales o genitales o por contacto con la piel. El contagio suele darse durante los brotes
por el contacto con zonas de úlceras o ampollas ya que las secreciones producidas en
estas lesiones contienen el virus. De todas formas algunas investigaciones sugieren que
pueden darse contagios también en ausencia de síntomas. La infección genital por el
virus herpes simple tipo 2 es más frecuente en mujeres que en hombres y puede deberse
a que es más probable la infección de hombre a mujer que de mujer a hombre.

Las zonas más frecuentemente afectadas en los hombres son


 Ano
 Cara interna de los muslos
 Escroto
 Pene
En las mujeres las zonas más afectadas son:

 Ano
 Cuello uterino
 Cara interna de los muslos
 Labios
 Vagina

Los síntomas de la infección inicial por virus del herpes son tanto sistémicos como locales
y suelen aparecer dentro de las dos semanas posteriores al contagio. Los síntomas
sistémicos son: inapetencia, fiebre, malestar, dolor generalizado y dolores musculares
(mialgias).

Los síntomas locales suelen iniciarse con un aumento de la sensibilidad de la piel,


sensación de quemazón o ardor o bien prurito. Poco después aparecen erupciones cutáneas
en forma de ampollas pequeñas y dolorosas, enrojecidas y llenas de un líquido claro
amarillento. Estas ampollas se rompen y dan paso a úlceras superficiales muy dolorosas,
que finalmente forman costra y sanan en un periodo entre 7 y 14 días. En las mujeres suelen
producirse dolor en las ingles y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos inguinales.
Además puede haber un aumento del flujo vaginal y micción dolorosa por el contacto con
las úlceras. Los hombres pueden también tener disuria si las lesiones están cerca de la
apertura de la uretra.
Una vez la persona está infectada el virus se establece dentro de las células nerviosas
dificultando al sistema inmunitario su trabajo de identificación y destrucción de los
microorganismos externos, y por tanto están lejos del alcance de los anticuerpos. Allí el
virus puede permanecer en fase de latencia durante un periodo variable de tiempo. La
infección puede reactivarse en cualquier momento y vuelven a aparecer ampollas dolorosas.
Hay varios desencadenantes de los brotes como son la fatiga, la irritación mecánica, la
menstruación, el estrés o las quemaduras del sol. La mayoría de personas a quien se les ha
diagnosticado un brote de herpes virus pueden esperar tener varios brotes al año, pero por
lo general estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo.

En la mayoría de los casos el diagnóstico puede hacerse por medio de una inspección visual
si es un brote típico y en casos de dudas puede hacerse un cultivo del virus. Existe una
tinción llamada tinción de Tzank realizada en la lesión cutánea que puede mostrar
resultados pero que es muy raramente utilizada. Puede realizarse una analítica de sangre
para comprobar la presencia o ausencia de anticuerpos contra el virus del herpes simple tipo
1 y 2 y si es una infección reciente o antigua.

El herpes viral no puede curarse pero el tratamiento puede acortar los episodios y mejorar
los síntomas. Los medicamentos aceleran la curación y el alivio de los síntomas más en los
primeros ataques que en los brotes recurrentes. Se puede realizar tratamiento antiviral en
pastillas, recomendado en la infección inicial para disminuir el dolor y la virulencia del
brote, o bien en cremas de aplicación local posteriormente. En los casos de dolor
importante se realiza también un tratamiento antiinflamatorio por vía oral. En las recidivas
se recomienda iniciar el tratamiento tópico tan pronto se inicien los síntomas de ardor o
dolor previos a la aparición de vesículas.
Tal como se ha comentado la clínica más frecuente producida por el herpes virus son las
lesiones recurrentes dolorosas pero en algunos casos puede ser potencialmente más
peligroso. En las mujeres embarazadas hay un riesgo para el feto en los casos de primera
infección por el virus del herpes durante el embarazo. Antes de las 20 semanas de gestación
el riesgo de aborto se triplica respecto a la población general, y raramente puede dar
malformaciones fetales aunque están descritas. Después de las 20 semanas de embarazo el
riesgo de prematuridad también aumenta. Si una mujer tiene un herpes activo en el
momento de dar a luz se le realiza una cesárea para evitar el contagio por la vía de parto ya
que puede producir una infección herpética neonatal realmente severa, a pesar de que con
los tratamientos actuales haya mejorado el pronóstico.

