Você está na página 1de 24
HISTORIA DE LA FISICA CUANTICA Heisenberg, imprecision y revolucion cuantica A sus 32 afios, Werner Heisenberg fue uno de los cientificos mds jévenes entre los galardonados con el Nobel. Tras uno de los principios fundamentales de la fisica, se halla una historia de ambicién y feroz competencia David C. Cassidy ntre los muchos logros cientf- Pere ie gate damental sea la mecénica eudntica. Ideada por un punado de fisicos europeos de mente preclara, Ja ciencia del atomo exige transfor- ‘maciones profundasy controvertidas en nuestra comprensién de la natu- raleza. La materia puede consistir enondas oen particulas, segiin como Ta observemos; la causa y el efecto ya no estan intimamente conectados. Esta interpretacién de la mecanica eudintica —las preseripciones sobre el cémo y el cuando de su uso y sobre qué nos dice del mundo fisico— fue elaborada en Copenhague en 1927, Debido ala difusién que le dieron sus creadoresyy al éxito sorprendente que obtuvieron sus partidarios, la inter- pretacién de Copenhague adquirié ya.en los afios treinta el prestigio de {que goza hoy. Pero una “interpre- tacién” no es mas que eso. Su origen, dofensa y aceptacién pudieron haber sido, en aspectos importantes, fruto de circunstancias histéricas y prefe- rencias personales, tanto como desu validez cientifica, El papel desempefiado en la cien- cia por el talante del hombre queda ejemplificado, quiz como en ningin otro caso, en uno de los principales inventores y mas activos defensores de la interpretacidn de Copenhague, ‘Werner Karl Heisenberg. Ocurrié en febrero de 1927, y tenfa 25 afios, euan- do este asistente posdoctoral de Niels Bohr formul6 lo que constituye su ‘contribucién més famosa en el domi- nio de la fisica y es elemento clave para la interpretacién de Copenha- ‘gue:el principiode imprecision oinde- terminacién. Comola interpretacion de Copenhague, este principio pue- de considerarse el resultado de la busqueda de un método coherente de conectarel mundo cotidiano del labo- ratorio conese mundo, nuevo y extra- ho, propio del mintsculo tomo, Dicho brevemente, el principio de imprecisién afirma que 1a medida simultanea de dos variables lama- das conjugadas, como la posicién y el ‘momento lineal de una particula on ‘movimiento, impone necesariamente ‘unalimitacién ena precisién. Cuanto ids precisa sea la medida de la posi- ign, tanto mas imprecisa serd la ‘medida del momento, viceversa. En el caso extremo, la precisién abso- Tuta do una de las variables implica- ria imprecision absoluta respecto a la otra. (N. del T.: Se traduce siste- méticamente por imprecisién el tér- mino inglés uncertainty, eon el que vino aexpresarse el adjetivo original aleman unscharf. Se pretende con ello eliminar toda acepeién psicolé- sgica, de estado de la mente, que con- Tova el término castellano incorti- dumbre, Tal acepcién es totalmente ausente tanto en Heisenberg como en Cassidy.) Esta indeterminacién nodebe acha- carse al experimentador, sino que se trata de una consecuencia funda- mental delas ecuaciones cudnticas y es caracteristica de todo experimento eudntico. Mas atin, Heisenberg de- clar6 absolutamente inevitable el prineipio de impreeisién, enla medida enue fuera vélida la mecénica cuén- tica. Era la primera ver, desde la revolucién cientifica, que un fisico de primera linea proclamaba una limi- tacién al conocimiento cientifico ‘Junto con las ideas de Bohr y Max Born (otras lumbreras), el principio de imprecision de Heisenberg cons- tivuia el sistema légicamente cerrado de la interpretacién de Copenhague, que Heisenberg y Born proclamaron completa o irrevocable ante una reu- nin de los principales fisicos eudn- ticos en octubre de 1927, con motivo del quinto congreso Solvay sobre fisica fundamental celebrado en Bruselas. A las pocas semanas de ese aconte- cimiento, Heisenberg fue nomina- do para la catedra de fisica tedrica de la Universidad de Leipzig. Con s6lo 25 afios, era el catedratico mas Joven de Alemania, extrema juventud de Heisenberg enel momento desu obra mas.sig- nificativa senala un rasgo caracte- ristico que habria de definir a toda ‘su investigacién de primera hora: el ansia casi insaciable de éxito acadé- mico y lanecesidad de destacar como el mejor en todo lo que hacia. De ese estado de animo podemosrastrearsu explicacin hasta el entorno familiar. Los Heisenberg eran una familia muy culta y ambiciosa, que fue esca~ Jando peldafos hasta instalarse en Iaclase media alta dela sociedad ger- mana. La unificacién de Alemania bajo Otto von Bismarck hacia fina- les del siglo x1x, con el vigoroso ere- cimiento consiguiente de la econo- mia, habia creado una apremiante neeesidad de buréeratas, diplomsti- os, jueces, abogados y empresarios. En consecuencia, las nuevas univer- sidades y escuelas conocieron un espectacular despegue. Y se presti- i6 el reconocimiento y la remune- racién econdmica de los docentes y de sus alumnos més brillantes, ‘Tantoel padre de Werner, August, como su abuelo materno, Nikolaus Wecklein, se habian remontando desde sus origenes humildes hasta la cumbre dela alta burguesfa alemana mediante logros académicos. Weck- lein era director de un renombrado instituto (Gymnasium) de Munich, y August en 1910 fue nombrado profe- Tewas31 : Hi 1. WERNER HEISENBERG realiz6 sus principales aportaciones a la _ fla se tam6 hacia 1924, en la Universidad de Gating, donde impar- fisica cuando apenas contaba ventitantas afios de edad. Lafotogra- tid la clase que le hebilté para una cétedra sor de filologia bizantina en la Uni- versidad de Munich. Ambos contra- jeron matrimonio dentrodesunueva situacién social Desde su mismo nacimiento en 1901, la familia de Werner decidié que él persistiera también enesenivel privilegiado mediante una cémoda situacién académica, Creyendo que Ia competencia alentarfa el éxito en los estudios, August estimul6 la riva- lidad entre Werner y su hermano mayor, Erwin. Durante afios los dos muchachos pugnaron sin euartel, hasta que un dia la lucha acabé en ‘una pelea violenta con las sillas co- ‘mo armas. Llegados a la edad adul- ta, cada uno siguié su propio camino —Erwin setraslad6.a Berlin y se hizo quimico— y, fuera de esporddieas rouniones familiares, tuvieron poco contacto, ‘Ltumbision de Wemer por alan zar la cumbre se evidencia con claridad durante el periodo com: prendido entre julio de 1925, cuando desarroll6é, con sus colegas Born y Pascual Jordan, una descripeién matemética dela mecdnica cuantica, yfebrero de 1927, cuando formulé las, relaciones de imprecisién. La con- fluencia de dos procesos convirtié en determinante ese affin durante dicho intervalo. En primer lugar, varias catedras de fisica to6rica quedaron de repente vacantes en la Buropacentral delen- gua alemana, Esos cargos constitufan luna gran oportunidad para un aca- démico ambicioso como Heisenberg, que ya se habia habilitado en la Universidad de Gotinga, es decir, habia sido reconoeido apto para ocu- par una catedra de ensefianza uni- versitaria, En segundo lugar, y quizé mas importante, fue la aparicién de una deseripcién matematica nueva y rival dela mecanica cudntiea. Heisenberg xy sus colegas habian desarrollado en 1025 un formalismo de la mecénica cudntica, basado en lasmatematicas abstractas del cdlculo matricial. Para sus autores, esta “mecdnica matri- cial” incardinaba su voluntad de fun- darse, de manera exclusiva, en mag- nitudes observables en el laborato- rio, Sostenian puntos esenciales eomo In existencia desaltos eunticos y dis- continuidades en los dtomos, y recha- zaban la idea de modelos atémicos visualizables (anschaulich). Erwin Schrédinger, un fisico vi nés de 39 afios que trabajaba enton- ‘ces en Zurich, atacaba los enigmas dela fisica atomica desde un punto de vista totalmente distinto y eon obje- tivos enteramente otros. En una serie de articulos publicados durante la primera mitad de 1926, Schrodinger presentaba una