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PARTE PRIMERA

Normas generales
CAPÍTULO I

 Ordenación y principios del proceso 
50
A. Ordenación jurídica del proceso social 52

  1. Configuración y fuentes reguladoras 52

  2. Aplicación de la ley procesal en el tiempo y en el espacio 70

    a. Aplicación de las normas procesales en el tiempo y el régimen transitorio 70

    b. Aplicación de la ley procesal en el tiempo y el principio de territorialidad 74

B. Relaciones entre la LRJS y la regulación procesal civil 80


C. Relaciones entre la LRJS y la regulación procesal contencioso-administrativa 85
D. Principios del proceso social 90

  1. Audiencia bilateral y contradicción 92

  2. Igualdad de armas y medios en el proceso 100

  3. Buena fe procesal 108

  4. Dispositivo o de justicia rogada 112

  5. Aportación de parte 126

  6. Oralidad 132

  7. Inmediación 140

  8. Concentración 152

  9. Publicidad 160

  10. Celeridad 168

Bibliografía 9600

A. Ordenación jurídica del proceso social 
1. Configuración y fuentes reguladoras 

a. Configuración 

52
El proceso social no deja de ser un proceso civil especial, como se deduce, entre otros factores, de la aplicación supletoria de la LEC ( TCo 87/2006 ) que
cuenta con una regulación separada. Nació dentro del proceso civil en la L 30-1-1900 , que preveía que los litigios de accidentes de trabajo se
sustanciarían ante los jueces de primera instancia por los trámites del juicio verbal, y, después de la experiencia de los tribunales industriales y de los
órganos paritarios de enjuiciamiento, mantuvo ese carácter en el marco más estatalista de las magistraturas de trabajo, que se inicia en 1938-1940 y
continuó en las sucesivas leyes de procedimiento laboral ( D 4-7-1958 ; D 149/1963 ; D 909/1966 ; D 2381/1973 ; RDLeg 1568/1980 ). Tras la reforma
orgánica de 1985 (LOPJ), la jurisdicción especial de trabajo se convirtió en orden jurisdiccional social, pero las características del proceso social se
mantuvieron en lo esencial, aunque con innovaciones importantes en el sistema de recursos como consecuencia de la nueva planta derivada de la
organización territorial del Estado. Esta adaptación orgánica será la gran tarea de la LPL/1990 ( RDLeg 521/1990 ), que también se caracteriza por su
intento de incorporar las líneas fundamentales de la doctrina del Tribunal Constitucional. Menos importancia tuvo la LPL/1995 ( RDLeg 2/1995 ), que
cumplió el mandato de refundición de la L 42/1994 , pero que sirvió al menos para salvar la anulación «post mortem» de un buen número de artículos de
la LPL/1990 -especialmente, en la ejecución- por la TS 3-10-97, EDJ 7865 .
La LRJS 2011 ( L 36/2011 ), actualmente en vigor, respeta la estructura sistemática de la LPL/1995 y su diseño del proceso social, consolidando los
principios rectores, distribución de reglas y organización interna de dicha norma, pero junto a estos elementos de continuidad, se advierte en ella una
firme voluntad innovadora dirigida especialmente a la racionalización y clarificación del ámbito de conocimiento del orden social, ampliándolo y
concentrando en él, por su mayor especialización, el enjuiciamiento de todas aquellas materias que, de forma directa o por esencial conexión, cabe
calificar de «sociales», y no solo de las estrictamente laborales en su acepción tradicional, tal y como el propio título de la Ley indica. Las modificaciones
se proyectan también en otros aspectos con la finalidad común de modernizar y adecuar el procedimiento para dar una respuesta más eficaz y ágil a
los litigios que se suscitan en las relaciones de trabajo y Seguridad Social, fortaleciendo de ese modo la tutela judicial efectiva y la seguridad jurídica. A
ese designio responden, entre otros, los cambios producidos en relación al uso de las tecnologías de la información y de la comunicación, y los operados
en materia de mecanismos de evitación del proceso, deber de buena fe procesal, reparto de asuntos, acumulación de acciones y procedimientos, justicia
cautelar, protección colectiva de los derechos e intereses de los trabajadores, procesos complejos, resoluciones recurribles en suplicación, formalización
del recurso de casación ordinario, ámbito del recurso de casación para la unificación de doctrina, y efectos de las sentencias de conflicto colectivo, al igual
que los concernientes a la modalidad de tutela de derechos fundamentales, y la introducción del monitorio laboral. Además de las reformas centradas en
esos dos ejes básicos la LRJS incidió en una multiplicidad de aspectos algunos muy relevantes de los que se da cuenta en los marginales de esta obra.
Dos meses después de su entrada en vigor, la LRJS resultó afectada por una disposición que introdujo importantes modificaciones en su texto ( RDL
3/2012 art.20 a 25 y disp.trans.11ª y L 3/2012 art.20 a 25 y disp.trans.11ª ), adaptando sus preceptos a las reformas efectuadas por esas mismas normas
en el régimen jurídico del despido colectivo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y en los de la suspensión contractual y
reducción de jornada por tales motivos, así como en la regulación de los efectos jurídicos derivados de la declaración de improcedencia del despido.
Al poco tiempo, el RDL 20/2012 modificó la LRJS en materia de salarios de tramitación. Más tarde la L 1/2014 art.11 , siguiendo las pautas anticipadas
por el RDL 11/2013 , alteró la redacción de varios apartados de la LRJS art.124 (regulador del proceso de despido colectivo) y dio nueva redacción a la
LRJS art.247.2 (sobre la ejecución definitiva de las sentencias dictadas en procedimiento de conflicto colectivo). Por su parte, la L 26/2015 disp.final 13ª
incidió en la LRJS art.146.2 (sobre revisión de actos declarativos de derechos). Por último, el 2-10-2016 ha entrado en vigor la nueva Ley del
Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas que reforma diversos preceptos de la LRJS en materia de reclamación previa ( L
39/2015 disp.final 3ª ).
b. Fuentes 

54
El sistema de fuentes del proceso social es el propio del Derecho procesal y, más concretamente, el del Derecho procesal civil, y está integrado por la
Constitución, la ley procesal, la costumbre y los principios generales del Derecho, siguiendo el esquema general del CC art.1 .
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Constitución 
La Constitución como norma suprema del ordenamiento jurídico ( Const art.9.1 ) es fuente directamente aplicable en el proceso social. La Constitución
contiene un cuerpo de disposiciones procesales de gran trascendencia, tanto en la vertiente estrictamente adjetiva, como en la orgánica. Hay que
mencionar, en primer lugar, el reconocimiento como derecho fundamental del derecho a la tutela judicial efectiva ( Const art.24.1 ) y de la amplia gama
de derechos que se enumeran: el derecho al juez predeterminado por la ley, el derecho a la defensa y a la asistencia de letrado, el derecho a un proceso
público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías y el derecho a utilizar los medios de prueba ( Const art.24.2 ). A ellos hay que añadir lo relativo
al principio de igualdad en la aplicación de la ley ( Const art.14 ), que ha tenido una repercusión importante en la motivación de los cambios de criterio
por los órganos judiciales. Pero también contiene la Constitución las normas básicas sobre la ordenación de la jurisdicción como poder del Estado del
Título VI y las importantes previsiones de la Const art.149. 1. 5ª y 6ª , a tenor del cual el Estado tiene competencia exclusiva en materia de Administración
de Justicia ( TCo 173/2014 ; 120/2014 ; 224/2012 ; 163/2012 ; 162/2012 ; 109/2011 ; 31/2010 ; 294/2006 ) y de legislación procesal ( TCo 254/2015 ; TCo
149/2014 ; TCo 82/2014 ; TCo 92/2013 ; TCo 21/2012 ; TCo 31/2010 ; 243/2004 ).
Las normas constitucionales vinculan al juez social en los términos que resultan de la LOPJ art.5 y 6 :
1. Excepcionalmente, los preceptos constitucionales deben tener aplicación directa cuando su naturaleza lo permita y no hayan sido objeto de
desarrollo por la ley.
2. Las leyes y los reglamentos deben ser interpretados y aplicados conforme a los principios y preceptos constitucionales y de acuerdo con la doctrina
constitucional, cuyo incumplimiento determina que la resolución judicial así dictada deba reputarse vulneradora de la Const art.24.1 ( TCo 138/2016 ;
51/2016 ; 32/2013 ; 133/2011 ).
3. El precepto reglamentario inconstitucional debe ser inaplicado.
4. La ley que, según la convicción del juez, sea contraria a la Constitución no puede ser inaplicada, pero debe plantearse cuestión de
inconstitucionalidad, cuando no sea posible su interpretación conforme a la Norma Fundamental.
5. Si la disposición con rango de ley es anterior a la Constitución, el juez puede inaplicarla por el efecto derogatorio de la Constitución, pero también
puede optar por plantear cuestión de inconstitucionalidad ( TCo 4/1981 ; 11/1981 ; 126/1997 ).
El recurso de casación puede fundarse en la infracción de un precepto constitucional ( LOPJ art.5.4 ).
La inconstitucionalidad de una norma procesal con rango de ley puede provenir tanto de la infracción de una norma constitucional de índole procesal
como de la vulneración de otra disposición de rango constitucional que no tenga ese carácter. Un supuesto típico es el de la disposición derogatoria de la
LBPL que fue anulada por infringir la LOPJ art.9 , lo que tenía relevancia constitucional en la medida en que, al vulnerar una ley ordinaria lo dispuesto en
una ley orgánica, se estaba infringiendo el precepto de la Constitución que establece la prevalencia de la ley orgánica sobre la ordinaria en las materias
de competencia de la primera ( TCo 224/1993 ).
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Ley 
La segunda fuente del Derecho procesal social es la ley. Las leyes procesales siguen la clasificación general de leyes orgánicas y leyes ordinarias. Las
primeras versan sobre las materias que son objeto de la reserva a este tipo de ley por la Const art.81.1 y se caracterizan por su procedimiento de
elaboración que exige para su aprobación una mayoría absoluta del Congreso de los Diputados ( Const art.81.2 ). En materia procesal, la organización
del poder judicial y su gobierno están comprendidas en la reserva de ley orgánica, por lo que tienen ese carácter la LOPJ y la LDPJ, que son desde luego
aplicables en el ámbito del proceso social. Lo mismo ocurre con la LOTC, que tiene también relevancia en materia procesal social, singularmente para la
cuestión de inconstitucionalidad y el recurso de amparo, pero la reserva de ley orgánica proviene de la Const art.165 , pues el TCo no se integra en el
poder judicial. La relación entre ley orgánica y ley ordinaria no es una relación de jerarquía, por la que la segunda quede subordinada a la primera
atendiendo a la mayoría absoluta que requiere esta para su aprobación, sino una relación de competencia, viniendo dada por las materias que se
reserven las leyes orgánicas en virtud de la Const art.81.1 ( TCo 123/1996 ), pero, como ya se ha visto, una ley ordinaria que invada el campo de
regulación de una ley orgánica es inconstitucional y puede por ello ser anulada ( TCo 224/1993 ), intromisión que no se apreció en la regla competencial
introducida por la L 52/2003 art.23 , por el que se dio nueva redacción a la LPL/1990 art.3.1 b ) que excluyó del conocimiento del orden jurisdiccional
social -y se lo atribuyó al contencioso-administrativo-, la impugnación de las resoluciones sobre encuadramiento en la Seguridad Social ( TCo 121/2011 ).
La ley -orgánica u ordinaria- está sometida a la Constitución. El control de la constitucionalidad de las leyes corresponde en exclusiva al Tribunal
Constitucional que lo ejerce a través de dos mecanismos básicos: el recurso de inconstitucionalidad y la cuestión de inconstitucionalidad. Pero existe otra
vía de control, la llamada «autocuestión de inconstitucionalidad» que el Tribunal Constitucional puede plantearse al conocer de un recurso de amparo (
LOTC art.55.2 ), vía que se usó sin efectos en relación con el problemático LPL art.45 ( TCo 48/1995 ). Antes existía el recurso previo de
inconstitucionalidad en la LOTC art.79 , abolido por la L 4/1985; sólo subsiste para los tratados internacionales la «consulta» vinculante de la LOTC
art.78 , como la resuelta mediante la Declaración 1/2004, de 13 de diciembre.
Desde la perspectiva de su contenido suele distinguirse entre leyes orgánicas y leyes procesales. Las primeras tratan de la organización judicial y el
personal, mientras que las segundas se centran en los aspectos estrictamente adjetivos, pero la denominación es hoy confusa por la existencia de leyes
orgánicas en el sentido antes precisado y porque la actual LOPJ recoge regulaciones tradicionalmente propias de las leyes procesales; lo mismo ocurre
con la LEC o la LRJS en las que puede encontrarse alguna materia «orgánica».
No es normal, en materia procesal, el recurso al Decreto-Ley, pero es posible su utilización en supuestos que no estén comprendidos en la prohibición de
la Const art.86.1 y que puedan fundarse en el presupuesto habilitante de la «extraordinaria y urgente necesidad». Ejemplo de ello se encuentra en el RDL
11/2013 que modificó diversos preceptos de la LRJS (nº 52 ), siendo sustituido por la L 1/2014 .
La legislación delegada, a través de decretos legislativos -textos articulados y refundidos- fue, sin embargo, la vía normal de la regulación del proceso
laboral hasta la aprobación de la vigente LRJS. La LPL/1995 fue un texto refundido y esta misma naturaleza tuvieron las leyes de 1958, 1963 y 1973,
mientras que las de 1966 y 1990 fueron textos articulados.
La vigente LRJS es la primera norma procesal laboral que ha sido elaborada íntegramente por las Cortes Generales, siguiendo además el procedimiento
ordinario de discusión y aprobación, lo que favoreció la mejora y enriquecimiento del proyecto de Ley remitido por el Gobierno y permitió conseguir un
unánime respaldo parlamentario.
No obstante, y como ya se ha adelantado (nº 52 ), la LRJS ha sido modificada posteriormente en varios aspectos relevantes por la L 3/2012, el RDL
20/2012, la L 1/2014, la L 26/2015 y la L 39/2015.
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Reglamento 
El reglamento es la tercera fuente. Puede definirse como una disposición dictada por la Administración con rango inferior a la ley. Se suele distinguir entre
reglamentos ejecutivos, que se dictan en función de remisiones normativas de una ley con la finalidad de completarla o desarrollarla, y reglamentos
independientes, que operan sin necesidad de una ley previa; y también atendiendo al contenido de la regulación se distingue entre reglamentos
jurídicos, que tienen una proyección externa sobre los administrados, y reglamentos de organización, que afectan a la propia Administración o a las
denominadas relaciones de supremacía especial. El reglamento no es un instrumento normativo frecuente en la materia estrictamente procesal. Ello se
debe no sólo al juego de la reserva material y formal de ley en el ámbito procesal (reserva tanto de ley ordinaria como de ley orgánica, como señala
Montero Aroca), sino a la técnica de las leyes procesales que, al agotar normalmente la regulación, dejan muy poco espacio al reglamento por el
fenómeno conocido como «congelación del rango». Los reglamentos tienen un mayor campo en materias organizativas y de personal, pero aun aquí hay
que tener en cuenta un fenómeno específico del Derecho procesal: la dualidad de competencias en materia de Administración de Justicia lleva a una
dualidad de potestades reglamentarias: la del Gobierno y la del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
La potestad reglamentaria del Gobierno está fundamentalmente referida al personal no jurisdiccional:
- personal de apoyo técnico o administrativo (letrados de la Administración de Justicia, personal auxiliar, forenses) y;
- personal colaborador (fiscales, abogados del Estado, abogados y procuradores).
Pero también alcanza al desarrollo reglamentario de algunos puntos instrumentales de la ley procesal (p.e.: el Reglamento de asistencia jurídica gratuita,
aprobado por el RD 996/2003 , o el RD 467/2006 -redacc RD 1011/2015-, regulador de los depósitos y consignaciones judiciales en metálico, de efectos o
valores y la OM JUS/1623/2007 complementaria del anterior). El régimen jurídico de estos reglamentos es el general que se contiene en la LPAC art.128
a133 y en la L 50/1997 del Gobierno art.23 a 26 -redacc L 40/2015- .
La potestad reglamentaria del CGPJ está reconocida en la LOPJ art.560.1.16ª . Se extiende a las materias de personal y organizativas que enumera la
LOPJ art.560.1.16ª , pero dentro de estas últimas hay algunas que tienen trascendencia procesal, como las reguladas en el Reglamento 1/2005 , de los
aspectos accesorios de las actuaciones judiciales (publicidad, habilitación de días y horas, fijación del tiempo de audiencia pública, reparto de asuntos y
de ponencias y guardias). También resulta de interés el Reglamento 2/2010 , sobre criterios generales de homogeneización de las actuaciones de los
servicios comunes procesales.
El control judicial de los reglamentos se realiza a través de su impugnación directa ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo por medio de
pretensiones de anulación, o por la vía de la inaplicación de la LOPJ art.6 .
62
Tratados internacionales 
Los tratados internacionales tienen también la condición de fuente del Derecho procesal social. Se incorporan al Derecho interno cuando han sido
válidamente celebrados y oficialmente publicados ( Const art.96.1 ; CC art.1.5 ) y presentan una especial resistencia, pues «sus disposiciones sólo podrán
ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del Derecho internacional»
( Const art.96.1 ). Normalmente, el tratado internacional en materia procesal requiere autorización de las Cortes en cuanto implique la modificación de
alguna ley ( Const art.94.e ). Mención especial merecen las normas de la Unión Europea, que contienen un Derecho procesal propio para la actuación
del sistema judicial de la Unión (TJUE y Tribunal de instancia) (nº 9360 s. ) y una ordenación dirigida a coordinar o armonizar los sistemas procesales de
los Estados miembros (p.e.: Rgto UE/1215/2012 -redacc Rgto UE/2015/281- , relativo a la competencia judicial el reconocimiento y la ejecución de
resoluciones judiciales) (nº 480 s. ).
64
Costumbre 
La costumbre suele definirse como una norma creada por el uso social que surge de «la repetición de actos verificados con la convicción de observar una
regla de Derecho» (Guasp). Hay en ella dos elementos: el material del uso uniforme y constante y el espiritual de la conciencia social del carácter
vinculante de ese uso. Es difícil que la costumbre actúe como norma en la ordenación del proceso. Está, desde luego, descartada la costumbre contra
legem ( CC art.1.3 y 2.2 ). Tampoco es fuente la costumbre secundum legem que no contiene una norma distinta de la ley, a la que en realidad
interpreta. La duda surge en relación con la costumbre praeter legem, la costumbre «en defecto de ley aplicable» que es la que reconoce el CC
art.1.3 . No hay, en realidad, en el ámbito procesal una creación popular de las normas a través de un uso social consciente de su intención reguladora,
sino una conducta de algunos técnicos especializados (jueces, abogados...), que generan los llamados usos forenses, en los que faltaría precisamente
el elemento de la conciencia social de su carácter vinculante (De la Oliva), aparte de que con esos usos no se trata de suplir a la ley, sino de completarla
(Gómez Orbaneja). En cualquier caso, el órgano judicial, que es el único que podría crear reglas vinculantes a través de decisiones de este carácter,
tampoco puede en nuestro Derecho actuar de esta forma (Montero Aroca). No es extraño, por tanto, que la LEC art.1 , al afirmar el principio de legalidad,
disponga que en los procesos civiles los tribunales y quienes ante ellos acudan o intervengan deben actuar con arreglo a lo dispuesto en esa Ley.
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Principios generales 
(CC art.1.4)
Mayor es la incidencia de los principios generales que se reconocen como fuente y que cumplen, no sólo una función supletoria, sino también
conformadora e interpretativa (ver nº 90 s. ).
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Jurisprudencia 
(CC art.1.6)
La jurisprudencia no es fuente de Derecho, ni en el ámbito procesal, ni en el sustantivo. El CC lo dice claramente cuando afirma que «complementará el
ordenamiento jurídico con la doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar» las verdaderas fuentes de Derecho,
es decir, «la ley, la costumbre y los principios generales del Derecho». Lo que falta en la jurisprudencia es el elemento de la vinculación de las decisiones
posteriores. En nuestro sistema el juez está vinculado a la ley, no a la jurisprudencia. El Tribunal Supremo puede variar de doctrina razonando el cambio
y los restantes órganos judiciales no están obligados a aplicar su criterio y pueden responsablemente discrepar del mismo en sus decisiones. Lo que
sucede en estos casos es que sus resoluciones serán probablemente casadas, pero no por vulnerar la jurisprudencia, sino por infringir una norma tal
como ha sido interpretada por el Tribunal Supremo. Así lo afirmó el TS en el llamado «caso de los subagentes de seguros», en el que se planteaba una
pretensión fundada en la limitación de retroactividad de un criterio interpretativo establecido por una sentencia de la Sala ( TS 30-4-02, EDJ 27241 ; 30-4-
02, EDJ 27233 ). Para estas sentencias «la jurisprudencia, en nuestro ordenamiento jurídico, no crea normas», pues «la función constitucionalmente
encomendada al juzgador es la de interpretarlas y aplicarlas al caso concreto» y por ello «no cabe atribuir o negar a la doctrina jurisprudencial efectos
retroactivos, pues tal eficacia temporal es propia de las normas y no de las resoluciones judiciales que las interpretan». Por consiguiente, «los
pronunciamientos jurisprudenciales no son constitutivos, sino meramente declarativos, de tal suerte que el precepto que ha sido objeto de interpretación
jurisprudencial no se ve en modo alguno modificado o alterado por virtud de la doctrina que lo interpreta, sino que su significado y alcance ha sido siempre
el mismo desde que la norma legal o reglamentaria de la que aquél forma parte entró en vigor, y lo seguirá siendo en tanto no se derogue o se modifique»
( TS 1-6-06, EDJ 105751 ), y «los cambios en la doctrina jurisprudencial no son cambios en la regulación, sino, en su caso, cambios en la forma de
interpretar o aplicar las normas vigentes y el caso debe resolverse conforme a la eficacia temporal de la norma aplicada y no en atención a la fecha en
que surge una determinada interpretación de la misma» ( TS 22-11-06, EDJ 345869 ).
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Recurso en defensa de la legalidad 
(LRJS art.219.3)
No obstante lo expuesto, es de advertir que al regular la nueva modalidad del recurso de casación para la unificación de doctrina - recurso en defensa de
la legalidad- para cuya interposición solo está legitimado el Ministerio Fiscal, y en relación únicamente a aquellos supuestos en que no ha mediado
solicitud de parte o en el que los litigantes no han recurrido, la LRJS además de establecer que la sentencia del Tribunal Supremo debe respetar la
situación jurídica particular derivada de la sentencia impugnada y en cuanto afecte a las pretensiones deducidas por el Ministerio Fiscal, de ser
estimatoria, ha de fijar en el fallo la doctrina jurisprudencial, dispone que en tal caso el fallo se debe publicar en el Boletín Oficial del Estado y, a partir de
su inserción en él, va a complementar el ordenamiento jurídico, vinculando en tal concepto a todos los jueces y tribunales del orden jurisdiccional social
diferentes al Tribunal Supremo. Es decir, la doctrina legal de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo sentada en sentencias estimatorias del recurso de
casación para la unificación de doctrina promovido por el Ministerio Fiscal con ese contenido no sólo tiene el valor complementario del ordenamiento
jurídico que a la jurisprudencia del Tribunal Supremo le atribuye el CC art.1.6 , sino, además, verdadera fuerza vinculante para los jueces y tribunales
inferiores en grado de dicho orden jurisdiccional, que, sólo pueden interpretar y aplicar el precepto o preceptos de que se trate en la forma establecida por
el Tribunal Supremo en las citadas sentencias y no en ninguna otra, con lo que se garantiza la aplicación uniforme de la ley en todo el territorio del Estado
( Const art.14 y 139.1 ) y el principio de seguridad jurídica ( Const art.9.3 ) y se dota de contenido real a la supremacía del Tribunal Supremo, sin que tal
vinculación vulnere el principio de independencia judicial ( TCo 37/2012 ). De obrar de otro modo, los órganos inferiores incurren en vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva por desatención de esa doctrina legal que les vincula ( TCo 82/2009 y 308/2006 ). De las dos cuestiones sobre las que
hasta la fecha se ha pronunciado el TS, en el marco de la referida modalidad de recurso de casación para la unificación de doctrina, una es de índole
procesal versando sobre el contenido posible y los límites del escrito de impugnación del recurso de suplicación ( TS 15-10-13, EDJ 253209 ).
2. Aplicación de la ley procesal en el tiempo y en el espacio 

a. Aplicación de las normas procesales en el tiempo y el régimen transitorio 
(LEC art.2)

70
La LEC dedica dos preceptos a la aplicación en el tiempo y en el espacio de la ley procesal. Estas reglas son aplicables al proceso social. En cuanto a la
aplicación en el tiempo de la norma procesal civil, salvo que otra cosa se establezca por disposiciones legales de derecho transitorio, los asuntos que
correspondan a los tribunales civiles se sustanciarán siempre por éstos con arreglo a las normas procesales vigentes, que nunca van a ser retroactivas.
Se consagra así el principio de irretroactividad de la ley procesal, que, sin embargo, se matiza con la referencia a la excepción de lo que puedan
establecer las normas transitorias específicas. El problema surge con los procesos pendientes al entrar en vigor una nueva norma, respecto de los
cuales la irretroactividad supone que los actos procesales ya realizados bajo la norma anterior se conservan y tienen plenos efectos, pero los que se
produzcan después de la vigencia de la nueva ley se rigen por ésta, si bien para evitar una fragmentación excesiva del régimen jurídico de ciertas
actividades procesales homogéneas se suele en ocasiones distinguir a estos efectos entre grupos de actos o fases del proceso.
b. Aplicación de la ley procesal en el tiempo y el principio de territorialidad 
(LEC art.3)

74
La LEC art.3 contiene la regulación básica de la ley procesal en el espacio. Establece este precepto que «con las solas excepciones que puedan prever
los Tratados y Convenios internacionales, los procesos civiles que se sigan en el territorio nacional se regirán únicamente por las normas procesales
españolas». Se consagra así el principio de territorialidad de la norma procesal. El juez español debe aplicar la norma procesal española, a diferencia
de lo que ocurre en materia sustantiva, en la que el juez nacional aplica el Derecho extranjero cuando éste resulta aplicable según la norma de conflicto
(nº 489 s. ). Las previsiones de las disposiciones de la Unión Europea y tratados internacionales afectan en ocasiones a la competencia judicial, pero
el juez nacional competente debe sujetarse a la norma procesal española, aunque tenga que aplicar el Derecho sustantivo extranjero, salvo en las
materias expresamente reguladas en la normativa de la Unión Europea y en los convenios internacionales firmados o ratificados por España (nº 489 ).

B. Relaciones entre la LRJS y la regulación procesal civil 
(LRJS disp.final 4ª;  LEC art.4)
80
El proceso social tiene una regulación específica que se contiene en la LRJS. Pero, como proceso civil especial, la regulación civil resulta supletoria. No
sólo se aplica la LEC en el proceso social, sino otras leyes procesales específicas, en cuyo ámbito queda comprendido el proceso social ( LRJS
disp.adic.1ª ), como es el caso de la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita ( L 1/1996 redacc L 42/2015 ), de la Ley de Asistencia Jurídica del Estado ( L
52/1997 ), de la Ley de Tasas ( L 10/2012 -redacc L 42/2015- , cuyo art.7 fue declarado en parte inconstitucional por TCo 140/2016 ) o de la Ley Concursal
( L 22/2003 redacc L 40/2015 ), que contienen algunas normas con relevancia para las pretensiones sociales. Por otra parte, en lo que respecta a la LEC
conviene precisar que su incidencia va más allá de la aportación derivada de una mera relación de supletoriedad instrumental en la línea de la LEC
art.4 , y es más profunda, pues el carácter civil del proceso social determina que se apliquen los principios del proceso civil (nº 90 s. ). En realidad, puede
afirmarse que la regulación de la LEC tiene una gran repercusión en el proceso social. Y que la ha tenido en la vigente LRJS, como se precisa en su
Exposición de Motivos al señalar que en la misma se ha realizado un ajuste íntegro de la normativa procesal social a las previsiones de la supletoria LEC
en aras de la agilización de la tramitación procesal.
82
Vías de influencia de la LEC en el proceso social 
Se pueden distinguir tres vías de influencia de la LEC sobre el proceso social son:
1. La directa que resulta de las remisiones expresas de la LRJS a la LEC ( LRJS art.14, 15, 42, 46.1, 47.2, 53.1, 56.5, 57.4, 60.3, 76.3, 79.1,
82.1, 83.1, 87.2, 91.6, 185, 189, 236.1, 237.1, 239.3, 251.2, 253.3, 254.2, 263, 264, 285.2 y 305 ).
2. La de la integración aplicativa derivada de la cláusula de supletoriedad de la LRJS disp.adic.1ª y de la LEC art.4 conforme a la cual la
norma adjetiva civil se aplica en defecto de regulación procesal laboral. Se trata de una cláusula de integración de primer grado, que en caso de
laguna obliga a acudir en primer lugar a la LEC antes que a la autointegración dentro del sistema jurídico de la propia LRJS. Un ejemplo de
aplicación supletoria de la LEC en el proceso laboral se encuentra, en relación al artículo LEC art.207.2 , en la TS 5-7-11, EDJ 198195 en
términos que no han resultado afectados por la aprobación de la LRJS que no regula ese aspecto.
3. La tercera vía es también indirecta, como la anterior, pero más compleja y variable en su aplicación. Se trata del influjo que determinadas
soluciones de la LEC pueden tener en la regulación de la LRJS, facilitando determinadas orientaciones a la interpretación, como cuando se trata
de delimitar el concepto de prueba documental idónea para fundar un motivo de revisión de los hechos declarados probados en suplicación o en
casación ordinaria ( TS 16-6-11, EDJ 225556 ).

C. Relaciones entre la LRJS y la regulación procesal contencioso­administrativa 
(LRJS disp.final 4ª)
85
La atribución al orden jurisdiccional social de competencias de control de la actividad administrativa en materia laboral ( LRJS art.2.n ), tradicionalmente
residenciadas en el orden contencioso-administrativo, ha ido acompañada de una cláusula de supletoriedad a virtud de la cual «en los supuestos de
impugnación de los actos administrativos cuya competencia corresponda al orden social la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (rige como
supletoria en lo no previsto en la LRJS), con la necesaria adaptación a las particularidades del proceso social y en cuanto sean compatibles con sus
principios», disposición que ha sido interpretada como comprensiva de los actos administrativos prestacionales de las entidades gestoras y colaboradoras
de la Seguridad Social ( TSJ Valladolid 9-3-16, EDJ 25142 ). Esta previsión se reitera en relación a la modalidad procesal de impugnación de actos
administrativos en materia laboral y de Seguridad Social excluidos los prestacionales en la LRJS art.151.1 , precepto que, además, contiene varias
remisiones expresas a disposiciones de la LJCA. Significa lo expuesto que en el ámbito de las referidas controversias las lagunas de la LRJS no pueden
colmarse directamente con las previsiones de la LEC, sino con las de la LJCA, sin perjuicio de que las detectadas en ésta puedan cubrirse con las
soluciones normativas de la LEC, como norma supletoria de segundo grado.

D. Principios del proceso social 
(LRJS art.74)
90
La expresión «principios del proceso social», entendida en sentido amplio, sirve para designar tanto los que conforman su naturaleza y estructura como
los que rigen la forma de las actuaciones procesales. No son compartimentos estancos sino que están estrechamente relacionados entre sí, ni son
específicos del proceso social, excepto el de celeridad, pero su aplicación conjunta, con las particularidades que derivan de la singularidad de los litigios
que en él se ventilan, configuran un proceso con características diferenciadas. Se pueden clasificar en tres categorías:
1. Principios generales, comunes a todos los procesos: audiencia bilateral y contradicción, igualdad de armas y medios y buena fe procesal. De
ellos, los dos primeros constituyen garantías esenciales del procedimiento que protege como derechos fundamentales la Const art.24 .
2. Principios relativos al objeto del proceso: dispositivo y de aportación de parte. Son los principios típicos del proceso civil pero también
informan el social.
3. Principios del procedimiento: los más importantes son los de oralidad, inmediación, concentración, publicidad y celeridad. El básico, del que
derivan los restantes, es el de oralidad. Tienen un alcance diferente en los distintos grados y fases del proceso. La oralidad y la concentración
rigen en la instancia del proceso declarativo y en las comparecencias en la ejecución. La inmediación y la celeridad tienen un ámbito mayor. La
publicidad depende del carácter de cada actuación concreta. A excepción de este último, aparecen relacionados en la LRJS art.74 , y se les ha
venido considerando como los principios característicos del proceso social, aunque la oralidad, la inmediación, y en menor medida la
concentración, se incorporaron al proceso civil tras la entrada en vigor de la LEC/2000.
Las funciones que cumplen estos principios aparecen explicitadas en referencia a los principios clásicos del proceso laboral, pero son comunes a todos
ellos. Los principios no tienen un carácter meramente programático sino que los jueces, y también los letrados de la Administración de Justicia (en su
labor de ordenación del procedimiento y demás competencias atribuidas por la LOPJ art.456 ) tienen que aplicar e interpretar a su luz las normas del
proceso ordinario y de las modalidades procesales, entendiendo por aplicación tanto la directa (función aplicativa), como la integración de lagunas
(función integradora), y por interpretación, la contribución de los principios a la determinación del sentido de la norma que ha de ser aplicada ( función
orientadora de la interpretación).
1. Principio de audiencia bilateral y de contradicción 
(Const art.24)

92
El principio de audiencia bilateral lo reconoce la Constitución cuando proclama el derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las
garantías en el que las partes puedan hacer valer sus derechos e intereses legítimos y prohíbe la indefensión, lo que conlleva que hayan de ser llamados
al proceso todos aquellos sujetos cuyos derechos e intereses pueden verse afectados por la resolución que se dicte, pues en otro caso se les priva de la
posibilidad de intervenir en él y alegar y probar en contradicción con la pretensión que incide sobre tales derechos e intereses ( TCo 54/2010 ; 6/2008 ).
Este principio está asimismo garantizado por el Convenio Europeo de Derechos Humanos art.6.1, en tanto dispone que toda persona tiene derecho a que
su causa sea oída equitativa y públicamente por un tribunal que debe decidir los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil, exigiendo la
efectividad del derecho que una persona goce de una posibilidad clara y concreta de contestar un acto que constituya una injerencia en sus derechos
( TEDH 22-6-06, núm 423/03 ).
Está vinculado al principio de contradicción, la audiencia bilateral hace posible el derecho de la parte a exponer lo que crea oportuno en su defensa
( TCo 163/1989 ), que se convertiría en inútil sin el deber judicial previo de garantizar esa audiencia ( TCo 114/1986 ).
En los procesos de estructura bilateral como es el social el principio de audiencia bilateral sirve a la posibilidad de oposición dialéctica entre las partes, al
enfrentamiento entre pretensión y resistencia, garantizando a los litigantes la posibilidad de sostener sus respectivas pretensiones y de rebatir los
argumentos que la contraparte haya podido formular en apoyo de las suyas ( TCo 12/1987 ). Audiencia, defensa y derecho a la prueba están por tanto
relacionados, porque el derecho a ser oído se vincula a la posibilidad de formular alegaciones y a utilizar los medios de prueba pertinentes. Se afirma que
«el principio angular de todo proceso es el de contradicción o audiencia por el que se concede a la parte la posibilidad de ser oído, y es de tal
trascendencia que incluso de esta exigencia derivaba la antigua denominación del juzgador como oidor» ( TS 27-9-99, EDJ 43948 ). El proceso laboral es
contradictorio y ni siquiera en los procesos de oficio se pierde esta característica ( TS 5-5-94, EDJ 4016 ).
El principio de audiencia implica dos garantías fundamentales:
a) El conocimiento de la existencia del litigio (nº 93 s. ).
b) La posibilidad de hacerse oír en sus diferentes trámites del proceso (nº 96 s. ).
93
Conocimiento de la existencia del litigio 
Para que el proceso se pueda desarrollar con plena observancia de los principios de audiencia bilateral y contradicción resulta exigible una correcta
constitución de la relación jurídico-procesal, para lo que son un instrumento capital los actos de comunicación del órgano judicial con las partes, cuya
finalidad material es la de llevar a conocimiento de quienes ostentan algún derecho o interés legítimo la existencia misma del litigio con objeto de que
puedan adoptar la postura que estimen pertinente para la defensa de sus derechos e intereses ( TCo 6/2008 ; 221/2003 ), de tal manera que su falta o
deficiente realización, siempre que se frustre la finalidad con ellos perseguida, vulnera el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin padecer
indefensión ( Const art.24 ) ( TCo 181/2015 ; 30/2014 ), salvo que la situación de incomunicación sea imputable a la propia conducta del afectado por
haberse situado voluntaria o negligentemente al margen del proceso, pese a tener conocimiento por otros medios distintos de su existencia ( TCo 93/2009
).
94
Citación a juicio 
El nivel de exigencia es mayor cuando se trata del primer acto de comunicación procesal -el emplazamiento o la citación a juicio de quien ha de ser o
puede ser parte en el procedimiento- cuyo fin es «poner en conocimiento de su destinatario que contra él se han iniciado ciertas actuaciones judiciales
que en aquellos otros en los que la comunicación versa sobre los distintos actos procesales que se siguen en la causa en la que ya es parte y está
debidamente representado y asistido técnicamente» ( TCo 158/2008 ; 7/2000 ), pero alcanza también a las restantes notificaciones ( TCo 6/1990 ). A tal
efecto, el Tribunal Constitucional señala que, sin perjuicio de la responsabilidad que compete a las partes personadas en el procedimiento de colaborar
con la Justicia en pro de la adecuada constitución de la relación jurídica-procesal, corresponde también al órgano judicial la salvaguarda de la garantía de
comunicación personal en el emplazamiento y el empleo del edicto como mecanismo último y subsidiario. A tal fin debe desplegar la máxima diligencia
para asegurarse que los actos de comunicación sirven a su propósito de garantizar que las partes sean oídas en el proceso. Ello comporta la exigencia de
agotar todos los medios de comunicación que permitan el emplazamiento o citación personal de los afectados y la limitación del empleo de la
notificación edictal a aquellos supuestos en los que no conste el domicilio de quien haya de ser emplazado o citado o bien se ignore su paradero una
vez agotados tales medios ( TCo 181/2015 ; TCo 89/2015 ; TCo 169/2014 ; TCo 30/2014 ; TCo 93/2009 ; 158/2008 ; 203/2006 ; 90/2003 ). La LRJS
incorpora esta doctrina al concebir la citación por edictos como una modalidad de carácter supletorio y excepcional ( LRJS art.59 ) ( TCo 41/2000 ). En el
mismo sentido se pronuncia el Tribunal Supremo ( TS 16-6-15, EDJ 161654 ).
95
Denuncia de la infracción y efectos de su estimación 
(LOPJ art.238.3;  LRJS art.61)
La reacción de la víctima de la infracción de la primera garantía inherente al principio de audiencia se instrumenta no sólo a través del sistema normal de
recursos, incluido el de casación para la unificación de doctrina ( TS 16-1-04, EDJ 6742 ), sino también por vías excepcionales, como el incidente de
nulidad de actuaciones ( LOPJ art.241 ), la audiencia al demandado rebelde ( LRJS art.185 ) y el recurso de revisión ( LRJS art.236 en relación con la
LEC art.510.4º ) y, en su caso, mediante el recurso de amparo y el recurso ante el TEDH.
Menos viable resulta la impugnación por la contraparte de la sentencia de suplicación que declara la nulidad de las actuaciones por no haberse empleado
los medios razonables que era preciso utilizar para evitar la indefensión de la entidad demandada antes de proceder a su citación por edictos. Se razona
al efecto que el eventual «plus de protección» otorgado al demandado no constituye vulneración alguna del derecho a la tutela judicial del actor, que lo
que plantea es un «contra-amparo», con el que intenta negar la tutela que se ha concedido a la otra parte, pretensión que no puede ampararse en la
Const art.24 , pues no se ha vulnerado ninguna garantía establecida en ese precepto, ni en ninguno de los apartados de la LRJS art.207 ( TS 3-4-12, EDJ
65453 ).
En cuanto a los efectos de la infracción del principio de audiencia en su primera vertiente, la misma se sanciona con la nulidad de las actuaciones
siempre que haya generado indefensión, entendiendo como tal la «privación del derecho a alegar y a demostrar en el proceso los propios derechos» que
«tiene su manifestación más trascendente, cuando por el órgano judicial se impide a una parte el ejercicio de este derecho a la defensa, privándola de
ejercitar su potestad de alegar y, en su caso, de justificar sus derechos e intereses para que le sean reconocidos, o para replicar dialécticamente las
posiciones contrarias, en el ejercicio del indispensable principio de contradicción» ( TCo 8/2009 ; TS 20-10-15, EDJ 225462 ), y siempre que no se haya
debido a desinterés, pasividad, error técnico, negligencia o impericia del propio interesado o de los profesionales que le hubieran asistido, pues en tales
hipótesis la situación creada deja de ser imputable al órgano judicial ( TCo 90/2003 ; 34/2001 y 109/1999 ).
96
Posibilidad de hacerse oír en los diferentes trámites del proceso 
Una vez que se ha tomado conocimiento de la existencia del proceso social, ha de existir la posibilidad de hacerse oír en las distintos trámites y fases del
mismo, en la forma legalmente prevista ( TCo 188/1993 ):
1. En la regulación del proceso declarativo ordinario se encuentran manifestaciones de este principio en la LRJS art.5.3, 24.2, 39.2 y 82.2 , así como en
las normas sobre el acto de juicio ( LRJS art.85, 87, 94.1 y 97.3 ). La posibilidad de formular alegaciones se cierra con la fase de conclusiones como se
desprende de la LRJS art.87.4 , salvo las excepciones legalmente previstas, como la que contemplan la LRJS art.5.3, 87.3 pfo 2º, 87.6, 88 y 97.3 o la que
se produce de resultas del planteamiento de una cuestión prejudicial ( TS 21-10-02, EDJ 51530 ) o de inconstitucionalidad ( LOTC art.35.2 ).
2. Esta garantía rige también con la misma intensidad en la fase de recurso ( TCo 215/2005 ) y en los recursos laborales se refleja en varios momentos
como los contemplados en la LRJS art.197, 211 y 233
3. En el proceso de ejecución el juego del principio de audiencia se debilita, pues el despacho de aquélla se realiza «inaudita pars», aunque esta
medida se justifica para evitar eventuales maniobras fraudulentas, existiendo la posibilidad de oponerse a la resolución que ordene el despacho ( LRJS
art.239.4 ). No obstante, en el proceso de ejecución debe respetarse asimismo el principio de audiencia ( TCo 163/1989 ) que se vulnera si el órgano
jurisdiccional considera a la ejecutada en rebeldía sobre la única base de una notificación devuelta por el servicio de correos con la mención «ausente
reparto», a partir de la cual y sin realizar indagación o esfuerzo añadido alguno se prescindió de notificar personalmente a la ejecutada las sucesivas
resoluciones adoptadas en el procedimiento ejecutivo, lo que le impidió hacer valer sus derechos en el procedimiento ejecutivo, en particular en la fase
decisiva de peritación, subasta y adjudicación del bien embargado ( TCo 295/2005 ). Además, la interdicción de indefensión ( Const art.24.1 ) impone a
los órganos judiciales el deber de velar porque, quienes ostenten algún derecho o interés legítimo en un proceso de ejecución, aunque no hayan sido
parte en el proceso principal, puedan comparecer y ser oídos en el mismo para garantizar su defensa, sin perjuicio del pronunciamiento que pueda recaer
y de la posible existencia de otras acciones que puedan corresponder a los afectados ( TCo 43/2010 ).
97
Denuncia de la infracción y efectos de su estimación 
(LOPJ art.241 y 238.3º)
Las vulneraciones de esta segunda manifestación del principio de audiencia se castigan también con la nulidad de las actuaciones y la reposición de los
autos al estado y momento en que se encontraban cuando se cometieron las faltas de las que derivó la infracción, siempre que haya generado
indefensión, pudiendo denunciarse por medio del sistema normal de recursos y, de manera excepcional, a través del incidente de nulidad de actuaciones
y, en su caso, del recurso de amparo ( TCo 188/1993 ), y del recurso ante el TEDH.
98
Principio de audiencia y el litisconsorcio pasivo necesario 
Una de las derivaciones del principio de audiencia es la necesidad de integrar en el litigio a todas las personas o entidades que, por no ser escindible la
relación jurídica material controvertida -o por disponerlo así la Ley-, estén interesadas de manera directa o puedan resultar afectadas de la misma manera
por la resolución que se dicte. El litisconsorcio pasivo necesario constituye un requisito de naturaleza adjetiva ( LEC art.12.2 ) que robustece la eficacia
del proceso, pues evita resoluciones que no puedan hacerse efectivas contra los que no fueron llamados a juicio e impide sentencias contradictorias ( TS
2-6-14, EDJ 139195 ). El órgano judicial debe velar de oficio porque el litigio se desarrolle con presencia de todas aquellas personas que en principio
podrían resultar afectadas por el fallo, pues de no ser así se conculcaría el principio de que nadie puede ser condenado sin ser oído con vulneración de la
Const art.24 . Y ello, incluso en trámite de suplicación o de casación a lo que no es óbice lo dispuesto en la LOPJ art.240.2.2º ( TS 19-4-05, EDJ 76856 ;
21-6-10, EDJ 145248 ).
2. Principio de igualdad de armas y medios en el proceso 

100
Garantiza que todas las partes procesales puedan acceder al proceso e intervenir en él con las mismas posibilidades, gozando de los mismos medios de
alegación y de defensa para hacer valer sus posturas y utilizar los medios de prueba que tengan por conveniente ( TCo 125/1995 ), e impone a los
órganos judiciales el deber positivo de evitar desequilibrios entre la respectiva posición procesal de los litigantes o limitaciones en la defensa que puedan
inferir a alguno de ellos un resultado de indefensión. Se integra en el derecho a la tutela judicial efectiva y en el derecho a un proceso con todas las
garantías aunque no se mencione expresamente en la Const art.24 y es el corolario de los principios de contradicción, bilateralidad y no indefensión,
exigiendo que ambas partes dispongan de las mismas posibilidades y cargas de alegación, prueba e impugnación ( TCo 90/1994 ; 226/1988 ; 226/2000 ).
Constituye uno de los elementos del concepto más amplio de juicio equitativo que garantiza el Convenio de Roma de 1950 art.6.1, e implica la
obligación de ofrecer a cada parte en el proceso una posibilidad razonable de presentar su causa en unas condiciones que no le coloquen en una
situación de desventaja respecto a su oponente ( TEDH 6-12-07, núm 42628/04 ).

Precisiones

1) El principio de igualdad de armas obliga a los tribunales «a aplicar la ley procesal de manera igualitaria, que
garantice a todas las partes, dentro de las respectivas posiciones que ostentan en el proceso y de acuerdo con la
organización que a éste haya dado la ley, el equilibrio de sus derechos de defensa, sin conceder tratamiento
favorable a ninguna de ellas en las condiciones de otorgamiento y utilización de los trámites comunes, a no ser que
existan circunstancias singulares determinantes de que ese equilibrio e igualdad entre las partes sólo pueda
mantenerse con un tratamiento procesal distinto que resulte razonable y sea adoptado con el fin precisamente de
restablecer dichos equilibrio e igualdad» ( TCo 130/2002 ; 101/1989 ).
2) Este principio exige también que en la aportación de los hechos al proceso se evite una situación de privilegio
o supremacía de una de las partes y se garantice la igualdad efectiva de las posibilidades y cargas del actor y del
demandado en la alegación y prueba de los hechos controvertidos para lograr la plenitud del resultado probatorio
( TCo 227/1991 ).
3) Los órganos judiciales han de corregir de oficio los actos que al amparo de una norma persigan un resultado
contrario al previsto en la Constitución y en las leyes para el equilibrio procesal ( LRJS art.75.1 ).
101
Manifestaciones legales 
La LRJS recoge distintas manifestaciones de este principio en el proceso declarativo de instancia, a saber:
1. La exigencia de que quien pretenda comparecer en juicio o en otras actuaciones con asistencia letrada o representación técnica lo comunique
previamente ( LRJS art.21.2 y 3 ) ( TCo 135/2008 ; 161/1985 ).
2. La prohibición de que el actor introduzca variaciones sustanciales en la demanda en el acto de juicio ( LRJS art.85.1 ) ( TS 28-4-16, EDJ 104773 ; 18-7-
05, EDJ 153029 ).
3. La imposibilidad de que el demandado formule reconvención si no la anunció en debida forma en la conciliación previa al proceso o en la contestación
a la reclamación previa o resolución que agote la vía administrativa, expresando los hechos en que se funda y la petición en que se concreta ( LRJS
art.85.3 ).
4. La posibilidad de requerir, de oficio o a instancia de parte, el previo traslado entre las partes o la aportación anticipada con antelación al acto del juicio
de la prueba documental voluminosa o compleja ( LRJS art.82.4 ).
5. La prohibición de que en los procesos de Seguridad Social las partes aduzcan hechos distintos de los alegados en el expediente administrativo ( LRJS
art.143.4 ).
6. La inversión en el orden de actuación de las partes en los procesos de despido y de impugnación de sanciones ( LRJS art.105.1 y 114.3 ) ( TCo
130/1998 ).

Precisiones

1) El principio rige asimismo en la fase de recurso, constituyendo manifestaciones del mismo, entre otras, las
previsiones contenidas en la LRJS art.196.2 y 3; 224.1.a , impidiendo p.e. que pueda aceptarse una escueta
denuncia de infracción legal que carezca de la elemental fundamentación exigible sin la que se transferiría al
órgano «ad quem», en contra del citado, el examen de oficio del ajuste de la sentencia a la legalidad, o la
introducción en esa fase de cuestiones nuevas no planteadas en el grado inferior ( TS 17-5-16, EDJ 83813 ).
2) Opera también en el proceso ejecución; así, se consideró menoscabado por la decisión del juzgador de dar un
valor desproporcionado a la mera manifestación de la entidad demandada acerca del cumplimiento de lo ordenado
en sentencia al dar por cierta tal afirmación sin contrastarla, pese a la oposición del demandante, quien,
legítimamente, podía dudar de la veracidad de lo afirmado por aquélla ( TCo 153/2004 ).
102
Carácter tuitivo del proceso 
La paridad de trato entre las partes que garantiza la Const art.24 no es la formal sino la real. Ello explica el carácter tuitivo del proceso de trabajo -reflejo
de la naturaleza del ordenamiento laboral, que se caracteriza por un sentido compensador e igualador de las desigualdades que subyacen a las
posiciones de trabajador y empresario-, en el que el juego de este principio se modula para dar un tratamiento procesal más favorable al trabajador, en
determinados aspectos, que se justifica por la finalidad de equilibrar «una desigualdad originaria entre trabajador y empresario que tiene su fundamento
no sólo en la distinta condición económica de ambos sujetos, sino en su respectiva posición en la propia y especial relación jurídica que los vincula, que
es de dependencia o subordinación de uno respecto del otro» ( TCo 3/1983 ). Ello no significa que el proceso se desequilibre en sentido inverso,
introduciendo privilegios no razonables o restricciones injustificadas de la garantía constitucional de igualdad de armas, sino la remoción de los obstáculos
procesales que el trabajador pueda tener por su condición de tal, de manera que ambas partes acudan al proceso en igualdad de armas y el trabajador no
tenga mayores inconvenientes que el empresario para litigar contra él ( TCo 125/1985 ). Con este objetivo se incorporan a la ordenación del proceso
laboral las siguientes previsiones:
1. Aspectos económicos, en los que las diferencias de trato se justifican por la menor capacidad económica del trabajador ( TCo 114/1983 ;
3/1983 ), como la concesión legal del beneficio de justicia gratuita que comprende, entre otras prestaciones, el derecho a designación de
abogado de oficio y a la asistencia pericial gratuita en el proceso ( L 1/1996 art.2.d y 6 -redacc L 42/2015- ) ( TCo 128/2014 ) y la exención de
depósitos y consignaciones para recurrir ( LRJS art.229.1 ), o a la exoneración de la obligación de abonar los honorarios de la contraparte en
el supuesto de imposición de multa por temeridad ( LRJS art.97.3 ), o el tratamiento diferenciado en materia de tasas (nº 7513 s. ).
2. Reglas específicas sobre distribución de la carga de la prueba en relación a los actos discriminatorios o contrarios al ejercicio de un
derecho fundamental ( LRJS art.96.1, 181.2 y 184 ), que responden a la dificultad del trabajador para poder probar la causa discriminatoria o
lesiva del derecho fundamental ( TCo 175/2005 ), así como en los procesos sobre responsabilidades derivadas de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales ( LRJS art.96.2 ).
3. Reconocimiento de determinadas facultades al letrado de la Administración de Justicia y al juez social que pueden orientarse a la corrección
de la desigualdad (p.e. LRJS art.81.1, 84.1 y 88 )
4. Ordenación de la ejecución provisional de sentencias ( TCo 5/2003 ).
5. Carácter imperativo de las normas de competencia territorial y su tratamiento procesal ( LRJS art.5.1 ).

Precisiones

La finalidad anteriormente expuesta se hace menos patente en la diferencia de trato en el acceso al recurso que
consagra la LRJS art.115.3 y 191.2.a) en los supuestos de sanción por falta muy grave, en cuya virtud si la
sentencia confirma la sanción, el trabajador puede recurrirla, sin que el empresario pueda hacerlo en caso de
revocación; el TCo la justifica porque la sanción representa para el trabajador un sacrificio superior al que su
revocación impone al empresario ( TCo 125/1995 ).
104
Igualdad en la administración de la prueba 
A un afán reequilibrador responde la doctrina constitucional sobre la igualdad de armas en la administración de la prueba que afirma la vigencia de este
principio en la fase probatoria de forma que se garantice la igualdad efectiva de las posibilidades y cargas de las partes en la alegación y prueba de los
hechos controvertidos ( TCo 227/1991 ; 140/1994 ; 116/1995 ; 40/2002 ; 153/2004 ; 17/2005 ; 41/2006 ; 120/2006 ; 17/2007 ). Al respecto, se afirma que
aun cuando los eventuales atentados al principio de igualdad de armas tienen su sede propia en los momentos procesales de proposición, admisión y
práctica de las pruebas, también pueden producirse en el momento de la valoración de la prueba, bien por una defectuosa utilización de las reglas
rectoras de la carga de la prueba -supuesto contemplado en la TCo 140/1994 -, bien por prescindir de la contemplación racional de la prueba de una de
las partes -supuesto analizado en la TCo 63/1993 - ( TS 10-11-99, EDJ 37934 ).

Precisiones

Pese a su antigüedad sigue teniendo validez el razonamiento que efectúa el TS en el sentido de que «el principio
dispositivo y el de aportación de parte, consecuencia de aquél, informadores del proceso laboral, imponen a la
partes la delimitación fáctica de la contienda y vedan al juez la introducción de hechos que, carentes de
notoriedad, no hubieran sido alegados por aquéllas, así como ordenar de oficio el recibimiento a prueba o decidir
los medios probatorios a utilizar, lo que no excluye la práctica de diligencias para mejor proveer, como decisión
propia de su soberanía, aunque no aconsejables para suplir la atonía probatoria de la parte. Las reglas que
disciplinan la carga de la prueba (...), fuerzan la demostración por el demandante de los hechos constitutivos de su
pretensión, imponiendo al demandado la de los hechos impeditivos q extintivos que alegase. El juzgador debe
respetar el equilibrio procesal, no sustituyendo a las partes en su actividad probatoria, pues éstas, como es obvio,
han de ser consideradas como las mejores gestoras de sus intereses» ( TS 7-12-88, EDJ 9650 ).
3. Principio de buena fe procesal 
(LOPJ art.11.1;  LRJS art.75.4)

108
Implica que en sus actuaciones en el proceso los litigantes deben ajustarse a las reglas de la buena fe ( TCo 198/1988 ). Entre sus manifestaciones se
encuentra la obligación del demandado de comparecer en el acto de conciliación preprocesal, sancionándose su incomparecencia injustificada ( LRJS
art.66.3 ) ( TS 7-5-10, EDJ 122404 ); el deber de los litigantes de aportar los documentos que obrando en su poder hubieran sido propuestos como medio
de prueba por la otra parte ( LRJS art.94.2 ); la preferencia de mediar consentimiento del afectado para sometimiento a reconocimientos clínicos,
obtención de muestras o recogida de datos personales relevantes ( LRJS art.90.5 ); así como la obligación del ejecutado de hacer manifestación de sus
bienes ( LRJS art.249 ). La LRJS describe con carácter general alguno de los actos que vulneran la reglas de la buena fe, como la formulación de
pretensiones temerarias o los actos efectuados con finalidad dilatoria o que entrañen abuso de derecho o los que persigan un resultado contrario al
previsto en la Constitución y en las leyes para el equilibrio procesal, la tutela judicial y la efectividad de las resoluciones ( LRJS art.75.1 ).
No obstante, las exigencias derivadas del principio de buena fe no se agotan en estos supuestos. Así, v.gr., resulta ajena a la buena fe procesal actuar en
el proceso en contra de los propios actos realizados con anterioridad a su inicio ( TS 30-10-13, EDJ 238109 ) y no cumple sus postulados el demandante
que no procede con la diligencia exigible a la hora de facilitar al órgano jurisdiccional el conocimiento del domicilio del demandado y evitar así la
indefensión que pueda producir su citación por edictos ( TS 3-4-09, EDJ 101853 ; 20-12-99, EDJ 40569 ). Tampoco se acomoda a las reglas de la buena
fe procesal quien presenta varias demandas para posteriormente desistir de ellas y plantea otra nueva para posteriormente reproducir la ya rechazada y
pendiente de recurso ( TS 14-4-11, EDJ 104017 ).
109
Sanciones por su incumplimiento 
La efectividad de este principio resultó reforzada con la LRJS art.75.4 que ajusta las previsiones de la LEC art.247 al proceso social. A su tenor, de
vulnerarse las reglas de la buena fe, tanto en el proceso declarativo como en fase de recurso o de ejecución, el juez o tribunal puede imponer mediante
auto, en pieza separada, de forma motivada y respetando el principio de proporcionalidad, una multa cuya cuantía puede oscilar de 180 a 6.000 €. Contra
el acuerdo de imposición de sanción puede interponerse en el plazo de tres días siguientes a su notificación recurso de audiencia en justicia ante el
propio juez o tribunal. Frente al auto que lo resuelva, cabe recurso de alzada, en el plazo de cinco días, antes la Sala de Gobierno correspondiente, que lo
ha de resolver previo informe del juez o sala que impuso la multa. Para establecer el montante de la multa el juez o tribunal debe ponderar las
circunstancias del hecho, la capacidad económica y los perjuicios causados al proceso y a otros intervinientes o a terceros, sin que en ningún caso pueda
superar la cuantía de la tercera parte del litigio.
Junto al citado precepto hay que tener en cuenta las previsiones particulares de la LRJS art.48.2 (sanción por demora en la devolución de los autos),
57.3 (sanción en materia de actos de comunicación), 97.3 (sanción por mala fe o notoria temeridad impuesta en sentencia) ( TS 27-6-05, EDJ 131437 ),
132.2 (sanción por ejercitar la acción con el objeto de obstaculizar o retrasar el proceso electoral), 148 (procedimiento de oficio), 204.2, 217.2 y 235.3
(multa en trámite de recurso de suplicación y de casación) y 241 (multas y apremios coercitivos en ejecución). Asimismo hay que tener en cuenta la
posibilidad de que el juez o tribunal de traslado de las actuaciones de los profesionales intervinientes en el proceso contrarias a las reglas de la buena fe a
los colegios profesionales respectivos por si pudiera proceder a la imposición de algún tipo de sanción disciplinaria ( LEC art.247.1 ).
4. Principio dispositivo o de justicia rogada 

112
Significa que la disposición del proceso pertenece a las partes, de cuya voluntad depende tanto la iniciación del proceso como la determinación de su
objeto y los términos del debate, así como su terminación. Deriva de la idea de oportunidad en la existencia del proceso que se vincula a la presencia de
un interés privado como objeto de la controversia frente a la idea de necesidad que domina en los procesos sometidos al principio de oficialidad en los
que el interés preponderante en la existencia del proceso y en su conformación no es el del individuo sino el de la colectividad, como sucede en el
proceso penal.
El proceso social se estructura a partir del principio dispositivo, dados los intereses privados -individuales y colectivos- que en él se ventilan. Pero en él,
tal principio no tiene carácter absoluto; su aplicación se encuentra matizada por la singularidad de los litigios laborales y de Seguridad Social, que es
reflejo de las peculiaridades de las correspondientes relaciones jurídico-materiales, en las que los derechos son en gran parte irrenunciables ( ET art.3.5
; LGSS art.3 ), y en los que la presencia del interés público es mayor, lo que implica que una de las notas diferenciales del proceso laboral respecto del
civil es, precisamente, el mayor margen de actuación del juez y una debilitación del principio dispositivo ( TCo 87/2006 ).
La LRJS recoge implícitamente el principio dispositivo en sus distintas manifestaciones, en los términos que a continuación se exponen.
114
Iniciación del proceso 
(LRJS art.80.1)
Los protagonistas de las relaciones laborales y de seguridad social juegan un papel determinante a los efectos de provocar la intervención jurisdiccional,
dado que el proceso social se rige por el principio dispositivo que opera con toda su intensidad al inicio de la actuación judicial de forma que su promoción
corresponde a quien está interesado en obtener la tutela de sus intereses (nemo iudex sine actore).
Como excepción, una de las modalidades del proceso de oficio -la regulada en LRJS art.148.a - constituye una manifestación del principio de oficialidad
en sentido lato pues si bien su planteamiento le corresponde a la Administración, ésta sustituye al verdadero titular del derecho -el trabajador perjudicado-
que además no puede desistir ni solicitar la suspensión del proceso, ni concluir una transacción que no represente la satisfacción de la totalidad de los
perjuicios ( LRJS art.150.2.a y b ).
En las restantes modalidades del procedimiento de oficio no puede hablarse de oficialidad, ni siquiera en la regulada en la LRJS art.148.c , pues la
Administración no sustituye la voluntad de los trabajadores concernidos sino que actúa como parte en defensa de un interés público, que se enfrenta a un
interés privado, al igual que sucede en la prevista en LRJS art.148.b , en el proceso de lesividad de la LRJS art.146 , en de reintegro de prestaciones de
desempleo por contratación temporal abusiva o fraudulenta ( LRJS art.147 ), y en el de impugnación de oficio de los convenios colectivos ( LRJS
art.163.1 ).
116
Determinación del objeto del proceso 
La determinación del objeto del proceso, delimitado por sus elementos subjetivos -partes- y objetivos -causa de pedir y petitum- corresponde a las partes
y no al órgano jurisdiccional, siendo la pretensión deducida en la demanda y la oposición del demandado las que delimitan dicho objeto. Con base en
dicho principio, el TCo ha señalado que corresponde en exclusiva al demandante la determinación de los sujetos frente a los que dirige la acción, sin que
sea función del órgano judicial suplir la voluntad de aquél en cuanto a la configuración de la relación procesal ( TCo 101/1993 ; 270/1993 ). Sin perjuicio
de seguir dicho criterio ( TS 26-12-02, EDJ 63107 ), la jurisprudencia social considera que el juzgador debe velar de oficio por la correcta constitución de
la relación jurídico-procesal en las situaciones de litisconsorcio pasivo necesario ( TS 5-5-00, EDJ 7689 ; 11-4-02, EDJ 27121 ; 16-7-04, EDJ 160216 ;
2-6-14, EDJ 139195 ), habiendo aceptado el TCo la validez de esta doctrina ( TCo 84/1997 ).Y ello, aunque la falta se aprecie en fase de recurso ( TS 19-
4-05, EDJ 76856 ; 21-6-10, EDJ 145248 ; 17-1-11, EDJ 6777 ).
118
Decisión sobre la continuidad del proceso 
(LEC art.19 s.)
La norma procesal civil ( LEC art.19 a 21 ) contempla hasta cinco supuestos de ejercicio del derecho de disposición de las partes sobre el proceso y sus
pretensiones, con efectos vinculantes para el órgano judicial excepto en los casos previstos en la Ley: renuncia, desistimiento, allanamiento, sumisión a
mediación o arbitraje y transacción, mecanismos que no entran en colisión con lo establecido en la Const art.24.1 y 117.3 .
1. En el proceso laboral de instancia, la renuncia, aunque infrecuente, no es imposible siempre que se respete el límite de la indisponibilidad. Con el
mismo condicionante y los que se señalan en la LRJS art.85.7 resulta admisible el allanamiento así como la sumisión a mediación o a arbitraje. El
desistimiento, expreso o tácito, es unilateral hasta que se inicia el acto de juicio, sin precisar la conformidad del demandado, como se deduce de la LRJS
art.83.2 , con la posibilidad de ejercitar nuevamente la acción pero una vez comenzada la vista la voluntad expresa del actor de abandonar el
procedimiento no resulta suficiente por sí sola para producir el efecto conclusivo del litigio. En cuanto a la transacción, la LRJS no solo la admite sino que
ordena su intento, si bien faculta al letrado de la Administración de Justicia para rechazar la conciliación si considera su contenido constitutivo de lesión
grave para alguna de las partes o para terceros, fraude de ley o abuso de derecho o contrario al interés público ( LRJS art.84.2 ), aunque se trata de una
facultad raramente utilizada.
2. En el ámbito de la ejecución definitiva la transacción se admite en los términos de la LRJS art.246 (nº 5640 ).
120
Congruencia de la sentencia de instancia 
(LEC art.218)
Que las sentencias laborales sean congruentes es una exigencia derivada del principio dispositivo del proceso, que atribuye a las partes, a la actora con
su acción y a la demandada con su resistencia, la fijación del objeto del proceso, que no puede ser variado por el juzgador, ya que no constituye una
cuestión de orden público procesal ( TS 2-6-16, EDJ 105805 ), de forma que la incongruencia extra petitum constituye una infracción del citado
principio, que obliga al órgano «a quo» adecuarse a lo que fue objeto del proceso, delimitado, a tales efectos, por los sujetos del mismo (partes), por lo
pedido (petitum) y por los hechos o realidad histórica que le sirve como razón o causa de pedir (causa petendi) ( TS 24-9-15, EDJ 181095 ).
Ahora bien, el órgano judicial solo está vinculado por la esencia de lo pedido y discutido en el pleito, y no está supeditado rígidamente al tenor de los
concretos pedimentos articulados por las partes o a los razonamientos o alegaciones jurídicas esgrimidas en su apoyo ( TCo 50/2007 ; TS 21-1-16, EDJ
10294 ). Por un lado, el principio iura novit curia le permite fundar el fallo en los preceptos legales o normas jurídicas que sean de pertinente aplicación
al caso, aunque no hayan sido invocadas por los litigantes ( LEC art.218.1 ) ( TS 17-11-15, EDJ 248762 ; 14-1-14, EDJ 53481 ; 20-3-12, EDJ 60207 ; 10-
2-12, EDJ 49668 ; 5-10-09, EDJ 259274 ; 11-5-09, EDJ 134898 ; 20-2-09, EDJ 25629 ). Y, por otro lado, la necesidad de conjugar el principio dispositivo
con la irrenunciabilidad de determinados derechos ha llevado a la jurisprudencia social a defender con una concepción más flexible de la congruencia
que la del proceso civil, de manera que el juez pueda aplicar por derivación las consecuencias legales de una petición, aunque no hayan sido solicitadas
expresamente por las partes, si vienen impuestas por normas de derecho necesario, conceder efectos no pedidos por los litigantes siempre que se
ajusten al objeto material del proceso, o integrar la pretensión con el mínimo de derecho necesario que establece la norma, pero siempre que se respeten
los límites impuestos por el principio de contradicción y no se produzca indefensión ( TS 18-2-16, EDJ 15822 ; 27-1-09, EDJ 50835 ; 16-2-93, EDJ 1477 ;
6-5-88, EDJ 3834 ).
122
Fase de recurso 
El principio dispositivo rige también en grado de recurso, ya sea de suplicación o de casación, siendo manifestaciones del mismo las siguientes:
1. El recurrente puede limitar el objeto inicial del debate ( TS 23-5-06, EDJ 277462 ; 14-7-06, EDJ 299715 ). También puede desistir del recurso
sin que la eficacia de ese acto unilateral requiera la conformidad de la otra parte, así como la transacción ( LRJS art.235.4 , que asume la
doctrina jurisprudencial al respecto).
2. El órgano «ad quem», en virtud del principio «tantum devolutum quantum appellatum», solo puede entrar a conocer sobre aquellos extremos
de la resolución de instancia que hayan sido planteadas en el escrito de formalización del recurso y, en su caso, en el de impugnación.
3. Las partes no pueden introducir en fase de recurso cuestiones que no hubiesen suscitado ni se hubiesen debatido en la instancia, que es
donde ha de quedar delimitado el objeto del proceso ( TS 4-7-06, EDJ 277464 ; 4-10-07, EDJ 230097 ; 25-10-10, EDJ 246772 ; 3-11-11, EDJ
282289 ; 23-4-12, EDJ 86081 ). Tampoco cabe plantear en el recurso de casación para la unificación de doctrina cuestiones nuevas no
formuladas en suplicación ( TS 10-6-14, EDJ 124161 ; 20-5-13, EDJ 89764 ). Como excepción no puede apreciarse la existencia de cuestión
nueva respecto de aquellas materias de derecho necesario que afectan de forma especialmente relevante al orden público del proceso, lo que
obliga al juez o tribunal a velar específicamente por la observancia y cumplimiento del mismo. De ellas la más clásica y significativa es la relativa
a la propia competencia jurisdiccional sea por razón de la materia, objetiva, territorial o funcional, pero también existen otras como la caducidad
de la acción ( TS 25-5-15, EDJ 117118 ).
4. Opera la prohibición de la reformatio in peius que se produce cuando la parte, en virtud de su propio recurso, ve empeorada o agravada la
situación jurídica creada o declarada en la resolución impugnada. Tal prohibición constituye una garantía procesal del régimen de los recursos,
que encuentra encaje en el principio dispositivo y en la interdicción de la indefensión que consagra la Const art.24 aplicable también en el
proceso social aunque no exista previsión legal sobre el particular respecto del mismo ( TCo 134/2008 ; 88/2008 ; 87/2006 ). No obstante, aunque
el recurrente no haya visto perjudicada su situación como consecuencia del recurso, la sentencia de suplicación puede vulnerar su derecho a la
tutela judicial efectiva sin indefensión si le reconoce una prestación que le había sido denegada en la instancia pero en una cuantía
significativamente inferior no sólo a la por él pretendida sino a la que le habría correspondido de acuerdo con los criterios de cálculo que se
derivan de lo resuelto en la sentencia de instancia que no fueron recurridos ni discutidos en trámite de recurso ( TCo 105/2008 ).
5. Principio de aportación de parte 
(LEC art.216)

124
Estrechamente relacionado con el principio dispositivo, se encuentra el principio de aportación de parte en sus dos vertientes de la carga de la alegación
y la carga de la prueba de los hechos.
Este principio, además de encontrarse expresamente recogido en la LEC art.216 , que rige supletoriamente en el proceso social, se encuentra implícito en
la LRJS art.80.1.c, 82.2, 85.1, 2 y 3 -redacc L 39/2015-, 87.1 y 2 y 90 . No obstante en el proceso social se flexibiliza en mayor medida que en el civil al
concederse al juez mayores facultades en orden al esclarecimiento de la base fáctica del proceso.
Se opone al principio de investigación oficial, que permite al juez tomar la iniciativa de la introducción de los hechos e indagar acerca de la veracidad de
los alegados.
a. Alegación de los hechos 
(LRJS art.80.1.c, 85.1 ­redacc L 39/2015­, 85.2 ­redacc L 39/2015­ y 85.3 ­redacc L 39/2015­)

126
En su primera vertiente el principio de aportación de parte se traduce en que es a las partes a quienes les corresponde introducir los hechos en el
proceso para su consideración por el órgano judicial como sustrato fáctico de su resolución, e implica que el juez ha de decidir el asunto dentro del ámbito
fáctico en que le fue planteado, sin que pueda tomar en consideración de oficio hechos distintos, limitándose su función en este aspecto a apreciar si los
aducidos por los litigantes han sido, o no, total o parcialmente probados. Los hechos tienen necesariamente que ser alegados por las partes. Se trata,
además, de una exigencia del principio de contradicción, pues solo si el hecho ha sido oportunamente alegado puede la otra parte contradecirlo y articular
prueba que demuestre su falsedad.
A la parte actora, le incumbe alegar los hechos que fundamentan su pretensión, y a la demandada aquéllos en los que basa su resistencia o su pretensión
reconvencional. Sobre tales circunstancias fácticas, en cuanto sean controvertidas, el juez debe pronunciarse en un sentido o en otro según la convicción
adquirida a través del examen de los medios probatorios ( LRJS art.97.2 ) ( TS 10-7-00, EDJ 24426 ), de modo que incurre en incongruencia aquella
sentencia cuya parte dispositiva se apoya en hechos relevantes o fundamentales no introducidos válidamente en el proceso por las partes.
b. Prueba de los hechos 
(LEC art.216, 281.3 y 282;  LRJS art.82.2, 87.1 y 2 y 90)

128
Iniciativa de la actividad probatoria 
En su segunda vertiente el principio de aportación de parte supone que la iniciativa probatoria, es decir la aportación al proceso de las fuentes de prueba
sobre los hechos respecto de los que no exista conformidad, recae sobre los litigantes, quienes deben proponer los medios de prueba que consideren
oportunos para demostrar los hechos controvertidos.
No obstante, la normativa procesal civil autoriza al juez para acordar de oficio la práctica de determinadas pruebas o la aportación de determinados
documentos, dictámenes u otros medios e instrumentos probatorios, cuando así lo establezca la ley ( LEC art.282 ) y, conforme a esta previsión, la LRJS
autoriza al juez laboral para solicitar, de oficio, la aportación de determinados informes y dictámenes ( LRJS art.93.2 y 95 ), y le faculta de manera muy
amplia para acordar, también de oficio, a modo de diligencias finales, la práctica de nuevos medios de prueba a fin de completar el material probatorio
para la más acertada decisión del proceso ( LRJS art.88 ), sin las limitaciones a las que se someten esas diligencias en el proceso civil ( LEC art.435 y
436 ). Ahora bien, pese a la dicción de la LRJS art.88 -«el juez o tribunal podrá acordar la práctica de cuantas pruebas estime necesarias»-, la facultad del
juez social no es omnímoda, sino que debe ejercitarse de una manera compatible con los principios de aportación de parte y de igualdad de armas, sin
introducir a su través hechos nuevos, ni suplir los resultados adversos de las pruebas practicadas o subsanar la falta de diligencia probatoria de las
partes, desplazando al órgano judicial la carga de la prueba ( TCo 137/1992 ). Lo mismo cabe decir de las facultades judiciales de oficio referidas a la
intervención del médico forense ( LRJS art.93.2 ) y al dictamen de asesores ( LRJS art.95 ). En ocasiones, el recurso a las diligencias finales resulta
obligado para velar y garantizar los derechos fundamentales en juego ( TCo 41/1999 ), o en aras al equilibrio procesal ( TCo 61/2002 ).
A las facultades de iniciativa probatoria recogidas en la LRJS deben añadirse otras dos previstas en la LEC. La primera, radica en la posibilidad de
acordar, de oficio, el careo entre testigos cuando incurran en graves contradicciones (nº 3045 ), y entre las partes y alguno o alguno de sus testigos, en
razón de sus respectivas declaraciones. La segunda consiste en que el juez puede indicar a las partes, en el momento de proposición de la prueba, los
medios de prueba que considera pertinentes para el esclarecimiento de los hechos cuando las propuestas resulten insuficientes a tales efectos ( LEC
art.429.1.2º -redacc L 42/2015- ), pero su aplicación en el proceso social (negada por TSJ Asturias 7-1-11, EDJ 8956 ; TSJ Cataluña 5-3-08, EDJ 50261 )
presenta grandes dificultades prácticas. Ello es así porque en él, las pruebas «sugeridas» a las partes deberían practicarse en el propio acto de juicio,
lo que implica que los litigantes deberían haber comparecido con dichos medios de prueba. En algún caso, sin cuestionar la aplicabilidad de dicho
precepto, se ha interpretado en el sentido de que lo que establece es una facultad del juez, pero no una obligación que le exija analizar inexcusablemente
en el momento de proposición de la prueba las posibles insuficiencias probatorias de las partes, lo que no sería coherente con el principio de justicia
rogada ( TSJ Madrid 30-11-01, EDJ 103143 ). También se ha señalado que el juzgador debe aparecer como árbitro neutral, sin que deba suplir por esa vía
las deficiencias probatorias de las partes procesales cuando se trata de probar un hecho a través de documentos que se hallan en poder de la parte que
debió aportarlos ( TSJ Sevilla 23-10-09, EDJ 330985 ).

Precisiones

El órgano judicial ha de decidir el asunto sobre la base de los elementos probatorios aportados por las partes, con
independencia de cuál de ellas hubiera propuesto la prueba o pruebas determinantes (principio de adquisición
procesal).
130
Práctica de la prueba 
(LRJS art.87 y 90 s.)
El papel protagonista de las partes en la práctica de los distintos medios de prueba ( LRJS art.87.2, 91, 92 y 94 ) es compatible con la atribución al juez
de determinadas facultades, como la de preguntar libremente a partes, testigos y peritos ( LRJS art.87.3 ), incorporada en buena medida a la LEC/2000
de la mano de la oralidad y la inmediación ( LEC art.306.1, 346 -redacc L 42/2015-, 347.2 y 372.2 ), o acordar la continuación de la práctica de una prueba
tras la renuncia de la parte que la propuso ( LRJS art.87.2 ). El juez puede también alterar de oficio el orden de práctica de los medios de prueba ( LEC
art.300.1 ), y acordar determinadas medidas de oficio en el reconocimiento judicial ( LEC art.354.1 y 3 ).
6. Principio de oralidad 
(LRJS art.74.1 y 85 s.)

132
Significa que los actos fundamentales del proceso social se realizan de manera verbal. Este principio informa el proceso declarativo de instancia en el
que la actividad procesal básica se desarrolla en un acto -el juicio-, en el que la oralidad se aplica plenamente, sin perjuicio de su documentación
mediante el acta del juicio o la grabación de la vista ( LRJS art.89 ). Oralmente da cuenta el letrado de la Administración de Justicia de lo actuado, y
proceden las partes a la ratificación o ampliación de la demanda ( LRJS art.85.1 -redacc L 39/2015- ), a la oposición a la misma, a la formulación y
contestación a las excepciones procesales y a la invocación y replica a la reconvención ( LRJS art.85.2 y 3 -redacc L 39/2015- ). También por la vía verbal
se propone y práctica la prueba ( LRJS art.87.1, 2 y 3, 91.1 y 92.1 ), se fijan los hechos conformes y controvertidos ( LRJS art.85.6 -redacc L 39/2015- ) se
efectúan las conclusiones ( LRJS art.87.4 ), e intervienen los litigantes cuando el juez lo estima necesario tanto en la fase inicial como en la final ( LRJS
art.85.4 -redacc L 39/2015- y 87.5 ). Esa misma forma adoptan las resoluciones del juez durante la celebración del juicio ( LRJS art.49.3 y LEC art.210.1 ),
como las relativas a la admisión de la prueba, a la determinación de la naturaleza y clase de medio de prueba, a la procedencia de las posibles diligencias
complementarias o de adveración de las pruebas admitidas y a la pertinencia de las preguntas formuladas por las partes y la protesta contra la resolución
denegatoria ( LRJS art.87.2 ), la continuidad de la prueba una vez iniciada ( LRJS art.87.2 ), el requerimiento a las partes ( LRJS art.87.4 ) o para que
informen en trámite de conclusiones sobre los particulares que les indique ( LRJS art.87.5 ), así como su intervención en la práctica de los medios de
prueba ( LRJS art.87.3.1º ) o en relación al planteamiento de la tesis ( LRJS art.87.3.2º ).
El proceso laboral cumple la exigencia que respecto de la forma de los procesos establece la Const art.120.2 . La oralidad ha pasado a ser también
predominante en el proceso civil con la LEC/2000 aunque con menor intensidad que en el proceso social tanto en lo que se refiere al juicio ordinario como
al verbal, en el que la declinatoria, la compensación y la reconvención en los casos en que sea admisible deben plantearse por escrito antes de la vista
( LEC art.64.1 y 438.1 y 2 ).
El mayor predominio de la oralidad, junto con una mayor concentración de los actos procesales fundamentales en el acto de juicio y la mayor
simplificación procedimental y celeridad que de ello resulta, continúan siendo rasgos que singularizan al proceso social frente al civil. La oralidad favorece
la concentración y la clarificación de las cuestiones objeto de debate, así como una posición más activa y directa del magistrado para el esclarecimiento
de los hechos y para garantizar los principios de contradicción e igualdad de armas. Contribuyen a la eficacia del principio la configuración legal del
proceso social como un proceso de única instancia, en el que los recursos de suplicación y casación tienen carácter extraordinario y, desde otra
perspectiva, la ineficacia revisora del acta del juicio ( TS 23-12-94, EDJ 20279 ; 11-7-95, EDJ 4630 ).
134
Actuaciones escritas 
Aunque su predominio es claro, la oralidad no es plena en el proceso declarativo de instancia. La demanda ha de formularse en todo caso por escrito (nº
2395 ), pero al actor le basta con consignar en ella los hechos identificadores de la pretensión que permitan fijar el objeto del proceso, pudiendo alegar en
el acto de juicio hechos distintos y los fundamentos jurídicos de su pretensión así como introducir variaciones no sustanciales de la demanda y ampliar la
misma, lo que responde al principio de oralidad que informa el proceso laboral ( TCo 266/1993 ). Esto se ve con claridad en determinados procesos,
como los de despido disciplinario, en los que el trabajador puede limitarse a negar en la demanda la veracidad de los hechos imputados en la carta de
cese ( TCo 130/1998 ), siendo el juicio el momento procesal idóneo para formular oralmente las alegaciones pertinentes después de haber oído a la parte
demandada.
El insuficiente contenido alegatorio de la demanda puede provocar en ciertos casos problemas reales de identificación de la propia pretensión procesal y
de indefensión, pero los mismos pueden encontrar solución mediante la advertencia del letrado de la Administración de Justicia o, en su caso, del órgano
judicial, con concesión de un plazo de 4 días para la subsanación, con apercibimiento de archivo de no llevarse a cabo ( LRJS art.81.1 ; LOPJ art.240.2 ).
Además, los términos en que se configura la demanda en el proceso social no pueden desligarse de la obligatoriedad de los trámites preprocesales en
la mayor parte de los litigios de los que conoce y de la ausencia de contestación por escrito a la demanda, que permite el denominado «efecto
sorpresa» en el acto de juicio, que se agravaría, con el consiguiente desequilibrio procesal, si se exigiese una exhaustiva exposición de los hechos en la
demanda.
También se deben articular por escrito las conclusiones complementarias (nº 3100 ).
La sentencia tiene normalmente forma escrita pero en determinados casos puede dictarse oralmente al término del juicio en aras a una mayor celeridad
procesal, sin perjuicio de su documentación en el acta del juicio (nº 3197 ), frente a la prohibición existente en el proceso civil ( LEC art.210.3 ). En los
mismos casos el juez puede dictar verbalmente autos al término de la comparecencia celebrada en cualquier incidente suscitados durante el proceso
( LRJS art.51 ). La misma forma debe adoptar el auto que resuelva el incidente de suspensión en el proceso de tutela de los derechos fundamentales
( LRJS art.180.6 ).
136
Quiebras al principio de oralidad. La instructa 
El principio de oralidad quiebra cuando la contestación a la demanda se realiza mediante la remisión a una nota escrita que se une al acta del juicio, ya
que en el proceso laboral la contestación a la demanda se efectúa de forma verbal y se documenta, resumida, en el acta del juicio, o se refleja en la
grabación de la vista ( LRJS art.85.2 y 89 ) ( TS 12-3-91, EDJ 2742 ), resultando manifiestamente inadmisible la sustitución de la contestación oral a la
demanda por la aportación de ese escrito.
También se vulnera dicho principio cuando sin perjuicio de la efectiva contestación oral a la demanda, junto a la prueba documental o al margen de ella,
se incorpora a los autos una nota escrita de contestación a la demanda que se utiliza por el demandado en apoyo de la evacuación del trámite, a título de
«instructa» ( TS 5-7-90, EDJ 7259 ). Esta nota no tiene valor probatorio ni forma parte del procedimiento por lo que no es necesario dar traslado a la parte
contraria ( TS auto 21-7-93, EDJ 7444 ) y carece de influencia procesal ya que lo que cuentan son las alegaciones hechas oralmente por el demandado
en el acto de juicio.
No obstante, su aportación e incorporación a los autos a los meros efectos informativos, como es relativamente frecuente en la práctica forense, no
contamina ni vicia la sentencia ni justifica su nulidad si el juez no ha resuelto con base en la misma sino a partir de lo manifestado en el acto de juicio,
sin que se aprecie discrepancia entre su contenido y la exposición verbal realizada el contestar la demanda ( TSJ C.Valenciana 4-12-15, EDJ 293163 ; 7-
6-11, EDJ 174469 ; 20-5-11, EDJ 171876 ; TSJ Castilla-La Mancha 16-6-14, EDJ 108366 ).
Para que esa práctica pueda determinar la nulidad de actuaciones es necesario que se cumplan dos requisitos:
1. Que en el escrito de formalización del recurso el perjudicado ponga de manifiesto los datos y consideraciones vertidos en la nota escrita que han
tenido incidencia en la decisión judicial y han afectado negativamente a su derecho de defensa por no haber tenido conocimiento de los mismos en el
curso de la vista ( TSJ Cataluña 6-7-15, EDJ 168680 ; 30-4-13, EDJ 108237 ; 21-3-13, EDJ 89130 ; 16-5-08, EDJ 91596 ; TSJ Madrid 1-12-14, EDJ
229885 ; TSJ Sevilla 21-2-13, EDJ 55022 ).
2. Que el juez haya resuelto efectivamente en base a alegaciones contenidas en el mencionado escrito que no hubieran sido vertidas de viva voz por la
parte demandada en el juicio, con infracción del principio de contradicción ( TS 23-10-89, EDJ 9363 ; 5-7-90, EDJ 7259 ; TSJ Castilla-La Mancha 16-6-14,
EDJ 108366 ).
De cumplirse estos requisitos, la incorporación y toma en consideración de la «instructa» por el órgano «a quo» infringe la LRJS art.89 .
Algunas sentencias exigen un tercer requisito consistente en que el actor, de haber tenido acceso a la nota aportada por el demandado, haya hecho
constar la oportuna protesta en el acto de juicio ( TSJ Castilla-La Mancha 23-6-15, EDJ 118190 ; TSJ Galicia 8-3-10, EDJ 56885 ; TSJ Cataluña 16-2-04,
EDJ 9365 ; TSJ Granada 17-12-91, Rec 1823/91 ), pero esta exigencia carece de sentido pues lo relevante y lo que puede ocasionar indefensión no es su
presentación de la nota sino el uso que haga de ella el magistrado.
Bajo otra perspectiva, se señala que, si el juzgado se apoya en la «instructa» para justificar parte de los hechos probados, el mecanismo reparador no
puede ser la anulación de la sentencia, sino la revisión de los hechos probados, solicitando la supresión de aquellos que se asienten en dichos
documentos, que no tienen el valor ni la eficacia de prueba ( TSJ Cataluña 31-1-12, EDJ 42495 ), así como que la «nota para la vista» carece de rango
documental a efectos de modificar los hechos probados en suplicación, constituyendo una mera afirmación de parte ( TSJ Castilla-La Mancha 10-9-15,
EDJ 161797 ; TSJ Granada 29-6-15, EDJ 156996 ), ni tampoco determina que los hechos que en ella se hagan constar puedan considerarse conformes
( TSJ Extremadura 28-6-13, EDJ 131595 ).
Diferente a la «instructa» es la posibilidad que asiste a las partes para facilitar al órgano judicial unas notas breves de cálculo o resumen de datos
numéricos ( LRJS art.85.6 ).
138
Cuestiones incidentales en ejecución y recursos 
(LRJS art.238)
El principio de oralidad inspira también el procedimiento para la resolución de las cuestiones incidentales que se suscitan en el proceso de ejecución ( TS
24-2-97, EDJ 1105 ; 10-12-97, EDJ 9915 ; 25-1-07, EDJ 7442 ), pero no rige en los recursos extraordinarios de suplicación y casación, que se formalizan
e impugnan por escrito.
7. Principio de inmediación 
(LRJS art.74.1;  LEC art.137 y 289)

140
El principio de inmediación tiene una doble connotación: por un lado, implica la preceptiva presencia del juez o tribunal de instancia en las vistas y
comparecencias y en todos los actos de prueba, en contacto directo con las partes y con el material probatorio, así como la presencia del letrado de la
Administración de Justicia en las actuaciones que hayan de realizarse únicamente ante él; por otro, determina que el juez o tribunal que preside la vista
sea el llamado a valorar las pruebas practicadas ante él y a decidir el litigio en primer grado.
141
Presencia personal del juez 
En su primera dimensión, el principio de inmediación forma parte del contenido del derecho a un proceso con todas las garantías ( Const art.24.2 ) y
constituye una obligación del juez o del letrado de la Administración de Justicia cuyo incumplimiento se sanciona con la nulidad de actuaciones ( LEC
art.137.4 ).
Dicha exigencia está estrechamente vinculada a la búsqueda de la verdad material, posibilitando la relación directa e inmediata entre el órgano decisor y
los elementos de los que debe extraer su convicción.
La oralidad y la concentración de las actuaciones procesales en el acto de juicio laboral conllevan la inmediación judicial real, imposible de falsear, que
se pone de manifiesto en la LRJS art.84.1, 85, 87 y 89 , y acarrea que en el proceso social la inmediación venga referida casi exclusivamente a la
presencia del juez o tribunal en el acto del juicio oral ( TSJ Galicia 29-10-15, EDJ 215770 ).
142
Valoración de la prueba 
Sobre la base de este principio, que favorece su posición activa en el proceso, el órgano «a quo» aprecia las alegaciones de las partes y la totalidad de la
prueba practicada, aplicando las normas sobre valoración de la prueba, y forma su convicción, fijando los hechos que considera probados ( TS 8-3-96,
EDJ 3147 ). El proceso laboral está concebido como un proceso de instancia única (que no grado), lo que significa que la valoración de la prueba se
atribuye en toda su amplitud únicamente al juzgador de instancia ( LRJS art.97.2 ) por ser quien ha tenido plena inmediación en su práctica y que la
revisión de sus conclusiones únicamente puede ser realizada cuando un posible error aparezca de manera evidente y sin lugar a dudas de documentos
(y/o pericias en el caso de la suplicación) idóneos para ese fin que obren en autos, por lo que se rechaza que el Tribunal «ad quem» pueda realizar una
nueva valoración de la prueba ( TS 14-7-16, EDJ 145507 ; 7-7-16, EDJ 118046 ; 2-3-16, EDJ 38999 ), sin que la convicción obtenida por el juez o tribunal
de instancia a partir del interrogatorio de las partes y la testifical (así como de la pericial en el caso de la casación ordinaria), pueda ser cuestionada en
trámite de recurso.
La inmediación en la práctica de los medios de prueba, al igual que la oralidad, la concentración y la celeridad, quiebran de manera justificada para
garantizar el derecho constitucional a utilizar los medios de prueba pertinentes y a no sufrir indefensión, en los supuestos en que el juez debe acudir al
auxilio jurisdiccional interno o internacional para la práctica del interrogatorio de las partes, la declaración de testigos o la ratificación de peritos, lo que
resulta admisible, con carácter excepcional, cuando su comparecencia en la sede del órgano jurisdiccional resulte imposible o muy gravosa por razón de
la distancia, dificultad del desplazamiento, circunstancias personales, o por cualquier otra causa de análogas características ( LEC art.169.4 ), como la
enfermedad ( LEC art.364.1 ). En todo caso el recurso al auxilio ha de hacerse de forma selectiva, justificando la causa y la utilidad y pertinencia de la
prueba y mediante la propuesta anticipada de su práctica o, si esta no fuera posible, recurriendo a las diligencias finales.
144
Juez que ha de dictar la sentencia 
(LEC art.194.1)
La inmediación supone también que el juez que ha presidido la vista sea el que deba dictar la correspondiente resolución, ya que la convicción judicial
sobre los hechos se forma con lo visto y oído en el acto oral y no con su reflejo documental en el acta de juicio, de manera que en un proceso oral, tan
sólo el juez que ha oído a las partes y ha presenciado la ejecución de la prueba, está facultado para dictar resolución ( TCo 64/1993 ). Ello explica la
obligada mención en el acta del juicio del juez o tribunal que lo preside ( LRJS art.89. 4.a ), cuya omisión determina la nulidad de las actuaciones ( TS 23-
11-87, EDJ 8625 ).
La inobservancia de la inmediación en su esta vertiente determina la nulidad de la sentencia si el órgano que conoce en la instancia es un Juzgado de
lo Social ( TSJ Galicia 29-10-15, EDJ 215770 ; 27-5-10, EDJ 180013 ; TSJ Cataluña 27-1-10, EDJ 55274 ; 8-7-11, EDJ 196513 ), pero también si se trata
de un órgano colegiado y se sustituye a uno de los magistrados que formó parte de la sala que intervino en el acto del juicio por otro que no actuó en
éste ( TS 10-6-96, EDJ 3568 ). La nulidad afecta a la sentencia, que debe ser dictada por el magistrado que presidió la vista, pero no al juicio ni a las
actuaciones anteriores ( TSJ Sevilla 21-9-98, EDJ 39553 ), salvo en los supuestos a los que se hace referencia en el marginal siguiente.
145
Incidencias sobrevenidas en relación al juzgador 
LRJS art.98.1;  LOPJ art.257 s.;  LEC art.194 y 200)
La exigencia de inmediación judicial se mantiene aunque después de la celebración de la vista el magistrado que la presidió hubiera dejado de ejercer sus
funciones en el juzgado que conozca del asunto, ya sea por traslado, pase a las situaciones de servicios especiales, excedencia voluntaria o forzosa, o
por jubilación por edad o, tratándose de jueces sustitutos, porque hubieran cesado en el cargo por renuncia, transcurso del plazo para el que fueron
nombrados o por cumplir la edad de jubilación.
No obstante, existen ciertas causas - fallecimiento, impedimento psico-físico definitivo, pérdida de la condición de juez, suspensión en el ejercicio de sus
funciones, acceso a cargo público o profesión incompatible con el ejercicio de la función jurisdiccional, o pase a la situación de excedencia voluntaria para
presentarse como candidato a cargo de elección popular- que justifican la celebración de una nueva vista presidida por el juez que le sustituya. En lo
que respecta a los supuestos de licencia por enfermedad se sostiene que también cabe declarar la nulidad del acto del juicio y señalar otro nuevo, pero
que tratándose de una posibilidad reglamentaria -no legal- debe ser interpretada restrictivamente y debidamente acordada y motivada por el órgano
judicial competente ( TS 4-11-14, EDJ 223362 ).

Precisiones

Esta manifestación del principio de inmediación no extiende sus efectos a otras actuaciones distintas, como p.e. la
resolución del recurso de reposición contra un auto dictado por juez distinto ( TSJ Asturias 4-10-02, EDJ
61524 ), o la aclaración de la sentencia, de oficio o a instancia de parte, por el juez que ejerza en ese momento
las funciones del órgano jurisdiccional en los supuestos legalmente previstos ( LOPJ art.267 ), al margen de que la
resolución objeto de aclaración haya sido o no dictada por él. La aplicación de este criterio suscita más dudas en el
caso de complemento de la sentencia por omisión manifiesta de pronunciamientos relativos a pretensiones
oportunamente deducidas y sustanciadas en el proceso ( LEC art.215.2 ), debiendo excluirse en todo caso, por
contrariar el principio de inmediación, cuando el mecanismo de «integración» exija valorar la prueba practicada.
Fuera de ese supuesto, el rechazo de plano de la aclaración a instancia de parte por haber sido dictada la
resolución por juez distinto vulnera la Const art.24.1 ( TCo 32/1998 ).
149
Ejecución y recursos 
(LRJS art.236.1 y 238)
El principio de inmediación no es privativo del proceso declarativo de instancia sino que gobierna también las comparecencias en la ejecución.
Lo mismo puede decirse de los recursos extraordinarios, aunque en ellos tiene una importancia menor, porque la vista no es necesaria y no hay práctica
de prueba, salvo la anómala presentación de documentos ( LRJS art.233 ). Existe la posibilidad de una mayor inmediación judicial en el proceso de
revisión de sentencias firmes en el supuesto de que el tribunal acuerde la celebración de la vista o deba practicarse prueba.
8. Principio de concentración 
(LRJS art.74.1)

152
El proceso social está gobernado por el principio de concentración de las actuaciones fundamentales del proceso de instancia -a excepción de la
demanda y de la sentencia cuando no se dicta «in voce»- en el juicio oral.
En el proceso social la concentración es muy intensa: tras la presentación de la demanda se cita de inmediato a las partes para la celebración de los
actos de conciliación y juicio y, si no hay avenencia, se pasa seguidamente a juicio que constituye el núcleo esencial del proceso, el que se desarrollan
todas las actividades de alegación -ratificación de la demanda y contestación a la misma-, prueba -proposición y práctica- y conclusiones, terminado el
cual se dicta sentencia en un plazo breve, pudiendo pronunciarse en determinados supuestos en el mismo momento de terminar la vista ( LRJS art.50.1
y 2 ).
La concentración lleva aparejada la celeridad que deriva de la simplificación del procedimiento, sin que sufra el derecho de defensa ya que la actividad
probatoria puede prepararse antes del juicio ( LRJS art.82.4 y 90.3 a 7 ) y, además, no es absoluta (nº 154 ). La concentración asegura la unidad y
continuidad del debate y facilita la práctica eficaz e interrelacionada de los distintos medios de prueba, favoreciendo la formación de la convicción judicial
sobre los hechos a la vista de las alegaciones de las partes y de la totalidad de la prueba practicada en unidad de acto.
Este principio se manifiesta también en el tratamiento de los presupuestos procesales y de las cuestiones previas y prejudiciales que se plantean en
el propio acto de juicio y se resuelven en la sentencia ( LRJS art.4.2 y 85.2 -redacc L 39/2015-), en la que se deciden también de forma concentrada todas
las cuestiones que condicionan la resolución definitiva del asunto procurando así una respuesta judicial única, así como en la regulación de la
suspensión de los actos de conciliación y juicio ( LRJS art.83.1 ).
154
Excepciones a la concentración probatoria 
El principio de concentración exige que los actos de proposición y práctica de prueba se desarrollen dentro del acto de juicio ordenadamente y siguiendo
el iter marcado por el devenir lógico de la vista oral ( TS 20-7-11, EDJ 198204 ). No obstante, con carácter excepcional, la concentración de la actividad
probatoria en ese acto se excluye de forma justificada para salvaguardar el derecho constitucional de las partes a utilizar los medios de prueba y a no
sufrir indefensión en los siguientes supuestos:
1. Práctica anticipada de pruebas ( LRJS art.78 ) ( TSJ Madrid 28-2-02, EDJ 130159 , sobre la procedencia de la declaración domiciliaria de testigos
como prueba anticipada; TSJ Galicia 10-3-09, EDJ 57166 , sobre la práctica de ese medio de prueba como diligencia final en un supuesto en el testigo no
se encontraba en disposición emocional que le permitiera soportar un interrogatorio en presencia de las partes y con intervención de los letrados; TSJ
Madrid 27-6-13, EDJ 165407 , en un caso de enfermedad impeditiva de la asistencia a la sede judicial cuya falta de práctica determina la nulidad de las
actuaciones).
2. Práctica de pruebas fuera del local de la audiencia ( LRJS art.87.1 ).
3. Recurso al auxilio judicial para la práctica de pruebas ( LEC art.169.4, 313 y 364 ).
La concentración probatoria también se rompe, aunque por diferente motivo, en aquellos casos en los que por el órgano judicial se acuerda la práctica de
pruebas como diligencias finales ( LRJS art.88 ) ( TS 5-2-87, EDJ 947 ).
En las modalidades procesales sobre materia electoral y tutela de los derechos fundamentales la concentración de las actuaciones quiebra en el supuesto
de audiencia preliminar sobre posible litisconsorcio pasivo necesario ( LRJS art.130 ) y de solicitud de medidas cautelares ( LRJS art.180 ),
respectivamente.
156
Unidad de acto 
(LRJS art.82.2, 85 ­redacc L 39/2015­, 86.2 y 87.1)
Por imperativo del principio de concentración, el juicio laboral se ha de celebrar en unidad de acto, de manera que las diversas fases del mismo se
sucedan sin solución de continuidad en una sola audiencia. Ello trae como consecuencia que, una vez iniciado, no pueda ser suspendido o interrumpido,
debiendo continuar hasta que después de formuladas las conclusiones definitivas se manden traer las actuaciones a presencia judicial para dictar
sentencia ( TCo 107/1999 ), resultando incompatible la unidad de acto con la división del juicio en diversas sesiones celebradas separadamente ( TS
24-4-95, EDJ 2208 ). Para el análisis de la prueba documental por las partes se permite un tiempo prudencial sin que pueda abandonarse la sala a fin de
preservar de contaminación el proceso.
Excepcionalmente, el juicio puede interrumpirse por alguna de las causas legalmente previstas -que han de interpretarse restrictivamente-, y proseguir
en el momento más próximo posible. Se autoriza la suspensión de la vista por el tiempo estrictamente necesario para la práctica de una prueba que
requiera el desplazamiento del juez fuera del local de la audiencia ( LRJS art.87.1 ), como el reconocimiento judicial ( LEC art.353 ), el interrogatorio
domiciliario de la parte ( LEC art.311 ) o la declaración domiciliaria de testigos ( LEC art.364 ), pero esta práctica está en desuso por su carácter
perturbador, recurriéndose para la realización de dichas pruebas a la práctica anticipada ( LRJS art.78.2 ) o, excepcionalmente, de no ser esta posible, a
las diligencias finales ( LRJS art.88 ).
El juicio también puede interrumpirse y reanudarse al día siguiente, cuando se haya producido un agotamiento de las horas de audiencia ( LEC
art.184.1 ) ( TS 9-4-91, EDJ 3629 ; en sentido contrario «obiter dicta», TS 24-4-95, EDJ 2208 ). No son trasladables al proceso social, por quebrar el
principio de unidad de acto y la regulación procesal laboral, las causas de interrupción recogidas en la LEC art.193.1 , a excepción de los supuestos en
los que, después de iniciada la vista, se produzca la indisposición sobrevenida del juez o del letrado de la Administración de Justicia si no pudiere ser
sustituido, o del abogado de cualquiera de las partes ( LEC art.193.1.4º y 188.1.2º y 5º ). En los supuestos excepcionales en que se interrumpa el acto de
juicio, su prosecución no es un acto diverso, sino la continuación del mismo ( TCo 107/1999 ), resultando válidas las actuaciones anteriormente
realizadas. Por lo demás, la ruptura injustificada del principio procesal de unidad de acto y la prosecución del juicio en otra fecha no es causa de nulidad
de la sentencia si no ocasionó indefensión a las partes ( TSJ Asturias 20-10-06, EDJ 427776 ).
La concentración de la actividad alegatoria en el acto de juicio se excepciona por motivos justificados en el caso de que, a la vista del volumen o
complejidad de las pruebas documentales o periciales practicadas, el órgano judicial decida conceder a las partes la posibilidad de efectuar sucintas
conclusiones complementarias por escrito anticipadas (nº 3100 ).
9. Principio de publicidad 

160
En el proceso laboral se traduce en que la actuación que constituye la clave de bóveda del proceso -el acto de juicio- es pública, de forma que cualquier
persona que lo desee puede acceder al interior de la sala de vistas y presenciarla en su integridad. También son públicas las actuaciones de prueba y las
demás vistas y comparecencias cuyo objeto sea oír a las partes antes de dictar una resolución ( LEC art.138.1 y 289.1 ). De la oralidad de las referidas
actuaciones deriva su publicidad, que no rige en las actuaciones escritas, pues el derecho a la información sobre las mismas tiene un contenido
diferente y está sujeto a restricciones ( LEC art.140 -redacc LO 7/2015- y 141 ). En lo que se refiere al intento de conciliación ante el letrado de la
Administración de Justicia, la LRJS no hace referencia a la publicidad del acto ( LRJS art.84.1 ), con la previsible finalidad de evitar los problemas
derivados de la falta de salas adecuadas para su realización. No obstante, la Comisión Jurídica Asesora para la implantación de la nueva oficina judicial
sostiene que aunque el citado precepto no exige la constitución en audiencia pública, ello no impide la aplicación del régimen previsto en la LEC art.138 .
La exigencia de publicidad se establece para cualquier tipo de proceso en la Const art.120.1 y se incluye en las garantías de la Const art.24.2 y en las
del Convenio de Roma de 1950 art.6.1. Responde a la doble finalidad de proteger a las partes de una justicia sustraída al control público y mantener la
confianza de la comunidad en los tribunales ( TCo 96/1987 ) e incluye la presencia en los juicios de los medios de comunicación a los que se reconoce
un derecho preferente por la función que cumplen ( TCo 30/1982 ; 57/2004 ). La concentración de las actuaciones en el acto de juicio contribuye a la
efectividad de este principio.
162
Límites 
La publicidad de las actuaciones orales no es absoluta, pudiendo acordar el juez su celebración a puerta cerrada por las siguientes causas ( LEC
art.138.2 ):
- protección del orden público o de la seguridad nacional;
- exigencia de los intereses de menores;
- protección de la vida privada de las partes y de otros derechos y libertades;
- cuando, por la concurrencia de circunstancias especiales, la publicidad pudiera perjudicar a los intereses de la justicia según consideración del tribunal.
Antes de acordar la celebración a puerta cerrada, el tribunal debe oír a las partes que estuvieran presentes en el acto y ha de resolver en forma de auto,
sin que contra el mismo quepa recurso alguno, sin perjuicio de formular protesta y suscitar la cuestión, si fuera admisible, en el recurso procedente contra
la sentencia definitiva ( LEC art.138.3 ).
El principio de publicidad resulta compatible con la limitación del acceso a los juicios en razón de la capacidad de la sala ( TCo 30/1986 ).
Como derivación de este principio se considera que la presencia en el acto de juicio desde su inicio de los testigos propuestos para declarar no es
causa de denegación de tal medio probatorio al carecer de amparo legal, sin perjuicio de que el juez pueda tener en cuenta dicha circunstancia al valorar
la fuerza probatoria de su declaración, vulnerándose en otro caso el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, con la consiguiente nulidad de
actuaciones si medió la correspondiente protesta ( TSJ Madrid 15-10-93, Rec 2773/93 ).
164
Ejecución y recursos 
La publicidad rige también en las comparecencias en la ejecución, y en las vistas de los recursos extraordinarios, pero las deliberaciones y el resultado
de las votaciones de los tribunales colegiados son secretas ( LEC art.139 ). Las actuaciones escritas están sometidas a las mismas restricciones que
en el proceso declarativo de instancia.
10. Principio de celeridad 

168
Supone una particular rapidez en la tramitación del proceso social en atención a la naturaleza de los derechos que protege, de ordinario urgentes y
vitales, y a los titulares de los mismos, que exigen una respuesta judicial rápida a la pretensión de tutela. Es un principio esencial en la configuración
institucional de un proceso que atiende a necesidades vitales esenciales cuya satisfacción no admite demora y en el que el elemento temporal influye de
forma decisiva ( TS 18-7-95, EDJ 4449 )
A asegurar este principio se orientan no solo la oralidad y la concentración que presiden el proceso declarativo de instancia sino también, entre otras, las
siguientes medidas:
1. La inexigibilidad del requisito de conciliación o reclamación administrativa previa en determinados procesos ( LRJS art.64.1 -redacc L 39/2015- y
70 -redacc L 39/2015-) (nº 2072 ).
2. La brevedad de los plazos procesales en las distintas fases y grados del litigio, que se hace patente, entre otros puntos, en la subsanación de la
demanda ( LRJS art.81.1 ; TCo 203/2004 ), en el anuncio del recurso de suplicación ( LRJS art.194 ; TCo 8/1998 ; 20/1994 ), así como en la opción del
empresario en caso de despido improcedente ( LRJS art.110.3 ; TS 22-3-01 ).
3. El carácter perentorio e improrrogable de los plazos, salvo los señalados para dictar resolución ( LRJS art.43.3 ), y la habilidad del mes de agosto a
determinados efectos (ex LRJS art.43.4 ) ( TCo 63/1999 ).
4. La regulación de los actos de comunicación ( TS 30-6-00, EDJ 24424 ).
5. La posibilidad de rechazar de oficio las peticiones, incidentes y excepciones formuladas con finalidad dilatoria ( LRJS art.75.1 ).
6. La designación de un representante común en los procesos con pluralidad de demandantes o demandados ( LRJS art.19 ).
7. La regulación de la suspensión del acto del juicio ( LRJS art.83.1 ) y la posibilidad de la exigencia de aviso previo para que proceda la suspensión del
acto de juicio por incomparecencia del demandante ( TCo 373/1993 ).
8. El carácter no suspensivo de la declinatoria ( LRJS art.14 ) y de las cuestiones prejudiciales penales salvo en el supuesto de la LRJS art.86.2 ( TCo
171/1994 ; TS 16-10-91, EDJ 9780 ).
9. La posibilidad de limitar el número de testigos ( LRJS art.92.1 ).
10. La declaración de urgencia en determinados procedimientos especiales ( LRJS art.124.6, 126, 132.1, 135.1, 138.4, 139.1.b, 159 y 179.1 ).
11.La posibilidad de dictar sentencia «in voce» al terminar el acto de juicio ( LRJS art.50.1 ).
12. La reconversión del procedimiento ( LRJS art.102.2 ).
La celeridad también se persigue a través de la estructura del proceso social como de única instancia, la limitación de los recursos ( TCo 58/1986 ), la
eliminación de incidentes y cuestiones de previo pronunciamiento, la subsanación y convalidación de los actos procesales sanables, la ejecutividad
inmediata de ciertas resoluciones o la utilización restrictiva de la nulidad de actuaciones ( TS 2-3-92, EDJ 2023 ). Pero la celeridad no puede ser sólo fruto
de las previsiones legales, resintiéndose en la actualidad por la sobrecarga de asuntos en todos los grados del proceso, consecuencia de la ampliación
competencial llevada a cabo por la LRJS, de su incremento cuantitativo, su creciente complejidad y la insuficiencia de la planta.
Este principio orienta además la interpretación de otras normas procesales, como ha sucedido en el ámbito del recurso de casación para la unificación
de doctrina, cuyas restricciones y su aplicación rigurosa se justifican en que la celeridad del proceso social no admite como normal un segundo recurso
extraordinario ( TCo 186/2000 ; 226/2002 ; TS auto 17-1-91, EDJ 377 ; TS 13-11-92, EDJ 11172 ; 15-3-95, EDJ 774 ; 14-7-95, EDJ 4907 ).
170
Dilaciones indebidas 
El principio de celeridad proscribe toda dilación procesal injustificada, estando vinculado con el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, que
reconoce la Const art.24.2 con carácter autónomo respecto del derecho a la tutela judicial efectiva ( TCo 125/1999 ), y que para los órganos judiciales
supone la exigencia de practicar los trámites del proceso en el más breve tiempo posible en atención a las circunstancias del caso.
La vulneración del citado derecho puede dar lugar, aparte de otras medidas reparadoras, a la indemnización por anormal funcionamiento de la
Administración de Justicia, que se debe de solicitar al Ministerio de Justicia en el plazo de prescripción de un año y contra cuya resolución cabe recurso
contencioso-administrativo ante los tribunales de ese orden jurisdiccional ( LOPJ art.293.2 ). La simple existencia de funcionamiento anormal de la
Administración de Justicia no determina «per se» y automáticamente la existencia de responsabilidad patrimonial con cargo al Estado, pues han de
cumplirse otros requisitos, como son la existencia de un daño efectivo, individualizado y evaluable económicamente, y la relación de causalidad entre el
funcionamiento anormal y los perjuicios cuya reparación se reclama de tal manera, que los mismos aparezcan como una consecuencia de aquél y por lo
tanto resulten imputables a la Administración. Se estimaron concurrentes ambos requisitos en un procedimiento de incapacidad permanente en el que
desde que se presentó la demanda hasta que se dictó la sentencia definitiva transcurrieron más de cinco años y medio como consecuencia de haberse
anulado la sentencia en dos ocasiones por insuficiencia de la declaración de hechos probados ( AN cont-adm 4-6-08, EDJ 114752 , que acoge tres
partidas indemnizatorias: los daños morales derivados de la incertidumbre que generaba la desmesurada continuación del proceso sin que se produjera
una resolución definitiva; los intereses de la pensión finalmente reconocida para cubrir la pérdida de valor en la dilación en su pago derivado de la dilación
en su establecimiento; y los honorarios del letrado por la interposición de los dos primeros recursos de suplicación).
172
Mantenimiento de las garantías 
En cualquier caso, la celeridad que debe inspirar la actuación de los jueces y tribunales laborales no justifica el sacrificio de principios de superior rango
como los de audiencia, contradicción e igualdad de armas, ni de los derechos constitucionales a la imparcialidad de los jueces, la asistencia letrada y la
defensa y, en particular, a utilizar los medios de prueba pertinentes, sin que la LRJS confiera facultades especiales al juez para rechazar pruebas en aras
de una mayor celeridad ( TS 19-6-93, EDJ 6041 ; TCo 158/1989 ). En definitiva, debe asegurarse el equilibrio entre la duración del proceso y las garantías
de los litigantes, pues tan perjudicial es que un litigio experimente retrasos injustificados como que se desarrolle precipitadamente con menoscabo de
derechos y garantías constitucionales.
CAPÍTULO II

 Jurisdicción y competencia 
180
Sección 1. Ámbito material de la jurisdicción del orden social 185
Sección 2. Cuestiones prejudiciales 430
Sección 3. Competencia internacional e inmunidad de jurisdicción 480
Sección 4. Competencia objetiva, territorial, funcional y reparto de asuntos 670
Sección 5. Tratamiento procesal de la competencia y del reparto de asuntos 990
Sección 6. Abstención y recusación 1090
Bibliografía 9601

181
El planteamiento de una determinada pretensión ante los Juzgados y Tribunales del orden social exige verificar previamente si el órgano ante el que se
formula tiene jurisdicción y competencia para resolverlo, presupuestos obligados para que puedan emitir un pronunciamiento sobre el litigio sometido a su
consideración.
La jurisdicción es la potestad dimanante de la soberanía del Estado, ejercida exclusivamente por los juzgados y tribunales determinados en las leyes, de
juzgar y hacer ejecutar lo juzgado ( Const art.117.3 ; LOPJ art.9.1 ). Todos los juzgados y tribunales ejercen la potestad jurisdiccional con plenitud, pero lo
hacen dentro de un concreto ámbito competencial, de manera que para conocer cuál es el juez ordinario predeterminado por la ley ( Const art.24.2 ), al
que le corresponde resolver una concreta controversia han de conjugarse las distintas normas de competencia, que cumplen diferentes funciones:
1. Las reglas de competencia material determinan el orden jurisdiccional que debe conocer del litigio. Aunque la jurisdicción es única ( Const art.117.5 ;
LOPJ art.3.1 ), razones de especialización en el conocimiento de los asuntos, justifican la existencia de cuatro órdenes jurisdiccionales -civil, penal,
contencioso-administrativo y social-, a los que se atribuye el conocimiento de determinadas materias, de manera que cada juzgado o tribunal ejerce su
jurisdicción en el ámbito del orden correspondiente (nº 185 s. ).
Los órganos judiciales de cada orden sólo ejercen la jurisdicción dentro de él aunque su competencia puede extenderse al conocimiento de asuntos que
no le están atribuidos privativamente; se trata de las llamadas cuestiones prejudiciales (nº 430 ).
2. Las normas de competencia judicial internacional determinan si corresponde o no a la jurisdicción española el conocimiento de los asuntos en los
que concurre algún elemento de extranjería relevante (nº 480 ).
182
3. Comprobada la competencia de los tribunales del orden social para dirimir la contienda por razón de la materia y, en su caso, su competencia
internacional en las relaciones de tráfico externo, las normas de competencia objetiva, territorial y funcional determinan cuáles son los concretos
órganos del orden social a los que corresponde decidir en la instancia y en las distintas fases del proceso.
- las reglas de competencia objetiva determinan qué tipo o clase de órgano judicial entre los de primer grado debe conocer de un determinado proceso
en la instancia atendiendo a su objeto (nº 685 s. );
- las reglas de competencia territorial determinan qué órgano de entre los de la misma clase y grado ha de conocer del litigio en razón de su
circunscripción territorial (nº 785 s. );
- las reglas sobre competencia funcional determinan qué juzgado o tribunal ha de conocer de las distintas actuaciones, incidencias y fases del
procedimiento en atención a su orden o grado (nº 895 s. ).
4. Las normas sobre reparto de asuntos determinan el juzgado encargado de resolver el asunto cuando en una localidad existan varios juzgados de lo
Social del mismo tipo (nº 975 ). No atribuyen competencia pero acaban determinando el concreto juez que va a conocer del litigio.
En algunos casos, la fijación de la jurisdicción o de la competencia no es una cuestión pacífica, por lo que la ley implementa ciertos mecanismos
procesales para resolver las discrepancias que puedan producirse entre los órganos del Estado y los jueces o tribunales, y entre éstos últimos: conflictos
de jurisdicción, conflictos de competencia y cuestiones de competencia (nº 990 s. ).
La ley regula también la forma en que los órganos jurisdiccionales deben ejercer el control de la concurrencia de los presupuestos procesales de la
jurisdicción y la competencia (nº 1040 ).
Finalmente, una vez determinado el concreto órgano jurisdiccional que debe conocer del asunto en instancia o en fase de recurso, puede suceder que
todas o alguna de las personas que lo encarnan no reúnan las condiciones de imparcialidad y neutralidad imprescindibles para resolverlo, por lo que
en tal caso habrán de ser separadas del mismo y ser sustituidas por otras distintas mediante las figuras de la abstención y la recusación (nº 1090 s. ).
SECCIÓN 1

 Ámbito material de la jurisdicción del orden social 
185
I. Criterios de delimitación 187

  A. Regulación en la LOPJ y criterio de las ramas del Derecho 187

  B. Regulación de las leyes procesales y criterios concurrentes de atribución 200

II. Jurisdicción en materia laboral 215

  A. Controversias sobre el contrato de trabajo 220

    1. Declaración de laboralidad de la prestación de servicios 221

    2. Fases previas a la contratación laboral 232

    3 Fases posteriores a la extinción del contrato 240

    4. Litigios con terceros no empresarios, entre trabajadores y entre empresarios 244

    5. Relaciones conexas y cargas fiscales 252

    6. Responsabilidades por daños 268

      a. Responsabilidades por daños en el ámbito de la prestación de servicios 270

      b. Responsabilidades por daños derivados de accidente de trabajo y enfermedad profesional 272

    7 Tutela de derechos fundamentales 276

    8. Prevención de riesgos laborales 280

    9 Caso particular: personal al servicio de las Administraciones públicas 284

  B. Cuestiones sindicales o colectivas 290

  C. Otras competencias en materia laboral 301

  D. Relaciones de servicios no laborales 310

  E Intervención de la Administración en las relaciones laborales 320

    1. Actividad administrativa de regulación o normativa 324

    2. Actividad administrativa de autorización 328

    3. Actividad administrativa sancionadora 332

    4. Actividad administrativa cautelar 334

    5. Actividad administrativa arbitral 336

    6. Actividad administrativa de fomento 340

    7. Actividad administrativa prestacional 344

    8. Actividades administrativas de información, comunicación registro y depósito 348

III. Jurisdicción en materia de Seguridad Social 350

  A. Delimitación competencial 350

  B. Jurisdicción del orden social 355

    1.   Acción protectora 353
    2.   Impugnación sanciones administrativas 362
  C. Jurisdicción del orden contencioso-administrativo 365

    1. Seguridad Social de la función pública 368


    2. Actos de encuadramiento 372

    3.   Cotización 373

    4. Gestión recaudatoria 375

    5. Responsabilidad patrimonial de la Administración del Estado 400
IV. Asistencia y protección social pública 402
V. Seguridad Social complementaria, mutualismo de previsión social y fundaciones laborales 410
VI. Otras cuestiones atribuidas por Ley al orden social 415
Cuadro resumen reparto competencial entre las jurisdicciones social y contencioso-administrativa 426
VII.

I. Criterios de delimitación 
A. Regulación en la LOPJ y criterio de las ramas del Derecho 
187
Ámbito material de la jurisdicción social 
(LOPJ art.9.5;  LRJS art.1)
Los juzgados y tribunales del orden social conocen -de acuerdo con la LOPJ art.9.5 - de las pretensiones que se promuevan dentro de la rama social del
Derecho, tanto en conflictos individuales (nº 220 s. ) como colectivos (nº 290 s ), así como de las reclamaciones en materia de Seguridad Social (nº
350 ), o contra el Estado cuando le atribuya responsabilidad la legislación laboral (nº 268 s. ).
Más allá de esta delimitación genérica cuyo contenido concreto se explicita más adelante (nº 202 ), es necesario tener en cuenta otras previsiones legales
en relación con los órdenes civil ( LOPJ art.9.2 ) y contencioso-administrativo ( LOPJ art.9.4 y LJCA art.1, 2 y 3 ), porque los conflictos con uno y otro,
especialmente con el segundo, han sido frecuentes. Históricamente la causa más importante de las disputas competenciales trabadas ha sido la propia
regulación legal. Los criterios de la LOPJ no resultan suficientemente precisos y las leyes procesales de cada orden jurisdiccional tampoco contribuían a
aclarar la cuestión, aparte de que algunas regulaciones específicas han provocado problemas adicionales de delimitación.
Ante este panorama, la LRJS trató de lograr una especie de plenitud jurisdiccional del orden social, atribuyéndole, por su mayor especialización el
conocimiento de los litigios relativos a todas aquellas materias que, de forma directa o por su esencial conexión, pudiesen calificarse como sociales, a
través de «una consolidación competencial» que, según el preámbulo de la Ley, «cierra el proceso de maduración» de este orden, que se inició en 1908.
Esta finalidad se plasmó en su propio título, revelador de que el objeto del enjuiciamiento por los órganos jurisdiccionales del orden social excede del
meramente laboral, término que figuraba en la derogada LPL, abarcando, además, otras materias de la rama social del Derecho. Sin embargo, este
ambicioso objetivo no se logró completamente, pues la recuperación de competencias sociales alentada por la LRJS fue desigual, como a continuación
se muestra:
1. La recuperación de la materia laboral fue, por lo general, completa, explicándose en buena medida por la progresiva pérdida de importancia de las
intervenciones «arbitrales» de la Administración laboral, un declive que se inició en 1994 y que culminó en la reforma laboral de 2012 con la eliminación
del expediente administrativo de regulación de empleo, que solo tiene ya una subsistencia marginal en los supuestos de fuerza mayor. Ha actuado
además otro proceso de expansión que ha llevado al ámbito de la jurisdicción social materias clásicas de la acción administrativa, como en el caso de las
sanciones de ese carácter.
2. Por el contrario, en la materia de Seguridad Social se ha avanzado poco en esa labor de rescate, pues siguen fuera del orden social no solo las
controversias sobre cotización y recaudación, sino también las relativas a los actos de encuadramiento que por mandato legal ( L 52/2003 ) se llevaron al
orden contencioso - administrativo. No obstante, la LRJS atrajo a la esfera social el conocimiento de las pretensiones referidas al régimen sancionador de
la Seguridad Social, a excepción de las actas de infracción vinculadas con la liquidación de cuotas.
3. Por último, el ciclo de expansión jurisdiccional no se ha completado en el ámbito de la asistencia y protección social públicas, que sigue
residenciado en el orden contencioso-administrativo salvo la determinación del grado de discapacidad, siguiendo en la órbita de dicho orden los litigios
derivados de las prestaciones de dependencia a expensas de la aprobación de una futura Ley que transfiera su conocimiento al orden social (nº 404 ).
Ver cuadro-resumen de la distribución competencial en nº 426
189
Delimitación con el orden civil 
(LOPJ art.9.2)
El orden civil se configura como un orden que conoce de las «materias que le son propias» y de todas las cuestiones que no estén atribuidas a otros
órdenes jurisdiccionales, lo que determina que sea el orden con competencia general en el Derecho Privado (civil y mercantil), con excepción de la parte
de aquél que queda bajo la jurisdicción del orden social ( LOPJ art.9.2 ).
En lo que concierne al orden civil las pugnas competenciales -menos frecuentes que respecto del orden contencioso-administrativo- han surgido
tradicionalmente de interpretaciones jurisprudenciales divergentes y de un cierto expansionismo del orden civil que ha potenciado, de forma sin duda
excesiva, el juego de la cláusula de cierre de la LOPJ art.9.2 . Un uso generoso de la misma combinado con la idea de la jurisdicción civil como
jurisdicción común y con una reacción comprensiva ante el denominado «peregrinaje de jurisdicciones», desde una posición escasamente crítica en el
control de la propia jurisdicción, llevó en un pasado reciente a aceptar la competencia civil en un asunto claramente social - la responsabilidad adicional
del empresario por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (ver nº 272 ) competencia que se sigue afirmando respecto de otras materias
indiscutiblemente laborales como las referidas al resarcimiento de otro tipo de daños producidos en el marco de la relación de trabajo y a la tutela de
derechos fundamentales no específicos en ese mismo ámbito. Existen otras zonas polémicas, como el deslinde entre relaciones laborales y civiles y el
alcance de la «atracción» de los procesos concursales, siendo esta última donde en la actualidad se registran las mayores tasas de conflictividad. Sobre
la competencia del juez del concurso en materia laboral ver nº 8166 s .
191
Delimitación con el orden contencioso­administrativo 
(LOPJ art.9.4)
Con el orden contencioso-administrativo los problemas de delimitación de competencias han sido históricamente más amplios y más graves que respecto
del orden civil. La causa de estos problemas no ha residido en interpretaciones judiciales divergentes, como en el caso del orden civil, sino en dos
opciones de política legislativa:
1. El desmesurado protagonismo que ha tenido la Administración en el sistema español de relaciones laborales, tanto en la actividad de policía (en
especial, a través de un régimen de sanciones claramente hipertrofiado), como en la actividad arbitral y en la de prestación, aparte del sistema «tributario»
especial vinculado a la financiación de la Seguridad Social.
2. La decisión de residenciar la impugnación de los actos administrativos en el orden contencioso-administrativo por encima de un criterio material más
estricto de atribución.
Como ya se ha indicado, esta situación se ha ido corrigiendo en los últimos años. La Administración ha perdido competencias «arbitrales» y el orden
social ha comenzado a asumir el control de acciones administrativas típicas de contenido social (nº 187 ). La eliminación de la autorización administrativa
en los despidos colectivos y en las suspensiones y reducciones de jornada en la reforma laboral de 2012 y la ampliación de las funciones del orden social
en la LRJS marca un avance importante en ese proceso de normalización. El núcleo de resistencia más firme a favor del orden contencioso-administrativo
sigue siendo, sin embargo, la Seguridad Social y algunas formas de asistencia pública. Por otra parte, los criterios de demarcación no siempre están
claros, como sucede con los llamados actos administrativos conexos o con el alcance efectivo de los actos que menciona la LRJS art.2.s ).

Precisiones

1) Los problemas competenciales con el orden contencioso-administrativo dimanan también del precepto que
excluye del ámbito de aplicación del ordenamiento laboral la relación de servicios de los funcionarios públicos y
del personal al servicio de las Administraciones Públicas cuando al amparo de una Ley dicha relación se regule por
normas administrativas o estatutarias ( ET art.1.3.a ), en el que el criterio diferenciador el ámbito normativo
regulador, y no la naturaleza del servicio prestado. Esta circunstancia supone que, salvo en el caso de los conflictos
surgidos como consecuencia de las elecciones a los órganos de representación del personal de las
Administraciones Públicas, así como en materia de prevención de riesgos laborales y reclamaciones de daños y
perjuicios derivadas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, el orden social no tiene jurisdicción
para conocer de las controversias relativas a los funcionarios públicos, contratados administrativos y personal
estatutario de los servicios de salud (nº 312 ).
2) Al margen de lo expuesto, el orden social es competente para conocer de las controversias entre el personal
laboral de las Administraciones Publicas y el ente público empleador aunque hay una excepción importante en
materia de provisión de vacantes (nº 234 s ).
193
Criterio de delimitación según las ramas del Derecho 
El criterio central para la delimitación competencial es el de las ramas del Derecho a partir del cual:
- el orden civil tiene competencia en las controversias propias del Derecho Civil y Mercantil;
- el orden social la tiene en las de la rama del mismo nombre que comprende, en principio, el Derecho del Trabajo y el Derecho de la Seguridad Social
( TS 9-5-96, EDJ 2749 );
- el orden contencioso-administrativo la tiene en los litigios que se producen como consecuencia de la actuación de la Administración regulada por el
Derecho Administrativo.
Pero el problema es más complejo, porque los límites de las disciplinas jurídicas o, si se prefiere, de los sectores del ordenamiento son muy inseguros y
además su función de delimitación es muy restringida. En primer lugar, las normas civiles y, en menor grado, las administrativas juegan como supletorias
del ordenamiento laboral. En segundo lugar, los actos de las administraciones públicas operan sobre la materia social y lo normal es que acto y materia
se rijan por normas que pertenecen a ramas jurídicas distintas: las aplicables al acto en sí mismo corresponden al Derecho Administrativo, mientras que
las que rigen la materia se integran en la rama social del Derecho. Hay además normas materialmente administrativas en disposiciones formalmente
laborales, como ocurre con la regulación de las infracciones y sanciones del orden social ( RDLeg 5/2000 ). De esta forma, el acto administrativo laboral
está sometido a una doble regulación: las cuestiones de competencia y procedimiento se regulan por el Derecho Administrativo y las sustantivas por el
Derecho del Trabajo.
En materia de Seguridad Social la confusión es mayor, porque en realidad las normas que la regulan, en la medida en que su objeto versa sobre
actividades públicas de prestación y de obtención de recursos son normas con unos contenidos típicos del Derecho Administrativo y del Derecho
Tributario que sólo por razones históricas o de oportunidad mantienen una posición especial. Es imposible sostener que lo relativo a la acción protectora
de la Seguridad Social pertenece a la rama social del Derecho y que lo relativo a la afiliación, cotización y a la recaudación es Derecho Administrativo.
La insuficiencia del criterio de las ramas del Derecho y su relativo desconocimiento por la legislación ordinaria hace necesario recurrir a las
regulaciones procesales concretas (nº 200 s. ).
Por otra parte, conviene advertir que la doctrina constitucional ha puesto de relieve que la relación entre la regulación orgánica y la regulación ordinaria
presenta en esta materia un grado importante de flexibilidad (ver TCo 121/2011 resolviendo cuestión de inconstitucionalidad planteada en relación a L
52/2003 art.23 , disposición que estableció la competencia del orden contencioso- administrativo para conocer de las impugnaciones de los actos de
encuadramiento en la Seguridad Social). El TCo, comentando la LOPJ art.9. 4 y 5 , destaca que «decir que la jurisdicción contencioso-administrativa
conocerá sobre las impugnaciones de los actos de las Administraciones públicas sujetos al Derecho administrativo y que la jurisdicción social conocerá
sobre las controversias encuadrables en la rama social del Derecho conduce a que un importante número de conflictos pueden atribuirse tanto al orden
social como al contencioso». Y de esta forma, la combinación del criterio material de la disciplina jurídica (rama social del Derecho frente a Derecho
Administrativo) y el criterio subjetivo formal del acto de una Administración pública sometido al Derecho administrativo «confieren al legislador ordinario
un margen o ámbito de decisión para atribuir a uno u otro orden jurisdiccional el conocimiento de las materias en las que resulte de aplicación alguno de
los indicados criterios de delimitación competencial.»
195
Jurisdicción social y arbitraje 
(LOPJ art.9.6;  LEC art.63;  LRJS art.2.f)
La jurisdicción es improrrogable, pero como la jurisdicción civil, la social tiene un margen amplio de disposición por las partes ( LEC art.19 ). Los
ciudadanos no están obligados a resolver sus controversias a través de los órganos jurisdiccionales y pueden acudir al arbitraje siempre que la materia lo
permita y no esté prohibido por la ley. Una serie de sentencias se han pronunciado sobre el alcance del derecho al acceso a la jurisdicción como
consecuencia de la obligación de someter la cuestión litigiosa a arbitraje ( TS 11-10-04, EDJ 160111 ; 13-12-04, EDJ 234961 ; 3-2-05, EDJ 23980 y 15-3-
05, EDJ 62710 ).
No obstante, el Derecho del Trabajo contempla tres supuestos de arbitraje obligatorio, el previsto como medio de solución de una huelga ( RDL
17/1977 art.10 -afectado por TCo 11/1981 ; ver también TS 4-4-14, Rec 132/13 y TS 4-4-14, Rec 182/13 ); el aplicable en los litigios sobre elecciones a los
representantes de los trabajadores ( ET art.76 ), y el contemplado para los supuestos de falta de acuerdo en la inaplicación (descuelgue) en la empresa
de lo pactado en CCol ( ET art.82.3 cuya constitucionalidad ha sido afirmada por la TCo 119/2014 ).
Por otra parte, ya dado que la LRJS incluye la impugnación de los laudos arbitrales laborales en el ámbito de la jurisdicción del orden social ( LRJS
art.2.h) e i ), el arbitraje puede jugar a la vez como exclusión de la jurisdicción (la excepción de arbitraje en la medida en que la sumisión a éste cierra
el acceso a la jurisdicción, LEC art.19 y 66 ) y como materia jurisdiccional específica, en tanto que la impugnación de los laudos arbitrales laborales
entra dentro de la competencia del orden social.

B. Regulación de las leyes procesales y criterios concurrentes de atribución 
200
La insuficiencia del criterio de las ramas del Derecho y su relativo desconocimiento por la legislación ordinaria hace necesario recurrir a las
regulaciones procesales concretas.
En primer lugar, la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) nada aporta, pues sobre la extensión y límites de la jurisdicción civil, se limita a remitirse en este
punto a la Ley Orgánica del Poder Judicial ( LEC art.36 ).
En segundo lugar, en la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa ( LJCA), las precisiones son mayores, pero tampoco decisivas,
salvo en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas. Según el precepto básico no corresponden a la jurisdicción
contencioso-administrativa las cuestiones expresamente atribuidas al orden social, aunque estén relacionadas con actos de la Administración pública
( LJCA art.3.a ). Hay que subrayar la matización final, porque muestra con claridad la inoperancia del criterio subjetivo: aunque se trate de la
impugnación de un acto de la Administración Pública, la competencia puede corresponder al orden social.
Hay, por tanto una remisión que se concreta hoy en la LRJS art.2 y 3 .
202
Ley Reguladora de la Jurisdicción Social 
(LRJS art.1, 2 y 3)
El esquema general de la LRJS se construye sobre la LOPJ art.9.5 , a través de dos conflictos básicos:
1.Los que se suscitan entre trabajadores y empresarios como consecuencia del contrato de trabajo (nº 220 s. ).
2.Las controversias sobre prestaciones de Seguridad Social (nº 350 s. ).
A partir de estos ejes centrales funcionan las listas de inclusiones y exclusiones de la LRJS art.2 y 3 .
Entre las inclusiones, que en buena parte tienen naturaleza meramente declarativa, se relacionan las siguientes:
Inclusiones ( LRJS art.2 ) Marginal MPL
Reclamaciones por daños derivados de accidentes de trabajo (nº 272 ).
Litigios «laborales» entre sociedades laborales y cooperativas y sus socios (nº 314 ).
Controversias sobre el régimen profesional de los TRADEs (nº 316 ).
Conflictos sobre prevención de riesgos laborales (nº 280 ).
Acciones de tutela de los derechos fundamentales en el ámbito laboral (nº 276 ).
Procesos sobre conflictos colectivos (nº 290 ).
Impugnaciones de convenios colectivos, acuerdos y laudos (nº 299 ).
Litigios en materia de elecciones a órganos de representación (nº 297 ).
Pretensiones sobre constitución y estatutos de sindicatos y organizaciones empresariales (nº 292 s. ).
Contiendas sobre régimen sindical (nº 292 ).
Controversias sobre responsabilidad de sindicatos y de las organizaciones empresariales. (nº 295 ).
Impugnación de actos administrativos en materia laboral y sindical no atribuidos a otro orden jurisdiccional y de actos (nº 320 y nº 350 s. ).
administrativos de Seguridad Social no prestacionales y no relacionados en la lista de exclusiones
Reclamaciones por responsabilidades laborales de las Administraciones públicas, en especial del FOGASA (nº 344 ).
Litigios sobre grado de discapacidad y sobre prestaciones de dependencia (estos últimos con inclusión diferida LRJS disp.final 7ª.2 (nº 402 s. ).
Conflictos sobre intermediación laboral entre trabajadores y entidades encargadas de estos servicios (nº 301 ).
Controversias sobre Seguridad Social complementaria (nº 410 ).
Litigios sobre el cumplimiento de obligaciones y derechos relacionados con las finalidades específicas de las mutualidades y (nº 412 ).
fundaciones
Cuestiones que en cláusula abierta puedan atribuirse al orden social en la propia LRJS o por otra norma de rango legal (nº 415 ).
La lista de las exclusiones es más breve y comprende ( LRJS art.3 ):
Exclusiones ( LRJS art.3 ) Marginales
Impugnación de disposiciones de carácter general. (nº 324 ).
Cuestiones sobre prevención de riesgos laborales entre el empresario y terceros ajenos a la relación laboral. (nº 280 ).
Controversias sobre tutela de la libertad sindical y el derecho de huelga de los funcionarios y personal estatutario o de régimen (nº 276 ).
administrativo
Impugnaciones de las disposiciones que establecen las garantías de mantenimiento de los servicios esenciales (nº 336 ).
Impugnaciones de pactos o acuerdos de la función pública (nº 299 ).
Impugnaciones de actos administrativos en materia de encuadramiento, cotización y recaudación de recursos de la Seguridad Social (nº 372 ).
y de los actos conexos de los anteriores
Litigios sobre asistencia y protección social pública no incluida en la Seguridad Social en los términos ya establecidos por la (nº 406 ).
jurisprudencia ( TS 26-5-04, EDJ 63883 y TS 26-5-04, EDJ 83105 ).
Reclamaciones sobre responsabilidad de los organismos gestores y las derivadas de la prestación de la asistencia sanitaria. (nº 400 ).
Pretensiones cuyo conocimiento se reserva al juez del concurso (nº 8515 s. ).

204
Resultado de la regulación procesal 
El resultado de la regulación procesales presenta bastante complejidad, pues el orden social conoce de las siguientes materias:
1. Las controversias sobre el contrato de trabajo, que normalmente se producen entre empresarios y trabajadores, pero que en ocasiones
alcanzan a sujetos que quedan fuera de la relación laboral, como sucede, por ejemplo, con la cesión de trabajadores a través de ETT ( LRJS
art.2.a ), o en los supuestos de descentralización productiva, lo que obedece a la implicación de esos terceros en la relación laboral. En otros
casos, como sucede con los daños derivados de los accidentes de trabajo o las lesiones de derechos fundamentales ( LRJS art.2.b y d ). la idea
que informa la extensión es la de no dividir la continencia de la causa. Pero el marco del contrato de trabajo queda superado de forma completa
cuando la jurisdicción social se extiende a determinadas controversias que ya quedan fuera del ámbito laboral, pero a las que se quiere
otorgar una protección más eficaz -caso de los socios trabajadores de las cooperativas de trabajo asociados y de los TRADES- (nº 316 ). En
otros supuestos, la cobertura competencial del orden social es parcial, como ocurre con los funcionarios públicos y el personal estatutario de
los Servicios de Salud, circunscrita a la prevención de riesgos laborales y a los conflictos electorales (nº 312 s. ). De este marco laboral salen las
acciones sociales en materia de extinción, modificación y suspensión colectivas de contratos de trabajo, incluidas las reducciones de jornada,
en el seno del concurso de acreedores, así como, en ese mismo marco, la suspensión y extinción de los contratos de alta dirección ( LRJS art.2
a) y 3 h ); LCon art.8 ); acciones que, como ha quedado dicho, vuelven a entrar en el orden social por la vía de recurso, ya que las resoluciones
del juez mercantil en estas materias son recurribles ante los tribunales sociales, primero en suplicación y luego en casación para la unificación de
doctrina.
2. Las controversias que se enmarcan dentro de la rúbrica del Derecho Colectivo del Trabajo (nº 290 ) y que afectan al régimen de los sujetos
colectivos y a sus funciones básicas de conflicto y negociación.
3. Los litigios que se desarrollan en torno a la actividad administrativa social, que son sin duda el grupo más complejo. Esta actividad
administrativa comprende, en primer lugar, una materia clásica del orden social, la Seguridad Social, que se somete a un tratamiento
especialmente complicado, como puede verse en el juego de inclusiones (nº 352 s. ) y de las exclusiones (nº 365 s. ). La razón de este peculiar
tratamiento hay que buscarla en las particularidades de la gestión recaudatoria, que tanto por su configuración fuertemente administrativa como
por razones de eficiencia, no ha querido confiarse a un orden no especializado. Pero la recaudación arrastró consigo a la liquidación de cuotas y,
luego, de manera más discutible, a los actos de encuadramiento. La competencia del orden social se extiende al conocimiento de la impugnación
de los actos administrativos en materia laboral, que son también una categoría nada simple en la que se pueden distinguir los siguientes
grupos. En primer lugar, las llamadas responsabilidades laborales de la Administración ( LRJS art.2.ñ ); una competencia clásica que no se
corresponde con una posición empresarial de la Administración pública, sino con una actividad de prestación (prestaciones de garantía del
FOGASA y salarios de tramitación a cargo del Estado). El segundo grupo es el de los actos a través de los cuales la Administración interviene en
las relaciones laborales con funciones «arbitrales» -hoy residuales-, de policía (las sanciones administrativas) o de otro signo (nº 336 ). Los
conflictos de intermediación entran dentro los actos administrativos laborales ( LRJS art.2.p ), aunque su proyección se amplía fuera de la
órbita administrativa en los supuestos de gestión privada de los correspondientes servicios
4. Los litigios sobre Seguridad Social complementaria se tratan en el nº 410 , donde se aborda la exclusión -poco justificable- de las
Mutualidades profesionales y el segundo con la referencia a la competencia sobre las controversias relativas a las Fundaciones laborales.

II. Jurisdicción en materia laboral 
(LRJS art.2)

215
La solución de las controversias en materia laboral es competencia genuina del orden social de la jurisdicción, con la excepción relativa a las empresas
en concurso. Dentro de esta categoría de asuntos cabe distinguir cinco grandes bloques:
a) Contrato individual de trabajo (nº 220 s. ).
b) Conflictos colectivos o sindicales (nº 290 s. ).
c) Otras cuestiones en materia laboral (nº 301 .).
d) Relaciones de servicios no laborales (nº 310 ).
e) Intervención de las Administraciones Públicas en las relaciones laborales (nº 320 ).

A. Controversias sobre el contrato de trabajo 
220
La disposición fundamental en este campo atribuye al orden social la competencia para conocer los litigios que se susciten entre trabajadores y
empresarios como consecuencia del contrato de trabajo ( LRJS art.2 a ). Dentro de este primer bloque de controversias encuentran encaje las
siguientes:
1.Declaración de laboralidad de la prestación de servicios (nº 221s. ).
2. Fases previas al contrato de trabajo (nº 252 s. ).
3. Fase posterior a la extinción del contrato de trabajo (nº 240 s. ).
4. Litigios con terceros no empresarios, así como entre trabajadores y entre empresarios (nº 244 s. ).
5. Relaciones conexas y retenciones fiscales (nº 252 s. ).
6. Responsabilidades por daños (nº 268 s ).
7. Tutela de derechos fundamentales (nº 276 s ).
8. Prevención de riesgos laborales (nº 280 ).
9. Caso particular: personal laboral al servicio de las Administraciones Públicas (nº 284 ).

Precisiones

1) La doctrina ha intentado esclarecer el sentido y alcance de la expresión «como consecuencia del contrato de
trabajo» de la LRJS art.2.a ). El TS invoca la posición doctrinal para la que dicha expresión implica la existencia de
una relación entre la cuestión litigiosa y el contrato de trabajo, traducida en una relación o deducción, enlace o nexo
del consiguiente con sus premisas, atendiendo al significado literal del término ( TS 20-1-05, EDJ 7102 ), es decir,
como equivalente a controversias relativas o que guardan conexión con el contrato de trabajo.
2) Resulta obligado plantearse la pregunta de si supone una verdadera ampliación competencial, la previsión que
introduce la LRJS art.2.a ) referida al enjuiciamiento de las cuestiones litigiosas que se promuevan entre
empresarios y trabajadores «en el ejercicio de los demás derechos y obligaciones en el ámbito de la relación de
trabajo». Extremo sobre el que la doctrina mantiene diferentes posturas:
Por una parte se sostiene que con esa mención se alude a «los derechos y obligaciones que no son
consecuencia del contrato de trabajo, pero que se proyectan en el ámbito de la relación de trabajo», lo que
llevaría a residenciar en el orden social, entre otras, las controversias sobre invenciones del trabajador (Virolés).
Por otra parte, se dice que se trata de una cláusula general indicativa de que «el orden social es el competente
respecto de todos los conflictos dimanantes de la relación laboral» (Molins), atribuyéndole por tanto una virtualidad
meramente aclaratoria.
En todo caso, tal apostilla no puede comportar la asignación al orden social de pretensiones que no tienen su
fundamento en el contrato de trabajo, aunque sea pacífica su existencia, y en particular de aquellas que
encuentran cobertura en leyes específicas. Así, siguen en la órbita competencial civil las reclamaciones formuladas
por los trabajadores frente a la empresa como consecuencia de invenciones llevadas a cabo durante el tiempo en
que permaneció a su servicio ( L 11/1986 art.123) , conservando por tanto su vigencia la doctrina jurisprudencial
sentada al respecto ( TS 17-7-89 , EDJ 7390 y TS 2-11-99, EDJ 36270 ; TSJ País Vasco 18-12-01, EDJ 69657 ; en
sentido contrario TSJ C.Valenciana 30-1-04, Rec 2415/03 ), o de creación de programas de ordenador en el
ejercicio de las funciones que le han sido confiadas o siguiendo las instrucciones de su empresario basadas en el
RDLeg 1/1996 art.97.4 . A la misma conclusión hay que llegar en relación a las acciones sobre competencia
desleal ejercitadas por los empresarios contra sus empleados cuando los actos imputados además de implicar un
incumplimiento del contrato de trabajo sean constitutivos de competencia desleal, encuadrables en la L 3/1991 , de
las que vienen conociendo los órganos jurisdiccionales del orden civil ( TS civil 21-2-12, Rec 212/08 ; 14-11-12, Rec
644/10 ; 26-2-14, Rec 434/12 ; TS civil 3-9-14, EDJ 188231 ).
3) Tampoco compete a la jurisdicción social el conocimiento de las acciones formuladas por los trabajadores para el
cumplimiento por su empleador de obligaciones civiles y mercantiles nacidas y generadas fuera del ámbito del
Derecho del Trabajo, como el reintegro del capital invertido en la empresa ( TS 18-12-89, Rec 4221/88 ; TSJ País
Vasco 21-7-06, EDJ 408778 ).
Daños y perjuicios por competencia desleal
(Actum 22/17, 30may-05jun)
Es competente el orden social para conocer de la reclamación por daños y perjuicios derivada de la constitución de dos sociedades concurrentes con la
empresa demandante por parte de tres de sus trabajadores, ya que se trata de un incumplimiento de las obligaciones inherentes al contrato de trabajo.
MS nº 1721
MCT nº 5500
MIRL nº 7142
MPL nº 220
Tres trabajadores de una empresa, vigente la relación laboral, constituyen dos sociedades de responsabilidad limitada cuyo objeto coincide
sustancialmente con el de la empleadora. Esta empresa reclama una indemnización de daños y perjuicios por la competencia desleal que entiende
producida desde el mismo momento de la constitución de las sociedades concurrentes.
En instancia se estimó la demanda, pero en suplicación la sala se declaró incompetente fundando esta declaración en el hecho de que las sociedades
constituidas por los trabajadores no comenzaron su actividad hasta que no dejaron de ser trabajadores de la demandante, por lo que interpreta que la
posible competencia no deriva del contrato de trabajo ya extinguido.
Se aporta una sentencia de contraste que, por el contrario, entiende que el orden social es el competente para enjuiciar una reclamación de este tipo pues
se trata de una reclamación de daños y perjuicios que se funda en el incumplimiento por parte de los trabajadores de uno de los deberes básicos
derivados del contrato de trabajo cual es el de no concurrir con su empleadora.
Ya ha considerado el TS en otras ocasiones que pertenecen al orden social los litigios relativos a las reclamaciones de daños entre empresarios y
trabajadores derivados de eventuales incumplimientos contractuales con independencia de que el sujeto demandante sea el trabajador o el empresario (
TS 31-5-05, EDJ 103635 ). Es por ello que admite el recurso y, dando por bueno el argumento de la sentencia de contraste, entiende que no cabe duda
de que si lo que la empresa demandante reclama es una indemnización de daños y perjuicios que deriva del dato cierto de que los trabajadores
demandados constituyeron, vigente su relación laboral, dos sociedades limitadas concurrentes con la empresa, tal reclamación (con independencia de su
éxito final) constituye una cuestión litigiosa que se promueve entre empresario y trabajadores y cuyo fundamento deriva en un posible e hipotético
incumplimiento de las obligaciones inherentes al contrato de trabajo, por lo que la competencia del orden social se presenta, en este sentido, diáfana.
TS 4­5­17, EDJ 72758

1. Declaración de laboralidad de la prestación de servicios 
(LRJS art.2.a)

221
La determinación de si la relación que vincula a las partes litigantes es de naturaleza laboral, sea en el marco de un proceso declarativo orientado a su
reconocimiento o como cuestión prejudicial laboral en otro proceso de trabajo, como por ejemplo el de despido, le está atribuida a la jurisdicción social,
siendo la pretensión que genera un mayor número de problemas de delimitación competencial con el orden civil (nº 223 ), por ser ésta la esfera más
propia del Derecho Privado en el ámbito laboral. Esas dificultades se presentan también con relaciones de servicios formalmente amparadas en la
normativa sobre contratación administrativa (nº 227 ). El problema de esclarecer cuándo se está ante un contrato de trabajo no es una cuestión
propiamente procesal, sino sustantiva, pues la calificación de una relación de servicios como laboral depende de la presencia de las notas definitorias
básicas del contrato de trabajo ( ET art.1.1 ), y de si puede entrar en juego alguna exclusión de las comprendidas en el apartado tercero de ese mismo
precepto ( ET art.1.3 ).

Precisiones

Si a la vista de la prueba practicada el juez, de oficio o a instancia de la parte demandada, concluye que la relación
en la que surge el conflicto no es de naturaleza laboral, dicta una sentencia meramente procesal en la que
declara la falta de jurisdicción por razón de la materia y advierte al demandante sobre el orden jurisdiccional al que
le corresponde el conocimiento del asunto.
222
Delimitación del contrato de trabajo de otras figuras 
Los problemas de calificación jurídica suelen producirse en torno a vínculos contractuales aparentemente civiles (nº 223 ), o mercantiles (nº 224 ), pero
también a propósito de relaciones de servicios sometidas formalmente a normas de Derecho Administrativo (nº 227 ).
En lo que se refiere a los dos primeros supuestos la solución viene dada por la concurrencia de los elementos constitutivos del contrato de trabajo
( ET art.1.1 ) como condicionante de la competencia del orden social para resolver las incidencias surgidas en su ejecución y por la eventual aplicación de
las exclusiones del ET art.1.3 , mientras que en el tercer supuesto el criterio diferenciador no se halla en la naturaleza del servicio prestado sino en la
existencia de una norma con rango de ley que habilite la contratación administrativa ( TS 20-10-11, EDJ 270719 ; 24-4-97, EDJ 4210 ).
223
Delimitación frente a contratos y relaciones de carácter civil 
La necesidad de deslindar el contrato de trabajo de determinados tipos contractuales civiles se ha planteado respecto de los que a continuación se
relacionan
1. Contrato civil de arrendamiento de servicios para la realización de actividades propias de las siguientes profesiones u oficios:
a) Abogados: TS 9-2-90, EDJ 1313 ; 24-2-90, EDJ 2042 ; 3-5-05, EDJ 83753 ; 19-11-07, EDJ 243310 . También respecto de procuradores ( TSJ País
Vasco 15-3-11, EDJ 178222 ).
b) Médicos: TS 7-11-85, EDJ 5730 ; 21-5-90, EDJ 5342 ; 22-1-01, EDJ 2999 ; 26-5-03, EDJ 241288 ; 23-10-03, EDJ 187389 ; 9-12-04, EDJ 234947 ; 20-
9-95, EDJ 24632 ; 29-11-10, EDJ 340133 .
c) Odontólogos TS 19-6-07, Rec 4883/06 ; 7-11-07, Rec 224/06 ; 27-11-07, EDJ 243308 ; 12-12-07, EDJ 243344 ; 12-2-08, EDJ 90871 ; 18-3-09, EDJ
42682 ; 7-10-09, EDJ 245794 y 9-3-10, EDJ 37677 (dictadas en procedimientos de oficio en los que no se planteaba un problema competencial sino de
calificación de la prestación de servicios).
d) Psicólogos: ( TS 11-2-15, EDJ 26948 ).
e) Arquitectos: ( TS 12-6-12, EDJ 141931 ; TS 23-11-09, EDJ 338496 ).
f) Encuestadores: TS 14-2-94, EDJ 1218 .
g) Guías turísticos: TS 10-4-95, EDJ 24527 .
h) Limpiadoras: al servicio de una comunidad de propietarios ( TS 20-1-15, EDJ 17320 ;TS unif doctrina 25-1-00, EDJ 1621 ) o de una empresa ( TS unif
doctrina 20-7-10, EDJ 185131 ).
i) Colaboradores de medios de comunicación y reporteros gráficos y operadores de imagen de televisión: ( TS 31-3-97, EDJ 3189 ; TS unif doctrina 19-
7-02, EDJ 32077 ; 16-12-08, EDJ 291539 y 11-5-09, EDJ 128288 ; TS 24-6-15, EDJ 129734 ).
j) Profesores de enseñanza no reglada ( TS 22-7-08, EDJ 178568 ), y profesores particulares a domicilio ( TSJ Murcia 24-3-10, Rec 192/09 y TSJ
País Vasco 26-10-10, Rec 1791/10 ).
k) Actores de doblaje ( TS 16-7-10, EDJ 196298 ; 19-7-09, Rec 1623/09, 2223/09 y 2830/09; 5-10-10, EDJ 226271 y 7-10-10, EDJ 233457 ).
l) Maquilladoras ( TS 3-5-11, EDJ 120826 ; 17-6-10, EDJ 140235 ).
224
2. Contrato de mandato: TS 16-10-90, EDJ 9394 .
3. Contrato de sociedad: TS 23-1-90, EDJ 498 y EDJ 499 ; 6-6-90, EDJ 5984 . En particular «tertuliano» de cadena radiofónica ( TS Pleno 19-2-14, Rec
3205/12 ).
4. Prestaciones de servicios en el ámbito de asociaciones políticas o sindicales: TS 16-12-86, EDJ 8379 ; 7-4-87, EDJ 2829 ; 1-7-88, EDJ 5779 ; 7-
10-05, EDJ 180485 .
5. Beca práctica en el sector privado: pese a que en multitud de ocasiones tienen carácter semi-público, también puede incluirse en este apartado la
relación de los becarios en tanto que, en ocasiones, constituyen un contrato de trabajo encubierto. Existen diferentes modalidades de becas sujetas a
distinta normativa (a título de ejemplo las prácticas no laborales en las empresas se regulan en el RD 1543/2011 , las prácticas académicas externas de
los estudiantes universitarios en el RD 592/2014 , mientras que el personal investigador en formación se rige por el RD 63/2006 . Pese a contar con la
correspondientes cobertura normativa la relación puede calificarse de laboral de no darse el componente estrictamente formativo que caracteriza a las
becas y manifestarse por el contrario los elementos típicos de la relación laboral ( TS 22-11-05, EDJ 214130 ; 4-4-06, EDJ 53137 ; 29-3-07, EDJ 25400 ;
29-3-08, Rec 4247/06 ).

Precisiones

1) La línea divisoria entre el contrato de trabajo y otros vínculos regulados por la legislación civil o mercantil, no
aparece nítida en la legislación, y tampoco en la doctrina científica y jurisprudencial y ni siquiera en la realidad
social. El casuismo de la materia obliga a atender a las específicas circunstancias concurrentes en el vínculo que
une a las partes y al desarrollo y contenido de la relación en cada caso concreto, a fin de decidir si se hacen
presentes las notas de ajenidad, retribución y dependencia, en el sentido en que estos conceptos son concebidos
por la jurisprudencia siendo indiferente la denominación que los interesados hayan dado al contrato.
2) No es óbice a la calificación de una relación como laboral el hecho de que formalmente se instrumente a través
de una sociedad mercantil de la que el prestador de servicios es administrador único, interposición fraudulenta
que no transforma la naturaleza del vínculo ( TS 24-6-15, EDJ 129734 ; TS 19-2-14, Pleno, Rec 3205/12 ; TS 10-7-
00, Rec 4121/99 ). Tampoco la circunstancia de que el actor y su esposa constituyeran -formalmente- una
sociedad civil, y que la remuneración de la prestación de sus servicios se efectuara a través de facturas emitidas
por la sociedad ( TS 25-6-13, Rec 1564/12 ).
3) En ocasiones el TS no llega a calificar la relación por falta del presupuesto de la contradicción entre las
sentencias comparadas pero en algunos casos facilita pautas hermenéuticas que resultan de interés, como
sucede respecto a las siguientes actividades profesionales: diseñadores ( TS 3-7-13, Rec 2939/12 ), lingüistas ( TS
13-5-14, Rec 2229/13 ), músicos de hotel ( TS 9-7-12, Rec 2859/11 ), radiólogos ( TS 11-7-12, Rec 2812/11 ), o
médicos de empresa ( TS 17-10-12, Rec 3196/10 ).
Prácticas no laborales: edad en el caso de jóvenes inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil
(Actum 27/17, 04jul-10jul)
Modificación de la regulación sobre las prácticas no laborales en empresas para determinar la edad máxima para realizar dichas practicas en el caso de
jóvenes inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil.
MS nº 3938
MSS nº 232
MCT nº 158
MPL nº 224
En el supuesto de jóvenes inscritos en el fichero nacional del Sistema de Garantía Juvenil la edad máxima para realizar las prácticas no laborales (que se
establece con carácter general en 25 años) es la establecida para los beneficiarios de dicho sistema (ver nº 3960 . Memento Social 2017).
RD 1543/2011 art.3.1 redacc RD 694/2017 disp.final 3ª, BOE 5­7­17

225
Delimitación frente a contratos y relaciones de carácter mercantil 
La cuestión relativa a la distinción de la relación de trabajo de otras relaciones de carácter mercantil se ha planteado con especial intensidad en el
ámbito de
1. La administración social concurrente con funciones de alta dirección: TS 13-5-91, EDJ 5019 ; 22-12-94, EDJ 24225 ; 20-10-98, EDJ 28340 ; 16-6-
98, EDJ 7420 ; 26-12-07, EDJ 344056 ; 9-12-09, Rec 1156/09 ; 24-5-11, EDJ 140386 ; 24-4-12, Rec 3138/11 ; 20-11-12, Rec 3408/11 ; 12-3-14, Rec
3316/12 ).
2. El contrato de transporte con vehículo propio y reparto personal de la mercancía ( TS 23-11-98, Rec 23/98 ; 19-12-05, EDJ 250681 ; 18-10-06, EDJ
288900 ; 22-1-08, EDJ 25853 ; 30-04-09, EDJ 92560 y 28-3-11, EDJ 91331 ). Respecto de este colectivo no sólo hay que valorar la existencia o no de
relación laboral, sino también la posibilidad de que sean considerados TRADES (nº 316 ).
3. El contrato de agencia: TS 2-7-96, EDJ 4079 ; 17-4-00, EDJ 9105 .
4. El contrato de comisión: TS 5-10-98, EDJ 23123 .
5. El contrato mercantil de arrendamiento de servicios ( TS 29-12-99, EDJ 53932 ).
6. Ha sido particularmente problemática la exclusión de:
- los agentes de seguros (funciones complejas en el marco del contrato de agencia: TS 23-3-95, EDJ 24701 );
- agentes afectos ( TS 13-11-01, EDJ 53727 ; 21-6-11, Rec 355/10 );
- subagentes ( TS 16-2-98, EDJ 1596 ; 15-10-01, EDJ 102410 );
- peritos tasadores de compañías de seguros ( TS 10-7-00, EDJ 36194 ; 6-10-05, EDJ 166179 ; 14-3-05, EDJ 37514 ; 17-5-12, Rec 871/11 ; 26-11-12,
Rec 563/12 y 9-7-13, Rec 2569/12 ; 3-11-14, EDJ 222830 ).
- cobradores de recibos de seguros ( TS 19-2-03, EDJ 265970 y 21-6-11, EDJ 166988 ).
227
Delimitación frente a contratos y relaciones de servicios de carácter administrativo 
Otra fuente de problemas a la hora de determinar la competencia del orden social es la exclusión del ámbito de aplicación del ordenamiento laboral la
relación de servicios de los funcionarios públicos y del personal al servicio de las Administraciones Públicas cuando al amparo de una Ley dicha relación
se regule por normas administrativas o estatutarias ( ET art.1.3.a ).
1. La figura que genera mayor número de litigios es la de los contratos administrativos temporales que tienen como objeto la prestación de servicios
personales - contratos de servicios - ( RDLeg 3/2011 art.301 s. ). Desde el punto de vista material, la prestación de servicios profesionales en régimen
de ajenidad y dependencia es de naturaleza jurídico-laboral y su calificación como contrato administrativo únicamente resulta admisible cuente con
cobertura legal expresa. Exclusión que, por ello mismo, tiene naturaleza constitutiva y no meramente declarativa. Ahora bien, la Administración Pública no
puede convertir en contrato administrativo cualquier contrato materialmente laboral por el solo hecho de etiquetarlo como tal y las excepciones al modelo
bipolar del personal al servicio de las Administraciones Públicas (funcionarios y laborales) y, en particular la de los contratos administrativos de prestación
de servicios personales se autorizan sobre la base de la presencia de alguna razón justificadora y como tales excepciones deben ser interpretadas
restrictivamente ( TS 21-7-11, EDJ 222617 ).
Esta problemática se arrastra desde que la L 30/1984 disp.adic.4ª intentó eliminar una práctica que se había revelado como abusiva consistente en la
contratación administrativa de trabajadores por cuenta ajena que se veían inmersos en una situación jurídica precaria al no disfrutar ni de la tutela propia
de los funcionarios públicos ni de la de los contratados laborales ( TS 26-3-14, Rec 1255/13 ). La norma mencionada dispuso que las Administraciones
Públicas no podrían celebrar contratos de colaboración temporal en régimen de derecho administrativo, pero con el añadido de que los contratos que
excepcionalmente celebraran para la realización de trabajos específicos y concretos no habituales se someterían a la ley de contratos del Estado. Esta
previsión, pese a su carácter teóricamente excepcional, abrió el paso al recurso generalizado a contratos administrativos «para la realización de
trabajos específicos y concretos no habituales» que ha conocido diferentes formulaciones por parte de las sucesivas leyes de la contratación
administrativa como fórmula que amparaba la no laboralización de ese personal (para trabajos específicos y concretos no habituales; de consultoría y
asistencia; de asistencia técnica, y, finalmente, contratos de servicios).
El ámbito de la contratación administrativa «personal» se ha ido restringiendo progresivamente de forma que en la actualidad la única figura utilizable
con carácter general a efectos deslaborizadores es el «contrato de servicios» ( RDLeg 3/2011 art.301 s. ) que sólo permite la contratación por vía
administrativa de personas individuales cuando lo que se contrata es la realización de un trabajo específico - una obra contratada en atención a su
resultado- y no unos servicios desconectados de aquel resultado. No obstante no hay que olvidar la existencia de normas autonómicas que autorizan la
contratación de carácter temporal y en régimen de derecho administrativo ( TS 16-12-13, EDJ 274004 ).

Precisiones

El uso desviado de ese tipo de contratación administrativa por no concurrir los presupuestos que la habilitan ha
sido corregido frecuentemente por los tribunales laborales ( TS 26-10-92 , EDJ 10439 ; 24-4-97 , EDJ 4210 ; 23-11-
09, EDJ 338496 ; 21-7-11, EDJ 222617 y 22-12-11, EDJ 327214 ; 16-5-12, Rec 73/11 ; 19-6-12, Rec 3159/11 ; 15-7-
13, Rec 3227/12 ; 26-3-14, Rec 1255/13 ; TS 21-7-14 , EDJ 166651 ; TS 27-4-15, EDJ 80829 ; 23-6-15, EDJ
129765 ).
228
2. También se han suscitado controversias en relación al personal funcionario eventual para puestos de confianza o asesoramiento especial ( TS 20-10-
11, EDJ 270719 ; TS 22-4-16, Rec 336/14 ), o de funcionarios interinos mediando incluso previa relación laboral ( TS 12-6-96, EDJ 5156 ; 27-1-97, EDJ
602 ; 20-10-98, EDJ 33386 ; 12-7-02, EDJ 32070 ; 8-7-03, EDJ 241326 ). En un supuesto singular se atribuyó al orden social la competencia para
resolver el litigio porque la empleada no llegó a tomar posesión como funcionaria interina, habiendo sido contratada laboralmente con anterioridad ( TS
Auto Sala de conflictos de competencia 30-3-06, EDJ 43145 ).
3. La contratación de profesores especialistas de lenguas de signos -al amparo de la derogada LOGSE- tenía naturaleza administrativa y los litigios
correspondían al orden contencioso-administrativo (TS unif doctrina 13-7-10, EDJ 185101 ) .
229
Reconocimiento del carácter laboral de la relación 
El orden social es competente para conocer de las pretensiones declarativas que tienen por objeto el reconocimiento del carácter laboral de la relación,
pues el pronunciamiento sobre si un vínculo es laboral o no sólo puede establecerse por el orden social. La admisibilidad de este tipo de acciones fue
proclamada en sede constitucional ( TCo 65/1995 ; TCo 71/1991 ). Sin embargo, ha surgido alguna divergencia en relación con determinadas formas de
prestación de servicios para las Administraciones Públicas. Así, mientras que cuando se alega que la relación es laboral porque existen
irregularidades en la contratación administrativa o porque ésta se ha realizado en fraude de ley se acepta la competencia social ( TS 26-10-92, EDJ
10439 ; 24-4-97, EDJ 4210 ; 2-2-98, EDJ 292 ; 4-12-98, EDJ 30729 ; 29-9-99, EDJ 30602 ; 17-9-04, EDJ 147914 ; 19-5-05, EDJ 90318 ; 26-2-08, Rec
614/07 ; 14-10-08, EDJ 222485 ; 17-6-09, EDJ 166027 ), si lo que se invoca para pedir el reconocimiento de la laboralidad es una irregularidad en el
nombramiento como funcionario interino, se declara la falta de jurisdicción del orden social ( TS 12-6-96, EDJ 5156 ; 27-1-97, EDJ 602 ; 12-7-02, Rec
4278/01 y 8-7-03, Rec 4531/02 ). Precisamente en la 20-10-98, EDJ 33386 , dictada en Sala General y que va acompañada de un voto particular, se
plantea de forma abierta esta divergencia. Para la sentencia lo procedente es la declaración de la falta de jurisdicción porque para decidir es necesario
pronunciarse sobre la tacha de ilegalidad de la relación funcionarial, decisión que solamente puede ser adoptada, con plenitud de efectos, por los órganos
judiciales del orden jurisdiccional contencioso-administrativo y no se trata de una cuestión prejudicial administrativa que sirva instrumentalmente para
resolver en el ámbito de la jurisdicción social la petición sobre fijeza laboral, sino que se está ante la misma cuestión sobre la que intentan converger dos
calificaciones jurídicas distintas, la que le atribuye naturaleza administrativa y la que le asigna naturaleza laboral. De forma tal vez más convincente, el
voto afirma que lo que constituye el objeto de la pretensión deducida no es una declaración sobre la ilegalidad del nombramiento, sino lograr el
reconocimiento de la condición de trabajador y, por ello, la alegación de la ilegalidad del nombramiento es una cuestión previa a resolver, pero no la
pretensión de fondo que es típicamente laboral, y que si esa cuestión no la resuelve el orden social quedará imprejuzgada porque el orden contencioso-
administrativo no es competente para pronunciarse sobre ella. En la práctica, el criterio mayoritario conduce, en contra de la LRJS art.4 , a una
prejudicialidad devolutiva: habría que impugnar el nombramiento ante el orden contencioso-administrativo y, tras una sentencia favorable de este orden,
pedir la laboralidad ante el orden social. No obstante, en un pronunciamiento posterior se dice que aunque la regla general siga siendo la que establece
la competencia a favor del orden jurisdiccional contencioso-administrativo cabe admitir excepciones en función de las singulares circunstancias
concurrentes en el caso ( TS 5-2-13, EDJ 103105 ).

Precisiones

El salario regulador para calcular la indemnización por despido improcedente de un trabajador formalmente
vinculado mediante un contrato de carácter administrativo declarado judicialmente laboral no debe ser el derivado
del mismo, sino el percibido por el resto de trabajadores de su categoría con arreglo a las previsiones del CCol de
aplicación ( TS 23-3-15, EDJ 105756 ). En todo caso deben excluirse las cantidades giradas en concepto de IVA al
no estar destinadas a recompensar la actividad comprometida ( TS 24-9-14, EDJ 182661 ). Tan novedosa doctrina
aún elaborada en el ámbito del empleo público podría considerarse extensible a las relaciones configuradas
formalmente como civiles o mercantiles.
230
Momento idóneo para el ejercicio de la acción 
El criterio jurisprudencial clásico restringía la posibilidad de ejercicio de la acción encaminada a la calificación de una prestación de servicios como
laboral, a que la relación entre las partes se mantuviese vigente, negándole viabilidad cuando la prestación había cesado antes de la presentación de la
demanda. Se razona que la mera declaración del carácter laboral del vínculo tiene consecuencias efectivas cuando la relación está viva, pero que si ya
quedó definitivamente extinguida el conflicto actual ya no se produce entre un empresario y un trabajador como consecuencia del contrato de trabajo.
Excepcionalmente si podría plantearse si la demanda tuviese por objeto el cumplimiento de alguna obligación derivada del vínculo que existió entre las
partes y que pudiese ahora ser tutelable. Así sucede, por ejemplo, respecto de una responsabilidad en materia de Seguridad Social en relación a una
prestación causada después de extinguido el contrato de trabajo, con la apostilla de que no puede llegarse a solución contraria por el hecho de junto a la
acción declarativa se deduzca otra de condena pues la misma carece de autonomía y no es más que una mera consecuencia instrumental del
reconocimiento de la laboralidad en que se funda la pretensión básica de carácter declarativo ( TS 30-3-09, EDJ 72861 con voto particular, doctrina
reiterada entre otras en TS 29-1-10, EDJ 14352 y 17-2-10, EDJ 19296 ).
Este criterio clásico se abandona en una posterior resolución, en la que sin hacer referencia al previamente mantenido, se acepta la posibilidad de que
una vez finalizada una relación jurídica de prestación de servicios -conceptuada en el caso por las partes como mercantil- se acuda a la jurisdicción social
para que la califique como laboral. En ese supuesto la pretensión declarativa iba acompañada de una petición de condena a la empresa a dar al
demandante de alta en el RGSS por el período de prestación de servicios. Aunque la acción ejercida responde a un interés mediato, como es el de
optar en su día a determinadas prestaciones del sistema público de Seguridad Social, también acoge un legítimo interés inmediato. En concreto,
despejar la incertidumbre sobre la naturaleza de la prestación de servicios, que permanecería como cuestión litigiosa latente y no resuelta, de no
resolverse a través del proceso incoado. En efecto, quedaría de esta forma hasta que la actora cumpliera las condiciones para acceder a las prestaciones
públicas a que hubiera lugar, momento en el que la dilación temporal, y la consiguiente dificultad probatoria que puede comportar, agravaría
sustancialmente, si no imposibilitaría, la satisfacción de un interés que, al tiempo de formularse la demanda, ya se manifiesta como legítimo y por ello
también actual ( TS unif doctrina 29-10-15, EDJ 240837 ).

Precisiones

De la denuncia ante la ITSS o de la acción judicial dirigida a obtener el reconocimiento de la naturaleza laboral de
la relación de servicios no se pueden derivar consecuencias perjudiciales para quien la formula o interpone, por lo
que si la contraparte resuelve el vínculo por dicha causa, aún invocando otra distinta, y se aprecia la laboralidad de
la relación, el despido debe ser declarado nulo por lesivo del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva en su
dimensión de garantía de indemnidad ( TCo 171/2005 ; TCo 101/2000 ; TCo 140/1999 ; TCo 14/1993 ; TS 27-4-
16, EDJ 78250 ; TS 14-3-14, Rec 1330/13 ; TS 23-12-10, EDJ 309201 ).
2. Fases previas a la contratación laboral 

232
La competencia del orden social para resolver las controversias surgidas de la relación laboral ( LRJS art.2.a ) se extiende no sólo a la fase contractual,
sino también a la etapa previa al inicio de la prestación efectiva de servicios. Así, los tribunales laborales han asumido la competencia para conocer de
litigios derivados de:
1. Los tratos preliminares y el precontrato ( TS 30-10-88 , EDJ 8548 ; 15-3-91 , EDJ 2911 ; 30-4-91 , EDJ 4520 ) ver nº 234 .
2. También, desde luego, sobre los procesos de selección (por ejemplo., TS 4-5-00, EDJ 11416 , en relación con la TS 18-2-94, EDJ 1470 y con la TCo
41/1999 , en un supuesto complejo en que se alegaba una discriminación por razón de sexo en la selección y un incumplimiento del compromiso
empresarial de contratación).
Ahora bien, hay que tener en cuenta dos matizaciones:
a) La primera se refiere a los conflictos de competencia surgidos entre el orden social y el orden civil con motivo de los litigios planteados respecto de
las fases previas al contrato de trabajo (nº 233 ).
b) Siendo la segunda la relativa a los procesos de selección y promoción del personal laboral en las administraciones públicas (nº 234 ). Especial
mención han de recibir también las denominadas bolsas de trabajo constituidas en el ámbito del empleo público (nº 235 ).
233
Problemas de competencia en materia precontractual 
Históricamente ha existido un conflicto entre el orden civil y el social en relación a la competencia para conocer de las controversias surgidas en torno a
la oferta o promesa de trabajo y a todas las fases previas al contrato de trabajo, pues el orden civil ha sostenido también su jurisdicción para enjuiciar
este tipo de litigios.
Así, por un lado, la Sala de lo civil del Tribunal Supremo, ante un precontrato suscrito por un futbolista y un club consideró que la discusión sobre las
consecuencias derivadas de la falta de personación del jugador en la fecha convenida no versaba sobre la relación profesional de naturaleza laboral entre
el futbolista y el club deportivo que no llegó a establecerse, reduciéndose el objeto del litigio a apreciar la trascendencia del incumplimiento de la
obligación de presentarse a partir de una determinada fecha, materia ajena a la rama social del Derecho ( TS civil 15-2-94, EDJ 1332 ). Posteriormente,
en un caso en el que un futbolista demandó a un club por haber incumplido la promesa de contrato, reclamando el abono de una indemnización por los
perjuicios irrogados por haber abandonado su anterior trabajo, con fundamento en la culpa extracontractual ( CC art.1902 ), la Sala 1ª del TS, de lo civil,
entendió que al no basarse la acción en la existencia de responsabilidad contractual sino aquiliana la competencia para su enjuiciamiento le correspondía
al orden civil ( TS civil auto 11-1-00 , EDJ 117265 ).
No obstante, la jurisprudencia del orden civil muestra que el conflicto está en vías de solución, pues lo que ahora mantiene es que tanto si estamos
ante un precontrato, por el cual las partes se obligan a celebrar posteriormente el llamado contrato definitivo, como si nos hallamos ante unos pactos
preliminares, por los que las partes únicamente están negociando las condiciones de un contrato futuro, los elementos personales y reales de dicho pacto
se hallan regulados por la legislación laboral, y, la reclamación de daños y perjuicios por responsabilidad precontractual se suscita con ocasión del
contrato de trabajo, pues por «cuestiones relativas al contrato de trabajo» no han de entenderse únicamente las que se refieren al cumplimiento del ya
perfeccionado, sino a todas las relacionadas directamente con dicha modalidad contractual ( TS civil 21-5-09, EDJ 101655 ).
Ahora bien, en una sentencia posterior la susodicha Sala no se cuestiona la competencia del orden civil para conocer de la «práctica de contratación»
seguida por una entidad deportiva respecto de un menor de edad en orden a su formación y al aseguramiento de sus servicios como futuro jugador
profesional de fútbol, determinante de una relación negocial compleja conformada por la suscripción simultánea de un precontrato de trabajo, de un
contrato de jugador no profesional y del contrato de trabajo, precontrato de trabajo que es declarado nulo por resultar contrario a los límites inherentes al
orden público en materia de contratación de menores, con la consiguiente nulidad de la cláusula penal prevista en el mismo ( TS 5-2-13, Rec 1440/13 ).
Sin embargo, para la jurisprudencia social, dado que el objeto del precontrato es la obligación de celebrar un futuro contrato de trabajo, se trata de un
negocio jurídico de carácter laboral que forma parte de la materia social hasta el punto que la Ley de Contrato de Trabajo de 1944 ( LCT art.15 ) regulaba
el abono de los gastos derivados de los tratos preliminares. Como argumento adicional se sostiene que aunque la reparación por el incumplimiento del
precontrato se pida como indemnización derivada de una responsabilidad extracontractual, no estamos ante el incumplimiento de un deber genérico, sino
ante la vulneración de un pacto preparatorio estrictamente laboral del que sólo puede conocer el orden social ( TS 30-10-88 ; 15-3-91 ; 30-4-91 ; TSJ
Burgos 5-11-14, Rec 665/14 ; TSJ Galicia 23-11-15, EDJ 236148 ).

Precisiones

Se declara la incompetencia del orden social para conocer de la acción por incumplimiento del compromiso de
contratación laboral asumido por una empresa en el contexto de un contrato de naturaleza mercantil, como el
contrato de compraventa de participaciones sociales ( TSJ Baleares 19-1-16, EDJ 11529 ), o de compraventa
de la actividad de negocio ( TSJ Navarra 18-7-14, EDJ186440 ).
234
Procesos de selección y promoción de personal laboral al servicio de las Administraciones Públicas 
En este punto la jurisprudencia social distingue dos supuestos atendiendo al carácter de la convocatoria:
1. Le corresponde al orden contencioso-administrativo resolver las controversias que se susciten con ocasión de los concursos para la cobertura de
plazas desde el exterior (contrataciones de nuevo ingreso), sea con carácter temporal o permanente. Se entiende que en ese caso la regulación
administrativa es siempre prevalente porque la actuación de la Administración es previa al vínculo laboral y predomina en ella el carácter de poder público
que está obligado a formular una oferta de empleo en los términos fijados en la Ley y a someterse a procedimientos reglados de convocatoria y selección.
Y ello, aunque se trate de bolsas de trabajo que requieren de un previo proceso selectivo para su configuración ( TS 17-5-10, EDJ 113423 ; TS 20-9-02,
Rec 3603/91 ; TS 19-11-01, Rec 533/01 ; TS Sala General 4-10-00, EDJ 33438 y 4-10-00 , EDJ 36280 y 4-10-00 , EDJ 36280 ). Tal atribución
competencial no se pueda alterar por el eventual efecto negativo que los actos o resoluciones administrativos de convocatoria pudieran llegar a tener
sobre las previsiones convencionales en materia de selección o provisión interna de vacantes ( TS 30-11-15, EDJ 259284 ; TS 26-9-12, EDJ 219976 ).
Tal asignación competencial no alcanza a las controversias surgidas a raíz de los concursos externos para la provisión de plazas en entidades de
derecho público sujetas al ordenamiento jurídico privado, aún cuando hayan de ajustarse a los principios de mérito y capacidad, pues tales entidades,
cuando toman decisiones en los procesos de selección, no actúan en el ejercicio de potestades públicas sino como entidades privadas sometidas al
derecho laboral, lo que enmarca la cuestión en el orden jurisdiccional social ( TS 11-4-06, EDJ 59654 ; 25-7-06, EDJ 261550 ; 29-9-06, EDJ 282226 ; 7-2-
07, EDJ 8686 ; 11-7-12, Rec 3128/11 ).
2. Recae sobre el orden jurisdiccional social el enjuiciamiento de las reclamaciones que se planteen como consecuencia de las convocatorias de
promoción interna en las que únicamente pueden participar quienes prestan servicios para la Administración. Se considera que en este supuesto la
Administración actúa como empresario en el marco de una relación contractual preestablecida y aplicando normas de carácter laboral a un personal que
ya tiene la condición de trabajador ( TS 12-5-11, EDJ 114212 y TS 21-12-11, EDJ 327219 ), salvo que lo que se pretenda en realidad sea la impugnación
directa de una disposición general de rango inferior a la ley sujeta al derecho administrativo.
235
Bolsas de trabajo para cubrir necesidades de personal laboral temporal 
En lo que concierne a las bolsas de trabajo para cubrir necesidades de personal laboral temporal en las Administraciones Públicas hay que distinguir dos
tipos de reclamaciones:
1. Las planteadas individualmente por personas que figuran en esas listas reclamando su mejor derecho respecto a la persona que ha sido llamada y
discutiendo jurídicamente esa cuestión frente a la Administración y la persona a la que se considera indebidamente contratada; en ese caso la
competencia le incumbe al orden contencioso-administrativo ( TS 17-5-10, EDJ 113423 ; TS 20-9-02, Rec 3603/91 ; TS 19-11-01, Rec 533/01 ; TS Sala
General 4-10-00, EDJ 33438 ; 4-10-00 , EDJ 36280 ; 4-10-00 , EDJ 36280 ). Jurisprudencia de la Sala de lo social que mantiene su vigencia tras la
entrada en vigor de la LRJS ( TS 28-4-15, EDJ 129737 ). La exclusión no se considera extensible a las empresas públicas ( TSJ Asturias 19-9-14, EDJ
170696 ).
2. Las formuladas por los representantes legales o sindicales de los trabajadores integrantes de las referidas bolas de trabajo, para exigir que en la
contratación se siga por la Administración demandada, en su actuación como empresa, el orden de preferencia derivado de la puntuación de cada uno,
establecido en el convenio colectivo aplicable ( TS 28-4-15, EDJ 129737 ).
3. Fase posterior a la extinción del contrato de trabajo 

240
La competencia de la jurisdicción social se extiende al conocimiento de las controversias surgidas a raíz del incumplimiento, por cualquiera de las partes,
de determinadas obligaciones que han de observar después de haber finalizado la relación laboral. El caso típico es el del pacto de no concurrencia
postcontractual ( TS 22-9-89 , EDJ 8268 ; 27-11-89 , EDJ 10597 ). También pueden plantearse otros litigios como los derivados de la inobservancia de los
compromisos de recolocación de trabajadores afectados por un despido colectivo, o de la promesa de una futura contratación laboral después de haber
sido despedido ( TSJ Cataluña 20-5-16, Rec 13760/16 ; TSJ Extremadura 23-3-13, Rec 530/13 ).

Precisiones

No corresponde a la jurisdicción social el enjuiciamiento de los conflictos suscitados por antiguos trabajadores de
la empresa como consecuencia de actos lesivos de derechos fundamentales producidos después de haberse
extinguido la relación laboral, aunque los mismos tengan conexión con el contrato que unió a las partes; en ese
caso el demandante no interviene en el proceso en su condición de trabajador ni es llevado al mismo el demandado
en su condición de empleador sino por una actuación realizada al margen de la relación que mantuvieron ( TSJ
Madrid 29-5-15, Rec 942/14 ; TSJ Cataluña 14-2-12, EDJ 37081 ; TSJ País Vasco 17-5-05, EDJ 122356 ; en
sentido opuesto TSJ Madrid 16-11-12, Rec 5519/12 ). Por el contrario, el orden social es competente para
conocer de las acciones de tutela de derechos fundamentales entabladas una vez extinguida la relación laboral por
hechos acaecidos durante su vigencia ( TS 13-6-11, EDJ 140390 ; TSJ Cataluña 3-12-12, Rec 5118/11 ).
4. Litigios con terceros no empresarios, entre trabajadores y entre empresarios 

244
Lo común es que las controversias en materia de contrato de trabajo de las que conoce el orden social surjan entre trabajadores y empresarios ( LRJS
art.2.a ), pero ello no obsta a que le corresponda también el enjuiciamiento de las que enfrentan a trabajadores con terceros que no tienen la condición
de empresarios, o con otros trabajadores. En lo que respecta a los litigios que se producen entre el empleador y otros empresarios ver nº 250 .
246
Litigios entre trabajadores y personas o entidades que no son los titulares de la relación laboral 
Hay situaciones en las que el ordenamiento jurídico laboral atribuye algún tipo de responsabilidad a sujetos ajenos a la relación jurídica de trabajo,
siendo pacífico que de las acciones dirigidas a su exigencia conoce el orden social, tanto si se plantean conjuntamente contra el empresario como si se
formulan exclusivamente frente a esos terceros. Así sucede, por ejemplo:
1. Respecto de las empresas principales y contratistas en el trabajo en régimen de subcontratación ( ET art.42 ).
2. Las empresas cesionarias en los supuestos de suministro ilícito de mano de obra ( ET art.43 ).
3. Las empresas usuarias para las que prestan servicios los trabajadores puestos a disposición por las empresas de trabajo temporal ( L 14/1994
art.16.3 ; LRJS art.2.a ).
4. Los nuevos titulares del negocio cuando se produce la transmisión de la empresa ( ET art.44 ).
5. Los nuevos adjudicatarios del servicio en los supuestos de subrogación contractual convencional.
En todos esos casos la controversia se inserta en el campo propio del Derecho Laboral, y por tanto en la «rama social del Derecho».
Sin perjuicio de lo anterior la LRJS incorpora la jurisprudencia constitucional y social al contemplar expresamente otros supuestos en los que el
trabajador puede dirigir la demanda contra terceros con los que no tiene vinculación contractual en supuestos relativos a daños y perjuicios (nº 260 ).
También en ciertas acciones de tutela de los derechos fundamentales, cuando la demanda se dirige contra ciertos terceros vinculados al empresario (nº
276 ). También cabe accionar contra terceros para exigirles el cumplimiento de las obligaciones legales y convencionales en materia de prevención de
riesgos laborales (nº 280 ).
247
Responsabilidad de los administradores sociales 
Un supuesto de interés es el de las acciones de responsabilidad que pueden ejercitar los trabajadores contra los administradores sociales con
fundamento en su gestión en el ámbito laboral o con incidencia en el mismo. La competencia para conocer tanto de la acción social de responsabilidad
( LSC art.236 y 240 ), como de la acción de responsabilidad por deudas sociales ( LSC art.367 ) y de la acción individual de responsabilidad ( LSC art.236
y 241 ) corresponde a los tribunales del orden civil.
La incompetencia de la jurisdicción social para conocer de las acciones de responsabilidad frente a los administradores sociales opera con
independencia de que:
1. La responsabilidad se exija respecto de créditos laborales, salariales o indemnizatorios ( TS 28-2-97 ), o de Seguridad Social ( TS 20-9-99 , EDJ
30700 ).
2. La demanda se formule conjuntamente frente a la empresa y los administradores o exclusivamente contra éstos tras haber sido condenada aquella en
un proceso anterior ( TS 28-10-97 , EDJ 9868 ).
3. La responsabilidad se reclame en un procedimiento declarativo o en el trámite incidental de la ejecución seguida frente a la empresa deudora ( TS 13-
4-98 y 9-11-99 ).
248
Litigios entre trabajadores 
El orden social es competente para resolver las controversias que se suscitan entre diferentes trabajadores cuando el objeto de la pretensión ejercitada
se refiera a materia laboral, es decir, cuando el conflicto afecte a las posiciones laborales de los empleados enfrentados, como en el caso de las
preferencias en materia de llamamiento en el trabajo fijo discontinuo ( ET art.16 ), o en relación con el trabajo a tiempo parcial ( ET art.12.4.e ), o de
disfrute de las vacaciones ( LRJS art.125.d ); o en los supuestos de movilidad geográfica y de modificación de condiciones de trabajo ( LRJS art.138.2 ); o
de despido colectivo ( LRJS art.124.13 ); o de las discrepancias surgidas en los procesos de promoción interna.
La posibilidad de accionar ante los tribunales laborales contra otros trabajadores en litigios seguidos en materia de responsabilidad civil derivada de
accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, o en situaciones de acoso sexual o moral, aunque el acosador pertenezca a la plantilla de otra
empresa ha sido admitida por los tribunales ( TS Conflictos auto 23-10-01, conflicto nº 21/01 y TCo 250/2007 respectivamente). La LRJS no sólo adecúa
la regulación legal a esta doctrina, sino que extiende su campo de aplicación a las reclamaciones por daños originados en la prestación de servicios así
como a las demandas de tutela de cualesquiera derechos fundamentales cuando la lesión denunciada tenga conexión directa con la prestación de
servicios (nº 270 ). Además los trabajadores pueden accionar frente a otros trabajadores para que cumplan sus obligaciones legales en materia de
prevención de riesgos laborales ( LRJS art.2.e ).

Precisiones

No entran en el ámbito de competencia del orden social de la jurisdicción los conflictos surgidos entre
trabajadores como consecuencia o con ocasión de sus relaciones personales al margen de la relación de trabajo
y sin intervención de la empresa. Así se califica, con criterio discutible, la discusión mantenida por dos trabajadores
en tiempo y lugar de trabajo en relación con la prestación de servicios, en el curso de la cual uno de ellos profirió
frases injuriosas contra el otro, lo que condujo al tribunal a declarar la incompetencia del orden social para conocer
la demanda de protección del derecho al honor formulada por el afectado ( TSJ Baleares 29-4-10, EDJ 113907 ).
250
Litigios entre empresarios 
En general, caen fuera del ámbito competencial del orden social las controversias que enfrentan a empresarios entre sí aunque traigan causa de las
responsabilidades contraídas en el ámbito de las relaciones laborales. Es el orden civil el que ha venido ejerciendo normalmente su jurisdicción respecto
de este tipo de asuntos. Así, por ejemplo, asume su competencia para resolver:
1. La demanda formulada por una empresa de hospedaje frente a la empresa contratada para fumigar sus dependencias, lo que hizo en forma que
provocó la intoxicación de varias trabajadoras del hotel, cuyo titular reclamó ante la jurisdicción civil el pago de las cantidades correspondientes a los
recargos de prestaciones de incapacidad permanente que tuvo que ingresar en la Seguridad Social por dicha intoxicación así como a otros perjuicios
ocasionados con fundamento en el CC art.1902 ( TS civil 29-3-12, Rec 793/09 ).
2. Tampoco se cuestionó su propia competencia para conocer de la acción de repetición ( LCS art.43 ) deducida por la aseguradora de la empresa
contratista contra el subcontratista, quien, junto a aquella, asegurada por la entidad demandante, había sido declarado civilmente responsable, en un
previo procedimiento penal, de las resultas del accidente laboral sufrido por un trabajador contratado por aquel ( TS 26-6-08, Rec 3905/00 ).
3. Por su parte el orden social se ha considerado incompetente para conocer de un litigio entre dos empresas previamente declaradas responsables
solidarias y cuyo objeto era imputar a una de ellas el pago realizado por la otra ( TS 30-4-90 ). La decisión se funda en que las controversias que se
plantean entre empresas como consecuencia de la condena solidaria impuesta por razón de lo previsto en el ET art.44 y en la norma convencional
aplicable es materia regulada por el Derecho Civil, de conformidad con el CC art.1145 , por lo que no se trata de materia laboral, como lo era el
establecimiento de la responsabilidad solidaria. Igual consideración resulta aplicable en los supuestos de responsabilidad solidaria del ET art.42 .
En particular, por imperativo legal, los órganos jurisdiccionales del orden social no conocen de las cuestiones litigiosas en materia de prevención de
riesgos laborales que se susciten entre el empresario y los obligados a coordinar con él las actividades preventivas, así como los que surjan entre
cualquiera de los anteriores y los sujetos o entidades que hayan asumido frente a ellos, por cualquier título, la responsabilidad de organizar los servicios
de prevención ( LRJS art.3 b ). Esta exclusión se justifica por la naturaleza de las partes litigantes.
5. Relaciones conexas y retenciones fiscales 

252
La jurisdicción del orden social en materia de contrato de trabajo tiende a ampliarse al conocimiento de determinados litigios surgidos en relación a
otro tipo de figuras contractuales y a otros campos en los que se hace presente una conexión -normalmente accesoria e instrumental- con la relación
laboral, a saber:
- contrato de seguro (nº 254 );
- contrato de préstamo (nº 256 );
- compensación de deudas y reconvención (nº 258 );
- cesión de uso de vehículo (nº 260 );
- contrato de arrendamiento de vivienda (nº 262 );
- derechos de imagen de los deportistas profesionales (nº 263 );
- códigos de conducta (nº 264 );
- retenciones fiscales (nº 266 ).
254
Contrato de seguro 
(LRJS art.2.g)
El contrato mercantil de seguro utilizado por las empresas para materializar la eficacia de las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad
Social es la relación contractual accesoria al contrato de trabajo que origina un mayor número de conflictos. En estos supuestos, aunque la póliza
-normalmente colectiva- aparezca revestida de los caracteres de un contrato mercantil, la estricta e indudable afección de la misma a un contrato laboral
personalizado, a un pacto o acuerdo colectivo, o a la concesión libérrima del empresario en favor de sus trabajadores, determina su encuadramiento en la
órbita de lo laboral, lo que atrae la competencia de la jurisdicción social ( LRJS art.2.g ; 16-1-90 , EDJ 244 ; TS Civil 6-5-04, EDJ 26197 ). Entre los pleitos
más habituales se encuentran los derivados de pólizas colectivas de seguro de vida y/o de accidentes suscritas por la empresa y los dimanantes de
pólizas de seguro de responsabilidad civil patronal para cubrir los daños sufridos por los trabajadores en el desempeño de la actividad laboral, pero
también los que se producen a raíz de los compromisos de jubilación asumidos en los expedientes de regulación de empleo, para los que también son
competentes los tribunales laborales ( TSJ La Rioja 6-5-13, Rec 45/13 ; TSJ Granada 29-11-12, Rec 2143/12 ; TSJ C.Valenciana 16-9-14, EDJ 208854 ).

Precisiones

1) No enerva la competencia del orden social el hecho de que el tomador del seguro no sea el empresario sino
una asociación a la que pertenezca, como la Federación de Cofradías de Pescadores ( TSJ Asturias 25-6-04, Rec
949/03 ); y tampoco que lo sea una Administración Pública ( TS 15-3-99 , EDJ 6076 ).
2) La jurisdicción del orden social no alcanza a los litigios surgidos entre trabajadores y entidades aseguradoras a
raíz de pólizas suscritas por los propios trabajadores, o por sus representantes, sin intervención de la empresa,
pues en ese caso las indemnizaciones previstas no son una mejora voluntaria de la Seguridad Social sino una
consecuencia de un contrato de seguro mercantil cuyas incidencias se someten al orden civil ( TS 11-12-90 ; TSJ
Burgos 5-2-16, EDJ 7448 ; TSJ Galicia 5-2-10, Rec 3081/09 ; TSJ Asturias 16-11-07, EDJ 360514 ).
3) Tampoco conoce el orden social de las controversias ocasionadas por pólizas concertadas en favor de
personas no sujetas a relación laboral aunque el asegurado esté inscrito en el RGSS ( TSJ País Vasco 16-2-16,
EDJ 42753 conociendo de la demanda formulada por un senador).
4) La expresión «decisión unilateral del empresario», que de forma novedosa incorporó la LRJS art.2.g ), no
puede ser interpretada en un sentido amplio comprensivo de las mejoras voluntarias establecidas por el propio
empresario a su favor, sino en su sentido técnico jurídico, con referencia ineludible al ET art.1.1 ( TSJ Málaga 11-6-
15, EDJ 171537 ).
256
Contrato de préstamo 
(LRJS art.2.a)
Entran en la esfera de conocimiento del orden social las controversias derivadas de un contrato de préstamo, tanto ordinario como hipotecario,
concedido por la empresa a uno de sus empleados en tal condición, a modo de ventaja o beneficio extrasalarial, al tratarse de conflictos surgidos como
consecuencia del contrato de trabajo ( TS 27-6-87 ; TS Civil 8-6-06, EDJ 89269 ; TSJ Madrid 24-4-01, Rec 4804/00 ; TSJ Sevilla 3-7-07, Rec 353/07 ; TSJ
Murcia 20-10-08, Rec 758/08 ; TSJ País Vasco 14-10-08, EDJ 230961 y TSJ Cataluña 12-3-12, EDJ 78960 ; TSJ C.Valenciana 14-3-13, Rec 2482/13 ;
TSJ Castilla-La Mancha 23-10-15, EDJ 222201 ; TSJ Madrid 27-5-16, EDJ 113839 ). En este marco los tribunales laborales se han pronunciado sobre la
nulidad, por abusivas, de las cláusulas de cancelación anticipada de préstamos concedidos a empleados de banca, luego despedidos disciplinariamente
( TS unif doctrina 4-12-07, EDJ 337960 ) y en relación a ese mismo sector de actividad acerca del plazo de prescripción que debe regir la acción de
reclamación de la empresa en caso de extinción de la relación laboral ( TS Sala General 25-2-15, EDJ 72677 que rectifica el criterio sostenido en la TS
12-11-14, EDJ 223369 ).
Por el contrario si se trata de una mera coincidencia de vínculos contractuales entre los mismos contratantes, el orden jurisdiccional competente es el
civil ( TS Sala de Conflictos14-12-93, , EDJ 11391 ; TSJ Cataluña 15-3-07, EDJ 110574 ).

Precisiones

1) Se considera irrelevante a efectos competenciales, el hecho de que el cónyuge del trabajador figure también
como prestatario, argumentándose que siendo la relación laboral del esposo la causa del préstamo concedido,
lógico es que quede también vinculado a la jurisdicción laboral pues lo contrario conduciría al absurdo procesal de
dividir el conocimiento de la causa y las controversias que de ella se originen al entendimiento de dos jurisdicciones
( TSJ Madrid 6-6-12, Rec 3310/11 ; TSJ Madrid 1-12-11, EDJ 319162 ; TSJ Baleares 20-5-10, EDJ 134297 ; TSJ
Sevilla 10-12-02, EDJ 136263 ).
2) No priva de competencia al orden social la circunstancia de que:
a) El beneficiario del préstamo social sea un trabajador prejubilado ( TSJ Tenerife 9-3-15, EDJ 188772 )
b) Que la acción se ejercite después de que la relación de trabajo se haya extinguido ( TSJ Madrid 15-1-07, EDJ
47077 ); y ello, aun cuando las condiciones del préstamo se hubiesen modificado por acuerdo privado suscrito con
posterioridad al cese ( TSJ Sevilla 4-2-15, EDJ 34018 ).
3) Es competencia del orden social el litigio referido a un anticipo sobre salarios no devengados, que la empresa
sostenía que en realidad era un préstamo ( TS 5-3-03, EDJ 7190 ; TSJ Galicia 14-5-15, Rec 3481/13 ).
4) El cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato de préstamo puede exigirse mediante el mecanismo
de la reconvención ( TS 26-6-13, Rec 1161/12 ; TSJ Madrid 21-7-14, EDJ 170627 ; en un supuesto complejo ver
TSJ Asturias 14-6-13, Rec 775/13 ).
258
Compensaciones de deudas y reconvención 
1. También se ha apreciado la jurisdicción del orden social para decidir sobre:
a) Las compensaciones de deudas realizadas directamente por las empresas mediante retenciones en la nómina ( TS 7-7-99, EDJ 22430 ; 12-6-01, EDJ
16103 ; 5-10-01, EDJ 70913 y 20-3-02 EDJ 10174 ).
b) Las reclamaciones efectuadas por vía reconvencional por el empresario que tengan por causa el contrato de trabajo, como la deuda contraída por el
trabajador con la empresa al adquirir un vehículo de los que comercializaba ( TS 20-1-05, EDJ 7102 a diferente solución llega TSJ Madrid 30-3-07, Rec
5476/07).
2. Por el contrario, los órganos del orden social carecen de competencia para conocer de pretensiones reconvencionales que no tienen conexión con la
relación laboral que unía a las partes, como por ejemplo, las derivadas de la relación interna del trabajador en su condición de socio con la sociedad titular
de la empresa ( TSJ C.Valenciana 5-6-12, Rec 3332/11 ).
260
Cesión de uso del vehículo y otros beneficios 
Se afirma la jurisdicción del orden social para pronunciarse sobre el uso privado por parte del trabajador de un vehículo de la empresa como condición
más beneficiosa de su relación laboral ( TS 29-12-97, EDJ 21323 ) y sobre la obligación de devolverlo en el momento de su extinción aunque el usuario
ostentase la doble condición de socio y trabajador ( TSJ Madrid 28-5-07, EDJ 185313 ; TSJ Valladolid 20-10-03, EDJ 215799 ).
En un supuesto en que se acepta la competencia del orden social para resolver sobre una petición de que se dejase sin efecto la decisión de la empresa
de encomendar a un contratista la gestión de unas residencias en contra de lo previsto en el convenio colectivo, hay un voto particular que rechaza la
jurisdicción en realidad se está impugnando un contrato civil o mercantil ( TS 15-1-03, EDJ 241353 ).
262
Contrato de arrendamiento de vivienda 
LRJS art.2.a)
Particularmente polémicos han sido los litigios en materia de ocupación de vivienda por parte del trabajador. Si ésta se cede por el empresario como
salario en especie, la jurisdicción del orden social es incuestionable. El problema surge cuando la cesión del uso de la vivienda se realiza mediante un
contrato de arrendamiento supuesto en el que caben dos posibilidades:
1. Si el contrato de arrendamiento tiene un nexo causal con el trabajo, queda excluido del ámbito de aplicación de la Ley de Arrendamientos Urbanos y
sometido al régimen jurídico laboral y a la competencia de los órganos jurisdiccionales del orden social, pues así se deriva de lo dispuesto expresamente
en la citada norma ( LAU art.5.a) e indirectamente de lo previsto en la LRJS art.2.a) y 285 sobre desalojo de la vivienda ocupada por razón del trabajo
( TSJ Extremadura 11-12-08, EDJ 335715 ; TSJ Asturias 23-3-12, EDJ 53677 ).
2. Pero si la conexión con el trabajo no existe o se rompe (por la muerte del trabajador o porque éste deje de usarla, ocupándola sus familiares, o
cuando el contrato se extingue y continúa el uso de la vivienda durante cierto tiempo) la competencia es del orden civil, pues lo que se produce
normalmente en estos casos, salvo previsión en contrario, es la conversión del arrendamiento laboral en un arrendamiento civil ( TS 17-9-02, EDJ
123186 ; TS 23-11-00 , EDJ 55667 ; TS Sala de conflictos de competencia auto 5-7-04, 14/04 ; TSJ Cataluña 28-9-99, EDJ 33221 ; TSJ Asturias 14-2-03,
EDJ 38516 ; TSJ Madrid 26-2-04 , EDJ 102501 ; TSJ País Vasco 21-7-09, EDJ 286877 ; 10-7-07, EDJ 229372 ; en sentido contrario TSJ País Vasco 16-6-
09, EDJ 182946 ).
263
Derechos de imagen de los deportistas profesionales 
La explotación de los derechos de imagen del deportista profesional por parte del club forma parte del paquete obligacional del contrato de trabajo y la
contraprestación que percibe tiene carácter salarial, por lo que la competencia para conocer de las controversias surgidas al respecto es del orden social
( TS 26-11-12, EDJ 295691 ).
264
Códigos de conducta 
Compete también a los tribunales laborales conocer de la impugnación de un código de conducta aprobado unilateralmente por el empleador, aunque
éste sea el Banco de España y el código se haya aprobado mediante una circular ( TS 8-2-05, EDJ 23984 ).
266
Retenciones fiscales 
El empresario está obligado a practicar retención sobre las cantidades que satisface a sus trabajadores, en concepto de pago a cuenta del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) correspondiente a las mismas, en el porcentaje establecido, así como a ingresar su importe en el Tesoro
Público ( L 35/2006 art.99.2 redacc L 20/2015 ). En ese escenario, se pueden identificar distintos tipos de controversias cuyo conocimiento se reparte
entre los órdenes jurisdiccionales contencioso-administrativo y social en los siguientes términos:
1. Corresponde al orden contencioso-administrativo determinar:
a) La procedencia de que la empresa efectúe la retención por IRPF a las cantidades abonadas a los trabajadores por cualquier concepto (retribución en
especie, salarios de tramitación, prestaciones complementarias de la Seguridad Social, indemnizaciones por extinción contractual, etc.), así como para
establecer el porcentaje aplicable, al tratarse de temas sujetos a leyes de naturaleza fiscal ( TS 14-9-09, Rec 3022/08 ).
b) Igual criterio se aplica a la deducción por la aportación del trabajador a la Seguridad Social al estar enmarcada en el ámbito propio de la gestión
recaudatoria de la Seguridad Social.
2. En cambio se ha entendido que incumbe a la jurisdicción social:
a) Resolver la misma cuestión mencionada previamente cuando, como es el supuesto más habitual en la práctica, se suscita, con carácter incidental,
principalmente en trámite de ejecución de una sentencia laboral o de un acto de conciliación procesal. Así se estableció, corrigiendo expresamente el
criterio anterior, respecto de las retenciones a cuenta del IRPF y cuotas de Seguridad Social del trabajador a practicar en los salarios de tramitación bajo
el argumento de que de no permitirse al empresario el cumplimiento de esa obligaciones se estaría coadyuvando a generarle una responsabilidad
tributaria, además de beneficiarse al acreedor en su perjuicio ( TS 24-11-09, EDJ 321852 ). Esta doctrina se aplica, por ejemplo, en un caso en el que,
después de que el Juzgado de lo Social hubiese abonado al trabajador la cantidad íntegra consignada para recurrir, la empresa promovió incidente de
ejecución para que el demandante le reintegrase las cantidades que tuvo que ingresar en Hacienda en concepto de retenciones ( TSJ Galicia 31-5-13,
EDJ 111010 ).
b) También cuando en el litigio no se cuestiona la procedencia o la cuantía de la retención sino el derecho de la empresa a que el trabajador le
reembolse, total o parcialmente, la cantidad previamente ingresada por tal concepto en la Hacienda Pública, suma que no fue retenida oportunamente en
su día o lo fue en cuantía equivocada ( TS 15-3-11, Rec 3772/08 ; 17-4-13, Rec 2401/12 ; 4-3-14, EDJ 42939 ; TS auto Conflictos de Competencia 21-12-
06, Conf 348/06; TSJ Sevilla 9-10-13, EDJ 232450 ; TSJ C.Valenciana 28-3-13, EDJ 137607 ).
c) También es competente para determinar si la empresa tiene o no la facultad de proceder unilateralmente y por su propia autoridad -como modo de
extinción de las obligaciones por vía de compensación- a descontar las cantidades que la son adeudadas por los trabajadores a consecuencia de previos
errores sufridos por aquélla con ocasión de efectuar las retenciones del IRPF ( TS 20-3-02 , EDJ 10174 ; 27-1-05 , EDJ 16395 ; 16-3-09, EDJ 38287 ;
18-5-10, EDJ 92328 ).

Precisiones

1) En sentido contrario y de forma discutible, se declara la incompetencia del orden social cuando lo que se
ventila en trámite de ejecución es la pretensión del trabajador de que se le abone la cantidad íntegra pactada en
conciliación, a lo que se opuso la empresa por estimar que la suma acordada no era neta sino bruta, por lo que
efectuó la pertinente retención e ingreso en Hacienda en concepto de IRPF ( TSJ Madrid 27-11-13, EDJ 252563 ;
23-10-13, EDJ 234552 ).
2) También se declara la incompetencia del orden social cuando se discute en ejecución de una sentencia, que
condena al demandado al pago de una cantidad, si procede o no la retención que ha efectuado. Entiende el TSJ
que no es aplicable al caso concreto la sentencia del TS invocada por el trabajador, pues en ella no se discute la
pertinencia de la deducción ni su cuantía, tan sólo si era posible la deducción en ejecución respecto de las
cantidades consignadas para recurrir ( TS 24-11-09, EDJ 321852 ). Entiende el TSJ que en el caso planteado
precisamente se discute si esos mismos descuentos proceden, lo que es competencia de lo contencioso-
administrativo ( TSJ Extremadura 12-5-15, EDJ 81375 ).
3) La doctrina de los tribunales de suplicación discrepa sobre el alcance del criterio jurisprudencial en aquellos
supuestos en que la empresa, tras notificar al trabajador su despido, reconoce su improcedencia y le abona
directamente la indemnización legal que le corresponde aplicando la retención por IRPF, cuestionándose
posteriormente en el marco de un proceso declarativo si esa decisión resulta ajustada a derecho a la vista de las
exenciones previstas legalmente. Sobre esta materia, no hay una posición unívoca, en algunos casos se admite la
competencia del orden social ( TSJ Galicia 11-5-16, EDJ 87843 ) y en otros no ( TSJ Extremadura 17-5-16, EDJ
103817 ).
4) En un supuesto particular se afirmó la competencia del orden social para esclarecer si una percepción
constituye un anticipo o un préstamo a efectos de su sujeción al IRPF, pero sin que la misma se extienda a fijar la
concreta tributación por ese concepto ( TS 5-3-03 , EDJ 7190 ). La solución es cuestionable, porque la calificación
de la naturaleza de la percepción es un elemento prejudicial que debe decidir quién tiene la competencia para
realizar el pronunciamiento principal.
6. Responsabilidades por daños 

268
Al delimitar el contorno competencial de la jurisdicción social la norma procesal contempla hasta tres supuestos de responsabilidad por daños en el
marco del contrato de trabajo ( LRJS art.2.b y 2.f ):
1. Un supuesto general: daños originados al trabajador en el ámbito de la prestación de servicios (nº 270 ).
Dos supuestos específicos:
2. Daños que tengan su causa en accidentes de trabajo o enfermedades profesionales (nº 272 ).
3. Daños ocasionados por la vulneración de derechos fundamentales (nº 276 ).

Precisiones

Además, el orden social resuelve las reclamaciones formuladas por el empresario frente a sus trabajadores por
los daños y perjuicios derivados del incumplimiento, o defectuoso cumplimiento, de las obligaciones que forman
parte del contenido del contrato, con fundamento en la regla general ( LRJS art.2.a ). Ver, como por ejemplo, las
planteadas:
a) Por indebida utilización del móvil proporcionado por razones profesionales ( TS 24-11-10, EDJ 254046 ).
b) Negligencia en el desempeño de sus funciones ( TS 14-11-07, EDJ 213319 ).
c) o por el incumplimiento del pacto de permanencia mínima ( TS 19-9-11, EDJ 237755 );.
d) Actuación transgresora de la buena fe contractual motivadora del despido ( TS 31-5-05, EDJ 103635 ).
a. Responsabilidades por daños en el ámbito de la prestación de servicios 
(LRJS art.2.b)

270
Al acotar el ámbito competencial del orden social el legislador hace mención expresa a las acciones de resarcimiento por los daños y perjuicios sufridos
por los trabajadores en el ámbito de la prestación de servicios, con la matización de que los afectados, o sus causahabientes, pueden dirigir la
demanda tanto frente al empresario como contra aquéllos a quienes legal, convencional o contractualmente se les atribuya responsabilidad. Se persigue
así que el orden social pueda conocer en su integridad de las reclamaciones indemnizatorias por daños formuladas por el trabajador frente al empresario
y frente a todos aquellos que sin ostentar esa condición sean responsables de los perjuicios irrogados en el ámbito de la prestación de servicios, o en
conexión directa con la misma como se puntualiza en la Exposición de Motivos de la LRJS.
Entre las distintas acciones indemnizatorias que pueden ejercitar los trabajadores ante los órganos jurisdiccionales del orden social cabe citar las
basadas en:
1. El incumplimiento empresarial del deber de reincorporar al excedente voluntario a su puesto de trabajo ( TS 3-12-09, EDJ 321853 ).
2. En el carácter injustificado de la medida de traslado forzoso declarado en sentencia firme ( TS 2-6-08, Rec 2552/09 ).
3. En la demora en la recolocación en un puesto compatible con su aptitud residual después de haber sido declarado en situación de incapacidad
permanente total ( TS 17-12-07, EDJ 349934 ; 4-4-05, EDJ 55245 ; 17-9-04; EDJ 160246 ).
b. Responsabilidad por daños derivados de accidente de trabajo y enfermedad profesional 
(LRJS art.2.b)

272
La LRJS atribuye a la jurisdicción social el conocimiento de las acciones de daños y perjuicios que con causa en accidentes de trabajo o enfermedades
profesionales deduzcan los trabajadores, o sus causahabientes, frente a su empresario o contra aquéllos a quienes se les atribuya legal, convencional o
contractualmente responsabilidad. Se aclara así, definitivamente la incompetencia de la jurisdicción civil, como ha reconocido la propia Sala I del TS
( TS civil 3-12-15, EDJ 239119 ).
La finalidad que persigue la LRJS es que la jurisdicción social ejerza con plenitud la competencia para conocer de las acciones de responsabilidad civil
tanto si se plantean única y exclusivamente contra el empleador, supuesto en que también encontrarían encaje normativo en la LRJS art.2.a ), como si se
formulan, conjunta o separadamente, contra otros sujetos que, con su conducta, activa u omisiva, han contribuido a la producción del daño. Se considera
que además del punto de conexión subjetivo, derivado del contrato de trabajo entre el perjudicado y la empresa para la que presta servicios, la
competencia del orden jurisdiccional social puede venir determinada por el punto de conexión objetivo consistente en la índole de la materia - la salud y
seguridad en el trabajo -, y el sector del ordenamiento al que pertenece la normativa de aplicación - el laboral-.
La LRJS propicia así un pronunciamiento conjunto y congruente por parte de unos juzgados y tribunales dotados de la competencia objetiva para el
conocimiento de una materia de índole intrínsecamente social, que están en condiciones de ofrecer una respuesta más ágil y especializada y con
menores costes y mayores garantías para el perjudicado en aquellos supuestos, relativamente frecuentes, en los que resulta difícil discriminar con nitidez
la responsabilidad de los distintos sujetos que concurrieron en la producción del evento lesivo, de forma que tal responsabilidad pueda reclamarse frente
a todos ellos, maximizando las posibilidades del resarcimiento efectivo del daño y evitando la división de la continencia de la causa entre los órdenes
jurisdiccionales social y civil en función de los diversos sujetos responsables.
Entre otros terceros cuya responsabilidad se puede exigir ante los tribunales laborales cabe citar, a título de ejemplo, aparte de los anteriormente
reseñados, a:
1. Los fabricantes, importadores y suministradores de productos y equipos de trabajo ( TSJ Madrid 13-11-12, EDJ 298982 ).
2. El gerente de la empresa y al delegado de prevención ( TSJ Galicia 16-1-15, EDJ 4482 ).
3. El servicio de prevención ajeno o a empresas con las que la empleadora ha contratado servicios de asesoramiento, aplicación y desarrollo de medidas
de prevención, seguridad y salud ( TSJ Galicia 27-4-16, EDJ 87895 ).
No enerva la competencia del orden social el hecho de que en un accidente de trabajo en el que existen pluralidad de responsables con varios de los
cuales el trabajador ha llegado a un acuerdo la acción se dirija frente a una Administración Pública pues no se trata de la exigencia de responsabilidad por
los daños directamente causados por su funcionamiento ( TSJ Castilla-La Mancha 19-5-16, EDJ 108930 ).

Precisiones

1) Cuando se publicó la LRJS subsistía una manifiesta discrepancia entre la jurisdicción social y la civil en torno al
enjuiciamiento de las demandas formuladas por los trabajadores, o sus causahabientes, en reclamación de la
indemnización por los daños y perjuicios sufridos de resultas de un accidente de trabajo o de una enfermedad
profesional. La polémica no existía cuando la demanda sólo se dirigía frente al empresario - supuesto en el que el
orden civil reconocía ya sin ambages la competencia del orden social- sino que se centraba cuando había otros
demandados distintos con los que el demandante no mantenía ninguna relación laboral ni de otro tipo con el
afectado. Así sucedía, por ejemplo, cuando se demandaba al dueño, el promotor o los técnicos garantes de la
seguridad de la obra en la que sobreviene el accidente laboral, o la entidad cliente de un empresario dedicada al
transporte de mercancías y un trabajador a su servicio que provocó el siniestro. En tales casos:
a) El orden social entendía que las obligaciones de esos terceros derivaban de la normativa específica de
prevención de riesgos laborales incluida dentro de la «rama social del derecho» ( LOPJ art.9.5 ) y tenían carácter
accesorio respecto de las del empresario, por lo que debían correr la suerte de la obligación principal ( TS 30-10-
12, EDJ 270270 ; 21-9-11, EDJ 242430 ; 22-6-05, EDJ 139465 ).
b) El orden civil mantenía tesis contraria ( TS 15-1-08 , EDJ 25592 ; 19-2-08, EDJ 82712 ; 16-4-08, EDJ 144016 ;
19-5-08, EDJ 90684 ; 24-7-08, EDJ 155849 ; 23-4-09, EDJ 72808 ; 25-10-11, EDJ 242186 )
c) La Sala de conflictos de competencia del TS se inclinó por el criterio defendido por el orden social ( TS
Conflictos 24-10-11, EDJ 272470 ; 19-2-14, EDJ 55085 ).
2) La LRJS previene novedosamente sobre la posibilidad que asiste al trabajador, y a sus causahabientes, para
deducir, frente a la entidad aseguradora que cubra la responsabilidad civil patronal, la acción directa regulada en
la Ley de Contrato de Seguro ( LCS art.76 ), si bien en la práctica su ejercicio es excepcional siendo lo habitual que
el trabajador, o sus familiares, articulen la demanda conjuntamente contra el empresario - que con gran frecuencia
niega su responsabilidad en la producción del accidente - y contra la entidad aseguradora, y, en su caso, frente a
otros posibles sujetos responsables.
3) Tal atribución competencial va acompañada de la salvedad de que lo es sin perjuicio de la acción de repetición
que puede promover la aseguradora para reclamar las indemnizaciones satisfechas al perjudicado, de la que
conoce el orden jurisdiccional competente, que es el civil si la demanda la dirige contra la empresa tomadora del
seguro o frente a un tercero con base en lo dispuesto en la Ley de Contrato de Seguro ( LCS art.43.1º ), salvo si el
tercero es un compañero de trabajo del perjudicado, supuesto en que parece razonable que la contienda la decida
la jurisdicción social.
4) También conoce el orden civil de las reclamaciones planteadas por el empresario, o por un tercero, con
fundamento en el CC art.1145 y 1558 , salvo que quien la formule sea el empleador y el único demandado sea un
trabajador a su servicio, supuesto en el que resolverá el orden social, si bien también asumió competencia en el
caso en que la acción la ejercitó el empresario contra el servicio de prevención ajeno que había contratado ( TSJ
Asturias 28-12-12, EDJ 309834 ).
5) Incumbe a la jurisdicción social conocer de la acción de reembolso ejercitada por un trabajador frente a su
empresario en reclamación de la indemnización a cuyo pago fue condenado en vía penal en concepto de
responsable civil directo, por la infracción criminal determinante del accidente de trabajo sufrido por otro trabajador,
habiendo sido declarado el empresario responsable civil subsidiario en dicha causa ( TS 26-1-06 , EDJ 3628 ).
6) Recientemente se han suscitado algunos problemas competenciales respecto de acciones relacionadas con la
exposición a las fibras de amianto de las esposas de trabajadores por los daños ocasionados al manipular y lavar
su ropa de trabajo. Así, de un lado, se afirma la competencia del orden social si es el propio trabajador el que
reclama la indemnización por los perjuicios sufridos directamente en su persona como consecuencia del
fallecimiento de su mujer a causa de los incumplimientos empresariales en materia preventiva ( TSJ Cataluña 15-6-
15, EDJ 131761 ), pero por otro se declara la competencia del orden civil para resolver las demandas
presentadas por las esposas, o por sus causahabientes, por los daños sufridos por ellas mismas ( TS Civil 3-12-15,
EDJ 239119 ; en la misma línea en relación a los daños ocasionados a la esposa de un accidentado que no falleció
TSJ La Rioja 19-12-14, EDJ 248658 ; y en sentido contrario TSJ Cataluña 16-12-14, EDJ 256547 ).
7. Tutela de derechos fundamentales 
(LRJS art.2.f 3.c y 177.1

276
La jurisdicción social es también competente para conocer de las acciones de tutela de los derechos fundamentales en el ámbito de la relación de
trabajo, tanto si se trata de los específicamente laborales (libertad sindical y huelga), como si la protección se solicita respecto de los derechos
fundamentales inespecíficos o genéricos (intimidad, integridad física y moral, libertad de expresión, igualdad y no discriminación, garantía de indemnidad,
etc.). La ampliación competencial que llevó a cabo la LRJS en esta materia se manifiesta en una doble vertiente:
a) Objetiva: se precisa que la tutela del orden social alcanza no sólo a las violaciones que se produzcan en el ámbito estricto de la relación jurídico
laboral, esto es, en el marco del contrato de trabajo celebrado entre empresario y trabajador, sino también a las que tengan lugar como consecuencia de
otras relaciones jurídicas, siempre que exista una conexión directa con la prestación de servicios.
b) Subjetiva: la competencia se extiende al enjuiciamiento de las acciones dirigidas contra terceros vinculados al empresario por cualquier título cuando
la vulneración alegada tenga conexión directa con la prestación de servicios, incluida la exigencia de responsabilidad por los daños causados. Se
pretende así que la jurisdicción social sea la garante ordinaria «de los derechos fundamentales y libertades públicas de empresarios (sic) y trabajadores
en el ámbito de la relación de trabajo» ( LRJS Exposición de Motivos ).
277

Precisiones

1) El legislador incorpora así la doctrina constitucional que declaró la competencia de la jurisdicción social para
conocer de la acción dirigida contra el trabajador sujeto activo del acoso sexual que si bien prestaba servicios en el
mismo centro de trabajo que la víctima lo hacía para otra empresa diferente, al entender que circunscribir la
competencia del citado orden a las lesiones provocadas única y exclusivamente por el empresario, implicaría una
limitación injustificada de la defensa de los derechos fundamentales del trabajador en el ámbito laboral ( TCo
250/2007 ). En dicha sentencia se advierte que la conducta denunciada se produjo «en conexión directa» con la
relación laboral; en primer lugar, por llevarse a cabo con ocasión de la prestación del trabajo de la actora y del
ejercicio por el codemandado de las funciones inherentes a su cargo y, en segundo lugar, por desarrollarse en el
centro de trabajo donde uno y otro coincidían en la realización de sus respectivos cometidos, estando acreditado,
además, que el codemandado utilizó su superior posición laboral para conseguir favores sexuales,
condicionando la permanencia de la trabajadora en su puesto de trabajo o las posibilidades de progreso laboral a la
aceptación de sus requerimientos. La LRJS recoge la expresión «en conexión directa» utilizada en dicha sentencia,
ciñendo la competencia del orden social al enjuiciamiento de las acciones por violación de derechos fundamentales
dirigidas contra terceros a los supuestos en los que la invocada tenga conexión directa con la prestación de
servicios, es decir, a aquellos casos en los que el comportamiento o actuación censurable estén directamente
vinculados con la actividad laboral que el demandante realiza, resultando insuficiente la mera conexión indirecta.
2) No se exige que entre la prestación de servicios y la conducta del tercero exista una relación de causalidad
estricta, siendo suficiente una conexión directa, lo que permite al orden social conocer no sólo de los litigios en los
que la contravención del derecho fundamental se produce como consecuencia del trabajo o con motivo del mismo,
sino también de aquellos otros en los que la vulneración tiene lugar con ocasión del trabajo, siempre que exista un
enlace directo entre la lesión y el ejercicio de la actividad laboral.
3) El «arrastre competencial» que normativiza la LRJS lleva a incluir sin duda en el ámbito de la jurisdicción social
aquellos litigios en los que el tercero demandado es un compañero o un superior jerárquico y los hechos que se
le imputan tienen conexión directa con la prestación de servicios del demandante, como, por ejemplo, la realización
de llamadas continuas y requerimientos de índole personal, tanto en tiempo y lugar de trabajo como fuera del
mismo, fomentando al mismo tiempo la discordia entre la actora y los responsables de la empresa a fin de que los
mismos adquiriesen opiniones negativas respecto de su trabajo diario ( TSJ Galicia 18-4-16, EDJ 67438 ). También
cuando los autores del acoso o de otros actos atentatorios de los derechos fundamentales del trabajador son otros
empleadores y sus empleados con los que se entra en relación con ocasión de la prestación de servicios (grupo
de empresas, contratas y subcontratas, empresas usuarias y de trabajo temporal, proveedores o clientes de la
empresa para la que se trabaja, o incluso, destinatarios finales de los bienes y servicios que ésta pone en el
mercado, siempre que la vulneración alegada tenga conexión directa con la prestación de servicios.
4) En lo que respecta a la constitución de la relación jurídica procesal hay que tener en cuenta que, no
obstante, la ampliación competencial, corresponde a la víctima elegir la clase de tutela dentro de las previstas en
la LRJS, sin que deba ser demandado necesariamente con el empresario el posible causante directo de la lesión,
salvo cuando el actor pretenda su condena o pudiera resultar directamente afectado por la resolución que se
dictare ( LRJS art.177.4 ). Se positiviza así la doctrina jurisprudencial expresiva de que cuando la actuación
contraria al derecho fundamental, especialmente en caso de acoso, no haya sido protagonizada por el empresario,
sino por un trabajador, resulta obligado demandar también a este último cuando se pretenda su condena o pueda
resultar directamente afectado por la resolución que se vaya a pronunciar ( TS Sala General 30-1-08, EDJ 73323 ).
279
Protección de los derechos al honor, la intimidad y a la propia imagen 
En relación a la tutela de los citados derechos fundamentales por hechos producidos en el ámbito de la relación de trabajo, o en conexión directa con la
misma, se detecta una situación de conflicto competencial, evidenciada por la frecuente resolución por el orden civil de reclamaciones planteadas, al
amparo de la normativa civil sobre protección del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen ( LO 1/1982 ), con base en
injerencias o intromisiones ilegítimas de trabajadores o empresarios en los derechos de otros trabajadores o empresarios producidas en el entorno laboral
o en conexión directa con la prestación de servicios. Así sucede en los siguientes casos:
1. Expresiones vertidas en la carta de despido y/o divulgación de su contenido ( TS 10-12-08, EDJ 234499 y 17-9-02, EDJ 35895 )
2. Grabación por una trabajadora con un teléfono móvil de la conversación que mantuvo con el apoderado de la empresa en el aparcamiento del centro
de trabajo, con ocasión de la notificación de una sanción disciplinaria, sin consentimiento de su interlocutor ( TS Civil 20-11-14, EDJ 223314 ).
3. Colocación por unos trabajadores tanto en el centro de trabajo como en la localidad donde residía el responsable de la gestión del mismo de carteles,
pasquines y pancartas en los que aparecía su nombre y fotografía con expresiones ofensivas, en un contexto de conflicto laboral ( TS Civil 20-7-16, EDJ
111483 ).
4. Difusión por un delegado sindical de un escrito sobre la política de nombramiento de cargos seguida por la empresa pública empleadora basada en
razones políticas y de corrupción frente a lo que accionan los directivos que se consideran concernidos ( TS Civil 1-7-14, EDJ 113168 ).
5. Publicación en el tablón de anuncios sindical en el centro de trabajo de una nota ofensiva adjunta al recorte de periódico con la foto de un encargado
de la empresa en el mitin de un partido político ( TS Civil 20-10-14, EDJ 187193 ).
6. Actuaciones de compañeros de trabajo que afectan a la reputación personal y profesional de la trabajadora demandante ( TS Civil 12-12-13, EDJ
267548 ).
7. Denuncia formulada ante la empresa por una trabajadora en la que imputaba a la demandante haberle agredido físicamente, queja que dio lugar a la
apertura de un expediente que desembocó en su despido, que luego fue declarado improcedente ( TS Civil 22-6-15, EDJ 111117 ).
8. Cesión a la empresa principal por parte de una empresa contratista de datos personales relacionados con la causa de despido de un trabajador- que
fue declarada no probada en el juicio por despido que se siguió - lo que posibilitaría su inclusión en un fichero de empleados conflictivos que impediría
que fuera contratado por empresas que prestaran servicios para la comitente ( TS Civil 12-11-15, EDJ 205574 ).
9. Manifestaciones realizadas por una trabajadora tras ser despedida denunciando la situación vejatoria de hostigamiento y acoso laboral a la que le
había sometida por un superior ( TS 28-6-12, EDJ 197020 ).
10. Comentarios efectuados por un miembro del comité de empresa en el sentido de que dos trabajadoras de la plantilla mantenían una relación
sentimental que afectaba negativamente al funcionamiento del centro de trabajo ( TS civil 27-3-12, EDJ 52889 ).
Para el conocimiento de las acciones de tutela de esos mismos derechos basadas en actuaciones similares se vienen declarando competentes los
órganos jurisdiccionales del orden social ( TSJ Madrid 12-2-16, EDJ 38549 ; AN 18-12-15, autos 344/15 EDJ 256172 ; TSJ Cantabria 30-9-13, EDJ
254684 ; TSJ Cataluña 29-4-13, EDJ 86198 ; TSJ Cantabria 28-2-13, EDJ 231876 ; TSJ La Rioja 19-10-12, EDJ 283838 ; TSJ Madrid 16-11-12, EDJ
297676 ; TSJ Navarra 28-12-09, EDJ 369697 ; TSJ Murcia 15-7-09, EDJ 176425 ; TSJ Cataluña 10-11-09, EDJ 328537 ; TSJ País Vasco 19-10-04, EDJ
212186 ; TSJ Sevilla 17-1-94, Rec 3183/03 ).
La disputa debe resolverse a favor de la jurisdicción social dada la dicción omnicompresiva de la norma procesal social ( LRJS art.2.f y 177.1 ), siempre
que la vulneración alegada tenga conexión directa con la prestación de servicios, careciendo dicho orden de competencia cuando el supuesto atentado
no se produzca en el ámbito de relaciones jurídicas propias del derecho del trabajo ( TSJ Navarra 31-7-07, EDJ 238978 ; TSJ Baleares 29-4-10, EDJ
113907 ).
8. Prevención de riesgos laborales 
(LRJS art.2.e y 3.b)

280
Se atribuye a la jurisdicción social el conocimiento de las acciones encaminadas a garantizar el cumplimiento por el empresario, con independencia de
su naturaleza, pública o privada, de su deber de protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales, así como a asegurar la observancia de sus
deberes en la materia por parte de otros sujetos obligados legal o convencionalmente. Y ello, aunque no se hayan derivado daños concretos por los
incumplimientos detectados y sin perjuicio de las competencias plenas de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el ejercicio de sus funciones.

Precisiones

1) En el marco de la norma procesal vigente los trabajadores y sus representantes pueden demandar ante los
tribunales laborales a terceros ajenos a la relación de trabajo con la finalidad de que cumplan sus obligaciones en
la materia (no se exige que estén establecidas en normas laborales). Así sucede, por ejemplo:
- la empresa principal en los supuestos de trabajo en contratas ( AN 29-6-16, EDJ 101377 );
- las entidades responsables de la prevención de los riesgos laborales;
- los fabricantes, importadores y suministradores de productos y equipos de trabajo.
Se constituye así a la jurisdicción social en garante del efectivo cumplimiento de las políticas de promoción de la
salud y seguridad en el lugar de trabajo, evitando la necesidad de intervención sucesiva de diferentes órdenes
jurisdiccionales, fuente de dilaciones, gastos innecesarios y pronunciamientos eventualmente contradictorios, al
tiempo que se proporciona un marco normativo que garantice la seguridad jurídica ( LRJS Exposición de Motivos ).
En lo que respecta al personal funcionario y estatutario ver nº 284 .
2) En el ámbito de la justicia cautelar se reconoce competencia al orden social l para decidir sobre el alzamiento,
mantenimiento o adopción de la medida de paralización de los trabajos por riesgo grave e inminente para la
seguridad y la salud de los trabajadores ( LRJS art.152 ) ver nº 334 .
9. Caso particular: personal laboral al servicio de las Administraciones Públicas 

284
La jurisdicción social es competente para conocer de las controversias que enfrentan al personal laboral servicios con las Administraciones Públicas
para las que prestan servicios, en su condición de empleadoras, sin perjuicio de la excepción relativa a las surgidas a raíz de los procesos de selección de
personal laboral de nuevo ingreso y de la constitución y funcionamiento de las bolsas de trabajo. Se incluye expresamente como competencia de la
jurisdicción social la relativa a las reclamaciones en materia de libertad sindical y derecho de huelga frente a actuaciones de las Administraciones
públicas referidas exclusivamente al personal laboral, incluida la responsabilidad por daños ( LRJS art.2 f ). A sensu contrario cabe entender que cuando
la actuación cuestionada afecta tanto a personal laboral como a personal funcionario o estatutario de los servicios de salud la competencia recae
sobre la jurisdicción contencioso-administrativa.
A veces no es fácil distinguir cuando la Administración actúa como sujeto del contrato de trabajo, y cuando lo hace como tal Administración en el
ejercicio de sus potestades y funciones en el ámbito de las relaciones laborales, lo que obliga a determinar el orden jurisdiccional competente para
enjuiciar cierto tipo de actos, como los que a continuación se indican.
285
Relaciones de puestos de trabajo 
Las relaciones de puestos de trabajo (RPT) del personal laboral constituyen en la práctica la mayor fuente de problemas. Mediante la confección de
estas relaciones y la catalogación de las plazas, la Administración, en uso de sus facultades organizativas, ordena un elemento de su estructura de
acuerdo con sus necesidades, precisando las características y requisitos de cada uno de los puestos así como sus retribuciones complementarias ( EBEP
art.72 s. ; ET art.20 ). Respecto de las mismas hay que señalar lo siguiente:
1. El orden social es competente para conocer de:
a) La demanda formulada para que se anule la modificación de una RPT por haberse incumplido del procedimiento establecido en el convenio colectivo
aplicable con carácter obligatorio ( TS 10-9-10, EDJ 226264 ; 7-12-10, EDJ 290735 ; 29-2-12, EDJ 37758 ; 17-4-12, EDJ 66915 ).
b) También si el trabajador no impugna la RPT, sino la concreta adscripción a un puesto sin respetar los derechos consolidados, con la consiguiente
merma retributiva, e ignorando el procedimiento previsto en la norma convencional de aplicación, pretensión que se estima situado en un ámbito inferior al
de la RPT, cual es su nivel aplicativo ( TS 18-2-16, EDJ 21569 ; TS 22-7-15, Rec 1948/14 ).
c) La reclamación salarial en la que se discute si para percibir un determinado complemento resulta necesario que así se reconozca en la RPT al
tratarse de una exigencia fijada en el convenio colectivo aplicable ( TS 15-1-09, EDJ 42673 ; TS 9-7-09, EDJ 205413 ; TS 2-2-10, EDJ 14349 ; ver también
en un sentido similar TS 20-7-10, EDJ 185090 ).
d) Para resolver la pretensión de modificación de la valoración de los méritos profesionales aportados al correspondiente proceso de evaluación
efectuada por la Administración y, derivadamente, del nivel asignado y de la retribución a percibir ( TS 21-11-11, EDJ 306717 ).
e) Para que se declare la obligación de una Agencia pública de cumplir las obligaciones contraídas en CCol en materia de promoción interna y cobertura
de plazas fijas por quienes las desempeñan como interinos, exigencias que no implican una alteración de lo previsto en la RPT ni supone creación de
nuevas plazas que pudieran suponer una alteración de los presupuestos de que pudiera disponer la entidad y no afecta a sus potestades administrativas
de la Entidad demandada ( TS 3-3-11, EDJ 26082 ).
f) Demanda formulada por una contratada laboral mediante contrato de interinidad por vacante contra la decisión de la Administración empleadora de
extinguir la relación como consecuencia de la amortización de su puesto de trabajo por modificación de la RPT ( TS Conflictos de competencia auto 21-4-
15, 1/15, EDJ 74981 ).
2. Por el contrario, se considera que es competencia del orden contencioso administrativo la impugnación de un decreto que introduce
modificaciones en la RPT en lo referente a la incorporación en el presupuesto anual de una plaza de jefe de equipo y las funciones que se le atribuye,
bajo el argumento de que los recursos destinados a impugnar un acto de un organismo de la Administración Pública que incida, o pueda hacerlo, en la
relación de puestos de trabajo, su dotación presupuestaria y las funciones que se le encomiendan a un puesto determinado, están conectadas con la
capacidad organizativa de dicho organismo y tiene la consideración de acto sujeto al derecho administrativo ( TS Conflictos de competencia auto 5-12-14,
30/14, EDJ 229553 ).
286
Indemnización por los daños ocasionados por el incumplimiento de obligaciones contractuales 
(LJCA art.2.e;  LOPJ art.9.4.2;  LRJS art.2.e y f)
La atribución al orden contencioso-administrativo del conocimiento exclusivo y excluyente de la exigencia de responsabilidad patrimonial a las
Administraciones Públicas, cualquiera que sea la naturaleza de la actividad o el tipo de relación de la que derive, ha planteado algunos problemas a la
hora de determinar si tal reserva competencial resulta aplicable a las reclamaciones indemnizatorias formuladas por el personal laboral al servicio de las
Administraciones Públicas frente a las mismas para el resarcimiento de los daños y perjuicios sufridos como consecuencia del incumplimiento de sus
obligaciones contractuales.
La LRJS, incorporando el criterio de la Sala de lo social del TS, ha sido el de entender que la reserva de competencia a favor del orden contencioso-
administrativo sólo alcanza a la responsabilidad extra contractual y que cuando se trata de indemnizaciones por incumplimiento de obligaciones
nacidas del vínculo laboral la competencia le corresponde al orden social ( TS 24-9-03 , EDJ 187395 ; 29-6-04, EDJ 144067 ; 4-4-05, EDJ 55245 ).
Doctrina que aún establecida en relación con el personal estatutario cuando la competencia para conocer sus asuntos le incumbía al orden social resulta
aplicable al personal laboral. No obstante, si el daño ha sido producido por un acto de la Administración -autoridad- y ésta actúa fuera de la relación de
trabajo, la competencia corresponde al orden contencioso-administrativo, aunque existan elementos de conexión con lo laboral ( TS 20-10-03 , EDJ
158538) .
Un supuesto complejo es el relativo al cese producido como consecuencia de la resolución de un concurso que se impugna ante el orden social, pero la
indemnización ha de reclamarse ante el orden contencioso-administrativo cuando los daños exceden de los que legalmente se vinculan a la
improcedencia del cese TS 23-5-05, EDJ 103659 ). El mismo criterio se aplica para una pretensión de tutela de derechos fundamentales ( TS 10-2-05,
EDJ 71722 ) (nº 8800 s. ).
287
Otras actuaciones 
1. Se atribuye competencia al orden social para conocer:
a) De la demanda planteada con la finalidad de que se declare la compatibilidad entre las bonificaciones de tarifas establecidas para los trabajadores -y
también para los prejubilados y pensionistas- en los CCol y los descuentos previstos en normativa sobre protección a la familias numerosas, pues no se
trata de interpretar el alcance de una disposición general de naturaleza administrativa sino de decidir sobre si es o no ajustada a Derecho una práctica de
las empresas demandadas ( TS 26-11-12, EDJ 295681 ).
b) También si lo que se solventa no es la declaración de ilegalidad de una resolución administrativa, sino si la misma tiene cobertura legal o se ha
extralimitado, siendo competente el orden social para resolver las cuestiones prejudiciales directamente relacionadas con las que son propias de su
competencia, como es determinar si las resoluciones administrativas cuestionadas se ajustan a lo dispuesto en la Ley, sin que en ningún momento se
haya cuestionado la validez de las mismas ( TS 19-11-12, EDJ 295683 ).
2. Por el contrario, se declina la competencia a favor del orden jurisdiccional contencioso-administrativo para resolver:
a) La impugnación de la convocatoria de un proceso selectivo para la cobertura de vacantes de personal laboral mediante concurso de promoción ( TS
12-5-11, EDJ 114212 ; TS 21-12-11, EDJ 327219 ).
b) La puntuación otorgada en un concurso en función de una relación que terminó hace años y sobre la que se discute su carácter laboral, puesto que el
conflicto actual no se produce entre empresario y trabajador ( TS 21-3-07 , EDJ 25403 ; 29-5-07 , EDJ 70534 , seguidas de otras muchas).
3. En otras ocasiones se considera que la Administración actúa a la vez como empresario y como autoridad laboral con la consecuencia de que para el
mismo acto es competente el orden social respecto a una decisión y el contencioso-administrativo para otra ( TS 17-5-93 , EDJ 4639 ; 21-6-93 , EDJ 6044
). Una situación similar se produce en un caso más discutible en el que se separan el acto de designación para un contrato de trabajo y las consecuencias
derivadas de ese contrato ( TS 31-10-00 , EDJ 35196 ).

Precisiones

La impugnación de los actos plurales de la Administración pública empleadora dictados «en el ejercicio de sus
potestades y funciones» que incidan conjuntamente en el personal laboral y al funcionarial y/o estatutario (salvo en
materia de prevención de riesgos laborales), corresponde al orden contencioso-administrativo, sin perjuicio de que
la impugnación de los actos que se produzcan en su aplicación, a través de los conflictos colectivos o
individuales posteriores que pudieran promoverse por los legitimados para ello y afecten exclusivamente al
personal laboral recaiga en el orden social, con posibilidad, en su caso, de resolver prejudicialmente sobre la
resolución o acto de afectación conjunta ( TS 9-3-15, EDJ 69703 ; TS 14-10-14, EDJ 197604 ).
B. Cuestiones sindicales y colectivas 
290
El segundo bloque de cuestiones litigiosas objeto de conocimiento por los tribunales laborales son las que se plantean en el ámbito del Derecho Colectivo
del Trabajo, que La LRJS aborda con cierto detalle, por referencia a las que surgen en relación a los siguientes entes y materias:
- sindicatos (nº 292 );
- organizaciones empresariales (nº 294 );
- órganos de representación unitaria (nº 297 );
- tutela de derechos fundamentales en su dimensión colectiva (nº 298 );
- negociación colectiva (nº 299 );
- conflicto colectivo y huelga (nº 300.1 ).
292
Sindicatos 
(LJRS art.2.f), j), k), l), m)
En lo que respecta a los sindicatos, la competencia del orden social se extiende a las controversias surgidas en torno a los siguientes aspectos
1. Constitución y reconocimiento de su personalidad jurídica, impugnación de sus estatutos y modificaciones. En esta primera vertiente los tribunales
resuelven dos pleitos típicos:
a) La impugnación de las resoluciones administrativas que deniegan el depósito de los estatutos del sindicato y, por tanto, su constitución ( LRJS art.167 a
171 ), así como de las que rechazan el depósito de modificación de los estatutos ( LRJS art.172 ).
b) La impugnación por terceros y por el Ministerio Fiscal de los estatutos, o de sus modificaciones, cuyo depósito se ha admitido por el órgano
administrativo competente ( LRJS art.173 a 175 ).
2. Régimen jurídico específico tanto legal como estatutario en todo lo relativo a su funcionamiento interno y las relaciones con sus afiliados. En este
segundo plano el orden social asume la competencia para decidir litigios muy diversos, desde la impugnación de la designación de cargos electivos o de
acuerdos adoptados por los órganos del sindicato hasta las cuestiones sobre afiliación y las medidas disciplinarias ( TSJ Burgos 15-12-03, EDJ 229912 ;
TS Auto Sala de conflictos de competencia 27-2-07, EDJ 16989 ), pero no alcanza, sin embargo, a las acciones de daños y perjuicios deducidas por los
afilados frente al sindicato con base en la asistencia jurídica defectuosa cuyo conocimiento le incumbe a la jurisdicción civil ( TS auto Conflictos de
Competencia 27-6-16, conf 38/14; TSJ Galicia 17-3-16, Rec 742/15 ; TSJ Murcia 12-2-01, Rec 741/10 ; TSJ C.Valenciana 26-1-99, EDJ 5226 ; en sentido
contrario TSJ Asturias 27-3-99, Rec 3037/97 ) En relación a esa misma materia otros pronunciamientos declaran la competencia del orden social para
conocer de la acción ejercitada por un afiliado en solicitud de reintegro de los honorarios abonados al abogado que le defendió en varios pleitos laborales
por no haberle prestado el sindicato la asistencia jurídica gratuita a la que tenía derecho ( TSJ Galicia 29-11-11, Rec 6614/10 y 26-12-11, EDJ 315889 y
TSJ Extremadura 12-4-99, EDJ 12834 ). No corresponde al orden social resolver la reclamación formulada por un sindicato contra uno de sus
dirigentes para que le reintegre determinadas cantidades anticipadas en concepto de gastos ( TSJ Granada 7-12-05, EDJ 333466 ), ni las controversias
surgidas como consecuencia de una póliza de seguro de accidentes suscrita por un sindicato en favor de todos sus afiliados ( TSJ País Vasco 30-3-99,
EDJ 87339 ).
3. Conflictos intersindicales (conflictos intersindicales) siempre que versen sobre cuestiones objeto de la competencia del orden jurisdiccional social,
incluida la responsabilidad por daños, como por ejemplo la pretensión de que se reserve al sindicato actor el nombre y logotipo que emplea otro y se
deniegue su utilización por el mismo ( TS 30-1-13, EDJ 23463 ).

Precisiones

1) La competencia del orden social no se extiende a la tutela de la libertad sindical de los sindicatos de
funcionarios, en particular cuando el acto lesivo es un acto administrativo o cuando se produce en el marco de la
negociación colectiva de la función pública ( TS 7-12-04, EDJ 248061 ; 28-12-99, EDJ 43446 ).
2) Se ha declarado la competencia del orden social de la jurisdicción para conocer de un litigio de naturaleza
intrasindical, en el que se pretendía que se declarase la nulidad de una reunión extraordinaria de la Dirección
Estatal del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, al margen de que los afiliados al sindicato
fueran funcionarios o trabajadores por cuenta ajena (en virtud de la norma que se correspondería con la vigente
LRJS art.2.k) ; TS 19-9-06, EDJ 277466 ;, TS 18-1-07, EDJ 7428 y 12-6-07, EDJ 92401 en litigios promovidos
frente a la misma organización sindical, así como las TS 12-6-98, EDJ 13885 y 9-12-97, EDJ 10611 ). En un sentido
similar, sobre un sindicato autonómico de policías municipales, se ha pronunciado en otra contienda interna sindical
( TS auto Conflictos de competencia 27-2-07, EDJ 16989 ).
3) Hay controversias que, aunque objetivamente sindicales, conoce de ellas el orden contencioso-administrativo
como consecuencia de la intervención administrativa que produce una resolución impugnable ante ese orden, como
en el caso de ayudas económicas a los Sindicatos establecidos en determinados acuerdos ( TS 11-10-11, EDJ
287018 ; TS 11-5-10, EDJ 122418 ).
294
Organizaciones empresariales 
Para las asociaciones de empresarios constituidas conforme a la L 19/1977 rige la misma atribución competencial al orden social en relación a su
constitución e impugnación de los estatutos, aunque tal previsión no alcanza a las asociaciones que no tengan la finalidad de actuar en el ámbito de las
relaciones laborales ( TS 25-1-99, EDJ 1730 ; TSJ Galicia 7-2-01, EDJ 7290 y 14-12-05, EDJ 275320 ; TSJ Cataluña 8-7-09, Rec 2208/06 ; AN 29-10-10,
EDJ 244660 ; en sentido contrario en casos particulares TSJ Burgos 6-7-04, EDJ 88421 y TSJ Cataluña 5-12-05, EDJ 263913 ).

Precisiones

1) Es competente el orden jurisdiccional social para conocer de un pleito sobre la inscripción en el registro y el
depósito de estatutos de una asociación profesional integrada por empresarios y sindicatos ( LOPJ art.9.5 ;
LRJS art.2.l) ; TS 2-3-07, EDJ 36191 ).
2) Le corresponde también la decisión de las controversias que se originen entre los sindicatos y las
asociaciones empresariales siempre que el litigio verse sobre cuestiones objeto de competencia del orden
jurisdiccional social, incluida la responsabilidad por daños.
3) La LRJS art.2 omite para las asociaciones empresariales la mención de los litigios sobre régimen interno y
relaciones con los afiliados, por lo que se ha llegado a la conclusión de que no hay competencia social en esta
materia ( TS 23-7-99, EDJ 25799 y 10-12-99, EDJ 43983 ; TSJ Cataluña 10-10-07, EDJ 244485 ).
295
Responsabilidad por infracción de normas de la rama social del Derecho 
En el plano de las relaciones externas hay una regla común para sindicatos y asociaciones empresariales: a virtud de la cual se someten al orden social
los procedimientos en exigencia de responsabilidad fundada en infracciones de normas de la rama social del Derecho. La responsabilidad de los
sindicatos por los actos o acuerdos adoptados por sus órganos estatutarios en la esfera de sus respectivas competencias, figura expresamente prevista
en la LOLS art.5.1 ; cuando tales actos se proyecten en el marco de las relaciones laborales y eventualmente produzcan consecuencias perniciosas para
alguna de las partes de dicha clase de relaciones. El caso más típico de responsabilidad por daños lo constituye la utilización ilícita o abusiva de
medios de lucha -huelga, cierre patronal ( TS 14-2-90, núm 203/90 ; 30-6-90, núm 1030/90 ), pero existen otros supuestos respecto de los cuales los
tribunales del orden social han afirmado su competencia, como el incumplimiento por parte de un sindicato del acuerdo adoptado válidamente por el
comité de empresa demandante sobre reparto de determinados gastos a los que dicho órgano colegiado de representación de los trabajadores debía
hacer frente ( TSJ C.Valenciana 17-10-02, EDJ 136281 ).
297
Representación unitaria 
(LJRS art.2.f), g), i)
1. Los órganos de representación unitaria sólo se mencionan en la LRJS a efectos competenciales en relación a los procesos electorales, pero la
jurisdicción social se extiende a otros aspectos relacionados con esos entes, como las funciones y garantías de los representantes, la revocación de su
mandato, etc., si bien en estos litigios no resultan de aplicación las normas de competencia objetiva y territorial previstas para las controversias sindicales
( TSJ Valladolid 18-7-00 , EDJ 120579 ).
2. En lo que respecta a las reclamaciones en materia electoral la competencia comprende las referidas a los órganos de representación del personal al
servicio de las Administraciones Públicas ( LRJS art.2.i ), así como la impugnación de las resoluciones de la autoridad administrativa o laboral relativas a
la expedición de certificaciones de la capacidad representativa de los sindicatos o de los resultados electorales ( LRJS art.136 ).
298
Tutela de derechos fundamentales en su dimensión colectiva 
Corresponde igualmente a la jurisdicción social el enjuiciamiento de las acciones de tutela de los derechos fundamentales de los trabajadores en su
dimensión colectiva ( LRJS art.2.f y 177.1 ) con la limitación establecida para los funcionarios y personal estatutario ( LRJS art.3.c ); TS 28-12-99 , EDJ
43446 ; 6-2-01 RJ 2145 , EDJ 2931 ). Es de advertir que la genérica competencia del orden jurisdiccional social respecto de la libertad sindical ( LRJS
art.2.f ) no le atribuye el conocimiento de todas las pretensiones referidas a la tutela de ese derecho, y que entre las excluidas están las referidas a
actuaciones de las Administraciones Públicas sujetas al derecho administrativo en materia laboral ( LRJS art.3.1.c ); TS 28-1-04 , EDJ 14563 ; 31-1-06 RJ
1788 , EDJ 12124 ), o que afectan conjuntamente a personal laboral y funcionario (así se declara respecto de una demanda de tutela formulada por un
sindicato frente a la decisión de un organismo público de no convocarle a las reuniones de la Comisión de Formación referida tanto a su personal
funcionario como laboral TS 6-10-11, EDJ 270709 . si bien en un caso en que la conducta lesiva afectaba a una sección sindical mixta se entendió que
el competente era el orden social, TS 8-7-14, EDJ 147572 ). No obstante se reconoce la competencia del orden social para conocer de las demandas de
tutela por vulneración de los derechos de secciones sindicales mixtas formadas por personal laboral y funcionario ( TS 8-7-14, Rec 282/13 ; TS 23-9-15,
Rec 253/14 ).
Además los sindicatos, los órganos unitarios de representación de los trabajadores, las asociaciones patronales y los empresarios deben acudir al orden
social para solventar las controversias surgidas en materia de negociación colectiva y medios de acción colectiva, como seguidamente se expone.
299
Impugnación e interpretación de laudos arbitrales, convenios y acuerdos colectivos 
(LJRS art.2h) y 3.e)
La jurisdicción social conoce de las pretensiones relativas a la impugnación de convenios y acuerdos colectivos cualquiera que sea su eficacia, así
como la de los laudos arbitrales de naturaleza social. Tratándose de convenios colectivos la competencia corresponde al orden social, aunque la norma
en que se funde la impugnación no sea laboral ( TS 30-6-98 , EDJ 11391 ). En cuanto a los laudos, se incluyen expresamente los dictados en sustitución
de la negociación colectiva, en conflictos colectivos, en procedimientos de resolución de controversias y en procedimientos de consulta en movilidad
geográfica, modificaciones colectivas de condiciones de trabajo y despidos colectivos. Junto a ellos, tras la reforma laboral de 2012, también hay que
mencionar los laudos dictados para solventar las discrepancias existentes después de haber transcurrido el procedimiento de negociación colectiva
estatutaria sin haberse alcanzado un acuerdo ( ET art.86.3 ), así como el arbitraje obligatorio para resolver los conflictos sobre inaplicación o
descuelgue del convenio colectivo aplicable canalizados a través de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos u órganos similares de las
CCAA ( ET art.82.3 «in fine» ).
300
Convenios y acuerdos colectivos suscritos por las Administraciones Públicas 
La determinación de la competencia para conocer de la impugnación e interpretación de los CCol y acuerdos concertados por las Administraciones
Públicas, cualquiera que sea su eficacia, y de los laudos arbitrales referidos a las mismas, obliga a distinguir dos supuestos posibles en función del
ámbito de aplicación personal del convenio o laudo de que se trate:
1. Si el convenio, acuerdo o laudo afecta en exclusiva al personal laboral, la competencia recae sobre la jurisdicción social ( LRJS art.2 h ; TS 13-10-15,
EDJ 248758 ). Así sucede, por ejemplo:
a) Si la controversia se centra en la decisión de la Administración demandada de suspender determinados preceptos del CCol de su personal laboral ( TS
21-5-13, EDJ 89751 ).
b) Si se impetra que se dé cumplimiento al acuerdo alcanzado por la representación de la empresa pública demandada y los representantes del personal
laboral para que se transformasen en fijos (rectius indefinidos) a todos los trabajadores temporales que cumplan con los requisitos determinados en el
mismo ( TS 14-5-13, EDJ 111330 ).
c) Si se denuncia el incumplimiento de lo pactado en el convenio colectivo en materia de cobertura de puestos de trabajo, pero no si además se impugna
la resolución de la Gerencia de la Universidad sobre relación de puestos de trabajo de carácter administrativo ( TS 26-9-12, EDJ 219976 ).
d) Si se pide es que se declare no ajustada a derecho, por infringir lo dispuesto en un Acuerdo colectivo, la decisión del ente público de no incluir en el
pliego de condiciones de la licitación la cláusula de subrogación de los trabajadores de las empresas de servicios en el caso de cambio de titularidad de la
contrata ( TS 4-6-13, EDJ 120984 ; TS 20-9-10, Rec 17/10 ).
e) Si lo que impugnan los sindicatos no es la Orden que cifra el fondo para gastos de locomoción de profesores de religión y personal docente fuera de
convenio, sino el incumplimiento de una regulación colectiva; «disposición general» que no se adoptó en ejercicio de la potestad reglamentaria, sino como
un instrumento para hacer valer la particular versión de la Administración demandada de cómo debía cumplirse la cláusula de un acuerdo colectivo,
siendo éste la verdadera fuente de la obligación cuestionada, que es de carácter inequívocamente jurídico-laboral ( TS 16-4-13, EDJ 70854 ; TS 5-12-12,
EDJ 284109 ; TS 21-11-12, EDJ 295696 ; TS 19-5-12, EDJ 46878 ).
2. Si el acuerdo colectivo se aplica al personal funcionario o al personal estatutario de los servicios de salud, ya sea de manera exclusiva, o conjunta
con el personal laboral, la competencia le corresponde a la jurisdicción contencioso-administrativa ( LRJS art.3 e que incorpora la doctrina jurisprudencial
en la materia resumida en la TS 15-4-10, EDJ 127050 ). El objetivo es excluir del conocimiento del orden social, con carácter general, las controversias
que puedan suscitarse entre las Administraciones Públicas y el personal estatutario o funcionario que preste sus servicios en las mismas como
consecuencia de los pactos o acuerdos colectivos concertados. Esta exclusión afecta incluso al personal laboral de dichas Administraciones cuando se
halle dentro del ámbito de aplicación de los mencionados pactos o acuerdos ( TS 22-5-12, EDJ 131568 ) si bien en un caso particular se llegó a otra
conclusión ( TS 5-2-14, EDJ 38996 ). Este criterio no cierra en modo alguno el acceso a los tribunales, pues de una parte, los sujetos colectivos pueden
ejercitar la acción ante los del orden contencioso-administrativo y, de otra, los del orden social resultan competentes para conocer del asunto a través del
proceso laboral ordinario, de darse las condiciones requeridas ( TS 30-5-12, EDJ 124077 ).

