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Capítulo 2

La palabra tasm¡t indica que K¤À¸a estaba resumiendo esta sección que trata de la
mente de una persona que tiene alguna visión y está haciendo un esfuerzo para que su
conocimiento sea firme. Él explicó que debido a que los sentidos son turbulentos, ellos
pueden robar la mente de tal persona. Cómo ellos hacen esto, también fue tratado.
K¤À¸a se dirigió aquí a Arjuna como ‘mah¡b¡ho’, que significa ‘¡oh! Arjuna de
poderosos brazos’. Uno puede ser de poderosos brazos con respecto al propio valor y
habilidad, pero lo que se necesita para el autoconocimiento es ser de poderosos brazos en
la mente, lo que es más dificil. El valor y las habilidades que Arjuna había acumulado
para ganarse el nombre de ‘él de poderosos brazos’, eran grandes en sus propias esferas
por cuanto él era capaz de controlar todos los enemigos externos, pero aquí la cuestión
era su habilidad para controlar al enemigo interno.
Controlar los sentidos, retirarlos de sus respectivos objetos, significa poder
retirarlos a voluntad así como la tortuga retrae su cabeza y miembros en su caparazón tan
pronto como percibe algún peligro. Si tú quieres soltar los sentidos, suéltalos; si quieres
retirarlos, retíralos. Esto significa que los sentidos están bajo tu control. Sólo cuando
tienes la capacidad de retirar tus sentidos a voluntad, tu conocimiento puede ser firme.
Aquí la idea es que el conocimiento se hace firme sólo cuando la mente está libre de la
presión de r¡ga y dveÀa.
Hasta el punto en que tienes maestría sobre tus atracciones y aversiones, hasta tal
punto tu conocimiento permanece. Debido a que tus r¡ga-dveÀas están neutralizados,
puedes disfrutar de los beneficios de tu conocimiento. Siendo menor la presión de
r¡ga-dveÀas, los beneficios del conocimiento son mayores. El conocimiento es completo
cuando en su vida los r¡ga-dveÀas no tienen la última palabra, cuando están todos
neutralizados, cuando para tí no hay ninguna diferencia en que un deseo sea satisfecho o
no. Sólo entonces no hay ningún impedimento para el autoconocimiento.

CONOCIMIENTO Y MAESTRIA VAN JUNTOS


Hay un cierto truco en todo esto por cuanto el propio conocimiento crece en
claridad, la maestría sobre r¡ga-dveÀas también tiene lugar. Con una actitud de
karma-yoga, la maestría sobre los r¡ga-dveÀas se obtiene hasta cierto punto y el
conocimiento se hace más claro. De este modo, hay una mutua ayuda entre los dos.
Toda la presentación de yoga en la G¢t¡ es con respecto a r¡ga-dveÀas. La
psicología de la G¢t¡ es la psicología de r¡ga-dveÀa y, como psicología, la G¢t¡ misma
es adecuada y completa. Cuando tratamos con personas normales, la psicología de
r¡ga-dveÀa es suficiente. Ello implica un orden, dharma-adharma, que es considerado
como Ì¿vara, el Señor, el dador de los frutos de la acción — todo lo cual produce una
cierta neutralización de los propios r¡ga-dveÀas.
Cuidar de r¡ga-dveÀas produce una cierta tranquilidad, una alegría mental. Y al
aumentar la alegría, el conocimiento se hace más claro. Viceversa, al hacerse más claro el
conocimiento, la alegría aumenta. En otras palabras, la presión de r¡ga-dveÀas es menor.
Así como un pájaro necesita ambas alas para alzar el vuelo, así también nosotros
necesitamos ambas alas — indagación y una actitud apropiada — para planear dentro de
este conocimiento. Una ala es tan importante como la otra.
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© Swami Dayananda Saraswati


Traducción libre, 3ra edición 2001, Arsha Vidya Research & Publications Trust; www.arshavidya.es
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Bhagavadg¢t¡

ªÉÉ ÊxɶÉÉ ºÉ´ÉǦÉÚiÉÉxÉÉÆ iɺªÉÉÆ VÉÉMÉÌiÉ ºÉƪɨÉÒ*


ªÉºªÉÉÆ VÉÉOÉÊiÉ ¦ÉÚiÉÉÊxÉ ºÉÉ ÊxɶÉÉ {ɶªÉiÉÉä ¨ÉÖxÉä&** 69 **
y¡ ni¿¡ sarvabh£t¡n¡Æ tasy¡Æ j¡garti saÆyam¢
yasy¡Æ j¡grati bh£t¡ni s¡ ni¿¡ pa¿yato muneÅ Verso 69

ºÉ´ÉǦÉÚiÉÉxÉɨÉ sarvabh£t¡n¡m — para todos los seres; ªÉÉ y¡ — aquello que; ÊxɶÉÉ ni¿¡ —
noche; iɺªÉɨÉ tasy¡m — en aquello; ºÉƪɨÉÒ saÆyam¢ — aquel que tiene maestría sobre sí
mismo (quien es sabio); VÉÉMÉÌiÉ j¡garti — está despierto; ªÉºªÉɨÉ yasy¡m — aquello en lo
cual; ¦ÉÚiÉÉÊxÉ bh£t¡ni — los seres; VÉÉOÉÊiÉ j¡grati — están despiertos; ºÉÉ s¡ — aquello;
{ɶªÉiÉ& ¨ÉÖxÉä& pa¿yataÅ muneÅ — para el sabio que ve; ÊxɶÉÉ ni¿¡ — noche
En aquello que es noche para todos los seres, el que es sabio, que tiene
maestría sobre sí mismo, está despierto. Aquello en lo que todos los seres
están despiertos, es noche para el sabio que ve.
K¤À¸a había estado respondiendo a la pregunta de Arjuna acerca de cómo se
define a una persona de sabiduría, un sthitaprajµa, y cómo dicha persona interactúa con
el mundo. Analizándola, hallamos que la respuesta de K¤À¸a es muy interesante.
Primero, definió a un sthitaprajµa como alguien que está feliz consigo mismo por sí
mismo y que debido a ello está libre del dominio de todos los deseos.
Aquel que es capaz de abandonar todos los deseos que atan cuando surgen en la
mente, siendo feliz consigo mismo, en sí mismo, está despierto a la naturaleza de sí
mismo y, por lo tanto, es sabio. La sabiduría de dicha persona es firme.
Aunque Arjuna hizo la segunda parte de su pregunta con las palabras, ‘¿Cómo
habla, se sienta y camina una persona sabia?’, el espíritu de la pregunta era, ‘¿Cómo
interactúa con el mundo tal persona?’ Tomando en cuenta el espíritu de la pregunta de
Arjuna, K¤À¸a respondió que la sabiduría es firme sólo cuando la propia mente ya no es
un problema.
K¤À¸a dijo que r¡ga-dveÀas son la causa de que el conocimiento se vea impedido
o inhibido. Para la persona cuyos órganos sensoriales están libres de r¡ga y dveÀa, cuyas
búsquedas no están respaldadas por r¡ga-dveÀas, el conocimiento permanece porque ella
tiene una mente alegre, una mente que no está en poder de r¡ga-dveÀas. K¤À¸a luego
resumió diciendo que para aquel que ha retirado los órganos sensoriales de los objetos
sensoriales, que tiene los órganos sensoriales consigo mismo, si esta persona
efectivamente tiene autoconocimiento, ese conocimiento será firme.
Habiendo dicho todo esto, K¤À¸a no estaba muy feliz con su rspuesta a la pregunta
de Arjuna porque él sabía que para saber si una persona es sabia o no, uno mismo tiene
que ser un sabio. De lo contrario, ¿cómo puedes saberlo? Sólo una persona que es sabia
sabe lo que se requiere para ser sabio. Arjuna pensaba que las características de una
persona sabia podían ser una especie de s¡dhana para él, un medio para volverse sabio.
Pero, ¿cómo podía entender estas características si él no era un sabio? Esto es lo que
K¤À¸a aún tenía que transmitir a Arjuna.

