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Condicionamiento pavloviano

No es lo que crees

Robert A. Rescorla
Universidad de Pensilvania

Abstracto: Lo que se piensa actualmente sobre el condicionamiento pavloviano


difiere substancialmente de lo que se creía 20 años atrás. A pesar de esto, los
cambios que se han dado generalmente son poco apreciados por los psicólogos.
Las descripciones tradicionales de esta condición como la habilidad adquirida de
un estímulo para evocar la respuesta original de otro, debido a la relación que
ambos guardan entre sí, han demostrado ser inadecuadas. Estas descripciones
no caracterizan de forma adecuada las circunstancias que producen aprendizaje,
el contenido de ese aprendizaje o la manera en que éste influye en el rendimiento.
En lugar de eso, el condicionamiento actualmente es descrito como el
conocimiento de relaciones entre eventos que permite al organismo representar
todo lo que le rodea. Dentro de este marco de referencia, el estudio del
condicionamiento pavloviano continúa siendo un área intelectualmente activa,
llena de nuevos descubrimientos e información relevante para otras áreas de la
psicología.

El condicionamiento pavloviano es uno de los fenómenos más viejos y estudiados


en psicología. Fuera de la psicología, es uno de nuestros descubrimientos más
reconocidos. Pero al mismo tiempo, dentro de la psicología es mal interpretado y
mal representado. En los últimos 20 años, el conocimiento de los procesos
asociativos subyacentes al condicionamiento pavloviano, se ha extendido
enormemente. Como resultado, la forma moderna de pensar sobre él es
completamente diferente a la que tenían los psicólogos 20 años atrás.
Desafortunadamente, estos cambios son poco apreciados por la mayoría de los
psicólogos. La última vez que muchos de ellos leyeron algo sobre el
condicionamiento pavloviano fue antes de que estos cambios se llevaran a cabo.
Incluso quienes están más educados en el tema, han leído información de libros
de texto que no han actualizado el concepto o han recibido información de
instructores que han ignorado los cambios conceptuales que se han dado. El
resultado de lo anterior es que muchos ven el condicionamiento pavloviano como
un campo técnico obsoleto que está intelectualmente estancado.

Mi propósito, en el presente artículo, es mostrar que el punto de vista referido


resulta erróneo. Primero, voy a revisar algunos de los cambios que han ocurrido
en el condicionamiento pavloviano con el fin de mostrar la esencia que éste tiene
(actualmente) en su forma contemporánea. Voy a discutir el porqué es un campo
intelectualmente desafiante en el cual se han hecho progresos substanciales e
importantes. Después, discutiré las razones por las que el condicionamiento
continúa teniendo un lugar central en la psicología en general. Describiré cómo
éste atañe y proporciona información a distintos campos realacionados que
actualmente se encuentran más en boga.

Para comenzar la discusión, quiero considerar cómo el condicionamiento era


descrito 20 años atrás, cuando quienes estaban en mi generación eran
estudiantes. Un conocido texto introductorio lo describe de esta manera:

“La operación esencial en el condicionamiento es el emparejamiento de dos estímulos.


Uno, inicialmente neutro en el cual no se provoca respuesta, es llamado el estímulo
condicionado (EC); el otro, que consistentemente provoca una respuesta, es llamado el
estímulo incondicionado (EI). La respuesta provocada por el estímulo no condicionado es
la respuesta no condicionada (o respuesta incondicionada) (RI). Como resultado del
emparejamiento del estímulo condicionado (EC) y el estímulo incondicionado (EI), el
antes neutro, estímulo condicionado provoca una respuesta. A esta respuesta se le llama
respuesta condicionada (RC).” (Morgan & King, 1966, pp. 79-80)

Esta descripción es típica de los libros de texto, introductorios y avanzados, de


hace 20 años. Desafortunadamente, también es lo que alguien comúnmente
encuentra en los libros de texto de hoy en día. Un popular texto introductorio,
publicado en 1987 describe el condicionamiento de esta manera: “El, originalmente
neutro, estímulo condicionado, mediante repetidos emparejamientos con el no
condicionado, adquiere la respuesta originalmente dada al estímulo incondicionado”
(Atkinson, Atkinson, Smith, & Hilgard, 1987, p. 658). Los estudiantes son expuestos a
descripciones similares en libros de texto especializados en diversos campos de
la psicología. Así, en un libro de texto cognitivo uno puede leer:

“Empezamos tomando un estímulo incondicionado (EIC) que produzca la respuesta


deseada sin entrenamiento… Emparejamos el estímulo incondicionado con un estímulo
condicionado (EC)… Este procedimiento, repetido numerosas veces…, dará como
resultado la aparición de la respuesta utilizando solamente el estímulo condicionado.”
(Klatsky, 1980, p. 281).

Un texto de desarrollo ampliamente utilizado concuerda, al definir condicionante


como una “forma de aprendizaje en la cual un estímulo neutral, que es emparejado
repetidamente con un estímulo no condicionado, eventualmente evoca la respuesta
original” (Gardner, 1982, p. 594). De forma similar, uno de los libros de texto más
vendidos de psicología anormal describe un estímulo condicionado como “un
estímulo que, debido a que ha sido emparejado con otro estímulo (estímulo no
condicionado) que naturalmente provoca una respuesta no condicionada, eventualmente
se vuelve capaz de evocar esa respuesta.”

Por supuesto, las descripciones de los libros de texto varían ampliamente en


precisión y complejidad, pero estas citas representan el punto de vista más
común. De hecho, estas citas sonarán tan familiares a muchos lectores, que se
preguntarán que hay de malo en ellas. Quiero señalar que la respuesta es “casi
todo”. Estas descripciones hacen aseveraciones sobre lo que, en mi opinión, son
los principales problemas a abordar en el estudio de cualquier proceso de
aprendizaje: ¿cuáles son las circunstancias que producen aprendizaje?, ¿cuál es
el contenido del aprendizaje?, ¿cómo afecta el aprendizaje el comportamiento del
organismo? Pero éstas están equivocadas o llevan a conclusiones erróneas en
casi todo lo que aseveran sobre las preguntas anteriores. Estas descripciones en
efecto no contienen casi nada de datos modernos y teorías propias del
condicionamiento pavloviano. Quiero ilustrar este reclamo usando algunos datos
que he recolectado en mi laboratorio conforme los años, pero primero permítanme
hacer un comentario orientador. Las descripciones del condicionamiento,
parecidas a las ya citadas, vienen de una larga y honorable tradición en
psicología, el reflejo de esta tradición en la cual Pavlov trabajó y dentro de la cual
muchos de los primeros conductistas pensaban. Esta tradición ve al
condicionamiento como un tipo de proceso mecánico de bajo nivel en el que el
control de una respuesta es transmitido de un estímulo a otro. Mucho del
pensamiento moderno sobre el condicionamiento en cambio, se deriva de la
tradición asociativa originaria de la filosofía. Ésta ve al condicionamiento como el
aprendizaje que resulta de la exposición a asociaciones entre los eventos del
entorno. Semejante aprendizaje es un medio primario que utiliza el organismo
para representar la estructura de su mundo. En consecuencia, el
condicionamiento pavloviano debe tener una riqueza considerable, tanto en la
relación que representa como en las maneras en las cuales esta representación
influye en la conducta, una riqueza que no fue vista dentro de la tradición.