ecuacién de ondas cudntica, basada en una hipétesis que habia propuesto el doctorando francés Louis de Broglie. La idea, recibida favorablemente por Einstein, ‘era que toda materia en movimiento podia considerarse como ondas. Schré- dinger, sirviéndose de esa noci6n, aducfa que las “ondas de materia” del electrén excitaban modos arménicos de vibracién en el interior del tomo. Estos arménicos reemplazaban los estados atémicos estacionarios de Ja teorfa matricial; en vez de saltos cudnticos discontinuos, habia tran- siciones continuas de un arménico a otro. Si eso era verdad, Schrodinger tornaba initiles los puntos funda- mentales dela mecdnica matricial de Heisenberg, Lamayoria delos fisicos acogieron con satisfaccién el enfoque mas fami- liar de Schridinger, atendiendo poco a su manera de interpretarlo, Esta situacién cambié bruseamente en mayo de 1926, cuando Schrodinger publicé una prueba de que los dos formalismos rivales eran, de hecho, matematicamente equivalentes, Hei- senberg y sus colegas matriciales repusieron su causa y lo hicieron en términos que fueron adquiriendo por ambas partes tonos emocionales cre~ cientes, Schrédinger no se mostraba muy cooperador. En su articulo sobre la equivalencia no pondera por igual los dos esquemas opuestos, sino que resaltaba la superioridad del suyo 2, PERSONAS QUE INFLUYERON en le vida de Heisenberg, Debemos empezar por su abue lo, Nikolaus Wecklein (ay su padre, August, que aparece con su esposa, Anna, y sus hi- js, Erwin (de pie) y Werner (6). Abucl 'y progenitor inculearan afén det fen los dos muchachos. Heisenberg estudi6 con Niols Bohr (c), con qui nfo académico mas tarde de- sarrollé la interpretacién de Copenhague. Uno de los primeros rivales de Heisenberg fue Erwin Schrédinger(¢), cuyo formalismo ondulatoro constituia un reto a la mecénica ma- trical, elaborada por Heisenberg con Max Born ely Pascual Jordan faa derecha). Wolt- ‘gang Pauli (g) fue una fuerza de primer orden, que ayud6 a Heisenberg a elaborar el prin- cipio de imprecisién en 1927. En 1929 Heisenberg se embarcé en una vuotta al mundo ddocente para difundir el “espiritu de Copenhague”,llegando a los Estados Unidos, Japon, China y,finalmente, la India (fh. FENOMENoS CUANTICOS propio. En una famosa nota al pie, Tlegé a escribir: “No veo ninguna co- nexién genética de ningxin tipo [en- tre el trabajo de Heisenberg y el mio propio}. Por supuesto que conocia su teorfa, pero me sentia desanimado, por no decir repelido, por los méto- dos de algebra trascendental, que a mi me parecieron dificiles, y por la falta de visualizabilidad [Anschaw- Tichkeit)” En carta a su intimo colega Wolf- gangPauli, Heisenberg respondiaen el mismo tono: “Cuanto més pienso ‘en el aspecto fisico de la teoria de Schrédinger, més repulsiva la encuen- tro... Lo que escribe Schrodinger sobre Ia visualizabilidad de su teoria ‘pro- bablemente no es del todo correcto’ [eco de una expresién tipica de Bohr], en otras palabras, es basura [Mist].” Latiniea ventaja del método de Sehri- dinger, decia a quien quisiera ofrlo, es que permite un célculo simple de las probabilidades de transicién ats- micas, 0 probabilidades de saltos ‘eusinticos, para poder insertarlas en Iasmatrices de la mecénica cudntica, Pauli estaba de acuerdo. ‘Loitlssturadetenide delan ober. vaciones nos revela que lo que provoed el conflicto no era la equiva- Jeneia (Pauli la habia probado sin més ni mas un mes antes), sino lo ‘que cada bando sacaba de ella. Hei- senberg y su escuela matricial se habian empeftado a fondo en las pro- piedades dela naturaleza que creian existir y estar incorporadas en su mecdnica matricial. Habian apostado sufuturo en eseenfoque. Schrodinger habia arriesgado su reputacién en climinar la discontinuidad y los sal- tos eusnticos al parecer irracionales, resucitando la fisiea de los movi- mientos ondulatorios,racionales, cau- sales y continuos. Ninguno de los dos, bandos estaba dispuesto a conceder al otro la superioridad, y su proba- ble consecuencia—el predominio pro- fesional—. Se debatia nada menos que la naturaleza de la orientacién futura de la mecénica eudntica. Este desacuerdo espoleé atin més lnambicién académica de Heisenberg. Una semanas antes de que Schré- dinger publicara su prueba de la equi- valencia, Heisenberg habia renun- ciado a una plaza de profesor en Leipzig, en favor del puesto de asisten- te de Bohr en Copenhague. El ineré: dulo abuelo de Werner, Wecklein, se apresuré.a viajar a Copenhague para disuadir a su nieto de tomar dicha opeién, justamente cuando aparecia el articulo de Schrodinger sobre la equivalencia. La presién renovada rit we Ail mc hlh eo! oe MAS nO Ge ee era toes ame ena Pony or sere etal , ie, nigel, mnt Vihltoe Yom pip fa enantena veel ie, Lathan ete Cat nit ing teh trite Qernter rep 1 ae fessen ene oa beteeetand Gort bak, hae on ee en ba RRP ER eit) | bi LOB (etn Sac eden peat mn van debut $6. he 21 my weer Kleen fin nny 4 “, ee a £ Grp ch mat tithe th, em wh oe or eee heerlen, SS ae 3. CARTA ESCRITA por Heisenberg a Wolfgang Pauli, en que deriva las relaciones de im- precision para py q, donde p, = V2 apy q,=¥2 Ap Est fragmento, tomado de une carta de 14 paginas, fue la base de su aticulo sobre el principio de imprecision de Wecklein y el desaffo de Schra- dinger a las bases de la fisica matri cial redoblaron los esfuerzas de Hei- senberg por producir un trabajo de tan alta calidad, que pudiera adqui- rir amplia reputacién profesional y le permitiera, en ultima instancia, hacerse con alguna otra cétedra va- cante. Pero al menos tres sucesos de 1926 ahondaron el profundo abismo in- telectual entre sus propias ideas y el punto de vista de Schrédinger. El primero fueron las conferencias de Schrédingeren Munich sobre sunue- va fisica, a fines de julio. Alli, mez~ cladoen una audiencia multitudins- ria, el joven Heisenberg objetaba que Ja teoria de Schrodinger dejaba sin explicar diversos fenémenos. No lo- ‘gré convencer a nadie, y abandoné dosalentado la sala. A continuacién, durante la reunién de otofo de los cientificos y médicos alemanes, Hei- senberg fue testigo del soporte abru- mador —y a su juicio desquiciado— en favor de las eoncepciones de Schradinger. Por iltimo, en octubre de 1926 se produjo un tenso debate, aunque en ultimo término ineoneluso, entre Bohr y Schrodinger en Copenhague. El resultado final de la disputa fue el reconocimiento deque nose disponia de ninguna interpretacién entera- mente aceptable, ni del uno ni del 10 otro formalismo cudntico, Quien encontrara tal interpretacién, fuera persona o bando, podria dar cumpli- miento, expresaba Bohr abierta- mente, asus“deseos” decémodebiera ser la fisiea del futuro. juestas en marcha estas diversas motivaciones —personales, pro- fesionales y cientifieas—, Heisenberg ereyé, en febrero de 1927, haber dado de repente con la interpretacién nece- saria:el principio de imprecisi6n. Su progreso intelectual hacia esta idea, finales de 1926 y principios de 1927, se apoya en la investigacién de sus colegas més préximos, especialmente de Jordan yde Paul A. M. Dirae, quie- nes formularon a la vez la “teoria de transformaciones”, una amalgama de matematica ondulatoria y matri- cial. Elobjetivo para Heisenberg y sus aliados era, en aquel momento, des- cubrir un método irrefutable para incorporar las discontinuidades en el formalismo de Dirac y Jordan. De Pauli recibié Heisenberg un impulso vigorosisimo para la nueva interpretacién. En unacartade 19 de octubre de 1926, al tiempo que le informaba de una catedra vacante en Leipzig, Pauli aplicaba los estados atémicos estacionarios al primer estu- dio de Born de ondas electrénicas libres. Segtin sus resultados, han de clegirse variables continuas para el momento lineal p y la posicién q de unelectrén atémico, pero en su com- portamientocudnticosemanifestaba tun “punto negro”: “Ha de darse por sentadoquelas variables estan.con- troladas y las q