De manera general, un sistema de numeración es una estructura matemática que se

encuentra conformada por una colección de símbolos básicos y unas reglas que posibilitan

la expresión o representación de los números (Bedoya & Orozco, 1991)

A nivel histórico, el desarrollo de los sistemas de numeración se ha encontrado ligado,

principalmente, a los requerimientos de conteo y medición presentes en diferentes sistemas

de actividad humana.

De este modo, han surgido diversos sistemas de numeración, los cuales han atendido a las

vivencias, costumbres y creencias involucradas en ciertas prácticas sociales. Cada

comunidad, en determinados espacios físicos y temporales, ha generado distintos símbolos

y reglas que han posibilitado la representación de cantidades.

Algunos de estos sistemas de numeración tuvieron influencia en la construcción del

Sistema de Numeración Decimal, donde los símbolos básicos son 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0 y

un punto (.), y se han establecido unas reglas que indican cómo se deben utilizar estos

símbolos en el proceso de cuantificación.

Según explica Terigi (2013), las reglas del SND han emergido como producto de “la

elaboración histórica de ciertas convenciones que ha desembocado en un sistema por el

cual con un pequeño número de símbolos es posible representar infinidad de cosas y

realizar complejas operaciones” (p. 8)

De esta manera, se puede comprender que las reglas del SND tienen su origen en diferentes

prácticas sociales donde, a partir de una necesidad de economía y organización en la

cuantificación, se establecieron algunos acuerdos que dieron lugar al SND que hoy se

conoce.

Ahora, esta economía que caracteriza al SND como sistema de representación de

cantidades trae consigo una problemática que incide en la construcción de este sistema

numérico en la escuela. Terigi (2013) explica que esta problemática radica en el hecho de

que las reglas del SND son “sumamente complejas y no pueden inferirse a partir de la

información que suministra la escritura de las cifras”.

 De manera general, un sistema de numeración es una estructura matemática que se

encuentra conformada por una colección de símbolos básicos y unas reglas que posibilitan

la expresión o representación de los números (Bedoya & Orozco, 1991).

A partir de esta definición, se puede abordar el Sistema de Numeración Decimal como

un conjunto de símbolos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 0 y un punto (.), así unas reglas que indican

cómo se deben utilizar estos símbolos en la representación de cantidades.

De acuerdo con Terigi (2013) al preguntarse por el aprendizaje infantil de SND se

requiere “desnaturalizar el saber cotidiano sobre éste”, pues a veces tiende a pensarse que el

aprendizaje del SND simplemente se limita a reconocer las reglas que rigen la traducción

de cantidades a una forma gráfica. Esta forma de pensar trae consigo limitaciones para

comprender algunos problemas involucrados en la enseñanza y el aprendizaje de este objeto

matemático y cultural.

Más que una herramienta para traducir cantidades a una forma gráfica, el SND como

objeto matemático, es un “sistema de representación de cantidades” (Terigi, 2013). Como

sistema de representación de cantidades, el SND consta de un conjunto de reglas que

estructurar el proceso de cuantificación.

Las reglas del SND permiten que la cuantificación sea económica y, según explica

Terigi (2013), han emergido como producto de “la elaboración histórica de ciertas
convenciones que ha desembocado en un sistema por el cual con un pequeño número de

símbolos es posible representar infinidad de cosas y realizar complejas operaciones”.

Así, se puede comprender que las reglas del SND tienen su origen en diferentes prácticas

sociales donde, a partir de una necesidad de economía y organización en la cuantificación,

se han establecido algunos acuerdos encaminados a satisfacer esta necesidad.

Ahora, esta economía que caracteriza al SND como sistema de representación de

cantidades trae consigo una problemática que incide en la construcción de este sistema

numérico en la escuela. Terigi (2013) explica que esta problemática radica en el hecho de

que las reglas del SND son “sumamente complejas y no pueden inferirse a partir de la

información que suministra la escritura de las cifras”.

De esta manera, el trabajo enfocado en la escritura frecuente de las cifras numéricas no

resulta suficiente para que el estudiante descubra las reglas de construcción del SND que

encuentran implícitas en el uso habitual de los números en diferentes contextos como

cardinal, ordinal o medida.

Socialización de Teoría Práctica del Currículum

Historias relacionadas con las ideas presentes en las fichas, por ejemplo:

- Un docente se ve enfrentado a cierta situación donde las cosas no le salen cómo en

la teoría dicen que deberían salirle: