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Algunas consideraciones sobre la metafísica según Bachelard y Carnap

Marino Miranda Noriega

Introducción

En este trabajo se analizan y comparan dos trabajos sobre el papel de la metafísica en la reflexión
sobre el conocimiento científico y sobre el papel de los filósofos en esta reflexión: La filosofía del
No de Gaston Bachelard y La superación de la metafísica por medio del análisis lógico del lenguaje Commented [1]: Por tratarse de un artículo va entre
comillas
de Rudolf Carnap. Por un lado, Carnap confía que con el progreso de la lógica se puede demostrar
que no se puede reflexionar en temas metafísicos de forma significativa, por lo que la labor de la
filosofía debería limitarse eal análisis lógico de las preposiciones. Por otro lado, Bachelard tiene
una visión histórica del papel de la metafísica en la ciencia y considera que, si la filosofía se
preocupara por conocer la forma en la que opera la ciencia, se daría cuenta de las transformaciones
y en la diversidad de las nociones metafísicas que de hecho se emplean para conocer el mundo.
Para adelantar el debate, primero se delinea el argumento de cada autor, para después poder
comparar y entender los problemas que se encuentran detrás de estos dos trabajos.

La metafísica como disciplina de pseudoproposiciones

Según Carnap, la lógica moderna ha dotado a la teoría del conocimiento de herramientas poderosas Commented [2]: Lógica moderna puede referirse a la de
los siglos XVII-XVIII. Sería mejor especificar que se trata de la
para evaluar el contenido cognoscitivo de las preposiciones y así poder determinar su validez. lógica de principios del siglo XX o lógica proposicional

Haciendo uso de estas herramientas, la filosofía de la ciencia ha podido clarificar y validar las
proeposiciones que se obtienen de las ciencias empíricas. Por otro lado, Carnap afirma que estas
herramientas también han podido determinar que el campo de la metafísica produce conocimiento
que carecen completamente de sentido. Los conocimientos de la metafísica carecen de sentido pues
es imposible determinar su valor de verdad o de validez de manera clara y específica, como sí
sucede con los conocimientos surgidos de la ciencia empírica. En este sentido, considera que las
discusiones metafísicas derivan en planteamientos estériles que sólo consumen el tiempo y esfuerzo
de aquellos que se enredan en la tarea de intentar resolverlas.

El problema, dice Carnap, es que “puede suceder que a primera vista esta secuencia de palabras
parezca una proposición; en este caso la llamaremos pseudoproposición” (Carnap, 2009 :45). Es
por esto importante para la filosofía lograr encontrar una forma de distinguir entre proposiciones
con sentido y pseudoproposiciones.

Existen dos formas en que se forman las pseudoproposiciones: por un lado, aquellas en las que una
palabra se le asigna un significado erróneo, y por el otro, aquellas dondelas que las palabras que la
forman están relacionadas de una manera que viola las leyes sintácticas del lenguaje. El primer Commented [3]: Del lenguaje lógico, no del ordinario

problema se puede observar en los enunciados de la metafísica que hablan sobre objetos o
relaciones que no pueden ser identificados de manera clara. Así, las ideas de Existencia o Dios son
palabras que existen en el lenguaje, pero a las que no se les puede asignar un sentido específico.
Así, Ppor ejemplo, si se pide distinguir entre elementos empíricos aquello que puede clasificarse Commented [4]: Otra vez empezando con ‘Así’. Hay más
conectores
como Dios de aquello de lo que no, nunca se podrá llegar a una conclusión clara. El vocabulario
con sentido puede distinguirse del de la metafísica, según Carnap, si se pueden establecer
enunciados protocolares, es decir enunciados que pongan límites claros a las definiciones de las
palabras, de manera que cuando la proposición se verifique con un elemento de la realidad se pueda
determinar si dicho elemento pertenece a la definición o no.

Por otro lado, pueden haber enunciados metafísicos que incluyan palabras con sentido, pero que su
estructura sintáctica contravenga las reglas de la lógica. Pseudoproposiciones pueden darse cuando
se unen palabras cuya conexión no puede darse de forma lógica, como en el caso de X persona es
y o x persona es un número primo. Las palabras empleadas tienen sentido, pero son utilizadas de
forma en la que es imposible determinar si el enunciado es válido, inválido, verdadero o falso. En
el caso de la metafísica, se proponen enunciados cuyas palabras no pueden ser utilizadas en la
forma en la que aparecen de forma lógica. Carnap toma varios ejemplos de Heidegger, por ejemplo,
el enunciado “existe la Nada”. En este caso, nada es utilizado como un sustantivo, pues tiene esa
forma en el lenguaje ordinario, pero visto desde la lógica es ‘una determinada forma lógica de una
proposición’, por lo que la forma en la que es empleada por Heidegger es en realidad anti-sintáctico.