Los pacientes inmunodeprimidos, tanto sea por alteraciones congénitas3, adquiridas o bien
por tratamientos inmunodepresores como la quimioterapia o la radioterapia, tienen más
riesgo de tener complicaciones por la infección entre las que destacan:

 Queratitis herpéticas: infección ocular por el virus del herpes,


 Esofagitis herpética: infección del esófago por el virus
 Hepatitis herpética: infección del hígado pro el virus del herpes
 Encefalitis: infección del sistema nervioso central
 Mielopatía transversa: infección de la médula espinal
 Neumonitis: infección del tejido pulmonar por el virus.

Para evitar el contagio debe evitarse el contacto directo con lesiones ulcerosas o
vesiculares. El preservativo es además la mejor protección frente al herpes genital cuando
se es sexualmente activo.
La gonorrea

no siempre presenta síntomas, de manera que muchas personas no saben que la


tienen. Pero si observas signos de gonorrea, hazte pruebas de inmediato. Aquí explicaremos
a qué prestar atención.

¿Deseas realizarte una prueba gonorrea?

La gonorrea no siempre presenta síntomas


Es una enfermedad silenciosa, ya que tanto tú como tu pareja pueden no tener síntomas o
los signos pueden ser tan leves que ni siquiera los adviertas. A veces, los síntomas de la
gonorrea se confunden con los de otras infecciones. Muchas personas ni siquiera se dan
cuenta de que tienen gonorrea: este es uno de los motivos por los cuales es una infección
tan común (y de por qué es tan importante hacerse las pruebas).
La gonorrea puede ocasionar problemas más graves de salud e incluso causar infertilidad si
no la tratas. Sin embargo, usualmente es fácil de curar con medicamentos. Por este motivo
es tan importante que te realices pruebas de ETS, sin importar lo saludable que te sientas.
Síntomas de la gonorrea
La mayoría de las personas con vagina que contraen gonorrea no tienen síntomas. Si
muestran síntomas de gonorrea, estos aparecen alrededor de una semana después de haber
contraído la infección. Esto incluye lo siguiente:
 Dolor o sensación de ardor al orinar
 Flujo vaginal anormal que puede ser amarillento o sanguinolento
 Sangrado entre periodos menstruales
Las personas con pene son más propensas a tener síntomas si contraen
gonorrea. Habitualmente, los síntomas aparecen dentro de la semana posterior a haber
contraído la infección. Esto incluye lo siguiente:
 Secreción amarilla, blanca o verde del pene
 Dolor o sensación de ardor al orinar
 Dolor o hinchazón en los testículos
 La gonorrea también puede infectar el ano si tienes sexo anal o puedes propagar la
infección al ano desde otra parte del cuerpo (por ejemplo, al secarte después de ir al
baño).
La gonorrea anal no suele presentar síntomas. No obstante, los signos de gonorrea en el ano
pueden incluir:
 Picazón en el ano o alrededor del ano
 Secreción del ano
 Dolor al defecar

Las infecciones en la garganta causadas por gonorrea tampoco suelen provocar síntomas. Si
aparecen síntomas, generalmente es solo dolor de garganta.
Si tú o tus parejas sexuales tienen cualquiera de estos síntomas, acude a un enfermero, a un
médico o a los Centros de salud de Planned Parenthood locales. Es muy importante que te
hagas examinar si estás embarazada. La única manera de saber con seguridad si tienes
gonorrea es hacerte una prueba.

La única manera de saber si tienes gonorrea es hacerte las pruebas. Las personas con una
vida sexual activa deben hacerse pruebas periódicas. Por lo general, las pruebas de
gonorrea son rápidas, indoloras y, a veces, gratuitas.

¿Cómo sé si tengo gonorrea?