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Capítulo 2

IGNORANCIA Y CONOCIMIENTO SON COMO LA NOCHE Y EL DIA


K¤À¸a había hablado de la persona que es feliz consigo misma y, puesto que un
loco también puede ser feliz consigo mismo, él también señalo que un sthitaprajµa tiene
que tener conocimiento. Sin embargo, reconociendo que esta descripción de una persona
sabia no era completa, K¤À¸a agregó este muy interesante verso. Lo que dijo, en esencia,
es que un sabio es como un sabio y que el que no lo es no puede realmente comprender a
tal persona sin volverse sabio. Ilustró el punto diciendo que lo que es noche para la gente
es día para la persona sabia que tiene la mente y los sentidos consigo mismo. Aquí se
llama saÆyam¢ a dicha persona. La palabra yama significa maestría o control sobre la
mente y los sentidos y saÆyam¢ es aquel que tiene esa maestría junto con conocimiento.
K¤À¸a dijo además que lo que es día para todo el mundo es noche para el sabio,
aquí llamado muni. Muni significa aquel que ve las cosas claramente, manana¿¢la.
Para esta persona de clara visión, el estado en el que todos piensan como día es noche. En
otras palabras, cuando todos los seres están despiertos, el sthitaprajµa duerme. Y
cuando ellos están dormidos, el sabio está despierto.
Entonces, ¿significa esto que el sabio es un ser nocturno como un murciélago o un
ladrón que ronda buscando algo de noche? De ningún modo. Así como la oscuridad de la
noche no te permite ver los objetos como son, la noche aquí representa la oscuridad con
respecto al propio conocimiento que no es claro. El sabio está despierto a lo que es noche
para todos los seres, la noche de avidy¡, ignorancia.
Lo que para las personas no es conocido se llama el sueño de la noche, el sueño de
la oscuridad o ignorancia, avidy¡-nidr¡. En este sueño de la ignorancia, las personas son
como sonambulos. Este estado es más que sólo dormir; todas estas son personas que
sueñan. Están durmiendo despiertas, como en el sueño. Están despiertas y realizan toda
clase de actividades, pero aún están dormidas porque no están abiertas a ciertas
realidades.
Si estás totalmente dormido o totalmente despierto, no tienes ningún problema. Es
un problema si estás medio despierto porque es un estado donde los errores son posibles.
En el soñar, una persona está en parte despierta, lo que significa que hay alguna
proyección por parte de la mente. La persona no está identificada con el cuerpo y la
realidad física, pero está identificada con recuerdos y pensamientos con los cuales se
origina un mundo de sueños.

LA REALIDAD DE LA DUALIDAD
En el mundo de los sueños, todo es dual, dvaita, para la persona. El conocedor es
distinto de lo conocido; lo conocido es distinto del conocedor, y el conocimiento, por
supuesto, es distinto del conocedor, siendo algo que tiene el conocedor y para el cual hay
un objeto distinto, es decir, lo conocido.
Esta división en el sueño es una realidad para el soñador. Pero al despertar, todos
los tres — conocedor, conocido y conocimiento — se vuelven uno y lo mismo. Lo
conocido no está separado del conocimiento. El conocimiento no está separado del
conocedor; y el conocedor no está separado de la persona que está despierta. Cuando la
persona que sueña se despierta, todos los tres que pertenecen al sueño se resuelven en la
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Bhagavadg¢t¡

persona que está despierta. Él que se despertó era el conocedor, lo conocido y el


conocimiento en el sueño. El conocedor es el que está despierto. Es por eso que uno dice,
‘soñé.’ El ¡tm¡, el ser del conocedor que prevalecía durante el sueño, prevalece también
en el estado de vigilia, como lo evidencia la expresión de la experiencia, ‘soñé; yo era el
que estaba soñando’. Sin embargo, en el sueño todo era una realidad.
Aun el Veda reconoce la dualidad, dirigiéndose a tí como a un hacedor, un kart¡.
áa´kara trató esto en su comentario a este verso. El Veda te dice que realices ciertos
karmas y también te dice lo que tú obtendrás por realizarlos. También se mencionan
diferencias muy especificas. Dice, ‘Este karma producirá este resultado si es realizado de
esta manera por esta persona en este momento.’ De este modo, los rituales a realizarse
están declarados en el Veda — todo lo cual implica dualidad porque el Veda se dirige a
un kart¡ que es distinto del karma que hace.
El Veda que dice que tú eres el Brahman no dual se dirige a tí, en las primeras
secciones, como a una persona que desea ciertos resultados y que va a obtener estos
resultados después. La conexión entre la persona y los resultados se establece al
realizarse ciertos rituales prescriptos y cuyo resultado es pu¸ya. Este pu¸ya es lo que
conecta a la persona con el resultado. Las personas, rituales y resultados son todos
diferentes y por lo tanto constituyen la dualidad.
Tu percepción también le dice que un objeto es diferente de otro objeto. La
percepción da origen a diferentes tipos de conocimiento y basado en ese conocimiento tú
concluyes que todo es diferente de tí. La primer parte de la ¿ruti, como hemos visto,
también confirma esta diferencia al dirigirse a tí como a un hacedor y no como paraÆ
brahma. Si el Veda se dirigiera a tí como a paraÆ brahma, no podría pedirte que
realices acciones. De este modo, sólo puede dirigirse a tí como a un hacedor.
La ¿ruti trata de la persona disponible en este momento. Tú eres ahora un hacedor
y es a ese hacedor a quien se dirige. Además, se dice al hacedor que luego será un
disfrutador si se realizan ciertos karmas. Si no son realizados o no realizados
apropiadamente, la persona tendrá problemas luego. Aun si se realiza una acción
incorrecta, el hacedor será no obstante un disfrutador, pero el ‘disfrute’ ¡no será muy
agradable! De esta forma, la ¿ruti considera a la persona y habla acerca de lo que es
bueno y malo para la persona, de lo que debería hacerse y de lo que debería evitarse.
De este modo, pareciera como si la ¿ruti fuera sólo para el hacedor y que la
dualidad es una realidad. Naturalmente entonces, la persona se considera a sí misma en el
estado de vigilia como alguien diferente del mundo, como en los sueños. Esto es lo que
quiere decirse con el sueño de la ignorancia. Debido sólo a la ignorancia, se dice que la
persona está durmiendo. Aquí durmiendo significa que uno es un soñador. La persona no
está totalmente durmiendo. La persona está despierta haciendo varias acciones. Hay aún
un pram¡¸a valido disponible para la persona que le permite saber que ciertas acciones
son correctas y que otras son incorrectas. Mientras este sueño de la ignorancia continúe,
todo es válido para la persona en el estado de vigilia, del mismo modo que lo es en los
sueños. Un hacedor es diferente de todo otro hacedor y un disfrutador es diferente de
todo otro disfrutador.

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Capítulo 2

El cuerpo físico es el lugar del disfrute, el mostrador de las experiencias desde el


cual tú enfrentas al mundo; es el punto desde el cual uno opera. Tú eres un disfrutador y
un mosquito también es un disfrutador para el cual tú eres el objeto de su disfrute. De
este modo, hallas que hay muchos disfrutadores y diferentes clases de disfrute; existen
muchos diferentes hacedores y diferentes tipos de acción — todos los cuales son válidos.
Por lo tanto, el dolor y el placer son válidos. Que yo soy una persona pequeña es válido.
Que yo soy alguien que está luchando por probarse que es alguien, es válido. Que la
lucha nunca acaba es también válido.

THE REALIDAD DE LA UNIDAD


Todo parece ser válido para aquellos que se ven a sí mismos como distintos. Pero,
en medio de toda esta validez, sólo una cosa no es conocida — el param¡rtha-tattva. La
palabra tattva significa realidad y param¡rtha-tattva es la realidad última, aquello que
es la realidad esencial de todo. Las diferencias que parecen tan reales en el sueño y la
vigilia, no tienen una realidad independiente separada de su realidad esencial. Existe sólo
una cosa que es esencial y eso es lo que yo soy — tad aham asmi. El conocedor es yo
mismo, lo conocido es yo mismo, el conocimiento es yo mismo, el hacedor es yo mismo,
la acción es yo mismo y lo hecho es yo mismo. El mundo es yo mismo y el conocedor del
mundo también es yo mismo. Que los tres — conocedor, conocido y conocimiento —
son yo mismo, es una visión totalmente diferente. En realidad no hay diferencia de
ninguna clase.
Para una persona sabia, el param¡rtha-tattva es sólo una cosa y es uno mismo.
Este param¡rtha-tattva no es reconocido por aquellos que no son sabios. Para ellos,
todo es real. Esto significa que para tales personas hay más de una realidad, motivo por el
cual para ellas el mundo siempre es demasiado. Pensar que todo el mundo es diferente de
tí significa que todo el mundo es tan real como tú mismo. Las palabras también tendrán
sus propias realidades de manera que todo es tan real como todo lo demás. Naturalmente
entonces hallas un mundo que es dual. En otras palabras, experimentas saÆs¡ra.
Mientras otros están en este gran sueño de la ignorancia, el sabio está despierto al
param¡rtha-tattva. Él está despierto a la realidad del ‘yo’, cuyo conocimiento invalida
la división entre el conocedor y lo conocido puesto que, en realidad, no hay ninguna
división. Por lo tanto, ‘yo soy todo esto — aham idaÆ sarvam.’ Anteriormente, yo sólo
era uno entre los muchos. Ahora la visión es que, de modo inmanente, yo soy todo y,
trascendentalmente, yo estoy libre de todo. El sabio, el saÆyam¢, está despierto a este
hecho.

LA COMPARICION NO ES POSIBLE
Aquellos que no son sabios están despiertos sólo a las divisiones. Estas divisiones
son muy reales para tales personas, mientras que para el sabio, para la persona de
indagación cuya visión es muy clara, cualquier división es noche. El sabio no ve en
absoluto el saÆs¡ra del cual la gente se queja. Una persona puede decir, ‘estoy triste’,
pero el sabio no ve ninguna tristeza. Otros se quejan de que el mundo es demasiado para
ellos, pero el sabio no encuentra que eso sea así. No es que el mundo sea demasiado. Tú
eres demasiado. Tú eres todo.
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Bhagavadg¢t¡

Por lo tanto, ‘yo soy ilimitado — ahaÆ p£r¸aÅ,’ es la visión del sabio, mientras
que otras personas dicen ‘yo soy limitado — ahaÆ ap£r¸aÅ.’ Esta es su visión, la cual
es noche para el sabio, porque ellas no tienen la comprensión de él. Lo que es día para
todo el mundo es noche para el sabio y lo que es noche para todo los demás es como día
para el sabio. De este modo, los sabios son sabios y los que no lo son, no lo son. El no
sabio no conoce al sabio y el sabio no ve como los que no lo son porque la noche y el día
no se encuentran. No pueden coexistir, siendo uno opuesto al otro. Cuando amanece, la
noche se va; cuando llega la noche, el día se va. El día siempre se asegura de que antes de
llegar la noche se haya ido. Este es el rol de la aurora. El Señor Sol le dice a la aurora,
Aru¸a, mensajera del sol, que vaya y se asegure de que el camino esté despejado.
Entonces llega la aurora y despeja el camino. De este modo, antes de que llegue el sol la
noche ya se ha ido. De esta forma el sol y la noche no se encuentran.
Aquí está mi historia acerca del porque el sol sale cada mañana. N¡rada, quien a
menudo es citado en las historias mitológicas, podía ir a los dioses sin ningún pasaporte
particular o visa. O se podría decir que tenía un pasaporte cósmico ya que podía ir de un
mundo, loca, a otro. En esta historia particular, N¡rada fue de la tierra al sol. El sol le
preguntó a N¡rada qué pensaba de él la gente de la tierra. ‘¡Oh!, Señor Sol,’ respondió
N¡rada, ‘en la India te saludan temprano por la mañana. ¿No los ves cuando sales?’
‘Hoy en día muy pocos lo hacen,’ respondió el sol. ‘En el pasado lo hacían pero no ahora.
Pero, ¿qué es lo que dicen de mi?’ N¡rada le dijo que todo el mundo alaba al sol, que
cuando sale el sol todo el mundo está feliz. ‘Siempre eres alabado en todas partes, ¡oh!
Sol, excepto, por supuesto, ¡en el desierto del Sahara y Arabia Saudita!’
‘¿Qué es lo que viste que te gustó en la tierra?’, preguntó luego el sol a N¡rada.
N¡rada respondió diciéndole que había una persona a quien él creía que el sol debería
ver, alguien a quien jamás había visto antes. ‘Todo el mundo te alaba como omnisciente,
pero tengo que decir que no eres omnisciente porque hay alguien a quien yo creo que
jamás has visto.’ ‘¿Qué?’, exclamó el sol. ‘¿Que no soy omnisciente? Yo soy el sol. Yo
lo veo todo. ¿Quién es ese a quien piensas que no he visto?’
‘Hay una dama llamada Señorita Oscuridad’, le dijo N¡rada. ‘¿Dónde está esa
Señorita Oscuridad?’, preguntó luego el sol. ‘Tú puedes verla en la tierra’, respondió
N¡rada. ‘¿Dónde puedo encontrarla ahora mismo?’, preguntó el sol. ‘Ella está en la
India. Si tú vas allí la verás,’ le dijo N¡rada. Ansioso por ver a la Señorita Oscuridad, el
sol salió en el cielo oriental. Pero la Señorita Oscuridad se había ido al oeste, a las
antípodas, la cara opuesta del globo.
El sol entonces se enojó. El realmente quería encontrar a esta mujer y por eso
partió nuevamente tras ella. Pero cuando fue a las antípodas, la Señorita Oscuridad ya se
había ido al otro lado y cuando él fue a ese lado, ella estaba nuevamente en el lado
opuesto. De esta manera, el sol continuó buscando tratando de encontrar a la Señorita
Oscuridad y aun hoy continúa haciéndolo. Cuando él va al este, la Señorita Oscuridad va
al oeste. Cuando él va al oeste, ella va al este. Ellos nunca se encuentran, así como el día
y la noche nunca se encuentran porque son opuestos. Tú ni siquiera puede compararlos;
de este modo, sólo puede decirse que el sol es como el sol y la oscuridad como la
oscuridad.

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Capítulo 2

LA VISION DEL SABIO Y DEL NO SABIO


Así también, un sabio es como un sabio, lo que significa que no es posible ninguna
comparación. Por lo tanto, Arjuna no se hizo más sabio con la afirmación de K¤À¸a. Para
el sabio lo real es ilimitado. Ser uno todo es la realidad. La realidad es que Ì¿vara es yo
mismo. Para otras personas Ì¿vara está ubicado en alguna parte, quizás en el cielo, y es
sólo una cuestión de creencia. El envía la gente al mundo y después se entromete en sus
asuntos, ellas piensan. Las personas tienen demasiadas clases de creencias porque para
ellas, la declaración, ‘yo soy todo,’ no es una realidad. Por lo tanto, existen todas clases
de conjeturas, especulaciones, fes y creencias. Nosotros hallamos que para el ignorante,
los ajµ¡n¢s, todo es una conjetura mientras que para el jµ¡n¢, el sabio, no hay ningún
problema. El jµ¡n¢ no ve ningún problema en absoluto, mientras que para la otra persona
todo es un problema.
Para el sabio todo es una gloria. El cuerpo físico, la mente y el mundo son todos
glorias, vibh£tis — mis glorias, mama vibh£tayaÅ. Yo soy el alimento ingerido, aham
annam, y también el que ingiere el alimento, aham ann¡daÅ. Yo soy el pensador y el
objeto del pensamiento. Pero también estoy libre de todos éstos. Los ignorantes están
dormidos a esta visión de la realidad y los sabios están dormidos a lo que los ignorantes
están despiertos.
Esto es algo parecido a una persona que ve una serpiente y otra que ve una soga en
el mismo objeto. La persona que ve la serpiente transpira y tiembla de miedo. Esta
persona hasta escucha el cascabel de la serpiente a pesar del hecho de que no hay ninguna
serpiente. Sólo hay una soga confundida con una serpiente. Una vez vista una serpiente,
todo lo demás viene con ella — el sonido del cascabel, su cabeza levantándose, etcétera.
Para esta persona, la serpiente es una realidad mientras que para la otra, todo lo que hay
allí es un trozo de soga — y no ve aquello por lo cual la persona asustada se inquieta. El
que ve la soga como una soga tratará a la otra persona con compasión o simplemente se
marchará porque no ve ningún problema. Aunque se le diga a una persona que hay una
serpiente, ella sólo rsponderá que no hay ninguna serpiente, que sólo hay una soga.

PARA CONOCER A UN SABIO, USTED NECESITA SER UN SABIO


Esta es estrictamente una cuestión de dos diferentes visiones. ¿Cómo, entonces,
Arjuna va a entender a un sabio? K¤À¸a dijo aquí que sólo podría hacerlo si él fuese un
sabio. No hay otra forma. Siendo ignorante, tú quieres entender a un sabio. En realidad,
no existe cosa tal como un sabio. La sabiduría es tú mismo; tú eres la sabiduría. La
persona sabia es la que se conoce a sí misma y si te conoces a tí mismo eres una persona
sabia. Y hasta que te conozcas a tí mismo, ¿cómo vas a entender a un sabio? Para ser una
persona sabia tienes que ser sabio. No hay otra forma, entonces, de conocer al sabio.
En respuesta al pedido de Arjuna de una descripción de un sabio, el Señor K¤À¸a
le dijo en el verso en estudio, que para ser una persona sabia sólo se necesita sabiduría. El
sabio es un sabio; él está despierto a una realidad a la cual todos los demás están
dormidos. Esta respuesta sólo pudo haber desesperado a Arjuna porque él deseaba
conocer las características de un sabio, de modo que imitándolas pudiera volverse sabio.

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Bhagavadg¢t¡

El sueño de la ignorancia que impide que uno pueda conocer a un sabio, fue
explicado más ampliamente por áa´kara en su comentario a este verso. Para el sabio no
hay actividad porque ya no se considera a sí mismo como un hacedor. Esto no sólo se
aplica a la realización de rituales védicos y a la oración, vaidika-vyavah¡ra, sino
también a las activdades mundanas, laukika-vyavah¡ra, tales como comer, cocinar,
lavar los platos, bañarse, lavar y planchar la ropa, pasar la aspiradora y administrar
negocios. Las nociones, ‘yo estoy haciendo esto, yo soy el hacedor,’ ya no están
presentes.