incontroladas. Esto es, sdlo se pueden ealeular las proba- bilidades de determinados cambios de las variables p, para unas condicio- nes iniciales dadas, y promediando sobre todos los valores posibles de as variable q”. Por tanto, no se puede hablar de un determinado “eamino’ delaparticula’,escribia Pauli,ni‘se puede preguntar simultdneamente sobre el valor de la variable p y la variable q”. Heisenberg respondié que estaba “muy entusiasmado” con la carta de Pauli y con ese punto negro, sobre el que hubo de reflexionar una y otra vez durante los meses siguientes, El entusiasmo de Heisenberg culminé en una carta de 14 paginas, enviada a Pauli el 23 de febrero de 1927. En ella presentaba précticamente todos loselementos esencialesdel articulo, que enviaré a publicar un mes mas tarde, titulado “Sobre el contenido intuitivo [anschaulich] de la cine- miitica y la mecénica tedrico-cusnti- cas”: el articulo de Heisenberg sobre la imprecision. Habiendo deducido las relaciones de imprecision a partir de razona- mientos matematicos y @ partir de experimentos mentales, Heisenberg consideré la concordancia entre am- bas dedueciones como una prueba de la validez universal de la impreci- sion, El argumento matemitico co- menzaba con una funcién de ondas correspondiente a una curva en forma de campana 0, dicho matematica- mente, a una distribucién de pro- babilidad gaussiana, para la varia- bleq. Bl error en el conocimiento del valor exacto de q (llamado la desvia- cign esténdar) es delta g, que es- cribimos 4g. Usando el formalismo desarrollado por Dirac y Jordan, transformé Heisenberg la distribucién gaussiana en la de su variable con- jugada p. Al hacerlo, descubrié que, como consecuencia matemética, las des- viaciones estindar de las dos distri- bbuciones —es decir, las imprecision nes en los valores deq y p—estén en relacién inversa una respecto a otra. Este carfcter inverso puede gene- ralizarse y expresarse mediante la rela: eee ap-aq2 donde h es la constante de Planck. A continuacién demostré que este Temas 31 resultadonoes mero constructo mate- matico, sino enteramente compati- ble con cualquier experimento im: ginable que implique la medicién simulténeade pares de variables con- jugadas, como posicién y momento lineal, o energia y tiempo. ‘La compatibilidad con el experi- mento se basaba, sin embargo, en diversas innovaciones que Heisenberg introducfa al objeto de incorporar la diseontinuidad y las particulas. Una deellasera la redefinicién del término aleman anschaulich (intuitivo) que aparecia en el mismo titulo de su ar- ticulo, para significar “fisico" odotado de significado empirico, mas que “visualizable” o pietérico. Con este cambio pretendfa neutralizar las erf- tieas de Schrodinger, deque una fisica de particulas discontinua es esen- cialmente irracional y unanschau- lich (no-intuitiva). Lo que se hallaba en intima relacién con otra innova cion: una redefinicién de conceptos clasicos, como posicién, velocidad y trayectoria de una particula atémica, en funcién de las operaciones expe- rimentales usadas para medirlas, una forma de operacionalismo, S6lo lo quel fisieo puede medir tiene sig- nificado real, y estas mediciones manifiestan siempre las relaciones de imprecisién, ‘Prrselioven Heisenberg el prin pio de imprecisién culminaba y completaba la revolucién cudntica, una revolucién que incorporaba sus compromisos personales con los fun- damentos que él mismo habia ayu- dado establecer. Y, eomo para hacer callar toda objecién sobre este punto, concluia su articulo publieado con algunas pretensiones queiban mucho més allé del razonamiento matemé- tico y el experimento mental. Con la teoria de transformaciones de Di- rac-Jordan, declaraba, el formalis- mo cudntico queda completo y resulta inalterable; las relaciones de impre- cision son verdaderas eirrefutables, porque son una consecuencia directa del formalismo. Todas las observa- ciones experimentales anteriores y futuras de fenémenos atémicos estén asi sometidas a tal interpretacién. ‘Mas atin, razonaba, aunque la isica ‘cudntiea contenga un elemento esta- distico basico, éste no es una propie- dad delanaturaleza misma. Aparece envirtud dela perturbacién causada por los intentos del fisico para ob- servar la naturaleza, Finalmente, presentaba su primera afirmacién explicita sobre la consecuencia mas profunda de la imprecision: un de- saflo a la causalidad. El principio de causalidad requiere que todo efecto sea precedido por una causa tinica. Esta idea habia servido durante més de un siglo como hipé- El experimento mental con el microscopio de rayos gamma Jara demostrar el principio de imprecisién, Heisenberg ‘ofrecié un experimento mental. Usando un microsco: pio cuya resolucién era alta, por basarse en rayos gamma para su iluminacién, intent6 mostrar que la posicién y el momento ineal del electron obedecian al principio de impre- cisién, Aunque Heisenberg |ogr6 los resultados correctos, Bohi le sefialé que el experimento original descuidaba dos puntos esenciales: el poder de resolucién del microscopio y la dualidad onda-corpusculo. Enla versi6n correcta, un electron libre esta directamente "=> DEL MIGROSCOPIO. Pe Pi = Py ~ SP sen. Poestoaue ax = sono ox te unareaciéninvrsaentelain- procsen mina mei de inposotn del elooron ae ergo Gelejosylade se nomenon! nia drecoen 00 Paraingrocsonos mayrose ese minmo, puede nosucioe tne Soogusiaaa ann th aus apoxialarlactén dime stds Hetenborg u tosis basica de précticamente todas las formas de investigacién racional Sele reconace al matemético francés Laplace la definicién quiz mas sim- ple de causalidad, en su aplicacion a Ia mecdnica newtoniana: Si sabemos con exactitud la posicién y el momento lineal de una partieula en un ins- tante dado, conociéndose ademas todas las fuerzas que actiian sobre la particula, su movimiento queda en- tonces completamente determinado por las ecuaciones meeanicas para todo el futuro. El principio de impre- cisién, asevera Heisen- berg, niega eso. “En la for- mulaciénestrictadelaley causal —si conocemos el presente, podemos ealeu- larel futuro— no es falsa Ia conelusién, sino la pre- misa.” Los valores inicia. les del momento lineal y la posicién no pueden ser simultaneamente medi- dos con absoluta precisién. Razén por la cual, solo puede calcularse una ga- ma de posibilidades para Ja posicién y el momento lineal dela particulaen un cierto tiempo futuro. Del movimiento real dela par- ticula resultard, sin em- bbargo, una tinica posibili- dad. La conexién causal entre presente y futurose pierde, y las leyes y pre. dieciones de la mecénica cuntica resultan de natu raleza puramente proba- bilistica, o estadistiea. El articulo de Heisen. berg sobre el principio de imprecisién era profundo y trascendental en casi todos sus aspectos. Ade- mas de satisfacer estric- tamente sus propésitos, el articulo de Heisenberg estaba *corta- do a su medida”. Cuando su mentor, Bohr, le sefialé un error on el argu: mento, Heisenberg defendié su posi cién obstinadamente en una batalla queen la primavera de 1927 degenerd en lo que Heisenberg lamé “gran malentendido personal”. El error implieaba la confianza absoluta de Heisenberg en la discontinuidad y los aspectos corpusculares del cuanto de luz, en uno de sus experimentos mentales basicos, el llamado micros- copio de rayos gamma, Bohr, que habia estado de va eaciones en la nieve, se encontré s0- bre la mesa, a su regreso, el borra- dor del articulo de Heisenberg. Al envidrselo a Einstein, cumpliendo el ruego de Heisenberg, Bohr se le que- jaba de que el enfoque del autor pe- caba de excesiva estrechez y que el microscopiode rayos gamma era falso de arriba abajo, aunque el resultado fuera correcto. Para Bohr, las rela- ciones de imprecisién no surgian sélo del formalismo, de las re-definiciones de los conceptos clasicos y de la pri- macfa de la discontinuidad y los cor- pusculos sobre las ondas continuas. ‘También