No puedes saberlo con certeza solo por cómo te sientes. Tal como sucede con todas las
enfermedades de transmisión sexual (ETS), la única manera de saber si tienes gonorrea es
mediante pruebas, ya sea que tengas o no síntomas.
Si crees que tienes los síntomas de la gonorrea, hazte pruebas. También es recomendable
hacerte estas pruebas si tuviste relaciones sexuales sin protección o con alguien que tiene
gonorrea (aun cuando no tengas síntomas). En general, las personas con una vida sexual
activan deben realizarse pruebas de ETS, incluso gonorrea, una vez al año
aproximadamente. Si estás embarazada, hazte las pruebas de gonorrea en la primera
consulta prenatal.

¿Deseas saber si debes hacerte las pruebas de gonorrea? Descúbrelo respondiendo este
cuestionario.
Afortunadamente, las pruebas de gonorrea suelen ser sencillas e indoloras. ¿Qué es lo
mejor de realizar las pruebas de ETS? Pues que una vez superadas, tu mente podrá
descansar. Y en caso de que SÍ tengas gonorrea, es mejor saberlo cuanto antes para tomar
los medicamentos adecuados y curarse lo antes posible.

¿En qué consiste la prueba de gonorrea?


La prueba de gonorrea es tan simple como orinar en un recipiente. El enfermero o el
médico pueden analizar las secreciones de la uretra, la vagina o el ano. A veces, se usa un
hisopo para tomar muestras de células del pene, el cuello uterino, la uretra, el ano o la
garganta. Luego, se analizan las muestras para detectar si hay bacterias de la gonorrea.
La gonorrea puede presentar síntomas similares a los de otras enfermedades de transmisión
sexual, como la clamidiasis, de modo que el enfermero o el médico pueden hacerte pruebas
para varias infecciones.
La idea de realizarse una prueba puede asustar un poco, pero trata de tomarlo con
calma. Las pruebas de ETS son parte habitual del cuidado de la salud que como adulto
responsable debes atender. Lo bueno es que la gonorrea se cura con medicamentos: cuanto
antes sepas que la tienes, más pronto podrás librarte de ella.

¿Dónde puedo hacerme las pruebas de gonorrea?


Puedes realizarte las pruebas de gonorrea u otras enfermedades de transmisión sexual en el
consultorio de tu médico, en una clínica de salud comunitaria, en el departamento de salud
o en los Centros de salud de Planned Parenthood locales. En algunos estados, puedes hacer
una consulta en línea y hacerte la prueba de gonorrea en tu hogar.
Las pruebas de ETS no siempre forman parte del chequeo de salud o ginecológico habitual;
tienes que pedir que te las hagan. Sé sincero con el enfermero o el médico para que puedan
ayudarte a determinar qué pruebas necesitas. No tengas vergüenza: tu médico está para
ayudarte, no para juzgarte.
Virus del papiloma humano (VPH)

¿Qué es el virus del papiloma humano (VPH)?


El VPH es la infección de transmisión sexual más común. El VPH es una infección viral
que se puede transmitir de una persona a otra mediante las relaciones sexuales anales,
vaginales u orales, o mediante otro tipo de contacto cercano con la piel durante actividades
sexuales. Si usted es sexualmente activo, puede contraer el VPH, y casi todas las personas
sexualmente activas se infectan por este virus en algún momento de su vida. Es importante
entender que contraer el VPH no es lo mismo que contraer el VIH o el VHS (herpes).

¿Cómo contraen los hombres el VPH?


El VPH se puede contraer al tener relaciones sexuales con una persona infectada con ese
virus. Esta enfermedad se puede propagar fácilmente durante las relaciones sexuales anales
o vaginales y también se puede transmitir mediante relaciones sexuales orales u otro tipo de
contacto cercano con la piel durante actividades sexuales. El VPH puede transmitirse
incluso cuando la persona infectada no presenta signos ni síntomas visibles.

¿El VPH me ocasionará problemas de salud?


La mayoría de las veces las infecciones por el VPH desaparecen completamente sin causar
ningún problema de salud. Sin embargo, si una infección no desaparece por sí sola, es
posible que se presenten síntomas del VPH meses o años después de haberse infectado.
Esto hace que sea difícil saber exactamente cuándo se contrajo la infección. Las infecciones
por el VPH duraderas pueden causar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer. No se
sabe por qué algunas personas presentan problemas de salud por el VPH y otras no.
¿Cuáles son los síntomas del VPH?
La mayoría de los hombres que contraen el VPH nunca presenta síntomas y la infección por
lo general desaparece completamente por sí sola. Sin embargo, si el VPH no desaparece,
puede causar verrugas genitales o ciertos tipos de cáncer.
Visite a su proveedor de atención médica si tiene preguntas acerca de cualquier cosa nueva
o inusual, como verrugas, crecimientos, bultos o llagas en el pene, el escroto, el ano, la
boca o la garganta.