Permítanme ahora ilustrar la diferencia que este punto de vista alternativo tiene
para cada uno de los tres problemas: las circunstancias que producen el
aprendizaje, el contenido del aprendizaje, y los efectos del aprendizaje en la
conducta.

Circunstancias que producen el condicionamiento pavloviano

Cada una de las descripciones anteriores cita una circunstancia mayor como la
responsable de producir el condicionamiento pavloviano, el emparejamiento o la
contigüidad de dos eventos. Para estar seguros, la contigüidad continúa siendo un
concepto central, pero un punto de vista moderno del condicionamiento como el
aprendizaje de relaciones no ve la contigüidad como necesaria o suficiente. En
vez de eso, este punto de vista enfatiza la información que un estímulo da sobre
otro. Sabemos ahora que hacer los arreglos para que dos eventos bien
procesados sean contiguos no es necesario producir una asociación entre ellos;
tampoco la falta de organización de la contigüidad excluye el aprendizaje
asociativo.

La insuficiencia de contigüidad para producir el condicionamiento pavloviano


puede ilustrarse con resultados que han estado disponibles por casi 20 años (por
ejemplo, Rescorla, 1968) pero aparentemente esto no ha podido ser integrado en
el punto de vista acerca del condicionamiento que tienen muchos psicólogos.
Consideremos una situación de aprendizaje en la cual una rata es expuesta a dos
grandes eventos, un tono de estímulo condicionado que ocurre por períodos de
dos minutos y un breve choque eléctrico de estímulo incondicional que es
aplicado a la grilla en la cual se encuentra el animal.

Figura 1 Esquema de dos estímulos condicionados/estímulos no


condicionados (CS/US)
Relaciones que comparten la misma contigüidad pero difieren en la información
que el estímulo condicionado da sobre el no condicionado

Supongamos que estos dos eventos no tienen relación en el tiempo, el tono, por
ejemplo, no brinda información sobre el electro shock. Esa relación se encuentra
esquematizada en la parte superior de la Fig. 1. También en la figura está
esquematizada una variación en el tratamiento en la cual sólo los estímulos no
condicionados programados para ocurrir durante el tono son aplicados en el
animal. El punto importante a considerar en estos dos tratamientos es que
comparten la misma contigüidad de tono con el estímulo no condicionado, pero
difieren en la cantidad de información que el tono da sobre el estímulo no
condicionado. En el primer tratamiento el electro shock puede aparecer sin
importar si el tono está presente, por lo tanto el tono no proporciona información;
en el segundo tratamiento el shock sólo ocurre durante el tono, es por ello que el
tono es sumamente informativo respecto a la aparición del shock. Resulta que el
aprendizaje de muchas situaciones condicionantes no es determinado por lo que
estos tratamientos comparten sino más bien, por cómo difieren. El segundo grupo
desarrollará una asociación entre el estímulo condicional y el incondicional, pero
el primer grupo no podrá lograr esto. En efecto, el acondicionamiento es sensible
a la tasa base de ocurrencia de estímulos no condicionados, frente a la cual se
produce de estímulos condicionados/estímulos no condicionados (CS/US).

Figura 2 Dependencia del condicionamiento tanto en la probabilidad del


estímulo no condicionado durante el estímulo condicionado y tasa base de
ocurrencia del estímulo no condicionado en ausencia del estímulo
condicionado.
De hecho, experimentos sistemáticos muestran que en muchas situaciones
la cantidad de condicionamiento está sintonizada con las variaciones que hay en
la tasa base del estímulo no condicionado. Una ilustración de ese punto se
muestra en la figura 2, que traza niveles asintóticos de condicionamiento al miedo
(medidos por la habilidad del estímulo condicionado para interferir en el
comportamiento en curso) como una función de la probabilidad del estímulo no
condicionado en durante el estímulo condicionado. El parámetro en la figura es la
probabilidad de la tasa base del estímulo no condicionado en ausencia del
estímulo condicionado. Cada curva muestra que el condicionamiento es, en
efecto, una función creciente de la probabilidad del electro shock durante el tono.
Por ejemplo, en el muy estudiado caso en el cual la probabilidad del electro shock
es de cero en ausencia del estímulo condicionado, el condicionamiento se vuelve
más grande mientras mayor sea la probabilidad de que aparezca el electro shock
durante el tono. Esto no es un resultado sorprendente. Lo que resulta más
interesante es el efecto de la tasa base de ocurrencia del estímulo no
condicionado en ausencia del estímulo condicionado. Ante cualquier riesgo de
electro shock durante el estímulo condicionado, el condicionamiento se vuelve
una función inversa de la tasa base. Cuando la contigüidad del estímulo
condicionado/estímulo no condicionado (CS/UC) se mantiene constante, el
condicionamiento cambia de excelente a insignificante simplemente aumentando
la tasa base de electro shock. De hecho, cuando la probabilidad de un estímulo
no condicionado es la misma en presencia y ausencia del estímulo condicionado
(como es verdad durante el punto inicial de cada función), existe poca evidencia
de condicionamiento. Una descripción de estos resultados es que el
condicionamiento depende no de la contigüidad entre el estímulo condicionado y
el no condicionado sino de la información que el estímulo condicionado
proporciona sobre el estímulo no condicionado. Estos son los primeros datos,
pero el resultado base ha sido observado de forma repetida en una variedad de
preparaciones de condicionamiento. Estos primeros datos sugieren fuertemente
que la simple contigüidad entre el estímulo condicionado y el no condicionado no
guarda la relación que se requiere para producir asociación.
La misma conclusión es sugerida muchos otros fenómenos condicionantes
modernos, como el efecto de bloqueo Kamin (1986). Ese efecto ha tenido un
profundo impacto en el pensamiento contemporáneo sobre el condicionamiento
pavloviano, sin embargo es desconocido para muchos psicólogos. En un simple
experimento de bloqueo dos grupos de animales reciben un compuesto de
estímulos (como luces y tonos) que señalan un estímulo no condicionado.
Eventualmente ambos grupos serán evaluados por su condicionamiento de un
estímulo, digamos el tono. A pesar de esto, uno de los grupos tiene el registro de
que la luz aislada señala el estímulo no condicional, mientras que el otro carece
de ese registro. Hay que tener en cuenta que los dos grupos comparten la misma
ocurrencia contigua del estímulo no condicional con el compuesto de luz/tono,
pero difieren en que para uno de ellos el entrenamiento previo con la luz hace que
el tono sea redundante. El resultado de interés es que el tono se vuelve un buen
condicionador para el primer grupo pero uno muy pobre para el grupo que tuvo un
pre entrenamiento con luz. El condicionamiento no se rige por la contigüidad que
los grupos comparten sino más bien por la relación de información en la cual
difieren. De nuevo, la simple contigüidad de dos eventos no logra dar resultados;
en lugar de ello, la información es lo que parece importante.

