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Material preparado exclusivamente para los alumnos de la Cátedra de Derecho Penal, Parte General, 2°
Semestre 2017 de la Universidad Católica Silva Henríquez.
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POLITOFF, Sergio et. al. (2011), Lecciones de Derecho Penal Chileno, Parte General, Santiago: Editorial
Jurídica de Chile, 1ª Edición., p. 445.
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El profesor Etcheberry, siguiendo la doctrina de Pacheco, ve en la existencia de regímenes concursales una
manifestación de la benignidad del legislador, principalmente en las manifestaciones del artículo 75, como
se analizará infra. Cfr., ETCHEBERRY, Alfredo (1997), Derecho Penal, Parte General, T. II, Santiago, Editorial
Jurídica de Chile, 3ª Edición., p. 120. A su turno, el profesor Cury entiende que en algunos casos, a un autor
no le ha quedado más remedio que cometer un delito para llegar a otro, el que sí está en su finalidad, por lo
que su tratamiento no puede ser englobado en la regla general de acumulación material. Cfr., CURY,
Enrique, Derecho Penal, Parte General, Santiago de Chile: Edit. Pontificia Universidad Católica de Chile, 2007,
p. 414., p. 666.
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Siguiendo al profesor Enrique Cury, la unidad jurídica de acción enmarca a situaciones en que el hecho
típico está compuesto por varias acciones, varias omisiones, o acciones y omisiones que, en conjunto, lo
complementan. En sus palabras, “el tipo, actuando como abrazadera, ha reunido varias acciones u
omisiones en la unidad de un hecho”, citando como casos característicos el delito complejo, el delito
permanente, o las hipótesis de tipicidad reforzada, por enunciar algunas. Cfr., CURY, op. cit., p. 653.
5
POLITOFF, Sergio et. al. (2011), op. cit. p. 446.
Así, denominaremos concurso real a la acumulación material de los delitos, con la
característica basal de que los ilícitos sean diferenciables y punibles independientemente6.
De no ser ello posible, en el evento de que un mismo hecho constituya dos o más delitos,
estaremos en presencia de un concurso ideal, en su variante heterogénea (tipos penales
concurrentes son diferentes) u homogénea (el segundo tipo penal es el mismo que el
primero). Finalmente, el artículo 75 también consagra el denominado concurso medial, en
que un delito es necesario para la comisión de otro, en que ambos mantienen una
conexión ideológica que, según el plan del autor, existe entre los diversos ilícitos, y no al
mero hecho casual de la sucesión temporal7.
6
POLITOFF, Sergio et. al. (2011), op. cit. p. 446.
7
Id. p. 448.
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Así, CURY, op. cit., p. 667. El conocido tratadista lo refuerza: “En rigor, por consiguiente, aquí no hay
concurso alguno. No lo hay de hechos, puesto que el que se enjuicia es solamente uno. No lo hay tampoco
de leyes, pues la concurrencia de éstas es puramente aparente y, al cabo, sólo una de ellas regirá la
conducta de que se trata. No lo hay, por fin, de delitos, ya que, en suma, se entenderá que únicamente fue
cometido uno”.
9
GARRIDO, Mario, Derecho Penal: Parte Especial, T. II, Santiago de Chile: Editorial Jurídica de Chile, 2ª Ed.,
2002, p. 351.
10
POLITOFF, Sergio et. al. (2011), p. 457.
11
Id., p. 458.
“Existe una relación (…) entre dos preceptos penales, en su sentido lógico-formal,
cuando en la descripción del supuesto de hecho de uno de ellos, el especial, se
contienen todos los elementos del otro, el general, más uno o varios otros
especializantes (…); o cuando la descripción de uno o varios elementos del supuesto
de hecho de la ley especial suponen conceptual y necesariamente la de todos los de la
ley general, porque es una parte un todo o una especie de un género conceptual
(especialidad por comprensión o especificación), como el caso de la relación entre la
estafa y la falsificación de documentos privados”12.
12
POLITOFF, Sergio et. al. (2011), op. cit., p. 448.
13
GARRIDO, Mario, op. cit., p. 352.
14
ETCHEBERRY, Alfredo (1997), op. cit., p. 124.
15
No obstante, sus fundamentos pueden obtenerse de legislación común, como los artículos 4°, 13 y 20 del
Código civil. A este respecto, cfr., ETCHEBERRY, Alfredo (1997), op. cit., p. 124.
16
GARRIDO, Mario, op. cit., p. 350.
17
Ibídem.
18
POLITOFF, Sergio et. al. (2011), op. cit., p. 457.
tipo penal para aprehender por completo el desvalor del hecho, surgirá inequívocamente
el concurso aparente, cuestión refrendada por la doctrina del profesor Garrido Montt en
nuestro medio:
“En el concurso aparente de leyes hay una actividad delictiva; esta circunstancia lo
haría más asimilable al concurso ideal, donde se da a su vez una única actividad, pero
la diferencia entre uno y otro radica en que en el ideal ese comportamiento único
constituye coetáneamente dos o más tipos penales que subsisten limpiamente, sin
rechazarse entre sí, mientras que en el concurso aparente, aun cuando hay también
un comportamiento único, éste debe subsumirse en un solo tipo penal, si bien en
apariencia aparecen otros tipos comprendiéndolo: al abarcarlo uno, los restantes
quedan marginados”19.
19
GARRIDO, Mario, op. cit., p. 351.