eran decisivas la dualidad 4, HEINSEBERG @ os 65 aos, de wea a Leipzig para impartirun curso de conferencias como profesor invitado. Cayo enfermo anos més tarde vy muri6 de céncer en 1976, ‘onda-particula y, enel microseopiode rayos gamma, la dispersién de ondas, de luz sobre el electron dentro del objetivo del mieroscopio. Las imagenes ondulatoria y cor- puscular eran complementarias una de otra, descripciones mutuamente exelusivas pero conjuntamente esen- ciales. Bohr objetaba que el experi- mentador ha de elegir o la imagen ondulatoria o la corpuscular, para analizar con ella el experimento. El precio a pagar por dicha opeién pro- duefa una restriceién sobre lo que podia ensefiarnos el experimento, limitacién que venia representada por las relaciones de imprecisién Para Bohr, el argumento de Heisen- berg era tan sélo un caso particular de Jo que Bohr iba lamando ya com plementariedad eisenberg estaba en vehemente desacuerdo. Insistiendo en el empleo primordial de particulas y discontinuidad, rechaz6 de plano la sugerencia que le hizo Bohr de reti- rar su articulo; lo habfa enviado en elinterina su publicacién. Heisenberg no podfa tolerar un uso extensivo de ‘ondasode nociones de mecsinica ondu- latoria, ni podia dejar de publicar su propia y mas importante contribucién al debate de la interpre- tacién. La subsiguiente batalla con Bohr se hizo tan intensa que, segun se dice, durante uno de estos eneuentros Werner esta- U6 en lagrimas e incluso consiguis ofender al im- perturbable Bohr con al- gunas observaciones du- ras, Evidentemente habia muchas cosas en juego para el joven de 28 afos: sus nuevas concepeiones, sus planes académieos y quiza también su deseo de paridad intelectual con sus mentores, En maya aparecié su articulo en una delas principales re- vistas de fisica alemana: sin ninguna revisién; si agregaba un breve post- seriptum, donde admitia elerror del microseopio y Hamaba la atencién del lector sobre algunos pun. tos esenciales del razo: namiento de Bohr. Cuatro meses més tar. de, Heisenberg habia en- Jugado ya sus ojos y cam- biado de tono: pareeta estar agradecido por la critica de Bohr. Tras ofrecer Bohr su primera presentacién de la com. plementariedad ante una audiencia reunida en el lago Como en septiem- bre de 1927, Heisenberg, antes tan seguro de su imprecisién, brinds a Bohr el primero de sus generosos re- conocimientos. En la version publi cada de la diseusién que siguié al ar- ticulo de Bohr en Como, Heisenberg le agradecié por esclarecer la impre cisi6n “en todos sus detalles” y por enunciarlo que vino a eonocerse como la interpretacién de Copenhague Eleambio de corazin en Heisenberg pudo haberse iniciado con la reali zacién de su ambicién, Porque el mismo mes del congreso de Como, se Tewas3] enteré de su inminente llamada ala cétedra de Leipzig. Al menos habia- se cumplido esa meta. Al apaciguarse en Heisenberg el deseo de demostrar su capacidady sus aportaciones a la mecénica cuantica, surgié en 61 otro que ahora incluta 8 Bohr: la voluntad de erear en Leipzig ‘un programa de investigacién per- manente y de primera linea, basado en la fisica, Ademés de reforzar Io defectuosamente argumentado so- bre la imprecisién, las explicaciones 4o Bohr proporcionaban un punto de apoyo para los seguidores del danés ‘que, como Heisenberg, estaban ansio- 0s por una fisica completa que poder propagar desde sus catedras recién adquiridas y explotar en sus articu- los. Heisenberg y otros diseipulos de Bohr ya no prestaron su fidelidad a programas y descubrimiontos indi- Viduales, como la mecénica matricial o laimprecisién, sino al “espiritu de Copenhague’. Heisenberg y otros consiguieron asegurar la aceptacién de su inter- protacién,a pesar de las prolongadas bjeciones de Binstein y Schrodin- gor. Durante la media década que siguié a la reunién de Como y el ulto- rior congreso Solvay, Heisenbergy su Instituto produjeron teorias cuénti- cas muy importantes: cristales de estado solido, estructura molecular, dispersion de radiacién por micleos, ylaestructura neutrénico-proténica de los micleos. Con otros expertos, dieron pasos de gigante hacia una teoria cudntica de campos relativis- tay sentaron los fandamentos de la investigaciGn sobre fisica de altas energias. Tales éxitos atrajeron a los mejo- res alumnos hacia institutos eomo el de Heisenberg. sos estudiantes, amamantados con la doctrina de Copenhague, formaron una nueva generacion de fisicos, predominante, que difundieron por todo el mundo esasideas, cuando cl ascenso de Hitler alpoder, en os afios treinta, les obligo a emigrar y dispersarse. Heisenbergy otros de la escuela de Copenhague no consumieron mucho tiempo en explicar su doctrina a los que no viajaron alos institutos euro- peos. Aquél, en particular, encontré en los Estados Unidos un campo fér- tilparael proselitismo. Durante una vuelta alrededor del mundo eon Dirac en 1929, Heisenberg impartié en la Universidad de Chicago unas clases sobre la doctrina de Copenhague que tuvieron un enorme impacto, En el prélogo a la publicacién de esas cla- ses, eseribid:"El objetivo de este libro ‘me parece que quedaré aleanzado, si PENOMENOS CuAwricos contribuye de alguna manera a la difusién de este Kopenhagener Geist der Quantentheorie... {espiritu de Copenhague de la fisica eudntica...}, que ha dirigido todo el desarrollo de Ta moderna fisica at6mica.” El suministrador de ese espiritu retorné a Leipzig con sus primeros compromisos cientfficos, esta vez ampliamente aceptados por una pro- fesién que le proporcion6 posiciones prominentes en el aspecto insti- ‘tucionaly en el aspecto cientifico. En 1933 la profesion le otorgd a Heisen- berg, con Schrédingery Dirac, el reco- nocimiento supremo desu trabajo: el premio Nobel unque se le celebre, con toda jus- ticia, como uno de los fisicos mas eminentes de los tiempos modernos, no han faltado voces que le han eri- ticado su comportamiento tras la subida de Hitler al poder. No milité nunca en el partido nacionalsocia- lista, pero ocupé cargos académicos de altfsimo rango y se convirtié en interlocutor de la cultura alemana en los territorios ocupados. Recha- zando repetidos ofrecimientos de emi- gracién, dirigié el principal esfuerzo de investigacién sobre la fisién dol uuranio para el Tercer Reich. Después de la guerra ofrecié diversas expli- caciones de sus actividades, que ‘empafiaron atin més su reputacién en el extranjero. La enigmatica yuxta- posicién de ese comportamientocues- tionable y una fisica brillante refloja log delieados compromisos del eien- ico y la ciencia durante un siglo turbulento ya veces brutal. Hijo leal de Alemania, Heisenberg, que vefa tan profundamente en lanaturaleza, encontré dificil distinguir y aceptar cudn tragicamente se habia des- carriado su pais. Murié de cancer derinény vesicula biliaren sucasade ‘Munich en 1976, Tang "Tue Suaky GaM: EINSTEIN, REALISM AND ‘THeQUANTUM THEORY. Arthur Fine. Uni versity of Chicago Press, 1986. ScugooiNoes: Lire xp Tuoucter. Walter J. Moore. Cambridge University Pres, 1989, Nusts Boun’s Tiss: IN PHYSICS, PHILO- SOPHY AND POLITY. Abraham Pais. Ox- {ord University Pres, 1991 UNCERTAINTY: THE LIFE AND SCIENCE OF ‘Wen HEISENBERG. David C. Cassidy \W.H, Freeman and Company, 1991 LTA N DORN SIEM BECO AMERICAN LA SEGUNDA LEY (igleen ab etnariire J Un volumen de 22%23,5 em 230 paginas, profusamente ilustrado en negro y en color. SUMARIO. * Disimetria de la naturaleza * El indicador del cambio * Colapso en el caos * Cuenta y razén del caos + Potencia del caos * Transformaciones del caos * Potencias de la temperatura * Caos constructivo + Estructuras del caos * Aspects formales * Juegos Q Prensa Cientifica, S. A. Dirac y la belleza de la fisica Preferia la teorta bella a la corroborada con hechos pero fea porque, advertia, los hechos cambian. Ello le llev6 a predecir la existencia de antimateria R. Corby Hovis y Helge Kragh los fisicos distinguidos que vi sitan la Universidad de Mosca se les pide que dejen en cierta pizarra una senteneia para la poste- Tidad. Niels Bohr, el padre de la teo- ria cudntica del atomo, eseribié allé Ja divisa de su famoso principio de ‘complementariedad: *Contraria non contradictoria sed complementa sunt” (los contrarios no son contradictorios sino complementarios"), Hideki Yu- kawa, el pionero de la moderna teo- ria de las fuerzas nucleares fuertes, srabé con tiza la frase: ‘La natura: leza es, por esencia, simple”. Paul Adrien Maurice Dirac eligié el epi- grafe:“Unalley fisica tiene que poseer belleza matematica”. Hace exactamente 40 aos Dirac eseribia en Seientific American: “Dio es un matematico excepeional, que 1us6 matem.ticas muy avanzadas pa- ra construir el universo."