Este es un resultado que ha sido ampliamente repetido en muchas


situaciones condicionantes. Estos dos experimentos clásicos muestran que la
contigüidad no es suficiente para producir el condicionamiento pavloviano. Pero
tampoco la contigüidad es necesaria para producir asociaciones pavlovianas. Esto
puede ilustrarse de varias maneras, pero una forma simple hace referencia a los
tratamientos que se muestran en la figura 1. Consideremos una variación en el
primer tratamiento en el cual, en vez de omitir todos los electroshock en ausencia
del tono, los omitimos cuando se presente. Esta variación quita todas las
contigüidades de estímulo condicionado/estímulo no condicionado, a la vez que
mantiene una elevada tasa base de ocurrencia del estímulo no condicionado. Bajo
estas circunstancias, el organismo no simplemente no aprende; sino que aprende
que existe una relación negativa entre el tono y el estímulo no condicionado. En el
argot del campo, el tono se vuelve un inhibidor condicionado. De nuevo, este
resultado no es intuitivamente sorprendente, pero tampoco se adhiere a la
descripción de condicionamiento que afirma que la circunstancia principal que
produce el aprendizaje es la contigüidad. Pese a ello, la inhibición condicionada
es una de las partes principales del pensamiento moderno sobre el
condicionamiento pavloviano. Ninguna teoría del condicionamiento se
consideraría adecuada si no pudiera explicar una amplia variedad de fenómenos
inhibitorios (consúltese Miller & Spear, 1985). Este tipo de resultados claramente
sugiere que el simple emparejamiento de dos eventos no puede tomarse como
fundamental para describir el condicionamiento pavloviano. En lugar de ello, los
resultados motivan a adoptar la visión moderna predominante de que el
condicionamiento implica el aprendizaje de relaciones entre eventos. Esto
proporciona al animal una visión mucho más rica del entorno que lo que la
tradición refleja pudo haber sugerido.

Por supuesto, uno no puede simplemente dejar el análisis en este nivel; en


lugar de ello, es necesario proporcionar teorías de cómo estas relaciones se
hallan codificadas por el organismo. Tales teorías se encuentran ya disponibles,
muchas de las cuales se expresan con suficientes detalles cuantitativos para ser
tomadas en serio como registros útiles (por ejemplo Mackintosh, 1975; Pearce &
Hall, 1980; Rescorla & Wagner, 1972). Estas teorías enfatizan la importancia de
una discrepancia entre el estado actual del mundo y la representación que hacen
los organismos de éste. Ven también al aprendizaje como un proceso mediante el
cual los dos son puestos de frente. En efecto, esas teorías ofrecen una sofisticada
reformulación de la noción de contigüidad. Un útil atajo es que los organismos
ajustan sus asociaciones pavlovianas sólo cuando se hallan “sorprendidos”. Este
no es el lugar para describir estas teorías a detalle, pero cabe decir que llevan a
cabo un excelente trabajo analizando fenómenos como los descritos en la figura
2. La importancia de las relaciones puede ser vista aún de otra manera. No son
sólo relaciones temporales y lógicas entre eventos que son importantes para el
condicionamiento. El condicionamiento también es sensible a las relaciones que
involucran las propiedades de los eventos en sí mismas. Hay una especie de
abstracción en la cual las descripciones del condicionamiento a menudo son
establecidas, una abstracción que es característica de un campo que busca
encontrar principios generales. Estas descripciones sugieren que el
condicionamiento ocurre siempre y cuando se establezca una relación temporal
entre eventos, sin importar las otras propiedades de los eventos. El reclamo en
esencia, es que el animal es condicionado sin preconcepciones acerca de la
estructura del mundo, listo para acomodarse a cualquier mundo al que se
enfrente. El condicionamiento pavloviano ha, por supuesto, servido como uno de
los pilares del empirismo radical. Pero en tiempos modernos ha quedado claro
que este pilar en sí mismo fue parcialmente construido en base en la estructura
existente del organismo. No todos los estímulos son igualmente asociables; en
vez de eso, un estímulo puede ser más fácilmente asociado con unas señales en
lugar de otras. La más conocida demostración de ello es, por supuesto, el trabajo
seminal de García & Koelling (1966) sobre el efecto de señales y consecuencias.
Ellos encontraron que una angustia interna era más fácilmente asociada con un
estímulo gustativo que con uno auditivo-visual, mientras que un dolor
periféricamente administrado era más fácilmente asociado con un estímulo
auditivo-visual que con un estímulo gustativo.

Pero este trabajo no es el único en identificar casos de aprendizaje


preferencial entre estímulos que poseen relaciones cuantitativas unos con otros.
Por ejemplo, la relación espacial, una variable que es importante para el
asociacionismo filosófico pero que fue dejada de lado por la tradición refleja, es
hoy en día conocida por influir en las asociaciones pavlovianas (por ejemplo
Rescorla, 1980). De manera similar, trabajos recientes muestran que las
relaciones perceptuales entre eventos, tales como la semejanza y la relación
parte-entero, también son determinantes importantes de condicionamiento.
% DE PRUEBAS CON UNA RESPUESTA

Diferente

Bloque de 4 pruebas

Figura 3 Efecto de la relación parte-entero en el condicionamiento


pavloviano
El acto de responder se muestra en dos estímulos de segundo orden, el
contorno de un triángulo y el de un cuadrado que señalaban o a un
triángulo a color o a un cuadrado a color. En el grupo similar, cada
contorno de la figura (triángulo o cuadrado) señalaba la forma a color de
esa misma figura (triángulo o cuadrado a color); en el grupo distinto,
cada contorno de la figura (triángulo o cuadrado) señalaba una figura a
color de una figura distinta.