Precisiones

Se excluyen expresamente del ámbito competencial de la jurisdicción social, los litigios relativos a la composición
de las Mesas de negociación sobre las condiciones de trabajo comunes al personal de sujeto a relación
administrativa y laboral ( LRJS art.3 e ).
300.1
Conflictos colectivos y huelga 
(LRJS art.2.f) y g)
A los tribunales del orden social les corresponde conocer también de las acciones de conflicto colectivo que se promuevan en representación de los
trabajadores sujetos a relación laboral, siempre que se trate de conflictos jurídicos, pero no resolver los denominados «conflictos de intereses o
regulatorios» que es una función no jurisdiccional ( TS 20-1-15, EDJ 8687 ; TS 26-5-09, EDJ 134909 ; 7-2-06, EDJ 37430 ). Lo que marca la frontera
entre uno y otro tipo de conflictos es que los primeros surgen por causa de la hermenéutica de una norma, de manera que se parte de su texto para tratar
de determinar su significado o alcance, mientras que lo que se pretende con la segundos es modificar el marco jurídico, mediante la creación de nuevas
reglas o la alteración de las existentes, por una vía ajena a la negociación colectiva, controversias que no pueden encontrar solución en Derecho, sin que
los órganos jurisdiccionales estén facultados para, ponderando los intereses contrapuestos, suplantar la actividad negociadora de las partes, único
procedimiento para pacificar la situación ( TS 2-12-15, EDJ248777 ; 12-6-15, EDJ 136115 ; TS 8-5-15, EDJ 86992 ; TS 6-4-15, EDJ 117114 ; TS 20-1-15,
EDJ 8687207/13 ; 21-10-14, EDJ 206269 ; TS 13-5-14, EDJ 138290 ).
Como es lógico, los conflictos colectivos han de versar sobre materia laboral. Así, se considera que el orden jurisdiccional social no resulta competente
para determinar cuál ha de ser el contenido del pliego de condiciones de un contrato de mantenimiento que no es de naturaleza laboral, pero sí lo es, en
cambio, para entender acerca de si estuvo o no ajustada a derecho la decisión empresarial de no incluir en dicho pliego lo pactado en un Acuerdo con
análoga naturaleza a un convenio colectivo ( TS 20-9-10, EDJ 233459 ).

Precisiones

La jurisdicción del orden social se extiende a los litigios surgidos a causa de la utilización de los medios de lucha
colectiva, como por ejemplo, los relativos a la calificación de ilegalidad de una huelga o de un cierre patronal.
C. Otras competencias en materia laboral 
301
Autorización de entrada en el centro de trabajo 
(LJRS art.76.5)
Es competencia del orden social autorizar a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y, en su caso, a la Administración laboral, el acceso, en el
ejercicio de sus funciones, al interior del centro de trabajo sometido a inspección cuando el mismo coincida con el domicilio de la persona afectada y
ésta no dé su consentimiento o exista riesgo de que se oponga ( L 23/2015 art.13.1 ). Y ello, en cualquiera de estos dos supuestos:
1. En relación con los procedimientos administrativos de los que conozca o pueda conocer posteriormente la jurisdicción social.
2. Para posibilitar cualquier otra medida de inspección o control que pudiera afectar a derechos fundamentales o libertades públicas. Esta atribución
competencial debe ponerse en relación con la LRJS art.2.f ) en tanto establece que la jurisdicción social conoce sobre las demás actuaciones previstas en
la propia Ley conforme a la Const art.117.4 en garantía de cualquier derecho.
303
Intermediación laboral 
(LRJS art.2.p)
Los tribunales laborales asumen la competencia para decidir los conflictos que surjan entre los siguientes sujetos:
1. Los trabajadores y los servicios públicos de empleo;
2. Los trabajadores y las agencia de colocación autorizadas y otras entidades colaboradoras de los servicios públicos de empleo;
3. Las agencias de colocación autorizadas y las entidades colaboradoras y el servicio público de empleo correspondiente.

D. Relaciones de servicios no laborales 
310
Con anterioridad a la LRJS pero de forma más acentuada tras su entrada en vigor, la competencia del orden social de la jurisdicción no se limita a la
resolución de los conflictos que se susciten en el seno de una relación laboral entre un trabajador y su empleador; por el contrario, existen supuestos en
los cuales se atribuye a los tribunales laborales el conocimiento de determinadas controversias surgidas en el ámbito de prestaciones de servicios que no
tienen naturaleza laboral como las mantenidas por los siguientes colectivos:
1.Personal funcionario y personal estatutario de los servicios de salud (nº 312 ).
2. Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado (nº 314 ).
3.Trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE) (nº 317 ).
4.Trabajadores autónomos ordinarios (nº 318 ).
312
Personal funcionario y personal estatutario de los Servicios de Salud 
Como regla general corresponde a la jurisdicción contencioso-administrativo solventar las controversias que surjan entre el personal funcionario y la
Administración Pública para la que presten servicios, tanto si se trata de funcionarios de carrera como de funcionarios interinos, eventuales y contratados
en régimen administrativo ( LJCA art.1 ).
Igualmente le incumbe a los juzgados y tribunales ese orden resolver las contiendas que se susciten entre el personal estatutario y los Servicios
Públicos de Salud, pues aunque en la L 55/2003 art.1 no hay una declaración explícita a favor del mismo, ni una derogación expresa de la LGSS/74
art.45.2 , lo cierto es que la norma reguladora de la relación del personal estatutario la configura como una relación funcionarial especial y deroga todas
las disposiciones que sean contrarias a ella ( TS sala de conflictos auto 20-6-05, EDJ 127450 ; 10-7-06, EDJ 247813 ; 10-7-06, EDJ 247812 ; TS Social
Sala General 16-12-05, EDJ 250632 ; 21-12-05, EDJ 278802 y 14-2-06, EDJ 24948 , 20-6-06, EDJ 98904 ). Se excluyen también las reclamaciones del
personal estatutario que además de funciones asistenciales asumen labores docentes ( TS conflictos auto 2-11-15, EDJ 205866 13/15 ).
No obstante, hay excepciones a la regla general:
- en materia de prevención de riesgos laborales introducida por la LRJS (nº 313 ).
- otra clásica, en materia electoral (nº 313.1 ).
- también la tradicional exclusión del ámbito de la jurisdicción social de la tutela de los derechos de libertad sindical y del derecho de huelga relativa a
los funcionarios públicos y al personal estatutario de los Servicios de Salud (nº 313.2 ).
313
Prevención de riesgos laborales 
(LRJS art.2.e)
Se encomienda al orden jurisdiccional social el conocimiento de las reclamaciones que en materia de prevención de riesgos laborales formulen los
miembros de los dos colectivos contemplados y/o sus representantes, con el siguiente alcance:
1. Acciones tendentes a garantizar el cumplimiento de las obligaciones legales y convencionales en materia de prevención de riesgos laborales, es
decir, sin necesidad de que se hayan producido daños. Y ello, tanto si se dirigen frente a la Administración empleadora como si se promueven frente a
otros sujetos obligados legal o convencionalmente. Así, el orden social es competente para conocer de la demanda de conflicto colectivo interpuesta por
un sindicato para que se declare que el personal laboral y funcionario dependiente de una CCAA tiene derecho a los reconocimientos médicos previstos
en la LRPL art.22 en las condiciones que especifican ( TS 10-4-13, Rec 67/12 ), o de la acción de conflicto promovida con el objeto de que se inicien y
tramiten por la Administración empleadora las actuaciones necesarias para la comprobación y revisión, en su caso, del cumplimiento de los requisitos del
personal afectado que ocupa los puestos a los ha sido trasladado personal laboral o funcionario que presenta problemas de salud en el lugar de trabajo o
en las tareas desarrolladas ( TSJ Asturias 30-6-16, EDJ 130512 ); o de la demanda formulada por personal estatutario para que se le exonere de realizar
determinadas guardias por motivos preventivos ( TSJ País Vasco 11-12-12, Rec 2769/12 ). También para que se declare que la adscripción a un
determinado ambulatorio vulnera sus derechos en materia de salud laboral ( TSJ País Vasco 25-6-13, EDJ 307524 ); o de la reclamación promovida por
una funcionaria para que se le reconozca el derecho a ocupar otro puesto de trabajo compatible con las limitaciones físicas que padece ( TSJ
Extremadura 29-12-14, EDJ 242575 ).
2. Impugnación de las actuaciones de su empleador en materia preventiva. Tanto en este caso como en el precedente los funcionarios y el personal
estatutario pueden ejercer las acciones en igualdad de condiciones con los trabajadores por cuenta ajena.
3. Cuestiones relativas a los órganos de representación de personal estatutario en materia de prevención de riesgos laborales. No obstante, se ha
entendido que el orden social no es competente para conocer de la demanda sobre impugnación de elección de delegados de prevención del personal
funcionario de un Ayuntamiento ( TSJ Castilla-La Mancha 5-12-13, EDJ 257599 Rec 476/13 ).
4. Reclamación de responsabilidad derivada de los daños sufridos como consecuencia del incumplimiento de la normativa de prevención de riesgos
laborales que forma parte de la relación funcionarial o estatutaria.
En lo que respecta a este tipo de pretensiones y en concreto a aquellas en las que un funcionario o un personal de régimen estatutario solicita el abono
de una indemnización por los daños y perjuicios soportados como consecuencia de haber sufrido una situación de acoso en el trabajo, en cualquiera
de sus modalidades, hay que distinguir dos supuestos:
a) Si la acción de responsabilidad se fundamenta en el incumplimiento de las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales por parte de la
Administración, no cabe duda que la competencia corresponde al orden social por expreso mandato legal y por no exigirse la responsabilidad patrimonial
de la Administración ( TSJ C.Valenciana 9-3-16, EDJ 90280 ; TSJ C.Valenciana 17-12-15, EDJ 295715 ; TSJ P. Vasco 2-6-15, EDJ 97257 ).
b) Si la pretensión se configura como dirigida a la tutela de derechos fundamentales (integridad física y moral, intimidad personal, no discriminación...),
aunque a su través se intente garantizar el cumplimiento de las obligaciones de la Administración empleadora en materia de prevención de riesgos
laborales, las Salas de suplicación mantienen criterios contradictorios:
- por un lado y en su mayoría, dichos tribunales rechazan la competencia del orden social para conocer del litigio por entender que se trata de una acción
de tutela de derechos fundamentales que no encuentra amparo en la LRJS art.2 e ) y que la exclusión de la LRJS art.3 c debe extenderse a la totalidad
de los derechos de ese rango ( TSJ Málaga 26-9-13, EDJ 202695 ; TSJ Baleares 14-5-14, EDJ 105114 ; TSJ Baleares 17-3-14, EDJ 77501 ; TSJ Las
Palmas 28-5-14, EDJ 149545 ; TSJ Galicia 14-7-14, EDJ 129215 ; TSJ Sevilla 4-12-14, EDJ 268081 ; TSJ Cataluña 13-4-16, EDJ 71308 ).
- por otro lado, de manera excepcional se considera que aunque se invoque la lesión de un derecho fundamental, esta se produce como consecuencia
de la falta de diligencia exigible en el cumplimiento de sus obligaciones preventivas por parte de la Administración, que tiene la obligación de velar por la
integridad física, psíquica y moral de los empleados a su servicio, de forma que no se trata de una simple demanda de vulneración de derechos
fundamentales sino de la denuncia del incumplimiento de los deberes en materia de salud laboral, generador del daño cuya reparación se postula ( TSJ
Burgos 14-5-14, EDJ 89516 ).
313.1
Materia electoral 
(LRJS art.2.j)
En lo que respecta a las reclamaciones en materia electoral el orden social extiende su jurisdicción a las referidas a los órganos de representación del
personal al servicio de las Administraciones Públicas. La competencia comprende la impugnación del preaviso de las elecciones ( TSJ Sevilla 4-4-08,
EDJ 344777 ; TSJ C.Valenciana 10-5-05, EDJ 129884 , cuyo criterio resulta avalado por la modificación introducida en la LRJS art.127.2 ; en sentido
contrario TSJ Valladolid 2-5-07, EDJ 142598 ; TSJ Burgos 19-4-07, EDJ 93212 ), pero no la de otros actos ajenos al proceso, como la decisión de una
asamblea de funcionarios de revocar el mandato de los miembros de la junta de personal ( TSJ Granada 2-7-08, EDJ 255938 ).
313.2
Derechos de libertad sindical y huelga de los empleados públicos 
(LRJS art.3.c)
Se mantiene fuera del ámbito de conocimiento de la jurisdicción social la tutela de los derechos de libertad sindical y huelga de los funcionarios
públicos, personal estatutario de los servicios de salud y personal sometido al régimen administrativo ( LRJS art.3.c ), exclusión que no se refiere
únicamente a las pretensiones de tutela de los funcionarios o del personal estatutario singularmente considerados, sino que comprende todas las
pretensiones de tutela frente a lesiones de la libertad sindical que se produzcan como consecuencia de decisiones administrativas sometidas al Derecho
de la Función Pública, con independencia de que afecten a funcionarios o personal estatutario o a las organizaciones sindicales ( TS 21-2-08, EDJ
25895 ; 9-6-06, Rec 130/04 ).
314
Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado 
(LRJS art.2.c)
El orden social conoce de los litigios surgidos entre las sociedades cooperativas de trabajo asociado (CTA) y sus socios trabajadores, exclusivamente
cuando guarden relación con la prestación de sus servicios. Se consagra un criterio de atribución competencial más estricto que el recogido en la L
27/1999 art.87 que residenció en dicho orden el enjuiciamiento de cuantas cuestiones contenciosas se susciten entre la cooperativa y sus socios
trabajadores relacionadas con los derechos y obligaciones derivados de la actividad cooperativizada. La inclusión de esta clase de controversias en el
ámbito de la jurisdicción social tiene carácter constitutivo habida cuenta que la naturaleza de la relación obligacional que liga a las partes es de carácter
societario, no concurriendo una dualidad de relaciones jurídicas -asociativa y laboral-.

Precisiones

1) La competencia del orden social se hace extensiva a los socios de cooperativas de explotación comunitaria de
la tierra y a los socios de trabajo de las restantes cooperativas, pero no a los que forman parte de las sociedades
cooperativas de servicios de transportistas autónomos ( TSJ Cataluña 11-6-15, EDJ 131669 ; TSJ Asturias 9-1-09,
EDJ 145835 y TSJ Las Palmas 18-1-06, EDJ 18670 ).
2) A diferencia de lo que sucede en las cooperativas de trabajo asociado, en las sociedades laborales (que se
constituyen formalmente como sociedades anónimas o de responsabilidad limitada) y en otras sociedades
participadas por los trabajadores, reguladas en la L 44/2015 , el socio trabajador es titular de dos relaciones
jurídicas independientes, una mercantil, como participe en el capital de la compañía, y otra laboral, por lo que la
mención que se hace a los mismos en la LRJS art.2 c ) supone una inclusión declarativa, bien entendido que la
competencia del orden social alcanza únicamente a las cuestiones contenciosas vinculadas a la relación laboral
mientras que las controversias relacionadas con su condición de socio son competencia del orden jurisdiccional
civil ( TSJ C.Valenciana 5-2-08, EDJ 47412 y 6-2-08, EDJ 54715 ). Tampoco conoce el orden social de las acciones
ejercitadas por el administradores de una sociedad laboral que realicen funciones de dirección o gerencia de la
empresa ( TSJ Sevilla 16-4-15, EDJ 83696 ).
315
Pronunciamientos relativos al reparto competencial entre el orden social y el civil 
De conformidad con el criterio delimitador anteriormente expuesto (nº 314 ):
1. Los tribunales laborales se declaran competentes para conocer de las reclamaciones referidas a:
a) Las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social ( TSJ País Vasco 21-7-09, EDJ 286925 y TSJ Sevilla 20-3-09, EDJ 79493 ).
b) La decisión de la CTA de dar de baja a un socio trabajador por causas vinculadas a la prestación de servicios, con independencia de la concreta
causa esgrimida ( TSJ Cantabria 19-2-16, EDJ 13306 ; en sentido contrario, en un supuesto relacionado TSJ Granada 31-10-07, EDJ 36710 ); o la
determinación de si la baja en la CTA se produjo a iniciativa de la cooperativa o del socio trabajador ( TSJ Cantabria 3-2-16, EDJ 4621 ); pero no si la
baja se produce por disolución de la cooperativa ( TSJ Galicia 29-1-15, EDJ 23942 ).
c) La expulsión de la CTA por motivos disciplinarios vinculados a la prestación de servicios ( 5-10-05, EDJ 342119 ; TSJ Galicia 21-2-06, EDJ 444376 )
o con las reivindicaciones formuladas por razón de la misma ( TSJ Granada 22-5-14, EDJ 124964 ), pero no si la medida no tiene origen en dicha
prestación sino en el incumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato mercantil que les vincula, como la falta de pago de las cuotas
corporativas y de respeto en el trato con otros socios ( TSJ C.Valenciana 10-2-15, EDJ 86131 ); o la negativa a suscribir la ampliación del capital social
acordada por la asamblea ( TSJ Málaga 13-12-12, Rec 1534/12 );. Tampoco conoce la jurisdicción social si en la fecha en que se tomó la decisión el
interesado no ostentaba ya la condición de trabajador ( TSJ Extremadura 28-7-05, EDJ 119636 ).
d) Las sanciones impuestas por incumplimiento cometidos en el desarrollo del trabajo ( TSJ Granada 11-10-11, Rec 16789/11 ) o en relación con el mismo
aunque la CTA no las tipifique como faltas laborales sino como faltas sociales ( TSJ País Vasco 10-3-15, EDJ 57560 ).
e) La solicitud de extinción de la relación por incumplimientos de las obligaciones derivadas de la prestación de servicios y por cese ( TSJ Madrid 19-3-
13, Rec 5136/12 ).
f) La acción indemnizatoria por los daños y perjuicios ocasionados por accidentes sufridos cuando desarrollan su actividad en la cooperativa ( TSJ
Extremadura 27-1-14, Rec 571/13 ).
g) El reconocimiento del derecho a la incorporación como socio trabajador y a que se le proporcione ocupación laboral efectiva ( TSJ Extremadura 7-9-
06, EDJ 271028 ).

Precisiones

Por el contrario, se remite al orden civil el enjuiciamiento de:


a) La decisión de la CTA de no admitir a la actora como socia fija de trabajo tras finalizar el vínculo temporal como
socia ( TSJ C.Valenciana 9-4-14, Rec 2779/13 ).
b) La solicitud de reincorporación a la CTA como socio-trabajador puesto que según se dice con criterio discutible lo
que en realidad se pretende es un cambio en la situación societaria, de socio-inactivo a socio-activo ( TSJ Granada
3-7-14, Rec 10289/14 ).
c) La acción de reintegro o reembolso de las aportaciones realizadas a la CTA, una vez se ha causado baja en la
misma ( TS 20-11-06, EDJ 311920 y TS 21-11-11, Rec 4419/19 ; TSJ Sevilla 6-12-12, Rec 3430/10 ).
d) La petición de declaración de nulidad de la asamblea de socios o de sus acuerdos ( TSJ País Vasco 3-6-08,
EDJ 230272 ),
e) La impugnación del acuerdo social que decidió ampliar las aportaciones económicas de los socios ( TS Auto
Sala Conflictos 25-10-99, conflicto 14/99 ).
f) La solicitud de cancelación de los prestamos suscritos con la cooperativa y la exención de responsabilidad
respecto de las obligaciones derivadas de los mismos ( TS auto Conflictos 10-12-04, confl. 38/04 ).
g) La reclamación por la CTS a un antiguo socio cooperativista de la cantidad correspondiente a la imputación de
deudas de la cooperativa referidas a ejercicios en que ostentaba tal condición ( TSJ C.Valenciana 13-6-07, EDJ
332512 ).
316
Trabajadores autónomos económicamente dependientes 
(LRJS art.2.d);  L 20/2007 art.11 bis, 12 y 17.1)
La normativa reguladora de este colectivo consagra tres reglas concurrentes para delimitar para la extensión de la jurisdicción social respecto de las
controversias derivadas de la prestación de servicios:
1ª. Una regla general con arreglo a la cual quedan atribuidas al orden social el conocimiento de las pretensiones que deduzcan en relación con su
régimen profesional, tanto en su vertiente individual como colectiva. Dicho régimen se encuentra regulado en la L 20/2007 art.11 s. y en el RD 197/2009 .
La competencia del orden social alcanza por tanto las cuestiones derivadas de la aplicación e interpretación de los acuerdos de interés profesional, sin
perjuicio de lo dispuesto en la legislación de defensa de la competencia.
2ª. Una regla singular de asignación de los litigios que dimanen del ejercicio de las reclamaciones de responsabilidad que puedan ejercitar ellos, o sus
causahabientes, contra el empresario o aquellos a quienes se les atribuya legal, convencional o contractualmente responsabilidad por los daños
originados en la prestación de servicios o que tengan su causa en accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.
3ª. Una regla específica a virtud de la cual el orden social conoce de las solicitudes de reconocimiento de la condición de TRADE.

Precisiones

Además l la jurisdicción sociales competente para conocer de las reclamaciones encaminadas a garantizar el
cumplimiento de las obligaciones legales y convencionales en materia de prevención de riesgos laborales tanto
frente al empresario como contra otros sujetos obligados legal o convencionalmente ( L 20/2007 art.17.1 ).
317
Adquisición de la condición de TRADE 
(LRJS art.2.d);  L 20/2007 art.11 bis, 12 y 17.1)
La modificación normativa introducida en la regulación del trabajo autónomo dependiente ( L 20/2007 redacc L 31/2015) por la LRJS disp.final 2ª.3 supuso
que la formalización del contrato de TRADE dejó de ser un elemento constitutivo de la condición de TRADE, pudiendo el autónomo dependiente pedir el
reconocimiento de esa condición ante la jurisdicción social cuando el cliente se niegue a la firma del contrato. Este cambio ha llevado a entender que el
orden social es competente para conocer de la demanda formulada por el trabajador contra el acuerdo de extinción de la relación, debiendo valorarse
previamente si reúne los atributos característicos de los TRADE ( TSJ Galicia 19-10-15, EDJ 202385 ; TSJ Cataluña 20-2-14, Rec 6479/13 ; en sentido
contrario TSJ Cataluña 27-1-14, Rec 5080/13 ).

Precisiones

Previamente se había planteado el problema de determinar la competencia de la jurisdicción social para conocer de
las cuestiones surgidas en la ejecución y extinción de un contrato de servicios celebrado antes de la vigencia de
la normativa sobre trabajo autónomo ( L 20/2007 ) por un autónomo que alega que en su relación con
determinado cliente se cumplen los requisitos previstos para los TRADE. Doctrina jurisprudencial reiterada
estableció que para que el trabajador adquiriera la condición de TRADE y la jurisdicción social tenga competencia
para conocer de los litigios derivados de la relación es necesaria la comunicación al cliente de su condición de
autónomo dependiente así como que las partes concierten el correspondiente contrato de TRADE ( TS conflictos
auto 11-12-14, EDJ 176751, conf 16/14 ; TS 11-7-11, EDJ 218762 ; 12-7-11, Rec 3708/11 y Rec 3956/10 ; 4-4-12,
EDJ 86075 y 19-4-12, EDJ 103624 ; 27-11-12, Rec 834/12 ; si bien la TS 12-6-12, Rec 2060/11 llega a solución
distinta sobre la base de que el demandante comunicó a la empresa que en él concurrían los rasgos definitorios
del TRADE sin obtener respuesta.
318
Trabajadores autónomos ordinarios 
Sin perjuicio de la competencia general del orden civil para conocer de las reclamaciones formuladas por los trabajadores por cuenta propia ordinarios
(no TRADE) contra las empresas con las que contratan y para las que prestan servicios, existe un concreto tipo de acciones que pueden plantear ante los
tribunales laborales como son las de daños y perjuicios por el incumplimiento de las obligaciones preventivas. Al respecto resulta de gran interés la
decisión adoptada por la Sala de Conflictos de Competencia del TS de declarar la competencia del orden jurisdiccional social para conocer de la
demanda interpuesta por la viuda de un trabajador por cuenta propia, titular de una empresa de construcción, que había concertado un contrato privado
de prestaciones de servicio para la realización de una obra en cuya ejecución falleció; trabajador autónomo al que ni formalmente ni en la realidad le unía
una relación jurídico-laboral con ninguno de los sujetos demandados como posibles responsables de su muerte ( TS conflictos auto 28-9-11, conf 37/11,
EDJ 272471 ). Se argumenta que el punto de conexión para determinar la responsabilidad y el orden jurisdiccional competente es la índole de la materia
-seguridad en el trabajo-, sea de trabajadores por cuenta ajena o por cuenta propia- así como el sector del ordenamiento al que pertenece la normativa de
aplicación: la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (y otras normas), que forma parte del ordenamiento jurídico-laboral, incluyéndose en su ámbito
de aplicación «los derechos y obligaciones que puedan derivarse para los trabajadores autónomos» ( LPRL art.3.1 ), entre los que se encuentra el de
reclamar por los daños sufridos con motivo del desarrollo de su actividad profesional contra quien o quienes -en atención a los deberes establecidos en la
propia LPRL y otras normas concordantes- puedan resultar responsables. En esa misma línea ( TSJ Galicia 30-9-14, EDJ 191361 ) manteniendo criterio
opuesto ( TSJ País Vasco 3-11-15, EDJ 278306 ).

E. Intervención de la Administración en las relaciones laborales 
320
El Derecho del Trabajo comprende tanto el conjunto de normas que regulan las relaciones jurídico privadas - que tienen su reflejo principal en el
contrato de trabajo-, como las referidas a la fuerte intervención pública que se produce en materia laboral y se traduce en el ejercicio de importantes
potestades administrativas (regulatorias; autorizatorias; cautelares; arbitrales; de fomento; prestacionales; y de información, comunicación, registro y
depósito), en una actuación típica de Derecho público. Esta doble esfera sustantiva del Derecho del trabajo había tenido también, hasta la entrada en
vigor de la LRJS, una traducción jurisdiccional bien marcada entre el conocimiento de la litigiosidad generada como consecuencia del contrato de
trabajo- incluidos los contratos suscritos por las Administraciones en su calidad de empleadoras- atribuida al orden social, y la derivada de la actuación de
la Administración pública sobre materia laboral, confiada al orden contencioso-administrativo. No obstante, la LRJS llevó a cabo una notable
redistribución competencial que tuvo por consecuencia privar a la jurisdicción contencioso-administrativa de un conjunto de competencias que
tradicionalmente venía asumiendo, asignándoselas al orden social. Así:
1. Como regla general: se confía a la jurisdicción social el conocimiento de las impugnaciones de las actuaciones de las Administraciones Públicas
realizadas en el ejercicio de sus potestades y funciones sobre materias laborales ( LRJS art.1 ).
2. De manera más específica, se le atribuye el conocimiento de las impugnaciones de las resoluciones administrativas de la autoridad laboral recaídas
en el ejercicio de la potestad sancionadora en materia laboral y sindical, así como de otros actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho
Administrativo en el ejercicio de sus potestades y funciones en esa misma materia siempre que en este caso su conocimiento no esté atribuido a otro
orden jurisdiccional ( LRJS art.2.n) ).
3. Estas previsiones deben completarse con las inclusiones de la LRJS art.2.ñ) y g ) y las exclusiones de la LRJS art.3.a y d ).
La consideración conjunta de las disposiciones referenciadas arroja el mapa competencial que se expone en los siguientes marginales (ver cuadro en el
nº 426 ).

Precisiones

1) Hay que tener presente que el orden social conoce también de las impugnaciones por parte de los trabajadores
de los actos de los servicios públicos de empleo en materia de intermediación laboral (nº 303 ).
2) La jurisdicción social se extiende al control judicial pleno del acto administrativo y ello tanto en lo que se
refiere a su contenido material o sustantivo, como a sus aspectos formales y a los relativos al procedimiento
seguido ( TS 4-1-08, EDJ 25848 ).
1. Actividad administrativa de regulación o normativa 
(LOPJ art.9.4;  LJCA art.1.1;  LRJS art.3.1.a)

324
De la impugnación de las disposiciones generales en materia laboral y sindical de rango inferior a la ley, y de los decretos legislativos cuando excedan
los límites de la delegación conoce, con carácter exclusivo, el orden contencioso-administrativo. Pero hay que advertir que la reserva competencial se
refiere a las impugnaciones directas o en abstracto, es decir, a las que persiguen la anulación de la norma con un efecto general «erga omnes» y a la
consiguiente depuración del ordenamiento jurídico ( TS 8-2-94 , EDJ 1038 ), o la inaplicación con carácter general de un Real Decreto que modifica otro
anterior ( TS 17-9-14, EDJ 197588 ); o la impugnación por una plataforma de afectados del Plan Nacional Estratégico para el abordaje de la hepatitis C
( AN 4-7-16, EDJ 117161 ).
Por el contrario, si lo que se plantea es una impugnación indirecta con ocasión de la reclamación formulada por el afectado por un acto singular de
aplicación, la competencia corresponde al orden que deba conocer de la pretensión que se ejercite ( LOPJ art.6 ). De este modo, los órganos
jurisdiccionales del orden social, enjuiciando un acto o una resolución administrativa dictada en ejecución de una disposición general de rango inferior a
la ley pueden, si consideran ésta contraria al ordenamiento jurídico, dejar de aplicarla al caso concreto; también pueden interpretarla en la forma que
consideren ajustada a derecho, si bien carecen de competencia para anularla. Igual consideración resulta aplicable en orden a la determinación por los
tribunales laborales del alcance de una Instrucción dictada por la Administración en desarrollo de una ley en el marco de una controversia de clara
naturaleza social ( TS 1-4-15, EDJ 72674 ; TS 23-9-15, EDJ 199575 ; TS 10-11-15, EDJ 221041 ).
En todo caso los tribunales laborales carecen de jurisdicción para conocer de las peticiones de indemnización por responsabilidades derivadas de actos
normativos ( TS 20-7-93 , EDJ 7418 ) que deben sustanciarse ante el orden contencioso-administrativo.

Precisiones

1) No constituye una norma laboral, a efectos de la interposición de un conflicto colectivo orientado a su


interpretación, una disposición reglamentaria que regula de forma conjunta condiciones de prestación de servicios
del personal funcionario, estatutario y laboral y que en realidad pertenece al ordenamiento jurídico administrativo,
norma que no puede fragmentarse, pretendiendo una interpretación aplicable sólo al personal laboral ( TS 22-1-07,
EDJ 7437 y 26-9-07, EDJ 184511 ).
2) El orden social no tiene competencia para conocer de las impugnaciones de los Reglamentos
administrativos que regulan la situación del personal de las Cámaras de Comercio ( TS 11-5-04, EDJ 40565 )pero
sí para interpretarlos cuando lo que se discute es su alcance en relación con cuestiones propias del orden social
afectantes al personal laboral que presta trabajo en dichas entidades ( TS 28-6-06, EDJ 253519 ; 12-5-10, EDJ
133560 ).
3) Le incumbe al orden social resolver las reclamaciones formuladas contra la empresa en relación al uso de
uniforme del personal de seguridad, aunque esté regulado en normas administrativas ( TS 31-1-00, EDJ 2592 ).
2. Actividad administrativa de autorización 
(LRJS art.2.n)

328
En lo que respecta a los actos administrativos en materia laboral y sindical propiamente dichos, es decir, los que tienen carácter singular y afectan a
unos sujetos identificados o identificables se inscriben en el ámbito de la jurisdicción social las impugnaciones de los actos administrativos de autorización
en materia laboral y sindical sujetos al Derecho Administrativo cuyo conocimiento no esté atribuido a otro orden jurisdiccional. La jurisdicción social
ejerce por tanto en relación a los mismos una competencia residual, únicamente en los casos en que no exista disposición con rango de ley que otorgue
competencia a los juzgados y tribunales de otro orden,. Para esclarecer el verdadero alcance de esta competencia es preciso analizar las diferentes
normas rectoras de las potestades de autorización de las Administraciones Públicas en el campo de las relaciones laborales así como las reguladoras de
los diferentes órdenes jurisdiccionales. De este estudio se desprende que corresponden al orden social las impugnaciones de las siguientes resoluciones
administrativas relativas a una autorización:
1. La exigible para ejercer la actividad como ETT, la concesión de prórrogas para operar como tal y la extinción de la autorización ( L 14/1994 art.2 redacc
L 18/2014 ; y RD 417/2015 art.2 a 7 ); si bien el orden contencioso sigue asumiendo el conocimiento de recursos en esta materia sin cuestionarse su
propia competencia ( TSJ Cataluña cont-adm 18-12-14, EDJ 256361 ).
2. La obtención de la acreditación necesaria para actuar como servicio de prevención ajeno a las empresas ( RD 39/1997 art.23 s. ) o para desarrollar
la actividad de auditoría del sistema de prevención ( RD 39/1997 art.33 ).
3. La requerida para proceder a la extinción y suspensión de la relación laboral y a la reducción temporal de la jornada de trabajo por razones de fuerza
mayor ( ET art.47.3 y 51.7 ).
4. La precisa para la intervención de menores de 16 años en espectáculos públicos ( ET art.6.4 ; RD 1435/1985 art.2.1 ).
Por el contrario, corresponden a la jurisdicción contencioso-administrativa ( L 29/1998 art.8.4 ) el conocimiento de los litigios surgidos en relación con
las autorizaciones que necesitan los extranjeros para ejercer cualquier actividad laboral por cuenta propia o ajena ( LO 4/2000 art.36 s. ; RD 557/2011
art.62 s. ) así como los trabajadores transfronterizos ( RD 557/2011 art.110 s. ).

Precisiones

En lo que respecta a las licencias federativas para deportistas extranjeros, aunque las mismas se otorgan por
las federaciones deportivas, que no son organizaciones públicas se estima que el conocimiento de la impugnación
de los actos de concesión o denegación corresponde al orden contencioso-administrativo, porque las
federaciones actúan ejerciendo una función pública, que aunque puede condicionar el vínculo laboral queda al
margen de él, esto es, sin afectar al contenido de dicho vínculo laboral ( TS 24-6-03, EDJ 230823 ; 18-9-03, EDJ
180946 ; 6-10-03, EDJ 127736 ; TS Auto Sala de Conflictos 14-6-01 , EDJ 97279 ).
3. Actividad administrativa sancionadora 
(LRJS art.2.n)

332
Corresponde a la jurisdicción social conocer de las demandas contra las resoluciones administrativas de la autoridad laboral recaídas en el ejercicio de
la potestad sancionadora en materia «laboral y sindical», esto es, de las sanciones impuestas por la comisión de las infracciones laborales a las que se
refiere el RDLeg 5/2000 en materia de relaciones laborales, tanto individuales como colectivas; prevención de riesgos laborales; empresas de inserción; y
sociedades cooperativas. Quedan fuera de su conocimiento por estar atribuida expresamente al orden contencioso-administrativo la revisión de las
sanciones sobre trabajo de extranjeros en España ( LJCA art.8.4 ).
4. Actividad administrativa cautelar 
(LRJS art.2.n)

334
Se apodera a la Inspección de Trabajo (ITSS) para ordenar la paralización inmediata de trabajos o tareas cuando advierta que la inobservancia de la
normativa sobre prevención de riesgos laborales implica un riesgo grave e inminente para la seguridad o salud de los trabajadores, supuesto en el que de
forma inmediata deberá dar traslado a la autoridad laboral.
La empresa, sin perjuicio del cumplimiento inmediato de la medida, puede impugnarla ante la autoridad laboral en el plazo de tres días hábiles,
debiendo resolverse tal impugnación en el plazo máximo de 24 horas. La resolución que se dicte es ejecutiva, sin perjuicio de los recursos que procedan (
LPRL art.9.1.f y 44 ; L 23/2015 art.22.12 ; RD 928/1998 art.11.3 ).
Contra la resolución que resuelva el recurso de alzada la empresa puede accionar ante la jurisdicción social al tratarse de actos administrativos en
materia laboral cuyo conocimiento no está expresamente atribuido a otro orden jurisdiccional.
Novedades en las consecuencias de la actividad inspectora previa al procedimiento sancionador
(Actum 52/17, 26dic-01ene)
Se incluye a los Subinspectores Laborales en algunas de las medidas a adoptar por la ITSS, antes exclusivas de los Inspectores, y se establece cuáles
son las actas extendidas por los Subinspectores que han de ser visadas por los Inspectores.
MS nº 6504 , 6506 , 6508 , 6521 , 8205
MIRL nº 7670
MIT nº 3464 , 3550 , 3795 , 3885 , 5550 , 6080 , 6085 , 6090 , 6095 , 6100 , 6105
MPL nº 334 , 4627 , 5596
MPR nº 1160 , 1070 , 1080 , 1083 , 1086 , 1120 , 1126 , 1129 , 1134 , 1137 , 1140 , 8405 , 8417 , 8423 , 8426 , 8502
MSS nº 8207 , 8212 , 8213 , 8215 , 8222 , 8346 , 8355 , 8460
Las novedades en cuanto a las medidas a adoptar por la ITSS son las siguientes:
1. Las medidas que antes se consideraban a adoptar exclusivamente por los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, ahora aparecen
recogidas en la rúbrica medidas a adoptar por el personal inspector para incluir, así, a los Subinspectores Laborales.
2. Se sustituyen las referencias al Libro de Visitas por las diligencias de actuación.
3. Cuando un Subinspector de Seguridad y Salud laboral de una orden de paralización de los trabajos que impliquen un riesgo grave e
inminente para la seguridad y salud de los trabajadores, este, después de comunicarlo a la empresa por escrito señalando el alcance y causa de
la medida, ha de comunicarlo de inmediato al Jefe de Unidad Especializada o al Jefe de Equipo al que esté adscrito.
4. Cuando los Subinspectores de Seguridad y Salud Laboral, como consecuencia de comprobaciones efectuadas en el ejercicio de sus
funciones, tengan conocimiento de posibles irregularidades en materia de inscripción de empresas, afiliación, altas o bajas de trabajadores, o
encuadramiento de empresas y trabajadores en el régimen adecuado de la Seguridad Social, deben comunicarlo internamente,
cumplimentando a tal efecto informe comprensivo de los hechos y circunstancias concurrentes, que gozan de presunción de certeza ( L 23/2015
art.23 ). Dicho informe ha de ser remitido al Jefe de Equipo o, en su caso, al Inspector de Trabajo y Seguridad Social al que estén adscritos, a
efectos de que por este, previa valoración jurídica de la situación y sin perjuicio de las actuaciones complementarias que considere oportuno
llevar a cabo, se promueva, en su caso, el correspondiente procedimiento sancionador, liquidatorio o procedimiento de oficio ( L 23/2015
art.22.7 ).
5. Cuando los Subinspectores de Seguridad y Salud Laboral en el ejercicio de las funciones específicas que tienen encomendadas comprueben
la existencia de infracciones a la normativa en materia de prevención de riesgos laborales que pudieran haber sido la causa de la producción
de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional, deben comunicarlo al Jefe de Equipo, o, al Inspector de Trabajo y Seguridad Social
al que estén adscritos. El Jefe de Equipo o el Inspector que reciba la comunicación, a la vista de las circunstancias concurrentes en relación con
el tipo de infracción, los daños producidos en la salud y las consecuencias de los mismos, debe determinar la procedencia de investigar el
accidente de trabajo o enfermedad profesional, e instar el recargo, si procede ( L 23/2015 art.22.9 ). También deben comunicar al Jefe de Equipo,
o, en su caso al Inspector de Trabajo y Seguridad Social al que estén adscritos si, a su juicio, se dan las circunstancias para que este proceda a
proponer recargos o reducciones en las primas de aseguramiento de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales con base al
comportamiento de la empresa en materia de prevención de riesgos y salud laboral. El Jefe de Equipo o el Inspector que reciba la comunicación,
previa valoración de dichas circunstancias, ha de proceder, en su caso, a proponer el recargo o reducción correspondiente.
6. En el caso de desplazamientos temporales de trabajadores a España en el marco de una prestación de servicios transnacional, en los
supuestos en que la actuación inspectora afecte a una empresa establecida en un Estado Miembro de la Unión Europea o en un Estado
signatario del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, si los hechos comprobados pudieran ser sancionados por el Estado de
establecimiento de la empresa, el Inspector de Trabajo y Seguridad Social o el Subinspector Laboral actuante a través del Jefe de Equipo, o, en
su caso del Inspector de Trabajo y Seguridad Social al que esté adscrito, una vez concluidas las actividades comprobatorias, puede proponer al
Jefe de la Inspección Provincial, Director territorial o titular de la Dirección Especial, según el ámbito de la actuación, la comunicación de los
hechos y el envío de la documentación a la autoridad competente del país de establecimiento para que inicie el procedimiento sancionador. El
plazo máximo para la comunicación del resultado por parte del Estado al que se comunique el hecho sancionable pasa a ser de 25 días hábiles,
antes, dos meses. Asimismo, los Jefes de la Inspección Provincial, Directores territoriales o Director de la Dirección Especial, en su caso, deben
remitir al Organismo Estatal Inspección de Trabajo y Seguridad Social, el resto de las solicitudes de colaboración e intercambio de
información a las que se refiere la Ley sobre el desplazamiento de trabajadores en el marco de una prestación de servicios transnacional, para
que sean cursadas al país correspondiente ( Ley 45/1999 art.9 ).
Por lo que se refiere a la extensión de las actas de infracción y liquidación, las novedades son las siguientes:
1. Se actualizan las referencias normativas a la nueva ley de procedimiento administrativo común y la terminología de los Subinspectores
Laborales.
2. Las actas de infracción que, en su ámbito funcional de actuación, practiquen los Subinspectores Laborales deben ser visadas por el
Inspector de Trabajo y Seguridad Social del que técnicamente dependan, cuando correspondan a infracciones graves y muy graves en materias
cuya vigilancia les esté atribuida, y ha de constar en el acta que se notifique al presunto responsable.
3. Las actas de liquidación que, en su ámbito funcional de actuación, practiquen los Subinspectores pertenecientes a la Escala de Empleo y
Seguridad Social deben ser visadas por el Inspector de Trabajo y Seguridad Social del que técnicamente dependan en todos los supuestos de
actas de reclamación de cuotas contemplados en la LGSS art.34 (nº 8205 Memento Social 2017). No procede el visado de las propuestas de
liquidación de cuotas a que se refiere la LGSS art.33 (nº 8199 Memento Social 2017).
RD 928/1998 art.11 y 12 redacc RD 1078/2017 art.2.2 y 3, BOE 30­12­17 NOTA
Las referencias efectuadas en el Reglamento general sobre procedimientos para la imposición de sanciones por infracciones de Orden social y para los
expedientes liquidatorios de cuotas a la Seguridad Social ( RD 928/1998 ) y en el resto de la normativa vigente al Cuerpo de Subinspectores de Empleo
y Seguridad Social, y, en su caso, a los funcionarios que lo integran, deben entenderse hechas al Cuerpo de Subinspectores Laborales en sus dos
escalas, y, en su caso, a los funcionarios que lo integran.
No obstante, las referencias que sean relativas a la función encomendada a los Subinspectores de Empleo y Seguridad Social, sus facultades y medidas
derivadas de su actuación, deben entenderse hechas a la Escala de Empleo y Seguridad Social del Cuerpo de Subinspectores Laborales.

5. Actividad administrativa arbitral 
(LRJS art.2.n) y art.3.d)

336
La Administración está investida por la Ley de la potestad de resolver determinadas controversias entre las partes del contrato de trabajo y sobre
cuestiones que afectan a su contenido. Esa actividad se proyecta fundamentalmente en el ámbito sindical y colectivo. En ese campo corresponde al
orden contencioso-administrativo solventar la impugnación de las disposiciones que establezcan las garantías tendentes a asegurar el mantenimiento
de los servicios esenciales de la comunidad en caso de huelga y, en su caso, de los servicios o dependencias y los porcentajes mínimos de personal
necesarios a tal fin (sobre el alcance de esta competencia de fijación de los servicios mínimos de huelga ( TS 12-3-97, EDJ 2685 y 19-12-11, EDJ
328425 ). Por su parte corresponde a la jurisdicción social las impugnaciones exclusivamente referidas a los actos de designación concreta del personal
laboral incluido en dichos mínimos, así como la posible vulneración por parte de la empresa del ejercicio del derecho de huelga, ya sea por el incremento
o variación de los servicios esenciales prefijados ya sea por la forma de desarrollar una concreta actividad con violación del derecho de huelga ( TS 11-7-
94, EDJ 11800 ).
Compete asimismo a los tribunales laborales conocer de las demandas frente a los restantes actos dictados por la autoridad laboral en situaciones de
conflicto laboral, entre los que cabe incluir la decisión de someter a arbitraje la resolución de conflictos de intereses en supuestos de huelgas de larga
duración ( RDL 17/1977 art.10 ) o el requerimiento de reapertura en caso de cierre patronal ( RDL 17/1977 art.14 ).
También conoce la jurisdicción social de la impugnación de los acuerdos de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos u órganos
similares de las Comunidades Autónomas de someter a arbitraje obligatorio la resolución de los conflictos sobre inaplicación o descuelgue del convenio
colectivo aplicable canalizado ( ET art.82.3 «in fine» ).
En virtud del principio de competencia residual de la jurisdicción social para conocer de las impugnaciones de los actos administrativos en materia laboral
y sindical recaen en el orden social las reclamaciones contra las resoluciones de la autoridad laboral que pongan fin a las discrepancias sobre el uso de
locales y tablones de anuncios por parte de los órganos unitarios de representación ( ET art.81 ), así como de los actos de extensión de convenios
colectivos ( ET art.92 ; RD 718/2005 ).
6. Actividad administrativa de fomento 

340
En materia laboral esta clase de actividad administrativa se centra fundamentalmente en el reconocimiento, denegación, extinción del derecho y reintegro
de subvenciones públicas por la contratación de trabajadores y mantenimiento del empleo. Si se parte de una concepción amplia del término «laboral»,
comprensiva de las cuestiones relacionadas con el empleo (lo que sería coherente con lo señalado en materia sancionadora), la competencia para
conocer de las controversias planteadas correspondería al orden social en virtud de la cláusula de competencia residual y atendiendo a la falta de
atribución competencial expresa en la L 38/2003 y RD 887/06 , a excepción claro está de las bonificaciones en las cuotas de Seguridad Social. No
obstante, se considera que el conocimiento de los litigios sobre subvenciones siguen bajo la tutela de la jurisdicción contencioso-administrativa ( TS 17-
6-14, EDJ 136116 ).
7. Actividad administrativa prestacional 
(LRJS art.2.ñ)

344
Entre las manifestaciones de esta modalidad de intervención se residencian expresamente en el orden social de la jurisdicción las prestaciones del Fondo
de Garantía Salarial (FOGASA), tanto en lo que respecta a la impugnación de los actos de reconocimiento y denegación, como al reintegro de las
obtenidas indebidamente, pero no se extiende a las responsabilidades comunes ( TS 20-12-00 , EDJ 112128 ). También es competencia del orden social
la reclamación de intereses al FOGASA cuando se retrasa en el pago de la indemnización y salarios del que es responsable. Esta carga adicionalmente
impuesta solamente puede ser debatida ante la jurisdicción que deba conocer de la obligación principal. El pago de intereses es una obligación accesoria,
ya que no puede existir en ausencia de una obligación principal, lo que determina que el régimen legal de la primera deba ser el de la segunda ( TS 28-9
16, EDJ 178687 ; TS 29-9-16, EDJ 178676 ver también en tal sentido TSJ País Vasco 5-4-16, EDJ 99872 ).
Se atribuyen también al orden social las reclamaciones frente al Estado en concepto de salarios de tramitación por parte del empresario o de los
trabajadores ( LRJS art.116, 117, 118 y 119 ). Al margen de lo anterior, la fórmula genérica de la LRJS art.2.ñ ) (contra las Administraciones Públicas
cuando les atribuya responsabilidad la legislación laboral) puede amparar otras manifestaciones diferentes de las contempladas en la LRJS art.2.ñ ).
8. Actividades administrativas de información, comunicación, registro y depósito 
(LRJS art.2.n))

348
A algunos de estos actos ya se ha hecho referencia, como es el caso de la impugnación de las resoluciones que deniegan el depósito de los estatutos de
los sindicatos y de las asociaciones empresariales (nº 292 s. ) y también el de los actos administrativos que deniegan el registro de las actas electorales
(nº 297 ). En relación a las restantes manifestaciones de este tipo de actividades y en defecto de atribución expresa a otro orden competencial su control
jurisdiccional corresponde a los juzgados y tribunales laborales.

III. Jurisdicción en materia de Seguridad Social 
(LOPJ art.9.5;  LRJS art.1; art.2.o) y s); art.3.f) y g))

A. Delimitación competencial 
(LRJS art.2.o) y s) art.3.f)
350
El conocimiento de los pleitos de Seguridad Social se distribuye entre los órdenes social y contencioso-administrativo de la jurisdicción. Una
delimitación genérica de las esferas competenciales de uno y otro orden la establece la LOPJ al atribuir al primero las pretensiones en materia de
Seguridad Social ( LOPJ art.9.5 ), y al segundo las referidas a las actuaciones de las Administraciones Públicas sujetas al Derecho Administrativo ( LOPJ
art.9.4 ). El problema es que todas las actuaciones de la Administración de la Seguridad Social están sometidas a esa rama del Derecho, lo que conlleva
que a partir de esos criterios generales resulte muy problemático proceder al deslinde competencial, dificultad que no obstante se salva gracias al prolijo y
detallado reparto que efectúa la LRJS a tenor del cual:
1. Se siguen residenciando en el orden social las pretensiones relativas a la relación jurídica de protección ( LRJS art.2 o ), sin que a ello obste la
circunstancia de que se formulen contra una entidad pública. Además, lo que supuso una trascendental inflexión respecto de la situación precedente, la
LRJS atribuye a ese orden la decisión sobre las impugnaciones de los actos de las Administraciones públicas sujetos a derecho administrativo dictados en
el ejercicio de sus potestades y funciones en materia de Seguridad Social distintas de las prestacionales - incluyendo las recaídas en el ejercicio de la
potestad sancionadora en esa campo- ( LRJS art.2 s. )-, salvo específicas excepciones que deben ser interpretadas restrictivamente pero que tienen un
alcance muy amplio.
2. El orden contencioso-administrativo conserva la competencia para resolver las pretensiones referidas a las relaciones jurídicas instrumentales de
encuadramiento, cotización y recaudación ( LRJS art.3 f ), lo que responde a la decisión del legislador de hacer prevalecer su dimensión administrativa
sobre su contenido material. La materia relativa a la recaudación se atribuye al mencionado orden contencioso-administrativo en todos sus aspectos -
declarativo (declaración de la existencia de la deuda), liquidatorio (determinación del importe de la deuda); y estrictamente recaudatorio (cobranza de los
recursos).
Además, con arreglo al esquema trazado por la LRJS, el orden contencioso sigue conociendo de las siguientes controversias:
- impugnación directa de las disposiciones reglamentarias y decretos legislativos, cuando excedan los límites de la delegación ( LRJS art.3 a ) (ver las
consideraciones realizadas en el nº 324 );
- reclamaciones de daños y perjuicios por responsabilidad patrimonial en el ámbito de la Seguridad Social, comprendida la responsabilidad por
asistencia sanitaria defectuosa ( LRJS art.3 g ; LJCA art.2 e );
- controversias sobre los Regímenes de Seguridad Social de los funcionarios públicos (nº 368 ).
Ver cuadro-resumen de la distribución competencial en nº 426 .

B. Jurisdicción del orden social 
(LRJS art.2.o)
352
Se residencian en el orden social las controversias relativas a:
1. Acción protectora (nº 353 s. ).
2. Impugnaciones de sanciones administrativas (nº 361 ).
Las dudas sobre el alcance que tiene la atribución al orden social de los litigios de Seguridad Social las despejó la doctrina jurisprudencial al señalar
que la atribución es plena, abarcando tanto el control de los aspectos sustantivos relativos al contenido estrictamente decisorio del acto, como el de los
aspectos formales, como los referidos a la competencia del órgano o a la infracción de normas de procedimiento ( TS 24-1-08, Rec 2583/06 ; 4-1-08, EDJ
25848 ; 26-9-07 , EDJ 223133 ; 16-5-06 , EDJ 71283 ; 19-11-02, EDJ 61472 ).
Como contrapunto de lo anterior, el interesado sólo puede impugnar ante los tribunales laborales los actos o resoluciones que ponen fin a la vía
administrativa, no pudiendo combatir directamente los actos de instrucción y de trámite, ilimitación que se corresponde con los principios de
concentración, celeridad y economía que inspiran el proceso laboral, conforme a los cuales sería ilógico autorizar la impugnación de los actos intermedios
de un expediente administrativo, cuando estos, una vez finalizado, pueden debatirse en su totalidad en el correspondiente litigio ( TS 9-7-03 , EDJ 108448
; 19-1-05 , EDJ 7107 ).
1. Acción protectora 
(LRJS art.2.o)

353
El cometido fundamental de la jurisdicción social en el ámbito de las relaciones de Seguridad Social es la resolución de cuantas pretensiones se puedan
plantear y tenga incidencia directa sobre el derecho a las prestaciones del sistema en sus modalidades contributiva y no contributiva -acceso a las
prestaciones, cuantía, contingencia que las determina, responsabilidad en el pago, efectos y dinámica-, con independencia de quien sea el sujeto que
ejercite la acción, que normalmente será el asegurado pero que también puede ser una entidad gestora, una Mutua colaboradora o una empresa. En los
marginales siguientes se exponen los tipos de litigios que han generado mayores problemas en orden a su subsunción en este bloque competencial.

Precisiones

1) La norma procesal laboral alude expresamente a la protección por desempleo y a la protección por cese de
actividad de los trabajadores por cuenta propia aunque la mención resulta ociosa pues, cualquiera que sea el
órgano encargado de su gestión, se trata de prestaciones de Seguridad Social. En cuanto a la primera. no ofrece
duda la competencia del orden social para conocer de las pretensiones relativas a su abono en la modalidad de
pago único ( TS 8-3-95 , EDJ 2389 ; 19-1-99 , EDJ 713 ; 4-7-97 , EDJ 59476 y TS Conflictos de Competencia auto
18-12-97, EDJ 59478 ), o para conocer del litigio surgido como consecuencia de la renuncia por el beneficiario a la
prestación de desempleo previamente reconocida ( TS Conflictos de Competencia auto 21-12-01, EDJ 97250, conf
17/01 ).
2) La competencia del orden social se extiende al conocimiento de los litigios sobre las prestaciones de servicios
sociales y las ayudas de asistencia social comprendidas en el ámbito de la acción protectora de la Seguridad
Social ( LGSS art.63 a 66 ), pero no alcanza a otras formas de asistencia pública o protección social ajenas al
sistema (nº 402 ).
354
Reconocimiento de las prestaciones 
La determinación de la concurrencia de los requisitos de acceso a las prestaciones de Seguridad Social le está atribuido al orden jurisdiccional social,
cuya competencia se extiende al conocimiento de las cuestiones que en materia de cotización tiene que decidir prejudicialmente para resolver las que le
corresponden en el ámbito de la acción protectora, como la relativa a si el trabajador demandante cumple el requisito exigido en el RETA de hallarse al
corriente en el pago de las cuotas en el momento del hecho causante, pues el INSS, al apreciar su incumplimiento, no dicta un acto de gestión
recaudatoria ajeno a su competencia, sino que actúa dentro de sus facultades de reconocimiento o denegación de la prestación reclamada ( TS 2-2-99,
EDJ 3005 ). En esa misma línea el orden social no se ha cuestionado su competencia para verificar el cumplimiento del requisito previsto en ese mismo
Régimen atinente al ingreso de las cuotas en descubierto pendientes de abono en la fecha del hecho causante ( TS 26-2-08, EDJ 82902 ).
355
Cuantía de las prestaciones 
Por las mismas razones expuestas en el marginal precedente le incumbe al orden social conocer de los litigios surgidos en relación con el importe de la
base reguladora de la prestación reconocida por la entidad gestora aunque encuentre fundamento en la realización defunciones correspondientes a un
grupo de cotización superior en determinado período ( TS 10-6-12, EDJ 205655 ), lo que se debata sea la existencia de la obligación empresarial de
cotizar por determinados conceptos ( TS Conflictos de competencia auto 10-2-15, EDJ 17415, conf 33/14 ).
356
Abono de prestaciones en régimen de pago delegado 
El reintegro de las prestaciones de incapacidad temporal abonadas por los empresarios a los trabajadores a su servicio en régimen de pago delegado
como colaboración obligatoria en la gestión ( LGSS art.102 ) lleva consigo problemas de delimitación de competencias con los tribunales del orden
contencioso-administrativo difíciles de solventar. Así, el orden social se ha declarado competente para conocer de las demandas formuladas por el
empresario contra el INSS con las finalidades que siguen:
1. Que se revoque la resolución de la entidad gestora que en concepto de deducción indebida del subsidio de incapacidad temporal abonado a un
trabajador le reclama el importe de tal descuento, al considerar el TS que el acto impugnado afecta de lleno a la materia prestacional por más que la
compensación que ha efectuado la empresa se haya instrumentado a través de los boletines de cotización que, en el caso, en absoluto comporta acto
conexo alguno a la actividad recaudatoria ( TS 20-5-15, EDJ 117117 ).
2. Que se le reintegre la prestación de incapacidad temporal abonada en régimen de pago delegado y no deducida en los boletines de cotización. Se
razona que la restitución tiene su conexión principal con la finalidad protectora del sistema de la Seguridad Social, no siendo obligaciones contributivas de
la empresa las que están en juego, sino el interés del beneficiario en una percepción cómoda y fácil de las prestaciones a corto plazo ( TS 26-4-91 , EDJ
4354 ; 27-5-91 , EDJ 5574 ). No obstante, los tribunales del orden contencioso-administrativo atraen también a su órbita esta clase de controversias
bajo el argumento de que lo que se discute es si se dan o no los requisitos para proceder a la compensación de las cotizaciones en el correspondiente
período de las cantidades abonadas por la empresa en régimen de pago delegado ( TS 26-4-99 , EDJ 10420 ).
Por su parte la Sala de Conflictos ha atribuido la competencia al orden contencioso-administrativo para conocer de la impugnación por parte de una
empresa de una resolución del INSS por la que se declaraban indebidas una serie de deducciones correspondientes a prestaciones de incapacidad
temporal abonadas en régimen de pago delegado por ser superiores a las correctas. Se considera que aunque el acto administrativo indirectamente
afecta a las prestaciones, cabe calificarlo como liquidatorio de las cotizaciones a ingresar por la empresa en supuestos en que esté facultada por su
obligación de pago delegado de las prestaciones de incapacidad temporal a efectuar las correspondientes deducciones ( TS Conflictos de competencia,
auto 24-9-12, EDJ 236314 conf 18/12 ).
357
Garantía de las prestaciones 
El orden social es competente para determinar si el INSS y/o la TGSS cuando han procedido, fuera de los procedimientos de apremio administrativo, a
deducir de una pensión de Seguridad Social cantidades derivadas de embargos sobre la misma decretadas por diversos juzgados u organismos, ha
respetado o no la prohibición de inembargabilidad absoluta o los límites de embargabilidad que afectan a las prestaciones, pero carece de jurisdicción
para controlar ni a valorar la regularidad de las órdenes de embargo o retención, debiendo ser la Administración de Seguridad Social la que debe, en
su caso, dirigirse a ellos si entiende que dichas órdenes no puede cumplirlas en los términos requeridos sin vulnerar los límites de inembargabilidad de las
pensiones; e igualmente ante dichos juzgados u organismos ejecutores deberá, en su caso, el beneficiario formular las peticiones o recursos oportunos
para cuestionar la procedencia o cuantía de los embargos trabados o su ajuste a la legalidad o para instar, en su caso, los posibles reintegros ( TS 10-12-
14, EDJ 287445 ).
358
Responsabilidad en el pago de las prestaciones 
(LRJS art.2.n)
Se atribuye expresamente al orden social las controversias surgidas en torno a la imputación de responsabilidades en orden a las prestaciones a
empresarios o terceros en los casos legalmente establecidos, referencia que debe entenderse hecha a la LGSS art.167 y 168 .
Así, se considera competente a ese orden para conocer de la demanda interpuesta por una mutua contra la resolución mediante la que un Servicio
Público de Salud le reclamó el reembolso de los gastos de asistencia sanitaria prestada a un trabajador cuyas contingencias profesionales cubría la
entidad colaboradora, al tratase de un supuesto de determinación de la responsabilidad última en el pago de los gastos derivados de la prestación de
asistencia sanitaria ( TS 14-7-16, EDJ 140298 ; TS 23-6-16, EDJ 145499 ). A igual conclusión se llegó en un caso en el que el cargo por la asistencia
prestada por el Sistema de Salud lo realizó la TGSS, lo que no constituye un acto recaudatorio sino declarativo que imputa una responsabilidad en orden
a una prestación, discutiéndose en realidad si el accidente causante de las lesiones fue o no laboral ( TS 5-6-98, EDJ 7992 ).
También se reconoció la competencia del orden social en un asunto en el que lo que se debatía era la responsabilidad de la empresa respecto de un
porcentaje de las prestaciones reconocidas derivadas de accidente de trabajo, y se solicitaba su condena al reintegro de la cantidad que anticipó la mutua
al haber cotizado por esa contingencia por un epígrafe con un coeficiente inferior al que correspondía a tipo de trabajo realizado por el asegurado ( TS 26-
2-08, EDJ 108334 ).
359
Anticipo de prestaciones 
Se ha debatido si le corresponde al orden social la resolución de los litigios derivados del cumplimiento, por las mutuas, de la obligación de anticipo de
las prestaciones por contingencias profesionales y en qué términos. La polémica se suscita cuando en vía administrativa el INSS reconoce la prestación a
favor del trabajador, declarando la responsabilidad directa del empresario y el deber de anticipo por parte de la entidad colaboradora. Esta adelanta la
prestación o constituye el capital coste si se trata de una pensión, y acude seguidamente a los tribunales laborales reclamando el abono de su importe la
empresa responsable directa y subsidiariamente a la entidad gestora en caso de insolvencia del empresario. En principio, parece que la ejecución
administrativa frente al empresario sería prioritaria y sólo cuando ésta no fuera posible por su situación de insolvencia abría iniciar una nueva reclamación
frente al INSS para que asuma su responsabilidad. No obstante, la doctrina unificada entendió que cabe una acción directa de la mutua ante el orden
social para obtener la condena del empresario a reembolsarle lo anticipado y para que, en caso de insolvencia, tal cantidad se abone por el INSS ( TS 7-
4-99 , EDJ 8019 ; 17-7-99 , EDJ 21591 ; 28-10-99 , EDJ 45512 y 25-7-00 , EDJ 29911 ).
Sin embargo, la aplicabilidad de esa doctrina resulta cuestionable después del 1-1-2002, fecha en que entró en vigor la regulación contenida en la
actual LGSS art.167.3 . Reforma que dispuso que las mutuas y entidades gestoras de la Seguridad Social únicamente pueden ejercitar los derechos y
acciones de que sean titulares por subrogación del beneficiario contra el responsable subsidiario «tras la previa declaración administrativa o judicial de
insolvencia, provisional o definitiva, de dicho empresario», de forma que si la responsabilidad de la empresa y la obligación de anticipo se han establecido
en vía administrativa, la declaración de insolvencia corresponderá a la autoridad administrativa ( TSJ Murcia 26-11-07, EDJ 311460 , cuyo
pronunciamiento no se consideró contradictorio con la doctrina previamente citada a la vista del cambio normativo producido con posterioridad, TS auto 9-
12-08, EDJ 296370 ; en el mismo sentido TSJ Málaga 24-10-13, EDJ 283511 ).
Por consiguiente, lo procedente en estos casos será solicitar a la TGSS que ejecute la resolución administrativa contra el empresario responsable,
reintegrando a la mutua lo anticipado si la ejecución es positiva, de forma que sólo tramitada esta ejecución y cuando su resultado sea negativo la mutua
podrá accionar frente al INSS ante los tribunales laborales como responsable subsidiario. No obstante, la tesis expuesta no resulta pacífica existiendo
otros pronunciamientos que siguen el criterio inicial ( TSJ Galicia 10-2-16, EDJ 11812 ; TSJ Granada 4-12-13, EDJ 277172 ).
360
Prestaciones de asistencia sanitaria: reintegro de gastos 
La distribución competencial en relación a las reclamaciones del derecho al reintegro del importe de los gastos generados por la asistencia sanitaria
prestada por medios ajenos a la Seguridad Social se ajusta, en líneas generales, a los siguientes criterios:
1. Los litigios suscitados en el supuesto de necesidad médica urgente de carácter vital ( RD 1030/2006 art.4.3 ), cualquiera que sea su causa, están
atribuidos a la jurisdicción social al constituir un supuesto excepcional de extensión o expansión del derecho a la protección sanitaria de los asegurados
( LRJS art.2 o ).
2. Corresponde, en cambio, al orden contencioso-administrativo, el conocimiento de las reclamaciones de reembolso de gastos sanitarios de medicina
privada formuladas por los beneficiarios de la Seguridad Social cuyo título sea haber recibido una asistencia sanitaria defectuosa ( LRJS art.3.g ; LJCA
art.2 e ), incluido el error de diagnóstico ( TS 25-11-03, Rec 4238/02 ).

Precisiones

No obstante lo expuesto las situaciones de urgencia vital no se presentan siempre en su pureza conceptual, sino
que en determinados casos lo hacen en circunstancias que ofrecen una compleja mezcla de esa figura y otras
diferentes, como la denegación de la debida prestación de asistencia sanitaria o el error de diagnóstico,
supuestos en los que el orden social será competente cuando concurran pormenores fácticos que consienten
afirmar la existencia de necesidad de asistencia sanitaria «urgente, inmediata y de carácter vital» entendida en el
amplio sentido interpretado por la jurisprudencia social ( TS 16-11-09, Rec 4426/08 ; TS 4-7-07, Rec 2215/06 ).
361
Reintegros en concepto de reaseguro 
Se considera que la cuestión enunciada afecta a la distribución de responsabilidades de prestaciones entre las entidades que participan en la relación de
aseguramiento, y depende además directamente de la calificación asignada a determinadas prestaciones de Seguridad Social, por lo es el orden
jurisdiccional social el competente para su conocimiento, sin que ese tema se pueda reconducir a un problema de gestión recaudatoria ( TS 6-5-96 ,
EDJ 3250 ; 1-10-96 , EDJ 7062 ).
Asimismo, se ha considerado que el orden jurisdiccional social es el competente para conocer de las controversias que afectan a las reclamaciones por
gastos generados por la asistencia sanitaria prestada por un tercero a un trabajador/beneficiario que había sufrido un accidente de trabajo y de los que
son responsable la Mutua aseguradora ( TS 29-9-16, EDJ 190818 ; 23-6-16, Rec 428/15 y 14-7-16, Rec 433/15 ).
2. Impugnación de sanciones administrativas 
(LRJS art.2 s; art.3f)

362
La LRJS introdujo un importante cambio en el reparto competencial existente en materia de Seguridad Social al atribuir, como regla general a la
jurisdicción social la resolución de las impugnaciones relacionadas con el ejercicio de la potestad sancionadora en esa materia, con la salvedad de las
actas de infracción vinculadas a actas de liquidación de cuotas levantadas con ocasión de la gestión recaudatoria, de las que siguen conociendo los
tribunales contencioso-administrativos. Las infracciones en materia de Seguridad Social se regulan en el RDLeg. 5/2000 art.20 a 32 y se dividen en cuatro
grandes grupos:
1. De los empresarios, autónomos y asimilados.
2. De los trabajadores, solicitantes y beneficiarios de prestaciones.
3. De las Mutuas.
4. De los empresarios en régimen de colaboración voluntaria en la gestión.
Las sanciones para los empresarios y, en general, para quienes no tienen la condición de trabajadores, beneficiarios o solicitantes se establecen en el
RDLeg 5/2000 art.40 y son normalmente multas. Para los beneficiarios de las prestaciones, sin embargo, las sanciones consisten fundamentalmente
en su pérdida temporal o definitiva ( RDLeg 5/2000 art.47 ).
363
Excepción: actas de infracción vinculadas a actas de liquidación de cuotas 
Esta excepción debe ponerse en conexión con la LGSS art.34.4 , en tanto previene que las actas de liquidación y las de infracción que se refieran a los
mismos hechos se practicarán simultáneamente por la ITSS. En lo que respecta al alcance de la excepción, no quedan comprendidos en ella los
supuestos en el que la sanción le ha sido impuesta a la empresa demandante por una infracción grave tipificada en el RDLeg 5/2000 art.22.2 consistente
en no haber dado de alta a un trabajador en el régimen general de la Seguridad Social y el levantamiento del acta de infracción no lleva aparejada una
liquidación de cuotas ni ha dado lugar a controversia alguna en torno al importe de las cuotas ( TS Conflictos de Competencia 24-9-14, EDJ 176751 conf
16/14 ).
Tampoco cuando la sanción se le impone como responsable de infracción grave del RDLeg 5/2000 art.22.2 - no haber ingresado en forma y plazo
debidos las cuotas adeudadas a la TGSS por un determinado período tras haber presentado los documentos de cotización, y el acta de infracción no está
vinculada con un inexistente acta de liquidación de cuotas ( TS 22-7-15, Rec 4/12 , que corrige expresamente el criterio adoptado en TS 21-1-14, EDJ
11903 y 28-10-13, EDJ 261354 ).
Precisiones

En el contexto de la excepción reseñada hay que tener presente que el proceso de oficio puede iniciarse como
consecuencia de las comunicaciones de la autoridad laboral cuando cualquier acta de infracción o de liquidación
excluidas del conocimiento del orden social haya sido impugnada por el sujeto responsable con base en
alegaciones y pruebas que, a juicio de la autoridad laboral, puedan desvirtuar la naturaleza laboral de la relación
jurídica objeto de la actuación inspectora ( LRJS art.148 d ).
C. Jurisdicción del orden contencioso­administrativo 
(LRJS art.3.f) y g);  LJCA art.2.e)
365
Se excluye del conocimiento de la jurisdicción social, residenciándose en lo contencioso administrativo las reclamaciones relativas a:
1. La Seguridad Social de la función pública (nº 368 ).
2. La impugnación de los denominados actos administrativos de encuadramiento (nº 372 ).
3. También la impugnación de actos administrativos en materia de cotización (nº 373 ).
4. También la impugnación de los actos de gestión recaudatoria tanto en período voluntario (nº 375 ) como en fase ejecutiva (nº 376 ).
5. Asimismo la responsabilidad patrimonial de la Administración de la Seguridad Social (nº 400 ).
1. Seguridad Social de la función pública 
(LJCA art.1.3.a);  LRJS art.3.f)

368
Las controversias surgidas en torno a los Regímenes Especiales de la Seguridad Social de los funcionarios públicos y al sistema de clases pasivas
quedan incluidas en el ámbito de la jurisdicción del orden contencioso-administrativo aún cuando se refieran a cuestiones prestacionales conforme a lo
previsto en sus diferentes normas reguladoras ( RDLeg 670/1987 art.14 ; RDLeg 1/2000 art.31 ; RDLeg 3/2000 art.25 y RDLeg 4/2000 art.37 ).
La exclusión se justifica sobre todo por la naturaleza del vínculo que une a los beneficiarios con la Administración, determinante también de que los
litigios que se plantean sobre la relación de servicios se diriman ante los tribunales contencioso-administrativos. No obstante, hay que tener en cuenta que
el personal ingresado desde el 1-1- 2011 queda obligatoriamente incluido en el Régimen General de la Seguridad Social ( LGSS disp.adic.3ª.9 ).

Precisiones

No es materia de Seguridad Social y por tanto quedan fuera del ámbito de la jurisdicción del orden social la
gestión administrativa ordinaria de las entidades y servicios comunes de la Seguridad Social (contratación
administrativa con terceros, ordenación de datos, etc.). En relación con los conciertos entre la gestora y un
tercero para la prestación de servicios sanitarios se ha declarado expresamente la falta de jurisdicción del orden
social ( TS 8-6-90 , EDJ 6087 ; 2-1-91 , EDJ 29 ), al igual que con las peticiones de información de un tercero
sobre datos obrantes en la TGSS ( TS 26-11-96 , EDJ 8407 ).
2. Actos de encuadramiento 
(LRJS art.3.f)

372
Se consideran actos de encuadramiento los procedimientos mediante los cuales los sujetos incluidos en el campo de aplicación del sistema de Seguridad
Social materializan formalmente su incorporación al mismo, posibilitando de un lado la distribución de los sujetos protegidos dentro de los distintos
regímenes que lo conformar y, de otro, la correspondencia entre los supuestos determinantes de la inclusión en el sistema y la vigencia de las relaciones
jurídicas de Seguridad Social, tanto de la protección (al servir de instrumento de la relación de cobertura), como de la de cotización y recaudación (al
hacer surgir la obligación de cotizar y legitimar la actuación recaudatoria de la Seguridad Social), siendo esta segunda función la que explica que el
legislador haya encomendado al orden contencioso-administrativo el conocimiento de las impugnaciones de las resoluciones dictadas al respecto y en
particular respecto de los siguientes actos de encuadramiento ( LRJS art.3.f ):
- inscripción de empresas;
- formalización de la protección frente a riesgos profesionales;
- tipos de tarifa de primas para la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales;
- afiliación, alta, baja y variación de datos de trabajadores.

Precisiones

1) Aunque se haya aceptado la constitucionalidad de la exclusión de esta clase de controversias del ámbito de la
jurisdicción social ( TCo 121/2011 ; TCo 147/2011 ), medida que se trata de justificar por la estrecha relación
existente entre la actividad de encuadramiento y la recaudación, su acierto técnico resulta muy discutible, pues
sitúa fuera de su jurisdicción natural la decisión básica en materia de Seguridad Social: la de determinar si una
persona está o no incluida en el sistema, y en qué régimen, y es objeto de protección y con qué alcance.
2) A diferencia de la derogada LPL, la vigente LRJS art.3.f ) no excluye del conocimiento del orden social las
cuestiones relativas a la cobertura de la prestación por incapacidad temporal lo que ha llevado a entender que
su enjuiciamiento le corresponde a esa jurisdicción ( TSJ Madrid 31-3-14, EDJ 162766 ).
3) El orden contencioso-administrativo es el competente para resolver el litigio en que un asegurado insta frente
a la entidad gestora y la TGSS que unos períodos temporales en que ha estado inscrito en el RGSS se consideren,
a todos los efectos, como realmente encuadrado en el Régimen Especial del Mar, sin que a ello sea óbice la
circunstancia que la incardinación en uno u otro régimen comporte diferencias en orden a las prestaciones que
pueda causar ( TS Conflictos de Competencia auto 26-4-12, EDJ 78275, conf 5/12 ). Cuestión distinta es que por la
vía de la prejudicialidad ( LRJS art.4.1 ) en los procesos sobre prestaciones - competencia exclusiva del orden
social - se puedan resolver cuestiones relativas al encuadramiento para decidir sobre la prestación solicitada.
3. Cotización 
(RJS art.3.f)

373
Se excluye del área de conocimiento del orden social la revisión de los actos de gestión recaudatoria, expresión que según doctrina jurisprudencial
consolidada debe interpretarse en un sentido amplio, comprensivo tanto de las operaciones materiales realizadas en f ase ejecutiva de apremio para
hacer efectivo el cobro de una deuda ya declarada y liquidada (actos de gestión recaudatoria en sentido estricto), como de las actuaciones que se llevan a
cabo en periodo voluntario, así como de todas las cuestiones surgidas en torno al cumplimiento de la obligación de cotizar, sin que el hecho de que no
exista un acto administrativo previo de liquidación contra el que se recurra altere la regla de competencia ( TS 29-4-02 , EDJ 27214 ).
Conforme a la doctrina expuesta, los órganos del orden social han declinado su competencia para enjuiciar las siguientes pretensiones en materia de
cotización:
1. Porcentaje de cotización a la Seguridad Social que debe asumir la empresa respecto de un concreto colectivo de trabajadores ( TS 9-12-10, EDJ
290714 ).
2. Devolución de cuotas por supuesto ingreso indebido en la Seguridad Social ( TS 29-2-88, EDJ 1701 ; TS 14-11-88, EDJ 8967 ; en el mismo sentido
TS cont-adm 11-7-96, EDJ 4142 ).
3. Condena a la empresa al pago de cotizaciones correspondiente a intervalos en los que el trabajador no figuró de alta en la Seguridad Social pese a
tener que estarlo ( TS 17-12-07, EDJ 348747 ).
4. Modificación del grupo de cotización al que han de ser asimiladas determinadas categorías profesionales ( TS 30-6-94, EDJ 5720 ; TS 2-11-93, EDJ
9787 ; en el mismo sentido TS cont-adm 26-4-02, EDJ 15216 ).
5. Alcance temporal de la obligación de cotizar ( TS 27-3-01, EDJ 10162 ; TS 24-3-95, EDJ 2605 ). Tampoco recaen sobre el orden social los litigios sobre
requerimiento de cuotas ( TS cont-adm 10-7-96, EDJ 4143 ).

Precisiones

1) Sin rectificar la doctrina jurisprudencial reseñada, se ha considerado competente al orden social para resolver:
a) La demanda formulada por una trabajadora con la pretensión de que se compute a efectos del devengo de
futuras prestaciones el tiempo en que prestó servicios para una empresa sin que mediase relación de
aseguramiento, y se condene a la misma y a la TGSS a estar y pasar por dicha declaración ( TS 8-7-09, EDJ
225192 ). Entiende la Sala que la conexión con la pensión de jubilación que tenía pensado solicitar la actora es
evidente, de forma que por más que se vean afectadas las cotizaciones, no se trata de una cuestión recaudatoria,
sino de reconocimiento de la cuantía de la prestación. Cuestión distinta, puntualiza, es la eventual falta de interés
actual digno de tutela de la reclamación aunque en este punto hay que tener en cuenta la reciente doctrina
unificada ( TS 29-10-15, EDJ 269997 ).
b) Para determinar si la empresa demandada tiene o no derecho a efectuar el descuento de la aportación obrera
a la Seguridad Social por ciertos conceptos retributivos después de haberlos satisfecho en su momento sin
deducirla, al considerar la Sala que aunque materialmente se trata de cuotas de la Seguridad Social hay
conformidad entre las partes que procede la cotización, que se ha realizado, y lo que se debate es si la empresa
respeta o no los derechos del trabajador, sin implicar a la TGSS ( TS 7-7-99, EDJ 22430 ).
4. Gestión recaudatoria 

375
En período voluntario 
(LRJS art.3.f)
La gestión recaudatoria en periodo voluntario se puede producir a través de dos tipos de actos:
1. Reclamaciones de deuda por la TGSS y actas de liquidación de cuotas extendidas por la ITSS ( LGSS art.33 y 34 ; RD 1415/2004 art.62 s. redacc RD
708/15 ). Su impugnación se atribuye al orden contencioso-administrativo, al excluir la LRJS art.3 f ) del ámbito del orden social la impugnación de los
actos administrativos en materia de liquidación de cuotas y actas de liquidación y con respecto a los actos de gestión recaudatoria, incluidas las
resoluciones dictadas en esta materia por su respectiva entidad gestora, en el supuesto de cuotas de recaudación conjunta con las cuotas de Seguridad
Social y, en general, los demás actos administrativos conexos a los anteriores dictados por la TGSS, como de los relativos a aplazamientos y
fraccionamiento de pago, recargos, etc.).
2. En lo que respecta a las actas de infracción vinculadas con dicha liquidación de cuotas ver nº 363 .
376
En fase ejecutiva 
(LRJS art.3.f;  RD 1415/2004 art.1)
No conoce la jurisdicción del orden social, sino la del orden contencioso-administrativo, de los litigios que se planteen en torno a los actos de gestión
recaudatoria de la TGSS s conducentes a la realización de los créditos y derechos de la Seguridad Social ( LRJS art.3 f ). Estos recursos comprenden
( RD 1415/2004 art.1 ):
a) Las cuotas de la Seguridad Social y las exacciones de recaudación conjunta (aportaciones al Fondo de Garantía Salarial y a formación
profesional).
b) Las aportaciones por dispensación de atenciones o servicios que constituyen prestaciones de la Seguridad Social.
c) Las aportaciones de las mutuas y de las empresas colaboradoras para el sostenimiento de los servicios comunes y sociales de la Seguridad
Social y otros gastos generales.
d) Las aportaciones que deban efectuarse a favor de la Seguridad Social por la dispensación de atenciones o servicios que constituyan
prestaciones de la misma.
e) Los capitales coste de pensiones o de renta cierta temporal y otras prestaciones que deban ingresar las mutuas y las empresas declaradas
responsables de su pago por resolución administrativa.
f) Las aportaciones por reaseguro obligatorio o facultativo a efectuar por las mutuas.
g) Las sanciones por infracciones en materia de Seguridad Social.
h) Los recargos de prestaciones por falta de medidas de seguridad,
i) Los reintegros de préstamos que tengan el carácter de inversión social.
j) Los premios de cobranza o de gestión que se deriven de la recaudación de cuotas u otros conceptos.
k) Importe de las contraprestaciones e indemnizaciones que procedan en los contratos administrativos de las gestoras y de la TGSS.
l) Las aportaciones por ayudas equivalentes a jubilaciones anticipadas o previas a las jubilaciones ordinarias.
m) Las aportaciones por integración de entidades de previsión social obligatorias.
n) Los reintegros de prestaciones indebidamente percibidas o compensadas y las deducciones indebidamente practicadas en documentos de
cotización.
o) Las costas procesales impuestas a quienes hayan litigado contra los organismos gestores de la Seguridad Social; atribución ésta de dudosa
legalidad, pues las costas deben, en su caso, exigirse por la vía procesal legalmente prevista.
p) Cualesquiera otros ingresos que tengan el carácter de ingresos de derecho público.
q) El importe de los recargos e intereses que procedan sobre los conceptos enumerados anteriormente.
En esta relación de actividades recaudatorias vista ( RD 1415/2004 art.1 ) pueden distinguirse dos grandes grupos de conceptos:
1. Los que se refieren a la obtención de recursos establecidos para la financiación de la Seguridad Social o que tienen su objeto en
determinadas actuaciones u obligaciones administrativas.
2. Los que están directamente vinculados con el funcionamiento de la acción protectora (constitución de capitales coste de renta y otras
cantidades destinadas al pago de prestaciones, reintegros de prestaciones indebidas). Es en este segundo bloque donde han surgido los
mayores problemas de delimitación competencial entre los órdenes contencioso-administrativo y social en los términos que siguen (nº 377 ).
377
Problemas de delimitación 
Las dificultades de deslinde competencial que genera la gestión recaudatoria referida a prestaciones de Seguridad derivan de que resulta difícil establecer
una separación a efectos jurisdiccionales entre la dimensión recaudatoria y la prestacional de ese tipo de actos, y en particular en los referidos a la
determinación del capital coste o cantidad a tanto alzado que se obtiene mediante el cálculo del valor actuarial del importe de la prestación
periódicamente reconocida, que ha de ser ingresado en la TGSS por las empresas o mutuas que hayan sido declaradas responsables del pago de tales
prestaciones, a fin de que la entidad gestora satisfaga mensualmente esas prestaciones a los beneficiarios. El problema se agrava como consecuencia
del carácter ejecutivo de las decisiones del INSS en materia de prestaciones y de la posible concurrencia de dos tipos de ejecuciones: la administrativa,
predicable de las resoluciones de las entidades gestoras, y la judicial. Así, por ejemplo, si la resolución administrativa del INSS declarando responsable a
la empresa del pago de una prestación se ejecuta a través del procedimiento de recaudación del capital coste se podría estar privando de contenido a la
posible sentencia que se dicte en el proceso social en el que se impugne aquella resolución, aparte de que si en este proceso se dicta una sentencia
reduciendo el alcance de la responsabilidad empresarial, la ejecución judicial correspondería al orden social.
Tras cierta evolución jurisprudencial lo que acaba imponiéndose es una distinción entre dos supuestos bien diferenciados:
1. Cuando se trata de la impugnación de una ejecución de una resolución administrativa de reconocimiento o revisión de una prestación, o
de la imposición de un recargo en las derivadas de contingencias profesionales, sin que haya mediado intervención de la jurisdicción social, la
competencia para resolver las cuestiones relativas al capital coste le corresponde al orden contencioso-administrativo ( TS 26-11-04, EDJ
242608 ; en el mismo sentido ( TS cont-adm 18-7-02, EDJ 29114 ).
2. Si el reconocimiento del derecho a la prestación se ha realizado mediante sentencia, su «recaudación», aunque implique determinación y
cobranza del capital coste, ha de realizarse por el orden social y por la vía de la ejecución de sentencia ( TS 3-11-98 ; TS 3-11-99 , EDJ 43957 ;
5-11-99 , EDJ 34740 ; 21-1-00 , EDJ 285 ; 18-11-00 , EDJ 55656 ; TS 6-11-02, EDJ 54272 ; en el mismo sentido TS cont-adm 23-2-09, EDJ
22918 ). Se argumenta que cuando el título que sirve de base para la ejecución es una resolución judicial firme del orden social, la facultad de
ejecutar lo decidido en esa sentencia corresponde al propio orden social y además a través del proceso de ejecución, no abriendo un nuevo
proceso declarativo.

Precisiones

En un caso particular se declaró la competencia del orden social en relación al capital coste a abonar por los
sacerdotes secularizados como requisito para poder incrementar el importe de la pensión de jubilación y la
procedencia de los gastos de tramitación del expediente ( TS 11-11-03 , EDJ 202123 ; 20-3-03 , EDJ 15622 ; 9-12-
04 , EDJ 219447 ). La competencia se justifica porque el abono del capital está vinculado con la revisión de la
cuantía de la prestación.
5. Responsabilidad patrimonial de la Administración de la Seguridad Social 
(LOPJ art.9.4;  LJCA art.2.e);  LRJS art.3.g)

400
Las pretensiones que se deduzcan en relación con la responsabilidad patrimonial de la Administración de la Seguridad Social a consecuencia del
funcionamiento anormal o de los perjuicios ocasionados por los actos que dictan son competencia del orden contencioso-administrativo. Así
corresponde a este orden jurisdiccional, por ejemplo, conocer de la reclamación por los daños y perjuicios derivados de un erróneo reconocimiento por el
INSS de una situación de incapacidad permanente al demandante, que determinó el abandono de su actividad profesional ( TS 5-4-90 , EDJ 3833 ); o de
los soportados como consecuencia de un error de diagnóstico en una declaración de incapacidad permanente ( TS 20-12-97 , EDJ 59451 ).
También le está encomendado atribuidos al orden contencioso-administrativo la resolución de los litigios sobre responsabilidad patrimonial de los
servicios de salud y de los centros sanitarios concertados con ellas, por los daños y perjuicios causados por o con ocasión de la asistencia sanitaria, aún
cuando en la producción del daño concurran con particulares o cuenten con un seguro de responsabilidad ( LRJS art.3.g ). Atribución que se extiende a
las reclamaciones dirigidas frente a las mutuas de accidentes de trabajo por los daños y perjuicios causados por o con ocasión de la asistencia sanitaria
otorgada como entidades colaboradoras de la Seguridad Social ( TS 29-10-01 , EDJ 54021 ; TS Auto Sala de conflictos de competencia 24-10-05, EDJ
188508 ; TSJ C.Valenciana 15-2-15, EDJ 295039 ).

Precisiones

Desde el 2-10-2016, el procedimiento de responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas (incluida la


Administración sanitaria) va a quedar integrado, con especialidades, dentro del procedimiento administrativo
común. Tales especialidades vienen a reiterar las rasgos que delimitan hoy el procedimiento de responsabilidad
patrimonial, siendo la principal novedad la posibilidad de una terminación convencional. Debe tenerse en cuenta
que la nueva normativa no es de aplicación a los procedimientos iniciados antes del 2-10-2016 ( L 39/2015
art.24.1, 35.h, 60.4, 65, 67, 81, 86.5, 91, 92, 96, 114.e y disp.trans.3ª.a , L 40/2015 art.32 s. ).
IV. Asistencia y protección social pública 
402
Calificación del grado de discapacidad 
(LRJS art.2.o)
Se atribuye expresamente al orden jurisdiccional social la competencia para enjuiciar los litigios relativos a la valoración, reconocimiento y calificación
del grado de discapacidad sin salvedad alguna, es decir, aun cuando la reclamación no tenga como finalidad el reconocimiento de una prestación no
contributiva de la Seguridad Social, sino que se realice a otros efectos meramente administrativos o de asistencia social. La LRJS eleva así a rango legal
el criterio fijado en el RD 1971/1999 art.12 siguiendo el criterio fijado por la jurisprudencia ( TS Conflictos de Jurisdicción auto 18-12-09, EDJ 327350 conf
11/09 ).
404
Prestaciones de dependencia 
(LRJS art.2.o) y disp.final 7ª)
Se remite al orden jurisdiccional social la competencia para conocer de las reclamaciones sobre las prestaciones de dependencia ( L 39/2006 ). Sin
embargo, la efectividad de tan novedosa asignación competencial se demora hasta la aprobación de una ley que así lo establezca teniendo en cuenta la
incidencia de las distintas fases de aplicación de la Ley de Dependencia en orden a una más ágil respuesta judicial ( LRJS disp.final 7ª.2 ). Se concedió al
Gobierno un plazo de tres años para que enviase a las Cortes el correspondiente proyecto de ley, pero ese plazo venció el 12-11-2014 sin que se
hubiese cumplido ese mandato, por lo que hasta que se apruebe dicha Ley las controversias sobre las prestaciones de dependencia siguen residenciadas
en la jurisdicción contencioso-administrativa. Y ello, aun cuando la demanda se presente con posterioridad al 12-11- 2014 ( TS Conflictos de
Competencia auto 29-9-15, EDJ 177896 conf 9/15 ; TS 2-11-15, EDJ 259275 ; TS 8-7-15, EDJ 144496 ).
406
Complementos de prestaciones o de las indemnizaciones a cargo de las Administraciones Públicas 
(LRJS art.2.q)
Corresponde a la jurisdicción social el conocimiento de las reclamaciones sobre complementos de prestaciones, o de las indemnizaciones que pudieran
establecerse por las Administraciones Públicas a favor de cualquier beneficiario, especialmente en los supuestos de accidentes de trabajo y
enfermedad profesional. Estas partidas no tienen la naturaleza propia de las mejoras voluntarias (nº 410 s. ) pues las administraciones no actúan como
empleadoras, sino en su condición de poderes públicos ( TS 5-6-13, EDJ 134447 ).

Precisiones

Se abroga así la interpretación jurisprudencial que negaba la competencia del orden social para conocer de esta
clase de asuntos ( TS 12-7-06, Rec 235/05 y 27-1-05, EDJ 13099 , dictadas en procesos en la que la pretensión
actora estaba fundada en la póliza de seguro de accidentes suscrita por la Xunta de Galicia a favor de los
marineros de esa Comunidad Autónoma).
V. Seguridad Social complementaria, mutualismo de previsión social y fundaciones
laborales 
(LRJS art.2.g)

410
El orden social de la jurisdicción conoce de las controversias que se suscitan en la aplicación de los sistemas de mejoras de la acción protectora de la
Seguridad Social, incluidos los planes de pensiones y contratos de seguro, siempre que su causa derive de un contrato de trabajo o de un convenio,
pacto o acuerdo colectivo. Esta competencia se refiere a la Seguridad Social complementaria, que normalmente suele canalizarse a través de las
mejoras voluntarias de la Seguridad Social ( LGSS art.238, 239, 240 y 241 ; OM 28-12-1966 ). Esta normativa distingue dos tipos de mejoras: la mejora
por establecimiento de tipos de cotización adicionales, actualmente en desuso, y la mejora directa de prestaciones, que tiene, por el contrario, una
aplicación relevante. Los modos de gestión de las mejoras, son variados ( LGSS art.240 ): gestión directa de la empresa o la gestión indirecta a través de
la propia Administración de la Seguridad Social, las mutualidades de previsión social, las entidades aseguradoras y hoy también los fondos de promoción
de empleo. Falta la mención de los fondos y planes de pensiones, que, sin embargo, son instrumentos de gestión ( RDLeg 1/2002 disp.adic.1ª ). La
precisión legal acerca de que la mejora derive de un contrato de trabajo -incluida la mejora concedida unilateralmente por el empresario- o de un acuerdo
colectivo está ya implícita en la propia noción de mejora voluntaria y recoge el criterio jurisprudencial que presidió la declaración de competencia en el
caso de los contratos de seguro suscritos por los empresarios a favor de sus trabajadores (nº 254 ), lo que deja fuera las mejoras que pueden
concertarse directamente por un trabajador o por un grupo de trabajadores o sus representantes al margen de la relación laboral. Asimismo permanecen
extramuros de la jurisdicción social los litigios sobre mejoras voluntarias establecidas a favor de personal funcionario y/o estatutario en acuerdos suscritos
entre sus representantes y la Administración, que no tienen la naturaleza de convenio colectivo ( TS 5-6-13, Rec 76/12 ; 1-7-09, Rec 3171/08 ; TSJ País
Vasco 6-5-14, Rec 660/14 ; TSJ País Vasco 4-2-14, EDJ 104589 ; TSJ Valladolid 12-3-14, EDJ 41369 ; TSJ Sevilla 29-1-15, EDJ 19796 ; TSJ Castilla-La
Mancha 28-1-16, EDJ 5295 ; en sentido contrario TSJ Málaga 29-1-15, EDJ 68435 ; TSJ Sevilla 4-4-14, EDJ 94531 ).
412
Mutualidades y fundaciones laborales 
(LRJS art.2.r)
Tiene atribuido el orden social la resolución de los litigios surgidos entre los asociados y las Mutualidades, con las excepciones establecidas para los
Colegios Profesionales en los términos previstos en el RDLeg 6/2004 art.64 s. ( TS 28-6-07, EDJ 144086 ), así como entre las fundaciones laborales, o
entre éstas y sus beneficiarios, sobre cumplimiento, existencia o declaración de sus obligaciones específicas y derechos de carácter patrimonial,
relacionados con los fines y obligaciones propios de estas entidades. Una vez hecha referencia a la Seguridad Social complementaria ( LRJS art.2.q ),
podría decirse que la primera parte de la LRJS art.2.r ) se refiere a la Seguridad Social voluntaria, pues las mutualidades de previsión social se definen
como entidades aseguradoras que ejercen una modalidad aseguradora de carácter voluntario ( L 20/2015 art.53 s. ), aunque esto no excluye que las
mutualidades puedan asumir una función complementaria, como reconoce el precepto citado y la LGSS art.240 . Hay además mutualidades colegiales
que funcionan en la práctica como obligatorias, pues en caso de no incluirse en ellas hay que incorporarse al RETA. Aunque la competencia del orden
social es discutible cuando la mutualidad no actúa como gestora de una mejora laboral, la exclusión de las mutualidades colegiales, que mantiene la
LRJS art.2.r) carece de justificación, porque precisamente en estas mutualidades la conexión profesional es más fuerte y pueden además actuar como
mecanismos alternativos de la Seguridad Social básica ( LGSSS disp.adic.18ª ).
Los litigios que se someten al orden social son los que se producen entre las mutualidades y sus asociados; término este último que incluye no sólo los
beneficiarios de las prestaciones, sino también a los que mantienen con la mutualidad obligaciones de carácter contributivo (por ejemplo la empresa que
es miembro de la mutualidad para contribuir a la financiación de sus empleados). Pero no todos los litigios entre las mutualidades y sus asociados entran
en la jurisdicción del orden social, pues ésta se limita al cumplimiento, existencia y declaración de sus obligaciones específicas y derechos de carácter
patrimonial, que estén relacionados con los fines y obligaciones propios de estas entidades. Pese a lo elusivo de la fórmula empleada, parece que se
alude a las cuestiones relativas a las dos funciones básicas de contribución (primas y otras aportaciones y eventual reintegro, TS 5-2-96, Rec
1515/96 ) y de prestación, aparte de los pleitos sobre la inclusión en el ámbito de cobertura de la mutualidad y la expulsión de la misma ( TSJ Valladolid
29-10-08, EDJ 333694 ). Quedan fuera de la jurisdicción social los litigios que versan sobre la constitución de la entidad, sus estatutos, el régimen
interno y la designación de sus órganos de gobierno ( TS 6-5-92 , EDJ 4349 ).
Lo mismo hay que decir de las fundaciones laborales, reguladas actualmente -las de competencia estatal- por el RD 1337/2005 , para las que se aplica
una distinción similar a efectos jurisdiccionales.
No es, sin embargo, competente el orden social para conocer de una pretensión dirigida contra una mutua de seguros por relación ajena a la seguridad
complementaria ( TS 2-3-04, EDJ 160181 ).

VI. Otras cuestiones atribuidas al orden social 
(LRJS art.2.l)

415
Además de lo hasta aquí expuesto, la LRJS contiene una cláusula general abierta que permite residenciar en el orden social cualesquiera otras
cuestiones cuyo conocimiento le sea encomendado por la propia LRJS, o por otras normas con rango de Ley.
1. En lo que respecta a la primera alternativa, en la LRJS se encuentran tres atribuciones:
a) Autorizar a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y, en su caso, a la Administración laboral, el acceso al interior del centro de trabajo sometido a
inspección cuando coincida con el domicilio de la persona afectada ( LRJS art.76.5 ).
b) resolver las tercerías de dominio ( LRJS art.260 ), y de mejor derecho ( LRJS art.275 ), aunque la jurisdicción social no se extiende a las que se
producen fuera de la ejecución social y en el marco de procedimientos recaudatorios administrativos ( TS 26-11-96 , EDJ 10161 ; 18-12-97, EDJ 59458 ;
13-4-98 , EDJ 2412 ).
c) Conocer de las reclamaciones de indemnizaciones de daños causados por terceros ( LRJS art.75.3 ), como se declaró en un caso en que la acción
la ejercitaron los trabajadores ejecutantes contra el depositario de los bienes embargados, que quedaron destruidos por un incendio ( TS 18-4-00 , EDJ
10334 ), pudiendo entenderse que en estos casos se produce una extensión de la competencia por conexión ( LEC art.61 ).
2. En lo que concierne a la segunda posibilidad, no obstante la redacción incondicionada de la norma, el margen de disposición de la ley no es ilimitado,
pues la materia asignada tiene que tener algún punto de engarce con la materia social, en obligado respeto a la LOPJ art.9.5 . Así lo entendió el Tribunal
Constitucional al anular cierta Ley por atribuir al orden civil una cuestión que era claramente de naturaleza contencioso-administrativa ( TCo 1-7-93 ). De
conformidad con este criterio, la ley ordinaria no puede excepcionar frontalmente o contradecir la delimitación que de los distintos órdenes jurisdiccionales
efectúa la LOPJ art.9 .

VII. Cuadro­resumen   reparto   competencial   entre   las   jurisdicciones   social   y


contencioso­administrativa 
426
Actos administrativos en materia de relaciones Regulación (LRJS u otras Marginal Orden Jurisdiccional Orden Jurisdiccional
laborales normas) Memento Social Contencioso-
administrativo
Impugnación directa de disposiciones generales LRJS art.3.a) (nº 324 )
  X

Impugnación de sanciones administrativas


incumplimiento de normas laborales
por LRJS art.2.n) ) (nº 362 ) X
 
Administración laboral como empleadora
Impugnación de pactos mixtos (Administración LRJS art.3.e)
empleadora con trabajadores y personal funcionarial
(nº 299 )
  X

y/o estatutario).
Impugnación de pactos de la Administración LRJS art.3.e)
empleadora con personal estatutario y funcionario
(nº 299 )
  X

Impugnación de convenios colectivos y acuerdos LRJS art.2.h)


entre Administraciones empleadora y personal laboral
(nº 299 ) X
 
en exclusiva.
Impugnación de los laudos arbitrales sobre el LRJS art.2.h)
personal laboral de Administraciones públicas.
(nº 299 ) X
 
Impugnación de actos de la Administración LRJS art.1 y 2.a)
empleadora relativos a la relación laboral de su
(nº 284 ) X
 
personal laboral en exclusiva
Intermediación laboral
Conflictos de intermediación laboral entre los LRJS art.2.p)
siguientes sujetos: trabajadores y servicios públicos
(nº 303 ) X
 
de empleo, agencias de colocación autorizadas y
otras entidades colaboradoras
Conflictos sobre autorización administrativa de ETTs y LRJS art.2.n) )
Agencias de colocación
(nº 328 )
  X

Otros
Conflictos sobre autorización administrativa
residencia y trabajo de extranjeros
de LJCA art.8.4
LO 4/2000 art.36
(nº 328 )
  X

Conflictos sobre permisos administrativos para la LRJS art.2.n )


intervención de menores en espectáculos públicos
(nº 328 ) X
 
Conflictos sobre prestaciones del FOGASA LRJS art.2.ñ (nº 344 ) X
 
Impugnación de las resoluciones administrativas sobre LRJS art.2.n )
extinción y suspensión de contratos por fuerza
(nº 328 ) X
 
mayor
Derechos fundamentales
Tutela frente a las lesiones de los derechos LRJS art.2.f)
fundamentales incluidos los derivados de terceros en
(nº 276 ) X
 
conexión directa con la prestación de servicios. Con
inclusión de la responsabilidad por daños
Tutela de la libertad sindical y del derecho de LRJS art.3.c)
huelga de los funcionarios y personal estatutario
(nº 276 )
  X

Impugnación de actos de la Administración sobre LRJS art.3.d)


garantía del mantenimiento de los servicios
(nº 336 )
  X

esenciales de la comunidad en caso de huelga


(incluido determinación de servicios o dependencias y
porcentajes mínimos de personal necesarios).
Impugnación exclusiva de los actos administrativos LRJS art.3.d)
de designación concreta del personal laboral
(nº 336 )
  X

incluido en los servicios mínimos en caso de huelga


en servicios esenciales.
Prevención de riesgos laborales
Litigios sobre prevención riesgos laborales, también LRJS art.2.e)
cuando afecten al personal funcionarial o
(nº 280 ) X
 
estatutario e incluida la reclamación de
responsabilidad derivada de los daños sufridos por
su incumplimiento.
Materias colectivas o sindicales
Acto de extensión de convenio colectivo LRJS art.2.n)
RD 572/1982
(nº 336 ) X
 
Depósito de los estatutos sindicales y de las LRJS art.2.j
asociaciones empresariales
(nº 292 ) X
 
Elecciones sindicales en la empresa y también a LRJS art.2.i)
órganos de representación del personal al servicio de
(nº 4140 ) X
 
las Administraciones públicas
Procedimiento administrativo de
conflictos colectivos de trabajo
solución de LRJS art.2.g (impugnación de (nº 299 )
laudo o acuerdo)
X
 
Requerimiento de apertura en caso de cierre patronal LRJS art.2.n) y RD 17/1977 (nº 297 )
art.14
X
 
Actos administrativos en materia de Protección Regulación (LRJS u otras Marginal MPL Orden Jurisdiccional Orden Jurisdiccional
Social normas) Social Contencioso-
administrativo
Impugnación directa de disposiciones generales LRJS art.3.a) (nº 324 )
  X

Impugnación de actos administrativos en materia de LRJS art.2.s)


Seguridad Social no prestacional, incluyendo
(nº 320 y nº X
362 )
(salvo actas de
liquidación e infracción
 
sanciones con la excepción de las especificadas en la conjunta)
LRJS art.3.f) .
Impugnación de sanciones administrativas relativas a LRJS art.3.f)
actas de liquidación
(nº 363 )
  X

Litigios sobre reembolso de gastos médicos ante la LRJS art.2.o)


Administración sanitaria en supuestos de urgencia vital
(nº 360 ) X
 
Litigios sobre bonificaciones en materia de Seguridad LRJS art.3.f)
Social
(nº 340 )
  X

Litigios sobre prestaciones de Seguridad Social LRJS art.2.o)


incluida la imputación de responsabilidad legal de
(nº 353 s. ) X
 
empresarios o terceros
Impugnación de actos administrativos de Seguridad LRJS art.3.f)
Social sobre cuestiones conexas con la
(nº 372 )
  X

recaudación encuadramiento, liquidación de


cuotas, actas de liquidación, incluidas infracciones
administrativas relacionadas con las mismas.
Litigios sobre responsabilidad patrimonial de la LRJS art.3.g)
Administración por defectuosa asistencia sanitaria.
(nº 400 )
  X

Litigios en torno a la prestación de dependencia (*) LRJS art.2.o) (nº 404 ) X


 
Litigios en torno al grado de discapacidad LRJS art.2.o) (nº 402 ) X
 
Litigios en aplicación de los sistemas de mejoras de LRJS art.2.q)
la acción protectora de la Seguridad Social incluidos
(nº 406 y nº X
410 )
 
tanto planes de pensiones y contratos de seguro
derivados de decisión unilateral del empresario,
contrato de trabajo o convenio, pacto o acuerdo
colectivo. También los relativos a complementos o
indemnizaciones que establezcan las
Administraciones públicas a favor de cualquier
beneficiario.
(*) La atribución al orden social de los litigios en materia de prestaciones de dependencia todavía no es efectiva, pues su entrada en vigor se ha de fijar
en una Ley ulterior cuyo proyecto no se ha remitido por el Gobierno a las Cortes Generales en el plazo establecido (ver nº 404 ).
SECCIÓN 2

 Cuestiones prejudiciales 
430
A. Tratamiento genérico de las cuestiones prejudiciales 435
B. Prejudicialidad suspensiva por falsedad documental 443
C. Prejudicialidad administrativa 455
D. Prejudicialidad laboral colectiva 465
E. Planteamiento de una cuestión de inconstitucionalidad 470

A. Tratamiento genérico de las cuestiones prejudiciales 
(LOPJ art.10)
435
Se entiende por cuestiones prejudiciales, aquéllas que, si bien están conexas con la pretensión sometida al conocimiento de un órgano judicial, no son,
sin embargo, de la competencia de éste. Las cuestiones prejudiciales son aquellas que implican la necesidad de resolver incidentalmente, y a los solos
efectos de decidir la pretensión planteada, un tema litigioso por no haber sido objeto de resolución firme y definitiva del órgano competente para ello ( TCo
182/1994 ).
Para ellas, rige con carácter general la previsión contenida en la LOPJ que establece que, a los solos efectos prejudiciales, cada orden jurisdiccional
puede conocer de asuntos que no le estén atribuidos privativamente. No obstante, la existencia de una cuestión prejudicial penal de la que no pueda
prescindirse para la debida decisión o que condicione directamente el contenido de ésta, determinará la suspensión del procedimiento mientras aquélla no
sea resuelta por los órganos penales a quienes corresponda, salvo las excepciones que la ley establezca ( LOPJ art.10.2 ). La conclusión que de dicha
norma se deriva es doble, a saber:
1. A efectos prejudiciales cada orden jurisdiccional puede conocer de asuntos conexos con el principal que, si no fuera por esa conexión y
dependencia de aquél no le corresponderían, mientras no sean de carácter penal. Por tanto, las cuestiones prejudiciales no penales carecen de
efecto suspensivo.
2. En relación con los asuntos penales prejudiciales, si la solución de los mismos condiciona el contenido de la sentencia, tendrán efecto
suspensivo sobre el procedimiento en el que se planteen, salvo excepciones expresamente previstas.
En todo caso, aunque la prejudicialidad tiene clara legitimidad constitucional, se requiere que la cuestión no esté resuelta en el orden jurisdiccional
competente. De ser así existirá vinculación con lo decidido por ella ( TCo 200/2003 ) pues el conocimiento de cuestiones prejudiciales no llega al extremo
de poder ignorar lo resuelto mediante sentencia firme en otro orden jurisdiccional. De otro modo quedaría vulnerada la intangibilidad de una sentencia
firme, infringiéndose el principio de tutela judicial efectiva ( Const. art.24 ) ( TS 22-1-96, EDJ 52464 ; 15-2-96, EDJ 52449 ; 13-3-96, EDJ 1581 ; 8-7-96,
EDJ 4096 ; 27-7-96, EDJ 6293 ; 19-9-96, EDJ 6590 ; 19-9-96, EDJ 6591 ). Y ello es así, porque por el sistema de prejudicialidad no devolutiva, los
órdenes jurisdiccionales actúan de manera independiente, y sólo una sentencia firme del orden judicial competente para decidir la cuestión tendría efectos
vinculantes para el orden que tiene que decidir esa cuestión incidentalmente como cuestión prejudicial ( TS 14-9-01, EDJ 70649 ; 17-1-02, EDJ 123187 ;
TS unif doctrina 15-1-09, EDJ 42673 ).
La competencia de los órganos jurisdiccionales sociales se extiende al conocimiento y decisión de las cuestiones previas y prejudiciales no
pertenecientes a dicho orden y relacionadas directamente con las atribuidas al mismo -competencia judicial por conexión ( TCo )-, salvo lo señalado
respecto a la prejudicialidad penal (nº 439 ) y en la ley Concursal ( L 22/2003 ).
En el proceso social la cuestión prejudicial se resuelve de forma conjunta con el objeto del proceso, sin tener que suspender el litigio ( TS 15-1-09, EDJ
42673 ; 20-7-10, EDJ 42673 ).
437
Prejudicialidad concursal 
(LRJS art.4.1;  LCon art.50.1, 51 y 55)
El juez de lo social debe abstenerse de conocer cuando se trate de demanda de la que debe conocer el juez del concurso. De admitirse a trámite las
demandas, se ordenará el archivo de todo lo actuado, careciendo de validez las actuaciones que se hayan practicado.
En el caso de que el concurso sea declarado después de iniciarse el proceso social, éste continua hasta la firmeza de la sentencia.
439
Prejudicialidad penal 
(LRJS art.4.1.3. y 86)
Siguiendo la regla general prevista en la LOPJ la competencia de los órganos jurisdiccionales del orden social se extiende al conocimiento y decisión de
las cuestiones prejudiciales no pertenecientes a dicho orden que estén directamente relacionadas con las atribuidas al mismo.
Sin embargo, se señala como excepción que, hasta que las resuelva el órgano judicial competente, las cuestiones prejudiciales penales suspenden el
plazo para adoptar la debida decisión, si bien sólo cuando se basen en falsedad documental y su solución sea de todo punto indispensable para dictar,
por ser de notoria influencia en el pleito y no pueda prescindirse de la resolución de la causa criminal para la debida decisión o condicione directamente el
contenido de ésta.
Por lo tanto, la regla general viene constituida por el hecho de que las cuestiones prejudiciales en el proceso laboral se resuelven como tales, en el mismo
proceso, con la única excepción de que se haya alegado falsedad de un documento de influencia notoria en el pleito.
Esta solución, de la LRJS ya se prevé en la LOPJ. Además, la posibilidad de que, por esta vía, se dicten sentencias contradictorias en diferentes
órdenes, no la ha considerado el Tribunal Constitucional contraria a la Constitución, por entender que la vigencia en el proceso laboral del principio de
celeridad y de la búsqueda de la verdad material del proceso penal, así como los diferentes finalidades de uno y otro justificaban la no suspensión del
procedimiento laboral por una causa penal en tal sentido ( TCo 24/1984 ; 62/1984 y 36/1985 ; y lo mismo en TS 14-7-84 o 18-2-88 , EDJ 1334 , y al
resolver revisión de sentencias en TS 21-10-98, EDJ 28341 ; 28-12-99, EDJ 44004 o 31-12-99, EDJ 44006 , entre otras).
No obstante la aparente claridad de tales preceptos, nos encontramos ante una fuente de posibles problemas de prejudicialidad cuando se trata de
resolver cuestiones laborales conexas con las penales, pues también interfieren las previsiones de la Ley que establecen que la jurisdicción penal es
siempre preferente ( LOPJ art.10.2 ), así como la prohibición de seguir otro juicio distinto al penal por los mismos hechos ( LECr art.114 ). Ello hace que
en ocasiones sea inadecuado seguir el proceso laboral y aceptar la existencia de litispendencia en lugar de prejudicialidad penal suspensiva, a pesar
de que la conclusión general sea la de que la existencia de un proceso penal no condiciona la iniciación o la continuidad de un proceso laboral, cual
puede ocurrir en el caso en que se ejercite junto con la acción penal la misma acción civil que se ejercita en la vía laboral.
Diversas resoluciones del Tribunal Supremo insisten en esta singularidad del proceso laboral, de regla general no suspensiva, frente a la opuesta de
suspensión establecida en la LOPJ, razonando que el fundamento de esta particularidad se encuentra en el hecho de que la Jurisdicción Laboral y la
Penal son totalmente independientes, y que la distribución de competencias y la regulación de procesos en los diversos órdenes que integran la única
potestad jurisdiccional del Estado, no supone subordinación de ninguno de ellos a otros, gozando todos de la independencia que le reconoce y garantiza
la Const.art.117 ( TS 8-10-85 ; 16-10-85 ; 1-12-86 , EDJ 7882 ; 18-2-88 , EDJ 1334 ; 27-11-91, EDJ 11276 ) Así, en materia de recargo de prestaciones
no existe prejudicialidad penal devolutiva y, por ello, no se suspende el proceso laboral ( TS unif doctrina 7-7-09, EDJ 190336 y las allí citadas).
Por otra parte, la jurisdicción penal y laboral operan sobre culpas distintas y no manejan de idéntica forma el material probatorio para enjuiciar en
ocasiones una misma conducta ( TS 10-6-14, EDJ 106582 ; 13-05-16 , EDJ 84764 ).

Precisiones

De esta forma en una demanda solicitando por vía laboral de indemnización por acoso sexual, mientras se
tramita el proceso penal por acoso sexual en el que por los mismos hechos se pedía la misma indemnización se
aceptó la preferencia del orden penal ( TS 5-6-05, EDJ 166191 ).
441
Otros supuestos de prejudicialidad suspensiva 
Al lado de estas previsiones sobre prejudicialidad penal suspensiva o no suspensiva, existen otros supuestos de suspensión del plazo para dictar
sentencia no previstos expresamente como tales en los preceptos citados, pero sí vigentes con la misma fuerza suspensiva. Se trata de la suspensión por
prejudicialidad laboral en los supuestos de los conflictos colectivos (nº 465 ) y a la prejudicialidad constitucional cuando procede el planteamiento de
una cuestión de inconstitucionalidad ( Const art.163 ; LOPJ art.5 ; LOTC art.32 s ) (nº 470 ).
En relación al planteamiento de las cuestiones prejudiciales ante el TJUE, ver nº 9395 s .

B. Prejudicialidad suspensiva por falsedad documental 
(LRJS art.4.3 y 86.2)
443
Régimen jurídico 
Aunque, según se ha visto, en el orden laboral las cuestiones prejudiciales penales no tienen los efectos suspensivo y devolutivo que sí que tienen en
los demás órdenes jurisdiccionales ( LOPJ art.10 ), sí hay un supuesto en que la cuestión prejudicial penal tiene aquellos mismos efectos sobre el proceso
laboral: es el supuesto en que la cuestión prejudicial se base «en falsedad documental y su solución sea de todo punto indispensable para dictarla».
Desarrollando tal previsión, se dispone que en el supuesto de que fuera alegada por una de las partes la falsedad de un documento que pueda ser de
notoria influencia en el pleito, porque no pueda prescindirse de la resolución de la causa criminal para la debida decisión o condicione directamente el
contenido de ésta, continua el acto del juicio hasta el final, y con suspensión de las actuaciones posteriores, el órgano judicial debe conceder un plazo de
ocho días al interesado para que aporte el documento que acredite haber presentado la querella. Esta suspensión dura hasta que se dicte sentencia o
auto de sobreseimiento en causa criminal, hecho que debe ser puesto en conocimiento del Juez o Tribunal por cualquiera de las partes.
445
Requisitos 
La configuración legal de esta cuestión prejudicial, tiene como se ha visto, un carácter excepcional frente a la regla general de la no suspensión por
prejudicialidad penal. Para que dicha prejudicialidad tenga efectos suspensivos, exige que se den los siguientes requisitos ( TSJ La Rioja 18-3-13, EDJ
52331 ):
1. Que estemos en presencia de una falsedad documental, y por lo tanto de las que están recogidas como tal en alguno de los tipos penales
del CP art.390 a 399 ambos inclusive, para lo cual el Juez laboral debe controlar mínimamente la seriedad de la referencia falsa que a su
presencia se pueda hacer con ánimo de obtener la suspensión, puesto que no tiene efectos suspensivos una falsedad civil no delictiva, o puede
tratarse de una falsedad no documental (cual ocurre con la falsedad de monedas u otros objetos).
2. Que sea alegada por alguna de las partes, como específicamente requiere la LRJS ( LRJS art.86.2 ). Tal exigencia supone que la cuestión
prejudicial ni puede ser considerada de oficio por el Juez, ni puede ser aceptada sobre manifestaciones de terceros como pudieran ser las de un
testigo que afirmara que un documento que se le haya podido exhibir para reconocimiento era falso. La cuestión prejudicial constituye un alegato
de hecho que, como todos, se rigen por el principio de aportación de parte, y por ello sólo las partes lo pueden aportar, de forma que el legislador
está exigiendo una manifiesta voluntad de la parte de plantearla como cuestión litigiosa, no sirviendo por lo tanto manifestaciones que no sean
concretas alegaciones de tal hecho. Por ejemplo no es alegación de falsedad el simple hecho de no reconocer un documento o el hecho de decir
que el mismo podía no ser cierto o podía ser falso. En caso de duda el Juez debe pedir la oportuna aclaración, para llegar a saber si tiene
voluntad clara de denunciar como falso un documento, o si lo que ocurre es que no lo reconoce como auténtico. Por otra parte, se trata de un
alegato que podrá ser hecho en cualquier momento del pleito, puesto que la LRJS no dice cuándo ha de hacerse, si bien lógicamente se hará en
conclusiones, después de conocidos los documentos.
3. Que el documento cuya falsedad se alega, sea de notoria influencia en el pleito, o no pueda prescindirse de la resolución de la causa
criminal para la debida decisión, o condicione directamente el contenido de ésta, pues es condición que se impone a su carácter devolutivo
( LRJS art.86.2 ).
1) Como puede apreciarse, el legislador ha querido delimitar con carácter restrictivo los documentos cuya supuesta falsedad puede producir
los efectos suspensivos previstos en la LRJS, No obstante lo cual no siempre es fácil determinar cuándo un documento tiene influencia notoria en
el pleito, fundamentalmente cuando el Juez tiene a su disposición otros medios de prueba que le permiten resolver la cuestión, con
independencia de que el documento fuera o no falso con falsedad penal. Así, aunque se alegue la falsedad de un documento, si el Juez
considera que tiene suficientes elementos de prueba para resolver la reclamación al margen de que el documento, puede dictar sentencia sin
suspender el juicio, razonando el por qué de tal decisión no suspensiva.
2) No cabe alegar la falsedad documental en ulterior recurso de revisión si se renunció en su momento a la posibilidad de solicitar la
suspensión ofrecida por la LRJS art.86.2 ( TS 22-4-09, EDJ 120323 ).
447
Efectos 
La alegación por cualquiera de las partes de una falsedad documental, de acuerdo con el principio de contradicción exigirá, aunque la LRJS no lo diga
expresamente, dar la oportunidad a la parte contraria para que formule las alegaciones que crea oportunas al respecto, cualquiera que sea el momento
en que aquélla se alegue. Pero produce, además, los siguientes efectos procedimentales:
1. La LRJS, como hemos visto, dispone que, alegada a falsedad documental continua el juicio hasta el final, y con suspensión de las actuaciones
posteriores, el órgano judicial concede un plazo de ocho días al interesado para que aporte el documento que acredite haber presentado la querella. Por
lo tanto, la alegación de falsedad produce también un efecto suspensivo que no es necesariamente inmediato sino que exige la continuación del juicio,
respetándose el principio de unidad de acto, y tomando la decisión al final del juicio, o después de la práctica de la diligencia para mejor proveer si la
falsedad se alegó con motivo de la práctica de una diligencia de tal naturaleza.
2. Por otra parte la suspensión no es definitiva, pues, en principio sólo se concede por los ocho días que se dan a la parte para que acredite haber
presentado la oportuna querella. Lo cual quiere decir lo siguiente:
– la suspensión queda condicionada a que la parte que alegó la falsedad presente una querella criminal por falsedad, lo que implica algo más
que alegarla simplemente en un juicio laboral;
– en los ocho días de plazo dicha parte ha de presentar la querella y acreditar ante el Juzgado de lo Social que la presentó; exigiéndose que se
trate de una querella con todos los requisitos de la LECr art.270 s. y no una mera denuncia de conocimiento de unos hechos que pudieran ser
delictivos ( TS 16-10-90 , EDJ 9394 );
– si transcurridos tales ocho días no se acredita la presentación de la querella habrá de alzarse la suspensión, y dictarse la sentencia laboral,
quedando abierta únicamente la posibilidad futura y remota de la revisión.
Una vez presentada la querella por falsedad documental, es preceptivo para el juez seguir el trámite de suspensión que estamos contemplando, so
pena de que se pueda declarar la nulidad de todo lo actuado ( TS 10-7-89, EDJ 7056 ) por cuanto se trata de respetar la competencia del Juez penal para
la declaración de falsedad de aquel documento cuestionado.
El documento acreditativo de haberse presentado la querella puede consistir en un certificado del Juzgado o del Decanato correspondiente, o bien en
una copia de la querella con el sello de fechas del Juzgado o del Decanato. Pero sólo si es aportado el documento acreditativo de haberse presentado la
querella dentro del plazo concedido, procederá mantener la suspensión.
449
3. Acreditada la presentación en tiempo de la querella por falsedad, la duración de la suspensión se prolonga hasta que se dicte sentencia o auto de
sobreseimiento en la causa criminal, hecho que debe ser puesto en conocimiento del Juez o Tribunal por cualquiera de las partes ( LRJS art.86.2 ). Por lo
tanto, la suspensión se mantiene hasta que por cualquiera de las partes se ponga en conocimiento del Juez el hecho de haberse dictado sentencia penal
o auto de sobreseimiento, aunque esto pueda tardar, como normalmente ocurre, varios años.
4. Una vez acreditada la finalización definitiva de la causa penal, lo que procede es levantar la suspensión y dictar sentencia. En relación con ésta, el
efecto devolutivo propio de la prejudicialidad penal, cual es la vinculación del Juez laboral a lo resuelto en la causa criminal únicamente se produce si se
dicta sentencia, pues tanto en los casos de inadmisión de la querella como en los de sobreseimiento, no se ha producido ningún pronunciamiento
penal sobre la falsedad denunciada. Incluso, dictada sentencia absolutoria o condenatoria, la vinculación sólo se produce cuando se resuelva si el
documento es falso o es auténtico- ( TS 20-6-01, EDJ 16120 ; 18-1-02, EDJ 843 ); por lo tanto, una sentencia condenatoria por falsedad del documento
en cuestión, vincula al Juez laboral en cuanto a la afirmación de ser falso el documento, y una sentencia absolutoria vincula si afirma que es auténtico,
pero no puede vincular una sentencia absolutoria que se limite a absolver por falta de pruebas sobre la falsedad, o una resolución de sobreseimiento del
caso puesto que en tal caso ha quedado imprejuzgada la cuestión motivadora de la suspensión- así TS 18-1-02, EDJ 13522 ; 28-11-02, EDJ 61431 .

C. Prejudicialidad administrativa 
(LOPJ art.10;  LRJS art.4)
455
Los Tribunales del orden social pueden conocer de todas aquellas cuestiones de índole administrativa que, siendo conexas con el objeto principal del
proceso, resulten necesarias para su solución final. Decisión sobre materia administrativa que -naturalmente- sólo tiene eficacia en el concreto proceso
laboral, sin proyección alguna en el orden contencioso-administrativo.
457
Instrumentalidad 
Uno de los requisitos de la cuestión prejudicial es su instrumentalidad, por lo que no pueden decidirse por tal cauce cuestiones administrativas que
supongan el auténtico objeto del proceso, pues ello desconocería la esencia de la prejudicialidad y constituiría fraude a las reglas de competencia. Así lo
ha afirmado la Sala IV, cuando aduciendo esa prejudicialidad se ha pretendido dejar sin efecto determinados actos administrativos, tales como el
nombramiento de funcionario interino ( TS 20-4-92, EDJ 3829 ; 27-2-96, EDJ 1394 ; 12-6-96 EDJ 5156 ; 22-11-96, EDJ 8291 ; 16-7-96, EDJ 5933 ; 27-1-
97, EDJ 602 ) o la declaración de incompatibilidad y excedencia de personal estatutario ( TS 30-3-92, EDJ 3088 ; 1-6-93, EDJ 5223 ), argumentado al
efecto el Tribunal Supremo que no es eficazmente aducible que la cuestión referida actuase como prejudicial, dado que el tema en litigio era reconducir al
ámbito laboral una relación constituida en el plano del Derecho Administrativo -así, respecto del nombramiento como funcionario interino-; y que lo que en
definitiva se solicita, es dejar sin efecto, aunque sea provisionalmente, un acto administrativo impugnado por un recurso contencioso-administrativo, es
decir, algo que tiene su lugar de discusión en el propio recurso contencioso-administrativo (en tal sentido, para la declaración de excedencia).
Asimismo, a los fines de baremación de méritos en las listas de personal interino, el orden jurisdiccional contencioso-administrativo puede resolver una
cuestión prejudicial laboral -como decidir el carácter laboral del vínculo- sin que ello transforme el litigio en un pleito social ( TS 13-4-09, EDJ 101834 ; 6-5-
09, EDJ 101839 ).
459
Vinculación al órgano con competencia genuina 
Si la cuestión prejudicial administrativa ya ha sido resuelta por el orden jurisdiccional con competencia genuina al respecto, la jurisdicción social debe
partir de dicho pronunciamiento, pues de otro modo quedaría vulnerada la intangibilidad de una sentencia firme, infringiéndose el principio de tutela
judicial efectiva ( Const.art.24.1 ) ( TCo 182/1994 ; TS 29-12-93, EDJ 11940 ; 28-10-94, EDJ 9126 ; 22-1-96, EDJ 52464 ; 15-2-96, EDJ 52449 ; 13-3-96,
EDJ 1581 ; 8-7-96 EDJ 4096 ; 27-7-96 EDJ 6293 ; 19-9-96 EDJ 6590 ; 19-9-96 EDJ 6591 ) todas ellas para prestaciones complementarias de
Seguridad Social, determinadas por la validez de una modificación del Reglamento de Régimen Interior.
La declaración de hechos probados contenida en sentencia firme de la jurisdicción contencioso-administrativa en materia de prevención de riesgos
laborales vincula al orden social a la hora de determinar la posible existencia del recargo de prestaciones de Seguridad Social ( RDLeg 5/2000 art.42.5 ).
Con ello el legislador va más allá de la sentencia del Tribunal Constitucional ( TCo 158/1985 ) que se limitaba a exigir motivación de la discrepancia en la
sentencia del tribunal social que se apartaba de las conclusiones de la resolución contencioso-administrativa.
Por otra parte y en referencia a la huelga, el Tribunal Constitucional ha precisado que el orden social debe tener en cuenta la sentencia del orden
contencioso-administrativo que anula el Decreto de servicios mínimos, a la hora de juzgar la conformidad a derecho de las sanciones impuestas a los
trabajadores por negarse a cumplir los señalados servicios, porque la nulidad del acto administrativo determina que la decisión empresarial pierda la
cobertura de legitimidad, sin que ello haya de suponer tampoco una vinculación absoluta del orden social al contencioso-administrativo ( TCo 123/1990 ).
461
Supuestos tratados por la jurisprudencia 
En concreto, los supuestos en los que la jurisprudencia social ha examinado cuestiones prejudiciales administrativas han sido:
1. La amortización de plaza en organismos públicos, señalando que es incorrecta la doctrina que sostiene la incompetencia del orden social para
decidir sobre la acomodación a derecho de la amortización o se limita a constatar tan sólo la existencia de la amortización, pues se cierra la posibilidad de
que el órgano judicial decida sobre la procedencia o improcedencia de la extinción del contrato de trabajo ( TS sala general 10-7-00 EDJ 21725 ; 23-10-00
EDJ 36299 ; 12-2-01, EDJ 3027 ; 20-2-01, EDJ 3057 ; 20-3-01, EDJ 3113 ; 20-2-01, EDJ 3057 ; 2-4-01, EDJ 10200 ; 10-4-01, EDJ 10219 ; 17-9-01, EDJ
70655 ; 7-11-01, EDJ 49369 ; 23-4-02, EDJ 27177 ).
2. La integración de Ikastolas privadas en la escuela pública vasca, en tanto que determinante de la responsabilidad salarial correspondiente a los
Ayuntamientos y a la Comunidad Autónoma ( TS 13-7-98, EDJ 18439 ; 18-9-98, EDJ 23121 ).
3. La modificación de un Reglamento de Régimen Interior, con afectación de los derechos en materia de Seguridad Social complementaria ( TS 4-10-
91, EDJ 12423 ; 11-4-91, EDJ 3726 ).
4. La modificación del organigrama de un Ente Público, con afectación de las condiciones de trabajo de carácter colectivo ( TS 19-1-09, EDJ 15238 ).
5. La inclusión en la relación de puestos de trabajo de una Administración Autonómica de un determinado complemento salarial para el puesto
desempeñado ( TS 15-1-09, EDJ 42673 ).
6. En relación con las retenciones de IRPF y Seguridad Social legalmente establecidas sobre los salarios de trámite ( TS 29-11-09, Rec 2757/08 ).
D. Prejudicialidad laboral colectiva 
(LRJS art.86.4, 138.4 y 160.5)
465
Como regla general, la tramitación de otro procedimiento en el orden social no da lugar a la suspensión. La coordinación entre dos litigios se produce
mediante la litispendencia, en su caso.
No obstante, las partes de común acuerdo pueden solicitar la suspensión del procedimiento hasta que recaiga resolución firme en el otro cuando haya de
resolverse una cuestión que constituye el objeto principal.
Fuera de estos dos supuestos - litispendencia y solicitud de las partes- la prejudicialidad social se circunscribe a los efectos de los litigios de carácter
colectivo. Una de las situaciones que se pueden dar en el proceso laboral es que se estén tramitando a la vez un procedimiento individual o plural en
reclamación de concretas pretensiones, y un procedimiento colectivo cuyo objeto sea idéntico al que es objeto de petición por los trabajadores
concretos. Puede darse, en efecto, el caso de trabajadores singulares que reclamen el reconocimiento de un determinado derecho y que al mismo tiempo,
en el mismo u otro Juzgado, esté pendiente de solución un proceso de conflicto colectivo de interpretación del Convenio Colectivo que tenga por objeto
determinar las condiciones para la percepción de aquel concreto derecho ( TS 24-6-13, Rec 1031/12 ; 15-07-14 , EDJ 143142 ).
En situaciones como las indicadas la apreciación de la litispendencia tiene un primer inconveniente derivado del hecho de que no concurren las tres
identidades clásicas del antiguo CC art.1252 -personas, cosas y acciones- que son las que tradicionalmente se han exigido para que prospere tal
excepción, y, por otra parte se da la circunstancia de que la sentencia de conflicto colectivo, a pesar de no coincidir tales identidades, produce los efectos
de la cosa juzgada sobre aquellos procedimientos individuales, de conformidad con lo dispuesto al efecto en la LRJS ( LRJS art.160.5 ), en concreto el
efecto prejudicial o positivo de la misma. De ahí que la Jurisprudencia haya interpretado que la existencia de un procedimiento de conflicto colectivo con el
mismo objeto ha de tener un efecto suspensivo sobre el proceso individual como única manera de hacer efectiva aquella prejudicialidad que
legalmente tiene reconocida. Esta conclusión puede apreciarse en la TS 30-6-94, EDJ 5730 , en la que, después de señalar los requisitos para la
litispendencia llegó a la conclusión de que tal situación era la propia de una prejudicialidad suspensiva y así lo acordó, habiéndose reiterado en otras
muchas sentencias posteriores como la 15-7-94, EDJ 6013 ; 21-7-94, EDJ 6143 ; 25-11-94, EDJ 9516 ; 27-1-95, EDJ 24535 ; 6-7-99, EDJ 17081 ; 24-7-
00, EDJ 24429 ; 30-9-04, EDJ 152836 .
De acuerdo con ella, no existe litispendencia en estos supuestos, sino prejudicialidad suspensiva que habría de motivar una suspensión del
procedimiento en el momento en que se detecte la situación. En el caso de que sea alegada la litispendencia por esta causa como excepción procesal en
el acto del juicio, lo que procede procesalmente no es suspender el juicio sino terminarlo y acordar posteriormente la suspensión y la correspondiente
remisión de la sentencia colectiva, pues es lo más acorde con las exigencias de los principios de celeridad, de economía procesal, así como con la
exigencia de unidad de acto del juicio laboral, que se quebraría si se suspendiera sine die inmediatamente después de formulada la excepción. Se trataría
de aplicar por analogía el criterio que se contiene en la LRJS respecto de la no suspensión del juicio aun en los supuestos en que se alegue la falsedad
de un documento ( LRJS art.86 ).

E. Planteamiento de una cuestión de inconstitucionalidad 
(Const. art.163;  LOTC art.35;  LOPJ art.5.2)
470
Cualquier órgano judicial puede promover ante el Tribunal Constitucional una cuestión de inconstitucionalidad cuando considere que una de las normas
que ha de aplicar dentro del proceso del que está conociendo, y de la que dependa el fallo, pueda ser contraria a la Constitución, por resultar factible una
interpretación compatible con la Norma Fundamental ( TS 5-6-96, EDJ 5484 ; 27-10-99 EDJ 33662 ).
La doctrina señala la naturaleza prejudicial de estas cuestiones y el efecto suspensivo que las mismas tienen sobre el proceso que el Juez está
tramitando, en la misma medida en que lo producen los supuestos de prejudicialidad penal suspensiva ( García Roca), con lo que, salvando las diferencias
que se señalan en los siguientes marginales, se puede aplicar a esta cuestión lo ya dicho respecto de la prejudicialidad penal (nº 437 ).

Precisiones

1) Los Jueces y Tribunales pueden plantear la cuestión de inconstitucionalidad sólo en cuanto a las leyes
posteriores a la Constitución, pues respecto a las anteriores se encuentran facultados para inaplicarlas, en
virtud de lo establecido en la disposición derogatoria 3.ª de la Constitución, que como Ley posterior deroga en todo
lo que a ella se oponga ( TS 17-12-84 ; 17-12-87 , EDJ 9452 ; 5-3-91 ). En concreto, tratándose del juicio de
discriminación ( TS 23-5-06, EDJ 84006 ; 20-9-07, EDJ 206248 )
2) La derogación sobrevenida de la norma puede seguir haciendo necesario el planteamiento de la cuestión de
inconstitucionalidad cuando la derogada era de aplicación al proceso ( TCo 128/2009 ; 22/2010 ).
472
Sujeto facultado para plantear la cuestión de inconstitucionalidad 
(Const art.163;  LOTC art.35)
No obstante las semejanzas entre una y otra situación, y aunque la LOTC prevé la posibilidad de que la cuestión de inconstitucionalidad se plantee de
oficio o a instancia de parte, lo cierto es que, como ha señalado el propio Tribunal Constitucional, suscitar o no la cuestión es una prerrogativa exclusiva e
irrevisable del órgano judicial, viniendo a significar que, aunque las partes puedan plantear la solicitud al Juzgador, la decisión de plantearla o no
corresponde en exclusiva al juez o tribunal; indicando, igualmente que siendo el juez el titular de la prerrogativa que le concede la Constitución no tiene el
justiciable ningún derecho a que se plantee por aquél ninguna cuestión de inconstitucionalidad que la parte haya podido solicitar, pues una de las
características de esta cuestión es la de que nunca es preceptiva para el juez, a diferencia de la penal ( TCo 23/1988 ; TCo auto 10/1983 ; Auto
301/1985 ).

Precisiones

En esta línea, el Tribunal Supremo ha entendido que la LOPJ no concede una acción a los particulares, sino que
instrumenta un medio para que los órganos judiciales puedan conciliar su doble sometimiento a la ley y a la
Constitución Española cuando por vía interpretativa no sea posible acomodar la norma al ordenamiento
constitucional ( LOPJ art.5.2.3 ). La razón, pues, de la formulación de la «cuestión» es la duda razonable que
sobrevenga al juzgador ( TS 2-3-83 ; 17-12-84 ; 16-1-85 ; 22-1-85 ; 12-2-85 , EDJ 911 ; 2-2-90 , EDJ 995 ; 28-2-90 ,
EDJ 2280 ; 24-4-90 , EDJ 4350 ; 2-7-90 ; 30-3-93, EDJ 1684 ).
474
Relevancia de la cuestión y forma de planteamiento 
(LOTC art.35.2, 36)
La exigencia de que el fallo del pleito en el que se plantea la cuestión dependa de la norma de cuya constitucionalidad se duda, que es lo que en derecho
constitucional se conoce como juicio de relevancia, tiene relación con el aspecto de la prejudicialidad penal que se señalaba como exigencia de
influencia notoria en el pleito (nº 443 ). Este juicio de relevancia no solo ha de producirse sino que ha de reflejarse en el Auto por el que se plantee la
cuestión -así TCo auto 664/1985 -. La posibilidad de una interpretación de la norma acorde a la Constitución no vicia el planteamiento de la cuestión ( TCo
auto 124/2009 ).
En cuanto a la forma, se establece que el órgano judicial sólo puede plantear la cuestión una vez concluso el procedimiento y dentro del plazo para dictar
sentencia, debiendo concretar la Ley o fuerza de Ley cuya constitucionalidad se cuestiona, el precepto constitucional que se supone infringido y
especificar y justificar en qué medida la decisión del proceso depende de la validez de la norma en cuestión.
Por otro lado, antes de adoptar mediante auto su decisión definitiva, debe oír a las partes y al Ministerio Fiscal para que en el plazo común e
improrrogable de diez días puedan alegar lo que deseen sobre la pertinencia de plantear la cuestión de inconstitucionalidad, y, sin más trámite el juez
debe resolver en el plazo de tres días.
Aunque el auto no es susceptible de recurso de ninguna clase, la cuestión de inconstitucionalidad puede ser intentada de nuevo en las sucesivas
instancias o grados en tanto no llegue a sentencia firme.
Finalmente, el órgano judicial debe elevar al Tribunal Constitucional la cuestión de inconstitucionalidad, junto con testimonio de los autos principales y de
las alegaciones de las partes y del Ministerio Fiscal sobre la pertinencia de plantear esta cuestión o sobre el fondo de esta, si las hubiere.
476
Conclusiones 
Como resumen se llega a las siguientes conclusiones, coincidentes en lo sustancial con lo mantenido por diversas sentencias del Tribunal Constitucional
-por todas la TCo 103/1983 -, que hace en su fundamento jurídico primero una recopilación de las exigencias que debe cumplir el planteamiento de tales
cuestiones:
1. La cuestión de inconstitucionalidad no produce la suspensión del juicio, sino que, cual ocurría con la prejudicialidad penal, lo que permite es
la suspensión del trámite para dictar sentencia.
2. Sólo es cuestionable la constitucionalidad de las leyes o de disposiciones con fuerza de Ley -Decretos-Leyes o Decretos Legislativos-
puesto que la cuestión de inconstitucionalidad no es una acción concedida a los órganos judiciales para impugnar con carácter abstracto la
validez de la Ley, sino un instrumento puesto a disposición de aquellos para conciliar la doble obligación de sometimiento a la ley y a la
Constitución ( TCo 94/1986 ). Planteamiento que difiere del que se da respecto de las leyes preconstitucionales, en relación con las cuales el
órgano judicial ordinario sí que está autorizado a resolver por sí mismo la eventual contradicción entre la Constitución y la Ley ( TCo 17/1981 ;
TCo 23/1988 ; TCo 105/1988 ); incluso, respecto de las leyes post-constitucionales, si el juez considera que por vía interpretativa son
acomodables a la Constitución tampoco se verá obligado a plantear la cuestión ( LOPJ art.5.3 ; TCo 105/1988 ), pues lo que realmente no puede
hacer es no aplicarla por considerarla inconstitucional, dada su sumisión como juez tanto a la Constitución como a la Ley.
3. El titular exclusivo de la prerrogativa de cuestionar la constitucionalidad de una Ley es sólo el juez, y no las partes, sin perjuicio del derecho
que a estas se les reconoce de instarla o apoyarla.
4. Antes de plantear la cuestión el juez ha de oír a las partes y al Ministerio Fiscal, y cumplir los demás requisitos de forma establecidos, entre
los que es fundamental que el planteamiento se acuerde por auto, en el que se han de dar las razones que motivan la duda de constitucionalidad,
así como la relevancia de la norma dudosa en la solución del procedimiento ( LOTC art.35.2 ). Precisamente se ha afirmado que la ausencia del
trámite de alegaciones es infracción de norma imperativa y esencial del procedimiento, determinante de indefensión ( TS 28-9-87 , EDJ 6775 ).
La decisión del Tribunal Constitucional sobre la constitucionalidad cuestionada es vinculante para el órgano que la planteó.
SECCIÓN 3

 Competencia   de   los   órganos   judiciales   laborales   en   el   orden


internacional e inmunidad de jurisdicción 
480
I. Función de la competencia judicial internacional 485
II. Determinación de la competencia judicial internacional en litigios en materia de contrato de trabajo 500

  A. Sistema de la Unión Europea 510

    a. Ámbito de aplicación del Reglamento Bruselas I 536

    b. Reglas de competencia del Reglamento Bruselas I 558

  B. Sistema convencional 592

  C. Sistema interno 599

  D Casos particulares 608

    a. Personal al servicio de la Administración Pública española en el extranjero 610

    b. Trabajadores al servicio de empresas multinacionales 612

    c. Trabajadores desplazados temporalmente a un Estado de la UE 618

    d. Contrato de embarque 620

III. Determinación de la competencia judicial internacional respecto de los litigios colectivos de trabajo 630

  1. Conflictos colectivos de trabajo 632

  2. Impugnación de convenios colectivos 638

  3. Tutela colectiva de la libertad sindical y demás derechos fundamentales 644

IV. Determinación de la competencia judicial internacional en litigios de Seguridad Social 648


  1. Exclusión del ámbito material de aplicación de las normas de la UE y de los convenios internacionales 648

  2. Norma de competencia interna 652

V. Inmunidad de jurisdicción 660

481
Las reglas sobre competencia judicial internacional que se exponen en esta Sección se completan con el tratamiento procesal de esta clase de
competencia que se aborda en los nº 998 y nº 1016 s.

I. Función de la competencia judicial internacional 
485
Como consecuencia del proceso de globalización de la economía, de la creciente apertura de las empresas españolas hacia el exterior, de la instalación
en España de numerosas empresas foráneas, con el consiguiente aumento del número de trabajadores desplazados -de forma temporal o indefinida-, en
las últimas décadas se ha incrementado el número de litigios en los que concurren elementos de extranjería susceptibles de condicionar la competencia
de los órganos jurisdiccionales sociales españoles para su enjuiciamiento, como por ejemplo, el lugar de celebración del contrato de trabajo, o el de
prestación de los servicios, o el domicilio de las partes. En esos pleitos, cuyo conocimiento podría incumbir en principio a órganos de diferentes países,
para verificar la jurisdicción de los juzgados y tribunales laborales españoles hay que servirse de las reglas de competencia internacional que permiten
«conectar» la controversia al órgano jurisdiccional nacional llamado a resolverla atendiendo a determinados criterios.
La aplicación de esas reglas exige que en la contienda medie algún elemento internacional relevante desde el punto de vista competencial. Así, por
ejemplo, en una reclamación individual derivada del contrato de trabajo, ese factor no puede consistir únicamente en la nacionalidad del trabajador
(piénsese, por ejemplo, en la demanda por despido formulada por un colombiano contratado en España por una empresa española para prestar servicios
en España).

Precisiones

1) La competencia judicial internacional es un concepto propio de Derecho internacional privado. Designa la


aptitud de los tribunales de un Estado para conocer de una controversia que presenta un carácter internacional.
Esta competencia es la que ejercen los órganos jurisdiccionales españoles del orden social en un proceso en el que
media algún elemento de extranjería con trascendencia a efectos competenciales.
2) Al referirse a este presupuesto esencial de naturaleza procesal, el legislador y la doctrina jurisprudencial
emplean, de forma indistinta, las expresiones «jurisdicción de los jueces y tribunales españoles» y «competencia
judicial internacional». El adjetivo «internacional» hace referencia a los litigios y no a los órganos llamados a
resolverlos, que no son tribunales internacionales sino los del Estado que corresponda. Entre ambos términos se ha
impuesto el segundo al ser el utilizado en las normas de la UE y en los tratados y convenios internacionales
ratificados por España. En puridad, y desde la perspectiva interna se trata de un problema relativo a la jurisdicción
de los jueces y tribunales españoles en cuanto delimita la extensión y los límites de su jurisdicción frente a la de
los tribunales de otros países en las relaciones de tráfico externo, aunque desde la perspectiva internacional puede
contemplarse como un problema referido a la distribución de la competencia judicial entre diferentes Estados.
3) Determinados litigios internacionales se someten a las normas sobre inmunidad de jurisdicción (nº 660 s. ).
4) Otra faceta que hay que tener en cuenta es la relativa a la competencia de los Juzgados y Tribunales españoles
para reconocer y ejecutar las resoluciones judiciales extranjeras en materia laboral y de Seguridad Social (nº
492 ).
5) En otro plano, no hay que olvidar la temática atinente a los sujetos titulares del derecho a la asistencia jurídica
gratuita en los litigios transfronterizos de la UE, esto es, aquellos en los que la parte que solicita el reconocimiento
de ese derecho reside habitualmente o está domiciliada en un Estado miembro distinto de aquel otro donde se halla
el juzgado o tribunal competente para su conocimiento o en el que deba ejecutarse la resolución. Las
disposiciones nacionales relativas a esta específica materia (asistencia jurídica gratuita en litigios
transfronterizos) señalan su propia prevalencia entre los Estados miembros sobre los convenios y tratados
multilaterales y bilaterales ratificados por ellos. En las relaciones con los demás Estados, la aplicación de las
mismas disposiciones no afecta a los restantes convenios y tratados multilaterales y bilaterales ratificados por
España ( L 1/1996 art.46 ).
487
Competencia judicial internacional y competencia territorial interna 
Hay que distinguir entre la jurisdicción de los juzgados y tribunales españoles para conocer de un asunto con algún elemento relevante ajeno al foro
-que se fija con arreglo a las normas de competencia internacional- y, una vez afirmada la misma, la determinación del concreto órgano jurisdiccional
llamado a resolverlo en la instancia, para lo que se aplican las reglas de competencia interna (nº 182 s. ). En particular, deben diferenciarse la
competencia judicial internacional y la competencia territorial interna, que dan solución a problemas distintos y se rigen por normas y reglas
diferentes y tienen un tratamiento procesal dispar. Al respecto, los tribunales españoles deben comprobar, en primer lugar, a instancia de parte o de oficio
en algunos casos, si tienen jurisdicción para la resolución del litigio, para lo que deben tener presentes las normas de competencia judicial internacional.
De ser así, el que conozca del asunto en la instancia debe establecer, también de oficio o a petición de parte, si por razón de su circunscripción es
competente para resolverlo, para lo que deberá tomar en consideración los preceptos de derecho interno que establecen criterios atributivos de la
competencia territorial, que presuponen la jurisdicción de los tribunales españoles.

Precisiones

La LRJS no contiene previsiones específicas sobre el alcance de la jurisdicción social en el ámbito


internacional, sin que a la hora de fijar la competencia de los tribunales laborales españoles desde la perspectiva
internacional se puedan extrapolar las reglas de competencia territorial interna (nº 785 s. ), y tampoco de la LEC
art.50 s. ( TS 12-6-03, EDJ 230827 ).
489
Competencia judicial internacional y ley aplicable 
En los litigios que presentan un elemento de extranjería relevante desde el prisma competencial es preciso diferenciar dos aspectos:
1. Por una parte, el relacionado con la jurisdicción nacional competente para su enjuiciamiento, para lo que hay que aplicar las normas de competencia
judicial internacional. En estas reglas y sólo en ellas debe buscarse la respuesta a la cuestión de si los juzgados y tribunales españoles pueden conocer
de esa concreta contienda
2. Por otra parte, el referido a la elección de la Ley aplicable en orden a su resolución, para lo que hay que tener en cuenta las normas de conflicto de
leyes (ver nº 9363 s. Memento Social 2017 y nº 490 s. Memento Contrato de Trabajo 2017-2018).
El primer aspecto -la determinación del foro competente («forum»)-, constituye una cuestión procesal, distinta y anterior a la de la legislación que ha de
servir de base para el enjuiciamiento de la pretensión deducida en el pleito ( «ius»), que es una cuestión sustantiva que se suscita cuando hay dos o
más ordenamientos en concurrencia ( TS 24-4-00, EDJ 12148 ; 20-11-98, EDJ 25707 ; 29-9-98, EDJ 25338 ; 1 17-7-98, EDJ 16273 ).
La competencia de los órganos jurisdiccionales españoles para conocer de una determinada controversia no depende de la normativa sustantiva por la
que se rige la relación jurídica o material que lo origina ni del derecho sustantivo aplicable para su resolución (« lex fori»), sino de los puntos de conexión
elegidos por las normas de competencia internacional al efecto específico de distribuirla entre los distintos tribunales.
Verificada su competencia, los tribunales españoles deben decidir el fondo del asunto con independencia de que la ley aplicable sea la del foro o la de
otro Estado ( TS 7-7-97, EDJ 5083 ), manejando el derecho sustantivo -nacional o extranjero- que corresponda según la normativa de solución de
conflicto de leyes que resulte aplicable.

Precisiones

La legislación procesal aplicable por los tribunales laborales españoles en los litigios internacionales cuyo
conocimiento les corresponda es siempre la interna ( CC art.8.2 ), salvo en las materias expresamente reguladas
en la normativa comunitaria y convencional ( TJCE 13-11-79, asunto 25/79 y 27-2-02, asunto C-37/00 ), como las
relativas al tratamiento procesal de la competencia judicial internacional, a la litispendencia y conexidad y a la
adopción de medidas cautelares. No obstante, si la norma de competencia aplicable es la «comunitaria», las
disposiciones internas no deben vulnerar el Derecho de la UE ni, en particular, el Reglamento Bruselas I ( TJUE 15-
3-12, asunto G. y Cornelius de Visser, C-292/10 ).
492
Reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales extranjeras 
Además de las reglas para la determinación de la competencia un tema de interés es el relativo al reconocimiento y ejecución por los órganos
jurisdiccionales españoles de las resoluciones judiciales emanadas de tribunales extranjeros en materia laboral y de Seguridad Social. Esta cuestión
suele suscitarse cuando la parte condenada carece de bienes en el Estado donde tales resoluciones se han pronunciado (ver, por ejemplo TS civil 28-
11-07, EDJ 222891 ).
A este respecto cabe distinguir dos situaciones en función de cuál sea el Estado al que pertenezca el órgano que adoptó la decisión:
1. Si se trata de un Estado miembro de la UE se aplica el Reglamento de Bruselas I en virtud del cual las resoluciones recaídas en un Estado miembro
han de ser reconocidas en los demás de manera directa, sin necesidad de procedimiento alguno ( Rgto UE/1215/2012 art.36.1 ), incluso si se han dictado
contra una persona no domiciliada en un Estado miembro ( Rgto UE/1215/2012 Considerando 27 de su exposición de motivos . Ello supone que las
resoluciones recaídas en un Estado miembro que tengan fuerza ejecutiva en él gozarán también de ella en los demás Estados miembros sin necesidad
de una declaración de fuerza ejecutiva ( Rgto UE/1215/2012 art.39 ), in perjuicio de que frente a quien se pretenda el reconocimiento o se inste la
ejecución pueda oponerse alegando alguno de los motivos recogidos en el Rgto UE/1215/2012 art.41, 45 , primando en materia de ejecución los que no
sean incompatibles con este segundo precepto.
2. Si la resolución la ha pronunciado el tribunal de un Estado que no forma parte de la UE las solicitudes de reconocimiento y ejecución de sentencias y
demás resoluciones judiciales y arbitrales extranjeras se sustancian a través del procedimiento previsto en el Tratado suscrito con ese país y, en su
defecto, del regulado con carácter general en la L 29/2015 art.41 («exequátur»).

Precisiones

1) La competencia para el reconocimiento y la ejecución de resoluciones dictadas por un Tribunal extranjero no


corresponde a los órganos jurisdiccionales del orden social, sino a los del orden civil ( L 29/2015 art.52 ; TS Auto
11-6-02 ) en concreto, a los Juzgados de 1ª Instancia ( Rgto UE/1215/2012 art.34, 75 ; L 29/2015 art.52 ).
Subsidiariamente la competencia territorial se determina por el lugar de ejecución o donde aquellas sentencias y
resoluciones deban producir sus efectos, a no ser que, con arreglo a lo acordado en los tratados y otras normas
internacionales, corresponda su conocimiento a otro juzgado o tribunal ( LOPJ art.85.5 ).
2) El ordenamiento de la UE contempla y regula otros instrumentos tendentes a favorecer a los acreedores,
como el título ejecutivo europeo para créditos no impugnados ( Rgto CE/805/2004 ), el requerimiento europeo de
pago ( Rgto CE/1896/2006 ), o la orden europea de retención de cuentas ( Rgto UE/655/2014 ).
3) En otra vertiente resulta de interés la normativa de la UE relativa a los denominados «procedimientos
comunitarios de insolvencia» con repercusiones transfronterizas ( Rgto CE/1346/2000 que establece normas de
competencia comunes para todos los Estados Miembros y ha sido sustituido por el Rgto UE/2015/858 que será
aplicable con carácter general a partir del 26-6-2017 ( Rgto UE 2015/858 art.92 ). Conforme a tal disposición la
jurisdicción social española carece de competencia para ordenar el embargo de bienes situados en territorio
español de los que sea titular la empresa sometida a ese procedimiento ( TSJ País Vasco 27-4-10, EDJ 252907 ;
21-9-10, EDJ 263369 ).
II. Determinación de la competencia judicial internacional en litigios en materia de
contrato de trabajo 
500
La determinación de la competencia judicial internacional de los tribunales laborales españoles para el conocimiento de las controversias surgidas en
torno al contrato de trabajo internacional (aquél en que concurren uno o más elementos de extranjería relevantes) puede hacerse en función de tres tipos
de normas ordenadoras de esa clase de competencia:
1. Derecho de la UE: la disposición en vigor es el Reglamento Bruselas I refundido ( Rgto UE 1215/2012 -redacc Rgto UE/281/2015 ) que establece un
régimen general referido a la competencia judicial y al reconocimiento y ejecución de resoluciones judiciales (nº 510 ).
2. Regulación convencional: las reglas de competencia judicial incluidas en los tratados o convenios internacionales multilaterales o bilaterales
ratificados por España (nº 592 ).
3. Regulación interna: contenida básicamente en la LOPJ art.25.1º , precepto al que se suman otras disposiciones de producción nacional que
incorporan a nuestro ordenamiento determinadas directivas de la UE (nº 599 ).
Este conjunto normativo permite fundamentar la competencia de los tribunales españoles para conocer de este tipo de reclamaciones en razón de
determinados vínculos de conexión de la contienda con el Estado español; criterios atributivos de competencia que varían en razón del sistema normativo
que resulte aplicable.
502
Elección del sistema aplicable y objeto del litigio 
El contrato de trabajo está comprendido en el ámbito material de aplicación tanto del Reglamento Bruselas I y de los convenios internacionales
ratificados por España, como en la norma nacional, por lo que la norma aplicable a efectos de verificar la jurisdicción de los tribunales laborales españoles
para el enjuiciamiento de las acciones derivadas del contrato de trabajo internacional depende de cuál sea el Estado en el que se localice el elemento de
extranjería relevante para la aplicación de uno u otro sistema normativo en cada litigio en concreto.
La naturaleza que ostentan y la función que cumplen las normas de competencia judicial internacional dependen del sistema normativo:
En el de la UE y en el convencional: se trata de normas de producción internacional que fijan criterios para determinar el Estado cuyos tribunales son
competentes para conocer los litigios internacionales que se planteen en su ámbito material y espacial, lo que se traduce en un reparto de la competencia
entre los órganos jurisdiccionales de los Estados miembros o contratantes y explica que se les califique como normas de competencia judicial
internacional.
En el sistema interno: son normas de producción estatal que determinan los supuestos en los que el ordenamiento español atribuye competencia a sus
propios órganos jurisdiccionales para conocer de un litigio internacional, dentro de los límites que impone el Derecho Internacional ( TCo 127/2013 ;
61/2000 ). En este sistema la función de las normas de competencia es fijar unilateralmente los casos en los que los tribunales españoles puede conocer
de ese tipo de pleitos.
Esas tres clases de normas no ocupan la misma posición jerárquica. De conformidad con los principios de primacía del Derecho de la UE y de jerarquía
normativa y con lo dispuesto en la LOPJ art.21.1 -redacc LO 7/2015 , el Rgto Bruselas I y los convenios internacionales ratificados por España se aplican
con carácter preferente a la LOPJ art.25.1º , lo que implica que los jueces españoles sólo pueden fundar su competencia en esta norma de producción
interna, de carácter subsidiario de segundo grado, cuando no entren en juego el Reglamento Bruselas I, ni los Convenios o Tratados internacionales
suscritos por España.

Precisiones

1) Para determinar el sistema normativo en el que deben fundamentar su competencia en una concreta
controversia relativa a un contrato de trabajo internacional los tribunales españoles tener presente el ámbito de
aplicación espacial de cada una de ellas, lo que permite dilucidar, por este orden, si el asunto se incluye en el
ámbito de aplicación del Rgto Bruselas I, de los diferentes Convenios o Tratados Internacionales o, en su defecto,
de la norma interna.
2) La correcta fijación del régimen normativo aplicable en cada caso reviste gran importancia pues los tres
existentes no consagran los mismos criterios de atribución de competencia, sin que el hecho de que alguna de
estas pautas sean comunes, como la del domicilio del demandado o la del lugar de prestación de servicios,
implique que el resultado material de optar por uno u otro sea siempre el mismo, de manera que el error en la
selección de la norma de competencia a considerar puede provocar que los tribunales españoles se atribuyan una
competencia que no les incumbe con arreglo a la disposición realmente aplicable o que declinen una competencia
que les correspondía conforme a la misma.
3) En la práctica, en la mayor parte de las controversias en materia de contrato internacional de trabajo resulta
aplicable el Rgto Bruselas I refundido y, en pocas la normativa interna. No obstante, son numerosas las sentencias
de las Salas de lo social de TSJ que resolviendo recursos de suplicación fundamentan equivocadamente sus
resoluciones en la normativa interna en supuestos incluidos en el ámbito de aplicación del Rgto Bruselas I o que
acuden indistintamente a uno y otro sistema, induciendo a confusión.
A. Sistema de la Unión Europea 
(Rgto UE/1215/2012 ­redacc Rgto UE/2015/281)
510
El Rgto Bruselas I refundido determina los órganos jurisdiccionales de los distintos Estados miembros que son competentes para resolver los litigios en
materia civil y mercantil. No obstante su rúbrica también se aplica en los pleitos surgidos sobre el contrato de trabajo.
En el régimen de la UE el lugar en el que tenga el demandado su domicilio es el determinante para fijar la competencia internacional lo que responde al
objetivo de reforzar la protección jurídica de las personas y entidades que tienen su domicilio en el territorio de la UE, de manera que puedan prever
razonablemente ante qué órgano jurisdiccional pueden ser demandados (previsibilidad), al tiempo que permiten al demandante establecer fácilmente el
Estado ante cuyos tribunales puede ejercitar la acción, fijando reglas que proporcionan certeza. El principio de seguridad jurídica está, por tanto, en la
base del Reglamento.

Precisiones
1) El antecedente inmediato del vigente Rgto Bruselas I, del que constituye una refundición, es el derogado Rgto
CE/44/2001 que estuvo en vigor desde el 1-3-2002 al 10-1-2015, sustituyendo a su vez al Convenio de Bruselas de
1968 (CB); de ahí su denominación.
2) El Rgto Bruselas I establece un sistema obligatorio de competencia, que están impelidos a respetar todos los
órganos jurisdiccionales de los Estados miembros, que no pueden declinar la competencia que les confiera dicho
instrumento invocando la teoría del «forum non conveniens», por considerar que un órgano jurisdiccional de un
Estado no miembro constituye un foro más adecuado para conocer del litigio de que se trate, aun cuando la
cuestión de la competencia de un órgano jurisdiccional de otro Estado contratante no se plantee o el litigio no tenga
ningún punto de conexión con otro Estado contratante ( TJCE 1-3-05, Owusu, asunto C-281/02 ).
3) A la luz de los postulados del Reglamento, los jueces españoles únicamente pueden pronunciarse sobre su
propia competencia y no sobre la de los jueces de otro Estado miembro, atribuyéndoles competencia o
requiriéndoles para que se inhiban.
4) La aplicación de las reglas de competencia del Rgto Bruselas I requiere la existencia de un elemento de
extranjería. En todo caso, el carácter internacional de la relación jurídica de que se trate no tiene que derivar
necesariamente de que, debido al fondo del litigio o al domicilio respectivo de las partes del litigio, estén implicados
varios Estados contratantes ( Rgto UE/1215/2012 art.4.1 ; TJUE 14-11-13, Maletic asunto C-478/12 ).
5) El Rgto Bruselas I no autoriza a un tribunal nacional a dictar una orden conminatoria con el objeto de prohibir a
una de las partes de un procedimiento del que está conociendo, la iniciación o prosecución de un procedimiento
judicial ante el tribunal de otro Estado miembro. Y ello, aun en el supuesto de que dicha parte esté actuando de
mala fe con la intención de obstaculizar el procedimiento en curso, debiendo aplicar en tal caso el órgano
jurisdiccional las reglas sobre litispendencia y conexidad (nº 581 ) ( TJCE 27-4-04, Turner asunto C-159/02 ).
6) Asimismo, resulta incompatible con el Reglamento la adopción por un órgano jurisdiccional de un Estado
miembro, de una orden conminatoria cuyo objeto consiste en prohibir a una persona entablar o proseguir un
procedimiento ante los órganos jurisdiccionales de otro Estado miembro, por considerar que tal procedimiento es
contrario a un convenio arbitral ( TJCE 10-2-09, Allianz, asunto C-185/07 ).
7) Los órganos jurisdiccionales sociales tienen la posibilidad de plantear cuestiones prejudiciales al TJUE en la
medida en que ante ellos penda un litigio en el que proceda adoptar una decisión que pueda tener en cuenta la
sentencia prejudicial (ex Tratado FUE art.267 ). Y ello, aunque sus resoluciones puedan ser impugnadas con los
recursos del Derecho interno pues el Tratado de Lisboa supuso la derogación, el 1-12-2009, del Tratado CE
art.68 , aplicándose las normas generales que regulan la petición de decisión prejudicial ( TJUE 1-12-11, asunto
Eva-Maria Paine C-145/10 ). Ver sobre el planteamiento de un cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia (nº
9395 s. ).
8) Con carácter general, la normativa europea sobre competencia judicial integró el Convenio de Bruselas con
algunas modificaciones, motivo por el que la jurisprudencia dada por el Tribunal de Justicia a las disposiciones de
dicho Convenio se considera en general válida para el Rgto Bruselas I cuando las normas de ambos instrumentos
puedan calificarse de equivalentes si bien en materia de contrato individual de trabajo la traslación se debe realizar
con las necesarias cautelas habida cuenta que las reglas de competencia del actual Reglamento difieren
considerablemente de las consagradas en el Convenio de Bruselas ( TJCE 22-5-08, asunto Laboratoires
Glaxosmithkline, C-462/06 ). Menor precaución requiere la aplicación de la jurisprudencia comunitaria que sobre
este tipo de litigios se elaboró con fundamento en el Rgto Bruselas I y que se puede aplicar sin problemas al
vigente texto refundido, con la única excepción del ámbito de aplicación espacial que se amplía a aquellos pleitos
en los que el empresario demandado no esté domiciliado en un Estado miembro, fijando los fueros
correspondientes ( Rgto UE/1215/2012 art.21.2 en relación con el Rgto UE/1215/2012 art.6.1 ).
511
Respecto al sistema de determinación de la competencia judicial internacional establecido en el Rgto Bruselas I refundido hay que analizar dos
cuestiones de obligada consideración y estudio diferenciado ( TJCE 17-11-11, asunto Hypotecní banka a.s.C-327/10 ):
a) Delimitación de su ámbito de aplicación desde una perspectiva espacial, material, temporal y personal (nº 536 s. ).
b) Reglas de competencia que establece (nº 558 s. ).
a. Ámbito de aplicación del Reglamento Bruselas I 

536
Ámbito de aplicación espacial 
(Rgto UE/1215/2012 art.4)
El Reglamento Bruselas I refundido es de aplicación directa en todos los Estados miembros de la UE.
También se aplica, por tanto, en Dinamarca pero en virtud de un Acuerdo entre la CE y el Reino de Dinamarca relativo a la competencia judicial, el
reconocimiento y la ejecución de resoluciones en materia civil y mercantil, habiendo entrado en vigor el nuevo Reglamento en Dinamarca el 1-6-2013 con
las enmiendas legislativas necesarias a tal fin.
El Rgto Bruselas I se aplica en Gibraltar gracias a un Acuerdo bilateral ( Acuerdo entre España y Reino Unido de 19-4-00, BOE 8-3-01).
538
Ámbito de aplicación material: concepto de contrato individual de trabajo 
El Rgto Bruselas no incluye en su ámbito de aplicación todas las materias laborales sino únicamente las relativas al contrato individual de trabajo ( Rgto
UE/1215/2012 art.1.1 y 20 s. ) con exclusión expresa de la Seguridad Social ( Rgto UE/1215/2012 art.1.2.c ).
El Rgto Bruselas I no facilita el concepto de contrato individual de trabajo. No obstante, para garantizar la plena eficacia de sus previsiones la calificación
de un determinado vínculo no puede quedar al arbitrio de lo que establezca el Derecho nacional, por lo que dicha noción se debe interpretar de una
manera autónoma que sea común a todos los Estados miembros.
Al respecto el Tribunal de Justicia ha declarado que los contratos de trabajo presentan ciertas particularidades, en el sentido de que crean una relación
duradera que inserta al trabajador en el marco de cierta organización de los asuntos de la empresa o del empresario y se ubican en el lugar de ejercicio
de las actividades, que es el que determina la aplicación de las disposiciones de Derecho obligatorio y los convenios colectivos ( TJCE 13-7-93, Mulox,
asunto C-125/92 y TJCE 15-1-87, Shenavai, asunto C-266/85 ). Interpretación que como ha señalado el propio Tribunal se ve corroborada por el apartado
41 del Informe de los Sres. P. Jenard y G. Möller relativo al Convenio de Lugano, según el cual, en lo que respecta al concepto autónomo de «contrato
de trabajo», se podrá considerar que supone un vínculo de dependencia del trabajador con respecto al empleador ( TJUE 10-9-15, Holterman Ferho
Exploitatie y otros, asunto C-47/14 ).
Por otra parte y en lo que concierne al concepto de «trabajador», el TJUE ha declarado, aún a otros efectos, que su característica esencial radica en la
circunstancia de que una persona realiza, durante cierto tiempo, en favor de otra y bajo su dirección, determinadas prestaciones a cambio de las cuales
percibe una retribución ( TJUE 28-2-13, Petersen, asunto C-544/11 ; TJUE 11-11-10, Danosa, asunto C 232/09 ; TJCE 26-5-05, Burmanjer y otros, asunto
C-20/03 ).
Con respecto más concretamente a la relación de subordinación se sostiene que su existencia debe apreciarse en cada caso, en función del conjunto
de hechos y circunstancias que caractericen a las relaciones existentes entre las partes ( TJUE 9-7-15, Balkaya, asunto C 229/14 ; TJUE 10-9-15,
Holterman Ferho Exploitatie y otros, asunto C-47/14 ).

Precisiones

1) El Rgto Bruselas I resulta aplicable aunque la parte demandada niegue la existencia de los elementos
constitutivos del contrato de trabajo ( TJCE 4-3-82, Effer, asunto 38/81 ).
2) La determinación de la competencia internacional precede a la cuestión de fondo, por lo que para fijarla no es
preciso averiguar con carácter previo si la empresa frente a la que se dirige la acción es el verdadero empleador,
sino si, atribuyéndole esa condición el trabajador, puede ser demandada en España ( TSJ Madrid 19-6-06, EDJ
349368 ).
540
Ámbito de aplicación temporal 
(Rgto UE/1215/2012 art.66)
El Reglamento Bruselas I refundido es de aplicación a los procedimientos iniciados a partir del 10-1-2015. Los incoados hasta esa fecha se rigen por el
derogado Rgto CE/44/2001 al que sustituyó.
542
Ámbito de aplicación personal 
El Reglamento consagra la institución del «domicilio» como la determinante de su propia aplicación, que operará siempre que el demandado esté
domiciliado en un Estado miembro de la UE, incluso en los casos en que:
- el demandante no tenga nacionalidad de un Estado miembro de la UE ni domicilio en ninguno de ellos ( TJCE 13-7-00, Group Josi, asunto C-412/98 ),
o;
- el litigio no presente vínculos con otros Estados miembros UE, como sucede si en la relación jurídica están implicados un único Estado miembro y
uno o varios Estados que no lo son. Así sucede si el demandante y uno de los demandados tienen su domicilio en el territorio del mismo Estado miembro
y el asunto que les enfrenta ante los órganos jurisdiccionales de dicho Estado tiene puntos de conexión con un tercer Estado, pero no con otros Estados
miembros ( TJCE 1-3-05, Owusu, asunto C-281/02 ).
En suma, el domicilio del demandado no sólo constituye un criterio de atribución de la competencia judicial internacional como más adelante se verá
(nº 560 ) sino también una condición de aplicación del propio Reglamento.
Desde esa misma perspectiva general, el Rgto Bruselas I no entra en juego cuando el domicilio del demandado no esté situado en el territorio de uno de
los Estados miembros UE. En ese caso, la competencia judicial se determina con arreglo a las reglas nacionales de competencia vigentes en el territorio
del Estado miembro del Tribunal ante el que se presente la demanda ( Rgto UE/1215/2012 art.6.1 ). No obstante, tratándose de litigios derivados de
contratos internacionales de trabajo, si el demandado es el empresario, se aplica la disposición comunitaria, lo que representa una novedad ( Rgto
UE/1215/2012 art.6.1 y 21.2 ). Además de en ese supuesto las reglas de atribución de competencia del Reglamento relativas al contrato de trabajo
resultan asimismo aplicables en los casos de prórroga de la competencia.
En consecuencia, los tribunales españoles deben sujetarse al citado Rgto Bruselas I cuando el demandado esté domiciliado en un Estado miembro sin
que en tal caso puedan recurrir las reglas de competencia interna de la LOPJ art.25 ( TS 18-5-16, EDJ 104774 ), aunque la prestación de servicios se
lleve a cabo en un tercer país que no pertenezca a la UE ( TS 12-6-03, EDJ 230827 ).

Precisiones

Las reglas de competencia judicial establecidas en el Rgto Bruselas I se aplican igualmente cuando:
1) Un tribunal de un Estado miembro conoce de una demanda presentada contra un nacional de otro Estado
miembro cuyo domicilio desconoce dicho tribunal ( TJUE 17-11-11, asunto Hypotecní banka a.s. C-327/10 ).
2) La demanda se dirige frente a varios demandados, de los que unos están domiciliados en un Estado miembro y
otros no ( TSJ Las Palmas 17-9-03, EDJ 188825 y 24-11-04, EDJ 216181 ).
544
Determinación del domicilio del demandado 
A efectos de verificar si el demandado está domiciliado en un Estado miembro, como presupuesto de aplicación del Rgto Bruselas I, hay que sujetarse a
las siguientes pautas:
1. Si es una persona física: el tribunal que conozca del asunto aplica su propia ley interna para determinar si está domiciliada en el Estado en el que
ejerce su jurisdicción ( Rgto UE/1215/212 art.62.1). Si la respuesta es afirmativa no se exige ninguna indagación adicional. En otro caso, se debe
comprobar si la persona demandada tiene su domicilio en otro Estado miembro, a cuyo fin se toma en consideración la ley de ese Estado ( Rgto
UE/1215/212 art.62.1).
2. Si se trata de una sociedad u otra persona jurídica, como es habitual en este tipo de litigios, su domicilio se determina por el lugar dónde radique
( Rgto UE/1215/212 art.63.1):
a) Su sede estatutaria.
b) Su administración central.
c) Su centro de actividad principal.
Estos tres criterios tienen carácter alternativo y en su virtud el Reglamento resulta aplicable aún en el caso de que la sede no esté situada en ningún
Estado miembro de la UE siempre que su centro de dirección o su lugar de actividad principal se encuentre en alguno de ellos.
3. Si es un trust, el tribunal aplica las reglas de su Derecho Internacional Privado ( Rgto UE/1215/2012 art.63.1 ).
546
Asimilación al domicilio 
Cuando el empresario demandado no tiene su domicilio en un Estado miembro de la UE con arreglo a los criterios mencionados (nº 544 ), se asigna la
calidad de domicilio para todos los litigios derivados de su explotación, al del país de la UE donde posee una sucursal, agencia o cualquier otro
establecimiento ( Rgto UE/1215/2012 art.20.2 ). Esta equiparación puede afectar, entre otros, a los grupos de empresas.

Precisiones

1) Esta regla se aplica únicamente en los casos en los que se demande a empresas que no tengan su domicilio
en un Estado miembro de la UE. En todo caso no merece la consideración de «sucursal, agencia o
establecimiento» la oficina abierta por una compañía aérea irlandesa en el aeropuerto de Madrid-Barajas ( TS 30-
12-13, EDJ 293364 ).
2) La embajada de un tercer país situada en el territorio de un Estado miembro constituye un «establecimiento»
en un litigio relativo a un contrato de trabajo celebrado por ésta en nombre del Estado acreditante, cuando las
funciones desempeñadas por el trabajador no formen parte del ejercicio del poder público ( TJUE 19-7-12, asunto
Mahamdia, C-154-11 ; TSJ Madrid 14-9-15, Rec 316/15 ).
b. Reglas de competencia del Reglamento Bruselas I 
(Rgto UE/1245/2012 art.20, 21, 22 y 23)

558
El hecho de que el Juez de lo Social español llegue a la conclusión de que la norma en la que debe basar su competencia para conocer del litigio relativo
a un contrato de trabajo internacional es el Rgto Bruselas I no prejuzga la competencia para su enjuiciamiento, que ha de fijar de conformidad con los
criterios de atribución de competencia que en él se establecen, y se exponen en los siguientes marginales. Tales reglas responden a la finalidad de
procurar una protección reforzada al trabajador, que es considerado la parte más débil, teniendo un carácter no sólo específico, sino exhaustivo de
forma que sólo pueden ser modificadas o completadas por otras reglas de competencia enunciadas en el propio Rgto en caso de que se haga una
remisión expresa a éstas en la misma sección ( TJCE 22-5-08, Laboratoires Glaxosmithkline, asunto C-462/06 ), reenvío que sólo se hace a lo dispuesto
en el Rgto UE/1215/2012 art.4, 6, 7.5 y 8.1 .
El sistema de reparto competencial que establece el Rgto Bruselas I en materia de contrato individual de trabajo es, en síntesis, el siguiente:
1. Demandas formuladas por el trabajador: puede optar entre los siguientes tribunales:
a) El tribunal del Estado miembro en el que el demandado, cualquiera que sea su nacionalidad, tiene establecido su domicilio ( Rgto UE/1215/2012
art.20.1 ) (nº 560 s. ).
b) El tribunal del lugar de prestación habitual de los servicios (nº 564 s. ), cuando se desarrollen en el territorio de al menos un Estado miembro;
estableciéndose una regla especial para los supuestos en que el trabajo se desempeña en varios de ellos y en ninguno de ellos lo sea con carácter
habitual (nº 566 ).
c) El tribunal del último lugar de prestación de los servicios (nº 577 ).
d) Otro tribunal distinto de los señalados (como por ejemplo, el del domicilio del trabajador) al que las partes hayan atribuido competencia antes o
después del inicio del litigio ( Rgto UE/1215/2012 art.23 ) (ver nº 579 s. ).
2. Demandas promovidas por el empresario: éste sólo puede ejercitar la acción ante los tribunales del Estado miembro donde esté domiciliado el
trabajador ( Rgto UE/1215/2012 art.22.1 ), sin perjuicio de:
a) Los eventuales acuerdos atributivos de competencia posteriores al nacimiento del litigio ( Rgto UE/1215/2012 art.23.1 ).
b) La posibilidad reconocida al empresario de plantear reconvención frente al trabajador ante el tribunal que conozca de la demanda principal Rgto
UE/1215/2012 art.22.2 , lo que responde al objetivo general de una buena administración de justicia, que implica respetar el principio de economía
procesal ( TJCE 22-5-08, Laboratoires Glaxosmithkline, asunto C-462/06 ).

Precisiones

La diferencia de tratamiento del empresario se justifica por la distinta posición que ocupa en el contrato de
trabajo.
Foro competente para dirimir litigios sobre el contrato de trabajo de personal de vuelo que firmó un pacto de sumisión expreso
(Actum 39/17, 26sep-02oct)
El personal de vuelo puede interponer demandas relacionadas con su contrato de trabajo ante el juez del lugar a partir del cual cumplan lo esencial de
sus obligaciones respecto de su empresa. El juez nacional debe determinar dicho lugar a la luz de todas las circunstancias relevantes, para lo cual
constituye un indicio significativo la denominada «base» de trabajo. Los trabajadores mantienen su derecho a elegir ese foro, como parte contratante más
débil, aunque existan en sus contratos cláusulas atributivas de competencia a los tribunales del lugar en que tienen su sede las empresas demandadas.
MS nº 9339
MCT nº 3866 s.
MPL nº 558 , 579 , 586
El pleito de origen lo promueve personal de vuelo de Ryanair, contratado por la propia compañía pero también a través de la empresa Crewlink,
especializada en la contratación y formación de este tipo de trabajadores, y que los ponía a disposición de la primera. Los trabajadores demandan el
abono de ciertas cantidades asociadas a sus extintos contratos de trabajo ante los tribunales belgas, a pesar de que sus contratos incluían cláusulas
atributivas de competencia a favor de los tribunales irlandeses, dónde tienen su sede ambas empresas. Los trabajadores plantearon sus demandas en
Bélgica al considerar que ahí se ubicaba su base de trabajo. En efecto, como se recogía en sus contratos, su base («home base») era el aeropuerto de
Charleroi (Bélgica) y allí era donde comenzaban y terminaban su jornada de trabajo, estando obligados a residir a menos de una hora de tal base.
El Tribunal laboral belga planteó cuestión prejudicial ante el TJUE. Este último en su sentencia clarifica las siguientes cuestiones sobre la correcta
interpretación del Reglamento Bruselas I donde se recogen las normas para la determinación del foro competente en tales supuestos ( Rgto CE/44/2001
art.19 ):
1. La existencia de un acuerdo atributivo de competencia previo al litigio, incluido en sus propios contratos, no elimina la opción del trabajador de
plantear su demanda en el foro del lugar donde desempeña su trabajo habitualmente, tal y como permite el mencionado Reglamento. El objetivo de tal
normativa que impide la aplicación de tales acuerdos que prohiben acudir a los tribunales cuya competencia avala el propio Reglamento, es proteger al
trabajador como parte contratante más débil ( TJUE 19-7-12, asunto Mahamdia, C-154/11, apdo.63 ).
2. El «lugar en el que el trabajador desempeñare habitualmente su trabajo», como se ha señalado en jurisprudencia previa, es el lugar en el cual o a
partir del cual el trabajador cumple lo esencial de sus obligaciones respecto de su empresa. Para determinar ese lugar en concreto, corresponde al
tribunal nacional remitirse a un conjunto de indicios. Este método indiciario impide, para evitar estrategias de elusión, que el lugar habitual de trabajo
pueda asimilarse a ningún otro concepto recogido en el Derecho de la Unión.
3. En el concreto ámbito de la navegación aérea hay que tener en cuenta como indicios: el lugar a partir del cual el trabajador efectúa sus misiones de
transporte, al que vuelve tras dichas misiones, en el que recibe las instrucciones sobre las mismas y en el que organiza su trabajo, y el lugar en que se
encuentran sus herramientas de trabajo. Asimismo, puede ser relevante el lugar en que estén estacionadas las aeronaves a bordo de las que se
desempeña habitualmente el trabajo. De manera que:
a) Aunque la base es un indicio significativo, no se puede asimilar el concepto de «lugar en el cual, o a partir del cual, el trabajador desempeñare
habitualmente su trabajo» al de «base». No obstante, para que la base dejara de ser relevante, como punto de conexión, se tendría que demostrar que
las pretensiones tenían vínculos de conexión más estrechos con otro Estado distinto.
b) Tampoco es asimilable al lugar habitual de trabajo la nacionalidad de las aeronaves o territorio del Estado miembro cuya nacionalidad ostentan las
aeronaves de la compañía aérea demandada (Convenio de Chicago art.17).
TJUE 14­9­17, asunto Ryanair y Crewlink C­168/16 y C­169/16

560
Foro general del domicilio del demandado 
(Rgto UE/1215/2012 art.19 y 20)
El foro del domicilio del demandado es el que rige con carácter general en todas las materias civiles y mercantiles conforme a la regla del Rgto
UE/1215/2012 art.4.1 , según la cual las personas domiciliadas en un Estado miembro están sometidas a los órganos jurisdiccionales de dicho Estado,
con independencia de su nacionalidad.
Esta regla constituye la expresión del adagio «actor sequitur forum rei» (el demandante debe litigar ante los tribunales del lugar del domicilio del
demandado) y se explica por el hecho de que, en principio, permite al demandado defenderse más fácilmente ( TJCE 19-2-02, Besix, asunto C-256/00 ).
Sin embargo, este foro puede resultar muy oneroso para el demandante cuando su domicilio se halle en otro Estado, si bien también puede beneficiarle
al propiciar una mayor celeridad en la ejecución de la sentencia o transacción judicial, especialmente en las de naturaleza dineraria. Además, puede
favorecer que el tribunal interprete la legislación sustantiva de forma más adecuada cuando la aplicable al caso sea la del Estado donde tiene su domicilio
el demandado.
En lo que respecta a la determinación del domicilio ver epígrafe nº 544 s.

Precisiones

Téngase en cuenta que las opciones de que dispone el trabajador se amplían, al poder demandar al empresario
con domicilio en un tercer Estado, ante los tribunales del Estado miembro en el que cuente con una sucursal o
agencia, haciendo abstracción de la causa del litigio, y si el empresario tiene su domicilio en un país del UE podrá
ser demandado en otro Estado si tiene allí una sucursal o agencia, y el litigio trae su causa en la explotación de la
misma ( TS auto 17-6-15, EDJ 136664 )
562
Pluralidad de demandados 
(Rgto UE 1215/2012 art.20.1)
En los litigios derivados del contrato de trabajo resulta aplicable, en virtud de la remisión expresa del Rgto UE/1215/2012 art.20.1 a lo dispuesto en el
Rgto UE/1215/2012 art.8.1º , que permite que las demandas dirigidas contra una pluralidad de demandados se puedan presentar ante el órgano
jurisdiccional de cualquiera de ellos, siempre que estén vinculadas entre sí por una relación tan estrecha que resulte oportuno tramitarlas y juzgarlas al
mismo tiempo a fin de evitar resoluciones que podrían contradictorias si se juzgasen los asuntos separadamente.

Precisiones

1) Esta regla especial obedece a la preocupación de facilitar una buena administración de justicia, de reducir al
máximo la posibilidad de procedimientos paralelos y de evitar así resoluciones que podrían ser inconciliables si
los asuntos fueren juzgados separadamente, sin que la exigencia de que exista un punto de conexión entre las
distintas demandas, implique la identidad de las bases jurídicas de las acciones ejercitadas ( TJUE 1-12-11, asunto
Painer C-145/10 ).
2) La regla no se aplica a los demandados que no están domiciliados en el territorio de un Estado miembro cuando
son citados en el marco de una acción entablada contra varios demandados, entre los cuales se encuentran
también personas domiciliadas en la UE ( TJUE 11-4-13, asunto Sapir y otros, C-645/11 ).
564
Foro especial del lugar de prestación de los servicios 
Cuando la prestación de servicios se desarrolle o deba ser cumplida en el territorio de al menos un Estado miembro, el foro general del domicilio del
demandado se completa con otros foros facultativos y alternativos, a virtud de los cuales el trabajador puede demandar al empresario no sólo ante los
tribunales del Estado donde tenga su domicilio, o posea una agencia, sucursal o establecimiento, sino también ante cualquiera de los que se mencionan a
continuación, según las circunstancias del caso:
1. El tribunal del lugar en que o desde el que desempeña habitualmente su trabajo (nº 566 ).
2. Con carácter subsidiario, cuando no se pueda determinar ese lugar, el tribunal del lugar donde se produjo su contratación (nº 575 ).
3. El tribunal del último lugar en que se haya desarrollado la prestación de los servicios (nº 577 ).

Precisiones

1) La finalidad perseguida con la fijación de estos foros es garantizar al trabajador, como parte contratante más
débil, una protección adecuada, por considerarse que ésta está mejor garantizada si los litigios seguidos a su
instancia son competencia de los tribunales del lugar donde cumple sus obligaciones respecto de la empresa en los
que se puede defender como menores gastos ( TJCE 13-7-93, Mulox, asunto C-125/92 y TJCE 9-1-97, Rutten
asunto C-383/95 ; TJUE 20-5-10, asunto Bilas C-111/09 ). A esta ventaja se añaden otras como la proximidad del
juez al litigio, la facilidad y disponibilidad probatoria y el conocimiento por el órgano jurisdiccional de la ley
sustantiva aplicable cuando es la del Estado del lugar de prestación de servicios.
2) Los foros alternativos no resultan aplicables cuando la ejecución del contrato de trabajo se efectúa en su
totalidad en terceros países, fuera del ámbito espacial del Reglamento, supuesto en que es el domicilio del
demandado el que determina la competencia judicial ( TJCE 15-2-89, Six Constructions LTD/Humbert asunto 32/88
y 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ).
3) A efectos de la aplicación de los foros especiales, el trabajo que se lleva a cabo en instalaciones fijas o
flotantes o sobre la plataforma continental adyacente a un Estado contratante debe considerarse efectuado en el
territorio de dicho Estado ( TJCE 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ).
4) En el supuesto de desplazamientos temporales en el marco de una prestación de servicios transnacional la
normativa interna española ( L 45/1999 ) consagra otro foro alternativo (nº 618 ).
566
Lugar habitual de prestación del trabajo 
(Rgto UE 1215/2012 art.21.2.a)
La primera opción que tiene el trabajador que desarrolla su actividad al menos en un Estado miembro es acudir a los tribunales de aquél donde
desempeña habitualmente su trabajo. La elección de este foro no resulta problemática cuando la prestación de servicios se realiza por completo en el
territorio de un único Estado miembro, pero presenta cierta complejidad cuando se lleva a cabo en varios Estados miembros y, además, en su caso, en
terceros Estados.
En los supuestos en que el lugar de trabajo es móvil o diverso, es decir, en las relaciones de trabajo plurilocalizadas, para verificar si este criterio de
vinculación puede actuar en un concreto proceso el tribunal deberá determinar si el trabajador desempeña habitualmente sus servicios en un único
Estado miembro.
A tales efectos se entiende por lugar de trabajo habitual aquel en el cual o desde el cual el trabajador cumple de hecho lo esencial de sus obligaciones
para con la empresa o, dicho en otros términos, aquél en el que se sitúa el centro de gravedad de su relación contractual. Se entiende que es en ese
lugar donde el trabajador puede accionar contra su empleador con menores gastos y que son los tribunales de ese Estado los que están mejor situados y
tienen, por tanto, mayor aptitud para resolver adecuadamente el litigio ( TJCE 13-7-93, Mulox, asunto C-125/92 ; 9-1-97, Rutten, asunto C-383/95 y 27-2-
02, Weber asunto C-37/00 ).
La determinación del lugar de trabajo habitual compete al órgano jurisdiccional nacional en función del conjunto de elementos fácticos concurrentes. A tal
fin debe tomar en consideración los criterios fijados por el Tribunal de Justicia y no los que pueda contener el Derecho nacional que carece de toda
incidencia en la interpretación de dicho concepto ( TJCE 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ). En ocasiones esa labor resulta especialmente compleja como
por ejemplo, en el caso de un piloto de aviación civil cuya actividad que realiza abarca todo el espacio aéreo europeo, cuestión que ha dado lugar a la
presentación de una cuestión prejudicial por el Tribunal Supremo portugués pendiente de resolver por el TJUE (Garret asunto C-242/16).
Los criterios no excluyentes que utiliza el Tribunal de Justicia de la UE para determinar dónde se ejerce habitualmente el trabajo, son los siguientes:
a) Temporal (nº 568 ).
b) Cualitativo (nº 570 ).
c) Organizativo (nº 572 ).
568
Criterio temporal 
Con arreglo al criterio temporal la competencia le corresponderá al tribunal del lugar al que el demandante dedica la mayor parte de su tiempo de
trabajo. A efectos de su aplicación se distinguen entre los supuestos de prestación sucesiva de servicios y de prestación simultánea de servicios.
1. En los casos de prestación sucesiva de servicios en distintos Estados miembros se ha de computar la totalidad del período de actividad para
establecer el lugar dónde se ha ejecutado la parte más significativa. No obstante, el criterio temporal no despliega su virtualidad cuando concurran otras
circunstancias que pongan de manifiesto la existencia de una vinculación más estrecha del objeto de la controversia con otro lugar de trabajo, como
sucede si después de haber realizado su trabajo durante un período en un lugar concreto, el demandante pasa a realizar su actividad de forma duradera
en otro distinto destinado a convertirse en el nuevo lugar de trabajo habitual según la voluntad clara de las partes, en cuyo caso el período de trabajo que
ha de considerarse es el más reciente ( TJCE 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ).
2. En el supuesto de prestación simultánea de servicios en varios Estados miembros hay que estar al lugar donde el trabajador pasa la mayor parte de
su tiempo de trabajo ( TJCE 9-1-97, Rutten, asunto C-383/95 ).
570
Criterio cualitativo 
El criterio cualitativo, tiene en cuenta factores relacionados con la naturaleza e importancia del trabajo realizado en los distintos Estados ( TJCE 27-2-
02, Weber asunto C-37/00 ). Puede aplicarse conjuntamente con el temporal cuando ambos ofrezcan el mismo resultado o independientemente del
mismo cuando aquél no resulte concluyente, como sucede si el tiempo de trabajo empleado en los diferentes países es similar, sin que deba excluirse la
posibilidad de que en determinados casos pueda prevalecer sobre el temporal, lo que ciertamente no sucederá cuando el trabajador haya realizado o
realice la misma actividad en los diversos Estados ( TJCE 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ).
572
Criterio organizativo 
El criterio organizativo guarda relación con la forma en que se configura la prestación de servicios, como sucede si el trabajador tiene un despacho en un
Estado miembro en el que organiza su actividad laboral y al que regresa después de cada uno de sus desplazamientos profesionales a otros países
( TJCE 13-7-93, Mulox asunto C-125/92 y 9-1-97, Rutten asunto C-383/95 ).
575
Foro especial del lugar de contratación 
(Rgto UE/1215/2012 art.21.2.b)
Cuando el órgano jurisdiccional no haya podido determinar el lugar de trabajo habitual según los criterios definidos por el TJUE (nº 566 s. ), u otros
eventualmente aplicables, por existir al menos dos lugares de trabajo de igual importancia o por no presentar ninguno de ellos un vínculo suficientemente
estable e intenso con el trabajo prestado para poder ser considerado un punto de conexión preponderante, la demanda puede presentarse ante los
tribunales del lugar donde esté o haya estado el establecimiento que contrató al trabajador ( TJCE 27-2-02, Weber asunto C-37/00 ). En este sentido debe
interpretarse la expresión «establecimiento que hubiere empleado al trabajador» que utiliza el Reglamento Bruselas I ( Rgto UE/1215/2012 art.21.2.b ),
aunque difiera de la del Convenio de Bruselas art.5.1 («establecimiento que hubiere contratado»), pues esta regla especial sólo se aplica cuando el
trabajador ha prestado servicios en varios Estados.

Precisiones

Este foro tiene carácter subsidiario respecto del foro del lugar de prestación habitual del trabajo y sólo entra en
juego en la hipótesis descrita. Su objeto es ofrecer un foro alternativo al trabajador si éste considera que es más
fácil defender en él su pretensión.
577
Foro especial del último lugar de prestación de los servicios 
(Rgto UE/1215/2012 art.21.2.a «in fine»)
Otra opción que tiene el trabajador es formular la demanda ante los Tribunales del último lugar en que hubiera desempeñado su trabajo. Este criterio, que
no figura en el Convenio de Bruselas, se introdujo en el Reglamento Bruselas I al haberse observado que, con frecuencia, el trabajador demanda al
empresario cuando la relación laboral ya ha finalizado y entenderse que en tal caso no sería adecuado privarle de la opción de acogerse al foro de su
último lugar de trabajo.
579
Prórroga de la competencia 
(Rgto UE/1215/2012 art.23 y 24)
El Reglamento Bruselas I permite fundar la competencia internacional para decidir los litigios derivados del contrato individual de trabajo en la prórroga de
la competencia, esto es, en la sumisión de las partes a los tribunales de un Estado que no la tendrían con arreglo al foro general y los especiales
aplicables en esa clase de controversias.
La posibilidad de elección de foro se justifica por el respeto a la autonomía de las partes ( Rgto UE/1215/2012 Considerando 19 ). Sin embargo, el
carácter específico y exhaustivo de las normas competenciales recogidas en la sección 5ª del Rgto ( TJCE 22-5-08, Laboratoires Glaxosmithkline, asunto
C-462/06 ) determina que en este tipo de asuntos se conceda a los litigantes una autonomía limitada para elegir el órgano jurisdiccional competente, de
manera que la prórroga de la competencia sólo resulta admisible en los supuestos previstos en el Rgto UE/1214/2012 art.23 y siempre que se cumplan
los requisitos que en él se establecen, a saber:
1. Acuerdos atributivos de competencia anteriores al nacimiento del litigio sólo se admiten si posibilitan al trabajador que formule demanda ante un
tribunal distinto de los resultantes de la aplicación de los foros legales ( Rgto UE/1215/2012 art.23.2 ), incluso si se trata de órganos situados fuera de la
Unión ( TJUE 19-7-12, asunto Mahamdia C-154/11 ). El objetivo es proteger a la parte contratante más débil, no reconociéndose eficacia a los pactos
previos al inicio de la contienda, como los incorporados al propio contrato de trabajo (acuerdos de elección del foro), salvo que sea el trabajador el que se
acoja a ellos por permitirle ejercitar la acción ante un órgano jurisdiccional que considera más adecuado ( TS 30-12-13, Rec 930/13 ; TSJ Madrid 10-6-13,
Rec 6664/12 ; 15-1-10, EDJ 23381 ; 24-4-06, EDJ 115054 y TSJ Las Palmas 4-12-06, EDJ 400356 ). Esta regulación se justifica por la posición desigual
del trabajador que se manifiesta particularmente en el momento en que se incorporar a la empresa pues en la mayoría de los casos el de trabajo no es
un contrato negociado en un plano de igualdad sino un mero contrato de adhesión a un clausulado impuesto por el empleador sin margen para un
auténtico intercambio de pareceres y la transacción.
2. Acuerdos atributivos de competencia posteriores al nacimiento del litigio: se admiten de forma incondicionada, sea cual sea el demandante, y sin
sujeción a requisitos formales ( Rgto UE/1214/2012 art.23.1). Y ello, al considerarse que en ese momento el trabajador está en condiciones de valorar si
el pacto es conveniente a sus intereses. En esta segunda hipótesis la atribución de competencia puede producirse de dos formas:
a) A través de actos expresos.
b) De manera tácita, mediante la comparecencia voluntaria del demandado ante el tribunal del Estado miembro dónde se haya formulado la demanda,
siempre que no impugne su competencia. Se entiende que no cabe imponer los foros legales si la parte demandada decide deliberadamente
comparecer y defenderse en cuanto al fondo ante un órgano jurisdiccional distinto de los resultantes de la aplicación de aquellos. No obstante, el órgano
que conoce del asunto y no es el juez natural está autorizado a asegurarse de que el trabajador demandado ante él tiene pleno conocimiento de las
consecuencias de su aceptación de comparecer ( TJUE 20-5-10, asunto Bilas C-111/09 ). Por otra parte, cuando un tribunal nacional designa con arreglo
a la legislación nacional un representante judicial por ausencia para un demandado al que no se ha notificado el escrito de demanda por carecer de
lugar de residencia conocido, la comparecencia de dicho representante no equivale a la comparecencia del demandado ausente, a efectos de atribución
de la competencia internacional del tribunal nacional ( TJUE 11-6-14, asunto C-112/13 ).

Precisiones

No hay prórroga tácita de la competencia del tribunal que conoce del asunto si el demandado expresa su voluntad
de no aceptar su jurisdicción. El momento en el que debe impugnarse la competencia para evitar la prórroga tácita
depende del Derecho nacional del tribunal que conoce del caso.
Foro competente para dirimir litigios sobre el contrato de trabajo de personal de vuelo que firmó un pacto de sumisión expreso
(Actum 39/17, 26sep-02oct)
El personal de vuelo puede interponer demandas relacionadas con su contrato de trabajo ante el juez del lugar a partir del cual cumplan lo esencial de
sus obligaciones respecto de su empresa. El juez nacional debe determinar dicho lugar a la luz de todas las circunstancias relevantes, para lo cual
constituye un indicio significativo la denominada «base» de trabajo. Los trabajadores mantienen su derecho a elegir ese foro, como parte contratante más
débil, aunque existan en sus contratos cláusulas atributivas de competencia a los tribunales del lugar en que tienen su sede las empresas demandadas.
MS nº 9339
MCT nº 3866 s.
MPL nº 558 , 579 , 586
El pleito de origen lo promueve personal de vuelo de Ryanair, contratado por la propia compañía pero también a través de la empresa Crewlink,
especializada en la contratación y formación de este tipo de trabajadores, y que los ponía a disposición de la primera. Los trabajadores demandan el
abono de ciertas cantidades asociadas a sus extintos contratos de trabajo ante los tribunales belgas, a pesar de que sus contratos incluían cláusulas
atributivas de competencia a favor de los tribunales irlandeses, dónde tienen su sede ambas empresas. Los trabajadores plantearon sus demandas en
Bélgica al considerar que ahí se ubicaba su base de trabajo. En efecto, como se recogía en sus contratos, su base («home base») era el aeropuerto de
Charleroi (Bélgica) y allí era donde comenzaban y terminaban su jornada de trabajo, estando obligados a residir a menos de una hora de tal base.
El Tribunal laboral belga planteó cuestión prejudicial ante el TJUE. Este último en su sentencia clarifica las siguientes cuestiones sobre la correcta
interpretación del Reglamento Bruselas I donde se recogen las normas para la determinación del foro competente en tales supuestos ( Rgto CE/44/2001
art.19 ):
1. La existencia de un acuerdo atributivo de competencia previo al litigio, incluido en sus propios contratos, no elimina la opción del trabajador de
plantear su demanda en el foro del lugar donde desempeña su trabajo habitualmente, tal y como permite el mencionado Reglamento. El objetivo de tal
normativa que impide la aplicación de tales acuerdos que prohiben acudir a los tribunales cuya competencia avala el propio Reglamento, es proteger al
trabajador como parte contratante más débil ( TJUE 19-7-12, asunto Mahamdia, C-154/11, apdo.63 ).
2. El «lugar en el que el trabajador desempeñare habitualmente su trabajo», como se ha señalado en jurisprudencia previa, es el lugar en el cual o a
partir del cual el trabajador cumple lo esencial de sus obligaciones respecto de su empresa. Para determinar ese lugar en concreto, corresponde al
tribunal nacional remitirse a un conjunto de indicios. Este método indiciario impide, para evitar estrategias de elusión, que el lugar habitual de trabajo
pueda asimilarse a ningún otro concepto recogido en el Derecho de la Unión.
3. En el concreto ámbito de la navegación aérea hay que tener en cuenta como indicios: el lugar a partir del cual el trabajador efectúa sus misiones de
transporte, al que vuelve tras dichas misiones, en el que recibe las instrucciones sobre las mismas y en el que organiza su trabajo, y el lugar en que se
encuentran sus herramientas de trabajo. Asimismo, puede ser relevante el lugar en que estén estacionadas las aeronaves a bordo de las que se
desempeña habitualmente el trabajo. De manera que:
a) Aunque la base es un indicio significativo, no se puede asimilar el concepto de «lugar en el cual, o a partir del cual, el trabajador desempeñare
habitualmente su trabajo» al de «base». No obstante, para que la base dejara de ser relevante, como punto de conexión, se tendría que demostrar que
las pretensiones tenían vínculos de conexión más estrechos con otro Estado distinto.
b) Tampoco es asimilable al lugar habitual de trabajo la nacionalidad de las aeronaves o territorio del Estado miembro cuya nacionalidad ostentan las
aeronaves de la compañía aérea demandada (Convenio de Chicago art.17).
TJUE 14­9­17, asunto Ryanair y Crewlink C­168/16 y C­169/16

581
Litispendencia y conexidad 
(Rgto UE/1215/2012 art.29 s.)
El derecho que asiste al trabajador de optar entre varios foros alternativos y la posibilidad de atribución de competencia más allá de los mismos
posibilitan que demandas con idéntico objeto, o conexas, se formulen ante los órganos jurisdiccionales de diferentes Estados miembros dando lugar a la
sustanciación de procesos paralelos con el riesgo de resoluciones contradictorias. Para conjurar ese peligro, determinar cuando existe una situación de
litispendencia y resolver los problemas derivados de las posibles divergencias nacionales sobre el momento en que se considera presentada una
demanda ante un órgano jurisdiccional y, por consiguiente, para establecer cuál es el órgano ante en el que se presentó la primera demanda, el
Reglamento Bruselas I incorpora determinados mecanismos y reglas, a saber:
1. Cuando se formulen demandas con igual objeto y causa que enfrenten a las mismas partes el órgano jurisdiccional ante el que se formule la segunda
debe suspender de oficio el procedimiento en tanto no se declare competente el órgano ante el que se interpuso la primera, al que está obligado además
a informar sin demora de la fecha en que se registró la demanda. Cuando el órgano ante el que se presentó la primera demanda se declare competente,
el tribunal ante el que se planteó la segunda debe abstenerse en favor de aquél ( Rgto UE/1214/2012 art.29 ). Esta última previsión debe interpretarse en
el sentido de que, salvo en el supuesto en que el tribunal ante el que se presentó la segunda demanda disponga de competencia exclusiva en virtud del
propio Reglamento, lo que en materia de contrato de trabajo no sucede, debe considerarse que el tribunal ante el que se presentó la primera demanda
se ha declarado competente, a efectos de la citada disposición, cuando dicho tribunal no haya declinado de oficio su competencia y ninguna de las partes
haya impugnado tal competencia con anterioridad o en el momento de la actuación procesal que el Derecho procesal nacional considere como el primer
medio de defensa sobre el fondo invocado ante ese tribunal ( TJUE 27-2-14, asunto Cartier C-1/2013 ).
De conformidad con esta regla si los trabajadores al servicio de una Administración Pública en un Estado miembro, la demandan primero en España y
luego en ese otro país, son competentes los tribunales españoles y el tribunal de dicho Estado debe inhibirse a favor de la jurisdicción española ( TSJ
Madrid 17-12-07, EDJ 339443 )
2. Cuando se formulen demandas conexas, entendiendo por tales las vinculadas entre sí por una relación tan estrecha que resulta oportuno tramitarlas y
juzgarlas al mismo tiempo a fin de evitar resoluciones que podrían ser inconciliables si los asuntos fueren juzgados separadamente, el órgano ante el que
se haya presentado la demanda posterior puede suspender el procedimiento. También puede declinar su competencia, cuando se cumplan los
siguientes requisitos:
- que las demandas conexas estuvieren pendientes en primera instancia;
- que lo solicite alguna de las partes;
- que el tribunal ante el que se hubiere presentado la primera demanda sea competente para conocer de las demandas de que se trate;
- que la ley de ese tribunal permita la acumulación ( Rgto UE/1215/2012 art.30 ).
3. Cuando en demandas sobre un mismo asunto los órganos jurisdiccionales de varios Estados miembros se declaren exclusivamente competentes, la
declinación de competencia se hará en favor del tribunal ante el que se hubiese presentado la primera demanda. En el caso de que exista un acuerdo
atributivo de competencia, el órgano designado debe de ser el primero en decidir si se declara competente o no quedando suspendidos mientras tanto los
restantes procedimientos. En caso afirmativo el resto de tribunales deberán abstenerse en favor de aquél, si bien esta excepción no se aplica si el
demandante es el trabajador y el acuerdo de sumisión no es válido ( Rgto UE/1214/2012 art.30 ).

Precisiones

1) A los efectos expresados en los supuestos precedentes, se considera que un tribunal conoce de un litigio:
a) Desde el momento en que se le presente el escrito de demanda o documento equivalente, a condición de que
posteriormente el actor no deje de tomar todas las medidas que se le exijan para que se entregue al demandado la
cédula de emplazamiento, o
b) Si dicho documento ha de notificarse al demandado antes de su presentación al tribunal, en el momento en que
lo reciba la autoridad encargada de la notificación, a condición de que posteriormente el demandante no deje de
tomar todas las medidas que se le exijan para presentar el documento al tribunal Rgto UE/1215/2012 art.32 ).
2) Las reglas de litispendencia y conexidad no son aplicables cuando la empresa demandada se encuentra en
situación de concurso ( Rgto UE/1215/2012 art.1.2.b ; TSJ Madrid 14-10-11, EDJ 279932 ).
3) Los mecanismos de litispendencia y conexidad con terceros Estados se regulan en el Rgto UE/1214/2012
art.33, 34 .
583
Foro especial en materia de medidas cautelares 
(Rgto UE/1215/2012 art.35)
El Rgto Bruselas I autoriza a los órganos jurisdiccionales de un Estado miembro a resolver sobre la petición de adopción de medidas provisionales o
cautelares aunque no sean competentes para conocer del fondo del litigio. Se trata de una excepción al sistema de competencia que instaura por lo que
debe interpretarse de manera restrictiva ( TJCE 28-4-05, St. Paul Dairy Industries asunto C-104/03 ).
Se entienden como medidas provisionales o cautelares las que, en las materias incluidas en el ámbito de aplicación del Rgto Bruselas I, van dirigidas a
mantener una situación de hecho o de Derecho para salvaguardar derechos cuyo reconocimiento se solicita, además, al Juez que conoce del fondo del
asunto ( TJCE 26-3-92, Reichert y Kockler, asunto C-261/90 ).
El motivo por el que se ha establecido un régimen especial para este tipo de medidas es evitar a las partes el perjuicio resultante del alargamiento de los
plazos inherentes a todo procedimiento internacional ( TJCE 28-4-05, St. Paul Dairy Industries asunto C-104/03 ).
Su concesión por el tribunal ante el que se piden requiere una circunspección particular y un conocimiento profundo de las circunstancias concretas en
las que debe producir sus efectos la medida solicitada. En general, debe supeditar su autorización a todos los requisitos que garanticen el carácter
provisional o cautelar de la medida adoptada ( TJCE 21-5-80, Denilauler asunto 125/79 , y 17-11-98, Van Uden, C-391/95 ).

Precisiones

1) La medida provisional o cautelar que se solicita debe estar prevista por la Ley del Estado miembro ante cuyos
tribunales se solicite.
2) No está comprendida en el concepto de «medidas provisionales o cautelares» el examen de un testigo con el
fin de permitir al solicitante evaluar la oportunidad de una acción eventual, determinar su fundamento y apreciar la
pertinencia de los motivos que pueden invocarse en ese contexto ( TJCE 28-4-05, St. Paul Dairy Industries asunto
C-104/03 ).
585
Competencia internacional de los tribunales españoles con base en el Rgto Bruselas I 
En el caso de que la normativa aplicable para determinar la competencia sea el Rgto Bruselas I, los tribunales laborales españoles resultan
competentes para resolver los litigios en materia de contrato internacional de trabajo en los supuestos que a continuación se relacionan:
a) Demandas formuladas por el trabajador (nº 586 ).
b) Demandas formuladas por el empresario (nº 587 ).
586
Demandas formuladas por el trabajador 
Los órganos jurisdiccionales españoles del orden social son competentes, sea cual sea la nacionalidad de las partes, para conocer de las
controversias en las que concurra una de estas circunstancias:
1. Demandado domiciliado en España (nº 587 ).
2. Demandado con establecimiento en territorio español (nº 588 ).
3. Prestación de servicios en territorio español (nº 589 ).
4. Sumisión a los tribunales españoles (nº 590 ).
Foro competente para dirimir litigios sobre el contrato de trabajo de personal de vuelo que firmó un pacto de sumisión expreso
(Actum 39/17, 26sep-02oct)
El personal de vuelo puede interponer demandas relacionadas con su contrato de trabajo ante el juez del lugar a partir del cual cumplan lo esencial de
sus obligaciones respecto de su empresa. El juez nacional debe determinar dicho lugar a la luz de todas las circunstancias relevantes, para lo cual
constituye un indicio significativo la denominada «base» de trabajo. Los trabajadores mantienen su derecho a elegir ese foro, como parte contratante más
débil, aunque existan en sus contratos cláusulas atributivas de competencia a los tribunales del lugar en que tienen su sede las empresas demandadas.
MS nº 9339
MCT nº 3866 s.
MPL nº 558 , 579 , 586
El pleito de origen lo promueve personal de vuelo de Ryanair, contratado por la propia compañía pero también a través de la empresa Crewlink,
especializada en la contratación y formación de este tipo de trabajadores, y que los ponía a disposición de la primera. Los trabajadores demandan el
abono de ciertas cantidades asociadas a sus extintos contratos de trabajo ante los tribunales belgas, a pesar de que sus contratos incluían cláusulas
atributivas de competencia a favor de los tribunales irlandeses, dónde tienen su sede ambas empresas. Los trabajadores plantearon sus demandas en
Bélgica al considerar que ahí se ubicaba su base de trabajo. En efecto, como se recogía en sus contratos, su base («home base») era el aeropuerto de
Charleroi (Bélgica) y allí era donde comenzaban y terminaban su jornada de trabajo, estando obligados a residir a menos de una hora de tal base.
El Tribunal laboral belga planteó cuestión prejudicial ante el TJUE. Este último en su sentencia clarifica las siguientes cuestiones sobre la correcta
interpretación del Reglamento Bruselas I donde se recogen las normas para la determinación del foro competente en tales supuestos ( Rgto CE/44/2001
art.19 ):
1. La existencia de un acuerdo atributivo de competencia previo al litigio, incluido en sus propios contratos, no elimina la opción del trabajador de
plantear su demanda en el foro del lugar donde desempeña su trabajo habitualmente, tal y como permite el mencionado Reglamento. El objetivo de tal
normativa que impide la aplicación de tales acuerdos que prohiben acudir a los tribunales cuya competencia avala el propio Reglamento, es proteger al
trabajador como parte contratante más débil ( TJUE 19-7-12, asunto Mahamdia, C-154/11, apdo.63 ).
2. El «lugar en el que el trabajador desempeñare habitualmente su trabajo», como se ha señalado en jurisprudencia previa, es el lugar en el cual o a
partir del cual el trabajador cumple lo esencial de sus obligaciones respecto de su empresa. Para determinar ese lugar en concreto, corresponde al
tribunal nacional remitirse a un conjunto de indicios. Este método indiciario impide, para evitar estrategias de elusión, que el lugar habitual de trabajo
pueda asimilarse a ningún otro concepto recogido en el Derecho de la Unión.
3. En el concreto ámbito de la navegación aérea hay que tener en cuenta como indicios: el lugar a partir del cual el trabajador efectúa sus misiones de
transporte, al que vuelve tras dichas misiones, en el que recibe las instrucciones sobre las mismas y en el que organiza su trabajo, y el lugar en que se
encuentran sus herramientas de trabajo. Asimismo, puede ser relevante el lugar en que estén estacionadas las aeronaves a bordo de las que se
desempeña habitualmente el trabajo. De manera que:
a) Aunque la base es un indicio significativo, no se puede asimilar el concepto de «lugar en el cual, o a partir del cual, el trabajador desempeñare
habitualmente su trabajo» al de «base». No obstante, para que la base dejara de ser relevante, como punto de conexión, se tendría que demostrar que
las pretensiones tenían vínculos de conexión más estrechos con otro Estado distinto.
b) Tampoco es asimilable al lugar habitual de trabajo la nacionalidad de las aeronaves o territorio del Estado miembro cuya nacionalidad ostentan las
aeronaves de la compañía aérea demandada (Convenio de Chicago art.17).
TJUE 14­9­17, asunto Ryanair y Crewlink C­168/16 y C­169/16

587
Demandado domiciliado en España 
En primer lugar, los tribunales españoles ostentan competencia cuando el trabajador demandante ha optado por el fuero del domicilio del demandado y
el empresario contra el que se dirija la acción tenga su domicilio en territorio español ( Rgto UE/1215/2012 art.20.1.1 ), lo que de conformidad con lo
previsto en el Reglamento Bruselas I sucede en los siguientes casos:
1. Si es una persona física, cuando tenga en él su residencia habitual ( CC art.40 ).
2. Si se trata de una persona jurídica, cuando tenga en él su sede estatutaria, su administración central o su centro de actividad principal ( Rgto
UE/1215/2012 art.21.2 ) ( TSJ Madrid 19-6-06, EDJ 349368 ).

Precisiones

1) Tratándose de una inmobiliaria domiciliada en España resulta indiferente que el contrato se hubiera celebrado
en Londres con una oficina ubicada en esa ciudad y que el lugar habitual de trabajo fuese el de la empresa en
Londres y que sólo viajase a España para acompañar a los clientes a visitar los inmuebles y proceder a su venta
( TSJ C.Valenciana 12-4-10, Rec 221/10 ).
2) Se reconoce la competencia de los tribunales españoles por estar domiciliada en España una de las sociedades
demandadas (y también porque el trabajador prestó habitualmente servicios en España) en un pleito en el que la
empresa francesa de la que formaba parte la filial española para la que trabajaba le ofreció un plan de
suscripción de acciones, que aceptó y cuyo objeto era la declaración de la titularidad del demandante sobre los
derechos de opción de compra sobre acciones (stock options) de la matriz con sus derechos instrumentales de
gestión, con pretensión de condena a las demandadas a entregarle los títulos acreditativos de la titularidad
reconocida sobre dichas acciones y a efectuar las inscripciones registrales procedentes derivadas de su titularidad
sobre las mismas ( TSJ Cataluña 19-9-08, EDJ 263432 ).
3) Con base en el fuero especial previsto para los supuestos de pluralidad de demandados ( Rgto UE/1215/2012
art.8.1 ) se asume la competencia para conocer de la reclamación de indemnización por los daños y perjuicios
derivados de un accidente de trabajo sufrido en Portugal cuando el actor prestaba servicios de mantenimiento de
un parque eólico explotado por una empresa de esa nacionalidad, dándose la circunstancia de que el contrato de
trabajo se celebró en España por una empresa de esta nacionalidad que fue la que suscribió con la portuguesa el
contrato de mantenimiento del citado parque. Se razona que al postularse una responsabilidad civil solidaria
derivada de un posible incumplimiento empresarial en materia de seguridad e higiene en el trabajo, podrían
producirse sentencias contradictorias que serían inconciliables si los asuntos fuesen enjuiciados separadamente
por los tribunales de dos distintos Estados miembros ( TSJ Galicia 27-5-14, Rec 718/12 ).
588
Demandado con establecimiento en territorio español 
En segundo término, los tribunales españoles gozan de competencia cuando el trabajador demandante se acoge al fuero del domicilio del demandado y el
empresario frente al que formula reclamación aún no estando domiciliado en territorio español tiene en él una sucursal, agencia o establecimiento y el
litigio deriva de su explotación ( Rgto UE/1215/2012 art.20.2 ).

Precisiones

1) Los tribunales españoles fundan su competencia en esta regla en supuestos de contratos de embarque
celebrados con sociedades mixtas domiciliadas en un país extracomunitario con sucursal en España ( TSJ Las
Palmas 4-12-06, EDJ 400356) o que sin tenerla formalmente utilizan para sus actuaciones el domicilio de la
sociedad española ( TSJ Galicia 27-4-05, EDJ 275016 ).
2) También se recurrió esta norma en un supuesto en el que la empresa demandada era la Oficina Comercial
abierta en España por otro Estado miembro ( TSJ Madrid 20-11-08, EDJ 309703 ).
3) Por el contrario, no se tuvo en cuenta el hecho de que la entidad bancaria inglesa demandada tuviese una
sucursal en territorio español en un caso en que el actor, Director de Mercado de Capitales para España y
Portugal, fue contratado en Londres, donde desarrollaba su actividad si bien se desplazaba a ambos Estados para
contactar con los clientes, viajes que cada vez fueron más frecuentes, hasta llegar, al final de la relación laboral, a
estar prácticamente el 50% del tiempo en Londres y el 50% en España, utilizando las instalaciones de la sucursal
en España, donde disponía de un despacho, así como de una plaza de parking ( TSJ Madrid 21-7-09, EDJ 181152 ,
que presumiblemente estimó que el litigio no derivaba de la explotación de la sucursal española).
4) Se ha considerado que la aplicación de este criterio debe ceder ante las normas específicas de competencia
para resolver los conflictos que surjan entre ciudadanos norteamericanos y contratistas de esa nacionalidad que
efectúen trabajos en España para las Fuerzas de EE. UU, invocando lo dispuesto en el Convenio de Cooperación
para la Defensa suscrito entre España y EE.UU de 1-12-88-texto revisado por Protocolos de Enmienda 10-4-02, 10-
10-12 y 17-6-15, y argumentando que los citados trabajadores quedan excluidos de la aplicación de la legislación
laboral española ( TSJ Sevilla 31-10-12, Rec 3851/11 ; 10-12-09, EDJ 358349 ), confundiendo así «ius» con el
«forum»). Sobre los problemas que suscita el citado Convenio entre España y EEUU ver también TSJ Sevilla 7-10-
15, EDJ 281922 ).
589
Prestación de servicios en territorio español 
En tercer lugar, los tribunales españoles son competentes para conocer del asunto cuando independientemente de que el empresario demandado esté
domiciliado o no en un Estado miembro de la UE, el trabajador opte por el fuero del lugar de prestación de los servicios y se dé una de estas
situaciones:
1. El trabajo se ejecute por entero en territorio español ( Rgto UE 1215/2012 art.21.2.a ). Tal circunstancia fue determinante en un procedimiento de
oficio por cesión ilegal de trabajadores en el que una sociedad portuguesa desplazó a España a varios operarios para realizar un trabajo que era el único
que desempeñaban para esa sociedad ( TSJ Madrid 22-12-08, EDJ 369626 ). Asimismo fue apreciada en un supuesto en el que la actividad de dragado
desarrollada por los barcos de bandera italiana en los que estuvo enrolado el patrón de cabotaje demandante había tenido lugar siempre en puertos
situados en territorio español ( TSJ Asturias 30-4-10, EDJ 119673 ), aunque en ese caso la atribución de competencia podría haberse fundado en el foro
del domicilio del demandado, dado que la sociedad italiana tenía una representación en España.
2. El trabajo se preste en España y en otro u otros Estados miembros y el centro efectivo de las actividades profesionales esté en territorio español (
Rgto UE/1215/2012 art.21.2.b ). Criterio que se tuvo en cuenta en un proceso de impugnación de la decisión adoptada por una compañía aérea
domiciliada en Irlanda de trasladar la base de operaciones de la tripulante de cabina demandante del aeropuerto de Girona al de Ferry (Irlanda) ( TSJ
Cataluña 26-3-10, EDJ 140464 ) al igual que en un proceso despido promovido por un trabajador de dicha base ( TSJ Cataluña 25-6-15, EDJ 131873 ).
A la misma solución se llega en un supuesto particular en que la actora, de nacionalidad belga, trabajaba para una sociedad inglesa como representante
internacional de ventas en varios países europeos, incluida España, realizando habitualmente su trabajo desde su propio domicilio en Barcelona ( TSJ
Cataluña 1-10-08, EDJ 263671 ). También opera este foro si un ciclista profesional contratado por un equipo portugués entrena habitualmente en
territorio español, desplazándose únicamente fuera del mismo los concretos días de competición ( TSJ Castilla-La Mancha 22-7-09, EDJ 259490 , que no
considera válida la cláusula contractual de sometimiento a arbitraje de los litigios derivados de la relación).
3. El trabajo se ha desarrollado en España y en otro u otros Estados miembros, el tribunal no pueda determinar el lugar de trabajo habitual con arreglo a
los criterios del nº 568 s. , y el establecimiento en el que se contrató al trabajador esté o hubiera estado situado en territorio español ( Rgto
UE/1215/2012 art.21.2.b in fine ).En el caso de un ejecutivo de ventas de exportación contratado en Londres por una empresa domiciliada en Reino Unido
para prestar servicios en ese país, así como en España, Italia, Portugal y Costa Rica, los tribunales españoles declinaron su jurisdicción por no haber
desempeñado habitualmente su actividad en un único Estado, lo que conlleva la demanda de despido deba formularse ante los tribunales ingleses, al ser
el Estado donde tuvo lugar la contratación ( TSJ Madrid 10-6-13, Rec 6664/12 ).
4. El trabajo se ha desarrollado en otros Estados miembros o en terceros países y últimamente se ha desempeñado en territorio español ( Rgto
UE/1215/2012 art.21.2.a in fine).
590
Sumisión a los tribunales españoles 
En último lugar, los tribunales españoles resultan competentes en cualquiera de estos casos:
1. Cuando la competencia no pueda basarse en ninguno de los puntos de conexión expuestos en los epígrafes precedentes y así lo hayan acordado las
partes antes o después del inicio del litigio mediante un pacto de sumisión expresa ( Rgto UE/1215/2012 art.23 ; TSJ Madrid 24-4-15, EDJ 94364 ).
2. En esa misma hipótesis, cuando el demandado comparezca en el acto del juicio y no proponga la excepción de incompetencia.

Precisiones

1) Por el contrario, los órganos jurisdiccionales sociales españoles deben declinar su competencia en cualquiera
de estos supuestos:
a) Cuando las partes se hayan sometido a los tribunales de otro Estado miembro, o de un tercer país, y el acuerdo
cumpla los requisitos exigidos en el Reglamento Bruselas I.
b) Cuando los litigantes no se hayan sometido a los tribunales españoles en los supuestos y con las condiciones
previstas en el Rgto Bruselas I y no concurra ninguno de los criterios de atribución de competencia recogidos en el
mismo, como si el trabajador y la empresa tienen su domicilio en Portugal y los servicios se prestan en ese país,
aun cuando en el contrato se pactase la aplicación de la legislación española ( TSJ Madrid 21-9-04, EDJ 150034 ),
o los servicios de transporte se prestan en todo el ámbito europeo ( TSJ Galicia 30-11-06, EDJ 458949 ); o la
actividad profesional se desarrolla en Portugal por cuenta de una sociedad portuguesa que tiene su domicilio social
en ese país ( TSJ Galicia 22-7-14, EDJ 129494 ); o las codemandadas como empleadoras tienen domicilio social
en otro país comunitario; el contrato de trabajo se formalizó en ese país y los servicios se prestan en el territorio de
otro Estado miembro ( TS 30-12-13, EDJ 293364 ).
591
Demandas formuladas por el empresario 
(Rgto UE/1215/2012 art.22.1)
Tratándose de demandas presentadas por el empresario los tribunales españoles únicamente son competentes si el trabajador demandado tiene su
domicilio en España, por lo que deben declararse incompetentes si el domicilio lo tiene en otro Estado miembro aunque, por ejemplo, el contrato se haya
celebrado en España y las dos partes tengan nacionalidad española ( TSJ Sevilla 14-7-99, EDJ 33060 ), salvo en el supuesto de que exista un acuerdo
atributivo de competencia posterior al ejercicio de la acción ( Rgto UE/1215/2012 art.23.1 ) (nº 579 ).

B. Sistema convencional 
(Convenio de Bruselas (DOUE 26­1­1998) y Convenio de Lugano )
592
El sistema convencional de determinación de la competencia judicial internacional en materia de contrato de trabajo está integrado por dos convenios
multilaterales ratificados por España - los Convenios de Bruselas y Lugano - y por el Tratado bilateral suscrito por nuestro país con El Salvador. Los tres
instrumentos excluyen de su ámbito material los pleitos de Seguridad Social.
593
Convenio de Bruselas 
(Convenio de Bruselas versión consolidada DOUE 26­1­1998)
Hasta la aprobación del Rgto Bruselas I (nº 510 s. ), el Convenio de Bruselas de 27-9-1968 se extendió sucesivamente a todos los nuevos Estados
miembros de la UE (España lo ratificó en 1989, BOE 28-1-91). El Convenio no es Derecho de la UE en sentido estricto aunque está estrechamente
vinculado al proceso de integración europea y su interpretación está atribuida al Tribunal de Justicia de la UE.
En la actualidad, su ámbito de aplicación ha quedado reducido a las relaciones de los Estados miembros con determinados territorios de ultramar de la
República Francesa y del Reino de Holanda, a los que no se les aplica el Rgto Bruselas I ( TJCE Dictamen 1/03 de 7-2-06 apartado 15). Entrando en
juego cuando el demandado tiene su domicilio en algunos de esos territorios. Los criterios para la determinación del domicilio cuando el demandado es
una persona física o un trust ( Convenio de Bruselas art.52 y 53.2º) coinciden con los del Rgto Bruselas I, pero difieren en relación a las personas
jurídicas, que se entienden domiciliadas en el lugar en que se encuentre su sede, para cuya determinación el tribunal que conozca del asunto ha de
aplicar las reglas de su Derecho Internacional Privado ( Convenio de Bruselas art.53.1º), que en el ordenamiento español son las del CC art.9.11 . El
Convenio de Bruselas no contiene una regla de asimilación a domicilio como la que incorpora el Reglamento Bruselas I ( Rgto UE/1215/2012 art.20.2 ).
595
Convenio de Lugano 
(Convenio de Lugano I de 16­9­88, BOE 20­10­94; Convenio de Lugano II, DOUE 21­12­07)
El Convenio de Lugano I fue firmado el 16-9-1988 por los Estados miembros de la Unión Europea, Suiza y los que integran la Asociación Europea de
Libre Comercio AELC (Islandia y Noruega, a excepción de Liechtenstein). Dicho Convenio fue ratificado por España (BOE 29-10-94).
Como norma general el Convenio de Lugano se aplica cuando el demandado está domiciliado en Suiza, Islandia o Noruega, siempre que no resulten
aplicables las reglas de competencia del Rgto Bruselas I. Los criterios para la fijación del domicilio coinciden con los del Rgto Bruselas I en su versión
consolidada (nº 544 ).
El 30-10-2007, y tras el dictamen del TJCE Dictamen 1/03 de 7-2-06 , la UE -entonces CE, y los tres Estados señalados suscribieron una nueva versión
del Convenio Lugano publicada en el DOUE 21-12-07 («Convenio Lugano II»), Con esta modificación se ha adaptado el Convenio a las disposiciones
del Reglamento Bruselas I (nº 510s. ), siendo los artículos 1 a 61 de ese Convenio Lugano II prácticamente idénticos a los del referido Reglamento.
El Convenio Lugano II entró en vigor el 1-1-2010 para todos los Estados miembros de la UE y Noruega; para Suiza, el 1-1-2011, y para Islandia el 1-5-
2011 (Acuerdos Internacionales, 2011/307/UE, DOUE L 138 26-5-11).
597
Tratado bilateral con El Salvador 
(Tratado 7­11­2000, BOE 25­10­01
Este Tratado unifica las reglas de competencia judicial internacional en el marco de la relación con este país, operando básicamente cuando el
demandado esté domiciliado en El Salvador, siempre que no resulten aplicables las reglas de competencia del Reglamento Bruselas I (nº 510 s. ), ni las
del Convenio de Lugano.
Precisiones

El Tratado suscrito con Rumania ( Convenio España-Rumania de 17-11-97, BOE 5-6-99) ha quedado privado de
virtualidad práctica tras el ingreso de este Estado en la Unión Europea el 1-1-2007.
C. Sistema interno 
(LOPJ art.25.1º)
599
En las controversias sobre contrato individual de trabajo los tribunales españoles del orden social sólo podrán determinar su competencia con base en
la LOPJ art.25.1º cuando concurran las siguientes circunstancias:
- el demandado tenga su domicilio fuera del territorio de los Estados miembros de la UE, Noruega, Islandia, Suiza y El Salvador;
- cuando siendo el demandado el empresario no tenga un establecimiento en la UE si la controversia deriva de su explotación;
- la prestación de servicios no se haya desarrollado en el territorio de la UE;
- las partes no se hayan sometido válidamente a los tribunales de un Estado miembro de la UE o de los restantes países anteriormente señalados de
conformidad con la norma de competencia que corresponda en cada caso. En concreto se contemplan 4 elementos de controversia la LOPJ art.25.1º
contempla cuatro elementos de conexión de la controversia con España que justifican la atribución de competencia a los juzgados y tribunales
nacionales para su resolución, además de uno específico para el contrato de embarque (nº 620 s. ). Los cuatro foros generales y alternativos son las
siguientes:
1. Domicilio del demandado en España (nº 600 ).
2. Prestación de servicios en España (nº 601 ).
3. Celebración del contrato en España (nº 602 ).
4. Nacionalidad española del trabajador y del empresario (nº 603 ).

Precisiones

1) Los tribunales españoles resultan competentes para conocer los pleitos dimanantes de un contrato internacional
de trabajo cuando se haga presente al menos uno de esos vínculos en los términos expuestos en los respectivos
marginales a los que se reenvía y que operan con independencia de que la demanda la interponga el trabajador o
el empresario.
2) En los tres primeros la tutela de la jurisdicción española alcanza a todos los trabajadores cualquiera que sea su
nacionalidad. En el último, únicamente a los trabajadores españoles.
3) Las reglas internas tienen naturaleza imperativa y de orden público, siendo por tanto indisponibles por voluntad
de las partes al no haberse previsto tal posibilidad, careciendo de validez las cláusulas de sumisión expresa a los
jueces y tribunales extranjeros en contra de los criterios legales de atribución de competencia a la jurisdicción
española ( TS 14-7-88 , EDJ 6250 ; TSJ Galicia 19-1-02, EDJ 4926 ; TSJ Madrid 15-4-99, EDJ 14434 ; 10-12-98 y
23-5-91 ).
4) Por la misma razón, no resulta válida la sumisión expresa o tácita de las partes a los tribunales laborales
españoles si resultando aplicable la LOPJ art.25.1º no concurre ninguno de los foros previstos en ese precepto.
600
Domicilio del demandado en territorio español 
Este foro resultaba operativo en el momento de aprobación de la LOPJ, pero dejó de serlo tras la entrada en vigor en nuestro país del Convenio de
Bruselas. En la actualidad, cuando el demandado tenga su domicilio en territorio español, o en su defecto posea en él una agencia, sucursal, delegación
o cualquier otra representación y el litigio derive de su explotación, los tribunales españoles deben determinar su competencia sobre la base del
Reglamento comunitario pues el criterio de aplicación espacial de dicha norma se sustenta en el domicilio del demandado ( Rgto UE /1215/2012 art.4 ),
haciendo abstracción de la nacionalidad de las partes, del domicilio del demandante, del lugar de prestación de servicios y del lugar de celebración del
contrato.
601
Prestación de servicios en España 
Este foro opera cualquiera que sea la nacionalidad y domicilio de las partes y el lugar de celebración del contrato, y ha servido para cimentar la
competencia de los tribunales españoles en los siguientes supuestos.
1. Demanda por despido presentada por trabajador español contratado por empresa extranjera para promover y concertar operaciones mercantiles por
su cuenta en todo el territorio español ( TS 14-12-88 , EDJ 9841 ).
2. Impugnación de traslado a Marruecos formulada por nacional marroquí contra una Agencia de Prensa oficial de la misma nacionalidad para la que
prestaba servicios en España ( TSJ Madrid 12-12-01, EDJ 70818 ).
602
Celebración del contrato de trabajo en territorio español 
Este criterio opera con independencia de la nacionalidad y domicilio de las partes, del lugar de prestación de servicios y de que el demandado tenga o no
sucursal o representación en España.
La norma aplicable para determinar el lugar de celebración del contrato es el CC art.1262.2º ( TSJ Madrid 5-12-01, EDJ 70807 ).
603
Nacionalidad española del trabajador y del empresario 
Este foro opera cualquiera que sea el domicilio de las partes, el lugar de celebración del contrato y el lugar de prestación de los servicios. Se recurrió al
mismo en un supuesto en que un alto cargo español de una empresa de la misma nacionalidad, que prestaba servicios laborales en nuestro país pasó a
hacerlo en Brasil en calidad de Director General y administrador de la filial brasileña, y que una vez cesado en dichos cargos, decisión que no impugnó,
solicitó su reincorporación a la empresa española en cumplimiento de lo previamente pactado ( TSJ Granada 16-1-13, EDJ 77987 ).

D. Casos particulares 
608
En este apartado se analizan determinados contratos de trabajo internacionales en los que la selección del sistema competencial a considerar y la
aplicación de las correspondientes reglas de competencia internacional presentan ciertas particularidades en atención a:
- la naturaleza o características de la empresa demandada (nº 610 y nº 612 s. );
- las circunstancias en la que se produce la prestación de servicios (nº 618 ), o;
- la modalidad del contrato (nº 620 s. ).
a. Personal al servicio de la Administración Pública española en el extranjero 

610
La Administración Pública española tiene su domicilio en territorio español, por lo que la norma de competencia a la que deben sujetarse los tribunales
españoles a la hora de determinar su competencia para conocer de los litigios derivados del contrato de trabajo promovidos por los trabajadores que
presten servicios para ella en el exterior es el Rgto Bruselas I, con independencia de cuál sea la nacionalidad del trabajador, es decir, aunque no sean
comunitarios, y del país en que se desarrolle la prestación de servicios ( TS 12-6-03, EDJ 230827 ).

Precisiones

1) Afirmada la aplicación del Reglamento comunitario el fuero de competencia en el que los tribunales españoles
deberán fundamentar su competencia para conocer de las demandas dirigidas contra la Administración española es
el del domicilio del demandado ( Rgto UE/1215/2012 art.21.1 ) (ver TSJ Madrid 16-11-04, EDJ 204764 y 7-6-06,
EDJ 349358 ), considerándose intranscendente que los trabajadores hubiesen presentado anteriormente otras
reclamaciones ante los Tribunales del lugar de prestación de los servicios ( TSJ Madrid 26-9-05, EDJ 181794 ).
2) En los contratos de trabajo suscritos por la Administración con ese colectivo de trabajadores constituyó práctica
habitual la inserción de una cláusula de sumisión expresa a la jurisdicción de los tribunales del Estado extranjero
donde se prestaban servicios. Sin embargo, los tribunales consideran que la Administración no pueden esgrimir con
éxito esos pactos para excluir la competencia de los tribunales españoles al no concurrir los requisitos de validez
que exigía el derogado Rgto CE/44/2001 art.21.1 (actual Rgto UE/1215/2012 art.23.1 ) por ser anteriores al
nacimiento del litigio ( TS 12-6-03, EDJ 230827 y 24-4-00, EDJ 12148 ; TSJ Madrid 14-9-00, EDJ 40966 ; 16-11-04,
EDJ 204764 ; 26-9-05, EDJ 181794 y 7-6-06, EDJ 349358 ; TSJ Madrid 10-3-14, Rec 1442/13 ; TSJ Madrid 13-4-
15, EDJ 103077 ), máxime si la sumisión lo es a un tercer país ( TS 12-6-03, EDJ 230827 ).
Competencia objetiva para conocer de demanda de conflicto de colectivo de empleados públicos en el extranjero
(Actum 8/17, 21feb-27feb)
Los juzgados de lo social de Madrid tienen la competencia objetiva para conocer de una demanda de conflicto colectivo salarial presentada por
empleados públicos del Ministerio de AAEE y Cooperación trabajando en distintas localidades de Argentina.
MS nº 9354
MCT nº 3883
MPL nº 610 s.
El TS confirma la incompetencia objetiva de la AN para conocer de una demanda de conflicto colectivo presentada por la Federación del Exterior de los
sindicatos en materia salarial. En efecto, aunque el conflicto afecte a trabajadores que prestan sus servicios para el Ministerio de AAEE y Cooperación en
distintas localidades de Argentina, los Juzgados competentes son los de Madrid.
El TS basa su decisión en la propia normativa procesal, en la imposibilidad de asimilar a las CCAA los distintos núcleos de población en el extranjero
( LRJS art.8.1 ). Existiendo además una norma específica en relación a las demandas contra las AAPP empleadoras que prevalece e indica que «(...)
será juzgado competente el del lugar de prestación de los servicio o el del domicilio del demandante, a elección de éste; salvo para los trabajadores que
presten servicios en el extranjero, en que será juzgado competente el del domicilio de la AAPP» ( LRJS art.10.1. in fine) .
TS 20­12­16, EDJ 255274

b. Trabajadores al servicio de empresas multinacionales 

612
La determinación de la competencia internacional de los tribunales laborales españoles para conocer de las demandas formuladas por este colectivo de
trabajadores en materia de contrato individual de trabajo presenta un perfil diferenciado en aquellos supuestos en que la acción se dirige no solo contra la
sociedad que figura formalmente como empleadora, sino frente a todas o parte de las empresas del grupo o frente a la empresa matriz y, en particular,
cuando las demandadas tienen su domicilio en el territorio de diferentes Estados, pertenecientes o no a la UE, distinguiéndose las siguientes situaciones:
a) Empresa domiciliada en el extranjero y matriz en España.
b) Sociedades domiciliadas en otros países y matriz en la UE.
614
Empresa domiciliada en el extranjero y matriz en España 
En estos casos, el trabajador puede plantear la reclamación contra la empresa para la que presta servicios en el extranjero, domiciliada en el extranjero,
la empresa matriz domiciliada en España, diferenciándose a su vez tres supuestos:
1. Si la acción ejercitada frente a la sociedad española se basa en la mera existencia de un grupo de sociedades, el tribunal español debe determinar
su competencia con fundamento en la norma que resulte aplicable en atención al domicilio de la empleadora y aplicará las reglas correspondientes en
función de las circunstancias concurrentes en la prestación de servicios para la misma ( TSJ Galicia 1-7-99 , EDJ 84201 ).Así se han considerado
competente a los tribunales españoles para conocer de la pretensión deducida por un trabajador frente a la empresa sudafricana a la que fue desplazado
por la sociedad española que le contrató, perteneciente al mismo grupo empresarial ( TSJ Cataluña 26-5-14, EDJ 139036 ).
2. Si el trabajador alega que las codemandadas forman parte de un grupo de empresas a efectos laborales y solicita su condena solidaria al considerar
que la matriz española es el auténtico empresario caben, a su vez, dos posibilidades:
a) Que se acredite que la empleadora real es la domiciliada en España: se aplica el Rgto Bruselas I y las reglas de atribución de competencia que en él
se contienen ( TSJ Galicia 27-9-13, Rec 850/11 ; TSJ Madrid 19-6-06, EDJ 349368 ; TSJ Murcia 10-10-05, EDJ 200974 ). Y ello aunque la filial donde se
presten los servicios se encuentre en un tercer país que no sea miembro de la UE ( TSJ Madrid 8-6-12, Rec 2048/12 ). A igual solución se llega aplica si la
relación encubre una cesión de trabajadores ( TSJ Las Palmas 7-3-05, EDJ 38880 ).
b) Que no se pruebe que la empleadora real es la domiciliada en España, en cuyo caso la competencia se fija atendiendo al domicilio de la empleadora
( TS 18-5-16, EDJ 104774 ; TSJ Galicia 7-7-14, Rec 1833/14 ; TSJ Galicia 29-11-13, Rec 2857/13 ) y para la aplicación de los criterios que correspondan
se estará a los datos que confluyan en la prestación de servicios ( TSJ Baleares 24-10-02, EDJ 71153 ; 26-11-02, EDJ 96853 y 5-12-03, EDJ 225549 , y
24-4-06, EDJ 248334 ; TSJ Granada 24-6-09, EDJ 408035 ).
3. Finalmente, cabe la posibilidad de que el mismo trabajador mantenga dos relaciones laborales diferenciadas, una con la matriz española, y otra con
una filial domiciliada fuera de la UE, y que sea objeto de dos actos de despido distintos, y accione frente a los mismos ante los tribunales de los
respectivos países ( TSJ Baleares 2-2-11, Rec 35/11 ).
616
Empresas domiciliada en distintos países y matriz en la UE 
Cuando la prestación se realiza para varias sociedades del grupo domiciliadas en distintos países que forman en realidad una única empresa y la matriz
está domiciliada en el territorio de un Estado miembro de la UE, la determinación de la competencia judicial deberá realizarse con arreglo al Reglamento
comunitario y la demanda puede presentarse en el Tribunal del domicilio de cualquiera de los demandados ( TSJ Madrid 26-6-01, EDJ 32038 ).
c. Trabajadores desplazados temporalmente a un Estado de la UE 
(L 45/1999 art.16;  Dir 96/71/CE)

618
La Directiva de la UE sobre el desplazamiento de trabajadores efectuado en el marco de una prestación de servicios, consagró otro foro alternativo,
concurrente con los foros especiales de los Convenios de Bruselas y de Lugano y en la actualidad, con los especiales del Rgto Bruselas I ( Dir 96/71/CE
art.6 ). Esa norma reconoció a los trabajadores desplazados que trabajan temporalmente en otro Estado miembro, un nuevo foro específico adaptado a
su situación. A tal efecto, y con el fin de salvaguardar el derecho a las condiciones de trabajo y empleo garantizadas en la Directiva, se faculta al
trabajador para entablar una acción judicial en el Estado miembro en cuyo territorio esté o haya estado desplazado, sin perjuicio, en su caso, de la
posibilidad de accionar en otro Estado miembro de conformidad con lo dispuesto en el Rgto Bruselas I.
Dicha Directiva fue incorporada al ordenamiento jurídico español por L 45/1999 , que atribuye competencia a los órganos jurisdiccionales españoles
del orden social para conocer de los litigios derivados de su aplicación en los siguientes supuestos:
1. Los surgidos con ocasión de la prestación temporal de servicios en territorio español por parte de trabajadores de una empresa transnacional
establecida en un Estado miembro de la UE o en un Estado signatario del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo (EEE) ( L 45/1999 art.16 ).
2. Los que se planteen con ocasión de la prestación temporal de servicios en el territorio de los Estados miembros de la UE o de los Estados signatarios
del mencionado Acuerdo por parte de trabajadores de una empresa transnacional establecida en España. Y ello, sin perjuicio de la posibilidad de
ejercitar la acción judicial antes los tribunales del Estado en el que esté o haya estado desplazado de conformidad con lo que dispongan al respecto las
legislaciones nacionales por las que se dé aplicación a la Dir 96/71/CE art.6 .

Precisiones

1) Este criterio de atribución de competencia no despliega su virtualidad en todas las reclamaciones derivadas del
contrato de trabajo sino únicamente en las que se refieran al incumplimiento de la obligación empresarial de
respetar ciertas condiciones de trabajo relacionadas con las materias enunciadas en la L 45/1999 art.3 y 4 .
2) Quedan excluidas del ámbito de aplicación de la Ley las empresas de la marina mercante respecto de su
personal navegante ( L 45/1999 art.1.2 ).
3) No se consideró aplicable el foro adicional en un supuesto en que un trabajador suscribió en Bulgaria un
contrato de trabajo con una empresa de esa nacionalidad dedicada al transporte, sin centro alguno ni empleados en
España, para conducir camiones de transportes de mercancías por Europa, al no acreditarse la habitualidad y
exclusividad en la prestación de servicios en territorio español, y no estimarse relevante que los descansos
semanales los realizase en la localidad de residencia de su familia en España, lo que llevó a la conclusión de que la
competencia para conocer de la demanda correspondía a los tribunales de Bulgaria ( TSJ Navarra 13-9-10, Rec
172/10 ).
Transposición de la directiva de la Unión Europea sobre desplazamiento de trabajadores
(Actum 21/17, 23may-29may)
Se procede a la incorporación al ordenamiento interno de la directiva de la UE sobre el desplazamiento de trabajadores: Dir 2014/67/UE, del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 15-5-2014, relativa a la garantía de cumplimiento de la Dir 96/71/CE, sobre el desplazamiento de trabajadores efectuado en el
marco de una prestación de servicios, y por la que se modifica el Rgto (UE)1024/2012 relativo a la cooperación administrativa a través del Sistema de
Información del Mercado Interior («Reglamento IMI»).
MS nº 3732 , 3736 , 3738 , 2772 , 6436
MCT nº 3951 , 3940 , 3956 , 3957 , 3971 , 3960
MPL nº 618
MPR nº 6290 , 6296 , 8300
A tal efecto se reforma la ley sobre el desplazamiento de trabajadores en el marco de una prestación de servicios transnacional ( L 45/1999 ), con
efectos desde el 27-5-2017, incorporando, entre otras, las siguientes modificaciones:
1. A efectos del reconocimiento y asistencia mutuos en la notificación y ejecución transfronteriza de sanciones administrativas derivadas del
incumplimiento de la normativa en materia de desplazamiento de trabajadores, se añaden a las ya existentes las siguientes definiciones, ( L 45/1999
art.2.3 redacc RDL 9/2017 ):
a) «Autoridad peticionaria»: la autoridad competente de un Estado miembro que realiza la petición de ayuda, información, notificación o cobro de una
sanción o una multa según la disposición adicional sexta.
b) «Autoridad receptora de la petición»: la autoridad competente de un Estado miembro a la que se dirige la petición de ayuda, información, notificación
o cobro de una sanción o una multa.
2. Respecto a la comunicación del desplazamiento ( L 45/1999 art.5.1, 2 y 4 redacc RDL 9/2017 ) se establecen las siguientes novedades:
a) La comunicación debe hacerse por medios electrónicos, en el modo que se determine reglamentariamente. A tal efecto, por el MESS se ha de
establecer, de acuerdo con las CCAA, un registro electrónico central de tales comunicaciones, a cuyo fin el MESS y las CCAA han de elaborar un
protocolo de colaboración para el funcionamiento del registro electrónico central. Dicho protocolo debe garantizar la adecuada intercomunicación y su
establecimiento efectivo en el plazo de seis meses.
b) La comunicación debe contener estos nuevos datos e informaciones, además de los ya exigidos:
- los datos identificativos y de contacto de una persona física o jurídica presente en España que sea designada por la empresa como su representante
para servir de enlace con las autoridades competentes españolas y para el envío y recepción de documentos o notificaciones, de ser necesario;
- los datos identificativos y de contacto de una persona que pueda actuar en España en representación de la empresa prestadora de servicios en los
procedimientos de información y consulta de los trabajadores, y negociación, que afecten a los trabajadores desplazados a España.
c) Respecto a los datos e informaciones que debe incluir la comunicación cuando la empresa que desplaza a los trabajadores a España sea una ETT, se
mejora la redacción del precepto, sin que afecte la nueva redacción a la regulación sustancial de la norma.
3. En lo afectante a la obligación empresarial de comparecencia y aportación de documentación (que a partir de la reforma debe presentarse
traducida al castellano o a las lenguas cooficiales de los territorios donde se vayan a prestar los servicios) se añade la obligación de conservación de
determinados documentos en el centro de trabajo o en formato digital para su consulta inmediata, durante el período de desplazamiento (contratos de
trabajo, recibo de salarios, registros horarios....). Concluido el desplazamiento, los empresarios deben aportar esos documentos cuando sean requeridos
para ello por la ITT. Además, novedosamente, los empresarios deben notificar por escrito a la Autoridad laboral, en los términos que reglamentariamente
se determinen, los daños para la salud de los trabajadores desplazados que se hubieran producido con ocasión o por consecuencia del trabajo que
se ejecute en España ( L 45/1999 art.6 redacc RDL 9/2017 ).
4. En relación con la cooperación con las Administraciones públicas de otros Estados en materia de información e inspección , se establece que
dicha cooperación y asistencia administrativa va a poder incluir también el envío y notificación de documentos, a cuyo efecto se reenumera el precepto
donde se trata esta materia ( L 45/1999 art.9.3 redacc RDL 9/2017 ).
L 45/1999 art.2.3, art. 5.1, 2 y 4, art.6, art.9.3 y disp.adic.6ª redacc RDL 9/2017, BOE 27­5­17 NOTA
Se establece el siguiente régimen transitorio sobre desplazamiento de trabajadores a España: 1. Las comunicaciones de desplazamiento de
trabajadores a España realizadas con anterioridad al 27-5-2017 se rigen por la normativa vigente en el momento de su realización. 2. En tanto se proceda
al desarrollo reglamentario previsto, las comunicaciones de desplazamiento de trabajadores a España pueden seguir realizándose por los medios en que
vinieran haciéndose a fecha 27-5-2017. 3. Sin perjuicio de lo señalado, las modificaciones introducidas en la L 45/1999, por el nuevo real decreto-ley son
aplicables a los desplazamientos ya iniciados a fecha de 27-5-2017, siempre que a esa fecha los trabajadores desplazados continúen prestando servicios
en España ( RDL 9/2017 disp.trans.3ª , BOE 27-5-17).

Instrumentos de intervención y control de los trabajadores desplazados


(Actum 21/17, 23may-29may)
Se transponen al ordenamiento interno las medidas y mecanismos de control necesarios para una mejor y más uniforme aplicación y cumplimiento de la
normativa sobre trabajadores desplazados en el marco de una prestación de servicios transnacional.
MS nº 3738
MCT nº 3951 , 3940 , 3956 , 3957 , 3971 , 3960
MPL nº 618
MPR nº 6290 , 6296 , 8300
La transposición al ordenamiento español de las medidas de intervención y control que la directiva exige ( Dir 2014/67/UE art.9 ) implica, desde el 27-
5-2017 en que entran en vigor, la adopción de las siguientes modificaciones:
A) Reforma de ley sobre el desplazamiento de trabajadores en el marco de una prestación de servicios transnacional ( L 45/1999 ). Se incorporan las
siguientes novedades:
1. Respecto de las funciones en materia de inspección, además de atribuirle a la ITSS la vigilancia y exigencia del cumplimiento de la ley, se especifíca
que los incumplimientos van a ser sancionados conforme a lo dispuesto en el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social
( L 45/1999 art.8 redacc RDL 9/2017 ).
Al objeto de aplicar y garantizar el cumplimiento de la normativa en materia de desplazamiento de trabajadores, las autoridades competentes deben
realizar una evaluación global de los elementos fácticos que se consideren necesarios, incluidos, en particular, los que luego se dirán. Los elementos
fácticos deben servir de ayuda a las autoridades competentes en las comprobaciones y controles del cumplimiento de los requisitos para el
desplazamiento. Estos elementos son factores indicativos en la evaluación global que debe hacerse y, por consiguiente, no pueden considerarse de forma
aislada.
A fin de determinar si una empresa que desplaza trabajadores a España desarrolla en el Estado miembro de establecimiento actividades sustantivas
que no sean puramente administrativas o de gestión interna, las autoridades competentes deben realizar una evaluación global de todos los
elementos fácticos que, teniendo en cuenta un marco temporal amplio, caractericen las actividades que lleva a cabo la empresa en el Estado miembro de
establecimiento y, cuando sea necesario, en España. Algunos elementos objetivos a tal fin pueden ser los siguientes: a) el lugar donde la empresa tiene
su domicilio social y su sede administrativa, ocupa espacio de oficina, paga sus impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social y, si procede, posee una
licencia profesional o está registrada en las cámaras de comercio o en los colegios profesionales pertinentes, de acuerdo con la normativa nacional; b) el
lugar donde contrata a los trabajadores desplazados y el lugar desde el que les desplaza; c) el derecho aplicable a los contratos que celebra la empresa
con sus trabajadores, por un lado, y con sus clientes, por otro; d) el lugar donde la empresa realiza su actividad empresarial fundamental y donde emplea
personal administrativo; e) el número de contratos celebrados y el volumen de negocios efectuado por la empresa en el Estado miembro de
establecimiento, teniendo en cuenta la situación específica de, entre otras, las empresas pequeñas y medianas y las empresas de reciente creación.
Para determinar si un trabajador desplazado temporalmente a España desempeña normalmente su trabajo en otro Estado miembro, deben
examinarse todos los elementos fácticos que caracterizan dicho trabajo y la situación del trabajador, entre los cuales pueden incluirse los siguientes: a) si
el trabajo se realiza en España durante un período limitado de tiempo; b) la fecha de inicio del desplazamiento; c) el Estado miembro en el que, o desde el
que, el trabajador desplazado a España suele desempeñar su trabajo, de acuerdo con el Rgto (CE) 593/2008 (Roma I) o con el Convenio de Roma; d) si
el trabajador desplazado regresa o está previsto que vuelva a trabajar en el Estado miembro desde el que se desplaza, una vez terminado el trabajo o
prestados los servicios para los que fue desplazado a España; e) la naturaleza de las actividades; f) si el empleador proporciona el viaje, la manutención o
el alojamiento del trabajador al que desplaza o reembolsa esos gastos, y, de ser así, de qué forma los proporciona o cómo los reembolsa; g) los períodos
previos en que el puesto haya sido ocupado por el mismo o por otro trabajador desplazado.
La ausencia de alguno o varios de los elementos fácticos que se establecen no excluye necesariamente que la situación pueda ser considerada un
desplazamiento real. La valoración de estos elementos debe adaptarse a cada caso particular y tener en cuenta las peculiaridades de la situación.
Asimismo tales elementos pueden ser tenidos igualmente en cuenta por las autoridades competentes para determinar si una persona desplazada entra
dentro de la definición de «trabajador desplazado», a cuyo efecto deben guiarse, entre otros elementos, por los hechos relacionados con el desempeño
del trabajo, la subordinación y la remuneración del trabajador, independiente de como hayan caracterizado las partes su relación en el contrato o acuerdo
de otro tipo que hubieran suscrito.
2. En relación a los procedimientos judiciales sobre la materia, se actualizan las remisiones normativas que efectúan los preceptos que regulan
estas cuestiones: ejercicio de la potestad jurisdicional (remitiendo a la actual LRJS), la competencia (remitiendo a los criterios del Rgto (UE) 1215/2012 y
a la LRJS) y ordenando como derecho supletorio la aplicación de la actual LRJS.
B) Modificación del texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social ( RDLeg 5/2000 ). Se introducen las siguientes
novedades:
1. Se considera sujeto responsable de la infracción a los empresarios incluidos en el ámbito de aplicación de la normativa reguladora del
desplazamiento de trabajadores en el marco de una prestación de servicios transnacional, respecto de las obligaciones establecidas en dicha normativa.
2. Se tipifica como nueva infracción leve: No dar cuenta, en tiempo y forma, a la autoridad laboral competente, conforme a las disposiciones vigentes, de
los accidentes de trabajo ocurridos y de las enfermedades profesionales declaradas, cuando tengan la calificación de leves.
3. Se tipifican como nuevas infracciones graves:
a) La presentación de la comunicación de desplazamiento con posterioridad a su inicio o sin designar ya sea al representante de la empresa que sirva de
enlace con las autoridades competentes españolas y para envío y recepción de documentos o notificaciones, ya sea de una persona que pueda actuar en
España en representación de la empresa prestadora de servicios en los procedimientos de información y consulta de los trabajadores, y negociación, que
afecten a los trabajadores desplazados a España.
b) No tener disponible en España, durante el desplazamiento, la documentación relativa al mismo, en los términos legalmente establecidos.
c) No dar cuenta, en tiempo y forma, a la autoridad laboral competente, conforme a las disposiciones vigentes, de los accidentes de trabajo ocurridos y de
las enfermedades profesionales declaradas, cuando tengan la calificación de graves, muy graves o mortales.
d) No presentar la documentación requerida por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social o presentar alguno de los documentos sin traducir.
Sin perjuicio de lo anterior, constituye infracción administrativa además de la que ya se preveía de no garantizar a los trabajadores desplazados a
España, cualquiera que sea la legislación aplicable al contrato de trabajo, las condiciones de trabajo exigibles, el incumplimiento de las obligaciones sobre
reconocimiento y asistencia mutuos en la notificación y ejecución transfronteriza de sanciones administrativas derivadas del incumplimiento de la
normativa en materia de desplazamiento de trabajadores ( L 45/1999 disp.adic.7ª redacc RDL 9/2017 ).
L 45/1999 art.8, 8 bis, 15, 16 y 17 redacc RDL 9/2017, BOE 27­5­17 RDLeg 5/2000 art.2.11 y 10.1, 2 y 4 redacc RDL 9/2017,
BOE 27­5­17
d. Contrato de embarque 

620
Se entiende por contrato de embarque el que une al tripulante con el armador o naviero para la prestación de servicios a bordo ( TSJ Madrid 5-12-01, EDJ
70807 ). La competencia para el conocimiento de los litigios derivados del mismo no corresponde a los Juzgados de lo Mercantil sino a los de lo Social
( AP La Coruña 2-5-07, EDJ 294164 ).
622
Foro especial de competencia 
Cuando la norma aplicable sea la LOPJ art.25.1 (nº 599 s. ), esto es en los supuestos que no queden dentro de la cobertura del Rgto Bruselas I o de los
Convenios o Tratados Bilaterales por no estar domiciliado ninguno de los demandados en el territorio español o de los Estados contratantes ( TSJ Las
Palmas 24-11-04, EDJ 216181 ), los tribunales españoles resultan competentes para conocer de los litigios derivados del contrato de embarque
celebrado por un trabajador de nacionalidad española cuando haya estado precedido de una oferta de trabajo recibida en España ( TSJ Galicia 26-4-04,
EDJ 108722 ), aunque sea por vía telefónica ( TSJ Las Palmas 17-9-03, EDJ 188825 ). Y ello, con independencia del lugar de celebración del contrato,
del lugar de prestación de servicios, del domicilio de las partes, de la nacionalidad del empresario y de que éste tenga sucursal o representación en
España, así como de los posteriores avatares que la relación laboral haya podido sufrir y su trabajo para otras empresas ( TSJ País Vasco 15-1-08, EDJ
70870 ).
Este foro especial previsto en la LOPJ art.25.1 se justifica por el afán de otorgar una mayor protección al trabajador español, como parte contratante
más débil, en esta modalidad de contrato en la que es frecuente que los servicios se presten en un buque de bandera extranjera en virtud de contrato
celebrado en el extranjero con una empresa extranjera sin sucursal ni representación en España.