¿Cuáles son los síntomas de las verrugas genitales?


Generalmente, las verrugas genitales aparecen como pequeños bultos o grupos de bultos en
la zona genital alrededor del pene o del ano. Estas verrugas pueden ser pequeñas o grandes,
abultadas o planas, o con forma de coliflor. Pueden desaparecer, quedarse igual o aumentar
en tamaño o cantidad. Por lo general, un proveedor de atención médica puede diagnosticar
las verrugas genitales simplemente con verlas. Estas verrugas pueden volver a aparecer,
incluso después del tratamiento. Los tipos del VPH que causan las verrugas no causan
cáncer.

¿El VPH puede causar cáncer?


Sí. La infección por el VPH no es cáncer, pero puede causar cambios en el cuerpo que
produzcan cáncer. Las infecciones por el VPH generalmente desaparecen por sí solas, pero
tener una infección por este virus puede causar ciertos tipos de cáncer. Entre estos están el
cáncer de cuello uterino en las mujeres, el cáncer de pene en los hombres y el cáncer de ano
tanto en las mujeres como en los hombres. El VPH también puede causar cáncer en la parte
de atrás de la garganta, incluidas la base de la lengua y las amígdalas (llamado cáncer
orofaríngeo). Todos estos cánceres son causados por infecciones por el VPH que no
desaparecieron. El cáncer se desarrolla muy lentamente y puede que no se diagnostique
hasta años, o incluso décadas, después de que una persona se infecte con el VPH. En la
actualidad, no hay manera de saber quién solo tendrá una infección temporal por el VPH y
quién tendrá cáncer después de contraer este virus.
¿Qué tan frecuentes son los cánceres relacionados con el VPH en los hombres?
Aunque el VPH es la infección de transmisión sexual más común, los cánceres relacionados
con el VPH no son frecuentes en los hombres.
Algunos hombres son más propensos que otros a presentar cánceres relacionados con el
VPH:
 Los hombres con sistemas inmunitarios débiles (incluidos aquellos con el VIH) que
se infectan con el VPH tienen más probabilidades de presentar problemas de salud
relacionados con este virus.
 Los hombres que tienen relaciones sexuales anales receptivas tienen más
probabilidades de contraer el VPH anal y de presentar cáncer de ano.

¿Puedo hacerme la prueba del VPH?


No, no hay en la actualidad una prueba para detectar el VPH en los hombres que esté
aprobada.
Los CDC no recomiendan que las pruebas de rutina (también llamadas ‘de detección’) para
detectar el VPH o enfermedades relacionadas con este virus antes de que haya signos o
síntomas, se realicen en hombres en los Estados Unidos para detectar cánceres de ano, pene
y garganta. Sin embargo, algunos proveedores de atención médica ofrecen pruebas de
Papanicolau anales para los hombres que puedan tener mayor riesgo de cáncer anal, como
aquellos con el VIH u hombres que tengan relaciones sexuales anales receptivas. Si tiene
síntomas y le preocupa el cáncer, visite a un proveedor de atención médica.