[Véase “La concepcién fisica de la naturaleza”, TeMas Dx INVESTIGACION Y CrENCIA, niimero 10]. Inspirado porlas concep ciones de Albert Einstein y Hermann Weyl, Diraclleg6 a preocuparse, mis que cualquier otro fisico moderno, de laidea de“belleza matematica” como rasgo intrinseco de la naturaleza y como gufa metodolégica para su in- vestigacion cientifica. “Una teo con belleza matematica es més pro- bablemente correcta que otra fea, aunque ésta case con unos cuantos datos experimentales”, aseguraba. La preocupacién de’ Dirac por la estética y la logica de la fisica mate- ‘iética, junto con su reticencia eintro- versién legendarias han hecho de él una de las figuras mas enigmaticas entre los grandes cientificos del si- slo xx. Desgraciadamente, su racio- nalismo exagerado parece haberle conducido también a desviaciones estériles, tras unos afios iniciales de éxito asombroso. Entre los 23 y los 4 31 afios Diracdescubrié una original ypotenteformulacién de lamecanica eudntica, una teorfa cusntiea de la emisién y absoreién de radiacién por los dtomos (una versién primitiva pero importante de la electrodina- mica cudntica), la ecuacién de ondas relativista para el electrén, la idea deantiparticulay una teoria de mono- polos magnéticos. Con todo, muy pocas de sus contribuciones ulterio- res tuvieron valor perdurable, y nin- guna el carécter revolucionario desu obra inicial, irachabfanacidoen 1902en Bris- tol, comoel segundo detres hijos, enel senodeuna familia que hoy tilda- riamos de disfuncional. La calamidad de la familia era su cabeza, Charles Adrian Ladislas Dirac, que habia emi- grado de Suiza a Inglaterra hacia 1890, yhabfa encontrado y tomado por cesposa allia Florence Hannah Holten, Inhija de un capitsn de bareo. Charles, se ganaba la vida ensefiando su len- gua nativa, el francés, en el Instituto ‘Técnico Merchant Venturers’de Bris- tol, en el que fue tristemente famoso por imponer una rigida diseiplina. El hogar Diracera gobernado por élsegtin os mismos principios de organiza- cién militar. Obviando toda manifes- tacidn de sentimientos eidentificando amor paternocon disciplina, aprisioné a sus hijos en una tirania doméstica que les aisl6 de la vida social y cul- tural. No pudiendoo no queriendosu- Dlevarse, Paul se refugis en Ia segu- ridad del silencio y se distancié desu padre. Esos afios de infelicidad lemar- caron para toda la vida. Al morir Charles Diracen 1936, Paul no se afli- id. “Me siento ahora mucho més li- bre”, le escribia a su mujer. Paul posefa un rico mundo interior donde refugiarse. A una edad muy temprana mostré su aptitud por las mateméticas. A los 12 aos se ins- cribi6en ol Merchant Venturerscen- troque, adiferencia delamayoria de los demés de su tiempo, no ofrecta una educacién clisica en latin y griego, sino un plan de estudios moderno, con iencias, lenguasmodernas y ofi- cios. Estos estudios se adecuaban muy bien a Dirac, pues, segiin él mismo dijo, “no apreeiabs el valor de Jas culturas antiguas”. Una vez aca- bado este programa de nivel secun- dario, pas6 aotra institucién ubicada en os mismos edificios, la escuela de Ingenieria dea Universidad de Bris- tol. Allise preparsen la especialidad de electricidad, no por tener gran interésen a ingenieria, sino porcreer que eso daria gusto a su padre. BI plan de estudios de ingenierfa exclufa toda materia que no fuese fisica aplicadaomateméticas. A pesar de estas omisiones, Dirac sintié la faseinacién y obtuvo pronto el domi- nio de las nuevas teorias einsteinia- nas del espacio, ol tiempo y la gravi- tacién —las teorias de la relatividad especial y general. juando Dirac se gradué en 1921, con las méximas elasificaciones, la depresién econémiea de la pos- guerra parecfa que iba a dejarle sin trabajo, Le salvé una beca para estu- diar mateméticas en Bristol, tras la cual, en el otofiode 1923, comenz6 sus estudio de posgrado de matematicas y-fisica tedrica en la Universidad de ‘Cambridge, constituida por entonees en centro de cientificos consumados (Joseph Larmor, J.J. Thomson, Ernest Rutherford, Arthur Stanley Eddington y James Jean) y de jévenes estrellas (Games Chadwick, Patrick Blackett, Ralph Fowler, Edward Milne, Douglas R. Hartree y Peter Kapitza). A Dirac se le asigné Fowler como director de tesis, y de él aprendis teoria atémica Tewas31 ymecénica estadfstica, materias que no habia estudiado anteriormente. De estos dias recordar mds tarde: “Me encerraba totalmente en el traba- jocientifico, y perseveraba en él muy ‘agustodia tras dia, excepto los domin- gos, en que descansaba y, siel tiempo era bueno, medaba un largo paseo soli- tario por el campo”. Alos seis meses de su legada a la universidad, publicaba Dirac su pri- mer articulo cientifico, y en los dos afios siguiontes publicé 10 més. Al ‘momento de concluir su tesis docto- ral, en mayo de 1926, habia descu bierto una formulacién original de la meeénica cusntica, y habla impar- tido un curso de mecénica cuéntica, el primero ofrecido en una universi- dad briténica. Alcabo de sélo 10 anos de pisar Cambridge, recibiré ol No- bel de fisica, por su “descubrimiento de nuevas y fructuosas formulacio- nes de la teoria de los étomos... y por sus aplicaciones”. Loseshostios de osplendr de irae ‘comenzaron un buen dia del mes de agosto de 1925, on el que recibi6 de Fowler las pruebas de imprenta de un articulo atin no publicado de Werner Heisenberg, un joven fisico teérico alemén. BI articulo trazaba las bases matematicas de una revo- lucionaria teoria de los fenémenos ‘atémicos, que sera pronto conocida como ‘mecénica cudntica”. Dirac se dio cuenta inmediatamente de que el trabajo de Heisenberg abria una via enteramente nueva de contemplarel mundo a una escala ultramicroseé- pica. Durante el aio siguiente refor- mulé la intuicién basica de Heisen- berg, estableciendo una teoria original dela mecénica eudntiea, que fue cono- cida como algebra de “nimeros-q” por denominar asi Dirac las magni- tudes fisicas “observables”, tales como posicién, momento 0 energfa. ‘Aunque este trabajo le gané pronto a Dirac un reconocimiento interna- cional, muchos de sus resultados habfan sido obtenidos simulténea- mente por un potente grupo de fisi- cos te6ricos que trabajaban en Ale- mania, entre ellos Heisenberg, Max Born, Wolfgang Pauli y Pascual Jordan. Dirac competia abiertamente conellos. Born, Heisenberg y Jordan elaboraron el esquema inicial de Hei senbergmediante-l algebra dematri- ces. Luego, en la primavera de 1926, el fisico austriaco Erwin Schrodinger labors otra teoria cusntica, lamecé- nica ondulatoria, que conduefa a los ‘mismos resultados que las teorias més abstractas de Heisenbertty Dirac, xy se prestaba més facilmente al eéleu- FENOMENOS CUANTICOS lo. Muchos fisicos sospechaban que esos tres sistemas eran meras re- presentaciones particulares de una teorfa mas general de la mecénica cudntica. Durante una estanciade seis meses en el Instituto de Fisica Tedrica de Copenhague, Dirac encontré esa teo- ria general que tantos investigado- res habfan esperado —un sistema que subsumia todos los esquemas particulares y proporcionaba reglas definidas para transformar un es- quoma