Precisiones

1) Los tribunales venían considerando que para que existiese una oferta de contrato en los términos establecidos
en el CC art.1262 no bastaba con la mera manifestación empresarial de la voluntad de contratar, debiendo tratarse
de una oferta completa que incluyese todos los elementos esenciales del contrato, de tal manera que el
destinatario pudiese limitarse a aceptarla, no apreciándose su existencia si los únicos indicios consistían en un
simple contacto personal o a través de un mediador sobre la posibilidad de trabajar en un buque extranjero y en la
remisión por parte de la empresa de los billetes de avión para desplazarse al país en el que debía embarcar ( TSJ
Galicia 1-7-99 , EDJ 84201 , 21-6-96, y 16-2-94 ).No obstante, más recientemente se ha mantenido que no es
necesario que la oferta sea completa pues en tal caso se estaría ante un contrato celebrado en España y sería
aplicable otra conexión de la LOPJ art.25 , bastando con que sea una oferta seria en el sentido de que, atendiendo
a los criterios habituales de diligencia en el tráfico jurídico, el destinatario pueda razonablemente considerar que el
contrato se va a celebrar en los términos usuales, como sucede si el trabajador se desplaza a Argentina con el
billete pagado ( TSJ Galicia 15-1-10, EDJ 14745 ).
2) Los tribunales españoles deben declararse competentes aunque no concurra este foro específico si resulta
aplicable alguno de los restantes foros del art.25.1º LOPJ como sucede si, cualquiera que sea la nacionalidad del
trabajador, el contrato con la empresa extranjera se celebra a borde del buque cuando se encontraba en aguas
españolas, figurando como agente representante una empresa española ( TSJ Galicia 5-10-01 ), o si la empresa
extranjera cuenta con agencia, sucursal, delegación o cualquier otra representación en España ( TSJ Las
Palmas 17-9-03, EDJ 188825 , 24-11-04, EDJ 216181 y 9-11-06, EDJ 386702 , que analiza la problemática que
plantean las sociedades mixtas).
3) En ocasiones, la suscripción de un contrato de embarque con una empresa extranjera puede encubrir al
auténtico empleador, de nacionalidad española, con la consiguiente repercusión en orden a la determinación de la
competencia ( TS 7-11-89 , EDJ 9918 ).
4) Este foro especial no resulta operativo cuando la prestación de servicios se desempeña a bordo de un buque
pero sin que medie contrato de embarque, como sucede si los servicios consisten en actuaciones musicales y
actividades de animación y entretenimiento ( TSJ Madrid 5-12-01, EDJ 70807 ).
624
Determinación del lugar de prestación de servicios en el contrato de embarque 
Al margen del foro específico, en los supuestos en que la competencia para conocer de una controversia derivada del contrato de embarque haya de
basarse en el foro alternativo del lugar de prestación de servicios ex LOPJ art.25.1º -que a diferencia del foro específico opera con independencia de la
existencia o no de la oferta y de la nacionalidad del trabajador- se plantea un problema singular que consiste en determinar si la atribución de
competencia puede derivar del hecho de que el buque toque puerto español con mayor o menor frecuencia. Los tribunales afirman la irrelevancia de ese
extremo a efectos competenciales ( TSJ Granada 16-7-97, Rec 1599/95 ; TSJ Las Palmas 17-11-99, EDJ 87313 ). No obstante, en otro supuesto en el
que se solicitó y acordó como medida cautelar el embargo preventivo del buque, la competencia se fundamentó en el hecho de que los trabajadores
habían ejecutado tareas de reparación del barco mientras permaneció atracado en territorio español ( TSJ Las Palmas 17-2-98, Rec 1987/97 ).

III. Determinación   de   la   competencia   judicial   internacional   respecto   de   los  litigios


colectivos de trabajo 
(LOPJ art.25.2º;  L 10/1997 art.38.1 y 5;  L 31/2006 art.34.1)

630
La jurisdicción de los tribunales laborales españoles para conocer de los litigios colectivos internacionales se determina con carácter general por lo
dispuesto en la LOPJ art.25.2º , así como por ciertas reglas específicas tratándose de controversias que se susciten en la aplicación de la L 10/1997 ,
sobre derechos de información y consulta de los trabajadores en las empresas y grupos de dimensión comunitaria, y de la L 31/2006 relativa a la
implicación de los trabajadores en las sociedades anónimas y cooperativas europeas. Normas estas últimas que derivan de la incorporación al
ordenamiento español de las correspondientes directivas ( Dir 94/45/CE y Dir 2001/86/CE ).
Los foros de competencia que consagran todas esas normas afectan a los siguientes pleitos de naturaleza colectiva:
1. Conflictos colectivos de trabajo (nº 632 ).
2. Impugnación de convenios colectivos (nº 638 ).
3. Tutela de la libertad sindical (nº 644 ).
1. Conflictos colectivos de trabajo 

632
Foro general 
(LOPJ art.25.2º)
El foro general es el del lugar de interposición del conflicto, con arreglo al cual los tribunales españoles serán competentes para conocer los conflictos
promovidos en territorio español.
A partir de una interpretación literal podría concluirse que los tribunales españoles serían competentes por el mero hecho de que la demanda de
conflicto se hubiese presentado ante ellos, aunque no existiese ningún vínculo con el territorio español. Pero esta interpretación, por excesiva, conduciría
al absurdo. Para que los conflictos colectivos se sometan a los tribunales españoles tienen que tener un elemento de conexión con el territorio nacional (
TS 20-7-07, EDJ 152517 ; AN 26-3-01, EDJ 45660 y 17-7-01, EDJ 45667 ).
Cuando el conflicto afecte de forma directa al contrato de trabajo, esos elementos de conexión tienen que ser los que enuncia la LOPJ art.25.1 . Ello
es así porque se trata de una controversia sobre los contratos de trabajo que se sustancia procesalmente de forma colectiva porque afecta a un grupo de
trabajadores y se plantea desde una perspectiva más general ( TS 20-7-07, EDJ 152517 ). No obstante, esta sentencia fundamenta la competencia de los
tribunales españoles para conocer de la acción ejercitada contra la empresa domiciliada en España en el Reglamento Bruselas I, y declara la
incompetencia de la jurisdicción española para conocer de la pretensión deducida contra la empresa domiciliada fuera de la UE al no concurrir ninguno de
los puntos de conexión de la LOPJ art.25.2 . Reconoce el TS que con ello se escinde el enjuiciamiento de la cesión de trabajadores objeto del conflicto
como fenómeno unitario, aunque complejo, en la medida en que cada una de las implicaciones de la cesión -la que deriva para el cedente y la que afecta
al cesionario- corresponde a jurisdicciones distintas. Pero razona que ésta es la consecuencia de las reglas de competencia y acumulación que
establecen que no cabe acumular acciones que no corresponden al mismo tribunal ( LEC art.71.1.1º , incorporada expresamente en la LRJS art.25.1 ).

Precisiones

Un aspecto diferente se pone de manifiesto cuando el conocimiento del conflicto colectivo correspondería en
principio a la Sala de lo Social de un TSJ pero concurre la circunstancia de que algunos trabajadores afectados
prestan su actividad fuera de España. En ese supuesto lo que se suscita es un problema de competencia interna
objetiva que debe resolverse atribuyendo el conocimiento en la instancia a la Sala de lo Social del TSJ y no a la
Sala de lo Social de la AN ( TS 20-4-15, EDJ 86986 ).
634
Foro especial sobre derechos de información y consulta en empresas de dimensión comunitaria 
(L 10/1997 art.38.1 y 5)
En los conflictos colectivos relativos a los derechos de información y consulta de los trabajadores en las empresas y grupos de dimensión comunitaria
se aplican los siguientes foros especiales:
1. El derivado de la sumisión de las partes: conforme al cual los tribunales españoles resultarán competentes cuando los litigantes se hayan sometido
expresa o tácitamente a los mismos ( L 10/1997 art.36.1 ).
2. Otros foros subsidiarios de carácter alternativo: si no se produce la sumisión expresa o tácita, los tribunales españoles resultarán competentes
cuando el demandado tenga su domicilio en España o cuando el lugar de cumplimiento de la obligación que sirva de base a la demanda se encuentre en
territorio español ( L 10/1997 art.36.1 «in fine», 2 ).

Precisiones

1) En ausencia de acuerdo o de determinación expresa al respecto, se entiende que el domicilio de la comisión


negociadora y del comité de empresa europeo es el de la dirección central ( L 10/1997 art.36.3 ).
2) Los puntos sobre los que puede versar un conflicto colectivo de esta naturaleza son los siguientes ( L 10/1997
art.38.1 y 5 ):
- negociación para la constitución de un comité de empresa europeo;
- establecimiento de un procedimiento alternativo de información y consulta de los trabajadores;
- constitución y funcionamiento de dichos órganos y procedimientos;
- derechos y garantías de los representantes de los trabajadores en los mismos;
- impugnación de las decisiones de la dirección central de atribuir carácter confidencial o de no comunicar
determinadas informaciones a los miembros de la comisión negociadora, del comité de empresa europeo y, en su
caso, a los representantes de los trabajadores en el marco de un procedimiento de información y consulta;
- cumplimiento por los representantes de los trabajadores y por los expertos que le asistan de su obligación de
confidencialidad.
636
Foro especial sobre derechos de información y consulta en empresas las sociedades anónimas y cooperativas europeas 
(L 31/2006 art.34.1)
Opera un foro especial aplicable a los conflictos colectivos que se promueven en relación a la implicación de los trabajadores en las sociedades
anónimas y cooperativas europeas (SE) respecto de las siguientes materias ( L 31/2006 art.34.2 y 36 ):
- negociación sobre las disposiciones relativas a la implicación de los trabajadores en la SE, incluidos los relativos a la constitución y funcionamiento de
la comisión negociadora;
- constitución y funcionamiento del órgano de representación de los trabajadores;
- procedimientos de información y consulta;
- derechos y garantías de los miembros de la comisión negociadora, de los miembros del órgano de representación, de los representantes de los
trabajadores que ejerzan sus funciones en el marco de un procedimiento de información y consulta y de los representantes de los trabajadores que
formen parte del órgano de control o de administración de una SE.
- la impugnación de la decisión del órgano competente de atribuir carácter confidencial o de no comunicar determinadas informaciones a los miembros
de la comisión negociadora, del órgano de representación de los trabajadores y, en su caso, a los representantes de los trabajadores que ejerzan sus
funciones en el marco de un procedimiento de información y consulta;
- el cumplimiento por los representantes de los trabajadores y por los expertos que les asistan de su obligación de confidencialidad.
Respecto de tales conflictos los tribunales españoles resultan competentes en los siguientes casos:
1. Cuando las partes se hayan sometido expresa o tácitamente a ellos.
2. En su defecto, cuando el demandado tenga su domicilio en España o cuando la obligación que sirva de base a la pretensión actora hubiese sido o
debiese ser cumplida en territorio español ( L 31/2006 art.34.1 ).

Precisiones

A efectos competenciales, y en ausencia de acuerdo o de determinación expresa al respecto, se entiende que el


domicilio de la comisión negociadora y del órgano de representación es el de registro de la SE ( L 31/2006
art.34.3 ).
2. Impugnación de convenios colectivos 

638
Foro general 
(LOPJ art.25.2º)
En estos casos el foro general es el del lugar de celebración del convenio. En su virtud, los tribunales españoles son competentes para conocer de la
impugnación de los convenios colectivos suscritos en España con independencia de la nacionalidad y domicilio de la empresa o entidad que lo firme, de
la naturaleza del convenio, de su ámbito de aplicación supranacional, de la causa de la impugnación, del procedimiento de inicio y de la parte que lo
impugne.
A sensu contrario resultarán incompetentes cuando el convenio se haya celebrado en el extranjero aunque la empresa o entidad que lo suscriba sea de
nacionalidad española, incluya en su ámbito de aplicación empresas o centros de trabajo ubicados en territorio nacional o la causa de la impugnación sea
la contravención de la normativa española.
640
Foros especiales 
(L 10/1997 art.38.1 y 5;  L 31/2006 art.36.2)
Actúan en los litigios surgidos como consecuencia de la aplicación de la L 10/1997 y de la L 31/2006 que deban sustanciarse por el proceso de
impugnación de convenios colectivos, que son los que tienen por objeto la impugnación de los siguientes acuerdos ( L 10/1997 art.38.1 y L 31/2006
art.36.2 ):
1. Los acuerdos de la comisión negociadora que decidan no iniciar las negociaciones con la dirección central para la celebración del acuerdo de
constitución de un comité de empresa europeo o el establecimiento de un procedimiento alternativo de información y consulta, o anular las negociaciones
en curso con la dirección central.
2. Los acuerdos de la dirección central con la comisión negociadora, con el comité de empresa europeo y, en su caso, con los representantes de los
trabajadores en el marco de un procedimiento alternativo de información y consultas.
3. Los acuerdos de la comisión negociadora representativa de los trabajadores de las sociedades participantes en la SE y de sus filiales y centros de
trabajo afectados que decidan no iniciar las negociaciones con los órganos competentes de las sociedades participantes para la celebración del acuerdo o
dar por terminadas las negociaciones en curso y someterse a las disposiciones sobre información y consulta de los trabajadores que estén vigentes en los
Estados miembros en que la SE emplee a trabajadores.
4. El acuerdo entre la comisión negociadora y los órganos competentes de las sociedades participantes.
5. Los demás acuerdos que con el órgano competente puedan celebrar la referida comisión negociadora, el órgano de representación de los
trabajadores y, en su caso, los representantes de los trabajadores que ejerzan sus funciones en el marco de un procedimiento de información y consulta.
Los foros aplicables en estos litigios coinciden con los establecidos para los conflictos colectivos en la L 10/1997 y en la L 31/2006 , respectivamente.
3. Tutela colectiva de la libertad sindical y demás derechos fundamentales 

644
En la fecha de aprobación de la LOPJ todavía no se había implantado en nuestro ordenamiento procesal un procedimiento específico de tutela de los
derechos de la libertad sindical, lo que explica el silencio de la LOPJ en esta materia. La L 10/1997 y la L 31/2006 consagran los mismos foros que rigen
en los asuntos que deben tramitarse por los procedimientos de conflictos colectivos o de impugnación de convenios colectivos para las demandas
en que se invoque lesión de la libertad sindical u otro derecho fundamental, incluida la prohibición de tratamiento discriminatorio ( L 10/1997 art.36.1 y
38.4 y L 31/2006 art.34.1 y 36.4 ).

IV. Determinación de la competencia judicial internacional en litigios de Seguridad
Social 
648
El Reglamento Bruselas I excluye de su ámbito material de aplicación la Seguridad Social ( Rgto UE/1215/2012 art.1.2.c ), sin definir dicho concepto,
por lo que debe tomarse en consideración el significado que esa expresión tiene en Derecho de la UE. Criterio que ya se consideró adecuado en relación
con el Convenio de Bruselas ( TJCE 14-11-02, Steenbergen asunto C-271/00 ) y que debe considerarse aplicable después de la entrada en vigor del Rgto
Bruselas I en su versión refundida. La noción de Seguridad Social a efectos competenciales debe establecerse por remisión al ámbito de aplicación
material de la normativa de la UE en materia de coordinación de los sistemas de Seguridad Social, tanto de su Reglamento de base ( Rgto
CE/883/2004 art.3 , teniendo en cuenta la jurisprudencia del Tribunal de Justicia ( TJCE 14-11-02, Steenbergen asunto C-271/00 ); como del Reglamento
de desarrollo ( Rgto CE/987/2009 ). En este contexto se entiende que:
1. En dicho concepto no se incluyen las mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social que se rigen por las normas de competencia
referidas al contrato de trabajo.
2. El objeto del litigio debe guardar relación con la aplicación del Rgto CE/883/2004 , esto es, tener por objeto los requisitos de concesión de las
prestaciones, lo que excluye del ámbito de aplicación del Reglamento Bruselas I la acción de repetición promovida por un Organismo Público contra un
tercero, persona de Derecho privado, en su condición de deudor de alimentos a las personas que recibieron unos subsidios abonados en concepto de
asistencia social a personas carentes de recursos, con independencia de la calificación que mereciesen con arreglo al Rgto CEE/1408/71 art.4 sustituido
por el Rgto CE/883/2004 art.3 sobre la coordinación de los sistemas de Seguridad Social ( TJCE 14-11-02, Steenbergen asunto C-271/00 ).

Precisiones

La Seguridad Social está también excluida del ámbito de aplicación de los Convenios de Bruselas (art.1.3) y de
Lugano (art.1.3) así como del nuevo Convenio Lugano II ( Convenio Lugano II art.1.2.c) y del Tratado Bilateral con
El Salvador art.1.2.d).
Modificación de algunos Anexos de los Reglamentos de coordinación, que no afecta a las entradas de España
(Actum 12/17, 21mar-27mar)
Modificación de los Anexos de los Reglamentos de coordinación, tanto de base como de desarrollo, que no afecta directamente a España. Respecto del
Reglamento de base se modifica el Anexo VI en relación a las entradas de Estonia, Suecia y Reino Unido; el Anexo VIII en relación a Polonia, Suecia y
Reino Unido y el Anexo IX en relación a Suecia. Del Reglamento de desarrollo (Rgto CE/987/2009) se suprimen las siguientes rúbricas: en el Anexo 1 las
relativas a Bélgica-Irlanda y Dinamarca-Grecia y en el Anexo 3 las relativas a Países Bajos y Finlandia.
MS nº 9423 , 9433 , 9435 , 9459 , 9461 , 9464 , 9484 , 9494 , 9502 , 9541 , 9547
MCT nº 3898
MPL nº 648 , 4445
MPR nº 6340
MEP nº 4952
Se modifican Anexos de ambos Reglamentos, no afectando los cambios directamente a España.
Del Reglamento de base ( Rgto CE/883/2004 ) se modifican:
Anexo VI, relativo a la identificación de las legislaciones tipo A (España no tiene notificada ninguna), los cambios afectan a las entradas de Estonia,
Suecia y Reino Unido.
Anexo VIII, donde se identifican los supuestos en que no se puede efectuar o no se aplica el cálculo prorrateado (España no tiene entrada alguna), los
cambios afectan a Polonia, Suecia y Reino Unido.
Anexo IX, sobre prestaciones y acuerdos cuya cuantía sea independiente de la duración de los períodos de seguro o residencia cumplidos, los cambios
afectan a Suecia. En este Anexo en la rúbrica de España se siguen mencionando Pensiones de supérstites concedidas bajo los regímenes general y
especiales, a excepción del régimen especial para funcionarios.
Del Reglamento de desarrollo ( Rgto CE/987/2009 ):
Anexo 1, sobre disposiciones de aplicación de convenios bilaterales mantenidos en vigor y nuevas disposiciones de aplicación de convenios bilaterales,
se suprimen las rúbricas relativas a Bélgica-Irlanda y Dinamarca-Grecia.
Anexo 3, dónde se enumeran los Estados miembros que reclaman el reembolso de los gastos de las prestaciones en especie sobre la base de importes
a tanto alzado, o cuota global (como es el caso de España), se suprimen las rúbricas de Países Bajos y Finlandia que pasarán a cobrar el gasto sanitario
facturando el gasto real.
Rgto CE/883/2004 Anexos VI, VIII, IX y Rgto CE/987/2009 Anexos 1 y 2 ­ redacc Rgto UE/2017/492, DOUE, L 76, 22­3­17

Competencia de los tribunales españoles en materia de Seguridad Social 
(LOPJ art.25.3º)

652
Lo expuesto en el marginal anterior conlleva que en esta materia la única norma por la que han de regirse los tribunales españoles del orden social para
establecer su jurisdicción sea la LOPJ art.25.3º , conforme a la cual los citados órganos resultan competentes para el conocimiento de las pretensiones de
Seguridad Social en los siguientes supuestos:
- demandas contra entidades españolas (nº 654 );
- demandas contra entidades extranjeras con representación en España (nº 657 ).
En ambos casos, la regla opera únicamente cuando la entidad española o extranjera figuran como demandadas.
654
Demandas contra entidades españolas 
El dato decisivo a la hora de atribuir competencia a los tribunales españoles es que la acción se dirija contra entidades españolas de Seguridad Social,
cualquiera que sea la nacionalidad y domicilio del demandante, y haciendo abstracción de las circunstancias de la relación laboral que pueda aducir como
causa generadora de su vinculación a la Seguridad Social española, sin que resulten aplicables las reglas establecidas en la LOPJ art.25.1 ( TS 2-3-00,
EDJ 2804 ). Pero si la demanda se formula conjuntamente contra entidades gestoras nacionales y contra otras empresas domiciliadas en el extranjero,
respecto de estas últimas rigen los criterios atributivos de competencia en materia de contrato internacional de trabajo ( TS 28-12-05, EDJ 271913 , que
declara la competencia de la jurisdicción española para conocer de las pretensiones ejercitadas contra la entidad gestora y su incompetencia para
enjuiciar las deducidas contra las empresas codemandadas, domiciliadas en Suiza, Panamá y Venezuela al no cumplirse las exigencias de la LOPJ
art.25.1 , sin que en relación al primero de esos Estados la sentencia haga referencia al Convenio de Lugano). Se ha aplicado de nuevo esta doctrina
en un supuesto en que la prestación de servicios del trabajador fallecido se había llevado a cabo mediante contrato de embarque sin que existiese
ningún elemento de conexión que justificase la competencia de los tribunales españoles para conocer de la pretensión formulada contra la naviera
codemandada ( TSJ Granada 23-4-08, EDJ 211364 ).
También se ha tenido en cuenta este criterio en un caso en que la acción se dirigió frente a entidades gestoras españolas y frente a ciertas
sociedades mercantiles domiciliadas unas en España y otras en territorio extracomunitario exigiendo la declaración de responsabilidad empresarial en el
pago de la prestación reconocida por la Seguridad Social española; el tribunal basa su competencia para conocer de la pretensión contra las empresas en
que el empleador real del trabajador era una empresa domiciliada en España ( TSJ Cataluña 23-1-09, EDJ 19812 ).

Precisiones

La expresión «entidades» de la Seguridad Social debe interpretarse en un sentido amplio comprensivo no sólo
de todas las Entidades Gestoras y Servicios Comunes sino también de las entidades colaboradoras como las
Mutuas de Accidentes de Trabajo y las empresas ( TSJ Galicia 16-11-99, EDJ 84208 ).
655
Supuestos de competencia de los tribunales españoles del orden social 
Los tribunales laborales españoles son competentes para conocer de las reclamaciones relativas al reconocimiento de prestaciones de la Seguridad
Social española dirigidas contra las entidades gestoras españolas, al margen de su procedencia, lo que afecta al fondo del asunto. En concreto han
asumido su competencia para conocer de litigios dirigidos al reconocimiento de las siguientes prestaciones españolas:
1. Subsidio de incapacidad temporal derivado de accidente no laboral sufrido en territorio español por nacional español que presta servicios por cuenta
de una empresa domiciliada en Gibraltar ( TSJ Málaga 21-5-99 , EDJ 84330 ).
2. Prestación de maternidad por los servicios prestados a la filial de un Instituto Público español en un país que no cubre esa contingencia ( TSJ Madrid
31-5-04, EDJ 110251 ).
3. Pensión de incapacidad permanente derivada de enfermedad profesional contraída por trabajador marroquí con ocasión de los servicios prestados
en Melilla a empresas españolas sin estar afiliado a la Seguridad Social ( TS 2-3-00, EDJ 2804 ).
4. Reconocimiento de una base reguladora superior a la administrativamente fijada con declaración de responsabilidad empresarial, resultado de
computar las cotizaciones correspondientes a un período trabajado para una empresa extranjera en otro país, teniendo en cuenta que en un litigio anterior
por despido ya se había declarado la competencia de la jurisdicción social española ( TSJ Cataluña 23-1-09, EDJ 19812 ).
5. Pensión de jubilación causada por nacional uruguaya que trabajó por cuenta de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social con sede en
Madrid, si bien la competencia se aprecia únicamente frente a la entidad gestora española, estimando la falta de competencia internacional respecto del
empleador al gozar de inmunidad de jurisdicción ( TSJ Madrid 14-5-03, EDJ 116424 ).
6. Prestaciones por muerte y supervivencia derivadas de accidente de trabajo por fallecimiento presunto en alta mar de un marinero español
contratado en el Puerto de Las Palmas por una empresa británica para trabajar en un buque de la misma bandera sin estar de alta en Seguridad Social
( TSJ Las Palmas 4-2-92 ), o por óbito en alta mar de marinero de nacionalidad portuguesa domiciliado en España y contratado en Argentina por empresa
de dicha nacionalidad que le mantuvo de alta en la Seguridad Social argentina ( TSJ Galicia 27-4-98, EDJ 11837 ), o por muerte de trabajador español en
el extranjero cuando prestaba servicios para empresa española sin estar de alta en la Seguridad Social ( TSJ C.Valenciana 20-1-93, ). En sentido
contrario se resuelve en el caso de fallecimiento por enfermedad común de un trabajador de nacionalidad italo-argentina que prestaba servicios como
capitán de un barco de recreo cuyo puerto base era Palma de Mallorca, abanderado en Bermudas y propiedad últimamente de una compañía domiciliada
en las Islas Caimán que no figuraba de alta en la SS ( TSJ Baleares 4-11-15, EDJ 230982 ).
7. Reconocimiento del subsidio de desempleo con base en el tiempo trabajado como cocinera sin alta en Seguridad Social en un buque propiedad de
una empresa italiana, atracado en el puerto de Palma de Mallorca ( TSJ Cataluña 3-7-15, EDJ 168655 ). Por el contrario de declara la falta de
jurisdicción de los tribunales españoles para el conocimiento de la demanda formulada por un trabajador de nacionalidad española con contrato en
Inglaterra por una empresa británica contra la resolución del SEPE denegatoria de la prestación por desempleo por no haber cotizado en España en
razón de los servicios prestados en España como Estado miembro al que fue desplazado por su empleadora británica ( TSJ Madrid 5-10-15, EDJ
191806 ).
656
Los tribunales españoles han afirmado su competencia para conocer de las siguientes reclamaciones:
a) Exigencia de responsabilidad empresarial por falta de abono de la prestación de IT, denegada por el INSS al no constar en alta o situación asimilada
una tripulante de cabina contratada en Irlanda por una ETT irlandesa para cubrir vuelos de una compañía irlandesa, por cuanto la prestación de servicios
ha de entenderse efectuada en Girona, lugar en el que radica la «base» ( TSJ Cataluña 14-1-14, Rec 1137/13 ; aunque la validez de ese criterio ha de
cuestionarse a la vista de la TS 30-12-13, Rec 930/13 con base en la LOPJ art.25.3 al impugnarse una resolución del INSS).
b) Anticipo provisional por parte de las entidades gestoras españolas de la prestación de incapacidad permanente total solicitada a la Seguridad
Social italiana por el trapecista de un circo español que sufrió un accidente de trabajo en Italia cuando prestaba servicios para una empresa de esa
nacionalidad y figuraba de alta en la Seguridad Social de dicho país ( TSJ C.Valenciana 16-2-99, EDJ 5255 ). Si bien en una sentencia posterior se
declara la incompetencia de los tribunales españoles para conocer de la demanda sobre pensión de invalidez permanente total (IPT) formulada por ese
mismo trabajador, denegada por el INSS por no ser competente para abonar las pensiones derivadas de accidente de trabajo acaecido fuera de España y
trabajando para empresa no española ( TSJ C.Valenciana 3-5-05, EDJ 95145 ).
c) Recargo de la pensión de viudedad impuesto a empresas españolas por el accidente de trabajo sufrido en Portugal por un trabajador de nacionalidad
colombiana contratado en España al amparo de la legislación española y afiliado a la Seguridad Social española, desplazado de manera inmediata a
dicho país ( TSJ Galicia 18-3-08, EDJ 99733 ).
d) Transferencia de derechos a pensión adquiridos en España al amparo de lo dispuesto por el Estatuto de los Funcionarios de las Comunidades
Europeas ( TSJ Cataluña 9-4-03, EDJ 24304 ).
657
Demandas contra entidades extranjeras con representación en España 
Se trata de reclamaciones presentadas contra entidades extranjeras con domicilio, agencia, delegación o cualquier otra representación en España. La
representación debe ser específica de dicha entidad, no siendo suficiente la genérica que del Estado extranjero ostentan su Embajada o Consulado
( TSJ Sevilla 11-3-99, EDJ 17962 ).
Los tribunales españoles resultan incompetentes para conocer las reclamaciones de prestaciones dirigidas frente a las entidades gestoras extranjeras
sin representación en España aunque el INSS y la TGSS figuren como codemandados. Solución que por lo que respecta al ámbito de la UE se ajusta a lo
que disponía la norma de coordinación vigente ( TSJ C.Valenciana 16-6-04, EDJ 208053 y TSJ Asturias 7-11-03, EDJ 207832 ). Esta previsión se recoge
en la actualidad el Rgto CE/883/2004 art.81 (antes Rgto CEE/1408/71 art.86) .

Precisiones

1) Los órganos jurisdiccionales españoles se han declarado incompetentes para entender de la demanda
formulada por la beneficiaria de una pensión de jubilación holandesa para que se dejase sin efecto la resolución
mediante la cual la entidad gestora de dicho Estado miembro suspendió el pago del complemento por cónyuge a
cargo y le reclamó el reintegro de las cantidades indebidamente percibidas ( TSJ Sevilla 11-3-99, EDJ 17962 ).
2) Igual solución se adopta si la demanda se dirige contra el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, que
carece de representación en España para que abone la prestación de jubilación reconocida al amparo del Convenio
bilateral con España, así como contra la Seguridad Social española, pues ni puede imponerse una obligación de
pago al citado Instituto ni en el Convenio se prevén mecanismos de anticipo o abono a cargo del otro país
signatario en caso de incumplimiento de la obligación ( TSJ Sevilla 25-9-08, EDJ 346645 ).
V. Inmunidad de jurisdicción 
(LOPJ art.21 ­redacc LO 16/2015­;  LO 16/2015;  LEC art.36.2.1ª)

660
Existen ciertos supuestos en los que pese a que de acuerdo a los criterios fijados en el sistema de competencia aplicable, resultarían competentes para
conocer de una determinada controversia de dimensión internacional, los tribunales españoles están impelidos a declinar su jurisdicción, por gozar el
demandado de inmunidad de jurisdicción ( LOPJ art.21.2 -redacc LO 16/2015 ). Se trata de un privilegio procesal compatible con el derecho fundamental
a la tutela judicial efectiva ( TCo 140/1995 ), cuyo contenido jurídico es básicamente de naturaleza procesal y supone que los jueces y tribunales de un
Estado no pueden juzgar a otro Estado. Abarca tanto el derecho del Estado a no ser demandado ni sometido a juicio ante los órganos jurisdiccionales de
otro Estado (inmunidad de jurisdicción), como el derecho a que no se ejecute lo juzgado (inmunidad de ejecución ver nº 5878 ).
El régimen jurídico anterior en la materia, basado en una remisión genérica al Derecho Internacional, fundamentalmente de origen consuetudinario, ha
sido sustituido por el configurado por la LO 16/2015 , que además de regular las inmunidades del Estado extranjero en España, fija el régimen de los
privilegios e inmunidades de los Jefes de Estado, los Jefes de Gobierno y los Ministros de Asuntos Exteriores, las inmunidades de los buques de guerra
y los buques y aeronaves de Estado, el estatuto de las Fuerzas Armadas visitantes, los privilegios e inmunidades de las organizaciones internacionales
con sede u oficina en España, así como los privilegios e inmunidades aplicables a las conferencias y reuniones internacionales.
Quedan excluidas del ámbito material de la norma ( LO 16/2015 art.3 ) y siguen rigiéndose por las correspondientes normas internacionales los
siguientes tipos de inmunidades:
a) Diplomáticas ( Convenios de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas).
b) Consulares ( 24-4-19631963 sobre relaciones consulares).
c) De las organizaciones internacionales con sede u oficina en España y las personas adscritas a las mismas cuando existe una acuerdo internacional o
bilateral aplicable.
d) De los ingenios aeroespaciales y objetos espaciales propiedad de un Estado u operados por este.

Precisiones

Descartada, en su caso, la inmunidad de jurisdicción alegada por la parte demandada los tribunales españoles
deben determinar si son internacionalmente competentes para conocer del litigio con arreglo al sistema normativo
que resulte aplicable ( TSJ Cataluña 25-6-14, Rec 1557/14 ).
662
Inmunidad de jurisdicción de los Estados extranjeros y de las organizaciones internacionales con sede u oficina en España 
La razón de ser de esta clase de inmunidad es el respeto a la recíproca independencia y la no subordinación de un Estado a la potestad de otro, que es
una exigencia en las relaciones entre Estados soberanos ( TS 1-12-86 , EDJ 7884 ).
El principio de inmunidad de jurisdicción no tiene carácter absoluto, sino relativo, debiendo considerarse restringido por regla general a los actos en los
que el Estado actúa ejerciendo sus potestades públicas (actos «iuri imperii»), sin extenderse a los actos de gestión (actos «iuri gestionis») sujetos a las
normas del Derecho privado.). A la luz de este principio en materia de contrato de trabajo se aplican las siguientes reglas ( LO 16/2015 art.10 ):
1. Salvo acuerdo en otro sentido entre España y un Estado extranjero, este no podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción ante los órganos
jurisdiccionales españoles en un proceso relativo a un contrato de trabajo entre ese Estado y una persona física, cuando el trabajo haya sido ejecutado o
haya de ejecutarse total o parcialmente en España.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el Estado extranjero podrá hacer valer la inmunidad de jurisdicción en los procesos sobre contrato
de trabajo en los siguientes supuestos:
a) Cuando el trabajador hubiera sido contratado para desempeñar funciones que supongan el ejercicio del poder público.
b) Cuando el empleado sea:
- un agente diplomático, según se define en la Convención de Viena de 1961;
- un funcionario consular, según se define en la Convención de Viena de 1963;
- un miembro del personal diplomático de una misión permanente ante una organización internacional o de una misión especial o que haya sido
designado para representar al Estado extranjero en una conferencia internacional.
c) Cuando el proceso tenga por objeto la contratación, la renovación del contrato o la readmisión del trabajador.
d) Cuando el proceso tenga por objeto el despido del trabajador o la rescisión del contrato y una autoridad competente del Estado extranjero comunique
que dicho proceso menoscaba sus intereses de seguridad.
e) Cuando el trabajador fuera nacional del Estado extranjero en el momento de interposición de la demanda, salvo que dicha persona tuviese su
residencia habitual en España.
f) Cuando el Estado extranjero y el trabajador hayan convenido otra cosa por escrito, salvo que la competencia de los órganos jurisdiccionales españoles
fuese irrenunciable para el trabajador.

Precisiones

1) La Convención de las Naciones Unidas sobre las inmunidades jurisdiccionales de los Estados y de sus bienes
aprobada por Resolución de 2-12-2004 no ha entrado aún en vigor, pero no obstante este instrumento, que sí ha
sido ratificado por España, inspira la LO 16/2015.
2) Sobre el posible consentimiento del Estado extranjero y de las organizaciones internacionales al ejercicio de
la jurisdicción por parte de los órganos jurisdiccionales españoles ver LO 16/2015 art.5 s. y 37 s.
3) Las organizaciones internacionales con sede u oficina en España cuando se trate de procesos del ámbito
laboral relativos a miembros de su personal, no pueden hacer valer la inmunidad, salvo que acrediten disponer de
un mecanismo alternativo de resolución de la controversia, ya esté previsto en el tratado constitutivo, los estatutos,
el reglamento interno o en cualquier otro instrumento aplicable de las organizaciones internacionales ( LO 16/2015
art.35.1.2º ).
664
Inmunidad de jurisdicción de los agentes diplomáticos y consulares acreditados en España 
Este tipo de inmunidad se otorga a los agentes diplomáticos y consulares extranjeros a título particular, es decir, en cuanto titulares de derechos y
obligaciones, y no al Estado al que representan ( TS 10-2-86 , EDJ 1167 y 1-12-86 , EDJ 7884 ).
En este caso la inmunidad constituye una garantía para el libre y eficaz ejercicio de las funciones que llevan a cabo los miembros de la misión diplomática
en representación del Estado, que se vería perturbado si el Jefe de la misión o un miembro del personal diplomático de la misión tuviera que hacer frente
como demandado a las pretensiones de particulares derivadas de los diversos actos sometidos al Derecho privado que realizan durante su residencia en
dicho Estado ( TCo 149/1995 ).
La inmunidad no es absoluta, pues en lo que aquí interesa, se excluye en los supuestos contemplados en el Convenio de Viena de 18-4-1961 sobre
relaciones diplomáticas art.31.1.c relativo a la actividad profesional o comercial ejercida por el Agente diplomático en el Estado receptor fuera de sus
funciones oficiales y en el Convenio de Viena de 24-4-63 sobre relaciones consulares art.43.2.a) , concerniente al procedimiento que resulte de un
contrato que el funcionario consular, o el empleado consular, no hayan concertado, explícita o implícitamente, como agentes del Estado que les envía.

Precisiones

1) La inmunidad opera frente al sometimiento al proceso en el Estado receptor pero no respecto del derecho
sustantivo, por lo que el agente no queda eximido de la jurisdicción del Estado acreditante ( Convenio Viena 18-4-
61 art.31.4 ).
2) No constituye función consular inmune a la jurisdicción de los tribunales españoles la contratación laboral de
personal al servicio de un Consulado, supuesto en que el auténtico empleador es el Estado extranjero ( TSJ País
Vasco 9-12-99, EDJ 44924 ).
SECCIÓN 4

 Competencia objetiva, territorial, funcional y reparto de asuntos 
670
I. Normas sobre competencia y reparto de asuntos en el orden social 675
II. Competencia objetiva 685

  A. Función de la competencia objetiva 690

  B. Naturaleza de las normas sobre competencia objetiva 695

  C. Reglas de atribución de la competencia objetiva 700

    1. Regla general 704

    2. Regla especial para determinados litigios colectivos y sindicales y en materia de derechos fundamentales 708

    3. Regla especial en los procesos de despido colectivo 716

    4. Regla especial en los procesos sobre impugnación de actos administrativos 720

  D. Reparto de la competencia objetiva 725

    1. Competencias exclusivas de los JS 728

    2. Competencias compartidas por los JS, los TSJ y la AN 740

      a. Conflictos colectivos 742

      b. Impugnación de convenios colectivos 756

      c. Acciones colectivas de tutela de derechos fundamentales 758

      d. Personalidad jurídica de los sindicatos y asociaciones empresariales, impugnación y modificación de estatutos 765

      e. Litigios intra-sindicales de carácter colectivo 767

      f. Supuestos de acumulación de acciones 769

      g. Competencia objetiva en casos particulares 771

III. Competencia territorial 785

  A. Función de la competencia territorial 790

  B. Naturaleza de las normas de competencia territorial 795

  C. Reglas de competencia territorial de los JS 800

      a. Litigios derivados del contrato de trabajo 808

      b. Litigios colectivos y sindicales 837

      c. Litigios en materia de Seguridad Social 855

      d. Impugnación de otros actos de las Administraciones Públicas 866

      e. Otro tipo de litigios 868

      f. Actuaciones previas al proceso 870

  D. Reglas de competencia territorial de los TSJ 880

IV. Competencia funcional 895

  A. Función de la competencia funcional 900

  B. Naturaleza de las normas de competencia funcional 905

  C. Fase de cognición 910

    1. Competencia funcional básica 912

    2. Competencia funcional por conexión 916


    3. Competencia funcional por razón de la acumulación de procesos 924

  D. Fase de impugnación 930

  E. Fase de ejecución 940

    1. Ejecución definitiva 944

    2. Ejecución provisional 948

    3. Cuestiones incidentales en ejecución 952

      a. Cuestiones incidentales en ejecución definitiva 953

      b. Cuestiones incidentales en ejecución provisional 960

V. Normas de reparto de asuntos 975

  A. Función de las normas de reparto de asuntos 980

  B. Normas de reparto 982

    1. Reparto de asuntos en los JS 982

    2. Reparto de asuntos en los TSJ 988

I. Normas sobre competencia y reparto de asuntos en el orden social 
675
Una vez afirmada, de concurrir elementos de extranjería, la jurisdicción de los tribunales españoles para dirimir la controversia suscitada, así como la
jurisdicción de los órganos del orden social de la jurisdicción por razón de la materia, resulta necesario determinar el concreto órgano competente para
resolverlo tanto en la instancia como en fase de recurso, caso de que el mismo proceda, así como para dirimir las cuestiones incidentales y tramitar la
ejecución de títulos judiciales o extrajudiciales.
A tal fin es preciso aplicar los criterios objetivos (nº 685 ) y territoriales (nº 785 ) de atribución de competencia, contenidos fundamentalmente en la
LRJS art.6 a 11 en desarrollo del marco general fijado por la LOPJ, así como los criterios funcionales (nº 895 ) recogidos en otros preceptos de la LRJS y
de la LEC. Y ello, teniendo en cuenta que el organigrama del orden social diseñado por la LOPJ contempla 4 tipos de órganos jurisdiccionales, de
distinto grado y con diferente circunscripción (ver cuadro nº 681 ), a saber:
1. Juzgados de lo Social (JS): órganos unipersonales que intervienen únicamente como órganos de primer grado ( LOPJ art.92 y 93 ; LRJS art.6 ). Su
ámbito territorial coincide, normalmente, con el de la provincia en cuya capital tienen su sede, aunque en varias provincias, además de en las respectivas
capitales, están constituidos en otras localidades (Algeciras, Arrecife, Avilés, Benidorm, Cartagena, Ciutadella, Eibar, Elche, Ferrol, Figueras, Gáldar,
Gijón, Granollers, Ibiza, Jerez de la Frontera, Manresa, Mataró, Mieres, Móstoles, Motril, Plasencia, Ponferrada, Puerto del Rosario, Reus, Sabadell,
Santiago de Compostela, Talavera de la Reina, Terrassa, Tortosa y Vigo). Supuesto en el que la demarcación de unos y otros abarca tan sólo
determinados partidos judiciales de la provincia. A ellos hay que sumar los JS radicados en Ceuta y Melilla. Sobre la competencia de los Juzgados de lo
Mercantil en relación a cuestiones laborales ver (nº 8524 s. ).
2. Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia (TSJ): son órganos colegiados con jurisdicción en todo el territorio de la comunidad
autónoma, o en una o más provincias de una comunidad cuando, como en el caso de Castilla-León, Andalucía y Canarias, el Tribunal Superior cuente con
varias Salas de lo Social. Resuelven, en primer grado, los asuntos cuyo conocimiento les corresponde en la instancia y, en segundo grado, el recurso de
suplicación (nº 6770 ) contra las resoluciones de los JS de su circunscripción y contra las dictadas, en materia social, por los Juzgados de lo Mercantil (nº
7075 s. ). También deciden las cuestiones de competencia que se susciten entre los JS de su circunscripción ( LOPJ art.71 y 75 ; LRJS art.7 ) y del
recurso de audiencia al rebelde (nº 7854 s. ); así como del recurso de queja (nº 7640 ).
3. Sala de lo Social de la Audiencia Nacional (AN): es un tribunal colegiado con jurisdicción en todo el territorio nacional que actúa, de forma exclusiva,
como órgano de primer grado ( LOPJ art.62 y 67 ; LRJS art.8 ).
4. Sala de lo Social del Tribunal Supremo (TS): es un órgano colegiado con jurisdicción en todo el territorio nacional, que conoce, en única instancia, de
los procesos de impugnación de los actos administrativos emanados del Consejo de Ministros cuyo enjuiciamiento corresponde al orden social y, en
segundo grado, del recurso de queja (nº 7640 ), del recurso de casación ordinaria (nº 7100 ) contra las resoluciones de la Sala de lo Social de la AN y
contra las pronunciadas en instancia por las Salas de lo Social de los TSJ, así como del recurso de casación para la unificación de doctrina (nº 7260 ),
contra las sentencias dictadas en suplicación por las Salas de lo Social de los TSJ. Conoce, además, de la revisión de sentencias firmes dictadas por
cualquier otro órgano jurisdiccional del orden social y de los laudos arbitrales firmes sobre materias atribuidas al orden social (nº 7900 ), así como de las
demandas de declaración de error judicial cuando el órgano al que se le impute pertenezca al orden jurisdiccional social, salvo cuando el error o
equivocación se le atribuya a la propia Sala de lo Social del TS (nº 8000 ). Finalmente, decide también las cuestiones de competencia que se susciten
entre órganos del orden social que no tengan otro superior común (nº 1072 ).
Acuerdo de la Sala de Gobierno del TS sobre composición, funcionamiento de la Sala IV en 2018
(Actum 49/17, 05dic-11dic)
La Comisión permanente del CGPJ pública el Acuerdo que recoge el alcanzado por la Sala de Gobierno del TS sobre composición y funcionamiento, en
lo que aquí interesa, de la Sala IV del TS durante 2018. Este Acuerdo incluye la composición de las denominadas Secciones de Admisión en relación a
los recursos de casación y revisión.
MS nº 6650 , 6862
MPL nº 675
La Sala IV, la Sala social del TS, tramita:
- mayoritariamente recursos de casación para la unificación de doctrina;
- también recursos de casación de régimen común (contra sentencias dictadas en procesos de conflictos colectivos, despidos colectivos, de
impugnación de convenios colectivos y de tutela de los derechos de libertad sindical);
- recursos de revisión y de queja;
- demandas de revisión y de error judicial;
- finalmente, y en única instancia, de la impugnación de resoluciones dictadas por el Consejo de Ministros en materias atribuidas al orden
jurisdiccional social.
Para dictar las sentencias en casación (unificadora y común) la sala se forma con 5 magistrados, actuando como presidente el más antiguo en la sala.
En las demandas de revisión y de error judicial así como en los autos que ponen fin a los recursos de queja, los recursos de revisión y los de
inadmisión de cualquier clase de recurso y para resolver las recusaciones de un magistrado la sala actúa compuesta por 3 de sus miembros.
Con independencia de lo anterior, se celebra al menos una vez al mes un pleno para la decisión de determinados recursos de casación para la
unificación de doctrina, y de casación clásica, bien porque se haya producido una contradicción entre resoluciones dictadas por la sala, bien porque se
trate de un asunto cuya importancia así lo aconseje, bien porque se encuentre necesario cambiar la doctrina de la sala.
Las ponencias se turnan a los magistrados por riguroso orden de ingreso del recurso y de antigüedad de los magistrados, con un turno especial para los
despidos colectivos y otro para los conflictos colectivos, en ambos casos también por orden de ingreso en el registro de los correspondientes asuntos.
En ocasiones se producen los llamados «returnos» o nueva asignación de ponente, justificada bien por situaciones de enfermedad o jubilación del
inicialmente asignado, bien porque el desarrollo de los distintos recursos -desistimientos, autos de fin de trámite, inadmisiones y las incidencias propias de
la tramitación de cada uno- provoque una manifiesta desigualdad en los asuntos repartidos inicialmente a los magistrados que están pendientes de
señalamiento, a fin de evitar que se produzca un retraso en la decisión de los mismos. Tales nuevas asignaciones de ponencias se producen por orden
de antigüedad de los magistrados.
Para la deliberación, votación y fallo de los distintos asuntos repartidos, se procede al señalamiento de los días en que deben tener lugar, y teniendo en
cuenta que la sala no está dividida en secciones fijas, son llamados para formarlas los magistrados que en el día concreto tengan señalamientos,
distribuyéndose los mismos en secciones compuestas por 5 miembros, cuyos nombres son puestos en conocimiento de las partes a través de la
oportuna notificación previa a los efectos legalmente previstos.
La firma de las sentencias por tanto se realiza por los 5 magistrados integrantes de la sección que han deliberado y votado el asunto correspondiente.
La Sala IV no está dividida en secciones de composición fija. La única excepción, a este respecto, la constituyen las llamadas «Secciones de
Admisión» (Comisión Permanente CGPJ 17-2-97, BOE 27-2-97). Dichas secciones deciden sobre la admisión de los recursos de casación y revisión.
En el próximo año esa función se lleva a cabo por medio de 3 secciones. Los asuntos no se distribuyen a cada una de esas secciones por razón de la
materia. La asignación obedece exclusivamente a que la ponencia de ese recurso está ya desde que se comienza su tramitación asignada a uno de los
magistrados que componen la sección. La actuación de las Secciones de Admisión no altera ni modifica el turno general de ponencias que se efectúa en
ese primer momento. Su composición para el año 2018 será la siguiente:
Sección Primera: Don Luis Fernando de Castro Fernández, doña María Luisa Segoviano Astaburuaga, don Miguel Ángel Luelmo Millán y don Antonio V.
Sempere Navarro.
Sección Segunda: Don Fernando Salinas Molina, don José Manuel López García de la Serrana, doña María Lourdes Arastey Sahún y don Sebastián
Moralo Gallego.
Sección Tercera: Doña Milagros Calvo Ibarlucea, doña Rosa María Viroles Piñol y don Ángel Blasco Pellicer.
Todos los magistrados que componen la sala forman parte de alguna de dichas «Secciones de Admisión». La adscripción de cada magistrado a cada
sección perdura todo el año, salvo que concurran circunstancias relevantes -jubilaciones y nuevos nombramientos-, que a juicio del presidente,
aconsejen efectuar una remodelación de la sección afectada. El presidente de la sala actúa en apoyo de la sección o secciones que él decide, según lo
aconsejen las circunstancias de cada momento.
Comisión Permanente CGPJ Acuerdo, Sala de Gobierno del TS Acuerdo sobre composición, funcionamiento de las Salas y
Secciones y asignación de ponencias en 2018, 23­11­17, BOE 11­12­17

677
Normas de competencia 
La distribución de los asuntos en la instancia y el conocimiento de los distintos actos, fases e incidencias del procedimiento se realiza con arreglo a los
criterios objetivos, territoriales y funcionales que se establecen en las correspondientes normas de competencia, las cuales persiguen las siguientes
finalidades:
a) Las normas de competencia objetiva delimitan qué clase de órgano de entre los del mismo grado debe conocer del litigio en la instancia atendiendo a
su objeto (nº 685 s. ).
b) Las normas de competencia territorial determinan qué órgano de entre los de mismo tipo, es decir, entre los que tienen la misma competencia
objetiva, ha de resolver el litigio en razón de su circunscripción territorial (nº 785 ).
c) Las normas de competencia funcional fijan el Juzgado o Tribunal al que le corresponde conocer de los distintos actos, incidencias y etapas del
proceso (nº 900 ).

Precisiones

1) Para que los órganos jurisdiccionales del orden social puedan asumir la competencia para enjuiciar un concreto
asunto se requiere que su conocimiento les esté atribuido en normas con rango de ley y anteriores a la incoación
de las actuaciones de que se trate ( LEC art.44 ).
2) Esta previsión legal constituye una manifestación del derecho al juez predeterminado por la Ley consagrado en
la Const art.24.2 , que implica, fundamentalmente, que el órgano judicial haya sido creado por una norma legal que
le haya investido de jurisdicción y de competencia con anterioridad al hecho motivador de la actuación o proceso
judicial y que su régimen orgánico y procesal no permita calificarlo de órgano especial o excepcional ( TCo
134/2010 ; 220/2009 ; 115/2006 ), así como la preexistencia de unos criterios objetivos y generales de atribución
competencial, cuya aplicación a cada supuesto litigioso permita determinar cuál es el Juzgado o Tribunal llamado a
conocer del mismo, siendo la generalidad y la abstracción de esos criterios legales la garantía de la inexistencia de
jueces «ad hoc» ( TCo 37/2003 ; 93/1988 ; 64/1997 ; 199/1987 ), y su preexistencia al planteamiento del litigio la
que asegura que una vez establecido en su virtud quien ha de ser el Juez de un caso, no pueda ser privado de su
conocimiento ( TCo 87/2000 ; 35/2000 ).
3) No obstante, el propio TCo aclara que las cuestiones relativas a la interpretación de las normas sobre atribución
de competencias a los órganos jurisdiccionales son de legalidad ordinaria y ajenas, por tanto, al derecho al Juez
ordinario predeterminado por la Ley, salvo que la exégesis realizada suponga una manipulación manifiestamente
arbitraria de las reglas legales sobre distribución de competencia ( TCo 220/2009 ; 115/2006 ).
4) Con cierta frecuencia al referirse a las distintas clases de competencia, los operadores jurídicos no emplean los
términos apropiados, calificando erróneamente como competencia territorial a la competencia judicial
internacional o la objetiva, o como competencia funcional a la objetiva, o como objetiva a la jurisdicción por razón
de la materia. La correcta denominación de las diversas manifestaciones de la competencia favorece la correcta
aplicación de las reglas respectivas y su adecuado tratamiento procesal.
5) Antes de ejercitar una acción o promover un incidente hay que verificar qué órgano tiene competencia para su
enjuiciamiento. Si la demanda se presenta ante un órgano carente de ella, será rechazada por la ausencia de ese
presupuesto procesal con la consiguiente dilación y perjuicios.
678
 Ejemplo 

La aplicación de los diferentes criterios de competencia a un asunto desprovisto de elementos de extranjería


relevantes, como la impugnación del despido de un cobrador de primas de seguros con domicilio en Figueras que
ha prestado servicios, en régimen de dependencia y ajenidad, por cuenta de una Agencia de Seguros que tiene su
domicilio social en Sabadell, habiendo desarrollado su actividad en todas las localidades de la provincia de Girona
en virtud de contrato de trabajo celebrado en la capital, en la que la demandada tiene una Delegación, sobre la
base de que los tribunales competentes para su conocimiento por razón de la materia son los del orden social
( LOPJ art.9.5 ; LRJS art.1 y 2.a ) permite atribuir competencia para el conocimiento de la acción de impugnación
del despido a los siguientes órganos:
1) El conocimiento del proceso en la instancia le incumbe a los Juzgados de lo Social ex LRJS art.6 (competencia
objetiva) y, en concreto, a los de Figueras, Girona o Sabadell, a elección del actor ( LRJS art.10.1.2º )
(competencia territorial).
2) La resolución del recurso de suplicación contra la sentencia dictada por el JS por el que haya optado el
demandante le compete a la Sala de lo Social del TSJ de Cataluña, como órgano de segundo grado ( LRJS art.7.c -
) (competencia funcional).
3) Corresponde a la Sala de lo Social del TS conocer del recurso de casación para la unificación de doctrina contra
la sentencia dictada por el TSJ de Cataluña ( LRJS art.9.b ) (competencia funcional).
4) La ejecución definitiva de la sentencia que recaiga en el proceso se le encomienda al JS que conoció del asunto
en instancia, con independencia del órgano que la haya dictado ( LRJS art.237.2.2 ) (competencia funcional).
679
Normas de reparto de asuntos 
Identificado el órgano competente para conocer de un determinado asunto en la instancia mediante las reglas de competencia objetiva y territorial, puede
suceder que se trate de:
- un JS y que en la localidad donde tenga su sede existan varios órganos de esa clase designados por numeración correlativa a su orden de creación, o;
- una Sala de lo Social de un TSJ integrada por varias Secciones, o;
- un Tribunal Superior con dos o más Salas de lo social y los efectos de la cuestión litigiosa se extiendan a las circunscripciones de varias de ellas, sin
exceder del ámbito territorial de la comunidad autónoma.
En cualquiera de esas hipótesis, para establecer el concreto Juzgado, Sección o Sala encargado de enjuiciar el asunto en la instancia es necesario
aplicar normas adicionales a las reguladoras de la competencia, que son las normas de reparto o distribución de asuntos que no atribuyen
competencia pero acaban determinando el concreto Juez, Sección o Sala que ha de conocer del litigio.
Desde el 1-10-2015 la Sala de Gobierno puede acordar las modificaciones precisas en las normas de reparto de los juzgados de lo social, también en los
mercantiles y los contencioso-administrativo, con el objetivo de equilibrar la distribución de asuntos que por materia les corresponde a cada uno de ellos
según su clase, aun cuando alguno tuviese atribuido, por disposición legal o por acuerdo del Pleno del propio CGPJ, el despacho de asuntos de su
competencia a una circunscripción de ámbito inferior a la provincia ( LOPJ art.167 redacc LO 7/2015 art.único.28 ).
Asimismo, puede suceder que la competencia para conocer del recurso de suplicación contra la resolución dictada por el JS corresponda a una Sala de
lo Social de un TSJ estructurada en varias secciones que puedan decidirlo.

Precisiones

1) Cuando la demanda se dirige de forma genérica al JS y hay varios en la misma sede, funciona un registro único
para que los escritos puedan ser distribuidos conforme a las normas de reparto. Excepcionalmente, deben
presentarse en un juzgado de lo social concreto y determinado las demandas que tienen por objeto:
- la reclamación de reintegro de salarios de tramitación al Estado que deben dirigirse directamente al órgano
jurisdiccional que dictó la sentencia de despido ( LJRS art.10.2.c, 117.1);
- la acción para impugnar la validez de la avenencia alcanzada en el acto de conciliación procesal, que se
interpone ante el juzgado o tribunal que conoció del asunto ( LRJS art.67.1 ); y;
- las acciones de tercería que, como incidentes de una ejecución, deben deducirse ante el órgano judicial del
orden social que esté conociendo del procedimiento de ejecución ( LRJS art.260.1 ).
2) La existencia de normas de reparto para atribuir los asuntos entre las distintas salas o secciones de un
tribunal es un procedimiento usual y perfectamente regular que puede dar lugar a que una concreta sala o sección
conozca con generalidad de un determinado tipo de asuntos, lo que no vulnera el derecho de los justiciables a un
tribunal imparcial predeterminado por la ley ( TS 26-7-11, EDJ 205093 ).
681
Cuadro sobre competencia objetiva, funcional y territorial 
  Ámbito y sede Única instancia Recursos devolutivos e Impugnación de la cosa Cuestiones
instrumental para su juzgada competencia
de

admisión
Juzgados
Social (JS)
de lo Provincial.
Sede: Capital de la
Todas las controversias
atribuidas al orden social
     
provincia. En algunas de la jurisdicción, salvo
provincias existen las expresamente
además juzgados encomendadas a otros
comarcales con sede en órganos y, en particular,
otra ciudad. las seguidas en relación
con determinados litigios
colectivos y ciertos actos
administrativos en
materia social
Tribunales Comunidad Autónoma Litigios colectivos y Queja Suplicación Audiencia al rebelde. Cuestiones de
Superiores de Sede: Capital de la sindicales cuando sus contra las sentencias y competencia que se
Justicia (TSJ Sala de Comunidad Autónoma. efectos se extiendan a un autos de los JS de su susciten entre JS de su
lo Social) Andalucía, Castilla-León y ámbito territorial superior circunscripción, así como circunscripción.
Canarias cuentan con al de la circunscripción de contra las sentencias y
más de una Sala de lo un JS sin rebasar el de la autos y de los Juzgados
Social con jurisdicción Comunidad Autónoma de lo Mercantil de su
limitada a algunas (CA). circunscripción en materia
provincias o islas. - Procesos de despido laboral.
colectivo que extiendan
sus efectos a un ámbito
territorial no superior al de
la CA.
-Impugnación de actos
administrativos
competencia del orden
social dictados por el
Consejo de Gobierno de
la CA u órganos de la
Administración General
del Estado de cierto
rango.
Audiencia Nacional Nacional.
(AN Sala de lo Social) Sede: Madrid.
Litigios colectivos y
sindicales atribuidos en
     
única instancia a los TSJ
cuando sus efectos se
extiendan a un ámbito
territorial superior a una
CCAA.
-Procesos de despido
colectivo que extiendan
sus efectos a un ámbito
territorial superior al de
una CA
-Impugnación de actos
administrativos
competencia del orden
social dictados por
determinados órganos de
la Administración General
del Estado con
independencia de su
ámbito territorial de
afectación
Tribunal Supremo Nacional. Impugnación de actos Queja; Casación, Revisión de sentencias; Cuestiones de
(TS Sala 4ª de lo Sede: Madrid. administrativos ordinaria Casación para Audiencia al rebelde. competencia entre
Social) atribuidos al orden social la unificación de Además conoce de la órganos jurisdiccionales
dictados por el Consejo doctrina. declaración de error del orden social que no
de Ministros judicial tengan otro superior
jerárquico común.

II. Competencia objetiva 
685
La exposición que de las reglas legales sobre competencia objetiva se realiza a continuación se completa con el estudio de:
- el tratamiento procesal de esta manifestación de la competencia (nº 990 y nº 1016 s. ), y;
- las situaciones de conflicto que se generan en torno a la misma (nº 1072 ).

A. Función de la competencia objetiva 
690
Al existir varios órganos competentes para conocer en la instancia de las pretensiones promovidas dentro de la rama social, las reglas de competencia
objetiva permiten determinar a qué clase de órgano jurisdiccional del orden social le corresponde conocer del asunto en primera y única instancia ( 21-
6-10, EDJ 145248 ; 10-6-09, EDJ 151109 ; 20-9-07, EDJ 184460 ; 12-7-06 , EDJ 306447 ).
El problema surge porque de acuerdo al esquema organizativo y competencial del orden jurisdiccional social diseñado por la LOPJ y desarrollado por la
LRJS todos los órganos que conforman la planta del citado orden -Sala de lo Social del TS, Sala de lo Social de la AN, Sala de lo Social de los TSJ, y JS-
asumen funciones de instancia (nº 675 ).
Para la delimitación de la competencia objetiva la LRJS se establecieron, con carácter general, los criterios de la naturaleza de la pretensión ejercitada,
y la afectación territorial del litigio. En los procesos sobre impugnación de actos de las Administraciones Públicas en materia social el criterio de
delimitación de la competencia objetiva es la Administración de la que emanan y en su caso el nivel jerárquico del órgano que lo dictó, conforme a los
cuales la competencia objetiva se distribuye entre el conjunto de órganos que integran la planta del orden social (nº 720 ).

Precisiones

1) Para la atribución de la competencia objetiva se descartan otros criterios distintos de los expresados, como
los siguientes:
- la materia litigiosa: al respecto es de advertir que la misma temática de base puede dar lugar a una pretensión de
carácter individual/plural o a una pretensión colectiva, o dar lugar a una actuación administrativa susceptible de ser
impugnada ante los tribunales laborales, sujetas a diferentes reglas de competencia;
- la cuantía del asunto que sólo sirve para fijar la competencia funcional de las Salas de lo Social de los Tribunales
Superiores de Justicia cuando actúan como órganos de segundo grado;
- las personas que intervienen en el proceso; la LRJS no consagra ningún fuero especial ( TS 26-3-01, EDJ
5774 ; 21-1-02, EDJ 911 ) que niegan la existencia de fueros propios de los cargos sindicales cuando litigan contra
las centrales a las que pertenecen).
- el lugar de celebración del acto de conciliación preprocesal ( TSJ País Vasco 11-3-03, EDJ 39859 ).
2) La atribución de la competencia objetiva para el conocimiento de un determinado litigio a uno u otro órgano del
orden social se proyecta además sobre el sistema de recursos que podrán interponerse contra la resolución que
ponga fin al proceso y sobre la propia competencia funcional de la Sala llamada a resolverlos. En efecto, contra las
sentencias dictadas en instancia por las Salas de lo Social de los TSJ y por la AN procede en todo caso recurso
de casación ordinario ( LRJS art.206.1 ) mientras que frente a las pronunciadas por los JS sólo cabe el de
suplicación en los supuestos legalmente previstos ( LRJS art.191.1 ), y las recaídas en suplicación sólo son
susceptibles de casación para la unificación de doctrina ( TS 6-7-01 , EDJ 69353 ), siempre, en todo caso, que el
órgano que dictó la resolución de instancia fuese competente para conocer de la demanda ante él planteada lo que
implica que la posibilidad de alzarse en casación o suplicación está condicionada a que la sentencia objeto de
recurso se haya dictado dentro del ámbito competencial del JS o de la Sala que la emitió ( TS 17-4-13 , EDJ
55976 ).
3) La infracción de las normas de competencia objetiva puede tener incidencia negativa en orden a la legitimación
para el ejercicio de la acción (nº 742 ).
B. Naturaleza de las normas sobre competencia objetiva 
695
Las reglas sobre competencia objetiva participan del carácter imperativo, vinculante, improrrogable e indisponible de las que rigen la competencia por
razón de la materia.
La determinación del tipo de órgano judicial social competente para enjuiciar una concreta controversia en la instancia constituye materia de derecho
necesario que afecta al orden público del proceso e incide en el ámbito de la Const art.24 , desde el momento en que el quebrantamiento de las normas
sobre competencia objetiva conlleva que, en lugar de por el Juez predeterminado por la Ley, el asunto sea decidido por un Juez o Tribunal al que por
razón del propio objeto del proceso le está vedado su conocimiento.
Por ello, las disposiciones sobre competencia objetiva han de ser necesariamente respetadas por las partes y por los Juzgados y Tribunales so pena de
nulidad ( LOPJ art.238.1º ; CC art.6.3 ; LEC art.54.3 ); órganos jurisdiccionales que según previenen la LRJS art.5 y la LOPJ art.240.2.2º pueden y deben
examinar de oficio la competencia objetiva tanto en la fase de instancia como en el trámite de los recursos extraordinarios de suplicación o de casación,
al no estar vinculadas las Salas llamadas a resolverlos ni por la aceptación del órgano de instancia de su competencia para conocer de la demanda ante
él planteada ni por la advertencia a los litigantes de que contra la sentencia cabe interponer un determinado recurso, debiendo abstenerse de resolver el
fondo del asunto caso de apreciar la falta de competencia objetiva, para lo que puede además examinar libremente la prueba practicada ( TS 25-11-13 ,
EDJ 274006 ; 17-4-13 , EDJ 55976 ; 9-7-12 , EDJ 195816 ; 21-6-10, EDJ 145248 ; 29-5-07, EDJ 68266 ; 15-9-06, EDJ 288924 ; 7-6-05, EDJ 149534 ; 11-
12-00 , EDJ 55065 ).

C. Reglas de distribución de la competencia objetiva 
700
La competencia objetiva de los órganos judiciales sociales se determina mediante la aplicación de cuatro reglas básicas: una de carácter general y tres
especiales que resultan aplicables específicamente a cierta clase de controversias.
La regla general consiste en que de no existir norma expresa que disponga lo contrario, el conocimiento y decisión en la instancia de todos los asuntos
atribuidos al orden social de la jurisdicción, cualquiera que sea la naturaleza de la pretensión, le corresponde en única instancia a los Juzgados de lo
Social (nº 704 ). Como se verá al exponer las reglas especiales, el criterio principal es el de naturaleza de la pretensión, conforme al cual en el caso
de que la ejercitada sea de carácter individual o plural, la competencia objetiva corresponde en todo caso a los JS.
Tres reglas especiales establecidas para determinado tipo de litigios son las siguientes:
1. La primera regla especial se aplica a determinadas controversias colectivas y sindicales, así como a las derivadas de la lesión de derechos
fundamentales de dimensión colectiva, cuando su alcance territorial exceda el de la circunscripción de un JS y no supere el de la CA, o sea
supraautonómico ( LRJS art.7.a y 8.1 ): en tales casos la competencia objetiva recae en la Sala de lo Social del TSJ que corresponda o en la Sala de lo
Social de la AN (nº 708 ). La conjugación de esta regla con la general permite identificar el órgano llamado a dirimir este tipo de litigios que, en razón de
su ámbito territorial de afectación, puede ser un JS, un TSJ, o la AN.
2. La segunda regla especial despliega su virtualidad en tres tipos de procesos derivados de los despidos colectivos y otras medidas de regulación de
empleo adoptadas por las empresas (nº 716 ):
a) Los seguidos a instancia de los representantes de los trabajadores o del empresario, cuyo enjuiciamiento en la instancia se atribuye, en función del
ámbito al que se extiendan los efectos del despido colectivo, a las Salas de lo Social de los TSJ o de la AN ( LRJS art.7.a y 8.1 ).
b) Los promovidos de oficio por la autoridad laboral por mediar dolo, fraude, coacción o abuso de derecho en la conclusión de acuerdos de suspensión,
reducción o extinción de contratos de trabajo (nº 4792 ).
c) Los seguidos en impugnación de resoluciones administrativas recaídas en los procedimientos de despido colectivo por fuerza mayor (nº 3876 ).
En estos dos últimos casos la competencia objetiva se atribuye a la Sala de lo Social de la AN o las Salas de lo Social de los TSJ dependiendo de que el
acuerdo o el acto administrativo impugnado extiendan sus efectos a un ámbito territorial inferior o superior al de una Comunidad Autónoma. Los JS
carecen de competencia objetiva para el conocimiento de estos tres tipos de litigios, sin perjuicio de la que conforme a la regla general ostentan para
resolver las demandas de despido interpuestas por los trabajadores afectados por la extinción colectiva ( LRJS art.124.13 ).
3. La tercera regla especial opera en los procesos de impugnación de actos de las Administraciones Públicas cuyo conocimiento corresponde al
orden social y otorga competencia a los JS, a las Salas de lo Social de la TSJ, de la AN, y del TS en atención al rango jerárquico de órgano del que
emanan (nº 720 ).

Precisiones

Las reglas expuestas no delimitan el fuero territorial de los diferentes órganos de la misma clase, como ocurre
con las que respecto de los JS y de las Salas de lo Social de los TSJ establece la LRJS art.10 y 11 (nº 804 s. ), sino
el ámbito competencial de los distintos órganos que tienen atribuida competencia para conocer de un asunto en la
instancia ( TS 21-6-10, EDJ 145248 ).
701
Del análisis de las reglas descritas en el marginal anterior se extraen algunas conclusiones que pueden resultar de interés:
1. La LRJS fija la competencia objetiva de las Salas de lo Social de los TSJ, la Sala de lo Social de la AN y la de la Sala de lo Social del TS mediante un
sistema de lista cerrada y la de los JS con carácter residual y extensivo.
2. Conforme a este diseño competencia los JS son los órganos fundamentales de acceso a la jurisdicción en el orden social, conociendo de todas las
pretensiones de naturaleza individual y plural y de la mayor parte de las de naturaleza colectiva. Los órganos de primer grado por excelencia en el
proceso social son los JS que son los competentes para decidir la generalidad de las materias atribuidas al orden jurisdiccional social con constadas
excepciones.
3. Las Salas de lo Social de los TSJ tienen competencia para conocer en instancia de determinadas pretensiones de naturaleza colectiva y sindical de
gran relevancia, pero cuya trascendencia cuantitativa es muy reducida en relación a su competencia básica, que es la revisora y en particular la
resolución de los recursos de suplicación entablados contra las resoluciones dictadas por los JS y por los Juzgados de lo Mercantil (en materia social) de
su circunscripción. Dichas Salas son los órganos de segundo grado por antonomasia en el proceso social.
4. La competencia funcional de la Sala de lo Social de la AN se reduce a la decisión de litigios en la instancia, careciendo de competencia funcional para
resolver recursos contra resoluciones dictadas por otros órganos.
5. La competencia objetiva de la Sala de lo Social del TS queda constreñida a un único tipo de asuntos, la impugnación de los actos administrativos del
Consejo de Ministros cuyo control tenga atribuido el orden social; su competencia funcional fundamental y característica es la de unificar la doctrina a
través del recurso de casación para la unificación de doctrina contra las sentencias dictadas en suplicación por las Salas de lo Social de los TSJ, a lo que
se une la resolución de los recursos de casación ordinarios contra las resoluciones dictadas en la instancia por los TJS y la AN.
1. Regla general 
(LOPJ art.93;  LRJS art.6.1)

704
La regla general atributiva de competencia objetiva se puede formular en los siguientes términos: en defecto de disposición legal expresa en
contrario, la competencia para resolver en la instancia todas las controversias atribuidas al orden social de la jurisdicción corresponde a los Juzgados de
lo Social ( TS 19-5-04 , EDJ 55067 ).

Precisiones

1) Lo anterior significa que la competencia objetiva de los JS se determina, fundamentalmente de manera


indirecta, pues conocen de todos los litigios que no hayan sido confiados expresamente a los TSJ, a la AN y al TS.
De ello deriva que en el ámbito de las relaciones individuales de trabajo y en el de la relación de protección de
Seguridad Social, en los que los referidos órganos colegiados están desprovistos de competencia objetiva, los JS
asumen con plenitud esa modalidad de competencia, mientras que en el campo de las relaciones colectivas de
trabajo (excluidos los asuntos atribuidos en exclusiva a los órganos colegiados) ejercen la competencia que no les
ha sido reservada a las Salas.
2) A la cláusula de atribución residual de competencia de la LRJS art.6.1 hay que añadir las asignaciones
expresas de competencia para el conocimiento de cierta clase de asuntos que se realizan a favor de los JS en
varios preceptos de esa misma Ley.
2. Regla especial para determinados litigios colectivos y sindicales y en materia de derechos fundamentales 
(LRJS art.7.a y 8)

708
La LRJS instituye una primera regla especial aplicable a determinadas contiendas de naturaleza colectiva, a ciertos litigios sindicales y a los pleitos
sobre tutela de los derechos fundamentales en su dimensión colectiva, cuando el objeto de la controversia tenga un alcance territorial superior al de la
circunscripción de un JS o de una Comunidad Autónoma, la competencia objetiva se residencia en la Sala de lo Social del TSJ que corresponda o en la
Sala de lo Social de la AN. Los concretos litigios a los que se aplica la regla especial son los siguientes:
a) Conflictos colectivos.
b) Impugnación de convenios colectivos y acuerdos colectivos y de laudos arbitrales en materia social.
c) Tutela de los derechos fundamentales en su dimensión colectiva.
d) Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de Sindicatos y Asociaciones Empresariales, impugnación de sus estatutos y de su
modificación.
e) Régimen jurídico específico de los Sindicatos en lo relativo a su funcionamiento interno y a las relaciones con sus afiliados.

Precisiones

La decisión del legislador de dotar de competencia objetiva al TS, a las AN y a los TSJ respeta los principios
constitucionales consagrados en la Const art.123.1 y 152.1 y reflejados en los distintos Estatutos de Autonomía
sobre organización territorial de la justicia, pero la legalidad de las normas procesales de atribución competencial
( LRJS art.7.a y 8 ) sólo son válidas si se ajusta a lo dispuesto en la LOPJ art.67 y 75 , lo que significa que el
ámbito competencial de los TSJ y de la AN debe determinarse de forma estricta, sin transgredir dichos principios
( TS 26-3-01 , EDJ 5774 ; 16-7-01 , EDJ 35611 ; 2-12-02 , EDJ 67510 ).
710
Distribución de la competencia objetiva en los litigios colectivos: principio de correspondencia 
La competencia objetiva para conocer de los procesos colectivos, sindicales y en materia de derechos fundamentales relacionados en el nº 708 se
halla distribuida entre los JS, las Sala de lo Social del TSJ o de la AN por el ámbito territorial sobre el que se proyectan los efectos de la controversia de
que se trate. Así:
1. Si el Conflicto Colectivo tiene un ámbito de afectación inferior al de la circunscripción de un JS, la competencia recae sobre ese órgano a tenor de la
regla general (nº 704 ).
2. Si rebasa ese ámbito pero no excede del territorio de una CA, la competencia la tiene la Sala de lo Social del TSJ que corresponda de acuerdo a la
citada regla especial (nº 708 ), debiendo distinguirse dos situaciones:
- Comunidades Autónomas uniprovinciales (nº 711 );
- Comunidades Autónomas multiprovinciales (nº 712 ).
3. Si los efectos del conflicto trascienden del territorio de una CA, la competencia la ostenta la Sala de lo Social de la AN tal y como resulta de dicha
regla especial (nº 708 ).
De lo expuesto se deduce que la atribución de competencia objetiva en los procesos mencionados se asienta en el principio de correspondencia que
impone que la circunscripción del órgano llamado a resolver la controversia en la instancia se corresponda con su extensión territorial y en definitiva con el
ámbito de afectación de la sentencia que le ponga término.
711
Comunidades Autónomas uniprovinciales 
En este tipo de CCAA la competencia objetiva para el conocimiento de los litigios reseñados en el nº 708 se distribuye de la siguiente forma:
1. En las CCAA de Cantabria, Navarra y La Rioja, en las que la circunscripción propia de los JS constituidos en sus capitales se extiende a toda la
Comunidad, la competencia objetiva reside de forma exclusiva en los JS ( TSJ Cantabria 15-11-13 , EDJ 264929 ), lo que significa que en este tipo de
asuntos las Salas de los TSJ no pueden asumir funciones de instancia.
2. En las CCAA de Asturias, Baleares, Madrid y Murcia, en las que además de los JS radicados en la capital existen juzgados comarcales con sede en
otras localidades, cada uno de ellos con jurisdicción en determinados partidos judiciales, gozan de competencia objetiva:
a) Los JS si los efectos de la controversia no rebasan el ámbito de la circunscripción de uno de esos órganos.
b) El TSJ si los efectos exceden de la demarcación de un JS pero no superan el ámbito de la CA.
712
Comunidades Autónomas pluriprovinciales 
En esta clase de CCAA se distinguen a su vez dos subgrupos:
1. En las de Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, C. Valenciana, Extremadura, Galicia y País Vasco, dotadas de una única Sala de lo Social, los JS
conocen de las contiendas a examen cuando sus efectos no desbordan el ámbito de su circunscripción, y la Sala respectiva de los que excedan el ámbito
de un JS y no rebasen el de la Comunidad.
2. En las de Andalucía, Canarias y Castilla-León, que cuentan con varias Salas de lo Social, la competencia objetiva se atribuye del mismo modo que
en las que tienen una sola. En el caso de que la competencia no corresponda a un JS sino al TSJ, la atribución del asunto a una de sus Salas en razón de
su circunscripción no afecta a la competencia objetiva, sino:
a) A la competencia territorial en el supuesto de que los efectos litigiosos no superen la circunscripción de una Sala.
b) Al reparto de asuntos si los efectos del litigio alcanzan a las circunscripciones de varias Salas sin exceder del ámbito territorial de la CA, como en un
caso en el que impugnada por un sindicato la cláusula de un convenio colectivo de empresa cuyo ámbito de aplicación se extendía a las circunscripciones
de varias Salas, sin traspasar el territorio de la CA de Andalucía ( TSJ Sevilla 14-5-03, EDJ 273516) . En ese caso se acordó a instancia del demandado y
previa audiencia de las partes, remitir las actuaciones a la Sala de Gobierno del TSJ con sede en Granada para que procediese a designar, conforme a
las normas de reparto por ella establecidas, qué Sala de lo Social, de las tres que lo integran, debía conocer de la controversia, precisando la sentencia
que fue en Granada dónde debió presentarse la demanda. Ahora bien, el hecho de que en tal supuesto el asunto se reparta a una de esas tres Salas no
impide que aquella a la que se dirija no pueda apreciar su falta de competencia objetiva de no concurrir los presupuestos previstos ( TSJ Granada 29-11-
10, EDJ 350245 ).
3. Regla especial en los procesos de despido colectivo 
(LRJS art.7.a, 8, 124 y 148.b)

716
Caen dentro del ámbito de esta regla en primer lugar las demandas de despido colectivo cuyo objeto es la impugnación de la decisión empresarial por
parte de los representantes de los trabajadores ( LRJS art.124.1 ) con el objetivo de que dicha decisión sea revocada por la jurisdicción, así como las
controversias suscitadas por la parte empresarial con la finalidad de que se declare ajustada a derecho su decisión extintiva mediante el ejercicio de la
denominada acción de jactancia ( LRJS art.124.3 ).
La competencia objetiva para conocer de estos procesos corresponde en exclusiva a las Salas de lo Social de los TSJ y a la Sala de lo Social de la AN
viene fijada en atención al ámbito territorial al que extienda sus efectos la medida empresarial de manera que si:
1. No rebasan la frontera de una CA: la competencia se le atribuye a la Sala de lo Social del TSJ que corresponda. En las CCAA con más de una Sala
de lo Social (Andalucía, Canarias y Castilla-León) para determinar la concreta Sala llamada a resolver el litigo habrá que aplicar además las normas de
competencia territorial o de reparto de asuntos.
2. Trascienden del territorio de una CA, la competencia se reserva a la Sala de lo Social de la AN.
El principio al que se sujeta la atribución de competencia en este tipo de procesos es también el de correspondencia en virtud del cual la
circunscripción del órgano colegiado llamado a conocer del asunto en la instancia debe corresponder con el ámbito territorial de la controversia y en
definitiva con el ámbito de afectación de la sentencia que le ponga término.

Precisiones

1) A la hora de delimitar el ámbito territorial en el que surte efectos el despido colectivo hay que estar al
número y ubicación de los centros de trabajo en los que presten servicios los trabajadores afectados por la decisión
extintiva, cualquiera que sea su número ( AN 20-3-13 , EDJ 32881 ), y aunque el proceso negociador se haya
fraccionado y las reuniones del período de consultas se hayan llevado a cabo separadamente con los
representantes del personal de cada centro ( TSJ Asturias 5-7-13, EDJ 138343 ; TSJ Cataluña auto 25-9-12, Proc
20/12 ).
2) Nótese que modalidad procesal de despido colectivo no sólo resulta idónea para canalizar las pretensiones
ejercitadas por los representantes de los trabajadores frente a decisiones adoptadas por el empresario conforme a
las normas estatutarias, sino también las deducidas por tales representantes contra los despidos colectivos
irregulares, esto es, los realizados al margen de dicho procedimiento ( TS 25-11-13, EDJ 255535 ). Así sucede,
por ejemplo, respecto de los despidos acordados prescindiendo del período de consultas, así como contra los
despidos colectivos de hecho, condición de la que participan tanto los despidos tácitos por cierre de la empresa,
como los que se producen mediante decisiones extintivas individuales no obstante sobrepasar los umbrales
numéricos legales. Ello supone que la competencia objetiva de los mencionados órganos colegiados comprende el
enjuiciamiento de ese tipo de controversias.
3) La regla que nos ocupa se aplica exclusivamente a los procesos de impugnación del despido colectivo, sin que
resulte extensible a las acciones promovidas por los trabajadores afectados en impugnación del despido
comunicado individualmente, para cuyo conocimiento no es competente más que el Juzgado de lo Social ( TSJ
País Vasco 25-9-12, EDJ 343648 ; TSJ Cataluña auto 16-5-12, Proc 9/12 ).
717
Existen otros dos tipos de procesos a los que también se aplica esta regla especial, a saber:
- procesos de impugnación de las resoluciones administrativas recaídas en los procedimientos de despido colectivo por fuerza mayor (nº 3876 );
- procesos de oficio promovidos por la autoridad laboral por dolo, fraude, coacción o abuso de derecho en la conclusión de acuerdos logrados en
expedientes colectivos de reducción de jornada o suspensión o extinción de contratos de trabajo (nº 4792 ).

Precisiones

En relación a estos últimos llama la atención que:


1) Un TSJ conociese del recurso de suplicación interpuesto contra la sentencia dictada por un JS de Logroño en el
procedimiento de oficio instado por la Dirección General de Trabajo y Salud Laboral del Gobierno de La Rioja por
apreciar fraude de ley en el acuerdo de suspensión de contratos suscrito el 9-11-12 en el seno de un ERE,
puesto que la competencia para conocer del asunto en la instancia le correspondía precisamente a la Sala de lo
Social de ese TSJ ( TSJ La Rioja 8-5-14, EDJ 92228 ). Igual consideración cabe hacer respecto de la TSJ
Cantabria 14-2-14, EDJ 36698 .
2) De tal competencia objetiva sí hizo uso otro TSJ conociendo de la demanda de oficio formulada por la Oficina
Territorial de Trabajo de la Junta de Castilla y León de Soria para que se declarase celebrado en fraude de ley el
acuerdo alcanzado por una empresa con un único centro de trabajo en Soria y sus trabajadores en fecha 19-9-13
en un ERE de carácter suspensivo ( TSJ Burgos 4-12-13, EDJ 249455 ).
4. Regla especial en los procesos sobre impugnación de actos administrativos 
(LRJS art.6.2, 7.b, 8.2 y 9.a)

720
Atendiendo a la Administración de la que proceden y en su caso al nivel jerárquico del órgano que dictó el acto objeto de impugnación, así como del
que haya conocido, en vía de recurso, de la impugnación del acto originario, y de la confirmación o no de dicho acto en vía administrativa, la LRJS
instaura el siguiente régimen de distribución de competencias para conocer de demandas que se interponen frente a las actuaciones de las
Administraciones Públicas cuyo control está atribuido a los órganos jurisdiccionales del orden social.
1. Corresponde a los JS conocer en instancia de la impugnación de los siguientes actos administrativos en materia social:
a) En todo caso, de los dictados por las Administraciones de las entidades locales.
b) De los que dimanen de las Administraciones de las CCAA, salvo cuando provengan del respectivo Consejo de Gobierno.
c) De los dictados por los órganos de la Administración General del Estado y por los organismos públicos vinculados o dependientes de ella siempre que
su nivel jerárquico sea inferior al de Ministro o Secretario de Estado.
d) De los procedentes de cualquier otro organismo o entidad de derecho público con competencia en las materias encomendadas al orden social.
2. Las Salas de lo Social de los TSJ conocen en instancia de las acciones que se deduzcan en relación con los actos dictados por los siguientes
órganos:
a) El Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma;
b) Los órganos de la Administración General del Estado con nivel orgánico de Ministro o Secretario de Estado, siempre y cuando se trate de actos
confirmatorios, en vía de recurso o en procedimiento de fiscalización o tutela, de los que hubieran dictado otros órganos o entes con competencia en todo
el territorio nacional; en este caso se entiende que el sentido de lo decidido ha de ser atribuido al órgano del que emanó la resolución administrativa
originariamente dictada.
3. La Sala de lo Social de la AN conoce en instancia, con independencia de su ámbito territorial de afectación, de los procesos de impugnación de los
actos de los órganos de la Administración General del Estado y de los organismos públicos vinculados o dependientes de ella cuyo nivel orgánico sea de
Ministro o Secretario de Estado bien con carácter originario o bien cuando rectifiquen por vía de recurso o en procedimiento de fiscalización o tutela los
dictados por órganos o entes distintos con competencia en todo el territorio nacional.
4. La Sala de lo Social del TS conoce en instancia de los procesos de impugnación de los actos del Consejo de Ministros.

Precisiones

1) Tratándose de una Resolución del Director General de Trabajo confirmada por la Ministra de Empleo, vía
silencio administrativo negativo, este último acto es el que pone fin a la vía administrativa y es susceptible
impugnación, lo que encuentra encaje en el supuesto de hecho contemplado en la LRJS art.7.b , ya que para que
operara la LRJS art.8 habría hecho falta que la citada Ministra dictara resolución rectificando la emitida por el
Director General de Trabajo, por lo que la competencia objetiva le corresponde a la Sala de lo Social del TS y no a
la AN ( AN 13-7-12, EDJ 155079 ).
2) Conociendo de la impugnación de la sanción impuesta a una empresa se sostiene que si bien la resolución
definitiva fue dictada por la Subsecretaria de Empleo y Seguridad Social lo hizo en virtud de Delegación de la
Ministra de la titular del Ministerio, por lo que es a esta Autoridad a la que cabe atribuir el acto en virtud de lo
dispuesto en la LRJAP art.13.4 por lo que la competencia objetiva corresponde a la Sala de lo Social del TSJ ( TSJ
C.Valenciana 19-11-13, EDJ 313985 ).
3) Si el acto no procede en primera instancia del Consejo de Gobierno de la CA, la competencia para conocer
su impugnación la ostentan los JS, al margen de que por el citado órgano se haya podido confirmar, en vía de
recurso, el dictado por otro de rango inferior ( TSJ Madrid, auto 31-10-12, Proc. 49/12 ).
4) El procedimiento a seguir se regula en la LRJS art.151 y 152 , cuyas previsiones deben completarse con las de
la LRJS art.209.2 en relación al TS.
5) Se considera que esta regla especial sólo entra en juego respecto de los actos administrativos propiamente
dichos, y no respecto de las actuaciones de la Administración en su condición de empresario como la convocatoria
de promoción interna efectuada por el Director de Recursos Humanos de la Agencia Estatal para la Administración
Tributaria, que no es impugnable por la vía de la LRJS art.151 sino a través del procedimiento de despido colectivo
( AN 23-5-14, EDJ 80031 ).
D. Reparto de la competencia objetiva 
725
De resultas de la aplicación conjunta de la regla general (nº 704 ) y de las tres reglas especiales (nº 708 , nº 716 y nº 720 ) la competencia objetiva se
distribuye entre los distintos órganos que componen el orden social de la jurisdicción de la siguiente forma:
1. Competencias exclusivas de los JS (nº 728 ).
2. Competencias compartidas por los JS, los TSJ y la AN (nº 740 ).
3. Competencias compartidas por los TSJ y la AN (nº 716 ).
4. Competencias compartidas por los JS, los TSJ, la AN y el TS (nº 720 ).
1. Competencias exclusivas de los Juzgados de lo Social 

728
De conformidad con la regla general (nº 704 ) los Juzgados de lo Social ostentan competencia objetiva plena, exclusiva y excluyente, para conocer de los
siguientes litigios:
1. De naturaleza individual y plural (nº 730 ).
2. En materia electoral (nº 736 ).
3. Ciertos procedimientos de oficio (nº 738 ).
730
Litigios individuales y plurales 
La competencia para el enjuiciamiento en la instancia de las controversias individuales que se susciten en la rama social del Derecho se residencia en los
JS con independencia de las siguientes circunstancias:
a) De la materia sobre la que versen (trabajo, Seguridad Social, etc.).
b) Del procedimiento por el que se sustancien, esto es, tanto si se tramitan por el proceso ordinario como si se encauzan a través de las modalidades
procesales especiales.
c) Del número de trabajadores que ejerciten conjuntamente la acción plural y el carácter general de la medida impugnada ( TS auto 20-6-13, Cuestión
de competencia 6/13; TSJ Sevilla 10-1-13 , EDJ 25732 ).
d) De la posibilidad de que la cuestión de fondo sea susceptible de ser planteada, por los sujetos legitimados para ello, por medio de un conflicto
colectivo, si el trabajador o trabajadores demandantes reducen el objeto de proceso al reconocimiento de una situación concreta e individualizada y de
efectos limitados ( TSJ Asturias 19-10-12, EDJ 249261 ). Así, en un litigio sobre modificación sustancial de condiciones de trabajo seguido a instancia
de un trabajador afectado disconforme con la disposición general que la provoca, la competencia objetiva le corresponde al JS, independientemente de
que el tema pueda ser objeto de conflicto colectivo, al no tratarse de un pleito de naturaleza colectiva, sino individual ( TSJ Galicia 13-3-12, EDJ 43007 ).

Precisiones

No se atiene al criterio mencionado en el apartado d) la TSJ Cataluña 23-4-12, EDJ 147680 . Sentencia dictada
en instancia que atribuye a la AN la competencia para conocer de la demanda interpuesta por 4 trabajadores de
Correos para que se declare nula la nota del Director de Recursos Humanos sobre el proceso de solicitud de
puestos de trabajo de carácter fijo para la provincia de Barcelona, al tratarse de un acto de carácter general que
afecta a toda la plantilla a pesar de que la lista que se impugna sea solo la de Barcelona, sin que una decisión
unitaria sea susceptible de ser cuestionada únicamente en cuanto a sus efectos parciales.
En sentido contrario a lo expuesto en el punto d) y con criterio discutible se atribuye a la AN la competencia para
conocer de la demanda formulada por una trabajadora de un Organismo Público para que se declarasen nulos los
topes impuestos en los apartados de méritos profesionales y antigüedad de las bases de la convocatoria de un
concurso de traslados para la provisión de puestos de trabajo de personal laboral bajo el argumento de que la
cuestión planteada afecta intereses generales de un grupo genérico de trabajadores y versa sobre la aplicación e
interpretación de una norma general ( TSJ Granada 8-5-14, EDJ 123812 ).
732
Acciones individuales de tutela de los derechos fundamentales 
La competencia objetiva para conocer de la demandas de tutela de los derechos fundamentales, en su vertiente individual, interpuestas por los
trabajadores afectados por la conducta lesiva la tienen en exclusiva los juzgados de lo social.
Estos litigios carecen de dimensión colectiva, pues lo que en ellos se recaba es la tutela de derechos puramente personales ( TS 26-3-01, EDJ 5774 ),
los efectos del acto lesivo no van más allá de los que haya podido ocasionar en tales derechos a quienes los promueven -sin que puedan extenderse a un
ámbito superior al de la circunscripción de un JS- y la estimación de la pretensión ejercitada solo revierte en el haber jurídico individual del actor, no
subyaciendo en ellos un interés colectivo, aunque uno o mas sindicatos intervengan en el proceso como coadyuvantes.
A favor de la atribución de la competencia a los JS se han pronunciado los tribunales laborales en relación a demandas presentadas por diferentes
grupos de trabajadores para la protección de los siguientes derechos fundamentales:
1. Derecho a la intimidad personal y familiar, suscrita por varios controladores ocupados en diferentes aeropuertos, pretensión en la que no se apreció
interés colectivo alguno, máxime cuando el ámbito de desenvolvimiento y tutela del derecho fundamental alegado es por esencia individual ( TS 27-12-
06 , EDJ 358985 ).
2. Derecho de libertad sindical con motivo o como consecuencia de la participación en una huelga, con independencia de la dimensión que tuviesen los
paros convocados o del hecho de que en el proceso interviniesen como coadyuvantes uno o más sindicatos, circunstancias que no determinan que la
acción adquiera carácter colectivo ( TS 15-9-06 , EDJ 65493 ; TSJ Las Palmas 20-3-02 , EDJ 45241 ).
3. Derecho a la no discriminación por estado civil en relación al plan de pensiones instaurado en el CCol de empresa, al margen de que su ámbito de
aplicación se extendiese a varias CCAA ( TS 30-12-94 , EDJ 24166 ) y de que parte de las consecuencias económicas de la reparación del acto se
proyectasen a otras CCAA en función de que los trabajadores codemandados prestasen en ellas sus servicios ( TSJ Madrid 5-11-01 , EDJ 70607 ).
4. Derecho a la igualdad en el acceso a la función pública sin que la circunstancia de que por los actores se alegue la nulidad de una norma contenida
en un convenio colectivo de ámbito autonómico determine que la acción ejercitada adquiera carácter colectivo ( TSJ Galicia Auto 21-6-08, EDJ 205879 y
TSJ Galicia Auto 14-7-08, EDJ 156578 ).
5. Derecho a la igualdad en conjunción con el derecho a la tutela judicial efectiva en relación a la exclusión de los demandantes de las bolsas de
empleo convocadas por un Organismo público aunque los afectados, representados por el Sindicato al que pertenecen, hubiesen prestado servicios en
diferentes CCAA, pues los efectos de su pretensión no traspasan el plano individual ( TSJ Madrid 13-6-07, EDJ 132596 ). La misma pauta se aplica a
demandas presentadas por trabajadores a título individual, como la interpuesta por un representante de los trabajadores en tutela del derecho de
libertad sindical lesionado por actuaciones impeditivas de su labor, lo que implica que es él el titular del derecho reclamado invocándolo para la
protección de su interés sin perjuicio de que se pueda ver afectado de forma natural el ámbito de intereses del sindicato, siendo irrelevante que
desempeñe un cargo de representación sindical que trascienda al ámbito de la circunscripción del JS pues tal circunstancia no transforma el conflicto en
colectivo ( TSJ Madrid 3-5-12, EDJ 209252 ); o la formulada para la protección de ese mismo derecho por una delegada sindical a raíz de la difusión por
su empleador de un vídeo que registraba hechos reivindicativos acontecidos en el lugar de trabajo ( TSJ Madrid auto 24-2-09, EDJ 96633 ).

Precisiones

No se aprecian razones bastantes para modificar el expresado criterio como consecuencia de la entrada en vigor
de la LRJS, pues si bien la redacción de la LRJS art.2.f ), al que remite la LRJS art.7.a y 8.1 , es más amplia que la
de la derogada LPL art.2 k), en dichos preceptos se mantiene la exigencia relativa a la extensión de los efectos del
proceso.
734
Contiendas intra­sindicales de carácter individual 
La competencia exclusiva de los JS se extiende a los litigios derivados del funcionamiento interno de los sindicatos y de las relaciones de éstos con sus
afiliados cuando los efectos directamente derivados del proceso no rebasen el ámbito individual de quienes lo promueven, sea cual fuere el cargo que
puedan ostentar en el sindicato, el territorio que abarque el órgano cuya decisión se discuta, y las consecuencias territoriales indirectas de la misma. Así
lo han declarado los tribunales en los siguientes litigios:
1. Impugnación de acuerdos sindicales con un alcance puramente individual, como sucede si se recurre el acuerdo de convocatoria de un congreso con
fundamento no en el perjuicio que pudiera resultar para el sindicato o para el resto de los afiliados sino el sufrido personalmente por el actor, lo que
significa que se trata de un proceso particular entre él y el sindicato cuyos efectos no trascienden la esfera individual ( TS 7-6-05 , EDJ 188368 ). Esta
misma sentencia aclara que la solución sería distinta si el acuerdo cuestionado implicara un cambio en el organigrama sindical o alcanzara a todo el
sistema estatutario por el que se rige, pues en tal caso los «efectos» de la sentencia afectarían a todo el sindicato y por lo tanto al territorio a cuya
extensión alcanza su organización de conformidad con sus estatutos. En línea con esa advertencia se atribuye naturaleza colectiva y se aplica la regla
especial del ámbito geográfico al que pueda afectar la resolución judicial a la impugnación de la convocatoria de una asamblea del sindicato y de la
asamblea misma formulada por un afiliado; matizándose que cuestión distinta es que el demandante esté o no legitimado activamente para ello ( TS 4-10-
99 , EDJ 33800 ; en sentido contrario TSJ Cataluña 11-7-03 , EDJ 225735 ). A la misma solución en relación al carácter colectivo del litigio y a la
operatividad de la regla especial se llega en un supuesto en el que un afiliado, que había ocupado un cargo directivo en el sindicato y que posteriormente
encabezó una candidatura interpuso una demanda de tutela de la libertad sindical en la que solicitaba la anulación de todas las actuaciones relativas al
congreso nacional, en especial en lo referido al proceso electoral y a las ponencias ( TS 26-10-09, EDJ 265828 , argumentando que los efectos de la
posible sentencia estimatoria habrían necesariamente de afectar a toda la estructura del sindicato y, con él, a todos los trabajadores por él representados,
que radican en todo el territorio nacional).
2. Impugnación de sanciones disciplinarias impuestas por sindicatos a sus afiliados, aunque ocupen puestos en la comisión ejecutiva de ámbito
nacional ( TS 26-3-01 , EDJ 5774 u ostenten la condición de representantes unitarios o sindicales ( TS 19-5-04 , EDJ 55067 ). Estas sentencias corrigen
la doctrina jurisprudencial precedente, aclarando que -en orden a la asignación de competencia- se debe atender a los efectos de la decisión que se
impugna, sin que pueda tomarse en consideración la eventual cadena de efectos indirectos o secundarios que pueden derivarse. Ese mismo criterio se
aplica en un caso en que el sancionado es el secretario general de la comisión permanente Estatal de la sección sindical de empresa ( AN 10-12-13, EDJ
241778 ).
3. Impugnación del cese de los cargos directivos sindicales en su condición de tales ( TS 21-1-02 , EDJ 911 ).
736
Procesos en materia electoral 
La competencia para conocer de los procesos en materia electoral corresponde en exclusiva a los JS, cualquiera que sea la extensión del ámbito electoral
donde haya surgido la controversia, al no aparecer mencionado este tipo de litigios en la LOPJ art.67 y 75.1º ni en la LRJS art.7.a y 8 ; TS 10-11-97 , EDJ
9892 ).

Precisiones

1) Si la pretensión no guarda relación con el objeto específico de los procesos electorales sino con la interpretación
de determinados preceptos en relación con el desarrollo de un concreto proceso electoral utilizando para ello el
cauce del proceso de conflicto colectivo, la competencia objetiva se determina con arreglo a los criterios fijados
para esa modalidad procesal ( AN 20-7-95, Rec 113/95 ; 7-4-99 , EDJ 77512 ).
2) Si lo que denuncia el Sindicato demandante es la vulneración del derecho a la libertad sindical por la decisión
empresarial de suspender el proceso electoral, se aplican las reglas de competencia objetiva previstas para la
modalidad procesal de tutela de los derechos fundamentales ( TSJ Sevilla 28-6-02 , EDJ 63529 ).
3) Por analogía, y con criterio discutible, se consideró competencia exclusiva de los Juzgados de lo Social la
impugnación del nombramiento de los representantes de los beneficiarios en la Comisión de Control del Plan de
Pensiones de la Empresa ( AN 22-10-02, EDJ 69087 , revocada por TS 5-12-03 , EDJ 25594 , que declaró la
inadecuación del proceso de conflicto colectivo).
738
Ciertos procedimientos de oficio 
(LRJS art.6.1, 148. a, c y d, 149 y 150)
Corresponde a los JS la competencia objetiva para conocer de los siguientes procesos de oficio iniciados como consecuencia de ( LRJS art.148.a, c y d ):
1. De las certificaciones de las resoluciones firmes que dicte la autoridad laboral derivadas de las actas de infracción de la ITSS en las que se aprecien
perjuicios económicos para los trabajadores afectados.
2. De las actas de infracción o comunicaciones de la ITSS acerca de la constatación de una discriminación por razón de sexo, origen racial o étnico,
religión y convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual u otros legalmente previstos. y en las que se recojan las bases de los perjuicios
estimados para el trabajador, a los efectos de la determinación de la indemnización correspondiente.
3. De las comunicaciones de la autoridad laboral cuando cualquier acta de infracción o de liquidación levantada por la ITSS, relativa a las materias de SS
(actos de encuadramiento), excluidas del conocimiento del orden social en la LRJS art.3.f ), haya sido impugnada por el sujeto responsable con base en
alegaciones y pruebas que, a juicio de la autoridad laboral, puedan desvirtuar la naturaleza laboral de la relación jurídica objeto de la actuación inspectora.
La atribución de competencia a los JS resulta de la aplicación de la regla general de la LRJS art.6.1 al no aparecer mencionada esta clase de
controversias en la LRJS art.7.a y 8 . No obstante parece mantenerse otra tesis cuando se fundamenta la competencia de los JS considerándose que del
acta de la inspección de trabajo no se deduce que sea extensiva al resto de los centros de la provincia de Barcelona, es decir a los centros de las
localidades de Mataró y Sabadell, respectivamente, por lo que no afecta a intereses de los trabajadores y empresarios en ámbito superior al de un JS y no
superior al de la CA ( TSJ Cataluña 23-5-13, EDJ 108764 ).
2. Competencias compartidas entre JS, TSJ y AN 
(LOPJ art.67, 75 y 93;  LRJS art.6.1, 7.a y 8)

740
La competencia para dirimir en instancia única las controversias de carácter colectivo, sindical y sobre tutela de derechos fundamentales, señaladas en el
nº 708 , se halla distribuida entre los JS, los TSJ y la AN en función de « la extensión de sus efectos» a uno u otro ámbito territorial, lo que teniendo en
cuenta el objeto propio de cada uno de los referidos litigios permite establecer los siguientes criterios de atribución de la competencia objetiva:
a) Conflictos colectivos: alcance territorial de sus efectos (nº 742 ).
b) Impugnación de convenios colectivos: ámbito territorial de aplicación del convenio (nº 756 ).
c) Acciones de tutela de los derechos fundamentales en su dimensión colectiva: espacio geográfico en el que produce consecuencias la conducta
lesiva (nº 758 ).
d) Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de los sindicatos y asociaciones empresariales, impugnación de sus estatutos y de su
modificación: ámbito territorial de actuación del sindicato o asociación empresarial establecido en sus Estatutos (nº 765 ).
e) Régimen jurídico específico de los Sindicatos en lo relativo a su funcionamiento interno y a las relaciones con sus afiliados: ámbito territorial en el
que produzca sus efectos el acto que da lugar al proceso (nº 767 ).

Precisiones

La utilización de criterios de territorialidad en orden a la atribución de la competencia objetiva para conocer de


este tipo de pleitos no debe hacer olvidar que se trata de reglas de competencia objetiva y no de competencia
territorial ( TS 11-12-00 , EDJ 55065 ).
a. Conflictos colectivos 
(LOPJ art.67.2º, 75.1º y 93;  LRJS art.6.1, 7.a y 8.1)

742
El criterio que preside la determinación del órgano competente para el conocimiento en instancia y fallo de este tipo de contiendas, es el del alcance
territorial de los efectos del conflicto planteado ( TS 2-7-12, EDJ 149800 ; 17-1-12, EDJ 15961 ; 24-9-09, EDJ 234799 ; 6-2-09, EDJ 16978 ; 20-9-07, EDJ
184460 ; 12-7-06 , EDJ 306447 ; 25-10-04, EDJ 160155 ). De acuerdo a esta regla es competente el JS o la Sala de lo Social del TSJ dentro de cuyo
ámbito territorial se van a extender los efectos del conflicto planteado, ámbito en el que obviamente se van a producir los efectos de la sentencia que se
dicte.
El ámbito territorial del conflicto es, por tanto, el elemento decisivo para establecer la competencia de los órganos llamados a dirimirlo en la instancia, lo
que obliga a delimitar cuál es el marco espacial de la controversia para identificar el tipo de órgano competente para solventarla, resultando irrelevante a
tal fin el ámbito geográfico donde la empresa afectada desarrolle su actividad, pues no es esta la circunstancia determinante de la competencia objetiva
( TS 24-9-09, EDJ 234799 ).
La extensión territorial del conflicto es un dato objetivo e indisponible por los litigantes que viene marcado por la ubicación de los centros de trabajo que
ocupan a los trabajadores concernidos por la controversia ( TS 17-7-00 , EDJ 21425 ), por muy reducidas que puedan ser, desde un punto de vista
cuantitativo, las consecuencias que pueda tener para los trabajadores de alguno de esos centros ( TS 1-4-04, EDJ 31853 ).
Significa lo anterior que el ámbito del conflicto viene dado por el número de empresas o centros de trabajo afectados por la pretensión que en él se
ejercita y por el lugar o lugares donde se encuentran.

Precisiones

1) El ámbito de afectación del conflicto sirve también para determinar la legitimación para promoverlo (nº 4888 s ).
De ahí que una interpretación equivocada acerca del verdadero alcance territorial del conflicto, elevándolo
injustificadamente en términos que supongan la negación de la legitimación para suscitarlo, implica un menoscabo
del derecho a la tutela judicial al despojar al demandante de su derecho a defender judicialmente, por esta vía, sus
propios derechos o intereses o los de sus representados. Así se declaró en un supuesto en que la Sala de lo Social
de un TSJ entendió erróneamente que el ámbito del conflicto no coincidía con el ámbito de representación del
comité de empresa que lo inició, remitiéndole a la AN, ante la que el citado órgano unitario no podía interponerlo,
por carecer de la legitimación exigida ( TS 12-7-06, EDJ 306447 ).
2) Nótese que, de acuerdo a lo dispuesto en la LRJS art.7.a) y art.2.f ) al que reenvía, la regla especial de
competencia objetiva que se contempla (nº 708 ) despliega su virtualidad en todos los procesos de conflicto
colectivo, sin salvedad alguna, lo que implica resulte asimismo aplicable en los llamados conflictos inter-
sindicales en los que los órganos sindicales, los órganos unitarios de representación, o las asociaciones
empresariales no defienden propiamente un interés de un grupo de trabajadores o empresarios, sino que actúan en
defensa de los intereses que les son propios en su condición de sujetos del tráfico jurídico ( TS 15-2-95 , EDJ 475 )
(nº 4838 ). Sobre la determinación de la competencia en ese tipo de conflictos ver epígrafe nº 750 .
3) La falta de competencia objetiva para conocer determinadas peticiones formuladas en la demanda de
conflicto no impide examinar las restantes si se refieren a hechos perfectamente distinguibles de los otros y dan
lugar a pretensiones diferenciadas en el suplico ( AN 30-6-14, EDJ 108890 ; 3-2-12, EDJ 14367 ).
743
Distribución de la competencia objetiva 
Con arreglo al criterio expuesto en el marginal anterior, la competencia objetiva recae sobre uno de estos órganos:
1. Los JS cuando el ámbito de afectación de la controversia no excede de su circunscripción territorial, como sucede en los siguientes supuestos:
a) Si el conflicto incide únicamente en los pilotos de una compañía aérea que tienen su base en Madrid y que por ello utilizan el parking de la T-4 en
Barajas para estacionar el vehículo que utilizan para acceder al aeropuerto ( TS 6-2-09, EDJ 16978 );
b) A los trabajadores del único centro de trabajo de la empresa u ocupados en una de las secciones que lo componen ( TSJ Sevilla 10-11-11, EDJ
302521 y TSJ Asturias 20-12-10, EDJ 317929 ).
c) No puede llegarse a solución distinta por el hecho de que:
- la empresa sea propietaria de varios inmuebles en otra circunscripción en los que desarrollan su actividad empleados de otras empresas no
demandadas aunque pertenecientes al mismo Grupo empresarial y sujetos a igual convenio colectivo ( TS 21-10-08, EDJ 203685 ).
- tampoco porque parte del personal afectado, perteneciente al único centro de trabajo de la empresa Metro de Madrid sito en la capital, representado por
un comité común, preste servicios en líneas que se extienden a localidades que están dentro de la circunscripción del JS de Móstoles ( TSJ Madrid 20-2-
12, EDJ 18480 );
- a la misma conclusión llegó dicha Sala enjuiciando un conflicto colectivo afectante a los vigilantes de una empresa de seguridad que desempeñan sus
funciones en las diferentes estaciones del Metro de Madrid, advirtiendo que tal circunstancia no desvirtúa la realidad de que el servicio se presta a una
empresa con sede en la capital de España ( TSJ Madrid 23-1-12, EDJ 33820 ).
2. Las Salas de lo Social de los TSJ cuando el conflicto alcanza a centros de trabajos ubicados en diferentes circunscripciones territoriales de una
provincia o de una CA ( TSJ Galicia 24-9-13 , EDJ 192384 ( TSJ País Vasco 9-12-10, EDJ 355812 ), o en la demarcación de una de las Salas de lo Social
constituidas en un TSJ ( TSJ Granada 16-1-14, EDJ 42121 ), aunque se encuentren en la misma provincia ( TS 14-7-97 , EDJ 5403 ).
3. La Sala de lo Social de la AN cuando el conflicto afecta a empresas o centros de trabajo situados en dos o más CCAA ( TS 3-2-03 , EDJ 4370 ; AN 13-
6-11, EDJ 114467 ). En un caso particular se entendió que el conflicto afectaba a varias CCAA dado que el personal fijo de uno de los centros de trabajo
se desplazaba cíclicamente y de forma ininterrumpida al situado en otra CA ( TS 11-7-95 , EDJ 4630 ). A igual conclusión se llega en un supuesto en el
que aunque las empresas demandadas comparten un único centro de trabajo, ubicado en Madrid, donde están adscritos administrativamente todos sus
trabajadores, la mayor parte de ellos desempeñan su labor en todas las provincias de España sin desplazarse desde Madrid ( AN 9-4-14, EDJ 55174 ).
Se considera que la carga de la prueba de la existencia de centros de trabajo en más de una CA cuando ese hecho sea negado de adverso corresponde
a la parte actora, sin que se pueda presumir su existencia, máxime si el convenio colectivo aplicable se publicó en el Boletín Oficial de una Comunidad
( AN 12-5-00, EDJ 52130 )
744
El centro de trabajo como factor determinante de la competencia 
En general a la hora de determinar la competencia objetiva los tribunales laborales parten del número de centros de trabajos afectados constituidos
como tales en los términos del ET art.1.5 . Así, bajo esa concepción, se ha mantenido que si los dos únicos centros de trabajo de la empresa se
encuentran en Sevilla y en Huelva la competencia objetiva corresponde a la Sala de lo Social del TSJ Andalucía con sede en Sevilla, aunque la mercantil
demandada cuente con delegaciones en las restantes provincias de la CA de Andalucía así como en Extremadura sin organización ni infraestructura
propia en cada una de las cuales prestan servicios uno o dos trabajadores adscritos al centro de Sevilla, pues en otro caso la competencia para el
conocimiento de todos los conflictos colectivos de empresas que contaran con una red de comerciales para la venta de sus productos en todo el territorio
nacional recaería en la AN ( TSJ Sevilla 14-4-11, EDJ 101015 ). No obstante, existe una interpretación distinta argumentando que a efectos de
determinación de la competencia lo decisivo es el ámbito territorial de efectos del conflicto colectivo, y, sin desconocer que, en muchas ocasiones, la sede
de los centros de trabajo puede servir como criterio de utilidad práctica para delimitarlo, lo decisivo es el citado ámbito territorial y no la sede de los
centros de trabajo -que, en ciertos casos no tiene por qué necesariamente coincidir- por lo que si la empresa demandada, dedicada a la prestación de
servicios de telecomunicaciones en la comunidad de Galicia, tiene su único de centro de trabajo en Santiago de Compostela pero en los centros
reemisores de Lugo, Ourense y Pontevedra prestan servicios varios trabajadores con carácter estable el conflicto produce efectos fuera de la
circunscripción de los JS de Santiago por lo que la competencia le corresponde a la Sala de lo Social del TSJ de Galicia ( TSJ Galicia 30-3-12, EDJ 65006
).

Precisiones

En un caso particular se considera que el ámbito de afectación del conflicto, limitado a los trabajadores
contratados a través de una ETT para prestar servicios en el departamento de deportes de una empresa de
producción y distribución de televisión, no resulta alterado por el hecho de que sean desplazados ocasionalmente
para llevar a cabo las tareas propias de su actividad desde su centro de trabajo de Madrid, sin que existan centros
de trabajo itinerantes ( AN 4-2-13, EDJ 19536 ).
745
Delimitación del ámbito de afectación del conflicto 
La delimitación del ámbito de afectación de un concreto conflicto colectivo, es decir, de las empresas o centros de trabajo afectados por la controversia y,
derivadamente, del órgano competente para resolverla en la instancia reviste cierta complejidad.
La solución viene dada por la aplicación de un principio de realidad y por el carácter no dispositivo de la materia al afectar a la competencia objetiva de
modo que, en principio, el ámbito de afectación del conflicto está en función de su objeto, que queda determinado por la pretensión ejercitada en la
demanda, en aplicación del principio dispositivo que impera en el proceso laboral ( TS 20-6-01 , EDJ 16122 ), de forma que «prima facie» su ámbito será
el fijado en el suplico del escrito rector del proceso.
Ahora bien, ello no significa que su fijación quede al libre arbitrio del demandante para que éste configure el objeto del proceso a medida de su interés
o de su legitimación, pues cada controversia tiene por su alcance una proyección necesaria que no puede ser desconocida ( TS 21-6-10, EDJ 145248 ), y
el principio dispositivo no puede prevalecer sobre normas de orden público procesal que son indisponibles para los litigantes, los cuales no están
habilitados para ampliar o reducir artificialmente el alcance real del conflicto, alterando de ese modo la competencia objetiva, máxime si se tiene en
cuenta el carácter de la sentencia que pone fin a este tipo de procesos ( TS 9-3-07, EDJ 25441 ). (nº 4972 s. ), de manera que, a la hora de verificar su
competencia objetiva, los tribunales no están vinculados por la configuración interesada que pueda hacer el actor debiendo atender al ámbito real y
efectivo del conflicto.
De todo lo expuesto se extrae una doble consecuencia en orden a la delimitación del ámbito de afectación del conflicto:
1. No es el potencial, esto es, el subjetiva y objetivamente posible, sino el ámbito de la concreta y real controversia planteada en cada caso (nº 746 ).
2. No es el diseñado artificiosamente por la parte actora sino el efectivo (nº 752 ).
746
Dimensión real del conflicto 
La delimitación precisa del alcance objetivo y subjetivo del conflicto se ha de realizar en función de los términos reales de afectación territorial del
problema planteado en la demanda, sin que quepa extenderlos en atención a una potencial afectación distinta de la señalada, o en base a meras
conjeturas o hipótesis de futuro, o dicho en otros términos el ámbito no puede establecerse en términos de probabilidad, creando por elevación un ámbito
virtual, debiendo corresponder con los límites reales e inherentes a la cuestión debatida. Así, si el conflicto versa sobre las consecuencias derivadas del
cambio de horario de trabajo de los operarios de una Central Nuclear por motivo de la parada de recarga su ámbito real es el de ese centro de trabajo, al
que se contraen los efectos del proceso, aun cuando durante esos días acudieran a la central algunos trabajadores de la sede administrativa de la
empresa sita en otra provincia, pues eso no significa en absoluto que el ámbito real del conflicto se extienda más allá de su sede real ( TS 24-1-12, EDJ
15950 ).
Los tribunales deben rechazar el intento, cualquiera que sea la parte que lo protagonice (aunque lo normal es que sea la demandada), de extender el
ámbito efectivo del conflicto en atención a su repercusión potencial o virtual. Por ello, si la parte actora señala que el foco litigioso se reduce a unas
concretas empresas o centros de trabajo y la demandada considera que la afectación real de la controversia no se adecua a la indicada por la
contraparte, debe desarrollar la imprescindible actuación procesal, ofreciendo cuantos datos sean precisos y la prueba de los mismos, sin que se
suficiente la simple alegación ( TS 6-6-01, EDJ 69353 ; TSJ Valladolid 11-2-09, EDJ 48918 ).
Atendiendo al objeto del conflicto colectivo, el criterio jurisprudencial que acabamos de exponer se aplica de la siguiente forma:
a) Conflictos sobre decisiones o prácticas de empresa (nº 747 ).
b) Conflictos sobre interpretación o aplicación de una norma estatal o de un convenio colectivo (nº 748 ).
c) Conflictos sobre decisiones colectivas sobre movilidad geográfica y modificación sustancial de condiciones de trabajo (nº 749 ).
d) Conflictos intersindicales (nº 750 ).
747
Conflictos colectivos sobre decisiones o prácticas empresariales 
El ámbito de esta clase de conflictos se corresponde con el de las empresas o centros de trabajo efectivamente afectados por la decisión o práctica
empresarial de que se trate ( TS 10-5-11, EDJ 104020 ).
De conformidad con esta pauta el ámbito territorial del conflicto no tiene que coincidir necesariamente:
- con el área geográfica de implantación de la empresa, pues la práctica o decisión analizada puede constreñirse a los trabajadores de uno o alguno de
los centros ( TS 18-12-06 , EDJ 358942 ; 21-3-06, EDJ 53140 ; 28-2-05, EDJ 37521 ; 20-12-04 , EDJ 12746 ; TSJ Las Palmas 30-10-09, EDJ 346946 );
- con la entidad cuantitativa del proceso ( TS 14-7-11, EDJ 198199 );
- con el alcance de la medida objeto de debate aunque la misma haya sido adoptada por la empresa con carácter general pues es posible que
concurran circunstancias aplicativas particulares que concentren el problema, con carácter exclusivo o diferenciado, en determinados centros de trabajo
( TS 12-7-06 , EDJ 306447 ; 21-3-06, EDJ 53140 ); en sentido contrario TS 15-6-94 , EDJ 5362 );
- con el ámbito de la disposición legal o convencional a considerar para la resolución del litigio; en tal sentido y aunque este tipo de conflictos suelen
participar de un elemento interpretativo o aplicativo de una norma legal o de un acuerdo colectivo, el alcance territorial de los que se deban aplicar para
dirimir la controversia no es determinante a efectos de la atribución competencial, pues la empresa puede desarrollar su actividad en un limitado espacio
geográfico no superior al de la circunscripción de un JS ( TSJ Auto Castilla-La Mancha 17-5-11, EDJ 136554 ), o, aunque así no sea, la práctica o decisión
empresarial puede afectar exclusivamente a los trabajadores de determinados centros de trabajo ( TSJ C.Valenciana 18-1-11, EDJ 56393 ), o un
determinado precepto o cláusula puede ser aplicado de manera diferente en cada uno de sus centros de trabajo y contener previsiones que justifiquen la
adopción de la medida impugnada en unos casos y en otros no. Esto se ve con claridad en la cadena de asuntos a los que dio lugar la práctica de AENA
de externalizar determinados servicios en varios aeropuertos ubicados en diferentes CCAA, en los que la pretensión de que se declarara contraria a
derecho la actuación de la empresa se basaba en un Acuerdo de desconvocatoria de huelga de alcance estatal, que incluía un compromiso empresarial
de no externalizar la actividad, salvo causas organizativas, productivas o económicas y previa consulta a los representantes de los trabajadores ( TS 21-7-
09, EDJ 205407 ; 23-9-09, EDJ 245805 ; 22-1-10, EDJ 10050 ). Razonan estas sentencias que no cabe confundir el ámbito de la norma paccionada,
cuyo incumplimiento se denuncia en la demanda, con la afectación de la pretensión, que se limita a atacar un acto empresarial concreto, consistente en la
adjudicación a un tercero de determinados trabajos, perfectamente delimitados, para un concreto aeropuerto; a lo que se une que el Acuerdo invocado no
impide rotundamente la externalización, por lo que cabe el análisis de su validez caso por caso; de ahí que sea posible la concreción del ámbito de
afectación del conflicto a la adjudicación de obra concreta para un particular y definido centro de trabajo y que el ámbito del conflicto sea, por tanto, el de
ese centro de trabajo). A igual solución se llega en un supuesto en el que lo que se combatía en el conflicto era la decisión empresarial de dejar de
considerar como concepto salarial el plus por la conservación y el mantenimiento de la ropa de trabajo previsto en un convenio colectivo de ámbito estatal
( TSJ Las Palmas 16-9-11, EDJ 273303 ); o la decisión empresarial de compensar un complemento salarial previsto en el convenio colectivo de empresa
con otro complemento que venían percibiendo los trabajadores de un concreto centro de trabajo ( TSJ Cataluña 16-1-08, EDJ 13999 ), o en relación a un
conflicto cuyo objeto era la impugnación del calendario laboral de dos concretos centros de trabajo ( TSJ Galicia 9-6-10, EDJ 178403 ); o la entrega al
Comité de Empresa del listado de los números de los teléfonos móviles que la ONCE facilita a sus empleados en Huesca para comunicarse con ellos, sin
que existiese dato alguno en los autos que permita vislumbrar la existencia de litigios del mismo significado fuera de este ámbito territorial ( TSJ Aragón
27-9-10, EDJ 204945 ).

Precisiones

1) Este mismo criterio preside la atribución de competencia en los conflictos planteados con la finalidad de que se
declare la existencia de una cesión ilícita de trabajadores ( TS 25-10-04, EDJ 160155 ).
2) Con arreglo a la pauta reseñada, la competencia corresponde a la AN si lo que se impugna es una práctica
empresarial global que se extiende a todos o parte de los centros ubicados en diferentes CCAA, sin que exista un
comportamiento exclusivo y diferenciado en alguno de ellos ( TSJ C.Valenciana 11-4-13, Rec 485/13 ; AN 9-5-11,
EDJ 71962 ), máxime si lo que se discute es la interpretación que haya de darse a esa conducta en el contexto del
clausulado del convenio colectivo estatal aplicable ( TSJ Sevilla 14-4-09, EDJ 98550 ; TSJ Cataluña 27-2-08, EDJ
50071 ); o si la cuestión litigiosa ya ha sido tratada en el Comité Intercentros y originado reclamaciones en diversos
centros de trabajo ( TSJ Cataluña 5-3-09, EDJ 198882 ). Por el contrario la competencia le incumbe al JS si pese a
impugnarse una decisión empresarial dictada para todos los centros explotados en diferentes CCAA concurren
circunstancias singulares que concentran el problema en un único centro de trabajo como sucede si con
anterioridad la empresa había llegado a un acuerdo conciliatorio con los representantes del personal de dicho
centro según el cual se obligaba a respetar determinadas condiciones específicas ( TS 21-3-06, EDJ 53140 ); o si la
cuestión discutida no es la validez de la decisión adoptada por una empresa de unificar el método de disfrute de las
vacaciones en todo el país sino si existe una condición más beneficiosa en el ámbito de un determinado centro
de trabajo que obsta a la aplicación en el mismo de esa directriz general ( TSJ Cataluña 21-3-13, EDJ 89151 ).
3) La competencia la ostenta el TSJ si la extensión real del conflicto colectivo se circunscribe a la única CA donde
radican los diversos centros de trabajo de la empresa HUNOSA en los que prestaron servicios los trabajadores
incluidos en los ERES afectados por la decisión impugnada, adoptada por HUNOSA siguiendo las instrucciones
recibidas de la SEPI, que es la propietaria del 100% de sus acciones, a lo que no empece que la Sociedad Estatal
participe en numerosas empresas de ámbito distinto y superior al del Principado de Asturias ( TSJ Asturias 12-6-13,
EDJ 113879 ).
4) Si el objeto del conflicto es que se declare nula la subrogación efectuada por una empresa de seguridad a favor
de otra del sector como consecuencia del cambio de contrata el ámbito del conflicto coincide con el del centro
afectado por lo que la competencia le corresponde a los JS ( TSJ Madrid 22-12-11, EDJ 324116 ).
5) Pretendiéndose que el puesto de trabajo creado por una Administración Autonómica sea cubierto en la forma
prevista en el convenio colectivo del mismo ámbito poniéndose a fin a su cobertura temporal por un trabajador fijo,
se considera que el ámbito de afectación del conflicto no es la localidad donde radica la plaza sino toda la CA que
se corresponde con el colectivo laboral que puede reunir los requisitos y tener la expectativa de que le sea ofertada
la plaza por el turno de traslado o por el de promoción interna ( TSJ Sta. Cruz de Tenerife 16-1-03, EDJ 273512 ).
6) Si lo que se persigue con la demanda es que se declare que la práctica observada por la empresa con ocasión
de una huelga general convocada en sus diferentes centros repartidos en todo el Estado vulnera la Const art.28.2
y se reconozca el derecho de los huelguistas a ser resarcidos económicamente se entiende que la competencia
corresponde a la AN aunque el personal designado para el cumplimiento de los servicios mínimos perteneciese a
los centros de trabajo de Madrid, toda vez que la lesión afectaba a todos los trabajadores de la empresa dado el
carácter general y de ámbito estatal de la huelga ( AN 4-4-11, EDJ 35120 ).
7) Si se acciona contra la supresión de una condición más beneficiosa de carácter colectivo habrá que atender a
la ubicación de los centros afectados por la medida ( AN 3-2-12, EDJ 14367 ).
8) Si lo que se plantea en la demanda por el sindicato accionante con carácter principal es que al centro de
trabajo de Cartagena no se le apliquen las reglas que se contienen en el protocolo para el disfrute de vacaciones
anuales elaborado por la empresa para los trabajadores de todos su centros repartidos en España, y que el citado
centro negocie separadamente su calendario de vacaciones, la competencia la tiene la AN, sin que la parte actora
pueda artificialmente fijar el ámbito de aplicación del conflicto, limitándolo a un centro de trabajo siendo así que la
demanda tiene por objeto dejar sin efecto tales reglas generales ( TSJ Murcia 8-4-13, EDJ 76892 ). Pero si lo que
se impugna es la fijación unilateral de un nuevo sistema y calendario de vacaciones para un determinado
centro de trabajo la competencia reside en el JS de su circunscripción al no haberse demostrado que la decisión
afecte por igual a los 142 centros de trabajo distribuidos por toda España, ni que haya sido negociada o informada
al Comité Intercentros ( TSJ Cataluña 18-3-13, EDJ 65272 ).
9) En un supuesto particular en el que la demandada era la empresa dedicada al transporte de viajeros que cubre
los desplazamientos interurbanos en toda la isla de Gran Canaria, la Sala de Las Palmas apreció su falta de
competencia objetiva argumentando que el conflicto incidía exclusivamente en el transporte de la guagua desde
un barrio de Las Palmas hasta otros de la misma ciudad, no extendiendo sus efectos a un ámbito territorial superior
al de la circunscripción de los JS de Las Palmas ( TSJ Las Palmas 28-1-11, EDJ 134120 ).
748
Conflictos   colectivos   de   interpretación   o   aplicación   de   norma   estatal   o   convenio   colectivo,   cualquiera   que   sea   su
naturaleza 
La competencia objetiva para su resolución no se determina en función del ámbito de aplicación de la norma legal o convencional de la que se deriva la
discusión jurídica, sino del ámbito real en que se suscita la controversia y a los que van a alcanzar los efectos de la sentencia que se dicte ( AN 18-1-13,
EDJ 19525 ; TSJ Galicia 20-5-11, EDJ 111693 ; 9-6-10, EDJ 178403 ).
Así pueden barajarse las tres siguientes hipótesis:
1. Que el área geográfica de afectación del conflicto coincida con el de la norma debatida, como si se acredita que la totalidad de las empresas
incluidas en el ámbito de aplicación de un convenio colectivo sectorial estatal mantienen idéntico criterio en relación con el precepto litigioso ( TS 14-1-97 ,
EDJ 332 ).
2. Que la controversia se suscite en un espacio más reducido que el de la norma, como sucede si una empresa con centros de trabajo repartidos en
todo el Estado ignora lo dispuesto en un acuerdo colectivo de ámbito estatal tan sólo en los centros ubicados en una determinada CA, sin que se acredite
que lo incumpla en los situados en las demás ( TS 6-7-94 , EDJ 5829 ); o si tratándose de una norma estatal, lo que se reivindica es que se reconozca el
derecho de los conductores incluidos en el ámbito de aplicación del convenio colectivo de transporte de viajeros de Barcelona a obtener la formación
continua prevista en el RD 1032/2007 art.7 , con cargo a las empresas, aunque para su resolución sea necesario interpretar ese precepto en relación con
lo dispuesto en el convenio colectivo de aplicación ( TS 12-6-12, EDJ 149790 ). También si lo que se pretende con la demanda es que se reconozca el
derecho de los trabajadores procedentes de una empresa absorbida que optó por no acogerse al convenio de la absorbente a obtener un beneficio
previsto en la regulación convencional anterior, el ámbito territorial del conflicto se ciñe al personal que prestaba servicios en el centro de trabajo de la
empresa absorbida sito en Las Rozas por lo que la competencia objetiva corresponde a los JS de Madrid ( TS 9-7-12, EDJ 195816 ).
En estos supuestos el órgano jurisdiccional llamado a solventar la controversia es el órgano judicial competente en el ámbito de afectación del conflicto
( TS 14-1-97 , EDJ 332 ). De manera que la decisión judicial sobre el significado del precepto o preceptos objeto de exégesis no produce efectos
generales en todo el ámbito de aplicación de la norma que los contenga, quedando limitados al espacio en el que se ha entablado el debate ( TS 12-6-12,
EDJ 149790 ). O dicho en otras palabras, la competencia objetiva para conocer de una demanda de conflicto colectivo no deriva del alcance territorial
de la norma que se trata de aclarar o aplicar sino del área geográfica a que se extiende el conflicto interpretativo ( TS 28-1-10, EDJ 19319 ), siendo el
ámbito del conflicto y no el de la norma el que determina la competencia objetiva ( TS 10-6-09, EDJ 151109 ).
En cada caso el órgano jurisdiccional debe valorar si concurren circunstancias que puedan justificar la reducción del ámbito del conflicto respecto del
ámbito de la norma, tales como la existencia de previsiones normativas o convencionales específicas en el convenio sobre determinados centros de
trabajo ( TS 14-10-05, EDJ 207417 ; 13-3-02 , EDJ 10166 ; 22-12-95 , EDJ 24608 ).
3. Que el conflicto se extienda a un ámbito superior al de la norma, lo que resulta menos usual pero también es posible, como ocurre si el CCol
provincial a interpretar resulta aplicable en todos los centros de trabajo distribuidos en el territorio estatal como consecuencia de lo previsto en un pacto de
empresa ( AN 10-2-14, EDJ 11160 ).
Como se ha puesto de manifiesto, esas empresas/centros pueden coincidir o no con el ámbito de la norma debatida, puesto que cada uno de ellos ha
podido desarrollar sus previsiones de un modo diferente, y también pueden ser distintas las circunstancias de hecho que dan lugar al conflicto, no
pudiendo tomarse en consideración empresas o centros de trabajo diferentes de los realmente afectados en base a meras conjeturas o hipótesis de
futuro ( TSJ Las Palmas 15-3-10, EDJ 266663 ), recayendo sobre la parte demandada la carga de la prueba de que existen otros centros de trabajo en
los que se plantea el mismo problema ( TSJ Valladolid 22-7-13, EDJ 167846 ; TSJ Valladolid 3-12-08, EDJ 321975 ). Sin embargo, en ocasiones se afirma
que la cuestión suscitada tiene vocación de generalidad, afectando de forma efectiva o potencial, a personal de otros centros de trabajo sometidos a la
misma norma que se encuentran en idéntica situación ( TS 18-3-97 , EDJ 1369 ). Así, si la finalidad del conflicto es que se declare la nulidad del acuerdo
suscrito por la representación de la empresa y un comité provincial para la cobertura de plazas vacantes en esa provincia, el ámbito de afectación de la
controversia no se reduce al centro de trabajo en que se hallan las plazas vacantes, sino que se extiende a todos los centros de trabajo de la provincia
donde presta servicios el personal que está en condiciones de participar en el concurso de traslado ( TS 19-4-96 , EDJ 2075 ).

Precisiones
1) Sobre controversias en espacios más reducidos que el de la norma hay que señalar que estamos en ese
supuesto si lo que se discute es:
a) Un conflicto promovido por la parte empresarial, con centros de trabajo en toda España, cuyo objeto es resolver
los problemas interpretativos surgidos en relación a las reglas sobre clasificación profesional contenidas en
convenios colectivos de ámbito estatal. En ese caso, la competencia objetiva no corresponde a la AN si tal
necesidad exegética nace de discrepancias con la parte social manifestadas respecto a aspectos no homogéneos
que no afectan de igual modo a centros de trabajo de más de una CA, habida cuenta que mientras que en una CA
la cuestión litigiosa se circunscribe a la concreción del convenio colectivo a aplicar, en el resto - en donde existe
una regulación distinta de determinadas cuestiones relativas a la clasificación profesional- el debate se ha suscitado
en relación a cuestiones salariales fundadas en la igualdad de funciones ( TS 28-1-10, EDJ 19319 ).
b) La interpretación que la dirección de un centro sanitario determinado hace de ciertas disposiciones del EBEP
( RDLeg 5/2015 ), en conexión con la regulación convencional que rige en materia de jornada de trabajo y su
distribución ( TSJ Madrid 22-3-10, EDJ 96160 ).
c) Si se trata de interpretar varios preceptos de un convenio estatal en relación a los trabajadores de dos centros
de trabajo abierto en la misma circunscripción ( TSJ Madrid 30-4-12, EDJ 113602 ).
d) En forma didáctica se expone que cuando una ley estatal o un CCol de ámbito nacional regulan de cierta
manera un determinado concepto salarial, es posible que alguna o algunas de las empresas en las que sea de
aplicación la norma paccionada lleven a cabo una interpretación particularizada sobre determinados criterios
aplicativos, que no coincidan con los seguidos por otras empresas, determinando ello el planteamiento de una
demanda de conflicto colectivo, la cual queda referida tan solo a ese ámbito. En caso contrario, los conflictos de
forma automática se residenciarían siempre en la AN de tratarse de interpretación de normas nacionales y en los
TSJ si ocurriera lo propio con CCol de ámbito de comunidad autónoma ( TSJ Castilla-La Mancha 20-6-12, EDJ
136436 ).
e) Versando el conflicto sobre la interpretación y aplicación de un convenio colectivo sectorial provincial al
personal de los centros de trabajo de esa provincia, la competencia para su conocimiento la tiene la Sala de lo
Social correspondiente (al existir JS en la capital y en otra localidad) a lo que no es óbice que la empresa cuente
con establecimientos en todo el Estado, sujetos al respectivo convenio provincial ( TSJ Galicia 24-4-12, EDJ
78045 ).
2) Estas pautas para identificar el órgano jurisdiccional objetivamente competente se aplican igualmente si el
conflicto afecta al «personal pasivo», que a estos efectos se considera adscrito a los centros de trabajo en los que
prestaron servicios ( TSJ Galicia 16-5-12, EDJ 131429 ).
749
Conflictos   colectivos   sobre   decisiones   colectivas   en   materia   de   movilidad   geográfica   y   modificación   sustancial   de
condiciones de trabajo 
En el mismo sentido señalado en el marginal anterior, su ámbito coincide con el de los centros de trabajo afectados por la decisión empresarial ( TS
27-1-09, EDJ 15250 ; 20-9-07, EDJ 184460 ).
Para determinar el ámbito del conflicto hay que tener en cuenta los centros de trabajo afectados por la medida en los términos fijados en el período de
consultas aunque los cambios operados en cada uno de ellos sean diferentes en cuanto a su alcance y a sus propias causas justificativas y aunque el
conflicto aparezca referido a aspectos parciales del acuerdo alcanzado en el proceso de negociación que pueden afectar exclusivamente a un solo centro
de trabajo ( TSJ Valladolid 13-6-07, EDJ 151234 ). No obstante si se siguieron períodos de consultas separados en los diferentes centros de trabajo la
impugnación de la decisión empresarial, con carácter general, debe conocerla el JS en cuya circunscripción esté ubicado cada centro. Sin embargo, en el
caso de un determinado centro (Barcelona-Sils) debe conocerse por la Sala de lo Social del TSJ de Cataluña, por cuanto se negoció conjuntamente y los
centros están situados en dos provincias catalanas-, dado que las condiciones alteradas se originaron mediante pactos, acuerdos, usos y costumbres y
prácticas colectivas de empresa propias de cada centro; y ello, aunque el objetivo empresarial y las causas alegadas fueran las mismas en todos ellos,
pues el conflicto no es común, sino que está parcelado en cada uno de los centros ( AN 20-2-14, EDJ 15146 ). La misma solución se aplica en un caso
en el que la empresa optó por la negociación parcelada manteniendo un período de consultas en cada centro de trabajo y actuando como interlocutor el
respectivo comité ( TSJ Cataluña 19-7-13, EDJ 206889 ).

Precisiones

1) Carece de relevancia a efectos competenciales el hecho de que la causa de la modificación concurra en una
pluralidad de centros de trabajo pues el dato decisivo radica en los efectivamente afectados por la medida ( TSJ
Cataluña 29-6-06, EDJ 382305 , en un supuesto en que la decisión empresarial obedecía a la variación del pliego
de condiciones de la contrata del servicio de limpieza en centros de trabajo repartidos por todo el territorio estatal).
2) Si la empresa, con varios centros de trabajo en el territorio nacional, comunicó a todos los trabajadores afectados
la modificación sustancial de condiciones de trabajo sin seguir el procedimiento estatutario se considera
que lo relevante en orden a la delimitación de la competencia es que lo que se impugna es un único acto de la
empresa que unifica para todos los centros y trabajadores el régimen del descanso diario de «bocadillo o café»,
aunque las condiciones de trabajo previamente existentes y modificadas por la decisión empresarial no fueran
iguales para todos los trabajadores ( AN 5-5-14, EDJ 68129 ). Se matiza que si con posterioridad a la adopción
de la medida (en el caso una modificación colectiva de condiciones de trabajo sin respetar el procedimiento
estatutario) la empresa llega a un acuerdo de aceptación del cambio operado con el representante del personal de
un centro de trabajo) la competencia objetiva debe determinase atendiendo a la ubicación de los restantes centros (
TS 4-5-12, EDJ 118352 ).
3) En un supuesto particular en que la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, en lo que respecta a
jornada, horario y sistema de turnos, se produjo como consecuencia de lo dispuesto en una norma que fijaba
determinadas condiciones laborales para los controladores civiles de tránsito aéreo ( RDL 1/2010 ), se entendió
que el conflicto, similar al previamente planteado ante la AN, tenía un claro alcance nacional no resultando
admisible su fraccionamiento artificialmente para circunscribirlo a un concreto aeropuerto ( TSJ Granada 25-10-10,
EDJ 259935 ).
4) Tratándose de la impugnación de un traslado colectivo, la competencia objetiva debe establecerse
exclusivamente en función del centro o centros de trabajo afectados, sin tomar en consideración también los
centros de destino, cuyo personal es ajeno a la controversia ( TSJ Burgos 29-8-96, Rec 536/96 ).
750
Conflictos colectivos intersindicales 
Para establecer la competencia para el conocimiento de este tipo de litigios hay que atender igualmente al alcance territorial de los efectos del
conflicto planteado.

Precisiones

1) Si se trata de una controversia sobre la composición del comité intercentros, el elemento determinante a tal
efecto no es que dicho órgano esté compuesto por trabajadores que representan a dos centros ubicados en
diferentes CCAA sino que la controversia se limita a la distribución entre los sindicatos de los miembros que
corresponden a uno de esos centros según los resultados electorales, no afectando a la constitución de la
sección del otro centro de trabajo de dicho Comité ( TSJ Madrid 24-11-08, EDJ 309778 ).
2) De impugnarse la forma de nombramiento y funciones de los representantes de los trabajadores en el Consejo
de Gobierno de una Caja de Ahorros con centros de trabajo en varias CCAA la competencia objetiva le pertenece
a la AN pues lo que se discute es el ámbito de representatividad, nombramiento y funciones de los electos entre
todos los trabajadores de la empresa ( TSJ Cantabria 22-8-08, Rec 740/08 ).
3) Si lo que se reclama es que se reconozca el derecho de los sindicatos demandantes, representados en el comité
de Madrid-Barajas, a estar representados y participar en la subcomisión de Madrid de la coordinadora sindical
estatal, así como en cualquier otra reunión, comisión, grupo de trabajo o mesa de trabajo que afecten a
trabajadores de Madrid la competencia objetiva la tiene el TSJ de Madrid y no la AN ( AN 28-6-12, EDJ 149881 ).
752
Reducción artificial del ámbito del conflicto 
A la hora de verificar su competencia objetiva los órganos jurisdiccionales han de partir del ámbito efectivo de la controversia y no del diseñado de
manera unilateral por la parte demandante mediante la distorsión artificiosa del alcance real del problema suscitado. El ámbito del conflicto no depende de
la libre decisión de la parte que lo promueve, que carece de autonomía para reducirlo artificialmente, circunscribiéndolo a menos empresas/centros de
los realmente implicados y de esta forma sustraer el conocimiento del asunto del órgano objetivamente competente para residenciarlo en otro distinto.
Si la pretensión deducida por el comité de un centro de trabajo es que se reconozca a sus representados un derecho establecido en un convenio colectivo
de ámbito estatal, y la empresa demandada cuenta con un centro de trabajo en otra CA, la parte demandante no puede reducir artificialmente el ámbito de
la controversia para adaptarlo al de su representación. Y ello, aunque no exista constancia de que la misma práctica interpretativa se siga en el otro
centro, debiendo presumirse en general que, salvo que conste lo contrario, en el marco de una misma empresa la práctica ha de ser la misma,
correspondiendo en todo caso a la parte actora acreditar los datos que permiten establecer la competencia judicial del órgano ante el que se ejercita la
pretensión ( TS 6-7-13, EDJ 151886 ).
La prueba de los datos en los que se basa la alegación de que se ha producido una reducción artificial de los efectos del conflicto y, por ende, la
excepción de falta de competencia objetiva, corresponde a la parte demandada no solo por ser el hecho fundamental de la excepción planteada, sino por
aplicación del principio de disponibilidad o facilidad probatoria ( TS 24-9-09, EDJ 234799 ).

Precisiones

1) Aunque la anteriormente citada recoge el criterio tradicional del TS, algunas resoluciones preconizan una
interpretación más flexible:
a) Así en un supuesto en que la demanda ante el TSJ de Asturias la interpuso el comité de empresa con la
pretensión de que se mantuviesen las condiciones de trabajo de los técnicos (operarios de mantenimiento y
montaje) de los centros de trabajo de Asturias, alteradas por una decisión unilateral de la empresa dirigida a todos
los empleados pertenecientes a la dirección de zona de Oviedo, que comprende las CCAA de Asturias y
Cantabria, se rechaza la excepción de incompetencia objetiva de la Sala de Asturias ( TS 21-5-13, EDJ 103121 ).
rechaza la excepción de incompetencia objetiva de la Sala de Asturias argumentando que la cuestión ha de situarse
no en el alcance territorial de los centros afectados, sino en el plano de la legitimación activa para promover el
conflicto y sus correspondientes límites, desde la perspectiva que proporciona la LRJS art.154.c ), por lo que si los
actores tenían legitimación para promover el conflicto pero en el ámbito reducido de su actuación de representación
unitaria, esto es, en los centros de trabajo de la empresa en Asturias, la consecuencia es que los efectos del
conflicto se limitarán a ese ámbito coincidente con la legitimación.
b) En esa misma posición ver el caso de un sindicato de ámbito autonómico que formalizó conflicto colectivo ante
el TSJ de su CA a fin de que se declarara que los trabajadores al servicio de la entidad crediticia demandada tenían
derecho a seguir percibiendo el complemento de residencia establecido en el CCol sectorial y suprimido tras la
firma de un pacto de empresa de ámbito estatal ( TS 20-6-08, EDJ 155922 ). El TS razona que el hecho de que el
mismo conflicto pueda afectar a otras CCAA, no puede impedir la actuación del sindicato accionante en su
territorio, dejando la solución al albur de que exista un organismo sindical con un ámbito de actuación y
representación nacional que quiera o pueda plantear el conflicto con carácter general para todo el territorio de la
nación, y que la interpretación contraria supondría impedir al sindicato accionante el uso del ejercicio del contenido
de la libertad sindical y una denegación de la tutela judicial efectiva.
2) En línea con la interpretación tradicional:
a) Cuando las dos normas cuya aplicación se cuestiona tienen ámbito nacional y no hay ningún dato que permita
afirmar que la empresa se limita a aplicar el precepto debatido de su Normativa Laboral a los centros de esa CA,
deduciéndose por el contrario tanto de la naturaleza de la normativa en cuestión, como de las manifestaciones de
las partes en el proceso que estamos no sólo ante normas de alcance nacional, sino ante una práctica de empresa
del mismo alcance ( TS 21-6-10, EDJ 145248 ).
b) En esa misma línea cuando lo que se está cuestionando indirectamente es que pueda establecerse válidamente
por la negociación colectiva un sistema de prevención distinto que mejore el previsto por la LPRL, lo que
determina que el conflicto no alcance sólo a los intereses del órgano unitario accionante como se manifiesta con
carácter formal en la demanda, sino que se trate de un conflicto de cuyo resultado dependen con precisión real, no
virtual ni sospechada, sino con manifiesta claridad, otros efectos que trascienden a todo el territorio del Estado al
que se extiende la actuación de la empresa, por lo que la competencia para conocer de conflicto corresponde a la
AN ( TS 10-6-09, EDJ 151109 ; analizando otra controversia sobre la constitución de un Comité de Seguridad y
Salud de ámbito provincial ver TSJ C.Valenciana 11-4-13, EDJ 117895 ).
c) Si lo que se pretende es combatir la aplicación que de los preceptos de un Convenio estatal sectorial relativo al
sistema de cobertura de determinado puesto de trabajo efectúa una empresa incluida en su ámbito de aplicación y
ésta actúa en la misma forma en todas las oficinas que se encuentran en la idéntica situación, el ámbito del
conflicto no puede limitarse a las situadas en una determinada CA, pues la cuestión litigiosa puede plantearse, del
mismo modo en otras, lo que podría dar lugar a posibles pronunciamientos contradictorios ( TS 20-6-01, EDJ 16122
). En este mismo sentido sobre distintas controversias ver TSJ País Vasco auto 21-6-11, EDJ 178259 ; TSJ
Asturias 9-5-14, EDJ 80097 .
3) En suma, si el conflicto tiene por objeto la interpretación de un acuerdo de subrogación específico suscrito en
una CA por la empresa, la interpretación y aplicación que de él se haga sólo afecta al personal que trabaja en esa
CA, por muchas semejanzas que puedan presentar los distintos acuerdos consensuados, en momentos diferentes,
para otros centros de trabajo ubicados en otras CA ( TS 4-4-02, EDJ 27098 ). Ahora bien si lo que se pretende es
que se declare la existencia de una sucesión empresarial como consecuencia del cambio de la empresa contratista
de los trabajos de construcción y mantenimiento de canalizaciones de gas, elementos auxiliares y acometidas para
redes y la empresa saliente tenían centros de trabajo en varias CCAA la competencia recae sobre la AN ( AN 26-
2-10, EDJ 13185 ).
4) La reducción del ámbito del conflicto no se puede justificar por el hecho de que uno de los centros afectados
ocupe muy pocos trabajadores ( TSJ Galicia 4-10-12, EDJ 244703 ).
754
Supuestos particulares 
A continuación se abordan los siguientes supuestos singulares:
1. Delimitación del ámbito del conflicto tendente a la declaración de ilegalidad de una huelga. Al respecto, en un caso particular en que el objeto del
conflicto colectivo planteado por la empresa era la declaración de la ilegalidad de la huelga convocada por el sindicato demandado, se entendió que el
ámbito del conflicto correspondía con el ámbito de afectación de la huelga, que se extendía a todas las delegaciones de la empresa, aunque la misma
contase con un único centro de trabajo y con un único comité de empresa ( TS 9-6-05, EDJ 108886 ). Bajo ese mismo criterio se considera que el
elemento decisivo para fijar la competencia objetiva son las empresas afectadas por la convocatoria de huelga, cuya declaración de ilegalidad pretenden
las entidades promotoras del conflicto, con independencia de que los efectos del paro se produjeran directamente en una de ellas ( TSJ Asturias 28-1-05,
EDJ 129141 ). A este mismo criterio se sujeta la ( TSJ Galicia 2-7-04, EDJ 271477 ).
2. Delimitación del ámbito de conflicto en el trabajo en el mar. En ese sector de actividad hay que tener en cuenta que el buque donde se desarrolla la
actividad ocupa un lugar en el espacio, que es el de su puerto base. Por ello, para establecer el ámbito al que se extiende la controversia hay que
verificar el lugar o lugares donde se encuentran los puertos base de todos los buques afectados por el conflicto. Por ello, para establecer el ámbito al que
se extiende la controversia hay que verificar el lugar o lugares en que se encuentran los puertos base de todos los buques afectados por el conflicto. A tal
fin deben tomarse en consideración los lugares que constituyen el centro principal de la actividad real desarrollada por los barcos de que se trate; sólo
si no se puede determinar cuáles son, o no se ha acredita su localización, pueden tomarse como tales los que figuren en el Registro o Registros oficiales
en que se hallen inscritos ( TS 8-2-07, EDJ 7453 ; 21-2-01 , EDJ 2941 ; 17-7-00, EDJ 21425 ; 21-2-00 , EDJ 1031 ).
b. Impugnación de convenios colectivos 
(LOPJ art.67.1º, 75.1º y 93;  LRJS art.6.1, 7.a y 8.1)

756
En esta clase de procesos (ver nº 5000 s. ) la competencia objetiva viene dada por el ámbito territorial de aplicación del convenio colectivo
impugnado, lo que supone que el órgano llamado a resolverlo en la instancia es el de la circunscripción a que se refiere el ámbito de aplicación del fruto
de la negociación colectiva cuestionado. La aplicación de este criterio resulta menos problemática que en los procesos de conflictos colectivos, pues el
dato en que se basa forma parte del contenido obligatorio de los convenios estatutarios ( ET art.85.2.b ) y se incluye, normalmente, en los que no tienen
ese carácter, aunque la mención que se realiza en la norma paccionada no siempre es determinante de la competencia.

Precisiones

1) El ámbito de eficacia del convenio que debe tomarse en consideración es el real y no el que se haya podido
establecer formalmente en fraude de ley o en base a previsiones sobre la apertura de nuevos centros de trabajo no
cumplidas en la fecha en la que se ejercita la acción. Así, si en el momento de su firma el convenio colectivo de
empresa afectaba a un único centro de trabajo (Sevilla) y con posterioridad se abrió otro en Córdoba la
competencia le corresponde a la Sala social del TSJ de Andalucía con sede en Sevilla y no a la AN sin que a ello
obste la previsión convencional que se atribuía ámbito estatal, pues ha de atenderse al ámbito de afectación real
del conflicto, que es un dato objetivo e indisponible ( TS 25-11-13, EDJ 247006 ). En sentido contrario en un
supuesto en el que el convenio colectivo de empresa refutado extendía su ámbito a una CA pluriprovincial pero los
únicos centros de trabajo abiertos tanto en el momento de su firma como en el del acto de juicio estaban ubicados
en la demarcación territorial de un JS, se afirmó la competencia del TSJ al considerarse que el ámbito de la norma
paccionada se fijó en atención a la vocación expansiva de la empresa ( TS 31-10-03, EDJ 187368 ).
2) En ocasiones es preciso determinar en primer lugar la validez de la cláusula convencional que delimita su
ámbito territorial. Así sucedió en un supuesto en que la AN tras considerar nula la disposición del convenio que le
atribuía ámbito estatal -pese a haber sido suscrito por la empresa y la delegada de personal de un concreto centro
de trabajo- se declaró incompetente para conocer de la impugnación referida a los restantes preceptos remitiendo
al Sindicato demandante al correspondiente JS ( AN 16-4-12, EDJ 60904 ).
3) En los supuestos de extensión del convenio, la competencia se determina en razón de su ámbito inicial que no
resulta alterado por el acto de extensión que es accidental y externo a él. Y ello, aunque la impugnación la formule
una asociación empresarial de la CA a la que se extendió el convenio ( TS 23-1-95, EDJ 24730 ).
c. Acciones colectivas de tutela de los derechos fundamentales 
(LRJS art.6.1, 7.a y 8.1)

758
En los procesos colectivos de tutela de los derechos fundamentales (nº 5230 ) en los que la legitimación activa como parte principal corresponde a un
sindicato o a otro sujeto colectivo que acciona en defensa de sus propios intereses o de intereses colectivos, en razón a que la competencia objetiva
tiene carácter compartido (en estos litigios sobre tutela de derechos fundamentales se establece como criterio de la competencia el del ámbito territorial
al que extienda sus efectos la conducta contraria al derecho fundamental, es decir, en el que se concretan las consecuencias de la vulneración
denunciada ( TS 24-4-01 , EDJ 5784 ; TS 11-12-00, EDJ 55065 ).
760
Derecho de libertad sindical 
Conociendo de acciones de tutela de este derecho fundamental, los tribunales aplican el criterio de afectación territorial de la conducta lesiva de la
siguiente forma:

Precisiones

1) Si lo que se denuncia es la exclusión de una central de la mesa de negociación de un convenio colectivo, la


competencia objetiva no se determina por el lugar de constitución de la comisión negociadora sino por el ámbito
territorial del convenio ( TS 24-4-01 , EDJ 5784 ).
2) Cuando el comportamiento censurado consista en no permitir la participación de un Sindicato en la negociación
del Plan de Futuro de una empresa minera desarrollada en el marco de las negociaciones del Plan de
Reordenación del Sector Minero Nacional, el ámbito territorial de extensión de los efectos del litigio coincide con el
del Plan estatal ( TS 17-6-98 , EDJ 16611 ). Si lo que se tacha es la conducta seguida por una empresa con
centros en todo el Estado y otros sindicatos para resolver la controversia surgida como consecuencia de la
interpretación de un convenio de ese mismo ámbito la competencia le corresponde a la AN ( TSJ Madrid 9-4-12,
EDJ 210969 ).
3) Si lo que se aduce es la existencia de una discriminación por razón de la afiliación sindical, los efectos de la
lesión abarcan todo el contorno donde se produce la desigualdad, es decir, los distintos centros de trabajo
afectados por la conducta empresarial ( TS 11-12-00 , EDJ 55065 en un supuesto de trabajo en el mar). A la misma
solución se llega si lo que se imputa a la empresa es mantener una actitud obstaculizadora de las funciones del
sindicato demandante en centros de trabajos situados en varias circunscripciones de una CCAA ( TSJ Las Palmas
25-10-10, Rec 848/10 ); o si la conducta antisindical radica en la supresión de los derechos sindicales adicionales
reconocidos en un acuerdo colectivo extraestatutario de ámbito nacional que afecta a todos los centros de
trabajo de la empresa, lo que atrae la competencia hacía la AN ( AN 26-4-12, EDJ 68775 ).
4) Si la actuación tildada de antijurídica consiste en la movilidad locativa reiterada de los representantes de los
trabajadores elegidos por las listas de los sindicatos demandantes el dato a tener en cuenta es la ubicación de los
centros de origen y de destino, por lo que si todos ellos están situados en la comunidad de Madrid la competencia
recae sobre la Sala de lo Social de ese Tribunal y no sobre la AN aunque la empresa tenga centros abiertos en
otras CCAA ( AN 16-10-13, EDJ 197269 ).
5) En el caso de que la conducta antisindical se contraiga a determinados centros de trabajo, la competencia ha
de establecerse en atención a éstos, aunque el proceder empresarial traiga causa de una huelga convocada por el
sindicato demandante en un ámbito territorial superior ( TS 30-1-97 , EDJ 799 ). El mismo criterio se aplica si los
servicios mínimos tachados de abusivos sólo se fijaron en un concreto centro de trabajo, aunque la convocatoria
alcanzase a todos los centros de trabajo repartidos en diferentes CCAA ( AN 25-11-11, EDJ 282439 ).
761
6) Si la pretensión del sindicato y de los trabajadores demandantes es que se reponga a estos últimos en su
condición de miembros del comité intercentros, que tiene un ámbito estatal, la competencia recae sobre la AN,
sin que dicha conclusión pueda enervarse porque el requisito constitutivo para recuperar la condición de miembro
de ese órgano sea recobrar previamente la condición de miembro del comité de empresa de Madrid ( AN 13-7-11,
EDJ 147819 ).
7) Si lo que se reprocha es la actuación antisindical realizada por una empresa que cuenta con un único centro
de trabajo, los efectos del litigio se reducen al mismo, por lo que la competencia objetiva corresponde a los JS con
circunscripción en la localidad en que esté ubicado ( TS 2-7-01 , EDJ 35611 ).
762
8) En un supuesto particular en el que el comportamiento empresarial calificado de antisindical consistía en
dañar la imagen de la central demandante, impedir la proclamación de sus candidaturas a las elecciones sindicales
celebradas en varios centros de trabajo y despedir sin causa a sus candidatos y delegados electos y en el que lo
que se solicitaba era que se declarase la nulidad de los procesos electorales, se consideró que el órgano
competente para conocer del asunto en instancia era el TSJ Madrid habida cuenta que los centros de trabajo
cuyos procesos electorales se pretendía anular se encontraban situados bajo la jurisdicción de los JS de Madrid y
de Móstoles ( TS 15-12-08, EDJ 282634 ).
9) En un supuesto en que tres afiliados al sindicato Insular de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO en
Fuerteventura formularon demanda de tutela denunciando irregularidades en las asambleas precongresuales
insulares y en la Federación de las Islas Canarias en su conjunto se concluyó que la AN no tenía competencia
para tratar todas las pretensiones relativas a las irregularidades que se pudieron producir en el ámbito de la
comunidad autónoma Canaria, pero sí para entender de las consecuencias que esas irregularidades pudieron, en
su caso, tener a nivel estatal o confederal en orden a determinar la nulidad del Congreso de la Federación de
Hostelería y del Congreso Confederal ( TS 13-10-11, EDJ 337711 ).
763
Derecho de huelga 
El dato relevante para establecer la extensión de los efectos de la lesión del derecho de huelga es el ámbito territorial en que se ha producido el
ataque a ese derecho fundamental que será el ámbito de la convocatoria de la huelga ( TS 11-7-94, EDJ 11800 ). El lugar en que se acordó la huelga, se
presentó el preaviso y están domiciliados los convocantes y miembros del comité de huelga no son elementos a tener en cuenta a efectos competenciales
( TS 29-5-07, EDJ 68266 ). Tampoco lo es el ámbito de la convocatoria de la huelga (en sentido contrario, TSJ Cataluña 15-1-02 , EDJ 129929 en un
supuesto en el que las decisiones consideradas lesivas del citado derecho incidieron solo en uno de los centros concernidos por aquella).
Si la huelga alcanza a un único centro de trabajo la competencia corresponde al JS, siendo indiferente que la conducta empresarial tachada de lesiva
del derecho de huelga, así como del de libertad sindical afectase a los libertados sindicales componentes del comité de huelga, adscritos a diferentes
centros de trabajo de la empresa que ostentan una representatividad nacional, porque tal medida (reducción salarial) se produjo como miembros del
comité de una huelga convocada para un concreto centro de trabajo ( AN 12-7-11, , 121/11, 122/11, 123/11, 124/11 y 125/11EDJ 147815 ).

Precisiones

1) Cuestionándose en el litigio la decisión empresarial de realizar descuentos económicos a los componentes de


la ejecutiva del sector estatal ferroviario de CCOO, que a su vez eran miembros del comité general de empresa de
RENFE, por el mero hecho de convocar el paro y formar parte del comité de huelga aun cuando ninguno de ellos
estuviese llamado a participar en el paro puesto que no trabajaban en el centro de trabajo de Fuencarral (Madrid) al
que afectaba, se considera que dado que el ámbito territorial de la huelga se circunscribe a ese centro, la
competencia para conocer del litigio no corresponde a la Sala Social de la AN sino a los JS de Madrid, siendo
indiferente que los componentes del comité de huelga, liberados sindicales adscritos a diferentes centros de trabajo
de RENFE, ostentasen representatividad nacional ( TS 22-1-13, EDJ 10516 ). En un supuesto relacionado con el
anterior se razona que si la conducta denunciada consistente en el descuento de los salarios de trabajadores
afiliados a un sindicato de ámbito estatal que supuestamente no estuvieron en el huelga, y ese proceder no sólo se
produjo en el centro de trabajo al que se contrae la demanda sino en otros existentes en otras CCAA, la
competencia corresponde a la AN sin que frente a ello pueda prevalecer la alegación de que la situación de los
miembros del sindicato era más gravosa en el centro en cuestión, ya que ello no determina el ámbito de afectación
de la controversia ( TSJ Galicia 27-4-12, EDJ 78036 ).
2) Denunciándose la vulneración del derecho de huelga como consecuencia de la puesta en circulación de un tren
no incluido en los servicios mínimos, los efectos de la lesión no se limitan a los centros de trabajo por los que
discurrió el tren sino que se extienden a todo el ámbito de la convocatoria de huelga ( TS 11-7-94 , EDJ 11800 ).
3) En el caso de utilización abusiva de los servicios mínimos por una televisión autonómica, se entiende que la
competencia corresponde al TSJ correspondiente, y no a la AN, pues las corresponsalías abiertas en otras CCAA
no constituyen centros de trabajo ni unidades productivas ( AN 1-9-02, EDJ 51720 ). En sentido contrario se
considera que la competente es la AN al tener la televisión autonómica una delegación en otra CAAA ( TSJ
C.Valenciana 19-5-03, EDJ 229629 ).
4) En un caso en el que la convocatoria alcanzaba a los centros de dos CCAA y lo que se denunciaba era la
actuación de la empresa consistente en requerir a los trabajadores para que la desconvocasen en razón de su
pretendida ilegalidad se consideró que la competencia le correspondía a la AN aunque días después a esos
hechos se desconvocase la huelga en una de las CA pues antes de ello hubo actos con posible incidencia en el
ejercicio del derecho fundamental ( TSJ País Vasco 24-4-12, EDJ 96905 ).
d. Personalidad jurídica de los sindicatos y asociaciones empresariales, impugnación y modificación de estatutos 
(LRJS art.6.1, 7.a y 8.1)

765
El criterio para atribuir la competencia objetiva es el del ámbito territorial de actuación del sindicato o asociación empresarial establecido en sus
estatutos.
Careciendo de transcendencia a tales efectos la intervención de un órgano sindical de ámbito estatal para la solución de un problema local, pues ello no
altera el ámbito territorial del sindicato ( TS 9-12-97 , EDJ 59459 ; TSJ Cataluña 26-9-00 , EDJ 36511 ).
e. Litigios intra­sindicales de carácter colectivo 
(LRJS art.6.1, 7.a y 8.1)

767
En los procesos sobre régimen jurídico sindical cuyos efectos trasciendan la dimensión individual, el criterio de atribución de la competencia objetiva
es el del alcance territorial de los efectos directos del acto que da lugar al proceso, sin que puedan tomarse en consideración los efectos indirectos del
mismo ( TS 7-6-05, EDJ 149534 ). Conforme a este criterio:
1. Si se impugna un acuerdo sindical por el que se incorpora a una confederación sindical estatal un sindicato autonómico y se dispone la baja de
unos sindicatos provinciales en esa organización, el órgano objetivamente competente será la AN al tratarse de una medida organizativa que, al agregar
una nueva organización a una confederación estatal, está alterando la propia estructura de ésta ( TS 16-12-02 , EDJ 67510 ).
2. En el caso de sanciones a organizaciones que forman parte de una organización sindical compleja, hay que estar al ámbito del sindicato sancionado,
y no al de la organización a la que pertenecen ( TS 7-6-05, EDJ 149534 ).

Precisiones

1) El criterio expuesto sólo resulta aplicable en aquellos procesos en los que la competencia objetiva es de
carácter compartido, esto es, en los que tienen trascendencia colectiva, no entrando en juego en los litigios intra
sindicales de índole individual (nº 734 ).
2) Tal criterio opera con independencia de que con arreglo a sus estatutos el sindicato pueda extender su
actuación a un ámbito territorial superior ( TS 16-12-02 , EDJ 67510 ).
3) En su aplicación, se ha de partir del ámbito territorial real en el que se proyectan los efectos del acto y no sólo
el directamente alcanzado por él, lo que exige determinar la dimensión real del problema que se decide, sin
limitarse a la directamente afectada ( TS 16-12-02 , EDJ 67510 ).
4) Las pretensiones relativas al régimen jurídico específico de los sindicatos no tienen señalada una modalidad
procesal específica, por lo que normalmente se tramitan normalmente por el proceso ordinario ( TS 4-10-99 , EDJ
33800 ); aunque también es posible que se encaucen por el proceso de tutela de la libertad sindical, lo que no
plantea problemas a la hora de determinar la competencia objetiva pues el resultado de aplicar el criterio
establecido para dicha modalidad es el mismo que el previsto para esta clase de pretensiones.
f. Supuestos de acumulación de acciones 
(LRJS art.26.1;  LEC art.73.1.1º)

769
Se prohíbe la acumulación objetiva de acciones de impugnación de convenios colectivos, impugnación de los estatutos de los sindicatos y de su
modificación y de tutela de derechos fundamentales ( LRJS art.26.1 ), lo que conlleva que el ejercicio de dichas modalidades procesales no pueda
generar problemas de competencia objetiva derivados de la eventual acumulación de acciones.
En lo concerniente a las acciones de conflicto colectivo, impugnación de despido colectivo, y sobre régimen jurídico de los sindicatos, en las que no
rige tal prohibición, resulta aplicable la LEC art.73.1.1º , que veda tal posibilidad cuando el órgano que deba entender de la acción principal no posea
competencia para conocer de la acumulada o acumuladas. Además, de ser varios los demandados es necesario que el título o causa de pedir sea el
mismo o conexo ( LRJS art.25.3 ).

Precisiones

La acumulación se rechaza en un caso en que dos sindicatos interpusieron demanda de conflicto colectivo
contra dos empresas que gestionaban las residencias de mayores de Chiva y Manises (una) y Onil (otra) con el
mismo objeto (la interpretación de un precepto del convenio sectorial aplicable), pero concurriendo circunstancias
diferenciales que podían dar lugar a exégesis diferentes, lo que determina que la Sala del TSJ carezca de
competencia para conocer de las acciones acumuladas ( TSJ C.Valenciana 12-3-12, EDJ 121670 ).
g. Competencia objetiva en casos particulares 

771
Se trata de actuaciones que se realizan antes de iniciarse el proceso con la finalidad de prepararlo o que tienen por objeto la impugnación o la
ejecución de títulos constituidos sin intervención judicial. Se pueden distinguir las siguientes:
773
Actuaciones previas al proceso 
(LRJS art.76, 77, 78 y 79;  LEC art.293.2, 297.3, 723.1 y 725.1)
La norma procesal social no hace referencia explícita a la competencia objetiva para acordar las diligencias preliminares, la exhibición previa de
documentos, la práctica anticipada de prueba, las medidas cautelares y las medidas de aseguramiento de prueba en el período anterior a la presentación
de la demanda, pero de lo dispuesto en la normativa procesal aplicable (social y civil) se desprende que el órgano objetivamente competente es el que lo
sea para conocer de la acción cuyo ejercicio futuro pretende prepararse o cuya efectividad pretende asegurarse a través de tales medidas. No resulta
aplicable la regla de la LEC art.257.1 sobre diligencias preliminares al estar basada en las normas de competencia objetiva en el proceso civil que no
coinciden con las reglas del proceso social.
775
Impugnación de títulos extrajudiciales 
(LRJS art.67.1 y 65.4)
Son dos los títulos a considerar sujetos a diferentes reglas:
1. Laudos arbitrales (nº 776 ).
2. Conciliaciones y mediaciones administrativas: la competencia para conocer de la acción de nulidad del acuerdo de conciliación o de mediación
alcanzado ante el servicio administrativo u órgano que asuma esas funciones corresponde al juzgado o tribunal que lo sea para conocer del asunto objeto
de la conciliación o de la mediación. Precepto que efectúa una doble remisión a las normas que determinan la competencia objetiva y territorial ( TSJ
C.Valenciana 15-2-11, EDJ 101366 ), sin establecer distinción alguna entre aquellos supuestos en los que el intento de conciliación o mediación constituye
un requisito previo para la tramitación del proceso (demandas de conflicto colectivo o sobre régimen jurídico específico de los sindicatos) y los restantes,
expresamente exceptuados de esa formalidad ( LRJS art.64.1 ). Y ello, aunque el cauce adecuado para su impugnación sea el procedimiento ordinario
( AN 22-10-99 , EDJ 51667 ). Por su parte, la TS 12-3-02, EDJ 10165 , no se cuestionó la competencia objetiva de la Sala de lo Social de la AN para
conocer de la demanda de conflicto colectivo en la que se pedía la anulación del acuerdo conciliatorio alcanzado por RENFE y UGT ante la Dirección
General de Trabajo en trámite de conflicto colectivo.

Precisiones

Recuérdese que desde el 2-10-2016 la LRJS sólo mantiene la exigencia de reclamación previa respecto de los
pleitos sobre prestaciones de Seguridad Social (ver nº 2072 ).
776
Laudos arbitrales 
Hay que diferenciar los siguientes tipos de laudos de naturaleza social:
1. Laudos dictados para la solución de las controversias colectivas derivadas de la aplicación e interpretación de los convenios colectivos: el cauce
procesal para su impugnación es el previsto para la impugnación de los convenios o acuerdos colectivos ( ET art.91.2 ), por lo que sujetan a las reglas de
competencia objetiva establecidas para esa clase de procesos (nº 756 ).
2. Igual criterio resulta aplicable en los procesos de impugnación de los laudos que se dicten para solventar las discrepancias existentes tras el transcurso
del procedimiento de negociación colectiva estatutaria sin alcanzarse un acuerdo ( ET art.86.3 ).
3. De la misma manera opera esa pauta cuando lo que se cuestiona es el laudo recaído en el arbitraje obligatorio para resolver los conflictos sobre
inaplicación o descuelgue del convenio colectivo aplicable canalizado a través de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos u órganos
similares de las CCAA ( ET art.82.3.10º ), mecanismo de solución cuya constitucionalidad ha sido avalada por la TCo 119/2014 . Conforme a este criterio
si el ámbito de aplicación del laudo impugnado y los efectos del conflicto que subyace, se circunscriben exclusivamente al único centro de la empresa sito
en Arganda del Rey la competencia objetiva la tienen los JS de Madrid ( TSJ Madrid 5-6-13, EDJ 161920 ).
4. Laudos dictados para la solución de las discrepancias surgidas en los períodos de consultas previos a la adopción por el empresario de medidas en
materia de movilidad geográfica, modificación sustancial de condiciones de trabajo, suspensión del contrato o reducción de jornada por causas
económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor y despidos colectivos: son susceptibles de impugnación en los mismos
términos que los precedentes ( ET art.85.1.1º ), por lo que se rigen por la misma norma de competencia objetiva ( TSJ Auto Cataluña 6-4-06, EDJ
283225 ).
5. Laudos dictados como medio de solución de huelgas de larga duración ( RDL 17/1977 art.10.1º en la redacción resultante de la TCo 11/1981 ): las
acciones de impugnación se sustancia por los trámites del procedimiento ordinario ante el juzgado o tribunal al que hubiera correspondido el conocimiento
del asunto sometido a arbitraje ( LRJS art.65.4 ), sin perjuicio de la posible aplicación por analogía de los principios de la modalidad procesal de
impugnación de convenios colectivos que tienen el carácter de normas jurídicas de carácter general ( TS 4-4-14, EDJ 72623 ).
6. El mismo criterio se aplica en relación a los laudos Arbitrales establecidos por acuerdos de interés profesional de los TRADE ( LRJS art.65.4 ; LETA
art.18.4 ).
7. Laudos en materia electoral: la competencia objetiva la ostentan en exclusiva los Juzgados de lo Social (nº 736 ).
777
Ejecución de títulos constituidos sin intervención judicial 
Deben diferenciarse dos supuestos:
1. Ejecución de conciliaciones extrajudiciales ( LRJS art.237.2 ): es competente el Juzgado en cuya circunscripción se hubiere alcanzado el acuerdo. El
precepto se refiere a la competencia territorial, pero ésta presupone la objetiva, lo que lleva aparejado que la ejecución de estos títulos extrajudiciales
sea competencia exclusiva y excluyente de los JS, cualquiera que sea la naturaleza y alcance territorial de la pretensión que haya sido objeto de
conciliación, aunque se trate, por tanto, de una pretensión de carácter colectivo que de haberse suscitado en sede judicial habría sido enjuiciada por el
TSJ o la AN. En tal sentido se pronuncia el TSJ Madrid Auto 13-6-05 , EDJ 93033, conforme al cual en estos casos no resultarían de aplicación la regla
contenida en la LJRS art.7.a y 8.1 al no tratarse de un proceso judicial en fase declarativa de los contemplados en dichos preceptos y no contener los
mismos ninguna norma regla de competencia objetiva referida a los procesos de ejecución. Conclusión que se ajusta a la interpretación estricta de este
precepto defendida por la jurisprudencia citada en el nº 708 y a los principios de legalidad procesal y predeterminación legal de la competencia.
El criterio de atribución de la competencia difiere del previsto para la ejecución de las conciliaciones judiciales, pues en éstas la competencia
funcional por conexión -no la objetiva- corresponde a quien conoce del asunto en la instancia, mientras que la conciliación extrajudicial se ejecuta ante el
Juzgado de lo Social en cuya circunscripción se hubiere celebrado la avenencia.
2. Ejecución de laudos arbitrales, los recaídos en materia electoral, los que ponen fin a la huelga o a un conflicto colectivo, los establecidos por
acuerdos de interés profesional de los TRADE, u otros cuyo conocimiento corresponda al orden social se equiparan, a efectos de ejecución, a las
sentencias firmes ( LRJS art.68.2 ), sin que quepa iniciar un nuevo procedimiento declarativo para exigir su total cumplimiento ( AN 14-5-12, EDJ 92029 ;
AN 8-2-12, EDJ 14369 ). La competencia para su ejecución la tiene el Juzgado en cuya circunscripción se hubiera dictado ( LRJS art.237.2 ).
779
Competencia objetiva de los Juzgados especiales de ejecuciones 
(LOPJ art.98;  LRJS art.237.4;  LEC art.46;  Acuerdo CGPJ 15­9­05 art.17 s.)
El Consejo General del Poder Judicial puede acordar, previo informe de la Sala de Gobierno correspondiente, que en aquellas circunscripciones en las
que exista más de un JS, uno o varios de ellos asuman, con carácter exclusivo, el conocimiento de las ejecuciones propias del orden jurisdiccional
social ( LOPJ art.98.1 ). En ejercicio de esta facultad ha dictado Acuerdos (Acuerdo 17-12-86 y 20-12-89 ) mediante los cuales ha encomendado a
determinados JS de Barcelona y Valencia el conocimiento de los procesos de ejecución en la circunscripción de los JS de esas sedes.
Tales Juzgados, especiales de ejecuciones (JS Barcelona núm. 5, 23 y 30 y JS Valencia núm. 3) ostentan por tanto una competencia objetiva
perfectamente delimitada, exclusiva y excluyente, abarcando únicamente el conocimiento de la ejecución de las resoluciones dictadas por el resto de JS
de su circunscripción, con exclusión total del reparto de otro tipo de asunto.
La atribución comprende todas las demandas ejecutivas que tengan su causa en títulos ejecutivos constituidos sin intervención judicial, en actos de
conciliación judiciales y en sentencias o autos firmes, incluidos entre estos últimos los de extinción de la relación laboral y fijación de indemnización y
salarios de tramitación, en su caso, así como los incidentes de extensión de responsabilidad ( TSJ Cataluña 29-3-12, EDJ 115264 ). No obstante, los
citados Acuerdos excluyeron determinadas ejecuciones, si bien posteriormente la competencia se extendió al conocimiento de los procesos de
ejecución derivados de resoluciones de condena a obligación de pago de cantidad dineraria líquida, con independencia de la materia sobre la que verse el
proceso (Acuerdos de CGPJ 18-12-96 y Acuerdo 15-12-04 ), manteniéndose la exclusión para el conocimiento de las restantes pretensiones ejecutivas
excepcionadas en los Acuerdos iniciales.

Precisiones

1) Frente a lo señalado y con criterio que no se comparte, contrario a lo dispuesto en la LEC art.46 , se sostiene
que la atribución del conocimiento de las demandas ejecutivas a los Juzgados Especiales de Ejecuciones no es
una cuestión que afecte a la competencia de los órganos jurisdiccionales, sino a las normas de reparto entre
Juzgados del mismo orden jurisdiccional que deben ser resueltas por el Juez Decano en virtud de lo que dispone la
LOPJ art.167.2 ( TSJ Cataluña 10-3-06, EDJ 266981 ).
2) En Barcelona y Valencia los demás Juzgados de lo Social carecen de competencia funcional para ejecutar
sus propias sentencias y conciliaciones ( TSJ Cataluña 26-9-11, EDJ 243865 ).
3) De plantearse una situación de conflicto en torno a la competencia entre los Juzgados declarativos y los
Juzgados especiales de ejecuciones, la misma se sustanciará como las cuestiones de competencia ( LEC art.56 ).
Así sucedió con la resuelta por el TSJ Cataluña Auto 27-1-06, EDJ 113537 , que declaró la competencia del JS
declarativo para conocer de la reclamación de honorarios del Letrado que asistió a la parte demandante, al
atribuirle la naturaleza de demanda iniciadora de un sui generis proceso declarativo y no de ejecución (solución
contraria parece mantenerse en la TSJ Cataluña 1-2-08, EDJ 36723 ), así como con la decidida por la misma Sala (
TSJ Cataluña Auto 8-5-09, cuestión de competencia 1/09) que reconoció la competencia de los Juzgados
especiales para tramitar las ejecuciones provisionales de resoluciones condenatorias al pago de cantidades.
4) La especialización tiene carácter reversible ( Acuerdo CGPJ 15-9-05 art.23 ). En tal sentido por Acuerdo del
CGPJ 20-12-00 se dejó sin efecto la especialización del JS 29 de Barcelona en materia de procesos de ejecución
laboral.
5) Desde el 1-10-2015 el CGPJ puede acordar de manera excepcional y por el tiempo que se determine,
considerando la acumulación de asuntos que uno o varios Juzgados de la misma provincia y del mismo orden
jurisdiccional asuman el conocimiento de determinadas clases o materias de asuntos y, en su caso, de las
ejecuciones que de los mismos dimanen. La tramitación específica por estos órganos debería facilitar la unificación
de criterios. Estos juzgados especializados podrán tener ámbito provincial, superándose de esa manera las
limitaciones que la existencia de circunscripciones territoriales de ámbito inferior podría ocasionar. Para ello es
preciso contar con informe favorable del Ministerio de Justicia, oída la Sala de Gobierno y, en su caso, la
Comunidad Autónoma con competencias ( LOPJ art.98 -redacc LO 7/2015 art.único.26 ).
III. Competencia territorial 
785
El estudio que se realiza de las normas de competencia territorial seguidamente debe completarse con el del tratamiento procesal de esta modalidad
de competencia (nº 990 y nº 1016 s. ) y de las cuestiones de competencia territorial (nº 1072 ).
Las reglas legales de determinación de la competencia territorial de los Juzgados y Tribunales del orden social tienen carácter imperativo, dado el
carácter improrrogable de la jurisdicción y de orden público de la competencia ( LOPJ art.9.6 ) y están al margen de la autonomía de la voluntad de los
litigantes ( LRJS art.5 ) sin que quepa la posibilidad de sumisión expresa o tácita a fuero distinto del que la norma prevé para dirimir la competencia.
Significa lo anterior que, como afecta al orden público procesal, los juzgados y tribunales laborales están obligados a examinar de oficio su
competencia territorial para conocer del asunto.

A. Función de la competencia territorial 
790
Cuando la competencia para el conocimiento de un determinado litigio en instancia (competencia objetiva) recae sobre un Juzgado de lo Social o Sala de
lo Social de un Tribunal Superior de Justicia, se plantea la necesidad de verificar -a través de las disposiciones sobre competencia territorial- cuál es el
concreto Juzgado o Sala llamado a resolverlo atendiendo a su espacio geográfico de actuación, al existir una pluralidad de órganos de ambas clases
que ejercen su potestad jurisdiccional en un concreto ámbito territorial, a saber:
1. Los JS constituidos en todas las capitales de provincia, así como en Ceuta y Melilla, a los que hay que añadir los ubicados en otras ciudades cuya
demarcación, al igual que los de los de las capitales de la provincia a la que pertenecen, comprende únicamente el territorio de determinados partidos
judiciales (nº 675 ).
2. Salas de lo Social en los TSJ: son 21, puesto que los TSJ de Andalucía, Canarias y Castilla-León cuentan con dos o más Salas de lo Social, ubicadas
en distintas sedes.

Precisiones

1) Dado que el conocimiento en la instancia de la mayor parte de los litigios corresponde a los Juzgados de lo
Social (nº 700 ), la función fundamental de las normas de competencia territorial es la distribución de los asuntos
entre los diferentes Juzgados de lo Social constituidos en España (nº 800 s. ). A ella se añade la menos relevante
en la práctica de determinar el concreto Tribunal Superior de Justicia llamado a resolver la controversia cuando la
competencia objetiva recae sobre ese tipo de órgano.
2) El problema apuntado no se suscita cuando el tribunal que tiene que actuar en funciones de instancia es la
Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, o la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, al ser órganos que, en el
ejercicio de su competencia objetiva, extienden su jurisdicción a todo el territorio nacional ( LOPJ art.53 y 62 ).
3) Las reglas de competencia territorial distribuyen los asuntos entre los órganos jurisdiccionales de la misma clase
con diferente circunscripción, permitiendo determinar a cuál de ellos le corresponde decidir el asunto en la
instancia por razón del territorio ( TS 15-2-94 , EDJ 1309 ), delimitando, por tanto, el fuero territorial de tribunales de
la misma clase ( TS 21-6-10, EDJ 145248 ).
4) Tales reglas asignan la competencia territorial a uno o más JS o a una o más Salas de lo Social en función de
ciertos elementos de conexión entre su demarcación territorial y el litigio, como la proximidad al objeto del mismo.
Los criterios de atribución de competencia se denominan fueros (fuero del lugar de prestación de los servicios,
fuero de domicilio del demandado, etc). En determinados pleitos rige un único fuero (fuero exclusivo), mientras
que en otros hay una pluralidad de fueros, que en el proceso laboral son siempre de carácter alternativo u opcional,
correspondiendo al demandante la elección de uno de ellos.
5) La competencia territorial no solamente se basa en razonables criterios de división del trabajo, sino que tiene
también el componente finalista de aproximar la Administración de Justicia a los ciudadanos, y más en particular
de atender a los intereses de la parte demandante que normalmente es un trabajador o un beneficiario de la
Seguridad Social. En efecto, estas reglas atienden al principio general de facilitar el acceso a la justicia, acercando
el proceso al lugar donde al trabajador le sea más fácil y a que en caso de concurrencia de fueros -lugar de
prestación de servicios o el domicilio del demandado- sea él quien decida -a su arbitrio- el órgano competente por
razón de territorio ( TS 18-10-06 , EDJ 306458 ).
6) No hay que confundir las reglas de competencia territorial con las normas de reparto de asuntos (nº 975 s. )
que no afectan a la competencia, son de carácter interno y gubernativo y responden a la finalidad de regular la
distribución de los asuntos entre órganos jurisdiccionales, del mismo tipo dotados de competencia objetiva,
territorial y funcional para su conocimiento, como son los diferentes JS de la misma población, las diversas Salas
de lo Social de un TSJ, o las distintas Secciones de una misma Sala de lo Social.
792
Momento de determinación de la competencia territorial 
La competencia territorial se establece y consolida al tiempo de interposición de la demanda. De aquí deriva una doble consecuencia:
1. La falta de trascendencia en orden a su determinación de la fecha en que se hayan producido los hechos litigiosos, resultando por ejemplo
irrelevante que los mismos se remonten a un momento anterior al de entrada en funcionamiento del JS ( TSJ Cataluña 28-1-03 , EDJ 273487 ); o las
circunstancias concurrentes en la fecha en que se presentó la papeleta de conciliación ( TSJ Baleares 12-7-00 , EDJ 117124 ).
2. La falta de incidencia en la competencia territorial de los cambios que una vez iniciado el proceso se produzcan en los elementos que han servido
para fijarla ( LEC art.411 ; TSJ Cataluña 25-3-08, EDJ 50446 ; TSJ Baleares 18-1-00 , EDJ 117128 ; TSJ Madrid 29-2-96 ).

B. Naturaleza de las normas sobre competencia territorial 
(LRJS art.5, 10 y 11)
795
A diferencia de lo que sucede en el proceso civil en el que con como norma general las reglas atributivas de la competencia territorial tienen carácter
dispositivo y se aplican únicamente en defecto de sumisión expresa o tácita de las partes a los tribunales de una determinada circunscripción ( LEC
art.54.1 ),en el proceso laboral los foros de competencia territorial participan de la naturaleza imperativa e indisponible predicable de las normas de
competencia por razón de la materia, objetiva y funcional.
En la medida que la competencia territorial constituye un presupuesto procesal cuyo cumplimiento ha de ser controlado de oficio por el Juez, es
evidente que la misma queda sustraída a la voluntad o conveniencia de las partes, de modo que en el proceso social resulta inadmisible, como criterio de
atribución de competencia, la sumisión tácita o expresa de las partes a un Juzgado o Sala distintos de los resultantes de aplicar los fueros legales, y que
la competencia territorial haya de determinarse necesariamente conforme a las reglas legales LRJS art.5 (nº 991 ), sin que quepa acudir a la aplicación
supletoria de la LEC para posibilitar la introducción de la sumisión, pues la LRJS ofrece una regulación completa de la competencia territorial ( TSJ
Castilla-La Mancha 1-12-11 , EDJ 295120 ; TSJ Cataluña 9-3-12, EDJ 77864 ).

Precisiones

1) El establecimiento en el contrato de trabajo de una cláusula de sumisión expresa a determinados órganos


judiciales, distintos de los resultantes de la aplicación de las reglas legales, para resolver todas las cuestiones
contenciosas que puedan surgir entre las partes, constituye una infracción administrativa grave incardinable en
el RDLeg 5/2000 art.7.10 , al perturbar y limitar el derecho de los trabajadores al ejercicio individual de las acciones
derivadas de su contrato de trabajo consagrado en el ET art.4.2 g ) ( TSJ Castilla-La Mancha 17-2-11, EDJ 38068 ).
2) El tratamiento procesal de la competencia territorial se equipara al de la jurisdicción, la competencia
internacional y la competencia por razón de la materia, objetiva y funcional (nº 991 )
C. Reglas de competencia territorial de los JS 
(LRJS art.10)
800
Estas reglas permiten fijar la competencia territorial de:
- los juzgados de lo social de ámbito provincial frente a la de los JS de otras provincias, y;
- los juzgados de lo social de ámbito infraprovincial, frente a la de los JS de la misma o diferente provincia.
Se pueden clasificar en dos grandes grupos:
1. Reglas comunes (nº 802 ).
2. Reglas especiales (nº 804 ).
802
Reglas comunes 
(LRJS art.10.1)
La norma procesal laboral fija las reglas de competencia aplicables a los diferentes tipos de asuntos, si bien el punto de partida obligado para acercarse
a las mismas es la toma en consideración de las que rigen en las controversias de las que los JS conocen con mayor frecuencia, esto es, en las de
carácter individual surgidas en el marco de la relación contractual entre el empleador y sus trabajadores, respecto de las cuales se distinguen 3 tipos de
reglas comunes aplicables a este tipo de reclamaciones, a saber:
1. Regla general: la competencia territorial de los Juzgados de lo Social se determina por el lugar de prestación de los servicios o por el del domicilio del
demandado, a elección del demandante.
2. Reglas específicas para los supuestos de prestaciones de servicios plurilocalizadas o de pluralidad de demandados.
3. Regla particular: aplicable en los procesos entablados contra las Administraciones Públicas en su condición de empleadoras, a virtud de la cual y
atendiendo a la naturaleza del sujeto contra al que se ejercita la pretensión, el fuero alternativo del domicilio del demandado se sustituye por el del
domicilio del demandante
804
Reglas especiales por razón de la materia o de la pretensión 
(LRJS art.10.2, 3 y 4)
No se aplica la regla general sino el fuero previsto específicamente respecto de cada uno de los siguientes tipos de litigios sujetos a reglas especiales.
1. Seguridad Social (nº 855 s. ).
2. Mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social (nº 829 ).
3. Entre asociados y mutualidades y entre éstas (nº 868 ).
4. Entre beneficiarios y fundaciones laborales y entre éstas (nº 868 ).
5. Reclamación de salarios de tramitación al Estado (nº 830 ).
6. Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de los sindicatos y de las asociaciones empresariales, así como impugnación de sus estatutos
y de sus modificaciones (nº 847 ).
7. Régimen jurídico de los sindicatos (nº 849 ).
8. Responsabilidad de los sindicatos y asociaciones empresariales por infracciones de las normas de la rama social del Derecho (nº 851 ).
9. Tutela de los derechos fundamentales (nº 831 ).
10. Materia electoral (nº 845 ).
11. Conflictos colectivos (nº 839 ).
12. Impugnación de convenios colectivos (nº 841 ).
13. Contra otros actos de las Administraciones Públicas (nº 866 ).
14. En materia de intermediación laboral (nº 868 ).
15. Sobre valoración, reconocimiento y calificación del grado de discapacidad (nº 868 ).
806
A partir de la ponderación de las reglas comunes y especiales referenciadas la competencia territorial de los Juzgados de lo Social se determina en la
forma que seguidamente se muestra:
a) Litigios derivados del contrato de trabajo (nº 808 ).
b) Controversias colectivas y sindicales (nº 837 ).
c) Litigios en materia de Seguridad Social (nº 855 ).
d) Impugnación de otros actos de las Administraciones Públicas (nº 866 ).
e) Otro tipo de asuntos (nº 868 ).
f) Actuaciones previas al proceso (nº 870 ).
a. Litigios derivados del contrato de trabajo 
(LRJS art.10)

808
La regla básica atribuye la competencia para el conocimiento de las acciones individuales derivadas de la celebración y ejecución del contrato de trabajo
al JS en cuya circunscripción se prestan o prestaron los servicios, si bien en el caso de que el demandado tenga su domicilio en una demarcación
distinta de aquella en la que se llevó o lleva a cabo la actividad laboral, resulta también competente, a elección del actor, el Juzgado de lo Social en cuya
circunscripción esté domiciliado el demandado ( LRJS art.10.1 ).
Estos criterios de atribución competencial experimentan ciertos ajustes, conforme a las reglas específicas y a la particular, en los siguientes supuestos (nº
818 s. ):
- el demandante desarrolla su trabajo en lugares comprendidos en varias circunscripciones territoriales (nº 819 );
- la acción se ejercita contra una pluralidad de demandados (nº 823 );
- la demanda se dirige contra una Administración Pública en su condición de empleadora (nº 825 ).
La regla general (nº 810 ) no entra juego en los litigios individuales de trabajo sujetos a reglas especiales, a saber:
1. Mejoras de la acción protectora de la Seguridad Social (nº 829 ).
2. Reclamación de salarios de tramitación al Estado (nº 830 ).
3. Tutela de la libertad sindical y demás derechos fundamentales (nº 831 ).

Precisiones

En la impugnación individual de un despido colectivo la competencia territorial se determina conforme a la regla


general ( LRJS, 10.4.b ; TSJ Canarias, Sta. Cruz de Tenerife, 23-6-14, EDJ 230360 ).
810
Regla general 
(LRJS art.10)
La competencia territorial de los Juzgados de lo Social en los contenciosos laborales individuales, a excepción de los que afecten a las tres materias
anteriormente reseñadas (en las que no entra en juego ver nº 808 ), se determina, a elección del demandante -sea éste trabajador o empresario-,
conforme a los fueros generales que a continuación se exponen ( LRJS art.10.1.1º )
1. El del lugar de prestación de servicios (nº 812 ).
2. El del domicilio del demandado (nº 816 ).
La opción del actor se circunscribe a estos 2 fueros concretos mencionados, sin que pueda extenderse a otros distintos, como el del domicilio del
trabajador demandante ( TSJ Cataluña 26-3-03 , EDJ 18907 ; TSJ Cataluña 9-10-03, EDJ 195365 ); el del lugar de celebración del contrato ( TSJ
Extremadura 13-6-03, EDJ 273491 ); o el de aquél en el que aparece fechada y firmada la carta de despido ( TSJ Castilla-La Mancha 27-4-07, EDJ
136133 ).
Obviamente, la posibilidad de opción no existe cuando el demandado se encuentra en la demarcación del Juzgado de lo Social del lugar de prestación de
los servicios. Tampoco hay posibilidad de opción en los siguientes casos:
a) Prestación de servicios en el extranjero: supuesto en que el fuero alternativo desaparece y se hace único - el del domicilio del demandado-, tanto si la
demanda la presenta el trabajador ( TS 16-5-88 , EDJ 4191 ; 9-7-90 , EDJ 7400 ), como si lo hace el empresario ( TSJ Cataluña 13-1-06, EDJ 29604 ).
b) Imposibilidad de identificar el lugar donde se desenvolvió la actividad laboral ( TSJ C.Valenciana 15-6-94 ).
Para la correcta aplicación de ambos fueros deben tenerse en cuenta las pautas legales y jurisprudenciales que se exponen en los marginales
siguientes.
Precisiones

1) En el ámbito de la conflictividad individual entre trabajadores y empresarios los criterios de atribución de


competencia operan con independencia de que el objeto de la pretensión sea propio del proceso ordinario, en
el que se sustancian principalmente acciones de reconocimiento de derecho y/o de reclamación de cantidad, o de
las modalidades procesales especiales de carácter individual de despido; impugnación de sanciones; fijación de
la fecha de disfrute de las vacaciones; clasificación profesional; movilidad geográfica y modificaciones sustanciales
de condiciones de trabajo; y derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
2) El lugar de celebración del acto de conciliación carece de trascendencia a la hora de delimitar la competencia
territorial de los Juzgados de lo Social, desde el momento en que la determinación del órgano competente para
conocer del intento de avenencia preprocesal se realiza con arreglo a criterios que no coinciden con los
establecidos para delimitar la competencia judicial ( TS 23-4-85 ). Así, el servicio administrativo competente para
conocer de la papeleta de conciliación, cualquiera que sea la pretensión ejercitada, es el correspondiente al lugar
de prestación de servicios o al domicilio de «los interesados», a elección del solicitante ( RD 2756/1979 art.5 ), lo
que supone que el peticionario puede presentar la papeleta ante el órgano administrativo de su domicilio, fuero que
no se incluye entre los que con carácter general rigen la competencia de los Juzgados de lo Social en materia de
contrato de trabajo ( TS 9-12-09, EDJ 315121 ; y 8-2-10, EDJ 14360 ), Consiguientemente, el hecho de que la
conciliación se haya intentado ante un concreto servicio administrativo no afecta a la determinación de la
competencia territorial de los órganos jurisdiccionales sociales, en virtud de las siguientes consideraciones:
a) La opción del solicitante por uno u otro servicio administrativo u órgano que asuma estas funciones no le
vincula en el momento de interposición de la demanda, por lo que puede suceder que el acto de conciliación se
inste en una ciudad y la demanda se formule en otra distinta.
b) La competencia territorial se determina en atención a los elementos de hecho que concurren en el momento de
presentación de la demanda y no de las vigentes al tiempo de formular la papeleta de conciliación, por lo que cabe
que la conciliación deba intentarse ante el servicio administrativo de una provincia y la demanda se tenga que
registrar en otra diferente si en el intervalo se ha producido un cambio de circunstancias ( TSJ Castilla-La Mancha
1-12-11, EDJ 295120 ; TSJ Baleares 18-1-00 , EDJ 117128 ).
c) El hecho que el interesado no solicitante, es decir, el futuro demandado comparezca en el acto de conciliación y
no denuncie la falta de competencia territorial del órgano administrativo ante el que se celebra no le impide
oponer en el juicio la excepción de incompetencia territorial del JS en cuya circunscripción se hubiere celebrado
( TSJ Cantabria 31-7-01 , EDJ 55782 ).
Cuestión distinta, que no afecta a la competencia territorial de los Juzgados de lo Social, es la de si la
presentación de la papeleta de conciliación ante un órgano administrativo territorialmente incompetente produce, o
no, efectos suspensivos de la caducidad (nº 2113 ).
3) La regla general se aplica igualmente cuando el demandante es el Fondo de Garantía de Salarial ejercitando
contra un beneficiario la acción de reintegro de prestaciones indebidas ( TSJ Cataluña 17-11-10, EDJ 327712 ), así
como en relación a las pretensiones derivadas del contrato celebrado entre un trabajador autónomo
económicamente dependiente y su cliente y a las solicitudes de reconocimiento de esa condición.
4) No estableciendo la Ley procesal ninguna regla específica en relación al proceso monitorio (nº 5464 ) hay
que estar a la norma general de la LRJS art.10.1 .
5) A efectos competenciales, resulta irrelevante que la pretensión del trabajador consista en reincorporarse a su
anterior destino en el territorio donde interpuso la demanda ( TSJ País Vasco 23-1-01, EDJ 107525 ).
812
Lugar de prestación de los servicios 
(LRJS art.10.1.1º)
Este fuero opera cualquiera que sea el domicilio de las partes o el lugar de celebración del contrato.
El lugar relevante para la determinación de la competencia es donde se lleva a cabo la prestación real y efectiva del trabajo, y no el consignado en el
contrato o el de destino oficial si no coinciden ( TS 17-11-87 , EDJ 8424 ). De hecho el lugar de prestación de servicios no tiene que coincidir
necesariamente con la ubicación del centro de trabajo al que figura adscrito el trabajador. Tampoco puede tomarse en consideración aquél en que la
empresa manifestó que se produciría la readmisión del despedido si la misma no llegó a materializarse por habérsele concedido vacaciones indefinidas
( TSJ C.Valenciana 7-6-00, EDJ 50968 ).
El lugar de prestación de servicios que debe servir de punto de referencia es el actual, es decir, el correspondiente al momento de presentación de la
demanda, y no aquel donde haya podido desarrollarse la actividad laboral en el pasado.
En los supuestos de suspensión del contrato de trabajo hay que estar al lugar donde se efectuaban los servicios con anterioridad a iniciarse la
situación interruptiva ( TSJ C.Valenciana 17-4-98 , EDJ 7186 ). El mismo criterio se aplica a las acciones ejercitadas por trabajadores que se encuentran
en situación de excedencia ( TS 23-4-85 ), salvo que la empresa les haya reincorporado en un centro de trabajo situado en diferente circunscripción y
accionen para que se reconozca de reingreso en el centro de origen ( TSJ Castilla-La Mancha 1-12-11, EDJ 295120 ).

Precisiones

1) En el caso de acciones planteadas contra la que fue su empresa por trabajadores prejubilados se toma en
consideración el último lugar donde llevaron a cabo la prestación de servicios ( TSJ Asturias 14-2-14, Rec 2/14 ).
2) El foro del lugar de prestación de servicios opera cualquiera que sea el domicilio de las partes o el lugar de
celebración del contrato ( TSJ Granada 19-6-03 ).
3) Los trabajadores pueden acogerse a este fuero aunque en la fecha de interposición de la demanda no se
encuentren en situación de activo en la empresa ( TSJ C.Valenciana 17-4-98 , EDJ 7186 ). Más dudas se suscitan
cuando el demandante es el empresario y la relación laboral se encuentra extinguida, pues en tal caso la opción
del empleador por el lugar de prestación de los servicios atrae la competencia al JS de una circunscripción de la
que el trabajador puede haberse desvinculado en perjuicio del fuero de su domicilio en el que puede defenderse
con un coste inferior.
4) Si la prestación de servicios no se ha llegado a iniciar, debe estarse al lugar donde se había previsto su
ejecución ( TSJ Galicia 8-6-99 , EDJ 84197 ).
5) En el caso de los trabajadores en misión se entiende que el lugar de prestación de servicios es aquél en que
se realiza el trabajo para la empresa usuaria ( TSJ Cataluña 27-10-09, EDJ 327984 ).
6) Se considera que aunque el centro de actividad de la empresa demandada, dedicada a la actividad de
transporte de mercancías por carretera, se encuentra en una determinada localidad, el lugar de prestación de
servicios del conductor demandante es aquél otro donde inicia siempre el recorrido de sus viajes y donde deja el
camión durante la noche y el fin de semana ( TSJ Valladolid 19-12-12, EDJ 310106 ).
7) Este fuero está pensado para las prestaciones de servicios que se realizan de forma estable en un lugar
determinado, no resultando de aplicación cuando la actividad laboral se desarrolla indistintamente en lugares
correspondientes a diferentes circunscripciones y el demandante es el trabajador, supuesto en el que entra en
juego la regla específica prevista para el trabajo plurilocalizado (nº 818 ). En esa misma hipótesis, si el
demandante es el empresario no opera la regla singular y la aplicación del fuero del lugar de prestación de
servicios resulta muy problemática por lo que lo más seguro es optar por el fuero del domicilio del trabajador
demandado (nº 816 ).
813
Determinación del lugar de prestación de los servicios en situaciones de movilidad geográfica 
Hay que distinguir dos supuestos: traslados definitivos y desplazamientos temporales.
1. Traslados definitivos: el lugar actual de ejecución de la actividad laboral en el momento de presentación de la demanda es el relevante a efectos de
establecer la competencia territorial, no pudiendo considerarse como tal aquél donde se efectuó tiempo atrás ( TS 23-5-88 , EDJ 4412 ). Y ello, aunque los
hechos constitutivos de la pretensión sean anteriores a esa fecha ( TSJ Baleares 18-1-00 , EDJ 117128 y 12-7-00 , EDJ 117124 ; en sentido contrario
aunque «obiter dicta» solo si la acción no guarda relación con la anterior prestación de servicios TSJ Granada 10-12-97 ), o la incorporación al nuevo
destino no se haya hecho efectiva por estar el afectado de baja médica ( TSJ Málaga 20-1-05, EDJ 80193 ).
2. Desplazamientos temporales: el lugar de prestación de servicios es el del centro de procedencia, de donde el empleado ha sido temporalmente
movilizado a otro distinto y debe retornar, y no el de efectivo desempeño de la actividad al tiempo de interposición de la demanda ( TSJ Castilla-La
Mancha 24-2-04 , EDJ 306974 ). Es de notar que esta sentencia resuelve el problema competencial en armonía con el planteamiento del trabajador
demandante pero no ofrece una pauta concluyente para resolver la cuestión, pues aun cuando en estos casos no se produce una modificación
sustancial del lugar de prestación de servicios con carácter definitivo, no se aprecian razones de peso para no tomar en consideración el lugar temporal
de ejecución de los servicios cuando el desplazamiento no tiene carácter puntual o episódico sino cierta continuidad en el tiempo.

Precisiones

1) La determinación del lugar de prestación de servicios en esta modalidad de movilidad geográfica puede afectar
a la tutela judicial efectiva en una doble vertiente: la disponibilidad y facilidad probatoria y la proximidad del juez al
litigio, como se pone de manifiesto en una reclamación de daños y perjuicios derivados de un accidente de trabajo
acaecido con anterioridad al traslado cuando el empresario no tiene su domicilio en la demarcación en que se
produjo.
2) El criterio anteriormente expuesto respecto de los traslados definitivos no rige cuando la demanda tiene por
objeto la impugnación de la decisión empresarial de traslado y se presenta en una fecha en la que aún no se ha
materializado, supuesto en el que el cambio de centro de trabajo no se puede tener como consumado ( TS 12-5-
84 ); o si se impugna un despido comunicado en la misma fecha en que la readmisión en otro lugar consecuencia
de la declaración de nulidad de un anterior despido debía hacerse efectiva. Pero sí se considera aplicable si la
decisión empresarial ha sido tachada de injustificada y la sentencia que así lo declara se encuentra en trámite de
ejecución ( TSJ Burgos 27-4-04, EDJ 46056 ).
3) Los traslados sucesivos no justifican la aplicación de la regla especial prevista para los supuestos de
prestaciones de servicios plurilocalizadas (nº 818 ) máxime cuando en el momento de interposición de la demanda
el actor llevaba varios años prestando servicios en el mismo destino ( TSJ Las Palmas 13-7-12, Rec 743/10 ).
4) En un caso particular en el que un trabajador había prestado servicios sucesivos para una empresa de montajes
en obras situadas en diferentes provincias se entendió que el último lugar de trabajo era aquél en que había
permanecido los cinco meses inmediatamente anteriores al despido y en el que se encontraba en la fecha en que
se le notificó la decisión extintiva, a lo que no es óbice que poco antes hubiese trabajado durante un semana en
una obra ubicada en otra provincia, al tratarse de una interrupción de poca trascendencia a efectos competenciales
( TSJ Valladolid 28-10-09, EDJ 274696 ).
814
Determinación del lugar de prestación de los servicios en actividades laborales específicas 
A la hora de determinar el lugar de prestación de los servicios en algunas actividades laborales se presentan los siguientes problemas específicos:
1. En el trabajo en el mar, hay que estar al lugar donde se encuentra el puerto base del buque en el momento de presentación de la demanda y no a la
ubicación de los diversos puertos que toca durante las travesías ( TS 8-4-96 y 18-7-89 , EDJ 7456 ). El puerto base es aquél que constituye el centro
principal de la actividad real desarrollada por el barco; de no poderse determinar cuál es, o no acreditarse su localización, podrá tomarse como tal el
que figure en el Registro oficial donde esté inscrito (nº 752 ).
2. Similar criterio se aplica a los tripulantes aeronáuticos, supuesto en el que se debe atender a la base operativa a la que se encuentran agregados y
no a las localidades donde se hallan los múltiples aeropuertos a los que vuelan ( TSJ C.Valenciana 14-6-06 , EDJ 363603 ), Y ello, aunque la empresa les
autorice a residir en la localidad que consideren más conveniente ( TSJ Málaga 18-1-02 , EDJ 14184 ).
3. En el trabajo agrariosi los servicios se prestan en una finca cuya superficie se extiende por diferentes circunscripciones, el demandante puede optar
por cualquiera de los Juzgados de lo Social en cuya demarcación esté situada ( TSJ Castilla-La Mancha 17-1-94 ).
4. En el trabajo a distancia el lugar de prestación de los servicios coincide con el domicilio del trabajador.
816
Domicilio del demandado 
(LRJS art.10.1.1º)
Cuando el Juzgado de lo Social de la circunscripción donde se desempeña la actividad laboral no coincida con el del domicilio del demandado, el
actor tiene la opción de ejercitar la acción judicial ante uno u otro.
El fuero del domicilio del demandado atiende a la vinculación del demandado con la respectiva circunscripción y el fundamento de su configuración
como fuero alternativo es permitir al actor optar por un Juzgado de lo Social distinto al del lugar de prestación de los servicios sin perjuicio aparente para
la contraparte. No obstante la elección de este fuero puede dar a lugar a que el litigio se solvente ante un Juzgado muy alejado geográficamente del
lugar donde se desarrollaron los hechos enjuiciados con las disfunciones y mayores costes que ello genera.
Los cambios domiciliarios que se produzcan una vez iniciado el proceso no alteran la competencia territorial que, de haberse optado por ese fuero, se
determinará según lo que se acredite en el momento inicial de la litispendencia ( LEC art.411 ).
817
Criterios para la determinación del domicilio del demandado 
Hay que distinguir los siguientes supuestos:
1. Si el demandado es una persona física, se considerará como tal el lugar de su residencia habitual ( CC art.40 ). La residencia efectiva y la
habitualidad son los dos elementos que caracterizan el domicilio de las personas naturales. En cuanto al primero, la vecindad administrativa constituye
un dato formal que puede ser tenido en cuenta como principio de prueba de la residencia en un término municipal, pero cabe prueba en contrario que
acredite otra distinta de la que figura en la inscripción en el padrón municipal (ver nº 864 ). Por su parte, la nota de habitualidad apunta a la vocación de
permanencia en una localidad más allá de lo que supone una estancia más o menos prolongada.
Si el demandado no tiene su residencia habitual en territorio español, se ha de estar al lugar donde resida aún con carácter accidental ( LEC art.50.1 ).
Si carece de domicilio y residencia en España puede ser demandado en el lugar en que se encuentre dentro del territorio nacional o en el de su última
residencia en éste ( LEC art.50.2 ).
2. Si el demandado es una persona jurídica, para establecer la sede geográfica de referencia se sigue el siguiente orden de prelación ( CC art.41 ; TS
23-4-85 ; 11-3-91 , EDJ 2661 ):
- el domicilio fijado por la Ley que la haya creado o reconocido, o el previsto en sus estatutos o reglas fundacionales;
- si no figura en ellos, el lugar dónde tenga establecida su representación legal;
- de no constar este último, la localidad donde ejerza sus principales funciones.

Precisiones

1) El domicilio de la persona jurídica es el legal, sin que pueda confundirse con el de sus delegaciones,
sucursales, representaciones o agencias donde pueden practicarse los actos de notificación y emplazamiento (nº
1882 ) (TS 23-4-85 ; 9-7-90 , EDJ 7400 ; TSJ Asturias 13-6-14, Rec 1172/14 ; TSJ C.Valenciana 2-10-97 , EDJ
11524 ; TSJ Murcia 14-10-02, EDJ 53895 ; TSJ Málaga 21-2-95 ; TSJ Madrid 1-2-10, EDJ 33930 ). En esta última
sentencia se razona que el criterio del lugar donde se desarrollan «las principales funciones de su instituto» ( CC
art.41 ) sólo puede ser de aplicación en ausencia de determinación del domicilio social en los estatutos o en la ley;
en sentido contrario, sin mayor argumentación TSJ Castilla-La Mancha 12-3-10, EDJ 62220 ). En el proceso
social no cabe, por tanto, la aplicación supletoria de lo dispuesto LEC art.51.1 .
2) En el supuesto más frecuente en la práctica de que se trate de sociedades capitalistas, hay que tener en
cuenta que según dispone la LSC art.10 en caso de discordancia entre el domicilio registral y el que correspondería
según la LSC art.9 («las sociedades de capital fijarán su domicilio dentro del territorio español en el lugar en que se
halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en el que radique su principal establecimiento o
explotación»), los terceros podrán considerar como domicilio cualquiera de ellos.
3) No reviste la condición de domicilio a efectos competenciales el centro de trabajo o centros de trabajo en que
el/los trabajador/es demandante/s lleva/n a cabo su cometido laboral lo que significaría dejar sin efecto la dualidad
optativa de «fuero» que el LRJS art.10.1 ofrece en beneficio de la parte actora (lugar de la actividad/domicilio del
demandado) y establecer un fuero único y obligatorio, sino el lugar donde la empresa demandada tiene su domicilio
social. ( TS 18-10-06 y 12-3-07 , EDJ 21192 ). Tampoco ostenta esa condición el centro donde la empresa
desarrolla su actividad productiva, o el centro principal, cuando no coinciden con el lugar donde se halla su
domicilio social ( TSJ Granada 17-10-13, Rec 1497/13 ; TSJ Madrid 2-2-11, EDJ 42929 confrontando la localidad
madrileña donde se levanta la Ciudad Financiera del Grupo Banco Santander (Boadilla del Monte) y la capital
cántabra donde tiene su domicilio social.
4) En un caso particular se entendió que la multiplicidad de domicilios de hecho de la mercantil demandada,
facultaba al actor para interponer la demanda en el Juzgado del lugar en que pudiese llevarse a efecto de modo
legal y útil la citación ( TSJ Sevilla 6-11-07, EDJ 347918 ). Esta misma solución puede aplicarse a las personas
físicas con varias residencias habituales.
5) Si el demandado es un ente sin personalidad, se considera como domicilio el de sus organizadores, directores
o gestores ( LEC art.51.2 ; LRJS art.80.1.b ).
818
Regla específica: prestaciones plurilocalizadas 
(LRJS art.10.1.2º)
Sólo en los casos en que el trabajador sea el demandante y no pueda optar por el fuero del lugar de la prestación de servicios, se sustituye por otros
dos fueros alternativos que se suman al del domicilio del demandado y así se le permite elegir entre los JS (nº 821 ):
1. El de su domicilio, siempre que preste servicios en la circunscripción donde lo tenga.
2. El del lugar celebración del contrato de trabajo solo si el demandado pueda ser citado.
3. El del domicilio del demandado.
En orden a la correcta aplicación de esta regla singular es preciso distinguir dos supuestos según que el trabajo pluricolocalizado se realice de manera
simultánea (nº 819 ) o sucesiva (nº 820 ).

Precisiones

La previsión singular no se aplica cuando el demandante es el empresario ( TSJ Cataluña 13-1-06, EDJ 29604 ).
819
Prestación simultánea de servicios 
La doctrina judicial mantiene dos concepciones antagónicas sobre el supuesto de hecho contemplado en la norma y, por ende, sobre su ámbito de
aplicación:
1. Para algunos tribunales esta regla está pensada para empresas con diferentes delegaciones o con más de un centro laboral y para los trabajadores
a su servicio que desarrollan su actividad con cierta continuidad en más de uno de ellos, pero no para aquellos casos en que a pesar de tener su centro
de trabajo en un punto geográfico determinado se desplazan por razones de trabajo a otros lugares en los que la empresa no tiene ninguna sede. Esta
interpretación lleva a excluir del ámbito de aplicación de la norma a un delegado de ventas cuya actividad consiste en visitar a los clientes de su empresa
ubicados en toda la Comunidad catalana ( TSJ Cataluña 15-5-12, EDJ 126469 ); o a conductores de camión dedicados al transporte de mercancías por
carretera que se desplazan por todo el territorio nacional, bajo el argumento de que el lugar de prestación de servicios es aquel donde tiene su base la
empresa y se efectúa la carga, sin perjuicio de que durante los trayectos efectúen escalas, repartos, paradas o transportes intermedios entre múltiples
localidades ( TSJ Madrid 1-6-12, EDJ 129828 ; TSJ Madrid 9-10-06, EDJ 438793 ; TSJ C.Valenciana 22-5-92 ).
2. No obstante, la mayoría de tribunales no comparten esa visión restrictiva admitiendo la operatividad de la regla aunque la empresa no posea
diferentes centros de trabajo o dependencias, como en el caso de un viajante que realiza su trabajo no en una zona determinada sino en toda España
( TS 26-1-88 , EDJ 10440 ), o el de un conductor de camión que viaja por todo el territorio estatal, sin perjuicio de que las rutas a realizar las reciba en la
sede de la empresa donde carga la mercancía e inicia el servicio ( TS 14-12-83 ; TSJ Cataluña 22-7-13, EDJ 206934 Rec 2309/13 ; TSJ Valladolid 13-1-
10, EDJ 13224 ; 30-1-08, EDJ 30341 ; TSJ Madrid 2-7-07, EDJ 339217 ; TSJ Murcia 2-5-06, EDJ 82103 ), sin que se exija que en la demanda se
especifiquen las concretas localidades a las que se desplazan dado que su trabajo no se realiza en un centro determinado sino que es itinerante ( TSJ
Cataluña 14-10-13, EDJ 228666 ).
Mayores dudas suscita la aplicabilidad de la norma cuando el trabajador desarrolla normalmente su actividad en un determinado centro de trabajo y
ocasionalmente lo abandona para realizar un específico tipo de tareas, como en el caso del encargado de un taller de reparación de vehículos que se
desplaza a otras localidades para recoger y entregar los automóviles ( TSJ Madrid 28-10-08, EDJ 270684 ).
En todo caso la prestación de servicios en diferentes lugares no debe ser puntual o esporádica como en el caso de los deportistas profesionales que
trabajan en la localidad donde tiene su sede el Club y participan en los enfrentamientos deportivos que con periodicidad quincenal tienen lugar en
diversas provincias ( TSJ País Vasco 9-4-02 , EDJ 25160 ; 17-12-13, EDJ 294127 ), o en el de un vendedor contratado para prestar servicios en un
concreto centro de trabajo que ocasionalmente y por razón de su cometido se desplaza a localidades radicadas en la circunscripción de otros Juzgados
de lo Social ( TSJ C.Valenciana 8-11-12, EDJ 310077 ).

Precisiones

1) En situaciones de simultaneidad la regla especial se aplica, entre otros, a los siguientes colectivos de
trabajadores:
a) Directivos que trabajan indistintamente en distintos lugares ( TSJ Valladolid 23-10-06, EDJ 345318 ; y TSJ
Sevilla 3-2-09, EDJ 60886 ).
b) Arquitecto técnico que realiza sus tareas de dibujo técnico en su domicilio particular y visita las obras
ejecutadas por la empresa en distintas provincias con reiteración y continuidad ( TSJ Madrid 10-4-13, EDJ
161922 ).
c) Representantes de comercio: que desarrollan su actividad en diferentes localidades ( TS 26-1-88 , EDJ
10440 ).
d) Ferroviarios: con criterio discutible y a modo de «obiter dicta» se considera aplicable la norma al maquinista de
un tren con residencia en una localidad que circula por lugares correspondientes a otras circunscripciones ( TSJ
Cataluña 13-11-13, EDJ 250611 ).
e) Conductores de mercancías por carretera que viajan por diferentes lugares. Este tipo trabajo es el que genera
mayor litigiosidad. Además de lo ya señalado se empleó la norma singular en el caso de un conductor adscrito a la
realización del servicio de transporte de la empresa en una provincia, pero que, en ocasiones, efectuaba servicios
en otras ( TSJ País Vasco 9-6-09, EDJ 183019 ), así como en un supuesto límite en el que el trabajador había
efectuado dos operaciones puntuales de carga/descarga de mercancías en otra demarcación territorial durante el
mes en el que se mantuvo la prestación de servicios ( TSJ Extremadura 29-9-04, EDJ 160353 ).
Por lo que respecta al transporte internacional se declara que la regla que nos ocupa no entra en juego si el actor
transportaba mercancías desde Algeciras hacía Europa aunque en ocasiones pudiera recoger o entregar la carga
en la Delegación de Barcelona ( TSJ Cataluña 13-7-09, EDJ 229683 ).
2) Por el contrario, la regla especial no se aplica a los siguientes colectivos:
a) Trabajadores del mar, cuya actividad no se realiza en diferentes lugares aunque embarquen y desembarquen en
puertos distintos ( TS 8-4-96 ; 18-7-89 , EDJ 7456 ).
b) Tripulación de los aviones ( TSJ C.Valenciana 14-6-06 ; TSJ Baleares 19-12-02 ; TSJ Málaga 18-1-02 , EDJ
14184 ).
c) Trabajadores de talleres de reparación de automóviles que además de realizar funciones en el centro de
trabajo se desplazan fuera del mismo para recoger y entregar los vehículos ( TSJ Madrid 28-10-08, EDJ 270684 ).
820
Prestación sucesiva de servicios en distintas localidades 
La finalidad a la que responde la regla objeto de análisis se hace presente igualmente cuando el trabajador no tiene un lugar habitual de trabajo, lo que
implica que al tiempo de la presentación de la demanda pueda prestar servicios en una determinada localidad y, pocos días antes o después, en otra muy
distante geográficamente, supuesto en que la aplicación de los fueros alternativos previstos para las prestaciones multilocalizadas adquiere pleno
significado. Así sucede en el caso de los operarios contratados específicamente para prestar servicios en empresas con centros de trabajo móviles o
itinerantes, como las dedicadas a realizar montajes e instalaciones en todo el territorio estatal.
No obstante, al interpretar la derogada LPL/1980 art.2.2º, el TS afirmó que el supuesto específicamente contemplado por el legislador era el de prestación
simultánea en lugares sometidos a distintos JS, sin que pudiera extenderse a las prestaciones sucesivas de servicios en lugares de distinta
circunscripción, supuesto en el que el trabajador podía optar por el Juzgado que tuviese por conveniente ( TS 14-6-82 ). La redacción de la vigente LRJS
art.10.1.2º es similar, por lo que podría defenderse la vigencia de dicha doctrina. Nótese, sin embargo, que el supuesto contemplado en la norma es el de
prestación de servicios en lugares de distintas circunscripciones territoriales, sin exigirse que se desempeñen de forma simultánea, y que el criterio
jurisprudencial expuesto no soluciona los problemas que, en relación al ejercicio de la acción y a la intervención del trabajador en el proceso, se plantean
en estos casos.
Cuestión distinta es que la regla especial no resulte aplicable cuando lo que se produce es un cambio definitivo de centro de trabajo que pasa a ser el
lugar exclusivo de prestación de servicios ( TSJ Extremadura 22-7-10, EDJ 164900 y 13-6-03, EDJ 273491 ), aunque no se respetase el procedimiento
formal de traslado ( TSJ Galicia 30-1-99 , EDJ 84195 , dictada en un caso en el que en el momento en que se produjo el despido por el que acciona el
trabajador llevaba ocho meses en el nuevo centro). En el mismo sentido TS 23-5-88 , EDJ 4412 en un supuesto en el que en los tres últimos años la
actividad se desarrolló en el mismo lugar y el anterior centro de trabajo permanecía cerrado. Y ello aunque el anterior centro continuase figurando en los
recibos oficiales de salarios ( TSJ Cataluña 13-7-00 , EDJ 29304 )

Precisiones

1) Se consideró aplicable la regla especial a:


- al personal móvil al servicio de las entidades bancarias ( TSJ Cataluña 12-5-05, EDJ 98563 );
- o a un trabajador en cuyo contrato se estableció que la ubicación del centro de trabajo sería itinerante aunque en
los 5 meses de vigencia de la relación laboral sólo desempeñó sus servicios en una obra ( TSJ Cantabria 31-7-01,
EDJ 107496 );
- o a un redactor gráfico que tras prestar servicios para una agencia de noticias en una capital de provincia fue
desplazado a otra situada en diferente CCAA para sustituir a otro trabajador, situación que no podía calificarse de
definitiva, y constante la cual fue despedido ( TSJ País Vasco 12-7-02, EDJ 45200 ).
2) A distinta conclusión se llega en relación al personal de una empresa de telecomunicaciones que se
desplaza por las distintas provincias de una CA percibiendo las correspondientes dietas ( TSJ Valladolid 21-3-05,
EDJ 29224 ); o en un supuesto en el que no se acredita la prestación sucesiva de servicios en distintos lugares
( TSJ Aragón 16-4-03, EDJ 21654 ).
3) En lo que concierne al sector de la construcción, la regla especial se considera inaplicable si el trabajador es
contratado mediante sucesivos contratos por obra para prestar servicios en distintas provincias ( TSJ Castilla-La
Mancha 2-12-11, EDJ 295144 , o para ejecutar una obra, concluida la cual realizó una nueva contratación verbal
para desarrollar su actividad en otra provincia ( TSJ Cataluña 8-10-03, EDJ 164576 ).
4) Tampoco opera la regla en supuestos de contratos temporales sucesivos con una empresa que explota un
canal de televisión para prestar servicios en diferentes localidades, por más que pueda haber una única relación, ya
que la apariencia que la empresa intentó generar fue, precisamente, la de una nueva relación laboral ( TSJ País
Vasco 17-4-12, EDJ 99124 ).
821
Fueros alternativos en prestaciones plurilocalizadas 
La competencia territorial para conocer de los litigios promovidos por trabajadores que presten servicios en lugares de distintas circunscripciones
corresponde a su elección:
1. Al Juzgado de su domicilio, siempre que preste servicios en su circunscripción. Así sucede en el caso de un representante de comercio que realiza
pedidos en dicho lugar ( TS 26-1-88 , EDJ 10440 ), o de un Director Financiero que realiza su trabajo indistintamente en las oficinas de la empresa
ubicadas en la circunscripción donde tiene su domicilio y en la sede central situada en otra provincia ( TSJ Madrid 30-9-95 ).
2. Al Juzgado del lugar de celebración del contrato si hallándose en él el demandado pudiera ser citado. Esta última exigencia debe entenderse
cumplida en las siguientes situaciones:
- si el demandado es una persona física: cuando en el momento de presentación de la demanda se encuentre en el lugar reseñado, aunque no tenga en
él su residencia, o desarrolle en él una actividad empresarial o profesional que no tenga carácter ocasional;
- si es una persona jurídica: cuando disponga en dicho lugar de una delegación, sucursal, representación o agencia aunque las personas que estén al
frente de las mismas carezcan de poder de representación en juicio ( LRJS art.60.2 );
- si es un ente sin personalidad: cuando al tiempo de interposición de la demanda se hallen en dicho lugar cualquiera de sus organizadores, directores o
gestores o realicen en él actividad empresarial o profesional no ocasional.
3. Al Juzgado del domicilio de la empresa. Y ello, aunque no preste servicios en él. Para su fijación habrá que estar a las pautas recogidas en el nº 816 .

Precisiones

1) El elemento de conexión determinante de la atribución de competencia territorial no es, por tanto, el mero
domicilio del trabajador demandante con independencia de cualquier otro, sino en su confluencia con el lugar de
desarrollo de la actividad por mediar coincidencia de ambos, lo que implica la falta de competencia el Juzgado del
domicilio del actor en cuya circunscripción no haya prestado servicios ( TS 16-5-88 , EDJ 4191 ; TSJ Granada 23-4-
02, EDJ 136168 ; TSJ C.Valenciana 20-6-06, EDJ 374930 ; y TSJ Sevilla 28-9-07, EDJ 346543 ; TSJ País Vasco
24-4-12, Rec 804/12 ; en contra TSJ Cantabria 31-7-01 , EDJ 55782 ; TSJ Extremadura 1-4-14, Rec 86/14 para la
que la norma ha de interpretarse de acuerdo al principio «pro operario» y en la forma más adecuada el derecho de
tutela judicial efectiva de forma que para que nazca el derecho del actor al fuero alternativo de su domicilio basta
que preste sus servicios en «distintas circunscripciones», sin necesidad de que efectiva y realmente los lleva a
cabo en la circunscripción de ese domicilio).
2) La condición establecida en LRJS art.10.1.2º de que hallándose en él el demandado pueda ser citado sólo se
refiere al fuero del lugar de celebración del contrato, que en la oración condicional se representa por el
pronombre «él», en singular, mientras que se habría utilizado el plural si la condición se refiriese a los lugares del
domicilio del trabajador y del contrato ( TSJ Madrid 7-10-99, EDJ 87296 ; TSJ Granada 2-2-12, EDJ 145086 ).
3) En lo que respecta a la determinación del domicilio del trabajador resultan aplicables los criterios expuestos en el
nº 816 . Un supuesto novedoso de gran interés se plantea como consecuencia de la demanda por despido
presentada contra una empresa multinacional cuyas instalaciones en España se encuentran en Alcobendas
(Madrid) por un Ingeniero de prevención de daños y siniestros que combinaba el trabajo de campo en las plantas
sitas en Europa y Asia con el teletrabajo desde cualquier lugar del mundo. El actor firmó un acuerdo de regulación
del trabajo virtual desde su domicilio, señalándose expresamente que lo tenía en El Escorial, si bien continuó
manteniendo su residencia en Oviedo, ciudad desde la que remitía, vía telemática, distintos tipos de informes. El
trabajador presentó la demanda ante los JS de Oviedo y se rechazó la aplicación de la regla especial
argumentando que aun olvidándose de la obligación asumida por el actor de tener su residencia en la Comunidad
de Madrid, la localidad de domicilio no determinaba función alguna en su empleo distinta de la que podía tener el
sin número de lugares por los que pasaba ( TSJ Asturias 10-5-13, EDJ 99108 ).
4) No resulta competente el Juzgado de lo Social de uno de los lugares de prestación de servicios en los que el
trabajador no tenga su domicilio ( TS 9-12-88 , EDJ 9690 ).
823
Pluralidad de demandados domiciliados en diferentes circunscripciones 
(LRJS art.10.1.3º y 25.3)
En el supuesto que concurra una razón de conexidad, pudiéndose realizar una acumulación subjetiva de acciones (nº 835 ), siempre que todas ellas
pudieran tramitarse ante el mismo JS o TSJ, es posible que, de optarse por el fuero del domicilio, la demanda se pueda presentar ante los Juzgados del
domicilio de cualquiera de los demandados ( LRJS art.10.1.3º ); lo que es acorde con lo dispuesto en la LEC art.53.2 .

Precisiones

1) La regla se aplica cualquiera que sea el demandante y con independencia de que los demandados sean
personas físicas o jurídicas o entes sin personalidad. Sólo adquiere virtualidad cuando los demandados están
domiciliados en localidades ubicadas en distintas demarcaciones; en ese caso, si el actor se decanta por el fuero
del domicilio, el de cualquiera de ellos será atributivo de competencia territorial.
2) Esta previsión despliega su eficacia cuando la demanda desde un primer momento se dirige contra varios
sujetos, sin que su posterior ampliación permita subsanar la falta de competencia territorial existente «ab initio»,
puesto que los presupuestos procesales se determinan en el momento de interposición de la demanda, que es el
acto que da comienzo al litigio ( TSJ Madrid 27-11-07, EDJ 288803 ).
3) La norma singular opera al margen de que los codemandados estén involucrados o no materialmente en la
relación jurídica, salvo que existan indicios de que la decisión de accionar frente a ellos responde a la finalidad de
alterar artificiosamente las normas de competencia territorial trayendo al pleito a un sujeto que claramente no tenía
que intervenir en el mismo ( TSJ Extremadura 26-4-07, EDJ 83934 ; TSJ Madrid 26-9-05 , EDJ 326633 ), Más en
concreto se afirma que cuando existe una falta de legitimación pasiva evidente no puede tenerse en cuenta el
domicilio de los codemandados para justificar la competencia territorial, pues en otro caso quedaría al arbitrio del
actor elegir el juzgado por razón del territorio, bastándole con demandar a una empresa que tuviera el domicilio en
esa demarcación aunque fuera clara su ausencia de responsabilidad en evidente fraude procesal ( TSJ Madrid 11-
11-10, EDJ 300541 en un supuesto en el que el trabajador además de demandar a la mercantil que le despidió,
dirigió la acción contra dos ETTs que le habían cedido a dicha empresa antes de iniciar la relación de trabajo
directa con la misma con la pretensión de que se computase el tiempo servido a efectos indemnizatorios). El
mismo criterio se aplica en un caso en que la empresa que acordó el despido disciplinario impugnado se había
subrogado en los derechos y obligaciones de las dos anteriores empresas codemandadas por lo que era patente la
falta de legitimación pasiva de estas últimas ( TSJ Granada 29-1-14, EDJ 42746 ).
4) La regla analizada entra en juego en las reclamaciones formuladas por presunta cesión ilegal de trabajadores (
TSJ Galicia 17-12-13, EDJ 273687 ); y en los supuestos en los que se alega la existencia de una sucesión
empresarial ( TSJ Cataluña 21-11-13, EDJ 247729 ); así como en las demandas planteadas contra un grupo de
empresas ( TSJ Las Palmas 20-6-96 ).
5) Igualmente rige si la acción se ejercita frente a una empresa en concurso y el administrador concursal ( TSJ
Asturias 14-2-14, Rec 1234/14 ).
6) Por el contrario no cabe traerla a colación por el hecho de que en un litigio individual sobre impugnación de la
decisión empresarial de proceder a una modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter
colectivo pactada con el comité de empresa, la demanda se dirija contra este órgano de representación, pues su
llamada al proceso tiene como fin constituir correctamente la relación jurídica procesal, no siendo un demandado en
sentido propio ( TSJ Asturias 13-6-14, Rec 1172/14 ).
7) Con criterio discutible se utiliza esta previsión en un supuesto en que la empresa accionó contra los miembros
del comité intercentros argumentando el tribunal que la demanda no se dirigía contra el citado órgano de
representación sino contra las personas individuales que lo integran por negarse validez a la constitución del
referido órgano unitario ( TSJ Cataluña 30-5-08, EDJ 134292 ).
824
Codemandados con diferente naturaleza ­pública y privada 
La aplicación de esta norma singular resulta especialmente conflictiva cuando los codemandados tienen diferente naturaleza -pública y privada-. En tal
caso, si la Administración es parte legitimada pasivamente con carácter principal, la regla objeto de análisis debe ceder ante la disposición singular
contenida en la LRJS art.10.1.4º a tenor de la cual la competencia para el conocimiento de las demandas formuladas contra las Administraciones Públicas
empleadoras corresponde al JS del lugar de prestación de servicios o al del domicilio del demandante, a elección de éste ( TSJ Madrid 10-12-07, EDJ
342090 , 14-7-08, EDJ 157608 y 27-1-09, EDJ 129868 dictadas en procesos en los que el debate giraba en torno a la posible existencia de una cesión
ilegal de mano de obra a favor de un organismo autónomo. Ver conociendo de un caso en el que un trabajador que había prestado servicios para una
empresa privada sujeta a un plan de reconversión reclamaba determinadas cantidades a quien fue su empleador y al Ministerio de Industria ( TSJ Madrid
16-11-99 , EDJ 51698 ). La solución resulta aún más compleja cuando la posición de la Administración demandada es la propia de un interviniente o
coadyuvante del demandado principal y más en particular en los supuestos de intervención adhesiva, voluntaria o provocada, del FOGASA en los que
este Organismo público interviene en el proceso de forma meramente preventiva para la defensa de su propio interés. Sin embargo, en otro caso, la traída
al proceso del FOGASA no puede determinar una alteración en las normas que rigen los criterios de determinación territorial de atribución de
competencia, pues su condición de demandado se efectúa a titulo cautelar y garantista, y no como parte de la relación laboral, resultando aplicable la
regla general de la LRJS art.10.1.1º , puesto que cuando la norma especial habla de que «sean varios los demandados» se refiere a las partes
empleadoras o aquellas que puedan considerarse responsables en el ámbito de la relación de servicios, mientras que la posible responsabilidad del
FOGASA, de existir, surge dentro del ámbito prestacional ante la posibilidad de que el trabajador pueda quedar desasistido por desaparición o insolvencia
de la empresa ( TSJ C.Valenciana 22-5-08, EDJ 142224 ).
825
Demandas dirigidas contra las Administraciones públicas empleadoras 
(LRJS art.10.1.4º y 10.2.f)
En las demandas formuladas contra las Administraciones Públicas por personal a su servicio cuya actividad se desarrolle en territorio español será
Juzgado competente, a elección del trabajador:
1. El del lugar de prestación de los servicios. Su fijación se realiza en los términos expuestos en nº 812 .
2. El del domicilio del trabajador. Para su determinación hay que estar al lugar de residencia habitual y no al de la localidad de destino, con
independencia de las consecuencias administrativas que de ello pudieran derivar ( TSJ Castilla-La Mancha 11-7-94 ). A esos mismos efectos, el domicilio
que hay que ponderar es el del empleado y no el que haya podido señalar en la demanda a los efectos de la LRJS art.53.2 , que no puede tener más
eficacia que la de la segura recepción de los oportunos actos de comunicación ( TSJ Las Palmas 11-4-06, EDJ 82388 ). Si la demanda la interpone un
sindicato en nombre de un afiliado, el domicilio a considerar es el del trabajador y no el de la central, ya que la condición de demandante la sigue
ostentando el representado, sobre el que recaerán los efectos de dicha actuación, y no el sindicato que procede en su nombre e interés ( TSJ Madrid 22-
7-04 , EDJ 143435 ;).Obviamente, la posibilidad de elección desaparece cuando el demandante tiene su domicilio en la misma circunscripción donde
presta servicios.
A efectos de la aplicación de esta regla se consideran Administraciones Públicas las relacionadas en la L 30/1992 art.2 , a saber:
- el Estado;
- las Comunidades Autónomas ( TSJ Cataluña 29-4-10, EDJ 170100 );
- las Administraciones Locales ( TSJ Madrid 18-7-11, EDJ 185380 ; en contra, TSJ Madrid 5-6-95 );
- las Entidades de Derecho Público con personalidad jurídica propia vinculadas o dependientes de cualquiera de las Administraciones Públicas ( TSJ
Canarias 11-4-06 , EDJ 82388 ).
- las Entidades Gestoras de la Seguridad Social en su condición de empleadoras ( TSJ Sta. Cruz de Tenerife 18-5-12, EDJ 214366 ).
No merecen tal consideración las sociedades anónimas estatales reguladas por el ordenamiento jurídico privado, como Correos y Telégrafos, SA ( TS
18-10-06, EDJ 306458 ; 12-3-07, EDJ 21192 ), doctrina que resulta igualmente aplicable a las sociedades municipales y autonómicas públicas.

Precisiones

1) La regla en cuestión se aplica únicamente cuando quien demanda es el empleado, no resultando trasladable a
los litigios promovidos por la Administración ( TSJ Cataluña 17-7-09, EDJ 229379 ).
2) Esta regla de competencia debe prevalecer de modo absoluto, desplazando tanto la implementada para los
supuestos de pluralidad de demandados (nº 823 ) como la prevista para la impugnación de otros actos de las
Administraciones Públicas (nº 866 ) ( TSJ Madrid 20-9-13, EDJ 224805 ).
3) En el proceso social no resulta aplicable la L 52/1997 art.15 , que atribuye a los Juzgados y Tribunales que
tengan su sede en las capitales de provincia, Ceuta o Melilla la competencia para el conocimiento de los procesos
civiles en que sean parte el Estado y los Organismos públicos ( TSJ Sevilla 23-5-03 , EDJ 215591 ).
826
Personal al servicio de la Administración pública en el extranjero 
Cuando el empleado presta servicios para la Administración española fuera del territorio estatal y tiene su domicilio en el extranjero, la aplicación del
fuero del domicilio del demandante suscita dudas tanto si ha estado domiciliado en algún momento en España, como si no ha tenido nunca aquí su
domicilio. Para evitar esa incertidumbre, la LRJS suprime el fuero alternativo y prevé que el Juzgado de lo Social competente para el conocimiento de
las demandas presentadas por los trabajadores que presten servicios en el extranjero es el del domicilio de la Administración pública demandada ( LRJS
art.10.1.4º in fine ; AN 1-10-15, EDJ 180094 ). Atribución competencial que se considera lógica y razonable y de paso evita la dispersión de demandas
sobre los distintos órganos jurisdiccionales españoles en el caso de reclamaciones del personal laboral destinado en el extranjero que ejercitan una
misma acción contra la Administración Central del Estado ( TSJ Madrid 14-5-12, EDJ 115526 ).
828
Litigios individuales derivados del contrato de trabajo sometidos a reglas propias 
Las siguientes controversias individuales derivadas del contrato de trabajo están sometidas a reglas propias, con exclusión de la regla general del nº 810 :
1. Litigios sobre mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social (nº 829 )
2. Reclamación al Estado del pago de salarios de tramitación (nº 830 ).
3. Tutela de derechos fundamentales (nº 831 ).
829
Mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social 
(LRJS art.10.2.b)
Es Juzgado competente para conocer este tipo de litigios, incluidos los relativos a planes de pensiones y contratos de seguro ( TSJ Asturias 14-2-14,
Rec 2/14 ), esa elección del actor:
- el del su domicilio;
- el del domicilio del demandado.
Esta regla se justifica porque en muchos casos el obligado al pago de la mejora no es el empresario, o al menos no de forma exclusiva, sino otros
sujetos como las Compañías de Seguros o los Fondos de Pensiones, lo que explica que el fuero del lugar de prestación de servicios se sustituya por el
del domicilio del demandante.

Precisiones

1) Estos fueros operan cualquiera que sea el demandante, y haciendo abstracción de que la mejora tenga su
origen en el contrato de trabajo (como en el supuesto resuelto por la TSJ Murcia 15-1-07 , EDJ 11760 ) o hayan
sido pactadas en convenio, pacto o acuerdo colectivo (como en los contemplados en las TSJ Castilla-La Mancha 2-
10-06 , EDJ 393629 ; TSJ Valladolid 26-2-01 , EDJ 8056 ).
2) La norma entra en juego con independencia del Juzgado que haya reconocido la prestación de Seguridad
Social que da lugar a la reclamación de la mejora voluntaria ( TSJ Málaga 24-3-00 , EDJ 117048 ).
3) Frente a esta regla no puede prevalecer el fuero fijado en la póliza de seguro colectivo ( TSJ Madrid 17-3-05,
EDJ 27142 ).
4) Para la determinación del domicilio del demandado (ver nº 816 ), aunque en un caso particular se tuvo en
cuenta el del lugar de trabajo considerando que la empresa no formuló objeción alguna al respecto, siendo la
entidad aseguradora codemandada la que opuso la excepción de incompetencia territorial ( TSJ País Vasco 14-3-
00, EDJ 37054 ).
5) En los supuestos relativamente frecuentes de que exista más de un demandado (por ejemplo,. el empleador y
la Compañía de Seguros) puede aplicarse analógicamente la regla específica prevista para esos casos (nº 823 ).
830
Reclamación al Estado del pago de salarios de tramitación 
(LRJS art.10.2.c y 117.1)
El conocimiento de las demandas formuladas contra el Estado para el pago de salarios de tramitación al amparo de lo dispuesto en el ET art.56.5 y en el
RD 418/2014 corresponde en exclusiva al Juzgado de lo Social que dictó la sentencia de despido.
Sobre esta modalidad procesal ver nº 3650 .

Precisiones

1) Este fuero único opera cualquiera que sea el demandante y con independencia del órgano (Juzgado de lo
Social o Sala de suplicación o casación) que haya declarado la improcedencia del despido.
2) Responde a la conexión que existe entre este proceso y el seguido anteriormente por despido, siendo el juez
que lo solventó en la instancia quien estará en mejores condiciones de resolverlo y adoptar las decisiones a que se
refiere la LRJS art.119.2 .
3) Constituye una excepción a la regla singular prevista para las demandas formuladas contra los actos de las
Administraciones Públicas en materia social.
831
Acciones individuales de tutela de los derechos fundamentales 
(LRJS art.10.2.f)
El Juzgado de lo Social competente por razón del territorio para conocer de las acciones individuales de tutela de los derechos fundamentales es el del
lugar donde se produce la lesión que motiva la presentación de la demanda.
833
Competencia territorial en caso de acumulación de acciones 
(LRJS art.10.1.3º; 27)
Hay que distinguir dos supuestos de acumulación de acciones:
- acumulación objetiva (nº 834 ).
- acumulación subjetiva (nº 835 ).
834
Acumulación objetiva de acciones 
Se produce cuando el actor ejercita conjuntamente en una sola demanda dos o más pretensiones frente al mismo demandado para su tramitación y
decisión conjunta en el mismo proceso (nº 1670 ). La LRJS no contiene ninguna disposición específica que permita fijar la competencia territorial de los
Juzgados de lo Social cuando las pretensiones individuales acumuladas están sometidas a diferentes fueros. En realidad, y dada la prohibición legal de
acumular la acción de tutela de derechos fundamentales ( LRJS art.26.1 ), el problema puede surgir principalmente cuando se deduzcan conjuntamente:
- acciones en las que impera la regla general (como la promovida en reclamación de salarios adeudados, para la que rige el fuero alternativo del lugar del
prestación de servicios o el del domicilio del demandado a elección del trabajador) y;
-otras sujetas a fueros distintos (como la relativa a mejoras voluntarias de la Seguridad Social en las que opera el fuero del domicilio del demandado o
del demandante a elección de éste).
La laguna legal obliga a plantearse la posible aplicación supletoria de la LEC art.53.1 que regula la competencia territorial en caso de acumulación de
acciones. Con arreglo a este precepto, la competencia para conocer de la totalidad de las acciones quedaría diferida en principio al órgano judicial del
lugar correspondiente a la acción que es fundamento de las restantes; además, para el caso de que la competencia no se pudiera resolver por medio de
ese fuero principal, como sucedería en el ejemplo anterior, se establecen dos fueros subsidiarios que deben ser aplicados por este orden:
- el primer fuero subsidiario, que tiene carácter preferente respecto del siguiente asigna la competencia al órgano que deba conocer del mayor número
de acciones acumuladas;
- en último lugar, y de existir coincidencia numérica, como ocurre en el referido ejemplo, la competencia recae sobre el Juzgado del lugar al que le
corresponda conocer la acción más importante cualitativamente, que en el ejemplo señalado sería la salarial, con la consiguiente aplicación del fuero del
lugar de prestación de servicios y la consiguiente exclusión del fuero del domicilio del demandante.
No obstante este resultado no parece compatible con la finalidad perseguida por la LRJS de acercar la justicia al trabajador y plantea serias dudas sobre
la aplicación supletoria de LEC tanto en el supuesto del ejemplo como en otros que se puedan suscitar. Además hay una solución alternativa como es la
de dar preferencia a los fueros especiales sobre el general.
Por otra parte, no hay que olvidar que en el proceso social existe una limitación ex lege a la acumulación objetiva de acciones consistente en que
todas ellas puedan tramitarse en el mismo Juzgado o Tribunal ( LRJS art.25.1 ),) pues tal norma obliga a concluir la imposibilidad de acumular de
acciones cuando no coincida la competencia territorial. Sin embargo, esta prohibición debe ser matizada cuando entre las acciones ejercitadas exista
una relación de prejudicialidad ( LRJS art.4 ), de modo que el éxito de una sea presupuesto para que prospere la otra. En ese caso la carga que supone la
duplicidad del proceso resulta desproporcionada y contraria al derecho a la tutela judicial efectiva.
835
Acumulación subjetiva de acciones 
Se produce cuando uno o varios demandantes ejercitan simultáneamente las acciones que tengan contra uno o varios demandados, resultando
admisible siempre que entre dichas acciones exista un nexo por razón del título o causa de pedir (nº 1675 ). En este caso los problemas pueden
aparecer cuando los actores opten por el fuero general del lugar de prestación de servicios y desarrollen su actividad en distintas circunscripciones o
cuando la demanda se dirija contra una Administración Pública y los actores trabajen y tengan su domicilio en diferentes circunscripciones. Así sucede,
por ejemplo, en un supuesto en el que se declaró la falta de competencia territorial de un JS para conocer de las acciones planteadas por los
demandantes que no prestaban sus servicios, ni tenían su domicilio, en el término a que dicho órgano extendía su jurisdicción, argumentando que tal
defecto no puede salvarse por el hecho de que los restantes si reuniesen alguna de dichas circunstancias, pues la acumulación no es vía para eludir las
reglas de esta clase de competencia ( TSJ Galicia 25-11-99, 4859/99 ).
b. Litigios colectivos y sindicales 

837
La determinación de la competencia territorial de los Juzgados de lo Social para conocer de esta clase de controversias está sometida a reglas
específicas que varían según el tipo de litigio:
1. Conflictos colectivos (nº 839 ).
2. Impugnación de convenios colectivos (nº 841 ).
3. Impugnación de laudos arbitrales (nº 843 ).
4. Materia electoral (nº 845 ).
5. Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de sindicatos y asociaciones empresariales, e impugnación y modificación de sus estatutos
(nº 847 ).
6. Régimen jurídico de los sindicatos, funcionamiento interno y relaciones con los afiliados (nº 849 ).
7. Responsabilidad de sindicatos y asociaciones empresariales por infracciones de la normas de la rama social del Derecho (nº 851 ).
8. Derechos de información y consulta en empresas y grupos de dimensión comunitaria (nº 853 ).
839
Conflictos colectivos de trabajo 
(LRJS art.10.2.h)
La competencia territorial está atribuida al Juzgado en cuya circunscripción se produzcan los efectos del conflicto.

Precisiones

1) Este criterio coincide con el establecido para fijar la competencia objetiva (nº 742 ).
2) La utilización de diferentes criterios para fijar la competencia territorial en el proceso de conflictos colectivos y en
el de impugnación de convenios colectivos pone de manifiesto que no tiene que ser coincidente el ámbito del
conflicto y el de la norma que se trata de aplicar ( TS 6-7-94 , EDJ 5829 ).
3) En conflicto colectivo que excede el ámbito del territorio español, al ser supuesto no previsto en LRJS art.7 y
8 , ni tampoco en norma de la UE (Reglamento Bruselas I), se debe acudir al criterio jurisprudencial de obviar el
elemento internacional y reconocer la competencia territorial exclusivamente en atención al ámbito territorial
español del conflicto ( TS 20-4-15, EDJ 86986 ).
841
Impugnación de convenios colectivos 
(LRJS art.10.2.h)
Para entender de esta clase de litigios es competente el JS de la circunscripción a que se refiera el ámbito de aplicación del convenio impugnado.
Esta pauta es la misma que se emplea para determinar la competencia objetiva en esta clase de controversias (nº 756 ).
843
Impugnación de laudos arbitrales 
(LRJS art.10.2.h)
En relación a estos litigios es obligado distinguir dos supuestos:
1. Laudos dictados en sustitución de los convenios colectivos, cuya impugnación debe instrumentarse por la modalidad procesal específica (nº 9320 ):
el criterio de atribución de la competencia territorial es el mismo al que se sujeta la impugnación de los convenios colectivos (nº 843 ).
2. Restantes tipos de laudos (excepto los recaídos en materia electoral): la competencia territorial le corresponde al Juzgado de lo Social de la
circunscripción al que le hubiera correspondido el conocimiento del asunto sometido a arbitraje. Y ello, con independencia del tipo de procedimiento por el
que haya de sustanciarse la impugnación. Y Al respecto es de advertir que según previene la LRJS art.65.4 la impugnación de los laudos se ha de realizar
por el cauce del proceso ordinario salvo que tengan establecido un procedimiento especial, como sucede respecto de los que, por mandato legal, deben
ser rebatidos por el cauce de impugnación de los convenios colectivos (nº 775 ).
845
Materia electoral 
(LRJS art.10.2.g)
Los foros difieren en función del objeto del proceso:
1. Procesos sobre impugnación de laudos arbitrales en materia electoral ( ET art.76 ; L 9/1987 art.28 y 29 ; LRJS art.127 s. ): la competencia territorial
recae el Juzgado de lo Social del lugar en cuya circunscripción esté situada la empresa o centro de trabajo de que se trate.
En los comicios para la elección de Comité de Empresa conjunto ( ET art.66.2 ), si los centros de trabajo están situados en diferentes circunscripciones
será competente el Juzgado del lugar en que se hubiera constituido o debiera haberse formado la mesa electoral
Iguales criterios se aplican si se trata de elecciones para órganos de representación del personal al servicio de las Administraciones Públicas.
2. Procesos sobre impugnación de las resoluciones administrativas denegatorias del registro de las actas electorales o relativas a expedición de
certificaciones de la capacidad representativa de los sindicatos o de los resultados electorales ( LRJS art.133.1 ).
La competencia se atribuye al Juzgado en cuya circunscripción se encuentre la oficina pública cuya actuación es objeto de impugnación jurisdiccional.
Este fuero del demandado opera igualmente cuando la demanda se dirige contra la actuación omisiva atribuida a la Oficina Pública de no promover el
trámite arbitral previsto en la L 9/1987 art.28 y 29 ; cualquiera que sea la extensión o los efectos de la conducta impugnada ( TS 10-11-97 , EDJ 9892 ).
847
Personalidad jurídica de sindicatos y asociaciones empresariales 
(LRJS art.10.2.d)
La competencia para resolver este tipo de controversias sobre constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de sindicatos y asociaciones
empresariales corresponde al Juzgado del lugar donde éstas tengan su sede. También cuando el litigio verse sobre la impugnación y modificación de sus
estatutos.
Este criterio difiere del fijado para determinar la competencia objetiva (nº 765 ).
Interesa resaltar que en el supuesto de que el objeto del proceso sea la impugnación de la resolución administrativa denegatoria del depósito de los
estatutos ( LRJS art.167 s. ), el criterio atributivo de competencia no guarda relación con la Administración Pública (autonómica o estatal) autora del acto
ni con su rango.
849
Régimen jurídico de los sindicatos y funcionamiento interno 
(LRJS art.10.2.e)
En materia de régimen jurídico específico de los sindicatos, tanto legal, como estatutario, y en todo lo relativo a su funcionamiento interno y a las
relaciones con sus afiliados, es Juzgado competente el del lugar donde se producen los efectos del acto o actos que dan lugar al proceso.

Precisiones

1) Este criterio armoniza con el que sirve para determinar la competencia objetiva (nº 767 ).
2) Tratándose de la expulsión de un afiliado se considera que los efectos no se producen en la sede central del
sindicato sino en el lugar donde el afectado desarrolla su actividad laboral y donde, en consecuencia, dejará de
gozar de la protección derivada de su condición de afiliado, quedando privado de la posibilidad de realizar de los
actos propios de aquella ( TSJ Baleares 28-1-08, EDJ 73584 ).
851
Responsabilidad de sindicatos y asociaciones empresariales 
(LRJS art.10.2.e)
La competencia para conocer este tipo de procesos de responsabilidad de sindicatos y asociaciones empresariales por infracciones de las normas de la
rama social del Derecho la tiene atribuida el Juzgado del lugar donde se produzca el acto o actos origen del proceso.
853
Controversias sobre derechos de información y consulta de los trabajadores en las empresas y grupos de dimensión comunitaria 
(LRJS art.10.3;  L 10/1997 art.36)
La determinación de competencia territorial de los JS para conocer este tipo de pleitos se rige por las reglas generales atendiendo a la modalidad
procesal de que se trate. En su aplicación, en los procesos de conflictos colectivos, sobre impugnación de convenios colectivos y sobre tutela de los
derechos de libertad sindical se atiende a la extensión de sus efectos en territorio español. En defecto de acuerdo o de determinación expresa al respecto,
se entiende que el domicilio de la comisión negociadora y del comité de empresa europeo es el de la dirección central.
c. Litigios en materia de Seguridad Social 
(LRJS art.10.2.a)

855
En los procesos sobre Seguridad Social, incluida la protección por desempleo y la protección por cese de actividad de los trabajadores por cuenta propia,
así como en lo seguidos en materia de imputación de responsabilidades a empresarios o terceros respecto de las prestaciones de Seguridad Social, la
competencia territorial corresponde, a elección del demandante:
- al Juzgado de lo Social del lugar en cuya circunscripción se haya producido la actuación o resolución originaria impugnada, sea esta expresa o
presunta, o;
- al Juzgado de lo Social en cuya circunscripción tenga su domicilio el demandante.
El ámbito de aplicación de esta regla se extiende a todas las controversias prestacionales sobre Seguridad Social pública y obligatoria de las que
conoce el orden social de la jurisdicción, incluida la protección por desempleo ( TSJ Asturias 24-3-95 ) y el recargo de prestaciones por infracción de
medidas de seguridad ( TSJ Aragón 28-5-01 , EDJ 103337 ). Repárese en que la ley no circunscribe dicho ámbito de aplicación a las reclamaciones que
deban sustanciarse por la modalidad procesal regulada en la LRJS art.139 (ver sobre la misma nº 4440 ).
Lo determinante a estos efectos es que se trate de una pretensión de Seguridad Social en materia prestacional, siendo irrelevante el sujeto o entidad
que la ejercita (nº 857 ), o la entidad que haya dictado la resolución ( TSJ Madrid 25-11-10, EDJ 378384 , que somete a la regla especial un proceso cuyo
objeto era la impugnación del acuerdo de una mutua, argumentando que la entidad colaboradora no puede dictar resoluciones, tiene parejas facultades a
la entidad gestora cuando cubre el riesgo protegido); o que la responsabilidad directa en el pago de la prestación debatida corresponda a una entidad
gestora, o a la empresa y/o a la mutua con la que tenga cubierto el riesgo correspondiente ( TSJ Castilla-La Mancha 29-1-01, EDJ 6453 ; TSJ Cataluña
19-6-02, EDJ 38474 ).
El lugar de la presentación de la reclamación previa-actualmente sólo exigible en materia de Seguridad Social (nº 2072 )- resulta irrelevante a efectos de
determinación de la competencia territorial (nº 862 ).