¿Me pueden dar tratamiento para el VPH o los problemas de salud causados por este virus?
No existe un tratamiento específico para el VPH, pero hay tratamientos para los problemas
de salud que causa. Las verrugas genitales pueden ser tratadas por su proveedor de atención
médica o con medicamentos recetados. Los cánceres relacionados con el VPH son más
tratables cuando se diagnostican y se tratan temprano. Para obtener más información,
visite www.cancer.org/espanol/index.
¿Cómo puedo reducir las posibilidades de contraer el VPH?
Hay dos medidas que puede tomar para reducir su riesgo de contraer el VPH y las
enfermedades relacionadas con este virus:
 Vacúnese. La vacuna contra el VPH es segura y eficaz. Puede proteger a los
hombres y a las mujeres contra las enfermedades causadas por el VPH (incluso el
cáncer) cuando se administra a las edades recomendadas (vea a continuación
“¿Quién se debe vacunar?”). Los CDC recomiendan que los niños de 11 a 12 años
de edad reciban dos dosis de la vacuna contra el VPH para proteger contra los
cánceres causados por este virus. Para obtener más información sobre las
recomendaciones,
consulte: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/65/wr/mm6549a5.htm
 Use condones en la forma correcta cada vez que tenga relaciones sexuales. Esto
puede reducir sus probabilidades de contraer cualquier infección de trasmisión
sexual, incluida la infección por el VPH. Sin embargo, el VPH puede infectar zonas
no cubiertas por el condón, por lo que los condones pueden no ofrecer una
protección total contra el VPH.

¿Puedo vacunarme contra el VPH?


En los Estados Unidos, la vacuna contra el VPH se recomienda para los siguientes grupos
de hombres:
 Todos los niños a los 11 o 12 años (o tan jóvenes como a los 9 años).
 Los niños mayores hasta los hombres de 21 años, si no se vacunaron cuando eran
más jóvenes.
 Los hombres de hasta 26 años de edad que sean homosexuales o gay, bisexuales y
otros hombres que tengan relaciones sexuales con hombres, si no se vacunaron
cuando eran más jóvenes.
 Los hombres con el VIH o sistemas inmunitarios debilitados de hasta 26 años de
edad, si no se vacunaron cuando eran más jóvenes.
¿Qué significa para mi salud o la de mi pareja sexual tener el VPH?
Visite a su proveedor de atención médica si tiene preguntas acerca de cualquier cosa nueva
o inusual (como verrugas, crecimientos, bultos o llagas) en el pene, el escroto, el ano, la
boca o la garganta suyos o de su pareja. Aunque estén sanos, puede que usted y su pareja o
parejas sexuales quieran que un proveedor de atención médica les haga pruebas de otras
infecciones de transmisión sexual.
Si usted o su pareja tiene verrugas genitales, deberían evitar las relaciones sexuales hasta
que las verrugas hayan desaparecido o se las hayan extirpado. Sin embargo, no se sabe por
cuánto tiempo una persona puede transmitir el VPH después de que hayan desaparecido las
verrugas.
¿Qué significa para mi relación tener el VPH?
Por lo general, las infecciones por el VPH son temporales. Una persona puede tener el VPH
durante muchos años antes de que le cause problemas de salud. Si a usted o a su pareja se
les diagnostica una enfermedad relacionada con el VPH, no hay manera de saber por cuánto
tiempo usted ha tenido el virus, si su pareja se lo transmitió o si fue usted quien se lo pasó a
su pareja. El VPH no necesariamente es un signo de que usted o su pareja estén teniendo
relaciones sexuales con otras personas. Es importante que las parejas sexuales hablen de su
salud sexual y de los riesgos de todas las infecciones de transmisión sexual.
La sífilis