La figura 3 nos muestra un ejemplo de cómo una relación perceptual (parte


del entero) afecta el resultado del condicionamiento pavloviano. Estos resultados
provienen de un experimento de automoldeamiento con palomas. El
automoldeamiento es una de las preparaciones pavlovianas modernas más
populares, por lo que vale la pena mencionarla por sí misma. En esa preparación
las aves son expuestas a una señalización de respuesta independiente entre un
disco iluminado (por ejemplo, un cuadrado o un triángulo rojo) y comida.
Conforme las aves van aprendiendo la relación se acercan a picotear el disco. El
resultado es por sí mismo, digno de análisis, pero por ahora simplemente lo
tomaremos como prueba de que los pájaros han asociado el cuadrado rojo con
comida. Aún más importante para nuestros propósitos actuales, es que ellos no
sólo picotearán el cuadro rojo sino además otros estímulos localizados que en ese
momento señalen el cuadrado rojo (produciendo el llamado condicionamiento de
segundo orden). La figura 3 muestra el desarrollo del picoteo en dos estímulos,
los contornos incoloros de un cuadrado y de un triángulo cuando estos señalan un
cuadro y un triángulo rojos. Para los animales que tienen una relación similar,
cada figura a color fue señalada por la misma forma acromática; cada figura
entera fue señalada por una de sus partes. Para los animales que tienen una
relación distinta, las figuras a color fueron también señaladas por las figuras
acromáticas pero las formas fueron disparejas con el fin de destruir la relación
parte-entero. Es claro que el condicionamiento se produce más rápido en
animales que tienen la relación parte-entero. Es decir, una relación perceptual
influyó en la formación de una asociación. Esta es una relación perceptual
particularmente interesante porque en la naturaleza la información parcial que se
tiene sobre un objeto frecuente sirve como una señal del objeto entero.
Aparentemente, el condicionamiento pavloviano es especialmente sensible a este
hecho.

Es necesario hacer un comentario final sobre las circunstancias que


producen el condicionamiento. Es una creencia común que el condicionamiento
pavloviano es un proceso lento mediante el cual los organismos aprenden sólo si
las relaciones estimuladas son repetidas laboriosamente una y otra vez. Muchas
de las descripciones citadas anteriormente admiten esta creencia al utilizar
términos como repetidamente y eventualmente. Sin embargo, este punto de vista
no está respaldado por los datos que actualmente se tienen. Aunque el
condicionamiento puede a veces ser lento, de hecho la mayoría de las
preparaciones rutinarias de condicionamiento muestran un aprendizaje rápido. Un
aprendizaje de prueba no es reducido al aprendizaje de aversión al sabor, y el
aprendizaje de cinco o seis pruebas es algo común. De hecho, los datos
mostrados en la figura 3 son un buen ejemplo de un aprendizaje que es excelente
luego de ocho pruebas. Nótese que estos datos fueron obtenidos en un
paradigma de condicionamiento de segundo orden, un procedimiento que tiene la
nada merecida reputación de ser débil y transitorio. (Véase Rescorla, 1980).
La imagen que surge luego de esta discusión de circunstancias que
producen el condicionamiento es muy diferente a la que dan las descripciones
clásicas. El condicionamiento pavloviano no es un procedimiento estúpido por el
cual el organismo, sin importar si lo desea o no, forma asociaciones entre dos
estímulos que parecen co-ocurrir. Más bien, el organismo es mejor visto como un
buscador de información que utiliza relaciones lógicas y perceptuales entre
eventos, según sus propias preconcepciones, para formar una representación
sofisticada de su mundo. En efecto, en la enseñanza de estudiantes
universitarios, estoy a favor de una analogía entre animales que muestran
condicionamiento pavloviano y científicos que identifican las causas de un
fenómeno. Si se piensa, solamente dentro de estas circunstancias, en el
condicionamiento pavloviano como el desarrollo entre un estímulo condicionado y
uno no condicionado, esta concepción llevaría al científico a concluir que el
estímulo condicionado produce el estímulo no condicionado, lo anterior da como
resultado un sorprendentemente exitoso invento que sirve para recordar lo que se
requiere para producir un aprendizaje asociativo pavloviano. (Véase
Dickinson,1980; Mackintosh, 1983).

Contenido del condicionamiento pavloviano: Qué se aprende

Las descripciones del condicionamiento pavloviano dadas anteriormente implican


un contenido altamente restringido en el cual un único estímulo neutral se asocia
con uno que evoca una respuesta. Sin embargo el pensamiento pavloviano
moderno sugiere un escenario que es más rico en dos maneras.

Primero, está claro que en cualquier experimento pavloviano el animal


aprende sobre muchos estímulos diferente. Las asociaciones se forman no sólo
entre los eventos primarios que los psicólogos presentan, el estímulo
condicionado y el estímulo no condicionado. Por ejemplo, cada uno de estos
eventos también se asocia con el contexto en el cual son presentados (como
muestra, Balsam & Tomie, 1985). Estas asociaciones son sólo una manera en la
que los organismos usan el condicionamiento pavloviano para codificar
información espacial. Más aún, las asociaciones no se forman sólo entre eventos,
sino también dentro de cada evento que la descripción tradicional puede
identificar (por ejemplo, Rescorla & Durlach, 1981). De hecho, un esfuerzo
considerable va dirigido a analizar el aprendizaje posterior porque las
asociaciones dentro del evento pueden ser una forma en la que el organismo
representa eventos individuales. Además, muchos ejemplos de asociaciones
pavlovianas involucran estímulos que en realidad no evocan una respuesta
original. El condicionamiento pavloviano también codifica las relaciones entre
eventos relativamente inocuos. Así, las experimentaciones modernas apoyan la
proposición de que el organismo al mismo tiempo forma un amplio rango de
asociaciones entre una gran variedad de estímulos. Además, procedimientos de
alto poder han sido desarrollados para demostrar la existencia de estas
asociaciones y llevar a cabo un análisis de sus propiedades. En segundo lugar, el
pensamiento pavloviano moderno no visualiza que todo este aprendizaje tenga
lugar entre simples pares de elementos que sean tratados por el organismo al
mismo nivel de análisis. Más bien, como los asociacionistas británicos afirmaron
años atrás, hay buenas razones para creer que existe una organización jerárquica
en la cual las asociaciones entre ciertos pares de objetos producen nuevas
entidades que pueden entrar por sí mismas en futuras asociaciones.