on otro. Esta “teoria de trans- 1, “ERA ALTO, macilento, desmafiado y extremadamente tacturno”, escribié el isco ybid- logo alemén Walter Elsasser. “Hal lagrado quo todo lo que en 6! hal fa $8 pusiese en un solo afén Era hombre de altsima categoria en un campo, pero al que habia quedado poco interés y competencia para otras actividades humanas... En otras palabras, era el prototipo {de mente matemtica superior. Mientras que en otros ésta habia coexistdo con una mult ‘ud de intereses, en el caso de Dirac todo confuis hacia la realizcion de su gran msién his- ‘torica, el establecimianto de la rueva ciencia, la mecénica cuantica, ala que prabablemen: ‘e-contribuyé como el que més.” Hechos memorables En 1931, siendo profesor en Cambridge, Nevill Mott escribia a sus padres: "Dirac se parece mucho alaideaquenos hemos formado de Gandhi, Le hemos tanide aqui ‘a cenar... Ha sido una cenita estupenda, pero estoy seguro de que no le habria preocupade sino le hubiéramos dado mas ‘ue ‘porridge’ (gachas de avena). Se va ‘a Copenhague por la ruta del mar del Norte porque piensa que debe curarse a simismo de los mareos en berco. Es total- ‘mente incapaz de aparentar que piensa hha dicho que sabia francés? Contestacién ‘concisa de Dirac: "Usted nunca me lo pre: units”. Cuando Dirac pas por Berkeley camino del Japén en 1934, J. Robert Oppenhi ‘mer salié a su encuentro y le ofracio dos libros que fe ocuparan durante el viaje. Dirac cortésments los rechaz6, diciendo ‘que ol leer libros impide pensar. Una vez de la mecénica cuéntica implican a su extension, la teoria cudntica de campos, que se halla en la base de la fisica de las particulas elementales desde sus origenes hasta los actua- Jes experimentos con las oseilaciones de neutrinos y la busqueda de la par- ticula Higgs y la supersimetria. Muchos univers: mediados del siglo pasado era evidente que los sucesivos éxi- ‘tos de la mecénica cusintiea no podian ser fruto de una teoria provisional e improvisada, En el ecuador de los afios cincuenta, un alumno dela Uni versidad de Princeton, Hugh Eve- rett III, decidi6 dedicar su tesis docto- ral arevisar el postulado del colapso. Everett Tlev6 las ideas cudinticas al limite al plantearse qué pasaria sila evolucién temporal del universo en- tero fuera siempre unitaria. Después de todo, sila meesnica eudntiea bas- tara para describir el universo, el estado actual del universo estaria representado por una funcién de onda (una funcién extraordinariamente complicada). Segtin el planteamiento de Everett, tal funcién de onda evo- Iucionaria siempre de forma deter- minista, excluyendo todo desplome misterioso no unitario o la posibil dad de que Dios juegue a los dados. Un universo paralloaltorativo PROBABILIDADES DE GANAR SI SE DEJAN CAER CUATRO NAIPES. a En lugar de desplomarse por las, mediciones, las superposiciones mi- croscépicas se amplificarian vertigi- nosamente en complicadas superpo- siciones macroseépicas. Nuestronaipe estarfa realmente en dos lugares ala vyez. Ademas, una persona que lo con- templara entraria en una superposi- cién de dos estados mentales distin- tos, cada uno de los cuales percibiria uno de los dos resultados. Si hubi ramos apostado que el naipe caeria cara arriba, acabariamos en una su- perposicién de alegria y desengano. Everett intuy6 genialmente que los observadores de este universo cudn- tico, determinista pero esquizofréni- co, percibirfan la realidad con la que estamos familiarizados y, lo que es mas importante, percibirian que el azar aparente obedece las reglas de probabilidad correctas (véase el recua- dro “Interpretacién de los muchos universos’). Al punto de vista de Everett se le ‘conoce en la academia por formula- cién de estado relativo. Mas famosa es su denominacién popularde“inte pretacién de los muchos universos” dela mecénica cudntica; en efecto, en su seno cada componente dela super- posicién del observador percibe su propio universo. La formulacién de ‘Everett simplifica la teorfa subyacen- te porque eliminael postulade del eo- lapso, peroa un precio elevado:el que Ie lleva a la conclusién de que todas estas percepciones paralelas de la realidad son igualmente reales. Eltrabajode Everett paséssin pena nigloria durante corea de veinte afos. ‘Muchos fisicos seguian confiando en el advenimiento de una teoria fun- damental quemostraria que elmundo 5, después de todo, clasico, y que en €1no caben absurdos como el de la bilocacién de un objeto grande. Pero ‘una nueva serie de experimentos dio al traste con estas esperanzas. {No podrfa sustituirse la aparente aleatoriedad cuantica por algin tipo de variable desconocida propia de las particulas (las variables ocultas)? John S. Bell, fisico tedrico del CERN, ‘mostré que en tal caso las magnitu- des que se podian medir en ciertos experimentos de dificil realizacién, mostrarian una discrepancia inevi- table con las predieciones estindar dela mecénica cudntica, Muchos afios después, la técnica permitié ejecutar Jos experimentos y eliminar, asf, la posibilidad de la existencia de varia- bles ocultas, Uno de nosotros (Wheeler) propuso en 1978 un experimento de “selec- cin diferida” (delayed choice). Reali- zado con éxito en 1984, mostré otro Tewas 31 de las superposiciones. la de Copenhague o la de los muchos universos, fa Indeterminacién de una superposicién cuantica (izquierda) os distinta de la incertidumbre de la proba- bilidad clésica, como la que se da al lanzar una moneda (derecha). Un objeto matematico denominado matriz de der sidadilustra la distincién. La funcion de onda del naipe cuan- tico se corresponde con una maltiz de densidad con cua- iro maximos. Dos de estos maximos representan la INDETERMINACION CUANTICA ‘SUPERPOSICION COHERENTE Interferencia MATRIZ DE DENSIDAD. Decoherencia: el cuanto se hace clasico IDEA: La menor interacci6n con el ambiente hace que se disipe répidamente el peculiar cardcter cudntico \VENTAJAS: Contrastable experimentalmente. Explica por qué el mundo en toro parece ‘clésico y no cuantico. ADVERTENCIA: La decoherencia no elimina por completo la necesidad de adoptar una interpretacién, ya sea probabilidad (50%) de cada resultado, cara arriba o cara ‘abajo. Los otros dos indican que estos dos resultados pue- den, en principio, obstruirse entre si, El estado cuantico todavia os “coherente’. La matriz de densidad de un lan- zamiento de moneda solo tiene dos maximos, lo que sig- nifica, por convencién, que la moneda esta realmente cara arriba 0 cara abajo, aunque no la hayamos mirado ain. INCERTIDUMBRE CLASICA ; oN o e G & LANZAMIENTO DE MONEDA. MATRIZ DE DENSIDAD. La teoria de la decoherencia muestra que la menor interaccién con el entorno, como la colisién de un fotén una molécula de gas, transforma rapidamente una matriz de densidad coherente en una matriz de den- ‘CUANTICO PENOMENos CuANTICOs sidad que, a todos los efectos, representa las proba- bilidades clasicas como las de un lanzamiento de moneda. La ecuacién de Schrédinger controla el pro- ceso entero. DECOHERENCIA => Intraccion en ol entomno Cara arriba Cara abajo CLASICO 2s ‘idir la realidad Jesulta instructivo dividir el universo en tres partes: el objeto consi- derado, el entorno y el estado cuantico del observador, o sujeto. La ecua- cién de Schrodinger que rige el universo en su totalidad puede dividirse en términos que describen la dindmica interna de cada uno de los tres subsis- ‘temas y términos quo exponen las interacciones entre ellos. Estos términos elercen efectos muy distintos desde el punto de vista cualitativo. Eltérmino que describe la dindmica del objeto suele ser el mas importante; por ello, para saber qué hard ol objeto, fos tedricos pueden empezar igno- rando el resto de los términos. En el caso de nuestro naipe cuantico, su dina- mica predice que caerd a derecha.eizquierda on superposicién. Cuando nues- tro observador mira al naipe, la interaccion entre sujeto y objeto extiende la