A partir de la diferenciación entre pseudoproposiciones y proposiciones, Carnap considera que es


posible deshacerse de las labores metafísicas en la filosofía, y convertir a esta última en un método
más que en una teoría para poder determinar el valor y la validez de la ciencia.

Bachelard y la evolución de las explicaciones metafísicas en la ciencia


Para Bachelard, la dificultad de traducir la labor científica abierta a las nociones de sistemas
filosóficos cerrados es que, éstos últimos, ponen el énfasis en la coherencia y la unidad del
pensamiento, y no en la pluralidad de los hechos que guían al científico. Bachelard apunta que
“para el filósofo, la filosofía de la ciencia no pertenece nunca enteramente al reino de los hechos”
(Bachelard, 1970 :8), pues esta necesidad de encontrar una unidad en el pensamiento convierte a
los descubrimientos y a las experiencias en meros ejemplos, que buscan justificarn o contradecir
una posición filosófica general dada de antemano.

Por esta razón, a la filosofía de la ciencia no ha podido dar cuenta de las fluctuaciones de
posiciones epistemológicas que existen de hecho en la ciencia, de los principios cambiantes, de la
pluralidad de métodos y de la forma en la que se combinan los hechos empíricos con nociones
generales y racionales de cómo funciona el mundo. Bachelard entiende en este sentido, que la vida
dentro de la ciencia no está determinada por una posición previa frente a problemas metafísicos,
sino que, dado que el fin de la ciencia está en comprender los fenómenos que se dan en el mundo,
es fundamental una actitud que supone y adopta principios que al filóosofo le pueden sonar
contradictorios. Para mostrar cómo opera la pluralidad metafísica en la ciencia, Bachelard explora
el devenir histórico del concepto de masa, el cual, según el autor, evoluciona de un realismo
ingenuo, a un empirismo claro y positivista, a un racionalismo newtoniano o kantiano, a un
racionalismo completo y finalmente al racionalismo dialéctico.

La noción de masa se ha ido complejizando y racionalizando históricamente, de manera que el


concepto intuitivo e ingenuo con el que comenzó se fue haciendo cada vez más abstracto cuando
comenzó a separarse de los objetos particulares gracias a tecnologías como la báscula.
Posteriormente con la llegada de la mecánica newtoniana el concepto de masa se separó casi
completamente de su particularidad, para convertirse en un elemento que se puede deducir de una
visión teórica de los cuerpos y sus movimientos. La teoría de la relatividad lleva la noción de masas
newtoniana más allá, al considerarla al mismo tiempo una partícula elemental y algo que puede ser
complejizado. Einstein, abre la noción de masa para entenderla como una forma de relación de la
energía y así, en ciertos contextos, poder descomponerla en otros elementos de la que se puede
deducir. Por último, Bachelard recurre a la idea de materia negativa de Dirac, para mostrar el grado
de racionalización que ha alcanzado el concepto de masa. En este caso la masa negativa surge como
una propuesta para resolver un problema puramente teórico, que sólo después busca ser
comprobada en la realidad. Así Bachelard quiere demostrar que la unidad y la coherencia del
pensamiento son valores que la filosofía quiere imponer sobre la ciencia, cuando ésta opera de
forma muy distinta.

Contrastación

Estos dos autores presentan una visión diametralmente distinta del papel de la metafísica en la
ciencia y de cuál debería ser el papel de la filosofía en relación con la ciencia. Para Carnap, es
posible ver el mundo de una forma que no tenga prenociones metafísicas, basados en enunciados
proposicionales que permitan construir una teoría extraída puramente de referentes empíricos. Para
Bachelard, esta empresa sería imposible, pues no acepta la existencia de un conocimiento que sea
inmediato y dado simplemente por los sentidos. Para el autor francés, nuestra visión del mundo
siempre está mediada por referentes teóricos generales, de forma que la capacidad de enunciar y
definir un elemento singular de la realidad se da en relación con una visón general sobre el mundo.
Por eso, Bachelard considera que la labor del filósofo debería abrirse, como sucede en la ciencia,
para lograr complejizar, construir y conciliar entre las diversas posibilidades en la que puede operar
la metafísica a partir de un ejercicio dialéctico de negación de las nociones generalizadas en la
filosofía. Por otro lado, para Carnap la filosofía debe utilizar el análisis lógico para, por un lado,
desechar pseudoproposiciones que dificultan el entendimiento del mundo, y por el otro,
fundamentar lógicamente y esclarecer los conceptos de las ciencias que hablan teóricamente sobre
el mundo.

Bibliografía

Bachelard, Gaston. La filosofía del no. Ensayo de una filosofía del nuevo espíritu científico. Buenos
Aires: Amorrortu, 1970

Carnap, Rudolf. La superación de la metafísica por medio del análisis lógico del lenguaje. México:
Instituto de Investigaciones Filosóficas UNAM, 2009

Ponle más atención y cuidado a cómo estás escribiendo, pues, aunque la redacción está muy bien,
hay muchos errores de dedo.

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