Una ilustración procedente de un reciente experimento de autoformas de


segundo orden llevado a cabo en mi laboratorio, se muestra el diseño
experimental en la figura 4. En este experimento, un estímulo (X) señaló la
aparición de un conjunto de estímulos compuestos de una llave de luz que era
roja (R) de una mitad y de rayas el resto. Los pájaros se mostraban interesados
en esta característica porque R y H tenían cada una historia separada de
señalización en la aparición de comida. Experimentos previos habían demostrado
que los pájaros podrían acercarse a picotear X como resultado de su
acondicionamiento de segundo orden por el compuesto RH. La pregunta de
interés era: ¿Cuál podría ser la estructura asociativa que respaldaba ese picoteo?
Una posibilidad es que el pájaro pudiera formar dos asociaciones por parejas,
aprendiendo las asociaciones individuales de X con R y con H. Pero una
posibilidad aún más interesante es que el organismo se formara una
representación del evento RH (quizá usando la asociación de formas que
conocemos entre R y H en tales configuraciones) y posteriormente utilizara esa
representación como un elemento que asociar con X. Cualquier estructura
asociativa podría causar que el pájaro mostrara condicionamiento hacia X, pero la
solución anterior involucraba dos asociaciones conectivas paralelas, mientras que
la última involucraba una organización jerárquica.

Figura 4 Diseño de un experimento que demuestra organización


jerárquica.
Los pájaros reciben un condicionamiento de dos llaves de luz (R y H) con
una comida (+) estímulo incondicional (EI). A continuación un estímulo de
segundo orden (X) señalado por el compuesto RH, mientras que otro (Y)
señala los elementos. Posteriormente los pájaros reciben una de las dos
discriminaciones condicionadas entre el compuesto RH y sus elementos y
son probadas por la respuesta de X o Y. Las identidades psíquicas del
estímulo X y Y fueron contrabalanceadas con la forma de una llave de luz
azul y una X negra sobre un fondo blanco.

La tecnología del condicionamiento pavloviano moderno brinda una forma


de separar estas dos alternativas. Muchas preparaciones condicionantes,
responden a una señal que rastrea el estado actual al cual están asociadas (por
ejemplo, Rescorla, 1980). Si el valor de un refuerzo es cambiado después de que
el condicionamiento ha sido completado, las respuestas subsecuentes a los
estímulos condicionados que estén asociados a él, cambiarán en consecuencia.
Este hecho puede ser utilizado para decidir con cuál estímulo X se ha asociado.
En este caso, nosotros deliberadamente dimos al compuesto RH y a sus
elementos diferentes valores. Para algunos animales, eliminamos los elementos R
y H por separado pero reforzamos el compuesto RH; para otros, hicimos lo
contrario. Posteriormente probamos la respuesta a X. Si el animal sólo tiene
asociaciones separadas de X con los elementos R y H, responder a X debería
llevar a rastrear el valor de esos elementos, pero si X tiene una asociación con
RH, responder debería rastrear el valor del componente en lugar del valor de los
elementos R y H. Con el fin de comparar los resultados de X con aquellos de una
estructura asociativa que sepamos que representa simples asociaciones por
pareja, hemos utilizado también R y H para condicionar otro estímulo (Y). Como
X, Y fue seguido por R y H, pero a diferencia de X, Y recibió R y H en pruebas
separadas, asegurando de este modo que tiene asociaciones separadas con
estos elementos. Como resultado, el responder a X debería rastrear el valor
actual de los elementos R y H, no el del compuesto RH.
% DE PRUEBAS CON UNA RESPUESTA

DÍAS

Figura 5 Resultados de un experimento que demuestra organización


jerárquica.
El panel izquierdo muestra condicionantes asintóticos de segundo orden de X y
Y por el compuesto RH y los elementos R y H, respectivamente. El panel de en
medio muestra una discriminación condicional de la forma RH+, R-, H-
(símbolos sólidos) o RH-, R+, H+ (símbolos abiertos). El panel derecho muestra
la respuesta a X y Y como función del más reciente tratamiento del compuesto
RH y sus elementos. En ambos casos, la respuesta a X y Y rastrea el valor
actual del estímulo que había señalado.
Los resultados de las distintas etapas de este experimento se muestran en
la figura 5. El primer panel muestra el nivel de respuesta a X y Y al final del
condicionamiento de segundo orden por el compuesto RH y los elementos R y H.
Estos tratamientos producen niveles similares de condicionamiento. Con esa
única base, no es posible identificar ninguna diferencia en las asociaciones de X y
Y. El panel de en medio muestra el curso de las discriminaciones entre RH y sus
elementos. Los pájaros pueden rápidamente codificar un compuesto y sus
elementos de forma diferencial, un resultado de interés por sí mismo. Pero los
datos de más interés son aquellos mostrados en el último panel, provenientes de
evaluar el estímulo de segundo orden de X y Y. Consideremos primero el
resultado de Y, el cual ha señalado por separado R y H. Responder a ese
estímulo rastreaba el valor individual de los elementos R y H, no el valor del
compuesto RH. Bajo estas condiciones, se forman asociaciones individuales. Los
resultados de probar X son muy diferentes, el estímulo que ha señalado el
compuesto RH. Responder a ese estímulo rastreaba el valor del compuesto RH
en lugar del valor de sus elementos. Claramente, los animales no habían
simplemente codificado el compuesto RH en términos de asociaciones paralelas
con sus elementos. En lugar de eso, ellos se habían comprometido en cierta
estructura jerárquica de la situación, formando una representación del compuesto
y usándolo como un asociado. Este es el tipo de organización jerárquica
imaginada por los asociacionistas británicos; es extremadamente importante
debido a que puede proporcionar los medios para una teoría asociativa que
construya ejecuciones complejas mediante el uso de bootstrap basado en
mecanismos elementales. Tales estructuras jerárquicas a menudo son discutidas
en diversas literaturas de aprendizaje, sin embargo son muy difíciles de
documentar de forma definitiva. Una demostración, sin embargo, puede darse
dentro del marco del condicionamiento pavloviano.

Otra imagen de semejante estructura jerárquica proviene de


demostraciones recientes de un fenómeno ampliamente llamado “ajuste de
ocasión” y “facilitación” (Holland, 1983; Rescorla, 1985). Ese fenómeno surge en
situaciones en las cuales un estímulo pavloviano es deliberadamente colocado
para señalar no otro estímulo, sino una relación entre otros dos estímulos. En
condiciones apropiadas, semejante aprendizaje se desarrolla rápidamente.
Incluso, puede ser relativamente independiente del aprendizaje de asociaciones
separadas respecto a los elementos. Por ejemplo, un estímulo que señale una
relación positiva entre otros dos estímulos puede tener simultáneamente
asociaciones excitadoras o inhibitorias con los elementos mismos. Muchos
laboratorios están actualmente comprometidos en analizar este tipo de relación
jerárquica. Sus descubrimientos tienen importantes implicaciones en nuestro
entendimiento general sobre el condicionamiento pavloviano. Estos sugieren que
las asociaciones podrían tener un rol modulador en lugar de uno elicitivo. Esto
está cambiando la manera en que pensamos de las asociaciones excitadoras e
inhibitorias. Aún más, pensar sobre este rol modulador está comenzando a ver
con el análisis de control de estímulos en el aprendizaje instrumental. El
pensamiento moderno sobre el condicionamiento pavloviano considera que las
asociaciones son básicas, pero estas asociaciones están formadas junto con la
representación de múltiples eventos. Incluso, estas representaciones por sí
mismas seguido son complejas e incluyen relaciones generadas por otras
asociaciones. El condicionamiento pavloviano no consiste simplemente en
aprender relaciones entre un evento neutral y un evento valioso o importante.
Muchas asociaciones distintas se forman, y el contenido que resulta del
aprendizaje permite una rica representación del mundo.

Influencias en el comportamiento

Las descripciones citadas anteriormente contienen un punto de vista altamente


restrictivo de cómo el condicionamiento afecta la conducta. Éstas visualizan sólo
una forma en la cual se generan los actos: el estímulo condicionado se vuelve
capaz de evocar la respuesta originalmente evocada por el estímulo no
condicionado. Sin embargo, hay muy pocos estudiantes de condicionamiento que
quisieran defender esa exposición. Existen tres razones por las que creo que
debe ser rechazada. Primero, muchas de las preparaciones estándar del
condicionamiento simplemente no muestran esta característica. Consideremos,
por ejemplo, situaciones de supresión condicionada como las que se utilizan para
recolectar los datos mostrados en la figura 2. La respuesta al estímulo no
condicionado de toque es una actividad que se incrementa de manera abrupta,
mientras que la respuesta a un tono que señala un toque es una actividad que se
reduce de manera abrupta.

Segundo, existe un importante, pero poco apreciado, hecho en el


condicionamiento que hace que sea absurdo afirmar que una señal simplemente
adquiere la habilidad de evocar la respuesta al estímulo no condicionado: La
respuesta a un estímulo condicionado, constantemente depende no sólo del
estímulo no condicionado sino también de las propiedades perceptivas del mismo
estímulo condicionado. Dos señales diferentes del mismo estímulo no
condicionado pueden evocar respuestas muy diferentes. Por ejemplo para ratas
de prueba un tono difuso que señala un estímulo incondicionado de choque tiene
como resultado inmovilidad, pero un choque localizado de señalización con
circuitos tiene como resultado intentos por parte de las ratas de cubrir estos
utilizando cualquier material disponible (por ejemplo, Pinel & Treit, 1979). De
forma similar, diferentes estímulos condicionantes que señalizan comida producen
en un pájaro diferentes formas de responder. Como se señaló anteriormente, un
signo visual y localizado de comida evoca un picoteo directo. Sin embargo una
señal auditiva difusa de la misma comida no evoca picoteo sino que intensifica la
actividad general. La figura 6 muestra una imagen relevante de un experimento
recientemente llevado a cabo en nuestro laboratorio. El panel a mano izquierda de
esta figura muestra el resultado de dar a los mismos pájaros señales auditivas y
de luz separadas que indicaban comida. Es claro que los pájaros picotearon
durante las señales de luz pero no durante el tono. Sin embargo la ausencia de
picoteo no es resultado de una falla de aprendizaje respecto al tono. La
observación directa de los pájaros reveló que el tono producía un incremento
general de actividad. Aún más, el panel a mano derecha de la figura 6 sugiere que
aunque el tono y la luz evocan diferentes respuestas, el pájaro en cierto sentido
aprendió lo mismo sobre los dos estímulos. El panel muestra el resultado de una
segunda etapa del experimento en la cual la luz y el tono fueron señalizados por
otra llave de luz (X y Y). Ambos, el tono y la luz, sirvieron como refuerzos
excelentes, demostrando así que se habían convertido en asociaciones con
comida. Hay dos puntos a notar en esta demostración: primero, la forma de la
respuesta condicionada varía de estímulo condicionado a estímulo condicionado,
así que no puede ser siempre similar a la respuesta al estímulo no condicionado.
Segundo, a veces tenemos dificultad para ver cualquier evidencia de aprendizaje
si simplemente vemos las respuestas provocadas por el estímulo condicionado;
más bien, otras medidas, como la habilidad de servir como refuerzo, pueden
proporcionar una mejor evidencia de aprendizaje.

LUZ---→ COMIDA LUZ


TONO→ COMIDA TONO
PORCENTAJE DE PRUEBAS CON PICO

LUZ

TONO

BLOQUE DE PRUEBAS

Figura 6 Dependencia de la forma de la respuesta condicionada respecto a la identidad de la