TENGO QUE SABER QUE SOY UN HACEDOR PARA REALIZAR UNA ACCION
Cuando te consideras a tí mismo como un hacedor, realizas rituales y si no los
realizas harás otra cosa. Esta otra cosa puede ser algo que te haga incurrir en pecado. Con
respecto a la realización de rituales, el Veda sólo se dirige a la persona que se considera a
sí misma como el hacedor.
Un brahmac¡r¢, un estudiante, tiene que tener la noción, ‘yo soy un brahmac¡r¢,’
para realizar el karma prescripto por el Veda para los brahmac¡r¢s. Si a un br¡hma¸a
se le ordena realizar cierto karma, la persona que lo realiza debe considerarse como un
br¡hma¸a. La misma cosa se aplica a los otros var¸as y ¡¿ramas. El Veda no dice que
sat-cit-¡nanda debe realizar karma. Dice que un br¡hma¸a, un brahmac¡r¢ o una
persona casada, un g¤hastha, deben realizar karmas.
Karma, entonces, está prescripto sólo para el que se considera a sí mismo como
algo así como — ‘yo soy esto; yo soy aquello.’ No es para la persona que tiene jµ¡na, en
quien el autoconocimiento ha tenido lugar. Una vez que este conocimiento aparece, el
mismo permanece. El autoconocimiento no es como un sol de amanecer; es un sol de
medio día completeamente encendido. Como resultado de este conocimiento, los
karmas, tanto mundanos como los prescriptos por las escrituras, desaparecen porque
toda actividad, vyavah¡ra, nace de la noción, ‘yo soy el hacedor.’
A no ser que te consideres un hacedor, no puedes realizar actividades prescriptas
por las escrituras o mundanas, ya que la actividad misma es sólo un producto de la
autoignorancia. Pero para el que tiene autoconocimiento esta ignorancia no está presente
y de este modo, se dice que vyavah¡ra, toda actividad, desaparece.

EL CONOCIMIENTO ELIMINA LA NOCION DE SER EL HACEDOR


¿Elimina el conocimiento el producto de la ignorancia o elimina la ignorancia
misma? áa´kara trató esta pregunta en su comentario a este verso. Cuando el
conocimiento tiene lugar se elimina la ignorancia. Este conocimiento, que es de la
naturaleza de una comprensión discriminativa entre lo real y lo irreal, ¡tma-
an¡tma-viveka-jµ¡na, es opuesto a la ignorancia. De este modo, cuando el
autoconocimiento tiene lugar, la auto-ignorancia desaparece. Y cuando la ignorancia
desaparece, sus crías, sus productos también desaparecen.
Tomando el clásico ejemplo del ver la soga como una serpiente, la ignorancia de la
soga produce una serpiente. Cuando la ignorancia de la soga desaparece, la serpiente
también desaparece. ¿Y cuándo podemos preguntar desaparece la ignorancia de la soga?
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Capítulo 2

Cuando se ve la soga, cuando se la conoce. La ignorancia de la soga desaparecerá sólo a


raíz del conocimiento de la soga. Por lo tanto, el conocimiento de la soga es lo opuesto a
la ignorancia de la soga. Cuando la ignorancia de la soga desaparece, todo lo que allí
había debido a esa ignorancia también desaparece porque cuando se elimina la causa de
un problema, los síntomas también desaparecen. Similarmente, para la persona que tiene
conocimiento, toda actividad se ha ido. Dicha persona se convierte en un
sarva-karma-sanny¡s¢, aquel que renuncia a todo karma.
El Veda declara los karmas que deben realizarse y áa´kara clarificó quién tiene
que hacerlos — la persona que tiene nociones tales como ‘yo soy un brahmac¡r¢,’ ‘yo
soy un br¡hma¸a,’ ‘yo soy una persona casada,’ ‘yo estoy limitado por el tiempo –
primavera, día de luna nueva, día de luna llena, mañana, tarde.’ El que tiene estas clases
de nociones acerca de sí mismo, el que piensa que está limitado por el tiempo, limitado
por el lugar y limitado por un grupo, es la persona a quien la ¿ruti, el Veda, se dirige con
respecto a la realización de rituales.
Si la persona sabe ‘yo soy sat-cit-¡nanda,’ la ¿ruti no se dirige a ella en absoluto.
De hecho, ella dice que tú eres sat-cit-¡nanda, pero se reserva esta afirmación particular
para el último capítulo que es lo que nosotros llamamos Ved¡nta. Hasta entonces el Veda
habla exclusivamente de rituales y meditación, todo lo cual es dvaita, dual. Sólo al final
de todo esto dice, ‘Tú eres aquel Brahman, tat tvam asi.’

¿ POR QUE DEBO REALIZAR KARMA?


Puede entonces hacerse la pregunta, ‘¿Por qué la ¿ruti no dijo esto en el comienzo?
Si lo hubiera hecho así, yo no habría necesitado hacer todo este karma. Hice las
oraciones matutinas y vespertinas porque el Veda dijo de hacerlas y yo tenía fe en el
Veda. Ahora hallo que estos karmas han sido una colosal pérdida de tiempo porque, al
final de todo, el Veda me dice que yo soy Brahman y que karma no sirve de nada. Si
karma no me dará mokÀa, ¿por qué no lo dijo en el comienzo?’
La razón por la cual el Veda no te dice en el comienzo que tú eres Brahman, es
porque tú tienes que estar preparado para este conocimiento. Realizando karma puedes
con el tiempo llegar al último capítulo del Veda y comprender lo que dice. Sin realizar
karma no serás ni un jµ¡n¢ ni una persona devota. Tú sólo serás una madera flotanto sin
amarras de ninguna clase. La regla es, entonces, que aquellos que no están preparados
para el conocimiento no deben ser perturbados con él. Veremos esto más adelante en la
G¢t¡. En cambio, se alienta a las personas a realizar karma para preparar sus mentes para
el conocimiento. En el comienzo se les habla acerca de svarga, el cielo, de manera que
ellas realicen los rituales prescriptos para obtener el svarga. De esta forma,
indudablemente evitarán p¡pa y así obtendrán pu¸ya. La persona que realiza karma
tendrá un valor por dharma-adharma, lo correcto y lo incorrecto, y llegará a creer que
hay un ¡tm¡, un ser, distinto del cuerpo. En el comienzo eso es suficiente.
Una vez que tú respetas dharma-adharma, la habilidad para discriminar entre lo
real y lo irreal no estará muy lejos. Respetar dharma-adharma es no ser desviado por
sus r¡ga-dveÀas. Por lo tanto, la presión de r¡ga-dveÀas será menor. Esto es lo que
significa viveka. Viveka comienza tan pronto como tú comienzas a cuestionar qué es qué.
Primero hay un espacio interior y luego viveka viene naturalmente. Una vez que viveka
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Bhagavadg¢t¡

está presente, te dirigirás naturalmente hacia Ved¡nta. Sólo de esta forma tú podrás
continuar apropiadamente. Por lo tanto, mientras esté presente la auto-ignorancia, se debe
realizar karma, y una vez obtenido el autoconocimeinteo habrá reunciación al karma,
sarva-karma-sanny¡sa.
áa´kara repitió este argumento a lo largo de su comentario de la G¢t¡. Lo hizo
porque en aquel tiempo existía una noción generalizada de que el Veda ordena realizar
karma y, al mismo tiempo, obtener el conocimiento de que ‘Yo soy Brahman.’ Esta
posición sostiene que ambos te darán mokÀa, lo cual fue refutado por áa´kara en toda
oportunidad.
Si uno y otro, karma o jµ¡na, es adecuado para mokÀa, ¿por qué alguien tendría
que realizar el otro? Si mokÀa es algo que yo produzco, ¿por qué necesito jµ¡na? Y si
karma no va a producir mokÀa, no existe ninguna razón para realizar karma. Si yo soy
Brahman y simplemente necesito saberlo, lo cual es el argumento de áa´kara, jµ¡na es
mokÀa y no necesito hacer nada. De este modo surge la pregunta, ¿por qué uno debe
realizar karma? La respuesta es que uno realiza karma para purificar la mente,
citta-¿uddhi. Citta significa ‘mente’. Hemos visto la palabra ¿uddhi con respecto a
r¡ga-dveÀas.
La realidad ya está lograda; no es algo que haya que crear. La realidad es. Sea lo
que fuere la realidad, es aquello que es. Es algo que debe ser reconocido. Por lo tanto,
aunque realice milliones de karmas, tú no creas la realidad que ya existe. Debido a lo
frecuente del argumento síntesis que combinaba karma y jµ¡na en los tiempos de
áa´kara, él se esforzó al máximo para clarificar la diferencia entre karma y jµ¡na.
Hay ciertos temas que todo maestro pone de relieve teniendo en cuenta los puntos
de vista de su época. En los tiempos de áa´kara, el jµ¡na-karma-samuccaya-v¡da,
estaba muy difundido. Esto es el argumento que mokÀa no es logrado sólo por
conocimiento, sino por una combinación de conocimiento y acción. Por lo tanto, él halló
necesario refutarlo señalando continuamente sus falacias. Esto es el trabajo de un
maestro. Aquí también áa´kara señaló que karma se aplica sólo hasta que llegue el
conocimiento. Para el que no tiene conocimiento, el karma prescripto por el Veda es un
pram¡¸a válido, pero no lo es para la persona sabia. Una vez que jµ¡na está presente, la
persona es un simple sanny¡s¢, alguien que no es un hacedor y por lo tanto alguien para
quien ningún ¿¡stra prescribe ningún karma.

NO SE PUEDE IMITAR A UN SABIO A TRAVES DE LA ACCION


Puesto que un sabio no realiza karma, tú no puedes imitarlo. No puedes decir que
debido a que él no realiza karma, tú tampoco realizarás karma. La persona sabia no
realiza karma porque la necesidad de hacerlo ya no está presente. Puesto que tú aún
necesitas realizar karma, no puedes imitar a un sabio a este respecto.
K¤À¸a no dijo que el sabio es alguien que no realiza ningún karma. Decir que esta
persona no tiene ninguna obligación de ningún tipo, podría ser interpretado por un
mumukÀu de tal manera que lo lleve a no vivir una vida de karma-yoga y, en cambio,
convertirse sólo en un holgazán. Es por esto que K¤À¸a recalcó aquí que aquello que es
día para todo el mundo, es noche para un sabio, significando que no se prescribe ningún
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Capítulo 2

karma para la persona sabia. Aquello que es un medio de conocimiento, pram¡¸a, para
tí, no es un pram¡¸a para el sabio. De hecho, lo que K¤À¸a estaba diciendo aquí es que
para los sabios no hay ningún pram¡¸a en absoluto. Aun la utilidad del último
pram¡¸a, Ved¡nta, está terminado para ellos.
Ved¡nta dice que tú eres Brahman. Hasta que sepas esto, Ved¡nta es un
pram¡¸a y después de eso, también se convierte en mithy¡. Con conocimiento, no hay
conocimiento, conocido o conocedor, habiendo desaparecido las diferencias entre los
tres. El pram¡¸a, el medio de conocimiento, se ha ido; es Brahman, así como lo son el
pram¡t¡, el conocedor, y el prameya, el objeto a ser conocido. El mismo conocedor es
eliminado por el conocimiento que dice que tú no eres un conocedor.

RESOLUCION DEL CONOCEDOR, CONOCIDO, CONOCIMIENTO


áa´kara dijo que el final pram¡¸a, la misma afirmación tat tvam asi desaparece
habiéndose eliminado al pram¡¸a. Un ejemplo que generalmente se da para ilustrar
cómo funciona el conocimiento, es el método de usar una espina para sacar la espina
elavada en el pie. Una vez que se saca la espina, descartamos ambas espinas. Existe
también otro ejemplo más interesante. Cuando se crema un cuerpo se hace una gran pira
funeraria de madera. Si la persona fallecida era rica, la pira será hécha con madera de
sándalo, siendo ésta la única diferencia.
Cuando la pira está lista se coloca el cuerpo sobre ella, se lo cubre con cortezas y
pequeños trozos de madera y luego se enciende el fuego. Una vez que el cuerpo se ha
encendido, las personas que vinieron para el ritual se retiran. Pero el ritual está todavía
incompleto y continúa el día siguiente cuando la persona que realiza el ritual viene a
recoger las cenizas y los huesos. Esta persona es el hijo mayor del difunto o un primo,
alguien estrechamente emparentado. Cuando esta persona viene a recoger las cenizas no
debería quedar ninguna parte del cuerpo sin quemarse. Se debe quemar completamente;
no debería quedar nada más que cenizas y huesos. Hasta que esto no ocurra, el ritual está
incompleto.
La persona encargada del crematorio es la que debe asegurarse de que el cuerpo
esté completamente quemado. Como el cuerpo no debe ser tocado y al estar en llamas no
puede ser manipulado, se usa una vara para ese propósito. Una vez que la persona está
segura de que el cuerpo está completamente quemado arroja la vara en el fuego funerario.
Habiendo hecho su trabajo, la vara también se quema.
Similarmente, la afirmación, ‘Eso eres tú — tat tvam asi,’ es un pram¡¸a. Al
pram¡t¡, el conocedor, tú, el j¢va, se le dice: ‘tú eres Brahman.’ Si tú eres Brahman,
no hay ningún conocedor. Después que este conocimiento tiene lugar, el pram¡t¡ es sólo
‘como si fuera’ un pram¡t¡. Ya no hay más un real pram¡t¡. Cuando al conocedor se le
dice, ‘No eres un conocedor — ‘Tú eres Brahman,’ el conocedor es eliminado. Y
cuando el conocedor no está presente, ¿dónde está el pram¡¸a? También se va. Se
comprende que los tres, el conocedor, lo conocido y el medio de conocimiento, son
Brahman.
Toda la dualidad se va a raíz de este conocimiento, incluyendo al conocedor, lo
conocido y el conocimiento mismo. Lo conocido, el prameya, se va porque no hay nada
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Bhagavadg¢t¡

para conocer. Una vez que el conocimiento tiene lugar, los tres — pram¡t¡, prameya, y
pram¡¸a — pierden su significado. Por lo tanto, todas las actividades del conocedor-
conocido-conocimiento se resuelven a raíz del conocimiento de que yo soy Brahman.
Esto es lo que K¤À¸a quiso decir cuando dijo que lo que es día para todo el mundo, es
noche para el sabio. Sólo esto fue transmitido por áa´kara en su comentario. Por lo
tanto, todas las traducciones deberían ser leídas con este significado.

IMITE LOS VALORES DE UN SABIO


A decir verdad, cualquier descripción de una persona de firme sabiduría,
sthitaprajµa, es inútil. Sólo podemos hablar de la sabiduría, prajµ¡, que hace sabia a
una persona. A no ser que tú mismo tengas esta sabiduría, no podrás comprender lo que
es un sabio. Un mah¡tm¡ conoce a un mah¡tm¡, mientras que alguien que no es un
mah¡tm¡ no puede apreciar a un mah¡tm¡. Por lo tanto, cualquier descripción distinta
del desarrollar la sabiduría que hace a tal persona un sabio, realmente carece de
significado. Pero, sin embargo, Arjuna deseaba una descripción. Él también deseaba
saber como un sabio actúa frente al mundo. En respuesta, K¤À¸a le dijo a Arjuna ciertas
cosas, incluyendo el hecho de que uno no puede imitar a un sabio excepto en lo que
respecta a los valores.
El sabio no realiza rituales védicos. Para tal persona, estos karmas ya no son
necesarios porque el anterior cumplimiento de los preceptos de las escrituras ha
encontrado su realización en la sabiduría. Ya sea que la persona haya tomado o no
sanny¡sa, es un sarva-karma-sanny¡s¢. La noción de ser el hacedor ya ha sido negada
en la persona. No hay un real hacedor. Y cuando no hay un real hacedor, no hay un real
karma. De esta manera, el sabio no está atado por ninguna clase de obligaciones.
Por lo tanto, imitar a un sabio es peligroso. K¤À¸a mencionó la mente, los valores,
el control y maestría de un sabio porque sólo éstos deben ser imitados. De este modo,
K¤À¸a confirmó a Arjuna que las características de un sabio, tal como se evidencian a
través de sus interacciones en la vida diaria, pueden ser los medios, el s¡dhana, para un
buscador.
Finalmente, K¤À¸a dijo que un sabio es tan diferente de un ajµ¡n¢ como el día lo
es de la noche, significando que no hay forma de revelar lo que un sabio es. Lo que es
noche para todo el mundo, es día para el sabio y lo que es día para todo el mundo es
noche para el sabio. Arjuna seguramente quedó sin habla por esto. Indudablemente él no
iba a ser más sabio por haber escuchado este verso particular. Debido a eso, por
comprensión y compasión, K¤À¸a agregó a su ejemplo de día y la noche, otro ejemplo,
una ilustración de la que Arjuna podría sostenerse y que le permitiría apreciar de cierta
manera lo que es un sabio.

+É{ÉÚªÉǨÉÉhɨÉSÉ™ô|ÉÊiÉ¢Æö ºÉ¨ÉÖpù¨ÉÉ{É& |ÉʴɶÉÎxiÉ ªÉuùiÉÂ*


iÉuùiEòɨÉÉ ªÉÆ |ÉʴɶÉÎxiÉ ºÉ´Éæ ºÉ ¶ÉÉÎxiɨÉÉ{ÉîÉÊä iÉ xÉ EòɨÉEòɨÉÒ** 70 **
¡p£ryam¡¸amacalapratiÀ¶haÆ
samudram¡paÅ pravi¿anti yadvat
tadvatk¡m¡ yaÆ pravi¿anti sarve
sa ¿¡ntim¡pnoti na k¡mak¡m¢ Verso 70
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Capítulo 2

+É{ÉÚªÉǨÉÉhɨÉ ¡p£ryam¡¸am — lleno hasta el tope; +SÉ™ô|ÉÊiÉ¢ö¨É acalapratiÀ¶ham — sin


cualquier movimiento, de base firme; ºÉ¨ÉÖpù¨É samudram — en este océano; +É{É& ¡paÅ —
las aguas; ªÉuùiÉ yadvat — así como; |ÉʴɶÉÎxiÉ pravi¿anti — entran; iÉuùiÉ tadvat — así
también; ºÉ´Éæ sarve — todos; EòɨÉÉ& k¡m¡Å — los objetos; ªÉ¨É yam — aquel (el sabio) en
quien; |ÉʴɶÉÎxiÉ praviÀanti — entran; ºÉ& saÅ — él; ¶ÉÉÎxiɨÉ ¿¡ntim — paz; +É{ÉîÉäÊiÉ ¡pnoti
— obtiene; EòɨÉEòɨÉÒ k¡mak¡m¢ — el que desea objetos; xÉ na — no

Así como las aguas entran en el océano que es pleno y apacible, así
también el sabio en quien entran todos los objetos, obtiene paz
(permanece inmutable); mientras que el que desea objetos no obtiene paz.
En este verso hay dos adjetivos que describen al océano. El primero,
¡p£ryam¡¸am, se refiere al océano totalmente repleto de agua. No necesita más agua
para estar lleno porque ya está repleto hasta el borde. El segundo adjetivo,
acalapratiÀ¶ham, describe al océano que no se mueve de un lugar a otro de la misma
manera que lo hace un río, por ejemplo. De este modo, el océano no sólo está lleno sino
que no teniendo movimiento, también está bien asentado.
El verso también da alguna información más acerca del océano. Mientras un
estanque depende de una fuente de agua para su existencia, el océano no depende de
ninguna otra fuente de agua para su llenura. No depende de la lluvia para su océanidad,
diferente de las nubes de lluvia que dependen de la evaporación del agua del océano para
su nubedad. El océano tampoco depende de ninguna entrada de agua. No se convierte en
un océano porque el agua de un río entre en él. De este modo, para estar repleto no
depende de ningún otro factor, de ninguna fuente de agua. La gloria del océano, entonces,
sólo está dentro de sí mismo.
El agua entra al océano de todas partes en la forma de lluvia y ríos. Pero, ¿produce
algún cambio en la llenura del océano la entrada de estas varias formas de agua? Si lo
produjeran, entonces podríamos decir que el océano no está repleto porque para ser
océano depende de otras fuentes. Y si no se produce ningún cambio por el agua que
entra, entonces el océano está lleno por sí mismo y la no entrada de agua no hará ninguna
diferencia en su llenura.
Entonces, por sí mismo el océano está lleno de agua. Al no depender de ninguna
fuente de agua para su llenura, ni la entrada ni la no entrada de agua producen alguna
diferencia en él. No teme inundarse y de ese modo perder su nombre: océano. Tampoco
codicia el agua para ser océano.
Por otra parte, un estanque sí depende de la lluvia o de otra fuente de agua que
entre en él para que sea un estanque. Si un estanque depende de una cierta fuente
subterránea, por ejemplo, todo lo que se necesita para que no sea un estanque es que
alguien perfore pozos alrededor. El nivel superior del agua descenderá, la fuente
subterránea se secará y no habrá agua en el estanque. Un estanque puede dejar de ser un
estanque si también entra demasiada agua en él. Si las orillas ceden habrá agua por todas
partes. Nadie sabrá dónde está el estanque a no ser que vadeando el agua, ¡de repente
alguien se meta en él! Por lo tanto, un estanque no se llamará más estanque ya sea que
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Bhagavadg¢t¡

entre demasiada agua o que no haya agua en absoluto. Dichos cambios son posibles para
un estanque, mientras que un océano no sufre cambios de ninguna clase, sin considerar si
el agua entra o no entra en él.

EL SABIO
Así como la llenura del océano no es afectada por la entrada o la no entrada de
agua, así también la paz mental del sabio no es afectada por objetos que entran en la
mente. Estos objetos entran en tal persona así como las aguas entran en el océano. Pero él
no es afectado por ellos porque, como el océano, el sabio es pleno — por ninguna otra
razón que la plenitud que es su propia naturaleza.
Todo el mundo tiene este sentimiento de plenitud, aunque por el momento, sólo
cuando ocurre algo deseable. Con el tiempo, la persona halla que ya no es plena. Por otra
parte, un sabio no depende de nada para su plenitud porque el ser ya es pleno como el
océano. El ser es ¡nanda; no tiene límites. De este modo, el reconocimiento del ser es la
razón misma de que la persona sea plena. ‘Yo soy’ es plenitud. Yo soy plenitud. Si yo
soy plenitud, entonces el significado de la palabra ‘yo’ no puede encontrarse en un factor
limitado como el cuerpo, la mente o los sentidos.
Por lo tanto, el ‘yo’ debería comprenderse tal cual es — y sucede que es ¡nanda.
El sabio es la persona que es feliz sin depender de ningún objeto o situación. Como el
océano, él o ella son plenos por su propia gloria, por su propia naturaleza. La plenitud de
un sabio, el ¡nanda de la persona, no aumentará a causa de la entrada de algunos objetos
deseables. Y si tales objetos deseables no entran, el sabio no pierde nada. En cualquiera
de los dos casos ningún cambio se produce en la persona; permanece inalterado.
Si en la mente de una persona que no es plena entran objetos deseables, éstos
causan estragos en la persona porque tienen que ser obtenidos, experimentados o
poseídos y puede no haber forma de hacerlo. Por lo tanto, la persona se irrita, transpira y
muestra su disgusto e impaciencia. Cuando una persona se considera alguien carente, los
deseos sólo causan problemas. Y si a dicha persona se le dice que abandone todos los
deseos, no podrá hacerlo. A menos que uno sea pleno, los deseos no pueden abandonarse.
Ellos desaparecen sólo cuando la persona es plena. Aun cuando en la mente de un sabio
entren deseos, éstos no crean ningún problema porque sean satisfechos o no, para el sabio
es lo mismo.

LA DESAPARICION DEL YOYO EMOCIONAL


En este verso la palabra k¡ma se interpreta con el significado de objetos —
k¡myate iti k¡maÅ (son deseados y por lo tanto se llaman k¡mas). Si una persona no
sabe que ella es ¡nanda, la persona se exalta cuando entran objetos deseables y se
deprime cuando entran objetos indeseables. Mientras que para el sabio no hay diferencia.
Él o ella son solo ¿¡nti, lo cual significa que en la persona no hay cambios de ninguna
clase. El yoyó emocional ya no está más presente. Algunas veces puede haber una risa
murmurante o hasta una risa estrepitosa, así como el océano en ciertos momentos parece
estar muy extático y en otros momentos parece estar simplemente riendo. Puede haber
una sonrisa, una risa o calma.

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Capítulo 2

Para el océano, las pequeñas olas son sus sonrisas y las grandes rompientes su risa
estrepitosa. Si no está riéndose estrepitosamente o sonriendo, ¿desaparece el océano? No,
está tranquilo en su plenitud. Por lo tanto, la plenitud que ya está allí es la plenitud que
ríe. Puede ser una plenitud que ríe, una plenitud que sonríe o una plenitud tranquila.
La otra persona mencionada en este verso, el k¡mak¡m¢, es el que tiene deseos.
Esto no es decir que él o ella desean tener deseos. Nadie quiere desear tener deseos, pero
esta persona claramente desea objetos deseables. En la mente de esta persona también
entran los objetos sensorios; entra el mundo. Cuando entra lo deseable hay exaltación y
cuando entra lo indeseable hay depresión. De esta forma, las emociones de la persona
suben y bajan como un yoyó.
Si un sabio puede ser comparado con un océano, los no sabios indudablemente
pueden ser comparados con un desdichado estanque tal como hace poco vimos en el
ejemplo. Cuando las lluvias lleguen habrá agua. Siempre que no haya demasiada agua o
demasiada poca, el estanque continuará siendo. Pero si se inunda o el agua se seca, el
estanque desaparece. Similarmente, para el que tiene deseos que atan, la entrada o la no
entrada de objetos deseables e indeseables produce cambios, lo cual no ocurre en el caso
del sabio. Este verso dio entonces alguna esperanza a Arjuna. El verso anterior fue una
descripción real de un sabio en el sentido de que se necesita sabiduría para que tú seas un
sabio, y por lo tanto, sería mejor que obtengas esta sabiduría. Luego siguió la ilustración
del presente verso en el que se comparó al sabio con el océano. ¡Que todos los objetos
deseables e indeseables entren como el agua en el oceano! El sabio permanece pleno, no
así el k¡mak¡m¢.
K¤À¸a le estaba diciendo aquí a Arjuna que aquel que tiene deseos que atan,
siempre tendrá problemas y que por medio de esta ilustración Arjuna sabría como es un
sabio. Habiendo dicho esto, K¤À¸a luego resumió en los dos versos siguientes la sección
sobre el sthitaprajµa como así también todo el capítulo.

ʴɽþÉªÉ EòɨÉÉxÉ ªÉ& ºÉ´ÉÉÇxÉ {ÉÖ¨ÉÉÆí®úÊiÉ ÊxÉ&º{ÉÞ½þ&*


ÊxɨÉǨÉÉä ÊxÉ®ú½þ»®ú& ºÉ ¶ÉÉÎxiɨÉÊvÉMÉSUôÊiÉ ** 71 **
vih¡ya k¡m¡n yaÅ sarv¡n pum¡Æ¿carati niÅsp¤haÅ
nirmamo niraha´k¡raÅ sa ¿¡ntimadhigacchati Verso 71

ªÉ& yaÅ — aquel que; {ÉÖ¨ÉÉxÉ pum¡n — persona; ºÉ´ÉÉÇxÉ sarv¡n — todos; EòɨÉÉxÉ k¡m¡n —
los deseos que atan; ʴɽþÉªÉ vih¡ya — habiendo abandonado; Êxɺ{ÉÞ½þ& nisp¤haÅ — libre de
anhelos; ÊxɨÉǨÉ& nirmamaÅ — sin el sentimiento de ‘mío’; ÊxÉ®ú½þ»®ú& niraha´k¡raÅ — sin
el sentimiento de ‘yo’ limitado; SÉ®úÊiÉ carati — se mueve; ºÉ& saÅ — él; ¶ÉÉÎxiɨÉ ¿¡ntim —
la paz; +ÊvÉMÉSUôÊiÉ adhigacchati — alcanza

Habiendo abandonado todos los deseos que atan, la persona que se


mueve, libre de anhelo, sin el sentimiento del ‘yo’ limitado y ‘mío,’
alcanza la paz.

