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En ese momento entra en acción una enzima llamada PEPSINA (la enzima principal de los jugos
gástricos) que se encarga de fragmentar las proteínas de los alimentos para que posteriormente
puedan ser absorbidas en el intestino delgado. Ahora, todo esto, qué tiene que ver con la PAPAÍNA?
Potente antiinflamatorio.
Capacidades analgésicas, en Estados Unidos han estado haciendo numerosos estudios donde
comprueban que calma el dolor.
La papaína ayuda a vigorizar el sistema endócrino, es de enorme ayuda cuando hay procesos
infecciosos e incrementa la producción de leche en mujeres que están amamantando.
También es importante subrayar que la acción conjunta de la papaína mejora la actividad de la vesícula
biliar y de la circulación sanguínea así como los síntomas de insuficiencia cardiaca y las taquicardias.
Ayuda a digerir las carnes y comidas pesadas, mejora y facilita el proceso de la digestión y ayuda a la
quema de grasas con lo que desarrolla un efecto adelgazante, desintoxicante y depurativo de forma
natural.
Su consumo resulta también adecuado en las digestiones pesadas, las gastritis, las hernias hiatales o la
acidez de estómago.
Su acción suavizante y de limpieza sobre las mucosas digestivas la hacen muy útil en caso de gas-
troenteritis y colitis de cualquier tipo así como en situaciones de estreñimiento o colon irritable.
Las semillas de la papaya contienen un compuesto llamado “carpasemina” que destruye las amibas y
distintos parásitos intestinales lo que explica su acción vermífuga.
Por otro lado la papaya contribuye a que el cuerpo produzca más “arginina”, un aminoácido esencial
que activa la hormona de crecimiento, importante para el rejuvenecimiento de las células y la
reconstrucción de células en el hígado, los músculos y los huesos. Incluso la piel se beneficia de la
arginina: se vuelve suave y es capaz de regenerarse.
Además, por su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio, la papaya resulta muy recomendable para
quienes sufren de hipertensión arterial o problemas cardiovasculares.
ENZIMA MILAGROSA: LA PAPAÍNA
Ahora, es importante saber que esta enzima difícilmente
la obtendremos en su totalidad al comer la pulpa de la
papaya pues esta enzima se encuentra por lo general en
la cáscara y semillas de papayas no maduras, que
además no podemos comer porque su sabor es fuerte y
amargo.
La PAPAÍNA es una enzima MUY SIMILAR A LA PEPSINA, esto significa que la PAPAÍNA tiene capacidad para des-
componer las proteínas de los alimentos y neutralizar los ácidos gástricos, de esta forma podremos digerir
bien los alimentos, además, nos permite una correcta absorción de los nutrientes en el intestino delgado.
(recordemos que el estómago es un medio totalmente ácido) y la papaya es 100% alcalina.