Es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) muy común que se propaga a través del
sexo vaginal, anal y oral.
La sífilis provoca llagas en el área genital (llamadas chancros). Por lo general, estas llagas
no son dolorosas, pero pueden propagar la infección fácilmente a otras personas. Puedes
contagiarte de sífilis al entrar en contacto con las llagas. Muchas personas con sífilis no se
dan cuenta de las llagas y se sienten bien, de modo que es posible que no sepan que tienen
la infección.
La sífilis puede infectar la vagina, el ano, el pene o el escroto y, en ocasiones, los labios y
la boca. Puedes prevenir la sífilis si usas condones barreras de látex bucales cada vez que
tienes sexo.
La sífilis puede curarse de forma sencilla con medicamentos si se trata tempranamente.
Pero sin tratamiento, puede conllevar problemas realmente graves y permanentes como
daño cerebral, parálisis y ceguera. Por ese motivo es tan importante realizar pruebas de
ETS: cuanto antes sepas que tienes sífilis, más pronto podrás librarte de ella.
¿Cómo se contagia la sífilis?
La sífilis se contagia por el contacto de piel a piel cuando se tienen relaciones sexuales con
alguien que la tiene. Te contagias cuando la vulva, la vagina, el pene, el ano o la boca toca
las llagas de alguien con sífilis, usualmente durante el sexo. La sífilis puede contagiarse aun
cuando no haya eyaculación.
Las vías principales de contagio de la sífilis son el sexo vaginal y anal. Es menos frecuente
que se contagie a través del sexo oral, pero puede ocurrir. La madre también puede pasar la
sífilis al bebé durante el embarazo y el parto, lo que puede ser peligroso.
La sífilis es muy contagiosa al principio, cuando aparecen las llagas, pero muchas personas
ni siquiera saben que la tienen porque no notan las llagas. De manera que usar condones
cada vez que tienes sexo es la mejor manera de ayudar a prevenir la sífilis, incluso si tú y tu
pareja parecen estar perfectamente sanos.
La sífilis no se contagia por un contacto casual, de modo que NO PUEDES contraerla por
compartir alimentos o bebidas ni por dar un abrazo, tomarse de la mano, toser, estornudar,
compartir una toalla o sentarte en un inodoro.
Puede que no notes ningún signo de sífilis.

La sífilis es astuta, ya que tú y tu pareja pueden no tener síntomas visibles o perceptibles.


La mayoría de las veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de que tienen sífilis: ese es
uno de los motivos por los cuales es una infección tan común (y por qué es tan importante
hacerse las pruebas).
Los signos de sífilis pueden ser tan leves que ni siquiera los adviertas. A veces, la gente
confunde los síntomas de esta enfermedad con otras cosas, como granos o erupciones. Los
síntomas de la sífilis aparecen y desaparecen a lo largo del tiempo, pero eso no significa
que la infección desaparezca. La ÚNICA forma de acabar con la sífilis es tomar
medicamentos.
La sífilis puede generar problemas graves si no la tratas, pero, por lo general, es fácil de
curar con antibióticos cuando la tratas tempranamente. Por este motivo es tan importante
hacerte pruebas de ETS periódicamente, si mantienes relaciones sexuales, sin importar lo
saludable que te sientas.
¿Cuáles son los síntomas de la sífilis?
La sífilis puede ser un poco confusa porque tiene diferentes etapas que pueden
superponerse u ocurrir casi al mismo tiempo y hay ocasiones en las que no tendrás ningún
tipo de síntomas, pero la infección seguirá allí hasta que la trates. Los síntomas pueden
variar en cada etapa y no siempre se manifiestan en el mismo orden en todas las personas.

Primera etapa.
Aparece la llaga de la sífilis (denominada chancro), que es el lugar por donde entró la
infección al organismo. Por lo general, los chancros son firmes, redondeados e indoloros, o
algunas veces abiertas y húmedas. Normalmente solo aparece una llaga, pero puedes tener
más.
Los chancros pueden aparecer en la vulva, la vagina, el ano, el pene o el escroto y, en casos
raros, en los labios o la boca. Las llagas también pueden quedar ocultas en lo profundo de
la vagina, en el prepucio, dentro del recto y en otros lugares poco visibles.
Las llagas de sífilis son EXTREMADAMENTE contagiosas y es fácil transmitir la
infección a otras personas durante las relaciones sexuales. Es fácil confundir un chancro
con un vello encarnado, un grano o una protuberancia inofensiva y como las llagas no son
dolorosas y pueden estar en lugares ocultos, es posible que pasen desapercibidas.
Los chancros suelen aparecer entre las tres semanas y los tres meses después de que te
contagias. Las llagas suelen durar entre tres y seis semanas y luego desaparecen solas, con
o sin tratamiento, Pero si no te tratas, seguirás teniendo sífilis aunque las llagas hayan
desaparecido. Para curar la sífilis y evitar que avance a la siguiente etapa, tienes que tomar
medicamentos.
Segunda etapa.
Los síntomas de la segunda etapa incluyen erupciones en las palmas de las manos y las
plantas de los pies o en otras partes del cuerpo. A veces, la erupción cutánea de la sífilis
secundaria es difícil de ver, y generalmente no pica. Quizá no te sientas bien y tengas
síntomas leves parecidos a los de una gripe, como fiebre baja, sensación de cansancio,
dolor de garganta, glándulas inflamadas, dolor de cabeza y dolores musculares. También
pueden aparecer llagas en la boca, la vagina o el ano, puedes bajar de peso y se te puede
caer el pelo.
Los síntomas de la segunda etapa (erupción cutánea por sífilis) pueden durar entre 2 y 6
semanas por brote, y pueden aparecer y desaparecer durante un lapso de hasta 2 años. Son
similares a los de otras enfermedades comunes, por lo que puede resultar difícil determinar
que se tata de sífilis.
Los síntomas de esta etapa desaparecen por sí solos con o sin tratamiento, pero a menos
que recibas tratamiento, tendrás la infección en el organismo, y puede avanzar a etapas
posteriores más peligrosas. Por este motivo es tan importante hacerte pruebas de ETS.