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Bhagavadg¢t¡

La persona sabia es la que abandonó todos los deseos que atan y que se mueve
libremente en el mundo. Ya se trate de una persona que sea un rey como Janaka o un
sanny¡s¢ como áa´kara, no hay diferencia en la libertad de la persona. El anhelo por
ésto o aquéllo se ha ido porque la persona es feliz consigo misma. Ya no hay más anhelos
por situaciones con el fin de volverse seguro y feliz. Por lo tanto, el sentimiento de ‘mío’
ya no está presente. Dicha persona no tiene esta clase de apego a nadie ni a nada.
Las personas se aferran a ciertas personas y objetos y los consideran como ‘míos’.
Son como niños que dicen, ‘no toques esto; no me lo quites. Este es mi juguete.’ La única
diferencia entre lo ‘mío’ que teníamos cuando eramos niños y lo ‘mío’ que tenemos
como adultos es que los juguetes fueron reemplazados por otros objetos más sofisticados.
En realidad, no somos sino niños grandotes y con barba. La noción de ‘mío’ nunca se va;
sólo se reemplazan los objetos. De este modo, decimos ‘esto es mío’ con respecto a unas
pocas cosas y personas.

NO HAY NI 'YO' NI 'MIO'


Sin embargo, cuando veo que todo es sólo yo mismo, todo cambia. Yo soy el
padre, la madre y todos los lugares. Cuando todo es yo mismo no hay ‘mío’. ‘Mío’
significa que ‘tuyo’ y ‘suyo’ están también presentes. Estas son las razones de todos tus
problemas. Te vuelves pequeño ante tus propios ojos. Cuando ‘yo’ y ‘mío’ ya no están
presentes porque sabes que ‘yo soy todo esto’, tú eres un sabio.
Cuando dices: ‘yo soy todo esto,’ el sentimiento de ‘mío’ termina. El sentimiento
de ‘yo’ también termina porque cuando todo es yo mismo, no hay ‘yo’. La gente piensa
que esto es vanidad, pero la vanidad sólo existe cuando eres dominado por el sentimiento
de pequeñez. Cuando dices, ‘yo soy todo’, no hay vanidad. La vanidad es sólo con
respecto a la comparación y al orgullo. Cuando te consideras a tí mismo ser ‘tanto como’,
hay cuantificación en términos de tus posesiones, tu capacidad, tus habilidades, etcétera.
Entonces, hay aha´k¡ra, ego. Pero cuando el ego se infla hasta el punto de ‘yo soy
todo’, no hay aha´k¡ra en absoluto! Sólo hay realidad, conocimiento, Brahman.
Aha´k¡ra no es sino una noción, la noción de ‘yo’. Cuando la realidad es ‘yo soy
todo,’ no hay ego. El ego sólo está cuando te comparas con otra persona. ‘El no tiene
tanto como yo’ es ego. Pero en realidad no hay otra persona de ningún modo. Todo lo
que existe es yo mismo. No hay ego, no hay hacedor; sólo hay aham, yo. Que ‘yo soy un
hacedor’ es una noción, mientras que ‘yo’ es el ser. Por lo tanto, la persona de la cual se
está tratando en este verso es aquella que no tiene la noción de ‘yo’ o mío’ porque todo es
ella misma. Si todo no es sino uno mismo, ¿dónde está la posibilidad de tener un deseo?
Sabiendo esto, entonces, el sabio no tiene deseos que atan.

COMO VIVE UN SABIO EN EL MUNDO


Aquí, el uso de la palabra carati, es muy hermoso. El sabio no huye del mundo. En
todo caso, ¿adónde podría ir? Habiendo abandonado todos los deseos que atan, dicha
persona continúa viviendo en el mundo y hasta puede ocuparse de una variedad de
actividades. Pero la actividad en sí misma no significa nada. La persona sólo alcanza
¿¡nti, lo que significa que él o ella nunca cambian. Otras personas se mueven de acá para
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Capítulo 2

allá debido a la presión de sus deseos, mientras que el sabio está libre de la presión de
dichos deseos que atan.
Las personas que son incitadas por los deseos dirán, ‘esto tiene que hacerse, ¡sólo
entonces podré ser feliz!’ La única diferencia entre un sabio y estas personas es que el
sabio está motivado pero no es empujado por sus deseos. A pesar de moverse y ser activo
en el mundo, no hay ningún cambio interior apreciable en la persona que se produzca ya
sea por el deseo o por su consecuencia.
Cuando el mundo entra en el sthitaprajµa, la persona es ¿¡nta. Y cuando ella
entra en el mundo, ocupándose en las actividades del mundo, también entonces no hay
sino ¿anti. Esto se dijo debido a una duda que puede surgir aquí. Está bien decir que el
sthitaprajµa es pleno y que cuando el mundo entra en dicha persona, simplemente se
resuelve en su plenitud. El o ella sólo se sientan en un lugar con esta plenitud y
cualquiera sea el mundo que entre en la persona, sólo ¿anti prevalece. ¿Qué ocurre con el
sabio que es activo? La actividad no altera la sabiduría de la persona. No hay ningún
cambio porque no hay ninguna noción de ser el hacedor o el disfrutador, no hay ninguna
noción de ‘yo’ en la persona. Sólo permanece ¿¡nti.
Que la persona se ocupe en el mundo o que el mundo entre en la persona, es lo
mismo en cualquiera de los dos casos. Ya sea que ella esté disfrutando o haciendo, hay
¿anti. Cuando el mundo entra en la persona o la persona hace algo, él o ella no se
convierten en un disfrutador o un hacedor. Las nociones de ser el disfrutador y el hacedor
son negadas en el sabio. Aunque hay una aparente noción de ser un disfrutador y hacedor,
esencialmente ella no está presente. Esto es lo que llamamos b¡dhita, lo cual significa
que, a través del conocimiento, la realidad de ser el hacedor y disfrutador, centrada en
‘yo’, se vuelve sólo aparente y ya no se considera como la verdad de uno.
Cuando K¤À¸a le habló a Arjuna y cuando áa´kara escribió sus comentarios,
estaba la condición de ser el hacedor. Pero ni K¤À¸a ni áa´kara se consideraban a ellos
mismos como el hacedor. Para el sabio, la condición de ser el hacedor es sólo hacer. La
noción ‘yo soy el hacedor’ no está presente. Esto significa que el sthitaprajµa continúa
siendo Brahman. Por lo tanto, K¤À¸a concluyó.

B¹ÉÉ ¥ÉÉÀÒ ÎºlÉÊiÉ& {ÉÉlÉÇ xÉèxÉÉÆ |ÉÉ{ªÉ ʴɨÉÖÁÊiÉ*


κlÉi´ÉɺªÉɨÉxiÉEòÉ™äô%Ê{É ¥ÉÀÊxÉ´ÉÉÇhɨÉÞSUôÊiÉ** 72 **
eÀ¡ br¡hm¢ sthitiÅ p¡rtha nain¡Æ pr¡pya vimuhyati
sthitv¡sy¡mantak¡le'pi brahmanirv¡¸am¤cchati Verso 72

{ÉÉlÉÇ p¡rtha — ¡Oh! Hijo de P¤th¡ (Arjuna); B¹ÉÉ eÀ¡ — este; ¥ÉÉÀÒ ÎºlÉÊiÉ& br¡hm¢ sthitiÅ
— el estado de estar en Brahman; BxÉɨÉ en¡m — esto; |ÉÉ{ªÉ pr¡pya — habiendo
alcanzado; xÉ Ê´É¨ÉÖÁÊiÉ na vimuhyati — no está engañado; +xiÉEòÉ™äô antak¡le — al final
de la vida; +Ê{É api — aun; +ºªÉɨÉ asy¡m — en eso; κlÉi´ÉÉ sthitv¡ — permaneciendo;
¥ÉÀÊxÉ´ÉÉÇhɨÉ brahma-nirv¡¸am — la liberación; @ñSUôÊiÉ ¤cchati — obtiene;