señal.
El panel izquierdo muestra picoteos en pájaros para los que una llave de| luz localizada y un tono
difuso señalan comida. El panel derecho muestra picoteos para otras dos llaves de luz localizadas
(X y Y) que señalan la luz y el tono, respectivamente. Las identidades físicas de X y Y fueron
contrabalanceadas como rojo y verde.
La tercera razón para rechazar la noción clásica de cómo el
condicionamiento afecta la manera de actuar es que existe un sentido en el cual
la respuesta que uno ve de un estímulo condicionante pavloviano puede ser
arbitrariamente seleccionada por el experimentador. Eso es posible porque una
característica importante del condicionamiento pavloviano es su participación en
el desempeño instrumental dirigido a alcanzar objetivos. Es sabido que por años
el condicionamiento pavloviano ha aportado importantes contribuciones al control
de motivaciones y emociones. Veinte años atrás, uno de mis profesores más
respetados, Frank Irwin, me preguntó cómo podía estar interesado en el
condicionamiento pavloviano, un proceso que él caracterizó como “todo escupitajo
y espasmos” y de poco interés psicológico en general. Sin embargo es importante
entender que la caracterización de Irwin estaba mal. El condicionamiento está
íntimamente relacionado con el control de procesos psicológicos centrales, como
emociones y motivaciones. De hecho, teorías de dos procesos de desempeño se
construyen en base a esa proposición (como ejemplo Mowrer, 1947; Rescorla &
Solomon, 1967; Trapold & Overmier, 1972). En nuestro laboratorio, rutinariamente
aprovechan el efecto de la conducta instrumental para detectar la presencia de
una asociación pavloviana. La figura 7 muestra el resultado de un experimento
reciente conducido con la colaboración de Ruth Colwill. Esta información viene de
ratas de prueba que hacen una elección de respuesta instrumental, jalando una
cadena para conseguir una pastilla o presionando una palanca para obtener
sacarosa líquida. Mientras estaban comprometiéndose con estas actuaciones,
nosotros presentamos un estímulo condicionado que se había convertido en una
señal pavloviana de comida o de sacarosa. El resultado de interés es que la
presentación del estímulo de condicionamiento pavloviano influyó en los
resultados de actuación instrumental. Cuando el estímulo condicionado señaló el
mismo refuerzo que había hecho jalar de la cadena, esto incrementó jalar de la
cadena de manera relativa a presionar la palanca; por otro lado, cuando el
estímulo condicionado compartió el mismo refuerzo que presionar la palanca, esto
aumentó el presionar la palanca (compárese Kruse, Overmier, Konz, & Rokke,
1983). El punto es que podemos modular una respuesta arbitrariamente
seleccionada (jalar la cadena y presionar la palanca) mediante la presentación de
una señal pavloviana. El condicionamiento pavloviano mismo puede mostrar un
amplio rango de respuestas dependiendo del contexto en el cual se evalúa. Estos
resultados son de interés por lo que nos dicen acerca del conocimiento animal
sobre las consecuencias de sus respuestas instrumentales (véase Colwill &
Rescorla, 1986) pero en el presente contexto muestran que el condicionamiento
puede aparecer en comportamientos arbitrariamente seleccionados, no
únicamente en la respuesta que el estímulo no condicionado evocó.

CADENA

PALANCA
RESPUESTAS PROMEDIO POR MINUTO

CADENA

PALANCA

Figura 7 Exhibición de condicionamiento pavloviano en el control de conducta


instrumental.
La respuesta se muestra durante la presentación de un estímulo condicionado
(CS) pavloviano que señaló el mismo refuerzo que el obtenido por jalar una
cadena o presionar una palanca.

La implicación es que describir el condicionamiento pavloviano como el


proceso de dar a un estímulo condicionado la habilidad de evocar la misma
respuesta que un estímulo no condicionado es una caracterización totalmente
inadecuada. El condicionamiento pavloviano no es el cambio de respuesta de un
estímulo a otro. En lugar de eso el condicionamiento involucra el aprendizaje de
relaciones entre eventos que están complejamente representados, un aprendizaje
que puede ser exhibido de varias formas. Necesitamos urgentemente una
adecuada teoría de actuación en el condicionamiento pavloviano, pero la noción
clásica de un nuevo estímulo que toma la habilidad de proporcionar una antigua
respuesta no nos la proporcionará. Regresemos por un momento a las
definiciones de condicionamiento con las cuales comenzamos. Ellas enfatizaban
repetidamente el emparejamiento entre dos estímulos, uno neutral y uno con
valor, con lo cual resultaba que el neutral llega a evocar la respuesta del que tiene
valor. Nosotros sin embargo, hemos visto que el emparejamiento no es lo
principal, que todas las clases de estímulos se asocian de forma que va más allá
de simples relaciones diádicas, y que las asociaciones pavlovianas influencian la
conducta en formas que van más allá de la transferencia de una respuesta.

Finalmente, hay que notar que estos cambios en nuestros puntos de vista
sobre el condicionamiento pavloviano han estado acompañados y han sido
animados por cambios realizados en las preparaciones de laboratorio utilizadas
para estudio. Muchas de las observaciones anteriores en el condicionamiento
fueron hechas usando la preparación salival, frecuentemente realizada por el
mismo Pavlov (1927). No obstante, ningún laboratorio americano contemporáneo
hace uso extensivo de esa técnica. Como puede observarse de la discusión
precedente, los estudios modernos de condicionamiento usan un conjunto mucho
más diverso de procedimientos, que involucran un rango de señales,
consecuencias y medidas de comportamiento de diversa especie. La flexibilidad
del pensamiento contemporáneo es parcialmente una adaptación de esa
diversidad.

El lugar que tiene el condicionamiento pavloviano en psicología


Vale la pena hacer algunos comentarios acerca del rol del condicionamiento
pavloviano en la psicología general debido a que éste también ha cambiado. Es
importante darse cuenta de que quienes estudian este elemental proceso de
aprendizaje no son tan imperialistas como los psicólogos que aprendían acerca
de los animales en 1940 y 1950. En aquellos días, el condicionamiento era más
que un proceso de aprendizaje. Era la pieza central de un conjunto de teorías que
trataban de explicar todo tipo de conductas. Más que eso, ésta representaba una
forma de hacer ciencia. Debido a que el condicionamiento surgió en la psicología
en el momento en que los psicólogos trabajaban en nuevas maneras científicas
de estudiar la conducta, se vinculó con un considerable bagaje filosófico. Se
trataba no sólo de una explicación de un fenómeno psicológico, sino también de
una manera de hacer psicología en conjunto. Es posible aún ver algunos de los
efectos que esta herencia todavía tiene en el estilo conservador de introducir
nuevos conceptos teóricos y en su compromiso al elementarismo. Sin embargo el
condicionamiento pavloviano ha perdido en gran medida su papel filosófico.
Quienes estudian el condicionamiento tienen poco interés en capturar toda la
psicología en nombre del conductismo. ¿Cuál es entonces el papel del
condicionamiento pavloviano en la psicología? Veo tres tipos de contribuciones
que éste continúa realizando.

Primero, continúa siendo un ejemplo de proceso de aprendizaje que admite


un análisis cuidadoso y detallado. Es, por supuesto, sólo uno de los numerosos
procesos de aprendizaje posibles. Pocos pueden decir que todas las mejoras de
la experiencia se basan en un único proceso. Aun así, el condicionamiento
pavloviano es un proceso de aprendizaje importante para el cual el análisis
avanza rápidamente. Tal y como espero que hayan ilustrado mis comentarios
previos, se están abordando cuestiones importantes sobre qué produce el
aprendizaje, cuáles son los productos del aprendizaje, y cómo los organismos
pueden representar su mundo. Aún más, trabajando en un área relativamente
restringida, podemos definir mejor cuales podrían ser respuestas adecuadas a
interrogantes sobre la naturaleza del aprendizaje y desarrollar técnicas para
obtener esas respuestas. Así un papel del condicionamiento pavloviano es el
funcionar como modelo en general para el estudio de la modificación por
experiencia.
Un segundo papel del condicionamiento pavloviano es continuar
proporcionando conjuntos de datos y ayudar a desarrollar una teoría que informe
a otras áreas de investigación científica. El estudio del condicionamiento
pavloviano proporciona información sobre un proceso de aprendizaje que es de
continuo interés para otros campos. Dos de las áreas de interés actual más
constantemente perseguidas nos ofrecen ejemplos: la ciencia cognitiva y la
neurociencia. Después de un periodo en el cual se descuidaron los procesos de
aprendizaje, la psicología cognitiva ha vuelto a estudiarlos; de hecho, incluso la
asociación ha ganado otra vez algo de respeto. Esto es especialmente obvio en el
aproximamiento a los procesos cognitivos, actualmente llamado “procesamiento
de distribución en paralelo” o “conexionismo”. De acuerdo a este enfoque (por
ejemplo McClelland & Rumelhart, 1986; Rumelhart & McClelland, 1986), muchos
fenómenos pueden ser entendidos en términos de conexiones paralelas múltiples
entre entradas de estímulos y salidas de respuestas. Pese a que son alimentadas
por analogías a estructuras neutrales y diseños computacionales modernos, estas
teorías conexionistas claramente se remontan al asociacionismo clásico. Apelan a
múltiples asociaciones que interactúan para producir emisiones complejas. En
algunos casos, las teorías de este tipo han atacado conductas aparentemente
complejas con resultados sorprendentemente prometedores. Por ejemplo, algo de
percepción y producción del habla, de aprendizaje por categorización, y de
reconocimiento de lugares puede encontrarse en tales teorías. Aún es muy pronto
para conocer si estos resultados iniciales predijeron en última instancia reportes
exitosos. Pero estos creen en algunas aseveraciones ampliamente aceptadas que
señalan que ciertas clases de fenómenos psicológicos están en principio más allá
del alcance de teorías inherentemente asociacionistas.

Las teorías conexionistas de este tipo tienen una semblanza obvia con
teorías de condicionamiento pavloviano. Ambas ven al organismo como un
sistema que utiliza múltiples asociaciones para construir una representación
general, y también lo ven como un sistema que ajusta su representación para
alinearla con el mundo, esforzándose por reducir cualquier discrepancia. De
hecho, es sorprendente que a menudo modelos tan complejos sean construidos
con base a elementos que están muy ligados a asociaciones pavlovianas. Por
ejemplo, uno de los principios de aprendizaje más frecuentemente adoptados
dentro de estos modelos, la llamada regla delta, es virtualmente idéntica a una
teoría popular del condicionamiento pavloviano, el modelo Rescorla-Wagner.
Ambos son reglas de corrección de errores, en los cuales el animal usa evidencia
de todos los estímulos disponibles y ajusta la fuerza de cada estímulo basándose
en el error total. Aquí, de esta manera, encontramos un sorprendente punto de
contacto entre el condicionamiento pavloviano y una porción de ciencia cognitiva.
La segunda área de intensa actividad es la neurociencia. Aunque esta área se ha
expandido y contiene muchas partes que no tienen relación con la psicología, una
sub-área importante es el estudio de las bases neuronales de los procesos de
aprendizaje. Los neurocientíficos han decidido, muy adecuadamente creo yo, que
el condicionamiento pavloviano proporciona una de las situaciones de aprendizaje
mejor trabajadas para analizar. Tiene una base de datos bien desarrollada que
puede ser caracterizada de forma exitosa por las teorías que hay disponibles. El
aspecto positivo es que, cada vez más, los neurocientíficos se están
familiarizando con el estado actual del condicionamiento pavloviano y están
tratando de dar cuenta de la gran cantidad de nuevos resultados, tales como la
sensibilidad a la información, el aprendizaje inhibitorio, y otros más. De hecho,
muchos neurocientíficos se encuentran más familiarizados con el estado moderno
del condicionamiento pavloviano que los psicólogos. Es en parte a través de la
familiarización que se está haciendo un progreso genuino en el análisis biológico
del aprendizaje.

El condicionamiento pavloviano se encuentra entre dos áreas de


investigación sumamente activas. Éste proporciona un contexto que evalúa
algunas de las suposiciones sobre los elementos que contribuyen a desarrollar
teorías cognitivas más complejas. También proporciona una base de datos
organizada y una estructura teórica que ayudan a informar y a guiar el análisis
neuronal del aprendizaje. La asociación no está muerta sino que continúa siendo
un concepto fundamental en el análisis de los procesos de aprendizaje. Aún más,
es en el condicionamiento pavloviano donde están surgiendo muchos
descubrimientos importantes sobre procesos asociativos. Como resultado, otras
áreas comenzarán a optar por el condicionamiento para conseguir datos y teorías.

Finalmente, el condicionamiento pavloviano sigue teniendo un papel


importante en la generación de aplicaciones prácticas. Por supuesto, un temprano
ejemplo de ello fue el desarrollo de algunos aspectos de la terapia conductual. La
terapia conductual surgió temprano y actualmente ha desarrollado su propia y
madura literatura. En mi opinión, una desafortunada consecuencia de ese
temprano surgimiento es que algunos terapistas conductuales aún ven el
condicionamiento de la manera en la que lo describen las citas que critiqué. Pero
aún existen otros casos de aplicaciones y aplicaciones potenciales derivadas del
estudio en laboratorios de condicionamiento pavloviano. Por ejemplo, trabajos
recientes sugieren que las reacciones del cuerpo a las drogas y a algunas
enfermedades involucran mecanismos del condicionamiento pavloviano.
Fenómenos como la tolerancia a las drogas, analgesia inducida por el estrés e
inmunosupresión (por ejemplo, Ader y Cohen, 1981) parecen involucrar el
condicionamiento pavloviano. Estas observaciones sugieren nuevas instancias en
las cuales el condicionamiento tendrá consecuencias prácticas relativamente
directas.

Las tendencias van y vienen en psicología. Temas que son actuales dejan
de serlo en 10 o incluso 5 años, pero algunas partes de la psicología continúan
construyendo base de datos y teorías sistemáticas e importantes. El estudio de
los mecanismos sensoriales es un ejemplo. Pienso que el estudio de los
mecanismos asociativos subyacentes al condicionamiento pavloviano es otro.
Estos campos son duraderos y sistemáticos, pero espero que ahora resulte obvio
que además son cambiantes y fascinantes.

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