Etapa tardía.
Entre la segunda etapa y la última, puede haber periodos en los que la infección esté latente
(es decir, no haya síntomas ni signos) durante meses e incluso años, pero aún necesitarás
tratamiento para acabar con ella. Las personas que tienen sífilis desde hace mucho tiempo
se enfrentan a graves problemas de salud. En la etapa tardía, la sífilis puede provocar
tumores, ceguera y parálisis; puede dañar el sistema nervioso, el cerebro y otros órganos; e
incluso, puede provocar la muerte.
En las etapas iniciales, la sífilis puede curarse fácilmente con antibióticos. Si no has
recibido tratamiento en las etapas iniciales, aún se puede curar y así evitar daños futuros en
el organismo. Sin embargo, el daño que la sífilis ya haya causado en la etapa tardía no
puede revertirse ni curarse. Las complicaciones de la sífilis en su última etapa pueden
aparecer entre 10 y 20 años después del contagio.
Tricomoniasis

¿Qué es la tricomoniasis?
La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) que se cura con
antibióticos. Es muy común, y la mayoría de las personas no tienen síntomas.

¿Cómo se contagia la tricomoniasis?


La tricomoniasis es causada por un parásito diminuto que recibe el nombre de tricomona
(no se ve a simple vista). La tricomoniasis se contagia por tener sexo sin protección con
alguien infectado. Se propaga cuando el semen líquido preeyaculatorio secreciones
vaginales entran en contacto con el pene, la vulva o la vagina, o ingresan en estos.
La tricomoniasis generalmente se transmite durante el sexo vaginal. También se propaga
por el contacto entre dos vulvas, por compartir juguetes sexuales y tocar los propios
genitales o los de la pareja con secreciones infectadas en la mano. La infección puede
afectar la vulva, la vagina, el pene y la uretra, pero en general no afecta otras partes del
cuerpo (como la boca o el ano).
La tricomoniasis no se propaga por un contacto casual, de modo que no puedes contraerla
por compartir alimentos o bebidas, ni por dar un beso, dar un abrazo, tomarse de la mano,
toser, estornudar o sentarse en el asiento de un inodoro.
Muchas personas con tricomoniasis no tienen ningún síntoma, pero pueden transmitir la
infección a otros. De manera que usar condones sexo más seguro es la mejor manera de
prevenir la tricomoniasis, incluso si tú y tu pareja parecen gozar de muy buena salud.
¿Cuáles son los síntomas de la tricomoniasis?
Los síntomas de la tricomoniasis pueden pasar inadvertidos y pueden aparecer y
desaparecer, por lo que la mayoría no sabe que tiene la enfermedad. Si observas signos de
tricomoniasis, hazte pruebas de inmediato.
Alrededor de 7 de cada 10 personas no tienen signos de infección. Cuando la infección se
encuentra en el pene, es muy poco probable que cause síntomas. En ocasiones, los síntomas
de la tricomoniasis son tan leves que ni siquiera los notas o piensas que se trata de otra
infección (como una levaduras infección). Por este motivo, la única manera de saber con
seguridad si tienes tricomoniasis es hacerte una prueba.
Síntomas de la tricomoniasis
Si tienes síntomas de tricomoniasis, estos suelen aparecer entre tres días y un mes después
de haber contraído la infección.
La tricomoniasis puede causar síntomas en personas de cualquier género,
pero lo más probable es que cause vaginitis. Los síntomas de la vaginitis causada por la
tricomoniasis incluyen:
 Flujo vaginal verde, amarillo, gris, espumoso o fétido
 Sangre en el flujo vaginal
 Picazón e irritación en la vagina y alrededor de ella
 Inflamación del área genital
 Dolor durante las relaciones sexuales