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Bhagavadg¢t¡

Esto es tener el ser en Brahman, ¡Oh! P¡rtha. Habiendo alcanzado ésto,


uno ya no vive en el engaño. Permaneciendo ahí, aun en el final de la
vida, uno obtiene la liberación.
El conocimiento firme, jµ¡na-niÀ¶h¡, que ha sido el tema de la enseñanza de
K¤À¸a desde el comienzo, es la firmeza en Brahman, brahma-niÀ¶h¡. En el medio se
indicó el karma-yoga y se respondió la pregunta de Arjuna concerniente a la definición
de un sthitaprajµa. Se menciona nuevamente esta misma sabiduría firme. Jµ¡na-niÀ¶h¡
significa conocimiento bien establecido en claridad y es brahma-ni˦ha aquel cuyo
conocimiento es que ¡tm¡ es Brahman. Es este conocimiento llamado brahma-niÀ¶h¡
el que aquí es alabado en el último verso del segundo capítulo.
Sthiti se refiere a este niÀ¶h¡, o firmeza en el conocimiento. Dirigiéndose a
Arjuna como P¡rtha, el hijo de P¤th¡, K¤À¸a le dijo a Arjuna que ser un sthitaprajµa
es el estado, sthiti, de estar en Brahman, nacido del conocimiento de Brahman. Sin
embargo, una vez usada la palabra ‘estado’, existe un problema porque, siendo sólo un
estado, no siempre será el mismo. Anteriormente, algo no estaba y ahora ese algo está en
un estado particular. Luego, utilizando la misma lógica, se perderá cuando se obtenga
otro estado, así como el estado anterior se perdió cuando se obtuvo este estado.
Cuando el estado de vigilia desaparece, llega el soñar. Cuando el estado de soñar
desaparece, llega el sueño profundo. Cuando el sueño profundo también desaparece, llega
la vigília. Cuando esta vida se va, viene otra vida. Debido a la fuerza centrífuga,
encontramos que ciertas cosas están en un estado o posición particular y que cuando la
fuerza se va, ya no están en la misma posición. Similarmente, cualquier estado está sujeto
a la pérdida, sujeto al cambio. De lo contrario no se llamaría un estado.
Es importante mencionar que aquí no estamos tratando el sam¡dhi, el cual es un
estado. A menudo surge la pregunta acerca de qué ocurre luego que uno sale del
sam¡dhi. La etapa final del sam¡dhi en la que no hay ninguna clase de modificaciones
del pensamineto, el nirvikalpa-sam¡dhi, es un estado y por lo tanto se perderá.
Ya que aquí K¤À¸a usó la palabra sthiti, uno puede preguntar cuánto puede durar
este estado si verdaderamente alguna vez fuese obtenido. La palabra ‘estado’ se usa en
este verso sólo por falta de una mejor palabra y no significa algo que luego se perderá.
Este niÀ¶h¡ es conocimiento, conocimiento de Brahman. No es que ¡tm¡ entra en
Brahman y se sienta allí. Todo lo que hay es ¡tm¡, el ser, y ese ser resulta ser
Brahman. Por lo tanto es algo para ser comprendido.

EL CONOCIMIENTO DE BRAHMAN NO ES UN ESTADO


No hay ningún Brahman distinto de ¡tm¡. Ëtm¡ es Brahman. Si ¡tm¡ es
Brahman, es un tema para el entendimiento. No es un estado; es conocimiento que una
vez obenido hará que la persona deja de estar engañada. Porque el conocimiento no es un
estado, el sabio nunca se pone la capa del engaño otra vez. Por lo tanto, nuestra vieja
ignorancia no regresa. Por lo tanto, la ignorancia anterior nunca regresa. Dichas nociones,
que estaban basadas en la ignorancia, tales como ‘yo soy un j¢va, un mortal, un hacedor,
un disfrutador,’ tampoco regresan.

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Capítulo 2

Tú puedes preocuparte acerca de la posibilidad que regresen otra vez las falsas
nociones. Puedes pensar, ‘Supongamos que el hacedor, el disfrutador, regresa.
Nuevamente tendré todos los viejos problemas. ¿Qué haré entonces? Tendré que
encontrar otro guru. Mi guru actual me echará porque, habiéndome enseñado una vez,
no querrá enseñarme de nuevo. ¿Qué es lo que haré? Tendré que regresar otra vez.
Tendré que asumir otro cuerpo y ¡todo comenzará de nuevo!’ No hay tal problema
porque lo que estamos tratando no es un estado; es conocimiento. El conocimiento
obtenido se obtiene para siempre. Ëtm¡ es Brahman. Cuando se comprende su svar£pa,
su naturaleza, no hay más j¢va. El individuo desaparece. Ya no hay más falsas nociones
acerca de uno mismo y la vieja confusión no regresa.

NUNCA ES DEMASIADO TARDE PARA OBTENER EL AUTOCONOCIMIENTO


K¤À¸a luego dijo que, permaneciendo en este conocimiento de Brahman, el sabio
obtiene mokÀa en esta misma vida. Él o ella se liberan en vida. Hay una información más
que también se da: la liberación es posible aun para una persona que está en la etapa final
de su vida. La persona puede ser muy anciana. Los oídos pueden no oír más, los ojos
pueden no ver, el higado puede no funcionar, el corazón puede estar palpitando y la
persona puede estar siempre rascándose la cabeza para recordar cosas — ninguna de las
cuales tiene importancia en absoluto.
Aun cuando la persona sea anciana y esté agonizando, puede saber, ayudado por
todas las experiencias de su vida. Los viejos problemas ya no están allí y de todos modos
¡todo fue intentado! Son sólo aquellos que ya no pueden intentar nada, los que se inclinan
pensar en sí mismos como solitarios. ‘No puedo salir a pescar en bote. Ya no puedo
agarrar ningún salmon; se mueven demasiado rápido para mí. Ahora es la temporada de
los ciervos pero todos se escapan de mí. Ni siquiera puedo conducir un coche y estoy en
un geriátrico. Nadie viene a verme excepto en Navidad. Así y todo mi familia me
pregunta cómo estoy y se va otra vez.’ Por tales personas estos son grandes problemas,
mientras que para quien tiene algo de discernimiento y ha aprendido todo lo que la vida
puede enseñar, ya nada es en realidad un problema.
La vida es para todo esto. Los hijos nacen y lo llaman ‘papito’ y luego ‘abuelito’.
Cuando tú eres un papito se supone que es un vivek¢, alguien que puede discriminar lo
real de lo irreal, y cuando tú eres un abuelito se supone que es un gran vivek¢!
Naturalmente entoces, dicha persona está preparada. Si todos se van y la dejan consigo
misma, no debería ser un problema. Por ahora, la persona debería saber que nada está
realmente con ella, excepto quizás alguna asistencia social o pensión. No hay ninguna
otra seguridad. Luego, si tiene algo de viveka y la perona escucha el ¿¡stra, el
conocimiento se fijará. ¿Por qué? ¡Porque la persona está madura!

MOKâA NO TIENE QUE LLEVAR TIEMPO


Una persona anciana ya ha pasado por todas las experiencias que a uno lo hacen
más sabio. Para dicha persona, una frase es suficiente si se la presenta apropiadamente.
En ese momento debería ser una persona madura y por lo tanto, no debería tener ningún
problema emocional o r¡ga-dveÀas. Este tipo de persona madura, aunque próxima a la
muerte, puede obtener el conocimiento.
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Bhagavadg¢t¡

En la tradición existe una interesante historia acerca del Rey Par¢kÀit que confirma
esto. Como consecuencia de una maldición, él iba a morir en una semana. Fue al hijo de
Vy¡sa, áuka, quien era un jµ¡n¢, y le dijo que le quedaba sólo una semana de vida. En
respuesta, áuka sólo se rió. ‘¿Por qué te ríes?’, preguntó el rey. ‘¡Voy a morir en una
semana!’ áuka le explicó entonces por qué se había reído, ‘Eres afortunado’, le dijo. ‘Tú
dices que vas a morir en una semana. Esto significa que tú sabes que vas a estar vivo por
siete días, mientras que yo mismo no tengo tal garantía. Puesto que estás seguro que vas a
vivir siete días, indudablemente es motivo de celebración. Eres afortunado. Para ese
entonces ¡tú puedes ser Brahman!’ Siete días son más que suficientes para cambiar la
propia perspectiva y, muy seguramente, en siete días este rey llegó a ser un jµ¡n¢. De
este modo, aun si estás padeciendo una enfermedad terminal o eres muy anciano, no hay
diferencia alguna. Tú puedes obtener mokÀa, liberación.
áa´kara luego completó la oración. Si una persona próxima a la muerte puede
obtener mokÀa, cualquiera puede obtenerlo. Aun como brahmac¡r¢, antes de entrar al
segundo estadio de la vida que es el matrimonio, una persona que se dedique a este
estudio puede obtener mokÀa. Luego, mientras viva, la persona vivirá en el conocimiento
de Brahman.
Cuando los oídos escuchan, los ojos ven, la mente piensa y la memoria es una
posibilidad, el conocimiento indudablemente puede ser obtenido. Si una persona cuya
memoria se ha ido, cuyos ojos no ven y cuyos oídos no escuchan, puede obtener este
conocimiento, cuanto más posible es el conocimiento para aquel cuyo cuerpo está sano y
cuya mente es brillante.
No habiendo ninguna duda de que el conocimiento es todo lo que debe obtenerse
para la liberación, finaliza el segundo capítulo.

+Éå iÉiºÉiÉÂ* <ÊiÉ ¸ÉҨɑùMÉ´ÉÌÒiÉɺÉÖ ={ÉÊxɹÉiºÉÖ ¥ÉÀÊ´ÉtɪÉÉÆ ªÉÉäMɶÉÉÛÉä


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oÆ tatsat. iti ¿r¢madbhagavadg¢t¡su upaniÀatsu brahmavidy¡y¡Æ
yoga¿¡stre ¿r¢k¤À¸¡rjunasaÆv¡de s¡´khyayogo n¡ma dvit¢yo'dhy¡yaÅ

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