Precisiones

1) La norma analizada despliega su virtualidad con independencia de las circunstancias concurrentes en la


relación laboral determinante de la inclusión del demandante en el campo de aplicación de la Seguridad Social
( TSJ Valladolid 4-5-92 ).
2) En esta materia los dos únicos criterios de atribución de competencia son los previstos en la LRJS art.10.2.a ),
sin que se puedan invocar otros distintos, como el lugar donde se produjo el accidente de trabajo que dio lugar al
recargo de prestaciones cuestionado en el proceso ( TSJ Madrid 4-7-08, EDJ 150179 ).
3) Estos criterios rigen también para las demandas de oficio formuladas por el Servicio Público de Empleo Estatal
(SEPE)- al amparo de la LRJS art.147 con la finalidad de que se declare la responsabilidad empresarial en el abono
de las prestaciones por desempleo y la procedencia del reintegro de las indebidamente pagadas a la finalización de
los sucesivos contratos temporales abusivos o fraudulentos ( TS 28-1-09, Rec 3965/08 ). Se trata de una acción de
«reintegro de prestaciones indebidas» de las previstas en la LGSS art.55 , que no se desnaturaliza por el hecho
de que la demanda se dirija frente a persona distinta del propio beneficiario, y con reclamación de una
responsabilidad directa; de ahí su incardinación en el Capítulo de la LRJS que regula la modalidad procesal de
Seguridad Social y que su ejercicio deba ajustarse a la regla específica de competencia territorial que para las
demandas de Seguridad Social establece la LRJS art.10.2.a ), no siendo consecuentemente de aplicación el fuero
general de la LRJS art.10.1 .
4) La regla especial preside asimismo los litigios surgidos sobre prestaciones del extinto Régimen de Previsión
de los médicos de asistencia médico-farmacéutica y de accidentes de trabajo, gestionado en su día por Previsión
Sanitaria Nacional en tanto venía a representar un régimen con alcance no igual pero sí equivalente al sustitutorio
de la Seguridad Social, integrable, por tanto, en lo que puede denominarse materia de Seguridad Social ( TSJ
Cataluña 25-3-2008 , EDJ 244510 ).
5) En los supuestos de acumulación de acciones sobre prestaciones de Seguridad Social y mejoras voluntarias de
su acción protectora, regidas por distintos fueros (ver nº 834 ), prevalecen los establecidos para las de Seguridad
Social ( TSJ Castilla-La Mancha 29-1-01 , EDJ 6453 ; TSJ Granada 8-1-97 ).
6) Se considera que los Juzgados de lo Social de Madrid son los únicos competentes para conocer de las
reclamaciones en materia de reintegro de los gastos de asistencia sanitaria formulada por el personal al servicio
de la Administración española en el extranjero al amparo de lo dispuesto en la Orden 8-6-1982 art.6.2 ( TSJ Galicia
30-6-14, EDJ 128867 ).
7) En las demandas dirigidas frente al INSS no resulta aplicable la excepción prevista para los actos de la
Administración de las CCAA o de las entidades de la Administración Local, pues aunque dicha entidad gestora tiene
delegaciones (direcciones provinciales), no es administración autonómica o local ( TSJ Asturias 21-2-14, Rec
266/14 ).
8) No son pleitos de Seguridad Social y por tanto no se someten a la regla que se analiza las reclamaciones de
indemnización de daños y perjuicios por culpa empresarial en la producción de un accidente de trabajo o en la
aparición de una enfermedad profesional ( TSJ Madrid 22-1-14, EDJ 6180 ).
9) Las pretensiones sobre Seguridad Social complementaria (nº 829 ) y los litigios entre los asociados y las
mutualidades (nº 868 ), se sujetan a sus propias normas. En lo que respecta a los procesos sobre valoración,
reconocimiento y calificación del grado de discapacidad ver nº 402 .
857
Irrelevancia del sujeto que ocupe la posición de demandante 
La regla especial aplicable en materia de Seguridad Social opera cualquiera que sea el demandante. El hecho de que la norma que la consagra haga
referencia a la resolución o actuación impugnada en el proceso, por ser el supuesto más frecuente, no significa que cuando quien ejercita la acción es
una entidad gestora entre en juego el fuero general de la LRJS art.10.1 , pues el elemento decisivo es la materia sobre la que versa.
En particular, además de las controversias promovidas por los beneficiarios del sistema de la Seguridad Social que son las más habituales, se sujetan a
esta regla las siguientes reclamaciones:
a) Las formuladas por las entidades gestoras contra los beneficiarios sobre revisión de actos declarativos de derechos ( TSJ Asturias 24-3-95 ) y
reintegro de prestaciones indebidas ( TS 18-6-96 , EDJ 4805 ), supuestos en los que, normalmente, coincidirán ambos fueros ( TSJ La Rioja 15-10-98 ,
EDJ 24313 ), aunque no necesariamente, como en el caso que contempla la TS 18-6-96 , EDJ 4805 .
b) Las interpuestas por las mutuas, entre otros, en los casos que se relacionan:
- Impugnación de la resolución administrativa que declara al asegurado afecto de incapacidad permanente derivada de accidente de trabajo o de
lesiones permanentes no invalidantes ( TSJ Galicia 28-10-99, EDJ 43840 ; TSJ Aragón 17-11-93 ).
- Reclamación de reintegro de prestaciones contra la empresa incumplidora de la obligación de cotizar, pudiendo optar en tal caso entre el lugar donde se
dictó la Resolución que reconoció la prestación al beneficiario y el del domicilio social de la empresa ( TSJ Cataluña 30-12-95, EDJ 8537 ).
- Solicitud de reintegro de prestaciones recuperadoras por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social ( TSJ Castilla-La Mancha 22-1-97 ).
- Petición de reembolso por el trabajador de la suma correspondiente a la indemnización percibida como consecuencia de la resolución administrativa que
le reconoció la prestación por incapacidad permanente parcial dejada posteriormente sin efecto en virtud de sentencia firme que le concedió la pensión
de incapacidad permanente total ( TS 21-9-09, EDJ 234806 ).
- reintegro por otra mutua de la cantidad abonada por la mutua demandante a un trabajador ( TSJ C.Valenciana 16-11-10, EDJ 333365 ).
c) las planteadas por las empresas, como las deducidas contra las resoluciones recaídas en procedimiento sobre determinación de contingencia ( TSJ
Madrid 25-4-11, EDJ 91699 ), o en materia de recargo de prestaciones ( TSJ Madrid 30-5-02, EDJ 136212 , en un supuesto en que la mercantil cuya
responsabilidad se declaró en la vía administrativa se decantó por el fuero de su domicilio social, en Madrid, desechando el fuero del lugar de la
resolución, dictada en Sevilla, en donde se desarrolló la prestación de servicios).
859
Fueros alternativos en los litigios de Seguridad Social 
Para este tipo de litigios se prevén dos fueros alternativos, a saber ( LRJS art.10.2.a ):
1. El del lugar donde se dicta la resolución originaria o se realiza la actuación objeto del proceso debiéndose a su vez distinguir dos supuestos según
se trate de una:
a) Resolución expresa (nº 860 ).
b) Resolución tácita (nº 861 ).
2. El del domicilio del demandante (nº 864 ).

Precisiones

1) El demandante puede optar por uno de estos fueros tanto en las provincias cuyos Juzgados de los Social, con
sede en su capital, extienden su circunscripción sobre el territorio de toda la provincia, como cuando en una
misma provincia existen varios JS con distinta circunscripción y la resolución se dicta en su capital por un órgano
administrativo de ámbito provincial. Sobre esta cuestión los tribunales de suplicación mantuvieron inicialmente
que en este segundo supuesto la competencia debía atribuirse siempre al Juzgado del domicilio del demandante a
fin de evitar una inadecuada distribución de la carga competencial dado que las resoluciones se dictan
normalmente por la Dirección Provincial de la entidad gestora que tiene su sede en la capital y cuya esfera de
actuación se extiende a toda la provincia, incluida la localidad donde tiene su domicilio el demandante ( TSJ Galicia
14-4-94 ). Pero esa solución fue refutada en casación unificadora en base a la clara literalidad del precepto
interpretado, señalando el TS que la facultad de elección de los beneficiarios en ese caso no supone un trato
desigual respecto de aquellos que tienen su domicilio en una localidad incluida en la circunscripción territorial de los
Juzgados de la capital, al partir de una situación desigual cual es el alejamiento del residente en una circunscripción
territorial distinta del lugar en que se produjo la resolución ( TS 13-6-94 , EDJ 5310 ).
2) La posibilidad de elección no existe cuando el demandante tiene su domicilio en el extranjero, en cuyo caso el
fuero alternativo se torna en único, y queda referido al del lugar donde se haya dictado la resolución impugnada en
el proceso ( TSJ Madrid 27-11-09, EDJ 318118 en un supuesto en el que la demandante llevaba más de 50 años
residiendo en Argentina). Resulta rechazable la ficción de residenciar en la capital de España el domicilio de los
residentes en el extranjero, al carecer de apoyatura normativa pues la LEC art.50.2 sólo se refiere a los
demandados y no a los demandantes ( TSJ Madrid 17-1-07, EDJ 46958 ). No obstante, también puede sostenerse
que en estos supuestos el actor puede optar por el Juzgado del lugar donde tuvo su último domicilio en territorio
español. En caso de residencia en el extranjero tampoco se puede considerar como domicilio el consignado en la
demanda a efectos de notificaciones ( TSJ Asturias 21-3-14, EDJ 37803 ), o el del representante legal del actor
en España, pues la interpretación restrictiva que debe hacerse de las reglas de la competencia impiden que el fuero
alternativo se pueda ampliar más allá de los supuestos contemplados en la norma ( TSJ Cataluña 9-11-12, EDJ
318846 ; 22-10-12, EDJ 266288 ).
3) En un supuesto complejo en el que el trabajador afectado impugnó ante los JS de Orense la resolución a virtud
de la cual la Delegación Provincial del INSS en esa capital declaró la existencia de falta de medidas de seguridad
en el accidente laboral de que fue víctima. Posteriormente, la empresa, domiciliada en Bizkaia, interpuso demanda
ante los Juzgados de lo Social de Bilbao con la finalidad de que se dejase sin efecto el recargo de prestaciones,
solicitando la acumulación de los autos primigenios. El Tribunal confirma la resolución de instancia que declara
la incompetencia territorial de los Juzgados de Bilbao y remite a la compañía demandante a los Juzgados de
Orense que son los que deben proceder a la acumulación ( LRJS art.28.2 ; TSJ País Vasco 24-7-12, EDJ 354153 ).
860
Lugar de producción de la resolución administrativa expresa 
Los actos o resoluciones de las Delegaciones Territoriales de las entidades gestoras se entienden dictados en sus domicilios respectivos, aunque el
ámbito de actuación de dichos organismos sea más extenso, debiendo desecharse la interpretación basada en el carácter estatal de la Administración
de la Seguridad Social, pues tales entidades tienen sus respectivas Delegaciones Provinciales, con su correspondiente competencia territorial ( TSJ
Madrid 29-2-96 y 4-7-08, EDJ 150179 ). Por la misma razón, la circunscripción a considerar es aquélla donde tiene su sede la Dirección Provincial que
dicta la resolución, y no cualquiera otra, no pudiendo alcanzarse conclusión distinta por el hecho de que el ámbito de actuación de la Dirección sea
provincial ( TSJ Cataluña 9-2-11, EDJ 38872 ).
En el supuesto de que la solicitud se presente ante un órgano administrativo territorialmente incompetente cabe distinguir varias hipótesis:
1. Si el receptor del escrito la remite al competente, que dicta la correspondiente resolución, la competencia se determina atendiendo al lugar donde
recae esta última ( TSJ Cataluña 19-6-02, EDJ 38474 ).
2. Si el receptor del escrito no procede a su reenvío y se limita a negar su competencia hay que estar al lugar donde se dictó la resolución de
incompetencia ( TSJ Castilla-La Mancha 11-6-07, EDJ 159503 ).
3. Si entra a decidir sobre el fondo sin cuestionarse su propia competencia, la entidad gestora no puede esgrimir válidamente la excepción de falta de
competencia territorial pues el dato relevante para su fijación es el lugar donde se emitió la resolución administrativa ( TSJ Madrid 3-2-14, Rec 1428/13 ;
9-12-13, Rec 1409/13 ; 24-3-14, EDJ 48668 ).

Precisiones

1) El acto se entiende dictado por la Dirección Provincial de la que emana, sin perjuicio de que la propuesta de
resolución haya sido aprobada por la Dirección General ( TSJ Madrid 28-1-94 ).
2) Se establece una actuación administrativa uniforme y única en un determinado ámbito territorial LRJS
art.10.2.a ). No obstante, pueden producirse situaciones complejas en las que se sucedan diferentes resoluciones
dictadas por distintas Direcciones Provinciales o por la Subdirección General de Prestaciones, sita en Madrid, como
en el supuesto resuelto por la TSJ Madrid 30-10-01, EDJ 107466 , que se inclina por una solución favorable al
beneficiario teniendo en cuenta, además, que la entidad gestora demandada no sufrió indefensión alguna.
3) A efectos competenciales carece de relevancia el hecho de que una vez finalizado el expediente y después de
haber sido interpuesta la demanda se remita aquél a la ciudad donde tiene su sede el Juzgado en el que se
celebrará el acto de juicio ( TSJ Murcia 20-12-99, EDJ 41058 ).
861
Lugar de producción de la resolución administrativa presunta 
En el caso de que no haya recaído acuerdo o resolución administrativa y no se haya contestado la solicitud formulada por el interesado con valor de
reclamación previa (actualmente sólo exigible en el orden social respecto de los pleitos relativos a prestaciones de Seguridad Social, ver nº 2072 ), para
fijar la competencia territorial hay que tomar en consideración el lugar donde debió dictarse la resolución según las normas administrativas, y no aquél
en que se presentó la petición sin que concurriese ningún elemento de conexión ( TSJ Extremadura 26-7-95, Rec 454/95 ), máxime si el órgano que la
recibió la remitió al órgano superior competente para su resolución a pesar de que éste no llegase a hacerlo de forma expresa ( TSJ Castilla-La Mancha
22-1-97, Rec 773/96 ). En sentido contrario y con argumentos poco convincentes, se otorga relevancia al lugar de presentación de la solicitud que no tuvo
respuesta ( TSJ C.Valenciana 17-12-98 , EDJ 65410 ).
862
Inutilidad del lugar de presentación de la reclamación previa 
El lugar de presentación de la reclamación previa no trasciende a la atribución de la competencia territorial, pues la determinación de la competencia
administrativa para conocer de dicha reclamación se realiza con arreglo a criterios que no coinciden con los establecidos para delimitar la competencia
judicial. En su consecuencia, el hecho de que tal reclamación se presente en una u otra sede administrativa no condiciona la competencia territorial de los
órganos jurisdiccionales sociales, como se pone de manifiesto en las siguientes situaciones:
1. La reclamación puede presentarse en el lugar donde se dictó la resolución y la posterior demanda ante el Juzgado de lo Social del domicilio del
demandante en otra localidad ( TSJ Cataluña 4-10-06, EDJ 422290 ).
2. Si se opta por el fuero del lugar de la resolución, lo determinante es la circunscripción donde dicta y no la de la presentación de la reclamación previa
cuando se hace ante la Dirección Provincial de otra provincia distinta de aquella que la rubricó ( TSJ Granada 7-5-08, EDJ 245403 ).
3 La resolución a considerar para la fijación de la competencia territorial es la que de manera definitiva pone fin al procedimiento administrativo y no la que
de forma presunta deniega la reclamación previa presentada en otra provincia distinta, al no ser ésta sino un requisito previo a la vía judicial ajeno ya al
expediente administrativo ( TSJ Málaga 3-10-03 ).
No obstante, con criterio discutible, se ha entendido que si la entidad gestora dictó resolución denegatoria de la solicitud formulada por el interesado
sin alegar la falta de competencia administrativa de la Dirección Provincial por razón del territorio, el Juzgado del lugar donde se dictó la Resolución es
competente para conocer de su impugnación y la invocación de la excepción de incompetencia territorial en la vista constituye una inadmisible cuestión
nueva al no haber sido alegada en sede administrativa ( TSJ Baleares 30-12-95, Rec 432/95 ).
864
Determinación del domicilio del demandante 
Para su determinación hay que tener presentes los criterios recogidos en el epígrafe nº 816 , así como las siguientes pautas jurisprudenciales siempre
diferenciándose:
1. Cuando el demandante es una MATEPSS o una entidad gestora (nº 865 ).
2. Cuando el demandante es una persona física. Siguiéndose en este caso las siguientes pautas fijadas por la doctrina judicial:
a) El domicilio determinante de la competencia territorial no es aquél en que tenía el actor durante la tramitación del expediente administrativo, o en un
momento anterior, sino el que tiene en el momento de interponer la demanda ( TSJ Las Palmas 21-5-99, Rec 1265/99 ; TSJ Cataluña 24-10-05, EDJ
246165 ).
b) El domicilio a considerar es el real y efectivo al presentar la demanda aunque la inscripción en el padrón municipal se produjese con posterioridad a
esa fecha ( TSJ Madrid 30-6-06, EDJ 477824 ), o no llegase a efectuarse siempre que el cambio de domicilio se acredite mediante otros medios de
prueba, como un certificado de convivencia, supuesto en el que no bastará con que la entidad gestora demandada alegue que se ha producido un fraude
con el propósito de alterar las normas de competencia, al tratarse de un domicilio de conveniencia, debiendo acreditar que el cambio de domicilio fue
ficticio y que el lugar de la residencia habitual del actor continuaba siendo el que figuraba en el expediente administrativo ( TSJ Las Palmas 18-9-09, EDJ
346785 ; TSJ Cataluña 17-4-09, EDJ 199010 ). Por su parte, la TSJ Las Palmas 24-3-09, EDJ 87206 ), considera que para acreditar el cambio de
domicilio no es suficiente con aportar la solicitud de inscripción en el padrón municipal sino va acompañada del certificado de baja en el padrón del
municipio donde se había residido anteriormente.
c) El mero hecho de que el demandante se encuentre empadronado en una localidad no conlleva de forma automática y forzosa que su domicilio se
encuentre en esa población, de modo que ese dato puede resultar desvirtuado tanto por otros elementos de prueba como por los propios actos del
interesado en el expediente administrativo y en el escrito de reclamación previa ( TSJ Castilla-La Mancha 15-5-03, EDJ 273486 y Cataluña 24-10-05, EDJ
246165 ); sin que el déficit probatorio pueda ser subsanado en trámite de suplicación ( TSJ Sevilla 29-11-12, EDJ 342311 ).
d) El ingreso prolongado en un hospital psiquiátrico no implica la pérdida del domicilio ( TSJ Galicia 3-3-00, EDJ 120496 ).
e) El domicilio a tener en cuenta es el que se deduzca de la documentación aportada en el proceso y no el que figure en la demanda cuando no
coincidan y el actor no aporte ningún medio de prueba que permita concluir que fijó su domicilio y residencia en ese lugar ( TSJ Galicia 22-12-08, EDJ
369253 ).
f) El domicilio a considerar es aquél en que tiene su residencia, y no el de su representante legal, o el de su Letrado, válidos para la práctica de los actos
procesales de comunicación ( TSJ Cataluña 9-2-11, EDJ 38872 ; TSJ Cataluña 2-2-10, Rec 6948/10 , TSJ Madrid 27-11-09, EDJ 318118 y TSJ Granada
7-5-08, EDJ 245403 ).
g) con criterio cuestionable se afirma que el domicilio que hay que tener en cuenta es el lugar de residencia en el momento de interponer la reclamación
administrativa previa y no al tiempo de formular la demanda ( TSJ Cataluña 30-7-10, EDJ 226410 ).

Precisiones

1) En reclamaciones sobre reintegro de gastos médicos se ha de estar al domicilio del demandante y no al lugar
en que se prestó la asistencia médica en el que el actor tenía su residencia temporal ( TSJ Málaga 3-10-03, EDJ
273507 ). Como apunta esa misma sentencia, en este tipo de litigios habrá que estar al domicilio del titular de la
cartilla sanitaria y no al del beneficiario de la prestación.
2) En las reclamaciones por accidente de trabajo promovidas por el damnificado, se ha de estar al domicilio del
momento de presentación de la demanda, y no al de la fecha en que se produjo el accidente, máxime cuando los
cambios de domicilio no obedecieron a ningún intento fraudulento para eludir el juez natural ( TSJ Cataluña 22-7-99
, EDJ 27547 ).
865
Personas jurídicas y entidades gestores 
1. Cuando la demandante es una mutua el domicilio a tener en cuenta, con arreglo a los principios generales (nº 816 ), es el social y no cualquier lugar en
que tenga representaciones o sucursales, que no constituyen su domicilio legal ( TS 12-5-10, EDJ 113439 ); y tampoco su asesoría jurídica ( TSJ
Cataluña 6-3-07, EDJ 128215 ).
2. Cuando quien promueve el proceso es una entidad gestora se estima que el domicilio a considerar es el de la dirección que adoptó la decisión de
ejercitar la acción -en el caso la del Instituto Social de la Marina que interpuso demanda sobre revisión de grado de incapacidad permanente en una
provincia distinta de aquella en la que estaba domiciliada la beneficiaria ( TSJ Galicia 7-5-08, Rec 1499/08 ).

Precisiones

La aplicación de este criterio no resulta problemática cuando la demanda de la mutua se dirige exclusivamente
contra una Entidad Gestora o la TGSS, que tienen presencia en todas las capitales de provincia, pero cuando se
formula contra el asegurado y, en su caso, frente al empresario, la opción de la entidad colaboradora por el fuero
de su domicilio puede ocasionar un alejamiento del proceso de su ámbito natural, en perjuicio del afiliado y/o de la
empresa (mayores costes y dificultad probatoria), dado que las mutuas existentes en la actualidad cuentan con
mayor número de asociados tienen su domicilio social en Madrid, Barcelona, Bilbao, o en otras ciudades
importantes.
Esta problemática se observa con claridad en un supuesto en el que conforme al fuero alternativo del domicilio, los
Juzgados de lo Social de Barcelona serían competentes por razón del territorio para conocer de la demanda
formulada por una mutua con domicilio social en dicha capital contra el acuerdo de la Dirección Provincial del INSS
de Toledo que declaró a una cocinera de un comedor infantil en Guadalajara afecta a una incapacidad permanente
total por la contingencia de accidente de trabajo. En estos casos la solución pasa tal vez por considerar que la
decisión de la mutua, aun ateniéndose a lo previsto en la LRJS art.10.1 , es contraria a la finalidad de la norma y
entraña un abuso procesal neutralizable en base a lo dispuesto en la LOPJ art.11.2 y LRJS art.75.1 , máxime si
dicha entidad tiene abierta una delegación en el lugar dónde se dictó la resolución administrativa impugnada en el
proceso o en una localidad cercana TS 12-5-10, EDJ 113439 ). Por el contrario, no parece adecuado considerar
sin más que ese fuero alternativo no rige para las mutuas, como se entendió en un supuesto en el que conociendo
de la demanda interpuesta ante los Juzgados de lo Social de Tarragona por una mutua con domicilio social en esa
ciudad contra una resolución de la Dirección Provincial del INSS de Castellón, en la que se reconocía una pensión
de viudedad a favor de la codemandada, también domiciliada en la provincia de Castellón. En este, se argumentó
que la facultad de elección del domicilio por parte del demandante sólo resulta aplicable cuando el accionante es
un beneficiario de la Seguridad Social, pero no cuando se trata de una mutua (TSJ Cataluña 21-7-09, EDJ
229421 ).
d. Impugnación de otros actos de las Administraciones Públicas 
(LRJS art.10.4)

866
Aparte de las reglas específicas aplicables en supuestos ya examinados -demandas formuladas contra las Administraciones públicas en su condición
de empleadoras (nº 825 ); reclamación de salarios de tramitación al Estado (nº 830 ); controversias colectivas y sindicales frente a las Administraciones
Públicas (nº 837 s. ); pleitos frente a las Entidades Gestoras de la Seguridad Social (nº 855 )-, y en otros que más adelante se analizan - procesos
seguidos en materia de intermediación laboral (nº 868 ) y relativos a la valoración, reconocimiento y calificación del grado de discapacidad (nº 868)-, la
LRJS establece una regla residual distribuyendo la competencia para conocer de los litigios de la impugnación de las restantes actuaciones de la
Administración Pública de la siguiente forma:
a) Con carácter general se atribuye al juzgado en cuya circunscripción tiene su sede el órgano que ha dictado el acto originario impugnado.
b) Tratándose de la impugnación de actos que tengan un destinatario individual, la demanda se puede interponer, a elección del actor:
- ante el juzgado de su propio domicilio;
- ante aquél en cuya circunscripción tenga su sede el órgano que hubiera dictado el acto originario impugnado.

Precisiones

1) Cuando el objeto del proceso sean actuaciones de las Administraciones de las CCAA o de las entidades de
la Administración Local, la elección se entiende condicionada a que el juzgado del domicilio esté comprendido
dentro de la circunscripción de la Sala de lo Social del TSJ donde tenga su sede el órgano que dictó el acto
originario impugnado.
2) Si el acto cuestionado afecta a una pluralidad de destinatarios, se aplica la regla general.
e. Otro tipo de litigios 

868
La competencia territorial para conocer de los litigios que seguidamente se relacionan se determina de la siguiente forma:
1. Controversias en materia de intermediación laboral ( LRJS art.10.2.a ): la competencia corresponde, a elección del demandante, bien al Juzgado de
su domicilio, bien a aquél en cuya circunscripción se haya producido la resolución originaria, expresa o presunta, o la actuación impugnada en el proceso.
No obstante, cuando la demanda tenga por objeto actos de las Administraciones de la Comunidades Autónomas o de las entidades de la Administración
Local con competencia en la materia, la posibilidad de optar por el Juzgado del domicilio del actor se entenderá limitada a los juzgados comprendidos
dentro de la circunscripción de la Sala de lo Social del TSJ donde tenga su sede el órgano que hubiere dictado el acto originario impugnado.
2. Pleitos sobre valoración, reconocimiento y calificación del grado de discapacidad ( LRJS art.10.2.a ). La competencia territorial de los JS se determina
según la regla expuesta en el apartado precedente.
3. Conflictos entre los asociados y las mutualidades ( LRJS art.10.2.b ).
Es Juzgado competente, a elección del demandante, el de su domicilio o el del domicilio del demandado. Frente a esta regla no puede prevalecer el fuero
fijado en las normas internas de la Mutualidad ( TSJ Madrid 15-10-98 , EDJ 32685 ).
4. Cuestiones litigiosas que se susciten entre mutualidades de Previsión ( LRJS art.10.2.b ) La competencia territorial se imputa en exclusiva al
Juzgado donde se encuentre el domicilio de la entidad demandada.
5. Conflictos entre las Fundaciones Laborales o entre éstas y sus beneficiarios ( LRJS art.10.2.b ). La competencia para conocer de este tipo de
asuntos recae en el Juzgado del domicilio del demandado o del actor a elección de éste. Si siendo la Fundación, quien acciona y la misma se decanta por
el fuero del domicilio de la parte demandada, de ser esta una mercantil, hay que estar a su domicilio social y no al del centro de trabajo ( TSJ Extremadura
9-6-06, EDJ 248798 relativa a un litigio promovido por la Fundación Laboral de la Construcción).
6. Procedimiento de oficio promovido por la autoridad laboral ( LRJS art.148 s. ). En defecto de norma especial los tribunales consideran que la
atribución de competencia territorial debe someterse a la regla general de la LRJS art.10.1 (nº 810 ) ( TSJ Las Palmas 28-6-13, EDJ 190675 ; TSJ
Cataluña 17-7-09, EDJ 229379 y TSJ C.Valenciana 19-6-07, EDJ 183247 ). La primera de ellas razona que trayendo causa el litigio de las actas de
infracción levantadas por la ITSS a una empresa por no haber dado de alta en la Seguridad Social a varios trabajadores y teniendo por objeto el proceso
obtener una resolución judicial por la que se declare que la relación que ligó a estos últimos con la demandada era de naturaleza laboral, ha de estarse a
la regla general que rige en la materia de constituye su objeto.
7. Impugnación de los acuerdos conciliatorios alcanzados en sede administrativa. La competencia para conocer de la demanda de nulidad del
acuerdo de conciliación o de mediación logrado ante el servicio administrativo u órgano que asuma esas funciones la tiene el Juzgado que la ostenta
para conocer del asunto objeto de la conciliación o de la mediación ( LRJS art.67.1 ).
8. Ejecución de títulos constituidos sin intervención judicial En este supuesto cabe distinguir dos situaciones ( LRJS art.237.2 ):
a) Ejecución de conciliación administrativa: es Juzgado competente para conocer del proceso de ejecución aquél en cuya circunscripción se hubiera
constituido el título. Y ello, con independencia de la naturaleza del asunto objeto de conciliación o del ámbito territorial al que afecte ( TSJ Cataluña 2-5-
95, Rec 3300/94 ). No obstante se entiende que si la conciliación se celebró en una localidad de circunscripción no coincidente con aquella donde
según las normas de competencia territorial se debería haber planteado la demanda, la ejecución tiene que instarse ante los JS a los que les habría
correspondido conocer del asunto objeto de la conciliación y no ante aquellos en los tuvo lugar la avenencia ( TSJ auto Cataluña 30-10-12, cuestión de
competencia 1/12).
b) Ejecución de laudo arbitral firme: la competencia recae sobre el Juzgado en cuya circunscripción se hubiera dictado el laudo.
f. Actuaciones previas al proceso 

870
En los marginales siguientes se abordan los criterios de atribución de la competencia territorial sobre las actuaciones previas a la iniciación del proceso,
que se realizan con la finalidad de evitarlo o prepararlo:
1. Solicitud de actos preparatorios del proceso y diligencias preliminares (nº 872 ).
2. Medidas de anticipación de la prueba (nº 873 ).
3. Medidas de aseguramiento de la prueba (nº 874 ).
4. Medidas cautelares (nº 875 ).
872
Actos preparatorios del proceso y diligencias preliminares 
(LRJS art.76.1)
La competencia territorial se determina por las mismas reglas que la de la demanda que se pretenda plantear, es decir le corresponde al Juzgado
competente para conocer del futuro proceso.

Precisiones

1) Este criterio tiene en cuenta la naturaleza accesoria (relación de medio a fin) de este tipo de actos y diligencias
respecto del juicio que trata de prepararse, lo que implica que la competencia territorial se determina por las
mismas reglas que las establecidas para la reclamación que se pretende plantear. No obstante, esta regla no
asegura, al menos en los litigios sujetos a foros alternativos, que son la gran mayoría, que el JS que resuelva el
asunto sea el mismo que acordó la práctica de los actos preparatorios y las diligencias preliminares...
2) La previsión legal expresa de la LRJS excluye la aplicación supletoria de la LEC art.257.1 , con arreglo al cual
el criterio de atribución de competencia no coincide con el que rige el del pleito que se prepara, estando constituido
por el domicilio de la persona que haya de declarar o exhibir la documentación en que la diligencia consista, con lo
que se pretende favorecer al obligado a exhibir, declarar o actuar de cualquier otra manera, asignando la
competencia al Juzgado del lugar de su domicilio, en posible perjuicio del solicitante, al que puede generarle
mayores gastos.
3) En un supuesto particular en el que la persona que debía intervenir en las diligencias preliminares no tenía ni
había tenido domicilio ni residencia en territorio español se entendió que el Juzgado competente para practicar las
diligencias preliminares no era el del domicilio del solicitante sino el del lugar donde se produjeron los hechos ( TS
Civil 20-9-04, EDJ 227229 ).
873
Anticipación de la prueba 
La LRJS guarda silencio sobre el JS territorialmente competente para conocer de las peticiones de práctica anticipada de prueba antes de iniciarse el
proceso ( LRJS art.78.1 ). Laguna legal que atrae la aplicación, con carácter supletorio, de la LEC art.293.2 , según el cual el conocimiento de estas
solicitudes corresponde al JS competente para enjuiciar el asunto principal.
En el caso de que el actor pueda optar entre dos o más fueros alternativos, para que la prueba preconstituida pueda desplegar toda su virtualidad
probatoria en el posterior proceso, de no poder ser reproducida en el juicio oral, la demanda debe presentarse ante el JS que practicó la prueba, lo que,
salvo previsión expresa en las normas de reparto, no asegura el conocimiento del litigio por el concreto JS que la acordó, lo que no impide que el
interesado reclame la atribución del asunto a ese órgano al amparo de la Const art.24 .
874
Aseguramiento de la prueba 
(LEC art.297.3)
La competencia para adoptar las medidas de aseguramiento de prueba instadas con carácter previo a la iniciación del proceso tampoco está prevista en
la LRJS, de acuerdo con la aplicación supletoria de la LEC, corresponde al JS que tenga atribuida la competencia para el conocimiento de la demanda.
875
Medidas cautelares 
(LEC art.723.1)
De acuerdo con las normas de la LEC, aplicables supletoriamente al proceso social en defecto de previsión específica, cuando las medidas cautelares se
solicitan con anterioridad a la iniciación del proceso, la competencia para acordarlas incumbe al órgano competente para decidir sobre la demanda.
Entre las medidas cautelares susceptibles de adoptarse figuran las reguladas en la LRJS art.79.2, 5, 6 y 7 así como, entre otras posibles, la intervención
o la administración judiciales de bienes productivos, o la orden judicial de cesar provisionalmente en una actividad o abstenerse temporalmente de llevar a
cabo una conducta.

D. Reglas de competencia territorial de los TSJ 
(LRJS art.11)
880
La competencia territorial de las Salas de lo Social de los TSJ para el conocimiento de los procesos atribuidos en instancia, se determina conforme a una
serie de fueros especiales que permiten distribuir esa clase de competencia tanto entre las Salas de lo Social de los diferentes Tribunales Superiores
como entre las distintas Salas de lo Social de los TSJ de Andalucía, Canarias y Castilla-León cuando los efectos de la cuestión litigiosa no superen la
circunscripción territorial de la Sala ( LRJS art.11.2 ).
Estas reglas coinciden con las que rigen la competencia territorial de los Juzgados de lo Social en este tipo de procesos, en los que comparten la
competencia objetiva. Son las siguientes:
1. Procesos de conflicto colectivo (nº 882 ).
2. Impugnación de convenios colectivos o laudos sustitutivos (nº 884 ).
3. Tutela de derechos fundamentales (nº 886 ).
4. Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de sindicatos y asociaciones empresariales e impugnación de sus estatutos y de su
modificación (nº 888 ).
5. Régimen jurídico de los sindicatos, funcionamiento interno y relaciones con los afiliados (nº 890 ).

Precisiones

1) Estos criterios sólo resultan aplicables para determinar la competencia territorial, no la objetiva, que ha de
fijarse previamente con arreglo a sus propias reglas (nº 685 s. ).
2) Sirven también para determinar la competencia territorial en relación a las actuaciones previas al proceso y a
la impugnación de los títulos extrajudiciales cuyo conocimiento corresponda a las Salas de lo Social de los TSJ.
3) Cuando en un Tribunal Superior existan varias Salas de lo Social, y los efectos de la cuestión litigiosa se
extiendan a las circunscripciones de varias Salas, sin exceder del ámbito territorial de la Comunidad Autónoma,
para determinar la que debe conocer del asunto no se aplican las reglas de competencia territorial sino las normas
de reparto aprobadas por la Sala de Gobierno del correspondiente Tribunal Superior de Justicia ( LRJS art.11.3 ;
TSJ Burgos 26-1-12, EDJ 4997 ). Por el contrario cuando los efectos de la controversia no rebasen la
circunscripción de una Sala no se aplican las normas de reparto sino las de competencia territorial ( TSJ Sta. Cruz
de Tenerife 19-9-01 , EDJ 103207 ).
4) La Ley procesal no contiene reglas relativas a la competencia territorial para el enjuiciamiento por las Salas de
los Social de los TSJ de los litigios de impugnación de despidos colectivos promovidos por representante de los
trabajadores o en su defecto por la propia empresa, lo que se explica porque, conforme a las reglas de la
competencia objetiva (nº 716 ), cada Sala conocerá de los referidos procesos cuando sus efectos no desborden el
ámbito de su circunscripción, y, en el caso de las CCAA dotadas de varias Salas de lo Social (Andalucía, Castilla y
León y Canarias), las normas que hay que tener en cuenta en el caso de que los efectos de la controversia se
extiendan a las circunscripciones de varias Salas sin exceder del ámbito territorial de la CCAA respectiva, no
afectan a las competencia territorial, sino al reparto de asuntos ( LRJS art.11.3 ).
882
Procesos de conflicto colectivo 
(LRJS art.11.1.a)
La competencia corresponde al Tribunal en cuya demarcación se produzcan los efectos del conflicto.
Este criterio concuerda con el que permite fijar la competencia objetiva de las Salas de lo Social de los TSJ para conocer en la instancia de este tipo de
procesos.
884
Impugnación de convenios colectivos o laudos sustitutivos 
(LRJS art.11.1.a)
Se atribuye la competencia al Tribunal a cuya circunscripción se extienda el ámbito de aplicación de las cláusulas del convenio colectivo, acuerdo o
laudo impugnado.
También se da la mencionada coincidencia.

Precisiones

Si lo que se solicita es la nulidad de determinados preceptos o todo el articulado del Convenio Colectivo de
empresa que afecta a los trabajadores que prestan servicios en los centros de trabajo de Las Palmas y Lanzarote,
la Sala de lo Social competente por razón del territorio es la de Las Palmas y no la Sala de Santa Cruz de Tenerife (
TSJ Sta. Cruz de Tenerife 26-7-01, EDJ 37061 ).
886
Tutela de derechos fundamentales 
(LRJS art.11.1.d)
Es competente la Sala en cuya circunscripción se produzcan o en su caso se extiendan los efectos de la lesión, decisiones o actuaciones respecto de los
que se demanda la tutela.
Este criterio difiere en parte del que rige la determinación de la competencia objetiva en esta modalidad procesal (ver nº 758 s. ).

Precisiones

Así, si los Delegados Sindicales cuya tutela impetra el sindicato demandante desempeñan sus funciones en
Andalucía y la presunta violación del derecho a la libertad sindical se ha producido en el ámbito territorial de esa
CA, la competencia territorial corresponde al TSJ Andalucía y no al de Madrid donde se presentó la reclamación
inicial y se firmó el convenio colectivo de empresa ( TS 11-6-97 , EDJ 4772 ). Si el acto frente al que se acciona es
la Resolución de la DG de Recursos Humanos por la que se convocan ayudas de estudios para el personal laboral
de los centros, establecimientos y servicios sanitarios del Servicio Canario de Salud al que le resulta de aplicación
el CCol de Empresa del órgano Especial de Gestión de los Servicios Benéfico-Sanitarios del Excmo. Cabildo
Insular de Gran Canaria, la Sala competente por razón del territorio no es la de Santa Cruz de Tenerife sino la de
las Palmas de Gran Canaria ( TSJ Sta. Cruz de Tenerife 27-6-03, Autos 3/03 EDJ 273513 ).
888
Constitución y reconocimiento de la personalidad jurídica de Sindicatos y Asociaciones empresariales e impugnación de sus
estatutos y de su modificación 
(LRJS art.11.1.b)
La competencia territorial para resolver este tipo de asunto recae sobre la Sala en cuya circunscripción tenga su sede el sindicato o la asociación
empresarial a que se refiera el proceso.
Este criterio no se corresponde con el fijado para determinar la competencia objetiva de las Salas en esta clase de procesos (nº 765 ).
890
Régimen jurídico de los Sindicatos, funcionamiento interno y relaciones con los afiliados 
(LRJS art.11.2.c)
Es competente la Sala en cuya circunscripción se produzcan los efectos del acto o actos que dieron lugar al proceso. Este criterio no coincide con el que
sirve para determinar la competencia objetiva de las Salas en este tipo de controversias (nº 767 ).

IV. Competencia funcional 
895
El conocimiento de las reglas sobre competencia funcional se complementa con el estudio del tratamiento procesal de esta modalidad de competencia (nº
990 s. y nº 1016 s. ).

A. Función de la competencia funcional 
900
Fijada la competencia objetiva y territorial de un concreto órgano jurisdiccional del orden social la competencia para el enjuiciamiento en la instancia de
un determinado asunto, la división del proceso laboral en diversas fases (cognición, impugnación y ejecución) en las que pueden intervenir diferentes
órganos jurisdiccionales y en las que se pueden suscitar cuestiones diferenciadas del asunto principal exige verificar cuáles son los órganos
funcionalmente competentes para conocer del procedimiento en cada una de sus fases así como de las incidencias que surjan. Para ello hay que
aplicar las normas de competencia funcional.

Precisiones

1) Las reglas de competencia funcional son las que determinan a qué Juzgado o Tribunal le corresponde conocer
de los distintos actos y fases del proceso atendiendo a su orden o grado ( TS 15-2-94 , EDJ 1309 )
2) La competencia funcional hace referencia a la potestad atribuida a un órgano jurisdiccional para asumir
determinadas funciones en el curso de un concreto proceso, con exclusión de todos los demás.
3) La competencia funcional básica de los órganos de primer grado (JS y Sala de lo Social de la AN), así como de
las Salas de lo Social de los TSJ y de la Sala de lo Social del TS cuando actúan como órganos de instancia, es la
sustanciación y decisión del litigio. Por su parte, la competencia funcional nuclear de los órganos colegiados que
intervienen como segundo grado de jurisdicción (Salas de lo Social de los TSJ y del TS) es la resolución de los
recursos extraordinarios de suplicación y casación ordinaria respectivamente, interpuestos contra las sentencias y
autos dictados por los órganos de instancia. Finalmente la competencia funcional esencial de la Sala de lo Social
del TS cuando conoce del asunto en tercer grado consiste en la decisión de los recursos extraordinarios de
casación para la unificación de doctrina formulados contra las sentencias dictadas en suplicación por las Salas de
lo Social de los TSJ.
4) En puridad, en el orden social no existe un tercer grado de jurisdicción, dada la finalidad específica unificadora
del recurso de unificación de doctrina, por razones de igualdad y seguridad jurídica, la doctrina elaborada por las
diversas Salas de lo Social de los TSJ y ajustarla a la mantenida por el TS, el TCo, el TJUE y el TEDH,
inspirándose el sistema de recursos en el principio de doble grado de jurisdicción; sin embargo, en la práctica
ese es el grado en que conoce el TS del recurso de casación para la unificación de doctrina. En relación a este
medio de impugnación se afirma que el proceso laboral se configura como una instancia única y un doble grado
que finaliza en la Sala de lo Social del TSJ que resuelve el recurso de suplicación, sin que exista grado o Tribunal
ulterior a quien se confíe la revisión del modo y la manera en que se hizo en los dos grados inferiores ni con tal
finalidad cabe utilizar el recurso de casación unificadora, cuyo origen y significado se mueven en un plano
específico, cuando el recurrente estime que se ha roto la unidad en la interpretación del Derecho, sin que este
recurso instituya un tercer grado judicial que permita analizar con autonomía -es decir, sin comparación con otra
sentencia- las infracciones o los errores imputados a la sentencia impugnada ( TS 4-6-02, EDJ 130051 ; 11-10-99,
EDJ 33659 ; 8-3-99, EDJ 26227 ). al margen claro está de la legitimación del Ministerio Fiscal para interponer este
recurso de unificación en su función de defensa de la legalidad ( LRJS art.219.3 ). No obstante, también se dice
que el recurso de casación para unificación de doctrina constituye un tercer grado jurisdiccional en un
procedimiento integrado por un juicio de primera instancia ante el JS, un recurso extraordinario de suplicación ante
la Sala de lo Social del TSJ y un recurso unificador, en el que adquiere singular relevancia el presupuesto procesal
de contradicción entre la sentencia recurrida y la contraria ( TS 2-10-07, EDJ 199878 ; 15-4-11, EDJ 91330 ).
902
Grado y nivel jerárquico de los órganos judiciales sociales 
El grado y nivel jerárquico de los órganos judiciales y las consecuencias que de ello derivan es un aspecto esencial de la competencia funcional a la que,
por ello, se le denomina también competencia jerárquica. Esto es así porque el sistema de recursos devolutivos ante órganos judiciales
jerárquicamente superiores en los casos en que la resolución de instancia sea susceptible de impugnación, significa por un lado la posibilidad de que
dentro de un mismo proceso todos o algunos de los puntos de la controversia puedan ser objeto de un sucesivo examen por órganos jurisdiccionales
distintos, de diferentes grados jerárquicos, y, por otro lado, que realizado ese examen, la resolución del órgano jurisdiccional superior se imponga a las
dictadas por los inferiores, no estando permitido a estos últimos revisar, ignorar o dejar de cumplir de cualquier otra forma la resolución firme dictada en
vía de recurso. La inobservancia del deber de respetar y cumplir estrictamente lo que ha resuelto el órgano superior, desobedeciendo el mandato que
en el marco de ese mecanismo procesal le dirija el tribunal superior para que proceda de una determinada manera puede dar lugar a la exigencia de
responsabilidad disciplinaria mediante el procedimiento establecido en la LOPJ art.415 en relación con LOPJ art.419 que tipifica como falta muy grave
la desatención en el cumplimiento de las funciones judiciales ( TS cont adm 2-3-02 , EDJ 4105 ; 28-9-05 , EDJ 157662 ).
Dicho esto, el grado en el que ejercen su potestad jurisdiccional los órganos del orden social y el nivel jerárquico que ocupan es el siguiente:
a) Juzgados de lo Social: enjuician los asuntos, con plenitud de conocimiento, exclusivamente en grado de instancia y están jerárquicamente
subordinados a la Sala de lo Social del TSJ que corresponda según su circunscripción, que es su inmediato superior, así como a la Sala de lo Social del
TS.
b) Sala de lo Social de la Audiencia Nacional: conoce de las controversias sometidas a su consideración exclusivamente en grado de instancia y
depende jerárquicamente de la Sala de lo Social del TS. Carece de competencia funcional para resolver recursos devolutivos.
c) Salas de lo Social de los Tribunales Superiores de Justicia: resuelven en grado de instancia los litigios en los que tienen atribuida competencia
objetiva y en segundo grado los recursos contras las resoluciones dictadas por los JS, así como contra las pronunciadas los Juzgados de lo Mercantil en
materia laboral en ambos casos de su circunscripción. Están subordinadas jerárquicamente a la Sala de lo Social del TS.
d) Sala de lo Social del Tribunal Supremo: conoce en grado de instancia de los procesos de impugnación de actos de Administraciones Públicas
atribuidas al orden social cuando hayan sido dictados por el Consejo de Ministros, en segundo grado de los asuntos en los que la Sala de lo Social de la
AN y las Salas de lo Social de los TSJ tienen conferida competencia objetiva y, en tercer grado, de aquellos de los que conocen en la instancia los
Juzgados de lo Social. Esta Sala es el órgano jurisdiccional superior en el orden social, al igual que lo son las demás Salas del TS en los restantes
órdenes ( LOPJ art.53 ).

B. Naturaleza de las normas de competencia funcional 
905
Al igual que las normas reguladoras de la competencia objetiva y territorial, las que rigen la competencia funcional son de naturaleza imperativa e
improrrogable, no pudiendo ser alteradas por las partes, a las que obligan, así como también a los órganos judiciales, que deben controlarlas y aplicarlas
incluso de oficio en cualquier fase del proceso, comprendida la de recurso ( LOPJ art.238.1 y 240.2.2º ; LRJS art.5 ; LEC art.62, 225.1º y 227.2.2 ). En
efecto, la competencia funcional es una cuestión de orden publico procesal ( TS 6-10-05, EDJ 166213 ; 17-7-14, EDJ 147578 ).
En su consecuencia, el JS o Sala de lo Social al que a través de un procedimiento judicial nuevo e independiente se le proponga el conocimiento de una
cuestión de naturaleza incidental atribuida o a otro órgano, o el TSJ al que se someta un recurso de suplicación contra una resolución que no sea
susceptible de tal recurso, o el TS ante el que se plantee un recurso de casación para unificación de doctrina contra una sentencia que no debió dictarse
en suplicación al no proceder ese recurso pueden y deben abstenerse de su conocimiento, de oficio o a instancia de parte, por carecer de competencia
funcional para ello, lo que en el primer caso y en función del momento procesal en que aprecien la incompetencia habrá de llevarles a dictar el
correspondiente auto o sentencia, previniendo al demandante ante quién y cómo puede hacer uso de su derecho y en el segundo supuesto a declarar la
nulidad de lo actuado desde la admisión a trámite del recurso.

C. Competencia funcional en la instancia: fase de cognición 
910
En esta primera etapa del procedimiento laboral la competencia funcional del órgano judicial de instancia (que normalmente será un Juzgado de lo Social)
tiene tres grandes vertientes o manifestaciones fundamentales:
1. Competencia funcional básica (nº 912 ).
2. Competencia funcional por conexión con el asunto principal (nº 916 s. ).
3. Competencia funcional por razón de la acumulación de procesos (nº 636 ).
1. Competencia funcional básica 

912
Consiste en la realización de las diferentes actuaciones jurisdiccionales que en relación al asunto principal se suceden desde la presentación de la
demanda hasta la terminación del proceso por alguna de las formas legalmente previstas como, por ejemplo, la inadmisión de la demanda, la decisión
sobre la solicitud de prueba anticipada, la dirección del acto de juicio, la adopción de diligencias finales, la emisión de la sentencia, su aclaración o
complemento, etc. Todo ello sin perjuicio de las funciones procesales que en esa etapa tiene atribuidas el letrado de la Administración de justicia.
2. Competencia funcional por conexión 

916
La competencia funcional por conexión determina que el órgano jurisdiccional del orden social al que le corresponde el conocimiento del procedimiento
principal, asume también el de todas las cuestiones que sean consecuencia o incidencia del mismo.
A tal efecto el principio general consagrado en la LEC art.61 , de aplicación supletoria en el proceso social, es que salvo disposición legal en contrario, el
órgano judicial competente para conocer de un litigio la tiene también para realizar, en lo que ahora interesa, las siguientes actuaciones:
1. Resolver sobre las incidencias que puedan plantearse a lo largo del proceso, es decir, sobre cuantas cuestiones aparezcan en íntima conexión con la
pretensión principal. Constituyen cuestiones incidentales las que, siendo distintas de las que constituyen el objeto principal del pleito, guardan con éste
relación inmediata, así como las que se suscitan respecto de presupuestos y requisitos procesales de incidencia en el proceso ( LEC art.387 ).
2. Llevar a efecto las providencias y autos que dicte.
Otra de las manifestaciones de la competencia funcional es la relativa al conocimiento y decisión de las cuestiones previas y prejudiciales no
pertenecientes al orden social que estén directamente relacionadas con las atribuidas al mismo, que se analizan en el marginal nº 430 s.

Precisiones

1) La competencia para conocer de las referidas cuestiones deriva de la competencia para conocer del asunto
principal y queda determinada automáticamente lo que hace innecesario acudir a las normas sobre competencia
objetiva y territorial.
2) La atribución de competencia funcional para el conocimiento de esas cuestiones implica que el órgano
competente funcionalmente para conocer las cuestiones incidentales sea exclusivamente el que conoce de la
pretensión principal o el que conoció en fase declarativa, caso de la ejecución y no ningún otro a través de un
procedimiento declarativo nuevo e independiente y que, por consiguiente, no puedan entrar en juego las normas
delimitadoras de la competencia objetiva y territorial, y tampoco las de reparto de asuntos.
918
Cuestiones incidentales y conexas en la fase declarativa del proceso social 
La traslación al proceso social de la regla general de la LEC art.61 determina que el órgano que conoce del asunto en instancia (normalmente un JS)
tenga competencia funcional por conexión para el conocimiento de las cuestiones accesorias, incidentales y conexas.
Entre las cuestiones de esta índole que pueden plantearse en la fase declarativa del proceso social y para cuyo conocimiento es funcionalmente
competente el órgano que conoce del asunto principal se incluyen, dada su vinculación con el mismo, las que a continuación se relacionan:
1. Adopción de medidas cautelares con posterioridad a la presentación de la demanda ( LRJS art.79, 152 y 180 ; LEC art.723.1º ), como el embargo
preventivo de bienes del demandado ( LRJS art.79 ) o la suspensión de los efectos del acto impugnado en el proceso de tutela de derechos
fundamentales ( LRJS art.180 ). En relación a la primera la declaración del concurso de la empresa demandada puede afectar a la efectividad del
embargo y dar lugar, incluso, a que en su momento, y como consecuencia de la enajenación de los bienes afectados por la medida cautelar, el juez de lo
mercantil acuerde su alzamiento.
2. Imposición de amonestaciones y multas a las personas asistentes a la vista, a las partes, a sus representantes, testigos y peritos en los supuestos
legalmente previstos ( LOPJ art.191, 192 y 193 ; LRJS art.75.4 y 97.3 ).
3. Imposición de correcciones disciplinarias a Abogados y Procuradores por incumplimiento de sus obligaciones ( LOPJ art.552 s. ).
4. Impugnación de la resolución por la que se homologa el acto de autocomposición procesal lograda ante el letrado de la Administración de justicia o,
en su caso, ante el órgano judicial ( LRJS art.84.6 ). En un supuesto en el que la empresa decidió no impugnar la conciliación judicial lograda en pleito
de despido sino iniciar un nuevo procedimiento en reclamación de la cantidad pactada alegando que con posterioridad a la avenencia el trabajador había
sido declarado en situación de incapacidad permanente total para su profesión habitual, se declaró de oficio la falta de competencia funcional del JS ante
el que se planteó la demanda, distinto de aquél ante el que se alcanzó la avenencia ( TSJ Extremadura 25-4-01, EDJ 14027 ). A la misma solución se
llegó en un caso en el que un sindicato promovió un nuevo proceso de impugnación de colectivo solicitando la nulidad y la carencia de efectos como
convenio colectivo de eficacia general del acuerdo suscrito por una empresa y su comité en conciliación judicial alcanzada en el proceso de conflicto
colectivo ( TSJ Murcia 12-12-12, EDJ 309551 ).
5. Incidente de indemnización de daños y perjuicios ocasionados por la actuación temeraria, abusiva o fraudulenta de cualquiera de los litigantes en el
proceso declarativo o por el incumplimiento de las obligaciones impuestas por los Jueces y Tribunales a quienes no sean parte en el proceso. El órgano
que esté conociendo o hubiera conocido del asunto principal es competente para conocer de la acción indemnizatoria del perjudicado ( LRJS art.75.3 ),
por ser el más capacitado para valorar la actuación de los litigantes y de los terceros. Lo habitual es que los comportamientos señalados se produzcan en
la fase de ejecución de la sentencia (nº 952 ), pero también pueden tener lugar en la fase declarativa, como en el caso resuelto por la TSJ Madrid 8-2-
99,Rec 4553/98) en el que una empresa reclamó una indemnización por los daños y perjuicios irrogados por la conducta de los trabajadores accionantes
consistente en desistir de la demanda el mismo día del juicio, lo que le generó unos gastos cuyo resarcimiento interesó (la sentencia mencionada
entiende, con criterio discutible, que la competencia funcional no le corresponde al Juzgado que dictó el auto de desistimiento sobre la base de que no
llegó a conocer de la pretensión de los actores, por lo que la empresa actuó correctamente al formular una nueva demanda que le fue repartida a otro JS).
6. Aclaración y complemento de resoluciones judiciales: la competencia funcional corresponde al órgano que las dicta ( LOPJ art.267 ; LEC art.214 y
215 ).
7. Incidente de nulidad de actuaciones: el órgano competente para tramitar y resolverlo es el que dictó la sentencia o resolución que hubiese adquirido
firmeza y a la que se atribuye la vulneración del derecho fundamental ( LOPJ art.241.1.2ª ; LEC art.228.1 ; TS auto 8-5-14, Rec 272/13 ; auto 18-6-12,
Rec 4174/10 ; auto 22-12-11, EDJ 335933 y auto 8-9-11, EDJ 237780 ).
8. Incidente de justicia gratuita en el que se Impugna la decisión de la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita (CAJG) de denegar la concesión del
beneficio solicitado para litigar, cuando la resolución se dicte después de haberse iniciado el proceso. La competencia funcional se le atribuye al órgano
ante el que se desarrollen las actuaciones para las que se solicitó el reconocimiento de ese derecho. A tenor de la normativa vigente en ese momento, el
beneficio no se otorgaba al actor una vez presentada la demanda, o al demandado una vez celebrado en el acto de juicio, salvo que en su solicitud
acrediten ante la CAJG que las circunstancias y condiciones necesarias para obtener aquél sobrevinieron con posterioridad a la demanda o vista,
respectivamente, así como que cuando el actor o el demandado pretendan el reconocimiento del derecho en trámite de recurso de suplicación sin haberlo
solicitado en la instancia, debían acreditar ante la CAJG y ante el Tribunal en su caso que las circunstancias y condiciones precisas sobrevinieron en el
curso de la instancia o con posterioridad el juicio. La misma regla era aplicable al que pretenda el reconocimiento del derecho para interponer o seguir el
recurso de casación respecto de la fase de suplicación. Ver sobre la regulación actual de la justicia gratuita nº 2008 s.
920
Expediente de jura de cuentas 
(LEC art.35 ­redacc L 42/2015­)
El procedimiento de jura de cuentas regulado en la Ley de Enjuiciamiento Civil (de aplicación supletoria en el proceso laboral), abre una vía de apremio
excepcional y privilegiada, que permite a los abogados el cobro de los honorarios devengados por los servicios profesionales prestados en el proceso
laboral de instancia y/o en trámite de recurso de suplicación o de casación y de ejecución, sin necesidad de acudir a la vía declarativa ordinaria. En el
caso de que exista un proceso judicial previo del que la jura de cuentas constituya un incidente, la competencia funcional para conocer de la cuenta de
honorarios presentada por el abogado o el procurador contra su defendido o patrocinado recae sobre el órgano que conoce de las actuaciones a las que
se refiere la petición.
El letrado de la Administración de justicia es el encargado de requerir al deudor para que pague los honorarios de su abogado, o impugne la cuenta, y
el responsable de resolver, mediante decreto, las discrepancias en el supuesto de que el intimado impugne los honorarios por indebidos o por excesivos.
Este decreto no es susceptible de recurso, pero añade que no prejuzgará, ni siquiera parcialmente, la sentencia que pudiera recaer en juicio ordinario
ulterior ( LEC art.35 -redacc L 42/2015 ). En todo caso corresponde al juez o tribunal dictar el auto despachando la ejecución en el supuesto de que los
honorarios no sean abonados en el plazo fijado.

Precisiones

1) La atribución de la competencia funcional al órgano en que se han originado los honorarios reclamados, haya
habido o no condena en costas, presenta la ventaja de que es ese órgano quien tiene a la vista, sin necesidad de
otras ni más diligencias de prueba, las actuaciones en que se refleja la asistencia letrada que ha de ser retribuida
hallándose por ello en óptimas condiciones de ponderar, sin esfuerzos adicionales, la procedencia de la cuantía
fijada por el profesional reclamante en caso de oposición del apremiado.
2) Esta regla de competencia funcional no opera cuando el procedimiento de jura de cuentas se funda en la
actuación profesional desplegada ante el Servicio administrativo de conciliación, supuesto en el que el orden social
carece de competencia para conocer de esa pretensión por razón de la materia ( TSJ Extremadura 13-10-09, EDJ
260466 ).
3) Los tribunales mantienen posturas contradictorias cuando los honorarios reclamados han sido devengados en
fase de recurso de suplicación por la redacción de los escritos de formalización o de impugnación: por un lado se
afirma que el órgano funcionalmente competente es el de instancia ( TSJ Madrid auto 5-12-06, EDJ 394860 ; TSJ
Valladolid auto 14-12-11, EDJ 302579 ); por otro, se argumenta que el legislador ( LEC art.35 -redacc L 42/2015 )
no alude al Tribunal en que «radicare» el asunto, como hace la LEC art.34 en relación a la cuenta del procurador,
por lo que ha de estarse a las normas generales y puesto que lo pedido se refiere a actuaciones profesionales
realizadas en el recurso de suplicación, procede que la Sala sustancie el expediente de jura de cuentas
presentado en reclamación de honorarios devengados en esa fase ( TSJ Madrid auto 14-9-01, EDJ 107465 . A
favor de esta segunda tesis o cabe citar el TS Auto 2-7-09, EDJ 246942 , que no cuestiona la competencia de la
Sala para conocer de la petición de jura de cuentas formulada por las actuaciones realizadas en un recurso de
casación para unificación de doctrina. En el mismo sentido se pronuncia de manera expresa el TS Civil auto 13-
9-11, Rec 1774/08 ).
922
Incidencias atribuidas a otros órganos 
Como excepción el órgano jurisdiccional que entiende del asunto principal carece de competencia funcional para conocer en la fase declarativa de
determinadas incidencias cuya resolución le está atribuida legalmente a otros órganos. Así:
1. Los conflictos de jurisdicción que se susciten con la Administración y con los órganos judiciales militares han de ser resueltos por el Tribunal de
Conflictos de Jurisdicción y por la Sala de Conflictos de Jurisdicción del TS, respectivamente ( LOPJ art.38.1 y 39.1 ) (nº 1044 s ).
2. Los conflictos de competencia que se planteen con los órganos de otro orden de la jurisdicción los dirime la Sala Especial de Conflictos de
Competencia del TS ( LRJS art.12 ; LOPJ art.42 ) (nº 1060 s. ).
3. Las cuestiones de competencia objetiva o territorial que se susciten con otros órganos del orden social las decide el inmediato superior común ( LRJS
art.13.2 ) (nº 1072 s. ).
4. Las cuestiones de competencia sobre acumulación de procedimientos que se originen entre dos JS o dos TSJ actuando en funciones de instancia
sobre si procede la acumulación de procesos las resuelve el tribunal inmediato superior común ( LEC art.93.2 ) (nº 1075 ).
5. La instrucción y resolución de la recusación de Jueces y Magistrados, corresponde a los órganos señalados en los nº 1212 y nº 1218 y la decisión
sobre la abstención a los indicados en el nº 1169 .
3. Competencia funcional por razón de la acumulación de procesos 
(LRJS art.29, 30, 31 y 32)

924
Otra de las vertientes de la competencia funcional es la competencia por acumulación. Es la que se ostenta como consecuencia de la acumulación de
los procesos pendientes ante otros JS de la misma o diferente circunscripción.
El criterio general de atribución de competencia es el de mayor antigüedad del proceso, con arreglo al cual la competencia corresponde al órgano que
conozca de la primera demanda registrada.
Este mismo criterio es que el resulta aplicable en el supuesto de acumulación preceptiva de las demandas de extinción del contrato de trabajo por
modificación sustancial de las condiciones de trabajo, impago o demora salarial, o cualquier otro incumplimiento empresarial grave, y despido; a tal fin el
trabajador debe consignar en la segunda demanda la pendencia del primer proceso y el Juzgado que conoce del mismo (nº 3340 s. ). Igualmente opera
en el caso de demandas de impugnación de un acto administrativo que afecte a una pluralidad de destinatarios.
Como excepción en los supuestos de acumulación preceptiva de la demanda de oficio formulada por la Autoridad laboral y de las demandas individuales
en que concurran identidad de personas y de causa de pedir (nº 4610 s. ), la competencia por acumulación corresponde al Juzgado que conoce de la
demanda de oficio, al margen de que sea o no la primera que haya tenido entrada en el Registro.

Precisiones

Sobre el régimen jurídico general de la acumulación de procesos ver epígrafe nº 1730 s. y sobre la cuestión de
competencia sobre acumulación de procesos ver nº 1075 .
D. Competencia funcional en fase de impugnación 
930
La competencia funcional para conocer de los medios de impugnación depende del tipo de recurso:
1. La tramitación y resolución del recurso de reposición contra las resoluciones judiciales le corresponde al mismo órgano que dictó el auto o la
providencia impugnada ( LRJS art.186.2 y 187 ; TSJ Asturias 26-7-13, Rec 1327/13 ).
2. La resolución del recurso de revisión contra los decretos del letrado de la Administración de Justicia le corresponde al órgano judicial que tramite el
litigio o el recurso en que se dicte ( LRJS art.188 ). Resuelve el juez del órgano unipersonal o los magistrados del órgano jurisdiccional colectivo al que
este letrado de la Administración de justicia está adscrito. Todas las decisiones procesales de los letrados de la administración de justicia han de ser
susceptibles de revisión judicial ( TCo Pleno 17-3-16 ) (ver nº 6755 ).
3. La competencia funcional para la preparación y resolución de los recursos devolutivos contra las resoluciones judiciales, esto es, la competencia
funcional en la fase de impugnación propiamente dicha, se distribuye de la siguiente forma:
a) Recurso de queja (nº 932 ).
b) Recurso de suplicación (nº 934 ).
c) Recurso de casación (nº 936 ).
932
Recurso de queja 
(LRJS art.189, 195.2, 209.2, 222.3;  LEC art.495.1)
La competencia funcional para su admisión y resolución se atribuye al órgano al que corresponda conocer el recurso no tramitado ( LEC art.494 ), ante
el que debe presentarse directamente el escrito de interposición del recurso de queja, sin intentar previamente la reposición. Dicho órgano será la Sala de
lo Social del TSJ respectivo si se trata de un recurso de suplicación y la Sala de lo Social del TS si se trata de un recurso de casación en cualquiera de
sus modalidades (ver nº 7640 s. ).

Precisiones
La Sala de lo Social del TS carece de competencia funcional para conocer del recurso de queja contra el auto de
la Sala de lo Social del TSJ que pone fin al trámite del recurso de suplicación interpuesto frente a la sentencia del
JS pues suya es la competencia última para decidir sobre la admisión de la suplicación y la competencia del TS se
reduce al conocimiento del recurso de queja contra autos de inadmisión por razones procesales de los recursos de
casación, no teniendo competencia para conocer de los recursos de queja contra autos equivalentes dictados en
relación con el recurso de suplicación por las propias Salas de suplicación ( TS auto 14-5-14, EDJ 96272 ).
934
Recurso de suplicación 
(LRJS art.8.c, 190, 195 y 197)
En la fase de preparación del recurso la competencia recae sobre el JS de lo Social que dictó la sentencia o el auto objeto de impugnación ( LRJS
art.195 y 197 ).
La resolución de los recursos de suplicación interpuestos contra las sentencias y autos dictados por los Juzgados de lo Social de su circunscripción
corresponde a las Salas de lo Social de los TSJ ( LOPJ art.76.2 ; LRJS art.8.c y 190.1 ). No obstante, cuando el recurso de suplicación se formule al
amparo de la ( LRJS art.191.3.d) o art.191.3.e ), denunciando la existencia de irregularidades esenciales de procedimiento o el incumplimiento de los
requisitos internos de las sentencias y/o la falta de jurisdicción y de competencia) y el fondo del asunto no estuviera comprendido dentro de los límites
de la suplicación, la competencia funcional de la Sala es limitada, circunscribiéndose a la decisión de esas cuestiones, no pudiendo analizar y resolver
otras distintas ( TSJ País Vasco 17-2-04, EDJ 29761 ) (ver nº 6770 s. ).
La competencia funcional de los TSJ se extiende al conocimiento de los recursos de suplicación promovidos contra los autos y sentencias que se dicten
por los juzgados de lo mercantil en el proceso concursal que resuelvan cuestiones de carácter laboral ( LOPJ art.75.2 ; LRJS art.190.1 y 191.4.b ), lo
que les permite controlar en un segundo grado jurisdiccional el acierto de las resoluciones dictadas en materia social por órganos del orden civil de la
jurisdicción (nº 7075 ).
936
Recurso de casación 
(LRJS art.208 y 221)
La competencia funcional en la fase de preparación del recurso de casación tanto en su modalidad ordinaria como en la prevista para la unificación de
doctrina corresponde a la Sala que haya dictado la resolución recurrida ( LRJS art.208 y 221 ).
La Sala de lo Social del TS tiene competencia para la resolución del recurso de casación ordinario (nº 7100 s. ) contra las sentencias dictadas en la
instancia por las Salas de lo Social de los TSJ y por la Sala de lo Social de la AN, así como para la admisión y resolución del recurso de casación para la
unificación de doctrina (nº 7260 s. ) contra las sentencias dictadas en suplicación por las Salas de lo Social de los TSJ.

Precisiones

1) La competencia funcional de los TSJ y del TS comprende la homologación del convenio transaccional que
las partes pueden alcanzar en cualquier momento durante la tramitación del recurso de suplicación o casación
respectivamente en cuanto modo legítimo de terminación del proceso ( LEC art.19.2 ), con la consecuencia de que
lo acordado, una vez homologado, sustituye el contenido de la sentencia o sentencias anteriormente dictadas en
el proceso y que el título para la ejecución de lo convenido lo constituye el auto de homologación y no lo que
pudiera haberse dispuesto en aquellas sentencias anteriores ( LRJS art.235.4 ).
2) El órgano ante el que se haya alcanzado la transacción ostenta la competencia funcional para conocer la
acción de nulidad ejercitable por las partes o por los posibles perjudicados con fundamento en su ilegalidad o
lesividad ( LRJS art.235.4 ).
3) La competencia funcional para conocer del incidente de aportación documental regulado en la LRJS art.233 ,
corresponde a la Sala que ha de resolver el recurso de suplicación o casación, sin que el órgano que dicta la
resolución objeto de recurso tenga competencia para admitir los «nuevos documentos» presentados con los
escritos de interposición e impugnación ( TSJ Sevilla auto 23-4-14, Rec 552/13 ; 14-5-12 auto, EDJ 150079 ).
E. Competencia funcional en fase de ejecución 
940
De conformidad con el criterio de competencia por conexión recogido en la LEC art.61 , la competencia funcional para despachar la ejecución del título
judicial (sentencia o conciliación procesal) y resolver las cuestiones incidentales que se susciten en esa fase corresponde, salvo disposición legal en
contrario, al órgano judicial que conoció del asunto en instancia.
1. Ejecución definitiva 
(LRJS art.237.2 y 84.5;  LEC art.61)

944
La ejecución definitiva de las sentencias y conciliaciones procesales la ha de ordenar el órgano judicial que hubiera conocido del asunto en la instancia,
aunque la resolución que se ejecute la hubiere dictado el tribunal de suplicación o el de casación, o el acuerdo conciliatorio se hubiese alcanzado en vía
de recurso ( LRJS art.237.3 ).
Ello supone que la competencia puede corresponder tanto a un Juzgado de lo Social como a una Sala de lo Social de un TSJ y a la Sala de lo Social de la
AN cuando actúen como órganos de instancia. Sin embargo, la tramitación de ejecuciones definitivas por parte de los órganos colegiados es, dada la
naturaleza de las pretensiones de las que conocen, poco frecuente, aunque puede aumentar como consecuencia de lo dispuesto en la LRJS art.247 .
La regla general expuesta conoce dos excepciones que se refieren exclusivamente a los Juzgados de lo Social ( LRJS art.237.3 ):
1. En los supuestos de acumulación de ejecuciones seguidas ante distintos JS de la misma o diferente circunscripción contra un mismo deudor la
competencia funcional para llevar a efecto la ejecución la asume el órgano que acuerda la acumulación ( LRJS art.36 s. ). Si con ocasión de la
acumulación se suscita una cuestión de competencia (ver supuestos en TSJ Madrid Auto 16-2-98, Rec 505/08 ; 11-3-98, EDJ 68758 ), su decisión recae
sobre la Sala de lo Social del Tribunal Superior inmediato común ( LRJS art.39.4 ), pero si los JS no tienen otro superior jerárquico común la resuelve la
Sala de lo Social del TS como en el caso analizado en el TS Auto 30-10-97, EDJ 60071 ).
2. En las circunscripciones donde el conocimiento de las ejecuciones se atribuye en exclusiva a determinados Juzgados especiales, como sucede en los
JS de Barcelona y de Valencia, en los que existen Juzgados especiales de ejecuciones con exclusión total del reparto de otros asuntos, los demás JS
carecen de competencia funcional para ejecutar sus propias sentencias y conciliaciones ( LRJS art.237.4 ), y si lo hacen concurre causa de nulidad de las
actuaciones ( TSJ Cataluña 19-9-07, EDJ 195731 ).

Precisiones

1) Sobre la competencia de los letrados de la Administración de justicia para decretar la acumulación ver nº 5730 .
2) Se entiende que por encima de la competencia funcional por conexión está la competencia por razón de la
materia, de modo que el órgano ejecutor debe declarar la incompetencia del orden social para conocer de una
concreta pretensión ejecutiva cuando pese a estar incorporada a un acuerdo aprobado judicialmente caiga fuera del
ámbito de la relación de trabajo que unió a las partes ( TSJ Galicia 14-1-10, EDJ 14655 en un supuesto en que lo
que pretendía ejecutar el trabajador, que ostentaba la condición de socio de la mercantil demandada, era la
obligación contraída por ésta de eximirle de las responsabilidades derivadas de las obligaciones bancarias y
financieras contraídas en beneficio de la empresa).
3) No es posible reclamar en un nuevo litigio ordinario de reclamación de cantidad los importes correspondientes a
sanciones de suspensión de empleo y sueldo revocadas en un proceso seguido al efecto y que ha de
plantearse en la ejecución de las sentencias que revocaron las sanciones impuestas ( TSJ Cataluña 31-1-13, EDJ
45970 ). No obstante, en un caso particular se entendió que la reclamación de los salarios correspondientes al
período de cumplimiento de la sanción impuesta por la comisión de una falta muy grave cometida con ocasión de
una huelga no debía formularse ante el JS que conoció del asunto en trámite de ejecución sino a través de un
nuevo procedimiento declarativo teniendo en cuenta que tal pretensión no traía causa de la citada sentencia sino de
los acuerdos verbales alcanzados con la representación legal de los trabajadores sobre las sanciones impuestas
durante el ejercicio del derecho de huelga ( TSJ Cataluña 1-12-11, EDJ 326004 ).
2. Ejecución provisional 
(LRJS art.290.1, 295 y 298)

948
La competencia funcional para despachar la ejecución provisional de sentencias condenatorias al pago de cantidades o en materia de Seguridad Social,
que no sean firmes, corresponde al órgano que las dictó (nº 6532 ). Este órgano puede ser el JS o el TSJ tanto si actúa en instancia como si lo hace en
calidad de tribunal de suplicación y es él quien por primera vez impone la obligación de condena.
El mismo criterio se aplica a la ejecución provisional de las sentencias dictadas en proceso de despido en el que el TSJ no puede actuar como órgano
de instancia, supuesto en el que le incumbirá acordar la ejecución provisional si es él quien por primera vez declara la nulidad o la improcedencia del
despido combatida en casación unificadora.
3. Cuestiones incidentales en ejecución 

952
Para dirimir las incidencias que aparezcan a lo largo del proceso de ejecución definitiva o provisional de sentencias y otros títulos ejecutivos es
competente funcionalmente el órgano que tramita la ejecución. Y ello en razón del criterio de conexidad ( LEC art.61 ).
Hay que tener en cuenta que se consideran cuestiones no incidentales para cuya resolución es necesaria la apertura de un nuevo procedimiento
declarativo las siguientes:
1. Solicitud de reintegro de las cantidades indebidamente percibidas por una trabajadora como consecuencia de la sentencia estimatoria dictada por el
TSJ en un procedimiento judicial de extinción del contrato por incumplimiento empresarial. Concretamente en un supuesto en el que tras la sentencia
absolutoria de instancia, la demandante fue despedida llegando a un acuerdo indemnizatorio en el que renunció a la acción, no obstante lo cual no
desistió del recurso, bajo el argumento de que las sentencias han de ejecutarse en sus propios términos y que no cabía plantear una cuestión incidental
en el proceso de ejecución para hacer valer el derecho de la empresa ( TSJ Madrid 18-5-10, EDJ 116141 ).
2. Tutela del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva en su vertiente de garantía de indemnidad por haber sido objeto de represalia
(consistente en el caso en un cambio de puesto de trabajo) tras la sentencia que estimó la demanda dirigida al reconocimiento de su derecho a reducir la
jornada de trabajo y a la concreción horaria ( TSJ Galicia 14-6-11, EDJ 139283 ).
3. Reclamación de la cantidad consignada por la empresa y percibida por la trabajadora en ejecución de una sentencia de extinción de contrato de
trabajo por vulneración de derechos fundamentales en un supuesto en el que las partes habían llegado a un acuerdo de saldo y finiquito con
anterioridad al dictado de esa sentencia en el que la trabajadora se comprometía a desistir del procedimiento de extinción de la relación laboral por
incumplimiento empresarial que había promovido, lo que no hizo ( TSJ Madrid 18-5-10, EDJ 116141 ).
4. Solicitud formulada por unos trabajadores afiliados a un sindicato cuyo despido fue declarado nulo por vulneración de derechos fundamentales
para que se les permita acceder al local sindical ubicado en el interior de la empresa durante el período de ejecución provisional con relevación de
funciones, sin que resulte aplicable la LRJS art.282 puesto que dicho precepto se limita a la ejecución de la sentencia para la tutela de la actividad sindical
de miembros del Comité de empresa, delegados de personal o delegados sindicales ( TSJ Cataluña 16-6-11, EDJ 163687 ).
5. Devolución por el trabajador de la indemnización percibida tras el reconocimiento empresarial en acto de conciliación administrativa de la
improcedencia del despido, declarado judicialmente nulo tras lo que fue readmitido en su puesto de trabajo, razonándose que la sentencia de despido no
se pronunció sobre dicha indemnización, por lo que no es dable reclamar su devolución en el trámite de ejecución ( TSJ País Vasco 14-9-10, EDJ
263392 ).

Precisiones

1) Se entiende que la competencia funcional para tramitar la ejecución solicitada por la empresa demandada en el
proceso declarativo de reclamación de cantidad contra el trabajador demandante para que reintegrase la
cantidad anticipada en ejecución provisional de la sentencia dictada por el TSJ, en un caso en que la sentencia de
instancia fue de signo absolutorio, al igual que la pronunciada por el TS en el recurso de casación para unificación
de doctrina formulado por la empresa, revocatoria de la del TSJ, no le corresponde al TSJ sino al órgano de
instancia, al tratarse de una ejecución no provisional sino definitiva ( LRJS art.237.2, 293.1 ; TSJ País Vasco 11-10-
11, Rec 1967/11 ).
2) Por el contrario en un caso en que la sentencia de instancia, estimatoria de la demanda interpuesta por el
trabajador, fue revocada por el TSJ, y el anticipo reintegrable fue abonado por el Estado se considera que su
devolución es un trámite que se enmarca en la propia ejecución provisional ( TSJ Galicia 14-3-14, EDJ 128093 ).
a. Cuestiones incidentales en ejecución definitiva 

953
Entre las cuestiones incidentales que pueden suscitarse en sede de ejecución definitiva de sentencias hay que señalar que, en defecto de previsión
específica, deben sustanciarse por el trámite para la resolución de las discrepancias LRJS art.238 . Entre ellas se pueden diferenciar las siguientes:
1. Incidencias en ejecución de sentencias dictadas en cualquier tipo de procesos (nº 954 ).
2. Incidencias en ejecución de sentencias de despido (nº 955 ).
3. Cuestiones incidentales en ejecución de sentencias en materia de Seguridad Social (nº 956 ).
4. Incidencias en ejecución de sentencias de conflicto colectivo ( LRJS art.247 ) (ver nº 6485 s. ).
5. Incidencias en ejecución de sentencias de movilidad geográfica y modificación sustancial de condiciones de trabajo ( LRJS art.138.8 ) (ver nº
4433 ).
6. Incidencias en ejecución de sentencias frente a Entes Públicos. Se trata de un incidente específico para dirimir cuantas cuestiones se planteen en la
ejecución de sentencias frente a Entes Públicos y especialmente las previstas en la LRJS art.287.4 , bien entendido que dicha vía no puede ser utilizada
para introducir cuestiones que no forman propiamente una incidencia del iter ejecutivo, sino que son hechos y consecuencias relativas al fondo del asunto
resuelto en sentencia ( TSJ Asturias 22-11-10, EDJ 307773 ).
7. Incidente de sucesión empresarial cuya finalidad es ampliar la ejecución frente a una empresa o varias empresas que no fueron parte en la fase
declarativa del proceso con fundamento bien en la norma estatutaria sobre sucesión de empresas o en los preceptos convencionales reguladores de la
sucesión de contratas. Esta pretensión constituye una cuestión incidental encauzable por la vía de la LRJS art.238 cuando los hechos o las circunstancias
jurídicas determinantes de la sucesión empresarial cuya declaración se persigue se hayan producido con posterioridad a la constitución del título ejecutivo
( LRJS art.240.2 ). En tal caso no es necesario entablar un nuevo proceso declarativo frente a los pretendidos sucesores que, de acreditarse la realidad
de la transmisión, quedarán vinculados por el título ejecutivo ( LEC art.540 ; TS 25-1-07, EDJ 7442 ); 9-7-03, EDJ 241325 ; 15-2-99, EDJ 9077 ; 10-12-97,
EDJ 9915 ; 24-2-97, EDJ 1105 ; TSJ Galicia 14-2-12, EDJ 22205 ; TSJ Asturias 30-12-11, EDJ 317964 y TSJ País Vasco 30-11-10, EDJ 355968 ).

Precisiones

1) El procedimiento incidental no es válido para extender la responsabilidad a un tercero con base en la teoría del
levantamiento del velo ( TS 25-1-07, EDJ 7442 ; TSJ Castilla-La Mancha 8-3-12, EDJ 34769 ), o en la existencia
de un grupo de empresas a efectos laborales ( TSJ Cataluña 27-3-08, EDJ 74141 ; TSJ Madrid Auto 12-4-05, EDJ
86724 ) cuando los actos y conductas alegadas sean anteriores al acto de juicio, sin que pueda estimarse que un
hecho es nuevo por la mera afirmación del ejecutante de no haberlo conocido antes del juicio. Este criterio no se
considera aplicable cuando el que pretende la ampliación de responsabilidad en un supuesto de grupo de
empresas, aun alegando hechos anteriores a la vista oral, es el Fondo de Garantía Salarial si no fue parte en el
proceso declarativo ( TSJ Cantabria 24-3-08, EDJ 63882 ), pero sí cuando dicho organismo fue llamado a dicho
proceso ( TSJ Galicia 24-3-08, EDJ 57536 ).
954
Incidencias en ejecución de sentencias dictadas en cualquier tipo de proceso 
Entre estas incidencias deben diferenciarse las siguientes:
1. Oposición a la ejecución que de fundarse en hechos necesitados de prueba, debe sustanciarse por el trámite incidental señalado ( LRJS art.239.4 ).
2. Detracción del principal de las cantidades correspondientes a la retención a cuenta del IRPF y a la aportación obrera a la Seguridad Social ( TSJ Las
Palmas 14-10-11, EDJ 275637 ; TSJ C.Valenciana 5-4-11, EDJ 117316 y TSJ Cataluña 16-11-10, EDJ 327130 , que aplican la doctrina fijada por la TS 24-
11-09, EDJ 321852 ).
3. Incidente de realización de una condena de futuro que exija operaciones para darle liquidez, sin perjuicio de que en su curso el ejecutado pueda
alegar eventuales circunstancias que, siendo distintas y posteriores al enjuiciamiento, puedan fundar una oposición de fondo a la ejecución por la
inexistencia de acción ejecutiva ( TCo 163/1998 ; 194/1993 ; TSJ Cataluña 4-3-10, EDJ 72581 , dictada en un supuesto en el que el fallo de la sentencia
de instancia, además de condenar a la empresa al pago de determinada cantidad por un período ya vencido, declaró el derecho de la actora a percibir el
plus de disponibilidad en el importe proporcional a su jornada reducida mientras siguiese disfrutando de la misma, afirmando la sentencia la viabilidad del
cauce para sustanciar la pretensión ejecutiva (/regulado actualmente en la LRJS art.238) , sin necesidad de instar otro procedimiento declarativo por los
nuevos periodos adeudados, con los costes consiguientes y con la carga de soportar la duración del proceso).
4. Suspensión de la ejecución por trabajadores dependientes del ejecutado no ejecutantes ( LRJS art.244.3 ). La decisión le corresponde adoptarla al
letrado de la Administración de Justicia, mediante decreto, revisable directamente en revisión.
5. Administración o intervención judicial de los bienes embargados ( LRJS art.256 ).
6. Tercerías de dominio y de mejor derecho ( LRJS art.260.1 y 275.1 ), que se sustancian por los trámites del procedimiento incidental de la LRJS
art.238 .
7. Incidente de indemnización de daños y perjuicios ocasionados al ejecutante por el incumplimiento por otros litigantes o por terceros de las
obligaciones impuestas por los órganos jurisdiccionales sociales tendentes a garantizar los derechos que pudieran corresponderles y a asegurar la
efectividad de las resoluciones judiciales ( LRJS art.75.3 ), como el promovido contra el administrador de la sociedad ejecutada por el incumplimiento de
la obligación de formular manifestación de los bienes de la empresa ( TSJ País Vasco 4-3-08, EDJ 70463 ), o contra el depositario de los bienes
embargados por los daños ocasionados durante el depósito de los mismos ( TS 18-4-00, EDJ 10334 ), o contra la entidad bancaria que incumplió el
mandamiento de embargo ( TSJ Granada 11-6-08, EDJ 256115 ; TSJ Cataluña 28-9-04, EDJ 186648 ), o contra el tercero que no atendió el
requerimiento judicial para que retuviera las cantidades a percibir por la ejecutada ( TSJ Sevilla 7-10-03, EDJ 217080 ).
8. Imposición de multas coercitivas a quienes no sean parte en la ejecución ( LRJS art.241.3 ).
9. Ejecución del pago de las multas impuestas por el órgano jurisdiccional ( TSJ La Rioja 28-2-13, EDJ 47792 ).
10. Incidente de distribución ( LRJS art.271 s. ).
11. Incidente de impugnación de la liquidación de intereses. Al respecto se considera que el procedimiento a seguir no es el regulado en la LEC art.712 ,
sino el incidental para la resolución de las discrepancias surgidas en el proceso de ejecución laboral de la LRJS art.238 ( TSJ País Vasco 9-5-06, EDJ
388185 ).
12. Incidente de impugnación u oposición a la tasación de costas, si bien no se tramita por el procedimiento incidental de la LRJS art.238 , sino por el
previsto en la LEC art.245 y 246 (sobre el citado incidente y el papel que desempeña el letrado de la Administración de justicia, ver epígrafe nº 2039 ).
955
Incidencias en ejecución de sentencias de despido 
1. Incidente de no readmisión o de no readmisión regular. Objeto de un procedimiento específico (ver nº 6184 ), sin que el hecho de que el
demandante decida no utilizar dicho cauce procesal por haber transcurrido el plazo de prescripción le permita iniciar un nuevo proceso declarativo, lo que
no se desvirtúa por el hecho de que invoque como título del derecho postulado el contenido de la carta de despido en tanto ofrece una determinada
cantidad, y no la sentencia de despido, ya que en definitiva aquel ofrecimiento fue rechazado y se demandó por despido asumiendo las características
procesales de la acción entablada ( TSJ Madrid 16-11-12, EDJ 297678 ).
2. Incidente para la reclamación o cuantificación del importe de los salarios de tramitación que procedan cuando en la sentencia o en el auto de
extinción de la relación laboral no se haya determinado la concreta cantidad objeto de condena por tal concepto y exista oposición de la empresa a la
realizada por el trabajador en ejecución de sentencia ( TSJ C.Valenciana 8-3-11, EDJ 117237 ; TS 5-5-04, EDJ 55065 ; 24-5-04, EDJ 60763 ), supuesto en
el que deberá seguirse una vía específica LRJS art.238 ( TSJ Cataluña 16-12-10, EDJ 334428 ; Auto TSJ Aragón 28-4-09, EDJ 110782 ). La finalidad
habitual de la oposición articulada por la empresa es la de que se le exonere de la obligación de pago de tales salarios o se reduzca su extensión
temporal como consecuencia de la colocación del demandante en otra empresa o por cuenta propia durante el periodo de tramitación (como es el caso de
la TSJ Granada 3-11-10, EDJ 376266 ; TSJ País Vasco 15-12-04, EDJ 254043 ), o de encontrarse en baja médica durante todo o parte del mencionado
intervalo ( TSJ Asturias 16-3-12, EDJ 41751 ; TSJ Cataluña 9-6-00, EDJ 120473 ).
3. Reintegro del importe de los salarios de tramitación por parte de los trabajadores por haber prestado servicios retribuidos en otra empresa desde el
mismo día de su cese, pretensión que no puede plantearse en un nuevo procedimiento ordinario ( TSJ País Vasco 9-6-09, EDJ 183058 ; en sentido
contrario en relación a la solicitud de reembolso fundada en la percepción de prestaciones de desempleo durante el período de tramitación TSJ Cataluña
23-2-11, EDJ 67828 ).
956
Cuestiones incidentales en ejecución de sentencias en materia de Seguridad Social 
Se consideran incidencias de la ejecución cuyo conocimiento corresponde funcionalmente al órgano ejecutor en trámite de ejecución de la sentencia
que las propicia, las siguientes:
1. Solicitud de reintegro del capital coste de pensiones y de las cantidades abonadas por prestaciones que quedan luego reducidas o sin efecto, por
tratarse de una cuestión inescindible del proceso en el que recayó la sentencia al tener su origen directo e inmediato en el mismo. Y ello, con
independencia del sujeto que inste la ejecución, como sucede si la petición la formula:
a) una mutua para que la TGSS le reembolse total o parcialmente el capital coste constituido para hacer frente a una prestación cuyo abono le fue exigido
por la entidad gestora, y de cuya obligación fue exonerada en todo o en parte por sentencia firme, así como de los intereses derivados del retraso en su
devolución ( TS 26-12-02, EDJ 63116 ; 16-4-03 , EDJ 29875 ; 11-11-03, EDJ 174503 ; 26-11-03 , EDJ 209462 ; 12-7-04, EDJ 142167 , o para que el
trabajador le reintegre el importe del subsidio de incapacidad temporal anticipado en ejecución provisional de la sentencia de instancia, hasta que en
suplicación se declaró la caducidad de la acción ( TS 27-11-02, EDJ 61494 );
b) Una empresa para que se reduzca la cuantía del capital coste ingresado en la TGSS a requerimiento de ésta como consecuencia del reconocimiento
judicial de la pensión ( TS 10-4-90 , EDJ 4030 ).
2. Solicitud de la TGSS para que la empresa declarada responsable directa de la prestación constituya el capital coste de la pensión ( TS 3-11-99, EDJ
43957 ; 5-11-99, EDJ 34740 ; 21-1-00 EDJ 285 ), o le reintegre la indemnización por incapacidad permanente parcial satisfecha a la mutua que la había
anticipado ( TS 1-2-00, EDJ 695 ), o el subsidio de incapacidad temporal adelantado al trabajador ( TS 18-11-00, EDJ 55656 ).
3. Compensación de cantidades percibidas por el demandante en concepto de prestaciones correspondientes a periodos concurrentes o por haber
continuado desarrollando su actividad laboral ( TSJ Las Palmas 13-12-10, EDJ 372102 ), en los términos y con el alcance que resulta de la TS 16-5-07,
EDJ 68242 y 5-12-07, EDJ 243327 ).
4. Solicitud del trabajador para que se le haga efectiva la cantidad ingresada por la empresa en la TGSS en concepto de recargo de prestaciones de
incapacidad temporal por infracción de medidas de seguridad en un supuesto en que la sentencia confirmó la resolución del INSS que declaró la
existencia de responsabilidad empresarial ( TSJ Granada 22-2-12, EDJ 145048 ).
5. Problemática surgida en relación a la cuantía de la prestación reconocida en sentencia firme en un supuesto en que la resolución de instancia declaró
que el fallecimiento del causante se debió a la contingencia de accidente de trabajo, fijando a favor de la cónyuge supérstite la pertinente indemnización a
tanto alzado y la pensión sobre una determinada base reguladora mensual sin concretar si la fijada era la resultante de dividir la base reguladora anual del
fallecido, por doce o por catorce, dando como resultado que la ejecutante percibiese menor pensión por la contingencia de accidente de trabajo de la que
percibía por contingencias comunes ( TSJ Cataluña 25-5-00, EDJ 120475 ).
Por el contrario con criterio discutible y en un caso en el que la sentencia cuya ejecución se solicitaba condenó a la empresa a abonar al actor un
recargo del 30% de todas las prestaciones derivadas del accidente laboral sufrido, se entendió que requerida la TGSS por el juzgado para que
determinase la suma a la que ascendía su importe, la discrepancia del trabajador con esa cuantificación no puede solventarse en ejecución de sentencia
sino a través del recurso económico administrativo, con posterior recurso ante el orden contencioso- administrativo de la jurisdicción, al tratarse de un acto
de gestión recaudatoria, excluido de ser impugnado ante la jurisdicción social ( TSJ Extremadura 5-10-11, EDJ 233794 ). Desde otra perspectiva se
declara que no es el trámite de ejecución de sentencia sino un nuevo procedimiento ordinario el adecuado para impugnar la resolución del INSS que
modificó a la baja la base reguladora reconocida en una resolución previa ajustándola a la establecida en sentencia ( TSJ Galicia 24-2-11, Rec
3790/07 ). Asimismo se afirma que el cauce de ejecución de sentencias no es hábil para que el demandado promueva cuestiones no conectadas con el
fallo absolutorio, como la pretensión de que la mutua demandante le abone los intereses correspondientes a la indemnización por incapacidad
permanente parcial judicialmente impugnada por la entidad colaboradora, que el asegurado deberá reclamar por el procedimiento ordinario ( TSJ Sevilla
3-3-11, EDJ 83427 ).
958

Precisiones

El conocimiento de la demanda incidental sobre disolución y liquidación de la sociedad de gananciales


interpuesta por el cónyuge del deudor cuyos bienes privativos son insuficientes para cubrir el principal de la
ejecución laboral no corresponde a los tribunales del orden social sino a los del orden civil, no pudiendo llegarse a
solución contraria en base a la LEC art.541.3 ( TS Conflictos auto 12-4-05 , EDJ 62719 ). Este precepto procesal
civil dispone que «si la ejecución se siguiere a causa de deudas propias de uno de los cónyuges y se persiguiesen
bienes comunes a falta o por insuficiencia de los privativos, el embargo de aquéllos habrá de notificarse al cónyuge
no deudor. En tal caso, si éste optare por pedir la disolución de la sociedad conyugal, el tribunal, oídos los
cónyuges, resolverá lo procedente sobre división del patrimonio y, en su caso, acordará que se lleve a cabo con
arreglo a lo dispuesto en esta Ley, suspendiéndose entre tanto la ejecución en lo relativo a los bienes comunes». El
TS considera que la referencia al «tribunal» que ha de resolver sobre la división del patrimonio no debe
entenderse hecha al órgano judicial que conoce de la ejecución, sino al competente por aplicación de las normas
generales, y que tampoco puede llegarse a solución contraria en virtud del CC art.1373 y LEC art.807 .
b. Cuestiones incidentales en ejecución provisional 

960
Entre las incidencias que pueden surgir en el trámite de ejecución provisional de sentencias que declaren la nulidad o improcedencia del despido (con
opción por la readmisión) cuando la sentencia haya sido recurrida en suplicación o en casación para la unificación de doctrina por el empresario, y que
deben sustanciarse en el procedimiento de ejecución provisional y no en otro procedimiento independiente, cabe citar las siguientes:
a) Reclamación frente a los incumplimientos empresariales producidos en ese período sin que el trabajador esté facultado para iniciar un nuevo
proceso declarativo en ejercicio de la acción resolutoria del ET art.50 ( TS 10-5-98, EDJ 5230 ; TSJ C.Valenciana 19-5-06, EDJ 374994 ). Se consideró
inaplicable esta doctrina en un supuesto en que en el contexto de una ejecución provisional de una demanda en solicitud de reingreso, tras el disfrute
de una excedencia, la empresa dejó de dar ocupación efectiva al trabajador y cursó su baja en la Seguridad Social al no haber superado el
reconocimiento médico, ante lo que el afectado accionó por despido y en solicitud de extinción de contrato ( TSJ Las Palmas 30-7-10, EDJ 371597 ).
b) Reclamación frente a la decisión empresarial de interrumpir la ejecución de los contratos de trabajo al considerar que los actores eran trabajadores fijos
discontinuos sosteniendo éstos que lo eran de actividad continuada ( TSJ Baleares 16-7-04, EDJ 135425 ).
c) Reclamación frente a la decisión empresarial de poner fin a la relación laboral por finalización de contrato ( TSJ Sevilla 22-4-08, EDJ 347348 ).

V. Normas de reparto de asuntos 
975
El contenido de este apartado ha de integrarse o completarse con el control del reparto de asuntos (nº 1080 ).

A. Función de las normas de reparto de asuntos 
980
Cuando la competencia objetiva corresponda a un JS puede suceder que en la población donde tenga su sede exista más de un órgano de esa clase,
designados por numeración correlativa en función de su orden de creación ( LOPJ art.27.2 ).
También puede ocurrir que residiendo la competencia objetiva en la Sala de lo Social de un TSJ la misma esté dividida en varias Secciones con
idéntica especialización, designadas también por numeración cardinal ( LOPJ art.27.1 ), o que en el mismo Tribunal Superior existan varias Salas de lo
Social con sedes en distintas ciudades y los efectos de la cuestión litigiosa se extiendan a las circunscripciones de varias de ellas sin exceder el ámbito
territorial de la CA.
Igualmente puede resultar que la competencia funcional para conocer del recurso de suplicación contra la resolución dictada por un JS corresponda a
una Sala de lo Social en la que estén constituidas varias Secciones que puedan decidirlo.
En todos estos supuestos la determinación del concreto juzgado, Sala o Sección que ha de conocer del asunto en la instancia, o del recurso de
suplicación, obliga a aplicar las llamadas normas de reparto de asuntos que son normas adicionales a las de competencia que permiten distribuir los
asuntos entre los distintos juzgados, Salas y Secciones, con arreglo a criterios prefijados.

Precisiones

1) Las normas de reparto son disposiciones reglamentarias de carácter interno cuya finalidad no es la de
distribuir la competencia, lo que corresponde a las Leyes procesales, sino que responden a exigencias de orden
puramente interno y organizativo, procurando una distribución equitativa, ponderada y razonable de la carga total
de trabajo que pesa sobre órganos que comparten una única y misma competencia.
2) El reparto de los asuntos entre diversos órganos judiciales de la misma jurisdicción y ámbito de competencia es
ajena al contenido constitucional del derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, pues todos ellos gozan
de la misma condición legal de Juez ordinario, por lo que la interpretación y aplicación de las normas de reparto de
asuntos sólo puede ser revisada por el Tribunal Constitucional en cuanto a su razonabilidad y cuando se haya
realizado en forma que suponga la designación de un juez «ad hoc» ( TCo 32/2004 ; 37/2003 ; 170/2000 ).
3) La aprobación y aplicación de las normas de reparto de asuntos es un acto gubernativo, no jurisdiccional, lo que
no significa que carezcan de toda relevancia jurisdiccional y explica que las leyes procesales regulen los efectos
derivados de la inaplicación o violación de las normas de reparto (nº 1080 s. ) con la mirada puesta en la Const
art.24.2 en la medida que el reparto acaba determinando el concreto juez o tribunal que conocerá del asunto.
4) Ha de tenerse en cuenta que las Secciones de una misma Sala de lo Social aunque estén integradas en un
único órgano actúan como juzgadores independientes entre sí, por lo que han de ser considerados tanto orgánica
como funcionalmente órganos judiciales distintos ( TCo 102/2000 ).
5) La Sala de lo Social del TS no está dividida en secciones de composición fija con la única excepción de las
denominadas secciones de admisión respecto de los recursos de casación y revisión. La composición de las 4
existentes durante 2016 se aclara en un acuerdo del CGPJ, sin que el sistema de distribución de asuntos modifiqué
el turno general. El reparto se realiza por riguroso orden de ingreso del recurso y de antigüedad de los magistrados
(incluidos los eméritos); existiendo dos turnos especiales para despidos colectivos y conflictos colectivos. La
antigüedad es el criterio empleado para asignar los returnos sólo justificados en ciertos supuestos ( Comisión
Permanente del CGPJ Acuerdo 12-11-15 para la publicación de la Sala de Gobierno TS Acuerdo 2-11-15, BOE 30-
11-15 ).
Acuerdo de la Sala de Gobierno del TS sobre composición y funcionamiento de Salas y Secciones y asignación de ponencias en 2017
(Actum 52/16, 27dic-02ene)
Publicación del Acuerdo de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo por el que se establece el funcionamiento y composición de las distintas Salas y
Secciones así como la asignación de ponencias que deben turnar los Magistrados en 2017.
MPL nº 980 , 7105 , 7265
1. En la Sala Cuarta se tramitan:
a) Recursos de casación para la unificación de doctrina, que constituyen la mayoría de los que conoce.
b) Recursos de casación de régimen común contra sentencias dictadas en procesos de conflictos colectivos, despidos colectivos, de impugnación de
convenios colectivos y de tutela de los derechos de libertad sindical, recursos de revisión y recursos de queja.
c) Demandas de revisión y de error judicial.
d) En única instancia de la impugnación de resoluciones dictadas por el Consejo de Ministros en materias atribuidas a este orden jurisdiccional.
2. La Sala se forma con cinco Magistrados, actuando como Presidente el más antiguo en la Sala, para dictar las sentencias que recaen en los recursos
de casación, tanto para unificación de doctrina como los de régimen común. No obstante, se celebra al menos una vez al mes un Pleno para la
decisión de determinados recursos de casación para la unificación de doctrina, y de casación clásica, bien porque se haya producido una contradicción
entre resoluciones dictadas por la Sala, bien porque se trate de un asunto cuya importancia así lo aconseje, bien porque se encuentre necesario cambiar
la doctrina de la Sala ( LOPJ art.197 )
3. La Sala actúa compuesta por tres Magistrados: en las demandas de revisión y de error judicial así como en los autos que ponen fin a los recursos de
queja, los recursos de revisión y los de inadmisión de cualquier clase de recurso.
4. Las ponencias se turnan a los Magistrados por riguroso orden de ingreso del recurso y de antigüedad de los Magistrados, incluidos los eméritos, con
un turno especial para los despidos colectivos y otro para los conflictos colectivos, en ambos casos también por orden de ingreso en el registro de los
correspondientes asuntos. En ocasiones se producen returnos, por orden de antigüedad de los magistrados, justificados por las siguientes razones y
siempre a fin de evitar que se produzca un retraso en la decisión de los mismos:
- situaciones de enfermedad o jubilación del Ponente;
- porque el desarrollo de los distintos recursos -desistimientos, autos de fin de trámite, inadmisiones y las incidencias propias de la tramitación de cada
uno- provoque una manifiesta desigualdad en los asuntos repartidos inicialmente a los Magistrados que están pendientes de señalamiento.
5. Para la deliberación, votación y fallo de los distintos asuntos repartidos, se procede al señalamiento de los días en que deberán tener lugar, y
teniendo en cuenta que la Sala no está dividida en secciones fijas, son llamados para formarlas los Magistrados que en el día concreto tengan
señalamientos, distribuyéndose los mismos en secciones compuestas por cinco miembros, cuyos nombres son puestos en conocimiento de las partes a
través de la oportuna notificación previa a los efectos legalmente previstos. La firma de las sentencias por tanto se realiza por los cinco Magistrados
integrantes de la sección que han deliberado y votado el asunto correspondiente.
6. Existe una única excepción a la inexistencia de secciones de composición fija en la Sala. Esta excepción la constituyen las llamadas Secciones
de Admisión (ver Comisión Permanente CGPJ 17-2-1997 , BOE 27-2-97). Dichas Secciones deciden sobre la admisión de los recursos de casación y
revisión. En 2017 funcionarán, como en 2016, cuatro secciones. Los asuntos no se distribuyen a cada una de esas Secciones por razón de la materia.
La razón por la que se asigna a una Sección concreta el conocimiento de un determinado recurso, obedece exclusivamente a que la ponencia de ese
recurso está ya desde que se comienza su tramitación asignada a uno de los Magistrados que la componen, teniendo en cuenta que la actuación de
estas Salas de Admisión no altera ni modifica el turno general de ponencias que se efectúa en ese primer momento.
Sección Primera: Don Luis Fernando de Castro Fernández, don Miguel Ángel Luelmo Millán y don Antonio V. Sempere Navarro.
Sección Segunda: Don Fernando Salinas Molina, doña. María Luisa Segoviano Astaburuaga y don Ángel Blasco Pellicer.
Sección Tercera: Don José Luis Gilolmo López, doña. María Lourdes Arastey Sahún, don José Manuel López García de la Serrana y don Sebastián
Moralo Gallego.
Sección Cuarta: Doña Milagros Calvo Ibarlucea, don Jordi Agustí Juliá y doña. Rosa María Viroles Piñol.
Todos los Magistrados que componen la Sala forman parte de alguna de dichas Secciones de Admisión. La adscripción de cada Magistrado a cada
sección perdura todo el año, salvo que concurran circunstancias relevantes -jubilaciones y nuevos nombramientos-, que a juicio del Presidente, aconsejen
efectuar una remodelación de la sección afectada. El Presidente de la Sala actúa en apoyo de la Sección o Secciones que él decide, según lo aconsejen
las circunstancias de cada momento.
Comisión Permanente del CGPJ, Sala de Gobierno del TS Acuerdo 21­12­2016, BOE 30­12­16

B. Normas de reparto 
1. Reparto de asuntos en los JS 
(LOPJ art.152.2.1º, 159.2 y 167 ­redacc LO 7/2015;  LEC art.68.1;  Rgto CGPJ 1/2005 art.25 s.)

982
Obligatoriedad 
Cuando dentro de una misma circunscripción judicial haya dos o más Juzgados de lo Social, los asuntos se distribuyen entre ellos conforme a normas
de reparto prefijadas.
Las normas de reparto tienen por objeto la distribución con arreglo a criterios preferentemente numéricos y cuantitativos de los asuntos entre los
diversos JS de la misma circunscripción, debiendo inspirarse en dichos principios.
Desde el 1-10-2015 la Sala de Gobierno puede acordar las modificaciones precisas en las normas de reparto de los juzgados de lo social con el
objetivo de equilibrar la distribución de asuntos.
Su aprobación o modificación corresponde a la Sala de Gobierno del TSJ a propuesta de la Junta de Jueces de lo Social.
Se establece que las Salas de Gobierno han de dar publicidad suficiente a los acuerdos sobre normas de reparto, sin embargo, en la práctica no
siempre sucede.
El reparto en sí mismo se efectúa por el letrado de la Administración de justicia bajo la supervisión del Juez Decano o su delegado en los Juzgados de lo
Social ( LOPJ art.167 redacc LO 7/2015 ).
984
Competencia para resolver las incidencias 
Corresponde al Juez Decano o a su delegado en los Juzgados de lo Social resolver con carácter gubernativo interno las cuestiones que se planteen en
relación con el reparto y corregir las irregularidades que puedan producirse, adoptando las medidas necesarias y promoviendo, en su caso, la exigencia
de las responsabilidades que procedan, sin perjuicio de la posibilidad de control en el seno del procedimiento que se analiza en el epígrafe nº 1080 s.
2. Reparto de asuntos en los TSJ 
(LOPJ art.152.2.1º)

988
El reparto entre las diversas Secciones de una Sala de lo Social con idéntica especialización o entre las diversas Salas de lo Social de un mismo Tribunal
Superior se rige por las mismas reglas que entre los JS con las oportunas adaptaciones. Así, el reparto es también obligatorio ( LEC art.68.1 ) y las
normas de reparto deben inspirarse en los mismos principios ( Rgto CGPJ 1/2005 art.28.4 ). Su aprobación corresponde a la Sala de Gobierno del
Tribunal Superior de Justicia a propuesta del Presidente de la Sala o Salas de lo Social ( LOPJ art.152.2.1º ; Rgto CGPJ 1/2005 art.28 ; LRJS art.11.3 ),
debiendo dárseles publicidad ( LOPJ art.159.2 ), asignándose al Presidente del Tribunal Superior la determinación del reparto de asuntos entre las Salas
y entre las Secciones de éstas de acuerdo con las normas aprobadas por la Sala de Gobierno ( LOPJ art.160.9 ).
SECCIÓN 5

 Tratamiento procesal de la competencia y del reparto de asuntos 
990
A. Apreciación de oficio 996

  1. Examen de oficio de la jurisdicción y de la competencia en fase de cognición 1000

  2. Examen de oficio en fase de recurso 1011

B. Denuncia de parte 1016


  1. Denuncia en fase de cognición 1018

  2. Denuncia en fase de recurso 1032

C. Conflictos de jurisdicción, conflictos de competencia y cuestiones de competencia 1040

  1. Conflictos de jurisdicción 1044

    a. Conflictos con la Administración 1046

    b. Conflictos con la jurisdicción militar 1056

  2. Conflictos de competencia 1060

  3. Cuestiones de competencia 1072

D. Control del reparto de asuntos 1080

991
En el ámbito del proceso laboral, la jurisdicción y la competencia, en sus diferentes manifestaciones, se erigen en presupuestos procesales apriorísticos
e ineludibles de cualquier tipo de actuación judicial, que afectan al orden público procesal; su falta impide a los órganos jurisdiccionales entrar a conocer
del fondo del asunto.
El tratamiento procesal de estos presupuestos es el siguiente:
1. La falta de competencia judicial internacional, la falta de jurisdicción por corresponder el conocimiento del asunto a otro orden jurisdiccional, así
como la falta de competencia para conocer de la demanda por razón de la materia, del territorio o de la función tienen un tratamiento unitario, en virtud
del cual su ausencia puede ser apreciada:
- por el propio órgano jurisdiccional, de oficio, en el momento de admisión de la demanda o en cualquier otra fase del proceso, incluso en el de dictar
sentencia ex LRJS art.5 (nº 996 s. );
- a instancia de la parte demandada, que puede denunciar la falta de cualquiera de esos presupuestos proponiendo, al contestar a la demanda en el
acto de juicio, la correspondiente excepción procesal que el órgano jurisdiccional debe resolver previamente en su sentencia ( LRJS art.85.2 ) (nº 1016
s. ).
2. La infracción de las normas de reparto puede ser denunciada por cualquiera de las partes (nº 1080 s. ).

A. Apreciación de oficio 
996
Las normas reguladoras de la jurisdicción por razón de la materia y de la competencia objetiva y funcional en cualquier tipo de proceso, incluyendo
el social, tienen carácter imperativo. Son improrrogables e indisponibles para las partes. Los jueces y tribunales están obligados a controlarlas, aunque no
haya precedido denuncia de parte, por tratarse de cuestiones que afectan al orden público procesal. La falta de los mencionados presupuestos se
sanciona con la nulidad de actuaciones (nº 7680 s. ).
Por el contrario, las reglas de competencia judicial internacional y territorial no tienen la misma naturaleza en las distintas clases de procesos. En el
proceso social las reglas de competencia territorial tienen carácter imperativo y son insoslayables para los tribunales laborales (nº 795 ), que deben
examinarlas de oficio. Por su parte, los foros de competencia judicial internacional solo tienen carácter imperativo e indisponible en determinados
supuestos y -tras la entrada en vigor de la LRJS el 11-12-2011- pueden ser controladas de oficio (nº 998 ).
998
Reglas sobre competencia internacional 
En el proceso social, las normas de competencia judicial internacional no tienen siempre carácter imperativo.
Sólo pueden ser analizadas de oficio en los siguientes supuestos:
1. Cuando la competencia se determine conforme a los foros de la LOPJ art.25 (nº 599 ), que se configura como una norma de orden público no
disponible para las partes ( TS 14-7-88 , EDJ 6250 ).
No sucede lo mismo en el proceso civil en el que la norma interna admite la sumisión expresa o tácita como criterio de atribución de competencia ( LEC
art.36.1 ; LOPJ art.21.2 -redacc LO 7/2015- ).
2. Cuando la competencia se fije con arreglo al Reglamento Bruselas I (nº 558 ) o los Convenios de Bruselas o de Lugano (nº 593 ), y el demandado
citado en debida forma no comparezca en el acto del juicio, en los casos en que la competencia únicamente pudiera fundarse en la sumisión tácita de las
partes ( LEC art.36.2.3ª ), esto es, en los litigios derivados del contrato individual de trabajo en los que concurran las siguientes circunstancias:
- el demandado no tenga su domicilio en España;
- el trabajo no se ejecute habitualmente en territorio español;
- los servicios no se hayan prestado últimamente en España cuando la norma aplicable sea el Reglamento comunitario o el Convenio de Lugano II, y;
- no exista pacto de sumisión expresa con los requisitos establecidos en la norma que resulte aplicable.
En el proceso laboral no puede producirse el supuesto del art.36.2.2ª LEC al no existir competencias exclusivas en materia de contrato individual de
trabajo en la normativa de la UE ni en la convencional.
3. En cualquier caso, cuando se haya formulado demanda respecto de sujetos que gocen de inmunidad de jurisdicción conforme a las normas de
Derecho Internacional Público (nº 660 ), salvo que el demandado haya comparecido en juicio y haya renunciado expresamente a esa prerrogativa ( LEC
art.36.2.1ª -redacc LO 16/2015- ; LOPJ art.21.2 -redacc LO 16/2015- ).
1. Examen de oficio de la jurisdicción y de la competencia en fase de cognición 
(LOPJ art.9.6;  LRJS art.5)

1000
Momento procesal oportuno 
(LRJS art.5.1)
El órgano jurisdiccional puede declarar de oficio su falta de jurisdicción o de competencia:
1. «Ab initio» esto es, acto seguido de la presentación de la demanda, rechazando esta de plano mediante auto razonado, sin necesidad de celebrar
juicio y resolver por sentencia. Esta medida queda reservada a los supuestos excepcionales en los que la falta de jurisdicción o de competencia es
particularmente manifiesta ( TS 11-3-91 , EDJ 2661 ), por deducirse de modo claro y evidente del propio contenido de la demanda ( TSJ Cataluña 15-10-
01 , EDJ 49454 ). A sensu contrario, si el contenido de la demanda no es concluyente en orden a fijar la jurisdicción y la competencia, el letrado de la
Administración de Justicia debe admitirla a trámite y convocar el juicio para no vulnerar el derecho de la parte actora a una tutela judicial efectiva sin
indefensión, al privarle de la posibilidad de desplegar la oportuna actividad probatoria en apoyo de la jurisdicción o de la competencia del órgano ante el
que interpuso la demanda ( TSJ Asturias 17-11-10, EDJ 307724 ).
En general, el control inicial de la competencia internacional no resulta adecuado en atención a las siguientes consideraciones:
- que la sumisión expresa y tácita opera como criterio de atribución de competencia en materia de contrato individual de trabajo y que el demandado
puede renunciar a la inmunidad;
- la eventual irrecurribilidad en suplicación o en casación del auto que la declare, dada la falta de mención a esta clase de competencia en la LRJS
art.191.4.a (nº 1007 s. ).
En lo que respecta a la competencia territorial, el Juzgado de lo Social no puede declinarla por el mero hecho de que en la demanda no se establezcan
los elementos de determinación del fuero competencial, los cuales pueden justificarse con posterioridad a la presentación de la demanda, debiendo
requerirse en su caso al actor para que subsane el defecto advertido ( TSJ Cataluña 6-11-13, EDJ 250405 ).
2. Antes de la celebración del acto de juicio. El órgano judicial puede declarar su falta de jurisdicción o de competencia en cualquier momento del
proceso antes de la celebración de vista oral cuando considere que cuenta con elementos suficientes para efectuar ese pronunciamiento sin necesidad de
esperar a la vista oral ( LRJS art.5.1 ).
3. En el momento de dictar sentencia. La falta de cuestionamiento de la propia competencia en el trámite inicial del proceso no impide que su ausencia
pueda ser apreciada de oficio, incluso en el momento de dictar sentencia ( LRJS art.5.2) ( TSJ C.Valenciana 23-11-10, EDJ 347753 ).

Precisiones

El órgano judicial puede y debe controlar de oficio su propia competencia material en el momento inicial del proceso
aunque un juzgado o tribunal de otro orden jurisdiccional se haya pronunciado previamente, mediante
resolución firme, a favor de la competencia del orden social, sin perjuicio del derecho que asiste a la parte
demandante para interponer los correspondientes recursos de suplicación y/o casación y para plantear, en su caso,
el pertinente conflicto negativo de competencia ( TSJ Asturias 1-7-11, EDJ 170684 ).
1002
Procedimiento: audiencia previa 
(LOPJ art.9.6;  LRJS art.5.3 y 81.1)
Cuando al examinar la demanda el letrado de la Administración de Justicia aprecie la falta de jurisdicción o de competencia del juez o tribunal, debe
dar cuenta al mismo dentro de los 3 días siguientes a la recepción de la demanda.
En lo que respecta al trámite a seguir, cabe plantearse si el letrado de la Administración de Justicia, antes de dar cuenta de la posible falta de jurisdicción
o de competencia al juez o tribunal -al que en todo caso corresponde adoptar la decisión que considere ajustada a derecho-, debe oír a las partes y al
Ministerio Fiscal en el plazo común de 3 días, o si tal audiencia debe ser acordada por el órgano judicial después de haber recibido la resolución del
letrado de la Administración de Justicia. La primera solución es la que acoge la LEC art.58 , pero la eventual aplicación supletoria de dicho precepto al
proceso social choca con la dicción de la LRJS art.81.1 que no contempla la concesión de esa audiencia por parte del letrado de la Administración de
Justicia.
Se distinguen los siguientes supuestos, en función del momento en que se realice el control de oficio:
- en el trámite inicial de admisión de la demanda: simultáneamente a la notificación de la resolución en la que se plantee la posible falta de jurisdicción o
de competencia se debe dar traslado de la demanda a la parte demandada y al Ministerio Fiscal;
- en un momento posterior a la admisión de la demanda y anterior al acto de juicio: el órgano judicial dicta la correspondiente providencia;
- al tiempo de dictar sentencia: el órgano judicial dicta una providencia en la que acuerda, además, la suspensión del plazo para emitir sentencia.

Precisiones

1) La finalidad esencial del trámite de audiencia es garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva de las partes
ante una decisión de tanta importancia como es la de cerrar el cauce procesal al demandante. El objetivo es tratar
de evitar que el órgano judicial se declare carente de jurisdicción o de competencia sin dar la oportunidad a los
litigantes de exponer su posición al respecto y facilitarle su reflexión sobre la conveniencia o no de proceder a esa
declaración. Por su parte, el interés público es el que preside el establecimiento de la audiencia al Ministerio
Fiscal como órgano defensor de la legalidad en las decisiones que se adoptan en materia competencial.
2) La función atribuida al letrado de la Administración de Justicia en este campo está limitada al momento de
admisión a trámite de la demanda, fuera del cual no tiene atribuidas facultades de control de los presupuestos
procesales del órgano jurisdiccional.
1003
Inobservancia del trámite de audiencia 
Hay que distinguir dos situaciones diferentes según el momento en que se aprecie la falta de jurisdicción o de competencia:
1. Si la ausencia de esos presupuestos se advierte al tiempo de admisión a trámite de la demanda o en un momento anterior a la vista, y la omisión
del trámite de audiencia afecta a los litigantes se considera que la elusión de este trámite genera indefensión y es causa de nulidad del auto que
inadmite la demanda ( TSJ País Vasco 7-2-12, EDJ 97985 ; TSJ Extremadura 11-12-95, Rec 691/95 ). Y ello, aunque el demandante hubiese agotado
previamente la reposición frente a dicho auto ( TSJ Aragón 10-12-10, EDJ 302707 ; en sentido contrario TSJ Galicia 20-10-11, EDJ 253479 ). La
consecuencia es distinta si la irregularidad únicamente afecta al Ministerio Fiscal pues en tal caso no existe indefensión para las partes y el defecto
puede subsanarse en fase de recurso dando traslado a dicho órgano para que emita dictamen sobre la competencia, con lo que queda a salvo el interés
al que responde la exigencia de la audiencia; solución contraria infringiría el principio de celeridad, así como el de economía procesal.
2. Si su falta se aprecia en el momento de dictar sentencia, tal omisión no es causa de nulidad de esa resolución, por las razones siguientes:
a) Si afecta al Ministerio Fiscal, porque no es necesario oírle en ese trámite ( TS 10-7-90 , EDJ 7445 ; TSJ Málaga 1-3-07, EDJ 358097 ; TSJ
Extremadura 10-7-08, EDJ 198231 ; TSJ Valladolid 30-1-08, EDJ 30341 ; TSJ C.Valenciana 20-7-10, EDJ 278985 ; TSJ País Vasco 11-11-10, EDJ 355661
).
b) Si afecta a los litigantes, porque estos no sufren indefensión alguna dado que, por una parte, pueden efectuar cuantas alegaciones estimen
pertinentes en el escrito de formalización del recurso y en el de oposición al mismo y, por otra, el Tribunal «ad quem» no se halla vinculado por el relato
histórico de la sentencia de instancia, sino que debe formar sus propias conclusiones fácticas a la luz de lo alegado por las partes y teniendo en cuenta
todos los elementos de convicción aportados, cualquiera que sea su naturaleza ( TS 23-10-89, EDJ 9368 ; TSJ Cantabria 18-10-00, EDJ 70382). En
sentido contrario, algunos tribunales entienden que la falta de audiencia a las partes les causa indefensión, sin que sea posible sanar en suplicación el
vicio formal, que tiene relevancia y afecta a los derechos de los litigantes a ser oídos en la materia, no pudiendo invocarse eficazmente una razón de
economía procesal ante un defecto procesal que es insubsanable, lo que, además, supondría sustraer al órgano judicial natural de instancia el
conocimiento de la cuestión y privar a las partes de un grado de jurisdicción ( TSJ Cataluña 22-12-10, EDJ 357612 ; TSJ Aragón 29-3-05 , EDJ 47460 y
TSJ Valladolid 22-6-04, EDJ 86150 ).
1005
Resolución 
(LOPJ art.9.6;  LRJS art.5.1)
Caben las siguientes posibilidades:
1. Si el órgano de instancia se considera competente: dicta auto admitiendo a trámite la demanda, si la duda surgió al comienzo del proceso; acordando
su continuación, si se le planteó antes de la celebración del acto de juicio; y, si el interrogante se suscitó en el momento de dictar sentencia, ha de afirmar
de oficio su propia competencia y decidir sobre las posibles excepciones que se hayan formulado y sobre el fondo del asunto.
2. Si el órgano de instancia se considera incompetente «in limine litis», o antes de la vista oral, lo declara así mediante auto, con el consiguiente archivo
de las actuaciones; si lo hace en el momento final, lo ha de acordar así en sentencia, absteniéndose de entrar en el conocimiento del fondo del asunto,
con absolución en la instancia.
La sentencia que declara la falta de jurisdicción o de competencia es meramente procesal, no pudiendo ser absolutoria en el fondo, cuyo examen y
resolución corresponde a los órganos competentes, que se deben identificar en el propio auto o sentencia. En todo caso, ha de cumplirse el mandato de
designación del órgano competente que se analiza en el nº 1022 .
1007
Recursos contra la resolución dictada en la instancia 
(LRJS art.5.4, 186.1, 191. 4.a y 206.2)
La regulación varía dependiendo del momento en que se adopte la decisión sobre la competencia y del signo del pronunciamiento:
- en el momento de presentación de la demanda o con anterioridad al acto de juicio (nº 1008 );
- en el momento de dictar sentencia (nº 1009 ).
1008
Decisión sobre falta de jurisdicción o de competencia adoptada en el momento inicial o antes del juicio 
Contra el auto que, una vez cumplido el trámite de audiencia, declare la falta de jurisdicción o de competencia del órgano judicial, en cualquiera de sus
manifestaciones, acordando el archivo de las actuaciones por falta de jurisdicción o de competencia, cabe recurso de reposición (nº 6737 s. ).
Se suscita la duda de si procede interponer recurso de reposición o anunciar directamente la suplicación contra los autos de incompetencia dictados en
procesos de conflictos colectivos, impugnación de convenios colectivos, materia electoral y conciliación de la vida personal, familiar y laboral ,
a la vista de lo previsto en la LRJS art.186.4 . No obstante, su pertinencia parece deducirse de lo dispuesto en la LRJS art.191.4.a . En todo caso, si el
Juzgado de lo Social concede recurso de reposición, el posterior recurso de suplicación no puede inadmitirse por extemporáneo por haberse intentado la
reposición ( TSJ Sevilla 10-11-11, EDJ 302521 ).
Existen dos posibilidades:
1. Que se dice auto por el que se estime la reposición y se deje sin efecto la resolución inicial declaratoria de la falta de jurisdicción o de competencia.
Frente a este auto no procede recurso alguno, lo que no impide a la parte demandada proponer la correspondiente excepción en el acto de la vista y, en
caso de que no sea estimada, plantear la cuestión competencial en el recurso que entable contra la sentencia de instancia ( TS 16-12-96, EDJ 10096 ;
TSJ Castilla-La Mancha 11-5-04, EDJ 45379 ).
2. Que el recurso de reposición sea desestimado. La parte actora puede promover recurso de suplicación ( LRJS art.191.4.a ) o de casación, si la
competencia objetiva corresponde a la Sala de lo Social de un TSJ o de la AN ( LRJS art.206.2 ), haciendo abstracción de la cuantía litigiosa, pues se
trata de una cuestión que el legislador ha querido que sea controlada por el órgano superior en interés de la ley y para la efectividad de la tutela judicial a
que tiene derecho el particular afectado por la decisión ( TS 3-11-04, EDJ 197497 ). Y, también al margen de la naturaleza de la pretensión de que se trate
( TSJ Cataluña 15-10-01 , EDJ 49454 ), aunque esté excluida de la suplicación por razón de la materia.

Precisiones

1) La jurisprudencia considera que los autos que, una vez agotada la reposición, declaran la incompetencia por
razón de la materia, son susceptibles de suplicación, aunque el escrito origen de las actuaciones no sea
formalmente una demanda pero cumpla la misma finalidad, como el «escrito de reclamación» que pone en marcha
el proceso declarativo sumario de jura de cuentas ( TS 3-11-04, EDJ 197497 ; 7-12-04, EDJ 248064 ).
2) Entre los autos desestimatorios de la reposición susceptibles de ser impugnados en suplicación no se incluyen
expresamente los que declaren la falta de competencia judicial internacional ( LRJS art.191.4.a ), pero su
recurribilidad se deduce tanto del canon gramatical, pues el precepto hace referencia genérica a la falta de
jurisdicción, en la que encuentra acomodo la falta de jurisdicción de los tribunales españoles en el orden
internacional, como del sistemático dado lo dispuesto en la LRJS art.206.2 , y del criterio de interpretación de las
normas conforme a la Constitución pues la decisión del órgano de instancia implica que el demandante tenga
cerrado el acceso a los tribunales españoles. Al respecto, y en aras al derecho a la tutela judicial efectiva, cabría
traer asimismo a colación la LEC art.66.1 en tanto previene que contra el auto en el que el juez se abstiene de
conocer del asunto por falta de competencia internacional cabe recurso de apelación.
1009
Decisión sobre falta de jurisdicción o de competencia adoptada en sentencia 
Contra la sentencia que declare de oficio la falta de jurisdicción o de competencia cabe recurso de suplicación o de casación con arreglo a las normas
generales, que se completan con una regla especial en relación a las sentencias dictadas por los Juzgados de lo Social que decidan sobre la falta de
jurisdicción por razón de la materia o de competencia territorial o funcional, conforme a la cual tal pronunciamiento es recurrible en todo caso en
suplicación. Si el fondo del asunto no está comprendido dentro de los límites de la suplicación, la sentencia resuelve sólo sobre la jurisdicción o la
competencia ( LRJS art.191.3.e ).

Precisiones

No vulnera el principio constitucional de igualdad ni atenta contra las exigencias de la tutela judicial efectiva la
diligencia final acordada por un órgano judicial tendente a averiguar el alcance objetivo del pleito en aras a
concretar los hechos sobre los que fundar su propia competencia, lo que no solo tiene cabida dentro de las amplias
posibilidades que ofrece la LRJS art.88 , sino que deriva de su obligación de defensa de las normas de orden
público que rigen la distribución de la competencia entre los distintos órdenes jurisdiccionales y entre los diferentes
órganos de la rama social, lo cual trasciende el interés de cada una de las partes ( TS 15-2-11, EDJ 14004 ).
1010
Efectos derivados de la apreciación de oficio de la falta de competencia 
(LRJS art.5.5)
En las acciones sometidas a plazo de caducidad, como es el caso de las acciones por despido, el cómputo del plazo se suspende desde la presentación
de la primera demanda de despido hasta la fecha en que deviene firme la resolución judicial que aprecia de oficio la incompetencia, cualquiera que sea la
forma de la resolución judicial (sentencia o auto), y tanto si el actor presenta una nueva demanda ante el Juzgado de lo Social competente ( TSJ
C.Valenciana 26-9-13, EDJ 237817 ; TSJ Asturias 4-11-11, EDJ 260111 ; TSJ Extremadura 25-7-11, EDJ 190428 ) como si el juzgado que conoce de la
demanda inicial decide aplicar las previsiones de la LEC art.65.5 y remitir las actuaciones al órgano que considere competente ( TSJ Madrid 5-5-03, EDJ
116565 ). La nueva demanda debe interponerse dentro del plazo restante, aunque en la resolución judicial no se haga referencia expresa a tal posibilidad
( TSJ Madrid 1-6-12, EDJ 129845 ).
2. Examen de oficio en fase de recurso 
(LOPJ art.9.6, 240.2.2º)

1011
Recursos de suplicación y de casación 
El tribunal que conozca de un recurso de suplicación o de casación ordinario puede y debe controlar de oficio su propia competencia por razón de la
materia, objetiva y funcional al estar regulada por normas de derecho necesario e indisponibles cuya infracción se sanciona con la nulidad de las
actuaciones ( LOPJ art.238.1º ), aunque no haya sido alegada por las partes ( LOPJ art.240.2.2º ) ( TS 17-4-13, EDJ 55976 ; 25-11-13, EDJ 274006 ), así
como verificar su competencia por razón del territorio al estar regida por normas imperativas y tener igualmente carácter improrrogable ( TSJ Castilla-La
Mancha 1-12-11, EDJ 295120 ).
Se distinguen dos supuestos:
- si entiende que la jurisdicción social es incompetente por razón de la materia o que el órgano ante el que se siguió el asunto en instancia carece de
competencia objetiva, territorial o funcional: decreta la nulidad de todo lo actuado, previa audiencia de las partes y del Ministerio Fiscal, indicando el
orden jurisdiccional u órgano al que le corresponde el conocimiento del asunto;
- si considera que carece de competencia funcional para conocer de un recurso devolutivo ( LRJS art.191 y 206 ): declara, previa audiencia de las
partes y del Ministerio Fiscal, la nulidad de los trámites referidos al recurso y la firmeza de la resolución impugnada, omitiendo todo pronunciamiento sobre
el fondo del recurso.
1013
Recurso de casación para la unificación de doctrina 
Hay que diferenciar dos situaciones:
1. El TS no puede apreciar de oficio la falta de competencia por razón de la materia si no se cumple la exigencia de contradicción previa que la LRJS
art.219.1 fija como presupuesto de admisión de este recurso. Para declarar de oficio la incompetencia por razón de la materia es requisito previo e
inexcusable que haya otra sentencia idónea que haya dictado un fallo contradictorio con el de la resolución recurrida ( TS 25-1-07 , EDJ 5528 ).
Si se cumple la exigencia de la contradicción, el TS puede y debe controlar de oficio esa modalidad de competencia, tras oír a las partes y al Ministerio
Fiscal; y ello, aunque la cuestión competencial no quede comprendida en el ámbito de la contradicción alegada o de la denuncia de infracción que motiva
el recurso ( TS 15-6-06 , EDJ 253488 ).
No obstante, se entiende que en los casos de competencia o incompetencia jurisdiccional manifiesta, el examen de oficio del problema competencial
se puede anteponer a la cuestión de la concurrencia de la contradicción entre las sentencias comparadas en el recurso ( TS 13-12-11, EDJ 320986 ).
2. Cuando el TS considere que carece de competencia para resolver el recurso de casación para unificación de doctrina, al no ser la sentencia o el auto
del JS recurrible en suplicación, puede y debe declarar de oficio, previa audiencia de las partes y del Ministerio Fiscal, su falta de competencia funcional
y la nulidad de las actuaciones desde la notificación de la sentencia de instancia, abstracción hecha de la contradicción que pueda darse entre las
sentencias comparadas, porque tal cuestión se proyecta sobre la competencia del propio TS en tanto que la recurribilidad en casación se condiciona a
que la sentencia de instancia fuera, a su vez, recurrible en suplicación y por ello el control de la competencia funcional de la Sala supone el control sobre
la procedencia del recurso ( TS 4-10-13, EDJ 201321 ; 14-11-12, EDJ 263607 ; 3-10-11, EDJ 263194 ; 6-6-11, EDJ 131430 ; 11-4-11, EDJ 71735 ; 14-11-
07 , EDJ 230160 ).

B. Denuncia de parte 
(LRJS art.85.2)
1016
El control a instancia de parte se extiende a la jurisdicción y a la competencia en todas sus vertientes, sin excepción alguna. La posibilidad de denuncia
está reservada a la parte demandada, pudiendo ser ejercitada igualmente por el Fondo de Garantía Salarial cuando haya sido llamado al proceso ( TSJ
Granada 9-1-08, Rec 1744/08 ).
1. Denuncia en fase de cognición 

1018
Planteamiento 
(LRJS art.85.2 y art.14)
El demandado puede alegar la falta de jurisdicción o de competencia del juzgado o tribunal en el acto de juicio, en el trámite de contestación a la
demanda y de manera verbal, mediante el planteamiento de la correspondiente excepción (falta de jurisdicción por razón de la materia, incompetencia
objetiva o territorial...). Una vez planteada, el juicio debe proseguir por los trámites que le son propios, incluidos los relativos a la proposición y práctica
de prueba y a las conclusiones.
Esta regulación se atiene a los principios de concentración y celeridad que inspiran el proceso social, así como al de economía procesal, y es distinta de
la que rige en el proceso civil en el que la denuncia se realiza por medio de la declinatoria, como cuestión de previo pronunciamiento ( LEC art.63, 64
-redacc L 42/2015- y 65 ).

Precisiones

1) El hecho de que la falta de competencia se denuncie en forma de excepción a través de la llamada declinatoria
( LRJS art.14 ), no significa que en el proceso social resulten aplicables las previsiones de la LEC art.63, 64 -redacc
L 42/2015- y 65 . Todas las excepciones que incumban al demandado deben plantearse en el acto de la vista. La
regulación de la LEC solo tiene carácter supletorio respecto de la regulación contenida en la LRJS ( TSJ
Valladolid 3-3-10, EDJ 50872 ; TSJ Cataluña 20-6-08, EDJ 162072 ; TSJ Las Palmas 11-4-06, EDJ 82388 ; TSJ
Aragón 16-4-03 , EDJ 21654 ; en sentido contrario TSJ Castilla-La Mancha 12-3-10, EDJ 62220 ).
2) Si la parte demandada utiliza el recurso de reposición contra el decreto que acuerda la admisión a trámite de la
demanda para oponer la incompetencia en cualquiera de sus clases y solicitar el archivo de la demanda, el letrado
de la Administración de Justicia debe rechazar de plano esta pretensión por extemporánea, sin perjuicio de su
derecho a oponer la correspondiente excepción en la vista oral. Del mismo modo debe proceder el órgano judicial si
el demandado plantea una declinatoria antes del juicio como cuestión de previo pronunciamiento, aunque en
ciertos casos particulares en los que el JS tramitó y estimó la declinatoria o la excepción de incompetencia
planteadas por la parte demandada mediante escrito presentado antes del juicio, los tribunales entendieron que tal
irregularidad no viciaba de nulidad de las actuaciones dado que todas las partes habían podido expresar su parecer
al respecto y tal medida conllevaría una demora innecesaria ( TSJ C.Valenciana 31-5-11, EDJ 172002 ; TSJ Madrid
14-1-08, EDJ 27573 ). Cuestión distinta es que tras la admisión de la demanda, la parte demandada pueda dirigir
un escrito al órgano judicial alegando que carece de jurisdicción o de competencia para conocer del asunto,
cuando su ausencia resulte manifiesta, a fin de que pueda controlar de oficio la concurrencia de ese presupuesto
procesal antes de que se celebre el acto de juicio, evitando así las dilaciones y gastos que conlleva esperar a la
vista oral.
1020
Sustanciación 
(LRJS art.85.2)
Formulada la excepción de falta de jurisdicción o de competencia por el demandado y concluidas sus alegaciones, el juez o tribunal concede la palabra
al actor para que conteste.
El planteamiento de la excepción no tiene efectos suspensivos, continuando la vista hasta el final y siguiendo su curso las actuaciones posteriores sin
necesidad de oír previamente al Ministerio Fiscal, cuya audiencia sólo es preceptiva cuando es el órgano de instancia el que plantea de oficio su
incompetencia ( TS 19-4-96 , EDJ 2075 ).
1021
Resolución y efectos de la estimación de la excepción 
(LOPJ art.9.6 y 51.2;  LRJS art.14)
La excepción de falta de jurisdicción o de competencia se resuelve en sentencia, con carácter previo a las restantes excepciones y al fondo del asunto.
Si estima la excepción, el juzgado o tribunal se ha de abstener de entrar en el conocimiento del fondo del litigio, que queda imprejuzgado, absolviendo al
demandado en la instancia. Los datos fácticos y las argumentaciones relativas al fondo del asunto no vinculan en el ulterior proceso en el que deben
fijarse los hechos a tenor de la prueba practicada en el mismo ( TSJ Madrid 22-6-12, EDJ 178542 ).
En la sentencia se debe señalar el órgano que considera competente (nº 1022 ), salvo cuando aprecie su falta de competencia internacional (nº 998 ).
La declinación de la competencia produce los siguientes efectos:
1. De apreciarse la excepción de falta de jurisdicción del orden social por razón de la materia: los plazos de caducidad o de prescripción se
suspenden o interrumpen durante la tramitación del proceso social, salvo en los supuestos en que sea manifiesta la falta de diligencia de la parte
demandante por ser evidente la incompetencia del orden social.
2. Si se estima la excepción de incompetencia objetiva o la de incompetencia territorial: si la acción ejercitada está sometida a plazo de caducidad,
este se suspende desde la presentación de la demanda hasta la firmeza de la resolución que declare la falta de competencia (nº 1023 s. ). Asimismo, se
interrumpe el cómputo del plazo de prescripción. En lo que respecta a la limitación de los salarios de tramitación ver nº 1025 .

Precisiones

1) En un supuesto en que el demandado alegó las excepciones de falta de jurisdicción del orden social por razón
de la materia, por no tratarse de una relación de naturaleza laboral, y de litisconsorcio pasivo necesario se
consideró que era prioritario el examen de esta última y que el hecho de que la parte dispositiva de la sentencia no
contuviese una respuesta a la primera no constituía una indebida omisión, y tampoco suponía una tácita
declaración de competencia del orden social ( TS 6-2-91 ).
2) Se entiende que el pronunciamiento sobre la competencia territorial es de carácter previo a las restantes
excepciones, incluida la de incompetencia, por motivos de orden lógico y de economía procesal al ser la que resulta
más ajena al fondo del asunto ( TSJ Murcia 15-3-02, EDJ 18873 ), salvo que se alegue falta de jurisdicción o de
competencia judicial internacional cuyo examen resulta preferente.
3) Los hechos probados que contenga la sentencia no vinculan en absoluto al órgano competente para enjuiciar el
asunto, por lo que su inclusión en la sentencia no ocasiona indefensión alguna ni es causa de nulidad de la
sentencia ( TSJ Madrid 5-4-05, EDJ 42677 ).
4) El contenido de la sentencia puede limitarse al problema competencial sin necesidad de examinar las restantes
excepciones procesales invocadas por el demandado (inadecuación de procedimiento, falta de legitimación, etc.), lo
que no vulnera el principio de exhaustividad de la motivación de la resolución judicial ( LEC art.209.3º y 218 ), que
debe ser entendido en concurrencia con el principio de economía procesal ( TS 8-6-05, EDJ 131450 ).
5) Firme el pronunciamiento de incompetencia, el órgano jurisdiccional procede al archivo de las actuaciones, sin
que proceda su remisión al órgano declarado competente para que prosiga su tramitación, siendo el demandante
quién, si a su derecho conviene, debe ejercitar la acción o deducir nueva demanda ante el citado órgano. Y ello
tanto si se trata de falta de jurisdicción por razón de la materia como de incompetencia objetiva, funcional o
territorial.
El régimen jurídico del procedimiento laboral es diferente del establecido en el civil, diferencia que se justifica
porque son momentos procesales diferentes los previstos para la proposición de la declinatoria en uno y otro
proceso: en el civil, al producirse en la fase inicial del procedimiento, pueden remitirse las actuaciones a otro
juzgado para proseguirlas; por contra, en el orden social el procedimiento concluye por sentencia firme, careciendo
de sentido la remisión a otro juzgado de unas actuaciones ya finalizadas ( LRJS art.14 , que excluye la aplicación
supletoria de lo previsto en la LEC art.58 ).
6) La omisión de decisión por parte del órgano de instancia respecto de la excepción de incompetencia
oportunamente alegada no es causa de nulidad de la sentencia ( LRJS art.215.b.2º ) salvo que el relato de hechos
probados resulte insuficiente para resolver las cuestiones debatidas y no pueda completarse en trámite de recurso (
TS 8-11-94, EDJ 24195 ; en sentido contrario TS 20-7-04 , EDJ 147931 ).
7) El hecho de que apreciada la incompetencia territorial u objetiva haya de reproducirse el debate ante el órgano
competente no genera indefensión a ninguna de las partes; en cualquier caso, ambas estarían en la misma
posición en cuanto al conocimiento de la defensa de su postura realizada por la contraparte ( TSJ Castilla-La
Mancha 4-9-08, EDJ 273218 ).
1022
Instrucción sobre el órgano competente 
(LOPJ art.9.6 y 51.2;  LRJS art.5.1)
En la resolución mediante la que se declare su falta de jurisdicción o de competencia, en cualquiera de sus manifestaciones, y tanto si lo hace de oficio
como a instancia de parte, el órgano jurisdiccional debe prevenir a la parte demandante ante quién y cómo puede hacer uso de su derecho.
Se trata de una función tutelar, de carácter indicativo, que persigue garantizar la máxima efectividad del derecho a la tutela judicial efectiva ( TCo
26/1991 ).
En función del tipo de competencia cuya falta aprecie, el órgano jurisdiccional debe limitarse a señalar el orden de la jurisdicción, el tipo de órgano
social, o la Sala o Juzgado de lo Social ante el que el demandante puede ejercitar su derecho a litigar, pero sin que sea menester que disponga sobre el
medio o conducto que debe utilizar. No debe remitir las actuaciones al órgano que juzgue competente ni emplazar a las partes para que comparezcan
ante el mismo en un determinado plazo, pues es la parte actora quien si le conviene ha de acudir al mismo.
El incumplimiento de este deber determina la nulidad parcial de la resolución judicial al violar el derecho a la tutela judicial efectiva, aunque no llegue a
ocasionarse indefensión, debiendo dictarse nueva resolución, complementaria de la anterior, en que se proceda a tal instrucción ( TCo 43/1984 en
relación con la incompetencia por razón de la materia). A tal efecto, las partes pueden solicitar la aclaración de la resolución judicial ( TSJ C.Valenciana
23-11-10, EDJ 347753 ).

Precisiones

1) Cuando se declare la falta de competencia internacional la indicación sobre el órgano competente no resulta
necesaria ( TCo 61/2000 ; TSJ Las Palmas 17-2-98 , EDJ 14263 ).
2) En relación a ese tipo de competencia, y a diferencia de lo que sucede en materia de jurisdicción interna y de las
demás clases de competencia, no es viable jurídicamente plantear una cuestión de competencia con un
Tribunal extranjero, pues no existe ningún mecanismo o instancia supranacional para la resolución del eventual
conflicto positivo o negativo que pudiera plantearse. De esta manera, la decisión judicial de declinar la jurisdicción
no puede dar lugar al planteamiento de un conflicto negativo con otro tribunal, por lo que tal decisión resuelve
definitivamente la cuestión.
1023
Efectos de la interposición de la demanda ante un órgano territorialmente incompetente 
(LRJS art.14)
Hay que diferenciar los siguientes efectos cuando la sentencia estima la excepción de incompetencia territorial opuesta por la parte demandada:
1. Interrupción del plazo de prescripción ( TSJ Asturias 21-1-11, EDJ 26892 ).
2. Suspensión del plazo de caducidad desde la fecha de presentación de la primera demanda hasta la fecha en que alcance firmeza la sentencia que
acoge la excepción. Y ello, a efectos de formular nueva demanda ante el órgano judicial que resulte territorialmente competente, sin perjuicio de que esta
puede interponerse desde el mismo momento en que se notifica la sentencia, sin necesidad de esperar a su firmeza, todo ello siempre que no se aprecie
mala fe, fraude de ley o abuso de derecho ( TSJ Las Palmas 23-3-06, EDJ 96372 ).
Se pretende así que el acogimiento de la declinatoria no perjudique la acción que por tal razón ha quedado imprejuzgada por el órgano judicial
incompetente por razón del territorio.
La firmeza de una resolución judicial se produce automáticamente por el transcurso del plazo previsto legalmente para la interposición del recurso
correspondiente o como consecuencia de la expresión de la voluntad del recurrente de desistir del recurso previamente anunciado o preparado ( LEC
art.207.2 ), sin que sea necesario que una resolución posterior realice declaración alguna al respecto; en el caso de que dicte sólo tiene un carácter
meramente declarativo o de constatación de la situación jurídica producida, pero no constitutivo en cuanto no crea, modifica o extingue la situación
jurídica que se produjo en el mismo momento en que transcurrió el plazo para interponer el recurso o en el que la parte formalizó su desistimiento ( TSJ
Cataluña 26-1-12, EDJ 30915 ; TSJ C.Valenciana 18-1-11, EDJ 64520 ; TSJ Madrid 19-10-10, EDJ 293174 ).

Precisiones

1) Se otorgan efectos suspensivos a la primera demanda formulada en plazo aunque el trabajador no hubiese
agotado previamente el trámite de conciliación administrativa, que cumplimentó tras la presentación de la
segunda demanda ante el órgano judicial territorialmente competente ( TSJ Madrid 22-2-12, EDJ 32418 ).
2) Se detiene el cómputo del plazo de caducidad si las partes, en la fecha señalada para el acto de juicio, solicitan
de común acuerdo la suspensión de las actuaciones con la finalidad de que el actor pueda presentar una nueva
demanda ante el órgano competente por razón del territorio ( TSJ País Vasco 10-5-11, EDJ 177794 ).
3) Se considera que el efecto suspensivo no opera si en la nueva demanda se modifica sustancialmente el
objeto y la causa petendi de la precedente, como sucede si en la primigenia el trabajador solicita la declaración de
nulidad del despido objetivo por obedecer a motivos racistas y en la ulterior su improcedencia por no haberse
puesto a su disposición la indemnización legalmente prevista, argumentando el tribunal que una cosa es que la
estimación de la declinatoria no cause perjuicio a la parte actora en el ámbito de la caducidad por haber interpuesto
la acción ante un órgano incompetente, y otra que altere de manera sustancial y transcendente los términos del
debate, que fija ex novo ( TSJ Madrid 13-1-14, Rec 1287/14 ).
4) En un caso limite en que la primera demanda se presentó, ya no el día 20º hábil, sino al día siguiente, en el
denominado «día de gracia», el interesado debió interponer la nueva demanda ante el JS territorialmente
competente de forma inmediata al no quedarle ya plazo alguno ( TSJ Cataluña 7-4-14, Rec 8111/14 ). Con mayor
precisión se dice que el «día de gracia» no se computa a efectos del cómputo de la caducidad porque la LRJS
art.4.2 dice que el plazo se entenderá suspendido «desde la presentación de la demanda hasta que la sentencia
que estime la declinatoria quede firme»; y de haber querido que computase el día de presentación de la demanda
ante el juzgado incompetente el legislador habría fijado la suspensión «desde el día siguiente al de la presentación
de la demanda...», y no es lo que dice ( TSJ Galicia 25-9-13, EDJ 187239 ). Con todo, este problema no se suscita
si el actor formula la nueva demanda antes de la firmeza de la resolución que declinó la competencia.
5) Corresponde a la parte actora la carga de acreditar la fecha de presentación de la demanda inicial y la de la
firmeza de la sentencia que acoge la excepción de incompetencia territorial ( TSJ Madrid 11-12-09, EDJ 96388 ;
TSJ Cataluña 26-1-12, EDJ 30915 ). Pero si el demandado no plantea la excepción de caducidad, el JS antes de
declarar caducada la acción debe asegurarse recurriendo incluso a las diligencias finales de los datos relevantes al
efecto ( TSJ Cataluña 7-4-14, EDJ 78882 ; TSJ C.Valenciana 23-10-12, EDJ 283024 ).
6) La suspensión del plazo de caducidad no se extiende al período posterior a la firmeza de la sentencia en el que
se sustancia el incidente de nulidad de actuaciones promovido, sin éxito, por el demandante ( TSJ Cataluña 25-
3-13, EDJ 90897 ).
7) Se considera que el efecto suspensivo está previsto exclusivamente para los supuestos de caducidad de
acciones, no alcanzando a los casos de caducidad de la instancia que, a diferencia de la primera, se proyecta
exclusivamente sobre el proceso y no sobre los derechos en él ejercitados ( TSJ Galicia 25-9-13, EDJ 187239 ).
8) Se rechazó la caducidad de la acción de despido en un supuesto particular en que el demandante, al apercibirse
del error en la determinación del JS, presentó escrito de subsanación advirtiendo de ello al órgano que conocía
de las actuaciones que sin otro trámite remitió las actuaciones al JS territorialmente competente que los recibió
tiempo después ( TSJ Castilla-La Mancha 23-5-13, EDJ 110226 ).
1024
Presentación de la papeleta de conciliación ante órgano administrativo territorialmente incompetente 
Cabe distinguir dos supuestos:
1. Presentación de papeleta de conciliación ante servicio administrativo incompetente territorialmente y posterior demanda ante órgano judicial
carente de competencia territorial: la solicitud de conciliación produce efectos suspensivos del plazo de caducidad, de forma que la interrupción del
plazo se extiende al período de tiempo transcurrido desde la interposición de la papeleta hasta la fecha del intento de conciliación ante el órgano
administrativo incompetente por razón del territorio ( TS 29-1-96, EDJ 311 ; TSJ Sevilla 18-7-02, EDJ 62168 ; 22-10-02, EDJ 70390 ; TSJ Cataluña 14-11-
07, EDJ 261438 ; 18-1-07, EDJ 82342 ; TSJ Castilla-La Mancha 4-9-08, EDJ 273218 ; TSJ Galicia 12-3-14, EDJ 126062 ), máxime si la demandada
comparece al acto de conciliación y nada alega sobre dicho extremo ( TSJ Cataluña 27-2-02, EDJ 13218 ).
2. Presentación de la papeleta de conciliación ante servicio administrativo incompetente territorialmente y posterior demanda ante JS competente
por razón del territorio: la solicitud de conciliación no tiene efectos suspensivos del plazo de caducidad ( TSJ Galicia 15-4-10, EDJ 93757 ) (nº 2113 ).
1025
Incompetencia territorial y limitación de los salarios de tramitación 
En caso de declaración de despido nulo o improcedente, con derecho al abono de los salarios de tramitación, se cuestiona la posibilidad de detraer del
importe de tales salarios los correspondientes al período de duración del primer procedimiento, es decir, los que van desde la presentación de la demanda
primigenia hasta la fecha en que deviene firme la sentencia en la que el órgano judicial dicta auto o sentencia apreciando su falta de competencia
territorial.
En principio y a la vista de la doctrina jurisprudencial sobre las deducciones a practicar en los salarios de tramitación ( TS 2-12-92, EDJ 11934 ; 19-5-94,
EDJ 4538 ; 6-7-05, EDJ 140031 y 4-7-07, EDJ 135891 ), la solución debería ser la misma cualquiera que fuese la calificación del despido, pero cierta
doctrina de suplicación niega tajantemente la expresada posibilidad en el supuesto de despido nulo ( TSJ Cataluña 15-2-12, EDJ 38830 ).
Por contra, en caso de despido improcedente la respuesta es más matizada:
a) Para algunos tribunales la respuesta debe ser afirmativa pues no se puede hacer recaer sobre la empresa las consecuencias derivadas del error o de
la falta de diligencia del trabajador ( TSJ Asturias 11-11-11, EDJ 268169 ; TSJ Madrid 17-3-11, EDJ 61855 ; TSJ Cataluña 21-12-06, EDJ 460360) , salvo si
la tramitación del primer proceso no conlleva una dilación del juicio ante el órgano territorialmente competente, como sucede si la nueva demanda se
acumula a la formulada por otro trabajador despedido en la misma fecha ( TSJ Cataluña 15-2-12, EDJ 38830 ).
b) Otros pronunciamientos sostienen que tal consecuencia sólo puede producirse cuando exista una conducta fraudulenta por parte del trabajador
encaminada a conseguir un mayor período de percepción de salarios de tramitación, no siendo suficiente con que exista un mero error ( TSJ Cataluña 1-
10-09, EDJ 284500 ), máxime si la empresa acordó con el actor suspender el acto de juicio aceptando la competencia del juzgado que conoció finalmente
del litigio ( TSJ Cataluña 23-11-10, EDJ 333980 ).
c) Por último, con base fundamentalmente en que la normativa sustantiva ( ET art.56 ) y procesal ( LRJS art.110.1 ) no contiene previsiones al respecto,
se afirma que no procede efectuar detracción alguna por tal motivo ( TSJ Madrid 8-5-06, EDJ 115050 ; TSJ Las Palmas 29-1-09, EDJ 29236 ; TSJ
Sevilla 19-7-10, EDJ 200124 ). Partiendo de esta premisa se entiende que el empresario no puede acogerse a lo dispuesto en el ET art.56.5 , pues este
precepto contempla y regula un supuesto excepcional de responsabilidad directa del Estado, que no puede extenderse por analogía más allá de lo
previsto en su texto, lo que supone que a la hora de delimitar la responsabilidad del Estado no se pueda computar el período consumido en la tramitación
de la primera demanda habida cuenta que el proceso que derivó de la misma no concluyó con sentencia que declarase la improcedencia del despido, sino
con auto o sentencia que apreció la falta de competencia territorial ( TSJ Asturias 25-11-11, EDJ 285966 ; TSJ Cataluña 27-1-11, EDJ 48851 ; TSJ Madrid
26-1-09, EDJ 96765 ). Tampoco se admite la pretensión subsidiaria del empresario de que se declare la responsabilidad del trabajador despedido
alegando la existencia de abuso de derecho en su actuación procesal ( TSJ Asturias 25-11-11, EDJ 285966 ).
1026
Efectos de la estimación de la excepción de incompetencia objetiva 
El efecto suspensivo en orden al cómputo del plazo de caducidad se produce igualmente cuando el órgano de instancia se declara incompetente
objetivamente para el conocimiento de la demanda y la acción está sometida a plazo de caducidad ( LRJS art.5.5 ), como en el caso de los conflictos
colectivos por modificación sustancial de las condiciones de trabajo ( TSJ Valladolid 13-6-07 , EDJ 151234 ).
1028
Recursos 
(LRJS art.191.3.e)
Las sentencias que resuelven sobre la falta de competencia a instancia de parte son recurribles en suplicación (nº 6770 ) o en casación (nº 7100 )
según las reglas generales, con la particularidad de las dictadas por los JS que decidan sobre la falta de jurisdicción por razón de la materia o de la
competencia territorial o funcional son siempre susceptibles de suplicación con independencia de la materia ( TSJ País Vasco 17-2-04, EDJ 29761 ), o de
la cuantía ( TSJ País Vasco 7-11-95, Rec 2259/1994 ).
Si el fondo del asunto no estuviera comprendido dentro de los límites de la suplicación la sentencia resuelve sólo sobre la competencia, sin que quepa
entrar a dirimir otros extremos diversos que no sean la mera determinación de ese presupuesto ( TSJ País Vasco 25-2-97, Rec 1121/1996 ).

Precisiones

1) La LRJS no restringe el acceso al recurso a las sentencias que declaren falta de jurisdicción o de
competencia, por lo que esta vía está abierta con independencia del pronunciamiento que haya recaído al respecto
( TSJ Navarra 22-10-97 y TSJ Murcia 9-12-99 , EDJ 41041 ).
2) El recurso de suplicación fundado en dicha causa exige que la cuestión haya sido debatida en la instancia, no
resultando admisible cuando la sentencia que se pretende impugnar no haya abordado esta cuestión, debido a que
la empresa recurrente no compareció al acto del juicio y no planteó la excepción de incompetencia del orden
social ( TCo 112/2001 ).
1030
Situaciones concursales 
La declinación de jurisdicción de los Juzgados de lo Social a favor de los Juzgados Mercantiles ha generado problemas específicos:
1. En un caso en que el JS se declaró incompetente para conocer de la demanda de extinción de contrato formulada por un grupo de trabajadores, al
haber sido declarada la empresa en concurso, acordando la remisión de las actuaciones al JM, y este declaró la nulidad de las actuaciones y el archivo
del procedimiento por considerar que el JS actuó indebidamente al enviarle los autos, la Sala de suplicación revocó la resolución del JM por carecer dicho
órgano de competencia para declarar la nulidad de lo actuado por el JS, debiendo haber devuelto las actuaciones al JS, con la indicación de que
procediese conforme a la LCon art.50 ( TSJ Granada 20-3-14, EDJ 94411 ).
2. En otro caso en que el JS se declaró incompetente para conocer de la demanda de despido por causas económicas interpuesta por el director
financiero de la concursada y rechazó posteriormente la petición de que se dictase auto acordando su emplazamiento ante el JM, ante lo que el trabajador
promovió incidente laboral concursal, el JM apreció la caducidad de la acción, decisión que fue confirmada en suplicación al haberse presentado la
demanda incidental una vez transcurrido el plazo de 20 días hábiles, cuyo cómputo se reanudó desde el momento en que el TS confirmó la resolución por
la que se declaró la incompetencia del orden social de la jurisdicción ( TSJ Granada 17-5-12, EDJ 151744 ).
2. Denuncia en fase de recurso 

1032
Hay que diferenciar cuando la denuncia proviene de:
- la parte demandada (nº 1033 );
- la parte actora (nº 1035 ).
1033
Denuncia por la parte demandada 
El demandado que planteó sin éxito en la instancia la excepción de falta de jurisdicción o de competencia del órgano judicial puede volver a plantear la
cuestión en trámite de suplicación ( LRJS art.193.a ), de casación ordinaria ( LRJS art.207.a y b ) o para la unificación de doctrina, pero no está
habilitado para introducirla como una cuestión nueva en esa fase ( TS 18-12-96, EDJ 10142 ; 14-3-97, EDJ 3670 ; TSJ Madrid 10-9-08, EDJ 224181 ;
TSJ Las Palmas 29-2-08, EDJ 61751 ; 14-2-09, Rec 4706/09 ; TSJ Asturias 21-3-14, EDJ 37803 ). Todo ello, sin perjuicio del control de oficio de tales
presupuestos, al tratarse de una cuestión de orden público y por tanto de obligado examen ( TS 9-7-12, EDJ 195816 ; 19-11-12, EDJ 295683 ; 21-5-13,
EDJ 89751 ).

Precisiones

a) Recurso de suplicación: la vulneración de las normas sobre jurisdicción y competencia ha de denunciarse a


través del motivo previsto en la LRJS art.193.a , dado que las consecuencias de una hipotética estimación habrían
de conllevar la nulidad de todo lo actuado por haberlo hecho órgano incompetente (aparte de que se trata de
infracciones del procedimiento), si bien los tribunales superiores consideran que su errónea ubicación en el
apartado c) del citado precepto no puede impedir su estudio en aras del derecho a la tutela judicial efectiva y al
tratarse de un presupuesto procesal cuya falta debe ser apreciada incluso de oficio ( TSJ País Vasco 1-4-14, EDJ
103485 ; TSJ Asturias 10-5-13, EDJ 99108 ; TSJ Valladolid 19-12-12, EDJ 310106 ; TSJ Galicia 13-3-12, EDJ
43007 ; TSJ Castilla-La Mancha 29-10-08, EDJ 314367 ; TSJ Galicia 22-12-08, EDJ 369253 ). No obstante, se
razona que lo que se denuncia en tal caso no es un defecto en el modo en que el JS ha tramitado el litigio, al punto
que exija retrotraer el curso de las actuaciones a un momento anterior al juicio oral, por lo que su adecuado amparo
procesal es la LRJS art.193.c sin que para su éxito se requiera que la infracción del JS haya causado indefensión a
quien la alega ( TSJ País Vasco 24-4-12, EDJ 97936 ).
b) Recurso de casación ordinario: la alegación de abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción se ha
de realizar por la vía de la LRJS art.207.a , y la de falta de competencia por el cauce del apartado b de ese mismo
precepto ( TS 11-10-05, EDJ 297880 ).
c) Recurso de casación para la unificación de doctrina: la parte recurrente debe cumplir con el requisito de la
contradicción para que el TS pueda entrar a conocer del problema competencial suscitado ( TS 28-2-12, EDJ 49664
; 14-2-07 , EDJ 18243 ).
1035
Denuncia por la parte actora 
En los recursos de suplicación, de casación ordinaria y para la unificación de doctrina, el demandante puede impugnar la decisión de la sentencia de
instancia, o de suplicación en su caso, de acoger las excepciones relativas a la falta de jurisdicción o de competencia opuestas por el demandado.
De estimarse el recurso, el tribunal que lo resuelva ha de ordenar la reposición de lo actuado al momento inmediato anterior a dictarse sentencia, a fin
de que se dicte otra nueva que entre a conocer del fondo del asunto o del recurso ( TSJ Madrid 14-12-09, Rec 4964/09 ), salvo que el planteamiento del
recurso y la declaración de hechos probados de la sentencia de instancia permitan su examen.
En ambos casos, al resolver el recurso el Tribunal «ad quem» no se encuentra limitado por los hechos probados de la resolución recurrida ni por los
motivos y argumentos del recurso, sino que por ser la competencia jurisdiccional una cuestión de orden público procesal puede analizar con entera
libertad y plenas facultades todas las alegaciones y pruebas obrantes en autos, para así formar su propia convicción en orden a los hechos necesarios
para dilucidar la cuestión competencial ( TS 2-11-95 , EDJ 24580 ; 20-3-03, EDJ 15622 ). Ahora bien, debe precisarse que esa libertad se encuentra
exclusivamente limitada a las circunstancias de hecho relevantes para resolver sobre el problema competencial, sin que pueda extenderse a aquellas
otras relativas a las demás cuestiones litigiosas que se hayan podido plantear durante el proceso, para las que rigen los principios generales de aplicación
a un recurso extraordinario.

Precisiones

Obviamente, no cabe que una vez ha visto desestimada su demanda por razones de fondo el actor plantee en
suplicación la excepción de incompetencia para conocer de su propia demanda, asumiendo una legitimación
pasiva que, al ser demandante, no le corresponde ( TSJ Madrid 5-11-13, EDJ 252579 ).
1036
Análisis de la competencia funcional del TSJ en casación para la unificación de doctrina 
Cuando lo impugnado en el recurso de casación para unificación de doctrina es la declaración de incompetencia funcional efectuada por el TSJ por no ser
susceptible de suplicación la sentencia de instancia, el recurrente debe aportar necesariamente la sentencia de contraste, a lo que no es óbice que por
tratarse de un tema que puede ser analizado incluso de oficio por el TS, no sea indispensable que esté cubierto en este particular el requisito de
contradicción de sentencias ( TS Auto 3-7-12, EDJ 206786 que se hace eco del acuerdo adoptado por el TS en Sala no jurisdiccional reunida el 22-6-11).
1037
Improcedencia de la condena en costas 
En un asunto en el que el demandante actúa en concepto de trabajador, aunque su calidad de tal sea rechazada por la sentencia que declara la
incompetencia del orden social de la jurisdicción para conocer del asunto, no procede condenarle al pago de las costas causadas ( TS 4-12-13, EDJ
253212 ).

C. Conflictos de jurisdicción, conflictos de competencia y cuestiones de competencia 
1040
La ley establece los siguientes mecanismos procesales para solventar las controversias que pueden surgir en torno a la atribución de jurisdicción o de
competencia para conocer de un asunto:
1. Conflictos de jurisdicción: se suscitan entre los órganos jurisdiccionales del orden social y cualquier autoridad de la Administración, o entre los
citados órganos y la jurisdicción militar (nº 1044 s. ).
2. Conflictos de competencia: se producen ente los jueces y tribunales laborales y los de los órdenes jurisdiccionales civil o contencioso-administrativo
(nº 1060 s. ).
3. Cuestiones de competencia: se dan entre dos órganos que forman parte del orden jurisdiccional social (nº 1068 ).
1. Conflictos de jurisdicción 
(LOPJ art.38, 39, 40 y 41;  LO 2/1987)

1044
Se originan por la disensión que, en relación a la atribución jurisdiccional para resolver un determinado asunto, puede surgir entre los juzgados o
tribunales de cualquier orden jurisdiccional y las administraciones públicas, o entre los juzgados o tribunales ordinarios y la jurisdicción militar. Su
regulación, común para todos los órdenes jurisdiccionales, se encuentra en la LOPJ y en la LO 2/1987 .
En función de la posición que mantengan los órganos implicados pueden ser de dos clases:
- positivos, cuando tanto el órgano jurisdiccional como la administración o la jurisdicción militar pretenden simultáneamente conocer de un mismo asunto,
supuesto en el que el órgano judicial o la autoridad administrativa promotora del conflicto defiende y reivindica la competencia invadida o desconocida por
el otro implicado;
- negativos, cuando ambos órganos entienden que el conocimiento de la cuestión no les compete por estar atribuido al otro, cerrando así al interesado el
paso para lograr la resolución efectiva de sus pretensiones, supuesto en que el afectado puede instar un conflicto de ese signo.
La LRJS no hace referencia expresa a los conflictos de jurisdicción, lo que no significa que no puedan enfrentar a los juzgados y tribunales del orden
social con los órganos anteriormente señalados y, en particular, con la administración.

Precisiones

Los conflictos de jurisdicción sólo caben en relación con resoluciones que, además de judiciales, sean
jurisdiccionales, por lo que no pueden suscitarse en relación con el expediente de jura de cuentas que no es una
actividad jurisdiccional, pues su resolución corresponde a los letrados de la Administración de Justicia al margen de
toda intervención judicial ( TCJ 28-9-11, conflicto nº 6/11 ).
a. Conflictos con la administración 
(LOPJ art.38.1 y 40;  LO 2/1987 art.1)

1046
La legitimación para instarlos y su tramitación difiere según el tipo de conflicto -positivo o negativo-.
Su resolución se atribuye al Tribunal de Conflictos de Jurisdicción (TCJ), constituido por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo preside, y por 5
vocales que se renuevan anualmente, de los que 2 son Magistrados de la Sala de lo contencioso-administrativo del TS, designados por el Pleno del
CGPJ, y los otros 3 Consejeros Permanentes de Estado, actuando como Secretario el de Gobierno del TS.
1048
Conflicto positivo 
La legitimación para promover conflictos positivos de jurisdicción la ostentan:
1. Del lado del Poder Judicial, cualquier juzgado o tribunal cuando, de oficio o a instancia de parte, considere de su jurisdicción un asunto del que esté
conociendo un órgano administrativo ( LO 2/1987 art.9.1 ). Los órganos judiciales no pueden promover un conflicto en relación a asuntos ya resueltos por
la administración mediante acto que haya agotado la vía administrativa, salvo cuando verse sobre la competencia para la ejecución del acto ( LO 2/1987
art.8 ). El agotamiento de la vía administrativa no puede confundirse con su firmeza.
2. Del lado de las administraciones públicas, los órganos correspondientes de la Administración del Estado, Autonómica y Local ( LO 2/1987 art.3 ). Los
órganos administrativos no pueden plantear conflictos respecto de asuntos que hayan sido resueltos por auto o sentencia firmes y que, por tanto,
producen efecto de cosa juzgada, o estén pendientes sólo de recurso de casación o de una revisión de sentencia (por lo que puede promoverse si la
resolución judicial se encuentra recurrida en suplicación), salvo cuando el conflicto surja con motivo de la ejecución del auto o sentencia o afecte a
facultades de la Administración que hayan de ejercitarse en trámite de ejecución ( LO 2/1987 art.7 ).
1049
Procedimiento 
(LO 2/1987 art.9)
Cuando el conflicto lo plantee un juzgado o tribunal debe solicitar informe previo del Ministerio Fiscal que ha de evacuarlo en el plazo de 5 días. Si
después de recibir ese dictamen decide formalizar el conflicto, debe dirigirse directamente al órgano administrativo correspondiente requiriéndole de
inhibición, exponiendo los preceptos legales y los argumentos jurídicos que sustentan su petición ( LO 2/1987 art.9.1 ).
Tan pronto reciba el oficio de inhibición, el órgano administrativo ha de suspender el procedimiento en lo que se refiere al asunto cuestionado, hasta la
resolución del conflicto, previa audiencia de los interesados, y dictar resolución aceptando la solicitud de inhibición o manteniendo su jurisdicción ( LO
2/1987 art.9.2 ): si la acepta, lo pone en conocimiento del órgano requirente en el plazo de 5 días, remitiéndole las actuaciones; si la rechaza, oficia
inmediatamente al juzgado o tribunal requirente, anunciándole que queda así formalmente planteado el conflicto de jurisdicción y que, en ese mismo día,
envía las actuaciones al Presidente del TCJ, requiriéndole para que haga lo propio en la misma fecha de la recepción.
Contra la resolución de la administración pública no cabe recurso alguno.
La tramitación del conflicto planteado por un órgano de la administración es similar a la expuesta, con las adaptaciones necesarias.
En cuanto a la decisión del conflicto ver nº 1053 .
1051
Conflicto negativo 
(LO 2/1987 art.13)
La legitimación para promover un conflicto negativo de jurisdicción la tiene atribuida quien ha visto rechazado el conocimiento del asunto tanto por el juez
o tribunal como por el órgano administrativo a cuya consideración lo ha sometido.
El interesado debe formalizar directamente, en el plazo improrrogable de 15 días, el conflicto mediante escrito dirigido al TCJ, al que se unirán copias de
las resoluciones de las autoridades administrativa y judicial, y que se presentará ante el órgano jurisdiccional que se hubiera declarado incompetente.
El órgano judicial eleva las actuaciones al TCJ y requiere al órgano administrativo que hubiera intervenido para que actúe de igual forma, todo ello en el
plazo de 10 días.
Sobre la resolución ver nº 1053 .
1053
Resolución de los conflictos de jurisdicción 
(LO 2/1987 art.14 s.)
El procedimiento de resolución es común para los conflictos, positivos y negativos, y se produce en los siguientes términos:
1. Recibidas las actuaciones, el TCJ da vista de las mismas al Ministerio Fiscal y a la Administración interviniente, por plazo común de 10 días.
2. En los 10 días siguientes dicta sentencia declarando a quien corresponde la jurisdicción controvertida; en caso de empate, el Presidente tiene voto de
calidad ( LOPJ art.39.2 ).
3. La decisión del TCJ tiene carácter vinculante para los órganos en conflicto. El contenido de la resolución del TCJ debe limitarse a determinar a
quién corresponde la competencia para resolver, sin entrar a resolver cuestiones ajenas al conflicto jurisdiccional planteado ( LO 2/1987 art.17.1 ).

Precisiones

1) Frente a las sentencias del TCJ, no cabe recurso judicial alguno, sin perjuicio de la posibilidad del amparo
constitucional ( TCo 161/1995 ).
2) El plazo para solicitar la aclaración de la sentencia es de 3 días a partir de la fecha de su notificación.
1054
Casos particulares 
De los conflictos de jurisdicción que se han planteado entre juzgados y tribunales laborales y órganos de la administración cabe citar los surgidos en
relación a los siguientes asuntos:
1. Declaración de si un puesto de trabajo reúne las características de penosidad o peligrosidad que justifican el abono del complemento salarial
correspondiente, atribuido a los órganos jurisdiccionales del orden social ( TCJ 1-7-94, EDJ 11861 ).
2. Reclamación de indemnización de daños y perjuicios por accidente laboral formulada por trabajadores al servicio de un ayuntamiento, dirimido a
favor de esos mismos órganos ( TCJ 10-4-03, conflicto nº 11/02 y TCJ 21-12-09, EDJ 327342 ).
3. Ejecución del patrimonio de una sociedad aseguradora sujeta a un procedimiento administrativo de liquidación solventado a favor de la Comisión
Liquidadora de las Entidades Aseguradoras que es la que ostenta en exclusividad la competencia ejecutiva ( TCJ 21-12-00 , EDJ 76592 ; 8-3-96 , EDJ
1572 ; 11-12-95, conflicto nº 7/00 ; sobre los avatares posteriores de este asunto, vid TCo auto 103/1999 ).
4. Continuación del procedimiento de apremio en caso de concurrencia de embargos judiciales y administrativos sobre unos mismos bienes, supuesto
en el que la competencia se atribuye a quien lo trabó en primer lugar con independencia de la fecha en que se decretó el embargo ( TCJ 27-10-97, , EDJ
17229 y 21-12-00, EDJ 76593 ).
5. Modificación de la relación de puestos de trabajo de una administración pública, zanjado a favor de esta ( TCJ 29-6-95, conflicto nº 6/94 ).
6. Reclamación del derecho de los trabajadores de una contrata municipal a percibir un determinado complemento retributivo con eventual
responsabilidad del ayuntamiento, que se decide a favor de los órganos del orden social rechazando la tesis de la Administración Local de que lo que se
ventila es la responsabilidad patrimonial de la Corporación ( TCJ 18-12-13, conflicto nº 8/13).
b. Conflictos con la jurisdicción militar 
(LO 2/1987 art.39)

1056
Su planteamiento, tramitación y resolución es similar a la de los conflictos con la administración. Su decisión corresponde a la Sala de Conflictos de
Jurisdicción del Tribunal Supremo, compuesta por el Presidente del Tribunal Supremo, que la preside, y por 4 Magistrados, 2 de la Sala de lo Militar y 2 de
la Sala del Tribunal Supremo del orden jurisdiccional en conflicto, designados todos ellos anualmente por el Pleno del CGPJ.
El Presidente tiene siempre voto de calidad en caso de empate.
Es muy difícil que llegue a suscitarse un conflicto entre los juzgados y tribunales laborales y la administración militar (salvo error u omisión los repertorios
jurisprudenciales no recogen ningún supuesto).
2. Conflictos de competencia 
(LRJS art.12;  LOPJ art.42 a 50)

1060
Los conflictos de competencia son el modo de dirimir la controversia surgida entre órganos judiciales de dos jurisdicciones distintas por el
conocimiento de un determinado litigio. En lo que aquí interesa son los que enfrentan a los juzgados y tribunales del orden social con los del orden civil y
con los del orden contencioso-administrativo. Presuponen la existencia de dos procedimientos judiciales promovidos ante dos juzgados o tribunales de
diferente orden jurisdiccional y se plantean cuando ambos afirman su competencia -conflicto positivo-, o la declinan -conflicto negativo-. Lo que está
en juego es la competencia para conocer del asunto por razón de la materia.
Su resolución se encomienda a una Sala especial del TS -la Sala de Conflictos de Competencia- compuesta por el Presidente del Tribunal Supremo, que
la preside, y por 2 Magistrados, uno por cada orden jurisdiccional en conflicto, designados anualmente por la Sala de Gobierno, actuando como Secretario
el de Gobierno del Tribunal Supremo.
La LRJS art.12 se limita a mencionarlos y a remitirse en bloque a la LOPJ.

Precisiones

El orden jurisdiccional penal es siempre preferente. Ningún juez o tribunal puede plantear conflicto de
competencia a los órganos de dicho orden jurisdiccional ( LOPJ art.44 ), pero ello no excluye que,
excepcionalmente, puedan suscitarse conflictos negativos de competencia ( TS Sala Conflictos 23-6-99 , EDJ
79734 en un supuesto en que tanto los Juzgados de Instrucción como los de lo Contencioso-administrativo
rechazaron la competencia para conocer de la autorización judicial de entrada en una empresa a fin de ejecutar la
orden de clausura y precinto decretada por un ayuntamiento; o TS Sala Conflictos 15-3-10, conflicto nº 20/09 en un
caso en el que se debatía el orden competente -civil o penal- para proceder a la exacción por vía de apremio de las
costas derivadas de una sentencia absolutoria penal, en la que se había condenado en costas a la acusación
particular).
1062
Conflicto positivo 
(LOPJ art.45, 46, 47, 48 y 49)
Respecto de la legitimación activa, los conflictos positivos pueden ser promovidos de oficio o a instancia de parte o del Ministerio Fiscal, mientras el
proceso no haya concluido por sentencia firme, salvo si se refieren a la ejecución del fallo ( LOPJ art.43 ). Según aclara el TS Sala Conflictos 18-12-98 ,
EDJ 65248 , la sentencia firme a la que alude el mencionado precepto es la que resuelve el fondo del asunto, no la que se pronuncie sobre la cuestión
jurisdiccional, lo que significa que también puede plantearse después de que se haya dictado resolución firme declarando la competencia del orden social.
El demandado en un proceso social que considere que ese orden carece de competencia para conocer del litigio por razón de la materia puede oponer en
el propio acto de juicio la excepción de incompetencia de jurisdicción (nº 2716 ), pero también está facultado para, antes de que se celebre la vista,
plantear un conflicto de competencia por inhibitoria ante los órganos del orden civil o contencioso-administrativo a los que considere competentes, al
objeto de que requieran de inhibición al juez social ( TS Sala Conflictos 20-12-00 , EDJ 92249 ; TS Sala Conflictos 24-10-11, Conflicto 12/11). Por su parte,
el demandado en un proceso civil o contencioso-administrativo puede acudir a los órganos del orden social para que requieran de inhibición al órgano del
orden civil o contencioso-administrativo que esté conociendo del asunto ( TS Sala Conflictos 20-12-02 , EDJ 56494 ; 28-2-07 , EDJ 23395 ).
La presentación de la inhibitoria no equivale por sí sola al planteamiento efectivo de un conflicto de competencia positivo, que sólo llega a producirse
cuando los dos órganos jurisdiccionales se consideren competentes para conocer del asunto.
1064
Procedimiento 
La tramitación del conflicto positivo sigue los siguientes pasos:
1. Si el conflicto lo suscitan las partes o el Ministerio Fiscal, han de hacerlo mediante escrito razonado, con expresión de los preceptos legales en que se
funde.
2. El juez debe oír a las partes y al Ministerio Fiscal por plazo común de 10 días tras los que decide por medio de auto si procede declinar el
conocimiento del asunto o requerir al órgano jurisdiccional que esté conociendo para que deje de hacerlo. El auto no es susceptible de recurso alguno,
ordinario o extraordinario.
3. Cuando el órgano judicial decida requerir de inhibición al que esté conociendo del asunto, debe acompañar al requerimiento un testimonio del auto
dictado, de los escritos de las partes y del Ministerio Fiscal y de los demás particulares que estime conducentes para justificar su competencia.
4. El órgano judicial requerido, previa audiencia del Ministerio Fiscal y de las partes por plazo común de 10 días, dicta auto resolviendo sobre su
competencia, contra el que no cabe recurso alguno, ordinario o extraordinario.
5. Si no accede al requerimiento, lo comunica así al requirente, elevando ambos las actuaciones a la Sala de Conflictos de Competencia del Tribunal
Supremo, conservando los dos órganos, en su caso, los testimonios necesarios para las actuaciones preventivas o preparatorias y las cautelares.
6. El procedimiento principal queda suspendido desde que se dicte el auto declinando la competencia o desde se tenga conocimiento del auto
acordando el requerimiento, sin perjuicio de las actuaciones preventivas o preparatorias o cautelares.
En cuanto a la decisión del conflicto, ver nº 1068 .
1066
Conflicto negativo 
(LOPJ art.50)
Surge cuando el órgano judicial ante el que se ha ejercitado la acción aprecia su falta de jurisdicción para conocer del asunto, o de alguna de las
cuestiones suscitadas en el mismo, mediante resolución que deviene firme y, posteriormente, un órgano del orden jurisdiccional al que señaló como
competente rehusa su competencia para conocer de una pretensión en la que hay identidad sustancial subjetiva y objetiva con la previamente ejercitada.
En ese caso, el órgano que ha conocido del asunto en segundo lugar debe instruir a las partes sobre la posibilidad de interponer recurso por defecto de
jurisdicción contra esa resolución, una vez firme, a fin de que un órgano superior común determine qué orden es el competente para resolver el litigio.
La legitimación para interponer el recurso por defecto de jurisdicción corresponde a las partes, no estando habilitado el órgano judicial que declaró en
segundo lugar su falta de jurisdicción para plantear de oficio un conflicto negativo ( TS Sala Conflictos 12-12-12, conflicto nº 12/12 ; TS Sala Conflictos 20-
7-12, conflicto nº 14/12; TS Sala Conflictos 11-4-11, conflicto nº 8/10 ; TS Sala Conflictos 18-12-09, conflicto nº 9/09 ; 17-12-09, conflicto nº 12/09 ; 29-6-
07, EDJ 101005 y 28-2-07, EDJ 16993 ) No obstante, excepcionalmente se ha admitido un conflicto promovido de oficio por el propio órgano judicial
( TS Sala Conflictos 8-10-13, conflicto nº 12/13 y nº 27/13).
En lo relativo al procedimiento, el recurso por defecto de jurisdicción debe interponerse en el plazo de 10 días ante el órgano que dictó la resolución,
quien tras oír a las partes personadas, si las hubiere, remitirá las actuaciones a la Sala de Conflictos que reclamará la remisión de las actuaciones al
juzgado o tribunal que declaró en primer lugar su falta de jurisdicción.
Sobre la resolución, ver nº 1068 .

Precisiones

1) Las partes no pueden formular directamente el conflicto ante la Sala de Conflictos, debiendo seguir el
procedimiento ordenado ( TS Sala Conflictos 15-3-10, conflicto nº 8/09 ).
2) Contra la denegación de la admisión del recurso por parte del órgano ante el que se interpone cabe recurso de
queja ante la Sala especial de conflictos de competencia del TS.
3) No corresponde al órgano ante el que se interpone el recurso por defecto de jurisdicción, denegar «in limini» su
admisión por razones que incurren en valoraciones sobre el fondo, y que exceden del mero control formal ( TS
Sala Conflictos 15-4-11, conflicto nº 5/10 ).
1068
Resolución de los conflictos de competencia 
(LOPJ art.47.2 y 50.3)
Recibidas las actuaciones, la Sala Especial de Conflictos de Competencia del Tribunal Supremo ha de oír al Ministerio Fiscal por plazo no superior a 10
días y en los 10 días siguientes dictar auto que resuelva definitivamente el conflicto. Contra el auto que se dicte no cabe recurso alguno.
La resolución decide el caso particular que contempla, sin constituir doctrina vinculante para los distintos órganos jurisdiccionales, ya que al no
resolverse por sentencia no forma jurisprudencia. ( CC art.1.6 ) ( TS 25-10-01 , EDJ 47596 ; 17-4-95 , EDJ 24553 ; 5-6-93 , EDJ 5401 ).
1069
Casos particulares 
Los conflictos de competencia entre los juzgados y tribunales laborales y los del orden civil y contencioso-administrativo son mucho más frecuentes que
los conflictos de jurisdicción con la administración.
A título ejemplificativo, pueden citarse los siguientes:
- con los Juzgados de 1ª Instancia, que se analizan en este marginal;
- con los Juzgados Mercantiles que conocen del concurso de la empresa (nº 1070 );
- con los Juzgados y Tribunales de lo Contencioso-administrativo (nº 1071 ).
En relación a los conflictos que se producen con los Juzgados de 1ª Instancia, la Sala de Conflictos ha declarado:
1. La competencia de los Juzgados de lo Social para conocer de:
- la pretensión de indemnización adicional a cargo del empresario por los daños y perjuicios ocasionados por un accidente de trabajo con infracción de
medidas de seguridad, aunque la demanda se base en las normas propias de la responsabilidad extracontractual ( TS Conflictos 19-6-09, conflicto nº
85/08 ; 20-2-08, conflicto nº 43/07 y 28-2-07, conflicto nº 367/06 );
- un supuesto en que el perjudicado o sus causahabientes piden no solo la declaración de responsabilidad del empresario sino también la de terceros,
como el compañero de trabajo causante del accidente ( TS Sala Conflictos 23-10-01, EDJ 56446 ); o el arquitecto superior y director de la obra y el
arquitecto técnico y coordinador de seguridad ( TS Sala conflictos 24-10-11, conflicto nº 12/11);
- la reclamación realizada por un jugador de fútbol, respecto del que se discute si se trata de un jugador profesional o aficionado ( TS Sala Conflictos 7-
12-11, conflicto nº 45/11 );
- la reclamación de daños y perjuicios por infracción de medidas preventivas ejercitada por la viuda de un trabajador autónomo que no mantenía
relación jurídico-laboral con ninguno de los empresarios a los que demanda como responsables del daño causado ( TS Sala Conflictos 28-9-11, conflicto
nº 37/11 );
- para seguir el procedimiento de ejecución de un inmueble frente al Juzgado de 1ª instancia que despachó la ejecución solicitada por el acreedor
hipotecario, sin perjuicio del derecho que ostenta este de intervenir en la ejecución social a los efectos de la protección del derecho de garantía cuya
titularidad ostenta ( TS Sala Conflictos 7-12-11, conflicto nº 18/10 ).
2. Por el contrario, la Sala ha atribuido la competencia a los tribunales civiles para conocer de:
- una demanda frente a una sociedad cooperativa de trabajo asociado en la que después de haber causado baja un socio trabajador solicitaba el
reembolso de las aportaciones realizadas a la entidad ( TS Sala Conflictos 1-4-09, conflicto nº 78/08 );
- sobre la cancelación de los préstamos suscritos con la cooperativa y su exención de responsabilidad respecto de las obligaciones derivadas de los
mismos ( TS Sala Conflictos 20-12-04 , EDJ 262415 ).

Precisiones

Por otra parte, la Sala de Conflictos de Competencia ha declarado que planteada y resuelta una tercería de
dominio ante el orden jurisdiccional social, no cabe promover otra nueva, por los mismos hechos y con fundamento
en iguales títulos, en la vía civil ( TS Sala Conflictos 6-11-98, conflicto nº 36/98-C EDJ 65249 ).
1070
Con los Juzgados de lo Mercantil 
En relación con los conflictos de competencia que pueden surgir con los Juzgados Mercantiles, la Sala de Conflictos ha afirmado:
1. La competencia del orden social para conocer de:
- las demandas contra despidos individuales de trabajadores que no ostentando la condición de altos cargos no han sido incluidos en el expediente
judicial de regulación de empleo o extinción colectiva, con independencia de que se interpongan antes o después de que el empleador sea declarado en
concurso ( TS Sala Conflictos 16-3-12, conflicto nº 52/11 );
- un supuesto en el que la no inclusión de los actores en el ERE concursal obedeció a la consideración empresarial de que la relación no tenía carácter
laboral. Y ello, aunque la decisión extintiva se base en causas económicas, técnicas organizativas o de producción y pudiesen haber superado los
umbrales del despido objetivo numéricos-temporales legalmente previstos ( TS Sala Conflictos 24-6-10, conflicto nº 29/09 ), no resultando aplicable la
excepción prevista en la LCon art.64.10 -redacc L 9/2015- al no poderse subsumir la reclamación en el ET art.50.1.b ;
- en relación a la acción de resolución del contrato por falta de pago o retraso continuado en el abono del salario, si la demanda se dirige de forma
acumulada contra la empleadora en concurso, los administradores y contra otra u otras empresas no declaradas en situación concursal, alegando que
constituyen un «grupo empresarial» a efectos laborales generador de responsabilidad solidaria. La competencia corresponde al orden social, salvo que en
la actuación de la parte demandante concurra evidente fraude de ley o procesal ( TS Sala Conflictos 28-9-11, conflicto nº 30/11 ; 6-7-11, conflicto nº 19/11 ;
21-6-07, conflicto nº 13/07 );
- los incidentes de no readmisión o readmisión irregular en ejecución de las sentencias dictadas en procedimiento de despido en cuanto no implican
actuación sobre los bienes o derechos de contenido patrimonial de la empresa en concurso, sino un previo pronunciamiento declarativo (extinción de la
relación laboral) que ha de delimitar la extensión concreta del crédito que ostenta el trabajador despedido, frente a la mercantil concursada ( TS Sala
Conflictos 4-11-10, conflicto nº 10/10 );
- la resolución de una demanda de conflicto formulada por el delegado de personal contra la decisión empresarial de suprimir un derecho retributivo
que tenía reconocido una parte de los trabajadores en virtud de pacto colectivo, pues no se trata de un expediente de modificación sustancial de las
condiciones de trabajo instada al amparo de la norma estatutaria para eliminar ese concepto, por lo que no tiene encaje dentro de las competencias del
juez del concurso ( TS Sala Conflictos 13-6-13, Conflicto nº 13/13 );
- una demanda individual en la que se solicita la resolución del contrato de trabajo por incumplimiento grave del empresario fundada en el cambio
unilateral de funciones ( TS Sala Conflictos 20-7-12, conflicto nº 16/12 ).
2. Por el contrario, se ha atribuido competencia al Juzgado de lo Mercantil para resolver sobre:
- la solicitud de extinción colectiva de las relaciones laborales, por despido tácito, formulada por los trabajadores afectados, admitida inicialmente y
tramitada como un ERE concursal ( TS Sala Conflictos 19-12-13, conflicto nº 30/13 );
- la petición de ejecución singular instada por un trabajador con posterioridad a la declaración del concurso en base a sentencias dictadas por los
tribunales laborales, argumentando que aunque la única ejecución posible en el marco del concurso es la que se conecta con el tratamiento que dentro de
él corresponde de acuerdo con la naturaleza del crédito de que se trate, ello no justifica una declaración de incompetencia del juez mercantil con remisión
al orden social, claramente incompetente ex LCon art.8.3 , sin perjuicio de que tenga que declarar la improcedencia de lo pedido en los términos en que la
pretensión se había formulado ( TS Sala Conflictos 16-3-12, conflicto nº 44/11 ).
1071
Con los Juzgados y Tribunales de lo Contencioso­administrativo 
En relación con los conflictos de competencia que pueden surgir con los Juzgados y Tribunales de lo Contencioso-administrativo, la Sala de Conflictos se
ha decantado:
1. A favor del orden social en relación con las siguientes materias:
a. En materia de personal, en relación con:
- controversias surgidas entre las instituciones sanitarias de los servicios de salud de las CCAA y su personal, incluidos médicos y médicos residentes,
con relación jurídica de carácter laboral ( TS Conflictos, conflicto nº 39/11 ; 12-4-11, conflicto nº 21/10 ; 14-10-10, conflicto nº 12/10 );
- el conocimiento de la impugnación de la convocatoria restringida por parte de una administración pública de una plaza laboral vacante para su
provisión mediante concurso oposición según lo previsto en el convenio colectivo aplicable ( TS Sala Conflictos 30-11-07, conflicto nº 27/07 );
- la impugnación de un acuerdo de la administración empleadora que realiza un acto de promoción interna que debe sujetarse a las normas que regulan
los contratos laborales y especialmente a lo dispuesto en el convenio colectivo ( TS Conflictos 12-4-11, conflicto nº 15/10 );
- la impugnación por un trabajador de la administración de la convocatoria de concurso de traslado para la provisión de puestos de trabajo de personal
laboral en el ámbito del convenio único ( TS Sala Conflictos 17-6-13, Conflicto nº 5/13 );
- la reclamación efectuada por personal laboral de una administración en reconocimiento del derecho a la percepción del complemento de especial
responsabilidad y a que se incluya en la correspondiente relación de puestos de trabajo, para su efectividad y posterior abono ( TS Sala Conflictos 17-
12-09, conflicto nº 86/08 );
- la impugnación de la resolución dictada por un ayuntamiento por la que se incluyó a dos empleados municipales en la relación de personal a transferir
a la empresa adjudicataria de la contrata de un servicio municipal de medio ambiente, y de la desestimación de la reclamación formulada por los
afectados para que se declarase su derecho a seguir prestando servicios en el referido ayuntamiento ( TS Sala Conflictos 29-6-07 , EDJ 101008 );
- los litigios surgidos en relación a prestaciones de servicios en que la contratación administrativa se acoge formalmente al RD 1465/1985 sobre
trabajos específicos, pero el trabajo efectivamente prestado consiste en servicios genéricos sin sustantividad propia en régimen de laboralidad ( TS Sala
Conflictos 29-6-07 , EDJ 100992 ).
b. También en pro del orden social se ha pronunciado respecto de:
- litigios intra-sindicales pese a la condición funcionarial de los afiliados al sindicato ( TS Sala Conflictos 27-2-07, EDJ 16989 );
- la demanda formulada por los socios trabajadores de una cooperativa de trabajo asociado para que se excluyese a los socios inactivos o
colaboradores y se anulasen los acuerdos sociales adoptados con su presencia en las asambleas de socios ( TS Sala de Conflictos 15-7-97, conflicto
3/97 );
- la pretensión de reintegro formulada por una empresa frente a uno de sus empleados por el concepto de aportación del trabajador a la Seguridad
Social en el periodo en que estuvo de baja por recaída de proceso anterior en el que había agotado el tiempo máximo de duración ( TS Sala Conflictos
29-11-07, conflicto nº 28/07 );
- las cantidades pagadas por error a un empleado al no practicársele correctamente la retención fiscal ( TS Sala Conflictos 12-7-07, conflicto nº 3/00 ,
EDJ 112113 );
- las pretensiones deducidas por el personal estatutario en materia de prestaciones de Seguridad Social ( TS Sala Conflictos 12-4-11, conflicto nº
17/10 );
- las acciones formuladas frente a la administración por los perceptores de prestaciones económicas de desempleo en razón de la realización de
trabajos de colaboración social ( TS Sala Conflictos 9-4-13, conflicto 3/13 ; Sala Conflictos 29-6-07, EDJ 100989 );
- las impugnaciones de los actos administrativos en materia de reconocimiento o calificación del grado de discapacidad ( TS Sala Conflictos 18-12-09,
conflicto 11/09 ; 19-12-02, , EDJ 61195 ).
c. En materia de sanciones impuestas por faltas de naturaleza laboral recogidas en la normativa sobre infracciones y sanciones administrativas del
orden social ( TS Sala Conflictos 10-13-13, conflicto nº 18/13 ; Sala Conflictos 9-10-13, conflicto nº 17/13 ).
2. Por el contrario, la Sala de Conflictos ha declarado la competencia del orden contencioso-administrativo para conocer de los litigios promovidos:
a. En materia de personal:
- por el personal estatutario al servicio de la administración sanitaria después de la entrada en vigor de la L 55/2003 -redacc L40/2015- ( TS Sala
Conflictos 15-3-12, conflicto 51/12 ; 27-2-07, EDJ 21979 ; 20-6-05, EDJ 127450 );
- con la pretensión de que se reconozca el derecho a la inscripción registral como servicios prestados en régimen laboral de los correspondientes a
un determinado período conforme lo establecido en sentencia del orden social y se condene a la administración demandada a practicar la rectificación del
Registro de Personal en ese sentido, al entender que la respuesta que dé la Administración a esa pretensión lo será, no como empleadora, sino como
organización pública con competencias de este carácter otorgadas para la correcta gestión de aquel Registro ( TS Sala Conflictos 27-9-11, conflicto nº
11/11 y 22-6-11, conflicto nº 18/11 );
- en el curso de procesos de selección de personal laboral, incluidos los relacionados con las denominadas «bolsas de trabajo» ( TS Sala Conflictos 12-
4-11, conflicto nº 2/11 );
- en solicitud de indemnización a una administración pública por saltarse el orden de la lista de trabajo existente ( TS Sala Conflictos 12-2-08, conflicto
nº 35/07 );
- en impugnación de las resoluciones administrativas sobre valoración de puestos de trabajo ( TS Sala Conflictos 12-4-11, conflicto nº 26/10 ).
b. También se ha inclinado por diferir al orden contencioso-administrativo la competencia para el conocimiento de:
- la impugnación de la denegación de una licencia federativa que produce efectos en el contrato que une al deportista con el club que ha contratado
sus servicios ( TS Auto Sala Conflictos 20-12-01, EDJ 97274 );
- la reclamación indemnizatoria por los daños y perjuicios derivados de la asistencia sanitaria prestada por una mutua de accidentes de trabajo ( TS
Sala Conflictos 29-6-07 , EDJ 101007 );
- la pretensión de tutela de los derechos fundamentales de libertad sindical y de huelga ejercida en relación con las declaraciones públicas realizadas
por el Presidente de una Comunidad Autónoma acerca del conflicto laboral existente en una empresa pública ( TS Sala Conflictos 20-2-13, conflicto nº
34/12 ).
c. En materia de Seguridad Social:
- en relación a los actos de encuadramiento ( TS Sala Conflictos 24-6-10, conflicto nº 2/10 );
- en impugnación de la resolución de la TGSS requiriendo a un Ayuntamiento para que procediera al pago de una determinada cantidad en concepto de
recargo de prestaciones por falta de medidas de seguridad e intereses de capitalización, aun cuando la resolución del INSS que impuso el recargo
hubiera sido impugnada ante los órganos del orden social ( TS Sala Conflictos 2-4-09, conflicto nº 79/08 );
- para la impugnación de una resolución dictada por el INSS por la que se declaraban indebidas una serie de deducciones practicadas por la empresa en
las liquidaciones de cuotas de Seguridad Social durante un concreto periodo temporal correspondientes a prestaciones de incapacidad temporal
abonadas, en su caso, por la empresa en régimen de pago delegado ( TS Sala Conflictos 24-9-12, conflicto nº 18/12 ).
3. Cuestiones de competencia 
(LRJS art.13 y 14;  LOPJ art.51 y 52)

1072
Son las que se plantean entre órganos de un mismo orden jurisdiccional por el conocimiento de un determinado asunto. El problema competencial
puede suscitarse con motivo de la aplicación de las reglas de competencia en cualquiera de sus modalidades (objetiva, territorial y funcional), así como
con ocasión de la acumulación de procesos y de ejecuciones.
Estas cuestiones sólo pueden surgir entre órganos jurisdiccionales del mismo nivel jerárquico (nº 902 ). Si la duda competencial se plantea entre dos
órganos subordinados entre sí, el superior fija, en todo caso y sin ulterior recurso, su propia competencia, oídas las partes y el Ministerio Fiscal por
plazo común de 10 días. Acordado lo procedente, recaba las actuaciones del órgano inferior o le remite las que se hallase conociendo.
En el proceso social, al igual que en el civil, el único medio posible para promover una cuestión de competencia es la declinatoria ante el órgano que
conoce del asunto, al que se considera carente de competencia, no pudiendo suscitarse cuestiones de competencia por inhibitoria. Por consiguiente,
presentada una demanda o un incidente ante determinado juzgado o tribunal laboral, si el demandado entiende que dicho órgano es incompetente por
razones objetivas, territoriales o funcionales, no puede dirigirse a aquel que considere competente en razón del objeto del litigio, de su circunscripción
territorial o de su orden o grado para que reclame el conocimiento del proceso o de la cuestión incidental. Solo puede proponer la declinatoria ante el
órgano judicial que está conociendo del asunto, pidiendo que decline su competencia a favor del órgano que estime competente.

Precisiones

1) La declinatoria se debe proponer, como excepción, en el acto de juicio oral, en el trámite de contestación a la
demanda ( LRJS art.14.1 y 85.2 ). En lo que atañe a su presentación, sustanciación, resolución, recursos y a los
efectos de su estimación ver marginales nº 1018 a nº 1021 .
2) La interposición de la declinatoria no implica el planteamiento de una cuestión de competencia «strictu
senso», que presupone la divergencia de dos órganos que se atribuyen o rechazan la competencia recíprocamente,
sino que se asemeja a una excepción a resolver por el órgano ante el que se formula. La cuestión de competencia
surge cuando el juez o tribunal estima la excepción de incompetencia objetiva, territorial o funcional opuesta por el
demandado o aprecia de oficio su falta, la resolución en lo que lo acuerda adquiere firmeza y el órgano del mismo
nivel jerárquico señalado como competente se declara igualmente incompetente. Se suscita entonces una cuestión
negativa de competencia, que es la única modalidad admisible en el proceso laboral, dada la desaparición de la
figura de la inhibitoria, lo que excluye el planteamiento de cuestiones positivas de competencia.
3) Si lo que se dirime es la competencia territorial, el órgano que conozca del asunto en segundo término ha de
estar a lo decidido en virtud de resolución firme por el que le precedió siempre que la haya adoptado en virtud de
declinatoria o con audiencia de todas las partes ( LEC art.60 ), no pudiendo declarar su falta de competencia
territorial salvo que el citado órgano se hubiese declarado incompetente de oficio y sin oír a las partes
quebrantando lo dispuesto en la LRJS art.5 , lo que excluye la posibilidad de que en el proceso laboral puedan
suscitarse cuestiones negativas de competencia territorial, salvo en el supuesto excepcional al que se hecho
referencia. Y ello, a pesar del carácter imperativo de los fueros territoriales aplicables en dicho proceso.
1074
Cuestión negativa de competencia 
(LRJS art.7.c, 9.c y 13;  LOPJ art.51 y 52;  LEC art.60)
La cuestión negativa de competencia se origina cuando dos órganos judiciales sociales del mismo nivel jerárquico:
- rechazan su competencia objetiva o funcional para conocer del asunto principal en la instancia o de una determinada incidencia o fase del mismo, o;
- niegan su competencia territorial, contraviniendo el segundo, en su caso, lo dispuesto en la LEC art.60 .
La competencia para resolver la cuestión de competencia corresponde al órgano inmediato superior común ( LRJS art.13.2 ), que puede ser la Sala de lo
Social de un Tribunal Superior de Justicia, si los órganos enfrentados son dos Juzgados de lo Social de su circunscripción, o la Sala de lo Social del
Tribunal Supremo, si la controversia se suscita entre dos Juzgados de lo Social de diferentes CCAA, o entre un Juzgado de lo Social y la Sala de lo Social
de la Audiencia Nacional, o entre esta última y la Sala de lo Social de un TSJ, o entre Salas de lo Social de dos TSJ diferentes.
La resolución que por segunda vez declare la falta de competencia manda de oficio que se remitan todos los antecedentes al tribunal inmediato superior
común ( LEC art.60.3 ). No obstante, si no lo hace, el demandante puede presentar directamente ante dicho órgano superior común escrito
promoviendo conflicto negativo de competencia ( TS Auto 15-12-10, Asunto 7/07).
Recibidas las actuaciones o el escrito de interposición del conflicto, el órgano superior acuerda oír a las partes y al Ministerio Fiscal por plazo común de
10 días.
Contra el auto que resuelve el juzgado o tribunal al que corresponde conocer del asunto no cabe recurso alguno ( LEC art.60.3 ).
1075
Casos particulares 
Entre las cuestiones negativas de competencia de las que han conocido los tribunales laborales cabe citar las siguientes:
1. Cuestiones de competencia objetiva entre la Sala de lo Social de la AN y los siguientes órganos jurisdiccionales:
- el JS nº 6 de Madrid, al declarar ambos su falta de competencia para conocer de la demanda formulada por un sindicato en reclamación de tutela de los
derechos de huelga y libertad sindical ( TS Auto 15-12-10, EDJ 323148 );
- el TSJ Madrid en torno al conocimiento de la impugnación de un despido colectivo afectante a centros de trabajo ubicados en diferentes CCAA ( TS
auto 11-6-13, cuestión nº 5/13);
- el TSJ C. Valenciana en un supuesto en que la decisión extintiva colectiva incidía sólo en trabajadores que prestaban servicios en esa CCAA ( TS
auto 20-5-13, cuestión nº 3/13);
- el TSJ Asturias, que se declaró incompetente de oficio y «a limine litis», para conocer de una demanda de conflicto colectivo y la Sala homónima de la
AN que, también de oficio, al analizar la demanda, después de admitirla provisionalmente y sin celebrar juicio, consideró competente al JS de Oviedo,
remitiendo lo actuado a la Sala Cuarta del TS que atribuyó la competencia al JS de Mieres ( TS Auto 12-2-09, EDJ 20870 );
- los JS de Barcelona, la Sala de lo Social del TSJ Cataluña y la Sala de lo Social de la AN en relación a las demandas individuales interpuestas por varios
trabajadores de Correos impugnando una decisión empresarial de efectos colectivos ( TS Auto 20-6-13, cuestión nº 6/13).
2. Cuestiones de competencia funcional como las surgidas entre:
- los Juzgados de lo Social declarativos y Juzgados de lo Social especiales de ejecuciones por el conocimiento de determinadas pretensiones
ejecutivas ( TSJ Cataluña 8-5-09, EDJ 212199 ; 27-1-06, EDJ 113537 ; 9-11-05, EDJ 264073 );
- las cuestiones de competencia suscitadas con ocasión de la acumulación de procesos como las resueltas por ( TS Auto 25-5-09, EDJ 145445 ; TSJ
Galicia Auto 29-7-08, Cuest. Compet. 1/08, EDJ 205861 ; TSJ Galicia Auto 21-4-08, EDJ 205860 ), o de la acumulación de ejecuciones seguidas contra un
mismo deudor y ante Juzgados de lo Social distintos de la misma o de diversa circunscripción ( LRJS art.39.4 ) ( TSJ Madrid 16-2-98, EDJ 68759 ).
3. Cuestión de competencia territorial ( TSJ Cataluña 30/10/12, cuestión nº 1/12; TSJ Murcia 7-4-98, EDJ 15854 ).

D. Control del reparto de asuntos 
(LEC art.68;  LOPJ art.167 ­redacc LO 7/2015­)
1080
Las normas de reparto, referidas a la distribución de los asuntos y recursos entre los Juzgados de lo Social y la Salas de los Social, cuando hay más de
uno/a, se aprueban por la Sala de Gobierno del TSJ, a propuesta de la Junta de Jueces del respectivo orden jurisdiccional.
Tienen carácter gubernativo (nº 975 s ), pero la LEC art.68 , aplicable supletoriamente en el proceso laboral, ha residenciado en el seno del
correspondiente procedimiento o recurso la impugnación por las partes de las resoluciones dictadas por los órganos a quienes con arreglo a las normas
de reparto no les correspondería su conocimiento, posibilitando la anulabilidad de las actuaciones judiciales realizadas con incumplimiento o
inobservancia de dichas reglas. Y ello, teniendo en cuenta que el reparto acaba determinando el concreto juez, Sala o Sección al que corresponde el
conocimiento de la controversia o del recurso.
1082
Apreciación de oficio de la falta de diligencia de reparto 
(LEC art.68.2)
El control de oficio en esta materia se limita a la constancia de la diligencia de reparto que para dar curso a los asuntos judiciales exige la LEC. Los
letrados de la Administración de Justicia no pueden permitir que se tramite ningún asunto sujeto a reparto si no consta en él la indispensable diligencia
con la que se inicia el procedimiento y mediante la cual se turna a un juzgado o sección el conocimiento del proceso o del recurso. El letrado que reciba el
asunto en el que no figure esa diligencia tiene que devolverlo para que se proceda a su reparto.
1084
Denuncia de la falta de diligencia de reparto o de la infracción de las normas de reparto 
El control a instancia de parte abarca los siguientes extremos:
1. La falta de la diligencia de reparto: si el letrado de la Administración de Justicia no advierte su omisión, cualquiera de los litigantes puede ponerla de
manifiesto. Constatada la irregularidad, se anula, a instancia de aquellos, cualquier actuación que no consista en ordenar que el asunto pase a reparto
( LEC art.68.2 ).
2. La infracción de las normas de reparto. Es preciso distinguir dos momentos:
a) Antes de la admisión a trámite la demanda o el recurso, cualquiera de las partes puede denunciar el quebrantamiento de las normas de reparto
mediante recurso gubernativo ante el órgano encargado del reparto. La competencia para realizar el reparto corresponde al letrado de la Administración
de Justicia bajo la supervisión del Juez Decano, al cual corresponde resolver con carácter gubernativo interno las cuestiones que se planteen y corregir
las irregularidades que puedan producirse, adoptando las medidas necesarias y promoviendo, en su caso, la exigencia de las responsabilidades que
procedan ( LOPJ art.167.3 -redacc LO 7/2015- ).
En la práctica, la utilización de este mecanismo resulta poco viable, pues es difícil que las partes tengan conocimiento de la conculcación de las reglas
de reparto antes de que el asunto haya pasado a conocimiento del órgano al que se le atribuya.
b) Una vez admitida a trámite, los litigantes pueden denunciar por escrito la infracción de las normas de reparto ante el órgano que esté conociendo del
asunto, lo que no constituye declinatoria ( LEC art.68.3 ), así como instar la inmediata nulidad de las resoluciones perjudiciales, si bien el éxito de esta
última petición está condicionado a que la solicitud se formule en el trámite procesal inmediatamente posterior al momento en que la parte hubiera tenido
conocimiento de la supuesta infracción cometida, que en el proceso social es normalmente el de notificación del decreto de admisión a trámite de la
demanda, frente al que los litigantes pueden interponer recurso de reposición interesando la nulidad de lo actuado por haberse vulnerado las normas de
reparto ( LEC art.68.4 ).

Precisiones

1) Con la declinatoria se persigue evitar que un órgano judicial carente de jurisdicción o competencia, conozca de
un asunto determinado, lo que no sucede con la denuncia del incumplimiento de las normas de reparto, que
constituyen disposiciones internas de ordenación de la carga de trabajo de órganos dotados de jurisdicción y
competentes en el asunto, cuya inobservancia no supone una vulneración del derecho constitucional al juez
predeterminado por la ley.
2) La Sala de Gobierno puede acordar modificaciones en las normas de reparto de los Juzgados de lo Social,
también en los Mercantiles y los Contencioso-administrativo, con el objetivo de equilibrar la distribución de asuntos
que por materia les corresponde a cada uno de ellos según su clase, aun cuando alguno tuviese atribuido, por
disposición legal o por acuerdo del Pleno del propio CGPJ, el despacho de asuntos de su competencia a una
circunscripción de ámbito inferior a la provincia. Las modificaciones que se adopten en las normas de reparto no
pueden afectar a los procedimientos en trámite ( LOPJ art.167.2 -redacc LO 7/2015- ).
1085
Maquinaciones para eludir el enjuiciamiento del asunto por el juzgado al que inicialmente le fue turnado 
Hay que distinguir dos tipos de comportamientos posibles:
1. Presentación simultánea o sucesiva de varias demandas con el mismo contenido y objeto, para desistir después, de manera expresa o tácita, de la
inicialmente registrada y mantener la posterior en el tiempo, asignada a otro juzgado, con la finalidad bien de elegir el órgano judicial que se estima más
propenso a la satisfacción de las peticiones efectuadas, bien para conseguir la anticipación del enjuiciamiento del asunto por el órgano que va más
adelantado con los señalamientos.
En tal caso, y de no existir razones que la justifiquen, dicha conducta entraña un abuso y un fraude procesal encaminado a alterar las normas de
reparto, con vulneración de lo dispuesto en la LOPJ art.11.1 y CC art.6.4 en relación con la LRJS art.75.1 . En tal sentido se pronunció el TS en
sentencias de 21-12-82 y 19-9-83 y los TSJ Madrid 14-2-01, EDJ 107457 y TSJ Cataluña 4-2-08, EDJ 36508 , que aprecian fraude procesal en la
conducta del letrado del actor, reincidente en este tipo de prácticas, consistente en presentar dos demandas sucesivas de despido lo que dio lugar a que
la empresa no acudiese a la vista señalada en primer lugar, correspondiente a la demanda posterior, que fue estimada, y a que al día siguiente el
trabajador desistiese de la primera demanda, cuya vista estaba fijada para fecha posterior; en sentido contrario se pronuncia la sentencia del TSJ Murcia
18-9-13, EDJ 184404 ).
No se aprecia fraude de ley si en la demanda primigenia, posteriormente desistida, se solicita el reconocimiento de una incapacidad permanente total y
en la ulterior una incapacidad permanente absoluta y la actuación de la actora responde al temor de que no se admitiese la modificación del grado
invalidante postulado inicialmente ( TSJ País Vasco 22-6-10, EDJ 252890 ).
2. Desistimiento de la demanda inicial e interposición de una nueva con la misma redacción turnada a otro juzgado.
a) Concurre fraude de ley:
- si los actores desistieron de las demandas iniciales por tener conocimiento de que los titulares de los JS eran contrarios a su tesis, manteniendo la
posterior, al haber sido repartida a otro que sabían favorable a su posición y que dictó sentencia estimatoria ( TSJ Sevilla 11-10-99, EDJ 87321 y 29-2-00,
EDJ 44007 );
- si la actora, antes de que se celebrara el juicio, presentó el mismo escrito de demanda ante el Juzgado Decano, y llegada la fecha señalada para la
primera vista, dejó de comparecer, sin explicación alguna, logrando que se la tuviera por desistida, manteniendo el segundo procedimiento que finalizó
con sentencia estimatoria, revocada por tal irregularidad en suplicación ( TSJ Cataluña 12-11-13, EDJ 250562 ).
b) Por el contrario no se aprecia fraude en las siguientes conductas:
- si el desistimiento de la primera demanda se produce antes de haberse formulado la segunda, y por ello sin que el actor tuviese noticia del nuevo
juzgado, ni tampoco de la posible fecha del nuevo señalamiento, teniendo en cuenta además que el demandado no se opuso ni recurrió la resolución por
la que se tuvo al trabajador por desistido de la demanda inicial ( TSJ Madrid 13-2-12, EDJ 32574 );
- en un caso en que el actor, 3 días después de que el JS al que le fue turnada la demanda dictase auto de desistimiento por incomparecencia,
formalizó una nueva con idéntica pretensión siendo repartida a distinto juzgado, bajo el argumento de que de esa mera conducta, si no va acompañada
de ningún otro elemento adicional, no se puede inferir el fraude de ley ( TSJ Madrid 28-7-09, EDJ 268429 );
- a igual solución se llega en un caso en que una vez iniciada la vista oral y tras exhibir la empresa unos recibos de finiquito, los trabajadores desistieron
de la demanda en reclamación de cantidad, sin oposición de la contraparte y una semana más tarde presentaron una nueva en los mismos términos de la
que conoció otro juzgado ( TSJ Extremadura 26-3-02, EDJ 136151 );
- con mayor razón no se aprecia fraude procesal en un caso en el que la actora desistió de la demanda el día señalado para el juicio que había iniciado
contra la resolución denegatoria de la incapacidad permanente al haberse dictado posterior resolución en la que el INSS revisó de oficio la previa
acordando demorar la calificación de la incapacidad permanente y prorrogar la situación de incapacidad temporal, denegándosele finalmente la
declaración de incapacidad permanente por lo que interpuso una nueva demanda, que se repartió a otro juzgado ( TSJ Cataluña 9-12-04, EDJ 226067 );
- no existe actuación torticera si el juzgado que conoce inicialmente del asunto lo archiva frente a dos empresas al no considerar aclaradas
debidamente las razones por las que se les demandaba y decide proseguirlo frente a la empleadora, ante lo que el actor optó por desistir de la demanda y
plantearla de nuevo frente a las tres mercantiles por considerar que integraban un grupo de empresas a efectos laborales ( TSJ Madrid 22-9-08, EDJ
228877 );
- tampoco se aprecia fraude de ley si el accionante deja transcurrir el plazo concedido para que ampliara la demanda contra otra empresa ( LRJS
art.81.1 , por lo que se dictó auto de archivo, presentándose nueva demanda frente a ambas, de la que conoció otro JS ( TSJ Sevilla 17-5-02, Rec
360/02 ; TSJ Málaga 12-7-02, EDJ 136226 ; 21-6-02, Rec 932/02 y 4-7-02, EDJ 136225 ).

Precisiones

La consecuencia anudada a la actuación fraudulenta es la nulidad de todo lo actuado desde el decreto de


admisión a trámite de la demanda y el reenvío del procedimiento al Decanato para que lo remita al JS al que
originariamente correspondió el enjuiciamiento.
1086
Denuncia de la infracción de las normas de reparto en trámite de suplicación 
Se plantea la duda de si la infracción de las normas de reparto, cuando haya sido oportunamente denunciada y no corregida en la instancia, puede
fundamentar un motivo de suplicación al amparo de lo dispuesto en la LRJS art.193 a . En principio, este criterio no puede mantenerse a la vista de lo
señalado en el marginal nº 1080 . Así lo vienen asumiendo pacíficamente los tribunales de suplicación.
La jurisprudencia civil sostiene que entre las consecuencias procesales que provoca el incumplimiento de las normas de reparto, de naturaleza
gubernativa, no se encuentra la de motivar el recurso extraordinario por infracción procesal previsto en el LEC art.469.1 ( TS Civil 6-9-11, EDJ 210472 ).

Precisiones

Cuando la nulidad establecida para este tipo de quebrantamiento es específica LEC art.68.4 , cabe plantearse si su
declaración en suplicación está condicionada a la causación de indefensión a la parte que la alega y si tal
requisito puede ser apreciado aunque uno y otro juzgado dispensen la misma tutela y protección jurídica. Al
respecto se ha rechazado la petición de nulidad por no haberse alegado tan siquiera por la parte recurrente la
situación de indefensión ( TSJ Cataluña 18-5-99, EDJ 87235 ). No obstante, hay que tener en cuenta que tal
resolución es anterior a la LEC 2000 y que la situación de indefensión puede ser manifiesta en determinados
supuestos (elección del juzgado que mantiene un criterio favorable a la tesis actora en casos en los que no cabe
recurso de suplicación por razón de la cuantía, etc.). Sin tomar en consideración ese requisito, se ha declarado la
nulidad de las actuaciones en un supuesto el que el nombre y el DNI que encabezaban la demanda eran distintos
de los de la actora, lo que motivó que se asignara a un órgano judicial que no era el que correspondía a tenor de
las normas de reparto ( TSJ Murcia 21-5-07, EDJ 140362 ).
SECCIÓN 6

 Abstención y recusación 
1090
I. Función 1095
II. Causas de abstención y recusación 1105

  A. Causas subjetivas 1115

    1. Relación con las partes del proceso 1120


    2. Relación con la representación o defensa de las partes 1144

    3. Relación con otros jueces que hayan intervenido en el proceso 1148

  B. Causas objetivas 1150

III. Procedimiento de abstención 1165


IV. Procedimiento de recusación 1175

  A. Legitimación activa 1180

  B. Proposición 1184

    1. Plazo 1184

    2. Forma 1192

    3. Efectos 1200

  C. Tramitación y decisión del incidente de recusación 1205

    1. Audiencia a las partes y admisión o rechazo de las causas de recusación 1208

    2. Instrucción del incidente 1210

    3. Resolución del incidente 1218

    4. Recursos 1224

I. Función 
1095
Determinado, conforme a las normas de competencia objetiva, territorial y funcional y, en su caso, las de reparto de asuntos o ponencias, el órgano
jurisdiccional llamado a conocer de una controversia en la instancia, o en fase de recurso, el derecho a un proceso con todas las garantías exige que las
personas físicas que lo encarnan reúnan la idoneidad subjetiva y las condiciones de imparcialidad y de neutralidad imprescindibles en orden a su
debida resolución, para cuya salvaguardia se establecen los mecanismos procesales de la abstención y la recusación.
Ambas instituciones cumplen la misma función instrumental de garantizar el derecho a un juez o Tribunal imparcial pues implican la separación,
respecto de un concreto asunto, del juez o magistrado en quien no concurra esta condición.
La regulación legal de estas figuras pone de manifiesto una diferencia relevante entre ellas, cual es que mientras que en la abstención la iniciativa de
apartarse del conocimiento del pleito es del propio magistrado, en la recusación corresponde a las partes procesales. Esta diferencia ha conducido a una
valoración jurisprudencial de las causas que no resulta necesariamente idéntica, pues las abstenciones son decisiones adoptadas por magistrados
respecto de los que no es discernible ningún interés personal ni imaginable siquiera ninguna posible sospecha de intento de alterar la composición del
Tribunal o impedir su normal funcionamiento, a diferencia de lo que puede suceder con la recusación ( TCo auto 387/2007 ).

Precisiones

1) El derecho al juez imparcial está incluido en el derecho a un proceso con todas las garantías ( Const art.24.2 ),
constituyendo una garantía fundamental de la Administración de Justicia en un Estado de Derecho que condiciona
su existencia misma, pues sin ella no puede existir el «proceso debido» o «juicio justo» ( TCo 64/1997 ; 157/1993 ;
140/2004 ; 306/2005 ; 116/2008 ; TCo auto 59/2011 ; TCo 133/2014 ). Tal garantía se recoge expresamente en
diversos Tratados Internacionales ratificados por España, que sirven para interpretar nuestro ordenamiento
( Const art.10.2 ), como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-48, art.10 , el Convenio Europeo
para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de 4-11-50, art.6.1 y el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19-12-66, art.14.1, en los que se reconoce que toda persona tiene
derecho a ser oída públicamente por un Tribunal independiente e imparcial.
2) El reconocimiento del derecho a la imparcialidad de los jueces exige, por estar en juego la confianza que deben
inspirar en una sociedad democrática, que se garanticen a los litigantes que no concurre ninguna duda razonable
sobre la existencia de prejuicios o prevenciones en el órgano judicial ( TCo 47/2011 ).
3) La imparcialidad judicial se encuentra dirigida a asegurar que la pretensión sea decidida por un tercero ajeno a
las partes y a los intereses en litigio y que se someta exclusivamente al Ordenamiento jurídico como criterio de
juicio. Esta sujeción estricta a la Ley supone que la libertad de criterio en que estriba la independencia judicial no
sea orientada a priori por simpatías o antipatías personales o ideológicas, por convicciones e incluso por prejuicios
o, lo que es lo mismo, por motivos ajenos a la aplicación del Derecho. En definitiva, la obligación de ser ajeno al
litigio puede resumirse en dos reglas: primera, que el Juez no puede asumir procesalmente funciones de parte;
segunda, que no puede realizar actos ni mantener con las partes relaciones jurídicas o conexiones de hecho que
puedan poner de manifiesto o exteriorizar una previa toma de posición anímica a su favor o en contra ( TCo
60/2008 ). De otro lado, el juez imparcial, no es sólo un derecho fundamental de los litigantes, es también una
garantía institucional de un Estado de Derecho establecida en beneficio de todos los ciudadanos y de la imagen
de la Justicia, como pilar de la democracia ( TCo auto 26/2007 ).
4) Al aseguramiento del principio de imparcialidad obedecen los mecanismos de abstención y recusación.
1097
Abstención 
(LOPJ art.217;  LEC art.100.1;  LRJS art.15)
La abstención es un acto procesal del juez o magistrado a través de la cual insta al órgano competente su separación en el conocimiento de un
concreto asunto, por estimar concurrente algunas de las circunstancias que, previstas en la Ley, posibilitan su separación.
Nuestro sistema orgánico no asocia la pérdida de imparcialidad a la percepción subjetiva del magistrado pues ciertos órganos tienen atribuida ( LOPJ
art.221 ) la competencia para decidir sobre el carácter justificado o injustificado de la abstención ( TS auto 4-10-11, EDJ 234094 ), siendo éste un
control de legalidad realizado por un órgano jurisdiccional, no en balde el acto de abstención tiene naturaleza jurisdiccional.

Precisiones

Análogo deber de abstención, cuando concurran las mismas causas legales establecidas en la ley respecto de los
jueces y magistrados (nº 1105 s. ), tienen el Letrado de la Administración de justicia y los funcionarios del
Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa, del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa o del Cuerpo de
Auxilio Judicial, el miembro del Ministerio Fiscal o el perito designado por el Tribunal ( LEC art.100.2 ).
Respecto del procedimiento a seguir en tales casos véase:
- letrado de la Administración de Justicia: se remite a las normas fijadas en la LOPJ art.217 s. ( LEC art.103 );
- funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa, del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa
o del Cuerpo de Auxilio Judicial ( LEC art.104 );
- miembro del Ministerio Fiscal ( LEC art.106 );
- perito designado por el tribunal ( LEC art.105 ).
1099
Recusación 
(LOPJ art.223;  LEC art.107;  LRJS art.15)
Si el juez no se abstiene, o si pese a hacerlo el órgano competente para ratificar la abstención no la estimase justificada, queda abierto el cauce de la
recusación, que es el instrumento primordial para preservar el derecho al juez imparcial, cuya importancia resulta reforzada si se considera que el derecho
a recusar se integra en el contenido del derecho a un proceso público con todas las garantías, reconocido en la Constitución, de modo tal que la privación
de la posibilidad de ejercer la recusación implica la restricción de una garantía esencial que aparece establecida legalmente con el fin de salvaguardar
aquella imparcialidad del juzgador protegida por la Constitución ( Const art.24.2 ; TCo 116/2008 ; TCo 205/2013 ).

Precisiones

1) El instituto de la recusación tiene un doble fundamento ( TS 9-10-95, EDJ 4788 ):


a) Conjurar la duda o sospecha respecto de la potencialidad parcialidad del juez a través de una institución que
actúa en garantía de las partes, y que al mismo tiempo es legitimadora de la función jurisdiccional.
b) La apariencia de imparcialidad es fundamento de la recusación y también de legitimación de la actividad
jurisdiccional frente a la sociedad, de modo que la sustitución del juez-persona, por concurrir algunas de las
circunstancias legítimas de recusación y de abstención, no solo lo es por satisfacer un interés privado de parte sino
que además está fundado en un interés general o público respecto de una recta administración de justicia.
2) Igual posibilidad de recusación, cuando concurran las mismas causas legales establecidas en la ley en cuanto a
los jueces y magistrados (nº 1105 s. ), existen respecto del letrado de la Administración de Justicia y los
funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa, del Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa
o del Cuerpo de Auxilio Judicial, o el perito designado por el Tribunal ( LEC art.99 ). Los miembros del Ministerio
Fiscal no pueden ser recusados, pero las partes pueden acudir al superior jerárquico del Fiscal que se trate,
interesando su no intervención cuando consideren que le afectan las causas establecidas para Jueces y
Magistrados ( L 50/1981 art.28 ).
3) Respecto del procedimiento a seguir para los sujetos mencionados en la precisión anterior:
a) Los letrados de la Administración de Justicia ( LOPJ art.446 -redacc LO 7/2015-): se siguen las
prescripciones de la LOPJ atinentes a jueces y magistrados, con las siguientes especialidades:
- no es posible su recusación durante la práctica de cualquier diligencia o actuación de que estuvieren encargados;
y
- la pieza de recusación se instruye y resuelve por los mismos Jueces o Magistrados competentes para conocer de
la abstención ( LEC art.115 a 118 -redacc LO 7/2015- y 119 ).
b) Los funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa, del Cuerpo de Tramitación Procesal y
Administrativa o del Cuerpo de Auxilio Judicial: para la instrucción del incidente de recusación es competente el
Secretario del que jerárquicamente dependan, y lo decide quien sea competente para dictar la resolución que
ponga término al pleito o causa en la respectiva instancia. Contra la resolución que resuelva el incidente no se da
recurso alguno ( LEC art.121 a 123 );
c) En cuanto al perito designado por el tribunal: presentando en tal caso el recusado sus alegaciones ante el
letrado de la Administración de Justicia, aunque si se negase la certeza de la causa imputada -o no se aceptase el
reconocimiento realizado por el perito de la concurrencia de dicha causa-, el letrado de la Administración de Justicia
ha de ordenar a las partes que comparezcan a presencia del tribunal, con las pruebas de que intenten valerse y
asistidas de sus abogados y procuradores, si su intervención fuera preceptiva en el proceso ( LEC art.124, 125,
126, 127 y 128 ).
1101
Abstención y recusación de miembros de órganos colegiados 
Tratándose de órganos colegiados, la exigencia de imparcialidad afecta no sólo al magistrado ponente, ni a éste en mayor medida que a los demás
componentes de la Sala, pues su decisión es colegiada ( TCo auto 117/97 ), y lo que se intenta evitar es la participación en el conocimiento, deliberación y
votación del litigio del Magistrado en quien pueda concurrir alguna de las causas previstas legalmente, con total independencia de la influencia que su
voto pueda tener en la deliberación por otro lado, secreta ( LOPJ art.233 y LEC art.139 ) y en el resultado final de la votación ( TCo 51/2002 ; 231/2002 ;
140/2004 ).
Por otra parte, cuando para un concreto asunto se designen magistrados que no constituyan plantilla de la sala, la designación ha de notificarse
inmediatamente a las partes a efectos de su posible abstención o recusación ( LOPJ art.202 ).
No comunicar la composición la exacta composición de la sala y el nombre de la magistrado ponente llamado a conocer la causa, puede ser causa de
nulidad de actuaciones cuando esta irregularidad es relevante por impedir a la parte alegar de forma concreta una causa legal de recusación que no sea
descartable «prima facie» ( TS 3-3-15, EDJ 58587 ).

II. Causas de abstención y recusación 
(LOPJ art.219)

1105
Los motivos legales de abstención y recusación son comunes a ambas figuras y; los primeros los invoca el magistrado que, por considerarse afectado,
estima que debe apartarse del asunto; los segundos los alegan las partes.
Estas causas se aplican en todos los órdenes jurisdiccionales, así como en el Tribunal Constitucional.

Precisiones

1) Tales causas tienen carácter tasado (nº 1107 ) e implican una consideración de no imparcialidad en el juzgador
por lo que, de ser admitidas, los afectados quedan apartados del conocimiento del recurso en que opera la tacha en
cuestión ( TS auto 25-5-04, EDJ 297656 ).
2) El legislador ha optado por no encomendar al criterio particular del juez la apreciación de los motivos por los
que debe abstenerse de resolver un determinado litigio, ni ha dejado al libre arbitrio de los interesados la facultad
de recusarle por cualquier causa, sino que, por elementales razones de seguridad jurídica y para evitar tanto
precipitadas abstenciones como abusivas o infundadas recusaciones, ha precisado las circunstancias que sirven
taxativamente de causas comunes de abstención y recusación ( TS 10-11-99 , EDJ 84265 ).
3) Las causas legales coinciden con situaciones del más diverso origen susceptibles de generar, según las reglas
de la común experiencia, una apreciable dificultad anímica en el juez para resolver con serenidad, ponderación y
desapasionamiento, bien por su vinculación personal con alguna de las partes, bien por su relación con el objeto
del proceso, que llevan al legislador a considerar que en esos supuestos concurre razonablemente una apariencia
de parcialidad, no porque el juez que se encuentre en las circunstancias descritas sea parcial, sino porque se
puede temer que lo sea. Lo relevante es que objetivamente concurra alguna de dichas causas, aun cuando
subjetivamente el juez estuviese plenamente capacitado para decidir imparcialmente. Dado que esa condición
subjetiva no puede conocerse con certeza, el legislador la objetiva, estimando que la concurrencia de la causa
legal debe provocar, como consecuencia necesaria, la abstención o, en su defecto, la recusación, sin necesidad de
indagar si en ese caso concreto pone realmente en peligro la necesaria imparcialidad del juez o magistrado.
4) Aunque las causas legales de abstención o recusación son comunes, la praxis judicial permite constatar una
visible diferencia en su tratamiento, debiendo destacarse en general la menor extensión del enjuiciamiento crítico
de las primeras cuando se admiten, frente al de las recusaciones ( TCo auto 387/2007 ).
1107
Carácter legal y tasado 
(LOPJ art.219;  LRJS art.15.1)
El carácter legal y tasado de las causas de abstención o recusación es un principio básico del régimen legal. Esto significa que la abstención o la
recusación únicamente resultan procedentes cuando concurren alguno de los motivos relacionados en la LOPJ, entre los que se incluyen situaciones de
diversa índole susceptibles de generar, según las reglas generales de la experiencia, bien una dificultad para resolver el litigio con la serenidad,
objetividad, ponderación y desapasionamiento exigibles, bien una razonable sospecha del justiciable de la existencia de aquélla dificultad ( TS 21-12-99 ,
EDJ 35876 ; 16-12-98 ). Esta especial configuración normativa, mediante una enumeración pormenorizada de causas, se diferencia de otros sistemas
legales que sólo establecen una cláusula general, a concretar jurisprudencialmente en cada caso, afirmándose que el catálogo legal es suficiente, en
principio, para satisfacer el cumplimiento de las condiciones objetivas de imparcialidad, máxime cuando, a las ventajas que se derivan de una concreción
positiva que excluye cualquier sensación de inseguridad, se une la evidente coincidencia entre este desarrollo legal y el que las Jurisprudencias, tanto
nacionales como supranacionales, han alcanzado como producto de su elaboración doctrinal ( TS Sala 61 auto 20-7-12, EDJ 202398 ).
Tanto la jurisprudencia constitucional ( TCo auto 18/2006 ; auto 26/2007 ; 69/2001 ), como la ordinaria ( TS 7-6-04 , EDJ 183565 ), afirman que el
listado de la LOPJ art.219 es de carácter cerrado, de suerte que los motivos de abstención y de recusación han de subsumirse necesariamente en
algunos de los supuestos que la norma define como tales. En lo que respecta a las causas de recusación se especifica que en la medida en que
permiten apartar del caso al juez predeterminado por la Ley, no admiten interpretación extensiva o analógica y que la delimitación de su ámbito ha de ser
restrictiva y vinculada al contenido del derecho a un juez imparcial ( TCo 162/1999 ; TCo auto 383/2006 ; TCo auto 59/2011 ). En esa misma línea se
sostiene que el elenco legal no puede ser susceptible de una interpretación que suponga la creación de causas inexistentes, al tratarse de una materia
que afecta a la propia seguridad jurídica, respecto de la composición legalmente preordenada del Tribunal ( TS 9-4-14, Rec 11003/13 ).
1108
Doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos 
La aplicación rígida del criterio jurisprudencial que acabamos de exponer puede colisionar en algunos casos con la doctrina elaborada por el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos ( TEDH 6-1-10, asunto nº 74181/01 ; 28-4-09 asuntos acumulados nº 17214/05 20329/05 y 42113/04 TEDH 29-5-12,
demanda 16047/10), con arreglo a la cual la existencia de imparcialidad a los efectos del derecho a un tribunal imparcial (Convención Europea de los
Derechos del Hombre art.6.1), debe ser determinada atendiendo a un doble aspecto:
1) Subjetivo, ponderando la convicción personal y la conducta del juez en esa ocasión, es decir, si existe algún prejuicio personal, comportamiento o
toma de partido por su parte; bajo esta perspectiva, la imparcialidad se presume salvo prueba en contrario ( TEDH 28-10-98, núm 28194/95 ).
2) Objetivo, valorando si el juez, o la composición del tribunal, ofrece suficientes garantías para excluir cualquier duda legítima respecto a su
imparcialidad. Bajo este enfoque, se trata de examinar si, con independencia de la conducta personal del magistrado, existen hechos comprobables que
pueden plantear sospechas sobre aquella ( TEDH 12-7-11, núm 12748/06 ; 2-3-00, núm 43715/98 ; 22-6-04, núm 47221/99 ).
No obstante el propio Tribunal ( TEDH 11-12-12, demanda 21722/11) precisa que no existe una división hermética entre ambas vertientes, ya que la
conducta de un juez no sólo puede despertar dudas de manera objetiva en cuanto a su imparcialidad desde el punto de vista del observador externo, sino
que también puede ir a la cuestión de su convicción personal, por lo que en algunos casos puede ser difícil de obtener pruebas con las que desvirtuar la
presunción de imparcialidad subjetiva del juez, proporcionando el requisito de la imparcialidad objetiva una garantía más importante. En este sentido, se
afirma que incluso las apariencias pueden ser importantes o, en otras palabras, que los jueces «no sólo deben ser justos, también deben parecerlo»,
puesto que lo que está en juego es la confianza que los tribunales de una sociedad democrática deben inspirar a los justiciables, empezando por las
partes en el proceso. Por ello, el elemento decisivo consiste en saber si las aprensiones del litigante pueden considerarse como objetivamente justificadas
( TEDH 61281/00 ). Hay que tener en cuenta, además, que los conceptos de independencia e imparcialidad objetiva están estrechamente vinculados y,
dependiendo de las circunstancias, pueden requerir un examen conjunto ( TEDH 11-12-12, demanda 21722/11).
A la luz de los pronunciamientos del TEDH, la aplicación rígida de la doctrina de los tribunales españoles resulta cuestionable, ya que pueden concurrir
otras causas distintas de las legalmente previstas que afecten de manera efectiva al derecho a un juez imparcial, como por ejemplo el parentesco
próximo del Juzgador con uno de los peritos, si por las circunstancias del caso dicho vínculo origina razonablemente una sospecha de pérdida de
imparcialidad del juez en la valoración de la prueba ( TS 17-6-03 , EDJ 80490 ).
Lo expuesto aconseja interpretar y aplicar las causas recogidas en la LOPJ art.219 siguiendo las pautas que para la mejor garantía del derecho al juez
imparcial ha establecido el TEDH, de acuerdo con cuya doctrina se pueden llegar a configurar supuestos en que sea obligada la abstención y legítima la
recusación aunque no estén clara y expresamente contemplados en dicha norma ( TS 11-7-03 , EDJ 80603 ), lo que obliga a atender no al sentido literal
de la causa sino al fundamento de la misma, si bien, para ello es necesario que existan sospechas objetivamente justificadas, es decir, exteriorizadas y
apoyadas en datos objetivos que permitan afirmar fundadamente que el juez no es ajeno a la causa, o que permitan temer que por cualquier relación con
el caso concreto, no utilizará como criterio de juicio el previsto por la ley, sino otras consideraciones ajenas al ordenamiento jurídico ( TS Civil auto 25-6-
13, Rec 1871/12 ). Así se acepta la recusación en un caso en el que la letrada de la parte recurrente tenía una relación societaria con un hermano de
uno de los Magistrados que formaban la Sala, dado que las apariencias pudieran hacer dudar de su imparcialidad ( TS auto 5-6-14, Rec 1408/13 ; 18-7-
14, Rec 216/13 ). Por el contrario, se descarta la pérdida de la imparcialidad objetiva por el hecho de que la juez de lo social hubiese resuelto en un
procedimiento de incapacidad permanente anterior al ser distinto el material probatorio valorado en uno y otro litigio ( TEDH 4-9-12, demanda 17455/09).
1109
Tipos de causas 
(LOPJ art.219)
Se recogen un total de 16 causas por las que los jueces y magistrados deben abstenerse o pueden ser recusados por las partes, todas ellas movidas por
la necesidad de mantener la exigencia de independencia e imparcialidad que requiere el ejercicio de la función de juzgar. De su lectura se desprende la
existencia de dos tipos de causas, que se corresponden con la doble vertiente desde la que se pueda analizar la imparcialidad del juez (la subjetiva, en la
que se integran todas las dudas que derivan de sus relaciones con las partes, y la objetiva, por la que se asegura que su acercamiento al «thema
decidendi» se produce sin haber tomado postura en relación con el mismo).
a) Causas subjetivas: atienden a la existencia de determinadas relaciones extraprocesales (personales o profesionales) del juez con las partes, con
sus representantes o defensores, con el Ministerio Fiscal o con otros jueces, que pueden suscitar un interés previo en favorecerlas o perjudicarlas, por lo
que se incluyen en el círculo de presunción de la parcialidad que el legislador quiere evitar
1110
b) Causas objetivas se reconducen a la relación existente entre el juez y el objeto mismo del litigio y tienden a asegurar que el que interviene en su
resolución no haya tenido un contacto previo con la controversia sometida a su consideración y, por tanto, que se acerque a la misma sin prevenciones en
su ánimo ni prejuicios derivados de una relación o contacto previos con su objeto ( TCo 126/2011 ; 47/2011 ; 47/1998 ). Se trata de evitar que influya en el
juicio de instancia, o en la resolución del recurso, la convicción previa que el juez se haya formado sobre el fondo del asunto, con la consiguiente pérdida
de la aptitud necesaria para pronunciarse con la debida objetividad. Tal convicción previa no merece, en sí misma, tacha alguna, pero la sola posibilidad
de que se proyecte en el ulterior enjuiciamiento, o en el recurso que proceda, pone en riesgo el derecho del justiciable a obtener una justicia imparcial. La
Ley, ante tal riesgo, no impone al juez abandonar o superar las convicciones a las que legítimamente llegó, ni exige tampoco a los justiciables confiar en
que esa superación se alcance. Las causas objetivas despliegan su efecto con independencia de la capacidad personal del juez para mantener su rectitud
de juicio. Su concurrencia le obliga a retirarse del proceso, al margen de su habilidad para lograr la equidistancia y para impedir que su condición de
tercero quede adulterada ( TS auto 4-10-11, EDJ 234094 ).
Se entiende que estas causas despliegan su eficacia sobre el específico objeto del proceso, sin que su virtualidad pueda extenderse al resultado del
contraste entre dicho objeto y el de cualesquiera otros procesos de los que haya podido conocer el juez ( TCo 47/1998 ; 138/1994 ).

A. Causas subjetivas 
1115
La posibilidad de abstención o recusación por causas subjetivas puede derivar de la relación del magistrado o juez con:
- los litigantes;
- sus representantes o defensores;
- el representante del Ministerio Fiscal
- los jueces que han intervenido en el proceso.

Precisiones

En principio la relación con uno de estos sujetos es la única que justifica la abstención o la recusación, no
pudiendo extenderse a otros distintos como: los peritos ( TS 17-6-03 , EDJ 80490 ); los testigos ( TSJ auto
Castilla-La Mancha 9-7-09, EDJ 158384 ); un catedrático de Universidad que ha dictaminado y asesorado sobre el
objeto del litigio ( TCo auto 383/2006 ), aunque caben ciertas matizaciones (nº 1108 ). Por otra parte, tampoco
pueden invocarse vínculos de naturaleza diferente a los señalados, como el que une a un Magistrado y una
persona que trabajaba para una de las partes, supuesto en el que habrá de acudir, en su caso, a alguna de las
causas objetivas ( TS 10-12-04, EDJ 197316 ).
1. Relación con las partes del proceso 

1120
Existe causa de abstención o recusación cuando el juez se encuentra, respecto de cualquiera de los litigantes, en una de las situaciones de proximidad,
afecto, discordia, o dependencia profesional que a continuación se relacionan, de las que cabe justificadamente sospechar que puede poner el ejercicio
de su función al servicio del interés particular de una de las partes o en contra del mismo.
1122
Vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable 
(LOPJ art.219.1ª)
La razón de ser de esta causa, al igual que la de la siguiente, radica en que de esa relación jurídica o situación fáctica derivan un conjunto de efectos
patrimoniales y no patrimoniales que llevan a presumir que el juez tiene interés en que el asunto se resuelva a favor de uno de los litigantes,
respondiendo a la regla «nemo iudex in causa sua» (nadie puede ser juez de su propia causa).
En el supuesto de matrimonio, no se exige que exista convivencia, concurriendo esta causa aunque exista separación de hecho ( TSJ Granada auto 30-
6-11, EDJ 228465 ).
1124
Parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad o afinidad 
(LOPJ art.219.1ª)
La determinación de los grados de parentesco ha de realizarse de acuerdo a lo previsto en el CC art.915 a 918 ( CC art.919 ). Así incurre en esta causa el
Magistrado que es primo hermano de la mujer de una de las partes que se encuentra en relación de cuarto grado de colateralidad ( TCo 44/1985 ).
En el caso de parentesco por afinidad no se requiere que el vínculo sea actual.

Precisiones

GRADOS 1º 2º 3º 4º
CONSANGUINIDAD Padres e hijos Hermanos, abuelos, nietos Sobrinos, tíos Primos
AFINIDAD Padres políticos (suegros) Hermanos políticos Sobrinos y tíos políticos Primos políticos
Hijos políticos (cuñados).
(nueras/yernos) Abuelos políticos y nietos
políticos

1126
Relaciones tutelares 
(LOPJ art.219.3ª)
Esta causa deriva de ser o haber sido defensor judicial o integrante de los organismos tutelares de cualquiera de las partes, o de haber estado bajo
cuidado o tutela de alguna de éstas.
1128
Amistad íntima o enemistad manifiesta 
LOPJ art.219.9ª)
La causa de recusación es la amistad íntima o la enemistad manifiesta lo es con cualquiera de las partes. No lo es con sus letrados, procuradores, o
representantes técnicos ( TS 27-5-11, EDJ 103993 ; TS auto 20-12-11, EDJ 292830 ; TSJ Castilla-La Mancha auto 29-1-09, EDJ 38330 ; TSJ Cataluña
auto 18-7-12, Rec 19/12 ), o con otros sujetos que intervengan o hayan podido intervenir en el proceso, que no conlleva, en sí misma, una pérdida de la
imparcialidad, pues la existencia de tales relaciones no determina que el juez no vaya a enjuiciar el asunto con la ecuanimidad que le exige el ejercicio de
su función. No obstante, esto no implica que la existencia de tales relaciones no pueda, en ciertos casos, determinar la pérdida de imparcialidad
subjetiva del juez (su convicción personal, lo que piensa en su fuero interno). De ahí que sólo en los supuestos en los que existan circunstancias que
puedan hacer surgir el legítimo temor de que la amistad íntima o enemistad manifiesta del juez con otros sujetos que intervienen en el proceso pueda
conllevar que el criterio de juicio no sea la imparcial aplicación del ordenamiento jurídico puede considerarse que el mismo no reúne las condiciones de
idoneidad subjetiva y que, por tanto, el derecho de la parte al juez imparcial le impide conocer del asunto ( TCo auto 380/2005 ).

Precisiones

Tanto la amistad como la enemistad pertenecen a la esfera subjetiva de los sentimientos y sólo pueden predicarse
de las personas físicas. Quedan, por lo tanto, excluidos como indicador verosímil de amistad o enemistad los
meros sentimientos de inclinación o de rechazo deducidos del hecho de la pertenencia a asociaciones,
corporaciones o grupos sociales, así como en relación a la asunción de creencias religiosas e ideologías de signo
diverso, mientras no se hayan traducido en actos individualizados de amistad o enemistad ( TCo auto 180/2013 ).
1129
Amistad íntima 
Para que exista una relación de amistad con la intensidad que exige la norma es necesario que medie un afecto personal, puro y desinteresado,
ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato y aparece caracterizado por la nota de la intimidad en cuanto penetra y se sitúa en la zona
espiritual y reservada de la persona, que no puede equipararse a una relación de conocimiento y trato ocasional o de afinidad ideológica ( TCo auto
226/1988 ). La amistad íntima conlleva una predisposición del ánimo a inclinarse por uno de los contendientes ( TS auto 15-4-10, Rec 681/10 ). Desde
luego no lo es la simple relación de conocimiento personal que deriva de la coincidencia como compañeros en el mismo centro de trabajo, pues lo que
la caracteriza es un vínculo personal que se mantiene más allá del lugar de trabajo; esto es, el que resulta de un trato frecuente o cotidiano al margen de
la profesión que, por ello, demuestra esa superior proximidad afectiva que resulta necesaria para que se pueda hablar de «amistad íntima» ( TS cont-adm
12-12-12, EDJ 306242 ).

Precisiones

1) No basta con que exista una simple relación de amistad, que puede mantenerse con muchas personas por
diversas causas, sino que se exige que la amistad sea íntima, lo cual ordinariamente se predicará de pocas
personas, por relaciones muy especiales derivadas de circunstancias vitales importantes ( TSJ Cataluña auto 1-10-
12, Rec 20/12 ).
2) La amistad debe ser íntima lo que supone que la simple relación de amistad queda excluida.
3) No se aprecia amistad íntima:
a) Por el hecho de que el magistrado haya acudido a determinadas celebraciones en unión de una de las partes
( TS 24-1-97 , EDJ 2583 ), o participado con ella en un simposio ( TS auto 22-6-07 , EDJ 85221 ); pero sí si salen
juntos por la calle para alternar e incluso acuden a sus respectivos domicilios para cenar, lo que configura una
apariencia suficiente que encaja dentro de la causa legal ( TSJ Valladolid auto 12-1-11, EDJ 21247 ).
b) Por haber llegado a una relación cordial con el gerente de un restaurante del que el magistrado es cliente
habitual y con la camarera que le ha atendido reiteradamente, pues aún entendiendo que el juez se encuentre en
un compromiso personal al tener que decidir conforme a derecho el pleito existente entre dos personas con las que
ha llegado a tener una relación cordial, no se está en la causa de abstención que afecte a su imparcialidad
conforme a la psicología humana ( TSJ Cataluña auto 29-9-09, EDJ 277228 ).
c) Por existir una especial relación de confianza, como la que se puede mantener con el médico personal ( TSJ
Cataluña 26-3-07, EDJ 144904 ).
4) Por el contrario sí se aprecia amistad íntima:
a) Como consecuencia de la vinculación que une al Magistrado a la sociedad mercantil demandada en tanto
explota la residencia en la que se encuentra ingresada su madre, a consecuencia de una enfermedad degenerativa
que precisa de cuidados y atención permanente y especializada, siendo dicho Magistrado el que se ocupa de todo
lo relacionado con el trato y cuidado de su progenitora ( TSJ Cataluña 5-2-08, EDJ 36805 ).
b) Si el magistrado tiene íntima amistad con el demandante que es además el subdirector de la empresa
demandada, lo que ha supuesto que el titular del órgano judicial tenga cabal conocimiento extraprocesal de los
temas a enjuiciar a través de la versión que le ha facilitado el actor, y no solo respecto a los procedimientos en los
que es parte el mismo, sino también en los restantes que afectan a otros trabajadores de la misma empresa en los
que se plantea la misma problemática jurídica ( TSJ Cataluña auto 30-4-09, EDJ 206132 ).
5) Con criterio dudoso se considera que aunque la amistad que une al Magistrado con una de las partes no puede
calificarse como «íntima» sí que perturba su independencia en lo que puede considerarse un supuesto asimilable a
la causa de la LOPJ art.219.10 de «interés indirecto» en el pleito ( TSJ Cataluña auto 17-12-09, EDJ 363851 ).
6) La amistad o la relación de compañerismo entre magistrados no encuentra encaje en este motivo legal ( TCo
auto 136/2002 ; TS auto 21-9-01 , EDJ 93807 ).
7) La interpretación gramatical de la norma excluiría el supuesto de hecho en que la amistad no se mantiene con
una de las partes, sino con el cónyuge de una de ellas, pero no descartándose de manera abierta la amistad
indirecta con el propio litigante se plantea la duda o sospecha de que tales circunstancias pueda influir en la
decisión a adoptar en el pleito, lo que enlaza, a su vez, con la causa de abstención prevenida en la LOPJ art.219.10
, esto es, tener interés directo o indirecto en el pleito ( TSJ Madrid auto 30-6-10, EDJ 172370 )
1130
Enemistad manifiesta 
La enemistad es aversión, malquerencia, odio, rencor, hostilidad, oposición, mala voluntad o rivalidad ( TS 6-10-00 , EDJ 117269 ). Debe tratarse de una
animadversión manifiesta, profunda y acreditada ( TS 16-2-98 ; TCo auto 54/2014 ).

Precisiones

1) En principio, la enemistad debe ser ajena al propio contenido de la función jurisdiccional, sin que pueda
apreciarse por el mero contenido desfavorable de las resoluciones adoptadas por el juez a lo largo del proceso en
el cumplimiento de su función ( TS 27-5-11, EDJ 103993 ; 16-2-98 ; 12-7-04, EDJ 82819 ; 29-3-05, EDJ 40643 ), o
por su participación en la decisión de cuestiones interlocutorias en contra de lo pretendido por la parte ( TS 8-2-
91 , EDJ 1297 ).
2) La enemistad debe acreditarse de manera suficiente mediante hechos concretos de los que pueda inferirse
razonablemente su existencia ( TS 12-7-04, EDJ 82819 ), lo que no sucede si el Magistrado ni tan siquiera conoce
personalmente al litigante ( TS 6-10-00 , EDJ 117269 ), sin que sean suficientes las meras alegaciones de la parte
( TS 24-1-97 , EDJ 2583 ).
3) La aversión no se puede inferir de determinadas declaraciones realizadas a la prensa por un Magistrado con
motivo de la tramitación del litigio y de otros similares y del contenido de sucesivas resoluciones recaídas en ellos
en las que se indicaba que todo expediente administrativo o judicial ha de ser tramitado con arreglo a los más
estrictos cauces procedimentales y sin merma de los requisitos impuestos legalmente y que si se infringían tales
preceptos la Sala se vería obligada a declararlo así en futuros litigios ( TS 2-2-90 , EDJ 988 ).
4) Con criterio discutible se aprecia esta causa en un pleito laboral seguido contra una empresa editorial que
mantuvo una campaña de abierta hostilidad contra el Gobierno bajo cuyo mandato el Magistrado ocupó una
Dirección General ( TSJ Madrid 23-3-04 , EDJ 110558 ).
5) También se estima concurrente en un litigio seguido a instancia de un vigilante de seguridad que desempeñaba
sus funciones en la sede de los Juzgados de lo Social respecto del cual el Magistrado suscribió un escrito
manifestando su malestar y descontento con su actuación y solicitando su sustitución ( TSJ Cataluña auto 20-1-09,
EDJ 19847 ).
6) No se considera signo de animadversión hacia el Letrado de los actores el hecho de que en una anterior
sentencia sobre asunto similar sus manifestaciones se hubiesen calificado como «falsas e inexactas» y se hubiese
dado cuenta de su actuación al Ilustre Colegio de Abogados ( TSJ Madrid auto 15-7-08, EDJ 326325 ).
1132
Dependencia profesional o laboral 
(LOPJ art.219.12ª)
Concurre esta causa cuando alguna de las partes está subordinada o lo ha estado al juez que debe resolver la contienda. Con ello se pretende que la
relación de proximidad que se halla implícita en la relación derivada del trabajo pueda influir en la resolución que se dicte ( TS Sala 61 auto 29-9-11, EDJ
251563 ).

Precisiones

1) Se incluye tanto la subordinación dentro del órgano jurisdiccional ( TSJ Sevilla auto 20-6-13, Rec 10/13) ,
como la que se produzca fuera de él, por ejemplo, la del empleado del servicio doméstico que presta servicios en
el hogar del juez o magistrado.
2) No se exige que la dependencia sea actual.
3) La independencia de los jueces y magistrados en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales excluye cualquier
relación de subordinación entre ellos incardinable en esta causa legal ( TS 11-4-00 ).
1134
Defensa o representación 
(LOPJ art.219.6ª)
También es causa de abstención o recusación el de haber sido defensor o representante de alguna de las partes. Su razón de ser es que la conexión
retrospectiva con las partes anterior a adquirir su condición de juez o magistrado acredita como razonable la sospecha de parcialidad.

Precisiones

1) Se incardina en este supuesto cualquier intervención anterior del juez en otro litigio como defensor o
representante de las partes, con independencia de la mayor o menor lejanía en el tiempo y de la naturaleza de
aquél ( TS 22-2-03 , EDJ 6502 ).
2) Esta causa puede afectar de manera particular a los jueces y magistrados que han accedido a la carrera judicial
por el extinto tercer turno y por el denominado cuarto turno, así como a los jueces sustitutos. Al respecto, se
considera que concurre esta causa si con anterioridad a su ingreso el juzgador fue abogado del grupo de empresas
demandado, no obstante el tiempo transcurrido y del cambio accionarial y de directivos ( TSJ Cataluña auto 13-6-
08, Proc 12/08 ; TSJ Cataluña auto 22-9-11, EDJ 239250 ), pero que no puede apreciarse por el mero hecho de
que el despacho colectivo al que pertenecía antes de su ingreso en la judicatura hubiese defendido a una de las
partes si él no intervino directa o indirectamente ( TSJ Cataluña 28-2-05, Recusación 3/04, EDJ 98789 ), aunque
fuese uno de los designados en la escritura de poder de la que no hizo uso ( TSJ Cataluña 24-5-07, EDJ 161204 ,
modificando el criterio mantenido en la sentencia Cataluña 29-6-05, Rec 9/05 ); o de que el juez hubiese sido
compañero de despacho del letrado de uno de los litigantes ( TSJ Cataluña auto 14-7-11, EDJ 196589 ).
3) Incurre en esta causa quien conoció del contenido del pleito en su condición de Letrado de un bufete al que se
le encomendó la defensa de la parte demandada ( TSJ Cataluña 10-1-11, EDJ 33628 ).
1136
Denuncia determinante de sanción disciplinaria 
(LOPJ art.219.5ª)
La causa radica en que el juez o magistrado haya sido sancionado disciplinariamente en virtud de expediente incoado por denuncia o a iniciativa de
alguna de las partes.

Precisiones

1) La causa opera cualquiera que sea la naturaleza de la falta y la sanción impuesta.


2) No se exige que la sanción sea firme.
3) La causa no entra en juego por la mera presentación de una queja ante el Servicio de Inspección del CGPJ o
por la apertura de unas diligencias informativas previas o la tramitación de un expediente disciplinario con ocasión
de aquella ( TSJ Madrid auto 4-7-12, EDJ 181087 ).
1138
Acción penal de las partes 
(LOPJ art.219.4ª)
Concurre esta causa legal siempre que se cumplan los siguientes requisitos cumulativos:
a) Que una de las partes haya denunciado o acusado al juez como responsable de un delito o falta; se entiende que la denuncia o acusación debe
haberse producido con anterioridad a la iniciación del proceso en la que la recusación se formula, porque de no estimarse así la determinación del
juzgador o la composición del Tribunal quedaría sujeta a la voluntad de las partes, quienes en cualquier momento podrían presentar una denuncia aun
infundada, lo que llevaría consigo el natural quebranto de la Administración de Justicia y la ofensa para los funcionarios que la dispensan ( TS 29-7-98 ,
EDJ 9430 ).
b) Que la denuncia o acusación haya dado lugar a la incoación de procedimiento penal, es decir, que hayan sido admitidas a trámite dando lugar al
correspondiente procedimiento judicial ( TS Sala especial auto 4-4-97 , EDJ 859 ; 4-4-97 , EDJ 908 ; TSJ Sevilla 12-2-13, Rec 9/12 ); por lo que la sola
interposición de una querella carece de eficacia para que opere esa causa de recusación ( TS 30-6-98 , EDJ 11953 ), si no fue admitida ( TS auto 30-5-11,
EDJ 103955 ).
c) que la causa penal no haya terminado por sentencia absolutoria o auto de sobreseimiento.
1140
Acción penal del juez 
(LOPJ art.219.7ª)
Incurre en esta causa el juez que es o ha sido denunciante o acusador de alguna de las partes.

