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De lo sublime a lo ridículo…

Se le adjudica esta frase a Napoleón Bonaparte a quien luego de tenerle


como idolatrado vencedor, sus admiradores lo miraban como un hombre
abatido y sin futuro a causa de una fallida invasión su ejército la cual sufrió
una humillante derrota que casi le cuesta la abdicación. Se dice que la frase
la dejó estampada en una carta confidencial, dando con ello a entender que
por un yerro las personas pueden pasar de las cumbres de la admiración a
una dolorosa vergüenza. Esto fue lo que sucedió a María famosa hermana
de Moisés y Aarón, quien paso de lo sublime a lo ridículo a causa de su
rebelión y murmuración.
¿Mami, porque mi hermanito no me ama? me pregunta un día mi hijita, a lo
cual yo le respondí: Si te ama mi amor, lo que pasa es que no ha aprendido
a demostrarlo. Pero no, María si sabía, como mujer que era ¡demostrar su
amor hacia su hermano! ¡Qué mujer! Desde niña ¡el carácter que mostro!
¿Acercarse a la hija del rey, y ofrecerle ayuda, para salvar la vida de su
hermano? ¡Había que tener agallas! Y es que así somos las mujeres,
valientes, todo amor, todo entrega.
Pasó el tiempo, los niños crecieron y Dios cumple el propósito de liberar a
su pueblo por mano de aquel varón llamado Moisés, sin embargo juntamente
con él, Aarón y María como sus colaboradores más cercanos Porque yo te
hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y
envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María (Miqueas 6.4) ¡Como me
gusta este versículo del cual a ningún varón he oído predicar! Casi la
podemos ver a sus más de noventa años, pandero en mano dirigiendo aquel
corro de danzantes, respondiendo al canto de Moisés: Cantad a Jehová,
porque en extremo se ha engrandecido; Ha echado en el mar al caballo y al
jinete.
¡Qué familia! Moisés el libertador, su hermano el Sacerdote y ella ¡la
profetiza! Pero como dice el dicho paso de lo sublime a lo ridículo, de la
gloria al infierno, se le subió el humo a la cabeza y murmuro contra la
autoridad de su hermano diciendo ¿Solo por Moisés ha hablado Jehová? ¿No
ha hablado también por nosotros? Dios, que terrible es este pecado de
orgullo, envidia y rebeldía; María mostró falta de respeto y desafío a la
autoridad al ponerse de tú a tú con Moisés por muy su hermana mayor que
fuera.
Debemos siempre tener en cuenta que el privilegio nos prueba. Dios pone
en alto su nombre concediéndole el privilegio y la responsabilidad de ser
profetiza, directora del corro y como si fuera poco dirigente del pueblo en la
redención que Jehová Dios hizo al pueblo de Israel al sacarlo de Egipto. El
privilegio nos prueba o desaprueba pues corremos el riesgo que corrió
María, se creyó demasiado cuando dijo: Yo también tengo el Espíritu de
Dios ¿acaso no podemos nosotros también dirigir? Deseaba igualdad, ella al
igual que su hermano tenía autoridad, su voz era importante, pero eso no le
daba derecho a igualarse y rebelarse contra aquel que estaba más arriba
que ellos, Moisés. Si habrá cosa no debemos hacer por muy alto que sea el
cargo o posición que se nos asigne, es igualarnos con la autoridad
delegada.
Es impresionante la humildad que el siervo de Dios demuestra, no se
defendió de la acusación de su hermana. Pero la Escritura dice: Y lo oyó
Jehová y su ira se encendió contra ellos y María quedo leprosa (Se entiende
que la disciplina fue contra María porque ella fue la instigadora de la
rebelión) ¡Ay señor mío…locamente hemos actuado y hemos pecado! El
resultado de esto fue que locura de María la sublime, la heroína fue echada
por siete días fuera del campamento, pasando así de los sublime a lo
ridículo, se recuerda y menciona hoy más a María por esta locura que por
sus grandes logros como dirigente y profetiza del pueblo de Israel.
Cuidemos pues nuestras acciones pues la Escritura dice las moscas muertas
hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña
locura, al que es estimado como sabio y honorable (Eclesiastés 10.1) El
yerro de María fue más que una pequeña tontería, fue una grave falta a la
autoridad que le echo a perder su fama y honorabilidad, pues aunque fue
perdonada la gente tiende a recordar mas los defectos que las cualidades de
los demás.

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