superposicién a su estado mental, produciendo una superposicién de ale- ‘gia y tristeza por haber ganado y perdido 2 apuesta. Pero ol observador rhunca percibe esta superposicion, porque la interaccién entre el objeto y el entorno (que incluye el choque de las moléculas de aire o los fotones con- ‘raelnaipe) conduce rapidamente a una decoherencla que hace que la super- posicién no pueda abservarse. ‘Aun en el caso de que nuestro observador consiguiera aislar completa- mente al naipe de su entorno (por ejemplo, haciendo el experimento en una ‘camara oscura en el cero absoluto de temperatura) las cosas no serian muy distintas. Por lo menos una neurona del nervio 6ptico entraria en una super- posicién de activarse a no activarse cuando el observador mirara el naipe; los célculos recientes cifran en 10-2° segundos el tiempo en que la decohe- rencia haria mella en esta superposiciOn. A poco que los complejos proce. sos de excitacién de las neuronas de nuestro cerebra tengan que ver con la. cconciencia y con la formacion de nuestro pensamiento y percepciones, la decoherencia de las neuronas garantizard que nunca percibiremos una super- Posicién cudntica de estados mentales. En esencia, nuestros cerebros rela- cionan inextricablemente sujeto y entorno, imponiéndonos la decoherencia, Pa se Ret sot OBVETO ENTORNO " aspecto cudntico de la realidad que desafia la descripcién clasica: no solo puede un fotén estar en dos lugares ‘ala vez, sino que los experimenta- dores pueden escoger tras el experi- ‘mento si el fotén estaba en los dos sitios 0 s6lo en uno. 26 El sencillo experimento de inter- ferencia de la doble rendija, en el que luz oelectrones pasana través de dos rendijas y producen un patrén de interferencia, y que Richard Feynman ensalz6 como la madre de todos los efectos cudnticos, fue repetido con éxito con objetos cada vez mayores: sétomos, pequenas moléculasy,recien- temente, buckybolas de 60 atomos. ‘Tras oste logro, el grupo de Anton Zeilinger en Viena comenz6 a plan- tear la posibilidad de realizar el expe- rimento con un virus. Bl veredicto experimental es inapelable: nos guste ‘ono, la rareza del universo cudintico es real. os progresos experimentales de las tiltimas décadas se acompa- Raron de notables avances en la com- prensién tedriea. El trabajo de Eve- rett habia dejado sin responder dos cuestiones cruciales. A tenor dea pri- ‘mera, siel mundo contiene realmente extrafias superposiciones macrosc6- picas, por qué no las percibimos? La respuesta la aporté en 1970 H. Dieter Zeh, de la Universidad de Heidelberg, on un artieulo seminal Mostraba que la propia ecuacién de Schrédinger comportaba decohe- rencia, cierta forma de censura. Asi vino en designarse tal fenémeno por- que de la superposicién ideal pris- tina se predica la coherencia. El con cepto de decoherencia seria depurado por Wojciech H. Zureck, Zeh y otros en las décadas siguientes. Hallaron que las superposiciones coherentes slo persisten mientras permanecen ocultas al resto del mundo. Nuestro naipe cudntico recibe constante- mente el impacto de moléculas de aire y fotones que comprueban si ha eaido hacia la derecha o hacia la izquierda, destruyendo (“decohesio- nando”) la superposieién y hurtan- dola ala observacién (véase ef recua: dro“Decoherencia: el cuanto se hace clasico”) Es como si el entorno sustituyera al observador, provocando el hundi- miento de la funcién de onda. Su- pongamos que una persona mirara al naipe sin decirnos de qué lado ha cafdo. Seguin la interpretacién de Copenhague, su medida fuerza la superposicién en un resultado deter- ‘minado, y nuestra mejor descripeién del naipe pasa de una superposicién cudntica a una representacién clé- sica de nuestra ignorancia de lo que aquella persona vio. Los edleulos de la decoherencia muestran, pues, que no es precisa la intervencién de un observador humano (o el colapso ex- plieito de la funeién de onda) para obtener practicamente el mismo efecto; bastaria con una molécula de aire que rebotara en el naipe caido, A efectos précticos, una interaccién infima torna la superposicién en una ‘Tenas31 situacién clasica, en un abrirycerrar de ojos. Ladecoherencia explica por qué no solemos ver las superposicionos eudnticas en el mundo que nos rodea. No se debe a que la mecdnica cuan- tica se cifia, por principio, a objetos ‘mayores que cierta talla magica, sino alacuasiimposibilidad de mantener aislados los objetos macrose6picos ‘como los gatos olos naiposen el grado necesario para evitar la decoheren- cia. Los objetos mieroseé6picos, en cam- io, pueden seraislados desu entorno para queretengan su comportamiento cusntico, La segunda pregunta sin respuesta planteada por Everett, més sutil aun- que de igual importancia, inquiria por el mecanismo que seleeciona los estados clasicos (cara arriba y cara abajo, en el caso del naipe). Si los consideramos estados cusnticos abs- tractos, no tienen nada de particular, comparados con las innumerables superposiciones posibles de arriba y abajo en distintas proporciones. ¢Por qué respetan los muchos universos la separacién estricta entre arriba y abajo con Ia que estamos familiari- zados, y nunca otras alternativas? La decoherencia responde también a esta cuestién, ya que los caleulos muestran que los estados cldsicos como arribay abajoson precisamente los més resistentes a la decoheren- cia. Con otras palabras, las interac- ciones con el entorno no afectarian a los naipes cara arriba o cara abajo, pero harfan que toda superposicién de arriba y abajo desembocara en una de las dos alternativas clasicas. La decoherencia y el cerebro Je lejos les viene a los fisicos su tendenciaaanalizar el universo dividiéndolo en dos partes. En ter- ‘modindmica, los tedricos separan un ‘cuerpo material de todo cuanto le rodea (el “ambiente”), que propor- ciona las condiciones prevalentes de temperatura y presién. Tradicional- mente la fisica cudntiea separa del aparato de medicién clasico el sis- tema cuéintico. Si se toman en serio la unitariedad y la decoherencia, resulta instruetivo dividirel universo en tres partes deseritas por sendos estados cudnticos: el objeto conside- rado, el ambiente y el observador, 0 sujeto (véase el recuadro “Dividir la realidad’. La decoherencia causada por Ia interaccién entre el ambiente y el objetoo el sujetoes la responsable de que munca percibamos una superpo- sicidn cuantica de estados mentales. FENOMENDS CUANTICOS. Ademés, nuestros cerebros estan inex- ‘ricablemente ligados con el ambien- te, de forma que la decoherencia de Jag nouronas excitadas es inevitable xy esencialmente instanténea. Como ha hecho notar Zeh, estas conclusio- nes justifican el que en los libros de texto se use el postulado del colapso dela funcién deonda como una receta préetica que recomienda “callary eal- cular”: se deben calcular las proba- bilidades como si la funcién de onda se desplomara cuando observamos ol objeto, Pese a que, segxin Bverett, la funciénde onda ne llega nunca ahun- dirse, los investigadores estén de acuerdo en que la decoherencia pro- duce un efecto que tiene el mismo aaspecto quo un “colapso” El descubrimiento de la decohe- reneia, junto con los experimentos cada vez més efinados que ponen de manifiesto las perplejidades euanti- cas, no han dejado indiferentes a los fisicos. La principal motivacién para la introduceisn dela nocidn de colapso do la funcién de onda era explicar por qué los experimentos produefan resultados determinados y no extra- fias superposiciones de resultados. Esta motivacién ha dejado de exis. tir, Ademés, llama la atencién que nadie haya sugerido una ecuacién doterminista contrastable que espe- cifique con exactitud el momento en que se supone debe producirse el colapso. De una encuesta informal reali- zadaen julio de 1999 durante un con- {groso sobre computacién cudntica en el Instituto Isaac Newton de Cam- bridge se desprende quela percopeién de los isicos esté