Precisiones

1) Pese a no estar expresamente contemplado en la norma, la decisión de remitir testimonio al Ministerio Fiscal
que fue quien interpuso la querella, encuentra encaje en esta causa ( TS 4-2-02 , EDJ 2705 ; 18-9-06 , EDJ 266040
).
2) La firma de un escrito de queja y apoyo no puede calificarse como una denuncia o acusación ( TS 11-4-00 ).
3) Esta causa no opera respecto de los abogados, que no son parte en sentido técnico procesal, sino que
intervienen en el proceso como asesores técnicos de quienes sí lo son ( TSJ Madrid auto 24-3-09, EDJ 96639 ).
1142
Pleito pendiente 
(LOPJ art.219.8ª)
Esta causa consiste en tener pleito pendiente con alguna de las partes. Es indiferente que el litigio sea civil, laboral o contencioso-administrativo.
La controversia tiene que ser actual, por lo que la causa no opera si la demanda formulada por una de las partes fue desestimada por sentencia firme
( TCo auto 265/2003 ).
2. Relación con la representación o defensa de las partes 
(LOPJ art.219.2º)

1144
Existe causa de abstención o recusación, cuando en relación con el letrado o el procurador de cualquiera de las partes, el juez o magistrado se encuentre
en alguna de las siguientes situaciones:
- vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable;
- parentesco por consanguinidad o afinidad dentro del segundo grado (ver nº 1124 ).

Precisiones

1) Estas causas operan cuando los citados profesionales actúan en el proceso social, aunque en él no sea
preceptiva la intervención de abogado y procurador en la instancia ni la de procurador en trámite de recurso.
2) En el proceso de trabajo, los graduados sociales han de entenderse comprendidos en ambas causas.
3) En principio, no constituye causa de abstención y, en su caso, de recusación:
a) La amistad íntima o enemistad manifiesta del juez con el letrado o el procurador de alguna de las partes ni con
los del mismo despacho ( TS 22-1-04 , EDJ 858 y 17-9-01 , EDJ 49681 ), ni el hecho de tener relación de amistad
con el Letrado con el que había compartido despacho con anterioridad al ingreso en la carrera judicial y al que una
de las partes ha encargado la defensa de su caso ( TSJ Cataluña auto 18-6-07, EDJ 161215 ; en sentido contrario
TSJ Cataluña auto 16-9-09, EDJ 252956 ), no resultando aplicable por la vía de la analogía la causa de la LOPJ
art.219.9ª ( TCo auto 117/1997 ).
b) Se afirma que en la hipótesis de que el juez tuviera manifiesta enemistad con el Letrado de alguna de las
partes la solución acorde con las garantías de la Const art.24 no consiste en que aquél se aparte del proceso, sino
en que el litigante decida si le conviene mantener el defensor que ha elegido ( TCo auto 117/1997 ). No obstante,
conviene tener en cuenta lo expuesto en el nº 1108 .
3. Relación con otros jueces que hayan intervenido en el proceso 
(LOPJ art.219.15ª y 392)

1148
Existe causa de abstención o recusación cuando el juez o magistrado se encuentre en alguna de las situaciones, que se relacionan a continuación,
respecto de los jueces o magistrados que hubieran dictado resolución o practicado actuación a valorar por vía de recurso o en cualquier fase ulterior del
proceso.
- vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable;
- parentesco por consanguinidad o afinidad dentro del segundo grado.
Las relaciones de amistad o enemistad entre miembros de la carrera judicial que intervengan en las diferentes instancias o grados de un determinado
asunto no constituyen causa de abstención y, en su caso, de recusación ( TCo auto 136/2002 ); tampoco encuentran encaje en la causa de la LOPJ
art.219.9ª (ver marginal nº 1129 ).

B. Causas objetivas 
1150
Pretenden garantizar la imparcialidad objetiva del juez en relación con el asunto sometido a su decisión, su fundamento no radica en los vínculos que
unen al juez con las partes u otros intervinientes en el litigio, sino en la relación que ha podido tener con el objeto propio del procedimiento. Tratan, por
tanto, de asegurar que el Magistrado no haya tenido un contacto previo con el «thema decidendi» y evitar que pueda tener una idea preconcebida al
respecto. Estas causas, no sólo deben quedar exteriorizadas y apoyadas en datos objetivos, sino que, además, deben alcanzar una consistencia tal que
permita afirmar que la abstención o recusación se halla objetiva y legítimamente justificada ( TS civil auto 16-4-08, Rec 3708/00 ).
La posible apreciación de una causa de recusación objetiva no prejuzga ni contempla en modo alguno ningún interés del juez en que al pleito se le dé una
u otra solución, ni encierra sospecha alguna de parcialidad subjetiva en su actuación, sino que se limita a determinar si de su actuación previa cabe
deducir su conocimiento anticipado de los hechos a enjuiciar que pueda afectar a su necesaria neutralidad a la hora de decidir en el acto del juicio o
en el recurso ( TS Sala 61 auto 20-6-11, EDJ 128041 ). A diferencia de las causas subjetivas que permiten un mayor margen de operatividad, las objetivas
deben sujetarse a una interpretación estricta y ajustada a su descripción típica.
Incurre en estas causas el juez que se encuentre en alguna de las siguientes situaciones en relación con el concreto proceso de que se trate:
1) Resolución del pleito en anterior instancia (nº 1152 );
2) Instrucción de causa penal (nº 1154 );
3) Intervención o participación en el pleito (nº 1156 );
4) Conocimiento del objeto del litigio desde un cargo público o administrativo (nº 1158 );
5) Interés directo o indirecto en el pleito (nº 1160 );
Sobre la causa específica aplicable en los pleitos en que sea parte la Administración Pública (nº 1162 ).
1152
Resolución del pleito en anterior instancia 
(LOPJ art.219.11ª)
Esta causa trata de evitar que conozca de un asunto quien ha prejuzgado el mismo por haberlo resuelto de modo definitivo, concluyendo una instancia
procesal previa, impidiendo que la convicción anteriormente trabada influya en la resolución del recurso posterior.
En el proceso laboral la jurisdicción se ejerce en instancia única, aunque cabe doble grado de jurisdicción, por lo que la causa ha de entenderse referida
al hecho de formar parte el juez del tribunal llamado a decidir un recurso de suplicación o de casación interpuesto en asunto que anteriormente haya
solventado, con una decisión definitiva, en instancia o en suplicación ( TSJ Cataluña auto 30-5-08, EDJ 138223 ).

Precisiones

1) Su finalidad es la de evitar que en la resolución del recurso influya la convicción previa que se haya formado
sobre el fondo del litigio al decidir en anterior instancia, poniendo en riesgo el derecho del justiciable a obtener una
justicia imparcial ( TCo 157/1993 ). En particular y en relación al proceso de trabajo lo que persigue es que un
magistrado que ha formado su convicción conociendo de la controversia en una instancia anterior, y resolviéndola
definitivamente, no pueda formar parte de un órgano superior cuya función sea volver a examinar el mismo asunto,
al entenderse que, al menos aparentemente, las reflexiones y consideraciones que le llevaron a formar su
convicción en el anterior grado pueden predeterminar y contaminar su decisión en el grado superior rompiendo, así,
el principio de imparcialidad ( TS 29-6-01 , EDJ 97809 ).
2) Esta causa no está genéricamente concebida para cualquier toma de postura respecto de un problema más o
menos conectado con el que ulteriormente haya de resolverse, concurriendo únicamente si el Magistrado ha
resuelto el pleito en un grado inferior, pero no si su intervención se ha limitado a otras actuaciones ( TS 5-12-
95 , EDJ 24483 ). De ahí que no pueda considerarse causa de abstención y recusación el mero hecho de que los
Magistrados que deben resolver un recurso de suplicación o de casación hayan resuelto anteriormente recursos
interpuestos contra decisiones adoptadas en dicho proceso, como puede ser el recurso de queja.
3) No puede apreciarse esta causa:
a) Por el hecho de que el juez haya resuelto un proceso anterior entre las mismas partes relacionado con lo que
es objeto del actual ( TS 3-6-03 , EDJ 17165 ; TSJ Madrid auto 22-6-08, Proc 22/08 ), o en el que se dirimió
pretensión distinta pero en base a hechos parcialmente similares ( TSJ País Vasco 11-9-01 , EDJ 103328 ), o en
base a los mismos hechos relacionados con un accidente de trabajo ( TSJ Cataluña auto 16-9-10, EDJ 226846 ).
b) El supuesto en que una resolución es anulada en fase de recurso y el asunto vuelve a tener que ser decidido
por el Magistrado que dictó la resolución anulada, sin que a ello sea óbice el hecho de que en ella ya hubiese
expuesto una convicción sobre el fondo del asunto ( TCo auto 105/2001 ; TCo 157/1993 ; TSJ Sevilla 9-12-09, EDJ
331056 , con interesante voto particular, en un proceso por acoso en que el Tribunal Superior anuló la sentencia
inicial por no haberse emplazado a quien figuraba como sujeto activo del hostigamiento). Se considera que en ese
supuesto la resolución no se dicta en una nueva instancia, sino en la misma. Además si la sentencia anulada la ha
dictado un órgano colegiado es criterio aconsejable que sea la misma Sección y, a ser posible, los mismos
Magistrados los que dicten la nueva sentencia ( TS 28-9-06 , EDJ 275327 ).
c) Por el hecho de que un Magistrado formase parte de la Sala que, resolviendo el recurso de suplicación, revocó la
sentencia de instancia declarando la incompetencia del orden social para conocer de la demanda en un supuesto
en que dicha sentencia fue posteriormente anulada y se dictó otra nueva sobre el fondo del asunto sin que dicho
Magistrado formara parte de la Sala, siendo ésta sentencia contra la que se formula recurso de casación para la
unificación de doctrina del que es ponente el citado Magistrado ( TS 29-6-01 , EDJ 97809 ).
d) Tampoco afecta esta causa al Magistrado del TS que formó parte de la Sala que dictó la sentencia aportada para
comparación con la impugnada en el recurso de casación para la unificación de doctrina ( TS Autos 1-2-08, EDJ
77724 ; 19-2-08, EDJ 77723 ).
e) Ni en relación al incidente de nulidad de actuaciones, que no es un recurso devolutivo contra la resolución que se
pretende anular, sino un remedio extraordinario de rescisión de la cosa juzgada ( LOPJ art.61 ; TS auto 17-11-13,
Rec 14/13 ).
4) Con criterio que no se comparte se aprecia esta causa en un pleito de recargo por falta de medidas de seguridad
por el mero hecho de haber resuelto previamente la acción de daños y perjuicios fundada en dicha omisión
( TSJ Cataluña 28-3-07, EDJ 119796 ).
1154
Instrucción de causa penal 
(LOPJ art.219.11ª)
El proceso en el que opera específicamente esta causa es el penal, con su característica división en las fases de instrucción y enjuiciamiento, siendo
su finalidad la de evitar que la previa intervención del juez pueda condicionar su criterio en orden a la resolución del mismo ( TCo 52/2001 ). No obstante,
esta causa puede apreciarse en el proceso social en aquellos casos en que el magistrado llamado a resolverlo haya actuado previamente como
instructor en una causa penal seguida por los mismos hechos sobre los que versa el litigio de trabajo, como sucede por ejemplo cuando el magistrado de
lo social que ha de resolver en instancia o en un grado superior un procedimiento o un recurso en materia de recargo de prestaciones por falta de
medidas de seguridad o de indemnización de daños y perjuicios por culpa empresarial, instruyó anteriormente el proceso penal incoado a resultas del
accidente de trabajo origen de tales procedimientos ( TSJ Castilla-La Mancha auto 9-12-09, EDJ 321901) ; en sentido contrario ( TSJ Valladolid auto 26-
6-09, EDJ 164613 ), o lo decidió como integrante de un órgano unipersonal o colegiado, supuesto en el que la realización de actividades de averiguación,
calificación o juicio sobre los hechos afecta a su imparcialidad.
Por el contrario no concurre esa causa cuando el conocimiento adquirido por el Magistrado en el contexto de unas diligencias previas tendentes a
elucidar la posible existencia de hechos penalmente relevantes en el contexto del óbito de determinada persona no tenga nada que ver con ulterior
reclamación derivada de ese fallecimiento, pero atinente a concreta mejora del sistema de Seguridad Social establecida en convenio colectivo ( TSJ
Valladolid auto 15-4-09, EDJ 80867 autos 1/09 ).
1156
Intervención o participación en el pleito 
(LOPJ art.219.6ª y 13ª)
Se distinguen tres supuestos:
1) Haber emitido dictamen sobre el pleito o causa como letrado.
2) Haber intervenido en él como fiscal, perito o testigo.
3) Haber participado directa o indirectamente en él, o en otro relacionado, con ocasión de la ocupación de cargo público, desempeño de empleo o
ejercicio de actividad profesional.
A diferencia de las dos causas precedentes, que hacen referencia a la intervención previa del juez, en su condición de tal, la que se examina se
fundamenta en la existencia de actividades profesionales pasadas del magistrado en posición procesal distinta de la de juez. Los tres supuestos
muestran una conexión retrospectiva con el objeto del pleito, que permite acreditar como razonablemente fundada la sospecha de que quien se encuentra
en tal situación se aproxima al objeto del proceso con un conocimiento previo del mismo que implica una toma de postura incompatible con las exigencias
del derecho a un juez imparcial.

Precisiones

1) Respecto al primer supuesto, dentro del término «dictamen» hay que incluir cualquier parecer o consejo en
Derecho, retribuido o no, incluso de palabra, que se demuestre haber servido de asesoramiento a las partes en el
proceso principal o en cualquiera de sus incidencias ( TCo auto 26/2007 ), sin que la expresión «pleito o causa»
alcance a las conversaciones o asesoramientos preparatorios del planteamiento de la controversia como proceso
en sentido estricto ( TCo auto 26/2007 ).
2) En lo que respecta al tercer supuesto obliga a abstenerse o permite apartar al juez que ha tomado parte en
los hechos enjuiciados antes y fuera del proceso judicial, pues dicha participación permite afirmar que no es ajeno a
la causa ( TCo auto 18/2006 ). No se exige que se revele una formación de criterio en el juez. Tampoco se requiere
que haya participado en el propio asunto objeto del proceso sino que basta con que lo haya hecho en otro que esté
relacionado con el mismo. Además la participación no ha de ser forzosamente directa sino que es suficiente con
que sea indirecta, ni se exige que constituya el contenido ordinario o normal de su ejercicio profesional, sino que
basta con que se haya producido con ocasión de él; finalmente, no se requiere la constatación de una pérdida
subjetiva de imparcialidad ( TCo auto 26/2007 ).
1158
Conocimiento del objeto del litigio desde un cargo público o administrativo 
(LOPJ art.219.16ª)
Esta causa permite abstenerse y faculta a recusar al juez que haya ocupado un cargo público o administrativo con ocasión del cual haya podido tener
conocimiento del objeto del litigio y formar criterio en detrimento de la debida imparcialidad. Su finalidad es preservar la imparcialidad de los titulares del
órgano jurisdiccional para evitar la proyección sobre la actividad jurisdiccional de posibles prejuicios o consideraciones de origen extrajudicial que
hubieran podido formarse en posibles anteriores actividades profesionales y funciones ajenas a la actividad jurisdiccional ( TS Sala 61 auto 12-7-13, EDJ
152572 ).
Para que pueda apreciarse es necesaria la concurrencia de tres elementos ( TCo auto 18/2006 ):
1) El anterior ejercicio de un cargo público o administrativo; queda excluido por tanto el propio ejercicio de la función jurisdiccional, pues aunque en
la posición de juez se forma criterio cada vez que se resuelve, el así adquirido nunca lo es en detrimento de la debida imparcialidad ( TCo auto 454/2006 y
80/2005 ). Por consiguiente, los criterios de interpretación y aplicación del derecho expresados en el ejercicio de la función jurisdiccional no pueden servir
de presupuesto para fundamentar su apartamiento del asunto, solución distinta llevaría al absurdo de que los jueces sólo podrían conocer del mismo tema
jurídico una sola vez, pues de volver a plantearse les estaría vedado intervenir ( TS Civil auto 18-4-08, EDJ 170554 ; auto 23-4-14, Rec 2795/12 ).
2) Que con ocasión del ejercicio de ese cargo se haya tenido conocimiento del objeto del litigio en posición de parte o en auxilio de una parte, pese a
no haber participado directa o indirectamente en él, o también, cuando el juez exterioriza anticipadamente una toma de partido a favor o en contra de
alguna de ellas ( TCo auto 17/2006 ). Este requisito no concurre cuando no existe «identidad de litigio», no cabiendo interpretar la exigencia como
identidad de materia o cuestión jurídica, porque el precepto, a diferencia de la establecida en el nº 1156 - LOPJ art.219.13ª -, no contiene la referencia a
«otro asunto relacionado con el objeto del pleito» ( TS Civil auto 18-4-08, EDJ 170554 ).
3) La formación de criterio sobre el objeto del litigio ( TCo 69/2001 ), bien entendido que el criterio neutro, ni favorable o desfavorable, ni positivo o
negativo, así como el que carezca de entidad capaz de producir aquél precipitado en detrimento de la debida imparcialidad, no se considera trascendente
a efectos de esta causa ( TS 6-5-99 , EDJ 84241 ).

Precisiones

1) No puede pretenderse la recusación de un juez por el mero hecho de tener criterio jurídico anticipado sobre
los asuntos que debe resolver; sólo las condiciones y circunstancias en las que ese criterio previo se ha formado, o
la relación con el objeto del litigio o con las partes que permita afirmar disposición de ánimo, son motivos que
permitirán fundar una sospecha legítima de inclinación, a favor o en contra, hacia alguna de éstas ( TCo auto
18/2006 ).
2) En relación a esta causa, el legislador considera como relevante el dato del nombramiento de una persona
para un cargo público ( LOPJ art.219.16ª ), pero circunscribiendo éste a que tal designación hubiera tenido lugar
con anterioridad al desempeño de la actividad jurisdiccional, porque es entonces cuando tal contingencia podría
afectar en ciertos casos a su debida imparcialidad. El hecho de que el ponente de la causa tuviera la expectativa
de ser nombrado para dicho cargo no tiene la suficiente entidad o consistencia como para entender que su
convicción estuvo mediatizada por prejuicios o tomas de partido previos a favor de la tesis de una de las partes, y
menos aún si no se aporta en la demanda ningún dato o indicio complementario ( TCo 60/2008 ).
1160
Interés directo o indirecto en el pleito 
(LOPJ art.219.10ª)
Este motivo se concreta en la existencia de un interés, mediato o no, directo o indirecto en el resultado del proceso en que la abstención o recusación se
plantea, determinante de «contaminación por interés» ( TCo auto 224/2001 y 379/1993 ). Por interés se entiende la obtención de una ventaja, utilidad o
beneficio, o la evitación de un perjuicio ( TS auto 15-4-11, EDJ 103654 ).
El interés debe referirse, por imperativo legal, al pleito en cuestión ( TS 10-11-99 , EDJ 84265 ). Una primera aproximación al concepto puede ser la que
ofrece el Diccionario de la Lengua Española del término «interés» en su acepción de «inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona o una
narración» ( TCo auto 61/2003 ).
Existe interés directo cuando en el proceso se ventilan asuntos que afectan directa y especialmente al juez, o cuando puede derivar inmediatamente
para él un beneficio o perjuicio de la sentencia que se dicte en su día ( TCo auto 26/2007 ).
Esta causa pretende garantizar la inexistencia de interés subjetivo alguno en el caso por parte de los miembros del tribunal sentenciador de manera
que quien ha sido llamado a juzgar lo haga con total independencia y abstracción de cualquier interés personal, familiar o derivado de terceros, como
exigencia de la necesaria imparcialidad que debe concurrir al resolver un pleito o causa ( TS Sala 61 auto 13-12-11, EDJ 290790 ).
La interpretación de esa causa requiere un interés singularizado en relación con el concreto proceso de que se trate y actual, esto es, concurrente en el
momento en que se suscite la abstención o la recusación ( TCo auto 54/2014 ).

Precisiones

1) El recusante debe especificar, razonar y acreditar en qué consiste el supuesto interés ( TCo auto 265/2003 ).
Pero se entiende que la causa debe apreciarse no sólo cuando haya prueba plena, sino también cuando concurran
datos objetivos que por una deducción racional puedan permitir aceptar la mera sospecha de su existencia ( TS 7-
7-00 , EDJ 113209 ).
2) Merecen la consideración de ese interés aquellas ventajas que sean claramente concretables, de importante
cuantía económica y cuya obtención sea una expectativa que razonablemente se presente como bastante
probable; sobre todo cuando se haya creado, con notoriedad pública, un estado de opinión que se pronuncie a
favor de la probable existencia de esas ventajas y del riesgo de que pueda estar comprometida por ellas la
imparcialidad del juez ( TS cont.adm 17-4-02 , EDJ 9789 ).
3) No son necesariamente constitutivos del citado interés los beneficios difusos, ambiguos, improbables y de
cuantía mínima o difícilmente evaluable. También deben quedar desechados aquellos otros beneficios que vayan
referidos a familiares o terceras personas respecto de los cuales el juez no tenga una dependencia económica y
que por ello no revelen virtualidad para producir una eventual ventaja directa o mediata para el mismo ( TS 17-4-
02 , EDJ 9789 ). Se llega a solución contraria en un supuesto en que el que quien podía resultar favorecido por la
sentencia era el cónyuge del Magistrado, aunque fuese de forma indirecta ( TSJ Cataluña auto 13-5-09, EDJ
212208 ).
4) No es determinante de interés el hecho de que el juez haya resuelto un proceso anterior entre las mismas
partes cuyo objeto guarda relación con el actual ( TS 3-6-03, EDJ 17165 ), o que hubiese dictado sentencia hace
varios años tomada como determinante por la recurrida ( TS 7-7-00 , EDJ 113209 ), o que hubiera formulado un
voto particular en otro proceso distinto, cualquiera que sea la relación que entre sí puedan guardar los objetos de
ambos pleitos y los términos empleados para expresar una opinión en el primero de los procesos citados ( TCo
auto 459/2006 ).
5) La pertenencia al consejo asesor de una revista jurídica sin percibir por ello retribución alguna no conlleva que
el Magistrado tenga interés en el pleito seguido contra la empresa editora ( TS 10-11-99 , EDJ 84265 ).
6) Se aprecia interés si el Magistrado presta servicios como profesor asociado para una Universidad y el objeto
del proceso es la impugnación de una decisión de dicha institución ( TEDH 17-6-03, núm 62435/00 y TSJ Cantabria
5-3-04 , EDJ 40117 ; TSJ Extremadura auto 26-4-11, EDJ 69572 ).
7) Se subsumen en esta causa supuestos en los que un Magistrado compromete públicamente su opinión sobre el
objeto del proceso, en una tribuna pública o en los medios de comunicación, de modo que se revela su interés o
inclinación de ánimo, lo que puede determinar una sospecha de parcialidad ( TCo auto 26/2007 ), si bien el
recusante tiene la carga procesal de mostrar la relación que existe entre tales declaraciones y el objeto del
concreto proceso ( TCo auto 265/2003 ). Para apreciar el posible interés directo en tal supuesto es necesario
atender a las circunstancias concurrentes a fin de determinar si aquéllas aparecen objetivamente como una toma
de partido sobre el fondo del litigio y fundar, por lo tanto, una sospecha justificada de parcialidad, o expresan una
primera impresión, insuficiente para ser considerada como un juicio anticipado sobre la pretensión ejercitada. Entre
otras, se consideran relevantes las siguientes circunstancias ( TCo auto 26/2007 ; 61/2003 ; 224/2002 ):
- si la opinión ha sido manifestada en la condición de Magistrado o antes de haberse adquirido la misma;
- medio a través del cual se vierten la manifestaciones al efecto de valorar su aptitud para crear opinión;
- proximidad o conexión de las opiniones emitidas con el objeto del proceso;
- amplitud, tenor, contundencia y radicalidad de la opinión.
8) No implica merma de la imparcialidad a la hora de juzgar un asunto concreto el hecho de haber realizado una
intervención en una tribuna pública en la que el Magistrado expuso su opinión personal -en torno a ciertos
temas- que luego resultan debatidos en juicio ( TS 21-12-02 , EDJ 55398 ).
9) Tampoco el hecho de que el magistrado haya participado en cursos organizados por una de las partes. Se
razona al efecto que es normal y frecuente la participación de magistrados en general, y jueces de lo Social en
particular, en cursos, ponencias, mesas redondas, charlas, coloquios, seminarios, jornadas técnicas y actividades
afines, impartidos por organizaciones de todo tipo, incluyendo a sindicatos, asociaciones patronales, colegios
profesionales, y otras personas jurídicas públicas y privadas, y que no por ello se cuestiona la imparcialidad y
honestidad profesional de los jueces que en ellos intervienen al punto de tener que separarse de los procedimientos
en que actúan por entenderse sean parte de tales organizaciones ( TSJ Madrid auto 12-5-08, EDJ 107185 ). No
concurre esta causa por el mero hecho de que recusado tenga publicadas obras de las que es autor por una
editorial propiedad de una de las partes ( TS auto 15-4-11, EDJ 103654 ).
1162
Caso particular: Administración pública 
(LOPJ art.219.14ª)
En los pleitos en que sea parte la Administración Pública es también causa de abstención o recusación, encontrarse el juez vinculado, por relación de
proximidad o distanciamiento, jurídico o social, con la autoridad o funcionario que hubiese dictado el acto o informado respecto del mismo o realizado el
hecho por razón del cual se sigue el proceso en alguna de las circunstancias mencionadas en la LOPJ art.219.1º a 9ª, 12º, 13ª y 15ª (nº 1122 s. ).

III. Procedimiento de abstención 
(LOPJ art.221, 222;  LEC art.102;  LRJS art.15.1)

1165
Advertida la existencia de una causa legal de abstención el juez o magistrado que se considere incurso en ella tiene el deber de abstenerse del
conocimiento del asunto sin esperar a que se le recuse ( LOPJ art.217 ; LEC art.100.1 ).
Aunque la ley no lo prevea expresamente, cualquiera de las partes puede dirigirse al juez advirtiéndole de que concurre un motivo legal de abstención al
objeto de evitar su recusación. También lo puede hacer el Ministerio Fiscal cuando intervienen en el proceso ex LEC art.101 (nº 1180 )
1167
Tiempo y forma de proponer la abstención 
(LOPJ art.221.1;  LEC art.102.1)
La abstención debe realizarse tan pronto como sea advertida la causa que la motive, pues se trata de un deber jurídico ( LOPJ art.417.8 ). La
comunicación de la abstención se ha de hacer por medio de escrito razonado, en el que el juez o magistrado debe enumerar de forma concreta y clara
los hechos que la sustentan, con expresión de la causa legal en que se ampara, pudiendo acompañar al escrito los documentos que considere oportunos
para acreditar su existencia.
La comunicación, como acto de postulación, se debe dirigir directamente al órgano jurisdiccional competente para estimar justificada, o no la abstención
cuando se trate de un juez de lo social, y por conducto del presidente de la Sección o Sala de la que forme parte cuando la suscite el magistrado de un
órgano colegiado.
1168
Efectos 
(LOPJ art.221.2;  LEC art.102.2)
La decisión de abstención suspende el curso del proceso hasta que se decida sobre ella o transcurra el plazo previsto para su resolución. La suspensión
ha de ser acordada por el secretario judicial. No obstante, tal decisión no determina por sí sola el desplazamiento definitivo del juez o magistrado, pues
debe ser convalidada por el órgano legalmente previsto a través de un procedimiento breve y sencillo en el que no intervienen los litigantes.
1169
Competencia para estimar justificada, o no, la abstención 
(LOPJ art.221.1.1º;  LEC art.102.1;  LRJS art.15.1)
La competencia para estimar justificada, o no, la abstención depende de quién sea su promotor:
1) Cuando el que se abstenga sea un juez de lo social, corresponde a la Sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de su circunscripción;
2) Cuando el Magistrado forme parte de un órgano colegiado, corresponde a la Sección o Sala donde se integre.
1171
Decisión sobre la abstención y efectos en el proceso 
(LOPJ art.221 y 222;  LEC art.102)
Una vez recibida la comunicación, el órgano competente habrá de resolverla en el plazo de 10 días. Se distinguen dos supuestos:
1) Si se estima justificada y procedente la abstención, el afectado dicta auto apartándose definitivamente del proceso y ordenando remitir las
actuaciones al que deba sustituirle, cuyo nombre debe poner en conocimiento de las partes, a efectos de su eventual recusación. Si el que se abstiene
forma parte de un tribunal colegiado, el auto lo ha de dictar la Sala o Sección a que pertenezca. En ambos casos el auto no es susceptible de recurso
alguno.
Cuando el Magistrado sustituto reciba las actuaciones o se integre en la Sala o Sección a que pertenezca el abstenido, se dictará providencia alzando la
suspensión y acordando la continuación del proceso.
2) Si se estima injustificada o improcedente la abstención, se ordena al juez o magistrado que continúe en el conocimiento del asunto. Recibida la
orden, el letrado de la Administración de Justicia dictará diligencia de ordenación poniendo fin a la suspensión del proceso.
1173
Incumplimiento del deber de abstención 
La abstención es un deber jurídico del juez cuya inobservancia a sabiendas de que concurre alguna de las causas legalmente previstas, da lugar a
responsabilidad disciplinaria, estando tipificado su incumplimiento como falta muy grave ( LOPJ art.417.8 ; TS 7-3-11, EDJ 9971 ). En orden a su
imposición debe tenerse en cuenta que en ocasiones las causas de abstención se formulan en términos genéricos o utilizando conceptos jurídicos
indeterminados. Por ello, cuando las circunstancias puedan resultar dudosas o difíciles de individualizar, hay que descartar la culpabilidad del juez ( TS
17-4-02 , EDJ 9789 ).
Como contrapunto, la abstención injustificada, cuando así sea declarada por el órgano competente para revalidarla, puede constituir falta disciplinaria
grave ( LOPJ art.418.15 ), si bien el mero hecho de que no se considere justificada la abstención no comporta necesariamente que tal proceder sea
merecedor de sanción ( TS 18-12-06 ).
IV. Procedimiento de recusación 
(LOPJ art.223 s.;  LEC art.107, 108, 109, 110, 111 112 y 113;  LRJS art.15)

1175
Si el juez o magistrado no se abstiene, o si pese a hacerlo, el órgano competente para convalidar su decisión no la estima justificada ( LOPJ art.221.3 )
las partes tienen derecho a recusarle si estiman que concurren en él alguna de las causas legalmente tipificadas como circunstancias de privación de las
condiciones de imparcialidad ( TCo 55/2002 ), a través del correspondiente incidente, pero si no lo hacen no pueden pretender hacer valer la causa de
recusación y solicitar la nulidad de la sentencia en el recurso de suplicación ( TSJ Cataluña 22-11-10, EDJ 327676 )
El incidente de recusación, al igual que el de abstención, tiene naturaleza jurisdiccional no gubernativa, y se resuelve a través de un procedimiento
configurado en los términos que seguidamente se exponen.

A. Legitimación activa 
1180
El principio general que rige en los asuntos sociales es que únicamente pueden recusar quienes sean parte en el proceso ( LOPJ art.218.1º ; LEC art.101
).
La legitimación se extiende a quienes tengan derecho a ser parte, si bien sólo podrán proponer la recusación una vez que se personen en el proceso de
que se trate ( TCo auto 109/1981 ).
El Ministerio Fiscal también puede recusar, siempre que se trate de un proceso en el que por la naturaleza de los derechos en conflicto pueda o deba
intervenir ( LOPJ art.218.1º ; LEC art.101 ); así sucede en los supuestos:
- control de oficio de la competencia ( LRJS art.5.3 );
- conflictos y cuestiones de competencia ( LOPJ art.45 y 52 );
- procesos sobre impugnación de convenios colectivos ( LRJS art.164.6 );
- impugnación de los estatutos de los sindicatos y asociaciones empresariales o de su modificación ( LRJS art.167.2 );
- y tutela de los derechos fundamentales ( LRJS art.177.3 );
- así como en el recurso de casación ordinario y para la unificación de doctrina ( LRJS art.213.3, 214.2, 219.3, 220.1 y 226.3 );
- en el recurso de revisión ( LEC art.514.3 ) y;
- en la demanda de reconocimiento de error judicial ( LOPJ art.293.1.c ).
No se atribuye legitimación a los letrados ni procuradores de las partes, pues la parte procesal sólo es el sujeto titular del derecho o interés que se
actúa en el pleito mediante el ejercicio de la acción, lo que no responde a la posición de aquellos ( TS 16-2-98 ; TSJ Extremadura 25-9-03, EDJ 210672 )
sin perjuicio de que los litigantes puedan fundamentar la recusación en las relaciones matrimoniales o de parentesco existentes entre el juez y el letrado o
procurador de cualquiera de las partes o en el hecho de que con ocasión del desempeño de un cargo público el juez haya podido formar criterio sobre los
representantes y asesores de las partes (nº 1158 ).

B. Proposición 
1. Plazo 
(LOPJ art.223.1;  LEC art.107.1;  LRJS art.15.1)

1184
La recusación debe proponerse tan pronto como se tenga conocimiento de la causa en que se funde, en garantía del principio de seguridad y de la
recta administración de justicia que no puede quedar al capricho o al eventual cálculo de los implicados, ni a merced de sus intereses, ignorando las
exigencias de la buena fe, pues quien sabiendo de una causa de recusación no la denuncia en tiempo, o bien no le da importancia o bien asume
reflexivamente sus consecuencias. Aún así, esta exigencia temporal hay que interpretarla en sus justos términos, y por lo tanto, solo será exigible cuando
las partes hubiesen tenido conocimiento de la causa de recusación en los momentos señalados a continuación (ver nº 1186 s. ), de no ser así, habrá que
estar a la LEC - LEC art.107.2 - ( TCo 230/1992 ; 380/1993 ; 137/1994 ; 210/2001 ). La regla general es por tanto la de la perentoriedad ( TCo auto
226/1988 ), que opera de la siguiente forma:
1186
Conocimiento anterior a la notificación de la primera resolución 
Cuando el conocimiento de la concurrencia de la causa sea anterior a la notificación de la primera resolución por la que se conozca la identidad del juez o
magistrado a apartar, la recusación ha de proponerse en el plazo de diez días contados a partir de tal notificación. Por lo tanto, una vez que las partes
reciban tal resolución que en la fase de instancia será normalmente la que decide sobre la admisión de la prueba solicitada en la demanda, disponen de
un plazo de diez días para recusar al Juez o Magistrado o Magistrados que la rubriquen. De igual plazo disponen cuando reciban la primera resolución
del Tribunal de suplicación o de casación, acordando el registro del recurso, fijando la composición de la Sala y el nombramiento de Magistrado ponente.
El incumplimiento de este plazo determina la no admisión a trámite del incidente ( LOPJ art.223.1 ; LEC art.107.1.1º ). La razón de esta causa de
inadmisión a limine litis, es la de evitar que la posibilidad de recusación llegue a convertirse en una suerte de amenaza o presión para el juzgador,
erigiéndose en un instrumento que la parte pudiera utilizar a su conveniencia, sine die, amparada en la indeterminación -o difícil probanza- del momento
de la citada toma de conocimiento ( TCo auto 54/2014 ).
1188
Conocimiento en el curso del proceso 
Cuando la causa sea conocida durante la tramitación del proceso, con posterioridad a la notificación de la resolución a la que se refiere el marginal
anterior, la regla preclusiva se manifiesta en dos momentos:
1) El momento inicial: la recusación debe proponerse tan pronto como se tenga conocimiento de la causa, debiendo existir un espacio temporal breve
entre la fecha de su conocimiento y la pretensión de recusación que en ella se funde ( TCo auto 226/1988 ), período en el que el interesado puede reunir
y estudiar los datos y elementos de prueba que sirvan de base a su petición.
El incumplimiento de esta exigencia determina la no admisión a trámite de la recusación ( LOPJ art.223.1.2º ; LEC art.107.1.2º ).

Precisiones

Se considera que la proposición notoriamente tardía constituye causa de desestimación, salvo que se justifique la
demora ( TCo auto 226/1988 ). La manifestación del recusante de desconocimiento anterior de los motivos en que
se fundamentaba la recusación está protegida por el principio de buena fe, salvo que se practique prueba que la
desacredite ( TCo 7/1997 ), sin que pueda rechazarse la recusación con fundamento en una presunción de
conocimiento de la causa sin apoyo en ninguna prueba concreta ( TEDH 17-6-03, núm 62435/00 ).
1190
2) El momento final ( LRJS art.15.2 ) varía según se proponga en la instancia o en trámite de recurso:
a) En instancia, la recusación ha de proponerse con anterioridad a la celebración de los actos de conciliación y juicio, no pudiendo alegarse una vez
iniciado el juicio oral ni con posterioridad al mismo. La recusación puede formularse inmediatamente antes de iniciarse el acto de juicio, por ejemplo,
cuando el Magistrado titular es sustituido por otro sin que hubiese mediase comunicación alguna previa a las partes acerca de esa incidencia.
b) En fase de recurso, se ha de plantear antes del día señalado para la votación y fallo, o, en su caso, para la vista.
2. Forma 
(LOPJ art.223.2;  LEC art.107.2)

1192
La recusación se propone por escrito dirigido al juez al que se trata de apartar.
1194
Contenido del escrito de recusación 
El escrito debe contener los siguientes requisitos generales:
1) La designación del recusante o recusantes, en el caso de que la recusación sea conjunta.
2) La expresión concreta y clara de la causa de recusación de las previstas legalmente en que se ampara y de los motivos en que se basa, sin que
sea suficiente su pura enunciación sin soporte alguno de carácter fáctico que le dote de una mínima consistencia ( TCo 115/2002 ) de modo que no basta
simplemente con afirmar un motivo de recusación, sino que es preciso, además, que quien promueve el incidente exponga los hechos concretos en
los que funda su pretensión y que estos hechos constituyan, en principio, los que configuran la causa de recusación invocada ( TCo auto 40/2011 ). El
carácter taxativo que revisten las causas de recusación exige que quién aduce unos hechos para fundarla, los encuadre en una de las causas legalmente
previstas en la LOPJ art.219 .
3) La súplica de que el recusado sea apartado del proceso.
4) La firma del recusante, o por alguien a su ruego, si no supiera firmar.
5) La firma del abogado y/o procurador (o graduado social) que, en su caso, le asista y/o represente, aunque su intervención en la fase en que se
promueva no sea preceptiva.
1196
Documentos 
Con el escrito de recusación debe acompañarse un principio de prueba sobre los hechos en que se funde, y los documentos que la soporten en
particular ( LOPJ art.223.2 ; LEC art.107.2 ), sin excluir la posibilidad de aportar otros medios de prueba como instrumentos de filmación y grabación, o
dictámenes periciales, y sin perjuicio de la posibilidad de proponer la práctica de los medios de prueba que se consideren pertinentes.
Cuando el escrito de recusación esté firmado por procurador, deberá acompañar poder especial para la recusación de que se trate ( LOPJ art.223.2 ;
LEC art.107.2 ).

Precisiones

Si el escrito no estuviera firmado por abogado ni procurador por no intervenir en el pleito, el recusante debe
proceder a la ratificación del escrito ante el letrado de la Administración de Justicia del tribunal de que se trate
( LOPJ art.223.2 ; LEC art.107.2 ). Esta exigencia pone de manifiesto la necesidad de que exista una reflexión
previa ( TCo 129/2002 ).
3. Efectos 

1200
La admisión a trámite de la recusación, si el juez recusado no aceptare en el acto como cierta la causa de la recusación, determina la suspensión del
proceso principal si se encuentra en la fase declarativa ( LOPJ art.226.1 ; LEC art.111.1 ), pero no si la recusación se propone en la de ejecución ( LRJS
art.15.1 ).

C. Tramitación y decisión del incidente de recusación 
(LOPJ art.223 a 228;  LEC art.107, 108, 109, 110, 111 112 y 113)
1205
La recusación se sustancia a través del incidente de recusación.
1. Audiencia de las partes y admisión o rechazo de las causas de recusación 

1208
El órgano al que se dirija el escrito de recusación ha de dar traslado del escrito de recusación a las demás partes del proceso para que, en el plazo
común de tres días, manifiesten si se adhieren o se oponen a la causa de recusación propuesta o si conocen algún otro motivo; si no lo hacen en ese
plazo no podrán hacerlo con posterioridad, salvo que acrediten cumplidamente que en ese momento no conocían la nueva causa de recusación ( LOPJ
art.223.3.1º ; LEC art.107.3 ).
Los litigantes deberán aportar las pruebas en este trámite, o proponer la práctica de aquellas que consideren idóneas para acreditar la concurrencia de la
causa o desvirtuar la alegada por la contraparte.
Transcurrido el plazo de audiencia a las partes el juez recusado ha de pronunciarse sobre si admite o no la causa o causas de recusación formuladas
( LEC art.109.4 ).

Precisiones

1) La decisión sobre la admisión a trámite del incidente no le corresponde al recusado sino al instructor ( LOPJ
art.225.3 ; LEC art.109.3 ), por lo que aquél no está facultado en principio para rechazarlo, salvo que la recusación
se plantee en el propio acto de juicio o después de su celebración, o tratándose de recursos se proponga en el
mismo día señalado para la votación y fallo o, en su caso, para la vista o con posterioridad ( LOPJ art.223.1.1º ;
LRJS art.15.1 ).
2) No obstante se admite que el propio recusado o la Sala a la que pertenece puedan rechazar «a limine litis» -al
comienzo- su propia recusación, cuando sea patente que la misma responde a fines espurios y sea contraria a la
buena fe, por entrañar abuso de derecho y fraude legal ( LOPJ art.11.2 y Const art.24 y 126 ; TS auto 9-1-12, Rec
20048/09 ).
2. Instrucción del incidente 

1210
Remisión de documentación 
Transcurrido el plazo de audiencia a las partes, el letrado de la Administración de Justicia pasará el pleito a conocimiento del sustituto y enviará al órgano
al que corresponda instruir el incidente la siguiente documentación ( LOPJ art.225.1 ; LEC art.109.1 ):
1) El escrito y los documentos de la recusación.
2) El informe del recusado relativo a si admite o no la causa de la recusación.
1212
Órgano instructor 
(LRJS art.15.2)
Varía en función del recusado:
1) Cuando el recusado sea el Presidente ó uno ó más Magistrados de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional o de los
Tribunales Superiores de Justicia: un Magistrado de la Sala a la que pertenezca el recusado, designado en virtud de un turno establecido por orden de
antigüedad. La antigüedad se rige por el orden de escalafón en la carrera judicial.
2) Cuando se recusare a todos los magistrados de una Sala de justicia: el Magistrado que corresponda por turno de antigüedad de los que integren el
Tribunal correspondiente, siempre que no estuviese afectado por la recusación. Si se recusase a todos los magistrados que integran la Sala de lo Social
del Tribunal correspondiente, un magistrado de la Sala de lo contencioso-administrativo designado por sorteo entre todos sus integrantes.
3) Cuando el recusado sea un juez de lo social: un magistrado de la Sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia designado en virtud de un turno
establecido por orden de antigüedad. La antigüedad se rige por el orden de escalafón en la carrera judicial.
4) Cuando se diera la imposibilidad de cumplir las disposiciones anteriores, el instructor es designado por la Sala de Gobierno del Tribunal
correspondiente, procurando que sea de mayor categoría o, al menos, de mayor antigüedad que el recusado o recusados.
1214
Manifestación del recusado y decisión del instructor 
Una vez que el instructor reciba la documentación del letrado de la Administración de Justicia, su actuación depende de cual haya sido la posición del
recusado:
1) Si el recusado ha aceptado como cierta la causa de la recusación, se resuelve el incidente sin más trámites ( LOPJ art.225.3.1º ; LEC art.109.3.1º ).
2) Si ha rechazado la recusación, el instructor debe decidir si la admite o no a trámite. Cuando la recusación se promueva por sujeto legitimado y en
tiempo y forma oportunos se admite a trámite y se remite lo actuado al Tribunal competente para decidir el incidente (nº 1218 ). Respecto de la
inadmisión ver nº 1216 .

Precisiones

El derecho de las partes a recusar comprende, en línea de principio, la necesidad de que la pretensión formulada
se sustancie a través del proceso previsto por la ley con este fin y de que el motivo de recusación invocado sea
analizado por el órgano al que la Ley defiere su examen. Por consiguiente y como regla general el instructor ha de
dar curso a la recusación para que sea examinada por el órgano competente. Sin embargo ello no obsta a que en
casos muy excepcionales la recusación pueda rechazarse de plano por el propio instructor, teniendo presente que
ese mecanismo repercute en el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas y en el principio de celeridad que
inspira el proceso social ( LRJS art.74.2 ); así como lo dispuesto en la LOPJ art.11.2 y LRJS art.75.1 , a tenor de los
cuales los Juzgados y Tribunales pueden rechazar los incidentes formulados con finalidad dilatoria o manifiesto
abuso de derecho o que entrañen fraude de ley o procesal.
1216
La inadmisión se ha de acordar mediante auto ( LEC art.206.2.2ª ), que es recurrible en reposición ( LRJS art.184.2 ).
Las causas que pueden justificar el rechazo de la recusación en el momento preliminar son las siguientes:
1) Falta manifiesta de legitimación: cuando se proponga por quien no sea parte en el proceso ( TCo 47/1982 ; TSJ Extremadura 25-9-03 , EDJ 210672 ).
2) Falta de alguno de los presupuestos de admisibilidad, como:
a) La extemporaneidad de la recusación en los siguientes supuestos:
- cuando el conocimiento de la causa de recusación sea anterior al pleito y no se propusiese en el plazo preclusivo para deducirla ( LOPJ art.223.1.1º ;
LEC art.107.1.1º );
- cuando el conocimiento de la causa sea posterior al inicio del proceso y existan en el escrito de recusación y/o en la documentación aportada elementos
de juicio suficientes para entender que el recusante tuvo conocimiento de la causa con anterioridad ( LOPJ art.223.1.2º ; LEC art.107.1.2º ).
b) Incumplimiento de requisitos formales que afectan a la esencia del procedimiento, como sucede si:
- el escrito de reposición no establece los motivos que le sirven de fundamento ( LOPJ art.225.2 ; LEC art.109.2 );
- los motivos alegados no son de los previstos como causa de recusación en la LOPJ art.219 ( TCo auto 64/1984 );
- no se ha aportado un principio de prueba sobre los motivos expuestos o el procurador no acompaña poder especial para la recusación de que se trate
pese a haber sido requerido al efecto ( LOPJ art.225.2 ; LEC art.109.2 ) ( TS auto 23-4-10, EDJ 78878 ).
No cabe el rechazo de plano de la solicitud cuando se trate de verificar el encaje legal de los hechos y de la pretensión formulada ( TCo 47/1982 ).
3) Pérdida sobrevenida de objeto: como sucede cuando el juez o magistrado recusado ha dejado de formar parte del órgano jurisdiccional ( TCo auto
376/2004 ), o se ha abstenido y ha sido apartado definitivamente del asunto ( TCo auto 282/1986 ), con lo que el interés del recusante queda ya
satisfecho aunque por distinta vía.
3. Resolución del incidente 

1218
Órgano que debe resolver 
El órgano que ha de resolver el incidente depende, nuevamente, de quienes sean el recusado o recusados ( LRJS art.15.2 ):
1) Cuando el recusado sea el Presidente de la Sala de lo Social del TS o dos o más Magistrados de dicha Sala: la Sala del 61 (la prevista en la LOPJ
art.61 ; TS Sala 61 auto 29-9-11, EDJ 251563 ).
2) Cuando se recuse a uno de los Magistrados de la Sala de lo Social del TS: la propia Sala.
3) Cuando el recusado sea el Presidente de la Sala de lo Social de la AN o los tres Magistrados que la forman: la Sala a que se refiere la LOPJ art.69 .
4) Cuando se recuse a uno o dos Magistrados de la Sala de lo Social de la AN: los restantes Magistrados de la Sala.
5) Cuando el recusado sea el Presidente de la Sala de lo Social del TSJ: la Sala de la LOPJ art.77 .
6) Cuando la Sala de lo Social del TSJ no estuviera dividida en Secciones y se recuse a uno o dos Magistrados que la integran: la Sala en Pleno. En
caso contrario, la Sección en que no se encuentre integrado el recusado o la que siga en orden numérico a aquélla de la que forme parte.
7) Cuando se recuse a un juez de lo social: si la Sala de lo Social del TSJ correspondiente no estuviera dividida en Secciones: la Sala en Pleno o, en
caso contrario, la Sección primera.
1220
Audiencia al Ministerio Fiscal 
Recibidas las actuaciones por el órgano competente para decidir la recusación, el letrado de la Administración de Justicia dará traslado de las mismas al
Ministerio Fiscal para informe por plazo de tres días ( LOPJ art.225.3.3º ; LEC art.109.3 ).
1222
Resolución del incidente 
Transcurrido el citado plazo, con o sin informe del Ministerio Fiscal, se dicta auto dentro de los cinco días siguientes estimando o desestimando la
recusación ( LOPJ art.225.3.3º ; LEC art.109.3.2º ).
1) Si se estima, se decide apartar definitivamente al juez o magistrado del pleito. El sustituto legal continuará conociendo de él hasta su terminación
( LOPJ art.228.2 ; LEC art.112.2 ).
2) Si se desestima, se decide la devolución del conocimiento del pleito al recusado en el estado en que halle. En este caso, se condena en costas al
recusante, salvo que concurran circunstancias excepcionales que justifiquen otro pronunciamiento. El auto, motivadamente, podrá imponer al recusante
que obró de mala fe una multa de 180 a 6.000 euros ( LOPJ art.228.1 ; LEC art.112.1 ).

Precisiones

1) El ámbito de conocimiento («cognitio») del órgano que debe resolver el incidente queda limitado por las
alegaciones del recusante en el escrito de recusación y por la prueba que las sustenta ( TCo 224/2002 ). pero su
actuación no queda constreñida a resolver exclusivamente sobre la propuesta hecha por el instructor,
conservando su capacidad y competencia plenas para resolver sobre todo lo alegado y probado en el
procedimiento incidental por cuanto de la LOPJ art.225 no se desprende en modo alguno que el instructor pueda
condicionar o limitar las facultades del órgano jurisdiccional que haya de decidir el incidente de recusación ( TS
Sala 61 auto 20-6-11, EDJ 128041 ).
2) Se considera que no procede la condena en costas cuando no exista una desestimación de fondo de la
pretensión recusadora al declararse su extemporaneidad ( TS auto 16-6-99 ).
3) La multa deberá imponerse, en su caso, en la cuantía que se entienda congruente y proporcionada al grado de
mala fe que se perciba en la recusación y, en los supuestos de pluralidad de recusantes, el tribunal puede
imponer otras tantas sanciones si aprecia mala fe en varios de ellos ( TCo 129/2002 ).
4. Recursos 

1224
Contra el auto que decida la recusación no cabe recurso alguno, sin perjuicio del derecho de la parte a hacer valer la posible nulidad de la resolución
por estas vías:
1) En el recurso contra la resolución que decida el pleito ( LOPJ art.228.3 ; LEC art.113 ), invocando, por el cauce procesal de la LRJS art.193.a) ó
207.c ) la conculcación del derecho al juez imparcial ( Const art.24.2 ), en relación con el apartado de la LOPJ art.219 que recoja la concreta causa
alegada, como se ha hecho con éxito en algunos supuestos ( TSJ Madrid 23-3-04 , EDJ 110558 ; TSJ Cantabria 5-3-04 , EDJ 40117 ).
2) En el incidente de nulidad de actuaciones de la LOPJ art.241 ( TS 22-2-03 , EDJ 6502 ). Ver nº 7680 .
a) La eventual revisión de la decisión sobre la recusación se vincula a que la parte esté legitimada para recurrir la sentencia que se haya pronunciado en
el pleito principal, lo que a su vez exige que de la misma se siga algún perjuicio ( TS 15-10-91 , EDJ 9735 ).
b) Contra la decisión que ponga fin a la vía judicial podrá interponerse en su caso recurso de amparo, que no procede promover directamente contra el
auto que resuelve el incidente de recusación al no agotar la vía previa judicial ( TCo 18/2000 y 147/1994 ). Agotada esta vía cabe acudir en su caso al
TEDH ( TEDH 17-6-03, núm 62435/00 ).
c) Ahora bien, si en su momento no se promovió la recusación teniendo ocasión de hacerlo, tal omisión no puede ser suplida instando la nulidad de la
sentencia en el posterior recurso de suplicación o casación, o en el incidente de nulidad de actuaciones en su caso, por concurrir una supuesta causa de
recusación en el juez o en alguno de los Magistrados que la han dictado, salvo que no hubiese podido ejercitar aquél derecho por causa no imputable al
mismo ( TCo 140/2004 ) o, promovida la recusación, no hubiese sido admitida a trámite ( TSJ Extremadura 25-9-03, EDJ 210672 ). Para que se declare la
nulidad de actuaciones en tal caso resulta indispensable que se haya vulnerado realmente el derecho al juez ordinario predeterminado por la Ley por
concurrir causa legal de recusación ( TCo 32/2004 ).
d) La alegación de lesión del derecho fundamental en juego puede basarse también en la quiebra de la imparcialidad del Juzgador por su actuación en
el desarrollo del juicio, reveladora de su interés en debilitar la posición procesal del afectado o de perjudicarle en su derecho, pero para que proceda la
nulidad de actuaciones por dicha causa, además de razonarse y acreditarse su concurrencia, con apoyo en su caso en la grabación de la vista, debe
haber formulado la correspondiente protesta y tal actuación debe haber producido indefensión a la parte.
CAPÍTULO III
 Partes 
1230
I. Capacidad 1245

  A. Capacidad para ser parte 1250

    1. Entes sin personalidad jurídica 1256

    2. Otros sujetos con capacidad para ser parte 1266

  B. Capacidad procesal 1285

  C. Tratamiento procesal de las capacidades para ser parte y procesal 1305

II Pluralidad de partes 1315

  A. Litisconsorcio 1320

    1. Tipos de litisconsorcio 1324

    2. Tratamiento procesal 1339

  B. Intervención procesal 1345

    1. Clases 1348

    2. Supuestos asimilables 1360

III. Legitimación procesal 1370

  1. Legitimación activa 1382

  2. Legitimación pasiva 1413

IV. Postulación procesal 1415

  A. Representación procesal 1420

  B. Defensa 1450

  C. Representación y defensa de entes públicos 1465

V. Sucesión procesal 1470


VI. Poder de disposición de las partes sobre el proceso 1485

  1. Modos de disposición 1488

  2. Satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida del objeto 1504

  3. Suspensión del proceso 1508

VII. Posición procesal del FOGASA 1515


Bibliografía 9603

1231
Desde la perspectiva procesal, se entiende por parte la persona o personas que interponen una pretensión ante un órgano jurisdiccional y la persona o
persona frente a las que se interpone (Montero Aroca).
Se consideran partes legítimas quienes comparecen y actúan en juicio como titulares de la relación jurídica u objeto litigioso, quedando exceptuados los
casos en que por ley se atribuya legitimación a persona distinta del titular ( LEC art.10 ).
También son partes quienes con posterioridad al inicio del proceso mediante la demanda -e incluso después de una eventual ampliación de ésta por el
actor- pueden por su relación con el objeto principal del proceso entrar en el proceso con plenitud de derechos, cargas y responsabilidades procesales.
Excepcionalmente se ha admitido que comparezca como parte en el recurso quien no lo ha sido en el proceso (nº 6782 ) ( TS auto 5-11-01, EDJ
103044 ).
Su actuación en el proceso se corresponde con la concurrencia de tres principios:
- dualidad de posiciones, es decir, para que exista verdadero proceso es necesaria la presencia de dos partes en posiciones contrapuestas;
- contradicción, principio de esencia constitucional ( Const art.24.1 ), y que se identifica con la expresión de que nadie puede ser condenado sin ser oído y
vencido en juicio;
- igualdad, aunque en el proceso laboral, se contempla de manera matizada, referida a una inicial desigualdad material y jurídica de las partes ( TCo
125/1995 ), muy conectado con el principio de equilibrio procesal ( LRJS art.75.1 ).
La determinación correcta de las partes en un litigio es una exigencia constitucional. La determinación de la capacidad material, procesal y la
legitimación de las partes es esencial, pues es el primer presupuesto para que un proceso se tramite correctamente y dé lugar a una solución de fondo
es que figuren como partes todos los legitimados, y que todos actúen con la suficiente capacidad procesal. Esta es una exigencia que deriva directamente
de la propia Const art.24.1 , pues el derecho a la tutela judicial efectiva exige que nadie sea condenado sin haber sido oído y también que nadie sea
absuelto por no haberse oído a todos los posibles afectados.
Son partes propiamente dichas las personas físicas o jurídicas o entidades asimiladas legalmente a efectos procedimentales a la que a afecta directa e
inmediatamente la parte dispositiva de una sentencia, y son simplemente interesadas aquellas personas que pueden tener interés respecto al sentido
que se dé a una controversia aunque queden inmediatamente afectados por ella ( TS 15-11-01, EDJ 70963 ). Con relación a estos interesados que
pueden comparecer en el juicio se distinguen supuestos en que no es preciso convocarlos expresamente y otros en que necesariamente han de ser
citados a juicio.
Respecto a la designación en la demanda de las partes demandante y demandada y demás interesados ver nº 2404 .
1232
El estudio de las partes en el proceso laboral viene fundamentalmente delimitado en el siguiente marco normativo:
a) Como regulación sustancial y especial, la LRJS ( LRJS art.16 a 24 ) aunque estos preceptos han de ser completados en el área de la legitimación
por los contenidos en determinadas modalidades procesales especiales.
b) Como regulación supletoria la LEC ( LRJS disp.final 4ª ; LEC art.4, y 6 a 35 redacc L 4/2015 ) y la LJCA en los supuestos de impugnación de los
actos administrativos cuya competencia corresponda al orden social, con la necesaria adaptación a las particularidades del proceso social y en cuanto
sean compatibles con sus principios ( LRJS disp.final 4ª ; LJCA art.18 a 24 redacc L 42/2015).
c) Como regulación complementaria, la Ley Concursal ( L 22/2003 redacc L 40/2015)

I. Capacidad para ser parte y capacidad procesal 
1245
Es preciso distinguir entre la capacidad para ser parte en el proceso (nº 1250 s. ) y la capacidad para actuar en el mismo (nº 1285 s. ). Asimismo, hay que
tener en cuenta la posibilidad de intervención procesal de determinados entes sin personalidad jurídica (nº 1256 s. ) y las particularidades de sujetos
concretos de la relación laboral, como sindicatos, asociaciones empresariales, ministerio fiscal, autoridad laboral y abogado del Estado (nº 1266 s. ).
Conciliación judicial suscrita por presidente de una comunidad de propietarios no autorizado en una previa Junta de Propietarios
(Actum 46/17, 14nov-20nov)
Es nula la conciliación judicial suscrita por el presidente de una comunidad de propietarios que se comprometió al abono de una indemnización de
64.109,64 €, para que una trabajadora desistiera de su demanda por extinción indemnizada de la relación laboral, sin contar con la autorización previa de
la junta de propietarios, ni ratificación en la reunión posterior a la transacción antes de que el acuerdo se consumara.
MS nº 6671 , 6775
MPL nº 1245 , 2620
Es cierto que el presidente de la comunidad de vecinos ostenta legalmente la representación de la comunidad, en juicio y fuera de él, en todos los
asuntos que la afecten ( LPH art.13.3 ). Sin embargo, no se le permite decidir unilateralmente sobre asuntos importantes para la comunidad. La
jurisprudencia del orden jurisdiccional civil es clara exigiendo un previo acuerdo de la junta de propietarios que autorice expresamente al presidente de
la comunidad para ejercitar acciones judiciales en defensa de esta, salvo que el presidente actúe en calidad de copropietario o los estatutos
expresamente dispongan lo contrario, lo que no es el caso en el que los estatutos de la comunidad se limitaban a transcribir las funciones legales
recogidas en la LPH (ver entre otras TS civil 24-6-16, EDJ 93266 ; 30-12-14, EDJ 261489 ). En suma, el presidente no puede suplir o corregir la voluntad
de la comunidad expresada en las juntas ordinarias o extraordinarias (ver por todas TS civil 5 -11-15, EDJ 205564 ). De manera que la jurisprudencia
extiende la obligación de acuerdo va más allá de las situaciones en las que la ley de propiedad horizontal exige acuerdo expreso (acciones judiciales en
defensa de la comunidad de propietarios en los supuestos de cesación de actividades prohibidas por los estatutos que resulten dañosas para la finca
( LPH art.7.2 ) y reclamación de cuotas impagadas ( LPH art.21 )
En este caso concreto, el TSJ considera que la actuación del presidente vicia de nulidad la conciliación judicial, pues no se ha acreditado que la
comunidad de propietarios tuviera conocimiento, diera su consentimiento o autorización al abono del importe de 64.109,64 € a la trabajadora
demandante. Máxime cuando tampoco se acredita su ratificación en la junta de propietarios posterior donde ni siquiera se mencionó su existencia.
Motivos todos ellos por lo que no es admisible que se ratifique un año después en una junta posterior tras haberse realizado el pago, pues no hay
ratificación alguna que convalide un acuerdo que ya ha sido consumado.
Motivos por los que se desestima el recurso de suplicación (interpuesto por la propia Comunidad de vecinos, la trabajadora y una propietaria) contra la
sentencia de instancia que acordó la nulidad de la conciliación judicial suscrita. La confirmación de la sentencia se acompaña de la condena solidaria de
todos ellos en costas.
TSJ Sevilla 15­3­17, EDJ 122112

A. Capacidad para ser parte 
(LRJS art.16;  LEC art.6)
1250
La capacidad para ser parte equivale a la aptitud para ser sujeto de relaciones jurídicas materiales. También se suele identificar con los términos
personalidad procesal o capacidad material, y es la aptitud para ser titular de todos los derechos procesales y asumir las cargas y responsabilidades
inherentes al proceso laboral (De la Oliva Santos, Díez-Picazo Giménez).
La normativa procesal laboral no regula directamente la capacidad para ser parte, sino que la presupone al regular directamente los requisitos que deben
cumplir los titulares de derechos e intereses legítimos para acceder al proceso. Así, pueden ser parte en los procesos ante los tribunales:
- las personas físicas;
- el concebido no nacido, para todos los efectos que le sean favorables;
- las personas jurídicas;
- las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan transitoriamente de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de
disposición y administración;
- las entidades sin personalidad jurídica a las que la ley reconozca capacidad para ser parte;
- el ministerio fiscal, respecto de los procesos en que, conforme a la ley, haya de intervenir como parte;
- los grupos de consumidores o usuarios afectados por un hecho dañoso cuando los individuos que lo compongan estén determinados o sean fácilmente
determinables; para demandar en juicio es necesario que el grupo se constituya con la mayoría de los afectados.
- las entidades habilitadas conforme a la normativa comunitaria europea para el ejercicio de la acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y
de los intereses difusos de los consumidores y usuarios.
Sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder a los gestores o a los partícipes, pueden ser demandadas, en todo caso,
las entidades que, no habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas, estén formadas por una pluralidad
de elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin determinado.
1251
Respecto a la tutela del derecho a la igualdad entre mujeres y hombres hay que señalar que ( LO 3/2007 art.12 ):
1. Cualquier persona puede recabar de los tribunales la tutela del derecho a la igualdad entre mujeres y hombres, de acuerdo con lo establecido en la
Const.art.53.2, incluso tras la terminación de la relación en la que supuestamente se ha producido la discriminación.
2. La capacidad y legitimación para intervenir en los procesos civiles, sociales y contencioso-administrativos que versen sobre la defensa de este
derecho corresponden a las personas físicas y jurídicas con interés legítimo, determinadas en las Leyes reguladoras de estos procesos.
3. Sin embargo, cuando los litigios versen sobre acoso sexual y acoso por razón de sexo, la legitimación corresponde únicamente a la persona
acosada.
1. Entes sin personalidad jurídica 
(LRJS art.16.5 y 80.1.b)

1256
La legislación laboral reconoce, directa o indirectamente, capacidad a diversos entes que carecen de personalidad jurídica como son las comunidades
de bienes, grupos y uniones sin personalidad o los órganos de representación de los trabajadores.
Las razones de ello derivan:
- en unos casos del concepto de empresa o empresario pues en derecho del trabajo pueden ser empresarios los entes desprovistos de personalidad
jurídica que reciban la prestación de servicios de trabajadores por cuenta ajena, y, simultáneamente los remuneren;
- en otros, por la regulación que la ley establece respecto de determinados entes representativos, de negociación y decisión en el ámbito del derecho
colectivo del trabajo.
Respecto a la capacidad procesal y representación de estos entes está previsto:
1. Por las entidades sin personalidad a las que la ley reconozca capacidad para ser parte pueden comparecer quienes legalmente las representen en
juicio. Un supuesto claro es el de las comunidades de propietarios en régimen de propiedad horizontal, cuya representación se ostenta legalmente por el
presidente de la misma, en juicio y fuera de él, en todos los asuntos que la afecten ( L 49/1960 art.13.3 ).
2. Por las masas patrimoniales o patrimonios separados carentes de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y
administración comparecen quienes conforme a la ley las administren. Se trata de los casos de herencias yacentes o las masas del concurso.
3. Por las entidades que, no habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas, estén formadas por una
pluralidad de elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin determinado, comparecen quienes de hecho o en virtud de pactos de la
entidad, actúen en su nombre frente a terceros o ante los trabajadores.
Cuando la demanda se dirigiese contra una masa patrimonial, patrimonio separado, entidad o grupo carente de personalidad, además de identificarlos
suficientemente, ha de hacerse constar el nombre y apellidos de quienes aparezcan como administradores, organizadores, directores, gestores, socios o
partícipes, y sus domicilios, sin perjuicio de las responsabilidades legales de la masa patrimonial, entidad o grupo y de sus gestores e integrantes.
Respecto a las peculiaridades del proceso de ejecución en estos casos ver nº 5663 s.
1258
Comunidades de bienes y grupos sin personalidad 
(ET art.1.2;  LRJS art.249.2)
Doctrinalmente (Desdentado Daroca) se ha señalado dos líneas doctrinales y judiciales de la posición procesal como empresario de la comunidad de
bienes en el proceso laboral:
1. La mayoritaria, que atribuye la capacidad para ser parte a la comunidad de bienes, por lo que no es necesario demandar a los comuneros ( TSJ
Castilla-La Mancha 9-4-02, EDJ 44412 ; TSJ Murcia 21-4-99, EDJ 17185 ; TSJ C.Valenciana 11-3-99, EDJ 5300 ).
2. La minoritaria que sostiene que la posición procesal corresponde a los comuneros ( TSJ Asturias 14-12-01, EDJ 66967 ; TSJ Madrid 26-5-99, EDJ
84282 ).
Tampoco cabe atribuirles personalidad jurídica por el simple hecho de que, a los efectos del Estatuto de los Trabajadores, son empresarios todas las
personas, físicas o jurídicas, o comunidades de bienes que reciban la prestación de servicios de las personas que se reseñan, así como de las personas
contratadas para ser cedidas a empresas usuarias por empresas de trabajo temporal legalmente constituidas.
Ver capacidad procesal nº 1293 .
1260
1) Una cosa es la prestación de servicios para una comunidad de bienes y otra muy distinta quién sea el verdadero empleador que recibe esos
servicios, ya que una comunidad de bienes, sea cual sea la clase de la misma, no constituye un sujeto de derechos y obligaciones distinto,
diferente, autónomo, separado o independiente de cada una de las personas, físicas o jurídicas, que la componen y la integran, pues no es más
que una forma de titularidad de cosas y/o derechos, de tal manera que quienes ostentan esa titularidad son las personas físicas o jurídicas que la
conforman ( TSJ Asturias 10-5-02, EDJ 31358 ).
2) El concepto de grupo al que se alude, sin más precisión, parece referirse a grupos de empresarios más que a grupos de trabajadores. La
doctrina jurisprudencial se ha ocupado de los requisitos generales determinantes de la existencia de un grupo de empresa y, en su caso, los
elementos que deben concurrir para que se declare la responsabilidad solidaria de las empresas integrantes del grupo ( TS 4-4-02, EDJ 27100 ).
Tanto cuando se entiende por grupo de empresas el formado por una empresa que ejerce el control y las empresas controladas, como cuando se
alude a empresarios sujetos al control de otros, como regla general, hay que dirigir la demanda frente a todas y cada una de las empresas del
grupo, ya que se trata de un litisconsorcio pasivo necesario ( TSJ Cataluña 26-10-00, EDJ 43281 ). Sin embargo, no resulta obligado que la
pretensión litigiosa se dirija contra una determinada empresa si no está directamente afectada por la situación jurídico material controvertida en el
pleito. La condición de empresario no se atribuye a todas las sociedades integrantes del grupo, sino únicamente a aquellas que actúan como
unidad empresarial, de tal forma que no respetan los propios límites de su diferente personalidad jurídica, por lo que ha de analizarse caso a
caso la situación de cada una de esas sociedades ( TSJ País Vasco 29-2-00, EDJ 27975 ).
3) En casos de franquicias el tratamiento es análogo a la doctrina jurisprudencial sobre grupos de empresas ( TSJ Sevilla 25-1-00, EDJ 28029 ;
TSJ Málaga 10-11-00, EDJ 58976 ). Se declaró la falta de legitimación de las empresas franquiciadoras ( TSJ Granada 24-10-13, EDJ 241565 )
4) La sociedad mercantil no inscrita o sociedad irregular se equipara al régimen de la comunidad de bienes por cuyas disposiciones debe
regirse ( TSJ Galicia 5-5-99, EDJ 22715 ).
1262
Uniones Temporales de Empresa y Agrupaciones de Interés Económico 
(L 18/1982 art.7;  L 12/1991 art.1)
Las Uniones Temporales de Empresas (UTE) propician contratos de colaboración temporal entre empresarios para la realización de una obra o servicio;
con concesión de beneficios fiscales sin que el contrato asociativo atribuya personalidad jurídica a la asociación creada ( TS 30-6-93, EDJ 6495 ). La
jurisprudencia civil declara improcedente la personación de una empresa en un proceso en que fue parte la UTE en que se hallaba integrada para
ejercitar acciones que le competan a dicha Unión ( TS Civil auto 6-11-07, EDJ 206730 ). La UTE no viene a constituir una persona jurídica nueva,
correspondiendo su titularidad a la de las empresas integradas, que responden ante terceros solidariamente. En la práctica, en los casos de
reclamaciones del trabajador frente a una UTE, es útil dirigir su demanda también frente a todos los integrantes de la misma. En este sentido, la doctrina
ha señalado que la capacidad para ser parte de la UTE no está expresamente reconocida por el legislador, por lo que no es correcta la interpretación que
afirma que dicho reconocimiento está previsto en la LRJS art.16.5 , puesto que la UTE no siempre es una comunidad de bienes, siendo incluso
cuestionable su constitucionalidad (Desdentado Daroca). Tienen legitimación pasiva las empresas conformantes de una UTE al ser necesario demandar
a todas las que la constituyen ( TSJ Madrid 23-1-12, EDJ 13338 )
En cambio, las Agrupaciones de Interés Económico (AIE) gozan de personalidad jurídica, y el régimen de responsabilidad es principal por parte de la
AIE, subsidiario y solidario entre sí de las sociedades que la integran ( TSJ Aragón 20-3-99 , EDJ 84462 ). En caso de grupo empresarial constituido por
una agrupación de interés económico, si no se aprecia componente anómalo alguno que permita considerar la existencia de una realidad empresarial
única integrada por la AIE y los socios, o que permita vislumbrar la utilización fraudulenta de la personalidad jurídica, o el uso abusivo de la dirección
unitaria en perjuicio de los trabajadores, ha de excluirse la participación de los socios componentes en el expediente que ha de seguirse para proceder al
despido colectivo de los trabajadores ( TS 19-12-13, EDJ 288908 ).
1264
Órganos de representación de los trabajadores 
(LRJS art.19.5, 124, 154.e y 165.1.a y 2;  L 10/1997 art.20;  L 22/2003 art.64.2 y 6)
Los órganos de representación legitimados para intervenir como partes en el proceso pueden ser:
- la representación unitaria, es decir, los comités de empresa y los delegados de personal;
- la comisión negociadora para la constitución de un comité de empresa europeo, el propio comité y los representantes de los trabajadores en el marco
de un procedimiento alternativo de información y consulta;
- los órganos de representación laboral al servicio de las Administraciones públicas.
Ver capacidad procesal en el nº 1299 .
Precisiones

En las empresas en situación de concurso los trabajadores, a través de sus representantes pueden solicitar del
juez del concurso la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la extinción o suspensión colectivas de
los contratos de trabajo en que sea empleador el concursado, y sobre el deber de negociación y conformidad en el
acuerdo de los miembros de comité de empresa, delegados de personal o representaciones sindicales.
La decisión empresarial acordando el despido colectivo, la modificación sustancial de condiciones colectivas de
trabajo o conflictos colectivos en general pueden impugnarse por los representantes legales -incluida la comisión
ad hoc- exigiéndose, para que se entienda activamente legitimada dicha representación legal de los trabajadores,
que debe contar, como mínimo, con la conformidad de la mayoría de sus integrantes ( TS 13-10-15, EDJ 225464 ;
14-10-15, EDJ 230712 ).
En la impugnación de convenios colectivos están pasivamente legitimadas todas las representaciones
integrantes de la comisión o mesa negociadora del convenio.
2. Otros sujetos con capacidad para ser parte 

1266
Sindicatos 
(Const art.7 y 8;  LRJS art.16, 17.2, 151.6, 154.a, 155, 247.1.a)
Los sindicatos de trabajadores tienen legitimación para la defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios. Así, los sindicatos con
implantación suficiente en el ámbito del conflicto están legitimados para accionar en cualquier proceso en el que estén en juego intereses colectivos de
los trabajadores, siempre que exista un vínculo entre dicho sindicato y el objeto del pleito de que se trate. En todo caso, los sindicatos representativos
pueden personarse como partes en el proceso, aun cuando no lo hayan promovido, siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más
amplio que el del conflicto.
En especial, pueden actuar, a través del proceso de conflicto colectivo, en defensa de los derechos e intereses de una pluralidad de trabajadores
indeterminada o de difícil determinación; y, en particular, por tal cauce pueden actuar en defensa del derecho a la igualdad de trato entre mujeres y
hombres en todas las materias atribuidas al orden social.
La legitimación del sindicato para la acción de impugnación del despido colectivo tiene una regulación específica (nº 3832 ) ( TS 17-6-15, EDJ 136116 )
En el procedimiento de impugnación de actos administrativos en materia laboral y de Seguridad social, excluidos los prestacionales, los sindicatos
más representativos, así como aquellos con implantación en el ámbito de efectos del litigio, pueden personarse y ser tenidos como parte en los procesos
en los que tengan interés en defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios o en su función de velar por el cumplimiento de las
normas vigentes, sin que tal intervención haga detener o retroceder el curso de las actuaciones.
En el proceso de ejecución se consideran intereses colectivos los tendentes a la conservación de la empresa y a la defensa de los puestos de trabajo.
En ejecución de conflictos colectivos pueden personarse como partes en la ejecución, aunque no hayan sido parte en el procedimiento previo de
constitución del título ejecutivo, siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto
Los sindicatos no se limitan a representar a sus miembros a través de los esquemas del apoderamiento y de la representación del derecho privado, pues
cuando la Constitución y la Ley los invisten con la función de defender los intereses de los trabajadores, les legitiman para ejercer aquellos derechos que,
aun perteneciendo en puridad a cada uno de los trabajadores «uti singulus», son de ejercicio colectivo ( TCo 70/1982 ), en virtud de una función de
representación que el sindicato ostenta por sí mismo, sin que deba condicionar necesariamente su actividad a la relación de apoderamiento ínsita en el
acto de afiliación, que discurre en un plano diverso del de la acción propiamente colectiva ( TCo 70/1982 , 37/1983 , 59/1983 , 187/1987 , 217/1991 ). Por
esta razón, en principio, es posible considerarlos legitimados para accionar en cualquier proceso en el que estén en juego intereses colectivos de los
trabajadores ( TCo 210/1994 ).
En el concreto ámbito del proceso, por la propia naturaleza del marco en el que el sindicato ha de actuar, se subraya la exigencia de un vínculo
acreditado, de una conexión entre la organización que acciona y la pretensión ejercitada ( TCo 210/1994 ; 101/1996 ; 7/2001 ; 24/2001 ; 84/2001 ).
Se trata, en definitiva, de aplicarles la misma regla que se aplica a cualquier otro sujeto de derecho a fin de reconocerle aptitud para ser parte en un
proceso: tener interés legítimo, que existe siempre que de prosperar la acción iniciada el recurrente pueda obtener un beneficio o la desaparición de un
perjuicio ( TCo 101/1996 ; 7/2001 ; 24/2001 ; 84/2001 ). De este modo, para poder considerar procesalmente legitimado a un sindicato no basta que éste
acredite estar defendiendo un interés colectivo o estar realizando una determinada actividad sindical, dentro de su función genérica de representación y
defensa de los intereses de los trabajadores, sino que debe existir un vínculo especial y concreto entre dicho sindicato (sus fines, su actividad, etc.) y el
objeto del debate en el pleito de que se trate, vínculo o nexo que ha de calibrarse en cada caso y que se plasma en la noción de interés profesional o
económico, traducible en una ventaja o beneficio cierto, cualificado y específico derivado de la eventual estimación del recurso entablado ( TCo 210/1994
; 101/1996 ; 24/2001 ).
Respecto de la capacidad procesal de las secciones sindicales ver nº 1301 y respecto a las facultades atribuidas a los sindicatos en caso de empresas en
concurso ver nº 8603 .
1268
1) La capacidad abstracta para ser parte en el proceso no les autoriza a concluir sin más que es posible a priori que lleven a cabo cualquier otra
actividad en cualquier ámbito, pues tal capacidad no alcanza a transformarlos en guardianes abstractos de la legalidad, cualesquiera que sean
las circunstancias en las que ésta pretenda hacerse valer ( TCo 210/1994 y 101/1996 ).
2) La conexión entre la organización y la pretensión ejercitada ha de medirse en función de la implantación en el ámbito del conflicto, al ser
ésta la justificación de la intervención misma del sindicato ( TCo 70/1982 ; 37/1983 ; 59/1983 ).
3) El concepto de implantación no puede ser confundido con el de representatividad en el sentido en que este último es valorado por el
Estatuto de los Trabajadores para atribuir legitimación para la negociación colectiva de eficacia general o para la representación institucional
( TCo 37/1983 ; TCo auto 66/1985 ). La exigencia de implantación, aunque inicialmente se había limitado al marco de procesos especiales de
conflicto colectivo ( TCo 70/1982 ; 37/1983 ; 59/1983 ; TCo auto 100/1985 ), se extendió a otros procesos en un supuesto en el que el
sindicato recurrente impugnaba la resolución judicial que había negado su legitimación en un proceso de Seguridad Social donde no había
acreditado la más mínima implantación ( TCo 210/1994 ). La acción de impugnación del despido colectivo por parte de la representación sindical
exige que la implantación suficiente se analice partiendo de la concreta afectación del despido colectivo.
4) Para que el sindicato tenga legitimación es imprescindible que en la controversia planteada haya afectación de los intereses colectivos de
los trabajadores. El sindicato carecería de legitimación cuando lo que se discute son intereses estrictamente individuales de los trabajadores. En
el caso de una demanda presentada por un representante legal de los trabajadores interesando la inclusión en su crédito horario de un
determinado complemento, salvo que, constituyera una práctica antisindical, no parece estar presente un interés colectivo. Por eso ostenta
legitimación activa la trabajadora miembro del comité de empresa, para instar una reclamación individual por el cauce procesal especial de tutela
de su libertad sindical, en relación con la negativa de la empresa a la utilización de su crédito horario sindical ( TS 30-6-11, EDJ 225555 ). Sin
embargo, sí existe legitimación del sindicato cuando el objeto del proceso sea el interés colectivo de los trabajadores, aunque la demanda sea
individual, como serían los supuestos de demandas presentadas por representantes legales de los trabajadores por limitación en el crédito
horario invocando que la afectación del crédito horario puede afectar a los intereses colectivos de los trabajadores (Arbonés Lapena).
5) Está legitimado activamente un sindicato que pretende el cumplimiento de la legalidad en un proceso de selección de personal, en el ámbito
de actuación de la Universidad, ya que supone la defensa de los intereses que le son propios ( TSJ Madrid 29-6-12, EDJ 154034 ). Así como para
impugnar la atribución temporal de determinadas funciones en el sector público sin respetar los principios de igualdad, mérito y capacidad en el
acceso al empleo público: implantación y defensa de un interés real, profesional y sindical ( TS 30-10-12, EDJ 248912 )
6) Carece de legitimación el sindicato para ejercer un derecho del que es titular el comité de empresa, referente a recibir información de la
empresa, sin haberle otorgado este su representación, no lesionándose el derecho a la información pues no tiene como titular o sujeto activo a
los sindicatos ( TSJ Extremadura 7-5-13, EDJ 100014 )
1269
Intervención procesal del sindicato 
(LRJS art.2.k y m, 151.6, 154.a, 155, 167, 173 y 177)
El sindicato puede aparecer en el proceso:
a) Como parte a fin de solicitar la tutela de sus propios derechos e intereses, en particular en los supuestos siguientes: - legitimación para
promover conflictos colectivos e impugnación de convenios; y en particular, en defensa del derecho a la igualdad de trato entre mujeres y
hombres en todas las materias atribuidas al orden social; - en todos los procesos en los que esté en discusión la constitución y el reconocimiento
de la personalidad jurídica del sindicato, impugnación de sus estatutos y sus modificaciones; - en procesos de tutela de libertad sindical del propio
sindicato; - cuando judicialmente se exija al sindicato responsabilidad por infracción de normas pertenecientes a la rama social del derecho; -
litigios sobre el régimen interno y relaciones del sindicato con sus afiliados; - impugnación de la certificación de capacidad representativa sindical.
b) Con legitimación ordinaria cuando el sindicato actúe como empresario.
c) Como representante voluntario al disponer que pueden actuar en un proceso en nombre e interés de los trabajadores afiliados que lo
autoricen, defendiendo sus derechos individuales y recayendo en los mismos los efectos de su actuación. En todo caso, los sindicatos
representativos, pueden personarse como partes en el proceso, aun cuando no lo hayan promovido, siempre que su ámbito de actuación se
corresponda o sea más amplio que el del conflicto.

Precisiones

1) La falta de previsión normativa no impide la intervención adhesiva del sindicato en un proceso por despido de
un delegado sindical ( TCo 257/2000 ).
2) También está legitimado para intervenir en el proceso de oficio pues aunque la sentencia sólo tiene efectos
para las partes -trabajadores y empresarios implicados- negar esta posibilidad implica una interpretación
claramente restrictiva del acceso a la jurisdicción que no tiene en cuenta la especial naturaleza del proceso de
oficio ( TCo 215/2001 ).
3) La Federación de un sindicato posee legitimación activa procesal «ad processum», teniendo en cuenta su
función genérica de defensa de los intereses de los trabajadores y no sólo de sus afiliados, respecto a los
derechos de ejercicio colectivo ( Const art.28 y LRJS art.17 ). Sin embargo, tal afirmación no implica que los
sindicatos se erijan en vigilantes absolutos de la legalidad, debiéndose analizar en cada caso concreto la
concurrencia de un interés legítimo, que les otorga la imprescindible necesidad de legitimación «ad causam»,
exigencia que no concurre en un proceso ordinario cuyo objetivo es anular el contrato del trabajador, demandado
junto con la empresa. En este supuesto, su intervención procesal sólo cabría como representante, pues se
considera que el sindicato carece de un interés profesional o económico traducible en una ventaja o beneficio
cierto, cualificado y específico derivado de la virtual estimación del recurso ( TCo 7/2001 ; TSJ Valladolid 30-1-06,
EDJ 15310 ).
1271
Asociaciones empresariales 
(Const art.7;  LRJS art.2.l y m, 17.2, 151.6, 154.b, 155, 165.1.a, 167, 176, 247.1.a)
Las asociaciones empresariales están legitimadas para la defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios, ostentando legitimación
activa para promover procesos de conflicto colectivo cuando su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto, siempre que
se trate de conflictos de ámbito superior a la empresa. En todo caso, las asociaciones empresariales representativas pueden personarse como partes en
el proceso, aun cuando no lo hayan promovido, siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto.
En ejecución de conflictos colectivos pueden personarse como partes en la ejecución, aunque no hayan sido parte en el procedimiento previo de
constitución del título ejecutivo, siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto.
Los procesos de impugnación de las resoluciones administrativas que denieguen el depósito de los estatutos de las asociaciones empresariales, o
de sus modificaciones, así como las de declaración de no ser conforme a Derecho dichos estatutos, o sus modificaciones, se sustancian,
respectivamente, por los trámites de las modalidades procesales reguladas en las secciones anteriores. El Ministerio Fiscal ha de ser siempre parte en
dichos procesos, con independencia de su legitimación activa para promover los mismos.

Precisiones

1) Los problemas suelen producirse en procesos de impugnación de convenios, donde la legitimación activa de
las asociaciones empresariales interesadas es cuestión sujeta a controvertida interpretación ( TS 14-4-00, EDJ
29889 ), aunque se reconoce diferenciando entre la legitimación para formar parte de la comisión negociadora de la
exigida para impugnarlo ( TS 15-3-04, EDJ 40524 ). El momento crucial en que ha de existir y probarse la
legitimación activa de las asociaciones empresariales es el del inicio de las negociaciones del convenio colectivo,
esto es, cuando se constituye su mesa o comisión negociadora ( TS 10-10-06, EDJ 306455 ; 23-11-09, EDJ 321830
; 24-14-14, EDJ 115900 ).
2) En general se admite la legitimación de las asociaciones profesionales para la defensa de los intereses que le
son propios, particularmente cuando se ve afectado el interés profesional de sus asociados, como ocurre en la
defensa de la legalidad vigente con ocasión de la cobertura de plazas vinculadas a una determinada titulación
profesional ( TCo 52/2007 ).
1273
Ministerio Fiscal 
(LEC art.6.1.6º;  LRJS art.17.4, 80.2, 82.1 y 2)
El Ministerio fiscal puede intervenir en el proceso laboral, en todos aquellos supuestos previstos, de dos maneras:
- como parte procesal;
- como titular del derecho de audiencia.
Debe entregársele copia de la demanda y de los documentos que se acompañen.
1274
Parte procesal 
(LRJS art.164.6, 165.4, 167.2, 173.1, 177.3, 178, 184, 219.3, 240.4)
En cuanto parte procesal el fiscal puede intervenir en los siguientes procedimientos:
1. Impugnación de los convenios colectivos.
2. Impugnación de la resolución administrativa que deniegue el depósito de los estatutos de un sindicato.
3. Impugnación de estatutos sindicales solicitando la declaración judicial de no ser conformes a derecho cuando estén en fase de constitución.
4. Tutela de los derechos de libertad sindical, huelga y otros derechos fundamentales y libertades públicas, incluida la prohibición de tratamiento
discriminatorio y del acoso, adoptando en su caso las medidas necesarias para la depuración de las conductas delictivas.
5. Cuando la tutela del derecho fundamental y libertades públicas deba necesariamente realizarse a través de modalidad procesal distinta a la de
tutela de los derechos fundamentales y libertades públicas, el Ministerio Fiscal también debe ser citado como parte. Se trata de demandas de ejercicio
necesario a través de la modalidad procesal correspondiente en las que además se interesa o vienen involucradas con la petición de tutela de derechos
fundamentales y libertades públicas. Son las modalidades procesales siguientes: demandas despido y por las demás causas de extinción del contrato de
trabajo, las de modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, las de suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas,
técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor, las de disfrute de vacaciones, las de materia electoral, las de impugnación de
estatutos de los sindicatos o de su modificación, las de movilidad geográfica, las de derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, las de
impugnación de convenios colectivos y las de sanciones impuestas por los empresarios a los trabajadores. También en estos casos se aplican en cuanto
a las pretensiones de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas las reglas y garantías previstas para dicha modalidad procesal.
6. En los procesos de ejecución derivados de títulos ejecutivos en que se haya declarado la vulneración de derechos fundamentales y de libertades
públicas, velando especialmente por la integridad de la reparación de las víctimas.
7. En el recurso de casación para unificación de doctrina el Ministerio Fiscal tiene legitimación para recurrir en su función de defensa de la legalidad,
de oficio o a instancia de los sindicatos, organizaciones empresariales, asociaciones representativas de los trabajadores autónomos económicamente
dependientes o entidades públicas que, por las competencias que tengan atribuidas, ostenten interés legítimo en la unidad jurisprudencial sobre la
cuestión litigiosa.
1275
1) Puede suceder que el criterio del ministerio público no coincida con el de la parte que impugna el convenio y que mantenga una tesis
contraria a la expuesta en la demanda pidiendo su desestimación (Iglesias Cabero).
2) Cuando el Ministerio Fiscal no ha sido citado: a. Procede declarar la nulidad de actuaciones en un proceso de impugnación de estatutos
( TS 14-3-02, EDJ 27048 ) y, por la misma razón, en un procedimiento de libertad sindical ( TS 26-12-96, EDJ 10092 ); b. Salvo que la
intervención del ministerio fiscal esté vinculada a la defensa de un interés público directo en el proceso, la falta de citación en los procesos en que
la tutela reclamada se concreta en un interés de parte no debe determinar la nulidad de actuaciones salvo que concurran las siguientes
condiciones ( TS 29-6-01, EDJ 31154 ; 27-11-02, EDJ 54259 ; 19-4-05, EDJ 76856 ; 15-11-05, EDJ 214109 ; 28-1-09, EDJ 16996 ): - se haya
formulado un motivo de casación alegando este defecto; - haya formulado protesta previamente en el momento adecuado; - como consecuencia
de la ausencia del ministerio fiscal, haya podido producirse una real indefensión para la parte que alega la denuncia.
3) No procede la nulidad de actuaciones cuando habiendo sido debidamente citado, no comparece en un proceso de tutela de derechos
fundamentales ( TS 22-7-04, EDJ 147909 ).
4) El control de oficio de la falta de citación del ministerio fiscal se consideró procedente en un proceso de impugnación de estatutos
sindicales; si bien se hizo salvedad expresa en relación con las particularidades de la modalidad de despido, de ahí que lo descarte en el caso de
un despido con vulneración de derechos fundamentales ( TS 27-11-02, EDJ 54259 ; 14-3-02, EDJ 27048 ).
5) La jurisprudencia ha admitido el recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal en defensa de la legalidad sobre el alcance del escrito de
impugnación del recurso de suplicación, porque no existe doctrina unificada en la materia litigiosa en la fecha de su formulación y la norma
aplicada por la sentencia impugnada -LRJS- lleva menos de 5 años vigente ( TS 15-10-13, EDJ 253209 ).
1276
Titular del derecho de audiencia 
(LRJS art.5.3, 200.2, 213.3, 214, 220, 225.3 y 226.3)
El ministerio fiscal está facultado legalmente para emitir dictamen o informe sobre determinadas cuestiones en litigios seguidos entre otros sujetos. Ello
no le constituye en parte. Así, entre otros supuestos:
- cuestiones de competencia;
- inadmisión, procedencia o improcedencia de recursos de casación;
- inadmisiones o admisiones de recursos de suplicación;
- preparación, admisión o inadmisión del recurso de casación para unificación de doctrina, incluso a los estrictos fines de defensa de la legalidad, aunque
el Ministerio Fiscal no haya sido parte en el proceso.

Precisiones

1) Sobre la regulación de acumulación de recursos de suplicación y casación ver nº 7580 .


2) Con relación a las multas y otros apremios que el juez o tribunal puede imponer por vulneración de las reglas
de la buena fe o por falta de observancia en el cumplimiento de las obligaciones por parte de los profesionales
(abogados, procuradores y graduados sociales), en caso de recurso de alzada contra el acuerdo que impone la
sanción, la Sala de Gobierno del TSJ correspondiente competente para resolver el mismo, con carácter
jurisdiccional, según doctrina constitucional reiterada, tiene la facultad legal de dar traslado al Ministerio Fiscal para
informe ( LOPJ art.156 ; LRJS art.75.4 ; LOPJ art.552 y 557 ; LEC art.247 ).
1278
Autoridad laboral 
(LRJS art.2.n, 76.5, 124.3 y 9, 148, 158 y 160;  ET art.90.5)
La Autoridad laboral puede intervenir como parte en los siguientes procedimientos:
- procedimiento de oficio, donde debe ser considerada parte principal;
- conflicto colectivo que puede iniciarse mediante comunicación de la Autoridad laboral;
- impugnación de convenios colectivos;
- medidas cautelares o actos preparatorios y diligencias preliminares consistentes en la legitimación para solicitar autorización judicial para la entrada en
domicilios o lugares asimilados cuyo acceso requiera el consentimiento de su titular para facilitar a la Inspección de Trabajo y Seguridad social o, en su
caso, a la Administración laboral competente en materia de prevención e investigación de la seguridad laboral o en garantía del cumplimiento de las leyes
sociales o de derechos fundamentales y libertades públicas, cuando el centro de trabajo sometido a inspección coincidiese con el domicilio de la persona
afectada, si el titular se opusiere o existiese riesgo de tal oposición, en relación con los procedimientos administrativos de los que conozca o pueda
conocer posteriormente la jurisdicción social;
- despido colectivo (nº 1279 ).

Precisiones

El fundamento principal respecto a su participación en el procedimiento de oficio es que la imposición de


sanciones administrativas es una potestad que corresponde a la Administración en defensa de un interés público,
por lo que en su condición de titular de esta potestad está legitimada como parte principal para pedir en el proceso
la declaración en que ha de fundar su posterior actividad sancionadora; o expresado en términos de tutela judicial
efectiva: el interés público en el ejercicio de la potestad sancionadora puede quedar sin defensa en el proceso si se
niega la intervención en él de la Administración ( TS Sala General 5-5-94, EDJ 4016 ; 4-10-94 , EDJ 24217 ; 31-1-
97, EDJ 491 ; 20-3-97, EDJ 2043 y TS 5-11-98 , EDJ 61305 ).
Interposición de demanda de oficio por la TGSS en reclamación de laboralidad de una relación
(Actum 15/17, 11abr-17abr)
La TGSS está legitimada activamente para interponer demanda de oficio para el reconocimiento de laboralidad de una relación de trabajadoras con un
club de alterne.
MS nº 8129
MPL nº 1278
La TGSS presentó demanda en solicitud de declaración de que las mujeres a que se refiere el acta de infracción de la Inspección de Trabajo prestan
servicios de naturaleza laboral para la empresa demandada, que constituye un club de alterne. En instancia y en suplicación se apreció de oficio la
excepción de falta de legitimación activa y se desestimó la demanda sin entrar en el fondo del asunto.
Según la jurisprudencia, la existencia o no de legitimación «ad causam» es cuestión que afecta al orden publico procesal y por ello examinable de
oficio, porque atañe a la cuestión de si se ostenta interés legítimo para solicitar de los órganos judiciales una resolución, ya que los efectos de las normas
jurídicas no pueden quedar a voluntad de los particulares de modo que llegaran a ser aplicadas no dándose los supuestos queridos y previstos por el
legislador para ello. Así, por ejemplo, en el ámbito laboral, se reconoce expresamente ex lege a sindicatos, asociaciones empresariales y otros para
promover procesos sobre conflictos colectivos ( LRJS art.154 ), y a la autoridad laboral, como tuteladora o controladora de la existencia de un interés
social, cuando del procedimiento de oficio se trate ( LRJS art.148 a 152 ), como es el caso que se examina. Lo que se ha de discernir, pues y en
definitiva, es si en esta última expresión (autoridad laboral) tiene cabida un ente como la TGSS a quien interesa la declaración de la existencia de relación
laboral en una determinada situación en tanto en cuanto ello presupondría la ineludible exigencia de la previa afiliación y el alta en el sistema y,
subsiguientemente, la de efectuar por ello en aquélla las correspondientes cotizaciones mientras dure cada relación de esa clase.
La TGSS, en tanto que Servicio Común de la Seguridad Social con personalidad jurídica propia, tiene a su cargo las atenciones generales y de los
servicios de recaudación de los derechos y pagos de las obligaciones del sistema de la Seguridad Social, lo que implica todo lo que sea conducente a la
consecución de tales fines, teniendo atribuida la potestad sancionadora correspondiente. En tanto en cuanto la sanción que, en su caso, pudiera
proceder, es uno de los instrumentos para la obtención del fin recaudatorio, queda supeditada a la previa constatación del incumplimiento punible, cual
es la falta de afiliación y/o alta en el sistema o la de las cotizaciones pertinentes, que no se pueden exigir si la referida relación laboral no se aprecia,
verifica o confirma fehacientemente.
Lo que se trata con el procedimiento de oficio es de reconocer a la Administración competente la capacidad de promover un litigio en pro no ya -o tan
sólo- de sus propios intereses sino del interés general.
Se casa y anula la sentencia recurrida y la que ésta confirma, para que en la instancia se llegue a examinar el fondo de la cuestión litigiosa.
TS 9­3­17, EDJ 27172

1279
Autoridad laboral y despido colectivo 
(ET art.51;  LRJS art.124.3 y 9;  RD 1483/2012 art.25 y disp.trans.única)
La autoridad laboral asume un papel canalizador del procedimiento con atribuciones de supervisión, documentación y del cumplimiento de garantías
legales, preservando el interés y orden público en las extinciones masivas del contrato de trabajo. Se trata de impedir que asome la inseguridad jurídica,
el fraude y la arbitrariedad absoluta en una decisión de alcance jurídico no sólo inter partes sino con afectación a la propia Administración gestora de las
prestaciones de seguridad social y desempleo.
Al efecto, la autoridad laboral tiene las siguientes funciones:
a) En el procedimiento de adopción de la decisión extintiva por parte del empresario, la autoridad laboral:
- es receptora de la comunicación, da traslado de la misma a las entidades gestoras y recaba el informe preceptivo de la Inspección de trabajo y
Seguridad Social sobre los extremos de la comunicación a que se refiere los párrafos anteriores y sobre el desarrollo del período de consultas;
- vela por la efectividad del período de consultas pudiendo remitir, en su caso, advertencias y recomendaciones a las partes que no suponen, en ningún
caso, n la paralización ni la suspensión del procedimiento;
- transcurrido el período de consultas el empresario comunica a la autoridad laboral el resultado del mismo. Si se hubiera alcanzado acuerdo, traslada
copia íntegra del mismo. En caso contrario, remite a los representantes de los trabajadores y a la autoridad laboral la decisión final de despido colectivo
que haya adoptado y las condiciones del mismo;
- cuando la extinción afectase a más del 50% de los trabajadores, se da cuenta por el empresario de la venta de los bienes de la empresa, excepto de
aquellos que constituyen el tráfico normal de la misma, a los representantes legales de los trabajadores y, asimismo, a la autoridad competente;
- puede realizar durante el periodo de consultas, a petición conjunta de las partes, las actuaciones de mediación que resulten convenientes con el fin de
buscar soluciones a los problemas planteados por el despido colectivo; y, con la misma finalidad, realizar funciones de asistencia a petición de cualquiera
de las partes o por propia iniciativa;
- la autoridad laboral puede impugnar los acuerdos adoptados en el período de consultas cuando estime que estos se han alcanzado mediante fraude,
dolo, coacción o abuso de derecho, a efectos de su posible nulidad, así como cuando la entidad gestora de la prestación por desempleo hubiese
informado que la decisión extintiva empresarial pudiera tener por objeto la obtención indebida de las prestaciones por parte de los trabajadores afectados
por inexistencia de la causa motivadora de la situación legal de desempleo.
La falta de impugnación de la decisión extintiva colectiva por los representantes legales de los trabajadores o por la autoridad laboral abre la posibilidad
de que transcurrido el plazo de caducidad de 20 días para el ejercicio de la acción por los representantes de los trabajadores, el empresario, en el plazo
de 20 días desde la finalización del plazo anterior, pueda interponer demanda con la finalidad de que se declare ajustada a derecho su decisión extintiva.
La falta de legitimación pasiva de los trabajadores individuales se traduce procesalmente en una inadecuación de procedimiento ( TS 26-12-13, EDJ
288910 )
b) En caso de impugnación judicial de la decisión empresarial de despido colectivo por parte los representantes legales o sindicales de los
trabajadores, al admitirse la demanda, el letrado de la Administración de Justicia acuerda recabar de la Autoridad Laboral copia del expediente
administrativo relativo al despido colectivo. La sentencia firme se notifica para su conocimiento a la autoridad laboral.
c) La autoridad laboral está legitimada para ser parte en el proceso incoado por los representantes de los trabajadores o por el empresario en el supuesto
de que vez iniciado el proceso por los representantes de los trabajadores se plantease demanda de oficio (nº 4804 ). En este caso se suspende ésta
hasta la resolución de aquél. La sentencia, una vez firme, tiene eficacia de cosa juzgada sobre el proceso de oficio pendiente de resolución.
d) En caso de fuerza mayor, como causa motivadora de la extinción de los contratos de trabajo, debe ser constatada por la autoridad laboral, cualquiera
que sea el número de los trabajadores afectados.
1281
Administración Pública 
(LRJS art.2.n, 22 y 151;  ET disp.adic.16ª;  RDLeg 3/2011 art.3.1)
La representación y defensa del Estado y demás entes del sector público se rige, según proceda, por lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder
Judicial, la Ley de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones públicas y las demás normas que le sean de aplicación. La representación y defensa de las
Entidades Gestoras y de los Servicios Comunes de la Seguridad Social corresponde a los letrados de la Administración de la Seguridad Social.
La asunción por el orden jurisdiccional social de las nuevas competencias para el control de la legalidad de la actividad administrativa en materia laboral
en determinados casos determina una mayor presencia de las Administraciones públicas como parte en el proceso laboral. A su condición de empleadora
del personal laboral y su intervención en determinados procesos como los de oficio, se introduce un nuevo proceso denominado de impugnación de
actos administrativos en materia laboral y de seguridad social , que se adapta a las particularidades que se derivan del hecho de que una de las
partes sea una Administración Pública. El régimen jurídico de este nuevo procedimiento centra sus especialidades en materia de sujetos procesales en
los siguientes aspectos (nº 5546 s. ):
a) Competencia y ámbito objetivo: los tribunales laborales conocen sobre la impugnación de resoluciones administrativas de la autoridad laboral
recaídas en el ejercicio de la potestad sancionadora en materia laboral y sindical y, respecto de las demás impugnaciones de otros actos de las
Administraciones públicas sujetos al Derecho Administrativo en el ejercicio de sus potestades y funciones en materia laboral y sindical que pongan fin a la
vía administrativa, siempre que en este caso su conocimiento no esté atribuido a otro orden jurisdiccional.
b) En la demanda se ha de identificar con precisión el acto o resolución objeto de impugnación y la Administración pública o Entidad de derecho público
contra cuya actividad se dirija el recurso y se ha de hacer indicación, en su caso, de las personas o entidades cuyos derechos o intereses legítimos
pudieran quedar afectados por la estimación de las pretensiones del demandante. En caso de omitirse estos requisitos, el letrado de la Administración de
Justicia dispone que se subsane el defecto en el plazo de 4 días. Realizada la subsanación, se admite la demanda. En otro caso, da cuenta al tribunal
para que por el mismo se resuelva sobre su admisión.
c) Las partes en el proceso pueden ser:
1. Necesarias: tienen legitimación activa los destinatarios del acto o resolución impugnada o quienes ostenten derechos o intereses legítimos en su
revocación o anulación. La legitimación pasiva corresponde a la Administración o Entidad pública autora del acto.
2. Contingentes: se trata de otros sujetos que por la existencia de un interés, como perjudicados o por ostentar la defensa de intereses económicos o
sociales la ley les reconoce ser parte en el proceso:
- los empresarios y los trabajadores afectados o los causahabientes de ambos, así como aquellos terceros a los que pudieran alcanzar las
responsabilidades derivadas de los hechos considerados por el acto objeto de impugnación y quienes pudieran haber resultado perjudicados por los
mismos, pueden comparecer como parte en el procedimiento y son emplazados al efecto, en especial cuando se trate de enjuiciar hechos que pudieran
ser constitutivos de accidente de trabajo o enfermedad profesional;
- en los litigios sobre sanciones administrativas en materia de acoso laboral sexual o por razón de sexo, la víctima está legitimada para comparecer en el
procedimiento según su libre decisión y no puede ser demandada o emplazada de comparecencia contra su voluntad. Si se requiriese el testimonio de la
víctima el órgano jurisdiccional vela por las condiciones de su práctica en términos compatibles con su situación personal y con las restricciones de
publicidad e intervención de las partes y de sus representantes que sean necesarias;
- los sindicatos y asociaciones empresariales más representativos, así como aquellos con implantación en el ámbito de efectos del litigio, y el empresario
y la representación unitaria de los trabajadores en el ámbito de la empresa, pueden personarse y ser tenidos como parte en los procesos en los que
tengan interés en defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios o en su función de velar por el cumplimiento de las normas
vigentes, sin que tal intervención haga detener o retroceder el curso de las actuaciones.
En el proceso de conflictos colectivos las Administraciones públicas empleadoras incluidas en el ámbito del conflicto y en la impugnación de
convenios colectivos al tener atribuida legitimación activa son parte en estos procesos.
1282

Precisiones

1) Despidos objetivos y colectivos en el sector público. El personal laboral ( EBEP/07 art.11.1 ) concernido es el
que está al servicio de los entes, organismos y entidades que forman parte del sector público. Se considera que
forman parte del sector público los siguientes entes, organismos y entidades:
a. La Administración General del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas y las Entidades que
integran la Administración Local.
b. Las entidades gestoras y los servicios comunes de la Seguridad Social.
c. Los organismos autónomos, las entidades públicas empresariales, las Universidades Públicas, las Agencias
Estatales y cualesquiera entidades de derecho público con personalidad jurídica propia vinculadas a un sujeto que
pertenezca al sector público o dependientes del mismo, incluyendo aquellas que, con independencia funcional o
con una especial autonomía reconocida por la Ley, tengan atribuidas funciones de regulación o control de carácter
externo sobre un determinado sector o actividad.
d. Las sociedades mercantiles en cuyo capital social la participación, directa o indirecta, de entidades de las
mencionadas en las letras a) a f) sea superior al 50%.
e. Los consorcios dotados de personalidad jurídica propia ( L 40/2015 art.47 ), y la legislación de régimen local.
f. Las fundaciones que se constituyan con una aportación mayoritaria, directa o indirecta, de una o varias entidades
integradas en el sector público, o cuyo patrimonio fundacional, con un carácter de permanencia, esté formado en
más de un 50% por bienes o derechos aportados o cedidos por las referidas entidades.
g. Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social.
h. Cualesquiera entes, organismos o entidades con personalidad jurídica propia, que hayan sido creados
específicamente para satisfacer necesidades de interés general que no tengan carácter industrial o mercantil,
siempre que uno o varios sujetos pertenecientes al sector público financien mayoritariamente su actividad,
controlen su gestión, o nombren a más de la mitad de los miembros de su órgano de administración, dirección o
vigilancia.
i. Las asociaciones constituidas por los entes, organismos y entidades mencionados en las letras anteriores.
2) Las Administraciones públicas y sus órganos se mencionan en el articulado regulador de las competencias de los
juzgados y tribunales del orden jurisdicción social. Son la Administración General del Estado -Consejo de Ministros,
Ministro o Secretario de Estado-, organismos públicos vinculados o dependientes de ella, Administración de las
CCAA -Consejo de Gobierno-, entidades locales, organismos o entidad de derecho público ( LRJS art.6, 7, 8 y 9 ).
1283
Abogado del Estado 
(LRJS art.22, 60.3, 82.5, 118, 164.5 y 290.3;  LOPJ art.447 redacc LO 7/2015;  L 52/1997)
Se atribuye al abogado del Estado la representación y defensa del Estado y organismos autónomos. Para la representación y defensa en juicio se le
concede un plazo de 22 días para la consulta a la Dirección General del Servicio Jurídico del Estado. El señalamiento del juicio debe hacerse de modo
que tenga lugar en fecha posterior al indicado plazo.
Los actos de comunicación con el abogado del Estado, con el letrado de las Cortes Generales, así como con los letrados de la Administración de la
Seguridad Social, se practican en su sede oficial respectiva. Cuando dispongan de los medios técnicos electrónicos, telemáticos, infotelecomunicaciones
o de otra clase semejante, la comunicación puede efectuarse por dichos medios conforme a lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEC art.162
redacc L 42/2015).
Los actos de comunicación al Ministerio Fiscal, a la Abogacía del Estado, a los letrados de las Cortes Generales y a los letrados de las Comunidades
Autónomas y de la Administración de la Seguridad Social, así como las notificaciones a las partes, incluidas las que se realicen a través de los servicios
organizados por los Colegios profesionales, se tienen por realizados el día siguiente a la fecha de recepción que conste en la diligencia o en el resguardo
acreditativo de su recepción (esta previsión supone la ampliación en un día en el cómputo de plazos no sólo para representantes legales de las
Administraciones Públicas sino también para todas las partes, no produciéndose trato diferenciado o privilegiado).
En la modalidad procesal de reclamación de salarios de tramitación frente al Estado, una vez admitida la demanda, el letrado de la Administración de
Justicia señala día para el juicio en los 5 siguientes, citando al efecto al trabajador, al empresario y al abogado del Estado, sin que se suspenda el
procedimiento para que éste pueda elevar consulta a la Dirección General del Servicio Jurídico del Estado.
También debe ser citado cuando la impugnación del convenio colectivo procediera de la autoridad laboral y no hubiera denunciantes.
Puede actuar como parte en representación de la autoridad laboral en los procedimientos de oficio iniciados por resolución de la misma fundada en
alguno de los supuestos previstos sobre cuestiones previas de índole laboral suscitadas en procedimientos sancionadores (nº 4704 a nº 4720 ) ( TS 5-5-
94, EDJ 4016 ; 17-4-96, EDJ 2070 ; 23-7-96, EDJ 6582 ; 14-3-06, EDJ 43116 ).
En ejecución provisional de sentencias condenatorias al pago de cantidades, de no haber sido preceptivo consignar para recurrir, el anticipo se abona al
trabajador directamente por el Estado. En este supuesto, el letrado de la Administración de Justicia notifica a la Abogacía del Estado testimonio suficiente
de lo actuado y le requiere para que el organismo gestor efectúe el abono al trabajador en el plazo de 10 días.

B. Capacidad procesal 
(LRJS art.16)
1285
La capacidad procesal es la capacidad para realizar actos procesales válidos. Se corresponde a la capacidad de obrar o de ejercicio del derecho civil.
Por su parte, la normativa procesal laboral se refiere a la capacidad procesal cuando dispone que:
1. Pueden comparecer en juicio en defensa de sus derechos e intereses legítimos quienes se encuentren en el pleno ejercicio de sus derechos
civiles.
2. Tienen capacidad procesal, respecto de los derechos e intereses legítimos derivados de sus contratos de trabajo y de la relación de
Seguridad Social, los trabajadores.
3. Por quienes se hallen carentes del pleno ejercicio de sus derechos civiles comparecen sus representantes legítimos o los que deban suplir
su incapacidad conforme a Derecho.
4. Por las personas jurídicas comparecen quienes legalmente las representen. Por las comunidades de bienes y grupos comparecen quienes
aparezcan como organizadores, directores o gestores de los mismos. En el terreno práctico, muchas veces las cuestiones de capacidad,
envuelven temas propiamente de legitimación.
1) Ni la extranjería, ni el matrimonio, ni el estado religioso son causas que limiten la capacidad procesal.
2) La ausencia no priva de la capacidad, pero dado que el ausente no puede defenderse la ley le fija primero un defensor judicial y, después,
una representación legítima y dativa ( CC art.181 s. redacc L 15/2015).
3) Las limitaciones a la capacidad de quienes estén sometidos a concurso y los modos de suplirlas se rigen por lo establecido en la Ley
Concursal ( LEC art.7.8º ). No obstante, el concurso no es causa de incapacidad, pero sí de privación de legitimación para los actos de
administración de los bienes (Montero Aroca).
1287
Personas físicas 
(ET art.6 y 7;  LRJS art.16.2 y 4)
Las personas físicas se consideran empresarios o empleadores cuando reciban la prestación de servicios de trabajadores que voluntariamente presten
sus servicios retribuidos por cuenta ajena, y dentro del ámbito de organización y dirección de aquellas ( ET art.1.1 y 2 ).
En materia de capacidad procesal, las especialidades de la LRJS, cuando se trata de personas físicas, únicamente están referidas a los trabajadores, y
afectan a la circunstancia de la edad. Puede dar lugar al siguiente cuadro de situaciones (Montero Aroca):
1. Trabajadores mayores de 18 años: tienen plena capacidad para contratar su trabajo y capacidad procesal
2. Trabajadores mayores de 16 y menores de 18: pueden encontrarse en los siguientes supuestos: - emancipados o que vivan de forma
independiente, con consentimiento de sus padres o tutores o con autorización de las personas o instituciones que los tienen a su cargo: tienen
capacidad para contratar su trabajo capacidad procesal; - si el representante legal les autoriza, expresa o tácitamente, para realizar un trabajo:
tienen capacidad procesal; - si no existe autorización para contratar sus servicios: no tienen capacidad procesal. Por tanto, estos trabajadores
tiene capacidad procesal cuando legalmente no precisen para la celebración del contrato de trabajo autorización de sus padres, tutores o de la
persona o Institución que los tenga a su cargo, o hubieran obtenido su autorización para contratar conforme a la legislación laboral o a la
legislación civil o mercantil respectivamente. Asimismo, tienen igualmente capacidad procesal respecto de los derechos de naturaleza sindical y
de representación, así como para la impugnación de los actos administrativos que les afecten.
3. Trabajadores menores de 16 años: no son admitidos al trabajo.
1) Se admite la intervención de los menores de 16 años en espectáculos públicos con autorización, en casos excepcionales, de la autoridad
laboral, siempre que no suponga peligro para su salud ni para su formación profesional y humana ( ET art.6.4 ; RD 1435/1985 art.2 ) para ello
deben comparecer sus representantes legítimos o los que deban suplir su incapacidad conforme a Derecho.
2) Las limitaciones a la capacidad de obrar de los menores deben interpretarse de forma restrictiva ( LO 1/1996 art.2 redacc L 8/2015).
3) La autorización que se requiere a los mayores de 16 y menores de 18 técnicamente no equivale a una representación, ni tampoco a
asistencia: el contrato es realizado por el menor no por la persona que autoriza.
4) Pueden ser parte en el proceso laboral los funcionarios públicos y el personal estatutario de los servicios de salud en reclamaciones sobre
prevención de riesgos laborales aún contra terceros, incluyendo asimismo la responsabilidad por daños ( LRJS art.2 e ).
Derogación del nuevo régimen de los trabajadores para la prestación del servicio portuario de manipulación de mercancías
(Actum 12/17, 21mar-27mar)
Con fecha de 24-3-2017 se publica en el BOE el Acuerdo de 16-3-2017 de derogación del RDL 4/2017 por el que se modifica el régimen de los
trabajadores para la prestación del servicio portuario de manipulación de mercancías. Conforme se señala en la propia web del BOE la entrada en vigor
del mencionado acuerdo tuvo lugar el mismo día 16-3-2017.
MS nº 9710 , 9730 , 1530 , 1944 , 2225
MCT nº 106 , 5991
MPL nº 1287
MPR nº 3871 , 3872 , 3873 , 3874 , 3874.1 , 3875 , 6016
MIRL nº 6825
Congreso de los Diputados Resol 16­3­17, BOE 24­3­17

Derogación de la regulación de la relación laboral especial de los estibadores portuarios


(Actum 8/17, 21feb-27feb)
Desde el 26-2-2017 queda derogado el precepto estatutario que declara como relación laboral especial la que mantienen los estibadores portuarios con
las Sociedades Anónimas de Gestión de Estibadores Portuarios (SAGEP), previsión que pierde su sentido con la modificación del marco legal de
contratación de trabajadores para la prestación del servicio portuario de manipulación de mercancías. La contratación laboral de estos trabajadores se
realiza a partir de la fecha indicada únicamente en el marco de la relación laboral común.
MS nº 9730 , 1530 , 1944 , 2225
MCT nº 106 , 5991
MPR nº 3874 , 6016
MIRL nº 6825
MPL nº 1287
ET art.2.1.h derog RDL 4/2017 disp.derog.única.b, BOE 25­2­17

1289
Autónomos 
(LRJS art.16.2)
Tienen capacidad procesal los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE) mayores de 16 años. Los tribunales laborales
conocen de las controversias relativas a su régimen profesional, tanto en su vertiente individual como colectiva, incluido los litigios que deriven del
ejercicio por ellos de las reclamaciones por responsabilidad que puedan ejercitar contra el empresario o contra aquellos a quienes se les atribuya legal,
convencional o contractualmente responsabilidad, por los daños originados en el ámbito de la prestación de servicios o que tengan su causa en
accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, incluida la acción directa contra la aseguradora y sin perjuicio de la acción de repetición que pudiera
corresponder ante el orden competente.

Precisiones

La términos contenidos en la formulación legal de la competencia del orden social de la jurisdicción respecto de
TRADES pone en cuestión -y en revisión- el mantenimiento de la doctrina jurisprudencial social que venía
afirmando la incompetencia de jurisdicción respecto de los contratos celebrados con anterioridad a la vigencia de la
Ley 20/2007 , aun en el caso de que se produzca la comunicación al cliente si tanto ésta como el cese se produce
antes de la vigencia del Reglamento ( TS 11-7-11, EDJ 218762 ; 12-7-11, EDJ 222593 ; 6-10-11, EDJ 270713 ).
1291
Personas jurídicas 
(LRJS art.16.5;  ET art.1.2;  CC art.37)
Todas las personas jurídicas son empresarios o empleadores cuando reciban la prestación de servicios de trabajadores que voluntariamente presten sus
servicios retribuidos por cuenta ajena, y dentro del ámbito de organización y dirección de aquellas.
Una persona jurídica, por su naturaleza de ente ideal carente de sustrato físico, y no puede actuar por sí misma, sino a través de las personas naturales
en las que se encarnan sus órganos de dirección y gestión -representantes legales o necesarios- que en el caso de las asociaciones deben ser las
personas físicas que se determinen en sus estatutos y lo mismo sucede cuando se trate de organizaciones sindicales. es decir, por las personas
jurídicas comparecen quienes legalmente las representen.
Estos representantes necesarios pueden, a su vez, otorgar la representación que originariamente ostentan a terceros -representantes voluntarios- a
través del correspondiente poder notarial.

Precisiones

1) En el caso de sociedades en disolución el acuerdo de disolución adoptado por la Junta Universal de Socios no
es causa de extinción de la personalidad jurídica de la sociedad, que se mantiene durante todo el proceso de
liquidación de la misma; y la inscripción en el Registro Mercantil no puede perjudicar los derechos de los
acreedores sociales cuyos créditos no hayan sido satisfechos, pudiendo reabrirse el proceso de liquidación para
hacerlos efectivos, y exigirse en su caso, la pertinente responsabilidad a los antiguos socios y a los administradores
de la empresa en su condición de liquidadores. No hay por tanto causa legal alguna para no despachar ejecución
contra dicha sociedad ( TSJ Cataluña 13-6-00, EDJ 23845 ). Tratándose de asociaciones empresariales en trámite
de disolución no pierden la capacidad procesal en esta situación ( TSJ Galicia 29-10-13, EDJ 296394 )
2) Es válida la representación llevada a cabo en comparecencia por medio de consejero delegado y acreditada
por escritura notarial, aunque tal escritura no estuviese inscrita en el Registro Mercantil ( TSJ C.Valenciana 8-3-94 ,
Rec 1568/93 ).
1293
Entes sin personalidad jurídica 
(LRJS art.16.5 y 80.1.b;  ET art.1.2)
En cuanto a la comparecencia se matizan las siguientes situaciones:
a) Por las entidades sin personalidad a las que la ley reconozca capacidad para ser parte han de comparecer quienes legalmente las representen en
juicio.
b) Por las masas patrimoniales o patrimonios separados carentes de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y
administración deben comparecer quienes conforme a la ley las administren.
c) Por las entidades que, no habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas, estén formadas por una
pluralidad de elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin determinado, han de comparecer quienes de hecho o en virtud de
pactos de la entidad, actúen en su nombre frente a terceros o ante los trabajadores.
d) Por las comunidades de bienes y grupos deben comparecer quienes aparezcan, de hecho o de derecho, como organizadores, directores o gestores
de los mismos, o en su defecto como socios o partícipes de los mismos y sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder a
estas personas físicas.
1) Las comunidades de bienes pueden ser sujetos de relaciones laborales, por ello tienen capacidad procesal, con la comparecencia de
quienes aparezcan como organizadores, directores o gestores de las mismas. Sin embargo, al tratarse de un grupo carente de personalidad, es
suficiente con que el actor haga constar el nombre y apellidos de quien aparezca como representante del mismo, siendo esta persona la que
tiene capacidad para comparecer a juicio ( TSJ Burgos 15-1-02, EDJ 123195 ) Ello significa que en el proceso social no se produce defecto
litisconsorcial pasivo cuando no se demanda a sus componentes, quienes no por estar en tal situación de comunidad se liberan de la limitación
de responsabilidades ( CC art.1911 ). Sin embargo, si los bienes de la misma resultasen insuficientes, no existe ningún obstáculo para que sus
componentes fuesen determinados en ejecución, como tampoco existiría inconveniente en que los integrantes fueran inicialmente demandados
junto con la comunidad, por responsabilidad personal ( TSJ Sevilla 15-9-93 , Rec 1588/93 ; TSJ Murcia 21-4-99, EDJ 17185 ). Con todo, la
solución legal a esta cuestión en el ámbito del proceso laboral puede hallarse en las normas reguladoras de la ejecución ( LRJS art.240.3 ). En
este sentido, en el caso de títulos ejecutivos frente a entidades sin personalidad jurídica que actúen en el tráfico como sujetos diferenciados,
puede despacharse ejecución frente a los socios, partícipes, miembros o gestores que hayan actuado en el tráfico jurídico o frente a los
trabajadores en nombre de la entidad, siempre que se acredite cumplidamente a juicio del juez o tribunal, por medio del incidente de ejecución
( LRJS art.238 ), la condición de socio, partícipe, miembro o gestor y la actuación ante terceros o ante los trabajadores en nombre de la entidad,
no siendo, sin embargo, aplicable esta disposición a las comunidades de propietarios de inmuebles en régimen de propiedad horizontal. Por
eso, sin perjuicio de la acciones de repetición y reembolso entre partícipes y comuneros, puede seguir siendo útil requerir, a quien comparezca en
representación de la comunidad de bienes, la identidad del resto de comuneros para, en un caso, ampliar la demanda frente a ellos o notificarse
las resoluciones del proceso ( LRJS art.54.2 ).
2) En el caso de comunidades de propietarios, la representación por parte del presidente viene conferida legalmente por la Ley de Propiedad
Horizontal ( L 49/1960 art.13 ).
3) Las recomendaciones anteriores conectan con el régimen de responsabilidad resultando aplicable el código civil a las relaciones internas en
las comunidades de bienes, esto es, entre comuneros ( CC art.393 ). Desde el punto de vista externo, se remiten a las reglas concernientes a la
división de la herencia ( CC art.405, 406 ) y, por tanto, a la posibilidad de reclamar individualmente a los componentes aplicando el precepto civil
por analogía ( CC art.1084 ).
4) Las deudas de la comunidad de bienes tienen la máxima garantía de pago, sin perjuicio del derecho del comunero ejecutado a dirigirse, por
vía de repetición, contra el resto de cotitulares en reclamación de pago de la parte de deuda que le corresponda ( TSJ Murcia 21-4-99, EDJ
17185 ).
1295
Contrato de grupo 
(ET art.10.2)
Cuando el empresario celebre un contrato con un grupo de trabajadores considerado en su totalidad, no tiene frente a cada uno de sus miembros los
derechos y deberes que como tal le competen. El jefe del grupo ostenta la representación de los que lo integren, respondiendo de las obligaciones
inherentes a dicha representación.
El derecho a exigir el correcto cumplimiento de la prestación incumbe al empresario frente al grupo configurado como unidad de imputación y no frente a
quienes lo componen, y correlativamente la obligación de retribuir el trabajo se tiene con el conjunto; en conclusión, el jefe de grupo constituye la figura
clave e inexcusable para la existencia de este contrato representando a sus compañeros ante la empresa.
La demanda puede ser presentada por el jefe de grupo, que ostenta la representación de los integrantes del mismo, por esta misma razón, si el grupo es
demandado se dirige frente a él la reclamación.
Con independencia de quien ostente la representación y para depurar responsabilidades entre los componentes del grupo, es útil, a los efectos de una
eventual ejecución, demandar individualmente, lo que se suele producir, el no comparecer todos en el acto de juicio, en el propio acto de la vista,
comporta la suspensión. No obstante, puede paliarse este efecto dilatorio, requiriendo en la propia demanda que se faciliten los nombres al representante
frente al que se dirige la demanda.
1) Si bien los casos más frecuentes son los de grupos musicales, la jurisprudencia viene considerando como típicos contratos de grupos los
que se hacen para coros y conjuntos o músicos de una sala de fiestas ( TS 17-2-88 , EDJ 1314 ), números de teatro, circo, variedad y folklore
( TS 11-10-89 , EDJ 8993 ), o trabajos forestales ( TSJ Galicia 17-12-93, Rec 1124/92 ); exigiendo, además de una relación que una a los
miembros de grupo, la existencia de un jefe de grupo que asuma frente al empresario la representación de aquél; esta figura ha caído en desuso
y en muchos casos se utiliza para disimular la existencia de contratos individuales, y evitar las consecuencias jurídicas de los mismos ( TSJ Las
Palmas 26-11-99, EDJ 55953 ).
2) Un grupo parlamentario de una Asamblea Regional carece de personalidad jurídica, por tratarse de una unión sin personalidad y la demanda
debe dirigirse contra personas que lo integran ( TSJ Madrid 10-10-00, EDJ 70391 ).
1297
Entidades gestoras y servicios comunes 
(LRJS art.146 ­redacc L 26/2015­ y 147)
Además de su legitimación ordinaria activa y pasiva en materia de Seguridad Social, incluido desempleo, y en cuanto empleadoras para
reclamaciones de su personal laboral, estas entidades son parte principal demandante en los procesos de:
- revisión de actos declarativos de derechos en perjuicio de sus beneficiarios;
- responsabilidad del empresario por el abono fraudulento de las prestaciones de desempleo.

Precisiones

Sobre la responsabilidad subsidiaria del INSS en el marco de declaraciones de concurso por insolvencia
empresarial la jurisprudencia declara que la mera insolvencia provisional de la empresa justifica la ejecución de la
obligación subsidiaria del INSS, siendo equiparable a estos efectos la declaración de concurso y la insolvencia
empresarial ( TS 21-11-13, EDJ 284591 ).
1299
Órganos de representación legal de los trabajadores 
(LRJS art.19.5, 124, 138.2, 154.c, 155, 165.1.a y 2, 247.1 y 252;  RDL 17/1977 art.5)
En cuanto entes sin personalidad, deben tenerse en cuenta los comités de empresa y los delegados de personal. Se establecen diversas reglas sobre
representación, capacidad procesal y legitimación de los órganos de representación de trabajadores. Concretamente hay reglas generales y otras
especiales para determinadas modalidades procesales, para los órganos de representación unitaria de los trabajadores, extendiéndolas también a la
representación sindical:
a) Reglas generales:
- cuando por razón de la tutela ejercitada la pretensión no afecte de modo directo e individual a trabajadores determinados se entiende, a efectos de
emplazamiento y comparecencia en el proceso, que los órganos representativos unitarios y, en su caso, la representación sindical, ostentan la
representación en juicio de los intereses genéricos del colectivo laboral correspondiente, siempre que no haya contraposición de intereses entre ellos, y
sin perjuicio de la facultad de los trabajadores que indirectamente pudieran resultar afectados, de comparecer por sí mismos o de designar un
representante propio;
- en todo caso los órganos de representación legal pueden personarse como partes en el proceso, aun cuando no lo hayan promovido, siempre que su
ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto;
- la legitimación de la representación legal de los trabajadores comprende tanto al comité de empresa, los delegados de personal o la pertinente comisión
«ad hoc» -que ha de ser incluida en el concepto de representación legal de los trabajadores- a los efectos de la impugnación de los despidos colectivos
( TS 18-3-14, EDJ 63661 ; 21-1-16, EDJ 9732 ).
b) Reglas específicas:
- tienen legitimación activa para impugnar decisiones extintivas colectivas acordadas por el empresario cuando cuenten como mínimo, con la conformidad
de la mayoría de sus integrantes ( TS 13-10-15, EDJ 225464 ; 14-10-15, EDJ 230712 );
- en controversias sobre preferencias en traslados, modificaciones, suspensiones, despidos colectivos -impugnación individual- deben ser demandados;
- ostentan legitimación activa en procesos de conflicto colectivo y de impugnación de convenios colectivos;
- en el proceso de extinción, modificación o suspensión colectiva de los contratos de trabajo en procedimiento concursal pueden intervenir en nombre de
los trabajadores de la empresa concursada para solicitar del juez del concurso aquellas medidas y para prestar conformidad para el acuerdo que ha de
dictar el juez mercantil ( L 22/2003 art.64.2 y 6 ).
En caso de no existir representación legal de los trabajadores, estos pueden atribuir su representación en la tramitación del procedimiento a una
comisión designada ( ET art.41.4 ).
En ejecución, los representantes sindicales tienen legitimación activa para la ejecución colectiva, y en el procedimiento de apremio, atendida la
cantidad objeto de apremio, los autos en que se despache la ejecución y las resoluciones en que se decreten embargos se notifican a los representantes
sindicales de los trabajadores de la empresa deudora, a efectos de que puedan comparecer en el proceso.
Corresponde al comité de huelga participar en cuantas actuaciones sindicales, administrativas o judiciales se realicen para la solución del conflicto. Sin
embargo, lo que admite la norma es su mera intervención en esas actuaciones, pero sin reconocerle capacidad ni legitimación para iniciar procedimientos
judiciales (Iglesias Cabero). De lege ferenda, un sector de la doctrina (Rentero Jover) sostiene que debería incluirse una nueva modalidad procesal de
huelga, en la que el comité de empresa ostente la legitimación.

Precisiones

1) Se reconoce, en un supuesto singular, legitimación a algunos de los comités de empresa en un conflicto en que
la cuestión controvertida era si el convenio de un grupo de empresas debía considerarse convenio de empresa o
de ámbito superior al de empresa ( TS 10-6-02, EDJ 37401 ).
2) Un miembro del comité de empresa está legitimados para exigir la tutela de su derecho al crédito horario (por
el procedimiento especial de la LRJS art.177 ) cuando acciona alegando la violación de su libertad sindical en su
vertiente individual ( TS 19-12-13, EDJ 280900 )
1301
Secciones sindicales 
(LOLS art.10.1;  LRJS art.19.5, 124, 138.2, 154.c, 155, 163.2, 165.1.a, 247.1 y 252)
Las secciones sindicales de empresa tienen una doble naturaleza: de un lado, son instancias organizativas internas del sindicato; y de otro, son
representaciones externas a las que la ley confiere determinadas ventajas y prerrogativas. Sin embargo, no constituyen, por sí misma, una asociación
sindical, lo que impide atribuir a la sección sindical personalidad jurídica distinta de la del propio sindicato ( TCo 121/2001 ).
Se establecen diversas reglas sobre representación, capacidad procesal y legitimación de los órganos de representación sindical. Cuando por razón de la
tutela ejercitada la pretensión no afecte de modo directo e individual a trabajadores determinados se entiende, a efectos de emplazamiento y
comparecencia en el proceso, que los órganos representativos unitarios y, en su caso, la representación sindical, ostentan la representación en juicio de
los intereses genéricos del colectivo laboral correspondiente, siempre que no haya contraposición de intereses entre ellos, y sin perjuicio de la facultad
de los trabajadores que indirectamente pudieran resultar afectados, de comparecer por sí mismos o de designar un representante propio. A efectos
procesales existe una equiparación entre representación legal y sindical.
Se les reconocen las siguientes facultades:
a) Pueden promover conflictos colectivos, siempre que se trate de conflictos que afecten a la empresa o a ámbitos inferiores.
b) Pueden solicitar de la Autoridad laboral que curse al Juzgado de lo Social o Sala comunicación de oficio, para impugnar convenios
colectivos que aún no hubieran sido registrados y para impugnar convenios colectivos, cualquiera que sea su eficacia.
c) En el proceso de extinción, modificación o suspensión colectiva de los contratos de trabajo en procedimiento concursal pueden intervenir en
nombre de los trabajadores de la empresa concursada para solicitar del juez del concurso aquellas medidas y para prestar conformidad para el
acuerdo que ha de dictar el juez Mercantil ( L 22/2003 art.64.2 y 6 ).
d) Tienen legitimación activa para impugnar decisiones extintivas colectivas acordadas por el empresario, aunque, a diferencia de los
representantes legales de los trabajadores, deben tener implantación suficiente en el ámbito del despido colectivo, y en controversias sobre
preferencias en traslados, modificaciones, suspensiones, despidos colectivos -impugnación individual- deben ser demandados.
e) En todo caso los órganos de representación sindical pueden personarse como partes en el proceso, aun cuando no lo hayan promovido,
siempre que su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto.
f) En ejecución, los representantes sindicales tienen legitimación activa para la ejecución colectiva, y en el procedimiento de apremio, atendida
la cantidad objeto de apremio, los autos en que se despache la ejecución y las resoluciones en que se decreten embargos se notifican a los
representantes sindicales de los trabajadores de la empresa deudora, a efectos de que puedan comparecer en el proceso.
Doctrinalmente se ha apuntado el derecho a plantear conflictos individuales de la misma forma que se reconoce a toda organización sindical
legalmente constituida ( LOLS art.2.2 d ), pese a que el Tribunal Constitucional no lo incluya expresamente en el contenido básico e inalienable del
derecho fundamental de libertad sindical (Agut García). En todo caso, debe necesariamente ejercerse en el marco de la empresa, lo que abre la
posibilidad de su actuación por la sección sindical, y ha de llevarse a cabo conforme al procedimiento previsto para los sindicatos (nº 1269 ).
Precisiones

1) Se exige que la implantación suficiente se analice en relación con la concreta afectación del despido colectivo (
TS 13-10-15, EDJ 225464 ; 14-10-15, EDJ 230712 ; 21-10-15, EDJ 205860 ).
2) Lo relevante no es que el sindicato tenga representación en la empresa sino que, en virtud del denominado
principio de correspondencia, la tenga en el ámbito de esa decisión extintiva empresarial, imponiéndose al
demandante que afirma tal implantación la carga de probar dicha realidad ( TS 6-6-11, EDJ 131425 ; 20-3-12, EDJ
52516 ; 17-6-15, EDJ 136116 ), que, además, es presupuesto constitutivo para impugnarlo ( TS 24-6-14, EDJ
166664 ; 21-1-16, EDJ 9732 ).
C. Tratamiento procesal de la capacidad para ser parte y procesal 
(LEC art.4 y 6;  LRJS disp.final 4ª)
1305
El tratamiento procesal de la capacidad para ser parte es en gran medida común con el de la capacidad procesal, sin perjuicio de hacer matizaciones en
cuanto a sus efectos.
Ambos constituyen un presupuesto procesal que condiciona la admisibilidad del proceso y la validez de los actos procesales. Su estimación impide entrar
en el fondo del asunto ( TS 21-12-95, EDJ 24529 ), sin perjuicio de la posibilidad de subsanación como seguidamente veremos.
La norma no habla de la forma de acreditar la capacidad, pero es usual utilizar cualquiera de los modos admitidos en derecho, es decir, si se trata de
una sociedad mercantil a través de escritura pública de constitución, o de apoderamiento; si se trata de una comunidad de bienes a través del documento
en que se ha formalizado la misma, o documentos fiscales en el que aparezcan identificados todos o algunos de sus componentes; si se trata de una
comunidad de propietarios, documento acreditativo del cargo de presidente de la comunidad, etc.

Precisiones

1) En la práctica es difícil que el tribunal aprecie de oficio la falta de capacidad para ser parte como se deduce del
amplio elenco de supuestos previstos por la norma. El único supuesto más probable en el que se pueda plantear
esta cuestión es el de los grupos de consumidores y usuarios, aunque se trata de sujetos que difícilmente, por
razón de la materia, acudirán a la jurisdicción social.
2) Se admitió la demanda dirigida frente al nombre comercial en un supuesto porque era perfectamente
comprensible que el trabajador dirigiera inicialmente la demanda contra lo que resultó ser tan sólo un nombre
comercial; como también lo era, el que la demanda se dirigiera al domicilio que consta en los albaranes, mismo
edificio donde vive la empresaria ( TSJ Cataluña 22-3-02, EDJ 21249 ). Asimismo, se consideró cumplido el trámite
de conciliación dirigida frente al nombre comercial y no a la denominación de la entidad mercantil, cuando esta
había recogido la citación ( TSJ Madrid 29-10-08, EDJ 270500 ).
3) Es posible que se cuestione la intervención del ministerio fiscal en diversas clases de procedimientos, como
puede suceder en un despido en el que se invoca vulneración de derechos fundamentales; en este caso no se está
planteando su capacidad para ser parte -ni menos aún, su capacidad procesal- en cuanto cualidad genérica; se
estaría suscitando es, más bien, si el ministerio fiscal está legalmente habilitado para intervenir en un concreto
proceso (De la Oliva Santos/Díez-Picazo Giménez).
1307
Control 
(LEC art.9, 405.3, 416.1 y 418;  LRJS art.81.1 y 2)
El control de la capacidad para ser parte y de la capacidad procesal puede llevarse a cabo de dos formas:
1. D e oficio por el tribunal en cualquier momento del proceso.
2. A instancia de parte, a través de la alegación de excepciones procesales en el acto de juicio.
Al letrado de la Administración de Justicia corresponde, dentro de los 3 días siguientes a la recepción de la demanda:
- dar cuenta al juez o tribunal si entiende que concurre falta de jurisdicción o competencia,
- en otro caso resolver su admisión a trámite con señalamiento de juicio,
- o bien advertir a la parte, en su caso, de los defectos u omisiones en que haya incurrido al redactar la demanda en relación con los presupuestos
procesales necesarios que pudieran impedir la válida prosecución y término del proceso, así como en relación con los documentos de preceptiva
aportación con la misma, a fin de que los subsane dentro del plazo de 4 días. Realizada la subsanación, el letrado de la Administración de Justicia dentro
de los 3 días siguientes admite la demanda. En otro caso, da cuenta al juez o tribunal para que resuelva, dentro de los 3 días siguientes, sobre su
admisibilidad.
Una vez invocada la excepción, se abre el mismo trámite de contestación para todas y el juez, tras oír a las partes, puede adoptar una de las siguientes
decisiones:
- si estima procedente la excepción, conceder plazo de cuatro días para subsanación;
- proseguir el juicio, y terminado éste, antes de dictar sentencia si va a apreciar esta excepción, para el supuesto que quepa la subsanación, dictar auto,
anulando las actuaciones y concediendo plazo de cuatro días para subsanar el defecto;
- desestimar la excepción en la sentencia.

Precisiones

Aunque lo normal, es que la excepción provenga de la parte demandada, pues sería ir contra los propios actos
alegarla por quien es demandante, puede suceder que en acumulación de procesos se reúna la doble condición
-aunque con distinta pretensión- de demandante y demandado. Así sucede, con alguna frecuencia, en los procesos
de Seguridad Social derivado de accidente de trabajo cuando, por ejemplo, tanto trabajador accidentado y mutua
responsable impugnan en vía judicial, con finalidades diversas, una misma resolución de la Entidad Gestora.
1309
Subsanación 
(LRJS art.16.5 y 81.1 y 2;  LEC art.8 ­redacc L 15/2015­ y 9)
La falta de capacidad para ser parte es, por regla general, insubsanable. Ahora bien, nada impide que dirigida una demanda por un trabajador frente a
quien carece de condición para ser parte, advertido este defecto, pueda subsanarse contra quien la tenga (nº 2459 s. ). Esta subsanación es posible
únicamente antes de la celebración del juicio, o en todo caso, antes de que se dicte sentencia pues, una vez firme la resolución judicial, es infructuosa e
insubsanable la ejecución sobre quien fue condenado y no tenía capacidad para ser parte, lo que obligaría a plantear nueva demanda.
La falta de capacidad procesal en cambio es subsanable previa advertencia del letrado de la Administración de Justicia (o ulteriormente del juez) de que
si no se hace en 4 días se procede al archivo cualquiera que sea el momento en que se aprecie (nº 2459 s. ). Tratándose de personas físicas, a través
de la comparecencia de sus representantes legales o, en su defecto, por el nombramiento de un defensor judicial. En el caso de las personas jurídicas y
entidades sin personalidad han de comparecer a través de quienes legalmente las representen. Por las masas patrimoniales o patrimonios separados
carentes de titular o cuyo titular haya sido privado de sus facultades de disposición y administración han de comparecer quienes conforme a la ley las
administren. Por las entidades que, no habiendo cumplido los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas jurídicas, estén formadas
por una pluralidad de elementos personales y patrimoniales puestos al servicio de un fin determinado, han de comparecer quienes de hecho o en virtud
de pactos de la entidad, actúen en su nombre frente a terceros o ante los trabajadores. Por las comunidades de bienes y grupos han de comparecer
quienes aparezcan, de hecho o de derecho, como organizadores, directores o gestores de los mismos, o en su defecto como socios o partícipes de los
mismos y sin perjuicio de la responsabilidad que, conforme a la ley, pueda corresponder a estas personas físicas.
Cuando la problemática se plantea en el acto de juicio ver nº 2167 s.
La apertura del trámite de subsanación, en supuesto de falta o defectos de capacidad de las partes, puede realizarlo el secretario judicial al entrañar
defecto y omisión de presupuesto procesal necesario que pudiera impedir la válida prosecución del proceso, sin perjuicio de la decisión que pueda
adoptar el juez o tribunal tanto si se atiende o no el objeto de subsanación como la procedencia en cuanto al fondo de la misma para determinar la
admisión de la demanda.

Precisiones

1) Es aconsejable optar por la subsanación, en armonía con los principios inspiradores del proceso social ( LRJS
art.74 ) y subsanabilidad de los actos procesales ( LEC art.231 ; LOPJ art.243 ), cuando el defecto alegado se
muestra patente o «prima facie» existan dudas razonables sobre su apreciación.
2) En el proceso de impugnación del despido colectivo, si el sindicato demandante no acredita la implantación
suficiente, ni tampoco el presidente del comité de empresa demandante demuestra la existencia de un acuerdo en
tal sentido por parte de dicho órgano colegiado, no cabe subsanación puesto que son exigencias que no puede ser
objeto de subsanación al configurarse como presupuestos materiales y constitutivos -es decir, no procesales-,
sometidos a su acreditación por quien lo invoca para impugnar el despido colectivo toda vez que la vía de la LRJS
art.81 está contemplada solo para la subsanación de defectos u omisiones de la demanda en relación con los
presupuestos procesales que pudieran impedir la válida prosecución y término del proceso ( TS 21-1-16, EDJ
9732 ).
II. Pluralidad de partes 
1315
Para que exista un verdadero proceso es necesario, por lo menos, la presencia de dos partes (principio de dualidad de partes), una única persona (física
o jurídica) en la posición de demandante, que ejercita una acción frente a otra única persona, que ocupa la posición de demandado. Sin embargo, la
complejidad de algunas relaciones jurídico-materiales hacen aparecer supuestos en los que siendo dos las posiciones procesales (demandante-
demandado), son varias personas las que ocupan dichas posiciones. Este el fenómeno que se denomina pluralidad de partes.
La pluralidad de partes engloba a su vez varios supuestos (De la Oliva Santos/Díez-Picazo Giménez):
- el litisconsorcio (pluralidad de partes originaria)
- la intervención (pluralidad de partes sobrevenida).

A. Litisconsorcio 
(LEC art.12).
1320
Pueden comparecer en juicio varias personas, como demandantes o como demandados, cuando las acciones que se ejerciten provengan de un mismo
título o causa de pedir. Es decir, si por razón de lo que sea objeto del juicio, la tutela jurisdiccional solicitada sólo puede hacerse efectiva frente a varios
sujetos conjuntamente considerados, han de ser demandados todos ellos, como litisconsortes, salvo que la ley disponga expresamente otra cosa.

Precisiones

Para ser parte en el litigio no solo están legitimados de forma completa y en exclusiva quienes están presentes en
el mismo, sino también tienen interés legítimo sobre el objeto de debate quienes han quedado fuera del proceso
y podrían ser afectados por la sentencia sin haber tenido la oportunidad de ser oídos, lo que sería contrario a la
tutela judicial efectiva ( Const art.24 ). Por eso, los tribunales deben vigilar de oficio que exista una correcta
composición del consorcio procesal para evitar que se tramite el proceso sin la presencia de todos los que tienen
que ser parte en el mismo. Así lo ha reconocido la jurisprudencia cuando señala que la figura de litis consorcio
pasivo necesario -basado en el principio de contradicción y de que nadie puede ser condenado sin ser oído-
supone que se llame al proceso a todos los interesados que puedan verse afectados por la sentencia dictada en el
mismo ( TCo 335/1994 ; 84/1997 ; TS 24-2-92, EDJ 1735 ; 16-7-04, EDJ 160216 ).
1. Tipos de litisconsorcio 

1324
El litisconsorcio puede ser de diferentes tipos atendiendo a diferentes razones:
En razón a las partes el litisconsorcio puede ser:
- activo, cuando se refiere a una pluralidad de demandantes;
- pasivo, cuando se refiere una pluralidad de demandados.
En razón a la voluntariedad, el litisconsorcio puede ser:
- voluntario, es decir, facultativo o simple;
- necesario, porque lo impone el ordenamiento jurídico.
Como categoría intermedia se admite por algún sector de la doctrina el llamado litisconsorcio cuasi necesario (nº 1337 ).

Precisiones

Ejemplos de litisconsorcio voluntario en el proceso laboral son:


- la acumulación de acciones (nº 1665 );
- el formado por la intervención de las Entidades Gestoras y la TGSS cuando tengan interés en el pleito (nº 4465 );
- posibilidad del FOGASA de comparecer en ciertos procesos (nº 1515 );
- facultad de que los sindicatos, asociaciones empresariales representativas, órganos de representación unitaria o
sindical se personen en ciertos conflictos colectivos (nº 4911 );
- responsabilidad salarial en materia de contrata y subcontrata ( ET art.42 ):
- transmisión de empresas subsistiendo deudas laborales ( ET art.44.1 ).
a. Litis consorcio pasivo necesario 
(LEC art.12.2)

1325
El litisconsorcio necesario únicamente obliga a traer al proceso a quienes a primera vista se les considere obligados o cuya intervención se crea
necesaria, pues supondría un manifiesto abuso del derecho originar gastos y molestias a quien se ha traído innecesariamente al litigio ( TS 8-6-98, EDJ
7414 ). Puede producirse por las siguientes causas:
- lo ordena la norma;
- deriva de un criterio jurisprudencial consolidado ( TS 17-2-00, EDJ 4721 );
- por la naturaleza plural de la relación jurídica material objeto del litigio.
Los ejemplos más frecuentes de litisconsorcio en el proceso laboral se producen con esta figura (Marín Marín). Pueden producirse en materia de trabajo o
en materia de Seguridad Social.
En los conflictos de trabajo cabe considerar, junto a la empresa demandada la llamada al proceso de otros sujetos en los casos en que las
reclamaciones afecten al FOGASA, pueda existir derecho preferente de algunos trabajadores en determinadas condiciones de trabajo, los supuestos de
acoso sexual, la determinación del responsable en caso de grupos, sucesión de empresa o la herencia yacente y, finalmente los problemas relacionadas
con derechos colectivos como la impugnación de convenios, los conflictos colectivos o la materia electoral.
En materia de Seguridad Social algunas de las situaciones litisconsorciales más usuales y que se examinan a continuación se producen en relación con
los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, las demandas dirigidas contra la TGSS, las altas, las prestaciones y el pago delegado.

Precisiones

La administración concursal debe ser oída, siempre sin necesidad de comparecencia en forma, pero cuando
intervengan en recursos o incidentes deben hacerlo asistidos de letrado. La dirección técnica de estos recursos e
incidentes se entiende incluida en las funciones del letrado miembro de la administración concursal ( L 22/2003
art.184.5 ).
1326
Derecho preferente de otros trabajadores 
(ET art.16;  LRJS art.124, 125.d y 138.2)
Hay que tener en cuenta el llamamiento al proceso en los casos de fijos discontinuos; vacaciones; ascensos, movilidad geográfica, modificaciones
sustanciales; concursos internos por traslados del personal laboral de las Administraciones Públicas, o del personal laboral fijo en despidos objetivos en el
sector público, cuando estén en litigio preferencias de otros trabajadores.
En la impugnación individual derivada de despido colectivo, en el proceso de fijación de fecha de disfrute de vacaciones, y en los procesos de movilidad
geográfica, modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas, técnicas,
organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor, o en despidos por iguales causas en el sector público, cuando el objeto del debate verse
sobre preferencias legales o convencionales atribuidas a determinados trabajadores, éstos también deben ser demandados.

Precisiones

1) En supuestos de interinidades involucradas con una acción por despido el criterio general es que en el pleito
de despido lo que se juzga es la corrección del cese de la demandante y no su mejor o peor derecho a obtener un
nuevo contrato de interinidad por lo que no debe estimarse falta de litisconsorcio pasivo necesario respecto de
terceros trabajadores. Por contra, debe estimarse cuando el objeto del litigio fuera determinar quién tiene mejor
derecho a ocupar ínterinamente la plaza, bien quien estuvo desempeñando hasta la obtención de la excedencia por
el titular de la misma o, bien quien fue nombrada ínterinamente a continuación ( TS 11-6-94, EDJ 5293 ; 3-7-01,
EDJ 31246 ).
2) Tampoco se produce litisconsorcio en un proceso por despido cuando la intervención adhesiva, no convierte a
terceros trabajadores en partes materiales del mismo, pues el derecho que en él se debate les es ajeno ( TS 15-
11-01, EDJ 70963 ).
3) En el supuesto de reclamación por despido realizada por un trabajador fijo discontinuo no se precisa dirigir la
demanda contra otros trabajadores por el hecho de haber llamado a trabajar a otros trabajadores cuando no se
discute la preferencia para ocupar un determinado puesto de trabajo, sino, tan solo, la voluntad extintiva del vínculo
laboral por parte de la empresa ( TSJ Murcia 23-11-15, EDJ 228572 ).
1327
Acoso 
(LRJS art.2.b, n, 151.5 y 177)
La víctima de acoso tiene facultades procesales según el objeto y modalidad procesal:
a) En el proceso de tutela de derechos fundamentales, la víctima del acoso o de la lesión de derechos fundamentales y libertades públicas con motivo u
ocasión de las relaciones jurídicas atribuidas al conocimiento del orden jurisdiccional social o en conexión directa con las mismas, puede dirigir
pretensiones, tanto contra el empresario como contra cualquier otro sujeto que resulte responsable, con independencia del tipo de vínculo que le una al
empresario.
Los casos de responsabilidad civil por daños originados en la prestación de servicios o que tenga su causa en accidentes de trabajo o enfermedades
profesionales, aunque intervengan personas distintas del empresario, son competencia del orden social. Esos daños pueden estar generados por una
situación de acoso.
Corresponde a la víctima, única legitimada en esta modalidad procesal, elegir la clase de tutela que pretende dentro de las previstas en la ley, sin que
deba ser demandado necesariamente con el empresario el posible causante directo de la lesión, salvo cuando la víctima pretenda la condena de este
último o pudiera resultar directamente afectado por la resolución que se dictare; y si se requiriese su testimonio el órgano jurisdiccional vela por las
condiciones de su práctica en términos compatibles con su situación personal y con las restricciones de publicidad e intervención de las partes y de sus
representantes que sean necesarias.
b) Sin embargo, en los litigios sobre sanciones administrativas en materia de acoso laboral sexual o por razón de sexo, la víctima está legitimada para
comparecer en el procedimiento según su libre decisión y no puede ser demandada o emplazada de comparecencia contra su voluntad. Si se requiriese
el testimonio de la víctima el órgano jurisdiccional vela por las condiciones de su práctica en términos compatibles con su situación personal y con las
restricciones de publicidad e intervención de las partes y de sus representantes que sean necesarias.

Precisiones

1) Es posible declarar la responsabilidad del personal directivo -y, por tanto, del trabajador- que incurrió en
actuaciones vulneradoras de derechos fundamentales constitutivas de acoso moral en un proceso de tutela de
derechos fundamentales ( TCo 74/2007 y 250/2007 ; TS 30-1-08, EDJ 73323 con voto particular ).
2) Si la falta de litisconsorcio pasivo no se alegó en suplicación, habiéndose demandado sólo a la empresa y no
al trabajador que supuestamente llevó a cabo las acciones calificadas de acoso laboral por la parte demandante,
estamos ante una cuestión nueva que no puede ser abordada en casación ( TS auto 9-7-09, EDJ 222620 ). Sin
embargo, los defectos sobre la necesaria constitución plural de la parte demandada han de apreciarse de oficio, y
especialmente en los pleitos de acoso laboral achacado a otros trabajadores es imprescindible traerlos al pleito
como demandados, sin que baste que lo sea la empresa ( TS 30-1-08, EDJ 73323 ).
1328
Grupos de empresa 
La Ley no ha concedido personalidad al grupo de empresas, ni éste ha optado por la personalidad mediante un acuerdo de constitución como persona
jurídica, pues ésta requiere un acto de concesión o de constitución conforme a la ley. Lo que se quiere evitar con el grupo es el establecimiento de una
persona unitaria, pues el propósito que se persigue es mantener la independencia de los miembros como centros de imputación específicos. El
ordenamiento reconoce la licitud de esta opción organizativa, que quedaría excluida si, por vía interpretativa, se atribuyera personalidad al grupo
(Desdentado Bonete/Desdentado Daroca).
Las referencias explícitas a los grupos de empresas en el ámbito laboral son:
1. Con relación a la facultad del FOGASA para ejercitar acciones contra quien considere verdadero empresario o grupo empresarial o cualquier persona
interpuesta o contra quienes hubieran podido contribuir a generar prestaciones indebidas de garantía salarial ( LRJS art.23.6 ).
2. En materia de concurrencia de convenios para equipar la prioridad aplicativa atribuida por la ley al convenio de empresa en determinadas materias
reguladoras de las condiciones de trabajo cuando se trate de convenios colectivos para un grupo de empresas o una pluralidad de empresas vinculadas
por razones organizativas o productivas y nominativamente identificadas ( ET art.84.2 y 87.1 ).

Precisiones

1) Las referencias explícitas a los grupos de empresas son frecuentes en diversos ámbitos normativos:
- normativa mercantil: CCom art.42 ; RD 1784/1996 art.372 y 373 ; RDLeg 1/2010 art.18 ; RDLeg 4/2015 art.5 ; L
15/2007 art.7 ; L 27/1999 ;
- normativa tributaria: L 58/2003 art.35 ;
- normativa de seguridad social: L 27/2011 disp.adic.16ª ;
- legislación concursal: L 22/2003 art.25, 25 bis, 25 ter y 64 .
2) Confirmando la responsabilidad de los socios individuales en un supuesto de apreciación de grupo de
empresas en el que se aprecia uso fraudulento de la forma societaria al que se ha de aplicar la doctrina del
levantamiento del velo, que permite ver la realidad laboral de la empresa más allá de las apariencias, para
encontrar que esa realidad ha producido la creación de entidades distintas con la finalidad claramente dirigida a
obtener unos beneficios que no pueden redundar en perjuicio de los trabajadores, en congruencia con lo cual, se
atribuye la cualidad de verdadero empresario a los socios partícipes ( TS 29-1-14, EDJ 30200 ).
3) Aunque se constate la existencia de un litisconsorcio pasivo necesario por no haberse demandado a las
empresas del grupo, no procede declarar la nulidad de actuaciones por aplicación del principio de economía
procesal, cuando la sentencia es absolutoria puesto que la indefensión que para los diversos componentes del
grupo pudiera significar la ausencia formal en este proceso, finalmente no se traduce en perjuicio material alguno
( TS 2-6-14, EDJ 139195 ).
1329
3. En los despidos colectivos que incluyan a trabajadores de 50 o más años de edad, deben efectuar una aportación económica al Tesoro Público.
Dicha aportación económica es obligatoria siempre y cuando, en tales despidos colectivos concurran las siguientes circunstancias:
a) Que sean realizados por empresas de más de 100 trabajadores o por empresas que formen parte de grupos de empresas que empleen al menos a
ese número de trabajadores.
b) Que el porcentaje de trabajadores despedidos de 50 o más años de edad sobre el total de trabajadores despedidos sea superior al porcentaje de
trabajadores de 50 o más años sobre el total de trabajadores de la empresa.
c) Que, aun concurriendo las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que justifiquen el despido, las empresas o el grupo de
empresas del que formen parte:
- hubieran tenido beneficios en los dos ejercicios económicos anteriores a aquél en que el empresario inicia el procedimiento de despido colectivo;
- obtengan beneficios en al menos dos ejercicios económicos consecutivos dentro del periodo comprendido entre el ejercicio económico anterior a la
fecha de inicio del procedimiento de despido colectivo y los cuatro ejercicios económicos posteriores a dicha fecha.
A estos efectos resulta de aplicación el concepto de grupo de empresas establecido en el CCom art.42.1 , si bien para la determinación del resultado
del ejercicio solo se van a tener en cuenta los resultados obtenidos en España por las empresas que lo integren ( L 27/2011 disp.adic.16ª ).
La jurisprudencia ha venido afirmando que son perfectamente diferenciables el inocuo -a efectos laborales- grupo de sociedades, y el trascendente -en
términos de responsabilidad- grupo patológico de empresas. Sin embargo, el transcurso del tiempo y la progresiva evidencia de un cierto desfase entre
la normativa vigente en materia de sociedades mercantiles y la variada realidad ofrecida por el mundo económico en materia de grupos de sociedades
(dominicales, contractuales y personales), en muchas ocasiones absolutamente exteriorizadas y aún mantenidas por iniciativa propia en sede judicial por
las propias empresas (incluso con oposición de la parte social), ha llevado al TS a la conclusión de que la expresión «grupo patológico» ha de ser
reservada para los supuestos en que las circunstancias determinantes de la responsabilidad solidaria se enmarcan en el terreno de la ocultación o fraude,
pero cuando los datos objetivos que llevan a esa responsabilidad laboral no se ocultan, no responden a una actuación con finalidad defraudatoria ni
atienden a abuso alguno, la terminología más adecuada más bien debiera ser la de empresa de grupo o empresa-grupo, que resultaría algo así como el
género del que aquél -el grupo patológico- es la especie, cualificada precisamente por los referidos datos de abuso, fraude u ocultación a terceros ( TS
20-10-15, EDJ 237858 ). Esta idea se refuerza también en la jurisprudencia comunitaria, que niega la cualidad de empresario a la empresa matriz en los
grupos de empresa, aún para el caso de que la decisión extintiva fuese decidida por aquélla ( Dir 98/59 art.2 ) ( TJCE 10-9-09, Asunto AEK y otros) ( TS
27-5-13, EDJ 142865 ; 19-12-13, EDJ 288908 ; 26-3-14, EDJ 80027 ; 4-4-14, EDJ 71952 ; 20-5-14, EDJ 139196 ; 21-5-14, EDJ 124157 ).

Precisiones

1) La legitimación del grupo de empresa para instar un despido colectivo puede tener repercusión si se impugna
judicialmente. Así, se reconoció la legitimación del grupo de empresa ( AN 28-9-12, EDJ 210333 ). Se matizó este
criterio al precisar que no es posible que el grupo de empresas mercantil promueva como tal un procedimiento de
despido colectivo, aunque afecte globalmente a las empresas del grupo, porque dicha alternativa no está
contemplada en nuestro ordenamiento jurídico, siendo exigible que se tramite empresa por empresa, aunque la
decisión se haya tomado, como es natural, por la empresa dominante. Mientras no se produzca dicha regulación, la
negociación global del despido colectivo con la empresa dominante supone una buena práctica, cuya utilidad
parece incuestionable, por cuanto se produce entre los interlocutores reales, por lo que puede efectuarse sin
problema. Sin embargo, aunque concluya con acuerdo, no puede eludir los períodos de consulta en cada una de
las empresas del grupo mercantil, que cuentan, de este modo, con instrumentos útiles para negociar la incidencia y
la adecuación de las causas en cada una de las empresas del mismo ( AN 25-2-13, EDJ 16364 ).
2) Es innecesario demandar a todo el grupo de empresas, a fin de declarar nulo el despido colectivo, si no se pide
la condena solidaria de las empresas integrantes, y ello sin perjuicio de que el grupo empresarial presente
características patológicas desde el punto de vista laboral. Se trata de un supuesto de litisconsorcio pasivo
voluntario y no necesario, porque declarada la nulidad del despido ha de restaurarse la situación y, en su caso,
quien sea el verdadero empleador puede adoptar en su momento las decisiones que estime oportunas en atención
a la situación empresarial global ( TS 18-3-14, EDJ 63661 ). Con relación a la empresa TRAGSA se declara la falta
de legitimación pasiva de su filial TRAGSATEC, rechazándose la existencia de responsabilidad solidaria ( TS 20-10-
15, EDJ 237858 , con voto particular).
3) La jurisprudencia rechaza que deba procederse a la valoración de la situación integral del grupo a efectos de
considerar acreditada la concurrencia de la causas extintiva -económica--, porque la falta de acreditación de esos
factores adicionales de responsabilidad, conduce inexorablemente a la conclusión de que la valoración de la
concurrencia de la causa económica se ha de ceñir al ámbito estricto de la empresa que adopta la decisión
extintiva, prescindiendo del hecho de que se integre o forme parte de un grupo de empresas ( TS 19-2-14, EDJ
57419 ).
4) La impugnación de despido colectivo previo a la declaración del concurso dirigida contra empresas
concursadas y no concursadas, la determinación del grupo de empresas a efectos de responsabilidad solidaria
es competencia del orden jurisdiccional social ( TS 22-9-14, EDJ 200428 ). Asimismo la acción ejercitada se dirige
no solo frente a la entidad que se encuentra declarada en concurso de acreedores, sino frente a otras personas
físicas y jurídicas, por lo que se rebasa el ámbito competencial del juez del concurso ( TS auto sala conflictos de
competencias 24-9-14, EDJ 74090 ; 9-12-15, EDJ 254739 ; 26-4-16, EDJ 58448 ).
1330
Sucesión de empresa 
Las empresas que se suponen sucesoras deben ser llamadas al proceso cuando existan posibles indicios de sucesión empresarial y esta circunstancia
sea alegada por alguna de las partes ( TSJ Cataluña 17-3-98 , Rec 290/96 ).

Precisiones

En suplicación algún criterio aislado ha considerado que la doctrina del litis consorcio pasivo necesario no es
aplicable a la sucesión empresarial pues la responsabilidad solidaria de ambos empresarios, sustituido y sustituto
en la relación laboral, supone una obligación solidaria respecto de los débitos laborales nacidos con anterioridad a
la transmisión y que no hubieran sido satisfechos, de la que nace la responsabilidad para cualquiera de los
deudores solidarios, sin que el acreedor esté obligado a fraccionar su crédito, ni a dirigir su acción contra todos,
todo ello sin perjuicio de las consecuencias que provoca el pago de la deuda por uno de los responsables solidarios
( TSJ País Vasco 27-10-98 ). De ahí que cierto sector de la doctrina hable de litis consorcio cuasi necesario en
estos casos.
1331
Herencia yacente o herederos 
Fallecida una persona, las reclamaciones pendientes contra él han de dirigirse bien contra la herencia yacente que no es sino un patrimonio
temporalmente sin titular o contra los herederos del fallecido ( TSJ Valladolid 20-6-02 , Rec 510/02 ). Sin embargo, si se demanda sólo a uno de los
herederos, la relación jurídico procesal se encuentra mal construida lo que podía observarse al momento de presentarse a la demanda y ordenar la
subsanación (nº 2459 ).

Precisiones

Aunque referido a litisconsorcio activo necesario, no se aprecia, aunque no haya demandado también el otro
progenitor, cuando el que litiga lo hace en nombre de la comunidad hereditaria y no existe indicio alguno de que el
único demandante pretenda apropiarse del derecho reclamado ( TS 21-10-02, EDJ 51533 ).
1332
Derechos colectivos 
(LRJS art.129, 130, 131, 154, 165.1 y 2, 170.2)
En relación a los derechos colectivos se producen los siguientes supuestos:
a) En procesos de materia electoral hay litisconsorcio de sindicatos, empresario, candidaturas autónomas y personas afectadas que fueron parte en el
procedimiento arbitral.
b) En los procesos de impugnación de convenios colectivos, hay litisconsorcio de todas las representaciones integrantes de la comisión o mesa
negociadora, además del ministerio fiscal aunque este último no es considerado por un sector de la doctrina como litisconsorte, sino como un supuesto de
habilitación legal; por extensión están pasivamente legitimados los que tienen por ley legitimación para promover su impugnación:
- si se fundamenta en la ilegalidad, los órganos de representación legal o sindical de los trabajadores, sindicatos y asociaciones empresariales
interesadas, la Administración General del Estado y a la Administración de las Comunidades Autónomas su respectivo ámbito. A los efectos de impugnar
las cláusulas que pudieran contener discriminaciones directas o indirectas por razón de sexo, están también legitimados el Instituto de la Mujer y los
organismos correspondientes de las Comunidades Autónomas;
- si el motivo de la impugnación fuera la lesividad los terceros cuyo interés haya resultado gravemente lesionado. No se tiene por terceros a los
trabajadores y empresarios incluidos en el ámbito de aplicación del convenio.
c) En el proceso de conflicto colectivo los sindicatos y las asociaciones empresariales están legitimados para promoverlos y soportarlos, siempre que
su ámbito de actuación se corresponda o sea más amplio que el del conflicto; su posición en el proceso se encuentra en el mecanismo de la sustitución
procesal del mismo modo que la posición procesal del comité se empresa se enmarca en la figura de la representación, de modo que los afectados por
las resoluciones que se dicten son los trabajadores y las empresas incluidos en el ámbito del conflicto, por lo que la presencia del comité no es
indispensable a los efectos de conformar una situación litis consorcial pasiva ( ET art.63.1 y 65.1 ) ( TS 23-6-98, EDJ 6147 ). Asimismo las
Administraciones públicas empleadoras incluidas en el ámbito del conflicto y los órganos de representación del personal laboral al servicio de las
anteriores, y las asociaciones representativas de los trabajadores autónomos económicamente dependientes y los sindicatos representativos de estos,
para el ejercicio de las acciones colectivas relativas a su régimen profesional, así como las empresas para las que ejecuten su actividad y las
asociaciones empresariales de éstas siempre que su ámbito de actuación sea al menos igual al del conflicto.

Precisiones

1) Sólo pueden figurar como demandantes o demandados sujetos colectivos por lo que no es necesario dirigir la
demanda contra los trabajadore s afectados, individualmente considerados ( TS 2-7-97, EDJ 5082 ; 14-6-02, EDJ
32016 ); ni se produce una situación de litisconsorcio pasivo necesario con relación a los afiliados de un sindicato
de prejubilados ( TS 1-6-04, EDJ 63889 ).
2) No es necesario demandar a los comités de empresa firmantes de acuerdo objeto del conflicto colectivo ( TS
20-1-11, EDJ 8568 ).
3) Se aprecia falta de litisconsorcio pasivo necesario al no haberse demandado a todos los integrantes de la
comisión negociadora del VIII Convenio Colectivo de Repsol Petróleo SA ( TS 25-4-12, EDJ 89430 ).
4) No es necesario demandar a la Comunidad Autonómica por no existir litisconsorcio pasivo necesario en el
conflicto colectivo planteado por el personal laboral de una Universidad reclamando las pagas adicionales
suprimidas, pues en estos casos el Ente Autonómico no mantiene vínculo alguno que le una al personal laboral de
las Universidades públicas, ni, por tanto, soporta ninguna obligación retributiva directa con relación al mismo, pues
solo el empleador -la Universidad- es el obligado a abonar los salarios que pudieran corresponderles, no sólo por la
personalidad jurídica propia de la Universidad sino también en virtud de la autonomía económica y financiera, con
patrimonio y presupuestos propio, de tales las Universidades públicas ( Const art.27.10 ; LO 6/2001 art.2, 79, 80 y
81 ) ( TS 15-3-16, EDJ 35181 ).
1333
Accidente de trabajo y enfermedades profesionales 
(LRJS art.25.4, 30 y 142)
En procesos de accidente de trabajo y enfermedades profesionales el trabajador ha de demandar al:
- empresario y además a:
- la mutua como entidad aseguradora, responsable por subrogación del empresario;
- el INSS por su función básica en el reconocimiento y gestión de prestaciones del sistema, y eventualmente, por su condición de ente asegurador, en el
caso de que no se haya concertado el riesgo profesional con una mutua;
- la TGSS que asumió el Servicio de Reaseguros de accidente de trabajo.
- terceros que deban responder a resultas del hecho causante, incluidas las entidades aseguradoras, cuando el trabajador perjudicado o sus
causahabientes acumule a las reclamaciones sobre accidente de trabajo y enfermedad profesional aquellas pretensiones de resarcimiento de daños y
perjuicios derivadas de un mismo hecho, incluso sobre mejoras voluntarias, salvo que hayan debido tramitarse mediante procedimiento administrativo
separado.
En este caso estamos ante un supuesto de litisconsorcio pasivo necesario de origen legal, puesto que dispone que en todos los procesos de
accidente de trabajo o enfermedad profesional en cuyas demandas no aparezca el nombre de Entidad gestora o aseguradora, el letrado de la
Administración de Justicia debe requerir su identificación al empresario demandado. Pero, aunque no existiera, resulta evidente que la empresa debe
ser demandada en los procesos de accidentes de trabajo, dada su condición de titular de la relación triangular jurídico-material de aseguramiento,
que está siempre en la base de una controversia como la presente. Es cierto que su interés en su solución solo sería inequívocamente evidente y directo
si hubiera incumplido las obligaciones que al respecto le imponen las normas de Seguridad Social, pero aunque haya actuado correctamente, las
consecuencias que se deriven de la sentencia le vincularían con tal intensidad, que su ausencia podría lesionar grave e irreparablemente su legítimo
derecho de defensa, ínsito en el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva o, podría dar lugar a las sentencias contradictorias que el litisconsorcio
pasivo necesario pretende eludir ( TS 16-7-04, EDJ 160216 ).
En este litisconsorcio necesario es obligada una condena de la empresa como instrumento para poder condenar a la mutua, ya que la obligación de la
aseguradora quedaría sin contenido jurídico si se absolviera al empresario.
El litisconsorcio pasivo se amplía en el supuesto de trabajos sucesivos al accidente con nuevas empresas o nuevas mutuas ( TSJ Murcia 26-9-95, EDJ
10778 ).
En el proceso de Seguridad Social, el Tribunal, una vez incorporado el expediente administrativo y a la vista del mismo dispone el emplazamiento a
interesados que pudieran ostentar interés legítimo en el proceso o resultar afectadas por el mismo, para que puedan comparecer en el acto de juicio y ser
tenidas por parte en el proceso y formular sus pretensiones. No estamos ante un supuesto de litisconsorcio pasivo sino de intervención procesal (nº
1364 ).

Precisiones

1) En principio, el empresario por el mero hecho de serlo, es responsable (originario y directo), de los accidentes
de trabajo de su personal, responsabilidad que no queda enervada porque se concierte el seguro, ya que la
aseguradora es sólo la sustituta de la obligación empresarial, con responsabilidad derivativa o, como prefiere la
jurisprudencia, sustitutoria o subrogada de la empresarial ( TS 16-7-04, EDJ 160216 ). La empresa debe ser parte
cuando el trabajador reclama el reconocimiento de invalidez permanente, aunque de él no se derive
responsabilidad directa para ella ( TS 16-7-04, EDJ 160216 ).
También la empresa está legitimada activamente para recurrir en suplicación cuando se cuestiona la contingencia
de la que deriva la prestación de seguridad social de uno de sus trabajadores, aunque la sentencia recurrida sea
absolutoria ( TS 19-5-15, EDJ 105746 )
2) Es también necesario demandar a la Entidad Local si el demandante prestó allí sus servicios cuando se
reclaman diferencias en cuantía de pensión de jubilación prestacionales derivadas del incumplimiento de la
obligación de cotizar ( TSJ Las Palmas 28-2-01 , EDJ 103201 ).
3) En caso de falta de alta y cotización de empleada de hogar, es necesario demandar a ambos cónyuges ( TSJ
País Vasco 5-10-04, EDJ 212658 ).
4) En prestaciones de Seguridad Social anticipadas por la mutua es innecesario demandar a la empresa en
supuestos de reintegro del capital coste y otras cantidades ( TSJ Cataluña 13-3-02 , EDJ 129914 ).
5) Es innecesario demandar a la empresa en un proceso sobre coeficiente reductor de pensión de jubilación
anticipada ( TS 2-3-07, EDJ 29038 ).
1334
Demanda dirigida frente a la TGSS 
Reiteradamente se rechaza la petición de nulidad de actuaciones cuando se denuncia falta de litisconsorcio pasivo necesario por no haber sido
demandada la TGSS en supuestos de prestaciones de Seguridad Social derivadas de contingencias comunes. La TGSS es un Servicio Común dotado
de personalidad jurídica propia, que no puede ser demandado en este tipo de procesos, a tenor de la normativa específica que regula su competencia.
Por tanto, no puede dirigirse la demanda contra este organismo cuando se discute la procedencia de la prestación de incapacidad permanente derivada
de enfermedad común, en la que el verdadero sujeto pasivo obligado es el Instituto Nacional de la Seguridad Social ( TSJ Castilla-La Mancha 4-12-02,
EDJ 136118 ).
1335
Otros supuestos 
La posibilidad de litisconsorcio puede darse en muy diversas situaciones, así:
1. En los procesos de altas de oficio, por ejemplo, en el RGSS si la empresa somete a impugnación en vía judicial la resolución que acordó el alta, la
demanda debe dirigirse frente a la TGSS y al trabajador/es afectado/s. En cambio, si la supuesta relación laboral se desarrolla en el cambio de la
subcontratación, y para quien prestaba servicios era una empresa subcontratada no hay litisconsorcio pasivo necesario respecto de empresa principal y
subcontratista ( TSJ Cataluña 14-12-01, EDJ 68620 ).
2. Tratándose de cooperativas de trabajo, no hay que extender la demanda, sobre impugnación de alta de oficio, a todos los socios trabajadores al
coincidir su interés con el de la empresa ( TSJ Cantabria 21-1-02, EDJ 8573 ).
3. Cuando se trata de impugnar el alta médica se produce litisconsorcio pasivo necesario con respecto al INSS, INSALUD (hoy, INGESA), o mutua
aseguradora de la incapacidad temporal por contingencias comunes ( TS 4-7-96, EDJ 6013 ).
4. Para resolver sobre incompatibilidad entre prestaciones gestionadas por diversas Entidades, han de intervenir todas ellas ( TS 19-12-94 , EDJ 24221
).
5. En caso de incumplimiento del pago de delegado de IT el trabajador debe dirigir su demanda frente a la empresa, las entidades gestoras (INSS y
TGSS), y eventualmente las colaboradoras (mutuas) ( OM 13-10-1967 art.6 ; LGSS art.173 ).
6. No hay litisconsorcio pasivo necesario de la empresa en litigios promovidos por antiguos empleados de un banco en reclamación de una mayor base
reguladora de la pensión de jubilación anticipada pues la acción ejercitada en demanda se contrae al reconocimiento de una mayor base reguladora
de dicha pensión y el porcentaje, varía, en función de que el cese en el trabajo hubiera sido voluntario o involuntario, correspondiendo su determinación al
órgano judicial sin que, de ello, se derive responsabilidad alguna para la entidad bancaria, lo que determina que la relación jurídico-procesal estuviera
perfectamente trabada ( TS 19-6-07, EDJ 100967 ; 19-6-07, EDJ 100945 ; 30-1-08, EDJ 41767 ).
7. No hay que demandar al Estado en litigios derivados de la interpretación de los términos de un convenio colectivo en los que revisión salarial se fijó
en función del IPC previsto por el Gobierno para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, pero que en cuya elaboración ninguna
intervención tuvo ( TS 21-6-10, EDJ 145239 ).
8. En ciertos supuestos de intervención del FOGASA ( LRJS art.23.2 ).
b. Litisconsorcio cuasi necesario 

1337
Aunque no hay acuerdo doctrinal, también se habla como categoría intermedia del litisconsorcio cuasi necesario, que se caracteriza por su eventualidad.
En estos casos, la legitimación activa o pasiva se concede a varias personas de forma separada, de tal manera que la ley permite que la demanda sea
presentada por una sola o frente a una sola de las personas legitimadas activa o pasivamente, pero impone que caso de ser varias, han de demandar o
ser demandadas conjuntamente. Dentro de esta categoría se incluyen los siguientes supuestos (Marín Marín):
- obligaciones solidarias, pudiendo dirigir la demanda contra cualquiera de los deudores solidarios ( TSJ Cataluña 11-2-93 y TSJ Sevilla 16-2-93 );
- comunidades de bienes, no siendo necesario demandar a todos los comuneros ( TSJ Murcia 22-6-99 , EDJ 84340 );
- subcontratas, cesión de trabajadores y sucesión de empresas ( ET art.42, 43 y 44 ) en los que se impone la responsabilidad solidaria de las empresas,
incluso reclamaciones por despido, cantidad o responsabilidades en orden a las prestaciones de Seguridad Social frente a ETTs y usuarias y en los que el
trabajador debe dirigir la demanda frente a las dos empresas ( L 14/1994 art.11, 12, 15, 16 y 17 ; LRJS art.2.a ).

Precisiones

En materia de intermediación laboral, los tribunales laborales son competentes en los conflictos que surjan entre
los trabajadores y los servicios públicos de empleo, las agencias de colocación autorizadas y otras entidades
colaboradoras de aquéllos y entre estas últimas entidades y el servicio público de empleo correspondiente. Las
ETTs pueden también operar como agencias de colocación, previa declaración responsable y si se ajustan a lo
establecido respecto de dichas agencias en esta ley y sus disposiciones de desarrollo, incluida la obligación de
garantizar a los trabajadores la gratuidad por la prestación de servicios ( L 14/1994 art.1 ; RDLeg 3/2015 art.33 ).
No puede descartarse que en estos conflictos pueda ser llamado eventualmente la empresa potencialmente
destinataria de la prestación del trabajador sujeto a colocación.
2. Tratamiento procesal 

1339
Apreciación de oficio 
Los tribunales deben vigilar de oficio el que exista una correcta composición del consorcio procesal para evitar que se tramite el proceso sin la presencia
de todos los que tienen que ser parte en el mismo ( TS 11-6-94, EDJ 5293 ; 16-7-04, EDJ 160216 ; 2-3-07, EDJ 29038 ; 25-4-12, EDJ 89430 ). La
necesidad de esa actuación judicial de oficio encuentra su razón de ser en que el litisconsorcio pasivo necesario o, en otro términos, la correcta
configuración de la relación jurídico-procesal, es una cuestión que por afectar al orden público ( TCo 165/1999 ) queda bajo la vigilancia de los tribunales
y obliga al juzgador a preservar el principio de contradicción y el derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión de quienes deben ser llamados al
proceso como parte. No se trata de una mera facultad, sino de una auténtica obligación legal del órgano judicial ( TCo 118/1987 ; 11/1988 ; 84/1997 ;
165/1999 ; 87/2003 ).
En casación es doctrina jurisprudencial considerar cuestión nueva la supuesta falta de litisconsorcio pasivo necesario, sin que pueda apreciarse de
oficio, salvo que afecten claramente a la jurisdicción o a la competencia funcional de la Sala ( TS 19-4-05, EDJ 76856 ; 17-1-11, EDJ 6777 ), ni a instancia
de parte si ésta no acredita tal requisito ( TS auto 9-7-09, EDJ 222620 ; 6-6-06, EDJ 94142 ; 21-11-00, EDJ 55661 ; 31-1-08, Rec 2543/06 ). La excepción
de falta de litisconsorcio pasivo necesario debe ser resuelta antes de entrar en una decisión de fondo ( LEC art.417 ) ( TS 19-1-05, EDJ 5039 ).
Respecto a la nulidad de actuaciones ver nº 7705 s.

Precisiones

1) Los tribunales laborales han sentado el criterio reiterado que la excepción de litisconsorcio pasivo necesario,
puede anteponerse en su examen a una cuestión o duda competencial, por razón de la materia ( TSJ Murcia 3-12-
98 , Rec 23/98 ; TS 19-1-05, EDJ 5039 ). Pero la apreciación de la falta de acción hace innecesario decretar la
nulidad de actuaciones para que se amplíe la demanda contra quienes no fueron parte en el proceso ( TS 14-3-05,
EDJ 37543 ).
2) En el procedimiento incidental concursal la extinción de la demanda por despido de un trabajador, si implica
su exclusión del listado de trabajadores despedidos, la excepción de litisconsorcio pasivo necesario es apreciable
de oficio debiendo traer al litigio a los restantes trabajadores de la empresa cuyos contratos no se han extinguido
puesto que podrían ser incluidos en el listado definitivo ( TSJ Aragón 1-10-14, EDJ 181066 ).
1341
Subsanación 
(LRJS art.81 y 130)
El litisconsorcio pasivo necesario obedece a la necesidad de integrar en el proceso a cuantos sean titulares de la relación jurídico-material controvertida,
bien porque su llamamiento venga impuesto por una norma legal, bien porque dicha necesidad se desprenda de la propia relación jurídica material que da
soporte al litigio. Ello exige que el juzgador la aprecie de oficio antes de admitir la demanda a trámite; y si en ese momento le ha pasado inadvertido el
defecto debe anular las actuaciones, en el momento en que tome conciencia de él o le sea señalado por las partes, para que se subsane la demanda y se
constituya correctamente la relación jurídico-procesal ( TS 16-7-04, EDJ 160216 ; 2-3-07, EDJ 29038 ; 25-4-12, EDJ 89430 ).
Se confiere al letrado de la Administración de Justicia en el proceso ordinario competencias en la admisión de demanda y en el trámite de subsanación
(nº 1307 ). Al respecto, la falta de litisconsorcio pasivo necesario es un defecto de carácter material (entendido como presupuesto del proceso) que
puede impedir la prosecución y término del proceso, y, en una concepción muy amplia de lo que se denomina defecto en el modo de proponer la
demanda, entrañaría tal clase de defecto. Por tanto, en estos casos el secretario si advierte una falta de litisconsorcio pasivo necesario debe abrir trámite
subsanación advirtiendo a la parte el defecto u omisión, y concediendo plazo de 4 días para verificarlo. Realizada la subsanación, el letrado de la
Administración de Justicia dentro de los 3 días siguientes admite la demanda. En otro caso, da cuenta al juez o tribunal para que por el mismo se
resuelva, dentro de los 3 días siguientes, sobre su admisibilidad.
1343
La vía procesal adecuada para subsanar un defecto en la constitución subjetiva de la litis se puede adoptar en diferentes momentos:
a) Tras la presentación de la demanda y antes de la celebración del juicio. Lo ordinario es que el defecto sea advertido por el letrado de la
Administración de Justicia, abriendo trámite subsanatorio. Ahora bien, nada impide que sea la propia parte la que lleve a cabo, sin esperar
subsanación preliminar acordada por el letrado de la Administración de Justicia o requerimiento judicial, esa ampliación, presentando escrito
ampliando la demanda frente a otros demandados. En este caso debe hacerlo acompañando tantas copias de la demanda y documentos como
demandados haya.
b) En el propio acto de juicio, tras la alegación de la excepción de litisconsorcio pasivo necesario. Es práctica común que si dicha excepción es
considerada por el órgano judicial en ese acto, previa audiencia de la parte demandante, evidentemente en el propio acto de juicio, acuerde la
suspensión y haga uso del trámite previsto en la norma.
c) Una vez celebrado el juicio, bien de oficio o porque se hubiera invocado dicha excepción, si ésta es procedente, no puede dar lugar a dictar
sentencia absolutoria en la instancia, sino que el órgano judicial está obligado a acudir al trámite de subsanación. Es posible estimar el litis
consorcio pasivo en este trámite del proceso, pese a que no se hubiera opuesto formalmente la excepción en el momento oportuno, porque se
trata de un presupuesto procesal que implica el derecho a la tutela judicial efectiva ( Const art.24 ) y, por tanto, atañe al orden público del proceso
y debe ser analizado de oficio por el órgano jurisdiccional ( TS 11-4-02, EDJ 27121 ). La inadvertencia inicial no precluye la obligación del
órgano judicial de poner de manifiesto en un momento procesal posterior los defectos observados ( TCo 25/1991 ; TS 19-4-05, EDJ 76856 ).
d) En recurso la jurisprudencia considera que cabe abrir trámite de audiencia, antes de resolver en cuanto al fondo, a fin de oír a las partes y al
Ministerio Fiscal sobre la posible existencia de litisconsorcio pasivo necesario si está afectada la jurisdicción. En alguna ocasión, el tratamiento
procesal de la excepción de falta de litisconsorcio pasivo necesario, en fase de recurso, cuando no se planteó en instancia, se ha apreciado que
constituye una cuestión nueva, lo que impide abordarse en casación ( TS 10-5-99, EDJ 18925 ); pero el criterio general es su apreciación de
oficio ( TS 5-5-00, EDJ 7689 ; 11-4-02, EDJ 27121 ).

Precisiones

1) En el caso de reconocimiento del abono de pensión no contributiva a un penado en institución penitenciaria


en el que se discutía la procedencia de determinados descuentos, el TS acordó en trámite de recurso abrir
trámite de audiencia a fin de oír a las partes y al Ministerio Fiscal sobre la posible existencia de litisconsorcio
pasivo necesario, al no haberse demandado a la anterior esposa del actor y a sus hijos beneficiarios de la pensión
mencionada y sobre la posible falta de jurisdicción del orden social para conocer una pretensión que tiene por
objeto eliminar un descuento que ha podido ser acordado por el orden civil para cumplir una resolución de ese
orden jurisdiccional, aunque finalmente no apreció la falta de litisconsorcio pasivo necesario al desprenderse que la
deducción practicada al actor no se había efectuado para cumplir una orden judicial de retención y abono de las
cantidades a los beneficiarios de la pensión alimenticia, sino que el descuento se practicaba sin constancia de
abono alguno a tercero por considerar la Administración esta obligación de pago de la pensión como un ingreso del
demandante que tiene que deducirse de la pensión, lo que obviamente no prejuzga la cuestión relativa a la eventual
idoneidad de las cantidades percibidas como pensión para responder de las obligaciones de alimentos ( TS 19-4-
05, EDJ 76856 ; 17-1-11, EDJ 6777 ).
2) Se aprecia de oficio de la falta de litisconsorcio pasivo necesario en un proceso de conflicto colectivo ( TS 11-
4-02, EDJ 27121 ), de la empresa como parte en proceso de accidente de trabajo donde el trabajador reclama el
reconocimiento de invalidez permanente, aunque de él no se derive responsabilidad directa para la empresa ( TS
16-7-04, EDJ 160216 ), y por no haber demandado al Obispado en pleito de despido de profesor de religión
contra la Consejería de Educación de Comunidad Autónoma ( TS 19-4-05, EDJ 76856 ).
3) En cambio se considera cuestión nueva y carente de sentido la invocación de litisconsorcio pasivo necesario en
la impugnación de traslados forzosos acordados por el Banco CAM en el marco de un ERE respecto a las
empresas que, por pertenecer al Sistema Institucional de Protección (SIP) fueron parte de un expediente de
regulación de empleo común constituyen ( TS 16-9-13, EDJ 189102 ).
4) El examen, de oficio, en casación unificadora por el TS de la excepción de falta de litisconsorcio pasivo
necesario referida a la nueva adjudicataria de la contrata requeriría haber citado, como sentencia de contraste,
una resolución que en supuesto similar hubiese conocido de oficio de esa excepción, lo que no se ha hecho, y en el
caso la sentencia impugnada no resolvió acerca de la excepción procesal porque la empresa no impugnó el recurso
de suplicación formulado por la actora ( TS 22-10-13, EDJ 284570 ).
B. Intervención procesal 
(LEC art.13;  LRJS disp.final 4ª)
1345
Se agrupan bajo la denominación de intervención procesal todos aquellos casos en que a personas que no eran inicialmente demandantes ni
demandados en un proceso se les permite intervenir en el mismo (Díez-Picazo Giménez). La intervención procesal supone siempre la injerencia de
alguien que, hasta entonces era tercero, en un proceso ya en marcha entre otras personas para convertirse en parte en él. Ahora bien si este concepto es
común para todas las formas de intervención, el tratamiento procesal y los fundamentos a que responden las clases de intervención procesal es diferente.
La más importante de esas diferencias radica en que en un caso la intervención procesal produce una acumulación de procesos (la denominada
principal), mientras que otras veces a un proceso único con pluralidad de partes (intervenciones litisconsorcial y adhesiva simple) (Montero Aroca).
Por eso la intervención principal debe ser objeto de examen en materia de acumulaciones (nº 1730 ).
La LRJS regula formas expresas de intervención procesal. La más clara es la que atribuye a los sindicatos con implantación suficiente en el ámbito del
conflicto facultad para poder personarse y ser tenidos por parte en dichos procesos en los que estén en juego intereses colectivos de los trabajadores,
siempre que exista un vínculo entre dicho sindicato y el objeto del pleito de que se trate; y especial a través del proceso de conflicto colectivo, en defensa
de los derechos e intereses de una pluralidad de trabajadores indeterminada o de difícil determinación, sin que tal intervención haga detener o retroceder
el curso de las actuaciones. En particular, también se les atribuye la posibilidad de intervención procesal por el cauce del conflicto colectivo para actuar en
defensa del derecho a la igualdad de trato entre mujeres y hombres en todas las materias atribuidas al orden social ( LRJS art.17.2 ).
1. Clases 

1348
Las posibilidades que se prevén son fundamentalmente la intervención voluntaria y la provocada.
A su vez, la intervención voluntaria puede ser adhesiva simple y litisconsorcial ( TS 22-10-02, EDJ 61460 ).
1350
Interviniente adhesivo simple 
(LEC art.13;  LRJS disp.final 4ª)
El interviniente adhesivo simple viene definido por los siguientes rasgos característicos:
- es el tercero que, no siendo titular de la relación jurídica discutida en el pleito, tiene un interés legítimo en la resolución que recaiga, porque sí lo es de
otra relación conexa con la debatida que puede verse afectada de una manera indirecta o refleja por la sentencia que se dicte;
- participa en el proceso como parte, pero su actuación queda condicionada por el hecho de que acude a él, para defender directamente el derecho de
la parte principal, demandante o demandada, a cuya defensa o resistencia se adhiere; aunque, como es lógico, esté así defendiendo indirectamente su
interés en el resultado del pleito, con la finalidad de evitar el perjuicio jurídico que la sentencia pudiera ocasionarle;
- puede utilizar los poderes procesales que corresponden a la parte a la que se asocia; así, puede oponerse o adherirse a la demanda, formular
alegaciones, formular excepciones y proponer y practicar pruebas;
- al no ser titular de la relación jurídica controvertida y no ser parte principal o material, no puede introducir ninguna cuestión que altere el objeto del
proceso, ni utilizar aquellos medios de defensa o resistencia que le beneficien exclusivamente a él, ni tampoco puede realizar los actos típicos de
disposición del proceso, como son allanarse, renunciar, transigir y recurrir, por ser privativos del verdadero titular;
- porque no se ha formulado pretensión alguna frente a él, no puede recaer sobre el interviniente adhesivo simple ningún pronunciamiento de absolución o
condena en la sentencia dictada en el proceso al que acude como tal, ni queda afectado por la cosa juzgada material en sentido propio.
1352
Su régimen jurídico procesal se concreta en los siguientes extremos:
1. En cuanto a los requisitos exigidos para ser admitido como demandante o demandado quien no lo fue inicialmente: - ha de estar pendiente el
proceso; - debe acreditar tener interés directo y legítimo en el resultado del pleito.
2. En cuanto al procedimiento, efectos y facultades del interviniente: - el tercero ha de presentar su solicitud por escrito; la solicitud de
intervención no suspende el curso del procedimiento; - el tribunal debe resolver por medio de auto, previa audiencia de las partes personadas, en
el plazo común de 10 días; - la admisión de la intervención del recurrente como parte, se hace sin suspensión del curso del procedimiento y sin
retrotraer las actuaciones, permitiéndosele en el plazo de 10 días formular alegaciones, antes de continuar el trámite del presente recurso de
casación para la unificación de doctrina, trasladándolas a las partes por un plazo de 5 días ( TS auto 5-11-01 , EDJ 103044 ); - es considerado
parte en el proceso a todos los efectos y puede defender las pretensiones formuladas por su litisconsorte o las que el propio interviniente formule,
si tuviere oportunidad procesal para ello, aunque su litisconsorte renuncie, se allane, desista o se aparte del procedimiento por cualquier otra
causa; también se le permiten las alegaciones necesarias para su defensa, que no hubiere efectuado por corresponder a momentos procesales
anteriores a su admisión en el proceso. De estas alegaciones el letrado de la Administración de Justicia da traslado, en todo caso, a las demás
partes, por plazo de 5 días ( LEC art.13.3 ); - puede utilizar los recursos que procedan contra las resoluciones que estime perjudiciales a su
interés, aunque las consienta su litisconsorte.
1354
Interviniente adhesivo litisconsorcial 
En este caso el interviniente tiene un mayor grado de implicación en el debate, como consecuencia de que su resultado produce efectos directos para él.
Los rasgos característicos de esta posición son:
- es el tercero que concurre al proceso porque es o afirma ser cotitular de la relación jurídico-material controvertida, y por ello pudo o debió ser, ya
inicialmente, un litisconsorte;
- en consecuencia, como acude para defender directamente sus propios intereses, puede utilizar, además de los poderes que corresponden al
interviniente adhesivo simple, otros medios de defensa o resistencia que sólo le aprovechan a él.
En esa línea, se le permite formular sus propias pretensiones, seguir el proceso aunque su litisconsorte renuncie, se allane, desista o se aparte del
procedimiento por cualquier otra causa, y hacer uso de los recursos que procedan contra las resoluciones que estime perjudiciales a su interés, aunque
las consienta su litisconsorte ( LEC art.13.3. ).
1356
Intervención provocada 
(LEC art.14 redacc L 42/2015)
Es el caso en que no es un tercero el que solicita intervenir en un proceso pendiente, sino que es una de las partes la que solicita que el tercero sea
llamado a intervenir en el proceso (Díez-Picazo Giménez).
La intervención ha de estar prevista en la ley y hay que distinguir según quien solicite dicha intervención:
1. Si es el demandante quien llama a un tercero para que intervenga en el proceso sin la cualidad de demandado, la solicitud de intervención
debe realizarse en la demanda, salvo que la ley disponga expresamente otra cosa. Admitida por el tribunal la entrada en el proceso del tercero,
éste dispone de las mismas facultades de actuación que la ley concede a las partes.
2. Cuando la ley permita al demandado llamar a un tercero para que intervenga en el proceso, se procede conforme a las siguientes reglas: a)
El demandado solicita del tribunal que sea notificada al tercero la pendencia del juicio. La solicitud debe presentarse dentro del plazo otorgado
para contestar a la demanda. b) El letrado de la Administración de Justicia ordena la interrupción del plazo para contestar a la demanda con
efectos desde el primer día en que se presentó la solicitud y acuerda oír al demandante en el plazo de 10 días, resolviendo el tribunal mediante
auto lo que proceda. c) El plazo concedido al demandado para contestar a la demanda se reanuda con la notificación al demandado de la
desestimación de su petición o, si es estimada, con el traslado del escrito de contestación presentado por el tercero y, en todo caso, al expirar el
plazo concedido a este último para contestar a la demanda. d). Si comparecido el tercero, el demandado considerase que su lugar en el proceso
debe ser ocupado por aquél, se da traslado a las partes para que efectúen sus alegaciones al respecto resolviendo el tribunal en el plazo de 5
días ( LEC art.18 ). e) Caso de que en la sentencia resultase absuelto el tercero, las costas se pueden imponer a quien solicitó su intervención
con arreglo a los criterios generales de la LEC (nº 2032 ); regla de difícil traslación al proceso laboral al no estar prevista la imposición de costas
en la instancia.

Precisiones

La L 42/2015 introdujo en el juicio verbal regulado en la LEC la contestación escrita a la demanda. Esta variación
también se incorpora expresamente en el procedimiento de intervención del tercero, por lo que ya no distingue
entre clases de juicio, ordinario y verbal ( LEC art.14.2 ). Por su parte, la LRJS mantiene la contestación verbal en
el acto del juicio ( LRJS art.85.2 ). No parece que deba acudirse a la regla de supletoriedad de la aplicación de la
LEC, que contempla la LRJS disp.final 4ª , puesto que cabe integrar la normativa procesal laboral por la va del CC
art.4.1 con base en el respeto a los principios específicos que deben orientar la aplicación de la normativa procesal
laboral. En este sentido, la contestación a la demanda del tercero llamado al proceso debe hacerse oralmente, en el
acto del juicio. Además, debe tenerse en cuenta que hay supuestos análogos de intervención de terceros regulados
expresamente en la ley -FOGASA, sindicatos u otros terceros afectados por las consecuencias del pleito- cuya
incidencia procesal se resuelve a través del escrito de ampliación de demanda, acordados de oficio o a instancia de
parte.
2. Supuestos asimilables 

1360
En el ámbito laboral es posible asimilar a la intervención procesal alguna actuación del FOGASA, los sindicatos o terceros afectados por las
consecuencias del pleito, así como determinados supuestos como el procedimiento de oficio en caso de fraude al desempleo, la impugnación de
convenios, o la protección de la mujer frente a situaciones de violencia.
1) En los procedimientos concursales se asimila la posición del FOGASA a un interviniente adhesivo simple atípico, es decir más que el
simple y casi como el litisconsorcial ( TS 22-10-02, EDJ 61460 ). La posición procesal del FOGASA se analiza en los nº 1515 s.
2) En el procedimiento que se sigue de oficio por supuesto fraude al desempleo el empresario y el trabajador que hubieran celebrado los
reiterados contratos temporales tienen la consideración de parte en el proceso, pero no pueden solicitar la suspensión del proceso ni desistir el
trabajador; aún sin su asistencia, el procedimiento se sigue de oficio (nº 4600 ). 3) En cuanto a la acreditación de la condición de víctima de
violencia de género, a efectos de la inclusión en el programa de renta activa de inserción, no es necesario que se haga mediante la orden de
protección ( TS 2-10-13, EDJ 214755 ).
1362
Sindicatos y afiliados 
(LRJS art.17.2, 151.5, 172.2 y 177.2)
En general la intervención procesal de los sindicatos se contempla legalmente en aquellos procesos en que esté en juego la defensa de los intereses
colectivos de los trabajadores, siempre que exista un vínculo entre dicho sindicato y el objeto del pleito de que se trate; y especial a través del proceso
de conflicto colectivo, en defensa de los derechos e intereses de una pluralidad de trabajadores indeterminada o de difícil determinación. Promovido el
conflicto colectivo por quien tiene legitimación activa para ello, la posibilidad de que un sindicato distinto se adhiera a la demanda - intervención
adhesiva al sindicato- sólo está limitada por su propio grado de representatividad en relación con el ámbito del conflicto sin que pueda negársele, en otro
caso, su posición como parte ni se pueda detener o retroceder el curso del proceso ( TS 3-7-13, EDJ 151877 )
En el procedimiento de impugnación de actos administrativos en materia laboral y de Seguridad social, excluidos los prestacionales, los sindicatos
más representativos, así como aquellos con implantación en el ámbito de efectos del litigio, pueden personarse y ser tenidos como parte en los procesos
en los que tengan interés en defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios o en su función de velar por el cumplimiento de las
normas vigentes, sin que tal intervención haga detener o retroceder el curso de las actuaciones.
En los procesos sobre impugnación de la resolución administrativa que deniegue el depósito de los estatutos de los sindicatos, los afiliados del
sindicato pueden comparecer como coadyuvantes.
En aquellos casos en los que corresponda al trabajador, como sujeto lesionado, la legitimación activa como parte principal, pueden personarse como
coadyuvantes el sindicato al que éste pertenezca, cualquier otro sindicato que ostente la condición de más representativo, así como, en supuestos de
discriminación, las entidades públicas o privadas entre cuyos fines se encuentre la promoción y defensa de los intereses legítimos afectados, si bien no
pueden personarse, recurrir ni continuar el proceso contra la voluntad del trabajador perjudicado. Con anterioridad a esta previsión legal, la doctrina
constitucional venía estableciendo que la falta de previsión normativa no podía impedir la intervención adhesiva del sindicato en un proceso por despido
de un delegado sindical ( TCo 257/2000 ).
No se puede negar la legitimación del sindicato en el proceso de oficio sobre la base de que la sentencia sólo tiene efectos para las partes (trabajadores
y empresarios implicados), pues ello entrañaría una interpretación claramente restrictiva del acceso a la jurisdicción que no tiene en cuenta la especial
naturaleza de este proceso ( TCo 215/2001 ).

Precisiones

Está legitimado activamente un sindicato que pretende el cumplimiento de la legalidad en un proceso de selección
de personal, en el ámbito de actuación de la Universidad, ya que supone la defensa de los intereses que le son
propios ( TSJ Madrid 29-6-12, EDJ 154034 ).
1364
Intervención de terceros 
(LRJS art.54.2, 143.3, 151.5, 240 y 275)
Se notifican las resoluciones, cuando así se mande, a las personas y entidades a quienes se refieran o puedan parar perjuicio u ostentaren interés
legítimo en el asunto debatido. En especial, además de la resolución que ponga fin al proceso, se les notifican la admisión a trámite y el señalamiento de
la vista.
En los procesos de Seguridad Social, el tribunal, a la vista del expediente del expediente administrativo, dispone el emplazamiento de las personas que
pudieran ostentar un interés legítimo en el proceso o resultar afectadas por el mismo, para que puedan comparecer en el acto de juicio y ser tenidas por
parte en el proceso y formular sus pretensiones.
En el procedimiento de actos administrativos en materia laboral y de seguridad social, excluidos los prestacionales pueden comparecer como parte en
el procedimiento y ser emplazados al efecto, en especial cuando se trate de enjuiciar hechos que pudieran ser constitutivos de accidente de trabajo o
enfermedad profesional, además de los empresarios y los trabajadores afectados o los causahabientes de ambos, aquellos terceros a los que pudieran
alcanzar las responsabilidades derivadas de los hechos considerados por el acto objeto de impugnación y quienes pudieran haber resultado perjudicados
por los mismos, pueden comparecer.
En los litigios sobre sanciones administrativas en materia de acoso laboral sexual o por razón de sexo, la víctima está legitimada para comparecer en
el procedimiento según su libre decisión y no podrá ser demandada o emplazada de comparecencia contra su voluntad.
Quienes, sin figurar como acreedores o deudores en el título ejecutivo o sin haber sido declarados sucesores de unos u otros, aleguen un derecho o
interés legítimo y personal que pudiera resultar afectado por la ejecución que se trate de llevar a cabo, tienen derecho a intervenir en condiciones de
igualdad con las partes en los actos que les afecten.
También está prevista la intervención de terceros en las tercerías de dominio y de mejor derecho.

Precisiones

1) La declaración de sucesión procesal de la parte ejecutada derivada de la sucesión empresarial es uno de los
posibles contenidos u objeto del procedimiento incidental y es aplicable a hechos constitutivos acaecidos en la fase
de alegaciones del juicio ( TS 24-2-97, EDJ 1105 ; 10-12-97, EDJ 9915 ; 15-2-99, EDJ 9077 ). Ahora bien, esta
doctrina no es aplicable cuando la extensión de la condena pretenda llevarse, por la vía de la denominada «teoría
del levantamiento del velo», en supuestos en los que los hechos determinantes de la pretendida responsabilidad
de tercero (por ejemplo un administrador que no fue demandado en el pleito en su fase declarativa, pese a
conocerse su condición) no incluido en la ejecutoria, se derivan de actos y conductas anteriores al juicio y que
debieron ventilarse. En este último caso, la ampliación de le ejecución pretendida ha de ser rechazada ( TS 25-1-
07, EDJ 7442 ) Aunque está previsto que la comparecencia regulada en este procedimiento incidental de
ejecución pueda ser celebrada, además de por el juez, por el letrado de la Administración de Justicia, la
declaración de sucesión procesal constituye competencia exclusiva y excluyente del juez o tribunal (criterio
Comisión Jurídica Asesora Nacional para la Implantación de la Nueva Oficina judicial).
2) No tienen acción para promover tercería de dominio las fiadoras de un préstamo hipotecario concedido a la
empresa demandada y ahora ejecutada de cuyos administradores resultan ser sus esposas, casadas en régimen
de separación de bienes; y todo ello porque no consta que se haya trabado bien alguno titularidad de las
recurrentes, no siendo el objeto de la tercería plantear una acción «ad cautelam» o preventiva de futuro respecto a
las cantidades que pudieran ingresarse en la referida cuenta bancaria ( TS 23-4-13, EDJ 163666 ).
1366
Impugnación de convenios colectivos 
(LRJS art.163.2 y 165.1.b)
Si el convenio colectivo no hubiera sido aún registrado, los representantes legales o sindicales de los trabajadores o los empresarios que sostuvieran la
ilegalidad del mismo o los terceros lesionados que así lo invocaran deben solicitar previamente de la autoridad laboral que curse al Juzgado o Sala su
comunicación de oficio
Si el motivo de la impugnación fuera la lesividad del convenio la legitimación corresponde a los terceros cuyo interés haya resultado gravemente
lesionado.
No se tiene por terceros a los trabajadores y empresarios incluidos en el ámbito de aplicación del convenio.
1368
Delegación del Gobierno para la violencia de género 
(LO 1/2004 art.29.2.3;  RD 1887/2011 art.13 redacc RD 926/2015;  RD 200/2012 art.3)
La persona titular de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, está legitimada
ante los órganos jurisdiccionales para intervenir en defensa de los derechos y de los intereses tutelados en esta ley en colaboración y coordinación con
las Administraciones con competencias en la materia.

III. Legitimación procesal 
(LEC art.10)

1370
Se consideran partes legítimas quienes comparezcan y actúen en juicio como titulares de la relación jurídica u objeto litigioso (legitimación ordinaria).
Se exceptúan los casos en que por ley se atribuya legitimación a persona distinta del titular (legitimación extraordinaria).
Según la jurisprudencia, la legitimación es una cualidad jurídica de la persona, exigida por la Ley a los sujetos que figuran como partes en un proceso.
Esta cualidad, en el caso de la denominada legitimación directa, es identificada por la Ley con la titularidad activa o pasiva de la relación jurídica
deducida en el litigio de que se trate; es decir, los litigantes están legitimados para actuar en el pleito, porque el derecho que se reclama pertenece al
actor el derecho y el demandado está obligado a reconocerlo y hacerlo efectivo. Legitimación que existe, simplemente, por resultar afectado por el
negocio jurídico de que se trate, bastando con un interés legítimo, pues el derecho constitucional a obtener la tutela judicial efectiva de los derechos o
intereses legítimos obliga a interpretar y aplicar el régimen legal de la legitimación con un criterio amplio ( Const art.24 ).
La legitimación «ad causam» o legitimación en sentido estricto también se ha definido como una aptitud específica determinada, mediante la
justificación necesaria, para intervenir en una litis especial y concreta, por obra de una relación en que las partes se encuentran respecto a la cosa objeto
del litigio ( TS 21-10-02, EDJ 51533 ; 14-10-92, EDJ 9989 ).
1371
La legitimación es un presupuesto procesal, cuya existencia, no es examinada de oficio, sino por alegación de la parte. Por ello la determinación de la
legitimación pasiva de la parte demandada es carga procesal del demandante. El juez no puede suplir su voluntad ya que en el proceso laboral rigen los
principios dispositivos y de aportación de parte ( TCo 101/1993 ; TSJ País Vasco 14-9-04, EDJ 212110 ). Por tanto, la excepción de falta de legitimación
activa no es apreciable de oficio, y mucho menos cuando existe reconocimiento por la contraparte de la legitimación al retirar expresamente la excepción (
TSJ Cataluña 10-6-98 ). Sin embargo, en un caso en el que la empresa demandada no fue parte en el proceso ni en la ejecución, el órgano judicial debe
analizar el presupuesto básico o constitutivo de la relación jurídico procesal de la legitimación activa, o legitimación ad causam, aunque su inexistencia no
haya sido alegada por las partes ( TS 3-3-06, EDJ 53168 ) con base en jurisprudencia civil ( TS Civil 30-1-96, EDJ 23 ; 26-4-01, EDJ 5100 ; 15-10-02, EDJ
39398 y 16-5-03, EDJ 17169 ) en las que se afirma que tal legitimación se constituye en cuestión ligada indisolublemente al interés legítimo que hay que
poseer para accionar y ejercitar el derecho a la tutela efectiva de tales intereses ( Const art.24.1 ) y que como tal puede ser examinada de oficio por el
órgano jurisdiccional.
1372
Según la causa legitimadora, se diferencian las siguientes categorías (Montero Aroca):
a) Legitimación ordinaria. A su vez presenta dos variedades: - legitimación originaria: las partes se afirman como titulares originarios del
derecho (el actor, legitimación activa) y de la obligación (el demandado, legitimación pasiva) de la relación jurídica material deducida en el
proceso, sin que en el proceso laboral haya ningún supuesto excepcional donde se exija a las partes acreditar su titularidad; - legitimación
derivada: el demandante afirma que el derecho subjetivo perteneció originariamente a otra persona. Se puede manifestar antes del proceso: son
los casos de la legitimación que ostenta el cónyuge viudo para reclamar judicialmente las pensiones causadas por el fallecido ( TS 6-7-92, EDJ
7384 ) o iniciado el proceso (por ejemplo, la sucesión procesal)
b) Legitimación extraordinaria. El caso típico es el de la sustitución procesal. También pertenecen a esta categoría: la legitimación del
ministerio fiscal; la de sindicatos y asociaciones profesionales y la de la Autoridad laboral.
1) La legitimación activa aparece vinculada al poder de disposición del derecho controvertido en el proceso y es el titular de ese derecho -o
quien afirma esa titularidad en el juicio- el que tiene atribuido su ejercicio salvo supuestos excepcionales de sustitución procesal legalmente
previstos o cuando por la naturaleza de la pretensión ejercitada la legitimación pueda fundarse únicamente en un interés legítimo.
2) Además, la legitimación se predica respecto de la parte en cuanto tal y no respecto al letrado que defiende sus intereses ( TS 20-10-97, EDJ
7838 ).
3) La legitimación atiende a quien ha de ser parte en un proceso determinado para que en éste el juzgador pueda dictar una sentencia sobre el
fondo que resuelva la pretensión planteada (Montero Aroca). 4) Incumbe al sindicato demandante que afirma su implantación suficiente en el
ámbito de la decisión extintiva empresarial, la carga de probar dicha realidad ( TS 6-6-11, EDJ 131425 ; 20-3-12, EDJ 52516 ; 17-6-15, EDJ
136116 ), siendo insuficiente para demostrar la implantación suficiente la mera acreditación de la constitución de una sección sindical en el ámbito
del conflicto, sin concretar el número de afiliados de dicho sindicato en el ámbito del conflicto, ni la existencia de representantes de los
trabajadores afiliados ( TS 13-10-15, EDJ 225464 ). 5) En un proceso de impugnación de modificación sustancial de condiciones de trabajo de
carácter colectivo, la competencia objetiva viene determinada exclusivamente por la pretensión ejercitada y el ámbito territorial de su aplicación y
no puede afectar en su análisis la supuesta falta de legitimación activa de los trabajadores demandantes, por lo que si se llega a una indebida
solución procesal de negar la competencia objetiva, se dejaría formalmente imprejuzgada la legitimación activa ( TS 16-2-16, EDJ 58369 )
1373
Régimen jurídico 
Los términos legitimación e interés legítimo aparecen en la LRJS en los siguientes preceptos:
- en la parte general, como norma básica, en notificaciones ( LRJS art.17.1.2 y 54.2 );
- en la parte especial, a propósito de la regulación de determinadas modalidades procesales: impugnación de laudos en materia electoral (nº 4110 ); en
conflictos colectivos (nº 1266 ); impugnación de convenios colectivos o de los laudos arbitrales sustitutivos de éstos (nº 5040 ); en impugnación de
estatutos de sindicatos (nº 1362 ); en impugnación de estatutos de las asociaciones empresariales (nº 1271 ); en tutela de los derechos fundamentales y
libertades públicas (nº 1269 , nº 1274 , nº 1394 y nº 1375 );
- en recursos: contra las resoluciones que les afecten desfavorablemente las partes pueden interponer los recursos establecidos en la Ley por haber
visto desestimadas cualquiera de sus pretensiones o excepciones, por resultar de ellas directamente gravamen o perjuicio, para revisar errores de hecho
o prevenir los eventuales efectos del recurso de la parte contraria o por la posible eficacia de cosa juzgada del pronunciamiento sobre otros procesos
ulteriores (nº 6717 , nº 6784 , nº 7129 y nº 7317 ). Con anterioridad a este expresa previsión legal, la jurisprudencia establecía que era de aplicación
supletoria la LEC art.448.1 ( TS 25-1-05, EDJ 7090 ), y específicamente para la revisión de las sentencias firmes ( LEC art.511 redacc LO 7/2015) no es
imprescindible haber sido parte en el proceso judicial del que dimana la sentencia sometida a juicio de revisión, sino que simplemente basta el haber
resultado perjudicado por la misma para ostentar legitimación procesal ( TS 23-3-05, EDJ 37520 ) recursos que son predicables tanto contra las
resoluciones de los tribunales como la de letrados de la Administración de Justicia;
- en ejecución: admitiendo la legitimación por sucesión o por intervención sobrevenida de terceros ( LRJS art.240 ), el Fondo de Garantía Salarial y las
Entidades gestoras o servicios comunes de la Seguridad Social, cuando estén legitimados para intervenir en el proceso, quedan obligados a asumir el
depósito, la administración, intervención o peritación de los bienes embargados, designando a tal fin persona idónea, desde que se les requiera por el
letrado de la Administración de Justicia ( LRJS art.253 ).
Implícitamente la legitimación (ordinaria) aparece en el proceso ordinario, en las restantes modalidades procesales, y en ejecución, por referencia directa
de la LRJS art.17 .

Precisiones

1) La legitimación de trabajadores y administración concursal en empresas en concurso puede verse en el


procedimiento de modificación, suspensión o extinción colectiva de los contratos ( L 22/2003 art.64 redacc L
9/2015); incidente concursal ( L 22/2003 art.195 ) y en el tratamiento de los contratos de alta dirección ( L 22/2003
art.65 ) debiendo tener en cuenta que la administración concursal ha de ser oída siempre sin necesidad de
comparecencia en forma, pero cuando intervenga en recursos o incidentes debe hacerlo asistidos de letrado. La
dirección técnica de estos recursos e incidentes se entiende incluida en las funciones del letrado miembro de la
administración concursal ( L 22/2003 art.184.5 ).
2) La legitimación en los procesos colectivos sólo se atribuye a entes colectivos o de dimensión colectiva dado
que se controvierten y resuelven cuestiones de interés general que afectan a un colectivo de trabajadores, sólo se
atribuye a entes colectivos o de dimensión colectiva, cual es la empresa que emplea al colectivo afectado ( TCo
12/2009 ). Este principio en que se asienta la legitimación es corroborado por lo dispuesto para la impugnación
colectiva de los despidos colectivos (nº 3790 s. ), pues las reclamaciones individuales se sustancian por el
procedimiento por despidos y sanciones (nº 3305 ) (con las especialidades de la LRJS art.124.13 ( TS 26-12-13,
EDJ 288910 ). Si no hay sujeto colectivo en la posición de demandado y no es posible la entrada de los
trabajadores individuales, hay que excluir el proceso de despido colectivo, porque en estas condiciones se puede
producir un proceso sin contradicción real del que derive una eventual decisión sobre la procedencia de los
despidos que tendrá efecto positivo de cosa juzgada en los procesos individuales. Los trabajadores quedan sin
posibilidad efectiva de defensa, pues en el proceso individual la sentencia colectiva lograda sin oposición es
vinculante. Por esta razón, se produce un supuesto de falta de legitimación tanto activa como pasiva en el caso
de la administradora concursal que en nombre de la empresa presenta demanda contra personas individuales
que, aunque son miembros del comité de empresa, han sido demandadas a título personal y han comparecido cada
una de ellas de forma individual, sin que hayan actuado de forma conjunta en nombre del comité de empresa,
órgano unitario de representación legal de los trabajadores que actúa de forma colegiada y por mayoría de sus
miembros, puesto que el proceso carecería de interés actual y real porque ambas partes tendrían el mismo interés
-validar el acuerdo-, lo que desemboca en la inexistencia de un conflicto colectivo actual. La única finalidad del
proceso sería extender los efectos positivos de la cosa juzgada a los procesos individuales promovidos por los
trabajadores afectados, pero tal extensión no es posible cuando se promueve un proceso sin contradicción real, al
ser contraria al principio constitucional de tutela judicial efectiva y sospechosa de un fraude procesal ( TS 22-12-14,
EDJ 269309 ).
3) El empresario no tiene legitimación activa para impugnar o cuestionar por el cauce del conflicto colectivo, el
acuerdo alcanzado en conciliación judicial en un proceso por despido colectivo por todos los sujetos colectivos
( TS 16-6-15, EDJ 129859 ).
4) No cabe confundir la acreditación de la representación del sindicato en juicio con la falta de legitimación
activa en el ámbito del despido colectivo cuando el sindicato no estaba implantado en un momento previo a su
propio nacimiento, en tanto tiene afiliados que ostentan cargos de representantes electos que no sirven para
acreditar su implantación en la empresa al no haber podido ser ratificados como tales una vez conocido su cambio
de afiliación sindical ( TS 17-6-15, EDJ 136116 ).
1375
Tutela del derecho a la igualdad entre mujeres y hombres 
(LO 3/2007 art.12;  LEC art.4, 11 bis;  LRJS art.17.2, 177.4 y disp.final 4ª)
Cualquier persona puede recabar de los tribunales la tutela de este derecho, de acuerdo con lo establecido en la Const art.53.2 , incluso tras la
terminación de la relación en la que supuestamente se ha producido la discriminación.
Los sindicatos pueden actuar, a través del proceso de conflicto colectivo, en defensa del derecho a la igualdad de trato entre mujeres y hombres en
todas las materias atribuidas al orden social.
La capacidad y legitimación para intervenir en los procesos civiles, sociales y contencioso-administrativos que versen sobre la defensa de este derecho
corresponden a las personas físicas y jurídicas con interés legítimo, determinadas en las Leyes reguladoras de estos procesos.
En los litigios sobre acoso sexual, acoso por razón de sexo o de otra lesión de derechos fundamentales y libertades públicas la legitimación
corresponde únicamente a la persona acosada o víctima de esa lesión. La víctima del acoso o de la lesión de derechos fundamentales y libertades
públicas con motivo u ocasión de las relaciones jurídicas atribuidas al conocimiento del orden jurisdiccional social o en conexión directa con las mismas,
puede dirigir pretensiones, tanto contra el empresario como contra cualquier otro sujeto que resulte responsable, con independencia del tipo de vínculo
que le una al empresario. Corresponde a la víctima, que es la única legitimada en esta modalidad procesal, elegir la clase de tutela que pretende dentro
de las previstas en la ley, sin que deba ser demandado necesariamente con el empresario el posible causante directo de la lesión, salvo cuando la víctima
pretenda la condena de este último o pudiera resultar directamente afectado por la resolución que se dicte; y si se requiriese su testimonio el órgano
jurisdiccional vela por las condiciones de su práctica en términos compatibles con su situación personal y con las restricciones de publicidad e
intervención de las partes y de sus representantes que sean necesarias.

Precisiones

1) Para la defensa del derecho de igualdad de trato entre mujeres y hombres, además de los afectados y siempre
con su autorización, están también legitimados los sindicatos y las asociaciones legalmente constituidas cuyo fin
primordial sea la defensa de la igualdad de trato entre mujeres y hombres, respecto de sus afiliados y asociados,
respectivamente.
2) Cuando los afectados sean una pluralidad de personas indeterminada o de difícil determinación, la
legitimación para demandar en juicio la defensa de estos intereses difusos corresponde exclusivamente a los
organismos públicos con competencia en la materia, a los sindicatos más representativos y a las asociaciones de
ámbito estatal cuyo fin primordial sea la igualdad entre mujeres y hombres, sin perjuicio, si los afectados estuvieran
determinados, de su propia legitimación procesal.
3) La Dir 2006/54/CE art.20.2.a ), complementa las previsiones sobre legitimación activa con el establecimiento de
la obligación de los Estados miembros de velar por que entre las competencias de los organismos designados de
promoción de la igualdad figure prestar asistencia independiente a las víctimas de discriminación a la hora de
tramitar sus reclamaciones por discriminación.
1. Legitimación activa 
(LRJS art.17.1)

1382
Cuando el demandante afirma la titularidad del derecho subjetivo material, se conecta la legitimación y el derecho de acción. Sin embargo, la norma al
establecer que los titulares de un derecho subjetivo o un interés legítimo pueden ejercitar acciones ante los órganos jurisdiccionales del orden social,
en los términos establecidos en las leyes, está redactada de modo tan amplio que prácticamente se limita a acoger, aplicándolo en concreto al proceso
social, el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva ( Const art.24 ). Es decir, que el legislador no condiciona ni limita este derecho y sólo se remite a
lo establecido en las Leyes en cuanto a los términos en los que pueda ser ejercitado; pero no sólo legitima para accionar a los titulares de un concreto
derecho subjetivo, sino, también a quienes tengan un interés legítimo en acudir a la jurisdicción ( TS 26-1-04, EDJ 14539 ).
En cuanto al ejercicio de acciones declarativas de derechos, es necesario un interés directo, actual y concreto, no alcanzando a acciones de futuro ( TS
14-6-02, EDJ 34331 ); debe apreciarse la existencia de un interés actual y concreto ( TS 18-7-02, EDJ 32093 ).
El momento procesal para alegarla es en la contestación de la demanda ( TSJ Cataluña 11-5-99 , EDJ 84124 ).
Cuando se trata de la tutela o ejercicio de derechos fundamentales, el ámbito de la legitimación no queda circunscrito a su concepto clásico sino que
comprende también a quienes sin tener esa condición demuestran tener un interés legítimo en la defensa del derecho discutido ( LRJS art.17.1 ) ( TCo
257/1988 ; 47/1990 ; 210/1994 ; 89/2003 ).

Precisiones

1) Se distinguen tres diferentes niveles de relación con el objeto del proceso, a saber ( TS 28-10-04, EDJ
229553 ):
a. Interés genérico y abstracto en preservar la aplicación del derecho en un determinado sentido, pero sin que ello
influya en la esfera de intereses propios de quien lo ejercita, que queda fuera del ámbito de la legitimación pues
nadie, ni tampoco un sindicato, puede comparecer en un proceso «como un guardián abstracto de la legalidad».
b. Interés en defender un derecho que sí atañe de forma directa al ámbito de actuación de la persona física o
jurídica que actúa, puesto que la solución que se dé al pleito afecta a la esfera de derechos que le son propios, en
cuyo caso estamos ante la defensa de un interés legítimo y por ello legitimador.
c. El tercer nivel, que es el propio de la legitimación en su sentido tradicional que es el que manifiesta quien se
atribuye la condición de titular del derecho subjetivo que se halla discutido en el pleito.
2) El derecho a la tutela judicial efectiva permite entender que se hallan legitimados para actuar y defenderse en
juicio los sindicatos que tengan en relación con el objeto del proceso en cualesquiera de los dos niveles últimos
citados, quedando excluido el primero pues la defensa del derecho en general constituye un objeto demasiado vago
y abstracto como para obtener su actuación por medio del proceso judicial. La legitimación del segundo nivel citado
deviene de la existencia de un vínculo o conexión entre la organización que acciona y la pretensión ejercitada
( TCo 210/1994 ) que se traduce en la existencia de un interés en sentido propio cualificado o específico derivado
de aquella conexión, y que doctrinal y jurisprudencialmente viene identificado en la obtención de un beneficio o la
desaparición de un perjuicio en el supuesto de que prospere la acción intentada y que no necesariamente ha de
revestir un contenido patrimonial. Esto es, tiene que existir un vínculo especial y concreto entre el sindicato (sus
fines y actividad, etc.) y el objeto del debate en el pleito de que se trate ( TCo 89/2003 ).
1388
Se reconoce, expresamente, algunos supuestos particulares de legitimación activa para reclamar:
1. El trabajador para reclamar salarios de tramitación, en el procedimiento concursal o frente al acoso.
2. Los sindicatos en cualquier proceso en el que estén en juego intereses colectivos de los trabajadores, siempre que exista un vínculo entre dicho
sindicato y el objeto del pleito de que se trate, pudiendo personarse y ser tenidos por parte en dichos procesos, sin que tal intervención haga detener o
retroceder el curso de las actuaciones; en procesos de conflicto colectivo en defensa de los derechos e intereses de una pluralidad de trabajadores
indeterminada o de difícil determinación y, en particular, en defensa del derecho a la igualdad de trato entre mujeres y hombres en todas las materias
atribuidas al orden social.
3. Las comisiones representativas (elegidas ad hoc), que asumen la representación de los trabajadores cuando no existen representantes legales,
ostentan legitimación activa ( TS 18-3-14, EDJ 63661 ).
4. Las asociaciones profesionales, la autoridad laboral o las entidades bancarias (nº 1408 ).
5. Las organizaciones de trabajadores autónomos para la defensa de los acuerdos de interés profesional por ellas firmados ( LRJS art.17.3 ).
6. El empresario para que se declare ajustado a derecho el despido colectivo cuando no se ha impugnado por los representantes de los trabajadores ni
por la Autoridad Laboral (nº 4792 ), una vez transcurrido el plazo de caducidad de 20 días para el ejercicio de la acción por los representantes de los
trabajadores. La presentación de la demanda por el empresario suspende el plazo de caducidad de la acción individual del despido (nº 3837 ).
Por otro lado, se plantean determinados problemas de legitimación en cuanto a las siguientes materias: la impugnación de convenios colectivos (nº
5044 ), los procesos de conflicto colectivo (nº 4888 ), la impugnación de altas médicas (nº 4560 ) y los procesos por sanción (nº 3589 ).
1390
Trabajador 
Algunos supuestos particulares de legitimación activa del trabajador son:
1. En reclamación de salarios de tramitación frente al Estado. El trabajador -además del empresario- está también activamente legitimado
para reclamar frente al Estado los salarios de tramitación en cuanto al exceso sobre los 60 (hoy 90) días hábiles transcurridos desde la
presentación de la demanda hasta la fecha de la sentencia que declare la improcedencia del despido ( TS 4-6-96, EDJ 5293 ; 18-7-97, EDJ
6648 ; 5-11-97, EDJ 9861 ).
2. En el procedimiento concursal para ejercer contra el auto que modifica, extingue o suspende contratos de trabajo, en cuestiones que se
refieran estrictamente a la relación jurídica individual a través del procedimiento del incidente concursal (nº 8655 s. ). Si bien, el trabajador
carece de legitimación para impugnar el auto del juzgado de lo mercantil con base en cuestiones que no afectan estrictamente a la relación
laboral individual ( TSJ Aragón 1-10-14, EDJ 181066 ).
3. En los supuestos de acoso la legitimación activa corresponde al trabajador que es víctima del mismo ( LRJS art.177.4 ), aunque también
puede intervenir el sindicato, cuando sean afiliados y la intimidación psicológica derive de dicha circunstancia o pretenda la expulsión del trabajo
derivada de su opción sindical (Romero Ródenas).
4. La persona acosada es la única legitimada en los litigios sobre acoso sexual y acoso por razón de sexo ( LO 3/2007 art.12.3 ; LJCA
art.19.1.i.3º ; LEC art.11 bis ; LRJS art.177.4 ).
5. Ostenta legitimación activa la trabajadora miembro del comité de empresa, para instar una reclamación individual por el cauce procesal
especial de tutela de su libertad sindical, en relación con la negativa de la empresa a la utilización de su crédito horario sindical ( TS 30-6-11,
EDJ 225555 ).

Precisiones

Respecto de la legitimación en caso de acoso sexual, estamos ante una excepción a la tendencia extensiva de la
legitimación pasiva en materia de tutela antidiscriminatoria (Lousada Arochena), excluyendo la legitimación de
personas jurídicas. El fundamento parece hallarse en el derecho a la intimidad, o en el carácter personalísimo del
bien jurídico protegido. Los sindicatos que en materia de discriminaciones sexistas pueden ejercitar en defensa de
los trabajadores acciones incluso respecto de los no afiliados, hasta sin autorización expresa cuando no se produce
oposición desde su notificación en forma, en cambio, en materia de acoso sexual, esa facultad sólo se les concede
si ha mediado un consentimiento expreso de la víctima.
Es persona acosada a los efectos de esta legitimación es la víctima directa, esto es, la destinataria de un acoso
sexual o por razón de sexo. La doctrina (Lousada Arochena) ha considerado también que también estarían
legitimadas:
- la destinataria de chantaje sexual implícito, indirecto o tácito, cuando pese a no haber sido requerido o solicitado
sexualmente, otros trabajadores, de su mismo sexo y en idénticas circunstancias sexuales, sí lo han sido y por
aceptar las condiciones del chantaje ven mejoradas sus condiciones de trabajo; y
- en los supuestos de acoso sexual colectivo o acoso por razón de sexo colectivo, como cuando la empresa impone
a sus trabajadores/as, como condición de empleo, la utilización de un uniforme que pudiera sugerir un aire de
disponibilidad sexual a favor de la clientela.
En este último caso no sería necesario que demandasen todas y cada una de los trabajadores/as supuestamente
acosados, al ostentar legitimación individualmente cada persona acosada.
La finalidad de la norma no es excluir legitimaciones de personas individuales sino de personas jurídicas. Ahora
bien, en el proceso penal ( CP art.191 redacc LO 1/2015) para proceder por el delito de acoso sexual es precisa
denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del ministerio fiscal, que actúa ponderando
los legítimos intereses en presencia.
1392
Trabajador autónomo 
(L 20/2007 art.4.2.i.j, 6.3 y 17;  LRJS art.2.d y 17)
El orden jurisdiccional social es el competente para conocer de las acciones sobre régimen profesional (individual o colectivo) de los TRADE, incluida la
responsabilidad por daños en el ámbito de la prestación de servicios aún contra terceros. El trabajador autónomo tiene derecho al ejercicio individual de
las acciones derivadas de su actividad profesional y, en general, a la tutela judicial efectiva de sus derechos profesionales, así como al acceso a los
medios extrajudiciales de solución de conflictos.
Cualquier trabajador autónomo, las asociaciones que lo representen o los sindicatos que consideren lesionados sus derechos fundamentales o la
concurrencia de un tratamiento discriminatorio pueden recabar la tutela del derecho ante el orden jurisdiccional competente por razón de la materia,
mediante un procedimiento sumario y preferente.
Por su parte, si el órgano judicial estimase probada la vulneración del derecho denunciado, declara la nulidad radical y el cese inmediato de la conducta y,
cuando proceda, la reposición de la situación al momento anterior a producirse, así como la reparación de las consecuencias derivadas del acto.

Precisiones

1) Debe tenerse en cuenta que la jurisdicción social es la competente:


- para conocer las pretensiones derivadas del contrato celebrado entre un trabajador autónomo económicamente
dependiente y su cliente;
- para conocer de todas las cuestiones derivadas de la aplicación e interpretación de los acuerdos de interés
profesional, sin perjuicio de lo dispuesto en la legislación de defensa de la competencia.
2) La nueva formulación que la LRJS pone en cuestión -y en revisión- el mantenimiento de la doctrina
jurisprudencial social que venía afirmando la incompetencia de jurisdicción respecto de los contratos
celebrados con anterioridad a la vigencia de la L 20/2007, aun en el caso de que se produzca la comunicación al
cliente si tanto ésta como el cese se produce antes de la vigencia del Reglamento ( TS 11-7-11, EDJ 218762 ; 12-7-
11, EDJ 216903 ; 6-10-11, EDJ 270713 ). Dicha jurisprudencia viene considerando que no es competente la
jurisdicción social para conocer de la rescisión de un contrato, originariamente suscrito entre las partes de
naturaleza civil o mercantil, ocurrida durante el período de adaptación de los contratos establecido en las citadas
disposiciones, sin haber mediado previamente la comunicación del trabajador de su condición de dependiente.
Considera que la competencia del orden jurisdiccional social viene determinada por el momento en que tales
contratos adquieren la condición de TRADE y que ésta no se produce automáticamente con la publicación de la
Ley, sino que debe hacerse conforme a lo dispuesto en su disp.trans.2ª.a y 3ª.a, siendo un elemento constitutivo de
la nueva relación jurídica la comunicación del trabajador al empleador de su condición de TRADE. Con la nueva
previsión legal en materia de competencia no cabría declarar la falta de jurisdicción del orden social sino
pronunciarse sobre si la relación ha de tipificarse como TRADE o no.
1394
Sindicatos 
(Const art.7, 24;  LOLS art.2.2.d;  LRJS art.153, 165, 177.1 y 182)
Sobre la posición procesal del sindicato hay que estar a lo señalado sobre la capacidad para ser parte (nº 1266 ), pero además hay que puntualizar que la
LRJS:
a) Ha reforzado la legitimación de los sindicatos en el proceso laboral a través de varias vías:
- por una parte, a través de la exención expresa que se hace a favor de los sindicatos de efectuar depósitos y consignaciones en sus actuaciones ante
el orden social. Existía el riesgo de que, en ausencia de concreta indicación legal, se pudiera cuestionar para los titulares de las acciones colectivas en
defensa de los intereses de los trabajadores, la exención de depósitos y consignaciones en los recursos de reposición y en otros distintos de los de
suplicación y casación. Se favorece así la intervención colectiva sindical que, en un plano de economía de recursos, hace innecesarios múltiples y
costosos procesos individuales.
- por otra parte, la legitimación de los sindicatos con implantación en el ámbito del conflicto para la defensa de los intereses colectivos conforme a la
doctrina constitucional, destacando que, en la fase de ejecución, ese interés debe estar referido esencialmente al mantenimiento de la actividad y a la
conservación de los puestos de trabajo ( LRJS Preámbulo ).
b) Ha incorporado doctrina constitucional y jurisprudencial en materia de legitimación de los sindicatos.
En este sentido, la jurisprudencia viene estableciendo lo siguiente:
- está legitimado para actuar como parte en el proceso de conflicto colectivo ( TS 29-1-02, EDJ 2626 ; 10-2-97, EDJ 903 ; 16-12-08, EDJ 282630 ) (nº
4893 );
- en el proceso especial de tutela hay que tener en cuenta que la posible discriminación que atenta contra el interés genérico del grupo también es
tutelable y su defensa no puede ser ejercitada por un sujeto individual, sino por un sujeto colectivo, como es el sindicato, que es portador de intereses
generales y la Constitución le encomienda la promoción y defensa de los intereses económicos y sociales que le son propios, comprendiéndose dentro de
la acción sindical el planteamiento de conflictos individuales y colectivos. Su interés queda manifiesto no sólo cuando se vulnera la libertad sindical sino
también respecto de los demás derechos fundamentales, incluida la prohibición de tratamiento discriminatorio, con proyección colectiva, pues no puede
entenderse circunscrito el mandato legal a la discriminación, frente a los sindicatos, o entre los mismos. En tal supuesto, se atribuye de forma inequívoca
al sindicato legitimación directa para promover en concepto de parte principal el proceso de protección de derechos fundamentales ( TS 25-1-99, EDJ 274
y 18-2-94, EDJ 1470 );
- la ligazón entre interés colectivo y legitimación para la impugnación de convenios no vulnera el principio de tutela judicial efectiva, en cuanto
constituye una medida razonable y proporcionada, que tiene por fin, promover la estabilidad del convenio, medida que, de otra parte, no causa
indefensión a los particulares, en cuanto deja abierta la impugnación indirecta, por la vía de inaplicación, a aquellos que, sin tener la cualidad de terceros,
queden singularmente afectados por la norma colectiva ( TS 10-2-92, EDJ 1206 ).

Precisiones

1) En cuanto a la impugnación de los acuerdos del sindicato se reconoce la legitimación activa del afiliado ( TS
11-10-00, EDJ 33445 ) pero, carecen de ella quienes los impugnan si están desligados del mismo a la fecha de
presentación de la demanda ( TS 29-6-98, EDJ 8006 ).
2) Una federación sindical, posee legitimación activa procesal, considerando la función genérica de defensa de
los intereses de los trabajadores, no sólo de sus afiliados, respecto a los derechos de ejercicio colectivo ( Const
art.28 y LRJS art.17 ). Sin embargo, tal afirmación no implica que los sindicatos se erijan en vigilantes absolutos
de la legalidad, debiéndose analizar en cada caso concreto la concurrencia de un interés legítimo, que les otorga
la imprescindible legitimación ad causam. Esta última exigencia no concurre en un proceso ordinario que pretende
anular el contrato del trabajador, demandado junto con la empresa pues, en este supuesto, su intervención procesal
sólo cabría como representante al amparo de la LRJS art.19 y 20 , pues se considera que el sindicato carece de
un interés profesional o económico traducible en una ventaja o beneficio cierto, cualificado y específico derivado de
la virtual estimación del recurso ( TCo 7/2001 ).
1408
Otros supuestos 
Algunos supuestos particulares respecto a la legitimación activa son:
1. En cuanto a las herencias ostenta legitimación activa:
- el cónyuge viudo reclamante de cantidades devengadas por su causante, derivadas de prestación de invalidez, aunque no acredite la condición de
heredero único ( TS 6-7-92, EDJ 7384 ), o para reclamar la revisión de la base reguladora de la pensión incapacidad permanente que cobraba el causante
( TS 26-1-04, EDJ 14539 );
- el padre, en su condición de heredero, si no constan hijos del causante en beneficio de la comunidad hereditaria ( TS 21-10-02, EDJ 51533 ), así como
para reclamar la indemnización por fallecimiento ( TSJ Navarra de 26-4-99, EDJ 7708 ) o para reclamar la IP derivada de enfermedad profesional del
cónyuge fallecido ( TS 23-10-08, EDJ 222490 ).
2. En la impugnación de los despidos colectivos ver la legitimación en (nº 3824 ).
3. En los procesos de oficio se reconoce legitimación a la Autoridad laboral (nº 3750 ).
4. Respecto a la legitimación de los representantes unitarios de los trabajadores y los miembros del comité de empresa que alegan la violación del
derecho a la libertad sindical (nº 5327 ).
5. En cuanto a los procesos de Seguridad Social puede estar legitimado, en algunos supuestos, el empresario ver nº 4462 .
6 En el impugnación de actos administrativos en materia laboral y de Seguridad Social, excluidos los prestacionales, están legitimados los
destinatarios del acto o resolución impugnada o quienes ostenten intereses legítimos en su revocación o anulación (nº 5550 ).
7. Un representante unitario de los trabajadores está legitimado para exigir la tutela de su derecho al crédito horario por el procedimiento especial
cuando acciona alegando la violación de su libertad sindical en su vertiente individual ( TS 19-12-13, EDJ 280900 ); legitimación que la doctrina
constitucional reconoce en general también en el ámbito de la función pública ( TCo 100/2014 ).
1412
8. Una entidad bancaria está legitimada para promover incidente en ejecución, aunque no sea parte en ella aunque su intervención esté limitada a
obligaciones de colaboración con el órgano judicial en la ejecución de un embargo ( TSJ Valladolid 9-5-05, EDJ 67281 ).
9. Ostenta legitimación activa, al acreditar interés legítimo, una asociación de trabajadores para solicitar la nulidad de los destinos de cuatro empleados
con base en la falta de capacidad legal de éstos para desempeñar los puestos de trabajo ( TS 28-10-04, EDJ 229553 ). Sin embargo, no se ostenta para
sostener una acción sobre nulidad de un contrato de trabajo ( TSJ País Vasco 1-12-98 , Rec 1902/98 ).
10. Se reconoce la legitimación para demandar por despido tras la anulación de un ERE a los trabajadores que no impugnaron en su día la resolución
administrativa que aprobó el expediente de regulación de empleo ( TS 10-10-06, EDJ 331230 ; 9-3-07, EDJ 18265 ). La sentencia de nulidad de la
jurisdicción contencioso-administrativa tiene efecto «erga omnes» y habilita a quien no impugnó en día el ERE a solicitar el reingreso en la empresa y
accionar por despido en caso contrario.
11. El abogado del Estado tiene legitimación para actuar como parte en representación de la Autoridad Laboral en los procedimientos de oficio iniciados
por resolución de la misma fundada en cuestiones previas de índole laboral suscitadas en procedimientos sancionadores (nº 4704 s. ) ( TS 5-5-94, EDJ
4016 ; 17-4-96, EDJ 2070 ; 23-7-96, EDJ 6582 ; 14-03-06, EDJ 43116 ).
12. Está legitimada pasivamente la entidad promotora del plan de pensiones de empleo frente a la reclamación del trabajador del rescate de las
aportaciones realizadas ( TS 19-11-07, EDJ 230152 ).
13. Carece de legitimación pasiva la empresa Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) con respecto a reclamaciones del personal de
transporte de Renfe integrado en Renfe-Operadora ( TS 14-1-08, EDJ 56615 ; 4-6-08, EDJ 90869 ).
14. En general se admite la legitimación de las asociaciones profesionales para la defensa de los intereses que le son propios, particularmente cuando
se ve afectado el interés profesional de sus asociados, como ocurre en la defensa de la legalidad vigente con ocasión de la cobertura de plazas
vinculadas a una determinada titulación profesional ( TCo 52/2007 ).
2. Legitimación pasiva 

1413
En este caso la legitimación deriva de la especial situación de la parte litigante con respecto a la relación jurídico material llevada al proceso, en una
posición de ser obligado o deudor ( TS 19-11-07 EDJ 230152 ). Se ostenta cuando quien ha sido demandado es pasivamente titular de dicha relación o,
dicho de otro modo, cuando en función de la posición que ocupa en una determinada situación jurídica, cabe exigirle el contenido de la pretensión
interpuesta, en tanto que titular del deber cuyo cumplimiento con aquélla se pide ( TS 11-3-96, EDJ 1911 ).
Deben tenerse en cuenta algunos supuestos particulares como son:
1. Ostenta legitimación pasiva el comité intercentros creado en el convenio colectivo respecto de la empresa empleadora ( TS 13-4-98, EDJ 4901 ).
2. Tratándose de la impugnación de un alta médica está legitimado pasivamente el INSS; la demanda se dirige exclusivamente contra la entidad gestora
y, en su caso, contra la colaboradora en la gestión. No existe necesidad de demandar al servicio público de salud, salvo cuando se impugne el alta
emitida por los servicios médicos del mismo, ni a la empresa salvo cuando se cuestione la contingencia (nº 4560 ).
3. En una reclamación de reintegro de gastos médicos por servicios prestados en establecimiento hospitalario ajeno a la Seguridad Social, la
legitimación pasiva corresponde exclusivamente al órgano autonómico al que se han transferido las competencias en materia de salud ( TS 12-12-96, EDJ
10107 ; 11-11-98, EDJ 27114 ; 6-11-01, EDJ 49356 ; 18-3-03, EDJ 7200 ).
4. Respecto al trabajador acosador, corresponde a la víctima, que es la única legitimada elegir la clase de tutela que pretenda dentro de las previstas en
la ley, sin que deba ser demandado necesariamente con el empresario el posible causante directo de la lesión, salvo cuando la víctima pretenda la
condena de este último o pudiera resultar directamente afectado por la resolución que se dictare; y si se requiriese su testimonio el órgano jurisdiccional
vela por las condiciones de su práctica en términos compatibles con su situación personal y con las restricciones de publicidad e intervención de las
partes y de sus representantes que sean necesarias ( LRJS art.177.4 ). La jurisprudencia venía admitiendo la posibilidad de que en el proceso de tutela
de derechos fundamentales pudiera llevarse a cabo la declaración de responsabilidad del directivo -y, por tanto, del trabajador- que incurrió en
actuaciones vulneradoras de derechos fundamentales constitutivas de acoso moral ( TCo 74/2007 ; 250/2007 ), declarando el Tribunal Supremo la
existencia de litisconsorcio pasivo necesario ( TCo 250/2007 ) ( TS 30-1-08, EDJ 73323 ) con voto particular.
5. En el proceso de tutela de derechos fundamentales está legitimado pasivamente no sólo el empresario, sino el responsable o causante directo de la
lesión ( LRJS art.177.4 ), de modo que la víctima pueda dirigirse directamente también frente al mismo cuando se pretenda su condena directa o pueda
resultar afectado, y por tanto, también contra trabajadores responsables de la vulneración de derechos fundamentales ( TSJ Cataluña 23-10-15, EDJ
215383 ).

Precisiones

Carece de legitimación pasiva la TGSS en reclamación de prestaciones no contributivas (invalidez) ( TS 23-4-96,


EDJ 2233 ; 3-2-96 ).
IV. Postulación procesal 
1415
La postulación procesal es la capacidad de la parte de dar por sí misma o por otro a los actos procesales la forma requerida por la ley ( TS 21-12-95, EDJ
24529 ).
Las reglas sobre postulación procesal en el proceso laboral difieren notablemente de las que rigen en el proceso civil en el que la regla general es que
las partes comparezcan a juicio por medio de procurador -representación- y estén dirigidas por letrado -defensa-. Sin embargo en el proceso laboral,
como regla general las partes pueden comparecer por sí mismas o conferir su representación a abogado, procurador, graduado social o a cualquier
persona que se encuentre en el pleno ejercicio de sus derechos civiles. Así pues, el carácter facultativo de la postulación supone una regla contraria a las
reglas generales sobre postulación en el proceso civil.
Cabe distinguir la representación procesal (nº 1420 ) de la defensa (nº 1450 ), recogiéndose, de forma separada por sus peculiaridades, el estudio de la
representación y defensa de los entes públicos (nº 1465 ).

Precisiones

La defensa por abogado y la representación técnica por graduado social tiene carácter facultativo en la instancia.
La expresión representación técnica, sigue siendo un concepto de difícil deslinde con el de defensa técnica, salvo el
instrumental de la exigencia de apoderamiento. Lo que se exige es la colegiación del graduado social para la
representación en juicio ( LRJS art.18.1 )
1416
En los procedimientos concursales para solicitar la declaración de concurso, comparecer en el procedimiento, interponer recursos, plantear incidentes o
impugnar actos de administración los acreedores y demás legitimados deben actuar representados por procurador y asistidos de letrado. Sin necesidad
de comparecer en forma, pueden, en su caso, comunicar créditos y formular alegaciones, así como asistir e intervenir en la junta. Todo ello se entiende
sin perjuicio de lo establecido para la representación y defensa de los trabajadores, incluidas las facultades atribuidas a los graduados sociales y a los
sindicatos, y de las Administraciones Públicas en la normativa procesal específica (nº 8160 y nº 8469 ), por lo que el graduado social colegiado en el
recurso de suplicación puede representar técnicamente a los trabajadores cuando la resolución dictada por el juez de lo Mercantil sea susceptible de tal
recurso ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia.

A. Representación procesal 
1420
La representación procesal puede ser: voluntaria y obligatoria. En los marginales siguientes se analizan tales supuestos, así como todo lo relacionado con
el otorgamiento de la representación: profesionales que la pueden ejercer (nº 1434 ), las formas de otorgar representación (nº 1437 ), su duración (nº
1441 ), así como los defectos que pueden presentarse y su posible subsanación (nº 1443 s. ).
1. Supuestos 

a. Representación voluntaria 
(LRJS art.18.1 y 20.1)

1422
La regla general en materia de representación es la de que las partes pueden comparecer directamente; pero también se admite -y es lo usual,
convirtiendo en la práctica, la regla general en excepción- que la representación se confiera a un abogado -y ello sin perjuicio, de que la función típica de
éste en el proceso laboral sea la de asistencia o defensas jurídicas- o a un graduado social colegiado, o a un procurador.
También está previsto conferir la representación a cualquier persona que se encuentre en el pleno ejercicio de sus derechos civiles, supuesto que la
práctica se utiliza de manera muy excepcional.
El sindicato, puede intervenir como representante de sus afiliados.

Precisiones

Se entiende suficiente la representación en el caso de comparecencia de uno de los dos administradores


mancomunados ( TSJ Madrid 10-9-99, )EDJ 84320 .
1424
Representación voluntaria por el sindicato 
(LRJS art.20.1;  LOLS art.2.2.d)
Los sindicatos pueden actuar en un proceso en nombre e interés de los trabajadores afiliados a ellos que así se lo autoricen, defendiendo sus derechos
individuales y recayendo en dichos trabajadores los efectos de aquella actuación.
Se configura una representación voluntaria presunta que faculta al sindicato para actuar procesalmente, no ya en causa propia y en nombre propio
-como ocurriría si lo hiciera en defensa de los intereses asociativos o de los generales y colectivos de los trabajadores-, sino en nombre e interés de
trabajadores concretos, que además han ser afiliados, y sobre los que van a recaer los efectos de la actuación sindical en cuanto que son verdaderos
titulares del derecho material debatido, estando por tanto ante una suerte de representación voluntaria especial o cualificada ( TSJ Murcia 22-6-98, EDJ
65320 ). El sindicato actúa en este contexto, no como portador del interés sindical-colectivo, sino como representante de derechos e intereses
individuales.
Esta facultad que se les otorga para la actuación en un proceso en nombre e interés de los trabajadores afiliados que así se lo autoricen, afecta a un
derecho fundamental que es el de acceso al proceso para la defensa con las debidas garantías de sus derechos e intereses, ( TSJ Sevilla 9-5-97, Rec
3641/96 ). Por ello, la legitimación ha de referirse necesariamente a los representados ( TSJ Cataluña 10-2-95 ), de ahí que la imposición de multa, de
ser procedente, debería ser impuesta expresamente a los concretos trabajadores afiliados por quienes litigase el sindicato ( TSJ Sevilla 31-1-95, Rec
2688/93 ).
Los sindicatos pueden actuar en el proceso en nombre de los funcionarios y personal estatutario afiliados que así se lo autoricen.
1425
Requisitos 
(LRJS art.20.2, 3 y 4 y 81.1;  LOPJ art.435 y 436)
Los requisitos para que el sindicato pueda intervenir son:
1. Acreditar ante el Juzgado la condición de afiliado del trabajador.
2. Acreditar que está autorizado por el trabajador afiliado para ejercer la acción (existencia de la comunicación al trabajador de su voluntad de
iniciar el proceso); la autorización se presume concedida salvo declaración en contrario del trabajador afiliado; en el caso de que no se hubiese
otorgado esta autorización, el trabajador puede exigir al sindicato la responsabilidad que proceda, que ha de decidirse en proceso laboral
independiente.
En cuanto a otras previsiones legales y precisiones a tener en cuenta son las siguientes:
- estas acreditaciones según dice la ley deben expresarse en la demanda; en caso de omisión, debe advertirlo el órgano judicial, procediendo al trámite
de subsanación ( TSJ Burgos 21-6-96, Rec 1070/95 );
- la LRJS nada dice sobre la forma ni el contenido de la comunicación al trabajador de su voluntad de iniciar el proceso. Lo usual es hacerla constar en
un documento en el que conste su declaración y firma, del que se desprenda cabalmente qué se va reclamar y a quién,
- los sindicatos están exentos de efectuar depósitos y consignaciones en todas sus actuaciones ante el orden social y gozan del beneficio legal de
justicia gratuita cuando ejerciten un interés colectivo en defensa de los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social.
1426

Precisiones

1) Se ha estimado insuficiente para acreditar la comunicación una certificación del propio sindicato y una
relación con sello de envío por correos de otro documento donde sólo se dice que se ha puesto en conocimiento de
los actores la voluntad de iniciar las acciones judiciales pertinentes en aras al reconocimiento de su condición de
trabajadores fijos, por lo que es necesario advertirlo por el juzgador, sin perjuicio de la posibilidad de archivo de las
actuaciones, continuando la tramitación conforme a derecho y, en particular, comunicando a los interesados las
resoluciones que recaigan, a fin de que puedan ejercitar sus derechos, pues estas facultades sindicales no son
obstáculo para que se cumplan las exigencias legales y constitucionales ( TSJ Sevilla 9-5-97, Rec 3641/96 ).
2) Ratifica la voluntariedad de la intervención del sindicato el hecho de que si, en cualquier fase del proceso, el
trabajador expresa en la Oficina judicial que no había recibido la comunicación o que habiéndola recibido hubiera
negado la autorización de actuación en su nombre, el juez o tribunal, previa audiencia del sindicato, debe acordar el
archivo de las actuaciones sin más trámite cuando la autorización:
- sea revocada, lo que puede tener lugar en cualquier momento, dado el carácter de representante voluntario con
que actúa el sindicato;
- no se hubiere otorgado, pudiendo el trabajador exigir del sindicato la responsabilidad que proceda.
En cuanto a las vías de reclamación, en principio, lo normal sería articularla a través de un proceso laboral
independiente. Aunque, quizás, el supuesto encajaría de lleno en la previsión de la LRJS al disponer que si se
produjera un daño evaluable económicamente, el perjudicado puede reclamar la oportuna indemnización ante el
Juzgado o tribunal que estuviere conociendo o hubiere conocido el asunto principal ( LRJS art.75.3 ).
3) La manifestación expresa de cese de la representación voluntaria de los trabajadores afiliados por parte de un
sindicato debe hacerse en la Oficina Judicial. Al emplear el término Oficina judicial se introduce un elemento
flexibilizador que incide en dos aspectos: por una parte, permite en principio, una pluralidad de lugares donde dicha
manifestación pueda llevarse a cabo: unidades procesales de apoyo directo y servicios comunes procesales,
aunque lo lógico es que se lleve a cabo en los servicios comunes procesales teniendo en cuenta la naturaleza
procesal y no estrictamente jurisdiccional del acto de cese de la representación y por supuesto ante cualquier
letrado de la Administración de Justicia de la misma; y por otra parte diversas formas de materialización (por
comparecencia o a través de escrito).
b. Representación obligatoria 
(LRJS art.19)

1428
Con la finalidad de facilitar la tramitación del proceso, se contemplan dos fenómenos específicos de representación obligatoria:
- en los procesos que demanden conjuntamente más de 10 actores -pluralidad originaria (acumulación de acciones)-;
- en los procesos en que la pluralidad de actores (más de 10), así como cuando la demanda o demandas se dirijan contra más de 10 demandados,
siempre que no haya contraposición de intereses entre ellos, derive de la acumulación de procesos (autos) - pluralidad sobrevenida procesos
acumulados)-.
La acumulación de acciones se estudia en conjunto en los nº 1665 s. y la de procesos en los nº 1730 s.

Precisiones

1) Completa este esquema, lo previsto respecto a la representación y defensa de las Administraciones Públicas y Entidades Gestoras y
Servicios Comunes de la Seguridad Social (nº 1281 ).
2) En el procedimiento concursal tienen legitimación los trabajadores, a través de sus representantes legales, de la empresa concursada para
solicitar del juez del concurso la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la extinción o suspensión colectivas de los contratos de
trabajo en que sea empleador el concursado. En el caso de no existir representación legal de los trabajadores, éstos pueden atribuir su
representación en la tramitación del procedimiento a una comisión ( ET art.41.4 ). Transcurrido el plazo de 7 días sin que los trabajadores hayan
designado representantes, el juez puede acordar la intervención de una comisión de un máximo de 3 miembros, integrada por los sindicatos más
representativos y los representativos del sector al que la empresa pertenezca ( L 22/2003 art.64.2 ).
1430
Grupo de más de diez demandantes 
(LRJS art.19.2.3)
En aquellos procesos en los que demanden de forma conjunta más de 10 actores, deben designar un representante común, con el que van a
entenderse las sucesivas diligencias del litigio.

Precisiones

1) Pueden ser trabajadores o no y la demandada conjunta puede consistir tanto en una demanda unitaria como
una pluralidad de demandas presentada conjuntamente (Montoya Melgar).
2) Este representante debe ser necesariamente abogado, procurador, graduado social, uno de los demandantes o
un Sindicato. En el caso del Sindicato, tiene que nombrar a su vez, a una persona física (Montero Aroca)
3) En cuanto al procedimiento para otorgar la representación puede conferirse mediante poder otorgado por
comparecencia ante letrado de la Administración de Justicia, por escritura pública o mediante comparecencia ante
el servicio administrativo que tenga atribuidas las competencias de conciliación, mediación o arbitraje o el órgano
que asuma estas funciones (en este último caso, las funciones del antiguo IMAC, se han asumido por la DG de
Trabajo y las Direcciones provinciales de Trabajo y que se han transferido en la actualidad esas funciones a las
Comunidades Autónomas).
4) Junto con la demanda se debe aportar el documento correspondiente de otorgamiento de esta representación.
5) En todo caso, cualquiera de los demandantes o demandados puede expresar su voluntad justificada de
comparecer por sí mismo o de designar un representante propio, diferenciado del designado de forma conjunta
por los restantes actores ( LRJS art.19.4 ).
6) El hecho de que algunos de los demandantes o demandados no comparezcan para designar al representante
común no es causa suficiente para tenerles por desistidos, ya que si el día de la comparecencia no asistiese alguno
de los citados en forma, se procede a la designación del representante común, entendiéndose que quien no ha
comparecido acepta el nombramiento efectuado por el resto. No atender el requerimiento para nombrar
representante no significa abandono de la acción ( TSJ Madrid 19-5-93, Rec 911/92 ; TS 21-3-94, EDJ 2608 ).
1432
Acumulación de procesos 
(LRJS art.19.3 y 4)
Cuando se acuerde de oficio o a instancia de parte la acumulación de procesos correspondientes a varias demandas presentadas contra un mismo
demandado, afectando de este modo el proceso a más de 10 actores, así como cuando la demanda o demandas se dirijan contra más de 10
demandados, siempre que no haya contraposición de intereses entre ellos, el letrado de la Administración de Justicia debe requerirlos para que designen
un representante común.
Dicha designación puede recaer en abogado, procurador, graduado social, uno de los demandantes o un sindicato.
Ahora bien, el único procedimiento para otorgar la representación, a diferencia del supuesto anterior, es por comparecencia ante el letrado de la
Administración de Justicia, ya que la acumulación de autos es una situación procesal sobrevenida. A tal efecto, debe ser el letrado de la Administración de
Justicia quien les cite a dicha comparecencia dentro de los cuatro días siguientes para el nombramiento de representante común.
En todo caso, cualquiera de los demandantes o demandados puede expresar su voluntad justificada de comparecer por sí mismo o de designar un
representante propio, diferenciado del designado de forma conjunta por los restantes actores.