Otros síntomas de la tricomoniasis incluyen dolor y ardor al orinar, ganas constantes de


orinar, secreción de la uretra y picazón e irritación dentro del pene.
Los signos de tricomoniasis son casi imperceptibles o muy dolorosos e irritantes. Con
frecuencia, aparecen y desaparecen, pero eso no significa que la infección se haya ido. La
única forma de acabar con la tricomoniasis es tratándola con medicamentos.
Si tú o tu pareja tienen alguno de estos síntomas, acude a un enfermero, a un médico o a
los Centros de salud de Planned Parenthood locales. Puedes transmitir la tricomoniasis a
otras personas independientemente de si tienes síntomas o no, de modo que es importante
que te hagas una prueba si crees que puedes estar infectado.
VIH/SIDA

¿Qué es VIH/Sida?

Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción progresiva del


sistema inmunitario (de las defensas del organismo), producida por un virus descubierto en
1983 y denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La definen
alguna de estas afecciones: ciertas infecciones, procesos tumorales, estados de desnutrición
severa o una afectación importante de la inmunidad.

La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida,


que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y
otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino
resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas
infecciones oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye
un cierto tipo de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del
organismo.
¿Como se Transmisión?

Las tres vías principales de transmisión son: la parenteral (transfusiones de sangre,


intercambio de jeringuillas entre drogadictos, intercambio de agujas intramusculares), la
sexual (bien sea homosexual masculina o heterosexual) y la materno-filial (transparentaría,
antes del nacimiento, en el momento del parto o por la lactancia después).

Con menor frecuencia se han descrito casos de transmisión del VIH en el medio sanitario
(de pacientes a personal asistencial y viceversa), y en otras circunstancias en donde se
puedan poner en contacto, a través de diversos fluidos corporales (sangre, semen u otros),
una persona infectada y otra sana; pero la importancia de estos modos de transmisión del
virus es escasa desde el punto de vista numérico.

Portadores y enfermos de SIDA

Se llama portador a la persona que, tras adquirir la infección por el VIH, no manifiesta
síntomas de ninguna clase. Se llama enfermo de SIDA al que padece alguno de los procesos
antedichos (infecciosos, tumorales, etc), con una precariedad inmunológica importante.
Tanto el portador como el enfermo de SIDA se denominan seropositivos, porque tienen
anticuerpos contra el virus que pueden reconocerse en la sangre con una prueba de
laboratorio.

En líneas generales, desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla
SIDA, existe un período asintomático que suele durar unos 10 años. Durante este tiempo el
sistema inmune sufre una destrucción progresiva, hasta que llega un momento crítico en
que el paciente tiene un alto riesgo de padecer infecciones y tumores.

Se estima que, por término medio, existen alrededor de 8 (de 5 a 12) portadores por cada
enfermo de SIDA.

En ausencia de tratamiento la evolución natural de la enfermedad por el VIH aboca


necesariamente al desarrollo de SIDA al cabo de unos años. Así ocurre actualmente, por
desgracia, en los países subdesarrollados.
Sin embargo, con la aparición en el año 1996 de la nueva y potente terapia combinada anti-
retroviral se consigue controlar el deterioro inmunológico producido por el virus y, como
consecuencia, prevenir el desarrollo de SIDA. Actualmente no es posible predecir el futuro
a largo plazo de estos pacientes que, sin embargo, han visto prolongada su supervivencia
con los nuevos tratamientos. Estas terapias, a pesar de su eficacia, no están exentas de
serios inconvenientes: toxicidad, difícil cumplimiento, disminución de su eficacia (el virus
puede hacerse resistente) y elevado coste económico. Todos estos factores hacen que, hoy
por hoy, no sea posible pronosticar si un paciente concreto, actualmente en tratamiento, va
a desarrollar SIDA en el futuro.

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