eambiando. De los 90 fisicos encuestados, sélo ocho decla- raron quesu punto de vista implicaba el colapso explicito de la funcién de onda. Treinta prefirieron “muchos universos o historias consistentes (sin colapso)”. (A grandes rasgos, el enfoque de historias consistentes ana- liza #ecuencias de medidas y retine grupos de resultados alternativos que formarian una historia “consistente” para un observador.) Pero la imagen resultante no es clara: 50 de los investigadores res- pondieron “ninguna de as anteriores 0 indeciso”. Puede que la confusion lingitstica reinante haya contribuido un niimero tan alto. No es raro encontrar dos fisicos que afirman subseribir la interpretacién de Co- penhague y discrepan, sin embargo, en qué entender por tal Dichoesto, la encuesta plantea sin ambages a necesidad de poner al dia Jos manuales de mecénica cudntica. Aunque estos libros ineluyan, sin excepeién, en uno de los primeros eapitulos el colapso no unitario como un postulado fundamental, la en- cuesta sugiere que muchos fisicos (especialmente los cada vez més numerosos que se dedican a la com- utacién cudintica) no toman este pos- tulado en serio, La nocién de colapso seguira siendo util como receta de ealeulo, pero una advertencia adicio- nal de que probablemente no se trata de un proceso fundamental que viola Ja ecuacién de Schrodinger ahorra- rfa muchas horas de confusién a los estudiantes mas avispados. Mirando al futuro F[V2# 100 aos do ideas eusnticas, dquénos depara el futuro? 2Qué misterios quedan por resolver? {Qué hemos de pensar o hacer con los cuan- tos? Aunque las cuestiones relacio- nadas con la ontologia y la natura- leza dltima de la realidad aparecen recurrentemente en los debates sobre Iainterpretacién dela mecanica cuan- tiea, puede que la teorfa no sea sino una de las piezas del rompecabezas, Podemos agrupar las teorias en drbo- les genealégicos de forma que, al ‘menos en principio, cada una deellas esté basada en las teorias mas fun- damentales que la preceden. Muy en Jo alto del 4rbol hallamos la teoria de larelatividad general ya teoria cusn- tica de campos. En ol siguiente nivel aparecen la relatividad especial y la ‘mecénicacuéntica, quea su vez.com- prendenel electromagnetismo, la me- céniea clisica, la fisiea atémiea, etc Disciplinas como la informatica, 1a psicologia ola medicina aparecen en las ramas inferiores. ‘Todas estas teorias tienen dos com- ponentes: las ecuaciones mateméti- eas y la prosa que explican la rela- cidn entre ecuaciones y observacién experimental. La mecénica cudntica ensefiada en los manuales presenta ambos componentes: algunas ecua- ciones y tres postulados fundamen- tales enuneiados con palabras del Ienguaje ordinario, En cada nivel de Ia jerarquia de teorias se introducen nuevos conceptos (por ejemplo, pro- tones, dtomos, células, organismos, culturas) porque son convenientes y porque captan la esencia de los fend- menos, sin tener que recurrir a las teorias de niveles superiores, La pro- poreién entre ecuaciones y prosa decrece a medida que descendemos porel érbol de teorias, y aquéllas ter- minan por desaparecer Iegados a la medicina o la sociologia. Las teorias dela copa del arbol, en cambio, estin fuertemente matematizadas, y los fisieos siguen esforzdndose por com- 28 COLABORADORES DE ESTE NUMERO Asesoramiento y tradueci ‘Manuel Garcia Donoel: Heisenberg, imprecision y revolucién cudntica y Dirac y la Delleza de la fisicat Xavier Roqué: Cien aos de misters cunticas: Raméa Pascual: Regias para un mundo cudntico complejo, Trampa de ser para partculas eutras, Puntos cudnticos y Elecrrodindmica cudntica en cavidades, Mt Victoria, Gracia: Computacidn cudntica con moléculas, Juan Pedro Campos: Teletransporte ‘unto, El nie clasico dl dtomo y Ei condensado de Bose-Einstein; Julio A. ‘Alonso: El laser monoaismico Portada: lan Worpole INVESTIGACION Y CIENCIA DIRECTOR GENERAL José M- Valderas Gallardo biksctoka ANANCtERA Pilar Bronchal Garfella spiciones Juan Pedro Campos Gémez Povucciox M2 Cruz Iglesias Capon Bernat Peso Infante sucuetania. Purificacién Mayoral Martinez Apwinstracion Victoria Andrés Laiglesia suscrinciones Concepcién Orenes Delgado Olga Blanco Romero ort Prensa Ciemtfiea, S. A. Muntaner, 339 pral. 1* (08021 Barcelona (Espafia) Teléfono 934 143 344 Telefax 934 145 413, ‘www investigacionyeiencia.es SCIENTIFIC AMERICAN eprrorivemer John Rennie xecunve ebrror Mariette DiChristing MANAGING EDITOR Michelle Pre ASSIsTANTAANAGiNG EDITOR Ricki L. Rusting ‘ews eorron Philip M. Yam SPECIAL mROIECTS EDITOR Gary Stix ssexior warren W. Wayt Gibbs rfoxs Mark Alpert, Steven Ashley, Graham P. Collins, Carol Ezzel, Steve Mirsky y George Musser rnopucriox eprrox Richard Hunt Charles MeCullagh Greichen G. Teichgracber cauuwian Roll Grisebach DISTRIBUCION PUBLICIDAD a tispatas ‘GM Pubtcidad ee Béifio Eurobuilding LOGISTA,S.A. Juan Rann Finnez, 8,1 planta ol te Alena) Feo 6d a Tel. 912776400 - Fax 914097 046 Tel 914843 900 atau ‘QUERALTO COMUNICACION ara los restantes pases: Juli Queralis Prensa Clentfea, S.A. Sant Antoni M. Claret. 281 4232 ‘Mantane, 339 pra 1? 08041 Barcelona (08021 Barcelona Tely fan 983 504532 Teléfono 933 143 343 Mot 629 $55 703, (Copyight © 2003 Siete American inc, 415 Madinon Av, New ou N.Y. 10017 ‘Copyright® 2003 Prensa Cinta S.A, Montane, 339 pal 1 O21 Barcona (Espa) Reservas ds os derechos, Prot repoucin nto on pte por igi meio icin aon oc ce Sh ie ep ped a ‘Tanai pa ano plc o prvi, st Ia revi suc stn fl ed dei, El nombre la mare comer SCHENTIN AMERICAN, acne logs corsspondinte, on popicadexcvs de Siete Ameria, is con calcein SSW 1138-662 Dep. pl. 32850-1993 ‘Inge Raa o Que, S.A. Cede Cali, 3-13 Santa Pop de Mog Bacon) ‘oct Se -legon Es prender los conceptos codificados en las formulas que utilizan. El objetivo tiltimo de la fisica os dareon lo que popularmente se conoce como una teoria del todo, a partir de la cual se deduzea el resto. De exis- tir una teorfa asf, ocuparia el lugar ‘més alto del arbol geneal6gico, loque querria decir que tanto la teoria de larelatividad general como la teoria cewéntica de campos se deducirian de ella. Los fisicos echamos de menos algo eno alto del érbol, porque care- cemos de una teoria consistente que incluya la gravedad y la mecénica cudntiea, mientras que el universo contiene ambos fenémenos. Una teoria del todo puede que no debiera contener ningiin concepto, ya que de otro modo nos veriamos obligados a buscar una explicacién ara esos conceptos en términos de una teoria mas fundamental, y asi sucesivamente en un proceso sin fin. En otras palabras, la tooria deberia ser pura matematica y no incluir explicaciones ni postulados. Un ma- temético infinitamente inteligen te podria deducir todo el érbol ge- nealégico de teorfas a partir de las ecuaciones, e inferir asi las propie- dades del universo que estas ecua- ciones describen, junto con las pro- piedades de sus habitantes y sus percepeiones del mundo. El primer siglo de mecénica cudn- tica nos ha regalado técnicas muy poderosas y ha contestado a muchas preguntas. Pero lafisica ha plantea- do nuevas cuestiones tan importan- tes como las que preocupaban a ‘Maxwell cuando impartié su leeci6n inaugural, euestiones relacionadas con la gravedad cudntica y con la naturaleza iltima de la realidad. Si Ia historia nos ensefia algo, la cen- turia que iniciamosnos depararé mas de una sorpresa (One HunpgeD Yeas oF Quantum Pay ‘ies. Daniel Kleppner y Roman Fackiw, en Science, ol. 289, pégs. 893-898; 11 de agosto de 3000, Bean Line. Nimero especial dedicado al siglocuniico. Volumen 30,némero? (ve ‘uno(otofe 2000) Disponibleenlared en wow slac stanford edu/pubs/beamline! pa00i. pa. MAX PLANCK: THE RELUCTANT REVOLL: THONARY. Helge Kragh,en Pipsics World, vol. 13,n.* 12, paps. 31-35; diciembre de 2000. THE QUANTUM CENTENNIAL, A. Zeilinger, cen Nature, vol 408, pigs. 639-641; T de ‘diciembre de 2000, ‘Tenas31

Você também pode gostar