Precisiones

La demanda puede presentarse bien individualmente, bien de modo conjunto, en un solo escrito o en varios y, en
este caso, su admisión a trámite equivale a la decisión de su acumulación, que no puede denegarse salvo que las
acciones no sean acumulables. Esta regla ha de concordarse con los supuestos de prohibición de acumulación, la
imposibilidad de acumular acciones de despido entre sí plantea dudas interpretativas prácticas en el caso de que
tratándose de despidos acordados por una misma empresa contra varios trabajadores éstos presenten en un solo
escrito conjuntamente la impugnación frente la decisión extintiva. En realidad, siguiendo un criterio racional y
práctico, en estos casos no debe confundirse la acción con el vehículo de canalización de la misma -forma o
continente-, lo que haría inviable únicamente esa acumulación de acciones cuando respondan a razones de pedir
distintas u otros elementos esenciales que haga incompatible el examen conjunto de todas las acciones por
despido. La regla de presentación de demanda viene a constituir una forma o subespecie de acumulación de autos
o procesos a fin de evitar por economía procesal precisamente ese trámite de acumulación de procesos
permitiendo la presentación de demanda de modo conjunto en un solo escrito.
2. Otorgamiento de la representación 

1434
Abogados, graduados sociales y procuradores 
(LOPJ art.542, 543, 545.2 y 3, 546 redacc LO 7/2015)
Corresponde en exclusiva la denominación y función de abogado al licenciado en Derecho que ejerza profesionalmente la dirección y defensa de las
partes en toda clase de procesos, o el asesoramiento y consejo jurídico. En su actuación ante los juzgados y tribunales, son libres e independientes,
deben sujetarse al principio de buena fe, gozan de los derechos inherentes a la dignidad de su función y están amparados por aquéllos en su libertad de
expresión y defensa. Deben guardar secreto de todos los hechos o noticias de que conozcan por razón de cualquiera de las modalidades de su actuación
profesional, no pudiendo ser obligados a declarar sobre los mismos.
Por su parte, corresponde exclusivamente a los procuradores la representación de las partes en todo tipo de procesos, salvo cuando la ley autorice otra
cosa. En el ejercicio de su profesión los procuradores pueden ser sustituidos por otro procurador, y también para los actos y en la forma que se determine
reglamentariamente pueden ser sustituidos por oficial habilitado.
En los procedimientos laborales y de Seguridad Social la representación técnica puede ser ostentada por un graduado social, al que deben aplicárseles
las obligaciones inherentes a su función, y especialmente las referidas a uso de toga y sentarse en estrados, deber de secreto, siendo obligación de los
poderes públicos garantizar la defensa y la asistencia de abogado o la representación técnica de graduados social en los términos establecidos en la
Constitución y en las leyes. Tiene la misma obligación de secreto que los abogados.
Hay dos sistemas de designación de los profesionales:
-voluntario: las partes pueden designar libremente a sus representantes y defensores entre los procuradores y abogados, así como los graduados
sociales en los procedimientos laborales, que reúnan los requisitos exigidos por las leyes, salvo que la ley disponga otras cosa,
-de oficio: los representantes y defensores se designan de oficio, con arreglo a los que en las leyes se establezca, a quien lo solicite o se niegue a
nombrarlos, siendo preceptiva su intervención. La defensa o representación de oficio tiene carácter gratuito para quien acredite insuficiencia de recursos
para litigar en los términos que establezca la ley.
Tanto los abogados, los procuradores y los graduados sociales están sujetos en el ejercicio de su profesión a responsabilidad civil, penal y
disciplinaria, según proceda. Pueden ser corregidos disciplinariamente por su actuación ante los juzgados y tribunales correspondiendo declarar su
responsabilidad por su conducta profesional a los correspondientes Colegios y Consejos conforme a sus estatutos, que deben respetar en todo caso las
garantías de la defensa de todo el procedimiento sancionador.

Precisiones

1) La LO 7/2015 ha eliminado de la LOPJ art.545.2 el término colegiado con referencia a los graduados sociales.
En realidad en ese contexto general, la exigencia de colegiación -que se mantiene en la LRJS art.18.1 - y la
mención que en la versión anterior de la LOPJ art.545.2 se hacía a la misma, resultaba irrelevante toda vez que los
graduados sociales podían (y siguen pudiendo) representar a las partes en el juicio, con o sin colegiación, en
cuanto personas en el pleno ejercicio de sus derechos civiles sin más. Ahora bien, la exigencia de colegiación de
los graduados sociales para interponer recursos devolutivos -exclusivamente, el recurso de suplicación ante las
Salas de lo Social de los TSJ ( LRJS art.21.1 )- tiene fundamento, dada la cualificación profesional exigible a dichos
graduados sociales para que puedan ejercer funciones de representación técnica en tal clase de recursos (Montoya
Melgar). La exigencia de colegiación sería en todo caso un requisito con repercusión y control en el ámbito de la
normativa del colegio profesional.
2) La posición y funciones de los graduados sociales en instancia, aunque no sucede así cuando se trata de
recursos devolutivos son, en sustancia y sin perjuicio de las naturales diferencias inherentes a los distintos
cometidos específicos de cada profesión, similares a las que ocupan y desarrollan abogados y procuradores. El
carácter especial de la representación mediante graduado social se deduce no sólo de su cualificación y de su
propio ordenamiento profesional, sino de la propia regulación que declara expresamente aplicables a estos
profesionales unas normas similares a las aplicables a los letrados en cuanto a presencia en estrados, secreto y
responsabilidad profesional ( LOPJ art.545.3, 187, 542.3 y 546 ).
3) Los graduados sociales pueden ostentar la representación y defensa y tienen derecho a reclamar de honorarios
profesionales a través del procedimiento de ejecución especial de jura de cuentas ( TSJ Baleares 17-2-97 ). La
tramitación y resolución de la reclamación formulada por un abogado -lo que es extensible también al graduado
social- frente a la parte a la que haya defendido para que ésta le abone los honorarios que se hayan devengado
corresponde al letrado de la Administración de Justicia del lugar donde el asunto se haya seguido, mediante
decreto, irrecurrible, que no prejuzgará, ni siquiera parcialmente, la sentencia que pueda recaer en juicio ordinario
posterior seguido por este asunto ( LEC art.35.2 redacc L 42/2015).
4) Si la parte viene representada por graduado social, es preceptivo acreditar la representación mediante
escritura pública o poder apud acta. En cambio, el abogado, cuando se limita a asumir la defensa técnica no
precisa acreditar la representación, sino su condición de tal. En el caso de otorgar la representación a abogado,
debe hacerse constar en la demanda en el caso del demandante, o comunicarlo por escrito al juzgado, caso de ser
el demandado ( TSJ Burgos 10-5-99, EDJ 59008 ).
5) El procurador ha de ser licenciado en Derecho, Graduado en Derecho u otro título equivalente, habilitado para
ejercer su profesión en el tribunal que conozca del juicio ( LEC art.23.1 redacc L 42/2015 ). El procurador
legalmente habilitado puede comparecer en cualquier tipo de procesos sin necesidad de abogado, cuando lo realice
a los solos efectos de oír y recibir actos de comunicación y efectuar comparecencias de carácter no personal de los
representados que hayan sido solicitados por el juez, tribunal o letrado de la Administración de Justicia. Al realizar
dichos actos no podrá formular solicitud alguna. En los términos establecidos en la LEC, corresponde a los
procuradores la práctica de los actos procesales de comunicación y la realización de tareas de auxilio y
cooperación con los tribunales ( LEC art.23.4 redacc L 42/2015 ). En cuanto al régimen de intervención del
procurador en los actos de comunicación, ostentan capacidad de certificación y disponen de las credenciales
necesarias, actuando de forma personal e indelegable, actuación que es impugnable ante el letrado de la
Administración de Justicia, contra la que cabe recurso de revisión ( LEC art.23.5 redacc L 42/2015 ).
6) Es incompatible el ejercicio simultáneo de las profesiones de abogado y procurador de los tribunales ( LEC
art.23.3 ). Esta incompatibilidad de ejercicio simultáneo de ambas profesiones no impide que el abogado pueda
asumir la representación en el proceso laboral (criterio Comisión Jurídica Asesora Nacional para la Implantación de
la NOJ). Si el litigante otorga la representación a un procurador ( LEC art.24 -redacc L 42/2015- 30 y 34 ). Alguno
de estos preceptos atribuye al letrado de la Administración de Justicia nuevas competencias que pueden aplicarse
al proceso social y que se concretan: en el traslado al poderdante de la solicitud de provisión de fondos por el
procurador y decisión -mediante decreto- sobre dicha petición; relación de determinadas comunicaciones y
resolución de determinadas incidencias en relación con el cese del procurador; resolución del expediente de jura de
cuentas instada por el procurador.
1435
Nombramiento y designación del graduado social para el recurso de suplicación 
(LRJS art.231)
En el recurso de suplicación los litigantes han de estar defendidos por abogado o representados técnicamente por graduado social. En el supuesto de
optar por graduado social hay que señalar:
1. Para entablar el recurso suplicación, el nombramiento de letrado o de graduado social se efectúa ante el juzgado en el momento de anunciar el
recurso, entendiéndose que asume la representación y dirección técnica del recurrente el mismo que hubiera actuado con tal carácter en la instancia,
salvo que se efectúe expresamente nueva designación.
2. Cuando el recurrente no hiciere designación expresa de letrado o de graduado social, si es un trabajador, beneficiario o un empresario que goce del
derecho de asistencia jurídica gratuita, salvo que tuviere efectuada previamente designación de oficio, se le nombra letrado de dicho turno por el
juzgado en el día siguiente a aquel en que concluya el plazo para anunciar el recurso de suplicación. No está permitido la designación de oficio cuando
se trata de graduado social.
En cuanto al régimen de imposición de costas en los recursos ver nº 2036 .
1437
Formas de otorgar la representación 
(LRJS art.18, 53.2 y 231.3;  LEC art.24 ­redacc L 42/2015­ y 25;  LOPJ art.281.3)
La representación puede conferirse a través de las siguientes formas:
a) Mediante escritura pública (poder notarial) otorgada ante notario pudiendo consistir en un apoderamiento general para pleitos o bien un
poder especial para alguno en concreto. La copia electrónica del poder notarial de representación informática o digitalizada, se acompaña al
primer escrito que el procurador presente.
b) Mediante lo que se llama poder apud acta, es decir, por comparecencia personal ante el letrado de la Administración de Justicia de cualquier
Oficina judicial, o por comparecencia electrónica en la correspondiente sede judicial. El otorgamiento apud acta por comparecencia personal o
electrónica debe ser efectuado al mismo tiempo que la presentación del primer escrito o, en su caso, antes de la primera actuación, sin necesidad
de que a dicho otorgamiento concurra el procurador. Este apoderamiento puede igualmente acreditarse mediante la certificación de su inscripción
en el archivo electrónico de apoderamientos apud acta de las oficinas judiciales. Como consecuencia del desarrollo de los distintos niveles de
implantación de la Oficina judicial, cuando existan servicios comunes procesales, la regla general es el otorgamiento del poder ante el letrado de
la Administración de Justicia del Servicio Común Procesal General (criterio Comisión Jurídica Asesora Nacional para la Implantación de la NOJ).
Al poder ser el letrado de la Administración de Justicia de cualquier Oficina judicial, no se distingue si es órgano unipersonal -Juzgado de lo Social
o colegiado -Salas de TSJ o Audiencia Nacional, o Sala Social del TS. Tampoco es necesario que sea el órgano que va a conocer del
procedimiento (Iglesias Cabero, Palomo Balda) porque la previsión específica del apoderamiento del procurador ha sido expresamente derogada
por la ley. Con todo, la doctrina constitucional ya venía sosteniendo que una cosa es que no sea inconstitucional la exigencia de que se haga el
otorgamiento ante el órgano que conoce del litigio, y otra distinta la posibilidad de subsanación ( TCo 285/2000 ). Sin perjuicio de su
subsanabilidad, los defectos de representación técnica son controlables en la instancia tanto de oficio como a instancia de parte. A efectos de
recurso de suplicación, para que se declare la nulidad es preciso que ocasione indefensión material y haber efectuado protesta oportunamente
( TSJ Cantabria 31-7-01, EDJ 55783 ). En el recurso de suplicación la designación se puede hacer por comparecencia o por escrito. En este
último caso, aunque no se acompañe poder notarial, no hay necesidad de ratificarse. Si no hubiere designación expresa de representante, se
entiende que el letrado o el graduado social llevan también la representación. En todo caso deben facilitarse todos los datos del domicilio
profesional, así como la dirección de correo electrónico, teléfono y fax del profesional designado que haya de ostentar la representación de la
parte durante el recurso. La representación queda acreditada con la presentación e incorporación a los autos de la escritura pública de poder o
del acta de apoderamiento -poder apud acta- lo que puede hacerse desde la presentación de la demanda hasta el inicio del acto de juicio, de
cumplimiento preceptivo para la representación técnica -procurador y graduado social-, o abogado que ostente también la representación y en el
caso de representación voluntaria. Respecto a la necesidad de anuncio de la representación ver nº 1456 .
1439
1) El oficio del Colegio de Procuradores designando procurador de oficio constituye una forma adicional de otorgamiento de la representación
procesal (Montero Aroca).
2) Se consideró suficiente el poder otorgado a un procurador en el extranjero ( TS 14-5-94, EDJ 4345
3) Se ha entendido suficiente el poder otorgado individualmente por uno de los miembros del comité de empresa, cuando es éste quien acciona
( TSJ Cataluña 9-3-98, EDJ 65112 ).
4) Es válido el poder otorgado a letrado por el administrador único de una Agrupación de Interés Económico pendiente de inscripción en el
Registro Mercantil ( TSJ Galicia 20-10-98, EDJ 31770 ).
5) Más problemático resulta si pueden autorizar poderes para juicios los secretarios de los juzgados de Paz tras La L 13/2009 que establece
la regla de conferir poder apud acta ante el letrado de la Administración de Justicia de cualquier Oficina judicial ( LEC art.24.1 ). La cuestión es
dudosa. La Comisión Jurídica Asesora Nacional para la Implantación de la NOJ, cuyos criterios son orientativos, ha considerado que a falta de
reglamentación o instrucción ministerial, la expresión «letrado de la Administración de Justicia de cualquier Oficina judicial» de la LEC art.24 , no
se extiende a los secretarios de los juzgados de Paz. Conclusión en principio coherente si se tiene en cuenta que el concepto y regulación de la
Oficina judicial que regula la LOPJ no se extiende a los Juzgados de Paz. Con todo, los defectos de representación son subsanables. Si bien, la
nueva redacción de la LEC art.24 por la L 42/2015 sigue refiriéndose a cualquier oficina judicial.
1441
Duración 
La designación de representante procesal se efectúa con vocación de permanencia para todo el proceso, subsistiendo la representación en tanto no se
produzca una nueva designación o una explícita manifestación de voluntad de cese por la parte representada ( TS 21-7-93, EDJ 7456 ; TCo 130/1989 ).
Entre las causas de extinción del mandato-poder, está la muerte del causante ( CC art.1732.3 ) ( TSJ Cataluña 16-2-98, EDJ 68692 ).
Referido a letrados y también a los graduados sociales se mantiene la representación encomendada en suplicación, aunque alegue tiempo transcurrido,
pérdida de contacto con la parte recurrida, cambio de domicilio o no información de la tramitación actual del recurso, siempre que conste que le fue
conferida la representación por la parte vencida y fue a él a quien se le notificó la sentencia recurrida, como la preparación del recurso, puesto que el
letrado asumió no sólo la defensa de la parte, si no también su representación ( LPL art.229.3 - hoy LRJS art.231.3.5 -) ( TS 30-6-04, EDJ 160144 ).
1443
Defectos de la representación procesal 
La jurisprudencia constitucional, mantiene de forma indubitada que la falta de acreditación de la representación procesal es subsanable si el defecto se
reduce a esa mera formalidad y siempre que tal subsanación sea factible ( TCo 163/1985 ; 58/1988 ; 213/1990 ; 350/1993 ; 104/1997 ).
Más genéricamente, en relación con la interpretación y la aplicación de la ley, en lo que atañe a los requisitos formales de la demanda, afirma
reiteradamente que la misma tiene trascendencia constitucional, en tanto que el derecho a la tutela judicial efectiva obliga a elegir una interpretación de
aquella que sea conforme con el principio pro actione, entendido, no como la forzosa selección de la interpretación más favorable a la admisión de entre
todas las posibles normas que la regulan -ya que esta exigencia llevaría al Tribunal Constitucional a entrar en cuestiones de legalidad procesal que
corresponden a los tribunales ordinarios- sino como la interdicción de aquellas decisiones de inadmitir que por su rigorismo, por su formalismo excesivo o
por cualquier otra razón revelan una clara desproporción entre los fines que aquellas causas preservan y los intereses que sacrifican ( TCo 88/1992 ;
207/1998 ) y, por supuesto, siempre que el interesado actúe con diligencia y que no se lesionen bienes o derechos constitucionales, no se agrave
injustificadamente la posición de la parte contraria, ni se dañe la integridad objetiva del procedimiento ( TCo 63/1999 ).
1445

Precisiones

1) Tener por incomparecido a quien se persona con poder notarial defectuoso genera indefensión pues es un
defecto subsanable ( TSJ Galicia 13-4-99 , EDJ 84187 ), y también es subsanable la de falta de acreditación de la
representación ( TSJ Navarra 17-10-97 , EDJ 7194 );
2) Tener por desistida a la demandante, al no haber comparecido a juicio el día señalado por razón de
enfermedad, aunque sí lo había hecho su letrado, no infringe el principio de tutela judicial efectiva ( Const art.24 ),
pues no se había conferido la representación al letrado, por ninguno de los medios admitidos, ni tampoco por
ningún otro medio utilizado frecuentemente en la práctica ante los órganos jurisdiccionales laborales ( TCo
195/1999 ).
B. Defensa 
1450
El carácter facultativo o su obligatoriedad difiere según se intervenga en instancia o en fase de recurso.
1452
Instancia 
(LRJS art.18, 21 y 22)
En la instancia, cualquiera que sea la competencia -juzgados de lo social, salas TSJ o AN-, no se precisa la comparecencia por medio de procurador o
graduado social, ni la defensa por abogado, pero puede ser utilizada por cualquiera de los litigantes, en cuyo caso son de su cuenta el pago de los
honorarios o derechos respectivos, con las excepciones fijadas a efectos de asistencia jurídica gratuita previstas en el orden jurisdiccional social (nº 2008
s. ).
1454
Recursos devolutivos 
(LRJS art.185.7, 189, 195, 210, 221, 231 y 236;  LEC art.494 y 495;  LOPJ art.241)
En los recursos devolutivos se parte del principio contrario, es decir, exigir la asistencia letrada, y para el caso del recurso de suplicación, cabe también
la representación técnica de graduado social. En los restantes recursos devolutivos (casación, casación para unificación de doctrina y para la revisión de
sentencias y error judicial) es preceptiva la defensa de abogado.
También es obligatoria la intervención de letrado en la audiencia al rebelde, por ser un recurso excepcional y extraordinario ( TS 27-9-99, EDJ 43948 ).
Esta naturaleza de la audiencia al rebelde hace inviable que esa asistencia letrada pueda ser relegada por la representación técnica de graduado social.
La audiencia al rebelde es un remedio procesal que no tiene naturaleza de recursos ordinario ni siquiera de recurso, pues que es, simplemente un medio
extraordinario rescisorio de sentencias firmes, como lo es el recurso de revisión ( TCo 218/2000 ).
Respecto al incidente de nulidad de actuaciones (nº 7680 ) cuando se pretenda la nulidad de la sentencia o resolución firme por defectos de forma que
hayan causado indefensión la representación técnica de graduado social es viable tanto en sentencia o resolución firme recaídas en instancia o en
suplicación, no así en casación, pues debe tenerse en cuenta que es el mismo juzgado o tribunal el que conoce del incidente. Igualmente, en el recurso
de queja por inadmisión del recurso de suplicación el graduado social podría representar técnicamente a un litigante, y ello porque aunque la LRJS al
referirse al recurso de queja no lo dice (nº 7647 ), puede inferirse por tratarse de un recurso instrumental con respecto al recurso de principal de
suplicación.

Precisiones

1) El letrado, incluso en suplicación y casación, puede asumir también la representación de la parte. Si no la


asume, el letrado actúa en su calidad de tal como asesor de la parte y no se subroga en la posición de su
asesoramiento ( TS 12-11-91, EDJ 10714 ); en caso de que no tenga conferida la representación o no acredite la
representación, el abogado ha de actuar junto con la parte o su representante ( TCo 195/1999 ).
2) En rigor, la defensa corresponde al abogado, entendiendo por tal el licenciado en derecho que ejerza
profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, o el asesoramiento y consejo
jurídico ( LOPJ art.436 ) que ha de hallarse colegiado como ejerciente.
3) La omisión del trámite de habilitación de un abogado para ejercer fuera de su jurisdicción colegial, obliga al
órgano judicial a conceder un plazo razonable de subsanación ( TCo 4/1995 ). También es subsanable en fase de
recurso ( TCo 209/1996 ).
4) Además de subsanable es irrelevante la inexactitud en la calificación del asunto para el que se comunicaba la
intervención puesto que no afecta al cumplimiento del requisito de comunicar al Colegio en cuyo ámbito va a
intervenir directamente ( RD 658/2001 art.17.3 ) ( TS 24-9-03, EDJ 158536 ).
1456
Anuncio de defensa técnica y/o representación 
(LRJS art.21.2 y 3)
En la práctica, la regla general de que es innecesaria la postulación se convierte en excepción. Lo normal es que las partes vengan asistidas y/o
representadas por abogados o representadas por graduados sociales colegiados, y en menor medida, por procuradores.
Si el demandante pretende comparecer en el juicio asistido de abogado o representado por procurador o graduado social colegiado, debe hacerlo
constar en la demanda.
Por su parte, el demandado debe poner esta circunstancia en conocimiento del Juzgado o tribunal por escrito, dentro de los dos días siguientes al de su
citación para el juicio, con objeto de que, trasladada tal intención al actor, pueda éste estar representado por procurador o graduado social, designar
abogado en otro plazo igual, o solicitar su designación a través del turno de oficio.
El incumplimiento de estos requisitos supone la renuncia de la parte al derecho de valerse en el acto de juicio de abogado, procurador o graduado social
colegiado.
Si en cualquier otra actuación, diversa al acto de juicio, cualquiera de las partes pretendiese actuar asistido de letrado, el letrado de la Administración de
Justicia tiene que adoptar las medidas oportunas para garantizar la igualdad de las partes.

Precisiones

1) La regla que confiere al letrado de la Administración de Justicia la competencia para adoptar medidas
oportunas para garantizar la igualdad de partes si en cualquier otra actuación, diversa al acto de juicio, cualquiera
de las partes pretende actuar asistida de abogado, debe extenderse en su aplicación por analogía al supuesto en el
que el demandado pone en conocimiento del Juzgado o tribunal que pretende comparecer en el juicio asistido de
abogado o procurador o graduado social colegiado (Palomo Balda).
2) La mera designación del representante en la demanda es inhábil, pues no equivale a la representación, que sólo
se acredita si se acompaña el documento de otorgamiento de poder ( LEC art.24.2 redacc L 42/2015; LRJS
art.19.2 ).
3) Aunque la Administración no esté obligada a comunicar que va a acudir al acto de juicio asistida de letrado,
puesto que está obligada a ello preceptivamente, el juez debe notificar este extremo a la parte demandante para
evitar su indefensión. TS 24-1-11, EDJ 11844
1457
Promoción de la asistencia letrada 
Pese a no ser preceptiva la asistencia de letrado en el procedimiento laboral, los órganos judiciales tienen la obligación de favorecer el efectivo ejercicio
del derecho a la asistencia letrada, una vez manifestada la voluntad inequívoca de cualquiera de las partes de ser asistida por un abogado de su elección,
y de abstenerse de interponer obstáculos a dicho ejercicio, sin otras limitaciones que aquellas que pudieran derivarse del derecho de la otra parte a un
proceso sin dilaciones indebidas ( TCo 208/1992 ).
De ahí que se puedan producir en ocasiones supuestos generadores de indefensión. Es preciso la protesta en tiempo (en el momento de iniciarse el
acto de juicio) y forma, y la constatación de indefensión determina la nulidad de actuaciones hasta el momento inmediatamente anterior al señalamiento
de nuevo juicio.
1458

Precisiones

1) La delimitación de cuando acontece, o no, indefensión es casuística:


- se ha declarado que la comparecencia sin letrado, por designación tardía del turno de oficio provoca la nulidad
de actuaciones si se ha generado indefensión ( TSJ Cataluña 20-7-98, EDJ 58837 );
- el respeto al derecho fundamental a la defensa y a la asistencia de letrado exige la suspensión del curso del
proceso hasta que al litigante carente de medios económicos le sea nombrado letrado por el turno de oficio ( TCo
132/1992 );
- se ha desestimado la solicitud de nulidad de actuaciones en un supuesto en que se produjo un aviso telefónico
desde el despacho del letrado de la demandada a la secretaría del tribunal pocos minutos antes de la hora
señalada para la celebración del juicio, comunicando que el letrado se encontraba enfermo, pero no existió
justificante de la enfermedad en ese momento (sino que se aportó cinco días después y sin que pueda deducirse
que las dolencias surgieran precisamente ese día) y la Sala decidió no suspender el acto del juicio ( TS 14-3-01,
EDJ 2954 ; TCo 195/1999 ; 21/1989 ; 9/1993 ; 218/1993 ); también se desestimó la petición de nulidad de
actuaciones cuando producida la incomparecencia a juicio del letrado de la parte demandada, anunciada, con
antelación, por fax remitido al Juzgado, la cancelación de vuelo en el que viajaba aquél, comparece la empresa al
juicio, sin defensa letrada, y no formula protesta sobre la continuación del proceso sin esta asistencia ( TSJ
Cantabria 9-2-99, Rec 1008/97 ).
2) El dato de que el demandante hubiera acudido al acto del juicio asistido de una persona que no era letrado
aunque se presentaba como tal, sin que conste que aquél conociera esa falta de condición y dado que varias de las
demandadas acudieron a dicho acto representadas y defendidas por abogados, determina que se haya producido
la situación de indefensión prohibida ( Const art.24.2 ;), pues además había manifestado su voluntad de ir con ella
en la demanda inicial del proceso; situación que no sería determinante de la nulidad de actuaciones si en ella no
hubiera tenido una participación decisiva el Juzgado, que no verificó la condición de quien asistía a juicio, pues
únicamente cabe decretarla cuando es éste el que incurre en defectos en la sustanciación del procedimiento y no
cuando la indefensión proviene de una actuación totalmente ajena al mismo ( TSJ País Vasco 21-5-96, Rec 1611/95
).
3) La no asistencia letrada de demandante puede determinar la nulidad de actuaciones en algún supuesto
excepcional, como sucede en el caso de enfermedad de letrado, mediando petición de suspensión del juicio y tal
causa, y constando protesta, siempre que haya causado perjuicio su indefensión ( TS 10-11-98, EDJ 33391 ). En
cambio, no procede la nulidad de actuaciones acordada en suplicación, en el caso de un letrado que no se personó
el día de juicio porque acudió a la consulta de un médico dentista, porque no puso en conocimiento del juez esta
circunstancia, ni antes ni después del juicio, ni dio noticia de ella hasta la presentación del escrito de interposición
del recurso de suplicación, lo que demuestra falta de total diligencia por la parte litigante ( TS 25-4-06, EDJ 59658
).
4) Respecto a la solicitud de suspensión de señalamiento por parte del letrado de la demandada y efectos de su
no resolución por el órgano judicial ( TCo 137/1996 ). En general sobre suspensión de vistas y defensa letrada hay
que tener en cuenta la LEC ( LEC art.188 ).
1459
Designación de abogado 
(LRJS art.21.4)
La designación de abogado puede hacerse por propia cuenta, o pidiendo la designación por turno de oficio.
Ello significa que para cualquier litigante, incluidos los trabajadores como los beneficiarios del sistema de Seguridad Social, que gozan del beneficio de
justicia gratuita, la designación de abogado es libre, si bien el que designe debe asumir el pago de honorarios (en caso de temeridad o mala fe, si el
condenado fuera un empresario, ver nº 1461 )
Ahora bien, hecha la designación por el turno de oficio, cuando la asistencia sea necesaria o derivada de la usada por el demandante (nº 1456 ), la
gratuidad o no depende de que se goce por ministerio de la ley del beneficio de justicia gratuita o se reconozca este (nº 2008 s. ).
La solicitud de designación de abogado por el turno de oficio por los trabajadores y los beneficiarios del sistema de Seguridad Social, que por
disposición legal ostentan todos el derecho a la asistencia jurídica gratuita, da lugar a la suspensión de los plazos de caducidad o la interrupción de la
prescripción de acciones. Cuando el abogado designado para un proceso considere insostenible la pretensión debe seguir el procedimiento previsto en
el nº 2026 y conlleva la paralización de los autos, si ya estuvieren iniciados. Estos efectos suspensivos e interruptivos se producen incluso aunque la
intervención del abogado no sea preceptiva ( TCo 217/2000 ).
La suspensión ha de alzarse cuando se produce el nombramiento de letrado, y debe comenzar a correr el plazo desde que se notifica el nombramiento
de letrado y su aceptación ( TS 14-4-98, EDJ 7394 ).

Precisiones

1) Puede apreciarse la extemporaneidad en la preparación de un recurso, pese a concurrir la suspensión del plazo
por designación de abogado de oficio ( TS 28-6-00, EDJ 21781 ) y debe tenerse en cuenta la posible incidencia del
cómputo del plazo para interponer el recurso, mediante nombramiento de abogado de oficio cuando su domicilio
está en distinta ciudad de la sede del órgano judicial ( TS auto 28-1-00, EDJ 117298 ).
2) El letrado mantiene la representación encomendada en suplicación, aunque alegue tiempo transcurrido,
pérdida de contacto con la parte recurrida, cambio de domicilio o no información de la tramitación actual del
recurso, siempre que conste que le fue conferida la representación por la parte vencida y fue a él a quien se le
notificó la sentencia recurrida, como la preparación del recurso, puesto que el letrado fue designado como tal y
asumió no sólo la defensa de la parte, sino también su representación ( TS 30-6-04, EDJ 160144 ).
1461
Reclamación de honorarios y costas 
(LRJS art.75.4, 97.3, 235 y 268)
No es preceptiva la intervención de abogado ni procurador. Cuando la defensa sea facultativa, puede utilizarla, sin embargo cualquiera de los litigantes,
en cuyo caso es de su cuenta el pago de los honorarios o derechos respectivos, con las excepciones fijadas en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita (nº
2010 s. ).
En instancia, la sentencia puede imponer al litigante que obró con temeridad o mala fe, así como al que no acudió al acto de conciliación
injustificadamente, una sanción pecuniaria entre 180 € y 6.000 €. Al mismo tiempo, si el condenado fuera el empresario, éste debe abonar también los
honorarios de los abogados y graduados sociales de la parte contraria que hayan intervenido hasta el límite de 600 €.
El régimen jurídico de imposición de costas en los recursos responde a las siguientes reglas:
1. Son beneficiarios de las mismas los abogados y los graduados sociales en los recursos de suplicación de la parte contraria que hubiera actuado en el
recurso en defensa o en representación técnica de la parte, sin que la atribución en las costas de dichos honorarios puedan superar la cantidad de 1.200
€ en recurso de suplicación y de 1.800 € en recurso de casación.
2. La sentencia han de imponer las costas a la parte vencida en el recurso, excepto cuando goce del beneficio de justicia gratuita. Este beneficio se
extiende expresamente a sindicatos, o de funcionarios públicos o personal estatutario que deban ejercitar sus derechos como empleados públicos ante el
orden social. La regla general del vencimiento no se aplica cuando se trate de proceso sobre conflicto colectivo, en el que cada parte se hace cargo de las
costas causadas a su instancia.
Asimismo, la Sala que resuelva el recurso de suplicación o casación o declare su inadmisibilidad puede imponer a la parte recurrente que haya obrado
con mala fe o temeridad una multa, en la cuantía señalada para el mismo supuesto en instancia, sin que en ningún caso pueda superar la cuantía de la
tercer parte del litigio, así como cuando entienda que el recurso se interpuso con propósito dilatorio. Igualmente en tales casos, impone a dicho litigante,
excepto cuando sea trabajador, funcionario, personal estatutario o beneficiario de la Seguridad Social, los honorarios de los abogados y, en su caso, de
los graduados sociales actuantes en el recurso, dentro de los límites señalados. Cuando la Sala pretenda de oficio imponer las anteriores medidas, oye
previamente a las partes personadas en la forma que establezca.
1462

Precisiones

1) Se ha considerado improcedente la cuenta jurada de honorarios en instancia, promovida por un abogado de


oficio frente a su defendido ( JS auto Madrid núm 33, 19-1-05 ). Asimismo no procede condena en costas al
demandante cuya condición de trabajador se desestime pues lo relevante es que se litigue en cuanto trabajador, al
menos afirmadamente, bien por relación a un conflicto en que tal condición se niega, bien por referencia a otro en
que esa condición es algo pasado ( TS 4-12-13, EDJ 253212 ).
2) En recursos no procede la imposición de costas a quien actúa como recurrido en un recurso que resulte acogido
( TS 21-1-02, EDJ 2636 ); cuando se presentan recursos cruzados rigen para cada uno de ellos las reglas
generales sobre imposición de costas ( TS 20-11-01, EDJ 49448 ), y no procede la imposición de costas al
recurrente cuando no existe pronunciamiento sobre el fondo ( TS 26-11-03, EDJ 187307 ). Tampoco procede la
inclusión de costas en el recurso cuando el letrado se defiende a sí mismo ( TS 8-3-02 , EDJ 130070 ).
3) No procede la imposición de costas procesales al sindicato que es parte vencida en el recurso de suplicación en
un litigio promovido por un afiliado que ha sido sancionado con la expulsión, al actuar el sindicato sancionador en
ejercicio de un interés colectivo ( TS 11-5-16, EDJ 94134 con Voto particular)
4) Procede recurso de suplicación contra el auto resolutorio de un recurso de reposición interpuesto en proceso
especial de ejecución de jura de cuenta ( TS 3-11-04, EDJ 197497 ; 3-11-04, EDJ 238827 ; 7-12-04, EDJ 248064 ).
En cambio, no procede recurso de suplicación ni por ende de casación contra los autos de los Juzgados en relación
con la inclusión de los honorarios de los letrados devengados en ejecución de sentencia firme ( TS 25-6-08, EDJ
155910 ).
5) Los tribunales se han pronunciado sobre la repercusión del IVA en los honorarios del letrado y la imposibilidad
de que el tribunal pueda decidir sobre el impuesto en trámite de aprobación de la tasación de costas ( TSJ Cataluña
10-2-03, EDJ 50649 ; TS cont-adm 17-7-00, EDJ 32790 ).
6) Incide en el derecho a la libre prestación de servicios el régimen de reembolsos y límites máximos de
honorarios cuando un abogado establecido en otro Estado miembro actúa de acuerdo con un abogado nacional
( TJCE 11-12-03, asunto C-289/02 ).
1463
Honorarios de abogado 
(LEC art.35 redacc L 42/2015)
Los abogados pueden reclamar frente a la parte a la que defiendan el pago de los honorarios que hubieren devengado en el asuntos. Es competente la
jurisdicción social en el procedimiento de jura de cuenta de abogados que intervinieron en el proceso laboral ( TS 18-5-96, EDJ 2411 ; 3-11-04, EDJ
238827 ; 7-12-04, EDJ 248064 ).
Igual derecho que los abogados tienen sus herederos respecto a los créditos de esta naturaleza que aquéllos les dejaren.
La tramitación y resolución de la reclamación formulada por un abogado frente a la parte a la que haya defendido para que ésta le abone los honorarios
que se hayan devengado corresponde al letrado de la Administración de Justicia del lugar donde el asunto se haya seguido, mediante decreto,
irrecurrible, que no puede prejuzgar, ni siquiera parcialmente, la sentencia que pueda recaer en juicio ordinario posterior seguido por este asunto. Si el
deudor de los honorarios no formula oposición dentro del plazo de 10 días, se despacha ejecución por la cantidad a que ascienda la minuta.

Precisiones

1) El principio de gratuidad del proceso laboral impide reclamar los honorarios del abogado por vía de
indemnización de daños y perjuicios en otro proceso posterior ( TS 4-4-07, EDJ 25398 ).
2) No procede la impugnación de honorarios por indebidos al apreciarse en el proceso en que se ha devengado, su
complejidad y la cuantía económica del asunto ( TS auto 2-7-09, EDJ 246942 ).
3) Se desestimó la impugnación por indebidos de los honorarios a favor de la letrada que había intervenido,
efectivamente, en el acto de la vista. Y, sin embargo, se acogió la impugnación por excesivos porque la letrada se
limitó al acto de la vista del proceso de revisión, lo que implica que el estudio ya estaba hecho por quien redactó la
demanda de revisión, y, además, hay que tener en cuenta que el proceso de revisión se llevó a cabo en el ámbito
del orden social y que la demandante es una trabajadora, lo cual tiene que ser tenido en cuenta como elemento
moderador del importe de los honorarios correspondientes ( TS auto 19-5-08, EDJ 136559 ).
4) El plazo de prescripción de los honorarios de los abogados es de 3 años que se computa desde que dejaron
de prestarse los respectivos servicios profesionales, no computándose por cada servicio profesional prestado, sino
por el conjunto hasta llegar al final ( TS sala civil 12-2-16, EDJ 9656 ).
1464
Cuenta del procurador 
(LEC art.34 redacc L 42/2015)
La tramitación y resolución de la jura de cuentas del procurador corresponde al letrado de la Administración de Justicia. El decreto que dicte el letrado de
la Administración de Justicia determinando la cantidad que haya de satisfacerse al procurador no es susceptible de recurso alguno, pero no prejuzgar, ni
siquiera parcialmente, la sentencia que pudiere recaer en el proceso ordinario.
Si el poderdante no formulare oposición dentro del plazo de 10 días, se despacha ejecución por la cantidad a que ascienda la cuenta.

Precisiones

Se incluyen los derechos del procurador en la tasación de costas en los recursos de casación, cuando la
residencia de la parte no coincide con la sede del órgano judicial correspondiente ( TS 24-10-94 , EDJ 24202 ; TS
auto 12-7-00 , EDJ 117280 ).
C. Representación y defensa de entes públicos 
(LOPJ art.551 redacc LO 7/2015;  LRJS art.22;  L 52/1997;  RD 997/2003)
1465
La representación y defensa del Estado y demás entes del sector público se rige, según proceda, por lo dispuesto en la LOPJ, la Ley de Asistencia
Jurídica del estado e Instituciones públicas y las demás normas que le sean de aplicación.
Así en el caso del Estado y de sus organismos autónomos, así como la representación y defensa de los órganos constitucionales, cuyas normas
internas no establezcan un régimen especial propio, corresponde a los abogados del Estado integrados en el servicio jurídico del Estado, quienes pueden
representar y defender a los restantes organismos y entidades públicos, sociedades mercantiles estatales y fundaciones con participación estatal,
Para las Cortes Generales, del Congreso de los Diputados, del Senado, de la Junta Electoral Central y de los órganos e instituciones vinculados o
dependientes de aquéllas la representación y defensa corresponde a los letrados de las Cortes Generales integrados en las secretarías generales
respectivas.
En el caso de las Comunidades Autónomas y las de los Entes Locales corresponde a los letrados que sirvan en los servicios jurídicos de las mismas,
salvo que designen abogado colegiado que les represente y defienda. Los abogados del Estado pueden representar y defender a las comunidades
autónomas y a los entes locales. Debe tenerse en cuenta que algunas Comunidades Autónomas han procedido a regular su propia representación en
juicio mediante leyes de ámbito autonómico. En la defensa de las Administraciones Autonómicas no es preciso que el defensor estuviera adscrito a un
colegio de abogados ( TCo 69/1985 ).
Precisiones

1) Algunas Comunidades Autónomas han creado cuerpos específicos de funcionarios, como la Generalidad de
Cataluña ( L 7/1996 ) y la Comunidad de Madrid ( L 3/1999 ).
2) Respecto Ente Público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), al no tener la naturaleza de
organismo autónomo, no le resulta aplicable lo dispuesto en la LPL art.22 y LOPJ art.551 ( TCo 4/1995 ).
1466
Para los entes públicos de la Seguridad Social, ya se trate de las Entidades Gestoras (INSS, INGESA, ISM), y servicios comunes (TGSS), y otros
organismos y entidades de naturaleza pública, que conforme a la ley integran la Administración de la Seguridad Social, sin incluir, en consecuencia a las
mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, las funciones de representación y defensa corresponden a los letrados de la Administración de la
Seguridad Social, sin perjuicio de que, de acuerdo con lo que reglamentariamente se determine, tales funciones puedan ser encomendadas a abogado
colegiados especialmente designado al efecto.

Precisiones

Aunque el tenor de este precepto conduce a pensar que la Seguridad Social puede confiar pleitos específicos a
abogados colegiados, encomendándoles tanto la defensa como la representación, se deja a salvo la posibilidad de
que la representación y defensa se atribuya -de ahí la remisión a lo que reglamentariamente se determine (nº
1420 )- bien al propio abogado bien a procurador, graduado social o cualquier persona en el ejercicio pleno de sus
derechos civiles (Montoya Melgar).
V. Sucesión procesal 
1470
La sucesión procesal se produce en aquellos supuestos en los cuales, pendiente un proceso, una persona, hasta entonces tercero, sucede en su posición
procesal al demandante o al demandado por haberse convertido en el titular de los derechos u obligaciones derivados de la relación jurídica litigiosas, ya
sea por sucesión mortis causa o por sucesión inter vivos (Díez-Picazo Giménez). También se produce en los casos en que la intervención provocada
tiene como resultado que el interviniente ocupa la posición procesal de demandado y éste abandona el proceso.
En muchas ocasiones, el fenómeno de la sucesión procesal envuelve temas propios de la legitimación (nº 1370 s. ).
En principio, ostenta interés legítimo toda persona cuyo círculo jurídico pueda resultar perjudicado por la violación de un derecho fundamental, aunque
dicha violación no se produjera directamente en su contra. Esto sucede en el caso de sucesión procesal mortis causa por parte del hijo de quien
inicialmente fue demandante y solicitaba amparo frente a una sanción de suspensión de militancia sindical, entendiendo el Tribunal Constitucional que
procede la sucesión ya que sanción se proyecta también negativamente por quien reúne la condición de hijo y heredero ( TCo Auto 58/2000 ).
1. Sucesión en la ejecución 

1471
La sucesión procesal ha tenido un juego muy importante en el campo de la ejecución laboral. La declaración de sucesión procesal de parte ejecutada
derivada de la sucesión empresarial es uno de los posibles contenidos u objeto del procedimiento incidental (nº 5685 ) y es aplicable a hechos
constitutivos acaecidos a la fase de alegaciones del juicio ( TS 24-2-97, EDJ 1105 ; 10-12-97, EDJ 9915 ; 15-2-99 , EDJ 9077 ).
Este trámite incidental es el procedimiento adecuado, tanto para declarar la posible existencia de la subrogación de un tercero en el lugar del condenado
en la sentencia, como para determinar los concretos límites, contenido y alcance de la subrogación producida, aunque las cuestiones planteadas
presentan aspectos sustantivos propios, como los que pueden derivar de la modificación parcial del contenido del título que se ejecute por hecho
normativo posterior al mismo ( TS 24-2-97, EDJ 1105 ).
Como ha señalado la doctrina (Desdentado Bonete) La LEC contempla, sin embargo, una ampliación de la posición pasiva en la ejecución cuando
prevé que ésta puede despacharse frente a ( LEC art.538.2.2º y 3º ):
- quien, sin figurar como deudor en el título ejecutivo, debe responder personalmente de la deuda por disposición legal o en virtud de afianzamiento
acreditado mediante documento público;
- quien, sin figurar como deudor en el título ejecutivo, resulte propietario de los bienes especialmente afectados al pago de la deuda en cuya virtud se
procede, siempre que tal afectación derive de la ley o se acredite mediante documento fehaciente.
En ambos casos estamos ante ampliaciones del alcance subjetivo del título, pero mientras que en el primer supuesto la ampliación sigue una vía personal
-condición de sucesor, deudor solidario ( LEC art.542.2.2º ) socios o miembros de entidades o asociaciones ( LEC art.543 y 544 )-, en el segundo esa vía
de ampliación pasa por los bienes. El caso típico en este segundo supuesto es el del bien hipotecado, que está sujeto a ejecución, aunque haya sido
adquirido por un tercero. Esta regulación es aplicable al proceso laboral ( LEC art.4 ; LRJS disp.final 4ª ).
Aunque está previsto que la comparecencia regulada en el procedimiento incidental de ejecución ( LRJS art.238 ) pueda ser celebrada, además de por el
juez, por el letrado de la Administración de Justicia, la declaración de sucesión procesal constituye competencia exclusiva y excluyente del juez o tribunal
(criterio Comisión Jurídica Asesora Nacional para la Implantación de la Nueva Oficina Judicial).

Precisiones

1) Respecto a la ejecución y sociedad de gananciales se afirma (Desdentado Bonete) que en la LRJS no hay
ninguna regulación sobre la posición y los problemas que pudieran surgir en esta materia. Esos problemas tenían
que ser abordados a partir de las normas del Código Civil, del Código de Comercio y del Reglamento Hipotecario
art.144 . La regulación de la LEC art.541 se aplica, por tanto, en el proceso social y debe ser completada por las
normas civiles y mercantiles cuando sea preciso, especialmente en lo que se refiere a la determinación de cuándo
la deuda debe entenderse como privativa o ganancial y cuándo pese a ser privativa han de responder los bienes
gananciales y hasta qué límite.
2) En cuanto a los deudores solidarios, lo que queda claro con la LEC art.542 es que la sentencia obtenida contra
un deudor solidario no es título ejecutivo frente a los otros.
3) En cuanto a la ejecución frente a entidades sin personalidad jurídica, que actúen en el tráfico como sujetos
diferenciados, puede despacharse ejecución frente a los socios, partícipes, miembros o gestores que hayan
actuado en el tráfico jurídico o frente a los trabajadores en nombre de la entidad, siempre que se acredite
cumplidamente a juicio del juez o tribunal, por medio del incidente de ejecución ( LRJS art.238 ), la condición de
socio, partícipe, miembro o gestor y la actuación ante terceros o ante los trabajadores en nombre de la entidad
( LRJS art.240.3 ) Esta previsión no es de aplicación a las comunidades de propietarios de inmuebles en régimen
de propiedad horizontal.
4) La fecha inicial del devengo de intereses en ejecución de sentencia en el caso de sucesión procesal de
Entidades Gestoras (desaparición de una entidad e integración en otra) ha de computarse en relación con la fecha
de la sentencia de 1º grado de la que tales intereses deriven ( TS 18-2-03, EDJ 7167 ).
5) Esta doctrina no es aplicable cuando la extensión de la condena pretenda llevarse, por la vía de la denominada
teoría del levantamiento del velo, en supuestos en los que los hechos determinantes de la pretendida
responsabilidad de tercero no incluido en la ejecutoria, se derivan de actos y conductas anteriores al juicio y que
debieron ventilarse pues en este último caso, la ampliación de le ejecución pretendida ha de ser rechazada ( TS 25-
1-07, EDJ 7442 ).
2. Supuestos 
(LEC art.16, 17 y 18)

1474
La LEC distingue tres supuestos:
- sucesión procesal por muerte (nº 1476 );
- sucesión por transmisión inter vivos del objeto litigioso (nº 1478 );
- sucesión en los casos de intervención provocada (nº 1356 ).
1476
Sucesión procesal por muerte 
(LEC art.16 y 20.3)
La regulación de este supuesto se concreta en los siguientes extremos:
1. Cuando se transmita mortis causa lo que sea objeto del juicio, quienes sucedan al causante pueden continuar ocupando en dicho juicio la
misma posición que éste, a todos los efectos.
2. El procedimiento, varía según como llegue a conocimiento el fallecimiento del litigante: - si lo comunica el sucesor, el letrado de la
Administración de Justicia suspende el proceso y, previo traslado a las demás partes, acreditados la defunción y el título sucesorio y cumplidos
los trámites pertinentes, tiene, en su caso, por personado al sucesor en nombre del litigante difunto, teniéndolo el tribunal en cuenta en la
sentencia que se dicte; - si consta al Tribunal y el sucesor no se ha personado, el letrado de la Administración de Justicia por medio de diligencia
de ordenación en el plazo de los 5 días siguientes, se permite a las demás partes pedir, con identificación de los sucesores y de su domicilio o
residencia, que se les notifique la existencia del proceso, emplazándoles para comparecer en el plazo de 10 días. En la misma resolución del
letrado de la Administración de Justicia por la que se acuerde la notificación, acuerda la suspensión del proceso hasta que comparezcan los
sucesores o finalice el plazo para la comparecencia.
3. Cuando el litigante fallecido sea el demandado y las demás partes no conozcan a los sucesores o éstos no pudieran ser localizados o no
quisieran comparecer, el proceso sigue adelante declarándose por el letrado de la Administración de Justicia la rebeldía de la parte demandada.
Si el litigante fallecido fuese el demandante y sus sucesores no se personasen por no ser conocidos o no ser localizados, se dicta por el letrado
de la Administración de Justicia decreto por el que teniendo por desistido al demandante, se ordene el archivo de las actuaciones, salvo que el
demandado se opusiere, en cuyo caso se aplica la tramitación establecida en la LEC. Si la no personación de los sucesores se debiese a que no
quisieran comparecer, se entiende que la parte demandante renuncia a la acción ejercitada.

Precisiones

Esta regulación legal debe ser acomodada a las previsiones del proceso laboral (p.e., no es necesario declarar la
rebeldía, LRJS art.83.3 ; o las matizaciones sobre bilateralidad del desistimiento LEC art.20.3 .
1478
Transmisión inter vivos 
(LEC art.17)
Cuando se haya transmitido, pendiente un juicio, lo que sea su objeto, el adquirente, acreditando la transmisión, puede solicitar que se le tenga como
parte en la posición que ocupaba el transmitente.
A continuación, el letrado de la Administración de Justicia dicta diligencia de ordenación por la que acuerda la suspensión de las actuaciones y otorga un
plazo de 10 días a la otra parte para que alegue lo que a su derecho convenga.
Si no hay oposición el letrado de la Administración de Justicia, mediante decreto, alza la suspensión y dispone que el adquirente ocupe en el juicio la
posición que el transmitente tuviese en él.
Si, por el contrario, hay oposición el tribunal debe resolver por medio de auto lo que estime procedente, que puede ser:
a) Estimatorio, en cuyo caso, el adquirente ocupa en el juicio la posición que el transmitente tuviese en él.
b) Desestimatorio, a cuyo respecto, la norma puntualiza dos cosas: - en primer lugar, que no debe accederse a la pretensión cuando dicha parte
acredite que le competen derechos o defensas que, en relación con lo que sea objeto del juicio, solamente puede hacer valer contra la parte
transmitente, o un derecho a reconvenir, o que pende una reconvención, o si el cambio de parte pudiera dificultar notoriamente su defensa; - en
segundo lugar, que cuando no se acceda a la pretensión del adquirente, el transmitente continua en el juicio, quedando a salvo las relaciones
jurídicas privadas que existan entre ambos.
La sucesión procesal derivada de la enajenación de bienes y derechos litigiosos en procedimientos de concurso se rige por lo establecido en la Ley
Concursal. En estos casos, la otra parte puede oponer eficazmente al adquirente cuantos derechos y excepciones le correspondieran frente al
concursado.

VI. Poder de disposición de las partes sobre el proceso 
(LEC art.19.1)
1485
El poder de disposición de las partes en el proceso es, en realidad, lo que la mayoría de la doctrina (De la Oliva Santos/Díez-Picazo Giménez, Barona
Aguilar, Montero Aroca) sigue denominando modos de terminación anormal del proceso
Teniendo en cuenta que la regulación de la LRJS sobre esta materia es escasa y dispersa, es aplicable, por tanto, en gran medida la LEC, pero debe
tenerse muy presente que el principio dispositivo tiene menos rigor en el proceso laboral que en el proceso civil ( TS 16-2-93, EDJ 1477 ), por la mayor
presencia del interés público en los intereses tutelados en el proceso laboral ( TCo 39/1984 ), por lo que la posible colisión entre el principio de
irrenunciabilidad de derechos debe resolverse a favor de éste último.
La aplicación del principio dispositivo en el proceso de trabajo se encuentra matizada por la singularidad de los litigios que se sustancien en el mismo, que
es reflejo de la peculiaridad de las relaciones jurídico-materiales, en las que son frecuentes las normas de derecho necesario, la autonomía colectiva
ocupa un espacio importante, los derechos son en gran parte irrenunciables, y existe un interés público en muchas cuestiones (Palomo Balda).
Los litigantes están facultados para disponer del objeto del juicio y pueden renunciar, desistir del juicio, allanarse, someterse a mediación o a arbitraje y
transigir sobre lo que sea objeto del mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca limitaciones por razones de interés general o en beneficio de
tercero.

Precisiones

La LRJS refuerza la conciliación extrajudicial y la mediación, así como el arbitraje, con regulación de una
modalidad procesal de impugnación del laudo y con previsión de la revisión de los laudos arbitrales firmes, y la
posibilidad de transacción judicial en cualquier momento del proceso, incluida la ejecución ( LRJS Preámbulo ). En
esta materia una de las novedades de la LRJS con relación a su precedente es la regulación detallada los
procedimientos de homologación de la transacción judicial en todos los momentos procesales -hasta ahora solo
estaba regulado el procedimiento de aprobación en el momento de la conciliación previa al juicio ( LRJS art.84 )-,
con anterioridad a la fecha del señalamiento por comparecencia ante la Oficina Judicial ( LRJS art.82.3 ); durante la
celebración del juicio oral, una vez practicada la prueba y antes de las conclusiones ( LRJS art.85.8 ); en cualquier
momento durante la tramitación del recurso ( LRJS art.234.4 ); y en la ejecución ( LRJS art.246 ), en estos tres
casos correspondiendo la homologación al órgano judicial.
1. Modos de disposición 
(LEC art.19.3)

1488
Los actos que se exponen a continuación pueden realizarse, según su naturaleza, en cualquier momento de la primera instancia, de los recursos o de la
ejecución de sentencia y son: renuncia del actor (nº 1490 ), allanamiento del demandado (nº 1492 ), desistimiento (nº 1494 ), arbitraje (nº 1498 ) y,
finalmente, transacción judicial (nº 1500 ).
1490
Renuncia del actor 
(LEC art.20 y 25.1;  LRJS art.87.2, 84 y 246)
La renuncia se realiza a la acción ejercitada o al derecho en que se funde su pretensión. Ha de ser clara, expresa y terminante. Si es realizada por el
representante ha de tener poder especial para ello.
También, deben tenerse en cuenta otras posibilidades: que el órgano judicial, pese a la renuncia de la prueba propuesta y admitida, acuerde su práctica;
que la conciliación no sea aprobada, por suponer veladamente una renuncia de acciones prohibida por la ley, lo que podría llevar a la celebración del
juicio, o, finalmente, la prohibición de renuncia de los derechos reconocidos por sentencia favorables al trabajador.
El efecto que produce es dictar sentencia absolviendo sobre el fondo, salvo que resulte inadmisible legalmente.

Precisiones

1) Esta última previsión armoniza plenamente con el principio general de irrenunciabilidad e indisponibilidad de
derechos en el contrato de trabajo ( ET art.3.5 ) y en Seguridad Social ( LGSS/94 art.3 ).
2) Si la renuncia fuese legalmente inadmisible es preciso dictar Auto mandando seguir el proceso adelante ( LEC
art.20.1 ).
3) Se prohíbe la renuncia de los derechos reconocidos por sentencias favorables al trabajador, sin perjuicio de la
posibilidad de transacción dentro de los límites legalmente previstos (ver nº 5640 )
1492
Allanamiento del demandado 
(LEC art.21;  LRJS art.23.4, 50.1 y 85.7)
Supone la aceptación expresa por el demandado de la pretensión deducida por el demandante en su contra. Se trata de un acto procesal que se
manifiesta como declaración de voluntad del demandado que muestra su aquiescencia a la pretensión deducida por el demandante, lo que implica un
acto de disposición, por lo que está condicionado en su objeto a sólo los derechos privados renunciables. Por lo tanto, no es admisible en los
procedimientos en que no rige el principio dispositivo, ni cuando la sentencia tenga consecuencias que puedan afectar a terceros ( TSJ Granada 13-10-
92, Rec 319/91 ). Puede ser total o parcial.
En el proceso laboral lo normal es que esta declaración de voluntad del demandado ha de hacerse en el acto de juicio, por lo que tiene su reflejo en
sentencia.
Produce el efecto de vincular al juez a dictar sentencia de conformidad con lo pretendido y aceptado de adverso, salvo que suponga una renuncia para el
interés o el orden público, o se efectúe en perjuicio de tercero ( TSJ Las Palmas 25-9-98, EDJ 31565 ; TSJ País Vasco 19-9-00, EDJ 72665 ).
La LRJS menciona el allanamiento al regular las siguientes cuestiones:
1. El FOGASA puede impugnar los allanamientos, de poderse derivar de tales títulos obligaciones de garantía salarial, a cuyo efecto se le dará traslado
de los mismos en dichos casos por la autoridad que los dicte o apruebe.
2. El juez puede aprobar mediante sentencia de viva voz (in voce), cualquiera que sea la materia y la cuantía, el allanamiento total efectuado.
3. En caso de allanamiento total o parcial se aprueba por el órgano jurisdiccional, oídas las demás partes, de no incurrir en renuncia prohibida de
derechos, fraude de ley o perjuicio a terceros, o ser contrario al interés público, mediante resolución que puede dictarse en forma oral. Si el allanamiento
fuese total se dicta sentencia condenatoria de acuerdo con las pretensiones del actor. Cuando el allanamiento sea parcial, puede dictarse auto
aprobatorio, que puede llevarse a efecto por los trámites de la ejecución definitiva parcial, siempre que por la naturaleza de las pretensiones objeto de
allanamiento, sea posible un pronunciamiento separado que no prejuzgue las restantes cuestiones no allanadas, respecto de las cuales continúa el acto
de juicio.

Precisiones

1) El Derecho comunitario no impide al juez nacional declarar que ha habido un allanamiento frente a las
pretensiones de los recurrentes y que ello implica la terminación de los procesos principales. Mientras no se declare
que el allanamiento no determina dicha terminación, el Tribunal no puede pronunciarse sobre las cuestiones
prejudiciales ( TJCE 15-6-95, C-422/93, ).
2) Si el Juzgador «a quo» tuvo por efectuado el allanamiento, no es posible conceder más de lo aceptado por
ambas partes y, por tanto, el recurso se estima, ya que la intervención judicial provocó la incongruencia que se
denuncia ( TSJ Murcia 16-10-06, EDJ 342917 ).
3) En el supuesto de despido, el allanamiento del empresario no vincula al trabajador ni le obliga a reanudar una
relación contractual que ya no existe ( TS 25-6-13, EDJ 134445 )
1494
Desistimiento 
(LEC art.20.2 y 3, 414.3 y 442.1;  LRJS art.83.2, 150.2.a, 183.4, 191.4.c.2º y 280)
Es la declaración del actor en el sentido de no querer la prosecución del proceso que ha iniciado (De la Oliva Santos). Deja imprejuzgada la acción, por lo
que puede volver a presentar nueva demanda.
Puede ser expreso o tácito. El proceso laboral sólo regula el desistimiento tácito, que puede producirse en 3 momentos:
- en el acto de conciliación, cuando el actor, citado en forma, no comparece ni alega justa causa que motive la suspensión de la conciliación, el letrado de
la Administración de Justicia -ante quien corresponde celebrar la conciliación- le tiene por desistido de la demanda;
- en el juicio, cuando el actor, citado en forma, no comparece ni alega justa causa que motive la suspensión del juicio, el juez o tribunal le tiene por
desistido de la demanda;
- en el incidente de no readmisión.
Está prohibido el desistimiento: en el proceso de oficio; así como en el procedimiento que persigue la declaración de responsabilidad del empresario en
orden al abono de las prestaciones por desempleo percibidas por el trabajador y condena asimismo a devolver tales prestaciones junto con las
cotizaciones, cuando se constate reiterada contratación temporal abusiva o fraudulenta (nº 4600 ).

Precisiones

La doctrina del Tribunal Constitucional es clara cuando exige que ha de estar fundado en la voluntad expresa del
actor y con su incomparecencia se establece una presunción de desistimiento tácito que puede ser salvado con
alegación de justa causa ( TCo 218/1993 ; TCo 195/1999 ). Cabe recurso de suplicación contra los autos que
resuelvan el recurso de reposición, o en su caso de revisión, interpuesto contra la resolución que disponga la
terminación anticipada del proceso por incomparecencia injustificada a los actos de conciliación y juicio, siempre
que, por caducidad de la acción o de la instancia o por otra causa legal, no fuera jurídicamente posible su
reproducción ulterior.
1495
Desistimiento expreso 
Aunque no está regulado específicamente en el proceso laboral puede materializarse, esencialmente, en dos momentos:
- después de la presentación de la demanda y antes del día de juicio, expresándolo a través de escrito firmado por la parte, o si es por representante,
acreditando poder especial para ello ( LEC art.25.2.1 ), o bien según la práctica de algunos tribunales- ratificando la parte en presencia judicial a través de
comparecencia en el órgano judicial;
- en el momento de inicio de la vista, haciéndolo constar en el acta.
En el proceso de tutela de derechos fundamentales cuando se haya ejercitado la acción de daños y perjuicios derivada de delito o falta en un
procedimiento penal no puede reiterarse la petición indemnizatoria ante el orden jurisdiccional social, mientras no se desista del ejercicio de aquélla o
quede sin resolverse por sobreseimiento o absolución en resolución penal firme, quedando mientras tanto interrumpido el plazo de prescripción de la
acción en vía social ( LRJS art.183 ).
El letrado de la Administración de Justicia, si el demandado presta su conformidad al desistimiento o no se opone a él en el plazo conferido al efecto,
dicta decreto acordando el sobreseimiento de la causa. En los demás casos, es decir, cuando el demandado se oponga al desistimiento, decide el
tribunal que conozca del juicio, quien, a la vista de lo que aleguen las partes, resuelve si procede su continuación o debe acordarse -mediante auto- el
sobreseimiento de lo actuado ( LEC art.20.3 ).
Contra el auto cabe interponer recurso de reposición, debiendo ser oída la contraparte. Y cabe recurso de suplicación contra los autos que resuelvan
el recurso de reposición, o en su caso de revisión, interpuesto contra la resolución que disponga la terminación anticipada del proceso por
incomparecencia injustificada a los actos de conciliación y juicio, siempre que, por caducidad de la acción o de la instancia o por otra causa legal, no fuera
jurídicamente posible su reproducción ulterior ( LRJS art.191.4.c.2º ).
Los efectos del desistimiento son diferentes en función de la fase procesal en que se produzca:
- antes de la celebración del juicio: archivo de las actuaciones y posibilidad de instar nuevo procedimiento salvo prescripción o caducidad, no implicando
renuncia de acciones ( TSJ Galicia 30-9-04, EDJ 160703 );
- en el momento de anuncio o interposición de recurso, si el desistimiento es incondicionado gana firmeza la resolución recurrida ( TSJ auto Murcia 18-4-
05, EDJ 44880 );
- en ejecución se mantiene la firmeza del título a pesar del desistimiento de la parte y archivo acordado por el Juzgado ( TSJ Cataluña 1-12-04, EDJ
226210 ).
1496
1) En el caso del demandado el tratamiento procesal es distinto, aunque lógicamente no estamos en el supuesto de desistimiento, y cabe
recurso de suplicación por ejemplo para saber cuando ha de ser puesta en conocimiento del juzgador la posible excusa válida para justificar su
inasistencia una vez desaparecido el impedimento y las consecuencias que de la dilación de tal puesta en conocimiento puedan derivarse ( TS
17-9-01, EDJ 70657 ).
2) Cuando se quiere destruir la presunción de desistimiento, si el demandante no ha comparecido y tenía causa impeditiva para la asistencia
al acto de juicio, es útil no esperar a la notificación del auto declarando el desistimiento y archivo de actuaciones para poner de manifiesto la
voluntad de no abandonar el proceso, lo que puede hacerse compareciendo ante el juzgado o presentando un escrito y, en su caso, utilizando los
medios probatorios acreditativos que impidieron la comparecencia.
3) Interrumpe la prescripción la demanda desistida sin reserva de acciones ( TS 19-9-96, EDJ 5997 ).
4) Entre otros efectos el desistimiento parcial en el acto de juicio sin que exista motivo alguno puede considerarse hecho en fraude de ley ( TSJ
Sevilla 4-5-93, Rec 1609/91 ).
5) No procede el desistimiento en el recurso de casación para unificación de doctrina al estar condicionado a una transacción entre las
partes en la que falta la homologación por la Sala, la acreditación de su existencia y contenido y la aportación por los letrados del poder especial
requerido legalmente con designación concreta del objeto para el que se confiere ( TS auto 22-12-11, EDJ 313823 ).
1498
Arbitraje 
(LEC art.19.1 y 22.1)
Las partes pueden acordar someter el litigio a una decisión arbitral, salvo que lo prohíba la ley, o establezca limitaciones por razones de interés general o
en beneficio de tercero.
Esta decisión debe comunicarse al tribunal que decreta, mediante auto, la terminación del proceso.
Para las materias susceptibles de sometimiento a arbitraje y la ejecución de los laudos dictados en ellas ver nº 5624 .
Las partes pueden acordar libremente el procedimiento para la designación de los árbitros, siempre que no vulneren el principio de igualdad ( TS 13-12-
04, EDJ 234961 ).
1) El principio básico en materia de arbitraje exige que éste sea siempre voluntario, ya que, uno que fuera forzoso, dejaría de ser tal arbitraje
( TCo 11/1981 )
2) Los socios trabajadores de una cooperativa de trabajo asociado para las reclamaciones relativas a su condición de tales socios
trabajadores, tienen derecho de acceso a la jurisdicción sin necesidad de utilizar la vía extrajudicial autonómica. La configuración como derecho
-facultad del derecho a la tutela judicial efectiva es compatible con el recurso al arbitraje siempre que la materia conflictiva de la que se trate lo
permita, y además se muestren de acuerdo en ello ambas partes ( TS 11-10-04, EDJ 160111 ; 3-2-05, EDJ 23980 ).
3) En una reclamación individual formulada un por deportista profesional se desestima la excepción, apreciable de oficio, de sometimiento
previo de la cuestión a arbitraje ( TSJ Sevilla 30-6-03, EDJ 63398 ).
4) Se declara la incompetencia de la jurisdicción laboral cuando el convenio colectivo establece que la cuestión debe ser sometida a arbitraje
( TSJ Valladolid 10-11-03, EDJ 266237 ).
5) Con relación al régimen profesional de los trabajadores autónomos económicamente dependientes, se contempla como uno de los
procedimientos de solución extrajudicial de conflictos la posibilidad de que las partes pueden someter sus discrepancias a arbitraje voluntario,
entendiéndose equiparados a las sentencias firmes los laudos arbitrales igualmente firmes dictados al efecto. El procedimiento arbitral se somete
a lo pactado entre las partes o al régimen que en su caso se pueda establecer mediante acuerdo de interés profesional, entendiéndose aplicable,
en su defecto, la regulación contenida en la Ley de Arbitraje; la Ley de Ordenación de Transportes Terrestres o en cualquier otra normativa
específica o sectorial ( L 20/2007 art.18.4 ).
6) En un procedimiento de arbitraje obligatorio que pone fin a una huelga (empresa Iberia), es nulo el laudo arbitral que contiene disposiciones
que exceden del objeto del arbitraje y que limitan los derechos de otra empresa que aun perteneciendo al mismo grupo empresarial no fue ni
parte ni objeto del arbitraje, no bastando la simple decisión del árbitro otorgando tal condición de parte, puesto que es preciso que esta cualidad
se logre en virtud de un convenio arbitral que la misma suscriba o de un nuevo acuerdo del Consejo de Ministros ( TS 4-4-14, EDJ 71952 )
1500
Transacción judicial 
(LRJS art.82.3, 84, 85.8, 235.4 y 246;  LEC art.19.2, 206.2.2º, 414.2, 415 ­redacc L 42/2015­, 428.2 y 517.2.3ª)
En el proceso laboral, frente a la regulación de la LEC, prevalece la especial contenida en la LRJS. En esta materia, la LRJS recoge la regulación
detallada los procedimientos de homologación de la transacción judicial en todos los momentos procesales:
- con anterioridad a la fecha del señalamiento por comparecencia ante la Oficina Judicial;
- durante la celebración del juicio oral, una vez practicada la prueba y antes de las conclusiones;
- en cualquier momento durante la tramitación del recurso;
- y en la ejecución; en estos tres casos correspondiendo la homologación al órgano judicial.
Así pues, se pueden distinguir varios momentos procesales en los que puede producirse la conciliación o en su caso transacción judicial: antes del juicio,
durante el juicio, durante la tramitación de recurso y en ejecución. La intervención del letrado de la Administración de Justicia o del juez o tribunal difiere,
en unos casos está reservada al secretario, puede estar compartida dicha competencia o corresponde sólo al juez o tribunal.
1501
Antes y durante el juicio 
La conciliación procesal se atiene a las siguientes reglas:
1. El letrado de la Administración de Justicia ha de intentar la conciliación, llevando a cabo la labor mediadora que le es propia, y advertirá a las partes
de los derechos y obligaciones que pudieran corresponderles. La dinámica del acto conciliatorio puede llevar a lo siguiente:
a) Si las partes alcanzan la avenencia, el letrado de la Administración de Justicia puede hacer dos cosas:
- lo normal es que dicte decreto aprobando la avenencia y acordando, además, el archivo de las actuaciones;
- si el letrado de la Administración de Justicia estima que lo convenido es constitutivo de lesión grave para alguna de las partes o para terceros, de fraude
de ley o de abuso de derecho o contrario al interés público, no aprueba el acuerdo en el decreto, advirtiendo a las partes que deben comparecer a
presencia judicial para la celebración del acto del juicio.
Cabe la avenencia antes del día señalado para los actos de conciliación y juicio, correspondiendo al letrado de la Administración de Justicia la aprobación
del acuerdo alcanzado. La conciliación y la resolución aprobatoria, oral o escrita, se documentan en la propia acta de comparecencia.
La conciliación alcanzada ante el letrado de la Administración de Justicia y los acuerdos logrados entre las partes aprobados por aquél tienen, a todos los
efectos legales, la consideración de conciliación judicial.
b) En caso de no haber avenencia ante el letrado de la Administración de Justicia, se pasa seguidamente a juicio y se da cuenta de lo actuado.
2. Cabe conciliación posterior a la celebrada sin avenencia ante el letrado de la Administración de Justicia. En este sentido la LRJS distingue tres
supuestos:
- de procederse a la celebración del juicio, la aprobación del acuerdo conciliatorio que, en su caso, alcanzasen las partes en dicho momento corresponde
al juez o tribunal ante el que se hubiere obtenido mediante resolución oral o escrita documentada en el propio acuerdo,
- cabe nueva intervención del letrado de la Administración de Justicia aprobando un acuerdo entre las partes si el acto del juicio se llegase a suspender
por cualquier causa;.
- el juez o tribunal, una vez practicada la prueba y antes de las conclusiones, salvo que exista oposición de alguna de las partes, puede suscitar la
posibilidad de llegar a un acuerdo y de no alcanzarse el mismo en ese momento prosigue la celebración del juicio.
3. No se exige constitución en audiencia pública para la celebración del acto de conciliación, lo que es lógico ya que se realiza en la oficina judicial
cuando se celebre ante el letrado de la Administración de Justicia, habiéndose constituido unidades de conciliación en aquellos partidos judiciales en los
que se ha desplegado oficina judicial.
4. El régimen jurídico de la acción para la impugnación de lo convenido en conciliaciones el siguiente:
- el juzgado o tribunal competente es el mismo al que hubiera correspondido la demanda por los trámites y con los recursos establecidos en la Ley.
Matización lógica a tenor de la nueva distribución de competencias juez y letrado de la Administración de Justicia, previendo que el acto de conciliación se
lleve a cabo el servicio creado al efecto.
- la acción caduca a los 30 días de la fecha de su celebración, para los terceros perjudicados el plazo cuenta desde que pudieran haber conocido el
acuerdo;
- las partes pueden ejercitar la acción de nulidad por las causas que invalidan los contratos y la impugnación por los posibles terceros perjudicados puede
fundamentarse en ilegalidad o lesividad.
5) La conciliación y los acuerdos entre las partes aprobados por el letrado de la Administración de Justicia o, en su caso, por el juez o tribunal se llevan a
efecto por los trámites de la ejecución de sentencia.

Precisiones

1) Sobre la naturaleza jurídica y efectos de la conciliación judicial ( TS 16-11-92, EDJ 11304 ). y efectos de la
transacción anterior a la conciliación ( TS 27-2-91, Rec 164/91 ).
2) En los procesos de oficio la conciliación tan sólo puede autorizarse por el órgano judicial cuando fuera
cumplidamente satisfecha la totalidad de los perjuicios causados por la infracción ( LRJS art.150 ).
3) No puede intervenir como parte en un acuerdo transaccional (dentro del cauce de la LRJS art.235.4 ), el
sindicato que no formuló demanda por despido colectivo ( AN 6-11-14, EDJ 194883 ), puesto que las partes
colectivas son las únicas legitimadas para actuar en el proceso de despido colectivo ( TS 26-12-13, EDJ 288910 ;
22-12-14, EDJ 269309 ; 21-4-15, EDJ 87028 ; 1-3-16, EDJ 45145 ).
1502
Durante la tramitación del recurso 
El régimen jurídico del convenio de transacción judicial es el siguiente:
1. Las partes pueden alcanzar dicho convenio transaccional en cualquier momento durante la tramitación del recurso.
2. Dicho convenio transaccional debe ser homologado por el órgano jurisdiccional que se encuentre tramitando el recurso, mediante auto, poniendo así
fin al litigio y asumiendo cada parte las costas causadas a su instancia, con devolución del depósito constituido.
El tribunal no procede a homologar tal acuerdo transaccional si aprecia lesión grave para alguna de las partes, fraude de ley o abuso de derecho.
3. El convenio transaccional, una vez homologado, sustituye el contenido resuelto en la sentencia o sentencias anteriormente dictadas en el proceso y la
resolución que homologue el mismo constituye título ejecutivo.
4. La impugnación de la transacción judicial así alcanzada se efectúa ante el órgano jurisdiccional que haya acordado la homologación, mediante el
ejercicio por las partes de la acción de nulidad por las causas que invalidan los contratos o por los posibles perjudicados con fundamento en su ilegalidad
o lesividad, siguiendo los trámites establecidos para la impugnación de la conciliación judicial, sin que contra la sentencia dictada quepa recurso.

Precisiones

1) La transacción judicial en recurso venía siendo reconocida por la jurisprudencia, fijándose la doctrina
jurisprudencial sobre licitud y efectos de la homologación del tribunal de sentencias favorables al trabajador
precisando que ( TS auto 15-7-11, EDJ 231651 ):
- una vez que han llegado las partes al acuerdo transaccional durante la tramitación del recurso de casación sobre
la materia que constituía el objeto del proceso, y habiéndose ratificado en el mismo mediante el escrito presentado,
tras requerimiento del tribunal, deviene aplicable lo dispuesto a tal efecto acerca del derecho de disposición de
los litigantes ( LEC art.19 );
-, contemplando situaciones semejantes ( TS auto 11-1-01, EDJ 10649 ; 25-10-01, EDJ 98940 ; 7-7-06, EDJ
271606 ) se ha venido estableciendo que no juega en este caso la prohibición de renuncia de derechos reconocidos
por sentencia favorable al trabajador ( LPL art.245 (hoy LRJS art.246 ) porque sólo puede entenderse referida a
sentencias firmes, ni tampoco estamos ante el supuesto de prohibición de renuncia de derechos reconocidos por
disposiciones legales de derecho necesario ( ET art.3.5 ) porque el eventual derecho del actor sólo tiene un
reconocimiento provisional en el marco de un litigio. Estamos ante un acuerdo, semejante a una transacción
extrajudicial, aunque no se le denominara así, merecedora de su homologación por esta Sala, en los términos en
que ha sido aceptada por las partes, dentro de la facultad de disposición que tienen legalmente reconocida;
- la homologación de dicha transacción, en cuanto modo legítimo de terminación del proceso, debe producir sus
efectos procesales plenos, lo que significa que lo acordado sustituye a lo resuelto en las sentencias de instancia y
de suplicación, de conformidad con el hecho de que, son títulos ejecutivos ( LEC art.517.2.3ª ). El título para la
ejecución de lo acordado en estos supuestos lo constituye el auto de homologación y no lo que pudiera haberse
dispuesto en aquellas sentencias anteriores.
2) En general, el tribunal puede homologar el acuerdo de transacción durante la tramitación de un recurso si
resulta lícito y no fraudulento, no procediendo la imposición de costas ( TS auto 30-10-02, EDJ 136184 y auto 11-1-
01, EDJ 10649 ; TSJ Castilla-La Mancha auto 27-10-04, EDJ 180766 ; TS auto 18-7-07, EDJ 201443 ; 15-3-07 EDJ
341985 ).
3) En cuanto a la diferencia entre desistimiento del recurso y transacción judicial, no procede el desistimiento en
el recurso de casación para unificación de doctrina al estar condicionado a una transacción entre las partes en la
que falta la homologación por la Sala, la acreditación de su existencia y contenido y la aportación por los letrados
del poder especial requerido legalmente con designación concreta del objeto para el que se confiere ( TS auto 22-
12-11, EDJ 313823 ).
4) Procede la homologación mediante auto dictado por el TS, como órgano jurisdiccional que se encuentra
tramitando el recurso de casación ordinaria, del convenio transaccional suscrito por las partes colectivas, únicas
legitimadas para actuar en el proceso de despido colectivo ( TS 26-12-13, EDJ 288910 ; 1-3-16, EDJ 45145 ); al no
apreciarse en el convenio transaccional alcanzado entre las partes lesión grave para alguna de ellas, fraude de ley
o abuso de derecho, poniendo así fin al litigio. Dicho auto sustituye el contenido de lo resuelto en la sentencia de
instancia dictada en el proceso y constituye el nuevo título ejecutivo, y se remiten al órgano judicial de procedencia
( TS auto 6-7-16, EDJ 115146 ).
5) En cuanto a las costas de homologación del auto de transacción, cada parte asume las costas causadas a su
instancia, y acordando que se remitan las actuaciones al órgano judicial de procedencia ( TS auto 6-7-16, EDJ
115146 ).
1503
En la ejecución 
Hay que señalar que se prohíbe la renuncia de los derechos reconocidos por sentencias favorables al trabajador, sin perjuicio de la posibilidad de
transacción dentro de los límites legalmente establecidos (ver nº 5640 ).
2. Satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida del objeto 
(LEC art.22;  LRJS art.191.4.c.1º y 206.3.a)

1504
Esta situación se produce cuando, por circunstancias sobrevenidas a la demanda y a la reconvención, el actor y, en su caso, el demandado
reconviniente dejan de tener interés legítimo en obtener la tutela judicial pretendida, por haberse satisfecho sus pretensiones fuera del proceso o por
cualquier otra causa. Resulta aplicable la LEC al no regular esta materia, salvo en recurso, la LRJS.
El letrado de la Administración de Justicia es quien decide, mediante decreto, cuando hay acuerdo entre las partes sobre la desaparición de interés
legítimo en obtener la tutela judicial que se pretendía. Si por el contrario alguna de las partes sostiene que susbsiste dicho interés legítimo, el letrado de
la Administración de Justicia convoca a todas, en el plazo de 10 días, a una comparecencia ante el tribunal, que tiene como único objeto esta cuestión.
Contra el auto que resuelva el recurso de reposición, o en su caso de revisión, interpuesto contra la resolución que ordene la terminación anticipada del
proceso por satisfacción extraprocesal o pérdida sobrevenida de objeto, cabe el recurso de suplicación o casación según el órgano judicial que lo haya
dictado.

Precisiones

1) Se estimó el recurso de revisión directa contra decreto del letrado de la Administración de Justicia por haberse
terminado el proceso por satisfacción extraprocesal y no por desistimiento ( TS auto 5-10-11, EDJ 345019 ).
2) La terminación de proceso judicial por satisfacción extraprocesal tiene repercusión en la devolución de la tasa
( DGT CV 25-7-13 ), sobre la procedencia de la devolución del 60% del importe de la tasa, requiriéndose en todo
caso la oportuna homologación judicial del acuerdo o transacción (DGT CVV2660-13 8-9-13). Ahora bien, hay que
tener en cuenta la declaración de inconstitucionalidad de la regulación de las tasas en lo que se refiere al orden
social (nº 7513)
3. Suspensión del proceso 
(LEC art.19.4, 179.2 y 188;  LRJS art.83)

1508
Las partes pueden solicitar la suspensión del proceso, que debe ser acordada por el letrado de la Administración de Justicia, mediante decreto,
siempre que no perjudique al interés general o a tercero y que el plazo de la suspensión no supere los sesenta días.
Aunque se trata de una práctica habitual seguida en instancia por los órganos judiciales laborales sobre suspensión de común acuerdo y archivo
provisional de actuaciones, motivado por varias causas -negociaciones para alcanzar un acuerdo, pendencia de otro proceso que condiciona el que se
pretende suspender, etc.- la LRJS regula la suspensión de los actos de conciliación y juicio conforme a las reglas siguientes:.
1. La potestad para acordar la suspensión corresponde al letrado de la Administración de Justicia.
2. Sólo a petición de ambas partes o por motivos justificados, acreditados ante el letrado de la Administración de Justicia, puede éste suspender por una
sola vez los actos de conciliación y juicio, señalándose nuevamente dentro de los 10 días siguientes a la fecha de la suspensión.
3. Excepcionalmente y por circunstancias trascendentes adecuadamente probadas, puede acordarse una segunda suspensión.
4. En caso de coincidencia de señalamientos, de no ser posible la sustitución dentro de la misma representación o defensa, una vez justificados, previa
comunicación por el solicitante a los demás profesionales siempre que consten sus datos en el procedimiento, se procura, ante todo, acomodar el
señalamiento dentro de la misma fecha y, en su defecto, habilitar nuevo señalamiento, adoptando las medidas necesarias para evitar nuevas
coincidencias.
Los requisitos para la suspensión son: tener el abogado defensor dos señalamientos de vista para el mismo día en distintos Tribunales, resultando
imposible, por el horario fijado, su asistencia a ambos, siempre que acredite suficientemente que intentó, sin resultado, un nuevo señalamiento que evitara
la coincidencia. En este caso, tiene preferencia la vista relativa a causa criminal con preso y, en defecto de esta actuación, la del señalamiento más
antiguo, y si los dos señalamientos fuesen de la misma fecha, se suspende la vista correspondiente al procedimiento más moderno. No se acuerda la
suspensión de la vista si la comunicación de la solicitud para que aquélla se acuerde se produce con más de 3 días de retraso desde la notificación del
señalamiento que se reciba en segundo lugar. A estos efectos debe acompañarse con la solicitud copia de la notificación del citado señalamiento. Aunque
esto no es de aplicación a las vistas relativas a causa criminal con preso, sin perjuicio de la responsabilidad en que se hubiere podido incurrir.
1509
5. En el régimen de impugnaciones si el letrado de la Administración de Justicia rechaza la suspensión, su decisión -decreto- es susceptible de recurso
de reposición al tratarse de decreto no definitivo. Si bien contra el decreto resolutivo de la reposición no se dará recurso alguno, el control judicial de la
decisión puede aparecer al permitir la LRJS que se reproduzca la cuestión al recurrir, si fuere procedente, la resolución definitiva. No obstante, esta regla
ha sido declarada inconstitucional ( TCo 58/2016 ), por lo que, mientras el legislador no se pronuncie sobre esta cuestión, contra los decretos del letrado
de la Administración de Justicia que resuelvan recursos de reposición sí cabe la revisión por el juez o tribunal, tal y como se establece para otros
supuestos.
La posibilidad de suspensión del juicio verbal, tanto en lo atinente a la suspensión propiamente dicha, como en lo relativo a la posible nulidad que, a
veces, procede acordar posteriormente como consecuencia de haber existido una causa, en un principio ignorada, que debiera haber motivado, caso de
haberse conocido con la antelación suficiente, ha sido objeto de pronunciamiento tanto por el Tribunal Supremo como por el Tribunal Constitucional.
Como criterios generales se establece que la suspensión del acto ha de hacerse en función de circunstancias concretas, probadas e idóneas para
justificar la suspensión del juicio y deben ponderarse las circunstancias concretas que concurren en cada caso en relación con el objeto de exigencia legal
la buena fe y diligencia de la parte, el respeto y protección que merecen todos los derechos fundamentales implicados en la decisión en conexión con la
posición que mantengan las demás partes procesales y la integridad objetiva del proceso ( TS 25-4-06, EDJ 59658 y doctrina jurisprudencial y
constitucional que cita).
Los autos permanecen en suspenso mientras no se solicite la continuación del proceso o se produzca la caducidad de la instancia.
6. Si el demandante, citado en forma, no compareciese ni alegase justa causa que motive la suspensión del acto de conciliación o del juicio, el letrado
de la Administración de Justicia en el primer caso y el juez o tribunal en el segundo, le tiene por desistido de su demanda. La incomparecencia
injustificada del demandado no impide la celebración de los actos de conciliación y juicio, continuando éste sin necesidad de declarar su rebeldía.
7. No es causa de suspensión del acto de juicio la solicitud de práctica anticipada de pruebas que no puedan ser realizadas en el acto del juicio, o cuya
realización presente graves dificultades en dicho momento (nº 2336 ).
En los procesos de oficio, el procedimiento se sigue de oficio, aun sin asistencia de los trabajadores perjudicados, que tienen la consideración de parte,
si bien no pueden desistir ni solicitar la suspensión del proceso. Así, en la reclamación de reintegro de prestaciones de desempleo indebidamente
percibidas tanto el empresario como el trabajador que hubieran celebrado los reiterados contratos temporales tienen la consideración de parte en el
proceso, y no pueden solicitar la suspensión del proceso ni el trabajador desistir. Aun sin su asistencia, el procedimiento se sigue de oficio (nº 4600 s. ).
Supuestos y reglas de suspensión en la ejecución (nº 5700 s. ). En materia de prejudicialidad penal (nº 5705 ).
1510

Precisiones

1) Los supuestos de coincidencia de varios señalamientos de un mismo profesional son muy frecuentes y
requiere cohonestar el interés público del proceso y de las demás partes -muy señaladamente el derecho a un
proceso sin dilaciones indebidas- con el legítimo, pero no predominante, interés de un determinado profesional. Por
eso el régimen de suspensión previsto ha de ajustarse a la legalidad y a criterios de razonabilidad. En este
sentido el régimen de suspensión por coincidencia de señalamientos se explica del siguiente modo (Folguera
Crespo):
a. En primer lugar, ante todo se requiere no haber sido posible la sustitución dentro de la misma representación o
defensa, por lo que cuando el profesional está integrado en una organización o cuenta con profesionales asociados
debe procurar ser sustituido por otro de los miembros de su despacho o asesoría o, en todo caso, justificar la
imposibilidad e esa sustitución.
b. En segundo lugar la solicitud de suspensión ha de justificar los requisitos legales, según los cuales puede
pedirse la suspensión por tener el abogado defensor dos señalamientos de vista para el mismo día en distintos
tribunales, resultando imposibles por el horario fijado su asistencia a ambos. Para ello ha de acreditar -nueva
circunstancia a justificar- que solicitó nuevo señalamiento que evitara la coincidencia; en cuyo caso tiene
preferencia la causa criminal con preso o en su defecto el señalamiento más antiguo y, de ser igual fecha, el
procedimiento más moderno debe ser suspendido.
c. En tercer lugar, la solicitud debe cursarse dentro de los 3 días siguientes a la notificación del segundo
señalamiento acompañando a estos fines copia del citado señalamiento.
d. En cuarto lugar, ha de mediar previa comunicación por el solicitante a los demás profesionales siempre que
consten sus datos en el procedimiento.
e. Se ha de procurar, ante todo, acomodar el señalamiento dentro de la misma fecha y, en su defecto, habilitar
nuevo señalamiento, adoptando las medidas necesarias para evitar nuevas coincidencias. Al respecto, la
suspensión por coincidencia de señalamientos suele dar lugar a que los demás profesionales tengan a su vez
citaciones previas, necesariamente anteriores en el tiempo, que pueden ocasionar una cadena de suspensiones,
por lo que puede ser aconsejable que los profesionales se comuniquen entre sí o incluso ofrezcan fechas
alternativas y a su vez el órgano jurisdiccional antes de resolver puede consultar a tal fin a los profesionales,
asegurando en todo caso que la demora se reduce al mínimo imprescindible.
2) Un supuesto especial de suspensión se produce con la incidencia y efectos que puede tener el trámite de un
conflicto colectivo sobre los procesos individuales que tengan el mismo objeto (nº 4976 ).
3) Otro supuesto de suspensión se produce cuando el objeto del proceso sea la impugnación individual de la
extinción del contrato de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción ante el Juzgado
de lo Social, si una vez iniciado el proceso individual se plantease demanda por los representantes de los
trabajadores contra la decisión empresarial de despido colectivo (nº 3912 ), aquel proceso se suspende hasta la
resolución de la demanda formulada por los representantes de los trabajadores, que una vez firme tiene eficacia de
cosa juzgada sobre el proceso individual.
4) No procede la suspensión y archivo provisional de las demandas de extinción del contrato de trabajo por
incumplimiento empresarial presentadas ante el Juzgado de lo Social cuando la declaración de concurso de la
empresa es posterior ( TS 20-7-16, EDJ 145532 ).
VII. Posición procesal del FOGASA 
(RD 505/1985 art.1)

1515
El Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) es un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social que atiende
fundamentalmente a garantizar salarios e indemnizaciones, de ordinario, como responsable subsidiario, en caso de insolvencia empresarial, y
excepcionalmente, como responsable directo.
Son características de la institución las siguientes:
- es un ente asegurador de unas determinadas contingencias;
- la protección que dispensa es obligatoria;
- se nutre de las cotizaciones de empresarios que se hacen efectivas junto con las cuotas de Seguridad Social;
- su naturaleza es pública.
Se trata de un peculiar ente asegurador que se nutre de determinadas cuotas y, a cambio, asume, dentro de ciertos límites, el riesgo del pago a los
trabajadores de salarios e indemnizaciones que no pudieron hacerse efectivas por el empleador por su carencia patrimonial. Cumple este organismo las
exigencias de protección establecidas en la normativa comunitaria que los concibe como institución de garantía o instrumento de protección de los
créditos laborales en caso de insolvencia del empresario, como los denomina la OIT ( Dir 2008/94/CE redacc Dir (UE) 2015/1974; OIT Convenio núm
173 ).

Precisiones

Sobre la condición y naturaleza jurídica del FOGASA, la jurisprudencia unificadora la precisado lo siguiente ( TS
22-10-02, EDJ 61460 ; 24-11-04, EDJ 242598 ):
- por imperativo legal es responsable legal subsidiario ante los trabajadores respecto de determinadas deudas
del empresario ( ET/95 art.33.1 y 2 ; L 35/2010 disp.trans.1ª );
- su condición jurídica es la más parecida a un fiador con responsabilidad subsidiaria ( TS 22-4-02, EDJ 27160 ;
13-2-93, EDJ 1345 ; 7-10-93, EDJ 8812 ; 3-12-93 , EDJ 11055 ). Proximidad conceptual que no permite equiparar
totalmente este organismo con quien asume contractualmente el pago de una obligación en defecto del deudor
principal. El FOGASA no puede ser identificado con el fiador ( CC art.1822 ) por más que su posición jurídica,
cuando asume el pago de deudas del empleador sea similar a la del fiador en el mismo caso.
1517
Supuestos de intervención en el proceso 
(ET art.33;  LRJS art.2.ñ, 23, 24, 79.2 y 3;  L 22/2003 art.184.1)
La normativa sustantiva condiciona, sin duda, la variedad de situaciones que provoca la intervención del FOGASA en el proceso laboral que puede
efectuarse de modo voluntario o por el ejercicio de acción directa de los trabajadores.
En las reglas de competencia por razón de la materia, se dispone que los órganos jurisdiccionales del orden social conocen de las cuestiones litigiosas
que se promuevan contra el Fondo de Garantía Salarial, en los casos en que le atribuya responsabilidad la legislación laboral.
En el procedimiento cautelar hay también menciones al Fondo para solicitar el embargo preventivo y se prevé su citación para señalar bienes.
También está regulada su intervención en ejecución en diversos apartados:
- en la notificación de la transacción en la ejecución (nº 5640 );
- como parte en la ejecución de conflictos colectivos (nº 6495 );
- atribuyéndole legitimación para intervenir en el proceso queda obligado a asumir el depósito, administración, intervención o peritación de bienes
embargados (nº 5904 );
- para manifestar conformidad o disconformidad en la propuesta de pago -formulada de común acuerdo o por el letrado de la Administración de Justicia- a
los acreedores (nº 6002 );
- en la declaración de insolvencia de la empresa (nº 6042 );
- y en el embargo de bienes afectados al proceso productivo puede solicitar la suspensión de la ejecución (nº 6040 ).
En el procedimiento concursal el FOGASA debe ser citado como parte cuando del proceso pudiera derivarse su responsabilidad para el abono de
salarios o indemnizaciones de los trabajadores (nº 8592 ).
1518
Fase declarativa 
(LRJS art.23.1;  ET art.33)
La intervención puede efectuarse de modo voluntario o como consecuencia del ejercicio de la acción directa de los trabajadores para exigirle
responsabilidad solidaria.
El FOGASA puede ser demandante o demandado, en los siguientes casos:
1. Supuesto de responsabilidad subsidiaria del FOGASA, que normalmente integra reclamaciones de los trabajadores por salarios, incluidos los de
tramitación e indemnizaciones por extinción del contrato de trabajo.
2. Supuesto de responsabilidad directa del FOGASA, en el caso de extinción por fuerza mayor.
3. Como demandante en procesos de reintegro de prestaciones indebidas ( TSJ Murcia 15-10-01, EDJ 38847 ; 22-10-01, EDJ 48494 ; TSJ Cataluña 31-
10-97, EDJ 14418 ), que establecen como plazo de prescripción para la reclamación el de 1 año al tener origen inmediato en el contrato de trabajo ( ET
art.33.7 y 59.2 ; RD 505/1985 art.21 ), aunque la obligación nazca directamente de la Ley.
4. Proceso cautelar, adopción de medidas precautorias, solicitud de embargo preventivo y citación par señalar bienes (nº 2340 ).
5. Puede oponerse en el proceso monitorio (nº 5448 ).
6. En procedimientos de impugnación de laudos arbitrales (nº 9336 ).
1519

Precisiones

1) En otros casos aunque no cabe hablar de legitimación ordinaria, pues no es titular de la relación jurídica
deducida en el proceso, el Fondo tiene interés en el mismo cuanto es el garante de la percepción de sus
emolumentos por los trabajadores, lo que se concreta en su responsabilidad subsidiaria (Montero Aroca).
a) De modo directo este interés se manifiesta en dos tipos de procesos:
- en reclamación de salarios interpuesta por los trabajadores contra la empresa cuando puede llegar a ser el
antecedente de su responsabilidad por los pendientes de pago ( ET art.33.1 );
- en las reclamaciones por despido y extinción del contrato de trabajo, en cuanto puede ser el antecedente de su
responsabilidad por las indemnizaciones correspondientes a tales conceptos ( ET art.33.2 ).
b) De modo indirecto puede manifestarse en procesos de muy diversos contenidos, que van desde el
reconocimiento de un salario superior hasta una mayor antigüedad, por cuanto pueden afectar al límite de la
cuantía que asume el Fondo.
2) FOGASA puede alegar la prescripción de lo reclamado si no lo hace la empresa demandada, la formulación de
esta excepción exige un pronunciamiento expreso no sólo en los fundamentos sino también en el fallo de la
sentencia que le ponga fin ( TS 22-10-02, EDJ 61460 ; 24-11-04, EDJ 242598 ).
3) A todos los efectos, el derecho a obtener la indemnización del FOGASA nace con la declaración de insolvencia
empresarial, que debe adoptarse después de haber agotado todas las posibilidades descritas en las leyes de
procedimiento ( TS 15-7-91, EDJ 7900 ; 22-4-93, EDJ 3780 ; TCo 18/1997 ).
Este supuesto presupone la existencia de un expediente administrativo previo, que debe terminar con resolución.
Si el trabajador no está conforme puede demandar directamente (no está previsto agotar reclamación previa), ante
el Juzgado de lo Social contra la misma.
1520
Fase de ejecución 
(LRJS art.24, 276 y 277;  ET art.33;  L 22/2003 art.149.4 redacc L 9/2015)
El FOGASA en los casos en que resulte responsable puede convertirse en ejecutante por subrogación y sucesión procesal en los derechos de los
trabajadores.
El régimen jurídico de esta subrogación obligatoria en los derechos de los trabajadores está sujeto a las siguientes reglas:
1. EL FOGASA debe haber abonado, previa instrucción de expediente administrativo, salarios o indemnizaciones a los trabajadores afectados.
2. Despachada ejecución, el letrado de la Administración de Justicia dicta decreto haciendo constar la subrogación producida, que se notifica a los
trabajadores afectados o a sus representantes, a quienes, por si pudieren conservar créditos derivados del propio título frente a la empresa ejecutada por
la parte no satisfecha por el Fondo, debe ofrecerles la posibilidad de constituirse como ejecutantes en el plazo de quince días.
3. Las cantidades obtenidas se abonan prorrateadas entre el Fondo y los trabajadores en proporción a los importes de sus respectivos créditos.

Precisiones

La subrogación del FOGASA en los créditos laborales lleva aparejada la transferencia al subrogado de los
créditos de los trabajadores con los privilegios que les confieren el ET art.32 y la legislación mercantil ( ET art.33.4
y RD 505/1985 art.30.3 ). Por tanto, la subrogación transmite al FOGASA derechos y acciones de los trabajadores
que vienen definidos por los siguientes aspectos:
1) La subrogación comporta la transferencia al subrogado de los créditos de los trabajadores con los privilegios
que les confieren el ET art.32 y la legislación civil y mercantil.
2) El derecho a pedir la ejecución de la sentencia laboral si el pago de prestaciones se ha producido antes del
inicio de dicha ejecución. Aunque si se ha abierto procedimiento concursal ya no puede pedir la ejecución
separada.
3) El derecho a continuar como ejecutante en el proceso de ejecución iniciado a instancia de los trabajadores
frente a la empresa. Una vez subrogado el FOGASA adquiere la condición de parte, lo que le convierte en un
acreedor ejecutante de la empresa. Situación que puede darse fundamentalmente en los siguientes supuestos
(Roqueta Buj):
- cuando los trabajadores han consentido una declaración de insolvencia aunque existan bienes sin realizar
propiedad de la empresa dadas las cargas que pesan sobre los mismos que hacen prever su difícil realización. En
tal caso, el FOGASA prosigue los trámites de embargo y realización de los bienes gravados a fin de adjudicarse los
bienes en los casos en que sean rentables;
- cuando tras el pago de la prestación de garantía salarial en virtud de una declaración firme de insolvencia haya
tenido lugar una sucesión de empresa de las previstas en el ET art.44 . En este supuesto, el FOGASA tiene que
demandar con carácter previo vía incidental a cedente y cesionario y una vez declarada en sentencia la sucesión
puede acudir acreditada la subrogación al procedimiento donde se declaró la insolvencia que es provisional a todos
los efectos para que se siga la ejecución contra las empresas solidarias o contra alguna de ellas. Los trabajadores
pueden concurrir a la ejecución por la parte de su crédito no abonada por el Fondo.
4) El derecho a continuar como acreedor en los expedientes concursales puesto que el Fondo se personará en el
expediente como responsable legal subsidiario del pago de los citados créditos, pudiendo instar lo que a su
derecho convenga y sin perjuicio de que, una vez realizado, continúe como acreedor en el expediente.
1521
Asimismo, ha de ser oído, preceptivamente -si no hubiere sido llamado con anterioridad-, antes de proceder a la declaración de insolvencia. Las nuevas
atribuciones al letrado de la Administración de Justicia -antes encomendadas al órgano judicial- en materia de insolvencia empresarial se concretan
en:
1. La competencia para acordarla: es quien dicta el decreto declarando, cuando proceda, la insolvencia total o parcial del ejecutado.
2. La tramitación: antes de dictar el decreto de insolvencia, corresponde al letrado de la Administración de Justicia dar audiencia al Fogasa por plazo de
quince días para que inste la práctica de las diligencias que estime oportunas con el fin de descubrir bienes del ejecutado empresarial.
3. Los efectos: declarada la insolvencia de una empresa, ello constituirá base suficiente para estimar su pervivencia en otras ejecuciones, pudiéndose
dictar el decreto de insolvencia sin necesidad de reiterar los trámites de averiguación de bienes establecidos en la LRJS art.250 , si bien en todo caso se
debe dar audiencia previa a la parte actora y al Fondo de Garantía Salarial para que puedan señalar la existencia de nuevos bienes.
4. El requerimiento al FOGASA en cuanto ejecutado, puesto que de estar determinadas en la sentencia que se ejecute las cantidades legalmente a
cargo del Fondo de Garantía Salarial, firme la declaración de insolvencia, el letrado de la Administración de Justicia le requiere en su caso de abono, en el
plazo de 10 días y, de no efectuarlo, continúa la ejecución contra el mismo.
5. El FOGASA está facultado para instar la declaración de insolvencia o la suspensión de la ejecución en determinados supuestos como cuando se
embarguen bienes afectados al proceso productivo. La declaración firme de insolvencia del ejecutado se hace constar en el registro correspondiente
según la naturaleza de la entidad.
1522
Debe notificarse al FOGASA el convenio que formalice la transacción en el proceso de ejecución, el cual debe estar suscrito por todas las partes
afectadas en la ejecución y sometido a homologación judicial para su validez (nº 5640 ). La transacción no tiene por qué afectar en principio al FOGASA,
puesto que su contenido más típico es la reducción o el aplazamiento de la deuda laboral correspondiente, con las variantes y los matices que legalmente
se admiten a tales efectos; pero es evidente que en el convenio de transacción puede quedar constancia de obligaciones salariales o indemnizatorias de
las que posteriormente pudiera surgir responsabilidad para el Fondo, a la vista de la evolución de la empresa y de la consistencia de las garantías o de las
obligaciones alternativas pactadas por las partes. El alcance mismo de la transacción puede ser de interés para el FOGASA, en la medida en que
mediante el correspondiente convenio se pudieran desbordar o desajustar los contornos de la sentencia objeto de ejecución. En todo caso, es una regla
que opera en su caso, esto es, cuando no esté del todo excluida la responsabilidad de dicho organismo respecto de los créditos en cuestión (García
Murcia).
En el proceso de ejecución de sentencias recaídas en conflictos colectivos, el FOGASA ha de ser siempre parte ( LRJS art.247.1.a ).
Por último, en el procedimiento concursal el juez mercantil puede acordar, en caso de transmisión de empresa, que el adquirente no se subrogue en
parte de la cuantía de los salarios o indemnizaciones pendientes de pago anteriores a la enajenación que sea asumida por el FOGASA, estableciéndose
especialidades en la transmisión de unidades productivas ( L 22/2003 art.146 bis redacc L 9/2015 ) y reglas especiales en la liquidación ( L 22/2003
art.149.4 redacc L 9/2015 ).
1523

Precisiones

Esta posición procesal puede subsumirse en diversas categorías procesales, sobre las que no existe acuerdo
doctrinal ni jurisprudencial.
1) Para un sector doctrinal (Montero Aroca), la posición del Fondo puede ser como interviniente ( LRJS art.23.1 y
2 ) o como demandado ( LRJS art.23.7 ).
a) En el caso de intervención el Fondo no es demandado sino que está ante una demanda formulada por el
trabajador contra una empresa sobre materia respecto de la que el Fondo pueda tener responsabilidad subsidiaria.
La intervención puede ser:
- intervención voluntaria (adhesiva simple) ante el riesgo potencial de que surja la responsabilidad del Fondo, la ley
le concede la facultad de comparecer como parte en cualquier fase o momento de su tramitación. Si la empresa es
condenada puede operar la responsabilidad del FOGASA;
- intervención provocada debido al riesgo actual de que surja la responsabilidad subsidiaria de Fondo, porque la
empresa ya está incursa en proceso concursal o ha sido declarada insolvente o desaparecida. En supuestos de
empresas incursas en procedimientos concursales, así como de las ya declaradas insolventes o desaparecidas, el
juez, de oficio o a instancia de parte, cita a este organismo como parte, dándole traslado de la demanda a fin de
que éste pueda asumir sus obligaciones legales e instar lo que convenga en Derecho ( LRJS art.23.2 ). No se trata
de un supuesto litisconsorcial, ni necesario, ni cuasi-necesario, pues el Fondo no es titular de la relación jurídico-
material. En ambos casos, se convierte en parte pero nunca puede ser condenado ni absuelto, puesto que no es
titular de la relación jurídico-material, ni contra él se ha interpuesto la pretensión (Montero Aroca).
b) En el segundo supuesto, cuando el Fondo es demandado, las afirmaciones de hecho contenidas en el
expediente y en las que se haya fundamentado la resolución del mismo hacen fe, salvo prueba en contrario ( LRJS
art.23.3 ).
2) Para otro sector doctrinal (Alfonso Mellado) las posibles intervenciones del FOGASA son las siguientes:
- como parte pasiva principal ( ET art.33 y 51.7 ; LRJS art.23.3 ). Se produce cuando se impugnan las resoluciones
que, sobre abono de las prestaciones de garantía salarial, haya adoptado este organismo como responsable legal
subsidiario o directo;
- como litisconsorte pasivo necesario ( LRJS art.23.2 ) en los casos de situaciones concursales de la empresa,
desaparición o insolvencia;
- intervención opcional ( LRJS art.23.1 ), conforme al cual el FOGASA puede comparecer como parte en los
procesos de los que se pudiera derivar posteriormente una responsabilidad de abono de salarios o
indemnizaciones a los trabajadores. El FOGASA no puede ser condenado ni absuelto;
- intervención en la ejecución laboral ( LRJS art.24 y 277 ).
1524
Empresas incursas en procesos concursales, insolventes o desaparecidas 
(LRJS art.23.2;  L 22/2003 art.184.1)
Cuando se entabla un proceso de reclamación de cantidad entre los trabajadores y la empresa como obligada directa, si dicha empresa está
desaparecida es citado el Fondo, para exigirle responsabilidad subsidiaria que no nace hasta que se dicta el auto de insolvencia empresarial. En este
último supuesto:
1) El Fondo de Garantía Salarial es parte, en atención a ese carácter de asegurador público; y parte formal o procesal ( TS 6-7-88 , EDJ
5938 ), puesto que la titularidad de la única relación jurídico-material discutida en el proceso corresponde en exclusiva al o los trabajadores
demandantes y al o los empresarios demandados. El FOGASA se encuentra en una peculiar posición como garante «ex lege» ( TCo 60/1992 ), o
atípica, no siendo parte principal.
2) Es un interviniente pasivo adhesivo atípico. En principio, su posición en estos casos es la de un interviniente adhesivo simple pasivo ( TS
22-4-02, EDJ 27160 ) siendo su intervención, no voluntaria, sino provocada.
El interviniente debe ser considerado parte en el proceso a todos los efectos, pero tanto las posibilidades de actuación y defensa que la ley le concede
como la propia regulación legal le llevan a superar la categoría de interviniente adhesivo simple y lo acercan a la de litisconsorcial.

Precisiones

En estos procesos concursales el contenido del fallo de la sentencia debe ser ( TS 22-10-02, EDJ 61460 ; 24-11-
04, EDJ 242598 ):
a) Cuando proceda la absolución de la empresa por inexistencia o prescripción de la deuda, no se hace ningún
pronunciamiento respecto del Fondo puesto que si no surge la responsabilidad directa de la empresa, tampoco
nace la suya subsidiaria.
b) Si la oposición de la empresa y del Fondo no prosperan, debe condenarse explícitamente a este último, en su
condición de responsable legal subsidiario, a estar y pasar por la condena que se imponga a la empresa.
c) Si es el Fondo el único que alega la excepción y ésta es acogida, ha de emitirse un pronunciamiento declarativo
para hacer constar que respecto de la institución de garantía la deuda está prescrita; y ello aunque se condene a
la empresa, bien porque opte por no alegar o renunciar a la prescripción, bien porque no esté presente en el juicio.
d) Procede análogo pronunciamiento declarativo a favor de la institución de garantía, cuando ésta alegue la
prescripción por alguna de las causas previstas en el CC ( CC art.1975 ) y se estime por el órgano judicial, lo que
no es óbice para la condena de la empresa, cuando proceda.
e) En ningún caso puede emitirse pronunciamiento alguno, ni tan siquiera declarativo, referido a la relación
jurídico-material del Fondo con los trabajadores, aun no nacida y ajena al pleito; y que debe debatirse, en su
integridad, en el ulterior proceso que pueda suscitarse entre ellos.
1526
Facultades en orden a su defensa 
(LRJS art.23;  ET art.33.3 y 8)
El FOGASA cuando resulte necesario en defensa de los intereses públicos que gestiona y para ejercitar las acciones o recursos oportunos, puede
comparecer como parte en cualquier fase o momento de su tramitación, en aquellos procesos de los que se pudieran derivar prestaciones de garantía
salarial, sin que tal intervención haga retroceder ni detener el curso de las actuaciones. Por tanto su intervención en el proceso laboral puede ser:
- como parte principal (demandante o demandado) en un proceso;
- como parte sobrevenida en un proceso laboral ajeno, esto es, en un proceso iniciado y entablado por otros sujetos, trabajador y empresario;
- como parte en otros supuestos particulares;
- en ejecución.
El letrado de la Administración de Justicia debe citar al FOGASA como parte en el procedimiento, dándole traslado de la demanda a fin de que éste
pueda asumir sus obligaciones legales e instar lo que convenga en Derecho y para:
- intervenir en los procedimientos concursales o en los arbitrales;
- reclamar la adopción de medidas cautelares frente a la empresa demandada;
- y en supuestos de empresas ya declaradas insolventes o desaparecidas.
Igualmente deben ser notificadas al FOGASA las resoluciones de admisión a trámite, señalamiento de la vista o incidente y demás resoluciones,
incluida la que ponga fin al trámite correspondiente, cuando pudieran derivarse responsabilidades para el mismo.
Dado el carácter imperativo del término empleado «citará», el letrado de la Administración de Justicia lo ha de hacer de oficio, modo que no impide que
esa citación pueda tener causa en una petición de parte a través de escrito o comparecencia justificando esa citación ( LRJS art.23.2) .
Desbordando lo que es la simple defensa de la posición de la empresa demandada -o incluso la denuncia de una posible connivencia fraudulenta entre
empresa y trabajadores encaminada a reclamarle cantidades por deudas inexistentes o superiores a las realmente debidas-, la doctrina judicial ha
considerado que el Fondo puede solicitar la ampliación de la demanda a otras empresas, aun contra de la voluntad de la empresa demandada, en los
casos de grupos laborales de empresas, contratas y subcontratas, y sucesión empresarial (cuestión indirectamente tratada también por la TCo 60/1992 ).
Asimismo puede utilizar los medios procesales más adecuados para la defensa e interponer todo tipo de recursos.

Precisiones

1) Estos poderes procesales le han sido reconocidos tanto en atención a sus singulares caracteres -organismo público de garantía;
responsabilidad subsidiaria legal y obligatoria; gestión y defensa de los fondos públicos afectados- como para la asunción de sus obligaciones
legales por entender que necesita plenas facultades de actuación en el proceso para la adecuada defensa de sus legítimos intereses ( TS 22-10-
02, EDJ 61460 ).
2) En el régimen de pago de prestaciones, producida y acordada la insolvencia, el FOGASA no puede denegar las prestaciones alegando que la
empresa declarada insolvente pertenece a un grupo empresarial ( TS 24-12-99, EDJ 49083 ).
3) En cambio, por tratarse de una sucesión empresarial, el FOGASA no está obligado a abonar la indemnización por extinción del contrato
cuando los trabajadores que reclaman y que vieron extinguidos sus contratos de trabajo adquieren los bienes de la empresa en subasta judicial, y
constituyen una sociedad anónima laboral ( TS 16-7-93, EDJ 7234 ).
4) El juez mercantil puede acordar en caso de transmisión de la empresa concursada que el nuevo adquirente no se subrogue en la parte de
la cuantía de los salarios o indemnizaciones pendientes de pago anteriores a la enajenación que sea asumida por el FOGASA de conformidad
con el ET art.33 ( L 22/2003 art.149.4 ).
1527
Medios procesales 
(LRJS art.23)
El FOGASA dispone de plenas facultades de actuación en el proceso como parte, pudiendo oponer toda clase de excepciones y medios de defensa, aun
los personales del demandado, y cuantos hechos obstativos, impeditivos o modificativos puedan dar lugar a la desestimación total o parcial de la
demanda, así como proponer y practicar prueba e interponer toda clase de recursos contra las resoluciones interlocutorias o definitivas que se dicten.
Para la defensa de sus intereses el Fondo puede realizar las siguientes actuaciones:
1. Formular oposición a la demanda y a todas las circunstancias relativas a la realidad, vigencia y cuantía de las deudas reclamadas (importe,
fecha de devengo, carácter salarial, etc.) aunque sean reconocidas por el deudor principal ( TS 12-11-97, EDJ 9866 ). La responsabilidad del
FOGASA no comprende las indemnizaciones convencionales previstas por terminación de obra ( TS 26-12-01, EDJ 66370; 11-3-02, EDJ 10164 ).
2. El FOGASA en los supuestos de empresas incursas en procedimientos concursales, declaradas insolventes o desaparecidas y en las
demandas en las que pudiera derivarse responsabilidad para el mismo, así como cuando comparezca en juicio, debe alegar todos aquellos
motivos de oposición que se refieran: - a la existencia de la relación laboral; - circunstancias de la prestación; - clase o extensión de la deuda; -
o a la falta de cualquier otro requisito procesal o sustantivo. La estimación de dichas alegaciones da lugar al pronunciamiento que corresponda al
motivo de oposición alegado, según su naturaleza, y a la exclusión o reducción de la deuda, afectando a todas las partes.
3. Por tanto, en dichos procedimientos puede realizar alegaciones y oponer excepciones como: - la caducidad, si se le cita en proceso por
despido ( TS 13-3-90, EDJ 2833 ). El FOGASA no puede alegar para enervar el pago de la indemnización que la acción de despido no se ejerció
en tiempo hábil, si estaba citado al juicio y no compareció ( TS 23-4-01, EDJ 10551 ); y - la prescripción si el pleito es de reclamación de
cantidad ( TS 16-10-96, EDJ 7479 y 22-4-02, EDJ 27160 ), incluida la alegada al amparo del CC art.1975 , que sólo le puede beneficiar a él ( TS
13-2-93, EDJ 1345 ; 24-4-01, EDJ 5785 ; 25-6-02 , EDJ 32091 ); y en cuanto a la posibilidad de alegar por el FOGASA la prescripción de créditos
judicialmente reconocidos ( TCo 171/1991 ). Respecto a la caducidad o prescripción de la acción ver nº 1534 .
4. Proponer y practicar pruebas ( TS 31-7-90, EDJ 8139 ) que tiendan a reducir o eliminar su responsabilidad subsidiaria en relación con los
conceptos incluidos en la demanda. En este sentido,.el FOGASA dispone de plenas facultades de actuación en el proceso como parte, pudiendo
proponer y practicar prueba. En los procedimientos seguidos contra el FOGASA al amparo de la legislación laboral, las afirmaciones de hecho
contenidas en el expediente y en las que se haya fundamentado la resolución del mismo hacen fe, salvo prueba en contrario. Ahora bien, el
FOGASA también asume cargas procesales en materia probatoria concretada en la potestad que tiene el órgano jurisdiccional para solicitar al
FOGASA los antecedentes de que disponga en relación con los hechos objeto del procedimiento en los procesos en los que pudiera derivarse
responsabilidad para dicho organismo. Pero también, el FOGASA, con independencia de su facultad de personación, puede igualmente aportar
dichos antecedentes, aunque no se haya personado en las actuaciones, en cuanto pueda afectar a la prestación de garantía salarial, y a los fines
de completar los elementos de conocimiento del órgano jurisdiccional en la resolución del asunto.
5. Sin embargo el FOGASA tiene límites en sus facultades procesales; así no puede alterar lo que constituye el objeto de la pretensión deducida
y del debate procesal entre trabajadores y empresa, estándole vedado introducir cualesquiera circunstancias ajenas a la obligación principal de la
empresa, que no tienen cabida en ese litigio ( TS 22-10-02, EDJ 61460 ). Al respecto, se establecen determinadas limitaciones al objeto del
proceso entre trabajador y empresario en el que también sea parte el FOGASA. La concurrencia de los requisitos para la prestación de garantía
no es objeto del procedimiento judicial que se dirija contra el empresario para la determinación de la deuda sino del procedimiento administrativo
ante el Fondo de Garantía, y en su caso del proceso judicial ulterior que resuelvan sobre la solicitud de prestación de garantía salarial.
6. En cuanto a los efectos de cosa juzgada de las sentencias dictadas en procesos, la LRJS da un tratamiento procesal diferenciado según los
supuestos: - si el FOGASA hubiera sido emplazado con carácter preceptivo (empresa incursas en procedimientos concursales, declaradas
insolventes o desaparecidas, y en las demandas sobre responsabilidad directa), está vinculado por la sentencia que se dicte; - en los demás
casos, el FOGASA está vinculado en el procedimiento relativo a la prestación de garantía y ante el trabajador por el título judicial que hubiera
determinado la naturaleza y cuantía de la deuda empresarial, siempre que concurran los requisitos para la prestación de garantía salarial y sin
perjuicio de los recursos o impugnaciones que pudiere haber deducido en el procedimiento seguido frente al empresario, si bien puede ejercitar
acciones contra quien considere verdadero empresario o grupo empresarial o cualquier persona interpuesta o contra quienes hubieran podido
contribuir a generar prestaciones indebidas de garantía salarial.

Precisiones

1) El FOGASA, cuando ha sido citado a juicio está obligado a utilizar todos los medios de defensa que entienda necesarios para defender la
posición jurídica de la empresa. En este sentido el proceso entre trabajadores y empresa al que es obligatoriamente llamado el Fondo, produce
un efecto preclusivo para él respecto de todo lo que puede oponer para dicha defensa, incluso aquello que, pudiendo y debiendo, opte por no
plantear. Por consiguiente, si aparece como demandado directo en un proceso posterior, ya no puede alegar u oponer lo que no alegó ni opuso
en el primer juicio en defensa de la empresa ( TS 15-7-91, EDJ 7809 ; 13-7-92, EDJ 7746 ; 8-7-93, EDJ 6843 ; 23-4-01, EDJ 10551 ; 10-7-01,
EDJ 29393 ).
2) El FOGASA asume la carga de probar los salarios percibidos por el trabajador en otro empleo, a fin de deducirlos de los salarios de
tramitación que está obligado a abonar por subrogación en las obligaciones del empresario. En caso de no hacerlo, si queda acreditada la
prestación de servicios, debe ser descontado el salario mínimo interprofesional ( TS 2-6-92, EDJ 5640 ). En los procedimientos seguidos contra el
FOGASA al amparo de la legislación laboral, las afirmaciones de hecho contenidas en el expediente y en las que se haya fundamentado la
resolución del mismo hacen fe, salvo prueba en contrario. 3) En caso de cierre de empresa, el FOGASA puede ejercitar en el acto de juicio el
derecho de opción que corresponde al empresario, solicitando que se declare extinguida la relación laboral en sentencia que no acude a juicio
siempre que consten datos de los que inferir la imposibilidad de tal readmisión ( TSJ Sevilla 5-5-16, EDJ 120962 ).
1528
Recursos 
(LRJS art.23.3)
El FOGASA puede interponer toda clase de recursos contra las resoluciones interlocutorias o definitivas que se dicten ( TS 19-12-83 , EDJ 6852 ; 11-2-
84 ; 11-7-85 ; 19-9-86 , EDJ 5605 ; 11-4-87 , EDJ 2947 ), dada su peculiar posición de garante legal y la naturaleza pública del patrimonio que esté
obligado a defender, y por tener interés legítimo ( TCo 60/1992 -legitimación para recurrir sentencia aunque haya sido absuelto- y 90/1994 ). Sin embargo,
la jurisprudencia también ha declarado:
- que por ser cuestión nueva, el FOGASA -citado a juicio- no puede reservarse para suplicación los motivos del Fondo que ya existía en el momento del
juicio ( TS 15-7-91, EDJ 7900 y 13-7-92, EDJ 7746 );
- que el FOGASA puede sufrir condena en costas al no disfrutar del beneficio de justicia gratuita ( TS 10-3-95, EDJ 1300 ).
1529
Procedimientos arbitrales 
(LRJS art.23.4)
El FOGASA tiene la consideración de parte en la tramitación de los procedimientos arbitrales, a efectos de asumir las obligaciones de garantía previstas.
Igualmente, el FOGASA puede impugnar los laudos arbitrales, las conciliaciones extrajudiciales o judiciales, los allanamientos y las transacciones
aprobadas judicialmente, de poderse derivar de tales títulos obligaciones de garantía salarial, a cuyo efecto se le dará traslado de los mismos en dichos
casos por la autoridad que los dicte o apruebe.

Precisiones

La alusión legal al arbitraje ha de conectarse tanto con las posibilidades efectivas de utilización de este medio de
solución de litigios laborales dentro de nuestro sistema, como con las previsiones legales que desde una u otra
óptica se hacen eco del mismo. Debe tenerse en cuenta la referencia específica a la eventual impugnación de
laudos arbitrales por parte del FOGASA («o por otros terceros posibles perjudicados»), que puede fundarse en
«ilegalidad o lesividad» y que ha de efectuarse en el plazo de 30 días hábiles desde que pudiera haberse conocido
la existencia de tal decisión ( LRJS art.65.4 ). En cualquier caso, la mayor dificultad de aplicación de esta previsión
legal seguramente se encuentra en el menor grado de institucionalización del procedimiento arbitral en
comparación con el proceso judicial, de lo que se derivan, inevitablemente, menores posibilidades de conocimiento
y respuesta por parte del FOGASA (García Murcia). Téngase en cuenta, en general, la afirmada constitucionalidad
de que, en caso de discrepancia entre la empresa y los trabajadores respecto de la posible no aplicación de un
convenio colectivo (el denominado «descuelgue»), la solución del conflicto pueda someterse a la Comisión
Consultiva Nacional de Convenios Colectivos o a órganos autonómicos equivalentes ( TCo 16-7-14 ).
1530
Proceso monitorio 
(LRJS art.101)
Con respecto a la reclamación de cantidad formulada a través del proceso monitorio (nº 5410 ) la intervención del FOGASA tiene incidencia en varios
aspectos:
1. Se le da traslado del requerimiento de pago hecho al empresario una vez admitida la petición de reclamación dineraria (que no excede de 6.000 €)
El letrado de la Administración de Justicia requiere al empresario para que, en el plazo de 10 días, pague al trabajador, acreditándolo ante el juzgado, o
comparezca ante éste y alegue sucintamente, en escrito de oposición, las razones por las que a su entender, no debe, en todo o en parte, la cantidad
reclamada, con apercibimiento de que de no pagar la cantidad reclamada ni comparecer alegando las razones de la negativa al pago, se despachará
ejecución contra él. Este requerimiento no podrá practicarse mediante edictos. Del requerimiento se da traslado por igual plazo al FOGASA, plazo que se
amplía respecto del mismo por otros 10 días más, si manifestase que necesita efectuar averiguaciones sobre los hechos de la solicitud, en especial sobre
la solvencia empresarial. Transcurrido el plazo conferido en el requerimiento, de haberse abonado o consignado el total importe se archivará el proceso,
previa entrega de la cantidad al solicitante.
2. El FOGASA puede oponerse en el plazo a la petición.
3. De no haber mediado en dicho plazo oposición, por escrito y en forma motivada, del empresario o del FOGASA, el letrado de la Administración de
Justicia dicta decreto dando por terminado el proceso monitorio y da traslado al demandante para que inste el despacho de ejecución, bastando para ello
con la mera solicitud. Desde la fecha de este decreto se devenga el interés procesal (nº 5817 ). Contra el auto de despacho de la ejecución,
conteniendo la orden general de ejecución, procede oposición (nº 5684 ) pudiendo alegarse a tal efecto la falta de notificación del requerimiento. Contra el
auto resolutorio de la oposición no procede recuso de suplicación. En caso de insolvencia o concurso posteriores, el auto de despacho de la ejecución
sirve de título bastante, a los fines de la garantía salarial que proceda según la naturaleza originaria de la deuda; si bien no tiene eficacia de cosa juzgada,
aunque excluye litigio ulterior entre empresario y trabajador con idéntico objeto y sin perjuicio de la determinación de la naturaleza salarial o
indemnizatoria de la deuda y demás requisitos en el expediente administrativo oportuno frente a la institución de garantía, en su caso.
1532
Ejecución y subrogación 
(LRJS art.24)
Si el pago de las prestaciones legalmente a cargo del Fondo de Garantía Salarial se hubiere producido antes de iniciarse la ejecución, al instarse ésta,
en subrogación de los derechos y acciones de los trabajadores que figuren en el título ejecutivo, debe acreditarse fehacientemente el abono de las
cantidades satisfechas y que éstas corresponden, en todo o en parte, a las reconocidas en el título.
Una vez despachada ejecución, debe hacerse constar por el letrado de la Administración de Justicia en el decreto la subrogación producida,
notificándose a los trabajadores afectados o a sus representantes, a quienes, si pudieren conservar créditos derivados del propio título frente a la
empresa ejecutada por la parte no satisfecha por el Fondo, ha de ofrecérsele la posibilidad de constituirse como ejecutantes en el término de 15 días
como máximo hasta el momento de abono de las cantidades obtenidas si, de ser insuficientes, pretendieren el abono o prorrata con el Fondo de los
respectivos importes de sus créditos.
Debe tenerse en cuenta la posibilidad de la subrogación en caso de transmisión de empresa concursada ( L 22/2003 art.149.4 redacc L 9/2015).
1534
Prescripción 
(ET art.33.7;  LRJS art.23.5.2º)
La estimación de la caducidad o prescripción de la acción da lugar a la absolución del empresario y del propio FOGASA, si hubieran alegado la
prescripción o si se apreciase de oficio o a instancia de parte la caducidad. No obstante, si se apreciase interrupción de la prescripción por haber
existido reclamación extrajudicial frente al empresario o reconocimiento por éste de la deuda, éstos no surten efectos interruptivos de la prescripción
frente al FOGASA y se absuelve a éste, sin perjuicio del pronunciamiento que proceda frente al empresario, salvo que el reconocimiento de deuda haya
tenido lugar ante un servicio administrativo de mediación, arbitraje o conciliación, o en acta de conciliación en un proceso judicial, en cuyo caso la
interrupción de la prescripción también afecta al FOGASA.
En materia de prestaciones del FOGASA la jurisprudencia ha declarado:
- que el plazo de prescripción para reclamar al Fondo el pago de las prestaciones que resultan de la indemnización es de 1 año y su cómputo comienza el
día en que alcanza firmeza la sentencia de despido y no el ulterior en que pueda declarase la insolvencia de la empresa ( TS 3-7-01, EDJ 29321 ), pero si
la indemnización es abonada en varios plazos, el plazo sigue siendo de un año y su cómputo comienza el día en que se abona el último plazo ( TS 5-12-
00, EDJ 44342 );
- se considera prescrita la acción para solicitar la responsabilidad del Fondo si el trabajador ha dejado transcurrir el plazo para reclamar el débito salarial
del empresario, aun cuando con posterioridad hubieran llegado ambas partes contratantes a un acuerdo conciliatorio para el pago ( TS 25-7-91, EDJ 8300
);
- los reconocimientos de deuda no producen efecto interruptivo de la prescripción para el FOGASA, y tal principio general solo admite dos excepciones en
la Ley: el reconocimiento de deuda ante el servicio administrativo de mediación, arbitraje o conciliación o el acta de conciliación en proceso judicial ( TSJ
País Vasco 3-3-15, EDJ 58921 ).
- el día inicial del plazo de prescripción para solicitar al FOGASA el reconocimiento de cantidades dinerarias coincide con la fecha de firmeza del Auto
declarativo de la insolvencia de la empresa, aunque la reclamación puede plantearse desde la notificación de éste ( TS 13-2-93, EDJ 1345 ; 17-12-99,
EDJ 40562 );
- la prescripción se interrumpe por solicitud inicial de suspensión de pagos ( TS 11-7-01, EDJ 35631 ).
1536
Responsabilidad por lo acordado en conciliación 
Las prestaciones del Fondo sustituyen obligaciones incumplidas por el empresario insolvente en materia de salarios y de indemnizaciones por cese ( TS
interés de ley 4-7-90, EDJ 7210, Sala general ; 22-12-98, EDJ 37327 ; 17-1-00, EDJ 676 ; 18-9-00, EDJ 30648 ; 26-12-02, EDJ 63110 ; 17-3-03, EDJ 7165
).
Para atender estos conceptos es preciso disponer de un título habilitante:
a) En el caso de salarios es suficiente con una conciliación, sea previa o judicial. La conciliación judicial debe comprender también la
conciliación con avenencia ante letrado de la Administración de Justicia aprobada por decreto ( LRJS art.84.1 ).
b) Para las indemnizaciones por despido u otras modalidades extintivas es precisa una sentencia o resolución administrativa.
c) Los salarios de trámite se asumen cuando los acuerde el juez en una sentencia o en un auto dictado dentro del incidente de no readmisión o
readmisión irregular. No cabe identificar este acuerdo con la conciliación judicial.

Precisiones

También se ha declarado la responsabilidad del Fondo respecto a:


- los salarios incluidos en una conciliación en donde se pacta la extinción del contrato con indemnización, pero para
ello los salarios deben estar desglosados ( TS 18-1-00, EDJ 80 ); y
- la indemnización fijada por auto del Juzgado de lo Social en ejecución del acuerdo establecido en acto de
conciliación en el que se pactó la readmisión ( TS 1-6-99, EDJ 13532 ); criterio que debe extenderse al decreto
dictado por el letrado de la Administración de Justicia aprobando la conciliación con avenencia ( LRJS art.84.1 ).
- como responsable subsidiario, la indemnización por extinción del contrato de trabajo aunque el trabajador no
haya impugnado el cese por no haberse puesto a su disposición la correspondiente indemnización ( TS 24-3-04,
EDJ 40606 );
1538
Procedimiento concursal 
(L 22/2003 art.64 ­redacc L 9/2015­, 65, 71.5.3º, 84.5, 85, 146 bis, 149 ­redacc L 9/2015­, 184.1 y 195; ET art.33.3)
El FOGASA debe ser citado en el procedimiento concursal (extinción, modificación o suspensión colectiva de contrato de trabajo, en el incidente concursal
en materia laboral, en el tratamiento de contratos de alta dirección y cuando del proceso pudiera derivarse su responsabilidad para el abono de salarios e
indemnizaciones de los trabajadores).
En consecuencia, la intervención del FOGASA en el procedimiento concursal está centrada:
1. Debe ser citado como parte cuando del proceso pudiera derivarse su responsabilidad para el abono de salarios o indemnizaciones de los
trabajadores. En caso de procedimientos concursales, desde el momento en que se tenga conocimiento de la existencia de créditos laborales o se
presuma la posibilidad de su existencia, el juez, de oficio o a instancia de parte, cita al FOGASA, sin cuyo requisito no asume éste las obligaciones
señaladas. El Fondo se persona en el expediente como responsable legal subsidiario del pago de los citados créditos, pudiendo instar lo que a su
derecho convenga y sin perjuicio de que, una vez realizado, continúe como acreedor en el expediente.
2. Ostenta legitimación para recurrir en suplicación el auto del Juez de lo Mercantil que adopta las medidas modificación sustancial de las condiciones de
trabajo y la extinción o suspensión colectivas de los contratos de trabajo.
3. Puede ejercer las acciones contra dicho auto en cuestiones que se refieran estrictamente a la relación jurídica individual, que se sustanciarán por el
procedimiento del incidente concursal en materia laboral.
4. Las garantías constituidas a favor de los créditos del FOGASA en los acuerdos o convenios de recuperación previstos en su normativa específica, no
pueden ser objeto de rescisión (acciones de reintegración de la masa). En casos de enajenación de empresa el juez puede acordar que el adquirente no
se subrogue en la parte de la cuantía de los salarios o indemnizaciones pendientes de pago anteriores a la enajenación que sea asumida por el FOGASA.
5. La subrogación del FOGASA en los créditos de los trabajadores con su misma clasificación.

Precisiones

1) En supuestos de extinción de contrato de trabajo por falta de pago o retrasos continuados en el marco de un
expediente de regulación concursal, la indemnización ha de ajustarse a la establecida legalmente para los despidos
colectivos ( TS 13-4-11, EDJ 109861 ).
2)La falta de notificación al FOGASA de la resolución de admisión a trámite del incidente concursal laboral, que
impide recibir la documentación aportada por la administración concursal así como poder efectuar alegaciones,
pedir o aportar otros datos o elementos, conlleva la nulidad de actuaciones ( TSJ Murcia 6-10-14, EDJ 207789 ).
1540
Siguiendo a la doctrina (Moliner Tamborero) los supuestos de participación del Fondo en el concurso responden al siguiente esquema:
1. Supuestos en los que ha de ser citado el FOGASA como parte:
- cuando el solicitante del concurso sea acreedor del concursado por salarios o de indemnizaciones derivadas de la extinción de su contrato de trabajo por
despido disciplinario, por resolución de contrato por causa justificada a instancia del trabajador, o por despido colectivo;
- en los casos en los que se haya comunicado a la administración concursal, alguno de aquellos créditos;
- cuando el empresario ya declarado en concurso o la administración concursal son los que solicitan la extinción por causas objetivas de contratos de
trabajo o en aquellos en los que se discute demandas de resolución de contratos;
- en los casos en que los trabajadores demanden a la empresa o a la administración en reclamación contra la extinción de su contrato ya acordada por
auto judicial cuando sea procedente la utilización del incidente concursal laboral;
- en los casos en que el Fondo haya comunicado créditos propios contra el concursado como consecuencia de haber abonado salarios o indemnizaciones
derivadas de la responsabilidad prevista cuando comparece como acreedor por derecho propio como consecuencia de la subrogación ( ET/95 art.33.1.2 ).
2. Supuestos en los que no ha de ser citado como parte:
- cuando los trabajadores comparezcan como acreedores por indemnizaciones que no deriven de aquellas causas de extinción antes señaladas (otras
causas de extinción ET art.49 ) pues en tales casos no responde el Fondo (extinción por jubilación o personalidad jurídica del empresario -indemnización
de un mes-, o de la indemnización por cese de los contratos temporales ( TS 11-3-02, EDJ 10164 );
- en los casos en los que los salarios o la indemnización la reclamen trabajadores excluidos de la protección del FOGASA (por ejemplo: altos directivos de
la empresa, tanto si trata de créditos anteriores a la declaración del concurso como si se trata de indemnizaciones pedidas por trabajadores de alta
dirección ( L 22/2003 art.65 ) ( TS 14-3-94, EDJ 7792 ), socios de cooperativas de trabajo asociado ( TS 7-7-93, EDJ 6792 ), empleados de hogar ( RD
1620/2011 art.3.b ).
En cualquier caso, el FOGASA puede personarse en los juicios concursales de los que se pueda derivar responsabilidad para él mismo, así como en
los incidentes particulares en que concurre la misma circunstancia, aunque no hubiera sido citado previamente, basándose en su derecho a actuar como
parte en defensa de su interés (Moliner Tamborero).
CAPÍTULO IV

 Objeto del proceso 
1550
I. La pretensión como objeto del proceso 1555
II. Elementos identificadores del objeto del proceso 1560
III. Tipos de pretensiones 1575

  A. Pretensiones de cognición 1580

    1. Pretensiones o acciones meramente declarativas 1584

    2. Pretensiones constitutivas 1620

    3. Pretensiones de condena 1636

  B. Pretensiones de ejecución 1645

  C. Pretensiones cautelares 1650

IV. Ampliación del objeto procesal 1656

  A. Acumulación de acciones 1665

    1. Clases de acumulación de acciones 1665

      a. Acumulación de acciones laborales 1680


      b. Acumulación de acciones de Seguridad Social 1710

    2. Acumulación sucesiva de acciones 1716

    3. Desacumulación de acciones 1724

  B. Acumulación de procesos 1730

    1. Tipos de acumulación de procesos por identidad del demandado: materia de prestaciones de Seguridad Social, 1740
recargo y accidente de trabajo e impugnación de actos administrativos

    2. Presupuestos de admisibilidad 1744

    3. Procedimiento de la acumulación de procesos 1755

    4. Desacumulación de procesos 1768

Bibliografía 9604

I. La pretensión como objeto del proceso 
(LRJS art.1)

1555
Con carácter general, el objeto del proceso se enuncia como la pretensión ( LEC art.5 ). En términos del Tribunal Constitucional el objeto del proceso es la
pretensión o petición fundada en algo que ha sucedido ( TCo 66/2002 ; en idéntico sentido, TS 14-5-09, EDJ 134911 ). La pretensión procesal consiste
en una declaración de voluntad, realizada ante los tribunales, interesando la condena a determinada prestación, la declaración de la existencia de
derechos y de situaciones jurídicas, la constitución, modificación o extinción de estas últimas, la ejecución, la adopción de medidas cautelares o cualquier
otra clase de tutela que esté expresamente prevista por la ley. Constituye objeto del proceso laboral el conocimiento por los órganos jurisdiccionales del
orden social de las pretensiones que se promuevan dentro de la rama social del Derecho tanto en su vertiente individual como colectiva.
La pretensión procesal, configurada de ese modo, consiste en la petición de tutela deducida ante los órganos jurisdiccionales para obtener con autoridad
de cosa juzgada una resolución o pronunciamiento que produzca su satisfacción procesal que no necesariamente ha de ser sustantiva, en cuanto al fondo
del asunto ( TCo 160/1985 ).

Precisiones

1) La jurisprudencia laboral ha asimilado el concepto de pretensión como objeto del proceso, matizándolo
respecto al de acción, como derecho o interés subjetivo que se esgrime para justificar su petición de tutela judicial
efectiva. Así, se relaciona íntimamente acción con legitimación procesal activa, de manera que el acogimiento de la
excepción de falta de acción conlleva apreciar la falta de legitimación procesal activa ( TS 18-7-02, EDJ 32093 ;
20-9-06, EDJ 278534 ; 29-6-98, EDJ 8006 ); viene a reconocer, en fin, la existencia de un derecho insatisfecho, al
que se trata de tutelar mediante el ejercicio de la acción ( TS 30-1-06, EDJ 8551 y 14-5-09, EDJ 134911 ) (nº 1370
s. ).
2) Ha de distinguirse entre acción y objeto del proceso. La acción, como derecho que legitima para el acceso a la
jurisdicción a fin de obtener una resolución fundada, motivada y congruente, es el motor del proceso, pero no su
objeto.
3) La identidad que exige la cosa juzgada no se pierde por el hecho de que se ejerciten acciones distintas, si esa
diferencia no afecta a la concreta cuestión dirimida, puesto que lo importante es la comparación de pretensiones,
esto es, el interés jurídico cuya tutela se solicita. Lo contrario permitiría que, mediante un artificio contrario al orden
público, se ejercitara el mismo interés jurídico, bajo apariencia de acciones diferentes ( TSJ Galicia 24-10-08, EDJ
306226 ).
Eficacia de los acuerdos extrajudiciales sobre el objeto del proceso
(Actum 20/17, 16may-22may)
Un acuerdo alcanzado entre quienes ocupan la misma posición procesal con exclusión de la parte litigante contraria no hace que desaparezca el interés
legítimo de la parte actora ni, por lo tanto, el objeto del proceso.
MS nº 1243 , 1265 , 5613
MPL nº 1555 , 4921 , 9307
Un sindicato plantea un conflicto colectivo en relación a la interpretación que la comisión paritaria del convenio realiza en materia de retribución variable.
La demanda es desestimada en la instancia por apreciar una pérdida sobrevenida del objeto, ya que, a través de un procedimiento de mediación, se
había acordado dar al acuerdo de la comisión valor de convenio colectivo.
El acuerdo alcanzado tiene lugar ante el SIMA en una vía preprocesal utilizada con posterioridad a la interposición de la demanda y entre quienes ocupan
la misma posición procesal (demandados), con exclusión de la parte litigante contraria.
La posibilidad de una avenencia dotada de eficacia normativa no puede admitirse si se produce entre quienes ocupan idéntica posición procesal como
demandados, ya que, además de posibilitar situaciones cercanas al fraude procesal, en realidad estaríamos cercenando tanto el derecho de los sindicatos
y de los trabajadores en general a adoptar medidas de conflicto colectivo como el derecho a la tutela judicial efectiva del sindicato demandante. El
acuerdo alcanzado no comprendía a todas las partes implicadas en el presente conflicto y es llamativo, además, que las mismas partes que se avinieron
a suscribir el acuerdo de la comisión paritaria promuevan un conflicto colectivo cuya finalidad no puede ser otra que la de blindar el acuerdo.
De este modo, el interés legítimo de la parte actora permanece por no haberse alcanzado acuerdo alguno entre demandante y demandados, por lo que
no estamos ante una pérdida sobrevenida de objeto. Así, revoca el TS el pronunciamiento de instancia y devuelve las actuaciones para que se dicte una
nueva sentencia en la que se resuelvan las cuestiones de fondo.
TS 20­4­17, EDJ 58481

1558
El proceso solo es viable cuando exista un interés actual necesitado de protección, sin que por esa razón quepa plantear en él consultas, ni cuestiones
futuras o hipotéticas. La hipotética falta de interés puede relacionarse con la carencia sobrevenida de objeto ( LEC art.22.1 ) cuando se produce una
satisfacción extraprocesal de la pretensión. La aplicación del mencionado precepto ha de producirse normalmente con posterioridad a la presentación de
la demanda ( TS 9-12-10, EDJ 309204 ). Por ello, la desaparición del objeto del recurso ha de ser también considerada como uno de los modos de
terminación del proceso.
Así, procede declarar la finalización del procedimiento, por carencia sobrevenida de objeto, ante la derogación por convenio colectivo posterior de los
preceptos objeto del litigio ( AN auto 3-3-09, Rec 152/08 ; resolución confirmada por TS 23-6-10, EDJ 145234 ; 15-9-10, EDJ 259135 ). Sin embargo, la
desconvocatoria de la huelga en el momento de interposición de la demanda de conflicto colectivo, por satisfacción extraprocesal del interés del
sindicato convocante mediante el acuerdo ratificado por ambas partes, no implica una carencia sobrevenida del objeto del proceso, pues este (la
declaración de la ilegalidad de la huelga) persiste aun cuando se desconvocó la huelga por el acuerdo alcanzado ( TS 14-5-09, EDJ 134911 ).

II. Elementos identificadores del objeto del proceso 
1560
La delimitación y fijación del objeto del proceso es relevante, entre otras funciones, para identificar varias acciones ejercitadas acumuladamente en una
misma pretensión procesal o para comprobar si existe realmente una pluralidad de objetos.
En atención a todo ello se decide:
1. Si pueden discutirse todas las pretensiones en el mismo proceso y resolverse, por consiguiente, en una sola sentencia ( LEC art.71.1 ); si han sido
acumuladas debida o indebidamente ( LRJS art.25 s. ); o la posible acumulación de procesos cuando, ante el mismo o distinto órgano judicial, se
estuvieran ejercitando idénticas acciones ( LRJS art.28 ).
2. La competencia de los distintos órdenes jurisdiccionales, así como también la competencia objetiva y territorial y, en su caso, la extensión de la
jurisdicción española al litigio.

Precisiones

1) Para la determinación del orden jurisdiccional competente en cualquier tipo de reclamación judicial,
necesariamente, ha de estarse a los estrictos términos en los que se formula el petitum de la demanda de autos.
Así, por ejemplo, la determinación de la procedencia y de la cuantía de las retenciones de IRPF es un tema que
está sujeto al orden contencioso; sin embargo, cuando no se cuestionan estos aspectos, sino simplemente la
decisión empresarial, adoptada unilateralmente, para tratar de corregir los virtuales errores en los descuentos
practicados, ello configura el problema como una cuestión entre trabajadores y empresarios y, por tanto, de
conocimiento por el orden social ( TS 16-3-09 , EDJ 38287 ). Cuando la práctica de esas retenciones a cuenta no
es el objeto principal del proceso, sino que se plantea como incidental, principalmente cuando se procede a la
ejecución de lo resuelto en sentencia firme o en acto de conciliación judicial, ha de reconocerse la competencia de
la jurisdicción social ( TS 24-11-09, EDJ 321852 ).
1561
3. Permite identificar la introducción por el demandado de un objeto nuevo a través de la reconvención, cuando no se limita a excepcionar u oponerse al
fondo de la pretensión, sino que acumula una acción contra el demandante.
4. Permite el control del ámbito cognoscitivo de la decisión judicial. El pronunciamiento judicial ha de ser congruente con el objeto del proceso, con las
demandas y con las demás pretensiones de las partes ( LEC art.218 ). La congruencia prohíbe el pronunciamiento judicial sobre objeto distinto al
propuesto, e impone el deber de no omitir el pronunciamiento sobre el mismo. Para determinar si existe incongruencia en una resolución judicial es
preciso confrontar su parte dispositiva con el objeto del proceso, de manera que la adecuación debe extenderse tanto a la petición como a los hechos que
la fundamentan; ello sin perjuicio de que, en virtud del principio iura novit curia el órgano judicial no haya de quedar obligado a ajustarse a los
razonamientos jurídicos empleados por las partes ( TCo 369/1993 ; 112/1994 ; 172/1994 ; 311/1994 ; 189/1995 ; 60/1996 , entre otras). Asimismo ha
afirmado el Tribunal Constitucional (entre otras muchas, TCo 32/1992 ) que el principio de congruencia obliga a los órganos judiciales a decidir conforme a
lo alegado, sin que les sea permitido otorgar más de lo pedido, ni menos de lo resistido por el demandado, así como tampoco cosa distinta de lo solicitado
por las partes. Este último deber prohíbe a los jueces y tribunales modificar y alterar los términos del debate procesal y, consecuentemente, asumir la
iniciativa para pronunciarse sobre pretensiones que, por ser «extra-petitum», invaden frontalmente el derecho de defensa contradictorio de las partes, a
quienes se les priva de la facultad de alegar lo que a su derecho proceda, o lo que estimen conveniente a sus intereses ( TS 1-12-98, EDJ 35786 ).
1562
5. Analizando la pretensión contenida en la demanda se puede determinar si existe o no cosa juzgada o litispendencia ( LEC art.222 y 410 ). La cosa
juzgada alcanza a las pretensiones de la demanda y de la reconvención, pero también a ulteriores procesos en los que la demanda se funde en hechos o
en distintos fundamentos o títulos jurídicos que, siendo conocidos, pudieron ser aducidos o haberse invocado en el proceso anterior. Así, se denomina
objeto virtual del proceso ( LEC art.400 ) a la causa de pedir, títulos o fundamentos jurídicos que, habiendo podido emplearse, no se hicieron valer en
un proceso e intentan hacerse valer en otro posterior. Permite resolver las cuestiones relacionadas con la litispendencia, cosa juzgada y acumulación de
procesos. En cambio, el objeto actual del proceso sirve para determinar la jurisdicción, la competencia, el procedimiento adecuado, la acumulación de
acciones y la exhaustividad o congruencia de la sentencia. Por ejemplo, si el demandante conocía la existencia de un grupo patológico de empresas y no
lo hizo constar en el escrito de demanda del anterior proceso de extinción de la relación laboral, no debe hacerlo en un proceso posterior de reclamación
de cantidad, ya que tal posibilidad ha precluido ( TSJ Cataluña 3-12-13, EDJ 270699 ).

Precisiones

1) Cabe alegar la existencia de litispendencia en razón del objeto virtual del anterior proceso cuando en el
segundo proceso se aleguen hechos jurídicamente relevantes que no se alegaron en el anterior, pero que pudieron
haberse esgrimido como fundamento de aquella pretensión. La consecuencia de la apreciación de litispendencia ha
de ser la exclusión del proceso en el que se opera tal excepción y la desestimación de la demanda que lo ha
promovido indebidamente ( TS 17-3-06, Rec 50/04 ). Los efectos preclusivos de la cosa juzgada, igual que los de la
litispendencia, se extienden tanto a los hechos y fundamentos jurídicos aducidos en el proceso previo, como a los
que en él hubieran podido alegarse sin que puedan dejarse sin efecto pronunciamientos jurisdiccionales plasmados
en sentencias que han adquirido firmeza, pues ello iría contra el efecto de cosa juzgada que producen las
sentencias firmes ( AN 26-7-16, EDJ 121300 ).
2) El objeto virtual del primer proceso también ha de tenerse en cuenta a efectos de acumulación de acciones, ya
que el juzgado o tribunal que conociese de la demanda que hubiera tenido entrada antes en el registro es el
competente para acordar la acumulación en relación con los instados posteriormente (nº 1657 s. ).
3) La tramitación de un procedimiento ante el orden social puede suspenderse por prejudicialidad, hasta que
recaiga resolución firme en otro procedimiento distinto. Para ello es necesario que así se solicite y que en el
segundo proceso deba resolverse la cuestión que constituya objeto principal del primer proceso. La comparación no
se ha de limitar al objeto actual de ambos procesos, sino también al objeto virtual.
4) La pendencia de la demanda de extinción del contrato por retraso o impago de salarios ( ET art.50.1.b ) ante el
Juzgado de lo Social, no supone la existencia de litispendencia respecto a la acción de extinción colectiva de los
contratos de trabajo ( LCon art.64.10 ) ante el Juzgado de lo Mercantil ( TSJ Galicia 30-6-16, EDJ 124986 ).
1563
6. Los litigantes están facultados para disponer del objeto del juicio mediante renuncia, desistimiento del juicio, allanamiento y transacción sobre el
mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca limitaciones por razones de interés general o en beneficio de tercero ( LEC art.19 ). Puesto que la
concreción del objeto de la pretensión, del petitum de la demanda, es indispensable para conocer la tutela concreta que se solicita, permite determinar la
adecuación del procedimiento ( LEC art.416.1 ), así como la existencia o no de una variación sustancial prohibida del objeto del proceso, en caso de que
el actor amplíe la demanda, en el momento del juicio oral, efectuando alegaciones complementarias ( LRJS art.85.1 -redacc L 39/2015- ; LEC art.412 ),
así como si se ha producido un cambio de demanda, prohibida por la normativa ( LEC art.412 ; LRJS art.85.1 in fine -redacc L 39/2015- ).
7. Finalmente permite conocer el régimen de recursos y, particularmente, la comparación entre sentencias a los efectos del recurso de casación para la
unificación de la doctrina, siendo indiferente que la sentencia de contraste hubiera sido dictada en proceso de conflicto colectivo y la recurrida en
proceso individual, para actuar como sentencia idónea a efectos de establecer la contradicción ( TS 18-9-02, EDJ 37364 ).
1565
Por otra parte, la pretensión de una concreta tutela jurisdiccional se singulariza permitiendo identificar y distinguir un proceso de otro mediante tres
elementos esenciales: subjetivo, objetivo y causal, que interrelacionados, la conforman, condicionan e integran.
1567
Elemento subjetivo o sujetos de la pretensión 
Los elementos subjetivos son tres, normalmente: el sujeto activo o persona que formula la pretensión; el sujeto pasivo o persona frente a la que se
formula; y el sujeto destinatario, es decir, el juzgado o tribunal ante quien se formula la reclamación.
A los sujetos se les exigen unos determinados presupuestos procesales o requisitos formales que se deben observar en el momento en que se ejercita la
acción. Su ausencia impide que el órgano judicial pueda pronunciarse sobre el fondo de la pretensión, debiendo dictar una sentencia absolutoria en la
instancia que carece de los efectos de cosa juzgada.
Tales requisitos formales son:
- en cuanto al juzgado o tribunal: la jurisdicción y competencia (nº 180 s. );
- en cuanto al sujeto activo y pasivo: la capacidad para ser parte, capacidad procesal, representación y defensa, en su caso (nº 1245 s. ).
También se exige como requisito de fondo, inherente a la misma pretensión, tener legitimación material activa o pasiva, cuyo tratamiento procesal es
distinto (nº 1370 s. ). Su carencia provoca una sentencia desestimatoria o absolutoria, respectivamente, en cuanto al fondo del asunto, con efectos de
cosa juzgada.
1569
Elemento objetivo: petición o petitum 
El elemento objetivo u objeto litigioso es lo que se pide (petitum), aquello que se solicita para satisfacer los derechos o intereses actuados o accionados
en el proceso. Conviene, en este punto, distinguir entre el objeto litigioso, es decir, la relación jurídica discutida o interés debatido, del objeto del
proceso, pues la pretensión comprende tanto lo que se pide, como lo que se alega o afirma como fundamento de dicha petición. Además, no todo lo que
se pide en demanda o se deduce durante el juicio es necesariamente susceptible de resolución jurídica, pues cabe un pronunciamiento judicial que deje
imprejuzgado el objeto litigioso (nº 3210 ).
Incumbe al demandante la carga de concretar lo que se pide (nº 2424 s. ). La falta de claridad o la imprecisión del suplico de la demanda no es causa
legal de inadmisión, sino de un defecto de la demanda susceptible de subsanación. Ahora bien, si a pesar de ser requerido, el demandante no determina
con certeza lo que pide, se debe sobreseer el proceso ( LEC art.424 ), lo que conlleva la finalización del proceso, con absolución en la instancia, sin
efecto de cosa juzgada.
Asimismo, la contestación de la demanda constituye objeto accesorio del proceso, supeditada a que el demandado no se limite a negar los hechos de la
demanda, sino a que introduzca otros hechos jurídicamente relevantes, distintos a los que constituyen la pretensión del demandante. Esos hechos
influyen en la sentencia si constituyen excepciones procesales o materiales susceptibles de ser estimadas a efectos de obtener la absolución.
1571
Elemento causal: fundamento de la pretensión o causa de pedir 
(LRJS art.80.1.c, 85.1 ­redacc L 39/2015­)
La pretensión procesal encierra como contenido una petición jurídicamente significativa. Se denomina así causa de pedir al fundamento de la
pretensión, al conjunto de hechos jurídicamente relevantes para fundar la pretensión ( TS civil 20-7-01, EDJ 16190 ), que la individualizan y diferencian de
otras ( TS civil 28-2-08, EDJ 124024 ; civil 25-2-10, EDJ 14203 ; TSJ Cataluña 15-7-05, EDJ 238736 ).
En el proceso laboral la causa de pedir se define por el elemento fáctico. Exige como requisito general de la demanda la enumeración clara y concreta
de los hechos sobre los que verse la pretensión y de todos aquellos que, según la legislación sustantiva, resulten imprescindibles para resolver las
cuestiones planteadas. Por el contrario, no se exige fundamentar jurídicamente la demanda, ni expresar, por tanto, el derecho subjetivo o título jurídico
esgrimido.

Precisiones

1) Entendido de ese modo, el fundamento de la pretensión está constituido por el conjunto de hechos
jurídicamente relevantes sobre los que versa la pretensión y por todos aquellos que, según la legislación
sustantiva, resulten imprescindibles para resolver las cuestiones planteadas ( LRJS art.80.1.c ). De ahí que para
enjuiciar, por ejemplo, la existencia de litispendencia, la vía acertada sea la comparación entre la «causa petendi»
del anterior y posterior litigio, es decir, del relato fáctico que fundamenta la acción que se ejercita y que desemboca
en unas concretas peticiones ( TS 20-12-02, EDJ 55406 ; 26-10-04, EDJ 184903 ; 20-11-06, EDJ 325778 ; 30-5-07,
EDJ 70551 ), o para enjuiciar la falta de congruencia interna, que se estima cuando se varía la «causa petendi» o
los hechos en los que basa la acción la parte actora ( TS 25-2-02, EDJ 2567 ; 7-12-99, EDJ 37902 ; 8-2-00, EDJ
2107 ; 19-2-00, EDJ 933 ). Tal variación puede entrañar una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva,
siempre y cuando sea de tal naturaleza que suponga una modificación sustancial de los términos por los que
discurre la controversia procesal, con la consiguiente indefensión de las partes ( TS 8-11-06, EDJ 319301 ).
También se ha declarado reiteradamente que la determinación del orden jurisdiccional competente viene
impuesta por el «petitum» y la «causa petendi» que lo fundamenta ( TS 6-10-03, EDJ 127736 ).
2) Por tanto, no constituye el elemento identificador de la causa de pedir la calificación jurídica que se haga o
pueda hacerse de los hechos ni las alegaciones o razonamientos, ya sean razones fácticas o razones jurídicas.
Tampoco se produce tal acumulación en el supuesto de concurso de normas, cuando, en virtud de unos mismos
hechos, se deriva un mismo efecto, a tenor de distintas normas jurídicas (G. Orbaneja), cuando «estamos en
presencia de una sola acción enjuiciable, conforme a normas diferentes» (I. Díez-Picazo); cuestión que es de
naturaleza sustantiva y no procesal, por cuanto en estos casos existe un solo objeto del proceso, siendo la misma
la causa de pedir y la petición.
3) La acumulación objetiva de acciones debe distinguirse de los supuestos en los que las diferentes pretensiones
contenidas en la demanda sólo aparentan ser distintas, pero en realidad son consecuencia unas de otras, o bien
unas comprensivas de las otras por tratarse de la misma acción. Así, no pueden entenderse como acciones
acumuladas, sino como una única acción, la solicitud de que se declaren vulnerados los derechos de libertad
sindical como consecuencia de unos hechos concretos y que se reparen las consecuencias derivadas de la lesión
con el abono de una indemnización determinada e incluso, también, el abono de una prima negada por la
empresa, no implica la existencia de dos acciones, sino una ( TS 14-7-93, EDJ 7100 ). Otro tanto ocurre cuando en
el proceso de despido se discute sobre cuestiones conexas determinantes del contenido del fallo, como pueden
ser el importe del salario, la antigüedad real, el carácter temporal o indefinido del vínculo, la existencia de una
previa sucesión encubierta de empresas, o de un grupo laboral de empresas, etc, que deben resolverse
necesariamente en dicho proceso sin que ello suponga el ejercicio de otras acciones distintas a la del despido, ni su
acumulación indebida a ésta.
Mención particular merece la determinación de la existencia de una posible cesión ilegal en un proceso de
despido, que merece el carácter de una cuestión previa o «prejudicial interna» ( TS 19-11-02, EDJ 61475 ; 27-12-
02, EDJ 61484 ) sobre la que es necesario decidir ( LRJS art.4.2 ) para establecer las consecuencias del despido
( ET art.43 ) ( TS 8-7-03, EDJ 108449 ). Cuando el trabajador es despedido mientras la cesión ilegal está vigente,
es evidente que la única acción ejercitada es la de despido, si bien el debate sobre la cesión ilegal deviene
imprescindible, sin que ello suponga el ejercicio conjunto de dos acciones en contra del mandato de la LRJS
art.26.1 ( TSJ Madrid 13-7-04, EDJ 109679 ).
4) La inexistencia de un presupuesto constitutivo de la pretensión puede y debe ser apreciada por el órgano
judicial, aun cuando no hubiera sido objeto de expresa alegación en la resolución administrativa que se combate,
de acuerdo con el principio «iura novit curia» y, en general, de los principios que rigen la carga de la alegación y
prueba de los hechos en el proceso ( TS 30-10-95, EDJ 5571 ).
1572
Principio de congruencia 
(TCo 20/1982; 177/1985)
La causa de pedir guarda especial relación con el principio de congruencia. El tribunal viene obligado a resolver conforme a las normas aplicables al caso,
aunque no hayan sido acertadamente citadas o alegadas por los litigantes. El juez puede modificar o, de cualquier modo, alterar la fundamentación
jurídica aportada por las partes, pero ha de respetar la causa de pedir, el fundamento de la demanda.
De cualquier manera, la sentencia no puede rebasar la extensión de lo pedido, ni modificar la causa de pedir ni, a través de ella, alterar la acción
ejercitada, pues una vez ejercitada ésta y producida una defensa frente a ella, si el tribunal estima otra acción diferente, la sentencia se dicta sin
verdadera contradicción y sin que en el punto objeto de la resolución exista debate ni defensa ( TCo 20/1982 ; 130/2004 ; 40/2006 ; 56/2007 ) (nº 3210
s. ).
Por otro lado, la inexistencia de un presupuesto constitutivo de la pretensión procesal relativa, por ejemplo, al reconocimiento de una prestación de
Seguridad Social, puede ser apreciada por el órgano judicial, aunque no hubiera sido alegado expresamente en la resolución administrativa que se
impugna, por aplicación del principio «iura novit curia» y, en general, de los principios que rigen la carga de la alegación y prueba de los hechos en el
proceso ( TS 7-12-04, EDJ 238846 ; TSJ Valladolid 23-6-06, EDJ 250628 ; TSJ Madrid 4-5-05, EDJ 286896 ).

Precisiones

1) Aunque resulta incongruente variar la «causa petendi», no lo es utilizar el principio tradicional del cambio del
punto de vista jurídico por el juez o tribunal, expresado en los axiomas «iura novit curia» y «narra mihi factum,
dabo tibi ius». El órgano judicial puede motivar sus sentencias sin ajustarse estrictamente a los argumentos
jurídicos utilizados por las partes, apoyándose en razones de carácter jurídico distintas ( TCo 177/1985 ; auto
120/2005 ).
2) El tribunal, sin apartarse de la causa de pedir, acudiendo a fundamentos de hecho o de derecho distintos de los
que las partes hayan querido hacer valer, ha de resolver conforme a las normas aplicables al caso, aunque no
hayan sido acertadamente citadas o alegadas por los litigantes ( LEC art.218.1 ).
3) Cuando se trata del ejercicio de la acción de despido, la calificación del mismo no depende de lo que la parte
diga o pida sino de lo que con arreglo a derecho proceda decir. No es incongruente una sentencia que declare la
improcedencia de despido aunque se haya solicitado la nulidad por cuanto dentro de la acción de despido cabe
hacer una u otra calificación de conformidad con las distintas previsiones legales. Esa calificación corresponde al
órgano jurisdiccional y no a la parte, a la que corresponde la prueba de que dicho despido se produjo ( TS 23-3-05,
EDJ 40757 , con cita de 20-12-89, EDJ 11512 ; 28-10-87, EDJ 7823 ).
4) Sin embargo hay determinado tipo de materias de derecho necesario que afectan al orden público del proceso
(p.e. competencia jurisdiccional o caducidad) respecto a las que no es aplicable el principio de justicia rogada.
El juez o tribunal puede y debe proceder de oficio a su análisis y resolución, sin necesidad que hayan sido alegadas
previamente por alguna de las partes ( TS 26-11-12, EDJ 277764 ).
5) La falta de fundamento de la pretensión de causa de pedir no significa, por sí misma, que se desestime la
demanda, por falta de acción, cuando tal carencia afecta al fondo del asunto y, en su caso, tal deficiencia
condiciona el signo del pronunciamiento sobre el fondo ( TS 18-7-02, EDJ 32093 ).
1574
Prohibición del cambio de demanda 
(LEC art.412 y 426;  LRJS art.85.1 ­redacc L 39/2015­)
La causa de pedir guarda también relación con la prohibición de alterar en el juicio el objeto procesal establecido en la demanda, sin perjuicio de la
facultad de las partes de formular alegaciones complementarias, sin alterar sustancialmente sus pretensiones ni los fundamentos de éstas.
Coherentemente con esta prohibición, la acumulación de acciones sobrevenida debe formularse y acordarse antes de la celebración de los actos de
conciliación, en su caso, y de juicio, salvo que se proponga por vía de reconvención (nº 1658 ), impidiéndose así la acumulación de acciones en el acto de
juicio oral, es decir, el cambio de demanda.
Solo puede apreciarse una «variación sustancial» cuando afecta de forma decisiva a la configuración de la pretensión ejercitada o a los hechos en los
que ella se funda, introduciendo un elemento de innovación esencial en la delimitación del objeto del proceso, susceptible a la vez de generar para la
parte demandada una situación de indefensión ( TS 10-4-14, EDJ 92343 , con cita de 9-11-89 y 18-7-05, EDJ 153029 ).
Tal sucede cuando, formulada demanda por despido, se intenta ampliar la misma durante el juicio oral respecto de la vulneración del derecho fundamental
por una posible represalia al trabajador con base en la presentación de su candidatura por un determinado sindicato a las elecciones en la empresa ( TS
23-6-14, EDJ 124169 ).

III. Tipos de pretensiones 
(LEC art.5)

1575
Atendiendo al objeto litigioso las pretensiones pueden ser de cognición (nº 1580 s. ), de ejecución (nº 1645 s. ) y cautelares (nº 1650 ). A ellas se refiere
expresamente la LEC, bajo el epígrafe de «clases de tutela judicial».

A. Pretensiones de cognición 
1580
Las pretensiones de cognición son aquellas que solicitan al órgano jurisdiccional la emisión de un pronunciamiento o sentencia que se refiera:
- a la simple declaración de una determinada situación o relación jurídica ya existente, buscando su sola certeza;
- a la creación, modificación o extinción de una concreta situación jurídica;
- a la imposición o condena al sujeto pasivo de una determinada situación jurídica o prestación. Estas pretensiones están sometidas plenamente a los
principios que rigen el proceso, particularmente a los de contradicción, igualdad de las partes y prueba (nº 90 s. ).
El fallo se ha de dictar conforme al principio de justicia rogada, decidiendo los asuntos en virtud de las aportaciones de hechos, pruebas y pretensiones
de las partes, excepto cuando la ley disponga otra cosa en casos especiales ( LEC art.216 ).
1. Pretensiones o acciones meramente declarativas 
(LEC art.5.1)

1584
En estos casos, constituye el objeto del proceso la declaración de la existencia de derechos y de situaciones jurídicas por sentencia, con valor de
cosa juzgada, no la producción de una nueva situación jurídica. Las sentencias declarativas se limitan a la mera declaración que constata una situación
jurídica preexistente a la decisión, dotándola de certeza jurídica ( TS civil 11-6-98, EDJ 7131 ).
Es necesario que exista una lesión actual del interés propio, al margen del carácter o no fundado de la acción. Ello significa la existencia de un derecho
insatisfecho que se trata de tutelar mediante el ejercicio de la acción. No pueden plantearse al juez, por ello, cuestiones no actuales ni efectivas, futuras
o hipotéticas, o cuya decisión no tenga incidencia alguna en la esfera de derechos e intereses del actor: se requiere que exista un caso o controversia,
una verdadera «litis», y no cabe solicitar del juez una mera opinión o un consejo( TCo 71/1991 ; 210/1992 ; 20/1993 ; TS 18-7-02, EDJ 32093 ; 6-3-07,
EDJ 21970 ; 31-3-09, EDJ 72870 ; TSJ País Vasco 21-1-97, Rec 806/96 ). En definitiva, no son admisibles en el proceso laboral aquellas acciones
declarativas en las que no existe conflicto o controversia jurídicos que les sirvan de base ( TS 31-5-99, EDJ 30537 ; 3-5-95, EDJ 24417 ; 6-10-94, EDJ
9812 ; 27-3-92, EDJ 2975 ; 6-5-92, EDJ 4348 ; 20-6-92, EDJ 6631 ). Solo allá donde exista un derecho o interés legítimo digno de tutela, existe un
correlativo derecho a obtenerla de los jueces y tribunales, cuya actividad se dirige a satisfacer pretensiones reales y no a emitir opiniones ni dictámenes
( TS 18-7-02, EDJ 32093 ; 6-3-07, EDJ 21970 ). Tal es el caso de un conflicto colectivo planteado para que se declare cual debe ser la composición de la
mesa negociadora de un convenio colectivo, cuando ésta ya se ha constituido y está negociando ( TS 12-2-08, EDJ 73324 ). Sin embargo, se han de
disipar las dudas sobre la existencia de acción cuando lo que se pretende es ajustar el derecho de una trabajadora a que se adecúe la fecha de efectos
de alta extemporánea en la Seguridad Social a aquella en que realmente se empezó a prestar servicios para la empresa ( TS 17-1-06, EDJ 2847 ).

Precisiones

1) La declaración sobre la ilegalidad de una huelga encierra, en sí misma, un interés legítimo y actual digno de
tutela que la jurisprudencia exige ( TS 5-10-98, EDJ 19204 ; 17-12-99, EDJ 48904 ; 14-5-09, EDJ 134911 ; TSJ
Aragón, 11-3-04, EDJ 134536 ): deshacer la incertidumbre jurídica sobre la licitud o ilicitud de las medidas de
conflicto o prácticas huelguísticas que constituyen el objeto del proceso, teniendo en cuenta no sólo los efectos
directos, sino los colaterales que una declaración de licitud o ilicitud produce también en el ámbito de las relaciones
individuales de trabajo ( TS 22-11-00, EDJ 55663 ; TSJ Aragón 11-3-04, EDJ 134536 ). El simple hecho de que la
huelga sea desconvocada antes de la interposición de la demanda no provoca la pérdida de ese interés actual y
real de la empresa en relación a que se declare judicialmente su ilicitud, que sigue vivo pese a la desconvocatoria;
pues una cosa es el desarrollo de la huelga y negociar su conclusión, y otra muy distinta obtener una calificación
jurídica que puede condicionar futuras actuaciones tanto empresariales como sindicales. De ahí que el interés por
la declaración de ilegalidad, trascienda al hecho mismo de la huelga y se mantenga vivo aun después de ser ésta
desconvocada ( TS 14-5-09, EDJ 134911 ).
2) La doctrina unificada no considera susceptibles de tutela las acciones dirigidas a que se reconozca un
determinado período en situación de alta, considerando que no obedece a ningún interés actual o utilidad, sino a
un interés de futuro sin ningún efecto práctico inmediatamente defendible si se tiene en cuenta que la regulación de
las distintas prestaciones y de las distintas responsabilidades de la Seguridad Social depende de la legislación
aplicable a cada una de ellas en el momento en que surgen o se actualizan unas u otras ( TS 6-5-96, EDJ 2731 ; 3-
3-00, EDJ 4723 ; 4-7-00, EDJ 21421 ; TSJ Las Palmas 22-7-08, EDJ 279386 ; TSJ Cataluña 16-12-03, EDJ 183238
).
3) En la pretensión de que se declare aplicable un índice reductor de edad de jubilación para poder
beneficiarse de las prestaciones económicas derivadas de la situación de jubilación a los 60 años de edad no existe
un interés actual y directo sino de futuro. Se trata de un interés preventivo cautelar, sino de una expectativa de
derecho de jubilación anticipada a partir de los 60 años ( TS 31-5-99, EDJ 30537 ), que condiciona de forma parcial
una eventual decisión futura sobre dicha pensión.
1586
Debe tenerse en cuenta la preferencia de la acción de condena sobre la declarativa. De este modo, una acción es declarativa cuando no se tenga otra
posibilidad de demandar y no cuando el interesado quiera plantearla como tal ( TCT 5-2-87 ). Las acciones declarativas son admisibles únicamente
cuando el interés invocado por el accionante no pueda ser satisfecho mediante una acción de condena ( TCT 23-3-87 ; 7-10-88 ). Cuando lo realmente
deducido sea una pretensión de condena, la acción debe tener tal carácter ( TS 21-11-01, EDJ 53763 ). No es admisible una acción declarativa de
carácter puramente preventivo ( TS 6-3-07, EDJ 21970 ; 2-7-10, EDJ 153384 ; TSJ Galicia 23-7-08, EDJ 138661 ) dirigida, p.e., a que se declare el
derecho a continuar prestando servicios después del cumplimiento de la edad de 65 años prevista en el convenio para la jubilación forzosa, pues esa
acción está anticipándose a la acción de condena.
Esa preferencia de la acción de condena se manifiesta también a los efectos del recurso de suplicación. Si se reclama el reconocimiento de un derecho
laboral con sus consecuencias económicas, sin cuantificar éstas, la viabilidad del recurso va a depender de la cantidad a que hipotéticamente ascienda en
cómputo anual ( TS 18-1-07, EDJ 8695 ). Si se reclama el reconocimiento de un derecho laboral -trienios, un plus, vacaciones-, el recurso depende de sus
consecuencia económicas ( TS 5-3-09, Rec 185/08 ; 7-4-09, EDJ 72858 ; 8-4-09, EDJ 72876 ; 6-5-09, EDJ 101857 ; 13-7-09, EDJ 205393 ). El elemento
determinante a efectos de recurso no es la previa declaración que se pide y que constituye fundamento inescindible de la petición de condena, sino la
cuantía efectiva que se reclama ( TS 27-10-05, EDJ 207418 , entre otras). Todo pronunciamiento de condena conlleva uno o varios previos, aunque en
ocasiones sean implícitos o no se incorporen al fallo, sobre la procedencia del derecho; y ello aun en los casos en que esa previa declaración no sea
objeto de una pretensión expresa e independiente de la de cantidad ( TS 27-1-14, EDJ 53466 ).
1) En la jurisdicción laboral, aunque de manera muy restringida se han venido admitiendo las acciones declarativas sobre la base de la tutela
judicial efectiva ( TCo 71/1991 ; 210/1992 y 65/1995 ), Actualmente la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social permite el ejercicio de acciones
puramente declarativas ( LRJS art.80 ), siempre y cuando exista un interés jurídico susceptible de protección que legitimase dicho ejercicio ( TS
6-5-92, EDJ 4348 ; 25-6-01, EDJ 27743 ).
2) Una pretensión declarativa, abstracta e indivisible en su formulación, no deja de serlo por el hecho de que con posterioridad a su
reconocimiento pueda ser individualizada en diversas pretensiones concretas y particulares, que es lo que ocurre con la generalidad de las
pretensiones de índole colectiva ( TS 27-6-08, EDJ 155939 ; 12-6-03, EDJ 241262 ).
1588
Clases 
Las pretensiones declarativas pueden clasificarse atendiendo a diferentes criterios:
– positivas o negativas, según que la demanda plantee la declaración de la existencia de un derecho o pida la nulidad de una relación o acto
jurídico (nº 1589 ), o;
– la acción se ejercite a través de un proceso colectivo o individual (nº 1590 ).
1589
Positivas o negativas 
(LEC art.5.1)
Caben pretensiones declarativas negativas o positivas, según que lo solicitado sea la declaración de existencia del derecho afirmado en la demanda, o la
nulidad o inexistencia de una relación, posición o acto jurídicos. En cualquier caso, lo usual es el ejercicio de pretensiones declarativas positivas.
Sin embargo, las formulaciones negativas casi siempre se pueden plantear positivamente, como petición de un derecho o situación jurídica cuya eficacia
no está restringida o limitada por la posición del sujeto pasivo, o transformarse en positivas por el pronunciamiento judicial. Así, la solicitud de que se
declare que determinadas funciones no son propias del grupo profesional asignado puede transformarse en la declaración de que se realizan funciones
de grupo profesional superior o inferior, permitiendo obtener un resultado similar a la declaración positiva.

Precisiones

1) Son pretensiones declarativas negativas, p.e., aquellas cuyo objeto consistía en obtener la declaración judicial
de que no pueden afectar a la demandante las deudas de Seguridad Social que pudieran existir en relación con un
buque a la fecha en que la demandante se lo adjudicó en pública subasta ( TS 8-11-90 ). También cuando se
pretende la declaración de que no hay relación laboral con los trabajadores demandados que la mantienen con la
empresa codemandada ( TS 14-5-87 , EDJ 3840 ).
2) Sin embargo, como acertadamente considera algún pronunciamiento ( TSJ País Vasco 31-10-00, EDJ 73222 ,
refiriéndose a otra anterior de la misma Sala: TSJ País Vasco 16-6-98 ), no cabe una petición declarativa del tipo de
que «la mercantil demandada nada adeuda a ninguno de los demandantes por ningún concepto», pues se estaría
ante una acción declarativa, semejante a la denominada acción de jactancia.
3) La sentencia que declara la nulidad de una norma colectiva, es una sentencia «declarativa negativa», cuyos
efectos, salvo previsión legal en sentido contrario, se producen «ex tunc». De esta forma, sólo quedan fuera de los
efectos de esa declaración de nulidad aquellas situaciones, producidas con anterioridad a la anulación, que ya
hubieran alcanzado firmeza, en línea con lo que se establece respecto de la anulación de los reglamentos ( LJCA
art.73 ) y ello sin perjuicio de los límites que a ese efecto puedan derivarse en la práctica como consecuencia de la
prescripción o de la caducidad ( TS 9-12-10, EDJ 290703 , con cita de TS 13-4-10, Rec 1730/07 y 16-2-10, EDJ
53622 ).
1590
Colectivas o individuales 
Las pretensiones declarativas también pueden ser colectivas e individuales, según sean ejercitadas a través de un proceso de conflicto colectivo las
primeras, o de conflicto individual o plural, las segundas.
En el caso de las colectivas, la ley exige consignar los datos, características y requisitos precisos para una posterior individualización de los afectados
por el objeto conflicto, cuando se formulen pretensiones de condena referidas a un colectivo genérico ( LRJS art.157.1.a ). Puede acudirse para ello a las
diligencias preliminares, que precisamente contemplan como una de sus finalidades la preparación de un proceso para la defensa de intereses colectivos
( LRJS art.76.2 ), con el fin de concretar los integrantes del grupo de afectados cuando, no estando determinados, sean fácilmente determinables.
El TS ha admitido la acumulación de acciones colectivas e individuales, como sucede con la acción de despido colectivo y reducción salarial, dada la
existencia de una conexidad objetiva en el objeto procesal entre ambas cuestiones. Así, los contenidos básicos del acuerdo alcanzado durante la fase de
consultas en un procedimiento de despido colectivo no deben ser objeto de impugnación autónoma y separada ( TS 29-9-15, EDJ 237898 ).
1592
Supuestos de acciones individuales 
En los siguientes marginales se tratan las acciones declarativas individuales más usuales en materia laboral y de Seguridad Social.
1593
Precontrato de trabajo 
Se pretende la declaración de que existió una relación jurídica precontractual o prenegocial, equivalente a un precontrato de trabajo, que participa de la
naturaleza laboral de éste ( TSJ Burgos 3-6-10, EDJ 134503 ; TSJ Cataluña 15-12-06, EDJ 420405 ; TSJ Galicia 30-10-03, EDJ 208321 ; TSJ País Vasco
13-3-01, EDJ 55873 ).

Precisiones

Aunque no se califica como despido, el incumplimiento por el empresario de un precontrato, una promesa de
contrato o de pactos previos con análoga finalidad, o incluso de un contrato de trabajo -cuya prestación de servicios
no se ha hecho efectiva en ningún momento ni ha llegado a tener virtualidad-, puede servir de base a las
reclamaciones de indemnización de daños y perjuicios ( TS 30-3-95, EDJ 1886 ; TSJ Madrid 5-7-05, EDJ 128778 ;
TSJ Málaga 28-1-00, EDJ 833 ).
1594
Contrato de trabajo o relación laboral 
Pueden plantearse acciones declarativas relativas a la existencia de un contrato de trabajo o relación laboral. Este tipo de acción es muy frecuente y
existen numerosas variantes como que se declare la existencia de relación laboral entre las partes, que se reconozca el carácter de trabajador del
demandante o que se reconozca la naturaleza laboral del contrato suscrito entre las partes.
También son muy frecuentes para solicitar que se declare la naturaleza jurídica laboral de la relación que unía al trabajador con las Administraciones
demandadas ( TCo 71/2001 ).
La jurisprudencia advierte de la necesidad de que esta cuestión sea actual, con incidencia en la esfera de derechos e intereses, pues la propia naturaleza
de la acción declarativa requiere, ineludiblemente, la existencia o subsistencia de la relación jurídica objeto de declaración. Si la relación jurídica objeto
de debate ya no existe por haber concluido con anterioridad a ejercitarse la acción, se advierte una evidente ausencia de contenido litigioso y, por
consiguiente, de interés jurídicamente protegible, por cuanto la declaración judicial instada en este tipo de pleitos no tendría un substrato fáctico y jurídico
susceptible de la declaración judicial postulada ( TS 14-4-10, EDJ 62128 ; con cita de TS 6-3-07, EDJ 21970 y 7-11-07, EDJ 206262 ).

Precisiones

1) El Tribunal Constitucional ha considerado procedente pretender que se declare como laboral la relación que unía
a las partes así como la categoría profesional y antigüedad inherentes a la misma, aunque dicha relación estuviese
extinguida. Ha de entenderse que la acción meramente declarativa debía ser absorbida por la de despido, al no
ser aquella ejercitable por no subsistir el interés en el momento de la demanda ( TCo 210/1992 ; 124/2002 ;
251/2007 ).
2) No obstante, no se ha admitido la acción declarativa para reconocer la existencia de relación laboral durante un
determinado período en el que se había cesado por despido, y no se había accionado frente al mismo durante más
de un año y medio. Tal acción declarativa se consideró carente de toda incidencia directa en la relación de trabajo y
sólo de manera indirecta podría tener efectos en otros ámbitos como el de la Seguridad Social, no siendo por tanto
directo, actual y concreto, sino de proyección futura ( TS 23-11-99, EDJ 43965 ; 23-5-01, EDJ 16083 ).
3) No es competente la jurisdicción laboral cuando se pide que se califique como laboral una relación anterior con
una Administración pública, en orden a acreditar determinada puntuación en un concurso para el acceso a
determinados puestos de trabajo de la Administración. En estos casos, la relación entre las partes que se discute
-sea laboral o administrativa- terminó mucho antes de presentarse la demanda y, por tanto, no estamos ni siquiera
en el plano hipotético ante una cuestión litigiosa que se promueva entre un empresario y un trabajador como
consecuencia del contrato de trabajo ( LRJS art.2.a ). Sí que podría existir este supuesto, si la relación cuya
naturaleza se debate estuviera vigente ( TS 5-5-09, EDJ 101835 ; 5-6-07, EDJ 70549 ; 18-7-07, EDJ 135899 ; 13-
11-07, EDJ 213323 ; 27-11-07, EDJ 260423 ).
1595
Tipo de relación laboral 
Mediante esta acción se trata de obtener la declaración de la existencia de una relación laboral de carácter común y no especial; por ejemplo, respecto a
los vendedores de cupones con la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), el Tribunal Supremo consideró que no era aplicable la
posibilidad de contratación temporal sin causa durante cierto tiempo ( RD 1438/1985 art.3 ) ( TS 26-9-00, EDJ 36266 ).
1596
Carácter indefinido de la relación laboral 
Pretender que se declare la existencia de relación laboral indefinida o de fijeza en plantilla es un supuesto muy usual en el ámbito de la jurisdicción social.
Esta acción no puede considerarse, en modo alguno, de naturaleza constitutiva, pues declarar la existencia de una relación laboral por tiempo indefinido,
cuando siempre lo fue, no deviene de la decisión judicial, sino de la naturaleza del trabajo pactado y de las normas imperativas vigentes en aquel
momento, sobre todo si el trabajador cuya fijeza se declara, prestó la misma clase y cantidad de trabajo, que los trabajadores fijos de su categoría ( TS
13-11-89 , EDJ 10088 ). Así, p.e., cuando se pide que la relación que vincula al actor con un Ayuntamiento sea declarada de naturaleza laboral y por
tiempo indefinido ( TS 17-3-89 , EDJ 3136 ) o cuando, ante una pretensión declarativa de fijeza por cesión ilegal, se trata de establecer las
consecuencias de la actuación de cedente y cesionaria siendo ésta última de naturaleza pública y, por tanto, no se atribuye al trabajador la fijeza
reclamada, sin perjuicio de su consideración como contratado por tiempo indefinido ( TS 19-6-02, EDJ 51506 ).
Aunque carece de acción quien ejercita la pretensión declarativa de fijeza desde una relación laboral temporal ya extinguida, pues se precisa que la
relación laboral exista y esté viva para poder pedir la fijeza o que la relación existente es indefinida ( TSJ Las Palmas 20-3-07, EDJ 64854 ; TSJ Baleares
8-7-02, EDJ 129893 ; TSJ Cataluña 23-2-98, Rec 2105/97 ).No puede apreciarse «pérdida sobrevenida del objeto del proceso» ( LEC art.22 ) o falta de
acción, en los supuestos en los que la reclamación de indefinición se presentó con anterioridad a la fecha en que le fuera comunicado al trabajador el
cese por finalización de contrato. Estas sentencias tienen efectos «ex tunc», a diferencia de las sentencias de naturaleza constitutiva.
También es inadmisible la pretensión del trabajador declarativa consistente en que se reconozca y declare como indefinida la relación laboral durante los
períodos de contratación temporal anteriores cuando ha renunciado a dicha relación laboral anterior para contratar una nueva de carácter indefinido,
pues carece de interés directo, actual y concreto ( TSJ Cataluña 21-5-07, EDJ 138123 ).
1598
Determinación del empleador 
Existen acciones orientadas a que se declare que el empleador es una determinada o concreta entidad, organismo o Administración pública demandada.
Así, las numerosísimas sentencias dictadas en unificación de doctrina que declaran que la condición de único empleador de los profesores de religión
católica en centros públicos de enseñanza ha de atribuirse a la Administración del Estado (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) ( TS 4-2-02, EDJ
13391 ; 11-4-01, EDJ 10546 ; 17-12-01, EDJ 61021 ; 19-12-01, EDJ 61038 ).
1599
Jornada de trabajo 
Parece incuestionable la naturaleza declarativa de las sentencias dictadas en materia de jornada, anual, semanal, diaria o nocturna, como las relativas a
adscripción a un determinado turno de trabajo.

Precisiones

1) Es declarativa la acción para el reconocimiento del derecho a ser adscrito al turno de mañana para compatibilizar
el trabajo con los estudios universitarios, por tratarse del ejercicio por los trabajadores de su derecho a la
promoción profesional ( Const art.27.1, 35.1 y 40 ; ET art.4.2.b y 23.1.a ) ( TS 6-7-06, EDJ 282221 ; 25-10-02,
EDJ 51541 ; TSJ Madrid 20-10-09, Rec 3862/08 ).
2) No se considera declarativa la misma acción respecto del personal de alta dirección. Se parte de la base de que
la norma deja a la libertad de las partes la regulación de la jornada, por lo que tal libertad de regulación sirve para
fundamentar la posibilidad de contratación a tiempo parcial del alto directivo ( RD 1382/1985 art.7 ) ( TS 4-2-97,
EDJ 1450 ).
1600
Clasificación profesional 
El Tribunal Supremo estableció la naturaleza declarativa, no constitutiva, de la sentencia de clasificación profesional del trabajador, dado que la categoría
profesional no deviene de la resolución judicial sino de la naturaleza del trabajo prestado y de las normas imperativas vigentes en aquel momento ( TS 13-
11-89 , EDJ 10088 ).
En este sentido, es declarativa la pretensión consistente en ser clasificado en un grupo profesional, al que corresponde un nivel retributivo, cuyo
reconocimiento también se solicita. Aunque el éxito de la pretensión pueda repercutir en el importe de las retribuciones a percibir, no se desvirtúa el cariz
nítidamente declarativo de esta acción, vinculada con el derecho a la promoción a través del trabajo y de la que deriva un cúmulo de consecuencias
jurídicas ( Const art.35.1 ) ( TCo 51/1982 ).
1601
Excedencias 
No se considera declarativa la solicitud del demandante a ocupar el puesto que dejó vacante por excedencia, porque implica una condena de hacer ( TS
4-6-87 , EDJ 4448 ).
1602
Tutela de los derechos fundamentales y despido 
El Tribunal Constitucional ha establecido el carácter declarativo de las peticiones en procesos de libertad sindical y demás derechos fundamentales y
libertades públicas, en contraposición con las deducidas en los procesos de despido individual por discriminación y/o vulneración de otros derechos
fundamentales:
1. En la modalidad de tutela, el objeto directo de la petición, fundada en la vulneración de derechos fundamentales, sería la reposición en la
relación laboral resuelta, mientras que en el despido se busca la declaración misma de la lesión del derecho fundamental, sin perjuicio de cómo
se opere la concreción de la triple tutela prevista en la LRJS: inhibitoria, restitutoria y reparadora, en su caso.
2. La causa de pedir que individualiza la pretensión es distinta ( TCo 66/2002 ).
3. En su caso, la conducta que se entiende lesiva de derechos fundamentales puede combatirse por el cauce de una acción declarativa
( LRJS art.177 s. ) o por la modalidad procesal de conflicto colectivo ( TS 18-7-02, EDJ 32093 ).
4. La resolución judicial de tutela que pone fin al proceso puede ser al tiempo declarativa y de condena, ya que la sentencia puede declarar la
existencia o no de la vulneración denunciada y, en caso afirmativo, ordenar el cese inmediato del comportamiento impugnado y la reposición de
la situación al momento anterior a producirse el mismo -efecto retroactivo propio y característico de las sentencias declarativas- así como la
reparación de las consecuencias derivadas del acto, incluida la indemnización que proceda ( LRJS art.182.1 ).
1603
Procedimiento de oficio 
El pronunciamiento judicial es esencialmente declarativo y no de condena por lo que las partes directamente afectadas no pueden ser condenadas ni ver
afectados sus derechos de modo directo en ese momento ( TCo 215/2001 ; TSJ País Vasco 24-4-07, EDJ 151583 ).
1608
Efectos de la acción declarativa 
Tanto la fecha de efectos y consecuencias de las pretensiones declarativas como la posible prescripción de las acciones declarativas de derechos o la
cosa juzgada han sido objeto de diferentes resoluciones.
1609
Retroactividad 
Los efectos de las sentencias declarativas, por su propia naturaleza, se producen «ex tunc», es decir, desde la fecha en que el derecho o la situación
jurídica, ahora judicialmente declarados, existían ( TS 8-11-89 , EDJ 9968 ; 23-1-91 , EDJ 592 ; 21-6-10, EDJ 145247 ).
Estos efectos retroactivos se refieren única y exclusivamente a la declaración pretendida, pero no a otras consecuencias distintas. Así, p.e., la declaración
de indefinición de una relación laboral no comporta efectos retroactivos respecto de la retribución correspondiente, ni siquiera cuando reconoce una
antigüedad precisa, ya que tales efectos obligacionales o prestacionales surgen a partir de dictarse el fallo que contenga aquella declaración, estando
sujetas a la prescripción de las obligaciones de tracto sucesivo.
En materia de prestaciones de la Seguridad Social los efectos se producen desde la fecha de la resolución administrativa, que tiene efectos
constitutivos desde la fecha en que se dicta. En consecuencia, aunque los efectos de la sentencia que declara, por ejemplo, una incapacidad permanente,
sean constitutivos, sus efectos económicos se retrotraen a la fecha del hecho causante (normalmente la del dictamen del EVI).
1) Lo decisivo es la fecha de la resolución administrativa que reconoce la situación de invalidez. De esta forma, se ha entendido cuando la
declaración de invalidez fue posterior al fallecimiento hasta que se produzca la resolución administrativa, la viuda y familiares del trabajador
han estado conviviendo, no con un pensionista, sino con un trabajador. Por ello, para el cálculo de la base reguladora de su pensión son
aplicables las previsiones establecidas para las pensiones de incapacidad permanente y no las previstas para el caso de muerte y supervivencia (
D 1646/1972 art.7.2 ) ( TS 5-3-99, EDJ 1829 ; TSJ Galicia 21-6-04, EDJ 108531 ).
2) La sentencia que declara a un trabajador en incapacidad permanente absoluta no puede operar como hecho extintivo ni excluyente del
derecho que se reconoció en sentencia por despido, pues la sentencia por la que se declaró la incapacidad no produce efectos constitutivos, sino
declarativos y se dictó con posterioridad al momento en que alcanzara firmeza la sentencia de extinción del contrato, que sí produce efectos
constitutivos. La única extinción de la relación laboral es la que se deriva de esta última sentencia constitutiva firme y no la que podría haberse
derivado de la declaración de incapacidad efectuada por otra sentencia posterior en el tiempo ( TSJ C.Valenciana 4-5-04, EDJ 207530 ).
1610
Prescripción 
Las acciones declarativas de derechos no prescriben durante la vida del contrato de trabajo, a diferencia de las acciones individuales de condena,
p.e., las correspondientes a la percepción de los sucesivos devengos. Por tener esta naturaleza declarativa, la acción colectiva no prescribe mientras se
encuentre vigente la norma convencional en que se funda ( TS 22-5-13, EDJ 89768 ; 31-5-12, EDJ 125458 ).
Por otra parte, el ejercicio de la acción declarativa no puede tener, en estos casos, efectos interruptivos ( CC art.1973 ). Para que los efectos
interruptivos se produzcan se requiere la identidad entre la acción antes ejercitada y la que después se utilice, lo que no sucede en estos casos, ya que,
si bien las acciones ejercitadas en los dos procesos tienen una indudable conexión causal, son dos acciones diferenciadas en su objeto ( TS 21-9-99,
EDJ 30577 ; 5-6-92, EDJ 5810 ; 1-12-93, EDJ 10928 ; 8-5-95, EDJ 2530 ; 29-12-95, EDJ 7670 ; 20-1-96, EDJ 213 ; 3-7-96, EDJ 4094 ). Así pues, se
entiende que la presentación de la demanda de despido en la que se reconocía una determinada categoría profesional interrumpe la prescripción de las
acciones de reclamación de diferencias salariales cuando la previa acción declarativa se ejercita en un procedimiento de conflicto colectivo ( TSJ Asturias
18-5-16, EDJ 105001 ).

Precisiones

1) Así, cuando la sentencia se limita a precisar la jornada legal de los actores y sus vacaciones, no interrumpe la
prescripción respecto a las peticiones sobre la cuantificación económica del exceso de jornada y vacaciones ( TS 5-
6-92, EDJ 5810 ; 1-12-93, EDJ 10928 ). Sin embargo, ello no es así cuando se solicita una indemnización por los
daños y perjuicios, ya que la pretensión no es una mera acción declarativa sino también una acción de condena y
ambas establecen el reconocimiento de la ilicitud del acto causante del daño como elemento constitutivo de la
acción de daños y perjuicios. Además, los daños que se reclaman no pueden cuantificarse hasta que concluye la
situación que los produce ( TS 22-3-99, EDJ 6090 ; 10-6-09, EDJ 158179 ).
2) La fecha de las sentencias que reconocieron el derecho a la integración en el Convenio Único del Personal
Laboral de la Administración del Estado no permite reclamar las diferencias retributivas, pues dichas sentencias
solo tienen naturaleza declarativa, limitándose a reconocer la realidad de una situación jurídica preexistente en los
términos que entonces la conformaban, sin que llegasen a crear, modificar o extinguir ninguna situación anterior
( TSJ Madrid 29-3-04, EDJ 102510 ; 14-6-04, EDJ 109327 ).
3) Aunque en materia de Seguridad Social se establece como requisito necesario para presentar demanda en
materia de prestaciones que los interesados interpongan reclamación previa ante la entidad gestora ( LRJS
art.71 ), tal requisito no establece un plazo extintivo del derecho integrado en el núcleo del objeto procesal, sino una
simple caducidad de la instancia previa para poder reclamarlo judicialmente. De este modo, el titular del derecho
puede seguir reclamándolo judicialmente mientras no se extinga por prescripción ( TSJ Asturias 30-6-16, EDJ
129780 ).
1611
Cosa juzgada 
(LEC art.222)
La condena de estar y pasar por la declaración de existencia o inexistencia de la relación o situación jurídica controvertida, produce efectos de cosa
juzgada material, sin que las sentencias declarativas presenten particularidades al respecto.
No existe cosa juzgada, entre un proceso declarativo y otro posterior en el que se solicita el importe cuantificado del derecho declarado, pues entre
ambos procesos concurre la identidad subjetiva, pero no la objetiva ni la causal ( TS 30-4-97, EDJ 4186 ; 22-9-99, EDJ 30580 ; 20-12-06, EDJ 388375 ; 9-
3-07, EDJ 25441 ).

Precisiones
1) Ha de tenerse en cuenta que la sentencia que enjuicia la acción antecedente es el título que legitima el ejercicio
de la acción de cosa juzgada. Esta segunda se apoya precisamente en la declaración abstracta del derecho
obtenida en el pleito anterior, proyectando sobre el posterior la eficacia de cosa juzgada. Sin embargo, en algunos
supuestos, puede entenderse que la primera resolución no era propiamente declarativa y, por tanto, susceptible de
ejecución que no se instó, lo que puede conducir a apreciar de oficio la inadecuación de procedimiento. Así ocurre
cuando la primera sentencia no se ha limitado a declarar la existencia o inexistencia de una relación jurídica entre
las partes, sino que, en realidad, contiene la declaración de un derecho a favor del actor imponiendo a la parte
demandada la correlativa obligación de hacer. Procede, entonces, acudir a los trámites de ejecución forzosa
previstos para ese tipo de condena ( TS 1-3-91 , EDJ 2288 ).
2) Cabe apreciar la excepción de cosa juzgada, cuando el actor pretenda variar, de algún modo, la declaración de
derecho previamente obtenida mediante sentencia firme.
3) El efecto positivo de cosa juzgada de la sentencia colectiva de despido sobre los procesos individuales o
plurales que se sigan en esta materia, es limitado, porque se mantiene en el ámbito de la declaración general, pero
ha de completarse con los elementos que en cada caso individual pueden convertir ese pronunciamiento
declarativo en otro de condena ( TS 26-6-12, EDJ 195802 ).
1613
Recurso de suplicación 
Aunque algunas pretensiones individuales declarativas o constitutivas se encauzan a través de modalidades procesales que carecen de ulterior
recurso, salvo la posibilidad de entablarlo por razones meramente procesales, en el resto de materias la reclamación individual o plural de un derecho
viabiliza el recurso de suplicación.
Pero ha de tenerse en cuenta que la jurisprudencia también ha precisado que cuando se trata de acciones declarativas o de acciones de condena que
no tienen un contenido dinerario directo, para determinar la procedencia o no del recurso, hay que estimar el valor económico del litigio a efectos de la
aplicación del límite cuantitativo ( LRJS art.191.2.g ) ( TS 7-11-07, EDJ 213317 ; 7-10-08, EDJ 203696 ).
Sobre la determinación de la cuantía litigiosa, a efectos del recurso de suplicación en pretensiones declarativas y de condena, la doctrina judicial ha
precisado que el elemento decisivo a efectos del cálculo de la cantidad correspondiente es la proyección económica que tenga en el juicio concreto en
que se ejerciten ambas pretensiones acumuladas. A tal efecto, la LRJS especifica que dicha cuantía viene determinada por el importe de la prestación
básica o de las diferencias reclamadas, ambas en cómputo anual ( LRJS art.193.2 ) ( TS auto 26-9-12, EDJ 125514 ; TSJ Galicia 30-5-16, EDJ 124134 ).
1615
Ejecución 
(LEC art.521.1 y 3)
Las sentencias declarativas, a diferencia de las de condena, contienen como fin autónomo del fallo una mera declaración de la certeza de protección de la
Ley y con esa declaración se satisface todo el interés del demandado, cuyos efectos principales quedan reducidos a la certidumbre del derecho declarado
( TS 31-10-00, EDJ 44311 ). Si bien la LEC remarca que no va a despacharse ejecución de las sentencias meramente declarativas y constitutivas, prevé
asimismo la doble finalidad de la sentencia y señala que, cuando una sentencia constitutiva contenga también pronunciamientos de condena, éstos se
han de ejecutar del modo previsto en la LEC.
Tal ejecutividad resulta, en estos casos, al margen de su firmeza. Conviene quizás en este punto no confundir la ejecutividad, entendida como aptitud para
determinar el cumplimiento forzoso de lo acordado en estas sentencias, y el efecto de vinculación positiva propio de la cosa juzgada ( TS 25-9-95, EDJ
24626 ).
La acción declarativa se satisface con la declaración de derecho solicitada -productora de efectos erga omnes-. Sin embargo, de ella emana o puede
emanar el presupuesto para ejercitar una nueva acción de condena -la acción de cosa juzgada-, que se ejercitaría a través de una nueva sentencia que
condene al cumplimiento de lo declarado en la primera ( TS 29-9-89, EDJ 8550 ; 13-2-92, EDJ 1343 ).
El procedimiento a que da lugar el ejercicio de la acción de cosa juzgada es aquél en que una pretensión individualizada de condena se fundamenta en
el pronunciamiento declarativo que hubiese dado fin al proceso ( TS 21-12-90 , EDJ 11897 ; 21-3-91 , EDJ 3119 ).

Precisiones

1) La doctrina distingue entre aquellos casos en que el actor ejercita una pretensión declarativa de la condena,
que no agota su virtualidad en la sentencia porque precisa del posterior cumplimiento voluntario o de la ejecución
forzosa y aquellos otros en que lo ejercitado es una pretensión meramente declarativa, por lo que el órgano
jurisdiccional debe limitarse únicamente a declarar si existe o no un derecho o una relación jurídica ( TSJ Cataluña,
25-6-99 ; TSJ La Rioja, 30-7-98, EDJ 19579 ; TSJ Málaga 27-10-97, EDJ 20420 ). Por no haber alcanzado la
sentencia esa firmeza solo puede apoyarse ella en el aspecto indiciario, por ejemplo, para obtener la condena de
abono de horas extraordinarias, cuando se había previamente declarado judicialmente el derecho de los actores a
realizar únicamente la jornada señalada en una norma administrativa ( TS 5-6-01, EDJ 35588 ).
2) Si el objeto de la pretensión rectora del proceso pide que se reconozca el derecho de los trabajadores a
integrarse en la plantilla de una de ellas, sobre la base de entender que entre las codemandadas existe una
unidad empresarial, el fallo obtenido es claramente condenatorio, pues éste es lo que evidentemente constituye la
satisfacción de una obligación de hacer impuesta a las demandadas, susceptible de ejecución ( TS 13-7-10, EDJ
246775 ).
2. Pretensiones constitutivas 
(LEC art.5.1)

1620
Las pretensiones constitutivas van dirigidas a la constitución, modificación o extinción de situaciones jurídicas que no es posible lograr sin la intervención
de los tribunales. En ellas el pronunciamiento judicial es indispensable para la constitución, modificación o extinción de una relación jurídica ( TS 13-7-10,
EDJ 246775 ).
Mediante este tipo de pretensiones, previa la constatación de determinados hechos:
1. Se crean judicialmente situaciones o estados jurídicos anteriormente inexistentes, o cuyos efectos jurídicos son discutidos o negados; así
pueden citarse, entre otros ejemplos: declarar la invalidez permanente de un trabajador ( TS 28-1-97, EDJ 1811 ), o la categoría profesional, por
realizar funciones propias de una categoría superior durante un determinado periodo de tiempo.
2. Se conforma de manera distinta el contenido de un estado jurídico; por ejemplo, la declaración de una invalidez permanente por distinta
contingencia.
3. Se solicita la extinción o terminación de una situación jurídica existente; por ejemplo, la solicitud de resolución de contrato por causa de
incumplimientos empresariales.
El derecho subjetivo material que conforma la legitimación es de configuración jurídica, estando integrada la causa de pedir por el conjunto de hechos al
que legalmente se vincula el efecto constitutivo. La legitimación viene determinada por la cualidad o estado jurídico requerido por la relación o situación
jurídica cuya constitución, modificación o extinción se pretende.

Precisiones

1) Así, se plantea la exigencia de acreditar un interés directo, personal y legítimo para solicitar la declaración
judicial de no ser conformes a Derecho los estatutos de los sindicatos o sus modificaciones, que hayan sido objeto
de depósito y publicación, estando pasivamente legitimados los promotores del sindicato y los firmantes del acta de
constitución, así como quienes legalmente representen al sindicato, caso de haber ya adquirido éste personalidad
jurídica (nº 5183 ).
2) La norma procesal puede exigir requisitos complementarios para poder accionar en este tipo de pretensiones.
Por ejemplo, en la impugnación de convenios colectivos por lesividad, tienen legitimación activa los terceros cuyo
interés haya resultado gravemente lesionado, pero siempre que no sean trabajadores o empresarios incluidos en el
ámbito de aplicación del convenio colectivo (nº 5061 ).
1622
Los efectos de las sentencias constitutivas se producen «ex nunc», a partir de la constitución, modificación o extinción de las situaciones jurídicas que
judicialmente producen y no genera derechos «ex tunc» (desde siempre) ( TSJ Madrid 30-10-00, EDJ 59946 ; TSJ Sevilla 5-12-13, EDJ 295561 ).

Precisiones

1) Son constitutivas las sentencias que reconocen la extinción individual de los contratos de trabajo, dado que
en tanto que no estén resueltas las pretensiones de extinción por sentencia firme tales contratos siguen vigentes y,
en consecuencia, los trabajadores vinculados por ellos pueden ser incluidos en la pretensión empresarial de
extinción colectiva de las relaciones laborales de todos los integrantes de la plantilla ( TS 9-2-15, EDJ 21860 ). En
la misma línea, el TS ha negado la incidencia de la demanda de extinción del contrato de trabajo en la vigencia del
contrato, ya que la extinción del contrato se origina por la sentencia constitutiva de carácter firme, que estime que la
empresa ha incurrido en alguna de las causas que dan lugar a la resolución, pero no antes ( TS 20-07-12, EDJ
216839 ).
2) Las sentencias que declaran nulo un convenio colectivo -o parte de él- no tienen naturaleza constitutiva sino
declarativa, porque se limitan a constatar algo que ya existía, esto es, la nulidad del precepto convencional en
cuestión. La pretensión que postula la anulación de una norma paccionada es una de las denominadas por la
doctrina procesalista «declarativas negativas» y sus efectos son los que se contemplan en el Código Civil ( CC
art.6.3 ), de lo que se deriva la consecuencia de que el efecto de la sentencia anulatoria se producirá «ex tunc».
Sólo sería aceptable la excepción a la regla anterior cuando la ley estableciera un efecto distinto para algún o
algunos supuestos concretos de contravención legal. La privación de eficacia originaria al convenio colectivo
anulado constituye una garantía necesaria del «respeto a las leyes» por parte de las disposiciones de los convenios
colectivos expresamente exigido en nuestro ordenamiento laboral ( ET art.85.1 ), habida cuenta de que la tesis de
la anulación «ex nunc» consentiría infracciones legales injustificadas por parte de la autonomía colectiva a lo largo
del período de tramitación de la acción de nulidad ( TSJ Sevilla 5-12-13, EDJ 295561 ).
1623
Al igual que sucede con las pretensiones meramente declarativas, se prohíbe despachar ejecución de las sentencias constitutivas sin perjuicio de que,
cuando la sentencia constitutiva contenga también pronunciamientos de condena, éstos se ejecuten del modo previsto en la LEC (nº 1615 ). El que no
constituyan título que lleve aparejado la ejecución, no impide que hayan de ser acatadas y cumplidas por todas las personas y autoridades, ateniéndose
al estado o situación jurídicos que surjan de ellas, pudiéndose pedir al órgano judicial las actuaciones precisas para la eficacia de las sentencias
constitutivas y para vencer eventuales resistencias a lo que dispongan.
También es posible que mediante su certificación y, en su caso, el mandamiento judicial oportuno, se practiquen inscripciones y modificaciones en
registros públicos sin necesidad de que se despache ejecución.
1624
Clases de pretensiones constitutivas 
En principio, caben dos tipos de pretensiones constitutivas: necesarias y ordinarias. Las necesarias precisan el pronunciamiento judicial para crear o
producir todos los efectos o consecuencias de la situación jurídica constituida, modificada o extinguida, p.e, la pretensión de que se declare nulo o inválido
un convenio colectivo.
En las pretensiones ordinarias, sin embargo, el pronunciamiento judicial convalida una situación constituida, modificada o extinguida por cualquiera de
las partes, o por acuerdo entre ellas. P. e., si se estima la procedencia del despido, se declara convalidada la extinción del contrato de trabajo (nº 3465 ); o
la sentencia recaída en procedimiento relativo a modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo que declara justificada o injustificada la
decisión empresarial (nº 4423 s. ).
Entre las más habituales, pueden destacarse las que se mencionan en los marginales siguientes.
1625
Resolución del contrato de trabajo 
(ET art.50)
En este proceso tiene especial relevancia y efectos el carácter declarativo o constitutivo de la resolución que se dicte, dado que de ello depende la
subsistencia o no de la relación laboral, durante la substanciación del recurso. La jurisprudencia ha venido considerando que el éxito de esta acción exige
que el contrato esté vivo en el momento de dictarse la sentencia. Si prospera la acción, se declara extinguido el contrato en la misma fecha en la que se
dicta la sentencia. Este principio no se ve alterado por el hecho de que el trabajador haya sido despedido después de presentada la papeleta de
conciliación y antes de celebrarse el juicio ( TS 22-5-00, EDJ 11282 , con cita 22-11-86 ; 26-11-86 ; 12-7-89, EDJ 7172 ; 18-7-90, EDJ 7816 ).

Precisiones

1) La doctrina jurisprudencial ha reconocido el carácter constitutivo de la sentencia y su subordinación al


momento de la firmeza, lo que entraña la subsistencia del vínculo laboral y el derecho y correlativa obligación del
trabajador a continuar en el desempeño de sus funciones ( TS 23-4-96, EDJ 3261 ; 8-11-00, EDJ 55654 ).
2) Aunque es necesario que el trabajador continúe en su puesto de trabajo cuando se está ejercitando esta acción,
la LRJS art.79.7 introduce la posibilidad de adoptar la medida cautelar de suspensión de la relación o exoneración
de esa prestación de servicios, tal como se prevé también en la LRJS art.184 para supuestos de acoso o violencia
de género y así lo ha estimado recientemente el Tribunal Supremo al entender como causa justificada para ello el
retraso de seis meses continuados en el abono del salario ( TS 24-2-16, EDJ 29563 ).
1626
Despido 
La sentencia dictada en procedimiento seguido por despido tiene un carácter meramente declarativo, no estando viva la relación laboral cuando se
acciona ( TS auto 24-5-00 , EDJ 117288 ). Por lo tanto, la decisión empresarial de despedir implica la inmediata extinción del vínculo laboral con la lógica
consecuencia del cese de las obligaciones recíprocas derivadas del contrato de trabajo ( TS 15-11-02, EDJ 54264 ; 3-7-01, EDJ 31247 ).

Precisiones

1) No obstante, la pretensión de que se declare improcedente el despido por falta de causa se acomoda mejor
técnicamente a la definición de pretensión constitutiva que a la de una declarativa, pues se trata de que al
enjuiciarlo el órgano judicial genere un estado jurídico o unas consecuencias jurídicas que antes no existían. Esta
declaración conlleva además una condena al pago de los salarios dejados de percibir por el trabajador en el caso
de que se opte por la readmisión (nº 3508 ); salarios de tramitación que no se generarían de considerarse
declarativo el pronunciamiento judicial. Por el contrario, si el despido se declara procedente se convalidará la
extinción del contrato de trabajo, sin derecho a indemnización ni a salarios de tramitación (nº 3465 ), estando en
este caso ante un pronunciamiento judicial constitutivo ordinario, que convalida una situación.
2) De igual manera, se distingue entre el momento de la extinción del contrato y el día de declaración formal de la
situación de desempleo ( TS 30-4-96, EDJ 2431 ; 20-6-96, EDJ 4811 ; 27-10-97, EDJ 8751 ; 27-1-99, EDJ 143 ;
22-11-06, EDJ 364920 ). En esos supuestos no tiene razón de ser que acreditada la extinción «ex tunc» no se
retrotraigan los efectos a la fecha de la extinción declarada y quede el trabajador desprotegido durante el período
de impugnación judicial ( TS 10-11-97, EDJ 21267 ; 4-10-04, EDJ 160119 ).
1627
Clasificación profesional 
(ET art.22.4 y 39.2)
El trabajador puede reclamar el ascenso cuando, como consecuencia de la movilidad funcional, hubiera realizado funciones superiores a las del grupo
profesional durante determinados periodos de tiempo. Algún Tribunal Superior de Justicia ha considerado la naturaleza constitutiva de esta pretensión, de
forma que la categoría profesional discutida seguía desplegando sus efectos hasta que por sentencia firme se reconocía el derecho a ostentar otra ( TSJ
Madrid 30-10-00, EDJ 59946 ). Sin embargo, el Tribunal Constitucional parece ligar el derecho a la clasificación profesional por ascenso con el derecho a
la promoción a través del trabajo, asignando a esa pretensión valor nítidamente declarativo, aunque el éxito de la pretensión pueda repercutir en el
importe de las retribuciones a percibir ( TCo 20/1993 ).
Cuando la clasificación profesional es otorgada judicialmente, la sentencia se considera de naturaleza declarativa, con efectos retroactivos a la fecha
del concurso ( TSJ Galicia 30-10-97, EDJ 59411 ).
Distinta situación es la de la clasificación profesional otorgada por medio de grupos profesionales al inicio de la relación laboral, adecuada al contenido
de la prestación laboral objeto del contrato de trabajo ( ET art.22.1 ). Esta sentencia no es constitutiva pues sólo constata una realidad preexistente fuera
del ámbito judicial, por lo que aquélla ha de operar con eficacia «ex tunc» ( TS 18-9-89 ; 13-11-89 , EDJ 10088 ; TSJ Cataluña 6-4-94 ).
1628
Vacaciones 
(LRJS art.125;  ET art.38.2 y 3)
La fijación de la fecha de disfrute de las vacaciones parece tener un nítido carácter constitutivo, al no existir un derecho preexistente, ya que el periodo o
periodos de su disfrute se establecen de común acuerdo entre empresario y el trabajador. En caso de desacuerdo, la fecha de disfrute de vacaciones ha
de ser fijada por sentencia y sus efectos se producen desde que esta se dicta.
1629
Cesión ilegal de trabajadores 
El TS señala que la acción de fijeza electiva que se reconoce al trabajador ilegalmente cedido, con los derechos y obligaciones que precisa la norma
( ET art.43.4 ) ha de ejercitarse mientras subsista la cesión ( TS 8-7-03, EDJ 108449 ). Concluida esta, no cabe el ejercicio de esa acción de fijeza,
aunque aquélla haya sido ilegal ( TS 12-2-08, EDJ 82888 ; 14-9-09, EDJ 229117 ; 7-5-10, EDJ 113436 ; 29-10-12, EDJ 270274 ).
En consecuencia, los efectos salariales de la incorporación también se habrían de producir «ex nunc», desde la fecha de ésta, y no «ex tunc», desde el
inicio de la prestación de servicios para la empresa cesionaria ( TS 18-3-94, EDJ 2506 ; 31-10-96, EDJ 8968 ; 19-11-96, EDJ 8962 ).
El TS matiza este criterio general, afirmando que bajo el concepto común de cesión ( ET art.43 ) se regulan fenómenos distintos. Debe distinguirse entre
cesiones temporales de personal entre empresas reales, que no tienen la finalidad de crear una falsa apariencia empresarial y las cesiones con una
función interpositoria, donde el cedente es un empresario ficticio y la cesión persigue un objetivo fraudulento ( TS 30-4-14, EDJ 106577 , con cita TS 30-
11-05, EDJ 230451 ). La opción legal sólo tiene sentido cuando hay dos empresas reales en las que puede establecerse una relación laboral efectiva. Si,
por el contrario, una de ellas tiene carácter ficticio, la prohibición legal de la cesión sólo se cumple si sus efectos tienen carácter «ex tunc» ( TS 26-11-13,
EDJ 273993 ; 2-12-13, EDJ 284562 ) y si los efectos económicos se producen desde que la cesión concurre, no desde la sentencia que la declara ilegal.
El efecto constitutivo sólo podría predicarse de la opción ejercitada por el mantenimiento de la relación formal con la empresa cedente y, aun en este
caso, tal efecto supondría una reconstrucción de esa relación que tendría que materializarse en la prestación efectiva de trabajo para el empresario
inicialmente cedente, poniendo en todo caso fin a la cesión ( TS 11-2-14, EDJ 25775 ).
3. Pretensiones de condena 
(LEC art.5.1;  CC art.1088)

1636
En estos supuestos se pide al órgano judicial la condena a una determinada prestación, es decir: dar, hacer o no hacer alguna cosa.
En realidad estas pretensiones son de naturaleza mixta, ya que contienen dos pronunciamientos, declarativo del derecho y de condena ( TS 9-12-02,
EDJ 54256 ; 25-5-05, EDJ 108915 ). Como el objeto de la obligación es siempre una prestación, se busca no solo que el órgano judicial reconozca la
obligación, sino que, si la obligación impuesta por la condena es incumplida, quede abierta la vía de la ejecución forzosa. Por ello, la sentencia de
condena, a diferencia de la declarativa y constitutiva, es un título que lleva aparejada la ejecución ( LRJS art.237.1 ; LEC art.517.2.1º ).
Teniendo en cuenta que con este tipo de pretensiones se trata de acatar, reconocer y dar cumplimiento a una obligación, el sujeto ha de ser titular del
derecho correlativo a la obligación, es decir, que previamente debe existir una relación jurídica ya trabada entre el sujeto activo y el pasivo de la
pretensión, o una situación de hecho jurídicamente relevante que les conecte. Ello significa que no está legitimado activamente quien detente un mero
interés jurídico.
Otro presupuesto de esta legitimación activa, es la existencia de una obligación jurídica determinada, vencida y exigible, no sometida a condición o
plazo ( CC art.1113 y 1125 ).
1640
Clases 
Las pretensiones de condena pueden ser:
- positivas, cuando se pretende un pronunciamiento de condena a dar o hacer alguna cosa;
- negativas, cuando se pretende que el sujeto pasivo no haga alguna cosa.
Las pretensiones de condena de futuro se han venido aceptando implícitamente en la jurisdicción social particularmente en materia de pensiones. La
condena al pago de una pensión es, en principio, una condena al abono de una cantidad no definida, pues se trata de múltiples pagos periódicos que sólo
están delimitados en el período anterior a la fecha de la sentencia, pero no hacia el futuro ( TS 14-5-02, EDJ 32051 ). La admisión de estas pretensiones
puede evitar tener que acudir anualmente ante los tribunales cuando se reclaman prestaciones periódicas ( LEC art.220 ). Sin embargo, cabe apuntar
que la reclamación del lucro cesante por los salarios dejados de percibir se debe limitar hasta, como máximo, la fecha de la sentencia. No se admite la
pretensión de condena de futuro al pago del salario mensual por tiempo indefinido hasta que se lleve a cabo la contratación, pues para establecer las
consecuencias del incumplimiento de la sentencia habría de estarse a lo dispuesto en la LEC art.709 ( TSJ Madrid 25-7-13, EDJ 167742 ).
La LRJS expresamente recoge ya esa posibilidad que había admitido la LEC y la jurisprudencia laboral, pudiendo la sentencia incluir la condena a
satisfacer prestaciones o cantidades periódicas y que se devenguen con posterioridad al momento en que se dicte ( LRJS art.99 pfo.2º ).

Precisiones

En relación a la condena al pago de cantidad líquida, para un período determinado, y al pago de las cantidades
devengadas en el futuro, en tanto los trabajadores se mantuvieran en el desempeño de tareas de superior
categoría, el Tribunal Constitucional afirmó que la condena de futuro no puede ser excluida o negada a nadie, pues,
por excepción a la regla general, conlleva la tutela preventiva de prestaciones todavía no exigibles.
Específicamente en el ámbito laboral nada hay que oponer desde el punto de vista de la exigencia de liquidez del
petitum y de la condena típica del proceso laboral, ya que tal exigencia debe ser entendida como una prohibición de
las condenas con reserva o con bases de liquidación pero no puede ser utilizada como obstáculo en aquellos casos
en que no es posible determinar la liquidez antes del vencimiento, precisamente porque se trata de una situación
que perdura en el tiempo más allá del momento en que se inició el proceso ( LRJS art.87.4 ) ( TCo 194/1993 ;
doctrina acogida por TSJ Extremadura, 15-11-01, EDJ 107403 y TSJ Galicia 26-2-07, EDJ 73882 , entre otras).
B. Pretensiones de ejecución 
(LEC art.5.1 y 538.2)
1645
En este tipo de pretensiones se solicita una actuación o conducta del tribunal dirigida a la realización del derecho de crédito reconocido en el título
ejecutivo. En suma, se trata de sustituir la voluntad remisa o renuente del deudor al cumplimiento de lo establecido en un título jurídico -que no puede
ser objeto de contradicción- por la del tribunal que intenta satisfacerlo a costa de éste.
De esta forma, quien aparezca como acreedor en el título ejecutivo puede pedir al tribunal que mediante requerimiento o apremio el obligado por el
título ejecutivo entregue un importe determinado de dinero, efectuando en su caso la averiguación de bienes o derechos de su titularidad susceptibles de
liquidación para su traba o embargo, y hacerse pago a costa de ellos, o bien que desarrolle una determinada conducta distinta a la de dar, cuando el título
ejecutivo contuviere condena u obligación de hacer o no hacer, o de entregar cosa distinta a una cantidad de dinero.
Para ello, pueden adoptarse todas las medidas oportunas, incluso los apremios personales o multas pecuniarias así como acordar, en su caso, las
medidas de garantía que resulten adecuadas para asegurar la efectividad de la condena.
La ejecución en su conjunto se estudia en los marginales nº 5610 s.

C. Pretensiones cautelares 
(LEC art.5.1, 721, 726.1, 727;  LRJS art.79)
1650
Todo actor, principal o reconvencional, puede solicitar del tribunal la adopción de las medidas cautelares que considere necesarias para asegurar la
efectividad de la sentencia que pudiera dictarse estimando su pretensión. Tales medidas, respecto de los bienes y derechos del demandado, se dirigen
a que la pretensión no se vea frustrada, impedida o dificultada, por las situaciones producidas durante la pendencia del proceso correspondiente,
particularmente por la posibilidad de que el demandado realice actos de los que pueda presumirse que trata de situarse en estado de insolvencia o
impedir la efectividad de la sentencia.
La LRJS incorpora cuatro nuevos apartados a los tres que en la anterior LPL regulaban el embargo preventivo, que permanece con la misma regulación.
Las medidas cautelares encuentran su fundamento en la obtención de una tutela judicial efectiva ( LRJS art.79.1 ). Su finalidad radica en garantizar que
la sentencia que en su día pueda pronunciarse pueda ser ejecutada y ello conduce a que se puedan adoptar en el proceso social cualquier medida
cautelar que se considere necesaria para asegurar la efectividad de la sentencia ( LRJS art.79.1 ; LEC art.721.1 ). No establece, por tanto, un numerus
clausus de medidas cautelares.
La adopción de estas medidas precisa la concurrencia de dos presupuestos legitimadores clásicos de la tutela cautelar:
- por un lado, el peligro derivado del retardo (periculum in mora);
- de otro, la apariencia de buen derecho (fumus boni iuris).
A estos dos presupuestos se remite expresamente la LEC art.728 . En el proceso social se relativiza la exigencia de caución para responder de los daños
y perjuicios que la adopción de la medida pudiera causar ( LEC art.728.3 ), atendidas las circunstancias que concurren en esta jurisdicción. Así se
dispensa de este deber a trabajadores y beneficiarios de prestaciones de Seguridad Social, a los sindicatos y a las asociaciones representativas de los
TRADE de la prestación de cauciones, garantías e indemnizaciones relacionadas con las medidas cautelares que pudieran acordarse ( LRJS art.79.1 ).
1651
Se mantiene con su regulación específica el embargo preventivo ( LRJS art.79.2, 3 y 4 ), siempre a instancia de parte interesada o del Fondo de
Garantía Salarial, de bienes del demandado en cuantía suficiente para cubrir lo reclamado en la demanda. Para pedir el embargo preventivo es necesario
alegar y justificar, a requerimiento del órgano judicial, una situación de «alzamiento de bienes», sin que baste el simple «periculum in mora».
Se reitera la posibilidad de acordar embargo preventivo de bienes y de adoptar cuantas medidas cauterales se consideren necesarias respecto a bienes
del empresario o terceros, que contempla la LRJS art.142.1 de oficio, cuando no se acredita el aseguramiento ( LRJS art.79.5 ).
Se regula asimismo la anterior posibilidad para el supuesto de incumplimiento de las decisiones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y de la
autoridad laboral de paralización de trabajos ( LGSS art.242 -equiparado al de la LRJS art.142.1 -), y en el caso de incumplimiento de la obligación de
efectuar reconocimientos médicos ( LGSS art.244.2 ).
Se extienden las medidas cautelares previstas en la modalidad procesal de tutela de los derechos fundamentales ( LRJS art.180.4 ), a los procesos de
resolución de contrato instados por la existencia de conducta empresarial vulneradora de esos derechos fundamentales, equiparando a esos
demandantes a las víctimas de acoso o violencia de género, para que puedan solicitar la exoneración de la prestación de servicio, el traslado de
puesto o centro, la reordenación o reducción del tiempo de trabajo y cuantas otras tiendan a preservar la efectividad de la sentencia que pueda dictarse,
con mantenimiento del deber empresarial de cotizar y de abonar los salarios sin perjuicio de lo que pueda resolverse en la sentencia. También se han
extendido a los trabajadores que solicitan la suspensión de la relación laboral como medida cautelar durante la tramitación del proceso de extinción del
contrato de trabajo por impago o retraso continuado en el abono de salarios ( TS 24-2-16, EDJ 16430 ).
Las medidas cautelares en su conjunto se estudian en los marginales nº 2340 s.

IV. Ampliación del objeto procesal 
1656
En principio, cada pretensión procesal constituye objeto de un proceso. Sin embargo, por obra de la acumulación, todos esos objetos procesales se van
a ver satisfechos en una única sentencia, con un único fallo y tras haberse celebrado también un solo juicio verbal. Se produce, por tanto, el efecto de
discutir conjuntamente, con ánimo de favorecer la economía procesal, si bien las pretensiones acumuladas siguen teniendo su propia individualidad a
efectos de tales actos procesales y de las garantías del procedimiento.
La acumulación de ejecuciones se estudia en los marginales nº 5730 s.
1657
Acumulación de acciones y procesos 
Deben tratarse, con carácter general, las siguientes cuestiones.
1658
Disposiciones comunes 
(LRJS art.34)
La acumulación de acciones y procesos exige una pluralidad de objetos del proceso, es decir, de pretensiones.
La acumulación de acciones y procesos debe formularse y acordarse antes de la celebración de los actos de conciliación, en su caso, y de juicio, salvo
que se proponga por vía de reconvención.
El juez o tribunal, en virtud de su facultades de control sobre los procesos, puede dejar sin efecto una acumulación anteriormente acordada si concurren
causas que justifiquen su tramitación separada.

Precisiones

1) Existe pluralidad de pretensiones cuando no coincida alguno de los tres elementos identificadores (sujetos,
objeto o petitum y causa de pedir). Partiendo de esa pluralidad, la acumulación requiere cierta conexión entre las
pretensiones, es decir, identidad de alguno o de algunos de sus elementos, y supone que las mismas son también
aptas por separado para generar procesos distintos.
2) La acumulación se justifica por razones de economía procesal. Su finalidad es que en un solo procedimiento se
debatan y resuelvan conjuntamente varias pretensiones ( TS 6-6-94, EDJ 11802 ). Ello repercute en una mayor
transparencia de los órganos jurisdiccionales, al no quedar al arbitrio del juzgador el número de sentencias a dictar
cuando el objeto de los procesos es el mismo, así como en la prevención de respuestas judiciales contradictorias.
1659
Efectos 
(LRJS art.35)
La acumulación de acciones y procesos produce los siguientes efectos comunes:
1. Unidad de procedimiento: a partir de la acumulación se sustancian los actos procesales de manera conjunta, en un solo acto de juicio, en el cual se
oye a las partes y se practica la prueba.
2. Una sola sentencia para las acciones y procesos acumulados: ha de resolverse en una sola resolución todas las cuestiones planteadas, dando
contestación unitaria a cada una de las pretensiones acumuladas y haciendo los pronunciamientos que congruentemente precise cada una de ellas.

A. Acumulación de acciones 
(LRJS art.25, 26 y 27)
1. Clases de acumulación de acciones 

1665
Atendiendo al momento en el que se produzca la acumulación, esta puede ser inicial o sucesiva. A su vez, también puede ser subjetiva, cuando la
soliciten varios actores, u objetiva, cuando el mismo actor acumula varias acciones en su demanda.
La acumulación inicial de acciones es aquella que se produce desde la iniciación de un proceso, introduciendo diversas pretensiones en la demanda. Por
el contrario, la acumulación sucesiva o sobrevenida de acciones tiene lugar cuando, iniciado ya el proceso, se incorpora o añade a una pretensión otra,
ya sea a través de la ampliación de la demanda, si el que acumula es el demandante, o de la reconvención, si quien lo hace es el demandado. La
acumulación sucesiva debe formularse y acordarse antes de la celebración de los actos de conciliación, en su caso, y de juicio, salvo que se proponga
por vía de reconvención ( LRJS art.34.1 ).
La acumulación es subjetiva si se ejercitan simultáneamente las acciones que uno o varios actores tengan contra uno o varios demandados, siempre que
las pretensiones sean comunes, es decir idénticas en cuanto a la causa de pedir (nº 1675 ).
La acumulación subjetiva no contiene excepciones en su actual regulación procesal. La demanda puede presentarse en un solo escrito por varios
demandantes o en varios conjuntamente, ejercitándose simultáneamente las acciones que uno o varios actores tengan contra uno o varios demandados,
siempre que entre esas acciones exista un nexo por razón del título o causa de pedir, lo que sucede siempre que las acciones se funden en los mismos
hechos ( LRJS art.25.3 en relación LRJS art.19.1 ). La acumulación subjetiva es facultad de los demandantes que no puede denegarse por el juzgado o
tribunal, salvo que las acciones no sean acumulables entre sí, o cuando se aprecie que no se fundan en la misma causa de pedir.
La acumulación es objetiva cuando el actor incorpora en su demanda cuantas acciones o pretensiones es titular contra el demandado, aunque
provengan de diferentes títulos o causa de pedir, siempre que no sean incompatibles entre sí y puedan tramitarse ante el mismo juzgado o tribunal (nº
1670 ).
A diferencia de la acumulación subjetiva, la acumulación objetiva no se admite respecto a todas las pretensiones, sino que la LRJS dispone numerosas
excepciones (nº 1693 ).
La conexión causal de distintas acciones o pretensiones, siendo distintos los sujetos que las ejercitan conjunta o acumuladamente, da lugar a la
acumulación subjetiva-objetiva. Existe aquí una pluralidad de sujetos más una pluralidad de objetos que puede surgir de una inicial acumulación
subjetiva de acciones o de una sucesiva acumulación subjetiva, cuando, por ejemplo, la adecuada constitución de la relación jurídica procesal obliga a
demandar a una pluralidad de demandados en régimen de litisconsorcio pasivo necesario para resolver las distintas pretensiones que se formulan en la
demanda.
Aunque la LRJS no contempla la acumulación eventual, entendiendo por tal la posibilidad de acumular acciones entre sí inacumulables siempre que se
haga con expresión de la acción principal y de aquella otra u otras que ejercita para el solo evento de que la principal no se estime fundada ( LEC
art.71.4 ), esta posibilidad ha de admitirse en la práctica, dada la supletoriedad de la LEC.
Tampoco se contempla en ninguna de estas normas procesales, la acumulación alternativa de acciones, sin expresión de cuál es la principal y cuál la
subsidiaria, dejando al órgano judicial de ese modo decidir, en su caso, la que estima de todas las planteadas conjuntamente.
1670
Acumulación objetiva de acciones 
(LEC art.71.2;  LRJS art.25.1 y 2)
Se produce cuando el actor incorpora desde un principio a su demanda distintas pretensiones compatibles contra la misma parte demandada. Así pues,
aunque las partes sean las mismas, son distintas tanto la petición como la causa de pedir.
La acumulación objetiva también puede ser sucesiva a través de la reconvención del demandado. En este caso, se exige que la pretensión por la que se
reconviene y las que sean objeto de la demanda principal estén conectadas entre sí y todas ellas puedan tramitarse ante el mismo juzgado o tribunal. La
conexión puede entenderse como relación con la acción ejercitada por el demandante ( LEC art.406.2 ), y exige que lo pretendido por el reconviniente,
además de ser competencia del juzgado que conoce de la acción del demandante, pueda ventilarse por la misma modalidad procesal que ésta. No debe
entenderse como reconvención la simple compensación de deudas o la alegación de nulidad del negocio jurídico en que se funda la demanda ( LEC
art.406.1 y 408 ).
En la acumulación objetiva de acciones, paradójicamente, la conexión para producir la acumulación es subjetiva, por coincidir en todas las acciones
ejercitadas simultáneamente la parte demandante y la demandada.
1673
Concurso de acciones 
El concurso de acciones se produce ante unos mismos hechos, que poseen distinta relevancia jurídica. En ello se diferencia del concurso de normas
jurídicas, en el que se está en presencia de un hecho del que deriva un solo efecto, aunque sea posible aplicar preceptos distintos.

Precisiones

1) Esta situación, según algún sector doctrinal, permite al sujeto instar más de un proceso, uno por cada acción,
considerando distinta la causa de pedir, o bien, acumular las acciones concurrentes en un único proceso, con
todas las consecuencias de no realizar tal acumulación, en cuanto a litispendencia y cosa juzgada. Así, se
diferencia el proceso anterior instado en reclamación de indemnización por daños y perjuicios derivada de culpa
extracontractual, con la que se hace del presente que solicita una condena derivada del contrato de seguro pues no
se produce la identidad de causa de pedir ( CC art.1252 ) ( TS civil 30-6-72 ).
2) Sin embargo, a distinta concepción doctrinal responden sentencias posteriores apelando a la identidad real y
objetiva de la causa de pedir, considerando que si en procesos anteriores se ejercitó la acción resolutoria y en el
actual la de cumplimiento del contrato, lo que conforma la causa de pedir son los hechos decisivos y concretos o
los títulos que conforman el derecho reclamado y avalan la tutela judicial que se postula ( TS civil 15-11-01, EDJ
40417 ; 31-3-92, EDJ 3124 ; 5-11-92, EDJ 10878 ; 11-10-93, EDJ 8926 ).
3) El TS, en aplicación de LCon art.64.10 , ha extendido a los despidos tácitos la vis atractiva que el incidente
concursal tiene para las acciones de resolución colectiva, en la medida que aquellos también están motivados por
la situación económica o de insolvencia del concursado. Por ello, se indica, la finalidad de su acumulación es que
ante unos mismos hechos deba darse idéntica solución en aras a la igualdad entre los diversos trabajadores del
mismo empleador concursado evitando el posible fraude derivado de poder elegir ante una misma situación
acciones distintas (resolución ex ET art.50 o despido tácito), que pudiera llevar a resultados desiguales, entre otros,
en cuanto a la fecha de extinción, salarios e indemnizaciones procedentes ( TS 13-04-16, EDJ 52159 ).
1675
Acumulación subjetiva de acciones 
(LRJS art.25.3)
La acumulación subjetiva implica que pueden acumularse, ejercitándose simultáneamente, las acciones que uno o varios actores tengan contra uno o
varios demandados, siempre que entre ellas exista un nexo por razón del título o causa de pedir. Se entiende que el título o causa de pedir es idéntico o
conexo cuando las acciones se funden en los mismos hechos ( TS 15-2-01, EDJ 3047 ). En este supuesto, el precepto procesal admite que las partes
sean distintas y que lo solicitado sea diferente, pero la causa de pedir ha de ser idéntica o conexa.
Precisiones

1) Regulada actualmente en la LRJS, la acumulación subjetiva carecía de regulación positiva en la derogada LPL.
Con anterioridad a su expresa regulación, la acumulación subjetiva se permitía cuando se tratara de acciones
idénticas ejercitadas por distintos trabajadores contra un mismo empresario, de conformidad con lo dispuesto en la
Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEC art.72 ). Incluso la LPL preveía la acumulación de procesos cuando se ejercitaran
separadamente, para evitar que se pudieran resolver de forma distinta iguales conflictos entre diversos trabajadores
y un mismo empresario, así como por economía procesal.
2) No se recoge la acumulación subjetiva sucesiva (nº 1716 ) por ampliación de la demanda antes del acto del
juicio, por lo que debe estarse a la aplicación supletoria de la LEC art.401. En este caso la limitación temporal para
formular y acordar esta acumulación es el momento de celebración del acto de juicio oral, puesto que se impide
ampliar la demanda si no se ha realizado antes de ese momento ( LRJS art.34.1 ). En el caso de que se apareciase
una falta de litisconsorcio pasivo necesario (situación que no es propiamente una acumulación subjetiva de
acciones) podría solicitarse la suspensión del juicio oral, en la misma audiencia de juicio, para poder así ampliar
subjetivamente la demanda y dirigirla contra otras personas no demandadas inicialmente.
3) Conviene diferenciar la acumulación subjetiva de acciones de los procesos con pluralidad necesaria de partes,
es decir, aquellos casos en que existe un litisconsorcio necesario. En estos últimos no se contempla pluralidad de
pretensiones, sino una única pretensión que ha de ser necesariamente accionada por varios titulares, o por uno
frente a varios sujetos conjuntamente considerados los cuales han de ser demandados como litisconsortes. En
estos casos las pretensiones no son aptas por separado para generar procesos distintos a conveniencia.
1678
Acumulación simple o principal, alternativa, subsidiaria y accesoria 
(LEC art.71.2 y 4, 252.1º y 2º y 399.5)
Está prohibida la acumulación objetiva de acciones incompatibles cuando se excluyan mutuamente o sean contrarias entre sí, salvo que se soliciten de
forma alternativa o subsidiaria. Tan solo se admite la posibilidad de que el actor pueda acumular eventualmente acciones incompatibles entre sí, con
expresión en ese caso de la acción principal y de aquella otra u otras que ejercite, para el único supuesto de que la principal no se estime fundada.
La doctrina científica y la jurisprudencia ( TS 11-10-07, EDJ 195106 ) en función del vínculo o relación que guardan las pretensiones que de manera
objetiva se pretenden acumular entre sí y el interés de la parte actora en que prospere una u otra, viene distinguiendo las siguientes formas de
acumulación:
1. Principal o simple, cuando se ejercitan varias acciones sin subordinación entre ellas y se solicita la estimación de todas y cada una de las
pretensiones interpuestas de modo concurrente.
2. Alternativa, si el actor persigue, sin criterio de preferencia por alguna de ellas, la estimación de solo alguna de las acumuladas; no es posible conferir
al juez la elección de optar por estimar una pretensión u otra, siendo por ello que el actor debe señalar cuál es la acción principal o la subsidiaria en el
caso de que se articulen varias incompatibles entre sí ( LEC art.71.3 ). Distinto es que la obligación que se pretende hacer efectiva en el pleito sea
alternativa. En esos casos, el objeto del proceso es único (por ejemplo: la declaración de improcedencia del despido) y la obligación a cumplir, una vez
que se elige, también lo es.
3. Subsidiaria o eventual, si el demandante persigue la estimación de una de las pretensiones acumuladas conforme a un orden de preferencia, para el
caso de que la anterior petición sea denegada. Por ejemplo, cuando la acción principal se refiere a la impugnación del convenio colectivo y la subsidiaria a
que se excluya a la demandante del ámbito de aplicación del propio convenio colectivo ( TS 11-10-07, EDJ 195106 ). La LEC permite acumular
eventualmente acciones entre sí incompatibles, con expresión de la acción principal y de aquella otra u otras que ejercita para el solo evento de que la
principal no se estime fundada ( LEC art.71.3 ). Aunque la LRJS no contiene una regulación genérica de la acumulación eventual, su admisión en el
proceso laboral es indiscutible como evidencia que se contempla, con carácter específico, su posibilidad de empleo al permitirse acumular una acción de
despido, alegando la existencia de relación laboral, y la impugnación de decisión del cliente de extinguir la relación de este con un TRADE ( LRJS art.26.5
). Fuera del caso anterior, es cotidiano el ejercicio de demandas en las que existe una acumulación eventual. Una muestra: cuando se solicita que se
declare la nulidad de un despido o sanción disciplinaria y, para el caso de que esa pretensión no prospere, su improcedencia.
4. Accesoria o subordinada, si la estimación de una pretensión principal se erige en fundamento de la estimación de otras que dependen de ella; es
decir, se ejercita una de las acciones con carácter principal y otra u otras como complementarias, quedando condicionada la estimación de éstas sólo
para el caso de que lo sea la primera.
La LRJS sigue esas pautas y regula el tratamiento en el proceso laboral de:
- la acumulación de acciones o acumulación inicial en la demanda, ya se presente en un único escrito o varios e incluyendo dentro de la misma algunos
de los supuestos de acumulación sucesiva (ampliación de la demanda y reconvención);
- la acumulación de procesos, que es uno de los tipos de acumulación de acciones sucesiva y se produce cuando se han iniciado procesos diversos;
- la acumulación de recursos, especie de la acumulación de procesos que se puede acordar cuando se han seguido procesos declarativos separados
que han dado lugar a diversas resoluciones que han sido recurridas autónomamente y se acuerda acumular los diferentes recursos interpuestos, y;
-la acumulación de ejecuciones, otra modalidad de la acumulación de procesos, ahora en fase ejecutiva.
a. Acumulación de acciones laborales 
(LRJS art.25;  LEC art.71.2)

1680
Con carácter general procede la acumulación objetiva de acciones que competan al actor contra el demandado, aunque provengan de diferentes títulos,
siempre que no sean incompatibles entre sí.
Como presupuestos de admisibilidad deben tenerse en cuenta la iniciativa del actor, la compatibilidad o no de acciones y el cumplimiento de
determinados requisitos procesales.
1682
Iniciativa del actor 
(LRJS art.25.1;  LEC art.71.2)
El actor puede acumular en su demanda cuantas acciones le competen. De esta facultad también goza la Administración, aún cuando no se le atribuya
propiamente ese carácter de demandante, a la hora de instar procedimientos de oficio.
Conforme al principio dispositivo que rige en la jurisdicción social (nº 112 ), tal iniciativa no es preceptiva sino voluntaria, lo que se traduce en el
consecuente mantenimiento de su acción por parte de quien no acumuló pudiendo hacerlo, sin perjuicio de que su derecho o interés no accionado
acumuladamente pudiera verse afectado por la prescripción ganada de contrario.
1686
Requisitos procesales 
(LEC art.73)
Para admitir la acumulación de acciones se establecen los siguientes requisitos:
- la ley no debe prohibir su acumulación (nº 1690 s. );
- el juzgado o tribunal, que deba entender de la acción principal, además de tener jurisdicción, ha de tener competencia objetiva por razón de la materia,
funcional y territorial para conocer de la acumulada;
- las acciones acumuladas no deben, por razón de su materia, ventilarse en juicios de diferente título. Determinadas acciones no pueden acumularse a
otras por la incompatibilidad de su contenido, o por la especialidad de la tramitación de las modalidades procesales que le son propias ( TSJ Navarra 18-
12-97, EDJ 18504 ).
1687
Compatibilidad/incompatibilidad entre acciones 
(LEC art.71.3)
La incompatibilidad entre las acciones opera como límite legal a la acumulación inicial. Es incompatible el ejercicio simultáneo de dos o más acciones en
un mismo juicio y no pueden, por tanto, acumularse cuando se excluyan mutuamente o sean contrarias entre sí, de suerte que la elección de una impida o
haga ineficaz el ejercicio de la otra u otras. En la práctica, esta virtual incompatibilidad de acciones se reduce a la falta de competencia material, funcional
o territorial para conocer coincidente para ser tramitadas ante el mismo juzgado o tribunal ( LRJS art.25.1 ) y a la prohibición de acumular determinadas
acciones especiales ( LRJS art.26 ).
Debe advertirse que la acumulación de acciones es una cuestión de orden público procesal que impone a la sala de suplicación el deber de examinar
de oficio la existencia o no de una acumulación indebida, que en caso de estimarse provoca la nulidad de actuaciones ( TS 11-10-07, EDJ 195106 ; 26-9-
01, EDJ 70736 ; 31-10-00, EDJ 44311 ; 6-3-98, EDJ 2400 ; TSJ Aragón 23-12-13, EDJ 263423 ).
No obstante, ha de tenerse en consideración a estos efectos la posición adoptada por el demandado respecto al decreto de admisión de la demanda o
en relación al auto en que se acuerda la acumulación, pues si ganó firmeza al no haber sido recurrido en reposición no puede entenderse que se haya
producido indefensión en quien tuvo la oportunidad de denunciar tal vicio procesal en el momento apto para ello y no lo hizo ( TSJ Cataluña 23-1-14, EDJ
32651 ).
El límite de la incompatibilidad de acciones, no impide la acumulación de pretensiones alternativas o subsidiarias, las unas de las otras (nº 1690 s. ).

Precisiones

1) No sería posible la acumulación de una pretensión de Seguridad Social y una indemnización de daños y
perjuicios, salvo que sea como consecuencia de la lesión de derechos fundamentales y libertades públicas. No
obstante, ello no lleva aparejada la nulidad de la sentencia de instancia, pues al no solicitarse con carácter principal
la indemnización de daños y perjuicios, y supeditarse a que no prospere la acción principal, se trataría de una
acción accesoria y no precisaría exigir al recurrente optar entre una u otras acciones ejercitadas ( TSJ Cataluña 24-
5-01, EDJ 28518 ). En consecuencia, se califica como indebida la acumulación de la acción de impugnación del
alta médica y la reclamación salarial de los emolumentos devengados desde la fecha del alta, pues ambas
acciones ni se fundan en los mismos hechos ni tiene una misma causa de pedir y su acumulación viene
expresamente impedida por la LRJS art.140.3 , siquiera se formulen con carácter subsidiario o alternativo ( TSJ
Asturias 30-6-16, EDJ 129780 ).
2) Parece, en cualquier caso, lógico que cuando dos o más pretensiones procesales se repelen en un único
procedimiento, hasta el punto de hacer ineficaz alguna de ellas, y cuando, además, se prevea que no puedan
compatibilizarse los pronunciamientos judiciales ni los efectos jurídicos a que conjuntamente den lugar, no sea
posible su acumulación pues se infringiría el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.
3) No existe una acumulación indebida de acciones cuando se ejercita una acción de conflicto colectivo junto con
otra de vulneración de derechos fundamentales toda vez que ambas facetas -el alcance del conflicto y la decisión
empresarial que lo desencadena- son componentes inescindibles de una única y misma pretensión, no dos
pretensiones distintas y separables. Imponer la disociación de esos aspectos a los demandantes les obligaría a
desnaturalizar la demanda ( TSJ Baleares 4-9-09, EDJ 234870 ).
4) En un supuesto de acumulación de una acción de reclamación de fijeza laboral -tramitable por un proceso
ordinario- con otra de clasificación profesional -con modalidad procesal propia- se señala que, no sólo se han
acumulado acciones que por su distinta naturaleza exigen diferente tramitación, sino que se ha producido al mismo
tiempo una inadecuación de procedimiento, ya que mediante la acumulación se ha sustraído a la acción de
clasificación de su cauce natural y distinto del propio de la acción de fijeza ( TS 26-9-01, EDJ 70736 ).
5) Se consideró indebida la acumulación de acciones en una demanda de conflicto colectivo que condenó al
reconocimiento del complemento de antigüedad especificado en él, así como al abono de los importes que pudieran
corresponder al entender que se habían ejercitado dos acciones: una declarativa propia de la modalidad procesal
de conflicto colectivo y otra de condena para que se condenase a la demandada al abono de los importes que
pudieran corresponder individualmente en relación con las distintas categorías y años de servicios ( TS 31-10-00,
EDJ 44311 ). No obstante, la ampliación del objeto del conflicto colectivo a un colectivo susceptible de
determinación individual ( LRJS art.153 ), posibilitando sentencias estimatorias de una pretensión de condena
susceptibles de ejecución individual ( LRJS art.160.3 ), podría llevar a entender superada esta doctrina.
6) No es incompatible acumular a la acción de clasificación profesional la reclamación de diferencias salariales
por trabajos de superior categoría profesional, por considerar aquélla acción como principal y la de reclamación de
cantidad como subordinada ( TS 2-12-99, EDJ 40547 ; 27-2-99, EDJ 2610 ; 4-2-98, EDJ 213 ; 30-10-92, EDJ 10644
; 30-3-93, EDJ 3183 ; 28-5-96, EDJ 4526 ; 29-6-96, EDJ 5475 ), incluso en el caso de que finalmente no se
estimase la reclasificación profesional. Esta acumulación ya se recoge expresamente en la LRJS art.26.4 , si bien
admitiendo ya el recurso de suplicación cuando la acción de reclamación de cantidad acumulada sea superior a
3.000 € ( LRJS art.192.3 ) ( TS 21-1-15, Rec 570/14 ; 26-10-15, EDJ 199572 ; 10-3-16, EDJ 4506 ). Esta doctrina
judicial también se aplica al caso en el que la acumulación realizada no hubiera sido de acciones, sino de procesos
( TSJ Andalucía 7-4-16, EDJ 72876 ). Con todo, algunas sentencias sostienen aun la imposibilidad de recurso ( TSJ
Madrid 31-1-16, EDJ 131510 ).
7) Las demandas individuales de extinción del contrato de trabajo basadas en el ET art.50 , que se presenten
una vez iniciado el ERE, se convierten en extinciones colectivas, sin que para ello sea necesario un número
determinado de demandas individuales. Ello implica que la demanda individual pierde tal condición, se convierte en
colectiva, y se genera una vis atractiva sobre ella a favor del ERE concursal, cuya resolución corresponde al
juzgado de lo mercantil. En consecuencia, no es necesario plantear el conflicto de competencia con la jurisdicción
social para que se remita al juez mercantil o para que se suspenda su tramitación, sino que bastan con el inicio del
ERE para que el juez de lo social pierda la competencia para resolver dicho procedimiento, al menos de forma
temporal hasta que se concluya el ERE con la resolución oportuna ( TSJ Galicia 30-6-16, EDJ 124982 ; 30-6-16,
EDJ 124986 ).
1688
Supuesto   especial   de   acumulación   subjetiva­objetiva   de   acciones   en   materia   de   accidente   de   trabajo   o   enfermedades
profesionales 
(LRJS art.25.4 y 5)
Trata de promover la acumulación de acciones y de intentar concentrar, en la medida de lo posible, en un mismo Juzgado o Sección de la misma Sala y
Tribunal, todas las reclamaciones sobre resarcimiento de daños y perjuicios derivadas del mismo accidente de trabajo o hecho causante de la
enfermedad profesional, incluidas las pretensiones sobre mejoras voluntarias mediante las siguientes vías:
1. La acumulación objetiva y subjetiva de todas las pretensiones de resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados por el hecho causante del
accidente de trabajo o enfermedad profesional, incluso las mejoras voluntarias, de manera facultativa, así como la acumulación subjetiva en el mismo
proceso de todos los perjudicados, empresarios u otros terceros que deban responder, incluidas las entidades aseguradoras. Se excepciona de esta
acumulación objetiva las prestaciones de Seguridad Social para las que existe regulación especial de acumulación ( LRJS art.26.6 ) o las que se hayan
debido tramitar mediante procedimiento administrativo separado ( LRJS art.25.4 ), lo que excluye de la acumulación las pretensiones sobre recargo de
prestaciones de Seguridad Social, que solo son subjetivamente acumulables entre sí, por la vía de reparto de las demandas posteriores o por la de
acumulación de procesos, y solo cuando se refieran a un mismo procedimiento. Desde la perspectiva de una acumulación subjetiva facultativa, el
trabajador perjudicado o sus causahabientes pueden decidir acumular en una misma demanda las pretensiones de resarcimiento de daños y perjuicios,
de mejoras voluntarias y de recargo de prestaciones, derivadas del mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional, o en dos demandas distintas,
una para la responsabilidad civil y las mejoras voluntarias y otra para el recargo de prestaciones.
2. Configurar como juez natural en materia de accidente de trabajo al Juzgado o Sección de la misma Sala y Tribunal que primero conociera de una
demanda derivada del mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional, de modo que obligatoriamente ha de conocer por vía de reparto de las
demandas ulteriores, salvo que no conste dicha circunstancia o no se haya puesto de manifiesto en la demanda ( LRJS art.25.5 ). Este virtual reparto al
mismo Juzgado o Sección es de todas las demandas derivadas del mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional, es decir, tanto las que
contienen pretensiones de resarcimiento de daños o perjuicios, de mejoras voluntarias, como las demandas en materia de prestaciones de Seguridad
Social, incluyendo la responsabilidad prestacional por defectos de afiliación, alta y/o cotización, como las referidas a recargos de prestaciones. Este
reparto no implica necesariamente una acumulación de todos los procesos iniciados por esas demandas, sin perjuicio de que se acuerde de oficio o a
instancia de parte, siempre y cuando sean susceptibles de acumulación ( LRJS art.25.4 y 26.6 ).
3. Asimismo, cumpliendo esas mismas condiciones, se deben acumular los procesos que tengan su origen en un mismo accidente de trabajo o
enfermedad profesional, aunque no coincidan todas las partes o su posición procesal, salvo que hayan debido tramitarse mediante procedimientos
administrativos separados, en cuyo caso solamente pueden acumularse las impugnaciones referidas a un mismo procedimiento ( LRJS art.30.2 ).
1689
Supuesto especial de acumulación subjetiva­objetiva de acciones impugnatorias de actos o resoluciones de las Administraciones
públicas 
(LRJS art.25.6 y 7)
Se prevé expresamente la posibilidad de acumular en una misma demanda las pretensiones que se deduzcan en relación con un mismo acto o resolución
administrativa o a varios actos o resoluciones administrativas cuando exista entre ellos conexión directa, así como también la acumulación subjetiva en
una sola demanda o en varios escritos de demanda presentados conjuntamente por los afectados por un solo acto administrativo impugnando el mismo.
Al igual que para el accidente de trabajo o enfermedad profesional (nº 1688 ), se prevé la configuración como juez natural, de existir más de un Juzgado
o Sección de la misma Sala y Tribunal, al Juzgado o Sección que estuviere conociendo o hubiere conocido del primero de dichos procesos, al que se han
de repartir por ello las demandas o recursos ulteriores siempre que conste dicha circunstancia o se ponga de manifiesto en la demanda. Por tal razón, se
impone la carga a la Administración autora del acto impugnado de comunicar al Juzgado o Tribunal, tan pronto como le conste, si tiene conocimiento de la
existencia de otras demandas o recursos en los que puedan concurrir estos supuestos de acumulación.
1690
Prohibición legal de acumulación 
(LRJS art.26.1)
Aparte de las prohibiciones de acumulación que se deducen de la falta de requisitos anteriormente expuestos (nº 1686 ), se prohíbe expresamente
acumular entre sí ni a otras distintas en un mismo proceso, inicial o sucesivamente, ni siquiera por vía de reconvención, las siguientes acciones:
- las de despido;
- demás causas de extinción del contrato de trabajo del ET art.50, 51 y 52 como cualquier otra derivada del ET art.49 (mutuo acuerdo o condición
resolutoria, extinción de contratos temporales, despido colectivo, etc.);
- modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo;
- disfrute de vacaciones;
- materia electoral;
- impugnación de estatutos de los sindicatos o de su modificación;
- movilidad geográfica, suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de
fuerza mayor;
- derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, reconocidos legal o convencionalmente, a que se refiere la LRJS art.139 , salvo que se
trate de la acumulación de la acción de daños y perjuicios causados al trabajador, exclusivamente por los derivados de la negativa del derecho o de la
demora en la efectividad de la medida que admite excepcionalmente la LRJS art.139.1 ;
- impugnación de convenios colectivos;
- sanciones disciplinarias impuestas a los trabajadores por sus empresarios;
- tutela de libertad sindical y demás derechos fundamentales;
- procedimiento de oficio.
El letrado de la Administración de Justicia debe verificar la concurrencia de los presupuestos de la acumulación para requerir al demandante la
subsanación de la demanda en la que se aprecie indebida acumulación de acciones para que en el plazo de cuatro días elija la acción que pretende
mantener (nº 1724 ).
En relación a la posibilidad de acumulación en materia de Seguridad Social ver nº 1710 s.

Precisiones

1) Esta prohibición de acumular acciones canalizables a través de modalidades procesales específicas, ha de


entenderse efectuada por el legislador atendiendo a la extremada particularidad de la causa de pedir que
concurre en todas esas pretensiones, cuyo conocimiento, ya de por sí complejo en instancia, hace necesario que
no se mezcle con el de otras pretensiones, predominando el interés en que reciban una atención exclusiva sobre el
principio de economía procesal a que obedece la acumulación de acciones.
Se advierte, no obstante, que esa prohibición de acumulación debe entenderse sin perjuicio de lo dispuesto en la
LRJS, en lo relativo, primero, a la posibilidad que se abre de acumular en una misma demanda la acción de
despido y de resolución de contrato ( LRJS art.26.3 ), y segundo, a la de acumular los trabajadores conceptuados
por su cliente como TRADE, la acción laboral por despido y la acción subsidiaria de no conceptuarse la relación
laboral contra la extinción contractual ( LRJS art.26.5 ), y en lo relativo a la preceptiva acumulación de los procesos
promovidos separadamente por resolución de contrato ( ET art.50 ) y por despido ( LRJS art.32.1 ).
2) La referencia a «entre sí» de las prohibiciones de acumulación, que no aparecía en la anterior LPL, debe lógica y
sistemáticamente entenderse referidas a la acumulación objetiva de acciones, no a la subjetiva ( LRJS art.25.3 ),
cuando se ejercitan simultáneamente acciones por uno o varios actores contra varios o uno demandados, siempre
que esas acciones tengan la misma identidad por ser igual el título o fundarse en los mismos hechos que
conforman la causa de pedir. De ese modo, si una empresa despide a un determinado número de trabajadores de
su plantilla con la misma carta de despido, ha de aceptarse la demanda en que acumuladamente litigan todos
ellos conjuntamente contra la misma empresa ( TSJ Galicia 11-10-13, EDJ 210946 ).
1691
Excepciones a la prohibición legal de acumulación 
Pese a la prohibición de acumular entre sí o con otras distintas en un mismo juicio las acciones mencionadas anteriormente (nº 1690 ), la LRJS permite
expresamente la acumulación de determinadas acciones entre sí, configurando una especie de excepción dentro de la excepción.
Así, siempre es posible acumular a cualquier otra la pretensión de indemnización por los daños y perjuicios derivados de la una conducta discriminatoria o
lesiva de derechos fundamentales y libertades públicas ( LRJS art.26.2 ). A su vez, también es posible la posibilidad de acumular, entre sí, dos
acciones que en principio son inacumulables a ninguna otra: despido y extinción del contrato de trabajo, siempre que la acción de despido acumulada
se ejercite dentro del plazo establecido para la modalidad procesal de despido ( LRJS art.26.3 ); despido y reclamación de cantidades adeudadas al
trabajador hasta la fecha del despido ( LRJS art.26.3 ); reclamación de clasificación profesional por realización de trabajos de categoría o grupo
profesional superior y la reclamación de las diferencias retributivas derivadas ( LRJS art.26.4 ); por último, los TRADE pueden acumular a la acción
principal de despido y, dentro del mismo plazo de caducidad que ésta, la que puedan formular contra la decisión del cliente de extinguir la relación, con
carácter eventual y para el caso de desestimación de la primera. También son acumulables la alegación, como principal, de la relación de autónomo
dependiente y, como subsidiaria, la relación laboral, así como otro tipo de acciones cuando se cuestione la naturaleza laboral o autónoma
económicamente dependiente de la relación ( LRJS art.26.5 ).
1692
Posibilidad de acumular a todas las acciones la pretensión de indemnización derivada de la discriminación o lesión de
derechos fundamentales y libertades públicas 
(LRJS art.26.2)
En los casos en los que, por imperativo de los dispuesto en la LRJS art.184 , deban seguirse las modalidades procesales allí indicadas, es posible
acumular en cualquiera de ellas la indemnización derivada de discriminación o lesión de derechos fundamentales y libertades públicas y demás
pronunciamientos propios de la modalidad procesal de tutela de tales derechos fundamentales y libertades públicas ( LRJS art.182, 183 y 184 ). Con esta
regla, se generaliza una excepción que ya se admitía respecto de la acción por despido u otras causas de extinción del contrato de trabajo ( TS 12-6-01,
EDJ 15988 ). No obstante, la acumulación de la pretensión indemnizatoria se admitía única y exclusivamente en los supuestos en los que ese daño se
hubiere ocasionado directamente por la vulneración de un derecho fundamental por el despido. Y ello porque al invocarse la vulneración de un derecho
fundamental como causa extintiva del contrato de trabajo, el daño a resarcir no es uno sólo sino que son dos: a) la pérdida del empleo, que ha de
atribuirse al incumplimiento empresarial legitimador de la acción rescisoria y que tiene una indemnización legalmente tasada; y b) el daño moral que ha de
producir -en términos generales- esa conculcación del derecho fundamental y que forzosamente ha de imputarse al infractor, a quien -además- le es
exigible por tal consecuencia la indemnización prevista en el CC art.1101 ( TS 20-9-07, EDJ 184519 ; 16-1-09, EDJ 11816 ; 9-5-11, EDJ 114214 ).
En definitiva, y dado que todas esas excepciones se corresponden con modalidades procesales que enumera la LRJS art.184 , se permite acumular a la
pretensión propia de la modalidad procesal en cuestión, ya no solo la indemnización consecuencia de la declaración judicial anudada a la misma de
declaración de la existencia de una vulneración del derecho fundamental, sino también el resto de los pronunciamientos de la modalidad por tutela de
los derechos fundamentales, es decir, la nulidad del acto, el cese inmediato de la actuación y el restablecimiento en su integridad del derecho del
demandante a la situación anterior a producirse la lesión. Así, se permite judicialmente la acumulación de acciones en la misma demanda, tanto la
declarativa de reconocimiento del derecho al reingreso tras situación en excedencia, como la indemnizatoria o resarcitoria de daños y perjuicios
económicamente cuantificados en concepto de indemnización por la negativa patronal a ello, o causados por la demora injustificada en el retraso de la
reincorporación ( TSJ Castilla-La Mancha 23-1-14, EDJ 17177 ).
Ha de tenerse en cuenta que la frase «se tramitarán inexcusablemente» ( LRJS art.184 ) va referida tan sólo a concretar la modalidad procesal que ha de
seguirse cuando se pretenda la nulidad de un despido en base a la alegada vulneración de derecho fundamental, y que ha de ser la del despido ( LRJS
art.103 s. ), pero en forma alguna puede entenderse la expresión legal en el sentido de que mediando despido la indemnización atribuible a la lesión del
derecho fundamental necesariamente -«inexcusablemente», al decir de la norma- haya de pretenderse en el proceso por despido ( TSJ Granada 4-12-13,
EDJ 277181 ), siendo potestativa la acumulación de acciones. Consecuentemente a la pretensión indemnizatoria por lesión de derechos fundamentales
que se ejercita con mucha posterioridad a la acción por despido, y al margen del cese impugnado, no le es aplicable el plazo de caducidad, sin que sea
argumentable la vis atractiva del procedimiento por despido.
1693
Despido y extinción del contrato de trabajo 
(LRJS art.26.3)
La primera excepción se establece en relación a la posibilidad de acumular en una misma demanda las acciones de despido y extinción del contrato,
siempre que la acción de despido acumulada se ejercite dentro del plazo establecido para la modalidad procesal de despido y exista conexión directa
entre ambas acciones. Se trata de dar solución particularmente al supuesto en que iniciado el trámite preprocesal de resolución de contrato a instancias
del trabajador, éste resulte despedido antes de haberse presentado la demanda; pero quizás permite también accionar por despido acumulando una
acción de resolución de contrato por los hechos jurídicamente relevantes sucedidos al efecto en la relación laboral con anterioridad a la notificación del
despido. Igualmente, es posible acumular ambas acciones cuando el trabajador formule, por separado, una demanda por resolución del contrato y otra
por despido ( TSJ Sevilla 27-1-16, EDJ 28177 ). Ambas causas deben conocerse conjuntamente, comenzándose por la que presente una mayor
relevancia.
La segunda excepción afecta a la extinción del contrato de trabajo por causa de la falta de pago del salario pactado ( ET art.50.1 b ). En este
supuesto, la reclamación salarial puede acumularse a la acción de extinción indemnizada del vínculo laboral. Además, en su caso, puede ampliarse la
demanda en el acto de juicio ( LRJS art.85.1 redacc L 39/2015 ) para incluir también las cantidades posteriormente devengadas y adeudadas,
lógicamente hasta la fecha de su celebración, sin perjuicio de las que se pudieran devengar hasta la fecha de notificación de la sentencia. Esta posibilidad
de acumulación en una misma demanda por el actor de la acción de extinción del contrato de trabajo por falta de pago del salario y de la de reclamación
salarial pretende responder a la situación de necesidad en que se encuentra el trabajador.
1694
Se establece también como tercera excepción, la posibilidad de acumular a la acción de despido la reclamación de la liquidación de las cantidades
adeudadas en concepto de la liquidación hasta la fecha de efectos del despido -conforme al documento que el empresario ha de confeccionar y entregar
al trabajador en ese momento ( ET art.49.2 )-. Esta acumulación no incide en la tramitación del acto de juicio que debe seguir con el orden de intervención
de las partes regulado en la Ley ( LRJS art.105.1 ). Aunque nada se dice respecto a la posibilidad de recurso de suplicación, puede entenderse que la
acción acumulada de salarios es una acción subordinada a la del despido, por lo que puede ser recurrida junto a la de despido no obstante su cuantía.
Por otra parte, la alusión a la especial complejidad de los conceptos reclamados parece aludir a la posibilidad de entender comprendidas en el concepto
de liquidación, cuantas cantidades pueda adeudar el empleador al trabajador en el momento de su despido, lo que abriría las puertas a poder reclamar
acumuladamente al despido cualquier concepto retributivo que el trabajador considere adeudado, más allá de los días pendientes de abono en la fecha de
despido y la parte proporcional de las pagas extras reglamentarias o convencionales ( TS 3-3-14, Rec 1438/13 ; 22-12-14, Rec 665/14 ; 27-4-15, Rec
97/15 ; TSJ Castilla-La Mancha 1-10-15, EDJ 181154 ). Así se permite la acumulación de la acción de despido y una cuestión extrasalarial, como es la
fijación del módulo salarial aplicable según el convenio colectivo correspondiente, por no ser el que el trabajador venía percibiendo, ya que la reclamación
de cantidad acumulable a la acción de despido no queda restringida a las partidas que integran lo que usualmente se denomina liquidación, sino que
incluye todas las cantidades pendientes de abono hasta la fecha del despido ( TSJ Las Palmas 15-12-15, EDJ 272123 ).
Tampoco existe indebida acumulación de acciones, cuando en demanda por despido se reclama también la declaración de ser el trabajador miembro
del comité de empresa ( TS 18-9-89 ).
Sin embargo, la jurisprudencia ha entendido que no pueden acumularse en una misma demanda la acción de despido y las de impugnación de otras
sanciones impuestas al interesado, y ello aunque la empresa, de forma anómala y poco correcta, le haya notificado todas esas sanciones, incluso la de
despido, en una misma carta ( TS 22-12-89 , EDJ 11660 ). La consideración del despido como una sanción disciplinaria, como se infiere de la LRJS
art.108.1 , y la posibilidad que abre la LRJS para impugnar acumuladamente actos del empresario producidos sucesivamente que inciden en la extinción
del contrato de trabajo ( LRJS art.32.2 ) podría abonar la tesis de la posibilidad de acumular esas acciones contra actos de la misma naturaleza
disciplinaria, cuando su conexión resulte indudable y se accione conjuntamente dentro del plazo de caducidad.
Consecuencia de la acumulación indebida de las acciones ejercitadas sobre despido y situación de excedencia es la nulidad de la sentencia y de todo lo
actuado hasta el momento anterior al de admisión a trámite de la demanda ( TS 25-10-89 , EDJ 9476 ).
Es indebida la acumulación de acciones de despido y declaración de la condición de personal laboral indefinido, con efectos de antigüedad desde una
determinada fecha y una concreta categoría profesional, realizada en una única demanda. Cuestión diferente es que, a los efectos de determinar la
concurrencia del despido denunciado y fijar sus consecuencias, se deba entrar a conocer, con carácter prejudicial y previo, sobre la existencia o no del
carácter indefinido no fijo o temporal de la relación laboral existente, sobre la antigüedad, categoría profesional y el salario regulador, por su necesaria
incidencia en la resolución de la litis, pero todo ello debe hacerse, dado el citado carácter prejudicial y previo, sin realizar declaración ni condena alguna
en el fallo de la sentencia ( TSJ Galicia 9-5-14, EDJ 126764 ).
Se mantiene la independencia de la acción de tutela respecto de la tramitación de un proceso dirigido a la extinción del contrato a instancia del trabajador
(conciliado, con reserva de acciones en protección de derechos fundamentales), afirmando que en nuestro derecho es posible el ejercicio independiente
de la acción de extinción ( ET art.50 ) y de la acción de tutela del derecho fundamental, con posibilidad de que ambas prosperen y lleguen a los
resultados congruentes con lo alegado y probado en cada uno de dichos procedimientos, sin que ambas acciones hayan de ejercitarse
«inexcusablemente» por la vía del proceso de extinción, sin perjuicio de que esa posibilidad de ejercicio conjunto de ambas pretensiones se produzca en
atención a lo que en la redacción actual de la LRJS se halla previsto sobre el particular por razones de economía procesal. La regulación de la llamada
«acumulación de acciones» parte del mismo principio general de que la citada acumulación es potestativa para el demandante ( TS 9-5-11, EDJ 114214
). En la misma línea, se considera que no es acumulable la acción de despido y de tutela de derechos fundamentales cuando no existe conexión fáctica
entre ambas ( TSJ Madrid 2-2-15, EDJ 25941 ).
1695
De igual modo y por idénticas razones, la posibilidad de interponer después de la impugnación de un despido una acción distinta y separada , sin
necesidad de solicitar expresamente la acumulación de procesos, que no de acciones, que es lo que establece la LRJS art.32 , para el supuesto de
extinción del contrato a instancias del trabajador por graves incumplimientos empresariales, está expresamente permitida por la jurisprudencia ( TS 13-6-
13, Rec 2590/13 ). Por ello hay que concluir que no es preciso que el actor ejercite la acción de tutela del derecho fundamental conjuntamente con la
acción de despido, pero si potestativamente opta por acumular ambas pretensiones, la tramitación debe ajustarse al procedimiento de despido ( TSJ
Madrid 29-7-13, EDJ 167351 ).
Se admite en ese sentido la reclamación acumulada a la del despido de un bonus, pues liquidar es saldar, pagar o satisfacer lo que está pendiente, y por
ello, si en el momento en que se produce la extinción del contrato, la empresa adeuda retribuciones aun no abonadas, su reclamación es viable junto con
la de despido ( TSJ Madrid 3-3-14, EDJ 48645 ).
No obstante esa interpretación, no se encuentra entre los conceptos que comprende esa liquidación del ET art.49.2 la posibilidad de una discusión sobre
una cuantía anual superior a la que se viene percibiendo como retribución reconocida por la empresa en concepto de salario y que una parte denomina
retribución voluntaria y graciable y la otra retribución fija variable, los conceptos que la integran y si estamos en presencia o no de una condición más
beneficiosa ad personam, por lo que es indebida la acumulación de una reclamación de mayor salario ( TSJ Galicia 26-6-14, EDJ 129058 ).
Sin embargo, la alusión al ET art.49.2 -que establece la obligación del empresario de acompañar con ocasión de la comunicación de la extinción del
contrato de trabajo una propuesta del documento de liquidación de las cantidades adeudadas-, parece aludir a los conceptos retributivos pacíficamente
devengados a esa fecha anticipadamente a su vencimiento y no abonados por tal circunstancia, pero no a los que puedan ser controvertidos (p.e. horas
extraordinarias, bonus, rescate de plan de pensiones, etc.). Pareja a esa posibilidad que se reconoce al demandante, se otorga al órgano judicial la
facultad de desacumular esa reclamación de cantidad, acto seguido de la celebración del juicio por despido, mediante la deducción de testimonio o
copia de las actuaciones y elementos de prueba que se estime necesarios para dictar sentencia sobre esa pretensión, cuando por la especial complejidad
de los conceptos reclamados se pudieran derivar demoras excesivas al proceso por despido. Nada se regula respecto al plazo para dictar ambas
sentencias, por lo que en principio ha de ser el general de 5 días tras la celebración del acto de juicio ( LRJS art.91.1 ), pese a que esa complejidad en la
resolución de la pretensión de la reclamación de cantidad va a conllevar la necesidad de que se dicten dos sentencias con hechos probados y
fundamentos jurídicos diferenciados, en un mismo proceso. Lógicamente esa desacumulación en pieza separada ha de seguir el mismo curso que la
principal por despido, en cuanto a recurso de suplicación, sea cual sea su cuantía.
Como cuarta excepción, se prevé la posibilidad, de los trabajadores conceptuados por su cliente como TRADE, de acumular la acción por despido
alegando la existencia de relación laboral y la acción subsidiariamente deducida contra la extinción contractual, dentro del mismo plazo de caducidad, con
carácter eventual y para el caso de que se desestime la primera. Se admite además esa misma posibilidad de acumular alegando como principal la
relación de autónomo dependiente y como subsidiaria la relación laboral, así como en el ejercicio de otro tipo de acciones cuando se cuestiones la
naturaleza laboral o autónoma económicamente dependiente de la relación.
Además de estas excepciones recogidas legalmente, se regula con defectuosa ubicación dentro de la acumulación de procesos, la posibilidad de
acumular a la demanda por despido cualquier otra acción impugnando otro acto empresarial que pueda considerarse que también tiene un potencial
efecto extintivo de la relación, cuando entre esas acciones exista conexión directa y en tanto no haya trascurrido el plazo legal de impugnación de los
mismos ( LRJS art.32.2 ). Parece que el legislador trata de evitar la práctica de presentar una demanda por despido verbal o tácito, seguida de otra tras
comunicar la empresa por escrito el despido por cualquier causa, o impugnando como despido sucesivas comunicaciones de la empresa, entendidas por
el trabajador ad cautelam como despido.
1696
Clasificación profesional 
(LRJS art.137.3 y 191.2.c)
La LRJS permite acumular a la demanda en reclamación de clasificación profesional por realización de trabajos de categoría o grupo profesional superior,
la reclamación de las diferencias retributivas generadas precisamente por realizar esos trabajos o funciones superiores ( LRJS art.26.4 ).
Tradicionalmente, el TS ha venido admitiendo la posibilidad de que en dicho procedimiento se ejercitasen de manera acumulada las acciones de
clasificación profesional y de reclamación de diferencias salariales por realización de las funciones correspondientes a dicha categoría superior ( TS 30-
10-92, EDJ 10644 ; 21-12-92, EDJ 19059 ) por no contener la entonces ley procesal laboral ninguna prohibición al respecto. El TS ha reiterado su doctrina
hasta fechas recientes ( TS 17-2-11, EDJ 14005 ; 7-12-09, EDJ 307430 ; 13-11-03, EDJ 187384 ), si bien se ha afirmado que, en los casos en que se
ejercitaban ambas acciones acumuladas, la irrecurribilidad en materia de clasificación profesional se extendía a la reclamación de diferencias salariales,
aunque éstas superasen el límite de acceso al recurso de suplicación, porque existía una manifiesta interdependencia entre ambas acciones con primacía
de la de clasificación profesional, que actuaba como presupuesto básico o condición sine qua non de la reclamación salarial ( TSJ Las Palmas 31-3-14,
EDJ 118778 ).
La vigente LRJS, de una parte, ha elevado a rango legal el criterio jurisprudencial favorable a la acumulación de acciones y, de otra, ha modificado
expresamente la regla sentada por el TS en cuanto al acceso a suplicación de las sentencias recaídas en procesos de clasificación profesional abriendo
la puerta al recurso siempre que la reclamación de cantidad alcance la cuantía requerida para su procedencia.
Por otra parte, la falta de éxito de la acción de clasificación profesional no impide que prospere la acción acumulada de reclamación de diferencias
salariales, si en el curso del proceso ha quedado acreditado que se realizaron las funciones de la categoría superior ( TSJ Las Palmas 18-3-14, EDJ
117850 ; 13-9-13, EDJ 254603 ).

Precisiones

En la práctica son comunes y abundantes los casos en los que, en un proceso por despido, se reclama un salario
que, en virtud de las normas aplicables, correspondía a las funciones que efectivamente venía desempeñando el
demandante. No hay aquí ninguna acumulación indebida de acciones, pues no se ejercita ninguna acción de
clasificación profesional (no se pide el reconocimiento de una categoría profesional superior en virtud del llamado
principio de equivalencia función/categoría), sino una mayor indemnización, que es una pretensión propia del
proceso de despido y que ha de resolverse en él. Lo que se produce en estos casos no es una acumulación de
acciones, sino una cuestión prejudicial en la que han de tomarse en cuenta las normas sobre clasificación
profesional: tiene que decidirse si, conforme a estas normas, los trabajos realizados son los propios de la categoría
reconocida o corresponden a otra categoría con retribución superior ( TS 12-7-06, EDJ 253529 ; TSJ Asturias 13-6-
14, EDJ 105486 ; TSJ Madrid 26-2-14, EDJ 28636 ).
1697
Cuestiones  prácticas   como   consecuencia   de   la  prohibición   de   acumular   otras   acciones   a  la  ejercitada   por   despido,
reclamación de extinción del contrato de trabajo o clasificación profesional 
Entre otras, pueden plantearse las siguientes situaciones:
1. La doctrina legal interpretaba que no eran acumulables dos pretensiones de resolución del contrato instadas por distintas causas, como extinción
del contrato y modificación sustancial, pues son distintas las causas y los efectos de uno y otro supuesto ( TSJ Cataluña 20-10-00, EDJ 45857 ). Esta
interpretación puede haber quedado obsoleta, tras admitirse la acumulación de acciones de despido y extinción de contrato ( LRJS art.26.3 ), lo que a
fortiori parecería permitir las acumulación de acciones de extinción del contrato por distintas causas.
La LRJS art.26.5 otorga respaldo legal a la admisión por los tribunales de la acumulación de una acción de extinción y otra que pretenda el
reconocimiento de la naturaleza laboral, y no mercantil, de la relación existente entre las partes ( TSJ Castilla-La Mancha 21-9-00, EDJ 34920 ).
2. En el proceso de despido puede entrarse a debatir, a efectos de los salarios de tramitación y de la indemnización, la retribución procedente del
trabajador. En este punto es irrelevante que el debate se origine o no como consecuencia de variaciones producidas en el pago del salario o por otras
razones ( TS 8-6-98, EDJ 8696 ; 25-2-93, EDJ 1836 ), puesto que precisar el salario procedente es un elemento esencial de la acción ejercitada sobre el
que debe pronunciarse la sentencia. En esa misma línea se reitera que solamente en este proceso puede discutirse la cuantía de la retribución que ha de
tomarse en cuenta para establecer la indemnización y los salarios de tramitación, que no pueden reclamarse en proceso posterior ( TS 12-4-93, EDJ 3488
). Y ello, por cuanto no es acción distinta de la propia del despido la fijación de los datos sobre los que debe determinarse las indemnizaciones que han de
reconocerse en el proceso por despido cuando es estimada la pretensión del trabajador ( TS 10-7-07, EDJ 135900 ; TSJ Madrid 3-6-16, EDJ131429 ).
Esa determinación salarial produce el efecto positivo de cosa juzgada en proceso posterior en que se reclama cantidad adeudada en el proceso laboral
( LEC art.400.2 ; LRJS disp.final 4ª ), porque los efectos preclusivos de la cosa juzgada, igual que los de la litispendencia, se extienden tanto a los hechos
y fundamentos jurídicos aducidos en el proceso previo como a los que en él hubieran podido alegarse ( TS 17-10-13, EDJ 227758 , con referencia a
doctrina similar de la Sala I de este Tribunal).
No cabe entender que se produjese una acumulación de acciones, la de despido y otra de determinación del convenio colectivo aplicable a la relación
laboral en su día habida entre la demandante y la empresa recurrente, cuando en el suplico de la demanda hay una sola petición de que se declare la
improcedencia del despido y se condene a la empresa al pago de la retribuciones pendientes de abono, sin que conste petición alguna de que se aplique
uno u otro convenio colectivo. Cuestión distinta es que, como presupuesto necesario para alcanzar la declaración interesada en el suplico de la demanda,
el juzgador de instancia haya de averiguar el salario que corresponde a la demandante por razón del contrato de trabajo y que, para saber cuál es el
mismo, se haya de fijar cuál es el convenio aplicable, pero ello es una cuestión previa a la decisión sobre el fondo del asunto, distinta al ejercicio de una
acción independiente ( TSJ Cataluña 23-1-14, EDJ 9397 ).
Sin embargo, no cabe solicitar en la demanda por despido la condena al abono del complemento a la prestación por incapacidad temporal en los
salarios de tramitación de un trabajador despedido en situación de incapacidad temporal porque en esos casos no procede el pago de salarios de
tramitación y además se produce una indebida acumulación de acciones prohibida por la LRJS ( LRJS art.26.1 ) ( TS 18-9-06, EDJ 277490 ), por cuanto
la incapacidad temporal suspende el contrato de trabajo y, por tanto, no existe obligación de remuneración, siendo una cuestión independiente de la del
despido ( TSJ Cataluña 15-9-05, EDJ 238595 ). También se ha declarado la acumulación indebida de acciones de despido y la pretensión del abono de la
mejora voluntaria asumida por la empresa y consistente en completar hasta el 100 por 100 del salario el subsidio percibido por la trabajadora con cargo
al INSS durante el período de incapacidad temporal coincidente con la mayor parte del período de salarios de tramitación ( TS 25-6-08, EDJ 155907 ).
1698
3. También se ha considerado cuestión prejudicial interna, y no acumulación indebida de acciones, la alegación de una cesión ilegal del trabajador
despedido mientras subsiste la cesión, a efectos de conseguir la condena solidaria de las empresas cedente y cesionaria para que respondan de las
consecuencias del despido ( TS 19-11-02, EDJ 61475 ; 27-12-02, EDJ 61484 ) sobre la que es necesario decidir ( LRJS art.4.2 ) para establecer las
consecuencias del despido ( ET art.43 y 56 ) ( TS 14-10-09, EDJ 300327 ; 8-7-03, EDJ 108449 ).
El carácter prejudicial que tiene la cesión ilegal de trabajadores en pleitos de despido conduce que si no se declara la existencia del despido no puede
efectuarse un pronunciamiento sobre la cuestión prejudicial porque esa acción no se ha ejercitado acumulada a la del despido -está legalmente excluida
esta acumulación- sino a modo de cuestión previa o prejudicial interna, que -se insiste- sólo adquiere relevancia para el contenido del pronunciamiento
condenatorio inherente a la declaración de la improcedencia o nulidad del despido ( TS 19-10-12, EDJ 233898 ; TSJ Galicia 15-7-14, EDJ 129157 ; 25-11-
05, EDJ 275793 ). Aun cuando el debate sobre la cesión ilegal sea imprescindible, en tales casos, se considera que la única acción ejercitada es la de
despido y que, por lo tanto, no se produce el ejercicio conjunto de la dos acciones ( TSJ Granada 27-5-15, EDJ 110312 ). Cuestión distinta sería que el
despido se produzca por la empresa cedente una vez concluida la cesión, ya que en tal caso no podría prosperar la alegación de la cesión ilegal, por falta
de esa conexión inmediata.
Sin embargo, podría parecer no procesalmente correcto -así lo entienden algunos tribunales- solicitar en la misma demanda la declaración de
improcedencia del despido frente a dos empresas y también la declaración de sucesión de empresas entre una y otra y la declaración de relación
laboral indefinida, pues aunque el fallo pueda condenar solidariamente a ambas codemandadas se pretende, junto al ejercicio de la acción por despido, el
reconocimiento de los hechos como acciones o reclamaciones separadas, en cuyo caso se está ante un supuesto de indebida acumulación de acciones
( LRJS art.26.1 ) ( TSJ Madrid 1-3-04, EDJ 110911 ).
4. La sentencia que declare la procedencia de la extinción por la concurrencia de causa objetiva legal, en todo caso ha de acoger la pretensión
subsidiaria sobre condena al abono de los conceptos -indemnizatorio por el cese; y resarcitorio por el preaviso incumplido- todavía no satisfechos ( ET
art.53.1.b apdo 2º y 53.5.a ). No se trata de una acumulación de acciones, por ser una consecuencia legalmente prevista para la procedencia del despido
por causas objetivas ( TS 7-2-12, EDJ 26409 ).

Precisiones

No existe indebida acumulación de acciones cuando a la reclamación por despido se añade la de la indemnización
prevista contractualmente para el libre desistimiento empresarial en el marco de una relación laboral especial de
alta dirección, puesto que se entiende que trata de un problema estrictamente jurídico, cuya solución resulta de
aplicar determinadas valoraciones jurídicas a unos hechos concreto ( TS 18-3-91, EDJ 2998 ; 20-12-89 , EDJ 11512
; 3-3-90 , EDJ 2400 ).
1700
Materia electoral 
La LRJS solo prevé dos tipos de reclamaciones a través de este tipo de procedimiento ( LRJS art.127 a 136 ): las referentes al resultado de la elección y
las decisiones de la mesa electoral. Por lo tanto, determinar si el preaviso de elecciones formulado por un sindicato es adecuado a derecho y si la
actuación de la empresa obstaculizando su continuidad constituye o no un atentado a su derecho fundamental a efectuar tal promoción, no puede
tramitarse a través del proceso electoral especial. En definitiva, si la demanda contiene una pretensión de tutela sindical frente a una decisión de la mesa
electoral, o frente a la impugnación de un laudo arbitral electoral, la remisión al proceso especial en material electoral estaría adecuado a las exigencias
de la LRJS art.184 , pero resulta por el contrario completamente inadecuado estimarlo como procedimiento a utilizar cuando lo pretendido en modo
alguno cabe dentro de los límites establecidos para tal procedimiento especial ( TS 25-4-06, EDJ 53154 ). Por tanto, si la vulneración formalmente
denunciada tiene un ámbito más extenso que el de esa modalidad procesal, entonces ya no nos hallaríamos ante una indebida acumulación de acciones
sino ante la legítima utilización del específico procedimiento sumario y preferente al que se refiere la Constitución ( TS 15-12-08, EDJ 282634 ). Pero fuera
de esos casos, cuando se acude a la modalidad de tutela de derechos fundamentales, no puede depurarse una pretensión impugnatoria del proceso
electoral, porque ello supone desconocer el carácter limitado del objeto del proceso de tutela e intentar, contra la prohibición legal de orden público, la
improcedente acumulación de pretensiones y fundamentos ( TS 19-1-98, EDJ 263 ).
1) Hay acumulación indebida cuando en una misma demanda, dirigida contra el presidente de una mesa electoral, se pretende la tutela de los
derechos fundamentales -derecho a elegir y ser elegido- y que se declare sin efecto la eliminación del actor del censo electoral ordenando su
inclusión en el mismo, con anulación de cualquier otro acto que hubiera podido celebrarse a partir de la violación de los derechos fundamentales (
TSJ Málaga 7-9-01, EDJ 79093 ).
2) Sin embargo, no se ha apreciado acumulación en un proceso de reclamación de tutela del derecho de libertad sindical, mediante el cual se
solicitaba también la celebración de elecciones sindicales en una empresa ( TSJ Madrid 10-7-01, EDJ 41612 ).
3) Tampoco existe indebida acumulación de pretensiones cuando a través del proceso de tutela de los derechos de libertad sindical un Sindicato
de Maquinistas Ferroviarios plantea si para la elección de delegados de prevención es necesario respetar o no el criterio de proporcionalidad
con la representación unitaria establecida en las elecciones sindicales ( TSJ Murcia 23-12-98, EDJ 38270 ).
1702
Movilidad geográfica y modificación sustancial de las condiciones de trabajo 
(LRJS art.26.1 y 138.7)
Las demandas que versen sobre movilidad geográfica o sobre modificación sustancial de las condiciones de trabajo no pueden acumularse a otras en un
mismo juicio, ni siquiera por vía de reconvención. Las razones que justifican esta prohibición tratan de garantizar que su enjuiciamiento no se mezcle con
el de otras pretensiones, por razones de la creciente complejidad de la movilidad interna en la empresa ( Varas García). Ni tan siquiera en el caso de
movilidad geográfica y de modificación sustancial de condiciones de trabajo procedentes de una misma decisión empresarial que se comunica al
trabajador en una misma notificación, aunque no resulten incompatibles y estén reguladas ambas en la misma modalidad procesal.
Sin embargo, a esa acción puede acompañarse la reclamación de la condena al abono de los daños y perjuicios que la decisión empresarial hubiera
podido ocasionar durante el tiempo en que ha producido efectos la modificación, cuando haya sido declarada injustificada (nada se dice en la ley si es
declarada nula, pero por analogía podría ser admitida también esa acumulación).
1703
Conciliación de la vida personal, familiar y laboral 
(LRJS art.26.1 y 139.1)
Las acciones de derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral reconocidos legal o convencionalmente tampoco pueden acumularse a
otras en un mismo juicio.
No obstante, en la demanda se puede acumular la acción de daños y perjuicios causados al trabajador, exclusivamente por los derivados de la negativa
del derecho o la demora en la efectividad de la medida, de los que el empresario puede exonerarse si ha cumplido, al menos provisionalmente, la medida
propuesta por el trabajador.

Precisiones

No existe indebida acumulación de demanda cuando se pretende denunciar acumuladamente en una demanda
la existencia de acoso moral (mobbing) y hostigamiento por razón de sexo, solicitando se declare además una
actuación empresarial vulneradora del derecho a la igualdad y no discriminación, concretada en el hecho de no
conceder a la trabajadora la posibilidad de conciliar su vida familiar y laboral a través de la realización de una
jornada continua ( TSJ Cantabria 27-6-14, Rec 564/14 ).
1704
Ejercicio de los derechos de la trabajadora víctima de violencia de género 
(LRJS art.26.1; art.139.2)
También puede acumularse a la demanda de la trabajadora víctima de violencia de género, que reclama los derechos establecidos en la ley, mediante el
ejercicio de la acción a la reducción de la jornada de trabajo con disminución proporcional del salario y la reordenación del tiempo de trabajo, a través de
la adaptación del horario, de la aplicación del horario flexible o de otras formas de ordenación del tiempo de trabajo que se utilicen en la empresa, la
acción de daños y perjuicios directamente causados a la trabajadora por la negativa o demora en el ejercicio del derecho.
1705
Impugnación de sanciones disciplinarias 
(LRJS art.26.1)
Aunque la ley prohibe acumular entre sí ni a otras distintas en un mismo juicio las acciones de impugnación de sanciones impuestas por los empresarios
a los trabajadores, la sentencia que revoque totalmente la sanción disciplinaria debe condenar al empresario al pago de los salarios que hubieran
dejado de abonarse en cumplimiento de la sanción ( LRJS art.115.1.b ), expresándose en la demanda de manera cuantificada para el caso de que se
haya cumplido la sanción disciplinaria.
1706
Impugnación de convenios colectivos 
(LRJS art.26.1)
La acción de impugnación de convenios colectivos (nº 5000 s. ) no puede acumularse a otras en un mismo juicio, ni siquiera por vía de reconvención. En
este sentido, el Tribunal Supremo consideró inadecuado a esta modalidad procesal el ejercicio conjunto de la anulación de un artículo del convenio y de
otras dos pretensiones, de naturaleza diferente, referidas a la constitución de una sección sindical en el ámbito de la empresa, y al nombramiento de
delegado sindical intercentros, ya que las dos últimas pretensiones no se adecuaban en absoluto al objeto propio de esta modalidad procesal ( TS 6-3-
98, EDJ 2400 ).
Tampoco es acumulable a esta acción otra de conflicto colectivo para conseguir la no aplicación de un convenio a un supuesto concreto (nº 4820 ) pese
a tramitarse a través de idéntica modalidad procesal, anulando, en consecuencia, la sentencia recurrida para que la Audiencia Nacional requiriese a la
organización sindical para que eligiese la acción que pretendía mantener ( TS 12-2-96, EDJ 279 ; 10-5-95, EDJ 2532 ).
No obstante, a este proceso sí se puede acumular la acción para la tutela de derechos fundamentales cuando su finalidad es conocer si la vulneración
de la libertad sindical afecta a la validez de lo pactado, sin que el tribunal pueda pronunciarse sobre otras cuestiones ( TS 10-12-13, EDJ 292357 ; 26-1-
09, EDJ 25646 ).
1707
Impugnación de estatutos de los sindicatos 
(LRJS art.26.1)
La acción de impugnación de estatutos de los sindicatos (nº 5120 ) no puede acumularse a otras en un mismo juicio, ni siquiera por vía de reconvención.
Así, el Tribunal Supremo señala que no es legalmente posible debatir el cese de un cargo sindical en esta modalidad procesal ( TS 24-10-02, EDJ 51497 )
y admite el ejercicio de ese tipo de pretensiones por el cauce del proceso de tutela de derechos fundamentales aduciendo que, la disolución y
consiguiente sustitución en sus funciones de los órganos directivos de un sindicato es ciertamente una de las decisiones más graves que pueden
adoptarse en la vida interna de una organización sindical y su licitud o posibilidad jurídica depende desde luego de que tal medida disciplinaria cumpla con
el mandato constitucional y legal de atenimiento a las reglas del «funcionamiento democrático» ( TS 14-9-10, EDJ 213755 ).
1709
Procedimiento de oficio 
(LRJS art.31, 148,149y 150)
Esta modalidad procesal se inicia siempre a iniciativa de la autoridad laboral pero se convoca al juicio, como parte interesada, a todos los trabajadores
afectados que, una vez comparecidos, tienen la consideración de parte, si bien el procedimiento se sigue de oficio, aun sin su asistencia (ver nº 4610 s. ).
En el caso en que los citados trabajadores hayan planteado demandas individuales, en las que concurra identidad de causa de pedir, es preceptivo
acordar la acumulación de esos procesos al de oficio, aunque la modalidad procesal de los mismos sea diversa, lo que no es obstáculo cuando la
tramitación pueda unificarse sin pérdida de derechos procesales ( LEC art.77.1 redacc L 42/2015 ), y más complicado en otro caso (procesos urgentes de
cognición limitada y sin acceso al recurso difícilmente puede unificarse), aunque este precepto no hace distinciones y ordena la acumulación en todo
caso.
b. Acumulación de acciones de Seguridad Social 
(LRJS art.26.6 y 140.1 y 3.d)

1710
En materia de Seguridad Social se establece una exigencia causal, que solo permite acumular las reclamaciones en las que coincida la causa de pedir.
Señala el Tribunal Supremo que dicha causa de pedir debe interpretarse en función de las circunstancias concurrentes, que pueden ser las distintas
situaciones de incapacidad temporal de los trabajadores y la responsabilidad empresarial que concurra en cada caso ( TS 12-5-16, EDJ 78272 ).
No obstante, no pueden acumularse a la acción de impugnación de altas médicas otras acciones, como la reclamación de diferencias de prestación
económica por incapacidad temporal, o ni siquiera la de tutela de derechos fundamentales ( TSJ Málaga 13-3-14, EDJ 66959 ), aunque si se ejercita la
acción de impugnación de alta médica por el proceso especial de Seguridad Social cabe fundamentar la impugnación del alta médica en la lesión de
derechos fundamentales.
1711
Conexión subjetiva 
(LRJS art.26.7)
Aún no prohibiéndose expresamente la acumulación subjetiva ( LRJS art.26.5 ), la cual está regulada con carácter general en la LRJS art.25.3 , la
doctrina legal y jurisprudencial han venido interpretando que, además del requisito objetivo de la misma causa de pedir, para que proceda la acumulación
es preciso que las acciones se dirijan por un único actor contra una única parte demandada.
Para los supuestos de acumulación subjetiva por pluralidad de demandantes se permite igualmente la acumulación de acciones siempre que entre esas
acciones exista un nexo por razón del título o causa de pedir ( LRJS art.25.3º ) ( TSJ Cataluña 28-1-14, EDJ 9503 ). No concurre la misma causa de pedir
en la acumulación de acciones por parte de un colectivo específico de trabajadores que reclaman su jubilación a una edad reducida. Para el tribunal, las
particularidades de cada caso que se alegan en las respectivas demandas, llevan a unos hechos diferentes y probablemente a consecuencias jurídicas
diferentes, lo que supone la ausencia de una misma causa de pedir común en las demandas acumuladas ( TSJ Madrid 26-12-13, EDJ 279361 ).
Así, con un criterio tradicional, se desestima la demanda en que varios actores acumuladamente reclaman prestaciones de Seguridad Social,
interpretando que no hay identidad de causa de pedir entre reclamaciones formuladas separadamente por sus actores, que se refieren a prestaciones
derivadas de diferentes regímenes: unas del régimen general de la Seguridad Social, otras del régimen especial agrario por cuenta ajena, otras al de los
autónomos en la agricultura, en otros casos al servicio doméstico y en algún supuesto al SOVI ( TS 12-2-88 , EDJ 1161 ). De igual manera se considera la
subrogación de una empresa en el derecho de varios trabajadores que demanda al SEPE el reintegro de las prestaciones anticipadas, como un caso de
acumulación a efectos de recurso de suplicación y no de casación por razón de la cuantía, que no puede sumarse ( TS 7-6-84 ).
Tampoco es posible conocer en un mismo proceso la pretensión de un trabajador de mayor grado de una invalidez permanente, derivada de accidente
de trabajo y la de la mutua para quien las lesiones son permanentes no invalidantes ( TS 17-12-91, EDJ 11997 ).
1712
Conexión causal 
(LRJS art.26.6)
La prohibición de acumular entre sí las reclamaciones en materia de Seguridad Social, salvo cuando tengan la misma causa de pedir, impide su
acumulación con otras que, por su objeto, deben tramitarse por procesos diferentes, con trámites, contenido y pronunciamientos diferentes ( TS 11-6-91,
EDJ 6192 ).
Es posible acumular las distintas reclamaciones en materia de Seguridad Social cuando tengan la misma causa de pedir. Así sucede, p.e., cuando una
mutua reclama lo anticipado en razón del principio de la automaticidad de las prestaciones por los distintos gastos ocasionados a consecuencia de un
accidente de trabajo y que no se reducen a los de la incapacidad permanente total reconocida, sino también al subsidio de incapacidad temporal, gastos
de recuperación, asistenciales y hospitalarios ( TSJ Madrid 4-10-01, EDJ 66659 ). También se considera que existe una misma causa de pedir basada en
los descubiertos empresariales provocados por el incumplimiento empresarial de su obligación de cotización, en el caso de que la mutua patronal
acumule, ejercitándolas simultáneamente contra el INSS, la TGSS y la empleadora, las acciones para el reintegro de diversas cantidades satisfechas por
ella misma a distintos asegurados ( TS 12-5-16, EDJ 78272 ).
Para que sea admisible la acumulación de acciones es preciso que las acciones acumuladas no deban, por razón de su materia, ventilarse en juicios de
diferente tipo ( LEC art.73.1.2º ).
Por tal razón, es evidente que nos encontramos en presencia de una indebida acumulación de acciones, cuando a la acción de reclamación de cantidad
derivada, en este caso, del impago del préstamo concedido al trabajador, vinculado al contrato de trabajo, se acumulan una acción de reclamación de
devolución de prestaciones de Seguridad Social, cuales son las de incapacidad temporal, y otra de devolución de cuotas de Seguridad Social ( TSJ
Galicia 21-2-14, EDJ 125984 ).
Así, se considera de distinta naturaleza la pretensión de pensión de jubilación con cargo a un régimen de Seguridad Social y la de un complemento
voluntario a cargo de la empresa ( TS 10-5-90 , EDJ 4952 ). Tampoco es posible acumular la pretensión de invalidez permanente absoluta y la de una
indemnización a tanto alzado pactada en un convenio colectivo ( TS 14-7-97, EDJ 6597 ).
Del mismo modo, se ha considerado indebida la acumulación del subsidio por incapacidad temporal y mejoras voluntarias (complemento de IT) toda
vez que lo reclamado en concepto de incapacidad temporal no es un mero complemento voluntario a cargo exclusivo de la empresa y amparado en
convenio colectivo que, por más que incida en una prestación de Seguridad Social, no puede merecer la catalogación de tal y sí, en cambio, la de una
contraprestación empresarial que mejora el verdadero subsidio o prestación previstos legalmente para los casos de incapacidad temporal. Aun en el
supuesto, no expresamente planteado, de una discordancia en orden a la base reguladora de dicha prestación de Seguridad Social ( TS 7-7-09, EDJ
166018 ).

Precisiones

1) El TS había entrado a conocer de la pretensión de que la incapacidad permanente se había originado por
accidente de trabajo y además de la pretensión acumulada de que se acordase la condena a una compañía
aseguradora y, en su caso, a la empresa, a abonar un determinado importe a tanto alzado, como indemnización
por incapacidad permanente absoluta, sin cuestionarse la posible acumulación indebida, pues se habían ejercitado
dos acciones derivadas de la Seguridad Social y con una misma causa de pedir ( TS 12-3-90 , EDJ 2767 ).
2) Son acumulables una pretensión en materia de derecho laboral (que se declare laboral la relación del actor con
una empresa) y otra en materia de Seguridad Social (la impugnación por éste también en la misma demanda del
alta de oficio en el RETA formalizada por la TGSS), pues ningún precepto lo prohíbe y son materias íntimamente
conexas y entrelazadas ( TSJ C.Valenciana 27-6-00, EDJ 50947 ).
3) Cabe la acumulación de acciones cuando se pretende por la mutua el reintegro de subsidios de incapacidad
temporal, derivados de accidente de trabajo, junto a otros derivados de enfermedad común frente a una
empresa que mantenía descubiertos en la cotización, el INSS, la TGSS, y los trabajadores afectados. Puede
entenderse que en dicho supuesto existe la misma causa de pedir pese a la distinta identidad de los beneficiarios.
Es verdad que la suma total de lo reclamado en la demanda obedece a cantidades satisfechas por la mutua a los
beneficiarios como consecuencia de distintas contingencias, y es probable incluso que alguna de ellas trajera
causa de diferentes acontecimientos de naturaleza profesional. Pero el objeto de este proceso es una pretensión
procesal única, consistente en que se reconozca la responsabilidad directa de la empleadora respecto a la totalidad
de las prestaciones y la subsidiaria de la Seguridad Social respecto, exclusivamente, a las causadas por
contingencia profesional, por lo que la relación causa-efecto de la propia pretensión no es ni la contingencia -común
o profesional- determinante de las prestaciones ya satisfechas, ni la conducta individual de los beneficiarios, ni
cualquier otra circunstancia, sino los graves incumplimientos empresariales en materia de cotización ( TS 18-12-13,
EDJ 273991 ; 5-11-13, EDJ 261343 ).
4) Ha de distinguirse la acción en materia de prestaciones de Seguridad Social de las acciones impugnatorias de
actos administrativos de Seguridad Social. Las demandas formuladas en materia de prestaciones de la
Seguridad Social se tramitan por una modalidad procesal ad hoc comprensiva de toda la litigiosidad que se deriva
del reconocimiento de las prestaciones a los beneficiarios del sistema ( TS 20-7-90, EDJ 7917 ). Es pleito de
Seguridad Social aquél en el que la controversia dimana de normas de Seguridad Social, hace relación a
prestaciones de Seguridad Social, nacidas, precisamente, en la esfera de la relación pública de la Seguridad Social,
y afecta a los elementos individuales de esta relación ( TS 1-9-99, EDJ 29898 ; TSJ País Vasco 13-6-00, EDJ
33496 ). Por el contrario, el proceso especial de impugnación de actos administrativos en materia laboral y de
Seguridad Social no se refiere a las actuaciones de la Administración como empleador que van al proceso ordinario
o al especial que corresponda, sino a las actuaciones de la Administración como poder público o, si se prefiere,
como titular de potestades administrativas. En el caso de la impugnación de una sanción, aún de pérdida o
extinción de una prestación, la acción está comprendida en esta modalidad especial, pues no se está ante un pleito
que afecte a la esfera de la relación pública de la Seguridad Social, y a los elementos individuales de esta relación
sino ante un supuesto de impugnación de un acto administrativo de extinción de una prestación de Seguridad
Social ya reconocida ( LRJS art.151 ). Consecuentemente, no existe acumulación de acciones cuando en la
demanda no se pedía el reconocimiento del derecho a la prestación de desempleo, que ya tenía reconocida, sino la
anulación de una resolución que le imponía la sanción de extinción de la prestación ya reconocida ( TSJ Cataluña
27-1-14, EDJ 9446 ).
1713
Acciones con distinta causa de pedir 
La prohibición de acumular alcanza las acciones de Seguridad Social que no tengan la misma causa de pedir. En esta materia, no son equiparables
contingencia o situación protegida y causa de pedir. La primera es una calificación jurídica de la segunda que, a su vez, es la vicisitud de hecho,
legalmente protegida ( TS 18-5-90 , EDJ 5269 ). Si se dispone que no «serán acumulables entre sí las reclamaciones en materia de Seguridad Social,
salvo cuando tengan la misma causa de pedir» ( LRJS art.26.6 ), ello no impide que, en el seno de un proceso de Seguridad Social, puedan examinarse y
resolverse con carácter previo otras cuestiones conexas, como es si existía una relación laboral entre el accidentado y la empresa codemandada, pues
es indispensable determinar en estos litigios si el damnificado tenía o no la condición de trabajador, que es uno de los elementos que integran la noción
legal de accidente de trabajo ( LGSS art.156.1 ), sin que ello suponga el ejercicio de otras acciones distintas a la de Seguridad Social, ni su acumulación
indebida a ésta, pues en estos casos la única acción ejercitada es la de Seguridad Social con la sola pretensión de que se declare la laboralidad del
susodicho accidente ( TSJ País Vasco 29-3-11, EDJ 176597 ). Sin embargo, la jurisprudencia posterior ( TS 26-1-06, EDJ 24949 ) considera acumulable la
pretensión de reconocimiento de pensión por invalidez ejercitada en la demanda a la que se incorpora también una petición expresa de calificación de
laboralidad del accidente sufrido.
En materia de Seguridad Social algunas situaciones se conectan entre sí de manera instrumental, de forma que el derecho al reconocimiento de una
prestación determinada y su cuantía está conectado con el previo derecho al reconocimiento de otra prestación y en la cuantía que ésta pudiera tener
( TSJ Cataluña 17-2-04, EDJ 9589 ).
Por ello, es posible acumular la pretensión de ser declarado inválido por accidente de trabajo o, alternativamente, por enfermedad común, pues
ambas peticiones se fundamentan en idénticos déficits y disminuciones y existe una única causa de pedir, entendiendo que a estos efectos resulta
indiferente la contingencia por que resulte protegido el actor ( TS 18-5-90 , EDJ 5269 ). No hay acumulación de acciones cuando un trabajador declarado
en incapacidad parcial por accidente de trabajo, reclama el grado de total por la misma contingencia y, en su caso, por enfermedad común, pues la
concurrencia de dolencias de distinto origen y la aplicación de distintas normas o de calificaciones jurídicas diversas, no pueden configurarse como si se
tratara de acciones distintas y autónomas que debieran encauzarse en procesos separados ( TS 6-6-94, EDJ 11802 ).
1715
1) No existe indebida acumulación de acciones cuando se pretende una declaración de incapacidad permanente y un recargo de
prestaciones por incumplimiento de la normativa laboral en materia de seguridad laboral, pues aunque a primera vista no tiene la misma causa
de pedir, la norma por la que se consigue el efecto jurídico pretendido no es la misma en ambos supuestos y se entiende que las acciones
debieron de ser acumuladas puesto que ambas derivaban de la misma contingencia, produciéndose en consecuencia una identidad de la «causa
petendi» ( TSJ Cataluña 17-2-04, EDJ 9589 ).
2) Tampoco existe acumulación indebida cuando se admite la impugnación de alta médica y la solicitud de declaración de situación
invalidante, ya que en la normativa de Seguridad Social son inseparables pedir la declaración de incapacidad -sea permanente o provisional- y
la prestación correspondiente ( TS 16-7-96, EDJ 5261 ), ni la constituye la acción de impugnación del alta médica y la solicitud de la prestación
que venía percibiendo pues para la jurisprudencia son inseparables la petición de declaración de incapacidad y la petición de la prestación
correspondiente ( TS 31-1-96, EDJ 2347 ). En la normativa de Seguridad Social hay una vinculación inescindible entre el reconocimiento de la
invalidez y el reconocimiento de la prestación: no caben declaraciones de incapacidad en abstracto o ajenas a la efectividad de las respectivas
prestaciones a favor del beneficiario ( TS 14-10-91, EDJ 9690 ).
3) No constituye acumulación indebida pretender que la retribución a satisfacer como consecuencia de una prejubilación tenga en cuenta dos
pagas extraordinarias de beneficios y pretender que la cantidad resultante sea el importe matriz a complementar por la entidad financiera,
cuando al actor le sean aprobadas las prestaciones de jubilación o invalidez, o a sus beneficiarias las prestaciones de viudedad y orfandad, por
parte del INSS, ya que las diferencias que resultan de ambas situaciones derivan del mismo título o causa de pedir como el pacto o acuerdo
suscrito entre ambas partes proyectado en la etapa de prejubilación o en la posterior jubilación con las consiguientes diferencias económicas
resultantes y objeto de controversia ( TSJ C.Valenciana 31-1-05, EDJ 23002 ).
4) Tampoco constituye acumulación indebida la acumulación en la misma demanda de una reclamación de cantidad por diferencias
salariales y, asimismo, de un complemento del subsidio por incapacidad temporal a cargo de la empresa, toda vez que lo reclamado en
concepto de incapacidad temporal no es sino un mero complemento voluntario a cargo exclusivo de la empresa y amparado en convenio
colectivo que, por más que incida en una prestación de Seguridad Social, no puede merecer la catalogación de tal y sí, en cambio, la de una
contraprestación empresarial que mejora el verdadero subsidio o prestación previstos legalmente para los casos de incapacidad temporal ( TS 7-
7-09, EDJ 166018 ; 4-4-06, EDJ 59653 ).
5) Constituye acumulación indebida de acciones en materia de Seguridad Social, la reclamación en la misma demanda de incapacidad
permanente o, subsidiariamente, temporal, siendo diferente la causa de pedir y diferentes las pretensiones que conforman prestaciones también
diferentes que dependen de requisitos distintos para causarlas e incluso podría faltar la conexión subjetiva, pudiendo ser otras las partes ( TSJ
Cataluña, 15-7-05, EDJ 238736 ).
6) También constituye acumulación indebida de acciones la impugnación del alta médica y la reclamación salarial de los emolumentos
devengados desde la fecha del alta médica, pues ambas acciones ni se fundan en los mismos hechos ni tiene una misma causa de pedir y su
acumulación viene expresamente impedida por la Ley ( LRJS art.140.3 ), siquiera se formulen con carácter subsidiario o alternativo ( TSJ Asturias
30-6-16, EDJ 129780 ).
2. Acumulación sucesiva de acciones 

1716
Se produce una acumulación sucesiva cuando en un proceso ya iniciado, con posterioridad al momento de interposición de la demanda y antes de que
se dicte sentencia, se produce otra pretensión apta para insertarse y añadirse a la que constituía el objeto inicial del proceso.
En este tipo de acumulación pueden darse dos modalidades principalmente: por ampliación de la demanda y por reconvención.
1718
Ampliación de la demanda 
(LRJS art.64.2.b)
La demanda es un acto procesal de quien acciona, de forma que solo éste tiene facultades para ampliarla bien objetivamente, acumulando otras acciones
contra la parte demandada, o bien subjetivamente extendiendo sus pretensiones contra otros sujetos, trayéndolos al pleito en calidad de litisconsortes
pasivos voluntarios.
No regula la LRJS la acumulación sucesiva de acciones por ampliación de la demanda con carácter general, aunque se haga referencia a esa posibilidad
en diversos preceptos. Para integrar esa laguna se puede acudir a lo dispuesto en la LEC art.401.2 , precepto que permite a la parte actora ampliar la
demanda para acumular nuevas acciones a las ya ejercitadas o para dirigirlas contra nuevos demandados. Pero ese precepto es de complicada traslación
del proceso laboral ya que, por un lado, se trata de una posibilidad prevista en juicio ordinario civil pero no para el juicio verbal, que es el afín al laboral, en
el que las posibilidades de acumulación son muchos más limitadas. Por otro lado, el objeto del proceso laboral viene condicionado por la vía previa que,
con regla general, debe haberse agotado antes del planteamiento de la demanda, estando vedado introducir modificaciones sustanciales de su contenido
en la posterior demanda y acto del juicio, de lo que claramente se desprende que, con carácter general, el objeto del proceso social queda fijado en el
momento que se plantea la vía previa (conciliación o reclamación previa) y las únicas modificaciones posteriores que se pueden producir son la
incorporación de hechos posteriores de los que no se ha podido tener conocimiento previo, así como la ampliación de la demanda a otros sujetos para
constituir adecuadamente la relación jurídico-procesal pero sin que ello entrañe una variación sustancial de la pretensión inicial que debe estar referida a
los elementos identificadores de la pretensión ( TS 22-3-05, EDJ 62704 ).
1719
Al margen de los casos en que haya que demandar a otros sujetos por apreciarse un litisconsorcio pasivo necesario que, como se dijo antes, no
constituye un supuesto de acumulación, en la LRJS encontramos dos supuestos específicos de ampliación de la demanda:
1. A las acciones de extinción del contrato a instancias del trabajador por falta de pago ( ET art.50.1 b ) se permite acumular la reclamación relativa a los
salarios adeudados y ampliar la demanda para incluir las cantidades posteriormente adeudadas ( LRJS art.26.3 ).
2. Cuando erróneamente se haya atribuido la cualidad de empresario en los procesos de despido y se acreditase que lo era un tercero, se permite ampliar
la demanda frente al empresario real, si no se hubiera celebrado el juicio ( LRJS art.103.2 redacc L 39/2015 ) ( TS 6-3-12, EDJ 70611 ). Aunque, en
realidad, en este caso, más que ante una acumulación de acciones se está ante una regla especial para el cómputo del plazo de caducidad que opera
cuando al trabajador se le ha inducido a creer que el empresario era otro y, por esa causa, se planteó indebidamente la demanda frente a un empresario
erróneo.
Por tanto, la acumulación sucesiva de acciones debe hacerse en el momento anterior a la celebración de los actos de conciliación, en su caso, y de juicio
( LRJS art.34.1 ) para evitar de ese modo la indefensión que surgiría, no solo del desconocimiento de las pretensiones ya formuladas en el proceso, sino
también de no haber tenido tiempo para procurarse una defensa adecuada.
Debe hacerse por escrito que reúna los requisitos exigidos a la demanda, en cuanto a la designación, en su caso, de los nuevos sujetos demandados,
trasladándoles copia de la demanda, o la enumeración clara y concreta de los hechos sobre los que verse la pretensión que se solicita acumular y la
súplica correspondiente, en los términos adecuados al contenido de la pretensión ejercitada ( LRJS art.80.1 ); asimismo, debe cumplir los requisitos
específicos exigidos por las distintas modalidades procesales si procede y, finalmente, el órgano judicial debe cumplir los plazos procesales establecidos
para los actos de comunicación.

Precisiones

1) En algún caso cabe que el órgano judicial recomiende la ampliación, principalmente a instancias del Fondo de
Garantía Salarial interesado siempre en traer al proceso a otros sujetos en calidad de demandados por razón de
eventuales obligaciones solidarias.
2) No actúa en el momento procesal oportuno quien, a instancias del juzgador, acumula en el acto de juicio a la
petición de asistencia sanitaria fuera de la red pública, una acción de reclamación de cantidad por los gastos
generados por esa asistencia, salvo que se proponga por vía de reconvención ( TSJ País Vasco 21-12-04, EDJ
253960 ).
1720
Reconvención 
(LRJS art.25.2 y 85.3;  LEC art.406)
La reconvención consiste en la pretensión o pretensiones que el demandado formula frente al demandante en el proceso iniciado por este último. Se está
ante un supuesto de acumulación sucesiva de acciones en la medida que se produce en el curso del proceso iniciado por el actor cuya demanda ha sido
admitida a trámite. Lo que caracteriza a la reconvención es que este efecto surge dentro del mismo proceso, como una forma específica de acumulación,
que la doctrina científica más autorizada calificó en su momento como una modalidad de acumulación sucesiva por inserción de pretensiones, que
produce la consecuencia esencial de que haya varias pretensiones en un solo proceso, como efecto común a toda acumulación ( TS 3-3-14, EDJ
389900 ). Se introduce, en esencia, mediante la demanda reconvencional, una nueva pretensión, independiente de la mera petición de absolución y que
contiene pedimentos independientes susceptibles de determinar la condena del actor, que podría haber sido objeto de otro proceso independiente pero
que se inserta, dentro de los límites legales, en el procedimiento iniciado por la acción principal, por acumulación objetiva de acciones fundada
meramente en la conexión subjetiva de las partes intervinientes, aprovechando la oportunidad del planteamiento del primer proceso y ampliando el
objeto litigioso ( TS 17-9-04, EDJ 152819 ). Resulta conveniente observar que la LRJS acoge la tesis doctrinal de que cuando se opone la compensación
de deudas con el propósito, no de condena, sino de ser absuelto, no se está en presencia de una reconvención sino de una excepción procesal ( LRJS
art.85.3 redacc L 39/2015 ).
La reconvención se formula en el acto del juicio, si bien, para evitar la indefensión que al actor reconvenido le provocaría su planteamiento sorpresivo, la
viabilidad de la reconvención se condiciona a que se haya anunciado en la conciliación previa al proceso o en la contestación a la reclamación previa o
resolución que agote la vía administrativa, y se hayan comunicado, en dichos actos, los hechos esenciales en que se funda y la petición en que se
concreta ( LRJS art.85.3 redacc L 39/2015 ) ( TS 6-4-04, EDJ 31788 ). La necesidad de cumplir dicho requisito excluye de la posibilidad de formular
reconvención a la mayoría de los procesos en los que no se requiere vía previa al planteamiento de la demanda ( TS 5-6-12, EDJ 140508 ). Con ello
ninguna indefensión se le ocasiona a la parte reconveniente quien es libre de ejercitar su derecho en el proceso correspondiente ( TS 6-4-04, EDJ
31788 ).
Aunque la mayoría de procesalistas han destacado que, según la tradición española, no se exige que exista conexión objetiva entre la pretensión del
demandante y la que por esta vía formula posteriormente el demandado bastando que exista la conexión subjetiva (Montero A.), la LRJS, recogiendo las
exigencias de la LEC, exige conexión entre ambas pretensiones y además no se admite cuando la acción que se ejercita deba ventilarse en modalidad
procesal distinta y la acción no fuera acumulable -juicio de diferente tipo o naturaleza- ( LRJS art.85.3 redacc L 39/2015 ).
El TS entiende que concurre conexión material de las pretensiones en la reconvención, puesto que la ley procesal laboral solo exige para formular
reconvención, expresar en esencia los hechos en que se funda y la petición en que se concreta y, formulada la reconvención, se abre el trámite para su
contestación en los términos establecidos en la demanda; y que la reconvención se configura legalmente como una modalidad de acumulación de
acciones lo que implica ya un primer elemento de conexión entre las acciones acumuladas; y que igualmente se produce conexión procesal, puesto que
la reconvención se define como una conducta del demandado que no se limita a pedir su absolución, sino que solicita la condena del demandante.
El anuncio de la reconvención prolonga la conservación del efecto interruptivo de modo paralelo a lo que sucede en el proceso principal. Así, la acción
reconvencional sigue la misma suerte que la demanda principal. La acción reconvencional no prescribe aunque se celebre el juicio habiendo transcurrido
más de un año desde que se intentó la conciliación sin efecto ( TS 3-3-14, EDJ 38990 ).
Resulta inaplicable al proceso social la previsión contenida en el LEC art.438.1 , por regular las normas procesales sociales la reconvención de un modo
completo y, además, excluyente de la misma, entre otras, en la modalidad procesal de tutela de derechos fundamentales y ser contraria tal previsión
procesal civil a los principios del proceso social ( TS 5-6-12, EDJ 140508 ).
1721
Tratamiento procesal 
Es necesario distinguir entre la competencia del letrado de la Administración de Justicia y el procedimiento que ha de seguirse.
1722
Competencia del letrado de la Administración de Justicia 
En caso de ser varios los demandantes se puede presentar la demanda individualmente o de modo conjunto, en un solo escrito o en varios; en este
último caso, su admisión a trámite equivale a la decisión de su acumulación, que no debe denegarse salvo que las acciones no sean acumulables ( LRJS
art.19.1 ). La novedad consiste en dar valor de demanda, no solo al tradicional escrito único, ya fuese individual o plural, sino a varios escritos de
demandas individuales por el hecho de haber sido presentadas conjuntamente con idéntica pretensión frente a la misma parte demandada. Otra
peculiaridad de esta regulación es que, si bien, como regla general, el acuerdo de acumulación lo adopta el juez, en este supuesto la admisión a trámite
de la demanda -competencia del letrado de la Administración de Justicia ( LRJS art.81 )- equivale al acuerdo de acumulación.
1723
Procedimiento 
(LRJS art.26.7)
Junto a esa previsión de acumulación expresa, se encomienda al letrado de la Administración de Justicia verificar si en la demanda -la individual, plural o
conjunta- se han ejercitado acciones indebidamente acumuladas, es decir, si concurren los presupuestos indicados en la LRJS art.25 y 26 .
Si concurren los presupuestos para la acumulación, el letrado de la Administración de Justicia debe admitir la demanda a trámite lo que equivale al
acuerdo de acumulación ( LRJS art.19 y 81 ).
Si considera que se han ejercitado acciones indebidamente acumuladas, ver nº 1724 .
3. Desacumulación de acciones 
(LRJS art.27)

1724
Si considera que se han ejercitado acciones indebidamente acumuladas, el letrado de la Administración de Justicia debe requerir al demandante para
que en el plazo de 4 días subsane el defecto, eligiendo la acción que pretende mantener.
Si tras el requerimiento de subsanación, el interesado no opta o mantiene la acumulación indebida, debe distinguirse:
1. Si las acciones no estuvieran sometidas a plazo de caducidad, el letrado de la Administración de Justicia debe dar cuenta al tribunal para que éste, en
su caso, acuerde el archivo de la demanda; aunque también puede considerar que la acumulación es factible y, por tanto, que la demanda debe ser
admitida a trámite.
2. Si una de las acciones está sometida a plazo de caducidad, el letrado de la Administración de Justicia da cuenta al tribunal para que éste, en su
caso, acuerde tener por no formulada la acción no sometida a plazo de caducidad, sin perjuicio de que pueda ser ejercitada en otro proceso
independiente.
3. Si todas las acciones están sometidas a plazo de caducidad, el letrado de la Administración de Justicia da cuenta al tribunal para que éste, en su
caso, acuerde tener formulada la acción de despido, si es una de las ejercitadas, o, de no ser así, la primera de las ejercitadas en el suplico de la
demanda, teniendo por no formuladas las restantes, sin perjuicio de que puedan ser ejercitadas en otro proceso independiente.
Consecuentemente, en todos los supuestos, la decisión final de inadmisión y archivo de la demanda no subsanada corresponde al órgano judicial, sin
tener que sujetarse a la indicación del letrado de la Administración de Justicia.
Debe advertirse que la acumulación indebida de acciones constituye un quebranto grave del procedimiento, cuestión de orden público procesal que puede
ser apreciada en cualquier momento de oficio, ya sea por el juez que conoce del asunto en instancia o, en su caso, por el tribunal que conozca del
asunto en vía de recurso, y que en caso de estimarse provoca la nulidad de actuaciones para que se dé debido cumplimiento a la desacumulación
continuando después el proceso por su trámites legales ( TSJ Aragón 23-12-13, EDJ 263423 ).
A su vez, el debido cumplimiento del derecho a la tutela judicial efectiva, permite la revocación de una desacumulación indebida que quiebra tal
derecho cuando pone fin a un litigio sin resolver las pretensiones formuladas, sin causa legal para ello. De este modo, sólo se enerva el incumplimiento
del derecho si a una pretensión de este tipo se acompaña de la posibilidad de replantear la pretensión de un nuevo pleito en el que se subsanen las
deficiencias que han determinado la falta de enjuiciamiento en el primero ( TSJ País Vasco 15-9-15, EDJ 201524 ).
1726
Demanda planteada por varios trabajadores 
La facultad de desacumular acciones indebidamente acumuladas se ha previsto en relación a la acumulación inicial objetiva, no regulándose el modo
de proceder para el caso -por lo demás frecuente en los tribunales laborales- de que varios trabajadores litiguen conjuntamente en una misma demanda
(acumulación objetiva-subjetiva) con pretensiones que puedan considerarse indebidamente acumuladas. Para este supuesto el legislador se ha limitado a
señalar la función del letrado de la Administración de Justicia de verificar estos defectos ( LRJS art.26.7 ), pero no las consecuencias procesales.
Puede tratarse de una demanda formulada por un sujeto en nombre y representación de varios actores o de una de una demanda presentada en
varios escritos por una pluralidad de actores o demandantes ( LRJS art.19.1 ) y en estos casos, si se adopta la resolución que previene la LRJS art.27 ,
requiriendo al demandante para que subsane la demanda y se elija la acción que pretende mantener, tendría que elegir a uno de los actores por él
representado, desistiéndose del resto, que tendrían que presentar ulteriores demandas individuales, con los efectos potencialmente peligrosos que tal
actuación pudiera acarrear en orden a la caducidad o prescripción; pero es que puede darse también el supuesto de que se trate de una única demanda
encabezada y suscrita por varios sujetos o presentada conjuntamente mediante varios escritos, a los cuales, a cada uno de ellos individualmente ha de
considerarse demandante, planteándose la cuestión de a cual de ellos se elige a los efectos del requerimiento.
Podría parecer que la solución procesalmente más adecuada al principio de tutela judicial efectiva consistiría simplemente acordar en estos casos la
desacumulación de la demanda y considerar la existencia de tantas demandas individuales como actores, ordenando iniciar su tramitación por separado,
mediante testimonios de la original demanda, incoando al efecto tantos procesos distintos como demandantes.
La jurisprudencia no consideró, en un caso, ajustada a derecho la acumulación subjetiva de acciones llevada a cabo por tres trabajadores en una única
demanda interpuesta en reclamación por despido, por haber considerado en ese supuesto diferentes sus circunstancias contractuales, las fechas de los
despidos y la forma en que se hicieron -por tanto, sin que entendiera que existiera un nexo por razón del título o causa de pedir-, habiendo acordado que
el juzgado debía obtener su subsanación respecto a cualesquiera defectos apreciados en la demanda, máxime cuando la acumulación indebida atentaba
contra el derecho de defensa de la otra parte ( TS 15-2-01, EDJ 3047 ).
En el supuesto de que habiendo litigado acumuladamente varios trabajadores en reclamación por despido, y el letrado de la Administración de Justicia
entendiera la existencia de una indebida acumulación subjetiva de acciones requiriendo para la subsanación en un plazo de cuatro días de opción
para manifestar cual de los actores elegía seguir con dicho procedimiento, ello no significaría, en modo alguno, que la parte que optó por presentar nueva
demanda no hubiera ejercitado la acción, pues lógicamente ya estaba ejercitada, concurriendo por tanto en este caso una de las causas de suspensión
del plazo de caducidad de la acción de despido ( TS 12-2-04, EDJ 6727 ).
Se entiende que si bien, como regla general, durante el periodo de sustanciación de un procedimiento iniciado en virtud de una demanda defectuosa que
resulta archivada por no haber sido subsanada, no se produce un efecto suspensivo del plazo de caducidad, habida cuenta que el ejercicio de la acción,
mediante la presentación de la demanda, produce la conclusión del plazo legal ( TS 5-2-02, EDJ 2632 ; 18-12-08, Rec 858/08 ), o por desistimiento del
demandante ( TS 23-2-85 ; 10-5-05, EDJ 90330 ), como excepción a dicha regla general, en los supuestos en que la necesidad de entablar un segundo
proceso no es imputable a la parte sino que trae causa de un error judicial, como acontece en los casos en que, en proceso de despido iniciados
mediante una demanda plural, judicialmente se entiende que ha existido una indebida acumulación de acciones y se requiere a la parte para que opte por
la acción que desea mantener, obligándola a instar un nuevo procedimiento, el periodo de sustanciación del primer procedimiento sí que suspende el
cómputo del plazo de caducidad de la acción, toda vez que la acción se ha ejercitado desde el momento de presentación de la primera demanda ( TSJ
Las Palmas 14-12-12, EDJ 355556 ).
1728
Efectos de la actuación judicial 
La Ley atribuye al letrado de la Administración de Justicia el primer examen de las demandas y el estudio de la aplicabilidad de las normas relativas a la
acumulación. El actor en caso de requerimiento efectuado por el letrado de la Administración de Justicia puede subsanar o contestar alegando las
razones de acumulabilidad. En este supuesto, el letrado de la Administración de Justicia puede admitir la demanda o dar cuenta al tribunal para que
decida la admisión o no de la misma. Por otra parte, el demandante puede recurrir la resolución del letrado de la Administración de Justicia requiriendo la
subsanación.
Es competencia de los tribunales, antes de resolver sobre el fondo de los recursos, analizar, incluso de oficio, por la afectación que supone para el
orden público procesal, si la acumulación de procesos que decidió el magistrado de instancia infringe la disciplina legal al respecto. Por tal razón, la
alegación de ese defecto procesal esencial, por primera vez, en un recurso extraordinario, como es el de suplicación, no constituye una cuestión nueva
que deba quedar excluida del debate, ya que por afectar al orden público puede plantearse en cualquier momento, habida cuenta de que la sala habría de
abordarla incluso de oficio ( LOPJ art.238 s. ) ( TS 26-9-01, EDJ 70736 ).
Lo normal es, sin embargo, que ese acuerdo de desacumular pretensiones indebidamente acumuladas se adopte en un momento procesal anterior a
la admisión a trámite de la demanda, siendo susceptible de recurso de reposición la resolución que así lo declare ( LRJS art.19.1 ). Contra el decreto del
letrado de la Administración de Justicia resolviendo la reposición cabe interponer recurso directo de revisión ante el juez o tribunal ( LEC art.454 bis.1 ),
en tanto en cuanto impide la continuación del proceso respecto a la pretensión considerada indebidamente acumulada. El auto que recaiga resolviendo el
recurso sería susceptible de recurso de suplicación si es desestimatorio ( LRJS art.191.3.c ).

Precisiones

1) La acumulación indebida de acciones ha de ser apreciada en último extremo de oficio, por el juzgado de
instancia o, en su caso, por la sala del tribunal correspondiente en vía de recurso, y la actividad judicial debe
dirigirse a posibilitar que el demandante elija la pretensión que pretende mantener. No se trata de una mera
facultad sino de una auténtica obligación legal del órgano judicial dirigida a garantizar que los derechos de fondo
deducidos en una demanda laboral no resulten ineficaces por el juego riguroso y formalista de la falta o defecto de
los requisitos formales que pudiera imputarse a la demanda ( TCo 118/1987 ; 11/1988 ; 232/1988 ). En todo caso
son importantes la LEC art.73.3 y LRJS art.26.7 para los casos de acumulación indebida de acciones, pues otorgan
al letrado de la Administración de Justicia atribuciones que suponen una nueva distribución de funciones en la
materia, al otorgarle la «dación de cuenta técnica» (Marín Madrazo) para que por el tribunal se resuelva sobre la
admisión de la demanda.
2) De apreciarse, en cambio, que la solicitud de acumulación de acciones fue indebidamente desestimada por
el órgano judicial, habrá de ordenarse la reposición de los autos al momento anterior a dictarse sentencia, para que
se resuelva sobre la cuestión que no pudo ser acumulada. Así se acordó ante la denegación inicial de acumulación
entre una acción de despido de la reclamación del complemento voluntario pactado en convenio colectivo ( TSJ
Asturias 30-9-14, EDJ 193287 ).
B. Acumulación de procesos 
(LEC art.74;  LRJS art.28 a 32)
1730
Mediante la acumulación de procesos, dos o más procesos pendientes de juicio en la instancia, pasan a sustanciarse y resolverse en un solo
procedimiento y en una sola sentencia.
Es un tipo cualificado de acumulación sucesiva de acciones ya que, a la acción del primer proceso en curso, se le añade otra, siendo importante
recordar, por sus efectos, que en toda acumulación de procesos existe una acumulación de acciones lo que se traduce en que las acciones que no
pueden ser acumuladas, por tramitarse a través de modalidades procesales diversas o estar prohibido por razón de la materia, tampoco son acumulables
con posterioridad, una vez que los procesos están en curso y así se desprende, claramente, de la exigencia de que se trate de acciones susceptibles de
haber sido acumuladas en una misma demanda.
El fundamento de la acumulación de procesos en los casos que procede es consecuentemente la conexión entre los objetos de dos procesos, ya sea
porque son consecuencia de varias demandas ejercitando en ellas acciones idénticas o susceptibles de haber sido acumuladas en una misma demanda
o, lo que en definitiva es lo mismo, cuando entre los objetos de los procesos cuya acumulación se pretende existe tal conexión que de seguirse por
separado pudieran dictarse sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes. En consecuencia,
el fundamento de la acumulación de procesos hay que buscarlo, más que en la economía procesal, en la armonía procesal, siendo un medio para
resolver uniformemente, con idéntico pronunciamiento, pretensiones que afectan a los mismos trabajadores, normalmente pertenecientes a la misma
empresa.
1732
Casos en que procede: procesos acumulables 
(LRJS art.30 y 31;  LEC art.76 ­redacc L 26/2015­ y 78.1)
A diferencia de lo que sucede en la acumulación inicial de acciones que precisa de conexión subjetiva (acumulación objetiva) o causal (acumulación
subjetiva-objetiva), en la acumulación de procesos se exige siempre, con carácter general, la conexión causal, es decir, el ejercicio de idénticas
acciones.
También, con carácter general, se exige la simultánea conexión subjetiva de las demandas, que se dirijan contra el mismo demandado, siendo
indiferente que la presenten varios demandantes o que contengan distintas peticiones. Pero, como novedad, se introduce en la LRJS la posibilidad de
acumulación «cruzada», de aquellas demandas en las que unos y otros son al mismo tiempo demandantes y demandados, aunque no coincidan todas
las partes o su posición procesal, en relación a procesos que tengan su origen en un mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional ( LRJS
art.30.2 ).
La LRJS recoge y sintetiza esos criterios doctrinales en los siguientes supuestos:
1. Se acuerda, de oficio o a instancia de parte, la acumulación de procesos cuando hayan sido interpuestas varias demandas contra el mismo
demandado, aunque los actores sean distintos, en las que se ejercitan acciones idénticas o susceptibles de haber sido acumuladas en una misma
demanda que pendan de resolución ante el mismo Juzgado o Tribunal o ante dos o más Juzgados de lo Social de una misma circunscripción.
2. También se acuerda la acumulación cuando entre los objetos de los procesos cuya acumulación se pretende exista tal conexión que de seguirse por
separado pudieran dictarse sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes. Este
precepto recoge el mismo contenido de la LEC art.76.1.2º .
3. Asimismo se acumulan los procesos en materia de prestaciones de Seguridad Social o sobre recargo de prestaciones en cuyas demandas se impugne
un mismo acto administrativo y también, los que tengan su origen en un mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional, salvo que hayan
debido tramitarse mediante procedimientos administrativos separados.
4. De igual modo, es obligatoria la acumulación cuando el trabajador formule demandas solicitando la declaración de extinción del contrato de trabajo
por alguna de las causas previstas en el ET art.50 y por despido.El trabajador está obligado a hacer constar en la segunda demanda la pendencia del
primer proceso y el juzgado que conoce del asunto ( LRJS art.32 ), facilitando de ese modo que el demandado inste también en su caso la acumulación y
además el órgano judicial pueda acordarla de oficio. El Tribunal Constitucional declaró a este respecto que no incurrió en vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva el auto que dispuso el archivo de una demanda de despido, por incumplimiento de esta exigencia formal, al no comunicar el
demandante la pendencia de un primer proceso sobre resolución contractual ( TCo 63/1999 ).
1734
5. Se introduce la novedad de la acumulación de los sucesivos procesos que el mismo trabajador haya promovido contra actos empresariales que
pudieran haber extinguido la relación laboral cuando entre esas acciones exista conexión directa. Se produce esa situación habitualmente cuando, por
ejemplo, se impugna un despido verbal que es seguido de una carta de despido que también se impugna por la vía del proceso de despido o en los casos
de subsanación de una carta de despido o de anulación de un despido ( ET art.55.2 ), seguido de otro por razones distintas o complementarias, doble
despido o despido condicionado al resultado de otro anterior o despido cautelar ( TS 8-11-11, EDJ 287012 ; 30-3-10, EDJ 78867 ; 16-1-09, EDJ 11817 ).
Esa acumulación se efectúa por la vía de la asignación directa en el reparto de demandas al primer juzgado que conociera de la primera demanda, de
conocerse o detectarse esa circunstancia, o en caso contrario, por las reglas generales que rigen la acumulación de procesos ( LRJS art.32.2 ).
6. De similar manera, se procede a la acumulación de los procesos individuales de impugnación de un acto administrativo, a la demanda que afecte a
una pluralidad de destinatarios, sea ésta anterior o posterior a las mismas ( LRJS art.32.3 ).
7. En los procesos de oficio ( LRJS art.148 ) se han de acumular, también, las demandas individuales en que concurran identidad de personas y de
causa de pedir respecto a la demanda de oficio, aunque pendan en distintos juzgados de la misma circunscripción.
Se refuerza en la LRJS la carga procesal de las partes y del órgano judicial en orden a la obligatoria acumulación de todos estos procesos por una doble
vía. De un lado, para dar cumplimiento a todas estas acumulaciones, se encomienda expresamente al letrado de la Administración de Justicia ( LRJS
art.28.3 ) velar por el cumplimiento de todas estas previsiones, debiendo poner en conocimiento del juez o tribunal los procesos en los que se cumplan
los requisitos a fin de que se resuelva sobre la acumulación. De otro, se suprime la necesidad de dar previo traslado a las partes de esa posibilidad, para
oírles en los procesos de cuya acumulación se trate, a fin de que formularan alegaciones, como se regulaba anteriormente. Ahora la acumulación ha de
acordarse sin necesidad de audiencia a las partes, mediante auto, antes de la fecha señalada para la audiencia de juicio, con posibilidad de recurso de
reposición. Con ello se refuerza, si cabe, la naturaleza obligatoria de la acumulación y pese a que las partes pueden instarla, recae ya directamente esa
responsabilidad como preceptivo acto procesal sobre el órgano judicial, con todas las consecuencias o efectos de no adoptarse en orden a la posible
nulidad de actuaciones.
8. Ubicada fuera de los preceptos que regulan la acumulación de procesos, se regula una atípica acumulación de la demanda ordinaria que puede
promover el demandante de un frustrado proceso monitorio. Así ocurre en caso de que el deudor no fuese hallado, ni se le logra localizarle para poder
notificarle el requerimiento, ni consta otro domicilio del mismo en la demarcación territorial. En tales casos, al igual que si se formula oposición en tiempo y
forma por el demandado, se da traslado al actor para que presente demanda por procedimiento ordinario, demanda que ha de ser repartida -por
antecedentes- al mismo juzgado que conocía del proceso monitorio, en cuyo caso se procede seguidamente al señalamiento ulterior de los actos de
conciliación y juicio en la forma ordinariamente prevista ( TS auto 5-1-10 ; LRJS art.101.f ). Las actuaciones seguidas por la demanda presentada en plazo
se acumulan a los autos del proceso monitorio.
Sobre el proceso monitorio, ver nº 5410 s .
1) Aunque nada se dice al respecto, parece incuestionable que las prohibiciones para acumular acciones (nº 1690 ) se extienden a la
acumulación de procesos. Al igual que en el proceso civil, sólo procede la acumulación de procesos declarativos que se sustancien por los
mismos trámites o cuya tramitación pueda unificarse sin pérdida de derechos procesales, siempre que concurra alguna de las causas que
autoriza llevar a cabo la acumulación ( LEC art.77.1 redacc L 42/2015 ). La Sala de lo Social del TS ha hecho referencia a dicha prohibición
dentro de sus argumentos para denegar acumulaciones en que las modalidades procesales son diversas ( TS 11-10-07, EDJ 195106 ) e,
incluso, ha sido el argumento principal para declarar indebida la acumulación de acciones en varios casos. Entre ellos: una reclamación en
materia de clasificación profesional, que debe encauzarse por la modalidad procesal de carácter especial y una reclamación de fijeza laboral,
para la cual el proceso ordinario es la vía obligada para sustanciar esa pretensión ( TS 26-9-01, EDJ 70736 ); una reclamación declarativa de
conflicto colectivo y una de condena individual que debe plantearse por el procedimiento ordinario ( TS 31-10-00, EDJ 44311 ). Sin embargo, el
requisito exigido para que proceda la acumulación de acciones, porque no deban, por razón de la materia, ventilarse tales acciones en juicios de
diferente tipo ( LEC art.73.1.2º ), no se cumple en el tipo específico de acumulación de procesos de oficio ( LRJS art.31 ), pues en este caso
estamos en presencia de una acumulación entre procesos distintos debiendo acumularse, al que se sigue por el procedimiento de oficio, otros
procesos que muy probablemente penden de procedimiento ordinario. Se va a obviar, también la necesidad de esa conexión causal de acciones,
entre la pretensión por despido y la de resolución de contrato, cuando exista plena conexión subjetiva activa y pasiva, ordenando en estos casos,
la LRJS art.32 , que necesariamente han de debatirse todas las cuestiones planteadas en un solo juicio
2) Siendo potestativa o preceptiva la acumulación de procesos, no parecen aplicables las reglas procesales civiles sobre improcedencia de la
acumulación de procesos y excepciones ( LEC art.78 ) entre otras razones porque antes del juicio no resulta posible evaluar si puede evitarse,
mediante la excepción de litispendencia, el riesgo de sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o
mutuamente excluyentes, ni tampoco si con la primera demanda o mediante su ampliación pudo haberse evitado el proceso cuya acumulación se
pretende. El TS acogió la improcedencia de la acumulación de procesos cuando el riesgo de sentencias con pronunciamientos o fundamentos
contradictorios, incompatibles o mutuamente excluyentes pueda evitarse mediante la excepción de litispendencia ( LEC art.78.1 ) para rechazar
la existencia de incongruencia omisiva respecto a una acumulación de procesos solicitada y no resuelta, considerando que al tratarse del mismo
asunto la sentencia recaída en los procesos anteriores podía producir en éste el efecto de cosa juzgada ( TS 8-10-04, EDJ 160165 ).
1735
Despido y resolución de contrato 
(LRJS art.32)
No ha de confundirse la prohibida acumulación de acciones -de despido y resolución de contrato en una misma demanda, ahora admitida expresamente
(nº 1693 ), no solo respecto a la acción de resolución de contrato ( ET art.50 ), sino con cualquier extinción de contrato- con la obligada acumulación de
procesos derivados de la presentación de sucesivas demandas de resolución de contrato y de despido ( TSJ Madrid 28-9-04, EDJ 177449 ).
Cuando el trabajador formula demanda de extinción del contrato por incumplimiento grave del empresario, por algunas de las causas previstas en el ET
art.50 y por despido, la demanda que se promueva posteriormente se debe acumular a la primera de oficio o a petición de cualquiera de las partes, y
todas las cuestiones planteadas han de debatirse en un solo juicio. Para ello, el trabajador debe hacer constar en la segunda demanda la pendencia del
primer proceso y el juzgado que conoce del asunto.
La jurisprudencia había ido fijando una serie de criterios para abordar los problemas que plantea debatir en un único proceso acciones cuyos efectos
puede en algún sentido considerarse contradictorio si no incompatible. La LRJS asume y fija esta doctrina jurisprudencial con las siguientes reglas:
1. La sentencia debe analizar conjuntamente ambas acciones y las conductas subyacentes, lo que se traduce en la necesidad de que la declaración de
hechos probados contenga todos los referidos a la causa de pedir de ambas acciones acumuladas y en la fundamentación jurídica deba hacerse
referencia a los razonamientos que han llevado a sentar los mismos.
2. Debe pronunciarse en primer lugar respecto a la acción que considere está en la base o es desencadenante de la situación del conflicto que
mantienen las partes, y resolver después la segunda, con los pronunciamientos indemnizatorios que procedan ( TS sala general 25-1-07, EDJ 18248 ; TS
10-7-07, EDJ 135905 ).
3. Si las causas de una u otra acción son independientes, la sentencia debe dar prioridad al análisis y resolución de la acción que haya nacido antes,
examinando también la otra acción, valorando en ese orden el potencial incumplimiento de las obligaciones laborales por una u otra de las partes del
proceso ( TS 23-12-96, EDJ 10103 ).
4. La consecuencia en caso de estimación de ambas demandas acumuladas ha de ser, de un lado, la declaración de improcedencia del despido, con los
efectos establecidos en el ET art.56 ; de otra, la simultánea declaración de extinción de la relación laboral conexa con el ejercicio de la acción resolutoria
contractual, con efectos desde esta fecha, pero reconociendo sin embargo el derecho a los salarios de tramitación devengados desde la fecha del
despido, hasta la de la sentencia, al haber sido declarado improcedente y consecuentemente inválido y sin efecto alguno el despido.

Precisiones

1) No puede admitirse de cualquier manera que la eficacia ejecutiva del despido suponga autoamnistía
empresarial de las responsabilidades devengadas con anterioridad y que habían hecho nacer, del lado del
trabajador, una acción resolutoria, indisponible de raíz por quien como causante debía soportarla ( TSJ Madrid 14-
1-00, EDJ 120529 ).
2) La finalidad de esta acumulación responde a la voluntad legal de tratar de evitar actuaciones torticeras que
persigan, a través de la acción resolutoria, eludir las consecuencias de un despido que se prevé inminente o a
enervar tal acción resolutoria mediante la imposición del despido. Resulta difícil, de este modo, determinar cuál de
las dos acciones debe resolverse en primer lugar, si bien cuando el incumplimiento empresarial no tenga nada que
ver con la causa de despido, es posible el tratamiento autónomo de una y otra y fijar un criterio sobre cuál debe ser
resuelta en primer lugar ( TS 23-12-96, EDJ 10103 ).
3) Al fundamentarse las acciones planteadas, la de rescisión de contrato por retrasos y falta de pago de
salarios y la de despido por causas objetivas, en un mismo motivo, que no es otro que la adversa situación
económica de la empresa, debe darse respuesta en primer lugar a la acción que se considere que está en la base
de la situación de conflicto y resolviendo después la segunda, con los pronunciamientos indemnizatorios que
procedan. Por ello, una vez declarada la procedencia del despido, y dado que concurren las causas de resolución
contractual alegada por los recurrentes, no es factible que puedan imponerse salarios de tramitación hasta la fecha
del dictado de la sentencia, ni pueda extinguirse en esa fecha una relación laboral que ya estaba correctamente
extinguida ( TSJ Galicia 4-2-14, EDJ 19993 ; TSJ Castilla-La Mancha 1-2-13, Rec 137/13 ; TSJ País Vasco 11-12-
12, EDJ 375872 ).
1. Tipos de acumulación de procesos por identidad del demandado: materia de prestaciones de Seguridad Social, recargo y accidente
de trabajo e impugnación de actos administrativos 
(LRJS art.28 a 32)

1740
La LRJS distingue entre:
1. Acumulación de procesos tramitados contra un mismo demandado en procesos distintos por el mismo juzgado o tribunal aunque los actores sean
distintos, ejercitándose en las demandas acciones idénticas o susceptibles de haber sido acumuladas en una misma demanda ( LRJS art.28.1 ). El
elemento común o conexión que justifica este tipo de acumulación es la identidad del objeto y del demandado y lo que se acumula son los demandantes
cuyas demandas han correspondido al mismo juzgado o tribunal.
2. Se regula la acumulación preceptiva de demandas en materia de prestaciones de Seguridad Social o sobre recargo de prestaciones, o en
cualesquiera otra impugnación de actos administrativos cuya impugnación sea competencia del orden social ( LRJS art.28.2, 29 y 30.2 ), mediante las
que se impugne un mismo acto administrativo o actos de reproducción, confirmación o ejecución de otro anterior o actos entre los que exista conexión
directa, aunque no coincidan todas las partes -no necesariamente los actores- ni la posición procesal que ocupen. También se establece la obligatoriedad
de acumular los procesos que tengan su origen en un mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional, salvo que hayan debido tramitarse
mediante procedimientos administrativos separados, en cuyo caso solamente van a poder acumularse las impugnaciones referidas a un mismo
procedimiento. Se trata de supuestos muy frecuentes en la práctica judicial: el mismo o distintos juzgados de una misma circunscripción conocen de
demandas cruzadas de empresas y de trabajadores impugnando una resolución administrativa que declara un determinado porcentaje de recargo en las
prestaciones por accidente de trabajo, con el que no están de acuerdo los impugnantes. Ahora, con esta previsión, obligatoriamente han de acumularse
en único proceso, a instancia de parte o de oficio, todas esas demandas, siendo Juzgado de lo Social competente para acordar la acumulación, en el
caso de que pendan en distintos juzgados, el que conociera de la demanda que hubiere tenido entrada antes en el Registro.
3. Acumulación de procesos que pendan en el mismo o distinto juzgado o tribunal cuando entre los objetos de los procesos cuya acumulación se
pretende exista tal conexión que, de seguirse por separado, pudieran dictarse sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios,
incompatibles o mutuamente excluyentes ( LRJS art.30 ). En estos supuestos, la Ley no incluye el requisito de que se trate de juzgados de una misma
circunscripción.
4. Acumulación de demandas individuales a un proceso iniciado de oficio como consecuencia de comunicación de la autoridad laboral, que pendan en el
mismo juzgado o en distintos juzgados de la misma circunscripción, cuando concurran identidad de personas y de causa de pedir respecto de la demanda
de oficio ( LRJS art.31 ).
Es preceptiva esta acumulación aunque sean diferentes las partes del proceso o las posiciones que ocupen, y se produce por identidad en el objete
proceso. Asimismo es preceptivo acordar la acumulación de esos procesos al de oficio, aunque la modalidad procesal de esos procesos sea diversa. No
es obstáculo cuando la tramitación pueda unificarse sin pérdida de derechos procesales ( LEC art.77.1 redacc L 42/2015 ), y más complicado en otro caso
(procesos urgentes de cognición limitada y sin acceso al recurso difícilmente puede unificarse), aunque este precepto no hace distinciones y ordena la
acumulación en todo caso.
Precisamente por no tener la misma causa de pedir no es, sin embargo, acumulable a unos autos iniciados como consecuencia de un procedimiento de
oficio iniciado por la autoridad laboral por la vía de la LRJS art.19.3 y que deviene de un acta de la Inspección de Trabajo que había sido impugnada, otros
autos instados por unos trabajadores sobre vulneración de derechos fundamentales, derecho a la ocupación efectiva e indemnización por daños
morales y profesionales ( TS 13-12-95, EDJ 7075 ; TSJ Las Palmas 27-2-07, EDJ 54047 ).
2. Presupuestos de admisibilidad 

1744
En cuanto a los presupuestos de admisibilidad deben tenerse en cuenta:
- la iniciativa, sea de las partes o del órgano judicial;
- la homogeneidad de procedimientos;
- las reglas de competencia.
1746
Iniciativa de las partes o del órgano judicial 
La acumulación de procesos ante el mismo o distintos juzgados por varios actores con idénticas acciones contra el mismo demandado debe acordarse
de oficio o a instancia de parte.
Cuando los procesos pendieran ante dos o más Juzgados o Tribunales de lo Social, la petición debe de formularse ante el que conociese de la demanda
que hubiera tenido entrada antes en el registro. El letrado de la Administración de Justicia ha de velar asimismo por el cumplimiento de las previsiones de
acumulación de procesos previstas en todos estos preceptos ( LRJS art.28 a 32 ), poniendo en conocimiento del juez o tribunal los procesos en los que se
cumplan todos los requisitos hasta aquí expuestos, en cuyo caso, sin necesidad de oír previamente a las partes, el órgano judicial dicta auto decidiendo la
acumulación si se cumplen los requisitos legales. A diferencia de la acumulación de acciones, la competencia para acordar la acumulación de procesos
incumbe al juez o tribunal que esté conociendo del proceso más antiguo, que es al que corresponde acumular el más moderno y en el que se debe
solicitar la acumulación ( LRJS art.29 ; LEC art.79.1 ). De incumplirse este requisito, el letrado de la Administración de Justicia debe dictar decreto
inadmitiendo la solicitud. La antigüedad se determina por la fecha de la presentación de la demanda en el registro de los juzgados, debiendo presentarse
con la solicitud de acumulación el documento que acredite dicha fecha y, si las demandas se hubiesen presentado el mismo día, se considera más
antiguo el proceso que hubiera tenido entrada antes en el registro.
En cuanto al momento procesal, la acumulación de acciones y procesos debe formularse y acordarse antes de la celebración de los actos de
conciliación, en su caso, y de juicio, salvo que se proponga por vía de reconvención que se formula en éste ( LRJS art.34.1 ).
La LRJS ha suprimido la necesidad de dar audiencia previa a las partes ( LRJS art.29 ), lo que no ocasiona indefensión a las partes cuyo derecho de
contradicción y defensa queda protegidos a través de la posibilidad de interponer recurso de reposición frente a la resolución que se dicte ( LRJS
art.30.3 ).
1750
Homogeneidad de procedimientos 
(LEC art.77.1 ­redacc L 42/2015­;  LRJS art.28, 32 y 106)
Solo procede la acumulación de procesos que se sustancien por los mismos trámites o cuya tramitación pueda unificarse sin pérdida de derechos
procesales.
A esa finalidad responde sin duda alguna el mandato de que en los supuestos de extinción y despido han de respetarse las garantías que se establecen
para el proceso de despido disciplinario respecto de las alegaciones, prueba y conclusiones.
1752
Competencia objetiva 
(LRJS art.6, 7, 8, 28, 29, 30, 31 y 32;  LEC art.77.2)
La LEC establece que no procede la acumulación si el tribunal del proceso más antiguo careciere de competencia objetiva por razón de la materia o por
razón de la cuantía para conocer del proceso o procesos que se quieren acumular. Asimismo, según la LRJS, es preciso que los procesos hayan nacido
como consecuencia del ejercicio de idénticas acciones, o susceptibles de haber sido acumuladas en una misma demanda, o que concurran identidad de
personas y causa de pedir, salvo el supuesto previsto para demandas por un mismo accidente de trabajo o enfermedad o profesional, o finalmente que se
trate de acción de resolución y de despido, con plena conexión subjetiva.
Es posible acumular demandas que en instancia se estén tramitando ante un mismo Juzgado o ante una misma Sala de lo Social de los TSJ y AN,
actuando como instancia, pero no cuando esas demandas pendan ante otros órganos judiciales, en cuyo caso solo está prevista la acumulación si
conocieran de esas pretensiones en instancia juzgados de lo social de la misma circunscripción, obviando la posibilidad de acumulación entre procesos
de que estén conociendo distintas salas de lo social de diferentes TSJ o entre éstos y los que pendan en Juzgados de lo Social.

Precisiones

Aunque es difícil concebir que se planteen este tipo de cuestiones en relación a la obligada acumulación de
demandas individuales a un procedimiento de oficio ( LRJS art.31 ) puesto que la competencia objetiva en
estos procedimientos no viene atribuida a las salas de lo social.
1754
Competencia territorial 
(LRJS art.29, 30 y 31;  LEC art.76 ­redacc L 26/2015­ y 77.3)
Para la genérica acumulación, los procesos han de pender ante Juzgados de lo Social de una misma circunscripción. También se requiere ese requisito
en relación a la acumulación de los procesos de oficio y los individuales afectados por los mismos. Nótese que, a diferencia del proceso civil, la
competencia territorial no es materia dispositiva en el proceso laboral, sin que se prevean excepciones a la reglas para determinarla en los supuestos de
acumulación de procesos, por lo que atribuir a un juzgado incompetente, por razón del territorio, la competencia para conocer de un asunto, sin regla que
se la atribuya, sería contrario al derecho al juez predeterminado por la ley ( Const art.24 ).
Aún cuando la LRJS art.29 es una norma general aplicable a cualquier acumulación de procesos, ese límite territorial no existe en relación a la
acumulación de demandas por despido y por resolución de contrato (nº 1735 ), ni en los supuestos reglados en la LRJS art.30 , ni tampoco en los
supuestos de la LRJS art.28 , que incluye, entre otros, los procesos por recargo de prestaciones que no pueden tener otro origen que un accidente de
trabajo o enfermedad profesional. Así lo entendió la Sala de lo Social del Tribunal Supremo al resolver un incidente de acumulación entre dos juzgados de
circunscripciones diversas en materia de recargo por falta de medidas de seguridad por considerar que es obligada la acumulación de procesos que
estuvieren pendientes en el mismo o distinto juzgado o tribunal cuando entre los objetos de los procesos cuya acumulación se pretende exista tal
conexión que, de seguirse por separado, pudieran dictarse sentencias con pronunciamientos o fundamentos contradictorios, incompatibles o mutuamente
excluyentes. Habida cuenta de la remota posibilidad de que se utilice distinto fuero territorial para presentar cada una de esas demandas ante juzgados
de diferentes circunscripciones, parece lógico que se acuerde esa preceptiva acumulación, si no se dice en cualquiera de las demandas, a instancia de la
parte demandada que ha de ser en ese caso quien detecte esa anómala situación. Es competente para acordarla el juez que conociese de la demanda
más antigua, es decir, la que hubiera tenido entrada antes en el registro.

Precisiones

No se menciona la necesidad de que las demandas por despido o por resolución causal del contrato de trabajo
pendan de un mismo Juzgado o ante dos Juzgados de lo Social de una misma circunscripción, por lo que es
posible que el demandante utilice hipotéticamente el doble fuero o distintos fueros territoriales, atribuido con
carácter general de manera distinta para cada una de esas demandas ( LRJS art.10.1 ). Sin embargo, el trabajador
demandante -o, alternativamente, la parte demandada- debe hacer constar en la segunda demanda la
pendencia del primer proceso y el Juzgado que conoce del asunto, pudiendo tacharse en consecuencia de abuso o
fraude procesal la interposición de la ulterior demanda ante los juzgados de distinta circunscripción de los que
conocen de la primera, quizá hasta el punto de ser rechazada si no se produce la acumulación por cualquier otro
medio ( LOPJ art.11.2 ).
3. Procedimiento de la acumulación de procesos 
(LRJS art.34.1)

1755
Mientras que en la acumulación inicial de acciones el único problema de procedimiento que puede plantearse es haberlo hecho indebidamente,
estableciéndose el modo de proceder para desacumular esas acciones (nº 1724 ), no se establece ningún procedimiento para resolver los múltiples
problemas que puede suscitar la acumulación de procesos, por lo que en esta materia ha de estarse a la regulación establecida en la LEC ( LEC art.74 a
98 ), salvo en lo relativo al incidente de acumulación de procesos ( LEC art.83 ), y salvando las peculiaridades del proceso laboral:
- la obligación de acordar la acumulación de oficio;
- la acumulación debe formularse y acordarse antes de la celebración de los actos de conciliación, en su caso, y de juicio;
- la concentración del procedimiento en un solo acto, el juicio verbal, y el principio de celeridad que lo informa.
Únicamente se prevé que el letrado de la Administración de Justicia dé cuenta al juez o tribunal de los procesos en que se dan los requisitos para
proceder en su caso directamente a su acumulación, o que se estime procedente, mediante auto ( LRJS art.28.3 ). Las posibles discrepancias que
puedan plantearse se sustancian por la vía del recurso de reposición y, en su caso, de llegarse a la audiencia del juicio sin haberlo resuelto, dictando en la
misma lo que proceda.
1756
Autos pendientes ante un mismo juzgado o sala de lo social 
Debe distinguirse entre la acumulación de oficio y la instada a solicitud de parte.
1757
Acumulación de oficio 
(LRJS art.19)
Si las demandas susceptibles de abrir procesos independientes no están admitidas a trámite, el letrado de la Administración de Justicia puede acordar
la acumulación de todas ellas en el mismo decreto de admisión, cuando se trate de demandas repartidas al mismo juzgado por haberse presentado
conjunta y simultáneamente contra el mismo demandado, con la misma pretensión o causa de pedir, con valor por tanto de una única demanda. En caso
de que no fuera así, el letrado de la Administración de Justicia debe dar cuenta al juez o tribunal quien ha de acordar directamente lo que proceda por
medio de auto.
1758
Acumulación a solicitud de parte 
(LEC art.81)
La solicitud debe hacerse en un escrito en el que se han de señalar con claridad los procesos cuya acumulación se pide y el estado procesal en que se
encuentran, exponiendo asimismo las razones que justifican la acumulación. La petición no tiene el efecto de suspender el curso de los que pretenda
acumular, aunque el órgano judicial debe abstenerse de celebrar juicio hasta que decida sobre la procedencia de la acumulación.
Es posible rechazar de oficio la solicitud cuando no contenga los datos exigidos o no fuera procedente la acumulación por falta de la necesaria conexión
o de los presupuestos necesarios para su admisibilidad.
El letrado de la Administración de Justicia ha de dar cuenta al juzgado o tribunal para que dicte auto decidiendo la acumulación si se cumplen los
requisitos legales.
Si se acuerda la acumulación, el órgano judicial debe ordenar que los autos más modernos se unan a los más antiguos para que continúen
sustanciándose en el mismo procedimiento y se decidan en una misma sentencia.
Denegada la acumulación, los juicios se deben sustanciar separadamente.
1759
Recursos 
Contra el auto acordando o rechazando la acumulación cabe recurso de reposición.
1760
Autos pendientes ante distintos juzgados 
Debe distinguirse entre la acumulación de oficio y la instada a solicitud de parte.
1761
Acumulación de oficio 
(LRJS art.30;  LEC art.88 s.)
Dado que la acumulación ha de ser acordada por el Juzgado de lo Social que conociese de la demanda que hubiera tenido entrada anterior en el registro,
debe ser el juzgado que tiene atribuida esa potestad el que dicte resolución al efecto, según la estime o no necesaria. Se ha suprimido la necesidad que
se establecía anteriormente de que el letrado de la Administración de Justicia diera cuenta previamente a todos los que fueran parte en los procesos de
cuya acumulación se tratase, para que pudieran formular alegaciones ( LRJS art.30 ). Se dispone ahora que directamente ha de resolver, mediante auto,
el juez o tribunal decidiendo la acumulación, de cumplirse los requisitos legales ( LRJS art.30.3 ). Contra ese auto no cabe otro recurso que el de
reposición.
En el caso de que se acuerde la acumulación, el letrado de la Administración de Justicia ha de remitir, por el medio más rápido, oficio a los otros
juzgados que conocen de las demandas que se desea acumular, a fin de que se abstengan de celebrar juicio, poniendo en su conocimiento lo acordado,
solicitando la remisión de los correspondientes autos, acompañando testimonio de los antecedentes.

Precisiones

1) Aunque la LEC prevé que, recibidos el oficio y el testimonio por el tribunal requerido el letrado de la
Administración de Justicia, se da traslado de ellos a los litigantes que ante el tribunal hayan comparecido, así como
a los personados ante el tribunal requerido que no lo estuviera en el proceso ante el tribunal requirente que
dispondrán de un plazo de cinco días para instruirse y para presentar escrito manifestando lo que convenga a su
derecho sobre la acumulación ( LEC art.90 ), lo lógico es obviar el trámite de traslado y audiencia a las partes
con carácter previo a aceptar o denegar el requerimiento por las mismas razones que se suprimió esa audiencia en
el juzgado requirente ( LRJS art.30.3 ).
2) Aceptado el requerimiento de acumulación, se ha de notificar de inmediato a quienes fueran partes en el
proceso, a efectos de su comparecencia ante el órgano requirente la iniciación de las actuaciones para la
acumulación no suspende el curso de los procesos afectados, salvo que alguno de ellos esté pendiente solo de
sentencia.
1762
Acumulación a solicitud de parte 
La acumulación se solicita por escrito, con los requisitos anteriormente referidos (nº 1758 ), indicando el juzgado ante el que penden los otros autos cuya
acumulación se pretende, sin que esta solicitud suspenda el curso de los procesos afectados. Esta solicitud debe formularse y acordarse antes de la
celebración de los actos de conciliación, en su caso, y de juicio, salvo que se proponga por vía de reconvención.
Tan pronto como se pida la acumulación se comunica al otro juzgado para que se abstenga de celebrar juicio hasta tanto se decida definitivamente sobre
la acumulación. A partir de aquí se han de seguir las actuaciones referidas en el marginal anterior. Cuando la acumulación se deniegue, se comunica por
el letrado de la Administración de Justicia al otro tribunal que puede dictar sentencia o continuar con la celebración del juicio.
1763
Discrepancia entre juzgados 
Nada dice la LRJS respecto de la posibilidad de formular discrepancia por parte del juzgado requerido, lo que es factible y obliga a acudir a la LEC para
suplir la laguna ( LEC art.89 a 95 ). Si el juzgado requerido no acepta el requerimiento de acumulación por estimarla improcedente o por creer que la
acumulación debe hacerse a los que pendan ante él, debe comunicarlo al requirente y ambos deben deferir la decisión a la Sala de lo Social del TSJ para
dirimir la discrepancia, por ser el tribunal superior común a requirente y requerido. Este ha de dictar auto contra el que no cabe recurso alguno.
Caben serias dudas de que este trámite final pueda ser aplicado al proceso laboral, en tanto en cuanto pueda implicar la suspensión de los actos de
juicio, cuando la LRJS ordena taxativamente que la acumulación de procesos ha de acordarse antes de la celebración de los actos de conciliación, en su
caso, y de juicio.
La Sala de lo Social del TS ha admitido su competencia, por ser el tribunal inmediato superior común, y resuelto al menos un incidente de esta clase
planteado entre dos órganos judiciales pertenecientes a diferente comunidad autónoma ( TS auto 25-5-09, EDJ 145445 ).
4. Desacumulación de procesos 
(LRJS art.34.2)

1768
Es posible que la acumulación de procesos acordada se deje sin efecto por el juez o tribunal posteriormente respecto a uno o varios de ellos, si
concurrieran causas que justifiquen su tramitación separada.
Esta posibilidad prevista en la LRJS no guarda relación con ningún precepto de la LEC que prohíbe un segundo incidente de acumulación ( LEC art.97 ).
Además, como consecuencia de la acumulación se está siguiendo ya un único procedimiento, con actos procesales comunes adoptados, que quizás no
resulte procesalmente posible dejar sin efecto.
También resulta habitual que llegado el día señalado para la audiencia de juicio, previamente a su celebración, alguno de los demandantes en esos
procesos seguidos acumuladamente alcance una conciliación mientras que otros no. En ese caso, parece conveniente acordar la desacumulación de las
demandas conciliadas, que han de seguir el camino de archivo o ejecución en su caso, mientras las otras van a permanecer «vivas» procesalmente.
1770
Procedimiento 
La carencia de una regulación específica o procedimiento para tramitar la desacumulación de procesos no impide que ésta, adoptable de oficio o a
instancia de parte antes del momento de celebración del juicio, se haya de efectuar respetando los principios de contradicción y defensa, oyendo por
consiguiente previamente a todas las partes, a los efectos de alegaciones, adoptando la resolución que proceda motivadamente.
Respecto a la situación creada cuando, tras ser acordada en principio una acumulación de procesos de despido, fue posteriormente dejada sin efecto por
este mismo juzgado, con base a que se consideró que tanto las pretensiones como los legítimos intereses de ambos demandantes eran distintos, así
como el objeto de las cuestiones que se ventilaban en esos dos procedimientos, se ha entendido que la reclamación frente a esa desacumulación no
puede ser atendida en el recurso de suplicación interpuesto en el proceso desacumulado del que estaba conociendo en vía de recurso, sino ante el
juzgado que conociese de la demanda que hubiere tenido entrada antes en el registro ante el juzgado competente para acordar la acumulación, en la
forma y en el tiempo indicados ( TSJ Madrid 21-4-14, EDJ 69187 ).
1772
Distinción respecto de la nulidad de actuaciones 
Se debe distinguir a estos efectos entre:
- el acuerdo de desacumulación respecto a uno varios autos acumulados, porque se aprecian causas que justifican a partir de ese momento su
tramitación separada -que no tiene por qué arrastrar la nulidad de los actos realizados hasta ese momento-;
- la indebida acumulación de procesos que haya podido acordarse transgrediendo los presupuestos de admisibilidad, siendo factible en estos casos la
declaración de nulidad de actuaciones.

Precisiones

1) Procede declarar la nulidad frente a la acumulación -realizada por la vía de hecho, sin adoptarse acuerdo
expreso alguno-, de ocho demandas instadas en materia de Seguridad Social, solicitando cada uno de los actores,
prestaciones distintas ( TS 12-2-88 , EDJ 1161 ).
2) La falta de protesta en el acto de juicio oral frente a la reiterada denegación de la acumulación de autos
solicitada impide estimar el recurso de suplicación por la indefensión causada al recurrente ( TSJ Castilla-La
Mancha 28-1-16, EDJ 8304 ).
CAPÍTULO V

 Actuaciones procesales 
1780
A. Uso de medios telemáticos en la Administración de Justicia 1783

  1. Actos de comunicación y presentación de documentos 1784

  2. Expediente judicial electrónico 1787.5

  3. Registro judicial electrónico 1787.8

B. Lugar de las actuaciones procesales 1788

  1. Actuaciones judiciales 1788

  2. Actos propios de las partes 1796

    a. Actos escritos 1798

    b. Actos orales 1810

C. Tiempo de las actuaciones procesales 1812

  1. Momento de realización del acto 1812

  2. Plazo y términos 1824

  3. Presentación al final del plazo 1832

D. Forma de las actuaciones procesales 1835

  1. Idioma 1837

  2. Publicidad 1844

E. Actos de comunicación 1855

  1. Concepto 1860

  2. Clasificación 1868

  3. Lugar de realización 1870

    a. Sede de la oficina judicial 1871

    b. Domicilio a efectos de comunicación judicial 1872

    c. Especialidades en el lugar de la comunicación por la condición del destinatario 1880

  4. Tiempo de la comunicación 1888

  5. Forma de los actos de comunicación 1892

    a. Notificación personal en la sede de la oficina judicial 1894

    b. Correo certificado o medios análogos 1896

    c. Comunicación a través de medios telemáticos 1903

    d. Entrega personal en el domicilio 1905

    e. Comunicación por edictos 1909

  6. Nulidad y subsanación de los actos de comunicación 1920

F. Sustanciación, vista y decisión de los asuntos 1930

  1. Despacho ordinario 1932

  2. Vistas 1940

  3. Fallo y votación de asuntos 1948

G. Resoluciones procesales 1952

  1. Resoluciones dictadas por el juez o tribunal 1952

  2. Resoluciones dictadas por el letrado de la Administración de Justicia 1964

H. Auxilio judicial 1975


I. Reconstrucción de autos 2000
J. Régimen económico del proceso 2008

  1. Beneficio de justicia gratuita 2008

    a. Beneficiarios del derecho 2010

    b. Contenido del derecho 2018


    c. Procedimiento 2024

  2. Costas 2028

    a. Concepto 2028

    b. Alcance de la condena en costas 2032

Bibliografía 9605

1781
Con carácter general, se puede definir el acto procesal como el acto por medio del cual el proceso se realiza, de modo que aquél ha de producir sus
efectos de modo directo en el proceso (Montero Aroca). O dicho de manera más precisa, por acto jurídico procesal se puede entender aquel
acaecimiento, caracterizado por la intervención de la voluntad humana, por el cual se crea, modifica o extingue alguna de las relaciones jurídicas que
componen la institución procesal (Guasp Delgado). Por tanto, con independencia de la procedencia, de las partes o del órgano jurisdiccional, los actos
procesales se concretan en una serie de sucesos ordenados hacia la obtención de una resolución definitiva y que constituye el proceso, incidiendo
directamente sobre el nacimiento, desarrollo y terminación de las relaciones que integran el proceso (Martín Contreras).
Los actos procesales pueden provenir tanto del juez o magistrado, de los letrados de la Administración de Justicia, a quienes corresponde el impulso del
proceso ( LOPJ art.456 ), de las partes procesales, por si mismas o sus representantes, así como de terceros que deban intervenir en el proceso. En todo
caso, y con independencia de su origen, para que los actos procesales produzcan los efectos que la ley establece deben cumplirse los presupuestos
formales exigidos.

Precisiones

La regulación sobre esta materia contenida en la LRJS no es exhaustiva ni completa. Por ello hay que acudir para
completarla a la LOPJ, a la LEC y, en su caso, a la LJCA ( LRJS art.42 y disp.final 4ª ). En todo caso, prevalece el
principio de especialidad, lo que significa que debe prevalecer la normativa de la LRJS y, en particular, las
especialidades previstas en la misma.
A. Uso de medios telemáticos en la Administración de Justicia 
1783
A fin de lograr una aplicación generalizada de los medios electrónicos como forma normal de tramitación de los procedimientos judiciales y de
relacionarse la Administración de Justicia con los profesionales y con los ciudadanos, se han acometido una serie de reformas de las diferentes
actuaciones procesales para generalizar y dar mayor relevancia al uso de los medios telemáticos o electrónicos, otorgando carácter subsidiario al soporte
papel.
El Tribunal Constitucional también usará LexNET en sus comunicaciones con los profesionales jurídicos
(Actum 2/17, 10ene-16ene)
Suscripción de un Acuerdo entre el TCo y el Ministerio de Justicia para impulsar el uso de LexNET en las comunicaciones de los profesionales jurídicos
con ese Tribunal. Todavía no se ha puesto en funcionamiento este sistema cuya aplicación queda en manos de la Secretaría General de Justicia. Los
ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
MPL nº 8870 , 1783 , 1787.4 , 1803
Desde el 23-12-2016 el TCo y el Ministerio de Justicia acordaron:
1. Se autoriza la realización de las comunicaciones procesales del Tribunal Constitucional por medios electrónicos y telemáticos a través de la
plataforma informática del Ministerio de Justicia «LexNET», en tanto quede garantizada la constancia de la fecha y hora de la transmisión y recepción, del
contenido íntegro de las comunicaciones y de la identidad del remitente y del destinatario de las mismas. Para ello los firmantes se comprometen a:
a) Favorecer la utilización de las comunicaciones electrónicas en el ámbito de la jurisdicción constitucional a través de LexNET.
b) Impulsar el uso de certificados digitales de Prestadores de Servicios de Certificados cualificados, para asegurar la identificación y validación de los
usuarios que operen en el sistema LexNET, así como la autenticación, integridad, confidencialidad y no repudio de los documentos transmitidos.
c) Para la autenticación y firma en LexNET, se podrán utilizar los certificados digitales generados por los prestadores de servicios de certificación que
estén homologados por el Ministerio de Industria para tal fin (https://sedeaplicaciones2.minetur.gob.es/prestadores/busquedaPrestadores.jsp).
2. Los efectos de los actos de comunicación procesal realizados por dicho medio serán los establecidos en la legislación procesal.
3. Los ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
4. Se encomienda a la Secretaría General la programación de las fechas de aplicación del presente Acuerdo a los diferentes colectivos profesionales e
instituciones afectados.
El acuerdo se firma hasta 31-12-2017 pudiéndose acordar de manera expresa y unánime su prórroga por un período máximo de 4 años, si ninguna de las
partes lo denunciara, lo que se comunicará con 2 meses de antelación a la fecha en que se pretenda dar por finalizado.
SE  de  Justicia  Resol   30­12­2016, Convenio de  colaboración  LexNET  entre  el  Tribunal  Constitucional  y  el  Ministerio  de
Justicia, BOE 12­1­17

1. Actos de comunicación y presentación de documentos 

1784
La reforma de la LEC, llevada a cabo por la L 42/2015 , realiza una aplicación global de los medios telemáticos a las diferentes actuaciones
procesales, incluida la tramitación de los exhortos, mandamientos y oficios y exhibición de documentos.
1785
Implementación 
(L 42/2015 disp.adic.1ª y disp.trans 4ª)
Desde el 1-1-2016, todos los profesionales de la justicia y órganos judiciales y fiscalías están obligados a emplear los sistemas telemáticos
existentes en la Administración de Justicia para la presentación de escritos y documentos y la realización de actos de comunicación procesal, debiendo la
Administración competente, las demás Administraciones, profesionales y organismos que agrupan a los colectivos establecer los medios necesarios para
que ello sea una realidad.
Hasta el 1-1-2017, los interesados que no sean profesionales de la justicia y no estén representados por procurador no pueden ser obligados a la
presentación o recepción de escritos y documentos o actos de comunicación por medios telemáticos. Transitoriamente y hasta esa fecha se van a seguir
haciendo dichos actos por los otros medios regulados en la ley. Por tanto, van a poder elegir, en principio hasta el 1-1-2017, la manera de comunicarse
con la Administración de Justicia y la forma de recibir las comunicaciones.
Precisiones

Los juzgados y tribunales y las fiscalías están obligados a utilizar cualesquiera medios técnicos, electrónicos,
informáticos y telemáticos, puestos a su disposición para el desarrollo de su actividad y ejercicio de sus funciones.
Las instrucciones generales o singulares de uso de las nuevas tecnologías que el CGPJ o la Fiscalía General del
Estado dirijan a los Jueces y Magistrados o a los Fiscales, respectivamente, determinando su utilización, son de
obligado cumplimiento ( LOPJ art.230.1 redacc LO 7/2015 ).
1786
Derecho de los ciudadanos a elegir y obligatoriedad del uso comunicaciones telemáticas 
(RD 1065/2015 art.4 y 5)
Los ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales de la justicia pueden elegir, en todo momento, que la manera de comunicarse
con la Administración de Justicia y la forma de recibir las comunicaciones y notificaciones de la misma sea o no por canales electrónicos.
El sistema telemático, LexNET o similar, es obligatorio para los órganos judiciales, en particular, para los letrados de la Administración de Justicia y para
los funcionarios de los cuerpos al servicio de la Administración de Justicia, y fiscalías.
Asimismo, como se ha dicho, todos los profesionales de la justicia están obligados al empleo de los sistemas telemáticos o electrónicos existentes en la
Administración de Justicia para la presentación de escritos, iniciadores o no, y demás documentos, desde el 1-1-2016 (nº 1785 ).
En todo caso, están obligados a comunicarse a través de medios electrónicos con la Administración de Justicia, al menos, los siguientes sujetos:
1. Las personas jurídicas.
2. Las entidades sin personalidad jurídica.
3. Quienes ejerzan una actividad profesional para la que se requiera colegiación obligatoria para los trámites y actuaciones que realicen con la
Administración de Justicia en ejercicio de dicha actividad profesional.
4. Los notarios y registradores.
5. Quienes representen a un interesado que esté obligado a relacionarse electrónicamente con la Administración de Justicia.
6. Los funcionarios de las Administraciones públicas para los trámites y actuaciones que realicen por razón de su cargo.
7. Los supuestos establecidos en la Ley.
Asimismo, se puede establecer legal o reglamentariamente la obligatoriedad de comunicarse con ella utilizando solo medios electrónicos cuando se trate
de personas jurídicas o colectivos de personas físicas que por razón de su capacidad económica o técnica, dedicación profesional u otros motivos
acreditados tengan garantizado el acceso y disponibilidad de los medios tecnológicos precisos.
1787
Requisitos para las presentaciones, comunicaciones y notificaciones electrónicas 
(LEC art.162 ­redacc L 42/2015­;  RD 1065/2015 art.3)
Las presentaciones y las comunicaciones y notificaciones realizadas por canales electrónicos deben ajustarse a las normas procesales (nº 1855 ). Para
ello, es preciso que:
1. Las oficinas judiciales y las partes o los destinatarios de los actos de comunicación estén obligados a enviarlos y recibirlos por medios
telemáticos, o bien sin estar obligados opten por ellos (nº 1786 ).
2. Estos medios deben permitir el envío y la recepción de escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la autenticidad de la
comunicación y de su contenido.
3. Quede constancia de la emisión y recepción íntegras, de la fecha y hora en que se produzca su salida y de las de la puesta a disposición del
interesado, de su contenido íntegro y del acceso al mismo, así como de la identificación del remitente y del destinatario de las mismas.
1787.1
Comunicación de datos 
Los profesionales y destinatarios obligados a utilizar estos medios, así como los que opten por los mismos (nº 1786 ), deben comunicar a las oficinas
judiciales el hecho de disponer de estos medios y la dirección electrónica habilitada a tal efecto, así como su modificación.
1787.2
Acreditación del acto 
(RD 1065/2015 art.17.3 y 5)
Para la acreditación de la presentación de los escritos y documentos y la realización de los actos de comunicación, el sistema devuelve al usuario un
resguardo electrónico. Dicho resguardo es acreditativo de la remisión y puesta a disposición de la documentación, de su recepción por el
destinatario, de la descripción de cada uno de los documentos transmitidos, de la identificación del remitente y del destinatario, del tipo de procedimiento
judicial, número y año, así como de la fecha y hora de su efectiva realización.
Además, el sistema ha de confirmar al usuario la recepción del mensaje por el destinatario. La falta de confirmación no implica que no se haya
producido la recepción. En aquellos casos en que se detecten anomalías en la transmisión electrónica o no haya sido posible completar el envío, el propio
sistema lo debe poner en conocimiento del usuario, mediante los correspondientes mensajes de error, para que proceda a la subsanación o realice el
envío en otro momento o utilizando otros medios.
1787.3
Interrupción del servicio 
(RD 1065/2015 art.16)
Cuando por cualquier causa, el sistema no pudiera prestar el servicio en las condiciones establecidas, se ha de informar a los usuarios a los efectos de la
eventual presentación de escritos y documentos y traslado de copias, así como de la realización de los actos de comunicación en forma no electrónica
y debe expedirse, previa solicitud, justificante de la interrupción del servicio o certificado del Consejo General Profesional correspondiente expresivo de tal
imposibilidad, el tiempo que permaneció inactivo y las causas.
1787.4
Sistema LexNET 
(L 18/2011;  RD 1065/2015 art.13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19)
El sistema LexNET es un medio de transmisión seguro de información entre las oficinas judiciales y los diversos agentes intervinientes en el proceso
mediante el uso de técnicas criptográficas, correo electrónico y firma electrónica reconocida. Garantiza la presentación de escritos y documentos y la
recepción de actos de comunicación, sus fechas de emisión, puesta a disposición y recepción o acceso al contenido de los mismos. También garantiza el
contenido íntegro de las comunicaciones y la identificación del remitente y destinatario de las mismas mediante técnicas de autenticación adecuadas.
Está constituido por una arquitectura basada en correo electrónico securizado que proporciona máxima seguridad y fiabilidad en la comunicación
mediante la utilización de firma electrónica reconocida. El sistema añade a las garantías de autenticidad, integridad y no repudio que proporciona la
firma electrónica reconocida ( L 59/2003 ), mediante los mecanismos técnicos adecuados, la de confidencialidad en las comunicaciones y la de sellado de
tiempo.
Además permite, mediante un sistema estructurado basado en formularios normalizados y con posibilidad de incluir anexos y documentos en formatos
señalados:
– la presentación de escritos y documentos;
– el traslado de copias;
– la realización de comunicaciones y notificaciones por medios electrónicos.
El Tribunal Constitucional también usará LexNET en sus comunicaciones con los profesionales jurídicos
(Actum 2/17, 10ene-16ene)
Suscripción de un Acuerdo entre el TCo y el Ministerio de Justicia para impulsar el uso de LexNET en las comunicaciones de los profesionales jurídicos
con ese Tribunal. Todavía no se ha puesto en funcionamiento este sistema cuya aplicación queda en manos de la Secretaría General de Justicia. Los
ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
MPL nº 8870 , 1783 , 1787.4 , 1803
Desde el 23-12-2016 el TCo y el Ministerio de Justicia acordaron:
1. Se autoriza la realización de las comunicaciones procesales del Tribunal Constitucional por medios electrónicos y telemáticos a través de la
plataforma informática del Ministerio de Justicia «LexNET», en tanto quede garantizada la constancia de la fecha y hora de la transmisión y recepción, del
contenido íntegro de las comunicaciones y de la identidad del remitente y del destinatario de las mismas. Para ello los firmantes se comprometen a:
a) Favorecer la utilización de las comunicaciones electrónicas en el ámbito de la jurisdicción constitucional a través de LexNET.
b) Impulsar el uso de certificados digitales de Prestadores de Servicios de Certificados cualificados, para asegurar la identificación y validación de los
usuarios que operen en el sistema LexNET, así como la autenticación, integridad, confidencialidad y no repudio de los documentos transmitidos.
c) Para la autenticación y firma en LexNET, se podrán utilizar los certificados digitales generados por los prestadores de servicios de certificación que
estén homologados por el Ministerio de Industria para tal fin (https://sedeaplicaciones2.minetur.gob.es/prestadores/busquedaPrestadores.jsp).
2. Los efectos de los actos de comunicación procesal realizados por dicho medio serán los establecidos en la legislación procesal.
3. Los ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
4. Se encomienda a la Secretaría General la programación de las fechas de aplicación del presente Acuerdo a los diferentes colectivos profesionales e
instituciones afectados.
El acuerdo se firma hasta 31-12-2017 pudiéndose acordar de manera expresa y unánime su prórroga por un período máximo de 4 años, si ninguna de las
partes lo denunciara, lo que se comunicará con 2 meses de antelación a la fecha en que se pretenda dar por finalizado.
SE  de  Justicia  Resol   30­12­2016, Convenio de  colaboración  LexNET  entre  el  Tribunal  Constitucional  y  el  Ministerio  de
Justicia, BOE 12­1­17

2. Expediente judicial electrónico 
(LOPJ art.230 ­redacc LO 7/2015­;  L 18/2011 art.26 ­redacc L 42/2015­, 27, 28 y 29)

1787.5
El expediente judicial electrónico es el conjunto de datos, documentos, trámites y actuaciones electrónicas, así como de grabaciones audiovisuales
correspondientes a un procedimiento judicial, cualquiera que sea el tipo de información que contenga y el formato en el que se hayan generado.
Los procesos, que se tramiten con soporte informático, deben garantizar la identificación y el ejercicio de la función jurisdiccional por el órgano que la
ejerce, así como la confidencialidad, privacidad y seguridad de los datos de carácter personal que contengan.
Los documentos emitidos, cualquiera que sea su soporte, gozan de la validez y eficacia de un documento original siempre que quede garantizada su
autenticidad, integridad y el cumplimiento de los requisitos exigidos por las leyes procesales.
El foliado de los expedientes judiciales electrónicos se debe llevar a cabo mediante un índice electrónico, firmado por la oficina judicial actuante, según
proceda. Este índice debe garantizar la integridad del expediente judicial electrónico y permitir su recuperación siempre que sea preciso, siendo admisible
que un mismo documento forme parte de distintos expedientes judiciales electrónicos.
1787.6
Documento electrónico 
Tienen la consideración de documentos judiciales electrónicos las resoluciones y actuaciones que se generen en los sistemas de gestión procesal, así
como toda información que tenga acceso de otra forma al expediente, cuando incorporen datos firmados electrónicamente. Tiene la consideración de
documento público el documento electrónico que incluya la fecha electrónica y que incorpore la firma electrónica reconocida del letrado de la
Administración de Justicia, siempre que actúe en el ámbito de sus competencias, conforme a lo dispuesto en las leyes procesales.
Tienen la consideración de copias auténticas:
1. Las realizadas por medios electrónicos de documentos electrónicos emitidos por el propio interesado o por las oficinas judiciales, manteniéndose o
no el formato original, siempre que el documento electrónico original se encuentre en poder de la oficina judicial donde haya sido originado o incorporado
y que la información de firma electrónica y, en su caso, de sellado de tiempo permitan comprobar la coincidencia con dicho documento.
2. Las realizadas por las oficinas judiciales, utilizando medios electrónicos, de documentos emitidos originalmente por ellas en soporte papel.
3. Las copias realizadas en soporte papel de documentos judiciales electrónicos y firmados electrónicamente por el letrado de la Administración de
Justicia, siempre que incluyan la impresión de un código seguro de verificación que permita contrastar su autenticidad mediante el acceso a los archivos
electrónicos de la oficina judicial emisora.
1787.7
Archivo electrónico de documentos 
Pueden almacenarse por medios electrónicos todos los documentos utilizados en las actuaciones judiciales. Los medios o soportes en que se
almacenen documentos deben contar con medidas de seguridad que garanticen la integridad, autenticidad, confidencialidad, calidad, protección y
conservación de los documentos almacenados y ajustarse a los requerimientos que garanticen la compatibilidad e interoperabilidad de los sistemas
informáticos. En particular, deben garantizar la identificación de los usuarios y el control de accesos y el cumplimiento de las garantías previstas en la
legislación de protección de datos.
Las actuaciones orales y vistas grabadas y documentadas en soporte digital no pueden transcribirse.
3. Registro judicial electrónico 
(L 18/2011 art.33)

1787.8
Las Administraciones competentes deben dotar a las oficinas judiciales con funciones de registro de los medios electrónicos adecuados para la
recepción y registro de escritos y documentos, traslado de copias, realización de actos de comunicación y expedición de resguardos electrónicos a través
de medios de transmisión seguros, entre los que se han de incluir los sistemas de firma y sellado de tiempo electrónicos reconocidos.
En estos registros judiciales electrónicos únicamente se admiten escritos y documentos dirigidos a las oficinas judiciales dependientes del mismo.
Los registros electrónicos deben emitir automáticamente un recibo consistente en una copia autenticada del escrito, documento o comunicación de que
se trate, incluyendo la fecha y hora de presentación y el número de entrada de registro.
B. Lugar de las actuaciones procesales 
1. Actuaciones judiciales 
(LEC art.129;  LOPJ art.268, 269 ­redacc LO 7/2015­ y 275)

1788
La LRJS no contiene una previsión específica sobre el lugar de las actuaciones judiciales a diferencia de lo establecido en la LEC a cuyas previsiones
es obligado acudir, con las especialidades sobre la presentación de todos los escritos en los registros de la oficina judicial adscrita a los juzgados y salas
de lo social (nº 1798 ) y la posibilidad de suspender el juicio para practicar prueba fuera del juzgado (nº 1810 ), entre otras.
Las actuaciones judiciales se han de realizar en la sede de la oficina judicial, salvo aquellas que por su naturaleza se deban practicar en otro lugar,
entendiendo, por sede el local o edificio donde se asienta la oficina judicial y no la localidad en la que radica.
1790
Excepciones 
El órgano judicial puede constituirse fuera de su sede para la práctica de actuaciones judiciales en los siguientes supuestos:
1. Actuaciones realizadas fuera del local de la oficina judicial pero en el territorio de su jurisdicción, como el interrogatorio domiciliario de
las partes o de testigos cuando razones de enfermedad u otras circunstancias especiales les impidan comparecer en la sede judicial (nº 2980 y nº
3047 ), o el reconocimiento judicial y de personas (nº 3056 ). El tribunal debe constituirse en el lugar que corresponda, sin que proceda el recurso
al auxilio judicial. Asimismo, pueden celebrar juicios o vistas de asuntos fuera de la población de su sede cuando así lo autorice la ley. El CGPJ,
cuando las circunstancias o el buen servicio de la Administración de Justicia lo aconsejen, puede disponer que los juzgados y tribunales se
constituyan en población distinta de su sede para despachar los asuntos correspondientes a un determinado ámbito territorial comprendido en la
circunscripción de aquéllos.
2. Actuaciones realizadas fuera de la circunscripción del tribunal: los tribunales pueden desplazarse fuera del territorio de su circunscripción
para la práctica de diligencias de instrucción o de prueba, siempre que no se perjudique la competencia del tribunal correspondiente y venga
justificado por razones de economía procesal ( LOPJ art.275 ). En otro caso, las actuaciones judiciales que deban realizarse fuera del partido
judicial donde radique la sede del tribunal que conozca del proceso se practican, cuando proceda, mediante el auxilio judicial (nº 1975 ).

Precisiones

1) Dicha regla que promueve el requisito de inmediación ante el juez competente debe ser reinterpretada en virtud
de los principios de oralidad, concentración e inmediación que inspiran el actual proceso civil, favoreciendo la
aplicación de las disposiciones de la ley procesal común. Del mismo modo, se considera que se debe facilitar el
recurso al auxilio judicial (nº 1975 s. ) para la práctica de determinados medios de prueba, dejando de ser un
medio de carácter excepcional (Palomo Balda y Alonso García). El problema de aplicación que se produce con el
auxilio judicial en este caso es que el principio de oralidad que rige en el proceso social parece que impide que un
juez practique un medio de prueba que debe valorar otro, imponiéndose una identidad entre el juez que preside el
acto del juicio, con el que presencia la práctica de las pruebas y el que dicta sentencia ( LRJS art.98 ), de modo
que no cabría el auxilio judicial para las pruebas (Montero Aroca).
2) Pese a la dicción de la ley no se trata de una causa de suspensión del juicio (nº 1942 ) y sí de una causa de
interrupción de la vista (nº 1944 ). En estos casos el órgano judicial se desplaza al lugar de donde deba
practicarse la prueba, que puede ser prueba de reconocimiento judicial, interrogatorio de parte y la testifical en los
supuestos permitidos.
2. Actos propios de las partes 

1796
Las partes, los sujetos intervinientes o los interesados pueden dirigirse a los órganos judiciales mediante escritos, sujetos a unos requisitos de lugar y
forma de presentación, que son igualmente de aplicación a la presentación de documentos. También pueden realizar actos orales y, en este caso, la
norma general es que se deben practicar ante el juez o tribunal o ante el letrado de la Administración de Justicia en el local de la oficina judicial o,
excepcionalmente, por circunstancias especiales, fuera de la misma.
a. Actos escritos 

1798
Hay que diferenciar la presentación de escritos y documentos de forma telemática (nº 1805 s. ) de los de la forma ordinaria (nº 1799 s. ).
1799
Presentación de escritos y documentos en la forma ordinaria 
(LRJS art.44, 45 y 46.1;  LOPJ art.272)
La presentación de los escritos y documentos de aquellos interesados que no sean profesionales de la justicia y no estén representados por procurador y
hasta el 1-1-2017 y que no se acojan de forma voluntaria al sistema telemático es el establecido en la forma ordinaria o tradicional.
Con arreglo a dicho sistema, la presentación y/o remisión de todos los escritos y documentos debe hacerse en los registros de la oficina judicial adscrita
a los juzgados y salas de lo social y, en particular, en el correspondiente al del órgano judicial competente para resolver sobre el trámite correspondiente,
en la forma prevista ( TS auto 17-3-04 , EDJ 307011 ; auto 12-5-10, EDJ 204259 ; auto 28-4-16, EDJ 88756 ; auto 10-5-16, EDJ 94091 ). Ello implica que
no es posible la presentación en otros registros o dependencias, quedando excluida expresamente la presentación de escritos en el Juzgado de Guardia
dirigidos al orden social (ver nº 1832 ).
La presentación de los escritos en el lugar y tiempo establecidos es una carga que corresponde a la parte, puesto que para que la presentación surta los
efectos que se le anudan debe efectuarse en los registros de la oficina judicial a la que corresponde el acto judicial ( TS 10-4-03 , EDJ 266079 ; TS auto
11-1-01 , EDJ 103052 ; auto 11-7-06, EDJ 271654 ).
Precisiones

La finalidad de la presentación del recurso ante la sede de la oficina judicial que ha de resolverlo es la de evitar
demoras en la resolución del proceso, demoras que pueden afectar a la firmeza de la sentencia y al legítimo
derecho de la contraparte a obtenerla y, en consecuencia, a su ejecución definitiva, máxime cuando ello se produce
en un proceso caracterizado por su celeridad ( TS auto 5-7-99 , EDJ 84250 ; 13-2-01, EDJ 10693 ; 3-6-02 ; 17-3-03,
EDJ 258493 ).
1799.1
Registro y reparto 
La presentación de escritos y documentos se efectúa ante el Servicio Común de Registro y Reparto o bien, en la práctica, en la mayoría de los edificios
judiciales, ante un Registro General, único o común a los varios juzgados y tribunales de una misma población, aunque sean de distinto orden
jurisdiccional.
La distribución de las demandas o escritos que inician el procedimiento se realiza conforme a las normas de reparto aprobadas por el Decanato o por la
Sala de Gobierno del Tribunal correspondiente.
Paralelamente, se impone la obligatoriedad del reparto de los asuntos, entre los diversos órganos del partido. Los letrados de la Administración de
Justicia son los encargados de que no se curse ningún asunto si no consta en él la diligencia correspondiente. Les corresponde a estos funcionarios
garantizar que el reparto de asuntos se realiza de conformidad con las normas que a tal efecto se aprueben por los Decanatos o por las Salas de
Gobierno y son, también, responsables del buen funcionamiento del registro de recepción de documentos.
1799.2
Constancia de la presentación de escritos 
La LRJS obliga a dejar constancia de la presentación de los escritos y documentos, fundamentalmente para el cómputo y cumplimiento de los plazos
procesales. Para ello, en la presentación de escritos y documentos, se estampa, por el funcionario designado para ello, el correspondiente sello en el que
se hace constar la oficina judicial ante la que se presenta y el día y hora de la presentación, dándose en todo caso al interesado recibo de su recepción
con dichas indicaciones. También puede hacerse constar la recepción de escritos y documentos en la copia simple presentada por la parte. Si se utilizan
medios técnicos, que permitan el envío y la normal recepción, el sistema tiene que devolver al interesado el resguardo acreditativo de la presentación
en la oficina judicial que proceda.
1799.3
Forma de presentación de los documentos 
(LEC art.267 y 268)
Debe distinguirse entre la forma de presentación de los documentos públicos y la de los privados:
1. Los documentos públicos pueden presentarse por copia simple, ya sea en soporte papel o, en su caso, en soporte electrónico a través de imagen
digitalizada incorporada como anexo que ha de ir firmado mediante firma electrónica reconocida (nº 1787.6 ). Dicha presentación surte plenos efectos,
salvo que se impugne su autenticidad, en cuyo caso puede llevarse a los autos original, copia o certificación del documento con los requisitos necesarios
para que surta sus efectos probatorios.
2. Los documentos privados que hayan de aportarse se presentan en original o mediante copia autenticada por el fedatario público competente y se
unen a los autos o se deja testimonio de ellos, con devolución de los originales o copias fehacientes presentadas, si así lo solicitan los interesados. Estos
documentos pueden ser también presentados mediante imágenes digitalizadas, incorporadas a anexos firmados electrónicamente. En el caso de que el
original del documento privado se encuentre en un expediente, protocolo, archivo o registro público, se presenta copia auténtica o se designa el archivo,
protocolo o registro. Si la parte sólo posee copia simple del documento privado, puede presentar ésta, ya sea en soporte papel o mediante imagen
digitalizada incorporada igualmente en un anexo firmado electrónicamente. Dicha presentación surte los mismos efectos que el original, salvo que la
conformidad de aquélla con éste no sea cuestionada por cualquiera de las demás partes.
El letrado de la Administración de Justicia debe incorporar a las actuaciones los escritos y documentos presentados y, además, en el mismo día o en el
siguiente día hábil debe dar a dichos escritos el curso que corresponda, consecuencia de sus facultades de ordenación y dirección del proceso.
1800
Presentación ante las oficinas de correos y telégrafos 
En ningún caso se considera lugar adecuado de presentación de escritos que deban surtir efecto ante la Administración de Justicia las oficinas de correos
y telégrafos ( TS auto 11-2-03 , EDJ 266072 ; 18-5-06, EDJ 263496 ). La oficina de correos no es un medio técnico ni un órgano de los tribunales, sino un
servicio público, que no está homologado con los registros de los órganos judiciales a efectos de la prestación de escritos procesales ( TS auto 17-3-04 ,
EDJ 307011 ; auto 29-5-14, EDJ 147600 ; auto 22-7-14, EDJ 182712 ; auto 13-1-16, EDJ 2721 ).
No es aplicable a los órganos judiciales la normativa relativa al procedimiento administrativo sino la regulación específica del procedimiento laboral que
dispone que las partes han de presentar todos los escritos y documentos en los registros y juzgados y salas de lo social (nº 1799 ), estableciendo una
previsión específica y diferente de la que rige en términos generales para el resto de las Administraciones públicas ( TS auto 17-7-01, EDJ 107434 ; 20-5-
09, EDJ 145421 ).
Las certificaciones de correos carecen de idoneidad para acreditar la recepción en tiempo por el órgano de destino porque ha de estarse no a la fecha
de la presentación del escrito en la oficina de correos, sino a la de registro del mismo en el órgano judicial al que se dirija, en previsión específica y
diferente de la que rige en términos generales para el resto de las Administraciones públicas ( TS auto 22-2-08, EDJ 77714 ; auto 29-3-11, EDJ 91355 ;
auto 22-3-12, EDJ 67037 ; auto 19-6-13, EDJ151901 ; auto 6-5-14, EDJ 85907 ).
En definitiva, sólo si el escrito enviado por medio de correos hubiera llegado antes de la fecha final del plazo procesal se convalida la utilización del
mismo ( TS auto 6-3-14, EDJ 62359 ; auto 6-5-14, EDJ 85907 ; auto 28-5-14, EDJ 100882 ).
Por todo ello, las certificaciones de la oficina de correos sólo acreditan la presentación de los escritos en dichas oficinas, pero no la fecha de la válida
recepción de aquéllos en los órganos judiciales competentes ( TS auto 10-2-09, EDJ 20808 ; 25-5-10, EDJ 127166 ).
En conclusión, carece de efectividad procesal cualquier otra modalidad de presentación de escritos, que no sea la de la LRJS art.44 , y, en concreto,
la consistente en la utilización de la Oficina de Correos, con la consecuencia natural de que la fecha que ha de tenerse en cuenta para estimar bien
presentado el escrito no puede ser la de su depósito en dicha oficina por carecer de validez procesal, sino la de llegada de dicho escrito al lugar
adecuado, o sea, a la oficina judicial, de manera que sólo podría haberse aceptado como presentado en tiempo y forma aquel escrito si hubiera llegado al
registro de la Sala dentro del plazo legal para recurrir ( TS auto 6-5-14, EDJ 85907 ; auto 2-3-16, EDJ 30815 ).
1801
Ineficacia de la presentación 
La presentación de los escritos y documentos debe hacerse en la forma indicada (nº 1799.3 ), ante el órgano señalado y en el plazo correspondiente,
para que la misma produzca los efectos que lleva anudados, que no se producen sino desde el momento en que el escrito procesal tiene entrada ante el
órgano competente ( TS auto 14-9-11, EDJ 225596 ).
No se entienden presentados los escritos y documentos hasta que tengan entrada en el registro del correspondiente tribunal.
La ineficacia de la presentación de documentos, de no cumplirse los requisitos establecidos, no puede ser calificada de arbitraria o infundada, sino que
enlaza con la naturaleza imperativa, de orden público, de las reglas procesales ( TCo 48/1995 ; 99/1996 ; auto 80/1999 ).
Consecuencia de ello es la preclusión de los plazos legales (nº 1828 ) cuando los escritos se presentan ante órganos judiciales o en lugares
inadecuados. Ni siquiera interrumpe el plazo la presentación de escritos ante un órgano judicial distinto al que resulte competente para conocer del escrito
correspondiente ( TS 8-11-94, EDJ 10232 ; auto 24-4-14, EDJ 91294 ).
1802
Acceso a los recursos y derecho a la tutela judicial 
El derecho al acceso a los recursos está condicionado al cumplimiento de los correspondientes plazos procesales y al resto de las normas de éste
carácter sobre la válida presentación de los escritos y, en particular, de las relativas a los recursos. Para que los escritos de las partes desplieguen los
efectos pretendidos tienen que reunir las exigencias procesales de presentación en tiempo, forma y lugar. No se considera dicha exigencia contraria a
la Const art.24.1 , pues responde a la finalidad de garantizar la celeridad y la seguridad en las actuaciones judiciales ( TS auto 17-7-01, EDJ 107434 ;
auto 23-5-13, EDJ 111351 ).
El derecho al recurso, como garantía de las partes en el proceso y no sólo de una de ellas, ha de acomodarse a lo establecido en las leyes procesales,
sin limitaciones infundadas, pero también sin concesiones que los eliminen. Por otra parte, las exigencias de la Const art.24.1 quedan satisfechas si la
decisión judicial que declara la improcedencia del recurso encuentra su origen en la aplicación razonada y fundada de la norma procedimental a la que
anuda tal efecto. Corresponde a las partes cumplir en cada caso las exigencias del recurso que interponen de manera que la hipotética falta de tutela ha
de ser imputable al órgano judicial, y no resultar de una actuación negligente, imperita o técnicamente errónea de quien recurre lo que lleva a concluir que
si, con carácter general, los errores que se atribuyen a los órganos judiciales no deben producir efectos negativos en la esfera jurídica de los intervinientes
en el proceso, estos defectos o irregularidades carecen de relevancia desde el punto de vista del amparo constitucional cuando el error es imputable de
modo decisivo a la negligencia de la parte ( TCo 71/2002 ; TS auto 25-2-10, EDJ 49010 ; auto 2-7-13, EDJ 142984 ; auto 18-3-15, EDJ 51904 ).
1803
Excepciones 
El Tribunal Constitucional establece una dispensa extraordinaria de la regla general sobre la presentación de los escritos, que se vincula expresamente a
la concurrencia de supuestos de carácter excepcional, a examinar «caso por caso», en los que hay que valorar, por una parte, las dificultades para la
presentación ordinaria del escrito normal y, por otra, la diligencia de la parte ( TCo 283/2005 ; 20/2005 ; 223/2002 ; 90/2002 y 41/2001 ). Esta doctrina ha
sido asumida por el Tribunal Supremo.
Se han considerado circunstancias extraordinarias, entre otras, las siguientes ( TCo 283/2005 con cita de las TCo 41/2001 ; 90/2002 ; 223/2002 y
20/2005 ; TS auto 23-5-13, EDJ 11351 ; auto 18-9-14, EDJ 240800 ; auto 18-3-15, EDJ 51922 ; auto 13-1-16, EDJ 2721 ):
1. La interposición del recurso dentro del plazo legalmente establecido en un registro público distinto del órgano judicial competente para
conocer del asunto (como puede ser el ofrecido por el servicio de correos), que permita tener constancia cierta de la fecha (y, en su caso, hora)
de presentación del escrito.
2. El alejamiento entre la sede del órgano judicial donde debe ser presentado el escrito de recurso y el domicilio de quien lo interpone.
3. La amplitud del plazo para la interposición del recurso en relación con el grado de complejidad técnica para su fundamentación.
4. La actuación o no bajo la asistencia letrada.
1) Se consideró que concurrían circunstancias excepcionales en un supuesto que el recurso se presentó dentro del plazo legalmente
establecido en el servicio belga de correos, lugar en el que la parte, que actuaba sin asistencia letrada al tratarse de una funcionaria que
litigaba en materia de personal, vivía, existiendo un considerable alejamiento entre el domicilio de quien lo interponía (Bruselas) y la sede del
órgano judicial donde se presentaba el recurso (Madrid), siendo el plazo breve (5 días) y teniendo en cuenta además que la actora confiaba en
que el servicio belga de correos constituía mecanismo válido de presentación de documentos por cuanto la pieza separada de la ejecución
forzosa de la sentencia de apelación de la Audiencia Nacional, tuvo su origen en escrito dirigido al Juzgado a través del servicio belga de correos
( TCo 283/2005 ).
2) No se consideran válidas las siguientes actuaciones: - remisión del escrito de preparación del recurso unificador a través del servicio de
correos con entrada en el TSJ fuera de plazo ( TS auto 28-5-14, EDJ 100882 ); - presentación del escrito de preparación del recurso para la
unificación de doctrina ante el registro del TS cuando debió hacerse ante la Sala de lo Social del TSJ que dictó la sentencia que se intenta recurrir
y con llegada a ésta después del plazo ( TS auto 11-1-02 , EDJ 130060 ; 19-2-03 , EDJ 258491 ); - presentación del escrito de formalización del
recurso de casación para la unificación de doctrina ante el TS en lugar de ante el TSJ que dictó la resolución recurrida, lo que motivó, que
acordada su remisión al TSJ, tuviese entrada ante este órgano transcurrido el plazo establecido ( TS auto 7-5-13, EDJ 91756 ; auto 24-4-14, EDJ
91294 ; auto 28-4-14, EDJ 100877 ); - presentación del escrito de interposición del recurso de casación para la unificación de doctrina ante el
Juzgado de lo Social o ante el Juzgado Decano en vez de ante la Sala de lo Social del TSJ ( TS auto 8-3-01 , EDJ 103050 ; 19-7-07, EDJ 108290
; auto 29-1-14, EDJ 26667 ); o en el buzón del tribunal fuera de plazo ( TS auto 28-9-01 , EDJ 103059 ).
3) De no efectuarse la presentación de los escritos y documentos en el lugar indicado, la consecuencia del incumplimiento es que no se
tienen por presentados hasta que tengan entrada en el registro del órgano adecuado ( TS 11-2-98, EDJ 65240 ; 26-4-99, EDJ 84248 ; 10-2-00,
EDJ 120512 ; 19-4-06, EDJ 91198 ).
El Tribunal Constitucional también usará LexNET en sus comunicaciones con los profesionales jurídicos
(Actum 2/17, 10ene-16ene)
Suscripción de un Acuerdo entre el TCo y el Ministerio de Justicia para impulsar el uso de LexNET en las comunicaciones de los profesionales jurídicos
con ese Tribunal. Todavía no se ha puesto en funcionamiento este sistema cuya aplicación queda en manos de la Secretaría General de Justicia. Los
ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
MPL nº 8870 , 1783 , 1787.4 , 1803
Desde el 23-12-2016 el TCo y el Ministerio de Justicia acordaron:
1. Se autoriza la realización de las comunicaciones procesales del Tribunal Constitucional por medios electrónicos y telemáticos a través de la
plataforma informática del Ministerio de Justicia «LexNET», en tanto quede garantizada la constancia de la fecha y hora de la transmisión y recepción, del
contenido íntegro de las comunicaciones y de la identidad del remitente y del destinatario de las mismas. Para ello los firmantes se comprometen a:
a) Favorecer la utilización de las comunicaciones electrónicas en el ámbito de la jurisdicción constitucional a través de LexNET.
b) Impulsar el uso de certificados digitales de Prestadores de Servicios de Certificados cualificados, para asegurar la identificación y validación de los
usuarios que operen en el sistema LexNET, así como la autenticación, integridad, confidencialidad y no repudio de los documentos transmitidos.
c) Para la autenticación y firma en LexNET, se podrán utilizar los certificados digitales generados por los prestadores de servicios de certificación que
estén homologados por el Ministerio de Industria para tal fin (https://sedeaplicaciones2.minetur.gob.es/prestadores/busquedaPrestadores.jsp).
2. Los efectos de los actos de comunicación procesal realizados por dicho medio serán los establecidos en la legislación procesal.
3. Los ciudadanos que no estén asistidos o representados por profesionales jurídicos podrán recibir las comunicaciones procesales de forma ordinaria.
4. Se encomienda a la Secretaría General la programación de las fechas de aplicación del presente Acuerdo a los diferentes colectivos profesionales e
instituciones afectados.
El acuerdo se firma hasta 31-12-2017 pudiéndose acordar de manera expresa y unánime su prórroga por un período máximo de 4 años, si ninguna de las
partes lo denunciara, lo que se comunicará con 2 meses de antelación a la fecha en que se pretenda dar por finalizado.
SE  de  Justicia  Resol   30­12­2016, Convenio de  colaboración  LexNET  entre  el  Tribunal  Constitucional  y  el  Ministerio  de
Justicia, BOE 12­1­17

1805
Presentación telemática de escritos y documentos 
(LEC art.273 redacc L 42/2015)
Todos los profesionales de la justicia están obligados al empleo de los sistemas telemáticos o electrónicos existentes en la Administración de Justicia
para la presentación de escritos, iniciadores o no, y demás documentos, desde el 1-1-2016, y las personas que no estén representadas por procurador, a
partir del 1-1-2017 (nº 1785 ). Las personas que no estén representadas por procurador pueden elegir, en principio hasta el 1-1-2017, en todo momento si
actúan ante la Administración de Justicia a través de medios electrónicos o no, salvo que estén obligadas a relacionarse a través de medios electrónicos
con la misma.
La presentación de escritos y documentos, el traslado de copias y la realización de comunicaciones y notificaciones por medios electrónicos se deben
efectuar a través del sistema LexNET (nº 1787.4 ) o mediante la sede judicial electrónica correspondiente ( RD 1065/2015 art.8.1 ). El medio utilizado
debe garantizar la autenticidad de la comunicación, así como que quede constancia fehaciente de la remisión y recepción íntegras y la fecha en que se
hicieren.
1806
Requisitos 
Se exigen los siguientes requisitos:
1. Los escritos y documentos presentados por vía telemática o electrónica han de indicar el tipo y número de expediente y año al que se
refieren, el órgano al que se dirigen y deben ir debidamente foliados mediante un índice electrónico que permita su debida localización y consulta.
Este formulario normalizado se debe ajustar a las disposiciones reglamentarias ( Rgto CGPJ 2/2010, Acuerdo 25-2-2010).
2. Los documentos que se acompañen al correspondiente escrito o comunicación, deben cumplir los estándares de formato y requisitos de
seguridad que se determinen en el marco institucional de cooperación en materia de administración electrónica (nº 1787.6 ).
3. La presentación se debe realizar empleando firma electrónica reconocida.
4. Únicamente de los escritos y documentos que se presenten vía telemática o electrónica que den lugar al primer emplazamiento, citación o
requerimiento del demandado o ejecutado, se debe aportar en soporte papel, en los tres días siguientes, tantas copias literales cuantas sean
las otras partes.
5. Se deben presentar en soporte papel los escritos y documentos cuando expresamente lo indique la ley. De todo escrito y de cualquier
documento que se aporte o presente en soporte papel y en las vistas se han de acompañar tantas copias literales cuantas sean las otras partes.
6. No puede exigirse a ciudadanos, profesionales o Administraciones que aporten la documentación que les sea requerida o de la que pretendan
valerse en soporte papel, salvo que ello sea preciso para determinar la autenticidad de su contenido o cuando legal o reglamentariamente se
autorice de forma expresa.
1807
Momento y forma de la presentación telemática 
(LEC art.135 ­redacc L 42/2015­;  RD 1065/2015)
Se pueden presentar escritos y documentos en formato electrónico todos los días del año durante las 24 horas. En ningún caso la presentación
electrónica de escritos y documentos por medios electrónicos implica la alteración de lo establecido en las leyes sobre el tiempo hábil para las
actuaciones procesales, plazos y su cómputo.
En caso de que la presentación tenga lugar en día u hora inhábil a efectos procesales conforme a la ley, se entiende efectuada el primer día y hora
hábil siguiente.
La remisión de los escritos y documentos debe hacerse a los registros de la oficina judicial adscrita a los juzgados y salas de lo social y, en particular, en
el correspondiente al del órgano judicial competente para resolver sobre el trámite correspondiente, en la forma prevista (nº 1787.8 ). Los registros
electrónicos deben emitir automáticamente un recibo o resguardo electrónico consistente en una copia autenticada del escrito, documento o
comunicación de que se trate, y en el que se debe incluir la fecha y hora de presentación y el número de entrada de registro, la identidad del remitente y
destinatario y el proceso judicial al que se refiere indicando tipo de procedimiento, número y año.
Cuando la presentación de escritos perentorios y documentos dentro de plazo por los medios electrónicos no sea posible por interrupción no
planificada del servicio de comunicaciones electrónicas, siempre que sea factible se va a disponer de las medidas para que el usuario resulte informado
de esta circunstancia, así como de los efectos de la suspensión, con indicación expresa, en su caso, de la prórroga de los plazos de inminente
vencimiento. El remitente puede proceder, en este caso, a su presentación en el órgano u oficina judicial o fiscal el primer día hábil siguiente
acompañando el justificante de dicha interrupción.
En los casos de interrupción planificada por la ineludible realización de trabajos de mantenimiento u otras razones técnicas lo requieran, las paradas
deben ser avisadas por el propio sistema informático con una antelación mínima de 20 días, indicando el tiempo estimado de indisponibilidad del servicio
e informando de los medios alternativos de presentación.
Si el servicio de comunicaciones telemáticas o electrónicas resultase insuficiente para la presentación de los escritos o documentos, se debe presentar
en soporte electrónico en la oficina judicial ese día o el día siguiente hábil, junto con el justificante expedido por el servidor de haber intentado la
presentación sin éxito. En estos casos, se entrega recibo de su recepción.
Los escritos y notificaciones quedan depositados en los buzones virtuales por un período de 60 días. Transcurrido este plazo se procede a la eliminación
del sistema de estos documentos, salvo los resguardos electrónicos acreditativos de la transmisión.
La presentación de escritos y documentos, cualquiera que fuera la forma, si está sujeta a plazo, puede efectuarse hasta las 15 horas del día hábil
siguiente al del vencimiento del plazo. No se admite la presentación de escritos en el juzgado de guardia.
LexNET: error material en la identificación del procedimiento de destino en la formalización de recurso de casación unificadora
(Actum 31/17, 01ago-07ago)
No puede elevarse a la categoría de defecto procesal insubsanable la incorrecta identificación del procedimiento de destino para la formalización de un
recurso de casación para unificación de doctrina (recurso de suplicación de acuerdo con LexNET). La Sala IV valora, por un lado, que el letrado no tuvo
una actitud desinteresada, negligente o falta de pericia, subsanando el error ese mismo día, aunque ya sobrepasadas las 15 h; y, por otro lado, que la
denominación de recurso de suplicación como procedimiento de destino en LexNET resulta cuanto menos confusa y no consta que tuviera que ser
conocida por el letrado actuante.
MS nº 6695 , 6692 , 6911
MPL nº 7348 , 1807 , 7640 , 7651 , 7200
Al letrado se le remite el 10-2-2017 a las 7:24 h, vía LexNET la diligencia de ordenación por la que se tenía por preparado el recurso de casación
unificadora. Ese mismo viernes a las 11:41 h fue recibida y firmada su recepción por el Letrado. De manera que la notificación se entendía realizada al
día siguiente hábil de dicho acceso ( TS Acuerdo no jurisdiccional 6-7-16 ), en este caso el lunes 13-2-2017.
Para la formalización del recurso (escrito a término) cabe aplicar, también vía LexNET, la posibilidad de presentación hasta las 15 h del día hábil
siguiente al vencimiento del plazo ( LEC art.135.5 ). Por lo tanto, el plazo de 15 días comenzará a computarse desde el 14-2-2017 (martes) y venciendo el
7-3-2017 (martes) una vez descontado el día 28-2-2017 que fue fiesta autonómica en Andalucía, pudiendo presentarse escrito hasta las 15 h del día 8-3-
2017.
El letrado intenta su presentación dentro de plazo a las 13:08 del 8-3-2017 pero fue rechazada por el sistema ante un error material en al identificación
del número de procedimiento de destino que debía ser recurso de suplicación. Ese error fue subsanado por el propio letrado ese mismo día a las 19:39 h
ya fuera de plazo. Motivo por el que la Sala de suplicación dicta auto teniendo por no interpuesto el recurso y desierto el mismo.
La Sala IV admite el recurso de queja interpuesto, conforme a la siguiente argumentación:
1. El rechazo inicial no obedeció a una razón técnica que habilitase su presentación el primer día hábil siguiente acompañando justificante de
interrupción del servicio ( LEC art.135.2 ; RD 1065/2015 art.12 ). De manera, que el Letrado recurrente no debía haber acudido a la presentación en papel
del escrito por no tratarse de un fallo del sistema.
2. Se trataba en realidad de un error del letrado denominando incorrectamente el procedimiento de destino que, de acuerdo con LexNET, era el recurso
de suplicación. Su subsanación a las 19:39 h permite entender que el Letrado actuó con la diligencia debida sin denotar una actitud pasiva, negligente o
falta de pericia. Concurre vulneración de la tutela judicial efectiva en su vertiente de derecho de acceso al recurso (aunque el principio pro actione esté
más matizado en vía de recurso) por los siguientes motivos:
a) El Letrado dirige sus escritos al órgano jurisdiccional adecuado, el TSJ de Andalucía (Sevilla).
b) La presentación del escrito se intenta en plazo una primera vez, cometiendo el error mencionado, y, en el mismo día, se intenta su remisión de nuevo
de forma esta vez efectiva a las 19:39 h.
c) El procedimiento a designar en LexNET seguía siendo el del recurso de suplicación, lo que no consta que necesariamente tuviera que ser conocido
por el Letrado actuante.
d) No cabe duda que la denominación de recurso de suplicación como procedimiento de destino resulta cuanto menos confusa.
TS auto 28­6­17, EDJ 135299

Exigencia de firma manuscrita en el escrito de preparación del recurso tramitado via LexNET y pasividad de la abogada recurrente
(Actum 5/17, 31ene-06feb)
Es erróneo el requerimiento de firma física o manuscrita respecto de un escrito de preparación de un recurso de casación para unificación de doctrina
presentado vía LexNET, pues la utilización de tal aplicación conlleva necesariamente la firma electrónica del citado documento. La actitud pasiva de la
abogada ante tal requerimiento, que no recurrió la diligencia de ordenación, ni presentó escrito alegando el carácter erróneo de la exigencia, no pone fin
al recurso en este caso. La Sala IV valora que la negativa a acceder al recurso no vendría de su inicial desidia (sólo presentó recurso de queja) sino de la
propia exigencia por parte del TSJ de un requisito redundante y contrario a las normas legales de aplicación. Siempre valorándose la novedad del sistema
LexNET que sigue suscitando innumerables interrogantes para los letrados y tribunales.
MPL nº 1807 , 7640
La Sala de lo social del TSJ de Andalucía (Sevilla) dictó auto por el que declaró tener por no preparado recurso de casación para unificación de
doctrina. La abogada que presentó escrito de preparación del recurso vía LexNET, firmado electrónicamente, no atendió a la diligencia de ordenación que
la requería para que subsanara la falta de firma física o manuscrita, no recurrió en reposición la misma, ni alertó al tribunal de sus objeciones.
La Sala cuarta estima el recurso de quejapresentado por la abogada con base en los siguientes argumentos:
1. Es erróneo que se requiriese firma física, manuscrita del documento como si se hubiera presentado de forma presencial. En efecto el envío por
LexNET conlleva la firma electrónica por el profesional de forma indisoluble ( RD 1065/15 art.6.4, 9.3, 13.1, 14.e) y 17.2 ). De tal manera que cuando un
abogado presenta un escrito ante un órgano jurisdiccional vía LexNET, ya usando la plataforma del Ministerio de Justicia, ya la del Colegio de Abogados
correspondiente, está firmándolo de forma automática electrónicamente. Así se desprende del propio manual elaborado en el Ministerio y colgado en su
web para la ayuda de uso del sistema a los profesionales, que inevitablemente genera una confianza legítima de los letrados.
2. El mencionado requerimiento supone someter a la parte recurrente al cumplimiento de un requisito extravagante, no contemplado por la Ley y
contradictorio con el sistema de comunicaciones telemáticas al que los profesionales están obligados.
3. El comportamiento pasivo de la Abogada, que no recurrió en reposición la diligencia de ordenación ni alertó al tribunal del carácter exorbitante de la
exigencia, sólo recurriendo en queja posteriormente no tiene relevancia en el resultado final del fin de trámite de su recurso de casación para unificación
de doctrina. El tribunal valora los innumerables interrogantes que LexNET abre a los profesionales y a los tribunales y concluye que la vulneración del
derecho a la tutela judicial en su vertiente de acceso al recurso se vería vulnerado, más que por su inicial desidia, especialmente por la imposición del
mencionado requisito de firma calificado de redundante y contrario a las normas legales de aplicación.
TS auto 29­11­16, EDJ 233862

1808
Subsanación 
(LEC art.273.5 ­redacc L 42/2015­;  L 18/2011 art.43 ­redacc L 42/2015­)
El incumplimiento del deber del uso de las tecnologías o de las especificaciones técnicas establecidas conlleva que el letrado de la Administración de
Justicia conceda un plazo máximo de 5 días para su subsanación. Si no se subsana en este plazo, los escritos y documentos se tienen por no
presentados a todos los efectos
1809
Fax y correo electrónico 
(LRJS art.44.2;  LEC art.135 ­redacc L 42/2015­)
Cuando las oficinas judiciales y los sujetos intervinientes en un proceso dispongan de medios técnicos que permitan el envío y la normal recepción de
escritos y documentos, de forma tal que esté garantizada la autenticidad de la comunicación y quede constancia fehaciente de la remisión y
recepción íntegras y de su fecha, los escritos y documentos pueden enviarse y recibirse por aquellos medios, con plenos efectos procesales, con el
resguardo acreditativo que proceda y se tienen por presentados, a efectos de ejercicio de los derechos y de cumplimiento de deberes en el tiempo
establecido conforme a la ley. Entre estos medios permitidos se incluye el fax y el correo electrónico, siempre que sean compatibles con los que
dispongan los órganos judiciales ( TS auto 16-1-04, EDJ 301885 ).
La regla de la recepción en el registro correspondiente a efectos del cómputo de los plazos es válida cuando se elude la presentación del documento en
mano, y se opta por enviarlo por fax u otros medios de comunicación, pues también en tales casos aquella fecha sigue siendo la única que ofrece plenas
garantías. No es posible descartar la regla de la recepción y que se tenga por válida a efectos del cómputo, la fecha de la emisión del documento desde el
fax remitente:
1. No existe norma legal que autorice, en ningún caso, a ignorar la regla de la recepción; y menos a favor de otra con menores garantías como
ocurre con el fax.
2. La fecha de emisión de un documento a través de un fax particular, además de que no puede tenerse sin más por cierta respecto de terceros,
no es modo alguno un dato fehaciente ni plenamente fiable dadas las posibilidades de alteración de datos que la técnica ofrece.
3. En todo caso, la fecha que aparece en el resguardo o reporte de remisión solo sería válida para acreditar el envío, pero no la recepción en el
registro de la sala, momento éste que si está sin embargo acreditado por el sello del Registro y la diligencia que lo acompaña ( TS auto 2-7-08,
EDJ 121431 ; auto 11-11-08, EDJ 237268 ).
1) Se rechazó la remisión por fax en aquellos supuestos en los que el envío se efectuó cuando ya estaba cerrado el registro del tribunal, lo
que supone entenderlo por presentado al día siguiente el escrito. Dado que el envío se produjo en el último día del plazo, se tuvo por no
anunciado en tiempo el recurso ( TS auto 13-10-99, EDJ 41262 ).
2) Cualquiera que fuese la fecha de presentación del escrito en Correos o la del envío del escrito por fax, lo cierto es que es la fecha que
figura como de entrada en el registro a la que debe estarse. No puede acogerse la pretensión de que se descarte la regla de la recepción y se
tenga por válida a efectos del cómputo de los plazos, la fecha de la emisión del documento desde el fax puesto que no existe norma legal que
autorice, en ningún caso, a ignorar la regla de la recepción ( TS auto 2-10-00, EDJ 113344 ; 17-7-01, EDJ 107434 ; 1-2-07, EDJ 341982 ; 8-10-08,
EDJ 187372 ; auto 11-11-08, EDJ 237268 ).
3) La valida utilización de la presentación de escritos mediante fax, exige acreditar que el número al que se envió sea el del Registro General
correspondiente. Y ello porque la constancia de la recepción no se cumple cuando simplemente se remite un escrito por este medio a cualquier
fax de un órgano judicial, pues tal remisión ha de hacerse al fax del servicio del tribunal especialmente habilitado para ello que es el que cuenta
con los medios personales y materiales precisos para asegurar una correcta recepción ( TS auto 13-5-10, EDJ 105700 ; TS 14-9-11, EDJ
222649 ).
1809.1
Error en la presentación y tutela judicial efectiva 
Respecto de la relevancia que el error en la presentación de escritos y/o recursos pueda tener sobre la tutela judicial efectiva, el TCo ha tenido
oportunidad de establecer doctrina sobre la cuestión, reflejada también en la jurisprudencia de la Sala IV del TS.
Aun cuando los órganos jurisdiccionales deben efectuar lo necesario para que no se creen, por propio error o funcionamiento deficiente, situaciones de
indefensión material, también les compete a las partes intervinientes actuar con la debida diligencia, sin que pueda alegar indefensión quien se coloca
a sí mismo en tal situación o quien no hubiera quedado indefenso de haber actuado con la diligencia razonablemente exigible ( TCo 172/2000 ). Solo son
susceptibles de causar indefensión los errores imputables al órgano judicial, pero no aquellos otros que se deban única y exclusivamente a la
pasividad, desinterés, negligencia, error técnico o impericia del recurrente o de los profesionales que lo representen o defiendan ( TCo 18/1996 ; 78/1999 ;
TS auto 27-9-01, EDJ 97806 Rec 1078/01 ; auto 11-2-15, EDJ 36611 ).

Precisiones

1) La falta de suficiente identificación en el escrito de comparecencia del pleito o la omisión de los datos fundamentales, a ese efecto, si
son determinantes del extravío del escrito o de que el mismo obre en sección distinta de la Secretaría impidiendo así su unión al rollo
correspondiente, hacen recaer sobre el propio interesado o su representante los efectos del error y no sobre la oficina judicial ( TCo 334/1994 ).
2) Si la parte no identifica suficientemente la apelación en la que pretende personarse, por no expresar en el escrito los datos necesarios y
suficientes para que pueda unirse sin duda al rollo correspondiente, ha incurrido en una falta de diligencia causante de la posterior indefensión
( TCo 82/1999 ), como ocurre cuando se produce un error en la identificación de la numeración de los autos ( TCo 172/2000 ; 33/2004 ).
3) Por el contrario, si, pese al error (por ejemplo, numérico o aritmético) en alguno de los datos figurantes en el escrito de personación existen
otras circunstancias que razonablemente permiten unirlo a las actuaciones correspondientes, la falta de efecto procesal de la personación no
es imputable a la parte sino al órgano jurisdiccional ( TCo 67/1999 ). En definitiva, la identificación suficiente del proceso ( TCo 334/1994 ) se
convierte así en la cuestión esencial ( TCo 37/2003 ).
b. Actos orales 
(LEC art.311.1;  LRJS art.87.1)

1810
El lugar en que los actos orales han de realizarse es en la sede de la oficina judicial, y por tanto en su local físico. También se pueden admitir aquellas
pruebas que requieran la traslación del juez o tribunal fuera del local de la audiencia, si se estiman imprescindibles. Existen, por tanto, excepciones: en
el caso de que por enfermedad que lo impida o por otras circunstancias especiales de la persona que haya de contestar a las preguntas no pudiera ésta
comparecer en la sede del tribunal, a instancia de parte o de oficio, la declaración se puede prestar en el domicilio o residencia del declarante ante el juez
o el miembro del tribunal que corresponda, en presencia del letrado de la Administración de Justicia.

C. Tiempo de las actuaciones procesales 
1. Momento de realización 
(LRJS art.43.1;  LEC art.130 ­redacc L 42/2015­ y 131;  LOPJ art.179, 182 y 183)

1812
Las actuaciones judiciales han de practicarse en días y horas hábiles. La ley procesal social no determina cuales son los días y horas hábiles, debiendo
aplicarse lo dispuesto en la LOPJ así como en la LEC, para conocer cuáles ostentan dicha calificación que permite la realización valida y eficaz de los
actos procesales. La LRJS únicamente establece una serie de excepciones a la inhabilidad general del mes de agosto, referenciadas a diversas
modalidades procesales (nº 1818 ).
Asimismo, los actos procesales han de efectuarse en el periodo ordinario de la actividad de los tribunales, extendiéndose el año judicial desde el 1 de
septiembre, o el siguiente día hábil, hasta el 31 de julio de cada año natural.
1814
Días y horas hábiles 
(LEC art.130.2, 3 y 4 ­redacc L 42/2015­;  LOPJ art.182.1 y 2 y 183)
Son días hábiles, a efectos procesales, todos los del año, excepto los sábados y domingos, los días 24 y 31 de diciembre, los días de fiesta nacional y los
festivos a efectos laborales en la respectiva Comunidad Autónoma o localidad, lo que supone una remisión a normas administrativas, así como los días
del mes de agosto, excepto las que se declaren urgentes por las leyes procesales (nº 1816 ).
Son horas hábiles las comprendidas entre las ocho de la mañana a las ocho de la tarde (8:00 a 20:00 horas), salvo que la ley para una actuación
concreta disponga otra cosa. Ahora bien, cuando se trate de actos de comunicación y ejecución también se consideran hábiles las horas que
transcurren desde las ocho hasta las diez de la tarde, salvo que el proceso se sustancie telemáticamente.
1816
Días inhábiles 
(LOPJ art.182 y 183)
Son inhábiles, a efectos procesales, los sábados, domingos, los días 24 y 31 de diciembre, los festivos y los días del mes agosto. En principio, son
inhábiles los días del mes de agosto para todas las actuaciones judiciales, excepto las que se declaren urgentes por las leyes procesales.
1817
Festivos 
(LRJS art.43.6)
Para el cómputo de los plazos procesales, se consideran festivos, y por tanto a excluir, además de las fiestas de ámbito nacional, las de la Comunidad
Autónoma y las de la localidad en que tenga su sede la oficina judicial destinataria de los escritos sometidos al plazo de que se trate, sin que puedan
computarse otras fiestas ajenas al funcionamiento del tribunal. Y ello porque es en dicho lugar donde se realiza y culmina la actuación procesal cuya
corrección ha de calificar el órgano judicial, aunque en otro lugar se hayan desarrollado o deban desarrollarse otras fases del proceso. Esto es, la
calificación de días hábiles e inhábiles ha de hacerse atendiendo a los que tienen tal condición en el lugar en que tiene su sede el órgano judicial
competente para conocer de la correspondiente actuación procesal ( TS auto 6-2-03 , EDJ 266075 ; auto 8-8-11, EDJ 147567 ).
La inhabilidad no va referida a los festivos del domicilio de la parte que presenta el escrito ( TS auto 16-7-02, Rec 1512/02 ). Solo debe tenerse en cuenta
cuáles son los días hábiles en la sede del tribunal ante el que pretende realizarse la actuación de que se trate. Tampoco son inhábiles los puentes o días
intermedios entre los que sí lo son ( TS 23-3-99 , EDJ 80072 ).
Estas consideraciones cobran especial relevancia en el proceso laboral, y en particular en el recurso de suplicación que se prepara y formaliza ante el
juzgado y es resuelto por el TSJ, que físicamente, y en numerosas ocasiones, no está en la misma localidad. Igual sucede con los recursos de casación
ordinaria y casación para la unificación de doctrina, que se preparan e interponen ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia que dictó la
resolución impugnada, lo que implica que normalmente no coincida con la sede del órgano encargado de resolverlos, que es el Tribunal Supremo -con
sede en Madrid-. Por tanto, a los efectos del cómputo de los plazos para la preparación y formalización de los indicados recursos hay que estar a las
fiestas de la sede del órgano judicial donde se efectúa dicha actuación ( TS auto 8-6-11, EDJ 147567 ; auto 22-3-12, EDJ 67037 ; 4-10-05, EDJ 166178 ).
Por ello y para poder controlar el cumplimiento de los plazos, en el rollo del recurso que se remite al órgano superior, se debe hacer constar, por
diligencia, las fiestas de carácter local o autonómico.

Precisiones

Los días festivos de la localidad correspondiente al domicilio del demandante no suspenden el cómputo del
plazo de caducidad de la acción de despido, ya que las únicas festividades locales que, a este respecto, hay que
deducir son las de la población en la que esté situado el juzgado o tribunal ante el que se tramitan las actuaciones (
TS 4-10-05, EDJ 166178 ; 3-6-13, EDJ 122966 ).
1818
Agosto 
(LRJS art.43.4;  LEC art.130.2;  LOPJ art.183)
Con carácter general, los días del mes de agosto son inhábiles.
Sin embargo, la LRJS establece numerosas excepciones, por razones de urgencia o perentoriedad, señalando que el mes de agosto es hábil, tanto en el
proceso declarativo como en trámite de recurso o de ejecución, para las modalidades procesales siguientes:
- despido, extinción del contrato de trabajo por voluntad del trabajador por justa causa, despido colectivo o despido objetivo (nº 3300 );
- movilidad geográfica, modificación sustancial de las condiciones de trabajo, suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas,
técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor (nº 4310 );
- derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral (nº 4250 );
- impugnación de altas médicas (nº 4560 );
- vacaciones (nº 3920 );
- materia electoral (nº 4100 );
- conflictos colectivos (nº 4820 );
- impugnación de convenios colectivos (nº 5000 ), y;
- tutela de derechos fundamentales y libertades públicas (nº 5230 ).
Asimismo, es hábil el mes de agosto para:
1. La adopción de actos preparatorios, medidas precautorias y medidas cautelares, en particular en materia de prevención de riesgos laborales,
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como para otras actuaciones que tiendan directamente a asegurar la efectividad de los derechos
reclamados o para aquellas que, de no adoptarse, pudieran dar lugar a un perjuicio de difícil reparación.
2. El ejercicio de las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos en la Ley de medidas de protección integral contra la violencia de
género ( LO 1/2004 ).

Precisiones

1) Al disponer la LRJS la habilidad del mes de agosto para determinados procesos, ésta no sólo opera en la
instancia sino también en materia de recursos y ejecución, de forma que se excluye la inhabilidad del mes de
agosto en la totalidad de las actuaciones que atañen a dichas modalidades procesales. Cuando en cualquier norma
o disposición se hace referencia a un determinado proceso especial, es evidente que, normalmente y mientras no
se haga expresa exclusión de alguna de sus partes o fases, tal alusión engloba y comprende a todos los trámites
del mismo, y no sólo a las actuaciones de instancia, sino también a las que correspondan a los recursos que se
hayan podido formular, tanto al de suplicación como al de casación. Esta doctrina es de plena aplicación a la
ejecución en cuanto es un conjunto de actuaciones dirigidas a asegurar el resultado de uno de los procedimientos
comprendidos en la excepción al carácter inhábil del mes de agosto ( TS 14-10-04, EDJ 229557 ; 19-4-07, EDJ
76017 )
2) Por tanto, el mes de agosto resulta hábil:
- tanto para la preparación como para la formalización del recurso de suplicación y casación para la unificación de
doctrina en el proceso de tutela de derechos fundamentales ( TS auto 18-4-01, EDJ 34496 ; 5-2-02, EDJ 130058 )
y en el despido ( TS auto 14-11-06, EDJ 354144 );
- para la actividad procesal que afecta al conflicto colectivo, incluido la interposición del recurso ( TS auto 17-1-
02, EDJ 130071 ; 20-4-04 , EDJ 17917 ; auto 12-2-13, EDJ 24790 ); o igualmente frente a los recursos que tengan
por objeto la impugnación de la sentencia que resuelva el proceso sobre impugnación de convenios colectivos a
cuya modalidad procesal se le aplica la habilidad del mes de agosto, tanto en el proceso en la instancia como en
fase de recursos ( TS auto 12-6-07, EDJ 148011 );
- para la presentación de las demandas de error judicial. No desvirtúa esta conclusión la inhabilidad del mes de
agosto para las actuaciones judiciales que no gocen de expresa declaración de urgencia, porque el plazo de que se
trata tiene entidad sustantiva y no procesal, condición de la que gozan solo aquellos que marcan los tiempos del
proceso, que es donde se desarrolla la actuación judicial ( TS 13-3-01, EDJ 3104 ; 10-4-01, EDJ 5780 ; 5-12-05,
EDJ 307109 ; 1-3-10, EDJ 45346 ; 22-7-13, EDJ 173598 );
- para los trámites de ejecución, incluidos los relativos a la solicitud de ejecución de una conciliación extrajudicial (
TS auto 30-10-98 , EDJ 65238 ).
3) Por el contrario, el mes de agosto resulta inhábil para el cómputo del plazo de 30 días para formular una
demanda en materia de Seguridad Social, a contar desde la notificación de la resolución administrativa. Al
establecerse dicho plazo con referencia a días hábiles puede entenderse que sin ser procesal ni judicial es de
naturaleza preprocesal, por situarse entre un acto administrativo y su impugnación en vía procesal, que ni siquiera
afecta al derecho subjetivo material en la medida en que su incumplimiento sólo determina una pérdida del trámite,
con lo que se aproxima más a los de carácter procesal. En consecuencia, se excluyen los días inhábiles como son
con carácter general los comprendidos durante el mes de agosto, excepto las que se declaren urgentes por las
leyes procesales, entre las que no se encuentra la modalidad procesal de Seguridad Social ( TS 21-5-97 , EDJ
4375 ; 28-11-97 , EDJ 10590 ).
1819
Sábados 
(LOPJ art.182)
Los sábados son considerados días inhábiles a todos los efectos procesales, incluido el plazo de caducidad de la acción de despido. Por lo que se
refiere al cómputo del plazo de caducidad de la acción de despido, ver nº 3387 . La doctrina sobre la caducidad de la acción de despido es aplicable
igualmente al plazo de caducidad para la presentación de las demandas de error judicial ( TS 22-7-13, EDJ 173598 ).
1821
Habilitación de días y horas inhábiles 
(LOPJ art.184.2;  LRJS art.43.5;  LEC art.131)
Se pueden habilitar días y horas inhábiles para la práctica de actuaciones tanto por el juez o tribunal, como por el letrado de la Administración de Justicia.
El juez o tribunal en dos supuestos concretos:
- cuando el acto no fuera posible practicarlo en tiempo hábil;
- cuando sea necesario para asegurar la efectividad de una resolución judicial.
El letrado de la Administración de Justicia en los siguientes casos:
- cuando tengan por objeto la realización de actuaciones procesales que deban practicarse en materias de su exclusiva competencia;
- cuando se trate de actuaciones por ellos ordenadas;
- cuando sean tendentes a dar cumplimiento a las resoluciones dictadas por jueces o tribunales.
Se considera que la resolución debe explicitar las razones que justifican el ejercicio de la facultad, por lo que deben adoptar la forma de decreto (Palomo
Balda).
Asimismo, se posibilita la habilitación, de oficio o a instancia de parte, cuando hubiere causa urgente que lo exija, entendiendo por tal, las actuaciones
cuya demora pueda causar grave perjuicio a los interesados o a la buena administración de justicia, o provocar la ineficacia de una resolución judicial.
No obstante, si la actuación comenzó en tiempo hábil puede continuar en período inhábil sin necesidad de previa habilitación hasta su terminación.

Precisiones

Los preceptos de la LEC pueden aplicarse al proceso social en los aspectos no previstos en la LRJS, que no
contradigan su contenido, como la posibilidad de que la habilitación se acuerde de oficio o a instancia de parte.
Mayores dudas plantea la aplicación supletoria de LEC en la irrecurribilidad de las resoluciones de habilitación de
días y horas, contemplada expresamente en la LEC art.131.4 , al establecer que no cabe recurso alguno, puesto
que la LRJS no contiene ninguna mención al respecto (Palomo Balda).
2. Plazo y términos 
(LRJS art.43.2;  LEC art.132.1 y 2)

1824
Las actuaciones procesales se han de realizar en el término o dentro del plazo fijado para su práctica. Por término se entiende el momento preciso, fijado
por el día y la hora, en que se debe practicar el acto procesal (comparecencia, vista...), mientras que el plazo hace referencia a un lapso de tiempo para
realizar la actuación correspondiente, lo que exige determinar el momento inicial y final a efectos del cómputo.
Con carácter general, cada actuación se sujeta a un plazo o término previamente especificado en la ley. No obstante, cuando no se fije plazo ni término
se entiende que han de practicarse sin dilación. Cuando se trate de la presentación de un escrito sometido a un plazo preclusivo, se estima cumplido el
mismo siempre que el correspondiente escrito hubiera tenido entrada en la oficina judicial destinataria dentro del plazo al efecto establecido ( TS auto 19-
2-02 , EDJ 130068 ).
1826
Cómputo 
(LEC art.133 y 151.2 ­redacc L 42/2015­;  LOPJ art.182.1 y 185;  CC art.5;  LRJS art.43.2, 45.1 y 60.3)
El cómputo de los plazos procesales se rige por las siguientes reglas generales:
1. Los plazos comienzan a correr desde el día siguiente a aquel en que se hubiere efectuado el acto de comunicación del que la ley haga depender el
inicio del plazo (dies a quo), por lo que éste queda excluido del cómputo. Los plazos para recurrir se cuentan desde el día siguiente al de la notificación de
la resolución que se recurra, o, en su caso, a la notificación de su aclaración o de la denegación de ésta ( LEC art.448.2 ; TS auto 15-1-07, EDJ 17464 ;
auto 17-7-12, EDJ 196598 ).
2. El día del vencimiento (dies ad quem) se computa íntegramente, considerándose que expira a las 24 horas. Si el plazo concluye en sábado, domingo
u otro día inhábil se entiende prorrogado hasta el siguiente hábil.
3. Si el plazo se ha señalado por días se excluyen los inhábiles. No obstante, si se trata de una actuación urgente, se consideran hábiles los días del mes
de agosto y sólo se excluyen del cómputo los sábados, domingos y festivos.
4. Los plazos señalados por meses o por años se computan de fecha a fecha; por tanto, en dichos plazos no se descuentan del cómputo los días
inhábiles (Montero Aroca). Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entiende que el plazo expira el último
del mes ( TS 28-12-00, EDJ 55719 ).
5. Asimismo, hay que tener presente que cuando la presentación de un escrito esté sujeta a plazo, puede efectuarse hasta las 15 horas del día hábil
siguiente al del vencimiento del plazo ( LRJS art.45.1 ).
6. Computo de los plazos en caso de aclaración, rectificación o complemento de sentencia o auto. El cómputo del plazo se inicia a partir de la
notificación del auto de aclaración y/o rectificación ( TS auto 17-7-12, EDJ 196598 ; auto 2-7-13, EDJ 151918 ; auto 16-7-15, EDJ 144590 ). El plazo debe
empezar a computar de nuevo desde la notificación del auto o decreto que acuerde o deniegue la aclaración o rectificación, puesto que las resoluciones
aclarada y aclaratoria se integran formando un todo que no puede ser impugnada sino en su conjunto a través de los recursos que pudieran interponerse
contra la resolución aclarada, dado la naturaleza puramente accesoria del auto de aclaración ( TCo 32/1996 ; 90/2010 ). Por ello, en la determinación del
dies a quo para el cómputo del plazo de un recurso contra una resolución que ha sido objeto de aclaración se debe tomar necesariamente en
consideración la fecha de la notificación aclaratoria ( TS auto 2-7-13, EDJ 151918 ).
Pedida la aclaración, rectificación o complemento de sentencia o auto, el plazo para interponer recurso contra la misma que haya transcurrido hasta la
petición se ha de entender definitivamente perdido y no se computa nuevamente todo el plazo desde la notificación del auto o decreto que recaiga.
Si bien el plazo para recurrir comienza cuando se notifica el auto de aclaración, ello queda limitado a las solicitudes de aclaración de conceptos oscuros,
omisiones de pronunciamiento y errores materiales, no a las que puedan realizarse en todo tiempo (errores materiales manifiestos y errores aritméticos),
como tampoco aquellas solicitudes de aclaración presentadas fuera de plazo ( TS auto de 23-5-02, Rec 1/02 ) o las claramente fraudulentas o infundadas
( TS auto 25-5-07, EDJ 148018 ; auto 16-7-15, EDJ 144590 ).
7. A los plazos sustantivos les son de aplicación el CC, que señala que en el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles ( CC art.5 )
( TS 28-12-00, EDJ 55719 ).
Calendario de días inhábiles de 2018 para el cómputo de plazos en el ámbito de la Administración General del Estado
(Actum 50/17, 12dic-18dic)
Publicación del nuevo calendario de días inhábiles para la Administración General del Estado y sus Organismos Públicos, a efectos de cómputos de
plazos durante 2018.
MS nº 6696 , 9929
MSAL-NOM nº 9370
MSS nº 9835
MDE nº 9770
MPL nº 1826 , 9660
Debe tenerse en cuenta que la declaración de un día como hábil o inhábil a efectos de cómputo de plazos no determina por sí sola el funcionamiento
de los centros de trabajo de las Administraciones Públicas, la organización del tiempo de trabajo ni el acceso de los ciudadanos a los registros ( L 39/2015
art.30.8 ).
Son días inhábiles:
a) En todo el territorio nacional: los sábados, los domingos y los días declarados como fiestas de ámbito nacional no sustituibles, o sobre las que la
totalidad de las Comunidades Autónomas no han ejercido la facultad de sustitución.
b) En el ámbito territorial de las Comunidades Autónomas: aquellos días determinados por cada Comunidad Autónoma como festivos.
c) En los ámbitos territoriales de las Entidades que integran la Administración Local: los días que establezcan las respectivas Comunidades Autónomas
en sus correspondientes calendarios de días inhábiles.
En un Anexo de la norma que se comenta se recogen los días inhábiles a que se refieren los puntos a) y b) mencionados, especificando los meses y la
CCAA afectada.
SEAFP Resol 1­12­17, BOE 18­12­17

1827
Especialidades 
Deben tenerse en cuenta las siguientes especialidades.
1827.1
Presentación de escritos: medios telemáticos 
(LEC art.135 redacc L 42/2015)
Se pueden presentar escritos y documentos en formato electrónico todos los días del año durante las veinticuatro horas.
Presentados los escritos y documentos por medios telemáticos, se emite automáticamente recibo por el mismo medio, con expresión del número de
entrada de registro y de la fecha y la hora de presentación, en la que se tienen por presentados a todos los efectos. En caso de que la presentación tenga
lugar en día u hora inhábil a efectos procesales conforme a la ley, se entiende efectuada el primer día y hora hábil siguiente.
1827.2
Actos de comunicación por medios electrónicos, informáticos y similares 
(LEC art.151.2 ­redacc L 42/2015­ y 162.2 ­redacc L 42/2015­;  LRJS art.56.5 y 60.3;  L 18/2011 art.34.1)
El sistema de notificación telemática, y en particular LexNET, acredita la fecha y hora en que se produzca la salida y las de la puesta a disposición del
interesado del acto objeto de notificación, así como de acceso a su contenido.
Los actos de comunicación se tienen por realizados el día siguiente hábil a la fecha de recepción que conste en el resguardo acreditativo de su
recepción ( TS auto 1-6-10, EDJ 204261 ; 8-2-11, EDJ 11015 ; 25-1-12, EDJ 20082 ).
Cuando el acto de comunicación fuera remitido con posterioridad a las 15:00 horas, se tiene por recibido al día siguiente hábil.
Cuando constando la correcta remisión del acto de comunicación por dichos medios técnicos, transcurrieran tres días sin que el destinatario acceda a su
contenido, se entiende que la comunicación ha sido efectuada legalmente desplegando plenamente sus efectos.
1827.3
Especialidades según el destinatario 
(LEC art.151.2 ­redacc L 42/2015­;  LRJS art.60.3)
Los actos de comunicación al Ministerio Fiscal, a la Abogacía del Estado, a los Letrados de las Cortes Generales y de las Asambleas Legislativas, o
del Servicio Jurídico de la Administración de la Seguridad Social, de las demás Administraciones públicas de las Comunidades Autónomas o de los
Entes Locales, así como los que se practiquen a través de los servicios de notificaciones organizados por los Colegios de Procuradores, se tienen por
realizados el día siguiente hábil a la fecha de recepción.
Cuando el acto de comunicación fuera remitido con posterioridad a las 15:00 horas, se tiene por recibido al día siguiente hábil.
1827.4
Cómputo de plazos en los expedientes judiciales electrónicos 
(L 18/2011 art.31 y 32;  RD 1065/2015 art.12)
Los registros electrónicos se rigen, a efectos de cómputo de los plazos imputables tanto a los interesados como a las oficinas judiciales, por la fecha y
hora oficial de la sede judicial electrónica de acceso, que debe contar con las medidas de seguridad necesarias para garantizar su integridad y figurar
visible.
En ningún caso la presentación electrónica de escritos y documentos o la recepción de actos de comunicación por medios electrónicos puede implicar la
alteración de lo establecido en las leyes sobre el tiempo hábil para las actuaciones procesales, plazos y su cómputo, ni tampoco puede suponer ningún
trato discriminatorio en la tramitación y resolución de los procesos y actuaciones ante los órganos y oficinas judiciales y fiscales.
A los efectos del cómputo de plazo fijado en días hábiles o naturales, y en lo que se refiere a cumplimiento de plazos por los interesados, la
presentación, en un día inhábil a efectos procesales conforme a la ley, se entiende realizada en la primera hora del primer día hábil siguiente, salvo que
una norma permita expresamente la recepción en día inhábil.
El inicio del cómputo de los plazos que hayan de cumplir las oficinas judiciales viene determinado por la fecha y hora de presentación en el propio
registro.
Cada sede judicial electrónica en la que esté disponible un registro electrónico debe determinar, atendiendo al ámbito territorial en el que ejerce sus
competencias el titular de aquélla, los días que se consideran inhábiles.

Precisiones

1) El Acuerdo no jurisdiccional de la Sala de lo Social del TS, sobre notificaciones a través del sistema LexNET
en el orden social y plazos procesales, clarifica que cuando haya constancia de la correcta remisión del acto de
comunicación de LexNET y hayan trascurrido tres días hábiles sin que el destinatario acceda a su contenido, se
entiende que la comunicación ha sido efectuada con plenos efectos procesales y el dies a quo para iniciar el
cómputo de plazo para impugnarlo es el día siguiente al tercero (todos ellos hábiles). También se aclara que si se
accede al contenido el día de su remisión o en los tres días hábiles siguientes, la notificación se produce al día
siguiente del acceso. De este modo, si se accede al día tercero, la notificación se entiende realizada el cuarto día
hábil y los plazos comienzan a computar desde el quinto ( TSJ Madrid auto 10-6-16, Rec 261/16 ).
Se establece asimismo que a las notificaciones a través del servicio de los Colegios de Procuradores se les
aplica el régimen procesal común propio de estas notificaciones que se entienden realizadas al día siguiente de su
recepción ( TS 8-7-15, EDJ 129762 ).
Por último, respecto de la presentación de escritos a término se establece, conforme a la norma procesal civil, que
es posible presentar escritos hasta las 15 horas del día hábil siguiente al vencimiento de un plazo, posibilidad que
también se aplica a los nuevos sistemas de recepción en el orden jurisdiccional social ( TS Social Acuerdo no
jurisdiccional 6-7-16, EDJ 98833 ).
2) La posibilidad de presentar escritos hasta las 15:00 horas del día hábil siguiente al vencimiento de un plazo
( LEC art.135.5 ) resulta aplicable respecto de los nuevos sistemas de recepción de escritos en el orden
jurisdiccional social. Sobre esta cuestión ver decisión del TEDH 23-9-14, demanda 71697/12.
1828
Improrrogabilidad. Tiempo de las actuaciones judiciales 
(LRJS art.43.3;  LEC art.132, 134 y 136)
Las actuaciones procesales han de practicarse en el término o dentro del plazo establecido para su práctica y cuando no se fije plazo ni término se
entiende que ha de practicarse sin dilación. Transcurrido el plazo o pasado el término señalado para la realización de un acto procesal de parte, se
produce la preclusión. Precluido el trámite, en aplicación del impulso de oficio, se pasa al trámite siguiente, con pérdida de la posibilidad de realizar el
acto. El letrado de la Administración de Justicia debe dejar constancia del transcurso del plazo por medio de diligencia y acordar lo que proceda o dar
cuenta al tribunal a fin de que dicte la resolución que corresponda. Además, los plazos procesales son improrrogables y sólo pueden interrumpirse en
caso de fuerza mayor que impida cumplirlos.
En el proceso laboral también se aplican dichas previsiones contenidas en la norma común de improrrogabilidad de los plazos y preclusión. Por lo que
las actuaciones deben realizarse en el término o dentro del plazo fijado para su práctica. Transcurridos éstos, se da de oficio al proceso el curso que
corresponda. En todo caso, salvo los plazos señalados para dictar resolución, todos los plazos y términos son perentorios e improrrogables, y sólo
pueden suspenderse y abrirse de nuevo en los casos taxativamente establecidos en las leyes ( TS auto 18-12-12, EDJ 311322 ; auto 20-12-12, EDJ
311323 ; auto 2-7-13, EDJ 142984 ; auto 8-5-14, EDJ 115927 ).
El carácter perentorio e improrrogable de los plazos y términos fijados en este proceso encuentran dos excepciones:
- la primera relativa al plazo para dictar las resoluciones, aplicable a cualquier tipo de resolución, incluida en la expresión las que adopten forma de
providencia, auto o sentencia, así como las diligencias de ordenación (Baylos Grau, Cruz Villalón y Fernández López), y en la actualidad, los decretos
dictados por el letrado de la Administración de Justicia;
- la segunda de carácter genérico, siempre que venga prevista la suspensión en la ley o fuerza mayor.
A este respecto, se permite interrumpir los plazos y demorar los términos por causa de fuerza mayor que impida su cumplimiento, reanudándose su
cómputo en el momento en que hubiera cesado la causa determinante de la interrupción o demora. La concurrencia de fuerza mayor ha de ser apreciada
por el letrado de la Administración de Justicia mediante decreto, de oficio o a instancia de la parte que la sufrió, con audiencia de las demás partes. Contra
este decreto puede interponerse recurso de revisión que produce efectos suspensivos ( TS auto 10-12-13, EDJ 302047 ).
1) No es posible atribuir a la enfermedad del graduado social actuante el carácter de fuerza mayor, que se pretende, a efectos de interrumpir el
plazo concedido para la subsanación de los defectos apreciados. La fuerza mayor ha de ser un acontecimiento imprevisible o inevitable y en el
caso analizado lo que se alega es una enfermedad de larga duración, que debe conllevar el traslado del asunto a otro profesional que lo supla
( TS auto 10-12-13, EDJ 302047 ).
2) También se ha declarado que el escrito de interposición del recurso no llegó en forma al órgano judicial antes de que venciera el plazo, puesto
que se acredita que la hora de remisión de dicho por fax en el registro correspondiente es la de 15:37 horas («fax remitente»), esto es fuera del
límite de las 15:00 horas, previsto en dicho departamento de registro de entrada de escritos, para que se sellara con fecha del día en curso,) por
lo que fue registrado al día siguiente y por tanto fuera de plazo ( TS auto 24-1-13, Rec 11/12 ).
1830
Efectos de la inobservancia 
(LRJS art.43.2;  LEC art.132.3 y 136;  LOPJ art.242 y 292)
Por lo que se refiere a las consecuencias previstas en caso de incumplimiento, se ha de distinguir, según se trate de los actos procesales que incumben
a las partes o los terceros intervinientes en el proceso -denominados actos propios-, o a los jueces y magistrados y al personal de la Administración de
Justicia -denominados actos impropios-:
1. Actos de las partes, incluyendo también a los terceros que pueden intervenir en el proceso para la realización de algún acto procesal: el efecto que se
produce ante la inobservancia del plazo o término es la preclusión del trámite, dándose de oficio al proceso el curso que corresponda.
Esto es, pierde la oportunidad de realizar el acto de que se trate. Se sanciona, así, el efecto preclusivo de los plazos procesales y, en consecuencia, la
caducidad del derecho del litigante a efectuar un acto procesal fuera del término o plazo fijado para su realización ( TS auto 19-3-97 , EDJ 59468 ). El
letrado de la Administración de Justicia debe dejar constancia del transcurso del plazo por medio de diligencia y debe acordar lo que proceda o dar cuenta
al tribunal a fin de que dicte la resolución que corresponda. La observancia de los plazos es materia de orden público procesal ( TCo 84/1997 ) y su
cumplimiento debe ser apreciado, incluso de oficio, por los Tribunales ( TS 8-11-94 , EDJ 24196 ).
2. Actos de los jueces y tribunales y personal al servicio de la Administración de Justicia: Al no tratarse de actos perentorios, el incumplimiento del
plazo no supone la preclusión, de modo que el sujeto continúa obligado a realizar el acto procesal de que se trate. Ahora bien, de no mediar justa causa,
la infracción puede ser corregida disciplinariamente, sin perjuicio del derecho de la parte perjudicada para exigir las responsabilidades que procedan.
Las actuaciones judiciales realizadas fuera del tiempo establecido sólo pueden anularse si lo impusiere la naturaleza del término o plazo. De cualquier
modo, la demora que resulte desproporcionada atendiendo a las circunstancias específicas en que se ha desarrollado el proceso afecta al derecho a un
proceso público sin dilaciones indebidas ( Const art.24 )( TCo 144/1995 ; 53/1997 ).
3. Presentación al final del plazo 
(LRJS art.44 y 45;  LEC art.135 ­redacc L 42/2015­)

1832
Cuando la presentación de un escrito o documento, cualquiera que sea la forma, esté sujeta a plazo puede efectuarse hasta las 15 horas del día hábil
siguiente al del vencimiento del plazo, en el servicio común procesal creado a tal efecto o, de no existir éste, en la sede del órgano judicial.
En ningún caso se admite la presentación de escritos dirigida al orden social en el juzgado que preste el servicio de guardia.
Precisiones

Lo dispuesto en la LEC, sobre posibilidad de presentar escritos hasta las 15 horas del día hábil siguiente al
vencimiento de un plazo, resulta aplicable respecto de los nuevos sistemas de recepción de escritos en el orden
jurisdiccional social ( TS Social Acuerdo no jurisdiccional 6-7-16, EDJ 98833 ) (nº 1827.4 ).
D. Forma de las actuaciones procesales 
1835
La forma es la plasmación externa del acto, el cómo se manifiesta al exterior. Al efecto se diferencian:
1. Actos orales: en el proceso social rigen los principios de inmediación y oralidad, por lo que el juez, tribunal o letrado de la Administración de Justicia
han de presenciar directamente la práctica de los actos que presidan (ver nº 132 y nº 140 ).
2. Actos escritos.

Precisiones

Se prevé la íntegra tramitación electrónica de los procedimientos judiciales, sustituyendo a la justicia basada en el
papel por la tramitación a través del expediente judicial electrónico (nº 1787.5 ).
1. Idioma 

1837
Actuaciones judiciales 
(LEC art.142.1.2 y 4;  LOPJ art.231 ­redacc LO 5/2015­)
La regla general consiste en que los jueces, magistrados, fiscales, letrados de la Administración de Justicia y demás funcionarios de la Administración de
Justicia, deben utilizar en todas las actuaciones judiciales el castellano, lengua oficial del Estado, que todos los españoles tienen el deber de conocer
( Const art.3.1 ).
Ahora bien, los jueces, magistrados, fiscales, letrados de la Administración de Justicia y demás funcionarios de juzgados y tribunales pueden usar
también la lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma, si ninguna de las partes se opusiere, alegando desconocimiento de ella, causante de
indefensión. Dichas actuaciones tienen sin necesidad de traducción al castellano, plena validez y eficacia, pero se procede de oficio a su traducción, o
cuando tengan que surtir efecto fuera de la jurisdicción de los tribunales de la Comunidad Autónoma, salvo si se trata de Comunidades Autónomas con
lengua oficial propia coincidente, o cuando así lo dispongan las leyes o a instancia de parte que alegue indefensión.
1839
Actos de las partes o terceros 
(LEC art.142.3 y 5 y 143;  LOPJ art.231.3 y 5 ­redacc LO 5/2015­)
La regla general es que las partes, sus representantes y defensores, así como los testigos y peritos, tienen libertad para utilizar, tanto para las
actuaciones orales como escritas, el castellano o si lo prefieren la lengua oficial de la Comunidad Autónoma en cuyo ámbito geográfico tiene lugar el acto
correspondiente.
1841
Traducción 
(LOPJ art.231.4;  LEC art.142.4, 143.1 y 144)
Las actuaciones judiciales realizadas y los documentos presentados en el idioma oficial de la Comunidad Autónoma tienen plena validez y eficacia, sin
necesidad de traducción al castellano. Sin embargo, debe procederse de oficio a su traducción, cuando:
- vaya a surtir efectos fuera de la jurisdicción de los órganos judiciales sitos en dicha Comunidad Autónoma, salvo que coincidan en el idioma oficial;
- se disponga así por las leyes;
- a instancia de parte se alegue indefensión.
Cuando se trate de documentos redactados en idioma no oficial, esto es, en lengua que no sea el castellano o, en su caso, la lengua oficial propia de la
Comunidad Autónoma se debe acompañar la traducción de los mismos. Si la traducción es oficial es admisible y válida desde el primer momento,
surtiendo plenos efectos (Arangüena Fanego). Por el contrario, si la traducción es privada cabe la impugnación por las partes dentro de los 5 días
siguientes a su traslado, surtiendo plenos efectos si no se reclama contra la misma. Si alguna de las partes procede a su impugnación en dicho plazo,
manifestando que no la tiene por fiel y exacta y expresando las razones de la discrepancia, el letrado de la Administración de Justicia ordena la traducción
oficial del documento, respecto de la parte que exista discrepancia, a costa de quien lo hubiere presentado. Ahora bien, si la traducción oficial resultara
ser sustancialmente idéntica a la privada, los gastos derivados de aquélla corren a cargo de quien la solicitó.
Se ha suscitado la duda si la «plena validez y eficacia» de los documentos presentados en el idioma oficial de una Comunidad Autónoma, «sin necesidad
de traducción al castellano», está limitada a los supuestos de presentación de escritos o documentos en la respectiva Comunidad Autónoma, excluyendo
a los que hayan de presentarse fuera de ella. El TS se inclina por dar validez tanto a los documentos presentados en los órganos jurisdiccionales de la
Comunidad Autónoma pero que hayan de tener eficacia procesal fuera de ella, como a aquellos otros cuya presentación deba tener lugar -precisamente-
extramuros de la respectiva Comunidad. Así, el TS ha declarado la valida presentación del recurso de casación, en el idioma oficial de una Comunidad
Autónoma sin acompañar copia del escrito en lengua castellana ( TS auto 24-11-09, EDJ 353436 )

Precisiones

1) La ausencia de una norma específica en el proceso laboral sobre el idioma a utilizar conduce a que resulten
plenamente aplicables los preceptos de la LEC y la LOPJ a este proceso; en el caso de los documentos, cabe
entender que si se ha de presentar traducción se debe aportar junto con el documento en el acto del juicio,
debiendo formularse su impugnación en el propio acto que es el momento procesal adecuado para que las partes
los examinen ( LRJS art.94 ). También, de oficio o a petición de parte, puede requerirse el previo traslado entre las
partes o la aportación anticipada, en soporte preferiblemente informático, con 5 días de antelación al acto de juicio,
de la prueba documental o pericial que, por su volumen o complejidad, sea conveniente posibilitar su examen
previo al momento de la práctica de la prueba ( LRJS art.82.4 ).
2) Los órganos jurisdiccionales no pueden rechazar solicitudes, demandas y documentos redactados en lengua
oficial de otro Estado miembro de la Unión Europea, pudiendo acudir a los servicios de traducción de la
Comisión Administrativa para la Seguridad Social de los trabajadores migrantes ( Rgto CEE/1408/71 art.81.b ). El
TJCE se ha pronunciado a favor de la observancia de este derecho ( TJCE 5-7-67, 6/67 asunto Guerra; 13-12-72,
asunto Merola 45/72 ), sin embargo dicho derecho no ha sido amparado por el Tribunal Constitucional ( TCo
45/1996 -voto particular-).
1842
Intervención de intérpretes 
(LOPJ art.231.5 ­redacc LO 5/2015­;  LEC art.143)
Cuando comparezca alguna persona que no conozca el castellano ni, en su caso, la lengua oficial propia de la Comunidad y hubiese de ser interrogada o
prestar declaración, o cuando fuere preciso darle a conocer personalmente alguna resolución, el letrado de la Administración de Justicia puede
habilitar como intérprete a cualquier persona conocedora de la lengua de que se trate, exigiéndosele juramento o promesa de fiel traducción. Dicha
habilitación debe efectuarse mediante decreto.
En todo caso, se garantiza la prestación de los servicios de interpretación en los litigios transfronterizos a aquella persona que no conozca el castellano
ni, en su caso, la lengua oficial propia de la Comunidad Autónoma, en los términos establecidos en la Ley reguladora de la asistencia jurídica gratuita (nº
2012 ).
De las actuaciones así practicadas se levanta acta, en la que deben constar los textos en el idioma original y su traducción al idioma oficial, y que ha de
ser firmada también por el intérprete.
En los mismos supuestos de desconocimiento del idioma, si la persona fuera sorda se nombra al intérprete de lengua de signos adecuado.
2. Publicidad 
(Const art.120.1;  LOPJ art.186 y 232 ­redacc LO 7/2015­;  LEC art.138 ­redacc LO 7/2015­;  LRJS art.74.1 y 84;  Rgto CGPJ 1/2005)

1844
Como principio general se establece que las actuaciones judiciales han de ser públicas, con las excepciones que prevean las leyes de procedimiento (nº
160 s. ).
Se han de practicar en audiencia pública las actuaciones de prueba, las vistas y las comparecencias, cuyo objeto sea oír a las partes antes de dictar una
resolución. Dicho criterio de publicidad se ratifica en el orden social, siendo también de aplicación a los actos que deba presidir el letrado de la
Administración de Justicia, entre ellos la conciliación previa al juicio.
No obstante, se prevén las siguientes excepciones al principio general de publicidad, lo que implica que las actuaciones orales puedan celebrarse a
puerta cerrada, pero únicamente por las siguientes causas:
- protección del orden público o de la seguridad nacional;
- protección de los intereses de los menores;
- protección de la vida privada de las partes y de otros derechos y libertades lo exijan;
- concurrencia de circunstancias especiales que provoquen que la publicidad perjudique los intereses de la justicia.
Los tribunales pueden acordar, de oficio o a instancia de parte, la celebración a puerta cerrada de cualquier actuación con audiencia previa de las partes
que estuvieran presentes en el acto. La resolución que resuelva dicha restricción de la publicidad ha de adoptar la forma de auto y contra ella no se
admite recurso alguno, sin perjuicio de formular protesta y suscitar la cuestión si fuera admisible en el recurso procedente contra la sentencia definitiva.
También los letrados de la Administración de Justicia pueden adoptar, mediante decreto, la misma medida en aquellas actuaciones procesales que
deban practicar en materias de su exclusiva competencia. Frente a este decreto sólo cabe recurso de reposición. En este caso, parece que también se
trata de una medida extraordinaria, condicionada a la existencia de las causas anteriormente citadas.
1845
Formación y documentación de los autos 
(LEC art.146 ­redacc L 42/2015­ y 148)
Los letrados de la Administración de Justicia responden de la debida formación de los autos dejando constancia de las resoluciones que dicten los
tribunales, o ellos mismos cuando así lo autorice la ley.
Las actuaciones procesales que no consistan en escritos y documentos se documentan por medio de actas y diligencias. Cuando se utilicen medios
técnicos de grabación o reproducción, el letrado de la Administración de Justicia debe garantizar la autenticidad de lo grabado o reproducido.
Los tribunales pueden emplear medios técnicos de documentación y archivo de sus actuaciones y de los escritos y documentos que recibieren.
También pueden emplear medios técnicos de seguimiento del estado de los procesos y de estadística relativa a éstos.
1846
Custodia de las actuaciones judiciales 
(LRJS art.47.1;  LOPJ art.454.4)
Los autos o expedientes y los libros registro deben permanecer en la oficina judicial bajo la custodia del letrado de la Administración de Justicia. A éste
le corresponde permitir el acceso de los interesados a los mismos, en las condiciones legalmente previstas. Y es en la propia oficina, por regla general,
donde puede efectuarse el correspondiente examen. En todo caso, las actuaciones no pueden salir del juzgado o tribunal, salvo en los casos de entrega
legalmente previstos (nº 1848 ).
Es posible el examen a través de los soportes y medios técnicos disponibles en la oficina judicial.
1848
Entrega de los autos 
(LRJS art.48)
Excepcionalmente se permite que los autos originales salgan de la oficina judicial mediante su entrega a las partes, cuando la Ley lo ordene
expresamente y por el plazo señalado, lo que implica una puesta a disposición en la sede judicial, a donde deben acudir los interesados a recogerlos.
Dado que las actuaciones se componen de los actos de las partes y del órgano jurisdiccional, incorporándose también las pruebas documentales, así
como los informes periciales practicados, la entrega de los autos, en atención a posibles extravíos y en virtud del principio de seguridad jurídica, se limita
a los casos en que la ley lo ordene expresamente y por el plazo señalado.
La entrega de autos adquiere verdadera trascendencia en la fase de recurso frente a resoluciones definitivas. De este modo, se establece legalmente la
entrega de autos, tanto en el caso de la interposición del recurso de suplicación (nº 6977 ), como en la formalización del recurso de casación (nº
7200 ) y para la interposición del recurso de casación para la unificación de doctrina (nº 7348 ), casos en los que también contempla la preferencia
por el traslado telemático de actuaciones ( LRJS art.195 y 209.3 ).
En la comunicación dirigida a la representación de las partes se hace constar que tienen expresamente los autos a su disposición, a los efectos legales
oportunos, fijando el plazo habilitado para su retirada. Dicho plazo empieza a transcurrir desde que se notifique al interesado que los autos están a su
disposición, no desde que se recogen. No obstante, dicha norma se ha de entender, de acuerdo a la regla general de los actos de comunicación, que el
dies a quo comienza a computarse desde el día siguiente a aquél en que se hubiera efectuado el acto de comunicación del que la Ley haga depender el
inicio del plazo ( LEC art.133 ). En suma, la Ley procesal social dispone con claridad que el inicio del cómputo del plazo no depende de la retirada efectiva
de los autos, sino que se entreguen o no, el plazo empieza a correr, a partir del día siguiente a aquél en que se recibe la notificación de puesta a
disposición, cualquiera que sea el momento en que se retiren ( LRJS art.48.1 ).
Finalmente, en caso de la entrega material de las actuaciones, si transcurrido el plazo señalado al efecto, no se efectúa la devolución, el infractor incurre
en responsabilidad. El letrado de la Administración de Justicia debe imponer al responsable una multa de 20 € a 200 € diarios. Transcurridos 2 días sin
que hayan sido devueltos, el letrado de la Administración de Justicia ordena su recogida y si no se le entregaran en el acto, debe dar cuenta al juez para
que disponga lo que proceda por retraso en la devolución.
Se puede sustituir el traslado material de las actuaciones, en los casos previstos por la Ley, por la entrega de soporte informático o mediante el
acceso telemático, si se dispusiera de los medios necesarios para ello, o por la entrega por cualquiera de estos procedimientos de copia de los
particulares que procedan
1850
Acceso a las actuaciones, libros, archivos y registros judiciales 
(LOPJ art.234 ­redacc LO 7/2015­ y 235;  LEC art.141;  LRJS art.47;  Rgto CGPJ 1/2005)
El acceso a la información del contenido de las actuaciones judiciales forma parte del derecho a la tutela judicial efectiva. Para el ejercicio de este derecho
la Ley regula la forma de acceso. Hay que diferenciar los siguientes supuestos:
1. Información sobre las actuaciones. Aquellos que tengan un interés legítimo pueden examinar las actuaciones en la oficina judicial y además tienen
derecho a ser informados del estado de las actuaciones. Para ello, los letrados de la Administración de Justicia y los funcionarios competentes deben
facilitar a los interesados cuanta información soliciten salvo que sean declaradas secretas. Asimismo pueden obtener copias simples de los escritos y
documentos unidos a las actuaciones, y testimonio de las actuaciones, cuando lo soliciten, todo ello en los soportes y con los medios técnicos de los que
se disponga.
2. Acceso a libros, archivos y registros judiciales. Las personas interesadas tienen acceso a los libros, archivos y registros judiciales, que no tengan
carácter reservado, mediante las formas de exhibición, testimonio o certificación. También en la forma y con los medios técnicos disponibles en la oficina
judicial.
En ambos supuestos, se limita el derecho a la información cuando se trate de actuaciones que tengan carácter reservado, esto es, cuando hayan sido
declaradas secretas, de conformidad con lo dispuesto en las leyes procesales, y cuando la publicidad pudiera afectar a derechos, principios y valores
constitucionales. Las actuaciones de carácter reservado sólo pueden ser conocidas por las partes, sus representantes y letrados.
Quienes estén interesados en acceder a los documentos anteriores, han de presentar la solicitud por escrito, precisando el documento o documentos
cuyo conocimiento se solicita y exponiendo la causa que justifica su interés. La solicitud ha de ser resuelta en el plazo de 2 días mediante acuerdo del
letrado de la Administración de Justicia de la unidad de la oficina judicial en que se encuentre la documentación interesada, quien debe valorar si el
solicitante justifica su interés, la existencia de derechos fundamentales en juego, y la necesidad de tratar los documentos a exhibir o de omitir datos de
carácter personal en los testimonios o certificaciones a expedir, en caso de que el solicitante no justifique un interés personal y directo, de manera que se
salvaguarde el derecho a la intimidad personal y familiar, al honor y a la propia imagen de los afectados por la resolución judicial. Si accede a lo solicitado
expide el testimonio o la certificación que proceda o exhibe la documentación de que se trate, previo tratamiento de datos de carácter personal, en su
caso.
La información se debe facilitar en términos claros y asequibles cuando las partes o interesados que la soliciten no sean profesionales del Derecho. Los
letrados de la Administración de Justicia han de expedir las certificaciones o los testimonios de las actuaciones judiciales no declaradas secretas ni
reservadas a las partes que se soliciten, con expresión de su destinatario y fin para el cual se solicitan. Los funcionarios del Cuerpo de Gestión Procesal y
Administrativa deben expedir, con conocimiento del letrado de la Administración de Justicia, y a costa del interesado, copias simples de escritos y
documentos que consten en autos no declarados secretos ni reservados.
1851
Libro de sentencias, resoluciones definitivas y libro de decretos 
(LRJS art.47;  LEC art.141, 213 y 213 bis;  LOPJ art.235 bis ­redacc LO 7/2015­ y 266;  Rgto CGPJ 1/2005)
En cada órgano judicial se debe llevar un libro de sentencias, bajo la custodia del letrado de la Administración de Justicia, en el que se incluyen firmadas
todas las definitivas, así como los votos particulares que se hubieren formulado, ordenados correlativamente según su fecha. También existe un libro de
autos, en el que se incluyen los definitivos, así como los votos particulares. Los letrados de la Administración de Justicia deben incorporar a las
actuaciones certificación literal de las anteriores resoluciones.
Además, en cada tribunal se lleva, bajo la responsabilidad del letrado de la Administración de Justicia, un libro de decretos, en el que se incluyen
firmados todos los definitivos, que también son ordenados cronológicamente. Aunque la ley nada dice sobre el acceso a este libro, es de suponer que se
aplican los criterios señalados para el libro de sentencias.
Todo interesado puede tener acceso al libro de sentencias y al libro de decretos en la forma y con los medios técnicos disponibles en la oficina judicial.
Este acceso puede ser restringido cuando pueda afectar:
- al derecho a la intimidad;
- a los derechos de las personas que requieran un especial deber de tutela;
- a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados.
Y con carácter general para evitar que las sentencias puedan ser usadas con fines contrarios a las leyes.
El acceso al texto de las sentencias, o a determinados extremos de las mismas, o a otras resoluciones dictadas en el seno del proceso, sólo puede
llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los mismos contuvieran y con pleno respeto al derecho a la intimidad, a los
derechos de las personas que requieran un especial deber de tutela o a la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando proceda.

Precisiones

A este respecto, se ha de tener en cuenta que en todo caso se debe presuponer interés legítimo por quien solicite
la certificación de la sentencia contraria para interponer el recurso de casación para la unificación de doctrina,
que requiere en todo caso su aportación por el recurrente ( LRJS art.223 )
E. Actos de comunicación 
1855
La LRJS establece una remisión general y directa a la LEC, en materia de actos de comunicación, de manera que deben efectuarse en la forma
establecida en la LEC Libro I, Tit.V, Cap.V, con las especialidades previstas en la LRJS. Ahora bien, es obligatorio agotar siempre todas las posibles vías
existentes para lograr la efectividad de las notificaciones, a fin de garantizar el pleno ejercicio del derecho de defensa y la vigencia del principio de
contradicción.
1857
Tutela del principio de contradicción 
(Const art.24)
La adecuada realización del acto de comunicación adquiere trascendencia constitucional en la medida en que se erige en el instrumento esencial para
que se respete el principio de contradicción, al otorgar a las partes la posibilidad de ser oídas, garantizándose, al fin y a la postre, el derecho a la defensa
de las partes que integra el contenido esencial a la tutela judicial efectiva. Por tanto, el régimen jurídico de los actos de comunicación no constituye en
modo alguno una construcción normativa meramente formal; por el contrario, la formalidad en esta materia trasciende hasta alcanzar la consideración de
requisito sustancial básico para la validez del acto. En suma, los actos de comunicación constituyen una pieza central en el engranaje del mecanismo
de tutela judicial de los distintos derechos e intereses, teniendo relevancia constitucional como garantía frente a la indefensión, de tal manera que la falta
o deficiente realización del acto de comunicación a quien ha de ser o puede ser parte en el proceso coloca al interesado en una situación de indefensión
que vulnera el referido derecho fundamental ( TCo 245/2006 ; 28/2010 ; 61/2010 ; 122/2013 ; 197/2013 ).
1) Para entablar y proseguir los procesos con la plena observancia del derecho a la tutela judicial efectiva sin indefensión, es exigible una
correcta y escrupulosa constitución de la relación jurídico-procesal y, para ello, un instrumento capital es el régimen procesal de
emplazamientos, citaciones y notificaciones a las partes de los distintos actos procesales que tienen lugar en el seno de un procedimiento
judicial, habida cuenta de que sólo así cabe garantizar los indisponibles principios de contradicción e igualdad de armas entre las partes en litigio
( TCo 26/1999 ; 65/2000 ; 145/2000 ; 268/2000 ; 74/2001 ; 162/2004 ; 162/2007 ; 210/2007 ).
2) Se impone por la doctrina constitucional al órgano judicial la exigencia de una específica e incluso extremada diligencia, que supone el
agotamiento de todas aquellas modalidades capaces de asegurar en mayor grado la recepción por su destinatario de la notificación a realizar y
que por ello garantizan también en mayor medida la posibilidad de ejercer el derecho de defensa ( TCo 7/2003 ; 44/2003 ; 19/2004 ; 162/2004 ).
3) La omisión o la defectuosa realización de los actos de comunicación constituye una violación de derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva siempre que con ello se impida a las partes litigantes llegar al conocimiento real que necesitan para defender sus derechos en los
procesos en que intervengan, a no ser que la falta de dicho conocimiento tenga su origen y causa determinante en el desinterés, pasividad,
negligencia o malicia del interesado, o éste haya adquirido el debido conocimiento a pesar de la existencia de defectos en los actos ordenados a
su emplazamiento ( TCo 110/1989 ; 40/2005 ; 210/2007 ; 131/2014 ; TS 25-9-01 , EDJ 35497 ). 4) No puede resultar acreedor de la protección del
amparo constitucional quien contribuyó de manera activa o negligente a causar la indefensión que denuncia al no comparecer en un
procedimiento del que tenía conocimiento por cauces diferentes del emplazamiento personal, o del que habría podido tener noticia si se hubiera
comportado con una mínima diligencia ( TCo 6/2003 ). Ahora bien, dicha pretendida pasividad o negligencia ha de acreditarse, sin que quepa
fundar tal conclusión en una valoración de simples conjeturas acerca de la actitud y conocimiento del interesado, sino que se hace precisa su
verificación para que surta su efecto enervante de la tacha de indefensión ( TCo 185/2001 ; 87/2003 ; 102/2003 ; 128/2005 ; 210/2007 ).
1. Concepto 
(LRJS art.54.1 y 56.1;  LOPJ art.456 ­redacc LO 7/2015­;  LEC art.150 y 152 ­redacc L 42/2015­)

1860
La LRJS al regular los actos de comunicación se refiere solamente a los que se efectúan desde la oficina judicial hacia el exterior y no los que se
dirigen a aquélla.
El objeto de los actos de comunicación es poner en conocimiento de las partes o de los terceros las resoluciones procesales, término que engloba tanto
las dictadas por los jueces y tribunales -providencias, autos y sentencias- como las de los letrados de la Administración de Justicia -decretos y diligencias
de ordenación-.
1862
Sujeto activo del acto de comunicación 
(LEC art.152.1 redacc L 42/2015)
Los actos de comunicación se realizan bajo la dirección del letrado de la Administración de Justicia, que es el responsable de la adecuada organización
del servicio común correspondiente.
Tales actos se ejecutan por:
- los funcionarios del cuerpo de auxilio judicial;
- el procurador de la parte que así lo solicite. Sin embargo esta posibilidad es de difícil aplicación en la jurisdicción laboral, pues habitualmente las partes
no comparecen representadas por dichos profesionales.
1864
Destinatarios del acto de comunicación 
(LRJS art.54;  LEC art.150)
Las resoluciones procesales se deben comunicar no sólo a las partes en el proceso, sino también a aquellas otras personas o entidades a quienes se
refieran o a aquellos que puedan parar un perjuicio u ostentar un interés legítimo en el asunto debatido, cuando así se mande. En estos supuestos,
además de la resolución que ponga fin al proceso, se les ha de notificar la admisión a trámite y el señalamiento de la vista.
Asimismo se impone la obligación de comunicar la pendencia del proceso a las personas, que según los propios autos, puedan verse afectados por la
resolución que ponga fin al procedimiento, o cuando el tribunal advierta indicios de que las partes puedan estar utilizando el proceso con fines
fraudulentos, en cuyo caso puede comunicarlo a los interesados (p.e., en el proceso social, dicha actuación fraudulenta podría provocar la intervención
del FOGASA, si se prevé una posible responsabilidad de este organismo). Hay que entender incluidos, en dicha previsión, tanto a los posibles afectados
como consecuencia de un auto de finalización como por un decreto del letrado de la Administración de Justicia en los casos en que venga autorizado a
poner fin al procedimiento (Colomer Hernández).
También se debe efectuar la comunicación de la resolución a los terceros, testigos, peritos y otras personas que no sean parte en el juicio, pero que
deban, no obstante, intervenir en él, en los casos en los que lo prevea la ley (nº 1917 ).
Actos de comunicación telemática con el Ministerio Fiscal
(Actum 52/17, 26dic-01ene)
Por razones tecnológicas se amplia hasta el 1-1-2020 el período transitorio por el que se entiende que los actos de comunicación al Ministerio Fiscal, se
tienen por realizados a los 10 días naturales (en lugar de al día siguiente hábil) a la fecha de recepción en que se hayan efectuado por medios
electrónicos, informáticos o similares.
MS nº 6703
MSAL-NOM nº 4780.1
MSS nº 8846
MPL nº 1864
La LEC estableció que los actos de comunicación al Ministerio Fiscal se tienen por realizados el día siguiente hábil a la fecha de recepción que conste
en la diligencia o en el resguardo acreditativo de su recepción cuando el acto de comunicación se haya efectuado por los medios electrónicos,
informáticos y similares. Cuando el acto de comunicación fuera remitido con posterioridad a las 15:00 horas, se tiene por recibido al día siguiente hábil
( LEC art.151.2 y 162.1 ). Lógicamente las previsiones sobre la eficacia de las notificaciones y comunicaciones parten de la circunstancia de que conste la
correcta remisión del acto de comunicación por dichos medios, lo que igualmente debe implicar la correcta y verificable remisión de los escritos,
documentos y alegaciones correspondientes.
Sin embargo, dicho plazo se amplió transitoriamente para la adaptación del Ministerio Fiscal al nuevo sistema de justicia digital hasta el 1-1-2018 de
manera que los actos de comunicación en este caso se entendían realizados a los 10 días naturales de su realización ( LEC art.151.2 ; L 42/2015
disp.trans.4ª ). Esta previsión transitoria es la que se prorroga ahora hasta el 1-1-2020 considerándose las singularidades en la tramitación, estudio,
adopción y toma de decisiones en los procedimientos en los que interviene el Ministerio Fiscal, así como las singularidades de la oficina fiscal derivadas
de su despliegue en territorios con diferentes sistemas de gestión procesal y comunicación. Razones que justifican la prórroga de aquella medida
diseñada con carácter transitorio y por razones tecnológicas.
L 42/2015 disp.trans.4ª.1­redacc L 12/2017­, BOE 29­12­17
2. Clasificación 
(LRJS art.60.1;  LEC art.149 y 152.5 ­redacc L 42/2015­)

1868
Aunque resulta práctica habitual utilizar indistintamente el término notificación para identificar todo el conjunto de actos de comunicación de los tribunales
con las partes y otros sujetos implicados en el proceso, técnicamente, su denominación responde a una categoría especifica dentro de la pluralidad que
integra dichos actos de comunicación. En particular, dentro de dicho concepto se han de distinguir en atención al objeto de la comunicación entre:
- notificaciones en sentido estricto: es el acto que tiene por objeto dar noticia de una resolución o actuación;
- citaciones: es el acto que tiene por objeto el llamamiento para comparecer y actuar en un lugar, fecha y hora determinado, es decir, en un término;
- emplazamientos: es el acto que tiene por objeto el llamamiento para realizar una determinada actividad en plazo concreto;
- requerimientos: es el acto que tiene por objeto ordenar, conforme a la Ley, una conducta o inactividad.
- mandamientos: es el acto para ordenar el libramiento de certificaciones o testimonios y la práctica de cualquier actuación cuya ejecución corresponda a
los registradores de la propiedad, mercantiles, de buques, de ventas a plazos de bienes muebles, notarios, o funcionarios al servicio de la Administración
de Justicia.
- oficios: es el medio utilizado para las comunicaciones con autoridades no judiciales y funcionarios distintos de los mencionados en el número anterior.
Estos dos últimos referidos a comunicaciones con otros órganos, autoridades públicas, que por sus destinatarios quedan al margen de los actos ahora
objeto de examen (nº 1975 ).
En las notificaciones, citaciones y emplazamientos no se admiten ni consignan respuesta alguna del interesado, salvo que así se hubiera dispuesto. Por
el contrario, en los requerimientos se admite la respuesta, consignándolo sucintamente en la diligencia.
3. Lugar de realización 
(LRJS art.55 y 57.2;  LEC art.154 ­redacc L 42/2015­, 155 ­redacc L 42/2015­ y 162 ­redacc L 42/2015­)

1870
El lugar de realización de los actos de comunicación entronca directamente con la forma de realización de los mismos, lo que supone diferenciar entre la
«manera tradicional» o en soporte papel y cuando se realice por medios electrónicos, informáticos y similares.
Debe tenerse en cuenta que las previsiones relativas a la obligatoriedad de todos los profesionales de la justicia y órganos y oficinas judiciales y fiscales,
de emplear los sistemas telemáticos existentes en la Administración de Justicia para la presentación de escritos y documentos y la realización de actos
de comunicación procesal está en vigor desde el 1-1-2016, y que el uso por los interesados que no sean profesionales de la justicia de los sistemas
telemáticos va a entrar en vigor el 1-1-2017 (nº 1786 ).
a. Sede de la oficina judicial 

1871
Con carácter principal, el lugar establecido para la práctica de las notificaciones es el local de la oficina judicial, siempre que allí comparezca el
interesado por propia iniciativa.
En otro caso, se realiza en el domicilio señalado a estos efectos, y siendo inusual en el proceso social que el sujeto comparezca por propia iniciativa en
la sede de la oficina, es, precisamente, lugar típico y habitual de los actos de comunicación el que se indica por la ley de manera subsidiaria, esto es el
domicilio señalado a estos efectos (nº 1872 s. ).
Puede establecerse un local de notificaciones común a los varios juzgados y tribunales de una misma población, aunque sean de distinto orden
jurisdiccional. Asimismo, la LOPJ y la LEC prevén que el colegio de procuradores organice un servicio para recibir las notificaciones que no hayan
podido hacerse en aquel local común por incomparecencia del procurador que deba ser notificado. Esta posibilidad es de escasa aplicación en el proceso
laboral dada la casi nula intervención en el mismo de estos profesionales.
En el diseño actual de la oficina judicial, con la creación de los servicios comunes procesales, tiene una gran relevancia el destinado a los actos de
comunicación.
b. Domicilio a efectos de comunicación judicial 
(LRJS art.53.2, 55, y 80.1.e;  LEC art.155 ­redacc L 42/2015­)

1872
El domicilio se constituye en el lugar central donde se llevan a cabo los actos de comunicación con las partes o interesados, y en particular en el domicilio
designado a estos efectos. Por tanto, las partes y, en su caso, los profesionales designados, deben señalar un domicilio y datos completos para la
práctica de los actos de comunicación en el primer escrito o comparecencia ante el órgano judicial. Su indicación resulta imprescindible para efectuar las
comunicaciones, configuradas en sus dos modalidades, ordinaria y básica, esto es ya sea por correo (nº 1896 ) o por cualquier otro procedimiento
telemático, como mediante la entrega personal (nº 1905 ).
1874
Domicilio del demandante 
(LRJS art.53.2, 55, 80.1.e, 198, 210 y 221;  LEC art.155.2 ­redacc L 42/2015­)
El domicilio del demandante es el que éste haya hecho constar en la demanda o en la petición o solicitud con que se inicie el proceso. La designación
del domicilio constituye, en la instancia, una carga procesal para las partes, interesados o profesionales designados. Por ello, en el primer escrito o
comparecencia hay que señalar un domicilio, de ser posible en la localidad donde reside el juzgado o tribunal, y los datos completos para la práctica de
actos de comunicación. Esta designación debe efectuarse con indicación completa de todos los datos de identificación del domicilio facilitado, así como
número de fax, teléfono y dirección electrónica o similares, si dispone de ellos, para la práctica de toda clase de comunicaciones por dichos medios. Si el
demandante designa letrado, graduado social colegiado o procurador debe facilitar los datos anteriores.
Esta misma obligación se impone a las partes recurrentes o recurridas quienes deben hacer constar en los escritos de interposición y de impugnación del
recurso de suplicación un domicilio en la sede del Tribunal Superior de Justicia a efectos de notificaciones, de no haberlo consignado previamente.
Asimismo, en el escrito de preparación del recurso de casación para la unificación de doctrina hay que designar un domicilio en la sede del Tribunal
Supremo a efectos de notificaciones, designación que también se impone en el recurso de casación.
El domicilio y los datos de localización facilitados con tal fin surten plenos efectos y las notificaciones en ellos intentadas sin efecto serán válidas hasta
tanto no sean facilitados otros datos alternativos, siendo carga procesal de las partes y de sus representantes mantenerlos actualizados. Asimismo deben
comunicar los cambios relativos a su número de teléfono, fax, dirección electrónica o similar, siempre que estos últimos estén siendo utilizados como
instrumentos de comunicación con el tribunal. También se posibilita el cambio de domicilio previa comunicación al órgano judicial, lo que supone que los
actos de comunicación deben efectuarse en esta nueva dirección ( TS auto 17-7-13, Rec 47/13 ; auto 6-3-14, Rec 84/13 ; auto 20-3-14, EDJ 130255 ).
Precisiones

En relación con el recurso de casación unificadora se ha declarado la nulidad del acto de comunicación cuando
si bien el recurrente cumplió con la obligación designando domicilio en Madrid, la resolución le fue notificada en el
domicilio anterior y ello porque desde ese momento la sala de suplicación debió llevar a cabo todos los actos de
comunicación con la parte en el nuevo domicilio indicado ( TS auto 17-7-13, Rec 47/13 ; auto 6-3-14, Rec 84/13 ;
auto 20-3-14, EDJ 130255 ).
1876
Domicilio del demandado 
(LRJS art.10 y 80;  LEC art.155.2 ­redacc L 42/2015­, 3 y 4 y 160.2)
El demandante es el que tiene la obligación de designar el domicilio del demandado a efectos de ser llamado al proceso. En este sentido, se trata de
una carga procesal impuesta al demandante y así se exige que al presentar la demanda identifique o designe al demandado y señale el domicilio a
efectos de actos de comunicación.
La LEC contempla al respecto toda una serie de posibilidades que resultan aplicables al proceso social y que, sin duda, colaboran a la eficaz
determinación del domicilio, contribuyendo a garantizar una mayor eficacia en los actos de comunicación. De este modo, a efectos de la práctica de los
actos de comunicación, el actor puede designar como domicilio del demandado:
- el que aparezca en el padrón municipal;
- el que conste oficialmente a otros efectos;
- el que figure en publicaciones de colegios profesionales, cuando se trata de personas que ejerzan profesión para la que deban colegiarse
obligatoriamente;
- el lugar en que se desarrolle la actividad profesional o laboral no ocasional, o;.
- el que aparezca en registro oficial cuando se trate de personas jurídica, o el domicilio de cualquiera que aparezca como administrador, gerente o
apoderado de la empresa mercantil, o presidente, miembro o gestor de la junta de cualquier asociación que apareciese en un registro oficial.
El demandante puede fijar varios lugares como domicilios donde puede ser citado el demandado, en cuyo caso, debe incluir el orden por el que, a su
entender, puede efectuarse con éxito la comunicación. Y sin perjuicio de que, a instancia de parte y a costa de quien lo interese, pueda ordenarse que la
remisión se haga de manera simultánea a varios lugares de los anteriormente señalados.
Asimismo, el demandante debe indicar cuantos datos conozca del demandado y que puedan ser de utilidad para su localización como números de
teléfono, de fax, dirección del correo electrónico, o similares.
Además, el demandado, una vez comparecido, tiene libertad para designar un domicilio distinto para las sucesivas comunicaciones.
Finalmente, cuando las partes no estuviesen representadas por procurador, las comunicaciones efectuadas en cualquiera de los lugares previstos que se
hayan designado como domicilios, surten plenos efectos en cuanto se acredite la correcta remisión de lo que haya de comunicarse aunque no conste su
recepción por el destinatario. No obstante, si la comunicación tiene por objeto la personación en juicio o la realización o intervención personal de las
partes en determinadas actuaciones procesales y no consta la recepción por el interesado, se está a lo dispuesto para la entrega personal de la
comunicación.

Precisiones

1) La competencia territorial de los juzgados va anudada, con carácter principal, al domicilio del demandado,
que puede no ser el mismo que el domicilio a efectos de los actos de comunicación (nº 800 s. ).
2) La designación de un domicilio no es correcta cuando se indica un domicilio falso del demandado, o la
consciente indicación de uno distinto del real ( TS 20-12-96, EDJ 9449 ; 31-12-98, EDJ 33490 ), o la ocultación de
un domicilio a sabiendas ( TS 30-5-97, EDJ 5894 ); o la designación del centro de trabajo, conociendo que estaba
cerrado y la empresa sin actividad ( TS 19-7-96, EDJ 6658 ); o la designación de un domicilio cerrado en el que no
es posible, la citación cuando otros trabajadores de la empresa en igual situación señalan el real donde sí puede
ser citada la empresa ( TS 5-3-99, EDJ 6070 ). La ocultación del domicilio o las maquinaciones fraudulentas del
actor para sustraer al demandado del conocimiento del proceso provoca la nulidad de actuaciones ( TS 14-7-97,
EDJ 6296 ; 16-1-97, EDJ 492 ) (nº 1879 ).
3) Por el contrario, la designación es correcta, cuando los demandantes ofrecen el domicilio del centro de trabajo
de la empresa cuando ésta ha desaparecido sin dejar constancia de ningún otro ( TS 18-9-01, EDJ 70670 ); cuando
el cambio de domicilio es desconocido para el trabajador ( TS 14-2-02, EDJ 13439 ); o cuando la actora ofrece el
único domicilio que conoce aunque la empresa resulta que está cerrada ( TS 29-10-04, EDJ 184908 ).
1877
Cambio de domicilio 
(LRJS art.53.2;  LEC art.155.5 y 159.3)
Las partes están obligadas a la comunicación inmediata a la oficina judicial de los cambios de domicilio que se produzcan durante la sustanciación del
proceso, así como los cambios relativos a otros datos, como su número de teléfono, fax o similares, siempre que estos últimos estén siendo utilizados
como instrumentos de comunicación con el tribunal.
1878
Imposibilidad de designación de domicilio 
(LRJS art.59;  LEC art.156, 157 y 158)
Si el demandante manifiesta la imposibilidad de indicar un domicilio o residencia del demandado, a efectos de su personación, el letrado de la
Administración de Justicia debe utilizar los medios oportunos para averiguarlo, pudiendo dirigirse, en su caso, a los registros, organismos y colegios
profesionales correspondientes (ver actividades de averiguación nº 1911 ).
Ahora bien, en ningún caso se considera imposible la designación de domicilio, a efectos de los actos de comunicación, si dicho domicilio consta en
archivos o registros públicos a los que pueda tener acceso.
En conclusión, la actuación del órgano judicial en la averiguación del domicilio tiene carácter subsidiario, una vez que la parte haya utilizado los medios
para ello.
Si como consecuencia de las averiguaciones se obtiene un domicilio o lugar de residencia, se practica la comunicación en el mismo, mediante correo,
telegrama o cualquier otro medio técnico hábil a estos efectos, sin perjuicio de la entrega personal cuando sea necesario (nº 1905 ). Por el contrario, si
estas averiguaciones resultan infructuosas, el letrado de la Administración de Justicia puede ordenar que la comunicación se lleve a cabo mediante
edictos.
1879
Maquinación fraudulenta 
La cita en la demanda de un domicilio erróneo se ha considerado un supuesto incardinable en la maquinación fraudulenta. Ahora bien, la apreciación o
no de la negligencia inexcusable en la ocultación por el demandante del domicilio real del demandado depende en gran medida de las circunstancias del
caso ( TS 29-4-98, EDJ 4744 ; 5-6-99, EDJ 13995 ).
Bajo el concepto de maquinación fraudulenta han de subsumirse no solamente las maniobras maliciosas del actor con miras a sustraer al demandado el
conocimiento del proceso dirigido contra él, eliminándole, así, la posibilidad de defensa, sino también aquella conducta consistente en omitir una cierta
diligencia, aunque sea mínima, destinada a suministrar al órgano judicial el conocimiento del domicilio del demandado y evitar la indefensión que puede
producir la citación por edictos. En el concepto de razonablemente posible debe insertarse la búsqueda en el Registro Mercantil, máxime con las actuales
facilidades informáticas, sin que ello signifique imponer al demandante una exigencia desproporcionada o irracional en la búsqueda de los datos que no
sólo son necesarios para un recto cumplimiento de las normas procesales y para satisfacer el principio de contradicción evitando la indefensión, sino
mostrar una voluntad decidida de encauzar el proceso sin otro aprovechamiento de posibilidades que no sean las estrictamente legítimas derivadas de los
medios de defensa ( TS 25-2-92, EDJ 1791 ; 20-9-07, EDJ 199893 ).

Precisiones

1) El tribunal no suple, con la consiguiente sobrecarga de trabajo que ello conlleva, una carga que originariamente
pertenece al actor, si este disponía de los elementos suficientes para llevarla a cabo, que no intentó, como exige la
más elemental diligencia, localizar el verdadero domicilio de la asociación demandada ( TS 25-9-01 , EDJ 35497 ).
El actor tiene la obligación de suministrar al órgano judicial el domicilio del demandado cuando tal información es
razonablemente posible ( TS 22-1-02, EDJ 2644 ; 22-11-06, EDJ 364902 ; 24-10-07, EDJ 260412 ).
2) La citación a juicio, efectuada a la asociación empresarial demandada, no cumplió con las exigencias legales,
pues fue dirigida, a instancia de la parte demandante, a una población distinta de aquella en la que la demandada
tiene su sede y al domicilio de una confederación empresarial en la que la asociación no está integrada. La citación
no se realizó de forma adecuada para que pudiera llegar a conocimiento de su destinataria, por causa imputable
exclusivamente al sindicato demandante, que no intentó, localizar el verdadero domicilio de la asociación
demandada, que hubiera obtenido fácilmente bien recabándolo de alguna de las empresas del sector, o a través de
sus afiliados o representantes sindicales en dichas empresas, si es que los tiene, bien solicitándolo directamente a
la Consejería de Justicia, Interior y Relaciones Laborales ( TS 25-9-01, EDJ 35497 ). Se ha apreciado maquinación
fraudulenta, cuando el actor hizo figurar un domicilio diverso al que consta en la documental que obraba en su
poder, siendo advertido judicialmente ( TS 22-11-06, EDJ 364902 ; 24-10-07, EDJ 260412 ).
3) No es reprochable que el trabajador designe como domicilio procesal de una sociedad demandada el de su
centro de trabajo, cuando es ése el único que conoce, sin que tenga obligación de acudir al Registro Mercantil
para averiguar el domicilio social de la empresa. La no realización de esa operación de consulta no supone por sí
sola una maquinación fraudulenta, al faltar el elemento subjetivo necesario para que exista la conducta imputada
( TS 21-7-98, EDJ 18443 ; 5-6-99, EDJ 13995 ; 29-5-00, EDJ 14770 ; 5-2-07, EDJ 8715 ; 22-4-05, EDJ 83774 ).
Tampoco se aprecia la maquinación, cuando la dirección que citó como domicilio para la citación a juicio era la de
un local o centro de trabajo de la demandada, en funcionamiento en el momento de la citación fallida, y único local
en que el actor había tenido relación con el empresario durante su permanencia al servicio del mismo, pese a que
no era el domicilio de la empresa ( TS 10-10-05, EDJ 166192 ).
c. Especialidades por la condición del destinatario 
(LRJS art.60)

1880
En determinados supuestos se prevé un lugar específico para llevar a cabo los actos de comunicación que se separa del régimen jurídico común.
1882
Personas jurídicas 
(LRJS art.60.2)
Los actos de comunicación con las personas jurídicas, además de poder realizarse en su domicilio social, se practican en las delegaciones,
sucursales, representaciones o agencias establecidas en la población donde radique el juzgado o tribunal que conozca del asunto, aunque carezcan
de poder para comparecer en juicio las personas que estén al frente de las mismas.

Precisiones

Dado que el incumplimiento de las normas que rigen la práctica de los actos comunicación está directamente
vinculado a la imposibilidad teórica de acceso a la contradicción por la parte con la que debió entenderse la
diligencia defectuosa, se ha declarado la nulidad de las actuaciones al momento anterior a la citación a juicio, en
un supuesto en que pese a la designación hecha en la demanda de la estación de Tarragona como domicilio del
demandado -RENFE-, no se observó el mandato en favor de la sede social coincidente con la población en la que
se encuentra el Juzgado o Tribunal que conoce del asunto, además de la defectuosa práctica de la citación al no
constar, salvo una firma ilegible datos que permitan identificar a la persona física receptora de la comunicación
( TS 15-12-04, EDJ 238856 ).
1884
Abogado del Estado, Letrado de las Cortes Generales y Letrado de la Administración de la Seguridad Social 
(L 52/1997 art.11 y disp.adic.3ª;  LEC art.162.1 ­redacc L 42/2015­;  LRJS art.60.3 y 82.5)
En los procesos seguidos en los que sean parte la Administración General del Estado, los organismos autónomos o los órganos constitucionales, salvo
que las normas internas de estos últimos o las leyes procesales dispongan otra cosa, las notificaciones, citaciones, emplazamientos y demás actos de
comunicación procesal se entienden directamente con el Abogado del Estado en la sede oficial de la respectiva Abogacía del Estado.
Dicha previsión se hace extensiva los Letrados de las Cortes Generales y a los Letrados de la Seguridad Social.
Respecto de las Comunidades Autónomas, los actos de comunicación se realizan con quien establezca su legislación propia.
Los actos de comunicación al Ministerio Fiscal, a la Abogacía del Estado, a los Letrados de las Cortes Generales y a los Letrados de las Comunidades
Autónomas y de la Seguridad Social, se tienen por realizados el día siguiente a la fecha de recepción que conste en la diligencia o en el resguardo
acreditativo de su recepción cuando el acto de comunicación se haya efectuado por los medios y constando de manera fehaciente su remisión y
recepción. Cuando el acto de comunicación fuera remitido con posterioridad a las 15:00 horas, se tiene por recibido al día siguiente hábil.
En estos supuestos, se concede un plazo de 22 días para la consulta a la Abogacía General del Estado-Dirección del Servicio Jurídico del Estado; a la
Dirección del Servicio Jurídico de la Administración de la Seguridad Social; o al organismo que establezca la Comunidad Autónoma. El señalamiento del
juicio se hace de modo que tenga lugar en fecha posterior al indicado plazo.

Precisiones

La falta de notificación y citación directa en la sede oficial de la Dirección de los Servicios Jurídicos vicia los
actos de comunicación efectuados por el órgano judicial. No cabe entender subsanado el defecto por la remisión de
tales comunicaciones a la sede del SESCAM, al no constar que en tal dirección se encuentre ubicada la sede oficial
de los citados servicios jurídicos de la Comunidad Autónoma con quienes debían entenderse todos los trámites del
proceso ( TS 20-10-15, EDJ 225462 ).
1886
Comité de empresa 
(LRJS art.60.4)
Cuando se trate de comunicaciones con el comité de empresa, los actos de comunicación se entienden con su presidente o secretario y, en su defecto,
con cualquiera de sus miembros.
Dicha previsión se ha de extender por identidad de razón a los delegados de personal y en el caso del comité intercentros, las comunicaciones han de
hacerse en la sede que tenga establecida su constitución.
4. Tiempo de la comunicación 
(LRJS art.54.1 y 97.1;  LEC art.133, 151.1 y 168.1)

1888
Las resoluciones procesales se notifican en el mismo día de su fecha, o de la publicación, en su caso, a todos los que sean parte en el juicio, y no
siendo posible, en el día hábil siguiente. Como excepción, la sentencia puede notificarse dentro de los 2 días siguientes a su publicación. No obstante,
el incumplimiento de dicha obligación no tiene consecuencias en la eficacia del acto, sin perjuicio de la posible responsabilidad en la que pudiera incurrir
el funcionario responsable de la demora. Al efecto, se preceptúa la responsabilidad disciplinaria del letrado de la Administración de Justicia o el
funcionario de los cuerpos al servicio de la Administración de Justicia en el desempeño de las funciones de comunicación, por retrasos o dilaciones
indebidas, a causa de malicia o negligencia, así como una eventual responsabilidad por los daños y perjuicios que haya podido ocasionar.
1890
Posibilidad de demora 
(LRJS art.54.3)
El juez o sala puede acordar la demora en la práctica de la notificación de las actuaciones procesales o de la medida cautelar preventiva o ejecutiva,
cuando la comunicación inmediata al afectado pudiera poner en peligro su efectividad, durante el tiempo indispensable para lograr dicha efectividad en los
supuestos en que durante el proceso hayan de adoptarse medidas tendentes a garantizar los derechos que puedan corresponder a las partes o a
asegurar la efectividad de la resolución judicial.
Los supuestos a los que comúnmente afecta dicha posibilidad son:
- adopción de medidas cautelares necesarias para asegurar la efectividad de la tutela judicial efectiva (nº 2340 ).
- el embargo preventivo de bienes (nº 2344 ); en este caso, la notificación del auto acordando el embargo preventivo al demandado no se efectúa hasta el
momento de la práctica del embargo;
- embargo preventivo de bienes y demás medidas cautelares para asegurar las responsabilidades en reclamaciones derivadas de accidente de trabajo o
enfermedad profesional (nº 2368 );
- adopción de las anteriores medidas en relación con la paralización de trabajos por riesgo para la seguridad de los trabajadores (nº 2372 );
- medidas cautelares en los supuestos de extinción del contrato a instancia del trabajador cuando la conducta empresarial pueda comportar una posible
vulneración de derechos fundamentales (nº 2376 );
- el embargo en ejecución definitiva (nº 5835 );
- otros actos preparatorios del proceso o diligencias preliminares, como los exámenes de libros y cuentas o la consulta de documentos o el
reconocimiento judicial (nº 2320 ).
En todo caso, dicha facultad extraordinaria requiere una resolución motivada que justifique la medida por el tiempo indispensable para lograr su
efectividad. Por tanto, su puesta en práctica por el tribunal debe realizarse de manera restrictiva en atención, única y exclusivamente, a asegurar los
derechos de las partes y la efectividad de la resolución judicial.
5. Forma de los actos de comunicación 
(LRJS art.53.1 y 55)

1892
Las citaciones, notificaciones, emplazamientos y requerimientos se han de hacer en el local de la oficina judicial, si allí comparecieren por propia
iniciativa los interesados y, en otro caso, en el domicilio señalado a estos efectos, mediante:
- correo certificado con acuse de recibo;
- o a través de medios electrónicos, telemáticos o de otra clase semejante;
- y solo en el caso que no pueda practicarse por los medios anteriores se acude a la notificación al interesado de manera personal.
Finalmente, y con carácter residual, una vez agotadas las anteriores previsiones y/o cuando se desconozca el domicilio, se puede acudir a efectuar el
acto de comunicación mediante edictos o publicación en el boletín correspondiente.
Precisiones

No debe olvidarse que la LEC regula otras formas de comunicación, que aunque de escasa aplicación en el
orden social, no por ello debe rechazarse su posible utilización ( LEC art.149 a 165 ).
a. Notificación personal en la sede de la oficina judicial 
(LRJS art.55;  LEC art.160.3)

1894
Los actos de comunicación -citaciones, notificaciones, emplazamientos y requerimientos- se hacen en la sede de la oficina judicial si allí comparecen por
propia iniciativa los interesados (nº 1871 ). En este supuesto, el acto de comunicación se materializa en la entrega de la copia de la resolución o de la
cédula, dejando constancia en autos mediante diligencia, que debe ser firmada por el receptor (ver nº 1905 s. ).
Esta modalidad, aunque es la regulada con carácter principal, en la práctica no es la más utilizada.
b. Correo certificado o medios análogos 
(LRJS art.56, 57.3 y 60.1;  LEC art.152.3 ­redacc L 42/2015­ y 160;  L 18/2011;  RD 1065/2015)

1896
Las comunicaciones que se efectúen fuera de la oficina judicial se hacen por correo certificado con acuse de recibo, dando fe el letrado de la
Administración de Justicia en los autos del contenido del sobre remitido, y uniéndose a ellos el acuse de recibo. Para ello, hay que adoptar las medidas
oportunas para asegurar el contenido del envío y la unión, en su caso, del acuse de recepción del acto comunicado, de lo cual queda constancia en
autos. Este medio de comunicación se utiliza cualquiera que sea el destinatario. La LRJS, en principio, no excluye el correo certificado con acuse de
recibo por la posición de la parte en el proceso ni tampoco cuando de ello dependa su presencia al acto del juicio.
En los procesos laborables el correo certificado se trata de una forma ordinaria de comunicación procesal autorizada por la ley, cuya utilización por el
órgano judicial es indiferente desde el punto de vista constitucional, siempre que se realice con las garantías suficientes para asegurar su efectividad.
En el interior del sobre debe estar la copia de la resolución o la cédula correspondiente según la naturaleza del acto y en el exterior deben constar las
advertencias dirigidas al receptor para el caso de que no fuera el interesado (nº 1899 ). Una vez que se reciba en la oficina el acuse de recibo, o en su
caso, la acreditación de la recepción, se une a los autos.
Solamente se exceptúa de la comunicación a través del correo certificado a los requerimientos en los que se admite la respuesta del requerido,
debiéndola consignar sucintamente en la diligencia, previsión que parece exigir la entrega personal al destinatario.

Precisiones

1) La LEC contempla una limitación al uso del correo certificado u otros medios similares, al exigir en los casos
en los que el acto de comunicación tenga por objeto la personación en juicio o la realización o intervención personal
de las partes en determinadas actuaciones procesales, que conste la recepción del acuse por el interesado ( LEC
art.155.4 ). Semejante restricción no se prevé en la LRJS, por lo que se entiende que debe aplicarse la regla
especial.
2) La citación de un nacional o extranjero con domicilio permanente en el extranjero debe sujetarse a lo dispuesto
en la LEC art.177 , de aplicación supletoria al proceso laboral (Alonso Olea, Miñambres Puig y Alonso García).
Dicho precepto establece que los despachos para la práctica de actuaciones judiciales en el extranjero se cursan
conforme a lo establecido en las normas comunitarias que resulten de aplicación, en los tratados internacionales en
que España sea parte y, en su defecto, en la legislación interna que resulte aplicable. Se impone así seguir la forma
dispuesta por los tratados internacionales en que España sea parte y en su defecto, su curso se debe realizar por
vía diplomática a través del Ministerio de Justicia, siendo de aplicación la LOPJ art.276 .
1898
Acuse de recibo 
(LRJS art.56.3;  RD 1829/1999 art.39 a 44)
La validez del acto de comunicación obliga a que en el documento de acuse de recibo se haga constar la fecha de la entrega, la firma del empleado de
correos y el receptor.
Consecuentemente, se impone un control judicial del cumplimiento por los empleados de correos de las exigencias razonables de aseguramiento de la
llegada a su destino de las correspondientes notificaciones. Desde esta perspectiva, el responsable del servicio público de correos debe devolver al
órgano judicial el acuse de recibo con las mínimas garantías de seguridad y certeza sobre la personalidad de quien recibe la notificación, y de que la hace
llegar a su destinatario en el caso de que no sea el propio interesado. Tal exigencia legal no integra una simple formalidad, sino que garantiza el derecho
de defensa; y los órganos judiciales no pueden presumir que las notificaciones realizadas a través de terceras personas hayan llegado al conocimiento de
la parte interesada, cuando la misma cuestiona fundadamente la recepción del acto de comunicación ( TCo 199/2002 ); en tales supuestos, los órganos
judiciales, a la vista de las circunstancias del caso, de las alegaciones formuladas y de la prueba que pudiera eventualmente practicarse, están obligados
a emitir un pronunciamiento expreso sobre la posibilidad o no de que el tercero haya cumplido con su deber de hacer llegar en tiempo el acto de
comunicación procesal a su destinatario ( TS auto 22-1-09, EDJ 15595 ; 8-2-11, EDJ 51533 ).

Precisiones

La comunicación postal es un acto procesal integrado en el procedimiento judicial, aunque su ejecución se


encomiende a un servicio público ajeno a la Administración de Justicia como es el servicio de correos ( TCo
14/1987 ; 171/1987 ; 110/1989 ).
1899
Identificación del receptor 
(LRJS art.56.3 y 57.3)
La identificación del receptor del acuse de recibo se erige en un requisito esencial para la válida realización del acto de comunicación, de forma que si
no queda constancia de quien es el receptor del acto de comunicación o no son suficientes, la notificación puede ser nula. Por ello en el documento de
acuse de recibo ha de constar, entre otros extremos, la firma del receptor. En el caso de que éste no fuera el interesado hay que reflejar su nombre,
documento de identificación, domicilio y su relación con el destinatario.
En el exterior del sobre y para el caso de que la recepción se realice por aquél que no fuera el interesado deben constar las siguientes advertencias:
- su obligación de cumplir el deber público que se le encomienda (entrega de la copia de la resolución o de la cédula al destinatario de ésta o a darle aviso
si sabe su paradero).
- que si se niega a la recepción o no hace la entrega a la mayor brevedad puede ser sancionado con una multa de 20 a 200 €;
- que ha de comunicar a la oficina judicial la imposibilidad de entregar la comunicación al interesado;
- que tiene derecho al resarcimiento de los gastos que se le ocasionen.
Por tanto, las garantías legales no consisten en que se comuniquen al receptor las advertencias legales de palabra, sino que las mismas consten por
escrito en el sobre que contiene la copia de la resolución que se notifica o la cédula dirigida al receptor ( TS auto 7-5-99, EDJ 80075 ).
1) Es nulo el acto de comunicación, entre otros, cuando: a. En la tarjeta de acuse de recibo no consta que el receptor fuera el letrado a quien
se dirigía, ni se consigna el nombre, domicilio, ni documento de identificación de la persona que lo recibió, ni su relación con el destinatario; en
dicha tarjeta sólo aparece la fecha de entrega, un sello y una firma ilegible, estando señalado el recuadro o cajetín correspondiente al concepto
de empleado ( TS auto 27-12-96, EDJ 52466 ; 3-12-99, EDJ 55442 ; TCo 34/2001 ). b. Es devuelta por el servicio de correos con la mención
devuelto o ausente en horas de reparto ( TCo 64/1996 ). c. No se efectúa indicación alguna de la relación existente entre el receptor del escrito y
el destinatario; y ni tan siquiera figura sello del despacho profesional, que hubiese inducido a pensar en una relación de dependencia o
asociación profesional ( TS auto 8-2-11, EDJ 51533 ). d. Lo que aparece en el acuse de recibo con una firma ilegible al pie de las palabras Firma
y Sello, sin que conste la identificación del receptor (nombre, apellidos y DNI) al no poderse identificar la persona física receptora de la
comunicación, aunque consta que la empresa fue citada en uno de sus domicilios ( TS 15-12-04, EDJ 238856 ; TS auto 20-7-09, EDJ 246848 ).
e. La recepción del emplazamiento -realizado por cédula- aparece firmado por una persona que no es ni el actor, ni su representante y tampoco
queda acreditada correctamente la recepción del emplazamiento, pues no consta que la persona que firma la notificación mantenga con la parte
o su representación ninguna de las vinculaciones requeridas, ni que se hayan realizado las advertencias necesarias ( TS auto 22-1-09, EDJ
15595 ). En todos estos supuestos se ha declarado la nulidad del acto de comunicación porque no se ha garantizado a los afectados por la
decisión que se dicte en el proceso judicial el derecho a conocer su existencia, a fin de que tengan la posibilidad de intervenir en él, ser oídos, y
ejercer la defensa de sus derechos e intereses legítimos.
2) Por el contrario, se admite la omisión de otros datos requeridos por la ley, como el domicilio del sujeto que recibe la notificación, si se hace
constar con claridad la identidad del receptor, aunque pueda haberse producido alguna irregularidad formal. La exigencia legal lo que pretende es
que quede identificada la persona que recibió la comunicación en garantía del derecho de defensa del interesado fundamentalmente para que
pueda defenderse en el pleito de que se trate, pero también para, en su caso, poder exigir del receptor las responsabilidades previstas e
incluso los posibles perjuicios derivados del incumplimiento de aquella obligación legal ( TS auto 10-11-00 , EDJ 117283 ; auto 17-10-00 , EDJ
117284 ).
3) En el caso de que la entrega no pueda hacerse al propio destinatario, se hace constar, en la libreta de entrega y en el acuse de recibo, la
condición o relación del firmante con el destinatario. Los funcionarios adscritos a las unidades de clasificación y reparto han de cuidar
especialmente de que la persona que se haga cargo del objeto, además de estampar su firma en el asiento correspondiente de la libreta de
entrega y en el acuse de recibo, consigne de su propia mano, tanto en la libreta como en el acuse de recibo, la fecha en que dicha entrega se
verifique, requisito esencial este último para que las notificaciones, citaciones y emplazamientos, remitidos por los juzgados y tribunales, surtan
efectos jurídicos ( Dirección General de Correos y Telégrafos Resol 14-4-87 ) ( TS auto 22-1-09, EDJ 15595 ; 8-2-11, EDJ 51533 ). Se ha admitido
como valida la notificación al portero de la finca del despacho profesional ( TS auto 2-7-13, EDJ 142982 ).
c. Comunicación a través de medios telemáticos 
(LRJS art.53.2 y 56.5;  LEC art.162 ­redacc L 42/2015­;  LOPJ art.230 ­redacc LO 7/2015­ y 271;  L 59/2003 art.3 ­redacc L 39/2015­;  RD 1065/2015)

1903
Los actos de comunicación se practican por medios electrónicos cuando los sujetos intervinientes en un proceso estén obligados al empleo de los
sistemas telemáticos existentes en la Administración de Justicia, o cuando aquéllos, sin estar obligados, opten por el uso de esos medios, con sujeción,
en todo caso, a las disposiciones contenidas en la normativa reguladora del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la
Administración de Justicia (nº 1786 ).
Para la acreditación de la realización de los actos de comunicación, el sistema devuelve al usuario un resguardo electrónico (nº 1787.2 ). Y además,
confirma la recepción del mensaje por el destinatario.
1904
Momento para la práctica del acto de comunicación 
Los medios electrónicos están en funcionamiento durante las 24 horas del día, todos los días del año, pero ello no implica la alteración de lo establecido
en las leyes sobre el tiempo hábil para las actuaciones procesales, plazos y su cómputo, ni tampoco supone ningún trato discriminatorio en la tramitación
y resolución de los procesos y actuaciones ante los órganos y oficinas judiciales y fiscales.
No se practican actos de comunicación a los profesionales por vía electrónica durante los días del mes de agosto, salvo que sean hábiles para las
actuaciones que corresponda.
1904.1
Cómputo de los plazos a efectos de los actos de comunicación 
(LRJS art.60.3;  LEC art.162.1 ­redacc L 42/2015­)
Los actos de comunicación efectuados a través de estos medios telemáticos, y cualquiera que sea el destinatario, se tienen por realizados el día
siguiente a la fecha de recepción que conste en el resguardo acreditativo de su recepción. En todo caso, cuando el acto de comunicación fuera remitido
con posterioridad a las 15:00 horas, se tiene por recibido al día siguiente hábil.
1904.2
Momento de la efectividad del acto de comunicación 
Se tienen por válidamente realizados estos actos de comunicación cuando en la diligencia quede constancia suficiente de haber sido practicados en la
persona, en el domicilio, en la dirección electrónica habilitada al efecto, por comparecencia electrónica o por los medios telemáticos o electrónicos
elegidos por el destinatario.
Cuando un órgano judicial lleva a cabo la notificación de las resoluciones por vía informática y hace la remisión correctamente:
1. Si el destinatario accede al contenido el día de su remisión o durante los tres días hábiles posteriores, la notificación se entiende realizada
al día siguiente de dicho acceso. De este modo, si se accede el día tercero, la notificación se entiende realizada el cuarto día hábil y los plazos
comienzan a computar desde el quinto.
2. Cuando haya constancia de la correcta remisión del acto de comunicación, salvo los practicados a través de los servicios de notificaciones
organizados por los Colegios de Procuradores, y transcurran 3 días hábiles sin que el destinatario acceda a su contenido, se entiende que la
comunicación ha sido efectuada con plenos efectos procesales. En este caso los plazos para desarrollar actuaciones impugnatorias comenzarán
a computarse desde el día siguiente al tercero, todos ellos hábiles. Se exceptúan aquellos supuestos en los que el destinatario justifique la falta
de acceso al sistema de notificaciones durante ese periodo. Si la falta de acceso se debe a causas técnicas y éstas persistiesen en el momento
de ponerlas en conocimiento, el acto de comunicación se practica mediante entrega de copia de la resolución (nº 1905 ). En cualquier caso, la
notificación se entiende válidamente recibida en el momento en que conste la posibilidad de acceso al sistema. No obstante, caso de producirse
el acceso transcurrido dicho plazo pero antes de efectuada la comunicación mediante entrega, se entiende válidamente realizada la
comunicación en la fecha que conste en el resguardo acreditativo de su recepción.
d. Entrega personal en el domicilio 
(LRJS art.57 y 58.2;  LEC art.152.3 ­redacc L 42/2015­ y 161 ­redacc L 42/2015­)

1905
Cuando fracasan los sistemas de comunicación anteriores o no se acredite que el destinatario hubiese recibido la comunicación se establece como
procedimiento subsidiario a los anteriores la entrega personal de la copia de la resolución o de la cédula en el domicilio señalado a efectos de
notificaciones. La entrega se efectúa a los siguientes sujetos de manera sucesiva:
- destinatario;
- si el destinatario no fuere hallado, se permite la entrega al pariente más cercano o familiar o empleado, mayores de 14 años que se encontraren en el
domicilio;
- en su defecto, a quien desempeñe funciones de portería o conserjería de la finca.
Por otra parte, si la comunicación se remite al lugar de trabajo no ocasional del destinatario, en ausencia de éste, la entrega se debe efectuar a persona
que manifieste conocer a aquel o, si existiere dependencia encargada de recibir documentos u objetos, a quien estuviere a cargo de ella.
Cuando la entrega se hace a persona distinta del destinatario, es preciso advertir de las obligaciones que asume y las responsabilidades previstas
(nº 1899 ) y también de que tiene derecho al resarcimiento de los gastos.
La ejecución de esta forma de comunicación consiste en la entrega de la copia de la resolución a notificar, del requerimiento que el tribunal o el letrado
de la Administración de Justicia le dirija, o de la cédula de citación o de emplazamiento, según el objeto del acto.
Para constancia de la realización del acto de comunicación, la entrega se documenta por medio de diligencia en la que se refleja:
1. Fecha de la diligencia.
2. Nombre de la persona destinataria.
3. Nombre y firma de la persona a quien se haya hecho la entrega y, si no fuere el interesado, su número del documento nacional de identidad en el caso
de españoles o su número de identidad reflejado en la documentación equivalente y que acredite la identidad y nacionalidad del interesado en el caso de
extranjeros, domicilio y relación con el destinatario.
4. Firma del funcionario o encargado de documentar la entrega.
En caso de que el destinatario se encuentra en el domicilio pero se niega a recoger o firmar, el funcionario le hace saber que la copia de la resolución o
la cédula queda a su disposición en la oficina judicial. De esta forma el acto de comunicación produce todos sus efectos propios, de todo lo cual queda
constancia en la diligencia.
Si no se encuentra a nadie en el domicilio, al que se acuda para la práctica de un acto de comunicación, hay que procurar averiguar si vive allí su
destinatario, se entiende que mediante vecinos, negocios próximos, etc. Estos extremos deben figurar en la diligencia.
Si el domicilio no es el del destinatario, ni trabajase en el domicilio al que se acude y alguna de las personas consultadas conociese el actual, éste se
consigna en la diligencia negativa de comunicación.

Precisiones

Ni la LEC ni la LRJS han previsto nada para el supuesto de que la persona que se encuentre en el domicilio y no
sea el interesado, se niegue a recoger la copia de la resolución o la cédula, o bien se niegue a firmar la diligencia
de entrega. Ante esta ausencia de regulación nos inclinamos por entender que no se puede tener por practicado el
acto de comunicación (Martín Contreras).
1907
Contenido de la cédula 
(LRJS art.58.1)
Sea cual sea el destinatario, es preciso que la cédula reúna el siguiente contenido:
1. El juez, tribunal o letrado de la Administración de Justicia que haya dictado la resolución, la fecha de ésta y el asunto en que haya recaído.
2. El nombre y apellidos de la persona a quien se haga la citación o emplazamiento.
3. El objeto de la citación o emplazamiento.
4. Lugar, día y hora en que deba comparecer el citado, o el plazo dentro del cual deba realizarse la actuación a que se refiera el emplazamiento.
5. La prevención de que si no comparece le parará el perjuicio a que hubiere lugar en derecho.
6. Fecha de expedición de la cédula y firma del secretario.

Precisiones

Se contemplan diferentes especialidades según la naturaleza o finalidad del acto para el que se realiza la
citación:
1) En las cédulas para conciliación y juicio debe hacerse constar ( LRJS art.82.1 ):
- la no suspensión de dichos actos por la incomparecencia del demandado;
- si el demandante legalmente citado no comparece se le tiene por desistido;
- la obligación de los litigantes de concurrir al juicio con todos los medios de prueba de que intenten valerse;
- la posibilidad de formalizar conciliación en evitación del juicio, por medio de comparecencia ante la oficina judicial,
sin esperar a la fecha del señalamiento, así como someter la cuestión a los procedimientos de mediación, sin que
ello dé lugar a la suspensión, salvo que de común acuerdo lo soliciten ambas partes.
2) En la prueba de interrogatorio de parte ( LRJS art.91.2 ) se deben hacer las prevenciones correspondientes
que permiten tener reconocidos como ciertos en la sentencia los hechos a que se refieran las preguntas.
e. Comunicación por edictos 
(LRJS art.59;  LEC art.155 ­redacc L 42/2015­ y 156)

1909
Como último recurso para llevar a cabo los actos de comunicación, se prevé la publicación por medio de edictos, configurado por la jurisprudencia
constitucional como un procedimiento extraordinario o remedio último de comunicación del órgano judicial con las partes ( TCo 160/1995 ).
La naturaleza residual de esta forma de comunicación, se desprende de la propia regulación, pues únicamente se puede utilizar cuando habiendo
intentado el acto de comunicación y empleado los medios oportunos para la investigación del domicilio, incluido en su caso la averiguación a través de los
registros, organismos, colegios profesionales, entidades y empresas, éstos hayan resultado infructuosos y no conste el domicilio del interesado o se
ignore su paradero. En tal caso, el letrado de la Administración de Justicia así lo hace constar por diligencia y acuerda que la comunicación se haga por
medio de edictos.
Esto es, cuando, practicadas en su caso las averiguaciones no pueda conocerse el domicilio del destinatario de la comunicación, o cuando no pudiere
hallársele ni efectuarse la comunicación con todos sus efectos, el letrado de la Administración de Justicia manda que el acto de comunicación se haga por
medio de edictos.
Por tanto, cuando no sea posible la comunicación a través del servicio de correos -por impedirlo el objeto del acto comunicado o resultar infructuosa la
comunicación- puede el letrado de la Administración de Justicia disponer la práctica de la comunicación personal mediante entrega, en el domicilio del
interesado de la copia de la resolución o de la cédula. Y sólo cuando tampoco así sea posible, porque no conste el domicilio del interesado o se ignore su
paradero, se puede disponer la comunicación mediante edictos (Luján Alcaraz).
En definitiva, únicamente está legitimada su utilización, cuando la comunicación haya sido imposible utilizando los medios razonables, al no constar el
domicilio del interesado, o se ignore su paradero o, en los términos del Tribunal Constitucional, cuando razonablemente se llegue a la convicción de la
inutilidad de cualquier otra modalidad de comunicación que posibilite la citación o emplazamiento personal de los interesados ( TCo 312/1993 ; 303/1994
y 190/1995 ). Por tanto, se requiere como presupuesto imprescindible para el empleo de este modo de comunicación, la ignorancia del domicilio, tras
agotar las vías razonables para intentar localizar al interesado por los medios normales a su alcance, pudiendo utilizarse sólo como remedio último de
comunicación del órgano judicial con las partes procesales ( TCo 65/2000 ; 191/2003 ; 225/2004 ; 40/2005 ; 295/2005 ; 162/2007 ; 210/2007 ).
Se limita el empleo de la notificación edictal a aquellos supuestos en los que no conste el domicilio de quien haya de ser emplazado/notificado o bien se
ignore su paradero. Cuando del examen de los autos o de la documentación aportada por las partes se deduzca la existencia de un domicilio que haga
factible practicar de forma personal los actos de comunicación procesal con el demandado, el órgano judicial debe intentarlo antes de acudir a la
notificación por edictos. Incluso, cuando no conste ese domicilio en las actuaciones, habría de realizar otras gestiones en orden a la averiguación del
domicilio real, siempre que ello no suponga exigir al órgano judicial una desmedida labor investigadora sobre la efectividad del acto de comunicación
( TCo 40/2005 ; 245/2006 ; 131/2014 ).
Su carácter subsidiario deriva de que su eficacia se produce «ex lege», pero sin seguridad alguna de que el interesado vaya a conocer el contenido del
edicto, siendo lo más probable que el sujeto ignore la comunicación.
1) No se trata de exigir al órgano judicial una desmedida labor de indagación sobre el verdadero domicilio de la interesada que, por lo demás,
conduciría más bien a la indebida restricción de los derechos de defensa de las demás partes personadas en el proceso, sino de comprobar si la
citación edictal se utilizó tras cerciorarse el órgano judicial de que no era posible la comunicación personal con la codemandada en el proceso
( TCo 44/2003 ; 162/2004 ).
2) Dados los límites consustanciales que padece este medio de comunicación para alcanzar el efectivo conocimiento del destinatario, se es
particularmente estricto con el recurso al emplazamiento edictal, sin que por ello se niegue validez constitucional a esta forma de comunicación,
aun cuando se requiera el cumplimiento de condiciones rigurosas para su válida realización. De aquí deriva, lógicamente, que el modo normal
de llevarlas a cabo debe ser el emplazamiento, citación o notificación personal ( TS 16-1-04 , EDJ 6742 ), concibiéndose este sistema de
comunicación como de naturaleza claramente excepcional o modalidad de carácter supletorio ( TCo 225/2004 ; 158/2007 ; 306/2006 ; 126/2014
).
1911
Actividades de averiguación del letrado de la Administración de Justicia 
(LRJS art.59.1;  LEC art.156)
Para la validez constitucional de la notificación se ha exigido que se hayan agotado previamente por el órgano judicial las modalidades de notificación
más aptas para asegurar la recepción de la misma por su destinatario -la notificación personal-, admitiendo el empleo de los edictos sólo en los casos en
que no conste el domicilio de quien haya de ser emplazado o bien se ignore su paradero. A estos efectos el órgano judicial ha de extremar las gestiones
en la averiguación del paradero de sus destinatarios por los medios normales a su alcance, de manera que el acuerdo o resolución judicial que lleve a
tener a la parte en un proceso como persona en ignorado paradero debe fundarse en criterios de razonabilidad que conduzcan a la certeza, o cuando
menos a una convicción razonable, de la inutilidad de los medios normales de citación ( TCo 61/2010 ; 197/2013 ).
El letrado de la Administración de Justicia tiene atribuidas expresamente determinadas competencias en materia de actos de comunicación, entre ellas la
averiguación del domicilio y la decisión de acudir a la comunicación por medio de edictos. En todo caso, el letrado de la Administración de Justicia debe
haber intentado el acto de comunicación por los medios ordinarios y, ante el resultado negativo, utilizar los medios necesarios para la averiguación del
domicilio, a través de registros, organismos, colegios profesionales, entidades y empresas, y solo cuando hayan resultado infructuosas las
averiguaciones y no conste el domicilio del interesado o se ignore su paradero, hacerlo constar por diligencia y acudir a la comunicación edictal.
La obligación de designación del domicilio del demandado recae en primer término sobre el actor (ver nº 1872 ), cuya imposibilidad para indicarlo
conduce a que entre en juego la obligación del letrado de la Administración de Justicia de adoptar las disposiciones oportunas para averiguarlo. Estas
mismas medidas deben adoptarse cuando haya resultado negativa la diligencia de comunicación en el domicilio inicialmente designado.
La averiguación del domicilio a través de los registros, organismos y colegios profesionales entre otros, se realizan en la práctica forense:
1. Si se trata de personas físicas, la consulta se efectúa al Instituto Nacional de Estadística o a la TGSS.
2. Si se trata de personas jurídicas, además de utilizarse la consulta a través de la TGSS, también se obtiene el dato del domicilio oficiando al Registro
Mercantil.
Es obligación de los funcionarios de la Administración de Justicia consultar telemáticamente las bases de datos del resto de las Administraciones
públicas, registros u organismos públicos, lo cual se suele llevar a efecto a través del Punto Neutro Judicial del CGPJ, en virtud de los convenios de
colaboración firmados entre el citado Consejo y los diferentes organismos o Administraciones.
No obstante, parece que en el proceso social no es obligatorio acudir al registro central de rebeldes civiles con sede en el Ministerio de Justicia, cuando
se hayan realizado sin éxito las averiguaciones anteriores, sin perjuicio de la posibilidad de dirigirse a dicho registro para comprobar si el demandado
consta en el mismo y si los datos que en él aparecen coinciden con los que dispone el tribunal (Alonso García); sin embargo, su respuesta está
desprovista de las consecuencias que se le asigna en el proceso civil.
Entre los medios razonables de averiguación, cuando se trata del empresario, sin duda, se encuentra la consulta del Registro Mercantil u otras
relaciones oficiales, siendo también de gran utilidad las guías telefónicas u otras relaciones publicitarias de empresarios o informaciones análogas. En
todo caso, resulta doctrina constitucional firme que la constancia registral de un nuevo domicilio social de la empresa debe conducir al órgano judicial a
intentar un nuevo e individualizado emplazamiento en dicho domicilio ( TCo 41/2000 ; 7/2003 ; 162/2004 ; 160/2005 ; 38/2006 ; 210/2007 ). Con carácter
general, la comunicación por edictos no es válida cuando se cita a una sociedad mercantil sin constatar previamente si tenía una nueva domiciliación en
el Registro Mercantil ( TS 29-3-99 , EDJ 6101 ; 6-4-99, EDJ 8018 ; 11-10-99 , EDJ 33807 ; TCo 160/2005 ; 38/2006 ; 43/2006 ; 210/2007 ).
A este respecto, se ha de tener también en cuenta a los efectos de la realización de los actos de comunicación procesal, el especial deber de diligencia
que pesa sobre el comerciante o empresario que cesa en su actividad profesional de facilitar cauces de comunicación a los efectos de permitir su
localización por quienes hasta entonces hubieran mantenido con él negocios y actos relacionados con su giro o tráfico ( TCo 6/2003 ; 162/2004 ).
1913
1) El enjuiciamiento del cumplimiento de las obligaciones respectivas exige una particular atención a las circunstancias del caso concreto,
pues sólo de ellas se puede deducir la posible negligencia en que incurriría el órgano judicial -o el propio recurrente-, incluso sin descartar que
aquélla viniera hasta cierto punto inducida por el comportamiento no diligente de la parte contraria, pero sin que esta circunstancia pueda ser
considerada como excusa suficiente para justificar el insatisfactorio cumplimiento del propio deber de diligencia ( TCo 160/1995 ).
2) La ausencia del destinatario de la notificación del domicilio en el que primeramente se intenta la práctica de ésta no equivale a la
imposibilidad de llegar al conocimiento del domicilio en el que debe efectuarse ni a que su destinatario se encuentre en paradero ignorado, por lo
que debe intentarse realizar la citación mediante gestión directa del órgano judicial ( TCo 97/1992 ; 312/1993 ; 51/1994 ; 160/1995 ; 64/1996 ; TS
3-3-99, EDJ 2614 ; 29-3-99 , EDJ 6101 ).
3) La citación por correo certificado con acuse de recibo no agota la actividad exigible al órgano judicial, el cual, ante el resultado infructuoso
de la comunicación intentada por este medio en dos ocasiones, debe intentar la citación mediante entrega de cédula, y más aún, debe haber
agotado todos los medios razonablemente a su alcance para que la empresa demandada hubiera tenido conocimiento de su condición de tal y
de la fecha del juicio ( TCo 7/2000 ).
4) Cuando del examen de los autos o de la documentación aportada por las partes se deduzca la existencia de un domicilio que haga factible
practicar de forma personal los actos de comunicación procesal con el demandado debe intentarse esta forma de notificación antes de acudir a
la notificación por edictos. De este modo, se ha otorgado el amparo, cuando se acudió a los edictos pese a que en las actuaciones aparecía un
teléfono en el que la demandada podía ser localizada ( TCo 65/2000 ), o cuando no se intentó previamente la notificación personal en el
domicilio señalado por el vecino con el que se había practicado el acto de comunicación que resultó negativo ( TCo 232/2000 ), o en el otro
domicilio del demandado que constaba en autos ( TCo 254/2000 ; 268/2000 ).
5) Ante el resultado negativo de la citación por correo y antes de acudir a la citación edictal, el juzgado está obligado a agotar las posibilidades
de citación personal de la parte demandada y entre ellas está la de acudir al Registro Mercantil para solicitar información cuando la demandada
es una sociedad de tal clase ( TS 5-2-07, EDJ 8715 ). Ahora bien, la omisión de dicha diligencia legal por parte del órgano judicial al que en
todo caso ha de achacarse la no localización del domicilio de la parte demandada -y no del actor- no puede repercutir negativamente sobre la
eficacia de la cosa juzgada de la sentencia que estimo la demanda ( TS 30-5-97, EDJ 5894 ; 6-6-97, EDJ 5871 ; 21-7-98, EDJ 18443 ; 5-2-07,
EDJ 8715 )
6) Se declara la nulidad de actuaciones, cuando se acuda a la citación por edictos, si consta en las actuaciones el domicilio de la empresa
recurrente, habiéndose notificado en él por correo todas las decisiones adoptadas por el juzgado en el proceso, incluida la sentencia, menos la
comparecencia que dio lugar finalmente al juicio oral. Se acudió entonces a la notificación por edictos de manera absolutamente errónea, lo
que determina que se produjese la decisión del proceso en la instancia sin audiencia de la recurrente y con ello la violación del referido precepto
y la de su derecho fundamental de tutela judicial efectiva ( TS 16-1-04 , EDJ 6742 ). El citado por edictos de manera errónea no está obligado a
demostrar su diligencia, que se presume iuris tantum ( TCo 161/1998 ; 126/1999 ). También se ha declarado la nulidad en un supuesto en el que
no se practicó el emplazamiento de los recurrentes en forma personal; el juzgado ante la dificultad en la práctica de la diligencia, dado que la
vivienda estaba situada en un entorno rural de difícil localización, no agotó los medios normales a su alcance para la localización de los
demandados: ignoró el ofrecimiento de los actores -que sí conocían la ubicación del inmueble- de acompañar al funcionario de la oficina judicial
que efectuase el emplazamiento y no llevó a cabo ninguna otra gestión para asegurar la recepción de la notificación ni en el domicilio que se hizo
constar en la demanda, ni en otro en el que el emplazamiento fuera posible, respecto de lo que el juzgado no emprendió ninguna averiguación.
1915
Publicación de la cédula 
(LRJS art.59.2;  LOPJ art.236)
Si se cumplen los condicionantes anteriores, se puede acudir a este tipo de comunicación consistente en insertar un extracto suficiente de la resolución o
de la cédula en el Boletín Oficial correspondiente, con la advertencia de que las siguientes comunicaciones se van a hacer fijando copia de la resolución
o de la cédula en la oficina judicial, por el medio establecido al efecto.
Se excluyen de la práctica de esta forma de comunicación las resoluciones que deban revestir forma de auto o sentencia, o de decreto, cuando ponga
fin al proceso o resuelva un incidente, o cuando se trate de emplazamiento.
En la práctica laboral la publicación se efectúa en el Boletín correspondiente al último domicilio conocido.
1917
Actos de comunicación con personas que no son parte 
(LEC art.156, 159 y 161)
Los testigos, peritos y otras personas que, sin ser parte en el proceso, deban intervenir en él, son llamadas en la forma establecida en la LEC, ya que
la LRJS no contiene previsión específica al respecto. La remisión se hace al domicilio que designe la parte interesada, pudiendo realizarse, en su caso,
las averiguaciones necesarias cuando se manifieste que es imposible designar un domicilio.
El acto de comunicación se efectúa:
1. En primer lugar, por correo certificado, telegrama con acuse de recibo o cualquier otro medio semejante (nº 1896 ).
2. Mediante entrega personal, cuando el medio anterior fracasa o las circunstancias del caso lo aconsejen, atendidos el objeto de la comunicación y la
naturaleza de las actuaciones que de ella dependan (nº 1905 ). En estos casos el letrado de la Administración de Justicia ordena que se proceda en la
forma prevista para las partes o interesados.
Por otra parte, a los peritos, testigos y personas que no siendo partes ni testigos deban comparecer, se les impone la obligación de comunicar a la
oficina judicial cualquier cambio de domicilio que se produzca durante la sustanciación del proceso. De esta exigencia deben ser advertidos en la primera
comparecencia.
6. Nulidad y subsanación de los actos de comunicación 
(LRJS art.61;  LEC art.166.1;  LOPJ art.238.3º)

1920
Los actos de comunicación que no se ajusten a las disposiciones que los regulen son nulos. Expresamente, dicha nulidad se prescribe para las
notificaciones, citaciones y emplazamientos que no se practiquen con arreglo a las prescripciones legales, siempre que causen indefensión. Ahora bien,
se establece como excepción a la nulidad, la subsanación del defecto por conocimiento del interesado. En efecto, si el interesado se hubiere dado por
enterado o constara de forma suficiente su conocimiento procesal o extraprocesal de los elementos esenciales de la resolución, la diligencia surte efecto
desde ese momento.
La nulidad dispuesta es aplicable a la totalidad de los actos de comunicación incluyendo también a los requerimientos, siendo lo esencial para declarar
la nulidad que incurran en defectos que afecten a garantías esenciales del procedimiento o que produzcan indefensión (Sampedro Corral y Casas
Baamonde).
En suma, la indefensión se convierte en requisito ineludible, defendiéndose el carácter subsanable de las deficiencias que se produzcan con respecto
a los actos de comunicación, si el interesado se hubiere dado por enterado, o conste de forma suficiente su conocimiento procesal o extraprocesal de los
elementos esenciales de la resolución, la diligencia surte plenos efectos desde ese momento.

Precisiones

1) La expresión de darse por enterado ha sido perfilada por la jurisprudencia y doctrina judicial, de tal forma que
cabría, tanto la expresa manifestación del interesado ( TSJ Cataluña auto 25-1-95 ), como su implícita
materialización en comportamientos concluyentes, tales como la presentación de escritos en plazo ( TS auto 11-3-
99 , EDJ 80071 ). Por tanto, es posible la subsanación por iniciativa de la propia parte afectada por un acto, en
principio, nulo, ante cuyo acaecimiento el sujeto, en lugar de promover la nulidad, se da por enterado convalidando
el defecto desde ese momento. Este precepto no hace más que reforzar la institución de la subsanación como un
presupuesto inexcusable que se predica frente a los actos procesales en general, ante cuyos incumplimientos se
debe tramitar con carácter previo, si es posible, el procedimiento de subsanación frente a la declaración de nulidad
de actuaciones ( LOPJ art.11, 240.2 y 243 ; LEC art.231 ).
2) En todo caso, la procedencia o no de la subsanación a lo largo del proceso para corregir defectos de los actos
procesales en general, se ha de medir no solo en función de su carácter preferente respecto del remedio último de
la nulidad, sino también en función de un criterio de proporcionalidad entre las consecuencias de los defectos
formales apreciados y la entidad real de éstos, valorando incluso cánones interpretativos referidos a la propia
actitud de las partes en el proceso, diligencia, negligencia o malicia. Desde esta orientación, constituye doctrina
constitucional reiterada la que declara que para que se produzca la indefensión que provoca la nulidad del acto es
preciso que la omisión o la defectuosa realización de los actos de comunicación no tengan su origen y causa
determinante en el desinterés, pasividad, negligencia o malicia del afectado o éste haya adquirido el debido
conocimiento a pesar de la existencia de defectos en los actos ordenados para su emplazamiento ( TCo 7/2000 )
pues no puede resultar acreedor de la protección del amparo constitucional quien contribuyó de manera activa o
negligente a causar la indefensión de la que se queja ( TCo 149/2002 ; 162/2004 ; 225/2003 ; 295/2005 ;
162/2007 ).
1922
Lesión del derecho de defensa 
(Const art.24;  LOPJ art.238.3º)
El derecho de defensa incluido en el derecho a la tutela judicial efectiva garantiza el derecho a acceder al proceso y a los recursos legalmente
establecidos en condiciones de poder ser oído y ejercer la defensa de los derechos e intereses legítimos. Dicha consideración impone a los órganos
judiciales un especial deber de diligencia en la realización de los actos de comunicación procesal que asegure, en la medida de lo posible, su
recepción por los destinatarios, dándoles la oportunidad de defensa y evitando la indefensión ( TCo 77/1997 ; 268/2000 ; 18/2002 ).
La nulidad de los actos procesales puede ser advertida por el interesado o por el propio órgano judicial, y puede suponer la nulidad, la subsanación o el
mantenimiento de las actuaciones no afectadas por la nulidad. En este sentido, la nulidad de pleno derecho de los actos procesales queda reservada
para los supuestos en que se prescinde de normas esenciales del procedimiento, siempre que por esa causa, haya podido producirse indefensión. No
toda deficiencia en esta materia implica una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, puesto que los conceptos constitucional y procesal de
indefensión no son equivalentes, siendo preciso en esta fase, acreditar la efectiva concurrencia de un estado de indefensión material o real para que
prospere el recurso de amparo ( TCo 78/1999 ; 89/2004 ). O, dicho en otros términos, es necesario que el defecto procesal haya supuesto un perjuicio
real y efectivo en las posibilidades de defensa del destinatario de la comunicación y, además que la indefensión padecida no sea resultado de la falta de
diligencia de dicho destinatario ( TCo 162/2004 ).
1924
Recursos 
(LOPJ art.240.2 y 241)
Los actos de comunicación son nulos cuando se prescinda de normas esenciales del procedimiento, siempre que, por esa causa, haya podido
producirse indefensión. La denuncia de nulidad provocada por graves irregularidades en los actos de comunicación, cuando no se haya producido
resolución definitiva que ponga fin al proceso, se hace valer por medio de los recursos establecidos en la Ley contra la resolución de que se trate. Sin
perjuicio de dicha posibilidad, el tribunal puede, de oficio o a instancia de parte, antes de que recaiga sentencia definitiva y siempre que no proceda la
subsanación, declarar la nulidad de las actuaciones previa audiencia de las partes. En ningún caso puede el juzgado o tribunal, con ocasión de un
recurso, decretar de oficio una nulidad de las actuaciones que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare falta de jurisdicción o de
competencia objetiva o funcional o se hubiese producido violencia o intimidación que afectare a ese tribunal.
Una vez dictada resolución judicial firme que pone fin al proceso, el incidente de nulidad de actuaciones (nº 7680 s. ) resulta la vía adecuada para los
supuestos de indefensión causados directamente por la irregularidad del emplazamiento, citación o notificación personal, cuando ya no sea posible
denunciar el defecto de forma por vía de recurso (Casas Baamonde).
Por el contrario, el procedimiento de audiencia al rebelde (nº 7812 ) queda reservado para los casos en que la notificación edictal de la sentencia haya
sido precedida de un emplazamiento realizado en forma legal ( TS 11-10-99 , EDJ 33807 ; 31-1-00 , EDJ 1623 ; 19-12-00, EDJ 55705 ); en otro caso, lo
procedente es el incidente de nulidad de actuaciones o si existió maquinación fraudulenta, la interposición del recurso de revisión (nº 7900 ).

F. Sustanciación, vista y decisión de los asuntos 
1930
Con carácter general, la normativa sobre la sustanciación, vista y decisión de los asuntos se encuentra contenida de manera plena y completa en la LEC,
resultando su ordenación aplicable al proceso social, conciliando sus disposiciones con las establecidas ocasionalmente por la LRJS, allí donde la norma
social entra a reglamentar alguna materia coincidente o, en su caso, neutralizando sus mandatos en el supuesto de que resulten inconciliables.
1. Despacho ordinario 

1932
Dación de cuenta 
(LEC art.178;  LOPJ art.455 ­redacc LO 7/2015­;  LRJS art.46.2 y 48.2)
Se prevé la dación de cuenta del letrado de la Administración de Justicia sobre las siguientes actuaciones: la presentación de escritos y documentos;
de las actas autorizadas fuera de la presencia judicial; del transcurso de los plazos procesales y del consiguiente estado de los autos cuando a su
vencimiento deba dictarse la oportuna resolución por el juez o magistrado, así como de las resoluciones que hubieran dictado que no fueran de mera
tramitación.
Los funcionarios del cuerpo de gestión procesal y administrativa dan a su vez cuenta al letrado de la Administración de Justicia de la tramitación de los
procedimientos, en particular cuando ésta exija una interpretación de ley o normas procesales, sin perjuicio de informar al titular del órgano judicial cuando
fueran requeridos para ello.
En el proceso laboral, solamente se recoge la dación del letrado de la Administración de Justicia en relación a escritos y documentos y para los
supuestos, en caso de la entrega material de las actuaciones, de no devolución de los autos en los plazos previstos (nº 1848 ).
1934
Impulso procesal 
(LRJS art.83;  LOPJ art.237 y 456 ­redacc LO 7/2015­)
El letrado de la Administración de Justicia, salvo que la ley disponga otra cosa, es el órgano encargado de dar de oficio al proceso el curso que
corresponda, dictando al efecto las resoluciones necesarias.
1936
Magistrado ponente 
(LEC art.180 y 181;  LOPJ art.205)
La LEC disciplina la figura, forma y momento de su designación y notificación a las partes, y las funciones del magistrado ponente en los tribunales
colegiados, resultando aplicables supletoriamente en el proceso laboral en defecto de regulación en la LRJS. Al efecto, en los tribunales colegiados, el
letrado de la Administración de Justicia determina, para cada asunto, el magistrado ponente, según el turno establecido para la sala o sección al principio
de cada año judicial exclusivamente sobre la base de criterios objetivos. La designación se hace en la primera resolución que el letrado de la
Administración de Justicia dicte en el proceso y se notifica a las partes el nombre del magistrado ponente y, en su caso, del que con arreglo al turno ya
establecido le sustituya, con expresión de las causas que motiven la sustitución.
2. Vistas 
(LEC art.182 a 193)

1940
La ordenación de las vistas contenida en la LEC rige, en principio, también en el proceso social, aunque con determinadas adaptaciones para el proceso
de instancia.
De esta forma, resultan aplicables al proceso laboral las normas siguientes:
- señalamiento de vistas;
- solicitud de nuevo señalamiento de vista por determinadas causas con el objeto de evitar la suspensión de la vista el día señalado para la misma;
- tiempo para la celebración de las vistas;
- actos iniciales de las vistas, objeto y desarrollo de la misma, con las salvedades respecto al acto del juicio que resultan de la LRJS art.85 y 86, 105 y
114.3 ;
- la norma sobre dirección de los debates ( LEC art.186 );
- así como la relativa a la documentación de las vistas ( LEC art.187 ).
1941
Documentación de las vistas 
(LEC art.147 ­redacc L 42/2015­ y 187)
El desarrollo de la vista se debe registrar en soporte apto para la grabación y reproducción del sonido y de la imagen o, si no es posible, sólo del sonido.
La grabación se debe efectuar siempre bajo la fe del letrado de la Administración de Justicia, a quien corresponde la custodia de las cintas, discos o
dispositivos en los que la grabación se haya efectuado.
Siempre que se cuente con los medios tecnológicos necesarios, el letrado de la Administración de Justicia debe garantizar la autenticidad e integridad
de lo grabado o reproducido mediante la utilización de la firma electrónica reconocida u otro sistema de seguridad que, conforme a la Ley, ofrezca tales
garantías. En este caso, la celebración del acto no requiere la presencia en la sala del letrado de la Administración de Justicia, salvo que lo hubieran
solicitado las partes (al menos 2 días antes de la celebración de la vista) o que excepcionalmente lo considere necesario el letrado de la Administración de
Justicia, atendiendo a la complejidad del asunto, al número y naturaleza de las pruebas a practicar, al número de intervinientes, a la posibilidad de que se
produzcan incidencias que no pudieran registrarse, o a la concurrencia de otras circunstancias igualmente excepcionales que lo justifiquen. En estos
casos, el letrado de la Administración de Justicia extenderá acta sucinta.
Las partes pueden, en todo caso, solicitar a su costa una copia de los soportes en que haya quedado grabada la vista.
Si estos medios de registro no pueden utilizarse por cualquier causa, la vista se ha de documentar por medio de acta realizada por el letrado de la
Administración de Justicia.
1942
Suspensión de las vistas 
(LRJS art.83;  LEC art.183, 188 y 189.2)
Se han de tener en cuenta las normas de la LEC sobre suspensión de las vistas, cuya ordenación se ha de coordinar con la LRJS que prevé la
suspensión de los actos de conciliación y juicio, a petición de ambas partes o por motivos justificados, acreditados ante el letrado de la Administración
de Justicia. De entender alguna de las partes injustificada la suspensión solicitada, su decreto es susceptible de reposición, pero no de revisión ante el
juez o tribunal.
Dada la falta de enumeración de las causas, éstas son de libre apreciación por el letrado de la Administración de Justicia, debiendo tenerse en cuenta que
la LEC contiene una regulación al respecto.
Con respecto al nuevo señalamiento en caso de suspensión, en el proceso social se contiene una norma específica que fija un plazo de 10 días
siguientes a la fecha de suspensión. En el supuesto de circunstancias graves, probadas de forma adecuada, puede incluso acordarse una segunda
suspensión ( TS 14-3-01, EDJ 2954 ), que neutraliza en virtud del principio de celeridad procesal que rige este orden jurisdiccional el mandato de la LEC
sobre señalamiento de las vistas suspendidas, que simplemente se remite al día más inmediato posible, sin alterar el orden de los que ya estuvieran
hechos.
Además, para el caso de coincidencia de señalamientos para distintos procesos con los mismos abogados o graduados sociales. Así, en caso de
coincidencia de señalamientos, de no ser posible la sustitución dentro de la misma representación o defensa, se procura, ante todo, acomodar el
señalamiento dentro de la misma fecha. En su defecto se habilita un nuevo señalamiento. En todo caso, se exige adoptar las medidas necesarias para
evitar nuevas coincidencias, así como, por parte del solicitante, la previa comunicación a los demás profesionales siempre que consten sus datos en el
procedimiento.

Precisiones

1) Son causas de suspensión de las vistas, según a norma procesal civil ( LEC art.188 ):
a. Por impedirla la continuación de otra pendiente del día anterior.
b. Por faltar el número de magistrados necesario para dictar resolución o por indisposición sobrevenida del juez o
del letrado de la Administración de Justicia, si no pudiere ser sustituido.
c. Por solicitarlo de acuerdo las partes, alegando justa causa a juicio del letrado de la Administración de Justicia.
d. Por imposibilidad absoluta de cualquiera de las partes citadas para ser interrogadas en el juicio o vista, siempre
que tal imposibilidad, justificada suficientemente a juicio del letrado de la Administración de Justicia, se hubiese
producido cuando ya no fuera posible solicitar nuevo señalamiento.
e. Por muerte, enfermedad o imposibilidad absoluta o baja por maternidad o paternidad del abogado de la parte que
pidiere la suspensión, justificadas suficientemente, a juicio del letrado de la Administración de Justicia, siempre que
tales hechos se hubiesen producido cuando ya no fuera posible solicitar nuevo señalamiento.
f. Por tener el abogado defensor dos señalamientos de vista para el mismo día en distintos tribunales, resultando
imposible, por el horario fijado, su asistencia a ambos, siempre que acredite suficientemente que intentó, sin
resultado, un nuevo señalamiento que evitara la coincidencia.
g. Por haberse acordado la suspensión del curso de las actuaciones o resultar procedente tal suspensión de
acuerdo con lo dispuesto en la Ley.
2) Se dejan al margen los supuestos de suspensión forzosa, en los que el letrado de la Administración de Justicia
está obligado a la suspensión; piénsese en la falta de citación a los actos de conciliación y juicio. La existencia de
una justa causa de suspensión requiere la alegación de la misma y la estimación por el letrado de la
Administración de Justicia, sin que pueda operar con efectos automáticos ( TCo 195/1999 ). El desconocimiento por
parte del órgano judicial de esta solicitud, celebrándose juicio inaudita parte, puede llevar a su nulidad ( TCo
237/1998 ).
1944
Recusación e interrupción de las vistas 
(LRJS art.15;  LEC art.190, 192 bis y 193;  LOPJ art.218 y 219)
Respecto a los cambios en el personal juzgador, después del señalamiento de vistas y su posible recusación, resultan aplicables las normas de la LEC
con relación al procedimiento, con las particularidades dispuestas en el proceso social con respecto al momento en que se ha de formular la recusación.
En concreto, se dispone que en la instancia se ha de proponer con anterioridad a los actos de conciliación y juicio y en los recursos antes del día
señalado para la votación y fallo o, en su caso, la vista. En relación a la recusación de los letrados de la Administración de Justicia y de los demás
cuerpos de funcionarios de la Administración de Justicia, la LRJS se remite a lo dispuesto para cada uno de ellos en la LEC.
Con respecto a las causas de abstención y, en su caso, de recusación ha de estarse a lo dispuesto en la LOPJ.
Por otra parte, las reglas sobre interrupción de las vistas tienen que adaptarse en su aplicación en el ámbito laboral al principio de unidad de acto,
que preside la regulación del juicio en la instancia en la LRJS, derivado del principio general de concentración.
3. Fallo y votación de asuntos 
(LRJS art.98;  LEC art.194 a 205 y 208.3;  LOPJ art.256 a 258)

1948
La regla general relativa al fallo y votación de los asuntos aplicable, tanto a los órganos unipersonales como colegiados, es que deben fallarse después
de una vista o juicio. La redacción y votación se realizan, respectivamente por el juez o por los magistrados que hayan asistido a la vista o juicio,
aunque después de ésta hubieran dejado de ejercer sus funciones en el tribunal que conozca del asunto, con el fin de garantizar la inmediación en
sentido estricto. A este respecto, resultan de aplicación al proceso social las normas de la Ley procesal común sobre los jueces y magistrados a los que
corresponde fallar los asuntos, con las excepciones previstas legalmente; las reglas sobre formación del fallo en los tribunales colegiados que
reglamentan las normas sobre información de los magistrados sobre el contenido de los autos, el momento y la forma de deliberación y votación de las
resoluciones, incidencias que se pueden producir en la etapa decisoria, redacción de las resoluciones y votos particulares, así como las reglas sobre firma
de resoluciones judiciales. Si el impedimento afecta a un magistrado de un órgano colegiado después del acto del juicio, ha de estarse a las normas de la
LOPJ, sin que sean de aplicación las normas de la LEC.
Las únicas previsiones del proceso social sobre el régimen jurídico común previsto por la LEC se refieren al procedimiento a seguir en los tribunales
unipersonales, cuando el juez que hubiese asistido a la vista se imposibilitase después de la misma, y no pudiese dictar resolución, en cuyo caso, en el
proceso laboral de instancia se dispone simplemente que debe celebrarse éste nuevamente, siendo más completa la ordenación prevista en la LEC que
resulta extensible al proceso de trabajo ( LEC art.200 ) (Palomo Balda).

G. Resoluciones procesales 
1. Resoluciones dictadas por el Juez o Tribunal 
(LRJS art.49, 50, 51 y 52)

1952
La resolución es la declaración imperativa de voluntad por la que se proclama el efecto jurídico que la Ley hace depender de cada supuesto de hecho,
pudiendo ser interlocutoria cuando atiende a la ordenación formal o material del proceso, dándole el curso predeterminado por la Ley, o de fondo, cuando
resuelve sobre la pretensión objeto del litigio en la instancia o en alguno de los recursos (Montero Aroca).
Los juzgados y tribunales de lo social adoptan sus decisiones por medio de providencias, autos y sentencias y resoluciones verbales en los casos y con
las formalidades legalmente previstas. Con carácter general, su régimen jurídico está dispuesto principalmente en la LEC, así como en la LOPJ, salvo la
normativa específica que en cada caso se encuentra contenida en la propia LRJS.
Respecto a su contenido se establece que toda resolución debe incluir la mención del lugar y fecha en que se adopte, el nombre de quien la dicte, la
expresión de si la misma es o no firme y, en su caso, los recursos que procedan, el órgano ante el que deben interponerse y el plazo y requisitos para
ello, así como los depósitos y las consignaciones que sean necesarios y la forma de efectuarlos.
1954
Providencias 
(LRJS art.49;  LOPJ art.245.1.a y248.1;  LEC art.206.1.1ª y 208.1)
La decisión debe adoptar la forma de providencia cuando la resolución se refiera a cuestiones procesales que requieran una decisión judicial, por así
decirlo la Ley, siempre que en tales casos no se exija expresamente la forma de auto. Son las resoluciones que tienen por objeto la ordenación material
del proceso, más allá de la mera aplicación de normas de impulso procesal, articuladas a través de las diligencias de ordenación.
Con respecto al contenido, además del establecido para toda resolución procesal (nº 1952 ), por lo común, las providencias se limitan a la determinación
de lo mandado (lo que por ellas se mande), haciendo constar el tribunal que las dicte, con expresión del juez o magistrado que lo integren y su firma;
cuando el tribunal sea colegiado basta la firma del magistrado ponente. Por lo general, las providencias no contienen una fundamentación, solamente se
incluye una sucinta motivación cuando así lo disponga la ley o quien haya de dictarlas lo estime conveniente. De este modo, se rechaza el recurso que
basa su impugnación en la falta de motivación de la providencia recurrida, al no tener que ser necesariamente motivadas ( TS auto 5-11-01 , EDJ
103044 ).
1956
Autos 
(LRJS art.49 y 51;  LOPJ art.245.1.b;  LEC art.206.1.2ª)
Corresponde la forma de auto para las resoluciones judiciales cuando:
1. Se decidan recursos contra providencias del propio juez o tribunal o decretos del secretario.
2. Se resuelva sobre la admisión o inadmisión de demandas, reconvención y acumulación de acciones.
3. Se resuelva sobre presupuestos procesales y admisión o inadmisión de pruebas.
4. Aprobación judicial de transacciones, acuerdos de mediación y convenios.
5. Se ordenen anotaciones e inscripciones registrales y medidas cautelares.
6. Nulidad o validez de actuaciones judiciales.
7. Se resuelvan cuestiones incidentales.
8. Resolución de tercerías de dominio (las de mejor derecho se deciden por sentencia).
9. Resoluciones que pongan fin a las actuaciones de una instancia o recurso antes de que concluya su tramitación ordinaria (desistimiento, caducidad,
sobreseimiento, etc.), salvo que la Ley disponga que deban finalizar por decreto.
Dicha norma se debe adecuar al principio de oralidad que distingue al proceso social que provoca que algunos de los supuestos mencionados no
revistan la forma de auto escrito, sino la de resolución verbal a declarar en el acto del juicio oral, documentándose en el acta correspondiente. A este
respecto, se decide por medio de una resolución verbal que el juez resuelve en el momento, sin dilatar el proceso a su declaración formal escrita: la
admisión o inadmisión de excepciones, de la reconvención, la denegación del recibimiento a prueba o de cualquier diligencia de prueba y la resolución de
incidentes (Montero Aroca). En este último supuesto, la LRJS legitima expresamente que en las hipótesis en que se autoriza las sentencias in voce, el
juez puede dictar verbalmente autos al término de la comparecencia celebrada en cualquier incidente suscitado durante el proceso.
No obstante, la propia LRJS establece algunos supuestos en que debe dictarse auto oralmente, aunque el proceso tenga acceso al recurso de
suplicación. Así, en las medidas cautelares previstas en los procesos de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas, el órgano judicial
resuelve al término de la audiencia sobre las medidas cautelares solicitadas mediante auto de viva voz, adoptando, en su caso, las medidas oportunas
para reparar la situación ( LRJS art.180.6 ).
En definitiva, la LRJS parece que sólo permite dictar autos completos oralmente en aquellos procesos en que no proceda recurso de suplicación, salvo
que la ley lo disponga expresamente en procesos en que sí proceda el mentado recurso. Nada impide que se pueda pronunciar sólo la parte dispositiva
del auto en cualquier tipo de proceso, cualquiera que sea la materia o cuantía.
1957
Contenido y forma 
(LRJS art.49;  LOPJ art.248.2;  LEC art.208.2 y 3)
Con respecto a su contenido, además del establecido para toda resolución procesal (nº 1952 ), en función de las materias objeto de tratamiento, los
autos deben ser siempre motivados, revistiendo su adecuada exigencia carácter constitucional. La resolución jurídica debe establecer de forma
meridianamente clara cuáles son los criterios fácticos y jurídicos que han cimentado la decisión, posibilitando, así, que los justiciables conozcan los
criterios judiciales determinantes de la decisión, que puedan facilitar una adecuada defensa ( TS 27-9-01, EDJ 70740 ).
Correlativamente a su necesaria motivación, y con relación a la forma que han de revestir, dichas resoluciones contienen, en párrafos separados y
numerados, los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho en los que se base la subsiguiente parte dispositiva o fallo, unificando a estos
efectos la estructura formal de los autos y la sentencia.
1959
Sentencias 
(LRJS art.97, 98, 99 y 100;  LOPJ art.245.1;  LEC art.206.1.3ª, 208 y 209)
Toda sentencia es una manifestación de la voluntad del juez como poder del Estado en la aplicación del derecho para resolver un conflicto. Las
sentencias son las resoluciones judiciales que deciden definitivamente el pleito o la causa en cualquier instancia o recurso, o cuando, según las leyes
procesales, deban revestir esta forma.
El estudio en conjunto sobre la sentencia puede verse en nº 3180 s.
1961
Resoluciones orales 
(LRJS art.49.3 y 50;  LEC art.209 y 218.1;  LOPJ art.247)
Cabe que los juzgados y tribunales de lo social dicten resoluciones orales durante la celebración del juicio u otros actos a presencia judicial,
requiriéndose, únicamente, que se reseñen en el acta incluyendo la fundamentación que proceda. En el proceso laboral, la concentración y oralidad que
distinguen fundamentalmente al juicio de instancia conduce a que dichas resoluciones orales sean más frecuentes que en el ámbito de otros procesos,
permitiendo, incluso, en determinados supuestos:
1. La sentencia in voce, si bien, no puede pronunciarse sentencia de viva voz cuando por razón de la materia o de la cuantía proceda recurso de
suplicación.
En el momento de terminar el juicio el juez puede pronunciar sentencia de viva voz, la cual debe cumplir los requisitos y contenido establecidos (nº 3180 ),
en este caso, las partes pueden solicitar que se les entregue un documento que contenga la transcripción por escrito de la sentencia. En la práctica no
suelen dictarse sentencia in voce, salvo que exista conformidad o allanamiento total por parte de la demandada (nº 3197 ). Esta aprobación mediante
sentencia de viva voz del allanamiento total puede efectuarse, cualquiera que sea la materia o la cuantía, pero si procede recurso de suplicación, las
partes deben manifestar su decisión de no recurrir.
En los casos de las sentencias dictadas de viva voz, las partes quedan notificadas de las sentencias dictadas oralmente. Si alguna de las partes no ha
comparecido ha de ser notificada.
Si, conocida la sentencia o el fallo anticipado, las partes expresaran su decisión de no recurrir, el juez en el mismo acto declara la firmeza de la
sentencia.
2. Enunciando oralmente el fallo y reservando forma escrita para el resto. También se consigna en el acta de juicio, procediéndose posteriormente a su
redacción, en plazo y forma establecidos.
El juez también puede dictar verbalmente autos en los mismos supuestos y condiciones señalados al término de la comparecencia celebrada en
cualquier incidente durante el proceso.

Precisiones

No obstante, la duda que suscita su escueta referencia en las normas procesales sociales se refiere a su eventual
autonomía con respecto a las providencias o autos, configurando una modalidad distinta o diferenciada de
resolución judicial o, por el contrario, entendiéndose que las resoluciones orales no son más que una forma de
exteriorización distinta del régimen común que configura a las providencias o autos como resoluciones escritas.
En apoyo de la primera tesis, se invoca su regulación en apartado distinto al del resto de resoluciones judiciales, su
contenido diferenciado, y su precedente denominación normativa que las calificaba como acuerdos -LPL 1980-, así
como su específica impugnación limitada a la protesta (Montero Aroca). Por el contrario, a favor de la segunda
opción interpretativa, se ha declarado que, en atención a su función y en ocasiones contenido decisorio ( LRJS
art.50 ), parece más ajustado a Derecho considerar que las resoluciones judiciales pueden adoptar la forma de
providencia, auto o sentencia, pudiendo exteriorizarse, simplemente, de forma escrita o verbal. En consecuencia,
las resoluciones se adoptan de forma verbal en aras de la celeridad, concentración, inmediación y oralidad del
proceso laboral, sin que ello signifique que nos hallemos ante una resolución judicial nueva o diferenciada
(González del Rey). En apoyo de esta última interpretación, el TCo ha declarado que cabe contra las resoluciones
recurso según su contenido decisorio, aunque su expresión haya sido oral ( TCo 218/1993 ).
2. Resoluciones dictadas por el letrado de la Administración de Justicia 

1964
Las decisiones de los letrados de la Administración de Justicia pueden revestir la forma de diligencia y decreto. A su vez, las diligencias pueden ser de
ordenación, de constancia, comunicación o ejecución.
1966
Diligencias 
(LOPJ art.456.2 ­redacc LO 7/2015­;  LRJS art.49.2;  LEC art.206.2.1ª y 3ª y 208.3)
Con carácter general, el letrado de la Administración de Justicia dicta las resoluciones necesarias para la tramitación del proceso, salvo aquellas que las
leyes procesales reserven a jueces o tribunales. Dichas resoluciones se denominan diligencias y pueden cumplir distintas funciones, de ordenación, de
constancia, de comunicación o de ejecución.
Las diligencias de ordenación son las resoluciones que tienen por objeto únicamente dar a los autos el curso ordenado en la Ley, así como impulsar
formalmente el procedimiento en sus distintos trámites. En síntesis, dichas diligencias son las resoluciones de impulso procesal que corresponde dictar
al letrado de la Administración de Justicia.
Las diligencias de constancia, comunicación o ejecución, tienen por finalidad reflejar en los autos hechos o actos de trascendencia procesal,
careciendo en la LEC de específica previsión.
La regla general para determinar cuándo procede dictar una resolución judicial -en especial, una providencia- o una diligencia de ordenación consiste en
que mientras ésta se limita a la ordenación formal y material del proceso, aquélla debe dictarse necesariamente para resolver toda cuestión procesal
que requiera una decisión judicial por así establecerlo la ley, siempre que en tales casos no se exija expresamente la forma de auto. Por tanto, la
diligencia es una resolución que se limita a la aplicación automática de la Ley procesal, sin que suponga una actividad de valoración por parte del letrado
de la Administración de Justicia, a diferencia de las resoluciones judiciales.
Con respecto a su contenido, dichas resoluciones deber adoptar la forma escrita, limitándose a la expresión de lo que se disponga, sin más fundamento,
salvo que la ley exija una sucinta motivación. No obstante, y aun en defecto de previsión legal al respecto, las citadas resoluciones pueden ser
sucintamente motivadas cuando se estime conveniente en atención a las circunstancias del caso concreto, con el nombre del letrado de la Administración
de Justicia que la dicte, con extensión de su firma. Dichas diligencias deben cumplir, además, las exigencias comunes a todas las resoluciones procesales
(nº 1952 ).
1968
Decretos 
(LEC art.206.2.2ª y 208)
Los decretos son aquellas resoluciones a través de las cuales el letrado de la Administración de Justicia admite a trámite la demanda, pone término a
un procedimiento del que tiene atribuida exclusiva competencia, y adopta las demás decisiones que requieran o aconsejen motivación para su
pronunciamiento, cualquiera que sea la clase de procedimiento en que se dicten. Asimismo cuando se decidan recursos contra diligencias de ordenación
o decretos del propio letrado de la Administración de Justicia ( LEC art.453.2 ).
Por otra parte, y aunque en la LEC no se contempla esta distinción, hay que diferenciar entre decretos definitivos y no definitivos; los primeros son los
que ponen fin al procedimiento o impiden su continuación, y los no definitivos, los restantes; la distinción es relevante a efectos de recursos, pues los
primeros son susceptibles de recurso directo de revisión, mientras que contra los segundos sólo cabe recurso de reposición ante el propio letrado de la
Administración de Justicia, salvo en los casos en que expresamente se prevea lo contrario (Palomo Balda).
Respecto a su forma, y al margen de las exigencias comunes a todas las resoluciones procesales (nº 1952 ), han de ser siempre motivados y deben
contener, en párrafos separados y numerados, los antecedentes de hecho y los fundamentos de derecho, así como una parte dispositiva o fallo.
Atendiendo al sistema clasificatorio de las resoluciones dictadas por el letrado de la Administración de Justicia, surge el problema de delimitar en qué
supuestos la resolución del letrado de la Administración de Justicia ha de revestir la forma de diligencia de ordenación de aquellos otros en los que debe
adoptar la de decreto:
1. Regla principal: ordena atender, de manera prioritaria, a lo marcado en el texto de la Ley.
2. Reglas subsidiarias: para el caso de no existir previsión legal específica sobre la forma que debe revestir la resolución del letrado de la Administración
de Justicia, se establece que se deben observar una serie de reglas subsidiarias tanto respecto de la principal como entre sí, a saber:
a) La decisión de admisión a trámite de la demanda, así como la de poner fin a un procedimiento del que tenga atribuida exclusiva competencia deben
revestir necesariamente la forma de decreto.
b) Fuera de esos casos, se utiliza la fórmula del decreto cuando la decisión a adoptar exija o haga aconsejable razonar lo resuelto, cualquiera que sea la
clase de procedimiento en que se dicten.
1969
Acuerdos 
(LOPJ art.456.5 redacc LO 7/2015)
Son resoluciones que tienen de carácter gubernativo y contra las que no cabe recurso a diferencia de lo que sucede con las resoluciones mencionadas
anteriormente.
1970
Recursos contra las resoluciones de los letrados de la Administración de Justicia 
(LRJS art.186 a 188;  LEC art.448.1)
El sistema de recursos contra las resoluciones del letrado de la Administración de Justicia se estructura sobre la base de dos tipos diferentes de recursos
en función de la naturaleza y alcance de la resolución recurrida: el recurso de reposición ante el propio letrado de la Administración de Justicia que la
dictó (ver nº 6751 ) y el recurso de revisión, cuya resolución corresponde al titular del órgano judicial (ver nº 6755 s. ).

Precisiones

Todas las decisiones de los letrados de la Administración de Justicia han de ser susceptibles de revisión judicial,
pues atenta contra la tutela judicial efectiva y la reserva de jurisdicción a los jueces y tribunales que integran el
poder judicial que existan resoluciones de los letrados de la Administración de Justicia que estén excluidas de
recurso judicial aunque se refieran a los derechos e intereses legítimos de las partes. El recurso judicial procedente
frente al decreto del letrado de la Administración de Justicia resolutivo de la reposición contra sus propias
diligencias de ordenación ha de ser el directo de revisión ( TCo 58/2016 ).
H. Auxilio judicial 
(Const art.118;  LOPJ art.17.1;  LRJS art.62;  LEC art.129.2, 149.5º y 6º, 167 ­redacc L 42/2015­, 168, 169, 170, 171, 172 ­redacc L 42/2015­, 173, 174, 175 ­redacc L 42/2015­,
176 y 177;  Rgto CGPJ 1/2005 art.64 a 85;  SG Administración de Justicia Resol 15­12­15)
1975
Derivado del texto constitucional se enuncia el deber general de colaborar con los órganos jurisdiccionales, resultando obligado cumplir las sentencias y
demás resoluciones firmes de jueces y tribunales, al igual que prestar la colaboración que éstos requieran en el curso del proceso y en la ejecución de lo
resuelto.
Los instrumentos jurídicos previstos para requerir dicha colaboración o auxilio judicial son los mandamientos y oficios. Adopta la forma de mandamiento
cuando tenga que ordenar el libramiento de certificaciones o testimonios y la práctica de cualquier actuación cuya ejecución corresponda a los
registradores de la propiedad, mercantiles, de buques, de ventas a plazos de bienes muebles, notarios, corredores colegiados de comercio o agentes de
juzgado o tribunal y la de oficios cuando los actos de comunicación tengan por destinatario una autoridad no judicial y funcionario distinto de los
mencionados para los mandamientos.
Tanto los oficios como los mandamientos se remiten:
1. Directamente, por el letrado de la Administración de Justicia, a la autoridad o funcionario a quien vayan dirigidos, debiendo utilizarse los sistemas
telemáticos o electrónicos existentes en la Administración de Justicia de forma obligatoria (nº 1903 s. ).
2. Si lo solicitan, pueden ser diligenciados personalmente por las partes.
En ambos casos, los gastos que genere el oficio o el mandamiento son de cargo de la parte a cuya instancia se libraron.
Se puede distinguir entre el auxilio interno y el auxilio externo o internacional, con un régimen jurídico distinto, de naturaleza y fundamento
diferenciado.
1977
Auxilio interno 
(LEC art.165, 169, 170, 171, 172 ­redacc L 42/2015­, 173, 174, 175 ­redacc L 42/2015­ y 176;  LOPJ art.273, 274 y 275)
Con carácter general, los tribunales están obligados a prestarse auxilio en las actuaciones que, habiendo sido ordenadas por uno, requieran la
colaboración de otro para su práctica. En concreto, procede solicitar el auxilio judicial para las actuaciones que hayan de efectuarse fuera de la
circunscripción del tribunal que conozca del asunto, incluidos los actos de reconocimiento judicial, cuando el tribunal no considere posible o conveniente
hacer uso de la facultad de desplazarse fuera de su circunscripción para practicarlas; cuando dichas actuaciones deban practicarse fuera del término
municipal en que tenga su sede el tribunal, pero dentro del partido judicial o circunscripción correspondiente; o cuando la práctica de la diligencia fuere de
la específica competencia de otro juzgado o tribunal.
No se acude al auxilio judicial para la práctica de diligencias que deban llevarse a efecto en la misma población en que tenga su sede el órgano que les
hubiere ordenado, salvo que así se lo autorice expresamente la ley.
Con respecto a la posibilidad del auxilio para la práctica de las pruebas orales, la regla general es la que preceptúa que se realizan en la sede del
juzgado o tribunal que esté conociendo del asunto de que se trate, aunque el domicilio del sujeto se encuentre fuera de la circunscripción judicial
correspondiente, con el fin de garantizar el principio de inmediación judicial. Sólo en circunstancias excepcionales se puede solicitar el auxilio judicial para
la práctica del interrogatorio de las partes, la declaración de testigos o la ratificación de peritos, cuando por razón de la distancia, dificultad de
desplazamiento, circunstancias personales o por cualquier otra causa de análogas características resulte imposible o muy gravosa la comparecencia de
las personas citadas en la sede del juzgado o tribunal. Dicha norma de la LEC resulta aplicable en el proceso social pero, sin duda, debe merecer una
lectura restrictiva.
1979
El instrumento que se utiliza para requerir el auxilio judicial recibe el nombre de exhorto, cuya expedición y autorización corresponde al letrado de la
Administración de Justicia ( LRJS art.62 ), que lo remite directamente, al órgano exhortado por medio del sistema informático judicial o cualquier otro
medio telemático o electrónico, salvo los supuestos en los que deba realizarse en soporte papel por ir el acto acompañado de elementos que no sean
susceptibles de conversión en formato electrónico. En todo caso, el sistema utilizado debe garantizar la constancia de la remisión y recepción del exhorto.
Sin perjuicio de lo anterior, si la parte a la que interese el cumplimiento del exhorto así lo solicita, se le entrega éste bajo su responsabilidad, para que lo
presente en el órgano exhortado dentro de los 5 días siguientes. En este caso, el exhorto debe expresar la persona que queda encargada de su gestión,
que sólo puede ser el propio litigante o procurador que se designe. La LEC establece un régimen jurídico detallado que fija su contenido; la remisión del
exhorto; su cumplimiento por el órgano exhortado; la intervención de las partes en las actuaciones que se practiquen para el cumplimiento del exhorto y
su devolución; normas todas ellas que resultan extensibles al proceso laboral.
1981
Auxilio externo o internacional 
(LOPJ art.276 ­redacc LO 7/2015­, 277 ­redacc LO 7/2015­ y 278 ­redacc LO 7/2015­;  LEC art.177;  Rgto CGPJ 1/2005 art.74 a 85)
Su disciplina se refiere tanto cuando sean los juzgados o tribunales españoles quienes soliciten la cooperación jurisdiccional de los órganos de otros
Estados, como cuando éstos sean requeridos para dar cumplimiento a la solicitud de auxilio judicial proveniente del extranjero. Los despachos para la
práctica de actuaciones judiciales en el extranjero se cursan conforme a lo establecido en las normas comunitarias que resulten de aplicación, en los
Tratados y Convenios Internacionales en los que España sea parte, las normas de la Unión Europea y las leyes españolas que resulten de aplicación.
En el primer caso, la solicitud de cooperación internacional, con carácter general, son elevadas por conducto del Presidente del Tribunal Supremo, del
Tribunal Superior de Justicia o de la Audiencia al Ministerio de Justicia, el cual las hace llegar a las autoridades competentes del Estado requerido, bien
por la vía consular o diplomática o bien directamente, si así lo prevén los tratados internacionales. Solamente la solicitud es remitida directamente a la
autoridad designada por el Estado en la que debe ejecutarse, cuando así lo disponga la norma de la Unión Europea, el Tratado o Convenio Internacional
u otra disposición de Derecho español que resulte de aplicación. Para conocer los supuestos en que sea aplicable la remisión directa y los datos de la
autoridad designada por cada Estado, los órganos judiciales españoles pueden dirigirse a los puntos de contacto o miembros de las Redes Judiciales del
ámbito de la Unión Europea, de la Red Judicial Española de Cooperación Internacional o de otras redes judiciales internacionales que puedan
establecerse.
En el segundo caso, cuando la solicitud de auxilio judicial sea recibida por la autoridad judicial española designada como competente para su
recepción, dicha autoridad debe remitir sin dilación acuse de recibo a la autoridad extranjera requirente en el que se indique el órgano judicial encargado
de ejecutar la solicitud, su dirección postal, teléfono, fax y otros datos de identificación. Una vez cumplimentada la solicitud de auxilio por el órgano judicial
español correspondiente, éste procede a su devolución por la misma vía por la que fue recibida, salvo que el convenio internacional u otra norma
aplicable disponga otra cosa.

Precisiones

1) Dicha modalidad no está realmente mencionada en la LRJS. Su regulación se somete a lo previsto en la LOPJ,
en la LEC, en las normas de la Unión Europea que resulten aplicables -Reglamentos CE/1393/2007 ;
CE/1206/2001 y CE/743/2002 - y en los Tratados y Convenios Internacionales de los que España sea parte, así
como en el Reglamento CGPJ 1/2005 de los aspectos accesorios de las actuaciones judiciales.
2) Es de sumo interés en esta materia, siempre compleja, de la cooperación judicial internacional, conocer el
Prontuario de Asistencia Judicial Internacional que, como dice la propia página del Consejo
(http://www.poderjudicial.es), es un documento en formato papel y en formato web (objeto de constante
actualización), que ofrece a jueces, fiscales, letrados de la Administración de Justicia y otras profesiones jurídicas
un instrumento o guía de uso sencillo y ágil, para dar respuesta a las cuestiones que se pueden generar ante la
existencia de elementos internacionales en un proceso cualquiera que sea su índole (civil, penal, laboral o
contencioso-administrativo). Esta problemática cabe que se dé tanto desde la perspectiva activa (emisión de una
solicitud en el ámbito de un proceso tramitado por un órgano judicial español), como desde un punto de vista pasivo
(recepción de una solicitud procedente de un Estado extranjero). El acceso directo al prontuario puede hacerse
directamente en http://www.prontuario.org, donde pueden consultarse tanto los convenios bilaterales como
multilaterales ratificados por España, así como descargar los formularios necesarios.
I. Reconstrucción de autos 
(LEC art.232, 233, 234 y 235)
2000
La LRJS no contiene para el proceso laboral norma alguna sobre la reconstrucción de autos, resultando aplicable la disciplina prevista en la LEC en los
casos en que se hubiesen extraviado, destruido o mutilado, siendo competente para su tramitación el letrado de la Administración de Justicia.
El único extremo que requiere adaptación es el relativo al recurso que procede contra la resolución que resuelve el expediente de reconstrucción en el
supuesto en el que exista controversia entre las partes. La LEC establece que el tribunal resuelve mediante auto, contra cuya decisión puede interponerse
recurso de apelación, medio de impugnación inexistente en la jurisdicción social. En este ámbito, el recurso procedente es el recurso de suplicación (nº
6770 ), una vez agotado, el recurso de reposición (nº 6730 ), si el tribunal que ha procedido a la reconstrucción ha sido un juzgado de lo social; por el
contrario, si la reconstrucción se ha llevado a cabo por la sala de lo social de un Tribunal Superior de Justicia o de la Audiencia Nacional en la instancia o
la primera también en trámite de recurso, la competencia le corresponde a la Sala de lo Social del Tribunal Supremo y el recurso que procede contra la
resolución dictada es el de casación (nº 7100 ).

J. Régimen económico del proceso 
1. Beneficio de justicia gratuita 
(Const art.119;  L 1/1996 ­redacc L 42/2015­;  RD 996/2003;  LRJS art.20.4, 21.4 y 5 y 235;  LGSS art.76)

2008
Por asistencia jurídica gratuita debe entenderse todo un conjunto de prestaciones que se otorgan dentro del proceso, y con la finalidad de facilitar el
acceso efectivo a la jurisdicción, a quienes se establezca por carencia de recursos para litigar o por disposición legal.
Dirección General de Tributos: consulta vinculante sobre sujeción al IVA de los servicios de asistencia jurídica gratuita
(Actum 27/17, 04jul-10jul)
La DGT entiende que, desde el 1-1-2017, el servicio de justicia gratuita no está sujeto a IVA, pues su nueva regulación establece su carácter obligatorio
para los profesionales (abogados y procuradores), que además lo realizan a título gratuito, percibiendo una indemnización en compensación a su
actuación procesal.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La DGT cambia su criterio y, partiendo de la nueva regulación de la justicia gratuita ( L 1/1996 redacc L 2/2017 ) considera que tales servicios están
exentos de IVA. Conclusión que basa en que el servicio es obligatorio para los profesionales involucrados (abogados y procuradores) y en que su
prestación se realiza a título gratuito, recibiendo tales profesionales una indemnización en compensación por su actuación procesal.
Esta consulta vinculante supone un cambio de doctrina, pues con anterioridad a dicho modificación normativa, se había resuelto positivamente sobre la
sujeción al IVA de tales servicios ( DGT 25-1-17 ).
DGT CV 30­6­17

Desde el 1-1-2017 se atribuye carácter indemnizatorio a las compensaciones a los abogados del turno de oficio y no tributan IVA
(Actum 25/17, 20jun-26jun)
El legislador establece, con efectos de 1-1-2017 que las compensaciones obtenidas por los abogados del turno de oficio por la prestación de dicho
servicio obligatorio no tributen IVA. El legislador evita el término retribución empleado en la anterior normativa.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La reforma de la Ley de Justicia gratuita aunque entra en vigor el 23-6-2017 retrotrae sus efectos al 1-1-2017.
Esta normativa es una reacción al pronunciamiento del Tribunal de Justicia que consideró que la compensación de los servicios prestados por los
abogados del turno de oficio no estaban exentos de IVA ( TJUE 28-7-16, asunto C-534/14) . Sentencia que fue seguida por la Dirección General de
Tributos, también en relación con los procuradores, imponiendo un 21% de IVA sobre las compensaciones recibidas (DGT CV 25-1-17).
Con esta modificación, que atribuye a estas compensaciones un carácter indemnizatorio, se trata de evitar que tales cantidades queden sujetas a IVA tal
y como reclamaban tales colectivos de abogados y procuradores. La normativa marca como obligatoria la prestación del servicio de turno de oficio y
faculta a los colegios profesionales para organizar y garantizar el servicio, pudiendo dispensar a su colegiado de asumirlo cuando existan razones que lo
justifiquen.
L 1/1996 art.1, 22, 23, 25 30, 37, 40 redacc L 2/2017, BOE 22­6­17

a. Beneficiarios del derecho 
(L 1/1996 art.2 ­redacc L 42/2015­;  LGSS art.76)

2010
Desde un punto de vista subjetivo en el orden social, entre los beneficiarios de este derecho de asistencia jurídica gratuita hay que distinguir entre los que
tal derecho se supedita a un control que permita conocer si hay insuficiencia de recursos para litigar y los que se les reconoce ex lege.
Dirección General de Tributos: consulta vinculante sobre sujeción al IVA de los servicios de asistencia jurídica gratuita
(Actum 27/17, 04jul-10jul)
La DGT entiende que, desde el 1-1-2017, el servicio de justicia gratuita no está sujeto a IVA, pues su nueva regulación establece su carácter obligatorio
para los profesionales (abogados y procuradores), que además lo realizan a título gratuito, percibiendo una indemnización en compensación a su
actuación procesal.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La DGT cambia su criterio y, partiendo de la nueva regulación de la justicia gratuita ( L 1/1996 redacc L 2/2017 ) considera que tales servicios están
exentos de IVA. Conclusión que basa en que el servicio es obligatorio para los profesionales involucrados (abogados y procuradores) y en que su
prestación se realiza a título gratuito, recibiendo tales profesionales una indemnización en compensación por su actuación procesal.
Esta consulta vinculante supone un cambio de doctrina, pues con anterioridad a dicho modificación normativa, se había resuelto positivamente sobre la
sujeción al IVA de tales servicios ( DGT 25-1-17 ).
DGT CV 30­6­17

Desde el 1-1-2017 se atribuye carácter indemnizatorio a las compensaciones a los abogados del turno de oficio y no tributan IVA
(Actum 25/17, 20jun-26jun)
El legislador establece, con efectos de 1-1-2017 que las compensaciones obtenidas por los abogados del turno de oficio por la prestación de dicho
servicio obligatorio no tributen IVA. El legislador evita el término retribución empleado en la anterior normativa.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La reforma de la Ley de Justicia gratuita aunque entra en vigor el 23-6-2017 retrotrae sus efectos al 1-1-2017.
Esta normativa es una reacción al pronunciamiento del Tribunal de Justicia que consideró que la compensación de los servicios prestados por los
abogados del turno de oficio no estaban exentos de IVA ( TJUE 28-7-16, asunto C-534/14) . Sentencia que fue seguida por la Dirección General de
Tributos, también en relación con los procuradores, imponiendo un 21% de IVA sobre las compensaciones recibidas (DGT CV 25-1-17).
Con esta modificación, que atribuye a estas compensaciones un carácter indemnizatorio, se trata de evitar que tales cantidades queden sujetas a IVA tal
y como reclamaban tales colectivos de abogados y procuradores. La normativa marca como obligatoria la prestación del servicio de turno de oficio y
faculta a los colegios profesionales para organizar y garantizar el servicio, pudiendo dispensar a su colegiado de asumirlo cuando existan razones que lo
justifiquen.
L 1/1996 art.1, 22, 23, 25 30, 37, 40 redacc L 2/2017, BOE 22­6­17

2011
Beneficiarios de justicia gratuita ex lege 
En el orden social los siguientes sujetos son beneficiarios de este derecho sin tener que acreditar insuficiencia de recursos para litigar:
1. Los trabajadores. Se entiende como tal a quienes tengan el carácter de trabajadores por cuenta ajena, cuando acaecieron los hechos que
originaron la necesidad de su defensa jurídica ( TS 22-6-00 , EDJ 15384 ). Se amplía la noción a quienes acudan al proceso laboral bajo esta
calificación inicial, sea o no correcta a posteriori, pues el beneficio no lo disfruta quien real y actualmente tenga la condición de trabajador, sino
también aquel que la postule, o la haya perdido ( TS 4-12-13, EDJ 253212 ; TS auto 14-3-01, EDJ 34342 ). Se aplica también a los socios
trabajadores de CTA y de sociedades laborales. Aunque el trabajador no litigue frente a su empresa, sino frente al sindicato, se beneficia también
de la justicia gratuita ( TS 21-6-99, EDJ 26230 ). Los causahabientes de los trabajadores cuando les sucedan en la defensa de sus derechos,
disfrutan del reconocimiento del beneficio de justicia gratuita ( LEC art.16.1 ).
2. Los beneficiarios de la Seguridad Social. Dichos sujetos se refieren a los beneficiarios del régimen público, tanto del Régimen General
como de los regímenes especiales, excluyendo sólo a los beneficiarios de la protección complementaria. El beneficio se aplica tanto en el orden
social como para los litigios que se sustancien sobre esta materia en el orden contencioso-administrativo.
3. Los trabajadores en procedimientos concursales. El beneficio de justicia gratuita se extiende a los trabajadores cuando ejercitan acciones
para la efectividad de los derechos laborales en los procedimientos concursales.

Precisiones

Al respecto, se ha suscitado una doble interpretación sobre el alcance de dicho beneficio: si este beneficio se ha
de entender limitado sólo a los procesos o incidentes de naturaleza laboral previstos dentro del proceso concursal
(básicamente, LCon art.64 -redacc L 9/2015-, 195 a 197 ); o, por el contrario, se ha de optar por una interpretación
amplia, considerando que el legislador ha reconocido el beneficio a los trabajadores, cualquiera que sea la acción
que los mismos ejercitan en defensa de sus derechos, siempre que lo realicen en su calidad de trabajadores ( LCon
art.184.6 ). En apoyo de esta última interpretación se esgrime que el legislador trata de aplicar en el proceso
concursal el mismo beneficio que ya estaba reconocido sin limitaciones en el proceso laboral que atiende a la
condición personal del sujeto que le utiliza y de la finalidad última con la que se actúa y no tanto en función de la
naturaleza del proceso utilizado, facilitando así a lo beneficiarios el derecho a la tutela judicial efectiva (Moliner
Tamborero).
2012
4. También se reconoce dicha condición a los sindicatos, cuando ejerzan un interés colectivo en defensa de los trabajadores y beneficiarios de la
Seguridad Social, o, lo que es lo mismo, la organización sindical goza de dicho beneficio cuando el sindicato actúa en nombre de los trabajadores ( TS 20-
4-98 , EDJ 61146 ); por el contrario, el sujeto colectivo se encuentra excluido, cuando actúa ejerciendo acciones propias y privativas ( TS auto 11-7-95 ).
La condena en costas al sindicato recurrente, sin justificarla en la excepción de haber recurrido con temeridad, resulta indebida ( TS 16-5-07, EDJ
70558 ), pues cuando el sindicato actúa en función de la representación que la Constitución Española y la Ley le atribuyen en defensa de los intereses
generales de los trabajadores, asume el beneficio de justicia gratuita que ostentan los trabajadores como si ellos mismos ejercitaran la acción ( TS 24-1-
11, EDJ 14034 ).
5. Las entidades gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social, incluido el SEPE ( TS 9-2-09, EDJ 16979 ; 21-2-00, EDJ 2663 ). Estas
entidades tienen derecho en todo caso al beneficio, lo que se entiende como que incluye a todas las jurisdicciones y no sólo a la social (Alonso Olea;
Miñambres Puig y Alonso García), y sea cual sea la cuestión litigiosa. Por ello, el beneficio no sólo les alcanza cuando actúan como entidades gestoras,
sino también cuando son litigantes en su condición de empleadores de un trabajador con relación laboral, a salvo de lo que pueda suceder cuando se
aprecie que su actuación en el proceso ha revestido temeridad o mala fe ( TS 24-11-99 , EDJ 40342 ) (nº 2034 y nº 2038 ). Son entidades gestoras el
INSS, el INGESA ( TS 8-3-00 , EDJ 2275 y 17-5-00, EDJ 12176 ; TSJ Cataluña 14-1-09, EDJ 19539 ); el ISM ( TS 28-3-01 , EDJ 3129 ), el SERMAS ( TS
15-6-10, EDJ 145249 ); el IMSERSO ( TS 21-2-00 , EDJ 2663 ; 21-3-01 , EDJ 3119 ; 21-5-03, Rec 2975/02 ; 10-11-04, EDJ 229532 ; 26-11-04, EDJ
184929 ; 14-2-07, EDJ 8718 ), incluyendo por supuesto como servicio común a la TGSS. Asimismo, la Sala IV del TS tiene declarado que el beneficio de
justicia gratuita de que gozan las entidades gestoras de la Seguridad Social ha de aplicarse a los organismos de las Comunidades Autónomas que han
asumido en el territorio de éstas la gestión de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social, como consecuencia del traspaso de competencias ( TS 21-
5-03, Rec 2975/02 ; 10-11-04, EDJ 229532 ; 26-11-04, EDJ 184929 ; 14-2-07, EDJ 8718 ). Dichos servicios de salud de las Comunidades Autónomas
desarrollan materialmente las mismas funciones de una entidad gestora y son entidades públicas que ejercen una función de Seguridad Social; por tanto,
les debe ser reconocido el mismo beneficio ( TS 19-12-08, EDJ 305156 ; 4-7-12, EDJ 195813 ; TSJ Madrid 10-10-05, EDJ 190639 ).
Fuera de estos órganos públicos, sean del Estado, Comunidades Autónomas o Administraciones Locales, así como organismos autónomos, como el
FOGASA ( TS 10-3-95 , EDJ 1300 ), no tienen reconocido el beneficio de justicia gratuita. En concreto, la jurisprudencia ha excluido expresamente a las
universidades ( TS auto 21-1-99 ; 21-9-01 , EDJ 103047 ; 15-3-02, EDJ 130059 ). No obstante, los citados organismos públicos gozan, en fase de
recursos, de una exención de depósitos y consignaciones que no es asimilable al beneficio de justicia gratuita, y ello tanto en relación al Estado ( TS 26-
11-93, EDJ 10749 ), como con los organismos de él dependientes ( TS 23-6-94, EDJ 5591 ), y las Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales ( TS
7-3-94, EDJ 2039 ).
2013
6. El ámbito subjetivo de este beneficio se extiende también a los dos siguientes colectivos ( L 1/1996 art.2 ):
a) Víctimas de violencia de género (nº 2016 ), de terrorismo y de trata de seres humanos en aquellos procesos que tengan vinculación, deriven o
sean consecuencia de su condición de víctimas; así como a los menores de edad y las personas con discapacidad psíquica cuando sean víctimas de
situaciones de abuso o maltrato. También gozan de este beneficio sus causahabientes en caso de fallecimiento de los sujetos mencionados, siempre que
no fuera el agresor. Todas las víctimas son objeto de un turno especial fijado por los colegios profesionales ( L 1/1996 art.24 -redacc L 42/2015- ). En
estos casos, si es posible, la defensa ha de recaer en el mismo abogado. Asimismo y con independencia de la existencia de recursos para litigar, se
reconoce el derecho de asistencia jurídica gratuita a las asociaciones que tengan como fin la promoción y defensa de los derechos de las víctimas del
terrorismo ( L 1/1996 art.2.i -redacc L 42/2015- ).
b) A quienes a causa de un accidente reclamen una indemnización por daños personales o morales y acrediten secuelas permanentes que les
impidan totalmente la realización de las tareas de su ocupación laboral o profesión habitual y requieran la ayuda de otras personas para realizar las
actividades más esenciales de la vida diaria.
7. Las personas con discapacidad ( L 51/2003 art.1.2 ) y a las personas que los tengan a su cargo cuando actúen en un proceso en su nombre e interés
( L 1/1996 art.5 ) y las asociaciones de utilidad pública que tengan como fin la promoción y defensa de los derechos de las personas con discapacidad ya
mencionadas de nuevo sin acreditar insuficiencia de recursos para litigar ( L 1/1996 disp.adic.2ª ).
8. Los funcionarios y el personal estatutario. Como fruto de la competencia de la jurisdicción social sobre algunos litigios referidos al citado personal,
se establece que los funcionarios y personal estatutario en su actuación ante el orden jurisdiccional social como empleados públicos gozan del derecho
a la asistencia jurídica gratuita en los mismos términos que los trabajadores y beneficiarios del sistema de seguridad social. Desde el 7-10-2015, en
ciertos supuestos, se permite a los funcionarios públicos sin derecho a la justicia gratuita, y con independencia de sus recursos, que comparezcan por sí
mismos en defensa de sus derechos estatutarios ( L 29/1998 art.23.3 redacc L 42/2015 ).

Precisiones

Este reconocimiento beneficia no sólo a los ciudadanos españoles, también a los nacionales de Estados
miembros de la UE y extranjeros, o nacionales de terceros Estados que se encuentren en España -incluso
cuando estén en situación administrativa irregular ( TCo 95/2003 ; 236/2007 ).
2014
Beneficiarios de justicia gratuita por acreditar insuficiencia de recursos para litigar 
(L 1/1996 art.3 ­redacc L 42/2015­, 4 y 5)
Con carácter general el beneficio de justicia gratuita también se reconoce a los sujetos que carezcan de recursos suficientes para litigar, en relación a
unos baremos actualmente fijados en relación al IPREM, en sustitución del SMI. En este caso se trata de aquellos que pretendan litigar e intervengan
normalmente como empresarios y asociaciones empresariales tanto recurrentes como recurridos, debiéndose distinguir entre:
1. A las personas físicas (tanto los ciudadanos españoles, como los nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea y los extranjeros que se
encuentren en España, aunque estén en situación irregular), se les reconoce el derecho a la asistencia jurídica gratuita siempre que carezcan de
patrimonio suficiente por todos los conceptos y por unidad familiar que no superen los siguientes umbrales en el momento de presentar la solicitud:
a) 2 x IPREM cuando no estén integradas en una unidad familiar.
b) 2,5 x IPREM cuando estén integradas en unidades familiares con menos de 4 miembros.
c) 3 x IPREM cuando se trate de unidades familiares integradas por 4 o más miembros. Desde el 7-10-2015 se incluyen como beneficiarios a los
miembros de una familia numerosa cuyos recursos e ingresos brutos no superen el triple del IPREM.
Debe tenerse en cuenta que los medios económicos pueden ser valorados individualmente cuando el solicitante acredite la existencia de intereses
familiares contrapuestos en el litigio para el que se solicita la asistencia.
2. Personas jurídicas que se mencionan en la ley ( L 1/1996 art.2.c ) y que tienen derecho a la asistencia jurídica gratuita cuando careciendo de
patrimonio suficiente el resultado contable de la entidad en cómputo anual fuese inferior a la cantidad equivalente al triple del IPREM. Entre estas
personas jurídicas se encuentran las asociaciones de utilidad pública, las previstas en la normativa sobre derecho de asociación ( LO 1/2002 art.32 ) y las
fundaciones inscritas en el registro público correspondiente.
Para valorar los recursos de las personas tanto físicas como jurídicas hay que considerar la titularidad de bienes inmuebles salvo que sean la vivienda
habitual del solicitante y los rendimientos del capital mobiliario.
Si se acredita que los ingresos y haberes patrimoniales de alguno de los solicitantes que deban litigar bajo una sola defensa o representación superan los
umbrales previstos para el reconocimiento del derecho pero no alcanzan el quíntuplo del IPREM, la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita puede
determinar cuáles de las prestaciones que se incluyen en el contenido material la asistencia jurídica gratuita se otorgan a los solicitantes ( L 1/1996
art.12.5 redacc L 42/2015 ).
3. En los litigios transfronterizos derivados de un contrato de trabajo tienen derecho a la asistencia jurídica gratuita las personas físicas, ciudadanos de
la Unión Europea o nacionales de terceros países, que residan o tengan su domicilio en un Estado miembro de la Unión Europea distinto de España,
salvo Dinamarca, así como las que tengan su residencia habitual o domicilio en España cuando pretendan beneficiarse de asistencia jurídica gratuita en
otro Estado miembro ( L 1/1996 art.46 a 49 y 52 ).

Precisiones

La Cruz Roja Española, las asociaciones de utilidad pública que promuevan los derechos de las personas con
discapacidad, así como las Asociaciones de Consumidores y Usuarios tienen reconocido el derecho a la
asistencia jurídica gratuita, sin necesidad de acreditar insuficiencia de recursos para litigar ( L 1/1996 disp.adic.2ª ).
2016
Víctimas de violencia de género 
(RD 996/2003 art.25 bis s.)
Está previsto un procedimiento especial de reconocimiento a favor de las víctimas de violencia de género. En su marco se concretan los siguientes
derechos:
1. Recepción inmediata de la asistencia jurídica gratuita. Siendo el propio abogado de oficio designado el que asesora en la obtención del derecho a la
asistencia jurídica gratuita, advirtiendo que si, a posteriori, se les denegara tal derecho deben abonar los honorarios devengados. En ese supuesto el
propio abogado debería reembolsar a la Administración las retribuciones percibidas por la intervención profesional provisional realizada.
2. Una misma dirección letrada asume la defensa de las víctimas y sus causahabientes, si fallecieran éstas.
3. La solicitud, en modelo oficial, debe presentarse cumplimentado, dentro de las 48 horas de la primera atención del abogado designado,
alternativamente en:
- en el servicio de orientación jurídica del colegio de abogados territorialmente competente;
- en el registro correspondiente del juzgado de su domicilio.
4. No han de acreditar en el momento de la solicitud la carencia de recursos económicos. Se les otorga un plazo máximo de 5 días desde su
presentación para aportar la documentación necesaria en el colegio de abogados. Si se supera dicho plazo se tiene a la interesada por desistida y se da
cuenta al abogado designado para que actúe en consecuencia. Se otorga un plazo de subsanación de la documentación aportada de 10 días hábiles.
Asimismo, y salvo que el solicitante se niegue expresamente, la presentación de una solicitud de asistencia jurídica gratuita permite a la Comisión de
Justicia Jurídica Gratuita obtener de forma directa de la Administración Tributaria certificación de que el solicitante no estaba obligado a presentar
declaración de IRPF.
5. El colegio de abogados debe trasladar en un plazo de 3 días la solicitud y la documentación a la Comisión de Justicia Jurídica Gratuita que dicta
resolución, denegando o reconociendo el derecho, en un plazo máximo de 30 días desde la recepción de dicha documentación. Si en la resolución, que
se notifica al interesado en el plazo de 3 días, se reconoce el derecho, se produce la confirmación de la designación provisional del abogado de oficio; y,
en su defecto, el nombramiento inmediato de un letrado.
La modalidad procesal relativa a las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos para la protección contra la violencia de género, así
como de terrorismo, es la establecida para el ejercicio de los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
b. Contenido del derecho 
(L 1/1996 art.6 ­redacc L 3/42/20105­ y 7 ­redacc L 42/2015­;  LRJS art.229 y 230)

2018
El derecho a la asistencia jurídica gratuita comprende las siguientes prestaciones:
1. Asesoramiento y orientación previa gratuita al proceso, a quienes pretendan reclamar la tutela judicial de sus derechos e intereses, así como
información sobre la posibilidad de recurrir a la mediación u otros medios extrajudiciales de solución de conflictos, en los casos no prohibidos
expresamente por la ley, cuando tengan por objeto evitar el conflicto, o analizar la viabilidad de la pretensión.
2. Defensa y representación gratuitas por abogado y procurador en el procedimiento judicial, cuando la intervención de estos profesionales sea
legalmente preceptiva o, cuando no siéndolo, sea expresamente requerida por el juzgado o tribunal mediante auto motivado para garantizar la igualdad de
las partes en el proceso. En la jurisdicción social, el contenido de esta prestación atiende sólo al abogado, que es quien lleva a cabo la defensa del juicio,
excluyendo al procurador cuya intervención no es obligada. Por otro lado, en el proceso social en la instancia la intervención de estos profesionales no es
preceptiva, salvo cuando se trate de las entidades gestoras y de la TGSS cuya representación y defensa corresponde a los letrados de la Seguridad
Social. Por tanto, con carácter general, si los litigantes se valen de sus servicios en la instancia es de su cuenta el pago de los honorarios o derechos
respectivos, con las excepciones del derecho a la asistencia jurídica gratuita para la defensa en juicio de los trabajadores y beneficiarios del sistema de
Seguridad Social. Ver nº 1415 s.

Precisiones

De la lectura conjunta de la L 1/1996 art.2.d y 6.3 , así como de la LRJS art.21 , se pueden deducir dos
interpretaciones distintas. Por una parte, se puede entender que cuando la actuación procesal sea realizada por
los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social no se aplican los supuestos que condicionan el derecho
a la defensa y representación gratuita en la L 1/1996 art.6.3 , al ordenarse dicha excepción en el precepto ( LRJS
art.21 ). En ambos casos, dichos sujetos tienen reconocido el derecho a ser defendidos en la instancia por
abogado de oficio, pese a no ser preceptiva la intervención letrada, tanto si actúan como demandantes como
demandados, tal y como se deduce también del contenido de la LRJS art.21.4 que se refiere a la solicitud de
designación de abogado de oficio por dichos litigantes, presuponiendo el ejercicio de la acción (Cachón Villar,
Alonso Olea, Miñambres Puig y Alonso García). Frente a esta tesis, se puede defender que el reconocimiento del
derecho a la defensa gratuita a favor de los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social queda neutralizado
en la instancia en virtud de los condicionantes fijados por la propia L 1/1996 , que preceptúa dicho derecho
solamente cuando la intervención de estos profesionales sea legalmente requerida ( L 1/1996 art.6.3 ).
Consecuentemente, y como en el proceso social de instancia, la defensa por abogado tiene carácter meramente
facultativo, si dichos litigantes se valen de sus servicios serán de su cuenta el pago de los honorarios o derechos
respectivos. A nuestro juicio, dichas posibilidades interpretativas se derivan de la imprecisión legal de los preceptos
relacionados y sobre todo de las dificultades que produce su adecuada coordinación normativa. No obstante, de la
lectura íntegra de la LRJS art.21 , así como de una interpretación finalista del alcance del beneficio de justicia
gratuita reconocido a los trabajadores y beneficiarios obliga a entender que la interpretación más adecuada es la
primera, al quedarse en su defecto manifiestamente vacío de contenido el beneficio, si se priva del derecho a la
asistencia jurídica gratuita en la instancia, limitándose decisivamente el acceso a la jurisdicción social, si se
considera que en la práctica dicho proceso se desarrolla normalmente con la intervención de dichos profesionales.
Dirección General de Tributos: consulta vinculante sobre sujeción al IVA de los servicios de asistencia jurídica gratuita
(Actum 27/17, 04jul-10jul)
La DGT entiende que, desde el 1-1-2017, el servicio de justicia gratuita no está sujeto a IVA, pues su nueva regulación establece su carácter obligatorio
para los profesionales (abogados y procuradores), que además lo realizan a título gratuito, percibiendo una indemnización en compensación a su
actuación procesal.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La DGT cambia su criterio y, partiendo de la nueva regulación de la justicia gratuita ( L 1/1996 redacc L 2/2017 ) considera que tales servicios están
exentos de IVA. Conclusión que basa en que el servicio es obligatorio para los profesionales involucrados (abogados y procuradores) y en que su
prestación se realiza a título gratuito, recibiendo tales profesionales una indemnización en compensación por su actuación procesal.
Esta consulta vinculante supone un cambio de doctrina, pues con anterioridad a dicho modificación normativa, se había resuelto positivamente sobre la
sujeción al IVA de tales servicios ( DGT 25-1-17 ).
DGT CV 30­6­17

Desde el 1-1-2017 se atribuye carácter indemnizatorio a las compensaciones a los abogados del turno de oficio y no tributan IVA
(Actum 25/17, 20jun-26jun)
El legislador establece, con efectos de 1-1-2017 que las compensaciones obtenidas por los abogados del turno de oficio por la prestación de dicho
servicio obligatorio no tributen IVA. El legislador evita el término retribución empleado en la anterior normativa.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La reforma de la Ley de Justicia gratuita aunque entra en vigor el 23-6-2017 retrotrae sus efectos al 1-1-2017.
Esta normativa es una reacción al pronunciamiento del Tribunal de Justicia que consideró que la compensación de los servicios prestados por los
abogados del turno de oficio no estaban exentos de IVA ( TJUE 28-7-16, asunto C-534/14) . Sentencia que fue seguida por la Dirección General de
Tributos, también en relación con los procuradores, imponiendo un 21% de IVA sobre las compensaciones recibidas (DGT CV 25-1-17).
Con esta modificación, que atribuye a estas compensaciones un carácter indemnizatorio, se trata de evitar que tales cantidades queden sujetas a IVA tal
y como reclamaban tales colectivos de abogados y procuradores. La normativa marca como obligatoria la prestación del servicio de turno de oficio y
faculta a los colegios profesionales para organizar y garantizar el servicio, pudiendo dispensar a su colegiado de asumirlo cuando existan razones que lo
justifiquen.
L 1/1996 art.1, 22, 23, 25 30, 37, 40 redacc L 2/2017, BOE 22­6­17

2020
3. Inserción gratuita de anuncios o edictos, en el curso del proceso que preceptivamente deban publicarse en periódicos oficiales.
4. Exención del pago de depósitos necesarios para la interposición de recursos. Los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social están excluidos
expresamente del depósito para interponer recurso de suplicación, casación y casación para la unificación de doctrina, así como también están liberados
de la consignación para recurrir de la cantidad objeto de condena. Dicho beneficio de exención del depósito y de la consignación se extiende también al
Estado, las Comunidades Autónomas, las entidades locales, los organismos autónomos dependientes de todos ellos, pesen a que no gozan del beneficio
de justicia gratuita. En particular, la jurisprudencia ha reconocido dicha exención al FOGASA ( TS 10-3-95 , EDJ 1300 ); al Servicio de Correos y
Telégrafos ( TS 16-5-94, EDJ 11239 ) y a las Universidades ( TS 5-5-95 , EDJ 24520 ).
5. Asistencia pericial gratuita en el proceso a cargo del personal técnico adscrito a los órganos jurisdiccionales o, en su defecto, a cargo de
funcionarios, organismos o servicios técnicos dependientes de las Administraciones públicas. Excepcionalmente, y cuando por inexistencia de técnicos en
la materia, no fuere posible la asistencia pericial de peritos dependientes de los órganos judiciales o de las Administraciones públicas, si el tribunal lo
estima pertinente, en resolución motivada, la asistencia se puede realizar a cargo de peritos designados entre los técnicos privados que correspondan. El
juez o tribunal puede acordar en resolución motivada que la asistencia pericial especializada gratuita se lleve a cabo por profesionales técnicos privados
cuando deba prestarse a menores y personas con discapacidad psíquica que sean víctimas de abuso o maltrato, atendidas las circunstancias del caso y
el interés superior del menor o de la persona con discapacidad, pudiendo prestarse de forma inmediata.
1) El reconocimiento del derecho a la asistencia jurídica gratuita por circunstancias sobrevenidas no tiene carácter retroactivo. No procede
reconocer derecho a asistencia jurídica gratuita ni a prestaciones distintas de las solicitadas al actor una vez presentada la demanda o al
demandado una vez formulada la contestación, salvo acreditación ante la Comisión de dicha necesidad sobrevenida. Tampoco procede la
solicitud del derecho cuando el proceso ya hubiera finalizado mediante resolución firme, salvo que se refiera a su ejecución ( L 1/1996 art.8
redacc L 42/2015 ).
2) La solicitud pericial para que sea admitida dentro del contenido del derecho es necesario que tenga relación con la cuestión litigiosa
planteada, y se determine con claridad su alcance por el peticionario, y sea acorde con la función pericial, como sucede en los procedimientos de
Seguridad Social en los que se discute la calificación incapacitante del trabajador ( TSJ Extremadura 15-6-06, EDJ 248818 ).
3) En todo caso, la denegación del derecho a la asistencia pericial gratuita debe estar suficientemente razonada como para justificar la
restricción del derecho, en atención a no ser necesaria o no tener relación con la controversia planteada, por no ser objeto de debate la cuestión
que se quiere someter a pericia. La reacción que no resulta adecuada a la petición es la simple negativa o dejar la decisión al posterior criterio
judicial sin motivar ( TSJ Extremadura 15-6-06, EDJ 248818 ).
4) La prueba pericial médica forma parte de la asistencia jurídica gratuita y corresponde a quien litiga en materia de determinación del grado de
discapacidad, pues se equipara a estos efectos al beneficiario de Seguridad Social ( TSJ Castilla-La Mancha 22-3-06, EDJ 53303 ; 14-3-06, EDJ
43300 ).
2022
6. Obtención gratuita de copias, testimonios, instrumentos y actas notariales (en los términos previstos en el Reglamento Notarial art.130 ).
7. Reducción del 80% en las copias notariales y en asientos y certificaciones de los Registros de la Propiedad y Mercantil, cuando tengan relación
directa con el proceso.
8. En los litigios transfronterizos el contenido material de derecho a asistencia jurídica gratuita comprende:
a) Para las personas físicas residentes o con domicilio en otros Estado miembro: servicios de interpretación, traducción de documentos necesarios,
gastos de desplazamiento si es necesaria la asistencia y defensa y representación gratuita por abogado y procurador cuando, aunque no sea preceptiva,
sea requerida por el Juzgado o Tribunal.
b) Para las personas residentes o con domicilio en España: asistencia de los servicios de orientación del Colegio de Abogados hasta que se presenta la
solicitud en el Estado miembro donde se halle el Tribunal, así como traducción de la solicitud y documentación necesaria ( L 1/1996 art.50 y 52 ).
9. También se incluye expresamente la exención del pago de tasas judiciales (nº 7513 s. ) como contenido de ese beneficio. La solicitud del
reconocimiento del derecho puede formularse a los solos efectos de la exención del pago de las tasas y depósitos.
Finalmente, la extensión de dichas prestaciones abarca a todos los trámites e incidencias, incluyendo los correspondientes recursos contra las
resoluciones que pongan fin al proceso en la instancia, así como el proceso de ejecución.
c. Procedimiento 
(L 1/1996 art.9, 12 ­redacc L 42/2015­, 17 ­redacc L 42/2015­, 19 ­redacc L 42/2015­, 20 ­redacc L 42/2015­ y 32)

2024
Al margen del beneficio de justicia gratuita reconocido por la Ley, dicho derecho se puede obtener para un proceso concreto, tramitando un
procedimiento de naturaleza administrativa cuya aplicación en el proceso social es absolutamente excepcional, atendiendo al amplio ámbito subjetivo que
acoge el beneficio legalmente, al reconocerse en toda su extensión a los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social.
En síntesis, el interesado debe presentar su solicitud ante los servicios de orientación jurídica del Colegio de Abogados del lugar en que se halle el
juzgado o tribunal que haya de conocer el proceso principal para el que aquél se solicita, o ante el juzgado de su domicilio. En este último caso, el órgano
judicial da traslado de la petición al Colegio de Abogados territorialmente competente.
La solicitud puede presentarse por cualquier medio, incluyendo los previstos en la normativa de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios
públicos.
Se promueve el desarrollo de la utilización de medios tecnológicos en el funcionamiento del sistema: regulando la presentación de la solicitud, búsqueda
de datos y comunicación de la resolución a los órganos por esta vía.
Los requisitos de fondo para que se reconozca dicho derecho deben ser que el beneficiario no supere el doble o el triple del indicador público de renta de
efectos múltiples (IPREM) en los términos señalados (nº 2014 ), computados anualmente y por unidad familiar. Además, el solicitante debe indicar cuáles
son las prestaciones incluidas en la ley (nº 2018 s. ) cuyo reconocimiento pide. Se debe informar al solicitante de la facultad atribuida a la Comisión de
Asistencia Jurídica Gratuita para consultar los datos económicos relativos a las rentas y patrimonio del solicitante, su cónyuge o pareja de hecho. Cuando
el solicitante del derecho no estuviera casado o su matrimonio hubiera sido disuelto o estuviera separado legalmente ha de confirmar, mediante
declaración jurada, que carece de pareja de hecho.
El órgano competente para resolver el reconocimiento del derecho es la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita Central, para el reconocimiento de este
derecho en los procesos seguidos ante órganos jurisdiccionales que extiendan su competencia a todo el territorio nacional, o en la que corresponda en la
capital de provincia, aún cuando el órgano competente de la Comunidad Autónoma respectiva puede determinar un ámbito territorial distinto para la
comisión. La comisión, una vez efectuadas las comprobaciones pertinentes, debe dictar resolución, en el plazo máximo de 30 días computados desde la
recepción del expediente por la comisión, reconociendo o denegando el derecho a la asistencia jurídica gratuita.
Respecto de la revocación del derecho a la justicia gratuita hay que destacar:
1. Cabe directamente por el juez competente si aprecia abuso de derecho, temeridad o mala fe o fraude de ley en el ejercicio de la pretensión
amparada por el derecho de asistencia jurídica gratuita.
2. El procedimiento de revocación del derecho por la comisión debe ser con audiencia del interesado y con resolución motivada.
3. La mencionada comisión es la encargada del trámite para la declaración de que el beneficiario ha llegado a mejor fortuna, resolución que
obviamente también puede ser impugnada. El plazo para impugnar las resoluciones de la comisión sobre justicia gratuita, para las que no es
preceptiva la intervención de abogado, se amplía a 10 días (antes 5 días) y se establece un procedimiento por escrito, pudiendo acordarse una
comparecencia en supuestos excepcionales.
El reconocimiento del derecho por una resolución estimatoria implica la confirmación de las designaciones de abogado y de procurador efectuadas
provisionalmente por los colegios profesionales.
En relación con la solicitud de designación de abogado por el turno de oficio, se dispone que da lugar a la suspensión de los plazos de caducidad o
interrupción de la prescripción de acciones ( LRJS art.24 ).
Dirección General de Tributos: consulta vinculante sobre sujeción al IVA de los servicios de asistencia jurídica gratuita
(Actum 27/17, 04jul-10jul)
La DGT entiende que, desde el 1-1-2017, el servicio de justicia gratuita no está sujeto a IVA, pues su nueva regulación establece su carácter obligatorio
para los profesionales (abogados y procuradores), que además lo realizan a título gratuito, percibiendo una indemnización en compensación a su
actuación procesal.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La DGT cambia su criterio y, partiendo de la nueva regulación de la justicia gratuita ( L 1/1996 redacc L 2/2017 ) considera que tales servicios están
exentos de IVA. Conclusión que basa en que el servicio es obligatorio para los profesionales involucrados (abogados y procuradores) y en que su
prestación se realiza a título gratuito, recibiendo tales profesionales una indemnización en compensación por su actuación procesal.
Esta consulta vinculante supone un cambio de doctrina, pues con anterioridad a dicho modificación normativa, se había resuelto positivamente sobre la
sujeción al IVA de tales servicios ( DGT 25-1-17 ).
DGT CV 30­6­17

Desde el 1-1-2017 se atribuye carácter indemnizatorio a las compensaciones a los abogados del turno de oficio y no tributan IVA
(Actum 25/17, 20jun-26jun)
El legislador establece, con efectos de 1-1-2017 que las compensaciones obtenidas por los abogados del turno de oficio por la prestación de dicho
servicio obligatorio no tributen IVA. El legislador evita el término retribución empleado en la anterior normativa.
MS nº 6683 , 6684
MSAL-NOM nº 4724 , 4725
MSS nº 8970 , 8974
MPL nº 2008 , 2010 , 2018 , 2024
La reforma de la Ley de Justicia gratuita aunque entra en vigor el 23-6-2017 retrotrae sus efectos al 1-1-2017.
Esta normativa es una reacción al pronunciamiento del Tribunal de Justicia que consideró que la compensación de los servicios prestados por los
abogados del turno de oficio no estaban exentos de IVA ( TJUE 28-7-16, asunto C-534/14) . Sentencia que fue seguida por la Dirección General de
Tributos, también en relación con los procuradores, imponiendo un 21% de IVA sobre las compensaciones recibidas (DGT CV 25-1-17).
Con esta modificación, que atribuye a estas compensaciones un carácter indemnizatorio, se trata de evitar que tales cantidades queden sujetas a IVA tal
y como reclamaban tales colectivos de abogados y procuradores. La normativa marca como obligatoria la prestación del servicio de turno de oficio y
faculta a los colegios profesionales para organizar y garantizar el servicio, pudiendo dispensar a su colegiado de asumirlo cuando existan razones que lo
justifiquen.
L 1/1996 art.1, 22, 23, 25 30, 37, 40 redacc L 2/2017, BOE 22­6­17

2026
Cuando el abogado designado para un proceso considere insostenible la pretensión que pretenda hacerse valer, debe comunicarlo a la Comisión de
Asistencia Jurídica Gratuita, dentro de los 15 días siguientes a su designación, exponiendo los motivos jurídicos en los que fundamenta su decisión.
Transcurrido dicho plazo sin que se produzca tal comunicación, o sin que el abogado pida su interrupción por falta de la documentación necesaria para
evaluar la pretensión, éste queda obligado a asumir la defensa.
En los litigios transfronterizos las solicitudes de asistencia jurídica gratuita que provengan de otros Estados miembros se presentan en el Colegio de
Abogados del lugar donde se halle el Juzgado o Tribunal que haya de conocer del proceso principal, presentadas por el interesado o por la autoridad
expedidora del Estado miembro. Presentadas las solicitudes se siguen las normas expuestas (nº 2024 ). Si se solicita la asistencia jurídica gratuita de otro
Estado miembro, se presenta ante el Colegio de Abogados de la residencia habitual del solicitante, quien transmite la solicitud a las autoridades
receptoras de los mismos; sin perjuicio de que el solicitante pueda presentarla directamente ( L 1/1996 art.51 y 53 ).
2. Costas 

a. Concepto 
(LEC art.241, 242, 243 ­redacc L42/2015­, 244, 245 y 246;  LRJS art.235.1)

2028
En la determinación de los costes del proceso hay que distinguir entre la noción de gastos y de costas; norma que resulta de aplicación en el ámbito
social.
Se entiende por gastos del proceso aquellos desembolsos que tengan su origen directo e inmediato en la existencia de dicho proceso.
Por lo que se refiere a las costas, comprende la parte de gastos que se refieran al pago de alguno de los siguientes conceptos, en una relación que se
ha de entender cerrada:
1. Honorarios del abogado o graduado social de la parte contraria que hubiera actuado en el recurso en defensa o en representación técnica de
la parte, estableciendo la ley un límite máximo en el importe de dichos honorarios, que no puede superar la cantidad de 1.200 € en recurso de
suplicación y de 1.800 € en recurso de casación.
2. Inserción de anuncios o edictos que de forma obligada deban publicarse en el curso del proceso.
3. Depósitos necesarios para la presentación de recursos.
4. Derechos de peritos y demás abonos que tengan que realizarse a personas que hayan intervenido en el proceso.
5. Copias, certificaciones, notas, testimonios y documentos análogos que hayan de solicitarse conforme a la Ley, salvo los que se reclamen por
el tribunal a registros y protocolos públicos, que son gratuitos.
6. Derechos arancelarios que deban abonarse como consecuencia de actuaciones necesarias para el desarrollo del proceso.
7. La tasa por el ejercicio de la potestad jurisdiccional, por así haberse contemplado para incluir entre los conceptos subsumibles en las costas
cuando sea preceptiva. Ahora bien, en el ámbito social, como en el trámite del recurso sólo cabe imponer las costas al que ha visto rechazado su
recurso (que, cuando sea preceptivo, previamente habrá ingresado en Hacienda su tasa correspondiente) no cabe lógicamente repercutir en la
contraria el importe de ésta, pues al recurrido no se le imponen las costas aunque el recurso de la otra parte sea estimado.
El principio general es que, salvo las exenciones derivadas del beneficio de justicia gratuita, cada parte paga los gastos y costas del proceso causados a
su instancia en la medida en que se vayan produciendo, sin perjuicio de las reglas establecidas sobre la condena en costas. De este modo, se prevé que
los titulares de créditos derivados de actuaciones procesales pueden reclamarlos de la parte o partes que deban satisfacerlos sin esperar a que el
proceso finalice y con independencia del eventual pronunciamiento sobre costas que recaiga.
Las costas tienen limitaciones en su importe:
- para los honorarios de profesionales no sometidos a arancel rige el tope de la tercera parte de la cuantía del proceso, salvo temeridad ( LEC art.394.3 );
- los gastos por testigo sólo incluyen hasta tres por cada hecho discutido ( LEC art.363 );
- se excluyen en la tasación los derechos correspondientes a escritos y actuaciones que sean inútiles, superfluas o no autorizadas por la ley, ni las
partidas de las minutas que no se expresen detalladamente o que se refieran a honorarios que no se hayan devengado en el pleito ( LEC art.243.2 redacc
L 42/2015 );
- tampoco son incluidos en la tasación de costas los derechos de los procuradores devengados por la realización de los actos procesales de
comunicación, cooperación y auxilio a la Administración de Justicia, así como de las demás actuaciones meramente facultativas que hubieran podido ser
practicadas, en otro caso, por las oficinas judiciales;
- en las tasaciones de costas, los honorarios de abogado y derechos de procurador deben incluir el IVA de conformidad con lo dispuesto en la ley que lo
regula.
Imposición de costas en la instancia a entidad gestora a la que se multó por temeridad
(Actum 01/18, 02ene-08ene)
Cabe la imposición en costas en la instancia a una entidad gestora de la Seguridad Social a la que se multó por temeridad, sin que sea óbice que estas
tengan el beneficio de justicia gratuita o no sean un empresario. Las entidades gestoras no se encuentran entre los sujetos excluidos de tal imposición en
vía de recurso y ha de imponerse una interpretación armónica y sistemática de la normativa procesal social que vincula la imposición de costas a la
temeridad.
MS nº 6941
MSS nº 9273
MPL nº 2028
Un Juzgado de lo Social tras declarar al trabajador afecto a una incapacidad permanente por gran invalidez impuso al INSS multa por temeridad,
imponiéndole las costas. Esta resolución fue confirmada en suplicación aceptando el fundamento de la instancia que consideró inexplicable el hecho de
que la cuestión suscitada no hubiese sido resuelta en la vía administrativa, teniendo en cuenta la claridad de las limitaciones que padecía el actor, lo
que le obligó a entablar una demanda y esperar hasta la fecha de la sentencia para que se le reconociera la gran invalidez con todos los perjuicios
económicos y emocionales asociados.
Planteado recurso de casación para la unificación de doctrina, este se desestima, confirmándose la sentencia de suplicación:
1. No se admite la contradicción en relación a la existencia de temeridad. Destacando el TS que ya, en el marco de la LRJS, no se exige que esta sea
notoria ( LRJS art.97.3 ).
2. En relación a la imposición de costas y la posibilidad de su imposición, por abono de honorarios de letrado o graduado social -hasta el límite de 600
€- cuando el condenado fuera el empresario, no se admite tampoco el recurso del INSS que señalaba no tener la condición de empresario y gozar del
beneficio de justicia gratuita. Sobre esta cuestión la Sala IV señala:
a) El beneficio de justicia gratuita no es óbice para la imposición de costas cuando se aprecia temeridad o mala fe en la instancia, suplicación o casación
( TS 25-10-99, EDJ 33820 ; 17-2-15, Rec 1631/14).
b) Ambos elementos de la inadecuada conducta procesal (temeridad y costas) caminan unidos, de manera que cuando se aprecia la primera han de
imponerse las segundas. Lo que es conforme con los principios generales establecidos en la LRJS art.75 y luego concretados en instancia ( LRJS
art.97.3) y vía de recurso ( LRJS art.204.2 y 217.2 ).
c) La regulación en vía de recurso se refiere a la parte recurrente y no excluye a quienes no sean empresarios. Esta normativa tan solo exceptúa su
aplicación respecto de: trabajadores, personal estatutario, funcionarios o beneficiarios de la Seguridad Social, sin mencionar a las entidades gestoras de
la Seguridad Social ( LRJS art.235.3 ). De manera que una interpretación armónica, sistemática y lógica de toda la normativa relativa a las costas por
temeridad en instancia y vía de recurso, ha de conducir a la convicción de que ha de tener el mismo sujeto pasivo, siendo indiferente el momento
procesal en que se aprecie la conducta temeraria y estando sólo excluidos los sujetos expresamente mencionados.
TS 15­1­17, EDJ 250538

Condena en costas de una entidad gestora y alcance del beneficio de justicia gratuita
(Actum 51/17, 19dic-25dic)
Las entidades gestoras de la Seguridad Social gozan del beneficio de justicia gratuita, también cuando son organismos de las CCAA que asumieron la
gestión de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social. Por lo que es imposible su condena en costas con independencia del objeto del pleito, pues
gozan de tal beneficio tanto cuando el pleito se refiere a la gestión de la prestación encomendada, como cuando intervienen en calidad de empleadoras
ante un reclamación laboral de sus trabajadores sobre despido, salario u otros derechos.
MS nº 6941
MPL nº 2028
En la sentencia de suplicación que confirma la de instancia que obligaba a un hospital público a abonar un trienio a uno de sus trabajadores se
condenaba en costas al servicio madrileño de salud sin dar argumentos adicionales. Este organismo recurrió en casación para unificación de doctrina
impugnando tal condena.
La Sala IV del TS, reitera su doctrina ya expresada en TS 25-4-17, EDJ 58463 , y confirma que:
1. El beneficio de justicia gratuita también lo gozan las entidades gestoras autonómicas que han asumido en su territorio la gestión de la asistencia
sanitaria de la Seguridad Social pese a no figurar en la enumeración recogida en la LGSS art.66 .
2. Es irrelevante que el pleito no sea relativo a la gestión de la prestación, sino que se refiera a materia de personal porque el beneficio de la justicia
gratuita se refiere a toda actuación procesal. Por lo que tampoco es posible su condena en costas en el marco de pleitos sobre reclamaciones laborales
como despido, salarios u otros derechos ( LRJS art.235 ).
TS 23­11­17, EDJ 250539
2030
Reglas de tasación 
(LEC art.243.1, 244, 245 y 246)
En todo tipo de procesos e instancias, la tasación de costas se practica por el letrado de la Administración de Justicia del tribunal que hubiera conocido
del proceso o recurso, respectivamente, o, en su caso, por el letrado de la Administración de Justicia encargado de la ejecución.
La tasación es aprobada por el letrado de la Administración de Justicia mediante decreto, si tras el traslado a las partes de la inicial tasación, y
transcurrido el plazo de 10 días no es impugnada.
En relación con la impugnación de la tasación de cosas cabe afirmar:
1. Es imprescindible incluir en el escrito de oposición a la tasación mención expresa a las cuentas o minutas y las partidas concretas a que se refiera la
discrepancia y las razones de ésta. El no cumplimiento de esta exigencia al formular la oposición a la tasación será causa para que se inadmita por el
letrado de la Administración de Justicia mediante decreto.
2. La decisión sobre la impugnación de las costas planteada la toma el letrado de la Administración de Justicia, a la vista de lo actuado y de los
dictámenes emitidos, dicta decreto manteniendo la tasación realizada o, en su caso, introduce las modificaciones que estime oportunas.
3. En los casos de impugnación de la tasación por inclusión de honorarios indebidos o partidas de derechos indebidos, o por no haberse incluido en
aquélla gastos debidamente justificados y reclamados, y tras el oportuno traslado a la otra parte por 3 días para que se pronuncie sobra le inclusión o
exclusión, el letrado de la Administración de Justicia resuelve en los 3 días siguientes mediante decreto.
Frente a dichos decretos cabe recurso de revisión, y contra el auto resolviendo el recurso de revisión no cabe recurso alguno.
Normas todas ellas que son también aplicables al proceso social, con una incidencia práctica mucho más reducida que en el proceso civil, como
consecuencia del alcance del principio de gratuidad, así como también por las normas específicas que rigen sobre la condena en costas.
b. Alcance de la condena en costas 
(LEC art.394, 395 ­redacc L 15/2015­, 396, 397 y 398)

2032
La aplicación de las normas básicas de la LEC que van a regir sobre la condena en costas tiene un alcance muy limitado en el proceso social a tenor de
los preceptos que sobre esta materia se encuentran fijados en la LRJS. Desde esta perspectiva, se ha de distinguir entre las reglas establecidas para el
proceso de instancia, en el ámbito de los recursos y, finalmente, en el marco de la ejecución.
2034
En el proceso de instancia 
(LEC art.394;  LRJS art.66.3, 75.4 y 97.3)
La LEC establece dos reglas fundamentales que imponen el criterio del vencimiento en virtud del cual cuando la pretensión de una parte haya sido
rechazada en su totalidad, las costas se imponen a la misma.
Por el contrario, si la estimación o desestimación ha sido solamente parcial, cada parte abona las costas causadas a su instancia y las comunes por
mitad, a no ser que hubiere méritos para imponerlas a una de ellas por haber litigado con temeridad.
La aplicación de dicha regla en el proceso social declarativo de instancia, al no ser preceptiva la intervención del letrado, ni de procurador, salvo las
excepciones previstas para las Administraciones públicas y las entidades gestoras de la Seguridad Social, no habría costas por este concepto.
Dicha regla general encuentra una excepción por la que se establece que el litigante que haya obrado con mala fe o temeridad o si el juez o tribunal
entiende que ha actuado con propósito dilatorio, puede serle impuesta -respetando el principio de proporcionalidad, ponderando las circunstancias del
hecho, la capacidad económica y los perjuicios causado al proceso y a otros intervinientes o a terceros- una multa que puede oscilar de 180 a 6.000 €, sin
que en ningún caso pueda superar la cuantía de la tercera parte del litigio. Asimismo, si el condenado es el empresario, debe abonar los honorarios de los
abogados y graduados sociales de la parte contraria que hubieren intervenido, con el límite de 600 €. Dicha sanción también puede imponerse al litigante
que no acudió al acto de conciliación injustificadamente, en este caso y a diferencia del supuesto anterior, la posible sanción parece que no se vincula a
la temeridad o mala fe, condenando también al empresario a los citados honorarios de abogado o graduado social en caso de que la sentencia que en su
día se dicte coincida esencialmente con la pretensión contenida en la papeleta de conciliación o solicitud de mediación ( TS 7-5-10, EDJ 122404 ; 17-2-
99, EDJ 6058 ).
Por tanto, la condena por temeridad supone una excepción a la regla general de la exención de costas a quien goza del beneficio de justicia gratuita,
como así ha establecido desde siempre el TS, resaltando que tanto en sentencia como en auto pueden imponerse tales costas al litigante que actuó con
mala fe o temeridad, aunque goce del beneficio de justicia gratuita ( TS 7-12-98, EDJ 27861 ; 15-10-02, EDJ 51547 ).
Cabe la condena en costas por temeridad o mala fe a:
- los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad Social que en el proceso incurran en mala fe o temeridad;
- los sindicatos ( TS 21-10-95, EDJ 24603 ; 19-7-96, EDJ 5496 ; 28-2-96, EDJ 915 ; 8-10-97, EDJ 9870 );
- las entidades gestoras de la Seguridad Social ( TS 15-11-96, EDJ 8959 ; 17-7-00 , EDJ 23697 ; 23-10-01, EDJ 70947 ).
No se incluyen los honorarios de procuradores. De cualquier modo, la sentencia debe motivar suficientemente las causas que legitiman su imposición, la
mala fe o temeridad, siendo su decisión revisable a través del recurso de suplicación que se pronuncia sobre los honorarios de los abogados impuestos
en la sentencia recurrida.
La imposición de la sanción se puede efectuar a solicitud de parte o de oficio, siempre previa audiencia de las partes. Se prevé que si el juicio ya se ha
celebrado, pueda concederse un término de 2 días a las partes para que puedan formular alegaciones escritas.

Precisiones

La sanción por mala fe o temeridad no vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva ( Const art.24 ), ya que ese
derecho fundamental no es ilimitado ni incondicional, sino que debe sujetarse en su ejercicio a lo dispuesto en las
normas procesales, pues a través de éstas manda la propia Constitución ( Const art.117.3 ) atenerse a los juzgados
y tribunales en el ejercicio de su potestad jurisdiccional, de tal suerte que la posibilidad de imponerse multa por
temeridad o mala fe ( LRJS art.97.3 ) resulta perfectamente compatible con dicho derecho fundamental. Se podría
decir que el derecho de acceso a la jurisdicción, recabando la tutela judicial efectiva, tiene carácter y consideración
de fundamental, de tal suerte que se garantiza su uso, pero a la vez se sanciona su abuso ( TS 4-4-11, EDJ 104017
).
2036
En el ámbito de los recursos 
(LEC art.398;  LRJS art.200.2, 213.5, 225.5 y 235)
La LEC fija de nuevo el criterio del vencimiento en los recursos de apelación, extraordinario por infracción procesal y casación. Por tanto, el recurrente
al que se desestimen las pretensiones en su integridad es condenado en costas. Por el contrario, si el recurso se estima total o parcialmente no hay
condena en costas para ninguna de las partes; ni cuando se inadmite el recurso ( TS 31-5-05, EDJ 90321 ).
En el proceso social, para el recurso de suplicación, casación, así como casación para la unificación de doctrina, se coincide en este caso con las reglas
civiles imponiendo también el criterio del vencimiento, excepto cuando la parte goce del beneficio de justicia gratuita.
1. Parte vencida. Son condenados en costas en vía de recurso todos aquellos que hayan sido vencidos en el recurso (regla del vencimiento). Así pues,
las costas se imponen a la parte vencida, aunque esa expresión parte vencida no es del todo exacta, porque pudiera hacer pensar que el recurrido que
defiende la tesis de la sentencia contra la que se acude en casación con éxito parar el recurrente es también parte vencida en el recurso y sin embargo
éste no puede ser condenado en costas. En efecto, no puede caerse en el error de considerar vencido en el recurso al que defendiendo la sentencia
recurrida se persona en el mismo y ve cómo su oponente vence en el recurso, ya que la condición de parte vencida es exclusivamente aquella que
hubiera actuado como recurrente y cuya pretensión impugnatoria hubiese sido rechazada no, por tanto, la que hubiera asumido en el recurso la posición
de recurrida, sin éxito, el pronunciamiento impugnado ( TS 14-2-07, EDJ 13593 ).
En caso de recurrir tanto trabajadores como empresas en el mismo recurso y fueran desestimados los dos recursos, no hay que excluir de la condena en
costas a las empresas cuyo recurso fue rechazado ( TS 29-1-07, EDJ 5522 ; 20-11-01, EDJ 49448 ; 25-7-01, EDJ 27632 ).
En concreto, el precepto laboral ordena que la sentencia imponga las costas a la parte vencida en el recurso, excepto cuando goce del beneficio de
justicia gratuita, o cuando se trate de sindicatos, o de funcionarios públicos o personal estatutario que deba ejercitar sus derechos como empleados
públicos ante el orden social. Por el contrario, no se imponen las costas a la parte recurrida que defiende sin éxito el pronunciamiento impugnado, al
considerar sólo como parte vencida en el recurso a la que haya actuado como recurrente ( TS 20-11-01, EDJ 49448 ), ni tampoco procede la imposición
de costas a la parte que desiste del recurso ( TS auto 6-2-03, EDJ 266076 ), ni a la parte recurrente cuyo recurso fue estimado ( TS auto 3-11-11, EDJ
287971 ).

Precisiones

1) La exención de costas procesales a los sindicatos en su condición de parte vencida en los recursos de
suplicación o casación, establecido en la LRJS, está condicionada igual que el derecho de justicia gratuita otorgado
a los sindicatos, a que ejerciten un interés colectivo en defensa de los trabajadores y beneficiarios de la Seguridad
Social ( TS 26-1-16, EDJ 35211 ).
2) Sobre la posibilidad de que los sindicatos puedan ser condenados en costas cuando son parte vencida en el
recurso de suplicación, se libera de las cargas económicas derivadas del proceso social a los sindicatos cuando
actúen en defensa de los intereses colectivos, en concreto, en los litigios entre un afiliado que ha sido sancionado
con la expulsión y el sindicato sancionador al que pertenece, toda vez que el sindicato actúa, no en defensa de sus
posibles intereses particulares o privativos, sino colectivo, por lo que como parte vencida en el recurso de
suplicación no pueden imponérsele las costas procesales ( TS 11-5-16, EDJ 94134 ).
2037
2. No tener derecho a asistencia jurídica gratuita. Otro requisito que se exige es que el recurrente, no sólo tiene que haber sido vencido sino que
además no tiene que tener reconocido el derecho de asistencia jurídica gratuita. Por otro lado, no todos los que están exentos de constituir depósito o
consignación gozan del derecho de asistencia jurídica gratuita: el Estado, las Comunidades Autónomas, están exentos de la obligación de constituir
depósitos, cauciones, consignaciones o cualquier otro tipo de garantía previstas en las leyes, pero no tienen reconocido el derecho de asistencia jurídica
gratuita. Así, son sujetos que pueden ser condenados en costas:
a) La Administración del Estado: no goza del citado beneficio que alcance a la exención de costas, aunque sí a otros conceptos -peritos, etc.- ( TS 26-
11-93, EDJ 10749 ; 18-3-96, EDJ 1981 ; 13-3-97, EDJ 1478 ).
b) Las Administraciones autonómicas; se imponen las costas a la Comunidad Autónoma recurrente que ha visto desestimado su recurso ( TS 20-1-94,
EDJ 274 ; 29-9-94, EDJ 8370 ; 27-12-94, EDJ 20282 ; 30-1-96, EDJ 3255 ).
c) Las Diputaciones provinciales ( TS 9-7-94, EDJ 11885 ).
d) Las Corporaciones locales ( TS 6-2-91, Rec 693/90 ).
e) El FOGASA, que tampoco goza del beneficio de justicia gratuita ( TS 10-3-95, EDJ 1300 ; 18-1-00, EDJ 80 ).
f) Las universidades: debe precisarse que inicialmente la doctrina del TS establecía que no procedía tal condena en costas a las universidades, mientras
tuvieran reconocido el beneficio de justicia en su normativa reguladora ( TS 5-5-95, EDJ 2131 ), para posteriormente, a raíz de la L 1/1996 , aceptar tal
posibilidad ( TS auto 21-1-99, Rec 1465/98 ), ya que los beneficios de la justicia gratuita han quedado reducidos por ley a muy limitados supuestos y
entidades (nº 2011 s. ), entre los que no se hallan las fundaciones benéfico-docentes ni, por tanto, las universidades.
Dicho litigante debe abonar los honorarios de su abogado así como las costas que solamente incluyen los honorarios del letrado o del graduado social
de la parte contraria que hubiera actuado en el recurso. Su importe se fija por la sala y se establece un límite máximo a los honorarios del abogado o
graduado social que hubiera intervenido en el recurso -en este último sólo en recurso de suplicación- que asciende a 1.200 € en recurso de suplicación y
1.800 € en recurso de casación y casación para la unificación de doctrina.; si dicha cuantía no se rebasa la fijación de honorarios no precisa traslado y
audiencia a la parte condenada en costas ( TS auto 21-1-00 , EDJ 4468 ). Los honorarios se deben al abogado que actúe en el recurso, incluyendo al
letrado de la Seguridad Social ( TS auto 8-2-02, EDJ 130061 ) o abogado del Estado ( TS auto 11-2-02 EDJ 128573 ), pero no al letrado que se defiende a
sí mismo ( TS auto 8-3-02 , EDJ 130070 ).
Por el contrario, están exentos del pago de costas quienes gocen del beneficio de justicia gratuita, bien por serle reconocido o por tenerlo atribuido
legalmente, como los trabajadores y beneficiarios de la seguridad social, siempre que no incurran en mala fe o temeridad, debiendo incluirse a:
- el personal estatutario de la Seguridad Social, que aparece expresamente reconocido como exento del pago de costas, cuando estén ejercitando sus
derechos como empleados públicos ante el orden social ( LRJS art.21.5 );
- las entidades gestoras de la Seguridad Social y la TGSS que gozan del beneficio de justicia gratuita: así, no pueden imponerse al antiguo INSALUD
-hoy INGESA- ( TS 23-10-01, EDJ 70947 ); ni al antiguo INEM -hoy SEPE- ( TS 27-4-98, EDJ 3219 ; 4-11-99, EDJ 37933 ; 21-3-01, EDJ 3119 ); ni al INSS
( TS 17-5-95, EDJ 2628 ); ni al ISM ( TS 28-3-01, EDJ 3129 ).
Por razones conexas, tampoco pueden imponerse a las entidades de las Comunidades Autónomas que han asumido la asistencia sanitaria: SERMAS
( TS 16-7-15, EDJ 144504 ; 10-4-14, EDJ 71949 ); IMSERSO ( TS 17-9-13, EDJ 193291 );SERGAS ( TS 17-2-15, EDJ 69700 ; 21-1-14, EDJ 42916 ); SAS
( TS 25-11-15, EDJ 229535 ), entre otras.
2038
Supuestos en que no procede la imposición de costas 
(LRJS art.235.2)
No procede en los siguientes casos:
- recursos en materia de conflicto colectivo, por estar así expresamente previsto, debiendo cada parta hacerse cargo de las costas causadas a su
instancia ( TS 24-6-08, EDJ 119131 );
- cuando se es recurrido, aunque en la impugnación se defienda la tesis de la sentencia que ha sido revocada ( TS 18-10-06, EDJ 319327 );
- cuando no hay pronunciamiento sobre el fondo, por ejemplo declarando la nulidad de actuaciones ( TS 31-5-05, EDJ 90321 ; TS 26-11-03, EDJ
187307 );
- cuando se trata de un auto de fin de trámite ( TS auto 20-11-98, EDJ 65247 ; 10-2-99, Rec 3489/98 ; 25-4-02, Rec 436/02 );
- cuando hay estimación parcial del recurso ( TS 10-2-95, EDJ 336 ; auto 20-11-98, EDJ 65247 );
- en el caso de desistimiento del recurso, con carácter general puede afirmarse que no cabe condena en costas, si bien esta cuestión no ha sido
pacífica, tras la LEC/2000 se concluyó que no procedía condena en costas en estos casos ( TS auto 6-2-03, EDJ 266076 ).
En cambio, la sala puede imponer siempre el pago de las costas a cualquiera de las partes que en el proceso o en el recurso hubiera actuado con
temeridad o mala fe.
Dicha valoración en fase de recurso, a diferencia del proceso de instancia en el que se restringe a la empresa condenada, no conoce restricciones en
función del sujeto recurrente; de este modo, la jurisprudencia no ha dudado en condenar a las entidades gestoras de la Seguridad Social, cuando han
considerado que han recurrido con temeridad ( TS 21-5-97 , EDJ 5238 ; 27-9-00 , EDJ 29948 ).

Precisiones

1) Las costas no incluyen los honorarios del procurador, aunque hubiera intervenido, dado que su intervención no
es preceptiva en ninguna fase del proceso laboral por lo que será a cuenta de la parte que la designó. No obstante,
se ha admitido, la inclusión de los derechos del procurador, en el supuesto de que el domicilio del recurrido fuera un
lugar distinto de la sala del tribunal, señalando que si la parte reside en el mismo lugar en el que tiene su sede el
órgano judicial puede reputarse superflua la intervención de procurador pero, si no concurre esta circunstancia,
como no puede imponerse al letrado que asuma la representación de la parte se aplica lo establecido en LEC art.11
, en el que expresamente se prevé que en los supuestos en que la intervención del procurador no fuera preceptiva,
si hubiera condena en costas se incluirán sus honorarios, si la residencia habitual de la parte representada y
defendida fuera distinta del lugar en que se tramite el juicio ( TS auto 31-5-99, EDJ 84259 ).
2) Se admite expresamente en la LRJS art.235.3 , con carácter general, y en la LRJS art.204.2 para la suplicación y
LRJS art.217.2 para la casación, la posibilidad de que la sala puede imponer la multa que se señala la LRJS
art.75.4 y 97.3 , cuando se resuelva el recurso o se declare su inadmisibilidad y se aprecie que se interpuso con
propósito dilatorio o que el recurrente obró de mala fe o temeridad. En relación a esta cuestión se puntualiza que
la imposición de la multa acarreará igualmente el abono de los honorarios de los abogados o graduados sociales
colegiados que hubieren intervenido en el recurso, salvo que el recurrente multado fuera trabajador, funcionario,
personal estatutario o beneficiario de la Seguridad Social.
2039
En el proceso de ejecución 
(LEC art.241 y 539.2;  LRJS art.251 y 269)
La imputación del pago de las costas de ejecución corren a cargo del ejecutado sin necesidad de expresa imposición, sin perjuicio de que tengan que ser
anticipados los gastos y costas que se vaya produciendo por parte del ejecutante, salvo que correspondiese a actuaciones del proceso respecto de las
que se haya previsto pronunciamiento sobre costas, en cuyo caso hay que estar a la resolución del tribunal ejecutor o que obedezcan a actuaciones que
deban ser pagadas por quien las solicitó.
En principio, dicha regla resulta de aplicación en el ámbito social en el que el proceso de ejecución no es gratuito ( TS 22-5-96 , EDJ 5278 ), ya que los
honorarios o derechos de abogados incluidos los de las Administraciones públicas, procuradores y graduados sociales colegiados devengados en la
ejecución pueden incluirse en la tasación de costas, así como que se impone un límite en su importe que no puede exceder del 10% de la cantidad
objeto de apremio en concepto de principal).
Por tanto, y conforme a la LEC, las costas en esta fase procesal son abonadas por el ejecutado, salvo que el sujeto goce del beneficio de justicia gratuita,
sin perjuicio de los anticipos o reembolsos que según la ley procedan por parte del ejecutante.
En la ejecución social se declara expresamente que es el letrado de la Administración de Justicia al que se asigna la competencia para practicar la
tasación de costas. No procede incluir en la tasación los derechos correspondientes a escritos y actuaciones que sean inútiles, superfluas o no
autorizadas por la Ley, ni las partidas de las minutas que no se expresen detalladamente o que se refieran a honorarios que no se hayan devengado en el
pleito, estando facultado el letrado de la Administración de Justicia para reducir de oficio su importe de exceder de determinados límites, salvo cuando el
tribunal declare la temeridad del litigante condenado en costas.
No obstante, para el pago de las cantidades obtenidas en la ejecución a los acreedores hay que estar a las normas previstas en la LRJS art.268 a 275 ,
que comprenden pautas de distribución como reglas de procedimiento; por regla general, el destino de las cantidades obtenidas comienza satisfaciendo al
principal, al que siguen los intereses de demora y finalmente el pago de costas.
Sobre las costas en la ejecución ver nº 6024 s.
CAPÍTULO VI

 Evitación del proceso 
2070
Sección 1. Reclamación administrativa previa 2072
Sección 2. Conciliación o mediación previas y laudos arbitrales 2075

  A. Obligatoriedad del intento de conciliación previo al proceso 2080

    1. Omisión del intento de conciliación 2084

    2. Excepciones a la obligatoriedad 2088

  B. Solicitud de celebración del acto de conciliación 2112

    1. Forma 2113

    2. Efectos 2124

  C. Sumisión al arbitraje 2135

  D. Inicio del procedimiento de conciliación 2140

  E. Acto de conciliación 2145


    1. Falta de acuerdo en conciliación 2156

    2. Acuerdo en conciliación 2160

      a. Ejecución 2163

      b. FOGASA 2171

      c. Impugnación 2175

  F. Impugnación de laudos arbitrales 2185

Bibliografía 9606

2071
El acceso a la Justicia constituye un derecho fundamental ( Const art.24 ). Cualquier persona que sea titular de un derecho o interés legítimo puede instar
su reconocimiento y protección por los órganos judiciales. Sin embargo la legislación procesal suele imponer a quien pretende demandar a otro la
obligación de acudir a procedimientos de negociación y conciliación antes de iniciar el proceso judicial, de forma que la resolución de los litigios
mediante la decisión imperativa del órgano judicial sólo pueda instarse una vez que se haya intentado sin éxito la negociación entre los propios
interesados. Este requisito es compatible con el derecho a la tutela judicial efectiva siempre que se interprete y aplique de forma razonable y
proporcionada ( TCo 69/1997 ).
Además, la legislación, para evitar la saturación de los órganos judiciales y buscar una solución a los conflictos más próxima a las partes, intenta
promover el recurso a sistemas de arbitraje sustitutivos del proceso judicial.
Surgen así lo que se denominan modalidades alternativas de solución de conflictos (llamadas ADR, alternative dispute resolution, en el ámbito
europeo e internacional), que comprenden todos aquellos procedimientos dirigidos a solucionar los conflictos sin el recurso a los tribunales, mediante la
negociación y acuerdo de las partes, así como el arbitraje.
En este capítulo se recogen la modalidades de solución de conflictos obligatorias encaminadas a la evitación del proceso, reguladas en la LRJS Libro I,
Tit.V .
Los otros medios de solución de conflictos se recogen dentro del capítulo denominado: Solución extrajudicial de conflictos laborales (nº 9160 s. ).
Por otra parte no ha de confundirse con la conciliación previa a la demanda con la conciliación que ha de desarrollar el letrado de la Administración de
Justicia una vez que la demanda se ha presentado y previamente a la celebración del acto del juicio conforme a la LRJS, ni con los posibles acuerdos
que pueden producirse durante el desarrollo del proceso ante el órgano judicial (nº 2620 ). El intento de conciliación ante órganos administrativos o
colectivos de que aquí trataremos se produce antes y fuera del proceso.
SECCIÓN 1

 Reclamación administrativa previa 
(LRJS art.70, 71, 72, 73 y 140.1)
2072
Desde el 2-10-16 ( L 39/2015 disp.final.3ª ) ha desaparecido con carácter general la institución de la reclamación administrativa previa, salvo en el
proceso especial de Seguridad Social (nº 4480 ) y en el proceso especial de reclamación al Estado del pago de salarios de tramitación en juicios por
despido (nº 3665 ). Por otro lado en el procedimiento de impugnación de actos administrativos en materia laboral y de Seguridad Social se exige el previo
agotamiento de la vía administrativa conforme a las normas de la legislación de procedimiento administrativo ( LRJS art.69 y 151.2 ) (nº 8690 ).
Dicha supresión de la reclamación administrativa previa ha generado varias dudas. Al respecto, la Abogacía General del Estado ha publicado una
Comunicación Laboral (67/2016),con naturaleza interpretativa, ofreciendo respuestas a las mismas en el sentido siguiente:
1. En los casos en los que previamente se exigía la reclamación administrativa previa, no se sustituye la reclamación previa por el agotamiento de la vía
administrativa previa por vía de recursos administrativos, ya que éstos solamente son aplicables a la impugnación de «actos administrativos«. Sin
embargo, las demandas que hasta el pasado 2 de octubre exigían como requisito la reclamación previa eran las fundadas en derecho laboral, es decir,
aquéllas en las que Administración había actuado como empleador privado, desprovista de toda potestad administrativa, por lo que no estamos ante la
impugnación de actos administrativos, sino de actos de Derecho Privado que tienen a la Administración como sujeto. Cuando la Administración actúa
como empresario sus actos no están sujetos al derecho administrativo, sino al derecho laboral, como los de cualquier otro empresario ( TS 8-10-09, EDJ
338486 ). Y al no estar sujetos al derecho administrativo, es claro que no le son de aplicación las previsiones para la revisión de los actos administrativos.
2. Respecto a si se sustituye la reclamación previa por el intento de conciliación, si bien el texto de la LRJS puede suscitar dudas, no se sustituye
tomando en consideración que la supresión de la reclamación administrativa previa tiene por objeto la simplificación de trámites y considerando además la
prohibición de transacción y arbitraje sobre los derechos de la Hacienda Pública o la Seguridad Social.
Como reconoce la Comunicación de la Abogacía General del Estado, la LRJS suscita dudas, puesto que su art.64.1 solamente exceptúa de la obligatoria
conciliación administrativa previa a los procesos que exijan el agotamiento de la vía administrativa y otros supuestos concretos que enumera, entre los
cuales no están los que tengan como parte demandada a la Administración. Sin embargo ya anteriormente la jurisprudencia, en determinados supuestos
excluidos de reclamación administrativa previa y no enumerados expresamente, había excluido la obligatoriedad de la conciliación fundándose en la
prohibición de que la Administración transija sobre sus derechos. Así la doctrina de la Sala Cuarta del TS excluye de la obligación del intento previo de
conciliación aquellos conflictos colectivos en que la parte demandada sea un ente público ( TS 29-12-99, EDJ 43452 ). Por tanto parece que, siguiendo
esa interpretación tradicional, la supresión de la reclamación administrativa previa no supone la sumisión del pleito a conciliación administrativa previa,
sino la exclusión de todo intento preceptivo previo de evitación del proceso cuando la parte demandada sea una Administración Pública, incluso si la
demanda se dirige también frente a otros sujetos privados.
2073
En conclusión, desde el 2-10-2016, la situación es la siguiente:
a) Las demandas en materia de prestaciones de Seguridad Social y las reclamaciones al Estado del pago de salarios de tramitación en juicios por
despido deben ir precedidas por una reclamación previa en vía administrativa, salvo cuando se trate de impugnar las resoluciones administrativas
expresas en las que se acuerde el alta médica emitidas por los órganos competentes de las entidades gestoras de la Seguridad Social al agotarse el
plazo de duración de 365 días de la prestación de incapacidad temporal ( LRJS art.71.1 );
b) La demandas dirigidas a la impugnación de actos administrativos en materia laboral y de Seguridad Social exigen haber agotado la vía
administrativa previa mediante la interposición de los recursos administrativos que procedan ( LRJS art.69 y 151.2 ). Sin embargo no se exige el
agotamiento de la vía administrativa previa en los casos de las demandas de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas frente a actos de las
Administraciones públicas en el ejercicio de sus potestades en materia laboral y sindical ( LRJS art.70 ) y en los de las demandas interpuestas por una
Administración para impugnar un acto administrativo de otra Administración ( LJCA art.44 ; LRJS art.151.2 ).
c) Todas las demás demandas frente al Estado, Comunidades Autónomas, entidades locales o entidades de Derecho público con personalidad
jurídica propia vinculadas o dependientes se deben interponer directamente ante los órganos de la jurisdicción social dentro de los plazos de prescripción
o caducidad que en cada caso correspondan, sin necesidad de cumplimentar ningún requisito preprocesal. Si bien, en este supuesto, una tesis minoritaria
defiende que debe intentarse previamente la conciliación administrativa de LRJS art.63 ; y una tesis también minoritaria defiende que ahora debe
agotarse la vía administrativa mediante los recursos administrativos que procedan, lo que pudiera encontrar apoyo en la redacción de la LRJS art.69.3 ,
que regula el cómputo del plazo de caducidad de la acción de despido dentro de la regulación del agotamiento de la vía administrativa.
SECCIÓN 2

 Conciliación o mediación previas y laudos arbitrales 
(LRJS art.63)
2075
Como requisito para interponer demandas ante los órganos del Orden Social de la Jurisdicción es obligatorio celebrar previamente un intento de
conciliación ante el servicio administrativo correspondiente o ante el órgano que asuma estas funciones creado por la negociación colectiva laboral
(acuerdos interprofesionales o convenios colectivos sectoriales de ámbito estatal o autonómico, ET art.83.2 ), o mediante acuerdos de interés profesional
de los trabajadores autónomos económicamente dependientes ( L 20/2007 art.13 y 18.1 ). No obstante dicha obligatoriedad del intento de conciliación o
mediación se sustituye por la sumisión a arbitraje (nº 9314 ) cuando así esté pactado en acuerdo interprofesional o convenio colectivo estatutario de
sector de ámbito estatal o autonómico ( ET art.83.2 ) o en acuerdo de interés profesional ( L 20/2007 art.18.4 ). Puede ocurrir que el sometimiento a
arbitraje esté pactado como obligatorio, en cuyo caso la mera solicitud de arbitraje por la parte actora conforme al procedimiento regulado en el convenio
colectivo o acuerdo equivale a la solicitud de conciliación a efectos de interrumpir la prescripción o suspender la caducidad. Por el contrario, si la
sumisión a arbitraje está pactada en convenio o acuerdo solamente con carácter facultativo para las partes, para que se produzca la suspensión de los
plazos de caducidad es preciso que la partes suscriban un compromiso arbitral, al cual se dan los efectos de la papeleta de conciliación ( LRJS art.65.3 ).
2076
La LRJS permite que mediante acuerdos interprofesionales o por convenios colectivos marco sectoriales de ámbito estatal o autonómico -a los que
se refiere el ET art.83 .2- se constituyan otros órganos de origen negociado para sustituir, en todos o en una parte de los casos, a los servicios
administrativos de mediación. El efecto de este doble proceso, traspaso a las Comunidades Autónomas y sustitución por la negociación colectiva, ha
originado una gran complejidad. El órgano que se ha constituido a partir de la negociación colectiva no es uniforme en cuanto al ámbito de su intervención
en las diferentes Comunidades Autónomas (nº 9252 ). En algunas Comunidades Autónomas los organismos creados por la negociación colectiva y
financiados por la Administración (normalmente constituidos como fundaciones) han asumido los actos de conciliación en conflictos colectivos e
individuales; en otras Comunidades Autónomas solamente han asumido una parte de los litigios, normalmente los de naturaleza colectiva; y, en otros
casos, asumen al lado de los conflictos colectivos también una parte de los conflictos individuales; o bien la asunción de los conflictos individuales,
aunque está prevista en el acuerdo, se ha dejado en suspenso hasta nueva decisión.
En definitiva, cuando el conflicto de que se trate no se encuentre dentro del ámbito de intervención del organismo de solución extrajudicial de conflictos
creado por la negociación colectiva, ha de acudirse al órgano administrativo de mediación, arbitraje y conciliación. Por tanto es preciso que, en función de
la Comunidad Autónoma en la que se pretenda presentar la demanda, el convenio colectivo del sector al que corresponda la empresa y la materia de que
se trate, el interesado indague si debe intentar la conciliación ante el organismo administrativo o ante el organismo creado por la negociación colectiva.
Cuando estamos ante conflictos cuyo ámbito territorial excede de la Comunidad Autónoma el intento de conciliación previa se ha de desarrollar ante el
Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), pero exclusivamente si se trata de un litigio de naturaleza colectiva y referido a un sector de
actividad o empresa cuyo convenio colectivo se haya adherido al sistema.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que hay convenios colectivos muy específicos que crean sistemas de arbitraje o reclamación totalmente
diferenciados de los resultantes de la negociación colectiva de los sindicatos mayoritarios. Así en el caso de los futbolistas profesionales el convenio
colectivo/2014 (BOE 9-10-14) crea una comisión mixta para resolver reclamaciones salariales, si bien no es obligatoria sino voluntaria y se asemeja a un
sistema de arbitraje obligatorio para la empresa. Cuando el convenio colectivo así lo disponga, el trámite de conciliación allí previsto sustituye al intento de
conciliación administrativa a todos los efectos ( TSJ Galicia 27-10-94, Rec 3474/94 ).
A la vista de la complejidad creada por la asunción de la conciliación previa en determinados supuestos por parte de organismos creados por la
negociación colectiva, resulta dudoso hasta qué punto el órgano judicial puede ejercer un control sobre la competencia del órgano de conciliación y si el
intento de conciliación ante un órgano que no sea el correcto puede ser motivo de inadmisión de la demanda o puede dejar de producir la interrupción del
plazo de caducidad de la acción de despido. Para tomar una decisión hay que partir del derecho a la tutela judicial efectiva, que integra el derecho a
acceder a los tribunales de Justicia, por lo que si realmente se intentó la conciliación sin acuerdo y existían dudas razonables sobre el organismo ante el
cual debía desarrollarse, el trámite ha de darse por cumplido. La doctrina constitucional sobre la exigencia de la conciliación previa viene inclinándose por
una interpretación flexible de dicha exigencia siempre que no se produzca indefensión a alguna de las partes ( TSJ Baleares 2-1-04, EDJ 313091 ).
2077
El intento previo de conciliación es obligatorio cuando se trata de demandar en el orden social, con las excepciones que después se analizan (nº 2088 s.
), lo que supone que es aplicable aunque la relación jurídica sobre la que versa la demanda no sea laboral, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los
trabajadores autónomos económicamente dependiente (TRADE), ya que el orden social es el competente para conocer las pretensiones derivadas
del contrato entre el TRADE y su cliente; así como para conocer de todas las cuestiones derivadas de la aplicación e interpretación de los acuerdos de
interés profesional ( L 20/2007 art.18 ). Sin embargo en el caso de los TRADES no son aplicables los sistemas de conciliación nacidos de la negociación
colectiva laboral, que por su propia naturaleza no incluyen a sujetos que no son trabajadores por cuenta ajena, por lo que el intento de conciliación debe
desarrollarse ante el órgano administrativo de mediación, salvo que, de acuerdo con las previsiones legales, se hubiera creado un órgano específico de
conciliación mediante los acuerdos de interés profesional concertados entre las asociaciones o sindicatos que representen a los trabajadores autónomos
económicamente dependientes y las empresas para las que ejecuten su actividad. Estos acuerdos tienen siempre ámbito de empresa y no de sector, por
lo que, de pactarse, de ellos surgiría un órgano de conciliación para cada empresa, aunque pudiera admitirse que mediante tales acuerdos las partes se
sometiesen a otro órgano de ámbito superior, como puede ser el órgano nacido de la negociación colectiva laboral en el ámbito territorial correspondiente.
2079
Las disposiciones relativas a la tramitación de la conciliación administrativa solamente son aplicables cuando tal conciliación se celebre ante los
órganos administrativos de mediación, arbitraje y conciliación. Cuando la conciliación haya de llevarse a cabo ante los órganos creados por la
negociación colectiva, ya no estamos ante un procedimiento administrativo y los trámites a seguir y las normas aplicables serán las establecidas en el
propio convenio colectivo o acuerdo marco en el que se cree y regule dicho órgano de solución extrajudicial de litigios.
El antiguo organismo público Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación (IMAC), competente desde 1979 para las funciones de conciliación previa
al juicio social, desapareció debido a los traspasos de la Administración Laboral a las Comunidades Autónomas. Todas ellas (menos las ciudades
autónomas de Ceuta y Melilla, en las que existe una Unidad de Mediación, Arbitraje y Conciliación en la Delegación del Gobierno) han recibido las
competencias correspondientes al antiguo IMAC, de forma que el intento previo de conciliación prescrito por la legislación procesal laboral ha de
celebrarse ante el órgano administrativo establecido en cada caso por la Comunidad Autónoma. La denominación y estructura de estos organismos
varía hoy entre las distintas Administraciones Autonómicas, si bien por regla general siguen conservando en su denominación los términos de mediación,
arbitraje y conciliación y, además, suelen ser servicios dependientes del órgano administrativo que ejerce en el correspondiente territorio provincial las
funciones de Autoridad Laboral (ver direcciones organismos nº 9650 ).

A. Obligatoriedad del intento de conciliación previo al proceso 
(LRJS art.63 y 156)
2080
El intento previo de conciliación o mediación previa es un requisito preprocesal aplicable con carácter general en la jurisdicción social. La LRJS reitera
dicha previsión expresamente en relación con los procesos de conflicto colectivo iniciados directamente por los sujetos legitimados.
1. Omisión del intento de conciliación 
(LRJS art.63, 81.3, 156 y 191.3.d)
2084
La omisión del intento de conciliación o mediación previa, cuando es preceptivo, determina el archivo de la demanda, si bien es un requisito
subsanable. Para justificar la celebración o intento del acto de conciliación o mediación debe acompañarse a la demanda una certificación emitida por
el órgano de conciliación o bien la papeleta de conciliación o la solicitud de mediación. Si dicha certificación no se presenta con la demanda, el letrado de
la Administración de Justicia debe advertir al demandante que ha de acreditar la celebración o el intento del expresado acto en el plazo de 15 días,
contados a partir del día siguiente a la recepción de la notificación. No obstante, para no producir dilaciones procesales, este requerimiento de
subsanación no impide que el letrado de la Administración de Justicia deba resolver sobre la admisión de la demanda y proceder al señalamiento del acto
de la vista sin esperar a la subsanación. Si la parte realiza la subsanación en el plazo de 15 días concedido, presentado la certificación de celebración
del acto de conciliación o acredite que éste se ha intentado, el letrado de la Administración de Justicia admite la demanda. En otro caso, el letrado de la
Administración de Justicia debe dar cuenta al juez o sala para que por resuelva sobre la admisión, debiendo el tribunal decretar el archivo de la demanda
si la conciliación previa era obligatoria y no se produjo la subsanación en plazo, dejándose sin efecto el señalamiento de vista efectuado. Aunque la
presentación de la solicitud de conciliación sea posterior a la presentación de la demanda, se tiene por subsanada la omisión cuando dentro del plazo de
subsanación se acredita la celebración o intento del acto de conciliación, puesto que lo relevante es que se haya intentado la conciliación y no se haya
alcanzado un acuerdo, debiendo rechazarse interpretaciones excesivamente formalistas y restrictivas del derecho a la tutela judicial efectiva ( TCo
185/2013 ).
2085
Si el proceso se llevase adelante habiéndose omitido el intento de conciliación obligatoria previa, ello puede ser causa de nulidad de las actuaciones
judiciales. La consecuencia de la nulidad es que ha de requerirse al demandante la subsanación de la omisión del acto de conciliación, si no había sido
requerida anteriormente, o el archivo de actuaciones si fue requerido y no se cumplió por el demandante. Esta nulidad puede ser decretada, de oficio o
instancia de parte, por el propio órgano judicial antes de dictar sentencia, pero si hay margen antes de la fecha señalada para la vista del juicio para
requerir la subsanación concediendo el plazo de 15 días para ello no es preciso decretar la nulidad de ninguna actuación ( LOPJ art.240.2 ).
También, puede fundar un motivo de infracción procesal (al amparo de la LRJS art.193.a ), de manera que la nulidad es decretada en vía de recurso de
suplicación ( TSJ Cataluña 28-3-00, EDJ 120476 ). No obstante para que la omisión del intento de conciliación pueda dar lugar a la nulidad de
actuaciones decretada en suplicación debe haberse formulado protesta en el acto del juicio contra dicha omisión y acreditarse que con ella se ha
producido indefensión a la parte que la denuncia ( TS 28-7-97, EDJ 6052 ). El Tribunal que conozca del recurso no puede en ningún caso decretar la
nulidad por tal causa si no se ha esgrimido por la parte como motivo de su recurso ( LOPJ art.240.2 ).
En cambio, hay que tener en cuenta que no todas las infracciones de normas de procedimiento pueden ser alegadas para fundar un recurso de
casación, sino únicamente aquellas que se relacionan en la Ley Procesal. El intento previo de conciliación no es un acto procesal en sentido estricto, sino
un requisito preprocesal. Las posibles irregularidades en su celebración no permiten articular un motivo de casación por quebrantamiento de forma,
especialmente si no se ha acreditado que con ello se haya producido indefensión a las partes ( TS 21-7-98, EDJ 18012 ).
2086

Precisiones

1) El plazo habilitado para la subsanación no lo es tan sólo para la simple acreditación formal de que temporáneamente fue cumplido el
requisito procesal exigible, sino también para la realización en dicho plazo del acto omitido o la rectificación del defectuosamente practicado. Lo
esencial es conceder a las partes la oportunidad de, antes de tramitarse el proceso, someter la controversia a solución extrajudicial intentando la
conciliación ante el órgano administrativo correspondiente; se cumple si el demandante, en el plazo otorgado para la subsanación de la omisión,
intenta el acto de conciliación presentando la correspondiente «papeleta», para que el empresario demandado pueda llegar a una avenencia que
evite la sustanciación del litigio. Si en estos casos el órgano judicial no tuviera por subsanado el defecto procesal por el mero hecho de que la
papeleta de conciliación se hubiese presentado después de la demanda, se lesionaría el derecho constitucional a una tutela judicial efectiva y sin
indefensión ( TCo 69/1997 ; 199/2001 ; 119/2007 ; 185/2013 ). Por consiguiente la acción de despido no puede entenderse caducada si la
demanda se presentó dentro del plazo de los 20 días hábiles desde el despido, aunque antes de presentar la demanda no se hubiera solicitado la
preceptiva conciliación previa, debiendo simplemente ordenarse en tal caso la subsanación de tal requisito ( TS 22-12-08, EDJ 272968 ).
2) En el recurso de casación la omisión del intento de conciliación previo no constituye motivo casacional, al no estar amparado por la LRJS
art.207 . La omisión del intento de conciliación, a la que es asimilable la falta de reclamación previa, era un motivo del recurso de casación por
quebrantamiento de forma en la LPL de 13-6-1980 art.168.6º y en las leyes procesales anteriores, pero se trataba de una regla excepcional del
proceso laboral, pues esta causa no estaba comprendida en la relación de la LEC/1881 art.1693 , en la redacción anterior a la reforma de 1984, y
la mención a la misma desaparece a partir de la LPL de 1990, lo que se mantiene en la LRJS, sin duda porque no resultaba lógico y era contrario
a la economía procesal anular en un recurso extraordinario el proceso para iniciar un trámite administrativo previo que ya había demostrado su
inutilidad como medio de evitación de aquél ( TS 15-6-99 , EDJ 13537 ; 22-12-00, EDJ 55091 ; 5-5-04, EDJ 142173 ; 21-10-04, EDJ 184919 ).
3) La nulidad de actuaciones obliga a retrotraer las mismas al momento de admisión de la demanda para dar ocasión al actor de subsanar la
omisión del intento de conciliación previa, incluso en el caso de demandas de despido ( TSJ Madrid 22-11-02, EDJ 136316 ).
4) No es motivo de nulidad de actuaciones la falta de celebración del acto de conciliación por haber sido citado incorrectamente al mismo el
demandado, que por ello no pudo comparecer y no es facultad de los órganos de la jurisdicción social anular trámites ni reponer actuaciones
seguidas ante el IMAC, que es un órgano de Administración, cuya actuación escapa de la vigilancia y control de los Tribunales de Orden Social
( TSJ Extremadura 29-11-94, Rec 630/94 ; 23-1-95, Rec 745/94 ).
2. Excepciones a la obligatoriedad de la conciliación previa 
(LRJS art.64 redacc L 39/2015)

2088
Se establecen las siguientes excepciones a la obligatoriedad del intento de conciliación previo:
- procesos en los que es obligatorio el agotamiento de la vía administrativa previa, incluso si también son demandadas personas privadas, si en el trámite
de agotamiento de la vía administrativa puede decidirse el asunto litigioso (nº 2090 );
- procesos en materia de prestaciones de Seguridad Social frente a las entidades gestoras y servicios comunes y entidades colaboradoras (nº 2091 );
- procesos de impugnación de despidos colectivos por los representantes de los trabajadores (nº 2093 );
- demandas dirigidas frente a personas distintas de la inicialmente demandadas (nº 2095 );
- procesos iniciados de oficio (nº 2097 );
- cuestiones planteadas entre cooperativas de trabajo asociado y sus socios trabajadores (nº 2099 );
- ejercicio de las acciones laborales derivadas de los derechos establecidos para la protección integral contra la violencia de género (nº 2101 ).
- procesos relativos al: disfrute de las vacaciones; materia electoral; movilidad geográfica; modificación sustancial de las condiciones de trabajo;
suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor; derechos
de conciliación de la vida personal, familiar y laboral; impugnación de convenios colectivos; impugnación de los estatutos de los sindicatos o su
modificación; tutela de derechos fundamentales y libertades públicas; anulación de laudos arbitrales; e impugnación de acuerdos de conciliaciones, de
mediaciones y de transacciones (nº 2103 ).
Precisiones

Existen algunos supuestos en los que la Ley prohíbe expresamente la transacción. En estos casos lo que se
prohíbe no es la celebración formal del acto de conciliación, sino el que se alcancen determinados acuerdos en el
seno del mismo:
1) Es el caso, por ejemplo, de la ineficacia de los pactos entre trabajadores y empresarios posteriores a la
extensión de un acta de infracción en la que se aprecien perjuicios económicos para los trabajadores afectados (
LRJS art.150.2.c ). La prohibición de pactos no es absoluta, sino que se refiere exclusivamente a lo que constituyen
los perjuicios económicos estimados en el acta de infracción y, por otra parte, admite una excepción y es que los
pactos se celebren en presencia del Inspector de trabajo que levantó el acta, o de la autoridad laboral (ver procesos
de oficio nº 4610 s. ). Pero no se admite, por ejemplo, que una vez extendida un acta de infracción con estimación
de perjuicios se celebre un acto de conciliación instado por una de las partes en el que se llegue a un acuerdo
contrario al contenido del acta en dicho extremo. El letrado conciliador no puede sustituir la presencia del inspector
o de la autoridad laboral. Posteriormente, en el intento de conciliación ante el letrado de la Administración de
Justicia o en el curso posterior del proceso, el acuerdo que se alcance solamente puede ser autorizado por el
letrado de la Administración de Justicia u órgano judicial cuando fuera cumplidamente satisfecha la totalidad de los
perjuicios causados por la infracción.
2) También es el caso de las transacciones a las que pudieran llegar en conciliación los letrados de la Hacienda
Pública o de la Seguridad Social, ya que tienen prohibido transigir judicial o extrajudicialmente sobre los derechos
de la Hacienda Pública o de la Seguridad Social, o someter a arbitraje las contiendas que se susciten respecto de
los mismos, salvo cuando se apruebe mediante Real Decreto del Consejo de Ministros, previa audiencia del
Consejo de Estado en pleno ( LGP art.7.3 ; LGSS art.27.1 ). Los acuerdos obtenidos en conciliación extrajudicial sin
autorización del Consejo de Ministros serían nulos. También tiene prohibida la transacción el FOGASA (nº 2090 ).
3) La supresión de la reclamación administrativa previa (salvo en los procedimientos prestacionales de
Seguridad Social) por la L 39/2015, con efectos del 2-10-16, ha dejado en la duda si es obligatoria la conciliación
previa en aquellos supuestos que antes estaban sujetos a reclamación administrativa previa u otra forma de
agotamiento de la vía administrativa y ahora ya no lo están (ver nº 2072 ).
2090
Supuestos excepcionados por exigirse el agotamiento de la vía administrativa previa 
(LRJS art.64, 69, 70, 117 redacc L 39/2015 y 151.2)
Se exceptúan de la obligación del intento de conciliación los procesos en los que es exigible alguna forma de agotamiento de la vía administrativa. Esto
ocurre:
1. Cuando se trate de impugnar actos administrativos en materia laboral y de Seguridad Social (excluidos los prestacionales), en cuyo caso ha de
acreditarse el agotamiento de la vía administrativa en la forma y plazos que correspondan según la normativa aplicable a la Administración autora del
acto.
2. También es el caso del proceso especial de reclamación al Estado del pago de salarios de tramitación en juicios por despido.
3. Por otro lado las demandas dirigidas directamente contra el Fondo de Garantía Salarial en reclamación de sus obligaciones de pago salarial no
requieren ni de reclamación administrativa previa ni de conciliación, puesto que la Ley excluye expresamente el primer requisito y, respecto al segundo,
hay que tener en cuenta que el FOGASA, en cuando ente administrativo, está sujeto a limitaciones para la transacción, por lo que no es pensable que
haya de ser requerido para conciliación previa. En estos supuestos la demanda ha de ir precedida de la tramitación de un expediente administrativo ( RD
505/1985 capítulo III ), lo que centra el objeto del proceso y hace innecesario un nuevo intento de evitación del mismo.
2091
Prestaciones de Seguridad Social 
(LRJS art.64 redacc L 31/2015, 71 y 140)
También están exceptuados los procesos que versen sobre prestaciones de Seguridad Social. Con carácter general en estos supuestos es obligatoria la
presentación de reclamación administrativa previa, pero incluso si no es preceptiva la reclamación administrativa previa (por ejemplo, en los
procedimientos de impugnación de las resoluciones administrativas expresas en las que se acuerda el alta médica emitidas por los órganos competentes
de las entidades gestoras de la Seguridad Social al agotarse el plazo de duración de 365 días de la prestación de incapacidad temporal), tampoco es
exigible la conciliación previa.
No están excluidos de la obligatoriedad del intento de conciliación los procesos que, aunque versen sobre materia de Seguridad Social, se dirijan
exclusivamente contra el empresario y, en su caso, su compañía aseguradora o entidad gestora del plan de pensiones, cuando se reclaman
derechos de Seguridad Social complementaria o mejoras de prestaciones, puesto que dichos procedimientos no se tramitan por la modalidad especial de
Seguridad Social, ni están sujetos a reclamación administrativa previa.
Cuando se demanda en materia de prestaciones Seguridad Social no solamente a la entidad gestora, servicio común o entidad colaboradora sino
también a otros sujetos privados (por ejemplo, la empresa posible responsable de las prestaciones por incumplimientos de alta y cotización), esto no
implica la obligatoriedad de celebrar el intento de conciliación.
Lo mismo ocurre cuando se trata de prestaciones de Seguridad Social gestionadas por mutuas de Accidentes o empresas colaboradoras, en cuyo caso
ha de demandarse siempre a la entidad gestora, puesto que ésta es la responsable última de gestionar las prestaciones y de la supervisión del conjunto
del sistema de Seguridad Social en su nivel público obligatorio, y habitualmente ha de dictar resolución en el trámite de reclamación administrativa previa.
La prohibición de transacción o arbitraje sobre los derechos de la Seguridad Social (salvo autorización del Consejo de Ministros) ( LGSS art.27.1 ),
también afecta a la mutua o empresa colaboradora.
2093
Procesos de impugnación de despidos colectivos por los representantes de los trabajadores 
(LRJS art.64 y 124)
Los despidos colectivos han pasado a regirse por las normas de los despidos objetivos individuales, con la salvedad de que deben ir precedidos por un
procedimiento de adopción de la decisión empresarial de despido colectivo, procedimiento que incluye como parte sustancial la negociación y consulta
con los representantes legales de los trabajadores.
2095
Ampliación de la demanda o nueva demanda frente a personas distintas de las inicialmente demandadas 
(LRJS art.64.2.b)
Están exceptuados todos aquellos supuestos en los que, en cualquier momento del proceso, después de haber dirigido la papeleta o la demanda contra
personas determinadas, fuese necesario dirigir la demanda frente a personas distintas de las inicialmente demandadas. En estos casos ya se habrá
intentado la conciliación con las personas inicialmente demandadas. No se exige en tales circunstancias intentar de nuevo la conciliación con aquellos
contra los que se amplía la demanda una vez iniciado el proceso o contra los que se ha de dirigir nueva demanda.
Estas personas no pueden alegar indefensión por el hecho de no haberse intentado con ellas la conciliación prejudicial, dado que nada impide que, si lo
desean, puedan llegar a un acuerdo con el demandante en el acto de conciliación ante el letrado de la Administración de Justicia previo a la vista o
posteriormente en el curso del proceso ante el órgano judicial. Al no existir indefensión la falta de intento de la conciliación previa no sería causa de
nulidad de las actuaciones.
Entre los supuestos habituales de aplicación de este artículo se incluyen, en general, aquellos de ampliación de la demanda antes de la celebración de
la vista, por ejemplo:
1. Aquél en el que el órgano judicial aprecia la existencia de un litisconsorcio pasivo necesario ( LEC art.12.2 ), faltando en la demanda parte
de los litisconsortes. En dicho supuesto el letrado de la Administración de Justicia debe advertir a la parte de dicha circunstancia, a fin de que
amplíe la demanda contra los litisconsortes dentro del plazo de 4 días hábiles ( LRJS art.81.1 ), pero para ello no es exigible la celebración de un
nuevo intento de conciliación con estos litisconsortes.
2. Aquel otro en el cual se promueve papeleta de conciliación o solicitud de mediación, reclamación previa o demanda por despido contra una
persona a la que erróneamente se haya atribuido la cualidad de empresario, y se acredite con posterioridad, sea en el juicio o en otro momento
anterior del proceso, que lo era un tercero ( LRJS art.103.2 ). También en el caso en que se demande, previo intento de conciliación, a una
sociedad mercantil que posteriormente desaparece del tráfico jurídico, ampliando entonces la demanda frente a sus administradores
solidarios sin haber intentado la conciliación con éstos ( TSJ Cataluña 31-1-03, EDJ 273488 ). O cuando se demanda a la empresa para que el
actor trabajaba y después de presentada la demanda el actor conoce que la contrata ha sido asumida por otra empresa, contra la que amplía la
demanda ( TSJ Asturias 16-4-99, EDJ 13095 ).
2097
Procesos iniciados de oficio 
(LRJS art.64 148, 158 y 163)
La excepción no solamente comprende los que la Ley denomina procedimientos de oficio (nº 4610 s. ), sino también otros procedimientos iniciados por
la Autoridad Laboral de manera análoga a los anteriores, esto es, los procesos de conflicto colectivo iniciados mediante comunicación de la Autoridad
Laboral a instancia de los sindicatos, asociaciones empresariales, empresarios y órganos de representación de los trabajadores, Administraciones
públicas empleadoras y órganos de representación del personal laboral al servicio de las mismas, asociaciones y sindicatos representativos de los
trabajadores autónomos económicamente dependientes y empresas para las que ejecuten su actividad y las asociaciones empresariales de éstas (nº
4940 s. ) y los procesos de impugnación de convenios colectivos iniciados por comunicación de la Autoridad Laboral, cuando ésta aprecie que el
convenio conculca la legalidad vigente o lesiona gravemente el interés de terceros (nº 5075 s. ).
2099
Cooperativas de trabajo asociado 
(L 27/1999 art.87.3)
Las cuestiones contenciosas que se susciten entre las cooperativas de trabajo asociado y sus socios trabajadores por su condición de tales se someten
al Orden Social de la Jurisdicción. El planteamiento de cualquier demanda por parte de un socio exige el agotamiento de la vía cooperativa previa,
durante la cual queda en suspenso el cómputo de plazos de prescripción o caducidad para el ejercicio de acciones o afirmación de derechos. Con ello
deviene innecesario el intento de conciliación y su celebración no interrumpe la caducidad ( TS 10-3-84 ; 26-7-88 , EDJ 6722 ), ni siquiera en el caso de
acciones de despido dirigidas a impugnar el cese del trabajador cooperativista ( TS 15-11-05, EDJ 230460 ; 12-4-06, EDJ 59663 ; TSJ C.Valenciana 15-2-
07, EDJ 24783 ; 15-3-07, EDJ 98293 ). No obstante, cuando la cooperativa no indica al extinguir el contrato del cooperativista cuál es la vía de
reclamación y éste interpone papeleta de conciliación, acudiendo la cooperativa sin objeción alguna al acto de conciliación, no puede entenderse
caducada la acción para impugnar dicha extinción ( TS 29-5-08, EDJ 155875 ).
Sin embargo hay que tener en cuenta que la competencia legislativa en materia de sociedades cooperativas, cuando las mismas tienen un ámbito de
actuación inferior al de una Comunidad Autónoma, corresponde al parlamento de esa Comunidad Autónoma. La legislación autonómica puede no
contemplar la vía cooperativa previa, en cuyo caso para las cooperativas regidas por dicha legislación es aplicable el trámite de conciliación previa
obligatoria, con todos sus efectos. Este es el caso de las cooperativas regidas por la legislación de Castilla y León ( TSJ Valladolid 30-5-07, EDJ
142583 ).
Por otra parte la falta de agotamiento de la vía cooperativa previa, cuando ésta es preceptiva, no puede dar lugar por sí misma a la desestimación de
la demanda, sino que es una falta cuya subsanación debe ordenar el órgano judicial en el trámite de admisión de la demanda ( TSJ Castilla-La Mancha
17-4-08, EDJ 204293 ).
2101
Ejercicio de las acciones laborales derivadas de medidas de protección contra la violencia de género 
(LO 1/2004, art.21;  ET art.37.8, 40.4, 45.1.n, 48.10 y 49.1.m)
La trabajadora víctima de violencia de género tiene derecho a la reducción o a la reordenación de su tiempo de trabajo, a la movilidad geográfica, al
cambio de centro de trabajo, a la suspensión de la relación laboral con reserva de puesto de trabajo y a la extinción del contrato de trabajo generando
situación legal de desempleo. Estos derechos son desarrollados y concretados en el ET (ver nº 9846 Memento Social 2017).
Los litigios que versen sobre estos derechos laborales, se han de tramitar por la modalidad propia de los derechos de conciliación de la vida laboral y
familiar cuando se refieran a la reducción de la jornada de trabajo con disminución proporcional del salario y a la reordenación del tiempo de trabajo, a
través de la adaptación del horario, de la aplicación del horario flexible o de otras formas de ordenación del tiempo de trabajo que se utilicen en la
empresa, siendo posible acumular la acción de daños y perjuicios (nº 4256 ). Pero también cuando se trate de reclamar derechos respecto a cambio de
centro de trabajo, movilidad geográfica, suspensión de la relación laboral o extinción de contrato, que se tramitarán por otras modalidades procesales,
quedan exentos de conciliación administrativa previa, debiendo presentarse directamente la demanda judicial. La excepción se refiere exclusivamente a
las acciones en materia laboral, pero no a las relativas a Seguridad Social, que por su naturaleza ya están exentas de conciliación previa, pero no de
reclamación administrativa previa.
2103
Otros procesos exceptuados 
(LRJS art.64)
Tampoco procede solicitar conciliación previa al proceso en las materias siguientes:
1) Vacaciones. Están exceptuados los procesos relativos al disfrute de vacaciones. Ha de llevarse a cabo una interpretación sistemática en virtud de la
cual la excepción queda referida a los procesos que han de tramitarse por el procedimiento especial (nº 3920 s. ), esto es, a aquellos relativos a la fijación
individual o plural de las fechas de disfrute de las vacaciones, pero no a aquellos otros en los que se discuta el derecho a vacaciones, su duración o su
retribución.
2) Materia electoral. La excepción relativa a los procesos en materia electoral comprende los procesos que se tramitan por los dos procedimientos
especiales: impugnación de los laudos arbitrales (nº 4110 s. ) e impugnación de la resolución administrativa que deniegue el registro de actas electorales
y de las resoluciones administrativas sobre certificación de la representatividad sindical (nº 4200 s. ).
3) Impugnación de modificación sustancial de condiciones de trabajo y movilidad geográfica (nº 4310 s. ). No es preceptiva la conciliación previa en
ese procedimiento especial. Aun cuando es cierto que con carácter general la ley dispone como requisito necesario para la tramitación del proceso de
conflicto colectivo el intento de conciliación o de mediación ( LRJS art.63 y 156.1 ), en las reclamaciones de modificación sustancial colectiva de las
condiciones de trabajo entra en juego la regla especial, que excluye ese requisito de conciliación previa ( LRJS art.64.1 ). Trámite que, por otra parte,
parecería redundante en una materia en la que la impugnación en vía judicial de la decisión del empresario se ha de llevar a cabo después de agotado el
periodo de consultas con los representantes de los trabajadores. Por ello, si la conciliación previa no es preceptiva, no hay suspensión posible del plazo
de caducidad de 20 días para el ejercicio de acciones encaminadas a la impugnación de decisiones empresariales en materia de modificación sustancial
de condiciones de trabajo, que opera en sus propios términos y alcance temporal ( TS 9-12-13, EDJ 280898 ).
4) Suspensión del contrato y reducción temporal de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza
mayor cuya impugnación individual ha de tramitarse por el mismo procedimiento especial que la de las modificaciones sustanciales de condiciones de
trabajo (nº 4320 s. ). De ahí que debamos entender analógicamente que incluso cuando la impugnación de una suspensión del contrato o reducción
temporal de jornada se lleve cabo por los representantes de los trabajadores por la vía del conflicto colectivo tampoco sea exigible el intento previo de
conciliación.
5) Derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Estas demandas han de tramitarse por el procedimiento especial (nº 4250 s. ),
cuyo objeto comprende todos aquellos litigios sobre el ejercicio de los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral reconocidos legal o
convencionalmente.
6) Impugnación de convenios colectivos. Se trata de los procesos de impugnación de convenios colectivos que se tramitan conforme al
procedimiento especial. Claramente están excluidos de la conciliación previa aquellos supuestos en los que el procedimiento se inicia de oficio por la
Administración y se sigue por las normas de la modalidad especial; en aquellos otros supuestos en los que el proceso se inicia por demanda de parte
legitimada para ello, existe una remisión legal a las normas del procedimiento de conflicto colectivo, en la que se exige la conciliación previa, por lo que no
es de aplicación la excepción de conciliación previa, y numerosos acuerdos de solución extrajudicial de conflictos colectivos incluyen este supuesto dentro
de su ámbito (nº 5000 s. ).
7) Impugnación de los estatutos de los sindicatos o de las asociaciones empresariales , o de sus modificaciones, mediante dos procedimientos
especiales (nº 5120 s. ). Uno es el de impugnación de las resoluciones administrativas que deniegan el registro de dichos estatutos o de sus
modificaciones y el otro es el de impugnación, propiamente dicha, de esos estatutos o sus modificaciones. En los términos literales de la Ley el único
proceso excluido de conciliación es el relativo a la impugnación de los estatutos y sus modificaciones, pero no el relativo a la impugnación de las
resoluciones administrativas que denieguen el depósito. Sin embargo se viene entendiendo que ambos procesos están excluidos tanto del acto de
conciliación como de la reclamación administrativa previa.
2105
8) Procesos de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas . La excepción comprende el conjunto de la modalidad procesal de tutela de
derechos fundamentales y libertades públicas (nº 5230 s. ). Por el contrario ha de solicitarse la conciliación cuando se trate de demandas que se tramiten
por el proceso ordinario o por otra modalidad procesal que no esté exenta del acto de conciliación, aunque se invoque la vulneración de derechos
fundamentales. Hay que tener en cuenta que las demandas por despido y por las demás causas de extinción del contrato de trabajo, las de
modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo, las de suspensión del contrato y reducción de jornada por causas económicas, técnicas,
organizativas o de producción o derivadas de fuerza mayor, las de disfrute de vacaciones, las de materia electoral, las de impugnación de estatutos de los
sindicatos o de su modificación, las de movilidad geográfica, las de derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral y las de impugnación de
convenios colectivos y las de sanciones impuestas por los empresarios a los trabajadores en que se invoque lesión de derechos fundamentales y
libertades públicas no se tramitan nunca por la modalidad procesal de tutela de derechos fundamentales, sino por su modalidad procesal propia, de
manera que cuando dicha modalidad aplicable exija la conciliación administrativa previa ésta es preceptiva (así ocurre con las demandas relativas al
despido y otras formas de extinción del contrato de trabajo y las demandas de impugnación de sanciones impuestas por los empresarios a los
trabajadores, aunque la fundamentación de la parte actora se base, incluso exclusivamente, en la vulneración de derechos fundamentales, se exige
siempre el acto de conciliación previa, salvo que se trate de litigios relativos a la extinción del contrato por causa de ser la trabajadora víctima de violencia
de género).
9) Anulación de laudos arbitrales. Se refiere al ejercicio de las acciones de impugnación y recursos judiciales de anulación de laudos arbitrales cuyo
conocimiento corresponda al orden social, cuando no tengan establecido un procedimiento especial, incluidos los laudos arbitrales establecidos por
acuerdos de interés profesional de los trabajadores autónomos económicamente dependientes, que se sustancian, a instancia de los interesados, por los
trámites del procedimiento ordinario (nº 2185 ). Hay que tener en cuenta que existen algunos tipos de laudos arbitrales que se impugnan por
procedimientos especiales, en cuyo caso la exigencia del trámite de conciliación previa sigue las normas de dicho procedimiento especial:
- laudos arbitrales en materia electoral (nº 4110 );
- laudos arbitrales sustitutivos de convenios colectivos, que se impugnan por la misma modalidad procesal que el correspondiente convenio colectivo (nº
5014 ).
10) Impugnación de acuerdos alcanzados en procedimientos de conciliación, de mediación y de transacción.

B. Solicitud de celebración del acto de conciliación 
2112
Con carácter previo debe decirse que la conciliación previa ante los servicios administrativos no es realmente un procedimiento administrativo incrustado
en el laboral ( TS 3-6-13, EDJ 122966 ), o una especie de reclamación planteada ante un órgano administrativo, de perfiles y características típicamente
administrativas, y no es independiente del proceso laboral, sino que realmente se trata de una actuación exigible para acceder a la jurisdicción, un trámite
profundamente impregnado de principios y valores procesales de características propias. De ahí que en ocasiones se apliquen normas de Derecho
Administrativo para la presentación de la solicitud (por ejemplo, a efectos de lugar de presentación y formalidades) y en otras ocasiones normas
procesales (por ejemplo para el cómputo de plazos).
Sin embargo cuando la conciliación previa se ha de celebrar ante un órgano creado por la negociación colectiva (acuerdos interprofesionales o convenios
colectivos marco sectoriales de ámbito estatal o autonómico), incluso por la de los trabajadores autónomos dependientes (acuerdos de interés
profesional), ya estamos totalmente fuera del Derecho Administrativo incluso en los aspectos formales sobre registros, certificaciones, apoderamientos,
etc, debiendo quedar a expensas de lo previsto en el propio convenio colectivo y en el Derecho privado al respecto. Por ello los requisitos
procedimentales que desarrollamos a continuación son aplicables en el caso de conciliación ante órganos administrativos, pero no siempre cuando
se trate de órganos creados por la negociación colectiva.
1. Forma 
(RD 2756/1979 art.5.1 y 6)

2113
Quien pretenda demandar a otro en vía laboral debe examinar si se encuentra dentro de los supuestos en los que es preceptivo el intento de conciliación
previa. En caso afirmativo la conciliación se promueve mediante un escrito, denominado tradicionalmente papeleta de conciliación o solicitud de
conciliación, en el que deben constar los siguientes extremos:
1. Los datos personales del que la presente y de los demás interesados y sus domicilios respectivos.
2. Lugar y clase de trabajo, categoría profesional u oficio, antigüedad, salario y demás remuneraciones, con especial referencia a la que, en su
caso, sea objeto de reclamación.
3. Enumeración clara y concreta de los hechos sobre los que verse su pretensión y cuantía económica, si fuere de esta naturaleza.
4. Si se trata de reclamación por despido, se hace constar la fecha de éste y los motivos alegados por la Empresa.
5. Fecha y firma.
El solicitante ha de aportar tantas copias del escrito como partes interesadas y dos más.
La solicitud de conciliación debe identificar suficientemente el objeto del litigio y la pretensión. Quien es llamado a la negociación debe conocer cuáles
son los concretos términos del eventual litigio de cuya evitación se trata, puesto que éstos son los que definen el objeto de la negociación entre las partes
en el procedimiento conciliatorio. Aunque no existe una prohibición de introducir en la posterior demanda variaciones sustanciales respecto a la pretensión
y la causa de pedir contenidas en la solicitud de conciliación (algo que sí se establece expresamente cuando se trata de una reclamación administrativa),
ha de entenderse que si el contenido de la demanda es sustancialmente distinto de lo planteado previamente en conciliación, realmente no se ha
cumplido con el trámite del intento de conciliación, con las consecuencias legales inherentes.
2114
Órgano territorialmente competente 
La solicitud de conciliación debe ir dirigida al órgano administrativo de conciliación correspondiente en función del lugar de la prestación de los servicios o
del domicilio de los interesados, a elección del solicitante. No son de aplicación a la hora de determinar la competencia territorial del órgano de
conciliación los criterios aplicables a la competencia de los Juzgados de lo Social (nº 810 s. ), puesto que el concepto de interesado que maneja la
normativa reguladora de la conciliación es más amplio que el del demandado y cabe acudir al órgano correspondiente al lugar de prestación de los
servicios o al del domicilio de cualquiera de los interesados al tiempo de instarse la conciliación ( TS 9-12-09, EDJ 315121 ; 8-2-10, EDJ 14360 ). Pero si
se obtuviese acuerdo en conciliación y éste fuese impugnado por alguna de las partes o por un tercero, la impugnación debe tramitarse ante el órgano
judicial al que hubiera correspondido resolver el litigio si éste hubiese llegado a dar lugar a una demanda, aunque el acto de conciliación se hubiese
celebrado en otra circunscripción ( LRJS art.67 ).
La celebración de la conciliación, cuando comparecen todas las partes, ante un órgano incompetente no es un motivo por el cual pueda rechazarse la
tramitación de una demanda, anularse las actuaciones o entender no interrumpido un plazo de prescripción o suspendido uno de caducidad, puesto que
los defectos en la tramitación del acto de conciliación, como pueden ser los relativos a la competencia del órgano ante el cuál se celebró, no son
infracciones procesales, dado que no se producen en un proceso judicial, sino en un procedimiento administrativo previo ( TS 13-7-93, EDJ 7040 ; 21-7-
98, EDJ 18012 ).
Pero si los demandados no comparecen y el órgano de conciliación era territorialmente incompetente y no guardaba conexión alguna con los
elementos de trabajo, puede considerarse que la conciliación no fue ni siquiera solicitada, con los efectos consiguientes, entre los que se encuentra que
no interrumpe la prescripción de los derechos ni suspende la caducidad de las acciones ( TS 16-2-84, EDJ 1007 ).
Si la solicitud de conciliación ante órgano territorialmente incompetente va seguida de presentación de la demanda ante el órgano judicial de la misma
circunscripción, resultando también territorialmente incompetente, se suspende el plazo de caducidad desde la presentación de la papeleta de
conciliación y no solamente desde la demanda, aunque el órgano de conciliación también fuese territorialmente incompetente ( TS 29-1-96, EDJ 311 ).
En todo caso, si hubiese acuerdo en conciliación, la elección territorial del órgano conciliatorio tiene especial relevancia en caso de que fuese preciso
instar posteriormente su ejecución judicial, puesto que la competencia para llevar a cabo la ejecución corresponde al Juzgado de lo Social en cuya
circunscripción se hubiese constituido el título ( LRJS art.237.2 ). Con ello, si coincidiese que un acuerdo en conciliación fuese simultáneamente
impugnado y, al mismo tiempo, se instase su ejecución, podría ocurrir que la competencia para dilucidar uno y otro proceso fuese distinta: la ejecución se
llevaría a cabo ante el Juzgado de lo Social en cuya circunscripción se encuentre la unidad de conciliación ante la que se obtuvo el acuerdo, mientras que
la impugnación habría de tramitarse ante el órgano judicial (sea éste el que fuere), al que hubiera correspondido resolver el litigio en instancia si se
hubiese presentado demanda.
2115
Plazo de presentación 
(LRJS art.65.1)
El plazo para presentar la solicitud de conciliación es igual al establecido para las demandas, siendo aplicables los mismos plazos de prescripción o
caducidad.
Aunque inicialmente no se admitió la posibilidad de presentar la papeleta de conciliación el día siguiente hábil al último del plazo hasta las 15 horas
( TS 16-1-07, EDJ 5506 ), ese criterio se ha modificado con posterioridad y se entiende que no existe caducidad de la acción de despido si se interpone la
papeleta de conciliación antes de las 15 horas del «día 21º» del plazo de caducidad legal, si la demanda ante el Juzgado de lo Social se presenta el
mismo día en que se llevó a cabo la conciliación sin avenencia ( TS unif doctrina 3-6-13, EDJ 122966 ).
El cómputo de la caducidad de la acción de despido se rige por las normas procesales (a pesar de que, en principio, la caducidad es una institución de
Derecho sustantivo y no procesal), puesto que es un plazo único y no fraccionable, de manera que los sábados son inhábiles, sin que sea posible
distinguir entre los días transcurridos antes y después del acto de conciliación administrativa ( TS 15-3-05, EDJ 47120 ; 23-1-06, EDJ 4059 ; 7-4-06, EDJ
59651 ; 24-9-07, EDJ 184467 ), de forma que también son inhábiles y no se computan los sábados del plazo de suspensión de la caducidad de 15 días
por motivo de la solicitud de conciliación ( TS 21-12-09, EDJ 321836 ).
2117
Lugar y forma de presentación 
(L 39/2015 art.16)
Cuando el órgano de conciliación sea el creado por la negociación colectiva toda esta normativa no es aplicable y la presentación de solicitudes de
conciliación ante el mismo debe hacerse en la forma establecida en el convenio colectivo que lo cree y regule. Pero cuando la institución de conciliación
sea un órgano administrativo han de entenderse aplicables las normas de la legislación de procedimiento administrativo que regulan la presentación de
escritos dirigidos a las Administraciones Públicas ( TS 31-1-03, EDJ 263107 ). Por tanto, cuando el órgano de conciliación sea un órgano administrativo,
las solicitudes de conciliación pueden presentarse físicamente o de forma electrónica.
2118
Presentación físicamente 
La presentación de solicitudes de conciliación físicamente pueden llevarse a cabo en:
a) En los registros de los órganos administrativos a que se dirijan.
b) En los registros de cualquier órgano administrativo que pertenezca a la Administración General del Estado, a la de cualquier
Administración de las Comunidades Autónomas, o a la de alguna de las entidades que integran la Administración Local si, en este último caso, se
hubiese suscrito el oportuno convenio (Acuerdo del Consejo de Ministros de 23-2-1996, BOE 13-3-96, para la formalización, con las entidades
que integran la Administración Local, de este tipo de Convenios). Antes de presentar en el registro de una Corporación Local un escrito dirigido a
la Administración General del Estado o de una Comunidad Autónoma es preciso comprobar si existe un convenio de esta índole, que es el que
garantiza la validez jurídica de dicha presentación.
c) En las oficinas de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos SA, que tiene encomendada la prestación del servicio postal universal ( L
24/1998 art.18.1.d ; RD 1829/1999 art.31 ). d) En las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el extranjero.

Precisiones

1) Las solicitudes, escritos y comunicaciones que los ciudadanos o entidades dirijan a los órganos de las
Administraciones públicas, a través de Correos, han de presentarse en sobre abierto, con objeto de que en la
cabecera de la primera hoja del documento que se quiera enviar, se hagan constar, con claridad, el nombre de la
oficina y la fecha, el lugar, la hora y minuto de su admisión. Estas circunstancias deben figurar en el resguardo
justificativo de su admisión. El remitente también puede exigir que se hagan constar las circunstancias del envío,
previa comparación de su identidad con el original, en la primera página de la copia, fotocopia u otro tipo de
reproducción del documento principal que se quiera enviar, que debe aportarse como forma de recibo que acredite
la presentación de aquél ante el órgano administrativo competente. Practicadas las diligencias indicadas, el propio
remitente cierra el sobre, y el empleado formaliza y entrega el resguardo de admisión, cuya matriz archiva en la
oficina.
2) De utilizarse procedimientos de remisión privados -servicios de mensajería- o, en general, distintos de los
anteriormente expresados, solamente se tienen por presentados los documentos y solicitudes correspondientes
cuando conste que han sido recibidos en el registro del organismo de destino. Por otra parte la acreditación de que
se ha entregado el documento a un servicio de mensajería u otra persona para que lo presentase en el registro
administrativo carece de todo valor jurídico de cara al expediente, debiendo siempre acreditarse que dicho
documento ha tenido entrada efectivamente en el organismo administrativo. No obstante la Ley prevé actualmente
que los usuarios también tienen derecho a presentar solicitudes, escritos y comunicaciones dirigidas a las
Administraciones Públicas a través de operadores postales distintos al operador designado para prestar el servicio
postal universal ( L 43/2010 art.14 ), pero tal posibilidad no está desarrollada reglamentariamente para definir las
condiciones en que debe prestarse dicho servicio y los requisitos para su validez legal.
2119
Presentación por vía electrónica 
La presentación de documentos por vía electrónica puede hacerse en el Registro Electrónico Común cuando el destinatario sea la Administración
General del Estado y los Organismos Públicos adscritos o dependientes de la misma. El Registro Electrónico Común puede ser habilitado también para la
recepción de solicitudes, escritos y comunicaciones de la competencia de otras Administraciones Públicas, en la forma que se determine en los
correspondientes Convenios.
Además cuando se trate de escritos, solicitudes o documentos incluidos en el ámbito del Registro Electrónico de la Secretaría de Estado de la
Seguridad Social, se pueden presentar a través del mismo.
Respecto a los órganos de conciliación integrados en las Administraciones de las Comunidades Autónomas debe acudirse a su propia normativa
reguladora de sus registros electrónicos. La posibilidad de presentar los escritos a las Comunidades Autónomas a través del Registro Electrónico Común
depende de la celebración de un convenio con la Administración General del Estado.
Cuando entre en vigor el registro electrónico regulado en la L 39/2015 (2-10-2018) los documentos que los interesados dirijan a los órganos de las
Administraciones Públicas podrán presentarse en el registro electrónico de la Administración u Organismo al que se dirijan, así como en los restantes
registros electrónicos de cualquiera de los sujetos que forman el sector público (Administración General del Estado, Administraciones de las Comunidades
Autónomas, Entidades que integran la Administración Local y sector público institucional, que incluye a los organismos públicos y entidades de derecho
público vinculados o dependientes de las Administraciones Públicas, a las entidades de derecho privado vinculadas o dependientes de las
Administraciones Públicas y a las Universidades públicas). No será preciso convenio alguno para poder presentar los escritos en cualquiera de estos
registros. También podrán presentarse escritos y documentos de forma presencial en las oficinas de asistencia en materia de registros. Sin embargo
reglamentariamente las Administraciones pueden establecer la obligación de presentar determinados documentos por medios electrónicos para ciertos
procedimientos y colectivos de personas físicas que, por razón de su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede
acreditado que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios, excluyendo estos casos de la posibilidad de presentación presencial
en las oficinas de asistencia en materia de registros. Los documentos presentados de manera presencial ante las Administraciones Públicas deben ser
digitalizados por la oficina de asistencia en materia de registros en la que hayan sido presentados para su incorporación al expediente administrativo
electrónico, devolviéndose los originales al interesado, sin perjuicio de aquellos supuestos en que la norma determine la custodia por la Administración de
los documentos presentados o resulte obligatoria la presentación de objetos o de documentos en un soporte específico no susceptibles de digitalización.
Aparte de estos dos métodos (registro electrónico y presentación presencial en oficinas de asistencia), la L 39/2015 mantiene como cauce de
presentación de escritos y documentos las oficinas de correos y las representaciones diplomáticas y consulares.
2120
Fecha de presentación 
La fecha de presentación de una solicitud de conciliación que ha de tomarse en consideración a efectos legales es la de entrada en uno de los registros
definidos y no aquélla en la que la solicitud tenga entrada efectiva en el órgano de conciliación.
2. Efectos 

2124
La presentación de la solicitud de conciliación produce los efectos sobre los plazos de prescripción y caducidad que se recogen a continuación.
Respecto a las papeletas de conciliación presentadas ante un órgano territorialmente incompetente ver nº 2113 .
2126
Interrupción del plazo de prescripción 
(LRJS art.65.1;  CC art.1973)
La solicitud de celebración del acto de conciliación o de mediación produce la interrupción de los plazos de prescripción. La interrupción del plazo de
prescripción debe entenderse que se produce en todo caso, aunque el correspondiente proceso no exija de acto de conciliación administrativa previo, o
aunque el acto de conciliación no llegue a celebrarse o no se llegue a interponer demanda, ya que todas las reclamaciones extrajudiciales producen la
interrupción de los plazos de prescripción.
Así, si se reclaman salarios, ha de entenderse interrumpida para los salarios devengados del último año, estando prescritos los anteriores ( TSJ
Cataluña 26-9-13, EDJ 224209 ). Una vez presentada la demanda, la interrupción del cómputo de prescripción posee efectos permanentes respecto de
las cantidades reclamadas y dura mientras dure el proceso, pero no se da interrupción, sin embargo, con relación a los salarios que se devenguen con
posterioridad ( TSJ Sta. Cruz de Tenerife 16-10-13, EDJ 305477 ).
La interrupción supone que el plazo de prescripción ha de reiniciarse desde cero con efectos desde el día siguiente a aquél en el que se celebre el
intento de conciliación ( TS 2-12-02, EDJ 61474 ) o, si éste no llega a celebrarse, desde el siguiente a la presentación de la solicitud de conciliación.
Cuando en el acto de conciliación se anuncia por la parte demandada la reconvención, dicho anuncio también interrumpe la prescripción del derecho
objeto de dicha reconvención. El anuncio de reconvención prolonga la conservación del efecto interruptivo en forma paralela al proceso principal, por
cuanto la pretensión ejercitada al reconvenir se acumula, desde el momento en que se formula en conciliación, a la demanda y sigue la suerte de ésta.
Anunciada la reconvención en el acto de conciliación previa, aunque se celebre el juicio transcurrido más de un año desde que se intentó la conciliación
sin efecto, la acción reconvencional no ha prescrito ( TS 3-3-14, EDJ 38990 ). No obstante la prescripción solamente se interrumpe para los importes y
conceptos estrictamente reclamados en la reconvención anunciada en el acto de conciliación y no para otros distintos ( TS 26-6-13, EDJ 176054 ).
La presentación de una solicitud de conciliación de conflicto colectivo interrumpe la prescripción también para las reclamaciones individuales sobre la
misma materia dentro del ámbito del conflicto, no solamente respecto de las demandas individuales ya presentadas en el momento de plantearse el
conflicto (cuya tramitación judicial se suspende por el proceso judicial de conflicto colectivo), sino también de aquellas otras pendientes de ejercitar ( TS 4-
6-14, EDJ 111385 ).
2128
Suspensión de los plazos de caducidad 
(LRJS art.64.3 y 65.1 y 2;  RD 2756/1979 art.7)
El ejercicio de ciertas acciones judiciales en el orden social está sometido a un plazo de caducidad, normalmente breve, cuyo transcurso determina el
fracaso de la acción, que incluso puede ser apreciado de oficio por el órgano judicial.
Así, caducan a los 20 días hábiles:
- las acciones de impugnación de las sanciones laborales;
- las acciones de impugnación de los despidos y demás formas de extinción del contrato de trabajo;
- las acciones de impugnación colectiva de los despidos colectivos;
- las acciones de impugnación de traslados y modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo y suspensiones de contrato y reducciones temporales
de jornada por causas económicas, técnicas, organizativas, de producción o por fuerza mayor, debe tenerse en cuenta que la acción para impugnar
colectivamente estas medidas cuando se ejercite por la vía de conflicto colectivo, también está sujeta a dicho plazo de caducidad ( TS 21-2-97, EDJ
1362 ; 30-6-11, EDJ 198200 ; 4-6-13, EDJ 120978 );
- las acciones de impugnación de las fechas de vacaciones fijadas por la empresa;
- las acciones de impugnación de la negativa empresarial a la propuesta del trabajador sobre ejercicio de los derechos de conciliación de la vida laboral y
familiar.
A los 10 días hábiles:
- el recurso contra la denegación del registro de actas electorales;
- el recurso contra la denegación del depósito de estatutos de un sindicato o de sus modificaciones.
Así como 3 días hábiles:
- las acciones de impugnación de laudos arbitrales en materia electoral.
La previsión legal es que la presentación de la solicitud de celebración del acto de conciliación produce la suspensión el cómputo del plazo de caducidad.
Sin embargo, la conciliación previa no es preceptiva en ninguno de estos procesos, salvo en los relativos a sanciones laborales, despido y extinción del
contrato de trabajo (pero no en el despido colectivo). Por tanto en esos casos la errónea solicitud de conciliación no suspende el plazo de caducidad
( TS 9-12-13, EDJ 280890 ; AN 19-11-12, EDJ 251438 ; TSJ Cataluña 19-7-13, EDJ 206889 ). Sin embargo sí queda suspendido el cómputo del plazo de
caducidad excepcionalmente cuando por la naturaleza de la pretensión ejercitada pudiera tener eficacia jurídica el acuerdo de conciliación o de mediación
que pudiera alcanzarse, aun estando exceptuado el proceso del referido requisito del intento previo, si las partes acuden en tiempo oportuno
voluntariamente y de común acuerdo a tales vías previas. Para la suspensión del plazo de caducidad es preciso que ambas partes hayan manifestado
previamente su acuerdo de someterse a la conciliación, no bastando con que la parte demandada acuda al acto de conciliación al que es citada, puesto
que con ello no manifiesta su voluntad de someterse a conciliación, sino que cumple con su deber al ser citada ( TSJ Valladolid 13-1-16, EDJ 4721 ).
2129
El plazo de caducidad queda suspendido el mismo día en que se presenta la solicitud, día que ya no se computa a efectos de consumir dicho plazo, y
tampoco se computa para consumir el plazo de caducidad el día en que se celebra la conciliación ( TS 17-9-92, EDJ 8873 ). Se toma como fecha de
presentación la del día en que se entregó la solicitud en el registro administrativo elegido por el solicitante dentro de las posibilidades que se le ofrecen (nº
2117 ) y no la de entrada en el servicio de conciliación ( TS 31-1-03, EDJ 263107 ). Los días de plazo que se hayan agotado con anterioridad a la
solicitud de conciliación no se recuperan por la presentación de ésta, sino que, una vez terminado el trámite conciliatorio, la demanda ha de ser
presentada dentro del número de días del plazo de caducidad que restasen por consumir en el momento en que se instó la conciliación. Es importante por
ello saber cuándo se reanuda el cómputo. Por consiguiente se interrumpe el plazo de caducidad de la acción si se presenta la solicitud de conciliación en
el día hábil siguiente a la finalización del plazo, antes de las 15 horas ( LEC art.135.1 ) y la acción no está caducada si la demanda se interpone después
el mismo día en que se celebra el acto de conciliación ( TS 3-6-13, EDJ 122966 ).
No se computan para consumir el plazo de caducidad los sábados, por considerarse procesalmente inhábiles ( TS 23-1-06, EDJ 4059 ; 31-5-07, EDJ
127579 ; 17-4-07, EDJ 70575 ; 21-12-09, EDJ 321836 ). No es aplicable a efectos del plazo de caducidad que cuando un día sea hábil en el municipio o
Comunidad Autónoma en que resida el interesado e inhábil en la sede del órgano, o a la inversa, se considera inhábil en todo caso, sino que a efectos de
los plazos procesales se toman siempre en consideración los días hábiles e inhábiles en la sede del órgano judicial ante el que deba llevarse a cabo el
trámite ( LRJS art.48.5 ) ( TS 4-10-05, EDJ 166178 ).
En todo caso la reanudación del plazo se produce el 16º día hábil posterior a la presentación de la solicitud de conciliación. Si en el 15º día hábil desde
que se presentó la solicitud de conciliación no se ha celebrado el acto, el día hábil siguiente ya se consume del plazo de caducidad para la presentación
de la demanda.
No obstante, si con anterioridad se hubiese celebrado el acto de conciliación, el consumo del plazo de caducidad se reanuda al día hábil siguiente a la
celebración del acto de conciliación, sin esperar hasta el transcurso de los 15 días hábiles. Aunque transcurran 15 días hábiles sin haberse celebrado el
acto y el interesado haya de interponer su demanda sin que éste se haya llegado a celebrar, no por ello se tiene por intentada sin efecto la conciliación
hasta que transcurren un total de 30 días hábiles desde que se presentó la solicitud de conciliación, sin computar el día de presentación de la solicitud.
2130

Precisiones

Cuando procede intentar la conciliación y por error se interpone una reclamación administrativa previa, ésta
tiene efectos suspensivos del plazo de caducidad. La inadecuada formulación de reclamación previa, cuando
procedía la conciliación extrajudicial, tiene eficacia suficiente para suspender el plazo de caducidad, puesto que el
requisito de la conciliación prejudicial tiene por objeto proporcionar al demandado información de la pretensión que
contra él se deduce, de modo que, de una parte, le otorgue la posibilidad de enervar la acción alcanzando acuerdo
transaccional y, de otra, limite el contenido de la ulterior demanda, finalidad idéntica a la de la reclamación previa.
Aunque no queda al arbitrio del demandante la utilización indistinta de una u otra forma de reclamación, una
errónea elección de una de las vías previas, originada por la aparente dudosa naturaleza jurídica de la entidad
demandada, no puede llevar a la conclusión de enervar la defensa judicial del trabajador, cuando de la equivocada
elección del medio no se ha derivado perjuicio alguno para la demandada ni se han mermado sus posibilidades de
defensa o de transacción ( TS 16-11-04 , EDJ 183605 ). Sin embargo la excusabilidad de este error queda alterada
por la desaparición en gran parte de los casos de las reclamaciones administrativas previas. El error más frecuente
ahora será la presentación de la papeleta de conciliación contra una Administración Pública cuando no sea
preceptiva y, a la inversa, la falta de presentación cuando sea preceptiva, debido a las dudas interpretativas que se
suscitan desde la entrada en vigor de la Ley 39/2015 . Aunque la doctrina tradicional no permite excusar este error
cuando afecta al plazo de caducidad (lo que exige una especial cautela de la parte demandante), es posible que se
hubiera de matizar ante la duda interpretativa que origina la Ley 39/2015 en este punto.
C. Sumisión a arbitraje 
(LRJS art.65.3)
2135
Cuando así lo prevea el convenio colectivo estatutario, de ámbito estatal o autonómico, del sector (o el acuerdo de interés profesional en el caso de los
trabajadores autónomos económicamente dependientes), el intento de conciliación se puede sustituir por la sumisión a arbitraje. En tal caso, si el arbitraje
se ha configurado como obligatorio, los efectos de la papeleta de conciliación o solicitud de mediación respecto a la caducidad o prescripción se
confieren a la solicitud de arbitraje presentada conforme a lo previsto en el convenio o acuerdo. Si el arbitraje se ha configurado como facultativo, tales
efectos se confieren a la suscripción del compromiso arbitral.
La Ley prevé que el cómputo de la caducidad se reanude al día siguiente de que adquiera firmeza el laudo arbitral o, de interponerse un recurso judicial
de anulación del laudo, desde el día siguiente a la firmeza de la sentencia que se dicte. Sin embargo, salvo en el caso de que recaiga una sentencia que
anule el laudo, no se comprende a qué efectos se puede reanudar el cómputo de la caducidad si se ha producido un laudo que ya resuelve el conflicto y
solamente puede impugnarse conforme a lo recogido en el nº 2185 .
Solamente si, a pesar del sometimiento a arbitraje, finalmente no recayese laudo alguno, o dicho laudo no resolviese el litigio, por apreciarse la
incompetencia del árbitro, tiene sentido la reanudación del plazo de caducidad a efectos de poder ejercitar la acción en vía judicial. En ese supuesto el
cómputo del plazo de caducidad se reanuda al adquirir firmeza la resolución que pusiera fin al arbitraje.

D. Inicio del procedimiento de conciliación 
(RD 2756/1979 art.8)
2140
Recibida la papeleta, que se registra en los libros que se lleven al efecto, se examina su contenido por el órgano administrativo de conciliación, para
determinar si reúne o no los requisitos exigidos, solicitando las aclaraciones necesarias, en su caso, para que las citaciones de los interesados sean
hechas correctamente, devolviendo al compareciente una de las copias debidamente sellada y fechada. En el mismo momento de la presentación (si se
efectuase directamente ante el órgano administrativo de conciliación) se hace saber al compareciente el lugar, día y hora de la celebración del acto de
conciliación, firmando a tal efecto la correspondiente diligencia. Se presume autorizado para recibir citaciones el que presente la solicitud de conciliación,
aunque no fuese el interesado. Si el compareciente fuese persona distinta del solicitante y rechazase la citación, ésta se debe practicar como la de los
otros interesados. De la misma manera ha de procederse si el interesado no presenta su solicitud de conciliación en el propio registro del órgano de
conciliación.
Si la papeleta de conciliación no cumpliese los requisitos exigibles, la subsanación de los defectos de que adolezca la misma ha de ser requerida
concediendo al efecto un plazo de 10 días ( L 39/2015 art.68.1 ). No existe previsión normativa alguna de que dicho plazo de subsanación suspenda el
cómputo de los 15 días para levantar la suspensión del plazo de caducidad, ni el de los 30 días para la celebración del acto de conciliación.
Debe fijarse la realización del acto de conciliación dentro del plazo de los 30 días siguientes a la presentación de la papeleta, o de los 15 si se tratase de
acciones sujetas a plazos de caducidad como la de despido. En todo caso, transcurridos 30 días sin celebrarse el acto de conciliación se tiene por
terminado el procedimiento y por cumplido el trámite. En ese caso la conciliación se considera intentada sin avenencia entre las partes.
Con la papeleta presentada se inicia el oportuno expediente, al que se incorporan, además de las diligencias de citación, todas las demás actuaciones
posteriores. Dicho expediente queda archivado en el órgano de conciliación.
De las copias aportadas por el solicitante se da traslado a los demás interesados, con indicación del lugar, día y hora en que ha de celebrarse el acto.
Las citaciones se hacen por correo certificado con acuse de recibo, oficio, telegrama o cualquier medio del que quede la debida constancia.
Cuando el órgano de conciliación sea un órgano administrativo resultan de aplicación a sus actos de comunicación las normas acerca de las
notificaciones contenidas en la legislación de procedimiento administrativo.

E. Acto de conciliación 
(LRJS art.66, 75.4 y 97.3;  RD 2756/1979 art.5.2 y 9 a 11)
2145
La asistencia al acto de conciliación o mediación es obligatoria para los litigantes. La falta de comparecencia produce los siguientes efectos:
1. Si es el solicitante el que, estando debidamente citado, no compareciese sin alegar justa causa, se tiene por no presentada la papeleta de conciliación
o solicitud de mediación, archivándose todo lo actuado. Si alega y justifica la existencia de una justa causa que le impide la asistencia al acto se debe
hacer un nuevo señalamiento si restasen días hábiles para ello. Si no quedan días hábiles para celebrar una comparecencia de conciliación, por
superarse los 15 días hábiles para ello en los supuestos de caducidad (acción de despido), ha de presentarse la demanda y justificarse la razón de la
incomparecencia ante el Juzgado de lo Social, correspondiendo al órgano judicial decidir si existió o no causa justa de incomparecencia ( TS 17-2-99, EDJ
6058 ). No es preciso presentar una nueva papeleta de conciliación ni recurrir en vía contencioso-administrativa contra la actuación del servicio
administrativo de conciliación ( TSJ Madrid 20-1-14, EDJ 6218 ).
2. Si no compareciese la parte demandada, habiendo sido debidamente citada, se hace constar expresamente en la certificación del acta de conciliación
o de mediación y se tiene la conciliación o mediación por intentada sin efecto. Si la incomparecencia del demandado a la conciliación fuese injustificada
y en el posterior litigio la sentencia que se dicte coincide esencialmente con la pretensión del demandante contenida en la papeleta de conciliación o
solicitud de mediación, el juez o tribunal está obligado, si el condenado fuese el empresario, a imponerle las costas del proceso, incluidos honorarios del
letrado o graduado social colegiado de la parte contraria que hubieren intervenido, con el límite de 600 € para dichos honorarios. Además la sentencia,
motivadamente, puede imponer al litigante que no acudió al acto de conciliación injustificadamente, una sanción pecuniaria de 180 a 6.000 €, sin que en
ningún caso pueda superar la cuantía de la tercera parte del litigio. La imposición de estas costas y de la multa por temeridad se puede efectuar a
solicitud de parte o de oficio, pero tiene naturaleza casi automática cuando no se justifique, por razones de hecho concretas, la ausencia del demandado
en el acto de conciliación ( TS 7-5-10, EDJ 122404 ). Para la imposición debe darse audiencia al respecto a las partes, lo que puede hacerse durante la
vista, o bien de forma posterior por escrito y por término de 2 días.
2147
Capacidad y representación 
(LRJS art.18.1;  RD 2756/1979 art.5.2, 9 y 10)
La capacidad de los interesados para la celebración del acto de conciliación es la exigida a los litigantes en el proceso laboral (nº 1245 s. ). Los
interesados pueden comparecer al acto de conciliación por sí mismos o por medio de representante, que puede ser abogado, procurador, graduado social
colegiado o cualquier persona en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.
La representación se puede otorgar mediante poder notarial, por comparecencia ante letrado de la Administración de Justicia o por comparecencia en
las oficinas del órgano administrativo de Mediación, Arbitraje y Conciliación. También se admite la representación mediante aportación de escrito del
interesado designando específicamente al que comparece como representante, facultándole para obligarse en dicho acto, o por simple comparecencia y
manifestación del representante siempre que en estos supuestos sea reconocido como tal por la otra parte y se considere suficiente a juicio del
conciliador, quien advertirá al representante de las responsabilidades en que pueda incurrir caso de no existir tal representación e incumplirse las
obligaciones contraídas por tal motivo.
Aún cuando el interesado acuda por sí mismo, puede ir acompañado por un hombre bueno, esto es, de un asesor al cual no se exige requisito de
titulación o profesionalidad alguno.

Precisiones
1) La identidad de los comparecientes debe acreditarse mediante la presentación del Documento Nacional de
Identidad, pero es una interpretación desmedidamente rigorista y contraria al derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva el tener por no comparecida a una parte por estar su documento caducado ( TCo 350/1993 ).
2) Cuando la parte demandada no reconoce al representante designado por el demandante por el mero escrito o
comparecencia, la conciliación ha de entenderse intentada sin efecto y no puede entenderse como una
incomparecencia del demandante, puesto que esta interpretación rigorista es contraria al derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva ( TCo 354/1993 ; TSJ Castilla-La Mancha 28-6-13, EDJ 138106 ). De la misma manera hay
que entender que si es el representante del demandado el que no es reconocido por la parte demandante, al
mismo se le ha de dar por comparecido, sin que proceda aplicar la norma sobre imposición de costas.
2149
Desarrollo del acto de conciliación 
(RD 2756/1979 art.5.2 y 10)
Cuando el órgano de conciliación es administrativo, el acto de conciliación se efectúa ante un funcionario licenciado en Derecho, que tenga atribuidas las
funciones de letrado conciliador.
Abierto el acto, el letrado conciliador, después de llamar a las partes, comprueba su identidad, capacidad y representación y, previa ratificación del
solicitante, les concede la palabra para que expongan sus pretensiones y las razones en que se fundan, siendo facultativa la exhibición de documentos y
otros justificantes.
Seguidamente invita a los interesados a que lleguen a un acuerdo, con el auxilio, en su caso, de los hombres buenos, concediéndoles cuantas
intervenciones sean pertinentes a tal fin, y pudiendo sugerirles soluciones equitativas.
Mantiene el orden en la discusión, con facultad para darla por terminada, tanto en caso de alteración de aquél como en el de imposibilidad de llegar a un
acuerdo, teniendo en ambos supuestos por celebrado el acto sin avenencia.
El letrado conciliador levanta acta de la sesión celebrada, y recoge con la máxima claridad los acuerdos adoptados por los interesados. El acta se firma
por los interesados y el letrado conciliador, y si alguno de aquellos no sabe o no puede firmar, se hace así constar, pudiéndolo hacer el hombre bueno en
su nombre, si le acompañase. Igualmente se consigna su negativa a firmar, con expresión de los motivos, si fuesen conocidos, dándose por celebrada la
conciliación sin avenencia. Si no existiera avenencia, el letrado lo hace así constar expresamente. Inmediatamente después de celebrada la conciliación,
el letrado entrega a los interesados una copia certificada del acta.

Precisiones

1) En la práctica, sin embargo, es frecuente que el letrado conciliador se limite a constatar el acuerdo o desacuerdo de las partes, no
produciéndose realmente ninguna negociación en el seno del acto de conciliación, de forma que cuando existe acuerdo éste se debe a una
negociación previa entre las partes, limitándose la función de la conciliación oficial a dejar constancia del acuerdo.
2) Dada la importancia que la legislación otorga a los acuerdos alcanzados en conciliación, es conveniente que los interesados comprueben,
antes de firmar el acta, que los términos de sus acuerdos que son recogidos en la misma tengan la mayor exactitud y claridad posible, puesto
que dicha acta tiene una eficacia contractual o transaccional, debiendo estar a lo expresamente acordado.
3) Cuando el acta no recoja acuerdos suscritos por los interesados, sino que se limite a constatar el desacuerdo, dejando de ello constancia el
letrado conciliador, o en todo caso cuando se trate de elementos accesorios de la misma distintos a los acuerdos allí recogidos, se ha de
entender que el órgano de conciliación puede rectificar en cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados, los errores materiales,
de hecho o aritméticos existentes ( L 39/2015 art.109.2 ).
4) Cuando el demandado no comparece y no se celebra el acto de conciliación no existe en puridad un acta del mismo, aunque se suela usar
ese nombre, sino una mera certificación del letrado conciliador de que el acto se ha intentado sin efecto.
1. Falta de acuerdo en conciliación 

2156
La celebración del acto de conciliación sin acuerdo o el intento del mismo deja la vía libre a las partes para recabar la tutela judicial de sus derechos e
intereses.
Por lo común las ofertas de acuerdo propuestas por las partes en la negociación no vinculan a las mismas si no llegan a plasmarse en un acuerdo
aceptado por la otra parte. La regla general es que lo sucedido en el intento de conciliación, si no ha concluido con acuerdo, carece de efectos jurídicos
sobre las posiciones de las partes.
A la hora de presentar la demanda, no puede admitirse que lo pedido en la misma sea sustancialmente distinto a las pretensiones esgrimidas en el acto
de conciliación, puesto que en tal caso no puede entenderse como realmente intentada la conciliación en relación con aquellos aspectos novedosos que
no fueron planteados. Ello solamente afecta a lo que se pide, pero no a los motivos por los cuales se reclama, dado que éstos ni siquiera es obligatorio
expresarlos en la solicitud de conciliación.
En algunas ocasiones la posición negociadora sostenida por las partes en el trámite de conciliación puede tener ciertos efectos sobre el futuro litigio.
2157

Precisiones

El ofrecimiento empresarial de dejar sin efectos el despido y readmitir al trabajador puede no ser aceptado por
éste si desea llevar adelante el proceso para obtener un pronunciamiento judicial sobre la calificación del despido,
sin que ello suponga que el trabajador ha dimitido de su puesto de trabajo, puesto que el despido es constitutivo y
extingue por sí mismo la relación laboral, para cuya reanudación hace falta el acuerdo de ambas partes, por lo que
la mera oferta empresarial no restablece la vigencia de la relación laboral y el trabajador tiene derecho a que su
despido sea calificado por sentencia judicial ( 1-7-96, EDJ 4093 ; 3-7-01, EDJ 31247 ; 5-2-13, EDJ 18837 ). En tal
caso el ofrecimiento de readmisión por el empresario, no aceptado por el trabajador, no impide que se devenguen
salarios de tramitación durante el posterior proceso por despido en caso de declaración judicial de improcedencia y
opción por la readmisión ( TS 25-6-13, EDJ 142880 ).
2. Acuerdo en conciliación 
(LRJS art.67 y 68;  CC art.1809)
2160
La avenencia en la conciliación previa al juicio entre un trabajador y un empresario constituye un supuesto especial de contrato de transacción ( TS 1-
12-86 , EDJ 7878 ; 26-10-01, EDJ 49320 ). Como tal contrato de transacción persigue una finalidad de evitación del proceso o de evitar la provocación de
un pleito.
Este acuerdo modifica la situación jurídica de las partes y vincula a las mismas en lo sucesivo ante ulteriores litigios. Igualmente vincula a los
empresarios que suceden a otros en la titularidad de empresas o centros de trabajo, que no pueden desconocer los derechos laborales resultantes de
los acuerdos alcanzados en conciliación por los anteriores titulares de la empresa o centro de trabajo, por ejemplo en el caso de que se haya pactado la
readmisión de un trabajador despedido. Las alegaciones del empresario sucesor sobre el carácter fraudulento del acuerdo (por ejemplo, cuando la
empresa que suscribe el mismo conoce la próxima sucesión y es por tanto sabedora de que las obligaciones dimanantes del acuerdo habrán de ser
cumplidas por la empresa sucesora) han de instrumentarse a través de la impugnación del acuerdo de conciliación por el procedimiento legalmente
previsto (nº 2175 s. ), pero si éste no es impugnado y anulado la sucesora queda vinculada por el mismo ( TSJ Valladolid auto 11-4-07, EDJ 99052 ).
Lo acordado en conciliación o mediación previa al procedimiento de conflicto colectivo tiene, según su naturaleza, la misma eficacia atribuida a los
convenios colectivos estatutarios, siempre que las partes que concilien ostenten la legitimación y adopten el acuerdo conforme a los requisitos exigidos
por el ET para los convenios estatutarios, debiendo enviarse copia a la autoridad laboral. Si no se reuniesen tales requisitos, tiene la eficacia de un
convenio o pacto extraestatutario ( TS 22-12-00, EDJ 55091 ). No obstante hay que tener en cuenta que las condiciones de trabajo fijadas en
convenios o pactos extraestatutarios pueden ser modificadas unilateralmente por el empresario ( TS 6-10-09, EDJ 265815 ) o, si el convenio tiene
carácter estatutario, de forma limitada mediante el procedimiento de inaplicación ( ET art.82.3 ), lo que también puede afectar a los pactos colectivos
resultantes de la conciliación previa a un procedimiento de conflicto colectivo.
En el caso de los trabajadores autónomos económicamente dependientes, el acuerdo alcanzado en conciliación o mediación previa al conflicto colectivo
tiene la eficacia correspondiente a los acuerdos de interés profesional ( L 20/2007 art.13 ). Por tanto el ámbito del pacto no puede exceder del de una
empresa (entendiendo como tal el concepto material de empresa propio del Derecho de la Competencia), porque en otro caso sería un pacto
anticompetitivo ilícito ( TJUE 4-12-14, C-413/13, FNV Kunsten Informatie en Media ).
A efectos de interpretación de los términos del acuerdo adoptado en conciliación han de tomarse en consideración las normas sobre interpretación de
los contratos. De manera que la transacción no comprende sino los objetos expresados determinadamente en ella, o que, por una inducción necesaria de
sus palabras, deban reputarse comprendidos en la misma. La renuncia general de derechos se entiende sólo de los que tienen relación con la disputa
sobre que ha recaído la transacción ( CC art.1281 a 1289, 1815 ).
La finalidad de la conciliación extrajudicial se refuerza mediante la atribución a la avenencia en conciliación de la condición de título que lleva aparejada
ejecución, en contra de lo dispuesto con carácter general que reserva dicho privilegio para la transacción judicial ( CC art.1816 ).

Precisiones

El pacto en conciliación en un supuesto de despido puede tener los mismos efectos liberatorios que un
documento de saldo y finiquito respecto de cualquier demanda posterior de cantidades, si de los términos de
dicho pacto así resulta, de manera que toda demanda ulterior de cantidades interpuesta por el trabajador ha de ser
desestimada ( TSJ Cataluña 6-11-06, EDJ 418546 ).
2161
El acuerdo alcanzado en conciliación puede consistir en someter el litigio a un arbitraje, bien en los términos previstos en un convenio colectivo o
acuerdo, bien en los términos pactados en la propia conciliación. En tal caso el laudo arbitral que se dicte tendría los mismos efectos que el acuerdo
alcanzado en conciliación. No debe confundirse este supuesto con el sometimiento a arbitraje pactado previamente en convenio o acuerdo colectivo en
sustitución de la conciliación o mediación (nº 2135 ).
a. Ejecución 
(CC art.1816;  LEC art.207.3, 222 y 410;  LRJS art.68, 237.2 y 239)

2163
El cumplimiento de lo acordado en la conciliación previa al juicio debe hacerse valer por la vía de la ejecución de sentencia ( TS 16-3-95 , EDJ 2388 )
siempre y cuando tenga pronunciamientos susceptibles de ejecución y no de carácter meramente declarativo, no siendo procedimiento adecuado para
ejecutar lo acordado en conciliación la presentación de una nueva demanda declarativa para iniciar un nuevo proceso ( TS 26-10-01, EDJ 49320 ).
Se equiparan también a las sentencias firmes a efectos de ejecución definitiva los laudos arbitrales igualmente firmes, individuales o colectivos, dictados
por el órgano constituido en virtud de acuerdos interprofesionales y de convenios colectivos estatutarios sectoriales, de ámbito estatal o autonómico, o por
acuerdos de interés profesional de los trabajadores autónomos económicamente dependientes, así como los laudos recaídos en materia electoral, los que
pongan fin a la huelga o a conflictos colectivos u otros cuyo conocimiento corresponda al orden social, exclusivamente en los concretos pronunciamientos
de condena que por su naturaleza sean susceptibles de dicha ejecución y salvo los pronunciamientos que tengan solamente eficacia normativa o
interpretativa.
Su ejecución puede ser instada por la parte directamente del Juzgado de lo Social en cuya circunscripción se hubiere constituido el título, esto es, de la
sede del órgano ante el que se haya producido la conciliación o donde se hubiera dictado el laudo arbitral, sin que para ello sea preciso que el acta de
conciliación sea ratificada ante el órgano judicial. La ejecución puede solicitarse desde que el título haya quedado constituido o, en su caso, desde que la
obligación declarada en el título ejecutivo fuese exigible, mediante escrito del interesado, en el que, además de los datos identificativos de las partes,
debe expresar:
- con carácter general, la clase de tutela ejecutiva que se pretende en relación con el título ejecutivo aducido;
- tratándose de ejecuciones dinerarias, la cantidad líquida reclamada como principal, así como la que se estime para intereses de demora y costas;
- los bienes del ejecutado susceptibles de embargo de los que tuviere conocimiento y, en su caso, si los considera suficientes para el fin de la ejecución;
- las medidas que proponga para llevar a debido efecto la ejecución.
Para ejecutar los acuerdos alcanzados en conciliación administrativa o mediación, así como los laudos arbitrales, debe acompañarse certificación del
organismo administrativo, conciliador, mediador o arbitral correspondiente.
El procedimiento de ejecución es el previsto para el caso de que se hubiese dictado sentencia sobre el objeto del litigio resuelto en conciliación.

Precisiones

1) Cuando en conciliación se pacta la readmisión del trabajador despedido, sin calificar el despido como nulo, el procedimiento de ejecución
aplicable es el propio de los despidos improcedentes y no la ejecución en sus propios términos de la LRJS art.282 , salvo que el trabajador fuese
representante de personal o titular del derecho de opción por otra causa ( TS 20-3-98, EDJ 4899 ).
2) Los autos que decidan el recurso de reposición interpuesto contra los que en ejecución de acta de conciliación o laudo arbitral dicten los
Juzgados de lo social se equiparan a los que se dicten en ejecución de sentencia, teniendo acceso al recurso de suplicación siempre que haya
recaído en asunto en el que, de haber dado lugar a sentencia, la misma hubiere sido recurrible en suplicación ( TS 11-7-96, EDJ 5157 ).
3) Los plazos en el procedimiento de ejecución se rigen por la legislación procesal, aunque se trate de ejecutar un acuerdo de conciliación, de
manera que rigen las disposiciones procesales sobre el carácter hábil o inhábil del mes de agosto ( TS 30-10-98 , EDJ 65238 ).
4) Para la ejecución de los acuerdos sobre despido alcanzados en conciliación en los que se pacte la readmisión son aplicables los plazos
previstos para instar la ejecución de las sentencias de despido que obliguen a la readmisión (nº 6172 s. y nº 6292 ), sin que dicho plazo se
interrumpa por el hecho de que el trabajador se encuentre en situación de incapacidad temporal, ni por la presentación de otras demandas de
tutela de libertad sindical o de impugnación de modificación sustancial de condiciones de trabajo ( TSJ Cantabria 21-12-06, EDJ 381047 ) ( TSJ
Cantabria 21-12-06, EDJ 381047 ).
5) El procedimiento de conflicto colectivo es inadecuado para interpretar y aplicar los acuerdos alcanzados en conciliación, especialmente en
la conciliación judicial previa alcanzada en un procedimiento de despido colectivo ( TS 16-6-15, EDJ 129859 ). Los acuerdos alcanzados en
conciliación previa a un conflicto colectivo han de ejecutarse por la vía prevista en LRJS art.247.1 si el acuerdo contiene una obligación de dar,
hacer o no hacer, susceptible de ejecución individual y en el mismo se concretan los datos, características y requisitos precisos para la
individualización de los afectados. En tales casos la ejecución colectiva del acuerdo alcanzado en conciliación constituye una vía posible para
hacer efectivo el mismo en su vertiente individual, pero no excluye la posibilidad de que los trabajadores individuales beneficiarios del mismo
opten en su lugar por ejercitar demandas individuales ante los juzgados de lo social en reclamación de los derechos que para ellos resulten del
acuerdo.
2165
Diferencias entre acta de conciliación y sentencia como títulos ejecutivos 
El hecho de que para la ejecución de los acuerdos adoptados en conciliación prejudicial se recoja una remisión al proceso de ejecución de sentencias, no
establece una equiparación total entre acuerdos de conciliación y sentencias. De hecho, por aplicación supletoria de la LEC, se equiparan las actas de
conciliación a los títulos ejecutivos extrajudiciales de la LEC, no a las sentencias.
La transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada. Por razones de orden lógico ha de entenderse de aplicación a los acuerdos de
conciliación lo dispuesto respecto a la cosa juzgada formal. El órgano judicial que haya de ejecutar lo acordado ha de atenerse a los términos del título
ejecutivo, también cuando éste es un acuerdo de conciliación.
Más difícil resulta interpretar que los acuerdos adoptados en conciliación produzcan efecto de cosa juzgada material, ni en sentido negativo (como
excepción procesal que impida nuevos litigios), ni en sentido positivo (vinculando a los jueces que hayan de resolver futuros litigios como cosa resuelta),
puesto que se atribuye dicho efecto exclusivamente a las sentencias judiciales y es un corolario del derecho constitucional a la tutela judicial efectiva, la
cual no puede predicarse de los acuerdos transaccionales de las partes. Cuando un órgano judicial se enfrente a un litigio posterior al acuerdo de
conciliación, la eficacia vinculante del mismo no deriva del principio de cosa juzgada, sino de su naturaleza contractual ( TSJ Madrid 30-12-13, EDJ
282253 ; 31-3-14, EDJ 69017 ).
Por los mismos motivos la presentación de la papeleta de conciliación no produce los efectos de litispendencia, ya que se atribuye dicho efecto
exclusivamente a la interposición de la demanda.
En el ámbito laboral la ejecución se impulsa de oficio por el órgano judicial y, por consiguiente, una vez iniciada la ejecución, no se produce la
prescripción del derecho, no extinguiéndose por el transcurso del tiempo la obligación que se ejecute mientras no esté cumplida en su integridad, incluso
si las actuaciones hubieren sido archivadas por declaración de insolvencia provisional del ejecutado (nº 6042 ). Esta norma es aplicable a toda ejecución
ya iniciada, incluso cuando se trate de la ejecución de actas de conciliación extrajudicial, por lo que en este punto no existen diferencias entre sentencia y
acuerdo en conciliación.
2167

Precisiones

1) En todo litigio que posteriormente pudiera suscitarse, la existencia del acuerdo de conciliación, en cuanto contrato entre las partes, constituye
un dato que ha de ser tenido en cuenta a la hora de dictar resolución, pero esto no es equivalente al efecto de cosa juzgada, ni tiene la misma
protección de rango constitucional (al amparo de la Const art.24.1 ). Si el acuerdo no fue impugnado en tiempo y forma, o si lo fue y la
resolución judicial vino a confirmar su validez, no parece que pueda desconocerse su contenido por las partes, ni que éstas puedan plantear
extemporáneamente su invalidez. Sin embargo en el caso de terceros (particularmente entidades gestoras de prestaciones o aseguradoras) se
viene admitiendo habitualmente que puedan desconocer el contenido del acuerdo de conciliación en base a la alegación de nulidad del mismo
(habitualmente por fraude o abuso de derecho), a pesar de no haber impugnado tal acuerdo en tiempo y forma.
2) De contrario podría plantearse que estas entidades deberían asumir las consecuencias del acuerdo de conciliación si no impugnasen el
mismo (nº 2175 ). Por lo común estas entidades gestoras o aseguradoras no suelen tomar la iniciativa de impugnar los acuerdos de
conciliación, al resultarles más sencillo negarse al cumplimiento de sus obligaciones derivadas indirectamente del contenido de los mismos,
trasladando a los interesados la carga de accionar judicialmente. En estos casos la discusión sobre la validez del acuerdo de conciliación no se
inserta en el procedimiento de impugnación de dicho acuerdo, sino en el procedimiento de reclamación de sus derechos por parte del
interesado que desea acceder a las prestaciones derivadas del reconocimiento de la existencia y validez del acuerdo por la entidad gestora o
aseguradora.
3) No obstante, alguna sentencia entiende que si el acuerdo alcanzado en conciliación no es impugnado en tiempo y forma, la supuesta
nulidad del mismo no puede ser invocada con ocasión de un proceso posterior en el que constituya un precedente necesario para la solución del
litigio ( TSJ Valladolid 21-2-07, EDJ 91674 ; TSJ Valladolid auto 11-4-07, EDJ 99052 ).
2168
Oposición a la ejecución 
(LEC art.556;  LRJS art.239.4)
Se permite, en todo caso, oponerse a la ejecución por los siguientes motivos:
- pago o cumplimiento documentalmente justificado;
- prescripción de la acción ejecutiva;
- otros hechos impeditivos, extintivos o excluyentes de la responsabilidad que se pretenda ejecutar siempre que hubieren acaecido con posterioridad a su
constitución del título.
El plazo de prescripción de la acción para pedir la ejecución judicial de lo acordado en conciliación es el que corresponda a la acción material de que
se trate, normalmente de un año, si bien en caso de despido son aplicables los plazos y trámites para la ejecución de la readmisión para la ejecución de
las sentencias de despido (nº 6172 s. ).
Expresamente se señala que la compensación de deudas no es admisible como causa de oposición a la ejecución.
La vía para oponerse a la ejecución en el proceso laboral es distinta a la prevista en la LEC y consiste en interponer recurso de reposición contra el
auto que resuelva la solicitud de ejecución. En dicho recurso, además de alegar las posibles infracciones en que hubiera de incurrir la resolución y el
cumplimiento o incumplimiento de los presupuestos y requisitos procesales exigidos, se puede deducir la oposición a la ejecución despachada. Del escrito
de reposición presentado se da traslado para impugnación a la parte contraria, salvo que el órgano jurisdiccional, en atención a las cuestiones planteadas
o por afectar a hechos necesitados de prueba, acuerde seguir el trámite incidental.
2169
Ejecución provisional 
(LRJS art.289 a 293)
Existen también diferencias entre sentencias y actas administrativas de conciliación o laudos arbitrales en el ámbito de la ejecución provisional, puesto
que ésta sólo es posible cuando se trata de sentencias recurridas, sin que exista norma que habilite la ejecución provisional de las actas de
conciliación o laudos arbitrales cuando éstos fuesen impugnados (nº 2175 y nº 2185 ).
b. Fondo de Garantía Salarial 
(ET art.33.1 y 2)

2171
El pacto en conciliación sobre el abono de salarios o sobre un despido que implique el pago de salarios de tramitación es eficaz para vincular la
responsabilidad, en caso de insolvencia del empresario, del FOGASA. La responsabilidad del FOGASA en materia de salarios y de salarios de tramitación
se extiende tanto a la conciliación judicial ( TJCE 12-12-02, C-442/00 ), como a la conciliación administrativa ( TS 13-10-08, EDJ 222480 ; TSJ Castilla-
La Mancha 18-10-07, EDJ 274920 ).
2173
En relación con las indemnizaciones por despido o extinción del contrato, o de indemnizaciones por extinción de contratos temporales o de duración
determinada en los casos que legalmente procedan, la garantía del FOGASA, en el caso de insolvencia del empresario, se extiende a las
indemnizaciones reconocidas en acta de conciliación judicial, pero no a las reconocidas en conciliación administrativa.
A efectos de determinar la normativa aplicable en relación con la obligación de garantía del FOGASA la fecha relevante es la del auto de insolvencia que
determina la responsabilidad del FOGASA, no siendo relevante la fecha del despido o extinción del contrato, aunque ésta sí es relevante para determinar
los efectos su sustantivos de la citada extinción ( TS 31-1-07, EDJ 21159 ; 12-2-07, EDJ 8717 ; 27-6-07, EDJ 144091 ; 24-7-07, EDJ 184517 ; 24-7-07,
EDJ 166167 ; 22-11-07, EDJ 223184 ; 26-12-07, EDJ 337968 ; 13-10-08, EDJ 222480 ; 14-7-10, EDJ 185105 ). Sea cual sea la fecha, continúan fuera del
ámbito de garantía del FOGASA las indemnizaciones por despido o extinción de contrato pactadas en acta de conciliación administrativa ( TS 13-10-08,
EDJ 222480 ; 14-7-10, EDJ 185105 ).
No obstante, cuando se trata de indemnizaciones derivadas de extinción de contratos temporales o de duración determinada, la responsabilidad del
FOGASA se aplica en los casos que legalmente procedan, lo que parece incluir también aquellas cantidades adeudadas que se reconozcan en
conciliación administrativa, si son las que procede pagar por la extinción legal del contrato temporal (no si se ha calificado como despido improcedente).

Precisiones

Si se pacta en conciliación la readmisión del trabajador y en vía de ejecución del acta de conciliación se dictase
auto, poniendo fin a la relación laboral con derecho a indemnización (nº 6182 y nº 6296 ), tales indemnizaciones
recogidas en auto quedan cubiertas por la garantía del FOGASA, aunque provengan de la ejecución de un acta de
conciliación ( TS 1-6-99, EDJ 13532 ; 10-4-00, EDJ 7684 ; 7-2-01, EDJ 3021 ).
c. Impugnación del acuerdo obtenido en conciliación o mediación 
(LRJS art.67)

2175
El acuerdo obtenido en el acto de conciliación o mediación puede ser impugnado por las partes que lo suscribieron, así como por cualquier tercero que
pudiera resultar perjudicado por el mismo y por lo tanto pueda alegar un interés directo y legítimo para ello. Entre estos terceros han de entenderse
comprendidos, si fueran afectados en sus obligaciones por el pacto de las partes, las entidades gestoras y colaboradoras de la Seguridad Social, la
entidad gestora de las prestaciones por desempleo (SEPE), el Fondo de Garantía Salarial o las compañías aseguradoras o gestoras de planes de
pensiones en el caso de Seguridad Social complementaria.
La acción de impugnación debe ser presentada en el plazo de 30 días hábiles (excluyendo, sábados, domingos y festivos), el primero de los cuales es el
siguiente a aquél en el que se suscribió el acuerdo, cuando el impugnante es una de las partes del mismo ( TS 7-11-97, EDJ 10594 ), o el siguiente a
aquél en el que el acuerdo fue conocido, cuando el impugnante es un tercero. Este plazo es de caducidad.
La acción de impugnación debe ser ejercitada ante el órgano judicial que hubiera sido competente para conocer del litigio que se hubiese suscitado a
falta de acuerdo (nº 2654 ).
La LRJS no señala el procedimiento que ha de seguirse en este proceso de impugnación, por lo que ha de entenderse que los trámites son los del
proceso ordinario. Los acuerdos alcanzados en conciliación en conflictos colectivos tienen el valor de convenio colectivo y, por consiguiente, han de
ser impugnados por la modalidad procesal de impugnación de convenios colectivos, sin que jueguen las normas sobre motivos, legitimación, plazos de
caducidad, etc., propios de la impugnación de acuerdos de conciliación, sino las propias de impugnación de convenios colectivos ( TS 30-1-97, EDJ 229 ;
15-7-97, EDJ 21257 ; 22-12-00, EDJ 55091 ), y, al no estar previsto en dicho procedimiento un plazo de caducidad de la acción, no es aplicable el plazo
de caducidad de 30 días hábiles cuando se trate de impugnar acuerdos obtenidos en conciliación previa en procesos de conflicto colectivo ( TS 15-7-97,
EDJ 21257 ; 15-12-97, EDJ 10595 ).

Precisiones

Si el acuerdo alcanzado en conciliación no es impugnado en tiempo y forma, la supuesta nulidad del mismo no
puede ser invocada con ocasión de un proceso posterior en el que constituya un precedente necesario para la
solución del litigio ( TSJ Valladolid auto 11-4-07, EDJ 99052 ).
2177
Causas de la acción de nulidad 
La acción de nulidad del acuerdo sólo puede basarse en las causas que invalidan los contratos. Debemos remitirnos por ello a las disposiciones del
Código Civil. La nulidad de un contrato puede derivar de cualquiera de los tres elementos que configuran el mismo: consentimiento, objeto y causa:
a) La nulidad por problemas jurídicos en el consentimiento de las partes puede derivarse, bien de la incapacidad de alguno de los contratantes
por razón de edad, incapacitación, etc., bien de la concurrencia de alguno de los siguientes vicios en la prestación del consentimiento de alguna
de las partes: error, violencia, intimidación o dolo ( CC art.1265 a 1270 ).
b) La nulidad por razón del objeto puede derivar de ser éste contrario a las leyes o a las buenas costumbres ( CC art.1271 ), de ser imposible
( CC art.1272 ), o de ser indeterminado y no determinable sin necesidad de un nuevo convenio entre las partes ( CC art.1273 ).
c) Por razón de la causa del contrato, la nulidad puede producirse por ser ésta inexistente o por ser ilícita ( CC art.1275 ).
2179
Además, son nulos los acuerdo en conciliación en los supuestos siguientes:
1. Cuando la legislación prohíbe la transacción, supuestos entre los que se encuentran las actas de infracción de la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social en la que se aprecien perjuicios económicos para los trabajadores o transacciones de las Administraciones Públicas y la Seguridad Social (nº
2088 ).
2. La inclusión dentro del contenido del acuerdo de obligaciones para terceros que no sea partes del mismo, en la medida en que los contratos sólo
producen efecto entre las partes que los otorgan y sus herederos, salvo por lo que se refiere a las estipulaciones en favor de terceros ( CC art.1257 ). Ha
de diferenciarse, no obstante, entre las obligaciones nacidas directamente del acuerdo en conciliación (por ejemplo, la de abonar una indemnización
por despido improcedente), que sólo pueden tener como sujetos a las partes del mismo, de las obligaciones nacidas de las leyes o de otros contratos,
pero que tomen como supuesto de hecho causante de las mismas determinadas circunstancias que sean objeto del acuerdo conciliatorio. Esto último es
lo que habitualmente sucede cuando del contenido del acuerdo resulten de manera indirecta obligaciones prestacionales que incumban a entidades
gestoras y colaboradoras de la Seguridad Social o de la protección por desempleo, FOGASA, aseguradoras, etc. Por ejemplo, la calificación como
despido improcedente de una extinción contractual, que puede ser considerada situación legal de desempleo a efectos del nacimiento de la obligación del
SEPE de abonar prestaciones. En este caso no sería posible alegar la vulneración del CC art.1257 , ya que la obligación prestacional no tiene su origen
en el pacto de las partes del acuerdo de conciliación, sino en la norma jurídica que regula la correspondiente prestación. La impugnación del acuerdo por
los terceros obligados habría de basarse, en su caso, en las figuras del fraude de Ley ( CC art.6.4 ) o del abuso de derecho ( CC art.7.2 ). En todo caso
habría que reconocer que estos terceros se encuentran legitimados para impugnar el acuerdo conciliatorio por acreditar un interés para ello.
Sin embargo se entiende que no constituye causa de nulidad del acuerdo obtenido en conciliación la vulneración de la prohibición de los trabajadores
de disponer, antes o después de su adquisición, de los derechos que tengan reconocidos por disposiciones legales de derecho necesario, como
tampoco de los derechos reconocidos como indisponibles por convenio colectivo ( ET art.3.5 ).
2180

Precisiones

1) Es ejemplo de no ser causa de nulidad la disposición por el trabajador de derechos reconocidos, cuando se pacta en conciliación la
improcedencia del despido, pero excluyendo el pago de salarios de tramitación, después el trabajador no puede reclamar el pago de los mismos,
por estar vinculado por el propio pacto, aún cuando legalmente le hubieran correspondido normalmente de haber sido declarada la
improcedencia del despido en sentencia judicial ( TSJ C.Valenciana 24-3-14, EDJ 106917 ). Pero dicho criterio es aplicable a los conflictos de
naturaleza individual, pero no a los conflictos colectivos. De lo contrario sería posible que un sujeto legitimado para entablar un conflicto
colectivo dispusiera en conciliación de los derechos de los trabajadores individuales en contra del convenio estatutario o de las normas legales y
reglamentarias. De ahí que la juridicidad de los acuerdos conciliatorios obtenidos en vía de conflicto colectivo haya de ser valorada aplicando los
criterios propios de la validez de los convenios ( TS 12-3-02, EDJ 10165 ). En ese sentido puede considerarse en ocasiones que la vulneración de
lo dispuesto en un convenio colectivo o en un pacto de fin de huelga, que tiene la eficacia de convenio colectivo, puede ser una causa para la
declaración de nulidad de un acuerdo alcanzado en conciliación (extrajudicial o judicial), si la negociación de dicho acuerdo en conciliación no
reúne los requisitos de legitimidad y mayorías propio de los convenios colectivos ( TSJ Madrid 30-12-13, EDJ 282253 ; 31-3-14, EDJ 69017 ). No
obstante, si la negociación del acuerdo de conciliación reúne tales requisitos, entonces puede derogar válidamente lo dispuesto en convenios
colectivos previos del mismo ámbito, e incluso podría llegar a ser interpretado como un acuerdo de modificación sustancial o de inaplicación de
convenio estatutario.
2) Cuando se trata de mejoras de Seguridad Social a cuya reclamación, por no ser parte las entidades gestoras ni colaboradoras, no le sea
aplicable la exigencia de reclamación administrativa previa y sí la de conciliación, ni la LGSS art.3 ni el art.27.1 prohíben la transacción, ni obstan
a la validez de los pactos alcanzados en la conciliación previa ( TSJ Sevilla 23-1-07, EDJ 24196 ).

F. Impugnación de laudos arbitrales 
(LRJS art.65.4)
2185
Las acciones de impugnación y recursos judiciales de anulación de laudos arbitrales cuyo conocimiento corresponda al orden social, cuando no tengan
establecido un procedimiento especial, incluidos los laudos arbitrales establecidos por acuerdos de interés profesional de los trabajadores autónomos
económicamente dependientes, se sustancian, a instancia de los interesados, por los trámites del procedimiento ordinario, ante el juzgado o tribunal al
que hubiera correspondido el conocimiento del asunto sometido a arbitraje.
El fundamento de la impugnación solamente puede ser:
- exceso sobre el arbitraje;
- haber resuelto aspectos no sometidos a él o que no pudieran ser objeto del mismo;
- vicio esencial de procedimiento;
- infracción de normas imperativas.
La acción caduca en el plazo de 30 días hábiles, excluidos los sábados, domingos y festivos, desde la notificación del laudo.
De formularse la impugnación por el FOGASA, en relación con posibles obligaciones de garantía salarial, o por otros terceros posibles perjudicados, se
puede fundamentar también en ilegalidad o lesividad y el plazo para el ejercicio de la acción cuenta desde que pudieran haber conocido la existencia del
laudo arbitral.

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